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La ciudad

Contemporánea
PROGRAMA DE ESTUDIO LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA
Historia y Ciencias Sociales 
La Ciudad Contemporánea Programa de Estudio
Cuarto Año Medio
Formación Diferenciada  Humanístico-Científica
 
Presentación
Unidad 1: El fenómeno urbano
Unidad 2: La ciudad en la historia
Unidad 3: El proceso de urbanización
Unidad 4: La ciudad un sistema vivo
Unidad 5: Territorio y sistema de ciudades
Unidad 6: La ciudad como utopía

Presentación

El propósito de este curso diferenciado es que los estudiantes puedan ampliar su


conocimiento de la realidad social y de su historicidad, y que aprecien que ellos pueden
desarrollar en este sector un conocimiento creciente mente especializado y profundo,
acotando el campo temático abordado, en este caso al estudio de la ciudad.
En la actualidad aproximadamente la mitad de los 7.000 millones de habitantes del planeta
vive en ciudades, y para el año 2030 se espera que un 60% de la población mundial sea
urbana. En las próximas décadas casi todo el crecimiento poblacional se concentrará en las
ciudades, ya sea por la propia dinámica interna de las poblaciones urbanas, como por la
continuación de las emigraciones de las áreas rurales. Además, en forma creciente la
población se concentrará en grandes ciudades.
En el caso de Chile las cifras muestran que en el año 1995 un 84% de la población nacional
residía en ciudades; es decir, en nuestro país el modo de vida predominante es urbano, con
todas las posibilidades y desafíos que esto implica.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 1
Unidad I
LA CIUDAD CONCEPTO Y EVOLUCIÓN.

LA CIUDAD UN PAISAJE FAMILIAR


De alguna u otra forma todos tenemos una experiencia urbana, algunos han nacido y
vivido en una misma ciudad, otros han vivido en diversas ciudades de distinto tamaño, otros
han viajado al extranjero y han conocido ciudades construidas de acuerdo a otros patrones
culturales.
Existen grupos numerosos grupos de personas de países en vías de desarrollo que han
nacido en el campo y que en algún momento migraron hacia las capitales del país a ciudades
más grandes.
También dentro de las ciudades las experiencias de cada uno pueden ser muy
distintas, dependiendo por ejemplo del barrio en que se vive , las actividades que se
desempeñan, la condición cultural y social que se tenga, de la mayor o menor satisfacción de
la población urbana que los afecte, etc.

Definición del fenómeno urbanos) La ciudad es primeramente un hecho de población.

   Un núcleo urbano amplia la existencia de un agrupamiento denso de población en un


lugar, se denominan “centros poblados”. La ciudad es un hábitat concentrado. El número
total de habitantes nos indica el tamaño y la importancia social y económica de una ciudad.
De esta forma se tiene un dato estadístico para definir una ciudad, pero este varía según los
países, por ejemplo
País Hab.

EE UU 2500

Chile 5000

Holanda 10000

España 10000

  También se define según la densidad poblacional, la que generalmente es más alta que
en el campo Hab./Km 2. Esta situación varía al interior de las ciudades, concentrándose la
población en el centro y disminuyendo hacia la periferia.
La ciudad es un medio social heterogéneo y una forma superior de organización social.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 2
Es un núcleo urbano co-existen diversas clases y grupos sociales con determinadas
características, poder y prestigio logrado en el ejercicio de las actividades urbanas. En las
ciudades existe una mayor organización social que en el campo.
El, paisaje urbano es una planta construida según ideales urbanísticos de cada época y
los cambios experimentados a lo largo de etapas de crecimiento o decadencia.
La planta material urbana s e distingue de la rural por la forma de las construcciones,
la densidad edificada, el estilo y función de las casas, el orden y trazado de las calles.
En la ciudad se efectúa y se reúnen una serie de actividades específicas. Las
actividades principales de las ciudades es un criterio fundamental para definir el fenómeno
urbano.
En general las actividades que se realizan en la ciudad son esencialmente no agrícolas.
La distribución de estas actividades nos permite identificar varios paisajes dentro de una
misma ciudad centros administrativos, barrios comerciales, áreas de servicios, zonas
industriales etc.
Con la urbanización industrial en el Siglo XIX aparece un nuevo tipo de ciudad,
basada en la productividad, población y la tecnología industrial.
Estas nuevas ciudades han determinado un nuevo de vida social. Hoy se habla de
planificación urbana, la que trata de dirigir y regular, los procesos de urbanización del siglo
xx .Uno de los estudiosos de este proceso fue Weber quien planteo que el fenómeno social
más notable del siglo XX es la concentración de población en la ciudad".
La concentración de población en las ciudades se debe a varios factores como fueron la
revolución industrial, la era del Ferrocarril en EE.UU. e Inglaterra, Otros factores fueron las
tasas migratorias debido a emigraciones provenientes desde zonas agrícolasLas corrientes
migratorias fueron hacia las ciudades industriales y comerciales principalmente de zonas
próximas. Las ciudades demandan mano de obra que se cubría por la llegada de los
habitantes vecinos.
Se aprecia que en las ciudades que su influencia sobre los migrantes disminuye con la
distancia. Las ciudades más grandes tienen mayor círculo de influencia, mientras que las
ciudades pequeñas atraen población cercana, las grandes atraen habitantes de otras
provincias.

ESTRUCTURA DE LA POBLACIÓN DE LAS CIUDADES NUEVAS.

Para estudiar las ciudades debemos considerar las diferencias de la composición física
de cualquier población urbana.
Se debe hacer el análisis demográfico de la población, para comprender la
concentración urbana.
Se debe observar las diferencias entre hombres y mujeres

PROCESO DE URBANIZACIÓN EN CHILE

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 3
Este proceso se constituyo sobre la base de la población original y la llegada de los
españoles .Según estos antecedentes tenemos una urbanización temprana " el origen de las
primeras ciudades en nuestro país tienen como fin la ocupación (ciudades fortificadas) y la
explotación económica (enclaves mineros). El resultado de esta interacción se consolida en los
elementos sustantivos Establecimientos en un asiento del poder político vinculado a la
conquista y a la creación de un centro que interactúa con la Corona Española.
Explotación de un padrón productivo basado en la extracción de productos mineros,
generando enclaves urbanos y una especialización productiva.
Durante la conquista se realiza una amplia política fundacional de ciudades que
disminuye en en el Periodo colonial .Por largo tiempo la población rural fue mayor que la
urbana. Posteriormente en el siglo XIX la actividades económica basada en el salitre le daría
un nuevo impulso, provocando, los primeros flujos migratorios importantes desde el campo
a las salitreras, las que se consideraban como aéreas urbanas. La posterior crisis de esta
actividad genero una nueva movilización de población  la que se dirigió ahora desde el norte
hacia Santiago principalmente .
Se produce así el aumento de la población en las ciudades y la consiguiente expansión
de la misma.
  Otro nuevo impulso al proceso de urbanización desarrollo lo desencadenaría la
industrialización del modelo sustantivo de las importaciones y que produce una crisis en el
campo. Posteriormente se se agregan un nueva migración de la población desde la décadas
de 1960
En la actualidad los procesos de urbanización se mantienen en desarrollo, ya no por
procesos migratoria, sino por la dinámica propia de la ciudad mortalidad, natalidad,
esperanza de vida, etc.)

Historia del urbanismo

  No resulta fácil definir lo que es una ciudad, ni determinar porqué surgen, y sin
embargo todo el mundo reconoce una ciudad en cuanto la ve: tiene una alta densidad de
población, construcciones muy próximas y «altas» y una gran actividad económica en sus
calles, sobre todo del sector servicios. Sin embargo, no todas las partes de una ciudad tienen
servicios; algunas tienen industria y en otras sólo residencias. Además, no siempre la
construcción del continuo urbano es denso, ni está separado del campo por un frente de
edificios.
Parece lógico definir a una ciudad por su función; pero las funciones de una ciudad
son muchas y muy variadas y, además, cambian con el tiempo. Quizá la única función que no
tiene es la producción agrícola, ni el sector primario, en general: minas, silvicultura, etc.; los
altos precios del suelo no lo permiten, ya que son actividades que necesitan mucha superficie
para ser rentables. Pero ni siquiera esto es absoluto, ya que encontramos actividades agrícolas
en las ciudades antiguas.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 4
Las principales funciones urbanas son

La función comercial que hoy en día es la razón de ser de todas las ciudades.
La función residencial ya que en ella vive la mayor parte de la población. En los países
ricos más del 75% de la población vive en ciudades.
La función administrativa, ya que concentra los centros de decisión tanto públicos como
privados.
La función cultural ya que en ella se encuentran los principales centros de ocio y de
difusión de ideas y opiniones. El turismo urbano se alimenta de esta concentración cultural.
Todas las ciudades tienen varias funciones, aunque en ocasiones unas están más
desarrolladas que otras. Por ejemplo en las capitales de provincia la función administrativa
está muy marcada, ciudades como Benidorm tiene una función turística muy clara.
No obstante, una cosa que no se le puede negar a la ciudad es su capacidad para
organizar el territorio en torno a sí, y las actividades económicas en torno a su centro de
urbano o de negocios. Desde su aparición, la ciudad ha sido el instrumento básico para
transformar el entorno, para colonizar el territorio, para construir un medio diferente en el
que la vida humana tenga todas las ventajas.
  La ciudad, y su concepto, ha cambiado a lo largo del tiempo, desde las casas rurales
contiguas de las ciudades más antiguas, a la ciudad como población amurallada que
definiera Alfonso X el Sabio, o la ciudad actual, tan extensa y variada que se escapa a la escala
humana.
  No obstante, hay que tener en cuenta que la función, la forma y la estructura de las
ciudades depende de la concepción que sobre el ámbito urbano y el mundo, tienen la cultura
que las crea. Haremos especial hincapié en la historia de las ciudades españolas.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 5
Unidad II
La ciudad en la historia

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 6
Las ciudades antiguas

El modelo urbano
aparece con la revolución
neolítica. La posibilidad
de cultivar plantas
implica, no solamente
una menor necesidad de
un territorio y una mayor
concentración de la
población, sino la
creación de unos
excedentes agrícolas que
permiten liberar a parte
de la población para
otras funciones:
artesanía, comercio o
Estado. Desde el
comienzo serán estas otras funciones las más características de la vida urbana. 
La ciudad neolítica se convierte en modelo de convivencia. En ella se encuentra la
industria y el mercado, y gracias a estas actividades puede crecer, tanto en extensión como en
población. Pero el tamaño de esta ciudad es limitado por culpa de la productividad agrícola e
industrial, la capacidad del mercado y las posibilidades técnicas, que no permiten grandes
aglomeraciones, aunque algunas ciudades de la antigüedad han sido muy grandes,
acercándose al millón de habitantes, como Roma.
Las primeras civilizaciones urbanas aparecen hace unos 5000 años en siete regiones
diferentes: la llanura del valle del río Hoang-ho (Huixia, Anyang, Gaocheng), el valle del
Indo (Harapa, Mohenjo-Daro, Balatok), los valles del Tigris y el Éufrates (Nínive, Babilonia,
Ur, Uruk, Asur), el valle del Nilo (Ilahun, Menfis, Giza, Tebas, Abidos), el valle del Níger
(Goa, Tomboctú), las altas mesetas mesoamericanas (Tikal, Cocaxtlan, El Tajín, Tenochtitlan,
Copán), y las alturas peruanas (Tiahuanaco, Pikimachay, Machu Picchu, Nazca). No se puede
descartar una comunicación entre todas estas regiones, pero no parece que fueran lo
suficientemente intensas como para determinar que una de ellas es el origen y las demás son
focos de difusión, particularmente si consideramos las civilizaciones urbanas americanas. Es
de destacar que en todas estas zonas hay un denominador común: las primeras ciudades se
sitúan en una llanura aluvial y con buenas posibilidades para la agricultura, lo que
demuestra la enorme dependencia del entorno inmediato de la ciudad antigua. 


LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 7
La ciudad clásica
La ciudad clásica es muy diversa. Nos referimos a la ciudad griega y romana. Como
todas las ciudades la forma y estructura de ellas depende de la concepción que sobre el
ámbito urbano tienen la cultura que las crea. A pesar de todo, tienden hacia la regularidad
geométrica, frecuentemente ortogonal, que ya aparece en Harapa y Mohenjo-Daro. Pero es en
las ciudades griegas donde alcanza su máximo desarrollo, en la antigüedad clásica. En
general las casas son de adobe, ladrillo, madera y caña.
No obstante hay otras tipologías. Las ciudades egipcias se organizan en torno a una
avenida central, mientras que las mesopotámicas se fortifican y se construyen sobre
elevaciones. Ilahun es la ciudad egipcia más antigua que conocemos. Su plano tiende a la
regularidad geométrica, con bloques rectangulares y calles estrechas y rectas que se cortan
perpendicularmente; la casa, hecha de adobe,
madera y caña, se organiza en torno a un
patio central; y la ciudad estaba amurallada.
Las ciudades de Mesopotamia se organizan
en torno a una castillo fortificado, que es el
punto más elevado de la ciudad. Su función
militar está siempre presente. El resto de la
ciudad es ciertamente irregular, con casas de
adobe y madera. A pesar de su irregularidad,
no faltaba una gran avenida procesional que
comunicaba la puerta principal con el
palacio, lo que les da un aire monumental.
Las ciudades cretenses son precursoras
de las griegas. No estaban fortificadas, ya que
por su insularidad se sentían protegidas. En
cambio las ciudades del Peloponeso sí tenían murallas. En estas urbes aparece una plaza
central en la que tiene lugar la vida pública.
Salvo excepciones, la ciudad clásica se conforma como una ciudad estado, que
organizaba el espacio circundante para su abastecimiento: agricultura, ganado, monte y
puerto si lo hubiere. Las excepciones más notables son Egipto, Persia y Roma, las más
representativas las ciudades griegas, cuyo modelo pasa a Roma, donde se transforma. 

La ciudad griega

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          La ciudad estado griega, la polis, tiene un plano ortogonal, más regular cuanto
más organizadas estuvieron. Tienen edificios y lugares públicos donde se reunía el pueblo, y
donde se organizó la democracia y surgió la filosofía. Estos lugares son los templos, el ágora,
el mercado que a veces estaba cubierto con soportales (la stoa). Fue necesario construir
edificios de administración y de ocio, como los teatros y los estadios. El plano tópico es el que
aplicó en Mileto Hipodamos, al que Aristóteles atribuye el habernos legado la doctrina de la
distribución lógica de la ciudad. Este plano se basa en la disposición ortogonal de las calles y
las manzanas.

        Todas las calles debían de tener la misma anchura, y la distribución de oficios debería
hacerse con criterios lógicos. Los griegos construyeron colonias en diferentes partes del
Mediterráneo, y para la construcción de nueva planta de una ciudad este tipo de plano es
muy útil. Ciudades como Mileto, Atenas, Esparta, Antioquía, etc., tienen esta tipología,
modificada sólo por la topografía. Siempre que se puede, el plano está orientado en dirección
norte-sur, con lo que todas las viviendas tenían una fachada con vistas al sur.
          La casa griega se organiza en torno a un patio central. Solían ser de adobe, y no
especialmente de buena calidad: en Grecia se daba más importancia a la vida pública que a la
privada.
       Durante la época helenística este tipo de ciudad se extiende por todo el mundo ya
que se crean muchas urbes nuevas, varias con el nombre de Alejandría; pero, en parte, los
lugares tradicionales, como el ágora, han perdido su función. 

            Las ciudades-estado de Grecia, o polis, se desarrollaron como ciudades centrípetas.
Nacieron a partir de la acropolis, lugar que servía de refugio en caso de peligro. Poco a poco,
la actividad comercial fue creando una plaza de mercado vecina a la acrópolis, llamada
agora, en torno a la cual fueron surgiendo progresivamente edificios que albergaban otras
actividades, como templos, teatros, gimnasios, estadios y edificios de gobierno. Al aumentar
la población, las ciudades crecieron, añadiendo calles angostas de trazado irregular que luego
fueron rodeadas de muros con fines defensivos.

         Además de las ciudades de origen centrípeto, los griegos fun¬daron un gran número de
ciudades por todo el Mediterráneo, las cuales adoptaron un trazado en forma de damero.


       La ciudad romana

                 Las ciudades romanas poseían una intensa vida urbana con espacios recreativos
instalados: circos, teatros y baños. Tenían además servicios de agua y alcantarillado. Roma, la
capital del Imperio, se desarrolló en forma centrípeta y el trazado de sus calles era irregular.

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En sus orígenes, los habitantes de Roma ocuparon el valle pantanoso, situado entre las siete
colinas. Para enterrar a sus muertos y, más tarde, como centro de mercado. Luego, el valle
pantanoso se convirtió en el foro romano, que servía de centro de gobierno y de culto. Allí se
emplazaron los edificios gubernamentales. Roma fue la primera metrópoli de la historia y
debió enfrentar problemas que posteriormente se han hecho típicos en las ciudades
modernas, como la congestión, la extracción de basuras y la contaminación de la; aguas,
problemas que los ingenieros romanos lograron resolver brillantemente.

         En los territorios conquistados, el Imperio Romano fundó un gran número de ciudades
militares de trazado centrífugo, denominadas castres, en las que se adoptó un trazado de
calle; en forma de damero. Sus emplazamientos fueron cuidadosamente elegidos para
garantizar su defensa y el abastecimiento de agua, encontrándose interconectadas por una
magnífica red caminera que las unía con la capital del Imperio.
        La ciudad romana es heredera directa de la griega, pero tuvo un desarrollo gradual
e ininterrumpido durante todo el Imperio. Tienen, como las griegas, un plano ortogonal,
lugares públicos donde se reúne el pueblo para tomar las decisiones políticas y en donde
divertirse, templos y palacios; pero son claramente diferentes. Si el plano es cuadrangular no
todas las calles son iguales, hay dos calles principales mucho más anchas y que cruzan la
ciudad de parte a parte: el cardo con dirección norte-sur, y el decumanus, con dirección este-
oeste. El resto de las calles son más estrechas y se inscriben dentro de una de las manzanas en
que se divide el rectángulo. Claro que esta es la disposición de las ciudades nuevas,
frecuentemente de origen militar; sin embargo, las ciudades más antiguas, las creadas sobre
poblados indígenas o las que surgen a partir de una casa rural tienen un núcleo central más
irregular. Además, Roma, que alcanza casi el millón de habitantes, tiene un plano más
complejo. Córdoba, Mérida, León, Zaragoza, son algunas ciudades romanas de la península
ibérica, Roma, Constantinopla, Verona, Lutecia, Narbo, Timgad, Tingis, en otras partes,
aunque hay muchas más.
          A demás de la herencia griega, la ciudad romana desarrolla su propia morfología.
Los romanos tratarán de hacer del entorno urbano un lugar digno para vivir, por lo que son
necesarios: el alcantarillado, la traída de aguas (acueductos), las fuentes, los puentes, las
termas, los baños, el pavimento, el servicio de incendios y de policía, los mercados y todo
aquello que es necesario para que viva la gente lejos del campo y con todos los refinamientos
posibles para mejorar la salud pública. Había edificios públicos para el gobierno, el culto y la
diversión: los palacios, templos, foros, basílicas, teatros, anfiteatros, circos, mercados, baños,
etc.; todos ellos construidos de nueva planta. Además, había motivos de adorno y

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conmemoración como las columnas y los arcos de triunfo. De lo que en principio carecieron
estas ciudades fue de muralla, ya que el poderío del Imperio no ponía en peligro a los
núcleos urbanos; aunque cuando comenzaron las invasiones germánicas en el siglo III las
ciudades se amurallaron, se colmataron y la calidad de la vida urbana descendió. Esto fue un
golpe mortal para una civilización urbana como la romana. Las ciudades se convirtieron en
lugares congestionados y poco saludables, y que en épocas de peligro no podían
proporcionar a sus habitantes los productos básicos; así que los señores hacendados
comenzaron a construir casas en el campo, las villas romanas, que se procuraban todo lo que
necesitaban y se defendían a sí mismas. Es el comienzo de la Edad Media: la sociedad se
ruraliza y la economía se feudaliza.
La casa romana es más cómoda que la griega. También se organiza en torno a un patio,
con pozo o piscina para procurarse agua, y de ahí salen diferentes estancias con diferentes
funciones, desde dormitorio, hasta recibidor, cocina, caballerizas, habitaciones para esclavos,
etc.; dependiendo de la renta de la familia. En Roma se llegaron ha construir edificios de
viviendas de varias plantas, lo que significa que no todos los romanos tenían una casa típica,
sino sólo los romanos con buenas rentas. 
      La ciudad medieval

Tras la caída del Imperio romano y las invasiones bárbaras, aparecen en occidente dos
culturas importantes con concepciones totalmente diferentes de ciudad: el mundo islámico y
el mundo cristiano, con la religión en el centro de la civilización.

      El burgo medieval

          Con el surgimiento del feudalismo, Europa tendió a la vida rural (siglo IX), pero a
consecuencia de las cruzadas, se intensificó el comercio, con lo cual se reactivó el desarrollo
de las ciudades que tomaron el nombre de burgos. Los Burgos estaban amurallados y su
trazado, sinuoso e irregular, les daba un pintoresco aspecto, con una sucesión de pequeñas
calles y plazas que surgieron espontáneamente. Las calles angostas y oscurecidas por los
numerosos balcones de los pisos superiores, resultaban mal entiladas, sucias y malolientes, ya
que el sistema de alcantarillado corría por canaletas abiertas. Entre esas calles oscuras se abría
la gran plaza, que servía para la localizaron del mercado y la celebración de fiestas populares.

       La mayor parte de los burgos se emplazaron sobre las antiguas ciudades romanas,
aprovechando la óptima localización que habían tenido y su vinculación a la red de caminos,
que continuaba siendo utilizada. A pesar de su trazado irregular, algunos burgos
mantuvieron en su interior una zona cuyas calles tienen un trazado rectangular, como la
ciudad de Florencia


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     La ciudad barroca         

   Durante los siglos XVII y XVIII la aristocracia feudal se trasladó a vivir a la corte de los
reyes, lo que trajo consigo la construcción de nuevos palacios y parques. Los reyes absolutos
y los papas hicieron construir numerosas plazas y grandes avenidas arboladas. Este
boulevard terminaba en los grandes palacios reales. La principal función de estas avenidas
era facilitar el control militar de la ciudad y resaltar el poder del rey. En esta época, a causa
del desarrollo de las técnicas de guerra, se eliminaron las murallas de las ciudades,
transformándoles en grandes anillos de parques.


           LA CIUDAD ISLÁMICA

            La ciudad islámica responde a un tipo de sociedad introvertida y fuertemente
jerarquizada en la que las relaciones comunitarias son mínimas. La vida se desarrolla dentro
de la vivienda, muy espaciosa y lujosa, sin apenas vanos exteriores. El aspecto de la ciudad
islámica es muy pobre ya que tiende a carecer de adornos. Damasco, Bagdad, El Cairo, Fez,
Marraquech, Córdoba, Toledo, son ciudades islámicas bien porque se crearon de nueva
planta bien porque se transformaron tan intensamente que no es posible descubrir en su
plano la morfología anterior. 

