You are on page 1of 17

Universidad Teológica del Caribe

Programa Bachillerato en Artes, Interpretación Bíblica

Saint Just, P. R.

ENSAYO
SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN: SEGÚN LAS RELIGIONES - CATÓLICA,
PROTESTANTE HISTÓRICA Y PENTECOSTAL

Presentado al Prof. Héctor Hiraldo Sosa


En cumplimiento de los requisitos al curso EG 103
Técnicas de Investigación

Por:
Rafael E. Rivera Cuevas
# De estudiante: 2658
05 de diciembre de 2014

TABLA DE CONTENIDO

1
Introducción……………………………………………………………………………..3

Términos teológicos…………………………………………………………….4

La perspectiva Católica Romana, protestante histórica y pentecostal en cuanto a la


salvación y la seguridad de ésta, en la vida de un creyente………………………….....5
1. Perspectiva Católica…………………………………………………………….5

2. La perspectiva de las Iglesias Históricas de la Reforma Protestante…………...8

3. La perspectiva general de las iglesias pentecostales…………………………..10

4. Teología similar en conceptos pero no en su interpretación…………………..12

5. Trasfondo histórico de las diferentes vertientes……………………………….13

a. Agustín de Hipona………………………………..…………………...13

b. Pelagianismo y semipelagianismo…………………………………….14

c. Calvinismo clásico…………………………………………………….15

d. Calvinismo moderado…………………………………………………15

e. Arminianismo reformado……………………………………………...16

f. Arminianismo wesleyano……………………………………………...16

6. Conclusión……………………………………………………………….…….17

7. Bibliografía…………………………………………………………………….18

Introducción

“Lo único seguro en la vida es la muerte”. Este dicho popular tiene su verdad e ironía

incluida: Verdad porque al nacer, nadie puede asegurarle un segundo más de vida, ya que hay

2
sucesos fuera de nuestro control (incluyendo el nacer), y hasta cierto punto, una de ella es la

muerte. Ironía porque la existencia humana en su estado natural, es inevitablemente, pasar por el

proceso de transición física temporal la cual llamamos “vida” teniendo un fin contrario, la

muerte. El ser humano busca sobrevivir por naturaleza y extender su existencia de alguna

manera u otra. Este concepto es innato en cada ser humano y en algún momento se preguntará

¿Cuándo muera, que pasará? ¿Habrá vida después de la muerte? Para una persona cristiana

(mayormente tradicional, ya sea católica o protestante), este asunto está resuelto: la vida sigue en

forma espiritual, ya sea separado de Dios o junto a Dios, o vas para el infierno o vas para el cielo

(aunque para los católicos, hay un purgatorio para algunos, antes de ir al cielo), pero todo

depende si eres salvo o no, o si tendrás propiamente “la salvación de tu alma” cuando mueras.

Desde la perspectiva cristiana, el ser humano tiene dos estados de vida espiritual, el inmediato y

el eterno:

1. La vida en Cristo (presente) recibida por fe en su Palabra según la mayoría de los


protestantes, o por los sacramentos según los católicos, llamada “salvación y/o vida
eterna”.
2. La vida en Cristo después de la muerte, llamada “salvación o vida eterna y resurrección
corporal”.
¿Esta salvación, es efímera o permanente? ¿Está la salvación condicionada a los seres
humanos o está asegurada por Dios unilateralmente?
Expondré estas contestaciones según los dogmas, doctrinas y pensamientos de las
respectivas iglesias/denominaciones de acuerdo a las tradiciones históricas y sus
vertientes.

Términos teológicos:
1. Salvación: Liberación de todo tipo de mal, sea material o espiritual.
Teológicamente significa: a. El proceso mediante el cual el hombre es liberado de
todo aquello que interfiere en el goce de las excelsas bendiciones de Dios.; b. el

3
goce, propiamente dicho, de esas bendiciones. En el Antiguo Testamento,1 La
más importante condición humana para alcanzar la salvación era la confianza en
Dios. En el N. T. la salvación generalmente significaba liberación del pecado
para entrar en una nueva vida, por medio de la fe en el Hijo de Dios encarnado
(Jn. 3:16; Ef. 2:13-18). La salvación no sólo libra del futuro castigo, sino también
del pecado como poder actual (Ro. 6). Incluye todas las bendiciones redentoras
que tenemos en Cristo, principalmente la regeneración, conversión, justificación,
adopción, santificación y glorificación. En ciertos aspectos la doctrina de la
salvación trasciende al hombre y afecta a todo el universo (1 Co.15:28).2
2. Regeneración: Cambio espiritual que se produce en el corazón del hombre por
obra y gracia del Espíritu Santo y por el cual se transforma la naturaleza
pecaminosa y puede responder por fe a Dios y vivir de acuerdo a su voluntad (Mt.
19:28; Jn. 3:3; Tit. 3:5), abarcando la totalidad de la naturaleza del hombre, pues
altera la disposición que lo gobierna, ilumina su mente, libera su voluntad y
renueva su naturaleza.3
3. Vida Eterna: Participación en la vida de Jesucristo, el Hijo de Dios (Jn. 1:4;
10:10; 17:3; Ro. 6:23), que alcanza su máximo goce en la vida venidera (Mt.
25:46; Jn. 6:54; Ro 2:7; Tit. 3:7). Sin fin en su duración y divina en su cualidad.4
4. Seguridad: Enseñanza teológica que sostiene como certera la continuidad de la
salvación de los que son salvos; se la conoce también como la doctrina de la
perseverancia final.5
La perspectiva Católica Romana, protestante histórica y pentecostal en

