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MITOLOGÍA CLÁSICA

EJE CRONOLÓGICO
2º milenio AC. Los griegos escriben en lineal B (silabario
MICÉNICA para llevar la contabilidad en los palacios micénicos en
tablillas de arcilla → Tablillas micénicas)

Época oscura (1400-1100): Desaparecen los documentos escritos por la quema de pala-
cios, pero las tablillas se cuecen y perviven → los dioses de la época se conocen por ellas.
Hasta s.VII aC. La mayor parte de la inf. de este periodo se encuentra en la Odisea y la
HOMÉRICA
Iliada. Poemas épicos → hay que tener en cuenta la manera en que se cuentan los aconte-
cimientos (a Homero solo le interesan momentos de la guerra de Troya)

ARCAICA s.VII aC- s.VI aC.

CLÁSICA s.V aC- s.IV aC.

323 aC (muerte Alejandro Magno) - 30 aC. A. Magno extiende el imperio


HELENÍSTICA
hasta las orillas del Indo (hasta que luego llegan los romanos). Occidente
actual se debe a toda esa época.

ROMANA A partir s.I d.C

I. INTRODUCCIÓN: CONCEPTOS DE MITO, MITOLOGÍA Y MITOGRAFÍA.


μῦθος (mythos) + λόγος (logos) > λεγο (lego) “escoger, elegir”

“palabra, relato, ha-


blar”
onomatopeya Entrelazamientos
(ronroneo) entre dos mate- La palabra mitología utiliza ambas acepciones:
riales, trenzado 1. Recopilación, cuento, habla sobre las historias
2. Informar sobre su origen, relatar o realizar un
estudio sobre las historias
1. Entrelazado de balbuceos, bisbiseos → algo que se dice o se murmura
2. Mythos en Homero  un logos. Un relato, discurso, algo que se cuenta o narra
 A partir del s. VI aC empiezan a surgir en Grecia una serie de pensadores (filósofos)
que entran en contacto con otros pueblos (egipcios, romanos,…). Lo que escriben ya
no estará en forma de poema, sino en prosa (λόγος) y los relatos se cargan de un
significado más racional. A partir de ese momento la palabra (λόγος) fue arrinco-
nando a la palabra μῦθος, que adopta el significado de algo inventado  empezó a
emplearse para señalar exclusivamente la “ficción” y el “cuento”.
 A partir del s. XVIII empieza a fraguarse el significado de los mitos tal y como los cono-
cemos hoy.

©Carmen Albarrán
MITO relatos tradicionales  no los ha creado una sola persona, no hay autor conoci-
do, sino que se han creado a través de los siglos por una cadena de transmisión
oral. Por ello, puedn modificarse con el paso del tiempo (si quedaran fijos por es-
crito, tendrían que atenerse a las reglas del uso literario en que están escritos).

relativos a dioses y héroes  son los protagonistas

tienen relevancia cultural  son discursos importantes que tienen significado


(religioso, filosófico, social,…) para la comunidad en que se cuenta, es decir, que
resultan interesantes para un determinado grupo social: explicaban cosas que a
ellos les desconcertaban o que no sabían. Dan vida a su manera de ser, de pen-
sarse en el presente y futuro. Quienes cuentan los mitos están realizando una
importante función  reforzar la cohesión del grupos social en el que están in-
tegrados
Cuando dejan de tener esa relevancia, mueren.

MITOGRAFÍA
 En Grecia, al no tener libros sagrados (Biblia, Vedas,…), los aedos (poeta, cantor) eran
libres de recopilar, registrar y recrear esas historias míticas de tradición oral. Ellos son
los que cultivan el repertorio narrativo y lo transmiten. Dos de esos grandes recopila-
dores fueron Homero y Aristófanes que cultivaban géneros diferentes: la épica y la
comedia. Así mismo, los grandes poemas de Homero y Hesiodo van a ser los que a
fuerza de ser repetidos acuñan ese concepto de los mitos como una unidad y los res-
ponsables de la forma que toman los mitos.

Dichas composiciones se recitaban y repetían durante las festividades. Por ese motivo,
en muchas ocasiones se alude a mitos pero solo a una parte específica: no hacía falta
que se contaran enteramente porque el auditorio (la comunidad) ya los conocía. A
causa de la tradición y gran importancia que poseían, se intuía qué era lo que se pre-
tendía o el significado que querían transmitir.

Eso sucede cuando el mito está vivo, permitiendo que vaya modificándose, dando lu-
gar a distintas versiones. Cuando mueren se convierten en objeto de búsqueda y estu-
dio, dando pie a recopilaciones (Apolodoro, Higinio,…). Se convierten en un objeto frío
que se puede estudiar, mientras que si están vivos la comunicadlos transmite, los re-
cuerda y mantiene vivos. Los dioses y héroes se convierten en iconos en los que se mi-
ran  se identifican con esos personajes, sus vivencias.

 A partir del s. IV aC es cuando se empiezan a recopilar estas historias populares. A los


recopiladores se les llama MITÓGRAFOS que realizan recopilaciones de los mitos anti-
guos y les dan distintas interpretaciones, convirtiéndose en estudiosos y coleccionistas
de mitos. Unos tratarán de explicar los mitos de dramas de época clásica para enten-
der mejor las obras literarias; otros de estudiar mitos épicos; también los hay que se
sirvieron de los mitos para hacer poesía y así demostrar su valía en ese campo (su ca-
rácter pragmático y social en el que se utiliza un lenguaje proclive a metáforas y demás
figuras, hace que se preste de forma excelente a la poesía); etc. Son autores que se
sienten herederos de la Antigüedad clásica. Son autores que se sienten herederos de la
Antigüedad clásica.

©Carmen Albarrán
Por lo tanto, la MITOGRAFÍA es el estudio y recopilación de mitos y leyendas anti-
guas que conforman las distintas tradiciones mitológicas. Es el conjunto de obras lite-
rarias y de diversas fuentes que tratan de Mitología, en especial, las fuentes griegas y
latinas que pueden encontrarse hasta el siglo XII de nuestra Era. Se escriben en scrip-
torium monacales. Son tratados que versan exclusivamente sobre Mitología clásica.

Dos de los autores más significativos son Apolodoro y su obra Biblioteca (s.II aC – I aC)
e Higinio y sus Fábulas. Tienen dos obras literarias que abarcan el conjunto. Son dos
compendios o manuales: La Biblioteca de Apolodoro, escrita en la segunda mitad del
siglo I a. C. Es de una corta extensión compensada por la extraordinaria claridad narra-
tiva y su minucioso detallismo al describir los relatos mitológicos. El otro es Fábulas de
Higinio, autor romano. Su obra se tradujo al griego en el 207 d. C. y por tanto tuvo que
ser redactada pocos años antes.

Además habremos de añadir a los principales poetas griegos y latinos: Homero, Hesío-
do, Píndaro, Eurípides, Sófocles, Esquilo, Aristófanes, Apolonio de Rodas, Teócrito, Ca-
límaco, Virgilio, Horacio, Ovidio, Juvenal, Estacio y un pequeño grupo de prosistas co-
mo Platón, Arístides o Clemente de Alejandría.

Diferencia entre conceptos


La evolución del mito griego va de lo sagrado a lo profano: durante ese recorrido es atacado
por filósofos, utilizado para educar y se convierte en entretenimiento.

- SAGA (palabra islandesa directa/ emparentada con el AL “sagen” y el ENG


“say”) Cuento, relato, lo que uno dice. Pero la literatura islandesa lo usa para referirse
a los relatos en prosa sobre sus historias familiares vikingas que forman una especie de
crónica.

- LEYENDA (procede del latín “legenda “) Las cosas que han de leerse. En latín
medieval se usaba para las vidas de santos, los relatos que debían leerse para seguirlos
como ejemplos. Nosotros lo utilizamos para relatos simifantásticos con personajes o
acontecimientos históricos o semihistóricos (relativa/ recientes) en los que entra
tambíen la fantasía. Ej.: San Juan de Sahagún y Tentenecio

- CUENTO DE HADAS algunos dicen que proceden de los mitos

TRADICIONAL Diferencias:
 No tienen relevancia cultural
 Cuentos no se refieren a héroes/dioses
 No suelen tener nombres propios (Caperucita)
 Acaban con final feliz (mitos: final trágico)
 Suceden en un tiempo total/ indeterminado
 El autor es anónimo

- FÁBULA Época antigua  término latino para traducir el griego μῦθος (mito)

Época moderna  relatos breves de ficción con protagonistas anima-


les personificados (hablan,etc) y que tienen una intención didáctica
de carácter ético reflejada en que acaban con una moraleja Ej.: Esopo

©Carmen Albarrán
CARACTERÍSTICAS DE MITO SEGÚN LAS DISTINTAS ÉPOCAS DE LA ANTIGUA
GRECIA
1. Época Homérica
 Es conocida como la cultura de la vergüenza –shame culture- del “qué dirán” se ca-
racteriza por la preeminencia del grupo sobre la individualidad, la actuación individual
depende de lo que los demás puedan pensar de uno. Ej.: Este término proviene del
momento en que capturaban a los luchadores japoneses y les obligaban a confesar;
ellos lo hacían, aun sabiendo que iban a morir, porque sus compañeros ya habían
muerto y no podrían juzgarlos por haber confesado.
Eso es lo que precisamente se encuentra en los poemas homéricos (Ilíada, Odisea)

 Hay una marcada diferencia u oposición entre los hombres y los monstruos; pues los
primeros representaban lo civilizado, mientras que los segundos, lo incivilizado. Ej.:
Heracles no sólo fue para los griegos un fornido campeón, sino que encarnó también
un modelo de virtud: el héroe austero. Un héroe austero que logró hazañas como libe-
rar al mundo de monstruos o liberar a Prometeo, lo que le sirvió para ser admirado por
las ciudades, además de levantar monumentos en su honor. Por todo ello, su figura pa-
só a ser fácilmente interpretada como alegoría moral.

 Este tipo de cultura no establece una clara diferenciación entre etnias o entre los com-
portamientos y acciones propias de hombres o mujeres. A pesar de ser una sociedad
patriarcal, en muchos sentidos hay conductas compartidas pudiendo ser ambos prota-
gonistas de las hazañas o los mitos. Ejemplos:

 La fidelidad por parte de Penélope y Ulises; aunque durante su viaje Ulises


haya sido infiel a su mujer en varias ocasiones, él quiere volver a su patria para
reunirse con ella, de la misma manera que Penélope ha sido fiel a su esposo du-
rante su larga travesía.

 Zeus tiene el poder sobre dioses y hombres, y por consiguiente, sobre su mu-
jer –Hera-; pero en numerosas ocasiones, a él te aterroriza la posición que pue-
da adoptar su mujer ante su comportamiento y por este motivo, no actúa (por
temor a las consecuencias)

 La valentía y la cobardía marca quienes son los buenos y quienes los malos.
 Un ejemplo de esa cobardía duramente castigada sería el mito de Licurgo
(Ilíada)  fue un rey de Tracia (hijo de Driante) que expulsó a Dioniso, llegado
a su país con sus nodrizas a las que golpeó. Pero fue castigado por desafiar a
los dioses: Zeus le volvió ciego, muriendo poco tiempo después.

Es decir, la diferencia la marcan aquellos de los que se habla bien o aquellos de los que
se habla mal. En la Guerra de Troya, Aquiles y Héctor se muestran valientes y por con-
siguiente, son los buenos, mientras que Paris y Menelao aparecen bajo la figura de co-
bardes y, son los malos.

 Esta fama se mide por el botín, por el número de objetos. No poseían una palabra para
denominar al cuerpo; pensaban que en los brazos y piernas estaba la fuerza y a través
de sus extremidades alcanzarían la gloria y la fama. A mayor fama, mayor cantidad del
botín obtengo.

©Carmen Albarrán
 En la Ilíada de Homero, Aquiles deja de luchar porque le arrebatan a su es-
clava: Apolo envía la peste porque Criseida no es devuelta a su padre que la re-
clama. Aquiles interviene y Agamenón la devuelve, pero a cambio exige la en-
trega de Briseida –su esclava-. Esto despierta la cólera de Aquiles que deja de
luchar porque le han arrebatado su botín, su fama, su gloria.

 Definición del concepto de kleos Κλεος (gloria, fama)  Kleos es lo que se oye, la
fama que se persigue y por lo que se lucha para ser recordado a través de los siglos.
Muchos héroes tenían su nombre grabado en sus tumbas para llamar la atención de
los transeúntes y así estos propagasen su fama. Eran comunes los duelos personales
en los que se demostraba la destreza personal, no la de un colectivo.

 El caso de Telamón y Heracles: Telamón fue el primero en practicar una bre-


cha en el muro troyano y penetrar en la ciudad, mientras que Heracles se vio
limitado a ocupar el segundo lugar en el asalto. Esto no le gustó nada y en un
momento de locura desenvainó su espada y se lanzó contra su compañero que,
al haberse adelantado en el asalto, le había mermado, a su juicio, parte de su
Kleos.

2. Época Arcaica
 Es la cultura de la culpa –guilt culture- en la que el heroe carga con la culpa de algo
que hicieron sus antepasados. Ejemplo:

 Los hijos y las hijas de Níobe mueren a manos de Apolo y Ártemis respecti-
vamente como consecuencia de las palabras de su madre; ella dijo ser mejor
que Leto –madre de los dioses- por haber traído al mundo a un número mayor
de hijos e hijas.

 Es un etapa fundamentalmente de CRISIS (finales siglo VII a.C – principios siglo VI a.C)
 hay sobrepoblación por lo que los campesinos y pequeños propietarios no pueden
mantener sus tierras y emigran a las ciudades donde unos prosperan y pasan a ser pe-
queños burgueses (industria, comercio, etc.)y otros emigran (colonizaciones). Esto ha-
ce que estas gentes comiencen a desarrollar unos nuevos ideales y que no se sientan
cómodos con los ideales de la aristocracia –del “qué dirán”, como pasaba en la época
homérica- sino que proceden en función de sus intereses o ganancias. Es por ese moti-
vo que no aceptan las normas y reclaman nuevos derechos. Surgen los legisladores
para mediar entre ambos grupos krisis significa separación/tensión. A veces los le-
gisladores logran ponerlos de acuerdo, pero en la mayoría de los casos este proceso de
cambio de mentalidad no era aceptado por la aristocracia.

 Aparece, así, la figura del tirano  en su origen neutral, el término tirano no implica
un prejuicio sobre las cualidades del gobernante, únicamente indica a una persona que
se adueña del poder y lo mantiene sin autoridad legítima. En épocas posteriores, en las
que el pueblo se siente culpable de no valorar sus derechos y de someterse al tirano,
el término tirano denominaba a las personas que se adueñan violentamente del poder
y a ciudades que imponen su poder a otras.

Los tiranos pertenecen a la aristocracia. Buscan conseguir prestigio ante el pueblo re-
presentando los intereses del demos. Constituyen un poder inconstitucional y un go-

©Carmen Albarrán
bierno fuera de ley, contrario a la monarquía. El tirano no es el paso intermedio entre
aristocracia y democracia, y normalmente es reemplazado por regímenes oligárquicos.

 Todo esto está relacionado con el despertar de la personalidad: los poetas empiezan a
dejar constancia de sus nombres. Todos estos cambios sociales conllevan un cambio
de actitud hacia los mitos, hacia los dioses: la civilización griega alcanza un grado supe-
rior de mentalidad y lo que antes era ensalzado y vitoreado pasa a ser cada vez más di-
fícil de asumir.

En esta época se puede ver el cambio de mentalidad y personalidad de los poetas, que
no temen ridiculizar a divinidades de la dimensión de Ares.
Ej.: narra cómo fue cogido infraganti sin haber podido huir (él, el dios más
veloz) por el cojo Hefesto (dios del fuego), provocando la risa del resto de dio-
ses.
Este peculiar tratamiento homérico, tan negativo hacia la divinidad belicosa, muestra
el cambio de mentalidad de la concepción de la guerra como algo sanguinario y cruel a
otra más caballerosa y humana.
 El pensamiento está dominado por el PESIMISMO  cualquier tiempo pasado fue me-
jor, el hombre se compara con los dioses y son duramente reprimidos por ellos, dán-
dose cuenta de que no son equiparables.
 Ej.: Tántalo, hijo de Zeus, fue un ejemplo de cómo el hombre, que no se co-
noce a sí mismo y se cree superior o igual a los inmortales, termina sufriendo
horrorosos castigos en el mundo de los muertos.
Los dioses no soportan la insolencia o hýbris de los hombres que aspiran a compararse
con ellos.

 Concepto “efímero”: (επί- + ἡμερα) “suerte que cambia en un día” -en el caso de
los hombres-. El hecho de que la suerte sea efímera para los hombres, que el curso de
la historia pueda cambiar en cualquier momento, hace que haya un sentimiento distin-
to hacia los demás. Lo apreciable era morir joven habiendo cumplido con la patria: “la
bella muerte” (a diferencia de época homérica)

 Nuevo término hýbris (ὑβρις)  orgullo, desmesura, exceso, todo lo que sobrepasa la
justa medida (literalmente significa hinchazón). La desmesura lleva a creerse por en-
cima de los demás e incluso, superiores a los dioses. Si el hombre no es nada al lado
del dios, se considera que no haya nada peor que creerse por encima de los demás (los
griegos decían que se había apoderado de él Atris, la ceguera);en esos caso los dioses
se enfurecían y enviaban un castigo.

 Casiopea se creía tan guapa que se comparaba a las Nereidas que se enfa-
daron y se lo contaron a Poseidón que envió un monstruo marino que asoló el
país de Casiopea.
 Salmoneo, cegado por su hýbris, pretendió emular a Zeus arrastrando cade-
nas con un carro con ruedas de cobre o hierro para imitar al trueno, al mismo
tiempo que arrojaba antorchas encendidas que pretendían ser rayos. Por su ex-
ceso de orgullo fue fulminado por Zeus con un rayo.

©Carmen Albarrán
“el exceso llega a la saciedad”: lucro > saciedad > orgullo > envidia dioses > ceguera >
castigo > justicia distributiva > normalidad.

 Solón de Atenas fue a visitar al Creso, rey de Lidia. El rey, que se tenía por el
hombre más feliz de la Tierra por sus incalculables riquezas –terrenales y divi-
nas-, le preguntó quién creía él que era el ser más dichoso de los que hubiera
visto. Solón le respondió que las tres personas más felices que conocía habían
vivido en su Hélade natal, y que a todos se los había llevado una dulce muerte
en medio de la dicha.

Irritado, el rey asiático le preguntó si no creía que él era más feliz que otros
hombres, puesto que su bienestar y poder eran no pocos. Solón le dijo sabia-
mente que sólo en el momento de morir un hombre podía descubrir si había si-
do realmente feliz y la fortuna no le había vuelto la espalda.

Un tiempo más tarde, la Pitonisa délfica profetizó que si los ejércitos de este
rey cruzaban el río Halis, un Gran Imperio caería: desafortunadamente para
Creso, éste se olvidó de preguntar cuál Imperio sucumbiría, y en una jornada
los persas destruyeron su infantería y saquearon su capital.

Condenado a la hoguera, y maldiciendo a Apolo, Creso se acordó del dicho de


Solón, y lloró amargamente su soberbia e incredulidad. Ciro, el Rey de Reyes
persa, admirado por el llanto de este gran hombre, mandó a preguntar cuál era
la causa de su tristeza. Informado del asunto, mandó a detener el fuego. Pero
era muy tarde. En ese momento, Apolo se acordó de Creso y envió una lluvia
que lo salvó de la hoguera.

 Dentro del pesimismo de la época, avanza la idea de que la experiencia nos hace mejo-
res: “a fuerza de sufrir uno prospera”, lo que poco a poco lleva al optimismo caracte-
rístico de la época clásica.

3. Época Clásica
 Éxito del poder del hombre (hombre vs animal)

 Aparición relativismo: “lo que yo sé, lo que yo he vivido, no es siempre cierto”. Grecia
(a través de los colonizadores) entra en contacto con otros pueblos, culturas,… y po-
nen en duda sus mitos: no solo ellos tienen mitos y dioses, y empiezan a plantearse si
los suyos son universalmente verdaderos, los empiezan a cuestionar. Este es el relati-
vismo que da pie a la crítica y a la duda.

 Los filósofos de la época, como Jenófanes de Colofón (fin. s.VI – princ. s. V), fueron un
poco más allá atacando al mito de “inmoral y falso” hablando de los poemas de
Homero y Hesiodo, dice que los dioses de los que hablan le parecen falsos por sus
comportamientos (crítica moral). Es uno de los filósofos presocráticos.

©Carmen Albarrán
 SOFISTAS  los que ejercían el oficio de sabios y estaban en posesión de la sabiduría o
la elocuencia (intelectuales). Desde su punto de vista la religión y la mitología carecían
de valor. Sin embargo, no tenían inconveniente en utilizar a los personajes de los mitos
tradicionales para contar sus enseñanzas, como personajes con los que se puede jugar.

Los mitos de estos sofistas ni son tradicionales, ni tienen relevancia cultural ellos
mismos los crean ad hoc (con un propósito determinado). Utilizaban a los dioses y hé-
roes con el fin de entretener, e inventaban historias de personajes conocidos por el
pueblo para ganarse su favor y admiración.

Es desde la época de Sócrates y Platón cuando el sofista se convierte en un hombre


que considera y practica la elocuencia como medio de lucro, para engañar mediante
argucias y sofismos.

 Pródico de Ceos –filósofo griego- hace gala de un enorme desprecio a todo


lo que sea mito o dios. Sin embargo, en su obra Heracles en la encrucijada se
inventa un relato sobre este héroe principal de los griegos  nos muestra a un
Heracles –único héroe que consigue llegar al Olimpo- que se plantea qué hacer
con su vida. Una primera mujer llamada Virtud, le dice que para destacar, ha
de trabajar por y para los dioses y de esta manera conseguirá fama y su ampa-
ro; pero una segunda mujer –Felicidad- le propone que descanse, mienta y dis-
frute de los placeres de la vida.

Con este ejemplo, Pródico de Ceos plantea la capacidad de convencer al recep-


tor del argumento bueno y del malo solo con la intervención de un personaje
mitológico.

Precisamente era esto lo que Sócrates criticaba a los sofistas: crear mitos o usar hé-
roes para sus intereses.

 CRíTICA MORAL  los griegos se preguntaban qué clase de dioses eran los suyos si
cometían los mismos errores que los mortales (adulterio, robo, infidelidad…). Esto
provocó una reacción en todos los que seguían creyendo en los mitos: defienden a hé-
roes y dioses con la idea de que los mitos albergan y esconden una verdad secreta, re-
velan una versad suprema que no todos pueden captar porque no conocen esa verdad.
Esta reacción contra la crítica moral de los mitos y los dioses se hacía mediante la ale-
goría (ἄλλος + αγορα)  interpretación paralela (RAE). Hay cuatro tipos de alego-
rías:

1. Alegoría física  defendida por la escuela estoica. Los defensores de la alegoría fí-
sica creen que no se saben interpretar los mitos y su verdadero significado de una
forma correcta, ni las obras en las que aparecen estos mitos (obras Homéricas):
precisamente esa sabiduría secreta está ya en los poemas de Homero, solo que no
saben verla. Uno de los pensadores más sobresalientes de esta alegoría fue Teó-
genes de Regio (s. VI a.C.) que pretendía dar una explicación de los mitos física y
cosmológica.

 Uno de los episodios más criticado de la Ilíada es la “teomaquia”: donde los


dioses luchan entre ellos. Los defensores de esta línea dicen que no se entiende
la enorme importancia de este episodio porque no se aprecia a primera vista,
hay que conocer las claves. Siguiendo esta teoría, se trataría de un combate de

©Carmen Albarrán
los elementos de la Naturaleza: Hera representaría el aire; Apolo, el sol; y Ár-
temis la luna, es decir, cada uno es un elemento de la verdadera creación del
mundo.

2. Alegoría histórica  defendida por la escuela peripatética (seguidores de Aristóte-


les que daban sus lecciones paseando de un lado a otro) y Evémero de Mesene (se
habla a menudo de evemerismo). Defiende que en realidad los mitos son relatos
verídicos pero hermoseados, cambiados para ser más bellos. Evémero (fin. s.IV –
princ. s.III a.C) nos cuenta en una de sus obras rescatadas, “Inscripción sagrada”, la
expedición de Félix de Arabia que encuentra en una isla cerca de las costas de la
India, dentro del templo de Zeus, una columna de oro con una inscripción en la que
se narraban gestas de los antiguos reyes de la isla. A continuación Evémero descri-
be los hechos principales de cada uno de ellos: todos eran hombres notables que
realizaron grandes obras para asegurarse honores e inmortalidad en la memoria
de sus pueblos. A partir de ahí, Evémero interpreta que los dioses eran simplemen-
te hombres a los que se les ha dado esa condición de divinidades por sus actos o
por haber sido hombres relevantes. Es contra el evemerismo que ataca el catoli-
cismo.

3. Alegoría moral  defendida por la escuela pitagórica. Los pitagóricos pretendían


establecer unas determinadas normas de vida (vegetarianismo, reencarnación,…).
Alegaban que los mitos tradicionales tenían una lectura moral, daban claves que
concordaban con su forma de explicar el mundo.

 Dánao –descendiente de Zeus- tenía 50 hijas y su hermano, Egipto, 50 hijos.


Éste último quería casar a sus hijos con las hijas de Dánao, pero él se opuso. Es
por este motivo que marchan a Argos, pero ellos les siguen y por obligación,
ellas tienen que hacerlo. Su padre, Dánao, comunica a sus hijas que la noche de
bodas tienen que matar a sus esposos, pero una de ellas, al ver que era tan be-
névolo con su persona, no lo hace. Tanto las que cumplieron con la orden de su
padre, como la que le desobedeció, reciben un castigo: las condenan a llenar
eternamente un tonel sin fondo con un cedazo.

Según los pitagóricos este mito refleja el alma de las personas no se contentan
con nada, que nunca se ven satisfechas. Su alma puede convertirse en el tonel sin
fondo que no podrá satisfacerse a no ser que sigan sus doctrinas filosóficas.

4. Alegoría Mística  defendida por los neopitagóricos y neoplatónicos (s. II - IV d.C.)


Es la más compleja ya que combina elementos de las tres anteriores. En estas in-
terpretaciones entran elementos físicos y morales.

Gracias a todas estas interpretaciones de los mitos, muchos de ellos sobrevivieron y es lo que
va a nutrir la literatura medieval o posterior y el CRISTIANISMO  todos esos dioses y mitos
van a ser reaprovechados una y otra vez para fijar los orígenes y crear la historia de las culturas
y pueblos de la Edad Media y el Renacimiento, de modo que todos descienden de una manera
u otra de la teogonía griega. El cristianismo hace ver que los mitos son verdades camufladas
que tienen que ser reinterpretadas. Por ejemplo, Venus es importante para los romanos por-
que era la madre de Eneas –igualmente importante por ser un luchador troyano-; es por ese
motivo que los emperadores, considerados descendientes de Eneas, alzan monumentos para
conmemorar a Venus.

©Carmen Albarrán
II. LOS DIOSES GRIEGOS

Paso del no ser al


ser: la creación

COSMOGONÍA TEOGONÍA

Orden, buena organización, Θεος


universo concebido como algo
ordenado y lo ordenado es
bello y armónico

Los griegos no distinguían entre cosmogonía y teogonía  los primeros dioses eran represen-
taciones de la Tierra, el Sol, la Luna,… Según avanzamos en las generaciones, los dioses dejan
de ser personificaciones de los elementos terrestres y los adoptan única y exclusivamente co-
mo atributo, pareciéndose más a los hombres (antropomorfismo): a Hera se la relaciona con el
aire y a Apolo, con el sol, pero esas divinidades ya no son dichas fuerzas de la naturaleza.

Pero el mundo de los dioses se va haciendo cada vez más perfecto, en contraposición al mun-
do caótico de los hombres: en el mundo de los dioses, hay un paso del caos al orden. Esta idea
no solo aparece en Grecia, sino también el mundo mesopotámico y en el mundo de los hititas
 pueblo indoeuropeo poseedor de un poderoso Imperio en Anatolia (actual Turquía) llegan-
do a considerarse una gran potencia mundial. En 1.200 a.C, hubo una movilización de los pue-
blos del mar que descendieron desde sus tierras y lo asolaron todo; el Imperio Hitita fue des-
truido, pero en el siglo pasado se llevaron a cabo unas excavaciones y se descubrieron las rui-
nas y la biblioteca de ese antiguo imperio. En la biblioteca se encontraron tablillas escritas
mediante escritura cuneiforme en barro cocido; estos documentos no han sido nunca manipu-
lados ya que quedaron sepultados bajo las ruinas. Así, mientras más sabemos sobre los mitos
de la cultura hitita, mayor es la coincidencia en el origen de los dioses de ambas culturas.

