You are on page 1of 18

LAS ‘‘CASAS’’ NOBLES DE LOS BARRIOS DE TEOTIHUACAN

1
ESTRUCTURAS EXCLUSIONISTAS EN UN ENTORNO CORPORATIVO

LINDA R. MANZANILLA
Miembro de El Colegio Nacional

INTRODUCCIÓN

Teotihuacan representa la construcción multiétnica de un experimento


excepcional. La confluencia de pueblos diversos que huyeron de las
erupciones del sur de la cuenca de México durante el primer siglo de
nuestra Era, y que llegaron al valle de Teotihuacan, ya poblado con gru-
pos formativos, generó una articulación original sobre la cual se inserta-
ron otros de la Costa del Golfo y del Occidente de México.
Para organizar a grupos humanos de tantos orígenes, intereses y estra-
tegias, el grupo que le dio forma a la ciudad ortogonal de tiempos Tla-
mimilolpa (c. 200-350 d. C.) quizás consideró que el orden podría ser una
manera para organizar a la mano de obra multiétnica así como para atraer
a grupos de diversas procedencias en los esfuerzos de construcción, ma-
nufactura y movimiento de bienes. El orden, manifiesto en la retícula
urbana y en los módulos constructivos (Millon, 1973), el colorido de los
murales (De la Fuente [coord.], 1995), el esfuerzo por constituirse en el
centro del mundo conocido, donde todas las lenguas eran escuchadas y
los diversos tipos de juego de pelota desplegados, hizo de Teotihuacan una
excepción en el Clásico mesoamericano (Manzanilla, 2006).
La organización corporativa de la vida doméstica en conjuntos multi-
familiares (Manzanilla, 1996) es una de sus características excepcionales;
pero quizás también lo corporativo llegó hasta los niveles del co-gobierno
central, donde sugerimos la existencia de cuatro co-gobemantes (Manza-
nilla 2002, 2006), como la vasija de Las Colinas, publicada por Sigvald
Linné (1942: 68), sugiere.

1
Ponencia presentada en la XXVIII Mesa Redonda de Sociedad Mexicana de Antro-
pología, 2007, Ciudad de México, en el simposio coordinado por Gerardo Gutiérrez.
485
Al repensar la estructura política de la ciudad de Teotihuacan, tema
por demás difícil de abordar sin la profusión de textos, representaciones
y contextos de la realeza que abundan en el área maya para el mismo te-
ma (Manzanilla 2002, 2006) , a mi modo de ver salta a la vista una posi-
ble contradicción entre la organización interna de los barrios y las elites
intermedias que los rigen, por un lado, respecto de la utopía corporativa
del co-gobierno central.
Abordaremos aquí el tema de cómo concebimos la organización de los
barrios en la ciudad de Teotihuacan, y la posibilidad de que las elites
intermedias que los encabezan estuviesen organizados como ‘‘casas’’
(Maisons), en el sentido que Lévi-Strauss (1982) sugirió. Consideramos
que los barrios, sede de las elites intermedias (á la Elson y Covey [2006]),
son las unidades sociales intermedias más dinámicas de los sitios urbanos,
y las que pueden dar luz sobre la organización de base, los procesos de
transformación y las tensiones finales de los asentamientos multiétnicos
complejos.

EL CONCEPTO DE ‘‘CASA’’ Á LA LÉVI-STRAUSS

La ‘‘Maison’’ como grupo social es caracterizado por Lévi-Strauss como


algo más que un grupo doméstico: es un grupo corporativo grande. or-
ganizado por la residencia compartida. la subsistencia, los medios de pro-
ducción, el origen, las acciones rituales o la esencia metafísica (Gillespie,
2000a:1). Tiene una propiedad territorial con riqueza material e intangi-
ble que se perpetúa a través de la transmisión de su nombre, sus bienes
y sus títulos a lo largo de una línea real o imaginaria, considerada legíti-
ma mientras su continuidad se exprese en el lenguaje del parentesco o
la afinidad o ambos (Lévi-Strauss, 1982: 174).
En términos prácticos, una ‘‘Maison’’ puede representar relaciones socia-
les, económicas, políticas o rituales entre varios individuos que pueden
formar una colectividad temporal o permanente (Gillespie, 2000a: 6), o
en términos de Bonte e lzard (1991: 435): la sociedad de ‘‘casa’’ representa
la alianza temporal o prolongada entre dos o más linajes para crear uni-
dades sociales de un nuevo tipo con ventajas para todos. Es una persona
moral autónoma poseedora de derechos y obligaciones.
Según Gillespie (2000a: 2) , una de sus estrategias de largo plazo es ad-
quirir, conservar o reemplazar recursos que son la base de su estatus y
poder. El grupo social no sólo se representa por la estructura física de la

486
casa, sino por los objetos que lo acompañan: reliquias, tumbas, emblemas,
máscaras, atavíos, etcétera y territorios de caza, pesca y recolección (Gilles-
pie. 2000a: 3; 2000b: 25-26), además de las tradiciones de migración. los
relatos de fundación de asentamientos o santuarios ancestrales; los nom-
bres o títulos; los oficios en las sociedades secretas; las danzas, cantos y re-
presentaciones rituales (Gillespie, 2000a: 12).