cuanto a la salvación y la seguridad de ésta, en la vida de un creyente:

1. Perspectiva Católica según citadas en el Catecismo de la Iglesia Católica.6

(Aunque son siete Sacramentos, sólo cuatro son pertinentes al tema)

1
En el A. T. la liberación de la derrota en batalla (Ex. 15:2), de la angustia (Sal. 34:6), de los enemigos (2
s. 23:36-38), de la infamia (Sal.57:3), del exilio (Sal. 106:47), de la muerte (Sal. 6:40), del pecado (Ez. 36:29). A
menudo se habla de Dios como Salvador (Is. 43:3,11).
2
Merrill C. Tenney. Diccionario manual de la Biblia. (Florida: Editorial Vida, 1990), 242.
3
Ibid., 232.
4
Ibid., 278.
5
Ibid., 248.

4
“Los católicos enseñan que la salvación depende de los sacramentos y de los méritos

logrados por el hombre en colaboración con la gracia de Dios, además de la fe.”7

a. El Sacramento del bautismo (primer paso para ser salvo)


1213 El santo bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el
Espíritu (vitae spiritualis ianua) y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el
Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser
miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión…8
1214 Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central
mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro
del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de
Cristo de donde sale por la resurrección con Él (Cf. Rm 6,3-4; Col 2,12) como "nueva criatura" (2
Co 5,17; Ga 6,15).

En este catecismo #1213, es importante reseñar las palabras "regenerados como hijos de

Dios" ya que en esto se basa la transformación de una vida natural a una vida espiritual, en otras

palabras "el nuevo nacimiento". Según el catecismo 1250, este sacramento se hace a los infantes

ya que nacen con una naturaleza caída y manchada por el pecado original. Por el bautismo son

librados del poder de las tinieblas y trasladados al dominio de libertad de los hijos de Dios.

Según el catecismo 1997, el cristiano participa de la gracia de Cristo por el bautismo. Luego de

ser bautizado, la persona colabora con la gracia de Dios para ser justificado ante Dios haciendo

uso de otros sacramentos y haciendo méritos.

b. Justificación
1993 La justificación establece la colaboración entre la gracia de Dios y la libertad del hombre.
Por parte del hombre se expresa en el asentimiento de la fe a la Palabra de Dios que lo invita a la
conversión, y en la cooperación de la caridad al impulso del Espíritu Santo que lo previene y lo
custodia.
1995…La justificación implica la santificación de todo el ser.

En la práctica, esta colaboración significa que tanto la vida eterna, como las bendiciones

diarias, dependen de la conducta del hombre, por tanto, no está asegurada.

6
Ramsay B. Richard. Católicos y protestantes: ¿Cuál es la diferencia? Miami, Fl.: Editorial
Unilit, 2002.
7
Ibid, 22.
8
Se usa solamente el número del párrafo en todas las citas del Catecismo, para poder encontrar la cita en
cualquier versión.

5
c. Eucaristía “acción de gracias”, (Sagrada Comunión, Cena del Señor)
1068…En efecto, la liturgia, por medio de la cual “se ejerce la obra de nuestra redención”, sobre
todo en el divino sacrificio de la Eucaristía, contribuye mucho a que los fieles, en su vida,
expresen y manifiesten a los demás el misterio de Cristo y la naturaleza genuina de la verdadera
Iglesia.
1069…Por la liturgia, Cristo, nuestro Redentor y Sumo Sacerdote, continúa en su Iglesia, con ella
y por ella, la obra de nuestra redención.
1074…Es en los sacramentos, y sobre todo en la Eucaristía, donde Jesucristo actúa en plenitud
para la transformación de los hombres.

Este sacramento envuelve muchos puntos dentro de la teología Católica en donde según

estos catecismos, la Cena del Señor no es un símbolo del sacrificio de Cristo sino un continuo

sacrificio que “contribuye” a la salvación, perpetuando así un sacrificio redentor en la Eucaristía.

