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ENCICLICAS PONTIFICIAS
COLECCION COMPLETA
DE
ENCICLICAS PONTIFICIAS
1 8 3 2 - 1965
IV* EDICION
corregida y aumentada
por el P. Federico Hoyos, SVD
II Tomo
1939-1965
EDITORIAL GUADALUPE
BUENOS AIRES
Imprimí potest. Imprimatur.
Rafael Calzada Bonis Auris
15 Maii 1965 17 Maii 1965
P. Garolus Welizco Antonius Rocca .<
Sup. Prov. Episc. Tit. Augustas et Vic Gen.
AVISO AL LECTOR
En lugar de repetir aquí los prólogos I, II, III y la introducción del primer
tomo nos permitimos remitir al lector a ellos, rogándole, sí, quiera, antes de
usar el libro, estudiar las indicaciones que allí se hacen para que pueda ma
nejar con mayor expedición y fruto esta c o l e c c i ó n d e e n c í c l i c a s . Llamamos
la atención ante todo a las indicaciones referentes al “ texto” , “ notas” , “ subtí
tulos” , “ numeración” y “ esquemas” , especialmente a las indicaciones concer
nientes al uso y las características de los í n d i c e s .
Para suplir de algún modo la falta hemos introducido en los dos tomos
una numeración de cifras pequeñas puestas en el margen, agregadas aun a
aquellos documentos que aparecen íntegros en las notas. Las cifras corres
ponden al texto original, que se encuentra generalmente desde 1865 más o me
nos hasta 1909 en Acta Santae Sedis (ASS), “ Actas de la Santa Sede” , y desde
1909 acá en AAS, Actas de la Apostólica Sede.
P. F e d e r ic o H o y o s svd
ENCICLICAS
DE
PIO PAPA XI I
INTRODUCCION
: ■'<*) A.A.S., 31 (1939) 413-453. A continuación del texto original latino, publica AAS la versión ita
liana (p. 454-480); la francesa (p. 481-509); la española que aquí seguimos (p. 510-537), seguida de la
inglesa (p. 538-564) y la alemana (p. 565-594). La Encíclica hace un ataque frontal contra el agnosti-
Bshio moral y religioso y constituye así la vigorosa y digna prolongación de documentos pontificios
de, •‘Guanta Cura” y “ P asrendi', de Pío X y “ Mit brennender Snrae” ( “ Con quemante nreoenparión” i
de Pío XI. La numeración del margen está en latín y en español: latín de 413 a 453; español de
510,a 537 (P.H.).
(1) León XIII, Annum Sacrum, 25-V-1899, sobre 610-613.
la consagración del género humano al Sagrado (2) “ Me acercaré al altar del Señor” , Salín.
Corazón de Jesús. ASS. 32, 646; Acta Leonis XIII 42, 4.
vol. 19, p. 71; en esta Colección: Encícl. 81, pág. (3) I Tim. 6, 15; Apoc. 19, 16.
— 1533 —
1534 E n cíclicas del PP. P ío XII (1939) 173* 3
añejas a la mayor potestad que Nos bles relaciones. Y siente particular ale
confería la Providencia divina al mis gría Nuestro corazón al poder incluir
mo tiempo Nos consolaba grandemente en este número, con ocasión de esta
ver aquella grandiosa y palpable de primera Encíclica dirigida a todo el
mostración de la indivisible unidad de pueblo cristiano esparcido en el mun
la Iglesia católica que tanto más com do, la amada Italia, fecundo jardín de
pacta se abraza a la indestructible roca la fe plantada por los Príncipes de los
de P e d r o , y forma a su alrededor mu Apóstoles, la cual, gracias a la obra
ros' y antemuros más fuertes, cuanto providencial de los pactos LateraneTi-
más crece la audacia de los enemigos de ses, ocupa en la actualidad un puesto
Cristo. Este mismo plebiscito de unidad de honor en la categoría de los Estados
católica mundial y de sobrenatural fra> oficialmente representados cerca de la
ternidad de pueblos en torno al Padre Santa Sede. En estos Pactos tuvo feliz
Común, nos parecía tanto más rico de principio, como aurora de tranquila y
felices esperanzas, cuanto eran más trá fraterna unión de ánimos, ante los sar
gicas las circunstancias materiales y grados altares y en el consorcio civil,
espirituales del momento en que acae la Paz de Cristo restituida a Italia; paz
cía; y su recuerdo Nos siguió confort por cuyo sereno cielo suplicamos al
lando aún en los primeros meses de Señor penetre, avive, dilate y corrobore
Nuestro Pontificado, cuando experi- fuerte y profundamente el alma del
14 mentamos ya las fatigas, las ansieda pueblo italiano, tan cercano a Nos
des y las pruebas de que está sembra otros, en medio del cual respiramos el
do el camino de la Esposa de Cristo a mismo hálito de vida; invocando y
través del mundo. augurando Nos que este pueblo, tan
querido a Nuestros Predecesores y a
6. Gratitud a los no católicos. Ni que
Nos, fiel a sus gloriosas tradiciones
remos pasar en silencio el profundo
católicas, sienta cada vez más en la
eco de conmovido reconocimiento que
elevada protección divina la verdad de 420
suscitó en Nuestro corazón la felicita
las palabras del Salmista: Beatus popu-
ción de aquellos que, sin pertenecer al
lus cuius Dominus Deus eius: “ Bien
i9 cuerpo visible de la. Iglesia Católica, en
aventurado el pueblo que tiene al Señor
su nobleza y sinceridad no han dejado
por su Dios” (r¿K
de sentir todo lo que, en el amor a la
persona de Cristo o en la fe en Dios, Esta tan deseada nueva situación ju
los une a Nosotros. Vaya a todos ellos rídica y espiritual que creó y selló para
la expresión de Nuestra gratitud. Los Italia y todo el orbe católico aquella
encomendamos a todos y a cada uno a obra destinada a dejar una huella in
la protección y a la dirección del Señor deleble en la historia, jamás se Nos pre
y aseguramos solemnemente que sólo sentó tan grandiosa y unificadora co
un pensamiento domina Nuestra men mo cuando desde la excelsa loggia de la
te: imitar el ejemplo del Buen Pastor Basílica Vaticana abrimos y levantamos
para conducir a todos a la verdadera por primera vez Nuestros brazos y
felicidad: para que tengan vida y la Nuestra mano para bendecir a Roma,
tengan más abundante(32L sede del Papado y Nuestra amadísima
ciudad natal, y a Italia reconciliada con
7. Gratitud a las autoridades civiles la Iglesia y a los pueblos del mundo
y pueblo. Pero de manera particular entero.
* * *
Nos sentimos movidos en Nuestro áni
mo a patentizar Nuestra íntima grati 8. Misión del Papa, testimonio de la
tud por las manifestaciones de reve verdad por la caridad. Como Vicario 515
rente homenaje que Nos han llegado de Aquel que en una hora decisiva, de
dé Soberanos, de Jefes de Estado y de lante del representante de la más alta
Autoridades públicas de naciones con autoridad terrena de entonces, pronun
las que la Santa Sede se halla en amiga- ció la augusta palabra: Yo para esto
(12) Ver Juan 10, 10. (13) Salm. 143, 15.
173, 9-10 E n cíc lic a “ S ummi P o n t if ic at u s ” 1537
nací, y para esto vine al mundo, para ble huracán de la guerra se ha desen
dar testimonio de la verdad: todo aquel cadenado ya. Nuestra pluma quisiera
que pertenece a la verdad, oye mi detenerse ante el pensamiento que Nos
voz<14)1; Nos estamos persuadidos que
5 abruma del abismo de sufrimientos de
el principal deber que Nos impone un sinnúmero de personas a las que
Nuestro oficio y Nuestro tiempo es dar todavía ayer sonreía un rayo de m o
testimonio de la verdad con fortaleza desto bienestar en el ambiente familiar.
apostólica: £etestimonium perhibere ve- Nuestro corazón paternal se llena de
ritati” , icdar testimonio de la verdad angustia al prever todo lo que podrá
Este deber implica necesariamente la brotar de la tenebrosa semilla de la
exposición y la refutación de errores y violencia y del odio, a los que la espada
de culpas humanas que es menester abre hoy surcos sangrientos. Pero pre
conocer para que sea posible el trata cisamente ante estas apocalípticas pre
miento y la cura: conoceréis la verdad visiones de inminentes y futuras des
y la verdad os librará(15>. En el cum venturas, juzgamos como deber Nuestro
plimiento de este Nuestro deber no Nos levantar con creciente insistencia los
dejaremos influir por consideraciones ojos y los corazones de los que toda
terrenas ni titubearemos por descon vía conservan un sentimiento de buena
fianzas y contradicciones, por repulsas voluntad, hacia el Unico de quien viene
e incomprensiones, ni por temor de la salvación del mundo; hacia el Unico
malas inteligencias y de falsas interpre que con mano omnipotente y misericor
taciones. Nuestra conducta estará siem diosa puede poner fin a esta tempestad,
pre animada de aquella caridad pater hacia el único que con su verdad y
nal que mientras sufre por los males amor puede iluminar las inteligencias
que atormentan a los hijos, les señala y encender los ánimos de una parte
el remedio: en una palabra, Nos esfor tan ingente de la humanidad, sumer
zaremos por imitar al divino modelo gida en el error, en el egoísmo, en alter
de los Pastores, Jesús el Buen Pastor, cados y en luchas, para encaminarla
que es al mismo tiempo luz y amor: nuevamente conforme al espíritu de la
“ Veritatem facientes in caritate” , Prac Realeza de Cristo.15
4
ticando la verdad en la caridad^ .
10. Las angustias son apología del
9. Desconocimiento y reconocimien cristianismo y esperanza de conver
to de Cristo. Al comienzo del camino sión. Tal vez (¡Dios lo quiera!) se pue
que conduce a la indigencia espiritual de esperar que esta hora de máxima
y moral de los tiempos presentes, se indigencia cambie la manera de pensar
yerguen los nefastos esfuerzos de no y de sentir de muchos que hasta ahora,
pocos por destronar a Cristo, al apar con ciega confianza, avanzaban por el
tamiento de la ley de la Verdad que El camino de los errores modernos tan
anunció, de la ley del amor, aliento extendidos, sin sospechar lo insidioso
vital de su reino. e incierto del terreno que pisaban. Tal
El reconocimiento de los derechos vez, muchos que no entendían la im
reales de Cristo, y la vuelta de los par portancia de la misión educadora y
ticulares y de la sociedad a la ley de pastoral de la Iglesia, comprenderán
su verdad y de su amor, son la única ahora mejor sus amonestaciones, que
vía de salvación. ellos desatendieron con la falsa seguri
dad de tiempos pasados. Las angustias
La guerra que estalló puede acer presentes son la apología más impre
car a Dios. En el momento en que sionante del Cristianismo, tal que no
escribimos estas líneas, Venerables puede haber mayor. De la gigantesca
Hermanos, Nos llega la espantosa no vorágine de errores y movimientos anti
ticia de que, no obstante todos Nues cristianos se han cosechado frutos tan
tros esfuerzos por conjurarlo, el terri amargos que constituyen una condena-
(14) Juan 18, 37. de) Eíes. 4, 15.
(15) Juan 8, 32.
Encíclicas Pontificias 49
1538 E n cíclicas del PP. Pío XII (1939) 173, 11-13
ción, cuya eficacia supera a toda refu de la misma ley natural, la cual tiene
tación teórica. su fundamento en Dios, creador omni
Horas de tan penosa desilusión son potente y Padre de todos, supremo y
frecuentemente horas de gracia; un absoluto Legislador omnisciente y justo
pasar del Señor: transitus Dominií17) Juez de las acciones humanas. Guando
en el que, a la palabra del Salvador: se reniega de Dios se siente sacudida
He aquí que estoy a la puerta y lla- toda base de moralidad, se ahoga, o al
m o(18), se abren puertas que, de otro menos se apaga notablemente, la voz
modo, permanecerían cerradas. Sabe de la naturaleza que enseña, aun a los
Dios con qué amor de compasión, con ignorantes y a las tribus no civilizadas,
qué santo júbilo se vuelve Nuestro co lo que es bueno o malo, lícito o ilícito,
razón a los que, como efecto de tan y hace sentir la responsabilidad de las
dolorosas experiencias, sienten nacer en propias acciones ante un Juez supremo.
sí el deseo impelente y saludable de la 12. El alejamiento de la doctrina de
verdad, de la justicia y de la paz de la Iglesia. Ahora bien, la negación de
Cristo. Pero aun para aquellos para la base fundamental de la moralidad
quienes no ha sonado todavía la hora tuvo en Europa su raíz originaria en
de la iluminación celeste, Nuestro co la separación de aquella doctrina de
razón no conoce sino amor, y Nuestros Cristo de la que es depositaría y maes
423 labios no tienen sino plegarias al Pa tra la Cátedra de P e d r o ; que un tiempo
dre de las luces, para que haga brillar diera cohesión espiritual a Europa, que
en su ánimo, indiferente o enemigo de educada, ennoblecida y civilizada por
Cristo, un rayo de aquella luz que un la Cruz, llegó a tal grado de progreso
día transformó a S a u l o en P a b l o , de
civil, que se hizo maestra de otros pue
aquella luz que ha patentizado su fuer blos y de otros continentes. Al contra
za misteriosa precisamente en los tiem río, abandonado el magisterio infalible
pos más difíciles de la Iglesia. de la Iglesia, no pocos hermanos sepa
11. Errores doctrinales de nuestra rados llegaron hasta negar el dogma
época: agnosticismo religioso y moral central del Cristianismo, la divinidad
del individuo y de la sociedad. Para del Salvador, acelerando así el proceso
una afirmación doctrinal completa de de disolución espiritual.
las verdades contra los errores de los 13. Los daños del laicismo en la so
tiempos presentes, y si fuera necesaria ciedad. Narra el sagrado Evangelio
la haremos, se pueden escoger circuns que cuando Jesús fue crucificado, las
tancias menos perturbadas por los in tinieblas invadieron toda la superficie
fortunios de acontecimientos exterio de la tierra(19); símbolo espantoso de lo
res; por ahora Nos limitamos a algunas que sucede, y sigue sucediendo espiri
observaciones fundamentales. tualmente dondequiera que la incredu
La época actual, Venerables Herma lidad, ciega y orgullosa de sí, ha ex
nos, además de añadir a las desviacio cluido de hecho a Cristo de la vida
nes doctrinales del pasado nuevos erro- moderna, especialmente de la pública;
517 res, los ha empujado a extremos de los y con la fe en Cristo ha sacudido tam
que no se pueden seguir sino extravío bién la fe en Dios. Los criterios mora
y ruina. Y ante todo, es cierto que la les, según los cuales en otros tiempos
raíz profunda y última de los males se juzgaban las acciones privadas y
que deploramos en la sociedad moder públicas, han caído como por conse
na, es el negar y rechazar una norma cuencia en desuso; y el tan decantado
de moralidad universal, así en la vida laicismo de la sociedad que ha hecho
individual como en la vida social y en cada vez más rápidos progresos, sustra
las relaciones internacionales; el des yendo el hombre, la familia y el Estado
conocimiento, en una palabra, tan ex al influjo benéfico y regenerador de la
tendido en nuestros tiempos y el olvido idea de Dios y de la enseñanza de la
(17) Ver Exodo 12, 11. (19) Mat. 27, 45.
(18) Apoc. 3, 20.
173, 14-17 E n cíc lic a “ S ummi P o n tific atu s ” 1539
de la destrucción están en acecho para tis (de lesa majestad) contra el Rey de
servirse de ellos en sus tenebrosos de reyes y Señor de los que dominan^2\
signios. Ninguno que tenga buena vo cometido por una educación indiferente
luntad y abiertos los ojos, podrá negar, o contraria al espíritu cristiano, la in
en las condiciones extraordinarias en versión del dejad que los niños vengan
que se encuentra el mundo, al poder a mz(33) produciría amarguísimos fru
del Estado un derecho correlativo y tos. Por el contrario, el Estado que
excepcional para atender a las necesi quita las preocupaciones de los cora
dades del pueblo. Pero el orden moral zones ensangrentados y lacerados de
establecido por Dios exige, aun en tales los padres y de las madres cristianos,
contingencias, que se indague tanto más devolviéndoles sus aeréenos, no hace
seria y cuidadosamente sobre la licitud sino fomentar su paz interna y asentar
de tales medidas, y sobre su necesidad el fundamento del dichoso futuro de la
real, según las normas del bien común. patria. Las almas de los hijos, que Dios
entregó a los padres, consagradas en el
27. En la educación. De todos m o bautismo con el sello real de Cristo,
dos cuanto más gravosos son los sacri son un depósito sagrado sobre el que
ficios materiales exigidos por el Estado vigila el amor celoso de Dios. El mismo
a los individuos y a la familia, tanto Cristo que pronunció el dejad que los
más sagrados e inviolables deben serle niños vengan a mí también amenazó no
los derechos de las conciencias. Puede obstante su misericordia y bondad con
pretender los bienes y la sangre, jamás terribles castigos a los que escandali
el alma redimida por Dios. La misión zan a los predilectos de su corazón. Y
que encomendó a Dios a los padres de ¿qué escándalo más dañino a las gene
proveer al bien material y espiritual raciones y más durable que una forma
de la prole, y de procurarle una forma ción de la juventud mal dirigida hacia
ción armónica, imbuida de verdadero una meta que aleja de Cristo, camino,
espíritu religioso, no puede arrebatár verdad y uída(34), y conduce a una
seles sin lesionar gravemente el dere apostasía manifiesta u oculta de Cris
cho. Ciertamente esta formación debe to? Este Cristo de quien se quiere alejar
tener también por fin preparar la ju a las nuevas generaciones presentes y
ventud para que cumpla con inteligen por venir, es el mismo que ha recibido
cia, conciencia y valor, aquellos debe de su Padre eterno todo poder en el
res de noble patrimonio que da a la cielo y en la tierra. El ti-ene en su mano
patria terrestre la conveniente medida omnipotente el destino de los Estados,
de amor, abnegación y colaboración. de los pueblos y de las naciones. En
Pero, por otra parte, una formación su mano está disminuir o prolongar la
que olvide, o peor, voluntariamente des vida, el crecimiento, la prosperidad y la
cuide el orientar la mirada y el corazón grandeza. De todo lo que existe en la
de la juventud a la patria sobrenatural, tierra sólo el alma es inmortal. Un
cometería una injusticia contra la ju sistema de educación que no respetase
ventud, una injusticia contra los debe el recinto sagrado de la familia cristia
res y derechos inalienables de la fami na, protegido por la Ley santa de Dios,
lia cristiana; sería una desviación que atentase a sus base, cerrase a la ju
había que remediar enérgicamente, aun ventud el camino a Cristo, a las fuentes
por el interés del bien del pueblo > del de vida y de alegría del Salvador(35),
Estado. Una tal educación podrá, tal y considerase la apostasía de Cristo y
vez, parecer a los gobernantes respon de la Iglesia como símbolo de fidelidad
sables fuente de aumento de fuerzas y al pueblo o a una clase determinada,
de vigor; en realidad sería todo lo con pronunciaría contra sí mismo la sen
trario, y las tristes consecuencias lo de tencia de condenación y experimenta
mostrarían. El crimen laesae majesta• ría a su tiempo la ineluctable verdad
' (32) Ver I Tim. 6, 15; Apoc. 19, 16. (34) Juan 14, 6.
(33) Mat. 19, 14; Marc. 1U, 14. (35) Ver Is. 12, 3.
173, 28-29 E n c íc lic a *‘ S ummi P o n tif ic at u s ” 1545
AAS 1. Adhesión pontificia a los festejos. sus enseñanzas y con sus leyes; y es
31
Deseosos de aumentar una corona de también indiscutible que ella colma de
635
santa alegría, atravesamos con el pen tantos beneficios la vida terrena, que
samiento la inmensidad del mar, y Nos no podría dar más si la principal razón
colocamos en espíritu en medio de de su existencia fuese la de hacer feli
vosotros, que junto con todos vuestros ces a los hombres durante su breve
fieles celebráis el fausto cumplimiento jornada terrenal.
de un siglo y medio del establecimiento
de la jerarquía eclesiástica en los Esta 3. El primer obispo de EE. UU. Nos 636
dos Unidos. Muy gustosos hacemos es grato recordar hechos notorios.
esto, porque la ocasión que ahora se Cuando Pío VI dio a vuestros compa
Nos presenta de demostrar con un do triotas el primer obispo en la persona
cumento público Nuestra estima y del ciudadano americano J u a n G a r o l l ,
Nuestro afecto hacia el pueblo ameri nombrándolo obispo de Baltimore, exi
cano, ilustre y rebosante de juventud, guo y de poca importancia era allí el
Nos es tanto más grata cuanto que es número de los católicos, y las condicio
más solemne y porque ella viene a coin nes de Estados Unidos eran tan peligro
cidir con los principios de Nuestro sas que su estructura y su misma uni
pontificado. dad política estaban amenazadas por
una grave crisis; pues, a causa de una
2. Contribución de la religión al prolarga y extenuadora guerra, el erario
greso de Estados Unidos. A los que estaba agobiado de deudas, las indus
abren los anales de vuestra historia e trias languidecían y los habitantes es
indagan las causas profundas de los taban divididos en opuestos partidos
acontecimientos que la forman, salta a por la exasperación ocasionada por
la vista que el triunfal desenvolvimien las calamidades. El celebérrimo J o r g e
to de la divina religión ha contribuido W á s h i n g t o n , hombre de firme carác
no poco a llevar a vuestra patria a ter y de penetrante sagacidad de mente,
la gloria y prosperidad de las que ac remedió esa situación tan dolorosa y,
tualmente goza. Es notorio que esta hija podría decirse, ruinosa. El estaba unido
del cielo está destinada a conducir a por una sólida amistad con el mencio
los hombres a la felicidad eterna con (*) nado obispo de Baltimore. Así el padre
(*) A. A. S., 31 (1939) 635-644; a continuación del texto latino va la versión inglesa (p. 645-656) y
finalmente la versión italiana (p. 657-667). (P. II.).
— 1554 —
174, 4-5 E n c íc lic a “ Sertum L a e t it ia e ” 1555
dad nimbada con una aureola de gloria los místicos miembros doloridos del
por su beneficencia; Catholic Near East Redentor.
Welfare Association, “ Asociación de
Bienestar del Cercano Oriente” , que 7. Asociaciones católicas de laicos.
presta providenciales auxilios a los in Entre las asociaciones laicas — ya que
tereses del cristianismo en Oriente, enumerarlas sería muy larga tarea—■
donde son tantas las necesidades; In- han conquistado laureles de inmarcesi
dian and Negroes Mission, “ Misión de ble gloria la Acción Católica, las Con
Indios y Negros” , obra sancionada por gregaciones marianas, la Cofradía de
el Tercer Concilio de B a l t i m o r e q u e la Doctrina cristiana, contentas, con los
Nos confirmamos y apreciamos, por frutos ya obtenidos y prometedoras de
que es una exigencia de vuestra caridad una más copiosa mies en lo porvenir,
hacia vuestros conciudadanos. Os con como asimismo las Asociaciones del
fesamos que Nos sentimos penetrados Santo Nombre, que son excelente guía
por un particular afecto paternal, que para promover el culto y la piedad.
ciertamente nos inspira el cielo, hacia Está a la cabeza de esta múltiple acti
los negros que habitan entre vosotros, vidad de los laicos, que se desenvuelve
porque, en lo concerniente a la asisten en diversos sectores según las necesi
cia espiritual y religiosa, sabemos que dades de los tiempos, la National Ca
necesitan especiales cuidados y alien tholic Welfare Conference “ Conferen
tos, y por lo demás ellos lo merecen cia Nacional Católica de Bienestar” ,
mucho. Invocamos, por tanto, copiosas que provee de prontos y adecuados
bendiciones divinas para los que movi medios a vuestro ministerio episcopal.
dos por una generosa caridad se mues
tran solícitos de los negros, y les augu 8. La visita a EE. UU. Hemos podi
ramos grandes éxitos. do ver particularmente las principales
de todas estas instituciones en el mes de
6. Otras obras misioneras. Además, Octubre de 1936, cuando, después de
vuestros conciudadanos, para agrade atravesar el Océano, hemos tenido el
cer oportunamente a Dios el don ines placer de conoceros personalmente a
timable de una fe íntegra y verdadera vosotros y al campo de vuestras acti
y deseosos de santas audacias, envían vidades.
fuertes contingentes al ejército de mi
sioneros, los que con sus trabajos, con 9. Gracias a Dios y a los católicos.
la paciencia invicta y con la energía Permanecerá siempre imborrable y pla
dirigida a nobles iniciativas por el reino centero en Nuestro corazón el recuerdo
de Dios, adquieren méritos que la tierra de cuanto hemos admirado entonces
admira y que el cielo coronará con un con Nuestros ojos.
galardón adecuado. No tienen menor Por tanto, se impone que con senti
fuerza vital las obras que son de pro mientos de adoración demos con vos
vecho para los hijos de la Iglesia dentro otros gracias a Dios por todo esto, y
de los confines de la patria: las ofici que elevemos el cántico de gratitud:
nas diocesanas de caridad, organizadas Alabad al Señor del cielo, porque eter
con criterio de sabia practicidad, por na es su misericordia(3h El Señor cuya
medio de los párrocos y con el concur bondad no está circunscrita por lími
so de las familias religiosas, llevan a tes, así como ha llenado vuestra tierra
los pobres, a los necesitados, a los en con la liberalidad de sus dones, así
fermos los dones de la misericordia también ha concedido a vuestras igle
cristiana, alivian las miserias, viendo sias un celo eficaz y ha llevado a la
al ejercer ese ministerio de tanta im madurez de resultados sus trabajos.
portancia, con los ojos dulces y pene Cumplido el debido tributo de recono
trantes de la fe a Cristo presente en los cimiento a Dios, que es el principio de
indigentes y en los afligidos, que son todos los bienes, reconocemos, dilectí
(2) Actas de ese concilio cap. II. (3) Salmo 135, 26.
174, 10-13 E n cíc lic a “ Sertum L a e t it ia e ” 1557
simos, que esta próspera fecundidad, 12. Insuficiencia del progreso mate
que en unión vuestra admiramos, se rial. El progreso de los bienes exter
debe también al espíritu de iniciativa nos y materiales, aun cuando no se ha
y a la constancia en las empresas de de tener en poco aprecio, por las múl
los sagrados Pastores y de los fieles que tiples y apreciables utilidades que apor
forman esa porción de la grey de Cris ta a la vida, sin embargo no basta al 639
to; reconocemos también que se debe hombre, nacido para más altos y bri
a vuestro clero que, inclinado a la de llantes destinos. Creado a imagen y se
cisión en el trabajo, cumple con celo mejanza de Dios con una incoercible
vuestros mandatos; a los miembros de aspiración, sufre y derrama secreto
todas las órdenes y Congregaciones que, llanto, si en la elección de su amor no
distinguiéndose por su virtud, se pro tiene cuenta de la suprema Verdad y
digan con santa porfía en el cultivo del Bien infinito. Pero uno no se acerca
del campo de las almas; a las innume a Dios, del cual quien se aleja muere,
rables religiosas que, a menudo silen al cual quien se convierte vive, en el
ciosas y desconocidas por los hombres, cual quien se afirma se ilumina, atrave
impelidas por el fuego interior de la sando espacios materiales, sino guiado
caridad, se consagran con ejemplar de por Cristo, con la plenitud de la fe sin
dicación a la causa del Evangelio, ver cera, con la conciencia inmaculada por
daderos lirios del jardín de Cristo, m o una recta voluntad, con la santidad de
tivo de singular complacencia de los las obras, con la adquisición y el em
Santos. pleo de la genuina libertad, cuyas sa
gradas normas están promulgadas en
10. Los males que hay que combatir. el Evangelio. Pero si, por el contrario,
Pero queremos que Nuestro elogio sea se desprecian los divinos mandamien
saludable. La consideración del bien tos, no solamente no se conseguirá la
realizado no ha de ser motivo de un felicidad posterior al breve período de
amortiguamiento en vuestras activida tiempo señalado a la existencia terre
des que os incline a la negligencia, no nal, sino también vacila la base misma
debe motivar la nociva dulzura de la de la verdadera civilización en su con
vanagloria; por el contrario, debe ser tenido y no se pueden esperar sino
vir de estimulante para que con reno ruinas, sobre las cuales se derramarán
vadas energías se impidan los males, y lágrimas tardías.
para que con una mayor conciencia
aumenten las iniciativas que sean úti 13. Necesidad del Evangelio y de los
les, próvidas y dignas de encomio.1 mandamientos. Y en verdad, ¿cóm o
pueden tener garantía de estabilidad el
11. El cristiano siempre es apóstol. bien público y la gloria de la vida civil,
El cristiano, si honra el nombre que cuando lian sido trastornados los dere
lleva, siempre es apóstol; no es digno chos y despreciadas y mofadas las vir
del soldado de Cristo alejarse del com tudes? Pero así como Dios es la fuen
bate, pues sólo la muerte pone fin a su te del derecho, así también es el inspi
milicia. Bien sabéis vosotros dónde es rador y el premio de las virtudes; no
menester que vuestra vigilancia sea más hay entre los legisladores nadie que se
despierta y qué programa de acción le asemeje1 (4). Según la confesión de
1
conviene trazar a los sacerdotes y a los todos los que tienen buen sentido, la
fieles, para que, vencidos los obstácu raíz amarga y fértil de ios males es por
los, la religión de Cristo sea guía lumi doquiera el desconocimiento de la divi
nosa para las inteligencias, norma para na Majestad, el abandono de las leyes
las costumbres y, a fuer de única causa morales de origen superior, o una de
de salvación, penetre los sentimientos testable inconstancia que hace vacilar
íntimos y las arterias de la sociedad entre lo lícito y lo ilícito, entre la justi
humana. cia y la iniquidad.
(4) Cír. Job. 36, 22.
1558 E n cíclicas del PP. Pío XII (1939) 174, 14-18
14. La raíz de los males. De aquí el alivian los dolores y aumentan las ale
desenfrenado y ciego egoísmo, la sed grías. Allí los hijos no son considera
de placeres, el alcoholismo, la moda dos como un gravoso peso, sino como
impúdica y dispendiosa, la criminalidad dulces prendas; ni vituperables motivos
no rara aun en los menores de edad, la utilitarios o el ansia de placeres esté
sed de poder, el olvido de los pobres, riles intentan impedir el don de la vida
el hambre de riquezas inicuas, la deser ni contribuyen a la desaparición de los
ción de la campaña, la ligereza en con suaves nombres de hermano y de her
traer matrimonio, los divorcios, la dis mana. Con cuánta solicitud los padres
gregación de las familias, el enfria procuran que los hijos no solamente
miento del mutuo afecto entre padres crezcan físicamente vigorosos, sino tam
e hijos, la esterilidad conyugal, el ago bién que, siguiendo el mismo sendero
tamiento de la estirpe, la mengua del de sus abuelos, que les son recordados
respeto a las autoridades, el servilismo, a menudo, brillen con la luz que comu
la rebelión y el abandono de los debe nican la profesión de una fe purísima
res para con la patria y la humanidad. y la honestidad de vida. Movidos a
vista de tantos beneficios, los hijos
15. La enseñanza laica. Elevamos creen como principal deber el de hon
además Nuestro paternal lamento por rar a los padres, de secundar sus de
que allí en muchas escuelas se despre seos, de sostenerlos en la vejez con
cia a menudo a Cristo o se le ignora, se amorosa ayuda, de alegrar su anciani
circunscribe la explicación del universo dad con un afecto que, no terminando
y del humano linaje dentro de los lími con la muerte, será más completo y
tes del naturalismo y del racionalismo, glorioso en el cielo. Los miembros de
y se buscan nuevos sistemas educativos la familia cristiana, no quejosos en las
que no podrán menos de ser nocivos a adversidades ni ingratos en la prospe
la vida intelectual y moral de la nación. ridad, están siempre llenos de confian
za en Dios, cuyas leyes obedecen, cuya
16. Nefastos efectos del divorcio. voluntad acatan y cuya ayuda no espe
Además, así como, observando la ley ran en vano.
de Cristo, reina la verdadera felicidad,
así también, si se repudia el Evangelio, 18. Obligación de los pastores acer
la felicidad desaparece devastada por ca de la familia. Por tanto, exhorten a
los vicios: el que busca la ley será col menudo a los fieles que constituyan y
mado de bienes; pero quien obra con mantengan las familias según la norma
ficción hallará en ella tropiezo<5). de la sabiduría evangélica, todos los
que tienen en las iglesias funciones di
17. Belleza de la familia cristiana. rectivas o de magisterio y que, por lo
¿Qué puede haber en la tierra más sere mismo, se empeñan con asidua solicitud
no y encantador que la familia cristia en preparar para el Señor un pueblo
na? Brotada junto al altar del Señor, perfecto. Por la misma razón es menes
donde el amor ha sido proclamado san- ter también atender diligentemente a
640 to vínculo indisoluble, se consolida y que el dogma de la unidad y de la indi
medra en el mismo amor nutrido por la solubilidad del matrimonio sea cono
gracia del cielo. En ella es honrado por cido y santamente respetado por todos
todos el matrimonio y el tálamo es los que lo contraen. Que este punto
inmaculado(6); las tranquilas paredes capital de la doctrina católica tiene
no resuenan con los gritos de las desa grande eficacia para una sólida estruc
venencias, ni son testigos de secretos tura familiar, para el progreso y la
martirios por la revelación de astutos prosperidad de la sociedad civil, para
trajines de infidelidad; la solidísima la salud del pueblo y para una civiliza
confianza tiene alejada la espina de la ción, cuyos resplandores no sean falsos
sospecha; en la mutua benevolencia se y fatuos lo reconocen también no p o
(5) Ecles. 32, 19. ce) Iiebr. 13, 4.
174, 19-23 E n cíc lic a “ Sertum L a e t it ia e ” 1559
eos que, no obstante estar alejados de investigación la ley del Señor, cuyos
nuestra fe, son dignos de consideración oráculos son más puros que la plata;
por su buen sentido político. ¡Ah! ¡si que continuamente gusten y saboreen
vuestra patria hubiese conocido por la las castas delicias de las Sagradas Es
experiencia de otros y no por la propia crituras; que con el andar de los años
el cúmulo de males producidos por la estudien con majmr profundidad la his
licencia del divorcio! Que el respeto toria de la Iglesia, los dogmas, los sa
hacia la Religión y la piedad hacia el cramentos, los derechos, las prescrip
gran pueblo americano estimulen una ciones, la liturgia, su lenguaje, de modo
enérgica acción para que se cure radi que el progreso intelectual corra en
calmente mal tan difundido desgracia ellos parejo con el de las virtudes.
damente. Cultiven asimismo los estudios litera
rios y las disciplinas profanas, especial
19. Males del divorcio. El Papa mente las que son mayormente anejas
L eón XIIÍ ha descrito así con pala a la Religión, para que con conceptos
bras que ponen de relieve la verdad, claros y con fecundo labio puedan im
las consecuencias de ese mal: Por el partir la enseñanza de gracia y de
divorcio, el contrato del matrimonio salud, capaz de doblegar aún a las per
queda sujeto a mudanzas; se debilita el sonas doctas bajo el leve peso y el
afecto; se ofrecen perniciosos incenti yugo suave del Evangelio de Cristo.
vos a la infidelidad conyugal; se daña ¡Feliz la Iglesia si así estuviese funda
la educación y el cuidado de la prole; da sobre zafiros! (8K7
se da fácil ocasión a la descomposición
de la sociedad doméstica; se arrojan 22. Cultura del laico de A. C. Las
semillas de discordias en las familias; exigencias de los tiempos actuales re
se mengua y deprime la dignidad de la quieren que aun los laicos, especial
mujer, que corre el peligro de ser aban mente los que coadyuvan en la obra del
donada después de haber servido como apostolado jerárquico, se procuren un
instrumento de placer al marido. Y co caudal de conocimientos religiosos no
mo quiera que nada contribuye tanto pobre y exiguo, sino sólido y valioso,
a arruinar las familias y a minar el mediante bibliotecas, discusiones, círcu
poder de los reinos como la corrupción los de cultura; lo cual será de gran
de las costumbres, fácilmente se ve que provecho para sí mismos y podrán en
el divorcio es muy nocivo a la prospe señar a los ignorantes, confutar a los
ridad de las familias y de los Esta adversarios pertinaces y ser útiles a
dos^ . los buenos amigos.
necesario para mi sustento(n ). Si los lia que, al aumentar éstas, aquélla tam
que han sido favorecidos generosamen- bién sea mayor y aun, si se diere el
643 con riquezas y medios pecuniarios de caso, se satisfaga las necesidades extra
ben, movidos por una lácil misericor ordinarias(12L
dia, ayudar a los menesterosos, por
razones aun más graves deben darles 28. Desocupación. Es menester que
lo justo. todos los que estén capacitados tengan
una equitativa posibilidad de trabajar
27. El salario familiar. Es conve para lograr para sí y para los suyos el
niente que el estipendio sea tal que necesario sustento. Expresamos toda
baste para ellos y para sus familias. Nuestra compasión por la suerte de los
Graves son a este propósito las palabras que, tan numerosos allí, si bien robus
de Nuestro predecesor Pío XI: Es, por tos, capaces y de buena voluntad, no
tanto, menester hacer todo lo posible pueden tener trabajo, que buscan afa
para que los padres de familia reciban nosamente.
un salario tal que baste para proveer La sabiduría de los gobernantes y
convenientemente a las comunes nece una generosidad de previsoras miras de
sidades domésticas. Si en las presentes parte de los dadores de trabajo, junto
circunstancias de la sociedad no siem con el restablecimiento de más favora
pre se puede hacer esto, la justicia so bles condiciones externas — que desea
cial requiere que se introduzcan cuanto mos se efectúen cuanto antes— , procu
antes modificaciones que aseguren a ren que estos justos deseos se cumplan
todo obrero adulto tales salarios. Son con provecho de todos.
también merecedores de alabanzas los
que con prudente y útil designio han 29. Libertad de asociación^113). Sien
2
1
experimentado e intentado que la re do la sociabilidad una necesidad natu
compensa del trabajo se distribuya en ral del hombre y siendo lícito por la
tal proporción de las cargas de la fami- unión de las fuerzas promover todo lo
[11] Prov. 30, 8. /95) 387, donde dijo: “ Cuando se trata de agru
[12] Encíclica Quadragesino armo, 15-V-1931; parse en sociedades, hay que cuidar mucho de
en esta Coiecc.: Encíclica 164, 31 pág. 1300, col. 2. no caer en error. Y aquí Nos hablamos expresa
mente de los obreros, que ciertamente tienen el
Salario familiar y vivienda familiar derecho de unirse en asociaciones para defender
Pío XII en un discurso dirigido a la “ Unión sus intereses: la Iglesia consiente en ello y la
Internacional de Organizaciones Familiares” , el naturaleza tampoco se opone” .
20-IX-1949 decía: Aún más: la Iglesia recomienda la formación
“ En Nuestra Encíclica Summi Pontificatus de de asociaciones sindicales y las considera nece
sarias.
claramos que consideramos deber de conciencia,
impuesto por Nuestro ministerio apostólico, la Ver: León X lll, Rerum Novarum, 15-V-1891; en
firme defensa de los derechos propios de la esta Colee.: Ene. 59, 27 pág. 442; luego Pío X, en
familia” (AAS. 31 [1939] 434). Después de enume su Carta a los Obispos del Brasil, 6-1-1911 en que
rar los derechos y deberes del hogar familiar dice: “ Nos exhortamos én prim er lugar a que entre
continúa el Papa: los católicos se constituyan esas asociaciones que
van estableciéndose por doquiera, para defender
“ Bien conocidas son las medidas de asistencia los intereses en el terreno social... Porque este
a la familia. Sean de institución pública o de género de sociedades es muy conforme a nues
iniciativa privada revisten formas muy variadas. tros tiempos, porque permiten a sus miembros
Después de la primera guerra mundial, la pre cuidar la defensa de sus intereses al mismo tiem
visión familiar se ha convertido en un departa po que la conservación de la fe y de la moral” .
mento de los organismos oficiales de la sanidad El mismo Pontífice exhortaba al Conde Me-
pública. Los Papas, en sus Mensajes sociales, dolago Albani, por medio de una Carta del 19 de
se han pronunciado con firmeza en pro del sa Marzo de 190b, en estos términos: “ Continuad,
lario familiar o social, que permite a la familia querido hijo, como lo habéis hecho hasta el
el proveer al mantenimiento de sus hijos a me presente, promoviendo y dirigiendo asociaciones,
dida que van creciendo. Lo que faltaba —y se no solamente de carácter puramente económico,
ha intentado con igual entusiasmo en algunos sino también otras muy próximas a aquéllas, las
países— es una política de gran envergadura, que uniones profesionales, obreras y patronales, que
desaloje las viviendas, en que los inquilinos se establezcan entre aquéllas la buena inteligencia;
hallan como acuartelados, y que crea la habita los Secretariados del pueblo, que darán consejos
ción familiar. Hoy después de la segunda guerra de orden legal y administrativo...; ciertamente,
mundial, esta exigencia ha pasado ciertamente a no os faltarán expresiones consoladoras para
primer plano” . estimularos lo más posible” .
[13] Libertad de asociación. Véase León XIII El mismo Pío X preguntó a los Directores de
en Rerum Novarum, 15-V-1891; ASS. 23 (1891/92) la “ Unión Económica Italiana” : “ ¿qué institu
641; en esta Colección: Encíclica 59, 25, pág. 440; ciones deberéis promover preferentemente en el
y en Longinqua Oceani, 6-II-1895, ASS. 27 (1894 seno de vuestra Unión? Vuestra ingeniosa cari-
ENCICLICA "SACULO EXEUNTE OCTAVO”^
(13-VI-1940)
P I O PP. X I I
Querido Hijo Nuestro: Salud y bendición apostólica
ninas, que en todos los tiempos han quien a los demás manda que lo detes
sido y siguen siendo los laboratorios en ten. De una manera especial tiene esto
los que se forma la mayor parte de los aplicación tratándose de quien ha de
216 Misioneros. De unas y de otras esperan vivir entre gentiles, que se guían más
mucho las Misiones. por el sentimiento que por la razón, y
Conociendo las necesidades espiritua para quienes el ejemplo de vida en
les de las posesiones portuguesas, es orden a convertirles a la fe, es más elo
Nuestro más vivo deseo que, al lado cuente que las palabras(9>.
de las Ordenes y Congregaciones con
sagradas a estas tareas, surjan otras 24. Perfecta santidad para ser “ sal
todavía para ayudarles en el trabajo, de la tierra” . Trátase, amado hijo
las cuales deben ser fomentadas con Nuestro y Venerables Hermanos, de
cuidado y protegidas por los Ordinarios una santidad profundamente arraigada
del lugar, para que cada día se acre en el alma, no de una honradez super
ciente más y más el número de obreros ficial, que habría de desaparecer al
evangélicos, destinados a las Misiones primer contacto con la corrupción del
de vuestras extensas colonias. paganismo. Hombres que, en frase de
S a n P a b l o , tengan apariencia de pie
2. Vocación correspondida dad, pero que hayan renunciado a su
espíritu(1°), no serán, ciertamente, la
22. Selección rigurosa de los misio sal de la tierra que cure la corrupción
neros. A los directores de los Colegios de las costumbres paganas, ni la luz
de la mencionada Sociedad misione del mundo que muestre el camino de la
ra, así como a los Superiores de las salvación a los que yacen en las som
otras Corporaciones religiosas, quere bras de la muerte.
mos abrir Nuestro corazón, a fin de ¡Y plegue al Señor que no vengan
que vean con claridad Nuestras preo ellos mismos a corromper miserable
cupaciones apostólicas, y cuánto desea mente y — ¡peor aún!— se conviertan
mos que las vocaciones misioneras sean en maestros de perdición!
debidamente cultivadas y formadas.
