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MEDITACIÓN ACERCA DE LA PASIÓN

PARTE III

Tenemos ya algunas ideas interesantes, a saber:

1.- Jesús, unión hipostática de la Naturaleza Divina con la humana en una Persona, la Persona del Verbo
Eterno, tenía que venir a la tierra aunque no hubiera habido pecado, así que no se debe a éste el que haya
venido, simplemente es el plan original de Dios, pero ahora cambia de modo, se presenta no en forma
gloriosa, con majestad y poder para vivir entre sus hermanos y enseñarnos cómo se vive en la Divina
Voluntad y dejarnos sus actos para que los podamos tomar y vivirlos nosotros, convirtiéndolo así en Rey,
pues un Rey que se precie de serlo debe extender su propia vida para que sus súbditos vivan de ella. Esto
está indiciado en el libro del Génesis cuando Dios expulsa del paraíso a Adán para que no coma del «árbol
de la vida» y viva para siempre, pues el haber comido de él, significaba alimentarse de la misma Vida de
«Jesús», y eso lo hubiera confirmado en la unión de Vida que Dios quería realizar con el hombre. Así que
ahora «Jesús» tiene que venir en estado pasible, debe hermanarse con el hombre caído, el cual ya no tiene
capacidad para conocerlo en su forma gloriosa, razón por la que vela su Majestad y su Divinidad con los
velos de la humanidad. Ahora, primero debe sanar al hombre de la herida mortal que se inflingió él mismo
al no dar vida en él a la Divina Voluntad y haber desobedecido.

2.- El pecado original no fue solamente una «ofensa» a Dios, no, sino que fue el «IMPEDIR LA
REALIZACIÓN DEL PLAN DE DIOS» El poner su Vida en cada acto de la criatura, así que no es
simplemente una ofensa, sino una deuda, deuda de Vida Divina, por lo que nadie, absolutamente nadie
podía pagar dicha deuda, pues todos los seres creados (ángeles y hombres), carecían de esta moneda
divina. Fue por eso que era necesario, obligatorio, el que fuera «Jesús» quien pagara una deuda de esta
naturaleza, pues solamente Él tenía dicha moneda, gracias a la unión hipostática, donde su naturaleza de
verdadero hombre se encontraba totalmente fundida a su Naturaleza de verdadero Dios, por lo que cada
acto hecho por Él, era una Vida Divina que Dios multiplicaba.

3.- Dios es perfecto equilibrio, así que su Justicia no se dio por pagada solamente con unos cuantos
sufrimientos y una sola muerte, sino que exigía tantas penas como pecados habrían sido cometidos por
toda la familia humana, al mismo tiempo que pedía tantas muertes como muertes el hombre había dado en
sus actos a la Vida Divina que Dios quería poner en ellos.

Con estas ideas podremos entender un poco más la magnitud enorme de la Pasión de Jesús, para no
quedarnos simplemente con la Pasión que se narra en el Evangelio, y así sabremos exactamente qué hizo
por nosotros, y solamente los más obstinados y duros de corazón podrán quedar indiferentes ante tal
muestra de «AMOR».

Permítanme antes de pasar al análisis de la Pasión, el poner un capítulo de Luisa donde se dice
claramente qué es el hombre, y así sabremos exactamente la causa por la que «Jesús» se sometió al
sufrimiento voluntario.

Vol. 29 Agosto 3, 1931

..."Hija mía, la creación del hombre fue el centro donde nuestra Divinidad concentraba todos los
bienes que debían surgir en la criatura, poníamos en ella Vida Divina y Voluntad Divina, vida
humana y voluntad humana; la vida humana debía servirnos de habitación, y las dos Voluntades
fundidas juntas debían hacer vida en común, con sumo acuerdo, más bien la voluntad humana
debía tomar de la nuestra para formar sus actos, y la nuestra debía estar en acto continuo de dar de
lo suyo para hacer que la voluntad humana quedase modelada y toda uniformada en la Divina
Voluntad. Ahora, no hay vida, tanto humana, espiritual y Divina, que no tenga necesidad de alimento
para crecer, para fortalecerse, embellecerse y felicitarse. Nosotros poníamos nuestra Vida Divina en
el hombre porque era incapaz de recibir toda la plenitud de nuestro Ser Divino, pusimos en él
cuanto podía contener de nuestra Vida, dándole libertad de hacerla crecer cuanto más pudiera y
quisiera, pero nuestra Vida en el hombre, para crecer, tenía necesidad de alimento, he aquí la
necesidad de poner en él una Voluntad Divina; nuestra Vida Divina no se habría adaptado a
alimentos de voluntad humana. He aquí entonces que todos los actos de la criatura hechos en
virtud, y en nuestra Voluntad Divina, servirían para alimentar y hacer crecer nuestra Vida Divina en
ella, de modo que conforme iba haciendo sus actos en nuestro Fiat, ahora tomaba nuestro Amor y
nos alimentaba, ahora tomaba nuestra Fuerza, ahora nuestra dulzura infinita, ahora nuestras
alegrías divinas para alimentarnos."

En la siguiente comunicación entraremos de lleno a la Pasión de Jesús.

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