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94 ADALBERTO LEVI HAMBRA

En principio, la diferencia con el cuarto lazo consiste en que CALEIDOSCOPIO DE LA EBRIEDAD. FREUD, LA COCAÍNA
no compromete sino a dos consistencias. Y EL NACIMIENTO DEL PSICOANÁLISIS
Lacan llama sinthome a aquello que permite que si mediante dos
errores la cadena borromea se suelta (es decir, ya no hace cadena) MARCELA MARTINELLI HERRERA
lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario se mantengan de todas ma- HELÍ MORALES ASCENCIO
neras unidos y con apariencia de una cadena de tres.
Esto es lo que sucede a Joyce con su obra, que puede denomi-
narse sintomática. Esto es lo que sucede, en general, en la estabic
lización.
En palabras de Lacan, el sinthome "está en el lugar mismo en el
que el nudo falla, donde hay una especie de lapsus del nudo mismo" Hay parajes que sólo podemos contemplar por las
(17 de febrero de 1976). ventanas de la nariz.

CARLOS ISLA, 1979


PROBLEMAS DEL CUARTO LAZO
Según la leyenda, Manco Capac, el hijo del sol,
descendió en tiempos remotos de las cumbres del
Allouch considera que el nudo de cuatro implica un fracaso del lago Titicaca para llevar la luz de su padre a los
nudo de tres. Un fracaso que, según él, no logra resolverse satis- desgraciados habitantes del país; consigo llevaba
factoriamente. De hecho cita a Lacan afirmando que no es nudo, también muchas enseñanzas y así explicó a los hom-
e inmediatamente hace aparecer en su auxilio a Soury y Thomé, bres la vida de los dioses, les enseñó la práctica
quienes demuestran que sí lo es. Lo cierto es que la cadena de tres de artes útiles, y les dio además la hoja de la coca
se presenta como solución para Lacan en un momento en el cual que sacia al hambriento, hace fuerte al débil y
permite al desgraciado olvidar su tristeza.
él ya estaba construyendo la tétrada (esto es, la cadena de cuatro
dimensiones). Sin embargo, el nudo de tres consistencias, no je- SIGMUND FREUD, 1884
rarquizadas, esto es, homogéneas, se le presenta a Lacan como la
solución para múltiples problemas.
Pero, apenas borromeizadas, las tres dimensiones que constitu- l. INTRODUCCIÓN
yen la triada se revelan insostenibles. Lo que constituía solución
ahora constituye problema. Y Lacan se ve conducido a preguntarse El texto que aquí presentamos es un intento de gestar una genea-
si el número mínimo para la construcción de una cadena borromea logía de la práxis psicoanalítica construyendo un mapa donde se
no será de cuatro en lugar de tres. inscriban las rutas que recorrió Freud en los albores del psicoaná-
De todas maneras, y según Allouch, Lacan usa el nudo a falta lisis.
de otros recursos. Mucho se ha escrito sobre el nacimiento del psicoanálisis, aquí
Así como en R .S.I. aconseja acercarse tontamente al nudo, esto sólo . intentaremos aportar algunas vías para volver a pensar su
es, a pesar de que parecía haberse constituido en nuevo paradigma, surgimiento, a partir de problematizar un campo poco trabajado
Lacán lo desmitifica y, literalmente, desautoriza cualquier uso fe- en la epistemología freudiana: los textos y los pasajes sobre la
tichista que pudiera hacerse de él; terminará afirmando en Le cocaína en la obra y la práctica de Freud.
sinthome que el nudo no sirve (sert) pero estrecha (serre). Se trata, a decir verdad, más un trabajo de cartografía que de
·pistemología, sin embargo, lo primero desemboca en lo segundo.
Para situar la relación entre la clínica de Freud y su relación
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con la cocaína es menester primero ubicar algunas dimensiones A las drogas se les ha condenado y a quienes las usan·perséguido,
históricas. pero éstas no han sido utilizadas sólo por los adictos hechos mu-
ñecos, sino por poetas, científicos y pensadores radicales.
En los siglos XIX y XX surge un movimiento -sólo a partir de
II. PSICONAUTAS ALUCINADOS ahora podría nombrarse así, ya que se da de manera totalmente
desarticulada- que se aboca a desentrañar los brillos y las heridas
A lo largo de la historia humana el uso de las drogas ha servido de los límites de la conciencia cuando ésta se llena con los flujos
para distintos fines. Muchas culturas las emplearon en la comuni- y los reflujos de las drogas y los licores mágicos. A quienes intentan
cación exaltada con los dioses, como encuentro radical con el desentrañar esta dimensión les llamamos aquí filósofos de la con-
cosmos, como trampolín alucinado para tocar los cielos ocultos; ciencia ebria. Son pensadores, filósofos y escritores que navegan
como imán para la comunión con la naturaleza. También las lla- por los cauces de la ebriedad para plantearse el problema del
madas drogas encarnaban dioses vegetales o fuerzas cósmicas, o objeto de la filosofía, el campo de la literatura, las fronteras de la
fungían como camino luminoso en el mar del conocimiento. Los razón, los parajes insomnes de lo lúdico y el sentido de la vida.
chinos, los griegos, los tarahumaras y muchos otros pueblos no Algunos de los pensadores que navegando por los ríos de la
temían el encuentro con las sustancias alucinógenas; al contrario, conciencia ebria han convertido sus viajes en textos son: Aldous
las incluían y las convocaban en sus ceremonias, sus fiestas y sus Huxley, el famoso escritor de Un mundo feliz, Ernest Jünger el
fuentes de sabiduría. polémico filósofo alemán, Gottfried Ben, el estela dionisiaco; Wal-
La cultura occidental, con sus crisis en los campos de la religión, ter Benjamín, más cercano al psicoanálisis, y Carlos Castaneda,
la ciencia y la sociedad, ha vivido una curiosa relación con las chamán de la letra, autor de Las enseñanzas de Don Juan.
drogas: se han utilizado como gasolina cara, como aceite para el Otros navegantes, otros psiconautas de la embriaguez de todos
gastado engranaje de la cultura dolorosa del trabajo impuesto y los tiempos fueron: Nerval, De Quincey, Balzac, Delacroix, entre
mal remunerado, y también como papalote intergaláctico en la muchos nombrables.
huida de la miseria. Los filósofos escritores de los siglos XIX y XX que podríamos
Pero las drogas no sólo han servido como sustancias impulsoras invitar a esta escritura de la conciencia ebria tienen dos grandes
en medio de la decadencia, tambi~n fueron experimentadas en precursores, en este intento de arrojar luz más allá del humo de
viajes que llevaban más allá de las fronteras de la conciencia des- la racionalidad occidental y las bardas de la mirada hogareña.
pierta y la razón instrumental: más allá de la visión casera o el Evidentemente los dos precursores son un poeta, que es además
pensamiento filosófico provinciano. filósofo, y un filósofo que escribe como poeta. Nos referimos a
Octavio Paz escribe ubicando históricamente al poeta moderno: Charles Baudelaire y Friedrich Nietzsche.
Adelantemos lo encontrado: para los pensadores antes mencio-
No deja de ser turbador que la desaparición de las potencias divinas nados, tanto para el filósofo que escribe en alemán como para el
coincida con la aparición de las drogas como donadoras de la visión poeta que lo hace en francés, la experiencia de la conciencia ebria
poética. El demonio fam iliar, la musa o el espíritu divino, ceden e l sitio implica dos dimensiones. La primera tendría que ver con los pa-
al láudano, al opio, al hachís y, más recientemente, al peyote y a los hongos raísos artificiales, con la caricia a lo infinito, con el derroche en el
alucinógenos. La droga provoca la visión de la correspondencia, pone en
carnaval, con la música de Dios, con parir flores.
movi~iento a los objetos, hace del mundo un basto poema hecho de
Pero la otra qimensión no toca lo cele~ial, por el conti:a,rio ·
ritmos y rimas. 1
desemboca en lo infernal. Esta otra vertiente de la ebriedad apunta
al desconsuelo, a los ciclones donde no se vuelve sin cicatrices, a
1 Octavio Paz, "Conocimiento, drogas, mspuaoón" en Obras completas, t. 2:
los naufragios nocturnos, en una palabra a los infiernos terrestres
Excursiones/Inwrsiones, México, FCE, 1996, p. 240. e internos.
