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DERECHO PENAL II
TEMA:
Estudiante:
Greyci Martinez Quiñones
Matricula: 14-2476
Facilitador
Art. 11.- La Dirección Nacional de Control de Drogas estará a cargo de una Junta Directiva integrada por
cinco miembros, que serán nombrados por el Poder Ejecutivo.
PÁRRAFO I.- La Junta Directiva estará formada por: a) Un representante de la Presidencia de la República;
b) Un representante de las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional; c) Un representante de la Secretaría de
Estado de Salud Pública y Asistencia Social; d) Un representante de la Secretaría de Estado de Relaciones
Exteriores, y e) Un miembro prominente de la Iglesia Católica Dominicana.
PÁRRAFO III.- Las decisiones de la Junta Directiva que correspondan con el ejercicio de sus atribuciones,
serán determinadas por el voto positivo de cuatro de sus miembros.
Art. 12.- El Departamento de Drogas Narcóticas y Peligrosas de la Policía Nacional, pasa a ser dependencia
de esta Dirección Nacional de Control de Drogas.
PÁRRAFO.- Los oficiales superiores, oficiales subalternos y alistados, que en la actualidad prestan sus
servicios bajo la dependencia del Departamento de Drogas Narcóticas y Peligrosas de la Policía Nacional,
pasarían a ser miembros de esta Dirección Nacional de Control de Drogas, luego de la evaluación
correspondiente.
Art. 13.- El personal que laborará en esta Dirección Nacional de Control de Drogas provendrá de los
diferentes Departamentos de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el Departamento Nacional de
Investigaciones, así como de cualquier otra institución pública, a consideración del Poder Ejecutivo.
PÁRRAFO I.- Los oficiales superiores, oficiales subalternos y alistados, seleccionados previa evaluación
correspondiente, para ingresar a la Dirección Nacional de Control de Drogas, deberán recibir entrenamiento
y capacitación especializada en materia de investigación y drogas.
PÁRRAFO II.- Para estos fines se crea mediante esta Ley y bajo la dependencia de esta Dirección, la
ACADEMIA DE CONTROL DE DROGAS DE LA REPUBLICA DOMINICANA.
Art. 14.- El personal militar, policial y civil de esta Dirección Nacional de Control de Drogas no podrá
ingresar, ser trasladado, sustituido o cancelado, sin la previa autorización del Presidente de la República, en
su condición de Jefe Supremo de todas las fuerzas armadas y de los cuerpos policiales, en virtud de lo
estipulado en el artículo cincuenticinco (55) de la Constitución Dominicana.
Art. 15.- (Modificado por la Ley N? 35-90, del 7 de junio de 1990). El presidente de la Dirección Nacional
de Control de Drogas queda facultado previo los requisitos correspondientes a asignar Armas de Fuego a los
miembros de la Dirección Nacional de Control de Drogas.
Art. 16.- Los miembros de esta Dirección Nacional de Control de Drogas, militares, policiales y civiles,
serán provistos de carnets y placas especiales que los acreditarán como tales.
Art. 17.- La Dirección Nacional de Control de Drogas tendrá derecho a requerir, para el cumplimiento de su
misión, la cooperación de todas las dependencias gubernamentales, cuando se considere que tal cooperación
es necesaria para la consecución de sus objetivos.
Art. 18.- Las autoridades militares, policiales, civiles y judiciales, deberán prestar su colaboración para el
fortalecimiento de los programas y operaciones que lleve a cabo esta Dirección Nacional de Control de
Drogas.
Art. 19.- Se crea bajo dependencia del Poder Ejecutivo el CONSEJO NACIONAL DE DROGAS, que estará
formado por siete personas de reconocida solvencia moral que serán designadas por el Presidente de la
República. Este Consejo Nacional de Drogas tendrá como objetivos principales: a) Asesorar al Poder
Ejecutivo en materia de la problemática de las drogas en la República Dominicana. b) Revisar, diseñar,
desarrollar e implementar la estrategia y campaña nacional contra el consumo, distribución y tráfico de
drogas ilícitas en la República Dominicana. c) Propiciar la coordinación de todos los sectores públicos y
privados de la República Dominicana, para detener el tráfico ilícito de drogas a nivel nacional e
internacional.
Art. 20.- El Consejo Nacional de Drogas tendrá derecho a requerir, para el cumplimiento de su misión, la
cooperación de todas las dependencias gubernamentales, cuando se considere que tal cooperación es
necesaria para la consecución de sus objetivos.
Ley 72-02 sobre Lavados de Activos
El delito de lavado de activos, también llamado lavado de capitales está regulado en la Republica
Dominicana por la ley 72-02 sobre lavado de activos provenientes del tráfico ilícito de sustancias
controladas y otras infracciones graves.