            El callejero es irregular y estrecho en el que con frecuencia hay calles que no tienen
salida y adarves. Son auténticos laberintos. Muchas de estas calles forman barrios con puertas
que se cierran por la noche y los días de fiesta, aislándolos del resto de la ciudad. No hay en
la ciudad islámica plazas, edificios públicos y de diversión, como teatros y circos. Los únicos
lugares comunes son los baños, el zoco y la mezquita. 
  En todas las ciudades hay una segregación funcional del espacio muy acusada. Existen
barrios de carpinteros, teñidores, orfebres, zapateros, etc., y el lugar del mercado, el zoco, que
se situaba en un barrio con las mismas características que los demás; calles estrechas y
tortuosas, incluso cubiertas. Aunque es cierto que, modernamente, se han construido zocos
en recintos cerrados y plazas cercadas. En la ciudad medieval islámica existen tiendas fijas y
mercados permanentes, cosa que no encontramos en las cristianas; no en vano su población
supera en mucho a estas. Algunas de ellas cuentan con más de 100.000 habitantes, y otras los
500.000, como Córdoba, Bagdad, Damasco, Toledo, Granada, Fez o Marraquech. Se trata de
una cultura urbana muy desarrollada, y con una morfología uniforme que se extiende desde
la península ibérica hasta la India.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 12
  La ciudad medieval islámica está amurallada y por lo tanto tiene puertas en las que se
pagan impuestos de paso por las mercancías. La muralla encierra la medina: la ciudad. Tras
las murallas surgen barrios de arrabales, frecuentemente especializados, donde se sitúan los
oficios no deseados dentro de la ciudad, como los curtidores. 

  También existen ciudades fortaleza llamadas kasba, que son en realidad un castillo con
dependencias familiares en el interior, en el que no hay calles. 
La casa islámica es el lugar donde se desarrolla la vida, tiene un patio ajardinado
interior y dos tipos de estancias: las privadas o harén, y el salámlik en donde se reciben las
visitas.


      La ciudad cristiana
  La ciudad medieval cristiana responde a otro modelo de relación social, heredado de
Roma y Grecia.     

  Tienden a la regularidad geométrica y adaptarse a la topografía, si bien la poca exactitud
con que se construyeron les da cierta disconformidad. No faltan ejemplos de irregularidad
fruto de su origen multipolar y de la evolución histórica. Ciudades como Salamanca, Segovia
o Soria nacen tras el amurallamiento de varios núcleos rurales próximos, los cuales irán
creciendo hasta llegar a ser uno solo.
La intención de las ciudades medievales no es ser irregulares, por lo que encontramos
en ellas varios tipos de planos básicos: circulares, lineales, bastidas (ortogonales), etc.,
generalmente adaptados a la topografía y en trono a un castillo. La servidumbre de los
caminos interiores, y la diferente estructura y organización inicial de cada núcleo, conforman,
con el paso del tiempo y la colmatación urbana, una ciudad irregular.
  El caserío es pobre, tiene vanos abiertos al exterior y la calle es un lugar de
convivencia, por lo que se tiende a que existan lugares públicos: pequeñas plazas, iglesias y
plazas forticadas. 

  En la sociedad medieval existe una profunda división entre dos tipos de vida, la rural y la
urbana. La vida urbana se caracteriza por tener una serie de privilegios derivados de un
sistema jurídico especial: el fuero. El fuero concedía a los villanos el privilegio de ciertos
oficios, exenciones y obligaciones fiscales, y la celebración de ferias y mercados. 

  Las ciudades cristianas no eran demasiado grandes, unos 15.000 habitantes, y no tenían una
desvinculación muy grande del campo, muchos de sus pobladores se dedicaban a tareas
agrícolas. 

En la Baja Edad Media se amurallarán la mayoría de las ciudades, sobre todo a partir de 1270

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cuando las partidas de Alfonso X el Sabio especifican que ciudad es toda población
amurallada. Todas las ciudades tenían que estar fortificadas, y las que no lo estaban se
cercaron por motivos fiscales, para mantener su fuero y para controlar la percepción de los
impuestos de paso: portazgos, pontazgos y derechos de almacenaje. 

  Con las murallas aparecen también los arrabales extramuros al borde de ellas, y en principio
un poco alejadas, para no dificultar su defensa. Sin embargo, no es la función militar la razón
más importante para construir murallas; en España la Reconquista ya estaba en el valle de
Guadalquivir, y en el resto de Europa no había grandes peligros de invasión. 

  Como en las ciudades musulmanas, la segregación funcional del espacio es muy acusada.
Los diferentes oficios se localizan en determinadas calles y barrios; en ellas los gremios
controlan la producción, la calidad, la venta y el acceso a la profesión. Algunos de los gremios
estarán privilegiados. 

  Las ciudades cristianas tenían una participación activa en su gobierno, por medio de los
ayuntamientos y la catedral, que eran los ejes de la política ciudadana. Algunas de ellas
tenían acceso a las Cortes, que se reunían fundamentalmente para prestar homenaje al rey y
para conceder impuestos extraordinarios. La burguesía medieval, urbana y feudal, controlaba
el gobierno de las ciudades. 

  Uno de los lugares fundamentales de la ciudad es el mercado, que se situaba en alguno de
los espacios abiertos: una plaza asoportalada, una puerta de entrada, o el cementerio, si no
había plazas dedicadas a tal fin. En la ciudad cristiana no había mercado permanente, ni
tiendas, aunque se podía ir a comprar los artículos de consumo a los productores, en sus
barrios. 
  Las servidumbres colectivas en la Edad Media son muchas, lo que se refleja en el
aspecto y funcionamiento de la ciudad.
   La escasez y decadencia de los centros urbanos tras el siglo III provoca que los reyes
medievales tengan que volver a ocupar ciudades tradicionales (León en el 856 que había sido
abandonada) o que se funden ciudades de nueva planta. La fundación de ciudades, y
bastidas, consiste, fundamentalmente, en la concesión de un fuero que presente una ventaja
sobre el medio rural y que favorezca la población de la urbe. Pero no faltan ejemplos de
ciudades espontáneas, que se crean en los cruces de caminos de los grandes ejes económicos
como el camino de Santiago, los ríos navegables, en la desembocadura o en el límite de la
navegación, como en el Sena o en el Rin. 

La ciudad medieval es un espacio privilegiado en un entorno feudal con fuertes servidumbre
personales.


LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 14

    Renacimiento: desarrollo de la ciudad ideal

     Uno de los grandes aportes del Renacimiento fue la invención de la perspectiva, por
medio de la cual se hizo posible manipular la percepción que un observador tiene del
espacio. Por ejemplo, determinada posición de los edificios permitía que una plaza pudiera
verse más larga o más corta de lo que realmente era. Durante el Renacimiento surgieron las
utopías urbanas, proyectándose y escribiéndose numerosos tratados sobre cómo debían ser
las ciudades. En su mayoría, se estructuraban a partir de un centro y calles que surgían desde
él. 


La ciudad moderna
   Durante el Edad Moderna se crean los estados nacionales y la monarquía absoluta.
Esto implica la extensión del régimen jurídico a todo el territorio, si bien no ha todas las
clases sociales. Por esta época nace el capitalismo mercantil, que tendrá en el descubrimiento
de América y en la deriva del cabo de Buena     

  Esperanza sus hitos más significativos, ya que dará a los mercaderes la posibilidad de
comerciar con otros ámbitos geográficos. Todo esto supone una nueva concepción de la
ciudad como un lugar donde relacionarse y un punto organizador del espacio regional. La
ciudad es el centro del mercado sobre la que confluyen las mercancías, pero pierden poder
político y las influencias que tuvieron en la Edad Media.
      El espíritu racionalista de la Edad Moderna tiende a regularizar las calles y a
ensancharlas. En España se crean las plazas mayores: grandes espacios en el centro de las
ciudades, abiertos con ocasión de algún incendio o cualquier catástrofe, o alguna operación
que permitiese al ayuntamiento comprar el suelo barato, como el incendio de Valladolid de
1561. Estas plazas están asoportaladas y acogen a los edificios municipales más
representativos de la ciudad. Además, sirven como mercado, lugar de fiestas y ejecuciones
públicas, o simplemente como centro de relación social. Suelen tener soportales y la entrada,
normalmente, se encuentra en una de las esquinas. 

         En el Renacimiento, durante la Edad Moderna, con frecuencia se hacen diseños de
ciudades ideales basadas en las ideas de Vitrubio y en el nuevo arte de la guerra, que incluye
la artillería. Tienen plantas geométricas, ortogonal o radial, y un nuevo tipo de murallas,
estrelladas, que responden a la necesidad de defenderse contra la artillería desde todos los
puntos. Sin embargo, este nuevo tipo de ciudad apenas se construye en Europa. Sólo
Palmanova, en Italia, es una ciudad construida de nueva planta con estos supuestos. Lo que
sí se levantarán serán nuevas murallas en las ciudades de frontera, y en este tipo de

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 15
fortificaciones no se permitirán los barrios arrabales, a diferencia de lo que ocurre en las
ciudades medievales. 

      Algo más tarde, en América y África, y en la costa, sí se crearán ciudades nuevas, sobre
todo en los dominios españoles y portugueses. Estas urbes tienen un plano ortogonal, con
calles anchas que siguen un plan. Sólo estaban amuralladas las ciudades costeras que eran
puertos importantes. Incluso algunas ciudades costeras se amurallaron muy tardíamente. Las
urbes americanas tienen una plaza mayor como las españolas, pero esta plaza está planeada
desde el principio y generalmente se crean por la supresión de una o varias de las manzanas
del damero. No suelen tener soportales y la entrada no suele hacerse por una de sus esquinas
sino por el centro de sus laterales. Estas plazas tienen las mismas funciones que las de la
península, pero, además, son plazas de armas, debido al carácter fuertemente militar de la
sociedad indiana. 

A pesar de que la muralla moderna tiene una clara función defensiva no se pierde la función
fiscal. En 1625 Madrid se rodea de una cerca fiscal que delimita su territorio y dentro de la
cual los impuestos son diferentes, a los de fuera. También se mantienen los impuestos de
paso y almacenaje. 

      Durante toda la Edad Moderna el caserío será bajo y pobre, con amplias huertas interiores
donde se suelen depositar las heces. Los longueros son más estrechos que nunca, y las
órdenes religiosas, que se han vuelto urbanas, tienen amortizado gran parte del suelo. Los
gremios son poderosos y ejercen un severo control funcional y espacial sobre la producción,
la calidad, la venta y el acceso a la profesión. La ciudad moderna del siglo XVI continúa
siendo, en gran medida, medieval. 

      Pero durante el Barroco la ciudad tiende a cambiar radicalmente. Se acometen
operaciones de cirugía urbana: ensanchamiento de calles, creación de perspectivas, salones,
arboledas, paseos, etc. La ciudad refleja la grandeza del Estado y la monarquía, y se señalan
diversos edificios emblemáticos creando espacios y puntos de vista que los destaquen. La
ciudad comienza a tener una fachada, pero también tendrá espacios singulares y recogidos,
que crean luces y sombras, muy del gusto barroco. El modelo universal de este tipo de ciudad
es Versalles, que en España se imitará en ciudades como Aranjuez, y se hacen ciudades
nuevas, en Sierra Morena, con un plano ortogonal, como La Carolina. 

    La ciudad contemporánea

      Durante el siglo XIX cambia radicalmente la sociedad, la economía y, por lo tanto, el
concepto de ciudad. 


LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 16
Aparece el capitalismo industrial y la creación de una nueva sociedad, la de clases, con la
burguesía dominadora del poder político; desde la Revolución francesa y las revoluciones
burguesas del 38, 48 y 68, y con el proletariado cada vez más explotado y con unas
condiciones de vida miserables. La burguesía es la ostentadora del poder económico, y
pronto lo será del político. Su concepto de propiedad es diferente al que había en la Edad
Moderna: es la propiedad absoluta, libre de servidumbres y que se pueda comprar y vender.
Uno de los hechos más trascendentales para la construcción de la nueva ciudad es la
desamortización, que pone en el mercado mucho suelo urbano y posibilita la especulación
por parte de la burguesía, cosa totalmente aceptada en la época. 

