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EL AUDITORIO

“El auditorio no solo debe identificarse con una persona o varias que escuchan, puesto que
también tienen auditorio quien argumenta por escrito.

Este auditorio puede definirse como el conjunto de aquellos en quienes el orador quiere
influir. Es una construcción basaba en un esquema mental en el que el orador tienen
su publico. Coexisten dos auditorios:

Auditorio directo, inmediato y presente: Recibe el mensaje porque esta escuchando o, para
el caso del texto escrito, es lector contemporáneo.

Auditorio indirecto, diferido y ausente: ejemplo: diputado en la asamblea se dirige a la


cámara (auditorio directo), pero en realidad el discurso va dirigido al pueblo (auditorio
indirecto y ausente) y sobre todo a la posteridad (auditorio indirecto, diferido y ausente).”

El auditorio es el objetivo al que se dirige el discurso y el árbitro decisivo del éxito o el


fracaso del orador.

El objetivo de cualquier orador es movilizar al auditorio, conmover a la audiencia y afectar


estados internos de aquellos que están escuchando la presentación.

El punto clave en la presentación es crear un ambiente de comodidad, confianza y control


entre el orador y el auditorio. Si el público se siente a gusto, en un ambiente de camaradería,
surgirá instantáneamente la confianza. Esto se logra con un discurso lógico y coherente, más
un buen estado emocional.

¿Qué significa eso? Todos tenemos miedo al enfrentarnos a un auditorio, hasta los más
viejos y experimentados actores sienten temor o nerviosismo antes de subir a escena.

¿Por qué nos sucede? El argumento de Horacio es sencillo: Cada audiencia es nueva y pone
a prueba al orador, algo así como rendir examen oral; en el fondo, es una situación de riesgo.

Para preparar el discurso, el orador debe orientarse no hacia sí mismo, sino hacia el
auditorio, debe colocarse en el lugar de los oyentes, vaticinando el curso que seguirán los
pensamientos de éstos bajo el influjo de la alocución.

Para hablar en público, en forma tal de ser plenamente comprendido es necesario:

 Informarse al máximo respecto al auditorio receptor.


 Conocer a fondo el tema (prepararse adecuadamente).
 Organizar la presentación del discurso mediante un esquema.
 Realizar una auto-sugestión positiva.
 Practicar el discurso antes de exponerlo en público.
 Fijarse un objetivo claro sobre qué es lo que se desea conseguir con el discurso.
 Respirar profundamente y relajarse.
 Empezar a pronunciar el discurso con energía y entusiasmo siguiendo la introducción
previamente preparada.

Algunas recomendaciones para exponer con éxito un discurso serían:

 Mantener siempre contacto visual con el auditorio, con mirada panorámica.


 Efectuar variaciones de voz para mantener la atención del público.
 Pronunciar claramente cada palabra y en voz alta.
 Utilizar adecuada expresión gestual, ademanes y expresión corporal.
 Evitar las muletillas o estribillos.
 Controlar los movimientos y ademanes involuntarios, porque distraen al público.

“La importancia de la relación orador – auditorio hay que partir de dos ideas básicas: por un
lad, la que sostiene que escuchar a alguien es mostrarse a admitir eventualmente su punto de

vista, y por el otro, hablar a alguien para persuadirlo es atribuir un valor a su adhesión, es
decir, que importa que este de acuerdo con uno. Reemplacemos el “alguien” por el orador y
del de la segunda por el auditorio y hallaremos explicada la relación entre ambos.

En suma la argumentación pone en juego dos imágenes: la del orador y la que este tiene de
su auditorio.

La presencia de esta relación en el discurso se pone de manifiesto a través de


ciertos términos, o marcas linguisticas. Mencionaremos en especial cuatro: los pronombres
de primera y segunda persona singular y plural ( la primera para el orador y la segunda para
el auditorio); el tiempo presente del Modo indicativo; los demostrativos de espacio y tiempo
relacionados con el “aquí y ahora”. También las preguntas son marcas de esta relación
porque indica una interpretación del orador hacia el auditorio, por más que no se espere
respuesta”.

Para que el Orador se considere legitimos:

- Tener derecho a hablar

- Encontrarse en una situación legitima

- Hablar en un lenguaje legitimo

- Dirigirse a un auditorio legitimos

Para Alexander Albán. (2007) El público o auditorio “Es una reunión de personas que
conservan
su propia personalidad y espíritu crítico, participan de una misma afición y con
preferencia concurren a un determinado lugar para asistir a una conferencia, espectáculo o
actividad semejante. El público se da normalmente en un local cerrado, asiste sentado a la
disertación y se presenta en actitud intelectiva, antes que emocional o instintiva como la
multitud.”

Composición:

Para conocer la composición del auditorio, hay que analizar los siguientes factores:

 Número: Podrá tratarse de un número reducido de composición homogénea o de


una masa numerosa de individuos sin nexos entre sí.
 Edad: Es un índice muy importante para determinar los intereses de quienes
escuchan
 Acontecimientos históricos que requerirían de largas explicaciones si se expusieron a
unaaudiencia juvenil, necesitarían ligeras referencias si se comunicara a individuos de
edad madura, que recordaran los hechos por haberlos vivido.
 Sexo: Hay auditorios enteramente masculinos o femeninos y en muchas ocasiones
mixtos, con reacciones diferentes aun cuando en muchos casos pueden coincidir los
intereses de hombres y mujeres.
 Vocación e intereses profesionales: La vocación puede sugerir al emisor los intereses
y el grado de conocimiento de las personas.
 Nivel educativo: Debe tenerse siempre presente la educación, tanto la escolar
como la derivada de experiencias, porque a ella habrá de ajustar el tono y la altura de
la emisión.
 Pertenencia a asociaciones profesionales, políticas o religiosas: La organización
a que pertenece un auditorio sugiere, por lo menos en líneas generales, la clase de
personas que lo componen, así como sus inclinaciones e intereses especiales.