LA ECONOMÍA DE OIKOS EN MESOPOTAMIA

Algunos autores, como Susan Pollock (2002: 117 el seq.), han llamado
la atención sobre la existencia de economías de Oikos (figula 1) que, se-
gún Max Weber, son economías orientadas principalmente a la satisfac-
ción de necesidades, en las que varias unidades domésticas o unidades
de producción son responsables de la manufactura de bienes para su
propio uso, almacenamiento de materias primas o bienes, y manufactu-
ra de bienes indispensables para el intercambio.

EL OIKOS EN MESOPOTAMIA SEGÚN POLLOCK (2002)

OIKOS
TELA Y OTROS PRODUCTOS
UNIDAD DOMÉSTICA
CASA A CASA B DE PARIENTES
ALIMENTOS
Y OTROS TELA
ALIMENTOS (RACIONES)

CENTRO DEL
OIKOS: ADMINISTRACIÓN TELA
UNIDAD DOMÉSTICA
Y ALMACENAMIENTO DE PARIENTES
TELA
ALIMENTOS (RACIONES)
COMIDA
CASA C CASA D
UNIDAD DOMÉSTICA
TIERRA DE PARIENTES

ALIMENTOS (RACIONES)
CASA E

TRABAJO
COMIDA COCINADA

Figura 1.

487
Para Pollock (2002), en el tercer milenio a. C., la concentración de
población en villas y ciudades llegó a proporciones sin precedentes. La
urbanización trajo consigo la reorganización de la economía, ya que con
menos población rural y mayor población urbana, la extracción del tri-
buto se redujo. La respuesta de unidades domésticas más grandes y ricas
fue la de emplear una fuerza de trabajo sustancial constituida por gente
no emparentada entre sí para producir la mayor parte de lo que era usa-
do o consumido. Además de las unidades domésticas de parientes, que
no desaparecieron del todo, hay una compleja red de unidades interde-
pendientes económicamente cuyos miembros tenían conexiones y obli-
gaciones con más de una unidad doméstica.
Así, varios tipos de ‘‘unidades domésticas’’ o de oikoi son citados por Po-
lIock (2002: 117): familias extensas en co-residencia, casas señoriales de
oficiales públicos, palacios reales y templos.
Las ‘‘oikoi’’ serían grandes unidades socio-económicas con una mano de
obra dependiente, personal administrativo, manadas de animales, pastu-
ras, campos, huertos, almacenes y talleres artesanales (Ibid.: 118). Su per-
sonal incluía agricultores y pastores que vivían parte del año en la ciudad,
y a cambio tenían medios básicos de subsistencia. El oikos controló crecien-
temente los medios de producción; tierra, herramientas y materias primas
(Ibid.: 120).
Los miembros del oikos recibían raciones de comida: cebada, lana y
aceite, además de dotaciones ocasionales de harina, pan, tela, pescado,
lácteos, frutas, carne o cerveza. El tamaño de las raciones dependía de la
edad, el género y el tipo de trabajo (Pollock, 2002: 120).
Según Pollock (Ibid.: 124), para identificar un oikos arqueológicamente
hay que encontrar la mayoría de los siguientes elementos; una estructura
grande o grupo de estructuras relacionadas con evidencia de una pro-
ducción variada de subsistencia, almacenamiento de materias primas y
bienes, participación en el intercambio y sistemas de contabilidad.

