You are on page 1of 24

DIOS SABE, NO PIENSA

LUIS TREJO
CAPÍTULO 1: Dios Sabe, No Piensa.
CAPÍTULO 2: El Plan de Dios.
CAPÍTULO 3: La Imaginación.
CAPÍTULO 4: El Dicho.
CAPÍTULO 5: Pensar en lo que sabemos.
CAPÍTULO 6: La Velocidad del Pensamiento.
CAPÍTULO 7: Huesos en el Vientre.
CAPÍTULO 8: El Conflicto.
CAPÍTULO 9: Lo que Dios puede pero no Hace.
CAPÍTULO 10: La Razón del Pensamiento.
CAPÍTULO 11: El Aprendizaje de nuestra Mente.
CAPÍTULO 12: La molestia de saber lo que otros Piensan.
CAPÍTULO 13: ¿Qué es La Trinidad?
APENDICE ACERCA DE LA CIENCIA

pág. 1
CAPÍTULO 1: DIOS SABE, NO PIENSA

Existencialmente nos encontramos con el hecho de que Dios se ha comunicado


con su creación, especialmente con los seres humano. Hebreos 1:1. Para hacerlo
Dios se apropió de una diversidad de modismos y figuras retoricas, propias de
las lenguas que Él instrumentalizó para revelarse, con el propósito que el
hombre comprenda relativamente lo que Él revela de sí mismo y de sus planes.
Por ello encontramos que la Biblia revela al Dios trascendente como pensando
(Isaías 55:8-9; Jeremías 29:11), como procurando saber lo que hay en el corazón
de las personas (Deuteronomio 8:2), pero que dichas formas peculiares de
expresión corresponden a modismos de lenguaje figurado, conocidos como
antropomorfismos, los cuales no deben de ser entendidos de forma literalista.
No obstante, si queremos abordar nuestro entendimiento de Dios, sin usar
dichos modismos de la lengua hebrea o griega, llegaremos a conclusiones como
las que se abordarán en este libro: Dios no piensa, él Sabe. ¿Por qué? Porque el
pensamiento o acto de pensar es un ejercicio humano, imperfecto, y como tal
no corresponde a un Ser Perfecto, como lo es Dios.
Según Mateo 6:6, los hombres piensan, porque quieren entender y saber. Esto
no puede pasar con Dios, porque él Sabe, lo conoce todo. Mateo 6:8.
Cuando abordamos la Revelación bíblica, nos damos cuento que todo lo que
Dios pudiera pensar, ya está pensado desde antes de la fundación del mundo (1
Pedro 1:20 por ejemplo).
Todo lo que se puede pensar, como ejercicio de la mente humana, le
corresponde al hombre, como criatura y limitado, pero el Saber o conocerlo
todo, sin necesidad de pensar, le corresponde a Dios.
Los pensamientos de Dios, como expresión retórica de la Biblia, están incluidos
en el Saber de Dios. En Dios el pensamiento es relativo, pero el Saber es
absoluto, y como Dios no es relativo, Él no piensa como ocurre con sus
criaturas.
Concluimos este primer capítulo diciendo, que hay hombres que por su gran
capacidad y aporte intelectual se les ha llamado “Pensadores”. No obstante, a
Dios no se le puede llamar así. A Él lo mamamos “El Solo Sabio Dios”, el que
lo conoce todo, el Creador de todo.
pág. 2
CAPÍTULO 2: EL PLAN DE DIOS

