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Asesora
MARIA ARACELLY QUIÑONES RODRÍGUEZ
PhD. Creatividad Aplicada
Título:
Autores:
Fecha:
Bogotá, 2016
Acceso al Documento:
Biblioteca de Postgrados
Descripción:
Este documento pretende dar cuenta del proceso de creación del cofre de las
emociones, una herramienta con la que se busca promover la socialización de
emociones y experiencias en un grupo de hermanos de niños con cáncer a través
de una serie de actividades lúdico creativas en donde los chicos tendrán la
oportunidad de interactuar y exponer sus emociones con el resto de participantes.
Fuentes:
Bottini, G., & Solzi de Rofman, S. (1996). El juego: necesidad, arte y derecho.
Compilación de artículos sobre juego. Buenos Aires, Argentina: Bonum.
Chabot, D., & Chabot, M. (2009). Pedagogía emocional Sentir para aprender
Integración de la inteligencia emocional en el aprendizaje. México D.F.: Alfaomega
Grupo Editor S.A.
Freeman, J., Epston, D., & Lobovits, D. (2001). Terapia Narrativa para Niños.
Aproximación a los conflictos familiares a través del juego. Barcelona: Paidos.
Maganto Mateo, C., & Maganto Mateo, J. (2010). Cómo potenciar las emociones
positivas y afrontar las negativas. Pirámide.
Meyer, D. J., & Vadasy, P. (2014). Sibshops. Workshops for Siblings of Children
with Special Needs. Illinois: Paulh Brookes Publishing.
Papalia, D. E., & Wendkos Olds, S. (1985). Desarrollo Humano. México: Mc Graw
Hill.
Contenido:
Para la creación del cofre de las emociones fue necesario revisar autores como
Don Meyer junto a Patricia Vadasy, quienes se enfocan específicamente en el
trabajo con hermanos de niños con necesidades especiales y fomentan las
emociones positivas a través del juego y la creatividad; también se tuvo en cuenta
a Jesús Jara, quien referenció el esquema de trabajo orientador de una sesión
para el diseño de los talleres; por último, Gianni Rodari, para quien la creatividad
es clave en el desarrollo de cualquier actividad que se ejecute con niños.
Teniendo en cuenta estas bases teóricas se diseñaron los talleres que darían
cumplimiento al objetivo general. Una vez las actividades fueron validadas, se dio
inicio a la creación del cofre de las emociones, herramienta que contiene todos los
elementos necesarios para el óptimo desarrollo de las actividades.
Conclusiones:
Se entregará el cofre de las emociones a la Fundación Sanar para que este sea
utilizado como una herramienta lúdico creativa que vincule a los hermanos de los
niños con cáncer permitiéndoles socializar sus emociones y experiencias,
interactuando con otros chicos en condiciones de carácter emocional similares,
siendo este un espacio diseñado especialmente para el benéfico de ellos.
EL COFRE DE LAS EMOCIONES
UN TESORO PARA LOS HERMANOS DE LOS NIÑOS CON CÁNCER
1. OBJETO
Para este trabajo se hizo una búsqueda sobre los elementos necesarios para el
diseño de una serie de talleres que permitan la socialización de niños en
condiciones de carácter emocional similares, en las que a través del juego se
puedan potenciar las emociones positivas para el crecimiento personal de los
participantes.
1
La Fundación Sanar es una entidad sin ánimo de lucro que lleva trabajando 30 años en beneficio de los
niños, niñas y adolescentes con cáncer y sus familias. Actualmente cuenta con tres seccionales:
Bucaramanga, Pereira y Bogotá. Esta investigación se desarrollará en conjunto al programa de apoyo social
de la seccional en Bogotá.
2
“Don Meyer es el director del Proyecto de Apoyo a los Hermanos. Don es reconocido por crear Sibshops
(talleres para hermanos), programas con sentido de vida sólo para hermanos y hermanas jóvenes de niños
con necesidades especiales. (Sibling Support Project, 2016)
emocional desde una perspectiva positiva, sin re-victimizar a los hermanos de los
niños con cáncer, ni señalar negativamente el diagnóstico de dicha enfermedad.
Una vez entregado el cofre de las emociones se pretende que los talleres
contenidos en este, sean aplicados, bien sea por las investigadoras o por parte del
equipo de trabajo psicosocial de la Fundación Sanar, a la cual, como se mencionó
antes, se entregará la primera muestra del cofre de las emociones.
