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1
1.-‐
PRESENTACION
Es
imposible
resumir
en
unas
cuantas
hojas
los
dos
mil
años
de
vida
por
los
que
ha
trascurrido
la
Iglesia
funda
por
Nuestro
Señor
Jesucristo.
Estos
renglones,
por
lo
tanto,
no
constituyen
una
historia
completa
de
la
Iglesia.
Únicamente
presenta
algunos
de
los
más
importantes
causes
por
los
que
han
caminado
los
seguidores
del
Carpintero
de
Nazaret
de
veinte
siglos
a
la
fecha.
El
autor
desea
que
los
lectores,
observando
el
desarrollo
del
la
vida
cristiana,
conozcan
y
amen
más
al
Señor
Jesús,
a
los
cristianos,
conozcan
amen
más
al
Señor
Jesús,
a
los
cristianos,
antepasados
nuestros
y
que,
amando
así
a
la
Iglesia
de
hoy
y
siempre,
adquieran
nuevas
fuerzas
para
vivir
en
Evangelio
con
sus
hermanos,
el
mensaje
de
fe,
esperanza
y
amor
que
nos
hará
libres.
2.-‐
DIVISIÓN
Esta
sinopsis
de
la
vida
eclesial
puede
ser
dividida
de
diversas
maneras.
Para
una
mejor
compresión
de
sucesos
tan
variados
y
complejos
es
útil
separar
la
narración
según
los
correspondientes
veinte
siglos
que
encierran
estas
hojas.
SIGLO
I
3.-‐
JESUCRISTO
Los
cuatro
Evangelio
narran
la
vida
de
Jesús
el
Señor.
El
nació
en
Belén,
en
un
establo,
de
María
Virgen,
esposa
de
S.
José,
por
obra
del
Espíritu
Santo.
El
año
de
nacimiento
de
Jesús
dio
inicio
al
cómputo
de
nuestra
era.
Hacia
los
treinta
años
de
edad
empezó
su
predicación
del
mensaje
enviado
por
Dios.
Recibió
el
bautismo
de
Juan.
El
Espíritu
Santo
posó
sobre
el
en
forma
de
paloma.
Jesús
se
retiro
al
desierto
para
orar
y
ayunar
durante
cuarenta
días.
Allí
fue
tentado
por
Satanás.
Escogió,
después,
a
doce
seguidores,
los
apóstoles.
Recorrió
Judea,
Galilea,
Samaria,
etc.,
curando
enfermos
y
anunciado
la
salvación.
Estableció
los
siete
sacramentos.
Su
palabra
encontró
fuerte
oposición,
especialmente
en
los
fariseos,
que
practicaban
la
religión
de
la
hipocresía.
Pagaron
treinta
monedas
a
Judas
Iscariote,
uno
de
los
apóstoles,
para
que
traicionara
a
su
Maestro.
Los
soldados
lo
apresaron
en
el
Huerto
de
Getsemaní.
Fue
juzgado
por
Anás,
Caifás,
Herodes
y
Pilato.
Lo
coronaron
de
espinas
y
lo
azotaron.
Cristo
murió
en
la
cruz
el
viernes
santo
a
las
3
de
la
tarde
y
fue
enterrado
en
el
sepulcro
de
José
de
Arimatea.
Al
amanecer
del
domingo
resucitó.
Cuarenta
días
después
ascendió
al
Reino
de
los
Cielos,
cumplido
así
la
misión
conferida
por
el
Padre:
redimir
al
género
humano.
Tres
años
había
durado
su
predicación,
en
los
cuales
había
fundado
su
Iglesia.
4.-‐
LOS
APÓSTOLES
El
primer
siglo
de
la
vida
cristiana
es
de
importancia
suma
con
respecto
a
los
sucesos,
porque
nos
ofrece
el
ejemplo
vivo
de
la
aplicación
primitiva
de
la
predicación
de
Jesús.
Después
e
subir
a
los
cielos,
el
Señor
envió
al
Espíritu
Santo
a
los
apóstoles.
Eran
once
en
total,
después
Judas
se
había
suicidado
ya:
Pedro,
Santiago,
Juan,
Felipe,
Bartolomé,
Tomás,
Mateo,
Santiago
hijo
de
Alfeo,
Tadeo,
Andrés,
Simón.
Para
suplir
a
Judas
los
once
eligieron
a
Marías.
Movidos
por
la
fuerza
del
Espíritu,
los
apóstoles
predicaron
la
enseñanza
de
Jesús
a
los
judíos.
A
partir
de
Jerusalén,
con
el
paso
del
tiempo,
fueron
aventurándose
por
el
mundo
entonces
conocido,
o
sea
el
Imperio
Romano.
El
libro
llamado
Los
Hechos
de
los
Apóstoles,
narra
los
primeros
años
de
la
predicación
de
los
apostólica.
Es
necesario
leerlo
para
comprender
el
modo
de
vida
de
los
seguidores
del
Maestro.
El
capítulo
4,
32-‐35
nos
describe,
por
ejemplo,
que
“la
asamblea
de
los
fieles
tenía
un
solo
corazón
y
una
sola
alma.
Nadie
consideraba
como
suyo
lo
que
poseía
sino
que
todo
lo
tenían
en
común…
No
había
entre
ellos
ningún
necesitado,
porque
todo
lo
que
tenían
campos
o
casas
los
vendían
y
entregaban
el
dinero
a
los
apóstoles,
quienes
repartían
a
cada
uno
según
sus
necesidades”.
Los
fariseos
quisieron
acabar
con
esas
manifestaciones
de
vida.
Esteban
fue
el
primer
discípulo
del
Crucificado
que
murió
por
su
fidelidad
a
El
(año
36).
Los
apóstoles
establecieron
el
servicio
del
diaconado.
Escogieron
a
siete
hombres,
que
tenían
la
finalidad
de
cooperar
con
los
Doce
en
la
predicación,
en
el
bautismo
y
en
el
servicio
del
prójimo.
2
Lentamente
aumentó
el
número
de
los
convertidos.
No
todos
harán
de
buena
fe.
Un
mago,
llamado
Simón,
se
presentó
a
los
apóstoles,
porque
admiraba
el
poder
que
tenían
de
conferir
el
Espíritu
Santo,
y
les
dio:
“Denme
a
mí
también
este
poder,
de
modo
que
a
quien
imponga
las
manos
reciba
el
Espíritu
Santo”.
Ofrecía
para
ellos
dinero.
Pedro
le
contestó:
“Desaparece
tú,
junto
con
tu
dinero,
pues
has
pensado
que
el
don
de
Dios
se
compra
con
dinero…”
5.-‐
SAN
PABLO
Otro
hombre,
en
cambio,
había
de
ser
insigne
en
la
vida
de
la
Iglesia:
Pablo
de
Tarso.
Había
perseguido
a
los
seguidores
de
los
apóstoles
y
trataba
de
exterminar
el
cristianismo.
Viajó
de
Jerusalén
a
Damasco
para
encarcelar
a
los
hermanos
en
esta
ciudad
(a.
36).
En
el
camino,
una
luz
lo
derribó
(del
caballo).
Una
voz
le
dijo:
“Saulo,
Saulo
¿por
qué
me
persigues?...”
Pablo
se
retiró
al
desierto
y
preparo
su
espíritu,
antes
de
iniciar
su
viaje
y
predicación.
Después
se
presentó
a
los
apóstoles
en
Jerusalén.
Herodes
Agripa,
mientras
tanto,
quiso,
también,
detener
el
movimiento
cristiano
y
desató
contra
los
creyentes
una
encarnizada
persecución
(a.
41).
Degolló
al
apóstol
Santiago
(a.
43),
apresó
a
Pedro
con
intención
de
sacrificarlo.
Pedro
pudo
escapar
a
Cesárea.
Pablo
pasó
a
Chipre
y
Cilicia
(a
46-‐48).
6.-‐
EL
CONCILIO
DE
JERUSALEN
Entre
los
primeros
cristianos
se
suscitó
una
discusión.
Unos
de
ellos
pensaban
que
debían
exigir
la
práctica
de
algunas
costumbres
judías
a
quienes
desean
ingresar
en
la
hermandad
cristiana.
Hubo
necesidad,
entonces,
de
dialogar
en
una
reunión,
celebrada
en
Jerusalén
el
año
49.
Pedro
decidió
que
tales
obligaciones
no
eran
necesarias
para
recibir
en
la
comunidad
a
los
convertidos
por
el
mensaje.
7.-‐
EL
NUEVO
TESTAMENTOS
Pablo,
incansable,
reinició
sus
actividades
misioneras
(40-‐52).
Viajó
a
Grecia,
a
Roma
y
a
otros
sitios.
Fundó
numerosas
comunidades
eclesiales,
sufrió
hambre,
cárcel,
tortura,
naufragios,
peligros
sin
fin.
Una
idea
fija,
predicar
a
Cristo,
le
colmada
de
fuerza
y
energía.
Conservamos
varios
de
sus
cartas,
escritas
a
las
comunidades
establecidas.
Son
las
que
actualmente
leemos
en
la
misa,
antes
del
Evangelio:
a
los
Romanos,
a
los
Corintios,
etc.
De
otros
apóstoles
conservamos
también
algunas
cartas:
de
Santiago,
de
Pedro,
de
Juan
(y
de
éste,
también,
el
Apocalipsis).
Estos
documentos
y
los
cuatro
evangelios
(de
Mateo,
de
Marcos,
de
Lucas
y
de
Juan)
forman
el
Nuevo
Testamento,
la
palabra
revelada
por
Dios
a
los
seres
humanos
por
medio
de
su
Hijo.
Si
los
Evangelio
relatan
la
vida
y
enseñanza
del
Señor,
en
sus
obras
San
Pablo
profundizó
los
temas
de
la
redención
con
que
el
Señor
Jesús
nos
liberó
del
pecado.
Explicó
la
fe
con
que
hemos
de
aceptar
su
predicación,
la
gracia
que
Dios
nos
ha
concedido
para
vivir
las
exigencias
de
la
vida
cristiana
que
nos
pide
amor
efectivo
a
Dios
y
al
prójimo,
y
muchos
otros
puntos
concernientes
a
nuestra
vocación
de
hijos
de
Dios
8.-‐
EXPANSIÓN
DEL
CRISTIANISMO
Conforme
trascurría
el
tiempo,
los
cristianos
fueron
apareciendo
en
las
diversas
provincias
que
entonces
pertenecían
al
Imperio
Romano:
desde
provincias
que
entonces
pertenecían
al
Imperio
Romano:
desde
Siria
hasta
España,
o
sea,
la
Europa
actual
y
una
parte
de
Asia,
principalmente
Turquía,
así
como
la
parte
norte
de
África.
San
Pablo
se
estableció
en
Roma.
Murió
en
el
año
64
como
resultado
de
la
matanza
de
cristianos
que
ordenó
Nerón.
Pablo
le
siguió
en
el
martirio
en
el
año
67.
Sin
que
podamos
precisar
lugares
y
fechas,
los
restantes
apóstoles
murieron
después
de
consagrar
sus
vidas
al
servicio
de
la
fe.
A
fines
del
primer
siglo,
la
enseñanza
del
Maestro
se
extendía
por
el
mundo
para
transformarlo.
Los
discípulos
bautizaban
a
quienes
querían
unírseles
en
fraternidad
y
celebrar
la
Eucaristía.
3
La
liturgia
de
Santiago
era
usado
en
Jerusalén
y
en
Antioquía.
La
de
San
Marcos,
en
Egipto.
La
autoridad
eclesiástica
estaba
constituida.
Las
comunidades
cristianas
tenían
sus
respectivos
obispos,
sacerdotes
y
diáconos.
Muertos
el
primer
Papa,
San
Pedro,
le
sucedieron
San
Lino,
San
Anacleto,
San
Clemente,
San
Evaristo,
etc.,
en
sucesión
ininterrumpida
que
llega
hasta
el
actual
Pontífice
Juan
Pablo
II,
el
265°
Vicario
de
Cristo.
La
Iglesia
había
trascurrido
su
primer
siglo.
Empezaba
su
lento
enraizamiento
en
el
mundo
conocido
entonces.
Además
de
Roma,
donde
vivía
el
Papa,
fueron
importantes
centros
cristianos
Alejandría,
Antioquía,
Constantinopla.
Del
Papa
San
Clemente
(a.100)
nos
queda
su
Carta
a
los
Corintios,
que
escribió
para
exhortarlos
a
poner
fin
a
las
divisiones
que
los
perturbaban.
El
año
92
el
emperador
Domiciano
decretó
una
persecución
contra
los
que
profesaban
el
nombre
de
cristianos.
SIGLO
II
9.-‐
CRISTIANOS
Y
PAGANOS
Las
comunidades
de
creyentes
vivían
su
fe
en
un
ambiente
mayoritariamente
pagano.
Durante
la
segunda
centuria,
sobresalieron
los
llamados
Padres
Apostólicos.
Fueron
hombres
que
transmitieron
y
adaptaron
la
fe
recibida
a
las
circunstancias
de
su
tiempo.
Los
Padres
Apologistas,
por
su
parte,
defendieron
el
mensaje
de
Cristo
ante
ciertas
desviaciones
que
lo
impugnaban.
Los
paganos
no
veían
con
buenos
ojos
a
los
cristianos.
Los
calumniaban,
atacaban
y
despreciaban.
Les
achacaban
asesinatos
de
niños
o
crímenes
similares.
Trajano
(+
117)
dejó
como
testamento
varias
cartas.
San
Ignacio
de
Antioquía
(+
202)
puso
su
pluma
a
favor
de
la
fe
contra
el
gnosticismo
(ver
núm.
11).
Policarpo
(+
180),
que
conoció
al
apóstol
San
Juan,
es
autor
de
una
Carta
a
los
Filipenses.
Papías
(+
154)
fue
oyente
de
San
Juan
y
San
Policarpo,
y
escribió
la
obra
llamada
Explicación
de
las
Palabras
del
Señor.
11.-‐
LOS
PADRES
APOLOGISTAS
Por
su
parte,
los
apologistas
defendieron
a
la
Iglesia
de
las
acusaciones
que
formulaban
los
filósofos
paganos
contra
la
fe.
Sobresalió
San
Justino
(mártir
en
165),
conocedor
de
la
filosofía
de
su
época,
que
contestó
brillantemente
las
impugnaciones.
Fue
pionero
del
acercamiento
entre
el
cristianismo
y
el
helenismo,
así
como
de
la
especulación
teológica.
Varias
filosofías,
religiones,
magias
o
astrologías,
amenazaron
mezclarse
con
el
cristianismo.
Los
llamados
gnósticos,
por
ejemplo,
enseñaban
la
existencia
de
un
Dios
del
Bien
y
de
un
Principio
del
Mal.
Su
moral
se
oponía
a
la
católica.
Montano
(+
175)
proponía
unas
normas
morales
sumamente
rígidas.
No
aceptaba
a
las
autoridades
eclesiásticas,
ni
el
perdón
de
los
pecados
cometidos
después
del
bautismo.
Creyó
inminente
el
fin
del
mundo.
Su
más
importante
seguidor
fue,
en
el
siglo
siguiente,
Tertuliano
(ver
núm.
15).
SIGLO
III
12.-‐
LA
CRISIS
DE
ROMA
La
Iglesia,
fieles
y
jerarquía,
iniciaron
el
siglo
en
un
ambiente
oficial
y
popularmente
hostil.
Los
cristianos,
sin
embargo,
daban
viciado
de
los
últimos
y
decadentes
decenios
del
Imperio
Romano.
Esta
entidad
política
sofría
una
gran
inestabilidad.
Los
militares
se
habían
adueñado
del
poder.
Las
crisis
económicas
y
las
convulsiones
sociales
eran
endémicas.
Las
tribus
bárbaras
se
acercaban
cada
vez
más
a
las
fronteras
romanas.
4
13.-‐
LOS
BARBAROS
Los
cristianos
vivían
en
silencio
y
humildad.
Los
Papas
tuvieron
que
defender
a
la
Iglesia
de
la
espada
hostil
y
de
la
herejía
interna,
ayudados
por
los
obispos,
sacerdotes
y
diáconos.
Los
vándalos
habían
llegado
desde
el
siglo
primero.
Los
godos
y
alamanos
arribaron
a
principio
de
éste;
los
francos
hacia
el
año
240
y
los
burgundios
en
277.
La
Iglesia,
gobernada
desde
Roma
por
el
Vicario
de
Cristo,
guardaba
la
unidad
de
fe,
extendida
en
el
mundo
conocido:
norte
de
África,
Siria,
Alejandría,
en
donde
existían
iglesias
locales.
14.-‐
HEREJES
Los
cristianos
estudiaron
el
misterio
de
la
Trinidad,
en
su
intento
de
seguir
ahondando
en
el
conocimiento
de
la
Persona
de
Jesucristo.
Como
fruto
de
estas
consideraciones
se
dio
el
caso
de
cristianos
que
se
apartaron
de
la
unidad
de
la
fe.
Algunos
negaron
la
divinidad
de
Cristo.
Afirmaron
que
Jesús
era
Hijo
adoptivo
de
Dios,
corriente
a
la
que
se
llamó
adopcionismo.
El
Verbo
de
Dios,
que
habitaba
en
Jesús
–decían–
no
era
una
Persona
sino
un
tributo
de
Dios.
Pablo
de
Samosata,
principal
defensor
de
esta
tesis,
fue
condenado
en
el
Concilio
de
Antioquía
(a.
268).
No
faltó
quien
sostuviera
que
el
Padre
y
el
Hijo
eran
tan
diferentes,
que
en
realidad
eran
dos
dioses
distintos.
Sabelio,
que
vivió
en
los
comienzos
del
siglo,
negó
la
Trinidad.
Afirmaba
que
al
Padre
se
le
llamaba
Hijo
en
cuanto
se
había
encarnado.
A
esta
teoría
se
le
dio
el
nombre
de
modalismo.
También
sostenía
que
el
Espíritu
Santo
era
sólo
una
modalidad
de
Dios.
El
monarquismo,
el
patripasianismo
(el
Padre
se
encarnó
y
padeció),
fueron
tendencias
de
pensamiento
semejantes
a
las
anteriores.
El
monaquismo
(Mani
–+227–
fue
fundador)
tuvo
una
amplia
difusión.
Insistía,
como
los
gnósticos
(ver
núm.
11)
en
la
existencia
de
dos
principios
supremos:
la
Luz
y
las
Tinieblas.
La
Luz
había
creado
el
alma
y
todos
los
seres
buenos.
Las
Tinieblas
crearon
por
su
parte,
el
cuerpo
y
las
cosas
materiales
que,
por
tanto,
eran
consideradas
malas.
De
ahí
que
estimaron
al
matrimonio,
a
la
propiedad,
etc.,
como
actos
malos.
15.-‐
PENSADORES
CRISTIANOS
Varios
pensadores
cristianos
sobresalieron
en
este
siglo.
Tertuliano,
de
Cartago
(155-‐228),
fue
un
brillante
escritor
que
expuso
y
defendió
el
pensamiento
cristiano,
si
bien
su
fuente
temperamento
le
hizo
oponerse
a
la
autoridad
eclesiástica
y
terminó
afiliado
en
el
montanismo
(ver
núm.
11).
Contribuyó,
sin
embargo,
a
la
formación
del
lenguaje
teológico
en
latín,
especialmente
en
Trinidad
y
Cristología.
San
Cipriano,
obispo
de
Cartago
(+258,
mártir),
en
cambio,
apacentó
su
grey
en
medio
de
las
persecuciones
de
Decio,
que
desanimaron
la
fe
de
muchos,
que
huyeron
o
apostaron.
El
obispo
pugnó
porque
fueran
perdonados,
después
de
haberse
arrepentido
y
de
haber
hecho
penitencia,
en
contra
de
quienes
sostenían
que
los
que
no
se
habían
mantenido
firmes
debían
ser
expulsados
para
siempre
del
seno
de
la
Iglesia.
Publicó
también
su
libro
Unidad
de
la
Iglesia
Católica
(ver
núm.
18).
San
Clemente,
de
Alejandría
(+
215),
escribió
comentarios
a
la
Biblia,
obras
teológicas
y
morales.
Mostro
cómo
la
filosofía
griega
había
preparado
el
camino
al
pensamiento
cristiano.
Compatriota
suyo
fue
Orígenes
(+
254).
Publicó
una
edición
crítica
de
la
Sagrada
Escritura.
Defendió
al
cristianismo,
tanto
a
través
de
su
enseñanza
como
de
sus
diálogos
y
cartas.
Fue
pionero,
también
en
la
teología
especulativa
y
mística.
Refutó
a
Celso,
hostil
a
los
libros
inspirados,
a
Cristo
y
a
la
Iglesia.
Con
todo,
sus
teorías
sobre
la
preexistencia
de
las
almas,
su
exégesis
demasiado
alegorista
y
su
creencia
en
el
perdón
final
para
todos
los
seres
inteligentes,
fueron
rechazadas
por
la
Iglesia.
Discípulo
preclaro
de
Orígenes
fue
San
Gregorio
de
Taumaturgo.
Porfirio
(+
304),
filósofo
neoplatónico,
en
cambio,
compuso
un
tratado
en
contra
de
los
cristianos.
16.-‐
OTROS
MARTIRES
Las
persecuciones
dejaron
sentir
su
peso
también
en
este
siglo.
Septimio
Severo
(+
211)
prohibió
cualquier
conversión
al
cristianismo
y
su
orden
produjo
no
pocos
martirios,
por
ejemplo
los
de
Santa
Cecilia
y
San
Irineo.
Fue
la
quinta
de
las
persecuciones.
5
Inició
la
sexta
el
emperador
Maximiliano
el
Trecio
(+
238)
que
desterró
o
asesinó
a
los
cristianos,
principalmente
a
los
sacerdotes,
y
derribó
los
templos.
La
séptima
estuvo
a
cargo
de
Decio,
en
251,
que
torturó
y
mató
a
quienes
no
ofrecieran
sacrificios
a
los
dioses.
Orígenes
sobrevivió
a
los
tormentos
que
sufrió.
Valeriano
(+
260)
siguió
el
ejemplo
de
los
anteriores
emperadores
luego
de
haber
sido
afecto
a
los
seguidores
de
Jesús
durante
los
primeros
años
de
su
mandato.
San
Lorenzo
murió
en
258.
Desde
el
primer
Papa,
hasta
San
Marcelino,
fallecido
en
308,
casi
todos
murieron
martirizados.
SIGLO
IV
17.-‐
LA
PAZ
OFICIAL
El
siglo
cuarto
proporcionó
la
paz
oficial
de
la
Iglesia.
Sobre
la
Institución
fundada
por
Cristo,
sin
embargo
se
cernieron
graves
peligros
de
índole
diversa.
El
gobierno
romano
pretendió
manejar
los
asuntos
eclesiásticos
para
su
conveniencia
política.
El
dogma
fue
puesto
nuevamente
en
peligro,
tanto
por
estas
intervenciones,
como
por
nuevas
teorías
que
florecieron.
Como
en
toda
época,
la
Providencia
designó
a
los
hombres
que
supieron
evitar
que
la
barca
de
San
Pedro
encallara.
El
siglo
cuarto
empezó
con
una
gran
persecución,
la
novena,
decretada
por
el
emperador
Diocleciano,
en
el
año
303.
Entre
las
regiones
que
más
sufrieron
podemos
enumerar
a
España,
por
una
parte,
y
a
Italia
y
África.
Galerio,
perseguidor
también
de
cristianos,
dejó
de
lado
esta
política
en
311.
En
312
Constantino
venció
a
Majencio
en
la
disputa
que
sostenían
ambos
por
apoderarse
del
Imperio.
El
hecho
tuvo
lugar
en
le
celebre
batalla
de
Puente
Milvio.
El
13
de
junio
de
313,
Constantino
permitió
oficialmente
la
existencia
de
la
religión
cristiana.
Constituido
emperador,
reparó
o
construyó
iglesias
confiscados
por
sus
antecesores.
A
su
muerte,
Juliano,
emperador
de
361
a
363,
trató
vanamente
de
restablecer
el
paganismo.
La
Iglesia
quedó
reconocida
y
protegida.
Pero
ello
trajo
consigo
que
muchos
quisieran
ser
admitidos
en
ellas
más
por
conveniencia
que
por
convicción,
lo
que,
sin
duda,
acarreó
lamentable
descenso
en
la
práctica
fervorosa
de
los
preceptos
evangélicos.
20.-‐
PADRES
DE
LA
IGLESIA
Varios
padres
de
la
Iglesia
sobresalieron
durante
la
presente
centuria.
Hemos
nombrado
a
San
Atanasio
(+373),
quien
escribió
acerca
de
la
Trinidad,
así
como
Historia
Eclesiástica
y
Comentarios
de
la
sagrada
Escritura.
Existieron
otros
hombres
notables.
San
Cirilo
de
Jerusalén
(+
386)
redactó
24
instrucciones
Catequéticas.
San
Basilio
(+379)
y
San
Gregorio
Nacianzeno
(+
390)
expusieron
el
dogma
de
la
Santísima
Trinidad.
San
Gregorio
de
Nisa
(+
394)
místico,
nos
dejó
también
una
gran
síntesis
de
la
doctrina
católica.
Por
otro
lado,
San
Ambrosio
de
Milán
(+
397),
fue
un
excelente
predicador
muy
versado
en
la
Biblia,
que
escribió
diversos
tratados
para
favorecer
la
práctica
cristiana.
San
Agustín
le
debió,
en
parte,
su
conversión.
21.-‐
LOS
PRIMEROS
MONJES
En
este
siglo
aumentó
mucho
el
número
de
hombres
que
se
retiraron
a
la
soledad
para
dedicar
su
tiempo
a
la
oración
y
a
la
penitencia.
El
ejemplo
de
San
Antonio
de
Tebaida
(356)
produjo
miles
de
seguidores.
San
Pacomio
(347)
organizó
la
vida
comunitaria.
San
Basilio,
ya
citado,
redactó
la
primera
regla
para
monjes.
San
Martín
de
Tours
(+
397)
fue
animador
del
movimiento
monástico
y
del
apostolado
rural.
22.-‐
SACRAMENTO
Y
DISCIPLINA
En
estas
fechas,
el
bautismo
solía
darse
solamente
a
los
adultos.
Algunos
de
ellos
lo
retrasaban
hasta
la
hora
de
su
muerte.
La
preparación
para
recibir
este
sacramento
era
larga:
constaba
de
instrucción,
confesión,
ayunos
y
oración.
6
En
los
siguientes
siglos
fue
introduciéndose
la
costumbre
de
bautizar
a
los
niños,
como
reacción
en
contra
de
la
herejía
pelagiana
(ver
núm.
27).
A
partir
del
Concilio
de
Elvira
(España),
en
el
año
306,
fue
extendiéndose
por
la
Iglesia
de
occidente
la
costumbre
de
que
los
sacerdotes
fueran
célibes
para
entregarse
de
lleno
a
su
misión.
Si
bien
en
los
primeros
tiempos
las
confesiones
y
las
penitencias
eran
efectuadas
públicamente,
al
terminar
el
presente
siglo
empezó
a
prevalecer
la
práctica
del
rito
privado.
Otros
bárbaros,
los
hunos,
se
asentaron
en
el
Imperio,
a
partir
del
año
365.
SIGLO
V
23.-‐
CAIDA
DEL
IMPERIO
ROMANO
El
siglo
quinto
está
caracterizado
por
el
incontenible
avance
de
los
bárbaros
que
derrumbaron
al
Imperio
Romano
y,
también,
por
las
luchas
teológicas
que
rompieron
la
unidad
cristiana.
Las
fronteras
del
Imperio
no
resistieron
el
asedio
de
los
nuevos
pobladores,
que
penetraron
los
diversos
territorios
que
hoy
forman
parte
de
Europa.
Mezclados
con
lo
romanos
y
las
diversas
razas
existentes,
producirán
los
futuros
reinos
medievales.
El
emperador
romano
Teodosio
había
dividido
en
dos
partes
al
Imperio
en
el
año
394:
oriente
y
occidente.
Alarico,
godo,
en
410
y
Genserico,
vándalo,
en
456,
cayeron
sobre
Roma.
Odoacro,
jefe
de
los
hérulos,
destituyó
a
Rómulo
Augústulo
en
476,
quien
fue,
así,
el
último
emperador
romano
en
accidente.
La
parte
oriental
del
imperio
siguió
subsistiendo
con
el
nombre
de
Imperio
Bizantino.
El
papa
San
León
I
impidió
que
Atila
saqueara
Roma
en
452.
24.-‐
LOS
NUEVOS
REINOS
Los
bárbaros
invasores
se
repartieron
el
imperio.
Los
suevos,
que
arribaron
en
el
año
400,
los
visigodos
y
los
alanos,
tomaron
España.
Los
vándalos
atravesaron
esta
península,
permanecieron
en
el
sur
(en
Vandalusía,
hoy
Andalucía)
y
prosiguieron
hasta
el
África.
Los
hérulos,
llegados
en
400
también,
permanecieron
en
Italia,
que
fue
arrebatada
por
los
ostrogodos
en
493.
En
Francia
se
apostaron
los
burgundios,
los
visigodos
y
los
francos.
Los
sajones
y
los
anglos
invadieron
Gran
Bretaña
y
se
mezclaron
con
sus
pobladores,
los
bretones.
25.-‐
CONVERSIÓN
AL
CRISTIANISMO
Los
godos
fueron
los
primeros
convertidos
al
cristianismo,
si
bien
a
la
secta
arriana.
A
ellos
fueron
siguiendo
las
demás
tribus:
los
francos,
convertidos
al
catolicismo
ortodoxo,
en
primer
lugar.
Después,
los
borgoñones,
los
suevos
y
los
visigodos.
Irlanda
fue
convertida
al
cristianismo
por
San
Patricio
(461),
a
quien
los
isleños
conservan
todavía
una
profunda
veneración
y
agradecimiento.
El
inició
el
movimiento
monástico
en
aquella
tierra
(ver
núm.
21).
26.-‐
ERRORES
EN
TORNO
AL
DOGMA
DE
CRISTO
Habiendo
sido
defendida
la
divinidad
de
Cristo,
durante
el
siglo
pasado,
en
contra
de
las
afirmaciones
de
Arrio
(ver
núm.
19),
el
siglo
V
presenció
la
lucha
de
especulaciones
en
torno
a
cómo
se
unió
en
Jesús
la
divinidad
con
la
humanidad.
a)
Apolinar
de
Laodicea
(+
390)
negó
el
alma
de
Cristo,
juzgándola
incompatible
con
su
divinidad.
Por
el
contrario,
Diódoro
de
Tarso
(+
394)
y
Teodoro
(+
428)
afirmaron
que
el
Verbo
habitaba
en
un
hombre.
b)
Los
llamados
monofisistas
rechazaban
que
Cristo
tuviera
naturaleza
divina
y
naturaleza
humana.
Defendían
que
únicamente
tenía
una
naturaleza,
en
la
que
se
habían
unido
la
divinidad
y
la
humanidad.
Eutiques
(+
454)
comandó
esta
escuela.
c)
Nestorio,
por
su
parte,
enseñaba
que
Cristo
estaba
constituido
por
dos
personas,
la
divina
y
la
humana.
Como
no
había
unión
entre
una
naturaleza
humana
y
una
persona
divina,
sino
únicamente
conexión
entre
7
una
persona
humana
y
la
divinidad,
Nestorio
rechazaba
que
la
Virgen
fuera
Madre
de
Dios.
Sólo
era
Madre
de
Cristo,
decía.
La
Virgen
había
dado
a
luz
un
hombre
–afirmaba–
al
que
se
había
unido
el
Verbo.
Patriarca
de
Constantinopla,
fue
refutado
por
Cirilo
de
Alejandría
y
por
el
Papa
Celestino,
así
como
por
el
Concilio
de
Éfeso
en
431
(ver
núm.
28)
27.-‐
PELAGIO
Y
LA
GRACIA.
Pelagio
(+
419),
nacido
en
la
actual
Inglaterra,
enseñó
en
Roma
que
el
ser
humano,
sin
ayuda
de
la
gracia,
puede
evitar
el
pecado.
Exaltaba
la
eficacia
del
esfuerzo
de
la
voluntad
en
la
práctica
de
la
virtud.
Según
su
opinión,
bastaba
con
que
Dios
hubiera
otorgado
al
ser
humano
la
libertad
y
la
ley
moral.
La
gracia
era
un
coadyuvante.
Rechazaba,
también,
los
efectos
del
pecado
original.
Reducía
este
pecado
a
un
mal
ejemplo
dado
a
la
humanidad
por
Adán
y
Eva.
Como,
según
creía,
el
bautismo
sólo
perdonaba
los
pecados
personales,
sus
discípulos
concluyeron
que
no
había
que
bautizar
a
los
niños.
El
semipelagianismo
–elaborado
por
Casiano
de
Marsella,
hacia
425-‐
afirmaba
que
el
inicio
de
la
salvación
o
de
la
conversión
era
obra
del
hombre
y
no
de
la
gracia
(ver
núm.
28).
28.-‐
DOS
CONCILIOS
El
Concilio
de
Éfeso,
III
Ecuménico,
fue
realizado
en
431
para
dirimir
las
disputas
con
los
nestorianos
(ver
núm.
26).
La
Asamblea
definió
la
unidad
personal
de
Cristo,
la
maternidad
divina
de
María
y
condenó
al
pelagianismo
(ver
núms.
26
y
27).
El
cuarto
concilio
ecuménico,
efectuado
en
Calcedonia,
tuvo
lugar
en
el
año
451,
como
respuesta
a
Nestorio,
otra
vez,
y
a
Eutiques
(ver
núm.
26).
El
Concilio
enseñó
que
Cristo
tenía
dos
naturalezas,
la
divina
y
la
humana,
unidas
en
una
sola
persona.
Uno
y
otro
concilio
produjeron
agrias
disputas,
antes
y
después
de
su
realización,
así
como
choques
y
cismas,
que
agitaron
terriblemente
a
la
cristiandad.
Entre
otros
episodios
que
servirían
de
ejemplo,
resultó
que
el
Emperador
Teodosio
II
reunión
un
pseudo
concilio
en
Éfeso
(449)
para
rehabilitar
a
Eutiques.
El
Papa
San
León
el
Grande
se
alzó
contra
esta
asamblea,
a
la
que
calificó
de
latrocinio
de
Éfeso.
29.-‐
SANTOS
PADRES
Después
de
una
juventud
inquieta,
Agustín,
hijo
de
Santa
Mónica,
recibió
el
bautismo,
animado
por
la
predicación
de
San
Ambrosio,
Había
nacido
en
el
norte
de
África,
en
el
año
354.
Obispo
de
Hipona
desde
395,
brilló
en
toda
la
cristiandad
por
su
inigualable
talento,
que
apuntó
en
contra
de
los
errores
maniqueos
(ver
núm.
14),
donatistas
(ver
núm.
18)
y
pelagianos
(ver
núm.
27).
Entre
sus
casi
100
obras,
sobresalen
Las
Confesiones
(autobiografía)
y
La
Ciudad
de
Dios
(primera
filosofía
y
teología
de
la
historia).
Excelente
predicador,
además,
fue
también
un
ejemplar
obispo.
Ha
sido
llamado
con
justicia,
“el
genio
más
grande
que
ha
tenido
la
Iglesia”.
Su
influencia
en
nuestros
días
sigue
siendo
notable.
Falleció
el
28
de
agosto
de
430.
San
Jerónimo
(+
420)
realizó
parte
de
su
apostolado
en
el
siglo
anterior.
Redactó
en
Latín
la
Biblia
y
dejó
obras
de
historia
de
la
Iglesia
y
de
espiritualidad.
Propago
el
ideal
monástico.
San
Juan
Crisóstomo
(boca
de
oro),
escribió
acerca
del
sacramento
del
sacerdocio,
así
como
de
la
Eucaristía,
de
la
vida
monacal
y
comentó
la
Sagrada
Escrituras.
Estableció
la
liturgia
usada
en
el
Imperio
Bizantino.
Desplegó
una
intensa
práctica
de
la
caridad
manteniendo
instituciones
que
cuidaban
de
los
desvalidos.
Murió
en
407.
San
Pedro
Crisólogo
(+
450),
virtuoso
y
elocuente
obispo
de
Ravena,
dejó
una
importante
colección
de
sermones
sobre
textos
de
la
Sagrada
Escritura,
cuya
exégesis
fue,
sobre
todo,
moral.
8
SIGLO
VI
30.-‐
REACOMODOS
SOCIALES
El
mundo
que
habitaba
la
Iglesia
era
ya
distinto,
desde
que
la
avalancha
de
los
bárbaros
fue
incontenible.
El
Imperio
había
desparecido.
Estaba
gestándose
una
nueva
época.
Los
antiguos
bárbaros
habían
ocupado
el
Imperio
Romano,
mezclándose
con
los
distintos
habitantes
de
esos
sitios
e
intercambiando
con
ellos
sus
costumbres.
Todavía
en
568,
por
el
reacomodo
que
habían
las
distintas
tribus
en
los
territorios
ocupados,
se
produjo
la
invasión
de
Italia
por
los
lombardos.
El
Imperio
Bizantino,
en
cambio,
en
cambio,
resistió
victorioso
el
empuje
bárbaro,
conservando
su
antigua
idiosincrasia.
El
emperador
Justiniano
(+
565),
gran
organizador
del
imperio,
construyó
Santa
Sofía
(la
sabiduría
de
Dios)
(ver
núm.
97).
31.-‐
II
CONCILIO
DE
CONSTANTINOPLA
Fue
el
V
Concilio
Ecuménico.
Inició
sus
sesiones
en
553.
Reunido
por
Justiniano,
condenó
los
llamados
Tres
Capítulos,
extractos
de
escritos
de
Teodoro
de
Mopsuestia,
Teodoreto
de
Ibas,
considerados
sospechosos
de
nestorianismo
(ver
núm.
26).
32.-‐
LA
VIDA
MONACAL
San
Columbano,
monje
y
misionero
irlandés
(´+
615)
fomentó
la
vida
monacal
en
Irlanda,
Francia
y
la
actual
Inglaterra.
Juan
Casiano
(+
435)
erigió
un
centro
de
vida
ascética
en
Marsella.
Estas
y
las
anteriores
comunidades
fueron
centro
de
renovación
religiosa
y
humana
en
esta
época
de
cambio
cultural.
El
decidido
fomento
a
la
vida
de
consagración
a
Dios
fue
debido
de
manera
importante
a
San
Benito
(+
547).
Desde
la
soledad
de
su
retiro
en
Subiaco,
su
ejemplo
le
atrajo
discípulos.
Pasó
a
Monte
Cassino
en
529,
situado
rumbo
a
Nápoles,
Italia.
La
orden
benedictina
tiene
como
fin
la
glorificación
de
Dios.
Sus
miembros
trascurrían
su
vida
en
la
oración,
el
trabajo
agrícola
y
el
estudio,
viviendo
en
pobreza,
castidad
y
obediencia.
La
orden
tuvo
un
gran
auge
desde
su
fundación
hasta
el
siglo
XII,
en
Italia,
Francia,
Alemania,
Gran
Bretaña,
etc.
Los
monasterios
construidos
se
convirtieron
en
baluartes
evangélicos
y
culturales.
