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literatura
Norteamericana
T.S. Eliot
La tradicién y el talento individualPoemas y Ensayos
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T., ELIOT
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!DAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO
México, 2000LA TRADICION ¥ EL TALENTO INDIVIDUAL*
1
t
En el dmbito de las letras inglesas ara ver hablamos
detradici6n, aunque ocasionalmente aplicames el tér-
rino al deplorar su ausencia. No podemds «eferr
nota “latradicin”o a "una tadicin’s a lo sumo, em
pleamos el adjetivo al decir que la poesia de Fulana ex
“eadicionl” 0 incluso “demasiado tradicional”. Rara ver,
pues, aparece [a palabra, salvo en una frase de cen
sura. De otro modo, es vagamente aprobatoria, con la
implicacién, en cuanto a 1 obra aprobada, de cierta
placenters reconscruccia arqueolégics, Apenas se
puede hacer de la palabra algo grat alos ofdosingle-
ss sn esta cmoda referencia ala apaciguance ciencia
de la arqueologia.
Ciertamente, ¢s poco probable que 1a palabra
aparezca'en relacién a auestras apreciaciones de es
critores vives o muertos. Toda nacién, toda eaza, no
sélo cuenta con sus propios giros menzales creativas,
sino con sus gros eritcas yes incluso mds olvidadiza
de las defciencias y limitaciones de sus habieos crit
cos, que de los de su genio creative. Conocemos 0
creemos conocer el mécodo 0 hibico critica de los
franceses, a partir de la enorme cantidad de exci
tor exticos publieada en fancéss y coneluimos (somosgente tan inconsciente) que los franceses son “més
crlticos” que nosotros, ya veces como que nos ador-
‘amos con esa aseveracién, dando a entender con ello
que los franceses son menos expentineos, Acato lo
sean; péto deberiamos recordar que la critica es tan
inevitable como la respitacién, y que no redundaria
fen nuestro desdoro articular lo que nos pasa por Ia
cabeza cuando leemos un libro @ sentimes una emo-
cidn al rexpecto, o criicar nuestro propio modo de
pensar en sus procedimientos criticos. Uno de los he-
chos que podria arrojat luz sobse este procezo radica
en nuestra tendencia a insist, al alabara un poeta, en
aquellos aspectos de su obra en que menos se asemeja
a los demas. En estos aspectos 0 partes desu obra pre
rendemos hallar lo individual, lo que constieuye la
‘esencia propia del hombre. Habitamos, satisechos,
cen ls diferencias ence este poeta y sus predecesores, en
‘especial sus predecesores inmediacos; nos empefiamos
ce encontrar algo que pueda aslarse para poder dis
frucarse. Mientras que, i nos aproximamos 2 un poe-
‘a sin este prejuicio, con frecuencia encontraremos
due no s6lo las mejores partes de su obra, sino las més
individuals, acaso resulten aquellas en las cuales los
poetas muertos, sus ancesttos, confirmen su inmor-
talidad més vigorosamente. Y na me refiro al
do impresionable dela adolescencia, sino al dela ple-
pa maduces,
‘Yaun sila tniea forma de wadieién, de transmis,