2. JUSTIFICACIÓN
A partir de esta necesidad surge la idea de crear el cofre de las emociones, una
herramienta que tiene como objetivo proveer a las diferentes seccionales de la
Fundación Sanar de una serie de actividades, y todos los materiales necesarios
para el desarrollo de las mismas, con el fin de promover la socialización de
emociones y experiencias en un grupo de hermanos de niños con cáncer.
A raíz de la experiencia y aprendizajes adquiridos en el transcurso de la
especialización en Desarrollo humano con énfasis en procesos afectivos y
creatividad se evidenció, y vivenció, la importancia de darle a cada uno de los
integrantes del núcleo familiar un espacio para su trabajo personal y
fortalecimiento de su trato en las relaciones intra e interpersonales, además de
redescubrirse en la historia de un tercero que atraviesa una situación similar.
Para la creación del cofre de las emociones se abordaron tres pilares teóricos:
Herramientas para la propuesta de talleres en aras de la socialización de
emociones y experiencias, alfabetización emocional y la comunicación lúdica en el
desarrollo humano. A partir de estos ejes fundamentales se propusieron una serie
de actividades que permitieran la socialización de experiencias y emociones de los
participantes, no solamente las que estén directamente relacionadas con sus
hermanos con cáncer, sino de sus vidas en general, para esto se tomó como base
la vivencia de las investigadoras en el transcurso de la especialización y el
impacto de los módulos vivenciales, como creatividad y artes escénicas, danza y
conciencia corporal, entre otros, para trabajar en el crecimiento personal y
mejoramiento continuo en la forma de relacionarse.
Para responder a estas preguntas, y darle vida al cofre de las emociones, se tomó
como principal referente a Don Meyer, quien ha compilado una serie de
actividades que proporcionan, a los hermanos de los niños con necesidades
especiales, oportunidades de discutir las alegrías y preocupaciones en común con
otros hermanos de niños con necesidades especiales (Meyer & Vadasy, 2014,
p.4), por esta razón las actividades están enfocadas en el desarrollo de procesos
de exploración emocional a partir de actividades lúdico artísticas que les permita
un trabajo individual y grupal encaminado a identificar y exponer adecuados
procesos de búsqueda de emociones positivas.
Las actividades del cofre de las emociones están dirigidas a los hermanos de los
niños con cáncer por varias razones, entre éstas sobresale; primero, como se
mencionó anteriormente, esta población no cuenta con un espacio exclusivo
donde puedan socializar sus emociones, como se les ofrece a los niños con el
diagnóstico, a sus padres y cuidadores. Segundo, el estilo de vida de estos niños
presenta cambios a partir del diagnóstico del cáncer que llegó a su núcleo familiar,
lo cual podría dar inicio a diversas situaciones desalentadoras. “En la medida en
que un problema es agobiante, parece obligado que aumenten la seriedad de
nuestra atención y la severidad de las medidas que se toman para remediarlo.
Aquellos problemas graves que son motivo de preocupación, consternación y
desesperanza pueden paralizar a las familias y a las personas que las atienden”
(Freeman, Epston, & Lobovits, 2001, p.23) entendiendo esto como la
preocupación aprendida que pueden generar los niños frente a la situación de
enfermedad de su hermano o hermana transmitida por los adultos en el contexto
familiar y social.
3
Donald Meyer, autor de Sibshop, afirma que “los talleres para hermanos no son terapia, grupo u otra cosa,
sin embargo sus efectos pueden ser terapéuticos para algunos”. P.1 Sibshops are not therapy, group or
otherwise, although their effect may be therapeutic for some children.
Así pues, las actividades contenidas en el cofre de las emociones ofrecen un
espacio amigable y divertido para los hermanos de los niños con cáncer, donde a
partir del juego y la creatividad, los niños afrontarán sus preocupaciones
interactuando con otros niños que atraviesan por situaciones de vida similares sin
necesidad de inhibir sus sentimientos con preguntas que los incomode o victimice
sino desde la igualdad de condiciones con sus pares.
3. BASES CONCEPTUALES
Por esta razón, se realizó una breve revisión teórica en la que se describen
diferentes aspectos como posibles elementos emocionales a trabajar por medio de
los talleres con el fin de generar una transformación positiva en el manejo
emocional, sin necesidad de que estos sean espacios terapéuticos.
