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FACULTAD DE INGENIERIA
CIVIL
UNIDAD I
CICLO : VI
SECCIÓN : “A”
AYACUCHO - PERÚ
2018
pág. 1
Indicé
Contenido
Indicé ............................................................................................................................................... 2
Introducción ..................................................................................................................................... 3
Resistencia al Esfuerzo Cortante del Suelo ..................................................................................... 4
1. Fundamentos para el análisis del ensayo – ley de coulomb ..................................................... 4
1.1 Ecuación de falla de Corte de Coulomb .............................................................................. 4
1.2 Componentes de la resistencia al corte................................................................................ 5
A. Fricción (TG Φ):.............................................................................................................................. 6
B. Concepto de cohesión ...................................................................................................................... 8
C. Tensiones internas ......................................................................................................................... 10
1.3 Teoría De Rotura De Mohr ................................................................................................... 10
1.4 Criterio De Falla Mohr – Coulomb ........................................................................................ 12
2.- corte Directo ............................................................................................................................. 13
2.1 Principio del ensayo de corte directo: ................................................................................... 13
2.2 Ensayos de resistencia al esfuerzo de corte en suelos ........................................................ 14
2.3 Clasificación de ensayos de corte directo ............................................................................ 14
2.3.1 Ensayos no consolidados – no drenados .................................................................................. 14
2.3.2 Ensayo consolidado – no drenado ............................................................................................ 14
2.3.3 Ensayo consolidado – drenado ................................................................................................. 14
3. Ensayo Triaxial......................................................................................................................... 15
3.1. Generalidades ..................................................................................................................... 15
3.2. Aplicaciones ....................................................................................................................... 15
Esfuerzos principales .......................................................................................................................... 15
3.3. circulo de Mohr ................................................................................................................... 17
3.4. esfuerzo desviador .............................................................................................................. 19
Conclusiones ................................................................................................................................. 20
Referencias Bibliográficas.............................................................................................................. 21
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Introducción
Cuando sometemos una masa de suelo a un incremento de presiones producida por algún
tipo de estructura u obra de ingeniería, se generan en el suelo en cuestión, esfuerzos que
tratarán de mantener el equilibrio existente antes de aplicada la solicitación externa.
Cuando la carga exterior aplicada tiene una magnitud tal que supera a la resultante de los
esfuerzos interiores de la masa de suelos, se romperá el equilibrio existente y se producirá lo
que denominaremos, de aquí en adelante, Planos de Falla o de deslizamiento que no son otra
cosa que planos en los cuales una masa de suelo tuvo un movimiento relativo respecto de
otra.
Es decir, que, en estos planos de falla, las tensiones internas originadas por una solicitación
externa sobrepasaron los límites máximos de las tensiones que podría generar el suelo en las
condiciones en que se encuentra
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Resistencia al Esfuerzo Cortante del Suelo
1. Fundamentos para el análisis del ensayo – ley de coulomb
El ensayo de corte directo impone sobre un suelo las condiciones idealizadas del ensayo. O sea,
induce la ocurrencia de una falla a través de un plano de localización predeterminado. Sobre este
plano actúan dos fuerzas (o esfuerzos): un esfuerzo normal debido a una carga vertical (Pv)
aplicada externamente y un esfuerzo cortante debido a la aplicación de una carga horizontal (Ph).
Estos esfuerzos se calculan simplemente como:
N = Pv /A t f = Ph / A
tf = c + σ n * tg Φ
Fig. 5.21 Relación entre los esfuerzos de corte máximo y los esfuerzos normales. La línea
recta obtenida se conoce como Envolvente de falla
t = c + s tan Φ
Donde:
s = s´+ u
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Donde u = presión intersticial
Pudo apreciarse entonces que, dado que el agua no puede soportar esfuerzos cortantes
substanciales, la resistencia al corte de un suelo debe ser el resultado únicamente de la
resistencia a la fricción que se produce en los puntos de contacto entre partículas; la magnitud de
ésta depende solo de la magnitud de los esfuerzos efectivos que soporta el esqueleto de suelo.