     Durante el siglo XIX la ciudad cambia radicalmente, se hace industrial y burguesa; y crece
hasta dimensiones insospechadas, gracias al transporte. La ciudad contemporánea gravita
sobre dos ideas básicas: la concentración del mercado en torno a la creación de un centro
urbano y la reunión de la fuerza de trabajo y los consumidores. 

     El prototipo de ciudad es París, y la reforma de Haussmann el modelo de actuación en
todo el mundo. Haussmann propone una ciudad ordenada, en la que estén presentes los
supuestos higienistas de los ilustrados: alcantarillas, iluminación, calles anchas y arboladas,
etc. Pero, además, esta ciudad está construida con criterios policiales, ya que se propone un
plano; bien sea este radial, ortogonal, o cualquier otro; que permite la represión de las
manifestaciones revolucionarias. Sin embargo, lo importante del modelo de Haussmann no
es esto, sino el hecho de que somete a la ciudad antigua a toda una operación de cirugía
urbana, tirando lo viejo para construir lo nuevo, y todo ello financiado por los poderes
públicos: Haussmann es un ministro de Napoleón III. 

    El primer hecho significativo es la reforma interior. Consiste en un plan de rectificación y
ensanchamiento de calles en el que el municipio pone gran parte del capital. Es un negocio
especulativo, en el que se crea la «gran vía». Este espacio se convierte en una zona comercial
y se reserva a la burguesía. Es la creación del centro urbano. El centro urbano es la zona
principal donde se hacen los negocios, y en torno a la cual se disponen las demás funciones
de la ciudad, desde la administración a la residencia. El centro urbano genera una
segregación social en el espacio en virtud de los diferentes precios del suelo que se crean con
la actividad comercial y terciaria. 

     En el centro es donde se concentran los edificios más altos que están dedicados a oficinas.
A él se llega desde cualquier parte de la ciudad. El precio del suelo es muy caro. En las
ciudades españolas se encuentra en el ensanche. 

     La reforma interior engarza con el ensanche: un plan de expansión de la ciudad reservado

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 17
a la burguesía y a la función servicios, que como prolongación de la reforma interior y la gran
vía, se dirige, en la mayoría de los casos, a la estación del ferrocarril; verdadero motor de la
industrialización y del desarrollo económico. Esta expansión supone la desamortización de
los solares intramuros y el derribo de las murallas, al menos en el área de crecimiento. La
tendencia es a la colmatación de la ciudad y a la progresiva desaparición de los espacios
verdes, salvo algunos que fueron retenidos por motivos especulativos, o programados en el
Plan de Ensanche y Reforma Interior. En todas las ciudades de España se hace ensanche: el de
Madrid fue diseñado por Carlos María de Castro, el de Barcelona por Ildefonso Cerdá, pero
también en León, Málaga, Mataró, etc. Además, algunas ciudades que no tuvieron Plan de
Ensanche, el crecimiento de la ciudad en el eje de la estación hizo las veces de él, como en
Oviedo o en Valladolid. Fuera del ensanche y la ciudad antigua quedaría el extrarradio. 

    Alrededor del centro urbano y en torno al ferrocarril aparece la industria urbana, que
caracteriza a la ciudad del siglo XIX. Pero las necesidades de espacio y los problemas de la
contaminación terminan por expulsar esta actividad de las urbes, en favor de la función
residencial y terciaria. La industria se instala en el extrarradio, cada vez más lejano del centro,
a medida que crece la ciudad. 

    Los altos precios de las parcelas tras los planes de reforma interior y ensanche suponen que
el proletariado no puede acceder a estas viviendas, por lo que aparecen dos tipos de vivienda
marginal: las barriadas del extrarradio, parcelaciones ilegales, sin un proyecto conjunto y que
dan al plano un aspecto irregular, a pesar de su regularidad interna; y los corrales o casas de
vecinos, en los cascos antiguos de las ciudades y en el ensanche. Estos corrales se suelen
encontrar en el interior de las manzanas o en los edificios abandonados por la burguesía, que
progresivamente se van deteriorando. Las parcelaciones ilegales carecerán de infraestructura
sanitaria, ya que el Ayuntamiento no las reconocerá. Los altos precios hacen caro el suelo
incluso para la burguesía, por lo que los planes iniciales casi nunca se cumplen. Las parcelas
se dividen, creándose calles nuevas, porque son muy caras para un solo promotor. Las casas
que se construyen tienen más pisos de los previstos y menos espacio verde, todo para
rentabilizar del suelo. 

    Con el tiempo, la burguesía fue trasladándose al ensanche y el casco antiguo se fue
degradando socialmente hasta que recientemente el interés por conservar los testimonios del
pasado y su nueva función, como lugar de ocio y turismo, lo ha revitalizado, para lo que está
siendo necesario expulsar de allí a las clases marginadas. 

  La nueva economía capitalista industrial creará una ciudad que acoja el mercado
concentrado, pero también al proletariado que trabaja en las fábricas, por eso, en todos los

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 18
países del mundo, en algún momento, hay un éxodo rural, el abandono del campo y la
emigración a la ciudad, donde está la industria. Esta concentración de la mano de obra no
sólo pretende tener la fuerza de trabajo agrupada y cerca, sino también desvinculada del
medio rural, al que podrían volver en caso de crisis. De esta manera la burguesía se asegura
que la fuerza de trabajo depende de ella para sobrevivir, y de paso que tiene dedicación
exclusiva, por lo que no hay escasez de mano de obra en las épocas agrícolamente activas. 

  Con la explosión demográfica y la urbanización de la sociedad industrial, las ciudades
crecen. El transporte urbano es el que posibilita el crecimiento de las ciudades en superficie,
hasta límites insospechados poco antes, y sin grandes trastornos de tiempo. El tranvía es el
símbolo de la ciudad decimonónica y el coche privado el de la ciudad de nuestro tiempo. 

  Tras la generalización del coche privado, la ciudad ha de adaptar su infraestructura para su
uso: se asfaltan las calles, se crean las aceras y se ponen las señales de tráfico, especialmente el
semáforo. Todos ellos son elementos presentes en nuestras ciudades actuales. La ciudad
tradicional no está preparada para este tráfico y presenta problemas de congestión. Los
atascos son frecuentes por lo que en todas partes han sido necesarias las carreteras de
circunvalación, la construcción de vías rápidas y la peatonalización de la ciudad más
antigua. 

  El crecimiento urbano ha supuesto la colmatación de la ciudad y la creación de barrios social
y funcionalmente diferenciados. En ellas aparecen distritos especializados en determinadas
funciones: negocios, residencia, ocio, turismo, etc. 

  Durante los años 60 el crecimiento demográfico fue, en España, más rápido que la
construcción de viviendas. Esto ha pasado en todos los países en algún momento. El precio
de las viviendas aumentó y las clases más humildes no pudieron acceder a ellas. Aparecen así
los barrios de chabolas y casas de auto construcción en las periferias de las ciudades. Son
suburbios socialmente marginados sin infraestructura sanitaria; lo que les convierte en
permanentes focos de infección, en los que la marginación es caldo de cultivo de la
delincuencia. Este proceso continúa en las ciudades del Tercer Mundo. 

    Pero la ciudad contemporánea es en la que se hacen reformas fundamentales: calles
nuevas, anchas y arboladas, alcantarillas, alumbrado y diversas medidas higienistas.
Además, se diseñan las urbes con criterios policiales y de organización política y
administrativa. 

      En el siglo XIX no se crean ciudades de nueva planta, pero sí se construye la nueva urbe
con arreglo a un plan. Ese proyecto dibuja distintos planos, con distintos objetivos, dentro de
cada ciudad. Hoy en día nos podemos encontrar, en todas las ciudades, distintos tipos de

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 19
plano según la época en la que fueron reformadas: desde el irregular de la ciudad antigua, al
plano radial, ortogonal o lineal. Sin embargo, esto no quiere decir que no hubiese propuestas
de ciudades ideales. Todos los socialistas utópicos tienen un modelo urbano, muy similar,
pequeñas comunidades de unos 1500 habitantes que se abastecían de todo lo necesario. 

    Esta es la época en la que se adapta a los nuevos medios de transporte, como el ferrocarril.
En los años 20 surge un nuevo modelo de ciudad: se abren las calles para los coches y se
jerarquiza la red viaria; se crean las infraestructuras que llevarán el agua y la electricidad a las
casas, se recogen las basuras, etc., y aparece un nuevo tipo de edificio que condicionará el
paisaje urbano; el rascacielos y los edificios de varios pisos. 

    Los edificios de varios pisos permitirán el uso de los bajos para mercado y el resto del
edificio para vivienda. La revolución industrial necesita un mercado concentrado, y la
agrupación de la fuerza de trabajo de dedicación exclusiva, de ahí que la población se reúna
en las ciudades y se desvincule del campo. 

     La ciudad actual necesita de una gran infraestructura que debe situarse en las afueras,
desde hospitales y cementerios a vertederos, rondas de circulación, depósitos de agua,
transformadores eléctricos, etc. La ciudad debe dotarse también de pavimento asfaltado,
modernamente de calles peatonales, alumbrado, estaciones de transporte y taxi, mobiliario
urbano, recogida de basuras y toda una infraestructura sin la cual sería imposible su
funcionamiento. 

    Tras la segunda guerra mundial los poderes públicos de todo el mundo toman las riendas
de la planificación eficaz de la ciudad, aunque en muchos casos se salten sus propias normas.
La ciudad se fue equipando, e incorporó a su entorno las barriadas marginales y del
extrarradio. Se construirán viviendas obreras dignas y también para las clases marginales,
con el fin de erradicar el chabolismo. En la actualidad, se intentan conservar los edificios más
antiguos de la ciudad, pero la renovación del caserío ha sido tan intensa que apenas quedan
edificios anteriores al siglo XIX. 

      El caserío de la ciudad actual es marcadamente diferente al de la tradicional. En su
concepción han tenido una influencia decisiva los argumentos de la arquitectura racionalista.
Pero no es el modelo de Le Corbusier el que triunfa (edificios de viviendas en altura rodeados
de campo) sino su técnica de construcción. La arquitectura racionalista permite optimizar el
precio del suelo, permitiendo construir varias viviendas en altura, y que los bajos de los
edificios puedan ser utilizados para diversos negocios, tiendas, oficinas, etc. En estos edificios
el ascensor es un elemento esencial. Será en Chicago donde se cree este modelo de ciudad,
donde se pongan los primeros ascensores, donde los bajos se reserven para los negocios y

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 20
donde se construyan los primeros grandes almacenes, otra de las señas de identidad de la
ciudad actual. Este modelo es el que ha permitido el aumento de la densidad humana en las
urbes, y el crecimiento en altura del paisaje urbano. Además, el equipamiento de la casa ha
cambiado extraordinariamente, gracias al alto consumo de energía y el abaratamiento de los
electrodomésticos: luz eléctrica, televisión, teléfono, frigorífico, lavadora, lavaplatos,
microondas, ordenador, etc. 

      Las ciudades actuales han crecido enormemente, hasta el punto de haber absorbido
pueblos y ciudades vecinas. La aparición de las conurbaciones y las megalópolis es uno de
los fenómenos urbanos más dinámicos de nuestro tiempo. Existen regiones en las que el
continuo urbano entre ciudades es la tónica general, como Tokio-Yokohama, Liverpool-
Manchester, Washington-Boston, la región del Ruhr, etc. 

