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Compuestos híbridos del petróleo.

El término compuesto híbrido es muy amplio y engloba a un elevado número de sólidos, tan
diferentes entre sí como polímeros de coordinación de alta cristalinidad o compuestos
amorfos obtenidos a través de procesos sol-gel. En su sentido más general, un compuesto
híbrido se define como aquel que incluye en su composición al menos dos tipos de fracciones o
unidades de diferente naturaleza, siendo, normalmente, una orgánica y otra inorgánica, las
cuales se combinan a escala nanométrica.

En los sólidos orgánicos-inorgánicos se combinan las ventajas de los materiales inorgánicos,


como son su elevada estabilidad mecánica, térmica y estructural, sin perder las características
de las moléculas orgánicas, es decir, flexibilidad y funcionalidad.

Una definición más detallada de los materiales híbridos se puede realizar atendiendo a la
naturaleza química de las interacciones que se establecen entre los fragmentos orgánicos e
inorgánicos que conforman su estructura. Así, se denominan materiales híbridos de Clase I a
aquellos en los que la conexión entre las diferentes unidades estructurales se realiza a través
de uniones débiles, tales como enlaces de Van der Waals, enlaces por puente de hidrógeno o
interacciones electrostáticas. Por otra parte, existen los materiales híbridos de Clase II en los
que se produce una interacción fuerte entre los diferentes componentes estructurales.

Tradicionalmente, los materiales híbridos de Clase I han sido los más estudiados debido a sus
simples metodologías de preparación. Sería el caso de moléculas orgánicas ocluidas en el seno
de matrices inorgánicas como la sílice, la combinación de partículas metálicas con polímeros
orgánicos, así como la mezcla de dos o más redes poliméricas interpenetradas entre sí (Figura
1.2.). Una importante familia de materiales de Clase I, muy estudiada en el campo de los
catalizadores, sería aquella basada en la preparación e inclusión in situ de moléculas orgánicas
(organocatalizadores) en el interior de cavidades microporosas presentes en silicatos o
zeolitas.

Por otra parte, sólidos híbridos de Clase II serían aquellos constituidos por unidades
estructurales, orgánicas e inorgánicas, que se unen covalentemente o por enlaces de
coordinación para generar materiales estructurados. Dentro de este grupo se encuentran, por
ejemplo, aquellos sólidos formados por clusters metálicos conectados a polímeros orgánicos,
redes poliméricas orgánicas e inorgánicas unidas entre sí o láminas inorgánicas separadas por
pilares orgánicos insertados en la región interlaminar (Figura 1.2.).
Tipos de unidades estructurales
Para la preparación de materiales híbridos es necesaria la combinación adecuada de unidades
estructurales de naturaleza orgánica e inorgánica, existiendo la posibilidad de emplear
precursores en los que ya se encuentran conectados, previamente al proceso de síntesis,
dichos fragmentos.

Unidades estructurales inorgánicas


La obtención de sólidos orgánicos-inorgánicos, tanto de Clase I como de Clase II, está
fundamentada en la incorporación en la red cristalina de, normalmente, uno de estos tres
tipos de unidades de estructura de naturaleza inorgánica: silanos y sus derivados, especies
metálicas, entre las que se incluyen nanopartículas, y láminas inorgánicas (Figura 1.3.).
Silanos y sus derivados
La mayor parte de híbridos de Clase II organosilíceos, conocidos en la bibliografía, están
basados en unidades tetraédricas de silicio, SiO4, obtenidos a partir de un proceso de hidrólisis
ácida o básica, partiendo de sílice o tetraalcoxisilanos (Figura 1.4.). Los derivados tipo siloxano
generados son los más habituales para obtener materiales híbridos estables por su facilidad
para reaccionar in situ, bien entre sí o bien con otras unidades estructurales, a través de
procesos de condensación sol-gel.

