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ECONOMÍA CANARIA

1975-1976

Juan Puelles López


ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 1
LA POBLACIÓN 4
Población dependiente 6
Distribución de la población 7
Población activa 9

RECURSOS HIDRÁULICOS 9
AGRICULTURA 12
GANADERÍA Y PESCA 17
Ganadería 17
Pesca 18

INDUSTRIA 21
TURISMO 24
TRANSPORTES 31
Carreteras 31
Puertos y aeropuertos 32

COMERCIO EXTERIOR 34
RECURSOS FINANCIEROS 37
CONCLUSIONES 41
BIBLIOGRAFÍA 43
NOTAS 45

ooooooooooooooooooooooooooooooooooo
1

INTRODUCCION

Según el 1er Informe del CIES, en 1975 las Islas Canarias no habían franqueado
aún los límites de una estructura dual:

a) Precapitalismo y falso crecimiento de algunos sectores a causa de una calcula-


da especulación (formaciones empresariales canarias)

b) Capitalismo desarrollado (empresas controladas por capital exterior, tanto


pe-ninsular como extranjero).

El funcionamiento de la economía canaria se caracterizaba por los siguientes fac-


tores1:

• Inestabilidad en la producción, en las exportaciones (ya que las que revierten


sus beneficios en Canarias son eminentemente agrícolas) y sujeción a fluctua-
ciones, dada la naturaleza de los productos exportados.

• Dependencia de las multinacionales, de las naciones desarrolladas (nuestras


exportaciones son fundamentalmente de ‘aperitivo y postre’), de los bienes
manufacturados, importados progresivamente por los estratos sociales empe-
ñados en una demostración-emulación de su estatus, y finalmente de las im-
portaciones de capital exterior.

El resultado de todo esto es que el Archipiélago ha caído de forma inevitable en


un círculo vicioso de subdesarrollo y dependencia (hay quien compara esta situación con
el denominado neocolonialismo2) que se caracteriza por los siguientes rasgos:

- Insuficiencia de ahorro e imposibilidad de acumulación de capital, por la exis-


tencia de circuitos que drenan la formación del mismo, canalizando hacia el
exterior o hacia sectores especulativos y de ostentación.

- Emigración de capitales, y por tanto inexistencia del mismo en las Islas, por
falta de inversiones estimulantes.

- Falta de mano de obra cualificada


2

- Industria autóctona en situación precaria por una doble motivación: la compe-


tencia exterior y la progresiva estructuración de grupos de poder mercanti-
listas.

- Regresión en la agricultura

- Insuficiencia de infraestructuras y de servicios públicos.

Un año más tarde, el siguiente informe económico del CIES3 se refiere a la super-
vivencia histórica de los problemas inherentes a la economía canaria, es decir, a una “...
reproducción sistemática de los problemas, atribuible en parte ... por la paralela conti-
nuidad de los grupos de poder”. Este informa considera, en efecto, la especulación y su
dependencia de las instituciones administrativas un elemento consustancial al proceso de
acumulación en las Islas ; no pretenden, sin embargo, sus autores referirse a personas
concretas, sino a “... actividades que son la base y los sustentáculos de determinados in-
tereses y relaciones de clase”, arropadas por la actuación de unas instituciones adminis-
trativas que se encuentran, según ellos, totalmente bajo el control de dichos intereses.
Los autores del primer Informe a que nos hemos referido al principio de este apartado
consideran, por otra parte, cuatro temas fundamentales a la hora de analizar la economía
canaria y que habría que tener en cuenta, en opinión de ellos, si se pretende poner solu-
ción a sus problemas4:

I. La infrecuente pluviosidad cíclica en esta zona geográfica y con ello el agudo


problema de la escasez de recursos hidráulicos.

II. Las consecuencias para Canarias de la llamada ‘crisis del petróleo’, iniciada
a fines de 1973 como consecuencia de la elevación de los precios en las mate-
rias primas y de la inflación mundial ; la misma desvelaría en la economía
terciarizada de las islas, conmocionándola, deficiencias estructurales que fue-
ron agudizándose en años subsiguientes5.

III. La incidencia en el Archipiélago de la descolonización del Sahara en 1975 y


de las diversas vicisitudes políticas por las que pasó dicho territorio: las rela-
ciones comerciales Canarias-Sahara, la problemática en torno al banco pes-
quero canario-sahariano y el contingente humano canario y peninsular que
fue trasvasado a las provincias canarias, recargando su población y permitien-
do, además, el asentamiento de marroquíes en algunos lugares de nuestra geo-
grafía, con las consecuencias geopolíticas que tales medidas podían haber
traído6.
3

IV. La Ley 41/1975, de 19 de Noviembre, de Bases del Estatuto de Régimen Lo-


cal, que reconoce el ‘hecho diferencial canario’ en su Artículo 2o, párrafo 3o7.

Este trabajo pretende más que nada hacer una glosa del contenido de los números
1 y 4 de los citados Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, tratando de trazar las líneas
básicas de la evolución económica de las Islas Canarias a lo largo de dos años especial-
mente críticos para la economía a nivel mundial, y que en cierto sentido pensamos que
configuraron las constantes económicas por las que estamos pasando en las Islas en el
tiempo presente. Para ello iremos analizando uno por uno, con ayuda de los datos estadís-
ticos proporcionados por esos Informes, los distintos sectores que vienen reflejados en
los mismos, tratando de dilucidar –a manera de conclusión- qué hay de verdad en califi-
car, como hemos visto que algunos hacen, de ‘neocolonialismo’ la situación sociopolíti-
co-económica del Archipiélago.
4

LA POBLACION

CANARIAS
Habitantes 1970-1980
800000
700000
600000
500000
400000
300000
200000
100000
0
1970 1973 1975 1976 1978 1980

LAS PALMAS (capital) LAS PALMAS (provincia)


SANTA CRUZ DE TENERIFE (capital) SANTA CRUZ DE TENERIFE (provincia)

Proyección a partir del censo de 1970 (INE)

Según el Informe de 19758, la evolución poblacional en Las Palmas mostraba ten-


dencias similares a las observadas durante la década anterior, presentando las siguientes
características, que también se dieron en Santa Cruz de Tenerife en el mismo período,
aunque no siempre con la misma intensidad que en la otra provincia (progresiva deserti-
zación de La Gomera, por ejemplo, a causa básicamente de “... unas estructuras de poder
y sistemas de producción en disonancia con los derechos humanos fundamentales”):

- Persistencia de una elevada tasa de natalidad, aunque comenzara a observarse


cierta tendencia a la disminución de la misma, iniciándose tal vez un cambio
hacia un modelo de natalidad planificada.

- Constante incremento de la población dependiente

- Prosigue el ritmo de concentración de la población en varias zonas de la pro-


vincia:

a) En Las Palmas capital, como zona de asentamiento de los que abandonan


una agricultura en crisis.
5

b) En Cruce de Sardina, Vecindario, etc., para la población asalariada de la


construcción, servicios y agricultura del Sur de Gran canaria.

- Continúa el proceso de inmigración peninsular, dinamizado por los siguientes


hechos:

a) Estructuras burocráticas que facilitan el acceso, por imperativos geográfi-


cos y económicos, de los peninsulares a puestos administrativos.

b) Constante penetración industrial y comercial peninsular.

c) Estructuras políticas autocráticas y centralizantes

- Paro en aumento expansivo

- Alejamiento de la posibilidad de una oleada emigratoria a pesar de la crisis, a


causa de una progresiva concienciación del mundo obrero acerca de las moti-
vaciones de tales crisis y del cierre de las zonas tradicionales inmigratorias.

El segundo Informe que estamos comentando dice, además, corroborando lo ante-


rior, que en los últimos quince años (v.gr., 1960-1975), Canarias, como enclave económi-
co dependiente que es, “... ha sido objeto de un proceso desarticulante de su sistema pro-
ductivo dirigido por el capitalismo especulativo”. Los efectos de tal maniobra serían los
siguientes9:

1) Liberación de una importante cifra de mano de obra procedente de la agricul-


tura de exportación y de consumo interno, para ser utilizada en construcción,
que será hibernada en espacios-dormitorio radicados en la periferia de las ciu-
dades o en zonas próximas a los enclaves turísticos, lo cual agudiza peligrosa-
mente las situaciones macrocefálicas.