Acuérdense que no se debe encami A. Formación científica y pastoral
nar a nadie por las difíciles y heroicas
sendas de las Misiones, que no haya 25. Además de la sólida formación
sido llamado por privilegio del Señor; teológica debe cultivar las ciencias
del mismo modo que a nadie ha de profanas y la caridad. Además es ne
permitírsele continuar por ese camino, cesario que el futuro misionero reciba
si no quiere corresponder dignamente una educación completa, tanto cientí
al llamamiento divino. fica como pastoral, de manera que
pueda realmente ser un sabio arquitec
3. Entrega completa y perfecta de to(11> del Reino de Dios.
sí mismo No le basta una amplia y profunda
ciencia teológica; le es preciso también
23. Entrega total del misionero a conocer las ciencias profanas, particu
Dios. El misionero debe ser hombre larmente las relacionadas con el ejer
de Dios, no sólo por vocación, sino cicio de su ministerio. Si le faltaran
también por la donación completa y estos conocimientos sagrados y profa
perpetua de sí mismo. En efecto, como nos y fuera guiado únicamente por su
nos enseña la admirable Encíclica “ Má celo, se arriesgaría a edificar sobre
ximum Illud” , de B e n e d i c t o XV de fe arena.
liz memoria, es preciso que sea hombre Por lo tanto, a semejanza del divino
de Dios, quien a Dios tiene que predi Maestro, que pasó haciendo bien y sa
car; así como ha de huir del pecado, nando a todos^12\ y obedeciendo a su
(9) Benedicto XV, Máximum illud, 30-XI-1919. (10) II Tim., 3, 5.
AAS. 11 (1919) 449. En esta Colecc.: Encícl. 117, 9 (11) I Cor., 3, 10.
pág. 919. (12) Hechos, 10, 38.
Encíclicas Pontificias 50
1570 E ncíclicas del PP. P ío XII (1940) 175, 26-29
mandato, Curad a los e n fe r m o s ^ , en bra, todos los trabajos de que consta
señad a todas las g e n te s ^ , el Misio el apostolado misionero.
nero abre los labios para hablar con Consideren bien todos aquellos a
sabiduría y doctrina del Reino de Dios, quienes compete esta obligación, que
y extiende las manos, convenientemen tanto mayores frutos podrán recoger
te preparadas y movidas por la caridad las Religiosas Misioneras, cuanto más
cristiana, para aliviar los cuerpos de adecuada y completa fuere su forma
las dolencias y de las miserias que los ción, no sólo religiosa, sino también
aflijen. Con los cuerpos se aliviarán, intelectual.
al mismo tiempo, las almas. Quiera el Señor que veamos pronto
colaborar con las Religiosas Misioneras
26. Escuelas, orfelinatos y hospita a Religiosas indígenas.
les. Sabrá, igualmente, elevar las inte
ligencias de tantos desgraciados, escla
vos de envilecedoras supersticiones y IV. - P a l a b r a s d e a l ie n t o
PI O PP. X I I
I n t r o d u c c ió n madas y animadas por el espíritu con
solador de la predicación que resonó en
La Radio Vaticana como puente
Jerusalén y que la conmovió en la pri
de amor y unión
mera Pentecostés por boca de P e d r o :
^AS 1. La situación confusa del mundo espíritu de ardiente amor apostólico,
33 por la guerra. La solemnidad de Pen- espíritu que no siente ansia más viva
lat- tecostés, glorioso nacimiento de la ni alegría más santa que la de conducir
195 Iglesia de Cristo, es para Nuestro áni- a todos, amigos y enemigos, a los pies
esp- mo, amados hijos de todo el mundo, del Crucificado en el Góteota, al señal
227 una invitación dulce y propicia, fecun ero del glorioso Hijo de Dios y Reden- 228
da en profundas enseñanzas, para diri tor del género humano, para convencer
giros, en medio de las dificultades y a todos de que sólo en El, en la verdad
luchas de lo presente, un mensaje de por El enseñada, en el amor de hacer
amor, de exhortación y de consuelo. el bien y de sanar a todos demostrado
Os hablamos en un momento en que y vivido por El hasta sacrificarse por
todas las energías y fuerzas físicas e la vida del mundo, puede encontrarse
intelectuales de una porción cada día la verdadera salvación y la felicidad
mayor de la humanidad se hallan, en duradera para los individuos y para los
medida y con ardor nunca antes cono pueblos.
cidos, tensas bajo la férrea e inexora
3. Ventajas de la Radio Vaticana
ble ley de la güera; y desde otras ante
para el apostolado universal pacífico.
nas parlantes vuelan acentos impregna
En esta hora, plenamente saturada de
dos de exasperación y de acritud, de
acontecimientos pendientes del desig
escisión y de lucha.
nio divino que rige la historia de las
2. Mensaje de amor y salvación de naciones y vela por la Iglesia, Nos es
la Radio Vaticana. Pero las antenas de alegría y satisfacción íntima el haceros
la Colina Vaticana, de la tierra con sentir, amados hijos, la voz del Padre
sagrada como centro inmaculado de la común, el llamaros como a una breve
Buena Nueva y de su difusión bienhe pero universal asamblea católica, para
chora en el mundo por el martirio y que en el vínculo de la paz podáis por
por el sepulcro del Primer P e d r o , no experiencia probar la dulzura del cor
pueden transmitir sino palabras infor unum y del anima unaH) que, bajo el
(*) A. A. S., 33 ri941) 195-205. Radiodifundido el discurso de Pío XII, la estación radiofónica de la
Ciudad del Vaticano irradió el mismo mensaje vertido a ocho otros idiomas cuyo texto publicó, a
continuación del mensaje, AAS., conviene a saber: Francés AAS. 33, 205-216; inglés 33, 216-227; español
33. 99-7.037: Riemáo 33. 237-249; portugués 33, 249-259: noloco 33. 2«n-2
*>70: h o i* » ^ * 33. 271 -0<w: b ’W n r o
33, 283-293, lo cual pone de manifiesto la trascendencia del documento y el deseo de amplia difusión
que justifica su inclusión en esta Colección; da a entender también la importancia que Pío XII atri
buyó al documento y quiso que tuviese. Véase también el discurso que Pío XII pronunció en otro
aniversario de Rerum novarum, reproducido en la nota [17] de la presente Encíclica. La Encíclica
Mater et Magistra de Juan XXIII, lo destaca como documento importante. Los números marginales de
AAS en latín y castellano corren paralelos (P. II.).
(1) Véase Act. 4, 32. “ Un corazón y una sola alma” .
— 1573 —
1574 E n cíclicas del PP. P ío XII (1941) 176, 3
impulso del divino Espíritu, unía a la universo resonó su voz, y sus palabras
comunidad de Jerusalén en el día de llegaron a toda la t i e r r a Así parece
Pentecostés. Cuanto más difícil se hace renovarse el gran milagro de Pente
en muchos casos el contacto directo y costés, cuando las diversas gentes, de
eficaz entre el Sumo Pastor y su grey, regiones distintas por sus lenguas, reu
196 a causa de las condiciones de la guerra, nidas en Jerusalén, escucharon, cada
con gratitud tanto mayor saludamos una en su idioma, la voz de P e d r o y
este rapidísimo puente de unión que el de los Apóstoles.
genio inventivo de nuestra época lanza
por un rayo a través del éter, uniendo La conmemoración de los 50 Años
entre sí todos los rincones de la tierra, de “ Rerum Novarum” . Con sincera
a través de los montes, mares y conti complacencia Nos servimos hoy de este
nentes. Y esto, que para muchos es maravilloso medio para llamar la aten
arma de lucha, se transforma para Nos ción del mundo católico sobre una con
en providencial instrumento de un apos memoración que merece esculpirse con
tolado activo y pacífico que cumple, caracteres de oro en los fastos de la
alzándola a un nuevo significado, la Iglesia^3); esto es, sobre el quincua
palabra de la Escritura: En todo el gésimo aniversario de la publicación
(2) Ps. 18, 5; Rom. 10, 18. a la ciencia, ha transformado y transformará aún
(3) No sólo ahora sino en numerosas otras más las vías de comunicación entre los hombres,
oportunidades, Pío XII se ha pronunciado sobre multiplicando sus medios. Ved lo que ha ocurrido
algunos problemas de la “ cuestión social” que en el sector de los transportes, donde el vuelo
planteara con tanta precisión León XIII en “ Re- diario de decenas de miles de aviones ocupa en
rum Novarum” . Nosotros hemos recogido algu varios sectores a innumerables especialistas y
nos de esos documentos en las notas de la Encí obreros. El progreso de la electrotécnica ha he
clica “ Quadragesimo Anno” véase: final nota 7, cho que surjan gran número de nuevas instala
notas 18, 20, 24, 26, 35, 46, 47, 55, 60, 82, 83, 85, ciones, industrias, laboratorios y centros de in
89, 92, 93, 96, 98, 102, 106, 108, 120, 136, 139, 144, vestigación. Piénsese también en la radio y en
152, 153, 154 y en otras notas de “ Sertum Laetiae” la televisión; piénsese en el camino de la quí
(Véanse las notas (12) y (13) pág. 1561-62. mica orgánica, en los descubrimientos en el
sector de las resinas sintéticas. Reflexionad, pues
Todas estas manifestaciones, aunque incomple os afecta de cerca, que algunos productos texti
tas permiten una visión de conjunto de la socio les que tienen gran aceptación entre los que se
logía cristiana en labios de Pío XII y los pro interesan por el vestido, se obtienen transfor
gresos que sus aplicaciones están haciendo. mando el carburo de calcio.
Ultimamente expuso Pío XII el criterio cris
tiano sobre un problema nuevo que ha traído el “ El progreso no hará que falte trabajo: habrá
progreso técnico: la automatización (automación), que estar más dispuestos a realizar ciertas trans
o sea la casi completa mecanización de las em formaciones, a llevar a cabo ciertas moderniza
presas, señalando en dos oportunidades distintas, ciones; habrá que insistir menos en determina
su aspecto positivo, sus peligros y en general su das industrias de tipo fijo; y no perderse ante
significado humano, económico, social y moral los inevitables desequilibrios iniciales, ni ceder
de la automatización. ante pesimismos injustificados. Se va hacia un
El 18 de Noviembre de 1956, hablando a los mañana mejor, incluso porque es fácil de prever
obreros de Terni de Umbría, después de un des que el trabajo humano, liberado del bruto es
file que en Roma habían realizado en honor del fuerzo muscular, irá ennobleciéndose cada vez
Papa, en el 3? punto del discurso trató de calmar más.”
sus inquietudes por los nuevos progresos técnicos, Pío XII, en el discurso dirigido al Congreso
diciendo: Italiano de la “ Unión Cristiana de Dirigentes de
“ Nuestra tercera palabra es de confiada espe Empresa” , el 7 de Marzo de 1957 se extendió en
ranza. No siempre será así, amados hijos, no el primer punto sobre la calidad personal del
deberá ni podrá ser siempre así. Algunos siguen trabajador, especialmente en la época de la
los descubrimientos de la ciencia con ansiedad automatización que se acerca, y que era uno de
mal encubierta, porque temen que el progreso los temas de sus estudios entregados al Papa.
técnico, al substituir con máquinas a los hom
bres, provocará graves desequilibrios sociales a “ Ardua es la primera cuestión (de la automati
causa también del paro que forzosamente se pro zación) que os habéis nroouesto concretamente
ducirá. Quienes piensan de ese modo no consi como empresarios y dirigentes italianos, no sólo
deran que esto suele ocurrir solamente en los porque es tal en sí misma, sino también porque
comienzos de ciertas transformaciones. A conti toda la futura capacidad del concurso industrial
nuación tienen que aparecer los beneficios prove de Italia con los demás países.”
nientes del nacimiento de nuevas fuentes de tra
bajo y por consiguiente de ocupación. Los pro Calidad personal del trabajador
gresos de la física han creado, y habrán de crear en la automatización
todavía, en todas las naciones, la necesidad de un
ejército de trabajadores de todas clases, desde “ Todos vosotros sabéis que la cuestión de la
el ingeniero hasta el físico nuclear y el obrero calidad personal del trabajador bien sea diri
calificado, para construir reactores, pilas nu gente o ejecutor, en grado superior o medio,
cleares, máquinas aceleradoras; y mientras tanto dondequiera que hoy se hagan esfuerzos por
se multiplican sus aplicaciones a la industria, a aumentar la productividad, fin primario de la
la agricultura y a la defensa. La técnica, unida automatización se presenta como sumamente de-
176, 4 R. M. “ L a solenn itá della P entecoste ” 1575
anteriores por sus sorpresas en la vida tuamente son: el uso de los bienes
social y económica, lanzando sus in materiales, el trabajo y la familia.
quietas y oscuras aguas al piélago de
una guerra que puede levantar olas 1. Uso DE LOS BIENES MATERIALES
imprevistas que choquen violentas con a) Los bienes de propiedad y el
la economía y con la sociedad. sustento
12. Validez de los principios de
II.- T r e s v a l o r e s f u n d a m e n t a l e s d e l a
León XIII sobre propiedad y salario,
s o c i o l o g í a c r i s t i a n a : 1. Uso de bienes
recordados en “ Sertum Laetitiae” . La
materiales, 2. Trabajo, y 3. Familia. Encíclica Rerum Novarum expresa so
* Ante el tenebroso e incierto porvenir bre la propiedad y sobre el sustento
11. La incertidumbre del futurodel y hombre principios que con el tiem
el esquema de este radiomensaje. El po nada han perdido de su primitivo
momento presente hace muy difícil el vigor y que hoy, pasados ya cincuenta
señalar y el prever los problemas y años, conservan todavía y difunden vi
asuntos especiales, tal vez completa vificadora su íntima fecundidad. Nos
mente nuevos, que a la solicitud de la mismo ya reclamamos la atención de
Iglesia presentará la vida social después todos sobre su punto fundamental en
del conflicto que trae enfrentados a Nuestra Encíclica Sertum laetitiae, di
tantos pueblos. No obstante, si lo fu rigida a los Obispos de los Estados
turo tiene sus raíces en lo pasado y si Unidos de América del Norte; punto
la experiencia de los últimos años es fundamental que consiste, como allí
para nosotros la maestra para lo por decíamos, en la afirmación de la ine
venir, Nos pensamos servirnos de la ludible exigencia de que los bienes,
conmemoración de hoy para dar ulte- creados por Dios para todos los hom
199 riores directivas morales sobre tres va bres, afluyan equitativamente a todos,
lores fundamentales de la vida social según los principios de la justicia y de
y económica*10^; y lo haremos anima la caridad*11).
dos por el mismo espíritu de L e ó n XIII
y desarrollando su visión, más que pro- b) El derecho fundamental y los
fética, anunciadora ya del surgiente demás derechos humanos
proceso social de los tiempos. Estos 13. El derecho inalterable del indi
tres valores fundamentales, que se en viduo y de la sociedad sobre los bie
trecruzan, se unen y se completan mu- nes. Todo hombre, com o viviente do-
(10) Más tarde el mismo Pío XII, en el discur como medio y apoyo para lograr el verdadero
so del 13 de Junio de 1943, dirigido a los traba bienestar material de todo el pueblo.
jadores de Italia, precisó el mismo programa “ No ahogar ni dar exclusivas preferencias a la
cristiano y directivas claras acerca de evolución industria sino procurar su armónica coordena
social de la propiedad privada, del capital pri ción con la artesanía y la agricultura, que hace
vado, de la armoniosa colaboración entre la fruclificar la multiforme y necesaria producción
industria y la agricultura, de las asociaciones y del suelo nacional.
gremios y del papel exclusivamente supletorio de “ No tener, al utilizar los progresos técnicos,
la misión del Estado, diciendo, después de re como única mira la mayor ganancia posible, sino
chazar una revolución social violenta: aprovechar los frutos de ellos derivados para
“ Tan sólo una evolución progresiva y prudente, mejorar también las condiciones personales del
valiente y acomodada a la naturaleza, iluminada obrero, para hacer menos ardua y dura su labor
y guiada por las sagradas normas cristianas de y reforzar los vínculos de su familia en la tierra
la justicia y de la equidad, puede conducir a que habita y en el trabajo que vive.
que se cumplan los deseos y las justas exigen
cias del obrero. “ No empeñarse en hacer que la vida de los
“ No destruir, pues, sino edificar y consolidar; individuos dependa exclusivamente del arbitrio
no abolir la propiedad privada, fundamento de la del Estado sino más bien procurar que el Estado,
estabilidad de la familia, sino promover su difu cuya obligación es promover el bien común con
sión como fruto de la fatiga consciente de todo instituciones sociales, como son las sociedades
trabajador o trabajadora, de suerte que por de seguro y de previsión social, supla, favorezca
ello vayan disminuyendo poco a poco esas masas y lleve a cabo todo cuanto ayude a confirmar en
del pueblo inquietas y audaces, que, unas veces su actividad a las asociaciones obreras, y espe
por sombría desesperación, y otras por ciegos cialmente a los padres y a las madres de familia,
instintos, se dejan arrastrar por todo viento de que por medio del trabajo aseguren su vida y
falaces doctrinas, o por engañosos recursos de la de los suyos” .
agitadores desprovistos de toda moral. (11) Pío XII, Encíclica Sertum La>ti&, 1?-XI-
“ No malbaratar el capital privado, sino fomen 1939, AAS. 31 (1939) 641; en esta Colección: Encícl.
tar su ordenamiento con prudente vigilancia, 174, 26 pág. 1560.
1580 E n cíclicas del PP. Pío XII (1941) 176, 14-16
tado de razón, tiene de hecho, por na ha señalado a todos los hombres y
turaleza, el derecho fundamental de les ha dado cual norma suprema, obli
usar los bienes materiales de la tierra, gatoria siempre y en cada caso, antes
aunque se haya dejado a la voluntad que todos los demás deberes.
humana y a las formas jurídicas de los
pueblos el regular más particularmente c) El papel del “ bien común”
su realización práctica. Semejante de
recho individual no puede en modo 15. La limitación que los derechos
del poder público encuentran en el
alguno ser suprimido, ni siquiera por
otros derechos ciertos y pacíficos so derecho individual y el bien común.
Tutelar el intangible campo de los de
bre los bienes materiales. Sin duda que
rechos de la persona humana y facili
el orden natural, que se deriva de Dios,
requiere también la propiedad privada tarle el cumplimiento de sus deberes
ha de ser oficio esencial de todo poder
232 y el libre comercio recíproco de los
bienes por medio de cambios y dona público.* ¿No es acaso esto lo que lleva
consigo el significado genuino del bien
ciones, así como la función reguladora
común, que es lo que el Estado debe
del poder público sobre estas dos insti
tuciones. Sin embargo, todo esto per promover? De aquí nace que el cuidado
del bien común no lleva consigo un
manece subordinado al fin natural de
poder tan amplio sobre los miembros
los bienes materiales, y no se podría
de la comunidad, que en su virtud esté
hacer independiente del derecho pri
concedido a la autoridad pública dismi
mero y fundamental de su uso que
nuir el desarrollo de la acción indivi
corresponde a todos, sino que más bien
dual antes descrita, decidir directamen
ha de servir para hacer posible su rea
te en torno al comienzo o, excluido el
lización conforme a su fin. Sólo así se
caso de una legítima pena, sobre el
podrá y se deberá lograr que la pro
final de la vida humana, determinar
piedad y el uso de los bienes materiales
por su propia voluntad el modo de ser
lleven a la sociedad una paz fecunda
de su movimiento físico, espiritual, re
y una consistencia vital, y que no sean
ligioso y moral en oposición a los dere
tan sólo condiciones precarias, genera
chos y deberes personales del hombre,
doras de luchas y de odios, y abando
y para ello abolir el derecho natural a
nadas al arbitrio del despiadado juego
los bienes materiales, o dejarlos sin
de la fuerza y de la debilidad.
eficacia. Deducir del cuidado del bien
14. común una extensión tan grande del
El objetivo del derecho de pro
piedad del individuo. El derecho ori poder, sería tanto como trastornar el
ginario sobre el uso de los bienes ma significado mismo del bien común y
teriales, por estar en íntima conexión caer en el error de afirmar que el pro
con la dignidad y con los demás dere pio fin del hombre sobre la tierra es la
chos de la persona humana, le ofrece sociedad, que la sociedad es el fin de
con las formas antes indicadas una base sí misma, y que el hombre no tiene
material segura, de suma importancia otra vida que esperar sino la que se
para elevarse al cumplimiento de sus termina en la tierra.
deberes morales. La tutela de este dere
d) La verdadera riqueza
cho asegurará la dignidad personal del
200 hombre y le facilitará el atender y el 16. El objetivo de la economía na
satisfacer con justa libertad aquella su cional: base material suficiente para
ma de obligaciones y decisiones esta el bienestar personal de todos. La mis
bles de que es directamente responsable ma economía nacional, como fruto que
ante el Creador. Pertenece, en efecto, al es de la actividad de los hombres que 233
hombre el deber personalísimo de con trabajan unidos dentro de la comuni
servar y conducir a la perfección su dad del Estado, no tiene otro fin que
vida material y espiritual, para conse asegurar sin interrupción las condicio
guir el fin religioso y moral que Dios nes materiales en que pueda desarro-
(*) JUAN XXIII cita este pasaje en Pacem in Terris, ll-IV-1963; en esta colección subt. 44 pág. 2485;
ver también: subt. 16 p. 2477.
176, 17 R. M. “ L a solenn itá della P entecoste ” 1581
cios vitales ocupa el centro de las me lados desiertos y tierras inhóspitas y
tas sociales y políticas, ¿no se debería estériles, no faltan, sin embargo, regio
pensar tal vez, antes que en ninguna nes y lugares vitales abandonados al
203 otra cosa, en el espacio vital de la fa capricho vegetativo de la naturaleza
milia y en librarla de las trabas de y que se prestan al cultivo por la ma
condiciones que ni siquiera permiten no del hombre, para sus necesidades y
formarse la idea de una casa propia? sus operaciones civiles; y más de una
vez es inevitable que algunas familias,
c) Los “ Espacios vitales” y la emigrando de acá y de allá, busquen
emigración<14) en otra región una nueva patria. En
este caso, según señala la Rerum No-
23. El espacio vital familiar y lavarum, se respeta el derecho de la fa
emigración. En nuestro planeta, que milia a un espacio vital. Donde esto
posee tan extensos océanos, mares y suceda, la emigración logrará — según
lagos, con montes y llanos cubiertos de a veces confirma la experiencia— , su
nieves y de hielos perpetuos, con dila- fin natural, esto es, la distribución más
(14) Bajo este título de “ los espacios vitales” la colaboración en el campo social, cultural y
recalca Pío XII los derechos a la inmigración, económico. Pero, dado que el principio de la
por la estrechez del espacio vital nacional; más decisión por mayoría en el Consejo de Ministros
tarde, el 13 de Junio de 1957 señalaría también se halla sometido a rigurosas limitaciones, y la
el ensanchamiento del “ espacio vital” en los Asamblea no está capacitada para imponer su
mismos países sobrepoblados, especialmente en voluntad y ejercer el control parlamentario, no
los europeos, al establecer la nueva “ Comunidad puede ser considerada un fundamento suficiente
de los Países Europeos” en las diferentes etapas para edificar sobre ella una verdadera comunidad
de su desarrollo. En esa fecha habló a los parti de Estados. Desde la primavera de 1955 empezó
cipantes (más de mil parlamentarios de las 16 lo que se llama “ la nueva campaña europea” ,
Naciones que habían dado su adhesión al “ Mo que terminó el 25 de marzo de 1957 con la firma
vimiento” , y principalmente, de los seis Estados de los tratados sobre el Euratom y el Mercado
que componen la “ Comunidad Europea del Car Común. Aun siendo limitada en el campo econó
bón y del Acero” [CECA]: Italia, Francia, Ale mico, esta nueva comunidad puede conducir, por
mania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo) del “ Con la misma extensión de ese campo de acción, a
greso de Europa” , celebrado entonces en Roma. afirmar entre los Estados miembros la conciencia
“ Tenemos el gusto de recibiros, señores, con de sus intereses comunes, ante todo sin duda en
ocasión del Congreso de Europa que se ha reu el aspecto material, pero si el éxito corresponde
nido por iniciativa del Congreso italiano del Mo a lo que se espera, podrá en un segundo mo
vimiento Europeo. Habéis queridos contribuir, mento extenderse también a los sectores que
con vuestros trabajos, al reforzamiento de la afectan de modo principal a los valores espi
colaboración entre las organizaciones y las fuer rituales y morales.
zas políticas con el fin de constituir, sin tar “ Vuestro congreso se ha enfrentado con fran
danza, la unidad de Europa. queza con el porvenir y ha examinado, en primer
“ Ya sabéis con qué atención Nos seguimos el lugar, el punto decisivo del que depende la cons
progreso de la idea europea y de los esfuerzos titución de una comunidad en el sentido propio:
concretos que tienden a hacerla penetrar cada el establecimiento de una autoridad política euro
vez más en los espíritus, y a darle, conforme a pea, que cuente con un poder auténtico que pon
las actuales posibilidades, un comienzo de rea ga en juego su responsabilidad. Desde este punto
lización. Aun pasando a través de alternativas de vista, el ejecutivo de la Comunidad Económica
de éxito y de dificultades, ha ganado, a lo largo Europea (CEE) representa un retroceso con rela
de los últimos años, mucho terreno. En efecto, ción al de la Comunidad Carbosiderúrgica, don
hasta que la idea europea quedó encarnada en de la alta autoridad goza de poderes relativa
instituciones comunes, dotadas, en cierto modo, mente vastos y no depende del Consejo de Mi
de autoridad propia e independiente por parte nistros más que en algunos casos determinados.
de los gobiernos nacionales, podía ser conside Entre les deberes que ahora os esperan está en
rada como un ideal indudablemente muy her primer lugar la ratificación, por parte de los
moso, pero más o menos inaccesible. diversos Parlamentos, de los citados tratados
“ Pues bien, en 1952, los Parlamentos de los firmados en Roma el 25 de marzo; luego habréis
seis países de Europa occidental, aprobaron la de buscar los medios para proveer al reforza
formación de la Comunidad Europea del Carbón miento del ejecutivo en las comunidades existen
y del Acero (CECA), cuyos resultados resultan tes, para llevar por último a abordar la consti
hoy alentadores en el campo económico y social. tución de un organismo político único.
Por el contrario, la Comunidad Europea de De “ Habéis estudiado además la cuestión de una
fensa (CED), que había de poner en juego los política exterior común y habéis observado, a
esfuerzos de unificación en el orden militar y este respecto, que para ser aplicable y para po
político, tropezó con vivas resistencias que la der producir resultados felices, no supone nece
hicieron fracasar. Muchos fueron los que por sariamente que la integración económica sea ya
entonces pensaron que las primeras esperanzas un hecho consumado. Una política exterior euro
de unidad habrían de tardar mucho tiempo en pea común, susceptible por otra parte de admi
renacer. En todo caso, el momento de afrontar tir diferenciaciones, según que se ejerza dentro
directamente el problema de una comunidad su- del cuadro de éste o del otro organismo interna
pranacional no había llegado todavía, y hubo que cional, descansa igualmente en la conciencia de
replegar sobre la fórmula de la Unión de la intereses comunes económicos, espirituales y cul
Europa Occidental (UEO), la cual, a más de la turales; resulta indispensable en un mundo que
asistencia militar, tenía la misión de fomentar tiende a reagruparse en bloques más o menos
176, 24 R. M. “ L a solenn itá pe lla P entecoste ' 1585
Tales son, amados hijos, los principios, de Dios, como individuos y como
los conceptos y las normas con que, ya miembros de la sociedad; como si hace
desde ahora, querríamos Nos cooperar dos milenios no viviera y perseverara
236 a la futura organización de aquel nuevo en el alma de la Iglesia el sentido de
orden que todos esperan y se prometen la responsabilidad colectiva de todos
que nacerá del horrendo fermento de por todos, que ha movido y mueve a
la guerra presente, de suerte tal que los espíritus hasta el heroísmo carita
tranquilice a los pueblos en la paz y tivo de los monjes agricultores, de los
en la justicia. ¿Qué Nos queda ya sino, libertadores de esclavos, de los curado
con el mismo espíritu de L eón XIII y res de enfermos, de los abanderados de
con las mismas intenciones de sus en la fe, de la civilización y de la ciencia
señanzas y fines tan nobles, exhortaros en todas las épocas y en todos los pue
a proseguir y promover la obra que la blos, para crear las únicas condiciones
precedente generación de vuestros her sociales que a todos pueden hacer p o
manos y vuestras hermanas ha funda sible y placentera una vida digna del
do con tan valeroso ánimo? Que no se hombre y del cristiano. Pero vosotros,
extinga en vosotros ni se haga débil la conscientes y convencidos de tan sacra
voz insistente de los dos Pontífices de responsabilidad, no os conforméis ja
las Encíclicas sociales, que proclama más, en el fondo de vuestra alma, con
gravemente, a los que creen en la rege aquella general mediocridad pública
neración sobrenatural de la humani en que el común de los hombres no
dad, el ineludible deber moral de co puede, si no es con actos heroicos de
operar al ordenamiento de la sociedad virtud, observar los divinos preceptos,
y, en modo especial, de la vida econó siempre y en todo caso inviolables.
mica, excitando a la acción no sólo a
quienes participan de dicha vida, sino
también al mismo Estado. ¿No es esto b) El nuevo orden social florecerá
un deber sagrado para todo cristiano? 26. Esperanza de la realización del
nuevo ordenamiento social. Si entre
25. Las falsas corrientes que preten el propósito y la realidad apareció al
den eliminar la Religión del ambiente. guna vez evidente la desproporción: si
204 No os acobarden, amados hijos, las hubo errores, comunes por lo demás
dificultades externas, ni os desanime a toda humana actividad; si surgieron 237
el obstáculo del creciente paganismo diversos pareceres sobre el método se
de la vida pública. No os conduzcan a guido o el que habría de seguirse, todo
engaño los suscitadores de errores y de esto no puede en modo alguno ni hacer
teorías malsanas, perversas corrientes, decaer el ánimo, ni detener vuestro
no de crecimiento, sino más bien de paso, ni suscitar lamentos o acusacio
destrucción y de corrupción de la vida nes; tampoco se ha de olvidar el hecho
religiosa; corrientes que pretenden que, consolador de que el inspirado mensaje
al pertenecer la redención al orden de del Pontífice de la Rerum Novarum
la gracia sobrenatural y al ser, por lo hizo nacer, pura y vivificadora, una
tanto, obra exclusiva de Dios, no nece fuente que, si en parte puede estar hoy
sita nuestra cooperación en este mun oculta por una avalancha de aconteci
do. ¡Oh miserable ignorancia de la obra mientos diversos y más fuertes, maña
de Dios! Pregonando que eran sabios, na, removidas las ruinas de este hura
se mostraron neciosí16). cán mundial, al iniciarse el trabajo de
reconstrucción de un nuevo orden so
La misión cultural del cristianismo cial que todos imploramos, digno de
a través de los siglos. Como si la pri Dios y del hombre, infundirá un nuevo
mera eficacia de la gracia no fuera el y fuerte impulso y una nueva oleada
corroborar nuestros sinceros esfuerzos de vida y de crecimiento a toda la flo
para cumplir diariamente los mandatos ración de la civilización humana.
(16) Rom. 1, 22.
176, 27 R. M. “ L a solenn itá della P entecostés” 1587
PI O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
con la ayuda de Dios alguna inteligen sus descendientes, junto con la vida te
cia, ciertamente fructuosísima, de los rrena, la vida sobrenatural de la gracia.
misterios, ya por la analogía de aque Pero después de la miserable caída de
llas cosas que conoce naturalmente, ya A d á n , todo el género humano, viciado
también por el enlace de los misterios por la mancha original, perdió la parti
entre sí y con el último fin del hom cipación de la naturaleza d i v i n a y
b re ’; por más que la misma razón, quedamos todos convertidos en hijos
como lo advierte el mismo santo Con de ira^K Mas el misericordiosísimo
cilio, “ nunca llega a ser capaz de pe Dios “ de tal modo... amó al mundo que
netrarlos a la manera de aquellas ver le dio a su Hijo Unigénito” ^ , y el Ver
dades que constituyen su propio obje- bo del Padre Eterno con aquel mismo
único divino amor asumió de la des
cendencia de A d á n la naturaleza hu
9. El fin y el contenido de la Encí mana, pero inocente y exenta de toda
clica. Pesadas maduramente delante de mancha, para que del nuevo y celestial
Dios todas estas cosas; a fin de que A d á n se derivase la gracia del Espíritu
resplandezca con nueva gloria la so Santo a todos los hijos del primer pa
berana hermosura de la Iglesia; para dre; los cuales, habiendo sido por el
que se dé a conocer con mayor luz la pecado del primer hombre privados de
nobleza eximia y sobrenatural de los la adoptiva filiación divina, hechos ya
fieles que en el Cuerpo de Cristo se por el Verbo Encarnado hermanos, se
unen con su Cabeza; y, por último, se gún la carne, del Hijo Unigénito de
cierre por completo la entrada a los Dios, recibieron el poder de llegar a
múltiples errores en esta materia, Nos ser hijos de DiosO0). Y por esto Cristo
hemos juzgado ser propio de Nuestro Jesús pendiente de la cruz no sólo re
cargo pastoral proponer por medio de sarció a la justicia violada del Eterno
esta Carta Encíclica a toda la grey Padre, sino que nos mereció además
cristiana (1.) la doctrina del Cuerpo como a consanguíneos suyos una abun
místico de Jesucristo y (2.) de la unión dancia inefable de gracias.5 6
de los fieles en el mismo Cuerpo con
el divino Redentor, y al mismo tiempo 11. La Iglesia continúa la reden
(3.) sacar de esta suavísima doctrina ción com o cuerpo místico de Cristo.
algunas enseñanzas, con las cuales el Y bien pudiera en verdad haberla re
conocimiento más profundo de este partido directamente por sí mismo al
misterio produzca siempre más abun género humano, pero quiso hacerlo por
dantes frutos de perfección y santidad. medio de una Iglesia visible en que se
reunieran los hombres, para que por
P rimera P arte medio de ella todos se prestasen una
cierta cooperación mutua en la distri
LA IGLESIA EL CUERPO MISTICO bución de los divinos frutos de la Re
DE CRISTO dención. Porque así como el Verbo de
10. La encarnación del Hilo de Dios Dios, para redimir a los hombres con
para redimir la naturaleza humana. Al sus dolores y tormentos, quiso valerse
meditar esta doctrina, Nos vienen des de nuestra naturaleza, de modo pare
de luego a la mente las palabras del cido en el decurso de los siglos se vale
Apóstol: “ Donde abundó el delito, allí de su Iglesia para perpetuar la obra
sobreabundó la gracia” 5 (6)7
. Consta, en
8 comenzada^11*.
efecto, que el padre del género humano Ahora bien, para definir y describir
fue colocado por Dios en tan excelsa esta verdadera Iglesia de Cristo — que
condición, que habría de comunicar a es la Iglesia santa, católica, apostólica,
(5) Sessio III: Const. de fide cath., c. 4 (Den- (9) Juan 3, 16.
zingcr-Umberg, Nr. 1796). (10) Compárese Juan 1, 12.
(6) Rom. 5, 20. (11) Compárese Conc. Vat., Const. de Eccl. prol.
(7) Compárese II Petr. 1, 4. (Denzinger-Umberg, Nr. 1821).
(8) Efes. 2, 3.
1594 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 12-14
se esfuerzan por unir ambas cosas se de la Iglesia, caídos en pecado, una
gún su profesión; y no menos a los que, medicina saludable, no solamente para
aun viviendo en el siglo, se dedican con mirar por la salud de ellos mismos, si
actividad a las obras de misericordia no también para que se aparte de otros
en favor de las almas o de los cuerpos, miembros del Cuerpo místico el peligro
así como también a aquellos que viven de contagio, e incluso se les proporcio
unidos en casto matrimonio. Más aún, ne un estímulo y ejemplo de virtud.
se ha de advertir que sobre todo en las Ni es esto sólo; porque por la sa
presentes circunstancias los padres y grada Eucaristía los fieles se nutren y
madres de familia y los padrinos y ma robustecen con un mismo manjar y se
drinas de bautismo, y, especialmente, unen entre sí y con la Cabeza de todo
los seglares que prestan su cooperación el Cuerpo por medio de un inefable y
a la jerarquía eclesiástica para dilatar divino vínculo.
el reino del divino Redentor, tienen en Y por último, por lo que hace a los
la sociedad cristiana un puesto honorí enfermos en trance de muerte, viene
fico, aunque muchas veces humilde, y en su ayuda la piadosa Madre Iglesia,
que también ellos, con el favor y ayu la cual por medio de la sagrada unción
da de Dios, pueden subir a la cumbre de los enfermos, si, por disposición di
de la santidad, que nunca en la Iglesia vina, no siempre les concede la salud
ha de faltar según las promesas de de este cuerpo mortal, da a lo menos
J e s u c r is t o .
a las almas enfermas la medicina ce
lestial, para trasladar al Cielo nuevos
15. Botado de medios vitales de san ciudadanos y nuevos protectores, que
tificación que son los sacramentos. Y gocen de la bondad divina por todos
así como el cuerpo humano se ve do los siglos.
tado de sus propios recursos con los
que atiende a la vida, a la salud y al 16. La viializaeion del hombre social
desarrollo de sí y de sus miembros del por dos sacramentos. De un modo es
mismo modo el Salvador del género pecial proveyó además Cristo a las ne
humano por su infinita bondad pro cesidades sociales de la Iglesia por me
veyó maravillosamente a su Cuerpo dio de dos sacramentos instituidos por
místico, enriqueciéndole con los sacra El. Pues por el Matrimonio, en el que
mentos, por los que los miembros, co los cónyuges son mutuamente ministros
mo gradualmente y sin interrupción, de la gracia, se atiende al ordenado y
fueran sustentados desde la cuna hasta exterior aumento de la comunidad cris
el último suspiro, y asimismo se aten tiana, y, lo que es más, también a la
diera abundantísimamente a las nece recta y religiosa educación de la prole,
sidades sociales de todo el Cuerpo. sin la cual correría gravísimo riesgo
En efecto, por medio de las aguas este Cuerpo místico.
purificadoras del Bautismo los que na Y con el Orden sagrado se dedican
cen a esta vida mortal no solamente y consagran a Dios aquellos que han de
renacen de la muerte del pecado y inmolar la Víctima Eucarística, los que
quedan constituidos en miembros de han de nutrir al pueblo fiel con el Pan
la Iglesia, sino que además, sellados de los Angeles y con el manjar de la
con su carácter espiritual, se tornan doctrina los que han de dirigirle con
capaces y aptos para recibir todos los los preceptos y consejos divinos, los
otros sacramentos. que finalmente han de confirmarlo con
Por otra parte, con el crisma de la los demás dones celestiales.
Confirmación se da a los creyentes
nueva fortaleza, para que valientemen 17. Compuesto de diferentes miem
te amparen y defiendan a la Madre bros. Respecto de lo cual es de adver
Iglesia y a la fe que de ella recibieron. tir que así como Dios al principio del
A su vez con el Sacramento de la tiempo dotó al hombre de riquísimos
Penitencia se ofrece a los miembros medios corporales para que sujetara a
1598 E ncíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 27-29
les*37); y desde la Cruz nuestro Salva Así que, como en el primer momento
dor, aunque constituido, ya desde el de la Encarnación el Hijo del Eterno
seno de la Virgen, Cabeza de toda la Padre adornó con la plenitud del Espí
familia humana, ejerce plenísimamente ritu Santo la naturaleza humana que
sobre la Iglesia sus funciones de Ca había unido a sí substancialmente, pa- 207
beza. Porque por la victoria de la Cruz, ra que fuese apto instrumento de la
según la sentencia del Angélico y co divinidad en la obra cruenta de la
mún Doctor, mereció el poder y domi Redención; así en la hora de su pre
nio sobre las gentes*38); por la misma ciosa muerte quiso enriquecer a su
aumentó en nosotros aquel inmenso Iglesia con los abundantes dones del
tesoro de gracias, que desde su reino Paráclito, para que fuese un medio
glorioso en el cielo otorga sin interrup apto e indefectible del Verbo Encar
ción alguna a sus miembros mortales; nado en la distribución de los frutos de
por la sangre derramada desde la Cruz la Redención. Puesto que la llamada
hizo que, apartado el obstáculo de la misión jurídica de la Iglesia y la po
ira divina, todos los dones celestiales, testad de enseñar, gobernar y adminis
y, en particular, las gracias espirituales trar los sacramentos deben el vigor y
del Nuevo y Eterno Testamento pudie fuerza sobrenatural que para la edifi
sen brotar de las fuentes del Salvador cación del Cuerpo de Cristo poseen, al
para la salud de los hombres, princi hecho de que Jesucristo pendiente de
palmente de los fieles; finalmente en la Cruz abrió a la Iglesia la fuente de
el madero de la Cruz adquirió para sí sus dones divinos, con los cuales pu
a su Iglesia, esto es a todos los miem diera enseñar a los hombres una doc
bros de su Cuerpo místico, puesto que trina infalible, y los pudiese gobernar
no se incorporarían a este Cuerpo mís por medio de Pastores ilustrados por la
tico por el agua del Bautismo si no virtud divina y rociarlos con la lluvia
hubieran pasado antes al plenísimo do de las gracias celestiales.
minio de Cristo por la virtud salvadora
de la Cruz. 28. Resumen de los efectos de la
redención de Cristo: Un solo Cuerpo
27. Comunicando finalmente a todos con Cristo. Si consideramos atenta
los redimidos la gracia de Dios. Y si mente todos estos misterios de la Cruz,
con su muerte nuestro Salvador fue no nos parecerán oscuras aquellas pala
hecho, en el pleno e íntegro sentido de bras del Apóstol, con las que enseña a
la palabra, Cabeza de la Iglesia, de la los Efesios que Cristo con su sangre
misma manera por su sangre la Iglesia hizo una sola cosa a judíos y gentiles,
ha sido enriquecida con aquella abun destruyendo... en su carne... la pared
dantísima comunicación del Espíritu, intermedia que dividía a ambos pue
por la cual, desde que el Hijo del hom blos; y también que abolió la Ley Vieja
bre fue elevado y glorificado en su para formar en sí mismo de dos un
patíbulo de dolor, es divinamente ilus solo hombre nuevo: la Iglesia; y para
trada. Porque entonces, como advierte reconciliar a ambos con Dios en un
San Agustín*39), rasgado el velo del solo Cuerpo por medio de la Cruz*40).
templo, sucedió que el rocío de los
carismas del Paráclito, que hasta en 29. Y 39 por el envío del Espíritu
tonces solamente había descendido so Santo el día de Pentecostés. Y a esta
bre el vellón de Gedeón, es decir sobre Iglesia, fundada con su sangre, la for
el pueblo de Israel, regó abundante taleció el día de Pentecostés con una
mente, secado y desechado ya ese ve fuerza especial bajada del cielo. Pues
llón, toda la tierra, es decir la Iglesia to que, constituido solemnemente en
Católica, que no había de conocer con su excelso cargo aquel a quien ya antes
fines algunos de estirpe o de territorio. había designado por Vicario suyo, su-
(37) Compárese II Cor. 3, 6. (39) Compárese S. Agust. De gratia Christi et
(38) Compárese S. Thom. III q. 42 a. 1. peccato originali 25, 29 (Migne, P.L. 44, 400).
(40) Compárese Efes. 2, 14-16.