Desde hace algún tiempo en todas las ciudades se observan fenómenos de rururbanización,
que en las ciudades más grandes alcanzan la isócrona de 30 minutos, he incluso más.
Aparecen así viviendas unifamiliares en el entorno rural habitadas por gente que viven de la
ciudad conviviendo con gente que vive en y del campo


  Propuestas de ciudades ideales

   La ciudad jardín,

    En la que Ebenezer Howard intenta sintetizar todas las propuestas de los socialistas
utópicos. Esta es una ciudad sin un verdadero centro urbano, de casas pequeñas y
unifamiliares, que integra abundantes zonas verdes, pensada para la clase obrera, para
hacerles sentirse propietarios y que viviesen en un entorno saludable. Se construyeron
muchas ciudades con estos planteamientos, pero el modelo estaba tan lejos de lo que era
realmente la ciudad industrial que terminaron por convertirse en pequeños pueblos, o siendo
absorbidas por las grandes ciudades. 


   La ciudad lineal

    Que diseñaría Arturo Soria. Su proyecto está más en la línea de lo que es realmente una
ciudad actual. Es modelo que se fundamenta en las líneas de comunicación, carreteras y
ferrocarriles, y en los nudos, que pueden convertirse en centro urbano. Las viviendas se
dispondrían en torno a estas vías, y todas ellas con las mismas facilidades de acceso. Detrás
de ellas estaría la naturaleza. Además, este modelo debería constituir un auténtico continuo
urbano entre las ciudades existentes. Con esta pauta se construyó un tramo en Madrid, pero
no se extendió. El ejemplo más desarrollado de ciudad lineal es Volgogrado (Stalingrado).

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 21
Pero el precio del suelo no se distribuye linealmente, lo que impide la construcción lineal de
las ciudades.


    Partes de la ciudad contemporánea

       Los barrios residenciales

   Alrededor del centro urbano crecen los barrios residenciales de las ciudades, allí donde vive
la gente. Ocupan la mayor parte del espacio urbano y están equipados con pequeñas tiendas
y lugares de ocio. Encontramos parques y zonas verdes. 

En las ciudades españolas las clases altas y medias altas viven en el entorno inmediato del
centro urbano y en las partes más alejadas o las peor comunicadas la clase media y los
obreros. 

       La zona de equipamiento

  La ciudad actual necesita de una gran infraestructura que debe situarse en las afueras, desde
hospitales y cementerios a vertederos, rondas de circulación, depósitos de agua,
transformadores eléctricos, etc. 

En la franja más externa se sitúan, también, los polígonos industriales, los almacenes, las
fábricas, los centros deportivos, las grandes superficies comerciales y la vivienda marginal de
chabolas. 

Todos los productos que necesita una urbe los consigue a través de las vías de comunicación:
carreteras, ferrocarril, aviación y puertos. Es necesario crear una densa red de
comunicaciones entre las distintas ciudades, y con el medio rural y natural, para el buen
funcionamiento de estas. 

      La franja periurbana

  La franja periurbana es un espacio difuso entre la ciudad y el mundo rural. Encontramos
tanto pueblos en los que viven familias que trabajan en la ciudad, como urbanizaciones y
casas unifamiliares. Aquí viven las personas de renta más alta ya que necesitan el coche para
desplazarse a la ciudad. 

Una de las condiciones para el desarrollo de esta franja es la existencia de buenos accesos al
centro urbano. 

      La accesibilidad y los equipamientos

  La ciudad contemporánea debe su tamaño y sus características a los nuevos medios de
transporte, como el ferrocarril y el automóvil. En los años 20 surge un nuevo modelo de
ciudad: se abren las calles para los coches y se jerarquiza la red viaria; se crean las
infraestructuras que llevarán el agua y la electricidad a las casas, se recogen las basuras, etc.,

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 22
y aparece un nuevo tipo de edificio que condicionará el paisaje urbano: el rascacielos y los
edificios de varios pisos. 

  Con la explosión demográfica y la urbanización de la sociedad industrial, las ciudades
crecen. El transporte urbano es el que posibilita el crecimiento de las ciudades en superficie,
hasta límites insospechados poco antes, y sin grandes trastornos de tiempo. El tranvía es el
símbolo de la ciudad decimonónica y el coche privado el de la ciudad de nuestro tiempo.
Cuando el tranvía se entierra se convertirá en metro. En superficie la ciudad es recorrida por
autobuses y taxis, y el coche privado. En el interior de los edificios hay un tipo de transporte
vertical, los ascensores. 

  Tras la generalización del coche privado, la ciudad ha de adaptar su infraestructura para su
uso: se asfaltan las calles, se crean las aceras y se ponen las señales de tráfico, especialmente el
semáforo. Todos ellos son elementos presentes en nuestras ciudades actuales. La ciudad
tradicional no está preparada para este tráfico y presenta problemas de congestión. Los
atascos son frecuentes por lo que en todas partes han sido necesarias las carreteras de
circunvalación, la construcción de vías rápidas y la peatonalización de la ciudad más
antigua. 

   Los trenes tienen disponen

   La red de metro enlaza tanto con la del ferrocarril, como con las estaciones de autobuses y
las paradas de taxis. 

  El transporte público de viajeros entre ciudades se concentra en una estación de autobuses.
La mayoría de las ciudades españolas tiene una estación de autobuses construida en la
década de los 90. Se encuentra muy cerca de la estación de tren y suele tener una parada de
taxis y otra de autobuses urbanos. 

En todas las grandes ciudades encontramos paradas de taxis. Normalmente se encuentra en
el centro urbano y en las confluencias de las calles y plazas más importantes. Las paradas de
los autobuses urbanos también se suelen situar en las confluencias de las calles, pero se
encuentran tanto en el centro como en las afueras de la ciudad. La mayoría de las líneas
pasan por el centro de la ciudad, aunque suele haber una que conecta los barrios de la
periferia sin pasar por el centro. 

En las ciudades encontramos teléfonos públicos en la calle. La mayoría de ellos están situados
en el centro de la ciudad, aunque los hay por toda ella. También los encontraremos en las
plazas y las confluencias de las principales calles. 


        La ciudad del Tercer Mundo


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    En el Tercer Mundo las ciudades tienen sus propios problemas. Son el foco de la
inmigración de un entorno pobre que busca nuevas oportunidades. Las urbes de Tercer
Mundo están entre las más pobladas del planeta, como México, Seúl y São Paulo que tienen
más de 15.000.000 de habitantes. Todas las ciudades del mundo, sobre todo del mundo
capitalista, tienen el mismo aspecto, y están construidas con los mismos supuestos
independientemente de la cultura tradicional. Pero en el Tercer Mundo la vivienda marginal
es un mal endémico; los barrios de chabolas que aparecen de un día para otro, en los que
faltan todo tipo de medidas higiénicas, construidas por los paracaidistas; los niños que viven
en las alcantarillas o en las calles, forman parte del paisaje urbano tercermundista. En El
Cairo hay quien vive en los cementerios, que al menos tienen agua y recogida de basuras. 

   Otro problema de las ciudades del Tercer Mundo es su mala jerarquización. Existe una gran
ciudad que concentra la mayor parte de la población urbana del país y los pequeños pueblos
rurales, sin que apenas existan ciudades intermedias. En los últimos años en estos países se
ha intentado impulsar la red de ciudades medias, pero sólo Marruecos y China han tenido
cierto éxito. Por su parte las ciudades del Tercer Mundo son las que más rápidamente
cambian, se crean grandes edificios en el centro urbano; algunos de los edificios más altos del
mundo se encuentran aquí, como las Torres Petronas de Singapur o la Torre biónica que se ha
proyectado en Shanghai. Incluso la ciudad nueva más importante del mundo es Brasilia, toda
una ciudad de nueva planta. Brasilia, Ciudad Guayana (Venezuela) y algunas ciudades
soviéticas de Siberia son las únicas urbes de nueva planta construidas en el siglo XX. 


   África: territorio y sociedades

   Las ciudades

     Las ciudades de los países tercermundistas han seguido un proceso diferente al de los
países desarrollados. 

En África hay dos ámbitos diferentes: uno urbano, al norte y controlado por el mundo
islámico, y otro al sur casi totalmente desurbanizado. Sin embargo, las ciudades islámicas, en
buena medida, han continuado siendo medievales hasta el impacto de la colonización, por lo
que se han transformado bajo el modelo europeo occidental. 

Al igual que las ciudades europeas, las africanas crecieron en un primer momento gracias a la
inmigración provocada por las expectativas de una vida mejor. Al contrario de aquellas, no
eran centro de regiones industriales. 

   Hoy en día las ciudades continúan creciendo, pero ya no gracias a los inmigrantes sino al
crecimiento vegetativo. Gran parte de la población urbana vive en la miseria, pero con

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 24
frecuencia sus hijos logran sobrevivir. 

     Una de las características de las ciudades africanas es la macrocefalia. La red urbana de los
países africanos está desestructurada. Existe una o dos grandes ciudades por país, algunas de
ellas, como El Cairo, Lagos, Uad Medani, Jartum, Ibadan, Kinshasa, Nairobi, Rabat, Casa
Blanca, Luanda, El Cabo o Johannesburgo , están entre las mayores del mundo. Sólo
Marruecos y Sudáfrica tienen una red de ciudades medias, y aún así no se libran de la
concentración en grandes ciudades. No obstante, todos los países hacen esfuerzos por tener
ciudades medias. 

El factor dinamizador de las ciudades es el sector servicios, debido a falta la de industria. Los
habitantes de las urbes se ocupan en el comercio y en los servicios personales. En las
ciudades turísticas las oportunidades son mayores. 

   En todas las urbes el chabolismo es un mal endémico. Gran parte de la población vive de
este modo 

los barrios sin servicios, y donde la inseguridad social es la norma. La vivienda marginal está
presente en todas las urbes; son los bidonville , construidos de la noche a la mañana al
margen de la ley. A estos nuevos habitantes se les llamará paracaidistas. En Egipto es
frecuente utilizar como vivienda marginal los panteones de los cementerios. En realidad este
no es uno de los peores sitios, ya que los cementerios suelen tener agua y recogida de
basuras.


      La ciudad europea

       La europea es una sociedad muy urbanizada, más del 80% de la población vive en
núcleos urbanos, y en algunos países del centro de Europa superan el 90%. Este alto índice de
urbanización se debe al intenso éxodo rural que hubo en todos los países en los años 30, 50 o
60 del siglo XX, según los casos. 

La cultura urbana está muy arraigada en la mentalidad europea. Encontramos ciudades
desde el tiempo de los griegos y romanos. La ciudad grecorromana fue el modelo de la
ciudad actual. Durante la época medieval las urbes decayeron, aunque se mantuvo en las
ciudades islámicas de la península ibérica. Las ciudades cristianas medievales se crearon en
torno a un mercado y a los privilegios que le concedía el fuero.       Pero el modelo urbano
volvió a resurgir con la Edad Moderna. Las poblaciones se remodelan durante el
Renacimiento y se hacen proyectos de ciudades nuevas, aunque no se construyen nuevos
núcleos hasta el Barroco, época en la que también se embellecen con arreglo a los nuevos
cánones: grandes vistas y rincones singulares. 


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       Pero la actual es la ciudad contemporánea, en la que se hacen reformas fundamentales:
calles nuevas, anchas y arboladas (la gran vía), alcantarillas, alumbrado y diversas medidas
higienistas. Además, se diseñan las ciudades con criterios policiales y de organización
política y administrativa. 

También es la época en la que se adapta a los nuevos medios de transporte, como el
ferrocarril. En los años 20 surge un nuevo modelo de ciudad: se abren las calles para los
coches, se jerarquiza la red viaria; se crean las infraestructuras que llevarán el agua y la
electricidad a las casas, se recogen las basuras, etc., y aparece un nuevo tipo de edificio que
condicionará el paisaje urbano; el rascacielos y los edificios de varios pisos. 