“La palabra emoción se deriva del verbo emocionar, que significa poner en
movimiento. Por esta razón, cuando estamos emocionados en ocasiones
decimos “eso mueve desde adentro”. La palabra emoción comprende
también el término moción, que tiene la misma raíz de la palabra motor. Se
puede decir entonces que las emociones son los poderosos motores que
hacen mover de manera sensible al ser humano, y esto tanto al interior de
si como externamente” (Chabot & Chabot, 2009, p. 37).
Tomando esta idea como referencia, se puede decir que las emociones movilizan
la esencia del ser humano por lo que se sienten, se piensan y se despliegan con
actitudes; por lo cual son visibles individual y socialmente ya que se exteriorizan
de una u otra manera. Así pues, para la elaboración de la propuesta, se tuvo en
cuenta una serie de emociones que pueden ser transformadas en emociones
positivas a través de las actividades incluidas en el cofre creado para los
hermanos de niños con cáncer.
Por un lado, la tristeza es una dupla de emociones que afecta directamente el área
psicológica de un ser humano, “la tristeza es positiva siempre que sea una
reacción lógica y natural tras la pérdida de un ser querido o ante situaciones
dolorosas, si es que la intensidad de la misma guarda proporción con el suceso
que la ha causado” (Maganto & Maganto, 2010, p.179). Con este referente, es
posible afirmar que la tristeza permite generar procesos de reflexión personal
fortaleciendo en la mayoría de casos la sana toma de decisiones para proyectar lo
trabajado de manera grupal en los encuentros de hermanos sin negar que cada
uno puede sentir la tristeza en una intensidad diferente a la del otro pero que sin
duda sigue siendo la misma emoción que a medida que se trabaje puede generar
procesos de resiliencia5 en la persona.
En concordancia a lo anterior hay que resaltar que existen ciertos factores que
pueden predisponer a los hermanos a sentir unas emociones más que otras por lo
que hay dos factores a tener en cuenta; uno es el aspecto biológico y otro el
4
Fundación argentina de ayuda a niños con cáncer. http://www.fundacionflexer.org
5
Desde la postura que presenta Quiñones (2007) en su libro “Resiliencia: resignificación creativa de la
adversidad”, se entiende la resiliencia como “la capacidad de los seres humanos de surgir a partir del caos y
del desorden característicos de las situaciones de adversidad (…) asumir la capacidad de superación, de
redimensionamiento y resignificación de la visión del mundo construida, pero que por diferentes razones
debe ser transformada en forma creativa” (p. 19)
cultural, dichos aspectos se desarrollan específicamente en el ámbito familiar por
predisposición biológica o por el aprendizaje en los procesos de pautas de crianza,
es aquí donde se aprende a inhibir o propagar las emociones siendo los extremos
nocivos en el adecuado manejo de las mismas y es por esto que se tuvo en
cuenta como proyecto de grado la creación de estrategias alternativas a la terapia
para que los chicos con hermanos con necesidades especiales tuvieran un
espacio planteado especialmente para ellos en donde las posibilidades de
expresión fueran amplias, variadas, dinámicas e innovadoras.
Otra de las emociones que afrontan los hermanos de los niños con cáncer, es el
miedo. Esta es una emoción innata en los seres humanos ya que es evidente
desde el momento en que nacen; definiendo y preservando cualquier tipo de
amenaza latente por lo que es claro que se produce a partir del aprendizaje de
vida como método de defensa ante posibles amenazas personales o en el caso de
los hermanos de niños con cáncer amenazas que se perciben en el ambiente
social y familiar relacionadas con pautas de crianza y expresiones de afecto
produciendo estados ansiosos en los chicos con sentimientos de temor o susto por
el devenir; situación que puede tomarse en cuenta desde un punto de vista
positivo ya que la ansiedad al futuro puede crear estrategias de adaptación así
como el fortalecimiento de la personalidad.
“Algunos miedos surgen de las relaciones de apego que mantenemos con las
personas. Así, cuando vamos a separarnos de algo o alguien que pensamos que
necesitamos para nuestra seguridad o felicidad surge la inseguridad, la
indefensión y el miedo” (Maganto & Maganto, 2010, p.166). Cabe resaltar que el
miedo es una emoción que se puede contagiar con mucha facilidad por lo que es
vivida a partir del aprendizaje y es aquí donde la sinergia familiar juega un papel
fundamental en el manejo y exploración del miedo ya que se transmite sin darse
cuenta. De esta manera, el único miedo del hermano con cáncer no será perder la
atención de sus padres, sino enfrentar la muerte o pensar que él también podría
ser diagnosticado con esta enfermedad.
