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El secreto de los Villanueva.

Son muchos los relatos y leyendas que han sido contado a


través de las generaciones en cada pueblo de nuestro país y
del mundo entero; relatos de nuestros antepasados que exaltan
la magnificencia de quienes fundaron la tierra en donde
nacimos o historias fantásticas sobre criaturas tan horrendas
como extraordinarias e incluso animas que vagan eternamente
por los bosques asustando a los incautos que tiene la
ocurrencia de transitar por esos lugares a altas horas de la
noche. Son estas últimas las que más capturan el interés de
las mentes jóvenes e inocentes quienes con fascinaciòn
escuchan a sus mayores relatar historias sobre gigantes que
habitaron la tierra antes de la existencia de la hombre, aves
con cuerpos de lagartija que habitan en las profundidades del
inframundo, duendes que se esconden en los armarios para
asustar a los niños malos por las noches y dioses malignos que
traen discordia al mundo del hombre. Es inmenso el placer que
provoca en la imaginación del infante el leer o escuchar estas
historias tan aterradoras como maravillosas. Es un sentimiento
tan sublime durante etapa del descubrimiento; el recordar
aquellos tiempos -aun en las etapas más avanzadas de mi vida-
me produce produce una bella sensación dentro de mi ser. Sin
embargo dicho sentimiento puede llegar a ser peligroso si no
es canalizado de una manera sana por los oyentes que escuchan
estas historias debido a que puede desembocar en una insana
atracción por lo mórbido e inmoral que suele terminar en la
locura o muerte del individuo. Esos relatos tienen un objetivo
en nuestra sociedad y la del cualquier mundo; su existencia va
más allá del simple placer por contar historias, estas tienen
el propósito educar instruir a los infantes dentro de los
caminos del orden y la paz, no en un sentido académico como lo
manejan las instituciones educativas sino en el sentido moral
y ético que se manejan dentro del seno de una comunidad. De
esta manera una leyenda es una advertencia (o consejo desde
otro punto de vista) sobre lo que pasaría si se llegara a
perturbar el orden natural de la vida y sobre las terribles
consecuencias que caerían sobre aquel que se atreviera por
voluntad propia a desobedecer las leyes que rigen nuestra
existencia. No todas las leyendas suelen ser verídicas y de
hecho la mayoría no son más que cuentos inventados por
farsantes de lengua aguda pero entre tantas historias falsas
yace oculta una verdad siniestra en los rincones más sombríos
de una ciudad. Yo soy alguien que ha experimentado en carne
propia durante mi infancia una de esas “verdades siniestras”
catalogada normalmente como un rumor fútil y que me ha hecho -
desde entonces- dudar de la cotidianeidad de nuestra realidad
diaria.
El acontecimiento al que hago referencia, ocurrió hace 20 años
cuando yo era niño y vivía en un pueblo conocido como
Próspero, un pueblo pequeño rico en actividades agrícolas y
artesanas ubicado al sur del país. Era hijo de un doctor y una
comerciante de vasijas de barro (y otras artesanías), teníamos
una casa cerca de las afueras de la ciudad casi saliendo a la
carretera, donde se encuentran los bosques y pantanos. solía
llevar una vida sencilla y sin muchas complicaciones, pasaba
los días asistiendo a la escuela por las mañanas, jugando
algunos niños del pueblo en la tarde y leyendo antologías de
poesías cuentos y leyendas de terror durante la noche. Creo
que era este mi pasatiempo favorito del día, en el que ponía
mi mente a viajar a mundos inhóspitos y conocer a criaturas
horrendas e interesantes que desembocaba en misterioso e
indescriptibles placeres a mi imaginación. Solía leerlos en mi
habitación en la completa penumbra solo iluminado por la luz
de una pequeña linterna que guardaba en un cajón de lado de mi
cama; Aquel ambiente oscuro no hacia mas intensificar más el
deleite que me producían aquellas historias y provocaba que me
sintiera todavía más inmerso en ellas.
Por aquellas épocas tenía la curiosidad de un gato: los fines
de semana solía encaminarme hacia los bosques que se
encontraban cerca de nuestro hogar para explorarlos durante
horas; ahí contemplaba aquellos grandes imponentes robles que
se alzaban hacia el firmamento y saboreaba el fresco olor de
los pinos y árboles de los alrededores. El propósito de mis
inocentes aventuras, era buscar criaturas fantásticas de las
que leía en mis libros de leyendas y de las cuales -según
decían las malas lenguas- había algunas que vivían en las
afueras de las ciudad, como los pequeños chaneques que se
ocultaban debajo de las raíces de algunos robles y de los que
se decía solían hacerle travesuras a los humanos que se
plantaran en su territorio. Aunque por general yo nunca
encontraba ninguno por esos lares. Mis papas por supuesto no
veían con muy buenos ojos esta clase de comportamiento y en
más de una ocasión aprovechaban el momento para decirme lo
peligroso e improductivo que era andar por el bosque y me
solían obligar a realizar labores más “productivas”, aun
cuando este lugar no era peligroso en absoluto y dar un paseo
en él era como caminar por un tranquilo parque pero mucho
mejor. Aun con ello solían tratar de asustarme con historias
ficticias hablándome sobre un perro negro malignos que vivía
en los bosques y que buscaba engañar a los niños desobedientes
para llevarlos a su cueva donde les chupaba sus almas hasta
dejar el cuerpo seco. Por mi parte yo no daba mucho crédito de
sus consejos ni advertencias e incluso sus ficciones solo
hacía que creciera más mi curiosidad como infante. ¿Que puedo
decir? Así era yo de pequeño.
Leyendas sobre el pueblo de próspero había muchas pero habia
una en particular que llamaba mi atención, no tanto por su
siniestra extrañeza o su carácter misterioso sino porque el
lugar donde habían ocurrido estaba a unos 50 km de donde
vivía, más precisamente en una vieja casa que había quedado
abandonada por mucho tiempo… mucho antes de que mis padres se
consagraron en santo matrimonio.
La leyenda a la que me refiero ocurrió durante años cuarenta,
el país estaba pasando por una gran época de crecimiento
cultural e industrial; el sector empresarial nacional crecía a
pasos agigantados y pronto emprendedores comenzaron a
expandirse a los largo de los estados. En este contexto, una
pareja de alrededor de 10 años de matrimonio vino a formar se
mudó a Próspero y construyó su casa en las inmediaciones de la
carretera alejados del pueblo. A quienes me refiero se trataba
de la pareja formada por Emilio villanueva y su esposa Maria.