El blanqueo de dinero, también conocido en algunos países como lavado de dinero, lavado de capitales,
lavado de activos, blanqueo de capitales o legitimación de capitales es el proceso a través del cual es
encubierto el origen de los fondos generados mediante el ejercicio de algunas actividades ilegales o
criminales narcotráfico o estupefacientes, contrabando de armas, corrupción, desfalco, fraude fiscal, tráfico
de seres humanos, robo de vehículos, falsificación de monedas, prostitución, malversación pública,
extorsión, secuestro, trabajo ilegal, piratería y terrorismo. El objetivo de la operación, que generalmente se
realiza en varios niveles, consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas
aparezcan como el fruto de actividades legítimas y circulen sin problemas en el sistema financiero.
El articulo 3 de la ley 72-02 describe cuándo, cómo y quién puede cometer este delito, en consecuencia
establece que: A los fines de la presente ley, incurre en lavado de activos la persona que, a sabiendas de que
los bienes/ fondos e instrumentos son el producto de una infracción grave:
a) Convierta/ transfiera/ transporte/ adquiera/posea/ tenga/ utilice o administre dichos bienes;
b) Oculte/ encubra o impida la determinación real/ la naturaleza/ el origen/ la ubicación/ el destino, el
movimiento o la propiedad de dichos bienes o de derechos relativos a tales bienes;
c) Se asocie/ otorgue asistencia/ incite/ facilite/asesore en la comisión de alguna de las infracciones
tipificadas en este articulo, así como a eludir las consecuencias jurídicas de sus acciones.
La cantidad de verbos que recoge esta legislación son numerosos. Sin embargo, el legislador condiciona que
el autor de este hecho penal tiene que cumplir dos requisitos para su materialización. A saber:
Que el autor tenga conocimiento o sepa que los bienes o fondos son el resultado de un hecho penal grave.
Esto significa según los dispone la ley, que si el autor no sabe cuál es el origen de ese dinero o más bien no
tiene conocimiento de que dicho dinero es producto de un delito, no se le puede imputar el delito de lavado
de activos. Toda vez que el delito precedente no existe y no se ha demostrado en los tribunales penales que
los donantes fueron condenados por lavado de activo.
La otra exigencia es que el delito de donde provenga el dinero sucio sea de una infracción grave. Las
infracciones graves son aquellas conductas que el legislador seleccionó y que se encuentran señaladas en el
articulo 1 numeral 7 de la ley de lavados de activos, y los delitos cuyas penas no sean menor de tres años.
Para el presente caso ningunos de los donantes ha sido condenado por haber cometido una de las
infracciones graves indicadas en la ley 72-02 sobre lavado de activos.
Por otro lado la persona imputada en la querella de marras para configurarse que cometió delito de lavado
debió de darle apariencia de legalidad al dinero supuestamente ilícito que dicen los querellantes, toda vez
que el querellado utilizó las herramientas que presenta el sistema financiero nacional.
El Estado Dominicano por intermediación del Ministerio Público tendrá que demostrar que Funglode y la
persona del ex presidente Fernández lavaron dinero, que quienes donaron dinero lo obtuvieron por
actividades ilícitas y que el ex presidente tenía pleno conocimiento de tales actividades penales.
En otro sentido, el bien jurídico tutelado cuando se prohíbe lavar dinero es proteger el sistema socio-
económico o la libre competencia. Este bien cuando se ve afectado por el lavado de capitales cae dentro de
los delitos de acción pública cuya atención le corresponde según el sistema jurídico dominicano al Estado
Dominicano. Ninguna persona individual tiene legitimación procesal activa para querellarse ni perseguir una
afectación al sistema socio-económico o la libre competencia.
Como se puede apreciar, este delito resulta ser un hecho que no reúne los elementos constitutivos del tipo
penal que describe la ley de lavado de activos. Su materialización no puede configurarse como tipo penal en
la persona del querellado.
Según la Guía de Referencia para el Anti-lavado de Activos y la Lucha Contra el Financiamiento del
Terrorismo del Banco Mundial, el lavado de activos puede definirse de varias maneras. La mayoría de los
países aceptan la definición aprobada por la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas (Convención de Viena, 1988) y la Convención de las Naciones
Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Convención de Palermo, 2000) como:
•La conversión o la transferencia de bienes, a sabiendas de que tales bienes proceden de alguno o algunos de
los delitos de narcotráfico, o de un acto de participación en tal delito o delitos, con objeto de ocultar o
encubrir el origen ilícito de los bienes o de ayudar a cualquier persona que participe en la comisión de tal
delito o delitos a eludir las consecuencias jurídicas de sus acciones;
•La adquisición, posesión o utilización de bienes, a sabiendas, en el momento de recibirlos, de que tales
bienes proceden de un delito o delitos, o de un acto de participación en tal delito o delitos. 1
El Grupo de Acción Financiera (GAFI), reconocido como el organismo internacional que establece los
estándares para los esfuerzos de anti lavado de activos, define el término Lavado de Activos de manera
concisa, como el procesamiento de ingresos delictivos a fin de encubrir su origen ilegal, con el objeto de
legitimar las ganancias ilícitas de la delincuencia.