LOS BARRIOS DE TEOTIHUACAN

Dada la estructura corporativa de Teotihuacan, es posible que en los


centros de barrio Se dieran estructuras tipo oikos, donde confluyen varios
contingentes sociales de diverso orden en un centro ritual y administra-
tivo que organiza una mano de obra dependiente; añadiríamos que mu-
chas veces, particularmente en la porción sur de Teotihuacán, es posible

488
que dicha mano de obra especializada pudiera ser de carácter multiétnico.
Además esta agrupación socio-económica giraba en torno de una nobleza
intermedia que administraba y dirigía el barrio; portaba emblemas y ata-
víos característicos; tenía tierras y recursos cercanos y lejanos.
Ampliando una propuesta original de Sergio Gómez et al. (d. (2004; Gómez
Chávez, 2000) sobre los elementos que constituyen los barrios, conside-
ramos ahora que los centros de barrio de Teotihuacan, como cualquiera
unidad intermedia de grandes urbes, tienen un centro físico, y éste tiene
cinco componentes:
1. un componente ritual, es decir, grandes templos y plazas con altares,
donde los moradores del barrio asisten a las ceremonias;
2, un componente administrativo, más difícil de percibir; pero que po-
dría estar representado posiblemente en el Patio de los Glifos de La Ven-
tilla, donde ocurren las audiencias de la administración central con los
grupos corporativos y de manufactura;
3. un componente artesanal muy especializado para hacer frente a las
necesidades de las elites intermedias que rigen los barrios, particular-
mente para la manufactura de atavíos y tocados;
4. un componente residencial de la ‘‘casa’’ noble del barrio;
5. un espacio abierto anexo, que según Sergio Gómez y colaboradores
(2004: 175 et seq.), estaba destinado al intercambio, a la celebración de
festividades y al juego de pelota.
En los barrios cercanos al núcleo cívico de la ciudad y a la Calzada de
los Muertos, varios de estos componentes están separados en conjuntos
arquitectónicos distintos y contiguos. En barrios de la periferia, al parecer
estaban integrados alrededor de la plaza principal del barrio, como mó-
dulos constructivos anexos, pero sin un muro perimetral, excepto donde
inicia el gran espacio abierto.
En Teopancazco (figura 2), un centro de barrio de la periferia sureste
de la ciudad, hemos podido comprobar la existencia de una gran plaza
con altar y templos, más grande que los patios rituales de los conjuntos
multifamiliares de vivienda; algunos indicios de indicadores administra-
tivos, representados por sellos de estampa; la presencia de componentes
multiétnicos para el trabajo artesanal muy especializado de atavíos y toca-
dos, y por ende, materias primas, productos terminados y animales de la
Costa del Golfo; la existencia de un gran espacio hacia el este del cual está
separado por un gran muro inexistente como tal hacia el oeste y norte
(según muestra la prospección geofísica encabezada por Barba) (Manza-
nilla, 2006); y por último, indicios de que a la cabeza de este centro de
barrio yacía una ‘‘casa’’ con nobles de la elite intermedia quizás original-

489
EL CENTRO DE BARRIO
DE TEOPANZAZCO

MANZANILLA, BARBA, ORTIZ Y BLANCAS


Figura 2.

mente de origen foráneo, y un componente militar que funcionaba como


guardia.
Teopancazco carece de cocinas dispersas en los diversos sectores del
conjunto, característica que sí vemos en los conjuntos de apartamentos,
como Oztoyahualco 15B:N6W3 (Manzanilla [ed.], 1993; Manzanilla
1996). Los centros de barrio también tienen evidencias de rituales masivos
extraordinarios, como el que apareció en Teopancazco en el nivel cons-
tructivo de fines de la fase Tlamimilolpa y principios de Xolalpan tem-
prano, y que consiste de más de 25 cráneos de individuos la mayoría mas-
culinos, cada uno en una vasija con cinabrio y tapado por otra vasija
(Manzanilla, 2006).

1. El primer componente, el ritual (figura 3), tiene como indicadores


• la gran plaza de 275 m2;
• un gran templo ubicado al este de patio, cuya fachada está al oeste,
con un recinto de c. 57 m2;
• un altar en la plaza;
• la traza química del ritual a los cuatro rumbos (Pecci, Ortiz, Barba y
Manzanilla, en prensa);

490
• el mural principal de Teopancazco, hallado originalmente por el al-
farero Barrios y que dio pauta para que Leopoldo Batres excavara por
primera vez un conjunto de éstos, hacia 1884. Este mural fue dibuja-
do por Adela Breton (en Marquina, 1922, cáp.III, tomo I, láms. 34y 35)
y estudiado también por Rubén Cabrera (1995: 160). En él destacan dos
sacerdotes sembradores que tiran líquidos con semillas, que ahora sabe-
mos son de Salvia o chía, gracias a las identificaciones de Martínez Yrízar
y Adriano Morán (2006), y que se dirigen a un altar, además de otros
sacerdotes sembradores y guerreros;
• en los márgenes de la plaza central hay fosas con los desechos de gran-
des banquetes comunales, en los que, entre otras cosas, se consumían
peces marinos (identificados por Edmundo Teniente del IPN y Bernardo
Rodríguez de la UNAM);
• hay rituales extraordinarios, particularmente las fosas con más de 25
individuos, muchos de ellos decapitados, que son cráneos en vasijas, y
muchos con cinabrio.