2) Terciarización de la economía, pasando el turismo a ser la actividad dominan


te, controlada por intereses internacionales y, consecuentemente, con escasa
rentabilidad neta para Canarias, lo que recorta la posibilidad de uso interno de
una acumulación de capital.

3) Progresiva integración económica de Canarias con la Península, como espe-


cial forma de dependencia (estrategia que reviste connotaciones monopolísti-
cas similares a las realizadas por la Casa de Contratación de Sevilla en el pasa-
do).

Según este informe, el crecimiento anual intercensal de Canarias durante el último


quinquenio (1970-1975) fue de un 3,56%, con un 4,05% para las Palmas y un 3,07% para
6

Santa Cruz de Tenerife, aunque, curiosamente, el crecimiento vegetativo disminuyó en


ambas provincias en 1,9% y 1,4% respectivamente ; este dato es importante, ya que ello
indica que el efecto de la inmigración sobrepasó ampliamente el saldo vegetativo.

Población dependiente

Región Canaria
Población dependiente
Más de 65 años 0-14 años

Población no dependiente

C.I.E.S.

Se registraba en ese período un elevado índice de población dependiente juvenil,


signo, según los autores del Informe, de “... la inexistencia fáctica de planificación, desa-
rrollándose de forma evidente una política educativa que ha propiciado la masificación,
la irracionalización de la enseñanza y un largo etcétera”.

EVOLUCION PORCENTUAL DE LA POBLACION DEPENDIENTE EN CANARIAS (1950-1975)

LAS PALMAS S/C TENERIFE CANARIAS Estado Español


% 0 - 14 > 65 0 - 14 > 65 0 - 14 > 65 0 - 14 > 65
1950 32,4 5,6 32,4 6,2 32,4 6,0 27,1 7,2
1960 33,3 6,0 31,6 6,5 32,4 6,3 27,3 8,2
1970 35,6 7,3 31,7 7m3 33,6 6,8 27,8 9,7
1975* 35,0 7,3 29,25 8,0 32,0 7,6 - -
*provisional [I.N.E.]
7

Distribución de la población

Los autores del primer Informe o descubren evidencia alguna de que haya habido
planificación alguna a este respecto, ya que tales medidas no aparecen previstas en nin-
gún plan, ya sea económico, educativo, social o urbanístico, y menos aún en este último
caso ; los efectos de tal falta de previsión no se han hecho esperar10:

“Las Palmas ha concentrado en su capital aproximadamente el 53% del


total de sus efectivos humanos, sin preparación infraestructural y de equipamien-
to. Similares problemas se han planteado en Sardina del Sur, Vecindario y otras
entidades de población asalariada ... Sin dramatizar, el hábitat en que se desen-
vuelven los habitantes de las entidades poblacionales citadas puede ser calificado
como no humano. En Santa Cruz de Tenerife, continúan expansionándose los ba-
rrios periféricos de la capital y de La Laguna. En el Sur de Tenerife, San Miguel,
Arona y Granadilla siguen acogiendo la emigración gomera que engrosa el cre-
ciente proletariado del tomate. La isla de La Gomera prosigue despoblándose, a
causa de la secular estructura económica y de poder operante en la misma, así co-
mo por el colonialismo a que se halla sometida”.

Aparte del fenómeno que acabamos de mencionar de concentración de la pobla-


ción procedente del campo en las capitales y en determinadas ciudades, también se obser-
vaba en aquella época una clara tendencia de la población a desplazarse hacia las islas
cabeceras. Así, se podía constatar cómo el 90% de la población de las Canarias Orientales
se encontraba en Gran Canaria, y de ésta se hallaba ubicado un 50% en la capital ; mien-
tras tanto, sólo un 10% de la población provincial habitaba normalmente en Lanzarote y
en Fuerteventura, habiendo decaído esa proporción en un 47% entre 1900 y 1975. En las
Islas Occidentales, por otro lado, Tenerife absorbía al 86% de la población, situándose
de este grupo un 43% en la conurbación Santa Cruz/La Laguna ; en el resto de esta sec-
ción del Archipiélago se ubicaba únicamente un 13% del total de habitantes11.
8

Población activa

Región Canaria
Población activa (1975)
0-14 años
20-34 años
35-49 años
50-64 años
65 y más años

HOMBRES MUJERES

I.N.E.: Encuesta de población activa

Las cifras iban en aumento por la progresiva inserción en el mercado laboral de


cada vez más población juvenil a causa del mantenimiento de una elevada tasa de natali-
dad en el Archipiélago desde 1960. Según estimaciones de los autores de este Informe,
era de esperar que para 1960 la población activa canaria se hubiese acercado a la media
nacional ; a este respecto comentan en 1976: “Ante esa evidencia, no hemos constatado
en forma alguna que la Administración haya tomado conciencia de esta realidad que ha
comenzado a percutir en la comunidad, dada la crisis estructural y coyuntural de la eco-
nomía canaria y las perspectivas existentes en orden a soluciones. Peor aún, no se perci-
ben planes serios y ambiciosos de inversiones productivas”. En la referida población acti-
va se observaba asimismo entonces un continuado proceso de salarización, efecto lógico
de un doble fenómeno: “... concentración de la riqueza y progresiva imposición de la so-
ciedad anónima capitalista”, con la añadidura, por supuesto, de la secular dependen-cia
de Canarias de la Península y del extranjero. Este hecho revestía especial virulencia en
Las Palmas, ya que en Tenerife, debido al mantenimiento –aunque en precario- de la pe-
queña explotación agrícola, el proceso se había visto frenado considerablemente.
9

RECURSOS HIDRAULICOS

ISLAS ORIENTALES
Recursos hidráulicos

Superficiales

Subterráneas
Gran Canaria Lanzarote
Potabilizada

Depurada

Fuerteventura

C.I.E.S.

Según los autores del Informe de 1975, el problema del agua en Canarias debería
analizarse desde tres vertientes distintas: la técnica, la política y la sociológica ; de estos
tres planteamientos es el primero el más que se ha tratado (o al menos lo era en el momen-
to en que este Informe se redactó). El Informe de 1976 insiste igualmente en la conve-
niencia de clarificar y ordenar toda la realidad institucional en la que se desenvuelve la
utilización de los recursos hidráulicos de Canarias ; para ello habría que referirse a las si-
guientes cuestiones12:

- Esclarecimiento de la función productiva del intermediario en la asignación


de este recurso, frente a la actividad puramente especulativa

- Estudio de los elementos socio-institucionales, y especialmente la estructura


de poder que impide una asignación óptima de este recurso

- Tipo de explotaciones que se ven afectadas por los exorbitantes incrementos


del precio de las aguas en los últimos años
10

- Deseconomías externas –descenso del nivel freático, pérdida de calidad y can-


tidad del stock acuífero- que provocan la explotación irracional (desde un pun-
to de vista social) del recurso.

ISLAS OCCIDENTALES
Recursos hidráulicos

Tenerife La Palma Subterráneas


Superficiales

Subterráneas

La Gomera El Hierro

C.I.E.S.

Estos autores se están refiriendo, por supuesto, a buscar un ‘mecanismo regula-


dor’ idóneo para los recursos acuíferos de Canarias, de forma que se consigo un equilibrio
estable entre la oferta y la demanda, garantizando el uso del agua donde ésta sea más ne-
cesaria. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la rentabilidad individual muchas ve-
ces no coincide con la rentabilidad social, por las razones siguientes:

a) Según las cifras estimadas de venta de aguas, se sabe que ésta sólo alcanzaba
en los diferentes mercados de la isla de Gran Canaria un 17% del total de agua
producida.

b) El rasgo principal de las extracciones de agua era (y sigue siendo) su carácter


oligopolista o monopolista de la parte de la oferta, lo cual favorecía el carácter
especulativo de las transacciones.
11

c) En general existe una vinculación directa entre las grandes explotaciones agrí-
colas y la propiedad (o distribución) de agua, la cual explica en gran medi-da
no sólo la aparente paradoja de la continua subordinación de los intereses agrí-
colas a los intereses de los aguatenientes, sino, además, que la ‘política hidráu-
lica’ reforzara la estructura de poder existente.

