un siniestro secreto esconde una vieja mansión aparentemente normal que ha formado parte de oscuros sucesos acaecidos en el pueblo de próspero, nuestro protagonista relata lo que estaba escondido en ese lugar y que ha estado atormentándolo por años.
un siniestro secreto esconde una vieja mansión aparentemente normal que ha formado parte de oscuros sucesos acaecidos en el pueblo de próspero, nuestro protagonista relata lo que estaba escondido en ese lugar y que ha estado atormentándolo por años.
un siniestro secreto esconde una vieja mansión aparentemente normal que ha formado parte de oscuros sucesos acaecidos en el pueblo de próspero, nuestro protagonista relata lo que estaba escondido en ese lugar y que ha estado atormentándolo por años.
Son muchos los relatos y leyendas que han sido contado a
través de las generaciones en cada pueblo de nuestro país y del mundo entero; relatos de nuestros antepasados que exaltan la magnificencia de quienes fundaron la tierra en donde nacimos o historias fantásticas sobre criaturas tan horrendas como extraordinarias e incluso animas que vagan eternamente por los bosques asustando a los incautos que tiene la ocurrencia de transitar por esos lugares a altas horas de la noche. Son estas últimas las que más capturan el interés de las mentes jóvenes e inocentes quienes con fascinaciòn escuchan a sus mayores relatar historias sobre gigantes que habitaron la tierra antes de la existencia de la hombre, aves con cuerpos de lagartija que habitan en las profundidades del inframundo, duendes que se esconden en los armarios para asustar a los niños malos por las noches y dioses malignos que traen discordia al mundo del hombre. Es inmenso el placer que provoca en la imaginación del infante el leer o escuchar estas historias tan aterradoras como maravillosas. Es un sentimiento tan sublime durante etapa del descubrimiento; el recordar aquellos tiempos -aun en las etapas más avanzadas de mi vida- me produce produce una bella sensación dentro de mi ser. Sin embargo dicho sentimiento puede llegar a ser peligroso si no es canalizado de una manera sana por los oyentes que escuchan estas historias debido a que puede desembocar en una insana atracción por lo mórbido e inmoral que suele terminar en la locura o muerte del individuo. Esos relatos tienen un objetivo en nuestra sociedad y la del cualquier mundo; su existencia va más allá del simple placer por contar historias, estas tienen el propósito educar instruir a los infantes dentro de los caminos del orden y la paz, no en un sentido académico como lo manejan las instituciones educativas sino en el sentido moral y ético que se manejan dentro del seno de una comunidad. De esta manera una leyenda es una advertencia (o consejo desde otro punto de vista) sobre lo que pasaría si se llegara a perturbar el orden natural de la vida y sobre las terribles consecuencias que caerían sobre aquel que se atreviera por voluntad propia a desobedecer las leyes que rigen nuestra existencia. No todas las leyendas suelen ser verídicas y de hecho la mayoría no son más que cuentos inventados por farsantes de lengua aguda pero entre tantas historias falsas yace oculta una verdad siniestra en los rincones más sombríos de una ciudad. Yo soy alguien que ha experimentado en carne propia durante mi infancia una de esas “verdades siniestras” catalogada normalmente como un rumor fútil y que me ha hecho - desde entonces- dudar de la cotidianeidad de nuestra realidad diaria. El acontecimiento al que hago referencia, ocurrió hace 20 años cuando yo era niño y vivía en un pueblo conocido como Próspero, un pueblo pequeño rico en actividades agrícolas y artesanas ubicado al sur del país. Era hijo de un doctor y una comerciante de vasijas de barro (y otras artesanías), teníamos una casa cerca de las afueras de la ciudad casi saliendo a la carretera, donde se encuentran los bosques y pantanos. solía llevar una vida sencilla y sin muchas complicaciones, pasaba los días asistiendo a la escuela por las mañanas, jugando algunos niños del pueblo en la tarde y leyendo antologías de poesías cuentos y leyendas de terror durante la noche. Creo que era este mi pasatiempo favorito del día, en el que ponía mi mente a viajar a mundos inhóspitos y conocer a criaturas horrendas e interesantes que desembocaba en misterioso e indescriptibles placeres a mi imaginación. Solía leerlos en mi habitación en la completa penumbra solo iluminado por la luz de una pequeña linterna que guardaba en un cajón de lado de mi cama; Aquel ambiente oscuro no hacia mas intensificar más el deleite que me producían aquellas historias y provocaba que me sintiera todavía más inmerso en ellas. Por aquellas épocas tenía la curiosidad de un gato: los fines de semana solía encaminarme hacia los bosques que se encontraban cerca de nuestro hogar para explorarlos durante horas; ahí contemplaba aquellos grandes imponentes robles que se alzaban hacia el firmamento y saboreaba el fresco olor de los pinos y árboles de los alrededores. El propósito de mis inocentes aventuras, era buscar criaturas fantásticas de las que leía en mis libros de leyendas y de las cuales -según decían las malas lenguas- había algunas que vivían en las afueras de las ciudad, como los pequeños chaneques que se ocultaban debajo de las raíces de algunos robles y de los que se decía solían hacerle travesuras a los humanos que se plantaran en su territorio. Aunque por general yo nunca encontraba ninguno por esos lares. Mis papas por supuesto no veían con muy buenos ojos esta clase de comportamiento y en más de una ocasión aprovechaban el momento para decirme lo peligroso e improductivo que era andar por el bosque y me solían obligar a realizar labores más “productivas”, aun cuando este lugar no era peligroso en absoluto y dar un paseo en él era como caminar por un tranquilo parque pero mucho mejor. Aun con ello solían tratar de asustarme con historias ficticias hablándome sobre un perro negro malignos que vivía en los bosques y que buscaba engañar a los niños desobedientes para llevarlos a su cueva donde les chupaba sus almas hasta dejar el cuerpo seco. Por mi parte yo no daba mucho crédito de sus consejos ni advertencias e incluso sus ficciones solo hacía que creciera más mi curiosidad como infante. ¿Que puedo decir? Así era yo de pequeño. Leyendas sobre el pueblo de próspero había muchas pero habia una en particular que llamaba mi atención, no tanto por su siniestra extrañeza o su carácter misterioso sino porque el lugar donde habían ocurrido