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Ilusión del conocimiento por usar el internet.

Buscar en Internet puede hacer creer a quien lo hace que tiene más conocimientos de los que
posee. Pero es buscar la información, no el acceso a ella, la que le crea esa idea, según
investigadores de la Universidad de Yale (EE.UU.). Internet, a diferencia de un libro o un
experto, vuelve borrosa la línea entre lo que sabemos de verdad y lo que creemos saber.

Por Carlos Gómez

Buscar información en Internet puede hacer que la gente se siente más inteligente de lo que
realmente es, según un nuevo estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología.

"Internet es un medio tan poderoso, donde se puede introducir cualquier pregunta, y, básicamente,
tener al alcance de la mano todo el conocimiento del mundo", explica el investigador principal,
Matthew Fisher, estudiante de doctorado en psicología en la Universidad de Yale (Connecticut,
EE.UU.), en la nota de prensa de la AAP. "Es más fácil confundir el conocimiento propio con la fuente
externa".

En una serie de experimentos, los participantes que buscaron información en Internet creían que
tenían más conocimientos que un grupo de control, sobre temas no relacionados con las búsquedas
en línea. Algo que sorprendió a los investigadores es que los participantes tenían una idea inflada
de sus propios conocimientos después de buscar en Internet incluso cuando no podían encontrar la
información que estaban buscando.

Después de realizar las búsquedas, los participantes también creían que sus cerebros eran más
activos que el grupo de control. La investigación fue publicada en la revista Journal of Experimental
Psychology: General.

Se realizaron nueve experimentos, entre 152 y 302 participantes reclutados en línea cada uno. En
un experimento, el grupo de Internet hizo búsquedas para resolver cuatro preguntas (por ejemplo,
"¿Cómo funciona una cremallera?") Y proporcionaron un enlace al sitio web con la mejor respuesta.
El grupo control recibió el texto exacto de la página web más utilizada por el grupo de Internet para
responder a las preguntas.

Ambos grupos valoraron su capacidad de responder a otras preguntas (por ejemplo, "¿Por qué son
más cálidas las noches nubladas?") sobre temas no relacionados con las búsquedas anteriores,
aunque no tenían que responder a las preguntas propiamente dichas. Los miembros del grupo de
Internet se calificaron sistemáticamente a sí mismos con más conocimiento sobre esos temas no
relacionados, que el grupo de control.

Idea inflada

El grupo de Internet tenía una idea exagerada de sus conocimientos personales después de las
búsquedas en Internet, incluso cuando sus miembros no habían podido encontrar respuestas
completas a las preguntas más difíciles (por ejemplo, "¿Por qué es la historia antigua de Kushite más
pacífica que la historia griega?") O cuando no encontraron respuestas ni siquiera parciales, por culpa
de los filtros de Google que se utilizaron.
Los efectos cognitivos de "estar en modo de búsqueda" en Internet pueden ser tan poderosos que
las personas se sientan más inteligentes aun cuando sus búsquedas no revelen nada, dice el coautor
del estudio Frank Keil, profesor de psicología en la Universidad de Yale.

En otro experimento, los participantes tenían que elegir de entre varias imágenes de resonancia
magnética, aquellas que creyeran que correspondían a sus cerebros. Los de Internet elegían de
manera sistemática aquellas imágenes que representaban cerebros más activos. Es decir, que
pensaban que realmente tenían más conocimiento, y no que lo obtenían gracias a Internet.

Sin embargo, cuando a los del grupo de Internet se les daba un enlace directamente, no mostraban
una mayor valoración de su propia sabiduría; es decir, que no es el acceso a Internet lo que crea
esa ilusión, sino el hecho de buscar.

Línea borrosa

Según Fisher, la sensación es distinta cuando se lee un libro o se habla con un experto. "Si usted no
sabe la respuesta a una pregunta, es muy evidente que no la sabes, y se necesita tiempo y esfuerzo
para encontrar la respuesta", dice. "Con Internet, las líneas entre lo que sabes y lo que crees que
sabes se vuelven borrosas."

El creciente uso de teléfonos inteligentes puede exacerbar esta cuestión, porque una búsqueda en
Internet está siempre al alcance, dice Keil.

"En los casos en que las decisiones tienen grandes consecuencias, podría ser importante para la
gente distinguir su propio conocimiento y no asumir que saben algo cuando en realidad no es así",
señala Fisher. "Internet tiene innumerables beneficios, pero puede haber confusiones como estas".

Preguntas

Las preguntas del primer experimento eran, por ejemplo, "¿Por qué hay más huracanes en el Atlántico
en agosto y septiembre?", o "¿Cómo se forman los tornados?". Luego se les preguntaba "¿Cómo de
bien podrían contestar a preguntas concretas sobre temas similares a éstos?"

Los participantes eran trabajadores de Amazon Mechanical Turk, el mercado de trabajo en línea, por
lo que eran en general usuarios asiduos de Internet.

Los investigadores creen que el fenómeno es similar al que puede sentir un bibliotecario experto
consultando un archivador de referencias, o al que puede sentir un individuo en un entorno social
integrado, que confunde su propio conocimiento con el de otras personas. El caso de Internet es
especial, por su ubicuidad, inmediatez y facilidad de acceso.

Referencia bibliográfica:

Matthew Fisher, Mariel K. Goddu, Frank C. Keil. Searching for Explanations: How the Internet Inflates
Estimates of Internal Knowledge. Journal of Experimental Psychology: General (2015). DOI:
10.1037/xge0000070

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