También es recomendable conocer otras circunstancias del auditorio que al orador le serían
de utilidad, como:

 Probable actitud del auditorio ante el tema que es objeto de la comunicación.


 Conocimientos que posee el auditorio sobre el tema.
 Opinión de los receptores sobre el emisor.
 Oportunidades de participación que pudieran tener los oyentes

EL JUEZ Y SU CAPACIDAD DE DISCERNIMIENTO

El juez es la máxima autoridad pública que sirve en un tribunal de justicia y se encuentra


investido de la potestad jurisdiccional. El juez no es jurídicamente un ser humano, sino un
órgano judicial compuesto de personas fiscales, que pueden rotar sin vulnerar esta garantía.

El juez es la persona que resuelve una controversia o que decide el destino o futuro de un
imputado por determinado crimen o delito, la principal función es precisamente esta, la de
Administrar Justicia y aplicar las Leyes y Normas Jurídicas, tomando en cuenta las evidencias
o pruebas presentada en un juicio.

El juez ha de estudiar detenidamente cada caso que se le presente, toda vez que en su
momento procesal pertinente deberá emitir su fallo. Así mismo, debe conocer el derecho
comparado, que en muchísimos casos le suministra la norma para fundamentar su decisión.

En la mayor parte del mundo los jueces son funcionarios públicos, remunerados por el
Estado yparte integrante del Poder Judicial del país al que representan.

En conclusión la persona que posea inclinaciones para ejercer la carrera de juez, debe
estudiar detenidamente la punibilidad de lasacciones cuando el hecho se halle castigado con
una pena en el momento de realizarse y la indemnización por daño, cuando dolosamente se
atente contra las buenas costumbres.

REQUISITOS PARA SERJUEZ:

Según el Artículo 207 de la Constitución Política de la República de Guatemala, los


requisitos pare ser Magistrado o Juez es ser guatemaltecos de origen, de reconocida
honorabilidad, estar en elgoce de sus derechos ciudadanos y ser abogados colegiados, salvo
las excepciones que la Ley establece con respecto a este último requisito en relación a
determinados jueces de jurisdicción privativa yjueces menores.

OTRAS CARACTERISTICAS DEL JUEZ:

El juez no está autorizado a crear normas jurídicas.

Las decisiones del juez están fundadas en normas jurídicas que provienen.

El acto de discernir es una virtud ligada a un juicio moral que permite al individuo valorizar
si una acción es buena o mala.

El discernimiento como juicio moral es la habilidad o capacidad que posee una persona para
certificar o negar el valor moral de una determinada situación.

La palabra discernir es sinónimo de juicio, perspicaz, distinguir, comprender, es decir,


cuando una persona discierna algo debe de comprender, distinguir lo bueno y lo malo, lo
correcto e incorrecto y ser prudente en su manera de actuar.
Por ejemplo, cuando a una persona le proponen un trabajo debe de discernir, es decir, debe
de analizar lo bueno y lo malo de esa propuesta de trabajo para poder tomar una correcta
decisión.

Otro ejemplo puede ser cuando un individuo se desenvuelve en un grupo de personas, debe
observar su entorno para determinar lo bueno y lo malo, lo correcto e incorrecto de sus
acciones con el fin de llevar una convivencia saludable.

Por otro lado, lo contrario de discernir es imprudencia, inocencia, insensatez, irreflexión,


entre otros. Se refiere a la persona que no es capaz de hacer un juicio cabal sobre la situación
y sin apreciar las consecuencias de sus actos.

Asimismo, en el ámbito jurídico se refiere a la acción que toma un juez al asignar a un sujeto
un curador o tutor, a causa de su falta de discernimiento, con el fin de representarlo en
ciertos actos de la vida civil.

En estos casos el tutor debe de tomar decisiones personales en nombre del pupilo y, a su
vez, un curador toma las decisiones que afectan el patrimonio del sujeto bajo su
responsabilidad.

LAS PARTES

Parte, en derecho, es cada una de las posiciones que puede haber enfrentadas en un litigio
(juicio, arbitraje o conciliación) o que celebran un contrato.

Derecho procesal

En derecho procesal, es la persona o conjunto de personas que actúa en el proceso judicial


defendiendo su derecho o interés frente a un conflicto actual sometido a la decisión de un
tribunal de justicia.

Las partes directas son el demandante y el demandado, aunque en algunos procedimientos


judiciales pueden recibir un nombre diverso.

Las partes indirectas son los terceros, que intervienen defendiendo intereses armónicos,
disimiles o independientes de las partes principales (como los amicus curiae). En Derecho
penal, por ejemplo, existe la acusación particular o la acusación popular que pueden actuar
independientemente del ministerio público).

En los actos judiciales no contenciosos, llamados impropiamente también actos de


jurisdicción no contenciosa o voluntaria, la parte recibe el nombre de interesado o
solicitante, porque no hay una contra parte contra la cual entablar conflicto, sino que el
procedimiento comienza con una solicitud ante el tribunal respectivo.
Derecho contractual

En derecho contractual las partes son las personas físicas o jurídicas que dan su
consentimiento y celebran el contrato.

