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Consignas:

Sobre la lectura:

a) Con el texto adjunto “La noche de los feos” de Mario Benedetti, pon en práctica el proceso de la
lectura. No olvides tomar como marco de referencia el modelo propuesto por el Pedagogo español, Vicent
Antolí. Se trata de ir pasando por todos los pasos que menciona el autor. Deben anotar las inferencias, los
ajustes la comprensión y la interpretación.

Proceso de lectura:

Predicción: por los paratextos reconocí al autor, y creí que era un texto que no había leído antes; “La noche de
los feos” no me remitía a ningún recuerdo de haberlo leído, también pensé por el título que el cuento se
trataría de dos hombres feos en la noche, por la flexión en género del adjetivo feos, y no tuve en cuenta que
podría ser una implicatura en la que “feos” hace referencia a que ambos géneros (femenino y masculino) de
la pareja tanto él como ella eran “feos”. Luego en el medio de la lectura me pareció un poco desubicada la
invitación a su departamento. En un momento pensé que detallaría de una manera muy literaria o metafórica
algún tipo de relación más íntima entre ellos.

Inferencia: en primer lugar cuando comencé a leer me di cuenta que ya lo había leído pero no lo recordaba, ni
siquiera el final. También corrobore que no se trataba de dos hombres, sino de una pareja de ambos sexos.
Que el texto tiene la cuota romántica que caracteriza a Benedetti.

Verificación: si bien había una cuestión más íntima en la acción contada, al estar desnudos uno frente al otro.
No esperaba que lloraran, entonces pude determinar que además de conocerse de manera física, (en cuanto
a sus marcas, cicatrices en la piel) estaban conociendo sus heridas más profundas las que no se ven las que
han sido marcadas por la mismos estereotipos sociales y culturales.

Corrección: luego volví a leer el texto corregí la idea de que los estereotipos solos están marcados de manera
externas sino que es tan fuerte el peso de estos, que él mismo había creado una idea falsa sobre quienes son
ellos dos: “En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo
había fabricado.”. Una mentira que nos hacen creer, y determinarnos como lindos y feos, donde lo que no se
ajusta a los parámetros de belleza estándar nos parece feo, mentira que se mete en los más profundo tanto
así, que terminamos creyéndola. Y ellos terminan dándose cuenta de eso y comienzan a cambiarlo, después
de llorar hasta el alba, donde la luz comienza a develar lo que en un principio habían querido ocultar.

b) Te propongo que elabores una pequeña reflexión sobre la lectura. Para ello, debes remontarte a
algún concepto/ autor que hayamos trabajado en clase. Puedes usar la que encabeza este texto.

Teniendo en cuenta la siguiente acepción de Cassany: "leer y escribir no son solo tareas lingüísticas o procesos
psicológicos, sino también prácticas socioculturales. Leer exige descodificar la prosa y recuperar los implícitos,
pero también darse cuenta del significado que cada comunidad otorga a una palabra" (Tras las líneas, 2006:10),
la lectura no solo es una actividad de mera comprensión textual sino que esta atraviesa la vida de las personas
recreando los significados con los que ellas mismas conviven todos los días, no solo en el ámbito educativo
sino también en las demás relaciones sociales, culturales, económicas y políticas. Por eso importante poder
ver y entender cómo nuestra práctica docente es una afección directa hacia la persona que tenemos en frente,
en relación con el hecho fundamental de enseñar a leer de diversas maneras, en diversos contextos y no recluir
esta actividad como una mera acción rutinaria dentro del colegio. La lectura contribuye a una mejor calidad
educativa, y por ende a una sociedad más abierta, preparada y autónoma.
c) Con el texto adjunto piensa al menos una propuesta de lectura para alumnos del secundario. La
misma no se trata de una planificación sino más bien pautar y describir mínimamente en qué consiste la
propuesta.

Debe contener necesariamente: objetivos, actividades de los alumnos.

La siguiente propuesta está pensada para un 4° o 5° año del nivel secundario.

