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EPISTEMOLOGÍA DE LA PEDAGPGÍA

Las relaciones entre pedagogía y ciencia son trabajadas desde dos perspectivas.
La primera de ellas tiene que ver con el carácter científico de la pedagogía: desde
este punto de vista, se analiza tanto la delimitación de su objeto como su manera
específica de construir el saber; se definen así sus peculiaridades, se analiza su
desarrollo reciente como ciencia, su consistencia como “ciencia de la educación”
frente a las “ciencias” de la educación. La segunda perspectiva tiene que ver con
el contenido mismo de la reflexión pedagógica. La pedagogía es, antes que nada,
una reflexión sobre la producción y reproducción de los saberes, que tiene lugar
en el acto educativo y, más específicamente, en el acto docente. La pedagogía,
por lo tanto, es una reflexión sobre la producción del saber científico; es, en este
sentido, además de una ciencia, una metaciencia (ciencia sobre el hacer ciencia) o
un metasaber (saber sobre el saber).

La pedagogía no puede verse aislada, carente de contenidos ni el pedagogo


puede, por tanto, estar ajeno al contenido mismo de los saberes. De esa manera
se recupera el papel del docente, como profesional especializado en la
construcción de saberes específicos, como mediatizador entre el mundo de la
ciencia y el mundo del aprendizaje. Es por eso que se hace necesario una
consolidación de la disciplina a través de una estructura histórica en la
epistemología de la pedagogía

Epistemología significa “discurso sobre la ciencia”. ), el estudio del conocimiento,


doctrina de los fundamentos de la ciencia en el mundo científico, disciplina que se
ocupa de las relaciones entre cada disciplina o materia de estudio. Así, la
epistemología pedagógica se puede entender como el estudio de la complejidad
interna de la pedagogía tanto en su presentación prognóstica como en la
diagnóstica. La epistemología pedagógica pretende reflexionar sobre las
modalidades con las que se puede estructurar tal complejidad, aún conservando la
unidad del saber fundamental, que es precisamente el pedagógico. Por ello, la
epistemología pedagógica asume el hecho de que la pedagogía sea un conjunto
de saberes, donde resuelva problemas prácticos y estudie las modalidades con
las que los conocimientos sectoriales entran a formar parte del área de saber
pedagógico a fin de ofrecer respuestas a los problemas educativos planteados por
las situaciones históricas. Por tanto, la epistemología debe ser referida a la
práctica donde se configure la necesidad de disponer una doctrina articulada que
se pueda integrar en función de la clase de los problemas propuestos y de sus
necesidades.

Por lo anterior la pedagogía debe ser sociohumanística que contenga, entre los
objetivos a alcanzar, no sólo capacidades cognitivas, sino también habilidades
psicomotoras y comportamientos afectivos; que prevea actividades didácticas
dirigidas a favorecer la expresión individual y de grupo mediante los diferentes
lenguajes (verbal, escrito, paralingüístico, audiovisual, musical, etc.) partiendo de
la realidad socio-ambiental en la que crecen niños y jóvenes, para alcanzar una
nueva apropiación y para realizar una posible intervención modificadora de las
mismas.

El problema de la educación es un problema de soluciones prácticas y no de puro


conocimiento teórico. El verdadero problema del pedagogo no es el de tener un
sector de la educación más iluminado que antes, sino, el de usar todos los
instrumentos necesarios para iluminar todo el campo. La observación teórica de
un objeto no lo estudia en su totalidad, sino que sólo indica las ideas útiles para
una elaboración teórica. La interacción entre la psicología y la sociología deben
colaborar en la acción del educador que ha de arriesgarse en la tarea educativa,
aún a sabiendas de exponerse a equivocarse; ante el riesgo no sólo se le pide
prudencia y justificación. Riesgo no quiere decir locura o insensatez, sino iniciativa
y avance; pues es preciso dialogar con el educando, sistema muy diferente al de
los “sermones” y “rollos”. El diálogo es ayuda y comprensión, es responsabilizar al
educando frente a la libertad por él estimada.

Finalmente la epistemología permite comprender la ciencia como un conjunto de


conocimientos y cuestiona a los docentes que no están suficientemente
familiarizados con el pensamiento científico, lo cual contribuye al estancamiento
intelectual tanto del mismo maestro como el de sus alumnos; por lo tanto, la
epistemología de la educación no solo resulta relevante para la elaboración del
estatuto teórico de la pedagogía, sino que también mejora la capacidad de
apropiación y el mejor desempeño docente.

VIVIAN MAGALY JARAMILLO ROCHA

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