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Introducción a la

Robótica
Leyes de la Robótica (Establecidas
por Isaac Asimov)

Instituto Tecnológico de Tuxtla


Gutiérrez
Introducción

Isaac Asimov (1920-1992), fue un escritor y bioquímico de origen ruso pero


nacionalizado estadounidense, mundialmente conocido por ser el autor de
grandes obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica.
Asimov, un día llegó a la conclusión de que si los robots adquirían la suficiente
inteligencia, había un serio riesgo de que éstos se revelaran ante nosotros. Este
miedo comenzó con el pensamiento de que un día podía propagarse algo así
como el “complejo de Frankenstein”, en donde las máquinas se alzarían y
revelarían contra sus creadores.
Ante este descubrimiento, rápidamente se puso manos a la obra y diseñó una
ley que lo impedía, a las que llamó (las tres leyes de la robótica). Estas leyes
aparecieron por primera vez en el relato corto Runaround (1942), un cuento
publicado por primera vez en la revista Astounding Science Fiction,
concretamente en la publicación de marzo de 1942.
Las Leyes de la Robótica
Las 3 leyes de la robótica son un conjunto de reglas descritas por el escritor estadounidense
de ciencia ficción Isaac Asimov en su relato de 1942 “Círculo vicioso” (Runaround) -
recogido en la recopilación de relatos de 1950 “Yo, Robot“- y presentes en gran parte de su
obra, dirigidas a delimitar el comportamiento básico de los robots en sus interacciones con
los humanos y con otros robots.

La robótica constituyó uno de los temas favoritos de Isaac Asimov y se ve reflejado en gran
parte de su prolífica obra. A lo largo de la misma, en reiterados relatos se hace alusión a las
“Tres Leyes de la Robótica”. Estas son las siguientes:
1. Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano
sufra daño.
La Primera Ley de la Robótica, como podréis observar, es una protección básica del ser
humano. El robot deberá anteponer la integridad (física o psicológica) de la persona a
cualquier otra cosa.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas
órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
La Segunda Ley de la Robótica tampoco deja lugar a la duda; el robot deberá obedecer
SIEMPRE al ser humano (lo que le deja en una posición total de dependencia de las personas)
salvo si la orden que recibe es la de hacer o permitir daño a un humano.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no
entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
Finalmente, la Tercera Ley de la Robótica supone la rendición absoluta de los robots a los
humanos. Los robots tienen el deber de protegerse, pero deben ser sumisos a los humanos,
hasta el punto estar obligados de obedecer si reciben la orden de autodestruirse.
Las 3 leyes que figuran en la obra de Asimov suponen la rendición total de los robots a los
humanos, la completa asunción de su papel como esclavos.
Posteriormente, en 1985, Asimov introdujo en su libro Robots e Imperio,una cuarta norma,
denominada como Ley Cero de la Robótica, con el siguiente enunciado:
0. Un robot no puede causar daño a la humanidad o, por inacción, permitir que la
humanidad sufra daño.
Por el propio contenido de esta Ley, las tres anteriores quedarían subordinadas a la misma.
No obstante, y como se vería en la posterior obra de Asimov, la aplicación de la Ley Cero
supondría enormes problemas, por la dificultad para determinar qué es la Humanidad y lo
que se considera más favorable para ella.
Conclusión

En conclusión, yo pienso que estas 4 leyes tienen sus aciertos como también sus
errores, porque existen personas que utilizan las máquinas para dañar a las
personas y estas no se fijan si hacen daño o no, ya que solo se encargan de
obedecer órdenes, pero el saber si los robos van a llegar a ser de gran utilidad
para la vida o ser una gran amenaza, solo se sabrá en el futuro según el avance
de la robótica.

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