Especies metálicas
Dentro de este grupo destacan los clusters metálicos que se forman directamente durante el
proceso de síntesis, los cuales intervienen como nodos de estructura para la formación de
materiales híbridos basados en redes cristalinas metal-orgánicas. Este tipo de nodos
estructurales también se integran en la formación de polímeros de coordinación que se
incluyen, a su vez, en diferentes tipos de nanocomposites (Figura 1.6.).

Láminas inorgánicas
Un elevado número de materiales híbridos obtenidos por ensamblaje directo de unidades
estructurales, previamente sintetizadas, tienen como punto de partida el empleo de
precursores laminares ordenados, ya sea de naturaleza silícea, zeolítica o basados en óxidos
metálicos (hidrotalcitas), principalmente. La versatilidad mostrada por los materiales
laminares, así como su capacidad de hidratación y de intercambio iónico, ha sido aprovechada
para preparar tanto híbridos más simples de Clase I, a través, por ejemplo, de la estabilización
por puentes de hidrógeno de policationes orgánicos en el espacio interlaminar, como otros
más sofisticados de Clase II, siendo un ejemplo de este último grupo los silicatos pilareados
con polímeros orgánicos insertados covalentemente entre las láminas inorgánicas (Figura 1.7.).

Unidades estructurales orgánicas


La preparación más simple de materiales híbridos viene dada por la incorporación de pequeñas
moléculas orgánicas en las cavidades de matrices inorgánicas porosas. No obstante, se han
empleado moléculas más complejas, tales como oligómeros, polímeros o, incluso, enzimas
como componentes de materiales híbridos. Entre las principales unidades estructurales de
naturaleza orgánica se encuentran moléculas de reducidas dimensiones, macromoléculas y
otro tipo de unidades discretas que se detallarán a continuación.

Moléculas orgánicas de dimensiones reducidas


En la modificación de redes cristalinas inorgánicas por simples moléculas orgánicas reside el
origen de los denominados materiales híbridos. En general, la inclusión de dichos compuestos
orgánicos en el interior de cavidades o canales porosos, a través de fenómenos de adsorción o
por interacciones electrostáticas, ha sido útil para la generación de materiales orgánicos-
inorgánicos de Clase I. En estos casos, la polaridad de la molécula orgánica que se pretende
introducir será determinante para llevar a cabo con efectividad este proceso, dependiendo del
grado de hidrofobicidad exhibida por la matriz inorgánica con la que interactúa. Por otra parte,
la posibilidad de alterar la composición de las moléculas orgánicas con grupos siloxano
facilitaría su integración, a través de procesos de hidrólisis y condensación, en el entramado
estructural inorgánico, obteniéndose, en estos casos, materiales híbridos más estables de
Clase II (Figura 1.8.).

Macromoléculas
Dentro de este grupo se encuentran compuestos muy variados tales como oligómeros,
polímeros, así como otros tipos de macromoléculas de origen biológico, como las enzimas, las
cuales presentan solubilidades muy diferentes en comparación con los monómeros por los que
están constituidos. Esta particularidad hace que, en ocasiones, sea difícil introducir estos
compuestos en el seno de matrices inorgánicas de una forma controlada y homogénea.
Recientemente, se han empleado surfactantes tipo bloque polímerico, conformados por
segmentos hidrofílicos e hidrofóbicos, que facilitan el ensamblaje iónico de especies orgánicas
e inorgánicas de diferente naturaleza para la obtención de materiales híbridos de elevada
estabilidad, aún si en ellos no intervienen enlaces covalentes para conectar las distintas
unidades estructurales (Figura 1.9.).
Unidades discretas de naturaleza orgánica
Algunas unidades discretas orgánicas, tales como nanotubos de carbono, fullerenos o láminas
de grafito, se han empleado recientemente para la generación de materiales híbridos tras la
interacción adecuada con compuestos o matrices inorgánicas.