estaba a unos 50 km de donde vivía, más precisamente en una vieja casa que había quedado abandonada por mucho tiempo… mucho antes de que mis padres se consagraron en santo matrimonio. La leyenda a la que me refiero ocurrió durante años cuarenta, el país estaba pasando por una gran época de crecimiento cultural e industrial; el sector empresarial nacional crecía a pasos agigantados y pronto emprendedores comenzaron a expandirse a los largo de los estados. En este contexto, una pareja de alrededor de 10 años de matrimonio vino a formar se mudó a Próspero y construyó su casa en las inmediaciones de la carretera alejados del pueblo. A quienes me refiero se trataba de la pareja formada por Emilio villanueva y su esposa Maria. Emilio era uno hijo del propietario de una prominente (en ese tiempo) empresa metalúrgica de sólidas ganancias que estaba en proceso de expansión. Por Órdenes de su padre, Emilio quedó a cargo de dirigir la sede que había sido construida en Próspero, por lo que tiempo después de ser asignado, él y su esposa maría se mudaron al pueblo y pronto construyeron su casa en las afueras de la ciudad ya que ambos preferían el aire fresco y la tranquilidad del campo. Los villanueva era conocidos por ser personas reservadas y de la más fina educación, pocas fueron las personas del pueblo que los conocieron y a pesar de ello nunca fueron lo suficientemente cercanos para considerarse sus mas intimos amigos. Los compañeros de emilio solían describirlo como un hombre callado y estoico muy entregado a su trabajo como ninguno otro empleado o funcionario que habían conocido; Se trataba de una persona estricta, no solía tolerar que alguien de la fábrica faltara al trabajo o llegase tarde (a no ser de tener una buena justificación). Este comportamiento nun fue llevado de tal manera en que Emilio fuera un jefe injusto y con un mal temperamento, de hecho le importaban sus trabajadores y a veces a mostraba preocupado por sus empleados (aunque no lo pareciera) y se encargaba de que estos recibieran un trato y pago justo. Ciertamente se tomaba muy en serio su rol en la empresa, jamás tuvo ningún vicio o complejo que entorpeciera su labor, lo cual hizo que se ganara la admiración y confianza de más de una persona. De se mujer Maria, poco puede decirse. Casi al igual que su esposo, María era una mujer comedida y reservada con la pequeña diferencia de que ella se mostraba amigable con las personas; las pocas mujeres llegaron a conocerla solían referirse a ella como una mujer bondadosa e inteligente pero no muy conversadora y un poco tímida casi insegura de sí misma que se le dificulta un poco entrar en confianza con los demás pero que aun si era alguien con la que se podía tener una buena charla si estaba en buena disposición. Tenía cierta pasión por la literatura sobretodo por la poesía de Baudelaire, Milton, Góngora entró tantos e incluso llegó a realizar reuniones de lectura con las pocas mujeres con las que se acostó, algunas de esas fueron realizadas dentro de su casa. En general el matrimonio de los villanueva en Próspero, era uno feliz y sin muchos contratiempos a pesar de sus pequeños - pero perdonables- defectos como personas sociables. Tenían una relación estable con los lugareños del pueblo y en general vivían una vida apacible. Salvo por una sola dificultad que siempre afectó a su matrimonio y de la que jamás pudieron sobreponerse y era que durante sus 10 años de casados, María jamás había podido concebir un bebé. La mujer había tenido 3 embarazos en toda su vida y en cada uno de ellos había perdido al bebé a los 3 o 4 meses de embarazo, la causa -debido a dificultades de la época- no había sido posible especificarse, muchos doctores lo atribuyeron a su delicada complexión de su vientre y matriz pero nadie podía darle una respuesta exacta a la problemática por la que pasaba la desdichada mujer. De hecho una de las razones por las que Emilio aceptó el puesto en Próspero fue por su mujer precisamente ya que quería alejar a su esposa del bullicio y estrés de la gran ciudad y en cambio ir a un lugar mucho más sencillo y rural pensando que la paz del campo le sentaría bien a la salud mental de su mujer, quien poco después de la pérdida de su tercer hijo entró en un profundo estado de depresión y auto desprecio. Fueron dos años en los que la pareja villanueva tuvieron una vida pacífica y placentera en Próspero sin embargo serían en esos años en los que ocurriría un extraño suceso que convertirían su tranquila vida en matrimonio en una tragedia. Sucedió durante las fiestas de los santos difuntos una tradición en la que el pueblo conmemoraba con alegría y jolgorio a sus fallecidos; Es en esos días en que se realiza el festival de las ánimas al que asisten diversas personas de distintos estados y provincias del país para desfilar por todas las calles de próspero con disfraces extravagantes y curiosos. Es También por esa época del año, en la que una anciana hechicera remanente de los antiguas tribus aborígenes que habitaron en el estado siglos antes de que yo siquiera naciera y que era conocida por el nombre ixchel visitaba Próspero para disfrutar de las fiestas y -si se lo solicitaban- ayudar con ciertos problemas especiales a los habitantes de Próspero y de otros pueblos por los que pasaba. En ese tiempo se contaban muchas historias acerca de esa anciana; Se decía que realizar cosas extraordinarias e impensable con antiguos hechizos y ritos que practicaban sus antepasados. Las historias decían que ella una vez curó a un hombre que agonizaba por una tuberculosis y que los doctores no podían hacer nada por el pobre viejo debido a lo avanzado de su enfermedad. Fue entonces que sus hijos contrataron a Ixchel y ella lo sano con un extraño brebaje santificado por sus ritos paganos durante la luna llena. El tuberculoso bebió el menjurje y en un unos días los síntomas de la tuberculosis estaban desapareciendo poco a poco y después de un tiempo, el hombre completamente curado y pudo vivir por mucho tiempo mas junto a su familia. Otro caso era el de una mujer que había quedado paralítica debida a un accidente dentro de un autobús, la pobre era deportista y con una carrera prometedora en el atletismo el cual llevaba practicando desde su adolescencia pero que desde lo ocurrido se vería forzada a pasar el resto de su vida en una silla de ruedas. Sin embargo cuando su padre contactó a la vieja Ixchel, ella pudo volver a caminar gracias a un extraño ungüento que ella preparó con antiguas hierbas que ella hechizo