Son una parte esencial del contrato, hasta el punto de que en el caso de cambiar alguna de
las partes se produce la extinción del contrato, y la novación del mismo, por medio de la
subrogación de una persona nueva en el lugar en el que se encontraba alguna de las
anteriores.

Por otro lado, una de las partes puede estar formada por una o más personas, siempre y
cuando estas actúen de forma conjunta, ya sea de forma mancomunada o solidaria.

PUBLICO U OYENTE

El oyente es la persona que está escuchando una información. Tradicionalmente, se habla


del oyente radiofónico, ya que en este medio de comunicación el único sentido que
interviene es el oído, una circunstancia que no ocurre con el medio televisivo y en este caso
se habla del espectador.

En una película en el cine, una obra de teatro o un programa de televisión, quien actúa como
público percibe la información a través de dos sentidos: la vista y el oído. Los dos interactúan
por igual y no tendría sentido renunciar a uno de ellos. En el caso de la radio, el oído es
determinante y el factor visual es inexistente. Por este motivo, el seguidor de un programa de
radio es conocido como el oyente.

El papel del oyente en la radio

Hay muchas maneras de ser un oyente radiofónico (desde la cama tranquilamente,


conduciendo, mientras se cocina o en el baño). La actitud del oyente puede ser pasiva, como
un simple receptor. Sin embargo, muchos programas "abren los micrófonos" a la
participación del oyente. Es una manera de incorporar un nuevo rol en la comunicación, de
tal forma que se adopta una postura activa por parte del que escucha. Cuando esto sucede, el
oyente es el protagonista del programa y durante unos segundos o minutos se convierte en
locutor. Este fenómeno es muy singular y exclusivo de este medio de comunicación. Por ello,
no es extraño que se hable de "la magia de la radio".

Publico o audiencia es quien aprecia una obra o asiste a un espectáculo o a un acto


académico. Por definición es el sujeto que el autor de una obra construye para que la
aprecie. El papel del espectador está predefinido según la voluntad del autor, sin embargo el
sujeto que en la realidad percibe la obra puede no ajustarse a lo que el autor de la obra
esperaba.
En el teatro en particular, el espectador reviste una importancia fundamental, no solamente
como destinatario de la representación sino también por la comunicación privilegiada que se
establece entre él y el actor o los actores en escena.

En un espectáculo en vivo, la condición óptima para el éxito del mismo es la empatía entre el
que actúa y el que mira, haciendo que la persona del público participe en la narración.

Según Peter Brook, el espectador es una de las tres cuerdas que el actor debe siempre
mantener equilibradas. Inclinarse a favor del espectador hace preponderante el aspecto de
exhibición de la representación teatral mientras una escasa atención al destinatario de la
representación puede llegar a hacerla débil y privada de sentido, si no en la elaboración
privada de quien lo ejecuta.

El teatro del siglo XX ha modificado profundamente la concepción clásica del espectador.


Visto en el pasado como un elemento pasivo, importante solo porque era necesario para una
representación (de la que constituye el destinatario), varios directores y autores han
subrayado en cambio la importancia del mismo como elemento activo.

RELACION DEL ORDENARO CONEL AUDITORIO

El objetivo de cualquier orador es movilizar al auditorio, conmover a la audiencia y afectar


estados internos de aquellos que están escuchando la presentación.

El punto clave en la presentación es crear un ambiente de comodidad, confianza y control


entre el orador y el auditorio. Si el público se siente a gusto, en un ambiente de camaradería,
surgirá instantáneamente la confianza. Esto se logra con un discurso lógico y coherente, más
un buen estado emocional.

¿Qué significa eso? Todos tenemos miedo al enfrentarnos a un auditorio, hasta los más
viejos y experimentados actores sienten temor o nerviosismo antes de subir a escena.

¿Por qué nos sucede? El argumento de Horacio es sencillo: Cada audiencia es nueva y
pone a prueba al orador, algo así como rendir examen oral; en el fondo, es una situación de
riesgo.

Para preparar el discurso, el orador debe orientarse no hacia sí mismo, sino hacia el
auditorio, debe colocarse en el lugar de los oyentes, vaticinando el curso que seguirán los
pensamientos de éstos bajo el influjo de la alocución.

Para hablar en público, en forma tal de ser plenamente comprendido es necesario:

- Informarse al máximo respecto al auditorio receptor.

- Conocer a fondo el tema (prepararse adecuadamente).


- Organizar la presentación del discurso mediante un esquema.

- Realizar una auto-sugestión positiva.

- Practicar el discurso antes de exponerlo en público.

- Fijarse un objetivo claro sobre qué es lo que se desea conseguir con el discurso.

- Respirar profundamente y relajarse.

- Empezar a pronunciar el discurso con energía y entusiasmo siguiendo la introducción


previamente preparada.

Algunas recomendaciones para exponer con éxito un discurso serían:

- Mantener siempre contacto visual con el auditorio, con mirada panorámica.

- Efectuar variaciones de voz para mantener la atención del público.

- Pronunciar claramente cada palabra y en voz alta.

- Utilizar adecuada expresión gestual, ademanes y expresión corporal.

- Evitar las muletillas o estribillos.

- Controlar los movimientos y ademanes involuntarios, porque distraen al público.