Como viene indicado en el primer Informe, la casi totalidad de los recursos hi-
dráulicos canarios de 1975 ascendían a 960 Hm3, de los cuales 350 procedían de las aguas
superficiales, que eran aprovechadas únicamente en un 11%, 600 de aguas subterráneas,
utilizadas en un 70%, y un porcentaje no significativo (∼ 10 Hm3) de las potabilizadoras.
Dado el alto índice de infiltración y evapotranspiración de las aguas superficiales, a causa
de la aridez del clima y de la carencia de vasos adecuados, el aprovechamiento de éstas
siempre ha constituido una pequeña fracción de la aportación total ; en cuanto a las aguas
subterráneas, en la época del estudio se estaban explotando en torno a los 450 Hm3, lo
que suponía ya entonces acercarse peligrosamente al límite de las posibilidades existen-
tes, que se habían rebasado con creces en Gran Canaria (de ahí la necesidad de instalar
plantas potabilizadoras de agua marina), y faltaba poco para que se llegase a la misma si-
tuación en Tenerife.
12

AGRICULTURA

1975 fue uno de los años más secos registrados en Canarias, lo que trajo consigo
la escasez y el encarecimiento de los recursos hidráulicos. Mientras que en Tenerife se
produjo una sobreexplotación de las galerías de la zona Norte, y en La Gomera y El Hie-
rro la consabida escasez de aguas superficiales, en Gran Canaria, donde la situación lindó
lo catastrófico, se dieron las siguientes circunstancias:

a) Existencia, en Diciembre, de un 1,8% de agua embalsada sobre una capacidad


de embalse de 57 Hm3.

b) Inexistencia de aguas superficiales, que por lo general suponían el 19% de los


recursos hidráulicos de la isla

c) Sobreexplotación de los pozos (otro 19%), encareciéndose el m3 de agua y


agudizándose el descenso de los niveles freáticos.
13

Sin embargo, exceptuando el plátano, un cultivo que, como sabemos, demanda


grandes cantidades de agua, las exportaciones de productos agrícolas (tomates, especial-
mente) se incrementaron apreciablemente durante ese año (6,31% en Las Palmas y 3%
14

en Tenerife, como puede observarse en el gráfico). No obstante, hay que hacer notar –y
así lo recalca el Informe- que la citada escasez no coyuntural de los recursos hidráulicos
trajo consigo, por el aumento escandaloso que experimentó el precio del agua, así como
también por la ausencia de tecnología y de mecanización y por la dispersión de las explo-
taciones (minifundismo familiar), la falta de rentabilidad de muchas de éstas, en las que
se percibían unos salarios en ocasiones inferiores en un 50% a los de otros sectores que
estuviesen más en alza, como, por ejemplo, el sector servicios ; como contrapartida au-
mentó sensiblemente la explotación agrícola ‘part time’, con los naturales inconvenien-
tes que suelen acompañar a esa modalidad:

• No optimización del cultivo a elegir, de los medios tecnológicos y de los cos


tes.

• Arbitrariedades abusivas de una estructura comercial basada en el intermedia-


rio

• etc.

En cuanto al plátano, el Informe indica que este cultivo había entrado en una crisis
irreversible a nivel regional ; urgía, por tanto, instrumentalizar la situación, no en función
15

de la desaparición del cultivo, sino de su reestructuración de una manera más racional y


viable, y siempre teniendo en cuenta la colaboración activa del agricultor. La superficie
dedicada al plátano había descendido en Gran Canaria en un 13%, y menos significativa-
mente en Santa Cruz de Tenerife. La producción platanera descendió consecuentemente
en un 10,6% a nivel regional en relación con 1974, con el consiguiente descenso de las
exportaciones. Se exportaron un total de 335,76 millones de Kg. (9% de la producción),
mientras que el consumo local ascendió a 20,7 millones de Kg. (un 6% del total, lo que
supone un descenso del 2% con respecto a 1974).

TENERIFE
Importación de semillas de papa (Pts.)

C.I.E.S.

Otro producto interesante de la agricultura canaria es la papa, especialmente las


variedades tempranas que no se producen en Europa y cuya temporada de exportación se
extiende de Diciembre a Junio. En total había el año 1976 alrededor de 9.900 Ha cultiva-
das de papa ‘extra-temprana’, 84% de las cuales se encontraban en la isla de Tenerife, y
unas 3.500 Ha de papa temprana13. Destacaban las variedades de carne blanca, muy apre-
ciadas en Inglaterra (King Edward, Up-to-Date, Arran Banner y Kerr’s Pink14). Aunque
la sequía a que nos hemos referido más arriba mermó notablemente los envíos de papas
16

hacia Europa (al Reino Unido principalmente, seguido de cerca por Alemania, Holanda
y los Países Escandinavos), éstos se recuperaron con posterioridad, sobre todo tras las
lluvias que cayeron en Enero de 1976. Por otra parte, el incremento de la producción de
este cultivo que se había observado en el transcurso de los últimos años se reflejó de
forma significativa en el consiguiente incremento de las importaciones de semillas, cuyo
precio iba aumentando incesantemente. Ante este problema, los cultivadores canarios
solicitaron insistentemente lo siguiente15:

a) Que se estableciesen unos precios de garantía para la papa de consumo, con-


trolando de paso las importaciones indiscriminadas, que acababan siempre
arrinconando la producción local.

b) Que se construyesen cámaras frigoríficas con el fin de regular los excedentes


y mantener un alto nivel de abastecimiento interno.

c) Que se controlasen las distribuciones de la patata de semilla, creando asimis-


mo viveros de semilla que cubriesen al menos parte de las necesidades.
17

GANADERIA Y PESCA

Ganadería

REGION CANARIA
Cabezas de ganado sacrificadas
LAS PALMAS (1974)

Bovino
Ovino
LAS PALMAS (1975) Caprino
Porcino
Equino
Conejos

TENERIFE (1974) TENERIFE (1975)


Ministerio de Agricultura

Según el primer Informe16, este sector siempre ha constituido en Canarias una ac


tividad complementaria y subsidiaria de la agricultura, y se ha visto minimizada con la
crisis de la misma ; a ello se agregan problemas evidentes de mercado, como pueden ser
el cada vez más elevado coste de los piensos o, como contrapartida, los bajos precios de
la carne congelada que se importa del extranjero, o las importaciones masivas realizadas
por la C.A.T. A consecuencia de todo ello el censo ganadero disminuyó sensiblemente
en los años anteriores a la fecha del citado estudio, sobre todo en Tenerife, donde, sin
embargo, la cuantía de los sacrificios de animales ha sido inferior a la de Las Palmas ; a
tal efecto se barajan varias hipótesis:
18

a) Deficiencias estadísticas por ocultamiento

b) Remesas enviadas desde Tenerife para ser sacrificadas en Las Palmas

c) Sacrificios incontrolados en Tenerife

d) Posible epidemia „ocultada‟.

El Informe de 1976 completa esta información comentando que la crisis de la ga-


nadería canaria se debe a factores tanto externos como internos17. Entre los factores exter-
nos se citan las reducidas dimensiones de las explotaciones ganaderas a causa de una oro-
grafía adversa, las duras condiciones de trabajo inherentes a este sector, donde en muchos
casos continúan utilizándose tecnologías obsoletas como la estabulación de ‘pajeros’ y la
alimentación a base de pastos naturales, y la organización productiva individualizada, con
un deficiente control sanitario y una dependencia absoluta de los intermediarios en lo que
se refiere a la venta de cualquier producto. Como factores internos incide la peculiar confi-
guración del mercado laboral en las Islas a partir de la década de los 60, con una gran de-
manda de mano de obra para la construcción, así como el ingente crecimiento urbano que
se ha experimentado, que ha focalizado a la fuerza de trabajo, fuertemente salarizada, ha-
cia el sector turístico principalmente.