Veinte
papas
y
20
mil
obispos
salieron
de
sus
filas.
Promovieron
el
canto
religioso
que
ellos
mismos
practicaban
diariamente.
33.-‐
LITURGIA
Una
vez
que
los
invasores
fueron
aceptando
la
religión
católica
se
formaron
los
ritos
litúrgicos
propios
de
cada
nación:
la
liturgia
romana
y
la
ambrosiana,
usadas
en
Italia;
la
galicana,
en
Francia;
la
visigótica,
en
España.
Por
estos
tiempos
empezaron
a
editarse
los
Libros
Penitenciales
que
ayudaban
al
sacerdote
y
al
penitente
en
la
confesión.
SIGLO
VII
34.-‐
EL
IMUPULSO
DE
SAN
GREGORIO
En
el
cruce
de
los
siglos
sexto
y
séptimo
(590-‐603)
gobernó
la
Iglesia
San
Gregorio
Magno.
Lograr
la
completa
conversión
de
los
pueblos
bárbaros
fue
uno
de
los
desafíos
más
importantes
que
supo
afrontar.
Envió
a
San
Agustín
de
Canterbury
a
predicar
en
Gran
Bretaña,
en
donde
estableció
siete
obispados.
Procuró,
asimismo,
que
los
francos
y
lombardos
fueron
catequizados.
Logró
que
los
visigodos
dejaran
el
arrianismo
(590)
a
ejemplo
de
su
rey
Recaredo
(ver
núm.
25).
San
Gregorio
escribió
varios
libros
morales,
cuidó
de
la
ciudad
romana
azotada
por
las
pestes
y
la
invasión
lombarda.
Reformó
también
el
rito
de
la
misa,
introduciendo
el
rezo
del
Señor
ten
Piedad,
el
Aleluya,
el
Padre
Nuestro.
Fundó
el
Canto
Gregoriano,
que
se
difundió
rápida
y
ampliamente.
Conformó,
también,
el
Canon
de
la
Misa.
9
35.-‐
BIZANCIO
El
imperio
de
Oriente
fue
amenazado
por
los
persas,
los
ávaros
y
los
árabes,
que
cercaron
sus
fronteras.
No
pudieron
vencerlo.
El
emperador
Heráclito
(610-‐641)
atacó
y
venció
a
los
persas
en
su
propio
territorio.
Rescató
la
Santa
Cruz
que
los
persas
habían
confiscado.
Los
cristianos
de
este
imperio
estaban
muy
divididos
en
la
fe,
porque
interpretaban
diversamente
el
Concilio
de
Calcedonio.
El
patriarca
Sergio
de
Constantinopla,
en
su
deseo
de
lograr
restablecer
la
unidad,
provocó
el
monergismo
y
el
monotelismo.
El
monergismo
sostenía
que
en
Cristo
sólo
había
una
energía
o
actividad,
la
divina.
El
patriarca
Sergio
concluyó
que
Cristo
sólo
tenía
una
voluntad,
la
divina.
San
Sofronio
y
San
Máximo
se
encargaron
de
atacar
este
error.
El
tercer
concilio
celebrado
en
Constantinopla,
VI
Ecuménico,
en
680,
definió
la
existencia
en
Cristo
de
dos
voluntades
y
de
dos
actividades.
36.-‐
LOS
ARABES
El
profeta
Mahoma
fue
fundador
de
la
religión
del
Islam.
Nació
en
570.
Predicó
la
fe
en
un
solo
Dios.
En
622
llegó
a
la
ciudad
de
Medina,
año
en
que
dio
comienzo
la
era
musulmana.
Se
instaló
después
en
La
Meca,
donde
murió
en
632.
El
Corán,
libro
escrito
por
sus
discípulos,
recogió
las
enseñanzas
de
Mahoma.
Indica
que
Dios
habló
a
los
hombres
por
medio
de
ángeles
o
de
profetas
como
Moisés,
Jesucristo,
Mahoma.
Dios
premiará
a
los
hombres
predestinados
con
un
paraíso
de
deleites.
Los
musulmanes
deben
leer
cada
día
el
primer
versículo
del
Corán,
orar,
ayunar
el
mes
de
Ramadán,
dar
limosna,
ir
una
vez
al
año
a
la
Meca
y
acudir
a
la
Guerra
Santa.
Mahoma
permitió
la
poligamia
y
el
divorcio.
El
profeta
formó
un
pueblo
a
partir
de
grupos
dispersos
de
pastores
beduinos.
Los
árabes
pudieron
atravesar
una
parte
de
las
fronteras
del
Imperio
Bizantino.
Ocuparon
Palestina,
Persia,
Siria
y
Egipto,
bajo
el
mando
de
Abou
Omar
(+
644),
primer
sucesor
de
Mahoma.
Después
de
varios
años
de
dispersiones
internas,
los
musulmanes
reiniciaron
su
expansión
a
fines
del
siglo,
en
que
ocuparon
el
norte
de
África.
37.-‐
MAGISTERIO
Y
CONVERSIONES
En
España
sobresalía,
mientras
tanto,
San
Isidoro,
obispo
de
Sevilla
(+
636).
Recopiló
todos
los
conocimientos
de
su
época
en
la
famosa
obra
Etimologías.
Los
búlgaros
llegaron
al
sur
del
Danubio
hacia
el
año
660.
San
Galo
fue
apóstol
de
Suiza
(+
613).
Los
lombardos
se
convirtieron
en
653
(ver
núm.
34).
SIGLO
VIII
38.-‐
LA
EDAD
MEDIA
La
Edad
Media
fue
gestándose
desde
el
siglo
V,
como
hemos
visto,
y
duró
hasta
los
siglos
XII-‐XIV.
Fue
la
época
de
la
Europa
feudal.
Carlomagno
trató
de
restaurar
el
Imperio
Romano
de
Occidente.
La
Iglesia
quedó
situada
tanto
en
el
continente
Europeo
como
en
el
Imperio
de
Bizantino
de
Oriente.
Los
árabes
se
apoderaron
de
una
parte
de
este
oriente
y
avanzaron
por
el
norte
de
África
con
el
intento
de
adueñarse
de
Europa.
España
cayó
en
su
poder
(ver
núm.
36).
39.-‐
ESPAÑA
En
el
año
586
España,
con
su
rey
Recaredo,
abandonó
el
arrianismo
e
ingreso
a
la
Iglesia
Católica
(ver
núm.
34).
El
reino,
sin
embargo,
fue
invadido
por
los
musulmanes
en
711,
excepto
en
su
parte
norte.
El
cristianismo
pudo
seguir
existiendo
pero
no
sin
innumerables
penalidades
y
aun
vacilaciones
que
tuvieron
que
padecer
los
fieles.
Recaredo,
obispo
de
Córdoba,
en
cambio,
encabezo
la
tendencia
opuesta.
10
40.-‐
EL
RESTO
DE
EUROPA
Los
árabes,
que
seguían
avanzando,
fueron
derrotados
en
Poitiers
por
Carlos
Martell
en
732.
La
religión
de
Cristo
se
conservó
en
aquellos
lugares
donde
ya
existía
y
desde
éstos
pudo
todavía
extenderse
a
otros
sitios
del
continente
europeo.
Desde
Holanda
a
Dinamarca,
San
Wilibrordo
(+
739)
sembró
la
semilla
del
Evangelio.
A
San
Bonifacio
(+
754)
se
debe
la
conversión
de
Alemania.
Para
consolidar
su
obra
fundó
monasterios.
El
papa
Gregorio
III
estableció
las
diócesis
y
nombró
a
sus
obispos.
41.-‐
EL
IMPERIO
DE
CARLOMAGNO
Los
lombardos,
que
habían
penetrado
una
parte
de
Italia,
avanzaron
hacia
los
territorios
que
aún
no
habían
podido
conquistar,
tratando
de
adueñarse
de
la
península
entera.
Los
Papas,
señores
temporales
de
diversos
lugares
del
aquel
suelo,
pidieron
la
ayuda
de
Carlomagno,
señor
de
los
francos.
Carlomagno
venció
a
los
invasores
y
reconoció
que
los
Estados
Pontificios
eran
propiedad
de
la
Iglesia.
Carlomagno
conquistó,
además,
gran
parte
de
Europa,
desde
Francia
hasta
Hungría.
El
Papa
León
III
lo
coronó
emperador.
Empezó
de
esta
manera
el
Sacro
Imperio
Romano
de
Occidente,
que
Carlomagno
consideró
continuación
del
anterior
desparecido
(ver
núm.
23).
Permanecía,
al
mismo
tiempo,
el
de
Oriente,
el
bizantino.
Las
letras
tuvieron
un
primer
nuevo
auge
en
esta
época.
En
los
palacios
de
los
señores
fueron
fundadas
las
Escuelas
Palatinas,
que
hicieron
renacer,
junto
con
los
monasterios
existentes,
la
cultura
y
el
arte.
El
monje
anglosajón
Alcuino
(+
804)
propiciará
esta
renovación,
desde
la
corte
del
emperador.
42.-‐
EL
PROMBLEMA
DE
LAS
IMÁGENES
El
emperador
bizantino
León
III
el
Isáurico
(+
741)
impidió
de
manera
definitiva
que
los
árabes
mantuvieran
la
esperanza
de
penetrar
sus
dominios.
Pero
la
Iglesia
de
Bizancio
fue
rompiendo
cada
vez
más
su
vinculación
con
Roma.
El
emperador
era
enemigo
de
que
se
diera
culto
a
las
imágenes
religiosas,
al
igual
que
los
musulmanes
y
los
judíos.
Pidió
al
Papa
Gregorio
II,
en
vano,
que
prohibiera
su
culto.
León
ordenó
la
destrucción
de
las
imágenes
en
su
territorio.
El
papa
Gregorio
III
(+
741)
confirmó
la
legitimidad
del
culto
en
cuestión.
El
hijo
de
León,
Constantino
V
(+
775)
fue
tan
implacable
como
su
padre
en
la
destrucción.
Persiguió
a
los
monjes
que
se
habían
convertido
en
principales
defensores
del
culto
a
los
santos.
Por
fin,
el
Segundo
Concilio
de
Nicea
(VII
Ecuménico,
en
787),
señaló
que
era
legítimo
venerar
a
los
santos
y
esculpir
imágenes
de
ellos.
Este
asunto
volverá
a
debatirse
durante
la
referencia
brotada
a
partir
del
Vaticano
II.
43.-‐
LA
ADMINISTRACIÓN
ECLESIASTICA
Y
LOS
SACRAMENTOS
Para
la
mejor
atención
de
los
asuntos
eclesíasticos,
fueron
hechas
las
demarcaciones
llamadas
arzobispados.
Nacieron
también
los
cabildos
o
reuniones
de
canónigos.
En
vez
del
bautismo
por
inmersión
empezó
a
ser
usado
el
modo
actual
de
bautizar
en
pilas.
La
comunidad
bajo
una
sola
especie
fue
la
más
usada.
SIGLO
IX
44.-‐
NUEVOS
REINOS
Muerto
Carlomagno
(+
814),
le
sucedió
su
hijo
Ludovico
Pío.
Al
fallecer
éste,
los
sucesores
repartieron
el
Imperio
Carolingio
por
medio
de
Tratados
de
Verdún
(843).
Luis
el
Germánico
gobernó
el
oriente
o
se
Baviera,
Alemania,
Sajonia;
Lotario,
el
centro:
Países
Bajos,
Suiza,
Italia.
Carlos
el
Calvo
reinó
sobre
Francia.
La
Europa
así
dividida
sufrió
las
invasiones
de
los
hombres
del
norte,
llamados
normandos
o
escandinavos
o
vikingos,
que
asolaron
Francia,
España
y
el
Mediterráneo.
11
Los
sarracenos
penetraron
a
saco
en
Roma
en
el
año
846.
Mientras
tanto,
el
Emirato
de
Córdoba
cobró
grande
esplendor.
Con
todo,
en
España
empezaron
a
configurarse
las
regiones
políticas
de
Cataluña.
Aragón,
Castilla
y
León.
La
Heptarquía
anglosajona
fue
unificada
con
el
nombre
de
Reino
de
Inglaterra
por
Egderto
(+
838).
A
Rusia
empezó
a
darle
unidad
Rurik
(+
879).
Juan
Escoto
Eurígena,
irlandés
(+
981),
pensador
de
grande
influencia,
dirigió
la
Escuela
de
París.
Rabanco
Mauro
(+
856)
discípulo
de
Alcuino,
propició
en
Alemania
el
movimiento
de
renacimiento
cultural
(ver
núm.
41).
45.-‐
NUEVOS
CRISTIANOS
Los
búlgaros
se
convirtieron
al
cristianismo,
con
su
rey
Boris,
en
el
año
863,
al
igual
que
los
servos
y
croatas,
y,
en
el
norte,
los
daneses
y
suecos,
en
876.
San
Oscar
(+
865)
fue
el
apóstol
de
los
países
escandinavos.
Los
hermanos
San
Cirilo
(+
869)
y
San
Metodio
(+
885)
lo
fueron
de
los
esclavos.
46.-‐
FOCIO
En
869
fue
celebrado
el
IV
Concilio
de
Constantinopla,
octavo
ecuménico,
siendo
papa
Adriano
II.
Fue
convocado
en
parte
para
dirimir
quien
era
Patriarca
de
Constantinopla,
Ignacio
o
Focio,
pues
ambos
detentaban
el
puesto,
validos
de
diversas
razones.
El
concilio
instaló
al
Patriarca
legítimo,
Ignacio,
y
reafirmó
la
legitimidad
del
culto
a
las
imágenes.
Por
sus
escritos
y
por
su
actuación,
antes
y
después
del
concilio,
Focio
preparó
mucho
el
terreno
para
el
rompimiento
posterior
que
tendrá
lugar
entre
Bizancio
y
Roma
(ver
núm.
53).
47.-‐
AÑOS
DE
SOMBRAS
En
estos
siglos
la
Iglesia
fue
el
único
faro
de
luz
que
alumbró
las
espesas
tinieblas
que
cayeron
sobre
la
Europa.
Los
pueblos
bárbaros
no
dejaban
de
serlo
pues
conservaban
todavía
muchas
de
sus
costumbres
paganas,
que
resultaban
difíciles
de
erradicar
a
pesar
de
haber
hecho
profesión
de
fe
cristiana.
El
Papado
sufrió
también
las
consecuencias
de
la
crisis
cultural.
Los
principales
reyes
deseaban
manejar
a
su
arbitrio
a
la
Sede
de
Pedro,
interviniendo
en
las
elecciones,
para
favorecer
sus
propios
intereses.
SIGLO
X
48.-‐
EL
FEUDALISMO
En
esta
época
estuvo
vigente
en
Europa
el
sistema
económico,
político
y
social
llamado
feudalismo.
La
unidad
europea
soñada
por
Carlomagno
despareció.
Europa
se
dividió
en
multitud
de
reinos,
principados,
ducados,
etc.
El
cargo
de
emperador
resultaba,
salvo
excepciones,
nominal.
Las
tierras
no
pertenecían
a
los
campesinos,
sino
a
los
señores,
para
quienes
los
campesinos
las
trabajan.
Las
clases
sociales
estaban
bien
diferenciadas.
La
nobleza
disponía
de
todos
los
privilegios
económicos,
sociales
y
políticos.
Los
siervos
y
los
villanos
eran
subordinados
inermes.
Los
pontífices
de
esta
centuria,
impuestos
por
los
feudales,
fueron
o
mediocres
o
indignos.
El
Imperio
Germánico
de
Occidente,
en
cambio,
empezó
a
cobrar
fuerza
a
partir
de
Otón
el
Grande
(+
973),
coronado
por
Juan
XII.
La
injerencia
en
los
emperadores
y
de
los
diversos
señores
feudales,
especialmente
italianos,
volvió
a
crecer
nuevamente.
Quisieron
poner
y
deponer
papas
a
su
antojo,
aun
valiéndose
del
asesinato,
por
ejemplo
el
cometido
contra
Benedicto
VI
en
974.
Tales
eran
los
tiempos
tenebrosos
que
vivía
Europa
entonces,
al
llegar
el
primer
milenio
de
haber
sido
predicado
el
Evangelio
y
ni
el
mismo
clero
había
podido
escapar
a
una
muy
generalizada
y
extendida
relación
de
costumbres.
Con
todo,
la
fundación
de
la
Orden
de
Cluny,
establecida
el
11
de
septiembre
de
910,
será
de
importancia
esencial.
San
Bernon
(+
928),
su
primer
abad,
y
los
siguientes,
contribuyeron
a
la
reforma
de
la
Iglesia
mediante
el
número
importante
de
monasterios
que
erigieron.
(Ver
núm.
50).
12
49.-‐
MÁS
CONVERSIONES
Muy
importantes
conversiones
de
reyes
y
pueblos
iniciaron
la
vida
cristiana
en
territorios
europeos
cuyos
moradores
todavía
no
había
aceptado
el
Evangelio.
La
princesa
rusa
Olga,
en
945,
recibió
el
bautismo.
Su
nieto,
San
Vladimiro
(+
1054)
convirtió
a
Rusia
(ver
núm.
44).
San
Esteban
de
Hungría
llevó
su
reino
al
a
fe
en
986.
Haakon
(+
961)
fue
el
primer
rey
católico
de
Noruega.
San
Adalberto
(+
997)
fue
el
apóstol
de
Polonia
y
Hungría.
En
996
recibió
el
bautismo
el
Duque
de
Polonia
Miecislao.
La
conversión
de
Islandia
y
Groenlandia
tuvo
lugar
el
año
1000.
SIGLO
XI
50.-‐
VIDA
RELIGIOSA
Dos
nuevas
órdenes
aumentaron
la
vitalidad
renovadora
de
la
vida
religiosa
que
tan
necesaria
se
hacía
en
estos
tiempos
a
la
Iglesia.
San
Romualdo
fundó
la
Orden
de
la
Camáldula
en
1018.
San
Bruno
(+
1101)
estableció
la
Cartuja,
para
que
sus
miembros
dedicaran
su
vida
a
la
oración
en
silencio.
Cluny,
miembro
tanto,
llegaba
al
apogeo
de
su
esplendor
(ver
núm.
48).
51.-‐
SAN
ENRIQUE
II
Este
emperador,
que
mereció
el
culto
de
los
altares,
se
esforzó,
también,
por
cooperar
a
la
reforma
de
la
Iglesia.
Si
bien
cometió
el
error
de
inmiscuirse
demasiado
en
los
problemas
internos
de
la
institución
–tales
eran
los
tiempos-‐
cuidó
que
los
Papas
y
Obispos
cumplieran
su
deber
para
beneficio
del
pueblo
fiel.
Otros
gobernantes
santos
de
este
siglo
fueron
San
Canuto
(+
1086)
rey
de
Dinamarca,
San
Eduardo
(+
1066)
de
Inglaterra
y
San
Ladislao
de
Hungría
(+
1095).
52.-‐
LA
RELACION
DE
LOS
PAPAS
El
Papa
Nicolás
II
(+
1061)
trató
de
frenar
los
abusos
imperiales.
En
1059
estableció
que
los
cardenales
eligieran
al
Papa.
Fue
éste
un
paso
importante
en
la
lucha
por
la
independencia
religiosa.
El
siguiente
estuvo
a
cargo
de
San
Gregorio
VII
(+
1085)
decidido
a
extirpar
el
vicio
de
que
los
señores
feudales
nombraran
a
quienes
ocuparían
los
puestos
eclesiásticos.
Opositor
de
esta
acción
fue
el
emperador
Enrique
IV
(+
1106),
descendiente
del
santo
Enrique
II.
Gregorio
excomulgó
al
emperador,
quien
hubo
de
hacer
penitencia
en
Canossa
(1077)
para
recibir
la
absolución.
Contraatacó
después
y
volvió
a
sus
antiguos
métodos.
Llegó,
incluso,
a
nombra
un
antipapa
que
se
prestara
a
sus
manejos.
Las
escaramuzas
seguirán
entre
diversos
papas
y
emperadores
todavía
un
tiempo
más.
53.-‐
BIZANCIO
Las
relaciones
de
oriente
y
occidente
habían
quedado
muy
debilitadas,
según
recordamos
(ver
núm.
46).
La
ruptura
formar
entre
Bizancio
y
Roma
tuvo
efecto
en
1054,
a
causa
de
la
mutua
intransigencia.
El
patriarca
Miguel
Cerulario
no
acepto
la
costumbre
occidental
de
consagrar
panes
ázimos
(sin
levadura)
en
la
misa.
Después
de
unas
pláticas
con
los
alejados
del
Papa
León
IX,
encabezada
por
el
cardenal
Humberto,
el
desacuerdo
fue
completo.
Miguel
Cerulario
fue
excomulgado.
Los
legados
volvieron
a
Roma.
Empezó
la
separación
de
Bizancio,
Bulgaria,
Rumania
y
pueblos
eslavos.
La
excomunión
fue
levantada,
de
manera
solemne,
únicamente
hasta
el
Concilio
Vaticano
II
(ver
núm.
170).
13
54.-‐
LAS
CRUZADAS
El
siglo
XI
vio
nacer
(1096-‐1099),
la
primera
de
las
ocho
cruzadas
que
habría
hasta
el
siglo
XIII.
Urbano
II
convocó
la
primera
durante
el
Concilio
de
Clermont
en
1095.
Los
turcos
mahometanos
se
habían
apoderado
de
los
Santos
Lugares
en
Jerusalén
en
1071.
Amenazaba
con
invadir
a
Europa,
que
se
estremecía
toda
ella
ante
esa
posibilidad.
Europa
necesitaba
expandirse
y
comunicarse
con
el
oriente.
Pedro
el
Ermitaño
avanzó
seguido
por
veinte
mil
adictos
surgidos
por
el
pueblo.
Hambreados
y
desorientados,
llegaron
al
Imperio
Bizantino,
que
los
miraba
con
recelo,
si
no
con
estupor,
por
las
tropelías
que
cometían.
Después
de
ellos
llegaron
60
mil
elementos
del
ejército
organizado,
al
mando
de
Godofredo
de
Bouillon.
Bizancio
quiso
aprovechar
estas
fuerzas
para
recobrar
sus
territorios
anteriormente
perdidos.
Los
cruzados
tomaron
plazas
importantes
(Antioquia,
p.e.)
y
aun
la
misma
Jerusalén
(1099),
a
la
que
arrasaron.
Establecieron
allí
un
reino,
pequeño
islote
rodeado
de
turcos
y
bizantinos.
Fue
llamado
Reino
Cristiano
de
Jerusalén.
Perdió
su
última
posesión
en
1290
(ver
núm.
64)
55.-‐
ARTE
ROMANICO
El
espíritu
que
estaba
desarrollándose,
tuvo
su
manifestación
artística
en
el
llamado
estilo
Románico.
La
cristiandad
construyó
catedrales,
iglesias
y
monasterios
en
Europa.
Los
elementos
característicos
son
la
bóveda
de
medio
cañón,
las
columnas,
muros
inmensos
y
arcos
de
medio
punto.
El
Románico
es
un
estilo,
por
tanto,
que
produce
impresión
de
severidad
por
la
escasez
de
ventanas
y
de
luz,
así
como
por
lo
macizo
de
su
construcción
(ver
núm.
78).
SIGLO
XII
56.-‐
EL
ESPLENDOR
MEDIEVAL.
A
partir
del
siglo
XII
y
del
modo
especial
en
el
XIII,
la
Edad
Media
llegó
a
su
esplendor.
Fue
entonces
–en
contraste
con
la
precariedad
de
los
siglos
antecedentes-‐
cuando
realizó
su
mejor
producción
cultural.
57.-‐
ORDENES
RELIGIOSAS
Siguiendo
con
el
impulso
de
renovación
monacal
anterior
(ver
núm.
50)
otros
hombres
buscaron
formas
nuevas
de
consagrarse
a
Dios,
seguidos
por
numerosos
discípulos.
Los
cistercienses
tuvieron
gran
importancia
a
partir
de
su
fundación
por
San
Roberto
(+
1110),
que
adoptó
los
modelos
heredados
por
San
Benito
(ver
núm.
32).
Impulso
notable
a
esta
orden
lo
dio
San
Bernardo
de
Claraval
(ver
núm.
58).
También
nacieron
en
este
siglo
los
canónigos
regulares
de
San
Agustín
y
los
premostratenses
de
San
Norberto
(+
1134).
Características
de
esta
época
fue
la
formación
de
las
órdenes
militares,
constituidas
por
monjes
guerreros,
cuyo
objeto
fue
cuidar
de
Tierra
Santa,
o
realizar
diversas
obras
de
beneficencia.
Así
nacieron
los
hospitalarios
de
San
Juan
(1113),
que
atendían
a
los
enfermos
en
aquella
tierras;
los
templarios
(1118),
que
habitaron
el
Templo
de
Salomón
reconstruido
por
Herodes
(ver
núm.
82);
los
teutones
(1190).
En
España
vio
la
luz
la
Orden
de
Alcántara
en
1154,
la
de
Calatrava
en
1157,
la
de
Santiago
en
1170
y
otras
más.
58.-‐
LA
CULTURA
Los
estudios,
tan
descuidados
hasta
la
fecha,
a
causa
de
las
sombras
que
envolvían
a
la
Europa,
cobraron
nuevo
desarrollo.
Las
escuelas
monacales
salvaron
de
la
hecatombe
a
la
sabiduría.
Las
materias
enseñadas
en
aquellas
aulas
eran
gramática
latín,
retórica
y
dialéctica,
por
una
parte,
y
aritmética,
geometría,
astronomía
y
música
por
otra,
así
como
teología.
14
Aparecieron
también
las
escuelas
episcopales,
anexas
a
las
catedrales
(ver
núm.
41).
San
Anselmo
(1033-‐1109)
sobresalió
por
la
renovación
que
empezó
en
el
campo
teológico,
cuyo
fruto
posterior
será
la
maduración
de
la
teología
escolástica.
San
Anselmo
introdujo
en
buena
medida
la
razón
en
el
seno
de
la
fe.
Ideó
el
argumento
ontológico
para
demostrar
la
existencia
de
Dios,
fundado
en
la
noción
misma
del
ser.
Este,
decía,
es
impensable
si
Dios
no
existiera.
También
fundamentaba
su
prueba
en
la
noción
de
perfección,
que
implica
la
existencia,
puesto
que
lo
perfecto,
si
no
existiera,
sería
por
ello
mismo
imperfecto.
Pedro
Lombardo
(+
1160),
llamado
el
Maestro
de
las
Sentencias,
escribió
el
libro
que
lleva
este
nombre,
texto
teológico
generalmente
usado
en
aquella
época.
Recopiló
en
él
la
enseñanza
relativa
a
Dios,
la
Creación,
el
Retorno
a
Dios
(encarnación,
moral),
los
Sacramentos,
la
Resurrección
y
el
Juicio.
Sobresalió
también
Abelardo
(+
1142),
hombre
de
pensamiento
tan
renovado
cuanto
azarosa
vida.
Fue
partidario
de
la
crítica
racionalista.
Quería
buscar
con
precisión
la
traducción
de
la
Biblia
y
de
los
textos
de
los
Santos
Padres.
Propugnaba
porque
los
contextos
fueran
debidamente
estudiados.
Su
libro
acerca
de
la
Trinidad
fue
quemado.
Escribió
un
Tratado
de
Teología,
nombre
éste
al
que
consagró.
Sus
enseñanzas
morales
fueron
tachadas
de
subjetivas.
Optó
por
recluirse
en
un
monasterio,
para
terminar
sus
días
dedicado
a
la
oración.
La
enseñanza
de
Pedro
de
Bruys
y
de
Enrique
de
Lausana
fue
condenada
en
el
Segundo
Concilio
de
Letrán,
como
veremos
adelante
(núm.
60).
Un
discípulo
de
Abelardo,
Arnoldo
de
Brescia
(+
1055)
atacó
la
legitimidad
de
las
propiedades
eclesiásticas
y
del
poder
temporal
de
los
papas
y
negó
el
valor
de
los
sacramentos.
Sus
seguidores
transmitieron
estas
doctrinas
a
los
valdenses
(ver
núm.
66).
Importante
teólogo
y
maestro
de
la
vida
espiritual
fue
San
Bernardo
de
Claraval
(+
1153),
cuya
enseñanza
sintetizaba
él
mismo
en
su
célebre
frase:
“La
medida
del
amor
a
Dios
consiste
en
amar
a
Dios
sin
medida”.
Su
influencia
ha
llegado
a
nuestros
días
principalmente
a
través
de
San
Francisco,
Kempis
e
Ignacio
de
Loyola.
San
Bernardo
propagó
notablemente
la
devoción
a
Nuestra
Señora
la
Virgen
María.
59.-‐
LA
SITUACIÓN
DE
LOS
PAPAS
Episodio
importante
en
la
lucha
papal
empeñada
en
romper
la
intromisión
civil
en
la
vida
eclesiástica
fue
el
Concordato
de
Worms
(1122),
gestionado
por
el
Papa
Calixto
II
y
el
Emperador
Enrique
V.
Este
aceptó
no
inmiscuirse
más
en
la
elección
de
los
prelados.
Sin
embargo,
persistían
los
restos
de
los
conflictos
anteriores.
Las
familias
romanas
se
opusieron
a
la
elección
del
Papa
Inocencio
II
(1130-‐1143),
apoyado
por
el
Emperador.
Eligieron
al
antipapa
Anacleto
II.
El
emperador
Federico,
llamado
Barbarroja,
hizo
caso
omiso
del
Concordato
de
Worms
y
pretendió
volver
a
nombrar
obispos
y
abades
a
su
gusto.
Interpretó
estrictamente
su
actividad
como
proveniente
de
derecho
divino
y
declaró
su
independencia,
en
cuanto
emperador,
del
papa.
Nombró
un
antipapa,
Víctor
IV,
y
al
morir
éste,
a
otro,
Pascual
III.
El
Papa
verdadero
era
Alejandro
III,
el
cual
le
declaró
la
guerra.
Perdida
por
Federico,
éste
protestó
finalmente
obedeciendo
a
Alejandro
III,
en
1177.
El
caso
de
Santo
Tomás
Becket
(+
1170),
ocurrió
en
Inglaterra,
también
es
ilustrativo.
Fue
canciller
del
rey
Enrique
II
Plantagenet
y
arzobispo
de
Canterbury.
Enrique
quiso
contar
con
su
complicidad
para
la
elección
de
prelados.
Se
opuso
Santo
Tomás,
que
fue
muerto
por
cuatro
partidarios
del
rey.
60.-‐
TRES
CONCILIOS
El
primer
concilio
realizado
en
Letrán
(1123),
IX
Ecuménico,
fue
el
primer
celebrado
en
occidente.
Más
que
a
cuestiones
dogmáticas,
como
lo
habían
hecho
los
anteriores,
éste
se
avocó
a
corregir
los
principales
errores
disciplinarios
prácticos
en
la
cristiandad,
tanto
por
el
clero
como
por
los
fieles:
la
simonía
y
el
nicolaísmo.
Confirmo
también
el
Concordato
de
Worms.
El
segundo
de
Letrán
(1139),
X
Ecuménico,
salió
al
paso
de
las
enseñanzas
que
impartían
Pedro
de
Bruys
y
Enrique
de
Lausana
(ver
núm.
58).
No
aceptaban
el
bautismo
impartido
a
los
niños,
atacaban
la
presencia
eucarística
y
la
edificación
de
templos.
Afirmaban
también
que
las
misas
de
difuntos
carecían
de
sentido
y
eran
inútiles.
El
concilio
renovó
las
condenaciones
contra
la
usura,
los
torneos
y
el
nicolaísmo.
15
El
tercer
concilio
del
mismo
nombre,
XI
Ecuménico
(1179),
contuvo
el
movimiento
albigense
(ver
núm.
66),
legisló
en
contra
de
la
acumulación
de
prebendas
y
fijó
que
los
papas
deberían
ser
elegidos
por
una
mayoría
de
dos
tercio
de
la
votación.
61.-‐
CONTINUACIÓN
DE
LAS
CRUZADAS
Dos
cruzadas
organizó
el
siglo
XII
para
proseguir
los
intentos
anhelados
por
la
primera.
La
segunda
(1147-‐
1149)
fue
comandada
por
Luis
VII
de
Francia
y
el
emperador
Conrado
III.
Fracasó
por
la
resistencia
de
los
mismos
bizantinos
y
por
las
divisiones
internas
de
los
cruzados.
La
tercera
(1189-‐1192),
apresurada
por
el
reino
franco,
fundado
durante
la
primera
cruzada,
era
peligrosamente
rodeado
por
los
turcos,
fue
guiada
por
Barbarroja,
Felipe
II
Augusto,
rey
de
Francia,
y
por
Enrique
II
Plantegenet
de
Inglaterra
(ver
núm.
54)
Federico
y
Enrique
murieron.
El
hijo
de
éste,
Ricardo
Corazón
de
León,
lo
suplicó.
Con
Felipe
II
se
apoderó
de
San
Juan
de
Arce.
El
rey
francés
volvió
a
su
tierra.
Ricardo,
entonces,
firmó
un
acuerdo
de
acceso
libre
de
los
cristianos
a
Tierra
Santa,
estampando
su
nombre
junto
al
del
sultán
Saladino.
SIGLO
XIII
62.-‐
MOMENTO
CRUCIAL
Llegamos
al
grado
máximo
de
esplendor
de
la
cultura
forjada
lentamente
durante
el
Medioevo.
Después
de
estos
resplandores,
contemporáneos
el
paulatino
declive
de
la
Edad
Media.
63.-‐
PAPAS
Y
EMPERADORES
Inocencio
III
gobernó
–desde
los
37
años
de
edad-‐
la
nave
de
San
Pedro,
del
año
1198
a
1215.
Inteligente
y
joven,
decidió
llevar
a
cabo
el
ideal
de
una
sociedad
política
religiosa
medieval,
realiza
en
plenitud
en
la
supremacía
papal.
Numerosas
y
complicadas
fueron
sus
intervenciones
en
los
reinos
de
Inglaterra,
Francia,
Sicilia
y
en
el
mismo
Imperio.
Inició
la
cuarta
cruzada,
luchó
contra
los
valdenses
y
cátaros
y
convocó
el
cuarto
Concilio
de
Letrán.
El
intuyó
el
beneficio
tan
amplio
y
renovador
que
reportarían
a
la
Iglesia
los
espíritus
de
Francisco
de
Asís
y
Domingo
de
Guzmán.
Después,
Federico
II,
descendiente
de
Barbarroja,
que
tuvo
un
largo
reinado
(1212
a
1250)
disputó
la
supremacía
tanto
con
el
Papa
Honorio
III
(+
1227),
sucesor
de
Inocencio,
como
también
con
el
Papa
Gregorio
IX
(+
1240)
y
con
Inocencio
IV
(+
1254),
mediante
repetidas
guerras.
Inocencio
IV
optó
por
trasladar
la
sede
pontificia
a
Lyon,
reino
de
Francia,
para
gozar
la
protección
del
rey
San
Luis
IX.
A
la
muerte
de
Federico,
las
facciones
interesadas
en
nombrar
a
un
emperador
de
acuerdo
a
su
propia
política,
provocaron
el
largo
Gran
Interregno
Imperial,
de
1254
a
1273.
Rodolfo,
de
la
familia
de
Habsburgo,
nuevo
emperador
en
1273,
dio
por
terminado
el
poderío
de
la
familia
de
los
Federico
Hohenstaufen.
Caso
notable
fue
el
del
Papa
San
Celestino
V,
piadosísimo
asceta,
nombrado
Papa
a
fines
de
1294.
Renunció
a
los
pocos
meses,
considerando
que
no
tenía
las
cualidades
necesarias
de
gobierno
que
le
exigía
el
puesto.
64.-‐
CRUZADAS
El
siglo
XIII
añadió
cinco
cruzadas
a
las
tres
realizadas
antes.
La
cuarta
(1202-‐1204),
que
tenía
como
fin
levantar
la
fuerza
del
Reino
Franco
establecido
en
Tierra
Santa,
que
ya
agonizaba,
fracasó
(ver
núm.
61).
Los
jefes
de
la
expedición
deseaban
atacar
Egipto.
El
ejército,
en
cambio,
pretendía
avanzar
sobre
Palestina.
Venecia
quiso
utilizar
las
fuerzas
para
su
provecho,
con
el
fin
de
enseñorearse
del
territorio
húngaro.
Los
cruzados,
por
fin,
penetraron
en
Bizancio,
depusieron
al
emperador
Alejo
V
y
coronaron
a
Balduino
de
Flandes.
Bizancio
quedó
convertido
en
feudo
papal,
hasta
1260.
En
la
quita
cruzada
(1217-‐1221),
Andrés
II
de
Hungría
obtuvo
únicamente
avances
precarios.
16
La
sexta
cruzada
(1228-‐1229)
fue
capitaneada
por
el
emperador
Federico
II.
Mediante
alianzas
habilísimas,
propias
de
su
genio
político,
y
sin
recurrir
a
acciones
bélicas,
instauro
en
Jerusalén
una
política
de
tolerancia
religiosa.
La
séptima
(1248-‐1254)
tenía
como
fin
recobrar
nuevamente
Jerusalén,
que
había
caído
en
el
poder
turco
en
1244.
Los
cristianos
se
habían
replegado
a
unas
cuantas
fortificaciones,
como
San
Juan
de
Arce
y
Antioquia.
San
Luis
IX
de
Francia
respondió
al
llamado
de
Inocencio
IV.
Pero
los
desastres
sufridos
por
la
vanguardia,
comandada
por
el
conde
de
Artois,
hermano
de
San
Luis,
la
fiebre
que
azotó
al
ejército,
y
la
prisión
del
mismo
rey,
inutilizaron
la
empresa.
La
octava
y
última
cruzada
(1270)
fue
llevada
a
cabo
por
el
mismo
San
Luis,
en
renovado
intento
de
contener
el
avance
turco
que
proseguía
continuo.
Antes
de
partir
hacia
Jerusalén,
se
apoderó
de
Túnez,
en
el
norte
de
África.
Allí
murió,
víctima
de
la
disentería.
No
se
hará
otro
intento
más
para
reconquistar
la
Tierra
Santa.
Dentro
de
la
misma
Europa
de
la
misma
Europa,
en
cambio,
hubo
tres
cruzadas.
65.-‐
LAS
CRUZADAS
ESPAÑOLAS
Inocencio
III
convocó
a
los
reinos
cristianos
a
efectuar
una
expedición
en
contra
de
los
almohades
musulmanes,
que
se
aprestaban
a
afianzar
su
decaído
poderío
sobre
la
península
ibérica.
La
batalla
de
las
Novas
de
Tolosa
(1212)
fue
favorable
a
los
europeos
que
auxiliaron
al
rey
Alfonso
IX.
Durante
el
resto
del
siglo,
San
Fernando
III,
Alfonso
X,
Alfonso
el
Batallador
y
Jaime
el
Conquistador,
harán
retroceder
a
los
moros
hasta
Granada
(ver
núm.
100).
66.-‐
LAS
CRUZADAS
ESPAÑOLA
Pedro
Valdez,
muerto
en
1217,
había
iniciado
un
singular
experimento
desde
fines
del
siglo
anterior.
