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TRASTORNOS DE LA PERONALIDAD

Un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e inflexible de


experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las
expectativas de la cultura del sujeto de la cultura del sujeto, tiene su origen en la
adolescencia o inicio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta
malestar o perjuicios para el sujeto y los que están a su alrededor.

Los trastornos más comunes son:

 Trastorno paranoide de la personalidad: se caracteriza por un patrón de


desconfianza y suspicacia que hacen que se interpreten maliciosamente las
intenciones de los demás.

Su diagnóstico no puede ceñirse únicamente a los síntomas presentes en el


momento del análisis del paciente. Para concluir la existencia de un trastorno de la
personalidad deben de darse los siguientes factores: El patrón de conducta debe
ser persistente, estable en el tiempo y de larga duración, su inicio debe
remontarse al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta. Debe ser
inflexible y extenderse a una amplia gama de situaciones personales y sociales,
además de muchos otros síntomas más o menos graves que definen la
discriminación del trastorno de personalidad de una alteración psicológica
pasajera. Textualmente del CIE-10." La forma de comportamiento anormal es
duradera, de larga evolución y no se limita a episodios concretos de enfermedad
mental”.

Los criterios diagnósticos específicos son:

Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que


las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, que aparecen en
diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos:

1. Sospecha, sin base suficiente, de que los demás se van a aprovechar de


ellos, les van a hacer daño o les van a engañar.
2. Preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de
los amigos y socios.
3. Reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la
información que compartan vaya a ser utilizada en su contra.
4. En las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados
ocultos que son degradantes o amenazadores.
5. Alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos,
injurias o desprecios.
6. Percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para
los demás y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar.
7. Sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es
infiel.

Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u
otro trastorno psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos
de una enfermedad médica.

 Trastorno esquizoide de la personalidad: es un patrón de desconexión


de las relaciones sociales y de la restricción de la expresión corporal.
Los individuos que lo padecen se caracterizan por la falta de interés en
relacionarse socialmente y por una restricción de la expresión emocional.
Puede aparecer durante la infancia o la adolescencia, aunque se suele
diagnosticar en la edad adulta. Su prevalencia se estima en menos del 1%
de la población.
Un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y de
restricción de la expresión emocional en el plano interpersonal, que
comienza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como
lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos:

1. Ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de


una familia
2. Escoge casi siempre actividades solitarias
3. Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra
persona
4. Disfruta con pocas o ninguna actividad
5. No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares
de primer grado
6. Se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás
7. Muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la
afectividad.

El trastorno esquizoide de la personalidad no debe diagnosticarse si los


patrones de comportamiento aparecen exclusivamente en el transcurso de
una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas
psicóticos, un trastorno psicótico o un trastorno generalizado del desarrollo,
o si son debidos a los efectos fisiológicos de una enfermedad neurológica o
de otro tipo.
 Trastorno esquizotípico de la personalidad: consiste en un patrón de
malestar interno en las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o
perceptivas y excentricidades de comportamientos.
Síntomas:
 Incomodidad en situaciones sociales
 Mostrar sentimientos inapropiados a la situación.
 Ausencia de amigos cercanos.
 Comportamiento y/o apariencia extraños.
 Creencias, preocupaciones y fantasías extrañas.
 Habla extraña.

Uno de los síntomas similares a una esquizofrenia es la forma extraña de hablar.


En esta forma de hablar se manifiesta de forma indirecta la desorganización lógica
de ideas que le preocupan. Por ejemplo, utilizar términos inapropiados,
pomposidad del habla, descarrilamiento de ideas, desconexión lógica entre ideas.
Un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar
agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como
distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento,
que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como
lo indican cinco (o más) de los siguientes puntos:

1. Ideas de referencia (excluidas las ideas delirantes de referencia).


2. Creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y
no es consistente con las normas sub culturales (p. ej., superstición, creer
en la clarividencia, telepatía o "sexto sentido"; en niños y adolescentes,
fantasías o preocupaciones extrañas).
3. Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales.
4. Pensamiento y lenguaje raros (p. ej., vago, circunstancial, metafórico, sobre
elaborado o estereotipado).
5. Suspicacia o ideación paranoide.
6. Afectividad inapropiada o restringida.
7. Comportamiento o apariencia raros, excéntricos o peculiares.
8. Falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de los familiares de primer
grado.
9. Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que
tiende a asociarse con los temores paranoides más que con juicios
negativos sobre uno mismo.

Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de


una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u
otro trastorno psicótico o de un trastorno generalizado del desarrollo.

 Trastorno antisocial de la personalidad:


Consistente en un patrón de desprecio y violación de los derechos de los
demás. Las personas que la padecen no pueden adaptarse a las normas
sociales, como son las leyes y los derechos individuales. Si bien puede ser
detectada a partir de los 18 años de edad, se estima que los síntomas y
características vienen desarrollándose desde la adolescencia. Antes de los
15 años debe detectarse una sintomatología similar pero no tan acentuada,
se trata del trastorno disocial de la personalidad.

Causas: Se estima que este trastorno es causado por una variedad de


factores. Muchos son de índole genético, pero también tiene mucha
importancia el entorno de la persona, especialmente el de los familiares
directos, en su posterior desarrollo. Los investigadores también consideran
que existen factores biológicos que pueden contribuir en su progreso. La
manifestación de procesos químicos anormales en el sistema nervioso y
posibles daños en las partes del cerebro que atañen a la toma de
decisiones puede llegar a despertar un comportamiento impulsivo y
agresivo. Otra de las causas de TPA puede ser el abuso
de estupefacientes.

 Trastorno límite de la personalidad: se asienta en un patrón de


inestabilidad de las relaciones interpersonales del sujeto, su autoimagen y
sus afectos, además de una notable impulsividad.

Diagnóstico: El diagnóstico del TLP se enfrenta a varios desafíos:

 Los rasgos de la personalidad también pueden estar originados por afecciones


físicas. Para eliminar confusiones se realiza una evaluación inicial.
 Otros trastornos pueden tener síntomas similares, pero diferentes en cuanto a
variables significativas (duración, percepción por el sujeto, etc.). Por tanto, es
necesario tener en cuenta las pautas de diagnóstico diferencial.
 Con muy alta probabilidad el paciente también padecerá, simultáneamente,
otros trastornos de la personalidad, incluso aquellos para los que se necesita
el diagnóstico diferencial para distinguirlos. Se dice que, en ese caso,
existen comorbilidades.
 Por último, la personalidad límite es un «constructo», a veces muy discutido.
Los profesionales emplean, convencionalmente, manuales y protocolos
oficiales. Sin embargo, todos los pacientes son distintos, incluso a lo largo del
historial del propio paciente varían las manifestaciones de la afección. Si esto
es válido para otros trastornos, lo es mucho más para el TLP.

Por todo lo anterior, la diagnosis puede ser un proceso largo y complejo, que a
menudo dura años y se efectúa tras diagnósticos anteriores erróneos o
incompletos. Para establecerlo, el profesional se basa en las experiencias
declaradas por el paciente, así como los marcadores del trastorno observados por
un psiquiatra, psicólogo clínico u otro diagnosticador cualificado a través de
la evaluación clínica. Este perfil puede ser corroborado o no por pautas de
conducta a largo plazo, informes de familiares, amigos o compañeros de trabajo.
El listado más utilizado de criterios que se deben encontrar para el diagnóstico
suele ser el DSM-IV.

Características según el sexo: La primera diferencia significativa es la


mayor prevalencia (3:1) en mujeres que en hombres. Al ser tan llamativa, ha
generado todo tipo de investigaciones. Existen dos opciones para explicar esta
diferencia. La primera es que existe algún tipo de defecto de diseño (bías o sesgo
estadístico) en los instrumentos de observación estadística. La segunda es que
realmente existen diferencias sociales o biológicas. En cuanto a las causas por las
que hay más diagnósticos (no casos, puesto que posiblemente no se conoce
exactamente la prevalencia real en hombres) serían: el abuso sexual, que es
común en los historiales de TLP, se dan más en mujeres; las mujeres
experimentan más mensajes inconsistentes e invalidantes; las mujeres son
socializadas para ser más dependientes; al publicarse una mayor prevalencia, los
profesionales tienden a dar más diagnósticos de TLP a mujeres; los hombres
tienden, por el estigma social, a buscar menos ayuda psiquiátrica; los hombres
son tratados de adicciones y los síntomas borderline pasan desapercibidos porque
se supone que el TLP es (cosa de mujeres) y en definitiva: mientras que las
mujeres TLP acaban en el sistema de salud, los hombres acaban en la cárcel (ver
coste social).
En general, ambos géneros comparten más similitudes que diferencias. Sin
embargo, algunos estudios epidemiológicos señalan que el curso del trastorno
suele presentar diferencias características de género. En especial:

 Los varones con TLP suelen tener con más frecuencia problemas con el abuso
de substancias y comorbilidad con el trastorno narcisista, trastorno
esquizotípico y trastorno antisocial.
 Las mujeres, por el contrario, tienen más posibilidad de padecer trastorno por
estrés postraumático, trastornos alimentarios y de la identidad. Sin embargo, al
revisar en el mismo estudio algunas diferencias que se presentan más en
mujeres, como la depresión mayor, tienen una tasa de prevalencia semejante
en ambos sexos cuando se padece TLP.