Otras de las emociones negativas que pueden afrontar los hermanos de los niños
con cáncer son la envidia y el enojo, los cuales, en algunas situaciones, son
asociados con la agresividad.
Por otro lado, relacionada con el enojo, está la agresividad, la cual es una de las
conductas más comunes, denotando un marcado cambio de comportamiento
como medio instintivo para responder ante una situación adversa, es por esto que
es una de las más difíciles de reconocer por el ser humano pero que
indiscriminadamente puede generar una auto lesión en términos emocionales; sin
embargo cabe resaltar el lado positivo que tiene y que es sinónimo de estar vivo,
la energía y la audacia que se concibe a modo de expresión. Por lo que logra ser
un mecanismo de defensa en los niños para asumir los cambios que genera la
enfermedad de su hermano en él y en el resto de miembros de su familia.
Tabla nº 1 Adaptación de emociones primarias y secundarias según Chabot & Chabot (2009)
Posterior a la breve descripción de emociones que se acaba de realizar es
importante resaltar que la expresión de pensamientos y sentimientos en los niños
varía notablemente en su método pues existe un sinfín de posibilidades para que
ellos den carta abierta sin contener o mal interpretar lo que desean expresar, por
esto es prioritario armonizar los procesos de locución de los niños en
concordancia con los procesos de entendimiento de los adultos enfocados
siempre en la comprensión de las situaciones que, para los menores, pueden
generar estrés; “cuando el niño se encuentra sin saber qué decir ni hacer ante el
problema, es posible que tengamos que asumir un papel activo e incluso tomar la
iniciativa en una indagación que pueda conducir a una historia alternativa. De esta
manera, ofrecemos nuestra imaginación y nuestra energía, y formulamos ideas y
preguntas que abren espacios en los que cabe imaginar posibilidades nuevas.”
(Freeman, Epston, & Lobovits, 2001, p.44). Es aquí donde los talleres para
hermanos de niños con cáncer pueden ayudar de manera positiva a dicha
exploración emocional por medio de diferentes alternativas, basadas en el juego,
la creatividad y las artes, los chicos tienen la posibilidad de generar canales de
comunicación donde la expresión corporal juega un papel fundamental, así como
los procesos de comunicación verbal que no son directamente invasivos.
Por otro lado, según Huizinga (2007, p.21), una de las características principales
del juego es la libertad, la cual está relacionada con que “el juego no es la vida
<<corriente>> o la vida <<propiamente dicha>>. Más bien consiste en escaparse
de ella a una esfera temporera de actividad que posee su tendencia propia. Y el
infante sabe que hace <<como si…>>”. De esta manera, diversas actividades que
se encuentran al interior del cofre de las emociones, invitan a los participantes a
actuar “como si” fueran alguien más, bien sea un superhéroe, un familiar o alguien
representativo en su vida.
Vale la pena destacar que para Huizinga (2007 p.20) “todo juego es, antes que
nada, una actividad libre” por lo que se entiende que el juego, además de ser un
elemento innato en la formación de los niños, es una actividad que se caracteriza
por ser espontánea y natural, elementos similares que se dan en la expresión
emocional de los niños.
Dentro del contexto de los talleres de los hermanos de niños con cáncer se
pretende generar un ambiente acorde con las necesidades de esta población
teniendo en cuenta su ciclo vital y la situación familiar por la que atraviesan a partir
del diagnóstico de su hermano. Por esta razón se genera un espacio cálido,
ameno y caracterizado por la sincronía que se puede llegar a generar a partir del
juego, y a través de éste se logrará que los chicos generen empatía con el espacio
y con los demás participantes del taller alcanzando una sana expresión de
pensamientos y sentimientos logrando satisfactoriamente el objetivo principal del
cofre de las emociones.
Para la creación del cofre de las emociones fue necesario revisar algunas
actividades propuestas por autores como Don Meyer junto a Patricia Vadasy,
quienes se enfocan específicamente en el trabajo con hermanos de niños con
necesidades especiales y fomentan las emociones positivas a través del juego y la
creatividad; estos autores destacan cómo los talleres para hermanos pueden
proporcionar a los asistentes una oportunidad de conocer a otra persona, que
atraviesa una situación similar, en medio de un ambiente relajado y recreativo
(2014, p.3) además ofrecen una serie de actividades para ser desarrolladas en
diversos espacios con hermanos de niños con necesidades especiales.