EL COMPONENTE RITUAL DE TEOPANCAZCO

SEMILLAS
DE SALVIA O
CHÍA

MANZANILLA, MARTÍNEZ, YRÍZAR, PECCI Y ORTIZ

Figura 3.

491
sentado por los sellos de estampa que pudieron ser utilizados por los gru-
pos sociales del barrio para sellar con pigmentos, bultos y contenedores
donde se almacenaba la producción especializada del centro del barrio.
Aparecen sellos con flores de cuatro pétalos (posiblemente el glifo em-
blema de la ciudad, a decir de López Austin [1989]), símbolos del Dios
de las Tormentas (la deidad estatal de Teotihuacan), el Dios del Fuego, el
quincunce, e incluso un mono (que quizás esté vinculado con los indivi-
duos procedentes de la Costa del Golfo de México).

EL COMPONENTE ADMINISTRATIVO DE
TEOPANCAZCO: LOS SELLOS DE
ESTAMPA

POSIBLES BULTOS
Y CONTENEDORES

Figura 4.

3. El tercer componente, el artesanal especializado, está representado por


múltiples instrumentos de hueso (Padró Irizarri 2002; Padró y Manzanilla
2004) (figura 5) para unir mantas de algodón procedentes de la Costa del
Golfo, así como adherirles placas de concha (figura 6), cangrejos, tortugas,
y otros elementos marinos, que constituían el elemento de identidad de
este centro de barrio. La presencia de los múltiples instrumentos y mate-
rias primas (sobre todo de origen fáunico) con los cuales se formaban los
atavíos y tocados de los nobles de este barrio constituyen una prueba del

492
EL COMPONENTE AR TESANAL ESPECIALIZADO
DEL BARRIO DE TEOPANCAZCO: INSTRUMENTAL

GLIFO DE LOS SASTRES

PADRÓ Y PERES ROLDÁN

Figura 5.

grado extremo de especialización de los artesanos del barrio, los ‘‘sastres’’,


y de la importancia de los símbolos de identidad del barrio, con elemen-
tos iconográficos que no se repiten en otros de la ciudad. Los códigos
simbólicos impresos en los trajes de los nobles referían al barrio particular
de donde procedían, y podían ser identificados incluso por los diversos
contingentes étnicos de la ciudad.
En Teopancazco, a diferencia de la mayor parte de los conjuntos mul-
tiétnicos de apartamentos, buena parte de los metates están dirigidos a
la producción artesanal, ya que evidencian una mezcla de estuco, pig-
mento rojo, fibras diversas y lacas, y no fitolitos de maíz (Manzanilla, Reyes
y Zurita 2006).
En general, consideramos que en los centros de barrio de Teotihua-
can se hacían los atavíos y tocados (figura 7) que tenían elementos de
identidad de las ‘‘casas’’ nobles de Teotihuacan, y que diferían de un ba-
rrio a otro. Este nivel de manufacturas sería el tercero (figura 8) de cua-
tro escalas de producción artesanal que propongo para Teotihuacan
(Manzanilla et al., en preparación).
493
COMPONENTE ARTESANAL DE TEOPANCAZCO: MATERIAS PRIMAS
PECES ARMADILLO TORTUGAS COCODRILO

ERIZO DE MAR CANGREJOS CONCHA TRABAJADA

AVES

Figura 6.

LOS PRODUCTOS: ELABORACIÓN DE TOCADOS, ADEMÁS DE


ATAVÍOS
PORCIONES FACIALES DE MAMÍFEROS PLEGADOR
PARA LOS TOCADOS DE PAPEL

PLUMAS

Mantas de
algodón de la
costa del Golfo

BOTONES DE
PLACAS CONCHA
DE CONCHA

Figura 7.

494
PROPUESTA: DIFERENTES ESCALAS DE
PRODUCCION ARTESANAL EN TEOTIHUACAN

1. Artesanías para hacer frente a las necesidades cotidianas:


Lugares: conjuntos de apartamentos
Tipos: relacionados a la preparación de alimentos: extracción de
navajillas de obsidiana para el ritual doméstico y el
destazamlento menor; producción eventual de figurillas de
molde

2. Artesanías para hacer frente a las necesidades urbanas:


Lugares: aldeas circundantes, villorrios y sectores periféricos
Tipos: producción de cerámica común, procesamiento del estuco,
producción de herramientas de obsidiana (NE de Teotihuacan)

*3. Artesanías para hacer frente a las necesidades de las elites Intermedias:
Sitios: centros de barrio
Tipos: producción de atavíos y tocados

4. Artesanías para hacer frente alas necesidades de las elites gobernantes:


Sitios: Palacios como Xalla, la Ciudadela, Complejo Calle de los
Muertos, sector oeste de la Pirámide de la Luna
Tipos: Incensarios tipo teatro, producción de placas de mica, adornos
de jadeíta?, eccéntrlcos y puntas de dardos

Figura 8.