El hecho de que Grecia se vea como la cuna de la civilización es una visión helenocéntrica.
Realmente el milagro griego ocurrió gracias a que los helenos convivieron con otras civilizacio-
nes y sus relaciones exteriores contribuyeron a la grandeza de su imperio. Además, antes de
que los griegos se establecieran en su región, allí habitaba otra cultura –preheládica o prehe-
lénica-.

Hesíodo hace referencia a la creación de la cosmogonía y la teogonía en su obra Teogonía, en


la que sistematiza los mitos del origen de los dioses, crea un cierto orden en las generaciones
de los dioses. No fue la única obra llamada teogonía, pero sí la única que sobrevivió con esa
importancia.

 Mesopotamia (zona de oriente próximo)  significa “entre dos ríos” (Tigris y Eúfrates) las
culturas se superponen unas a otras. En el segundo y tercer milenio ya había asentadas civi-
lizaciones que poseían sistemas de tablillas de arcilla en escritura cuneiforme que han lle-
gado hasta nuestros días.

Los primeros libros sobre los dioses a los que tenemos acceso es en la época babilónica
(1125 a.C), aunque provienen de antes  Enûma Elish (“cuando en lo alto”): es un poema
que cuenta que en el principio había una pareja primordial, Tiamat –las aguas saladas- y

©Carmen Albarrán
Apsû –las aguas dulces-. Van creando diferentes dioses: mientras Apsû y posteriores van en-
trando en un mundo de orden, Tiamat se va quedando en el caos. En la tercera generación
aparece el Marduk que mata a Tiamat –el líder de la lucha entre la primera y la segunda +
tercera generación-. Del cuerpo de Tiamat se crea el mundo y los hombres. El Marduk será
quien ponga fin a esa lucha de generaciones, estableciendo un nuevo orden que da lugar a
la época de los babilonios, convirtiéndose en el jefe del panteón de dioses. El día de año
nuevo de los babilonios se leía este poema con la intención de que todo el mundo lo recor-
dase.

 Entre los mesopotamios y los hititas se sabe actualmente que hubo conexiones  esta
lucha intergeneracional lleva del caos inicial al orden; de igual manera ocurre en la cosmo-
gonía y teogonía griega –no se puede ignorar la coincidencia-, aunque hay una transición:
actuaron como intermediarios los Hurritas. No sabemos su filiación como pueblo, sin em-
bargo su nivel cultural era altísimo y sus escritos fueron utilizados por los hititas. A través
de los hititas será como lleguen estas tradiciones o mitos a Grecia (las asumen totalmente
como suyas), no a través de los mesopotamios.

Lo esencial de la teogonía hurrita  esquema que recuerda el Mesopotamio: supone una


lucha de poder entre los dioses, un enfrentamiento de generaciones y un paso del caos al
orden, camino de un mundo cada vez más perfecto donde hay un dios a la cabeza de todo.

 Hititas Sus textos hablan de que en los principios había un Rey del Cielo, Alalu. Un dios
inferior que estuvo a su servicio durante 9 años, Anu, se rebela y le quita el trono obligándo-
le a recluirse en las entrañas de la tierra. Éste, a su vez, tenía un siervo –Kumarbi- que pos-
teriormente también se subleva. Anu consigue escapar hacia el cielo, pero Kumarbi le tira
de los pies durante la transición y le muerde los genitales. Entonces, una parte de la virilidad
de Anu penetró en Kumarbi. Anu maldice sus entrañas y le dice que lo ha preñado con una
horrible carga de dioses. Kumarbi se libra de parte de esa carga escupiendo, pero las demás
deidades van naciendo de las diferentes partes de su cuerpo (oído, cráneo,…). Así explican el
nacimiento de nuevos dioses como Tigris y Tasmisu. Uno de los dioses que nace de Kumarbi
es Tesub –dios de la tormenta y líder de la guerra (equivalente a Zeus)- que llega a ser el
dios supremo, el más importante para los hititas.

En los mitos hurro-hititas, en general, se repiten varios conceptos: las luchas de poder, el
enfrentamiento entre generaciones y el consiguiente paso del caos al orden. En esta evolu-
ción hay nacimientos de dioses y, normalmente, el “héroe” nace de una manera extraña
(no siempre hay una concepción natural entre hombre y mujer, sino que en múltiples oca-
siones son concepciones extraordinarias).

Ahora bien, ahí no acaba todo  siempre hay dioses intermedios que intentan volver a es-
tablecer el caos teniendo nuevos hijos. En la mitología hurrita, es Kumarbi el que intenta
regresar y lo hace dos veces:

- Kumarbi mantiene relaciones con la hija del dios del mar y conciben a Hedarmu: un hi-
jo con forma de serpiente mostruosa con una gran voracidad, que puede destruir el
mundo. Imposible de mantener, Tesub y los demás dioses del panteón lo quieren ma-
tar para que no altere el orden. Recurren a Ishtar –diosa del amor- que se acerca a la
orilla del mar para seducir al monstruo y así Tesub consigue matarlo. Estas mismas ca-
racterísticas las veremos luego en Tifón.

©Carmen Albarrán
- Canto de Ullikummi: Kumarbi deposita su semen en una roca de la que nace una pie-
dra con una gran facultad de crecimiento llamada Ulikummi. Lo deposita sobre la es-
palda de Upelluri, el gigante que en la mitología hitita sostiene el mundo sobre sus
hombros (homónimo de Atlas), y en 15 días crece tan desmesuradamente que supera
el nivel del mar. El primero en darse cuenta es el Sol que avisa a Tesub para que bus-
que una solución. En este episodio, Ishtar no consigue seducirlo ya que la gran bestia
no puede verla ni escuchar sus encantos para sucumbir. Los dioses realizan una asam-
blea, ante el miedo de que llegue a donde viven ellos, en la que el sustentante del
mundo dice que no notó nada de la misma manera que cuando el cielo y la tierra fue-
ron separados por un cortante. Es entonces cuando los dioses buscan el cortante en el
mundo de sus abuelos y con él destruyen a Ulikummi.

En ambos monstruos lo que encontramos es que: aluden a fenómenos de la naturaleza


que pretenden acabar con el orden; y la idea de que los dioses podían revertir esos inten-
tos de volver al caos.

EL COMIENZO DE LA OBRA DE HESÍODO “TEOGONÍA”


Al principio había el Caos –el vacío-, después la ancha Gea –la Tierra personificada- y existía el
Tártaro.

En la mitología griega, las almas van a parar al Hades (el inframundo o infierno),
no al Tártaro que es la zona más profunda de la tierra donde van aquellos seres
primordiales que son castigados por Zeus por haber atentado contra su poder, pa-
ra evitar que sigan molestando e intentando volver al caos (un yunque tardaría 9
días en caer del Cielo hasta la Tierra y 9 días más en caer de la Tierra hasta el Tár-
taro).

También existía Eros un hermosísimo joven, el amor personificado, encargado de


causar el enamoramiento. Es la fuerza generadora primigenia
que va a ayudar a que comiencen a crearse los distintos se-
res. Es una deidad primordial. La imagen de Cupido como un
bebé lanzador de flechas es la versión latina de Virgilio.

Caos, por sí mismo, engendra a Érebo –la tiniebla más profunda, la oscuridad absoluta- y a la
Noche –la oscuridad contraria al día-. De la Noche y Érebo (primera unión amorosa) surgieron
el Éter –la luz más perfecta, la claridad absoluta- y el Día –la luz contraria a la noche-. Noche y
día son enti- dades relati-
vas: el mundo en el que se
mueven los hombres.

©Carmen Albarrán
“En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de to-
dos los inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo. En el fondo de la tierra de anchos
caminos existió el tenebroso Tártaro. Por último, Eros, el más hermoso entre los dioses inmor-
tales, que afloja los miembros y cautiva de todos los dioses y todos los hombres el corazón y la
sensata voluntad en sus pechos. Del Caos surgieron Érebo y la negra Noche. De la Noche a su
vez nacieron el Éter y el Día, a los que alumbró preñada en contacto amoroso con Erebo. Gea
alumbró primero al estrellado Urano con sus mismas proporciones, para que la contuviera por
todas partes y poder ser así sede siempre segura para los felices dioses. También dio a luz a las
grandes Montañas, deliciosa morada de diosas, las Ninfas que habitan en los boscosos montes.
Ella igualmente parió al estéril piélago de agitadas olas, el Ponto, sin mediar el grato comer-
cio”.

Gea engendra ella sola a Urano (Cielo), las Montañas, los Valles y el Ponto (Mar).

 Se produce un momento de avance cuando Gea se une con Urano. Es relación la podemos
observar como un paso hacia el optimismo. En la siguiente generación, desaparece la personi-
ficación con los elementos naturales y empiezan a aparecer los dioses antropomorfizados que
conforman el panteón olímpico.

Descendientes de Gea y Urano


Gea y Urano engendran a los Titanes -6 varones y 6 hembras (titánides)-, a los Cíclopes –dan a
Zeus el trueno, el relámpago y el rayo; tienen un solo ojo; gran vigor y fuerza- y a los Hecatón-
quiros o Centímanos -3 gigantes con 100 brazos y 50 cabezas y una fuerza temible-.

©Carmen Albarrán
“Luego, acostada con Urano, alumbró a Océano de profundas corrientes, a Ceo, a Crío, a Hiper-
ión, a Jápeto, a Tea, a Rea, a Temis, a Mnemóside, a Febe de áurea corono y a la amable Tetis.
Después de ellos nació el más joven, Cronos, de mente retorcida, el más terrible de los hijos y se
llenó de un intenso odio hacia su padre. Dio a luz además a los Cíclopes de soberbio espíritu, a
Brontes, a Estéropes y al violento Arges, que regalaron a Zeus el trueno y le fabricaron el rayo.
Estos en lo demás eran semejantes a los dioses, pero en medio de su frente había un solo ojo.
Cíclopes era su nombre por epónima, y que efectivamente, un solo ojo completamente redondo
se hallaba en su frente. El vigor, la fuerza y los recursos presidían sus actos. También de Gea y
Urano nacieron otros tres hijos enormes y violentos cuyo nombre no debe pronunciarse: Coto,
Briareo y Giges, monstruosos engendros. Cien brazos informes salían agitadamente de sus
hombros y a cada uno le nacían cincuenta cabezas de los hombros, sobre robustos miembros.
Una fuerza terriblemente poderosa se albergaba en su enorme cuerpo”.

Lo que más nos interesa es el tema de la castración de Urano por Crono  Todos estos
hijos engendrados estaban irritados son su padre porque continuaba engendrando y no los
dejaba salir del seno de Gea. Ella, harta, crea en su interior una hoz y los anima a salir y a ma-
tar a su padre. Todos declinan la oferta excepto Crono, el menor de los titanes, que cuando su
padre se aproxima le corta los genitales con la hoz y los lanza al mar. Se ha producido la sepa-
ración entre el Cielo y la Tierra con un cortante. La sangre de los genitales la recoge Gea y al
cabo de un año, da a luz a las Melíades –ninfas de los fresnos, los espíritus de estos árboles
con los que se fabrican las lanzas que sirven para matar-, a los Gigantes –seres enormes- y a
las Erinias –equivalentes a las Furias que persiguen a los que han roto la justicia, son la perso-
nificación de la venganza de sangre-. Los testículos lanzados al Pontos vagaron por el mar pa-
sando por Chipre y la isla de Citera (donde Afrodita es venerada). Afrodita nace de la espuma
que se crea alrededor de esos genitales arrojados al mar.

 La aparición de Afrodita produce el elemento de atracción entre los sexos, entre los opues-
tos. Ella será la que decide sobre las relaciones. Estas uniones se consideran más perfectas que
el antiguo engendrar continuo.

“Pues bien, cuantos nacieron de Gea y Urano, los hijos más terribles, estaban irritados
con su padre desde siempre. Y cada vez que alguno de ellos estaba a punto de nacer, Urano los
retenía a todos ocultos en el seno de Gea sin dejarles salir a la luz y se gozaba cínicamente con
su malvada acción. La monstruosa Gea, a punto de reventar, se quejaba en su interior y urdió
una cruel artimaña. Produciendo al punto un tipo de brillante acero, forjó una enorme hoz y
luego explicó el plan a sus hijos. Armada de valor dijo afligida en su corazón: ¡Hijos míos y de
soberbio padre! Si queréis seguir mis instrucciones, podremos vengar el cruel ultraje de vuestro
padre; pues él fue el primero en maquinar odiosas acciones. Asé habló y lógicamente un temor
los dominó a todos y ninguno de ellos se atrevió a hablar. Mas el poderoso Cronos, de mente
retorcida, armado de valor, al punto respondió con estas palabras a su prudente madre: Ma-
dre, yo podría, lo prometo, realizar dicha empresa, ya que no siento piedad por nuestro abomi-
nable padre; pues él fue el primero en maquinar odiosas acciones. Así hablo. La monstruosa
Gea se alegró mucho en su corazón y le apostó secretamente en emboscada. Puso en sus ma-
nos una hoz de agudos dientes y disimuló perfectamente la trampa. Vino el poderoso Urano
conduciendo la noche, se echó sobre la tierra ansioso de amor y se extendió por todas partes. El
hijo, saliendo de su escondite, logró alcanzarle con la mano izquierda, empuñó con la derecha
la prodigiosa hoz, enorme y de afilados dientes, y apresuradamente segó los genitales de su
padre y luego los arrojó a la ventura por detrás. No en vano escaparon aquellos de su mano.
Pues cuantas gotas de sangre salpicaron, todas las recogió Gea. Y al completarse un año, dio a

©Carmen Albarrán
luz a las poderosas Erinias, a los altos Gigantes de resplandecientes armas, que sostienen en su
mano largas lanzas, y a las Ninfas que llaman Melias sobre la tierra ilimitada. En cuanto a los
genitales, desde el mismo instante en que los cercenó con el acero y los arrojó lejos del conti-
nente en el tempestuoso ponto, fueron luego llevados por el piélago durante mucho tiempo. A
su alrededor surgía del miembro inmortal una blanca espuma y en medio de ella nació una
doncella. Primero navegó hacia la divina Citera y desde allí se dirigió después a Chipre rodeada
de corrientes. Salió del mar la augusta y bella diosa, y bajo sus delicados pies crecía la hierba
en torno. Afrodita la llaman los dioses y hombres, porque nació en medio de la espuma, y tam-
bién Citerea, porque se dirigió a Citera. Ciprogénea, porque nació en Chipre de muchas olas, y
Filomedea, porque surgió de los genitales. La acompaño Eros y la siguió el bello Hímero al prin-
cipio cuando nació, y luego en su marcha hacia la tribu de los dioses. Y estas atribuciones posee
desde el principio y ha recibido como lote entre los hombres y dioses inmortales: las intimida-
des con doncellas, las sonrisas, los engaños, el dulce placer, el amor y la dulzura. A estos dioses
su padre, el poderoso Urano, les dio el nombre de Titanes aplicando tal insulto a los hijos que el
mismo engendró. Decía que en su intento, con temeraria sensatez habían cometido un acto
terrible por el que luego tendrían justo castigo”

©Carmen Albarrán
CUADRO SINÓPTICO DE LA DESCENDENCIA DE LOS TITANES

OCÉANO
RÍOS DE LA TIERRA ****(Ver cuadro siguiente)

TETIS

T MNEMOSINE

NUEVE MUSAS

ZEUS

IAPETO ATLAS
I PROMETEO

EPIMETEO
ASIA MENECIO

CEO
ASTERIA

LETO
FEBE
T
HIPERIÓN HELIO

SELENE

TEA EOS (AURORA)

TEMIS
A
HORAS

ZEUS

CRONO
CENTAURO QUIRÓN
N
FILIRA

CRONO HESTIA (VESTA)


DEMETER (CERES)
HERA (JUNO)
HADES (PLUTÓN)
E POSEIDÓN (NEPTUNO)
REA ZEUS (JÚPITER)

CRIO ASTREO

PALANTE
S
EURIBIA PERSES

©Carmen Albarrán
Urano maldice a Cronos con una condena similar y él intenta que no le suceda. Crono, en su
lugar, devora a sus hijos en el momento que nacen sabiendo que uno de ellos debía destronar-
lo. De la unión de Crono y Rea nacen Hestia –diosa del hogar-, Deméter –diosa de la agricultu-
ra-, Hera –diosa del matrimonio-, Hades –dios del inframundo-, Posidón –dios del mar- y Zeus
–dios de dioses y hombres-.
Κρονος (cronos)  Χρονος (chronos) > se
juega con los dos nombres y se dice que es Rea, en el momento del nacimiento de
normal que el tiempo vaya devorando a sus Zeus, lo oculta en la isla de Creta y a Crono
hijos. le da una piedra envuelta en pañales para
que se la coma (cuento de los 7 cabritillos).
Los detalles de la infancia de Zeus no los cuenta Hesíodo, sino que los narran autores latinos
posteriores. La deidad se cría en una gruta de Creta donde está al cuidado de una ninfa y es
alimentado por la cabra Amaltea. En esa misma isla habitaban unos seres guerrilleros que con
el ruido de sus armas impedían que se escuchasen los llantos del crónida. Zeus, ya adulto, de-
cide vengarse de su padre haciendo que vomite a todos sus hermanos, pero en orden inverso.
Así, primero sale la piedra que ocupó su lugar y después Posidón, Hades, Hera, Deméter y Hes-
tia. La piedra después se depositará en Delfos.

“Rea, entregada a Cronos, tuvo famosos hijos: Histia, Deméter, Hera de áureas sanda-
lias, el poderoso Hades que reside bajo la tierra con implacable corazón, el resonante Ennosi-
geo y el prudente Zeus, padre de dioses y hombres, por cuyo trueno tiembla la anchurosa tie-
rra. A los primeros se los tragó el poderoso Cronos según iban viniendo a sus rodillas desde el
sagrado vientre de su madre, conduciéndose así para que ningún otro de los ilustres descen-
dientes de Urano tuviera dignidad real entre los Inmortales. Pues sabía por Gea y el estrellado
Urano que era su destino sucumbir a manos de su propio hijo, por poderoso que fuera, víctima
de los planes del gran Zeus. Por ello no tenía descuidada la vigilancia, sino que, siempre al ace-
cho, se iba tragando a sus hijos; y Rea sufría terriblemente. Pero cuando ya estaba a punto de
dar a luz a Zeus, padre de dioses y hombres, entonces suplicó enseguida a sus padres, los de
ella, Gea y el estrellado Urano, que le ayudaran a urdir un plan para tener ocultamente el parto
de su hijo y vengar las Erinias de su padre y de los hijos que se tragó el poderoso Cronos de
mente retorcida. Aquellos escucharon atentamente a su hija y la obedecieron; la pusieron am-
bos al corriente de cuanto estaba decretado que ocurriera respecto al rey Cronos y a su intrépi-
do hijo, y la enviaron a Licto, a un rico pueblo de Creta, cuando ya estaba a punto de parir al
más joven de sus hijos, el poderoso Zeus. A éste le recogió la monstruosa Gea para criarlo y
cuidarlo en la espaciosa Creta. Allí se dirigió, llevándole, al amparo de la rápida negra noche,
en primer lugar, a Licto. Le cogió en sus brazos y le ocultó en una profunda gruta, bajo las en-
trañas de la divina tierra, en el monte Egeo de densa arboleda. Y envolviendo en pañales una
enorme piedra, la puso en manos del gran soberano Uránida, rey de los primeros dioses. Aquel
la agarró entonces con sus manos y la introdujo en su estómago, ¡desgraciado! No advirtió en
su corazón que, a cambio de la piedra, se le quedaba para el futuro su invencible e imperturba-
ble hijo, que pronto, venciéndole con su fuerza y sus propias manos, iba a privarle de su digni-
dad y a reinar entre los Inmortales. Rápidamente crecieron luego el vigor y los hermosos
miembros del soberano. Y al cabo de un año echó fuera de nuevo su prole el poderoso Cronos
de mente retorcida, engañado por las hábiles indicaciones de Gea, vencido por la fuerza y habi-
lidad de su hijo. Primero vomitó la piedra, última cosa que se tragó; y Zeus la clavó sobre la
anchurosa tierra, en la sacratísima Pito, en los valles del pie del Parnaso, monumento para la
posteridad, maravilla para los hombres mortales. Libró a sus tíos paternos de sus dolorosas
cadenas, a los Uránidas Brontes, Estéropes y el vigoroso Arges, a los que insensatamente enca-
denó su padre; aquellos le guardaron gratitud por sus beneficios y le regalaron el trueno, el

©Carmen Albarrán
llampeante rayo y el relámpago; antes los tenía ocultos la enorme Gea, y con ellos seguro go-
bierna a mortales e inmortales”

Estamos en la misma situación que con Marduk y Tesub  Zeus estaba condenado al mismo
destino que sus antepasados, de manera que uno de sus hijos intentaría arrebatarle el trono.
Su primera esposa fue Metis –la astucia personificada- con la que primero tendría una hija y
después un hijo que sería el que lucharía contra su padre. Pero antes de su nacimiento y para
que no le sucediese lo mismo que a Cronos, él decidió comerse a Metis y así solucionó el pro-
blema de la lucha por la soberanía. Meses después, el fruto de esa unión previa, la diosa Ate-
nea, nace de la cabeza de Zeus. Es alumbrada ya mayor y armada y es la predilecta de Zeus.

Zeus queda como dios supremo. Pero no es un dios creador (primigenio), ni siquiera controla
el destino y eso es algo peculiar de la tradición griega: no son omnipotentes, ni controlan el
destino.

“Zeus rey de dioses tomó como primera esposa a Metis, la más sabia de los dioses y
hombres mortales. Mas cuando ya faltaba poco para que naciera la diosa Atenea de ojos glau-
cos, engañando astutamente su espíritu con ladinas palabras, Zeus se la tragó por indicación
de Gea y del estrellado Urano. Así se lo aconsejaron ambos para que ningún otro de los dioses
sempiternos tuviera la dignidad real en lugar de Zeus. Pues estaba decretado que nacieran de
ella hijos muy prudentes: primero, la doncella de ojos glaucos Tritogenia que iguala a su padre
en coraje y sabia decisión; y luego, era de esperar que naciera un hijo rey de dioses y hombres
con arrogante corazón. Pero Zeus se la tragó antes para que la diosa le avisara siempre de lo
bueno y de lo malo”.

Intentos de arrebatar a Zeus su soberanía


De la misma manera que en la mitología hurrita hay dos intentos de arrebatarle el poder a
Tesub, en la mitología griega habrá cuatro episodios en los que se narra ese intento de arreba-
tar el poder a Zeus y a los demás dioses del Olimpo.

- Titanomaquia
Fuentes antiguas
- Tifonomaquia (el término maquia significa lucha)

- Gigantomaquia
Fuentes modernas
- Alóada

Las dos primeras son episodios antiguos que corresponden al momento en el que Zeus acaba
de alcanzar el poder y seres de esa etapa más primitiva van a intentar arrebatárselo. Los otros
dos son episodios posteriores, puesto que en el curso de la narración aparecen ya hombres, no
solo intervienen los dioses.

1. TITANOMAQUIA
Los hermanos de Crono (Titanes) no están de acuerdo con que Zeus se quede con el poder e
intentan arrebatárselo. Eso genera un lucha descomunal, pero primitiva (ni siquiera tenían
armas). Zeus se hace con la ayuda de los Cíclopes –que le proporcionan el rayo, el trueno y el
relámpago- y los Hecatónquiros – que apoyan a los Olímpocos porque Crono los encerró en el
Tártaro cuando se hizo con el poder (al considerarlos la fuerza bruta del brazo y de la pierna) y
ellos les liberan-. Gracias la fuerza de unos y a las armas de los otros, Zeus logra derrotar a los
Titanes que al final de la lucha son encerrados en el Tártaro custodiados por los Centímanos.

©Carmen Albarrán
“A Briareo, a Coto y a Giges, cuando en un principio su padre se irritó con ellos en su
corazón, les ató con fuerte cadena receloso de su formidable vigor, así como de su belleza y
estatura, y les hizo habitar bajo la espaciosa tierra. Allí aquellos, entre tormentos, viviendo bajo
la tierra, permanecieron en lugar remoto, en los confines de la ancha tierra, por largo tiempo,
muy angustiados y con su corazón lleno de terrible dolor. Mas el Crónida y los demás dioses
inmortales que concibió Rea de hermosos cabellos en abrazo con Cronos, de nuevo los conduje-
ron a la luz según las indicaciones de Gea. Pues ésta les explico con todo detalle que con su
ayuda conseguirían la victoria y brillante fama. Ya hacía tiempo que luchaban soportando dolo-
rosas fatigas enfrentados unos contra otros a través de violentos combates, los dioses Titanes y
los que nacieron de Cronos; aquellos desde la cima del Otris, los ilustres Titanes, y éstos desde
el Olimpo, los dioses dadores de bienes a los que parió Rea de hermosos cabellos acostada con
Cronos. Por entonces enfrascados unos con otros en fatigosa lucha, llevaban ya combatiendo
en conjunto más de diez años. Y no se veía solución de la dura contienda ni final a favor de
unos o de otros, sino que el resultado de la guerra permanecía indeciso. Pero cuando Zeus ofre-
ció a aquellos todos los alimentos, néctar y ambrosía, que los propios dioses comen, creció en el
pecho de todos ardorosa pasión, cuando probaron el néctar y la deliciosa ambrosía. Entonces
ya les habló el padre de hombres y dioses: ¡Escuchadme, ilustre hijos de Gea y Urano, para que
os diga lo que me dicta el corazón en mi pecho! Por largo tiempo ya enfrentados unos con
otros, luchamos todos los días por la victoria y el poder los dioses Titanes y los que nacimos de
Cronos. Pero mostrad vosotros vuestra terrible fuerza e invencibles brazos contra los Titanes en
funesta lucha, recordando nuestra dulce amistad y como después de tantos tormentos bajo
dolorosa cadena, de nuevo vinisteis a la luz saliendo de la oscura tiniebla por decisión nuestra.
Así dijo y al punto a su vez le respondió el intachable Coto: ¡Divino! No nos descubres cosas
ignoradas, sino que también nosotros sabemos cuán excelentes son tus pensamientos e inteli-
gencia. Paladín fuiste para los Inmortales de una cruel contienda y por tu sabiduría regresamos
de nuevo saliendo de aquella oscura tiniebla, ¡soberano hijo de Cronos!, después de sufrir de-
sesperantes tormentos entre inexorables cadenas. Por ello también ahora, con corazón firme y
resuelta decisión, defenderemos vuestro poder en terrible batalla luchando contra los Titanes a
través de violentos combates. Así habló. Aplaudieron los dioses dadores de bienes al escuchar
sus palabras, y su espíritu anhelaba la guerra con más ansia todavía que antes. Provocaron
aquel día una lucha terrible todos, hembras y varones, los dioses Titanes y los que nacieron de
Cronos y aquellos a los que Zeus, sumergidos en el Érebo bajo la tierra, trajo a la luz, terribles,
violentos y dotados de formidable vigor. Cien brazos salían agitadamente de sus hombros, para
todos igual, y a cada uno cincuenta cabezas le nacían de los hombros, sobre robustos miem-
bros. Aquellos entonces se enfrentaron a los Titanes en funesta lucha, con enormes rocas en
sus robustas manos. Los Titanes, de otra parte, armaron sus filas resueltamente. Unos y otros
exhibían el poder de sus brazos y su fuerza. Terriblemente resonó el inmenso ponto y la tierra
retumbó con gran estruendo; el vasto cielo gimió estremecido y desde su raíz vibró el elevado
Olimpo por el ímpetu de los Inmortales. La violenta sacudida de las pisadas llegó hasta el tene-
broso Tártaro, así como el sordo ruido de la indescriptible refriega y de los violentos golpes. ¡De
tal forma se lanzaban recíprocamente funestos dardos! La voz de unos y otros llamándose llegó
hasta el estrellado cielo y aquellos chocaron con enorme alalá. Ya no contenía Zeus su furia,
sino que ahora se inundaron al punto de cólera sus entrañas y exhibió toda su fuerza. Al mismo
tiempo, desde el cielo y desde el Olimpo, lanzando sin cesar relámpagos, avanzaba sin detener-
se; los rayos, junto con el trueno y el relámpago, volaban desde su poderosa mano, girando sin
parar su sagrada llama. Por todos lados resonaba la tierra portadora de vida envuelta en lla-
mas y crujió con gran estruendo, envuelto en fuego, el inmenso bosque. Hervía la tierra toda y
las corrientes del Océano y el estéril ponto. Una ardiente humareda envolvió a los Titanes naci-

©Carmen Albarrán
dos del suelo y una inmensa llamarada alcanzó la atmósfera divina. Y cegó sus dos ojos, aun-
que eran muy fuertes, el centelleante brillo del rayo y del relámpago. Un impresionante bo-
chorno se apoderó del abismo y pareció verse ante los ojos y oírse con los oídos algo igual que
cuando se acercaron Gea y el vasto Urano desde arriba. Pues tan gran estruendo se levantó
cuando, tumbada ella, aquel se precipitó desde las alturas. ¡Tanto estruendo se produjo al cho-
car los dioses en combate! Al mismo tiempo, los vientos expandían con estrépito la conmoción,
el polvo, el trueno, el relámpago y el llameante rayo, armas del poderoso Zeus, y llevaban el
griterío y el clamor en medio de ambos. Un estrépito impresionante se levantó, de terrible con-
tienda; y saltaba a la vista la violencia de las acciones. Declinó la batalla; pero antes, atacán-
dose mutuamente, luchaban sin cesar a través de violentos combates. Entonces aquellos, Coto,
Briareo y Giges insaciable de lucha, en la vanguardia provocaron un violento combate. Tres-
cientas rocas lanzaban sin respiro con sus poderosas manos y cubrieron por completo con estos
proyectiles a los Titanes. Los enviaron bajo la anchurosa tierra y los ataron entre inexorables
cadenas después de vencerlos con sus brazos, aunque eran audaces, tan hondos bajo la tierra
como lejos está el cielo de la tierra; esa distancia hay desde la tierra hasta el tenebroso Tárta-
ro. Pues un yunque de bronce que bajara desde el cielo durante nueve noches con sus días, al
décimo llegaría a la tierra; e igualmente un yunque de bronce que bajara desde la tierra duran-
te nueve noches con sus días, al décimo llegaría al Tártaro”.