Pesca

Según el primer Informe, el centralismo, “... agitado por la inestabilidad de una


política al margen de las realidades”, provocaba que este sector se fuese agotando paula-
tinamente a lo largo de los últimos años en desesperados intentos de supervivencia ; sur-
gieron entonces los siguientes problemas inherentes al mismo18:

• Desalojo por la fuerza de los canarios del banco sahariano

• Inconcreción en torno al problema de las aguas territoriales

• Aumento de los costes

• Flota pesquera anticuada


19

• Creciente concurrencia por parte de las flotas peninsulares, cuyos barcos de


matriculaban en los puertos canarios a la espera de la firma de un concierto
con Marruecos.

En opinión de los autores del segundo Informe, el esperado Acuerdo Pesquero


hispano-marroquí no hizo sino acelerar aún más la crisis del sector pesquero canario, lo
cual corroboraba, por otro lado, los datos que se venían observando sobre la situación a
nivel internacional. Así, ya desde la Conferencia de Caracas sobre Derechos del Mar del
año 1973 se veía venir un desenlace rápido sobre la fijación de las aguas territoriales en
200 millas ; los profesores González Campos y Sánchez Rodríguez comentaban lo si-
guiente al respecto algunos años más tarde19:

“... la crisis a nivel internacional viene determinada por los cambios intro-
ducidos en las estructuras del derecho del mar, a causa del proceso de descoloniza-
ción de muchos países, a los imperativos de desarrollo económico que lleva a si-
tuar los recursos bajo la óptica de la soberanía de los Estados ribereños y el factor
tecnológico que, si por un lado ha supuesto un notable incremento de las capturas,
por el otro se ha convertido en una amenaza para la preservación del medio maríti-
mo. Todos estos factores han determinado que el anterior principio de libertad de
20

los mares se vea sustituido por una tendencia a la extensión de competencias de


los Estados ribereños sobre las aguas adyacentes”.
21

INDUSTRIA

El primero de los Informes que comentamos insiste en la necesidad que tienen las
Canarias de un desarrollo industrial como única vía para alejarse definitivamente “... de
las consecuencias de una economía de servicios insegura y periférica”. Reconoce, sin
embargo, las indudables dificultades que plantearía tal industrialización20:

TABACO
Millones de cajetillas vendidas

• A excepción del cemento y de las industrias derivadas de la pesca, las materias


primas tienen que ser importadas.

• Falta de infraestructuras técnicas: energía eléctrica, carreteras, puertos ade-


cuados para la pesca, etc.

• Recursos financieros ; invertir el ahorro canario en Canarias.

• Estudios de mercado.

• Formación empresarial y profesional adecuada.


22

• Análisis veraz de las estructuras de poder que operan en las Islas (librecambis-
mo vs. proteccionismo21).

• etc.

REGIÓN CANARIA
Consumo energético (Tm)
2000000
1800000
1600000
1400000
1200000
1000000
800000
600000
400000
200000
0
1971 1972 1973 1974 1975

TOTAL Consumo Suministro a buques y aviones

Tanto en Las Palmas como en Santa Cruz de Tenerife, la dimensión de las empre-
sas continuaba siendo excesivamente reducida, tanto desde el punto de vista del volumen
de producción como en lo que se refería al número de empleados por establecimiento ;
únicamente la industria del tabaco daba una media aceptable, teniendo en cuenta la dis-
persión de ese sector. No obstante, la industria tabaquera también se encontraba a la sazón
en una situación de crisis e incertidumbre, a causa de sus relaciones con Tabacalera S.
A.; dicha empresa, que había renovado en 1970 su Monopolio del Estado por un período
de 20 años más, se había convertido, en efecto, en una peligrosa competidora-regu ladora
de las labores canarias, como quedaba confirmado por un Decreto del 25-I-1973. En ci-
fras reales vino a significar, desde entonces a 1976, una pérdida del 22,87% en la partici-
pación del mercado de labores tipo ‘lujo’, y a su vez un 9,40% de participación en el mer-
cado de todas las labores de tabaco negro, o sea, una baja relativa del 35,87 y del 22,40%
respectivamente22. El tema energético de Canarias, por otra parte, crucial para el desarro-
llo de cualquier industria en las Islas, se enmarcaba en 1976 en el contexto siguiente23:

a) No existían recursos energéticos autóctonos aprovechables, contándose de ca-


ra al futuro con el aprovechamiento de fuentes potenciales como la energía
23

solar, la eólica, la geotérmica, etc., amén de la derivada del hipotético hallazgo


de yacimientos petrolíferos submarinos.

b) La demanda energética sólo estaba abastecida por los crudos petrolíferos im-
portados, refinados por las C.E.P.S.A. en sus instalaciones de Santa Cruz de
Tenerife.

c) El único transporte interior era por carretera, lo que motivaba que el consumo
unitario de gasolina por vehículo fuese mayor en Canarias que la media na-
cional ; a esto habría que añadir el deficiente servicio del transporte público
de viajeros, lo que incidía directamente en el desarrollo del parque de automó-
viles privados.

d) La situación geoeconómica de las Islas, así como el hecho de constituir éstas


un centro de gran atracción turística, influían en determinados consumos de
productos energéticos (JET a1 para la aviación ; gasoil para la flota pesquera
y para el abastecimiento de los buques que recalaban en los puertos canarios).

e) Relación directa que tenía (y tiene) en el Archipiélago la energía con el agua


(extracción de pozos con motores de gasoil ; gasto de fueloil y dieseloil en las
plantas potabilizadoras de agua salada).
24

TURISMO

Según un estudio publicado por el Cabildo de Tenerife24, carecemos de series de


datos suficientemente fiables acerca del fenómeno turístico en la Isla, al menos en lo que
respecta al período anterior a 1975, cuando se puso en marcha, por iniciativa de dicha
institución, un sistema de elaboración de estadísticas sobre turismo receptivo. De todas
maneras, se sabe que el Puerto de la Cruz, único centro turístico de Tenerife a la sazón,
que por aquel entonces estaba enfocado hacia un turismo claramente minoritario, recibió
ese año 8.687 visitantes, y que había visto incrementar sensiblemente el número de plazas
hoteleras disponibles a lo largo de la década anterior. A partir de 1975 comenzaba precisa-
mente el despegue de la zona Sudoeste, que ese año disponía del 30% de las plazas hotele-
ras de la Isla, frente al 58% ostentado por el Puerto ; en ese desarrollo tuvo una influencia
decisiva la construcción del Aeropuerto y de la Autopista del Sur. En general la evolución
del turismo en Tenerife en ese período fue más o menos como sigue25:

PUERTO DE LA CRUZ
Evolución de la oferta turística

a) Desde 1957 hasta 1962: Tenerife estaba aún bastante lejos de disponer de una
infraestructura turística. La capital, Santa Cruz, superaba al Puerto de la Cruz
en cuanto a número de visitantes foráneos, los cuales, salvo excepciones, no
podían considerarse propiamente como ‘turistas’.
25

b) Entre 1963 y 1967: Crecimiento anual del 23,4% (el más alto de toda la déca-
da). 9.000 plazas hoteleras en 1967, ocupadas alrededor de un 40%. Aparecen
los intermediarios, que a menudo tropiezan con dificultades para desarrollar
su labor por culpa de la escasez de alojamiento ; el „overbooking‟ estaba a la
orden del día. Predominaba el turismo alemán, con más de la cuarta parte de
los visitantes en 1967.

ISLA DE TENERIFE

Evolución del número de visitantes

c) Entre 1967 y 1973: Se quintuplica la capacidad hotelera de la isla de Tenerife,


que alcanza la cifra de 23.500 plazas en 1972. El número de visitantes, por su
parte, se incrementó en 128%, y también lo hizo la tasa de ocupación hotelera,
que llegó a alcanzar el 54% en 1971, disminuyendo algo al año siguiente. Pro-
liferación de centros turístico-residenciales: Callao Salvaje, Las Américas,
Los Cristianos, Palm-Mar, El Guincho, Ten-Bel, El Médano, El Porís, Las
Caletillas, Candelaria, Punta del Hidalgo, San Marcos, Los Silos, etc. Los
ope-radores turísticos comienzan a dominar la situación.

d) Entre 1972 y 1974: Primera gran crisis del sector turístico ; transformación de
la oferta con el fin de intentar capear el temporal:

- En el Puerto de la Cruz, período de readaptación a nuevas circunstancias.