4. El cuarto componente es el residencial para la ‘‘casa’’ que regía el barrio,


y que estaba ubicado hacia el norte de la plaza (figura 9), para época Tla-
mimilolpa (200-350 d. C.) y posiblemente al suroeste, para época Xolal-
pan (350-550 d. C.).

5. El quinto componente es el espacio abierto que yace al este, y que si-


guiendo la sugerencia de Gómez et al. (2004), podría estar dedicado al
juego de pelota, a albergar a peregrinos que participaban en las festivida-
des periódicas, y a ciertas actividades de intercambio (véase Manzanilla.
2006).
Debernos resaltar, de manera especial, que además de los barrios cla-
ramente foráneos en la periferia de Teotihuacan, a saber: el Barrio
Oaxaqueño, el Barrio de los Comerciantes y el pequeño enclave michoa-
cano, los centros de barrio teotihuacanos tienen la presencia de artesa-
nos muy especializados provenientes de otras regiones de Mesoamérica,
convocados por las ‘‘casas’’ nobles. Estos elementos foráneos se pueden
detectar:
495
COMPONENTE
RESIDENCIAL DE LA
COCINAS ALMACENES ‘‘CASA’’ DIRIGENTE DEL
BARRIO DE TEOPANCAZCO
CENTRO DE BARRIO DE TEOPANCAZCO

Figura 9.

1. gracias a las proporciones isotópicas dispares de estroncio 87/86 y


oxígeno en algu nos individuos de Teopancazco (informes técnicos para
mi proyecto de Peter Schaaf, 2007, y Pedro Morales, 2007);

2. la presencia de cerámica foránea que se añade a la profusión de ani-


males, particularmente los marinos, provenientes de Veracruz que ya ci-
tamos;
3. la diferencia en práctica mortuoria entre los teotihuacanos y los in-
dividuos foráneos (entierros parciales de los foráneos, versus entierros
completos flexionados, sea sedentes, sea laterales, de los teotihuacanos,
excepto quizás en el caso de los fundadores del barrio).

CONCLUSIONES

La ‘‘casa’’ noble que regía Teopancazco quizás tuvo corno emblema al


pez (figura 10), que aparece representado en el Mural de los Animales
Mitológicos (véase De la Fuente [coord.], 1995). Ningún otro sitio exca-
vado de Teotihuacan tiene la cantidad y variedad de restos de peces
496
marinos como Teopancazco: en el sitio hemos detectado más de 12 va-
riedades de peces de las lagunas costeras de Veracruz, entre los cuales po-
demos enunciar (gracias a la identificación de Edmundo Teniente [IPN]
y Bernardo Rodríguez [UNAM]): al bagre, la mojarra plateada y la común,
el jurel, el ronco, el robalo, el guachinango, la barracuda, el pez loro, ade-
más de un diente de tiburón (Edmundo Teniente, IPN, informe técnico
para mi proyecto; Rodríguez Galicia 2006, 2007). Asimismo, hallamos un
fragmento de espina tallada de erizo de mar (Francisco Solís, UNAM, in-
forme técnico para mi proyecto) y diez fragmentos, de pinzas de cangrejo
que habitan pastizal es a lo largo de las zonas costeras, además, de placas
de carapachos de varios tipos de tortugas (Kinosternon sp. y Pseudemys scrip-
ta), placas de armadillo y 30 placas subdérmicas de cocodrilo [Rodríguez
Galicia, op. cit .].
Los peces también podrían haber estado dispuestos en los tocados, co-
mo lo sugiere el segundo tipo de sacerdote sembrador de Teopancazco
(véase dibujo de Adela Breton en Marquina, 1922, Tomo I, lámina 35; De
la Fuente, 1995), y que posiblemente también aparece reiteradamente
en el Mural de la Agricultura (Marquina, 1922, Tomo I, lámina 33; De la
Fuente, 1995).
ATRIBUTOS DE LA ‘‘CASA’’ NOBLE DE TEOPANCAZCO
PEZ: ¿EMBLEMA?
ATAVÍOS CANTOS
PLEGARIAS