He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre


aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios,
para que delante de él teman los hombres. Eclesiastés 3:14.
Estas son palabras de Salomón. Él se había tomado la molestia de pensar en el
plan de Dios o en la obra de Dios.
Él había llegado a la conclusión de que el plan de Dios tenía que ser perfecto.
Ya no se le podía añadir ni quitar; no hay lugar en él para hacer repasos y
correcciones; pues no podemos imaginarnos a Dios pensando consigo mismo:
¿En qué me habré equivocado?
Podemos decir que el plan de Dios consta de varias características:
1. Es eterno.
2. Contiene tres momentos en la eternidad.
2.1. El momento de la eternidad pasada: esto incluye antes de la
fundación del mundo. 1 Pedro 1:20.
2.2. El momento de la historia de la humanidad, revelada en la Biblia:
comienza con la creación y concluye con la consumación de la
historia humana. Esta es la que se está realizando hoy.
Curiosamente ya está escrito lo que aún no ha ocurrido. Desde la
perspectiva dispensacionalista, este momento se desarrollará en
siete etapas o dispensaciones:
A. La dispensación de la inocencia: el hombre vive sin pecado.
B. La dispensación de la conciencia: el hombre vive en pecado,
conoce el bien y el mal por experiencia.
C. La dispensación del gobierno humano: se institucionaliza el
gobierno del hombre por el hombre.
D. La dispensación de la promesa: toda esta dispensación gravita
en torno a la promesa de una simiente por media de la cual
serían benditas todas las naciones de la tierra.

pág. 3
CAPÍTULO 2: EL PLAN DE DIOS

E. La dispensación de la ley: esta comprende desde el Sinaí hasta


el calvario.
F. La dispensación de la gracia: desde el calvario hasta la segunda
venida de Jesucristo en gloria.
G. La dispensación del Reino: con esta se cierra el período de la
historia humana.
2.3. El momento de la eternidad futura: en este momento se realizará el
reino perfecto y eterno de Dios.
3. Es perfecto.
Es perfecto, fruto de un Dios que sabe. Pero el hombre tiene que pensar
en torno a él, para desentrañarlo y entenderlo.

pág. 4
CAPÍTULO 3: LA IMAGINACIÓN

Imaginación, dice la Real Academia Española, es la “Facultad del alma que


representa las imágenes de las cosas reales o ideales. Facilidad para formar
nuevas ideas, nuevos proyectos, etc.” Desde esta perspectiva, la imaginación es
en algunas ocasiones la mejor herramienta para entender la Palabra de Dios.
Hay dos ideas en el evangelio de Mateo (6:7-8):
1. Los hombres piensan…
2. Dios sabe….
La mayoría de los lectores, si no es la totalidad, dirán que aquí de lo que se
habla es del conocimiento de Dios acerca de las necesidades del creyente. Pero,
¿acaso podemos encerrar todo el saber de Dios en cosas tan triviales como el
tratar de convencer a Dios de lo que queremos que Él nos dé? La lógica
respuesta es no.
Lo que puedo abonar como intérprete de la Biblia es que las dos ideas antes
mencionadas son:
1. Absolutas.
2. Paralelas.
3. Dispares.
Absolutas porque son palabras de Jesús, el Hijo de Dios, la segunda persona de
la Trinidad. Cuando usted encuentra alguna frase dudosa dicha por Jesús, o que
sea dudoso que Jesús lo haya expresado, se dice que Jesús no necesariamente
dijo tal cosa. Por ejemplo: Juan 3:16, dice:
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna.
Yo tenía dudas de quién dijo esta expresión; no sabía si la dijo Jesús o si las
escribió el escritor del evangelio. Pero luego que adquirí una Biblia con las
palabras de Jesús en rojo, y encontré ese versículo en rojo, lo que creí sin
titubear.

pág. 5
CAPÍTULO 3: LA IMAGINACIÓN

Después encontré en un comentario al texto griego que desde el versículo 16 al


21 es una recapitulación sumaria de la enseñanza de Jesús a Nicodemo.
Paralelas, porque estas dos ideas: los hombres piensan – Dios sabe, no se
pueden juntar.
- El saber humano es limitado.
- El pensar de Dios es innecesario.
Demostración: Mientras que para escribir estas pocas líneas he tenido que
pensar mucho; Dios no necesita pensarlo, porque para Él todo está pensado. Si
adoptas en tu mente estas dos ideas:
- Los hombres piensan.
- Dios sabe.
Con el correr del tiempo te darás cuenta que estas dos ideas son axiomáticas, es
decir, verdades indiscutibles.
Dispares, porque el pensamiento como atributo humano existe mientras el
hombre vive: Eclesiastés 9:5, dice:
…los muertos nada saben,… porque su memoria es puesta en
olvido.
En cambio, en Dios todo lo que Él pudiera pensar, se encierra en Su Saber. Por
tanto, Dios no piensa, Él Sabe.

