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CAPÍTULO 2: FACTORES FAMILIARES Y CONSUMO DE SUSTANCIAS

PSICOACTIVAS EN JÓVENES

2.1 Comportamiento antisocial

Esta aumenta en este periodo adolescente, en la cual los adolescentes son vulnerables a
temas problemáticos. Los cuales suman a los factores que desencadenan la violación de
normas.
Estas personas podrán tener perspectivas diferentes ante las situaciones que se encuentran,
crearán argumentos que disminuyan el riesgo de consumo de drogas. Porque son un
buscador de sensaciones nuevas, quieren vivir nuevas emociones y mucho más intensas
vividas hasta el momento, en la etapa de la niñez, al llegar al objetivo de tal placer, aplazan
los problemas a largo plazo que traerán el estar inmiscuido en ese mundo que han creado.
Quieren poseer los “privilegios” del adulto que ellos piensan que se comporta
normalmente.
En una conclusión en la cual puedan llegar los adolescentes incluidos en esta problemática,
es la búsqueda y obtención del respeto de sus compañeros, reafirmar su autonomía frente a
sus familiares o padres. Las prácticas de parentalidad fallan y consigo la calidad de las
relaciones entre sus miembros decae. (Universidad de Santiago de Compostela, 2002)

Factores en este comportamiento antisocial podemos nombrar algunas como:


 Déficit en autoestima
 Propensión a correr riesgos
 Impulsividad
 Pertenecer a pandillas

Tales factores, pueden causar diversas consecuencias:


 Aislamiento social
 Fracaso escolar
 Maternidad o paternidad temprana
 Problemas legales
2.2 Familias disfuncionales
2.3 Estilos de crianza y acompañamiento parental.

Un número mayor de hijos, puede causar la menor supervisión de todos ellos. El castigo
físico, amenazas, la conducta hostil de parte de algunos padres, la agresión, conformarán la
marca de inicio para el desenfreno del joven hijo.

Mencionaremos tres tipos de prácticas educativas que determinan el consumo o no de


drogas (Universidad de Santiago de Compostela, 2002):
 Autoritario (represivo o coercitivo): abordado por el castigo y la amenaza, los
reglamentos se imponen a la fuerza, donde se tienen que acatar de todas maneras sin
la comprensión de estas, ni la evaluación de los extremos que pueden conducir. Los
mandatos van de una dirección específica: desde el que tiene mayor poder y control,
hasta el eslabón considerado más débil. Acompañado por un bajo apoyo. Puede
generar bajo autoestima, y encontrar “acogedor” el grupo con el que pueda juntarse
en la calle o escuela, las cuales pueden recomendarle a este adolescente
perteneciente a esta familia que pruebe ciertas “cosas” las cuales puede sacarlo de
sus problemas familiares, del que se encuentra atado y oprimido.
 Permisivo: control escaso o inexistente, de una manera tratan a los hijos de a
iguales, inmiscuyéndolos en temas que no son adecuados para su edad y su
capacidad de procesar tales situaciones. No plantean deberes a sus hijos, los cuales
poco a poco va disminuyendo su desarrollo de responsabilidad. Estos chicos no
evalúan los riesgos que traerá consumir ciertas sustancias nocivas para su salud, ya
que los padres no están preocupados ni al tanto de su vida diaria, no otorgan limites,
entonces el joven da riendas sueltas a su etapa adolescente.
 Democrático: hay apoyo y el control es el necesario. Las reglas son claras, hay
participación de los hijos, y estos van adquiriendo autonomía. Los hijos de esta
familia no toman tantos riesgos, tienen en cuenta la educación y palabras que les ha
transmitido sus padres. También es consciente de la situación en la que se
encuentra, como por ejemplo su situación económica, estudiantil, familiar, etc.
Entre otras características que se pueden observar en los padres de familias con el riesgo
que sus hijos puedan caer en el vicio de las drogas son (UNODC, 2013):
 Comportamiento no previsto ante la severidad de problemas.
 Problemas en las relaciones matrimoniales.
 Aislamiento de los padres, al no asistir a visitas de los hijos o por el trabajo que
impide la suficiente interacción con sus hijos.
 La no supervisión de tareas escolares.