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trolable, cae más bajo que su naturaleza real. Es un alma que se
III. DE LAS FLORES DEL MAL A LOS PARAÍSOS ARTIFICIALES vende en fragmentos."~
Usar las sustancias voladoras para rebasar los límites de lo na-
Baudelaire se interesó por la experiencia poética de la ebriedad, vegable hace caer, según Baudelaire, al hombre en lo más sombrío
no sólo en distintps versos y cantos como son El vino del asesino o de la existencia. Lo convierten en Dios por un instante y en ángel
El vino del solitario, sino en una traducción de Thomas de Quincey caído por una eternidad. Ambas puertas tocan a lo insondable de
llamada Un mangeur d'opium y en un ensayo sobre una joya vegetal lo h umano. Como diría Enrique Ocaña: "El ansia desaforada de
venida de Oriente que llamó: El poema del hachís. Todos estos textos infinitud no sólo es causa de vicio, sino fuente de tragedia e ilu-
los reunió en un solo volumen que intituló: Les paradis artificiels. siones metafísicas, de dolor, de engaño y decepción." 4
Allí Baudelaire explora las dos vertientes antes señaladas. Para Baudelaire también señala lo ilusorio de la ebriedad. El uso de
él la ebriedad abre a la experiencia de lo infinito y a la pasión por la droga convoca al hombre a la sombra de una soledad especial:
la belleza exaltada. La práctica de la embriaguez se convierte en aquella que cobija la esperanza de que con unas cuantas monedas
una peligrosa y deliciosa gimnasia de la sensibilidad humana; una se puede evitar el dolor de vivir y el riesgo de la libertad. Es la
exalt~.dón que nos convierte en ángeles terrestres llamados a la soledad de quien quiere vivirse como amo de las virtudes sucum-
excitación de los sentidos divinos. biendo a la opresión de la sustancia. Esta soledad lleva al lago de
En su poema al hachís dice: " ... los vicios del hombre, tan plenos los espejos, pues quien toca el cielo, el infinito y la luz de sus
de horror que se les suponga, contienen la prueba de su gusto de pasiones inflamadas no puede compartir con los humanos que
lo infinito ... ", agregando además: trabajan sus jornadas cotidianas. Su imagen se agranda bajo el
lente pulido de la droga y no solamente pernocta en el paraíso
Ustedes saben que el hachís invoca siempre las magnificiencias de la luz,
los resplandores gloriosos, las cascadas de oro líquido; toda luz le es sino que se experimenta como el dios que lo habita. Quien así
buena. El olor, la vista, el oído, el tacto participan de este progreso. Los mira no puede trabajar ni convivir con los otros, se llena de vanidad
ojos vislumbran lo infinito. El oído percibe los sonidos casi imperceptibles divina, pero se empobrece de voluntad humana. Es la soledad de
en medio de un vasto tumulto.2 lo inmortal y la hoguera de lo divino; allí se paga con aislamiento,
el fuego fatuo de la virtud embriagada.
La experiencia de la ebriedad empuja al hombre común al es-
pacio de Dios y allí lo envuelve con los humores de lo absoluto,
pero este instante celestial, ese viaje cósmico no dura demasiado; lV. LA FIESTA DIONISIACA Y LA NÁUSEA HUMANA
a la noche de excesos divinos le espera el despertar desolador y el
desasosiego inflamado . En El mundo como voluntad y representación, Schopenhauer imagina
Así como el poeta reconoce la luz de la ebriedad, también señala 11 na escena metafórica: un marino en su embarcación se enfrenta
su oscuridad sin fondo. A la exaltación gloriosa le sigue el vacío, :1 la fuerza de un poderoso y embravecido océano. La frágil em-
el horror. Mientras el hombre ebrio de placer vive un goce mór- barcación está a punto de romperse y el tripulante ante el naufragio
bido, también muere en una alegría abominable; está poseído de 1·xperirnenta el abismo. El marino es el ser frente a los límites del
una alegría lacerante. El exceso es paraíso e infierno, vuelo y caída; 1·ntendimiento. Nietzsche retoma el pasaje señalando que el abismo
derroche y diseminación en el desasosiego. El ser humano que 1·s la experiencia que se impone cuando el ser se ve confrontado
trastoca su caminar terrestre vende su alma ... "El hombre que ha ,111te los límites que la razón le da para organizar el mundo bajo
querido ser Dios, muy pronto, en virtud de una ley moral incoo-
ii /bid., p. 69 .
4 Enrique Ocaña, El Dionisia moderno y la farmacia utópica, Barcelona, Anagrama,
2 Charles Baudelaite, Les paradis artificiels, París, Flamarion, 1966, pp. 28-29, 1qq :1, p. 16.
46-47.
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categorías sistematizadas y estables. Frente a la frustración del invocaban su regreso mientras caminaban y, una vez llegados a
entendimento el ser se vive a la merced de un furibundo mar que Eleusis, ya cuando caía la noche, bailaban en honor de las dos
amenaza con destruir su frágil navío. Ante el fracaso de la razón diosas, mientras las estrellas, la luna y las hijas del océano partici-
surge el espanto. Este espanto hace vislumbrar al hombre tanto el paban emocionadas en la evocación. Después los viajeros atrave-
desasosiego radical como la esencia trágica que lo constituye. La saban las puertas de la muralla donde se celebraban los misterios.
experiencia trágica es para Nietzsche una de las vías fundamentales Hasta allí se permitía conocer.
de saber humano y allí se reconoce mucho de lo que lo constituye. El secreto de lo que sucedía dentro de la fortaleza era infran-
Pero ¿cómo se puede transitar por esa dimensión? Precisamente queable, pues había pena de muerte para quien osase revelar el
por los senderos de la ebriedad. secreto del santuario. Sin embargo, algo pudo saberse. Se decía
La filosofía ha querido pensar la realidad a partir de sistemas que en el templo después de ciertos rituales se escenificaban apa-
fundados en la conciencia y la razón, pero la experiencia le ha riciones donde Perséfone regresaba del mundo de los muertos con
mostrado que existe un espacio fundamental donde éstas fraca- un hijo recién nacido. Todos lo que participaban en la ceremonia
san. Nietzsche señala que ni el conocimiento ni la razón permiten se transformaban y lo experimentado no les permitía volver a ser
revelar lo humano, en cambio la dimensión trágica de lo dionisia- los mismos. Una cascada de emociones los colocaba en otro lugar
co lleva más lejos en el camino de la sabiduría. Quienes explora- fren te al mundo y lo allí conocido les cambiaba la mirada. No sólo
ron lo dionisiaco de manera radical fueron los griegos. Para los debían guardar silencio ante lo mirado, sino que la mirada misma
griegos la experiencia de lo trágico llevaba a los mares de la sabi- jamás volvería a ser igual. Hasta aquí lo que se sabía. Pero no hace
duría y ésta se enlazaba con la ebriedad. La ebriedad es el espacio m uchos años un grupo de investigadores comandados por Carl
donde lo trágico es un modo de sabiduría; un modo divino de A.P. Ruck" intentaron dar cuenta de lo que allí sucedía.
saber. En la ebriedad los límites de la realidad se ensanchan y el Lo que se escenificaba tras la muralla no era una representación
despliege de las líneas se abre a la actividad onírica; la imaginación teatral sino una phasmata, es decir apariciones fantasmales. Es evi-
se exacerba, se transfigura lo gris de la existencia en belleza y se dente que algo permitía que tantas personas pudieran experimen-
trastoca con el estallido de una carcajada lo absurdo de la legalidad tarlas; había un cierto brevaje que tomaban los peregrinos en un
sobria. momento de la fiesta. Según estos investigadores éste es el núcleo
En la cultura griega el conocimiento pasa también por lo trágico , enigmático y sagrado de la ceremonia. Un sacerdote preparaba un
en tanto fiesta y exceso. La ebriedad no es sólo un mal, también brevaje con levadura de cornezuelo. Mientras lo hacía, entonaba
es un viaje iniciático. El uso de enervantes entre los griegos tenía can tos antiguos; una vez terminada la preparación entregaba el
el rostro de ceremonias sagradas y de viajes al conocimiento más líquido a unas sacerdotisas. Éstas bailaban y servían una porción
profundo. Para dar cuenta de ellos se tomará, como ejemplo pa- en copas especiales que era bebida por los invitados, quienes, como
radigmático, el famoso misterio de Eleusis. m uestra de agradecimiento ante el licor mágico, se entregaban a
En una vecina ciudad, muy cerca de Atenas, tenía lugar, muchos danzas para después aguardar los misterios en la noche. La música
años antes de la era cristiana, una experiencia que solía conside- sonaba, los perfumes llenaban el ambiente y los espíritus hacían
rarse como culminante de la vida. Esto ocurría en una región entonces su asombrosa aparición. La ceremonia se fundamentaba
sagrada relacionada con en el reino de los muertos, llamada Eleusis. precisamente en la injerencia de este brevaje mágico surgido de
En. ella se llevaba a cabo una ceremonia donde gentes de todos los la sabiduría , de los dioses para la sabiduría de los hombres y las
oficios y clases participaban de un secreto y una iniciación. Cami- mujeres.
nando por la Vía Sacra y cruzando un puente se llegaba al lugar Muchos elementos pueden extraerse de esta extraña y maravi-
donde, según la religión, la diosa Demeter, la Madre Tierra, había
perdido a Perséfone, su única hija, que fue robada por Hades o 5
Gordon Wasson, Albert Hofmann, Carl A.P. Ruck, El camino a Eleusis, México,
señor de la muerte, cuando ella recogía flores. Los peregrinos FCE, 1985.