pág. 6
CAPÍTULO 4: EL DICHO

Hay un dicho que repetimos cotidianamente:


“Dios sabe, o sabe Dios”.
Esto sucede muy a menudo a todas las personas de todas las clases sociales.
Cuando, por ejemplo, estamos esperando respuesta de un negocio o empleo,
cuando vivimos en aventuras románticas, cuando asoma la duda:
¿Es o no es?
¿Conviene o no conviene?
¿Me quiere o no me quiere?
¿Miente o no miente?
La respuesta universal es: “solo Dios sabe”. Y esto es correcto ya sea para el
más ignorante de los seres humanos o para el más encumbrado pensador.
Lo trágico es que nunca le hemos dado seguimiento a esa idea de que Dios Sabe,
para llegar a la conclusión de que si sabe, no piensa.
El dicho también se aplica a lo que no sabemos del futuro de nuestras vidas.
Solo Dios sabe, decimos. Como creyente en Cristo tengo la costumbre que
cuando me saltan esas dudas, me respondo: solo mi Padre Sabe.
Un ejemplo muy sencillo, ¿sabe usted cuando va a morir? Ni siquiera el más
suicida en potencia lo sabe. Porque puede fallarle el tiro o la hipodérmica o la
poción, o lo que quiera usar para interrumpir su existencia terrenal. Solo Dios
lo sabe.

pág. 7
CAPÍTULO 5: PENSAR EN LO QUE SABEMOS

Que aburrido es pensar en lo que sabemos. Diferente es cuando al leer algún


libro o al leer la Biblia encontramos una idea que desconocíamos, aunque el
conocedor sea algo viejo, o para el novato sea algo nuevo e interesante.
Analicemos un ejemplo:
Los siguientes versículos que citamos a continuación nos producen una idea
superficial y general sobre la salvación.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna. Juan 3:16.
Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque
esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los
hombres, mayormente de los que creen. 1 Timoteo 4:10.
Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por
los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 1 Juan 2:2.
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta
ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar,
que se arrepientan. Hechos 17:30.
Un análisis superficial nos conduciría a creer que todo el mundo va ser salvo.
No obstante, un proceso de análisis más cuidadoso nos conduce a hacer una
diferencia entre la provisión universal de la salvación y la eficacia de esa
salvación en solo los que la reciban por gracia. Esto se hace claro cuando
relacionamos estos pasajes con los siguientes:
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el
Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la
iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Hechos
20:28.
…Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella…Efesios 5:25.

pág. 8
CAPÍTULO 5: PENSAR EN LO QUE SABEMOS

Aunque la salvación es una provisión universal, solo en los santos que


componen la iglesia tendrá un efecto salvador.
Esto lo tenemos que pensar nosotros, a la luz de la Revelación que Dios ha
provisto. Pero en Dios el tema que hemos abordado no tiene que ser pensado,
pues ÉL SABE, NO PIENSA.