La incorporación de especies metálicas depositadas en las paredes internas de los nanotubos


de carbono o de las unidades de fullereno ha sido descrita para la obtención de materiales
híbridos de Clase I con aplicaciones, sobre todo, en nanotecnología. Además, la posibilidad de
anclar covalentemente complejos organometálicos en sus paredes, aprovechando el elevado
número de grupos carbonilos y carboxílicos que presentan en su superficie, abre la posibilidad
de obtener híbridos de Clase II por ensamblaje directo de diferentes unidades estructurales.
No obstante, se han descrito pocos ejemplos de este tipo de sólidos orgánicos-inorgánicos,
cuyo componente mayoritario es de naturaleza orgánica, siendo todavía un campo por
explorar (Figura 1.10.).

Principales materiales híbridos


A lo largo de esta introducción, se han identificado dos tipos principales de unidades
estructurales que permiten la incorporación de fragmentos orgánicos insertados en la red
estructural de los materiales en los que entran a formar parte, enlazados con otros segmentos
inorgánicos de manera estable y homogénea. Se trata de los complejos organometálicos y las
moléculas de disilano (silsesquioxanos tipo puente), los cuales pueden formarse bien durante
el proceso de síntesis, como es el caso de los complejos, bien previamente, como es el caso de
los disilanos. El empleo de este tipo de precursores permite la preparación de dos tipos de
familias de materiales híbridos de Clase II como son los sólidos metal-orgánicos, y los híbridos
organosíliceos partiendo de complejos organometálicos y disilanos, respectivamente. Es
significativo destacar que en ambos tipo de materiales, durante el proceso de síntesis, se
forman in situ algunos de los precursores (complejos organometálicos o tetraedros de silicio)
que actúan como eslabones estructurales.

Materiales basados en redes estructurales metal-orgánicas


Los materiales denominados MOFs son sólidos porosos cristalinos, constituidos por redes
tridimensionales basadas en clústeres metálicos (nodos) conectados a través de ligandos
orgánicos bi o multidentados (espaciadores). La distribución ordenada de estas unidades
estructurales conduce a la formación de sistemas de canales y cavidades a escala nanométrica,
similar a los que se encuentran en los materiales zeolíticos. La elección adecuada de las
subunidades y precursores estructurales empleados, así como la forma en la cual se conectan
conduce a modificaciones sustanciales de la estructura porosa de los diferentes MOFs que
pueden formarse (Figura 1.17.a).

Las unidades estructurales básicas de los MOFs, es decir, nodos inorgánicos y espaciadores
orgánicos, se caracterizan tanto por el número como por la orientación de los grupos
funcionales que contienen, los cuales son susceptibles de interaccionar con otras unidades de
estructura. En concreto, los nodos, generalmente, están basados en metales de transición o
clústeres metálicos polinucleares con diferentes índices de coordinación y geometrías. Por otra
parte, los espaciadores suelen ser ligandos orgánicos bi o multidentados que facilitan la
interacción, a través de enlaces fuertes de coordinación, con los nodos metálicos (Figura
1.17.b).