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llosa fiesta griega. A diferencia de Occidente, la sabiduría no temía, con los límites de la sobriedad y las fronteras de la razón, por lo
al contrario, convocaba el uso de sustancias embriagantes para tanto el juego que inaugura no está exento de riesgos. Implica una
tocar los puntos culminantes de la historia de los dioses. Y aquí apuesta en un juego lúdico y cósmico, esta apuesta incluye no sólo
vale la pena hacer una anotación. Para poder deducir los misterios el baile hedonista sino la posibilidad del abismo y el dolor. Como
de Eleusis es menester ligarlos precisamente a la mitología que en Baudelaire, la ebriedad incluye lo celeste, pero también lo te-
prevalecía en ese momento histórico. La ceremonia entera tenía rrible; implic'a el placer pero también el espanto y el dolor. Escri-
que ver con la ebriedad. La diosa Perséfone fue raptada mientras be Nietzsche: "La ebriedad del sufrimiento [ ... ] con la omnipoten-
cortaba un narkisso, que llevaba ese nombre debido a sus cualidades cia de su ser, penetra en los pensamientos más íntimos de la na-
narcóticas. Además Perséfone era la gran Madre y el mundo era turaleza, conoce el terrible impulso hacia la existencia y a la vez
su hijo. Cada tanto, ésta tomaba como consorte a un espíritu de la incesante muerte de todo lo que comienza a existir." 7
la vegetación. Este consorte, que además aparece como Hades o El espacio donde el juego lúdico puede tomar e incluir la expe-
señor de la muerte, es el mismísimo Zeus, Dios padre que en esta riencia dolorosa y transformadora es precisamente la fiesta. Si la
unión aparece asimilado a Dionisio, dios de los embriagantes. Él fiesta celebra o busca rememorar algo, toma el carácter de lo
era el consorte vegetativo y sus emblemas iban desde un toro que sagrado. Es aquí donde Nietzsche retoma la experiencia de Dioni-
fecundaba la tierra hasta un phallos en forma de hongo. Dionisio sio, el dios de la embriaguez. La ebriedad remite a la experiencia
es considerado el dios de la fiesta pero fundamentalmente de la dionisiaca donde el exceso de la fiesta alberga el goce extremo
ebriedad y, según los estudios aquí consultados, el rapto de la diosa pero también la desgarradura. La celebración invita al caos y sacude
es una metáfora de su trance por medio de drogas. Eso es preci- lo cotidiano con l~ risa y el desorden, pero no está exenta, por la
samente lo que se celebraba y conmemoraba en Eleusis: la expe- liberación de las fuerzas, de la violencia y el furor. La fiesta es
riencia dionisiaca de la fecundidad, la fiesta y la exuberancia de color y dolor. El exceso toca los cables por los extremos y a la
los enervantes sagrados. Por la experiencia no sólo se presenciaba alegría desbordada la acompaña la explosión de la violencia con-
el momento de la muerte y la fecundidad divina, sino que se vivía tenida. La fiesta es explosión de vida pero también eclosión de
en carne propia estas experiencias. De ahí que estas sustancias em- muerte. Los griegos lo conocían muy bien, los mexicanos lo sabe-
briagantes recibieran el nombre de entógenos que significa "Dios mos también. Otra vez, la ebriedad es cielo e infierno ... pero tam-
dentro de nosotros". bién conocimiento.
Nietzsche retoma muchas de estas dimensiones en su famoso La fiesta dionisiaca se llena de música y cantos pero al mismo
texto El nacimiento de la tragedia, donde reflexiona sobre el fenó~ tiempo de sabiduría. Ahora, este conocimiento, como en la fiesta
meno de la ebriedad ligado a la experiencia dionisiaca y a la di- de Eleusis, implica el desgarramiento. ¿Por qué la ebriedad conlleva
mensión trágica. en sus entrañas un conocimiento que podemos llamar trágico?
Para Nietzsche la ebriedad participa de una pluralidad de fuerzas Porque una vez experimentados sus matices vitales y mortales, una
que se conjugan en un proceso cósmico y cuya base es el regocijo vez encarnados en la saliva de los sentidos los efectos de los parajes
lúdico. La ebriedad lleva a las costas del arte, pues allí se pone en divinos, se hace evidente que los valores que nos constituían, que
acto la creación y la experiencia del juego erótico. Textualmente la fortaleza de la vida cotidiana, que la solidez de los espacios de
dice: "La ebriedad es el juego de la naturaleza con el hombre."6 la sobriedad, se pueden derrumbar en un santiamén y su validez
Precisamente, la ebriedad participa de la coloración y sustenta- aparece profundamente cuestionada. Ésta es la experiencia trágica
cióñ del juego. El juego es la puesta en escena de una operación de la existencia.
cósmica que se combina con lo lúdico. La ebriedad es el territorio No sólo se vislumbra en la espesura de lo cotidiano su fatua
de esta dimensión. Pero hay algo importante, la ebriedad rompe consistencia, sino que aparece, con toda su fuerza, que no existe

7
ti Friedrich Nietzsche, El nacim.iento de la tragedia, Madrid, Alianza, 1997, p. 233. [bid., p. 239.
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refugio posible para los matices del dolor humano. Una vez tocada al mundo de lo regulado por los valores y los simulacros sociales,
la luz incandescente de la ebriedad y los fuegos de luces del exceso así como la evidencia de haber vivido un viaje donde las pasiones
en tanto experiencia dionisiaca, aparece la evidencia terrible de hicieron gemir y cantar a los ángeles y a los demonios, exige el
su enseñanza: estamos desamparados. La morada ya no es un res- reconocimiento de la existencia librada al desamparo y aparece,
guardo al dolor, la conciencia no es una garantía de nada y la nada de golpe, un mundo sin seguridades. La verdad de lo que el ser
aparece como espectro explosivo a la vuelta de la esquina. es no deja de golpear la existencia del viajero; lo familiar resulta
Nietzsche va a subrayar esta experiencia dolorosa en la náusea extraño y lo extraño un nuevo elemento de lo cotidiano. Lo que
que acontece una vez terminada la ebriedad. Una vez experimen- aparece es la experiencia de lo siniestro, de lo unheimlich. Por un
tada la aventura de los sentidos, una vez acontecido el viaje a los lado, en el sentido freudiano, lo que debiese aparecer como familiar
parajes de lo infinito, una vez emprendido el vuelo a las cumbres adquiere el rostro de lo desconcertante y nos sorprende en una
del mundo, viene la caída, el regreso al mundo; el retorno a lo mis- ola de angustia y, por el otro, como lo pensaría Shelling, lo omi-
mo pero trastocado. Como dice Ocaña comentando este regreso: noso es el reconocimiento de que algo que debiese haber quedado
oculto se ha manifestado. Así, el retorno del éxtasis, del exceso,
El ser vivente experimenta entonces la soledad del retorno' a la individua- tensa el mundo familiar y lo empuja a un territorio donde la ex-
ción, porque el prójimo se muestra distante y encerrado en su mismidad. trañeza ocupa una posición singular: de arlequín peligroso.
Regresa de su aventura con el conocimiento de una terrible verdad: el La frase de Nietzsche señala además otro punto fundamental:
fondo trágico de la existencia, rebosante de eternas contradicciones, que el olvido de 10 acontecido en la fiesta dionisiaca. Con su exube-
no conoce ninguna razón, ningún por qué.8 rancia y sus cascadas de signos y colores, lo sucedido se instaura
en un lugar que la memoria sobria no puede recuperar. El despertar
La travesía dionisiaca incluye el retorno. Una vez que el éxtasis
es siniestro porque lo que provocamos, dijimos, realizamos, pinta-
ha tenido lugar, volver a las costas de lo mundano no se hace sin
mos de colores pasionales, no aparece en el registro de lo apro-
el pago de un precio escalofriante: la náusea existencial. Lo terrible
piable. Es como si alguien más, y no nosostros, lo hubiera realizado.
es retornar al mundo donde su mismidad es lacerante, lo cotidiano
El yo se acongoja an te la intromisión de una realidad que desco-
se muestra bajo un rostro lleno de cicatrices y máscaras ridículas.