- Propuesta: leeremos el texto “La noche de los feos” de forma compartida, comenzara la docente luego
leerá algún alumno que se ofrezca voluntariamente y de no ser así, se elegirá alguno al azar para que
participe. Se propone que mientras leemos, pensemos en qué otros textos podemos encontrar, estas
ideas de lo feo y lo lindo. Luego hablaremos de algunos datos biográficos de Mario Benedetti, y Platón.
Para poder leer en grupos de cuatros personas, algunos fragmentos de “La Republica” de Platón, y
establecer comparaciones entre los textos, e identificar cuáles son los diferentes conceptos o ideas
sobre lo bello, lindo – lo mutable, lo feo. En qué se diferencia o se asemejan las “ideas” habladas en La
republica con la historia del cuento, y qué tipo de relación se pueden establecer en nuestro contexto.
- Consigna para el alumno:
o En grupos de a cuatro personas leerán el fragmento, en primera instancia para los integrantes
del grupo, para eso deberán designar dos lectores. El resto de los integrantes deberán relevar
a modo de lista los conceptos que se podrían relacionar con el cuento “La noche de los feos”.
o En una segunda instancia cada grupo deberá compartir con el resto de la clase los textos,
leyendo en voz alta con su compañero.
o Por ultimo preparare, para comentar al resto de la clase a modo de debate, las ideas apuntadas
y las relaciones establecidas en el primer inciso.
- Propósitos
o Facilitar la diversidad de textos, para promover la ampliación del vocabulario, y procesos
cognitivos en los que se establezcan inferencias y relaciones entre diferentes conceptos: de lo
más abstracto a lo más tangible o cercano.
o Promover el espacio para el intercambio de ideas, y la formación de un pensamiento más
crítico.
- Objetivos
o Que el alumno haga uso de sus capacidades lingüísticas y socialice con sus compañeros
mediante las prácticas de lecturas propuestas.
o Que el alumno logre comprender y apropiarse de los conceptos trabajados desde lo literario,
filosófico y trasponerlo en su dinámica cotidiana.

Fragmento I

Pero ¿a quiénes llamas verdaderos filósofos? Preguntó.


-A los amantes de contemplar la verdad. Respondí yo.
-Y eso, ciertamente, con razón. Dijo -; sin embargo, ¿cómo explicas eso?
-De ningún modo sería fácil -dije yo- frente a otra persona; pero creo que tú me concederás esto.
(…)
-Ya que lo bello es contrario a lo feo, son dos cosas.
-Y la misma afirmación [se hará] sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo y sobre todas las ideas, que
cada una de ellas, [tomadas en sí], son una, pero que, apareciendo por doquier mezcladas en los actos, en los
cuerpos y entre ellas mismas, cada una de ellas tiene aspectos múltiples.
(…)
-De esa manera, pues. Dije yo. , distingo separadamente a los que tú ahora llamabas amantes de los
espectáculos, amigos de las artes y hombres emprendedores, y a mi vez por otro lado a los que se refería la
cuestión a los que únicamente se les llama con razón filósofos.
-¿Cómo dices? preguntó.
-Los amantes, en cierto modo. Dije yo. , de sonidos y de espectáculos tienen afecto por las bellas voces,
bellos colores, bellas formas y por todas las obras en las que se manifiesta la belleza, pero su espíritu no
puede percibir y amar su naturaleza [la de la propia belleza].
-Es así realmente. Dijo.
-Pero ¿acaso no serán raros los que son capaces de elevarse hasta la belleza en sí y contemplarla en su
esencia?
-Ciertamente.

Fragmento II - La ciencia y la opinión

-Por tanto, el que reconoce que existen cosas bellas, pero ni cree en [la existencia de] la belleza en sí, ni él
puede seguir al que podría conducirlo a su conocimiento, ¿crees tú que vive en sueños o realmente? Pues
precávete. ¿Acaso no es esto soñar, ya sea durmiendo, ya en la vigilia, tomar un objeto que se parece a otro,
no por la imagen de ese objeto, sino por el objeto mismo al que se le parece?
-Yo, en efecto. Contestó él. , llamo a eso soñar.
-Por el contrario, el que reconoce la existencia de la belleza absoluta y que puede percibir a la vez esa belleza
y las cosas que participan de ella, sin llegar a confundir esas cosas con la belleza, ni la belleza con esas cosas,
¿te parece que ese individuo vive realmente o en sueños?
-Sí. Contestó. , vive realmente.
-Por lo tanto, al pensamiento de ese individuo que conoce, nosotros lo llamaremos con razón conocimiento,
pero al del otro, que supone, [le daremos el nombre de] opinión.
(…)
-Pero ¿si ese individuo, el cual decimos que supone, pero que no tiene el conocimiento [del objeto], se
irritase contra nosotros y sostuviese que no decimos la verdad?, ¿no tendríamos algún medio de calmarlo y
persuadirlo dulcemente ocultándole que está enfermo?
(…)
-¡Ea!, pues busca que le respondemos; ¿o en vez de eso quieres que le preguntemos, diciendo que, si sabe
algo, ninguno le envidiará, sino que complacidos veríamos a un hombre que sabe alguna cosa? Pues
respondemos a esto [en su nombre]: ¿el que conoce, conoce algo o nada? Tú, pues, contéstame por él.
-Contestaré –Dijo- Que conoce algo.
-¿Algo que es o que no es?
-Que es; pues ¿cómo, si no es, podría conocerse?
-Por consiguiente, tenemos como cierto, aunque lo examinemos repetidas veces, que lo que es
absolutamente, es cognoscible absolutamente, pero lo que no existe de modo alguno, no es cognoscible de
ninguna manera.
(…)
-¡Muy bien!; pero si algo es así, que es y no es al mismo tiempo, ¿no tendrá ese algo un punto intermedio
entre el ser puro y el no ser absoluto?
(…)
-Por lo tanto, si el conocimiento se refiere al ser y la ignorancia, por necesidad, al no ser, se debe buscar para
ese punto intermedio uno igualmente intermedio entre la ignorancia y la ciencia, si existe algo semejante.
(…)
-¿Acaso no decimos que eso es la opinión?
(…)
-¿Es, acaso, una facultad distinta de la ciencia o la misma ciencia?
(…)
-Por consiguiente, ¿a la ciencia que tiende por naturaleza al ser, le es propio conocer cómo es el ser? (…)

