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Según la presentación especial “NACIDO para APRENDER” de KSPS Kids Forward (2017)
cuando se trata de las conexiones neuronales, el tiempo es un factor importante, ciertas
cosas tienen que pasar en un momento determinado. Los científicos ahora saben que antes
del nacimiento, olas importantes de períodos críticos o etapas de desarrollo requieren
ciertas experiencias (estímulos) para conectarse adecuadamente. Estas ventanas de
oportunidades se abren y cierran en diferentes momentos de la vida del niño, debido a que
su cerebro posee una sensibilidad única hacia la experiencia en los primeros años de vida.
Así mismo, la organización Parents as Teachers Born to Learn (2005) afirma que el proceso
de las conexiones entre las células cerebrales está muy controlado por el entorno en el cual
el bebé experimenta. Una vez que estas conexiones se estabilizan, hay límites en la
capacidad del cerebro en cuanto a volver a programarse. Estos límites de tiempo, o
períodos críticos, dependen de la estimulación del ambiente y la práctica de la habilidad, los
cuales son de vital importancia.
En conclusión, podemos decir que el cerebro viene con la disposición de aprender está
continuamente percibiendo, procesando e integrando la información que recibe y estos
períodos críticos son esos momentos en el desarrollo cerebral, donde el cerebro está más
inclinado hacia la estimulación, los tiempos en donde está más dispuesto al cambio
(maleable) y en donde intervienen los factores externos (experiencia del ser humano con su
entorno). Así mismo, e igualmente importante, estos procesos de maduración cerebral
tienen un gran desarrollo en la infancia, es decir, los primeros años de vida, por lo cual es
importante que haya un ambiente y estimulación adecuados para un desarrollo normal.
Según Ormrod (2005) muchos teóricos están convencidos de que aunque los niños
ciertamente no nacen sabiendo determinadas cosas, sí llegan al mundo predispuestos a
adquirirlas cuando interactúan con su entorno.
Algunos de los ejemplos que Ormrod (2005) sugiere y que comprobarían estas afirmaciones
son:
● Los ninõ s no nacen sabiendo un lenguaje, pero sí llegan al mundo con la
disposición para adquirir cualquier lenguaje que escuchen a su alrededor
(Cairns, 1996; Gopnik, 1997; Hirsh-Pasek y Golinkoff, 1996; Lenneberg,
1967; Lightfoot, 1999).
● Los niños con 24 horas de edad son capaces de distinguir objetos cercanos
de objetos lejanos (Slater, Mattock y Brown, 1990). Actúan como si pudieran
evaluar la distancia mucho antes de que hayan tenido oportunidad de
aprender qué es la distancia.
● Los niños de uno o dos dia ́ s de edad son capaces de imitar la expresión
facial de un adulto, como fruncir las cejas, abrir la boca o sacar la lengua
(Field, Woodson, Greenberg y Cohen, 1982; Meltzoff y Moore, 1977;
Reissland, 1988). Actúan como si pudieran relacionar ciertas cosas que ven
hacer a los demás con cosas que pueden hacer ellos mismos.
● Hacia las tres o cuatro meses, los niños muestran signos de sorpresa cuando
un objeto sólido atraviesa otro objeto, cuando un objeto parece estar
suspendido en el espacio o cuando un objeto parece moverse de manera
súbita de un lugar a otro sin atravesar el espacio intermedio (Baillargeon,
1994; Spelke, 1994; Spelke, Breinlinger, Macomber y Jacobson, 1992). Se
́ , por lo tanto, que los niños pequeños saben que los objetos son
diria
sustancias con liḿ ites definidos, que se caerán si nadie los sostiene, y que
sus movimientos por el espacio tienen un carácter continuo.
Se puede concluir entonces que los niños poseen un conocimiento elemental sobre el
mundo físico, lo que les permite estar acondicionados para el aprendizaje. Seguramente,
algunas habilidades o cosas podrán ser disposiciones con las que el niño nace, pero otras
probablemente estarán relacionadas con la experiencia del niño con su entorno.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
● KSPS Public TV. (2017). NACIDO para APRENDER. Recuperado de
https://youtu.be/Yoy1rsTdkV0
● Ormrod, J., Escudero Sanz, A., Olmos Soria, M., & Carranza Carnicero, J.
(2005). Aprendizaje humano (4th ed., pp. 29-30). Madrid: Pearson.