Nacido
en
Lyon,
Francia,
abandonó
un
buen
día
sus
negocios
y
partió
a
predicar
el
Evangelio
(1173),
dando
ejemplo
de
pobreza,
austeridad
y
desprendimiento.
Le
siguieron
partidarios
en
mayor
número
cada
vez,
provenientes
de
Suiza,
de
Alemania
y
de
otros
reinos.
Atacaron
las
costumbres
de
los
clérigos
rejados,
pero
deslizaron
errores
dogmáticos
en
las
predicas
que
desparramaban.
Ello
les
atrajo
la
excomunión
del
Papa
Lucio
III
en
1184.
Al
igual
que
Pedro
de
Bruys
y
Enrique
de
Lausana,
atacaron
los
sacramentos
(ver
núm.
58).
Los
valdenses
sólo
admitían
el
bautismo,
la
penitencia
y
la
eucaristía.
A
ellos,
se
unió
otros
grupos,
el
de
los
cátaros
o
albigenses.
Estos
hicieron
renacer
en
Europa
el
maniqueísmo
y
el
dualismo
persa
(ver
núm.
14).
Predicaron
especialmente
en
Bulgaria
y
de
ahí
pasaron
a
una
buena
parte
de
Europa,
especialmente
en
Francia.
Tomaron
como
sede
a
Albi,
de
donde
proviene
el
nombre
de
esta
comunidad.
Eran
adversarios
de
la
propiedad,
de
las
relaciones
sexuales
y
de
la
violencia
aun
usada
como
recurso
defensivo.
También
atacaron
los
sacramentos,
el
culto
y
la
vida
futura.
El
movimiento
fue
condenado
por
Inocencio
III
y
por
Honorio
III.
Simón
de
Monfort
capitaneó,
en
forma
de
cruzada,
una
guerra
en
toda
forma
contra
los
albigenses
y
los
señores
feudales
que
apoyaban
o
pretendían
valerse
del
movimiento,
al
que
Monfort
arrasó
y
deshizo
(1208-‐1229).
67.-‐
LA
CRUZADA
TEUTONICA
Realizada
de
1228
a
1283,
fue
acaudillada
por
el
Gran
Maestre
Hermann
de
Salza,
con
objeto
de
someter
a
los
gentiles,
levantados
en
armas,
que
permanecían
en
los
territorios
prusianos.
68.-‐
CUATO
CONCILIO
DE
LETRAN
Fue
el
XII
Concilio
Ecuménico.
Tuvo
lugar
en
1215
a
instancias
de
Inocencio
III.
Condenó
a
los
valdenses
y
a
los
albigenses.
Reprobó
la
venta
de
reliquias,
ordenó
la
confesión
y
la
comunión
oral.
Estimuló
las
cruzadas.
Legisló
acerca
de
la
disciplina
sacerdotal.
69.-‐
EL
CONCILIO
DE
LYON
El
XIII
Concilio
Ecuménico
fue
celebrado
en
Lyon,
en
1245.
Los
convocados
hicieron
un
triste
balance
del
estado
espiritual
de
la
cristiandad.
17
Señalaron
sus
principales
llagas:
relajación
clerical,
peligro
de
Jerusalén
y
Bizancio,
inminencia
de
la
invasión
de
los
mongoles
y
las
guerras
de
Federico
II,
al
que
excomulgaron.
70.-‐
EL
SEGUNDO
CONCILIO
DE
LYON
Y
EL
CONCLAVE
En
la
misma
ciudad
(1274)
fue
convocado
el
XIV
Concilio
Ecuménico,
con
objeto
de
acudir
en
auxilio
de
Tierra
Santa,
lograr
la
unión
con
la
Iglesia
Bizantina
y
reformar
las
costumbres
eclesiásticas.
Para
evitar
más
intromisiones
civiles
en
la
elección
de
los
Sumos
Pontífices,
el
concilio
ordenó
que
los
cardenales
escogieran
al
sucesor
del
Papa
difunto
reunidos
en
asamblea
que
desde
entonces
se
llama
cónclave.
71.-‐
SAN
FRANCISCO
DE
ASIS,
GLORIA
DE
LA
HUMANIDAD.
Francisco,
nació
en
Asís
en
1180,
después
de
una
juventud
sin
mayores
preocupaciones
religiosas,
dedicó
su
vida,
a
partir
de
1206,
a
predicar
el
evangelio
en
pobreza.
Con
sus
seguidores,
recibió
la
aprobación
de
Inocencio
III
en
1210,
para
continuar
la
evangelización,
emprendida
con
aquella
sencillez
de
vida
que
les
era
característica.
El
deseo
de
convertir
a
los
musulmanes,
llamaba
la
atención
del
santo.
Fue
a
Jerusalén
en
1212,
a
Marruecos
dos
años
después
y
a
Egipto
en
1219.
Sus
discípulos
evangelizaran
Tierra
Santa,
Siria,
Persia,
etc.
De
los
reinos
europeos
muchos
hombres
se
presentaron
ante
Francisco,
para
seguir
su
modo
de
vida,
estampado
en
Regla
en
1223
y
cuyo
texto
recalcaba
la
importancia
de
la
pobreza
cristiana.
La
tercera
Orden
franciscana
es
la
adaptación
a
los
seglares
del
espíritu
de
Francisco,
atendiendo
a
las
circunstancias
de
la
vida
propia.
Importantes
escritos
de
Francisco
son
su
Testamento
y
su
Cántico
al
hermano
Sol.
Murió
en
1226.
Las
clarisas
son
las
ramas
femeninas
de
los
franciscanos.
Fueron
fundados
por
Santa
Clara
(+
1253).
72.-‐
DOMINGO
EL
TEOLOGO
Domingo
de
Guzmán
(+
1221),
canónigo,
hombre
de
inquietudes
religiosas
y
de
infatigable
celo
apostólico,
seguido
por
varios
sacerdotes
a
los
que
había
ganado
para
su
causa,
recibió,
en
1219,
la
aprobación
del
Papa
Honorio
III
para
fundar
la
orden
religiosa
dominica
o
de
predicadores,
fin
éste
al
que
se
consagraron
sus
miembros.
De
ahí
la
excelente
preparación
teológica
de
que
están
dotados
los
domingos.
Propagaron
la
devoción
a
la
Virgen
María
y
el
rezo
del
rosario.
73.-‐
NUEVAS
COMUNIDADES
RELIGIOSAS
El
Papa
Alejandro
IV
organizó
en
1256
la
Orden
de
Ermitaños
de
San
Agustín,
dedicados
a
la
predicación,
instrucción
y
misiones.
A
los
franciscanos,
dominicos
y
agustinos
se
debe
la
primera
evangelización
de
nuestro
continente
en
el
siglo
XVI
(ver
núm.
113).
En
1235
Gregorio
IX
dio
forma
a
la
Orden
de
la
Merced,
originada
en
1218
por
San
Pedro
Nolasco,
San
Raimundo
de
Peñafort
y
Jaime
I
el
Conquistador.
En
aquel
tiempo
rescataban
a
los
cristianos
cautivos
por
los
moros.
Después
se
han
dedicado
a
los
diversos
campos
de
acción
pastoral.
Desde
el
siglo
XII
unos
ermitaños
latinos
vivían
en
el
Monte
Carmelo,
situado
en
Palestina.
Entre
1205
y
1214
redactaron
una
regla
de
vida.
Honorio
III,
en
1226
confirmaron
la
orden
llamada
de
los
carmelitas.
Hacia
1238
emigraron
a
occidente.
Su
primer
prior
fue
Simón
Stock.
Introdujeron
los
carmelitas
el
uso
del
escapulario
(ver
núm.
108).
74.-‐
LA
INQUISICIÓN
El
Papa
Gregorio
IX,
en
1232,
organizó
el
Tribunal
de
la
Inquisición
para
reprimir
herejías,
sacrilegios,
brujerías
y
delitos
morales.
Tratándose
de
los
delitos
mayores,
los
apresados
que
no
se
arrepentían
de
sus
actos
eran
relajados
al
brazo
secular,
o
sea
a
la
autoridad
civil,
para
que
les
infringiera
el
castigo
correspondiente,
previa
tortura
física
en
unos
casos,
castigo
éste
que
era
usado
comúnmente
en
aquel
tiempo.
18
La
inquisición
inició
sus
actividades
tratando
de
extirpar
los
restos
del
movimiento
albigense.
El
Tribunal,
que
cohesionó
la
sociedad,
fue
no
pocas
ocasiones
manipulado
por
la
autoridad
civil,
para
sus
propios
fines
políticos.
En
los
siglos
posteriores
fue
atacada
su
fundación
y
existencia.
Duró
hasta
principios
del
pasado
siglo.
75.-‐
OTRAS
MISIONES
Idea
aceptada
en
el
Medioevo
era
la
existencia,
en
el
Lejano
Oriente,
de
un
personaje
llamado
el
Preste
Juan,
legendario
rey
y
sacerdote
cristiano.
Las
expediciones
de
Marco
Polo
hasta
China
(1271-‐1295),
la
llegada
de
cruzados
a
Tierra
Santa
y
los
viajes
del
Santo
de
Asís,
hicieron
renacer
en
Europa
el
deseo
misional
y
el
anhelo
de
encontrar
al
Preste,
convertir
a
la
China
y
a
los
musulmanes.
Los
franciscanos
y
los
dominicos
realizaron
incipientes
intentos
misionales.
Por
su
parte,
San
Jacinto
(+
1257),
en
Cracovia),
llevó
adelante
la
evangelización
del
Polonia,
Escandinavia
y
Rusia.
76.-‐
LAS
UNIVERSIDADES
Los
antiguos
colegios
catedralicio
se
trasformaron
en
Universidades
o
Estudios
Generales
(ver
núm.
58).
La
primera
fue
París,
ya
organizada
en
el
año
1200.
Superaban
a
las
antiguas
aulas,
por
el
número
de
alumnos,
facultades
establecidas
y
organización
docente
y
administrativa.
El
número
de
Universidades
creció
pronto
en
Italia,
Francia,
Inglaterra,
España.
Descollaron
las
Oxford,
Montpellier,
Cambridge,
Nápoles,
Salamanca,
Lisboa.
Fueron
patrocinadas
por
Papas,
Emperadores
y
Reyes.
77.-‐
LAS
NUEVA
CORRIENTE
TEOLOGICA
Se
llamaba
Agustinismo
a
la
interpretación
tradicional
que
los
teólogos
medievales
hacían
y
enseñaban
del
inmortal
Santo
de
Hipona.
Una
nueva
corriente
de
pensamiento
quiso
suplantar
al
Agustinismo.
Estudiara
a
Aristóteles,
dejando
de
lado
a
Platón,
ambos
griegos,
inspirador
en
parte
el
último
de
San
Agustín,
fue
el
deseo
de
los
estudiosos.
Habían
dado
comienzo
a
la
investigación
del
pensamiento
aristotélico
el
árabe
Averroes
(+
1198)
y
el
judío
Maimónides
(+
1204),
entre
otros.
Conocido
por
medio
de
traducciones,
los
enemigos
de
Aristóteles
acusaban
a
sus
seguidores
y
al
Estagirita
de
defender
el
panteísmo,
la
eternidad
del
mundo.
Asimismo
le
criticaban
que
negaba
la
providencia
de
Dios,
la
libertad
humana,
entre
otros
puntos.
Por
ellos
la
enseñanza
del
griego
fue
prohibida
en
repetidas
ocasiones
a
partir
del
Concilio
Provincial
de
París
en
1210.
Con
todo,
el
pensamiento
de
Aristóteles
fue
siendo
aceptado
por
algunos
maestros,
aunque
con
reservas,
tales
como
San
Buenaventura
el
franciscano,
y
principalmente
por
los
dominicos
San
Alberto
Magno
y
por
Santo
Tomás
de
Aquino,
su
discípulo.
Santo
Tomás
armonizó
la
filosofía
de
Aristóteles
con
el
pensamiento
cristiano.
Sobre
las
obras
de
Santo
Tomás
recayeron
diversas
prohibiciones,
que
desaparecerán
por
completo
hasta
mucho
después
de
la
muerte
del
pensador.
Posteriormente,
su
filosofía
y
teología
fueron
declaradas
las
oficiales
de
la
Iglesia.
Las
obras
mas
importantes
de
Santo
Tomás
fueron
La
Suma
Contra
los
Gentiles
y
La
Suma
Teológica,
magna
enciclopedia
del
saber
teológico.
Consta
de
tres
partes:
Dios,
Principio
de
todas
las
cosas;
Dios,
fin
del
hombre;
El
camino
de
la
Salvación:
Cristo.
Un
franciscano
ingles,
Rogerio
Bacón
(+
1294)
presagio
del
humanismo
posterior
por
su
erudición,
critico
la
escolástica.
Le
achacaba
su
falta
de
estudio
de
las
ciencias
físicas
y
naturales,
de
matemáticas,
filología,
lenguas
y
Sagradas
Escrituras.
San
Buenaventura,
también
franciscano
(+
1274)
General
de
su
orden
a
los
36
años,
en
1257,
y
Cardenal
en
1273,
escribió
tratados
dogmáticos
y
místicos.
El
asimismo
franciscano
e
inglés,
Alejandro
de
Hales
(+
1245),
aplicó
la
filosofía
aristotélica
a
la
organización
científica
del
sistema
de
enseñanza
critica.
Introdujo
el
método
silogístico.
Escribió
La
Suma
de
toda
la
Teología.
19
78.-‐
EL
ARTE
DE
GOTICO
El
Arte
gótico
hizo
evolucionar
elementos
propios
del
románico
(ver
núm.
55).
Al
peso
de
la
bóveda
de
crucería,
lo
contuvo
por
medio
de
las
nervaduras.
Estas
terminaban
en
columnas
y
muros,
detenidos
a
su
vez
por
los
contrafuertes
construidos
en
el
exterior
del
edificio.
Con
ellos
fue
posible
abrir
las
ventanas
que
iluminaron
el
interior
de
las
naves.
Cuando
los
vidrios
eran
de
colores,
reflejaban
a
éstos
en
el
interior.
La
decoración
tuvo
fines
pedagógicos:
mostrar
escenas
bíblicas
o
la
vida
de
los
santos.
Es
importante
señalar
que
estas
iglesias,
principalmente
las
catedrales,
fueron
construidas
a
lo
largo
de
varios
decenios.
Los
pueblos
enteros
contribuían
con
su
mano
de
obra
y
su
capacidad
creadora
(ver
núm.
134).
79.-‐
POLITICA
TRASCENDETAL
Tres
importantes
hechos
políticos
merecen
ser
destacados.
Los
nobles
ingleses
obligaron
al
rey
Juan
sin
Tierra
(+
1216),
a
firmar
la
Carta
Magna
o
Constitución
(1215),
que
delimitaban
los
derechos
del
rey,
en
contra
de
pretensiones
de
mando
absolutistas.
En
el
reinado
de
su
sucesor,
Enrique
III
(+
1272),
fue
instituida
la
Cámara
de
Comunes
o
Parlamento.
Ambos
ejemplos
fueron,
muchos
siglos
después,
copiados
por
gran
número
de
países.
Por
otra
parte,
Otman
el
turco
fundó
el
Imperio
Otomano
en
1259,
que
hizo
surgir
las
cruzadas
que
hemos
señalado
y
que
constituirá
un
peligro
constante
para
Europa,
hasta
la
batalla
de
Lepanto
del
año
1571.
(Ver
núms.
97
y
111).
SIGLO
XIV
80.-‐
BONIFACIO
VIII
Desde
fines
de
siglo
XIII
(1294)
hasta
1303,
el
Papa
Bonifacio
gobernó
la
Iglesia.
Deseando
erradicar
definitivamente
la
injerencia
laica
en
los
asuntos
eclesiásticos,
publicó
en
1296
la
bula
Clericis
Laicos.
Prohibió
cualquier
uso
de
bienes
eclesiásticos
a
los
laicos.
El
rey
francés
Felipe
el
Hermoso
respondió
prohibiendo
a
su
vez
que
saliera
de
su
reino
cualquier
dinero
con
destino
a
Roma.
Bonifacio
mitigó
el
alcance
de
su
bula
en
1297.
Enfrentó
al
mismo
tiempo
la
sublevación
de
la
familia
Colonna
opuesta
a
la
política
papal
en
la
península
italiana.
La
erección
de
una
nueva
diócesis
en
Francia
revivió
la
pugna
entre
el
rey
y
el
Papa
en
1301
pues
el
obispo
designado
fue
apresado
por
el
rey.
El
rompimiento
entre
ambos
fue
absoluto.
Bonifacio
publicó
la
bula
Unam
Sanctam.
Recordaba
la
doctrina
del
Primado
Pontificio
y
concluía
en
la
superioridad
de
la
potestad
espiritual
sobre
la
temporal.
Los
Colonna
y
Felipe
hicieron
causa
común
y
sitiaron
al
pontífice
en
el
Palacio
de
Anagni
en
1303.
81.-‐
EL
PAPA
EN
AVIÑON
Clemente
V,
electo
Papa
en
1305,
estableció
su
residencia
en
el
sur
de
Francia.
Juan
XXII
(+
1334),
su
sucesor,
se
trasladó
a
Aviñón,
de
donde
ya
no
salieron
Benedicto
XII
(+
1341),
Clemente
VI
(+
1351),
Inocencio
VI
(+
1361).
Urbano
V
gobernó
desde
Aviñón
de
1363
a
1367.
Pasó
a
Roma
en
1370
pero
regresó
a
Aviñón.
Gregorio
XI
gobernó
en
esta
ciudad
de
1370
a
1377,
año
en
que
retornó
a
Roma.
Santa
Brígida
de
Suecia
(+
1373)
así
lo
había
pedido
insistentemente,
uniendo
su
voz
a
las
de
otros,
entre
las
cuales
sobresalía
la
de
otra
santa,
Catalina
de
Siena
(+
1380).
¿Por
qué
estos
Papas
abandonaron
Roma?
La
inestabilidad
de
península
los
persuadió
a
ello,
así
como
el
deseo
de
alejarse
de
los
emperadores,
si
bien
cayeron
bajo
el
dominio
del
rey
francés.
Durante
la
estancia
de
los
Papas
en
Francia
fueron
elevados
y
aumentados
los
cobros
que
efectuaba
la
Santa
Sede
en
los
diversos
reinos.
La
protesta
fue
general,
agria
y
perdurable.
20
82.-‐
LA
SUPERACION
DE
LOS
TEMPLARIOS
Felipe
el
Hermoso
apresó
a
los
miembros
de
la
orden
y
confiscó
sus
bienes,
codiciados
por
muchos,
murmurados
por
otros,
en
1307.
Lanzaba
contra
los
templarios
la
calumnia
de
herejía
e
inmoralidad.
El
Papa
Clemente
V
envió
legados
que
verifican
el
juicio
iniciado.
En
1308
dispuso
que
la
misma
Santa
Sede
se
avocara
al
caso.
Felipe,
por
su
parte,
se
apresuró
a
juzgarlos,
atormentarlos,
condenarlos
y
matar
a
algunos.
Clemente
V
convocó
el
Concilio
de
Viena
para
resolver
el
asunto.
Las
presiones
de
Felipe
fueron
en
aumento.
Clemente
claudicó
y
suprimió
la
orden
en
1312,
hechos
del
que
se
arrepintió
hasta
su
muerte
en
1314,
año
en
que
también
falleció
el
rey
(ver
núm.
57).
83.-‐
EL
CONCILIO
DE
VIENA
Reunido
para
estudiar
las
acusaciones
contra
los
templarios
(1311,
XV
Ecuménico),
atendió
también
la
división
que
se
había
producido
entre
los
franciscanos,
deseosos
unos
de
ellos
de
que
se
siguiera
la
interpretación
estricta
de
la
pobreza
estipulada
por
el
fundador.
La
asamblea
decretó
también
acerca
de
la
exención
de
las
órdenes
respecto
a
los
obispos,
reglamentó
los
procesos
de
la
Inquisición
e
intentó
la
reforma
de
costumbres.
84.-‐
PUGNAS
ENTRE
FRANCISCANOS
Los
franciscanos
que
abogaron
por
una
práctica
estrecha
del
voto
de
pobreza,
recibieron
el
nombre
de
espirituales.
Los
de
la
comunidad
opuesta
fueron
llamados
conventuales.
Juan
Olivi,
fue
guía
de
los
espirituales.
Celestino
V
los
favoreció,
no
así
Bonifacio
VIII.
Clemente
V
anatemizó
en
el
Concilio
de
Viena
una
parte
de
las
enseñanzas
de
Olivi
pero
aprobó
la
tendencia
a
la
rigidez
en
la
práctica
de
la
pobreza.
Juan
XXII
fue
adversario
de
los
espirituales.
La
disputa
se
hizo
más
difícil
cuando
entró
en
ello
la
orden
dominica.
Esta
no
aceptaba
que
la
pobreza
de
Cristo
hubiera
sido
absoluta
y
afirmaba
que,
por
tanto,
no
debían
tender
a
ella
los
franciscanos.
85.-‐
LA
PESTE
NEGRA
Proviene
de
Constantinopla
(1347),
una
mortífera
peste
azotó
a
Europa
entera.
Muchedumbres
enteras
perecieron.
La
faz
del
continente
recibió
una
terrible
mutación.
A
falta
de
medicamento,
las
multitudes
huían
despavoridas
y
en
su
peregrinaje
arrasaban
cuanto
encontraban.
El
hombre
y
la
miseria
reinaron
inmisericordes.
La
vida
universitaria
se
desplomó,
tanto
como
la
cultura
y
monacal.
Europa
empezó
a
emerger
de
las
ruinas
en
1350.
86.-‐
LOS
MISTICOS
Hastiados
de
los
males
que
afligían
los
tiempos,
muchos
hombres
despreciaron
la
vida
mundana
y,
en
un
intento
análogo
al
movimiento
eremítico
de
los
primeros
siglos
(ver
núm.
21),
decidieron
buscar
solamente
a
Dios
en
la
intimidad
del
alma.
Guías
de
esta
renovación
fueron
el
maestro
Eckart
(1327),
gran
pedagogo
y
pastor
de
almas,
el
beato
Enrique
Suso,
dominico
(+
1366),
que
ejerció
un
profundo
influjo
religioso,
y
Juan
Taulero
(+
1361),
famoso
predicador
y
hombre
de
consejo.
Almas
privilegiadas
por
dones
místicos
fueron
también
las
santas
ya
nombradas,
Brígida
de
Suecia
y
Catalina
de
Siena,
doctora
de
la
Iglesia
(ver
núm.
81),
así
como
Raimundo
de
Ludio,
poeta,
novelista,
filosofo,
teólogo,
místico
y
hombre
de
grandes
ilusiones
misioneras.
Fundó
la
primera
escuela
de
lenguas
orientales.
Su
libro
L’Amic
i
l’Amat
ejerció
notable
influencia
en
la
mística.
Su
Ars
Magna
intentó
organizar
las
ciencias.
Murió
mártir
en
1316.
Gerardo
de
Groot
(+
1384)
inició
la
Devoción
Moderna,
movimiento
espiritual
nacido
en
los
Países
Bajos.
Deseó
reformar
al
clero
y
a
los
fieles
mediante
el
retorno
a
la
sencillez
del
Evangelio.
87.-‐
LOS
INTELECTUALES
El
número
de
universidades
aumentó
después
del
lapso
dominado
por
la
peste
negra
(ver
núm.
85).
La
de
Praga
fue
establecida
en
1348.
21
Dante
Alighieri
(+
1321)
escribió
su
obra
cumbre
La
Divina
Comedia,
en
donde
él
mismo
recorrió
el
infierno,
el
purgatorio
y
el
paraíso.
Es
una
admirable
suma
teológica
expresada
en
poesía.
En
la
Escolástica,
sin
embargo,
se
advertía
una
grave
decadencia.
Consistió
en
la
falta
de
pensamiento
creativo,
el
afán
de
repetir
lo
antiguo,
el
empeño
de
disputar
cuestiones
sutiles
y
vanas.
Duns
Scotto
(+
1308)
y
Guillermo
de
Occam
(+
1347),
franciscano
ambos,
reaccionaron
contra
la
decadencia
en
que
había
caído
el
sistema
escolástico.
Duns
pretendió
revitalizar
la
Escolástica,
extirpándole
antiguas
influencias
árabes.
Enseñó
la
Inmaculada
Concepción
de
María
(ver
núm.
147).
Occam
se
opuso
a
las
sutilezas
inútiles
que
enseñaban
y
discutían
los
maestros.
Atacó
el
valor
de
las
ideas
universales
pues,
afirmaba,
el
individuo
es
el
único
objeto
accesible
a
la
inteligencia.
Negó
el
valor
de
ciencia
a
la
teología
y
la
redujo
a
un
conjunto
de
preposiciones
de
fe
ordenadas
sistemáticamente.
Ejerció
notable
influencia
tanto
en
Wyclef
en
Lutero
(ver
núm.
130).
El
inglés
Juan
Wyclef
(1320-‐1384)
fue
uno
de
los
más
importantes
adversarios
de
la
jerarquía,
de
su
poderío
político
y
temporal,
así
como
de
la
vida
monacal
y
del
celibato.
Al
final
de
su
vida
y
con
motivo
del
ya
entonces
iniciado
Cisma
de
Occidente,
rechazó
la
existencia
del
Papado.
Adelantándose
a
los
innovadores
del
siglo
XVI
y
preludiándolos,
afirmó
que
la
Iglesia
estaba
formada
por
los
predestinados,
no
por
la
jerarquía
clerical,
que
la
Sagrada
Escritura
era
la
única
fuente
de
nuestra
fe,
excluyendo,
por
tanto,
magisterio
eclesiástico,
al
cual
le
negaba
la
capacidad
de
dictar
normas.
Según
decía,
en
la
Eucaristía
no
se
daba
la
presencia
real
de
Cristo:
la
hostia
consagrada
era
sólo
un
signo
efectivo.
Fue
enemigo
de
venerar
los
santos
y
de
las
misas
de
difuntos
(ver
núm.
60).
Tres
hombres
fueron
precursores
sobresalientes
del
ya
por
venir
Renacimiento.
En
sus
pinturas,
Giotto
(+
1336)
mezcló
el
sentimiento
religioso
con
el
más
certero
realismo.
Pintó
al
Dante.
Dejó
frescos
en
el
pueblo
de
Asís,
acerca
de
San
Francisco,
de
quien
era
ferviente
admirador.
Petrarca
(+
1374),
poeta,
asimiló
de
los
clásicos
griegos
tanto
su
forma
y
estilo
como
su
espíritu
de
libertad.
Fue,
también,
asiduo
lector
de
San
Agustín,
de
quien,
sin
embargo,
no
imitó
la
virtud
de
la
humildad.
Escribió
sonetos,
cartas
y
sus
confesiones.
Juan
Boccaccio
(+
1375),
francés
de
nacimiento,
escribió
en
italiano
poemas
de
amor
y
los
cuentos
del
Decamerón
(Diez
Días),
en
que
refleja
la
inmoralidad
e
irreligiosidad
que
campeaba
en
determinados
ambientes
de
Florencia
y
Nápoles
(ver
núm.
99).
88.-‐
EL
INICIO
DEL
CISMA
DE
OCCIDENTE
Urbano
VI
fue
elegido
Papa
el
9
de
abril
de
1378,
después
de
un
confuso
y
agitadísimo
cónclave.
En
él,
participó
el
pueblo
romano,
que
violentamente
exigía
el
nombramiento
de
un
italiano
para
que
no
estableciera
su
residencia
en
Aviñón.
Urbano
VI
se
dio
a
la
tarea
de
extirpar
los
excesos
introducidos
en
las
costumbres
eclesiásticas.
Inició
su
acción
en
la
misma
jerarquía.
Lo
hizo,
sin
embargo,
con
exacerbada
brusquedad.
Los
cardenales
se
retiraron
a
Anagni
y
de
ahí
pasaron
a
Fondi.
El
20
de
Septiembre
eligieron
un
nuevo
Pontífice,
que
tomó
el
nombre
de
Clemente
VII.
Parte
de
la
cristiandad
aceptó
a
Urbano,
parte
a
Clemente.
Uno
y
otro
Papa
se
excomulgaron
mutuamente
con
todo
y
sus
respectivos
seguidores,
de
modo
que,
por
vez
primera,
la
cristiandad
toda
quedó
teóricamente
excomulgada.
Clemente
VII
retornó
a
Aviñón.
El
conflicto
duró
39
años
hasta
1417.
Fue
la
peor
crisis
que
ha
azotado
a
la
Iglesia
Católica
pues
atacó
frontalmente
su
misma
cabeza.
A
Urbano
VI
le
sucedió
Bonifacio
IX
(1389-‐1404),
luego
Inocencio
VII
(1404-‐1406)
y
al
fin,
Gregorio
XII
(1406-‐
1415).
Clemente
(1378)
tuvo
un
único
sucesor:
Benedicto
XIII
(1394
a
1423).
En
el
siglo
siguiente
ocurrió
el
desenlace
de
esta
situación
(ver
núm.
91).
89.-‐
LA
BULA
DE
ORO
Episodio
importante,
resonancia
de
las
antiguas
luchas
imperiales
y
papales,
fue
la
publicación
de
este
documento,
en
1316,
por
el
emperador
Carlos
VI
de
Luxemburgo.
Desconoció
en
el
Papa
cualquier
injerencia
para
la
elección
del
emperador,
aun
la
misma
confirmación
del
nombramiento
(ver
núm.
80).
22
El
emperador
designó,
en
cambio,
7
dignatarios
para
que
eligieran
a
esta
autoridad,
los
llamados
Siete
Electores;
tres
arzobispos
(de
Colonia,
de
Tréveris
y
de
Maguncia),
al
rey
de
Bohemia,
al
duque
de
Sajonia,
al
margrave
de
Brandeburgo
y
al
conde
del
Rhin.
Así,
el
imperio
se
independizó
del
papado.
90.-‐
SUCESOS
IMPORTADOS
La
Guerra
de
Cien
Años,
entre
Francia
e
Inglaterra
(1340-‐
1453),
ocupó
los
reinados
de
los
ingleses
Eduardo
III,
Ricardo
II,
Enrique
IV,
V
y
VI,
así
como
los
de
los
franceses
Felipe
IV,
Juan
II,
Carlos
V,
VI
y
VII.
Francia
fue
derrotada
en
varios
ocasiones
pero
al
fin
pudo
expulsar
a
los
ingleses
de
los
territorios
que
le
ocupaban.
El
papel
que
desempeño
Juana
de
Arco
en
esta
guerra
puede
verse
en
el
núm.
95.
Casimiro
el
Grande
de
Polonia
(+
1370)
consolidó
su
reino,
fundó
la
Universidad
de
Cracovia
y
se
unió
con
Hungría.
La
orden
de
Teutónica
quitó
Danzig
a
Polonia
(1310)
y
germanizó
a
Lituania.
Los
Turcomanos,
por
último,
gobernados,
como
vimos,
por
Otman
(+
1326),
pusieron
en
grave
peligro
a
Europa.
Además
del
Asia,
se
apoderaron
de
Nicea,
Galípoli,
Bulgaria
y
Serbia
(ver
núm.
79).
SIGLO
XV
91.-‐
LA
TERMINACIÓN
DEL
CISMA
DE
OCCIDENTE
La
cristiandad
empezó
el
siglo
herida
de
la
manera
que
hemos
visto
descrita
(núm.
88).
Gregorio
XII
y
Benedicto
XIII
hicieron
un
intento
de
acercamiento
en
1407,
con
objeto
de
renunciar
mutuamente
a
su
oficio,
pero
no
llegaron
a
un
acuerdo.
Finalmente,
algunos
cardenales
de
Gregorio
XII
y
de
Benedicto
XIII
convocaron
a
un
Sínodo
en
la
ciudad
de
Pisa,
en
1409.
Ambos
Papas
fueron
declarados
herejes
y
cismáticos
y
por
lo
tanto
desposeídos
de
sus
cargos.
Los
cardenales
eligieron
a
Alejandro
V
para
que
ocupara
la
silla
de
Pedro,
pero
ni
Gregorio
ni
Benedicto
renunciaron
a
su
título
y,
en
vez
de
dos,
la
cristiandad
contó
al
término
del
Sínodo
con
tres
Papas.
Muerto
Alejandro
V
en
1410
fue
nombrado
para
sucederle
Juan
XXIII.
Este
inauguró
el
Concilio
de
Constanza
en
1415.
Fue
apresado
y
obligado
a
renunciar.
Gregorio
XII
hizo
lo
mismo.
Benedicto
XIII
se
negó
a
imitarlos
pero
fue
cesado
por
el
Concilio.
Este,
en
1417,
eligió
a
Martín
V
legítimo
sucesor
de
Pedro
y
nuevo
único
Papa.
Con
ello
terminó
la
más
aguda
crisis
que
había
sufrido
la
Iglesia.
Sobrevivió
el
Papado.
92.-‐
DOS
CONCILIOS
El
de
Constanza
(1414-‐1418),
XVI
Ecuménico,
aparte
de
los
prelados
convocados,
reunió
a
100
mil
espectadores,
ávidos
de
presenciar
el
fin
del
Cisma
de
Occidente.
Condenó,
además
a
los
husitas
(ver
núm.
93)
y
afirmó
la
legitimidad
de
la
comunión
bajo
la
sola
especie
de
pan.
En
este
Concilio,
privó
la
teoría
conciliarista
o
superioridad
del
Concilio
sobre
el
Papa,
el
cual
sería
corregible,
subordinado
y
deponible
(ver
núm.
94).
Fue
ordenada
la
reunión
periódica
de
estas
Asambleas,
para
lograr
la
reforma
de
la
Iglesia.
La
corriente
conciliarista
trató
de
convertir
a
la
Iglesia
en
una
Monarquía
Constitucional
Parlamentaria.
El
siguiente,
XVII
Ecuménico,
se
inició
en
Basilea,
en
1431,
continuó
en
Ferrara
en
1438,
pasó
a
Florencia
en
1439
y
terminó
en
Roma
en
1445.
Lo
convocó
el
Papa
Martín
V,
que
murió
antes
de
la
apertura.
La
Asamblea
reafirmó
las
tesis
conciliaristas
de
Cosntanza.
Trasladados
los
participantes
a
Ferrara,
desautorizaron
lo
dicho
en
la
sesiones
de
Basilea.
En
Florencia,
y
después
en
Roma,
las
nuevas
sedes,
fueron
acogidos
los
bizantinos,
con
quienes
se
firmó
una
unión
que
no
produjo
resultados
concretos.
(Ver
núm.
53).
23
93.-‐
JUAN
HUSS
Huss
(+
1465)
heredó
la
enseñanza
de
Wyclef
y
la
predico
en
Bohemia
(ver
núm.
87).
Allí,
los
checos
y
los
eslavos
vivían
oprimidos
socialmente
por
los
alemanes.
Las
protestas
checas
se
habían
dejado
escuchar
claramente.
Huss
reclamaba
al
alto
clero
–alemán-‐
su
vida
poco
evangélica.
Atacó
la
propiedad
y
la
autoridad.
Los
checos
vieron
poco
en
él
a
su
caudillo,
más
aún
cuando
la
represión
aumentó.
El
arzobispo
de
Praga
excomulgó
a
Juan
Huss.
Lo
mismo
hizo
el
antipapa
Juan
XXIII
(eran
los
tiempos
de
tres
papas,
debido
al
cisma).
Huss
no
se
reconoció
súbdito
más
del
Concilio
y
de
Jesucristo.
En
1414
se
presentó
en
el
Concilio
de
Constanza.
Este
anatemizo
a
Wyclef
y
por
tanto
a
Huss,
que
fue
condenado
a
morir.
Bohemia
protesto
airada.
Los
seguidores
de
Huss,
los
husitas,
se
levantaron
en
armas.
Martín
V
y
el
emperador
Segismundo
de
Luxemburgo
enviaron
contra
ellos
un
ejército
que
perdió
frente
a
Ziska,
dirigente
de
los
checos
y
jefe
de
los
taboritas,
ala
extrema
del
husismo.
Los
taboritas
negaban
los
sacramentos
y
la
autoridad.
Propugnaban
por
la
igualdad
de
clases.
Avanzaron
desde
Bohemia
hasta
el
Mar
del
Norte.
Los
husitas
fueron
invitados
por
el
emperador
Segismundo
a
presentarse
en
el
Concilio
de
Basilea
en
1439.
Reclamaron
libertad
para
predicar
y
cáliz
para
los
seglares
(era
partidarios
de
la
comunión
bajo
las
dos
especies).
Por
otro
lado,
exigieron
que
se
prohibiera
al
clero
la
posesión
de
bienes
y
que
todo
pecado
mortal
fuese
castigado.
Su
postura
fue
aceptada
con
variantes.
Para
concederles
el
cáliz,
debería
quedar
claro
que
Jesucristo
está
presente
en
cada
una
de
las
dos
especies.
Sólo
los
sacerdotes
tendrían
libertad
para
predicar.
Únicamente
los
pecados
mortales
y
públicos
serían
los
castigados
por
la
autoridad.
El
clero
podía
poseer
bienes
pero
tenía
la
obligación
de
administrarlos
escrupulosamente.
94.-‐
PERSISTENCIA
DEL
CONCILIO
Durante
estos
años
fueron
cobrando
mayor
auge
los
nacionalismos
eclesiásticos
en
algunas
partes.
Los
poderes
civiles
querían
seguir
interviniendo
en
asuntos
religiosos.
Ejemplo
de
ello
fue
la
llamada
Pragmática
Sanción
de
Bourges,
firmada
por
el
rey
Carlos
VIII
de
Francia.
Deseaba
constituir
una
Iglesia
Nacional
(ver
núm.
163).
Para
ello
se
concedió
injerencia
en
las
elecciones
episcopales
y
permitió
que
los
monjes
eligieran
su
abad.
Prohibió
la
publicación
de
los
documentos
pontificios
que
no
contaran
con
su
aprobación
(ver
núm.
89).
95.-‐
SANTA
JUANA
DE
ARCO
La
guerra
franco-‐inglesa
de
los
Cien
Años,
tuvo
entre
sus
protagonistas
a
Santa
Juana
(+
1431),
la
doncella
de
Orleáns,
súbdita
del
rey
Carlos
VIII.
Juana
reorganizó
a
éste
sus
abatidas
huestes
y
capturó
importantes
ciudades,
pero
cayó,
al
fin,
en
poder
del
enemigo
que
la
arrojó
a
la
hoguera.
Su
pureza
y
sencillez
resplandecieron
en
estos
episodios.
Fue
canonizada
en
1920
(ver
núm.
90).
96.-‐
GUERRA
DINASTICA
Y
CIVIL
EN
INGLATERRA
Gran
Bretaña
se
vio
sumergida
en
otra
guerra,
ahora
civil,
la
llamada
Guerra
de
las
dos
Rosas
(1455-‐1485):
la
Casa
de
York
(cuya
divisa
era
una
rosa
blanca),
disputó
el
centro
a
la
Casa
Lancaster
(de
rosa
roja).
Quien
triunfó
en
realidad
fue
la
familia
Tudor.
Enrique
VII,
el
primero
de
la
dinastía,
empezó
a
reinar
en
1484.