Otro referente para la creación del cofre de las emociones fue Jesús Jara, quien
presenta en su libro, el clown, un navegante de emociones, el esquema de trabajo
orientador de una sesión, dando así pautas claves a tener en cuenta al momento
de proponer la serie de actividades que se encuentran en el cofre de las
emociones; para este autor, basado en la técnica de clown, es importante dividir
las sesiones en partes claramente diferenciadas (Jara, 2014, p.105) siguiendo
esta recomendación, los talleres están divididos en tres partes: rompe hielo,
introducción a las actividades y cierre. La primera parte tiene como objetivo
romper la brecha entre los participantes del taller y generar mayor cercanía entre
ellos por medio de actividades de presentación y movimiento que les permitirán
interactuar de manera verbal y corporal. Luego, en la introducción a las
actividades, se desarrollan una serie de dinamismos, en los que el juego y la
creatividad se entrelazan para explorar las emociones y permitirle a los asistentes
auto descubrirse en el otro. Y por último el cierre, siendo este un espacio para la
retroalimentación por parte de los asistentes y la autoevaluación de quienes
apliquen los talleres.
Otro de los autores base para la creación del cofre de las emociones fue Gianni
Rodari, para quien la creatividad es clave en el desarrollo de cualquier actividad
que se ejecute con niños, por esta razón, el eje dinamizador de varias actividades
es la imaginación, la cual es alimentada con preguntas tales como “¿qué pasaría
si…?”
Una vez se hizo la revisión de los autores mencionados, el paso a seguir fue la
creación de las actividades incluidas en el cofre de las emociones, para trabajar
con un grupo de hermanos de los niños con cáncer. En los espacios propuestos,
el componente lúdico es protagonista, ya que según Papalia & Wendkos (1985,
p.270) mediante el juego los niños “se enfrentan con emociones complejas y
conflictivas que les representan la vida real. El juego es como una parte de la vida
de los niños en la que ellos no diferencian por completo la realidad de la fantasía”.
Tras la culminación de este proceso, todas las actividades fueron valoradas por
dos evaluadores, en este caso particular por docentes de la especialización de
Desarrollo Humano con énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad, quienes
revisaron una a una las actividades propuestas y dieron su retroalimentación
tomando como base el formato de validación (Ver anexo 1). Una vez los dos
validadores entregaron su retroalimentación, se hicieron los ajustes necesarios
para ofrecer unas actividades acordes al objetivo general de esta creación. Uno de
los aspectos por mejorar fue la claridad en la redacción de las actividades, y la
guía para quien fuera a desempeñarse como facilitador de los diferentes talleres.
Al respecto, se incluyó una serie de recomendaciones para quienes guiarán las
actividades, tales como el rango de edades para las que están pensados los
talleres, el número de facilitadores según la cantidad de participantes, entre otras
para desarrollar exitosamente los talleres. Otra de las recomendaciones fue
cambiar los tiempos propuestos para el desarrollo de algunas actividades, ya que
al abordarse temas relacionados con las emociones podría ser necesario un
periodo más extenso. También se replantearon algunas actividades que se
tornaban repetitivas entre el primer y segundo encuentro. Luego de hacer los
ajustes pertinentes, se dio inicio al desarrollo de la cartilla, la cual fue diseñada
como elemento base del proceso de creación, para luego ser replicada con mayor
facilidad e incluir así una cartilla impresa dentro del cofre de las emociones a cada
fundación.
Implementar un espacio de los participantes, cubre tus ojos y comienza a jugar tingo tango.
Ruleta de colores
comunicación dinámica para Quién tenga el dulce al momento de escuchar tango, tendrá que girar la
Preguntas por 20 min.
conocer aspectos de la vida de los ruleta y según el color donde se detenga el indicador, tendrá que sacar
participantes. un papel del sobre con preguntas y responder una de estas, así los colores
demás participantes podrán saber más de su vida, por ejemplo: ¿cuál
es tu película favorita? Una vez haya respondido, puede comer el dulce.
Quien haya respondido la pregunta, dirigirá el tingo tango esta vez, y tú
entrarás en el juego de la ruleta.
La dinámica se mantiene, y quien tenga el dulce en la mano al escuchar
tango, tendrá que girar la ruleta y responder una pregunta. Repite varias
veces hasta que todos, hayan girado la ruleta.