Por tanto, cuanto más grande sea el esfuerzo efectivo normal a un plano de falla potencial, mayor
será la resistencia al corte en dicho plano. Entonces, si se expresa la ecuación de Coulomb en
términos de esfuerzos efectivos, se tiene:
t = c´ + s´ tan Φ ´
En la cual los parámetros c´ y Φ´ son propiedad del esqueleto de suelo, denominadas cohesión
efectiva y ángulo de fricción efectiva, respectivamente.
Puesto que la resistencia al corte depende de los esfuerzos efectivos en el suelo, los análisis de
estabilidad se harán entonces, en términos de esfuerzos efectivos. Sin embargo, en ciertas
circunstancias el análisis puede hacerse en términos de esfuerzos totales y, por tanto, en general,
se necesitará determinar los parámetros de resistencia al corte del suelo en esfuerzos efectivos y
en esfuerzos totales. Es decir, los valores de c´, Φ ´ y c, Φ. Estos se obtienen, a menudo en
ensayos de laboratorio realizados sobre muestras de suelo representativas mediante el ensayo
de corte directo (ASTM D-3080-72) o el ensayo de compresión Triaxial (ASTM D-2805-70).
Fig. 1: Falla de una base apoyada sobr e un manto de arena en un ensayo en modelo realizado
en el Laboratorio
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A. Fricción (TG Φ):
Volviendo ahora a nuestro ejemplo anterior de la Fig. 1 y 1a, si observamos con mayor
detalle una porción de lo que denominamos Plano de Falla veremos que el mismo no
atraviesa los granos del mineral que conforman la masa de suelos (Fig. 2a) sino que el
deslizamiento que se produce ocurre entre grano y grano (Fig. 2b) lo que equivale a decir
que la resistencia que ofrece una masa de suelo frente al deslizamiento de la otra, tiene
que ver con las fuerzas friccionales que se desarrollan entre los granos que la componen.
(a)
(b)
Se entiende también, en este aspecto que cuantos más granos entren en contacto entre sí
por unidad de superficie, mayor será el esfuerzo necesario para que ocurra el
deslizamiento (Interviene acá la compacidad del suelo, o la relación de vacíos del mismo).
En este mismo sentido, se deduce fácilmente que cuanto más angulosos y trabados se
encuentren los granos y cuanto mayor sea el coeficiente friccional del material que lo
compone, mayores serán las fuerzas friccionales que desarrollará (comparemos por
ejemplo las arenas con las arcillas).
Para interpretar mejor el fenómeno analicemos el plano o que se muestra en la Fig. 3 el
cual se encuentra articulado en “o” de tal forma que el ángulo α pueda variarse a voluntad.
Si sobre este plano apoyamos un cuerpo de peso “W” y cuya área de contacto con el
plano sea el área “A”, para un valor cualquiera del ángulo “α” tendremos una fuerza F=
Sisen α, que tratará de deslizar el cuerpo sobre el plano.
A esta fuerza “F” se le opondrá otra igual y de sentido contrario “fn”, que dependerá de las
características friccionales de los materiales.
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F
= tgα
N
F = Ntgα
Si F < fn ⇒ α < φ
Si F = fn ⇒ α = φ fn = N tg φ
Este simple ejemplo, conocido como el “plano inclinado”, nos permite obtener las siguientes
conclusiones:
a) La magnitud de la fuerza de fricción disponible es directamente proporcional a la fuerza
normal al plano de deslizamiento y al ángulo de fricción del material φ. Si uno de estos dos
valores es nulo, no hay fuerza de fricción.
b) Si la magnitud de la fuerza que intenta producir el desplazamiento es menor que N.tgφ, solo
se pone de manifiesto una parte de la fuerza friccional fn disponible y por lo tanto no hay
deslizamiento.
c) El ángulo de fricción del material φ es el valor límite del ángulo de oblicuidad α. Estas
conclusiones pueden extrapolarse a otras situaciones. Supongamos el caso de una arena
limpia y seca, o sea en la que no exista ninguna fuerza de unión entre sus granos (no hay
cohesión).
