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HERRERA ALONSO SANDY YOSELIN

GPO:8606
FORMACION DE DIRECTIVOS
12/02/2018

¿Qué Es La Psicología Económica?


La psicología económica, como psicología aplicada se preocupa del estudio del
comportamiento económico, de las variables que inciden en la toma de decisiones
económicas individuales y colectivas y las formas como las personas comprenden el mundo
de la economía y sus variaciones.

Así, su objeto de estudio es el comportamiento económico en diferentes contextos,


considerándolo en sus manifestaciones individuales, grupales y colectivas y en sus
componentes interactivos, simbólicos y estructurales. Ello implica considerar las variables
que inciden en la toma de decisiones económicas individuales y colectivas a nivel de la
motivación, actitudes y toma de decisiones de los consumidores y productores y los
procesos de toma de decisiones de los actores claves donde reside el poder económico.
Otro tema especialmente interesante para la psicología económica es el del conflicto y los
procesos cooperativos en la sociedad en torno a la asignación de recursos

Según Lea y Tarpy (1987) un psicólogo economista es aquel que reconoce que el problema
que está estudiando es tanto psicológico como económico y está preparado para utilizar
tanto los métodos psicológicos como los económicos para investigarlo. Desde esta
perspectiva, la psicología económica tiene el doble objetivo de estudiar y analizar cómo la
economía afecta el comportamiento de los individuos y cómo dicho comportamiento afecta
a su vez a la economía.

Para comprender la complejidad de procesos que intervienen en el comportamiento


económico, es necesario considerar que este no tiene lugar en el vacío o separado de otros
aspectos del comportamiento humano, sino que involucra a la persona en su totalidad, con
su historia, características personales, sociales y culturales y al contexto general en que
ocurre el comportamiento (Van Raaij, 1988; Theodoulus, 1996)

Las decisiones económicas involucran dinero, tiempo y esfuerzo y requieren resolver la


tensión entre ahorro v/s gasto, implicando las renuncias que debe hacer el individuo (costo
de oportunidad), la evaluación de los beneficios presentes o futuros de un desembolso
(gasto o ahorro), la evaluación de los beneficios esperados de algunas alternativas
(costo/beneficio) y la realización de la conducta concreta. Así, cualquier conducta que
implique realizar elecciones o transacciones entre gasto o inversión y que considere futuras
ganancias y beneficios, es una decisión económica.

Los determinantes de las decisiones económicas incluyen factores personales, sociales,


culturales, situacionales y también factores económicos generales que estimulan o inhiben
la conducta.

1. Los factores personales son: características de personalidad del individuo, estilo de vida
personal y familiar, normas y valores de su cultura y el nivel de alfabetización económica o
comprensión del mundo económico que ha alcanzado. Estos factores personales son a su
vez influidos por la región de residencia, subcultura, grupo etáreo y género.
2. Los factores sociales y culturales incluyen el estrato socioeconómico de pertenencia, las
expectativas sociales y las características globales del sistema político y cultural en el que
esta inserto el individuo.

3. Los factores situacionales son las condiciones y circunstancias que normalmente limitan
las decisiones económicas: ingreso disponible, tamaño de la familia, tipo de hogar,
situaciones de mercado, existencia de ofertas.

4. Los factores económicos generales se relacionan con la percepción del estado


económico del país, la valoración de la política económica y las señales concretas que
proporciona el sistema económico: tasas de inflación e interés, tasas de cesantía, equidad
de la distribución de ingreso y políticas económicas. Estos factores generales provocan
actitudes pesimistas u optimistas y generan expectativas que influyen en las decisiones de
gastar, ahorrar o invertir.

Las consecuencias de las decisiones económicas son la satisfacción y el bienestar si se


logra resolver satisfactoriamente la ecuación inversión versus resultados obtenidos y
descontento si esta resolución es insatisfactoria para las expectativas del individuo. A su
vez, los resultados obtenidos con las decisiones económicas sirven de experiencias de
aprendizaje que pueden influir en las próximas decisiones. Estos resultados pueden ser
producto de experiencias directas y/o vicarias, es decir, observadas por el individuo a partir
de la experiencia de otros.

