“Product-based cultural change: Is the village global?

Gabriel Guzmán

Edgard Jiménez

La globalización ha sido un proceso que, de un momento a otro, se ha encontrado

avanzando cada vez más rápido afectando de una u otra forma a cada uno de los
países del mundo. En diversos ámbitos como lo tecnológico, político, social,
económico y cultural. Siendo este último uno de los temas más controversiales, que
pese a ello encuentra como nuevos beneficiados al sector del libre comercio en el
plano económico, desde ya hace unas décadas. Por lo visto se cree que este
proceso ha generado aperturas culturales que han afectado a una gran cantidad de
regiones, creándose una convergencia cultural en donde se brindan mejores
resultados para todos, pero ¿son estos resultados realmente beneficiosos para
todos? ¿Qué ocurre con la cultura interna de cada país o región?

Por medio de las necesidades en las personas, históricamente el comercio siempre

ha estado presente entre estas, siendo un canal por el cual han debido relacionarse,
para obtener los distintos bienes y recursos que se deseen obtener, en aquellos
tiempos con los vecinos, países o regiones más cercanos. Actualmente, las
facilidades que nos brinda el avance tecnológico permiten un comercio mucho más
global, pudiendo comercializar con el país que se desee sin importar la distancia
geográfica y/o cultural, siempre y cuando este acepte. De hecho la apertura cultural
va provocando continuamente, que exista una disminución de las barreras entradas
al momento de comercializar.

La cultura es un conjunto de creencias, conocimientos y ciertas normas de conducta

de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus individuos para
comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo. De modo que por ciertos
determinados espacios geográficos de distinto tamaño, vamos a ir encontrando
diversas zonas culturales, siendo más específicos cada país posee su propia
cultura. La cual no necesariamente va a ser compartida por otros países, de hecho
puede existir una gran divergencia cultural, que puede ser contradictoria frente a la
otra. Mantener la cultura va a depender de los mismos individuos que la integran.

Dentro de las formas que existen, para poder mantener la cultura es a partir de sus
bases o núcleos, que vendrían siendo las familias. Los padres son los principales
encargados de traspasarle los aspectos culturales que se estimen, sin embargo se
debe considerar otro factor influyente al momento de forjarse culturalmente que es
la sociedad, ya que, al ser el entorno que rodea al individuo también lo va ir forjando
en el aspecto cultural.

Uno de los aspectos más importantes dentro de la cultura es el simbolismo que es

la representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención
socialmente aceptada, ósea un vínculo convencional entre su significancia y su
explicación de ser, además de una clase intencional para su designado. En este
aspecto el comercio presenta gran importancia en los últimos años, ya que, por
medio de la comercialización de distintos bienes existe un simbolismo inserto en
estos y más cuando son diferenciados.

Hoy en día con tanto avance tecnológico y diversas mediciones en el ámbito de

calidad de un bien, se vuelve cada vez más difícil diferenciarse para las empresas,
industrias o productores del bien. Entonces para que el individuo prefiera el bien,
debe existir cierto tipo de simbolismo que lo haga más llamativo e interesante al
momento de elegir.

La liberalización del comercio provoca que en muchos países compartan distintos

tipos de bienes, los cuales vienen cargados de simbolismo, que si bien pueden ser
distintos a la cultura del país pueden ser llamativos para ciertas personas que
deseen adquirirlo. Puede ocurrir que exista en distintas partes del mundo, un gusto
llamativo por determinado bien que este atentando acorde a lo que es su cultura.
Existen varios ejemplos en cuanto a distintas actividades que se realizan en los
países son: la moda, al momento de vestir por parte de la persona, la alimentación,
respecto a las comidas rápidas por sobre las tradicionales, el deporte, en cuanto al
gusto deportivo de realizar ciertas actividades por sobre algunas tradicionales o al
momento de elegir un entidad deportiva extranjera por sobre la nacional.
Si bien las culturas internas se han visto afectadas por el libre comercio, esta
apertura comercial ocurre por necesidades de un bien mayor para todos. De modo,
que se debería comenzar a hablar que las culturas internas también se han ido
perdiendo por problemas de los mismos individuos.

Es por esto, que debemos preguntarnos si el comercio internacional ligado con la

cultura para un país es beneficioso en todo sentido, hasta que punto estamos
dispuestos a llegar, sacrificamos nuestra identidad como país para unificarnos a la
villa globalizada que existe hoy en día o las raíces e identidades de nuestra cultura
son mas importante que aumentar el consumo de las personas. Estas y otras
interrogantes son las que se deben comenzar a estudiar ahora, incorporar la cultura
a nuestro análisis, ya que las personas cada vez toman sus decisiones de forma
más compleja.