177» 30-32 E n c íc lic a “ M ystici Gorporis C h r is t i ” 1599
ver que nuestro Salvador, imagen y y por otros celestiales abogados, la libra
modelo de buenos Pastores(53>, ejercita de las oleadas de la tempestad, y, tran
todas estas cosas de manera admirable. quilizado y apaciguado el mar, la con
suela con aquella paz que supera todo
33. que ejerció en su vida mortal. sentido(58L
Porque El, mientras moraba en la tie
rra, nos instruyó, por medio de leyes,
35. y que ejerce ahora visible y ordi
consejos y avisos, con palabras que
nariamente por medio del Romano
jamás pasarán y serán para los hom
Pontífice. Ni se ha de creer que su
bres de todas las edades espíritu y
gobierno se ejerce solamente de un
vida ^ K Y además concedió a los Após
modo invisible(59) y extraordinario,
toles y a sus sucesores la triple potes
siendo así que también de una manera
tad de enseñar, regir y llevar a la san
patente y ordinaria gobierna el Divino
tidad a los hombres; potestad que, de
Redentor, por su Vicario en la tierra,
terminada con especiales preceptos,
a su Cuerpo místico. Porque ya sa
derechos y deberes, fue establecida por
béis, Venerables Hermanos, que Cristo
El como ley fundamental de toda la
Nuestro Señor, después de haber gober
Iglesia.
nado por sí mismo durante su mortal
peregrinación a su pequeña grey(Q0\
34. que invisible y extraordinaria cuando estaba para dejar este mundo y
mente ejerce ahora desde el cielo. Pero volver a su Padre, encomendó el régi
también directamente dirige y gobier men visible de la sociedad por El fun
na por sí mismo el divino Salvador dada al Príncipe de los Apóstoles. Ya
la sociedad por El fundada. Porque El que, sapientísimo como era, de ningu
210 reina en las mentes y en las almas de na manera podía dejar sin una cabeza
los hombres y doblega y arrastra aún visible el cuerpo social de la Iglesia
a los rebeldes a su beneplácito. El co que había fundado. Ni para debilitar
razón del rey está en manos del Señor; esta afirmación puede alegarse que por 211
lo inclinará a donde quisiere^\ Y con el Primado de jurisdicción establecido
este gobierno interior no solamente tie en la Iglesia este Cuerpo místico tiene
ne cuidado de cada uno en particular, dos cabezas. Porque P edro, en fuerza
como pastor y obispo de nuestras al- del primado, no es sino Vicario de Cris
m as^Q\ sino que además mira por to, por donde no existe más que una
toda la Iglesia, ya iluminando y forta Cabeza primaria de este Cuerpo, es
leciendo a sus jerarcas para cumplir
decir, Cristo; el cual, sin dejar de regir
fiel y fructuosamente los respectivos
secretamente por sí mismo a la Iglesia,
cargos, ya también suscitando del seno
que, después de su gloriosa Ascensión
de la Iglesia, especialmente en las más
a los cielos, se funda no sólo en El,
graves circunstancias, hombres y mu
jeres eminentes en santidad, que sirven sino también en P edro, como en fun
de ejemplo a los demás fieles para el damento visible, la gobierna además
provecho de su Cuerpo místico. Añáde visiblemente por aquel que en la tierra
se a esto que Cristo desde el Cielo mira representa su persona. Que Cristo y su
siempre con particular afecto a su Es Vicario constituyen una sola Cabeza,
posa inmaculada, desterrada en este lo enseñó solemnemente nuestro Pre
mundo; y cuando la ve en peligro, ya decesor B onifacio VIII de inmortal
por sí mismo, ya por medio de sus memoria por las Letras Apostólicas
ángeles^\ ya por Aquella que invo “ Unam Sanclam” (G1) y nunca desistie
camos como Auxilio de los Cristianos, ron de inculcar lo mismo sus sucesores.
(53) Compárese S. Juan 10, 1-18; I Petr. 5, 1-5. (59) Compárese Leo XIII, Satis cognitum, 21-VI
(54) Compárese Juan 6, 23. 1896; ASS. 28 (1896/97) 725; en esta Colección:
(55) Proverb. 21, 1. Encícl. 72, 3-5 págs. 542-543.
(56) Compárese I Petr. 2, 25. (60) Luc. 12, 32.
(57) Compárese Act. 8, 26; 9, 1-19; 10, 1-7; 12, (81) Compárese Corp. Iur. Can. Extr. comm.
3-10. 1, 8, 1. Bula de Bonifacio VIII, Unam Sanctam
(58) Filip. 4, 7. 18-XI-1302 (Denzinger-Umberg, nr. 468).
177, 36-38 E n cíc lic a “ M ystici C órporis C h r is t i ” 1601
Hállanse, pues, en un peligroso error 37. De allí nos condolemos con los
aquellos que piensan poder abrazar a perseguidos. Por lo cual Nos sentimos
Cristo Cabeza de la Iglesia, sin adherir grandísima pena cuando llega a Nues
se fielmente a su Vicario en la tierra. tros oídos que no pocos de Nuestros
Porque quitando esta Cabeza visible, y Hermanos en el Episcopado, por ha
rompiendo los vínculos sensibles de la cerse de corazón modelos del reba-
unidad, oscurecen y deforman el Cuer ñ o(6G\ y por defender fiel y enérgica
po místico del Redentor de tal manera mente su deber, el sagrado depósito de
que los que andan en busca del puerto la /e (67> que les fue encomendado; por
de salvación no puedan verlo ni encon urgir las leyes santísimas, esculpidas en
trarlo. los ánimos de los hombres, y por de
fender, siguiendo el ejemplo del supre-»
36. y en las iglesias particulares lo mo Pastor, la grey a ellos confiada de
ejerce por medio de los Obispos. Y lo los lobos rapaces, no sólo tienen que
que Nos hemos dicho en este lugar de sufrir las persecuciones y vejaciones
la Iglesia universal, debe afirmarse dirigidas contra ellos mismos, sino tam
también de las particulares comunida bién — lo que para ellos suele ser más
des cristianas tanto Orientales como cruel y doloroso— las levantadas con
Latinas, de las que se compone la tra las ovejas puestas bajo sus cuida
única Iglesia Católica; por cuanto ellas dos, contra sus colaboradores en el
son gobernadas por Jesucristo por me apostolado, y aun contra las vírgenes
dio de la palabra y la potestad de su consagradas a Dios. Nos, considerando
Obispo. Por lo cual los obispos no sola tales injurias como inferidas a Nos mis
mente han de ser considerados como mos, repetimos las sublimes palabras
ios principales miembros de la Iglesia de Nuestro predecesor de inmortal me
Universal, como quienes están ligados moria, S a n G r e g o r i o M a g n o : Nuestro
con un vínculo especialísimo con la honor es el honor de la Iglesia univer
Cabeza divina de todo el Cuerpo, por sal; Nuestro honor es la firme fortaleza
lo que con razón son llamados partes de Nuestros Hermanos; y entonces Nos
principales de los miembros del Se- sentimos honrados de veras, cuando a
ñor^G2\ sino que, por lo que a su pro cada uno no se le niega el honor que
pia diócesis se refiere, apacientan y le es debido(Q8h
rigen como verdaderos Pastores, en
nombre de Cristo, la grey que a cada 38. c) Por razón de la mutua nece
uno ha sido co n fia d a ^ ); pero, hacien sidad. Ni por esto hay que pensar que
do esto, no son completamente inde la Cabeza, Cristo, estando colocada en
pendientes, sino que están puestos bajo tan elevado lugar, no necesita de la
la autoridad del Romano Pontífice, ayuda del Cuerpo. Porque también de
aunque gozan de jurisdición ordinaria, este místico Cuerpo cabe decir lo que
que el mismo Sumo Pontífice les ha S a n P a b l o afirma del organismo hu
comunicado. Por lo cual han de ser mano: No puede decir la cabeza a los
venerados por los fieles como suceso pies: no necesito de vosotros(69L Es
res de los Apóstoles por institución cosa evidente que los fieles necesitan
divina6(64)6
3
6
2 ; y más que a los gobernantes
5 del auxilio del divino Redentor, puesto
de este mundo, aun los más elevados, que El mismo dijo: Sin mí nada podéis
conviene a los obispos, adornados co hacer^°\ y según el dicho Apóstol,
mo están con el crisma del Espíritu todo el crecimiento de este Cuerpo en
Santo, aquel dicho: No toquéis a mis orden a su desarrollo proviene de la
ungidos(G5\6 5
4
3
2 Cabeza, que es Cristo(71). Con todo, hay
(62) Greg. Magn. Moral. 14, 35, 43 (Migne, (66) Compárese I Petr. 5, 3.
P.L. 75, 1062). (67) Compárese I Tim. 6, 20.
(63) Compárese Conc. Vat. Const. de Eccl. cap. (68) Compárese Ep. ad Eulog. 30 (Migne, P.L.
3 (Denzinger-Umberg, nr. 1828). 77, 933).
(64) Compárese Cod. Iur. Can. can. 329, I. (69) I Cor. 12, 21.
(65) I Paral. 16, 22; Ps. 104, 15. (70) Juan 15, 5.
(71) Compárese Efes. 4, 16; Col. 2, 19.
Encíclicas Pontificias 51
1602 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 39-40
Dios asumió una concreta naturaleza este Espíritu, finalmente, soplando so
humana se hubiera de extender a la bre sus Apóstoles, lo concedió a la Igle
Iglesia universal; sino que significa que sia para la remisión de los pecados^101);
nuestro Salvador de tal manera comu y mientras sólo Cristo recibió este Es
nica a su Iglesia los bienes que son píritu sin medida*102) a los miembros
propios de El, que la Iglesia, en todos de su Cuerpo místico se les da de la
los órdenes de su vida, tanto visible plenitud de Cristo, sólo en la medida
como invisible, reproduce en sí, lo de la donación del mismo Cristo*103). Y
más perfectamente posible, la imagen después que Cristo fue glorificado en
de Cristo. Porque por la misión jurí la cruz, su Espíritu se comunica a la
dica, con la que el divino Redentor Iglesia con una efusión abundantísima,
envió a los Apóstoles al mundo, como a fin de que Ella y cada uno de sus
El mismo había sido enviado por el miembros se asemejen cada día más a
Padre*98)9, El es quien por la Iglesia nuestro divino Salvador. El Espíritu
bautiza, enseña, gobierna, desata, liga, de Cristo es el que nos hizo hijos adop
ofrece, sacrifica. tivos de Dios*104), para que algún día
todos nosotros contemplando a cara
47. c) fuente de su vida. Y por aquel descubierta como en un espejo la gloria
don más elevado, interior y verdadera del Señor, nos transformemos en la
mente sublime, de que arriba hablamos, misma imagen, de gloria en gloria*105).
describiendo cómo influye la Cabeza
en los miembros, Cristo nuestro Señor 49. Y b) siendo el alma del Cuerpo
hace que la Iglesia viva de su misma Místico. A este Espíritu de Cristo, co
vida, penetra todo el Cuerpo con su mo a principio invisible, hay que atri
virtud divina, y alimenta y sustenta a buir también el que todas las partes
cada uno de los miembros, según el estén íntimamente unidas, tanto ellas
lugar que en el Cuerpo ocupan, de entre sí, como con su excelsa Cabeza,
una manera semejante a aquella con estando como está todo en la Cabeza,
que la vid nutre sus sarmientos y hace todo en el Cuerpo, todo en cada uno
que fructifiquen*"). de los miembros; en los cuales está
presente asistiéndoles de muchas ma
48. El Espíritu Santo es el principio neras según sus diversos cargos y ofi
de esa vida, siendo a) el Espíritu de cios, según el mayor o menor grado de
Cristo. Y si consideramos atentamente perfección espiritual de que gozan. El
este principio de vida y de eficacia, con su celestial hálito de vida ha de ser
dado por Cristo, en cuanto constituve considerado como el principio de toda
la fuente misma de todo don y de toda acción vital y saludable con todas las
gracia creada, entenderemos fácilmente partes del cuerpo. El, aunque se halle
que no es otro que el Espíritu Santo, presente por sí mismo en todos los
que procede del Padre y del Hijo, y que miembros y en ellos obre con su divino
de una manera peculiar se llama Espí influjo, se sirve del ministerio de los
ritu de Cristo o Espíritu del Hí/o*100). superiores para actuar en los inferio
Porque con este Espíritu de gracia y res; El, finalmente, mientras engendra
de verdad el Hijo de Dios adornó su cada día nuevos miembros a la iglesia
alma en el seno inmaculado de la Vir con la acción de su gracia, rehúsa ha
gen; este Espíritu tiene sus delicias en bitar con la gracia santificante en los
habitar en el alma bienaventurada del miembros totalmente separados. La cual
Redentor como en su amadísimo tem presencia y operación del Espíritu de
plo; este Espíritu nos mereció Cristo Cristo la significó breve y concisamente
con su sangre derramada en la Cruz;9 8 Nuestro sapientísimo Predecesor L e ó n
(98) Compárese Juan 17, 18 y 20, 21. (100) . Rom. 8, 9; II Cor. 3, 17; Gal. 4, 6.
(99) Compárese Leo XIII Sapientiae Christianae; (101) Compárese Juan 20, 22.
ASS. 22 (1889/1890) 392; en esta Colección: Encí (102) Compárese Juan 3, 34.
clica 56, 5 pág. 397; Satis cognitum, ASS. 28 (1889 (103) Compárese Efes. 1, 8; 4, 7.
/1890) 710; en esta Colecc.: Encícl. 72, 5-6, pá (104) Compárese Rom. 8, 14-17; Gal. 4, 6-7.
ginas 542-543; véase Juan 15, 5. (105) Compárese II Cor. 3, 18.
1606 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 50-51
52. Las diferencias entre el Cuerpo otro principio interno que, existiendo
Místico y Cuerpo Físico. Porque mien de hecho y actuando en toda la con
tras en un cuerpo natural el principio textura y en cada una de sus partes, es
de unidad traba las partes de suerte de tal excelencia que por sí mismo so
que éstas se ven privadas de la subsis brepuja inmensamente a todos los vín
tencia propia, en el Cuerpo místico, culos de unidad que sirven para la
por el contrario, la fuerza que opera la trabazón del cuerpo físico o moral. Es
recíproca unión, aunque íntima, junta éste, como dijimos arriba, un principio
entre sí los miembros de tal modo que no de orden natural sino sobrenatural,
cada uno disfruta plenamente de su más aún, absolutamente infinito e in
propia personalidad. Añádese a esto creado en sí mismo; a saber, el Espíritu
que, si consideramos las mutuas rela divino, quien, como dice el A n g é l i c o ,
ciones entre el todo y los diversos siendo uno y el mismo numéricamente,
miembros, en todo cuerpo físico vivo llena y une a toda la Iglesia(116).
todos los miembros tienen como fin
supremo solamente el provecho de todo 54. El Cuerpo místico es esencial
el conjunto, mientras que todo orga mente sobrenatural. El exacto sentido
nismo social de hombres, si se atiende de esta palabra Nos recuerda, según
a su fin último, está ordenado en defi eso, cómo la Iglesia, que ha de ser
nitiva al bien de todos y cada uno de tenida por una sociedad perfecta en su
222 los miembros, dada su cualidad de per género, no se compone sólo de elemen
sonas. Así que — volviendo a nuestro tos y constitutivos sociales y jurídicos.
asunto— como el Hijo del Eterno Pa Es ella muy superior a todas las demás
dre bajó del cielo para la salvación sociedades humanas^11^ , a las que su- 223
perdurable de todos nosotros, del mis pera como la gracia sobrepuja a la na
mo modo fundó y enriqueció con el turaleza y como lo inmortal aventaja a
Espíritu Divino al Cuerpo de la Iglesia todas las cosas perecederas H18). Y no
para procurar y obtener la felicidad de es que haya que menospreciar ni tener
las almas inmortales, conforme a aque en poco estas otras comunidades y so
llo del Apóstol: Todo es vuestro y vos bre todo la Sociedad Civil; sin embar
otros sois de Cristo; y Cristo es de go no está la Iglesia toda en este orden
Dios^115>. Porque la Iglesia, fundada de cosas, como no está todo el hombre
para el bien de los fieles, tiene como en la contextura de nuestro cuerpo
destino la gloria de Dios y del que El mortal(119). Porque aunque las relacio
envió, Jesucristo. nes jurídicas, en las que también estri
ba y se establece la Iglesia, proceden
53. Diferencia entre el Cuerpo Mís de la constitución divina dada por Cris
tico y Cuerpo puramente moral. Y si to y contribuyen al logro del fin supre
comparamos el cuerpo místico con el mo, sin embargo, lo que eleva a la so
moral, entonces observaremos que la ciedad cristiana a un grado que está por
diferencia que existe entre ambos es no encima de todos los órdenes de la na
pequeña sino de suma importancia y turaleza es el Espíritu de nuestro Re
trascendencia. Porque en el que llama dentor que, como manantial de todas
mos moral el principio de unidad no las gracias, dones y carismas, llena
es más que el fin común y la coopera constante e íntimamente a la Iglesia y
ción común de todos a un mismo fin mora en ella. Porque así como el orga
por medio de la autoridad social; mien nismo de nuestro cuerpo mortal, aun
tras que en el Cuerpo místico, de que siendo obra maravillosa del Creador,
tratamos, a esta cooperación se añade dista muchísimo de la excelsa dignidad
(115) I Cor. 3, 23; Pius XI, Divini Redemptoris; (118) Compárese León XIII, Satis cognitum;
AAS. 29 (1937) 80; en esta Colecc.: Encícl. 169, 17 ASS. 28 (1895/96) 724; en esta Colección: Encí
pág. 1491, 1? col. clica 72, 3-6, págs. 543-544.
(116) S. Thomas, De Veritate, q. 29, a. 4, c. fil9 ) Comnárese León XIII, Satis cognitum;
(117) Compárese León XIII, Sapientiae christia- ASS. 28 (1895/96) 710; en esta Colección: Encí
nac; ASS. 22, 392; en esta Colecc.: Encíclica 56, clica 72, 6, pág. 544.
19, pág. 404.
1608 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 55-57
en virtud del Espíritu Santo ¿cómo con que nos adherimos a un solo Dios
podrán tender innumerables muche y al que envió, Jesucristo(14°). Y cuán
dumbres de todas las naciones y pue íntimamente nos estrecha esta fe con
blos de común acuerdo a la mayor glo Dios nos lo enseñan las palabras del
ria de Dios trino y uno, sino por virtud discípulo predilecto de Jesús: Quien
de Aquel que procede del Padre y del quiera que confesare que Jesús es el
Hijo por un sólo y eterno hálito de Hijo de Dios, Dios está en él y él en¡
amor? ZW 1 141>. Y no menos íntimamente nos
0
*4
8
3
une esta fe cristiana mutuamente y con
62. b) unidad de religión y de go la divina Cabeza. Porque cuantos somos
bierno. Por otra parte debiendo ser creyentes, teniendo... el mismo espíritu
este Cuerpo social de Cristo, como diji de fe^142\ nos alumbramos con la mis
mos arriba, visible por voluntad de su ma luz de Cristo, nos alimentamos con
Fundador, es menester que semejante el mismo manjar de Cristo y somos go
unión de todos los miembros se mani bernados por la misma autoridad y
fieste también exteriormente en la pro magisterio de Cristo. Y si en todos flo
fesión de una misma fe, en la comu rece el mismo espíritu de fe, vivimos
nicación de unos mismos sacramentos, también la misma vida en la fe del Hijo
en la participación de un mismo sacri de Dios, quien nos amó y se entregó
ficio y, finalmente, en la observancia por nosotros^143) ; y Cristo, Cabeza nues
esmerada de unas mismas leyes. Y, tra, acogido por nosotros y morando
además, es absolutamente necesario que en nuestros corazones por la fe vi-
esté visible a los ojos de todos la Ca va^144). así como es el autor de nuestra
beza suprema que guíe eficazmente, pa fe, así también será su consumador(145).
ra obtener el fin que se pretende, la
mutua cooperación de lodos: Nos refe Si por la fe nos adherimos a Dios
rimos al Vicario de Jesucristo en la en esta tierra como a fuente de verdad,
tierra. Porque así como el divino Re por la virtud de la esperanza cristiana
dentor envió al Espíritu Paráclito de lo deseamos como a manantial de la
verdad para que haciendo sus veces(138*1
>
0
4 felicidad, aguardando la bienaventura
asumiera el gobierno invisible de la da esperanza y la venida gloriosa del
Iglesia, así también encargó a P edro gran Dios*-146), Y por aquel anhelo co
y a sus sucesores que, haciendo sus mún del Reino celestial, que nos hace
veces en la tierra, desempeñaran el ré renunciar aquí a una ciudadanía per
gimen visible de la sociedad cristiana. manente para buscar la futura^147\ y
aspirar a la gloria de arriba, no dudó
63. El Cuerpo místico como unión el Apóstol de las gentes en decir: Un
de sentimientos: a) de las tres virtudes Cuerpo y un Espíritu, como habéis sido
teologales. A esos vínculos jurídicos llamados a una misma esperanza de
que ya por sí solos bastan para superar vuestra vocación<148); más aún, Cristo
a todos los otros vínculos de cualquiera reside en nosotros como esperanza de
sociedad humana por elevada que sea, gloria(149).
es necesario que se añada otro motivo Pero si los lazos de la fe y esperanza
de unidad por razón de aquellas tres que nos unen a nuestro divino Reden
virtudes que tan estrechamente nos tor en su Cuerpo místico son de gran
juntan uno a otro y con Dios: a saber, firmeza e importancia, no son de me
la fe cristiana, la esperanza y la ca nor valor y eficacia los vínculos de la
ridad. caridad. Porque si aun en las cosas
Pues como enseña el Apóstol, uno es naturales el amor, que engendra la
el Señor, una la fe^1S9\ es decir, la fe verdadera amistad, es lo más excelente
(138) Compárese Juan 14, 16 y 26. (144) Compárese Efes. 3, 17.
(130) Efes. 4, 5. (145) Compárese Hebr. 12, 2.
(140) Compárese Juan 17, 3. (146) Tit. 2, 13.
(141) I Juan 4, 15. (147) Compárese Hebr. 13, 14.
(142) II Cor. 4, 13. (148) Efes. 4, 4.
(143) Compárese Gal. 2, 20. (149) Compárese Col. 1, 27.
177, 64-66 E n c íc lic a “ M ystici G orporis Ch r is t i ” 1611
¿qué diremos de aquel amor celestial procamente(155\ como por otra parte
que el mismo Dios infunde en nuestras tanto más unidos y estrechados estare
almas? Dios es caridad, y quien per mos por la caridad, cuanto más encen
manece en la caridad, permanece en dido sea el amor que nos junte a Dios
Dios y Dios en é/(150>. En virtud, por y a nuestra divina Cabeza.
decirlo así, de una ley establecida por
Dios esta caridad hace que al amarle 65. La unión amorosa con Cristo:
nosotros le hagamos descender amo a) El abraza a los hombres con cono
roso, conforme a aquello: “ Si alyuno cimiento y amor infinitos. Ya antes del
me ama... mi Padre le amará y vendre principio del mundo el Unigénito Hijo
mos a él y pondremos en él nuestra de Dios nos abrazó con su eterno e
morada(151\ La caridad, por con si - infinito conocimiento y con su amor
229 guíente, es la virtud que más estrecha perpetuo. Y para manifestaros éste de
mente nos une con Cristo, en cuyo un modo visible y admirable, unió a
celestial amor abrasados tantos hijos sí nuestra naturaleza con unión hipos-
de la Iglesia se alegraron de sufrir in tática; en virtud de la cual — como
jurias por él y soportarlo todo, aun lo advierte San Máximo de T urín con
más arduo, hasta el último aliento y candorosa sencillez— en Cristo nos 230
hasta derramar su sangre. Por lo cual ama nuestra carne(156>.
nuestro divino Salvador nos exhorta Aquel amorosísimo conocimiento,
encarecidamente con estas palabras: que desde el primer momento de su
Permaneced en mi amor. Y como quie Encarnación tuvo de nosotros el Re
ra que la caridad es una cosa estéril y dentor divino, está por encima de todo
completamente vana si no se manifies el alcance escrutador de la mente hu
ta y actúa en las buenas obras, por eso mana; toda vez que, en virtud de aque
añadió en seguida: Si observáis mis lla visión beatífica de que disfrutó ape
preceptos, permaneceréis en mi amor; nas recibido en el seno de la Madre
como yo lie observado los preceptos de divina, tiene siempre y continuamente
mi Padre y permanezco en su amor^152K presentes a todos los miembros del
Cuerpo místico y los abraza con su
64. b) el amor cristiano al prójim o. amor salvífico. ¡Oh admirable digna
Con todo, a este amor a Dios, a Cristo, ción de la piedad divina para con nos
es menester corresponda la caridad pa otros! ¡Oh inapreciable orden de la
ra con el prójimo. Porque ¿cómo p o caridad infinita! En el pesebre, en la
demos asegurar que amamos a nuestro Cruz, en la gloria eterna del Padre,
divino Redentor si odiamos a los que Cristo ve ante sus ojos y tiene unidos
El redimió con su preciosa sangre para a Sí a todos los miembros de la Iglesia
hacerlos miembros de su Cuerpo mís con mucha más claridad y mucho más
tico? Por eso el Apóstol predilecto de amor que una madre conoce y ama al
Cristo nos amonesta así: Si alguno di hijo que lleva en su regazo, que cual
jere que ama a Dios mientras odia a su quiera se conoce y ama a sí mismo.
hermano, es mentiroso. Porque quien
no ama a su hermano a quien tiene, 66. La Iglesia “ plenitud” de Cristo.
ante los ojos ¿cómo puede amar a Dios De lo dicho se ve fácilmente, Venera
a quien no ve? Y este mandato hemos bles Hermanos, por qué escribe tantas
recibido de Dios: que quien ama a veces San P ablo que Cristo está en
Dios, ame también a su hermano(153>. nosotros y nosotros en Cristo. Lo cual
Más aún; hay que afirmar que estare ciertamente se confirma con una razón
mos tanto más unidos con Dios, con más profunda. Porque com o expusimos
Cristo, cuanto más seamos miembros antes con suficiente amplitud, Cristo
uno de oíro^154), y más solícitos recí- está en nosotros por su Espíritu, al
(150) I Juan 4, 16. (154) Rom. 12, 5.
(151) Juan 14, 23. (155) I Cor. 12, 25.
(152) Juan 15, 9-10. (156) San Máximo de Turín, Serm. 29 (Migne,
(153) I Juan 4, 20-21. P. L. 57, 594).
1612 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 67-68
tnos entre sí y con el fin último al que por las necesidades de toda la Iglesia.
están enderezados. Oportunamente, se Y así como el divino Redentor, al morir
gún eso, al hablar nuestro sapientísimo en la Cruz, se ofreció a sí mismo al
antecesor L eón XIII de feliz memoria Eterno Padre como Cabeza de todo el
de esta nuestra unión con Cristo y del género humano, así también en esta
divino Paráclito que en nosotros habi oblación pura(163^ no solamente se
ta, tiende sus ojos a aquella visión bea ofrece al Padre Celestial como Cabeza
tífica por la que esta misma trabazón de la Iglesia, sino que ofrece en sí mis
mística obtendrá algún día en los cie mo a sus miembros místicos, ya que a
los su cumplimiento y perfección. Esta todos ellos, aun a los más débiles y
admirable unión, dice, que con nombre enfermos, los incluye amorosísimamen-
propio se llama inhabitación, difiere te en su Corazón.*29
sólo en la condición o estado de aque El sacramento de la Eucaristía ade
lla con que Dios abraza a los del cielo más de ser una imagen viva y agrada
beatificándolos(162>. Con la cual visión bilísima de la unidad de la Iglesia
será posible de una manera absoluta — puesto que el pan que se consagra
mente inefable contemplar al Padre, al se compone de muchos granos que se
Hijo y al Espíritu Santo con los ojos de juntan para formar una sola cosaOQD—
la mente, elevados por luz superior; nos da al mismo autor de la gracia
asistir de cerca por toda la eternidad sobrenatural, para que tomemos de El
a las “ procesiones” de las Personas di aquel Espíritu de caridad que nos haga
vinas y ser feliz con un gozo muy se vivir no ya nuestra vida sino la de
mejante al que hace feliz a la santísima Cristo y amar al mismo Redentor en
e indivisa Trinidad. todos los miembros de su Cuerpo social.
Si, pues, en las tristísimas circuns
69. c) La Eucaristía signo y perfec tancias que hoy nos acongojan son
cionamiento de esa unión. Lo que lle muy numerosos los que tienen tal de
vamos expuesto de esta estrechísima voción a Cristo nuestro Señor oculto
unión del Cuerpo místico de Jesucristo bajo los velos eucarísticos, que ni la
con su Cabeza, Nos parecería incom angustia, ni el hambre, ni la desnudez,
pleto si no añadiéramos aquí algo cuan ni el peligro, ni la persecución ni la
do menos acerca de la Santísima Euca espada los pueden separar de su cari-
ristía, que lleva esta unión como a su dad(165), ciertamente en este caso la
cumbre en esta vida mortal. sagrada Comunión, que no sin un de
Quiso Cristo nuestro Señor que esta signio de la divina Providencia ha vuel
admirable y nunca bastante alabada to a recibirse en estos últimos tiempos
unión, con la que nos juntamos entre con mayor frecuencia comenzando des
nosotros y con nuestra divina Cabeza, de la niñez, llegará a ser fuente de
se manifestara a los fieles de un modo aquella fortaleza que suscitará y forja
rá no rara vez verdaderos héroes cris
singular por medio del Sacrificio Euca-
rístico. Porque en él los ministros sa tianos.
grados hacen las veces no sólo de nues
tro Salvador, sino también del Cuerpo T ercera P arte
místico y de cada uno de los fieles; y AVISOS Y EXHORTACIONES
en él también los mismos fieles, reuni PASTORALES
dos en comunes votos y oraciones, ofre
I. - E rrores acerca de la unión de
cen al Eterno Padre por las manos del
LOS FIELES CON CRISTO
sacerdote el Cordero sin mancilla, he
cho presente en el altar a la sola voz 70. Errores de la vida ascética en
del mismo sacerdote, como hostia agra general. Esto es, Venerables Herma
dabilísima de alabanza y propiciación 13
2
6 nos, lo que piadosa y rectamente enten-
(162) León XIII, Divinnm lllud, 9-V-1897; ASS. (164) Compárese La Didaché 9, 4 (Funk, Patres
29 (1807) 653; en esta Colección: Encícl. 74, 18, Apostolici 1, 20; o Daniel Ruiz Bueno, Los Pa
pág. 576. dres B.A.C. Madrid 1950, pág. 86).
(163) Mal. 1, 11. (165) Compárese Rom. 8, 35.
1614 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 71-73
tiana, se desarraigan las malas costum sonas libres y sujetas a especiales ne
bres, se hace frente a la tibieza e indo c e s i d a d e s H71). Y cuán grande aprecio
lencia espiritual, se purifica la concien hayan de tener todos de la meditación
cia, se robustece la voluntad, se lleva de las cosas celestiales, se demuestra
a cabo la saludable dirección de las no sólo por las enseñanazs de la Iglesia,
conciencias y aumenta la gracia en vir sino también por el uso y ejemplo de
tud del sacramento. Adviertan, pues, todos los santos.
los que disminuyen y rebajan el apre
cio de la confesión frecuente entre los 75. e) Error del rechazo de la ora
jóvenes clérigos, que acometen una ción directa a Cristo. Ni faltan, final
empresa extraña al Espíritu de Cristo mente, quienes dicen que no hemos de
y funestísima para el Cuerpo místico dirigir nuestras oraciones a la persona
de nuestro Salvador. misma de Jesucristo, sino más bien a
Dios o al Eterno Padre por medio de
74. d) Desprecio de las oraciones Cristo, ya que hay que tener a nuestro
personales y privadas. Hay además Salvador, en cuanto Cabeza de su Cuer
algunos que niegan a nuestras oracio po místico, sólo en razón de mediador
nes toda eficacia propiamente impe entre Dios y los hombres^112\ Sin em
tratoria, o que se esfuerzan por insi bargo, esto no sólo se opone a la mente
nuar entre las gentes que las oraciones de la Iglesia y a la costumbre de los
dirigidas a Dios en privado son de cristianos, sino que aun contraría a la
poca monta, mientras que las que va verdad. Porque, hablando con propie-
len de hecho son más bien las públi dada y exactitud, Cristo es a la vez,
cas, hechas en nombre de la Iglesia, ya según su doble naturaleza, Cabeza de
que brotan del Cuerpo místico de Je toda la Iglesia^113) ; por lo demás, El
sucristo. Todo eso es ciertamente erró mismo aseguró solemnemente: Si algo
neo; porque el divino Redentor tiene me pidiereis en mi nombre, lo haré^17áK
estrechamente unidas a sí no sólo a su Y aunque principalmente en el Sacrifi- 237
Iglesia, como a Esposa que es amadí ció Eucarístico — en el cual Cristo es
sima, sino en ella también a las almas a un tiempo sacerdote y hostia y desem
de cada uno de los fieles, con quienes peña de una manera peculiar el oficio
ansia conversar muy íntimamente, so de conciliador— las oraciones se diri
bre todo después que estos se acercan gen con frecuencia al Eterno Padre por
a la Mesa Eucarística. Y aunque la medio de su Unigénito, sin embargo no
oración común y pública, como proce es raro que aun en este mismo sacrifi
dente de la misma Madre Iglesia, aven cio eleven también preces al Divino
taja a todas las otras por razón de la Redentor; ya que todos los cristianos
dignidad de la Esposa de Cristo, sin deben conocer y entender claramente
embargo, todas las plegarias, aun las que el hombre Cristo Jesús es el mismo
dichas muy en privado, lejos de care Hijo de Dios, y El mismo Dios. Aun
cer de dignidad y virtud contribuyen más, mientras la Iglesia militante adora
mucho a la utilidad del mismo Cuerpo y ruega al Cordero sin mancha y a la
místico en general, ya que en él todo sagrada Hostia, en cierta manera parece
lo bueno y justo que obra cada uno de responder a la voz de la Iglesia triun
los miembros redunda, por la Comu fante que perpetuamente canta: Al que
nión de los Santos, en el bien de todos. está sentado en el trono y al Cordero,
Y nada impide a cada uno de los hom bendición, honor y gloria e imperio por
bres, por el hecho de ser miembros de los siglos de los siglos^115\
este Cuerpo, el que pidan para sí mis
mos gracias especiales, aun de orden II. - Nuestro amor a la Iglesia
terreno, con la debida sumisión a la 76. Exhortación a amar a la Iglesia.
voluntad divina; toda vez que son per-1 3 Después que, como Maestro de la Igle-
2
7
(171) Compárese S. Thom. II-II q. 83, a. 5 y 6. a. 4, cuerpo.
(172) I Tim. 2, 5. (174) Juan 14, 14.
(173) Compárese S. Thom. De Veritate, q. 29, (175) Apoc. 5, 13.
1616 E ncíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 77-78
sia universal, hemos iluminado las men dos cantos y a los ritos litúrgicos que
tes con la luz de la verdad comentando elevan nuestras mentes a las cosas ce
este misterio que comprende la arcana lestiales, sino también a los sacramen
unión de todos nosotros con Cristo, juz tos y a los diversos ejercicios de pie
gamos, Venerables Hermanos, propio dad, mediante los cuales la misma
de Nuestro oficio pastoral estimular Iglesia suavemente llena y consuela las
también los ánimos a amar íntima almas de los fieles con el Espíritu de
mente este místico Cuerpo con aquella Cristo. Ni sólo tenemos el deber de co
encendida caridad que se manifiesta rresponder, como conviene a hijos, a
no sólo en el pensamiento y las pala aquella su maternal piedad para con
bras, sino también en las mismas obras. nosotros, sino también el de reveren
Porque si los que profesaban la Anti ciar su autoridad recibida de Cristo y
gua Ley cantaron de su Ciudad terrena: que cautiva nuestros entendimientos en
“ Si me olvidare de ti, Jerusalén, sea obsequio del mismo Cristo(179); y por
entregada al olvido mi diestra; mi len esta razón se nos ordena sujetarnos a
gua pegúese a mis fauces, si no me sus leyes y a sus preceptos morales a
acordare de ti; si no me propusiere a veces un tanto duros a nuestra natura
Jerusalén como el principio de mi ale- leza, decaída de su primera inocencia;
gría” (116\ con cuánta mayor gloria y y que reprimamos con la mortificación
más efusivo gozo no nos hemos de re voluntaria nuestro cuerpo rebelde; más
gocijar nosotros, porque habitamos una aún, se nos aconseja abstenernos tam
Ciudad construida en el monte santo bién de vez en cuando de las cosas
de vivas y escogidas piedras siendo agradables aunque sean lícitas. No bas
Cristo Jesús la primera piedra angu- ta amar este Cuerpo místico por el
lar^177\ Puesto que nada más glorioso, esplendor de su divina Cabeza y de
nada más noble, nada, a la verdad, sus celestiales dotes; sino que debemos
más honroso se puede pensar que for amarlo también con amor eficaz, según
mar parte de la Iglesia santa, católica, se manifiesta en nuestro carne mortal,
apostólica y romana por medio de la es decir, constituido por elementos hu
cual somos hechos miembros de un solo manos y débiles, aun cuando éstos a
y venerando Cuerpo, somos dirigidos veces no respondan debidamente al lu
238 por una sola y excelsa Cabeza, somos gar que ocupan en aquel venerable
penetrados de un solo y divino Espí Cuerpo.
ritu; somos, por último, alimentados en
este terreno destierro con una misma 78. b) porque Cristo vive en todos
doctrina y un mismo angélico Pan, has los miembros. Mas para que este amor
ta que por fin gocemos en las cielos sólido e íntegro more en nuestras almas
de una misma felicidad eterna. y aumente de día en día, es necesario
que nos acostumbremos a ver en la
77. Las razones de nuestro amor Iglesia al mismo Cristo. Porque Cristo
a la Iglesia: a) porque Cristo la fun es quien vive en su Iglesia, quien por
dó y por el carácter que le dio. Pe medio de ella enseña, gobierna y con
ro, para que no seamos engañados fiere la santidad; Cristo es también
por el ángel de las tinieblas que se quien de varios modos se manifiesta en
transfigura en ángel de luz^178\ sea sus diversos miembros sociales. Cuan
ésta la suprema ley de nuestro amor: do, según eso, los fieles todos se esfuer- 239
que amemos a la Esposa de Cristo, cual zan realmente por vivir con este espí
El la quiso y con su sangre la adquirió. ritu de fe viva, entonces ciertamente no
Conviene, pues, tengamos gran afecto sólo honrarán y rendirán el debido aca
no sólo a los Sacramentos con los que tamiento a los miembros más elevados
la Iglesia, piadosa Madre, nos alimen de este Cuerpo místico y a aquellos
ta; no sólo a las solemnidades con las sobre todo que, por mandato de la divi
que nos solaza y alegra, y a los sagra- na Cabeza, tendrán que dar un día
(176) Salmo 136, 5-6. (178) Compárese II Cor. 11, 14.
(177) Efes. 2, 20; I Petr. 2, 4-6. (179) Compárese II Cor. 10, 5.
177, 79-81 E n c íc lic a “ M ystici Gorporis C h r ist i ” 1617
84. Por los que no pertenecen al salvación eterna^196>; pues, aunque por
Cuerpo visible de la Iglesia. Y ardien cierto inconsciente deseo y voto están
temente deseamos que se extiendan ordenados al Cuerpo místico del Re
también con encendida caridad estas dentor, carecen sin embargo de tantos
comunes plegarias a aquellos que o y tan grandes dones y socorros celes
todavía no han sido iluminados con la tiales, como sólo en la Iglesia Católica
verdad del Evangelio ni han entrado es posible gozar. Entren, pues, en la
en el seguro aprisco de la Iglesia, o, unidad católica y, unidos todos con Nos
por una lamentable excisión de fe y en el único organismo del Cuerpo de
de unidad, están separados de Nos que, Jesucristo, converjan en una sola Ca
aunque inmerecidamente, representa beza en comunión de amor gloriosísi-
mos en este mundo la persona de Jesu mo(197). Sin interrumpir jamás las ple
cristo. Por esta causa repitamos una y garias al Espíritu de amor y de verdad,
otra vez aquella oración de nuestro Nos los esperamos con los brazos ele
Salvador al Padre celestial: Que todos vados y abiertos como a los que vienen
sean una misma cosa, como tú, Padre, no a casa ajena sino a la propia casa
estás en mí y yo en tí, así también ellos paterna.
sean una misma cosa en nosotros; para Pero sí deseamos que la incesante
que crea el mundo que tú me has en- plegaria común de todo este Cuerpo
viado(119Sh
4
1
3
9 místico se eleve a Dios, para que todos
los descarriados entren cuanto antes en
85. Exhortación a la adhesión a la el único redil de Jesucristo, declaramos
Iglesia visible que debe ser enteramen con todo que es absolutamente necesa
te libre y voluntaria. También a aque rio que esto se haga libre y espontá
llos que no pertenecen al organismo neamente, ya que nadie cree sino que
visible de la Iglesia Católica, ya desde riéndolo*198>. Por esta razón si algunos,
el comienzo de Nuestro Pontificado sin fe, son de hecho obligados a entrar
como bien sabéis, Venerables Herma en el edificio de la Iglesia y acercarse
nos, Nos los hemos confiado a la celes al altar y recibir los Sacramentos, éstos
tial tutela y providencia, solemnemente sin duda no por eso se convierten en
afirmando, a ejemplo del Buen Pastor, verdaderos fieles de Cristo*199); porque
que nada llevamos más en el corazón la fe sin la cual es imposible agradar a
que el que tengan vida y la tengan en Dios*200) debe ser un libérrimo home
más abundancia^194). Esta Nuestra so naje del entendimiento y de la volun-
lemne afirmación deseamos repetirla tad(201\ Si alguna vez, pues, aconte
por medio de la presente Carta Encí ciere que, contra la constante doctrina
clica, en la cual hemos cantado las ala de esta Sede Apostólica*202), alguien es
banzas del grande y glorioso Cuerpo llevado contra su voluntad a abrazar
de Cristo(195\ implorando las oraciones la fe católica, Nos, conscientes de Nues
de toda la Iglesia para invitar desde lo tro oficio no podemos menos de repro
más íntimo del corazón a todos y a barlo. Pero, puesto que los hombres
cada uno de ellos a que rindiéndose gozan de una voluntad libre y pueden
libre y espontáneamente a los internos también,, impulsados por las perturba
impulsos de la gracia divina, se esfuer ciones del alma y por las depravadas
cen por salir de ese estado, en el que pasiones, abusar de su libertad, por eso
no pueden estar seguros de su propia es necesario que sean eficazmente atraí-
(193) Juan 17, 21. (198) Compárese S. Agustín In loann. Ev. tract.
(194) Compárese Pío XII, Encíclica Summi Pon- 26, 2 (Migne, P.L. 30, 1607).
tificatus, 20-X-1939; AAS. 31 (1939) 419; en esta (199) Compárese San Agustín In loann. Ev. tract.
Colecc, Encícl. 173, 6 p. 1536; véase Juan 10, 10. 26, 2 (Migne P.L. 30, 1607).
(200) Ilebr. 11, 6.
(195) Iren. Adv. Hser. IV, 33, 7 (Migne, P.G. (201) Conc. Vat. Const. de fide cath. cap. 3
7, 1076). (Denzinger-Umberg, nr. 1790).
(196) Compárese Pius IX, lam vos omnes, 13-IX- (202) Compárese León XIII, Immortale Deiy 1-
1868; Act. Conc. Vat. 150, 7, 10. XI-1885; AAS. 18 (1885) 174-175; en esta Colec
(197) Compárese Gelas. I, Epist. 14 (Migne, P.L. ción Encícl. 46, 25, pág. 333; Cod. Iur. Can. c.
59, 89). 1351.