Los edificios de varios pisos permitirán el uso de los bajos para mercado y el resto del edificio
para vivienda La revolución industrial necesita un mercado centralizado, y la concentración
de la fuerza de trabajo, con dedicación exclusiva, de ahí que la población se reúna en las
ciudades y se desvincule del campo. 

       Todo esto nos lleva a la creación del centro urbano, dedicado a los negocios; y a la
segregación social por barrios, en función del nivel de rentas. Las ciudades se especializan y
aparecen barrios con funciones determinadas: negocios, residencia, ocio, turismo, etc. 

Además, la ciudad actual necesita de una gran infraestructura que debe situarse en las
afueras, desde hospitales y cementerios a vertederos, rondas de circulación, depósitos de
agua, transformadores eléctricos, etc. La ciudad debe dotarse, también, de pavimento
asfaltado, modernamente calles peatonales, alumbrado, estaciones de transporte y taxi,
mobiliario urbano, recogida de basuras y toda una infraestructura sin la cual sería imposible
su funcionamiento. 

       Todo este entramado pide un planeamiento de las acciones, ya que la inversión en dinero
es muy grande. Desde comienzos de siglo es están ejecutando estos planes, primero el de
gran vía, luego el ensanche, dirigidos a crear el centro urbano, y tras él los distintos barrios. A
todo este fenómeno no es ajena la especulación, por lo que los planes se han tenido que
modificar con frecuencia dando al plano un aspecto irregular donde debe ser regular. Son de
destacar las parcelaciones ilegales de los barrios del extrarradio para albergar obreros. Cada
una de estas parcelas tiene un plano regular, pero no con la misma orientación que la vecina,
lo que da un aspecto muy irregular al plano urbano. Otro fenómeno de albergue obrero es el
patio de vecinos en el centro de las ciudades y en el casco antiguo. Con el tiempo la burguesía
fue trasladándose al ensanche, y el casco antiguo se fue degradando socialmente, hasta que,
recientemente, el interés por conservar el pasado y la nueva función del casco antiguo, como
lugar de ocio y turismo, lo ha revitalizado, para lo que está siendo necesario expulsar de allí a

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las clases marginadas. 

      Recientemente, en todas las ciudades se observan fenómenos de rururbanización, que en
las ciudades más grandes alcanzan la isócrona de los 30 minutos, he incluso más. Aparecen,
así, viviendas unifamiliares en el entorno rural, habitadas por gente que viven de la ciudad,
conviviendo con gente que vive en y del campo. 

       La parte histórica de las ciudades españolas se divide en dos: el casco antiguo y el casco
histórico. La ciudad histórica es la que concentra todos los edificios con valor artístico y que
merece la pena conservar. El casco antiguo es el que abarca las calles y los edificios anteriores
a la revolución industrial. Conserva los restos de su origen y su historia a través de la Edad
Media y Moderna. El casco histórico, además del antiguo, incluye el ensanche y las barriadas
de extrarradio contemporáneas a él. 

       Esta es una división administrativa, ya que las calles que forman el casco antiguo tienen
un grado de protección mayor. En la actualidad se están haciendo peatonales estas calles, las
reformas de edificios debe conservar la fachada y los comercios de la zona deben tener un
aspecto similar y no muy llamativo. En el resto del casco histórico se permite una mayor
intervención urbana, pero hay ciertos edificios con altos valores artísticos que están
protegidos, para conservar el carácter de los primeros tiempos de la ciudad industrial. Japón.


El asentamiento humano en Asia

JAPÓN

      La ocupación humana de Japón es relativamente tardía. Apenas hay yacimientos
paleolíticos. Los primeros restos de importancia que encontramos son ya neolíticos. Se
considera como japoneses oriundos a la cultura yayoi, de origen mongoloide, que
introdujeron la agricultura del arroz y los metales. 

Pero el sistema tradicional de cultivos se organiza hacia el siglo VIII: el sistema jori. En esta
práctica se establece, por ley, la restitución periódica de las tierras entre los campesinos, cada
seis años. Se asignan las parcelas, que son rectangulares y todas de igual tamaño,
independientemente de su productividad. Cada parcela está delimitada por caminos o
canales de riego. Se trata de un openfield generalizado. Esto da un paisaje rural organizado
en campos de arrozales regulares, en las tierras llanas; en contraposición con las tierras de
secano que se sitúan a continuación. Tras ellas encontramos las pendientes cubiertas de
bosques.   Es en la tierra de secano, que periódicamente se queda en barbecho, donde pasta el
ganado. Aunque, no es muy intensa la integración de la ganadería y la agricultura. Sin
embargo, el sistema jori no estuvo implantado en todo el territorio, sino sólo en las llanuras

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 27
centrales. Las parcelas no son muy grandes, entre 5 y 10 áreas. Las más grandes son las
granjas, seguidas de las parcelas de secano, y las más pequeñas son los arrozales intensivos. 

        Los campos están abiertos, sin embargo, las casas suelen estar rodeadas de árboles para
defenderlas del viento. En el sur encontramos, en su lugar, muros de sometimiento en las
pendientes, de piedra seca. 

Las tierras de cultivo suelen dar dos cosechas, una en verano y otra en invierno, de arroz y
soja por ejemplo. El poco espacio llano disponible ha obligado a practicar una agricultura
intensiva. 

       En general, el hábitat rural es agrupado, aunque también se da el disperso. El sistema jori
facilita el hábitat agrupado, aunque no en exclusiva. Domina en las tierras llanas del viejo
Japón y en las zonas de ocupación reciente. De todas formas, el hábitat rural agrupado no
suele ser denso y encontramos pequeños pueblos cada pocos kilómetros. Lo más común es
que el plano del pueblo sea irregular, aunque los más modernos presentan un plano regular. 

      Las casas tienen varias dependencias y está rodeadas de una hilera de árboles más o
menos continua. Con frecuencia, los pueblos se suceden unos a otros sin que haya un núcleo
central claro. Las parcelas se disponen perpendicularmente a lo largo de los caminos,
prolongando hacia el interior el frente de la casa. 

Es de destacar que, también, hay pueblos más comerciales de casas apretadas y estilo urbano.
El campo japonés está muy urbanizado. 

      Las ciudades japonesas tienen su origen en la Edad Media, pero se desarrollan en la época
meijí. A principios del período meijí sólo cinco ciudades tenían más de 100.000 habitantes:
Kioto, Edo (Tokio), Nagoya, Osaka y Kanazaua. Estas son las grandes metrópolis actuales,
centro de algunas de las conurbaciones más grandes del mundo. Tokio es la ciudad más
grande del mundo con sus 24.000.000 de personas.

        La red urbana en  Japón

            La red urbana tiene dos grandes megalópolis, formadas por dos grandes
conurbaciones: Osaka, Kobe y Kioto, que forman la conurbación de Kinki (15.000.000 de
habitantes); y Tokio y Yokohama que forman la conurbación de Kanto (33.000.000 de
habitantes), donde encontramos, prácticamente, un continuo urbano. Estas conurbaciones
tienen grandes puertos que les sirven. 

Nagoya es un centro regional completo con uno de los puertos más importantes del mundo
aunque no llega al tamaño de las grandes conurbaciones: 4.000.000 de habitantes. 

Tras estos grandes centros se encuentran las ciudades satélites e industriales con alrededor de
un millón de habitantes, como Hiroshima, Sendai, Kauasaki, Amagasaki, Kitakyushu, etc.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 28
Algunas de estas ciudades son centro de su región. Las ciudades de Fukuoka y Saporo están
especializadas en el terciario superior, y son centros bancarios y de bolsa de primer orden
mundial. 

      La tercera clase de ciudades está formada por las capitales de ken (provincias), con
200.000 habitantes e influencia sólo en su ken. Todavía hay un cuarto escalón formado por las
ciudades especializadas, mineras o textiles, y los pequeños centros comerciales locales, muy
numerosos. En muchos de estos centros la actividad agrícola es destacada. Tras ellos está el
mundo rural. 

Las ciudades están situadas en las llanuras aluviales y en las antiguas plataformas de
abrasión junto a las costas. La ciudad tradicional presenta un plano ortogonal. Muchas de
ellas tienen puerto, aunque no todas tienen un puerto industrial y remozado. Las grandes
megalópolis son ciudades modernas con grandes edificios, pero la ciudad tradicional es de
casas bajas en las que sobresalen algunos templos. Se trata de una aglomeración de casas
unifamiliares de madera. Una curiosidad es que la ciudad medieval es más regular que el
ensanche de la era meijí, ya que este se hizo respetando los antiguos caminos rurales. Las
aceras son escasas: los peatones se refugian tras los postes y señales. La ciudad tradicional
japonesa no tiene mucho colorido, si exceptuamos algunos carteles luminosos. Claro que la
vida moderna ha modificado profundamente este modelo general y hoy en día apenas se
distinguen de las europeas, más que en sus barrios más antiguos. Además, los terremotos y
los cataclismos destruyen con cierta frecuencia las ciudades, y las reconstrucciones se hacen
con criterios más occidentales, aunque no han perdido su carácter. Los rascacielos no son
frecuentes ya que en general han estado prohibidos debido al peligro que suponen durante
los terremotos. Sólo algunos centros comerciales de las grandes ciudades y las antenas de
televisión son edificios altos. 

        La casa tradicional es uno de los elementos más exóticos de Japón. Está construida con
madera, abundante en el bosque japonés, de planta cuadrangular y con varias edificaciones
exentas, diferenciadas funcionalmente. Entre las edificaciones encontramos jardines y patios.
Sin embargo, esta casa no se remonta a tiempos lejanos, muchos elementos son relativamente
modernos, como las esteras o tatami. Las maderas forman el techo, el suelo y el entramado,
pero las paredes son muy frágiles, cumplen más una función de cierre que de muro. Los
tabiques interiores se reducen a un panel de papel vegetal traslúcido y corredizo. Los
muebles son escasos, ni mesas, ni sillas, ni camas. Esta técnica de construcción es, en general,
de época meijí. El plano de la casa es aleatorio, ya que las paredes móviles permiten
cambiarlo. Sin embargo, el piso se divide en varios escalones que lo elevan unos centímetros.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 29
Es costumbre estar descalzo en casa, o con sandalias de madera. Las habitaciones están poco
o nada especializadas. Esta casa aparece incluso en los barrios antiguos de las ciudades. 

        La casa tradicional japonesa está muy extendida por todo el país, tanto en las regiones
cálidas del sur, como en las frías del norte. Esto le impide una adaptación real al medio, ya
que es fruto, básicamente, de la moda. Está mal adaptada al clima, ya que es fría en invierno
y calurosa en verano. No resiste los tifones ni los terremotos, ni si quiera la lluvia y la nieve o
la humedad, y el fuego es un mal endémico, pero es muy barata y fácil de construir, o lo era
cuando los bosques eran abundantes.

         China: Población

          China es el gigante demográfico más grande del mundo. En 1970 tenía 831 millones de
habitantes, en 1980 había 996 millones y en 1995 eran 1.200 millones. La progresión de la
población es rapidísima. Esto quiere decir que la densidad de población media es de 128 h/
km2; sin embargo, no está repartida uniformemente. El interior del país y las montañas del
Tíbet son regiones casi despobladas, con menos de 1 h/km2. También hay muy poca
población en los interfluvios más importantes, menos de 25 h/km2; la mayor parte de la
población la encontramos en los valles de los ríos principales Amur, Hoang-ho o Amarillo,
Yan-tse-kiang o Azul y Si-kiang, en las que la agricultura del arroz se hace intensiva, alcanzan
los 150 h/km2. No obstante, las mayores densidades de población se encuentran en la costa y
la región de Pekín, con más de 400 h/km2. Algunas regiones, como el entorno de Shanghai,
Macao, Nankín, Tianjin , Cantón y Hong Kong superan los 1000 h/km2. En el interior sólo la
región de Sichuan, una hoya en las estribaciones orientales del Tíbet, regada por el Yan-tse-
kiang y con una buena producción agrícola, tiene unas densidades semejantes. En general, el
valle del Yan-tse-kiang tiene las densidades más altas del interior. 