(Esto minimiza la obra del Señor al entregar su carne y sangre en propiciación por los pecados y

excluye como suficiente, el único sacrificio perfecto de Jesucristo en la Cruz del Calvario.)

d. La confesión y la penitencia
1422 “Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el
perdón de los pecados cometidos contra El…
1461…Los obispos y presbíteros, en virtud del sacramento del orden, tienen el poder para
perdonar todos los pecados “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
1460 La penitencia que el confesor impone debe tener en cuenta la situación personal del
penitente y buscar su bien espiritual. Debe corresponder todo lo posible a la gravedad y a la
naturaleza de los pecados cometidos. Puede consistir en la oración, en ofrendas, en obras de
misericordia, servicios al prójimo, privaciones voluntarias, sacrificios, y sobre todo, la aceptación
paciente de la cruz que debemos llevar.

Este sacramento y/o catecismo enseña la autoridad de los sacerdotes para perdonar

pecados e impone prácticas de penitencias que contrario a la doctrina de la restitución, más bien

parece un sinnúmero de obras sacrificiales que apaciguan la retribución de Dios al pecado que

pueden ser considerados castigos en sí mismos y/o como paga por las faltas del ser humano.

La iglesia Católica también enseña que la fe es necesaria para salvarse.


161 Creer en Cristo Jesús y en Aquel que lo envió para salvarnos es necesario para obtener esa
salvación.181 "Creer" es un acto eclesial. La fe de la Iglesia precede, engendra, conduce y
alimenta nuestra fe. La Iglesia es la madre de todos los creyentes. "Nadie puede tener a Dios por
Padre si no tiene a la Iglesia por madre" (S. Cipriano, unit. eccl.: PL 4, 503A).

6
(Cuando en el catecismo se habla de Iglesia, se refiere a la Iglesia Católica Romana con

sede en el Vaticano y no a una Iglesia universal como tal).

Según la lectura simple de estas enseñanzas, no hay seguridad de salvación en ningún

momento de la vida cristiana en un creyente que se ha integrado a la Iglesia Católica, ya que

según sus doctrinas; al bautizarse, son integrados a ser “hijos de Dios” pero no hay seguridad de

su duración o hasta cuando es efectiva esta identidad porque se le exige cumplir luego con otros

pasos que hacen posible la continuidad de la salvación conforme a méritos según una gracia de

Dios limitada al cumplimiento del hombre y a los sacramentos impuestos como requisitos para

salvarse dentro y solamente dentro de la Iglesia Católica. En resumen, los católicos unen en

forma inseparable: la gracia redentora con los sacramentos y los méritos humanos. El individuo

recibe la gracia inicial en el bautismo. Después coopera con Dios para hacer actos de justicia,

alimentándose en este proceso de justificación por medio de los demás sacramentos. La Iglesia

Católica es la mediadora, el canal, para entregar la gracia redentora.

2. La perspectiva de las Iglesias Históricas de la Reforma Protestante.

Consideraremos la ortodoxia doctrinal de las Iglesias Reformadas nacidas del

movimiento calvinista en Gran Bretaña, cuyas raíces históricas están en las enseñanzas expuestas

por Juan Calvino durante el siglo XVI en Ginebra, Suiza. Usaremos La Confesión de fe de

Westminster9 y el Catecismo Menor de Westminster10 como las principales referencias.11

9
Confesión de fe de Westminster - http://www.ipch.cl/cfw.pdf
10
Catecismo Menor de Westminster -
https://reformadoreformandome.files.wordpress.com/2009/02/catesismo-menor-de-westminster.pdf
11
Ramsay B. Richard. Católicos y protestantes: ¿Cuál es la diferencia? Miami, Fl.: Editorial
Unilit, 2002.

7
La regeneración es el nuevo nacimiento que produce Dios en el ser humano por su poder

creativo. Dios toma la iniciativa enviando su Santo Espíritu para transformar al ser humano y

darle vida; esto es el nuevo nacimiento. Según Emery H. Bancroft, conocido autor Bautista en la

declaración doctrinal dice: “La regeneración es lo más importante. Señala la línea de separación

entre la vida eterna y la muerte eterna, entre la filiación eterna y la alienación eterna”.12

a. Capítulo 10: Llamamiento Eficaz


A todos aquellos a quienes Dios ha predestinado para vida, y a ellos solamente, le agrada en su
tiempo señalado y aceptado, llamar eficazmente (1) por su palabra y Espíritu, (2) fuera del estado
de pecado y muerte en que están por naturaleza, a la gracia y salvación por Jesucristo; (3)
iluminando espiritual y salvadoramente su entendimiento, a fin de que comprendan las cosas de
Dios; (4) quitándoles el corazón de piedra y dándoles uno de carne; (5) renovando sus voluntades
y por su potencia todopoderoso, induciéndoles hacia aquello que es bueno, (6) y trayéndoles
eficazmente a Jesucristo; (7) de tal manera que ellos vienen con absoluta libertad, habiendo
recibido por la gracia de Dios la voluntad de hacerlo. (8)
(Rm 8:30 y 11:7; Ef 1:10,11.2 Ts 2:13,14; 2 Co. 3:3,6. Rm 8:2; 2 Ti 1:9,10; Ef 2:1-5. Hch
26:18; 1 Co 2:10,12; Ef 1:17,18. Ez 36:26. Ez 11:19; Flp 2:13; Dt 30:6. Ez 36:27.Ef 1:19; Jn
6:44,45. Cnt 1:4; Sal 110:3; Jn 6:37; Rm 6:16-18.)
(Esta doctrina está íntimamente ligada a la regeneración, ya que Dios hace él llamamiento
por su Palabra y produce vida espiritual para creer las cosas espirituales como la fe en Jesucristo
para tener salvación.)
.