nocía y que, sin embargo, no puede negar como verdadera. La
Las legalidades aparecen desenmascaradas en sus falsas morales;
verdad aparece como un fantasma y ante lo acontecido no hay
la soledad del regreso se enfrenta a la comedia de la ciudad y sus
embrujo que lo conjure. Surge un espejo que muestra rostros des-
conglomerados. Aparece el vacío y junto a él la violencia de lo
conocidos y sorprendentes, la droga y los brevajes no trajeron los
absurdo de la vida. Nietzsche otra vez:
monstruos de otros países ni las hadas de otros cuentos. Esos
El éxtasis del estado dionisiaco, con su aniquilación de las barreras y personajes pertenecen a ese que despierta atónito; son él. El olvido
límites habituales de la existencia, contiene, mientras dura, un elemento no es sólo una anécdota de esa noche, es la muestra de que el yo
letárgico en el cual se sumergen todas las vivencias del pasado. Quedan pierde su poder de control y regulación. Se trata de una evidencia
de este modo separados entre sí, por este abismo del olvido, el mundo con consecuencias. Sin la memoria de los haceres, el ser queda
de la realidad cotidiana y el mundo de la realidad dionisiaca. Pero tan desamparado. La memoria es la pmeba de la ciudadanía y la per-
pronto la primera vuelve a penetrar en la conciencia, es sentida en cuanto tenencia; es el acta de individuación, de identidad. El yo que se
tal con náusea. En la conciencia del despertar de la ebriedad ve por todas creía el rey de todo el mundo se enfrenta a un derrocamiento. Ya
parte.s lo espantoso o absurdo del ser hombre: esto le produce náusea.9
no puede pensarse como el centro de la acción, pues se demostró
que algo, la verdad de lo que es, actuó sin su consentimiento y,
Esta náusea es la antesala de una aparición singular. El regreso
peor aún, sin que quede memoria de ello, sólo del ello. Esta situa-
8 Enrique Ocafi.a, op. cit., p. 40.
ción pone en duda todo el sistema de referencias del yo y lo arroja
9 Friedrich Nietzsche, op. cit., p. 244. a un cuestionamiento de su misma legalidad. El yo se vacía en la
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experiencia de la ebriedad y, ahí, desconcertado, tiembla. trata de otra legalidad, y no sólo de otro estado afectivo, sólo lo
No sólo los filósofos han dado cuenta de este vaciamiento, tam- podría hacer un psicoanalista, específicamente Freud. Pero, ¿qué
bién los poetas, los artistas. Antonin Artaud viajó con los tarahll- tendría que ver el psicoanálisis y, particularmente su fundador,
maras y el peyote, Bataille probó de todo buscando la experiencia con la experiencia del exceso, las drogas y la disolución del yo
erótica, Edgar Allan Poe experimentó con el opio y, quizás el que consciente? Por curioso que parezca, en el origen del descubri-
más ha escrito sobre ello, Henri Michaux publicó tres libros sobre miento freudiano la cocaína tiene un lugar fundamental. Es hora
sus experiencias con la mezcalina. Octavio Paz, el poeta, le dedica de entrar en esta dimensión.
en 1967, dos ensayos. Allí relata precisamente esto que nos interesa
señalar: la disolución del yo. Paz dice en su primer texto sobre lo
que escribió Michaux: "el yo desaparece pero en el hueco que ha V. FREUD Y LA COCAÍNA
dejado no se instala otro Yo. [ ... ] Ningún rostro sino el ser sin
rostro", 10 y continúa en su segundo ensayo: "el yo que nos presenta Freud no puede pertenecer al movimiento que llamamos de los
la droga -como la poesía y el erotismo- es un desconocido y su filósofos de la conciencia ebria, porque ni es filósofo ni se interesó
aparición es semejante al de la resurrección. El enterrado está vivo en la experiencia de la ebriedad en tanto tal. Él se introduce en
y su regreso nos aterra. La droga nos introduce en un afuera que el mundo de lo que hoy llamamos droga cuando la cocaína no era
es un adentro" . 11 sentenciada como tal (en 1906 es cuando se prohíbe en Estados
Precisamente a esto queríamos llegar. Después de este largo Unidos) y, además, lo hace desde un punto de vista totalmente
recorrido por las veredas de la ebriedad es posible vislumbrar lo distinto: como científico y como clínico. Sin embargo, conforme
que ésta produce: un trastocamiento de lo que aparecería como avance nuestra exposición se verá la relación con lo que desarro-
la realidad. Produce signos y develamientos en el interior mismo llamos en estos cuatro primeros puntos.
de la vigilia sin negar sus implicaciones oníricas. Produce un juego Freud a sus 28 años tenía varios anhelos en su vida, pero sobre
donde el riesgo y la desmesura peligrosa no están ausentes. Este todo tener logros en sus investigaciones científicas que lo colocasen
juego sorprende y convoca: la apuesta es radical, no queda sin en un lugar destacado en el ambiente médico con el cual estaba
efectos. La ebriedad implica gozo y ruptura, paraíso y horror. Pero vinculado; esto le permitiría darse a conocer y por otro lado tener
además pone en cuestión la soberanía del yo y sus facultades. El una solvencia económica que le posibilitaría llevar a cabo su deseo
olvido como evidencia y su vaciamiento como verdad revelan la de casarse. Sí, el joven investigador estaba interesado en varios
existencia de algo que parece exterior y ajeno. Esta otra territo- temas de estudio, todos ellos tenían en común conocer el funcio-
rialdad no pertenece al terreno de la conciencia. Los filósofos y namiento del cerebro y las repercusiones en la vida de los indivi-
pensadores de lo que llamamos conciencia ebria vislumbran esta duos. Algunas de sus investigaciones eran: elaborar un método
otra dimensión, pero mientras se refieran a ella como otro estado para el tratamiento químico del cerebro y estudiar los trastornos
de la conciencia, aunque ésta sea alterada, no se podrá franquear nerviosos. Es en este momento cuando surge el interés por estudiar
el paso. Los pensadores de la conciencia ebria descubrieron que la cocaína, la cual aparecía como una sustancia que por sus efectos
hay otro país, otro territorio, pero lo subsumieron al reino de la fisiológicos podría servir terapéuticamente en enfermedades car-
conciencia; a la territorialidad de su legislación. El problema es diacas, en agotamiento nervioso y en estados de debilidad y de-
que lo desde ahí vislumbrado no pertenece a ese reino. No será presión del sistema nervioso, así como en la supresión de la adic-
un filósofo ni siquiera un poeta quien penetrará epistemológica- ción a la morfina.
mente ese otro territorio. Pensar que existe otra escena y que se Freud participó desde el primer momento en el estudio de la
coca como sujeto e investigador. Es decir, él se suministraba dosis
10 de cocaína para ver qué sucedía; leía toda la bibliografía existente
Paz Octavio, op. cit., p. 246.
11 !bid., p. 248. acerca del alcaloide y suministraba y recomendaba el consumo de
MARCELA MARTINELLI/HELÍ MORALES 109
108 CALEIDOSCOPIO DE LA EBRIEDAD

cocaína a colegas y amigos. Es difícil saber qué fue lo que lo inició estudiosos de los indios del Perú y Bolivia, como Mantegazza, Mar-
en el estudio de la coca, o más bien qué fue más fuerte, si una tius y Demarle, escritores extranjeros que en la mayoría de los
atracción personal por lo que había leído de ella o un interés casos vivieron temporadas en América y estudiaron la vida cotidia-
científico y terapéutico. na de los indio!;. Freud cuenta algunas anécdotas de cómo la hoja
La bibliografía que se tiene con referencia a lo que Freud escribió de coca aumentaba la potencia física de los mineros o, por ejemplo,
de la cocaína tiene estas dos vertientes, lo científico y lo personal. el relato de Unanué que dice que en 1781, en una región de Bolivia
En el primer tipo se encuentran varios artículos escritos entre julio en donde no se podía encontrar alimentos, sólo sobrevivieron los
de 1884 y julio de 1887. El más importante es "Über Coca", los que mascaban coca.
otros artículos son agregados de éste o correcciones y complemen- Luego habla acerca de los efectos de la coca, de los que afirma
tos como: "Contribución al conocimiento de los efectos de la co- que no son imaginarios, como algunos lo quieren ver, puesto que
caína" y "Addenda a Über Coca", entre otros. Freud en estos ar- su utilización posibilita en los indios grandes "hazañas".12
tículos da cuen.ta de lo que se había estudiado hasta ese momento Cuando Freud escribe este artículo hacía más de cien años que
con respecto a la cocaína. la coca se utilizaba en Europa, pero menos de treinta que se había
El otro tipo de bibiliografía que hay con referentia a la coca aislado el alcaloide o cocaína de las hojas de la planta (fue un
son las cartas que Freud escribe a su novia Martha Bernays y con investigador llamado Niemann quien lo hizo en 1859). En este
posterioridad a su amigo Fliess. Toda carta es un escrito personal apartado, al igual que en el primero, Freud describe con detalle
para otra persona, es decir, hay algo íntimo que se expone en la qué es la cocaína, por ejemplo: " ... cristaliza en prismas grandes
correspondencia, y más aún si como en este caso es de un enamo- incoloros de cuatro a seis lados, de tipo monoclínico. Tiene un
rado a su amada. sabor amargo y produce un efecto anestésico en las menbranas
Como ya se mencionó, el texto fundamental de Freud sobre la mucosas ... ". 13 También menciona que ese mismo año Paolo ·Man-
cocaína es "Über Coca", publicado en julio de 1884 en la revista tegazza habló de los efectos fisiológicos y terapéuticos del uso de
Centralblatt Jür Therapie, de Viena. Su título original es "Coca", las hojas de coca. A partir del descubrimiento de la cocaína varios
como el artículo traducido al inglés en diciembre de ese mismo autores de diferentes países (Inglaterra, Francia, Rusia) se intere-
año. En febrero de 1885 es cuando lo titula "Über Coca" (Sobre saron en los efectos del alcaloide en animales, hombres sanos y
la cocaína) y le anexa los Addenda, cuando se realiza una reimpre- enfermos; que son justamente los temas de los últimos apartados
sión del artículo de 1884 en forma de folleto. de "Über Coca".