EL JUICIO ORAL

El juicio oral es un nuevo tipo de sistema judicial que suplantará al sistema inquisitivo penal.
Es llamado Sistema Acusatorio e implica una característica que intencional un avance contra
la corrupción y los juicios precarios. Primero será explicado el origen de ambos sistemas
(inquisitivo y acusatorio), luego se presenta un desarrollo de las características del nuevo
sistema, para finaliza con su implementación en el contexto.

Principios

El sistema acusatorio está basado en los siguientes principios:

Principio acusatorio, que establece que todo juicio debe comenzar con una acusación para
poder comenzar las investigaciones.

Principio de igualdad de armas, donde ambas partes (ataque y defensa) deben contar con las
mismas posibilidades de ejercer sus derechos totalmente, el juez velante por ello. Para esto se
requiere que ambas partes (ataque y defensa) estén presentes.
Principio de contradicción, derecho de ambas partes de refutar argumentos de la oposición
con pruebas, hasta que la contradicción entre las pruebas (testimonios inclusos) indique la
calidad probatoria de la parte que la sufrió. En este principio hay conocimiento directo de las
pruebas.

Principio de inviolabilidad del derecho de defensa, dictando imposible la carencia de defensa


por parte del acusado en algún estado del proceso.

Principio de presunción de inocencia, que indica que ninguna persona es culpable hasta que
se demuestre lo contrario y se aplique una sentencia condenatoria subsecuente, limitando a
casos excepcionales el uso de la prisión preventiva. Es importante señalar que el tribunal sólo
considera lo acontecido en la audiencia para decidir sobre la inocencia o culpabilidad del
acusado.

Principio de publicidad del juicio, donde todo juzgamiento debe ser realizado públicamente,
fomentando la transparencia y conocimiento de las razones y procesos a partir de la
acusación.

Principio de oralidad, dictada cualquier petición, argumento, prueba, objeción, etc., siendo
de manera hablada como entre al registro. Es importante mencionar que en este tipo de
juicios se consideran los mensajes enviados con el lenguaje corporal, las variaciones de la voz,
movimientos del rostro, etcétera.

Principio de inmediación, siendo que el juez que haga efectiva la sentencia ha tenido
contacto con todos los aspectos expuestos por ambas partes para poder realizar la decisión.
Se debe considerar que es en la audiencia en donde el juez conocerá por primera vez los
hechos, lo que dota de imparcialidad al juicio.

Principio de identidad personal, indica que ni el acusado, ni el juzgador pueden ser


reemplazados o ausentes en alguno de los procesos, desde el inicio hasta la conclusión (con
excepción del juez de control, quien está a cargo de la etapa de investigación).

Principio de unidad y concentración, unificando todas las sesiones de una acusación en un


solo caso para darle continuidad (Santaella, 20152). De hecho no puede haber interrupción
entre la vista de la causa o debate.

Etapas

El sistema acusatorio es manejado acatando los siguientes pasos en orden:

La etapa de investigación (pudiendo ser con detenido o sin detenido) busca recabar pruebas
que no tienen validez alguna (a menos que produzcan una contradicción durante el juicio),
sino que reafirman los argumentos que presente la parte.
El paso intermedio es una depuración de pruebas (por causas de dilatación, irrelevancia e
ilicitación) y cuando ha lugar la acusación por parte del Ministerio Público.

Es en la siguiente etapa donde entra el juicio oral, estableciendo los hechos, las pruebas
obtenidas durante la etapa de investigación y la sentencia final, presentando también
interrogatorio y contrainterrogatorio una vez, cada uno, por juicio oral (pudiendo ser
replicado y duplicado).

Finalmente la individualización de la pena, haciendo ejercer la sentencia dictada en la


conclusión del juicio

Salidas alternativas

Existen también salidas de juicio alternativas, es decir, maneras relativamente flexibles de


resolver la disputa para ahorrar recursos (tiempo, dinero, personal) y hacer un juicio
eficiente, siempre y cuando la acusación esté exenta de homicidio. Algunas soluciones
alternativas son la negociación entre ambas partes con el tribunal, la mediación y la
conciliación, esta última terminante cancelante todo el proceso, pues se anula la acusación.

Además, los procedimientos pueden ser acortados mediante un juicio abreviado, donde se
negocia el acuerdo final en etapas tempranas del proceso, ahorrando desgaste y cupo en el
sistema.

Objetivos

Esperase que, con la llegada del sistema a un estado funcionante, los procesos de justicia sean
acelerados, eficaces, transparentes, y mantengan un estado de confianza y dependencia con la
sociedad, para que ésta acuda a la autoridad para hacer justicia, evitando crímenes sin
denunciar. El bienestar social, indicando un nivel de vida adecuado, tenderá a aumentar, y
los problemas políticos causados por autoritarismo de parte del ministerio público serán más
escasos, pues la publicidad en cada uno de los procesos de cada caso estará garantizada,
dejando de lado las ambigüedades y los datos escondidos o reemplazados.

PREPARACION DEL JUICIO ORAL

Constituye la fase intermedia del procedimiento abreviado, equidistante entre las diligencias
previas o instrucción, y el juicio oral. La competencia de esta fase, contrariamente a lo hasta
ahora habitual en el proceso penal, recae en el órgano jurisdiccional encargado de las
diligencias de instrucción: Jueces de Instrucción. La novedad competencial llega incluso más
lejos: en esta fase, preparatoria del juicio oral, puede el Juez de Instrucción acordar el
sobreseimiento de la causa. En todo caso, cabe acordar la práctica de diligencias
complementarias. El escrito de acusación comprenderá también la solicitud de apertura del
juicio oral ante el órgano que se estime competente. Contra el auto de apertura del juicio oral
no se dará recurso alguno, excepto en lo relativo a la situación personal del acusado. El
escrito de defensa se contraerá correlativamente a los extremos contenidos en los escritos de
acusación.