Fragmento III - Lo bello es por esencia, absoluto e inmutable

La opinión, por lo tanto, será una cosa intermedia.


-Exactamente.
-¿No decíamos antes que, si se nos presentara al mismo tiempo una cosa como ser y no ser, eso ocuparía el
medio entre el ser puro y el no ser absoluto y que no sería el objeto ni de la ciencia ni de la ignorancia, sino el
medio de una facultad que aparecería a la vez entre la ignorancia y la ciencia?
-Con razón [lo decíamos].
-¿Así pues está claro ahora que esa facultad intermedia es lo que llamamos opinión?
-Está claro.
-Al parecer, pues, nos resta encontrar lo que participa de las dos cosas, del ser y del no ser, y que ni lo uno ni
lo otro es, para hablar con propiedad, el ser puro y el no ser puro, para que, si lo encontramos, digamos que
eso es el objeto de la opinión, dando los extremos a las facultades extremas y lo intermedio a la facultad
intermedia. ¿No es así?
-Así.
-Admitido eso, hable, diré yo, contésteme el excelente [oponente], el cual no cree que exista nada bello en
sí, ni que ninguna idea de lo bello absoluto siempre sea inmutable, ese amante de los espectáculos, que no
puede soportar que se le hable de la belleza y la justicia únicas y de las otras realidades semejantes. Diremos:
«Excelente [amigo], ¿acaso de entre las muchas cosas bellas hay algo que no aparezca feo, y de entre las
justas algo injusto?, ¿y de entre las sagradas, algo impío?»
-No, si no es necesario –dijo-; que también las cosas bellas, en cierto aspecto aparecen feas, y así de cuantas
otras cosas hables.
(…)
-¿Sabes, pues - interrogué yo - , lo que convendrá [hacer] o en dónde las colocarás mejor que entre el ser y la
nada?; porque en ninguna parte existe más oscuridad que en la nada para declararlas más inexistentes que la
nada, ni más luz que en el ser para declararlas más existentes que el ser.
-Dices mucha verdad –asintió-.
-Por tanto, hemos encontrado, al parecer, que las muchas ideas de la multitud sobre la belleza y demás
cualidades dan vueltas en cierto modo en el espacio que separa la nada del ser absoluto.
-Lo hemos encontrado.
-Pero nosotros hemos convenido antes que, si algo de esa naturaleza aparecía [ante nosotros], debía decirse
que eso procedía de la opinión, no de la ciencia, al ser la facultad intermedia la que recoge las cosas que
flotan entre los dos extremos.
-Lo hemos convenido.
-Por consiguiente, podemos decir de los que contemplan la multitud de cosas bellas, pero que no ven la
belleza en sí y no son capaces de seguir al que tratase de llevarlos hasta ella, que miran multitud de cosas
justas, pero no ven la justicia en sí, y lo mismo de todo [lo demás] diremos que opinan sobre todas las cosas,
pero no conocen el objeto de sus opiniones.
Necesariamente –dijo-
-¿Y qué [diré] a la vez de los que contemplan las cosas en sí y que son siempre idénticas a sí mismas?, ¿acaso
no se elevan hasta su conocimiento, pero no se contentan con su opinión?
-También eso es indudable.
-Así que diremos que éstos abrazan y aman las cosas que son objeto del conocimiento, ¿y aquéllos las que
son objeto de la opinión? ¿Acaso no recuerdas que dijimos de estos [últimos] que se complacen en escuchar
bellas voces, contemplar colores bonitos y todas las bellezas del mismo género, pero que no pueden soportar
que se les presente la belleza en sí como una cosa real?
(…)
-¿Acaso erraremos al llamarlos amigos de la opinión más que amigos de la sabiduría? ¿Y acaso no se enfadan
con nosotros si les llamamos así?
-No, si quieren creerme -dijo -; porque no es licito enfadarse de la verdad.
-¿Debe llamarse, por lo tanto, filósofos y no amigos de la opinión a los que se acercan en todo a la esencia de
las cosas?
-Absolutamente.