Emilio era uno hijo del propietario de una prominente (en ese
tiempo) empresa metalúrgica de sólidas ganancias que estaba en
proceso de expansión. Por Órdenes de su padre, Emilio quedó a
cargo de dirigir la sede que había sido construida en
Próspero, por lo que tiempo después de ser asignado, él y su
esposa maría se mudaron al pueblo y pronto construyeron su
casa en las afueras de la ciudad ya que ambos preferían el
aire fresco y la tranquilidad del campo.
Los villanueva era conocidos por ser personas reservadas y de
la más fina educación, pocas fueron las personas del pueblo
que los conocieron y a pesar de ello nunca fueron lo
suficientemente cercanos para considerarse sus mas intimos
amigos. Los compañeros de emilio solían describirlo como un
hombre callado y estoico muy entregado a su trabajo como
ninguno otro empleado o funcionario que habían conocido; Se
trataba de una persona estricta, no solía tolerar que alguien
de la fábrica faltara al trabajo o llegase tarde (a no ser de
tener una buena justificación). Este comportamiento nun fue
llevado de tal manera en que Emilio fuera un jefe injusto y
con un mal temperamento, de hecho le importaban sus
trabajadores y a veces a mostraba preocupado por sus empleados
(aunque no lo pareciera) y se encargaba de que estos
recibieran un trato y pago justo. Ciertamente se tomaba muy en
serio su rol en la empresa, jamás tuvo ningún vicio o
complejo que entorpeciera su labor, lo cual hizo que se ganara
la admiración y confianza de más de una persona.
De se mujer Maria, poco puede decirse. Casi al igual que su
esposo, María era una mujer comedida y reservada con la
pequeña diferencia de que ella se mostraba amigable con las
personas; las pocas mujeres llegaron a conocerla solían
referirse a ella como una mujer bondadosa e inteligente pero
no muy conversadora y un poco tímida casi insegura de sí misma
que se le dificulta un poco entrar en confianza con los demás
pero que aun si era alguien con la que se podía tener una
buena charla si estaba en buena disposición. Tenía cierta
pasión por la literatura sobretodo por la poesía de
Baudelaire, Milton, Góngora entró tantos e incluso llegó a
realizar reuniones de lectura con las pocas mujeres con las
que se acostó, algunas de esas fueron realizadas dentro de su
casa.
En general el matrimonio de los villanueva en Próspero, era
uno feliz y sin muchos contratiempos a pesar de sus pequeños -
pero perdonables- defectos como personas sociables. Tenían una
relación estable con los lugareños del pueblo y en general
vivían una vida apacible. Salvo por una sola dificultad que
siempre afectó a su matrimonio y de la que jamás pudieron
sobreponerse y era que durante sus 10 años de casados, María
jamás había podido concebir un bebé. La mujer había tenido 3
embarazos en toda su vida y en cada uno de ellos había perdido
al bebé a los 3 o 4 meses de embarazo, la causa -debido a
dificultades de la época- no había sido posible especificarse,
muchos doctores lo atribuyeron a su delicada complexión de su
vientre y matriz pero nadie podía darle una respuesta exacta a
la problemática por la que pasaba la desdichada mujer. De
hecho una de las razones por las que Emilio aceptó el puesto
en Próspero fue por su mujer precisamente ya que quería alejar
a su esposa del bullicio y estrés de la gran ciudad y en
cambio ir a un lugar mucho más sencillo y rural pensando que
la paz del campo le sentaría bien a la salud mental de su
mujer, quien poco después de la pérdida de su tercer hijo
entró en un profundo estado de depresión y auto desprecio.
Fueron dos años en los que la pareja villanueva tuvieron una
vida pacífica y placentera en Próspero sin embargo serían en
esos años en los que ocurriría un extraño suceso que
convertirían su tranquila vida en matrimonio en una tragedia.
Sucedió durante las fiestas de los santos difuntos una
tradición en la que el pueblo conmemoraba con alegría y
jolgorio a sus fallecidos; Es en esos días en que se realiza
el festival de las ánimas al que asisten diversas personas de
distintos estados y provincias del país para desfilar por
todas las calles de próspero con disfraces extravagantes y
curiosos. Es También por esa época del año, en la que una
anciana hechicera remanente de los antiguas tribus aborígenes
que habitaron en el estado siglos antes de que yo siquiera
naciera y que era conocida por el nombre ixchel visitaba
Próspero para disfrutar de las fiestas y -si se lo
solicitaban- ayudar con ciertos problemas especiales a los
habitantes de Próspero y de otros pueblos por los que pasaba.
En ese tiempo se contaban muchas historias acerca de esa
anciana; Se decía que realizar cosas extraordinarias e
impensable con antiguos hechizos y ritos que practicaban sus
antepasados. Las historias decían que ella una vez curó a un
hombre que agonizaba por una tuberculosis y que los doctores
no podían hacer nada por el pobre viejo debido a lo avanzado
de su enfermedad. Fue entonces que sus hijos contrataron a
Ixchel y ella lo sano con un extraño brebaje santificado por
sus ritos paganos durante la luna llena. El tuberculoso bebió
el menjurje y en un unos días los síntomas de la tuberculosis
estaban desapareciendo poco a poco y después de un tiempo, el
hombre completamente curado y pudo vivir por mucho tiempo mas
junto a su familia. Otro caso era el de una mujer que había
quedado paralítica debida a un accidente dentro de un autobús,
la pobre era deportista y con una carrera prometedora en el
atletismo el cual llevaba practicando desde su adolescencia
pero que desde lo ocurrido se vería forzada a pasar el resto
de su vida en una silla de ruedas. Sin embargo cuando su padre
contactó a la vieja Ixchel, ella pudo volver a caminar gracias
a un extraño ungüento que ella preparó con antiguas hierbas
que ella hechizo especialmente para curarla. A los 30 días la
mujer ya podía correr millas y millas sin ningún problema.
Gracias a estos acontecimientos la anciana se convirtió en una
persona milagrosa para las personas de la localidad y
aprovechaban el festival de los santos difuntos para pedirle
“un milagro” en sus vidas. Más temprano que tarde estas
historias sobre la anciana llegaron a oídos de Maria
Villanueva, quien reprochando de sus propia condición como
mujer y deseosa de tener un hijo acudió con la anciana sin
considerar la naturaleza anormal de aquellos acontecimientos.
