La crítica de la religión en Karl Marx

Werner post 1972

La verdad histórica ha venido demostrando que Marx en muchos de sus

pronósticos no tenía razón.

El sentido de la vida puede ser contestado más fácilmente con ayuda del
marxismo: el fin de la vida es el eudemonismo o el humanismo socialista.

Según schaff y kolakowski debe ser el marxismo considerado como una filosofía
científicamente constringente, puesto que no procede por especulación, sino,
por descripción.

Donde más intensamente se ha trabajado y trabaja en las investigaciones sobre

el marxismo es en Francia.

El que con mayor exactitud ha llevado hasta el final la reflexión sobre los
problemas filosóficos del marxismo ha sido lefébvre.

Marx fue influenciado por la filosofía de la antigüedad, sobre todo si tenemos

en cuenta que su tesis doctoral versó sobre Epicuro y Plutarco.

La esencia del materialismo no consiste en admitir que todo es materia, sino en

la posición metafísica que entiende que todo ser es material de trabajo.

“el marxismo se apoya fundamentalmente sobre el pensamiento de que la

historia tiene un sentido” (Merleau-ponty).

Para Marx, en el fondo, no existe más que el hombre que trabaja en la

naturaleza.

Marx rechaza el concepto de materia en cuanto tal, es decir, aquella materia

física y positivista, considerando tal concepto como una idea fija; como tal idea,
sostiene Marx, está también históricamente tramitada.

El concepto marxista de materia no pretende ser un principio explicativo del

mundo opuesto a la explicación idealista.

“Pretende sacar al hombre de esa jaula de la determinación económica que el

mismo se ha construido” (Ibid).
La función del marxismo no es, por consiguiente, una explicación del mundo,
sino un análisis concreto de la sociedad.

Lo que Marx pretendía no era en modo alguno describir el ser del hombre y de
la sociedad, sino analizar la alienación experimentada y vivida concretamente,
así como encontrar la forma de llegar a su supresión.

Cuando la teoría y la práctica se disocian nace la ideología. La ideología es la

personalización de una falta de verdad, en cuanto aparentemente se ha
independizado de la praxis; el pensamiento se separa de las conexiones con la
realidad práctica, se hace “pensamiento puro”, sin que consiga con ello ser
realmete independiente (POST, 1972, pág. 63).

La doctrina de la revolución sigue siendo la “cruz” que pesa sobre la revisión de

Marx y que invita continuamente a hacer ciertos intentos para dar con
soluciones mistificadas o abstractas, que no resisten luego, los análisis
empíricos. (POST, 1972, pág. 68).

La fe en Dios tiene, por consiguiente, la misión de compensar la humana

debilidad (POST, 1972, pág. 89).

No existe la hermenéutica universalmente obligatoria que fuera capaz de allanar

convincentemente todo ese terreno quebrado que es la teoría marxista (POST,
1972, pág. 305).