especialmente para curarla. A los 30 días la mujer ya podía correr millas y millas sin ningún problema. Gracias a estos acontecimientos la anciana se convirtió en una persona milagrosa para las personas de la localidad y aprovechaban el festival de los santos difuntos para pedirle “un milagro” en sus vidas. Más temprano que tarde estas historias sobre la anciana llegaron a oídos de Maria Villanueva, quien reprochando de sus propia condición como mujer y deseosa de tener un hijo acudió con la anciana sin considerar la naturaleza anormal de aquellos acontecimientos. Ella a Ixchel y le explicó su problema, la anciana habiendo escuchado atentamente a aquella mujer desesperada y fragil emocionalmente le dio una extraña orquídea blanca con finas líneas de color rojo en sus tallos y le dijo que plantará esa flor en una maceta y la pusiera en la ventana de su habitación durante la noche. Hizo especial hincapié en esto último ya a la flor era preciso que hiciera caso de sus instrucciones “De esa orquidea saldrá un aceite de sus tallos y deberás untartelo en tu vientre” le dijo la anciana y puso la orquidea en sus manos. Se desconoce si después de ello María hizo lo que le indicó la anciana Ixchel o todo lo que ocurrió después fue resultado de una cruel casualidad del destino. El caso es que un mes y medio después María se había embarazado por cuarta vez, lo que entusiasmó a la mujer de sobremanera. No podria decirse lo mismo de su marido quien -debido pasadas experiencias- no recibió la noticia con la mismo espíritu esperanzador que su esposa pero sin duda fue una buena noticia para la pareja de casados. María estaba tan contenta por este acontecimiento que había pedido a su esposo que prepara una habitación para el niño, a lo que su marido accedió casi en seguida para evitar contrariarla ya que sabia como era su comportamiento en esta clase de situaciones. Limpiaron la habitación, compraron muebles para ocupar e incluso colocaron coloridos tapices para darle un toque alegre a la habitación. María estaba muy ilusionada con el nacimiento de su futuro bebé mientras que su marido Emilio veía con ojos preocupados esta actitud precisamente porque temía que repitiera lo que ya había pasado otras veces y esta vez dudaba si esposa superaría otra pérdida más. Sin embargo su esposa daba por hecho su nacimiento. El embarazo de María se había desarrollado de manera normal durante 8 meses; Solía tener cambios de humor de manera constante pero todo era dentro de los parámetros habituales que se podia esperar de una mujer en esta etapa, aunque cabe mencionar que también la esposa de emilio tenía extraños antojos para la comida. Según algunas sirvientas que servían a la pareja decían que la señora solía pedirle carne cruda, insectos o algún que otro órgano animal, Ofelia (una sirvienta indulgente) le había cumplido uno de estos caprichos y le dio de comer un hígado de res crudo, el cual devoró la señora como un león que somete a su presa. Nadie percibió extraño este comportamiento e incluso Emilio solia bromear con las criadas diciendo: “Es normal, mi madre -por ejemplo- se comió a una vaca enterita cuando estaba embarazada de mi”. Fue en el octavo mes, durante un jueves en la noche como alrededor de las doce de la madrugada que María comenzó a despertó estremecida sintiendo terribles contracciones, su marido alarmado por tan repentino suceso se despertó y notó que a su esposa “se le había roto la fuente” como se suele decir la decir gente y en seguida subió al coche -con ayuda de algunas sirvientas- a su mujer y partieron directo a clínica de Dr Eduardo Montero médico de confianza de la familia que ya los había atendido otra veces por enfermedades menores. LLegaron a la clínica y en seguida fue hospitalizada. El dr Eduardo junto a otra enfermera se encargaría del parto. Era poco usual que las mujeres tuvieran hijos prematuros sobre todo en un pueblo tan común y tranquilo como Próspero. El parto duró alrededor de tres horas con veinte minutos. Al terminar el proceso, el doctor Eduardo salió del quirófano anunciando que el bebé había muerto al nacer, sin embargo los empleados que lo conocieron notaron algo extraño en el médico ese día: se le veía perturbado, como si fuera un principiante que acababa presenciar en carne propia una operación; El Dr Eduardo ya había tenido casos similares a ese y en ninguna de las ocasiones había mostrado semejante actitud, por el contrario, se le veía fuerte y sereno con estómago y nervios de acero para soportar cualquier cosa sin perder la compostura. pero esa vez parecía un gato asustadizo e incluso algunos afirmaron haberlo visto temblar como licuadora cuando se fue del hospital. Poco después se le preguntó por los detalles del acontecimiento pero él se negaba a decir algo y evitaba siempre que podía esa pregunta. En cuanto a la enfermera que asistió al doctor renunció días después de lo ocurrido. Nadie supo qué fue lo que ocurrió realmente ese dia y todos asumieron la versión oficial,que ese bebé había muerto. Semanas después María dejó el hospital y volvió a casa junto a su esposo, desde ese dia la pareja no volvería a ser la misma. Este suceso sin duda trajo cambios muy negativos a la vida de los villanueva. Poco después de lo ocurrido Emilio volvio a trabajar a la fabrica despues de tomarse 6 meses de vacaciones para recuperarse de ese desagradable suceso, mas sin embargo al volver ocurrieron ciertos cambios en su persona. Se le veía todo el tiempo con un semblante taciturno y temeroso mientras trabajaba en su oficina, con la mirada perdida como si su mente estuviera otro lado; algunos empleados lo vieron comerse las uñas con bastante nerviosismo e incluso algunos afirman que se le oía murmurar cosas sin sentido cuando iba al baño. Ya no era aquel director callado y centrado que todo el mundo conocía sino un hombre perturbado que vivía con miedo de su propia sombra. También adquirió una extraña manía de recoger perros y gatos callejeros, los metia en su carro y los llevaba a su casa cada cierto tiempo, no discriminaba la raza ni el color y ni el pedigree siempre se le podía ver con un animal nuevo de lado copiloto de su coche. Una vez Gerardo Macías uno de los supervisores de la fábrica lo vio recogiendo un gato gris de la acera y al preguntarle razón de porqué lo hacía, éste le respondió tartamudeando “ Mi esposa se siente sola en casa y le llevó compañía” le respondió estremecido ante aquella pregunta como si su acción se tratase de algún crimen. En cuanto a su mujer, María se