Ella a Ixchel y le explicó su problema, la anciana habiendo
escuchado atentamente a aquella mujer desesperada y fragil
emocionalmente le dio una extraña orquídea blanca con finas
líneas de color rojo en sus tallos y le dijo que plantará esa
flor en una maceta y la pusiera en la ventana de su habitación
durante la noche. Hizo especial hincapié en esto último ya a
la flor era preciso que hiciera caso de sus instrucciones “De
esa orquidea saldrá un aceite de sus tallos y deberás
untartelo en tu vientre” le dijo la anciana y puso la orquidea
en sus manos. Se desconoce si después de ello María hizo lo
que le indicó la anciana Ixchel o todo lo que ocurrió después
fue resultado de una cruel casualidad del destino. El caso es
que un mes y medio después María se había embarazado por
cuarta vez, lo que entusiasmó a la mujer de sobremanera. No
podria decirse lo mismo de su marido quien -debido pasadas
experiencias- no recibió la noticia con la mismo espíritu
esperanzador que su esposa pero sin duda fue una buena noticia
para la pareja de casados. María estaba tan contenta por este
acontecimiento que había pedido a su esposo que prepara una
habitación para el niño, a lo que su marido accedió casi en
seguida para evitar contrariarla ya que sabia como era su
comportamiento en esta clase de situaciones.
Limpiaron la habitación, compraron muebles para ocupar e
incluso colocaron coloridos tapices para darle un toque alegre
a la habitación. María estaba muy ilusionada con el nacimiento
de su futuro bebé mientras que su marido Emilio veía con ojos
preocupados esta actitud precisamente porque temía que
repitiera lo que ya había pasado otras veces y esta vez dudaba
si esposa superaría otra pérdida más. Sin embargo su esposa
daba por hecho su nacimiento.
El embarazo de María se había desarrollado de manera normal
durante 8 meses; Solía tener cambios de humor de manera
constante pero todo era dentro de los parámetros habituales
que se podia esperar de una mujer en esta etapa, aunque cabe
mencionar que también la esposa de emilio tenía extraños
antojos para la comida. Según algunas sirvientas que servían a
la pareja decían que la señora solía pedirle carne cruda,
insectos o algún que otro órgano animal, Ofelia (una sirvienta
indulgente) le había cumplido uno de estos caprichos y le dio
de comer un hígado de res crudo, el cual devoró la señora como
un león que somete a su presa. Nadie percibió extraño este
comportamiento e incluso Emilio solia bromear con las criadas
diciendo: “Es normal, mi madre -por ejemplo- se comió a una
vaca enterita cuando estaba embarazada de mi”.
Fue en el octavo mes, durante un jueves en la noche como
alrededor de las doce de la madrugada que María comenzó a
despertó estremecida sintiendo terribles contracciones, su
marido alarmado por tan repentino suceso se despertó y notó
que a su esposa “se le había roto la fuente” como se suele
decir la decir gente y en seguida subió al coche -con ayuda de
algunas sirvientas- a su mujer y partieron directo a clínica
de Dr Eduardo Montero médico de confianza de la familia que ya
los había atendido otra veces por enfermedades menores.
LLegaron a la clínica y en seguida fue hospitalizada. El dr
Eduardo junto a otra enfermera se encargaría del parto. Era
poco usual que las mujeres tuvieran hijos prematuros sobre
todo en un pueblo tan común y tranquilo como Próspero. El
parto duró alrededor de tres horas con veinte minutos. Al
terminar el proceso, el doctor Eduardo salió del quirófano
anunciando que el bebé había muerto al nacer, sin embargo los
empleados que lo conocieron notaron algo extraño en el médico
ese día: se le veía perturbado, como si fuera un principiante
que acababa presenciar en carne propia una operación; El Dr
Eduardo ya había tenido casos similares a ese y en ninguna de
las ocasiones había mostrado semejante actitud, por el
contrario, se le veía fuerte y sereno con estómago y nervios
de acero para soportar cualquier cosa sin perder la
compostura. pero esa vez parecía un gato asustadizo e incluso
algunos afirmaron haberlo visto temblar como licuadora cuando
se fue del hospital. Poco después se le preguntó por los
detalles del acontecimiento pero él se negaba a decir algo y
evitaba siempre que podía esa pregunta. En cuanto a la
enfermera que asistió al doctor renunció días después de lo
ocurrido. Nadie supo qué fue lo que ocurrió realmente ese dia
y todos asumieron la versión oficial,que ese bebé había
muerto. Semanas después María dejó el hospital y volvió a casa
junto a su esposo, desde ese dia la pareja no volvería a ser
la misma.
Este suceso sin duda trajo cambios muy negativos a la vida de
los villanueva. Poco después de lo ocurrido Emilio volvio a
trabajar a la fabrica despues de tomarse 6 meses de vacaciones
para recuperarse de ese desagradable suceso, mas sin embargo
al volver ocurrieron ciertos cambios en su persona. Se le veía
todo el tiempo con un semblante taciturno y temeroso mientras
trabajaba en su oficina, con la mirada perdida como si su
mente estuviera otro lado; algunos empleados lo vieron comerse
las uñas con bastante nerviosismo e incluso algunos afirman
que se le oía murmurar cosas sin sentido cuando iba al baño.
Ya no era aquel director callado y centrado que todo el mundo
conocía sino un hombre perturbado que vivía con miedo de su
propia sombra. También adquirió una extraña manía de recoger
perros y gatos callejeros, los metia en su carro y los llevaba
a su casa cada cierto tiempo, no discriminaba la raza ni el
color y ni el pedigree siempre se le podía ver con un animal
nuevo de lado copiloto de su coche. Una vez Gerardo Macías uno
de los supervisores de la fábrica lo vio recogiendo un gato
gris de la acera y al preguntarle razón de porqué lo hacía,
éste le respondió tartamudeando “ Mi esposa se siente sola en
casa y le llevó compañía” le respondió estremecido ante
aquella pregunta como si su acción se tratase de algún crimen.
En cuanto a su mujer, María se la pasaba todo el tiempo en su
casa encerrada en el cuarto del niño. ya jamas salia con sus
amigas con la regularidad que lo hacía antes, en vez de eso se
la pasaba la mayoría del tiempo ensimismada en el cuarto de su
hijo no nacido cantando canciones de cuna y riendo. A veces
salía de la habitación para caminar alegremente por la casa
diciendo que su “bebé” estaba durmiendo o solía coger algo de
comida de la cocina y cuando la veían algunas de la sirvientas
y le preguntaban qué para qué quería eso, ella les respondía
que era para su “niño” y volvía a su habitación con la gracia
de una niña de 5 años.
