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Las parasitosis intestinales tienen un impacto muy importante a nivel mundial ya

que afecta a la población en general sin distinción de edad, sexo, raza, nivel
educativo o económico, porque afecta tanto a países subdesarrollados como países
de primer mundo. Se considera que existen hoy en día en la población mundial
1,110 000 000 de personas infectadas por céstodos; 240,000 000 por tremátodos y
3,200 000 000 por nemátodos. De igual manera, se acepta que del 20 % al 50 % de
la población mundial se encuentra afectada Giardia y Ameba.

El impacto de estas enfermedades es importante debido a la grave afectación en la


calidad de vida de las personas viéndose reflejado en signos y síntomas
considerados relevantes para salud pública como la anemia, retraso del
crecimiento, desnutrición y problemas de salud física y mental. Además, existe una
relación entre las infecciones parasitarias y las condiciones económicas y sociales
de la población, factores como el limitado acceso a servicios públicos, sanitarios e
inadecuadas costumbres higiénicas especialmente relacionadas con la ingesta de
agua, son determinantes para el desarrollo del ciclo parasitario.

Los niños son la población más susceptible a adquirir enfermedades parasitarias y


principalmente las intestinales por su mecanismo de transmisión de esto parásitos
que es oral-fecal, a partir de diversas fuentes como el agua no potable, los alimentos
contaminados y carnes mal cocidas, esto se relaciona con factores de riesgos como
la deficiente cultura higiénica e insalubridad. Permitiendo así que los niños sean
más vulnerables a esto tipo de enfermedades.
También por la poca madures de su sistema inmunológico facilita el establecimiento,
la sobrevida y la fecundidad de los parásitos. Pudiendo provocar anemia, retraso
del crecimiento, desnutrición y problemas de salud física y mental.

MORBILIDAD

Aunque la mortalidad generada por este tipo de parasitosis es baja, se puede


aseverar que la morbilidad tiene un porcentaje alto, lo que sugiere un impacto
fuerte a nivel de calidad de vida de los que padecen estas enfermedades y
principalmente los niños.

Estudia realizados en Cuba en 2011 a niños (1-8 años) de círculos infantiles,


identificaron una tasa de prevalencia de 62,9%, lo que significa que más de la mitad
de los niños estaban parasitados. (1)

Otro estudio realizado en México 2000 a niños (1-8 años) identificaron una tasa de
prevalencia del 60%, lo que significa que más de la mitad de los niños estaban
parasitados. (2)

Estudios realizados en Honduras en el hospital regional de Tela 2012, demostró que


el 36%(36.4%) (3), lo que significa que menos de la mitad estaba parasitados.
También otro estudio realizado en 2002 en el Hospital escuela a niños (0-10 años)
identificaron una tasa de prevalencia del 70%, lo que significa que fue la población
con mayor infección y mayor riesgo. (4)

Estos estudios nos indica un porcentaje de morbilidad elevada en las parasitosis


intestinales y principalmente en los niños de edad de 1-8 años, por eso es
importante la atención para poder prevenir y aplicar medidas profilácticas, para
disminuir el impacto de posibles complicaciones de este tipo de parasitosis y
garantizar así una mejor vida y estado de salud de la población infantil.

CONSECUENCIAS A LARGO PLAZO

Si la parasitosis intestinal no se trata a tiempo puede tener algunas consecuencias


a largo plazos que pueden afectar mucho a las personas y principalmente a los
niños, algunas complicaciones que se pueden dar a largo plazo es que la persona
parasitada manifiesta angustias, irritabilidad, insomnio, inestabilidad emotiva, fatiga,
pérdida de la memoria y capacidad de concentración, trastornos de conducta en el
niño escolar. Hay casos de convulsiones “de tipo” epilépticas en muchos niños,
adolescentes y adultos. Son epilépticos, sino que tienen la sintomatología de tipo
epiléptico causada por la parasitosis múltiple que presentan.
En el aparato respiratorio causan un deterioro relevante. Cuando la parasitosis
intestinal es de larga data podrá dar sintomatología “de tipo asmático”. Las
bronquitis alérgicas tienen en el parasitado el mismo origen y tratamiento.
Crisis de estornudos; síntoma frecuente; muy molesto que se asocia a picazón y
secreción nasal y ocular, sinusitis.

A nivel periférico en el aparato circulatorio la parasitosis puede provocar calambres,


hipotensiones rebeldes a todo tipo de tratamiento clásico debido a que los parásitos
segregan, sus toxinas y una sustancia llamada Histamina, vasodilatadora, que
provoca la caída de la tensión arterial causando cansancio, decaimiento, mareos y
cefaleas. Las cefaleas del parasitado se deben a la acción histamínica. También las
úlceras varicosas de antigua data, que con todos los tratamientos clásicos no
cierran, se deben a que las toxinas parasitarias provocan que esa zona este mal
irrigada, por tanto, el organismo no puede regenerar la zona ulcerada.

Muchas veces los padres consultan por aparición de Enuresis (chicos que se orinan
en la cama) que no siempre implica trastornos afectivos o de conducta. En adultos,
prostatitis, cistitis a repetición, pielitis, nicturia, hematurias, úlceras o lesiones en
glande, impotencia sexual e incontinencia urinaria.

MEDIDAS PROFILÁCTICAS

Las principales medidas son:


 Saneamiento Ambiental y de recursos hídricos;
 Mejoramiento de las viviendas y sus facilidades de higiene individual y
familiar;

 Mejoramiento de la nutrición y la higiene de los alimentos

;
 Educación sanitaria individual y de grupo; tanto para los enfermos como para
sus familiares;

 Profilaxis farmacológica poblacional. Por supuesto un chequeo médico anual


con un profesional capacitado que aborde la enfermedad con seriedad, para
la detección y erradicación de la parasitosis intestinal.
BIBLIOGRAFÍA

1. Ana María Acuña RÁ. Parasitosis intestinales y estado nutricional en una


escuela de Montevideo. ; 2012.

2. Erasmo Serrano-Frago ACA. Las parasitosis intestinales más frecuentes en la


población infantil del área de salud de San Ramón de Alajuela. Mexico:; 2001.

3. Kaminsky RG. Aspectos epidemiológicos y conceptuales de parasitosis. Tela:;


2012.

4. Kaminsky RGd. Prevalecía de parasitismo intestinal en diferentes poblaciones


de Honduras. Tegucigalpa:; 2002.

5. Alfaro MdCH. Parasitismo intestinal en niños de círculos infantiles en un


municipio. Brazil:; 2014.

6. MARÍA LORENA ZONTA GTNEEO. Parasitosis intestinales en niños de edad


preescolar y escolar. Argentina:; 2007.

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