Materiales híbridos organosilíceos


La utilización de moléculas de silanos, modificados previamente por fragmentos orgánicos, ha
servido con frecuencia para obtener sólidos híbridos de variada organización estructural, con
funcionalidades y propiedades texturales específicas (Figura 1.20.). Dentro de esta
metodología, el empleo de disilanos (silsesquioxanos puente) ha sido fundamental para lograr
incorporar fragmentos orgánicos que se insertan en las paredes de los materiales formados,
cumpliendo una doble misión, tanto de tipo estructural como de centro activo. Este hecho ha
supuesto un avance significativo respecto al empleo de monosilanos convencionales, ya que se
pasa de realizar procesos químicos que son llevados a cabo en los canales porosos de los
materiales a otros en los que es el propio entramado estructural el que está implicado de
forma activa. Además, la inserción estructural de unidades orgánicas en la red cristalina
permite incorporar un mayor número de funciones activas distribuidas homogéneamente
comparado con el empleo de monosilanos anclados, sin llegar a bloquear de ningún modo los
canales y las cavidades internas de los sólidos obtenidos.
Materiales híbridos laminares
Un elevado número de materiales híbridos son obtenidos a partir de precursores laminares
inorgánicos de diferente naturaleza. En general, los sólidos que presentan una organización
laminar son bidimensionales, estando constituidos por átomos ligados fuertemente entre ellos
en dos direcciones del espacio dando lugar a láminas, las cuales, a su vez, interaccionan débil y
perpendicularmente entre sí. La región existente entre las láminas, en la que se establecen
dichas interacciones débiles, recibe el nombre de espacio interlaminar, siendo la zona donde
se adsorben, anclan o intercalan diferentes compuestos orgánicos u organosilíceos para
generar materiales híbridos, por los general, de elevada accesibilidad (Figura 1.21.).
Aplicaciones de los materiales híbridos
La combinación de diferentes componentes orgánicos e inorgánicos en un mismo material ha
permitido la obtención de sólidos híbridos con propiedades y características específicas, con
potenciales aplicaciones tanto en catálisis, adsorción o separación, como en procesos más
nanotecnológicos relacionados con la transferencia electrónica, la fotoluminiscencia o en el
campo de los sensores.

Alquenos en la síntesis petroquímica


Los alquenos son hidrocarburos insaturados que contienen al menos en su estructura un doble
enlace carbono-carbono. El doble enlace es un enlace más fuerte que el enlace sencillo, sin
embargo, paradójicamente el doble enlace carbono-carbono es mucho más reactivo.

Aplicaciones
Los alquenos son importantes intermediarios en la síntesis de diferentes productos orgánicos,
ya que el doble enlace presente puede reaccionar fácilmente y dar lugar a otros grupos
funcionales. Además son intermediarios importantes en la síntesis de polímeros, productos
farmacéuticos, y otros productos químicos.
Entre los alquenos de mayor importancia industrial, se encuentran el eteno y el propeno,
también llamados etileno y propileno respectivamente. El etileno y el propileno se utilizan para
sintetizar cloruro de vinilo, polipropileno, tetrafluoroetileno.

Etilieno
El etileno, también conocido bajo el nombre de eteno es un compuesto orgánico,
perteneciente a la familia de los hidrocarburos insaturados, dentro de los cuales, el etileno es
el más simple. Su estructura química se caracteriza por la unión de dos carbonos a través de un
doble enlace, dando lugar a la fórmula CH2CH2.

Propiedades Físico químicas


Es un gas incoloro, de aroma similar al del éter etílico, más liviano que el aire, sumamente
inflamable y volátil; muy hidrosoluble. Es el compuesto insaturado más sencillo, a continuación
se indican algunas propiedades fisicoquímicas del gas.

Propiedad Valor
Peso Molecular (g/mol) 28,054
Temperatura de
425
Autoignición, °C
Densidad del Gas (1,013 bar y
1,178
15 °C), Kg/m3
Gravedad Especifica
0,974
(aire=1)(1,013 bar y 0 °C)
Volumen Especifico (1,013
0,862
bar y 21 °C) m3/Kg
Viscosidad (1,031 bar y 0 °C) 0,0000951
Solubilidad en Agua (1,031
0,226
bar y 0 °C)
Métodos de Síntesis
El etileno se obtiene industrialmente de la deshidrogenación del etano (recuperado del gas
natural) en una reacción altamente endotérmica y en presencia de catalizadores.

Aplicaciones y usos
El Etileno es una de las principales materias primas de la cual se derivan gran cantidad de
productos quimicos en la industria petroquimica internacional en función de la reaccion tal
como se detalla a continuacion:

 La polimerización del etileno se usa en la obtencion de polietileno.


 La oxidación del etileno da oxido de etilenglicol, acetaldehído y acetato de vinilo.
 La halogenación del etileno produce dicloruro de etileno del cual se obtiene el PVC.
 La alquilación del etileno produce etilbenceno y etiltolueno
 La oligomerización produce alfaoefinas y alcoholes primarios
 La hidratación del etileno produce etanol.