Las sirvientas jamás hicieron nada ante la actitud de su
señora y de hecho Emilio les prohibió acercarse a la
habitación de su “hijo” si ellas querían decirle algo tenían
que decirlo detrás de la puerta. A muchas no les agrado esto e
incluso hubo una que hizo oídos sordos a las indicaciones de
su patrón. Su nombre era Amelia y era una sirvienta joven y
algo osada, fue al cuarto del “infante” donde se encontraba
María, la puerta de la habitación estaba entreabierta y esta
chica en vez de avisar a su dueña que su puerta estaba mal
cerrada prefirió mirar por el pequeño hueco y ver lo que
pasaba. Sea lo que sea que haya visto salió de la casa
corriendo aterrada al tal grado de que jamás volvió allí ni se
molestó en avisar de su retiro. Poco a poco se estaba formando
ambiente de decadencia siniestra dentro de las vidas de la
villanueva y su casa.
Cinco años pasaron en los que los villanueva se estuvieron
comportando de manera errática e irracional a tal grado que
las pocas personas que lo rodeaban los desconocieron por
completo. Un dia y de manera abrupta, Emilio despidió a todas
sus sirvientas sin dar razones de ello. Les entregó su última
paga más ciertos honorarios y las mandó a la calle. Decisión
que algunos atribuyeron a la presión que sentía por ciertas
pérdidas que estaban teniendo la fábrica por ese entonces pero
nunca fueron tan grandes (y de hecho se recuperó lo perdido)
como para alarmarse de esa manera; en realidad todo se debía
al decreciente estado mental por el que estaba pasando el
jefe de la compañía metalúrgica mismo que desde hace tiempo
estaba manifestando. Algunos de sus compañeros preocupados por
su estado le aconsejaron -en más de una ocasión- que tomará
unas vacaciones con su mujer y descansase de su trabajo, a lo
que Emilio respondía con una mirada asustadiza a sus
interlocutores y ponía de pretexto la situación de la empresa
para no abandonar sus labores, como si no quisiera regresar a
su casa; de hecho solía quedarse más del tiempo necesario
dentro de su oficina, ya sea checando las cuenta y los
impuestos o simplemente se quedaba sentado en su silla
ensimismado, con sabe dios qué clase de pensamientos corriendo
por su mente. Había algo que lo atormentaba y no era
precisamente el hecho de que su mujer había perdido a su hijo
por cuarta vez, sino había algo más que en ese entonces nadie
pudo precisar.
Un dia de otoño del año 1948, no se había presentado a
trabajar. Los empleados no lo encontraron en su oficina como
era costumbre y era extraño él siempre se encontraba ahí
trabajando antes que nadie. A muchos les extrañó este
acontecimiento; Emilio siempre había sido una persona
constante y puntual en su trabajo incluso en la época en la
que pasaba por semejante estado mental. De hecho cuando Solía
faltar (que eran muy pocas veces) avisaba al subdirector y
supervisor con un día de anticipación. Desconcertados algunos
de sus más cercanos compañeros marcaron al teléfono de su
domicilio pero no hubo respuesta. Trataron de comunicarse con
él durante 3 días; al tercero mandaron a la policía a su casa.
Los oficiales a cargo llegaron al domicilio y se encontraron
con que la puerta estaba mal cerrada y que el coche de Emilio
no estaba por ningún lado. Entraron a la casa y lo encontraron
sucia y descuidada: Los muebles de la sala se encontraban
llenos de polvo, había pelusa por montones en el piso, la
cocina estaba empapada de grasa y comida podrida por los
suelos, los baños -los tres que había- estaban llenos de moho
y óxido y había ratas en los armarios que parecían estar desde
sabe dios cuanto. Los oficiales subieron por las escaleras
hacia las habitaciones revisaron la habitación de la pareja y
no encontraron a nadie: al igual, esta se encontraba igual de
descuidada que el resto de la casa. Los dos uniformados
decidieron revisar la habitación de su difunto hijo, la puerta
estaba abierta pero fue un poco difícil abrirla debido a que
se encontraba regida por el tipo de madera por la fue hecha;
con un poco de esfuerzo la lograron abrir, solo para
encontrarse con la Señora de la casa sentada sobre una silla
con su cuerpo frío e inerte y con una horrenda expresión en su
rostro: sus pupilas dilatas,sus mejillas pálidas, su boca
entreabierta llena de llagas y sus muñecas resquebrajadas. El
cuerpo estaba rodeado de telarañas entre sus brazos, piernas y
cabellos su vestido color estaba manchado de sangre seca
parecía que ya llevaba dias de haber muerto.
Durante un tiempo se estuvo comentando sobre la muerte en el
pueblo de Maria villanueva y la desaparición de su esposo
Emilio. Las trágicas circunstancias en las que ocurrió este
incidente fue de interés para aquellos que tienen una gran
curiosidad. La causa de muerte fue catalogada como un suicidio
a razón de delicado estado mental por el que estaba pasando la
mujer en esos momentos; pasaba por una severa depresión y el
abandono de su marido fue la gota que derramó el vaso. Sin
embargo había algo extraño en el asunto. Los encargados de la
autopsia señalaron la anormalidad que había en las heridas de
la difunta, no parecían haber sido cortadas con un objeto
punzocortante (como se declaró oficialmente) sino que más bien
fueron desgarradas profundamente dejando misteriosas marcas en
las heridas como si hubieran sido mordidas por animal. Dicha
declaración fue obviada en la declaración y se quedó en un
simple suicidio.
El cuerpo de la mujer fue recogido por sus familiares y
llevado a su ciudad natal, mientras que la policía local
informó a las demás comisarías de los estados sobre la
desaparición de Emilio villanueva quien sería encontrado 3
años después por un primo suyo y descubrirá vagando por la
calle como un indigente, totalmente enloquecido y sin la
facultad de articular palabras. Viviría internado en un
sanatorio hasta el dia de su muerte. La razón de su locura
quedaría así como la extraña manera en que murió su esposa
quedó como un enigma rodeado de muchas especulaciones que solo
darían más vida a esta leyenda La casa quedó abandonada
durante décadas solo sirviendo como refugio para los
vagabundos y drogadictos, decayendo con el pasar de los años.