la pasaba todo el tiempo en su casa encerrada en el cuarto del niño. ya jamas salia con sus amigas con la regularidad que lo hacía antes, en vez de eso se la pasaba la mayoría del tiempo ensimismada en el cuarto de su hijo no nacido cantando canciones de cuna y riendo. A veces salía de la habitación para caminar alegremente por la casa diciendo que su “bebé” estaba durmiendo o solía coger algo de comida de la cocina y cuando la veían algunas de la sirvientas y le preguntaban qué para qué quería eso, ella les respondía que era para su “niño” y volvía a su habitación con la gracia de una niña de 5 años. Las sirvientas jamás hicieron nada ante la actitud de su señora y de hecho Emilio les prohibió acercarse a la habitación de su “hijo” si ellas querían decirle algo tenían que decirlo detrás de la puerta. A muchas no les agrado esto e incluso hubo una que hizo oídos sordos a las indicaciones de su patrón. Su nombre era Amelia y era una sirvienta joven y algo osada, fue al cuarto del “infante” donde se encontraba María, la puerta de la habitación estaba entreabierta y esta chica en vez de avisar a su dueña que su puerta estaba mal cerrada prefirió mirar por el pequeño hueco y ver lo que pasaba. Sea lo que sea que haya visto salió de la casa corriendo aterrada al tal grado de que jamás volvió allí ni se molestó en avisar de su retiro. Poco a poco se estaba formando ambiente de decadencia siniestra dentro de las vidas de la villanueva y su casa. Cinco años pasaron en los que los villanueva se estuvieron comportando de manera errática e irracional a tal grado que las pocas personas que lo rodeaban los desconocieron por completo. Un dia y de manera abrupta, Emilio despidió a todas sus sirvientas sin dar razones de ello. Les entregó su última paga más ciertos honorarios y las mandó a la calle. Decisión que algunos atribuyeron a la presión que sentía por ciertas pérdidas que estaban teniendo la fábrica por ese entonces pero nunca fueron tan grandes (y de hecho se recuperó lo perdido) como para alarmarse de esa manera; en realidad todo se debía al decreciente estado mental por el que estaba pasando el jefe de la compañía metalúrgica mismo que desde hace tiempo estaba manifestando. Algunos de sus compañeros preocupados por su estado le aconsejaron -en más de una ocasión- que tomará unas vacaciones con su mujer y descansase de su trabajo, a lo que Emilio respondía con una mirada asustadiza a sus interlocutores y ponía de pretexto la situación de la empresa para no abandonar sus labores, como si no quisiera regresar a su casa; de hecho solía quedarse más del tiempo necesario dentro de su oficina, ya sea checando las cuenta y los impuestos o simplemente se quedaba sentado en su silla ensimismado, con sabe dios qué clase de pensamientos corriendo por su mente. Había algo que lo atormentaba y no era precisamente el hecho de que su mujer había perdido a su hijo por cuarta vez, sino había algo más que en ese entonces nadie pudo precisar. Un dia de otoño del año 1948, no se había presentado a trabajar. Los empleados no lo encontraron en su oficina como era costumbre y era extraño él siempre se encontraba ahí trabajando antes que nadie. A muchos les extrañó este acontecimiento; Emilio siempre había sido una persona constante y puntual en su trabajo incluso en la época en la que pasaba por semejante estado mental. De hecho cuando Solía faltar (que eran muy pocas veces) avisaba al subdirector y supervisor con un día de anticipación. Desconcertados algunos de sus más cercanos compañeros marcaron al teléfono de su domicilio pero no hubo respuesta. Trataron de comunicarse con él durante 3 días; al tercero mandaron a la policía a su casa. Los oficiales a cargo llegaron al domicilio y se encontraron con que la puerta estaba mal cerrada y que el coche de Emilio no estaba por ningún lado. Entraron a la casa y lo encontraron sucia y descuidada: Los muebles de la sala se encontraban llenos de polvo, había pelusa por montones en el piso, la cocina estaba empapada de grasa y comida podrida por los suelos, los baños -los tres que había- estaban llenos de moho y óxido y había ratas en los armarios que parecían estar desde sabe dios cuanto. Los oficiales subieron por las escaleras hacia las habitaciones revisaron la habitación de la pareja y no encontraron a nadie: al igual, esta se encontraba igual de descuidada que el resto de la casa. Los dos uniformados decidieron revisar la habitación de su difunto hijo, la puerta estaba abierta pero fue un poco difícil abrirla debido a que se encontraba regida por el tipo de madera por la fue hecha; con un poco de esfuerzo la lograron abrir, solo para encontrarse con la Señora de la casa sentada sobre una silla con su cuerpo frío e inerte y con una horrenda expresión en su rostro: sus pupilas dilatas,sus mejillas pálidas, su boca entreabierta llena de llagas y sus muñecas resquebrajadas. El cuerpo estaba rodeado de telarañas entre sus brazos, piernas y cabellos su vestido color estaba manchado de sangre seca parecía que ya llevaba dias de haber muerto. Durante un tiempo se estuvo comentando sobre la muerte en el pueblo de Maria villanueva y la desaparición de su esposo Emilio. Las trágicas circunstancias en las que ocurrió este incidente fue de interés para aquellos que tienen una gran curiosidad. La causa de muerte fue catalogada como un suicidio a razón de delicado estado mental por el que estaba pasando la mujer en esos momentos; pasaba por una severa depresión y el abandono de su marido fue la gota que derramó el vaso. Sin embargo había algo extraño en el asunto. Los encargados de la autopsia señalaron la anormalidad que había en las heridas de la difunta, no parecían haber sido cortadas con un objeto punzocortante (como se declaró oficialmente) sino que más bien fueron desgarradas profundamente dejando misteriosas marcas en las heridas como si hubieran sido mordidas por animal. Dicha declaración fue obviada en la declaración y se quedó en un simple suicidio. El cuerpo de la mujer fue recogido por sus familiares y llevado a su ciudad natal, mientras que la policía local informó a las demás comisarías de los estados sobre la desaparición de Emilio villanueva quien sería encontrado 3 años después por un primo suyo y descubrirá vagando por la calle como un indigente, totalmente enloquecido y sin la facultad de articular palabras. Viviría internado en un sanatorio hasta el dia de su muerte. La razón de su locura quedaría así como la extraña manera en que murió su esposa quedó como un enigma