97.-‐
EL
AVANCE
TURCO
OTOMANO,
BIZANCIO
Y
EUROPA
Murad
II
(+
1451)
decidió
avanzar
sobre
Europa
(ver
núm.
90).
Conquistó
Albania
(1422)
y
Serbia
(1435).
En
Salónica
derrotó
al
bizantino
Juan
VII
(1439).
Los
griegos
comprendieron
lo
desesperado
de
su
posición
y
pidieron
ayuda
al
Papa.
Una
comitiva
se
presentó
en
el
Concilio
de
Ferrara
a
solicitar
la
formación
de
una
nueva
cruzada.
En
Florencia,
donde
prosiguió
el
Concilio,
los
griegos
firmaron
la
unión
en
Roma
(1439).
Juan
VII,
sin
embargo,
ni
publicó
el
documento
en
Constantinopla.
Pretendió
hacerlo
sucesor,
Constantino
XII,
en
vano
(ver
núm.
92).
24
El
sucesor
de
Murad,
Mahoma
II,
entró
a
saco
en
Constantinopla
(1453).
Convirtió
a
Santa
Sofía
en
una
mezquita
(ver
núm.
30).
A
la
postre
toleró
a
la
Iglesia
griega,
pero
la
mantuvo
en
estado
de
postración.
La
península
Balcánica
fue
presa
de
Mahoma
(tomó
Atenas
en
1458,
Bohemia
en
1464).
El
siglo
XVI
presenciará
horrorizados
los
siguientes
avances
otomanos,
hasta
que
serán
detenidos
en
la
Batalla
de
Lepanto
(ver
núm.
111).
98.-‐
EL
RENACIMIENTO
Dos
hechos
más
resultaron
más
de
la
caída
de
Constantinopla.
La
Iglesia
ortodoxa
rusa
tomó
el
lugar
de
la
bizantina.
Los
sabios
bizantinos
–huyendo
del
turco-‐
llegaron
a
Roma
para
entregar
la
herencia
cultural
heleno-‐
bizantina,
lo
que
promovió
de
manera
notable
el
movimiento
renacentista.
En
realidad,
éste
había
empezado
antes
del
siglo
XV
(ver
núm.
87).
Los
intelectuales
europeos
estudiaron
la
cultura
pagana
de
los
griegos
y
romanos.
Los
adelantos
científicos
de
la
época
promovieron
los
cambios
culturales.
El
sistema
económico
del
feudalismo
decayó
dando
paso
a
un
incipiente
capitalismo.
La
imprenta
inventada
por
Juan
Gutenberg
revolucionó
la
vida
intelectual.
El
primer
libro
que
salió
de
sus
manos
(1455)
fue
la
Biblia.
En
adelante,
en
vez
de
que
la
lectura
de
los
manuscritos
–de
larguísima
preparación-‐
fuera
un
privilegio
reservado
a
los
eruditos,
la
producción
escrita
empezó
a
llegar
cada
vez
a
mayor
cantidad
de
personas.
La
técnica
de
los
viajes
marítimos
fue
usada
y
perfeccionadas
principalmente
por
los
portugueses.
La
nueva
concepción
de
las
relaciones
políticas
tuvo
su
exponente
en
Maquiavelo.
La
teología,
en
Erasmo.
El
renacimiento
habido
durante
el
siglo
XV
y
XVI
prosiguió
la
obra
precursora
de
Federico
II,
de
Dante,
de
Petrarca,
Boccaccio,
Occam,
Scotto
y
muchos
más.
Los
episodios
de
Anagni,
la
promulgación
de
la
Bula
de
Oro,
el
florecimiento
de
la
Edad
Media
al
Renacimiento.
Sin
negar
a
Dios,
los
fervientes
partidarios
del
humanismo
eran
adoradores
de
lo
humano.
(Ver
núm.
101).
Príncipes
y
Papas
rivalizaron
en
el
papel
de
Mecenas.
Una
pléyade
de
latinistas,
helenistas,
pintores
(Fra
Angélico,
Filipo
Lippi),
escultores,
artistas
integrales
(Da
Vinci,
Miguel
Ángel)
desarrollaron
lo
más
preclaro
de
su
producción
gracias
a
este
patrocinio.
Entre
los
pintores
precursores
sobresalen
Fra
Angélico
(+
1455),
que
supo
expresar
la
felicidad
de
la
fe
y
la
dulzura
y
beatitud
de
los
elegidos.
Se
conservan
sus
frescos
del
Convento
de
San
Marcos,
en
Florencia,
y
el
Triunfo
de
la
Virgen,
en
Louvre.
Admiración
de
sus
contemporáneos
fue
Juan
Pico
de
la
Mirándola
(+
1494),
talento
universal
que
conoció
toda
la
sabiduría
de
su
época.
Representa,
con
otros
más,
al
humanista
surgido
en
estos
tiempos,
al
hombre
ávido
de
estudiar
lo
antiguo
y
lo
nuevo.
Así
nacieron
las
Academias
que
acogían
a
los
estudiosos
reunidos
para
comentar
las
obras
producidas
por
la
imprenta.
El
Papa
Martín
V
(+
1431)
inició
la
serie
de
Pontífices
protectores
del
cambio
cultural.
Nicolás
V
(+
1455)
patrocinó
la
traducción
de
los
autores
griegos
al
latín.
Sixto
IV
mandó
construir
la
Capilla
Sixtina
(1475).
Así
como
en
el
siglo
XIII
la
moda
había
sido
estudiar
el
pensamiento
de
Aristóteles,
el
Renacimiento
privilegió
a
Platón.
La
Escolástica
recibió
burlas
despectivas
(ver
núm.
77).
Si
bien
algunos
autores
hablan
de
una
grave
inmoralidad
general
a
lo
largo
del
Humanismo,
es
difícil
precisar
si
la
hubo
en
grado
mayor
que
en
épocas
anteriores
y
posteriores.
Sea
lo
que
resultare,
la
opción
por
la
virtud
hecha
por
innumerables
cristianos
es
también
un
hecho
innegable,
al
igual
que
antes
y
después
de
esta
encrucijada
dela
historia.
Con
todo,
el
boato
propiciado
por
el
Renacimiento
se
adueñó
de
la
Curia
Romana,
especialmente
con
Sixto
IV
(+
1448).
Inocencio
VIII
(+
1492)
y,
sobre
todos,
Alejandro
VI
(+
1503),
quienes
propiciaron
o
permitieron
el
nepotismo,
los
escándalos
financieros,
acumulación
de
beneficios,
proliferaron
de
espectáculos
escandalosos,
ejercicios
de
políticas
de
expansionismo
y
poca
afición
a
las
virtudes
ascéticas.
99.-‐
LA
ESPIRITUALIDAD
Entre
las
voces
alzadas
contra
la
carencia
de
brújula
de
la
jerarquía
sobresale
la
de
Jerónimo
Savonarola,
dominico,
predicador
de
fuego.
Desde
joven
mostró
desprecio
por
la
ruina
moral
que
abarcaban
amplios
sectores
de
la
Iglesia.
Su
personalidad
fulguró
desde
1491
cuando
Prior
San
Marcos
en
Florencia.
Laceró
pecados
y
pecados
(ver
núm.
87).
25
Al
año
siguiente
predijo
el
castigo
que
caería
sobre
la
Iglesia,
necesitaba
del
mismo
para
su
renovación.
En
1494
se
convirtió
en
el
dirigente
indiscutido
de
Florencia.
Estableció
una
especie
de
teocracia
democrática
social.
En
efecto,
la
sociedad
tendría
como
fundamento
la
ley
divina.
En
el
Consejo
tuvieron
cabida
todas
las
clases
sociales.
El
objetivo
era
la
impartición
de
la
justicia
para
todos.
Savonarola
persiguió
además
a
todos
los
vicios,
a
grado
tal
que,
como
hará
Calvino
en
el
siglo
siguiente,
la
práctica
de
la
virtud
campeó
públicamente
en
sus
dominios
(ver
núm.
104).
Alejandro
VI
prohibió
a
fray
Jerónimo
que
predicara.
El
desobedeció
alegando
–como
Huss-‐
(ver
núm.
93),
que
obedecía
los
designios
de
Dios.
La
agitación
política
creció,
azuzada
por
los
anteriores
intereses
establecidos,
que
el
dominico
había
destruido.
Al
fin
preso,
fue
quemado
en
1498.
San
Vicente
de
Ferrar
(+
1419),
dominico
español,
fue
un
predicar
popular
de
notable
importancia
en
Europa.
Se
conservan
sus
Sermones
y
Tratados
de
la
Vida
Espiritual,
en
que
muestra
su
ansia
de
reformar
las
costumbres
en
la
Iglesia
a
la
que,
con
todo
y
sus
defectos,
tuvo
una
firme
adhesión.
Juan
de
Gerson
(+
1428),
eminente
teólogo
y
maestro
de
la
vida
espiritual,
actuó
de
manera
relevante
en
la
liquidación
del
Cisma
de
Occidente
(ver
núm.
91).
Promovió
la
devoción
a
San
José
y
la
fe
en
la
Inmaculada
Concepción
de
María
(ver
núm.
87
y
147).
Fue
partidario
de
que
los
fieles
comulgaran
frecuentemente
(ver
núm.
156).
Favoreció
la
misión
de
Juana
de
Arco
(ver
núm.
95).
Pase
a
la
importancia
de
sus
cargos,
no
desdeñaba
predicar
al
pueblo
sencillo
o
dar
catecismo
a
los
niños.
También
perteneció
al
movimiento
de
la
Devoción
Moderna
(ver
núm.
86),
Tomas
de
Kempis
(+
1471).
Su
obra
más
conocida
es
la
Imitación
de
Cristo,
en
la
que
comunica
a
los
lectores
un
ferviente
aprecio
por
la
vida
interior
y
un
profundísimo
amor
a
Cristo.
100.-‐
ESPAÑA
Y
PORTUGAL
La
reconquista
española
fue
completada
en
1492,
año
éste
de
excepcional
importancia
para
la
península
(ver
núm.
65).
Al
contraer
matrimonio
los
reyes
Fernando
e
Isabel,
habían
unificado
Aragón
y
Castilla.
En
1492
conquistaron
el
reino
de
Granada,
único
territorio
que
estaba
fuera
de
su
jurisdicción.
Colón
descubrió
América.
Los
judíos
salieron
expulsados
de
la
unificada
España.
Nació
Ignacio
de
Loyola.
La
Inquisición
española
funcionó
a
las
órdenes
reales
desde
1480.
Los
papas
fueron
concediendo
diversos
derechos
a
los
reyes
para
gobernar
a
la
Iglesia,
el
conjunto
de
los
cuales
recibirá
el
nombre
de
Patronato
(ver
núm.
112).
España
puso
los
fundamentos
para
ser,
en
poco
tiempo,
primera
potencia
mundial
tras
su
largo
cautiverio
en
el
poder
de
los
moros.
Como
en
el
resto
de
la
cristiandad,
en
el
territorio
de
los
Reyes
Católicos
urgía
una
reforma
moral
profunda.
La
promovió
el
cardenal
Jiménez
de
Cisneros,
empezando
por
los
conventos
de
su
orden
franciscana.
Venció
innumerables
dificultades.
La
reina
le
brindó
especialmente
su
apoyo.
El
cardenal
fundó,
además,
la
Universidad
de
Alcalá
de
Henares
(1509).
Bien
es
cierto
que
los
portugueses
habían
hacho
preciosos
descubrimientos
a
lo
largo
del
siglo
XV
en
el
litoral
africano,
promovidos
por
Enrique
el
Navegante,
cuyos
enviados
merodearon
las
costas
de
ese
continente
y
levantaron
los
correspondientes
mapas
que
guiarían
a
viajeros
posteriores.
Las
costosas
expediciones
fueron
proseguidas
durante
el
reinado
de
Juan
II,
hasta
que
Bartolomé
Díaz
encontró
el
límite
meridional
de
África.
Dio
así
con
el
paso
hacia
la
India
a
la
que
era
imposible
entonces
llegar
por
tierra,
debido
a
la
infranqueable
presencia
otomana
en
el
oriente
de
Europa
(ver
núm.
99).
En
adelante,
por
decisión
mediadora
de
Alejandro
VI,
España
navegaría
rumbo
a
nuestro
continente
y
occidente,
excepto
a
Brasil,
que
será
de
Portugal,
el
cual,
también
tomará
una
parte
de
África
y
de
Asia
(oriente).
Desde
1492
el
mundo
conocido
era
mayor
que
nunca.
SIGLO
XVI
101.-‐
HOMBRES
DE
RENACIMIENTO
Así
las
cosas,
iniciaba
la
Iglesia
su
decimosexto
siglo
de
vida.
Es
verdad
que
no
hay
un
solo
siglo
en
la
historia
de
la
humanidad
que
no
sea
importante
(porque
los
siguientes
no
se
explicarían
sin
él).
Algunos,
sin
embargo,
resultan
de
mayor
trascendencia
que
otros.
26
El
XVI
es
crucial
por
la
reforma
protestante,
por
el
Concilio
de
Trento,
por
los
descubrimientos,
por
la
era
misional
abierta
en
Asia
y
América,
por
los
santos
que
iluminaron
a
la
Iglesia,
por
las
obras
artísticas
producidas,
por
el
avance
científico
que
empezó
a
abrirse
paso
cada
vez
más
decididamente.
Detengámonos
brevemente
en
contemplar
algunos
prototipos
del
Renacimiento,
que
siguió
floreciendo
en
Europa.
Nicolás
Maquiavelo
(+
1527)
historiador,
literato
y
político
nacido
en
Florencia,
escribió
El
Príncipe.
Estudió
como
debe
comportarse
un
gobernador:
déspota,
refinado,
astuto,
sin
escrúpulos,
asesino
o
clemente,
según
su
interés,
el
cual
sería
la
única
norma
moral
de
sus
actos.
Según
el
autor,
el
hombre
es
esencialmente
malo
e
incapaz
de
reformase
por
sí
mismo.
Únicamente
las
leyes
aplicadas
de
manera
despótica
pueden
someterse.
Como
el
que
gobierna
es
quien
dicta
las
leyes,
los
actos
de
los
gobernantes
son
buenos.
El
Príncipe,
por
tanto,
debe
gozar
de
poder
ilimitado.
La
guerra
es
necesaria
para
vigorizar
la
nación
porque
la
paz
causa
la
ociosidad,
el
desorden
y
la
ruina
de
los
estados.
En
adelante,
se
llamó
maquiavelismo
a
la
política
de
carácter
doble
e
inmoral.
Nicolás
Copérnico
(+
1543)
revolucionó
los
conocimientos
científicos
de
la
época.
Afirmó
este
canónigo
polaco
que
el
centro
del
sistema
planetario
no
era
tierra
–como
se
creía-‐
sino
el
sol
(ver
núm.
126).
Tres
artistas,
entre
otros,
sobresalieron
por
su
genio.
Rafael
(+
1516)
es
el
pintor
de
los
estados
suaves
del
alma.
Por
orden
del
Papa
Julio
II
trabajó
los
frescos
llamados
“La
disputa
del
Santo
Sacramento”,
“La
Escuela
de
Atenas”,
“El
Parnaso”,
“Atila
detenido
por
el
Papa
León”,
etc.
León
X
le
encargó
que
pintara
las
logias
del
Vaticano.
En
52
frescos
representó
las
grandes
páginas
de
la
Biblia.
Después
terminó.
“El
Pasmo
de
Sicilia”
y
la
“Trasfiguración”.
Leonardo
Da
Vinci
(+
1519)
artista
y
científico
de
insaciable
ansia
de
sabiduría,
destacó
en
pintura,
escultura,
arquitectura,
música,
ingeniería,
física,
geología,
astronomía,
matemáticas.
Intuyó
la
posibilidad
de
la
aviación
y
de
la
navegación
submarina.
Sus
obras
pictóricas
principales
son
“La
Cena”,
“La
Virgen
con
Santa
Ana”,
“La
Virgen
de
la
Rocas”,
“La
Gioconda”
(esposa
de
Francisco
del
Giocondo),
llamada
también
“Mona
Lisa”.
Miguel
Ángel
(+
1564),
por
último
el
genial
escultor
(pintor
y
arquitecto
por
complacer
a
los
papas
y
poetas
por
afición),
esculpió
“La
Piedad”,
“David”,
“Moisés”.
En
la
Capilla
Sixtina
dejó
los
frescos
que
representan
“La
Creación”,
“El
Diluvio”,
“El
Juicio
Final”.
Construyó
la
cúpula
de
San
Pedro
en
el
Vaticano.
102.-‐
EL
QUINTO
CINCILIO
DE
LETRAN
(1512-‐1517)
Reunido
en
el
pontificado
de
Julio
II
(+
1513)
terminó
en
el
de
León
X
(1512).
Fue
el
XVIII
Ecuménico.
Condenó
las
tesis
conciliaristas
vigentes
desde
el
siglo
pasado
(ver
núm.
94)
y
revocó,
asimismo,
la
Pragmática
Sanción
de
Bourges
(ver
núm.
124).
Con
debilidad
intentó
reformar
al
clero
y
a
la
curia
y
rechazó
la
simonía
en
las
elecciones
pontificias.
103.-‐
LA
SEPARACIÓN
DE
LOS
CRISTIANOS
El
agustino
Martín
Lutero
(+
1546)
es
producto
de
las
bondades
y
maldades
que
tenían
lugar
en
la
Iglesia
y
de
las
que
habían
ocurrido
durante
la
Edad
Media,
como
hemos
estudiado:
fin
del
feudalismo,
disolución
moral
renacentista,
evolución
del
pensamiento,
etc.
(ver
núms.
60,
87,
89,
94).
Unos
sucesos
aceleraron
su
presencia
en
la
historia.
El
príncipe
Alberto
compró
al
Papa
León
X
el
Arzobispado
de
Maguncia.
Para
Alberto
pagara,
León
X
le
concedió
(1517)
la
publicación
de
las
indulgencias,
con
objeto
de
construir
la
basílica.
Indignado
fray
Martín
publicó
95
proposiciones
acerca
de
la
doctrina
de
las
indulgencias,
mezclando
reproches
contra
la
autoridad
eclesiástica.
Fueron
comentadas
y
pronto
ganaron
a
su
autor
numerosos
simpatizantes.
Lutero
añadió
dos
consideraciones
más:
la
Iglesia
es
una
sociedad
invisible,
de
la
cual
puede
apartar
el
pecado,
no
el
castigo
de
la
autoridad
jerárquica.
León
X
ordenó
en
1518
que
Lutero
fuera
sometido
a
juicio,
que
fue
llevado
a
cabo
por
el
cardenal
Cayetano.
Protegido
por
Federico,
príncipe
de
Sajonia,
Lutero
negó
el
Primado
Pontificio
y
la
infalibilidad
de
los
concilios.
Juan
Eck
polemizó
con
Lutero
en
1519.
Este
reafirmó
sus
posiciones.
Pidió
que
se
borrara
la
diferencia
entre
sacerdote
y
legos
y
que
todo
cristiano
tuviera
libertad
para
interpretar
la
Escritura.
27
Enderezó
sus
ataques
contra
el
celibato,
misas
de
difuntos
(ver
núm.
87),
legislación
eclesiástica.
Negó
también
la
transubstanciación
eucarística
y
la
misa
como
sacrificio.
Afirmó
que
la
salvación
proviene
de
la
fe,
no
de
las
obras
ni
de
repetición
de
los
sacramentos.
Para
Lutero
no
existe
el
libre
albedrío
sino
que
la
concupiscencia
es
invencible.
Añadamos
algunos
aspectos
más
de
sus
teorías.
En
el
libro
La
Cautividad
de
Babilonia,
Lutero
criticó
los
sacramentos,
pidió
el
matrimonio
de
los
clérigos
y
el
establecimiento
del
divorcio.
En
su
publicación
A
la
Nobleza
Cristiana
de
la
Nación
Alemana,
rechazo
la
autoridad
del
Papa
y
la
jerarquía,
sostuvo
la
inutilidad
de
sacerdocio
como
orden
y
afirmó
que
a
los
fieles
correspondía
interpretar
libremente
las
Sagradas
Escrituras.
Rechazó
el
Magisterio
de
la
Iglesia.
En
la
Libertad
del
Hombre
Cristiano,
enseño
que
la
fe
en
Jesucristo,
la
ilimitada
confianza
en
su
misericordia,
no
las
obras,
proporcionaban
la
salvación.
Antes
del
pecado
original,
el
hombre
era
santo
e
inocente.
Después,
quedó
incompleto,
sin
fuerzas
ni
libertad.
Por
ello,
con
sus
faltas
mancha
todos
sus
actos.
Todos
los
actos
son,
por
tanto,
pecaminosos.
De
este
laberinto,
el
hombre
sólo
puede
salir
teniendo
una
fe
intensamente
sentida
en
Jesucristo.
El
hará
que
al
ser
humano
no
se
le
imputen
sus
actos
pecaminosos.
Esta
es
la
teoría
de
la
justificación
por
la
fe.
Lutero
terminó
admitiendo
únicamente
dos
sacramentos,
el
bautismo
y
la
eucaristía.
Rechazó
el
culto
a
la
Virgen,
a
los
santos,
el
uso
de
latín
para
las
ceremonias
religiosas.
León
X
(1521)
excomulgó
al
autor
de
las
sentencias
anteriores.
Carlos
V
lo
citó
a
Worms
para
que
explicara
su
pensamiento,
tratando
desesperadamente
de
evitar
las
consecuencias
políticas
que
surgirían
en
un
sisma
religioso.
El
emperador
no
obtuvo
resultados
favorables.
Lutero
se
refugio
en
los
territorios
de
Federico.
Falleció,
en
tanto,
León
X
y
fue
electo
Adriano
VI
(último
Papa
no
italiano
hasta
Juan
Pablo
II,
ver
núm.
168),
que
murió
a
los
pocos
meses.
Clemente
VII
tomó
las
riendas
de
la
Iglesia
(+
1533).
El
movimiento
luterano
produjo
el
matrimonio
de
los
sacerdotes,
de
las
monjas,
la
quema
de
santos,
la
confiscación
de
bienes
eclesiásticos.
En
1524
estalló
la
guerra
de
los
campesinos,
que
exigía
reivindicaciones
sociales
contra
los
señores.
Fueron
sofocados
por
los
atemorizados
propietarios,
apoyados
por
Lutero.
En
1530
citó
Carlos
V
a
la
Conferencia
de
Augsburgo
para
lograr
la
unidad
rota.
Acudieron
Melanchton,
Zwinglio.
No
hubo
acuerdo
alguno.
Surgió
de
Augsburgo
la
Liga
Esmalcalda
o
unión
de
ejércitos
protestantes
para
luchar
contra
los
imperiales
de
Carlos
V.
La
Paz
de
Augsburgo,
hasta
1555,
consagró
jurídicamente
la
escisión
religiosa
irremediable
para
entonces.
104.-‐
MULTIPLICACIÓN
DE
LAS
SEPARACIONES
Melanchton
(+
1560)
fue
el
brillante
expositor
del
luteranismo.
Zwinglio
(+
1531)
negó
la
presencia
de
Cristo
en
la
eucaristía
y
el
sacramento
del
bautismo.
Thomas
Munzer,
fundo
de
los
anabaptistas,
provocó
la
Guerra
de
los
Campesinos
(1533-‐1525).
Juan
Knox
(+
1572)
tuvo
especial
y
resonante
importancia.
Escribió
Institución
de
la
Religión
Cristiana
en
1536,
aceptando
el
luteranismo
y
desarrollando
la
doctrina
de
la
predestinación.
En
Ginebra
estableció
una
teocracia
que
recuerda
el
intento
de
Savonarola
(ver
núm.
99).
Fijó
minuciosamente
una
grave
austeridad
de
costumbres
y
vigiló
efectivamente
que
fueran
cumplidas.
Del
calvinismo
derivó
el
puritanismo
y
de
la
teoría
de
la
predestinación
surgió
el
espíritu
del
capitalismo,
en
Estados
Unidos,
a
través
de
Spencer,
en
el
siglo
XIX.
Enrique
VIII,
rey
de
Inglaterra
(de
1509-‐1547)
no
obtuvo
del
Papa
la
anulación
de
su
matrimonio
con
Catalina
de
Aragón.
Proclamó
entonces
la
independencia
de
la
Iglesia
Anglicana,
cuya
cabeza
fue
el
mismo
rey.
Santo
Tomás
Moro,
canciller
del
Reino,
siguiendo
el
dictamen
de
su
conciencia,
prefirió
morir
antes
que
aceptar
las
disposiciones
separatistas.
También
fue
condenado
el
cardenal
Juan
Fisher
y
otros
más.
Después
del
corto
reinado
de
Eduardo
VI
–hijo
de
la
tercera
de
las
seis
esposas
de
Enrique
VIII,
llamada
Juana
Seymour-‐
reino
María
Tudor
de
1553
a
1558,
que
trató
de
restaurar
el
catolicismo.
Su
hermana,
la
reina
Isabel
(1558-‐1603)
–hija
de
la
segunda
esposa,
Ana
Bolena
–borró
el
catolicismo
del
reino
reduciéndolo
a
las
catacumbas.
28
105.-‐
LOS
EFECTOS
Así,
pues,
Europa
quedó
dividida
religiosamente.
El
luteranismo
prevaleció
en
los
países
escandinavos
y
en
parte
del
imperio.
La
otra
parte
de
éste
y
España
permanecieron
católicos.
En
Francia
hubo
católicos
y
calvinistas.
Inglaterra,
Holanda,
parte
del
oriente
europeo,
se
apartaron
de
Roma.
Las
guerras
de
religión
llenaron
de
sangre
importantes
territorios
europeos.
Holanda
protestante
quedó
separada,
bajo
el
mando
de
Guillermo
de
Orange,
de
Bélgica
católica
(1579).
En
Francia,
después
de
la
matanza
de
hugonotes
o
calvinistas
en
la
noche
de
San
Bartolomé
(1572)
las
convulsiones
se
aquietaron
temporalmente.
Enrique
IV
Borbón,
convertido
al
catolicismo,
publicó
en
1598
el
tolerante
Edicto
de
Nantes
que
concedió
la
libertad
religiosa
(ver
núm.
124).
106.-‐
LA
REFORMA
CATOLICA
PARALELA
AL
DESARROLLO
DEL
PROTESTANTISMO
El
Concilio
de
Trento
(1545-‐1563),
XIX
Ecuménico,
afrontó
los
problemas
descritos
hasta
este
momento.
Se
desarrolló
a
lo
largo
de
tres
períodos
y
tres
papados:
1545
a1547,
de
1551
a
1552
y
de
1562
a
1563.
Reinaban
los
pontífices
Paulo
III,
Julio
III,
Pío
IV.
El
Concilio
efectuó
importantes
pronunciamientos
dogmáticos,
según
lo
requería
la
nueva
teología
propuesta
por
los
novadores.
Recalcó
que
las
fuentes
de
la
fe
son
las
Escritas
y
el
Magisterio.
Fijó
los
libros
de
la
Sagrada
Escritura.
Publicó
la
doctrina
del
pecado
original,
la
gracia,
los
sacramentos
(en
el
de
la
eucaristía,
recalcó
la
transustanciación).
Reafirmó
la
existencia
de
los
siete.
Volvió
a
enseñar,
conforme
a
la
tradición,
el
valor
de
las
indulgencias,
el
culto
a
los
santos,
el
celibato,
la
vida
religiosa,
la
existencia
del
purgatorio.
Trento
abrió
una
nueva
era
a
la
Iglesia.
Sus
decretos
empezaron
a
practicarse
por
toda
la
cristiandad,
en
especial
por
los
esfuerzos
de
la
Compañía
de
Jesús,
orden
recién
nacida
(ver
núm.
109),
de
San
Carlos
Borroneo,
de
San
Pío
V.
El
número
de
colegios
establecidos
por
la
Compañía
creció
desde
luego,
(entre
ellos
destaca
la
actual
Universidad
Gregoriana).
El
pueblo
católico,
bien
dispuesto,
y
los
teólogos
que
florecieron
(ver
núm.
107),
ayudaron
a
la
profundización
a
las
tareas
impuestas
por
Trento.
Se
avocó
el
Concilio,
también,
a
la
reforma
de
las
costumbres.
Obligó
a
los
obispos
a
residir
en
sus
diócesis
y
a
visitarlas,
y
a
los
párrocos
en
sus
parroquias.
Prohibió
el
acumulamiento
de
beneficios
pecuniarios.
Ordenó
la
erección
de
seminarios
diocesanos
en
donde
estudiarían
los
pretendientes
al
sacerdocio
(a
lo
que
se
había
anticipado
genialmente
don
Vasco
de
Quiroga,
que
estableció
el
de
San
Nicolás
Pátzcuaro,
Mach,
desde
1538,
confiado
a
la
Compañía
en
1575).
107.-‐
LA
TEOLOGIA
La
Universidad
de
Salamanca
contó
entre
sus
maestros
a
los
dominicos
Francisco
de
Victoria
(+
1546),
uno
de
los
padres
del
Derecho
Internacional,
a
Melchor
Cano
(+
1560),
y
a
Domingo
de
Soto
(+
1560).
En
España
y
Portugal
descolló,
asimismo,
el
jesuita
Francisco
Suárez
(+
1617)
que
desarrolló
el
Derecho
de
Gentes
y
del
Derecho
Público.
En
1536
había
fallecido
Erasmo
de
Rotterdam,
sacerdote
y
humanista,
que
atacó
vigorosa
e
irónicamente
la
decadencia
de
la
Escolástica,
pero
se
mantuvo
ligado
a
la
doctrina
católica.
En
El
Elogio
de
la
locura
denunció
las
taras
de
la
vida
religiosa
de
su
época
y
reflejó
un
evangelismo
reformista,
que
a
unos
pareció
posición
ambigua.
Atacó
también
a
Lutero.
Editó
el
Nuevo
Testamento
y
diversos
textos
de
los
Padres
de
la
Iglesia.
Escribió
obras
de
pedagogía,
literatura
y
luchó
por
la
ilustración
de
la
mujer.
108.-‐
LA
VIDA
ESPIRITUAL
Varios
españoles
legaron
preciosas
obras
de
espiritualidad:
Juan
de
Ávila
(+
1569),
San
Francisco
de
Borja
(+
1572),
fray
Luis
de
Granada
(+
1588),
San
Pedro
de
Alcántara
(+
1562),
fray
Luis
de
León
(+
1591).
Fueron
insignes
San
Juan
de
la
Cruz
(+
1591)
y
Santa
Teresa
de
Ávila
(+
1582)
cumbres
de
la
literatura
hispana
y
reformadores
de
la
Orden
del
Carmen
(ver
núm.
73).
29
109.-‐
ORDEN
RELIOSAS
Fray
Mateo
de
Basci
fue
fundador
de
los
Capuchinos
en
1535.
Santa
Ángela
de
Merici
estableció
las
Ursulinas
(1537),
San
Felipe
de
Neri
el
Oratorio
(1563)
y
San
Ignacio
de
Loyola
al
Compañía
de
Jesús
(1540).
Estas
comunidades
religiosas
renovaron
firmemente
la
práctica
del
Evangelio
desde
entonces,
según
su
carisma
propio.
La
Compañía
creció
notablemente
desde
su
primer
inicio
y
se
constituyó
en
baluarte
firme
del
catolicismo
(ver
núm.
106).
Su
apostolado
abarcó
la
conversión
del
prójimo
mediante
los
Ejercicios
Espirituales,
la
enseñanza
en
Universidades
y
colegios,
las
misiones,
la
investigación
cultural
y
la
pastoral
en
general.
Mediante
un
cuarto
voto
de
obediencia
al
Papa,
San
Ignacio
puso
a
su
grupo
en
manos
del
Pontífice.
110.-‐
LAS
MISIONES
EN
EL
ORIENTE
Con
San
Francisco
Javier
a
la
cabeza,
los
jesuitas
viajaron
hasta
los
confines
del
mundo
oriental.
Javier
fue
a
Goa
(1542),
Malaca
(1545),
Japón
(1549),
llegó
a
la
frontera
de
China
(1552).
Convirtió
numerosos
asiáticos
mediante
su
apostolado
audaz
e
incansable.
Otros
jesuitas
arribaron
al
Congo,
en
1547,
a
Marruecos,
en
1549,
y
a
Etiopía,
en
1555.
Cien
discípulos
de
Ignacio
llegaron
la
India.
Paralelamente
fueron
formándose
las
respectivas
diócesis
en
territorios
asiáticos,
Japón
había
redituado
150
mil
conversiones
cuando
Taikosama
(+
1598)
barrió
con
aquella
comunidad.
Una
víctima
fue
el
primer
santo
mexicano,
San
Felipe
de
Jesús,
franciscano
(+
1597).
111.-‐
LOS
TURCOS
La
Batalla
de
Lepanto
fue
un
éxito
de
trascendental
importancia
para
la
Europa
de
entonces.
Solimán
II
el
Magnifico
(+
1566)
había
conquistado
Belgrado,
Viena
y
Rodas.
Selim
II
(+
1574)
no
pudo
continuar
el
avance
turco
por
la
derrota
que
le
infligieron
las
fuerzas
constituidas
por
Juan
de
Austria,
el
7
de
octubre
de
1572
(ver
núm.
79
y
97).
112.-‐
AMERICA
ESPAÑA
Cortés
y
Pizarro
entregaron
al
imperio
español
los
inmensos
territorios
de
los
imperios
aztecas
(1521)
e
inca
(1532)
respectivamente.
Vasco
Núñez
de
Balboa
descubrió
el
Océano
Pacifico
desde
1513.
Magallanes
y
Elcano
dieron
la
vuelta
al
mundo
durante
el
trienio
de
1519
a
1522.
Los
Papas
Inocencio
VIII
en
1482,
Alejandro
VI
en
1493
y
Julio
II
en
1508
habían
concedido
a
los
reyes
españoles
una
serie
de
privilegios
para
el
gobierno
de
la
Iglesia
tanto
en
España
como
en
Indias:
formación
de
diócesis
y
nombramientos
de
obispos,
recaudación
de
los
diezmos,
aprobación
de
documentos
pontificios,
construcción
de
iglesias,
control
de
religiosos,
etc.
Desde
sus
inicios
en
América,
la
Iglesia
quedó
estrechamente
sujeta
al
poder
civil
(ver
núm.
100).
113.-‐
AMERICA
CRISTIANA
Debemos
la
predicación
del
evangelio
en
nuestro
continente
a
los
franciscanos,
dominicos
y
agustinos
principalmente.
Al
principio
los
jerónimos
y
mercedarios
cooperaron
a
la
conversión
de
los
naturales.
Los
jesuitas
predicaron
a
partir
de
1571
en
Perú
y
en
1572
en
Nueva
España.
Bernardino
Álvarez
fundó
en
este
reino
una
congregación
dedicada
al
cuidado
de
los
enfermos.
El
clero
diocesano,
especialmente
cuando
la
Compañía
de
Jesús
lo
educó
en
sus
aulas,
se
encargó
de
proseguir
el
asentamiento
de
la
nueva
cristiandad.
La
organización
eclesiástica
americana
fue
calcada
de
la
española
y
de
la
Iglesia
universal
(institución
de
cabildos,
seminarios,
Inquisición,
etc.)
Excepto
al
principio,
la
Inquisición
no
juzgaba
a
los
indígenas.
En
Nueva
España
relajó
43
reos
y
30
en
Perú,
hasta
su
extinción
a
comienzos
del
siglo
XIX
(ver
núm.
74).
30
114.-‐
RELIGIOSOS
Y
DIOCESIS
AMERICANAS
El
mercedario
fray
Juan
Infante,
que
viajó
con
Cristóbal
Colón
en
1492,
dijo
la
primera
misa
en
nuestro
continente.
El
primer
grupo
de
misioneros
arribó
a
Santo
Domingo
(1494)
a
las
órdenes
de
fray
Bernardo
Boil.
Después
llegaron
los
franciscanos
de
Francisco
Ruiz,
los
dominicos
y
los
Jerónimos.
Fray
Domingo
de
Betanzos
fundó
el
primer
convento
dominico
en
Guatemala
en
1527.
Esta
orden
avanzó
hasta
Lima
en
1535.
Los
franciscanos
establecieron
su
convento
en
Quito
en
1573.
Los
dominicos
lo
hicieron
en
Chile
en
1541.
Los
capuchinos
pasaron
a
Venezuela.
Los
jesuitas
se
establecieron
también
en
Brasil
y
fundaron
en
Paraguay
las
llamadas
Reducciones,
territorios
en
que
florecieron
las
nuevas
cristiandades
a
salvo
de
la
voracidad
de
los
conquistadores
(ver
núm.
127).
Las
principales
diócesis
y
los
principales
obispos
fueron
los
siguientes:
Santo
Domingo
(1511),
Alejandro
Jerardino,
Sebastián
Ramírez
de
Fuenleal,
Alonso
Fuenmayor);
Puerto
Rico
(1512,
Alonso
Manso,
Diego
de
Salamanca),
Panamá
(1521,
Juan
de
Quevedo),
Santiago
de
Cuba
(1522,
Bernardo
de
Mesa,
Diego
de
Sarmiento),
San
José
de
Costa
Rica
(1531),
Caracas
(1532),
Santa
Marta,
Colombia
(1534),Guatemala
(1534,
Antonio
de
Valdivieso),
Honduras
(1536),
Cuzco
(1537,
Vicente
de
Valverde,
Juan
de
Solano),
Lima
(1541,
Santo
Toribio
de
Mogrovejo),
Quito
(1545),
Santiago
de
Chile
(1546),
La
Asunción
(1547),
La
Plata
(1522,
Gaspar
de
Villarroel,
José
de
San
Alberto),
Nueva
Granada
(1563,
Juan
de
Barrios,
Luis
Zapata,
Cristóbal
de
Torres,
fundador
de
la
Universidad
de
Santa
Fe),
Tucumán
(1570),
Cartagena
(1594,
Diego
de
Torres,
Cristóbal
Pérez).
En
1550
fue
fundada
la
diócesis
de
Bahía,
Brasil
(Pedro
Fernández
Sardinha).
Durante
el
siglo
XVI
quedaron
erigidas
38
diócesis
a
lo
largo
del
continente.
Canadá
fue
convertido
por
franciscanos
franceses.
115.-‐
LAS
PRIMERAS
DIOCESIS
NOVOHISPANAS
El
dominio
Julián
Garcés
fue
designado
obispo
de
Tlaxcala
en
1527,
fray
Juan
de
Zumárraga
de
México
en
1530,
Luis
de
Zárate
de
Oaxaca
en
1535,
don
Vasco
de
Quiroga
de
Michoacán
en
1536
y
fray
Bartolomé
de
las
Casas
de
Chiapas
en
1539.
116.-‐
ALGUNOS
EVANGELIZADORES
SOBRESLIENTES
Fray
Julián
de
Garcés
(+
1542)
defensor
de
la
racionalidad
de
los
naturales;
Bartolomé
de
las
Casas
(+
1566)
defensor
acérrimo
de
la
dignidad
de
éstos,
enemigo
inquebrantable
de
la
encomienda
y
de
la
conquista;
fray
Toribio
de
Benavente
o
Motolinía;
muy
amado
de
los
naturales;
fray
Bernardino
de
Sahagún,
tesonero
estudioso
de
su
pasado;
el
obispo
de
Vasco,
organizador
e
impulsor
de
una
sociedad
tarasca;
Pedro
de
Gante,
educador,
dejaron,
todos
ellos,
imperecedera
memoria.