pág. 9
CAPÍTULO 6: LA VELOCIDAD DEL PENSAMIENTO

Todavía no encuentro información que nos ilustre acerca de la velocidad del


pensamiento. Pero para elaborar una hipótesis tomaremos la velocidad de la luz,
que según Einstein, es de 300,000 km por segundo.1
Se dice que la luz del sol tarda ocho minutos en llegar a la tierra. Si estos dos
datos son reales, significa que la distancia de la tierra al sol es de 14,000.000 de
kilómetros.
O sea que la luz tarda ocho minutos para viajar 14,000.000 kilómetros. Pero el
pensamiento humano ocupa el tiempo necesario para pensar que viajó de
nuestro planeta tierra al astro sol.
Esto es el pensamiento humano, y el cómo ha sido usado para escribir obras
literarias, para crear fórmulas matemáticas, para descubrir la cura de diversas
enfermedades, para inventar armas que destruyen la vida, para crear tecnología
positiva y, ¿qué decir el intrincado arte de los políticos? ¿Cómo se las arreglan
para vencer o convencer a otros bandos?
En conclusión:
La velocidad del pensamiento es variable. ¿Cómo podemos viajar de un planeta
a otro en segundos, dependiendo de la información que tengamos y de la
habilidad del pensar que manejamos? Podemos pasar años con la sencilla idea
del enamoramiento o de procurar curar la mente de las heridas de un engaño.
La pregunta es. ¿Podemos decir que Dios padece de esta molestia? La respuesta
es no. DIOS SABE, NO PIENSA.

1
Tomado del artículo de DDH, pagina 20, 18 de julio de 1998.
pág. 10
CAPÍTULO 7: LOS HUESOS EN EL VIENTRE

Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen


los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra
de Dios, el cual hace todas las cosas. Eclesiastés 11:5.
Si queremos sacar el extracto de este versículo o resumirlo en pocas palabras,
lo podríamos hacer así:
 La ignorancia humana ante el obrar de Dios.
 En otras palabras, por más que el hombre piense no logra alcanzar a
entender a Dios o entender su obra.
 Por otra parte, la obra de Dios es el resultado de su sabiduría.
 Para Dios es más fácil crear (obrar) que no hacer nada.
 Para el hombre es más fácil no hacer nada que crear o producir.
Cuando un hombre o una mujer están en verdadera sintonía con Dios, le dan
ganas de crear, producir, hacer, comunicar, compartir. Siente que le vienen
energías positivas, pensamientos creativos, su mente se expande y visualiza
cosas que antes no veía.
En esta condición se da cuenta que hay solución para sus problemas y que no
necesita ninguno de los estupefacientes que el mundo les vende. Ya sean esto
cigarrillos, cervezas, aguardiente, drogas, sexo ilícito, fiestones que intoxican
la mente.
Solamente el ser humano y redimido por Cristo puede pretender poder entender
en alguna manera la obra de Dios, desde la perspectiva del propósito de Dios.
Pero hablando de huesos creciendo en el vientre, nos preguntamos: ¿Qué son
estos huesos antes de ser huesos?
La respuesta es: liquido distinto del que se convierte en carne. Lo que ocurre en
el vientre de la mujer es una creación en miniatura. Lo mismo que ocurrió en la
creación del planeta tierra.
2 Pedro 3:5 y Génesis 1:6-8, nos da esa razón del por qué la vida de un feto en
formación se debe respetar. Porque no es cosa del hombre, por lo tanto, es un
crimen interrumpir su existencia.

pág. 11
CAPÍTULO 8: EL CONFLICTO

Hay un conflicto difícil de resolver entre la idea de que Dios no piensa y los
versículos de la Biblia que dicen que Dios piensa.
Antes de entrar en detalle, quiero aclarar que soy muy respetuoso del verdadero
contenido de Las Sagradas Escrituras. Así que trataré de presentar mis
observaciones para que el lector se haga sus propias observaciones.
LO QUE SIGNIFICA PENSAR.
Si usted consulta cualquier diccionario de la lengua española, se dará cuenta
que esos procesos mentales que requieren el acto de pensar no se le pueden
atribuir a Dios. ¿Por qué? Porque esos procesos son humanos y Dios no es
humano. Él es divino en el sentido absoluto de la palabra. Veamos un ejemplo:
Jehová pensará en mí. Salmo 40:17.
La Biblia Textual Holman dice.
Jehová se acordará de mí. Salmo 40:17.
Antes de proseguir debo hacer la observación que todas las citas que se
encuentren en los libros Poéticos (Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés,
Cantares), son parte de la poesía hebrea, y deben interpretarse como tal.
El Salmo 92:5, dice:
¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus
pensamientos.
Aquí el salmista afirma que las obras de Dios, son fruto de sus pensamientos
(observe el versículo anterior).
El Salmo 139:7, dice:
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán
grande es la suma de ellos!
Este salmo habla de la Omnipresencia y Omnisciencia de Dios, y el salmista
interpreta esos atributos como pensamientos.