- Las zonas marginales del Norte (Bajamar y Los Realejos) se transforman


en centros residenciales locales,

- El Sur evoluciona hacia una edificación de escasa volumetría, pero de in-


ferior calidad.
26

- El litoral Oeste sufre una paralización casi total, de la que se irá recuperan-
do lentamente a partir de los años 80.

- El litoral entre Costa del Silencio y la capital abandona las directrices tu-
rísticas de los años 60, exceptuando El Médano y el litoral de San Miguel.

En el Plan Insular de Ordenación Territorial de Tenerife se comenta a este respec-


to26:

“Conviene antes que nada recordar lo que efectivamente ocurrió entonces,


a la luz del análisis estadístico y económico del que hoy podemos disponer. Lo
primero que resta absolutamente claro es que en 1973 los turistas no dejaron de
venir. De hecho, salvo en 1979, el número de visitantes no descendió ningún año
de modo significativo. Lo que sí se redujo, y de forma considerable, fueron las
expectativas de que fueran a seguir aumentando en la misma proporción que lo
habían hecho en años anteriores, y ello parece que contribuye a provocar la espe-
cífica crisis en Tenerife y en el conjunto de Canarias ... La enseñanza a extraer de
aquella crisis no sería tanto la debilidad de la estructura de la economía de servi-
cios, vale decir del principal motor de la economía regional, como la debilidad de
la particular forma especulativa, que adopta un entramado inmobiliario-fundario,
que está en la base de su desarrollo”.

El despertar de la industria turística en Gran Canaria estuvo ligado, como es sabi-


do, a las compañías comerciales extranjeras (v.gr., carboneras, consignatarias y petrolífe-
ras) radicadas en las Islas desde principios de este siglo. A los visitantes relacionados con
la citadas empresas se les añadieron desde un primer momento, y en el período anterior a
la 1a Guerra Mundial, enfermos y personas de edad avanzada atraídos por la benignidad
del clima, a los que se sumaban los viajeros, fundamentalmente británicos, que iban de
paso hacia sus colonias27. Los primeros hoteles construidos en Gran Canaria lo fueron
con capital inglés a finales del siglo XIX ; son los actuales Hotel Santa Catalina (Las Pal-
mas de Gran Canaria) y Hotel Santa Brígida (El Monte). El año 1900 ya contaba la isla
con 4,227 visitantes extranjeros, 2.085 de ellos ingleses. Esa etapa turística decayó con la
Guerra Mundial, recuperándose en los años 1930-31 ; en 1934 se fundó el Sindicato del
Turismo, uno de cuyos directivos fue el famoso pintor Néstor Martín Fernández de la To-
rre. El citado organismo estaba dedicado enteramente a luchar por la conservación y reva-
lorización de los paisajes isleños, constituyéndose de esta forma en adelantado a su época.
Así, Néstor decía, proféticamente28:
27

“Hemos de tener en cuenta también la formidable playa de Maspalomas.


Quizá sea prematuro pensar desde ahora en ella ; pero por lo menos evitemos que
se haga nada que pueda convertirse en obstáculo para que las generaciones que
nos sucedan llevan a cabo los proyectos que en un futuro más inmediato les acon-
sejan las realidades del momento. No concibamos las cosas en pequeño, sino en
grande, con la vista en el porvenir, aunque los espíritus materialistas pudieran
asustarse y calificarnos de irrealistas”.

TURISTAS POR
NACIONALIDADES
Alemania
Dinamarca
Finlandia
Francia
Holanda
Inglaterra
Noruega
Suecia
Suiza
USA
España
LAS PALMAS, 1975 LAS PALMAS, 1980

INGLESES ESPAÑOLES

RESTO
BELGAS-HOLANDESES
ITALIANOS
ALEMANES FRANCESES
ESCANDINAVOS

TENERIFE (1975-1980)
28

Tras el lógico paréntesis de la 2a Guerra Mundial, el negocio turístico grancana-


rio se restableció paulatinamente. Durante la década de los 50, la afluencia de visitantes
se nutría básicamente de las escalas de los grandes trasatlánticos ; las preferencias de los
turistas se trasladaron de Santa Brígida a Las Palmas al promocionarse en esa época la
playa de Las Canteras como lugar de baños. Al establecerse, por fin, los vuelos ‘charter’
a nivel internacional a partir de 1957-58 se inició la etapa del turismo organizado, depen-
diente enteramente de los ‘tour-operadores’. A partir de 1963 comenzó a urbanizarse el
Sur de Gran Canaria, con lo que la atracción turística se desplazó lentamente de Las Can-
teras a las playas del litoral de San Bartolomé de Tirajana, tal y como Néstor de la Torre
lo había profetizado 30 años antes. El ‘boom’ turístico no se hizo esperar, y continuaría
a lo largo de la década siguiente29. La urbanización del ‘Proyecto Maspalomas Costa Ca-
naria’ se desarrolló en tres etapas claramente diferenciadas30:

Turismo estacional (1976)


29

Turismo estacional (1976)

a) Desde 1952 hasta 1969: Puesta en funcionamiento de la empresa constructora,


creación de la infraestructura y llegada de los primeros compradores, que en
la mayoría de los casos adquirieron pequeñas parcelas.

b) Desde 1969 hasta 1972: Ocupación más agresiva del espacio, proyectándose
urbanizaciones de mayor tamaño. Desapareció el pequeño comprador e irrum-
pió el inversor alemán, que adquirirá grandes parcelas. Se configuró el aparta-
mento como el alojamiento turístico más idóneo.

c) A partir de 1972: Disminuyeron las ventas de solares, por varios motivos:

- Comenzaron a detectarse errores en las urbanizaciones construidas.


- El Colegio de Arquitectos se opuso al ‘Plan Parcial Lago de Maspalomas’,
y puso en cuestión la ocupación llevada a cabo hasta ese momento.
- Como consecuencia de la crisis mundial de la energía de 1973, gran núme-
ro de constructoras-inmobiliarias de ámbito provincial quebraron, al retra-
erse la inversiones.

Analizando la procedencia de los visitantes de la isla de Gran Canaria durante las


dos últimas décadas, vemos cómo Alemania, Península-Baleares y los Países Escandina-
vos, en ese orden, ocupan los primeros lugares en cuanto a número de turistas. A partir
de 1977 se observa una tendencia creciente del turismo nacional, que podría a la larga
30

llegar a convertirse en el dominante. También es significativa la variable de ‘estacionali-


dad’ ; en relación con esto vemos cómo los porcentajes de los países escandinavos son
mayores en relación a los de Alemania en la temporada alta, al revés que en la baja ; la
afluencia de visitantes españoles, por otro lado, guarda una proporción inversa con la de
los extranjeros en lo que a estacionalidad se refiere31. El Informe del CIES del año 1975
achacaba la crisis del sector servicios a diversas causas: instrumentalización política del
mismo, política triunfalista de las grandes cifras y ausencia total de planificación ; como
alternativa a tal situación se proponía reeestructurar el sector en base a los siguientes as-
pectos relevantes32:

• Reestructuración de la oferta en orden a conocer sus dimensiones reales, situa-


ción urbanística, aspectos positivos y deficientes, zonificación, etc.

• Conocer la estructura de la demanda aprovechando las fichas que se rellenan


en los hoteles para la policía, o bien mediante la metodología de la encuesta-
panel, o tal vez con ambos sistemas combinados.