Por otra parte, un estudio más amplio y reciente (muestra: 25 hombres y 138
mujeres) encuentra las siguientes diferencias:

 Las mujeres con TLP tienen mayor probabilidad de padecer trastorno por
ansiedad generalizada, trastornos somatoformes y trastornos histriónicos.
Tienen mayores tasas de depresión, ansiedad, obsesión-compulsión,
disfunciones en el desempeño de tareas y afectividad negativa. También
tienen más probabilidades de manifestar el criterio DSM-IV de paranoia-
disociación. Asimismo, las mujeres mostraron peores condiciones en cuanto a
roles emocionales, sociales y funcionamiento de la salud mental que los
varones.
 En adolescentes se han observado los mismos síntomas y fenomenología que
en los adultos. En especial, los chicos TLP son más agresivos, disruptivos y
antisociales, en tanto que las chicas muestran cuatro subgrupos, las de alta
internalización, con trastorno histriónico, depresivas internalizantes y
atrabiliarias externalizantes.
 El trastorno antisocial es más comórbido en varones. No se observan,
contrariamente a lo esperado, diferencias en el uso de servicios de salud
mental entre ambos sexos.
Asimismo, existen trabajos recientes, realizados en modelos animales, que
muestran diferencias importantes de género en cómo se modulan algunos
aminoácidos o en el transportador de la serotonina, uno de los que han sido
implicados en vulnerabilidades que pueden conducir al trastorno.

Trastorno histriónico de la personalidad

Consiste en presentar un patrón de emotividad excesiva y de demanda de


atención constante.

Características:

Según criterios DSM IV:

Un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda de atención, que


empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como
lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

1. No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de


atención.
2. La interacción con los demás suele estar caracterizada por un
comportamiento sexualmente seductor o provocador.
3. Muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.
4. Utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí
mismo.
5. Tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.
6. Muestra auto dramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional.
7. Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por
las circunstancias.
8. Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.

Trastorno narcisista de la personalidad

El sujeto presenta un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y gran falta


de empatía.
Causas

Se desconoce la causa de este trastorno. Se piensa que las experiencias


tempranas en la vida, como una crianza particularmente insensible, favorecen el
desarrollo de este trastorno.

Síntomas

Una persona con trastorno de personalidad narcisista puede:

 Reaccionar a la crítica con sentimientos de rabia, vergüenza o humillación

 Aprovecharse de otros para lograr sus propias metas

 Tener sentimientos excesivos de egocentrismo

 Exagerar sus logros y talentos

 Estar preocupado con fantasías de éxito, poder, belleza, inteligencia o amor ideal

 Tener expectativas irracionales de tratamiento favorable

 Requerir atención y admiración constantes

 Desdeñar los sentimientos de otros y tener poca capacidad para sentir empatía

 Tener un interés obsesivo en sí mismo

 Perseguir principalmente metas egoístas

Trastorno de la personalidad por dependencia

Es un patrón de inhibición social, sentimientos de incompetencia e


hipersensibilidad a la evaluación negativa. Los individuos que sufren este trastorno
tienden a tener baja autoestima, son hipersensibles al rechazo, aprensivos y
desconfiados. Desde el punto de vista social son torpes y tímidos, se sienten
incomodos, son autoconscientes, y temen a la vergüenza o quedar como tontos en
público.

Características:

1. Evita actividades laborales que implican contacto interpersonal significativo


con temor a críticas, desaprobación o rechazo.
2. No está dispuesto a relacionarse con personas, a menos que tenga la
certeza de que agradará.
3. Se restringe a las relaciones íntimas por temor a ser avergonzado o
ridiculizado.
4. Le preocupa ser criticado o rechazado en situaciones sociales.
5. Se inhibe en nuevas situaciones interpersonales por sentimientos por
deficiencia.
6. Se ve a si mismo como inepto social, sin atractivo personal o inferior a
otros.
7. Es renuente de modo inusual a tomar riesgos personales o participar en
cualesquiera actividades nuevas por que pueden ser causa de vergüenza.