A este capítulo le antecede la doctrina del Libre Albedrío la cual contiene una explicación

de la voluntad caída que debe ayudar a entender el Llamamiento Eficaz. Lo siguiente es sólo una

porción de la doctrina:

III. El hombre, por su caída a un estado de pecado, ha perdido absolutamente toda


capacidad para querer algún bien espiritual que acompañe a la salvación;(1) por tanto como
hombre natural, que está enteramente opuesto a ese bien (2) y muerto en el pecado, (3) no puede
por su propia fuerza convertirse a sí mismo o prepararse para la conversión. (4). (Rm 5:6 y 8:7;
Jn 15:5. Rm 3:10,12. Ef 2:1,5; Col 2:13. Jn 6:44,65; 1 Co 2:14; Ef 2:2-5; Tit 3:3-5.)

b. Capítulo 11: La Justificación


I. A los que Dios llama de una manera eficaz, también justifica gratuitamente, (1) no
infundiendo justicia en ellos sino perdonándoles sus pecados, y contando y aceptando sus
personas como justas; no por algo obrado en ellos o hecho por ellos, sino solamente por causa de

12
Emery H. Bancroft, Fundamentos de teología Bíblica, (Grand Rapids, Michigan: Publicaciones Portavoz
Evangélico, 1986), 310.

8
Cristo; no por imputarles la fe misma, ni el acto de creer, ni alguna otra obediencia evangélica
como su justicia, sino imputándoles la obediencia y satisfacción de Cristo (2) y ellos por la fe, le
reciben y descansan en él y en su justicia. Esta fe no la tienen de ellos mismos. Es un don de
Dios. (3) (Rm 8:30 y 3:24.Rm 4:5-8; 2 Co 5:19,21; Rm 3:22,24,25,27,28; Tit 3:5,7; Ef 1:7; Jer
23:6; 1 Co 1:30,31; Rm 5:17-19. Hch 10:44; Gl 2:16; Flp 3:9; Hch 13:38,39; Ef 2:7,8.)

El Catecismo Menor de Westminster dice:


(Pregunta #33) ¿Qué es la justificación? Respuesta: La justificación es un acto de la
libre gracia de Dios, por el cual él perdona todos nuestros pecados y nos acepta como
justos delante de él; mas esto solamente en virtud de la justicia de Cristo, la cual nos
es imputada.

Este paso de justificación es totalmente de Dios hacia los hombres como veredicto divino

por los méritos de Cristo, dejando al hombre libre de culpa y juicio eterno, entendiendo éste

juicio como la pena de muerte eterna separado de Dios.

c. Capítulo 12: La Adopción


Dios se digna conceder a todos aquellos que son justificados en y por su único Hijo
Jesucristo, que sean partícipes de la gracia y adopción: (1) por la cual ellos son contados dentro
del número, y gozan de las libertades y privilegios de los hijos de Dios; (2) están marcados con su
nombre, (3) reciben el espíritu de adopción; (4) tienen acceso confiadamente al trono de la gracia;
(5) están capacitados para clamar, Abba, Padre; (6) son compadecidos, (7) protegidos, (8)
proveídos, (9) y corregidos por el como por un padre; (10) sin embargo, nunca desechados, (11)
sino sellados para el día de la redención, (12) y heredan las promesas, (13) como herederos de
salvación eterna. (14). (Ef 1:5; Gl 4:4,5. Rm 8:17; Jn 1:12. Jer 14:9, 2 Co 6:18; Ap 3:12. Rm
8:15. Ef 3:12; Rm 5:2. Gl 4:6. Sal 103:13. Pr 14:26. Mt 6:30,32; 1 P 5:7.Heb 12:6.Lm 3:31. Ef
4:30. Heb 6:12.1 P 1:3,4; Heb 1:1.)

Esta salvación explicada en estos puntos son la base de una identidad segura en Cristo,

siendo esta certeza, el ancla que no se mueve de su lugar. Dios es él que inicia y termina la obra

en él cristiano, Por tanto, según estas doctrinas, la seguridad de la salvación está completamente

dependiente de la obra redentora de Cristo y su continua gracia derramada a sus escogidos. El

que es salvo, siempre será salvo (no confundir con libertinaje).