• Conocimiento de las empresas extranjeras, o nacionales controladas por capi-


tal extranjero que operan en el sector, así como la concentración vertical de
empresas relacionadas con el turismo controladas por multinacionales

• Intentar controlar el campo de operaciones de las multinacionales del turismo,


respetando sus derechos, eso sí, pero también impidiendo sus métodos colo-
nialistas.
31

TRANSPORTES

LAS PALMAS y TENERIFE


Puertos: Movimiento de mercancías

Carreteras

En relación con la provincia de Las Palmas, el Informe de 1975 insistía en la ur-


gencia de solucionar el estrangulamiento gradual del tráfico que se estaba produciendo
en torno al puerto y en toda la capital y en la urgencia de llevar a cabo los últimos tramos
de la autovía que iba a enlazar esta zona con el resto de la isla de Gran Canaria ; a la vista
estaban las cifras relativas al desarrollo turístico y del aumento progresivo del parque au-
tomovilístico, especialmente en cuanto a turismos. Algo parecido estaba ocurriendo en
Santa Cruz de Tenerife, donde urgía, según el mismo Informe, potenciar la rápida termi-
nación de algunos proyectos ya en vías de ejecución e intentar la aprobación de otros que
se encontraban pendientes ; así en la isla de Tenerife había que llevar a cabo cuanto antes
la ampliación de la autopista Santa Cruz/Laguna y acelerar las obras del tramo Los Rode-
os/Sauzal de la autopista del Norte, así como las de las carreteras que enlazaban La Oro-
tava con Buenavista del Norte e Icod de los Vinos con el Sur de la isla. Se registraba asi-
32

mismo el abandono en que a la sazón se veían sumidas las Islas Menores en lo que a in-
fraestructura viaria se refiere33. El Informe de 1976 abundaba en los mismos puntos34.

PUERTOS CANARIOS
Movimiento de pasajeros

Puertos y aeropuertos

Comenzaba a ser preocupante la situación del Puerto de la Luz, en Las Palmas de


Gran Canaria, donde, a consecuencia de la reapertura del Canal de Suez, de la escalada
de la tarifa G-1, de la crisis de los superpetroleros y de la crisis económica mundial en
general, se registraron en 1975 los índices más bajos de actividad de los últimos 5 años,
tanto en lo que se refería a mercantes como a las cifras globales de TRB y de tráfico de
mercancías ; el puerto de Lanzarote continuaba también semiestancado, probablemente
por las mismas razones. También era deficiente la situación de los puertos de la provincia
de Santa Cruz de Tenerife, donde, a pesar de haberse incrementado el número de mercan-
tes atracados, disminuyeron tanto las mercancías cargadas y descargadas como los avi-
tuallamientos35. En lo que se refiere al tráfico aéreo, ambos Informes coinciden en el auge
del sector en Canarias en ese período, por lo que se insiste en la urgencia de añadir una
33

segunda pista en Las Palmas-Gando y de adaptar las instalaciones de Lanzarote y Fuerte-


ventura para recibir aviones de largo alcance y para funcionamiento nocturno ; en Teneri-
fe se estaba planteando por aquel entonces el dilema de si se debía seguir con los dos ae-
ropuertos existentes, o bien convenía eliminar uno de ellos, planteándose asimismo la ne-
cesidad de ampliar las instalaciones de La Palma y El Hierro, así como de dotar cuanto
antes de un aeropuerto a La Gomera36.
34

COMERCIO EXTERIOR

Como recuerda el Informe de 1975, desde 1952, al otorgársele a Canarias el


régimen de franquicia, las Islas quedaron desprovistas del Arancel, base de su política
comercial hasta entonces37. Este hecho “... ha incidido decisivamente en el subdesarrollo
en que se ha encontrado inmersa la región, ya que al no disponer de este instrumento,
carece de defensa frente a productos con ventajas considerables en costes comparativos
y, normalmente, protegidos por sus respectivos países mediante la desgravación fiscal a
la exportación”. Se ha introducido, en su sustitución, la llamada ‘tarifa especial’, cuya
eficacia, según se advierte, ha sido prácticamente nula ante la inexistencia de controlado-
res de nuestra economía ; por otra parte, el organismo regulador ha carecido de la sufí-
ciente flexibilidad y agilidad a la hora de adaptarse a las distintas situaciones que pudie-
ran presentarse. Las características fundamentales del comercio canario eran, en suma,
las siguientes38:

1) Las importaciones no estaban limitadas por la capacidad de exportación.

2) No existían restricciones cuantitativas ni administrativas a la importación


(excepto las que obedecieran a razones de moral, sanidad, orden político y las
que se dedujeran del comercio de Estado).

3) Los aranceles eran relativamente bajos.

En lo que se refiere a la integración internacional de la economía canaria, ésta se


caracteriza por los aspectos que siguen39:

a) El marco en que se han desarrollado los intercambio ha tenido frente a los paí-
ses centrales o dominantes en la estructura mundial un carácter dependiente.

b) Esa extraversión de la economía canaria desde sus inicios había sido esencial-
mente con los países dominantes del continente europeo, fundamentalmente
el mercado británico, permaneciendo tal orientación hasta nuestros días, si
bien en los últimos tres años las exportaciones al Africa habían incrementado
sustancialmente su participación respecto al total, hasta llegar a ser en 1976
del 30,8% ; no obstante, se trataba fundamentalmente de bienes a su vez im-
portados de los países industrializados.
35

c) Tal sistema no habría podido sostener tan peculiar rotación en sus mismas co-
ordenadas sin la intervención directa del capitalismo internacional.

d) En el desarrollo de las relaciones externas de la economía canaria, aparte del


interés específico que tiene su posición geoeconómica como punto de apoyo
en el comercio internacional, hemos de relacionar su específica integración
con el resto de la economía nacional y la contemplación del papel que le iba
asignando la Administración.

e) Mientras la economía peninsular funcionó en base a un prevalente autarquis-


mo, la economía canaria siempre siguió otro rumbo más abierto ; de ahí que
las contingencias externas de carácter bélico o financiero le afectasen más que
a otras economías.

f) En los últimos años se estaba asistiendo a una revalorización del papel posicio-
nal de las Islas Canarias en el seno de la dialéctica de los dos grandes bloques
desde 1945 y su discurrir más reciente centrado en el continente africano.

COMERCIO INTERNACIONAL
IMPORTACIONES

Europa
Asia
Las Palmas S/C de Tfe.
Africa
América
Oceanía

EXPORTACIONES
Las Palmas S/C de Tfe.

Exceptuando las elaboraciones a partir de la transformación del petróleo, los enví-


os canarios hacia el extranjero no eran precisamente en su mayoría productos industriali-
zados, sino sobre todo agrícolas, ni podían ser considerados como de primera necesidad,
sino que correspondían más bien a la categoría de ‘aperitivo y postre’. Se trataba, por
36

tanto, de exportaciones realizadas por un área típicamente subdesarrollada que actuaba a


merced del progreso o desarrollo de los grandes bloques económicos. De las importacio-
nes, por otro lado, tan sólo ocho del total de capítulos del Arancel suponían aproximada-
mente un 70% del valor total importado, destacando los combustibles minerales, con un
41%, los productos perecederos (carnes y huevos) y los productos acabados (maquinaria,
aparatos eléctricos y vehículos automóviles)40. Nuestros envíos a la Península también
se encontraban, por otra parte, según estos autores, excesivamente concentrados. Tan
sólo tres de los 90 capítulos que componían el Arancel sumaban cerca del 90% del total
de las exportaciones ; se trataba básicamente de frutos comestibles (12,2%), tabaco
elaborado (25,8%) y combustibles minerales (más del 50%). Las importaciones, por su
parte, tampoco eran muy diversificadas ; 13 capítulos del Arancel tan sólo ocupaban un
60% del total, aumentando especialmente las importaciones del grasas y aceites y las de
papel y cartón. Las conclusiones que saca el Informe a partir de estos datos son las si-
guientes (citamos textualmente)41:

• La estructura aduanera de Canarias y la realidad diferente de nuestro país en


el marco del Estado Español exige que las medidas de Política Comercial sean
analizadas e impuestas por Organismos ‘ad hoc’ canarios.

• El comercio de Canarias con el exterior se muestra muy rígido en su oferta, lo


que constituye una amenaza para nuestros intercambios, ya que al varia los
gustos del consumidor o al disminuir la capacidad adquisitiva de nuestros
clientes nos podríamos encontrar con graves dificultades. Es interesante llegar
a una mayor diversificación en los productos agrícolas que exportamos. Por
lo demás, urge disponer lo antes posible de productos industrializados en la
región cara a la exportación.