El máximo ángulo con el que se podrá construir un talud con dicha arena tendrá un ángulo
φ con respecto a la horizontal ya que a un grano de arena apoyado sobre este talud se le
podría aplicar el mismo esquema de la Fig. 3. A este ángulo φ se lo denomina en Mecánica
de los Suelos ángulo de fricción interna del material.
f n = Ntgφ
τ = σ n .tg φ
Debemos tener en cuenta sin embargo que en los casos en que la masa de suelo esté
saturada, las tensiones internas que se originarán por la aplicación de esfuerzos
externos, serán una combinación de tensiones intergranulares efectivas y de presiones
neutras o de agua de poros. Por lo tanto, en estos casos, deberá tenerse presente que la
fórmula anterior es válida, o está deducida para el caso de esfuerzos efectivos, por lo que
la fórmula anterior
Quedará reducida a la siguiente expresión:
Donde como sabemos σ´ = (σ – u) es la tensión efectiva. Esta ecuación, así como está,
no es aplicable a cualquier caso o tipo de suelos ya que está deducida para el caso de
arenas limpias sin ningún tipo de adhesión entre sus granos.
B. Concepto de cohesión
Hay suelos (las arcillas, por ejemplo), donde además de los esfuerzos friccionales,
contribuyen con otros factores que se suman al momento de evaluar la resistencia final al
esfuerzo de corte.
Si tenemos una arcilla que haya soportado, a través de su vida geológica, sobrecargas tales
como estratos que luego fueron erosionados, glaciares, estructuras, etc. podemos decir que
se encuentra pre consolidada. Cuando extraemos una muestra de este material, y la
protegemos convenientemente de las pérdidas o de los incrementos de
humedad, observaremos que una parte importante de las presiones intergranulares a las que
fue sometida en su proceso de consolidación, es retenida por efecto de la acción capilar
sobre la superficie de la muestra.
Es decir que por acción del fenómeno de “capilaridad”, actúa sobre los granos de la muestra
una tensión superficial, que provoca una resistencia adicional al esfuerzo cortante, que se
suma a la definida en la ecuación (1) y a la que llamaremos “cohesión aparente”. Este
nombre deriva por la circunstancia de que es un valor relativo y no permanente ya que
depende del contenido de agua que tenga la muestra de suelos.
Supongamos como ejemplo que intentamos pegar un grano de arena fina con otro grano de
arena del mismo tamaño, si los dos granos están secos, de ninguna manera se unirán
(Fig4a). Pero si hay una pequeña capa de agua sobre los mismos, es posible que se unan
de tal manera que la tensión superficial que desarrolla el menisco que se forma por la unión
de los granos, soporte el peso del grano y que el mismo se “pegue” al otro (Fig. 4b).
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Fig. 4: Capilares entre dos granos de arena
Esta unión entre granos en una arena fina con tamaño de granos del orden de los 0,5 mm
(500 µ) es muy débil, ya que los esfuerzos de gravedad (peso del grano) son muy
importantes comparándolos con los esfuerzos de atracción que genera la tensión superficial.
Este fenómeno sin embargo es de potencial importancia entre las partículas de arcillas que
son 500 veces más pequeñas que el grano de arena fina de nuestro ejemplo anterior (<2 µ) y
donde la forma de las mismas dejan de ser redondeadas para pasar a ser laminares. Fig. 5.
Este fenómeno de atracción entre partículas en los suelos finos, (limos y arcillas) se conoce
con el nombre de cohesión aparente.
En muchas arcillas esta atracción entre partículas como consecuencia de la tensión
superficial, se pierde rápidamente si la muestra se sumerge en agua, ya que la muestra
absorbe agua, los meniscos aumentan de radio con lo cual los esfuerzos que mantienen
unidas a las partículas disminuyen, las partículas se separan y la muestra se desgrana
totalmente o en trozos perdiendo de esta forma la cohesión aparente debida a la tensión
superficial.
En otros tipos de arcilla esta pérdida de cohesión no se manifiesta cuando son sumergidas
en agua. Evidentemente en estos casos las partículas son retenidas por fuerzas de otro tipo,
que no alcanzan a ser destruidas, por la inmersión en agua.
Estas fuerzas pueden ser de carácter electrostático, que son generadas por la película de
agua absorbida que se forma sobre cada partícula. O derivar de agentes cementantes
naturales o no, como es el caso del cemento Portland cuando lo mezclamos con suelos para
hacer suelo- cemento.
A esta forma casi permanente de resistencia al corte, o resistencia al desplazamiento
relativo de partículas adyacentes motivada por esta fuerza de origen interno se la denomina
cohesión verdadera (las pizarras por ejemplo son arcillas con una elevada cohesión
verdadera).