Un delito subyacente del lavado de activos es la actividad delictiva que ha generado ganancias, las cuales al
ser blanqueadas dan como resultado el delito del lavado de activos. Según sus condiciones, la Convención de
Viena limita los delitos subyacentes a los delitos relacionados con el narcotráfico. Como consecuencia de
esto, los delitos no relacionados con el narcotráfico, como la evasión de impuestos, el fraude, el secuestro y
el robo por ejemplo, no están tipificados como delitos de lavado de activos, según la Convención de Viena.
Sin embargo, a través de los años, la comunidad internacional ha retomado el enfoque según el cual los
delitos tipificados como lavado de activos deberían ir más allá del narcotráfico. Por tanto, el GAFI y otros
instrumentos internacionales han ampliado la definición de la Convención de Viena sobre los delitos
subyacentes, para incluir otros delitos graves. Por ejemplo, la Convención de Palermo exige a todos los
países participantes que consideren como parte de los delitos de lavado de activos mencionados en dicha
convención a la más amplia gama de delitos subyacentes (Art.2). En sus 40 recomendaciones para la lucha
contra el lavado de activos, el GAFI incluye específicamente las definiciones técnicas y legales del lavado de
activos, presentadas en las Convenciones de Viena y Palermo, y enumera 20 categorías establecidas de
delitos que deben ser considerados como delitos subyacentes al lavado de activos.
2. Intercalación: El agente del lavado intercala sucesivas operaciones financieras o comerciales utilizando
los instrumentos de pago que recibió del sistema financiero en la etapa anterior de colocación. Con ellos la
mayoría de veces, el agente va a adquirir inmuebles, vehículos, etc. Y luego estos bienes van a ser
revendidos a terceros incluso por debajo de su precio, pero con una particular exigencia, que no sean
pagados en dinero en efectivo, sino a través de cheques o mediante permuta con acciones u otro tipo de
bienes.
3. Integración: Finalmente, concluye el ciclo del lavado con esta etapa. Se realiza la inserción del dinero ya
lavado por las etapas precedentes, en nuevas entidades financieras o su repatriación del extranjero.
Seguidamente, ser invertido en empresas legítimas, reales o simuladas, pero que están dotadas de sus
correspondientes registros contables y tributarios, lo cual hará que el capital originariamente ilegal pueda
expresar ahora una legitimidad ostensible y verificable frente a cualquier medio o procedimiento de control
contable o tributario convencionales.
Según los especialistas de la Federación Bancaria Europea, posición que por lo demás coincide con la
opinión de los expertos de la INTERPOL y de las Agencias Norteamericanas de Control de Drogas,
solamente en la primera fase o etapa de colocación es posible detectar y descubrir eficazmente un acto de
lavado de dinero.
Si el dinero ilegal logra penetrar el sistema financiero, resulta poco probable identificar, luego, con certeza,
la procedencia ilícita de los bienes o capitales involucrados. Ello se debe, fundamentalmente, como ya se
anotó, al hecho de que durante la etapa de intercalación las operaciones comerciales y financieras se ejecutan
con extrema rapidez y variedad.
Ley 36 Sobre Porte y Tenencia de Arma de Fuegos respecto de los siguientes tópicos:
El presidente y el vicepresidente de la República tienen derecho absoluto al porte y tenencia de armas sin
requisito, al igual que los jefes oficiales y alistados de la Fuerzas Armadas, los oficiales y agentes de la
Policía Nacional, los ministerios y demás funcionarios investidos de rango, el presidente y demás jueces de
la Suprema Corte de Justicia, el Procurador General de la República, los diputados y senadores, los
viceministros, los procuradores generales de las cortes de apelación, los procuradores fiscales de los
tribunales, los alcaldes municipales y pedáneos . Los pagadores de las dependencias gubernamentales, los
hacendados, los agentes viajeros, los cobradores comerciales (mientras estos estén en sus labores habituales).
Todos Los mencionados quedan librados de todo impuesto a las licencias, destacando que cuando dejen de
servir a su cargo se les cancelará.
El presidente de la República podrá autorizar la tenencia y porte de armas a aquellos funcionarios que a su
juicio deben poseerlas y si es a cualquier persona estará sujeta a revocación cuando este lo considere
necesario. Quien desee portar un arma de fuego para defensa nacional siempre que cumpla con los requisitos
legales y que a juicio del Ministro de Interior y Policía justifique la necesidad de su tenencia.