pág. 12
CAPÍTULO 8: EL CONFLICTO

DIOS NO PIENSA A LA MANERA DEL HOMBRE


Aunque la Biblia le atribuye pensamientos a Dios, no obstante, nos dice que
Dios no piensa como el hombre.
Isaías 55:8-9, dice:
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos
los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos.
Tomemos la palabra “caminos” y preguntémonos: ¿tiene Dios caminos? ¡No!
La palabra caminos se usa en vez de métodos o maneras de lograr un objetivo.
De la misma manera, la palabra “pensamientos” se usa en vez de planes,
intenciones, y propósitos.
Jeremías 29:11, dice:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin
que esperáis.
Desde mi perspectiva, este es el versículo más serio acerca del tema de este
pequeño libro. Observe que el versículo 29 es parte de una carta que envió
Jeremías a los ancianos, sacerdotes, profetas, y a todo el pueblo que llevó
Nabucodonosor cautivo de Jerusalén a Babilonia. En esta carta les dice que
edifiquen casas, que planten huertos, que se casen, que den a sus hijos e hijas
en casamiento para que tengan hijos, que procuren la paz de la ciudad en la cual
estén cautivos, porque en la medida que esa ciudad tenga paz, la tendrán ellos
también. Les advierte que no crean a los profetas que les dicen que su mal es
pasajero, porque hasta que ellos hayan cumplido 70 años en Babilonia, yo os
visitaré dice Jehová. Y en ese contexto les dice:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal...
Desde esta perspectiva es lógico que se dirija a ellas de una forma que ellos
capten el mensaje de Dios, pues se está dirigiendo a un pueblo rustico y rebelde.
pág. 13
CAPÍTULO 8: EL CONFLICTO

Ahora preguntémonos: ¿qué les iba a pasar durante esos 70 años? La respuesta
es: lo mismo que les había sucedido en los 849 años previos, durante el éxodo
y peregrinaje del pueblo de Israel. Durante ese período todos ellos murieron
(excepto Josué y Caleb) en el desierto hasta que una nueva generación se
levantó. Así ocurriría en el segundo Éxodo, el babilónico, regresaría una nueva
generación de israelitas. Para ellos era esa declaración:
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal...
Los “pensamientos por lo tanto, son una expresión figurada que no hace alusión
a un proceso mental y literal en Dios, pues DIOS NO PIENSA, EL SABE.

pág. 14
CAPÍTULO 9: LO QUE DIOS PUEDE, PERO NO HACE

Lucas 1:37, dice:


Porque nada hay imposible para Dios.
Estas son palabra del ángel Gabriel, quien fue enviado por Dios para anunciar
a María que ella era la elegida para ser madre de nuestro Salvador. Este ángel
anuncia también a María que Elisabet, la llamada estéril, tenía ya seis meses de
embarazo, pues sería la madre de Juan el bautista.
Si respetamos el contexto, estas palabras del versículo citado significan que:
…nada hay imposible para Dios.
Esto significa “Nada que este en sus planes”. Y si estaba en sus planes que una
virgen concibiera sin la intervención de varón, y otra diera a luz aun siendo
estéril, una para ser la madre del Salvador y la otra, para ser la madre del
precursor del Salvador, nada ni nadie podía impedir eso, porque estaba resulto
a hacerlo, y no había ninguna imposibilidad para lograrlo.
Así que todas las posibilidades de dios apuntan a que Dios hará todo lo necesario
para cumplir sus planes.
A nosotros nos gustaría que Dios destruyera al diablo. Eso está en sus planes,
pues Él lo comenzó a revelar con la entrada del pecado en el Edén (Génesis 3),
y según su revelación, lo terminará en los tiempos finales, según Apocalipsis
20:10.
También nos gustaría que Dios piense como nosotros. Así lo podríamos
convencer para que cumpla con todos nuestros deseos. Pero eso significaría que
Él dejara de ser Dios. Porque los hombres piensan, Dios no piensa, él sabe, EL
ES DIOS.

pág. 15
CAPÍTULO 10: LA RAZÓN DEL PENSAMIENTO

¿Por qué pensamos? He aquí algunas de las razones.