MANO DE OBRA
MULTIÉTNICA, QUIZÁS
DE PUEBLA, TLAXCALA
Y, SOBRE TODO,
DE VERACRUZ

MOLUSCOS
MARINOS ¿PEZ?
‘‘SACERDOTES Y GUERREROS DEL OCÉANO’’
RITUAL RECURSOS

TIRAR LÍQUIDOS 1. MARINOS: PECES,


CON SEMILLAS DE TORTUGAS, ÉRIZOS
CHÍA CANGREJOS, TORTUGAS,
COCODRILO

2. TERRENOS EN LA COSTA DEL GOLFO


DECAPITACIÓN
(¿JUEGO DE PELOTA?) 3. CHÍA PARA ELABORAR
LACAS

Figura 10.

497
Los rituales en los que participaban los ‘‘sacerdotes del océano’’ (como
Kubler [1967] los denominó) involucraban el sembrar semillas de chía,
cuyo aceite era utilizado en el siglo XVI para la elaboración de lacas, según
destacan Martínez Yrízar y Adriano Morán (2006), y pienso que lo mismo
sucedió en Teopancazco. Estas lacas eran utilizadas para decorar cuencos
hechos con arcillas locales y hacerlos parecerse a la cerámica Naranja
Laca de Veracruz, Como la pieza hallada en el entierro 105 de tiempos
Tlamimilolpa (200-350 d. C.).
La manufactura de mantas de algodón no se hacía en Teotihuacan sino
en Veracruz; sin embargo, en la gran metrópolis fueron elementos cuyo
uso estaba destinado a gente de alto estatus, y cuya iconografía refería di-
rectamente a barrios particulares. Los nobles que regían los barrios de la
mitad sur de la ciudad pudieron haber tenido una relación particular
con la Costa del Golfo, y en particular Teopancazco pudo haber traído
mantas finas de algodón en grandes cantidades, desde la fase Tlamimi-
lolpa (200-350 d. C.), hecho que le pudo otorgar un poderío económico
sin precedentes, dado el consumo de éstas por la nobleza teotihuacana.
En época Xolalpan (350-550 d. C.), después de magnos rituales de termi-
naciáción hacia 350 d. C. (decapitación de varios individuos foráneos; gran-
des fogones con desmembramiento de figurillas; el ‘‘matar’’ vasijas polícro-
mas y monócromas, además de objetos diversos en una esquina del patio
principal del conjunto), es probable que el Estado teotihuacano haya
ejercido un control más directo sobre el barrio de Teopancazco, al intentar
evitar que elites foráneas tuvieran un poderío desmedido en la ciudad.
Tengo la hipótesis de que la fundación del barrio de Teopancazco pudo
haber sido atribuida a la llegada de nobles procedente de otra región de
Mesoamérica, trayendo consigo mucho de la cultura culinaria, artesanal
y ritual de la Costa del Golfo; pero quizás, ala larga (en época Xolalpan),
los nobles teotihuacanos parecen haber tomado la administración del
barrio, y asumido los vínculos, los recursos y la mano de obra foránea para
articular relaciones directas con Veracruz. En todo caso, parece que los
vínculos eran directos y más allá de la supervisión del estado teotihuacano
Éste pudo ser uno de los elementos que desgajó la estructura corporativa
del Estado teotihuacano desde dentro.
Las elites intermedias que regían los barrios se comportaron posible-
mente como señores feudales, con sedes, tierras, recursos, mano de obra
emblemas, atavíos, reliquias, y probablemente mitos de origen que los
hacen asemejarse a las ‘‘casas’’ nobles según Lévi-Strauss.

498
Una de las características que parece haber separado Teotihuacan del
resto de Mesoamérica es la posibilidad de un co-gobierno (Paulinyi, 1981),
Es probable que el co-gobierno de Teotihuacan participaran varias de
estas ‘‘casas’’ nobles, particularmente los cánidos del suroeste, las serpien-
tes del sureste, los felinos del noreste y las aves de rapiña del noroeste;
sin embargo, a la larga, la estrategia corporativa de gobierno con la cual
Teotihuacan quizás organizó muy eficientemente a una gran población
multiétnica en sus inicios, resultó impracticable para hacer frente a la vo-
racidad económica de las ‘‘casas’’ nobles de los barrios. La contradicción
entre dos formas de organización, una a nivel de la autoridad central y de
la población en general, y otra, en las sedes de los barrios, no tuvo solución.