A partir de aquí surgirán historias y relatos aterradores con
respecto a esa casa; desde cánticos de cuna que se escuchan a
altas horas la noche en el segundo piso de la vivienda hasta
llantos espectrales provenientes de los rincones más oscuros
las habitaciones, entre otras clase de relatos que la mayoría
no da crédito por la inverosimilitud de los mismos. Aunque
cabe mencionar que durante más de 20 años se han reportado
varias desapariciones en las comunidades cercanas a ese lugar
ya sean borrachos que se encontraban vagando en las cercanías
o vagabundos que se metian a la casa para pasar la noche.
incluso desde años se han reportado a niños desaparecidos
provenientes de granjas cercanas a la mía y que se les han
visto jugar cerca de la casa de los villanueva , lo que
provocó que las autoridades hayan cercado ese lugar por
cuestiones de seguridad haciendo que aquellos relatos en torno
a la casa y su antiguos residente tomen cada vez más fuerza
conforme pasa el tiempo.
Esta leyenda no hizo más que crecer mi curiosidad entorno a
ese lugar y surgir en mí un deseo casi enfermizo de explorar
aquella casa encantada. Por mucho tiempo la idea me estuvo
rondando por la cabeza; días y noches no pensaba en otra cosa
que no fuera eso: Aventurarme a los confines de aquella casa
demacrada con el tiempo y envuelta en una historia siniestra.
En ese momento era casi una necesidad indispensable para mi
llevar a cabo semejante aventura ya que seria lo calmara las
ansias que sentía.
Fue en un fin de semana en el que pude realizar mi cometido.
Mis padres me habían dejado solo en la casa, mi madre fue a
santa julia a visitar a una tía enferma mientras que mi padre
estaba en el hospital. Salí de mi casa al mediodía llevando
conmigo una mochila en la que llevaba comida y agua para el
camino además de una linterna de baterías para explorar la
casa. Tome un autobús rural que pasaban por la carretera donde
se encuentra la casa de los villanueva. Durante el camino
devore la comida que tenía en mi mochila y me baje a unos 150
metros del lugar. Desde donde me encontraba pude contemplar
aquella casa. Allí estaba en un campo, rodeada por el cercado
metálico y por la hierba otoñal que cubría sus cimentos.
Me acerque al lugar caminando entre la larga y prominente
hierba verde hasta que me tope con el cercado metalico. Me
puse a rodear la cerca en busca de algún hueco por el que
pudiese entrar. Estando más cerca el meta de la valla tenia
tiempo que estaba oxidado por lo que no seria tan dificil
encontrar una cavidad por la que pudiera entrar. Después de
una búsqueda exhaustiva encontré un agujero entre la hierba
por el que pude entrar sin muchos problemas. Una pasado por
ahí pude contemplar con mis propios ojos aquella casa más de
cerca. Me dio la impresión de que era más grande de lo que
había imaginado. Era una gran casa hecha de cemento, pintada
de blanco en el exterior y con diseños neobarrocos en su
estructura, tenía muchas ventanas que conectan con las
distintas habitaciones del lugar a la par de que tenían
diseños curiosos. Imagine que en otro tiempo esa vivienda
había majestuosa y de una belleza inigualable (de hecho la
mejor de todo próspero)pero en ese momento era un edificio
decadente con su pintura percudida, sus ventanas entabladas,
sus cimientos rodeados de maleza y sus paredes agrietadas.
Subí por unas pequeñas escaleras que conectaban al porche y
note que la puerta principal estaba cerrada. Inspeccione los
alrededores de la casa y encontré un ahuecamiento que parecía
conducir al sótano. Me deslice por él y saqué mi linterna al
entrar. En lugar estaba en la completa penumbra apenas
iluminado por el resplandor de mi linterna. Había un terrible
olor a podredumbre y heces de rata que impregnaba el sitio. se
veían herramientas oxidadas, cajas de cartón y pedazos de
madera desperdigados por todo el lugar como si se tratase de
un basurero.
Encontré unas escaleras que me condujeron a lo que parecía ser
la cocina del hogar por los azulejos rústicos que estaban
pegados en la pared. Era un cuarto desolador en el que no
había más que restos de pared tirados por todo el lugar; La
estufas y los demás muebles probablemente debieron haber sido
subastados por el gobierno o tal vez algunos ladrones se la
llevaron poco después de quedar deshabitada.
Explorando el lugar, me tope con un cuarto bastante grande el
cual supuse que en otro tiempo debió haber sido la sala-
comedor donde la pareja solía tomar su comida; En otro debió
haber sido un sitio hermoso y esplendoroso casi magistral pero
en el momento en el que yo estuve no era más que un cuarto
lleno de papel periódico, sabanas podridas y jeringas
dispersas por todo el azulejo del piso; sin mencionar el
terrible estado de sus paredes afectadas por la mugre y moho.
El tiempo había acabado con la belleza de aquel lugar.
Recorriendo las habitaciones de la planta baja logré encontrar
con la puerta de la entrada de la casa en donde estaban la
escalera que conectaba con el segundo piso y era el lugar más
iluminado de aquel hogar, aunque por apenas por los rayos del
solo que se filtraban por las ventanas entabladas y en las que
se veía que danzaban pequeñas motas de polvo. Pronto mi
curiosidad comenzó a aumentar poco a poco al contemplar esa
ancha e imponente escalera surgiendo en mí un éxtasis que me
impulsaba a ascender. Contemple aquellas escaleras de madera
percudidas por el polvo y la pelusa, tan antiguas como la
propia casa. Subí con sumo cuidado de romper la madera en la
que estaba posando mis pies crujiendo con cada paso que daba;
sentía que me estaba adentrando hacia un mundo desconocido
ascender mas y mas a ese lugar; por un leve instante me
plantee regresar por donde vine pero mi curiosidad infantil y
deseo de descubrimiento pudo más que mi miedo hacia la
extrañeza.
Una vez arriba, exploré cada una de las habitaciones que se
encontraban en el segundo piso. Era sólo 4 habitaciones: la
principal, la del bebé, el baño y un cuarto para huéspedes o
sirvientas. Empecé con este último y no encontre algo
sobresaliente, era poco más que una habitación pequeña y
percudida. la habitación principal, era un cuarto amplio en el
que se hallaban sabanas desperdigadas por todo el lugar
acompañados de varios restos de comida a medio terminar misma
que se encontraba llena de hongos. había una ventana amplia de
la cual entraban era lo único que iluminaba el lugar. Tambien
encontre un armario viejo una madriguera de ratas grises
atrincheradas en un rincón, las cuales huyeron al alumbrarlas
con la luz de mi linterna. El cuarto del bebé, era pequeño en
comparación con el de sus padre y no había mucho en ella,
había una pequeño closet cuyas puertas estaban destrozadas, el
tapizado desprendido de sus paredes y sucio por podredumbre y
los restos de una cuna de madera pintada de color blanco (o al
menos asi debio antes de que la suciedad la enturbiara). Sentí
una extraña vibra que emana en aquella habitación. Me
encontraba parado justo donde Madura Villanueva había perdido
la cordura y posteriormente se suicidara. No pude evitar
sentir un estremecimiento dentro de ese lugar aun cuando por
aquella época mi curiosidad superaba a mi razón. Salí del
cuarto no sin sentir un escalofrío que recorría mi cuerpo,
comencé a temblar un poco no se si por los nervios o por el
frio que hacia dentro de aquella casa; eran epoca otoñales y
en Próspero el frío llegaba mucho antes que en cualquier parte
del país, sobretodo en las afueras del pueblo.