Exploración de emociones
Para comenzar la actividad entrega a cada uno de los participantes un
pliego de papel, pídeles que se dibujen a sí mismos resaltando sus
fortalezas y debilidades, sus sueños y sus miedos. Dales ejemplos
como: si eres muy bueno jugando fútbol, podrás dibujar un balón; si
cuando seas grande, sueñas con ser chef, podrás mostrarlo en tu Pliegos de papel
Todos a dibujar
dibujo. Por otro lado si a los chicos les cuesta mucho levantarse Lápices
Explorar las fortalezas y temprano para ir a clase, podrán dibujar un despertador que a la hora Colores
debilidades en común de los chicos programada comenzará a moverse por la casa con el objetivo que Marcadores 20 min.
participantes en el taller. deban levantarse de la cama. Tajalápiz
En el cofre de las emociones encontrarás crayolas y colores que los
chicos podrán utilizar para esta actividad. Preséntales tu silueta y
cuéntales un poco sobre lo mejor de ti y las cosas que estás seguro
podrás mejorar.
Una vez hayan terminado de pintar, pídeles que compartan con los
demás participantes cuáles son las fortalezas y debilidades.
Instala, con ayuda de los chicos, los octavos de cartulina en el piso,
cada grupo de octavos tiene un color diferente y está relacionado con
una emoción, que entre todos los participantes determinarán. Una vez
se haya decidido qué color se relaciona con cuál emoción los
participantes retomarán brevemente la actividad de caminar de
Emociones de color
Pita
Cuéntales que estos pajaritos serán testigos de las cosas que vayan
Ganchos de
descubriendo de sí mismos a lo largo de las actividades y quedarán en
madera
este espacio para quienes pasen por ahí puedan conocer lo mejor de
Lápices
Conocer los aprendizajes y cada uno de los participantes. 20 min.
Colores
experiencias de los chicos durante Todos los hermanos elegirán una silueta y allí responderán (bien sea
el taller. escrito o con un dibujo) las preguntas que están al respaldo de la tajalápiz
silueta, entre las preguntas encontrarán: ¿qué fue lo mejor de este Siluetas de aves
encuentro? ¿Cuál es tu mayor fortaleza?
¿Qué es lo que más te gusta de ti y por qué? ¿Qué te gusta hacer con
tu hermano?, entre otras.
A medida que van respondiendo las preguntas, invítalos a colgar sus
pajaritos en la cuerda que ya habrás dispuesto para tal fin.
Antes de dar por terminado el taller, todos compartirán un masaje para
salir de ahí relajados y renovados.
Masajes para
Tiempo total 2 h 30
Rompe hielo + Exploración de emociones + Cierre de actividad min.
Invitar a los niños asistentes al Al igual que en el encuentro anterior, comparte con los padres o Juegos de mesa
taller a crear sus máscaras o acompañantes los juegos dispuestos en el cofre de las emociones, así Esferos
escarapelas para la presentación ellos podrán compartir un rato mientras los chicos disfrutan las Colores
Bienvenida
Crear nuevas posibilidades del ser presentarse a sí mismo como un superhéroe. Luego socializarán su
Colores
a través de la imaginación. creación. Frente a estas, todos podrán hacer preguntas sobre cómo con 20 min.
Marcadores
ese personaje pueden enfrentar ciertas situaciones. La actividad
propuesta puede variar dependiendo la participación los de chicos a Plastilina
partir de la pregunta ¿Qué pasaría si? Por ejemplo: ¿Qué pasaría si
tuvieras el poder de viajar en el tiempo, a qué momento viajarías? ¿Qué
pasaría si tuvieras el poder de hablar con los animales, qué les dirías?
Dando continuidad a la anterior actividad, entrégales a los participantes
más papel o plastilina para que incluyan en su creación a su núcleo
familiar desde una perspectiva mágica. Invítalos a pensar en súper
poderes que podrían otorgarle a cada uno de los miembros de su
Súper familia
Hojas
familia. Todos los chicos presentarán a sus familias mágicas y súper
Ofrecer a los chicos la oportunidad Marcadores
poderosas.
de hablar sobre su percepción Lápices 20 min.