AGRADECIMIENTOS

Agradezco a mis colaboradores del proyecto ‘‘Teotihuacan: elite y go-


bierno’’ que dirijo, particularmente a: Diana Martínez, Cristina Adriano,
Emilio Ibarra, Raúl Valadez, Bernardo Rodriguez, Liliana Torres Sanders,
Johanna Padró, Luis Barba, Alessandra Pecci, Agustín Ortiz, Jorge Blancas,
Adrián Velázquez, Belem Zúñiga, Nonna Valentín, Gerardo Villanueva,
Ana Maria Soler, Avto Gogichaishvili, Laura Beramendi, Galia González,
Peter Schaaf, Rector Neff, Michael Glascock, Mauro de Ángeles, Claudia
López, Claudia Nicolás, Beatriz Maldonado, Marcela Zapata, Sandra Rie-
go, Gilberto Pérez Roldán, Miguel Angel Baez, Edgar Rosales de la Rosa,
Alejandra Guzmán, Citlali Funes, Mayra Lazcano, Edgar Gaytán, Leila
Franca, Juan Rodolfo Hernández, Laura Bernal, Nidia Ortiz, Emiliano
Melgar, Carolina Bucio, Julio César Cruzalta, Enah Fonseca, Gabriela
Mejía, Berenice Jiménez, Jaime Urrutia, Judith Zurita, Manuel Reyes, Fer-
nando Botas, César Fernández, Rubén Jaimes, Rafael Reyes, Edmundo
Teniente, Ramiro Román, Francisco Solís y muchos otros más; y la parti-
cipación del INAH en las excavaciones de Xalla, particularmente a Leo-
nardo López Luján, William Fash y Warren Barbour.
Este proyecto fue posible gracias al financiamiento del Conacyt y de la
UNAM, y al permiso federal del INAH.

499
BIBLIOGRAFÍA

Bonte, Pierre y Miche Izard


1991 Dictionnaire de l'Ethnologie, et de l’Anthropologie, Presses Universitaires de France,
Paris.
Cabrera, Rubén
1995 ‘‘16 Teopancaxco. Casa Barrios o del Alfarero’’, en Beatriz De la Fuente
coord.), La Pintura Mural Prehispánica en México. I. Teotihuacán. Tomo 1. Ca-
tálogo, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México, pp. I57-161.
De la Fuente, Beatriz (Coord.)
1995 La Pintura Mural Prehispánica en México. I. Teotihuacán. Tomo 1. Catálogo,
Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México.
EIson, Christina M. y R. Alan Covey
2006 ‘‘Introduction’’, en Intermediate Elites in Pre-columbian States and Empires, The
University of Arizona Press, Tucson, pp. 3-20.
Gillespie, Susan D.
2000a ‘‘Beyond Kinship: An Introduction’’, en Rosemary Joyce y Susan D. Gilles-
pie (eds.), Beyond Kinship. Social and Material Reproduction in House Societies, Uni-
versity of Pennsylvania Press, Philadelphia. pp. 1-2I.
Gillespie, Susan D.
2000b ‘‘2. Lévi-Strauss. Maison1 and Société a Maisons’’, en Rosemary Joyce y Su-
san D. Gillespie (eds.), Beyond Kinship. Social and Material Reproduction in House
Societies, University of Pennsylvania Press, Philadelphia, pp. 22-52.
Gómez Chávez, Sergio
2000 La Ventilla. Un barrio de la antigua ciudad de Teotihuacan, tesis de licen-
ciatura en arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México.
Gómez Chávez, Sergio, Julie Gazzola y Jaime Núñez Hernández
2004 ‘‘Nuevas ideas sobre el juego de pelota en Teotihuacan’’, en María Elena
Ruiz Gallut y Arturo Pascual Soto (eds.), La costa del Golfo en tiempos teotihtuaca-
nos, propuestas y perspectivas. Memorias de Segunda Mesa Redonda de Teotihuacan,
Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, pp. 165-199.
Kubler, George
1967 The Iconography of the Art of Teotihuacan, Studies in Pre-Columbian Art and
Archaeology núm. 4, Dumbarton Oaks, Washingtol1, D. C.
Lévi-Strauss, Claude
1982 The Way of the Masks, University of Washington Press, Seattle (translation by
Sylvia Modelski).
Linné, Sigvald
1942 Mexican Highland Cultures. Archaeological researches at teotihutican, Calpulal-
pan and Chalchicomula in 1934/1935. The Ethnographical Museum of Swe-
den, Stockholm.