Tanto la cohesión aparente como la verdadera reciben el nombre general de cohesión y se
identifica en la Mecánica de suelos con la letra” c”.
De esta forma la ecuación (1) toma la siguiente forma general conocida como Ecuación de
Coulomb:
τ = c + σ '.tgφ= c + (σ − u ).tgφ
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C. Tensiones internas
Si por el extremo de (punto B) trazamos una paralela a la dirección del plano principal
máximo OA tendremos ubicado el punto Op sobre el círculo. La normal a OpB trazada por Op
debe pasar por A, por lo tanto, AOp pasa por el extremo de la tención principal minina y es
paralela a la dirección del plano mínimo OB. Podemos decir entonces que cualquier línea que
pasa por Op u es paralela a un plano arbitrariamente elegido corta al círculo en un punto (C)
cuyas coordenadas son las tenciones que actúan sobre dicho plano.
Debemos tener en cuenta además que entre la dirección OpC (plano cualquiera) y OpB
(plano principal máximo) el Angulo comprendido es .
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1.4 Criterio De Falla Mohr – Coulomb
A partir de una serie de pruebas de compresión, llevadas a cabo sobre muestras idénticas de
suelo, con presiones de confinamiento diferentes (según figura 5.30), representadas por un
conjunto de círculos de Mohr que representan la falla. Se ha definido en la práctica que una
envolvente de falla es tangente a estos círculos, la que es representada aproximadamente
como una línea recta sobre un amplio rango de tensiones. La ecuación de la envolvente se
puede expresar de la misma forma como la ley de Coulomb.
= דc + (σ * TgΦ)
Donde σ y דson tensiones totales.
La forma de la envolvente es conocida como el diagrama de Mohr.
2 * α = 90º + Φ
por lo tanto:
α = 45º + Φ / 2,
a este plano se le denomina Plano de Falla Teórico.
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Figura 5.31 Esfuerzo total versus esfuerzo de corte
Los aspectos del corte que nos interesa cubrir pueden dividirse en cuatro categorías:
b. Resistencia al corte drenado para suelos cohesivos, en que el desplazamiento debe ser
muy lento para permitir el drenaje durante el ensayo.
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c. Resistencia al corte residual, drenado, para suelos tales como arcillas en las que se
refieren desplazamientos muy lentos y deformaciones muy grandes.
d. Resistencia al corte para suelos muy finos bajo condiciones no drenadas en que el corte es
aplicado en forma rápida.
Durante muchos años, la prueba directa de resistencia al esfuerzo cortante fue prácticamente
la única usada para la determinación de la resistencia de los suelos: hoy, aun cuando
conserva interés práctico debido a su simplicidad, ha sido sustituida en buena parte por las
pruebas de compresión Triaxial.
Para suelos no cohesivos, estos tres ensayos dan el mismo resultado, esté la muestra
saturada o no, y por supuesto, si la tasa de aplicación del corte no es demasiado rápida. Para
materiales cohesivos, los parámetros de suelos están marcadamente influidos por el método
de ensayo y por el grado de saturación, y por el hecho de que el material esté normalmente
consolidado o sobre consolidado. Generalmente, se obtienen para suelos sobre consolidados
dos conjuntos de parámetros de resistencia: un conjunto para ensayos hechos con cargas
inferiores a la presión de pre consolidación y un segundo juego para cargas normales mayores
que la presión de re consolidación. Donde se sospeche la presencia de esfuerzo de pre
consolidación en un suelo cohesivo sería aconsejable hacer seis o más ensayos para
garantizar la obtención de los parámetros adecuados de resistencia al corte.
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3. Ensayo Triaxial
3.1. Generalidades
Debido a que el suelo es un material tan complejo, ninguna prueba bastará por si sola
para estudiar todos los aspectos importantes del comportamiento esfuerzo-deformación.
El ensayo Triaxial constituye el método más versátil en el estudio de las propiedades
esfuerzo-deformación. Con este ensayo es posible obtener una gran variedad de estados
reales de carga.
Esta prueba es la más común para determinar las propiedades esfuerzo-deformación.