Quien desee solicitar la licencia para importar o negociar armas de fuego o municiones, debe pagar una
fianza como lo determina el Ministro de Interior de Policía el cual también es quien otorga dicha licencia. La
mencionada fianza será equivalente al 50% del valor de la venta de las armas y municiones esta cantidad
nunca será menor de de cinco mil (RD$ 5,000.00) tal cifra será depositada en la tesorería nacional.
Quienes pertenezcan al negocio de las armas deberán llevar un libro especial registrado, foliado y rubricado
por el Ministro de Interior y Policía en el cual se hará constar los nombres, edad, residencia, profesión,
numero de serie y sello de la cédula de identidad de las personas que le hubiesen comprado armas de fuego;
el numero y fecha de la licencia así como también el numero y clase de cada arma comprada, juntamente con
la cantidad de las municiones para dicha arma.
Dichas armas (las de venta) se deberán almacenar en el arsenal del Estado y si este no existiera en una local
bajo custodia del Ejercito Nacional o a falta de este en la Policía Nacional; cuando se depositen las armas el
encargado de dicho lugar dará un recibo que contenga una descripción de todo lo entregado.
Hay que decir también que los comerciantes de dicho negocio están permitidos para tener en sus
establecimientos una cantidad de armas que no exceda de; tres (3) revólveres, seis (6) escopetas, cien (100)
capsulas para revólveres, mil (1,000) cartuchos de escopetas, diez (10) libras de pólvora fina, cien (100)
libras de perdigones para las mismas y mil (1,000) fulminantes.
La persona que desee portar un arma de fuego para los fines permitidos y las municiones para la misma
deberá tener licencia, solicitándola mediante las formalidades siguientes:
a) Cuando se trate de licencia para la defensa propia o intereses personales, el solicitante deberá pagar
doscientos pesos (RD$200.00) cada año como valor de la licencia.
b) Cuando se trate de licencia para la tenencia de armas en su residencia, trabajo, negocio, industria, etc., el
solicitante deberá pagar cien pesos (RD$100).
c) Cuando se trata de licencia para el porte de escopeta para caza, el impuesto será de setenta cinco pesos
(RD$75) por cada año por cada escopeta.
d) Cuando se trata licencia para tenencia de escopeta de cualquier calibre, para poseerla en su casa,
industria, comercio, finca ganadera o agropecuaria, etc., el impuesto será de cincuenta pesos (RD$50) por
año calendario.
e) La licencia para uso de escopetas de pistón o rifles de aire comprimido el impuesto será de cinco pesos
(RD$5) por año, pagadero en un sello de Rentas Internas del mismo valor.
f) Las licencias particulares vencen el 31 de diciembre del año para el cual fueron expedidas, pudiendo ser
renovadas mediante solicitud hecha en los formularios que determine el Ministro de Interior y Policía, estas
podrán ser revocadas en cualquier tiempo por el mencionado. Quien desee optar por este permiso deberá
cumplir con las formalidades exigidas por esta ley, si se destruyera o perdiera esta deberá solicitar dicha
persona la expedición de un duplicado mediante el pago de diez pesos (RD$10).
En los casos en que las armas amparadas por licencias expedidas legalmente sean incautadas por las
autoridades militares, civiles o policiales, estos le darán el expediente a los tribunales de los diversos casos,
solamente los tribunales podrán ordenar la confiscación de las armas, en caso de que sean sin permiso y/o
permisos falsificados, la confiscación será obligatoria.
Si la persona poseedora de una licencia para portar armas de fuego cambia de domicilio de una provincia a
otra notificara el cambio dentro de los diez (10) días siguientes al Ministro de Interior y Policía en carta
certificada o por entrega especial y así mismo al gobernador de la provincia de su nuevo domicilio y al de
su residencia anterior. El incumplimiento de esta disposición se castigará con la pena de cinco (5) días a tres
(3) meses de prisión o cinco (5) a cincuenta (50) pesos de multa o ambas a la vez.
Si a la salida de la persona que porte armas de caza si dichas armas estuviesen bajo la custodia del Ejército
Nacional o Policía Nacional de República Dominicana le será entregada a la misma persona mediante previa
petición elevada al colector de aduanas del Puerto de salida del oficial de aduanas, del puente fronterizo, o
del aeródromo de salida.
En caso de fallecimiento o de inhabilitación física o legal del poseedor de una licencia de arma de fuego, el
pariente más cercano o el representante legal, estará obligado a entregar al jefe del Ejercito Nacional o
Policía Nacional en la provincia correspondiente, por tanto si dichas armas no son reclamadas en plazo de
treinta (30) días las mismas serán consideradas abandonadas a favor del Estado dominicano por sus dueños.
