Professional Documents
Culture Documents
Superados los dos primeros obstáculos epistemológicos, quedaba resolver otro problema de
distinción al interior de la teoría del conocimiento dominante: la del sujeto del objeto como
realidades separadas. El argumento que usó Luhmann (1998) para impugnar dicha
aseveración apunta que “las teorías de la sociedad son teorías sobre la sociedad hechas en la
sociedad. Si esto está prohibido por la teoría del conocimiento, entonces no puede haber
concepto de la sociedad alguno que sea adecuado a su objeto” (p. 53).
Este proceso de construcción autológica supone ulteriormente algunas cuestiones
fundamentales: ¿Cómo se produce la forma del sistema social (o diferencia sistema-
entorno)? Una vez más, hay que remitirse a la operación fundamental y estrictamente social
propuesta por Luhmann: la comunicación.
El sistema social, según Luhmann, se diferencia al cerrarse el proceso comunicativo
sintéticamente posibilitando una nueva comunicación. Ya hemos visto en el segundo
apartado cuál es el proceso comunicativo sintético y, por consiguiente, lo importante de que
se hagan distinciones entre cada una de las tres selecciones. La importancia, en particular,
para este caso, es que “la comprensión ha de basarse sobre una distinción entre [dar a
conocer] e información [puesto que] la distinción entre información, [dar a conocer] y
comprensión es, por consiguiente, una distinción que produce distinciones, y que una vez
hecha mantiene al sistema en funcionamiento” (Ídem, p. 57).
En palabras simples, no hay comunicación ofertada (aceptada o rechazada) que no
precise de operar una distinción mediante el enlace de una nueva comunicación referida a
ella. He allí el quid de cómo se produce la forma del sistema y de cómo se diferencia de su
entorno clausurándose operativamente: solamente “la recursividad de estos enlaces entre
comunicaciones genera un límite de sentido que posibilitará la diferenciación del sistema
social” (Pinguoli, 2013, p. 69). Hacia el final del apartado anterior vimos que este
encadenamiento, esta recursión, de comunicaciones ayuda a entender el concepto de
autopoiesis (el cual, por cierto, había tomado prestado Luhmann del campo de la biología,
de los científicos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela).
Habiendo superado, pues, los tres obstáculos epistemológicos para la construcción de
su teoría social y habiendo añadido conceptos propios y tomados de otras disciplinas en
cada fase, entre ellos los de comunicación, distinción sistema-entorno, autopoiesis,
clausura operativa y recursividad el sociólogo alemán llegó a la conclusión de que la
sociedad es un sistema autopoiético operativamente clausurado y lo definió del modo que
sigue:
La sociedad es el sistema que engloba todas las comunicaciones, aquel
que se reproduce autopoiéticamente mediante el entrelazamiento
recursivo de las comunicaciones y produce comunicaciones siempre
nuevas y distintas. La emergencia de un sistema tal incluye
comunicaciones —ya que éstas sólo son susceptibles de continuarse
internamente— y excluye todo lo demás. La reproducción de un sistema
así exige, pues, la capacidad de discriminar entre sistema y entorno. Las
comunicaciones pueden reconocer comunicaciones y distinguirlas de
otros estados de cosas que pertenecen al entorno, en el sentido de que es
posible comunicarse acerca de ellos pero no con ellos (Luhmann, 1998, p.
59).
Galindo Monteagudo, Jorge Lionel (2007). “La Teoría Sistémica de la Sociedad de Niklas
Luhmann: Alcances y Límites” en: La Sociedad de la Sociedad, México: Herder, UIA.