PENSAMOS PARA ENTENDER
Cuando una noción o idea nos parece nueva o contradictoria a nuestros registros
mentales, pensamos y repasamos esa idea ante nuestro foco mental como se dice
“en cámara lenta”, porque si esa idea pasa muy rápido no vamos a entender.
PENSAMOS PARA SABER
No basta con leer, o escuchar, o ver imágenes; para saber tienes que poner
atención, pensar, hacer propia la información que está entrando al cerebro.
PENSAMOS PARA ESTAR SEGUROS
¿Echaste llave a la puerta cuando saliste o entraste?
¿Pagaste las cuentas?
¿Hiciste todas las compras del súper?
¿Te despediste de tu esposa, novia, novio con un beso?
¿Ya le pusiste azúcar a tu café?
¿Tus ideas van en contra con la corriente del común pensamiento como es el
caso del tema de este librito?
Es un hecho que nos ocurre a todos los seres humanos, pensamos para estar
seguros.
PENSAMOS SIN PENSAR
Algunas veces hemos llegado a pensar que nuestras manos y pies han practicado
tanto una rutina que nuestros miembros actúan automáticamente, como es el
caso de los futbolistas u operadores de máquinas, quienes trabajan mientras
platican con un amigo o amiga o compañero de labores. ¡No! la mente siempre
piensa aunque no nos demos cuenta.
PENSAMOS PARA CADA COSA
¿Despertaste contento, emproblemado, con muchas tareas para el nuevo día, o
enfermo, con o sin dinero?
¿Cómo comenzar el día?
pág. 16
CAPÍTULO 10: LA RAZÓN DEL PENSAMIENTO

¿Lo comenzaremos con una oración a Dios porque creemos en Él, o con una
maldición porque no eres creyente de Él?
¿Qué ropas usarás para salir?
¿Cómo te va en el trajín del día?
¿Debo volver al hogar?
¿Cerraré el día con una cena y con un programa de TV?
En fin, cada cosa que se nos presenta como alternativa durante en día, o mientras
nos mantenemos despiertos, nos conduce a pensar.
PENSAMOS INTENCIONALMENTE, PORQUE QUEREMOS
Esto ocurre cuando planeamos algo o soñamos con alguna meta o empresa, ya
sea que esté a nuestro alcance o no; se suele intensificar más cuando no lo está.
Nos imaginamos haciendo, comprando, enseñando, produciendo, haciendo y
disfrutando de los frutos de nuestros esfuerzos. También pensamos cuando nos
asalta la duda, el temor o miedo de sufrir represalias, porque nuestro esfuerzo
sea mal entendido.
PENSAMOS IN INTENCIÓN, SIN QUERER
Cuando no podemos dormir porque una idea se repite constantemente en nuestra
cabeza. También cuando una “tentación” de algo que conscientemente no
queremos hacer, pero por la susceptibilidad de nuestra naturaleza dicha
tentación trabaja en nuestro ser.
No defino “tentación” porque estas difieren de acuerdo al modo de pensar de
cada cual. A unos nos afecta el sexo opuesto, a otros el dinero y los lujos, a otros
la fama, a otros el llegar a tener, a otros el llegar a ser.
Concluyo diciendo: ¿Podemos decir que Dios tiene razones o motivos para
pensar? La respuesta es no. Porque Él NO PIENSA, ÉL SABE.