El crecimiento demográfico tiende a ser elevado, debido a la gran cantidad de población y a
que no ha terminado la transición demográfica, pero las autoridades chinas han tenido, desde
hace tiempo, una política decididamente antinatalista. Los poderes públicos determinan el
número máximo de hijos por mujer. En 1970 el crecimiento vegetativo era del 2,5%, en 1980
del 1,3% y en 1992 del 1,5%; este ligero incremento se debe al menor control de las
autoridades. La fecundidad ha bajado del 5,4 ‰ en 1970 a cerca del 2,3 ‰ en 1992. Para
controlar la natalidad se proporcionan sistemas anticonceptivos de todo tipo, sobre todo el
preservativo, por ser barato, y se recurre al aborto y al infanticidio, sobre todo si nacen niñas.
Pero el método más utilizado es la abstinencia, ya que no se permite el matrimonio antes de
los 30 años. Tener más hijos de los permitidos está muy penado. 

       A pesar de todo la población aumenta, ya que disminuye también la mortalidad infantil,

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 30
aun siendo alta. En 1970 era del 71 ‰, en 1980 del 40 ‰ y en 1992 del 27 ‰, una reducción
muy drástica en sólo 20 años, pero muy lejos del 5 ‰ de Japón o del 6 ‰ de España. 

La reducción de la mortalidad infantil ha provocado un aumento de la esperanza de vida al
nacimiento que no tiene su reflejo en la calidad de vida. En 1970 era de 61 años, en 1980 de 67
y en 1992 de 71 años. 

La población china es mayoritariamente rural. El 66% de la población vive en y del campo.
Pero en los últimos tiempos se observa un proceso de urbanización ligero. En 1970 la
población urbana era sólo del 17%, en 1980 del 19% y en 1992 del 33%. La política comunista
favorecía la vida en el campo y la población rural en contra de la urbana. Hoy en día la
liberalización de la economía y las mayores oportunidades que ofrecen las ciudades
favorecen la emigración del campo a la ciudad. 

La pirámide china presenta un aspecto de país joven con una base amplia y bien
estructurada, típica de un país en plena transición demográfica.

         El hábitat rural  Chino

       El mundo rural chino está marcado por el impacto de la revolución socialista. En tan
extenso país no es posible hablar de un modelo rural único, pero la mayoría de la población
vive en el entorno de los grandes ríos dedicados a una agricultura de subsistencia, intensiva y
de tipo asiático, lo que quiere decir que el cultivo principal es el arroz, seguido de los cereales
panificables. El bosque tiene una importancia vital en este tipo de economía. 

     La aldea china carece de plano determinado, pero tiende a la regularidad. Las casas son de
madera, y están construidas sobre un pedestal que las eleva sobre el suelo. No son casas
cómodas, y apenas tienen estancias específicas. La calefacción sólo es imprescindible en el
norte. Los servicios sanitarios brillan por su ausencia. Modernamente, ha llegado el agua
corriente y la luz eléctrica. Esta es la casa típica de todo el sudeste asiático, que se ha llegado
a exportar hasta a Japón. 

Tradicionalmente la casa tenía un pequeño huerto abonado con las heces humanas, pero con
la revolución esto desapareció. La ganadería no está integrada suficientemente en el sistema
agrícola. 

      La propiedad de la tierra es comunal, pertenece al pueblo, y se cultiva entre todos. La
decisión de qué se cultiva y cómo se toma en común, en reuniones controladas por los
cuadros del partido. Los cuadros del Partido Comunista son los auténticos oligarcas del país.
La tierra se explota en parcelas pequeñas con los medios que proporciona la comunidad. Al
principio, cada familia recibía una parcela, y era su responsabilidad explotarla, pero tras la
revolución cultural las parcelas no se repartieron, y se comenzaron a cultivar en común, en la

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 31
brigada. Tras la desaparición de Mao, y con la apertura al capitalismo, cada familia volvió a
tener una parcela que cultivar, pero de manera secundaria, ya que primero tiene que dedicar
su trabajo a las tierras comunes y luego a las suyas. La producción agrícola se consume en el
pueblo, y se reserva algo para las ciudades y el mercado. En la actualidad los que cultivan
parcelas «propias» pueden dedicar toda la producción al mercado, con lo que consiguen
acumular capital. Esto ha permitido que aparezcan nuevos ricos, que emigran a las ciudades.
Estos nuevos ricos son los comerciantes y los cuadros del partido: la clase media china. Salvo
excepciones, como los cultivos textiles, muy poca de la producción agrícola se comercializa.

          Las ciudades chinas

      En China encontramos algunas de las ciudades más grandes del mundo, como Pekín,
Shanghai, Chongoing y Tianjin , todas ellas con más de 5.000.000 de habitantes. No
encontramos la macrocefalia de otros países subdesarrollados, pero sólo porque es un país
muy grande y la población no se concentra en una sola ciudad. 

     El resto de la red urbana está muy mal estructurada. Apenas existen ciudades medias, más
allá de las capitales de las treinta provincias con que cuenta: unas provincias muy grandes a
las cuales no sirven en su totalidad la mayoría de las capitales. Pero, en los últimos tiempos,
ha comenzado la emigración del campo a la ciudad y empiezan a sentirse los primeros signos
de superpoblación. Para evitar esto, las autoridades chinas han comenzado a primar a las
capitales y a las ciudades nuevas como centro urbano, con similares oportunidades que las
grandes urbes. Estas ciudades medias tratan de canalizar y ordenar el mundo rural
inmediato: proporcionando productos a los grandes centros urbanos. Cada ciudad lleva a
cabo un fuerte programa de desarrollo; lo que le obliga a drenar fuerza de trabajo y capitales
del campo. A la postre, esta política favorecerá un auténtico éxodo rural y desequilibrará, aún
más, la distribución de la población. Todo esto está, aún, controlado por las autoridades
comunistas chinas, que aún deciden dónde debe vivir la población.

Las ciudades de Norteamérica

La sociedad norteamericana es urbana en un 75%. En la región del noreste y en California
se dan fenómenos de megalópolis. El continuo urbano se extiende desde Washington hasta
los Grandes Lagos, casi sin interrupción. 

Por todo el país podemos encontrar grandes ciudades, y ciudades medias de unos 200.000
habitantes. La población está muy concentrada. Apenas existen pueblos de menor tamaño; y
casi ninguno de menos de 5.000 habitantes. 

      Las ciudades son modernas. Apenas tienen edificios de más de 80 años, salvo las más
emblemáticas como San Francisco, Washington, Nueva York, Nueva Orleans o Boston. Los

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 32
incendios y la renovación continua de las ciudades hacen de ellas urbes muy modernas. 

    Es muy común el fenómeno de la rururbanización. Las ciudades se extienden mucho en
superficie. En el centro suele vivir la gente pobre. El modelo de vivienda tipo es la casa
unifamiliar, aunque no es la más generalizada. El coche privado es vital en esta sociedad, y
las comunicaciones dentro de la ciudad también. Ciudades como Los Ángeles son el
paradigma de este tipo de urbe. Son espacios diseñados para el automóvil privado en los que
predomina el plano ortogonal. 

   La sociedad norteamericana es modelo para todo el mundo: por su riqueza y por encarnar
los valores del individualismo, la libertad personal, la democracia presidencialista, la
empresa privada y la sociedad capitalista de consumo de masas tan querida por la burguesía
liberal de todo el mundo. Todo este modo de vida está magnificado, y hasta mitificado, por la
informática, la televisión y, sobre todo, el cine. 

     El objeto de estudio de la Geografía urbana: Ciencias auxiliares

Antes de abocarnos al estudio de la Geografía Urbana es necesario destacar cuándo se
comienza a hablar de Geografía urbana. Los estudios de Geografía Urbana son muy recientes.
En Francia, hacia el año 1910, el término Geografía Urbana General era aún desconocido. Se
puede citar una obra de P. Meuriot «Aglomeraciones urbanas en Europa contemporánea», a
los que se suman estudios de Clouzot , P. Clerget y, sobre todo, René Maunier y F. Ratzel ;
después de ellos, Otto Schluter pude ser considerado el fundador de la Geografía urbana,
cuya obra fue publicada en 1907. Desde entonces ha existido una constante preocupación por
el estudio de las cuestiones urbanas, consideradas desde ángulos distintos. La ciudad se
estudia como sistema y desde una perspectiva multidisciplinar. La sociología, la estadística,
la Geografía física, la cartografía, la aerofotogrametría, la psicología social, la economía, el
urbanismo, la medicina, la agrimensura, la historia, etcétera, son algunas de las disciplinas
que participan en los estudios sobre los problemas de la ciudad. 

    La ciudad ha sido siempre objeto de la Geografía urbana, sin embargo, es en nuestro siglo,
y especialmente a partir de la segunda guerra mundial, cuando la Geografía urbana adquiere
real importancia. 

Se define como Geografía urbana a la rama especializada de la Geografía humana que tiene
como finalidad explicar, después de un estudio o análisis del sistema urbano, tanto su parte
formal como funcional, y sus relaciones con el sistema de ciudades del mundo en diferentes
escalas y con diversos enfoques; que estarán relacionados con los objetivos que se persigan
respecto del objeto de estudio (la ciudad). 

Dentro de la Geografía urbana podemos hacer dos consideraciones; por una parte tenemos

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 33
una perspectiva externa, mediante la cual se estudia la ciudad en relación con la región
donde está ubicada (ciudad en un área), y por otra parte se contempla una perspectiva
interna, mediante la cual se estudia la ciudad como un sistema (aspecto intraurbano). Esto
depende de la escala de tratamiento. Considerando a la ciudad como área, se puede definir a
ésta como: cambiante, dinámica, abierta (sistema abierto) en constante intercambio de
energía, bienes y servicios con la región, con el sistema urbano provincial, nacional,
continental y mundial. 


        Emplazamiento y Situación de las ciudades en  el  mundo

          El sitio es el lugar de emplazamiento topográfico de la ciudad. El emplazamiento
topográfico, muchas veces está determinado por la función. Frecuentemente la elección del
emplazamiento ofrece varias posibilidades que resultan igualmente aptas para la función;
dentro de las alternativas existentes se opta por la que ofrece mayores comodidades y
ventajas. Por ejemplo, la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, tiene por lugar de
emplazamiento la margen derecha del río del valle, elegido por votación, en la época de su
fundación (5 de julio de 1683), ya que la población del valle, asentamiento original, se
encontraba en lo que hoy es la ciudad de San Isidro del departamento de Valle Viejo. 

Cuando hablamos de sitio normalmente nos referimos al lugar de emplazamiento de la
ciudad, pero localizada por medio de las coordenadas geográficas, o sea que son las líneas
astronómicas que determinan la latitud y longitud de ese lugar al intersectarse. 

El emplazamiento puede ser en la margen de un río, un valle, una llanura un piedemonte,
etcétera, cuyo sitio está dado por las coordenadas X grados de latitud sur y de longitud X este
u oeste.

              Situación

              La situación geográfica está referida a la posición relacional de la ciudad con el
entorno, otras ciudades, la región, las regiones o el resto del país o del mundo. Por ejemplo, la
situación de San Fernando del Valle de Catamarca podría expresarse de la siguiente manera:
con relación a los departamentos que conforman el valle central o de las otras regiones de la
provincia, Región Este, Región Oeste, Puna, con otras provincias, o con otras regiones del
país o del mundo.