Varios
mártires
regaron
su
sangre
nuestro
territorio
en
la
Florida,
El
Marañón,
Ucayaly
y
Paraguay.
El
obispo
fray
Antonio
de
Valdivieso,
O.P.
(+
1550)
murió
a
manos
de
españoles
por
defender
a
los
indígenas.
Sobresalieron
en
su
labor
evangélica
también
Francisco
Solano,
Antonio
de
Montesino,
Juan
de
Zumárraga,
Juan
del
Valle,
Pedro
Delgado,
Domingo
Navarrete,
José
de
Anchieta,
recientemente
beatificado,
y
Manuel
de
Nóbrega,
entre
otros
muchos
más.
117.-‐
SANTOS
Y
BEATOS
EN
AMERICA
Del
Beato
Sebastián
de
Aparicio
(+
1594),
humilde
lego
franciscano,
constructor
de
carreteras,
se
conserva
el
cuerpo
incorrupto
en
la
Iglesia
de
San
Francisco,
en
Puebla.
El
beato
Ignacio
Acevedo
y
39
compañeros
mártires,
jesuitas,
fueron
asesinados
por
el
pirata
Santiago
de
Soria,
enemigo
de
los
católicos,
en
1570,
cuando
se
dirigía
a
Brasil.
San
Luis
Beltrán
(+
1581)
dominico,
realizó
parte
de
su
apostolado
en
Colombia
(ver
núm.
128).
118.-‐
LA
VIRGEN
DE
GUADALUPE
La
Virgen
se
Aparicio
en
1531
a
Juan
Diego
en
el
Tepeyac,
cerca
de
Tenochtitlán.
Es,
desde
entonces,
la
esencia
del
alma
mexicana,
el
motivo
supremo
de
su
alegría,
el
objeto
del
sentimiento
más
depurado
del
corazón
mestizo
e
indígena
y
el
fundamento
de
nuestra
raza
y
nacionalidad.
31
119.-‐
MOLINISMO,
BAÑECIANISMO
Y
EUROPA
Una
disputa
teológica
entre
jesuitas
y
dominicos
acerca
del
cómo
actúa
la
gracia
en
relación
con
la
libertad,
ocupó
las
preocupaciones
religiosas
al
fin
del
siglo
XVI
y
principios
del
XVII.
Luis
Molina
(+
1600)
fue
el
guía
del
los
jesuitas
y
Domingo
Bañez
(+
1604)
el
de
los
dominicos.
Estos
tacharon
a
los
jesuitas
de
pelagianos
y
los
jesuitas
llamaron
calvinistas
a
los
dominicos.
Ambos
se
tuvieron
por
herejes.
El
molinismo
sostenía
que
el
hombre
realiza
libremente
sus
acciones
pues
la
gracia
inclina
a
la
libertad
sin
suprimirla.
Dios
actúa,
a
su
vez,
en
la
relación
de
los
actos
buenos
dado
que
por
su
ciencia
sabe
que
el
hombre
los
habrá
de
realizar.
El
bañeanismo
afirmaba
que
la
gracia
eficaz
de
Dios
determina
físicamente
a
la
voluntad.
Por
otro
lado,
Miguel
Bay,
conocido
por
Bayo
(+
1589),
Canciller
de
la
Universidad
de
Lovaina,
negó
la
distinción
entre
la
naturaleza
y
lo
sobrenatural.
El
libre
albedrío,
desnaturalizado
por
el
pecado,
no
podía
obrar
bien,
según
Bayo.
Sólo
la
gracia
de
Cristo,
volviendo
a
ordenar
al
hombre
a
Dios,
según
la
naturaleza,
permitía
obrar
bien
y
meritoriamente.
De
ahí
que
lo
sobrenatural
y
la
gracia
estuvieron
incluidas
en
una
exigencia
de
la
naturaleza
y
no
tenían
la
gratuidad
absoluta
que
les
reconoce
la
Iglesia.
Bayo
ejerció
influencia
en
la
teoría
jansenista
aparecido
en
siglo
siguiente
(ver
núm.
123)
SIGLO
XVII
120.-‐
GUERRAS
EUROPEAS
Las
Guerras
de
los
Treinta
Años
(1618-‐1648)
fue
causada
por
una
complicada
mezcla
de
intereses
políticos-‐
religiosos:
los
rescoldos
de
los
conflictos
religiosos
de
la
centuria
pasada,
unidos
a
las
miras
políticas
de
cada
una
de
las
naciones
en
pugna.
La
Defenestración
de
Praga
fue
la
señal
de
rebelión
contra
el
emperador
Matías
(extendida
luego
a
su
sucesor,
Fernando,
católicos
ambos)
para
apoyar,
en
cambio,
a
Federico
V,
calvinista,
que
no
pudo
conservar
la
ventaja
obtenida
en
la
lides
militares.
En
el
segundo
período
intervino
Cristián
IV
de
Dinamarca,
ayudado
por
Inglaterra
y
Holanda.
El
ejército
de
Wallenstein
los
derrotó.
Actuó,
entonces
(tercer
período),
Gustavo
Adolfo
de
Suecia
cuyos
primeros
triunfos
fueron
opacados
por
las
derrotas
siguientes.
Por
último,
Richelieu
envió
sus
tropas,
que
se
adueñaron
del
Imperio.
Mazarino,
sucesor
de
Richelieu
(ver
núm.
124)
dirigió
la
firma
de
los
Tratados
de
Westfalia,
repetición
tardía
de
la
Paz
de
Augsburgo
de
1555
que
no
había
dado
el
resultado
apetecido
(ver
núm.
103).
Los
tratados
reconocieron
nuevamente
la
libertad
de
cultos
católico
y
protestante,
no
para
los
individuos
sino
para
las
regiones:
quien
tenía
el
gobierno
de
la
religión,
tenía
también
el
cuidado
de
la
religión.
Esta
guerra
había
cubierto
de
sangre
a
Europa
desde
España
hasta
Polonia.
121.-‐
EL
ANGLICANISMO
Inglaterra
quedó
asentada
en
la
vía
anglicana,
como
vimos
(núm.
104).
Oliverio
Cromwell
(+
1658)
que
destronó
a
Carlos
I,
quiso
imponer
el
calvinismo
puritano,
hasta
que,
a
su
vez,
fue
derrotado.
Carlos
II
(+
1685)
toleró
el
catolicismo
y
él
mismo
murió
en
el
seno
de
esta
religión.
Jacobo
II
fue
derrocado
en
1688
por
favorecerla.
Después
de
la
familia
Estuardo,
reinó
la
casa
de
Orange.
Desde
Guillermo
III
(+
1702)
los
católicos
volvieron
a
ser
relegados.
Unos
de
ellos
pasaron
al
Nuevo
Mundo
y
fundaron
Maryland
en
1634.
También
vivieron
en
Pennsylvania,
Virginia,
territorios
evangelizado
por
jesuitas
ingleses
y
franceses.
122.-‐
EL
CULTO
AL
SAGRADO
CORAZON
Esta
devoción
cobró
auge
extraordinario
a
partir
de
su
propagación
por
Santa
Margarita
María
de
Alacoque
(+
1690)
y
por
el
beato
Claudio
de
la
Colombiere
(+
1682).
32
123.-‐
EL
JENSENISMO
Cornelio
Jansen
(+
1638)
escribió
el
Augustinus,
publicado
después
de
su
muerte,
en
el
cual
discurría
acerca
de
los
candentes
asuntos
de
la
predestinación,
la
gracia
y
la
libertad
(ver
núm.
119).
Negaba
la
libertad
y
el
mérito
personal.
Afirmaba
que
el
ser
humano
no
era
capaz
de
rechazar
la
gracia.
Señalaba
que
la
redención
de
Cristo
tenía
efecto
en
unos
cuantos,
no
todos
los
hombres.
El
Papa
Urbano
VIII
y
el
Papa
Inocencio
X
no
aceptaron
sus
tesis.
Tanto
más
que
la
moral
jansenista
era
–
como
la
puritana-‐
rigurosísima
y
asfixiante:
a
cada
paso
el
pecado
mortal
acechaba
a
los
cristianos,
que
debían
purificarse
luego
con
confesiones
escrupulosas
y
sin
fin,
amén
de
que
debían
practicar
grandes
penitencias.
La
preparación
que
antecedía
a
la
nada
frecuente
comunión
era
larguísima
y
dificultosa
en
extremo.
La
abadía
francesa
de
Port
Royal
difundió
con
entusiasmo
el
jansenismo.
Los
jesuitas
fueron
los
principales
opositores
de
este
sistema.
La
abadesa
Angélica
Arnauld
era
erigida
espiritualmente
por
Juan
Duvergier
de
Hauranne.
El
ataque
contra
los
jesuitas
fue
implacable:
los
acusaron
de
sostener
una
moral
que
llevaba
a
la
relajación.
Los
jansenistas
quisieron
diluir
la
condena
de
Inocencio
X,
diciendo
que
los
errores
por
él
rechazados
no
estaban
contenidos
en
el
Augustinus.
Blas
Pascal
(+
1662),
insigne
científico
y
pensador
religioso
pero
jansenista
convencido,
publicó
sus
Cartas
a
un
Provincial,
en
que
defendía
la
concepción
de
gracia
de
Jansenio
y
arremetía
contra
la
que
a
él
le
parecía
laxitud
jesuita.
Escribió
también
sus
Pensamientos
o
Apologías
de
la
Religión.
La
disputa
saltó
las
bardas
teológicas
y
se
internó
además
en
el
campo
político.
124.-‐
LA
IGLESIA
FRANCESA
El
galicanismo
–resurrección
de
los
postulados
de
la
Pragmática
Sanción
de
Bourges-‐
fue
la
tendencia
de
ciertos
sectores
de
la
Iglesia
francesa
–de
ahí
su
nombre-‐
que
pretendía
incrementar
su
independencia
con
respecto
a
Roma
(ver
núm.
102)
La
comunicación
del
Papa
con
los
obispos
estaría
sujeta
al
poder
civil.
Los
actos
y
las
leyes
del
Papa
necesitarían
la
confirmación
civil.
El
rey
encargó
a
Bossuet
la
redacción
de
los
Cuatro
Artículos
del
Galicanismo:
la
acción
del
Papa
y
de
la
Iglesia
debe
centrarse
en
legislar
sobre
asuntos
espirituales.
El
Concilio
es
superior
al
Papa
(ver
núm.
102).
Junto
con
los
cánones
de
la
Iglesia
deben
ser
observados
los
de
la
Iglesia
Galicana.
Las
decisiones
del
Pontífice
en
asuntos
de
fe
sólo
son
irreformables
si
son
aceptados
por
la
Iglesia.
Las
anteriores
tesis
fueron
rechazadas
por
los
Papas.
Por
otro
lado,
Luis
XIV,
llevado
por
su
afán
absolutista,
revocó
el
Edicto
de
Nantes
que
publicó
su
antecesor
Enrique
IV
(ver
núm.
105).
Consistió
en
que
los
calvinistas
vivieron
en
Francia
pero
les
prohibió
practicar
su
culto.
Miles
huyeron.
La
economía
del
reino
resistió
graves
pérdidas.
Importantes
personalidades
eclesiásticas
descollaron
en
el
país
galo.
Jacobo
Bonigno
Bossuet
(+
1704),
obispo
de
Meaux,
pronunció
sermones
y
oraciones
fúnebres
de
primera
calidad
oratoria.
Historiador,
escribió
sus
Variaciones
de
las
Iglesias
Protestantes.
El
cardenal
Armando
Juan
Richelieu
(+
1642)
ministro
de
Luis
XIIO
fundó
la
Academia
Francesa
y
disminuyó
el
poder
de
la
Casa
de
Habsburgo,
tanto
de
la
rama
española
como
de
la
austriaca.
El
cardenal
Julio
Mazarino
(+
1661),
Nuncio
en
París,
ocupó
después
el
cargo
de
ministro
de
Luis
XIV
(ver
núm.
120).
125.-‐
EL
QUIETISMO
Esta
corriente
espiritual
estuvo
de
moda
en
los
decenios
que
estamos
considerando.
Fue
inspirada
por
el
español
Miguel
de
Molinos
(+
1696).
San
Ignacio
de
Loyola
había
enseñado
que
el
ser
humano
tiene
que
llegar
a
adquirir
la
indiferencia
total
acerca
de
todas
las
cosas
creadas
con
el
fin
de
inclinar
su
voluntad
única
y
decididamente
a
seguir
la
voluntad
de
Dios.
Buda,
centurias
antes,
había
predicado
el
Nirvana
o
estado
de
total
extinción
de
todo
deseo,
para
no
aspirar
a
nada.
33
Molinos
pedía
una
unión
del
alma
con
Dios,
tal
que
sólo
deseara
entregarse
a
Dios
para
que
El
entrara
en
el
alma
y
actuara
por
ella.
El
alma
debía
llegar
al
estado
de
absoluta
pasividad,
como
un
cadáver,
decía.
Molinos
fue
condenado
a
prisión
perpetua
en
un
convento.
126.-‐
EL
AVANCE
DE
LAS
CIENCIAS
Galileo
(+
1642)
eximio
científico,
descubrió
una
estrella
y
los
satélites
de
Júpiter.
Adoptó
las
tesis
de
Copérnico
(ver
núm.
101),
acerca
del
sistema
solar.
Su
posición
fue
contradicha
por
la
opinión
de
algunos
teólogos
que
en
un
salmo
creían
encontrar
la
afirmación
contraria.
Galileo
fue
obligado
a
callar.
Renato
Descartes
estudio
con
los
jesuitas
en
La
Flecha
y
Derecho
en
París.
Creó
la
Geométrica
Analítica
y
dio
un
decidido
impulso
al
espíritu
científico
moderno.
Después
de
viajar
por
gran
parte
de
Europa
murió
en
Suecia
en
1650.
Buscó
un
punto
de
partida
absolutamente
indubitable
para
elaborar
su
filosofía,
tomada
del
espíritu
mismo.
En
el
acto
de
dudar,
descubrió
que
pensaba
y
que
por
tanto
existía.
Se
calificó
como
sustancia
pensante
a
la
que
se
unía
el
cuerpo.
Descartes
demostró
la
existencia
de
Dios,
libre
creador
del
mundo,
a
partir
de
la
presencia
en
el
ser
humano
de
la
noción
de
perfección.
El
racionalismo
de
Descartes
y
su
duda
establecida
como
método
fue
mal
visto
por
algunos,
no
así
por
quienes
supieron
entenderlo,
por
ejemplo
el
filósofo
mexicano
jesuita
Andrés
de
Guevara
y
Basoazábal,
que
lo
enseño
a
sus
alumnos.
Descartes
no
se
apartó
de
la
fe
católica.
Deslindó
los
campos
de
la
teología,
filosofía,
ciencia,
poesía
e
historia.
127.-‐
AMERICA
Construida
durante
el
siglo
XVI,
alejada
del
primer
plano
de
los
conflictos
religiosos
de
Europa,
la
Iglesia
Católica
americana
prosiguió
su
labor
de
evangelización.
En
México
nuevos
pueblos
fueron
conquistados
para
la
Iglesia.
Los
franciscanos
avanzaron
hasta
Nuevo
México,
hoy
Estados
Unidos.
Los
jesuitas
tomaron
camino
rumbo
al
noroeste
de
la
nación:
Sinaloa,
parte
de
Coahuila,
Durango,
Chihuahua,
Sonora,
Baja
California
y
suroeste
de
Estados
Unidos.
Entregaron
a
los
habitantes
de
aquellas
regiones
la
enseñanza
religiosa
y
realizaron
ensayos
sociales,
por
demás
interesantes,
de
notables
frutos
en
la
promoción
de
la
justicia
social.
Los
franciscanos
Laicos.
Margil
de
Jesús
y
los
jesuitas
Salvatierra,
Kino,
Ugarte,
Pérez
de
Rivas
son
dignos
de
recuerdo
por
sus
hazañas
apostólicas.
En
las
Reducciones
de
Paraguay,
sin
dejar
de
entrar
a
extranjeros,
los
jesuitas
organizaron
a
los
indígenas,
aprovechando
las
categorías
culturales
de
estos.
Cultivaron
la
tierra
y
trabajaron
en
incipientes
industrias.
La
organización
social
que
resultó
produjo
frutos
abundantes.
Pero
los
jesuitas
fueron
acusados
de
crear
cotos
cerrados
que
atentaban
contra
la
autoridad
real
(ver
núm.
114).
128.-‐
SANTOS
Y
BEATOS
EN
AMERICA
Nuevos
frutos
de
santidad
produjo
América
durante
estos
siglos
(ver
núm.
117).
El
beato
Bartolomé
Gutiérrez,
agustino,
nació
en
México,
estudio
en
Yuririapúndaro
y
realizó
su
primer
apostolado
en
Puebla.
Pasó
a
Filipinas
en
1608,
en
donde
desempeñó
el
oficio
de
maestro
de
novicios.
En
1613
fue
prior
del
convento
de
Usuqui,
en
Japón.
En
1614
el
emperador
Daifusama
decretó
la
persecución
anticristiana.
Fray
Bartolomé
fue
desterrado
de
Filipinas.
Volvió
disfrazado
a
Japón
en
1618
y
subrepticiamente
prosiguió
la
evangelización
que
le
había
sido
encomendada.
Fue
apresado
en
1629
y
sometido
a
diversos
tormentos.
Murió
quemado
el
3
de
septiembre
de
1632.
Pío
IX
lo
inscribió
en
el
catálogo
de
los
beatos
el
7
de
mayo
de
1867
por
medio
del
Breve
Martirium
Rigata
Sanguine.
El
beato
Pedro
de
Zúñiga,
de
la
misma
orden
religiosa,
hijo
del
virrey
de
Nueva
España,
marqués
de
Villamanrique,
evangelizó
Filipinas
y
pasó
a
Japón
en
1617,
de
donde
también
fue
expulsado.
Intentando
regresar
en
1620,
naufragó
en
la
isla
de
Formosa.
Fue
apresado
por
piratas
holandeses,
cuyo
afán
imperialista
había
llegado
hasta
esas
costas
y
fue
entregado
a
las
autoridades
japonesas.
Murió
apaleado
y
quemado
a
fuego
lento
en
Nagasaki
en
1622.
34
El
beato
Bartolomé
Laurel,
lego
franciscano,
natural
de
México
también,
misionó
en
Filipinas
de
1609
a
1622
y
se
trasladó
a
Japón.
En
ambos
lugares
ejerció
sus
conocimientos
de
medicina
a
favor
de
cristianos
y
paganos.
Fue
quemado
vivo
en
el
año
de
1627
y
beatificado
en
1867.
El
beato
Luis
Flores,
nacido
en
Gante,
ingresó
a
la
orden
dominica
en
México.
De
1592
a
1598
se
dedicó
a
la
enseñanza.
Viajó
a
Filipinas
y
Japón,
país
en
el
que
sufrió
el
martirio
con
el
beato
De
Zúñiga.
Su
hermano
en
religión,
el
beato
Juan
Macías,
lego,
llego
a
Lima
en
1619
procedentes
de
España.
En
1622,
a
los
37
años
de
edad,
ingresó
en
el
convento
de
Santa
María
Magdalena
en
1645
en
que
pasó
a
la
vida
eterna.
La
beata
María
de
Jesús
Paredes
(+
1645)
nació
en
Quito.
Obtuvo
el
don
de
una
alta
oración
contemplativa.
Los
jesuitas
beatos
Roque
González,
Juan
del
Castillo
y
Alfonso
Rodríguez
–mártires
rioplatenses-‐
evangelización
Paraguay
y
Uruguay.
Recibieron
el
martirio
en
1628.
Santo
Toribio
de
Mogrovejo,
arzobispo
de
Lima,
desde
1581,
visitó
su
extensísima
diócesis,
reunió
13
sínodos,
compuso
catecismo
en
castellano,
quichua
y
aimara.
Fundó
un
seminario.
Defendió
enérgicamente
a
los
naturales
explotados
por
los
catequizadores.
Falleció
en
1606.
San
Francisco
Solano,
franciscano,
partió
de
España
hacia
Lima
en
1589.
Convirtió
a
muchos
indígenas
en
Panamá,
Chile,
Argentina.
Regresó
a
la
capital
de
Perú,
donde
murió
en
1616.
El
popularísimo
San
Martín
de
Porres
nació
en
Lima.
Ingresó
como
lego
en
la
Orden
de
Predicadores.
SE
distinguió
por
su
caridad
con
los
pobres
y
los
enfermos.
Fundó
la
Casa
de
la
Santa
Cruz
para
niños
abandonados
o
huérfanos
y
para
regeneración
de
mujeres
arrepentidas.
Su
alma
regresó
al
Creador
en
1639
ante
el
duelo
general
de
la
población.
Santa
Rosa
de
Lima,
terciaria
dominicana
desde
1606,
llevó
una
vida
de
penitencia
y
oración
extraordinaria.
Fallecida
en
1617,
fue
canonizada
en
1671.
San
Pedro
Claver,
jesuita
catalán,
llegó
a
Colombia
en
1610.
Recibió
las
órdenes
sacerdotales
en
1616.
Destinado
al
puerto
de
Cartagena,
consagró
sus
fuerzas
a
la
atención
de
los
esclavos,
apostolado
en
el
que
perseveró
a
lo
largo
de
40
años.
Cuatro
antes
de
fallecer
se
contagió
de
una
epidemia
de
azotó
la
región.
Murió
en
1654
habiendo
bautizado
y
protegido
miles
de
esclavos.
Fue
canonizado
en
1888.
Los
jesuitas
franceses
Juan
Brebeuf,
Isaac
Jogues,
Carlos
Garnier,
Gabriel
Lalemant,
Natalio
Chabanel
y
Antonio
Daniel,
predicaron
el
Evangelio
en
Canadá,
en
el
territorio
ocupado
por
los
hurones.
Fueron
martirizados
entre
1646
y
1649.
129.-‐
DEVERSAS
MISIONES
El
jesuita
Roberto
de
Nóbili
(+
1656)
ensayó
audaces
métodos
para
evangelizar
la
India.
Asumió
las
costumbres
de
los
habitantes
en
vez
de
execrarlas
y
empezó
a
ganar
adeptos.
Su
ejemplo
atrajo
otros
misioneros
y
con
ellos
aumentó
el
número
de
conversos.
En
China,
Mateo
Ricci
jesuita
(+
1610),
vestido
a
la
usanza
de
los
naturales
y
adoptando
también
sus
categorías
culturales,
obtuvo
las
primeras
conversiones
de
aquel
imperio
legendario.
A
ellas
siguieron
pronto
otras
miles,
con
el
esfuerzo
de
nuevos
misioneros.
Ricci
cristianizó
las
expresiones
y
ritos
de
la
religión
de
Confucio,
en
especial
la
veneración
de
éste
y
de
los
antepasados.
De
Nóbili
hizo
lo
mismo
con
los
ritos
brahmánicos.
Los
métodos
jesuitas
no
acabaron
de
agradar
a
los
europeos,
empeñados
entonces
en
las
agrias
luchas
jansenistas.
Ellos
reprobaron
que
no
se
exigiera
a
los
conversos
la
ruptura
absoluta
con
sus
anteriores
costumbres.
La
Congregación
de
Propaganda
de
la
Fe
no
dio
la
razón
a
los
jesuitas.
La
Santa
Sede
reglamentó
estas
prácticas,
con
cierta
amplitud
en
lo
referente
a
la
actividad
realizada
en
la
India,
en
1623,
pero
usando
de
mayor
reserva
y
distinciones
en
lo
tocante
a
China,
en
1645
y
1656.
La
evangelización
quedó
detenida
en
el
Extremo
Oriente.
En
actual
Vietnam
también
fue
evangelizado
por
jesuitas
desde
1615.
El
cristianismo
de
Japón
empezó
la
centuria
con
una
relativa
paz.
Incluso
brotaron
ciertas
vocaciones
nativas.
En
1614
sin
embargo,
un
edicto
del
emperador
Daifusama
cobró
mártires
(ver
núm.
128).
Para
mediados
del
siglo
la
represión
fue
decisiva
y
enérgica.
Sin
embargo,
muchos
cristianos
lograrían
perseverar
en
la
fe
adquirida.
130.-‐
SANTOS
EUROPEOS
San
Francisco
de
Sales
(+
1622)
fue
obispo
de
Ginebra
y
de
Annecy.
Redactó
su
Introducción
a
la
Vida
Devota,
el
Tratado
del
Amor
de
Dios
y
su
Conversaciones
Espirituales.
35
San
Vicente
de
Paúl
(+
1660)
fundó
la
Congregación
de
la
Misión,
o
lazaristas
o
paúles,
y,
con
Santa
Luisa
de
Marillac,
las
Hijas
de
la
Caridad.
Pedro
de
Berulle
(+
1625)
fundó
el
Oratorio
de
Francia.
SIGLO
XVIII
131.-‐
JANSENISMO
SOBREVIVIENTE
Pascasio
Quesnel
(+
1719)
era
nuevo
guía
del
jansenismo.
Profesaba
también
la
teoría
galicana.
Su
libro
Reflexiones
Morales
sobre
el
Nuevo
Testamento
fue
condenado
por
Clemente
XI
en
1713.
Agrias
disputas
a
favor
y
en
contra
de
la
sentencia
caldearon
los
ánimos
entre
los
católicos
franceses
más
de
lo
que
ya
lo
estaban.
La
fidelidad
al
Papa
sufrió
también
serios
resquebrajamientos
(ver
núm.
104).
El
Pietismo
de
Felipe
Jacobo
Spencer
(+
1705)
acentuaba
la
experiencia
religiosa
personal,
en
oposición
a
la
práctica
rutinaria
de
los
valores
evangélicos.
Fundó
pequeñas
comunidades
–ecclesiola
in
ecclesia:
iglesia
en
la
iglesia-‐
para
que
sirvieran
como
levadura
al
pueblo
en
general.
Los
cuáqueros
de
Fox
(+
1691)
crecieron
en
Estados
Unidos
guiados
por
Guillermo
Penn,
principalmente
en
Pennsylvania.
Fox
y
sus
seguidores
se
distinguían
por
su
exaltación
religiosa,
su
sencillez
y
su
austeridad
de
costumbres.
Cristo
decían,
ilumina
directamente
al
alma
y
le
proporciona
el
conocimiento
de
las
verdades
religiosas.
Los
sacramentos,
por
tanto,
resultaban
inútiles.
Los
cuáqueros
rechazaban
el
servicio
militar,
el
juramento,
el
diezmo,
el
teatro,
el
baile
y
todas
las
diversiones
mundanas.
Por
otro
lado,
los
hermanos
Juan
y
Carlos
Wesley
fundaron
el
Metodismo
(+
1738),
separándose
del
anglicanismo.
Insistieron
en
la
libertad
del
ser
humano,
en
el
carácter
universal
de
la
redención
y
en
la
llamada
a
todos
a
la
perfección
de
la
caridad
(ver
núm.
153).
133.-‐
EL
PENSAMIENTO
El
siglo
XVIII,
llamado
el
Siglo
de
las
Luces,
produjo
una
filosofía
que,
si
admitía
la
experiencia
de
Dios,
negaba
su
actuación
en
la
vida
de
Dios,
negaba
su
actuación
en
la
vida
humana.
Este
sistema
defendía
que
cada
hombre
debía
dar
culto
a
Dios
en
la
forma
que
lo
considerara
conveniente,
sin
sujetarse
a
ritos
eclesiásticos.
Propugnaba
por
una
actitud
propugnaba
por
una
actitud
de
benevolencia
hacia
el
prójimo,
filantropía.
Negaba
a
cualquier
Iglesia
el
derecho
de
proclamar
dogmas
y
rechazar
la
Revelación
de
Dios
a
los
hombres.
Voltaire
(+
1778)
lanzó
tremendos
ataques
en
contra
de
la
Iglesia
Católica
a
la
que
llamaba
la
Infame
y
a
la
que
pretendía
destruir.
Es
de
notar
que
este
autor
fue
especialmente
rechazado
en
la
católica
América
Latina.
Rousseau
(+
1728),
por
su
parte,
escribió
el
Contrato
Social,
en
el
que
proclamó
la
igualdad
de
derechos
de
todos
los
ciudadanos,
en
contra
de
la
rígida
división
de
clases
establecidas
por
las
monarquías.
Montesquieu
(+
1755)
en
sus
Cartas
Persas
censuró
el
estado
de
la
Iglesia
en
Francia.
En
El
Espíritu
de
las
Leyes
defendió
la
teoría
de
la
separación
de
los
poderes
políticos
–legislativo,
ejecutivo
y
judicial-‐
para
evitar
la
arbitrariedad
de
los
reyes
absolutistas.
Descendientes
de
los
anteriores
son
los
enciclopedistas,
Diderot,
D’Alembert,
etc.,
que
ni
admitían
la
religión
ni
las
antiguas
instituciones
políticas
y,
en
cambio,
deseaban
romper
con
el
pasado.
Fueron
los
padres
intelectuales
de
la
Revolución
Francesa
(ver
núm.
138).
El
matemático
y
filosofo
Leibniz
(+
1716)
fundo
el
cálculo
infinitesimal,
al
igual
que
Newton,
publicó
su
doctrina
filosófica,
basada
en
la
armonía
preestablecida,
intentando
explicar
el
origen
del
conocimiento.
Admitía
la
existencia
de
un
elemento
nuevo,
la
mónada,
intermedio
entre
el
espíritu
y
la
materia,
entre
el
átomo
y
la
idea.
La
mónada
perfecta
y
central
es
Dios,
que
ha
predestinado
a
cada
cosa
a
contribuir
en
la
armonía
prefijada
de
antemano.
134.-‐
LA
MASONERIA
En
este
siglo
XVIII
la
masonería
obtuvo
un
gran
desarrollo.
A
fines
de
la
centuria
llegó
incluso
a
América
Latina.
Su
origen
es
muy
anterior
–Edad
Media-‐
cuando
nació
entre
los
albañiles
constructores
de
las
catedrales
góticas
que,
agremiados,
guardaban
sus
secreto
profesional
celosamente
(ver
núm.
78).
36
La
organización
actual
data
de
1717
año
en
que
los
masones
se
constituyen
en
Londres.
En
plena
época
de
las
luces,
los
adeptos
eran,
por
lo
general,
deístas,
protestantes
y
burgueses.
Su
influjo
llegó
también
a
los
países
católicos,
pero
Clemente
XII,
en
1738,
y
Benedicto
XIV,
en
1751,
execraron
la
agrupación.
En
México
la
masonería
cobró
auge
desde
1821.
La
Logia
Escocesa
se
dividió
en
dos:
escoceses
y
yorquinos.
De
esta
rama
surgió
el
Partido
Liberal,
de
la
primera
el
Conservador.
A
mediados
del
siglo
los
liberales
serían
marcadamente
anticlericales.
135.-‐
EL
JOSEFINISMO
Basándose
en
las
teorías
galicanas
(ver
núm.
124)
y
conciliaristas
(ver
núm.
94),
el
obispo
de
Tréveris,
Juan
Nicolás
de
Hontheim
–que
usaba
el
seudónimo
de
Febronio-‐
llevó
hasta
el
imperio
las
tesis
de
la
supremacía
estatal
sobre
la
Iglesia.
José
II,
el
emperador
(+
1790),
las
puso
en
práctica.
Instauró
la
censura
de
los
documentos
pontificios,
erigió
seminarios
y
parroquias,
dictó
disposiciones
rituales
pormenorizadas.
El
Patronato
español
seguía
practicando
los
mismos
usos
y
aun
fueron
aumentados
en
tiempo
de
Carlos
III
(ver
núms.
100
y
112).
La
Iglesia
de
Italia
quiso
imitar
los
ejemplos.
El
sínodo
jansenista
de
Pistoya
(1786)
fue
condenado,
sin
embargo,
por
Pío
VI.
136.-‐
TRES
CONGREGACIONES
RELIGIOSAS
San
Juan
Bautista
de
la
Salle
(+
1719)
fundó
la
Congregación
de
Hermanos
de
la
Escuela
Cristiana,
aprobada
en
1724,
para
la
formación
de
la
niñez.
San
Pablo
de
la
Cruz
(+
1775)
dio
origen
a
los
pasionistas.
Tienen
como
fin
promover
las
misiones,
los
ejercicios
espirituales
y
la
propagación
de
la
devoción
a
la
pasión.
Los
redentoristas
son
obra
del
infatigable
obispo
San
Alfonso
María
de
Ligorio
(+
1787)
que
descolló
también
por
su
obra
de
Teología
Moral.
Pio
IX
lo
declaró
doctor
de
la
Iglesia
en
1871.
Su
congregación
se
dedica
al
apostolado
en
medios
populares
y
a
las
misiones
populares.
137.-‐
EXTINCION
DE
LA
COMPAÑÍA
DE
JESUS
Así
como
nacían
estos
operarios
de
la
viña
del
Señor,
terminaba
la
primera
fase
de
la
vida
la
Compañía
de
Jesús,
duramente
atacada
y
fervorosamente
defendida
en
su
vasto
apostolado:
misiones
extranjeras
-‐273-‐,
colegios
-‐
700-‐,
misiones
populares,
actuación
cultural,
social
y
política.
El
Papa
Clemente
XI
en
1704
y
el
Papa
Benedicto
XIV,
en
1744,
habían
condenado
la
práctica
jesuita
en
los
ritos
orientales
(ver
núm.
129).
La
defensa
que
los
jesuitas
hicieron
del
molinismo
disgustó
a
sus
opositores,
tanto
como
sus
posiciones
anti
jansenistas
(ver
núms.
119
y
123).
Muchos
interesados
tenían
puesta
la
mira
en
las
propiedades
de
la
orden.
El
anticlericalismo
de
la
época
creyó
necesario
terminar
con
la
Compañía
de
Jesús,
antes
de
atacar
decididamente
a
la
Iglesia.
Así,
pues,
las
fuerzas
jansenisticas,
masónicas,
los
librepensadores
y
los
regalistas
quedaron
unidos.
Los
reyes
borbones
empezaron
a
actuar.
La
Compañía
fue
expulsada
de
Portugal
(acusada
falsamente
de
un
atentado
contra
José
I),
por
el
marques
de
Pombal,
en
1759.
Igual
suerte
corrió
en
Francia
(1762),
donde
el
Parlamento
le
dictó
sentencia
contraria,
tras
el
largo
proceso,
nacido
de
las
deudas
que
había
adquirido
el
superior
de
las
Antillas,
asunto
complicado
con
las
todavía
candentes
discusiones
jansenistas.
En
1767
salieron
de
España
y
sus
colonias
americanas
por
orden
del
conde
de
Aranda,
valido
del
rey
Carlos
III.
Su
partida
de
la
ciudad
de
México
agolpó
a
los
habitantes
de
la
capital
alrededor
de
la
comitiva.
En
el
interior
de
la
Nueva
España
se
produjeron
sublevaciones
armadas
en
defensa
de
los
jesuitas
pero
fueron
reprimidas
a
sangre
y
fuego
por
el
cruel
visitador
José
de
Gálvez.
Nápoles
los
expulso
el
mismo
año.
Parma,
en
1768.
Los
jesuitas
fueron
a
los
Estados
Pontificios.
Los
enemigos
de
la
orden
deseaban
otro
triunfo
mayor:
la
extinción
definitiva
de
la
Compañía.
Lo
obtuvieron
en
1773
cuando
el
Papa
Clemente
XIV
firmó
el
breve
Dominus
ac
Redemptor.
37
Un
puñado
de
jesuitas
halló
cobijo
en
la
Rusia
gobernada
por
Catalina
II
y
en
la
Prusia
de
Federico
el
Grande.
Desde
allí
renacerían
al
comienzo
del
siguiente
siglo
(ver
núm.
142).
La
Iglesia
sufría,
sin
duda,
un
gravísimo
descalabro
pues
quedaban
desatendidos
los
colegios,
las
misiones,
las
actividades
culturales
que
desempeñaban
los
hijos
de
Loyola.
En
la
Nueva
España,
la
educación
sufrió
un
daño
mortal,
al
igual
que
las
misiones
del
noroeste.
138.-‐
LA
REVOLUCINO
FRANCESA
El
siglo
XVIII
cerró
con
la
irrupción
de
la
Revolución
Francesa,
que
trastocó
el
orden
establecido
y
que
tuvo
importante
consecuencias
en
el
mundo
y
en
la
Iglesia.
Para
salir
de
la
crisis
económica
en
la
que
se
encontraba
el
reino,
Luis
XVI
convocó
a
la
reunión
de
Estados
Generales,
o
sea,
a
los
representantes
de
la
aristocracia,
del
clero
y
del
pueblo
o
estado
llano
(1789).
La
miseria
en
que
la
ciega
corte
borbónica
mantenía
al
pueblo
oprimido,
provocó
que
el
estado
llano
no
ofreciera
soluciones
a
los
problemas
planteados
por
el
rey
sino
que
exigiera
reivindicaciones
para
sus
representados.
Se
unieron
a
la
posición
del
estado
Constituyente.
El
pueblo
asaltó
la
Bastilla
el
14
de
julio.
El
4
de
julio.
La
revolución
cundió,
como
que
tenía
preparado
el
terreno
hacía
decenios.
El
4
de
agosto,
el
clero
renunció
a
sus
privilegios,
a
los
diezmos,
y
después
a
todas
las
propiedades
eclesiásticas.
El
13
de
febrero
de
1790
fueron
disueltas
las
órdenes
monásticas
y
vendidas
sus
propiedades.
Fruto
de
las
deliberaciones
de
la
Asamblea
fue
la
Constitución
Civil
del
Clero,
de
1790.
Disminuyó
el
número
de
diócesis,
estableció
que
los
obispos
y
párrocos
fueran
elegidos
popularmente,
etc.
Protestaron
123
obispos.
La
Asamblea
obligó
a
todos
los
clérigos
a
jurar
la
Constitución.
El
1°
de
mayo
de
1791
fue
condenado
por
Pío
VI,
que
obligó
a
retractar
el
juramento
a
quienes
lo
habían
pronunciado.
En
1791
la
Asamblea
decretó
la
Monarquía
Constitucional
como
forma
de
gobierno.
Ese
mismo
año
empezó
sus
labores,
la
Asamblea
Legislativa,
dominada
por
el
grupo
llamado
los
jacobinos.
Los
reinos
vecinos
de
Austria
y
Prusia
se
unieron
contra
la
Revolución
Francesa,
cuyas
fuerzas
ganaron
en
Valmy.
En
el
reino
aumentaban
las
muertes
de
los
nobles
y
del
clero.
La
Convención
asumió
la
dirección
del
movimiento
revolucionario
desde
1792
hasta
1795.
Formada
por
747
miembros,
descollaron
los
extremistas
Robespierre,
Dantón
y
Luis
Felipe,
duque
de
Orleáns,
que
cambio
su
nombre
por
el
de
Felipe
Igualdad.
Instalaron
la
República
el
22
de
septiembre
de
1792.