1620 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 86-87
dos por el Padre de las luces a la ver ha hecho al pequeño y al grande y cui
dad, mediante el Espíritu de su amado da por igual de todos; si bien a los más
Hijo. Y si muchos, por desgracia, viven grandes amenaza un tormento mayor.
aún alejados de la verdad católica y A vosotros por lo tanto, Reyes, se diri- 245
no se someten gustosos al impulso de gen estas mis palabras, para que apren
la gracia divina, se debe a que ni dáis la sabiduría y no perezcáis(207).
ellos<203> ni los fieles dirigen a Dios
oraciones fervorosas por esta intención. 87. d) En los sufrimientos y la sa
Nos por consiguiente exhortamos una tisfacción. Cristo nuestro Señor mos
y otra vez a todos a que, inflamados tró su amor a la Esposa sin mancilla
en amor a la Iglesia, a ejemplos del no sólo con su intenso trabajo y su
divino Redentor, eleven continuamente constante oración, sino también con sus
estas plegarias. dolores y angustias, sufridas por ella
libre y amorosamente. Habiendo ama
86. Plegaria por los miembros que do a los suyos... los amó hasta el
son gobernantes. Y principalmente en /in*208). Y no ganó la Iglesia sino con
las presentes circunstancias parece ser su sangre*209>. Decididos, pues, siga
más oportuno y necesario que se nie mos estas huellas sangrientas de nues
gue con fervor por los Reyes y Prínci tro Rey, como lo exige nuestra salva
pes y por todos aquellos que, gober ción que hemos de poner a buen segu
nando a los pueblos, pueden con su ro: que si hemos sido injertados con El
tutela externa ayudar a la Iglesia; para por medio de la representación de su
que, restablecido el recto orden de las muerte, igualmente lo hemos de ser
cosas, la paz, que es obra de la justi representando su resurrección*210), y
cial204), emerja para el atormentado si morimos con él, también con él vi
género humano de entre las aterradoras viremos*211). Esto lo exige también la
olas de esta tempestad, mediante el so caridad genuina y eficaz de la Iglesia
plo vivificante de la caridad divina, y y de las almas por ella engendradas
nuestra piadosa Madre Iglesia pueda para Cristo. Porque aunque nuestro
llevar una vida quieta y tranquila, en Salvador por medio de crueles sufri
toda piedad y castidad(205). Se ha de mientos y de una acerba muerte mere
suplicar insistentemente a Dios que to ció para su Iglesia un tesoro infinito de
dos los que están al frente de los pue gracias, sin embargo estas gracias, por
blos amen la sabiduría(206), de tal suer disposición de la divina Providencia,
te que jamás caiga sobre ellos aquella no se nos conceden todas de una vez;
gravísima sentencia del Espíritu Santo: y la mayor o menor abundancia de las
El Altísimo examinará vuestras obras y mismas dependen también no poco de
escudriñará los pensamientos, porque, nuestras buenas obras, con las que se
siendo ministros de su reino, no habéis atrae sobre las almas de los hombres
juzgado rectamente ni observado la ley esta lluvia divina de celestiales dones
de la justicia, ni habéis procedido se gratuitamente dada por Dios. Y esta
gún la voluntad de Dios. De manera misma lluvia de celestiales gracias será
espantosa y repentina se os presentará, ciertamente abundantísima, si no sola
porque se hará un riguroso juicio de mente elevamos a Dios ardientes ple
aquellos que ejercen potestad sobre garias, sobre todo participando con de
otros. Porque con los pequeños se usa voción, si es posible diariamente, del
rá misericordia, mas los poderosos su Sacrificio Eucarístico; si no solamente
frirán grandes tormentos. Porque Dios nos esforzamos en aliviar con obras de
no exceptuará persona alguna ni res caridad los pesares de tantos meneste
petará la grandeza de nadie; ya que El rosos; sino si también preferimos a las
.I
(203) Compárese San Agustín In Ioann. Ev. (207) Compárese Sab. 6, 4-10.
tract. 26, 2 (Migne, P.L. 30, 1607). (208) Juan 13, 1.
(204) Is. 32, 17. (209) Compárese Act. 20, 28.
(205) Compárese I Tim. 2, 2. (210) Rom. 6, 5.
(206) Compárese Sab. 6, 23. (211) II Tim. 2, 11.
177, 88-90 E n cíc lic a “ M ystici C orporis C h r isti ” 1621
cosas caducas de este siglo los bienes nuestros días especialísimamente, Ve
imperecederos y si domamos con m or nerables Hermanos, tomen todos como
tificaciones voluntarias este cuerpo m or un deber el hacerlo así, cuando la es
tal, negándole las cosas ilícitas e impo pantosa conflagración bélica incendia
niéndole las ásperas y arduas; si, en casi todo el orbe y es causa de tantas
fin, aceptamos con ánimo resignado, co muertes, tantas miserias, tantas cala
mo de las manos de Dios, los trabajos midades; igualmente hoy día de un
y dolores de esta vida presente. Por modo particular sea obligación de todos
que así, según el Apóstol, cumpliremos apartarse de los vicios, de los halagos
en nuestra carne lo que resta que pade del siglo y de los desenfrenados place
cer a Cristo en pro de su Cuerpo mís res del cuerpo, y aun de aquella futili
tico, que es la Iglesia(212\ dad y vanidad de las cosas terrenas que
en nada ayudan a la formación cristia
88. Oblación de sí mismo para unir na del alma ni a la consecución del Cie
el sufrimiento humano con el divino. lo. Más bien, hemos de inculcar en
Al escribir esto, se presenta desgracia nuestra mente aquellas gravísimas pa
damente ante Nuestros ojos una ingente labras de Nuestro inmortal Predecesor
multitud de infelices desventurados que S a n L e ó n M a g n o , quien afirma que
Nos hace llorar amargamente: Nos re por el bautismo hemos sido hechos
ferimos a los enfermos, a los pobres, a carne del Crucificado<213>; y aquella
los mutilados, a las viudas y huérfanos hermosísima súplica de S a n A m b r o s i o :
y a muchos otros que por sus propias Llévame, oh Cristo, en la Cruz que es
calamidades, o las de los suyos, no ra salud para los que yerran; sólo en ella
ras veces desfallecen hasta morir. A está el descanso de los fatigados; sólo
todos aquellos, pues, que por cualquier en ella viven cuantos mueren(214\
causa yacen en la tristeza y en la con
goja, con ánimo paterno les exhortamos 90. Resumen de esta parte: renovada
a que, confiados, levanten sus ojos al exhortación al amor a la Iglesia. Antes
Cielo y ofrezcan sus aflicciones a Aquel de terminar, no podemos menos de
que un día les ha de recompensar con exhortar una y otra vez a todos a que
abundante galardón. Recuerden todos amen a la Iglesia, Madre piadosa, con
que su dolor no es inútil, sino que para caridad solícita y eficaz. Ofrezcamos
ellos mismos y para la Iglesia ha de ser cada día al Eterno Padre nuestras ora
de gran provecho, si animados con esta ciones, nuestros trabajos, nuestras con
intención lo toleran pacientemente. A gojas por su incolumidad y por su más
la más perfecta realización de este de próspero y vasto desarrollo, si en rea
signio contribuye en gran manera la lidad deseamos ardientemente la salva
cotidiana oblación de sí mismos a Dios, ción de todo el género humano redi
que suelen hacer los miembros de la mido con la sangre divina. Y mientras
piadosa asociación llamada Apostolado el cielo se entenebrece con centellean
de la Oración; asociación que, como gra tes nubarrones y grandes peligros se
tísima a Dios, deseamos de corazón re ciernen sobre toda la Humanidad y
comendar aquí con el mayor encareci sobre la misma Iglesia, confiemos nues
miento. tras personas y todas nuestras cosas al
Padre de las misericordias, suplicán
89. Especialmente, durante la gue dole: Vuelve tu mirada, Señor, te lo
rra deben todos sacrificarse y negarse rogamos, sobre esta tu familia, por la
a sí mismos. Y si en todo tiempo he cual nuestro Señor Jesucristo no dudó
mos de unir nuestros dolores a los tor en entregarse en manos de los malhe
mentos del divino Redentor, para pro chores y padecer el tormento de la
curar la salvación de las almas, en Cruz(215\
(212) Compárese Col. 1, 24; 1, 18. (214) San Ambrosio, In Ps. 118, 22. 30 (Migne,
(213) Compárese León Magno Serm. 63, 6; 66, 3 P.L. 15, 1521).
(Migne, P.L. 54. 357 y 366). (215) Oficio de la Semana Santa.
1622 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 177, 91-93
los Apóstoles, así lo haya custodiado por sagrados y canónicos los libros en
con todo esmero, defendido de toda teros con todas sus partes, tal es como
falsa y perversa interpretación y em se han solido leer en la Iglesia Católica
pleado solícitamente en el ministerio y se hallan en la antigua edición Vul-
de comunicar a las almas la salud so gata l a t i n a Y en nuestro tiempo el
brenatural, como lo atestiguan a toda Concilio Vaticano, a fin de reprobar las
luz casi innumerables documentos de falsas doctrinas acerca de la inspira
todas las edades. Por lo que hace a ción, declaró que estos mismos libros
298 los tiempos modernos, cuando de un se han de tener por sagrados y canó
modo especial corrían peligro las divi nicos no ya porque compuestos con la
nas Letras en cuanto a su origen y recta sola industria humana hayan sido des
exposición de ellas, la Iglesia tomó a pués aprobados con su autoridad, ni
su cuenta el defenderlas y protegerlas solamente porque contengan la revela
todavía con mayor diligencia y empeño. ción sin error, sino porque escritos con
la inspiración del Espíritu Santo tienen
2. El Tridenfino define el canon y a Dios por autor, y como tales fueron
el Vaticano y León XIII la inspira entregados a la misma Iglesia(2 3L Más
ción. De ahí que ya el Sacrosanto adelante, cuando contra esta solemne
Concilio Tridentino pronunció con de definición de la doctrina católica, en
creto solemne que deben ser tenidos la que a los libros enteros con todas
los primeros protestantes. Por eso el anónimo con extremada violencia ataca a personas e institutos
científicos pontificios; denigra el espíritu de los estudios bíblicos científicos; “ el espíritu maldito de
orgullo, de presunción, de superficialidad, paliada con investigación ceñuda y con hipócrita escrupu
losidad de la letra” (pág. 40), desprecia la erudición, el estudio de las lenguas orientales y de las
otras ciencias auxiliares, y se desliza en graves errores acerca de los principios fundamentales de la
hermenéutica católica conformes con la noción teológica de la inspiración bíblica, desconociendo la
doctrina de los sentidos de las Sagradas Escrituras, y tratando con suma ligereza el sentido literal y
su cuidadosa investigación; por último, como si ignorase la historia de los textos originales y de las
versiones antiguas, así como la naturaleza y la importancia de la crítica textual, propugna una falsa
teoría sobre la autenticidad de la Vulgata.”
La refutación de que cada uno de los puntos (El sentido literal, el uso de la Vulgata, el de la
crítica textual y el estudio de las lenguas «orientales y de las ciencias auxiliares hace la Comisión
Bíblica por intermedio de su presidente, Cardenal, Tisserant y su Secretario P. Vosté O.P. lo daremos
literalmente en los respectivos capítulos de esta Encíclica. (Notas (25), (26), (27) y [31]).
* * *
El resumen de la Encíclica “ Divino Afilante Epiritu” .
En la primera (de las dos partes de que se compone la Encíclica) de carácter histórico, enumera
Pío XII las enseñanzas dadas y las obras bíblicas realizadas p»or sus inmediatos antecesores (León XIII,.
Pío X, Benedicto XV y Pío XI), mencionando la creación de la Pontificia Comisión Bíblica y de la
L ’Ecole Biblique de Jerusalén bajo el Pontificado de León XIII, la concesión de títulos académicos por
parte de la Comisión, la ordenación de los estudios bíblicos en los Seminarios y la creación del Ponti
ficio Instituto Bíblico de Roma, bajo San Pío X y la obligatoriedad de grados académicos en Sagrada
Escritura para los profesores del ramo en los Seminarios y la erección del monasterio benedictino de
San Jerónimo para la revisión de la Vulgata, bajo Pío XI, para nombrar aparte la recomendación
de la Sociedad de San Jerónimo bajo Benedicto XV.
Pío XII no menciona las obras bíblicas pontificias más bien defensivas, como la lucha antimodernis-
tica, la condenación de Loisy, la Encíclica “ Pascendi” , el Decreto “ Lamentábili” , la Encíclica “ Spirilus
Paraclitus” , las resoluciones y respuestas de la Pontificia Comisión Bíblica.
El impulso dado a la ciencia bíblica por León XIII ha sido fecundo: florece la crítica textual, los
comentarios bíblicos, las versiones, el apostolado de la divulgación bíblica, las asociaciones, congresos,
semanas, bibliotecas y el movimiento popular bíblico.
La segunda parte es doctrinal y pastoral y gira alrededor del tema: Estudio y aprovechamiento de
la Biblia en los tiempos presentes. Habla de lo que la ciencia ha hecho por los estudios bíblicos desde
la Encíclica “ Providentissimus Deus” de León XIII, por medio de las excavaciones, de descubrimientos
de monumentos literarios, papiros, códices, luego por medio del estudio de las lenguas antiguas, de la
crítica textual y su relación con la autoridad de la Vulgata. A continuación explica el sentido literal
y el recto uso del sentido espiritual. Finalmente señala las obligaciones del exégeta contemporáneo,
los géneros literarios y el modo de tratar las cuestiones difíciles y el empleo de la Sagrada Escritura
en la instrucción de los fieles, para terminar en oposición a Ruotolo y otros expresando el reconoci
miento de la Iglesia a los estudiosos Maestros de Sagrada Escritura.
* * *
Véase también la nota [43] en que la Pontificia Comisión Bíblica da instrucciones prácticas para
muchos puntos expuestos en la parte doctrinal de esta Encíclica. (P. H.).2
(2) Conc. de Trento, ses. IV decr. 1; Ench. (3) Conc. de Trento, ses. III c. 2; Ench. Bibl.
Bibl. Nr. 60 (45); Denz-Umb. Nr. 784; Mansi, Coll. Nr. 77 (62); Mansi Coll. Conc. 51, 431.
Conc. 33, 22.
178, 3-4 E n c íc lic a “ D iv in o A fflante S pir it u ” 1625
(15) Véase la carta de la Pontificia Comisión cuitad) dotado del más alto profesorado e instru
Bibl. a los arzobispos y obispos de Italia, 20-VIII mental docente, adonde concurrieran de todas
1941; AAS. 33 (1941) 465-472; Ench. Bibl. nrs.. 521- parles jóvenes escogidos que pudieran especiali
532; véase el texto en la traducción y en las no zarse en la ciencia de la divina palabra.
tas: (6), (25), (26) y (27) de esta Encíclica. “ Mas, como quiera que al presente nos falta,
(16) San Pío X, Carta Apost. Scripturae Sanctae, igual que a Nuestro Predecesor, la posibilidad de
23-11-1904; Pío X, Acta I, 176-179; Enchir. Bibl. llevar a cabo este propósito, cosa que esperamos
149-157 (142-150); véase nrs. 150-151 (143-144). ha de ser un día realidad por la generosidad de
los católicos, de momento hemos decretado por
Pío X, apenas exaltado al Solio Pontificio, re el tenor de las presentes Letras realizar lo que
solvió en estas Letras Apostólicas, Scripturae las circunstancias nos permiten.
Sanctae, ampliar las atribuciones que León XIII “ Así, pues, en beneficio de la causa católica,
había conferido a la Pontificia Comisión Bíblica con Nuestra autoridad apostólica, instituimos los
en el Acta de fundación de ella por las Letras grados académicos de licenciado y doctor en
Apostólicas Vigilantiae, del 30 de Octubre de 1902 Sagrada Escritura, que habrán de ser conferidos
(ASS. 35 [1902/03] 234-238 o Leonis XIII, Acta 22, por la Comisión Bíblica con arreglo a las normas
232-238) y en el “ Reglamento Oficial’ * de la Co que siguen:
misión, del mes de Abril de 1903, dándole la
facultad de conceder grados académicos. Scriptu “ I. - Nadie será admitido a los grados acadé
rae Sanctae fija las condiciones para la obtención micos en Sagrada Escritura si no es sacerdote de
de grados y señala la competencia de la Comi uno u otro clero y está, además, en posesión del
sión para fijar los programas de estudio para los título de doctor en sagrada teología por alguna
exámenes y los examinadores. El texto íntegro Universidad o Ateneo aprobado por la Sede Apos
es el siguiente: tólica.
“ La conciencia del Oficio Apostólico Nos acon “ II. - Los candidatos a los grados de licen
seja promover más y más entre el clero el estu ciado o doctor en S.E. sufrirán exámenes orales
dio de la Sagrada Escritura, precisamente en y escritos; la materia sobre que ha de versar el
estos tiempos, en que frecuentemente vemos pues examen será prefijado por la Comisión Bíblica.
ta en peligro, por la intemperancia de la huma (III. - La Comisión fijará las mesas examinado
na razón, esta fuente de revelación y de la fe ras. IV. - La licenciatura puede hacerse inme
divinas. Viendo ya esto Nuestro Predecesor, de diatamente después de haber alcanzado el docto
feliz memoria, León XIII, no se contentó con rado en teología, pero entre Licenciado y docto
publicar en 1893 las Letras Encíclicas Providen- rado debe pasar, por lo menos, un año. V. - Para
tissimus Deus, sobre la cuestión bíblica, sino que el doctorado es además necesario presentar una
pocos meses antes de su muerte, con las Letras tesis por escrito y hacerse su defensa pública).
Apostólicas Vigilantiae, instituyó una particular “ Esto queremos, publicamos y establecemos sin
Comisión Romana, compuesta de algunos Carde que obste nada en contrario.
nales y de otros varones doctos, para que, a la “ Sólo resta que los Ven. H. en el episcopado
luz de la doctrina y de la tradición de la Iglesia, y los demás prelados, cada uno para utilidad
aportara a la legítima exégesis bíblica los pro de su diócesis, procuren sacar de esta providencia
gresos de la erudición y a la vez sirviera a los Nuestra el fruto que Nos esperamos abundante.
católicos para ayudar y dirigir sus estudios en Y así exhorten y ayuden a adquirir grados en
esta materia y para dirimir las controversias que esta disciplina a los que en su clero vieren más
entre ellos pudieran surgir. inclinados y aptos para especializarse en estudios
“ También Nos, como era justo, hemos puesto bíblicos, y, una vez graduados, los prefieran para
Nuestros cuidados y autoridad en favor de este encomendarles la enseñanza de las Escrituras en
preclaro monumento de la providencia pontificia los Seminarios
que Nos legó Nuestro Predecesor. Más aún, desde “ Dado en Roma, junto a San Pedro, bajo el
ahora, confiados en la diligencia de dicho Conse anillo del Pescador, a 23 de Febrero fiesta de
jo o Comisión, pretendemos ampliar su ayuda San Pedro Damiano, de 1904, año primero de
para un negocio que consideramos de grande Nuestro Pontificado.
importancia para promover el culto de las Sa PIO PAPA X” .
gradas Escrituras. Queremos establecer la ma * * *
nera de que se pueda preparar abundancia de En posteriores documentos, después de fundado
maestros que con garantía de gravedad y since el Pontificio Instituto Rfblico se modificaron al
ridad en la doctrina interpreten los libros divi gunas condiciones. La Carta Iucunda sane, 22-III-
nos en las escuelas católicas. Para ello sería muy 1911, de Pío X ordena que al final de cada uno
conveniente —y sabemos que fue ya un deseo de los tres años que abarca el curso completo de
de León XIII— fundar en Roma un Ateneo (Fa- Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bí-
1628 E n cíclicas del PP. P ío X I í (1943) 178, 7
norma de los estudios de Sagrada Es elevados relativos a los Sagrados Li
critura que se ha de guardar en los bros, que promoviese del modo más efi
Seminarios de Clérigos, con el designio caz posible la doctrina bíblica y los 302
de que los alumnos seminaristas no sólo estudios a ella anejos, según el sentir
penetrasen y conociesen la fuerza, mo de la Iglesia católica, fundó el Pontifi
do y doctrina de la Biblia, sino que cio Instituto Bíblico, que encomendó a
pudiesen además ejercitarse en el mi la ínclita Compañía de Jesús y quiso
nisterio de la divina palabra con com estuviera provisto de las más elevadas
petencia y probidad, y defender... de cátedras y todo recurso de erudición
las impugnaciones los libros escritos bíblica, y prescribió sus leyes y disci
bajo la inspiración divina(*17); final plina, declarando que en este particular
mente, para que en la Ciudad de Roma ponía en ejecución el saludable y pro
se tuviera un centro de estudios más vechoso propósito de L eón X III(18).
i 'i
Mico se tengan exámenes de la materia explicada, día mayores frutos tanto a los pastores de la
y autoriza al rector a extender el certificado co Iglesia como a los fieles en general.
rrespondiente (AAS. 3 [1911] 230-232). El 12 y 24 Nos inducía primeramente a ello la presente
de Mayo de 1911 fija la Pontificia Comisión Bí necesidad de la Iglesia, nacida de la confusión y
blica el programa y las normas que han de regir perturbación, que las disputas bíblicas h im «cu-
los exámenes para la obtención de grados acadé lado en las mentes. Apremiaba también el deseo
micos en S. E. En la Carta “ Ac? Pontificium Insti- que abrigábamos en Nuestro ánimo y la obliga
tutam Biblicum” se da el texto del diploma de ción inherente a Nuestro cargo promover, según
grados en el Instituto de que había hablado Nuestras fuerzas, el estudio de las Sagradas
Iucunda Sane. (AAS. 4 [2-VI-1912] 471-472). Pío XI Escrituras, y de proporcionar, a los jóvenes ca
en el Motu Proprio Bibliorum Scientiam, 27-IV- tólicos principalmente, elementos católicos de
1924 (AAS. 16 [19-1924] 180-182) trata de fomen estudio para que no se vieran tentados a diri
tar la concurrencia al Instituto Bíblico, conce girse, con gran peligro para la doctrina, a los
diendo a los grados académicos de Comisión Bí autores heterodoxos, y expuestos a volver imbui
blica y del Instituto Bíblico los mismos derechos dos del espíritu de los modernistas.
y efectos canónicos que a los grados de teología 2. Proyecto de León XIII. Para oponer a estos
o derecho canónico, exigiendo para el cargo de males de la Iglesia eficaces y nuevos remedios
canónigo lectoral, de profesor de S. E. en los y para procurar un mayor incremento de los
Seminarios o centros docentes de la Iglesia el estudios bíblicos, ya León XIII, de feliz memoria,
dicho licenciado o doctorado o en su defecto el proyectó la creación en Roma de un Ateneo Bí
diploma de dos años cursados en el Instituto blico que, dotado de los mejores maestros y de
Bíblico, exhortando a los Superiores Generales todos los instrumentos de erudición bíblica, pro
y a los Obispos enviar al Instituto los alumnos porcionara sobre todo abundancia de excelentes
que consideren más aptos, y fundando dos becas profesores para explicar en las escuelas católicas
para tal fin. Hay varias otras modificaciones y los libros sagrados.
aclaraciones sobre las condiciones de los títulos,
el canónigo lectoral etc. que no son de interés 3. Los propósitos de S. Pío X y sus esperanzas
general. al respecto. Solidario con este saludable y pro
vechoso propósito de Nuestro Predecesor, ya en
(17) Pío X, Carta Apost. Quoniam in re bíblica, Nuestras Letras Scripturae Sanctae, del 23 de
27-III-1906; ASS. 39 (1906) 77-80; Pii X acta 3, febrero de 1904, advertimos que Nos parecía
72-76; Enchir. Bibl. nrs. 162-180 (155-173), véase oportunísimo el proyecto de fundar dicho Ateneo
162 (155). Bíblico en Roma donde “ se reunieran jóvenes
Dada la importancia de estas Letras Apostólicas escogidos de todas partes para salir maestros en
de Pío X como primera y fundamental ordena la ciencia de la divina palabra” , y añadíamos
ción detallada de los estudios bíblicos en los Nuestra esperanza buena y cierta de que la po
Seminarios, las dimos íntegramente en su lugar sibilidad de llevarlo a cabo que entonces a Nos,
correspondiente: en esta Colección: Encíclica 99, como antes a Nuestro Predecesor, faltaba, algún
pág. 761-763. día sería proporcionada por la liberalidad de
(.18) é>. Pío X, Carta Apost. Vinea electa, 7-V los católicos.
1909, AAS. I (1909) 447-449; Enchir. Bibl. nrs. 4. La erección del Pontificio Instituto Bíblico.
296-309 (293-306); véanse nrs. 297 (294). 299 (296). Así, pues, para bien de la Catolicidad, con Nues
León XIII ya había concebido el plan de la tra Autoridad Apostólica, por el tenor de las
creación de un Instituto en Roma donde los presentes “ Motu Proprio” , a ciencia cierta y
futuros profesores de Sagrada Escritura pudie tras madura deliberación, erigimos en esta ciudad
ran formarse. S. Pío X, con las presentes Letras el Pontificio Instituto Biblico, cuyas leyes y dis
Apostólicas dio forma a estos proyectos: creando ciplina establecemos como sigue:
el Instituto y señalándole sus finalidades y es 5. Las finalidades que debe cumplir el Insti
tructura. tuto. La finalidad del Pontificio Instituto Bíblico
A continuación reproduciremos el texto íntegro será que en la ciudad de Roma haya un centro
de dicho documento. de altos estudios relacionados con los libros sa
grados, para promover de la manera más eficaz
CARTA APOSTOLICA “ VINEA ELECTA” posible, dentro del espíritu de la Iglesia Cató
(7-V-1909) lica, la ciencia bíblica y todos los estudios con
Para perpetuo recuerdo ella relacionados.
1. Preocupaciones de S. Pío X por los estudios A este fin tiende en primer lugar el que los
bíblicos y sus razones. Desde el comienzo de jóvenes escogidos de uno y otro clero y de
Nuestro gobierno apostólico, siguiendo las huellas distintas naciones, acabado el curso ordinario^ de
de Nuestros Predecesores, hemos luchado con el filosofía y teología, se perfeccionen y se ejerciten
mayor ahinco por conseguir que la viña esco en los estudios bíblicos de tal manera que pue
gida de la Sagrada Escritura proporcione cada dan luego explicarlos tanto en privado como en
178, 8 E n c íc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1629
le comunican la doctrina que ellos be con estos asuntos. Ahora en cambio las
bieron. No pocos de ellos han promo investigaciones de este género no sólo
vido y promueven todavía con sus es han aumentado muchísimo en cuanto
critos los estudios bíblicos, o bien edi al número, sino que además, cultivadas
tando los sagrados textos redactados con más severo método y arte por el
conforme a las normas del arte crítica, mismo ejercicio, nos enseñan muchas
y explicándolos, ilustrándolos, tradu más cosas y con más certeza. Y en
ciéndolos para su pía lección y medi efecto, cuánta luz brote de estas inves
tación, o bien por fin cultivando y ad tigaciones para entender mejor y con
quiriendo las disciplinas profanas úti más plenitud los Sagrados Libros, lo
les para la explanación de la Escritura. saben todos los peritos, lo saben cuan
Así, pues, con estas y otras empresas tos se consagran a estos estudios. Crece
que cada día se propagan y cobran todavía la importancia de estas explo
fuerza, como, por ejemplo, las asocia raciones por los documentos escritos
ciones en pro de la Biblia, los congre hallados de vez en cuando, que contri
sos, las Semanas de asambleas, las bi buyen mucho al conocimiento de las
bliotecas, las sociedades para meditar lenguas, letras, sucesos, costumbres y
el evangelio, concebimos la esperanza cultos más antiguos.
nada dudosa de que en adelante crezcan
doquiera más y más para bien de las 12. Papiros y códices. Exégesis pa
almas la reverencia, el uso y el cono trística y modo antiguo de escribir. Ni
cimiento de las Sagradas Letras, con es de menor momento el hallazgo y la
tal que con firmeza, valentía y confian búsqueda, tan frecuente en esta edad
za retengan todos la regla de los estu nuestra, de papiros, que han tenido tan
dios bíblicos prescripta por L e ó n XIII, to valor para el conocimiento de las le
explicada por sus Sucesores con más tras e instituciones públicas y privadas,
305 claridad y perfección, y por Nos con principalmente del tiempo de Nuestro
firmada y fomentada — que es en rea Salvador. Se han hallado además y edi
lidad la única segura y confirmada por tado con sagacidad vetustos códices de
la experiencia— , sin dejarse arredrar los Sagrados Libros; se ha investigada
en modo alguno por aquellas dificul con más extensión y plenitud la exégesis
tades que, como en las cosas humanas de los Padres de la Iglesia; finalmente,
suele acontecer, nunca le faltarán tam se ilustra con innumerables ejemplos el
poco a esta obra preclara. modo de hablar, narrar y escribir de
los antiguos.
B) P a r t e D o c t r in a l
LOS ESTUDIOS BIBLICOS DE 13. Estímulo por estos descubri
NUESTRO TIEMPO mientos. Todo esto, que no sin espe
cial disposición de la providencia de
I. - E n g e n e r a l : E s t a d o a c t u a l d e l o s
Dios, ha conseguido esta nuestra épo
ESTUDIOS BÍBLICOS
ca, invita en cierta manera y amonesta
11. Progreso por las excavaciones y a los intérpretes de las Sagradas Letras
documentos. No hay quien no pueda a aprovecharse con denuedo de tanta
fácilmente echar de ver que las con abundancia de luz para examinar con
diciones de los estudios bíblicos y de más profundidad los Divinos Oráculos,
los que para los mismos son útiles han ilustrarlos con más claridad y propo
cambiado mucho en estos cincuenta nerlos con mayor lucidez.
años. Porque, pasando por alto otras
cosas, cuando Nuestro Predecesor pu 14. Papel de las Encíclicas. Y si, con 306
blicó su Letra Encíclica “ Providentis- sumo consuelo en el alma, vemos que
simus Deus” ^ \ apenas se había co los mismos intérpretes denodadamente
menzado a explorar en Palestina uno u han obedecido ya y siguen obedeciendo
otro lugar de excavaciones relacionadas a esta invitación, ciertamente no es este
[24] León XIII, Encfcl. Prov. Deus, 18-XI-1893, en esta Colecc.: Encícl. 66, pág. 488-506.
ASS. 26 (1893-94) 288; Encliir. Bibl. 81-134 Í66-119);
1632 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 178. 15
21. La crítica textual de hoy. Ahora algunos decenios no pocos han emplea
bien, hoy este arte, que lleva el nom do absolutamente a su capricho, y no
bre de crítica textual y que se emplea pocas veces de tal manera que pudiera
con gran loa y fruto en la edición decirse haberla los mismos usado para
de los escritos profanos, con justísimo introducir en el sagrado texto sus opi
derecho se ejercita también, por la re niones prejuzgadas, hoy ha llegado a
verencia debida a la divina palabra, en adquirir tal estabilidad y seguridad de
los Libros Sagrados. Porque por su leyes, que se ha convertido en un insig
mismo fin logra que se restituya a su ne instrumento para editar con más
ser el sagrado texto lo más perfecta pureza y esmero la divina palabra, y
mente posible, se purifique de las de fácilmente puede descubrirse cualquier
pravaciones introducidas en él por la abuso.
deficiencia de los amanuenses, y se li 23. Estímulo de la Iglesia y edicio
bre, cuanto se pueda, de las inversio- nes críticas católicas. Ni es preciso
308 nes de palabras, repeticiones y otras recordar aquí — ya que es cosa notoria
faltas de la misma especie, que suelen y clara a todos los cultivadores de la
furtivamente introducirse en los libros Sagrada Escritura— en cuánta estima
transmitidos de uno en otro por mu ha tenido la Iglesia ya desde los prime
chos siglos. ros siglos hasta nuestros días estos
22. Abusos de la crítica y su sano estudios del arte crítica. Así es que hoy,
manejo. Y apenas es necesario adver después que la disciplina de este arte
tir que esta crítica, que desde hace ha llegado a tanta perfección, es un
y el único uso que puede hacerse del texto ori arte crítica” (Decreto De Mosaica autentia Pen-
ginal y de las antiguas versiones es el de con tateuchi, 27-VI-1906, Enchir. Bibl. n. 177) véase
sultarlos “ en alguna dificultad que haya que también el Decreto “ sobre los Salmos” , l-V-1910
iluminar” (pág. 6); el texto griego no puede “ ha en que la Comisión expresa que considera impru
cer fe” contra otro texto y “ contra el mismo dente negar que David sea el principal autor de
texto oficial de la Iglesia” (pág. 8), y “ no pueden los salmos, o afirmar que sólo unos pocos le
de ningún modo echar fuera... del Texto, no sólo pueden ser atribuidos; especialmente se mantiene
de la Iglesia (es decir, de la Vulgata), sino del el origen davídico de los seis salmos 2, 15, 17,
original, líneas enteras o versículos enteros” 31, 68 y 109; se niega la probabilidad a la sen
(pág. 7), por tanto ni cuando ciertamente ausen tencia que adscribe no pocos salmos a la época
tes de la primitiva tradición del texto, penetra de Esdras y Nehemías o aun a los tiempos ina-
ron más tarde en él; tentar de establecer el Sa cabaicos; se defiende al carácter profético y me-
grado Texto con medios críticos es “ descuarti siánico individual, contra los que restringen su
zar” la Biblia (pág. 9). De ahí las numerosas significado sólo al destino del pueblo judío; y
páginas del opúsculo llenas de inventivas contra aun reconociendo que los títulos de los salmos no
el “ criticismo científico” , “ naturalismo” y “ mo sean auténticos, se sostiene su venerable anti
dernismo” . güedad y se considera imprudente rechazarlos
“ Que la ciencia bíblica católica, desde los tiem sin causa grave. La Comisión concede sí en esta
pos de Orígenes y de San Jerónimo hasta la respuesta que, a pesar de su título y de la opi
“ Comisión para la revisión y enmienda de la nión de muchos Santos Padres, no todo el Sal
Vulgata” , instituida precisamente por el Papa terio “ davídico” es de David, admitiendo asimis
de la Encíclica Pascendi, se haya fatigado para mo que algunos salmos, como por ejemplo el
establecer la forma más pura posible del texto “ Miserere mei, Deus” hayan podido ser levemen
original y de las versiones, comprendida (por no te retocados en épocas posteriores a David para
decir sobre todo) la Vulgata; que León XIII re adaptarlos a las nuevas circunstancias históricas
comiende encarecidamente: “ Que los nuestros o litúrgicas, dejando así un amplio margen de
cultiven, con nuestra vehemente aprobación, la libertad a los estudiosos; Enchir. Bibl. n. 345;
disciplina del arte critica, como útilísima para AAS. 2 (1910) 354-355; que el Santo Oficio haya
percibir plenamente la sentencia de los hagió- permitido y permita a los exégetas católicos dis
grafos. Estos mismos, no Nos oponemos a ello, cutir la cuestión del “ Comma” de Juan (1 Juan
perfeccionen esta misma facultad con la aguda 5, 7-8), que es una adición de la Vulgata Clc-
de los heterodoxos” (Letras Apostólicas Vigilan- mentina que no se halla en los códices griegos,
tiae, 30-X-1902, en que se creó la Pontificia Co siendo su origen probablemente africano, véase
misión Bíblica, Enchiridion Bibl. n. 135); que la Denz. 2198) y, “ pesados cuidadosamente los argu
Pontificia Comisión Bíblica haya respondido que, mentos que hay por una y otra parte, con aque
en el Pentateuco (y “ servatis servandis” , “ con lla moderación y temperancia que la gravedad
las debidas reservas” también en los otros libros) del caso requiere, inclinarse a la sentencia con
se puede admitir que “ en un tan largo decurso traria a la genuinidad” (Declaración del Santo
de los siglos se hayan introducido algunas... mo Oficio, 2-VI-1927, Enchir. Bibl. n. 121): Todo esto
dificaciones, como: adidamentos después de la disimula u olvida el autor del opúsculo anónimo
muerte de Moisés o añadidos por autor inspira para tachar de error la obra de los exégetas ca
do, o glosas y explicaciones intercaladas en el tólicos, los cuales, fieles a la tradición católica
texto; ciertos vocablos y formas de lenguaje y a las normas inculcadas por la suprema auto
anticuado traducidos a la lengua más reciente: ridad eclesiástica, prueban con el hecho mismo
lecciones, finalmente, erróneas debidas a defecto de sus serios y penosos trabajos de crítica tex
de los que copiaron el texto, de todo lo cual sea tual, en cuánta veneración tengan el Texto Sa
lícito disputar y juzgar según las normas dél grado” (AAS. 33 [19411 465).
178. 24-25 E n c íc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1635
oficio honorífico, aunque no siempre piense nadie que este uso de los textos
fácil, el procurar por todos los medios, primitivos, conforme a la razón de la
que cuanto antes por parte de los cató crítica, sea en modo alguno contrario
licos se preparen oportunamente edi a aquellas prescripciones que sabia
ciones tanto de los Sagrados Libros, mente estableció el Concilio Tridentino
com o de las versiones antiguas, hechas acerca de la Vulgata Latina(27). Docu
conforme a estas normas, que junten, mentalmente consta, que a los Presi
es a saber, con una reverencia suma del dentes del Concilio se dio el encargo
sagrado texto la escrupulosa observan de rogar al Sumo Pontífice a nombre
cia de todas las leyes críticas. Y tén del mismo Santo Sínodo — como, en
ganlo todos por bien sabido, que este efecto, lo hicieron— mandase corregir
largo trabajo no solamente es necesa primero la edición Latina, y luego, en
rio para penetrar bien los escritos da cuanto se pudiese, la Griega y la He
dos por divina inspiración, sino que brea, con el designio de divulgarla al
además es reclamado por la misma pie fin para utilidad de la Santa Iglesia de
dad por la que debemos estar suma Dios(28). Y si bien, a la verdad, a este
mente agradecidos a aquel Dios provi deseo no pudo entonces por las dificul
dentísimo, que desde el trono de su tades de los tiempos y otros impedi
majestad nos envió estos libros a ma mentos responderse plenamente, con
nera de cartas paternales, como a pro fiados que al presente, aunadas las
pios hijos. fuerzas de los doctores católicos, se
pueda satisfacer con más perfección y
3. Sentido del decreto Tridentino so amplitud.
bre el uso de la Vulgata. Versiones
en lenguas vulgares 25. Los motivos del Concilio para
24. Los decretos tridentinos no se recomendar la Vulgata. Mas por lo que
oponen a las ediciones críticas. Ni hace a la voluntad del Sínodo Trid en
(27) Conc. de Trento; ses. IV, Decreto sobre la tura” (pág. 8), es un “ sustituirse con presunción
edición y uso de los Libros Sagrados (Conc. Trid. a la autoridad (de la Iglesia), la cual sola puede
edición Soc. de Goerres, Frib. 5, 91; Mansi 33, 23). presentarnos un texto auténtico, y “ sola nos lo
En la carta que la Pontificia Comisión Bíblica presenta de hecho con el citado Decreto del Con
dirigiera a los Arzobispos y Obispos de Italia cilio de Trento” (pág. 28): toda operación crí
(véase nota [6]) explícase cuál es la autoridad de tica sobre el texto bíblico, cual viene presentado
la Vulgata, rechazando al mismo tiempo las en la Vulgata, es “ el libre examen, mejor, el
ideas erróneas del sac. Ruotolo, diciendo: desatinado examen personal, sustituido a la
“ Mas palpable (que el error acerca del sentido autoridad de la Iglesia” (pág. 9).
literal de la Biblia) es todavía el error del “ anó Pues bien, tal pretensión no es solamente con
nimo” (Ruotolo) acerca del sentido y de la tra el sentido común, el cual no aceptará jamás
extensión del decreto del Tridentino sobre el uso que una versión pueda ser superior al texto ori
de la Vulgata Latina. El Concilio Tridentino, ginal, sino que va también contra la mente de
contra la confusión ocasionada por las nuevas los Padres del Concilio, cual aparece de las
traducciones latinas y en lengua vulgar entonces Actas; es más, el Concilio se dio cuenta de la
divulgadas, quiso sancionar el uso público, en necesidad de una revisión y corrección de la
la Iglesia Occidental, de la versión latina común, misma Vulgata, cuya ejecución encomendó a los
justificándola en el uso secular que de ella venía Sumos Pontífices, los cuales la hicieron, como
haciendo la Iglesia misma, pero por nada pensó hicieron, según la mente de los más autorizados
en disminuir la autoridad de las versiones anti colaboradores del Concilio mismo una edición
guas usadas en las Iglesias Orientales, señalada corregida de los LXX ( “ Septuaginta” , bajo Sixto
mente de la de los Septuaginta usada por los V), y después la del Antiguo Testamento griego,
mismos Apóstoles, y menos todavía la autoridad encargando de ello a comisiones a propósito. Y
de los textos originales, y resistió a una parte está abiertamente contra el precepto de la Encí
de los Padres, que querían el uso exclusivo de clica Prouidentissimus Deus: “ Sin embargo, no
la Vulgata como única autoridad. Ahora bien, el habrán de dejarse de tener en cuenta las anti
anónimo sentencia que en virtud del decreto guas versiones, que la antigüedad cristiana alabó
Tridentino se posee en la versión latina un texto y empleó, principalmente los códices primitivos”
declarado superior a todos los demás, reprocha (Enchir. Bibl. n. 91; AAS 26 [1893/94] 281; en esta
a los exegétas querer interpretar la Vulgata con Colección: Encíclica 66, 23 pág. 496).
la ayuda de los originales y de las otras versio En suma, el Concilio Tridentino declaró “ autén
nes antiguas. Para él el decreto da la “ certeza tica” la Vulgata en sentido jurídico, esto es, en
del Sagrado Texto” , así que la Iglesia no tiene cuanto se refiere a la “ fuerza probativa en cosas
necesidad de “ buscar aún la auténtica palabra de fe y moral” , mas sin excluir de ningún modo
de Dios” (pág. 7), y esto no solamente “ en las posibles divergencias con el texto original y con
cosas de la fe y de la moral” , sino en todos los las antiguas versiones, como todo buen libro de
aspectos (incluso literarios, geográficos, crono Introducción Bíblica expone claramente según las
lógicos, etc.). La Iglesia con aquel decreto nos ha Actas del Concilio mismo” (AAS. 33 [1941] 468).
dado, según él, “ el Texto auténtico y oficial, del (28) Conc. Trid. Decr. de edit. et usu Sacr.
cual no es lícito apartarse” (pág. 6), y hacer la Lbr. (Conc. Trid. Goerres, Frib. X, 471; véase voi.
crítica textual es un “ mutilar la Sagrada Escri- V, 29, 59, 65; X 446-447).
1636 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 178, 26
tino de que la Vulgata fuese la versión dad y sin peligro de errar en las dispu
latina que todos usasen como auténtica, tas, lecciones y predicaciones; y por
esto en verdad, como todos los saben, tanto este género de autenticidad no se
solamente se refiere a la Iglesia latina, llama con nombre primario crítica, sino
y al uso público de la misma Escritura, más bien jurídica.
y no disminuye sin género de duda en
modo alguno la autoridad y valor de 26. Los textos originales prevalecen
los textos originales. Porque no se tra aún en las versiones populares. Por
taba de los textos originales en aquella lo cual esta autoridad de la Vulgata en
ocasión, sino de las versiones latinas cosas doctrinales de ninguna manera
que en aquella época corrían de una prohibe — antes por el contrario hoy
parte a otra, entre las cuales el mismo más bien exige— que esta misma d oc
Concilio con justo motivo decretó que trina se compruebe y confirme por los
debía ser preferida la que había sido textos primitivos, y que también sean
aprobada en la misma Iglesia con el a cada momento invocados como auxi
liares estos mismos textos, por los cua
largo uso de tantos siglos. Así, pues,
les dondequiera y cada día más se pa
esta privilegiada autoridad o, como di
tentice y exponga el recto sentido de
cen, autenticidad de la Vulgata no fue
las Sagradas Letras^. Y ni aun siquie
establecida por el Concilio principal ra prohibe el decreto del Concilio Tri
mente por razones críticas, sino más dentino que, para uso y provecho de
bien por su legítimo uso en las iglesias los fieles de Cristo y para más fácil
durante el decurso de tantos siglos; con inteligencia de la divina palabra, se
el cual uso ciertamente se demuestra hagan versiones en las lenguas vulga
que la misma está en absoluto inmune res, y eso aun tomándolas de los textos 310
de todo error en materia de fe y de originales, como ya en muchas regiones
costumbres; de modo que, conforme al vemos que loablemente se ha hecho,
testimonio y confirmación de la misma aprobándolo la autoridad de la Igle
Iglesia, se puede presentar con seguri- sia!80].