Polietileno
El polietileno (PE) químicamente es el polímero más simple. Se representa con su unidad
repetitiva:

Este polímero puede ser producido por diferentes reacciones de polimerización del etileno
(llamado eteno por la IUPAC), como por ejemplo: Polimerización por radicales libres,
polimerización aniónica, polimerización por coordinación de iones o polimerización catiónica.
Cada uno de estos mecanismos de reacción produce un tipo diferente de polietileno.
Los tipos de polietileno son:

 Polietileno de Baja Densidad (LDPE) (PEBD).


 Polietileno de Alta Densidad (HDPE) (PEAD)
 Polietileno de Baja Densidad Lineal (LLDPE).
 Polietileno de Peso Molecular Ultra-Alto (UHMWPE).

Polietileno de Baja Densidad (Low Density Polyethylene,LDPE).


También llamado polietileno ramificado, debido a que algunas veces los carbonos en lugar de
tener hidrógenos unidos tienen largas cadenas de polietileno. Este material ofrece una buena
resistencia a la corrosión y baja permeabilidad, puede ser usado en aplicaciones donde la
resistencia a la corrosión es importante, pero la rigidez, altas temperaturas y fuerza estructural
no.

Polietileno de Alta Densidad (High Density Polyethylene, HDPE).


Es un material termoplástico parcialmente amorfo y parcialmente cristalino. El grado de
cristalinidad depende del peso molecular, de la cantidad de monómero presente y del
tratamiento térmico aplicado. El HDPE, representa la parte más grande de aplicaciones del
polietileno. El HDPE ofrece una excelente resistencia al impacto, peso ligero, baja absorción a
la humedad y alta fuerza extensible, además de que no es toxico. El proceso de obtención del
HDPE se hace mediante la polimerización del etileno a baja presión

Polietileno de Baja Densidad Lineal (Linear Low Density Polyethylene, LLDPE).


Es un copolímero de etileno/δ-olefina, con una estructura molecular lineal. Es considerado un
material termoplástico duro y resistente que consiste en un soporte lineal con ramificaciones
laterales cortas. Las propiedades del LLDPE en el estado fundido y en la parte terminada son
funciones del peso molecular, la distribución de pesos moleculares, DPM, y de la densidad de
la resina. Las resinas lineales de baja densidad, son el crecimiento más rápido de los
polietilenos, debido a su penetración el mercado de las películas ofreciendo un balance de
resistencia y rigidez. El LLDPE es usado puro o en una mezcla rica con LDPE en equipos de
extrusión diseñados para optimizar la salida.

Polietileno de Peso Molecular Ultra-Alto (Ultra High Molecular Weight Polyethylene,


UHMWPE).
Este tipo de polietileno presenta un peso molecular ultra-alto de tres a seis millones gramos
por cada gramo/mol. El UHMWPE puede ser utilizado grandes láminas de este material en
lugar de hielo para pistas de patinaje. El UHMWPE ofrece ciertas propiedades sobresalientes
que lo califican como plástico de ingeniería. Su resistencia química es elevada y tiene una gran
resistencia al envejecimiento, abrasión, al impacto y a la fatiga. Este material se conserva
rígido aun cuando se someta a un calentamiento continuo, esto es debido a los puntos de
entrecruzamiento que posee y que imposibilitan el deslizamiento de las macromoléculas.

Características mecánicas y térmicas.

En el diagrama de la figura 2.2.2.4.1, correspondiente a ensayos de tracción a velocidad de


deformación constante, se comparan las curvas tensión – alargamiento de los polietilenos con
otros polímeros vinílicos y acrílicos. Los polietilenos, al igual que otros materiales tenaces,
antes de llegar a la rotura, experimentan un incremento de la resistencia a la deformación,
debido a la orientación que sufren sus macromoléculas, que aumenta el grado de
compactación. Esta característica se aprovecha para aumentar la resistencia a la tracción,
mediante estirado, de filmes y filamentos.