El ensayo consta de seis partes; las tres primeras se refieren a Hasta aquí vemos cómo Freud estaba interesado en presentar
los orígenes de la utilización de la coca en América y la llegada de en este artículo una investigación científica minuciosa de la planta
las hojas de coca a Europa, es decir, es la parte en donde Freud de la coca, de sus usos y beneficios. Si bien plantea algunas críticas
realiza una exhaustiva investigación de lo que se había escrito hasta hechas por diversos autores al uso de la coca, sobre todo de Poep-
ese momento. Las otras tres partes se refieren al estudio y la ex- ping, después las refuta y muestra cómo la coca sí tiene el efecto
posición de los efectos encontrados al suministrar cocaína en ani- eficaz planteado en un principio.
males y en cuerpos humanos sanos y por último la utilización En el quinto apartado es cuando Freud empieza a hablar en
terapéutica de la coca. primera persona, es decir, se presenta el Freud investigador y
En el primer apartado, "La planta de la coca'', es interesante sujeto que experimenta en su propio cuerpo su objeto de investi-
leer fa descripción minuciosa que hace Freud de la planta: color, gación.
textura, tamaño, etc., como si no quisiera omitir ningún detalle Habla del efecto psíquico que provoca ingerir de 0.05 a 0.1 O g
en su análisis.
Cuando aborda "La historia y aplicación de la coca en su país 12 Sigmund Freud, Escritos sobre la cocaína, Barcelona, Anagrama, 1980, p. 95.
de origen", se basa en la lectura de diversos autores, la gran mayoría 13
/bid., p. 97.
110 MARCELA MARTINELLI/HELÍ MORALES CALEIDOSCOP IO DE LA EBRIEDAD 111

de cloruro de cocaína, esto es, optimismo y euforia como los de La segunda utilización importante es en la caquexia, en enfer-
cualquier persona sana; no produce la excitación que se siente con medades de degeneración de los tejidos, en donde la coca limita
el alcohol. De ello deduce que los efectos de la coca "no se deben esta degeneración y aumenta la fuerza. Aquí Freud se opone a
tanto al estímulo directo como a la desaparición de los elementos pensar en la coca como una fuente de ahorro y la propone como
que causan depresión". 14 Freud llama a esto el maravilloso poder esti- generadora de estimulación en un cuerpo desgastado. Aunque no
mulante de la coca; es decir, permite superar el cansancio del cuerpo y profundiza en este aspecto, es enérgico al decir que para él la coca
la cabeza, suprime el hambre, el sueño y la fatiga y es capaz de dar una no es una fuente de ahorro, y esto lo sostiene a lo largo de todo
fortaleza similar a la que da comer, beber o dormir. el artículo.
Intercala en este apartado opiniones de otros autores, quienes Cuando aborda el tema de la coca en el tratamiento de la mor-
confirman sus observaciones y que lo llevan a plantear, entre otras finomanía y el alcoholismo -como veremos más adelante, tiene la
cosas, que el efecto de la cocaína en los europeos es el mismo que experiencia de su amigo Fleischl, a quien induce a tomar cocaína
el de las hojas de coca en los sudamericanos; que la euforia a la ya que era adicto a la morfina, a causa de los terribles dolores
que induce la coca no va seguida de estados depresivos ni produce ocasionados por una enfermedad- , Freud estaba convencido de
adicción. Dice: "no produce un deseo incontenible ' de volver a, que la cocaína no causaba dependencia. Todos sabemos lo equi-
utilizar el estimulante; por el contrario, lo que se siente es cierta vocado que estaba, pues pocos años después se demostraría que
aversión inmotivada contra la sustancia". 1" Freud aquí se presenta la cocaína producía adicción. Pero en ese momento Freud propone
como un entusiasta promotor de la cocaína, sustancia sin falta que y comenta experiencias en donde, de manera paulatina, se bajan
no intoxica y que le produce al sujeto un estado de excitación las dosis de morfina y se aplican dosis de cocaína, hasta que llega
productiva y p()sitiva. el momento en que se eliminan las dosis de morfina y se aumentan
La última parte, titulada "Utilización terapéutica de la coca", es las de coca:" ... no supone simplemente cambiar un tipo de adicción
lo medular del artículo y Freud quiere demostrar lo benéfico que por otra: el adicto a la morfina no se convierte en coquero. El uso
resulta recetar cocaína en el tratamiento de varios padecimientos. de la coca se interrumpe al cabo de un tiempo". 11 ¡ Con respecto al
Hace la aclaración de que terapéuticamente se puede hablar de alcoholismo dice que los efectos de supresión no han sido exitosos
enfermedades que han llegado a ser curadas por la coca y de como en el caso de la morfina.
padecimientos que reportan efectos psicológicos producidos por Otros usos de la cocaína son en los trastornos digestivos del
el alcaloide. estómago, en el asma, como afrodisiaco y por último en aplicacio-
La coca como estimulante se plantea como la principal utiliza- nes locales; Freud fue el precursor de la cocaína como anestésico
ción del alcaloide; Freud recomienda dosis pequeñas pero eficaces local, aunque Koller (oftalmólogo) es quien se hizo famoso con la
0.05 a 0.10 g, repitiendo la dosis cada vez que sea necesario. Con propuesta de usarla como anestésico local.
ello se obtendrá aumento en la capacidad física en periodos cortos. Éste es el artículo más importante de Freud relativo a la cocaína,
Aquí aclara que parece que no es posible almacenar la coca en el de un total de seis, que analizaremos brevemente.
cuerpo y asegura, como lo había hecho con anterioridad, que cuan- En diciembre de 1884 aparece "Coca", que es un resumen de
do terminan los efectos no se presentan síntomas de tipo depresivo. "Über Coca", traducido al inglés. En este trabajo cabe destacar la
Menciona que los psiquiatras la utilizan para aumentar el funcio- afirmación, no escrita en el artículo original, de los efectos nocivos
namiento menguado de algunos nervios, por eso se recomienda del uso inmoderado de la cocaína, que son: caquexia, indigestión,
en enfermedades de debilidad psíquica: histeria, hipocondria, in- adelgazamiento y pérdida de fuerzas, depravación mental de tipo
hibición melancólica y estupor. antiético y apatía por todo. En esos seis meses (entre la aparición
del primero y el segundo) algo cambió en la percepción de Freud
14 /bid., p. 106.
lli /bid., p. 120.
J!í /bid., p. 108.
112 MARCELA MARTINELLI/HELÍ MORALES CALEID OSCOPIO DE LA EBRIEDAD 113

con referencia a los consecuencias nocivas de la coca, las cuales que el alcaloide puede ser utilizado como anestésico local, dándole
en un principio no tenían un lugar importante. Su propuesta de el crédito de descubridor a Koller en lo referente a usar la coca
usar la coca en cantidades moderadas como estimulante sigue en como anestésico local en operaciones de la córnea. También men-
pie como al inicio. ciona los trabajos . de otros investigadores (Konigstein, Jelinck y
Durante los primeros meses de 1885 publicó tres artículos sobre otros ) al respecto.
la cocaína. En el primero, "Contribución al conocimiento de los En marzo de 1885 lee un artículo ante la Sociedad Psiquiátrica
efectos de la cocaína" (enero de 1885 ), aborda el tema de la cocaína de Viena, donde resume todo lo que había escrito acerca de la
de una manera objetiva y medible; su objetivo es cuantificar los coca y donde trata del efecto general de la cocaína (ése es el nombre
efectos que tiene la coca en la energía muscular y si afecta en el del artículo ); sólo al final de la conferencia hace hincapié en el uso
tiempo de reacción. Utilizó el dinamómetro para calcular la presión de la cocaína en enfermedades de debilidad y depresión del sistema
de una y otra mano, y el neuroamebímetro para los experimentos nervioso sin presencia de lesiones orgánicas, ya que estimula y
del tiempo de reacción, y confirmó que la fuerza del brazo aumen- activa al sistema nervioso. Asimismo, menciona la utilidad de dosis
taba al administrar una dosis moderada d e cocaína. de cocaína para la desensibilización sistemática a la adicción a la
Los experimentos que expone en este artículo son muy detalla- morfina. Lo único nuevo es que reconoce que e n algunos casos
dos, presenta la hora en que realiza los estudios, la presión que se de morfinómanos el tratamiento con coca no funciona, pero no
ejerce antes de ingerir coca y después. Fueron realizados durante menciona por qué.