El
17
de
enero
de
1793
guillotinaron
al
antes
absolutista
monarca
Luis
XVI.
Inglaterra,
Holanda
y
España
declararon
la
guerra
a
la
Convención
y
en
la
misma
Francia
estalló
la
revuelta
de
campesinos,
que
acarreó
la
siguiente
represión
de
Robespierre.
La
Convención
abolió
el
cristianismo
e
instauró
el
culto
a
la
libertad
y
a
la
razón.
Quitó
también
a
los
santos
del
calendario
y
sustituyó
su
conmemoración
por
la
de
diversas
plantas
y
animales.
Los
templos
fueron
vendidos.
A
los
sacerdotes
se
les
exigió
la
sumisión
o
la
condena
a
muerte.
Pero
Robespierre
fue
asesinado
a
su
vez
en
el
año
de
1794.
El
Directorio
asumió
el
control
en
1795.
El
año
siguiente
trascurrió
entre
las
guerras
exteriores
y
las
persecuciones
contra
la
Iglesia.
Con
motivo
del
asesinato
del
general
Duphot,
el
Directorio
penetró
los
Estados
Pontificios.
Arrestó
a
Pío
VI
y
lo
trasladó
a
Francia.
Voltaire
rió
en
su
tumba
(ver
núm.
133).
Pío
VI
murió
en
1799.
Opinaron
algunos
que,
con
el,
moría
el
último
de
los
papas.
Napoleón,
Sieyes
y
Roger
Ducon
organizaron
el
nuevo
gobierno
(1799-‐
1804)
bajo
el
nombre
de
Consulado.
En
1802
Napoleón
se
hizo
elegir
cónsul
vitalicio
y,
en
1804
emperador.
Como
resultado
de
la
revolución,
Europa,
y
con
ella
el
mundo,
habían
empezado
a
vivir
una
nueva
época.
139.-‐
EUROPA
Y
ESTADOS
UNIDOS
En
Rusia
dos
gobernadores,
caracterizados
por
su
preocupación
de
engrandecer
a
su
patria,
aunque
usando
medios
tiránicos,
tuvieron
relevancia.
Pedro
I
El
Grande
(+
1725)
introdujo
en
su
imperio
los
adelantos
científicos
de
Europa.
Catalina
II
(+
1796)
arrebató
a
los
turcos
la
costa
del
Mar
Negro.
Catalina
II
impuso
como
rey
de
Polonia
a
Estanislao
II
Poniatowski,
en
1764.
Como
los
polacos
se
rebelaron,
fueron
bárbaramente
sometidos
por
las
armas.
Con
pretexto
de
evitar
nuevos
desórdenes
Polonia
pereció,
temporalmente,
dividida
(en
1772,
1793
y
1795)
entre
Rusia,
Prusia
y
Austria.
38
Antes
que
en
Francia,
las
ideas
de
Montesquieu
y
de
Rousseau
habían
sido
puestas
en
práctica
en
Estados
Unidos
que,
sublevados
contra
la
tiranía
inglesa,
obtuvieron
su
independencia
en
1783.
Estados
Unidos
instauró
como
régimen
político
la
República
democrática,
otorgó
a
los
ciudadanos
la
libertad
de
conciencia
y
estableció
la
separación
de
la
Iglesia
y
del
Estado.
Inglaterra,
sin
embargo,
consolido
sus
posiciones
canadienses,
así
como
también,
en
el
continente
asiático,
la
de
la
India.
SIGLO
XIX
140.-‐
PIO
VIII
Y
FRANCIA
El
pontificado
no
murió
con
Pío
VI
(ver
núm.
138).
Le
sucedió
Pío
VII
cuyo
reinado
duró
de
1800
a
1823.
Napoleón
solicitó
al
Papa
que
firmaran
un
acuerdo
para
arreglar
los
asuntos
eclesiásticos
en
Francia.
Ambos
signaron
el
Concordato
de
1801
que
reconoció
la
libertad
al
culto
católico
(con
la
salvedad
de
que
no
atentara
contra
el
orden).
Napoleón
añadió
que
designaría
a
los
obispos
y
que
el
Papa
los
erigiría
canónicamente,
que
el
clero
juraría
fidelidad
al
régimen
y
que
la
Santa
Sede
renunciaría
a
recobrar
los
bienes
eclesiásticos.
Además,
de
manera
subrepticia,
Napoleón
incluyó
otros
puntos,
los
llamados
Artículos
Orgánicos:
la
censura
a
los
documentos
pontificios,
a
los
sínodos,
a
la
enseñanza
en
los
seminarios,
a
los
catecismos
y
sermones.
Sujetó
a
sueldo
estatal
al
clero.
El
galicanismo
exacerbado
quedó
aprobado
como
ley
(ver
núm.
124).
Pío
VII
hubo
de
resolver
el
espinoso
problema
de
la
composición
del
episcopado
francés.
Según
las
reformas
napoleónicas,
quedarían
60
prelados
de
los
135
que
había.
Pío
VII
pidió
la
renuncia
a
todos,
para
nombrar
el
nuevo
cuerpo.
Se
opusieron
38
por
cuanto
creían
conforme
a
derecho
su
nombramiento
anterior.
La
solución
a
este
problema
quedó
temporalmente
suspendida.
Por
otro
lado,
Pío
VII
reconoció
los
matrimonios
contraídos
por
los
clérigos
durante
la
persecución
religiosa.
El
Papa,
por
último,
se
vio
obligado
a
asistir
a
la
coronación
de
Napoleón
como
emperador
en
1804.
El
pueblo
francés
recibió
de
manera
triunfal
al
pontífice.
Napoleón
le
exigió
que
invalidara
el
matrimonio
de
Jerónimo
Bonaparte.
El
Papa
no
condescendió.
El
emperador,
entonces,
penetró
diversos
territorios
pontificios
y
se
apoderó
de
Roma.
Pío
VII
excomulgó
a
Bonaparte
en
1809.
Este
respondió
apresando
al
Pontífice
(1809-‐1812).
El
Emperador
urgió
al
Papa
que
nombrara
los
obispos.
Pío
VII
se
negó
a
hacerlo
mientras
permaneciera
sin
libertad.
El
Emperador
repudió
a
su
esposa
Josefina.
Queriendo
contraer
nupcias
con
la
princesa
austriaca
María
Luisa,
logró
que
la
Curia
de
París
nulificara
su
boda
anterior.
El
Papa
protestó.
En
represalia,
Napoleón
decretó
que
los
Estados
Pontificios
pertenecerían
a
su
hijo.
Napoleón
insistió
en
el
problema
del
nombramiento
de
los
obispos.
Convocó
un
Concilio
en
París
(1811),
el
cual
publicó
que
si
el
Papa
no
confería
el
orden
a
los
candidatos
en
un
plazo
de
6
meses,
podía
hacerlo
el
Metropolitano.
El
Emperador,
en
tanto,
invadió
Rusia
y
sufrió
allí
decisiva
derrota.
Bonaparte
devolvió
entonces
los
Estados
Pontificios
a
Pío
VII
(1814).
Vuelto
a
Roma,
tuvo
que
salir
nuevamente
de
ella
por
el
peligro
de
otra
invasión
napoleónica.
Pero
“el
más
bárbaro
de
los
tiranos”,
como
entonces
se
llamaba
a
Napoleón
en
nuestro
país,
perdió
la
batalla
de
Waterloo
(1815)
y
fue
despojado
del
trono.
141.-‐
EL
CONGRESO
DE
VIENA
Fue
dirigido
por
Francisco
I
de
Austria,
Alejandro
I
de
Rusia,
Federico
Guillermo
III
de
Prusia
y
Jorge
III
de
Inglaterra,
en
1814,
con
objeto
de
lograr
que
las
monarquías
organizaran
nuevamente
en
Europa
su
predominio,
tras
la
caída
del
emperador
francés.
Reaccionaron
contra
el
liberalismo
y
el
republicanismo
que
cundía,
y
decidieron
firmemente
restaurar
el
sistema
monárquico.
Reconocieron
la
existencia
de
los
Estados
Pontificios
y
dividieron
Italia
en
cinco
partes:
Reino
de
Nápoles
y
Sicilia,
Reino
de
Cerdeña
y
Piamonte,
Ducado
de
Parma,
Ducado
de
Módena
y
Ducado
de
Toscano.
39
142.-‐
LOS
JESUITAS
El
3
de
agosto
de
1814
Pío
VII
restableció
la
Compañía
de
Jesús.
Los
discípulos
de
Loyola,
venciendo
innumerables
dificultades,
fueron
rehaciendo
sus
filas
y
tornando
a
sus
antiguos
ministerios:
ejercicios
espirituales,
misiones,
cultivo
de
las
ciencias,
educación
de
la
juventud,
etc.
(ver
núm.
137)
Pese
a
que
a
lo
largo
del
siglo
fue
expulsada
la
orden
de
diversos
países
(p.e.:
de
Alemania
en
1872,
de
México
varias
veces,
etc.),
al
acercarse
el
siglo
XX
contaba
alrededor
de
15
mil
miembros.
Tenía
25
provincias,
11
de
ellas
dispersas
por
disposiciones
gubernamentales.
143.-‐
AMERICA
INDEPENDIENTE
La
iglesia
contaba
con
41
diócesis
y
dirigía
23
universidades.
El
pueblo
era
sinceramente
católico.
El
malestar
contra
la
tiranía
española
había
cundido
y
era
manifiesto.
En
1808
estalló.
En
Nueva
España
fue
sofocado
por
los
terratenientes
hispanos,
en
Perú
por
el
virrey
Abascal.
El
1810
Hidalgo
inició
la
independencia
de
Nueva
España.
Fusilado
en
1811,
Morelos
siguió
el
movimiento
de
emancipación,
conquistando
importantes
regiones
y
trabajando
un
plan
de
regeneración
social,
hasta
que
sufrió
igual
pena
en
1815.
El
clero
quedó
dividido
a
favor
o
en
contra
de
la
insurgencia.
Del
clero
diocesano,
91
miembro
(2.1
%
del
total)
y
37
del
clero
regula
(1.0
%)
tomaron
las
armas
para
secundar
a
los
padres
Hidalgo
y
Morelos.
El
arzobispado
de
Caracas,
Coll
y
Prat,
reconoció
la
independencia
de
su
país
en
1811;
el
de
Quito,
Cuero
y
Caicedo,
la
apoyó.
No
así
el
de
la
Paz,
Remigio
de
la
Santa
y
Ortega,
y
los
de
Nueva
España,
Abad
y
Queipo
(sólo
obispo
electo),
Cabañas,
González
del
Campillo
y,
en
cierta
forma,
Lizana
y
Beaumont.
Buenos
Aires
desconoció
al
virrey
Hidalgo
de
Cisneros.
Caracas
proclamó
su
independencia
en
1811
y
la
consumó
en
1821.
Ecuador
la
obtuvo
en
1822.
Colombia
la
consiguió,
gracias
a
Bolívar
y
San
Martín,
en
1818.
La
independencia
de
México
fue
lograda
hasta
1821,
la
de
Perú
en
1824,
merced
a
Bolívar
y
Sucre.
Pío
VII
pidió
a
los
americanos,
en
la
encíclica
Etsi
Longuissimo,
de
1816,
que
siguieron
subordinados
a
Fernando
VII.
Pío
X,
en
cambio,
felicitará
a
los
mexicanos
en
el
primer
centenario
de
su
independencia
en
1910
(ver
núm.
156).
Fernando
VII
presionó
hasta
su
muerte
a
la
Santa
Sede
(a
los
Papas
Pío
VIII,
León
XII,
Pío
VIII,
Gregorio
XVI),
para
que
no
reconocieran
la
libertad
de
la
colonias.
La
situación
latinoamericana
se
tornó
gravísima,
tan
sólo
pro
el
hecho
de
la
creciente
carencia
de
obispos,
o
refugiados
en
su
madre
patria,
o
fallecidos.
Con
todo,
Pío
VII,
y
al
morir
éste,
León
XII
(1823)
ordenaron
al
vicario
apostólico
Juan
Muzi
de
Chile
y
Argentina,
que
iniciara
el
arreglo
de
la
situación,
sin
que
obtuviera
éxito.
El
primer
Presidente
de
México,
Guadalupe
Victoria,
envió
al
canónigo
Vázquez,
a
iniciar
las
relaciones
con
el
Papa.
La
Santa
Alianza
le
entorpeció
su
misión,
tanto
como
la
del
colombiano
Ignacio
Tejada.
León
XII
(1825)
publicó
el
Breve
etsiiam
Diu
pidiendo
a
los
países
independizados
que
volvieran
al
yugo
de
Fernando
VII.
El
canónigo
de
Michoacán,
doctor
José
María
Pontífice.
El
Papa
cambió
de
posición
a
instancias
del
cardenal
Cappellari
y
en
1827
designó
cinco
obispos
para
Colombia.
Fernando
VII
aumentó
sus
maniobras
y
logró
que
León
XII
y
aun
Pío
VIII
cesaran
los
nombramientos,
pero
el
último
pedo
nombrar
nuncio
en
Brasil
a
monseñor
Pablo
Ostini.
Cuando
el
cardenal
Cappellari
fue
elegido
Papa
tomó
el
nombre
de
Gregorio
XVI.
En
1831
nombró
seis
obispos
para
México.
Reconoció
la
independencia
de
Colombia
en
1833,
en
México
y
Ecuador
en
1836
y
de
Chile
en
1840.
Erigió
nuevos
obispos:
San
Juan
de
Cuyo
(Argentina)
y
Pamplona
(Colombia)
en
1834,
Guayaquil
(1837),
San
Carlos
de
Ancud
y
la
Serena
(Chile,
1840),
San
Salvador
(1842)
y
Veracruz
en
1845.
Envió
a
monseñor
Fabrini,
en
1831,
como
delegado
para
Argentina,
Chile,
Uruguay,
Paraguay,
Perú
y
Bolivia.
En
1845
Cayetano
Baluffi
recibió
el
nombramiento
de
Inter
Nuncio
para
Bogotá.
Conforme
transcurrieron
los
años,
la
Sede
Apostólica
firmó
concordatos
con
diversos
países,
por
ejemplo
Guatemala,
Costa
Rica,
Ecuador,
Venezuela,
El
Salvador,
Haití
y
Perú.
En
otras
partes,
la
Iglesia
sufrió
diversas
crisis.
En
Colombia
el
gobierno
de
Hilario
López
expulsó
a
los
jesuitas,
y
proclamó
la
enseñanza
laica
obligatoria.
En
México,
Gómez
Farías
dictó
similares
medidas
en
1833
pero
fueron
reveladas
en
breve.
La
Constitución
de
1857
quitó
el
fuero
religioso,
prohibió
los
votos,
negó
a
la
Iglesia
la
capacidad
de
adquirir
bienes
y
otorgó
al
40
gobierno
la
facultad
de
intervenir
en
el
culto
y
disciplina
eclesiástica.
Las
Leyes
de
Reforma
nacionalizaron
los
bienes
de
la
Iglesia,
suprimieron
las
órdenes
religiosas
y
establecieron
la
libertad
de
cultos.
Análogos
hechos
ocurrieron
en
Guatemala
(1879),
Honduras
(1880),
El
Salvador
(1894),
Colombia
(1845),
Venezuela
(general
señor
Checa,
en
1877,
después
de
la
muerte
de
García
Moreno,
integérrimo
católico),
Argentina
(dictador
Rosas).
Por
otro
lado,
don
Pedro
fue
emperador
de
Brasil
de
1822
a
1831
y
su
hijo
Pedro
II
de
1831
a
1889.
Ambos
mantuvieron
los
usos
regalistas.
La
Constitución
de
1891
estableció
la
libertad
de
cultos.
Del
28
de
mayo
al
9
de
julio
de
1899
dirigió
en
Roma
un
Concilio
Latinoamericano
el
Papa
León
XIII;
unificó
la
labor
pastoral
en
nuestro
continente.
Constó
de
1,900
conclusiones.
Asistieron
15
arzobispados
y
38
obispos
(ver
núm.
165).
A
fines
del
siglo,
de
61
millones
de
latinoamericanos,
58
millones
profesaban
la
religión
católica
(95%).
144.-‐
AMERICA
DEL
NORTE
En
1829
alcanzaron
los
católicos
la
igualdad
de
derechos
cívicos,
en
Canadá.
En
Estados
Unidos,
la
Constitución
de
1789
había
determinado
la
separación
de
la
Iglesia
y
el
Estado.
Ese
mismo
año
fue
electo
primer
obispo
de
Baltimore
Mons.
John
Caroll
(con
quien
Morelos
trató
de
gestionar
la
vuelta
de
jesuitas
a
México).
El
número
de
católicos,
como
en
Canadá,
creció
con
los
arribos
de
irlandeses
y
también
de
alemanes,
italianas,
polacos,
a
los
cuales
se
sumaron
los
mexicanos,
que
debieron
permanecer
en
los
territorios
que
Estados
Unidos
arrancó
a
México
en
las
guerras
de
1836
y
1846-‐1848.
Con
todo,
el
odio
religioso
europeo
resonaba
a
veces
en
la
antigua
colonia
inglesa
y
se
producían
esporádicos
ataques
a
los
católicos.
Si
bien
en
1807
había
150
mil
católicos
en
Estados
Unidos,
para
1890
llegaban
casi
a
10
millones.
El
episcopado
organizo
tres
concilios
nacionales;
en
1852,
1866
y
1884.
Al
contrario
de
casi
todo
el
mundo,
la
separación
de
la
Iglesia
y
del
Estado
era
efectiva.
Los
católicos
construyeron
sus
iglesias,
obras
benéficas
y
escuelas.
En
Europa
era
mal
vista
la
convivencia
de
los
católicos
con
los
miembros
de
otras
religiones.
145.-‐
EL
CONTINENTE
EUROPEO
En
Francia,
Luis
XVIII
(1814-‐
1824)
restauró
la
monarquía
borbónica.
Le
sucedieron
su
hermano
Carlos
X,
hasta
1830,
y
Luis
Felipe
hasta
1884,
hijo
de
Felipe
Igualdad.
Francia
fue
una
mezcla
de
anticlericalismo
y
de
reacción
católica.
Luis
XVIII
no
pudo
derogar
los
Artículos
Orgánicos
(ver
núm.
140).
Carlos
X
fue
derrocado
y
su
caída
produjo
violentos
excesos
contra
el
clero
y
la
Iglesia.
Luis
Felipe
procuro
tener
relaciones
cordiales
con
la
Iglesia.
Fue
instaurada
la
Segunda
República
(1884-‐1852)
dirigida
por
Luis
Bonaparte,
que
desde
el
último
año
hasta
1870
fue
emperador
Napoleón
III.
Durante
su
mandato
tuvieron
lugar
las
disputas
entre
los
católicos
liberales
y
los
ultramontanos.
Envió
a
Maximiliano
a
México.
Napoleón
I
ordenó
la
invasión
de
España
en
1808.
Forzó
la
abdicación
de
Carlos
IV
y
su
hijo
Fernando
VII
a
favor
de
José
Bonaparte.
La
conmoción
producida
en
las
colonias
de
Madrid
aceleró
los
movimientos
de
independencia
(ver
núm.
143).
En
1812
se
reunieron
las
Cortes
de
Cádiz,
que
promulgaron,
para
metrópoli
y
colonias,
una
monarquía
constitucional,
abolieron
la
Inquisición
y
legislaron
en
materia
de
órdenes
y
congregaciones
religiosas,
restringiendo
su
actividad.
Fernando
VII
torno
al
poder
en
1814
y
restauró
el
absolutismo.
Riego
(1820)
se
levantó
en
armas,
declaró
la
validez
de
la
Constitución
de
Cádiz
y
llevó
a
cabo
medidas
anticlericalistas.
La
Santa
Alianza
envió
a
los
Cien
Mil
Hijos
de
San
Luis
en
apoyo
del
tirano,
que
reinó
hasta
1833.
Para
sucederle
en
el
trono
habían
nombrado
a
su
hija
Isabel
II.
Su
madre,
María
Cristina,
fue
regente
hasta
1840,
y
hasta
1843
lo
fue
el
general
Espartaco.
Isabel
reinó
de
1843
a
1868
en
que
fue
instaurado
el
régimen
republicano.
Don
Carlos,
hermano
de
Fernando
VII
se
sublevó
contra
Isabel.
A
los
carlistas
se
unieron
los
partidarios
del
absolutismo.
A
Isabel
los
liberales.
Ambas
facciones
se
enfrentaron
en
armas.
La
guerra
produjo
diversos
ataques
contra
el
clero.
Mendizábal
decretó,
en
1836,
la
desamortización
de
bienes
eclesiásticos.
41
Portugal
se
dotó
de
una
constitución
liberal,
mientras
los
reyes
habían
ido
a
vivir
a
Brasil
(1802-‐1822)
huyendo
de
la
invasión
napoleónica.
Juan
VI
volvió
a
Lisboa.
Su
hijo
Pedro,
como
vimos,
reinó
en
Brasil
(núm.
143).
Al
morir
Juan
VI
en
1826,
los
absolutistas
optaron
por
el
hijo
de
don
Pedro,
llamado
Miguel,
y
los
liberales
eligieron
a
la
hija
de
don
Pedro,
María
(1826-‐1828
y
1834-‐
1853).
A
fines
de
la
década
de
los
treintas,
la
Iglesia
sufrió
la
supresión
de
monasterios
y
la
desamortización
de
sus
propiedades.
Célebres
son
las
dos
heroicas
sublevaciones
(1831
y
1863)
que
realizó
el
pueblo
polaco
-‐sin
éxito-‐,
para
sacudirse
del
yugo
extranjero
que,
inútilmente,
pretendió
también
extirparle
la
fe
católica
(ver
núm.
139).
Chopin
(+
1849)
inmortalizó
el
valor
de
sus
compatriotas
en
las
Polonesas.
Para
la
Iglesia
de
Inglaterra
fue
muy
importante
el
Movimiento
de
Oxford.
Entre
los
años
1833
y
1845
una
corriente
interna
de
la
Iglesia
Anglicana,
promovida
por
John
Henry
Newman,
Pusey
y
Keble
estudió
y
revalorizó
la
doctrina
y
liturgia
católica.
Newman,
pastor
anglicano,
se
convirtió
al
catolicismo
(1845),
fue
ordenado
sacerdote
en
roma
(1847)
y
nombrado
cardenal
en
1879.
Sus
escritos,
su
predicación
y
su
actuación
fomentaron
grandemente
el
crecimiento
de
la
Iglesia.
Pío
IX
había
establecido
la
jerarquía
eclesiástica
al
nombrar
arzobispo
a
Wiseman
(+1892)
y
Vaughan
(+
1903).
146.-‐
DESAPARICION
DE
LOS
ESTADOS
PONTIFICIOS
Los
liberales
deseaban
ocupar
los
territorios
papales,
expulsar
a
los
austríacos
del
norte
de
la
península
itálica
y
formar
un
reino.
Los
Estados
Pontificios
sufrieron
continuas
convulsiones.
El
persistente
movimiento
de
unificación
italiana
hizo
crisis
bajo
el
pontificado
de
Pío
IX.
El
ministro
de
Víctor
Manuel
II,
Cavour,
junto
con
Garibaldi
consiguió
la
ayuda
de
Napoleón
III
(al
que
cedieron
Saboya)
para
luchar
contra
los
austriacos
que
permanecían
en
Italia.
Garibaldi
tomó
Sicilia
y
Nápoles.
Un
ejército
de
voluntarios
se
aprestó
a
defender
los
Estados
Pontificios,
pero
fue
vencido.
El
Parlamento
de
Turín
proclamó
a
Víctor
Manuel
rey
de
Italia.
El
Papa
conservó
la
Ciudad
del
Vaticano
y
la
Villa
de
Castelgandolfo,
desde
1870
(ver
núm.
160).
147.-‐
PÍO
IX
A
pío
VII
sucedió
León
XII
(+
1829),
Pío
VIII
(+
1830)
y
Gregorio
XVI
(+
1846).
Pío
IX
gobernó
la
Iglesia
hasta
1878.
Pío
IX
publicó
la
bula
Ineffabilis
Deus
(8
de
diciembre
de
1854)
definiendo
el
dogma
de
la
Inmaculada
Concepción
(ver
núms.
87
y
94).
Escribió
la
encíclica
Quanta
Cura
(8-‐XII-‐1864),
que
contenía
el
famoso
Syllabus
o
catálogo
de
80
proposiciones
que
condenaban
“los
errores
del
mundo
entero”
(panteísmo,
naturalismo,
racionalismo
absoluto,
semiracionalismo,
indiferentismo,
socialismo,
comunismo,
sociedades
secretas,
liberalismo).
Alegró
a
los
ultramontanos,
disgustó
a
los
liberales
(ver
núms.
150
y
157).
El
Papa
convocó
al
Concilio
Vaticano
I
(XX
Ecuménico),
en
1886,
para
estudiar
estas
y
similares
doctrinas
propagandas
a
partir
de
la
Revolución
Francesa.
Inaugurado
el
8
de
diciembre
de
1869,
terminó
el
20
de
octubre
de
1870,
a
causa
de
la
guerra
franco-‐
prusiana.
Asistieron
774
padres,
50
de
los
cuales
eran
orientales.
El
Concilio
promulgó
la
Constitución
Dogmatica
de
Fe
Católica
en
contra
del
fideísmo,
tradicionalismo,
deísmo,
racionalismo,
etc.
Cristo.
Declaró
la
infalibilidad
pontificia
como
dogma
(1870)
esto
es,
que
el
Papa
goza
de
magisterio
infalible
cuando
define
ex
cathedra
las
doctrinas
de
fe
y
costumbres.
Esta
cuestión
había
causado
acaloradas
polémicas
antes
y
durante
el
Concilio.
Después
de
éste
produjo
un
cisma:
el
grupo
de
los
“viejos
católicos”.
148.-‐
EL
KULTURKAMPF
O
EL
COMBATE
POR
LA
CIVILIZACIÓN
El
canciller
alemán,
Otto
von
Bismarck,
intentó
controlar
las
actividades
eclesiásticas
e
independizarlas
del
Papa
(ver
núm.
135).
Así,
censuro
la
predicación,
reguló
la
aprobación
de
nombramientos
y
quiso
hacer
de
los
sacerdotes
meros
funcionarios
de
su
régimen.
Expulsó
a
jesuitas,
redentoristas,
paulinos
y
religiosas
del
Sagrado
Corazón
(1872).
42
Expidió
las
leyes
de
mayo
(1873-‐1874)
para
limitar
la
jurisdicción
eclesiástica
y
reglamentar
la
formación
de
sacerdotes
en
el
seminario.
Publicó
las
leyes
del
matrimonio
civil
(1874-‐1875).
Fracasó
Bismarck,
sin
embargo,
ante
la
vigorosa
resistencia
pasiva
del
clero,
del
Partido
del
Centro,
ejemplarmente
organizado,
y
de
los
fieles.
El
conflicto
se
atenuó
tras
la
muerte
de
Pío
IX
y
las
posteriores
negociaciones
de
León
XIII.
149.-‐
EL
PAPA
LEON
XIII
Pío
IX
termino
su
prolongado
y
agitado
pontificado
en
1878
y
León
XIII
inició
entonces
unos
igualmente
dilatado:
1878-‐1903.
Durante
él,
publicó
numerosos
documentos:
Inescrutabili
(1878)
sobre
los
atropellos
civiles
contra
la
Iglesia
y
el
matrimonio
civil;
Quod
Apostolici
(id.)
contra
los
socialistas,
comunistas,
nihilistas,
liberales,
indiferentes
y
sociedades
secretas.
Defendió
la
competencia
de
la
Iglesia
en
material
política
y
social,
así
como
el
derecho
de
propiedad.
En
Aeterni
Patris
(1879)
propugnó
por
la
vuelta
al
tomismo,
dando
lugar
al
movimiento
llamado
neotomismo.
En
Diuturmun
Illud
(1881)
escribió
sobre
el
origen
del
poder
civil.
En
Humanum
Genus
(1884)
contra
los
francmasones;
en
Inmortales
Dei
(1885)
sobre
la
constitución
cristiana
de
los
estados;
en
In
Plurimis
(1888)
se
manifestó
en
torno
a
la
abolición;
en
torno
a
la
esclavitud
en
Brasil.
En
Providentisimus
Deus
(1893)
acerca
de
los
estudios
bíblicos.
En
Apostolicae
Curae
(1896)
sobre
la
invalides
de
la
ordenaciones
anglicanas
y
en
Graves
de
Communi
estudió
el
socialismo
cristiano
y
la
democracia
cristiana
(1901).
Importante
para
la
Iglesia
de
Francia
fue
el
documento
Au
Milieu
des
Sollicitudes
(1892)
en
que
León
XII
se
planteo
el
asunto
el
asunto
de
las
relaciones
entre
la
Iglesia
y
el
estado,
otorgando
a
los
católicos
la
libertad
de
optar
por
una
forma
de
una
forma
de
gobierno
u
otra.
En
Nostre
Consolationes
(id.),
dirigida
a
los
seis
cardenales
franceses,
recalcó
la
anterior
enseñanza
que
había
sido
atacada
por
conservadores
y
monárquicos,
que
rechazaban
el
republicanismo.
Los
republicanos,
por
su
parte,
habían
dedicado
en
Francia
otras
leyes
excluyendo
al
clero
de
la
enseñanza,
expulsando
a
los
jesuitas,
secularizando
obras
de
beneficencia
y
panteones
y
legitimando
el
divorcio.
El
documento
de
mayor
repercusión
de
este
pontífice
fue
la
encíclica
Rerum
Novarum
(1891)
acerca
de
los
problemas
sociales
(ver
núm.
160).
150.-‐
EL
AVANCE
DE
LAS
CIENCIAS
A
partir
de
la
invención
de
la
locomotora
por
Stevenson,
en
1814,
unas
avalanchas
de
descubrimientos
asomaron
al
mundo
de
entonces.
Enumeremos
los
principales:
la
turbina,
de
Berges
(1869);
el
dinamo
eléctrico,
de
Gramme
(1871);
el
primer
automóvil
a
vapor
(1875),
de
A.
Bollée;
el
motor
de
explosión,
de
Otto
(1876)
y
el
Forest
(1888;
los
primeros
coches
eléctricos
(1881),
los
primeros
automóviles
(1891),
el
tren
transiberiano
(1891).
Fleming
descubrió
los
cromosomas
en
1875,
Pasteur
las
vacunas
en
1879,
la
vacuna
contra
el
carbunco
en
1881
y
la
antirrábica
en
1885.
La
vacuna
contra
el
cólera
se
debe
a
Feran
(1885).Yersin
descubrió
el
bacilo
de
la
peste
en
1894.
El
uso
del
suero
antidiftérico
proviene
de
Roux
(1894).
En
1876
Bell
puso
en
servicio
el
teléfono.
Edison
inventó
el
micrófono
y
el
telégrafo
en
1877.
Junto
con
Swan
hizo
funcionar
la
lámpara
incandescente
en
1887.
Roentgen
inicio
el
uso
de
los
rayos
X.
Marconi
empezó
la
telegráfica
sin
hilos
en
1896.
P.
y
M.
Curie
descubrieron
el
radio
en
1889.
Lumiére
exhibió
las
primeras
películas
en
1895.
Hertz
descubrió
las
ondas
electromagnéticas
en
1896.
El
ser
humano
estaba
cumpliendo
el
mandato
divino
que
ordenaba
someter
la
tierra,
arrancar
los
secretos
a
la
naturaleza
y
usarlos
para
propiciar
el
bienestar
de
los
habitantes
del
globo.
Lejos
estaba
todavía
la
época
en
que
la
técnica
habría
de
esclavizar
al
hombre.
Importantes
personajes
aparecieron
también
en
los
campos
más
diversos
del
pensamiento.
Francisco
René,
vizconde
de
Chateaubriand,
publicó
en
1802
su
difundido
libro
El
Genio
del
Cristianismo,
apología
de
la
religión
católica,
en
que
describió
los
frutos
que
ha
producido
ésta
en
bien
de
la
humanidad.
Kant
(+
1804)
enseñó
que
el
conocimiento
humano
es
incapaz
de
conocer
las
cosas
en
sí
mismas
pues
únicamente
conoce
los
fenómenos
mediante
la
experiencia.
Así,
la
razón
no
podía
demostrar
la
existencia
de
Dios
ni
tampoco
era
aceptable
la
Revelación.
De
su
pensamiento
derivará
el
protestantismo
liberal
y
el
modernismo
católico
(ver
núm.
156).
43
Según
Federico
Hegel
(+
1831)
la
idea
–sustancia
de
las
cosas-‐
se
desenvuelve
a
través
de
los
tres
caminos
de
una
especie
de
sucesión
continua
de
dialéctica:
tesis,
antítesis,
síntesis.
Consideró
la
humanidad
como
la
manifestación
del
espíritu
divino.
Exaltó
al
Estado.
La
corriente
llamada
tradicionalismo
negaba
a
la
razón
individual
la
posibilidad
de
llegar
a
la
verdad.
Sólo
la
sociedad
podría
explicitarla
y
lo
había
logrado
en
la
Edad
Media.
El
racionalismo
y
el
semirracionalismo
tratara
de
entender
y
explicar
las
verdades
sobrenaturales
conocidas
por
la
revelación
y,
de
no
ser
posible,
las
negaban.
Hermes
(+
1851)
dudaba
en
teología
de
lo
que
la
razón
no
podría
conocer.
Gunther
(+
1863)
introdujo
en
la
teología
la
filosofía
de
Hegel.
Paulus
(+
1863)
por
su
parte,
leyó
los
evangelios
desde
un
punto
de
vista
antisobrenatural.
Jaime
Balmes
(+
1848)
releyó
la
escolástica
en
el
contexto
de
la
época
moderna.
Lamennais
(+
1854)
en
su
Ensayo
sobre
la
Indiferencia
en
Materia
de
Religión,
presentó
a
la
Iglesia
como
depositaria
de
la
verdad
natural
y
sobrenatural.
Con
Montalembert
y
Lacordaire
fundó
el
periódico
católico
liberal
L’Avenir.
Defendían
la
separación
de
la
Iglesia
y
el
Estado,
que
pondría
fin
al
galicanismo.
Gregorio
XVI
no
aceptó
sus
posiciones.
Antonio
Rosmini
(+
1855)
y
otros,
profesaron
el
sistema
filosófico
llamado
ontologismo,
según
el
cual
Dios
es
el
objeto
primero
de
la
inteligencia
y
por
tanto
el
ser
más
inteligible.
En
el
cual
y
por
el
cual
es
posible
conocer
los
demás
seres.
Rechazó
la
opinión
de
Kant
acerca
del
conocimiento
humano.
El
francés
Augusto
Comte
(+
1857)
ideó
el
sistema
llamado
positivismo.
Negó
todo
conocimiento
que
se
elevara
sobre
la
experiencia
natural
y
la
observación
de
los
hechos
positivos.
Dios
quedaba
excluido
el
dominio
del
pensamiento
y
quedaba
negada
la
religión.
Gabino
Barreda
introdujo
la
sociología
económica
positiva
en
México,
en
tiempo
de
Porfirio
Díaz:
los
pobres
tienen
que
servir
a
los
ricos
para
que
progresen
los
países,
afirmaba.
Lacordaire
(+
1861),
excelente
orador,
Ozanam
(+
1853)
fundador
de
las
Conferencias
de
San
Vicente
de
Paúl,
para
que
la
burguesía
ayudara
a
la
clase
menesterosa,
fueron
sobresalientes
en
su
tiempo.
Asimismo
lo
fueron
Montalembert,
que
en
L’Univers,
de
Luis
Veuillot,
llevó
a
cabo
una
cruzada
periodística
para
obtener
en
Francia
la
libertad
de
enseñanza.
Dedicados
a
los
estudios
bíblicos,
Strauss
(+
1874)
y
Baur,
creyeron
encontrar
mitos
en
los
Evangelios.
Carlos
Roberto
Darwin
(+
1822)
escribió
el
Origen
de
las
Especies.
Las
especies
vegetales
y
animales
se
trasforman
y
perpetúan
por
herencia
los
cambios
que
logran.
Los
seres
vivos
se
derivan
unos
de
otros
y
sostienen
una
terrible
lucha
por
sobre
vivir.
Perecen
los
débiles
y
perduran
los
fuertes.
Estos,
a
su
vez,
siguen
evolucionando
(ver
núm.
165).
Las
obras
principales
salidas
de
la
pluma
de
Carlos
Marx
(+
1883)
son
La
Sagrada
Familia,
El
Manifiesto
Comunista
y
El
Capital.
Marx
opinaba
que
Dios
no
es
más
que
una
idea
formada
en
la
imaginación
de
los
seres
humanos,
por
el
juego
de
sublimación
de
las
fuerzas
exteriores
que
lo
dominan
(la
naturaleza,
el
mercado
con
sus
oscilaciones
imprevisibles,
el
estado).
Marx
aprovechaba
la
enseñanza
de
Hegel
acerca
de
la
existencia
de
conceptos
contrarios,
de
los
positivo
y
lo
negativo,
cuyo
choque
produce
un
estado
superior.
Según
Hegel,
cada
concepto
tienen
su
contrario,
cada
afirmación
tiene
su
negación:
el
frio
y
el
calor,
el
ser
y
el
no
ser,
la
vida
y
la
muerte.
Del
movimiento
o
choque
entre
afirmación
(tesis)
con
la
negación
(antítesis),
surge
una
nueva
afirmación
que
es
la
síntesis
o
estado
superior,
que
a
su
vez
es
tesis
del
siguiente
movimiento
dialéctico.
Marx
consideró
que
el
proletariado
era
el
elemento
negativo
en
el
orden
social
existente.
El
positivismo
era
el
capitalismo.
Del
choque
surgiría
una
fase
superior
de
la
vida
social.
Los
cambios
sociales
no
son
producidos
sino
por
la
violencia.
Marx
estableció
su
teoría
de
la
lucha
de
clases.
Una
clase
social
es
el
conjunto
de
individuos
que
desempeñan
un
determinado
papel
en
la
producción.
La
clase
obrera
es
el
conjunto
de
personas
cuya
fuente
principal
de
ingresos
es
su
salario.
Los
capitalistas
son
aquellos
cuya
fuente
de
ingresos
proviene
del
provecho,
del
interés
o
de
la
renta.
Ambas
clases
son
puestas.
Conforme
crece
la
conciencia
de
clases
del
proletariado
de
que
se
encuentra
oprimido,
aumenta
la
lucha
de
clases.
Mientras
las
clases
capitalistas
quieren
mantener
el
orden
social
existente,
porque
se
beneficia
de
él,
el
proletariado
desea
establecer
un
orden
nuevo.
Triunfará,
por
fin,
la
clase
obrera
que
establecerá
la
dictadura
del
proletariado.
Los
obreros
serán
dueños
del
capital
y
la
trabajará
para
sí
mismo.
Desaparecerán
entonces
las
clases,
concluye
el
autor.
44
Marx
afirmó
que
la
riqueza
es
producida
por
el
trabajo.
El
salario
que
recibe
es
inferior
a
la
riqueza
que
él
produce.
La
diferencia
es
la
plusvalía
o
ganancia
que
va
aumentar
la
riqueza
del
banquero,
terrateniente
o
comerciante.