Sobre la Escritura:

a) Elabora al menos dos propuestas de escritura para el nivel secundario. La misma debe tener:
propósitos, actividades de los alumnos. Y algunas intervenciones

PROPUESTA I

Siguiendo la línea de lo trabajado en la propuesta anterior, la siguiente tiene como destinatario los
mismos sujetos y partimos utilizando los mismos conceptos ya trabajados e incorporados en las clases
anteriores.

El propósito es brindar las herramientas necesarias para que los alumnos puedan desarrollar sus escritos de
forma pertinente. Y expresarlos de forma oral.

Se propone mediante la proyección de un fragmento de los simuladores “el debilitador social-juicio” y/o
algunas publicidades como “yo soy” de Natura, Dave, Dior, etc. (a modo de disparador) escribir una nota de
opinión, en la que aparezcan los conceptos ya trabajado es decir: lo bello, lo feo, lo justo, lo injusto, lo real, lo
imaginado o creado en la apariencia, las ideas y la materialización de las mismas: la influencia de los
estereotipos creados socialmente. De qué manera influyen estas construcciones en las ideas sobre uno mismo
y la identidad propia.

-ACTIVIDAD: escribir una nota de opinión máximo una dos carillas y mínimo una; siguiendo los
siguientes pasos:

 A partir de los disparadores propuestos elige, define y escribe la temática, que se desarrollara en el
texto futuro. Para esto deberás tener en cuenta los textos ya trabajados y el contexto, es decir los
hechos que atraviesa nuestra sociedad hoy o del entorno del colegio.
 A modo borrador escribe la estructura de tu texto utilizando los siguientes recursos:
 Apelativos
 Preguntas retoricas
 Uso de la primera persona del singular
 Justificación
 Citas de autoridad
 Citas textuales
 Ejemplificación
 Comparación
 Mediante un sorteo en clases, leerás el texto borrador de uno de tus compañeros, para hacer posibles
ajustes, correcciones y sugerencias.
 Luego de revisar las correcciones y sugerencias de tu compañero y corregir si es necesario. Leeremos
en una puesta en común los textos escritos.

PROPUESTA II

(Destinada a alumnos de 1° o 2° año del nivel secundario) Después de leer el texto “La noche de los feos” y de
establecer algunas relaciones con “La inmolación por la belleza” con los alumnos, se les propone escribir un
relato breve donde el núcleo de acción de la historia este relacionada con el cuento de Benedetti, es decir con
la temática.
Propósitos: otorgar las posibilidades de expresión de manera escrita, y los recursos útiles para que los alumnos
lleguen a realizar un proceso de escritura eficiente.

-ACTIVIDAD: escribir un relato breve, con la siguiente estructura: inicio – nudo – desenlace. Para eso
comenzaras teniendo en cuenta los siguientes puntos:

1- elige un destinatario
2- elabora tres núcleos de acción a partir de los cuales se pueda determinar el desarrollo siguiente
3- determina los personajes
4- estructura un primer borrador
5- corrige mediante las observaciones realizadas
6- vuelve a escribir revisando que tenga la forma adecuada de un cuento, y que te guste tu
producción.

Texto, complementario:

La inmolación por la belleza - Marco Denevi

El erizo era feo y lo sabía. Por eso vivía en sitios apartados, en matorrales sombríos, sin hablar con nadie,
siempre solitario y taciturno, siempre triste, él, que en realidad tenía un carácter alegre y gustaba de la
compañía de los demás. Sólo se atrevía a salir a altas horas de la noche y, si entonces oía pasos, rápidamente
erizaba sus púas y se convertía en una bola para ocultar su rubor.

Una vez alguien encontró una esfera híspida, ese tremendo alfiletero. En lugar de rociarlo con agua o arrojarle
humo -como aconsejan los libros de zoología-, tomó una sarta de perlas, un racimo de uvas de cristal, piedras
preciosas, o quizá falsas, cascabeles, dos o tres lentejuelas, varias luciérnagas, un dije de oro, flores de nácar y
de terciopelo, mariposas artificiales, un coral, una pluma y un botón, y los fue enhebrando en cada una de las
agujas del erizo, hasta transformar a aquella criatura desagradable en un animal fabuloso.

Todos acudieron a contemplarlo. Según quién lo mirase, semejaba la corona de un emperador bizantino, un
fragmento de la cola del Pájaro Roc o, si las luciérnagas se encendían, el fanal de una góndola empavesada
para la fiesta del Bucentauro, o, si lo miraba algún envidioso, un bufón.

El erizo escuchaba las voces, las exclamaciones, los aplausos, y lloraba de felicidad. Pero no se atrevía a
moverse por temor de que se le desprendiera aquel ropaje miliunanochesco. Así permaneció durante todo el
verano. Cuando llegaron los primeros fríos, había muerto de hambre y de sed. Pero seguía hermoso.

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