2. TIFONOMAQUIA

Gea no se contenta con esta derrota, por lo que idea una nueva estrategia para vencer a Zeus y
engendra a Tifón  monstruo cuyo origen se sitúa en Asia Menor, con forma de dragón o
representado con formas serpentíneas, y que tenía 100 cabezas de dragón (guarda relación
con el ser hitita llamado Hedarmu, el hijo engendrado por Kumarbi con la hija).
Ese Tifón llena de miedo a todos los dioses y estos deciden marcharse a Egipto (los mitógrafos
tardíos querían relacionar sus mitos con los egipcios), donde se camuflan adoptando formas
animales. Sólo Zeus y Atenea le hacen frente, logrando vencerlo y enterrarlo bajo tierra. Algu-
nos dicen que lo entierran bajo el monte Etna.
Otra versión nos cuenta que Tifón arrebata los tendones a Zeus y los oculta, dejándolo incapa-
citado para la lucha. Será Hermes (el dios mediador por excelencia) el que los encuentre y los
recupere. Zeus, vigoroso de nuevo, derrota a Tifón.

“Luego que Zeus expulsó del cielo a los Titanes, la monstruosa Gea concibió su hijo más
joven, Tifón en abrazo amoroso con Tártaro preparado por la dorada Afrodita. Sus brazos se
ocupaban en obras de fuerza e incansables eran los pies del violento dios. De sus hombros sa-
lían cien cabezas de serpiente, de terrible dragón, adardeando con sus negras lenguas. De los
ojos existentes en las prodigiosas cabezas, bajo las cejas, el fuego lanzaba destellos y de todas
sus cabezas brotaba ardiente fuego cuando miraba. Tonos de voz había en aquellas ardientes
cabezas que dejaban salir un lenguaje variado y fantástico. Unas veces emitían articulaciones
como para entenderse con dioses, otras un sonido con la fuerza de un toro de potente mugido,
bravo e indómito, otras de un león de salvaje furia, otras igual que los cachorros, maravilla
oírlo, y otras silbaba y le hacían eco las altas montañas”.

“Y tal vez hubiera realizado una hazaña casi imposible aquel día y hubiera reinado en-
tre mortales e inmortales, de no haber sido tan penetrante la inteligencia del padre de hombres
y dioses. Tronó reciamente y con fuerza y por todas partes terriblemente resonó la tierra el
ancho cielo arriba, el ponto, las corrientes del Océano y los abismos de la tierra. Se tambaleaba
el alto Olimpo bajo sus inmortales pies cuando se levantó el soberano y gemía lastimosamente

©Carmen Albarrán
la tierra. Un ardiente bochorno se apoderó del ponto de azulados reflejos, producido por ambos
y por el trueno, el relámpago, el fuego vomitado por el monstruo, los huracanados vientos y el
fulminante rayo. Hervía la tierra entera, el cielo y el mar. Enormes olas se precipitaban sobre
las costas por todo alrededor bajo el ímpetu de los Inmortales y se originó una conmoción
infinita. Temblaba Hades, señor de los muertos que habitan bajo la tierra, y los Titanes que,
sumergidos en el Tártaro, rodean a Cronos, a causa del incesante estruendo y la horrible bata-
lla. Zeus, después de concentrar toda su fuerza y coger sus armas, el trueno, el relámpago y el
llameante rayo, le golpeó saltando desde el Olimpo y envolvió en llamas todas las prodigiosas
cabezas del terrible monstruo. Luego que le venció fustigándole con sus golpes, cayó aquel de
rodillas y gimió la monstruosa tierra, Fulminado el dios, una violenta llamarada surgió de él
cuando cayó entre los oscuros e inaccesibles barrancos de la montaña. Gran parte de la mons-
truosa tierra ardía con terrible humareda y se fundía igual que el estaño cuando por arte de los
hombres se calienta en el bien horadado crisol o el hierro que es mucho más resistente, cuando
se le somete al calor del fuego en los barrancos de las montañas, se funde en el suelo divino por
obra de Hefesto; así entonces se fundía la tierra con la llama del ardiente fuego. Y le hundió,
irritado de corazón, en el ancho Tártaro”

3. GIGANTOMAQUIA

Los gigantes se representan como seres primitivos, monstruosos, con un aspecto descomunal y
gran fuerza que vienen a encarnar las fuerzas sobrenaturales de la tierra. En muchas ocasiones
eran representados con los miembros terminados en forma serpentiforme (daba a entender
que guardaban un relación directa con la tierra), que los hacía ideales para ser representados
en los frontones de los templos.
En un determinado momento, a partir del s.V, se les va a empezar a representar también con
forma humana, pero asimilándolos a los bárbaros y poniéndoles vestimentas bárbaras. Preci-
samente, muchos de los enfrentamientos de esa época (final de la época clásica y principios de
la Helenística) se van a entender en esa clave: los ataques de los bárbaros frente a los griegos
se entienden como una repetición o un volver otra vez a esas luchas entre los dioses olímpicos
frente a esas fuerzas sobrehumanas y brutales.

La lucha entre los gigantes y los Olímpicos estaba muy reñida. Pero los Olímpicos, mediante un
oráculo, supieron que no ganarían la batalla si un mortal no intervenía. Éste será Herácles
(Hércules) –de fuerza sobrehumana e hijo de Zeus-, héroe por excelencia que se enfrenta a
todo tipo de monstruos y cuya participación es decisiva ya que nivela las fuerzas. Este enfren-
tamiento supuso el triunfo final de los dioses frente a esas fuerzas del caos. Es, por tanto, una
historia posterior a las anteriores ya que aparecen mortales. No es un mito primigenio.

Este mito se utilizaba en la fiesta de las Panateneas  es gracias a Hércules por lo que consi-
guen la victoria, pero todos los dioses participan: el regalo por excelencia a la diosa era una
túnica bordada con la Titanomaquia o la Gigantomaquia porque ella había intervenido en la
lucha como fuerza fundamental para mantener el orden.

“Gea irritada a causa de los Titanes, procrea con Urano a los Gigantes: insuperables por su
tamaño e invencibles por su fuerza, mostraban temible aspecto, con espesa pelambre pendien-
te de la cabeza y el mentón, y escamas de dragón como pies. Habían nacido según unos en
Flegra, según otros en Palene. Arrojaban al cielo encinas encendidas y piedras. Aventajaban a
todos Porfirio y Alcioneo –que era inmortal mientras combatiera en su tierra nativa; éste expul-
só de Eritía las vacas de Helios. A los dioses se les había vaticinado que no podrían aniquilar a
ningún gigante a menos que un mortal combatiera a su lado. Conociendo esto Gea busca una

©Carmen Albarrán
droga para que no pudieran ser vencidos ni por un mortal. Pero Zeus prohibió aparecer a Eos,
Selene y Helios y, adelantándose, él mismo destruyó la sustancia y por medio de Atenea llamó
a Heracles en su ayuda. Éste primero disparó su arco contra Alcioneo, quien al caer en tierra se
reanimó. Por consejo de Atenea, Heracles lo arrastró fuera de Palene y de este modo acabó con
él. En la batalla Porfirio atacó a Heracles y a Hera. Zeus le inspiró deseo por Hera, y cuando
Porfirio le desgarró los vestidos queriendo forzarla y ella pidió ayuda, fue fulminado por Zeus y
asaeteado por Heracles. En cuanto a los demás gigantes, Apolo flechó a Efialtes en el ojo iz-
quierdo y Heracles en el derecho. Dioniso mató a Éurito con el tirso, Hécate a Clitio con Teas, y
Hefesto a Mimante lanzándole hierros candentes. Atenea arrojó sobre Encélado fugitivo la isla
de Sicilia, y habiendo arrancado la piel a Palante, con ella protegió su propio cuerpo en el com-
bate. Polipotes llegó a Cos perseguido a través del mar por Posidón; éste desgajó la parte de la
isla llamada Nísiro y se la echó encima. Hermes, cubierto con el casco de Hades durante la lu-
cha, mató a Hipólito, Ártemis a Gratión, las Moiras, armadas con mazas de bronce a Agrio y
Toante, y a los demás los destruyó Zeus alcanzándolos con sus rayos. Heracles remató con sus
flechas a todos los moribundos”.

4. ALÓADAS

Los alóadas, Oto y Efialtes, eran hijos de Aloeo e Ifimedia (realmente eran hijos de Posidón).
Ellos crecen descomunalmente (recordando al mito de Ullikummi). Cuando tuvieron 9 años
amontonaron los montes del mundo amenazando con llegar al Olimpo y así casarse con Hera y
Ártemis. En otra de sus travesuras, metieron a Ares (dios de la guerra) en una tinaja durante 13
meses hasta que Hermes acudió a su rescate.
Todo este tipo de comportamientos hacen enfadar a los dioses y deciden poner fin a esas
aventuras. A partir de aquí, hay diferentes versiones sobre el mito:

- En una ocasión es simplemente Zeus quien con el rayo y el relámpago se deshace de ellos.

- En otra ocasión interviene Apolo, que es hermano de Ártemis y a quien se le atribuye las
muertes de los jóvenes.

- Otro texto cuenta que la propia Ártemis se convirtió en un cervatillo y, mientras estaban
cazando, se cruzó entre los hermanos que disparan intentando alcanzarla y, de esta mane-
ra, se mataron entre sí.

ZEUS es un dios amador, no un dios creador. Por este motivo no va a tener


siempre el poder y control sobre todo. No conoce el destino; puede intentar
cambiarlo pero no está en sus manos.

Después de la lucha intergeneracional, Zeus se hace con el poder definitivamente y reina sobre
los hombres. Lo que vamos a tener entonces es, o bien un reparto echando los dominios a
suertes, o bien un reparto de Zeus eligiendo y asignando a sus hermanos cuáles son sus domi-
nios. El mundo quedará dividido entre tres dioses:

 Zeus-Júpiter: domina sobre el Cielo, el Éter y las Nubes

 Posidón-Neptuno: sobre el Mar

 Hades-Plutón: en el Inframundo

©Carmen Albarrán
Estas son las tres deidades principales y los únicos tres que están legítimamente casados con
Hera, Anfitrite y Perséfone respectivamente. Configuran las tres grandes casas patriarcales, es
decir, cuando se habla de sus dominios se entiende que son la pareja principal y dentro de esa
casa tienen diferentes hijos, que no llegan nunca a casarse. La única pareja joven que llega a
casarse en la mitología son Afrodita y Hefesto.

ZEUS
- 4 intentos de arrebatarle el poder
- Epíteto más conocido  “padre de dioses y hombres”: no es porque los griegos tuviesen
una idea de él como nosotros la podemos tener de Dios Padre, un dios que cuida de noso-
tros (los cristianos) como si fuésemos sus hijos; sino que hay que entenderlo de manera li-
teral porque engendra a muchos dioses y hombres.
Todas esas relaciones servían a los griegos para crear lazos entre las distintas familias. Ca-
da vez que engendra un hijo con una mujer, lo que hace es engendrar la cabeza de toda
una genealogía, en cada una de las regiones, que se extiende hasta la época histórica. Es
decir, los griegos de la época histórica se consideraban descendientes de Zeus.
- Pertenece a la cuarta generación
- Él no controla el destino
- Único nombre interpretable desde la lingüística:

o Posee una raíz que, dependiendo del grado de apertura vocálica, significa el nombre
del dios o la palabra día. Por eso es el dios del cielo luminoso.
o Germánicos  segundo día de la semana tiene el nombre del dios (Dienstag)
o Jueves  día de Júpiter
- En numerosas ocasiones era llamado el fulminante o el que se goza con el rayo (el rayo, el
relámpago y el trueno eran sus armas por excelencia).
- Identificado con el águila  posteriormente pasa a ser símbolo de reyes porque Zeus es
el rey de los cielos
- Égida  arma que solo utilizaba Zeus (en contadas ocasiones se la prestaba a su hija pre-
dilecta, Atenea). Es una especie de coraza o pashmina que sirve para evitar que le ata-
quen o como arma arrojadiza. Los griegos crean una leyenda que cuenta como Zeus la ha-
bía hecho de la piel de la cabra Amaltea (mito etimológico que juega con la palabra cabra
en griego y con el hecho de haber sido amamantado por una cabra, según una leyenda).
Otra cosa que con frecuencia se relaciona con la cabra Amaltea es la cornucopia  uno
de los cuernos de la cabra Amaltea, llamado el cuerno de la abundancia.
- Nike  era la diosa de la victoria. Representada a menudo por una pequeña escultura
alada en la mano de otro dios más importante: simbolizaba que Zeus siempre lleva consi-
go la victoria.
- Relación con Prometeo (hijo de Titanes, primo de Zeus)
o Engaña a Zeus y éste luego le castiga (después encarna la figura del tirano)
o Prometeo le engaña con el reparto de los sacrificios: había hecho dos partes de un
buey, en un montón puso la carne recubriéndola con las tripas ,y en el otro los huesos
recubiertos con la grasa; luego dijo a Zeus que eligiese su parte, el resto quedaría para

©Carmen Albarrán
los mortales; Zeus eligió la grasa y al descubrir el engaño retira el fuego a los hombres.
Entonces Prometeo roba el fuego del Olimpo y, para mayor castigo, Zeus envía a Pan-
dora (Καλον κακον: “bello mal”), la primera mujer, a Epimeteo (lo que nos indica que
hasta ese momento había varones, pero no mujeres). Ésta está hecha con todos los
dones de los dioses que acaban por convertirse en los males. Tras esto, Prometeo es
castigado, le atan a una roca en el Cáucaso y allí todos los días un buitre le devoraba el
hígado (los griegos lo consideraban la sede de las pasiones), el cual se regeneraba
constantemente haciendo que el castigo no tuviese fin. Finalmente Prometeo es libe-
rado por Heracles.

- Es un dios “amador” según los autores helenísticos: uno de los aspectos que más llama la
atención a los griegos sobre Zeus es el de los amoríos.
¿El porqué de las relaciones?  Siempre ha habido una pareja desde el momento de la
creación. Todas las uniones con las diferentes diosas tenían una importancia fundamental:
cuando Zeus se relaciona con cada una de ellas recrea esa pareja inicial. La unión de Zeus
con cada una de esas mujeres lo que le permite es establecer una relación única con las
distintas regiones y a través de esas mujeres va a dar lugar a un héroe, a un hijo de Zeus.
Dichos héroes van a seguir con la labor de su padre de mantener el orden y librar al mun-
do de las fuerzas malignas, de ahí que se dediquen a matar monstruos.
Podemos observar que cada ciudad, cada región tiene sus propias tradiciones y para esa
región esa unión de Zeus con esa diosa menor, con esa mortal, de alguna manera repre-
sentaría a la pareja originaria a partir de la cual se genera todo el mundo de los dioses ac-
tuales. Siempre siguen un patrón establecido:
o Zeus se enamora
o Se convierte
o Mantiene relaciones con la mujer
o Engendran a un hijo que creará una nueva generación, que se consideraba que llegaba
hasta los griegos actuales, de forma que los griegos se podían considerar en última ins-
tancia descendientes de Zeus.
Esto lo que va a dar lugar es a que cuando vemos los cuadros genealógicos de las distintas
ciudades, lo que vemos es que hay unos entrelazamientos muy llamativos, a través de los
cuales los griegos van avanzando en su idea de Panhelenismo  la idea de que todos son
griegos a pesar de las diferencias; todos hablaban una lengua y todos creían en unos dio-
ses y practicaban los mismos ritos.
Respecto a las relaciones que Zeus mantiene con las diferentes mujeres, podemos ver que
repite esa relación dentro de una misma familia a través de diferentes generaciones, con
lo que destaca esa estirpe.

ZEUS Y EUROPA

Europa era una princesa fenicia, hija de Agenor, que paseaba por la playa cuando vio un
toro blanco (Zeus metaforseado). El animal eran tan manso que, después de haber estado
acariciándole un rato, Europa se subió a su lomo y la mansa fiera se la llevó cabalgando a
las profundidades del océano. Este largo viaje acabó en Creta. De la unión nacieron tres hi-
jos: Minos, Radamantis y Sarpedón. El primero fue el rey mítico de Creta y, de esta mane-
ra, la historia de la isla queda supeditada al dios de los dioses:

©Carmen Albarrán
- Costumbre en la isla de saltar a un toro
- En Creta vive el minotauro

En este mito se muestra la relación que establece Zeus con la civilización Minoica, que era
anterior a los griegos, pero que a través de este mito se pone a Zeus por delante de ellos:
el rey principal que dio nombre a toda esa civilización es precisamente hijo de Zeus.

ZEUS Y LEDA

Otro de los casos más llamativos es el que establece la relación de Zeus con otra de las
grandes ciudades de la época clásica y competidora con Atenas: Esparta, donde tendrá lu-
gar otro de los grandes mitos de Zeus.
Leda era la mujer de Tindáreo, rey de Esparta. Zeus, para unirse con ella, adoptó la forma
de un cisne (un animal que también domina el aire). Como resultado de esa relación, Leda
pone un huevo (o tal vez dos) de los que nacen dos parejas: Cástor y Pólux (los dioscuros
 lit. “los hijos de Zeus”) y Helena y Clitemestra. Algunas versiones dicen que la misma
noche que Leda se unió con Zeus, también lo hizo con su marido humano, Tindáreo. Así,
consideran que solo son hijos de Zeus Pólux y Helena, mientras que Cástor y Clitemestra
son hijos de Tindáreo (a pesar de ello a todos se les conoce como los Tindáridas).
A ambos se les plantea la situación de que cuando le llegue el tiempo a Cástor, este estará
condenado a ir al mundo de los muertos, pero Pólux al ser hijo de Zeus debería ascender al
Olimpo. Sin embargo, el cariño que había entre ellos era tan grande que decidieron com-
pensar esta situación pasando los dos la mitad del año en el Olimpo y la otra mitad en el
Hades, para no separarse nunca. Los dos varones son identificados como los dioses que
aparecen en las guerras, normalmente a caballo y se consideraba que eran ellos quienes
avisaban a los navegantes cuando se acercaba un tormenta.
En cuanto a las hijas, las dos tendrán un destino muy parecido: Clitemestra será la esposa
de Agamenón, y Helena será la esposa de Menelao y la génesis de la guerra de Troya. En
este caso no son héroes matadores de monstruos, sino héroes benefactores. Por otro lado,
el destino de Helena es único entre todas las mujeres engendradas en el mundo humano,
porque además es la única hija de Zeus.

ZEUS E IO

Io era la sacerdotisa de la ciudad de Argos  una doncella de la que Zeus se enamoró y


con quien se unió. A punto de ser descubiertos por Hera, el dios la transformó en una vaca
blanca. Hera, sospechando, se la pide a su marido como presente y la pone bajo la custo-
dia de su sirviente Argo: un monstruo de 100 ojos que se turnaban para dormir –dormían
50 ojos y el resto vigilaba- y nunca dormía completamente. Zeus le pide a Hermes que res-
cate a Io. Hermes consigue dormir completamente al monstruo ayudándose de su varita y
después lo mata. Hera, para conmemorar su muerte, coloca los ojos de Argo en la cola del
animal que le sirve como atributo: el pavo. Además, Hera envía un tábano a Io con la fina-
lidad de que este atormente a la joven. Finalmente, Zeus convence a Hera de que Io no se-
rá jamás una molestia y no tendrá que preocuparse por ella y le devuelve su forma huma-
na.
El linaje empezado por la relación de Zeus con Io crea, posteriormente, el linaje espartano:
se suceden las generaciones hasta llegar a la unión de Sémele (hija de Cadmo) con Zeus, de
la cual nace Dioniso.

©Carmen Albarrán
ZEUS Y DANAE

Cuando Acrisio era el rey de Argos, recibe un oráculo según el cual el hijo de su hija le ma-
tará y le destronará, por lo que decide tomar precauciones y encierra a su hija ‒Dánae─ en
una torre donde nadie tenía acceso. Pero Zeus, que todo lo ve, se enamora de Dánae, se
desliza por la torre transformado en lluvia de oro y engendran un hijo, Perseo.

ZEUS Y ALCMENA

Perseo termina casado con Andrómeda y tuvieron muchos hijos e hijas de los cuales es in-
tereseante destacar a dos: Electrión y Alceo. Alceo tiene como hijo a Anfitrión y Electrión
tiene una hija llamada Alcmena. Esta última había sido unida a Anfitrión, pero sin conce-
derle el derecho de consumar el matrimonio hasta que éste hubiese ejecutado cierta ven-
ganza (vengar la muerte de los hermanos de Alcmena). Se trasladan a Tebas desde donde
Anfitrión parte hacia la guerra. Una noche Anfitrión se presenta y le dice que había cum-
plido su objetivo y tienen una unión. Pero el que realmente aparece es Zeus que ha adop-
tado la figura de Anfitrión.

Alcmena concibió dos hijos: Ificles e Heracles (Hércules)  su nombre se lo debe a Hera
que le persigue una y otra vez, dedicándose a hacerle la vida imposible, fruto característico
de los amoríos de Zeus. Hay que tener en cuenta que en el momento que se unifica a toda
la mitología griega, los griegos no aceptan en su sociedad la posibilidad de la poligamia,
por lo que una sola de ellas se convierte en su esposa legítima, Hera, y las demás quedan
reducidas a amantes ocasionales. De ahí que Hera, que es la esposa oficial y diosa del ma-
trimonio, se dedique a perseguir a esas amantes y a sus hijos, en defensa de sus derechos.

ZEUS Y GANIMEDES

Nos quedaría por último hablar de un personaje que establece la relación de Zeus con la
región de Troya. En este caso no se trata de una mujer, sino de un joven  Ganimedes, hi-
jo del rey de Troya.

A Ganimedes se acerca Zeus en esta ocasión en forma de águila (su animal por excelencia),
se lo lleva al Olimpo y allí va a desempeñar las funciones de copero: aquel que escancia el
néctar para los dioses. Por tanto, a través de esta relación lo que se marcaba era la estre-
cha relación que tenía Zeus con la ciudad de Troya.

©Carmen Albarrán
TEXTOS DE ZEUS
Texto 1:
- Se presenta a Zeus
- Ayuda a los teucros, concretamente a Héctor. Está ayudando a aquellos que le han
rendido culto y han sido benévolos con él.
- Zeus domina el rayo –dios de los cielos-, es uno de sus atributos
- Final del texto: símil con la nieve (también en los montes)
- 2 ayaces: dos héroes griegos –Áyax y Ayante-

Texto 2:
- Cabra Amaltea convertida en constelación
- Reclusión de Zeus (bebé) en Creta para ponerlo a salvo de las fauces de su padre

Texto 3:
- Κλεος: concepto de gloria. A lo que aspiran los héroes (época homérica, cultura de la
vergüenza)
- Olimpo
- Poder de Zeus: soberanía (patrón de reyes por este motivo)

Texto 4:
- Dike  personificación de la Justicia (hija de Zeus)
- La relación con la Justicia aparece en algunos epítetos del dios  Polieo, Buleo, Ago-
reo
- Preside los juramentos (facetas menores en la vida de los hombres en las que aparece
el dios)
- “humilla al orgulloso”  castiga la ὑβρις μοἶρα: divinidades independientes
Texto 5: que terminan siendo hijas de Zeus y
entran así, en la familia Olímpica. Así
- Zeus aguarda a aquellos que piden su ayuda se puede relacionar a Zeus con el
Texto 7: destino (aunque no sea así)

- Aquiles no lucha porque le han arrebatado su botín, su gloria.


- Su madre –Tetis- pide ayuda a Zeus mostrándose sumisa. Le promete el dios que ayu-
dará a su hijo. Para hacerle ese favor apoya a los teucros para que supliquen los
aqueos que Aquiles vuelva (en algunos episodios ayuda a los teucros y en otros a los
aqueos)
Texto 8 y 9:

- Hace que los otros dioses no luchen en la guerra, que no intervengan. Aunque Atenea
tiene el “permiso” de su padre.

- Se ve hasta qué punto Zeus tiene poder sobre los hombres. En uno de los textos es
Atenea quien le reprime y en el otro, Hera.

©Carmen Albarrán
POSIDÓN
- Conocido en Roma como Neptuno.
- En el reparto que se hizo entre los dioses olímpicos, le tocó ser el dios de los Océanos.
- Aunque en español es más usual referirse a este dios como Poseidón, utilizaremos la
transcripción Posidón por ser más correcta.
“Pósis”  palabra griega que significa “esposo”, el señor de la casa.
“Don”  término que guarda relación con una antigua denominación para la Tierra,
presente en el nombre de Deméter (Tierra Madre).
Dicha explicación etimológica al unirse da lugar al “señor de la Tierra”, epíteto que
puede ser interpretado como “el que tiene cogida con sus manos a la Tierra”, “el que
abraza a la Tierra”, que la sacude o hace temblar (por tanto es también el dios de los
terremotos). Esa relación con la Tierra aparece en algunos de los mitos más conocidos
y que rompen con la idea de que tenía esposa y era Gea (en realidad, su abuela), con lo
que habría engendrado un hijo monstruoso: Anteo, vivía en el N. de África y obligaba a
los viajeros a luchar contra él, venciéndoles y cortándoles la cabeza.
Pero no se pueden relacionar dichos epítetos con la vieja imagen de la Tierra rodeada
por las aguas, pues para los griegos en esta imagen se representaba al río Océano, de
agua dulce, y Posidón no era un dios de los ríos. Lo que sí entra dentro de sus atribu-
ciones es hacer brotar las fuentes, por lo que es dios de las aguas subterráneas que
puede hacer aflorar de modo pacífico (poner fin a la sequía) o brutal (inundación).
- Atributos

 Gigantesco tridente, que le servía como báculo o cetro real y con el que podía
desencadenar tormentas e incluso podía hacer brotar agua salada en tierra firme,
como cuando hizo manar una fuente en la Acrópolis.
 Redes
 Delfín: uno de sus animales preferidos, a partir de su historia con Anfitrite.