varias semanas. Los sujetos experimentales fueron él y otros cole- El último artículo que encontramos con referencia a este tema
gas que le ayudaron. Sus conclusiones son que la cocaína genera es el titulado "Anhelo y temor de la cocaína", de julio de 1887. En
un efecto general de bienestar, y eso es lo que hace variar la efica- él refuta lo planteado por otros investigadores, sobre todo por
cia motora, es decir que la coca no interfiere directamente en el Erlenmeyer, quien dice que la cocaína se había convertido en el
músculo. Apoya esta conclusión con dos hechos; primero, la ener- tercer azote de la humanidad, ya que creaba hábito y adicción ,
gía muscular aumenta notablemente cuando aparece la euforia producía efectos tóxicos en la garganta y vista cuando se la usaba
característica provocada por la coca; segundo, cuando el estado como anestésico, y envenenamientos agudos. Freud afirmaba que ,
general del sujeto es malo e ingiere cocaína, su eficacia aumenta la coca no era adictiva y tóxica por sí misma, sino que dependía
más allá de la que normalmente posee. Es decir, este artículo re-· de las personas que la consumían; nos dice: si un morfinómano la
fuerza lo escrito en "Über coca" con respecto a los efectos subjeti- considera como droga sustituta allí sí puede crear adicción. Y que
vos de los sujetos, en los que la coca sirve como estímulo en caso de cuando produce envenenamiento es porque tiene efectos en las
debilidad nerviosa y provoca euforia y un bienestar general, como inervaciones musculares, por lo cual sus daños tóxicos van a de-
el de los mejores días de cualquier sujeto sano. En cuanto al tiempo pender de la sensibilidad de los individuos hacia ella: "Sospecho
de reacción, sólo dice que los resultados obtenidos aún son vagos. que el motivo de la irregularidad del efecto de la cocaína es la
En febrero de 1885 se reimprimió el artículo "Über Coca" en serie de variaciones individuales existentes de la excitabilidad y en
forma de folleto, con un tiraje de 500 ejemplares. En él realiza la variación del estado de los nervios vasomotores sobre los que
· correcciones (fe de erratas), e incluye "Addenda a Über Coca", actúa la cocaína." 17 Propone que no se utilice en inyecciones sub-
tres cuartillas en las que reitera que la reacción ante la cocaína cután eas para el tratamiento de afecciones i~ternas y nerviosas ya
varía según los individuos. Lo único novedoso es que cuenta el que no se ha estudiado mucho la predisposición individual. Para
exper-imento del artículo "Contribuciones al conocimiento de los concluir el artículo y, de alguna manera contrarrestar las críticas,
efectos de la cocaína", con lo cual afirma que la cocaína aumenta presenta los resultados de diversas investigaciones exitosas en el
la capacidad de trabajo en los individuos. En este tiempo Freud uso de la cocaína.
todavía apostaba y demostraba que la coca servía en los casos de
desintoxicación de morfina. Por último incluye la confirmación de 17
!bid., p. 220.
114 MARCELA MARTINELLI/HELÍ MORALES CALEIDOSCOPIO DE LA EBRIEDAD 115
Hasta aquí este recorrido por los textos de Freud. Se puede importancia de la sustancia en su estado de ánimo, en su vivir en
notar que en esos años no varió mucho su pensamiento con re- el mundo. El 19 de junio comenta la fuerza que parece proporcio-
ferencia al valor terapéutico de la coca y a su utilidad en la vida narte: "estoy tan fuerte como un león"; dos meses después, el 3
diaria. Pero se hace necesario indagar más de cerca la importancia de agosto, narra su importancia para el trabajo: "No paro de tra-
que este paso por los parajes de la cocaína implican para su vida, bajar. Yo mismo estoy sorprendido de mi capacidad. Pero yo sé a
tanto en su trayectoria científica como en su espacio íntimo. qué se debe: el corazón late bien de nuevo ... "2°
Este entusiasmo por los efectos de la cocaína sobre su ánimo
no se reducen al momento romántico de su encuentro, ya que en
VI. PASIÓN CIENTÍFICA Y TIEMPO DE AMORES 1886, es decir, dos años después de la primera vez que la ingirió,
todavía celebra sus consecuencias, esta vez más del lado de la
Freud estudia arduamente la cocaína en su aspecto cientifico, pero diversión y la vida social. Así, en la carta del 18 de enero de 1886
también la incluye en su vida personal. Algo que se debe destacar relata cómo la palabra necesitó de polvo para fluir como agua:
es que no sólo revisa los textos que tratan sobre la sustancia sino "tomé un poco de cocaína para desatarme la lengua", en la del 20
que también la ensaya en su propio cuerpo. Se abre así la vía narra su efecto en la lucidez de la tranquilidad. "yo mantenía la
experimental incluyendo su propia experiencia. Freud se coloca calma gracias a una pequeña dosis de cocaína"; y en su misiva del
de este modo en un espacio de investigación que hace confluir dos 2 de febrero comparte juguetón: "era tan aburrido, que estuve a
vertientes del trabajo científico, por un lado el estudio exhaustivo punto de estallar; sólo pude evitarlo gracias a la cocaína". 2 1
y por el otro la experimentación personal. Este camino llevará al No es exageradó afirmar que para Freud se trataba de una
médico vienés a encontrar dimensiones teóricas pero también le sustancia mágica y maravillosa la que estaba investigando, de hecho,
abrirá ventanas de su patio interior. suafán científico de reunir la mayor cantidad de información sobre
Puntuemos algunas dimensiones de orden personal. el tema obedecía a un entusiasmo poético: "Actualmente me ocupo
El 21 de abril de 1884, escribe a su amada Martha: en reunir todo lo que se ha escrito sobre esta sustancia ... a fin de
escribir un poema a su gloria." 22
Acaricio en este momento un proyecto y una esperanza de la cual te voy a
Sus estudios y textos sobre la cocaína también implicaban otras
hacer partícipe[ ... ] Se trata de un ensayo terapéutico. Estoy leyendo sobre
la cocaína, del elemento activo de las hojas de coca que utilizan ciertas dimensiones personales. Freud tenía la esperanza de que con sus
tribus indígenas para su resistencia a las privaciones y a la fatiga[ ... ] Voy investigaciones cambiaría su situación, tanto la económica como
a procurarme este producto y, por razones fáciles de concebir, lo voy a la profesional. En enero de 1885 le comparte a Martha: "Hoy, con
ensayar en afecciones cardiacas y también en la depresión nerviosa. 18 el trabajo que tengo acumulado y con la preocupación constante
de conseguir dinero, posición y reputación, apenas me dejan tiem-
No había pasado mucho tiempo (30 de abril) cuando Freud po para escribirte unas líneas cariñosas." 23 Unos días después le
prueba la cocaína y vuelve a escribirle a su novia en diversas oca- escribe, lleno de energía: "iüh, qué maravilloso va a ser todo!: ir
siones, contándole de su encuentro con la sustancia. Lo que llama allá con dinero. Estaremos juntos durante mucho tiempo. Después
la atención es la insistencia en el valor que la coca tiene en sus seguiré mi viaje a París y seré un gran erudito, y más tarde, al
padeceres personales; así el 25 de mayo del mismo año escribe: regresar a Viena, lo haré con un enorme halo y enseguida nos
"la co~aína hace nacer en mí otras esperanzas y otros proyectos. casaremos. Curaré todos los casos nerviosos incurables y tu serás
La tomo regularmente en pequeñas cantidades. para combatir la
depresión y la mala digestión"Y1 Pero sobre todo, Freud relata la 20
Sigmund Freud, Cartas de amor, México, Coyoacán, 1995, p. 95.
21
18
Sigmund Freud, Escritos sobre la cocaína ... , op. cit., pp. 205, 207, 211.
Pierre Eyguesier, Comment Freud devint drogman, París, Navarin, 1983, p. 23. 22
Pierre Eyguesier, op. cit., p. 24.
19 23
!bid., p. 24 . Sigmund Freud, Cartas ... , op. cit., p. 107.
118 MARCELA MARTINELLI/HELÍ MORALES CALEIDOSCOPIO DE LA EBRIEDAD 119

VII. EL NACIMIENTO DE LA CLÍNICA y espero poder curar a otros." Este enfermo al que cura es él
mismo, y a partir de ese momento es cuando puede colocarse en
El llamado "episodio de la cocaína" no es un desvío ni un pasa- posición de médico. Esto no carece de importancia para la clínica,
tiempo, es un momento fundamental. La intención de este apar- ya que es a partir de experimentar en él mismo los beneficios
tado es mostrar cómo este periodo será de suma importancia para terapéuticos de la coca cuando Freud apuesta por la acción tera-
la configuración del psicoanálisis, así como para la vida de Freud. péutica médica. Ésta será la primera aproximación que nos permi-
Antes de 1884, el joven médico vienés dedicaba todo su esfuerzo tirá señalar que la cocaína está en el origen del nacimiento clínico
a la investigación dentro del campo de la neurología experimental. del psicoanálisis. Primera pero no definitiva. Desarrollemos otros
Sus trabajos se enmarcaban dentro de una metodología fisicalista aspectos más precisos.
comandada por lo jerarcas en este campo, a saber, Brücke y Mey- Freud se enfrenta a un momento especial del desarrollo médico
nert, para quienes, además, trabajaba en su laboratorio. Freud en lo que concierne a las llamadas enfermedades nerviosas. Hasta
comienza sus trabajos sobre la cocaína imbuido en este campo. antes de 1785 en el campo de la clínica médica no existía una
Para nada se podría decir que se trata de un desvío, ya que tanto claridad ni una definición formal acerca del término neurosis.