pág. 17
CAPÍTULO 11: EL APRENDIZAJE DE NUESTRA MENTE

Cuando nacemos, nuestra mente es como un disco duro en blanco, que según el
hogar donde hemos nacido y el ambiente donde hemos habitado, comenzamos
a recoger información, la cual nos formará en lo que llegaremos a ser en la edad
adulta.
Así el niño, hijo de campesinos, aprenderá a pensar rodeado de la flora y fauna,
con las costumbres y el lenguaje propio de la gente del campo, en un
determinado país.
El hijo de un catedrático, aprenderá a pensar con las letras en cubos de madera
o plástico de diferentes colores, con los juegos de lego formando diferentes
artefactos; y mientras aprender a leer le darán su primera computadora. El
lenguaje, las costumbres y el entorno serán diferente al del campesino.
El hijo o hija de una familia rica, rodeados de cuidados, en un ambiente con
mucha higiene y lujos, que le brinda el buen vivir de sus padres. Estos tendrán
una nodriza personal, asistirá a escuelas de alta calidad de educación; el entorno
será diferente al de los ejemplos anteriores. Estos aprenderán a pensar que no
es igual ni comparable a los niños de otras clases sociales.
Y, ¿qué decir del niño, hijo de un miembro de grupo pandilleril? Se forjará con
una mentalidad de excluido y por lo tanto, aprenderá a odiar, a no ser cobarde,
y a delinquir. A menos que sus padres tengan el buen tino de no querer que su
hijo corra con la misma suerte. Con mucho esfuerzo lo enviarán a una escuela,
le dirán que no sea como ellos, lo cual le creará confusión, porque las exigencias
de aprendizaje son unas, y las del diario vivir otras. Es en ese punto de la vida
donde solo un “encuentro” personal con Cristo puede enrumbar su vida por el
camino correcto.
¿Cómo participa la mente de Dios en este aspecto de la vida de los seres
humanos? Dios está sobre todas las cosas, y hay un plan de salvación, no solo
para el hijo del pandillero, sino para todos. Porque TODOS, sin distinción de
clase social o económica necesitamos la salvación de nuestras almas.
En conclusión, el pensamiento es un aprendizaje, que se diversifica según
factores genéticos y ambientales. Por esto: DIOS NO PIENSA, EL SABE.

pág. 18
CAPÍTULO 12: LA MOLESTIA DE SABER
LO QUE OTROS PIENSAN

El evangelio de Mateo, 9:4, dice:


Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué
pensáis mal en vuestros corazones?
Jesús poseía una mente sana, perfectamente sana. Debido a esto, al saber lo que
pensaban los hombres, solía darles una respuesta adecuada a sus interlocutores
o los reprendía, como lo hizo con sus discípulos.
La Biblia no dice que Jesús se sintiera mal al saber lo que otros estaban
pensando de Él. Pero imagínese usted lo molesto que sería para nosotros si
supiéramos lo que otros están pensando de nosotros.
Supongamos lo que sería para una señorita muy agraciada si supiera cuando un
caballero se le acercara para cortejarla con palabra muy educadas, pero con
ideas mal intencionadas en su mente.
Que sería para un jefe de personal que regaña a un obrero por un producto mal
realizado y saber los pensamientos que pasan por esos obreros disgustados.
Algunas veces pensamos que sería provechoso saber lo que otros están
pensando de nosotros. Pero la verdad es que es preferible ignorarlo.
Por alguna razón sabia, Dios no nos ha dado esa facultad, y nos ha dejado a
nosotros el ejercicio de pensar; reservándose para Sí, EL SABER.

pág. 19
CAPÍTULO 13: ¿QUÉ ES LA TRINIDAD?