2.4 Estudios nacionales en la familia del consumidor de drogas.


Según investigaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(UNODC), y publicado por CEDRO (2013), no se ha encontrado mayor desarrollo en la
exploración sobre la familia comprometida en el problema de la dependencia de las
sustancias psicoactivas; sin embargo, podemos mencionar algunos trabajos de tesis
universitarios dirigidos a estas situaciones:
 Zeballos (1985): Abordó el tema sobre la sobreprotección de maternal en veinte
madres con hijos adictos al PBC y otras veinte madres como grupo de control.
Utilizó una escala de evaluación de la relación madre-hijo de R.M. Roth
modificada. Los resultados encontró que el grupo de madres con hijos dependientes
de PBC mantienen una sobreprotección e indulgencia sobre sus hijos más que la del
grupo de control.
 Francis (1987): Toma la investigación de la satisfacción familiar. Tiene a dos
grupos de familias: veinte de ellas con al menos un miembro adicto al PBC, y otro
grupo de veinte personas, pero sin ningún elemento con problemas con drogas.
Para esto utilizó el instrumento de Olson y Wilson. Los resultados fueron que las
familias con parientes dependientes a la PBC se mostraron más insatisfechas y que
repercutía más en madres que en padres.
 Cañavera (1988): Examina el conflicto marital en las parejas de padres con hijos
dependientes a la PBC. Lo realiza usando el cuestionario FACES III de Olson
(1989). El resultado fue que los padres con hijos consumidores presentan
disfuncionalidad pero con una adaptabilidad alta (caótica).
 Mendoza (2001): Se tomó un perfil estructural de 55 familias con pacientes
atendidos en el Hospital Hermilio Valdizán y su relación con el diagnostico
psiquiátrico. Se utilizó la escala familiar estructural sistémica (EFES). Se encontró
que estas familias eran tan disfuncionales como otras familias con hijos
dependientes de drogas, tomando en cuentas anteriores investigaciones.
 Rojas (2005): Realizó una investigación con 502 adolescentes consumidores de
drogas, cuyas edades eran de doce a veinte años, atendido en el Servicio Lugar de
Escucha-CEDRO. Encontró que la presión del grupo es un factor importante en la
iniciación del consumo de alcohol y otras sustancias.
 Rojas, Otiniano y Zereceda (2011): Utilizaron una muestra de 2153 consumidores
de marihuana, trabajando con análisis de frecuencias y correlación de Spearman. El
resultado fue que alrededor de los 30 años de edad, suelen abandonar el consumo de
estas sustancias, y que tanto hombres como mujeres usaban estas drogas, pero estas
últimas en menos frecuencia.

2.5 Estudios internacionales recientes sobre la relación entre la familia y el abuso de drogas
en jóvenes.
La UNODC, en su investigación del 2013, menciona algunas investigaciones que se
realizaron en diversos países:

 Carvalho (1995): Entre 16 378 estudiantes de secundaria en Brasil, se exploró la


relación entre las relaciones familiares y el consumo de drogas. Los resultados
fueron que la violencia en casa es el factor principal para el consumo de dichas
sustancias, incluyendo también los factores subjetivos intrafamiliares (las
percepciones que los individuos tenían sobre sus familias).
 Hermovich, Lac y Crano (2011): En Estados Unidos, fueron 4123 participantes
adolescentes en los cuales se realizó un análisis multivariado. Se llegó a los
resultados de que las familias monoparentales se involucran más en el consumo de
sustancias en comparación de las familias con ambos padres. Las drogas
consumidas fueron: tabaco, marihuana y alcohol. Mientras que el monitoreo
parental resulta ser favorable para el consumo de sustancias psicoactivas.

Bibliografía
Universidad de Santiago de Compostela. (2002). La prevención del cosnumo de drogas y la
conducta antisocial en la escuela: Análisis y evaluación de un programa. España.

UNODC. (2013). Abuso de drogas en adolescentes y jóvenes y vulnerabilidad familiar. Lima.

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