Propileno
El propeno (H2C=CH–CH3) es un hidrocarburo perteneciendo a los alquenos, incoloro e
inodoro. Es un homólogo del etileno. Como todos los alquenos presenta el doble enlace como
grupo funcional.

Propiedades físico químicas


 Masa molecular: 42,1 g/mol
 Punto de fusión: –185,3 ºC
 Punto de ebullición: –48 ºC
 Temperatura de ignición: 460 ºC
 Presión de vapor a 20 ºC: 10.200 hPa

Síntesis
El propeno es uno de los productos de la termólisis del petróleo. Se separa de los demás
productos como el etileno por destilación a baja temperatura.
Aplicaciones
El propeno es el producto de partida en la síntesis del polipropileno. La polimerización se
puede llevar a cabo de forma radicalaria aunque en la polimerización catalítica se obtienen
productos con mejores calidades que además son mejor controlables. Los catalizadores
empleados eran originalmente del tipo Ziegler-Natta.

Polipropileno
El polipropileno es otro de los polímeros más versátiles. Cumple una doble tarea, como
plástico y como fibra. Como plástico se utiliza para hacer cosas como envases para alimentos
capaces de ser lavados en un lavaplatos. Esto es factible porque no funde por debajo de 160
°C. El polietileno, un plástico más común, se recalienta a aproximadamente 100 °C, lo que
significa que los platos de polietileno se deformarían en el lavaplatos. Como fibra, el
polipropileno se utiliza para hacer alfombras de interior y exterior, la clase que usted
encuentra siempre alrededor de las piscinas y las canchas de mini-golf. Funciona bien para
alfombras al aire libre porque es sencillo hacer polipropileno de colores y porque el
polipropileno, a diferencia del nylon, no absorbe el agua.

Estructura y morfología
El polipropileno estructuralmente es un polímero vinílico, similar al polietileno, sólo que uno
de los carbonos de la unidad monomérica tiene unido un grupo metilo. El polipropileno se
puede producir a partir del monómero propileno, por polimerización Ziegler-Natta y por
polimerización catalizada por metalocenos.

En el caso del polipropileno, el gran tamaño de los radicales metílicos impide el


empaquetamiento de las macromoléculas en cadenas paralelas, cuando estos grupos metílicos
se encuentran aleatoriamente situados a uno y otro lado de la cadena molecular (estructura
atáctica).

Mediante la polimerización catalizada por metalocenos pueden lograrse diversas tacticidades.


El polipropileno que se utiliza, en su mayor parte es isotáctico. Esto significa que todos los
grupos metilos de la cadena están del mismo lado, de esta forma:

Pero a veces se utiliza el polipropileno atáctico, en el que los grupos metilos están distribuidos
al azar a ambos lados de la cadena, de este modo:
Características mecánicas y térmicas.
En el diagrama de la figura 2.2.3.4.1, correspondiente a ensayos de tracción a velocidad
constante de deformación, se comparan gráficamente las curvas tensión- alargamiento de las
poliolefinas con otros polímeros vinílicos y acrílicos, poniéndose de manifiesto la amplitud del
alargamiento a la rotura del polipropileno (PP), con cargas del orden de 300-400 kg/cm2 (30-
40 MPa), lo que justifica el amplio uso de este material en elementos resistentes. Las
poliolefinas, al igual que otros materiales tenaces, antes de llegar a la rotura, experimentan un
incremento de la resistencia a la deformación, debido a la orientación que sufren sus
macromoléculas, que aumenta el grado de compactación. Esta característica se aprovecha
para aumentar la resistencia a la tracción, mediante estirado, de filmes y filamentos.

https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/16982/tesisUPV3909.pdf?sequence=1

https://www.academia.edu/20202106/APLICACION_DE_ALCANOS_CICLOALCANOS_ARENOS_
E_HIDROCARBUROS_NO_SATURADOS_EN_LA_INDUDSTRIA_PETROQUIMICA

https://es.slideshare.net/gabriela80/alquenos

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