[29] Pío XII rompió por primera vez con la les, más cercano al clásico que se estudia hoy
tradición varias veces secular de emplear la ver día en los Colegios humanísticos, resultó más
sión de la Vulgata en el Oficio Divino que los fácilmente inteligible, que fue una de las fina
sacerdotes latinos están obligados a rezar diaria lidades de la nueva versión. En el Motu Proprio
mente, pues, a partir de San Pío V (1566-1572), de 1945 relata Pío XII brevemente la historia del
el texto litúrgico oficial latino del Breviario era Salterio de la Vulgata, señalando sus deficien
el de la Vulgata, declarado auténtico por el Con cias para afirmar luego que con la nueva ver
cilio Tridentino y que corresponde al llamado sión se ha querido hacer eco de las preces que
Salterio galicano, una de las tres ediciones lati se han elevado a la Santa Sede pidiendo una
nas de los Salmos que sobre la base de la versión nueva versión autorizada, y concede su libre uso.
latina de las Héxaplas de Orígenes (seis versio Todas las ediciones del Breviario hechas desde
nes en seis diferentes idiomas y columnas que entonces adoptaron el nuevo texto. El P. Bea
presentó Orígenes). Aun después de la reforma dice en su libro: El Nuevo Salterio (Barcel<?na,
del Breviario de San Pío X, en que se ordenaba Herder, 1947, 169-171) señala la transcendencia de
el rezo del Salterio íntegro cada semana (por la este paso que rompe en cuanto al Salterio con la
Constitución Apostólica Divino Afflatu, l-XI-1911; Vulgata: “ La idea de Su Santidad Pío XII de
AAS. 3 11911] 633-638) no varió el texto de la sustituir la traducción de los Salmos, arraigada
Vulgata que no está hecho directamente del he en la Iglesia por un uso plurisecular, es dema
breo sino de la versión griega de los Septua- siado grandiosa para ser comprendida en.segui
ginta (LXX). Como esa traducción resultaba en da por todos; es ésta una de aquellas atrevidas
no pocos casos de difícil inteligencia, Pío XII inspiraciones con las cuales el Espíritu Santo
encargó una traducción latina, directa del hebreo suele hacer avanzar a la Iglesia aun contra la
a los profesores del Pontificio Instituto Bíblico expectación de muchos, e incluso contra la vo
que estaba entonces bajo la rectoría del P. Agus luntad de algunos. Por lo demás, esta atrevida
tín Bea, S.J. El 24 de Marzo de 1945 ofrecía idea ha encontrado entusiasta acogida en muchos,
Pío XII, por su Motu Proprio In Cotidianis Pre- e incluso no faltan voces que cauta y calurosa
cibus, (AAS. 37 [1945] 65-67) la nueva traducción, mente peroran la causa de una nueva traducción
conocida hoy con el nombre de Salterio piano, de los textos originales de toda la Biblia... De
para su empleo facultativo en la recitación del cualquier modo que sea, el paso —¿o diremos
Oficio Divino tanto público como privado. Según quizás el primer paso?— dado por el Santo Pa
respuesta de la Pontificia Comisión Bíblica del dre, otorgando a la Iglesia una nueva traducción
22 de Actubre de 1947 (AAS. 39 [1947] 508) puede de los Salmos, quedará, ciertamente, como uño
emplearse la nueva versión también en las de de los más memorables en la historia de la Sa
más oraciones y ceremonias litúrgicas, siempre grada Escritura.”
que se trate de salmos íntegros fuera de la Santa [30] Con la aprobación de Pío XII, dada el 22
Misa. Escrita no en latín eclesiástico estricto sino de Agosto de 1943, el P. Jaime M. Vosté, O.P.,
en aquel que se emplea en los documentos oficia- consultor Secretario de la Pontificia Comisión
173,27 E n cíc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1637
28. Las declaraciones del Magis ción de los mismos no solamente ayude
terio; explicación de los Padres y ana a los doctores teólogos para proponer y
logía de la fe. Sólo que los exégetas confirmar los dogmas de la fe, sino que
de las Sagradas Letras, acordándose sea también útil a los sacerdotes para
que aquí se trata de la palabra divina explicar ante el pueblo la doctrina cris
mente inspirada, cuya custodia e inter tiana, y finalmente sirva a todos los
pretación fue por el mismo Dios enco fieles para llevar una vida santa y dig
mendada a la Iglesia, no menos dili na de un hombre cristiano.
gentemente tengan cuenta de las expo
siciones y declaraciones del magisterio 2. Recto uso del sentido espiritual y
de la Iglesia, y asimismo de la explica los otros sentidos
ción dada por los Santos Padres, como 30. Recházase el abuso de la inter
también de la analogía de la fe, co pretación llamada mística. Una vez
mo sapientísimamente lo advirtió L eón que hubieren dado, como hemos dicho,
XIII en las Letras Encíclicas t{Provi- ante todo tal interpretación teológica,
dentissimus Deus” (Z2\ eficazmente obligarán a callar a los que
aseverando que en los comentarios bí
29. Preferencia a la doctrina teoló blicos apenas hallan nada que eleve la
gica. Traten también con singular em mente a Dios, nutra el alma, promueva
peño de no exponer únicamente — cosa la vida interior, repiten que es preciso
que con dolor vemos se hace en algunos acudir a cierta interpretación espiri
comentarios— las cosas que atañen a tual, que ellos llaman mística. Cuán
la historia, arqueología, filología y otras poco acertado sea éste su modo de ver,
disciplinas por el estilo; sino que, sin lo enseña la misma experiencia de mu
dejar de aportar oportunamente aqué chos que, considerando y meditando
llas, en cuanto pueden contribuir a la una y otra vez la palabra de Dios, per
exégesis, muestren principalmente cuál feccionaron sus almas, y se sintieron
es la doctrina teológica de cada uno de movidos de vehemente amor a Dios;
los libros o textos respecto de la fe y como también lo muestran a las claras
costumbres, de suerte que esta exposi- la perpetua educación de la Iglesia y
lías y en obras ascéticas; mas el sentido resul puesta por Agustín, a saber, no hay que apar
tante aun de las acomodaciones más felices, tarse lo más mínimo del sentido literal, y por así
cuando no esté comprobado, como se ha dicho decir obvio, a no ser en tanto en cuanto o la
más arriba, no puede llamarse verdadera y es razón impida retenerlo o la necesidad obligue a
trictamente sentido de la Biblia ni puede decirse abandonarlo” (Ench. Bibl. n. 97; en esta Colec
que fue inspirado por Dios al hagiógrafo. ción: Encíclica 66, 29 pág. 498). Así habla tam
“ En cambio, el anónimo, que no hace ninguna bién Benedicto XV en la Encíclica Spiritus Pa-
de estas distinciones elementales, quiere impo raclitus: “ Consideremos con la mayor diligencia
ner las elucubraciones de su fantasía como sen las palabras mismas de la Escritura, para que
tido de la Biblia, como “ verdaderas comuniones conste con certidumbre qué dijo el escritor sa
espirituales de la sabiduría del Señor’ ’ (pág. 45), grado” (Enchiridion Bibl. n. 498; AAS. 12 [1920]
y desconociendo la capital importancia del sen 410; en esta Colecc.: Encíclica 120, 32 pág. 951);
tido literal, calumnia a los exégetas católicos donde, ilustrando el ejemplo y los principios
de considerar “ sd/o el sentido literal” y conside exegéticos del “ Doctor Máximo en la exposición
rarlo “ de modo humano, tomándolo sólo mate de las Sagradas Escrituras” , San Jerónimo, el
rialmente, por aquello que suenan las palabras” cual “ colocado a buen seguro el significado lite
(pág. 11), más aún, de estar “ obsesionados por ral e histórico, investiga los sentidos interiores
el sentido literal de la Escritura” (pág. 46). El y más profundos, para apacentar el espíritu con
rechaza de este modo la regla de oro de los manjar más exquisito” (Ench. Bibl. n. 499; AAS.
doctores de la Iglesia, tan claramente formulada 12 [1920] pág. 411; en esta Colecc.: Encíclica 120,
por el Aquinatense: “ Todos los sentidos se fun 33 pág. 952), recomienda a los exégetas “ modes
dan sobre uno, a saber el literal, del cual sólo tamente y moderadamente ascienden del sentido
puede argumentarse” (S. Thomas, Sum. Theol. literal a más altas consideraciones” (Ench. Bibl.
I, q. 1, 10 ad lum ); regla que los Sumos Pontí n. 499; AAS. 12 [19201 412; en esta Colecc.: Encí
fices sancionaron y consagraron cuando prescri clica 120, 34 pág. 953). Finalmente ambos Sumos
bieron que, ante todo, se busque con sumo cui Pontífices, León XIII y Benedicto XV, insisten,
dado el sentido literal. Así por ejemplo, León con las palabras mismas de San Jerónimo, sobre
XIII en la Encíclica Providentissimus Deus: el deber del exégeta: “ Oficio del comentarista es
“ Por tanto, con el estudio de ponderar qué exponer, no lo que él quiere, sino lo que siente
valor tengan las palabras mismas, qué signifique aquel, a quien interpreta” (Ench. Bibl. n. 91;
la ilación de las cosas, qué la semejanza de lu n. 500; en esta Colecc.: Encícl. 66, 23; 120, 35 pá
gares y demás por el estilo, asóciese también la ginas 496 y 953).
luz de una adecuada erudición” (Enchiridion Bi- (32) León XIII, Encícl. Provident. Deus, 18-XI-
blicum n. 92; en esta Colección: Encíclica 66, 24 1893. ASS. 26 (1893/94) 281; Leonis XIII Acta 13,
pág. 496) y más adelante: “ Sujétese religiosamen 345-46; Enchir. Bibl. nrs. 109-111 (94-96); en esta
te (el exégeta) a aquella regla sabiamente pro- Colección: Encíclica 66, 27 pág. 497.
178, 31-34 E n c íc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1639
petidos tanteos de San Jerónimo para edad, así como acumula nuevas cuestio
traducir los Salmos de tal manera que nes y nuevas dificultades, así también, 314
se descubriese con claridad su sentido ¡por el favor de Dios, suministra nue
literal, o expresado en las palabras mis vos recursos y subsidios de exégesis.
mas. Hay por fin otros libros o sagra Entre éstos parece digno de peculiar
dos textos cuyas dificultades ha descu mención el que los teólogos católicos,
bierto precisamente la época moderna, siguiendo la doctrina de los Santos Pa
desde que por el conocimiento más pro dres y principalmente del Angélico y
fundo de la antigüedad han nacido Común Doctor, han explorado y pro
nuevos problemas que hacen penetrar puesto la naturaleza y los efectos de la
con más exactitud en el asunto. Van, inspiración bíblica mejor y más per
pues, fuera de la realidad algunos que, fectamente que como solía hacerse en
no penetrando bien las condiciones de los siglos pretéritos.
la ciencia bíblica, dicen sin más que al
exégeta católico de nuestros días no le 38. La inspiración no suprime la
queda nada que añadir a lo que ya
característica del hagiógrafo. Dehe es
produjo la antigüedad cristiana; cuan
tudiarse. Porque partiendo del princi
do por el contrario estos nuestros tiem
pio de que el escritor sagrado al com
pos han planteado tantos problemas
poner el libro es órgano o instrumento
que exigen nueva investigación y nuevo
del Espíritu Santo, con la circunstancia
examen, y estimulan no poco el estudio
de ser vivo y dotado de razón, recta
activo del intérprete moderno.
mente observan que él, bajo el influjo
de la divina moción, de tal manera usa
2. Se ha de tener en cuenta la índole de sus facultades y fuerzas, que fácil
del escritor sagrado mente puedan todos colegir del libro
37. Atender la naturaleza y los efec nacido de su acción la índole propia de
tos de la inspiración. Porque nuestra*6 cada uno y por decirlo así sus singula-
método histórico usado por los eximios historia La Pontificia Comisión Bíblica en su decreto
dores grecolatinos y modernos, no obstante per sobre la autenticidad mosaica del Pentateuco,
tenecen al género histórico en un sentido verda 27-VI-1906 (ASS. 39 [1906] 377-378) declara que
dero, que los exégetas han de investigar y pre las razones aducidas contra la autenticidad de
cisar, y que los mismos capítulos, con estilo sen Moisés no son de tanto peso que den derecho a
cillo y figurado, acomodado a la mente del pue afirmar la no procedencia de Moisés; admite la
blo poco culto, contienen las verdades princi posibilidad de que Moisés haya empleado secre
pales y fundamentales en que se apoya nuestra tarios y usado fuentes anteriores, de que haya
propia salvación, y también una descripción po habido ulteriores adiciones —dejando en salvo la
pular del origen del género humano y del pueblo autenticidad mosaica substancial—, cambios de
escogido” . vocablos arcaicos por otros más modernos y
6. - Otro problema muy discutido que plantea errores de los copistas, pero rechaza la tesis de
el Génesis es la autenticidad mosaica del “ Pen que la mayor parte de los libros sean compila
tateuco” (los primeros cinco libros de la Biblia). ciones de fuentes posteriores a Moisés.
Tanto judíos como cristianos han tenido a Moisés Una “ Introducción especial al Antiguo Testa
por autor del Pentateuco. Pero por cuanto Moi mento” de Holzhey fue 1912 prohibido para los
sés vivió en el siglo XIII antes de Cristo no pudo seminaristas y 1913 puesto en el Indice de los
ser testigo presencial de todos los acontecimien Libros prohibidos por mostrarse excesivamente
tos que relata. No hay necesidad de creer que favorable a la tesis de Wellhausen (AAS. 4 [1912]
tuvo revelaciones directas de los hechos ni se 530-531 y AAS. 5 [1913] 9-10). Y en 1920 condenó
presume, sino que aprovechó ciertas fuentes el Santo Oficio un artículo de Touzard sobre
orales y escritas anteriores a él. (Otras partes “ Moisés y Josué” por la misma razón (AAS. 12
como por ejemplo su propia muerte y sepultura [1920] 158). Aparece allí la mente de la Iglesia.
[Deuteron. 31-34] fueron compuestos naturalmente La Carta de la Comisión Bíblica, 16-1-1948, al
por otro autor inspirado). Cardenal Suhard de París trata en su primera
La “ crítica” racionalista y, sobre todo, Graf y parte expresamente del problema de las fuentes
Wellhausen distinguieron después cuatro fuen del Pentateuco, diciendo que la Respuesta del 27
tes, aplicando diversos criterios lingüísticos, lite de Junio de 1906 no se opone “ a un ulterior exa
rarios, históricos y, ante todo, litúrgicos y cultua men verdaderamente científico de aquellos pro
les; mas el principio decisivo y criterio ordena blemas” pero cree que, por el actual estado pro
dor fue para ellos el evolucionismo cultural y visorio de las investigaciones, no hay necesidad
religioso, principio y criterio que resultan hoy de “ nuevos decretos sobre dichas cuestiones”
día insostenibles científicamente. El sistema well- (véase el texto completo en la nota [43] de la
hausiano fue aceptado universalmente por los no presente Encíclica).
católicos y resistido por los autores católicos, Si se conserva la “ substancial autencidad mo
aunque algunos de ellos, como por ejemplo el saica del Pentateuco” , la Iglesia deja libertad a
célebre P. Lagrange O.P., consideraron el sistema los investigadores y aceptará los sólidos e irre
probable en lo sustancial (naturalmente no en su futables argumentos científicos que se aporten
aspecto evolucionístico). acerca de las fuentes.
1642 E n cíclicas del PP. P ío XII (1943) 178 , 39-40
res caracteres y rasgos^5K Así, pues, el claro en las palabras y escritos de los
intérprete con todo esmero, y sin des antiguos Orientales como en los escri
cuidar ninguna luz que hayan aportado tores de nuestra edad. Porque no es
las investigaciones modernas, esfuér con solas las leyes de la gramática o
cese por averiguar cuál fue la propia filología, ni con el solo contexto del
índole y condición de vida del escri discurso con lo que se determina qué
tor sagrado, en qué edad floreció, qué es lo que ellos quisieron significar con
fuentes utilizó ya escritas ya orales, y las palabras; es absolutamente necesa
qué formas de decir empleó. Porque a rio que el intérprete se traslade men- 315
nadie se oculta que la norma principal talmente a aquellos remotos siglos del
de interpretación es aquella en virtud Oriente, para que, ayudado convenien
de la cual se averigua con precisión y temente con los recursos de la historia,
se define qué es lo que el escritor pre arqueología, etnología, y de otras disci
tendió decir, como egregiamente lo ad plinas, discierna y vea con distinción
vierte S a n A t a n a s i o : Aquí, como con qué géneros literarios, como dicen, qui
viene hacerlo en todos los demás pasa sieron emplear y de hecho emplearon
jes de la divina Escritura, se ha de los escritores de aquella edad vetus-
observar con qué ocasión habló el taí3
37b
6
3
5
Apóstol; se ha de atender con cuidado 40. El Antiguo Oriente pensaba en
y fidelidad cuál es la persona, cuál el forma distinta, la cual debe investi
asunto que le movió a escribir, no sea
garse. Porque los antiguos Orientales
que uno, ignorándolo, o entendiendo
no empleaban siempre las mismas for
algo ajeno a ello, vaya descarriado del
mas y las mismas maneras de decir que
verdadero sentido^*). nosotros hoy, sino más bien aquellas
que estaban recibidas en el uso corrien
4. Importancia del género literario, te de los hombres de sus tiempos y paí
especialmente en la historia ses. Cuáles fuesen éstas, no lo puede el
39. El sentido que fluye del ambien exégeta establecer como de antemano,
te antiguo. Por otra parte, cuál sea el sino con la escrupulosa indigación de
sentido literal, no es muchas veces tan la antigua literatura del Oriente. Ahora
(35) Véase Benedicto XV, Encícl. Spiritus Pa- cas o simbólicas, ni en parte históricas y en
raclitus, 15-IX-1920; ASS. 12 (1920) 390; Enchir. parte fingidas para edificación de los lectores
Bibl. nr. 445 (461); en esta Colecc.: Encícl. 120, 6 sino que no puede ponerse en duda el sentido
págs. 937-938. literal histórico, sobre todo en aquellos puntos
que constituyen “ /os fundamentos de la Religión
(36) S. Atanasio, Contra Arianos, 1, 54 (Migne cristiana, como son, entre otros, la creación de
P. G. 26, col 123). todas las cosas hechas por Dios en el principio
(37) Ya los Santos Padres habían sentido las del tiempo; la peculiar creación del hombre; la
dificultades del texto del Génesis, hoy al parecer formación de la primera mujer del primer hom
aumentadas por los descubrimientos de la paleon bre; la unidad del género humano; la felicidad
tología y los relatos de los orígenes del género original de los primeros padres en el estado de
humano y las literaturas orientales y de los pue justicia, integriclad e inmortalidad; el precepto
blos primitivos en general. Lo que hoy los exé- puesto por Dios al hombre para probar su obe
getas tratan de resolver en parte con los géneros diencia; la transgresión del divino precepto por
literarios que variaron de ayer a hoy, a fines del sugestión del demonio bajo la forma de serpiente;
siglo pasado no pocos autores, entre ellos aun la expulsión de los primeros padres de aquel
algunos católicos pensaban poderlo resolver de primitivo estado de inocencia, y la promesa de
clarando relato simbólico el de los primeros un Reparador futuro” . En otros puntos de la
capítulos del Génesis. respuesta concede, sin embargo, que no todas las
frases y palabras deben tomarse en sentido pro
La Pontificia Comisión Bíblica respondió pri pio, ni menos aun científico, que los días del
mero a una pregunta más general de si se podía primer capítulo pueden interpretarse como lar
admitir como principio de recta exégesis la sen gos períodos, que hay libertad de opinar donde
tencia que sostiene que los libros de la Sagrada no hay consentimiento unánime de los Santos
Escritura tenidos total o parcialmente históricos, Padres y que, además del sentido literal pueden
solamente presenten apariencia de historia, que, admitirse aún interpretaciones alegóricas o pro-
debe probarse con sólidos argumentos y sólo en féticas.
el caso en que la Iglesia no haya manifestado su El 16 de Enero de 1948 volvió la Pontificia
juicio en cierto sentido positivo o negativo (Res Comisión Bíblica en su célebre carta al Cardenal
puesta del 23 de Junio de 1905, ASS. 38 [1908/09] Suhard de París sobre el tema ampliando sus
124-125, Enchir. Bibl. 154); luego respondió a una consideraciones a los once primeros capítulos del
pregunta más precisa (30 de junio de 1909; AAS. Génesis (véase nota [43] de esta Encíclica).
1 [1909] 567-569, Enchir. Bibl. n. 332-39) de si El Papa mismo trató el asunto en la Encíclica
dichos tres primeros capítulos son históricos: que Humani Gerteris, 12-VIII-1950 haciendo referencia
esas narraciones no son mitológicas, ni alcgóri- a la Carta anterior (AAS. 42 [1950] 561).
178, 41-42 E n cíc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1643
47. Las razones que deben mover a fuerzas contribuya a la utilidad de to
la comprensión de los investigadores. dos, al adelanto cada día mayor de la
Libertad cuando no hay declaración doctrina sagrada y a la defensa y honor
del Magisterio. Porque tengan en pri de la Iglesia. Esta verdadera libertad
mer término ante los ojos que en las de los hijos de Dios, que retenga fiel
normas y leyes dadas por la Iglesia se mente la doctrina de la Iglesia, y como
trata de la doctrina de fe y costumbres; don de Dios reciba con gratitud y em- 320
y que entre las muchas cosas que en plee todo cuanto aportare la ciencia
los Sagrados Libros, legales, históricos, profana, levantada y sustentada, eso sí,
sapienciales y proféticos se proponen, por el empeño de todos, es condición
son solamente pocas aquellas cuyo sen
y fuente de todo fruto sincero y de todo
tido haya sido declarado por la auto
sólido adelanto en la ciencia católica,
ridad de la Iglesia, ni son muchas aque
llas de las que haya unánime consenti como preclaramente lo amonesta Nues
miento de los Padres. Quedan, pues, tro Antecesor de feliz recordación L eón
muchas, y ellas muy graves, en cuyo XIII, cuando dice: Si no es con el con
examen y exposición se puede y debe sentimiento de los ánimos y colocados
libremente ejercitar la agudeza y el en firme los principios, no será posible
ingenio de los intérpretes católicos, a esperar de los esfuerzos aislados mu
fin de que cada uno conforme a sus* chos grandes frutos en esta ciencia^K
admitir un progreso creciente de las leyes mosai antiguos pueblos de Oriente, su psicología, su
cas, debido a condiciones sociales y religiosas de modo de expresarse y la noción misma que ellos
los tiempos posteriores, progreso que se refleja tenían de la verdad histórica. En una palabra,
incluso en los relatos históricos. Sin embargo, haría falta unir sin prejuicios todo el material
sobre la naturaleza y el número de tales docu científico, paleontológico e histórico, epigráfico y
mentos, sobre su nomenclatura y fecha, se pro literario. Sólo así puede esperarse ver más claro
fesan hoy, aun en el campo de los exégetas no en la naturaleza de ciertas narraciones de los
católicos, opiniones muy divergentes. Y no faltan primeros capítulos del Génesis. Con declarar a
en varios países autores, que, por motivos mera priori que estos relatos no contienen historia en
mente críticos e históricos, sin ninguna tendencia el sentido moderno de la palabra, se dejaría fá
apologética, rechazan resueltamente las teorías cilmente entender que en ningún modo la con
hasta ahora más en boga y buscan la explicación tienen, mientras de hecho refieren en un lengua
de ciertas particularidades del Pentateuco, no je simple y figurado, acomodado a la inteligencia
tanto en la diversidad de los supuestos documen de una humanidad menos avanzada, las verdades
tos cuánto en la especial psicología y en los sin fundamentales presupuestas por la economía de
gulares procedimientos, ahora mejor conocidos, la salvación, al mismo tiempo que la descripción
del pensamiento y de la expresión entre los anti popular de los orígenes del género humano y del
guos orientales, o también en el diverso género pueblo elegido. Entre tanto hay que practicar la
literario requerido por la diversidad de materia. paciencia que es prudencia y sabiduría de la
Por eso invitamos a los doctos católicos a estu vida” . Y para confirmación de esta última verdad
diar estos problemas sin prevenciones, a la luz aduce las palabras de Divino Afflantc Spirita
de una sana crítica y de los resultados de aque que se consignan aquí en el nr. 21. (AAS. 35
llas ciencias que tienen interferencias con esta [1943] 319).
materia. Tal estudio conseguirá, sin duda, con' Las palabras del último párrafo de la carta de
formar la gran parte y el profundo influjo que la Comisión Bíblica fueron aprovechados por
tuvo Moisés como autor y como legislador. algunos para negar totalmente la historicidad
“ Bastante más oscura y compleja es, continúa de los 11 primeros capítulos del Génesis. Dos
el importante documento, la cuestión de las for años más tarde deploró Pío XII, en la Encíclica
mas literarias de los primeros once capítulos del Iiumani Generis, 15-VIII-1950, la falsa interpre
Génesis. Tales formas literarias no responden a tación que se habían dado a tan mesuradas y
ninguna de nuestras categorías clásicas y no se claras palabras, diciendo:
pueden juzgar a la luz de los géneros literarios "D el mismo modo que en las ciencias biológicas
grecolatinos o modernos. No se puede, pues, ne y antropológicas, hay algunos que también en las
gar ni afirmar en bloque la historicidad de todos históricas traspasan audazmente los límites y las
aquellos capítulos, aplicándoles irrazonablemente cautelas establecidas por la Iglesia. Y de un
las normas de un género literario bajo el cual modo particular es deplorable el modo extraordi
no pueden ser clasificados. Que estos capítulos nariamente libre de interpretar los libros histó
no forman una historia en el sentido clásico y ricos del Antiguo Testamento. Los fautores de
moderno, podemos admitirlo; pero es un hecho esta tendencia, para defender su causa, invocan
que los datos científicos actuales no permiten dar indebidamente la carta que no hace mucho tiem
una solución positiva a todos los problemas que po la Comisión Pontificia para los Estudios Bíbli
presentan dichos capítulos. El primer oficio de cos envió al arzobispo de París” (AAS. 42 [1950]
la exégesis científica en este punto consiste, ante 576).
todo, en un atento estudio de todos los proble
mas literarios, científicos, históricos, culturales (44) León XIII, Carta Apost. Vigilantiac, 30-X
y religiosos que tienen conexión con aquellos 1902; ASS. 35 (1902/03) 237; Leonis XIII Acta 22,
capítulos. Después sería preciso examinar con 237; Enchir. Bibl. nr. 143 (136).
más detalle el procedimiento literario de los
178, 48 E n c íc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1647
y sobre todo a los sacerdotes, incumbe durante tantos siglos por los más excel
la grave obligación de servirse abun sos ingenios. Porque los Sagrados Li
dantemente de este tesoro, acumulado bros no se los dio Dios a los hombres
por el Espíritu Santo tanto en el Nuevo como gresos de esta ciencia debidos a la sagácidad de
en el Antiguo Testamento, cómo se perciben los nuestros contemporáneos sacará él su provecho,
progresos de la revelación desde los orígenes pero despreciará las opiniones temerarias de los
hasta Nuestro Señor Jesucristo y los apóstoles, innovadores” (Pío X, Quoniam in re bíblica,
cuál es la relación y la unión que existe entre 27-III-1906, Pii X Acta 3, 75; ASS. 39 (1906) 79;
el Antiguo y el Nuevo Testamento, y no olvidará Enchir. Bibl. nr. 168; Muñoz Iglesias, Documen
mostrarles bien cuál es la importancia espiritual, tos Bíbl. nr. 182, p. 270; en esta Encícl. nota 17).
aun en nuestra época, del Antiguo Testamento. “ En la elección de las partes que haya de
Esfuércese, pues, en exponer con gran cuidado explicar con más cuidado no se basará sobre la
estas cosas cada vez que tenga ocasión de ello, pura erudición, sino que expondrá lo que aclara
bien en la “ Introducción general o especial” , y define la “ dpctrina” de los dos Testamentos,
bien en la exégesis. Es de gran utilidad, a este para no limitarse, según expresión de San Gre
propósito, ilustrar con ejemplos sacados de la gorio, a “ morder” la corteza, sin llegar al meollo
historia, sagrada y profana, cuánto ha hecho (Moralia, 20, 9; Migne, P.L. 76, 149). Y así expli
Dios para salvar a todos los hombres y condu cará en el Antiguo Testamento principalmente la
cirlos al conocimiento de la verdad (Véase I Tim. doctrina de los orígenes del género humano, las
2, 4) y cómo su providencia paternal ha dispues profecías mesiánicas, los salmos; en la explica
to y gobernado todas las cosas con sabiduría para ción del N.T. dará un resumen metódico de toda
que cooperen “ al bien de aquellos que, según su la vida de Cristo y comentará en detalle, por
designio, han sido llamados a la santidad” (véase lo menos, las partes del Evangelio y de las epís
Romanos 8, 28). tolas que son leídas en público en la Iglesia los
“ No cabe dudar que estas razones sobrenatu Domingos y días de fiesta. Añadirá la historia de
rales y religiosas, expuestas y demostradas como la Pasión y de la Resurrección, y explicará com
conviene, han de provocar en las almas de los pletamente una, al menos, de las epístolas de San
alumnos un más profundo amor y una mayor Pablo, sin olvidar los pasajes de las otras cartas
estima de los libros santos, con lo que resultarán que tienen una importancia doctrinal.
fáciles, y agradables aun los estudios más áridos, “ En su oficio de interpretación, el profesor
como los de las lenguas hebrea y griega, estu expondrá en primer lugar, clara y suficiente
dios que no pueden ser completamente omitidos mente, el sentido literal del texto, recurriendo, si
en los Seminarios y Escolasticados sin que con es preciso, al texto original. Pero en la deter
ello se corra el peligro de que la ignorancia de minación del sentido literal no procederá como
estas lenguas aleje a los clérigos de los textos hacen hoy, desgraciadamente, muchos exégelas,
inspirados originales y les impida comprender que no tienen en cuenta sino las palabras y el
bien y juzgar rectamente de las traducciones contexto próximo, sino que deberá tener ante los
modernas” . (Véase Pío X, Letras Apostól. Quo- ojos las antiguas reglas que el Soberano Pontí
niam in re bíblica, 27-III-1906, Pii X Acta 3, 72- fice Pío XII, gloriosamente reinante, ha recordado
76; ASS. 39 [1906] 77-80; Enchr. Bibl. nr. 165; Mu de nuevo en la Encíclica Divino Afilante Spiritu,
ñoz Iglesias Documentos Bíblicos B.A.C. 1955 p. es a saber, que el exégeta busque atentamente lo
266-271, nrs. 169-187; veáse en esta Encíclica no que la Sagrada Escritura enseña en otros lugares
ta (17). paralelos, qué explicación dan de este texto los
Aunque reducidas, lenguas y crítica, a sus Santos Padres y la tradición católica; qué es lo
rasgos más generales, “ producirán de día en día que exige “ la analogía de la fe” ; cuáles, en fin,
frutos más abundantes en orden a la inteligencia si el caso lo requiere, la decisión de la Iglesia
del sentido de los libros. sobre la interpretación del texto (Pío XII Div.
“ En la “ Introducción general” se insistirá, Affl. Spiritu, 30-IX-1943, AAS. 35 [1943] 310; en
sobre todo, sin omitir, no obstante, por completo la presente Encíclica n. 27, pág. 1637; Muñoz Igle
las otras cuestiones, en la doctrina de la inspi sias, Documentos Bíblicos BAG 1955, nr. 635-636,
ración e inerrancia de las Sagradas Escrituras y págs. 538-539).
en las reglas de interpretación (hermenéutica). "Para llevar a cabo perfectamente todas estas
En la “ introducción especial” , tanto al Antiguo cosas, habrá de estar muy versado también en
como, sobre todo, al Nuevo Testamento, el pro la teología y lleno de un grande y sincero amor
fesor tratará diligentemente de los libros santos a la ciencia sagrada, y no separará jamás, apo
y mostrará con claridad el argumento de cada yándose exclusivamente sobre los principios crí
uno, cuál es su fin, el autor que lo ha escrito y ticos o literarios, su actividad exegética del con
en qué época” . Sin perderse en una vana erudi junto de la doctrina teológica.
ción “ tratará, sobre todo, exponer y demostrar “ Se esforzará también por explicar debidamen
con vigor lo que a los hombres de nuestro tiempo te el sentido espiritual de las palabras, con tal
puede servir de provecho espiritual y auxiliarles que, conforme a las reglas sapientísimas pro
eficazmente a resolver las dificultades y objecio puestas asimismo por los Soberanos Pontífices,
nes” . (Véase Pío X, Letras Apostól. Quoniam in conste con certeza que tal sentido ha sido inten
re bíblica, 27-III-1906, Pii X Acta 3, 73; 39 [1906] tado por Dios” (León XIII, Encícl. Providentissi-
78; Enchir. Bíblic. nr. 159; Muñoz Iglesias, Do mus Deus, 18-XI-1893, AAS. 26 [1893/94] 284; en
cumentos Bíbl. p. 268 nr. 173; véase nota (17) de esta Colección: Encíclica 66, 29-30, pág. 498;
esta Encíclica). Enchir. Bíbl. nr. 97; Benedicto XV, Spiritus
“ En la exposición exegética, el profesor no Paraclitus, 15-IX-1920, AAS. 12 [1920] 411; en esta
olvidará jamás que es la Iglesia a quien Dios ha Colección: Encícl. 120, 33 págs. 951-52; Enchir.
encargado no solamente la guarda de las Sagra Bibl. nr. 498 s.; Muñoz Iglesias, Documentos Bíbl.
das Escrituras, sino también el cuidado de inter BAC 1955 nr. 535 p. 440-441; Pío XII Encíclica
pretarlas, y que éstas no deben ser explicadas Divino Afflante Spiritu, arriba n. 30-31 pág. 1638-
sino en nombre de la Iglesia y con su espíritu, 1639; AAS. 35 [1943] 311.
dado que ella es “ la columna y apoyo de la “ Este sentido espiritual, expuesto con tanto
verdad” (ver I Tim. 3, 15). Por eso “ mirará cuidado y amor por los Santos Padres y los
como un deber sagrado no alejarse jamás ni un grandes exégetas, le será tanto más inteligible y
solo punto de la doctrina común y de la tradi lo propondrá a sus alumnos con tanta mayor
ción de la Iglesia; de todos los verdaderos pro piedad cuanto el mismo esté lleno de una mayor
178, 48 E n cíc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1649
para satisfacer su curiosidad o para Apóstol, para que estos divinos orácu
suministrarles materia de estudio e in los nos pudieran instruir para la salud
vestigación, sino, como lo advierte el por la fe que es en Cristo Jesús y a fin
pureza de corazón, de una más alta elevación de Acta 3, 76; ASS. 39 [1906] 80; véase nota 17 de
alma, de una más profunda humildad de espíritu, esta Encíclica) de los Seminarios y Colegios deben
de un mayor respeto y amor hacia Dios que nos añadirse a los Padres de la Iglesia y a los co
revela. mentarios de los grandes intérpretes católicos las
“ Las dificultades y oscuridades que al intér mejores obras de teología bíblica, de arquología
prete ocurren con frecuencia en los libros de las y de historia sagrada y, además, las enciclope
Sagradas Escrituras, el profesor no los atenuara dias o diccionarios bíblicos y las revistas de
ni las disimulará, sino que, después de haber ciencia bíblica, obras todas que los profesores,
expuesto leal y concienzudamente la cuestión, se por diversas razones, no pueden procurarse fá
esforzará, según sus posibilidades, por resolver cilmente por sí mismos, con grande inconveniente
el problema, ayudándose de las diversas disci para él y sus alumnos.
plinas. No olvide, sin embargo, que Dios ha 2. Procuren los superiores de los Seminarios y
sembrado de propósito los libros sagrados, que Colegios con igual cuidado y diligencia poner a
El mismo inspiró, de ciertas dificultades para disposición de los clérigos en su biblioteca par
excitarnos a investigarlos y escudriñarlos con ticular, aparte del volumen de la Biblia y del
mayor atención y para ejercitarnos con la salu manual de Sagrada Escritura, de que todos de
dable experiencia de nuestra propia limitación berán estar provistos, las obras que mejor y
en la debida humildad de espíritu” (Divino Affl. más eficazmente les ayuden a repasar las leccio
Spiritu, véase arriba nrs. 30 y 31; nrs. 44 y 45 nes oídas en las clases y complementarlas útil
pág. 1644-1645; A. A. S. 35 [1943] 328). mente.
“ El profesor expondrá, en la medida de lo 3. El profesor de ciencias bíblicas, para cumplir
posible, de manera sintética, todo esto, tratando convenientemente su oficio, debe entregarse com
con mayor detenimiento las cosas más importan pletamente a estas funciones y no ser cargado
tes y dando a las otras el desarrollo y el lugar con otras responsabilidades importantes; y los
que les convengan. Apliqúese desde el comienzo superiores velarán sobre él y le concederán las
a esta manera de exponer y procure perfeccio ayudas pecuniarias u otros apoyos precisos, hasta
narse en ella cada día, bien persuadido de que el punto de que acepte gustoso permanecer en
el fruto y la eficacia de su enseñanza dependen su puesto de profesor incluso durante toda su
de ello en gran parte. vida.
“ 3. El fin y el tono de las lecciones de Sagrada La primera condición de progreso para los
Escritura que se dan a los alumnos de los Semi estudios bíblicos consiste en suministrar al pro
narios y Colegios quedan determinados por el fesor todos los libros y subvenciones en dinero,
hecho de que no están destinados a formar “ es para que pueda progresar en la ciencia y asimi
pecialistas” , sino futuros sacerdotes y apóstoles. lar los progresos de ella, asistir a los congresos
La formación de los sacerdotes, bien que depen que se celebren en favor de estos estudios, visi
da en conjunto de las condiciones de vida y orga tar, si la ocasión se presenta, Tierra Santa y
nización del Seminario o del Colegio, recibe, sin publicar el fruto de sus investigaciones.
duda alguna, un impulso especial del estudio y Se aconseja, allá donde los alumnos son nume
del conocimiento de la Biblia. Es sobre todo a rosos (y aun en otras ocasiones para prever
través de esas lecciones, en efecto, como hay que con tiempo las futuras necesidades), que se nom
obtener que los futuros sacerdotes se den cuenta bren dos profesores: uno para el Antiguo y otro
y se persuadan de la grandísima influencia que para el Nuevo Testamento.
los libros santos tienen sobre el desarrollo de su 4. Se recomienda insistentemente al profesor de
propia vida sacerdotal y sobre la fecundidad de Sagrada Escritura cuidar del progreso de los
su vida apostólica. Por eso, el profesor, no con alumnos; que dé a un grupo de alumnos mejor
tento con suministrar a sus alumnos las nociones dotados un curso libre especial, ya sea de len
y conocimientos útiles y necesarios, les demos guas bíblicas o de otras que son necesarias o
trará también, siempre que tenga ocasión, cómo útiles a los estudios escriturísticos, ya de teolo
el conocimiento sólido, la lectura asidua y la gía bíblica, de historia, de arqueología o de algu
piadosa meditación de las Sagradas Escrituras na otra ciencia auxiliar. (Así también Pío X en
les ayudará a nutrir su propia santidad sacerdo Letras Apost. Quoniam in re bíblica, ASS. 39
tal, a formarla, a desarrollarla (véase S. Jerónimo [1906] 78; Muñoz Iglesias, Documentos Bíblicos
Epist. 130 in fine; Migne P.L. 22, 1224 [al 1124]; BAC. 1955, nr. 179 p. 269; Ench. Bibl. nr. 165;
Corp. Sacr. Eccl. Lat. 56, 201) y hacer fecundo véase nota 17 de la presente Encíclica).
su ministerio apostólico, especialmente los sermo 5. Se le aconseja también que prepare para
nes y el catecismo. los estudios especiales, con la prudencia y la
“ III. - Consejos y Normas moderación requeridas y con el consentimiento
“ Todo el mundo admite que los estudios bíbli de los superiores, a los mejores alumnos que den
cos, tan útiles para la piedad sacerdotal y la pruebas de especial afición a los libros santos,
actividad apostólica, merecen ser hechos y desen sin que, no obstante, olviden otros estudios
vueltos con el mayor celo, y por eso no puede (Pío X, Quoniam in re bíblica, Enchir. Bibl.
menos de deplorarse vivamente que no se les nrs. 157, 165; nr. 172; véase nota 17 de esta Encí
dé siempre el honor que merecen y que se les clica) donde el Papa indica el tema de sus lectu
sacrifique injustamente con frecuencia a otros ras y estudios; Pío XI, Motu Proprio Bibliorum
estudios y, a veces, hasta se los olvide indigna Scientiam sobre el valor de los grados y diploma
mente. Así, la Comisión Pontificia de Estudios por el Pontif. Instituto Bibl. 27-IV-1924; AAS. 16
Bíblicos, movida por las informaciones y los [1924] 180-182; Muñoz Iglesias Documentos Bíblicos
ruegos que le han venido de diversas partes del BAC 1955 nr. 565 p. 475; Enchir. Bibl. 418 s.).
mundo, ha juzgado útil recomendar instantemente 6. Dado que, en el corto espacio de tiempo
a los Ordinarios y Superiores de las Ordenes asignado frecuentemente a los cursos de Sagrada
religiosas, lo mismo que a los superiores de los Escritura, es muy difícil hacer frente de modo
Seminarios y a los profesores de Sagrada Escri oportuno a todo el programa requerido para la
tura, lo que sigue: formación teológica y ascética de los clérigos
1. En la Biblioteca bíblica (véase Pío X, Letras y para el buen empleo de la Sagrada Escritura
Apost. Quoniam in re bíblica, 27-III-1906, Pii X en la Liturgia y en la predicación, es muy de
1650 E ncíclicas del PP. P ío XII (1943) 178, 49-50
de que el hombre de Dios fuese per bién en sus ánimos suma veneración a 321
fecto y estuviese apercibido para toda la Sagrada Escritura.*S
8
.7
obra buena^K
50. Fomento del conocimiento de la
49. La exposición de estos tesoros, Biblia en el pueblo. Edición y difusión
evitando el sentido acomodaticio. Los de la Biblia. Por lo demás esta vene
sacerdotes, pues, a quienes está enco ración procúrenla aumentar más y más
mendado el cuidado de la eterna salva cada día los sagrados Prelados en los
ción de los fieles, después de haber fieles encomendados a ellos, dando
indagado ellos con diligente estudio las auge a todas aquellas empresas con las
sagradas páginas, y habérselas hecho que varones llenos de espíritu apostó
suyas con la oración y meditación, ex lico se esfuerzan laudablemente en ex
pongan cuidadosamente estas sobera citar y fomentar entre los católicos el
nas riquezas de la divina palabra en conocimiento y amor de los Sagrados
sermones, homilías y exhortaciones; Libros. Favorezcan, pues, y presten
confirmen asimismo la doctrina cris su auxilio a todas aquellas pías asocia
tiana con sentencias tomadas de los ciones que tengan por fin editar y di
Sagrados Libros, ilústrenla con precla fundir entre los fieles ejemplares im
ros ejemplos de la historia sagrada, y presos de las Sagradas Escrituras, prin
especialmente del Evangelio de Cristo cipalmente de los Evangelios, y procu
nuestro Señor, y todo esto — evitando rar con todo empeño que en las fami
con cuidado y diligencia aquellas aco lias cristianas se tengan ordenada y
modaciones propias del capricho indi santamente cotidiana lectura de ellas;
vidual y sacadas de cosas muy ajenas recomienden eficazmente la Sagrada
al caso, lo cual no es uso, sino abuso Escritura, traducida en la actualidad a
de la divina palabra— expónganlo con las lenguas vulgares con aprobación de
tanta elocuencia, con tanta distinción la autoridad de la Iglesia, ya de pala
y claridad, que los fieles no sólo se bra, ya con el uso práctico, cuando lo
muevan y se inflamen a poner en buen permiten las leyes de la Liturgia; y o
orden su vida, sino que conciban tam-*S 8 tengan ellos, o procuren que las tengan
.7
alabar y se recomienda encarecidamente la prác y Rdmos. Superiores de Ordenes religiosas que
tica, ya empleada con fruto en muchos colegios acepten y pongan por obra, con el amor y el
religiosos, de dar a los alumnos una introducción cuidado del bien común del que están animados,
sumaria para alentar y dirigir la lectura de la todo lo que acabamos de exponer. Se trata, en
S. E., que ellos proseguirán durante el curso de efecto, de hacer progresar de día en día la edu
sus estudios. Si esto se hace bien, el profesor cación de nuestros futuros sacerdotes y de nu
podrá, a lo largo de los cuatro años de teología, trirlos con la ciencia sólida y sagrada de que
detenerse más en la explicación de la doctrina deben servirse ya en el curso de sus estudios y
bíblica. luego durante toda su vida, evitando toda lige
7. Los clérigos alumnos de teología deberán reza, toda temeridad; siguiendo no su propio
componer una o dos veces en el curso del año juicio o su propia inspiración, sino las normas
una homilía sobre un pasaje de la Escritura, y de la ciencia sagrada y las leyes y preceptos
el profesor (de exégesis) dirigirá por si mismo de la Iglesia y las reglas de la más pura tradi
este trabajo y lo corregirá con cuidado... “ Así ción eclesiástica, de tal suerte que los libros sa
aprenderá a escribir” y “ a proponer ya a expli grados sean para él el alimento y el desarrollo
car al pueblo cristiano, con la ciencia, la com cíe su vida espiritual, como el pan cotidiano, la
petencia y el respeto necesario desde lo alto de luz y la fuerza, y en §1 ministerio apostólico, el
la cátedra, el sentido verdadero y justo de la socorro eficaz gracias al que atraigan muchas
palabra de Dios. almas a la verdad, al temor y al amor de Dios,
8. Para favorecer los estudios bíblicos poste a la virtud y a la santidad. No ignoramos, cierta
riores a la ordenación tanto para los sacerdotes mente, los numerosos y graves obstáculos que
seculares como regulares deberán los exámenes se oponen a una rápida y perfecta realización de
“ comprender cada año (además de las otras ma lo que se acaba de recomendar; pero tenemos la
terias) la preparación de algunas cuestiones im certeza de que los prelados diocesanos y los Su
portantes de introducción general y especial y periores religiosos harán todos los esfuerzos po
de exégesis, según las prescripciones del Derecho sibles, sin desalentarse jamás, para que el estu
Canónico” (Cód. Der. Canon, cánones 130 y 590). dio y el amor de la Sagrada Escritura florezca
Lo mismo vale de las colaciones o conferencias con nuevo vigor entre los clérigos y sacerdotes
que debe tener regularmente el clero secular y y aporten a sus almas y a su actividad frutos
regular, según los términos del mismo Derecho abundantes de vida y de gracia.”