 Suele montar un carro tirado por una pareja de delfines o una pareja de caballos
marinos y a veces por unos Hipocampos, animales híbridos con cabeza, cuerpo y
patas delanteras de un caballo y el resto, con cuerpo de un pez.
- Dios rencoroso, colérico e irritable. Siente un odio sin piedad ante determinadas per-
sonas, como Ulises, al que le hizo la vida imposible a su regreso desde Troya a la isla de
Ítaca.
- Los hijos de Posidón se caracterizan por su violencia, fueron también malévolos: los
Alóadas (los dos niños que crecían mucho); el Cíclope Polifemo (cegado por Ulises),
que es un comedor de carne humana; y el Gigante Crisaor, hijo de Poseidón y de la
Gorgona Medusa, de los que también nace Pegaso (ambos de su cuello).
Otros descendientes también tienen este comportamiento malévolo y a veces apare-
cen enfrentados a los hijos de Zeus
- Comparte con su hermano mayor la capacidad de adoptar diferentes apariencias 
Deméter en su recorrido en busca de su hija Perséfone (Rapto de Perséfone) Posidón la
ve y se enamora; para escapar, la diosa adopta la forma de yegua pero él se convierte
en caballo y engendran dos hijos: una hija cuyo nombre estaba prohibido pronunciar,
conocida sólo por el nombre de “el Ama”; y al caballo Arión, uno de los más significati-

©Carmen Albarrán
vos en la mitología griega. Tan solo las alas lo diferencian de Pegaso, nacido de la
unión de Medusa con Posidón.
Otras veces los antiguos refieren la relación de Posidón con los caballos de una forma
más directa: el primer caballo habría nacido al derramar Posidón su semen sobre una
piedra. Por eso, el caballo es uno de sus animales preferidos.
Toisón de Oro  remonta al Vellocino de oro que había sido engendrado tam-
bién por Posidón. Se enamoró de una mujer, la rapta, se la lleva a una isla y, pa-
ra evitar que sus pretendientes la encuentren, la transforma a ella y a los habi-
tantes de la isla en carneros. Con ella engendra al Vellocino

- Eso no quita para que Posidón no tenga su esposa: casado con Anfitrite, con quien
comparte su reino submarino. Cuando se une amorosamente a su esposa organiza
grandes tormentas y maremotos. Engendraron un hijo llamado Tritón  con la parte
superior del cuerpo como un hombre y la inferior como un pez (parecido a las sire-
nas).Tuvo descendencia de otros tritones
- El cortejo de Posidón lo forman: los tritones, descendientes de Tritón –parte superior
de hombre e inferior de pez-, a los que se suele representar soplando en conchas que
les sirven de trompa; y los delfines, entre los cuales nadan las nereidas, los hipocam-
pos o caballitos de mar y otros animales acuáticos.
- Otro aspecto interesante es la relación que mantiene con otros dioses  una vez que
los tres grandes se dividen los dominios, a veces se enfrentan y curiosamente Posidón
siempre pierde. Poca fortuna a la hora de ser reconocido dios tutelar de un territorio.
Le arrebataron los siguientes territorios:

 Atenas ante Pallas Atenea  Uno de los episodios más conocidos es su disputa
con Atenea por el dominio del Ática. Cada divinidad ofreció un regalo a la región:
Posidón, de un golpe de tridente, hizo surgir un lago salado en la Acrópolis de
Atenas o, según otras versiones, un caballo; Atenea hizo que naciese un olivo (su
seña distintiva porque constituía la fuente de riqueza de Grecia, con la que se co-
merciaba). Los 12 dioses, los árbitros, prefieren el olivo y conceden a Atenea la
soberanía de la región. Posidón en venganza envía una inundación que acaba con
Atenas.
 Argos ante Hera  lo que provoca Posidón es una sequía
 Naxos ante Dionisio,
 Corinto ante Helios,
 Delfos ante Apolo
 Isla de Egina ante Zeus

También envió una inundación famosa a Troya  por circunstancias, él y Apolo son despo-
jados de sus poderes y bajan a la Tierra donde el rey Laomedonte había encargado cons-
truir las murallas. Ellos le ayudan haciendo que la muralla sea indestructible (salvo la parte
en la que ayudó Éaco que podía ser destruida siempre que interviniera alguno de sus des-
cendientes). Cuando Laomedonte se negó a pagar el salario a las divinidades, Apolo envía
la peste y Posidón inunda la llanura troyana, enviando un monstruo marino que se comerá
a los habitantes hasta que no le ofrezca a la hija del rey. Heracles la rescata y mata al
monstruo, pero el rey tampoco le paga y vuelve al frente de un ejército, tomando la ciudad
(1ª Guerra de Troya).

©Carmen Albarrán
Por eso, Posidón siempre estará a favor de los griegos y en contra de los troyanos. Apolo,
por el contrario, les tiene cariño y tendrá un comportamiento diferente.

Un aspecto en contraste con todos estos episodios  únicamente se le reconoce co-


mo santuario propio el continente perdido de la Atlántida, del que será señor absolu-
to.
TEXTOS DE POSIDÓN
Texto 1:
- Titanomaquia
- Tridente (báculo o cetro real) y otros símbolos: yelmo,…
Texto 2
- Relación entre Posidón y Anfitrite: es su esposa legítima, pero también tiene otras
amantes
- Por qué el delfín es uno de sus animales. También relacionar con caballo y tritón
- Atlas
Texto 3
- Frixo, Cólquide (parte más oriental del mar negro) y Eetes: el padre de Frixo quiso sa-
crificarle a él y a su hermana, pero su madre les dio un carnero alado, con vellocino de
oro, el cual los salvó del sacrificio. La hermana cayó al mar y se ahogó, pero Frixo llegó
a Cólquide, a la corte del rey Eetes. Este lo acogió y le dio en matrimonio a su hija. Co-
mo retribución Frixo sacrificó el carnero a Zeus y ofreció el vellocino al rey.
Textos 4 y 5
- Episodio del Cíclope Polifemo (Odisea)
- A Ulises le pierde la Hybris, la búsqueda del Kleos.
Texto 6
- Uso del tridente
- Ulises acaba de escapar de Calipso: que lo amó y lo retuvo con ella 10 años (otros di-
cen 7), ofreciéndole en vano la inmortalidad. Pasa el tiempo hilando y tejiendo. Al final
Zeus envía a Hermes con la orden de liberarlo.
- Feacios: pueblo mítico que fue visitado por Ulises cuando este se dirigía a Ítaca de re-
greso de Troya. En un barco feacio realizó la última etapa del viaje y llegó en él a su is-
la.
Texto 7
- Posidón se queja ante Zeus por ayudar a Odiseo (es casi como quitarle su kleos).
- Le está pidiendo permiso: reconoce la superioridad de Zeus, pero no es un dios único
superior (politeísmo)
- Epítetos de ambos

©Carmen Albarrán
- Posidón obtiene el permiso de Zeus para castigar a los feacios: transforma en una roca
la nave que había conducido a Ulises y rodea la capital de los feacios de una montaña.
Esqueria: país de los feacios (Corfú).
- Con el tridente no solo provoca terremotos, sino que hace surgir la tierra en determi-
nados sitios: todos estos fenómenos que ahora se consideran naturales, entonces se le
atribuían al dios del mar.
Texto 8
- Ayante: su delito más grave es el sacrilegio que cometió contra Atenea y que le atrajo
la ira de la diosa. Durante la toma de Troya, Casandra se había refugiado junto al altar
de la divinidad. Ayante quiso arrancarla violentamente de la estatua a la que estaba
abrazada y arrastró a la doncella y a la imagen. Durante el viaje de regreso, la diosa
envió una tempestad que destruyo la mayoría de las naves, incluida la de Ayante. Pero
este, con la ayuda de Posidón, sale ileso y se jacta de haber sobrevivido pese a la cóle-
ra de la diosa.
- Posidón, de un golpe de tridente, quebró la roca en la que el náufrago se había refu-
giado y lo ahogó.
- Postrimerías de la Guerra de Troya
Texto 9
- Casiopea: madre de Andrómeda que, orgullosa de su belleza, se atrevió a rivalizar con
las Nereidas. Las diosas pidieron a Posidón que vengase su amor propio y el dios envió
un monstruo marino que asoló el país de Casiopea. Andrómeda tuvo que ser ofrenda-
da al monstruo, pero llegó Perseo que la liberó y la llevó consigo.
- Casiopea fue transformada en constelación
- Conectar con el episodio de la muralla de Posidón y Apolo (mosntruo)
- Aparece la Hybris (ideales época arcaica)
Texto 10
- Teseo y su hijo Hipólito: hombre casto y puro consagrado a Artemis, cosa que Afrodita
no le perdona.
- Corifeo: no es un nombre propio, es el jefe del coro.
- Posidón hace surgir del mar un toro inmenso (uno de los animales ligados por excelen-
cia a él).
Textos 11 y 12
- Referencia a la muralla que construyeron Posidón y Apolo
- Pide a Zeus permiso para destruir la de los Aqueos: admite su superioridad
- Aunque Posidón suele defender a los griegos, no quiere que la muralla de Troya haga
sombra a su muralla
- En el segundo texto hay una anticipación de lo que sucederá después
- Alegoría física

©Carmen Albarrán
Texto 13
- Iris la mensajera de los dioses (diosa menor)
- Separación de poderes
- Actitud de Posidón: rabia, enfado, porque él también es uno de los 3 dioses principales
Texto 14
- Aquí Posidón se mantiene en una posición secundaria (en contraposición al texto ante-
rior, donde se enfrenta a Zeus)

HADES
- Nombre del dios y de su reino→ no usar nunca “infierno” para referirse al Hades, si
acaso inframundo. Tampoco confundir con el Tártaro: lugar donde estaban encerrados
aquellos seres que habían intentado arrebatar el poder.
Otro término es Érebo (uno de los hijos de Caos)→ se usa solo en sentido metafórico.

- Difícil de etimologizar (no se llega a una respuesta absoluta):

 Griegos antiguos: Empieza por “α” part. privativa + raíz “no ver”  el invisible/el
que hace invisible. En realidad, Hades ni es invisible, ni hace invisible, ni nada pare-
cido.

Eidola/Eidolon (εἴδολα / εἴδολον) → significa imagen, lo que se ve, fantasma. Los


griegos creían que al morir el espíritu del difunto salía del cuerpo volando en forma
de imagen humana. Hay un buen ejemplo de ello en la Odisea, cuan-
do Ulises desciende al Hades y puede ver los eidola de los muertos, entre ellos el de
su madre, semejante a una sombra y cuando Ulises intenta abrazarla, la imagen se
desvanece.
Por lo tanto, esta etimología griega ni siquiera concuerda con lo que es el Hades.

Hay un yelmo que hace invisible al que lo utiliza, pero no lo lleva él (al menos hasta
fuentes tardías). El que sí lo lleva es Perseo con las Gorgonas. Objeto antiquísimo
fabricado con piel de perro

 “α” asociativa + “unir”  Hades: lugar donde se reúnen, donde uno se ve con otros.

El hades es el lugar de reunión, pero en griego la expresión “nos vemos” no tiene el


significado de “nos reunimos” como en español o inglés, por ejemplo.

Con lo cual ni una etimología ni la otra se imponen.

- Otro nombre que recibe el Hades es pradera de los asfódelos.

- ¿Dónde está el Hades? Hades como lugar en el inframundo: para acceder a él hay que
pasar por la laguna estigia y por el can cerbero. Hay leyendas o mitos en los que se na-
rra cómo los hombres han podido ir y volver sin haber muerto. Hay dos formas de ac-
ceder:

 El agua separa el mundo de los vivos del mundo de los muertos. Entonces, atrave-
sar una serie de cuevas conectadas por manantiales es una de las vías de acceso.

©Carmen Albarrán
 Otra manera es caminar hacia occidente, hacia el sol, hacia “moriente” (lugar
donde el Sol muere)

Ambas ideas no son contradictorias → la tierra es plana y rodeada de agua dulce (Mar
Océana), por tanto cuando llegas al final caes. Las corrientes de agua que hay que
atravesar (separación de vivos y muertos) reciben el nombre de río Aqueronte donde
se encuentra Caronte (este personaje no aparece en los textos hasta el siglo VI a.C.,
pero sí la referencia a esa agua que hay que cruzar) el barquero que transporta las al-
mas y al que hay que pagarle un óbolo; es por ese motivo que cuando mueren los grie-
gos se les entierra con una moneda en la boca para que puedan pagar el viaje. Este
gesto es muy importante porque si no se celebra correctamente el difunto no alcanza
el otro mundo, el alma queda vagando para siempre y regresa para molestar, en cam-
bio, si se hace bien, regresan para “ayudar”. Este ritual pervivió durante siglos hacién-
dose en la muerte de los Papas. Cuando alguien muere en el mar, para honrar su
muerte se realiza un cenotafio –tumba vacía- como símbolo de la correcta celebración
de su muerte.

Hermes es también llamado psicopompo →“el que transporta las almas”. La voz pro-
viene del griego que se compone de psyche, "alma", y pompós, "el que guía o condu-
ce".

- Estigia/Éstige → aparece incluso en Dante como una corriente que rodea los infiernos.
Personificaba un río del Hades, el río Estigia:

 Uno de los nueve brazos de Océano (río).

 Es agua corriente con un valor extraordinario → Aquiles fue sumergido en ella por
su madre, Tetis, cuando era pequeño para convertirlo en inmortal (pero tenía que
sujetarlo por algún lado).

 Cuando muere Alejandro Magno se dice le dieron de beber de su agua.

 Por sus aguas juraban los dioses→ Iris iba a recoger un poco de agua delante de la
cual juraban las deidades: si se derramaba –símbolo de perjurio- el dios quedaba
en estado comatoso durante un año, no podía tomar néctar y ambrosía y durante
nueve años no podía presenciar las reuniones de los dioses.

- ¿Cómo se ve el Hades?
El Hades no es un lugar triste, perecedero o desgraciado donde vagan los eidola, como
aparece en muchas representaciones literarias. En él se encuentra la Pradera de Asfó-
delos: es una planta con flores, pero además es un tubérculo lo que hace que rompa el
terreno →contradicción entre paradera y asfódelo. También se encuentran los campos
Elíseos –al extremo de la tierra- que es un lugar cálido, feliz y favorecido por las co-
rrientes del Océano.

La idea del Hades como un lugar triste comienza a aparecer con Platón (usa los mitos
con un propósito). La idea de separación entre buenos y malos es falsa, no hay juicio →
van todos, incluidos los héroes. La idea de un juicio nada más morir es falsa, uno mue-
re y va directamente a la pradera de Asfódelos, donde pueden ir a visitarte pero no to-
carte (salvo que bebas sangre y te conviertas en eidolos). Las almas vagan por la pra-
dera no haciendo nada o repitiendo lo que hacían en vida.

©Carmen Albarrán
Hay toda una serie de elementos en la tradición griega que dan pie a pensar que todas
esas ideas sobre la tristeza no están del todo equivocadas. Los propios poemas (Home-
ro) nos transmiten dos ideas opuestas.

¿Cómo explicamos esas contradicciones que aparecen en la literatura? Hay 2 maneras


de enfocar el asunto:

 La visión oscura en la épica sirve para marcar el destino de los héroes, el fin que
les espera y la grandeza de su elección –eligen morir jóvenes aunque tengan que
abandonar la felicidad del mundo de los vivos-. Estos rasgos negativos presentes
en Homero tienen relación con las tradiciones mesopotámicas. Esta idea es la que
permanece normalmente.

 Visión paradisíaca→ estudiar las convicciones de otros pueblos relacionados (in-


doeuropeos) donde se ven ideas positivas del más allá (manantiales, praderas,…):

o Láminas órfico-dionisíacas  láminas de oro que se depositaban en las tumbas


de los difuntos. En ellas había composiciones con la misma métrica que los
poemas épicos en las que se daban instrucciones para llegar al Hades y en las
que sí se muestran y resaltan las praderas del inframundo –parte positiva del
Hades, del reino de los muertos- Frente a las obras literarias que tratan de este
mismo tema, presentan una cualidad muy particular: no es material suscepti-
ble de opinión sino materia de fe. Es una tradición que no ha sufrido ninguna
contaminación

o Heracles se enfrenta con Geriones para robar sus vacas –es el pastor de Hades,
por tanto, hay animales, praderas, vida-.

o Estos rasgos positivos están presentes en los ritos funerarios de los hititas que,
durante el funeral de un rey, se le enviaban animales y se quemaba un trozo
de tierra para que pudiese disfrutar de las mismas comodidades en el mundo
de los muertos.

El mundo de la escatología es un mundo complejo: las fuentes a veces no nos dejan hacer
una estratificación clara y hay contradicciones (pero el mundo del mito no es el mundo de
la lógica, del logos). Desde luego no es un lugar similar a nuestro infierno, ni hay un juicio.
Sin embargo, hay condenados en el Hades  al primero que se menciona es a Minos, que
sigue administrando justicia (lo mismo que hacía en vida); también a Orión; y a Heracles.
Pero, en realidad, no son condenados.
En cambio, sí hay otros que están condenados  en el trasfondo de esta acción aparece la
violación de las leyes entre hombres y mujeres, de las reglas de convivencia. Es por este
motivo que el castigo ha de ser máximo.

 Condenados en el tártaro

1. TICIO

Gigante sin autodominio que intenta asaltar a una de las esposas de Zeus, Leto. Sus hijos –
Apolo y Ártemis- protegen a su madre y le derrotan. En otras versiones es Zeus el que aca-
ba con él. Es condenado al Hades por su actuación: su castigo consiste en que dos buitres
devoran su hígado, que renace con las fases de la luna, sin que él pudiese defenderse.

©Carmen Albarrán
2. TÁNTALO

Es un descendiente de Zeus a menudo invitado por los dioses a su mesa. En un momento


determinado rompió las relaciones con los dioses, les traicionó (acaba con su hospitali-
dad): revela los secretos de los dioses; roba el néctar y la ambrosía; y pone a prueba su
condición de omnisciencia (clarividencia divina)  mató a su hijo Pélope y lo sirvió en un
banquete celestial. Los dioses se dan cuenta de la atrocidad, excepto Demeter/Atenea que
había probado un trozo de carne. Las deidades reviven al niño, pero con un omóplato de
marfil para sustituir el “mordisco” de Atenea.
Tántalo fue condenado a tener sed y hambre por toda la eternidad, pero en el momento
en el que iba a comer o beber, los frutos y el agua se desvanecían. A pesar del castigo que
sufre Tántalo, el mito nos deja ver que el Hades era un lugar fantástico: abundancia de
agua, frutos,…

3. SÍSIFO

Era considerado el más astuto de los mortales y un gran embaucador. En una ocasión logró
engañar y atar a Tánato –la muerte- durante un tiempo. En este momento se rompieron
las reglas del orden del mundo; las personas no morían y por tanto, había sobrepoblación.
Zeus tuvo que intervenir y obligara a Sísifo que liberase a Tánato para que siguiese cum-
pliendo su misión. La primera víctima fue Sísifo. Pero antes de morir ordenó en secreto a
su esposa que no honrara su muerte, que no le enterrara. Cuando llegó al inframundo, Ha-
des le preguntó por qué no se presentaba en la forma ordinaria y Sísifo se quejó de la im-
piedad de su mujer. Entonces le dió permiso para que regresara y le pidiese a su esposa
que honrase su muerte, pero él no tenía intención de regresar. Quiso burlar a la muerte,
pero finalmente (vivió hasta una edad muy avanzada) no pudo escapar. El castigo impues-
to por Hades fue empujar hasta lo alto de una montaña una enorme piedra y cuando esta-
ba a punto de llegar a la cima la roca volvía a caer y Sísifo tenía que empezar de nuevo (lo
que no le dejaba ni tiempo ni posibilidad de volver a huir).

Hay otros condenados que no aparecen en Homero:

4. DANÁIDES

Por matar a sus maridos durante la noche sufrían el castigo de llenar con un cedazo unas
vasijas sin fondo. A pesar de ser ordenado por su padre, Danao, si se dejara sin castigo
rompería las reglas del matrimonio.

5. IXIÓN

Ixión prometió a Deyoneo un valioso regalo si le permitía casarse con su hija Día, pero
nunca cumplió su promesa, por lo que su suegro, en compensación, le tomó en prenda
sus yeguas. Ixión, disimulando su resentimiento, invitó a Deyoneo a una fiesta prometién-
dole el pago y una vez que lo tuvo en su casa, lo arrojó a un foso lleno de carbones ardien-
do. Este crimen, que vulneraba las leyes sagradas de la hospitalidad, horrorizó tanto a los
reyes vecinos que ninguno quiso purificarle (como era costumbre hacer→ cuando cometes
una falta se te queda pegada hasta que no eres purificado), obligando a Ixión a vivir escon-
dido y huyendo del trato de los demás. Abandonado y aborrecido por todos, imploró per-
dón al dios Zeus, que se apiadó de él acordándose de que hasta los mismos dioses hacían
locuras por amor, quien, purificándole, le invitó a la mesa de los dioses. Pero Ixión, lejos de
estar agradecido, intentó seducir a Hera que indignada se lo contó a su marido. Otra ver-

©Carmen Albarrán
sión afirma que Hera estaba dispuesta a complacer a Ixión para vengarse de las infidelida-
des de Zeus, que se enteró por otros medios. Para probar si las proposiciones eran ciertas,
Zeus creó una nube (Néfele) con la forma de su mujer, y la hizo aparecer ante Ixión, que
cayó en la trampa. De la unión de Ixión y la falsa Hera nació el niño Centauro, que cuando
llegó a adulto engendró con yeguas magnesias la raza de los hombres-caballo, que por eso
eran llamados ixiónidas. Zeus, pensando que beber el néctar de los dioses había trastocado
a Ixión, se conformó con desterrarlo. Pero cuando vio que el ingrato presumía de haber
seducido a Hera, lo mató con un rayo (la única forma de morir que tenían los que habían
probado la ambrosía, puesto que daba la inmortalidad), y le condenó al Tártaro, don-
de Hermes le ató con serpientes a una rueda ardiente que daba vueltas sin cesar. Sólo des-
cansó de su tormento el tiempo que Orfeo estuvo en los infiernos, pues su maravilloso
canto hizo que se parara la rueda.

 Episodios protagonizados por Hades:

Rapto de Perséfone/Proserpina (mundo latino)/Core (muchacha, doncella, virgen)

La joven, hija de Zeus y Deméter, estaba con sus amigas recogiendo flores en un prado (el
hecho de que una doncella arranque una flor se asocia con la pérdida de la virginidad). En un
determinado momento, Perséfone cogió un narciso y la tierra se resquebrajó abriendo paso al
carro de Hades que se la llevó consigo. La joven desaparece haciendo que su madre la buscase
sin descanso ya que sólo escuchó el grito de su hija en el momento del rapto. Ella, triste, des-
cuida sus tareas y el orden del mundo queda alterado: no brotan frutos de la tierra, los campos
están desiertos, no hay comida. Zeus, finalmente, accede a revelar el paradero de Perséfone,
pero le advierte que solo podrá salir del hades si no ha comido ningún fruto del otro mundo.
Hermes (o Iris en otras versiones) es enviado al inframundo para avisar de los acontecimientos
próximos. En ese momento, Hades incita a Perséfone a comer un grano de granada –símbolo
de fecundidad- para que así no pueda regresar (idea de que el alimento liga al lugar). Para mi-
tigar la pena de Deméter y que no reine el caos sobre el mundo, llegan a un acuerdo: la joven
pasará una parte del año en el Hades y otra con su madre en la tierra. De este modo explica-
ban los griegos las estaciones cuando Perséfone se encontraba en el Hades, Deméter estaba
triste y abandonaba su trabajo –el invierno-, mientras que cuando su hija estaba con ella, los
frutos brotaban de la tierra.

Hades y Menta (Mente)

Menta era una ninfa que vivía en el inframundo y había mantenido relaciones con Hades. En el
momento en que se entera de su matrimonio con Perséfone, amenaza con volver. Para evitar-
lo, la reina del inframundo y su madre la mataron, haciendo así que se convirtiese en la planta
de la menta. En otras versiones es Hades quien la transforma, a causa de los celos de Perséfo-
ne. La menta, ingerida en poca cantidad, puede ser un afrodisíaco, pero en grandes cantidades
causa la esterilidad. Así, el Hades resulta ser un mundo de fertilidad (hay agua, frutos,…), pero
también de esterilidad pues el matrimonio que lo preside no tiene hijos.

Orfeo y Eurídice

Orfeo y Eurídice estaban recién casados cuando ella murió a causa del mordisco de una ser-
piente. En las orillas del río Estrimón, Orfeo se lamentaba amargamente por la pérdida
de Eurídice. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente que
todas las ninfas y todos los dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo en
busca de su amada. Camino de las profundidades del inframundo, Orfeo tuvo que sortear mu-

©Carmen Albarrán
chos peligros; empleando su música, hizo detenerse los tormentos del inframundo por primera
y única vez la rueda de Ixión deja de girar, la roca de Sísifo queda en equilibrio, Tántalo olvi-
da su hambre y su sed, y hasta las Danaides dejan de llenar su tonel sin fondo. Al final, ablandó
los corazones de Hades y Perséfone, que permitieron a Eurídice que volviera con Orfeo al
mundo de los vivos, pero con la condición de que él caminase delante de ella y no mirase atrás
hasta que hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a la mujer.
A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto: ni siquiera se volvía para
asegurarse de que Eurídice estuviera bien cuando pasaban junto a un demonio o corrían algún
otro peligro. Orfeo y Eurídice llegaron finalmente a la superficie. Entonces, asaltado por la du-
da de si Perséfone le ha engañado, Orfeo volvió la cabeza para ver a su amada; pero ella toda-
vía no había sido completamente bañada por el sol, y aún tenía un pie en el camino del infra-
mundo, así que se desvaneció y murió, esta vez para siempre.
Adonis

La figura de Adonis procede del mundo oriental (Adonai→señor) y tiene relación con los ritua-
les de la vegetación.
Adonis era el hijo de Mirra que no realizaba los mitos correspondientes a Afrodita. La diosa,
enojada, hace despertar en ella el deseo incestuoso, que no cesa hasta conseguir engañar a su
padre uniéndose con él durante doce noches. A la duodécima el padre se da cuenta, queriendo
matarla con un cuchillo. Ella pide ayuda a los dioses, que la convierten en el árbol de la Mirra.
Del árbol nace Adonis que es criado por Afrodita y Perséfone; ambas están enamoradas del
bello joven. La disputa entre las diosas fue zanjada por Zeus, decidiendo que Adonis pasara un
tercio del año con Afrodita, otro con Perséfone y el tercero donde eligiese. El restante también
decide pasarlo con Afrodita, cosa que nunca perdonará Perséfone. Es, pues, el gran amor de
Afrodita, pero ella es consciente del grave peligro que corre la vida del joven. Es por eso que le
advierte que tenga cuidado en sus salidas de caza y en una de ellas muere a causa del ataque
de un jabalí.
Hay diversas versiones en las que aparecen todas las deidades y son las responsables de la
muerte de Adonis. Lo que no falla nunca es la presencia del jabalí, que siempre le da muerte.

Las griegas tenían una celebración especial en torno a Adonis  en primavera las mujeres
plantaban semillas en vasos o cajas que regaban con agua caliente para que brotasen rápida-
mente (Jardines de Adonis). Las plantas, así forzadas, morían al poco de salir ─simbolizando la
suerte de Adonis─ y las mujeres rompían en plañidos por la suerte del amado de Afrodita.
En el folclore actual de Grecia Adonis no ha sobrevivido, sino Caronte pero adoptando las fun-
ciones de Adonis.

HESTIA
- Equivalente latino → Vesta (vírgenes vestales)
- Nacida en primer lugar y, por ende, regurgitada por Crono la última.
- No tiene mucho protagonismo mitológico → apenas tiene representación en mitos y
leyendas.
- Diosa virgen –junto con Ártemis y Atenea-: la pretendieron Apolo y Posidón pero los
rechazó. Por eso no desempeña papel alguno en las leyendas.

©Carmen Albarrán
- Sin embargo, su papel es esencial, está omnipresente en la vida de los griegos: Hestia
es el hogar (lar), el centro religioso en torno al cual se reúnen a diario las familias de
los humanos en sus casas. Más que una divinidad personal es un principio abstracto,
una personificación muy antigua del fuego, encarna la idea del hogar.
Se dedica a cuidar el fuego de los dioses en el Olimpo y recibe culto en todas las casas.
- No solo es la diosa del hogar privado o particular, sino también del público: existe un
hogar o lar del Estado, en torno al cual se reúnen los ciudadanos  Pritaneo. Epítetos:
prytaneía, “del pritaneo”, bulaía “del consejo”  apuntan a su función como diosa del
“Hogar del Estado”.
PRITANEO: residencia de Hestia, sede de los cincuenta miembros del Consejo –los prí-
tanes- que realizan funciones administrativas. Allí eran acogidos los ciudadanos distin-
guidos y los huéspedes ilustres. Cuando un grupo de ciudadanos decidía partir a fundar
una colonia, acudía al Pritaneo para llevarse consigo un poco del fuego perenne custo-
diado por Hestia y así inaugurar en un país extranjero un nuevo hogar o lar político-
social.
- Esta faceta es más conocida en su imagen equivalente romana → en el foro de Roma
existía un templo circular: templo de Vesta con objetos sagrados que había traído
Eneas (Paladio, cetro divino). Esto también nos da una idea de antigüedad.
La madre de Rómulo y Remo era virgen vestal→ las vestales tenían a su cargo la custo-
dia del fuego sagrado del Estado: símbolo de la vida de la ciudad y de su prosperidad.
El 1 de marzo se celebraba la entrada de un nuevo año; el fuego se apagaba y se volvía
a encender. Si durante el año se apagaba, la ciudad corría peligro y para evitarlo, se
encendía otra vez el fuego realizando de nuevo todos los ritos pertinentes.
Vestales: a los 6 años las niñas eran elegidas para ser vestales y su misión acababa so-
bre los 30 años –edad ya avanzada en la época-. Estaban directamente bajo la autori-
dad del Pontífice Máximo, lo que da una idea de su importancia. Si mantenían relacio-
nes sexuales eran enterradas vivas.
- Asno: animal consagrado a ella. Es el animal de carga por excelencia en el mediterrá-
neo.
- Complejo de Hestia: padecido por mujeres de clase alta que tienen la vida resuelta y
se sienten inútiles en un hogar inactivo. Esto la lleva a realizar comportamientos y ac-
ciones indebidas.