El
problema
crece
con
la
aparición
de
la
máquina.
Cuanto
menos
trabajo
representa
la
producción
de
mercancías,
menos
valor
tienen
éstas.
La
maquinaria
abarata
los
precios
de
los
productos.
Pero
también
resulta
que
cuanto
menos
trabajo
representa
una
mercancía,
menos
será
la
plusvalía.
Como
ello
surge
la
producción
en
serie.
Sólo
los
grandes
capitalistas
pueden
lograr
la
producción
en
grande,
lo
cual
aplasta
a
los
pequeños
productores.
El
abismo
entre
las
dos
clases
crece.
Unos
cuantos
poderosos
concentran
la
riqueza.
La
gran
masa
no
tiene
para
vivir
más
que
su
fuerza
de
trabajo.
La
lucha
de
clases,
por
tanto,
es
mayor
y
cuando
la
contradicción
es
insostenible,
explotará
irremediablemente
en
violencia,
que
destruirá
la
clase
capitalista
(ver
núm.
159).
Ernesto
Renán
(+
1892)
en
Vida
de
Jesús
negó
la
divinidad
de
El
a
partir
de
una
posición
positiva
al
servicio
del
realismo.
Federico
Nietzsche
(+
1900),
solitario
revolucionario,
atacó
la
moral
tradicional
para
crear
al
superhombre,
exento
de
trabas
religiosas,
dispuesto
a
sobreponerse
por
la
fuerza
y
la
audacia,
para
situarse
más
allá
del
bien
y
del
mal.
Con
ello
fundamentó
las
teorías
racistas
del
nazis
(ver
núm.
162).
Varias
revistas
eclesiásticas,
que
todavía
circulan,
dedicadas
a
la
investigación,
empezaron
a
ser
leídas,
como
la
Civiltá
Cattolica
(1850),
italiana;
Etudes
(1856),
francesa;
la
Revue
Biblique
(1892),
la
Ciencia
Tomista,
etc.
151.-‐
LOS
SANTOS
San
Marcelino
Champagnat
(1840)
fundó
a
los
Hermanos
Marista
y
Santa
Magdalena
Sofía
Barat
(+
1865),
cura
de
Ars,
Francia,
durante
41
años,
fue
un
asceta
y
pastor,
que
atrajo
innumerables
personas
por
su
sencillez,
elocuencia
y
su
perspicacia
sobrenatural
que
conmovía
a
los
espíritus.
Otra
francesa,
Santa
Teresita
del
Niño
Jesús
(+
1897),
carmelita,
escribió
su
Historia
de
un
Alma.
Expuso
la
doctrina
de
la
infancia
espiritual
(humildad,
confianza,
amor).
La
irradiación
de
su
ejemplo
fue
universal
(ver
núm.
160).
San
Juan
Bosco
(+
1888)
fundó
la
Congregación
de
los
salesianos
en
que
1861
para
la
educación
de
la
juventud,
y
en
1876
la
Congregación
de
la
Hijas
de
María
Auxiliadora.
En
Lourdes,
Pirineos
franceses,
se
apareció
la
Virgen
a
Santa
Bernardeta
Soubirous
(1858).
152.-‐
LAS
COMUNIDADES
RELIGIOSAS
Aparte
de
las
fundaciones
recién
nombradas,
la
vida
religiosa
tuvo
un
crecimiento
importante.
En
1800
M.J.
Condrin
fundó
la
Congregación
de
los
Sagrados
Corazónes
de
Jesús
y
María;
don
P.L.
Lauteri
a
lso
oblatos
de
la
Virgen
María
en
1815;
J.E.
Mazenod
a
los
oblatos
de
María
Inmaculada
en
1816;
J.C.
Colin
a
los
padres
maristas
en
1824;
San
Antonio
María
Claret
a
los
claretianso
en
1849;
Hecker
a
los
paulistas
en
1858;
Comboni
a
los
combonianos
en
1867;
el
cardenal
Laviferie
a
los
padres
blancos
en
1868
y
A.
Janssen
a
la
Sociedad
del
Verbo
Divino
en
1875.
A
Teresa
de
Soubiran
se
debe
la
existencia
del
Instituto
de
María
Auxiliadora
(1854
y
a
María
de
la
Providencia
las
Auxiliadora
del
Purgatorio
dos
años
después.
153.-‐
LOS
HERMANOS
SEPARADOS
Los
mormones,
de
José
Smith
(+
1844)
se
instalaron
en
el
Estado
de
Utah,
Estados
Unidos.
Smith
organizó
una
próspera
comunidad
en
la
que
permitía
la
poligamia.
El
Congreso
de
los
Estados
Unidos
prohibió
esta
práctica
en
1844.
Guillermo
Booth
fundó
en
Londres
(1865)
el
Ejército
de
Salvación,
especie
de
metodismo
organizado
militarmente
para
conquistar
a
la
fe
a
las
clases
populares.
En
Estados
Unidos
se
inició
el
movimiento
de
los
científicos
o
Christian
Science,
impulsado
por
miss
Eddy.
Por
medio
de
la
autosugestión
trataban
de
obtener
la
curación
del
cuerpo.
Durante
el
siglo
XIX
se
propagó
mucho
el
espiritismo
o
creencia
en
la
posibilidad
de
comunicación
con
los
difuntos
(ver
núm.
132).
45
154.-‐
MISIONES
Si
puede
hablarse
de
una
cierta
disminución
misionera
durante
el
siglo
pasado,
en
el
XIX
cobró
auge
esta
actividad
eclesial.
Con
todo,
en
la
India
los
ingleses
sofocaban
la
predicación
católica.
En
la
entonces
llamada
Indochina
(Birmania,
Siam,
Malaca,
Tonkin,
Conchinchina)
a
un
período
pacífico
siguió
una
persecución
de
1885
a
1886.
En
China
el
avance
de
las
conversiones
fue
lentísimo.
En
Corea
resultó
constante
la
persecución
del
cristianismo.
Turquía
publicó
un
edicto
de
tolerancia
en
1856,
pero
en
1860
fueron
muertos
cristianos
en
Líbano
y
Siria.
En
el
Cairo
y
Beirut
los
jesuitas
pudieron
establecer
colegios.
Japón
proclamó
la
libertad
de
cultos
en
1884
y
en
1890
León
XIII
erigió
la
diócesis
de
Tokio.
En
Austria
funcionó
la
diócesis
de
Sydney
desde
1842.
En
África
fue
predicado
el
evangelio
principalmente
en
Argelia,
Marruecos,
Sudán,
Sierra
Leona,
etc.
SIGLO
XX
155.-‐
PROBLEMA
SOCIAL
La
industrialización
de
los
países
capitalistas
produjo
graves
desequilibrios
sociales
desde
el
siglo
XIX.
Aumentó
el
número
de
habitantes
de
las
ciudades
a
donde
los
campesinos
iban
en
busca
de
trabajo.
Las
urbes
no
pudieron
cubrir
todas
las
necesidades
que
representaba
el
aumento
de
la
población.
El
trabajador
no
estaba
protegido
por
las
leyes.
Ganaba
un
salario
insuficiente
y
carecía
de
seguridad
y
prestaciones.
La
explotación
que
los
industriales
hicieron
del
trabajo
de
mujeres
y
niños
fue
inhumano.
Lentamente
fue
apareciendo
la
solidaridad
entre
el
proletariado
y
éste
fue
obteniendo
el
uso
de
sus
derechos
individuales
y
sociales
por
medio
de
huelgas
u
otros
mecanismos
de
defensa.
156.-‐
PÍO
X
Canonizado
en
1954,
José
Sarto
es
el
único
Papa
que
ha
llegado
a
los
altares
desde
Pío
V,
muerto
en
1572
(ver
núm.
106).
Actualmente
han
sido
introducidas
las
causas
de
Pío
XII
y
Juan
XXIII.
El
último
Papa
canonizado
antes
de
San
Pío
V
había
sido
San
Celestino
V
(+
1296).
Entre
estos
dos
pontífices
hay
otros
dos
que
son
beatos:
Benedicto
XI
(+
1304)
y
Urbano
V
(+
1370).
Después
de
San
Pío
V
hay
un
beato:
Inocencio
XI
(+
1689).
Sin
bien
el
cardenal
Rampolla
era
tenido
en
opinión
de
muchos
como
plausible
sucesor
de
León
XIII,
Francisco
I
de
Austria
vetó
su
nombramiento.
El
primer
acto
de
Pío
X
fue
excomulgar
a
quien
realizara
nuevas
tentativas
de
este
género
en
el
futuro.
Pío
X
se
consagró
a
conservar
la
fe
y
la
disciplina.
Ordenó
la
revisión
de
la
Vulgata
(1909),
fundó
el
Instituto
Bíblico
(1909)
fomentó
la
comunión
asidua
(1910),
reorganizó
la
Curia,
inició
la
redacción
del
Derecho
Canónico.
Fomentó
asimismo
la
Acción
Popular
Cristiana.
En
1906
escribió
a
los
católicos
franceses
(Vehementer
Nos),
condenando
la
separación
de
la
Iglesia
y
el
Estado
violada
sin
previo
acuerdo
y
protestando
por
la
confiscación
de
los
bienes
eclesiásticos.
En
1910
felicitó
al
pueblo
mexicano
con
ocasión
del
primer
centenario
de
su
independencia
(ver
núm.
143).
Durante
su
pontificado
hizo
crisis
el
modernismo.
Este
fue
el
intento
de
varios
teólogos
de
relacionar
la
fe
con
los
adelantos
modernos
(históricos,
psicológicos,
sociológicos,
científicos).
Terminaron
la
intervención
trascendental
de
Dios
en
la
historia
y
dieron
a
los
dogmas
una
interpretación
cambiante
según
los
tiempos
y
las
circunstancias.
Condenado
ya
por
Pío
IX
en
el
Syllabus
(ver
núm.
147),
mereció
dos
nuevos
reproches
de
Pío
X,
mediante
el
decreto
Lamentabili
(1907)
y
la
encíclica
Pascendi
Dominici
Gregis
(di.).
De
la
crisis
modernista
surgió
el
integrismo
o
conjunto
de
católicos
conservadores,
defensores
a
ultranza
de
la
integridad
de
las
fórmulas,
sin
preocuparse
de
los
nuevos
contextos
culturales
en
que
ella
debían
ser
presentadas.
El
francés
Alfredo
Loisy
(+
1940)
profesaba,
como
historiador,
la
independencia
de
la
crítica
en
relación
a
la
revelación
y
a
los
dogmas;
como
filósofo,
sostenía
que
las
ideas
religiosas
no
eran
más
que
metáforas.
Privado
de
su
cátedra
en
1893,
se
consideró
aludido
en
el
decreto
Lamentabili
y
en
la
encíclica
Pascendi.
Replicó
en
su
obra
titulada
Reflexiones,
que
le
acarreó
la
excomunión
en
1908.
Pío
X
trató
en
vano
de
impedir
la
Primera
Guerra
Mundial,
al
inicio
de
la
cual
falleció.
46
157.-‐
LA
PRIMERA
GUERRA
MUNDIAL
En
Europa
no
había
ningún
conflicto
bélico
desde
1870
en
que
había
tenido
lugar
la
guerra
franco-‐prusiana
(ver
núm.
147).
Pese
a
las
alianzas
hechas
para
cuidar
la
paz,
las
potencias
se
aprestaban
a
la
guerra.
Francia
deseaba
vengar
la
derrota
sufrida
frente
a
Prusia
en
1870.
Rusia
quería
adquirir
el
paso
para
el
Mediterráneo.
Inglaterra
desconfiaba
del
auge
alemán
y
de
su
avance
imperialista.
Austria
había
tomado
Bosnia
y
Herzegovina,
que
eran
reclamadas
por
Serbia.
Las
potencias,
además,
tenían
puesto
los
ojos
en
el
Imperio
Turco.
En
junio
de
1914
fue
asesinado
el
príncipe
heredero
del
Imperio
Austro-‐Húngaro,
Francisco
Fernando.
Austria
culpó
a
Serbia
y
le
declaró
la
guerra.
Se
le
unieron
Alemania,
Turquía,
Bulgaria.
En
el
bando
opuesto
quedaron
unificados
Francia,
Inglaterra,
Rusia,
Japón,
Italia,
Rumania,
Portugal
y,
hacia
el
final,
Estados
Unidos.
Alemania
violó
la
neutralidad
de
Bélgica
e
invadió
Francia
pero
fue
detenida
en
el
Río
Marne.
Los
contendientes
se
atrincheraron
en
los
terrenos
que
pisaban.
Alemania
y
Austria
vencieron
a
Rusia
a
los
ejércitos
del
Zar.
Caído
éste,
en
el
gobierno
se
retiró
de
la
guerra
(ver
núm.
159).
Alemania
invadió
Italia,
Inglaterra
sublevó
a
los
árabes
contra
Turquía.
Estados
Unidos
reforzó
a
Francia
y
aliados.
Triunfaron
éstos
en
1918.
Vencedores
y
vencidos
firmaron
el
tratado
de
Versalles.
El
Imperio
Austro-‐Húngaro
desapareció.
Surgieron
los
Estados
de
Polonia
(que
sobrevivía
heroicamente,
ver
núm.
145),
Hungría,
Checoslovaquia
(con
Bohemia),
Yugoslavia
(con
Serbia),
Finlandia,
Letonia,
Estonia
y
otros.
Los
triunfadores
se
apoderaron
de
las
colonias
de
los
derrotados
y
los
obligaron,
además,
a
pagar
enormes
indemnizaciones.
Para
evitar
más
guerras
fue
instituida
la
Sociedad
de
Naciones,
con
sede
en
Ginebra.
158.-‐
BENEDICTO
XV
Puso
decidido
empeño
en
que
finalizara
la
guerra
aunque
sus
esfuerzos
resultaron
vanos
y
los
dos
bandos
lo
acusaron
de
favorecer
al
respectivo
enemigo.
Con
todo,
mitigó
cuanto
pudo
los
dolores
causados
por
el
conflicto.
En
1914
publico
Ad
Beatissimi
Apostolorum
Principis,
acerca
de
los
honores
de
la
guerra;
en
1918,
Quod
lam
Diu,
acerca
de
los
niños
hambrientos
en
Europa
central;
en
1920,
Pacem
Dei,
sobre
la
restauración
de
la
paz,
y
ese
mismo
año,
Annus
lam
Plenus,
en
que
pidió
ayuda
para
los
niños
de
las
naciones
en
sangrentadas.
En
1917
promulgó
el
Código
de
Derecho
Canónico,
empezado
a
redactar
en
1904,
(ver
núm.
156).
Canonizó
a
Santa
Juana
de
Arco
(ver
núm.
95).
159.-‐
RUSIA
En
febrero
de
1917
fue
derrocado
el
zar
de
Rusia.
Asumió
el
mando
Kerensky,
pero
en
octubre
la
revolución
socialista
encabezada
por
Lenin
y
Trotsky
les
dio
a
éstos
el
poder
(ver
núm.
150).
Después
de
vencer
la
resistencia
del
ejército
zarista,
Lenin
gobernó
de
1917
a
1924.
Stalin
dirigió
su
país
de
1924
a
1953.
Trató
de
aniquilar
todo
vestigio
de
religión.
Monseñor
Budkiewicz
fue
ejecutado
en
1923.
Monseñor
D’Herbigny
S.J.
ordenó
en
secreto
a
cinco
obispos
rusos.
160.-‐
PIO
XI
Promovió
la
actividad
de
los
laicos
dando
impulso
a
la
Acción
Católica.
Entre
1922
y
1933
firmó
numerosos
concordatos.
Con
la
Italia
de
Mussolini
suscribió
las
Tratados
de
Letrán
(1929)
y
un
concordato.
El
Vaticano
fue
reconocido
como
estado
soberano.
Castelgandolfo
y
diversos
edificios
gozaron
también
de
extraterritorialidad.
Pío
XI
renunció
a
las
antiguas
posesiones
pontificias
(ver
núm.
151).
Escribió
importantes
documentos:
Rerum
Ecclessia
(1926),
sobre
el
desarrollo
de
las
misiones;
Casti
Connubi
(1930),
acerca
del
matrimonio;
Quadragesimo
Anno
(1931),
en
torno
al
problema
social
(ver
núms.
149
y
167).
Dirigió
tres
a
México
acerca
de
la
persecución
religiosa
desatada
en
el
país:
Iniquis
Afflictisque
(1926),
Acerba
Animi
(1932).
Escribió
una
contra
Alemania
nazi:
Mit
Brennender
Sorge
(1937)
y
uno
contra
el
comunismo,
Divini
Redemptoris
(1937),
en
que
se
refería
a
Rusia,
México
y
España.
47
161.-‐
ESPAÑA
La
guerra
española
(1936-‐1939)
que
llevó
al
poder
al
general
Franco,
estuvo
precedida
de
un
violento
ataque
de
los
anticatólicos
contra
la
institución
eclesiástica.
162.-‐
ITALIA
Y
ALEMANIA
Mussolini
y
Hitler
iniciaron
sus
actividades
políticas
en
tiempo
de
Benedicto
XV.
En
1922
Mussolini
fue
designado
Jefe
del
Gobierno
italiano
y
en
1933
Hitler
ocupó
el
puesto
de
Canciller
de
Alemania.
El
nazismo
lucho
abiertamente
por
conquistar
y
sujetar
al
mundo
entero.
La
más
cruda
represión
cayó
sobre
el
pueblo.
Las
matanzas
de
los
judíos
fueron
ejecutadas
con
increíble
saña.
La
Gestapo
alemana
controlo
cada
centímetro
del
país.
Hitler
violó
repetidas
veces
el
concordato
firmado
por
Hindenburg.
Durante
las
conversaciones
que
sostuvo
Mussolini
en
Roma
con
Hitler,
éste
pidió
hablar
con
el
Pío
XI,
que
se
negó
terminantemente
a
recibirlo.
163.-‐
MÉXICO
Durante
la
primera
década
del
siglo,
jerarquía
y
los
fieles
católicos
habían
desarrollado
una
intensa
labor
social
en
contra
de
las
injusticias
sociales
producidas
en
los
campos
y
en
las
fábricas,
conforme
a
las
enseñanzas
de
la
encíclica
Rerum
Novarom
de
León
XIII.
Caído
el
dictador
Díaz
(1911),
dirigentes
católicos
fundaron
el
Partido
Católico
Nacional,
que
conquistó
espectaculares
triunfos
en
las
elecciones
de
ese
año,
los
cuales
aterraron
a
los
anticlericales
(ver
núm.
143).
Esta
facción
impuso
artículos
restrictivos
de
la
libertad
religiosa
de
la
Constitución
de
1917,
contra
lo
que
protestó
la
jerarquía.
Diversos
atentados
contra
templos
tuvieron
lugar
durante
el
gobierno
de
general
Obregón
(1920-‐1924),
que
expulsó
al
Delegado
Apostólico,
monseñor
Fillipi
en
1923
por
colocar
la
primera
piedra
del
monumento
a
Cristo
Rey
en
el
cerro
del
Cubilete.
Calles
(1924-‐1928),
reglamentó
el
número
de
sacerdotes
que
podían
ejercer
en
cada
diócesis
(1926),
medida
que
rechazaron
las
autoridades
religiosas,
las
cuales
clausuraron
el
culto
público
en
toda
la
República.
Calles
intentó
establecer
una
Iglesia
Nacional
(ver
núm.
94).
Las
torturas
y
asesinatos
de
sacerdotes
y
fieles
fueron
numerosas.
Los
cristeros
–católicos
principalmente
de
occidente-‐
organizaron
una
guerrilla
que
fue
adquiriendo
poderío
creciente.
Portes
Gil
–interino
al
ser
asesinado
Obregón
que
se
había
reelegido-‐
firmó
con
los
obispos
Ruiz
y
Flores
–
también
Delegados
Apostólicos-‐,
y
Pascual
Díaz
S.J.,
los
llamados
arreglos,
que
pusieron
fin
a
la
guerra
cristera
y
al
cierre
de
templos,
pero
que
amargaron
a
quienes
preferían
la
continuidad
de
la
lucha.
De
los
cristeros
que
depusieron
las
armas,
muchos
fueron
asesinados.
Pascual
Ortiz
Rubio
y
Abelardo
Rodríguez
–presidentes
al
servicio
de
Calles-‐
mantuvieron
el
estado
de
persecución,
al
igual
que
Cárdenas
durante
la
primera
parte
de
su
sexenio.
Este,
expulso
del
país
a
Calles.
En
1937
dio
comienzo
el
Seminario
de
Moctezuma,
en
Estados
Unidos,
dirigido
por
la
Compañía
de
Jesús,
ante
la
imposibilidad
de
abrir
ninguno
en
México,
En
1972
pasó
a
Tula,
Hgo.,
y
en
1979
clausuró
sus
actividades.
A
partir
del
gobierno
de
Ávila
Camacho,
las
relaciones
de
la
Iglesia
y
el
Estado
han
sido
pacificas.
Siendo
Presidente
Luis
Echeverría,
visitó
al
Papa
Paulo
VI
en
el
Vaticano.
Juan
Pablo
II
llegó
a
México
para
inaugurar
la
III
CELAM,
en
1979,
acontecimiento
importante
en
la
historia
de
México
porque
el
pueblo
mexicano
lo
recibió
con
tal
entusiasmo
como
no
se
había
visto
antes.
164.-‐
LA
SEGUNDA
GUERRA
MUNDIAL
El
equilibrio
existente
entre
las
potencias
desde
los
Tratados
de
Versalles
era
muy
precario.
La
guerra
española
aumentó
la
tirantez.
Hitler
armó
a
su
país.
Italia
conquistó
Abisinia.
Hitler
devoró
a
Austria
y
Checoslovaquia.
El
1°
de
septiembre
de
1939
invadió
Polonia.
La
Segunda
Guerra
Mundial
estalló.
Rusia
penetró
parte
de
Polonia,
Hitler
se
apoderó
de
Dinamarca,
Noruega,
Holanda,
Bélgica,
Francia.
Mussolini
atacó
Grecia.
En
el
norte
de
África,
Rommel
llegó
hasta
Egipto,
mientras
la
aviación
alemana
bombardeara
Inglaterra.
En
1941
los
nazis
penetraron
el
territorio
ruso.
Stalin
retrocedió,
emboscó
a
los
alemanes
y
contuvo
su
avance
en
el
invierno.
48
En
1941
Japón
bombardeó
Pearl
Harbor
pero
Estados
Unidos
venció
a
su
adversario
en
Guadalcanal.
Montgomery
derrotó
a
Rommel
en
El
Alamein
y
Von
Paulus
se
rindió
en
Stalingrado.
En
1943
-‐
1944
declinó
la
estrella
alemana.
Rusia
recuperó
su
territorio.
Estados
Unidos
se
adueño
del
Pacífico.
Los
aliados
desembarcaron
en
Italia
y
Normandía
en
junio
de
1944.
Estados
Unidos
y
Rusia
llegaron
a
Berlín.
La
rendición
de
Alemania
fue
firmada
el
7
de
junio
de
1945
y
el
2
de
septiembre
la
de
Japón,
que
había
sufrido
los
bombardeos
atómicos
de
Hiroshima
y
Nagasaki
(ver
núm.
128).
165.-‐
PIO
XII
Muerte
Pío
XI
el
11
de
febrero
de
1939,
el
cónclave
se
reunió
el
2
de
marzo.
El
fantasma
de
la
guerra
estaba
amenazando
a
todo
el
mundo.
Pío
XII
evitó
el
bombardeo
de
la
Ciudad
Eterna
y
ayudó
cuanto
pudo
a
las
minorías
raciales
perseguidas
durante
la
conflagración.
Después
de
la
guerra
quedaron
bajo
el
imperio
de
la
URSS
los
Balcanes,
Polonia,
Hungría,
Checoslovaquia.
La
socialista
Yugoslavia
de
Tito
(+
1980)
se
mantuvo
independiente.
Los
cardenales
Mindszenty
(Hungría),
Wyszinski
(Polonia),
Stepinac
(Yugoslavia)
fueron
guías
de
la
resistencia
de
la
Iglesia
del
Silencio.
Al
final
de
las
actividades
bélicas
empezó
el
periódico
llamado
de
la
Guerra
Fría,
entre
los
mundos
capitalistas
y
comunista.
Durante
su
pontificado,
Pío
XII
fomentó
la
democracia
cristiana
en
Italia,
Alemania,
Bélgica,
Holanda,
América
del
Sur.
Promulgó
el
dogma
de
la
Asunción
de
María,
en
1950
(Constitución
Apostolica
Munificentissimus
Deus).
Inició
la
internacionalización
del
colegio
cardenalicio.
Escribió
numerosas
encíclicas:
Mystici
Corporis
(1943,
sobre
el
Cuerpo
Místico
de
Cristo;
Divino
Afflante
(1943),
acerca
de
los
estudios
bíblicos;
Vaticantis
Apostolicae
Sedis
(1945),
para
normar
las
elección
papa;
Mediator
Dei
(1947),
en
relación
con
la
renovación
litúrgica,
In
Multiplicibus
Crucis
(1948),
que
trata
de
la
paz
en
la
Palestina;
Humani
Generis
(1950),
en
donde
estudió
el
evolucionismo
(ver
núm.
150)
y
la
interpretación
de
la
Sagrada
Escritura;
Sacra
Virginitas
(1954),
a
favor
del
celibato.
Con
ocasión
del
levantamiento
húngaro
(1956)
publicó
Luctuosissimi
Eventus,
Laetamur
Admodum,
Datis
Nuperrime.
Expuso
sus
consideraciones
de
los
medios
de
comunicación
en
Miranda
Prorsus
(1957).
Describió
la
persecución
de
la
iglesia
en
China
en
Ad
Apostolarum
Principis
(1958).
Pío
XII
levantó
la
condenación
de
la
Acción
Francesa
(1939),
apoyo
los
sermones
antinazis
del
arzobispo
de
Munster,
Von
Galen
(1941),
puso
las
obras
se
Sartre
en
el
entonces
existente
Indece
(1948),
firmó
un
concordato
en
España
(1953),
suspendió
el
movimiento
de
los
sacerdotes
obreros
en
Francia
(1954).
En
1955
tuvo
lugar
en
Río
de
Janeiro
la
Conferencia
de
Obispos
de
América,
que
dio
origen
al
Consejo
de
Episcopal
Latinoamericano
o
CELAM
(ver
núm.
143).
El
mundo
católico
profesó
un
respeto
profundo
a
Pío
XII.
166.-‐
JUAN
XXIII
Tan
breve
como
transcendental
fue
el
pontificado
del
Papa
Juan
XXIII
que
irradió
bondad
y
sencillez
asombrosas.
De
inmediato
ganó
la
simpatía
de
propios
y
extraños,
convertida
con
el
paso
del
tiempo
en
conmovido
afecto
hacia
él,
hombre
de
eximia
mansedumbre
y
de
continuo
buen
humor.
Dotado
de
un
espíritu
intuitivo
genial,
comprendió
la
necesidad
de
que
la
Iglesia
estuviera
presente
en
el
siglo
XX.
Internacionalizó
el
colegio
de
cardenales
hasta
el
grado
de
que
de
82
de
sus
componentes
sólo
24
fueron
italianos.
Nombró
al
primer
cardenal
mexicano,
José
Garibi,
Arzobispo
de
Guadalajara.
Inició
el
diálogo
con
otras
religiones
y
con
ateos.
Empezó
una
nueva
era
para
la
Iglesia.
El
25
de
enero
de
1959
anunció
al
mundo
la
convocación
del
Concilio
Vaticano
II
que
fue
el
XXI
Ecuménico.
Sus
encíclicas
fueron
trascendentales:
Mater
et
Magistra
(1961),
acerca
de
los
problemas
sociales
(entre
ellos
la
función
social
de
la
propiedad,
los
países
subdesarrollados),
de
amplio
repercusión
en
el
mundo;
Pacem
in
49
Terris
(1963),
dirigida
a
todos
los
hombres
de
buena
voluntad
(favoreció
la
paz
entre
las
naciones,
fundada
en
la
verdad,
justicia,
caridad
y
libertad)
que
mereció
alabanzas
universales.
Antes
de
inaugurar
el
Concilio
fue
a
orar
al
pueblecillo
que
vio
hacer
a
San
Francisco
de
Asís
(ver
núm.
71).
Los
italianos
se
volcaron
a
lo
largo
del
trayecto
para
saludar
al
primer
Papa
que
dejaba
el
encierro
del
Vaticano
provocado
por
la
pérdida
de
los
Estados
Pontificios
(ver
núm.
146).
El
11
de
octubre
de
1962
Juan
XXIII
inició
el
Concilio
Vaticano
II,
ante
la
expectación
mundial.
A
la
ceremonia
asistieron
representantes
de
79
nacionalidades.
Más
de
2,500
participantes,
llegados
de
los
cinco
continentes,
empezaron
las
deliberaciones
(1ª
sesión)
que
finalizaron
el
8
de
diciembre
para
dejar
paso
a
la
intercesión.
La
segunda
sesión
fue
convocada
para
el
29
de
septiembre.
No
pudo
asistir
a
ella
Juan
XXIII.
El
3
de
junio
falleció.
La
humanidad
sufrió
la
perdida
del
Papa
al
que
amaba.
167.-‐
PAULO
VI
El
21
de
junio
de
1963
Juan
Bautista
Montini
fue
electo
sucesor
de
Juan
XXIII.
Gravísima
carga
recayó
sobre
sus
hombros
porque
de
tal
magnitud
era
la
crisis
de
crecimiento
por
la
que
estaba
pasando
la
Iglesia.
Paulo
VI
decidió
que
el
Vaticano
II
continuara.
Bajo
su
pontificado
tuvieron
lugar
las
sesiones
2a.
(29
de
septiembre
a
4
de
diciembre
de
1963),
3a.
(14
de
septiembre
a
21
de
noviembre
de
1964)
y
4a.
(28
de
octubre
de
1965
a
8
de
diciembre).
El
Concilio
escribió
cuatro
constituciones,
10
decretos
y
dos
declaraciones:
La
Constitución
sobre
la
liturgia,
la
Iglesia,
la
revelación
y
la
Iglesia
en
el
mundo.
Los
decretos
trataron
de
los
medios
de
comunicación,
las
iglesias
orientales
católicas,
el
ecumenismo,
el
cargo
pastoral
de
los
obispos,
la
renovación
y
la
adaptación
de
la
vida
religiosa,
la
formación
de
los
sacerdotes,
la
educación
cristiana,
el
apostolado
de
los
seglares,
la
acción
misionera
de
la
Iglesia,
el
ministerio
y
la
vida
de
los
sacerdotes.
Las
declaraciones
se
refirieron
a
las
relaciones
de
la
Iglesia
con
las
religiones
no
cristianas
y
la
libertad
religiosa.
El
Papa
escribió
las
encíclicas
Ecclesiam
Suam
(1964),
sobre
la
toma
de
conciencia
de
la
Iglesia
de
su
misión
y
el
diálogo
con
el
mundo;
Mysterium
Fidei
(1965),
acerca
de
la
doctrina
eucarística,
que
era
criticada
por
algunos;
Sacerdotalis
Coelibatus
(1967),
para
reafirmar
el
celibato,
igualmente
atacado
por
determinados
sectores;
Humanae
Vitae
(1968),
en
torno
a
la
regulación
de
la
natalidad
(que
provocó
numerosas
polémicas);
Octogesima
Advenies
(1971),
para
explicar
la
Doctrina
Social
de
la
Iglesia
(ver
núm.
160);
Evangelii
Nuntiandi
(1975),
en
que
abordó
el
tema
de
la
evangelización.
En
agosto
de
1968
Paulo
VI
inauguró
la
II
CELAM,
en
Medellín,
Colombia,
(ver
núm.
165)
de
donde
salió
un
impetuoso
movimiento
para
promover
la
justicia
en
el
continente
secularmente
explotado,
así
como
la
Teología
de
la
Liberación,
de
Gustavo
Gutiérrez.
La
represión
emprendida
por
los
Regímenes
de
Seguridad
Nacional,
disfrazados
o
no,
ha
costado
la
vida
de
numerosos
sacerdotes,
religiosos
y
fieles
del
continente.
167.-‐
PAULO
VI
El
21
de
junio
de
1963
Juan
Bautista
Montini
fue
electo
sucesor
de
Juan
XXIII.
Gravísima
carga
recayó
sobre
sus
hombros
porque
de
tal
magnitud
era
la
crisis
de
crecimiento
por
la
que
estaba
pasando
la
Iglesia.
Paulo
VI
decidió
que
el
Vaticano
II
continuara.
Bajo
su
pontificado
tuvieron
lugar
las
sesiones
2a.
(29
de
septiembre
a
4
de
diciembre
de
1963),
3a.
(14
de
septiembre
a
21
de
noviembre
de
1964)
y
4a.
(28
de
octubre
de
1965
a
8
de
diciembre).
El
Concilio
escribió
cuatro
constituciones,
10
decretos
y
dos
declaraciones:
La
Constitución
sobre
la
liturgia,
la
Iglesia,
la
revelación
y
la
Iglesia
en
el
mundo.
Los
decretos
trataron
de
los
medios
de
comunicación,
las
iglesias
orientales
católicas,
el
ecumenismo,
el
cargo
pastoral
de
los
obispos,
la
renovación
y
la
adaptación
de
la
vida
religiosa,
la
formación
de
los
sacerdotes,
la
educación
cristiana,
el
apostolado
de
los
seglares,
la
acción
misionera
de
la
Iglesia,
el
ministerio
y
la
vida
de
los
sacerdotes.
Las
declaraciones
se
refirieron
a
las
relaciones
de
la
Iglesia
con
las
religiones
no
cristianas
y
la
libertad
religiosa.
El
Papa
escribió
las
encíclicas
Ecclesiam
Suam
(1964),
sobre
la
toma
de
conciencia
de
la
Iglesia
de
su
misión
y
el
diálogo
con
el
mundo;
Mysterium
Fidei
(1965),
acerca
de
la
doctrina
eucarística,
que
era
criticada
por
algunos;
Sacerdotalis
Coelibatus
(1967),
para
reafirmar
el
celibato,
igualmente
atacado
por
determinados
sectores;
Humanae
50
Vitae
(1968),
en
torno
a
la
regulación
de
la
natalidad
(que
provocó
numerosas
polémicas);
Octogesima
Advenies
(1971),
para
explicar
la
Doctrina
Social
de
la
Iglesia
(ver
núm.
160);
Evangelii
Nuntiandi
(1975),
en
que
abordó
el
tema
de
la
evangelización.
En
agosto
de
1968
Paulo
VI
inauguró
la
II
CELAM,
en
Medellín,
Colombia,
(ver
núm.
165)
de
donde
salió
un
impetuoso
movimiento
para
promover
la
justicia
en
el
continente
secularmente
explotado,
así
como
la
Teología
de
la
Liberación,
de
Gustavo
Gutiérrez.
La
represión
emprendida
por
los
Regímenes
de
Seguridad
Nacional,
disfrazados
o
no,
ha
costado
la
vida
de
numerosos
sacerdotes,
religiosos
y
fieles
del
continente.
Importante
testimonio
de
espíritu
cristiano
estaban
ofreciendo
junto
con
miles
más,
monseñor
Helder
Camara,
Brasil,
la
Madre
Teresa,
en
la
India,
que
recibió
el
Premio
Nubel
de
la
Paz
en
1979.
Los
esfuerzos
del
Paulo
VI,
guía
de
700
millones
de
católicos,
se
encaminaron
a
llevar
a
cabo
las
decisiones
conciliares,
a
obtener
una
mayor
justicia
social
en
el
mundo,
a
promover
la
paz
entre
las
naciones
(afectada
en
el
Congo,
Vietnam,
Sudán,
Nigeria,
Biafra,
Irlanda,
India,
Pakistán,
Medio
Oriente)
y
a
promover
el
diálogo
ecumenico.
El
Papa
viajó
130
mil
kilómetros.
Visito
Italia,
Tierra
Santa,
Fátima,
Estambul,
Colombia,
Uganda,
Cerdeña,
Teherán,
Manila,
Samoa,
Sydney,
Yakarta,
Hong
Kong,
Colombo.
Recibió
a
tres
presidentes
de
Estados
Unidos,
al
Presidente
del
Soviet
Supremo,
Podgorny,
al
yugoslavo,
Tito,
al
de
Egipto,
Sadat,
a
la
Primera
Ministra
de
Israel,
Golda
Meyer,
entre
numerosos
gobernantes
más.
Reformó,
asimismo,
la
organización
de
la
Curia.
Permitió
que
religiosas
o
seglares
trabajaran
en
ella.
Canonizó
a
84
santos
y
realizó
59
beatificaciones.
Estableció
nuevas
normas
para
la
eleccion
de
los
papas,
impidiendo
el
voto
de
los
cardenales
mayores
de
ochenta
años.
Convocó
al
Año
Santo
en
1975
y
congregó
multitudes
en
Roma
a
donde
fueron
a
orar.
Llevó
a
cabo,
por
indicación
del
Concilio,
los
sínodos
episcopales
mundiales:
1967;
Revisión
del
Derecho
Canónico,
Seminarios,
Liturgia,
Ateísmo,
Matrimonios
Mixtos;
1969:
Relaciones
de
las
Conferencias
de
las
Conferencias
Episcopales
con
la
Santa
Sede
y
relaciones
entre
ellas;
1971:
Justicia
y
Sacerdocio
Ministerial;
1974:
Evangelización;
1977:
Catequesis.
(En
1980
Juan
Pablo
II
convocó
el
Sínodo
que
trató
Los
Deberes
de
la
Familia
Cristiana
en
la
Actualidad).
Algunos
pusieron
en
tela
de
juicio
las
doctrinas
y
prácticas
tradicionales
durante
el
pontificado
del
Paulo
VI,
como
consecuencia
de
la
crisis
de
valores
culturales
que
experimentaba
el
mundo.
En
la
liturgia
se
introdujeron
abusos.
Los
consejos
de
disciplina
y
deber
fueron
revisados.
Las
vocaciones
descendieron.
El
número
de
sacerdotes,
religiosos
y
religiosas
que
obtuvieron
dispensa
de
sus
obligaciones
fue
grande.
Lefevbre,
por
otro
lado,
desobedeció
al
Papa
en
nombre
de
la
ortodoxia.
Algunos
clérigos
tomaron
las
armas
en
favor
de
los
desposeídos
del
Tercer
Mundo,
como
había
ocurrido
con
motivo
de
las
independencias
latinoamericanas
a
principios
del
siglo
pasado
(ver
núm.
143).
El
Papa
sorteaba
estos
y
parecidos
escollos
con
prudencia,
pese
a
que
no
faltaban
quienes
lo
tachaban
de
indeciso
o
débil.
Paulo
VI
fue
pacificador
y
custodio.
Pese
a
su
cada
vez
más
quebrada
salud,
llevó
a
cabo
una
transformación
gigantesca
en
las
estructuras
eclesiales.
Supo
llevar
la
nave
de
Pedro
de
las
costas
de
un
mundo
que
moría,
a
las
playas
del
Nuevo
Mundo
que
estaba
gestándose.
