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Palabra clave:
"DESIERTO"
OBJETIVO:
“Redescubrir el sentido del tiempo de Cuaresma, como preparación para la Pascua;
para que, convertidos a Dios, lo vivamos en oración y viva esperanza”.
Preparar:
Biblia – velita – Cruz – un pan – un vaso con agua – fotocopia de la oración del
momento de Contemplación para cada miembro de la comunidad.
ENTRADA
Saludo a los participantes
Canto:
Invocar la luz y la fuerza del Espíritu Santo:
Animador(a):
Leemos atentamente el relato:
EL DESIERTO ES HERMOSO
...Nos hallábamos en el octavo día de mi avería en el desierto y tomaba la última gota de mi
provisión de agua.
-Vamos a morir de sed... -dije.
-Yo también tengo sed... busquemos un pozo... -dijo el Principito.
Tuve un gesto de cansancio; es absurdo buscar un pozo al azar, en la inmensidad del desierto.
Sin embargo nos pusimos a buscarlo. Cuando hubimos caminado horas, distinguí uno como en
sueños, pues tenía un poco de fiebre a causa de la sed. Las palabras del Principito danzaban
en mi memoria.
- ¿Tú también tienes sed? -le pregunté.
Él no contestó mi pregunta, simplemente me dijo:
- El agua puede ser buena también para el corazón...
No comprendí su respuesta pero me callé... Yo sabía bien que no hacía falta interrogarle.
Estaba fatigado y se sentó. Me senté junto a él.
- El desierto es hermoso -dijo.
Y era verdad, siempre me ha gustado el desierto. Uno se sienta sobre una duna de arena. No
ve nada, y sin embargo, alguna cosa irradia en silencio.
- Lo que embellece al desierto -dijo el Principito- es que oculta un pozo en alguna parte.
Me sorprendió comprender de pronto esta misteriosa irradiación de la arena. Cuando yo era
muchachito habitaba una vieja casona y la leyenda contaba que allí había un tesoro enterrado.
En verdad nadie ha sabido descubrirlo y posiblemente ni siquiera se ha buscado. Pero
encantaba toda la casa. Mi casa escondía un secreto en el fondo de su corazón.
- Sí, -dije al Principito- trátese de la casa, de las estrellas o del desierto, lo que constituye su
belleza es invisible.
Como el Principito se dormía, lo tomé en mis brazos y continué la marcha: Estaba conmovido.
Me parecía llevar un tesoro frágil sobre la tierra. Yo miraba a la luz de la luna esa frente pálida,
esos ojos cerrados, esos mechones de pelo que ondulaba el viento y me dijo: "Lo que veo aquí
es sólo corteza. Lo más importante es invisible..."
Caminando así, descubrí el pozo al nacer el día.
A. Saint-Exupéry: El Principito
MEDITACIÓN
Animador(a):
Vamos a descubrir juntos lo que Dios nos quiere decir en este texto:
1. ¿Quién llevó a Jesús al desierto? ¿Qué pasó allí?
2. ¿En qué momento comienza a predicar Jesús? ¿Qué es lo primero que
predica?
3. ¿Por qué habrá sido necesario que Jesús fuera al desierto antes de
comenzar a predicar y sanar enfermos?
4. Nosotros comenzamos el tiempo de Cuaresma, en el que se nos invita a
vivir cuarenta días de desierto como Jesús: ¿Qué tenemos que hacer para
vivirlo como Él?
5. “Conviértanse y crean en la Buena Noticia” (v. 15), nos dice hoy la
Palabra de Dios, al igual que el miércoles de Ceniza. ¿De qué necesito
convertirme?
6. ¿Cómo podemos relacionar el relato del Evangelio con “El desierto es
hermoso”? Entre todos formulemos un mensaje (o lema) para esta
Cuaresma.
1
Tomado del libro “Como la Gallina a sus polluelos (Lc 13,34)”, de Rafael Prieto Ramiro. Editado por Cáritas
Española. Madrid, enero de 2003. Pág. 33.
Según Marcos, Jesús es más fuerte que Satanás y que las fieras, y los ángeles están a su servicio,
Jesús es así más fuerte que el mal, más fuerte que la naturaleza, y todas las fuerzas divinas están a su
servicio.
"Estuvo en el desierto cuarenta días... "
Cuarenta días es una situación de largo periodo. Se identifica con toda la vida de Jesús en la que fue
más fuerte que los demonios y la naturaleza hostil y en la que todas las fuerzas divinas estuvieron a su
servicio. Por eso, nos dice Marcos que se marchó al desierto. Jesús que queda en el desierto es el
símbolo del estado de superioridad de Jesús.
COMENTARIO AL EVANGELIO DE SAN MARCOS, JUAN MATEOS S.J.
ORACIÓN
Animador(a):
Elevemos nuestras oraciones comunitarias al Padre (respondemos según la
intención: Te pedimos Señor o te damos gracias Señor).
Decimos juntos las Palabras que Jesús nos enseñó: PADRE NUESTRO.
CONTEMPLACIÓN
Gesto:
Comenzamos a caminar por el desierto de esta Cuaresma. Por eso, en el centro de esta
mesa, alrededor de la cual nos reunimos como comunidad, vamos a poner:
Una cruz: como signo de nuestro compromiso de vivir la Cuaresma entregándonos a
Dios y a nuestros hermanos.
Un vaso con agua: como signo del compromiso de saciar nuestra sed con la oración,
vivida como encuentro de amor con nuestro Dios.
Un pan: como signo de nuestro propósito de alimentarnos en estos cuarenta días con el
pan de la Palabra y de la Eucaristía.
Una vela encendida: como signo de la esperanza de encontrarnos al final de este camino
con Cristo Resucitado en nuestras vidas.
(Una vez que se pusieron estos elementos en la mesa, el animador invita a los miembros
de la comunidad a hacer un momento de silencio para meditar sobre estos signos y todo
lo conversado en este encuentro. Luego de este momento, rezan todos juntos la siguiente
oración:)
“SEÑOR, ENSÉÑAME TUS CAMINOS” (Sal 24)2
Enséñame, Señor, tus caminos,
enséñame, Señor, el camino que llega a ti.
Enséñame el camino de tu verdad,
la luz maravillosa de tus ojos,
la belleza de tu rostro,
la hondura de tu palabra,
la fuerza de tu personalidad.
Enséñame el camino de tu corazón,
cómo llegar a tu secreto,
la bondad de tus entrañas,
el ardor de tus opciones,
la capacidad de tus entregas,
el fuego inextinguible de tu amor.
2
Ídem. Pág. 30 y 31.
Enséñame el camino de la Pascua,
los pasos austeros del desierto,
los pasos esforzados del Tabor,
los pasos gozosos de las Bienaventuranzas,
los pasos dramáticos del Calvario,
los pasos seguros de la obediencia y el amor.
Enséñame tu amor,
su longitud y su anchura,
su profundidad y su altura,
la intensidad de su ritmo,
su saber y “no-saber”.
¿El camino del amor?
No hay camino del amor,
el amor es el camino,
el único camino salvador.
No hay camino para llegar a ti, Cristo.
Tú eres el camino, tú eres el amor.