- Ovidio narra una escena en la que Príapo, borracho, había intentado violar a Hestia en
una fiesta a la que habían acudido todos los dioses y tras la cual se habían quedado
dormidos. El rebuzno del asno de Sileno despertó a la diosa justo cuando su agresor se
abalanzaba sobre ella, dándole tiempo suficiente para huir despavorida originando una
situación bastante cómica.

DEMÉTER – CERES
- Segunda hija de Crono y Rea.
- Vinculada a la tierra, pero no a la manera de Gea –su abuela-, por seguir con la orde-
nación genealógica. Es la diosa de la tierra cultivada.

©Carmen Albarrán
- Etimología: “meter” → “madre” en latín
“de” → palabra antiquísima para “tierra”
para otros significa “trigo”
Su equivalente latina, Ceres, cuyo nombre está ligado etimológicamente a la voz con la
que designamos nuestros cereales. Por eso la encontraremos en las representaciones
rodeada de espigas.
PREGUNTA: ¿Cuántas diosas de la tierra hay?
 Gea: Tierra como elemento cosmogónico
 Deméter: tierra en el sentido de fecundidad, de la producción de frutos.
Otro personaje relacionado con la tierra sería Posidón, como dios de los terremotos
(en un mito se une a Deméter, ambos en forma de caballos).
También Hades → una de sus localizaciones es debajo de la tierra (inframundo) y
además está casado con Perséfone (hija de Deméter)
- Atributos: espiga, narciso, adormidera (para calmar el dolor que supone la separación
de su hija), antorchas (encendidas para buscar a su hija), serpientes (animales vincula-
dos a la tierra) o en un carro tirado por serpientes aladas.
- Su hija por excelencia es Perséfone/Proserpina o también llamada Core (Kore) que es
la voz griega para decir “muchacha”, “doncella”. La estrechísima relación entre madre
e hija llega hasta el punto de aludir comúnmente a ellas como “las Diosas” (tò theó).
- Homero: poca participación en su épica ya que su acción principal era el campo y las
cosechas.
- Jasión o Yasión: Deméter se unió en amor a este joven sobre un barbecho renovado
tres veces. Hesíodo sitúa el placentero abrazo en un fértil campo situado en el rico país
de Creta y añade que, a raíz de esa unión carnal, Deméter parió al generoso Pluto, esto
es, a la Riqueza personificada que recorre la tierra y los anchos lomos del mar, y
echándose a los brazos de quien le encuentra, le vuelve rico y le colma de prosperidad.
Esta unión con Yasión provoca la fertilidad de la tierra.
- Triptólemo: En recompensa por la hospitalidad que Deméter recibió en Eleusis, la dio-
sa le habría entregado unas espigas y un carro tirado por aladas serpientes para que
montado en él recorriera la faz de la tierra con esa misión de enseñar cómo hacer fruc-
tificar la tierra (enseñar a los hombres la agricultura).
- Rapto de Perséfone  Las aventuras de Deméter y Perséfone constituyen el mito cen-
tral de su leyenda. Se da generalmente como lugar del rapto la pradera de Enna, en Si-
cilia. Hija de Zeus y de Deméter, crecía feliz entre las ninfas cuando su tío Hades se
enamoró de ella y, con la ayuda de Zeus, la raptó. En el preciso instante en el que cogía
un narciso la tierra se resquebrajó, abriendo paso al carro de Hades que se la llevó con
ella. Deméter sólo oye su grito al ser sumergida por Hades bajo tierra y, puesto que ni
dioses ni mortales quieren decirle a su madre la verdad de lo acontecido, durante nue-
ve días anda errante por el mundo. Blande en su mano antorchas encendidas y ni se
nutre ni baña su cuerpo. Sólo Hécate la consuela al décimo día y juntas acuden al Sol,
que les refiere quién ha sido el raptor. Entonces un dolor aún más agudo se apodera de
la diosa que, irritada contra Zeus, se aparta del Olimpo y de la asamblea de los dioses.
Afligida y desconsolada, vaga entre los hombres adoptando la figura de una vieja, sin
que éstos la reconozcan y llega a Eleusis donde se sienta en una piedra (conocida como
“Piedra sin alegría”). Allí la encuentras las hijas de Céleo –Calídice, Demo y Calítoe-,

©Carmen Albarrán
que, tomándola por una anciana, le proponen cortés y afablemente que las acompañe
a la morada de su padre, donde encontrará ocupación como nodriza del hijo más pe-
queño.
Llega Deméter al umbral del palacio eleusino, envuelta en su sombrío peplo, velada de
pies a cabeza, y, pese a que llena las puertas con su divino resplandor, no la reconocen.
Rehúsa la diosa el sitial que le ofrecen y opta por un asiento más modesto cubierto con
un vellón blanco, que para ella dispone la diligente Yambe, que haciendo honor a su
nombre –para los antiguos era evidente la relación del nombre con el verso yámbico,
usado para invectivas y pullas- con su chanzas y bromas hace reír a la diosa borrando
así de su rostro las huellas de tristeza y amargura. (También hay otra variante más
brusca: la criada, descontenta porque la diosa no comía, se levantó las faldas y la hizo
reir. Estas leyendas constituyen etiologías→ nos explica el por qué de los ritos en ho-
nor a la diosa incluyen actos obscenos, risas,…)
Una vez que Metanira (esposa de Céleo) le encomienda la crianza de su hijo, la vida pa-
rece cambiar para Deméter: toma en su regazo a Demofonte y se alegra, en su fuero
interno, de volver a ejercer las funciones de madre. Y ciertamente hace por él lo que
ninguna otra nodriza podría: le unge de ambrosía mientras sopla suavemente sobre él
y además por las noches, a escondidas, le oculta en el mero centro del vigor del fuego
como si fuera un tizón. Así crece la criatura de forma tan prodigiosa que Metanira sos-
pecha de tan increíble crecimiento y decide espiar a su niñera. Al contemplar a su hijo
en medio del fuego, entre las llamas, no pudo contener un grito, que exasperó a Demé-
ter. Ésta reprocha a la madre su insensatez, común al resto de los mortales, que viven
ignorantes, ofuscados, incapaces de reconocer a los dioses ni discernir entre lo bueno o
lo malo, ella, mediante esos ritos del fuego, habría hecho al niño inmortal y desconoce-
dor de la vejez. Pero ahora ya no es posible. No obstante, le concederá un privilegio
imperecedero: un combate que se celebrará anualmente en su honor. Fue entonces
precisamente cuando tiene lugar el momento de epifanía→ Deméter se reveló cual
era, la diosa venerada, la diosa que proporciona el mayor provecho y alegría a morta-
les e inmortales. Ordena a los reyes de Eleusis que erijan en esa localidad un gran tem-
plo provisto de un altar dentro de él, todo un santuario en el que ella misma fundará
los requeridos ritos para que en el futuro la aplaquen celebrándolos piadosamente.
Es así como la diosa funda los misterios de Eleusis → tan venerables que no es posible
transgredirlos, ni averiguarlos, ni divulgarlos. Feliz será quien llegue a contemplar tales
misterios, dichoso él, mientras que el no iniciado, nunca tendrá un destino semejante
al del devoto o celebrante o participante de los misterios, cuando muera.

CELEBRACIÓN DE LOS MISTERIOS DE ELEUSIS:


 Sometidos a hipótesis y especulación (a ciencia cierta no sabemos en qué consistían).
Toda la información es de segunda mano: atañe a las ceremonias previas, son datos
aislados provenientes de fuentes tardías.
Procesión de las antorchas  participaba toda la ciudad en esta procesión que llevaba
de Eleusis a Atenas a través de la “Vía Sacra”. En ella cruzaban en algún momento un
río y se consideraba como el paso al otro mundo. A la vuelta en Eleusis, en torno a un
pozo, se bebía y bailaba y se rompía el ayuno tomando el Ciceón. Después, los elegidos
entraban al templo y ya no se sabe a ciencia cierta lo que hacían.

©Carmen Albarrán
 Los misterios no podían ser trasgredidos ni divulgados ni profanados.
La palabra “mýstes” significa el que cierra, sobre todo los ojos y la boca, no pudiendo
revelar lo que ha visto. Estaba prohibido transmitirlo, ni siquiera mediante la parodia:
revelar el secreto de los ritos mistéricos estaba penado con los más grandes castigos.
 Se mantuvo hasta el 395 d.C. cuando los suprimió Teodosio
 No es una secta  la singularidad es que todos los ritos estaban abiertos a todas las
clases sociales y a ambos sexos (incluidos esclavos y heteras), pero no a los bárbaros o
a los que tenían delitos de sangre.
 Las ceremonias tenían lugar en el telestérion o “lugar de las ceremonias de iniciación”.
Las ceremonias eran fórmulas orales, acciones dramáticas y miméticas rituales y pre-
sentación de objetos sacros a los iniciados  según Aristóteles los iniciados no apren-
den, sino que experimentan y se colocan en una mejor disposición para afrontar el
trance del tránsito a la vida de ultratumba. Más bien apunta a una transformación in-
terior fruto del encuentro con lo divino y la consecuente promesa de dicha y bienaven-
turanza para el presente y para más allá de la muerte.
 El sacerdote que mostraba los misterios era el hierofante, “el que muestra lo sagrado”.
¿Qué mostraba el hierofante? Partes pudendas, masculinas o femeninas, una antigua
estatua de madera de la diosa, una espiga de trigo como símbolo en el que confluirá la
certeza de la vida de ultratumba y la esperanza en la bienaventuranza de la vida hu-
mana más allá de la muerte, una dramatización del rapto de Core e incluso de una
“boda sagrada” y el nacimiento de un tierno infante, visiones varias, todas ellas causa-
das tal vez por la manipulación de un hongo potente alucinógeno que crece en la ce-
bada, ingrediente indispensable en la preparación del ciceón.

HERA-JUNO
- Una de las grandes diosas olímpicas
- Hermana y esposa legítima de Zeus: son la pareja que gobierna el cielo (al igual que
Posidón y Anfitrite los mares; y Hades y Perséfone el mundo subterraneo). Pese a que
se le conocen otros amores a Zeus, incluso se habla de matrimonios anteriores (Metis),
Hera es la única esposa legítima y de ahí que se convierta en la diosa del matrimonio.
Sin embargo, si se lee el relato de la Teogonía de Hesiodo, la pone a ella como la últi-
ma de esas relaciones→ Hesiodo lo que quiere es introducir orden, unificar la mitolo-
gía: no se trata de tomarlo como una referencia cronológica sino como que es la últi-
ma pero a su vez la principal, la que se queda con ese puesto de esposa legítima.
Hay que recordar que cuando hablamos de esos amoríos de Zeus, en cada una de las
regiones venía a representar la unión del dios del cielo con cada una de esas mujeres,
ninfas, diosas, diosas marchitas, que de alguna manera representaban a su vez a esa
región en sí. De ahí esas uniones siempre fueran fructíferas dando lugar a un niño que
posteriormente se convierte en la cabeza de una genealogía y así se contribuye al pan-
helenismo puesto que al fin y al cabo las distintas familias están emparentadas.
- Por otro lado, si los griegos hubieran aceptado la idea de la poligamia no se trataría
más que de Zeus con todo su harén. Pero como eso era imposible en aquel modelo de

©Carmen Albarrán
sociedad, entonces la gran diosa de Argos (su localidad principal, ubicada en el centro
del Peloponeso) se convierte precisamente en la esposa por excelencia.
De ahí que en los poemas (Homero) se la represente como una diosa celosa, violenta y
vengativa. Siempre enfrentada, la mayor parte de las veces a su esposo, pero eso lo
hace precisamente para defender la legitimidad de la institución que ella protege y en-
carna, así como la legitimidad de sus hijos. Todas esas historias en las que persigue a
las amantes y a los hijos de estas es en defensa de esa legitimidad del matrimonio.
- Es una diosa con elementos que la hacen aparecer como una divinidad muy poderosa,
quizás en última instancia relacionada con las grandes diosas prehelénicas→ existen
textos en los que se la denomina “la reina inmortal, dotada de suprema hermosura… la
gloriosa, a la que honran reverentes todos los Bienaventurados por el vasto Olimpo
igual a Zeus”.
Verdadera reina, lo que se ve representado en su apariencia: alta, majestuosa, elegan-
temente revestida de una larga túnica, empuñando el cetro y portando sobre su cabe-
za una corona.
- Justo al lado de esa idea de ser la última, también existía la idea de que el amor de
Zeus y Hera era muy antiguo → se habían amado secretamente a escondidas de Crono
cuando este aún reinaba en el universo. Es otra manera de legitimar esa unión y hacer-
la retroceder hasta el principio de los tiempos.
Se decía que su matrimonio se había celebrado en el Jardín de las Hespérides (jardín
de las ninfas que viven al oeste); se decía que las famosas manzanas de oro de este
jardín, que Heracles tendrá que ir a buscar, habían sido un regalo de Gea (la Tierra) por
la boda. Este jardín era un símbolo mítico de fecundidad.
En Grecia, por todos los sitios, se hacían fiestas donde se celebraban bodas destinadas
a conmemorar esta de los dioses, lo que es paradigmático puesto que estas bodas
humanas no son más que la pálida imagen de la boda por excelencia entre Zeus y He-
ra. En estas fiestas se adornaban las estatuas de los dioses, se les llevaba en proce-
sión,…
- En competencia con los habitantes de Argos estaban siempre los habitantes de la isla
de Samos donde se puede ver una de las estatuas más famosas de esta diosa. El san-
tuario de esta isla dedicado a Hera es antiquísimo y se habría construido sobre los res-
tos de una antigua fortaleza micénica (recientemente se ha encontrado la tumba intac-
ta de un guerrero micénico) → todo ello nos apunta a la antigüedad de la diosa.

- En los poemas homéricos tiene gran importancia como modelo de esposa, no de so-
berana (aunque también defenderá su alto linaje y la capacidad de tomar decisiones).
Está más de un punto por debajo del soberano dios, al que debe someterse y que la
castiga en numerosas ocasiones→ hay cierta aventura en la que el propio Zeus llega a
colgar a Hera de un yunque teniéndola suspendida así desde lo alto del Olimpo y a pe-
sar de que todos los dioses interceden por ella hasta que Zeus no lo decide no la resti-
tuye a su lugar. Incluso su hijo Hefesto al tratar de interceder por ella recibe el castigo
de Zeus que lo lanza al vacío (ver Hefesto). Esto lo hizo para castigarla porque ella ha-
bía mandado una tormenta enorme para impedir el regreso de Heracles de la primera
guerra de Troya.

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Precisamente Heracles le debe su nombre a ella (significa “la gloria de Hera”) pero por
ser hijo ilegítimo de Zeus lo perseguirá durante toda su vida; solo al final se producirá
la reconciliación con Hera. Otra cosa curiosa de esta relación entre Hera y Heracles es
la leyenda sobre la creación de la Vía Lactea→ Atenea (en otros textos Hermes) acercó
a Heracles niño al pecho de la diosa dormida; cuando ésta se despertó lo apartó de sí y
la leche que fluyó de su pecho dejó en el cielo una estela.

Otro episodio relacionado con esto y que aparece en uno de los textos e el Juicio de
Parisen las bodas de Tetis y Peleo, la Discordia lanza una manzana que cita “para la
más bella”. Paris debe ser quien decida si Hera, Afrodita o Atenea merecen dicha de-
nominación: Hera le ofrece la soberanía, Atenea la victoria en todas las batallas y Afro-
dita le ofrece la mujer más bella. Como finalmente elige a Afrodita, Hera y Atenea se
posicionan contra los troyanos en la guerra de Troya, mientras que Afrodita les presta
ayuda. Señalar que en las representaciones artísticas las tres diosas aparecen vestidas,
solo posteriormente aparecerán desnudas. La posición de Zeus en esta situación es di-
fícil, puesto que está accediendo a la petición de Tetis pese a que él tiene una relación
privilegiada con Troya a través, no ya de una mujer, sino del joven Ganímedes (un
ejemplo del amor homosexual).
Episodio de seducción a Zeus (texto) es un momento en el que los griegos están de-
sesperados y por tanto los dioses que les apoyan tienen que intentar extraer a Zeus
porque si no los griegos van a ser masacrados. La decisión que toma Hera es ir a ver a
Afrodita (porque a pesar de ser Hera la diosa del matrimonio la capacidad de seducción
y de gozar de los placeres está en manos de Afrodita) y le pide que le dé el amor y el
deseo con los cuales rinde a hombres y dioses, pero no le cuenta la verdad, le dice que
es para ir a ver a Océano y Tetis que llevan un tiempo que se llevan mal (ahí estaría
ejerciendo su función como diosa del matrimonio). Afrodita le da el cinturón que cubre
todos los encantos: el amor, el deseo,… y armada con ello se presenta de forma sumisa
ante Zeus diciéndole que viene a pedirle permiso para lo mismo que le dijo a Afrodita. Y
Zeus cae rendido a sus pies (aquí el aedo tiene un claro propósito: el colocar ese amor
de Hera por encima de todo, es una escena de seducción suprema). Pero ella intenta
llevarle a otro lugar porque lo que quiere es apartarle como sea del lugar de la batalla
para que Posidón y los otros dioses que apoyan a los griegos empiecen a revolucionar
todo el asunto. Pero Zeus crea un lecho especial haciendo gala de ese dominio de los
elementos atmosféricos. En ese momento entra en escena Hipno, la personificación del
sueño, al que ha prometido que lo unirá con la ninfa de la que está enamorado siempre
y cuando deje dormido a Zeus mientras se une con Hera. El enfado de Zeus cuando se
despierta es monumental, pero entre tanto ellos han avanzado en la guerra.
Episodio de Io a la que seduce Zeus y a la que después convierte en vaca. Hera exige
que se la ofrezca como presente y la confía a la custodia de Argo de los Cien Ojos (o to-
do ojos): dependiendo de las fuentes es un ser que tiene 4 ojos o bien 100 ojos distri-
buidos a lo largo del cuerpo. Por tanto, Zeus no puede convertirla de nuevo en mujer.
Será Hermes quien finalmente dé muerte a Argo, sin embargo Hera para agradecerle
su vigilancia transferirá esos múltiples ojos a su animal por excelencia, el pavo real. A
pesar de todo, Hera no parará y le manda un tábano que la perseguirá de un lado a
otro y le hará cruzar el estrecho que lleva su nombre, el Bósforo (significa el paso de la
vaca): pasará a lo que es la actual Turquía, bajará por la costa de Asia Menor hasta
llegar a Egipto donde volverá a recuperar su forma, tendrá un hijo que se convertirá en
el antepasado de Europa, entre otras.

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- Hijos de Hera y Zeus  Ares, Hefesto, Hebe e Ilitía
HEBE:
o Juventud personificada
o Desempeña las funciones de la doncella de la casa, la hija que no se ha casa-
do prepara el néctar y la ambrosía de los dioses y se encarga de otras tareas:
prepara el baño a su hermano Ares, ayuda a Hera a desenganchar el carro…
También se la representa bailando con las musas al son de la lira de Apolo.
o Es una figura en principio secundaria hasta el momento en que Heracles consi-
gue superar todas sus pruebas Heracles se casará con ella y al casarse con la
eterna juventud, y en recompensa por sus trabajos, logra el acceso a la inmor-
talidad.
ILITíA:
o A veces es simplemente un epíteto de la diosa Hera la diosa o encargada de
los partos. Hay que tener en cuenta que el momento del parto es especial-
mente delicado para la mujer de ahí que haya dado lugar a un gran número de
supersticiones (se habla de raptos de niños, sustituciones,…)

o Cuando se la personifica como hija, es fiel criada de su madre y servidora de


sus odios (trata de impedir el nacimiento de Heracles y también de Apolo).

- Episodio Tiresias discutían en una ocasión Zeus y Hera sobre quién goza más inten-
samente en los placeres sexuales, si el hombre o la mujer. Zeus sostenía que las muje-
res llevaban ventaja, Hera lo negaba y decía que los más favorecidos, en lo que al pla-
cer sexual se refiere, eran los hombres. Decidieron consultar a Tiresias, que había teni-
do sucesivamente la experiencia de uno y otro sexo, porque en una ocasión, de joven,
pasó delante de dos serpientes unidas en cópula y al darles un bastonazo se convirtió
en una mujer durante siete años, al cabo de los cuales volvió a pasar por el mismo lu-
gar, encontró otras dos enlazadas de la misma suerte y un nuevo bastonazo descarga-
do sobre ellas lo devolvió a su primitivo sexo y figura masculina. Tiresias respondió en
aquella mítica ocasión que si los placeres se representaran en forma valorativa de diez
unidades, el hombre se llevaría una y la mujer nueve. La respuesta irritó terriblemente
a Hera, que privó de la vista a Tiresias por haber revelado a su marido y, por ende, al
sexo varonil semejante secreto que a toda costa debía ser guardado, y Zeus, en com-
pensación de su pérdida tan sensible, le otorgó el don de la profecía y el privilegio de
una larga vida, nada menos que de siete generaciones humanas.

ARES-MARTE
- Dios de la guerra por excelencia, pero un dios muy peculiar: tiene muy pocos templos
consagrados a él en suelo griego y, sobre todo, no parece que goce de un lugar privile-
giado o importante en la religiosidad griega (ni siquiera goza del aprecio de los demás
dioses). Además le vemos fracasar en lo que debería ser su cometido principal ya que
se le puede vencer los Alóadas fueron capaces de apresar a Ares y tenerlo varios
meses metido en una tinaja hasta que Hermes lo rescató.
- Los textos lo vinculan normalmente a Tracia una región marginal situada en los lími-
tes del mundo griego, más allá de Macedonia, de clima rudo. El país y sus habitantes
tenían fama de salvajes, de bárbaros y de ser poblaciones semisalvajes muy guerreras.

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Sin embargo, su nombre está documentado desde el 2000 a.C. en las tablillas micéni-
cas, en las que hay testimonios de que ya en esa época se rendía culto a Ares.
- Etimología  de momento no es posible llegar a ninguna conclusión suficientemente
firme. Quizás la etimología menos desviada sea la que lo relaciona con aré “ruina, per-
dición”, pero no hay manera de probarla.
- Aspecto impresionante: hombre joven pertrechado de coraza y yelmo, armado de es-
cudo, lanza y espada.

- Epítetos: estruendoso, homicida, sanguinario, violento, impetuoso, poderoso, el que


blande la lanza, el que lleva puesto el yelmo, el que atraviesa el escudo, el más rápi-
do,…
- Tanto los epítetos como los episodios que nos refieren los poetas, nos permiten desta-
car dos facetas del dios:
o Ares como experto en su oficio, como vencedor encarnación de la guerra en-
tendida como medio para alcanzar la gloria, que es lo que persiguen los hé-
roes.
o Ares que se identifica con la guerra fatal que acarrea ruina y do-
lorcuriosamente esa es la imagen que parece prevalecer, la de un Ares vio-
lento que encarna el furor guerrero desenfrenado, sanguinario. Se cree que
eso es lo que hace precisamente que esté poco personalizado.
Aunque eso más bien pudo ocurrir porque los griegos tienen también a otra divinidad
como reina de la guerra ATENEA. Esta, en cambio, encarna el monopolio de las acti-
vidades guerreras pero desde una posición antitética:
 ATENEA: la guerra desde el punto de vista de la inteligencia, de la estrategia
(hija de Metis, la “inteligencia”). Eso hace que ella tenga un papel mucho más
destacado, que sea respetada por los dioses y que siempre que se enfrenta
con Ares, ella resulte victoriosa. Nike, la victoria, siempre acompaña a Atenea,
pero no siempre acompaña a Ares. Sanguinario y cruel que se trae el odio de
los propios dioses.
 ARES: fuerza bruta incapaz de distinguir entre los dos bandos en el fragor de la
batalla, un dios cruel, inconstante y voluble que atrae el odio de los propios
dioses. Irracional, alocado y furioso.
El episodio más relevante en el que se enfrenta a Atenea (Ilíada) narra cómo ella em-
puja fuera a Ares de la lucha y le hace sentarse a orillas del río Escamandro tachándolo
de “estrego de mortales, manchado de crímenes, salteador de murallas”.
- Hesiodo le describe acompañado de Deimo, Fobo y Éride: el “Miedo”, “Terror” y “Dis-
cordia”, personificaciones que se consideran sus hijos y su hermana. Tambien aparece
en los textos su hija Harmonía (que termina casada con Cadmo, el fundador de tebas)
a la que no hay que confundir con la ninfa del mismo nombre que es junto con Ares la
madre de las Amazonas en una sociedad patriarcal como la de la época griega (a pe-
sar de que las diosas tienen un papel mucho más importante del que se podría espe-
rar), estas mujeres guerreras representaban el salvajismo puesto que solo mantenían
relación con los hombres para procrear y si eran niños los abandonaban. Nada mejor,

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por tanto, que convertir a esas mujeres en las descendientes de Ares y así integrarlas
en la mitología.
- El Himno Homérico a Ares, es un himno tardío donde encontramos elementos que no
solamente pertenecen a la etapa más antigua, sino que también hay elementos de los
filósofos platónicos, etc.
- Hay un episodio singular dentro de sus enfrentamientos con Atenea (texto) ella in-
tenta despertar los ánimos de los griegos y se va en busca de un guerrero, Diomedes,
que rechaza luchar. En este episodio hay que hacer referencia primero a un momento
anterior donde Atenea descorre el velo que nos impide a los mortales ver la presencia
de los dioses entre nosotros, lo que permitirá a Diomedes ver cómo los dioses están in-
terviniendo en el curso de la batalla. Atenea le anima a que se enfrente a los dioses, pe-
ro le dice que si llega Afrodita que a ella no la tema porque tiene otras ocupaciones di-
ferentes y podrá herirla. Efectivamente en un determinado momento Afrodita baja a la
batalla para salvar a su hijo Eneas y Diomedes llega a herirla y es Ares el que la acom-
paña al Olimpo. Por ello incurrirá en su ira. Por tanto, Diomedes tenía una ventaja por
encima del resto de los guerreros, pero ahora se ha enfadado porque se da cuenta de
que es el propio Ares el que está dominando. Y Atenea viene a reprochárselo: “No im-
porta incluso contra él”. Normalmente Ares está de parte de los teucros, pero no deja
de prometer su ayuda a los dánaos para acto seguido olvidar sus palabras. Es decir,
que en pocos pasajes está tan claro cómo el dios se cambia de bando porque lo único
que le interesa es la matanza. En ese momento Atenea se sube al carro de Diomedes y
ella misma hace la labor de auriga, poniéndose el casco de Ares (casco de invisibilidad
que se le atribuye a él aunque nunca lo lleva) para que este no la reconozca. Después
Atenea logra desviar la lanza que ares lanza a Diomedes y por otro lado Diomedes con-
sigue herir al dios de la guerra que se tiene que retirar. Sube al Olimpo y empieza a
quejarse a su padre Zeus (asistimos a una escena totalmente humanizada de los dioses
concebidos como una gran familia) llamando la atención su respuesta por el poco
aprecio que siente (al igual que el resto de dioses) por él y si no fuera porque es su hijo
lo tendría metido en el tártaro: “[…]Pero si de algún otro de los dioses/ tan destructor
hubieras nacido, / ya hace tiempo estarías más abajo/ de donde están los hijos de
Urano […]”.
- Ese carácter violento se manifiesta también en su relación con las mujeres, incapaz de
reflexiva contención:
o Dios que viola muchachas
o Dios lujurioso, que con sus relaciones violentas, engendra hijos que heredan
esas características: son violentos, inhospitalarios, matan, se entregan a actos
crueles. Como por ejemplo Cicno –hijo de Ares y Pelopia- bandido sanguinario
que en el camino de Delfos, mataba a los viajeros y con sus cabezas pretendía
erigir un altar a su padre hasta que Heracles le dio muerte. Su padre Ares acu-
dió a vengarse y se enfrentó a Heracles, en vano, pues Atenea desvió el golpe
de su lanza y Heracles le hirió. Pero, al mismo tiempo, los textos nos revelan a
un dios que también se preocupa por sus hijos también es padre de Alcipe,
violentada por Halirrotio –hijo de Posidón-. Ares se venga dando muerte al hijo
de Posidón y es juzgado por los doce dioses olímpicos que le absuelven. Eso li-
ga al dios a la “Colina de Ares” o Areópago: lugar en Atenas donde se juzgaban
los delitos de sangre.