Una muestra cilíndrica de un suelo es sometida a una presión de confinamiento en todas sus
caras. A continuación, se incrementa el esfuerzo axial hasta que la muestra se rompe. Como
no existen esfuerzos tangenciales sobre las caras de la muestra cilíndrica, el esfuerzo axial y la
presión de confinamiento, son los esfuerzos principal mayor y principal menor
respectivamente. Al incremento de esfuerzo axial, se denomina esfuerzo desviador.
3.2. Aplicaciones
Esfuerzos principales
En una prueba de compresión cilíndrica, la falla ocurre debido al corte, por ello es
necesario considerar la relación entre la resistencia al corte y la tensión normal que actúa
sobre cualquier plano dentro del cuerpo a compresión.
En una prueba de compresión, una muestra de suelo está sujeta a fuerzas compresivas
que actúa en tres direcciones, en ángulos rectos entre sí, respectivamente; uno en la dirección
longitudinal, los otros dos lateralmente. Los tres planos perpendiculares sobre los cuales estas
tensiones actúan, son conocidos como los planos principales, y las tensiones como las
tensiones principales.
Muchos de los problemas de mecánica de suelos son considerados en dos
dimensiones, y solo son usadas las tensiones principales mayor y menor. A la influencia de la
tensión principal intermedia se le resta importancia.
Una valoración tal vez más representativa de las condiciones reales en las que se produce la
rotura en el terreno debería ser realizada mediante un ensayo de laboratorio que reprodujese la
situación original de la muestra que se ensaya, considerando una presión lateral de
confinamiento y una presión axil que corresponda, por ejemplo, a la carga ejercida por una
cimentación.
Con este objeto se desarrolló el equipo triaxial para suelos, que en esencia responde a una
descripción similar a la presentada para el dispositivo utilizado en el ensayo de compresión
simple (habitualmente una prensa electromecánica, en casos especiales un dispositivo
hidráulico servo controlado) al cual se ha implementado una celda en la cual se inserta la
muestra, y en la que se imitan las condiciones de confinamiento del terreno.
Con esta finalidad, se talla una probeta de suelo (representativa y presuntamente inalterada), la
cual se enfunda en una camisa dúctil e impermeable que aísla el suelo de un fluido confinante
con el cual se rellena la célula (por lo general agua) cuya presión puede ser controlada. La
carga axil se aplica a través de un vástago que se introduce en la célula a través de un
dispositivo que evite la fricción y las fugas del líquido que rellena la cámara. Con el fin de
mejorar la fiabilidad de las medidas de tensión y deformación que sufre la célula, la probeta se
instrumenta (bien con galgas extensiométricas o bien con extensómetros) y la célula de carga
se dispone en el interior de la cámara de presión.
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Esquema del equipo triaxial (CEDEX)
Representación de los círculos de Mohr para cada probeta en un ensayo triaxial, grafiado
en el campo tensión normal – tensión tangencial. (GeoRock 07, GEOSTRU)
Además de permitir una configuración de esfuerzos más realista que los ensayos de corte directo
o de compresión simple, el ensayo triaxial cuenta con la posibilidad de medir y controlar la presión
intersticial de la muestra tanto durante el proceso de preconsolidación como durante el de carga y
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rotura, permitiendo por tanto la estimación de los parámetros de corte en tensiones totales o
efectivas.
Representación gráfica de los estados de esfuerzo de una muestra de suelo, sometida a una
prueba de compresión Triaxial.
La construcción gráfica, para definir el lugar geométrico de un punto P, por medio de círculos, es
de gran importancia en la mecánica de suelos. Estas resultantes son conocidas como tensiones
de círculo de Mohr, cuya ilustración es la figura 5.28 a y b.
σd = (σ1 – σ3)
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- La máxima tensión de corte es representada por el punto P (punto más alto del círculo), y
es igual al radio.
R = (σ1 – σ3)
2
- Un plano sobre el cual ocurre la máxima tensión de corte, está inclinado en 45º con
respecto a la horizontal.
- El centro del círculo C, está a una distancia:
OC = (σ1 + σ3) / 2,
Desde el origen
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Conclusiones
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Referencias Bibliográficas.
o Teoría y aplicación de la Mecánica de suelos, Mecánica de Suelos, Tomo I, Juárez Badillo – Rico
Rodríguez.
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