rodeado de muchas especulaciones que solo darían más vida a esta leyenda La casa quedó abandonada durante décadas solo sirviendo como refugio para los vagabundos y drogadictos, decayendo con el pasar de los años. A partir de aquí surgirán historias y relatos aterradores con respecto a esa casa; desde cánticos de cuna que se escuchan a altas horas la noche en el segundo piso de la vivienda hasta llantos espectrales provenientes de los rincones más oscuros las habitaciones, entre otras clase de relatos que la mayoría no da crédito por la inverosimilitud de los mismos. Aunque cabe mencionar que durante más de 20 años se han reportado varias desapariciones en las comunidades cercanas a ese lugar ya sean borrachos que se encontraban vagando en las cercanías o vagabundos que se metian a la casa para pasar la noche. incluso desde años se han reportado a niños desaparecidos provenientes de granjas cercanas a la mía y que se les han visto jugar cerca de la casa de los villanueva , lo que provocó que las autoridades hayan cercado ese lugar por cuestiones de seguridad haciendo que aquellos relatos en torno a la casa y su antiguos residente tomen cada vez más fuerza conforme pasa el tiempo. Esta leyenda no hizo más que crecer mi curiosidad entorno a ese lugar y surgir en mí un deseo casi enfermizo de explorar aquella casa encantada. Por mucho tiempo la idea me estuvo rondando por la cabeza; días y noches no pensaba en otra cosa que no fuera eso: Aventurarme a los confines de aquella casa demacrada con el tiempo y envuelta en una historia siniestra. En ese momento era casi una necesidad indispensable para mi llevar a cabo semejante aventura ya que seria lo calmara las ansias que sentía. Fue en un fin de semana en el que pude realizar mi cometido. Mis padres me habían dejado solo en la casa, mi madre fue a santa julia a visitar a una tía enferma mientras que mi padre estaba en el hospital. Salí de mi casa al mediodía llevando conmigo una mochila en la que llevaba comida y agua para el camino además de una linterna de baterías para explorar la casa. Tome un autobús rural que pasaban por la carretera donde se encuentra la casa de los villanueva. Durante el camino devore la comida que tenía en mi mochila y me baje a unos 150 metros del lugar. Desde donde me encontraba pude contemplar aquella casa. Allí estaba en un campo, rodeada por el cercado metálico y por la hierba otoñal que cubría sus cimentos. Me acerque al lugar caminando entre la larga y prominente hierba verde hasta que me tope con el cercado metalico. Me puse a rodear la cerca en busca de algún hueco por el que pudiese entrar. Estando más cerca el meta de la valla tenia tiempo que estaba oxidado por lo que no seria tan dificil encontrar una cavidad por la que pudiera entrar. Después de una búsqueda exhaustiva encontré un agujero entre la hierba por el que pude entrar sin muchos problemas. Una pasado por ahí pude contemplar con mis propios ojos aquella casa más de cerca. Me dio la impresión de que era más grande de lo que había imaginado. Era una gran casa hecha de cemento, pintada de blanco en el exterior y con diseños neobarrocos en su estructura, tenía muchas ventanas que conectan con las distintas habitaciones del lugar a la par de que tenían diseños curiosos. Imagine que en otro tiempo esa vivienda había majestuosa y de una belleza inigualable (de hecho la mejor de todo próspero)pero en ese momento era un edificio decadente con su pintura percudida, sus ventanas entabladas, sus cimientos rodeados de maleza y sus paredes agrietadas. Subí por unas pequeñas escaleras que conectaban al porche y note que la puerta principal estaba cerrada. Inspeccione los alrededores de la casa y encontré un ahuecamiento que parecía conducir al sótano. Me deslice por él y saqué mi linterna al entrar. En lugar estaba en la completa penumbra apenas iluminado por el resplandor de mi linterna. Había un terrible olor a podredumbre y heces de rata que impregnaba el sitio. se veían herramientas oxidadas, cajas de cartón y pedazos de madera desperdigados por todo el lugar como si se tratase de un basurero. Encontré unas escaleras que me condujeron a lo que parecía ser la cocina del hogar por los azulejos rústicos que estaban pegados en la pared. Era un cuarto desolador en el que no había más que restos de pared tirados por todo el lugar; La estufas y los demás muebles probablemente debieron haber sido subastados por el gobierno o tal vez algunos ladrones se la llevaron poco después de quedar deshabitada. Explorando el lugar, me tope con un cuarto bastante grande el cual supuse que en otro tiempo debió haber sido la sala- comedor donde la pareja solía tomar su comida; En otro debió haber sido un sitio hermoso y esplendoroso casi magistral pero en el momento en el que yo estuve no era más que un cuarto lleno de papel periódico, sabanas podridas y jeringas dispersas por todo el azulejo del piso; sin mencionar el terrible estado de sus paredes afectadas por la mugre y moho. El tiempo había acabado con la belleza de aquel lugar. Recorriendo las habitaciones de la planta baja logré encontrar con la puerta de la entrada de la casa en donde estaban la escalera que conectaba con el segundo piso y era el lugar más iluminado de aquel hogar, aunque por apenas por los rayos del solo que se filtraban por las ventanas entabladas y en las que se veía que danzaban pequeñas motas de polvo. Pronto mi curiosidad comenzó a aumentar poco a poco al contemplar esa ancha e imponente escalera surgiendo en mí un éxtasis que me impulsaba a ascender. Contemple aquellas escaleras de madera percudidas por el polvo y la pelusa, tan antiguas como la propia casa. Subí con sumo cuidado de romper la madera en la que estaba posando mis pies crujiendo con cada paso que daba; sentía que me estaba adentrando hacia un mundo desconocido ascender mas y mas a ese lugar; por un leve instante me plantee regresar por donde vine pero mi curiosidad infantil y deseo de descubrimiento pudo más que mi miedo hacia la extrañeza. Una vez arriba, exploré cada una de las habitaciones que se encontraban en el segundo piso. Era sólo 4 habitaciones: la principal, la del bebé, el baño y un cuarto para huéspedes o sirvientas. Empecé con este último y no encontre algo sobresaliente, era poco más que una habitación pequeña y percudida. la habitación principal, era un cuarto amplio en el que se hallaban sabanas desperdigadas por todo el lugar acompañados de varios restos de comida a medio terminar misma que se encontraba llena de