©Carmen Albarrán
Papel de dios fundacional en Roma (Marte)  precisamente es una violación lo que
lleva a cabo Marte con una vestal, Rea Silvia, que será la madre de Rómulo y Remo; y
como ella ha jurado no tener hijos, estos son abandonados y criados por la famosa lo-
ba capitolina. Será a través de esa genealogía (ella era considerada hija de uno de los
primeros reyes de Roma) como los romanos aparecen como descendientes nada más y
nada menos que del dios de la guerra. Por tanto, valor paradigmático del dios de la
guerra gracias a la identificación y utilización que de él hizo el pueblo romano, cuyo ca-
rácter bélico explica toda su expansión. Por otro lado, será Eneas el troyano que llega
a Roma y que está emparentado con las historias de su fundación y Eneas es hijo de
Afrodita. Por lo tanto, Ares y Afrodita aparecerán como dioses especialmente relacio-
nados con los orígenes de los romanos.
En el mundo romano Marte tiene una importancia superior y los templos en su honor
se construyen a las afueras de las ciudades precisamente para que las defienda. Ade-
más, entre los aspectos de Marte en el mundo romano, sobresale una relación con la
agricultura que no existe en el mundo griego  suovetaurilia (Catón) o ritual en el que
se sacrificaban tres animales machos: cerdo –sus-, cordero –ovis- y toro –taurus- para
ofrecérselos a Marte con el fin de bendecir y purificar la tierra..

- Tenemos otro episodio en el que volvemos a ver a un Ares quedando en ridículo, algo
que nadie esperaría del dios de la guerra. Además es muy curioso porque Homero
(Odisea) lo pone en boca de un aedo que cuenta esta historia cuando Ulises llega al
país de los tercios (un cuento dentro de otro cuento). A diferencia de otros relatos
contados por el aedo, este es un tema burlesco (texto) Ares y Afrodita tienen amo-
ríos, su relación amorosa es contada por Helios a Hefesto que hace como si no se hu-
biera enterado, fabricando unos hilos o lazos inquebrantables e invisibles que colocó en
torno al lecho. En el momento en el que se vuelven a unir los amantes los lazos se ex-
tienden de manera que no se pueden mover, entonces Hefesto convoca a los dioses pa-
ra que sean testigos de la escena. Todos reían excepto Posidón.

HEFESTO-VULCANO
- Dios del fuego, de la fragua.
- Es el señor del elemento ígneo se le suele ver con un mazo de hierro incandescente
cuando se enfrenta a distintos enemigos.
- Hijo de Hera y Zeus, pero a veces se pretende que Hera lo engendró sola despechada
por el nacimiento de Atenea que Zeus había traído al mundo sin intervención de mu-
jer.
- Caracterizado como feo, cojo, maltrecho. Hay 2 versiones sobre su cojera:
 Una leyenda que aparece en la Ilíada narra que Hefesto era cojo de nacimiento y
su madre, avergonzada, decidió ocultarlo a la vista de las demás divinidades, por
eso lo arrojó desde lo alto del Olimpo; cayó en el Océano, donde fue recogido por
Tetis y Eurínome que lo criaron durante 9 años en una gruta submarina y donde le
enseñan la metalurgia.

 Otro mito de la Iliada narra que Hefesto vuelve mediar entre Zeus y Hera y les re-
cuerda que en la anterior discusión que medió, su padre lo cogió por un pie y lo ti-
ró fuera del Olimpo, cayendo en la isla de Lemnos y por eso quedó cojo.

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- Lo cierto es que entre Atenea y Hefesto existe más que un lazo: ambos recibían un cul-
to extraordinario en Atenas la ciudad por excelencia del mundo griego y también la
ciudad de los artesanos y comerciantes (no olvidemos que ambos son dioses de las ha-
bilidades manuales).
Por ello, en Atenas, a parte del Partenón (Atenea), el templo más importante es el He-
festeion –el único que sobrevivió porque fue convertido en la Iglesia de San Jorge- (He-
festo)  por tanto, no es casualidad que encontremos estos dos templos, uno arriba y
otro abajo, dedicados a estos dos patronos de las habilidades manuales, sino que eran
muy venerados.

- Es el dios de los metales y la metalurgiareina sobre los volcanes, que son sus talle-
res, donde trabaja con sus ayudantes los Cíclopes (aparece así en los mitos más recien-
tes, sobre todo en textos latinos, puesto que en otros textos más antiguos como el de
Tetis, cuando va pedirle que forje nuevas armas de Aquiles, aparece viviendo en su
propia mansión).

- Como dios de los metales a él se le atribuye todo aquello que es excepcional, por lo
que es el creador de las armas y objetos de los dioses olímpicos (a cada dios le fabrica
precisamente aquello que le caracteriza) se dice que fabrica el rayo de Zeus, las fle-
chas de Ártemis y Apolo, el carro de Helios, el tridente de Posidón (en otros mitos se
atribuía a los Cíclopes), la coraza de Heracles. Pero no solamente fabrica armas, tam-
bién el cetro de Agamenón, el collar de Harmonía (cargado de desgracias), la corona de
oro que Dioniso regala a Ariadna como presente nupcial o el autómata de bronce Ta-
los vigilaba la isla de Creta y era indestructible, pero finalmente morirá a manos de
los Argonautas.
El más habilidoso y técnico, cualidad que le hace ser gran amigo de Ateneaconstruye
trípodes que se mueven solos para servir comida y que nadie tenga que entrar a llevar
alimentos a los dioses (pequeños autómatas).
- Después de aprender todo tipo de artes, Hefesto decide vengarse de su madre y le fa-
brica en secreto un trono de oro y se lo envía: cuando Hera se sienta ya no se puede
levantar quedando atrapada con unos lazos invisibles. Todos intentan desatarla pero
nadie lo consigue. Intentan convencer a Hefesto pero este no cede y los dioses ofrecen
la mano de Afrodita a quién lo logre. Al final se encargó a Dioniso la misión de conven-
cerlo y para ello lo embriagó. Hefesto hizo su entrada en el Olimpo montado en un
asno, seguido del cortejo de Dioniso, y una vez allí desató a su madre.
De esa manera el mito griego sirve para explicar dos cosas: cómo Dioniso logró entrar
en el Olimpo ya que es hijo de Zeus pero no de una diosa; por otro lado se explica el
matrimonio de dos dioses jóvenes Hefesto y Afrodita. Rompe las reglas puesto que
lo que hay son tres grandes reinos distribuidos entre los tres grandes hermanos (Zeus,
Posidón y Hades) cada uno con una esposa legítima y en torno al cual se crea toda una
familia (ninguno de sus hijos se casa porque eso daría pie a forma otra familia otra ca-
sa). Por ello el caso de Hefesto y Afrodita es singular.
Hay que tener en cuenta que es un dios feo, cojo, que suda y que realiza labores ma-
nuales y por tanto no cuadra con la imagen idealizada de un personaje divino: se le
compara a menudo con seres que en otras mitologías trabajan los metales, como los
gnomos o los enanos que también son seres deformes. Esto enlaza con la idea de que
para conseguir un don muy alto uno tiene que hacer una gran renuncia (Tiresias).

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Pese a ser un dios con esas características, encarna al herrero que es una figura esen-
cial en esa sociedad y por lo tanto se le tiene en gran consideración y aprecio (frente a
Ares con el que se le compara a menudo).
- Siempre es tratado como un dios amable, bueno, reflexivo.
- Sin embargo, esa tradición de esposo de Afrodita no es unánime  en la Ilíada está ca-
sado con Caris –la gracia personificada-. En realidad, en toda la historia aunque es el
menos agraciado físicamente siempre está casado con la más bella (Caris y Afrodita).
- Por otro lado, hay un episodio muy importante en Atenas que lo une con Atenea 
Hefesto se caracterizaba también por las infidelidades de su esposa, la diosa Afrodita,
causa de risas y envidias de otros dioses. Sorprende por ello que en una ocasión en la
que la diosa Atenea acudió a la fragua de Hefesto para encargarle unas armas, este
perdiera el control y quisiera conquistar a la patrona de Atenas. Asqueada por la agre-
sión, rechaza a Hefesto y en el forcejeo un poco de semen cayó en el muslo de la diosa,
que acaba limpiándose los restos y arrojándolos al suelo. De la tierra nació un ser lla-
mado Erictonio: el primer habitante y rey de Atenas. De ahí surgen los mitos de autoc-
tonía de esa manera podían reclamar que ellos habían estado allí desde siempre, y
esas tierras eran suyas porque eran seres que habían nacido de la tierra y además es-
taban ligados a dos de los dioses principales, Hefesto y Atenea.
- Su mayor logro es PANDORA  es el artífice de la construcción de la primera mujer
(no del primer hombre, que ya existía) en gran colaboración con Atenea que la va a en-
señar todas las artes de las mujeres, la va a vestir, etc. Pandora significa “todo dones”
y justamente recibe un don de cada uno de los dioses.
Esto es singular puesto que cada ciudad posee un mito sobre la creación de los hom-
bres, no hay un mito único. Se unifican o acepta la versión de Hesíodo. Pero sí hay un
único mito sobre la creación de la mujer.

AFRODITA-VENUS
- No es la diosa del amor  Es realmente la diosa de la unión carnal, que encarna la ac-
ción sexual. Hay estatuas procedentes de la isla de Chipre en las que aparece una
Afrodita barbada y también Afroditas con órganos masculinos o femeninos que vienen
a justificar esta última concepción de la diosa.
- Uno de sus epítetos por excelencia es Cipris, “la chipriota”; también Citerea, de la isla
de Citera.
- Nace de la espuma de mar precisamente según la etimología popular su nombre
proviene de “afros”= espuma de mar (la que se había formado en torno al miembro
viril de Urano cuando fue cercenado).
- ≠ Eros dios del enamoramiento.
- En el mito primigenio, al nacer de la espuma de mar, no tiene madre. Sin embargo, en
la Ilíada es hija de Zeus y Dione –feminización del nombre de Zeus-, diosa de la que se
sabe muy poco. Con lo cual los griegos hablaban de dos Afroditas atendiendo a su ge-
nealogía:
 Por un lado, era una diosa muy antigua, hija de Urano –Urania-.

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 Y por otro, era una diosa que pasaba por ser hija de Zeus –Pandemo-. De esa
manera se hacía entrar, a una divinidad primigenia y esencial para el desarrollo
de la Teogonía, dentro de la mitología corriente, de la gran familia olímpica.
Pándemo significa “de todo el pueblo”, en el sentido de que protege y reci-
be culto de toda la comunidad.
Eso lo que va a producir es que naturalmente los griegos hablen de esas dos Afroditas,
pero no por ello podemos deducir que hay dos diosas hay una única diosa Afrodita.
- Sin embargo, Platón hace por primera vez una interpretación que, precisamente por
ser él quien la hace, va a triunfar (pero es una interpretación tardía, extraña a los anti-
guos mitos):

o Urania diosa del amor puro


o Pandemo diosa del amor vulgar
En otro de sus diálogos, el Fedro, Platón habla de Eros y seguirá aplicando esa dicoto-
mía: Habíamos visto a Eros mucho antes que a Afrodita, en los orígenes (solo existían
el Caos, Gea, Eros y Tánato), pero no como el dios gordito de las flechas sino como
personificación de esa fuerza generadora. Eros se va a constituir en la mitología griega
como el dios del enamoramiento, mientras que Afrodita, que pasa por ser su madre,
es la diosa por excelencia de la atracción sexual, de la unión carnal entre el hombre y
la mujer. Y de esa manera quedan distinguidos sus dos papeles y así, a pesar de ser an-
terior a ella, entra en el panteón.
Además, en el Fedro va hablar de que también hay dos Eros:
o Eros  el amor profano, el “normal”.
o Anteros (anti-Eros) el amor puro, virtuoso (que frena al otro)
Todo lo que nos han contado sobre el amor platónico es mentira y fabulación.
Esta doble distinción (dos Afroditas y dos Eros) va a ser crucial porque después a lo lar-
go del Renacimiento los pintores van a representarlos contextualizándolos en su pro-
pia época: representarán a la Afrodita Urania (el amor puro) curiosamente como una
mujer desnuda, exenta de adornos porque su valor está en ella misma; por el contra-
rio, la Afrodita Pandemo (amor profano) necesita todo tipo de vestidos, alhajas y joyas
para atraer. Igualmente hablarán del amor profano y del amor sacro y de ahí que en
muchos de los cuadros aparezcan dos Eros (para distinguirlo, al amor profano no le
pondrán alas).
- EROS: belleza personificada
Eros en las representaciones más antiguas aparece como un joven bellísimo. El mito
que da pie a esa imagen es un mito nuevamente tardío: Apuleyo en su Metamorfosis
cuenta la fábula de EROS Y PSIQUE Psique era la menor y más hermosa de tres her-
manas hijas de un rey; con una belleza tan exquisita que incluso empieza a recibir culto
por parte de los hombres. Afrodita, celosa de su belleza, envió a su hijo Eros para que
la rapte y la haga desaparecer. Sin embargo, Eros se enamoró de ella, quedando atra-
pado en ese propio sentimiento que él encarna. Cae en su propio hechizo: el propio
dios del amor no puede sustraerse a sus propios lazos. Curiosamente es uno de los po-
cos mitos que tienen final feliz.

©Carmen Albarrán
Eros se la llevó volando hasta su palacio. Para evitar la ira de su madre, una vez
que tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta siempre de noche, en la oscu-
ridad, y prohíbe a Psique cualquier indagación sobre su identidad. Cada noche,
en la oscuridad, se amaban. Una noche, Psique le contó a su amado que echaba
de menos a sus hermanas y quería verlas. Eros aceptó, pero también le advirtió
que sus hermanas querrían acabar con su dicha. A la mañana siguiente, Psique
estuvo con sus hermanas, que le preguntaron, envidiosas, quién era su maravi-
lloso marido. Psique, incapaz de explicarles cómo era su marido, puesto que no le
había visto, titubeó y les contó que era un joven que estaba de caza, pero acabó
confesando la verdad: que realmente no sabía quién era. Así, las hermanas de
Psique la convencieron para que en mitad de la noche encendiera una lámpara y
observara a su amado, asegurándole que sólo un monstruo querría ocultar su
verdadera apariencia. Psique les hace caso y enciende una lámpara para ver a su
marido. Una gota de aceite hirviendo cae sobre la cara de Eros dormido, que
despierta y abandona, decepcionado, a su amante.
Cuando Psique se da cuenta de lo que ha hecho, ruega a Afrodita que le devuelva
el amor de Eros, pero la diosa, rencorosa, le ordena realizar cuatro tareas, casi
imposibles para un mortal, antes de recuperar a su amante divino. Como cuarto
trabajo, Afrodita afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo
como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte
de su belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a Perséfone, la reina del infra-
mundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afro-
dita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al infra-
mundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le indicó una
ruta que le permitiría entrar y regresar aún con vida, además de decirle cómo
pasar al can Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha ruta. Psique apaciguó
a Cerbero con un pastel de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que le llevase
al Hades. En el camino, vio manos que salían del agua. Una voz le dijo que les ti-
rase un pastel de cebada, pero ella rehusó. Una vez allí, Perséfone dijo que esta-
ría encantada de hacerle el favor a Afrodita. Una vez más pagó a Caronte y le dio
el otro pastel a Cerbero para volver.
Psique abandonó el inframundo y decidió abrir la caja y tomar un poco de la be-
lleza para sí misma, pensando que si hacía esto, Eros le amaría con toda seguri-
dad. Dentro estaba un «sueño estigio» que la sorprendió. Eros, que la había per-
donado, voló hasta su cuerpo y limpió el sueño de sus ojos, suplicando entonces
a Zeus y Afrodita su permiso para casarse con Psique. Éstos accedieron y Zeus hi-
zo inmortal a Psique. Afrodita bailó en la boda de Eros y Psique, y la hija que és-
tos tuvieron se llamó Placer o (en la mitología romana) Voluptas.

- Diosa importante y peculiar joven, casada, que rompe con la norma de una genera-
ción que de hecho no es la suya y precisamente por eso la puede romper. Por eso te-
nían un mito especifico para explicar por qué Afrodita había sido dada en matrimonio
a Efesto.
- En torno a ella se forman muchas historias, pero también muy ambiguas: a veces da la
impresión de que no llegan a formar una historia coherente, sino que son distintos epi-
sodios en los que ella interviene.

©Carmen Albarrán
- Equivalente oriental  Astarté (Fenicia) e Istar (Mesopotamia), con las que comparte
algunos de sus símbolos y áreas de influencia.
Comparte incluso la práctica de la prostitución sagrada (mujeres que se entregan a los
hombres en los templos de Afrodita)  algo que a los propios griegos les llamaba la
atención, que Herodoto compara con la costumbre que existía en Babilonia, y que está
en conformidad con esa área que rige la diosa.
- Suele aparecer en un carro tirado por palomas o gorriones, dos de las aves por
excelencia de la diosa.
- Ella encarna la atracción, el dominio absoluto que despierta en todos los seres de la
naturaleza, animales, humanos y dioses, incluido Zeus.
 Tanto es así, que la propia diosa del amor no puede escapar a su propia influencia
y ha de someterse al amor de un mortal: algo no muy común en el mundo griego
(propio de la tradición hitita y mesopotámica), aunque sea normal con los dioses
masculinos, y que suele terminar mal. Se trata de Anquises (texto) Afrodita lo
vio en el monte Ida, cerca de Troya, mientras pastaba el ganado. Se presenta ante
él como una virginal doncella que ha sido raptada y se unen. Inmediatamente des-
pués ella toma su forma divina y Anquises, en lugar de estar orgulloso, se llena de
pavor (sabe como suelen terminar esas historias). Ella le tranquiliza, lo único que
le pide es que no hable de ello y a cambio tendrán un hijo que será rey de los tro-
yanos, Eneas.
Este gran príncipe troyano es uno de los pocos que sobrevive a la guerra de Troya,
cuyo hijo Julo se considera que está en el origen de la familia de los Julos, De esa
manera, el origen de Roma queda unido a una de las diosa del panteón griego. sa-
len en busca de una nueva Troya que será Roma. De este modo, los romanos
creen tener el derecho de tomar Grecia por ser los herederos troyanos. Esta rela-
ción une a la diosa con la fundación de Roma.
 Hay otro episodio que también muestra la preferencia de la diosa por un príncipe
troyano Juicio de Paris (también es un pastor en el monte Ida).
 Adonis  nombre con el que todavía los judíos se refieren a Dios: Adonai, “el se-
ñor”. Es otro joven cuyo amor se disputaban Afrodita y Perséfone y que al final
muere alcanzado por el jabalí.
- Pero anterior al de Adonis, hay otro mito en el que se nos demuestra que Afrodita co-
mo enemiga puede ser implacable (es una diosa de extremos: o muy mala o muy bue-
na) la madre de Adonis, Mirra, fue castigada por Afrodita por no rendirle el culto su-
ficiente haciendo que se enamore de su propio padre y que no pare hasta conseguir
unirse a él. Finalmente, cuando el padre la descubre la persigue y los dioses la convier-
ten en el árbol de la mirra y de él directamente nacerá Adonis.
También se vengará de Diómedes por herirla hará que su mujer le sea infiel.

Otro de los casos donde vemos a la diosa ejercer su poder de venganza es el de Hipóli-
to solo rendía culto a Ártemis, despreciando a Afrodita por lo que esta toma vengan-
za suscitando en el corazón de su madrastra (Fedra) la pasión por el joven. Ella se le
ofreció, pero Hipólito la rechazó. Temiendo entonces que fuese a contárselo a su mari-
do (Teseo), lo preparó todo y le acusó de haber intentado violarla. Teseo la cree y mon-
ta en cólera pidiéndole a Posidón que hiciese morir a su hijo. El dios envió un monstruo

©Carmen Albarrán
marino que salió del mar y asustó a los caballos que tiraban del carro de Hipólito cau-
sando la muerte del joven.
Eso quedará como una enemistad entre Afrodita y Ártemis.
Además hay que tener en cuenta que Fedra pertenece a un linaje maldito: el de Helio.
Era el que había contado a Hefesto los amores de Afrodita y Ares y por ello la diosa le
castigará a que todo su linaje tenga amores contrariados. A ese mismo linaje, además
de Fedra, pertenecen Pasifae (que se enamora de un toro), Ariadna (que termina sien-
do abandonada por Teseo) y Medea (que también será abandonada por Jasón)
- Casos en los que Afrodita desempeña el papel de nuestro San Valentín o San Antonio:
o Safo
o Hipómenes y Atalanta  Hipómenes se enamoró de Atalanta, la cazadora a la que
no le gustaba la idea de casarse, y quería mantenerse virgen por estar consagrada
a Artemisa. Molesta por los hombres que admiraban su belleza mientras corría por
el bosque, declaró que todo aquel que quisiese casarse con ella, la tendría que ven-
cer en una carrera a pie (sabiendo que ella era una corredora excepcionalmente rá-
pida), pero con la condición de que los que perdieran, serían castigados con
la muerte.
Atalanta venció a todos sus pretendientes, a excepción de Hipómenes, quien la de-
rrotó por su astucia, no con su velocidad. Hipómenes sabía que no podía ganar en
una carrera normal a Atalanta, por lo que imploró ayuda a la diosa del
amor Afrodita, a la que le disgustaba el rechazo de Atalanta por el amor. Afrodita le
dio tres manzanas de oro, procedentes de su manzano sagrado en el jardín de las
Hespérides, diciéndole que las dejase caer en tres momentos de la carrera para dis-
traer a Atalanta. Después de dejar caer las dos primeras manzanas, Atalanta fue
capaz de recogerlas y alcanzarle en carrera, pero cuando tiró la tercera, que Atalan-
ta se detuvo a recoger, hechizada, no se pudo recuperar tan rápidamente e Hipó-
menes ganó la carrera, y con ella, la mano de Atalanta.
Pero Hipómenes olvidó pagar el tributo que le había prometido a Afrodita por ayu-
darlo y, como consecuencia Afrodita hizo que les inundase una pasión desbordada
que les llevó a que tuviesen relaciones sexuales en un templo sagrado, sabiendo que
era una forma de despreciar a los dioses. Por ello fueron castigados y transforma-
dos en leones, puesto que los antiguos griegos creían que los leones no podían apa-
rearse con otros leones, sino sólo con leopardos. Una vez metamorfoseados, Cibeles
se compadeció de ellos y los enganchó a su propio carro para que tiraran de él.
o Pigmalión rey de Chipre que pide ayuda a Afrodita porque es un hombre tímido,
que no sabe acercarse a las mujeres, y por eso tiene en su casa una estatua de una
mujer con la que habla. Cuando llega el día de la fiesta de Venus (la más celebrada
de toda Chipre) pidió a Afrodita una esposa que se pareciese a su estatua de marfil.
Cuando volvió a casa vio que estaba viva, se casó con ella y dará origen a uno de los
héroes más importantes de Chipre, Pafo.

o Además, a quienes siempre tiene bajo su protección es a Helena y Paris.


o El texto de Higinio nos da una prueba de cómo puede bendecir las uniones histo-
ria feliz de Dioniso y Ariadna que culmina precisamente con la boda y como regalo
Afrodita manda una corona, hecha por Hefesto, en la que aparecen ella y las Horas

©Carmen Albarrán
(suele estar acompañada de las Horas o de las Tracias, como divinidades femeninas
secundarias que forman parte de su cortejo).

APOLO
 Dios que pertenece a la segunda generación de los Olímpicos, hermano gemelo de Ár-
temis y ambos hijos de Zeus y Leto.
Sufre una gran persecución por parte de Hera desde el vientre de su madre Hera ce-
losa de Leto la había perseguido por toda la Tierra; ella buscaba un sitio donde dar a
luz a sus hijos, pero en toda la Tierra se negaban a acogerla temiendo la cólera de He-
ra. Solo en una isla flotante y estéril (Ortigia) le dan asilo y allí dará a luz. Zeus, agrade-
cido, fijó la isla al fondo del Océano y la convirtió en el centro del mundo griego y le dio
el nombre de Delos, donde tiene consagrado uno de sus dos grandes santuarios.
 Está considerado como el más genuino de los dioses encarna ideas de orden, belle-
za,…
 Su nombre no tiene una etimología clara y además no aparece en las tablillas micéni-
cas como Apolo, sino como el curador o el sanador por ello es considerado, entre
otras virtudes, dios de la medicina.
 Cuatro virtudes del dios: su arte de músico, adivino, médico y arquero.

 A partir del siglo v a.C:


o Equiparado a Helio, el dios del Sol (antes que él es identificada con la Luna su
hermana Ártemis).
o Desde Homero el epíteto Febo (Phoîbos): “Brillante”, “resplandeciente”. Pro-
porciona el sentido etimológico de dios purificador

 Es uno de los dioses que poseen más santuarios, sin embargo, en cada uno de ellos
vemos que ha tenido que luchar con alguien para conseguir ese templo:
o El Templo de Delfos lo comparte con Dioniso  allí se decía que estaba la sede
de su famoso oráculo. Para hacerse con él Apolo tuvo que matar con sus fle-
chas a un dragón (o una serpiente) llamado Pitón encargado de proteger un
antiguo oráculo de Temis. Este monstruo enturbiaba los manantiales y los
arroyos, robaba los ganados y asustaba a las Ninfas. Los habitantes de Delfos
celebraron la victoria del dios y su toma de posesión del santuario. Pero Apolo
tuvo que ir hasta Tesalia para purificarse de la mancha de la muerte del dra-
gón, fue juzgado y declarado inocente, tras su purificación pudo reincorporarse
a la vida normal: a partir de ahí, cada ocho años, se celebraban los “Juegos Pí-
ticos” que escenificaban la lucha del dios con el dragón, su victoria y posterior
purificación.
Ese oráculo desempeñó una función importantísima  tanto al lado de Delos
como de Delfos se celebraban grandes competiciones, pero sobre todo Delfos
es el centro de una nueva religiosidad: sophrosyne, y Apolo era el máximo re-
presentante de la sensatez, la moderación, la discreción y el autocontrol. Al-
guno de sus lemas eran “en el centro está la virtud”, “nada en demasía” o “co-
nócete a ti mismo, conoce que eres un mortal”.

©Carmen Albarrán
El oráculo tuvo gran trascendencia, tanto en la labor legislativa de las ciudades,
en la expansión colonizadora, en las luchas o enfrentamientos frente a los bár-
baros, como en asuntos domésticos. Congregó a griegos llegados de todas las
partes de la Hélade, puesto que guiaba a los hombres en el conocimiento de la
voluntad divina, aunque con ambigüedad  de ahí que uno de sus epítetos
fuera Loxias “el ambiguo” (no se trata de tema sexual).
o En otras ocasiones también comparte santuario con otros dioses.
 Por lo tanto, su centro está en Delfos donde está el Ónphalos  la piedra dejado por
Zeus en el “ombligo”, el centro del mundo. Antes de instalarse allí había un oráculo an-
terior.
El oráculo era pronunciado por la PITIA Sacerdotisa de Delfos, que sentada en el trí-
pode, después de mascar hojas de laurel, entra en un estado de trance en el que se
comunica con el dios y comienza a decir frases o palabras sueltas que interpretará un
sacerdote o “profeta”: por ello los oráculos son ambiguos, dependen de la interpreta-
ción de un mortal; pero siempre se cumple aunque uno haga todo lo posible por inten-
tar evitarlo. Las respuestas con la voluntad del dios se daban en verso (precisamente
uno de los aspectos característicos de Apolo). Solía ser una anciana en la época históri-
ca, pero el mito conservaba el recuerdo de una etapa que no fue así. Precisamente ex-
plicaba que si se tomó tal resolución fue porque antes tal función la desempeñaba una
muchacha virgen que en una ocasión padeció un intento de ser forzada, y como pre-
caución se decidió que desempeñara tal tarea una mujer anciana.

 Dios de las lejanías  un distanciamiento cuya máxima expresión sería la retirada in-
vernal anual del dios. Esos meses, Delfos es confiado a Dionisio. Apolo reside en el nor-
te, pueblo de los Hiperbóreos (región más allá de donde soplaba el viento Boreas o del
Norte): se decía que allí lo habían llevado los cisnes cuando nació. Estos son seres
completamente puros que agasajan al dios con banquetes perpetuos en una suerte de
Paraíso y mueren, como otros jóvenes héroes, allí asaetados por Apolo con flecha in-
dolora.