Antelación en la preparación del juicio oral

La antelación con la que vamos a preparar el juicio oral va a depender naturalmente de la


complejidad del asunto (no es lo mismo una sencilla reclamación de cantidad sin una
oposición sólida que una acción reivindicatoria). No obstante, la mejor recomendación para
poder determinar con exactitud el tiempo que necesitamos es disponer de una Hoja de
Preparación del juicio (que se adjunta en este post) válida para todos los juicios orales civiles,
en la que consten las diversas fases vinculadas a su preparación, de modo que con una
simple visualización conozcamos la carga de trabajo a la que nos enfrentamos y el tiempo
aproximado que vamos a disponer para cumplir con todas las fases satisfactoriamente.

En cualquier caso, y partiendo de que la idea es dedicar cada día un poco de tiempo el
estudio del asunto, entiendo que un juicio de escasa complejidad debe prepararse
satisfactoriamente con una semana o poco más de antelación; un juicio de complejidad
media, entre quince y veinte días. Finalmente, un juicio complejo, una antelación de un mes
es recomendable. No obstante, hemos de tener en cuenta que nos enfrentamos ante una
cuestión muy subjetiva que dependerá de cada abogado, puesto que distinto será el sistema
de gestión de tiempo, de organización y de dedicación diario en el asunto.

Visualización de la audiencia previa

Visualizar la grabación de la audiencia previa es una medida de gran utilidad para la


preparación del juicio oral, ya que nos permite refrescar todos los detalles relativos al juicio
oral que fueron objeto de preparación durante dicho trámite y de los cuales posiblemente
guardemos un vago recuerdo.

De esta forma, recordaremos si la demanda y contestación se ha rectificado o alterado;


repasaremos los hechos controvertidos sobre los que versará la prueba y aquellos sobre los
que no habrá discusión; comprobaremos los medios de prueba admitidos, y muy
especialmente las pruebas que requerirán nuestra intervención: interrogatorio de parte,
testifical y pericial.

Con independencia de lo anterior, la visualización de la audiencia previa nos permitirá


recordar la forma de actuar en sala de los abogados que intervendrán en el juicio y la forma
en la que el juez suele actuar. En definitiva, como primer paso en la preparación del juicio es
precisa una puesta al día, y nada mejor que hacer un repaso de la audiencia previa.

Comprobación de la efectiva citación de los asistentes al juicio.

Esta medida, que podrá realizarse a través del procurador, supone que nos cercioremos de
que todos los testigos y peritos están debidamente citados. Con ello evitaremos situaciones
desagradables como el encontrarnos con un testigo importante que no asiste, sin haber
evaluado suficientemente la decisión a tomar en sala, lo que de seguro nos llevará a una
situación difícil. Igualmente, puede permitirnos contactar con aquellos testigos no citados (los
propuestos por nosotros) a efectos de informarles sobre el día y hora de celebración del
juicio con independencia de que, por la razón que sea, no les haya llegado la citación.

Estudio de la demanda y contestación (interrogatorios de parte, testigos y peritos)

Naturalmente, esta es la parte más importante de la preparación del juicio oral. Sin estudio
pormenorizado del asunto es materialmente imposible hacer un buen juicio. Para ello, es
fundamental realizar una exhaustiva lectura de la demanda y contestación y de los
antecedentes que dispongamos de la audiencia previa, pues con dicha información
tendremos todos los datos necesarios para ir elaborando los interrogatorios y el informe oral.

Elaboración de los formularios de interrogatorios y del informe oral.

A efectos de la preparación de estas dos fases, no debemos olvidar es que hay que seguir un
orden cronológico de preparación, distinguiendo entre:

1º.- Interrogatorios de las partes.

2º.- Interrogatorios de los testigos de nuestra parte.

3º.- Interrogatorios de los testigos de la parte contraria.

4º.- Interrogatorio de los peritos de nuestra parte o perito judicial propuesto por nuestra
parte, seguido del interrogatorio de los peritos de la parte contraria o perito judicial
propuesto de adverso.

5º.- Elaboración del informe oral.

En cuanto el orden a seguir en relación con la preparación de los interrogatorios y el informe


oral, este dependerá de cada caso. En teoría, el informe oral es precedido de la preparación
del interrogatorio ya que la elaboración del mismo nos ayudará a profundizar posteriormente
en el informe oral. Sin embargo, en la práctica, todos tenemos una idea muy aproximada,
salvo sorpresas, del resultado de la prueba, por lo que preparar primero el informe oral
puede ser una eficaz herramienta para poder enfocar más directamente las cuestiones del
interrogatorio. En definitiva, es una decisión que dependerá de cada caso y de la situación en
la que el orador se muestre más cómodo.

Repasos

Una vez elaborado el informe oral y los interrogatorios deberemos proceder a dedicar
determinados tiempos al estudio del asunto con el fin de que la preparación sea óptima.

Reunión con el cliente, testigos, peritos, etc...


Tal y como venimos indicando, antes de la celebración del juicio oral es
fundamental mantener una reunión con nuestro cliente, los testigos y peritos. La finalidad
no es otra que refrescar los aspectos esenciales del juicio para que la intervención se ajuste a
las reglas de la máxima eficacia.