hongos. había una ventana amplia de la cual entraban era lo único que iluminaba el lugar. Tambien encontre un armario viejo una madriguera de ratas grises atrincheradas en un rincón, las cuales huyeron al alumbrarlas con la luz de mi linterna. El cuarto del bebé, era pequeño en comparación con el de sus padre y no había mucho en ella, había una pequeño closet cuyas puertas estaban destrozadas, el tapizado desprendido de sus paredes y sucio por podredumbre y los restos de una cuna de madera pintada de color blanco (o al menos asi debio antes de que la suciedad la enturbiara). Sentí una extraña vibra que emana en aquella habitación. Me encontraba parado justo donde Madura Villanueva había perdido la cordura y posteriormente se suicidara. No pude evitar sentir un estremecimiento dentro de ese lugar aun cuando por aquella época mi curiosidad superaba a mi razón. Salí del cuarto no sin sentir un escalofrío que recorría mi cuerpo, comencé a temblar un poco no se si por los nervios o por el frio que hacia dentro de aquella casa; eran epoca otoñales y en Próspero el frío llegaba mucho antes que en cualquier parte del país, sobretodo en las afueras del pueblo. Entré al baño de la casa sin muchas expectativas salvo por dar por terminada mi travesía por aquel sitio. Sin embargo, cuál no sería mi sorpresa al encontrar un gran agujero en una de sus paredes. No era de una gran anchura pero si la suficiente como para una persona pudiera introducirse en él sin muchas complicaciones. Introduje mi linterna en él y pude cerciorarme de que no era tan profundo como parecía en un principio ya que pude distinguir el fondo desde donde me encontraba pero podía calcularse de tener una distancia de algunos 300 o 400 metros de profundidad. Sin pensarlo mucho e impulsado por mi deseo de explorador, me introduje por aquel agujero angosto y comencé deslizarme en sus profundidades iluminado por la linterna. No me fue muy difícil reptar gracias a mi complexión pequeña y delgada por lo que con cierta rapidez. Mientras avanzaba me encontraba entre el empedrado huesos desperdigados en el camino (de animales para ser más específicos) no podía precisar todas las especies pero estoy seguro que distinguí los hueso perro y de gato, lo se porque vi varios cráneos con la forma de un canino. También comencé a escuchar un leve pero percibe sonido conforme avanzaba; no lo noté al principio porque estaba demasiado concentrado en deslizarme y además dicho sonido fue opacado por mi respiración constante pero me percaté de él cuando me detuve. Se escuchaba como una respiración irregular casi como ronquidos pero de un tono más profundo e ininteligible. Era cada vez más audible conforme avanzaba hacia el fondo. igualmente empecé a notar telarañas entre el empedrado y su cantidad aumentaba conforme avanzaba y muchas de ellas se adhirieron a mis ropas y manos como sanguijuelas de río e incluso algunas telarañas tenían ratas muertas con su carne carcomida envueltas en ellas. En ese momento mi entusiasmo y curiosidad fueron reemplazados por un profundo sentimiento de temor y desasosiego. Una vez llegado al fondo me percaté que este era más angosto y circular que todo el recorrido hacia él casi como si hubiera entrado a una madriguera de alguno animal.Arriba de mi habia un grande hueco del que provenía aquel sonido que me inquietaba y al mirar hacia arriba vi un bulto en aquella oscuridad abismal del que parecía colgar de una especie de cuerda gruesa. Cometí el terrible error de alumbrarlo con mi linterna porque gracias a mi idiotez aquella cosa se estremeció profiriendo un rugido espantoso. De inmediato apague la luz de mi linterna y sin soltarla regrese por donde entré y me deslize con toda la rapidez que mi cuerpo podía permitirme en un momento de sumo peligro como aquel. Detrás de mí podía escuchar como esa cosa profería rugido furioso y agudo como nunca había escuchado. Estando a la mitad del camino comencé a escuchar un repiqueteo inquietante dentro del agujero aquella cosa comenzaba a darme caza. Gracias a un esfuerzo casi sobrehumano salí del agujero cayendo de lleno al piso. De inmediato me puse de pie, recogí mi linterna y me salí de aquel cuarto, no sin antes dar una pequeña mirada al agujero donde alcanze a notar en la distancia dos ojos carmesí iluminando la oscuridad como dos rubíes brillando con un siniestro resplandor. Corrí y baje con rapidez las escalera sin importante que se rompiera la madera vieja. Por desgracia mientras baja un pequeño rato se cruzó en uno de los escalones y al aplastarlo con uno de mis pies me resbalé cayendo estrepitosamente por las escaleras hasta el suelo. Me lastime los hombros y la rodillas y estuve en el suelo gritando de dolor tratando de volver a incorporarme. Fue en ese momento cuando volví a escuchar ese tremendo repiqueteo y alcancé a contemplar desde donde me encontraba una silueta extraña que se dirigía a las escaleras. Fue entonces que logré incorporarme pero de repente escuche un sonido seco a mis espaldas. Por puro instinto me detuve y miré hacia atrás y el horror que advertí ese dia se quedaría grabado para siempre en mi memoria hasta el dia de hoy que escribo este relato. Lo que se presentó ante mí, era una criatura humanoide de piel oscura como el hollín con vellos en su brazos y piernas con una joroba prominente en su cuerpo y pero con panza y caderas raquíticas. Tenía dos manos con tres dedos cada uno de los cuales salen deformes garras onduladas. su cuello era alargado y su desproporcionada y asimétrica. Sus ojos eran dos grande cuencas grandes carmesí sin párpados y en sus fauces tenía grandes y afilados colmillos que desprendía una saliva verdosa. Me quedé helado del miedo al contemplar semejante monstruosidad que por un momento creí que entraría en un crisis nerviosa. De su espalda salieron cuatro grandes patas de araña que se posaron por el piso y al avanzar hacia a mi articularon aquel que tanto repiqueteo me ha perturbado. Cuando aquel monstruo se acercó a donde me encontraba, los rayos que entraban por la ventana dieron de lleno a sus cuencas lo que provocó que la bestia profiriera un rudigo de dolor y se tapara su rostro con sus peludas manos. Reaccionando rápido, aproveche esta oportunidad para huir de aquel ser y encaminarme hacia el sótano el lugar donde entré. Recorrí todo el camino de regreso desde la sala hasta el hueco por donde entré en el sótano; en ese momento mi mente y corazón estaban dominados por el miedo, no estaba consciente de nada de lo que hacía, estaba siendo