Model S

El Model S disfruta de diferentes variantes en las que las diferencias son, sobre todo, la potencia
de sus motores eléctricos y la capacidad de carga de sus baterías, que no modifican ni su
tamaño, ni su peso ni su disposición en el chasis. Siempre van alojadas en el piso del coche,
mientras que el motor -o motores- están situados en línea con los ejes.

La variante menos prestacional se denomina "60", y está disponible en versiones de tracción

trasera (60) y tracción total (60D). Equipados con una batería de 60 kWh, aceleran de 0 a 100
km/h en 5.8 y 5.4 segundos respectivamente, alcanzando los 400 km de autonomía homologada.
El siguiente escalón son los "75" y "75D", que de igual manera ofrecen tracción trasera en el caso
del 75 y tracción integral en el caso del 75D. No hay diferencias en la aceleración, sólo en la
velocidad máxima (210 km/h en los 60 y 225 km/h en los 75) y en la autonomía, que alcanza los
490 km según homologación.

Por encima, la variante 90 D, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4.4 segundos, tracción
integral y una batería de 90 kWh capaz de proporcionar una autonomía homologada de 557 km.
La versión más potente y prestacional es la P100D, con una batería de 100 kWh que proporciona
una autonomía de 613 km, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en unos impresionantes 2.4
segundos.

El Model S ofrece además todo tipo de adelantos tecnológicos y ayudas a la conducción, entre las
que destaca el conocido AutoPilot, un sistema de conducción autónoma compuesto de 8 cámaras
y 12 sensores ultrasónicos, que a día de hoy ya son capaces de controlar el vehículo por sí solos,
aunque aún requieren de un conductor atento y dispuesto en todo momento.