Propensión marginal al consumo

El consumo medio de cualquier persona está supeditado a su capacidad económica. Lo


que mide la propensión marginal al consumo (PCM), es el crecimiento de este consumo
cuando incrementa la renta. O lo que es lo mismo, mide empíricamente el consumismo
inducido por los ingresos adicionales (marginales).
Esta relación entre consumo e ingresos se puede extrapolar en macroeconomía a
conceptos de ahorro, importaciones y exportaciones, inversiones…
La PCM se calcula mediante derivadas, con la siguiente fórmula matemática:
PCM = dC/dYD
De donde:
 PCM = Propensión marginal al consumo (fluctúa entre 1 y 0)
 C = Consumo
 YD = Ingreso disponible

El análisis keynesiano formula la PCM de la siguiente manera:


C = CO + cYD
De donde:
 CO = Consumo autónomo o fijo.
 c= Propensión marginal a consumir
Poder adquisitivo en México, peor que el de hace 30 años
En lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto se registra un descenso del 11.1 por ciento;

el país forma parte del 25 por ciento de las naciones con mayor desigualdad en el mundo,

donde la mayoría no tiene acceso a la canasta básica


En México, 55.3 millones de personas no pueden comprar una canasta básica, de acuerdo
con el reporte de Medición y Análisis de la Pobreza en México, emitido por el Coneval. Sin
embargo, cuenta con uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, por lo que se
ubica dentro del 25 por ciento de los países con mayor desigualdad económica. Así lo revela
el estudio de “Desigualdad Extrema en México, Concentración del Poder Económico y
Político”, elaborado por Oxfam México.

El reporte indica una evolución del fenómeno en las últimas tres décadas, donde a
mediados de los 90 y durante 2010 se presenta la tasa de desigualdad más baja, aunque
puntualiza que el nivel de desigualdad que existe hoy es mayor al que había hace 30 años.
Además, revela una gran pérdida del poder adquisitivo.
Eduardo Esquivel, economista y académico de la UNAM, explica en el estudio que, a pesar
del aumento en el ingreso per cápita, la pobreza en el país ha crecido porque el crecimiento
económico se concentra en las esferas más altas. Además, destaca que el 1 por ciento de
la población posee el 43 por ciento de la riqueza en México.

Falta de competencia económica


Una de las causas por las que no se ha podido redistribuir el ingreso ha sido por la falta de
competencia empresarial y la existencia de monopolios, señaló Janeth Ingram, economista
y académica de la UAS a EL DEBATE. La experta explicó que entre menos competencia
haya, la concentración del ingreso es mayor. “Una de las grandes apuestas debe ser la
generación de más empresas”, sugirió.

Un reporte del Global Wealth Report destacó que tan sólo en el 2014, el 10 por ciento de
los más ricos en México concentraron el 64.4 de la riqueza nacional, mientras que en el
ranking de la revista Forbes de 2016, Carlos Slim, Germán Larrea y Alberto Baillères
encabezaron la lista de los mexicanos más ricos. En contraparte, en ese año, más de la
mitad del país sólo pudo consumir el 33.3 por ciento de la canasta básica, de acuerdo con
el Registro de Precios en México en el último informe trimestral.

Al revisar el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM,


se observó los datos de salario mínimo, inflación y precio de productos básicos, donde se
muestra que en lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, el poder
adquisitivo de los mexicanos se redujo en un 11.1 por ciento.

Hace 26 años, en 1990, por ejemplo, datos del análisis indican que el salario mínimo
alcanzaba para comprar todos los productos de la canasta básica. Hoy sólo alcanza para
el 33 por ciento, ubicándose el salario mínimo en alrededor de 80 pesos diarios.

Aun cuando apenas el primero de enero entró en vigor el aumento del salario mínimo, el
poder adquisitivo es insuficiente luego de que algunos productos aumentaron su precio a
raíz del alza en el precio de combustibles y la depreciación del peso frente al dólar.

Recientemente, en Sinaloa, se ha registrado un aumento en el precio de algunos productos


como la tortilla, que varía entre uno y dos pesos por región, y un incremento en el precio
del gas y el queso. Por otra parte, el estado se ubica en el séptimo puesto de pobreza
laboral, de acuerdo con el informe 2015-2016 del Inegi.

La Proyección del Centro de Análisis de la UNAM indica que, si los precios de los productos
básicos no variaran, y si el salario aumentara al 3.9 por ciento anual como este año, sería
hasta el 2044 cuando el salario mínimo alcance para comprar la canasta básica
recomendada.

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