impulsado por el deseo de supervivencia. De alguna manera en aquel estado llegue al sótano y en seguida me dirigí al hueco por donde había entrado. Fue en ese momento que me percate de la altura que me separaba de mi única salida. Salte todo lo que pude para llegar hasta el hueco pero mis esfuerzos fueron inútiles. Afuera escuchaba los repiqueteos de ese monstruo acercándose al sótano. Desesperado y embargado por un terror indescriptible amontone todas las cajas rápidamente debajo del hueco del sótano formando un improvisado montículo. Me subí sobre él con un gran impulso pude llegar hacia el hueco y trepar hacia la salida para cuando llegó el monstruo yo ya había estaba por salir de esa casa infernal. Logre escapar de milagro de ese lugar no sin antes contemplar aquellas cuencas carmesí que con su brillo aterrador alumbraban las penumbras de ese. Aquella bestia rugió con ira incesante y trató de salir del sótano sin embargo su gran tamaño no se lo permitió. Busque como un monomaniaco el hueco de la reja por el que había entrado; una vez lo aviste me deslice por él y corrí como nunca antes lo había hecho hasta entonces sin voltear ni un segundo atrás ya que aun cuando ya me había librado del peligro, sentía que aquella bestia oscura me continuaba persiguiendo con sus colosales patas de araña. No recuerdo muy bien cómo fue que recorrí 20 km por la carretera, solo recuerdo que fui recogido por una patrulla de la policía municipal y que poco después fui llevado a la comisaría de próspero para horas después informar a mis padres de lo ocurrido. Jamás en mi vida los había visto tan enojados ese dia conmigo. Apenas daba crédito a todo lo que me decían tampoco note las rasgaduras y manchas de tierra que había en mi ropa. Mi estado era tal que no podía entender casi nada de lo que me decían; No podía digerir lo que había contemplado en aquella casa. Era difícil concebir para mi que una criatura como aquella pudiese existir en nuestro mundo. Fue la suerte la única razón por la que seguía vivo ese dia. Después de incontable regaños de parte de mis padres, les conté todo lo que me ocurrió en la casa más sin embargo jamás les conte sobre la criatura que moraba en ese lugar por riesgo de ser visto como un loco y empeorar aún más mi situación, por lo que aquel monstruo fue reemplazado por una manada de gatos monteses. Ese día me hicieron jurar que jamas volveria semejante aventura, a lo que no proteste en absoluto. De ese dia me propuse jamas dejarme llevar por mi curiosidad o realizar una hazaña tan peligrosa y estúpida como esa. Cierto es que a las personas les excita el peligro y las emociones fuertes pero siempre y cuando estén distanciados del mismo porque cuando el horror estan cercano (sobretodo si este de una naturaleza bizarra) a su ser dicho placer es reemplazado por el miedo por absoluto que conduce a la pérdida de la sanidad mental y muerte del espíritu. Difícil fue para mi olvidar aquel episodio de mi vida; muchas fueron las noches en donde escucha esos repiqueteos en mi habitación provenientes del interior de las paredes; sentía que aquella criatura me acechaba en la oscuridad como un demonio malicioso que observa a su víctima. A raíz de ello desarrolle una fobia a la oscuridad a tal de que dormía con las luces prendidas de mi habitación e incluso solía evitar los rincones oscuros. Mis padres preocupados me llevaron con terapeutas e incluso me recetaron medicamento para el nerviosismo, mas mi recuperación fue un todo un proceso difícil. No fue hasta que años después nos mudamos a otra ciudad debido a que mi padre consiguió un trabajo mejor remunerado en Cervantes de los Altos, una ciudad al noroeste de próspero donde pude recuperarme de mi complejo y olvidado aquel día en que me introduje a la casa de los villa nueva. Desde entonces he vivido tranquilo por más de 20 años en esta ciudad...Hasta hace unos pocos días al recibir una noticia que me ha provocado vuelva recordar aquel fatídico día. Resulta que la casa de los villanueva que por muchos años se había mantenido en pie, fue demolida hace más de dos años. La razón fue la construcción de condominios en las afueras de Próspero por parte de empresas inmobiliarias. El enterarme de está noticia provocó una perturbación en mi que me rememorar aquel desagradable recuerdo. semejante suceso fue suficiente excusa para regresar por mi propia cuenta a mi pueblo natal, necesitaba saber si aquella monstruosidad seguía viva o habia muerto durante derrumbe. Para desgracia mía jamás pude saber con certeza eso. Los obreros que logré entrevistar y que trabajan en la construcción de los condominios decían que no vieron nada extraño dentro de la casa (más allá del deplorable estado en el que se encontraban), ni siquiera después de demolerla, no hubo nada fuera de lo común. Tampoco obtuve nada de los lugareños de Próspero, ni siquiera un solo rumor en lo que respecta a ellos la casa villanueva ya es asunto del ayer al igual que su leyenda. Quizás me precipite al regresar aqui, quiza nunca hubo ninguna leyenda entorno a la familia villanueva… Quizá lo que vi ese dia debido haber sido producto de mi mente inquieta e infantil, una mera ilusión de un niño que se ha sugestionado bastante con historia de terror y leyendas macabras. No, no lo creo, aquel recuerdo es todavía vivido en mi memoria como para que se haya tratado de alguna insulza ilusión, estoy seguro que esa criatura existe y que aún se encuentra con vida, viviendo en Próspero oculta en algún lugar. Durante años me preguntado en ocasiones: ¿de dónde ha salido aquella criatura que estaba escondida en la casa de los villanueva? ¿cómo es que semejante monstruosidad estuvo viva durante muchos años? o ¿porque los villanueva alojaron a semejante bestia en su hogar?. No puedo dar respuestas exactas a estas preguntas; todo lo que estoy por señalar no son mas que hipótesis que no podrían ser avaladas por la lógica o la razón debido a su bizarra naturaleza. Lo que puedo asegurar sin muchas dudas es que Maria Villanueva siguió los consejos de la anciana oriunda de Aztlan y realizó el rito con la orquídea el día del festival y que ese fue el detonante de sus futuras desgracias junto a su marido. Cuando estudiaba en la facultad leí y aprendí mucho sobre la cultura y tradiciones de las tribus aborígenes de nuestro país, sus mitos, sus festividades paganas y sobretodo sus leyendas. Leyendo varios libros me topé con un bestiario de criaturas y seres fantásticos parte de la antigua cosmogonía de las tribus Los tribu de