Canónico (cánones 131 y 591). El profesor de Pío XII aprobó y ordenó su publicación en la
Sagrada Escritura escogerá el tema con cuidado, audiencia otorgada al Secretario consultor de la
será comentada y, si el caso lo requiere, publi Pont. Com. Bíbl. P. Atanasio Miller, OSB., el
cado en el Boletín diocesano u otra publicación. día 13 de mayo de 1950.
“ Rogamos instantemente a los Exc. Ordinarios (46) II Tim. 3, 15-17.
178, 51-56 E n cíc lic a “ D iv in o A fflante S p ir it u ” 1651
en este mismo manjar las almas de los ción que les espera: toda vez que aque
fieles para sacar de él conocimiento y llos que hubieren sido sabios brillarán
amor de Dios y el propio aprovecha como la luz del firmamento; y los que
miento y felicidad de las almas. enseñan a muchos la justicia, como es
trellas por toda la eternidad(58>.5 7
6
60. Los puntos de su cometido y su
galardono Entréguense, pues, de todo 61. Bendición Apostólica. Entre tan
corazón a este negocio los expositores to, mientras a todos los hijos de la
de la divina palabra. Oren, para enten- Iglesia, y especialmente a los profeso
cter(56)5
; trabajen para penetrar cada
7 res de la ciencia bíblica, al clero ado
día con más profundidad en los secre lescente y a los sagrados oradores
tos de las Sagradas Páginas; enseñen ardientemente les deseamos que, medi
y prediquen, para abrir también a otros tando continuamente los oráculos de
los tesoros de la palabra de Dios. Lo Dios, gusten cuán bueno y suave es el
que en los siglos pretéritos llevaron a espíritu del S e ñ o r i l ; a vosotros todos
cabo con gran fruto aquellos preclaros y a cada uno en particular, Venerables
intérpretes de la Sagrada Escritura, Hermanos y amados hijos, como pren
enrúlenlo también según sus fuerzas los da de los dones celestes y testimonio
intérpretes del día, de tal manera que, de Nuestra paterna benevolencia, os
como en los pasados tiempos, así tam impartimos de todo corazón en el Se
bién al presente tenga la Iglesia eximios ñor la Bendición Apostólica.
Doctores en exponer las Divinas Letras; Dado en Roma, en San Pedro, el día
y los fieles de Cristo, gracias al tra 30 del mes de setiembre, en la festivi
bajo y esfuerzo de ellos, perciban toda dad de San Jerónimo, Doctor Máximo
la luz, fuerza persuasiva y alegría de en exponer las Sagradas Escrituras, el
las Sagradas Escrituras. Y en este em año 1943, quinto de Nuestro Pontifi
pleo, arduo en verdad y grave, tengan cado.
también ellos por consuelo los Santos
5 L i b r o s y acuérdense de la retribu» PIO PAPA XII.
(56) S. Affust. De doctr. christiana 3, 56 (Migne (58) Dan 12, 3.
P.L. 34, 89). (59) Véase Sabid. 12, 1.
(57) I Macab. 12, 9.
1TO
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
Iglesia de Jesucristo, a fin de que, uni calamidad. Mi más ardiente deseo — es
dos en una sola falange, densa, concor cribe— es padecer y morir por la fe
de, inmóvil, resistan contra los esfuer de Cristo(12L Ninguna injuria, por lo
zos de la impiedad, cada día más ame tanto, ninguna contumelia, ningún in
nazadores. sulto me mueve... con tal que la fe
resulte sana y salva^1 13\ Y anhelando
2
1
5. Se anuncian los tres puntos que con fuerte y noble corazón la palma
tratará la Encíclica. Para conseguir del martirio, escribió estas magnánimas
tal efecto es absolutamente necesario palabras: He resuelto por la fe de Cris
que todos, siguiendo las huellas de S a n to ir al encuentro de cualquier clase
C i r i l o , consigan aquella concordia con de trabajo, soportar cualquier clase de
aquel triple lazo con que J e s u c r is t o , tormento, incluso de aquellos que se
fundador de la Iglesia, quiso que ésta tienen por los más graves entre los su
estuviera firme y compacta, como en plicios, hasta sostener al fin la muerte,
un celestial e irrompible vínculo esta que gustosamente aceptaré si es por
blecido por El; es decir, (1.) con una esta causal1*). Porque si tuviéremos
única fe católica, (2.) con una única miedo de predicar por la gloria de Dios
caridad hacia Dios y hacia el prójimo la verdad, a fin de no incurrir en cual
y, (3.) finalmente, con una única obe quier clase de molestias, ¿con qué cara,
diencia y sujeción a la legítima jerar pregunto, podremos exaltar ante el pue
quía constituida por el mismo Reden blo las luchas y los triunfos de los san
tor. Estos tres vínculos, como bien sa tos mártires? I15).
béis, Venerables Hermanos, son tan
necesarios, que si el uno o el otro de 7. Contra la herejía de Nestorio. Y
ellos viene a faltar, no se puede ya como en los cenobios del Egipto se
comprender en la Iglesia de Cristo una suscitaran en diversas ocasiones acé
verdadera unidad y concordia. rrimas disputas sobre la nueva herejía
nestoriana, él, como vigilantísimo pas
tor, advierte a los monjes de las peli
I. - La u n id a d d e l a Fe
grosas falacias de tal doctrina, no para
6. Trabajos de San Cirilo por ella. proporcionar un cebo más a las contra
Con el fin de conseguir empeñadamen propuestas disputas de palabras, sino
te y conservar vigorosamente esta sin para que si alguno — les escribe— os
cera concordia, deseamos que, como ataca, podáis no sólo evitar vosotros
ya ocurrió en aquellos procelosos tiem mismos estos perniciosos errores, sino
pos, así también en nuestros días el oponiendo la verdad a su frivolidad,
santo Patriarca alejandrino sea para podáis también inducir a los otros, co
todos maestro y modelo preclarísimo. mo buenos hermanos y con oportunas
Por comenzar tratando de la unidad de razones, a conservar constantemente,
la fe cristiana, nadie ignora su infati como preciosa margarita, la fe que en
gable prontitud en sostenerla con suma un tiempo fue transmitida a la Iglesia
energía. Nos — dice él— , que amamos por medio de los Santos Apóstoles^16).
la verdad y los dogmas de la verdad, Como fácilmente notarán todos aque
de ningún modo seguiremos a los here llos que hayan estudiado las cartas que
jes, sino que, pisando las huellas de la él hubo de dirigir a propósito de la
fe que nos han dejado los Santos Pa controversia de los antioquenos, puso
dres, custodiaremos contra todos los luminosamente de relieve que esta fe
errores el depósito de la divina reve cristiana que debemos salvar y defen
lación(11)1
. Con tal de combatir hasta la
3
2 der nosotros a toda costa, es doctrina
muerte esta buena batalla, estaba pron que Nos ha sido transmitida por el
to a soportar cualquier clase de acerba trámite de la Sagrada Escritura y de
(11) Cfr. In Ioann. 1. X (Migne P.G. 74, 419). (15) Ep. 9 (Migne P.G. 77, 63).
(12) Ep. 10 (Migne P.G. 77, 78). (16) E d . 1 (Migne P.G. 77, 14).
(13) Ep. 9 (Migne P.G. 77, 62). (17) Compárese Epist. 55 (Migne P.G. 77, 292-93).
(14) Ep. 10 (Migne P.G. 77, 70).
179, 8-9 E n cíc lic a “ O rientalis E cclesiae ” 1657
14. Por la unión con la Sede Apostó misma impiedad de Nestorio..., aunque
lica en Efeso. A todos es conocido des se lea contra ellos vuestra sentencia,
pués, Venerables Hermanos, que el san todavía conviene que Nos establezca
to Patriarca de Alejandría hizo en la mos lo que parece oportuno. En estos
celebración del Concilio de Efeso legal asuntos importa considerar muchas cir
mente las veces del Romano Pontífice, cunstancias, que la Sede Apostólica sue
que además envió a sus propios legados le tener siempre presentes... Si da espe
y les recomendó, sobre todo, que apo ranzas de corrección, queremos que
yaran la obra y la autoridad de S a n vuestra fraternidad se entienda por car
C i r i l o . A s í , pues, él presidió en nombre ta con el antioqueno... Hay que espe
del Obispo de Roma aquel sagrado rar de la divina misericordia que todos
concilio y firmó las actas el primero de vuelvan al camino de la verdad(32>. Y
todos. Tan brillantemente resplandeció S a n C i r i l o , obedeciendo a esta norma
a los ojos de todos la concordia entre que le sugería la Sede romana, comen
la Sede Apostólica y la Sede alejandri zó a tratar con los Obispos de la pro
na, que en la segunda sesión del con vincia antioquena del restablecimiento
cilio, cuando fue leída públicamente de la paz y del modo de venir a un
la carta de S a n C e l e s t i n o , los padres acuerdo. Entretanto, S a n C e l e s t i n o pa
prorrumpieron en las siguientes acla só piadosamente de esta vida. Entonces
maciones: Justo juicio éste. Al nuevo ocurrió que algunos comenzaron a de
Pablo Celestino; al nuevo Pablo Cirilo; cir que a su sucesor, S i x t o III, no le
a Celestino, custodio de la fe; a Celes había gustado que N e s t o r i o fuese de
tino, concorde con el concilio; a Celes puesto. A estas voces salió al paso el
tino, le rinde gracias el concilio entero. Patriarca de Alejandría con la siguien
Un Celestino, un Cirilo, una fe es la de te declaración: (Sixto) ha escrito en
todo el orbe terráqueo(3°). No ha de plena armonía con el santo concilio,
maravillar que poco después pudiera confirmando todas sus decisiones y está
escribir el mismo C i r i l o : De la rectitud de nuestra p a rte^ h 3 1
0
de mi fe rinde testimonio tanto la Igle
sia de Roma como el santo Concilio, 16. Unión con Boma. De todo lo
reunido, por decirlo así, de la universa dicho resulta con evidencia que S a n
lidad del orbe que se extiende bajo el C i r i l o consintió plenamente con esta
cielo^sl\ Sede Apostólica, y resulta de igual m o
do que Nuestros antecesores hicieron
15. Con los Obispos de Antloquía. propios sus actos y le honraron con
Además de esto, resulta evidente esta merecidas alabanzas. Sea prueba de
misma unión constantísima de S a n C i ello el que S a n C e l e s t i n o , no contento
r i l o con la Sede Apostólica si nos fija con haberle atestiguado innumerables
mos en su modo de proceder en las veces su confianza y gratitud, le escri
negociaciones para el comienzo y el bía, entre otras cosas: Nos congratula
reforzamiento de la paz con los Obis mos de la vigilancia que tan grande es
pos de la provincia antioquena. Nues en Tu Santidad, hasta sobrepasar todos
tro predecesor S a n C e l e s t i n o , aunque los ejemplos de tus predecesores, que
aprobó y confirmó todo lo que el Pre defendieron siempre valientemente los
lado alejandrino había hecho en el Con dogmas de la ortodoxia... Has descu
cilio de Efeso, juzgó, sin embargo, que bierto todas las falacias de la más sola
debía exceptuar la sentencia de exco pada predicación... Redunda en no pe
munión que el presidente del concilio, queño triunfo de nuestra fe el que te
junto con los otros padres, había pro hayas afirmado con tanta fortaleza en
nunciado contra los antioquenos. Con nuestra posición y el haber batido a
respecto a ésos — dice el Romano Pon los adversarios tal como lo has hecho
tífice— , que parecen consentir en la3 1
0 con el apoyo de la Sagrada Escrita.-
(30) Mansi, 4, 1287. (32) Ep. 22 (Migne P.L. 50, 542-543).
(31) Apol. ad Theodos. (Migne P.G. 76, 482). (33) Epíst. 40 (Migne P.G. 77, 202).
179, 17 E n cíc lic a “ O rientalis E cclesiae ” 1661
invitación sea escuchada con buenas todo lo que los herejes dicen se debe
disposiciones por los Obispos disiden descartar y rechazar inmediatamente:
tes y por sus fieles, que, aunque sepa ellos profesan muchas cosas que tam
rados de Nos, celebran y veneran toda bién nosotros admitimos... Eso vale
vía como su gloria familiar al Patriar también de Nestorio; aunque afirma
ca de Alejandría. dos naturalezas para significar la dife
rencia de la humanidad y de la divini
Ejemplo de San Cirilo y actitud de dad en el Verbo (porque una es la na
Pío XIL Que este preclarísimo doctor turaleza del Verbo y otra la del hom
sea para ellos maestro y ejemplo en el bre), sin embargo no confiesa con nos
restaurar nuevamente la concordia con otros la unión^6K
aquel triple vínculo que él recomendó Esperamos igualmente que también
tanto como cosa absolutamente necesa los actuales seguidores de N e s t o r i o , sin
ria y con el que el divino Fundador de dejarse vencer por los prejuicios, exa
la Iglesia quiso que sus hijos se sintie minen atentamente los escritos de S a n
ran vinculados. Recuerden, además, que C ir il o y vean que les está abierto el
Nos hoy, por disposición de la Divina camino a la verdad y se sientan llama
Providencia, ocupamos aquella Sede dos, con la ayuda de la gracia divina,
Apostólica a la que el Obispo alejan al gremio de la Iglesia católica.
drino, estimulado por la responsabili
dad del propio deber, se dirigió tanto E p íl o g o
para defender con armas seguras con
tra los errores de N e s t o r io a la fe orto- 19. Implorar el patrocinio del Santo.
Nada nos queda ya, Venerables Her
143 doxa como para que el consentimiento
pacífico obtenido de los hermanos que manos, sino implorar con Nuestras su
antes habían estado separados fuese plicantes oraciones, durante este XV9
después ratificado como con divino se centenario de S a n C i r i l o , sobre toda la
llo. Sepan también que Nos estamos Iglesia, pero especialmente sobre aque
movidos por la misma caridad que llos que en el Oriente se glorían del
Nuestros predecesores y que con asi nombre cristiano, el propicio patroci
duas súplicas queremos, sobre todo, nio de este santo doctor, pidiendo, so
que, quitados felizmente de en medio bre todo, que en los hermanos y en los
hijos disidentes se cumpla felizmente
los obstáculos inveterados, despunte, al
fin, el suspirado día en que la grey lo que él escribió un día congratulán
entera se encuentre reunida en el único dose: He aquí que los miembros arran
redil, bajo la concorde y espontánea cados del Cuerpo de la Iglesia se han
dependencia de J e s u c r is t o Nuestro Se reunido otra vez felizmente entre sí y 144
ñor y de su Vicario en la tierra. ya no hay discordia que divida a los
ministros del Evangelio de Cristo^K
18. Reflexión especial para los disi 20. Bendición Apostólica. Sostenidos
dentes nestorianos. De particular ma por esta suavísima esperanza, a todos
nera Nos dirigimos a aquellos hijos di y a cada uno de vosotros, Venerables
sidentes entre los orientales que, si bien Hermanos, y a la grey que a cada uno
veneran al Sumo S a n C i r i l o , no admi de vosotros ha sido confiada, en auspi
ten, sin embargo, la autoridad del con cio de los favores celestes y como testi
cilio calcedonense, porque en él fue monio de Nuestra paternal benevolen
solemnemente definida la doble natu cia, os impartimos con todo afecto en
raleza en la persona de J e s u c r i s t o . Re el Señor la Bendición Apostólica.
flexionen éstos que el Patriarca de Ale Dado en Roma, junto a San Pedro,
jandría no se opone con su sentencia a el día 9 del mes de Abril, domingo de
las deliberaciones, las cuales después, la Resurrección de Nuestro Señor Je
al surgir nuevos errores, fueron esta sucristo, del año 1944, sexto de Nuestro
blecidas por el mismo Concilio de Cal Pontificado. pIQ pApA x n _
cedonia. El escribe abiertamente: No
(36) Epíst. 44 (Migne P.G. 77, 226). (37) Epíst. 49 (Migne P.G. 77, 254).
1 8 0
ENCICLICA
“COMMUNIUM INTERPRETES DOLORUM”^
(15-IV-1945)
P Í O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
— 1663 —
1664 E n cíclicas del PP. P ío XII (1945) 180, 3
del Divino Redentor, por la intercesión bien sabéis, Venerables Hermanos, ele
de su santísima Madre que los pueblos, var fervorosas preces al cielo, no basta
empujados a la discordia, la lucha y a acudir frecuentísimamente al altar de
toda clase de miserias, puedan respi la Santísima Virgen ofreciéndole limos
rar, por fin, de tan largo duelo y nas, flores y plegarias, sino que es de
angustia. todo punto necesario renovar, mediante
las costumbres cristianas, la vida pú
3. Ante todo, es necesario la converblica y privada, y echar así los sólidos
sión y la renovación de la vida cristia cimientos en que únicamente puede
na. Mas por cuanto son los pecados apoyarse y descansar el edificio, no
que hemos cometido ante Z)zos(3) que desunido ni tambaleante sino firme y
nos apartan de El y nos hunden mise concorde de la sociedad doméstica y
rablemente en la ruina, no basta, como *1
4 civil. Todos recuerden y lleven a la*1
3
2 4
3
2
1941 que comienza con las palabras: Q u am v is parai que aboguen por nuestra causa, ellos que
p la ñ e c o n fid a m u s (AAS. 33 11941] 110-112). tienen alma cándida y labios inocentes, ellos que
1. R enovada in s is te n c ia en las p reces por la en sus límpidos ojos parecen recibir y reflejar
paz. Aunque abrigamos plena confianza de que destellos de luz celestial. Unidas sus plegarias
los fieles, y especialmente los niños, bajo la con las nuestras, nos obtengan que allí donde
guía de sus padres recordando Nuestro llama serpentea ahora la ansiosa codicia, aletee cuanto
miento del pasado año, (ver AAS. 32 [1940] 144- antes el amor; que allí donde ahora recrude
146 cuyas primeras palabras son: “ S u p e r io r e cen las mutuas injurias, reine el perdón; que
A n n o ” ) acudirán presurosos en el próximo mes a la discordia que divide los ánimos, suceda la
de Mayo ante el altar de la Santísima Virgen concordia que los avecina y robustece; finalmente,
Madre de Dios para impetrar la paz sobre la que allí donde ahora se hacen más agudas pro
acongojada y temblorosa humanidad, deseamos fundas enemistades, trastornándolo todo misera
sin embargo repetir a todos la misma exhorta blemente, se concierten nuevos pactos de amistad,
ción, con esta carta que te dirigimos. que deparen la serenidad a los espíritus y por
Cuanto más tempestuosamente angustia y des doquier la tranquilidad de un orden basado en
garra los espíritus la guerra; cuanto más espan la justicia.
tosos son los peligros de toda suerte que amena 5. O r a c io n e s p o r d e s t e r r a d o s , p r is io n e r o s , h e
zan tantas naciones y pueblos, tanto más con r id o s y la p a z c o m p le ta . Imploren estos peque-
fiadas queremos que sean las súplicas que se ñuelos de la benignísima Madre de Dios los con
eleven al Cíelo, de donde sólo podemos esperar, suelos celestiales sobre todos los que gimen, y
en medio de tan profundo extravío de ánimos y particularmente sobre los prófugos, los deste
perturbación de cosas, que vengan tiempos me rrados, los prisioneros y los heridos que sufren
jores. en los hospitales; pidan a Ella insistentemente,
con sus inocentes labios, que se abrevien los días
2. C o n tin u a r o r a n d o p e se a l p o c o é x it o . Y si de esta tan grave desventura, de suerte que, des
hasta ahora nuestras oraciones y nuestros votos pués de haber sido a flig id o s p o r n u e s tro s p e c a
no han alcanzado el suspirado éxito, no debe d o s , r e s p ir e m o s m e r c e d a l c o n s u e lo d e la d iv in a
por ello desfallecer nuestra confianza, sino que g r a c ia (ver Breviario Rom. Dominica IV de Cua
todos con constante e insistente fervor debemos resma); y vuelva por consiguiente cuanto antes
continuar siendo “ en la tr ib u la c ió n s u fr id o s y a brillar en nuestro cielo una paz completa, só
p e r s e v e r a n t e s en la o r a c i ó n ” . (Romanos 12, 12). lida y duradera, que, al hallarse inspirada e
No conocemos nosotros los designios de Dios, informada por la majestad de la justicia y por
pero sabemos que, por numerosas y graves que la virtud de la caridad, no encierre gérmenes
sean la culpas que provoquen el justo castigo del latentes de discordias y rencores, ni contenga
Cielo, es sin embargo el Señor “ P a d r e de las semillas de futuras guerras, sino que hermanan
m is e r ic o r d ia s y D io s de tod a c o n s o la c ió n ” , (II do a los pueblos con los vínculos de la amistad,
Corint. 1, 3) y que su amor y benevolencia para y ayudándoles a gozar, en tranquila libertad, de
con nosotros no tiene límites. los frutos de su trabajo, los acompañe y dirija
3. N u e s tr a e s p e r a n z a , M a ria . Contamos además confiados, por los senderos de la peregrinación
con otro motivo de confianza y esperanza: es a terrena, hacia la patria celestial.
saber, tenemos ante el trono del Altísimo a la 6. R e c o m e n d a c ió n a los O b is p o s . Entre tanto
benignísima Madre de Dios y Madre nuestra que, te encargamos, amado Hijo Nuestro, que des a
con su omnipotente intercesión, puede segura conocer a todos, del modo que juzgares más
mente alcanzárnoslo todo de El. A su patrocinio oportuno, estos Nuestros deseos y estas Nuestras
confiamos, por tanto, nuestras personas y nues exhortaciones, y en primer lugar a los sagrados
tras cosas. Tome Ella como suyas nuestras ora Pastores, que mostrarán ciertamente el mayor
ciones y nuestros deseos, avalore las obras de interés en hacérselos saber a la grey que les
expiación y de caridad, que debemos ofrecer en está confiada.
gran copia para que se nos torne propicia la 7. B e n d ic ió n A p o s t ó lic a . Como auspicio de gra
Majestad divina. cias divinas y como testimonio de Nuestra pater
Enjugue Ella tantas lágrimas, consuele tantas nal benevolencia, damos con toda el alma la
angustias, mitigue tantos dolores, y nos los Bendición Apostólica a ti, amado Hijo Nuestro,
vuelva más suaves y llevaderos con la esperanza y a todos aquellos —en modo especial a los ni
de los bienes eternos. ños— que con fervor de espontánea piedad aco
4. O r a c io n e s e s p e c ia le s en el m es d e M a ría , gieren esta Nuestra exhortación.
e s p e c ia lm e n t e d e los n iñ o s . Y si nosotros, recor Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 20 de
dando nuestras culpas, nos juzgamos indignos de abril, Dominica in A lb is del año 1941, tercero de
su maternal ternura, conduzcamos en nutridos Nuestro Pontificado.
grupos ante su altar sagrado a nuestros niños, PIO PAPA XII.
especialmente durante el próximo mes de mayo, (3) Ver Baruc 6, 1. V¡
180, 4-6 E n cíc lic a “ C ommunium I nterpretes D o lo ru m ” 1665
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
1667 —
1668 E ncíclicas del PP. P ío XII (1945) 181, 2-4
singular beneficio y para que le supli fue recibido con gran alegría en la sede
quen con Nos que alivie benignamente de su dignidad, en Kyjiw, fue poco
y mitigue las presentes angustias y después encarcelado en Moscú y obli
ansiedades de este dilectísimo pueblo y gado a huir de su territorio.
que defienda su santa religión, sostenga No se extinguió, sin embargo, del
la constancia y conserve intacta la fe. todo en el curso de los años el recuerdo
de esta feliz unión de los rutenos con
2. La unión y San Vladimiro. Cree la Sede Apostólica, aunque, atendidas 36
mos, pues, Venerables Hermanos, que las tristes condiciones de los tiempos,
no carecerá de utilidad recordar sucin ocurrieron varias causas para hacerlo
tamente tales sucesos en esta Encíclica, fracasar del todo. Así sabemos que el
según los testimonios de la historia. Y año 1458 G r e g o r i o M a m m a s , Patriarca
hace falta comenzar poniendo de relie de Constantinopla, consagró en esta
ve cómo aun antes de que con felices alma ciudad a un cierto G r e g o r i o , Me
auspicios se firmara en Roma la unión tropolita de los rutenos, entonces súb
de los rutenos con la Sede Apostólica ditos del gran duque de Lituania. Y
en los años 1595 y 1596, y fuese ratifi sabemos también que alguno que otro
cada en la ciudad de Brest, muchas de los sucesores de dicho Metropolita
veces miraron estos pueblos a la Igle se esforzó por restablecer el vínculo
sia romana como a la única madre de de unidad con la Iglesia romana, aun
toda la sociedad cristiana, prestándole que las adversas circunstancias no per
la debida obediencia y veneración con mitieron que se hiciese la solemne pro
forme a la conciencia del propio de mulgación de esta unidad.
ber. Así, por ejemplo, S a n V l a d i m i r o
— aquel eximio príncipe que es vene 4. A fines del siglo XVI. El príncipe
rado por casi innumerables pueblos de Constantino y la declaración episcopal.
la Rusia como autor y fautor de su A fines del siglo 16 apareció a todos
conversión a la fe cristiana— , aunque cada vez más manifiesto que no podía
tomó de la Iglesia oriental los ritos esperarse la deseada reforma de la
litúrgicos y las sagradas ceremonias, Iglesia rutena, oprimida por graves ma
no solamente acordándose del propio les, sino renovando la unión con la
deber perseveró en la unidad de la Sede Apostólica. Hasta los mismos his
Iglesia católica, sino que tuvo diligente toriadores disidentes narran y confiesan
cuidado de que entre la Sede Apostó abiertamente el estado infelicísimo de
lica y su nación existiesen relaciones esta Iglesia. Y la nobleza rutena, reuni
amistosas. da en Varsovia el año 1585, al exponer
No pocos de sus nobles descendien al Metropolita sus quejas con palabras
tes, aun después que la Iglesia de Cons- acerbas y violentas, afirmó que su Igle
tantinopla se había funestamente sepa sia estaba vejada con tales males como
rado, recibieron con los debidos hono nunca habían pasado antes ni serían
res a los legados de los Romanos Pon posibles en el porvenir.
tífices, permaneciendo unidos con vín Y no titubearon en acusar y con gra
culos de fraterno amor con las otras ves reproches culpar al mismo Metro
comunidades católicas. polita, a los Obispos y superiores de
los monasterios; y en esta causa, ha
3. Isidoro, Metropolita de Kyjiw y biéndose rebelado contra la jerarquía
de Rusia. Tampoco obró de modo dis algunos seglares, parecía que los yíncu-
conforme con las tradiciones históricas los de la disciplina eclesiástica se ha^
de la Iglesia rutena I s i d o r o , Metropo bían relajado no poco.
lita Kyjiw y de Rusia, cuando el año No es, pues, de maravillarse si final
1439, en el Concilio Ecuménico de Fi- mente los mismos obispos, después de
renza, suscribió con su propio nombre haber intentado inútilmente varios re
el decreto por el que la Iglesia griega medios, coincidieran en que la última
se unió solemnemente a la latina. Sin esperanza de la Iglesia rutena estaba
embargo, de vuelta del Concilio, aunque en procurar su vuelta a la unidad cató-
181» 5-6 E n cíc lic a “ O rientales O mnes E cclesias ” 1669
no sólo tome bajo su patrocinio a los masen según la sagrada disciplina y las
obispos con todo cuanto a ellos per buenas costumbres, y que todos los
tenece, sino que los honre también fieles fuesen educados según los rectos
ampliamente y los admita en el Senado dictámenes de la verdadera fe.
del Reino, según sus deseos. Finalmen No muchos años después esta co
te, exhorta fraternalmente a aquellos menzada obra de conciliación se con
obispos a que reúnan cuanto antes todo sagró con la sangre de un mártir, por
el país en un concilio general para rati que el 12 de noviembre del año 1623,
ficar la unión obtenida de los rutenos J o s a f a t K u n c e v y c , Arzobispo de Po-
con la Iglesia católica. lock y de Vitebsk, preclarísimo por la
En este concilio, celebrado en Brest, santidad de vida y el ardor apostólico,
participaron no sólo los obispos rute- e invicto defensor de la unidad cató
39 nos y muchos otros eclesiásticos, jun lica, amenazado de muerte por los cis- 40
tamente con los regios legados, sino máticos con acerbísima persecución, fue
también los obispos latinos de las dióce herido de bala y muerto de un golpe
sis de Leópoli, Luck y Gholm, que re de hoz. Pero la sagrada sangre de este
presentaban a la persona del Romano mártir vino a ser en cierto sentido
Pontífice, y si bien los obispos de Leó semilla de cristianos, porque los mis
poli y de Peremislia se volvieron atrás mos parricidas, con una sola excep
del consentimiento dado, sin embargo ción, arrepentidos del delito cometido
el 8 de octubre de 1596 fue felizmente y abjurado el cisma, antes de ser cas
confirmada y proclamada la unión de tigados con la pena capital detestaron
la Iglesia rutena con la católica. De esta su propio hecho. Igualmente M e l e c i o
conciliación y asociación, que respon S m o t r y t s k y j , acérrimo competidor de
dían tan grandemente a las necesidades J o s a f a t en la aspiración a la sede de
del pueblo rumano, todos esperaban Polock, volvió el año 1627 a la fe cató
con unánime consentimiento abundan lica, y aunque por algún tiempo vaciló
tes frutos. entre las dos partes, defendió después
con valeroso ánimo hasta la muerte la
7. Dificultades después de la procla vuelta de los rutenos al gremio de la
mación de la unión. Pero vino el ene Iglesia católica; cosa que parece deberse
migo y sembró la cizaña en medio del atribuir también al patrocinio de este
t r i g o porque sea por ambición de santísimo mártir.
algunos hombres poderosos, sea por
enemistades políticas, sea, en fin, por 8. La actitud contraria de los reyes
la negligencia tenida en la instrucción de Polonia, y la firmeza y labor de
y educación del clero y el pueblo en los Obispos rutenos. Sin embargo, con
torno a esta materia, se siguieron vehe el andar de los años aumentaban las
mentísimas controversias y continuas dificultades de todo género que se opo
desventuras, de modo que parecía de nían a esta conciliación felizmente co
berse temer que esta obra de la unión menzada. Entre las más graves estaba
iniciada con óptimos auspicios fraca el hecho de que los reyes de Polonia,
sara miserablemente. que al principio parecía que habían
Que esto no ocurriera desde el prin querido promover la cosa con su pro
cipio por las persecuciones e insidias tección, después, bien obligados por
tendidas no sólo por los hermanos di la fuerza de los enemigos exteriores,
sidentes, sino también por algunos ca bien por las enemistades de las faccio
tólicos, fue obra sobre todo de los dos nes internas, habían cedido cada vez
Metropolitas H i p a z i o P o t i j y J o s é V e - más a los adversarios de la unidad ca
l a m i n o R u t s k y j , los cuales, con incan tólica, que ciertamente no faltaban. Es
sable diligencia, trabajaron por defen tas fueron las razones de que en breve
der y hacer progresar esta causa; y de tiempo esta santísima causa llegase a
modo especial se dieron a procurar tal punto, según confesaron los mismos
que los sacerdotes y los monjes se for5 obispos rutenos, que no quedaba otro
(5) Mat. 13, 25.
181, 9-10 E n cíc lic a “ O rientales O mnes E cclesias ” 1671
sostén que la ayuda de los Romanos pueblo ruteno, que moraba en aquellos
Pontífices, los cuales mediante la expe tiempos dentro de los confines de Polo
dición de cartas llenas de afecto y la nia, gozó finalmente de la unidad cató
concesión de los auxilios que les eran lica.
posibles, especialmente por medio del Cada vez más florecientes las cosas,
Nuncio apostólico en Polonia, defen con gran ventaja de los intereses cris
dieron a la Iglesia rutena con fuerte y tianos, el año 1720 el Metropolita y los
paternal corazón. demás obispos de la Iglesia rutena se
Cuanto más tristes eran los tiempos reunieron en el Concilio de Zamóse/
tanto más resplandecía el celo de los para proveer del modo más oportuno,
santos Prelados rutenos, los cuales se de común acuerdo y en cuanto estaba
esforzaron no sólo por instruir a la en su poder, a las crecientes necesi
población ruda en la doctrina cristiana, dades de los fieles de Cristo. De los
sino por promover a los sacerdotes no decretos de tal concilio, confirmados
suficientemente cultos a un grado más por Nuestro predecesor de gloriosa me
alto de ciencia sagrada y, finalmente, moria B e n e d i c t o XIII en la Constitu
por llenar de renovado ardor por la ción Apostólica eeApostolatus Officium” ,
Regla y de deseo de perfección a los dada el 19 de julio de 1742, derivaron
monjes, allí donde su conducta había a la comunidad de los rutenos no pe
languidecido y decaído. Y no perdieron queñas ventajas.
el ánimo cuando el año 1632 los bienes
eclesiásticos fueron en gran parte asig 10. Nuevas persecuciones y la sepa
nados a la jerarquía de los hermanos ración de 1839. Sin embargo, por los
disidentes poco antes de constituida, y inescrutables designios de Dios, ocurrió
en los pactos estipulados entre los co- que hacia fines del siglo XVIII esta
41 sacos y el rey de Polonia fue decretada misma comunidad, en aquellas regiones
la disolución de la unión comenzada que después de la desmembración de
entre los rutenos y la Sede Apostólica; Polonia habían sido unidas al imperio
y a pesar de todo continuaron defen ruso, fue afligida por no pocas persecu
diendo con constancia y tenacidad los ciones y vejaciones, a veces muy graves
rebaños a ellos confiados. y acerbas. Cuando murió el emperador
A l e j a n d r o I, se emprendió con teme
9. La paz de Andrussiw. Pero Dios, raria diligencia el proyecto de destruir
que no permite que su pueblo sea ator totalmente la unidad de los rutenos con
mentado por la adversidad más de la la Iglesia romana. Ya antes las epar
medida, después de haberse establecido quías de esta nación habían sido priva
finalmente la paz de Andrussiw, en das casi totalmente de comunicación
1667, hizo brillar nuevamente, después con la Sede Apostólica. Pero ahora fue- 42
de tantas amarguras y contratiempos, ron elegidos obispos que, embebidos e
tiempos más favorables para la Iglesia impulsados por la voluntad del cisma,
rutena, para tranquilidad de la cual la pudiesen apoyar el designio de la auto
religión recibió de día en día nuevo ridad civil; en el Seminario de Vilna,
incremento. erigido por el emperador A l e j a n d r o I,
En efecto, las costumbres y la fe se enseñaron a los clérigos de ambos
cristianas florecieron tan excelentemen ritos doctrinas adversas a los Romanos
te que aun en aquellas dos Eparquías Pontífices; la orden Basiliana, cuyos
que en el año 1596 habían quedado miembros habían sido siempre la ma
desgraciadamente fuera de la unidad, yor ayuda de la Iglesia católica de rito
se trató de su retorno, cada día más oriental, fue privada del propio gobier
copioso, al redil católico, con el con no y administración y sus monjes fue
sentimiento de todos. ron completamente sometidos a los con
Y así ocurrió felizmente que el año sistorios eparquiales; finalmente, los
1691 la eparquía de Peremislia y el año sacerdotes de rito latino tuvieron la
1700 la de Leópolis se unieron a la Sede prohibición, bajo graves penas, de ad
Apostólica, y de este modo casi todo el ministrar los sacramentos y demás
1672 E n cíclicas del PP. P ío XII (1945) 181» 11-12
auxilios religiosos a los rutenos. Des insignes dotes de ánimo y sus méritos
pués de todo esto, el año 1839 fue singulares a la púrpura romana y aco
declarada solemnemente la unión de gidos en el Supremo Senado de la
la Iglesia rutena con la Iglesia rusa Iglesia.
disidente. Creciendo de día en día el número
¿Quién podrá narrar, Venerables de los católicos, Nuestro predecesor de
Hermanos, los horrores, los daños, las feliz memoria L eón XIII constituyó le
privaciones que entonces debió sufrir gítimamente el año 1885 una nueva
la nobilísima gente rutena, acusada del eparquía, la Stanislaviv, y seis años
único delito y culpa de haber protes más tarde el feliz estado de la Iglesia
tado contra la injuria fatal de hacerla de Galizia apareció confirmado de m o
pasar a la fuerza al cisma y de haber do especial, cuando todos los obispos,
buscado cuanto podía conservar su fe? con el legado del Sumo Pontífice y gran
Con razón, pues, Nuestro predecesor parte del clero, se reunieron para cele
de piadosa memoria Gregorio XVI de brar en Leópolis el Concilio Provincial
nunció a todo el mundo en su alocución para dar leyes oportunas en la liturgia
del 22 de noviembre de 1839, lamen y en la sagrada disciplina.
tándose de ella y deplorándola, la in
dignidad de este modo de proceder;
12. Pío X y los emigrantes míenos.
pero sus solemnes reclamaciones y pro
Cuando después, hacia el fin del siglo
testas no fueron escuchadas; y así la
19 y comienzo el 20, muchos rutenos,
Iglesia católica debió llorar a estos hi
impulsados por las dificultades econó
jos, arrancados con inicua violencia de
su regazo materno. micas, emigraron de la Galizia a los
No muchos años después también la Estados Unidos de la América del Nor
eparquía de Cholm, perteneciente al te, al Canadá o a las repúblicas de la
reino de Polonia unido al imperio ruso, América meridional, Nuestro predece
sor de feliz memoria Pío X, temiendo
padeció la misma desgraciada suerte;
con solícito ánimo que estos sus hijos
y aquellos fieles que por deber de con
dilectísimos, por inexperiencia de la
ciencia no quisieron apartarse de la
lengua del lugar y de los ritos latinos
verdadera fe, y con invicta fortaleza
resistieron a la unión con la Iglesia cayeran en las redes de los cismáticos
disidente, impuesta el año 1875, fueron o de los herejes, y cayendo en dudas y
indignamente condenados a penas pe errores perdieran miserablemente toda
cuniarias, a violencias y a destierros. religión, constituyó el año 1907 un
Obispo dotado de especiales facultades
11. Las eparquías de Leópolis y Pe- para ellos. Y en seguida, creciendo el
remislia, etc. No sucedió lo mismo en número y las necesidades de dichos ca
ese tiempo a las eparquías de Leópolis y tólicos, fueron nombrados Obispos es
Peremislia, que después de la desmem peciales ordinarios, uno para los rute
bración de Polonia habían sido anexa nos originarios de Galizia y residentes
das al imperio austríaco. En ellas, en en los Estados Unidos de América, y
efecto, la causa de los rutenos prose otro en la región canadiense, además
guía con orden y tranquilidad. del Obispo ordinario destinado a los
El año 1807 les fue restituido el tí fieles de este rito que habían emigrado
tulo metropolitano de Halyc, unido a de la Subcarpacia rutena, de Hungría
perpetuidad con la arquidiócesis de y de Yugoeslavia.
Leópolis. En esta provincia, las cosas También muy pronto la Congrega
florecieron hasta el punto de que dos ción de Propaganda Fide y la Sagrada
de sus Metropolitas, Miguel L evyckyj Congregación de la Iglesia oriental con
(año 1816-1858) y Silvestre Sembra- tinuaron ordenando con oportunas nor
tovyc (año 1822-1898), que habían go mas y decretos las cosas eclesiásticas
bernado con egregia prudencia e inten en aquellas regiones antes mencionadas,
so celo las respectivas partes de la grey lo mismo que en las de América me
a ellos confiada, eran elevados por sus ridional.
181 , 13-15 E n c íc lic a “ O rientales O mnes E cclesias ” 1673
No será, pues, de extrañar, Venera ción del clero que había quedado. Pero 45
bles Hermanos, el que la comunidad sobrevino la segunda guerra y, como
de los católicos rutenos más de una todos saben, mucho más grave y mucho
vez, al presentársele la ocasión, agra más perniciosa a la Jerarquía rutena y
decida por los grandes beneficios reci a su fiel grey.
bidos, haya querido manifestar abierta Pero antes de escribir brevemente,
mente su gratitud y su profunda adhe Venerables Hermanos, sobre las pre
sión a los Romanos Pontífices. sentes amarguras y angustias que pa
dece esta Iglesia, con sumo peligro de
13. El 3er. centenario de la unión. su misma vida, Nos place añadir algu
Esto ocurrió de modo particular el año nos detalles por los que aparezca más
1895, al cumplirse el tercer siglo de su completa y más claramente cuán gran
unión a Roma, y la confirmación de des, cuán extensos beneficios ha procu
dicha unión de sus mayores con la Sede rado al pueblo ruteno y a su Iglesia
Apostólica en Brest. Entonces, además aquella reunión inicial hace trescientos
de las solemnidades con que fue cincuenta años.
oportunamente conmemorado el fausto
acontecimiento en cada una de las lo II. - F r u t o de la U n ió n
calidades de la provincia de Galizia,
fue enviada a Roma una nobilísima 15. Análisis de la cuestión de los
legación, constituida por el Metropoli ritos y del nombramiento de obispos.
tano y algunos obispos, para testimo Y en verdad, después de haber esbo
niar al supremo de los sagrados Pas zado sumaria y brevemente la historia
tores y sucesor de S a n P e d r o el amor de esta deseadísima unión, y después
de la Iglesia rutena, su adhesión, vene de haber visto las vicisitudes de la mis
ración y obediencia. Nuestro predecesor ma, ora alegres, ora tristísimas, se Nos
de piadosa memoria, L e ó n XIII, des plantea la cuestión: ¿en qué ha ayu
pués de haber admitido a su presencia dado esta unión al pueblo ruteno y a
con los debidos honores a la insigne su Iglesia? ¿Qué ventajas se han de
legación, le dirigió un discurso en el rivado a los mismos por parte de esta
que con paternal alegría y benevolencia Sede Apostólica y de los Romanos Pon
alabó extraordinariamente la unión de tífices? Creemos que al responder, co
los rutenos con la Sede Apostólica, di mo es justo, a esta cuestión, hacemos
ciendo que ella era para todos los que una labor especialmente oportuna y
la acogían sinceramente en su ánimo útil, singularmente porque no faltan
fuente salubérrima de verdadera luz, encarnizados enemigos y negadores de
de firme paz y de frutos sobrenatu esta unión de Brest.
rales. En primer lugar, se debe observar
que Nuestros predecesores se mostra
14. Los últimos tiempos. Tampoco ron siempre deseosísimos de custodiar
en nuestros tiempos han disminuido los intactos los ritos legítimos de los rute
beneficios que los Romanos Pontífices nos. En efecto, cuando sus Prelados,
comunicaron a este carísimo pueblo. por intermedio de los obispos de Volo-
Especialmente cuando la primera gue dimir y de Luck, enviádos para este fin
rra desvastó aquellas regiones, como en a Roma, pidieron al Romano Pontífice
los años subsiguientes, no olvidaron que Su Santidad se dignase conservar
aquéllos cosa alguna que pudiese ser íntegros, inviolados y con las formas
de ayuda y de aliento a la comunidad por ellos usadas en el momento de la
rutena. Y superadas con la ayuda divi unión la administración de los sacra
na las graves dificultades por las que mentos, los ritos y las ceremonias de
se sentía oprimida esta comunidad de la Iglesia oriental, sin que ni él ni nin
católicos, se le pudo ver responder con guno de sus sucesores hiciese jamás
ánimo alegre y decidido al infatigable innovación alguna en tal asunto
trabajo de sus obispos y a la coopera6 C l e m e n t e VIII, accediendo benigna-
(6) Cfr. A. Theiner, Velera Monumenta Poloniae, ver (3b) pág. 237.