El Ministerio de Interior y Policía llevará un registro de todas las licencias que se concedan por orden
numérico y por fecha, así mismo dispondrá cada cuatro (4) años, la renovación de dichos libros de licencias
oficiales, sustituyendo las expedidas por otras nuevas.
ARTICULO 18.- La persona que incurra en la infracción de lavado de activos previstas en las letras a) y b)
del Artículo 3 de esta ley, será condenada a una pena de reclusión no menor de cinco (5) años, ni mayor de
veinte (20), y a una multa no menor de cincuenta (50) salarios mínimos ni mayor dedoscientos (200) salarios
mínimos.
ARTICULO 19.- La persona que incurra en la infracción de lavado de activos prevista en la letra c) del
Artículo 3 de esta ley será condenada a una pena de reclusión no menor de tres (3) años, ni mayor de diez
(10) y una multa no menor de cincuenta (50) salarios mínimos
ni mayor de cien (100) salarios mínimos.
PARRAFO.- La persona que incite, facilite o asesore en la comisión de algunas de las infracciones señaladas
en la presente ley, así como a eludir las consecuencias jurídicas de sus acciones, será condenada a lapena
inmediatamente inferior aplicable al autor principal.
ARTICULO 20.- En los casos en que proceda en lo que respecta a las personas morales, además de las
sanciones pecuniarias establecidas en los artículos precedentes, el tribunal competente ordenará la
revocacióndel acto administrativo que lo autorizó a operar o la clausura del establecimiento o lasuspensión
temporal de sus operaciones, vía el órgano público competente.
ARTICULO 21.- Se consideran circunstancias agravantes del delito de lavado de activos para los fines de la
presente ley, y en consecuencia caerán bajo la esfera de los Artículos 56, 57 y 58 del Código Penal
Dominicano:
a) La participación de grupos criminales organizados;
b) El hecho de haber cometido el delito en asociación de dos o más personas;
c) Cuando el agente autor del delito hubiese ingresado al territorio nacional con artificios o engaños o sin
autorización legal, sin perjuicio del conjunto de delitos que puedan presentarse;
d) Cuando el que comete eldelito ostenta un cargo público o fuese funcionario o servidor público encargado
de la prevención o investigación de cualquier delito, o tuviese el deber de aplicar penas o vigilar su
ejecución;
e) Las reincidencias;
f) El empleo de menores para facilitar la ejecución del delito y el uso de instituciones educativas a los
mismos fines.
ARTICULO 22.- La persona que incurra en la infracción prevista en la letra a) del Artículo 7 de esta ley será
condenada a una pena de reclusión no menor de dos (2) años ni mayor de cinco (5) años, y a una multa
nomenor de cincuenta (50) salarios mínimos ni mayor de cien (100) salarios mínimos.
ARTICULO 23.- La persona que incurra en las infracciones previstas en las letras
b) y c) del Artículo 7 de esta ley será condenada a una pena no menor de seis (6) meses ni mayor de dos (2)
años de prisión, y a una multa no menor de diez (10) salarios mínimos ni mayor de veinte(20) salarios
mínimos,
ARTICULO 24.- La persona que incurra en la infracción prevista en la letra d) del Artículo 7 de esta ley será
condenada a una pena de reclusión no menor de dos (2) años ni mayor de cinco (5) años, y a una multa
equivalente al duplo del valor del bien establecido por peritos designados por el tribunal apoderado.
ARTICULO 25.- La persona que incurra en la infracción prevista en el Artículo 8, letra a) de esta ley será
condenada a una pena no menor de seis (6) meses ni mayor de dos (2) años de prisión, y a una multa no
menor de diez (10) salarios mínimos ni mayor de veinte (20) salarios mínimos, así como a la confiscación de
la suma incautada.
ARTICULO 26.- La persona que incurra en la infracción prevista en el Artículo 8, letra b) de esta ley será
condenada a una pena de reclusión no menor de tres (3) años
ni mayor de diez (10) años y a una multa equivalente al incremento patrimonial.
ARTICULO 27.- Cuando al momento de la comisión, la persona encontrada culpable de la infracción
prevista en la letra b) del Artículo 8 de esta ley, fuera funcionario o empleado público
del orden administrativo, legislativo o judicial, la pena de reclusión aplicable en ningún caso será inferior a
la mitad del máximo de la pena imponible, sin perjuicio de la multa.
ARTICULO 28.- La reincidencia se sancionarácon el máximo de la pena que corresponda, de acuerdo con la
violación cometida.