3. La perspectiva general de las iglesias pentecostales

Ya que no existe una confesión de fe oficial de las iglesias pentecostales; tomaremos del

siguiente libro los fundamentos predicados y enseñados generalmente en esta denominación.

9
Según el libro “Fundamentos de la teología pentecostal”
a. Somos salvos y mantenidos salvos por fe
“Ciertamente no es la voluntad de Dios que ninguno se pierda. También se nos asegura que Él es
capaz de guardarlos de la caída. Pero estas cosas no son automáticas. Dios no salva a un hombre
en contra de su voluntad, ni tampoco lo mantiene en contra de su voluntad. Tanto la fe y el
arrepentimiento son necesarias para la salvación, como también son para la continuación de esa
salvación en la vida del cristiano. La condición escritural para la salvación es creer”13(Jn 3:36,
3:18, 5:24, 6:47)

En el llamado "libre albedrío" está la raíz de éste pensamiento, de que nos apropiamos de

la fe salvífica cuando queramos y la desechamos también por el poder de nuestro “libre

albedrío”, es decir: nuestra voluntad es libre para decidir si nos perdemos o nos salvamos, y si

fuimos salvos alguna vez, así también podemos perder la salvación.

La regeneración y justificación según el pensamiento pentecostal:

b. Justificación
“La justificación es un término legal que presenta al pecador ante el tribunal de Dios para recibir
condenación por los pecados que ha cometido. Pero en vez de ser condenado es judicialmente
pronunciado ‘no culpable’; Dios lo declara Justo.”14

c. Regeneración (en base en Jn. 3:6)


“La carne y el espíritu son dos dominios enteramente diferentes; no hay manera alguna que un
pecador por naturaleza y fuerza propia, pueda hacerse en un hijo de Dios. La vida espiritual, que
es necesaria a fin que podamos ser hijos de Dios, sólo es posible mediante el poder del Espíritu
Santo.”15

“Él hombre no puede de ninguna forma, ni por virtud o esfuerzo propio, llegar a la posición de
filiación divina. Al igual que no hay nada que haga que el niño recién nacido para nacer, así, el no
regenerado no lleva a cabo su nacimiento espiritual. la vida eterna es el don de Dios (Tt. 1:5; Ef
2:8,9; Jn 1:13). Mientras que es verdaderamente cierto que el nuevo nacimiento es el don de
Dios, es importante que nos demos cuenta que hay ciertos medios y agentes involucrados en la
experiencia.16

13
Guy P. Duffield., y Nathaniel M. Van Cleave, Fundamentos de teología Pentecostal, (Bogotá,
Colombia: Editorial Desafío, 2006), 282.
14
Guy P. Duffield., y Nathaniel M. Van Cleave, Fundamentos de teología Pentecostal, (Bogotá,
Colombia: Editorial Desafío, 2006), 241.
15
Ibíd., 253.
16
Ibíd., 254.

10
Luego de esta explicación de la regeneración, el autor aclara que es por medio de creer en el

evangelio, que es la Palabra de Dios predicada, en dónde él Espíritu hace la obra, entendiendo

ésta obra como el convencer al pecador de pecado, pero a última instancia el pecador decide si

cree o no cree para entonces, al aceptar a Jesucristo como Salvador, el ser humano es regenerado

para tener la salvación.17 Podemos entender por esto que la regeneración no precede la fe sino

que la fe proviene del individuo para poder regenerarse o nacer de nuevo, según el autor.

d. La responsabilidad del creyente


“Nuestra parte es creer en Él; la parte de Dios es guardarnos. La responsabilidad del creyente es
apropiarse de los medios de gracia provistos por Dios para sus hijos. El creyente no se puede
guardar a sí mismo pero debe someterse al poder de Dios. La única manera en que el creyente
puede actuar a favor de su salvación es en proporción a la obra de Dios en él.”

“La participación del creyente es nutrirse en la palabra de Dios, someterse al ministerio del
Espíritu Santo y preservar la comunión constante con Dios a través de la oración. Es por medio
de la fe, la obediencia y la sumisión a la voluntad de Dios, que el creyente se adueña de todo lo
que la gracia de Dios suple. No somos salvados ni guardados a causa de la fe y la obediencia.
Pero la fe y la obediencia nos mantienen en comunión con Cristo, quien es fiel y nos preserva
hasta él fin.”18 (II Tit. 1:12)

En éste parte, la doctrina de como mantenerse salvo, es en base a la comunión constante

con Dios por nuestra perseverancia que nace de nuestra consistencia voluntaria al apropiarnos de

una gracia que está siempre presta pero alcanzable sólo por voluntad humana; en otras palabras,

“eres salvo porque haces estas cosas; no haces estas cosas porque eres salvo” . Esta doctrina no

se diferencia mucho a la doctrina Católica de los sacramentos ya que estos están disponibles por

gracia como condición de salvación para el que se disponga a tomarlas.