¿Qué es la trinidad y cómo se relaciona esta doctrina con nuestro tema: DIOS
SABE, NO PIENSA?
NO es difícil pensar que El Espíritu Santo posee los mismos atributos de Dios.
Por ejemplo, según Juan 4:24, Jesús dice:
“Dios es Espíritu”.
Eso es lo mismo que decir:
“El Espíritu Santo es Dios”
Hay más evidencia bíblica para corroborar esto, pero no es el propósito de este
librito aburrir con extensos estudios teológicos. Por lo tanto: si Dios no piensa,
El Espíritu Santo SABE, tampoco piensa.
En cuanto a Jesús es un poco más complicado presentar su Deidad, pero
tenemos Juan 1:1, que dice:
“…y el Verbo era Dios”.
Este versículo habla de la pre-existencia de Jesús antes de la creación. El escritor
del evangelio llama Verbo a Jesús, antes de poseer un cuerpo físico. Ya en el
versículo 14, dice:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”.
El apóstol Pablo abona a esta declaración en Filipenses 2:6-7, el cual dice:
…el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.
Al afirmar que el Verbo se hizo carne, Jesucristo hombre (1 Timoteo 2:5c),
podríamos decir con lógica humana, que Jesús pensó como hombre. Sin
embargo no tenemos evidencia bíblica que diga literalmente que Dios pensó.
No obstante, Juan 13:1-3, dice:
SABIENDO Jesús que su hora había llegado para que pasase
de este mundo al Padre…

pág. 20
CAPÍTULO 13: ¿QUÉ ES LA TRINIDAD?

SABIENDO Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en


las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba…
De lo anterior concluimos que Jesús comparte y participa de la cualidad de Dios
de SABER, y no de pensar, en su condición divina.

pág. 21
APENDICE

ACERCA DE LA CIENCIA
La Biblia no ignora que existe la ciencia y los científicos. Por cierto habla de
tres clases de ciencia.
LA CIENCIA QUE TIENE QUE VER CON LAS MATEMATICAS Y LA
TECNOLOGÍA
La Biblia, en Hechos 7:22, registra de Moisés:
Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y
era poderoso en sus palabras y obras.
De esto es que algunos afirman que Moisés era arquitecto. ¿Qué clase de
arquitecto? Bueno, todavía no se ha descifrado cómo se construyeron las
pirámides.
Con esto no estoy diciendo que Moisés construyó las pirámides de Egipto, sino
que esa fue la clase de ciencia conque Moisés fue instruido.
Hay varias hipótesis que van desde la construcción de grandes terraplenes, para
deslizar los bloques de roca que pesaban unas tres toneladas cada uno, hasta la
tecnología de extraterrestres.
Daniel, en el año 536 a.c., habló del aumento de la ciencia. Daniel 12:4, dice:
…Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.
Este aumento o multiplicación de la ciencia comenzó en el siglo XX, y ahora,
en el siglo XXI nos asombra con los celulares, tablets, computadoras y sus
múltiples aplicaciones, la ingeniería genética, los drones no tripulados, etc.
LA LLAMADA FALSA CIENCIA
Pablo, en 1 Timoteo 6:20, dice:
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las
profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la
falsamente llamada ciencia.
Esta está relacionado con las malas filosofías de su tiempo. Hay buenas y malas
filosofías. ¿En qué se diferencian las unas de las otras? En que las buenas

pág. 22
APENDICE

filosofías reconocen a Dios como autor de todo lo que existe. Mientras que las
malas filosofías niegan su existencia.
¿Puede haber algún error en una buena filosofía? Sí, o al menos eso dirán los
que no la aceptan. ¿Puede haber algo de verdadero en una mala filosofía? Si.
Porque esa es la base para que exista la filosofía. Lo malo está en su elaboración
y en los objetivos que persigue.
LA CIENCIA DE LA BUENA CONDUCTA
1 Pedro 3:7, dice:
Vosotros maridos, semejantemente, habitad con ellas según ciencia.
Esta ciencia tiene que ver con la buena conducta de las personas y sus relaciones
con el entorno social.
Para nadie le es desconocido lo difícil, sino imposible, de saber llevar la
convivencia con su pareja. Se necesita este tipo de ciencia para lograr este
objetivo.

pág. 23

You might also like