En cuanto a nuestro cliente, la reunión es fundamental para exponerle todo lo relativo al


caso, con especial detenimiento en el interrogatorio al que puede ser sometido, si bien
deberá advertírsele de la posibilidad de que la prueba no se llegue a celebrarse a causa de la
renuncia de la otra parte. Respecto de los testigos propuestos por nuestra parte, es
conveniente mantener una entrevista (acompañado de nuestro cliente) con el fin de que éste
disponga de información fresca y, en consecuencia, sea más fácil la exposición de un
testimonio claro, veraz y sin fisuras.

Conocimiento del juez

Reiterando lo expuesto en anteriores posts es fundamental y, por tanto, obligado, conocer


como dirige el juez el acto del juicio oral.

EL DEBATE

El sistema de enjuiciamiento penal germano se caracterizó por la publicidad y oralidad del


juicio en el que se enfrentaba acusador y acusado.

En el derecho griego, el sistema acusatorio popular tenía como característica la publicidad y


oralidad del juicio, un debate contradictorio entre acusado y acusador frente al Tribunal y en
presencia del pueblo (Atenas).

Hacia los fines de la República Romana, la acción se convierte en popular. Se instruyen los
jurados. El debate era oral y público.

Durante el Imperio se conservó el debate oral y público, nunca desapareció, pero dejó de ser
la parte principal o culminante del juicio, pues la instrucción escrita y secreta se constituyó en
el eje de todo este proceso.

Cuando en Europa Continental se afirma el sistema inquisitivo, aunque el juicio oral no


desapareció, careció de valor, pues los actos de la instrucción eran definitivos y se repetían en
aquella etapa dando lugar a la sentencia.

No obstante, Inglaterra y América del Norte conservaron el sistema acusatorio y el sistema


oral, público y contradictorio.
La Revolución Francesa asimiló el sistema inglés llegando a imitarlo en época de la Primera
República. Luego, con las reformas que sufre el Código de Napoleón de 1808 comienza a
desarrollarse el sistema mixto que recibe toda la Europa Continental.

España en 1882, para la fase decisiva del juicio, establece el procedimiento oral, como todos
los sistemas mixtos, en la etapa del juicio.

En la actualidad en cuanto al procedimiento preliminar al Debate corresponde la citación a


juicio; el ofrecimiento y admisión de prueba; la instrucción suplementaria; las excepciones en
caso de que tengan lugar; la unión o separación de juicios; el sobreseimiento, en caso de que
corresponda y la fijación de la fecha de la audiencia de debate en plazo perentorio.

1. Caracteres del debate :

Una noción descriptiva del debate nos la da Clariá Olmedo: "Se ha tenido ya oportunidad de
caracterizar el debate del juicio oral penal como el momento más culminante de todo el
proceso. Se desenvuelve en una o en sucesivas audiencias forjadas con suficiente anticipación
una vez cumplidos determinados actos preliminares, con el fin de establecer
jurisdiccionalmente, con la intervención concentrada de todos los sujetos procesales, los
extremos de la decisión final que debe producirse a continuación..." (t. VI, p. 231 ).

Para Manzini, "EI debate, subjetivamente considerado, es una relación particular jurídica
procesal que se presenta como un momento y una actitud especiales de la relación jurídica
procesal en su integridad. Potestades y deberes peculiares se atribuyen efectivamente en esta
fase del procedimiento a los sujetos del proceso, en forma que la diferencian de las otras
fases" (instrucción y ejecución).

"Considerado objetivamente, el debate es un acto procesal complejo, esto es, compuesto de


una serie coordinada de actos singulares, pero continuado y unitario, o sea, constituyendo un
todo idealmente indivisible, ya desde el punto de vista del fin, ya desde el de los medios..." (t.
IV, p. 390).

Y la mejor de las definiciones es la que da Leone: "El debate está constituido por aquel
conjunto de actividades que se despliegan desde el inicio de las formalidades de apertura
hasta el final de la discusión..."( t. II, p. 334).

Los caracteres específicos del debate están dados por la oralidad y la publicidad. La ley
establece: "el debate será oral y público, bajo pena de nulidad. Es decir que debe llevarse a
cabo de esa manera en forma obligatoria por imperio de la disposición que lo impone". La
publicidad es un modo que tienen las personas de ejercer un control sobre sus
representantes; es el denominado control social de los actos de gobierno.
La oralidad se manifiesta en todos los actos del debate: los sujetos procesales y los órganos
de prueba se expedirán de viva voz. De ello no habrá constancia, salvo que fuere pedido
expresamente por alguna de las partes o por algún miembro del Tribunal.

El principio de publicidad del debate consiste también en que las puertas del Tribunal se
mantengan abiertas para permitir el ingreso de cualquier persona, salvo las excepciones
legales.

2. Excepciones a la oralidad:

No obstante, el principio de oralidad se restringe en ciertos casos:

a) El memorial del actor civil presentado oportunamente donde hace valer los fundamentos
de su pretensión, será leído cuando aquél esté ausente (art. 393, primer párrafo, C.P.P.).

b) Se procederá también a la lectura de las declaraciones testimoniales de aquellas


autoridades que podían presentar su deposición mediante informe (art. 250 C.P.P .).

c) Se deben también leer todos los actos practicados por uno de los vocales de la Cámara en
la instrucción suplementaria; la declaración recibida de un testigo en su propio domicilio; la
inspección ocular, la reconstrucción del hecho.

d) Las declaraciones de los mudos, de los sordos o de los sordomudos que irán asentando
por escrito, procediéndose luego a su lectura.

