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La Minería
Uno de los mayores logros durante el gobierno del virrey Toledo fue el resurgimiento de la industria minera.
Gracias a las reformas, las minas de Potosí, en Bolivia, llegaron a producir 70% de la plata del Perú. Más de la mitad
de toda la plata producida en América. Después se descubrieron las minas de Atusulla, Vilcabamba, Castro virreina.
Nuestro paisano Martín de Porres, en vida y después de muerto hizo milagros por mayor. Hacía milagros con la
facilidad que otros hacen versos. Uno de sus biógrafos (no recuerdo si el padre Manrique o el médico Valdez) dice
que el prior de los dominicos tuvo que prohibirle que siguiera milagreando (dispénseme el verbo). Y para probar cuán
arraigado estaba en el siervo de Dios el espíritu de obediencia, refiere que, en momento de pasar Fray Martín frente
a un andamio, cayóse el albañil desde ocho o diez varas de altura, y que nuestro lego lo detuvo a medio camino
gritando: “¡Espere un rato, hermanito!”. Y el albañil se mantuvo en el aire hasta que regresó Fray Martín con la
superior licencia.
La rendición de su primo Pío Tristán a las fuerzas de Belgrano, en Febrero de 1813, decidió la
suerte de José Manuel de Goyeneche, a la sazón mariscal de campo de los ejércitos, reales. Quien
había incursionado en el Nuevo Mundo a través de “veinticinco acciones contra los americanos”,
según subrayan sus biógrafos españoles, vio en la derrota de su pariente una especie de presagio
infausto, y decidió entonces abandonar la guerra y retirarse de inmediato hacia la Península.
Aunque prácticamente sólo estuvo en América cinco años en la campaña hispanoamericana, este
lustro fue suficiente para cubrirlo de brillo ante sus contemporáneos y la posterioridad de los
españoles. Aquéllos le confirieron múltiples honores, y ésta lo tiene como una figura respetable
de su historia militar.
Nació en Arequipa, Perú, en 1775, pero se trasladó muy joven a la España, ya como miembro del
ejército. De cadete de las milicias disciplinarias pasó a Teniente de caballería y Capitán de
granaderos. Participó en la defensa de Cádiz en oportunidad de ser atacada esta ciudad dos veces
por los ingleses, y estuvo en la última ocasión al mando de doscientos granaderos y de las dos
baterías de Capuchinos y Plataforma.
Manuel Godoy, el Príncipe de la Paz, se interesó por el joven oficial y lo envió a recorrer Europa
para que estudiara más profundamente los secretos de la guerra. Presenció, así, las maniobras de
Berlín y Postdam (dirigidas por Guillermo de Prusia), las de Viena (a cargo del archiduque Carlos),
Bruselas y París (organizadas por Napoleón Bonaparte). Aprovechó también para viajar por
Inglaterra, Suiza, Italia, Holanda y Sajonia. A su regreso, redactó un informe que Godoy pasó a
la Comisión Real, organismo ésteque lo aprobó con elogios.
Con la invasión de Napoleón, en 1808, Goyeneche recibe el grado de brigadier y la orden de partir
hacia el Río de la Plata, se embarca en Cádiz en la goleta “Carmen” – al mando del alférez de navío
Eugenio Cortés - el 25 de Junio de 1808 y arriba a Montevideo el 19 de Agosto. Cuatro días más
tarde se encuentra en Buenos Aires y, al mes siguiente, recibe la designación de Presidente
interino de la Audiencia de Cuzco.
Su primer encuentro con los patriotas americanos se efectúa el 25 de Octubre de 1809, cuando
vence a los revolucionarios de la Paz, dirigidos por Pedro Domingo Murillo, a quien hace ejecutar
junto con sus principales lugartenientes. En mayo de 1810 recibe el mando del ejército realista
que debía reconquistar las provincias rioplatenses para la corona española, y el 20 de Junio del
año siguiente derrota a los patriotas en la batalla de Huaqui o del Desaguadero, triunfa éste que
le hace acreedor, más tarde, a un título de Castilla: conde de Huaqui.
Más tarde se lo nombra para presidir la Junta de Arreglo de Comercio de Ultramar, y no tarda
en alcanzar la dignidad de consejero honorario de Estado. El Papa Gregorio XVI lo distingue el 3
de Abril de 1832 con la Gran Cruz de Comendador de la Orden de San Gregorio, y bajo el reinado
de Isabel III llega a la cúspide, al ser designado prócer y senador del Reino, recibiendo también
las grandes cruces de San Hermenegildo y Carlos III y el título de caballero del hábito de
Santiago. El 4 de Septiembre de 1846, la reina lo nombra Grande de España. Precisamente moriría
al mes siguiente, a los 71 años de edad.
PRACTICA CALIFICADA: LEE ATENTAMENTE LAS 8 LECTURAS, LUEGO ELABORA UN ESQUEMA MENTAL
POR CADA UNA.
TAREA DOMICILIARIA Nº 7