nómadas que se asentaron en Próspero mucho antes de la conquista. Los indígenas solían creer que en los bosques habitaban diablos conocidos como Raueles, seres de carácter libidinoso que solían atormentar a las mujeres en matrimonio por las noches; algunos los describen como enanos deformes de piel verdosa y oídos puntiagudos o otros aluden a que estos en realidad poseen una altura descomunal y son abundantemente peludos, en cualquier caso son bestias de una horrenda apariencia. Cuentan los escritos que toda mujer que fuera visitada por estos espantosas monstruosidades, era forzadas por sus hechizos a tener relaciones sexuales con ellos y ser preñadas por su semilla. Las historias describen que los niños nacidos de esta relación eran deformes y algunos tenían horrorosas caracteristicas animalescas como cuernos de chivo, cuerpo y ojos de sapo u hocico de jaguar por lo que acababan sacrificados. Cabe mencionar que estos seres demoníacos eran atraídos por el olor de las orquídeas blancas que en ese tiempo abundaban en el bosque y que las mujeres indígenas solían utilizar como accesorio y algunas veces usaban sus aceites para untarse en su piel. Estas historias en torno a los raules eran métodos empleados los hombres y antiguos patriarcas para que las mujeres tuvieran cuidado al explorar los bosques o al encontrarse con un hombre de otras tribus, sin embargo si asumo que los raules en verdad existen, entonces, Maria Villanueva fue preñada en la noche por uno de ellos al untarse el aceite de la orquídea blanca, atrajo a ese diablo y el introdujo su semilla en ella, de tal modo que la mujer quedó embarazada y dio a luz a un monstruo, el cual a diferencia de lo que se suponía, no murió sino que fue criado por los propios villanueva, lo acogieron y lo alimentaron. Tal vez por eso Emilio Villanueva llevaba perros y gatos a su domicilio para alimentar a su monstruo al no aceptar comida normal (yo mismo lo comprobé ese dia al ver esos huesos en su madriguera). Debieron estarlo alimentarlo de esa manera durante cinco años en los que esa monstruosidad estaba creciendo; Por eso Emilio corrió a sus sirvientas no quería que su bestia fuera descubierta por ellas y por la misma razón se mantuvo aislado de los demás. Como debio de haber sufrido ese pobre hombre durante todo ese tiempo con aquella monstruosidad en su casa, prescenciado su crecimiento y vislumbrando como aquella criatura zampaba aquellos pobres animales con sus horrendas fauces. Eventualmente no su mente pudo soportar más ese espectáculo; se marchó de su hogar y abandonó a su mujer y hogar terminando como un hombre demente..!cómo no iba a acabar demente ese miserable teniendo a semejante demonio en su hogar¡. Aquella cosa nunca debió de ser concebida y estoy seguro que Emilio debió haber querido deshacerse de ella, mas no lo hizo debido a su mujer quien se había encariñado con la criatura y había decidido cuidarla, al fin y al cabo fue su primer y último hijo; el apego y cariño que sentía con locura por su niño debió ser inmenso al punto que en su delicado estado mental acabó por no importarle lo que fuera, al fin y al cabo el amor de una madre no conoce límites. Sin embargo aquella bestia sería la que acabaría matándola al saborear por primera vez la sangre humana de sus venas. Si aquella cosa mató a su propia madre desgarrando con sus fauces las muñecas de su madre, mas no pudo devorar todo su cuerpo ya que aun era pequeño y su estomago no podia todavia comer alimentos tan grandes, tal vez lo dejo para después pero el sabor no era el mismo al estar muerta por lo que decidió no comerselo. El resto de años debió haber sobrevivido comiendo ratas, animales salvajes y a algunas personas vagabunda que se paraban en las casas, tanto niños como adultos. Probablemente las cosas se pusieron difíciles para la criatura cuando cercaron el lugar al no tener ya tanto alimento más sin embargo continuó viviendo oculta en la oscuridad de la casa. El dia en que entre en la casa de los villanueva aquella monstruosidad se turbó con la luz del sol que dio a su rostro; no está acostumbrado a la luz del sol y se mantenía siempre en la oscuridad, tal vez por eso su habitación no tenía ventanas y ha pasado todo el tiempo encerrado en ese lugar dentro de su madriguera. Sin embargo, ahora su hogar a sido destruido y ya no tiene donde esconderse. Debería haber muerto al quedar demolido su hogar pero tengo el presentimiento de que esa vil criatura todavía sigue viva y está suelta por el lugar, aunque no podría precisar donde… Tal vez esté escondida en alguna cueva del bosque o se adentro en las montañas más allá de la carretera… o tal vez -y dios no lo quiera- se encuentra escondido en el pueblo. Puede no hay muchos animales en el bosque y puede que haya estado débil como para viajar a las montañas por lo que el pueblo parece su única opción para sobrevivir. Es curioso porque en Próspero desde hace 2 años de haber demolido la casa, ha habido un sin número de secuestros de personas tanto mayores como menores de edad y la mayoría no ha dejado rastro durante su desaparición; por supuesto esto lo supe por boca de la gente del pueblo ya que las autoridades niegan lo ocurrido o suavizan la situación los percances ocurridos y no es de sorprenderse ya que la ciudad está en pleno crecimiento y en los últimos años se ha estado convirtiendo en un destino turístico de gran importancia para el país, por lo que noticias de secuestro acabarían siendo perjudicial para la economía del pueblo. Lo cual acaba por aumentar mis suposiciones en torno al asunto. Si esa cosa sigue viva y está suelta en el pueblo, ¿Que pasará si aprende a reproducirse y empiece a procrear crías?. La sola idea me quita el sueño por las noches y me llena de un profundo temor por el destino de Próspero y su gente. Ya no quiero pensar en ello le estoy dando demasiadas vueltas a este asunto, será mejor olvide todo esto por la paz o de lo contrario me volveré loco. Será mejor que me vaya ya de este pueblo, ya se está haciendo de noche y estoy seguro que esa monstruosidad está rondado por los callejones más oscuros y olvidados del pueblo buscando a sus víctimas produciendo aquel repiqueteo horrible al andar y enseñando sus asquerosas fauces al respirar. Aquel secreto que los villanueva estuvieron escondiendo ha salido de su escondite y se prepara para convertir a este sencillo pueblo, en su matadero personal. Mas yo ya no estaré aquí cuando eso llegue a pasar y trataré olvidar la línea que separa las leyendas de la realidad.