 ATRIBUTOS
o La lira  intercambio de símbolos protagonizado por Apolo y Hermes, el ge-
nuino y verdadero inventor de la lira.
o Atributos particulares y propios  el poder oracular, la cítara. Adivinos y poe-
tas están bajo el patrocinio de Apolo: la poesía unida a la música y la danza es-
tán en las manos del dios y con la cítara regocija a los dioses.
Pero su arma por excelencia es el arco  uno de sus epítetos es “el flecha-
dor”. El manejo del arco es considerado en la tradición helénica como el arma
cobarde (porque no hay que acercarse), pero por otro lado también se suele
asociar a dioses o héroes muy poderosos (Ulises). Con el arco da muerte a los
Alóadas, al gigante Ticio y a los Nióbidas varones; tambíen le sirve para enfren-
tarse a seres monstruosos que amenazan con prolongar el mundo caótico y
desordenado derivado de la Madre Tierra (Gea) al que pone fin su padre Zeus.
Mata, también, a Pitón. Por ese motivo recibe el epíteto de “Pitio”.
 El episodio de los Nióbidas, cuya única falta es el excesivo orgullo que por ellos siente y
declara su madre, es un paradigma de una de las labores de Apolo y de Ártemis  él

©Carmen Albarrán
es el principal responsable de la muerte de los jóvenes y ella es responsable de la
muerte de las jóvenes; pero al mismo tiempo, también son los guías de los jóvenes en
sus ritos de iniciación: hace referencia al hecho de que los jóvenes viven una etapa de
transición antes de incorporarse al mundo de los adultos y en las sociedades antiguas
había una serie de ritos y ceremonias en las que había unas pruebas que superar para
poder pasar a formar parte de la edad adulta (aunque él mismo es eternizado en esa
fase de muchacho que no termina de madurar y pasar al hombre adulto). En nuestras
sociedades modernas aunque hayamos suprimido o intentado suprimir dichos ritos de
iniciación, todavía perviven algunos: como las novatadas del ingreso en los colegios
mayores o en el extinto servicio militar, las terribles pruebas a las que se ven someti-
dos quienes se incorporan a nuevos grupos (bandas callejeras) o quienes se disponen a
emprender una nueva modalidad de vida (las despedidas de soltero). No son sino el
eco de viejos rituales, presididos en Grecia por los dos hermanos, Ártemis y Apolo.
 Lo anterior pone a Apolo en relación con otro de sus epítetos “Licio” que se puede
interpretar de dos formas:
 De Licia: una región de Asia Menor no habitada por griegos en un principio, pe-
ro con muchas relaciones con ellos.
 “Matador de los lobos”: por ello es el protector de los pastores y los rebaños y
a los jóvenes en los ritos de iniciación se les solía poner nombres de animales
(“los lobos”; “los ciervos”,…). Precisamente una de las etimologías lo relaciona
con una palabra que significa “rediles”
 Otro de los epítetos que llaman la atención es Esminteo  vinculado con la zona de la
Troade (en torno a Troya), pero también tiene que ver con los ratones -Apolo de los
Ratones- porque precisamente es el dios que provoca la peste y, al mismo tiempo, el
único que puede curarla. Así, en la Ilíada, envía la peste contra los aqueos.

Se le representaba como un dios muy hermoso, alto, portador de la larga cabellera tí-
pica de los koûroi (estatuas que representan a jóvenes varones –kouros significa hom-
bre joven- y que durante mucho tiempo fueron conocidos como Apolos) que sólo es
cortada al pasar a la edad adulta. Es el joven por excelencia Su aspecto, sus actua-
ciones, su papel de guía de muchachos en su etapa de iniciación y durante los ritos de
transición, el carácter rebelde que asoma bajo su particular templanza. Suele presidir
museos, instituciones educativas,…
En muchas ocasiones aparece rodeado de las musas eso también hace que aparezca
como uno de los dioses más seductores.
 Destierro de Apolo Apolo es desterrado durante un año del Olimpo y obligado a vi-
vir como un simple mortal, por orden de su padre. Y esto gracias a haber intercedido
Leto por su hijo, pues Zeus se disponía a enterrarlo en el mismo Tártaro donde arrojó a
los Titanes. La razón: haber dado muerte el dios Apolo a los Cíclopes, ayudantes de
Zeus en cuanto que forjadores de sus rayos. Lo llevó a cabo al ser incapaz de vengarse
del propio Zeus y llevado por el dolor que le invadió al conocer que Zeus había fulmi-
nado a su hijo Asclepio (Esculapio en latín). ¿Por qué? El arte de la medicina que le in-
culcara el centauro Quirón había llegado a tal cota de perfección que Asclepio podría
resucitar a los muertos; así lo habría logrado con Hipólito, el hijo de Teseo. Si esa prác-
tica se propagara, el orden del mundo se subvertiría, tal y como ilustran las aventuras
de Sísifo, que un día apresó y mantuvo inactivo a Tánato, “La Muerte”, impidiendo que

©Carmen Albarrán
prosiguiera su labor, tan amarga como necesaria para impedir una superpoblación de
los seres humanos.
Asclepio es hijo de Apolo para integrarlo en la familia olímpica, justificando así sus do-
tes terapéuticas como dones recibidos de Apolo. Asclepio se convirtió a la vez en un
héroe y en el dios de la medicina y su templo estaba en Epidauro donde se desarrolló
una verdadera escuela de medicina y donde han aparecido láminas de bronce en las
que los afectados por una enfermedad dejaban testimonios de su curación gracias al
dios.
En esa época de destierro se dedica con Posidón a construir la famosa muralla de Tro-
ya. Otro episodio de ese tiempo como mortal es el de Alcestis (de Eurípides)  Apolo
se dedicó a pastorear y entró al servicio del rey Admeto en Feras, Tesalia. Como no ha-
bía perdido la capacidad de predecir el futuro sabe cuando morirá Admeto, al que ha-
bía cogido mucho cariño, así que hace un trato con las Moiras que si consigue un susti-
tuto no se lo llevarán. La única que se ofrece a morir por él es su esposa Alcestis. Pero
durante los funerales aparece Heracles que va a la tumba, vence a Tánato y lleva a Al-
cestis de vuelta a la tierra (algo similar al mito de Orfeo y Eurídice). Es importante se-
ñalar que es uno de los pocos mitos que acaba bien.
 La mayor parte de sus amores son desgraciados El hecho de que sus aventuras, tan-
to con hombres como con mujeres, sean siempre pasajeras puede ser consecuencia
de que es el joven por excelencia, el que acompaña a los jóvenes, y algunas relacio-
nes se entienden mejor si se juzgan desde su condición de koûros, de muchacho que
aún no tiene edad para formar una familia. El ímpetu, el vigor excesivo, propios de la
juventud, provocan acciones que rozan los límites de la violación (con mujeres suelen
ser uniones violentas y solo para dar pie a un hijo que sea la cabeza de una gran fami-
lia). Lo peculiar de muchos amores de Apolo es el rechazo de la amada o del amado
o un destino trágico de la infeliz elegida o el favorecido joven.
o JACINTO. “Jacinto, el joven hijo del rey de Esparta, tan hermoso como los mis-
mísimos dioses del Monte Olimpo, gozaba del amor de Apolo, arquero. El dios
solía bajar por las orillas del río Eurotas, dejando desierto su santuario en Del-
fos, para pasar tiempo con su joven amigo y deleitarse con los placeres de los
jóvenes. Cansado de su música y de su gran arco, Apolo hallaba descanso en
pasatiempos sencillos. Ora llevaba a Jacinto a cazar a los bosques y calveros de
las laderas de las montañas, ora practicaban gimnasia (una disciplina que pos-
teriormente Jacinto enseñaría a sus amigos y por la que fueron famosos los es-
partanos). La vida sencilla despertó los apetitos de Apolo, a quien el muchacho
de pelo rizado resultó más encantador que nunca. Apolo le entregó su amor sin
restricciones, olvidando que se trataba de un simple mortal.
Una vez, durante una calurosa tarde de verano, los amantes se desnudaron, se
untaron con aceite de oliva y probaron suerte en el lanzamiento de disco, cada
uno de ellos intentando superar al otro. El disco de bronce volaba cada vez más
alto. Finalmente, reuniendo todas sus fuerzas, giró sobre sí mismo hasta que
dejó libre el brillante disco, que se alzó rápidamente, cual pájaro, cortando en
dos las nubes hasta que, brillando como si fuese una estrella, empezó a caer.
Jacinto corrió a cogerlo, tanta era la prisa que tenía por lanzarlo, para demos-
trar a Apolo que, por joven que fuera, no era menos diestro que el dios en este
deporte. El disco cayó por fin a tierra pero era tanta la fuerza que llevaba que

©Carmen Albarrán
rebotó y golpeó violentamente a Jacinto en la cabeza. Este gimió dolorido y ca-
yó al suelo. La sangre manó en grandes cantidades por su herida, tiñendo de
profundo carmesí el oscuro cabello del hermoso joven. Horrorizado, Apolo co-
rrió hacia su amigo, se inclinó sobre él, dejó reposar su cabeza sobre sus pro-
pias rodillas e intentó desesperadamente cortar el torrente de sangre que salía
de la herida, pero todo fue en vano. Jacinto cada vez estaba más pálido y sus
ojos, siempre tan vivos, perdieron su brillo mientras su cabeza caía hacia un la-
do, como si fuese una flor del campo que se marchitase bajo los rayos del sol de
mediodía. Con el corazón destrozado, Apolo gritó: "¡Te llevaron las garras de la
muerte, amado amigo! Ay de mí, pues por mi culpa has muerto. ¿O debo culpar
a mi amor? Ay, culpa de un amor que demasiado ama. ¡Si tan sólo pudiese ex-
piar mi culpa uniéndome a ti en el viaje a los reinos desolados de la muerte!
¿Por qué he sido castigado con la maldición de la vida eterna? ¿Por qué no
puedo seguirte?
Apolo sostuvo a su moribundo amigo junto a su pecho, mientras sus lágrimas
caían a borbotones sobre su pelo manchado de sangre. Jacinto murió y su alma
voló al reino de Hades. El dios se agachó y susurró suavemente junto a la cabe-
za del joven muerto: "Siempre vivirás en mi corazón, hermoso Jacinto. Que tu
recuerdo viva también entre los hombres". Y, a una orden de Apolo de la san-
gre de Jacinto brotó una flor roja a la que nosotros llamamos jacinto y en cuyos
pétalos puede aún leerse "Ay", el sollozo de pena que surgió del pecho de Apo-
lo.
Así, la memoria de Jacinto pervivió entre la burguesía de Esparta, que honró a
su hijo, a quien festejó durante tres días con las fiestas jacinteas. El primer día,
lloraron su muerte y los dos últimos, celebraron su resurrección”
o DAFNE. Era una ninfa de la que el dios se enamoró. Pero no fue un amor co-
rrespondido. Apolo la deseaba y no paraba de perseguirla, pero la ninfa huía
de él. Un día, cuando estaba a punto de atraparla entre sus brazos, Dafne pidió
ayuda a Zeus, que la convirtió en el árbol del laurel. Apolo tuvo que renunciar a
ella, pero a partir de este momento, el laurel fue uno de sus atributos.
De este relato viene la estrecha relación del dios con el laurel, con el que coro-
na a los vencedores de sus certámenes, el que sirvió al dios para construirse su
templo más antiguo y el que mastica la Pitia para pronunciar los oráculos.
Las atribuciones de un antiguo dios de la vegetación han sido traspasadas a Apolo
debido a la relación con Jacinto y Dafne.
o LA SIBILA. Es esencialmente el nombre de la sacerdotisa encargada de enun-
ciar los oráculos de Apolo. La más célebre es la de Cumas, que desempeñó un
papel importante en las leyendas romanas: enumera a Eneas las generaciones
ya vividas y las que le quedan por vivir hasta colmar el puñado de polvo que
mostró al dios cuando éste prometió concederle lo que pidiera y ella solicitó
que le permitiera celebrar tantos cumpleaños como granos tenía el polvo que
con su mano había empuñado. Pero olvidó pedir que aquellos años fuesen
también jóvenes y así, achacosa anciana, sigue desempeñando su labor. El dios
estuvo dispuesto a concederle una eterna juventud –otra prueba de su capaci-
dad para alejar a la muerte- a cambio de su virginidad, pero la Sibila no consin-
tió en soportar para siempre el amoroso yugo y permaneció doncella.

©Carmen Albarrán
o CASANDRA. La troyana fue condenada por el dios a no ser nunca creídos sus
vaticinios, por no haber accedido a sus deseos amatorios después de haber
conseguido de él el don adivinatorio (alertará sobre el caballo de Troya, sobre
el rapto de Helena por Paris,… pero nadie la creerá).

 En Roma es uno de los dioses más representados en los sarcófagos y llegó a tener una
gran importancia ligada al culto imperial  Augusto se consideraba hijo de Apolo: hay
que tener en cuenta que para llegar al poder tuvo que vencer a Cleopatra y a Marco
Antonio, el cual tenía como dios más cercano a Dioniso; con lo cual se produce un gran
enfrentamiento entre dos grandes hombres de Estado, pero también entre dos mane-
ras de entender la vida.

ÁRTEMIS/DIANA
 Nos encontramos, al igual que con su hermano gemelo Apolo, con que parecen proce-
der de otras civilizaciones anteriores, aunque su nombre sí aparece en las tablillas mi-
cénicas (Apolo no).
 Hermana gemela de Apolo, hija de Zeus y Leto. Hera dificulta el parto de Leto  eter-
na oposición de la reina de los dioses a las amantes de su esposo.
Los autores concentran su atención en el nacimiento de Apolo: Leto primero dio a luz a
Ártemis y ésta le asistió en el parto de Apolo. Los autores tardíos tienen una clara fina-
lidad: justificar míticamente el patrocinio que Ártemis ejercía sobre los alumbramien-
tos. A ella se encomendaban las parturientas.

 Esta actividad de la diosa como partera es una faceta que puede chocar Es una de
las diosas vírgenes rodeada de compañeras de su misma edad, ninfas y oceánides, con
las que comparte danzas, juegos, cantos que tienen por escenario prados y montañas,
lugares campestres apartados de la ajetreada vida de las ciudades.
 Epítetos: “la doncella”, “la dorada”, ocupa su tiempo en boques y montañas, bien
ocupada en actividades cinegéticas. Uno de sus epítetos por excelencia es “la señora
de los animales”.
 Su imagen es la de una joven alta, delgada, vestida con su túnica corta, siempre per-
trecha de arco y flechas, con alguna que otra presa a sus pies y a menudo acompañada
de animales como el ciervo  la imagen de la cazadora. Esta imagen realmente es una
selección muy concreta por parte de los poetas épicos a la hora de caracterizar a la
diosa y de encajarla en la familia Olímpica. Pero si indagamos más en los textos vemos
que era una diosa verdaderamente poderosa:
Episodio de Ticio Ticio fue asaetado por ella al intentar violar a su madre Leto.
Colaboran en este episodio los dos hermanos, Ártemis y Apolo, al igual que en el
episodio de la muerte de los Nióbidas o hijos de Níobe, cuya madre osó considerar-
se superior a Leto por haber engendrado numerosa prole, siete hijos y siete hijas,
que para dolor y desconsuelo de su madre en castigo por su insolencia (hýbris), fue-
ron muertos a flechazos por los dos únicos hijos que diera a luz Leto, o sea, Apolo y
Ártemis.
Siempre ajena e indiferente al deseo que su virginal carácter inspira a los varones divi-
nos o humanos. Solicita constantemente a su padre que le permita guardar eterna
doncellez es la virgen inviolada e inviolable, la doncella por excelencia.

©Carmen Albarrán
Pero hay otra imagen que sorprende mucho: la de una diosa totalmente hierática cu-
yos brazos se pegan a un cuerpo del que salen numerosos pechos. Es la diosa de la fe-
cundidad. Ahí las identificaciones de Ártemis con la Gran Diosa Madre de época prehe-
lénica. Esa es la imagen bajo la cual recibía culto en Éfeso, donde se erguía uno de sus
santuarios más importantes y una ciudad con la que Apolo tenía también una relación
muy estrecha. Aún en la época de los apóstoles el templo y el culto persistían allí (el
templo era considerado como una de las siete maravillas del mundo antiguo). La acti-
vidad relativa a la fecundidad que ejercía la diosa pervivió y constituía una realidad
omnipresente en la vida griega.
Por lo tanto, no es solamente una doncella, sino que esa faceta tiene que estar ligada
también a esa otra de diosa de la fecundidad y a la de protectora de las parturientas
todo ello nos habla de un culto muy antiguo e importante.
 La faceta de diosa de la fecundidad viene a chocar con el aspecto virginal de la mitolo-
gía, pero de hecho no es así: son las dos caras de la moneda. Y no es la única contra-
dicción, también está la contraposición entre señor de los animales y la cazadora: las
dos caras del cazador, puede proteger a los animales y también matarlos (al igual que
con los humanos: ella ayuda en el parto pero si la mujer muere se considera que ha si-
do obra de la diosa; también se considera que es la que envía las flechas a las mujeres
que mueren jóvenes).
 El cazador que se somete a su protección ha de cumplir sus reglas: ha de mantenerse
casto y puro como ella si quiere alcanzar el éxito en la caza y si no lo cumple tendrá en-
tonces que asumir las consecuencias (todo ello hace referencia a ritos muy antiguos).
Tenemos varios ejemplos sobre esto:
o Episodio de Orión un gigante cazador que a causa de intentar raptar a alguna
de las ninfas o incluso pretender violar a la propia diosa es condenado al Hades
donde sigue cazando.
o Episodio de Acteón  sin quererlo se aproxima a un claro donde está la diosa con
las ninfas y las ve desnudas. Termina convertido en ciervo y cazado por sus pro-
pios perros, como consecuencia de la ira de Ártemis.
o El envío del jabalí de Calidón (episodio un poco diferente a los anteirores) El
rey Eneo, que reinaba en Calidón, se olvidó de rendirle los sacrificios debidos y la
diosa envía un jabalí enorme que destroza todas las cosechas y que además se
convierte en una plaga para toda la región.
 Este ideal de castidad y pureza deben respetarlo también las muchachas de su cortejo:
las ninfas y en general las muchachas que están bajo su protección hasta el momento
de casarse. El episodio que mejor refleja esta obligación de pureza es el mito de
CALISTO (Kallistó), “la más hermosa”  ninfa que se pasaba la vida cazando con el
grupo de compañeras de Ártemis y no pasó desapercibida a ojos de Zeus, que se acer-
có a ella tomando la forma de la propia diosa. Nacerá un niño, Árcade, que se converti-
rá en el héroe de los Arcadios. Pero antes intentará ocultarlo y cuando la diosa descu-
brió el estado de buena esperanza en que se encontraba su pupila la expulsó de su co-
ro y la castigó, por no haber guardado su virginidad, transformándola en osa. Otras
versiones dicen que fue Hera, celosa, quien la persuadió para que la convirtiera y pos-
teriormente su hijo, un día de caza, estuvo a punto de matar a su madre y Zeus, para
impedirlo, la envió al cielo convertida en la Osa Mayor, y a su hijo, en la Osa Menor.

©Carmen Albarrán
 Al igual que a los muchachos durante la etapa de iniciación se les llamaba con nombres
animales (lobos, toros,…), en el caso de las muchachas textos del siglo V a.C. califican a
esas niñas como “osas” y se refieren a la acción de servir o jugar como tales: en Ate-
nas, en el santuario de Braurón, las muchachas antes de contraer matrimonio) partici-
paban en unas fiestas celebradas cada cinco años en las que imitaban a las osas, cui-
daban del templo y vestían túnicas de color azafrán. Hay que tener en cuenta que en
Atenas también se rendía un culto importante a Ártemis, con un gran templo junto al
Partenón.
Sin embargo, esto no está relacionado con el mito de Calisto, puesto que los atenien-
ses tenían su propio mito para explicar el juego ritual de las pequeñas “osas” u
“oseznas” en que se convertían las niñas atenienses (en otros templos, sobre todo en
la zona de Tesalia, se consideraba que se convertían “cervatillas”)  contaban que ha-
bía una vez una osa que compartía su vida con los humanos, y que en una ocasión
mientras jugaba con una muchacha, ésta la provocó, la osa la hirió y los hermanos de
la muchacha en venganza mataron a la osa. La peste asoló entonces a los atenienses y
el oráculo indicó que para pagar por la muerte del animal debían obligar a sus mucha-
chas a “jugar a la osa”. Los atenienses decidieron entonces que una doncella no podía
vivir con su esposo sin haber “jugado a la osa” en honor a Ártemis. A la hora de casar-
se, el novio agradecía a la diosa el haber cuidado tan bien de esa muchacha que ahora
se iba a convertir en su mujer.
 Y eso precisamente es lo que tenemos en uno de los mitos más llamativos del mundo
griego (puesto que los griegos eran civilizados, pero también realizaban sacrificios
cruentos, crueles e incluso humanos) y un episodio clave para entender la guerra de
Troya cuando los griegos están a punto de partir de Áulide hacia Troya los vientos se
muestran en su contra y la flota no puede partir; los adivinos interpretan los oráculos y
entienden que Ártemis está enfadada con Agamenón y le exige el sacrificio de su hija
IFIGENIA. El mito justifica tal exigencia (en principio tan alejada del ámbito de influen-
cia de esa diosa doncella cuya participación en la guerra de Troya descarta Hera en el
célebre pasaje de la teomaquia), como castigo por haberse jactado Agamenón de su
habilidad cinegética al abatir un ciervo. Pletórico de insolencia (hýbris), había llegado a
considerarse superior a la diosa flechadora. Otros autores lo justificarán diciendo que
la cólera de Ártemis hacia la familia de Agamenón venía de atrás, de cuando su padre
prometió a Ártemis sacrificarle lo mejor de sus rebaños y una vez aparecida una oveja
con un vellón de oro (distinto al Vellocino) decidió, haciendo caso omiso de su prome-
sa, quedarse con ella y conservarla para sí mismo. Igualmente argumentarán que
Agamenón había jurado sacrificarle lo más bello que le naciera ese año, precisamente
el año que vio la luz su hija Ifigenia a la que, naturalmente, no sacrificó y que ahora,
pasados los años, le reclamaba Ártemis. Agamenon, que se jugaba su liderazgo si no
sacrificaba a su hija, envía un mensaje a Clitemestra diciéndole que le envíe a Ifigenia
porque la va a casar con el mejor de los griegos, Aquiles. Pero cuando llegan a Áulide
se da cuenta de que la han engañado y su hija va ser sacrificada (entra ahí un aspecto
muy interesante que es la relación entre los ritos de matrimonio y los de muerte). Cli-
temestra (y Aquiles) nunca lo olvidarán y eso tendrá consecuencias: cuando Clitemes-
tra mate a Agamenón le recordará que “mataste a la flor de mi casa, a mi hija”. Pero
en realidad, en el último momento, cuando el cuchillo iba a matar a Ifigenia todos los
griegos cerraron los ojos porque no querían verlo, y cuando los volvieron a abrir lo que
vieron sobre el altar era un cervatillo, que fue lo que finalmente mataron (aquí tene-

©Carmen Albarrán
mos la otra cara de esa asociación de las muchachas con los animales consagrados a la
diosa). Ifigenia desapareció, pero tan solo para ser trasladada a la Táuride (actual Cri-
mea), donde en calidad de sacerdotisa de Ártemis tiene a su cargo matar a todos los
extranjeros que llegaran al país y que la llevaron casi a matar a su hermano Orestes
que había ido en busca de la estatua de Ártemis. Finalmente abandonó su sacerdocio y
regresó a Grecia.
 Todos estos mitos nos hablan de que Ártemis es mucho más importante que esa sim-
ple muchacha que se complace en la caza, canta con su hermano o baila con las mu-
sasnos hablan de un aspecto cruel de la diosa, “señora de los Animales”.
 Por último, otro aspecto es la identificación que en un determinado momento sufre
Ártemis con Hécate diosa de las encrucijadas, la diosa de la magia; se la adoraba en
las encrucijadas y era representada como una mujer bicéfala, con cuernos y en época
tardía se liga a ella todo ese mundo de las sombras, el cortejo nocturno. Así, Ártemis
que primero se identificó con la luna (dada la importancia que tiene la luna en los ci-
clos femeninos) como señora de la noche, pasa a identificarse con esta Hécate que te-
nía un origen muy distinto. Y precisamente a través de esas relaciones en determina-
dos sincretismos se puede ver a Ártemis ligada con Perséfone, puesto que esta Hécate
es la señora de las sombras y Perséfone la diosa del inframundo.

HERMES
 Dios versátil, con una multiplicidad de funcionesdios de los intercambios, dios del
comercio, dios de los robos, mensajero de los dioses (es mediador entre los dioses, en-
tre dioses y hombres, entre este mundo y el más allá). Labor como psicopompo
(“acompañante de almas”).
 Se le representa con las sandalias aladas, un casco con alas (en origen era un sombrero
de ala ancha –el petaso– que solían llevar los viajeros para protegerse del sol y la llu-
via) y una vara que termina en una doble serpiente o caduceo  la vara de oro que le
sirve a Hermes no solo para conducir al ganado (es la vara de pastor), sino también pa-
ra guiar a los viajeros que se ponen bajo su protección, para adormecer y despertar a
quien quiera, así como para guiar a los muertos hacia el reino del Hades e incluso, en
casos concretos, para traerlos desde Hades a la vida por el camino de vuelta.
 Hijo de Zeus y Maya (la más joven de las pléyades) y hermano pequeño de Atenea 
Nació en una caverna del monte Cileno, Arcadia. El mismo día de su nacimiento dio
muestras de una precocidad extraordinaria. Lo envolvieron en unas mantas y lo depo-
sitaron en una cuna dentro de la cueva (representación antropomórfica de los dioses).
El neonato consiguió deshacerse de las mantas y viajó hasta Tesalia, donde su her-
mano mayor, Apolo cuidaba de los rebaños de Admeto. Le robó 12 vacas, 100 terneros
y un toro. Les ató una rama con hojas en la cola a los animales para que borrasen sus
huellas al caminar y los condujo hasta Pilos. Allí sacrificó a dos de las vacas e hizo 12
partes para cada una de las divinidades. Después de toda su aventura, volvió a su cuna.
Al regresar encontró en la entrada de la cueva una tortuga, la cogió, la vació y tensó
sobre la cavidad de la concha siete cuerdas de tripa de oveja: acababa de construir la
primera lira.
Apolo buscaba sus pertenencias y cuando descubrió el engaño, se quejó a Maya. Ésta
le mostró al niño en la cuna. Pero Zeus intervino y ordenó a Hermes que devolviese a

©Carmen Albarrán
los animales robados. Apolo, habiendo visto la lira, hizo un pacto con Hermes y, a
cambio del instrumento, le dejó sus rebaños.
 Zeus, después del episodio de su nacimiento, le llamó heraldo, embaucador, marrulle-
ro y ladrón.
 Fuera del mito sobre su infancia, apenas posee un papel protagonista en ningún otro.
Ahora bien, participa en un número tan grande de mitos que si él no apareciese el mito
no se resolvería Hermes es ambiguo, engañoso, astuto (dólios), de ahí que su inter-
vención sea crucial en una de las versiones de la Tifonomaquia (aquella en la que Tifón
ha cortado y escondido los tendones de Zeus y él y Egipán, sin ser vistos los roban y se
los aplican a Zeus, que de este modo recobra su fuerza); es el único capaz de salvar a
Ares apresado por los Alóadas, atado por poderosa ligadura, encarcelado durante tre-
ce meses en una tinaja bronce. También participa en el mito del rapto de Perséfone.
 Hermes rinde importantes servicios a Zeus  es el mediador que acompaña a las dio-
sas Hera, Atena y Afrodita hasta Paris para que éste resuelva la enojosa cuestión de la
belleza que enfrenta a la esposa y dos de las hijas de Zeus. En juego está algo más que
una querella familiar, a saber: el comienzo de la Guerra de Troya. Desencadenada ésta
y muerto Héctor, Hermes acompañará a Príamo a por el cadáver de su hijo (aquí lo que
se ve es esa labor de protector de los viajeros y como usa su vara para adormecer a los
Aqueos).
 El nombre del dios está ya atestiguado en las tablillas micénicas, donde hay una refe-
rencia clara a Hermes  sabemos que tiene una antigüedad tremenda, probablemen-
te era el antiguo dios de la sociedad pastoral. Esto hay que relacionarlo con el hecho
de que uno de los epítetos más frecuentes que se utilizan para referirse a los jefes de
la comunidad es el de “pastor” o “pastor de hombres” (en especial este epíteto lo re-
cibe Agamenón). Es el dios pastoril, con su capacidad para multiplicar el ganado –
incluso para robar–, para comerciar y establecer pactos, todo ello esencial en una so-
ciedad como aquella.
 A Hermes se le tuvo por divinidad tutelar de los pelópidas, la más famosa dinastía míti-
ca a la que remonta el propio Herácles. A Hermes confía Zeus el cetro fabricado por
Hefesto para que se lo entregue a Pélope, y éste, se lo dio a Atreo, “pastor de hues-
tes”, éste a Tiestes, “rico en corderos” y éste, se lo dejó a Agamenón para que, empu-
ñándolo como bastón de mando, fuera soberano de toda Argos y numerosas islas.
 Etimología  aunque no es la única posibilidad, es muy probable que guarde relación
con hérma, término éste que designa un “montón de tierra”, pues existía la costumbre
de que los caminantes agregaran al pasar una piedra a unos montones que había en
los caminos, así se aseguraban la buena suerte que se consideraba concedida por el
dios protector de los viajeros (recuerdan a los milladoiros gallegos).
Hérma tiene también otra acepción relacionada con esos pilares que se encontraban
en caminos, encrucijadas, en las plazas y esquinas de las calles, así como en las puertas
de las casas y edificios públicos. Estos pilares eran muy toscos, todo lo más que lleva-
ban esculpido era en la parte superior un torso humano con unos órganos viriles muy
manifiestos. El elemento fálico además se consideraba símbolo de fertilidad, garantía
de fecundidad y prosperidad así como emblema de buen augurio. Es decir, trataban de
ahuyentar a quienes rondasen por esos lugares con intenciones poco loables y atacar-
los significaba atraerse la mala suerte. Los griegos denominaban hérmaion o hermaía

©Carmen Albarrán
dosis a la buena suerte, a un “hallazgo feliz”, un golpe de fortuna o ganancia inespera-
da. Por lo tanto, era un enorme respeto y estima popular la que se rendía a tales mo-
numentos, pues se suponía que era el dios el que estaba delante de las puertas como
protector.
 El hecho de que se relacione a Hermes con los pastores hace que en muchas ocasiones
sea representado con un cordero a hombros  Hermes crióforo (“portador de un cor-
dero”), antecedente del Buen Pastor del cristianismo.
 Un último aspecto está relacionado con su faceta de mediador y por ello se le conside-
ra el intérprete de lenguas  a través de la asimilación con el dios Tot, el dios escriba
egipcio, va a dar lugar a toda una literatura que se pone bajo el nombre de Hermes
Trismegisto (“Hermes tres veces grande”).
 Se subraya la presteza, la inteligencia práctica y la perfección técnica, ducho en las es-
tratagemas del lenguaje, patrón de sofistas, intérpretes y hermeneutas, que toman su
nombre del dios.
 Hermes y Afrodita  tuvieron un hijo llamado Hermafrodito, un joven de extraordina-
ria belleza. Una ninfa de un lago próximo a Halicarnaso se enamoró de él y como este
no le correspondía, en una ocasión en la que se paseaba por la orilla del lago, la ninfa
tiró de él y se lo llevó dentro del agua. En ese momento ella pidió a los dioses que ja-
más pudiesen separarse sus dos cuerpos y así se unieron en uno: en un ser de doble
naturaleza (tanto masculina como femenina) que efectivamente llevaba ese nombre. A
partir de entonces se creía que todo aquel que se bañaba en esa agua adquiría la doble
naturaleza.
Hermafrodito normalmente aparecerá junto a los compañeros de su madre Afrodita o
también en la corte de Dioniso.