ARTICULO 29.- Los culpables de la violación a las disposiciones de la presente ley, sean personas físicas o
morales, quedan excluidas de los beneficios de las circunstancias atenuantes.
ARTICULO 30.- Para los fines de la presente ley, no tendrán aplicación las leyes que establecen la Libertad
Provisional Bajo Fianza, la Libertad Condicional y el Perdón Condicional de la Pena.
La persona que fabrique, reciba; compre o tenga bajo su custodia; venda o use armas de fuego y municiones
para estos, ilegalmente se sancionará con las siguientes penalidades: (Los artículos a mencionar
modificados por la Ley No. 589 del 2 de julio del 1970, G.O No.9191 del 8 de julio del 1970).
Si se tratare de escopetas de pistón o rifles de aire comprimido, será castigada con prisión correccional de
dos (2) o seis (6) meses y multa de cincuenta (50) a doscientos (200) pesos.
Si se tratare de escopetas de cartucho esto es, construidas para disparar perdigones exclusivamente con fines
de caza, se castigara con prisión correccional de uno (1) a dos (2) días a quinientos (RD$ 500.00) pesos de
multa.
Si se tratare de revolver o pistola se castigara con pena de reclusión y una multa de mil (RD$1,000.00) a dos
mil (RD$2,000.00) pesos.
Se exceptúan de todo lo mencionado anteriormente a las personas autorizadas por el Ministerio de Interior
y Policía que como parte de su profesión, arte u oficio, se dediquen a reparar, limpiar, niquelar o pavonar
armas de fuego. Todo buque, embarcación, avión, vehículo, de carga o pasajeros que entre a la República,
deberá declarar al cónsul dominicano del sitio de su procedencia, los nombres de aquellos miembros de su
dotación que posean armas de fuego y dar la descripción de esta en dicha declaración la cual será por
duplicado.
Cuando dentro de dicho buque, embarcación, avión, vehículo o pasajero se encontraren armas de fuego sin
ningún permiso de importación de armas entonces, serán castigados según los casos, de acuerdo a las
penalidades conjuntamente con el derecho internacional y la legislación sobre la materia cuando los
hechos constituyan un contrabando de guerra. Los armadores y empresarios y consignatarios son
responsables para el pago de las multas donde se incurran los miembros de las dotaciones de los mismos.
Se Castigara con la pena de diez (10) a veinte (20) años de trabajos públicos
Las penas de trabajos públicos han sido sustituidas por penas de Reclusión Menor y penas de Reclusión
Mayor a toda persona que recorte o haga recortar carabinas, escopetas, rifles y cualquier otra arma de fuego.
Así mismo aquella que arregle o repare objetos o cosas en forma que puedan disparar proyectiles por medio
de pólvora o explosivos.
Los jueces podrán ordenar la incapacidad de la persona o las personas que resultaren culpables de estos
delitos, asimismo podrá ordenar el pago de las multas a razón de un día de prisión por cada peso no pago
sin que dicha prisión pueda ser disminuida por causa de insolvencia ni por ninguna otra causa ni exceder de
dos (2) años.
Quienes resultaren cómplice en la comisión de los delitos mencionados, será castigado con las mismas penas
que el autor; y en los casos de reincidencia se castigara con el máximo de las penas. A los prevenidos o
acusados de violar esta ley no les será concedida la libertad provisional bajo fianza, ni les será aplicable el
artículo 463 del Código Penal.
Art. 18.- La persona que incurra en la infracción de lavado de activos previstas en las letras a) y b)
del artículo 3 de esta ley será condenada a una pena de reclusión no menor de cinco (5) años, ni mayor de
veinte (20), y una multa no menor de cincuenta (50) salarios mínimos ni mayor de doscientos (200)
salarios mínimos.
Art. 19.- La persona que incurra en la infracción de lavado de activos prevista en la letra c) del artículo 3 de
esta ley será condenada a una pena de reclusión no menor de tres (3) años, ni mayor de diez (10) y a una
multa no menor de cincuenta (50) salarios mínimos ni mayor de cien (100) salarios mínimos. 15
Párrafo.- La persona que incite, facilite o asesore en la comisión de algunas de las infracciones
señaladas en la presente ley, así como a eludir las consecuencias jurídicas de sus acciones, será
condenada a la pena inmediatamente inferior aplicable al autor principal.
Art. 20.- En los casos en que proceda en lo que respecta a las personas morales, además de las sanciones
pecuniarias establecidas en los artículos precedentes, el tribunal competente ordenará la revocación
del acto administrativo que lo autorizó a operar o la clausura del establecimiento o la suspensión
temporal de sus operaciones, vía el órgano público competente.