Hombre
santo,
el
Papa
fue
respetado
en
todos
los
rincones
de
la
tierra,
excepto
por
extremistas
o
caprichosos.
Pero
al
morir,
también
éstos
reconocieron
la
habilidad
suprema
con
que
había
dirigido
a
la
Iglesia
en
uan
época
por
demás
difícil.
Falleció
el
6
de
agosto
de
1978.
168.-‐
JUAN
PABLO
I
Y
JUAN
PABLO
II
En
27
de
agosto
fue
electo
el
cardenal
Albino
Luciani
que
tomó
los
nombres
de
sus
dos
antecesores.
Se
llamó
Juan
Pablo
I.
Murió
en
los
inicios
de
su
pontificado,
el
28
de
septiembre
siguiente.
El
16
de
octubre,
el
entonces
cardenal
Karol
Wojtyla
arzobispo
de
Cracovia
desde
1964,
resultó
electo
Sumo
Pontífice,
Polaco
de
origen
era
el
primer
Papa
no
italiano,
desde
la
muerte
del
holandés
Adriano
VI,
acaecida
en
1523
(ver
núm.
103).
El
cardenal
era
ampliamente
conocido
en
los
círculos
eclesiásticos,
gracias
a
su
brillante
actuación
durante
el
Concilio,
pero
su
nombre
no
era
familiar
más
allá
de
esos
ámbitos.
Constituido
jefe
de
la
Iglesia,
ha
manifestado
claramente
tres
preocupaciones:
renovar
la
vida
sacerdotal
cuidar
el
depósito
de
la
fe
y
la
moral,
acercarse
a
millones
de
creyentes
que
habitan
fuera
de
Italia.
En
la
encíclica
Redemptor
Hominis
estableció
su
programa
de
acción.
51
En
su
discurso
ante
las
Naciones
Unidas
abogó
por
un
orden
mundial
justo
y
pacifico.
En
su
alocución
ante
la
OEA
condenó
los
regímenes
de
Seguridad
Nacional
que
oprimen
a
los
pueblos
latinoamericanos.
A
través
del
Documento
de
Puebla,
elaborado
por
obispos
de
este
continente,
aprobó
el
trabajo
evangelizador
que
ha
de
realizar
nuestra
Iglesia
para
cooperar
con
el
pueblo
en
su
proceso
de
liberación.
Si
bien
las
autoridades
que
ofrece
en
el
Vaticano
son
sumamente
concurridas,
el
Pontífice
ha
viajado
en
frecuentes
ocasiones
por
el
territorio
italiano
y
ha
realizado
numerosos
viajes
al
extranjero,
en
los
cuales
ha
visitado
Santo
Domingo,
México,
Polonia,
Irlanda,
Estados
Unidos,
(y
ahí
las
Naciones
Unidas),
Turquía
(en
1979);
Zaire,
Congo,
Kenya,
Ghana,
Alto
Volta,
Costa
de
Marfil
(del
continente
africano),
Francia
(donde
habló
en
la
UNESCO)
y
Brasil
(en
1980).
Las
multitudes
han
estado
presentes
a
su
paso.
Al
verlos
han
sufrido
el
impacto
de
su
personalidad.
Su
sonrisa
y
simpatía,
la
manifestación
de
su
corazón,
su
dinamismo
y
fortaleza
física,
su
espontaneidad
y
excepcionales
cualidades
para
enfrentarse
a
las
muchedumbres,
causan
en
el
corazón
de
los
presentes
un
misterioso
y
todavía
no
evaluado
impacto.
Poeta,
actor,
filósofo,
teólogo
políglota,
catedrático,
obrero,
pastor
de
almas,
constructor
de
la
nueva
sociedad
polaca,
Juan
Pablo
II
no
ha
salido
de
Roma
para
enfrentarse
al
mundo
sino
para
dirigirlo.
En
Estados
Unidos
escuchó
la
oposición
que
produjeron
sus
palabras
en
algunos
secretos.
Acudió
a
una
Irlanda
convulsionada
por
la
violencia
y
atacó
allí
mismo
el
uso
de
la
violencia
injusta.
Penetró
en
un
Harlem
tradicionalmente
hostil
a
los
visitantes
y
al
salir
llevó
consigo
el
mejor
sentimiento
de
sus
moradores.
Su
visita
conmocionó
a
México,
robusteció
la
fe
en
Polonia
y
obligó
a
Estados
Unidos
a
efectuar
un
examen
de
conciencia.
En
Turquía,
de
minoría
católica,
fomentó
al
diálogo
ecuménico
y
con
otras
religiones.
en
África
se
pronunció
contra
la
vida
materialista
y
pidió
respeto
por
la
cultural
africana.
En
Francia
habló
a
los
obreros
acerca
de
la
dignidad
del
trabajo,
criticó
tanto
al
progresismo
como
al
integrismo,
apoyo
la
internacionalización
dela
ciudad
de
Jerusalén,
urgió
el
complimiento
de
la
moral
cristiana
en
la
vida
sexual,
yla
llamó
la
atención
sobre
el
riesgo
de
una
posible
autodestrucción
del
mundo
(ver
núm.
171).
Vuelto
al
Vaticano,
fue
visitado
por
el
Presidente
Carter.
En
Ucrania
que
estudiaron
los
problemas
de
esas
comunidades,
retiró
el
nombre
de
teólogo
católico
a
Hans
Kung,
conversó
con
Lefebvre
en
busca
de
una
solución
al
problema
de
su
cisma.
En
su
documento
Inestimabile
Donum
pidió
se
frenen
los
abusos
litúrgicos.
En
marzo
de
1980
fue
asesinado
monseñor
Oscar
Arnulfo
Romero,
arzobispo
de
El
Salvador,
defensor
de
su
pueblo
oprimido.
169.-‐
HECHOS
ECLESIALES
Mencionemos
unas
cuantas
de
las
numerosas
comunidades
nacidas
en
este
siglo:
Las
Misiones
Extranjeras
de
Maryknoll
(1911)
de
Walsh
y
Price;
los
discípulos
de
Charles
de
Foucauld
(1933)
de
Voillaume
y
compañeros.
El
Instituto
Secular
de
Opus
Dei
fue
fundado
en
1929
por
monseñor
Escrivá.
De
origen
mexicano
son
los
Misioneros
de
San
José
(1872),
los
Misioneros
del
Espíritu
Santo
(1914)
del
P.
Rougier,
los
Legionarios
de
Cristo
(1948)
y
los
Misioneros
de
Guadalupe
(1949).
En
1979
las
principales
órdenes
o
congregaciones
religiosas
masculinas
contaban
con
el
siguiente
número
de
afiliados:
jesuitas:
27,726;
franciscanos
21,326;
salesianos;
17,306;
capuchinos:
12,312;
lasallistas
11,093;
benedictinos:
10,147;
dominicos:
7,397;
hermanos
maristas:
7,225;
redentoristas;
6,821;
oblatos
de
María
inmaculada:
6,173.
170.-‐
ECUMENISMO
Si
bien
durante
los
siglos
pasados
hubo
intentos
de
unir
a
los
cristianos,
en
el
actual
ha
cobrado
mayor
impulso
el
movimiento
que
tiende
a
lograr
la
unidad
en
la
fe
y
de
comunión
entre
las
comunidades
cristianas
divididas,
escándalo
para
el
mundo
actual.
En
1910,
en
la
ciudad
de
Edimburgo,
tuvo
lugar
la
primera
conferencia
misionera
universal
entre
hermanos
separados.
En
1922
fue
fundado
el
Consejo
Internacional
Ecuménico
de
las
Misiones.
En
1948
nació
el
Consejo
Ecuménico
de
las
Iglesias
en
Ámsterdam.
En
su
conferencia
realizada
en
Nueva
Delhi
(1961)
admitieron
a
las
Iglesias
ortodoxas.
52
Si
bien
el
cardenal
Mercier
había
dialogado
en
Malinas
con
los
anglicanos
en
1925,
y
otros
católicos
habían
hecho
esfuerzos
al
ecumenismo
notables,
fue
Juan
XXIII
quien
dio
decidido
impulso
al
ecumenismo
al
fundar
el
Secretariado
para
la
Unidad,
bajo
la
presidencia
del
cardenal
Agustín
Bea,
en
1960.
El
Concilio,
por
su
parte,
aprobó
el
documento
llamado
Unitatis
Redintegratio
a
favor
de
la
conversión
ecuménica
(ver
núm.
167).
El
doctor
Fischer,
arzobispo
anglicano
de
Canterbury
visitó
a
Juan
XXIII
en
1960,
y
el
doctor
Craig,
presbiteriano,
lo
hizo
en
1962
y
el
doctor
Ramsey
-‐sucesor
de
Fischer-‐
dialogó
con
Paulo
VI
en
1966.
Al
Concilio
asistieron
observadores
de
la
Iglesia
luterana,
reformada,
metodista,
congregacionalista,
cuáquera,
etc.
Paulo
VI
se
reunió
también
con
el
Patriarca
Atenágoras
en
1963.
Roma
y
Constantinopla
se
levantaron
mutuamente
(1965)
sus
anatemas
lanzadas
en
1054
(ver
núm.
53).
En
cada
uno
de
sus
viajes,
Juan
Pablo
II
acostumbra
orar
en
común
con
representantes
de
hermanos
separados.
En
Ghana
recibió
al
arzobispo
de
Canterbury,
doctor
Roberto
Runcie
y,
en
el
Vaticano,
a
Elías
II,
Patriarca
ortodoxo
de
Georgia.
De
fines
de
mayo
a
principios
de
junio
de
1980
ser
reunieron
representantes
de
ortodoxos
y
católicos
en
Patmos,
Grecia.
En
Taizé,
el
hermano
Rogier
Schutz
ha
fundado
una
comunidad
de
oración
cuya
luz
ha
inundado
a
la
cristiandad
entera.
171.-‐
EL
MUNDO
ACTUAL
A
lo
largo
de
este
siglo
la
ciencia
ha
proporcionado
a
la
humanidad
excelentes
inventos
y
descubrimientos.
Cuando
han
sido
usados
de
la
manera
adecuada
-‐como
medios
al
servicio
del
ser
humano-‐
ha
beneficiado
la
vida.
Citemos
unos
cuantos
únicamente.
La
insulina
(de
Banting
y
Best,
1922),
la
penicilina
(Fleming,
1928),
la
vitamina
B-‐12
(Smith,
1948),
la
vacuna
antipolio
(Salk
y
Lépine,
1954).
En
1900
Zeppelin
hizo
volar
el
primer
dirigible;
en
1927
Lindbergh
atravesó
el
Atlántico;
en
1957
los
rusos
lanzaron
al
Sputnik
y
en
1969
alunizó
el
Apolo
XI
americano.
Actualmente
podemos
usar
aparatos
que
nuestros
antepasados
no
soñaron,
tales
como
la
televisión,
cine,
cámaras,
grabadoras,
microscopios,
calculadoras,
radar,
etc.,
etc.
Con
todo,
el
hombre
se
ha
convertido
en
siervo
de
la
técnica
en
vez
de
ser
su
señor.
No
sólo
porque
ha
construido
la
bomba
atómica
y
la
ha
arrojado
en
Japón
sino
porque
actualmente
posee
armas
cinco
mil
veces
más
potente.
El
mundo
gasta
mucho
más
dinero
en
armas
que
en
educación.
Las
ciudades
han
crecido
hasta
convertirse
en
megalópolis
habitadas
por
millones
de
hombres
desconocidos
entre
sí,
instintivamente
enemigos
de
los
demás,
neuróticos,
sedientos
de
placer,
esclavizados
al
afán
de
poseer
bienes
materiales,
frustrados
por
no
conseguirlos
y
por
ello
entregados
al
consumo
de
la
droga,
el
alcohol
o
el
desenfreno
sexual
y
manipulador
por
los
medios
de
comunicación
social,
sometidos
a
los
dictámenes
de
las
compañías
transnacionales
que
gobiernan
los
mercados
y
el
mundo.
La
situación
social
de
nuestro
continente
-‐tal
como
lo
presenta
la
III
CELAM-‐,
es
gravísima.
La
brecha
entre
ricos
y
pobres
es
creciente
día
con
día.
Vivimos
en
una
situación
de
pecado
social
contraria
a
los
planes
de
Dios,
producida
por
las
estructuras
económicas,
sociales
y
políticas.
Se
manifiesta
en
niños
que
nacen,
destinados
a
morir,
jóvenes
frustrados
por
falta
de
trabajo,
indígenas
marginados,
campesinos
explotados,
obreros
mal
retribuidos,
personas
subempleadas
o
desempleadas,
ancianas
olvidadas,
etc.
Por
ello
la
asamblea
episcopal
declaró
que
"países
como
los
nuestros,
en
donde
con
frecuencia
no
se
respetan
derechos
humanos
fundamentales
-‐vida,
educación,
vivienda,
trabajo-‐
están
en
situaciones
de
permanente
violación
de
la
dignidad
de
la
persona".
No
estamos
al
borde
de
la
tercera,
y
última
guerra
mundial,
ni
sería
ésta
solución
alguna
para
los
problemas
de
la
humanidad,
pues
supondría
la
muerte
de
la
raza
humana.
Si
no
lo
hacen
los
sentimientos
morales,
la
certeza
de
que
no
habrá
vencedores
sino
únicamente
muertos,
y
el
equilibrio
de
la
capacidad
nuclear
de
los
países
armados,
detiene
los
ánimos
belicosos
de
las
potencias
mundiales.
Es
preciso,
con
todo,
recalcar
que
las
relaciones
entre
los
bloques
antagónicos
están
sumamente
deterioradas
y
corren
el
peligro
de
empeorar
más
todavía.
Hemos
vuelto
a
la
guerra
fría
pese
a
que
esa
época
de
tirantez
no
favoreció
la
paz
mundial
ni
el
verdadero
progreso
de
los
pueblos.
53
Fomentó
el
odio
entre
los
seres
humanos
he
hizo
que
los
gobiernos
gastaran
incalculables
cantidades
de
dinero
en
armamento
en
vez
de
haberlos
usado
en
educación,
alimentos
y
medicinas.
Estados
Unidos
y
Rusia
han
retornado
a
la
senda
del
ataque,
de
la
enemistad
y
de
la
desconfianza
mutuas,
en
vez
de
mejorar
sus
incipientes
buenas
relaciones.
Preparan
ejércitos,
estrategias
y
armas.
La
repartición
de
la
producción
mundial
del
petróleo
y
la
lucha
para
lograr
la
propia
supremacía,
han
exacerbado
el
ímpetu
imperialista
de
las
potencias
a
costa
de
la
paz
mundial
y
de
la
felicidad
de
los
países,
la
cual
debería
estar
fundada
no
en
el
terror
sino
en
las
relaciones
internacionales
de
justicia.
En
varias
regiones
encontramos
además,
conflictos
violentos
-‐Afganistán,
El
Salvador,
entre
otros-‐
que
en
medida
más
limitada
tiene
capacidad
de
reproducir
negativamente
en
otras
zonas
del
mundo.
Los
dirigentes
mundiales
vuelven
a
preferir
el
uso
del
cañón
en
vez
del
diálogo.
Estas
actitudes
desquician
el
desenvolvimiento
de
la
historia
y
detienen
el
progreso
de
la
humanidad.
La
cultura
mundial,
posible
a
partir
de
la
coexistencia
pacífica,
rueda,
así,
al
precipicio.
Porque
los
cañones
y
las
bombas
destruyen
la
risa
de
los
niños
y
la
vida
de
las
flores.
Tal
es
el
mundo
en
el
que
el
mensaje
de
Cristo
debe
ser
fermento
que
redima.
Practicado
por
los
cristianos,
el
evangelio
salvará
a
la
cultura
urbano-‐industrial
que
contiene
los
adelantos
científicos
más
depurados
y
la
miseria
de
seres
humanos
oprimidos.
Cristianos
y
hombres
de
buena
voluntad
trabajan
juntos
para
lograr
que
los
hombres
vuelvan
a
ser
hermanos
y
alaben
todos
al
único
Dios
verdadero
y
a
su
Hijo
Jesús.
SIGLO
XXI
172.
BENEDICTO
XVI
En
el
año
2005
el
Papa
Benedicto
XVI
inicio
su
labor
dirigiendo
a
la
Iglesia
enfrentando
los
retos
que
se
le
presentan
en
la
sociedad
actual
y
dando
un
rumbo
a
seguir
en
esta
misma
aclarando
y
enseñando
organizando
y
planeando.
Cuando
era
perpecto
de
la
fe,
Ha
participo
en
algunos
documentos
importantes
como
Dominus
Jesus
algunas
Encíclicas
que
ha
escrito
son
las
siguientes:
Deus
Caritas
Est,
Spe
Salvi
y
Caritas
in
Veritate.
172.
LA
IGLESIA
ANTE
EL
FUTURO
El
futuro
de
la
Iglesia
se
presenta
con
grandes
retos
y
grandes
oportunidades
es
un
tiempo
donde
la
Iglesia
tendrá
que
inculturarse
como
en
las
primeras
comunidades.
Renato Leduc # 231 Col. Toriello Guerra, Del. Tlalpan C.P. 14050, México, D.F.
Tel. 5 665 53 79 Fax 5 665 47 93
MISIONEROS APÓSTOLES DE LA PALABRA
MATERIA: HISTORIA GENERAL DE LA IGLESIA
Lección 1: Nociones generales
Siglo
I
Siglo
II
Lección
2:
Siglo
III
Siglo
IV
Lección
3:
Siglo
V
Siglo
VI
Lección
4:
Siglo
VII
Siglo
VIII
Lección
5:
Siglo
IX
Siglo
X
Lección
6:
Siglo
XI
Siglo
XII
Lección
7:
Siglo
XIII
Siglo
XIV
Lección
8:
Siglo
XV
Siglo
XVI
Lección
9:
Siglo
XVII
Siglo
XVIII
Lección
10:
Siglo
XIX
Siglo
XX
Siglo
XXI
FORMA
DE
TRABAJAR
ESTA
MATERIA:
2.-‐ Estaremos siguiendo un solo libro. La bibliografía se te indica en la parte de abajo.
3.-‐
En
cada
tema
se
te
indica
la
forma
de
trabajar,
se
trata
de
contestar
algunos
cuestionario,
completar
algunos
cuadros,
o
realizar
algunos
resúmenes.
5.- Es importante que antes de empezar la lectura de alguna lección, consultes lo que se te pide realizar. Esto te ayudará a poner
más atención en lo importante del capítulo.
6.-‐
Los
trabajos,
incluyendo
los
cuadros,
hay
que
realizarlos
en
las
mismas
hojas
que
te
envío.
7.-‐ Próximamente te enviaré el repaso final (examen) para que lo contestes y envíes.
55
RECOMENDACIONES:
1.-‐ Debes leer detenidamente cada tema ( si es necesario dos o tres veces).
2.-‐
Al
empezar
tu
lectura,
es
común
que
te
encuentres
palabras
que
no
entiendas.
Para
superar
esto,
es
necesario
que
preguntes
a
un
sacerdote
cercano,
si
tienes
posibilidad,
escríbeme
manifestando
tus
dudas.
No
te
quedes
con
dudas,
pregunta
siempre.
3.-‐
Hay
que
tener
paciencia
con
uno
mismo,
ya
que
en
ocasiones
no
se
tiene
el
hábito
de
lectura
y
de
comprensión
rápida.
Pero
debes
estar
consciente
que
nadie
nace
sabiendo.
Hay
que
luchar
por
adquirir
el
hábito
de
lectura.
Y
esto
se
consigue
intentándolo
todos
los
días.
BIBLIOGRAFÍA:
CHURRUCA
PELAEZ
AGUSTIN,
Historia
Mínima
de
la
Iglesia,
Ed.
Clavería,
México.
NOTAS DE CALIFICACIÓN
100
Excelente
90 Muy bien
80 Bien
70 Regular
60 Suficiente
50 No aprobado
EVALUACIÓN
Las tareas y trabajos de cada tema valen 8 puntos. En esta materia hay 10 lecciones, quiere decir que si se entregan todos los
trabajos, bien hechos, se tendrá = 80
El
repaso
final
20
puntos
=
20
Buena presentación de tus trabajos 10 puntos = 10
_
_______
110*
* Hay 10 puntos extras, de tal forma que tienes más posibilidades de adquirir tu 100 de calificación, ánimo.
-‐
Presente
algún
texto
Bíblico
de
los
siguientes
acontecimientos
de
la
vida
de
Jesús:
-‐Bautismo
de
Jesús:
_______________________________________________________________________
-‐Jesús
orando
en
el
desierto
(cuarenta
días)_____________________________________________________
-‐Jesús
elige
a
los
12
apóstoles
________________________________________________________________
-‐Cuales
son
los
nombres
de
los
apóstoles_______________________________________________________
_________________________________________________________________________________________
-‐La
resurrección
___________________________________________________________________________
-‐La
ascensión
_____________________________________________________________________________
-‐La
fundación
de
la
Iglesia____________________________________________________________________
56
-‐Día
de
Pentecostés________________________________________________________________________
2.-‐
¿Quién
fue
el
apóstol
que
sustituyo
a
Judas
Iscariote?
3.-‐
¿Qué
libro
de
la
Biblia
nos
narra
los
primeros
años
de
la
vida
de
la
Iglesia?
4.-‐
Presente
el
texto
Bíblico
donde
se
eligió
a
los
siete
primeros
Diáconos
5.-‐
Presente
una
pequeña
Biografía
de
San
Pablo
6.-‐
¿Quién
fue
el
Protomártir?
7.-‐
¿Cómo
se
llamó
el
primer
Concilio
que
existió
en
la
Iglesia
y
en
que
año
se
realizo?
57
8.-‐
Menciona
algunos
lugares
donde
se
expandió
el
cristianismo
en
el
siglo
I
9.-‐
En
que
año
aproximadamente
murieron
Pedro
y
Pablo
10.-‐
Menciona
3
sucesores
de
Pedro
11.-‐
¿Cuántos
Papas
han
existido?
12.-‐
¿Quiénes
fueron
los
Padres
Apostólicos
menciona
2
de
ellos?
13.-‐
¿Quiénes
fueron
los
Padres
Apologiítas,
menciona
dos
que
se
destaque
en
el
siglo
II?
14.-‐
¿Quiénes
fueron
los
gnósticos
?
15.
¿Quién
fue
Montano?
LECCIÓN 2: Siglo III siglo IV
Lee
con
atención
las
páginas
19-‐25
y
contesta
las
siguientes
cuestiones:
PON UNA V SI LA ORACIÓN ES VERDADERA Y UNA F SI LA ORACIÓN ES FALSA
1.-‐
En
este
siglo
los
Papas
tuvieron
que
defender
la
Iglesia
de
la
espada
hostil
y
de
la
herejía
interna.
(
)
2.-‐
La
herejía
que
Jesús
es
hijo
adoptivo
de
Dios
se
llamo
adopcionismo.
(
)
3.-‐
El
Adopcionismo
fue
promovido
por
Arrio.
(
)
4.-‐
Sabelio
negó
la
existencia
del
purgatorio.
(
)
5.-‐
San
Cipriano
fue
obispo
de
Cartago.
(
)
6.-‐
En
el
siglo
IV
se
presentó
la
novena
persecución
decretado
por
Dioclesiano.
(
)
7.-‐
El
13
de
junio
de
313
Constantino
permitió
la
religión
cristiana.
(
)
8.-‐
En
que
consistió
el
modalismo
y
quién
la
promovía.
(
)
CONTESTA
LAS
SIGUINES
PREGUNTAS
1.-‐
¿
Qué
es
el
patripasianismo?
58
2.-‐
¿
Qué
es
el
Maniqueísmo?
3.-‐
¿Quién
fue
Tertuliano?
4.-‐
¿Quién
fue
San
Clemente
de
Alejandría?
5.-‐¿
Quién
fue
Orígenes
?.
6.-‐
Menciona
algunos
emperadores
que
persiguieron
la
Iglesia
en
el
siglo
III.
7.-‐
¿Qué
aspectos
positivos
y
negativos
crees
que
se
dieron
en
este
siglo
con
la
libertad
de
culto
que
decretó
Constantino?
8.-‐
¿Cuáles
fueron
las
tesis
de
Donato?
9.-‐
¿Qué
afirmaba
Macedonio
de
Constantinopla?
10.-‐
¿Quién
fue
Arrió
y
cuáles
fueron
sus
tesis?
11.-‐
¿En
qué
año
se
realizó
y
qué
proponía
el
concilio
ecuménico
de
Nicea?
12.-‐
¿En
qué
año
se
realizó
y
qué
proponía
el
concilio
ecuménico
de
Constantinopla?.
59
13.-‐
Menciona
algunos
Padres
de
la
Iglesia
que
sobresalen
en
el
siglo
IV
14.-‐
¿Quién
fue
San
Martín
de
Tours?
15
.-‐
Cómo
era
el
bautismo
de
los
niños
en
el
siglo
IV
16.-‐
A
partir
de
qué
concilio
se
fue
extendiendo
la
costumbre
de
que
los
sacerdotes
fueran
célibes.
LECCIÓN
3
Siglo
V
y
VI
Lee
las
paginas
27-‐32
y
contesta
las
siguientes
preguntas:
1.-‐
¿En
que
año
y
quien
dividió
el
imperio
Romano?
2.-‐
Menciona
algunas
conversiones
de
algunos
pueblos
al
cristianismo
que
se
dieron
en
el
siglo
V
.
3.-‐
¿Qué
afirmaba
Apolinar
de
Laodisea?
4.-‐
¿Qué
afirmaba
Diódoro
de
Tarso?
5.-‐
¿Qué
afirmaba
los
monofisistas?
6.-‐
¿Qué
afirmaba
Nestorio?
7.-‐
¿Qué
afirmaba
Nestorio
acerca
de
la
Virgen
Maria?
8.-‐
¿Qué
afirmaba
Pelagio
en
relación
al
pecado
original
y
el
bautismo?
9.-‐
¿En
que
consistió
el
semipelagianismo?
60
10.-‐
¿En
que
año
y
que
afirmaba
el
concilio
de
Éfeso?
11.-‐
¿En
que
año
y
que
afirmaba
el
concilio
de
Calcedonia?
12.-‐
Menciona
algunos
padres
de
la
Iglesia
del
siglo
V,
así
como
algunas
de
sus
obras.
13.-‐
¿En
que
año
y
que
afirmaba
el
II
concilio
de
Constantinopla?
14.-‐
Habla
de
la
vida
monacal
del
siglo
VI
y
quién
se
destaca
como
ejemplo
de
vida
monacal
en
este
siglo.
LECCIÓN 4: Siglo VII y VIII
Presenta en un resumen de 2 páginas los acontecimientos del siglo VII y VIII
LECCIÓN 5: Siglo IX y siglo X
Lee
las
páginas
39
a
la
42
y
contesta
las
siguientes
cuestiones:
1.-‐
Menciona
algunas
conversiones
de
pueblos
paganos
al
cristianismo.
2.-‐
En
qué
año
y
que
propuso
el
IV
concilio
de
Constantinopla
3.-‐
¿Por
qué
este
siglo
se
le
llamó
año
de
las
sombras?
4.-‐
¿En
qué
consistió
el
sistema
económico
llamado
feudalismo?
5.-‐
¿Cómo
era
la
relación
de
los
emperadores
y
los
Pontífices
en
el
siglo
X?
6.-‐
Habla
de
la
fundación
de
la
orden
de
Cluny.
7.-‐
Habla
de
algunas
conversiones
al
cristianismo
de
este
siglo.
61
LECCIÓN 6: Siglo XI y siglo XII
Lee
las
páginas
43
a
51
y
contesta
las
siguientes
cuestiones:
1.-‐
Menciona
2
órdenes
que
aumentaron
la
vitalidad
renovadora
de
la
vida
religiosa
de
la
Iglesia
en
el
siglo
XI.
2.-‐
¿Quién
fue
San
Enrique
II?
3.-‐
¿Qué
obras
se
deben
al
Papa
Nicolás
II?
4.-‐
¿Qué
obras
se
le
deben
al
Papa
San
Gregorio
VII?
5.-‐
Explica
la
ruptura
entre
Bizancio
y
Roma
6.-‐
¿En
qué
siglo
se
realizo
la
primera
cruzada
y
quien
la
convoco?.
7.-‐
¿En
qué
consistió
el
Arte
Románico
desarrollado
en
el
siglo
XI?.
8.-‐
¿En
qué
siglo
llegó
a
su
esplendor
la
Edad
Media?
9.-‐
Menciona
algunas
ordenes
religiosas
que
surgieron
en
el
siglo
XII
10.-‐
Habla
un
poco
de
San
Anselmo,
Pedro
Lombardo,
Abelardo,
Pedro
de
Bruys,
Enrique
de
Lausana
y
San
Bernardo
de
Claraval.
11.-‐
¿Quién
atacó
la
legitimidad
de
las
propiedades
eclesiásticas
y
del
poder
temporal
de
los
Papas
y
negó
los
sacramentos?
62
12.-‐
¿En
que
consistió
el
concordato
de
worms?
13.-‐
Presenta
una
síntesis
de
la
situación
de
los
papas
en
este
siglo
14.-‐¿
En
qué
año
y
qué
propuso
en
el
concilio
de
Letran?
15.-‐
¿En
qué
año
y
qué
propuso
en
el
II
concilio
de
Letran?
14.-‐¿
En
qué
año
y
qué
propuso
en
el
III
concilio
de
Letran?
LECCIÓN 7 : Siglo XIII y Siglo XIV
Lee las páginas 53-69 y contesta las siguientes cuestiones
1.-‐
Menciona
algunos
Papas
y
emperadores
que
se
destacan
en
este
siglo
2.-‐
Habla
de
las
cinco
cruzadas
que
se
realizaron
en
este
siglo
3.-‐
¿Quién
fue
Pedro
de
Valdez?
4.-‐
Menciona
algunos
grupos
sectario
de
este
siglo
5.-‐
¿En
qué
año
y
que
propuso
el
IV
concilio
de
Letran?
6.-‐
¿En
qué
año
y
qué
propuso
el
concilio
de
Lyon?
63
7.-‐En
qué
año
y
qué
propuso
el
II
concilio
de
Lyon?
8.-‐
Presenta
una
Biografía
sobre
San
Francisco
de
Asís
9.-‐
Qué
importancia
crees
que
tiene
el
franciscanismo
para
la
Iglesia
de
este
tiempo
10.-‐
Presenta
la
Biografía
de
Santo
Domingo
de
Guzmán
64
11.-‐
Algunas
comunidades
religiosas
que
surgieron
en
este
siglo
fueron:
12.-‐
¿
En
qué
consistió
la
inquisición?
13.-‐
¿Cuál
fue
la
primera
universidad
fundada
en
el
siglo
XIII?
14.-‐
¿Qué
nueva
corriente
surge
en
el
siglo
XIII?
15.-‐
¿Quién
fue
Santo
Tomás
de
Aquino?
Presenta
algunas
de
sus
obras
16
¿Cuál
es
la
característica
del
ate
Gótico?
17.-‐
¿Quién
fue
Bonifacio
VIII?
18.-‐
Por
qué
en
este
siglo
los
Papas
abandonaron
Roma
y
fueron
a
aviñón?
65
19.-‐
¿
En
qué
año
y
qué
propuso
el
concilio
de
Viena?
20.-‐
Habla
de
las
primera
pugnas
entre
los
franciscanos
21.
¿A
qué
se
debió
el
surgimiento
del
espíritu
místico?
22.-‐
RELACIONA
LAS
COLUMNAS
1.
Dante
Alhigieri
( Pretendió
restablecer
la
Escolástica
)
2.
Duns
Scotto
Escribió
la
Divina
comedia
(
)
En
sus
pinturas
mezcló
el
sentimiento
3.
Occam
religioso
con
el
más
certero
realismo.
(
)
Fue
uno
de
los
más
importantes
4.
Juan
Wyclef
adversarios
de
la
jerarquía,
de
su
poderío
político
y
temporal
(
5.
Giotto
)
Poeta,
asimiló
de
los
clásicos
griegos
tanto
su
forma
y
estilo
como
su
espíritu
de
libertad.
6.
Petrarca
( Escribió
en
italiano
poemas
de
amor
y
los
)
cuentos
del
Decamerón.
7.
Juan
Boccaccio
Atacó
el
valor
de
las
ideas
universales.
(Negó
el
valor
de
ciencia
a
la
teología
)
66
(
)
23.-‐
Explica
el
cisma
de
occidente
24.-‐
¿En
qué
consistió
la
Bula
de
Oro?
25
Menciona
dos
suceso
importantes
en
el
siglo
XIV
LECCIÓN
8:
Siglo
XV
y
Siglo
XVI
Lee
las
páginas
71-‐93
y
elabora
los
siguientes
trabajos:
Haz un resumen de 3 páginas del siglo XV
1.-‐
¿
Por
qué
es
de
vital
importancia
estudiar
el
siglo
XVI?
2.-‐
Presenta
algunos
autores
del
renacimiento
(menciona
algunas
de
sus
obras).
3.-‐
¿En
qué
año
se
realizó
y
qué
propuso
el
quinto
concilio
de
Letrán?
67
4.-‐Explica
cuáles
fueron
las
causas
por
las
que
Martín
Lutero
se
separó
de
la
Iglesia.
5.-‐
¿En
qué
cosas
Martín
Lutero
estuvo
en
contra
de
la
Iglesia
Católica?
6.-‐
¿Qué
doctrina
de
Martín
Lutero
se
refleja
actualmente
en
las
sectas?
7.-‐
Menciona
otras
divisiones
que
existieron
en
el
siglo
XVI
8.-‐
Cuáles
fueron
los
efectos
en
Europa
a
causa
de
las
divisiones?
9.-‐¿
En
qué
año
se
realizó
y
qué
propuso
el
concilio
de
Trento?
10.-‐
¿Qué
adelantos
hubo
en
la
vida
espiritual
en
el
siglo
XVI?
11.-‐
Menciona
algunas
ordenes
religiosas
de
este
siglo
12.-‐
Habla
brevemente
de
las
misiones
en
el
oriente
68
13.-‐
¿Cuáles
fueron
las
tres
primeras
congregaciones
que
llegaron
a
América?
14.-‐
Menciona
algunas
de
las
principales
diócesis
y
obispos
novo
hispanos
15.-‐
Presenta
algunos
evangelizadores
de
América
16.-‐
Enumero
algunos
santos
y
beatos
de
América
17.-‐
¿En
qué
año
se
apareció
la
Virgen
de
Guadalupe
a
Juan
Diego?
18.-‐
¿En
qué
consistió
el
Molinismo
y
quién
era
su
representante?
19.-‐
¿En
qué
consistió
el
bañecianismo
y
quién
era
su
representante?
20.-‐
¿Quién
fue
Miguel
Bayo
y
cuál
era
su
postura
entre
la
naturaleza
y
lo
sobrenatural
69
Lee las paginas 95 a la 111 y realiza los siguientes trabajos
Elabora un resumen de 4 páginas sobre el siglo XVIII
Contesta
las
siguientes
preguntas
1.-‐
¿Qué
grupos
separados
surgieron
en
el
siglo
XIX?
2.-‐
relaciona
las
columnas
A.
Voltaire
( Escribió
el
Contrato
social,
en
el
que
)
proclamó
la
igualdad
de
los
derechos
de
todos
los
ciudadanos.
B.
Rousseau
Lanzó
tremendos
ataques
en
contra
de
la
Iglesia
católica
a
la
que
llamaba
la
infame
y
a
(
)
la
que
pretendía
destruir.
C.
Montesquieu
Fundador
del
cálculo
infinitesimal,
al
igual
que
Newton,
publicó
su
doctrina
filosófica.
(
)
Defendió
la
teoría
de
la
separación
de
D.
Leibnitz
los
poderes
públicos
–legislativo,
ejecutivo
y
judicial.
(
)
3.-‐
¿En
qué
consistió
la
masonería
y
cuándo
cobró
auge
en
México?
4.-‐
Presenta
algunas
congregaciones
religiosas
del
siglo
XVIII
5.-‐
¿Cómo
afectó
la
revolución
Francesa
a
la
Iglesia?
6.-‐
Cómo
era
la
situación
histórica
de
Estados
Unidos
en
el
siglo
XVIII?
Lección 10: Siglo XIX y Siglo XX
Lee
las
páginas
113
a
la
148
y
realiza
los
siguientes
trabajos:
1.-‐ Respetando los subtítulos haz un resumen de 3 páginas sobre el siglo XIX
70
Contesta
las
siguientes
cuestiones:
1.-‐
Presenta
algunos
de
los
problemas
sociales
que
se
presentaron
en
el
siglo
XX
2.-‐
Menciona
algunos
hechos
que
realizó
el
Papa
Pio
X
3.-‐
Presenta
una
síntesis
de
la
primera
guerra
mundial
4.-‐
Presenta
algunas
obras
de
Benedicto
XV
5.-‐
¿Cuál
era
la
situación
de
Rusia
en
el
Siglos
XX?
6.-‐
Menciona
algunas
obras
y
documentos
importantes
del
Papa
del
Papa
Pio
XI
7.-‐
Haz
una
síntesis
de
la
guerra
de
los
cristeros
en
México
8.-‐
Elabora
un
resume
de
la
Segunda
Guerra
Mundial
71
9.-‐ Enumera algunos hechos y documentos importantes de los siguientes Papas:
Pio XII
Juan XXIII
Paulo
VI
72
Juan Pablo I
10.-‐
Elabora
una
síntesis
de
la
Historia
de
la
Iglesia
Actual
73
INDICE
Lección
1:
Nociones
generales
Siglo
I…………………………………………………………………………………………………………………………………………………
3
74
Siglo
II……………………………………………………………………………………………………………………………………………….
5
Lección
2:
Siglo
III………………………………………………………………………………………………………………………………………………
6
Siglo
IV………………………………………………………………………………………………………………………………………………
8
Lección
3:
Siglo
V……………………………………………………………………………………………………………………………………………….
9
Siglo
VI…………………………………………………………………………………………………………………………………………….
12
Lección
4:
Siglo
VII…………………………………………………………………………………………………………………………………………..
12
Siglo
VIII………………………………………………………………………………………………………………………………………….
13
Lección
5:
Siglo
IX…………………………………………………………………………………………………………………………………………….
15
Siglo
X……………………………………………………………………………………………………………………………………………..
16
Lección
6:
Siglo
XI…………………………………………………………………………………………………………………………………………….
16
Siglo
XII……………………………………………………………………………………………………………………………………………
18
Lección
7:
Siglo
XIII…………………………………………………………………………………………………………………………………………..
20
Siglo
XIV…………………………………………………………………………………………………………………………………………..
25
Lección
8:
Siglo
XV……………………………………………………………………………………………………………………………………………
29
Siglo
XVI…………………………………………………………………………………………………………………………………………..
34
Lección
9:
Siglo
XVII………………………………………………………………………………………………………………………………………….
41
Siglo
XVIII…………………………………………………………………………………………………………………………………………
46
Lección
10:
Siglo
XIX…………………………………………………………………………………………………………………………………………..
50
Siglo
XX……………………………………………………………………………………………………………………………………………
59
Siglo
XXI………………………………………………………………………………………………………………………………………….
70
Cuestionario:
………………………………………………………………………………………………………………………………………………
71
75
76