1674 E n cíclicas del PP. P ío XII í 1945) 181 , 16-17
mente a sus súplicas, estableció que en Nuestros predecesores usaron siempre
tales cosas no se mudara absolutamente con los rutenos de aquella misma cari
nada. Y ni siquiera el uso del nuevo dad paternal que tenían hacia los otros
calendario litúrgico del rito oriental fue católicos de rito latino. Y no sólo eso,
impuesto a los mismos; porque, en sino que tomaron muy a pecho defen
efecto, entre ellos se puede usar, hasta der los derechos y privilegios de su
en Nuestros mismos tiempos, el calen jerarquía. En efecto, cuando no pocos
dario juliano. de los latinos aseguraron que el rito de
Además, Nuestro mismo predecesor, los rutenos era de grado y de dignidad
por carta del día 23 de febrero del año inferior, y cuando entre los mismos
1596, concedió que la elección de aque obispos latinos algunos andaban dicien
llos que habían sido debidamente nom do que los Prelados rutenos no gozaban
brados obispos sufragáneos de los rute de todos los derechos y de todos los
nos fuese confirmada por el Metropo deberes episcopales, sino que les esta
lita, como había sido propuesto en la ban sujetos, esta Sede Apostólica, re
reconciliación concluida, y según la chazando tales injustos modos de pen
antigua disciplina de la Iglesia oriental. sar, emitió el decreto del 28 de setiem
bre de 1643, en el que establece cuanto
16. Las escuelas. Y otros Predeceso sigue:
res Nuestros consintieron que los Me “ Refiriendo el eminentísimo Cardenal
tropolitas pudiesen erigir centros de Panfili diversos decretos de la Congre
instrucción elemental y otras escuelas gación particular de los rutenos unidos,
en cualquier parte de Rusia, confián el Santo Padre aprobó el decreto de la
dolas libremente a los directores y misma Congregación particular del tb
maestros que les pluguiesen; y decreta de agosto precedente en el que se esta
ron que los rutenos, por lo que hace a blece que los obispos rutenos unidos
la concesión de favores espirituales, no son verdaderos obispos y que deben ser
fuesen considerados en situación infe llamados y tenidos como tales. Aprobó
rior a los otros católicos, y a este efecto también aquel decreto de la misma
quisieron que ni más ni menos que los Congregación por el que los obispos ru
demás fieles, ellos fueran entonces y tenos pueden en sus diócesis erigir
en el futuro participantes de las sagra escuelas para la instrucción de su ju
das indulgencias, con tal de que sa ventud en las letras y en las ciencias y
tisficiesen por su parte las condiciones por el que los eclesiásticos rutenos go
necesarias prescritas. zan de los privilegios del canon, del
P a u l o V estableció que todos los que foro, de la inmunidad y libertad de la
frecuentaban las escuelas y colegios que qózan los sacerdotes en la Iglesia
erigidos por los Metropolitas fuesen latina” W.
partícipes de los particulares favores
que los Romanos Pontífices habían 17. La permanencia en el rito orien
concedido a los miembros de las Con tal. El incansable y solícito cuidado
gregaciones Marianas erigidas en las de los Romanos Pontífices por conser
iglesias de la Compañía de Jesús. A var y guardar los ritos rutenos se puso
aquellos que hiciesen los ejercicios es especialmente de relieve en el decurso
pirituales con los monjes de S a n B a s i de aquella larga cuestión que tocaba al
l i o , U r b a n o VIII les concedió las mis cambio de rito. En efecto, si bien por
mas indulgencias que habían sido con razones particulares del todo ajenas a
cedidas a los clérigos regulares de la su voluntad no pudieron durante un
Compañía de Jesús. tiempo larguísimo imponer a los segla
res una severa prohibición de pasar a
Reconocimiento de los derechos y otro rito, sin embargo, de sus repetidas
privilegios rutenos por Roma. De todos tentativas por establecer tal prohibición
estos detalles resulta claramente que y de las exhortaciones dirigidas a los
( 1) Acta el decr. SS. Conciliornm (Recent Collect. Lac., Herdcr 1876, vol II col 600-601 nota 2).
181, 18 E n cíc lic a “ O rientales O mnes E cclesias ” 1675
ayuda a los que vacilaban en la fe. Sin 21. Frutos en los últimos tiempos.
embargo, contra toda humana previsión Y no fueron menores los frutos obte
se obtuvo, finalmente, que no sólo esta nidos por la comunidad rutena en estos
tan deseada unidad venciese las tor últimos tiempos de su unión con la
mentas contrarias, sino que de la lucha Sede Apostólica. Lo cual se hace fácil
superada saliese más firme y más fuer mente manifiesto a todos sólo con que
te. Y no con la espada y a golpes, no dirijan una mirada a la Iglesia de Ga-
con las promesas o las amenazas, sino lizia, tal cual era antes de las espanto
con el ejemplo eximio de vida religiosa, sas ruinas y devastaciones de la pre
y como por una clarísima manifesta sente guerra. En efecto, en esta provin
ción de la gracia divina, los rutenos cia los fieles eran casi tres millones
católicos consiguieron, finalmente, con seiscientos mil; los sacerdotes, dos mil
ducir al único redil a las eparquías disi doscientos setenta y cinco con dos mil
dentes de Leópolis y de Peremislia. doscientas veintiséis parroquias. Ade
Restablecida, finalmente, la tranqui más, muchísimos católicos rutenos
lidad y la paz, el florecimiento de la oriundos de la Galizia moraban fuera
Iglesia rutena, especialmente en el siglo de ella en varias partes, especialmente
18, se mostró en todo su esplendor. en América, en número de cuatrocien
Manifestaciones evidentes de él son no tos o quinientos mil. A esta conspicua
sólo la catedral de Leópolis, dedicada multitud de fieles, que acaso no fue
a S a n J o r g e , sino también las iglesias nunca alcanzada en el curso de los si
y cenobios erigidos en Pociaiw, en To- glos, correspondía en cada una de las
rolcany, en Zyrowici y en otras partes, eparquías un particular fervor de vir
monumentos verdaderamente insignes tud, de piedad y de vida cristiana. En
de aquella época. los seminarios eparquiales, los alumnos
eran educados en la debida forma y
20. Los monjes de San Basilio. Y con diligencia para alcanzar el sacer
aquí aparece oportuno decir sumaria docio; y los fieles, tomando parte con
mente algo de los monjes basilianos, gran amor y reverencia en el culto di
que con su intensa y diligente actividad vino, según su propio rito, sacaban de
han merecido tan bien y tan egregia él gozosos y abundantes frutos de pie
mente en todo este asunto. Después que dad.
sus cenobios, por obra de V e l a m i n
R u t s k y j , fueron reintegrados en forma 22. Andrés Szeptyckyj y su obra.
mejor y más santa y constituidos en Al recordar brevemente este feliz estado
congregación, muchísimos religiosos de la Iglesia rutena no podemos dejar
florecieron tan ejemplarmente en la de hablar de aquel ilustre Metropolita
piedad, doctrina y celo apostólico que que fue A n d r é s S z e p t y c k y j , el cual du
resultaron guías y maestros de la vida rante cerca de nueve lustros, empleán
devota para el pueblo cristiano. Abier dose con infatigable trabajo, dio buena
tas escuelas de letras con ejercicios prueba de sí a la grey que se le había
escolásticos no sólo impartieron a los confiado en más de un campo de acción,
jóvenes, muchos de ellos de claro inge y no sólo en el del florecimiento espi
nio, una excelente enseñanza, sino que ritual. Durante el curso de su ministe
les comunicaron aquella su sólida vir rio episcopal fue instituida la sociedad
tud, en la que no cedieron a ningún teológica para el fomento de un estudio
otro que se hubiese educado en escue intenso de las sagradas doctrinas en el
las latinas. Esto era ciertamente ma clero; se erigió en Leópolis una acade
nifiesto y conocido también por los mia en que los jóvenes rutenos de inge
hermanos disidentes, porque no pocos nio más dispuesto pudiesen dedicarse
de aquellos jóvenes, abandonada la Pa oportunamente a la filosofía, a la teolo
tria y la familia, se encerraron volunta gía y a las otras más altas disciplinas,
riamente en estos cenáculos de la doc de modo semejante al que usan las uni
trina para participar también ellos de versidades; la prensa de todo género,
tan suaves frutos. los libros, periódicos y revistas tuvieron
1678 E n cíclicas del PP. P ío XII (1945) 181, 23-25
PI O PP. XI I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
AAS 1. Preocupación del Srnno Pontífice. en algo la penuria de esos niños. Sabe
38 En medio del estruendo horroroso de mos también que muchos, individual
5 la guerra, empleamos todos Nuestros mente o como miembros de sociedades
poderes de persuasión y exhortación y asociaciones varias, han comprome
para procurar pronto fin al conflicto tido su ayuda o ya están trabajando
que tanto se prolonga, y para asegurar activamente. Para éstos, merecedores
un acuerdo que garantizara la justicia, como son de todo elogio, Nosotros pa
la equidad y el derecho. De la misma gamos el debido tributo y pedimos a
manera, ahora que la lucha ha cesado Dios que bendiga sus actividades, sus
sin que aún haya sido restaurada la planes para el futuro y sus obras.
paz, en virtud de Nuestro ministerio Pero como el auxilio resulta del todo
apostólico, no omitimos esfuerzo algu insuficiente para llenar la inmensa ta
no para hacer todo aquello que pueda rea, hemos considerado Nuestro deber
proporcionar alivio oportuno contra dirigirnos a vosotros y urgiros pater
tantos males, y procurar todo el auxi nalmente que de todo corazón os hagáis
lio posible para las acumuladas mise cargo de la situación gravísima de los
rias que agobian a no pocas naciones. niños desamparados, y no omitáis nin
De los estragos casi innumerables que gún esfuerzo para contribuir a mejorar
la pavorosa contienda causó, ninguno su suerte y proporcionarles socorros.
hiere y aflige tanto Nuestro corazón
paternal como aquel que afecta a vas 3. Necesidad de mayores auxilios:
tas multitudes de niños inocentes, mi oraciones y donativos. Nosotros orde
llones de los cuales carecen de lo ne namos, por consiguiente, que asignéis
cesario para vivir y sufren en muchos en todas vuestras diócesis un día en el
países frío, hambre y enfermedades. cual se ofrezcan oraciones públicas pa
Con frecuencia, en un absoluto aban ra apaciguar la ira de Dios, y en el que
dono, sienten no sólo que les falta el también, por medio de vuestros sacer
6 alimento, el vestido y el techo, sino dotes, impongáis a los fieles de esta
también el afecto que las criaturas tanto urgente necesidad, y los exhortéis a
necesitan en sus tiernos años. ayudar con sus oraciones, buenas obras
y donativos todo movimiento que dirija
2. Esfuerzos realizados hasta el pre sus fuerzas plena y efectivamente al
sente. Como vosotros sabéis, Venera auxilio de los niños indigentes y aban
bles Hermanos, Nos hemos hecho todo donados.
los posible para solucionar este proble Este es un problema que concierne,
ma. Complacidos aprovechamos esta naturalmente, a todos los ciudadanos,
ocasión para expresar Nuestra más sin cualesquiera sean sus criterios, con sólo
cera gratitud a todos aquellos cuya que sus corazones respondan al llamado
generosidad Nos ha permitido aliviar de la naturaleza y de la religión; pero
— 1684 —
182, 4-7 E n cíc lic a “ Q u em adm odum ” 1685
atañe de modo muy especial a los cris penetra en el cielo y hace que la luz
tianos, que han de ver la imagen de sobrenatural y los impulsos divinos ba
Dios en cada uno de esos pequeños jen de lo alto, iluminen las mentes de
hermanos sumidos hoy en la miseria, los hombres e inclinen sus voluntades
y tienen la obligación moral de acatar hacia el bien para persuadirlos y m o
aquellas divinas palabras: En verdad os verlos al ejercicio de la caridad.
digo, siempre que lo hicisteis con algu
no de estos mis más pequeños herma 6. El ejemplo de la Iglesia. Recorde
nos, conmigo lo hicisteis(1). mos que la Iglesia ha prodigado en to
das las épocas y con toda diligencia sus
4. Importancia «leí socorro a los mejores cuidados a los jóvenes, y con
niños. Recordemos y reflexionemos mucha razón ha considerado esta solí
7 que esos niños serán el fundamento de cita obra como una misión particular
la nueva generación, y que es necesario confiada en forma muy especial a su
que crezcan saludables en alma y cuer caridad. Y si lo ha hecho y continúa
po si queremos evitar la tragedia de haciéndolo, es para seguir indudable
una raza contagiada por las enferme mente los pasos, y obedecer los pre
dades y los vicios. Nadie debe negarse, ceptos de su Divino Fundador, quien,
pues, a contribuir con tiempo y dinero atrayendo a los pequeños a su lado,
para una causa tan esencial y oportu dijo a los Apóstoles que reñían a las
na. Aquellos que sólo tienen escasos madres que los habían traído: Dejad
desinterés y buena voluntad; quienes que niños vengan a mí, y no se lo estor
vivan en la abundancia, deben meditar béis; porque de los que se asemejan a
y recordar siempre que la desnudez, la ellos es el reino de Dios^13K Porque co
2
indigencia y el hambre de esos niños mo muy bien dijera Nuestro Predecesor
constituirán un cargo grave y severo de inmortal memoria, L e ó n e l G r a n d e :
contra ellos ante Dios, Padre de las Cristo ama a la niñez, cuya forma El
misericordias, si endurecen sus corazo había adoptado ya antes en mente y
nes y no contribuyen generosamente. alma. Cristo ama a la niñez, escuela de
Todos, en fin, deben comprender que humildad, norma de inocencia y mo
su generosidad no significa pérdida si delo de mansedumbre. Cristo ama a la
no ganancia, porque Nos podemos ase niñez, a la cual refiere directamente la
gurar que quien regala de lo que tiene, moralidad, y la presenta como ejemplo
le está prestando a Dios, quien a su para los hombres de vida madura. A
debido tiempo recompensará su gene los que El llama para que entren a Su
rosidad con creces. reino eterno en lo alto, les pide seguir
su ejemplo(4K
5. El ejemplo de los Apóstoles. Cree
mos firmemente que, así como en tiem 7. Cuidados de la Iglesia p.or los Ni
pos de los Apóstoles los fieles de todo ños: su cuerpo y su alma. A la luz de
el mundo contribuyeron con sus ora tales palabras y sentimientos, Venera
ciones y ayuda material cuando la po bles Hermanos, podéis ver con cuánto
blación cristiana de Jerusalén fue so amor, diligencia y cuidado se ocupa la
metida a la persecución y a la pobre Iglesia de la infancia y de la niñez,
za así también ahora todos los fie acatando los mandatos de su Funda
les, inspirados e impulsados por la dor. Mientras ejercita todo el cuidado
misma caridad, ayudarán en la plena posible para que ellos reciban alimento,
medida de sus posibilidades. Y han de asilo y vestido para sus cuerpos, no
hacer esto, según dijimos, en especial ignora ni descuida sus almas que, naci
por medio de fervientes oraciones a das — que por decirlo así— de un soplo
Nuestro misericordiosísimo Redentor; de Dios, parecen reflejar la belleza
pues bien sabéis que la oración fervo radiante del cielo. Su empeño y su cui
rosa lleva consigo un poder místico que1
2 dado primordiales son, pues, preservar
(1) Mat. 25, 40. (4) León Magno, Serm. 37 c. 3 (Migne P.L. 54
(2) Ver I Cor. 16, 1. col. 258-C).
(3) Marc. 10, 14.
1686 E ncíclicas del PP. P ío XII (1946) 182, 841
PI O PP. X I I
Siervo ele los Siervos de Dios para Perpetua Memoria
— 1688 —
183, 3-4 C o n s t . A po st . “ P r ó v id a M a t er E cclesia ” 1689
nenies, vírgenes, etc.— y por muchos dad y apostolado católico que su esta
aprobado y honrado^7). do canónico deriva del mismo fin de
la iglesia. Todos saben cuán estrecha
3. El ulterior desarrollo de esa legis e íntimamente va unida la historia de
lación: a) La disciplina canónica esti la santidad de la Iglesia y del aposto
muló la profesión pública de los con lado católico con la historia y fastos de
sejos, ya individual, ya comunitaria. la vida religiosa canónica, que por la
En el curso de los siglos, la Iglesia de gracia continuamente vivificante del
Cristo, fiel a Cristo, su esposo y siem Espíritu Santo creció de día en día con
pre consecuente consigo misma, siguió variedad admirable y se fortaleció más
desenvolviendo, bajo la guía del Espí y más con nueva, más alta y más firme
ritu Santo, con pasos continuos y segu unidad. Nada tiene de extraño que la
ros, la disciplina relativa a la perfec Iglesia, siguiendo fielmente, aun en el
ción, hasta llegar a la redacción del campo del Derecho, el modo de con
actual Código de Derecho Canónico. In ducta que la sabia Providencia divina
clinada materialmente hacia aquellos claramente indicaba, se ocupara de pro
que, con ánimo dispuesto profesaban pósito y ordenara de tal modo el estado
en variadas formas, externa y pública canónico de perfección, que con toda
mente, la vida de perfección, nunca razón quisiera edificar, sobre él, como
dejó de ayudarles en toda forma en tan sobre una de las piedras angulares, todo
santo propósito desde dos puntos de el edificio de la disciplina eclesiástica.
vista. En primer lugar, por lo que toca De aquí, que, en primer lugar, el estado
a aquella profesión de la perfección, público de perfección se contó entre
pero hecha siempre ante la Iglesia y los tres principales estados eclesiásticos,
como acto público — tal como aquella y en él únicamente buscó la Iglesia el
primitiva y venerada bendición y con segundo orden y grado de personas ca
sagración de las vírgenes que se hacía n ón icas^ . Es cosa digna de fijar en
litúrgicamente(8)— , la Iglesia no sólo ello la atención: mientras que las otras
la aceptó y reconoció, sino que la san dos clases de personas canónicas, es
cionó sabiamente y la defendió con decir, los sacerdotes y los seglares, por
ardor, llegando a atribuirle muchos derecho divino, al que se debe la insti
efectos canónicos. Pero el principal tución de la Iglesia**(10), se toman de la
apoyo y el más diligente cuidado de la Iglesia en cuanto que ésta es una socie
Iglesia se volvió y ejercitó, con mucha
dad jerárquicamente constituida y orde
razón, hacia aquella plena profesión,
nada; en cambio esta otra clase, los
de la perfección más bien pública, usa
religiosos, intermedia entre los clérigos
da desde los primeros tiempos después
de la paz de C o n s t a n t i n o , que se emi y los seglares, y que puede ser común
tía en las sociedades y colegios erigidos tanto a los unos como a los otros
con su venia, aprobación y mandato. se toma toda de la estrecha y peculiar
relación que dice a la eficaz y bien pla
4. fe) La vida religiosa tan íntima neada prosecución del fin de la Iglesia,
mente unida a la historia de la santi que es la santificación.
lo g ía I p r o c r is t ia n is (Migne P.G. 6, 349); Cíe (7) Act. 21, 8-10; cfr. Ignatius Antioeh., A d
meos Alexandrinus, S trom atg. (Migne P.G. 8, 224); S m y r n , 13 (Migne P.G. 5, 717; Ignat. Ant., A d
Hyppolitus, In P r o v e r b . (Migne P.G. 10, 628); P o l y c ., 5 (Migne P.G. 5, 723); Tertullianus, D e
Hyppolitus D e Y ir g in e C o r in th ia c a (Migne P.G. v ir g in ib u s v e la n d is (Migne P.L. 2, 935 sqq.); Ter
10, 871-874); Orígenes, In N u m . h o m ., 2, 1 (Mig tul. D e e x h o r t a t io n e c a s tita tis , c. 7 (Migne P.L.
ne P.G. 12, 590); Methodius, C o n v iv iu m d e c e m 2, 922); Cyprianus, D e h a b itu v ir g in u m , 2 (Migne
v ir g in u m (Migne 18, 27-220); Tertullianus, A d P.L. 4, 443); Ilieronymus, E p ís to la 58, 4-6 (Migne
u x o r e m , lib. I, c. 7-8 (Migne P.G. 1, 1286-1287); P.L. 22, 582, 583); Augustinus, S e r m o 2 U (Migne
Tertul. De r e s u r r e c t io n e c a r n is , c. 8 (Migne P.L. P.L. 38, 1070); August. C o n tra F a u s tu m M a n i-
2, 806); Cyprianus, E p ís to la 36 (Migne P.L. 4, c h a e u m , lib. 5, c. 9 (Migne P.L. 42, 226).
3,27);. Ciprian .E p íst. 62, II (Migne P.L. 4, 366); (8) Cfr. Optatus, D e s ch is m a te D o n a tis ta r u m ,
Cyprian. T e s tim o n . a d v . ju d e o s , lib. 3, c. 74 (Mig lib. 6 (Migne P.L. 11, 1071 sqq.); Pontificale Ro-
ne P.L. 4, 771; Ambrosio D e v id u is II, 9, ss. (Mig manum, 2: D e b e n e d ic tio n e e l c o n s e c r a t io n e v ir
ne P.L. 16, 250-251); Cassianus, D e tribu s gerie- g in u m .
rib u s m o n a c h o r u m , 5 (Migne P.L. 49, 1094); Atlie- (9) Canon 107.
riagoras, L e g a lio p r o c h r is tia n is (Migne P.G. 6, (10) Can. 107, 108, § 3.
965). (11) Can. 107.
1690 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 183, 5-7
tades necesarias y oportunas, para lle además de aquellos ejercicios de piedad y abnega
ción a los que todos los que aspiran a la perfec
varlo todo a ejecución. ción de la vida cristiana es necesario que se dedi
quen, deben tender eficazmente a ésta por los
peculiares modos que aquí se enumeran:
III. - L a L e y p e c u l ia r d e lo s I n s t it u 19 Por la profesión hecha ante Dios del celi
bato y castidad perfecta, afirmada con voto, ju
t o s SECULARES
ramento y consagración que obligue en conciencia,
según la norma de las constituciones.
(13. Las míe vas disposiciones). 29 Por el voto o promesa de obediencia, de tal
modo que ligados por un vínculo estable se entre
(1. E l n o m b r e y la n a tu r a le z a ) guen por entero a Dios y a las obras de caridad
o apostolado y estén siempre y en todo moral
Art. I. - Las sociedades, clericales o laicales, mente bajo la mano y dirección de los superio
cuyos miembros, para adquirir la perfección cris res, según la norma de las constituciones.
tiana y ejercer plenamente el apostolado profe
san en el siglo los consejos evangélicos; para que b) La recepción y obligaciones
se distingan convenientemente de las otras aso § 3. En cuanto a la incorporación de miembros
ciaciones comunes de fieles (24), recibirán como al Instituto y el vínculo que de ella nace:
nombre propio el de “ Institutos” o “ Institutos El vínculo que conviene que una entre sí al
Seculares” y se sujetarán a las normas de esta Instituto secular y a sus miembros propiamente
Constitución Apostólica. dichos debe ser:
(2. Su s itu a c ió n ju r íd ic a ) 19 Estable, según la norma de las constitucio
Art. II - § 1. Como los Institutos seculares ni nes, o perpetuo o temporal, renovable al termi
admiten los tres votos públicos de religión (25) ni nar el plazo (32)
imponen a todos sus miembros la vida común o 29 Mutuo y pleno, de tal modo que, según la
morada bajo el mismo techo, según la norma de norma de las constituciones, el miembro se entre
los cánones (26): gue totalmente al Instituto, y el Instituto cuide
y responda del miembro.
19 En derecho, regularmente, n i so n n i p r o
p ia m e n te h a b la n d o se pueden lla m a r r e lig io n e s c) Las casas de comunidad
(27), o sociedades de vida común (28). § 4. En cuanto a las sedes y casas comunes de
29 No están obligados por el derecho propio y los Institutos seculares:
peculiar de las religiones o sociedades de vida Los Institutos seculares, aunque no imponen a 122
común, ni pueden usar de él sino en cuanto que todos sus miembros, según la norma de derecho,
alguna prescripción de aquel derecho, sobre todo la vida común o la conmoración bajo el mismo
del que usan las sociedades sin votos públicos, techo (33), sin embargo, conviene que tengan,
les fuera acomodada y aplicada por excepción. según la necesidad o utilidad, una o varias casas
§ 2. Los Institutos, salvas las normas comunes comunes, en las cuales:
del Derecho Canónico que les afectan, se regirán 1'? Puedan residir los que ejercen el régimen
por las siguientes prescripciones, que responden del Instituto, sobre todo en el orden supremo o
más estrechamente a su peculiar naturaleza y en el regional.
condición: 29 Puedan morar o reunirse los miembros para
19 Por las normas generales de esta Constitu recibir y completar su instrucción, para hacer
ción Apostólica, que constituyen como el estatuto los ejercicios espirituales y otras cosas semejan
propio de todos los Institutos seculares. tes.
121 29 Por las normas que la Sagrada Congregación 39 Puedan ser recibidos los miembros que por
de Religiosos, según la necesidad lo exija y la enfermedad u otros adjuntos no puedan valerse
experiencia lo aconseje, crea oportuno publicar a si mismos, o que no convenga que vivan priva
para todos o algunos de estos Institutos, sea in damente en su casa o en las de otros.
terpretando la Constitución Apostólica o bien d) Dependencia de la Congregación de Religio
completándola o aplicándola. sos y delimitación
39 Por las constituciones particulares, apro Art. IV. - § 1. Los Institutos seculares (34) de
badas según las normas de los artículos que si penden de la Sagrada Congregación de Religiosos,
guen (29), que acomoden prudentemente las nor salvos los derechos de la Sagrada Congregación
mas generales del Derecho y las peculiares antes de Propaganda Fide, según la norma del canon
descriptas (30) a los fines, necesidades y adjun 252, § 3, en cuanto a las sociedades y seminarios
tos, no poco diversos entre sí, de cada uno de destinados a las misiones.
los Institutos. § 2. Las asociaciones que no tienen la índole
(3. L o s r e q u is it o s ) o no se proponen plenamente el fin descriptos
Art. III. - § 1. Para que una asociación piadosa en el art. I, y aquellas que carecen de alguno de
de fieles, según la norma de los artículos que los elementos enumerados en los arts. I y III de
siguen, pueda conseguir la erección en Instituto esta Constitución Apostólica, se rigen por el
secular, se requiere que tenga, fuera de las de derecho de las asociaciones de fieles, de que se
más cosas comunes, las siguientes condiciones (31): habla en los cánones 684 y siguientes, y dependen
de la Sagrada Congregación del Concilio, salvo
a) C o n s a g r a c ió n d e la v id a y v o to s lo prescripto en el canon 252, § 3, en cuanto a
§ 2. En cuanto a la consagración de la vida y los territorios de misiones.
la profesión de la perfección cristiana: e) Varias disposiciones jurídicas
Los socios que desean ser adscriptos a los Ins Art. V. - § 1. Pueden los Obispos, pero no los
titutos como miembros, en el más estricto sentido,29
8
7
6
5
4 Vicarios capitulares ni generales, fundar Institu-
tos seculares y erigirlos en persona moral, según gún la necesidad o la utilidad lo sugiera, los
las normas del canon, párrafos 1 y 2. peritos o los más peritos consultores.
§ 2. Pero aún los Obispos no funden ni permi 3? La resolución de la runión debe ser referida
tan fundar aquellos Institutos sin consulta a la en audiencia por el Eminentísimo Cardenal Pre
Sagrada Congregación de Religiosos, según la nor fecto y por el Eminentísimo Secretario al Padre
ma del canon 492, § 1, y del artículo que sigue. Santo y sometida al supremo juicio de éste.
Art. VI. - § 1. Para que la Sagrada Congrega Art. VIII - Los Institutos seculares, además
ción de Religiosos conceda a los Obispos que de las leyes propias, si las hay o en lo futuro
consultan previamente sobre la erección de Ins se promulgan, estarán sujetas a los Ordinarios
titutos, según la norma del art. II, § 2, la licen de lugar, según las normas del derecho que rige
cia de erigirlos, debe ser enterada juzgando so para las Congregaciones y sociedades de vida
bre la oportunidad de todo ello, de todo lo que común no exentas.
en las normas publicadas por la misma Sagrada
Congregación se define (35) respecto a la erec Art. IX. - El régimen interno de los Institutos
ción de congregaciones o sociedades de vida co seculares pueden ordenarse jerárquicamente, a
mún de derecho diocesano, y de todo lo demás semejanza del régimen de las Religiones y socie
que se ha ido introduciendo o en lo futuro se dades de vida común, según la naturaleza y fines
introduzca en el estilo y práctica de la misma de tales Institutos, dejando el juicio de la opor
Sagrada Congregación. tunidad a la misma Sagrada Congregación.
123 § 2. Obtenida por los Obispos la licencia de la Art. X. - En cuanto a los derechos y obliga- 124
Sagrada Congregación de Religiosos, nada impe dones de los Institutos que ya han sido fundados
dirá a que ellos puedan usar de su propio dere y aprobados por los Obispos, con la consulta de
cho libremente y lleven a cabo la erección. Los la Santa Sede, o por la misma Santa Sede, nada
Obispos no omitan enviar a la misma Sagrada se muda en esta Constitución Apostólica.
Congregación un aviso oficial de la erección
practicada.
Art. VII. - § 1. Los institutos seculares que E p íl o g o
consiguieren la aprobación o decreto de alabanza
de la Santa Sede se hacen de derecho pontificio 14. Declaración de validez. Esto pu
(36). blicamos, declaramos y sancionamos,
§ 2. Para que los Institutos seculares de dere
cho diocesano puedan obtener el decreto de ala determinando, además, que esta Cons
banza y aprobación, se requieren en general, de titución Apostólica es y será siempre
jando la oportunidad al juicio de la Sagrada
Congregación de Religiosos, aquellas cosas pres- firme, válida y eficaz y surtirá y obten
criptas o definidas, o que en el futuro se definan, drá sus plenos e íntegros efectos, sin
contenidas en las normas (37) y en el estilo y que obste cosa alguna en contrario,
práctica de la Sagrada Congregación, referentes
a las Congregaciones y sociedades de vida común. aunque sea digno de peculiarísima men
§ 3. Para la primera, segunda, y si el caso se ción. Ningún hombre, pues, se atreva a
da, definitiva aprobación de estos Institutos y de
sus constituciones, se procederá así: infrigir esta Constitución por Nos pro
1? De la Causa, preparada según costumbre e mulgada o a contradecirla con teme
ilustrada por el voto y la disertación de al me
nos un consultor, se hará una primera discusión rario atrevimiento í3
38l.
7
6
3
5
en la Comisión de Consultores, bajo la presi Dado en Roma, junto a San Pedro,
dencia del excelentísimo secretario de la misma
Sagrada Congregación o de otro que haga sus el día 2 de febrero, consagrado a la
veces. Purificación de la Beatísima Virgen
29 Entonces se someterá todo el asunto al exa
men y decisión de la reunión plena de la Sagrada María, el año 1947, octavo de Nuestro
Congregación, bajo la presidencia del Eminentí Pontificado.
simo Prefecto de la Sagrada Congregación e invi
tados a discutir con más diligencia la causa, se- PIO PAPA XII.
(35) Nrs. 3-5. lleva la fecha del 19 de Marzo, fiesta de San
(36) Can. 488, 3?; Can. 673, § 2. José, de 1948 (AAS. 40 [19481 293 ss.).
Permítasenos algunos datos para ambientar y
(37) Nrs. 6 y ss. comprender mejor todo ese movimiento.
(38) M otu P r o p r i o , P r im o F e lic ite r . Ver su tex “ El 2 de Febrero de 1947, como alguien dijera,
to más abajo p. 1695 I? col. señalará probablemente en la historia de la Igle
sia una revolución dentro de lo que los enemigos
I. Introducción. han caricaturizado como monolito inexpugnable
Pío XII, al año de la salida a luz de P r ó v id a de conservadorismo de la Santa Sede. En aquella
M a ter, publicó el Motu Proprio P r im o fe lic it e r fecha fue promulgada la nueva Constitución Apos
e la p s o arm o en que celebra el Papa los excelen tólica P r ó v id a M a te r, estableciendo una forma de
tes frutos que ya había dado P r ó v id a M a te r y vida hasta ahora casi desconocida para el laicado
confirma y precisa más sus disposiciones. Más consagrándola canónicamente: “ L o s In s titu to s S e
abajo reproduciremos el texto íntegro en versión c u la r e s ” (L. Benedict en St. Anth. Mess. Marzo
propia. Los resultados obtenidos en el breve lapso 1951).
de un año, recogiendo sí esfuerzos múltiplies de El P. J. Bonduelle, O.P. escribió en “ La Vie
años anteriores, justifican plenamente el regocijo Spirituelle” : La revolución que marca la apari
del Sumo Pontífice. ción de P r ó v id a M a te r es muy seria... Los Insti
La “ congratulación a los Institutos seculares y tutos recientemente creados están destinados a
su confirmación y regulación” expresadas en el aquellos que viviendo en medio del mundo son
Motu Proprio P r im o fe lic it e r fueron seguidas por llamados al estado de perfección según los tres
la Instrucción C um S a n ctis sim u s , ya anunciada consejos evangélicos: Pobreza, castidad y obe
allí, en que la Sagrada Congregación de Religio diencia. Admiten una clase totalmente nueva de
sos da normas pertinentes para la más cabal laicado dentro de la jerarquía de las formas de
ejecución de la empresa iniciada. La Instrucción vida canónicamente reconocidas bajo las regula-
183, 14 (M o tu P r oprio “ P rimo F e liciter ” ) 1695
ciones y la guía de la Sagrada Congregación de Cuando Nos evocamos el gran número de almas
Religiosos, en Roma... Por primera vez en la escondidas “ con Cristo en Dios” (Col. 3, 3), las
historia religiosa los miembros de un Instituto cuales en medio del mundo tienden a la santidad
laico canónicamente erigido, viviendo en plena y “ generosos y prontos” (II Macal). 1, 3) consa
corriente de las actividades mundanas y abra gran gozosos toda su vida a Dios en los nuevos
zando sin embargo los tres votos, deberán ejercer Institutos Seculares, Nos no podemos sino agra
su mandato apostólico no solamente en el mundo decer a la divina Bondad por esa nueva falange
sino a través del mundo: “ A través de las pro con que Dios aumentó el ejército de aquellos que
fesiones, las actividades, las formas, los lugares, profesan en medio del mundo una vida según los
las circunstancias correspondientes a la condi consejos evangélicos.
ción secular pero sin llegar a ser del mundo” , Igualmente damos gracias por la ayuda con
como dice el Motu Proprio: “ P r im o fe lic it e r ” . que en su gran sabiduría providencial quiso re
El mismo Padre enumeró ya entonces los más forzar el apostolado Católico en este nuestro tiem
importantes pasos. “ Quince Institutos han sido po desquiciado y desafortunado.
canónicamente aprobados; 65 ya se comprome 2. L a fin a lid a d e s p ir itu a l de e s o s In s titu to s . El
tieron a la doble tarea de formación y de apos Espíritu Santo que vuelve a “ crear y renovar
tolado, en tanto que muchas otras sociedades, incesantemente la faz de la tierra” (Salmo 103,
asociaciones y grupos están examinando su po 30) que por tantos y tan graves males se halla
sición frente a la Constitución Apostólica P r ó v id a continuamente desolada y desfigurada, llamó a
M a ter, la cual especifica que todas las organiza Sí, por una grande y especial gracia, a muchos
ciones que tienen los elementos característicos de amadísimos hijos e hijas a quienes de todo co
los Institutos están obligados de hecho a consti razón bendecimos en el Señor, a fin de que
tuirse como tales... unidos y ordenados en los Institutos Seculares,
L a s M is io n e ra s d e l R e in o de C risto , con sus fuesen la sal indefectible para un mundo “ insul- 284
6.500 miembros, fue el mayor de los Institutos so” y entenebrecido, en el que no tienen parte
aprobados. Fundado por 12 mujeres jóvenes de (Juan 15, 19) pero en cuyo medio han de perma
la Tercera Orden de San Francisco en la Capilla necer según la disposición divina; sal han de ser
de San Damiano, el 19 de Noviembre de 1919... que, renovada en virtud de su vocación, no se
El primer artículo de las Constituciones de esas hace insípida (Mt. 5, 13; Me. 9, 49; Le. 14, 34);
Misioneras explica brevemente (y puede estar por luz que brilla en las tinieblas de este mundo y
muchos de ellos) la naturaleza y el objeto del no se extingue (Jn. 9, 5; 1, 5; 8, 12; Efes. , 8);
Instituto: “ es una sociedad de mujeres que a fermento, en fin, poco en cantidad pero eficaz
pesar de vivir en el ambiente de su familia y de que obra siempre y en todas partes, mezclado
la sociedad, y sin descuidar los deberes que su en todas las capas sociales, desde las más mo.
estado familiar y social les impone, tienden, sin destas hasta las más encumbradas, tratando de
embargo, a la vida de perfección cristiana. Los alcanzar e impregnar a todos y a cada uno con
miembros de este Instituto Secular consagran sus su palabra, con su ejemplo y de cualquier modo
vidas al servicio de Dios por los votos de casti hasta que haya transformado toda la masa de
dad y las promesas de pobreza, obediencia y tal manera que ella esté íntegramente compene
apostolado, y se entregan ellas ■mismas al des trada del fermento de Cristo (ver Mt. 13, 33;
arrollo del apostolado laico en el mundo” . I Cor. 5, 6; Gál. 5, 9).
El “ O pu s D e i” fue fundado en España en 1928
y tiene como apostolado: impregnar las profe 3. D e c r e t o d e c o n fir m a c ió n p a r a la m e jo r c o n s
siones: leyes, medicina, educación, servicio civil titu c ió n y m a y o r e fic a c ia d e los In s titu to s. A fin
etc.., con los principios cristianos. de que tantos Institutos, nacidos en todas partes
L a s A u x ilia r e s de las M is io n e s, un Instituto por la consoladora efusión de este Espíritu de
compuesto de asistentes sociales, enfermeras, Cristo (ver Rom. 8, 9) y según las normas de la
maestras y otras profesiones femeninas similares, Constitución Apostólica P r ó v id a M a te r E c c le s ia ,
fue fundado en Bélgica en 1927. Su apostolado sean más eficazmente dirigidos y produzcan abun
consiste en asistir en aquellas actividades imprac dantemente aquellos óptimos frutos de santidad
ticables para las religiosas. que de ellos se esperan; y para que, además,
“ E l In s titu to C a r m e lita d e N u e s tr a S e ñ o r a d e como falange “ sólida y sabiamente ordenada”
la V id a d e V e n a s q u e " , establecido en 1932 en (Cantar 6, 3) puedan sostener valerosamente los
Francia tiene una vida muy semejante a la combates del Señor en las obras del apostolado
orden religiosa, pero sin hábito religioso ni vida particular y general, confirmamos con alegría de
de comunidad. Se adhirió a los Institutos Se corazón la mencionada Constitución Apostólica,
culares. y después de madura reflexión, por propio im
pulso, con ciencia cierta y en el ejercicio de la
Los T r a b a ja d o r a s P r o D e o de Cincinatti, USA, plenitud de Nuestra potestad Apostólica, declara
tienen como finalidad y apostolado más importan
te la conducción de un hogar para muchachos mos, decretamos y constituimos lo que sigue:
de 14-21 años, salidos de institutos correccionales (4. O b lig a c ió n d e las s o c ie d a d e s d e a filia r s e ).
y carentes de hogar; evitan la terminología reli I. Las sociedades sean clericales sean laicales
giosa de las Ordenes, tienen sus actos de consa que en el siglo profesan la perfección cristiana y
gración y una vida espiritual muy simple. Reúnen que parecen poseer cierta y plenamente los ele
sus salarios para mantener el Instituto. mentos y requisitos que se prescriben en la Cons
Después de esa enumeración somera de sólo titución Apostólica P r ó v id a M a te r E c c le s ia , no
algunos de ellos comprenderemos m ejor la nece- pueden ni deben por su propio arbitrio bajo cual
sidad de un arreglo general de todos ellos y quier pretexto permanecer entre las asociaciones
también la alegría del Papa por el éxito de la comunes de los fieles (cánones 684-725), sino que
empresa iniciada por P r ó v id a M a te r. (P. H.)_ deben necesariamente adaptarse y elevarse a la
naturaleza y forma propia a los Institutos Secu
* * * lares que m ejor responda a su carácter y las
AAS ¡I. “ P R IM O F E L IC IT E R ELAPSO ANNO" necesidades.
(12-111-1948)
(5. E l c a r á c t e r d e “ s e c u la r ” d e b e c o n s e r v a r s e
40 El texto de P r im o fe lic it e r e la p s o a n n o (AAS. s ie m p r e ).
40 [1948] 283-286) es el siguiente: II. Al llevar a cabo esa elevación de las Socie
283 1. E l fe liz d e s a r r o llo d e los In s titu to s S e c u la r e s . dades de los fieles a la forma superior de los
El primer año cumplido desde la publicación de Institutos Seculares (ver n. I.), y al hacer cual
Nuestra Constitución Apostólica P r ó v id a M a te r quier ordenamiento, sea general, sea particular,
E c c le s ia (AAS. 39, 114) tuvo un desarrollo feliz. de todos los Institutos, debe tenerse siempre pre-
1696 (E n cíclicas del PP. P ío XII [1948]) 183, 14
sente que el carácter propio y peculiar de los (8. Sólo sujetos a la S. C. de Religiosos, respe
Institutos, o sea el elemento secular en que con tando los derechos de las S. C. de Concilio y de
siste toda la razón de ser de ellos, debe prevale Propaganda Fide).
cer en todo. Nada debe restarse a la profesión V. Los Institutos Seculares cuyos miembros
plena de la perfección cristiana, sólidamente fun aunque vivan en el mundo se consideran con to
dada en los consejos evangélicos ni a la substan da razón y mérito colocados jurídicamente entre
cia realmente religiosa; pero la perfección ha los estados de perfección, ordenados y reconoci
de ejercerse y profesarse en el mundo; y por eso, dos por la Iglesia, en virtud de la Constitución 286
285 debe adaptarse en todo lo lícito y en todo lo que Apostólica Próvida Mater Ecclesia, por cuanto se
pueda conformarse con las obligaciones y las consagran plenamente a Dios y a las almas. Esto
obras de esa perfección, a la vida en el siglo. lo profesan con la aprobación de la Iglesia y en
La vida íntegra de los miembros de los Insti virtud del ordenamiento jerárquico, de derecho
tutos Seculares, consagrada a Dios por la profe diocesano o universal; aquel ordenamiento puede
sión de la perfección debe convertirse en apos tener diversos grados. Por ello, esos Institutos
tolado, el cual debe perpetua y santamente ejer fueron intencionalmente sometidos y confiados a
cerse con la recta intención, con la unión interior la competencia y la solicitud de aquella Sagrada
con Dios, en generoso olvido de sí mismo, me Congregación que dirige los estados públicos de
diante fuerte abnegación y por amor a las almas, perfección y se preocupa de ellos. Por eso, de
de tal modo que no sólo irradie el espíritu inte jando a salvo, sí, según el tenor de los cánones
rior que los anima sino que también alimente y y la expresa prescripción de la Constitución Apos
renueve continuamente a ese mismo espíritu. Este tólica Próvida Mater Ecclesia (Art. IV, §§ 1 y 2)
apostolado que abarca toda la vida, suele pal los derechos de la Sagrada Congregación del Con
parse siempre tan profunda y sinceramente en cilio, acerca de las sociedades pías comunes y las
estos Institutos que, con el auxilio y la inspira Pías Uniones de los fieles (canon 250, § 2) y los
ción de la divina Providencia, la sed de almas y derechos de la S. Congr. de la Propagación de
el fervor no sólo han sido para ellos el feliz la Fe respecto de las sociedades de los clérigos
motivo de consagrar su vida a Dios sino que, que en los Seminarios se preparan para las Mi
en gran parte, les han impreso su propio carácter siones entre los infieles (canon 252, § 3,) todas
y forma, y que parece haberles impuesto y creado las sociedades en el mundo entero —aunque ten
de un modo maravilloso tanto el fin que llaman gan aprobación episcopal y aun pontificia— si se
específico como también el fin general. Este apos ve que poseen los elementos y requisitos propios
tolado de los Institutos Seculares ha de ejercerse de los Institutos Seculares, deben forzosamente
no sólo en el siglo sino, como si dijéramos, desde en el acto adaptarse a esa nueva forma según las
el mundo; y por lo tanto la profesión, la activi normas arriba señaladas (ver n. I). Para unifor
dad, la forma, el lugar y las circunstancias han mar su dirección decretamos, además, que deben
de corresponder a esa condición. atribuirse y someterse exclusivamente a la Sa
grada Congregación de Religiosos en cuyo seno fue
(6. No rige para ellos la legislación de las constituido un Oficio especial para esos Institutos.