Art. 21.- Se consideran circunstancias agravantes del delito de lavado de activos para los fines de la presente
ley, y en consecuencia caerán bajo la esfera de los artículos 56, 57 y 58 del Código Penal Dominicano:
a) La participación de grupos criminales organizados;
b) El hecho de haber cometido el delito en asociación de dos o más personas;
c) Cuando el agente autor del delito hubiese ingresado al territorio nacional con artificios o engaños
o sin autorización legal, sin perjuicio del conjunto de delitos que puedan presentarse;
d)Cuando el que comete el delito ostente un cargo público o fuese funcionario o servidor público
encargado de la prevención o investigación de cualquier delito, o tuviese el deber de aplicar penas o
vigilar su ejecución;
e) Las reincidencias; El empleo de menores para facilitar la ejecución del delito y el uso de instituciones
educativas a los mismos fines.
Art. 22.- La persona que incurra en la infracción prevista en la letra a) del artículo 7 de esta ley será
condenada a una pena de reclusión no menor de dos (2) años ni mayor de cinco (5) años, y a una multa no
menor de cincuenta (50) salarios mínimos ni mayor de cien (100) salarios mínimos.
Art. 23.- La persona que incurra en las infracciones previstas en las letras b) y c) del artículo 7 de
esta ley será condenada a una pena no menor de seis (6) meses ni mayor de dos (2) años de prisión, y a una
multa no menor de diez (10) salarios mínimos ni mayor de veinte (20) salarios mínimos.
Art. 24.- La persona que incurra en la infracción prevista en la letra d) del artículo 7 de esta ley será
condenada a una pena de reclusión no menor de dos (2) años ni mayor de cinco (5) años, y a una multa
equivalente al duplo del valor del bien establecido por peritos designados por el tribunal apoderado.
Art. 25.- La persona que incurra en la infracción prevista en el artículo 8, letra a) de esta ley será
condenada a una pena no menor de seis (6) meses ni mayor de dos (2) años de prisión, y a una multa no
menor de diez (10) salarios mínimos ni mayor de veinte (20) salarios mínimos, así como a la
confiscación de la suma incautada. 17
Art. 26.- La persona que incurra en la infracción prevista en el artículo 8, letra b) de esta ley será
condenada a una pena de reclusión no menor de tres (3) años ni mayor de diez (10) años y a una multa
equivalente al incremento patrimonial.
Art. 27.- Cuando al momento de la comisión, la persona encontrada culpable de la infracción
prevista en la letra b) del artículo 8 de esta ley fuera funcionario o empleado público del orden
administrativo, legislativo o judicial, la pena de reclusión aplicable en ningún caso será inferior a la mitad
del máximo de la pena imponible, sin perjuicio de la multa.
Art. 28.- La reincidencia se sancionará con el máximo de la pena que corresponda, de acuerdo con
la violación cometida.
Art. 29.- Los culpables de la violación a las disposiciones de la presente ley, sean personas físicas o
morales, quedan excluidas de los beneficios de las circunstancias atenuantes.
Art. 30.- Para los fines de la presente ley, no tendrán aplicación las leyes que establecen la libertad
provisional bajo fianza, la libertad condicional y el perdón condicional de la pena.
II_ Análisis críticos de los puntos que deben ser reformados de cada Ley
Leyes 50-88, Sobre Sustancias Controladas, "La ley vigente sobre drogas y sustancias controladas, 50-88
responde a la lógica de imposición del más fuerte sobre el más débil, y parte de una visión completamente
represiva", indicaron.
Dijeron que la prohibición no ha impedido que haya más adictos en el país y que se hayan enriquecido
algunas personas.
"Proponemos derogar las penas por simple posesión establecidas en el artículo 75 de la Ley de Drogas,
entendiendo que los adictos deben ser tratados médicamente, no acosados para poder sentar las bases de la
solución", sostuvieron.
En opinión de las instituciones, la adicción debe ser tratada como un problema sanitario y de salud mental, y
ser abordada por el Ministerio de Salud Pública en sus instancias correspondientes.
"Es hora de pensar en una solución integral a la problemática del consumo de drogas, sin afectar los
derechos de las personas involucradas", enfatizaron.
Manifestaron además, que la sociedad debería verlos como enfermo crónicos desde el punto de la salud
mental, similar a los que tienen diabetes, cáncer, alcoholismo, los cuales tienen programas de mantenimiento
y recuperación.
Expresaron que son discriminados, perseguidos y apresados por su condición de consumo y que son
expulsado de los trabajos cuando se enteran de que son usuarios, no tienen servicios apropiados de salud y
son excluidos del sistema educativo, laboral y social.
http://www.diariolibre.com/noticias/proponen-modificar-la-ley-50-88-OODL356091
Ley 72-02 sobre Lavados de Activos: El presidente Danilo Medina envió hoy al Congreso Nacional un
proyecto de modificación de la Ley 72-02. Esa legislación es sobre Lavado de Activos Provenientes del
Tráfico Ilícito de Drogas y Otras Infracciones Graves.
