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Lima, feb. 27/2008 (ANDINA). En estos tiempos, la depresión no sólo ataca a adultos,
sino también a niños y adolescentes. El director del instituto de salud mental Honorio
Delgado-Hideyo Noguchi, Enrique Macher, refirió que más del 21 por ciento de esta
población de menores en el país sufre de depresión que, en algunos casos, puede
desencadenar en suicidio.
“Del mismo modo, intervienen factores sociales ligados a la pobreza, lo cual genera
una baja autoestima, y la poca presencia de los padres en la crianza de los hijos.”
Riesgos
La mayor frecuencia de casos se presenta en la edad escolar, desde los 8 a 10 años;
pero en la adolescencia aumenta en forma considerable y el riesgo suicida se dispara
tanto como en los adultos.
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Los niños que viven con mucha tensión, que han experimentado una pérdida
importante o que tienen desórdenes de la atención, del aprendizaje o de la conducta
corren mayor riesgo de sufrir depresión, enfatiza.
Explicó que una de las principales dificultades para prevenir el suicidio era que los
síntomas de la depresión pasaban inadvertidos para el entorno cercano del niño, sus
padres y profesores.
Del cuadro depresivo al suicidio, prosiguió, el menor pasa por cuatro etapas
diferenciadas. “La primera es la idea suicida que va desde pensamientos de que la
vida no vale nada hasta planes bien definidos de autoeliminación. Luego vienen las
amenazas de quitarse la vida, después el intento suicida y por último la
autoeliminación en sí.”
Cifras y datos
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Tratamiento
Identificado el cuadro por el adulto o un especialista, debe tratarse lo antes posible a
base de medicinas y psicoterapias que pueden durar tres semanas o varios años,
según la gravedad o intensidad de la depresión.
“Lo importante es identificar la depresión, pues muchas veces los padres la confunden
con problemas de conducta y tardan meses antes de llevarlo a un especialista que, a
través de pruebas y a veces chequeando sus notas, se da cuenta de la presencia del
mal”, precisó Enrique Macher.
El especialista sostuvo que sólo en el instituto de salud mental se atendían hasta tres
niños diarios, víctimas de depresión.
“Los casos han aumentado en los últimos años y en algunas ciudades como Ayacucho
el número se ha elevado considerablemente.”