4. Teología similar en conceptos pero no en su interpretación:

Según la teología pentecostal, la muerte de Jesús es considerada como: Vicaria

(Sustitutiva; 1 P. 3:18), expiatoria (cubre, paga, repara; Heb. 10:4-10), y propiciatoria


17
Ibíd., 255-256.
18
Guy P. Duffield., y Nathaniel M. Van Cleave, Fundamentos de teología Pentecostal, (Bogotá,
Colombia: Editorial Desafío, 2006) 284.

11
(satisfactoria, “satisface la ira de Dios”;Rm. 3:25), reconciliadora (de la enemistad a la paz con

Dios; Rm 5:10) redendentora (libertadora "de la cautividad del pecado"). 19 (Con la simple

lectura de estos puntos , se puede deducir que el que está verdaderamente en Cristo, tiene todo

cubierto por Él, en el sentido salvífico porque ¿qué más podría requerir Dios para poder salvarme

eternamente y mantenerme en esta salvación que ya no haya sido dada en Cristo por gracia?)

Estas doctrinas que acabo de mencionar están incluidas en las teologías de los católicos y

protestantes históricos también como en la del pentecostalismo, pero interpretadas y entendidas

de diferentes maneras en cuanto al resultado o eficacia suficiente para asegurar la salvación del

creyente. Como ya hemos mencionado, la diferencia de pensamiento y doctrina estriba en que

por un lado la determinación y el esfuerzo humano provoca el resultado inicial y final, los cuales

él catolicismo y el pentecostalismo caerían bajo este renglón, mientras que el protestantismo

histórico (partiendo de los reformadores Martín Lutero y Juan Calvino), cree y enseña que la

salvación es totalmente obra de Dios de principio a fin por Su soberano y eterno decreto.

5. Trasfondo histórico de las diferentes vertientes:

Para tener un trasfondo de dónde proceden estos pensamientos teológicos en cuanto a la

salvación, tenemos que mencionar a Agustín de Hipona, uno de los padres de la Iglesia que

estableció, o más bien desarrolló las doctrinas de la gracia con sus obras “Del Espíritu y la letra”

“De la naturaleza y la gracia” y “De la gracia de Jesucristo y del pecado original” las cuales son

contra Pelagio y Celestio en su posición “Pelagiana” , luego en respuesta a los “semipelagianos”

escribió “De la predestinación de los santos” y “Del don de la perseverancia”.20

a. San Agustín: (escribe a Próspero e Hilario en respuesta a sus cartas)

19
Ibíd., 202-204.
20
Justo L. González, Historia del pensamiento cristiano.,(Barcelona, España: Editorial Clie, 2006), 334-
335.

12
Porque ya esos hermanos nuestros, hacia quienes se muestra tan solícita vuestra piadosa caridad,
han llegado a creer, con la Iglesia de Cristo, que todo el género humano nace sujeto a la culpa del
primer Adán, de la que nadie puede libertarse si no es por la justicia del Adán segundo. Y
también creen y confiesan que las voluntades humanas son prevenidas por la gracia divina,
concediendo que nadie por su propio esfuerzo se basta para comenzar o consumar ninguna obra
buena. Permaneciendo, por tanto, firmes en la creencia de estas verdades que han llegado a
confesar, están ya muy distantes del error de los pelagianos.21

“Demostraremos, primeramente que la fe, por la que somos cristianos, es un don de Dios”

Agustín aclara en ésta su homilía “La predestinación de los santos” que la fe salvífica

proviene de Dios y no es nacido del hombre como requerimiento para recompensar al hombre

con salvación, porque éste necesita una intervención divina en su voluntad para creer al

evangelio para que prevalezca la elección de Dios por gracia para aquellos predestinados.

La gracia es irresistible. La gracia no obliga la voluntad humana sino que la mueve

mediante una “suave violencia” (frase usada por Agustín) que actúa de tal modo que la propia

voluntad concuerde con ella. “También es necesario permanecer fiel hasta la muerte, y esto sólo

es posible mediante el don de la perseverancia, que es también el resultado de la gracia, y por

tanto no depende tampoco de los méritos humanos.”22

b. Pelagianismo y semipelagianismo: (doctrinas antiagustinianas)

Pelagio - quien dio su nombre al pelagianismo. En el 405 d.C. en la ciudad de Roma, al

tener su encuentro con la teología de San Agustín, y reaccionó violentamente contra él modo en

que éste lo hacía depender todo de la gracia de Dios y no parecía dejar sitio al esfuerzo y la

participación del humano, “Da lo que mandas y manda lo que quieras” decía él pasaje de

Confesiones.”23 Desde el punto de vista pelagiano, el ser humano tiene el poder innato de no

pecar. Según Pelagio, hay una gracia natural en el ser humano que puede por sus propias

21
San Agustín - La predestinación de los santos:
http://www.augustinus.it/spagnolo/predestinazione_santi/index2.htm
22
Justo L. González, Historia del pensamiento cristiano.,(Barcelona, España: Editorial Clie, 2006), 346-
347.
23
Ibíd., 331-332.