Entré al baño de la casa sin muchas expectativas salvo por
dar por terminada mi travesía por aquel sitio. Sin embargo,
cuál no sería mi sorpresa al encontrar un gran agujero en una
de sus paredes. No era de una gran anchura pero si la
suficiente como para una persona pudiera introducirse en él
sin muchas complicaciones. Introduje mi linterna en él y pude
cerciorarme de que no era tan profundo como parecía en un
principio ya que pude distinguir el fondo desde donde me
encontraba pero podía calcularse de tener una distancia de
algunos 300 o 400 metros de profundidad. Sin pensarlo mucho e
impulsado por mi deseo de explorador, me introduje por aquel
agujero angosto y comencé deslizarme en sus profundidades
iluminado por la linterna. No me fue muy difícil reptar
gracias a mi complexión pequeña y delgada por lo que con
cierta rapidez. Mientras avanzaba me encontraba entre el
empedrado huesos desperdigados en el camino (de animales para
ser más específicos) no podía precisar todas las especies pero
estoy seguro que distinguí los hueso perro y de gato, lo se
porque vi varios cráneos con la forma de un canino. También
comencé a escuchar un leve pero percibe sonido conforme
avanzaba; no lo noté al principio porque estaba demasiado
concentrado en deslizarme y además dicho sonido fue opacado
por mi respiración constante pero me percaté de él cuando me
detuve. Se escuchaba como una respiración irregular casi como
ronquidos pero de un tono más profundo e ininteligible. Era
cada vez más audible conforme avanzaba hacia el fondo.
igualmente empecé a notar telarañas entre el empedrado y su
cantidad aumentaba conforme avanzaba y muchas de ellas se
adhirieron a mis ropas y manos como sanguijuelas de río e
incluso algunas telarañas tenían ratas muertas con su carne
carcomida envueltas en ellas. En ese momento mi entusiasmo y
curiosidad fueron reemplazados por un profundo sentimiento de
temor y desasosiego. Una vez llegado al fondo me percaté que
este era más angosto y circular que todo el recorrido hacia él
casi como si hubiera entrado a una madriguera de alguno
animal.Arriba de mi habia un grande hueco del que provenía
aquel sonido que me inquietaba y al mirar hacia arriba vi un
bulto en aquella oscuridad abismal del que parecía colgar de
una especie de cuerda gruesa. Cometí el terrible error de
alumbrarlo con mi linterna porque gracias a mi idiotez aquella
cosa se estremeció profiriendo un rugido espantoso. De
inmediato apague la luz de mi linterna y sin soltarla regrese
por donde entré y me deslize con toda la rapidez que mi cuerpo
podía permitirme en un momento de sumo peligro como aquel.
Detrás de mí podía escuchar como esa cosa profería rugido
furioso y agudo como nunca había escuchado. Estando a la mitad
del camino comencé a escuchar un repiqueteo inquietante dentro
del agujero aquella cosa comenzaba a darme caza. Gracias a un
esfuerzo casi sobrehumano salí del agujero cayendo de lleno al
piso. De inmediato me puse de pie, recogí mi linterna y me
salí de aquel cuarto, no sin antes dar una pequeña mirada al
agujero donde alcanze a notar en la distancia dos ojos carmesí
iluminando la oscuridad como dos rubíes brillando con un
siniestro resplandor.
Corrí y baje con rapidez las escalera sin importante que se
rompiera la madera vieja. Por desgracia mientras baja un
pequeño rato se cruzó en uno de los escalones y al aplastarlo
con uno de mis pies me resbalé cayendo estrepitosamente por
las escaleras hasta el suelo. Me lastime los hombros y la
rodillas y estuve en el suelo gritando de dolor tratando de
volver a incorporarme. Fue en ese momento cuando volví a
escuchar ese tremendo repiqueteo y alcancé a contemplar desde
donde me encontraba una silueta extraña que se dirigía a las
escaleras. Fue entonces que logré incorporarme pero de repente
escuche un sonido seco a mis espaldas. Por puro instinto me
detuve y miré hacia atrás y el horror que advertí ese dia se
quedaría grabado para siempre en mi memoria hasta el dia de
hoy que escribo este relato. Lo que se presentó ante mí, era
una criatura humanoide de piel oscura como el hollín con
vellos en su brazos y piernas con una joroba prominente en su
cuerpo y pero con panza y caderas raquíticas. Tenía dos manos
con tres dedos cada uno de los cuales salen deformes garras
onduladas. su cuello era alargado y su desproporcionada y
asimétrica. Sus ojos eran dos grande cuencas grandes carmesí
sin párpados y en sus fauces tenía grandes y afilados
colmillos que desprendía una saliva verdosa. Me quedé helado
del miedo al contemplar semejante monstruosidad que por un
momento creí que entraría en un crisis nerviosa. De su espalda
salieron cuatro grandes patas de araña que se posaron por el
piso y al avanzar hacia a mi articularon aquel que tanto
repiqueteo me ha perturbado. Cuando aquel monstruo se acercó a
donde me encontraba, los rayos que entraban por la ventana
dieron de lleno a sus cuencas lo que provocó que la bestia
profiriera un rudigo de dolor y se tapara su rostro con sus
peludas manos. Reaccionando rápido, aproveche esta oportunidad
para huir de aquel ser y encaminarme hacia el sótano el lugar
donde entré. Recorrí todo el camino de regreso desde la sala
hasta el hueco por donde entré en el sótano; en ese momento mi
mente y corazón estaban dominados por el miedo, no estaba
consciente de nada de lo que hacía, estaba siendo impulsado
por el deseo de supervivencia. De alguna manera en aquel
estado llegue al sótano y en seguida me dirigí al hueco por
donde había entrado. Fue en ese momento que me percate de la
altura que me separaba de mi única salida. Salte todo lo que
pude para llegar hasta el hueco pero mis esfuerzos fueron
inútiles. Afuera escuchaba los repiqueteos de ese monstruo
acercándose al sótano. Desesperado y embargado por un terror
indescriptible amontone todas las cajas rápidamente debajo del
hueco del sótano formando un improvisado montículo. Me subí
sobre él con un gran impulso pude llegar hacia el hueco y
trepar hacia la salida para cuando llegó el monstruo yo ya
había estaba por salir de esa casa infernal. Logre escapar de
milagro de ese lugar no sin antes contemplar aquellas cuencas
carmesí que con su brillo aterrador alumbraban las penumbras
de ese. Aquella bestia rugió con ira incesante y trató de
salir del sótano sin embargo su gran tamaño no se lo permitió.