• La mejora de nuestra Balanza Comercial, experimentada a través del incre-


mento registrado en la relación real de intercambio no debe tranquilizarnos,
pues como se observa a lo largo de lo expuesto en este capítulo, nuestras ex-
portaciones son predominantemente agrícolas o se basan en simples transfor-
maciones, lo que es característico de un área típicamente subdesarrollada. Por
lo demás, se ha de tener en cuenta el papel jugado por los crudos tanto en la
importación como en la exportación.

• Insistiendo en el progreso registrado en nuestra Balanza Comercial, se ha de


tener en cuenta que está teniendo lugar en los años de crisis. Se ha iniciado a
partir de 1974. En consecuencia, es puramente coyuntural, no correspondiente
en modo alguno a reajustes estructurales o cambios de mentalidad por parte
del consumidor. Sería muy imprudente orillar la acción sistemática se los gru-
pos mercantilistas canarios.
37

RECURSOS FINANCIEROS

REGION CANARIA
Indices del coste de la vida (1975)

BASE: 1968 = 100


Feb, Abr. Jun. Ago. Oct. Dic.

Según el Informe de 1975, una de las principales consecuencias de las crisis eco-
nómica estaba constituida por el constante incremento del coste de la vida, lo que obli-
gaba a una frecuente actualización de la cesta de la compra, como se esperaba que ocu-
rriese con la entrada en vigor del nuevo índice para el año 1977 ; se esperaba asimismo
que en la nueva normativa se tuviesen más en cuenta las diferencias regionales42. El men-
cionado índice, al ser actualizado conforme a la Encuesta de Presupuestos Familiares rea-
lizada en años anteriores, había sido contraído a cien en Enero de 1969, arguyéndose en-
tonces, por otra parte, que las comparaciones sobre el crecimiento del coste de la vida en
las capitales canarias con respecto a la media nacional carecían absolutamente de sentido
desde un punto de vista científico ; frente a esto razonaban los autores del Informe que
esta afirmación soslayaba los aspectos que siguen43:

1. En Diciembre de 1968, último mes en que regía el anterior índice, el coste de


la vida en las capitales canarias era el siguiente:
38

Indice Alimentación Vestido Vivienda Gastos Gastos


General casa Diversos
Las 192,8 184,8 208,6 167,5 136,7 228,7
Palmas
S/C de 184,7 188,5 160,7 128,5 168,5 213,2
Tfe.
Media nac. 186,1 182,4 204,7 170,7 157,7 200,9

Como puede observarse, los bloques referidos a Alimentación y Gastos diversos


superaban entonces ampliamente en Canarias la media nacional ; Santa Cruz de Tenerife,
por otro lado, registraba un Indice General sensible-mente inferior a dicha media. En Abril
de 1976, por otro lado, fecha de la publicación del Informe, la situación era la siguiente:

Indice Alimentación Vestido Vivienda Gastos Gastos


General casa Diversos
Las 230,0 246,0 226,7 138,6 176,3 270,0
Palmas
S/C de 232,1 252,4 195,8 134,8 169,2 301,5
Tfe.
Media nac. 216,1 213,0 227,4 182,3 212,9 232,0

CANARIAS-PENINSULA

Indices del coste de la vida (1969)


39

2. La contracción a cien anuló esta diferencia. Sin embargo, a partir de 1969 las
capitales canarias comenzaron a registrar valores superiores a la media nacio-
nal en el Indice General y en Alimentación.

3. La escalada inflacionista de las capitales canarias y su comparación con la


misma de Madrid y Barcelona queda reflejada en el gráfico.

Como conclusión a este análisis, el Informe a que nos estamos refiriendo mencio-
na las siguientes consideraciones44:

a) En los bloques más significativos de los índices del coste de la vida para Abril
de 1976 se observaba una grave tendencia inflacionista que amenazaba con
agudizarse a partir del mes de Septiembre. Era la consecuencia inevitable de
una política económica que se mostraba como poco racional y que indudable-
mente no tenía como objetivo supremo atender a las necesidades de la colecti-
vidad canaria.

b) El proceso que ha conducido al hundimiento de la empresa pequeña y mediana


no es de hoy, ya que aún durante el período inflacionista se ha prestado poca
o ninguna atención a la urgencia en cuanto a la autofinanciación, ni tampoco
a la necesidad de una preparación empresarial actualizada. En este fenómeno
han influido de manera decisiva las competencias mercantilistas y la progresi-
va y agresiva competencia peninsular.

c) En relación con lo anterior habría que considerar dos aspectos fundamentales:

• La realidad de unos estratos socioeconómicos empeñados en la demostra-


ción de su estatus, así como de sus aspiraciones de alcanzar estratos supe-
riores por medio del consumo de bienes de ostentación importados, siem-
pre más caros.
• Una sistemática evasión de capitales según los más diversos criterios de
drenaje: multinacionales del turismo, banca, seguros, comercio, empresas
agrícolas y no agrícolas, etc. ; algunos empresarios canarios justifican di-
cha evasión por la ausencia de estímulos para la inversión, lo cual no deja
de ser lícito en el marco de una economía de libre mercado como la nues-
tra.

El Informe de 1976 añade, como síntesis de lo que venimos diciendo45:

“En Canarias, como región subdesarrollada en que coexisten modos pro-


ductivos de diferente nivel de desarrollo y con relaciones intersectoriales de do-
minantes-dominados, el distorsionante papel de la especulación agrava el destino
de los excedentes por cuanto su finalidad esencial es retroalimentar el mismo
círculo como ya hemos sostenido. Es decir, que la orientación del capital real
expansivo ocupa un lugar muy secundario en la reproducción del sistema”. En
40

términos estrictamente financieros, tal práctica desfigura por su carácter presio-


nante, la principal razón de ser de un mercado financiero, que como sostiene N.
Krul 46 , es ‘precisamente el facilitar una distribución entre sectores y agentes
según el coste real de los recursos y el rendi-miento efectivo de las inversiones’”.

En lo que respecta al problema de la inflación, se hace hincapié en los siguientes


puntos47:

1. La inflación no es un mero registro de subidas de precios ; su proceso, por el


contrario, conlleva esencialmente repartos de rentas y salarios basados en la
dinámica de las tensiones sociales existentes, la cual, una vez desprovista de
controles políticos, se ha convertido en el regulados fundamental de la distri-
bución del ingreso.

2. Dicha distribución del ingreso pasa, pues, a primer plano en los análisis frente
al crecimiento económico ; incluso desde un punto de vista exclusivamente
técnico la disminución de la pobreza permanecerá bloqueada mientras el po-
der económico del país no se redistribuya más equitativamente. En el caso
concreto de Canarias este fenómeno reviste los siguientes efectos negativos:

a) Al acrecentarse la tendencia habitual a las inversiones especulativas, la si-


tuación actual favorece al capital parasitario más que al productivo, lo cual
incide negativamente en le mercado laboral, puesto que no se crean pues-
tos de trabajo.

b) La dependencia externa se incrementa excesivamente, ya que nuestra es-


tructura comercial importadora acusa muy sensiblemente los cambios
operados en los precios exteriores. El efecto sobre la economía canaria es
superior que sobre la nacional, debido a su mayor grado de dependencia.

c) La combinación del estancamiento económico por un lado con el altísimo


porcentaje de desempleo por el otro, junto con una elevada tasa de infla-
ción, está teniendo un efecto desastroso sobre la economía del Archipiéla-
go Canario.
41