13
fuerzas, salvarse o perderse y que la predestinación de que habla Pablo no es un decreto soberano

de Dios en virtud del cual los humanos se salvan o se pierden, sino que es la presciencia divina

actuando en vista del preconocimiento de las decisiones humanas; en otras palabras, Dios ve de

antemano que el hombre ha de hacer bien o mal de lo cual Dios determina su destino

dependiendo de esto. (Predestinación es lo mismo que saber de antemano).24

Luego nace el “semipelagianismo” que no abraza del todo al pelagianismo ni tampoco

rechaza toda las doctrinas de Agustín de Hipona. Parte de estas enseñanzas rechazan que el ser

humano quedó imposibilitado para buscar a Dios por el pecado de Adán, (el ser humano sólo

quedó debilitado) y el inicio de la conversión de aceptar la gracia ofrecida por Dios es departe

del ser humano y depende de éste, pero la perseverancia es don de Dios.25

Lo siguiente son cuatro posiciones protestantes históricas que nos darán luz en cuanto a
las diferentes perspectivas que podemos encontrar hoy día en las doctrinas de las iglesias.

c. Calvinismo clásico: El reformador suizo del siglo XVI Juan Calvino, desarrolló
un sistema doctrinal con raíces en el pensamiento de Agustín basada en la
Soberanía de Dios como principio organizador del pensamiento cristiano:
“cualquier respuesta de un ser humano depravado, anterior a la Regeneración,
mermaría la Soberanía de Dios”. Para Calvino, la elección para salvación es
incondicional y, por tanto, la perseverancia en la Salvación también lo es.
Aquellos a quien Dios llama eficazmente serán preservados de un modo
irresistible en un estado de Gracia. Una generación después de Calvino,
sistematizó esta teología alrededor de la controversia contra Jacobo Arminio, en
dónde se crea los “cinco puntos del calvinismo” o “las doctrinas de la Gracia”:
Depravación total, Elección incondicional, Expiación limitada, Gracia irresistible
y Perseverancia de los santos. (Hay debates entre calvinistas si estos puntos y sus
respectivas explicaciones concuerda con las doctrinas que quería transmitir
Calvino como la doble predestinación y la expiación limitada o particular). 26
d. Calvinismo moderado: “Es la expresión que he escogido para designar a quienes
proceden de una herencia calvinista, pero han moderado su calvinismo de forma
significativa, especialmente los elementos relativos a la predestinación. La

24
Ibíd., 333-334.
25
Justo L. González, Historia del pensamiento cristiano, (Barcelona, España: Editorial Clie, 2006), 356-
357.
26
Mathew J. Pinson, ed. La Seguridad de la Salvación: Cuatro puntos de vista, Barcelona,
España: Editorial Clie, 2006), 18-20.

14
mayoría de los bautistas de nuestros días encajan en esta descripción, así como
buen número de evangélicos de las congregaciones, denominaciones, y grupos
paraeclesiales libres. La forma más corriente de calvinismo moderado se adhiere
a una versión moderada de las doctrinas de la depravación total y de la
perseverancia de los santos. Sin embargo, o bien se deshace por completo de los
tres puntos intermedios, o bien los reinterpreta de un modo que difiere
radicalmente del calvinismo clásico.”27

e. Arminianismo reformado : El arminianismo reformado tiene sus raíces en el


pensamiento del teólogo holandés Jacobo Arminio, que fue la figura central del
movimiento anticalvinista de la Iglesia Reformada Holandesa a finales del siglo
dieciséis. La posición de Arminio esta enmarcada dentro del Catecismo de
Heidelberg y de la Confesión de Fe Belga. Arminio creía que no todos los
regenerados son escogidos, “puesto que la elección para salvación comprende no
solamente de la fe, sino asimismo la perseverancia de la fe..” Estas palabras
demuestran que para Arminio la apostasía era algo posible para un regenerado.
Sin embargo, su posición no implica que el pecado produzca la pérdida de la
salvación en un creyente. La única forma en que un cristiano puede perder la
salvación es renunciando a su fe en Cristo.28
f. Arminianismo wesleyano: Es el sistema teológico que surgió de la asimilación
crítica que hizo John Wesley de las incontables tradiciones teológicas que éste
tenía a su disposición en la Iglesia de Inglaterra del siglo XVIII. Wesley y sus
seguidores compartieron muchas creencias con Arminio, como por ejemplo: la
Elección condicional, la Expiación universal, la posibilidad de resistir la Gracia y
la posibilidad de la apostasía. Wesley y algunos de sus seguidores divergían del
pensamiento estrictamente arminiano y estaban de acuerdo con el pensamiento
remonstrante posterior. Mientras Arminio creía en la satisfacción penal de la
Expiación, Wesley fucionó ésta, con el concepto de Expiación gubernamental29,
adoptando conceptos de la teología metodista del siglo diecinueve, rechazando la
idea de la imputación de la Justicia de Cristo a los creyentes en la Justificación.
Wesley fue conocido por las doctrinas de la “segunda bendición” y la completa
santificación. Los wesleyanos sostenían que el cristiano puede perder la salvación
por incredulidad y por el pecado no confesado. Sin embargo, la apostasía podía
remediarse mediante un nuevo arrepentimiento. En nuestros días, el
arminianismo wesleyano puede encontrarse en los diferentes organismos
metodistas, en los grupos de Santidad como la Iglesia del Nazareno, la Iglesia
Wesleyana, y el Ejército de Salvación, y también en la mayoría de las