Trastornos de la personalidad dependiente.


Consiste en un patrón de comportamiento sumiso relacionado con una excesiva
necesidad de ser cuidado. A partir de la edad adulta temprana y presente en una
variedad de contextos, como lo indican los siguientes:
1. Tiene dificultad para tomar decisiones cotidianas si no recibe orientación y
seguridades excesivas de otros.
2. Necesita a otros para asumir responsabilidad en la mayoría de las áreas
importantes de su vida.
3. Tiene dificultad para expresar desacuerdo con otros, porque teme perder
apoyo o aprobación.
4. Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por su cuenta (por falta
de autoconfianza en su juicio o sus habilidades más que por falta de
motivación o energía)
5. Llega a grandes extremos para obtener cuidados y apoyo de otros, al punto
de ofrecerse a hacer cosas desagradables
6. Se siente incómodo o desamparado cuando está solo, debido a tumores
exagerados de ser incapaz de cuidarse a sí mismo.
7. Busca con urgencia otra relación como fuente de cuidados y apoyo cuando
una relación cercana termina.
8. Tiene preocupaciones poco realistas a causa de temores de ser dejado a
cargo de su propio cuidado

Trastornos de la personalidad obsesivo-compulsivo.

Se caracteriza por perfeccionismo e inflexibilidad asociados con meticulosidad


excesiva y emociones constreñidas (recuadro 17–10). Su prevalencia estimada es
de 1 a 2% en la población general. A diferencia de otros trastornos de la
personalidad, éste parece ser más común en sujetos con mayor escolaridad e
ingreso. Es frecuente la comorbilidad con trastornos del estado de ánimo y de
ansiedad.

Patrón generalizado de preocupación por el orden, perfeccionismo y control


mental e interpersonal, a expensas de flexibilidad, apertura y eficiencia, a partir de
la edad adulta temprana y presente en una variedad de contextos, como lo indican
cuatro (o más) de los siguientes:
1. Le preocupan detalles, reglas, listas, orden, organización u horarios, al
grado que pierde de vista el punto central de la actividad.
2. Muestra perfeccionismo que interfiere en la terminación de la tarea (p. ej.,
es incapaz de completar un proyecto si no se cumplen sus propios
estándares estrictos excesivos).
3. Es en exceso dedicado al trabajo y la productividad, al punto de excluir las
actividades de ocio y las amistades (no es explicado por necesidad
económica evidente).
4. Es muy exigente, escrupuloso e inflexible acerca de temas de moralidad,
ética o valores (no es explicado por identificación cultural o religiosa)
5. Es incapaz de desechar objetos gastados o sin valor, incluso si no tienen
valor sentimental.
6. Es renuente a delegar tareas o a trabajar con otros, a menos que se
apeguen con exactitud a su manera de hacer las cosas.
7. Adopta un modo de vida mezquino hacia sí mismo y otros; el dinero es visto
como algo que debe atesorarse para catástrofes futuras.
8. Muestra rigidez y obstinación.

Puntos clínicos para trastornos de la personalidad.


 Los pacientes tienen problemas de larga duración, y el tratamiento puede
ser tardado de manera igual. Los años de conductas no adaptativas no
pueden entenderse o revertirse con facilidad.
 Debe prevalecer una actitud positiva. Los trastornos de la personalidad
causan mucho dolor y sufrimiento a los pacientes y a sus allegados. Se
debe tener empatía hacia ellos.
 Es necesario evitar involucrarse, por ejemplo dar el número telefónico de
casa o relatar los propios problemas personales al paciente. Estas
conductas se denominan temas “frontera”, lo cual indica que las líneas que
separan la relación entre médico y paciente se han difuminado.
 Deben establecerse reglas básicas para la terapia (p. ej., que el terapeuta
desea ver a la persona con regularidad, a una hora específica).
o Se dice lo que el paciente debe hacer o a quién debe llamar en caso
de crisis.
o Se dicen las consecuencias de los actos de autolesión (p. ej.,
hospitalización, envío a otro terapeuta).
 El médico debe buscar apoyo para sí de pares o supervisores. Algunos
pacientes con trastornos de la personalidad pueden ser difíciles de tratar, y
el terapeuta puede necesitar orientación o consulta de tiempo en tiempo.
 Los grupos de apoyo pueden ser de enorme ayuda para el paciente, y es
esencial el envío a organizaciones basadas en la comunidad.

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