CONCLUSIONES

El Informe de 1976, como colofón a lo que hemos ido viendo a lo largo del desa-
rrollo de este trabajo, concluye, en relación con el tema demográfico, que Canarias con-
tinuaba teniendo por aquellas fechas una tasa de natalidad bastante elevada, una de las
mayores de la nación, lo que impulsaba imparablemente el crecimiento, a pesar de que la
mortalidad infantil aún era significativa ; también constituía una constante „histórica‟ la
elevada tasa de población joven dependiente. No obstante, no se registraban migraciones
importantes hacia el exterior, “... porque ya no hay adónde emigrar masivamente ; y por-
que también, la clase obrera va conociendo los mecanismos que llevan a la emigración
exterior”48. Unicamente se registraban migraciones interiores de población activa del
campo hacia las ciudades, como describe el Informe de 1975xlvii, pero no motivadas por
una capitalización o racionalización de la agricultura, sino por su improductividad, mate-
rializada en bajos salarios ; este hecho estaba llevando a las Islas a una nueva dependen-
cia, por la necesidad que se estaba creando de importar productos que podrían producirse
de forma autóctona. Se asistía, además a una rápida terciarización de la actividad econó-
mica, así como a una bunkerización institucional ; el sector servicios había pasado a ocu-
par en la economía canaria el puesto que los modelos clásicos de los países desarrollados
asignaban a la agricultura: “Es un inmenso cajón de sastre en el que las actividades co-
merciales, turismo, servicios personales y otros, albergan y fomentan una lumpenbur-
guesía mercantil, prototipo de improductividad y vectora de inflación”. Comenzaba, por
otro lado, a desaparecer la demanda externa de mano de obra, agravándose así la espiral
del paro real ; por otra parte, las pocas industrias significativas existentes en Canarias se
hallaban controladas por el capital extranjero y peninsular, revirtiendo los beneficios en
áreas ajenas al Archipiélago. Un elevadísimo porcentaje de empresas medias y pequeñas
se debatían, por otro lado, en una prolongada agonía a causa de la baja preparación em-
presarial de sus propietarios y de su deficiente conocimiento de la economía de libre mer-
cado.

En lo que se refería al turismo, principal fuente de riqueza de nuestra economía,


como se ha visto, persistía el tratamiento ‘político’ del mismo, sin llevar a cabo un análi-
sis pormenorizado de la estructura de la oferta y de la demanda. Se ha tendido, por otra
42

parte, a identificar el turismo generado y consumido en Canarias con el peninsular ; el


saldo global es, evidentemente, negativo, “... exceptuando los salarios de los trabajado-
res del sector y unos pocos beneficios empresariales cuyo volumen no se ha podido cono-
cer, ...”. Algo parecido ocurría con la balanza comercial canaria, dado que en torno al
68% de nuestras exportaciones se componían de productos elaborados por empresas
exteriores a las Islas que no solían reinvertir sus beneficios en las mismas. Por todas estas
razones los autores de los Informes que hemos comentado inferían que las Islas Canarias
se encontraban en aquellos momentos entre el subdesarrollo y el neocolonialismo.
43

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VARIOS, 1992, El Turismo en Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, Cabildo Insular


45

NOTAS
1
CIES, 1976, Canarias en 1975: Análisis de su economía (‘Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, n 1),
Las Palmas de Gran Canaria, Caja Insular de Ahorros, pg. 183
2
El ‘neocolonialismo’ se manifiesta, en los países coloniales, por la concesión de una independencia for-
mal, mientras continúa el control sobre la economía del país y, por lo tanto, la mediatización de su efectiva
soberanía política ; en los países pobres no coloniales, por el sometimiento de su actividad económica a
los intereses y exigencias de los países imperialistas. En el terreno económico el „neocolonialismo‟ su-
pone: (1) El control monopolista del comercio por medio de compañías extranjeras ligadas a los trusts
internacionales, que imponen sus precios a las materias primas exportadas y a los productos manufactura-
dos importados por el país neocolonial ; las relaciones de éste sólo giran alrededor del país imperialista.
(2) La imposición de un régimen de monoproducción, cuya explotación se reservan los consorcios a tra-
vés de sus filiales ; de este modo se limita a un solo campo la entrada de divisas y se pone freno al desa-
rrollo industrial del país dominado. [Nueva Enciclopedia Larousse ; ARNOLETTO, Eduardo J., 2007, “Curso
de economía política”, en Eumed.net, Internet ; MOCTEZUMA BARRAGÁN, Carlos, 2014, “Colonialismo y
neocolonialismo”, en ContraLínea. Com, Internet ; BOUAMANIA, Saïd, 2’16, “Colonialismo, neocolonialis-
mo y balcanización”, en Investig’action, Internet]
3
CIES, 1977, Economía canaria 76. Desarrollo del subdesarrollo: especulación y necesidades (Cuadernos
Canarios de Ciencias Sociales, No 4), Las Palmas de Gran Canaria, Caja Insular de Ahorros, pp. 222-33
4
CIES, 1976, op. cit., pp. 5 ss.
5
CABRILLO, Francisco, 2016, “La crisis del petróleo”, en Expansión, Internet
6
MARTÍNEZ MILÁN, Jesús Ma, 1991, “La descolonización del Sahara occidental”, en Espacio, Tiempo y For-
ma, Universidad de Las Palmas de Canaria, pp. 191-200 ; GALDUF, A., 2010, “Sahara Occidental ; la historia
de una descolonización nefasta”, en Arqueohistoria, Internet ; MATEO, Luz M., 2018, “Sahara Occidental,
la descolonización pendiente y la lucha por la autodeterminación”, en Voces de Fénix, Internet
7
LÓPEZ AGUILAR, Juan F., 2001, El hecho diferencial canario: Ultraperifericidad e insularidad, en Miscelá-
neo Científico-Cultural, No 18, Colegio Oficial de Corredores de Comercio, pp. 77-85 ; GUERRA PALMERO,
Ricardo A., 2005, Autarquía y hecho diferencial canario, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Cana-
ria, Ediciones Idea ; DEL PINO, Jenny, 2013, “Transición democrática y comunicación social en Canarias,
1975-1982”, en V Congreso Internacional Latino de Comunicación, Universidad de La Laguna
8
Ibid., pp. 11-12
9
CIES, 1977, op. cit., pg. 12
10
CIES, 1976, op. cit., pg. 14
11
CIES, 1977, op. cit., pp. 18-19
12
CIES, 1977, op. cit., pp. 45-46
13
CIES, 1976, op. cit., pp. 52-53
14
MARRERO, Aguedo (ed.), 2003-2018, “Cultivos tradicionales de papa en Canarias: la otra biodiversidad”,
en Rincones del Atlántico, Internet
15
CIES, 1976, op. cit., pg. 69
16
Ibid., pg. 64
17
CIES, 1977, op. cit., pp. 78 ss.
18
CIES, 1976, op. cit., pg. 65
19
CIES, 1977, op. cit., pp. 83 ss.
20
CIES, 1976, op. cit., pg. 77
21
ARAOZ-FRASER, Santiago, 2009, “Librecambismo y proteccionismo”, en Portafolio, Internet ; CAMARA-
SA, Vicente, 2013, “Proteccionismo vs librecambismo”, en Geobiombo, Internet
22
CIES, 1977, op. cit., pp. 99 ss.
23
Ibid., pp. 107-108
24
VARIOS, 1992, El Turismo en Tenerife (I), Santa Cruz de Tenerife, Cabildo Insular, pp. 24 ss.
25
Ibid., pp. 27-36
26
CCRS Arquitectos, 1991, Plan Insular de Ordenación Territorial de Tenerife, Santa cruz de Tenerife, Cabil-
do Insular (fotocopia)
27
NADAL PERDOMO, Ig. Y GUITAIN AYNETO, C., 1983, El Sur de Gran Canaria: entre el turismo y la margi-
nación (Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales, No 9), Las Palmas de Gran Canaria, Caja Insular de Aho-
rros, pg. 73
28
Ibid., pg. 76
46

29
Ibid., pg. 77
30
Ibid., pp. 80-117
31
CIES, 1977, op. cit., pg. 126
32
CIES, 1976, op. cit., pp. 91-92
33
Ibid., pg. 112
34
CIES, 1977, op. cit., pp. 133-34
35
CIES, 1976, op. cit., pp. 115-17
36
Ibid., pg. 117
37
Ibid., pp. 129-30
38
CIES, 1977, op. cit., pg. 146
39
Ibid., pp. 149 ss.
40
CIES, 1976, op. cit., pg. 13
41
Ibid., pp. 133-34
42
Ibid., pg. 147
43
Ibid., pp. 148-49
44
Ibid., pg. 151
45
CIES, 1977, op. cit., pg. 188
46
KRUL, N., Ahorro financiero y desarrollo económico, Fondo para la Investigación Económica y Social de
la C.E.C.A. (Comunidad Europea del Carbón y el Acero)
47
CIES, 1977, op. cit., pp. 203 ss.
48
Ibid., pp. 217 ss.

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