27
Ibíd., 22.
28
Mathew J. Pinson, ed. La Seguridad de la Salvación: Cuatro puntos de vista, Barcelona,
España: Editorial Clie, 2006), 25-26.
29
Expiación gubernamental: este punto de vista sostiene que Cristo, por su muerte en realidad no pagó el
castigo por el pecado de nadie. Lo que Su muerte hizo fue demostrar lo que sus pecados merecían en la mano del
gobernador justo y Juez del universo, y permite a Dios perdonar justamente a los hombres si por otros motivos,
como su fe, su arrepentimiento, sus obras y su perseverancia, satisfacen su demanda.

15
denominaciones tradicionales pentecostales y carismáticas, que tienen una
herencia teológica, en parte, wesleyana.30

Conclusión
No hay que negar que todos hemos sido influenciados por diversas doctrinas, desde los

púlpitos, escuela bíblica, pero no necesariamente se habla de su procedencia histórica en

pensamientos de teólogos desde la Iglesia primitiva hasta hoy. Creo que es importante saber la

procedencia de los dogmas y doctrinas para considerar las diferentes vertientes y corroborar con

estudios su veracidad según las escrituras, con el fin de formar nuestras propias conclusiones en

cuanto a la seguridad de la salvación y otras doctrinas.

La seguridad de la salvación parece ser un tema irreconciliable porque todas las

perspectivas usan textos bíblicos para enseñar y sostenerlas. Este tema conlleva estudiar y

formalizar una soteriología desde la obra salvadora de principio a fin las cuales varían de teólogo

en teólogo. Aunque no creo que es indispensable para un creyente saber todos los detalles de las

diferentes doctrinas para vivir una vida agradable ante el Señor; creo que aclara la interpretación

bíblica y le ayuda para ser sostenido por una fe que esté bien cimentada en las Escrituras.

Además, entiendo que este tema es de suma importancia porque esto puede afectar el

desenvolvimiento en nuestro caminar diario en Cristo en cuanto a la intención del corazón al

servir y obrar en piedad.

El tener seguridad de salvación incondicional, para mi es una base firme en las promesas

de Dios, descansando en la obra terminada de Jesucristo, sabiendo que el que comenzó la buena

obra en nosotros la terminará, y en lo personal, aunque mi formación familiar es católica; en mi

temprana adultez, me integré a una comunidad de fe pentecostal, pero en cuanto a la soteriología,

30
Pinson,. La Seguridad de la Salvación, 27-29.

16
estoy de acuerdo en las doctrinas de las iglesias históricas según la Confesión de Westminster.

Bibliografía

Bancroft, H. Emery. Fundamentos de teología Bíblica. Grand Rapids, Michigan: Publicaciones


Portavoz Evangélico, 1986.
Duffield, P. Guy., y Van Cleave, M. Nathaniel. Fundamentos de teología Pentecostal. Bogotá,
Colombia: Editorial Desafío, 2006.

González, L. Justo. Historia del pensamiento cristiano. Barcelona, España: Editorial Clie, 2006.
Pinson, J. Mathew, ed. La Seguridad de la Salvación: Cuatro puntos de vista. Barcelona,
España: Editorial Clie, 2006.
Ramsay, B. Richard. Católicos y protestantes: ¿Cuál es la diferencia?. Miami, Fl: Editorial
Unilit, 2002.
Tenney, C. Merrill. Diccionario manual de la Biblia. Florida: Editorial Vida, 1990.

Referencias de Internet:

Confesión de fe de Westminster. - http://www.ipch.cl/cfw.pdf

Catecismo Menor de Westminster. - https://reformadoreformandome.files.wordpress.com

San Agustín - La predestinación de los santos


http://www.augustinus.it/spagnolo/predestinazione_santi/index2.htm

Vicaría de Pastoral, Arquidiócesis Primada de México. - http://www.vicariadepastoral.org.mx/


1_catecismo_iglesia_catolica/catecismo_iglesia_catolica.pdf (11/17/14).

17

You might also like