la metodología como la lectura teórica se ajustan a su trayectoria Hasta ese año no surge la acepción: neurosis es toda lesión que
de trabajo. El investigador concienzudo que era sigue los pasos de no presenta inflamación localizada. Grasset, en 1889, ahonda en
la observación y el análisis de una sustancia a partir de lo que la comprensión de las neurosis al definir la histeria: neurosis cuya
Assoun llama una racionalidad específica del procedimiento. La lesión característica se desconoce. 29 Como es evidente, ambas de-
tecnología de investigación y la observación experimental lo llevan finiciones señalan un campo ambiguo para la medicina. Acostum-
a incursionar en el estudio de la coca a partir de su preparación brados a la localización exacta de la inflamación y la lesión en el
en laboratorio con cloruro de oro. No es un atajo, ni un mero cuerpo, la histeria aparece como un enigma que hay que resolver.
hobby lo que emprende aquí, es un estudio serio y científico. Sin Aquí es donde Freud hace su entrada. Si se trata de curar una
embargo, algo acontece. Sus estudios sobre la cocaína se configuran lesión no determinada, el uso de una sustancia que equilibre los
a partir de una apuesta personal, ya que no solamente no es pa- sistemas y anule el mal sería la solución ideal. Como señalamos
trocinado por ninguna institución, sino que se realizan con absoluta antes, el uso de la coca es recomendado por Freud para los casos
independencia de sus jefes y tutores. Estos trabajos presentan a de asma, angustia, neurosis vagas, ansiedades y debilidades nervio-
un joven investigador que, a partir del método de la observación, sas. Pero no sólo eso, la cocaína parece ser un medicamento que
avanza de manera independiente en un estudio monográfico sobre también funciona para personas sin afecciones nerviosas, permi-
una sustancia que aparecía llena de promesas para la ciencia en tiéndoles un entusiasmo placentero y una gran disposición para el
general y para la medicina en particular. Y aquí aparece otra di- trabajo. De este modo la entrada de Freud en el campo médico
mensión fundamental, ya en el aspecto más personal de Freud. Su acontece con la proposición de una sustancia capaz de curar el
estudio sobre la coca incluye por primera vez la dimensión clínica mal del ser. De algún modo, la propuesta implica que, ya que no
de una manera radical. Incluso Freud asegura que a partir de él existe ni lesión ni inflamación localizada, el mal acontece dentro
se siente por primera vez médico. En su carta a Martha del 21 de del espacio del ser. La cocaína sería la sustancia científicamente
abril de 1884, después de narrar la importancia de la cocaína para experimentada y estudiada que curaría el mal del entusiasmo. La
curar sus males estomacales y sus depresiones lastimosas, le con- apuesta freudiana es, entonces, una sustancia como remedio para
fiesa:28 !'Espero llegar a suprimir los vómitos más tenaces aunque la lesión no localizada ni en el cuerpo ni en el cerebro. Freud
sean debidos a algún grave padecimiento; solamente ahora es cuan- propone con la cocaína un medicamento capaz de curar lo invisible
do siento que soy médico, ya que he podido ayudar a un enfermo para la medicina. En este sentido se puede decir que la primera
28 Pierre Eyguesier, op. cit., p. 23. 29 Véase Jean Allouch, Lettre pour lettre, París, Eres, 1985.
121
120 MARCELA MARTJNELLI/HELÍ MORALES <:ALEIDOSCOPIO DE LA EBRIEDAD

propuesta clínica de Freud es elevar una sustancia a la categoría d oloroso de intentar alcanzar un estado perfecto donde el dolor
de medicina absoluta. Conocemos el resultado: la cocaína no es la y la falta no tuvieran lugar. Lo terrible es que eso no sólo no se
sustancia mágica que Freud creyó descubrir. De aquí surge la pro- alcanza, sino que se ubica cada vez más lejos; mientras más se busca
puesta de este trabajo. esta completitud a partir del uso de la sustancia, más se aleja ese
Mucho se ha dicho del nacimiento del psicoanálisis en el mo- horizonte absoluto. De allí el recorrido que hiciéramos de los fi-
mento del viraje de la teoría del trauma a la llamada del fantasma, lósofos de la conciencia ebria, con el que intentamos mostrar cómo
pero nos preguntamos aquí si el origen no se ubicará en el mo- todos habían experimentado el cielo pero también el infierno. Aquí
mento en que Freud, a partir de un riguroso método científico y nos preguntamos si Freud, como todos, no tocó también las costas
experimental, abandona la clínica fundada en un sustancia mágica de la desesperación y los picos de la angustia que se experimenta
y maravillosa, es decir, acaso el nacimiento de la clínica analítica con el uso de la cocaína. Es menester señalar que esto no es sólo
no resultaría del momento en que Freud desestima cualquier sus- una inferencia teórica. Si se afila la mirada histórica, se verá que
tancia como capaz de curar el dolor del sujeto. En este acto se precisamente el llamado autoanálisis de Freud ( 1887-1904) comien-
abandona la clínica de la magia médica y se inaugura aquella fun- za en el periodo en que deja de escribir acerca de la coca pero no
damentada en la evidencia de que ningún objeto podrá suturar la deja de ingerirla. Además, vale la pena señalar que dos de los
fisura dolorosa que la histeria muestra en el sujeto. sueños que más trabaja en su famoso libro, La interpretación de los
La primera vez que Freud se siente médico es porque experi- sueños, versan sobre la cocaína e implican una gran dosis de an-
menta el alivio de su neurosis y porque científicamente encuentra gustia, zozobra y desasosiego, nos referimos al sueño de la "Mo-
razones para proponer un medicamento que actuaría como objeto nografía botánica" · y aquel que ha sido llamado "El sueño de la
colmador de la falta. Se trataba de una clínica de lo absoluto por- garganta de Irma". La pregunta es, concretamente, si Freud no
que, al proponer una sustancia como capaz de curar el dolor ner- empieza un intento de cura con el polvo blanco y ·acaba descu-
vioso, el sujeto, a partir de ingerirla, aparecía como un Otro sin briendo el lado negro de la coca. Es evidente que el uso que hizo
tachadura. Precisamente el psicoanálisis se fundamenta en la po- de la cocaína tiene un aspecto personal, que incluso nos permite
sición clínica y epistémica de que ninguna sustancia, ningun objeto adelantar que este episodio de su vida es el umbral del mal llamado
llegará a suturar la falta. Freud, entonces, inauguraría la clínica autoanálisis, es decir, la antesala de depositar en un Otro la posi-
que devendrá psicoanálisis al abandonar una intervención basada bilidad transferencia! de la palabra y el supuesto saber, pero tam-
en la causa eficiente de la sustancia. bién habría que señalar que su uso implicó, en algún lugar, una
Esta reflexión nos lleva a preguntarnos precisamente por el posición ética. Freud intenta llevar la experiencia al concepto y la
estatuto de la droga y su uso en la vida cotidiana y en la práctica individualidad a la generalidad terapéutica. Hay en ello una di-
médica. La droga, específicamente la cocaína, apunta al sueño mensión de viajero en carne propia que lo lleva también a la ne-
útopico de creer que una sustancia puede curar el dolor de existir. cesidad de una relación transferencia! con su amigo Fliess en lo
Su uso se debe a una posición mágica frente a la vida y una deses- que él llamo su autoanálisis. Hasta aquí nuestras hipótesis del lugar
peración mayor frente a la existencia. Los adictos apuestan con de la cocaína como soporte del nacimiento del psicoanálisis. Res-
una fe digna de la mejor religión que ese polvo de ángeles les hará pecto al uso que la medicina hace de las sustancias en la vida
alcanzar las estrellas. La cocaína aparece como el objeto colmador, moderna, es menester dedicarle un breve apartado.
ese que llamamos objeto a. Esta sustancia elevada a la categoría
de objeto causa del deseo empuja a los sujetos a una carrera en el
tobogá~ del goce. Las primeras dosis permiten un bienestar nunca VIII. LA BOTICA UTÓPICA
experimentado, se quita el hambre, el sueño y las ganas de morir,
pero este idílico estado pasa rápido, y se necesita otra dosis, y otra Llegamos al punto de señalar cómo Freud abandona la utopía de
dosis, eso sí, cada vez más fuerte. El goce se instala en el espejismo una sustancia capaz de curar la fisura del ser, como el psicoanálisis
122 MARCELA MARTINELLI/HELÍ MORALES CALEIDOSCOPIO DE LA EBRIEDAD 123

quizá comienza cuando su fundador abandona una clínica susten- Farmacia, iglesia
tada sobre un Otro absoluto materializado en una droga. de los desesperados,
Sin embargo, parece que el mundo actual retorna aquellas uto- con un pequeño
pías del inicio del freudismo. Hoy en día, sobre todo en las grandes dios
urbes de Occidente, ante el vacío de proyectos que apuesten a un en cada píldora.
futuro mejor, ante la dificultad lacerante de sobrellevar para mu-
chas personas un presente ya no digno, sino más o menos sopor- Pero no se necesita acudir a la zona "marginal" de los d esespe-
table, ante el derrumbe de las ideologías de progreso o fraternidad rados para ver el lugar que la droga tiene en nuestras sociedades.