ATENEA
 En Roma se la conoce como Minerva y junto con Juno y Júpiter forma la famosa Tríada
Capitolina
 Nace adulta y armada de pies a cabeza  portando su lanza, un casco y la égida (arma
que solo llevan ella y Zeus) que usa como escudo o también como látigo pues estaba
hecha de un material maleable. También lleva en el escudo la cabeza de la Gorgona
medusa.
 Junto con Hestia y Ártemis forman la triada de las diosas vírgenes.
 Es una diosa guerrera  ella encarna a la guerra ordenada e inteligente, como una ba-
talla estratégica, frente a la furia descontrolada del más odiado y belicoso de los dio-
ses, Ares. Suele ir acompañada de Niké: diosa de la victoria que solía representarse con
una pequeña escultura alada en la mano de Zeus o Atenea.
 Tiene un papel muy destacado en la victoria sobre los Gigantes en la Gigantomaquia.
 Es considerada también como la diosa de la razón  protege a los hombres inteligen-
tes y astutos, como Ulises y Heracles, aportando esta cualidad a la fuerza bruta y el va-
lor de los héroes.
 Preside las artes y la literatura, función en la que tiende a suplantar a las Musas. Vin-
culada a la música a través de la flauta  se la considera su inventora, pero nada más

©Carmen Albarrán
hacerlo la lanzó a lo lejos porque se percató de que tocarla le afeaba el rostro. El sátiro
Marsias recuperó el instrumento y lo tocó en competición con Apolo tocando la lira.
 Extrema inteligencia y astucia  presencia de la lechuza como símbolo representador.
Esta cualidad se ve enaltecida debido a que es la hija de Metis –“Inteligencia”– y nace
directamente de la cabeza de Zeus, el dios supremo. De esta manera, queda perfecta-
mente integrada en la familia olímpica.
Su ingeniosidad, unida a su espíritu bélico, la había llevado a inventar la cuadriga y el
carro de guerra. Pero una de las mas importantes fue la invención del bocado la in-
ventó cuando Belerofonte fue a matar a la Quimera (monstruo con cuerpo de león, co-
la de áspid y en el lomo cabeza de cabra) montado sobre el caballo alado Pegaso.
 Vinculación a las labores artesanales  faceta en la que Atenea destaca extraordina-
riamente. Eso la convierte en una diosa de las artes, de los oficios.
Protege a las hilanderas, tejedoras, bordadoras,…: el trabajo de la lana de las ovejas es
ella la que se lo enseña a las mujeres. Atenea es una tejedora sin par, que castiga la
soberbia de Aracne que osa comparársele  “Aracne era la hija de Idmón de Colofón,
un tintorero que teñía la lana con púrpura de Tiro. Era famosa, en Lidia donde tenía su
taller, por su gran habilidad para el tejido y el bordado. Las alabanzas que recibía se le
terminaron subiendo a la cabeza y terminó tan engreída de su destreza como tejedora
que empezó a afirmar que sus habilidades eran superiores a las de Atenea, la diosa de
la sabiduría y la guerra además de la artesanía. La diosa se enfadó, pero dio a Aracne
una oportunidad de redimirse. Adoptando la forma de una anciana, dijo a Aracne que
no ofendiera a los dioses. La mortal se burló y propuso un concurso de tejido en el que
pudiera demostrar su superioridad. Atenea se quitó el disfraz y el concurso comenzó.
Atenea tejió la escena de su victoria sobre Poseidón, que inspiró a los ciudadanos
de Atenas para bautizar la ciudad en su honor. Según el relato latino de Ovidio,
el tapiz de Aracne representaba veintidós episodios de infidelidades de los dioses dis-
frazados de animales: Zeus siendo infiel a Hera con Leda, con Europa, con Dánae y con
otras. Atenea admitió que la obra de Aracne era perfecta, pero se enfadó mucho por la
irrespetuosa elección del motivo. Perdiendo finalmente los estribos, la diosa destruyó el
tapiz y el telar de Aracne golpeándolos con su lanzadera, y también golpeó en la cabe-
za a la joven. Aracne, que advirtió su insensatez y quedó embargada por la vergüenza,
huyó y se ahorcó, pero Atenea se apiadó de ella y la convirtió en araña que seguirá hi-
lando y tejiendo en el extremo de su hilo”.
 LA DISPUTA CON POSIDÓN  Revela un aspecto muy interesante de la Mitología
Griega: los dioses eligen y se disputan las ciudades en las que los griegos les rinden cul-
to. Posidón, casi siempre se llevó la peor parte. La victoria de Atenea, una diosa en un
mundo de hombres, no dejó de fascinar a griegos y foráneos durante siglos. Todavía
San Agustín se hace eco de una leyenda según la cual todos los atenienses participaron
en la elección de la divinidad patrona de su ciudad, y a lo largo de la votación los hom-
bres se decantaron por Posidón y las mujeres por Atenea. Ésta se erigió, en conse-
cuencia, vencedora, pues el número de mujeres votantes superaba el de varones en un
individuo. La ira empujó al despechado Posidón, dolido por su fracaso, a servirse de
olas encrespadas con las que asolar toda el Ática. Para aplacarlo las mujeres fueron
castigadas: a partir de ese momento quedaron desposeídas de su derecho al voto. La
intención etiológica: buscar a posteriori una razón para explicar lo extraño; en este ca-
so el origen de la democracia.

©Carmen Albarrán
Es ejemplar para mostrar que Atenea, hija y aliada de Zeus, simboliza el orden patriar-
cal en el que se sustenta la democracia la custodia del estado es una función que
Zeus comparte con su hija Atenea.
 Protectora del rey y diosa de la ciudad: Políada, “la de la Polis”.
El nombre de esta diosa, atestiguado en las tablillas micénicas está íntimamente ligado
a la ciudad griega por excelencia, Atenas  en la Acrópolis estaba la famosa estatua
de la Atenea Parthénos –“Atenea Virgen”– en el interior del templo a ella dedicado, el
PARTENÓN: “templo de las vírgenes”, al que ascendían los ciudadanos a honrar a la
diosa en el curso de las fiestas anuales en su honor, las Panateneas, celebradas cada
cuatro años.
Era una estatua de oro y marfil (criselefantina) de la que solo se conservan sus descrip-
ciones y con ellas se ha podido reconstruir. Así sabemos que a la sombra del escudo de
la estatua se enroscaba una serpiente muy particular, la que el mito convirtió en el
más antiguo antepasado del pueblo ateniense, hijo putativo de Atenea, ERICTONIO:
contaban los atenienses que Hefesto, enamorado de la bella Atenea y preten-
diéndola con lujurioso acaloramiento, trató de forzarla y, como ella pugnaba por
evitarlo, en el curso de la intensa refriega derramó una porción de semen que fue
a manchar el muslo de la diosa. Ésta, asqueada, se limpió la inmundicia con un
trozo de lana que arrojó a tierra. De ese semen depositado en la Madre Tierra
nació Erictonio, cuyo nombre relacionaban los antiguos –según la etimología po-
pular– con lana y tierra; un ser medio hombre, medio serpiente, al que Atenea
metió sin que los dioses lo supieran en una cestay de donde escapó yendo a re-
fugiarse tras el escudo de la diosa. Dos doncellas lo vieron y se aterrorizaron, se
volvieron locas y se suicidaron precipitándose desde lo alto de las rocas de la
Acrópolis.
Por lo tanto, Erictonio era un autóctono o nacido del suelo de la tierra, del que los
atenienses se consideraban descendientes pues a él hacían remontar la genealogía
de los reyes del Ática. También en base a este mito las atenienses colgaban a los ni-
ños pequeños amuletos de serpientes para protegerlos.
 Aunque esté unida estrechamente a Atenas, también presta atención a otras ciudades,
en cuyo centro o fortaleza recibe culto, como en Esparta, Mégara, Argos,… En Troya
recibía culto en una estatua antiquísima, el Paladio  Héctor (troyano) ofrece a la dio-
sa el más hermoso peplo. Pero Atenea, situada en el bando aqueo pues no en vano
despreció su belleza Paris, deja bien claro que no atenderá las súplicas de su sacerdoti-
sa. Troya no podrá caer mientras el Paladio, la estatua de Atenea, defienda la ciudad.
Esta estatua prodigiosa de la diosa es finalmente trasladada por Eneas y depositada al
fundar la ciudad de Roma, la nueva Troya. Está custodiada por las vestales en el tem-
plo de Hestia y salvaguardaba Roma.

DIONISO
 Compleja personalidad.

 Su cortejo: Hermafrodito, Príapo, Pan  aspecto más licencioso y libidinoso del séqui-
to que rodea a un dios Dioniso identificado sin más con el falo y asociado indisolu-
blemente al fruto de la vid y su delicioso licor.

©Carmen Albarrán
 Dios en el que el mito y el rito confluyen muchas veces de una forma diáfana y perfec-
ta.

 Su nombre no figura en las listas que transmiten el nombre de los Doce Olímpicos (no
aparece en el reparto de los doce entre el bando aqueo y troyano).

 Leyenda: Dionisio se ganó precisamente su ingreso en el Olimpo por haber sido el úni-
co capaz de convencer a Hefesto para que desatara a Hera, presa en el trono de su
propio hijo le había fabricado. Hizo uso de la elocuencia y de su arma más eficaz: el
vino.

 Hijo de Zeus y Sémele.

 Episodios míticos relacionados con su bebida.

o Guerra de Troya: cuando los aqueos arribaron a la isla de Delos, Anio trató de
convencerlos para que se quedaran allí nueve años, asegurándoles que al dé-
cimo destruirían Troya. No tendrían ningún problema de abastecimiento.

o Eneo, “el del vino”, el primero en cultivar la vid, recibida por Dionisio.

o Versión más interesante sobre la invención de la viña y la elaboración del vino


sea la versión ateniense según la cual Icario recibió de Dionisio una cepa y
aprendió a fabricar a partir de ella el embriagador líquido. Deseoso de com-
partir tan rico don, Icario se acercó a unos pastores y se lo ofreció. Gustaron
ellos de tan sabrosa bebida sin mezclar y tanto bebieron de ella que, creyén-
dose embrujados por el generoso dispensador de la agradable y poderosa
pócima, le dieron muerte y le sepultaron después, con pena y arrepentimien-
to, una vez recobrada la sensatez. Entretanto, la hija de Icario, Erígona, bus-
caba inútilmente a su padre, y, cuando con la ayuda de la perra de éste, des-
cubrió el cadáver, se ahorcó. El mito instruía sobre el peligro de la ingesta
de vino puro.

o Los atenienses celebraban una fiesta como expiación por el ahorcamiento de


Erígona, pues Dioniso, irritado por el trágico final de Icario y su hija, castigó a
los atenienses haciendo que sus hijas siguieran la misma suerte que Erígona.
Consultando el oráculo, instituyeron entonces una fiesta, denominada “la de
las oscilantes”, en la que las muchachas se balanceaban en columpios y col-
gaban además en los árboles figurillas que eran movidas por el soplo del
viento. Mito y rito caminan de la mano, uno inseparablemente del otro.

 Míticamente Dionisio instaura el primer simposio en la celebración del banquete de


Anfictión, al mismo tiempo establece la etiqueta del civilizado y ritual consumo de
vino para controlar sus efectos y así evitar que sea fuego que consuma y lleve a la
muerte a quienes lo beban. Esta ceremonia se repite cada año –rito-, las Antesterias,
cuando el primer día denominado Pitegia (“la apertura de las tinajas”) se abren las ti-
najas de puro vino, al comienzo de la primavera, y cada uno lleva la suya al templo de
Dioniso “en Límnai”, en “Los Pantanos”, donde hace una previa y ritual libación al
dios para asegurarse, mediante tan benéfico y prudente rito, de que el vino se utiliza-
rá sin daño. Así se muestra el dios como “dios civilizador”, en una faceta que le acer-
ca y asemeja a Deméter por la similar labor que ésta ejerce y desempeña con los ce-
reales.

©Carmen Albarrán
 Dioniso se acerca a los hombres. Es el que se presenta, se muestra y mira cara a cara al
hombre.

 Lo más característico de sus encuentros con los hombres: la inmediatez, la perplejidad,


el rechazo por parte de algunos de los mortales personajes implicados en la escena
relatada por el mito, que ya no escapan sin pagar por ello un tremendo castigo.

 LICURGO. era rey de los edones en Tracia y padre de Dryas. Prohibió el culto
de Dioniso, el dios tracio del vino. Cuando Licurgo oyó que Dioniso estaba en su
reino, encarceló a las seguidoras de Dioniso, las ménades. Dioniso huyó, refugiándo-
se con Tetis, la ninfa del mar. Entonces Dioniso envió una sequía a Tracia.
Habiéndose vuelto loco, Licurgo mató a su hijo al confundirlo con un tronco
de hiedra, planta consagrada a Dioniso. Un oráculo predijo que la tierra permanece-
ría seca y estéril mientras Licurgo estuviera vivo, así que su gente se sublevó y lo ase-
sinó. Con Licurgo muerto, Dioniso levantó la maldición. En otra versión de la histo-
ria, Zeus volvió ciego a Licurgo como castigo por oponerse al culto.
 Procedencia tracia de Dioniso.

 NACIMIENTO.

o Su padre es Zeus. El nombre de Dioniso fue interpretado desde la antigüedad


como un compuesto cuyo primer elemento contiene el genitivo del nombre
de Zeus en griego antiguo: Diós. Más dificultades presentaba el segundo,
identificado con una ciudad de nombre “Nisa”.

o La madre es Sémele. Se le aplica el epíteto eiraphiótes, “que tiene relación con


un toro”, “que se muestra como un toro”, “taurino”, de gran trascendencia
ritual. Sémele también es llamada Tione, es decir, “ménade”.

o Aún niño de pecho, le cubrió la hiedra con sus ramajes, signo de felicidad y mo-
tivo de la danza báquica para sus seguidoras, las ménades, que se ceñían
serpientes en sus cabellos por haber sido Dioniso coronado con ellas en el
momento de nacer.

o El mito de su nacimiento es el modelo mítico del cortejo que acompaña al dios,


otro de cuyos epítetos es el “dos veces nacido” (Dissótocos). También de esto
da cuenta el mito al referir como Hera, bajo la apariencia de la vieja nodriza
de Sémele, instó a ésta a que pidiera a Zeus que se le mostrara en todo su
esplendor tal y como había ido a desposarse con su legítima esposa, la propia
Hera. Zeus, que previamente se había comprometido a cumplir los deseos de
su amada, obligado por su promesa, no tuvo más remedio que acceder al ins-
tante ruego de su concubina y en consecuencia se le apareció destellado un
sinfín de resplandores, con su carro rodeado de rayos, relámpagos y truenos,
y, Sémele, mortal al fin y al cabo, no pudo soportar tan refulgente aparición y
murió fulminada.

Zeus cosió al niño en su muslo y, por tanto, nació dos veces.

o A partir de ese punto difieren notablemente las versiones, al menos en los de-
talles, si no en el fondo. Unas veces, Dioniso, “el del poderoso bramido”, es
criado por las ninfas en los barrancos de Nisa tras haberlo recibido del propio
Zeus habría confiado el tierno infante a Hermes, quien se lo entregó a una de

©Carmen Albarrán
las hermanas de Sémele, Ino, para que lo criara junto a su esposo. Pero Hera
los enloqueció a ambos: el esposo dio muerte a su primogénito cazándole
como a un ciervo o como a un cachorro de león e Ino arrojó a su otro hijo a
una caldera hirviendo y después se arrojó al mar con él. Zeus habría evitado
la cólera de su esposa transformando a Dioniso en cabrito y entregándoselo
a Hermes para que se lo entregara a las ninfas que habitaban en Nisa.

o Las ninfas son, pues, las bacantes que acompañan al dios en sus correrías.

 RITOS DIONISÍACOS.

o Carácter anómalo e inusual. Causa la última locura de Dioniso en el relato míti-


co procede de Hera, diosa que es la viva encarnación del orden normal de la
pólis, ese orden político-social que subvierte precisamente el dios nacido en
Nisa.

o Dioniso: frenesí de la locura.

o El mensajero relata ante el rey de Tebas, primo hermano de Dioniso, que ha


visto a las tebanas agrupadas en tres cortejos, y que dormían tumbadas i re-
clindas sobre ramas de abetos y encinas, en actitud decorosa y no embriaga-
das por el vino y el sonido de la flauta, como suponía Penteo. Refiere tam-
bién el mensajero cómo, al oír los mugidos de las vacas que conducían él
mismo y otros pastores, las tebanas se pusieron en pie de un brinco, tanto las
jóvenes como las viejas. Se soltaron entonces de inmediato la cabellera sobre
sus hombros y se ajustaron las pieles ciñiéndoselas con serpientes que la-
mían sus mejillas. Otras, mientras tanto, llevaban cogidos en sus brazos cer-
vatillos o lobeznos a los que daban de mamar. Coronadas de hiedra, roble y
brionia, las tebanas hacían brotar manantiales de agua y leche que surgían
del suelo merced a los golpes que sobre él daban con sus tirsos, o sea, las va-
ras características de las bacantes, que cubiertas de yedra, además destila-
ban miel. Agitaban dichos tirsos mientras invocaban al hijo de Zeus con los
nombres de Bromio y de Íaco, y entonces el monte entero con sus animales
salvajes se conmovía al compás de la celebración de la fiesta báquica, que
protagonizaban las bacantes o ménades con sus alocadas carreras y agitadas
danzas.

o La situación cambia radicalmente cuando dichas mujeres se sienten persegui-


das por los hombres que emboscados pretenden atraparlas. El mismo men-
sajero, uno de esos hombres hostiles al ritual báquico o dionisíaco, que ex-
piaba y perseguía a las ménades, refiere cómo al grito de “perras mías corre-
doras”, las mujeres, armadas con los tirsos, se lanzaron contra ellos, contra
los inoportunos varones, que a duras penas escaparon al descuartizamiento.
Atacaron asimismo no solo a las terneras de esos boyeros, sino que hasta los
mismo toros caían derribados por las manos de las mujeres, que se pasaban
trozos de carne unas a otras y, al mismo tiempo, en su veloz carrera alcanza-
ban rápidamente las poblaciones cercanas. También allí irrumpen como
enemigas que todo lo destrozan, arrebatan a los niños, ponen en fuga a
hombres y mujeres para después retirarse al lugar de donde vinieron, laván-
dose la sangre que las manchaba en las fuentes que para ellas hiciera nacer
el dios, mientras las serpientes lamen las gotas que deslizan por sus mejillas.

©Carmen Albarrán
o El sparagmón o “descuartizamiento” junto con la omophagía, “comida de car-
ne cruda”, la de los animales sacrificados, deja atónito a quienes las han con-
templado. Ante la magnitud del frenesí y del horror que se desprende del es-
pectáculo, no queda sino aceptar al dios, quienquiera que sea, un dios gran-
de que dio a los mortales el don de la vid.

o En el ceremonial dionisíaco, la manía, la “locura”, se apodera de las seguidoras


de Dioniso, poseídas por el dios en un transporte divino que las lleva fuera de
sí y las vuelve frenéticas y enloquecidas, asemejándolas a él.

o Ante el enthousisasmós se quedan cortos nuestros términos “entusiasmo” o


“éxtasis”. Imploca que la divinidad misma penetra en el que lo sufre. Las mu-
jeres y los devotos llevan su mismo nombre, Bácche, “bacante”, Bácchos,
“baco”. La relación etimológica entre manía y ménos, antes de significar “al-
ma, principio vital” designa un misterioso acceso de energía que procede de
fuera y llena al hombre de ardor y coraje. Deberíamos emplear para traducir
esta palabra griega el término castellano “demencia” y así estar más cerca de
la especial naturaleza del arrebato dionisíaco.

 Caso de Tebas. Tebas era la patria de Dioniso, donde se encontraba la tumba de su


madre, y por tanto, fueron los miembros de su propia familia los que en buena medi-
da negaron al dios y por ende, no podían quedar sin castigo.

Bien conocido es el destino de Penteo, rey de Tebas, que se opuso a ese extranjero
que amenazaba el orden establecido en su ciudad, y que transformado por el dios en
bacante ficticia, fue a espiar a las auténticas ménades, báquicas siervas de Dioniso, y,
al ser descubierto, confundido por ellas con un león o con un ternero, fue descuarti-
zado por su propia madre, Ágave, una de las hermanas de Sémele. Tales animales
eran descuartizados por las bacantes del cortejo dionisíaco en el curso del sparagmós
ritual. Aquí tenemos el referente mítico de este salvaje y primitivo rito. Una vez más
confluyen, se conjugan, se interfieren y se reflejan y aluden el mito y el ritual.

 Peculiar relación de Dioniso con el mar, donde precisamente se refugió cuando lo


acosó y persiguió Licurgo, y desde donde tuvo lugar su epifanía como león sobre la
cubierta del barco pirata, y se ha querido vincular esta vocación marítima con su fa-
ceta como dios de la vegetación, es decir, del elemento, húmedo.

 Éste es invocado desde su nacimiento como “taurino”, y se dice de él, al mismo tiem-
po, que fue transformado por su padre en “cabrito” para sustraerlo así a las iras de su
esposa Hera, por lo que es un dios que se muestra tanto a sus seguidoras como a sus
contrincantes con forma de toro, dragón y león. Consigue con tales epifanías o apari-
ciones conducirlos a un paroxismo tan extremo que quienes lo sufren llegan hasta a
confundir crías humanas y animales y se ven impelidos en su frenesí a descuartizarlas
para, acto seguido, devorarlas (homofagia) o “degustación de carne cruda”.

 El mito del descuartizamiento de Dioniso a manos de los Titanes desarrollado por la li-
teratura órfica (refleja los rituales dionisíacos). Según estos escritos órficos, Dioniso,
hijo de Zeus y Perséfone estaba destinado a suceder a su padre en el gobierno del
universo. Mas los Titanes, envidiosos de tal suerte, y según alguna versión también
azuzados por Hera, se embadurnaron la cara con yeso (títanos, en juego etimológico
con el nombre “titanes”), lo engañaron entreteniéndole con juguetes, lo llevaron a

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un lugar apartado y allí lo despedazaron y se lo comieron. Zeus, en venganza, fulminó
con el rayo a los Titanes y los convirtió en cenizas. El corazón del niño, que es lo único
que queda sin consumir por los teófagos titanes, lo salvó Atenea, que se lo entregó a
su padre. Zeus se lo tragó y pasados nueve meses, volvió a nacer Dioniso, esta vez de
su padre y no de su madre. Incluso alguna fuente busca conciliar esta versión con una
más tradicional visión del hecho mismo del nacimiento y cuenta que Atenea llevó al-
gunos trozos del descuartizado Dioniso a Sémele, su madre, en la mitología, para que
naciera ella, y solo después habría sido ésta fulminada. Fue entonces cuando el feto
del dios, que logró sobrevivir, fue cosido al muslo de Zeus y nació de él, con lo que
Dioniso habría nacido tres veces.

 ТARIADNA. Tuvo la suerte se ser beneficiada por los favores del dios. Ariadna abando-
nada por el héroe ateniense Teseo. Ariadna llegó a la isla de Naxos y tras su aban-
dono, Dioniso, enamorado de ella, la raptó, la llevo a la isla de Lemnos y en ella en-
gendró varios hijos. Diríase que es una bella historia de amor con “final feliz”, Ariadna
no solo se convirtió en la floreciente esposa del dios, al decir de Hesíodo, sino en au-
téntica diosa, pues, en consideración a su divino esposo, Zeus la hizo inmortal y la
eximió para siempre de la ultrajante vejez.

 4 versos homéricos: atestiguan la presencia de Ariadna en el Hades: una Ariadna a la


que quiso raptar Teseo, mas fue en vano, pues la mató Ártemis por traición de Dioni-
so. Esto habría sucedido en la isla de Dia. Es más, en el mismo templo que Perseo
construyó a Dioniso después de haberse enfrentado a él, según queda dicho más
arriba, había una urna de barro, en la que –se decía- había sido enterrada Ariadna.

 Aun así no podemos dejar de preguntarnos si los mitos relativos a Ariadna y a Sémele
tenían una trascendencia mayor, más allá del mero cuento hermoseado en boca de
los poetas. Se impone entonces la reflexión sobre el papel desempeñado por Dioniso
en las antestereas o “fiestas de las flores”, las fiestas de muertos que tenían logro al
comienzo de la primavera, fiestas en las que tenía lugar el rito de unión de Dioniso
con la esposa de Arconte rey.

 En las fiestas no solo se procedía el primer día a la apertura de las jarras del vino nuevo
(khóes), entre danzas y cantos, sino que el segundo día, éste en el que se celebraban
los esponsales sagrados tenía lugar un peculiar concurso de bebedores.

 La locura de las ménades, el vino efervescente que brota milagroso y el corazón devo-
rado de los animales que las bacantes con sus propias manos despedazan. Aquel epi-
sodio de despedazamiento y posterior homofagia, son aspectos diferentes de un
modo de acción muy concreto y determinado, el que caracteriza a Dioniso, el que
traspasa a los seres humanos con el “entusiasmo”. El dios es él mismo un practicante
más de sus propios cultos y rituales, un iniciado en sus propios misterios que le brin-
dan el reconocimiento dentro de los Olímpicos y le permiten incorporar al mundo de
los humanos un elemento esencial dentro de la experiencia religiosa bajo el signo de
lo “extraño” (xénos), la demencia, la locura, el trance, que conduce a la visión brutal
del dios al que se mira cara a cara. Dioniso es kathársios, “purificador”, lýsios, “libe-
rador”, que llevan ambos su mismo nombre.

 Para conseguir penetrar en la verdadera naturaleza del dios, deberíamos también no-
sotros formar parte de sus misterios, formar parte de los tíasos o cortejos de inicia-

©Carmen Albarrán
dos que conseguían experimentar la máxima cercanía al dios hasta llegar a la pose-
sión, el entusiasmo (enthousiamós) o “endiosamiento” y el éxtasis.

 No acababan ahí las posibilidades del polifacético Dioniso, él mismo, un iniciado tam-
bién en los misterios eleusinos, representados incluso como un niño en el regazo de
Deméter y aclamado como Íaco en la solemne procesión que conducía a los fieles de
Atenas a Eleusis.

©Carmen Albarrán

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