          El emplazamiento original y la situación actual

            Resulta dificultoso, a veces imposible, esclarecer los factores determinantes para el
emplazamiento de una ciudad. Para llegar a desentrañar las condiciones influyentes, habría
que remitirse a su origen y bucear en la historia con la finalidad de conocer el propósito del

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 34
asentamiento. Esto significa que estaríamos haciendo referencia a la función original de la
ciudad; hay que tener presente que el significado de función actual, como así también el de
ciudad o sistema urbano presenta otros aspectos en los cuales existen otras variables y
características, que difieren de los de épocas pasadas. No debemos olvidarnos, que aunque
no haya cambiado sustancialmente el escenario natural, los momentos históricos tanto en lo
sociopolítico, demográfico, económico, tecnológico, científico, comunicacional, etcétera, son
muy diferentes hoy, con respecto al origen de las ciudades, esto es en general, porque
seguramente puede haber algún caso particular. 

         El objetivo de la ciudad, o la función primitiva, en muchos casos se ha modificado. En
muchos casos la función ha cambiado, pero en general a la función original o a las funciones
iniciales se le han agregado otras, es decir se han producido variaciones y acumulación de
funciones. Por ejemplo, una ciudad que en su creación tenía función administrativa y política,
con los años puede haber acumulado funciones y actualmente tener además de las originales,
función comercial, industrial, turística, militar, etcétera. 

        Puede decirse que el desarrollo de una ciudad, no está condicionado por su
emplazamiento (sitio), sino que depende fundamentalmente de las ventajas que le otorga la
posición geográfica, en la región, en el país, en el continente, en el mundo. La posición
siempre está referida al papel de la ciudad en la organización regional, lo cual le asigna un
rango dentro del sistema urbano desde lo local a lo global o mundial. 

      El emplazamiento y la situación no deben considerarse como un factor del determinismo
geográfico o como una resultante del determinismo por los condicionantes del espacio
(topografía, usos del suelo, distancias a otros centros, etc.). Hoy con el avance de la ciencia y
la tecnología, el hombre cuenta con los recursos necesarios para hacer frente a las más
difíciles situaciones que le plantea la planificación urbana, el urbanismo, los asentamientos
nuevos y todo lo que tenga relación con el uso del suelo; en lo que se llama ordenamiento
urbano, planeamiento urbano, ordenación del uso del suelo urbano, etcétera. 


          Tipos de planos urbanos

          Podemos reconocer cuatro tipos básicos: 

Plano equirrectangular, en cuadrícula, ortogonal o en damero. 

Plano lineal. 

Plano radioconcéntrico. 

Plano irregular

          En realidad, existen muchísimas formas de planos, algunas producto de influencia del

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 35
marco o medio natural, otras relacionadas con las características culturales de la población
habitante (por ejemplo las medinas de los árabes) otras derivadas de la situación
socioeconómica o política etcétera. De acuerdo con mi criterio, es necesario tener un marco de
referencia, para poder analizar las situaciones que se nos presenten, dentro de lo que se
refiere al análisis de las formas. Con seguridad, que en las etapas de crecimiento de los planos
podremos observar variaciones en las características del tejido urbano que generalmente no
siguen la disposición inicial. En el caso particular de la ciudad de San Fernando del Valle de 
 Catamarca se puede observar, claramente, que la cuadrícula se extiende muy pocas cuadras,
si tomamos como límites de referencia las avenidas Virgen del Valle, Belgrano, Alem y
Guemes. A partir de ese sector (ver plano de la ciudad de San Fernando del Valle de
Catamarca) la trama urbana tiene otras formas y orientaciones. Aunque predomina el plano
equirrectangular, observando con mayor detenimiento se pueden ver claramente los cambios
que se produjeron en el plano, a medida que se fue expandiendo. En el caso particular de la
ciudad capital, los cambios obedecen a diversos factores, ya sean de orden económico,
político, social, sin dejar de tener en cuenta el marco topográfico que sirve de soporte a la
ciudad.

           Plano en cuadrícula, ortogonal o damero

          Este tipo de plano (ver ejemplo), de antiguo origen, durante mucho tiempo se lo
atribuyeron a Hipodamos de Mileto. Se pensaba que este había creado el plano en damero,
pero las investigaciones sobre Babilonia y sobre arqueología egipcia indican que existen
antecedentes anteriores a las realizaciones basadas en los proyectos de Hipodamos. Está
comprobado que la cultura de la Mesopotamia tuvo gran influencia sobre Grecia, a través de
la escultura, según Charles Picard «...el mérito soberano de Grecia no es tanto el de ser una
patria de ideas nuevas como de técnicas perfectas». Lavedan afirma que Babilonia irradió su
prestigio y su cultura a todo el mundo antiguo. Los sistemas urbanos que se originan en
Asiria que se extienden a Etruria y Grecia, destacándose la influencia de las ciudades asirias
en el elemento practico al urbanismo egipcio monumental. 

         Herodoto describe a Babilonia como una ciudad de plano cuadrado de 21 x 21 km,
aproximadamente, con un perímetro de 85 km, cubierto por una muralla completa de 27,50
metros de alto y 9 metros de ancho, con 50 torres almenadas y 100 puertas de bronce. La
ciudad estaba dividida en dos por el río Éufrates, tenía calles rectas que se cortaban en ángulo
recto por otras que desembocaban en el río después de atravesar las puertas de la ciudad. Las
viviendas llegaban a tener 3 ó 4 pisos, sobre una margen del Éufrates estaba el palacio real y
sobre la otra el templo de Belos con una torre de ocho pisos. 


LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 36
        El cuadrado de 404 hectáreas correspondiente al plano de Babilonia tiene una
coincidencia entre sus ángulos y los puntos cardinales. Dentro del espacio correspondiente al
plano se han encontrados colinas de detritus como los tell de Kasr al centro, el de Babil al
norte y el de Amram al sur. El tell de Babil que pertenecía al palacio de Nabucodonosor tiene
22 metros de altura y 250 metros de por cada lado de su base. 

En realidad no puede decirse que el plano en damero sea exclusivo de Babilonia. Porque se
sabe que en idénticos medios geográficos se dieron resultados similares como por ejemplo en
Egipto. Detalles como las perspectivas sea digno de destacar como una característica propia
de Babilonia que no tiene antecedentes registrados en ninguna ciudad del mundo urbanizado
antiguo. 

       En el plano correspondiente a la ciudad de Timgad, en Numidia (Argelia), antigua
colonia militar se aprecia un perímetro rectangular, que generalmente estaba rodeado de
murallas y el recinto presentaba dos grandes ejes interiores, o calles principales (a veces
portificadas ) que se denominaban el cardo (traza N-S) y el decumanus (traza E-O). En el
sector de intersección de las dos vías se localizaba el foro, y en su entorno los templos, la
basílica y la curia. La forma de las manzanas y la traza de las calles es perfectamente regular
(plano equirrectangular, en cuadrícula o en damero). 

       Este tipo de plano tiene la ventaja de que su parcelamiento es más fácil por la regularidad
de la forma de sus manzanas. Tiene las desventajas que en ciudades actuales, como es el caso
de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, en su casco céntrico, no permite una
buena visibilidad en el cruce de sus calles porque forman ángulos rectos (90º). Este problema
se subsana con las ochavas, pero también presenta otro inconveniente como por ejemplo el
congestionamiento vehicular en las horas pico y la dificultad para acceder al centro o para
llegar a la periferia rápidamente. 

Es importante tener presente que este tipo de plano en su origen no fue concebido para las
exigencias y las comodidades que hoy se requieren. El tipo la frecuencia y el flujo vehicular
actual es totalmente diferente al de aquella época.

         Plano lineal
       Tiene forma alargada (en sus orígenes) generalmente es una consecuencia de la
influencia de alguna vía de comunicación (ver ejemplo). En la Argentina surgieron muchos
asentamientos de forma lineal con la expansión de las vías del ferrocarril. Lo mismo ocurrió
con las rutas y caminos de mayor tránsito. También se produjeron estos tipos de planos en las
costas y en las márgenes de algunos ríos.

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 37
      Luigi Piccinato define como ciudades lineales «las formadas a lo largo de un camino
como Siria, la antigua Stigia, ciudad italiana del siglo XI en la que el centro de la calle básica
se ensancha formando una elegante plaza portificada. En España son muchas estas ciudades
itinerantes formadas sobre todo a lo largo del camino de Santiago: Estella, Logroño, Santo
Domingo de la Calzada y Burgos, aunque ampliadas y transformadas, todavía revelan su
origen itinerario».
      En el caso particular de nuestra provincia, podemos mencionar a modo de ejemplo
las localidades de San Martín, Chumbicha, Casa de Piedra, Telaritos (Departamento
Capayán); Esquiú, San Antonio y Recreo (Departamento La Paz) y Copacabana, Carrizal, La
Puntilla, El Puesto (Departamento Tinogasta).
         Plano radioconcéntrico
        He insertado este plano (ver ejemplo) con el propósito de reflejar lo más ajustado
posible la imagen con la descripción de un plano radioconcéntrico ideal. En realidad la figura
no corresponde a ninguna ciudad real, pero permite contar con un ejemplo de lo que más se
parecería a un plano de ese tipo.
Este tipo de plano se caracteriza por tener avenidas circunvalantes y calles o avenidas
radioconcéntricas (desde el centro a la periferia o a la inversa).
       Este diseño presenta la ventaja de que permite una fácil y rápida circulación desde
el centro a la periferia o en sentido contrario. Es más dificultoso el traslado de un punto a otro
por las avenidas circunvalantes y la visibilidad en los cruces entre las calles o avenidas
circunvalantes y las radioconcéntricas resulta incómoda, porque se forman ángulos de 120º.
Además de estos problemas también es complicado su parcelamiento en comparación con el
plano en damero.
       Es importante la fuerza de atracción o de concentración que ejercen los grandes
monumentos nucleando la estructura de toda la ciudad. Lógicamente que la focalización de
la estructura alrededor del monumento tiene directa relación con el uso y el significado del
mismo en la sociedad local. Un edificio o monumento de uso religioso sumará a su función
su valor estético. Este tipo de edificios como las catedrales, abadias, santuarios, centros
culturales, cabildos, etcétera, tienen gran influencia en la morfogénesis de la ciudad.
       Pierre Lavedan afirma que en la organización de usos del suelo en el plano se
«afirman dos ideas directrices, envolvimiento y atracción». Significa el envolvimiento por
casas o viviendas a un edificio que se distingue de los demás por su belleza arquitectónica, y
por su valor moral, o por su impresionante solidez material para la defensa: en general los
templos religiosos (iglesias) que como elemento morfogenético, genera la aparición de calles,

LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA 38
avenidas o sendas que convergen en él. Esto último produce como resultante la aparición de
los denominados planos radioconcéntricos, es decir constituidos por calles o avenidas
circunvalantes y calles o avenidas que convergen en un centro en forma radial. En el
occidente medieval se encuentran muchos planos que presentan estas características, algunos
con mayor aproximación que otros.   A modo de ejemplo se pueden citar Nordlingen , y
Havelberg en Alemania; Vitoria y Pamplona en España y Aversa y Lugignano en Italia, entre
otros.
         El plano irregular
        El plano irregular tiene un aspecto anárquico, sin forma definida (ver ejemplo). Es
fruto de una decisión social, como en la ciudad medieval islámica, un origen multipolar, con
varios centros que crecen hasta juntarse, o de la yuxtaposición de varios tipos de plano
diferentes, como en nuestras ciudades actuales.
       La ciudades medievales presentan una gran variedad de esquemas planimétricos
como resultado de la falta de planificación previa, es decir que casi la totalidad surgió como
resultado del crecimiento natural y orgánico.
     Hoy en día nos podemos encontrar, en todas las ciudades, distintos tipos de plano
según la época en la que fueron reformadas: desde el irregular de la ciudad antigua, al plano
radial, ortogonal o lineal.
Sitio y posición

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