3. Excepciones a la publicidad:

a) La Cámara podrá resolver aún de oficio, que el debate total o parcialmente se realice a
puertas cerradas cuando la publicidad afecte la moral o la seguridad pública.

Cuando la ley se refiere a que el debate se realice a puertas cerradas totalmente, se refiere a
que la prohibición de acceso al público en la sala dure toda la tramitación del mismo.

Cuando dice "parcialmente" es la prohibición del acceso a la sala a determinados actos del
debate.

La resolución debe emanar de la Cámara, ser motivada y constar en el acta del debate. El
motivo siempre debe ser el que establece la ley, es decir cuando la publicidad afecte la moral
o la seguridad pública.

Cuando desaparece la causa de la clausura, se deberá permitir el acceso al público. Es como


un afianzamiento del principio de publicidad.

b) Otro tipo de limitación, pero relativa, se refiere a las prohibiciones genéricas para el
acceso al debate de los menores de 18 años, los condenados por delitos contra las personas o
la propiedad, los dementes y los sordos.
c) Otra limitación relativa es el alejamiento de la sala, por razones de orden, de higiene,
moralidad o decoro, de toda persona cuya presencia no sea necesaria, o limitar por estas
mismas causas la admisión a un determinado número.

4. El público, obligaciones:

Los que asistan a la audiencia deberán estar respetuosamente y en silencio, no podrán llevar
armas u otras cosas aptas para ofender o molestar, ni adoptar una conducta capaz de
intimidar o provocar, o que sea contraria al decoro, ni producir disturbios o manifestar de
cualquier modo opiniones o sentimientos (art. 369 C.P.P.).

El texto legal es meramente enunciativo y tiende a disciplinar aquellos actos más comunes
que pueden perturbar el normal desenvolvimiento del debate, pero es facultad del
Presidente reprimir cualquier alteración del orden, del decoro, del respeto por las personas y
el debido al propio imputado, cuando un acto no establecido en este artículo atente contra el
fundamento de la norma, cual es el debido respeto por la administración de justicia.

5. Delito cometido en la audiencia del debate:

Si en la audiencia se cometiere un delito, el Tribunal ordenará levantar un acta y la inmediata


detención del imputado; éste será puesto a disposición del Agente Fiscal, a quien se le
remitirá aquella y las copias o los antecedentes necesarios para que proceda por citación
directa (art. 371 C.P.P.).

El trámite para la investigación del delito, ya sea que fuera de competencia de la Cámara en
lo Criminal o del Juez Correccional, será por citación directa, en razón que se resume que un
delito cometido en una audiencia criminal, ha sido visto y oído por varias personas, lo cual
permitirá una fácil averiguación de la verdad, compatible con la información sumaria de
aquel procedimiento.

Pero si el delito tuviera pena mayor de tres años, o menor, si fuera eventualmente aplicable
una medida de seguridad, el Tribunal será el competente para juzgarlo definitivamente; en
cambio, si la pena es menor, procederá el trámite del Juicio correccional. Ello en virtud de la
competencia material conforme a lo dispuesto por el art. 24 del C.P.P.

En el Código Nacional (art. 371), se prevé la remisión de las actuaciones al Juez que tuviera
competencia material en el delito, al no existir un procedimiento especial.

ACTOS DEL DEBATE

1. Dirección:

El Presidente dirigirá el debate; ordenará las lecturas necesarias; hará las advertencias legales
y recibirá los juramentos; y moderará la discusión, impidiendo derivaciones impertinentes, o
que no conduzcan al esclarecimiento de la verdad, sin coartar por esto el ejercicio de la
acusación y la libertad de defensa (art. 375 C.P.P.).

El Presidente de la Cámara es quien dirige el debate, ordena los interrogatorios, otorga la


palabra a las partes y quien recibe las peticiones. Es el protagonista que de manera serena e
imparcial controla el procedimiento dentro de las audiencias que se llevan a cabo, poniendo
la nota de autoridad que destaca al valor justicia.

2. Apertura:

a) El Presidente y los demás miembros deben constituirse en la sala de audiencia, en el día y


hora fijado para que tenga lugar el debate de la causa.

b) Previo a ello se hacen las comprobaciones relativas a la presencia de las partes. Se verifica
también la presencia de los testigos, peritos e intérpretes. En el caso que no hayan
comparecido los que se encontraban debidamente citados, se dispondrán las medidas
necesarias para lograr su comparecencia.

Debemos destacar que en el régimen federal, dispone el art. 94 que la incomparecencia del
actor civil a la audiencia de debate, implica el desistimiento de la acción civil.

c) Inmediatamente de ello, el Presidente declara abierto el debate. Hechas las


comprobaciones mencionadas, esta declaración de apertura del debate, permite se deduzcan
las cuestiones que por su índole deban ser planteadas inmediatamente después del acto de
apertura.

d) Luego de la apertura y de las eventuales cuestiones preliminares que pueden plantearse, se


advierte al imputado que esté atento a lo que va a oír y se ordena la lectura del requerimiento
fiscal, y en su caso, del auto de remisión.

De esta manera se introduce originalmente la imputación penal en contra del procesado,


estableciendo los límites de hechos sobre los cuales versará la indagatoria de aquél, no
pudiendo ser modificados ni aún en la sentencia condenatoria, salvo en lo que hace a
circunstancias jurídicas distintas que tengan por base el mismo hecho contenido en la
requisitoria fiscal. Es decir, imputación de hechos de los cuales no puede apartarse el
juzgador, porque se exige correlación entre la acusación (hechos contenidos en ella) y la
sentencia (hechos sentenciados).