Más adelante, pregúntales por el cáncer, si lo incluirían como parte de la
frente al cáncer. Colores
familia o como un villano al que todos combatirían en equipo. Puedes
preguntarles: “si el cáncer fuera un personaje, ¿cómo se lo imaginan?”, Plastilina
luego, entre toda la familia, con sus súper poderes, y principalmente el
amor, cómo combaten unidos al cáncer y quién ganaría la batalla al
final.
Una vez hayan terminado de conversar sobre la lucha contra el cáncer,
preséntales la bomba del tiempo, una máquina mágica que destruye
esos momentos que deseamos no haber vivido. Para esta actividad,
invitarás a cada uno de los participantes a escribir esos momentos que
Bomba del tiempo
hermanos durante el taller y al de aves que quedaron instaladas en la sesión anterior, recuérdales que
Ganchos de madera
finalizar el mismo. estos pajaritos son testigos de las cosas que han descubierto de sí
Lápices
mismos a lo largo de las actividades y quedarán en este espacio para
Tajalápiz
quienes pasen por ahí puedan conocer lo mejor de cada uno de los
Marcadores 20 min.
participantes.
En esta oportunidad, los chicos elegirán siluetas de zapatos, camisas o Papeles de color
cometas, para dejar sus mensajes colgados en la cuerda. Esta vez no con diferentes
habrá preguntas concretas por resolver, solamente invítalos a escribir siluetas de objetos
su aprendizaje y reflexión a lo largo de las actividades. A medida que
van escribiendo sus mensajes, invítalos a colgar sus siluetas en la
cuerda.
Después de terminar todos los mensajes de reflexión, todos los
actividad
Con este trabajo de creación se logró diseñar una herramienta lúdico-creativa que
beneficiará a los hermanos de los niños con cáncer, permitiéndoles socializar sus
emociones y experiencias de vida frente a otros niños en igual condición a través
de una serie de talleres.
El cofre de las emociones contiene todos los elementos necesarios para el
desarrollo de las actividades, las cuales fueron pensadas con el objetivo de
promover la socialización de experiencias entre hermanos de niños con cáncer
quienes gozarán de un espacio libre de señalamientos y óptimo para la exaltación
de las emociones positivas.
Para darle color al cofre de las emociones, se eligieron los colores rojo, azul,
amarillo y blanco, haciendo referencia a las emociones primarias que se trabajan a
lo largo de las actividades, tales como alegría, tristeza, miedo, cólera, entre otras.
En cuanto al cofre, se optó por la adquisición de una caja de madera, resistente
para el futuro envío a fundaciones fuera de Bogotá, donde se incluirá a los
hermanos de los niños con cáncer en las actividades psicosociales desarrolladas
por la organización sin ánimo de lucro que requiera el material con el fin de
vincularlos como agentes activos dentro del proceso de sus hermanos.
Además, se crearon diferentes elementos para el óptimo desarrollo de las
actividades, por ejemplo: ruleta de cartón, cartel de bienvenida para los hermanos
de los niños con cáncer, siluetas en cartulina de aves, camisetas, cometas,
zapatos, entre otras, para diferentes momentos del encuentro, además del diseño
y diagramación de la cartilla que presenta las actividades a realizar.
Ruleta
Siluetas para la actividad “emociones al aire 1 y 2”
Escarapelas
Cartel de bienvenida para los hermanos
Apartes de la cartilla
6. BIBLIOGRAFÍA
Bottini, G., & Solzi de Rofman, S. (1996). El juego: necesidad, arte y derecho. Compilación de
artículos sobre juego. Buenos Aires, Argentina: Bonum.
Chabot, D., & Chabot, M. (2009). Pedagogía emocional Sentir para aprender Integración de la
inteligencia emocional en el aprendizaje. México D.F.: Alfaomega Grupo Editor S.A.
Freeman, J., Epston, D., & Lobovits, D. (2001). Terapia Narrativa para Niños. Aproximación a los
conflictos familiares a través del juego. Barcelona: Paidos.
Jara Fernández, J. (2014). El clown, un navegante de las emociones. Barcelona: Octaedro, S.L.
Maganto Mateo, C., & Maganto Mateo, J. (2010). Cómo potenciar las emociones positivas y
afrontar las negativas. Pirámide.
Meyer, D. J., & Vadasy, P. (2014). Sibshops. Workshops for Siblings of Children with Special Needs.
Illinois: Paulh Brookes Publishing.
Papalia, D. E., & Wendkos Olds, S. (1985). Desarrollo Humano. México: Mc Graw Hill.