fructífera, han resurgido propuestas religiosas de redención y con- En la nueva actitud empresarial de competencia y excelencia la
suelo. Lo singular es que los dioses a los que se apuesta en estas cocaína se ha convertido en una mercancia más, junto a las corbatas
nuevas religiones se han transformado de guías místicos y supra- de seda y los zapatos a la medida. Las clases poderosas han utilizado
humanos en sustancias químicas de una farmacia industrial. Los las drogas como estimulante para el fin de semana y como aceite
viejos dioses con sus oraciones y sus templos no pueden ofrecer para la maquinaria económica. Nueva fuerza de propulsión para
lo que la religión de la droga propone. Demasiado lejos para es- los cuerpos cansados, nuevo motivador de largas jornadas en la
cuchar o demasiado cerca para castigar, los dioses de antaño, con bolsa o la empresa. La droga como gasolina para la yelo~idad de
sus milagros y sus promesas, han perdido terreno; este terreno . la fábrica y la efectividad de la acción. Quizá se trate d t:: una dro-
En la actualidad aparece mucho más eficaz la religión de los ga-di-acción. Aquí se juntan los dos dioses de la soc'iedad industrial:
estupefacientes que la de los rabinos y los cardenales. Ante la el Dios dinero y el Dios químico, la fe en el dinero como redentor
desaparición de la esperanza surge una nueva fe, esta vez puesta con sus cultos, su curia ideológica y sus grandes templos en Wall
en las sustancias y no en los rezos. Los jóvenes de todas las urbes Street, la avenida de la Reforma o Pont de Neuilly, se une a la
recurren cada vez más a las drogas para intentar tocar, aunque no próspera industria de las drogas y su distribución clandestina p e ro
sea más que por unas horas, el brillo incandescente de la felicidad. segura. Frente a ambos dioses la fe en sus poderes estremece a los
No importa que sea ficticia y pasajera, al menos es. Las drogas yuppies tant0 como a los hambrientos de amor, vino, ceme nto y
convocan a quienes ante el silencio de la risa cósmica o el ruido monedas; sí, pero no los toca en las mismas zonas de la ciudad.
de la ciudad ingrata acuden a la necesidad de creer que sí hay algo Lo convocado, de nuevo, es un Otro proveedor.
que los salve, que los eleve, que los cure. ¿Que los cure de qué? De muchos modos el nihilismo y el desasosiego empujan a la
Del desempleo, · del maltrato, de la sumisión ante el estado o la experiencia de la droga. No todas las sustancias son efervescentes,
empresa, la familia o la globalización económica. No es tanto una hay algunas que, por el contrario, proporcionan paz ante el ajetreo
claridad terapéutica como una sed de fe. La droga aparece como intenso de la vida o los problemas estresantes del trabajo y las
algo tangible, visible, incluso obtenible, no sin problemas, no sin relaciones sociales. Ante la dificultad de la vida y la muerte muchas
dolor, pero recompensable al final del esfuerzo. Un nuevo Dios veces se recurre a las drogas blandas de la farmacia médica. L~s
surgido de las farmacias clandestinas se enfrenta al viejo Dios sur- tranquilizantes, los somníferos, los antidepresivos fungen como
gido de los templos bíblicos. Se perfila una necesidad de creer en drogas light, pero con los mismos efectos de evasión. A diferencia
un Dios, absoluto y generoso. Como ya dijimos, el adicto en el del teatro en la antigua Grecia, donde los asistentes iban a buscarse,
fondo es un hombre de fe; sea por desesperación o por necesidad, en la feria de las vanidades nocturnas de la ciudad, los consumi-
el sujeto se ve entregado. a la pasión de la creencia en un Otro que dores de espectáculos buscan más bien olvidarse; olvidarse de los
lo salve, lo divierta y lo eleve. Ya lo decía hace algunos años el problemas y de ellos mismos. Se busca mucho más una "distracción
poeta chileno Pablo Neruda en un texto llamado Oda a la farmacia: hipnótica" que una experiencia excitante o conmovedora. La quí-
mica de la tranquilidad funge como una terapéutica eficaz y so-
cialmente aceptada. Otra vez un retorno a la primera utopía freu-
124 MARCELA MARTINELLI/HELÍ MORALES CALEIDOSCOPIO DE LA EBRIEDAD
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diana, encontrar en una sustancia el sosiego a los dolores del ser, lo planteado aquí: frente a una terapéutica de la felicidad ficticia
suturar ficticiamente con una pastilla la herida del desamor o la y automática ¿el psicoanálisis podrá resistir la embestida de la
soledad histórica. Sí, taponar la historia con un fármaco. clínica de la botica psiquiátrica? Ante la propuesta de la somnífera
En las sociedades contemporáneas, las drogas no son más una del deseo ¿el psicoanálisis tiene algo que proponer frente a la
experiencia de transformación o mutación frente a la tragedia de narcosis moderna? ¿cuál sería desde el dispositivo analítico la es-
la vida, no son ya un modo iniciático de la sabiduría de los dioses trategia frente a la adicción y sus laberintos? Ante la dificultad de
y las verdades humanas; no participan más de la fiesta dionisiaca la intervención en el campo de la psicosis, cuando el sujeto galopa
de derroche y fulgor; no hay asombro divino y festiva apuesta, sino en el vértigo del delirio o la autodestrucción, ¿cuál será la posición
nihilismo gris. Se han convertido en líquido de combustión, lubri- del psicoanalista frente al medicamento? En el horizonte narcoti-
cación de los engranajes sociales o en narcóticos ante el deseo y zado ¿¡a clínica analítica tiene algún modo de responder a las
los ruidos de la vida. nuevas modalidades del dolor humano? ¿Puede el psicoanálisis
Y aquí el psicoanálisis no puede quedarse en silencio. El psicoa- juzgar a la ebriedad cuando ésta es un estado propicio a la creación?
nálisis nace con la experiencia del abandono de esa vía "fácil" y ¿Es la creación la que eleva a la ebriedad del éxtasis, o es el éxtasis
engañosa. Sobre todo inútil. Surge del descrédito de la sustancia lo único que en la ebriedad permitiría crear?
como terapéutica absoluta de la fisura del sujeto. Pero hoy en día, Ante esto, para terminar, Baudelaire escribe en ~u poema lla-
la nueva botica urbana y la misma psiquiatría científica proponen mado:
ese camino ante el dolor humano. Cuantas personas no prefieren
recurrir a una pastilla eficaz, rápida y barata que entregarse a un iEmbriáguese usted!
viaje hacia ellos mismos. Evidentemente se entiende, dolorosamen-
te no se acepta. En una sociedad de consumo donde la eficacia y Hay que estar siempre ebrio. Todo está allí: es la única cuestión . Para no
la acción performance guían la legalidad de la vida, el psicoanálisis sentir el horrible peso del Tiempo que rompe las espaldas y las arroja
hacia la tierra, hay que embrigarse sin tregua.
puede llegar a un impasse: volverse anacrónico.
Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, a vuestro gusto . Pero
Pero no sólo la ideología de la facilidad y la rapidez inunda l~s
embriáguese usted.
mercados y las venas con pastillas para sanarse "artificialmente'', Y si alguna vez, sobre los escalones de un palacio, sobre la hierba verde
sino que la misma ciencia médica ha optado por esa vía. La psi- de un jardín, en la soledad de su cuarto, usted se despierta, la ebriedad
quiatría apuesta cada vez más por una técnica de la narcosis, por ya disminuida o casi desaparecida, pida al viento, a la ola, a la estrella, al
una instrumentalización de la medicación: allí esta el Taffil, el ruiseñor, al reloj, a todo aquello que se fuga, a todo aquello que gime, a
Roipnol, el Prozac. En el fondo el pionero de la psicofarmacología todo aquello que rueda, a todo aquello que canta, a todo aquello que
es Freud, pero debían también retomarlo en su continuación clí- habla, pregúntele qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el ruiseñor,
nica. Pero no, ya que eso terminaría con un actuar clínico perfec- el reloj os responderá: iEs hora de embriagarse! Para no ser el esclavo
martirizado del Tiempo, embriáguese usted sin cesar! De vino, de poesía
tamente acorde con nuestros tiempos y las necesidades sociales.
o de virtud, a vuestro gusto.~ 0
No es en el psicoanálisis donde habría que proponer hoy un retorno
a Freud, sino en la psiquiatría. La ciencia apuesta cada vez más
por una clínica del silencio del sujeto, allí donde lo importante sea
el adormecimiento del ser, vía la narcotización del cuerpo; se pre-
tende abolir las historias y amordazar a la palabra. Nos pregunta-
mos ante esta situación social y clínica si los psicoanalistas debemos
quedarnos callados. Este texto con todo el trabajo y el placer que
nos dio realizarlo es un modo de decir no. .
Quizás valdría la pena acotar algunas preguntas que surgen de ~o Charles Baudelaire, "Eniv1·ez-vous", en Figaro, 7 de febr e ro de 1864.

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