Busque como un monomaniaco el hueco de la reja por el que
había entrado; una vez lo aviste me deslice por él y corrí
como nunca antes lo había hecho hasta entonces sin voltear ni
un segundo atrás ya que aun cuando ya me había librado del
peligro, sentía que aquella bestia oscura me continuaba
persiguiendo con sus colosales patas de araña.
No recuerdo muy bien cómo fue que recorrí 20 km por la
carretera, solo recuerdo que fui recogido por una patrulla de
la policía municipal y que poco después fui llevado a la
comisaría de próspero para horas después informar a mis padres
de lo ocurrido. Jamás en mi vida los había visto tan enojados
ese dia conmigo. Apenas daba crédito a todo lo que me decían
tampoco note las rasgaduras y manchas de tierra que había en
mi ropa. Mi estado era tal que no podía entender casi nada de
lo que me decían; No podía digerir lo que había contemplado en
aquella casa. Era difícil concebir para mi que una criatura
como aquella pudiese existir en nuestro mundo. Fue la suerte
la única razón por la que seguía vivo ese dia.
Después de incontable regaños de parte de mis padres, les
conté todo lo que me ocurrió en la casa más sin embargo jamás
les conte sobre la criatura que moraba en ese lugar por riesgo
de ser visto como un loco y empeorar aún más mi situación, por
lo que aquel monstruo fue reemplazado por una manada de gatos
monteses. Ese día me hicieron jurar que jamas volveria
semejante aventura, a lo que no proteste en absoluto. De ese
dia me propuse jamas dejarme llevar por mi curiosidad o
realizar una hazaña tan peligrosa y estúpida como esa.
Cierto es que a las personas les excita el peligro y las
emociones fuertes pero siempre y cuando estén distanciados del
mismo porque cuando el horror estan cercano (sobretodo si este
de una naturaleza bizarra) a su ser dicho placer es
reemplazado por el miedo por absoluto que conduce a la pérdida
de la sanidad mental y muerte del espíritu. Difícil fue para
mi olvidar aquel episodio de mi vida; muchas fueron las noches
en donde escucha esos repiqueteos en mi habitación
provenientes del interior de las paredes; sentía que aquella
criatura me acechaba en la oscuridad como un demonio malicioso
que observa a su víctima. A raíz de ello desarrolle una fobia
a la oscuridad a tal de que dormía con las luces prendidas de
mi habitación e incluso solía evitar los rincones oscuros. Mis
padres preocupados me llevaron con terapeutas e incluso me
recetaron medicamento para el nerviosismo, mas mi recuperación
fue un todo un proceso difícil.
No fue hasta que años después nos mudamos a otra ciudad debido
a que mi padre consiguió un trabajo mejor remunerado en
Cervantes de los Altos, una ciudad al noroeste de próspero
donde pude recuperarme de mi complejo y olvidado aquel día en
que me introduje a la casa de los villa nueva. Desde entonces
he vivido tranquilo por más de 20 años en esta ciudad...Hasta
hace unos pocos días al recibir una noticia que me ha
provocado vuelva recordar aquel fatídico día.
Resulta que la casa de los villanueva que por muchos años se
había mantenido en pie, fue demolida hace más de dos años. La
razón fue la construcción de condominios en las afueras de
Próspero por parte de empresas inmobiliarias. El enterarme de
está noticia provocó una perturbación en mi que me rememorar
aquel desagradable recuerdo. semejante suceso fue suficiente
excusa para regresar por mi propia cuenta a mi pueblo natal,
necesitaba saber si aquella monstruosidad seguía viva o habia
muerto durante derrumbe. Para desgracia mía jamás pude saber
con certeza eso. Los obreros que logré entrevistar y que
trabajan en la construcción de los condominios decían que no
vieron nada extraño dentro de la casa (más allá del deplorable
estado en el que se encontraban), ni siquiera después de
demolerla, no hubo nada fuera de lo común. Tampoco obtuve nada
de los lugareños de Próspero, ni siquiera un solo rumor en lo
que respecta a ellos la casa villanueva ya es asunto del ayer
al igual que su leyenda.
Quizás me precipite al regresar aqui, quiza nunca hubo ninguna
leyenda entorno a la familia villanueva… Quizá lo que vi ese
dia debido haber sido producto de mi mente inquieta e
infantil, una mera ilusión de un niño que se ha sugestionado
bastante con historia de terror y leyendas macabras. No, no lo
creo, aquel recuerdo es todavía vivido en mi memoria como para
que se haya tratado de alguna insulza ilusión, estoy seguro
que esa criatura existe y que aún se encuentra con vida,
viviendo en Próspero oculta en algún lugar.
Durante años me preguntado en ocasiones: ¿de dónde ha salido
aquella criatura que estaba escondida en la casa de los
villanueva? ¿cómo es que semejante monstruosidad estuvo viva
durante muchos años? o ¿porque los villanueva alojaron a
semejante bestia en su hogar?. No puedo dar respuestas exactas
a estas preguntas; todo lo que estoy por señalar no son mas
que hipótesis que no podrían ser avaladas por la lógica o la
razón debido a su bizarra naturaleza.
Lo que puedo asegurar sin muchas dudas es que Maria Villanueva
siguió los consejos de la anciana oriunda de Aztlan y realizó
el rito con la orquídea el día del festival y que ese fue el
detonante de sus futuras desgracias junto a su marido. Cuando
estudiaba en la facultad leí y aprendí mucho sobre la cultura
y tradiciones de las tribus aborígenes de nuestro país, sus
mitos, sus festividades paganas y sobretodo sus leyendas.