Cuestiones preliminares:

Inmediatamente después de abierto por primera vez el debate, vale decir, luego de las
comprobaciones relativas a la presencia de las partes, testigos, peritos e intérpretes, y antes de
la lectura de la requisitoria fiscal, se abre la oportunidad de plantear bajo pena de caducidad
las cuestiones de previo y especial pronunciamiento, denominadas preliminares. Hasta el
momento procesal inmediato anterior al comienzo del interrogatorio del imputado, pueden
plantearse estas cuestiones. Salvo las que surgieren en el curso del debate, en cuyo caso
deben ser planteadas en el momento mismo de su aparición.

Estas cuestiones son las siguientes:

a) Las nulidades a que se refiere el art. 170, inc. 2 C.P.P., es decir las producidas en los actos
preliminares del juicio, hasta inmediatamente después de abierto el debate.

b) Las cuestiones atinentes a la constitución del tribunal, que comprenden las causales de
recusación e inhibición, como asimismo la integración defectuosa del cuerpo colegiado
conforme a la ley de subrogación.

c) En la misma oportunidad con igual sanción (caducidad), se plantearán las cuestiones


referentes a la incompetencia por territorio.

Las cuestiones referidas a la falta de competencia del tribunal por razón del territorio, con las
consecuencias que ellas entrañan para el caso de ser aceptadas, ya que los actos instructorios
conservan todo su valor, pero los del tribunal pierden toda eficacia, salvo los cumplidos con
motivo de una instrucción suplementaria.

La incompetencia territorial puede plantearse también en el curso del debate, si es advertida


con motivo de ser recibida una prueba. Aún más, puede ser declarada de oficio por el
propio tribunal cuando la advierta.

Dice el art. 39 C.P.P.: "En cualquier estado del proceso, el tribunal que reconozca su
incompetencia territorial deberá remitir las actuaciones al competente, poniendo a su
disposición los detenidos que hubiere, sin perjuicio de realizar los actos urgentes de
instrucción". Y el art. 40 C.P.P.. expresa: "La declaración de incompetencia territorial no
reducirá la nulidad de los actos de instrucción cumplidos con anterioridad a ella.

También las cuestiones referentes a la unión o separación de juicios tendientes a unificar el


debate de diversas causas o separarlas por hecho imputado.

e) Las cuestiones inherentes a la admisibilidad o incomparencia de testigos, peritos e


intérpretes.

Esta cuestión preliminar puede consistir en no aceptar la procedencia de estos medios de


prueba por razones de incompatibilidad o prohibición de declarar, o en la necesidad de que
un determinado medio de prueba concurra, no obstante haberse omitido la citación
correspondiente. Estas actividades pueden ser cumplidas de oficio por la Cámara si las
considera útiles al esclarecimiento de la verdad.

f) Las cuestiones referentes a la presentación o requerimiento de documentos, salvo que la


posibilidad de proponerla surja en el curso del debate.
Presentación o requerimiento de documentos que una de las partes quiera introducir al
proceso, haya sido ofrecidas o no en la etapa oportuna. Si la documentación obrara en poder
de quien solicita su incorporación, debe acompañarla en ese mismo momento; de lo
contrario. deberá individualizar el lugar en que se encuentra, para que se provean las
diligencias necesarias para su remisión al tribunal.

4. Procedimiento para resolver las cuestiones preliminares:

Una vez planteada la cuestión preliminar, corresponde su inmediato tratamiento y


resolución, salvo que ésta sea diferida para el final del debate, en el momento de dictarse la
sentencia.

El trámite incidental se impone en pleno desarrollo de la actividad jurisdiccional y con todas


las partes interesadas para hacer valer sus pretensiones. Declarado abierto el debate, la parte
que quiera hacer valer una cuestión preliminar solicitará la palabra al Presidente del tribunal.
Concedida ésta, el incidentante comenzará su deposición siguiendo en lo posible el orden de
las cuestiones preliminares establecidas por el Código en el caso de un planteamiento plural.
Terminado de hacer uso de la palabra, se correrá vista a las partes que deben contestar al
incidentante, quien también lo hará en forma oral, por una sola vez y por el tiempo fijado
por el Presidente para contestar la cuestión.

Si el planteamiento es sencillo, los camaristas pueden consultarse entre ellos y resolver sin
alejarse de la sala de audiencia. Sin embargo, lo normal es que se pase a un breve cuarto
intermedio, en donde se procederá a deliberar sobre la cuestión o cuestiones planteadas,
resolviéndose por auto en forma motivada; luego de ingresados nuevamente a la sala de
audiencia, se leerá la resolución.

En el acta deberá constar en forma sucinta la interposición de la cuestión preliminar, las


contestaciones a ella formuladas por los oponentes y la resolución que recayó en definitiva.

En el caso de existir varias cuestiones preliminares, el tribunal deberá tratarlas una por una y
en forma sucesiva en el orden que más convenga a la continuidad del debate, pudiendo
diferir alguna de ellas para el momento de la deliberación definitiva, previo al dictado de la
sentencia.

El art. 377 C.P.P. prevé este trámite. Todas las cuestiones preliminares deben tratarse en un
solo acto, salvo que la Cámara resuelva tratarlas sucesivamente o diferir alguna, según
convenga al orden del proceso.

En la discusión de las cuestiones incidentales solo hablará una vez el defensor de cada parte,
por el tiempo que establezca el Presidente.

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