Así lo informó, el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo. “Buscamos alinear nuestra normativa con
las 40 nuevas recomendaciones del Grupo Acción Financiera Internacional (GAFI)”.
Particularmente, “en materia de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, así como para fortalecer los
mecanismos de prevención y combate a estas acciones ilícitas”.
Agregó que “se da mayor alcance institucional a la Unidad de Análisis Financiero (UAF)”.
Expresó que este proyecto de ley ha sido trabajado desde inicios de 2016. Ha estado a cargo de un equipo de
profesionales de varios organismos gubernamentales. Este grupo es liderado por el Ministerio de la
Presidencia y la Unidad de Análisis Financiero (UAF).
Expertos nacionales e internacionales en lavado de activos, derecho administrativo y derecho penal han
colaborado.
Precisó que el propósito fue “conseguir el mayor consenso posible”. Indicó que así se dará lugar a “una
legislación que logre establecer mecanismos que permitan un mayor control y supervisión de las actividades
ilícitas del crimen organizado”.
Las mejoras han sido en los reglamentos de los distintos supervisores de los sujetos obligados. Igualmente,
en la capacitación y certificación del personal de las unidades anti lavado.
Personal y tecnología del más alto nivel para Unidad Análisis Financiero
El ministro Montalvo también ofreció explicaciones sobre la Unidad de Análisis Financiero. Puntualizó se
está contratando personal del más alto nivel en temas legales, estadísticos y tecnológicos.
Afirmó que nuestro país “se prepara para superar exitosamente la evaluación del GAFILAT”. El estudio
está previsto para finales del presente año.
http://www.elcaribe.com.do/2017/02/09/presidente-medina-somete-congreso-modificacion-ley-lavado-
activos#sthash.tnvfaswQ.dpuf
Ley 36 Sobre Porte y Tenencia de Arma de Fuegos: El estudio de la jurisprudencia comparada es importante
en cualquier materia y particularmente en el ámbito de la justicia constitucional, porque los temas del
derecho constitucional y procesal constitucional son los mismos en cualquier parte del mundo: supremacía
constitucional, protección de los derechos fundamentales, solución de los conflictos de competencia y las
garantías del orden constitucional.
Las sentencias comentadas también evidencian que el Tribunal Constitucional desde sus inicios está
implementando el principio de autonomía procesal, realidad que puede crear inquietud en la comunidad
jurídica dominicana, ya que se puede temer que el órgano recién creado esté usurpando funciones de otros
poderes y, en particular del legislativo. Tal preocupación es válida.
No podemos perder de vista, sin embargo, que si bien es cierto que el Tribunal Constitucional no ha sido
creado para legislar, no menos cierto es que tiene la obligación de decidir los conflictos de su competencia, a
pesar de las lagunas e imprevisiones procesales que pueda acusar la ley. Por otra parte, es oportuno resaltar
que la figura de la autonomía procesal forma parte de nuestra tradición jurídica.
Recuérdese, en este sentido, que en el artículo 4 del decimonónico Código Civil se establece que: “El juez
que rehusare juzgar pretextando silencio, oscuridad o insuficiencia de la ley, podrá ser perseguido como
culpable de denegación de justicia” y que, igualmente, en el artículo 29 de la Ley 821 de 1927 sobre
Organización Judicial facultaba a la Suprema Corte de Justicia para establecer procedimiento en las materias
que no lo tuvieran, texto que fue sustituido por el artículo 14.h de la Ley Orgánica de la Suprema Corte de
Justicia.
La implementación del principio de autonomía procesal en la justicia constitucional es, al mismo tiempo,
una necesidad y un riesgo. Necesidad porque las lagunas e imprevisiones legislativas siempre estarán
presente en mayor o menor medida y, a pesar de ellas, hay que darles respuestas a las acciones y los
recursos. Riesgo, porque se pueden usurpar funciones de otros poderes, en particular del legislativo.
Finalmente, consideramos, al igual que el magistrado peruano Gerardo Eto Cruz, que el principio de
autonomía procesal, como cualquier otro, tiene límites, por lo que el Tribunal Constitucional, en su
condición de interprete supremo de la Constitución y del bloque de constitucionalidad, debe autolimitarse al
amparo del principio de corrección funcional; igualmente, conviene que tome en cuenta el principio de
proscripción de la arbitrariedad, el principio de seguridad jurídica y la predictibilidad, como correlativo de
este última. Sin embargo, dichos límites no pueden extremarse y dar al traste con el principio de máxima
protección de los derechos fundamentales.
https://www.tribunalconstitucional.gob.do/node/780