Leyendo varios libros me topé con un bestiario de criaturas y
seres fantásticos parte de la antigua cosmogonía de las tribus
Los tribu de nómadas que se asentaron en Próspero mucho antes
de la conquista. Los indígenas solían creer que en los bosques
habitaban diablos conocidos como Raueles, seres de carácter
libidinoso que solían atormentar a las mujeres en matrimonio
por las noches; algunos los describen como enanos deformes de
piel verdosa y oídos puntiagudos o otros aluden a que estos en
realidad poseen una altura descomunal y son abundantemente
peludos, en cualquier caso son bestias de una horrenda
apariencia. Cuentan los escritos que toda mujer que fuera
visitada por estos espantosas monstruosidades, era forzadas
por sus hechizos a tener relaciones sexuales con ellos y ser
preñadas por su semilla. Las historias describen que los niños
nacidos de esta relación eran deformes y algunos tenían
horrorosas caracteristicas animalescas como cuernos de chivo,
cuerpo y ojos de sapo u hocico de jaguar por lo que acababan
sacrificados. Cabe mencionar que estos seres demoníacos eran
atraídos por el olor de las orquídeas blancas que en ese
tiempo abundaban en el bosque y que las mujeres indígenas
solían utilizar como accesorio y algunas veces usaban sus
aceites para untarse en su piel. Estas historias en torno a
los raules eran métodos empleados los hombres y antiguos
patriarcas para que las mujeres tuvieran cuidado al explorar
los bosques o al encontrarse con un hombre de otras tribus,
sin embargo si asumo que los raules en verdad existen,
entonces, Maria Villanueva fue preñada en la noche por uno de
ellos al untarse el aceite de la orquídea blanca, atrajo a ese
diablo y el introdujo su semilla en ella, de tal modo que la
mujer quedó embarazada y dio a luz a un monstruo, el cual a
diferencia de lo que se suponía, no murió sino que fue criado
por los propios villanueva, lo acogieron y lo alimentaron. Tal
vez por eso Emilio Villanueva llevaba perros y gatos a su
domicilio para alimentar a su monstruo al no aceptar comida
normal (yo mismo lo comprobé ese dia al ver esos huesos en su
madriguera). Debieron estarlo alimentarlo de esa manera
durante cinco años en los que esa monstruosidad estaba
creciendo; Por eso Emilio corrió a sus sirvientas no quería
que su bestia fuera descubierta por ellas y por la misma razón
se mantuvo aislado de los demás. Como debio de haber sufrido
ese pobre hombre durante todo ese tiempo con aquella
monstruosidad en su casa, prescenciado su crecimiento y
vislumbrando como aquella criatura zampaba aquellos pobres
animales con sus horrendas fauces. Eventualmente no su mente
pudo soportar más ese espectáculo; se marchó de su hogar y
abandonó a su mujer y hogar terminando como un hombre
demente..!cómo no iba a acabar demente ese miserable teniendo
a semejante demonio en su hogar¡. Aquella cosa nunca debió de
ser concebida y estoy seguro que Emilio debió haber querido
deshacerse de ella, mas no lo hizo debido a su mujer quien se
había encariñado con la criatura y había decidido cuidarla, al
fin y al cabo fue su primer y último hijo; el apego y cariño
que sentía con locura por su niño debió ser inmenso al punto
que en su delicado estado mental acabó por no importarle lo
que fuera, al fin y al cabo el amor de una madre no conoce
límites. Sin embargo aquella bestia sería la que acabaría
matándola al saborear por primera vez la sangre humana de sus
venas. Si aquella cosa mató a su propia madre desgarrando con
sus fauces las muñecas de su madre, mas no pudo devorar todo
su cuerpo ya que aun era pequeño y su estomago no podia
todavia comer alimentos tan grandes, tal vez lo dejo para
después pero el sabor no era el mismo al estar muerta por lo
que decidió no comerselo. El resto de años debió haber
sobrevivido comiendo ratas, animales salvajes y a algunas
personas vagabunda que se paraban en las casas, tanto niños
como adultos. Probablemente las cosas se pusieron difíciles
para la criatura cuando cercaron el lugar al no tener ya tanto
alimento más sin embargo continuó viviendo oculta en la
oscuridad de la casa. El dia en que entre en la casa de los
villanueva aquella monstruosidad se turbó con la luz del sol
que dio a su rostro; no está acostumbrado a la luz del sol y
se mantenía siempre en la oscuridad, tal vez por eso su
habitación no tenía ventanas y ha pasado todo el tiempo
encerrado en ese lugar dentro de su madriguera. Sin embargo,
ahora su hogar a sido destruido y ya no tiene donde
esconderse. Debería haber muerto al quedar demolido su hogar
pero tengo el presentimiento de que esa vil criatura todavía
sigue viva y está suelta por el lugar, aunque no podría
precisar donde… Tal vez esté escondida en alguna cueva del
bosque o se adentro en las montañas más allá de la carretera…
o tal vez -y dios no lo quiera- se encuentra escondido en el
pueblo. Puede no hay muchos animales en el bosque y puede que
haya estado débil como para viajar a las montañas por lo que
el pueblo parece su única opción para sobrevivir. Es curioso
porque en Próspero desde hace 2 años de haber demolido la
casa, ha habido un sin número de secuestros de personas tanto
mayores como menores de edad y la mayoría no ha dejado rastro
durante su desaparición; por supuesto esto lo supe por boca de
la gente del pueblo ya que las autoridades niegan lo ocurrido
o suavizan la situación los percances ocurridos y no es de
sorprenderse ya que la ciudad está en pleno crecimiento y en
los últimos años se ha estado convirtiendo en un destino
turístico de gran importancia para el país, por lo que
noticias de secuestro acabarían siendo perjudicial para la
economía del pueblo. Lo cual acaba por aumentar mis
suposiciones en torno al asunto.
Si esa cosa sigue viva y está suelta en el pueblo, ¿Que pasará
si aprende a reproducirse y empiece a procrear crías?. La sola
idea me quita el sueño por las noches y me llena de un
profundo temor por el destino de Próspero y su gente.
Ya no quiero pensar en ello le estoy dando demasiadas vueltas
a este asunto, será mejor olvide todo esto por la paz o de lo
contrario me volveré loco. Será mejor que me vaya ya de este
pueblo, ya se está haciendo de noche y estoy seguro que esa
monstruosidad está rondado por los callejones más oscuros y
olvidados del pueblo buscando a sus víctimas produciendo aquel
repiqueteo horrible al andar y enseñando sus asquerosas fauces
al respirar. Aquel secreto que los villanueva estuvieron
escondiendo ha salido de su escondite y se prepara para
convertir a este sencillo pueblo, en su matadero personal. Mas
yo ya no estaré aquí cuando eso llegue a pasar y trataré
olvidar la línea que separa las leyendas de la realidad.

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