500
López Austin, Alfredo
1989 ‘‘La historia de Teotihuacan’’, en Teotihuacan, El Equilibrista, Citicorp/ CI-
tibank, México, pp. 13-35.
Manzanilla, Linda (ed.)
1993 Anatomía de un conjunto residencial teotihuacano en Oztoyahualco, 2 vols., Insti-
tuto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de
México, México.
Manzanilla, Linda
1996 ‘‘Córporate groups and domestic activities at Teotihuacan’’, en Latin Ameri-
can Antiquity v. 7, n. 3, pp. 245-266.
Manzanilla, Linda
2002 ‘‘Gobierno corporativo en Teotihuacan: una revisión del concepto `pala-
cio´ aplicado a la gran urbe prehispánica’’, en Anales de Antropología vol. 35,
2001, UNAM, México, pp. 157-190.
Manzanilla, Linda
2006 ‘‘Estados corporativos arcaicos. Organizaciones de excepción en escenarios
excluyentes’’, Revista Cuicuilco vol. 13, no.36 (enero-abril), ENAH: 13-45.
Manzanilla, Linda, Manuel Reyes y Judith Zurita
2000 ‘‘Propuesta metodológica para el estudio de residuos químicos en metates
de uso no doméstico: Teopancazco, Teotihuacan’’, cartel, Congreso Interno del
personal Académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM,
29 agosto de 2006, México D. F.
Manzanilla, Linda, Raúl Valadez; Bernardo Rodríguez, Gilberto Pérez Roldán y
Johanna Padró
En preparación ‘‘La producción de atavíos y tocados en los centros de barrio
de Teotihuacan: el caso de Teopancazco’’, en Manzanilla, Linda y Kenneth
Hirth (eds.), La producción artesanal y especializada en Mesoamérica. Áreas de acti-
vidad y procesos productivos.
Marquina, Ignacio
1922 ‘‘Capítulo III. Arquitectura y escultura. Primera parte. Arquitectura’’, en
Manuel Gamio (coord.), La población del valle de Teotihuacan, Tomo 1, Secreta-
ría de Agricultura y Fomento, México, pp. 99-164.
Martínez Yrízar, Diana y Cristina Adriano Morán
2006 ‘‘Exploring relations between plants and the Prehispanic inhabitants of Te-
otihuacan’’, ponencia, Simposio: `The social life of seeds: paleoethnobotani-
cal approaches to the biographies of plants and people in ancient Mesoame-
rica´, 71st Annual Meeting of the Society for American Archaeology, 26-30
abril, 2006, San Juan, Puerto Rico.
Miller, Arthur
1973 The Mural Painting of Teotihuacan, Dumbarton Oaks, Washington D.C.

501
Millon, René
1973 Urbanization at Teotihuacan, Mexico 1.1. The Teotihuacan Map, University of
Texas Press, Austin.
Padró lrizarri, Virgen Johanna
2002 La industria del hueso trabajado en Teotihuacan. Tesis de Doctorado en
Antropología, Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, México.
Padró, Johanna y Linda Manzanilla
2004 ‘‘Bone and antler artifact analysis. A case study from Teotihuacan, Mexico’’,
Ponencia, Simposio 'Craft Production at Terminal Formative and Classic Pe-
riod Teotihuacan, Mexico' Oralia Cabrera y Kristin Sullivan (org..), Annual
Meeting of the Society for American Archaeology, 3 de abril, Montreal, Canadá.
Paulinyi, Zoltán
1981 ‘‘Capitals in Pre-Aztec Central Mexico’’, Acta Orientalia Academiae Scientia-
rum Hung. XXXV, 2-3, pp. 315-350.
Pecci, Alessandra, Agustín Ortiz, Luis Barba y Linda Manzanilla
En prensa ‘‘Distribución espacial de las actividades humanas con base en el
análisis químico de los pisos de Teopancazco, Teotihuacan’’, VI Coloquio
Bosch Gimpera. Lugar, Espacio y Paisaje en Arqueología: Mesoamérica y otras
áreas culturales, Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.
Pollock, Susan
2002 Ancient Mesopotamia. The Eden that Never Was, Cambridge University Press
Series: Case Studies in Early Societies, Cambridge University Press, Cambridge.
Rodríguez Galicia, Bernardo
2006 El uso diferencial del recurso fáunico en Teopancazco, Teotihuacan, y su
importancia en las áreas de actividad, tesis de maestría en antropología
(arqueología), México, Facultad de Filosofia y Letras- UNAM, México.
Rodríguez Galicia, Bernardo
2007 ‘‘Ictiofauna encontrada en el sitio arqueológico de Teopancazco, Teotihua-
can. (Un análisis por microscopía electrónica de barrido y de rayos X)’’, po-
nencia, XXVIII Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de Antropología,
agosto 2007, Colegio de las Vizcaínas, México D. F.

502

You might also like