Ordenes; se conserva de lo secular lo que se her
mana con la “ Religión” )^ (9. Instrucción a los dirigentes de las Asocia
ciones comunes de fomentar este nuevo movimien
III. En cuanto al orden jurídico, la disciplina to y aprovecharse de él).
canónica de las órdenes religiosas no compete a
los Institutos Seculares; tampoco debe ni puede VI. A los presidentes y dirigentes que colabo
aplicárseles por lo general, siguiendo las normas ran en la Acción Católica y en las otras asocia
de la Constitución Apostólica Próvida Mater ciones de fieles en cuyo seno maternal se edu
Ecclesia, la legislación para los religiosos (Art. II, can para una vida íntegramente cristiana y al
§ 1). En cambio, lo que en los Institutos amiga mismo tiempo se inician en el ejercicio del apos
blemente se hermana con su carácter secular po tolado, una falange tan numerosa como selecta
drá conservarse, con tal que de ningún modo se de jóvenes, Nos recomendamos con paternal so
oponga a la plena consagración a Dios de toda licitud a que promuevan generosamente las san
su vida y esté en consonancia con la Constitución tas vocaciones de aquellos que, por un llama
Próvida Mater Ecclesia. miento de lo alto, se sienten invitados a alcanzar
una más elevada perfección sea en las Religiones
(7. Las diferentes características de los Insti y sociedades de vida común sea en los Institutos
tutos). Seculares. Los mismos dirigentes mencionados
IV. La constitución jerárquica, al modo de presten ayuda no sólo a las Ordenes y Congrega
cuerpo orgánico, sea de derecho diocesano o ciones, sino también a estos Institutos realmente
universal, es aplicable a los Institutos Seculares providenciales y se valgan gustosamente de su
(P rov. Mater Art. IX). Y esa organización les ha labor, dejando naturalmente intacta su disciplina
de conferir indudablemente vigor interno, un interna.
mayor y más eficaz influjo y firmeza; sin embar (10. La ejecución). Por Nuestra Autoridad con
go, en ese ordenamiento que debe adaptarse a los fiamos la fiel ejecución de todo lo que en el
diferentes Institutos debe tomarse en cuenta la Motu Proprio ordenamos a la S. Congr. de Reli
naturaleza del objetivo que el Instituto persigue, giosos y a las otras S. Congregaciones arriba
además la mayor o menor voluntad de expan nombradas, a los Obispos de lugar y a los Supe
sión, el grado de evolución y de madurez, las riores de las respectivas sociedades según la
circunstancias en que se encuentra y otras cosas competencia de cada cual.
por el estilo. Tampoco deben rechazarse o des Ordenamos que lo que en estas Letras, Motu
preciarse aquellas formas de los Institutos que Proprio dadas, establecimos sea siempre válido y
se fundan en la confederación o que desean fo vigente sin que obste nada en contrario.
mentar el carácter local de las diferentes nacio Dado en Roma, junto a San Pedro, el 12 de
nes, regiones y diócesis, con tal que sea correcto Marzo de 1948, al comenzar el año 10? de Nues
e impregnado del sentido de catolicidad de la tro Pontificado.
iglesia. PIO PAPA XII.
dLIME
PI O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
I ntroducción : 2. San Benito, com o la Iglesia Ca
tólica misma, una luz en las tinieblas.
AAS Sañ Benito} luz en las tinieblas de los
En el número de estos héroes luce con
tiempos
brillante gloria San B enito bendecido
39 i. Cristo, salvación en las épocas por la gracia y por su mismo n om b re^
137 borrascosas. Benito de Nursia res que nació, por un designio providencial
plandece fulgente, como astro entre las de Dios, en un siglo tenebroso, en don
tinieblas de la noche, y es honor de de corrían gran peligro no sólo la Igle
Italia y de toda la Iglesia. Todo el que sia, sino también la sociedad civil y la
examine su ilustre vida e investigue a cultura.
la luz verdadera de la historia la época El Imperio Romano, que había lle
tormentosa en que vivió, comprobará gado al apogeo de tan grande gloria,
sin duda la verdad de aquella divina y que con la sabia moderación y equi
promesa, hecha por Jesucristo a sus dad de su derecho se había incorporado
Apóstoles y a la sociedad que fundaba: estrechamente tantos pueblos y nacio
Yo mismo estaré continuamente con nes que con razón hubiera podido lla
vosotros} hasta la consumación de los marse patronato del mundo mejor que
sig los^ . Promesa que no pierde su imperio<3), declinaba ya a su ocaso
valor en ningún tiempo, sino que aL como todas las cosas humanas; porque
eanza al curso todo de los siglos, regido debilitado y corrompido interiormente
por el imperio de Dios. Más aún, cuan y quebrantado en lo exterior por las
do con más encarnizamiento los enemi incursiones de los bárbaros que se pre
gos acometen al nombre cristiano, cuan- cipitaban del septentrión, en las regio
138 ílo la nave de P edro, dirigida por la nes occidentales se deshacía en ruinas.
Providencia, es zarandeada por olas En tan cruel tormenta y en medio de
cada vez más violentas, cuando todo tanto cataclismo ¿de dónde surgió la
parece que está para desplomarse y no esperanza para la sociedad humana?
hay esperanza ninguna de humano au ¿de dónde le vino auxilio y protección
xilio, entonces aparece Jesucristo cum con que poder salvarse del naufragio y
pliendo su palabra, consolando y dis conservar al menos los restos de lo
pensando aquella fuerza que viene de que tenía?
lo alto, con lo que suscita nuevos atle
tas* defensores de la causa católica, que 3. La salvación por la Iglesia. Cier
le devuelvan su antiguo esplendor, y tamente, de la Iglesia Católica: porque,
que, con la ayuda de las gracias celes mientras todas las obras e instituciones
tiales, le comuniquen todavía un mayor terrenas, por el hecho de apoyarse so
perfeccionamiento. lamente en la fuerza y en el ingenio
(*) A. A. S., 39 (1947) 137-155. Versión de la Tip. Polígl. Vaticana. El esquema intercalado, los
números y los subtítulos son de la responsabilidad de la 2? ed. (P. H.)
(1) Mat. 28, 20. P.L. 66, 126).
¡(2) S. Greg. M.\ Lib. D ial, II, Prol.; (Migne (3) Cf. Cicerón, De Off., II, 8.
— 1697 —
Encíclicas Pontificias 54
1698 E n cíclicas del PP. P ío X II (1947) 184» 4-6
con los mejores auspicios; pues fueron zasen la fe, predicándoles continua
muchos los que reunió en aquel mismo m en te^).
lugar para el servicio de Dios...: de tal
suerte que, ayudado por la gracia de 13. Casino, faro y baluarte de la vir
Jesucristo, Señor omnipotente, constru tud. Casino, como todos saben, fue la
yó doce monasterios, y puso doce mon triarca y el escenario principal de su
jes en cada uno, con sus respectivos virtud y santidad. Desde la cima de
Superiores; reservándose para sí unos aquel monte, mientras que casi por to
pocos que quiso fuesen educados con das partes se difundían las tinieblas de
mayor esmero a vista suya^121 *).
3 la ignorancia y de la inmoralidad, pre
tendiendo invadirlo todo, resplandeció
12. Fracaso y nuevo comienzo en una nueva luz, que alimentada no sólo
Casino. Pero cuando todo — según di por la doctrina y civilización de los
jimos— se desarrollaba favorablemen pueblos antiguos, sino también por las
te, cuando los frutos de salvación se enseñanzas cristianas, iluminó a los
recogían ya en abundancia y la cosecha pueblos y a las gentes que vagaban
futura prometía ser más copiosa toda errantes, y los encaminó con seguridad
vía, vio el Santo con honda amargura por el camino recto de la verdad. Por
que una negra tempestad, suscitada por eso se puede afirmar con todo derecho
funesta envidia y por los deseos de co que el sagrado cenobio, allí construido,
dicia terrena, se abalanzaba sobre la fue el refugio tutelar del más puro sa-
mies que crecía. Sin embargo como los ber y de las mejores virtudes, y fue
móviles del Santo eran divinos y no también en aquellos tiempos peligro
humanos, para que aquel odio, dirigido sísimos como el baluarte de la Iglesia
principalmente contra su persona, no y defensa de la fe <15h
se convirtiese lamentablemente en mal
para los suyos, cedió a los envidiosos, 2. El sabio Superior y Padre
reorganizó, cambiando priores y aña a) El Padre de los monjes del
diendo algunos religiosos, todos los Occidente
oratorios que habían levantado, y to
mando consigo algunos monjes cambió 14. Trabajo y contemplación. Aquí
su residencia^13*). Firme su confianza en llevó el Santo Patriarca la vida monás
Dios y en su ayuda poderosa, partió tica a aquella forma acabada a: la
hacia el Sur y se dirigió a un lugar ele que aspiraba llegar hacía ya tiempo,
vado que se llama Casino, situado en valiéndose de sus plegarias, de su me
la ladera de una alta montaña...; hubo ditación y de su experiencia. Y ésta
allí un antiquísimo templo, donde el fue, según parece, la misión peculiar y
pueblo rústico e ignorante, siguiendo principal a que le destinaba la Divina
una tradición recibida de los antiguos Providencia; misión que no consistió
gentiles, daba culto a Apolo. Por los precisamente en trasladar al mundo
alrededores se habían plantado bosques occidental el modo de vivir de los mon
en honor de los demonios, donde toda jes orientales, sino más bien en acomo
vía entonces insensatas muchedumbres darlo de modo felicísimo al tempera
de infieles ofrecían sacrificios sacrile mento, necesidades y circunstancias de
gos. Apenas llegando allá el Santo, hizo los pueblos de Italia y del resto de
trizas el ídolo, derribó el altar, incendió Europa. Y así, a aquella ascética vida
los bosques y erigió en el mismo témalo de apacible tranquilidad, que tanto ha
de A polo una capilla en honor de San bía florecido en los cenobios de Oriente^
Martín , y donde estuvo antes el ara el Santo añade la infatigable actividad
de A polo, construyó un altar dedicado que permita comunicar a los demás los
a San Juan ; e invitaba a los moradores frutos de la contemplación: “ contenió
de aquellos contornos para que abra plata aliis tradere^1®), y recoger no sólo
(12) S. Greg. M., Lib. Dial., II, 3 (Migne P.L. (14) S. Greg. M., Lib. D ial, II, 8 (Migne P.L.
66, 140). 66, 152). •:)
(13) S. Greg. M., Lib. Dial., II, 8 (Migne P.L. (15) Pius X, Litt. Apost.A rch icoen obiu m €a-
66, 148). sinense, 10-IM913. A AS. 5 (1913) 113.
184» 15-18 E ncíclica “ F ulgens R adiatur” 1701
las cosechas materiales de las tierras na y cristiana, que regula los derechos,
incultas, sino hacer brotar frutos espi obligaciones y ministerios de los mon
rituales con el sudor apostólico. jes con benignidad y caridad evangé
lica, y que ha sido y es tan eficaz para
15. La vida común y religiosa. Las estimular a tantos a la virtud y condu
austeridades de la vida solitaria, no cirlos a la santidad. En esta regla Bene-
convenientes para todos y a veces peli nedictina se hallan coordinadas la ma
grosas también para algunos, las sua yor prudencia con la sencillez, la hu
viza y las endulza la fraternal convi manidad cristiana con la más esforza
vencia de la casa Benedictina, donde da virtud; el rigor se templa con la
alternando con la oración, el trabajo y dulzura, y la conveniente sumisión se
el estudio de las disciplinas sagradas y ennoblece con la sana libertad. En ella
profanas, la paz imperturbable no sabe la reprensión es firme, pero la condes
de ocio ni de desidia; y donde la acción cendencia y la benignidad resultan agra
y el trabajo, lejos de fatigar la mente dables por su suavidad; los preceptos
y el espíritu, disipándolos u ocupándo conservan su pleno vigor, pero la ob e
los en cosas inútiles, los serenan, los diencia da tranquilidad a los corazones
vigorizan y los elevan a las cosas celes y paz a las almas; agrada el silencio por
tiales. Porque allí lo que se prescribe su gravedad, pero la conversación se
no es ni el exagerado rigor de la disci adorna de atrayente gracia; y final
plina, ni la rigidez de las mortificacio mente, la fuerza de la autoridad se
nes, sino ante todo el amor de Dios y ejercita, pero la debilidad tiene también
una incesante caridad fraterna para su ayuda
con todos. Porque de tal manera mo
deró su regla, que, los fuertes anhelasen 17. Propósito de exponer sus caraco
todavía más, y los débiles no rehuyesen te rísticas. No Nos admira, pues, que
su rigor... Pretendía más gobernar a los hoy día, todos los hombres prudentes
suyos con amor que no dominarlos por tributen las mayores alabanzas a la re
el temor(1 171
1
6 *K Y así, viendo en cierta
8 gla monástica escrita por el hombre de
ocasión a un anacoreta que se había Dios..., modelo de discreción, rica por
encerrado atado con cadenas en una sus máximas(2° ); y Nos es grato exponer
estrecha cueva, para no poder volver a aquí brevemente y poner de relieve sus
los pecados y a la vida del mundo, lo características, en la seguridad de que
reprendió suavemente con estas pala será agradable y útil no sólo para la
bras: Si eres siervo de Dios, no te sujete numerosísima descendencia del Santo
la cadena de hierro, sino la cadena de Patriarca, sino también para el clero
Cristo(18)*. y para el pueblo cristiano.
la pujante vitalidad del Instituto Bene los tiempos pasados las legiones roma
dictino en aquella vieja edad, y cuántos nas, que luchaban para sujetar todos
y cuán grandes fueran los beneficios los pueblos al imperio del Alma Ciu
que acarreara también en el transcurso dad, avanzaban por las vías consulares,
de los siglos venideros, es bien que lo re así también entonces los innumerables
conozcan todos aquellos que imparcial- ejércitos de monjes, cuyas armas no
mente examinan con fidelidad histórica son carnales, sino que son poderosísi
los acontecimientos humanos y los juz mas en Dios(4D, fueron enviados por el
gan con rectitud. Porque, además de Sumo Pontífice para que propogasen
que, como ya hemos dicho antes, los eficazmente hasta los últimos confines
religiosos benedictinos fueron casi los del orbe el pacífico Reino de Jesucristo,
únicos que, a través de aquellos obscu no por medio de la espada, ni de la
ros tiempos y en medio de tan gran fuerza o de la muerte, sino con la Cruz,
ignorancia de los hombres y aniquila con el arado, con la verdad, con la ca
miento de las instituciones, conservaron ridad. En dondequiera, pues, que estos
incólumes los códices de las diversas inermes ejércitos, integrados por heral
ciencias que transcribieron y comen dos de la religión cristiana, por obreros,
taron con suma diligencia; ellos fue por agricultores y por maestros de las
ron también los que principalmente ciencias divinas y humanas, ponían sus
ejercitaron las artes, las ciencias y la pies, allí el arado roturaba las tierras
enseñanza, promoviéndolas de todas las incultas y enmarañadas, surgían cen
maneras. De suerte que en verdad, así tros de las ciencias y de las artes, y los
com o la Iglesia Católica, principalmen hombres, de la vida salvaje pasaban a
te en los tres primeros siglos de su vida, la de ciudadanos de un pueblo civiliza
fue consolidada y acrecentada de modo do, teniendo ante los ojos, como ejem
admirable con la preciosa sangre de sus plar, la luz del Evangelio y de la virtud.
mártires, y en aquel mismo tiempo, lo Innumerables apóstoles, encendidos en
mismo que en el subsiguiente, salvó sin caridad celestial, recorrieron descono
menoscabo la integridad de su doctrina cidas y turbulentas regiones de Europa,
divina, ante los ataques y los engaños las regaron con su generoso sudor y
de los herejes, por la labor valiente y sangre, y pacificados sus moradores los
sabia de los Santos Padres, así también llevaron a la luz de la católica verdad
puede realmente asegurarse que el Ins y santidad. De tal suerte que realmente
tituto Benedictino y sus florecientes m o puede afirmarse que aunque Roma, en
nasterios fueron suscitados por la pro grandecida ya por muchas victorias,
videncia e inspiración divina, precisa hubiera impuesto el derecho de su im
mente para que, al derrumbarse el Im perio por todas partes, sin embargo
perio Romano y mientras las hordas gracias a ellos fue menos... lo qué le
salvajes afluían por todas partes, impe sometió el empuje bélico que lo que
lidas por su bélico furor, el pueblo cris sujetó la paz cristiana<42).
tiano reparase ios daños sufridos y,
amansados los pueblos nuevos con la c) Grandes figuras eclesiásticas
verdad y la caridad evangélicas, fueran benedictinas
conducidos, por su solícita e infatigable
labor, a la concordia fraterna, al tra 28. La universalidad de la Orden y
bajo fecundo, y por último, a la virtud la grandeza de sn obra. Porque no
que se rige por los preceptos de nuestro solamente Inglaterra, Francia, Holan
Redentor y se nutre con su gracia. da, Frisia, Dinamarca, Alemania y Es-
candinavia, sino también no pocos de
los pueblos eslavos se glorían del apos
b) Propagación del cristianismo tolado de estos monjes, y los tienen
27. La Orden propaga el cristianismo como un timbre de gloria, considerán
y la civilización. Porque así como en4 1 dolos autores esclarecidos de su civili-
(41) II Cor. 10, 4. (42) Cf. S. Leo M., Serm. I. ln natali Ap. Petri
et Pauli (Migne P.L. 54, 423).
184, 2.9-32 E n cíc lic a “ F ulgens R a d ia t u r ” 1705
— 1709 —
1710 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 2-5
lo de la sangre inmaculada del Cordero, béis sin duda alguna, Venerables Her
diesen a Dios la gloria que le es debida. manos, que a fines del siglo pasado y
Quiso, pues, el Divino Redentor que principios del presente se despertó un
la vida sacerdotal por El iniciada en su fervor singular en los estudios litúrgi
cuerpo mortal con sus oraciones y su cos, tanto por la iniciativa laudable de
sacrificio, en el transcurso de los siglos, algunos particulares, cuanto sobre todo
no cesase en su Cuerpo Místico, que por la celosa y asidua diligencia de va
es la Iglesia; y por esto instituyó un rios monasterios de la ínclita Orden
sacerdocio visible, para ofrecer en todas Benedictina; de suerte que, no sólo en
partes la oblación pura^\ a fin de que muchas regiones de Europa, sino aun
todos los hombres, del Oriente al Occi en las tierras de ultramar, se desarrolló
dente, liberados del pecado, sirviesen en esta materia una laudable y prove
espontáneamente y de buen grado a chosa emulación, cuyas benéficas con
Dios por deber de conciencia. secuencias se pudieron ver, no sólo
en el campo de las disciplinas sagradas,
2. Renovación litúrgica de la Iglesia donde los ritos litúrgicos de la Iglesia
2. La Iglesia continúa el oficio sa Oriental y Occidental fueron estudiados
cerdotal de Jesucristo, en la Misa, los y conocidos más amplia y profunda
Sacramentos y el Oficio. La Iglesia, mente, sino también en la vida espiri
pues, fiel al mandato recibido de su fun tual y privada de muchos cristianos.
dador, continúa el oficio sacerdotal de
Jesucristo, sobre todo mediante la Sa 4. Sus importantes resultados en la
grada Liturgia. Esto lo hace, en primer actualidad. Las augustas ceremonias
lugar, en el altar donde se represen del Sacrificio del Altar fueron mejor
ta perpetuamente el sacrificio de la conocidas, comprendidas y estimadas;
C r u z y se renueva con la sola dife la participación en los Sacramentos,
rencia del modo de ser o fre c id o ^ ; en mayor y más frecuente; las oraciones
segundo lugar, mediante los Sacramen litúrgicas, más suavemente gustadas;
tos, que son instrumentos peculiares, y el culto eucarístico, considerado (co
por medio de los cuales los hombres mo verdaderamente lo es— centro y
participan de la vida sobrenatural; y fuente de la verdadera piedad cristia
por último, con el cotidiano tributo de na. Fue, además, puesto más claramen
alabanzas ofrecido a Dios Optimo Má te en evidencia el hecho de que todos
ximo. “ ¡Qué espectáculo más hermoso los fieles constituyen un solo y com
para el cielo y para la tierra que la pactísimo cuerpo, cuya cabeza es Cris
Iglesia en oración! — decía Nuestro Pre to, de donde proviene para el pueblo
decesor Pío XI de feliz memoria— . Si cristiano la obligación de participar,
glos hace que, sin interrupción alguna, según su propia condición, en los
desde una medianoche a la otra, se re ritos litúrgicos.
pite sobre la tierra la divina salmodia 3. Necesaria orientación pontificia
de los cantos inspirados, y no hay hora
del día que no sea santificada por su 5. Solicitud de la Santa Sede en fa
liturgia especial; no hay período algu vor del culto litúrgico. Vosotros, indu
dablemente, sabéis muy bien que esta
no en la vida, grande o pequeño, que
no tenga lugar en la acción de gracias, Sede Apostólica ha procurado siempre,
en la alabanza, en la oración, en la con gran diligencia, que el pueblo a
reparación de las preces comunes del ella confiado se educase en un verda
cuerpo místico de Cristo, que es la Igle dero y efectivo sentido litúrgico y que,
sia” H)3
* con no menor celo, se ha preocupado
de que los sagrados ritos resplandecie
3. Despertar de los estudios litúrgi- sen al exterior con la debida dignidad.
523 eos y movimiento litúrgico actual. Sa- En el mismo orden de ideas, Nos, ha-
(4) Compárese Mal. 1, 11. (7) Pío XI, Encícl. Caritate Chrisli, 3-V-1932:
(5) Cf. Gonc. Tricl. Sess. 22, c. 1 (Denz. 038). AAS. 14 (1932) 185; en esta Colección: Encíclica
((>) Cf. Conc. Tricl. Sess. 22, c. 2 (Denz. 940). 159, 9 pág. 1376, col. 2.
185, 6-7 E n c íc lic a “ M e d ia t o r D ei ” 1711
blando, según costumbre, a los predica No crean, sin embargo, los inertes
dores cuaresmales de esta nuestra alma y los tibios que cuentan con Nuestro
Ciudad en 1943, los exhortábamos ca asenso, porque reprendemos a los que
lurosamente a amonestar a sus oyentes yerran y ponemos freno a los audaces;
para que tomasen parte siempre con ni los imprudentes se tengan por alaba
mayor empeño en el Sacrificio Euca- dos cuando corregimos a los negligen
rístico; y recientemente hemos hecho tes y a los perezosos.
traducir otra vez el libro de los Sal
mos del texto original al latín, para 5. Para la Iglesia latina en esp.
que las preces litúrgicas, de las que for
ma ese libro parte tan principal en la Aunque en esta Nuestra Carta Encí
Iglesia Católica, fuesen más exactamen clica tratamos, sobre todo, de la Litur
te entendidas y más fácilmente perci gia latina, no se debe a que tengamos
bidas su verdad y suavidad^. menor estima de las venerandas Litur
524 gias de la Iglesia Oriental, cuyos ritos,
Sin embargo, mientras que, por los transmitidos por venerables y antiguos
saludables frutos que de él se derivan,
documentos, nos son igualmente queri
el apostolado litúrgico es para Nos de
dísimos; sino que más bien depende de
no poco consuelo. Nuestro deber Nos
las especiales condiciones de la Iglesia
impone seguir con atención esta reno
Occidental, que demandan la interven
v a c ió n como algunos la llaman, y pro
ción de la autoridad Nuestra.
curar diligentemente que estas inicia
tivas no se conviertan ni en excesivas
ni en defectuosas. 7. La voz del Padre común. Oigan,
pues, dócilmente todos los cristianos la 52?
4. Peligros de exceso y defecto voz del Padre común, que desea ardien
temente verlos unidos íntimamente a
6. Deficiencias de algunos. Exagera El, acercándose al altar de Dios, pro
ciones de otros. Ahora bien, si por fesando la misma fe, obedeciendo a la
una parte vemos con dolor que en misma ley, participando en el mismo
algunas regiones el sentido, el conoci sacrificio con un solo entendimiento y
miento y el estudio de la Liturgia son una sola voluntad. Lo pide el honor
a veces escasos o casi nulos, por otra debido a Dios; lo exigen las necesidades
observamos con gran preocupación, que de los tiempos presentes. Efectivamen
eii otras hay algunos demasiado ávidos te, después que una larga y cruel gue
de novedades, que se alejan del camino rra ha dividido a los pueblos con sus
de la sana doctrina y de la prudencia; rivalidades y estragos, los hombres de
pues con la intención y el deseo de una buena voluntad se esfuerzan ahora de
renovación litúrgica mezclan frecuente la mejor manera posible por traerlos
mente principios que en teoría o en la de nuevo a todos a la concordia. Cree
práctica comprometen esta causa san mos, sin embargo, que ningún designio
tísima, y la contaminan también mu o iniciativa será en este caso más eficaz
chas veces con errores que afectan a la que un férvido espíritu y religioso celo
fe católica y a la doctrina ascética. de los que deben estar animados y guia
La pureza de la fe y de la moral dos los cristianos, de modo que, acep
debe ser la norma característica de esta tando sinceramente las mismas verda
sagrada disciplina, que tiene que con des y obedeciendo dócilmente a los
formarse absolutamente con las sapien legítimos Pastores en el ejercicio del
tísimas enseñanzas de la Iglesia. Es culto debido a Dios, formen una Co
por tanto deber Nuestro alabar y apro munidad fraternal; puesto que todos
bar todo lo que está bien hecho, y re los que participamos del mismo pan,
primir o reprobar todo lo que se desvíe aunque muchos, venimos a ser un solo
del verdadero y justo camino.8 cuerpo(9L
(8) Compárese Litt. Ap. Motu Proprio sobre la precibus, 24-III-1945; AAS. 37 (1945) 65-67.
nueva versión latina de los Salmos In coiiclianis (9) I Cor. 10, 17.
1712 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 8,10
de la Iglesia. En efecto, los primeros hijos, los ayuda y los exhorta a la san
cristianos perseveraban todos en oír tidad, para que, adornados con esta
las instrucciones de los Apóstoles y en dignidad sobrenatural, puedan un día
la comunicación de la fracción del pan volver al Padre que está en los cielos.
y en la oración(232 >. Dondequiera que
5
4 Ella regenera dando vida celestial a los
los Pastores pueden reunir un núcleo nacidos a la vida terrenal, los fortifica
de fieles, erigen un altar, sobre el que con el Espíritu Santo para la lucha
ofrecen el Sacrificio; y en torno a él contra el enemigo implacable; llama a
se disponen otros ritos acomodados a los cristianos en torno a los altares, y
la santificación de los hombres y a la con insistentes invitaciones los anima
glorificación de Dios. Entre estos ritos a celebrar y tomar parte en el Sacrifi
están, en primer lugar, los Sacramen cio Eucarístico, y los nutre con el pan
tos, o sean las siete principales fuentes de los Angeles, para que estén cada vez
de salvación; después, la celebración más fuertes; purifica y consuela a los
de las alabanzas divinas, con las que que el pecado hirió y manchó; consa
los fieles, reunidos también, obedecen gra con rito legítimo a los que por di
a las exhortaciones del Apóstol: “ Con vina vocación son llamados al ministe
toda sabiduría enseñándoos y animán rio sacerdotal; da nuevo vigor al casto
doos unos a otros con salmos, con him connubio de los que están destinados
nos y cánticos espirituales, cantando a fundar y constituir la familia cris
de corazón, con gracia y edificación, tiana, y después de haberlos confortado
las alabanzas a Dios” (242 >; después, la
5 y restaurado con el Viático Eucarístico
lectura de la Ley, de los Profetas, del y la Sagrada Unción en sus últimas
Evangelio y de las Cartas Apostólicas, horas de su vida terrena, acompaña al
y finalmente la homilía, con la cual el sepulcro con suma piedad los despojos
Presidente de la asamblea recuerda y de sus hijos; los compone religiosa
comenta últimamente los preceptos del mente, los protege al amparo de la
Divino Maestro, los acontecimientos Cruz, para que puedan un día resurgir
principales de su vida, y amonesta a triunfantes de la muerte: bendice con
todos los presentes con oportunas particular solemnidad a cuantos dedi
exhortaciones y ejemplos. can su vida al servicio divino pará lo
grar la perfección religiosa; y extiende
15. Su organización, significado en su mano en socorro de las almas que
la vida humana y desarrollo. El cul en las llamas del purgatorio imploran
to se organiza y se desarrolla según oraciones y sufragios, para conducirlas
las circunstancias y las necesidades de finalmente a la eterna bienaventuranza.
los cristianos, se enriquece con nuevos
ritos, ceremonias y fórmulas, siempre 11. - La Liturgia, culto interno y externo
con la misma intención: o sea, para que
por estos signos nos estimulemos... co 1. Exageraciones unilaterales
nozcamos el progreso por nosotros rea 16. Es culto externo. Todo el con
lizado y nos sintamos impulsados a junto del culto que la Iglesia tributa a
aumentarlo con mayor vigor, ya que Dios debe ser interno y externo. Es
el efecto es más digno si es más ardien externo, porque lo pide la naturaleza
te el afecto que lo precede^2**). Así el del hombre compuesto de alma y de
alma se eleva más y mejor hacia Dios; cuerpo; porque Dios ha dispuesto que
así el sacerdocio de Jesucristo se man conociéndolo por medio de las cosas
tiene siempre activo en la sucesión de visibles seamos llevados al amor de las
los tiempos, ya que la liturgia no es cosas invisibles^2®); porque todo lo que
sino el ejercicio de este sacerdocio. Lo sale del alma se expresa naturalmente
mismo que su Cabeza divina, también por los sentidos; además, porque el
la Iglesia asiste continuamente a sus culto divino pertenece, no sólo al indi-
(23) Act. 2, 42. (Migne P.L. 3, 501; CSEL 44 pars. III, pág. 60,
(24) Coios. 3, 16. 7 ss).
(25) S. Augustin. Epist. 130, ad Probara, 18 (26) Misal Rom. Pref. de la Natividad.
185, 17-18 E n cíc lic a ‘ ’ M e d ia to r D ei ” 1715
(27) I Carel. Bona, De divina psalmodia, cap. (28) Misal Rom. Secreta de la feria V después
19 § III, 1. Dom. II de Cuaresma.
(29) Compárese Marc. 7, 6; Is. 29, 13.
Í7Í6 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 19-21
ta y obra siempre en íntima unión con virtud intrínseca en cuanto son accio
su Cabeza. nes del mismo Cristo que comunica y
difunde la gracia de la Cabeza divina
19. Teorías nuevas sobre la •‘piedad en los miembros del Cuerpo Místico;
objetiva” . A este propósito, Venerables pero, para tener la debida eficacia, exi
Hermanos, deseamos que dirijáis vues gen las buenas disposiciones de nuestra
tra atención a las nuevas teorías sobre alma. Por eso, a propósito de la Euca
la piedad objetiva, las cuales, con el em ristía, amonesta S a n P a b l o : “ Por tan
peño de poner en evidencia el misterio to, examínese a sí mismo el hombre: y
del Cuerpo Místico, la realidad efectiva de esta suerte coma de aquel pan y
de la gracia santificante y la acción beba de aquel cáliz” (30K Por eso la
divina de los Sacramentos del Sacrificio Iglesia, breve y claramente, llama a to
Eucarístico, tratan de menospreciar la dos los ejercicios con que nuestra alma
piedad subjetiva o personal y aun de se purifica, especialmente durante la
prescindir completamente de ella. Cuaresma: ayudas de la milicia cristia-
En celebraciones litúrgicas, y parti na^31); son, efectivamente, la acción de
cularmente en el augusto Sacrificio del los miembros que, con el auxilio de la
altar, se continúa sin duda la obra de gracia, quieren adherirse a su Cabeza,
nuestra Redención y se aplican sus fru para que “ se nos manifieste — repita
tos. Cristo obra nuestra salvación cada mos las palabras de S a n A g u s t í n — en
día en los Sacramentos y en su Sacri nuestra Cabeza la fuente misma de la
ficio y, por su medio, continuamente gracia” (32\ Pero hay que notar que
purifica y consagra a Dios el género estos miembros son vivos, dotados de
humano. Tienen éstos, por consiguien razón y voluntad propia; por eso es
te, una virtud objetiva, con la cual, de necesario que ellos mismos, acercando
hecho, hacen partícipes nuestras almas sus labios a la fuente, tomen y asimilen
de la vida divina de Jesucristo. Ellos el alimento vital y eliminen todo lo
tienen, pues, por divina virtud y no por que pueda impedir su eficacia. Hay,
la nuestra, la eficacia de unir la piedad pues, que afirmar que la obra de la
de los miembros con la piedad de la Redención, independiente por sí misma
Cabeza, y de hacerla, en cierto modo, de nuestra voluntad, requiere el íntimo
una acción de toda la comunidad. De esfuerzo de nuestra alma para que po
estos profundos argumentos concluyen damos conseguir la eterna salvación.
algunos que toda la piedad cristiana
debe concentrarse en el misterio del 21. Necesidad de la meditación y de
Cuerpo Místico de Cristo, sin ninguna las prácticas de piedad. Si la piedad
consideración personal y subjetiva, y privada e interna de los individuos des
creen, por esto, que se deben descuidar cuidase el augusto Sacrificio del altar
las otras prácticas religiosas no estric y los Sacramentos, y se sustrajese al
tamente litúrgicas o ejecutadas fuera influjo salvador que mana de la Ca
del culto público. beza en los miembros, sería, sin duda
Pero todos pueden observar que estas alguna, cosa reprobable y estéril; pero,
conclusiones sobre las dos especies de cuando todos los métodos y ejercicios
piedad, aunque los principios arriba de piedad, no estrictamente litúrgicos,
mencionados sean magníficos, son com fijan la mirada del alma en los actos
pletamente falsas, insidiosas y dañosí humanos únicamente para enderezarlos
simas. al Padre que está en los cielos, para
estimular saludablemente a los hom
2. Piedad personal, indispensable bres a la penitencia y al temor de Dios,
20. Necesidad de la “ piedad subje y arrancándolos de los atractivos del
tiva” . Es verdad que los Sacramentos mundo y de los vicios, conducirlos fe
y el Sacrificio del altar gozan de una lizmente por al arduo camino a la cum-
(30) I Cor. 11, 28. (32) De pracdeslinatione sanclorum, 31 (Migue
después de la imposición de la ceniza. P.L. 41 col. 982).
(31) Misal Rom. Miércoles de Ceniza, oración
185V 22-23 E n cíc lic a “ M e d ia t o r D ei ” 1717
bre de la santidad, entonces son no sólo ciones no tienen que ser una vacía y
sumamente loables, sino hasta necesa abstracta reminiscencia, sino que deben
rios, porque descubren los peligros de tender efectivamente a someter nues
la vida espiritual, nos espolean a la tros sentidos y sus facultades a la razón
adquisición de las virtudes y aumentan iluminada por la fe, o purificar el alma
el fervor con que debemos dedicarnos que se une cada día más íntimamente
todos al servicio de Jesucristo. La ge- a Cristo, y cada vez más se conforma
nuina piedad, que el A n g é l i c o llama a El y por El obtiene la inspiración y
devoción y que es el acto principal de la fuerza divina de que ha menester; y
la virtud de la religión, — con el cual a fin de que sirvan a los hombres de
los hombres se ordenan rectamente y estímulo, cada vez más eficaz, para el
se dirigen convenientemente hacia Dios, bien, la fidelidad al propio deber, la
y gustosa y espontáneamente se consa práctica de la religión y el ferviente
gran a cuanto se refiere al culto divi ejercicio de la virtud, es necesario tener
no <38)— ^ tiene necesidad de la medita presente esta enseñanza: vosotros sois
ción de las realidades sobrenaturales y de Cristo y Cristo es de Dzos(34). Sea,
de las prácticas de piedad, para alimen pues, todo orgánico y, por decirlo así,
tarse, estimularse y vigorizarse, y para teocéntrico, si queremos de verdad que
animarnos a la perfección. Porque la todo se enderece a la gloria de Dios
Religión cristiana, debidamente practi por la vida y la virtud que nos viene
cada, requiere sobre todo que la volun de nuestra Cabeza divina: Esto supues
tad se consagre a Dios e influya en las to, Hermanos,. teniendo la firme espe
otras facultades del alma. Pero todo ranza de entrar en el usancta sanctó-
acto de la voluntad presupone el ejer ru m } o santuario del cielo, por la san
cicio de la inteligencia, y antes de que gre de Cristo, con la cual nos abrió ca
se conciba el deseo y el propósito de mino nuevo y de vida para entrar por
darse a Dios por medio del sacrificio, el velo, esto es, por su carne, teniendo
es absolutamente indispensable el cono asimismo al gran sacerdote Jesucristo
cimiento de los argumentos y de los constituido sobre la casa de Dios, con
motivos que hacen necesaria la religión, plena fe, purificados los corazones de
como, por ejemplo, el fin último del las inmundicias de la mala conciencia,
hombre y la grandeza de la divina Ma lavados en el cuerpo con el agua limpia
jestad, el deber de la sujeción al Crea- del bautismo, mantengamos inconcusa
doi,;, los tesoros inagotables del amor la esperanza que hemos confesado...
con que El quiso enriquecernos, la ne y miremos los unos por los otros para
cesidad de la gracia para llegar a la excitarnos a la caridad y a las buenas
nieta señalada, y el camino particular obras^35K
que la divina Providencia nos ha pre
parado, uniéndonos a todos, como 23. Armonía y equilibrio en los
miembros de un Cuerpo, con Jesucristo miembros del Cuerpo Místico. De esto
Cabeza. Y puesto que no siempre los se deriva el armonioso equilibrio de los
motivos del amor hacen mella en el miembros del Cuerpo Místico de Jesu
alma agitada por las pasiones, es muy cristo. Con la enseñanza de la fe cató
oportuno que nos impresione también lica, con la exhortación a la observan
la sáludable consideración de la divina cia de los preceptos cristianos, la Iglesia
justicia para reducirnos a la humildad prepara el camino a su acción propia
cristiana, a la penitencia y a la en mente sacerdotal y santificadora; nos
mienda. dispone a una más íntima contempla
ción de la vida del Divino Redentor y
3, Los frutos de la genuino piedad nos conduce a un conocimiento más
22. Frutos concretos que la piedad profundo de los misterios de la fe, para
2 recabar de ellos el alimento sobrena-
debe producir. Todas estas considera*8
os) Compárese Thom. Summa Theol. II-II, q. (34) Compárese I Cor. 3, 23.
82, a. i. (35) Hebr. 10, 19-24.
1718 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 24-25
Iglesia propone como parte integrante a las llamadas Fuentes Teológicas, mu
de verdades certísimas, y por consi chas veces han deducido también argu
guiente tiene que conformarse a los mentos de esta sagrada disciplina; como
dictámenes de Ja fe católica, proclama hizo, por ejemplo, Nuestro Predecesor,
dos por la autoridad del Magisterio su de inmortal memoria, Pío IX, cuando
premo, para tutelar la integridad de la definió la Inmaculada Concepción de
Religión por Dios revelada. la Virgen M a r í a . De la misma manera
A este propósito, Venerables Herma también la Iglesia y los Santos Padres,
nos, juzgamos necesario poner en su cuando se discutía sobre una verdad
punto una cosa que creemos que no os controvertida o puesta en duda, nunca
será desconocida: nos referimos al error han dejado de pedir luz a los ritos ve
y engaño de los que han pretendido que nerables transmitidos por la antigüe
la Liturgia era como un experimento del dad. Así se obtiene también el conocido
dogma, de tal manera que si una de y venerando adagio: La ley de la ora
estas verdades hubiera producido, a ción determine la ley de la fe (Legem
través de los ritos de la Sagrada Litur credendi lex statuat supplicandi4 5
gia, frutos de piedad y de santidad, la
Iglesia hubiese tenido que aprobarla, 32. La Liturgia es argumento y testi
y en el caso contrario, reprobarla. De monio de fe. La Liturgia, por consi
ahí aquel principio: La ley de la ora guiente, no determina ni constituye en
ción es ley de la fe ( i(Lex orandi, lex sentido absoluto y por virtud propia
credendi” ). la fe católica, sino más bien, siendo
como es una profesión de las verdades
30. La Liturgia es profesión de fe. divinas, profesión sujeta al Supremo
No es, sin embargo, esto lo que enseña Magisterio de la Iglesia, puede propor
o manda la Iglesia. El culto que ella cionar argumentos y testimonios de no
tributa a Dios es, como breve y clara escaso valor para aclarar un punto de
mente dice S a n A g u s t í n , una continua terminado de la doctrina cristiana. De
profesión de fe católica y un ejercicio aquí que, si queremos distinguir y de
de la esperanza y de la caridad: <(Dios terminar de manera general y absoluta
dehe ser honrado con la fe, la espe las relaciones que existen entre la fe
ranza y la caridad” (44). En la Sagrada y Liturgia, se puede con razón afirmar
Liturgia hacemos explícita y manifiesta que la ley de la fe debe establecer la
profesión de fe católica, no sólo con la ley de la oración. Lo mismo hay que
celebración de los misterios divinos, decir también cuando se trata de las
con la consumación del Sacrificio y la otras virtudes teologales: En la... fe, en
administración de los Sacramentos, si la esperanza y en la caridad oramos
no también rezando y cantando el Sím siempre con deseo continuo(4G).
bolo de la fe, que es como insignia y
distintivo de los cristianos, con la lectu IV. Progreso y desarrollo de la Liturgia
ra de otros documentos y de las Escri
turas Sagradas, escritas por inspiración 33. La Jerarquía ordenó siempre la
del Espíritu Santo. Toda la Liturgia Liturgia. La Jerarquía Eclesiástica ha
tiene, por consiguiente, un contenido de ejercitado siempre este derecho en ma
fe católica, en cuanto que testimonia teria litúrgica, instruyendo y ordenan
públicamente la fe de la Iglesia. do el culto divino y enriqueciéndolo
con esplendor y decoro cada vez ma
31. La verdad reflejada en la Litur yor para gloria de Dios y bien de los
gia. Por este motivo, cuando se ha hombres. Tampoco ha vacilado, por
tratado de definir un dogma, los Sumos otra parte — dejando a salvo la substan
Pontífices y los Concilios, recurriendo4
*
5 cia del Sacrificio Eucarístico y de los
(44) San Agust. Enchiridion, c. 3 (Migne P.L. (46) San Agustín. Epist. 130 ad Probam, 18
40, 232). (Migne P.L. 33, 501; CSEL 41 pars. III, p 60, 5).
(45) De gratia Dei “ Indiculus” de San Celes
tino I Papa (422-432) Denz. 139.
‘•185» 34-36 E n cíc lic a “ M edia tor D ei” 1721
37. d) Debido también al desarrollo contra los abusos que temeraria e im
de las Bellas Artes. Se comprende tam prudentemente iban introduciendo per
bién fácilmente de qué manera el pro sonas privadas e iglesias particulares.
greso de las bellas artes, en especial la Así sucedió durante el siglo 16 en que,
arquitectura, la pintura y la música, multiplicándose tales costumbres y
haya influido en la determinación y la usanzas, y poniendo las iniciativas pri
diversa conformación de los elementos vadas en peligro la integridad de la fe
exteriores de la Sagrada Liturgia*48*. y de la piedad con grande ventaja de
los herejes y de sus errores. Nuestro
3. La fundación de la Congregación
Predecesor, de inmortal memoria, Síx-
de Ritos to V, para proteger los ritos legíti
La Iglesia se sirvió de su derecho mos de la Iglesia e impedir infiltracio
propio para tutelar la santidad del culto nes espúreas, estableció en 1588 la Con-
[48] Criterios y normas prácticas para el Arte 1161, 1162, 1164, 1178, 1261, 1268, 1269 § 1, 1279,
Sagrado; Instrucción del Santo Oficio a los Obis 1280, 1385, 1399.
pos de lugar, del 30-VI-1952 SACRAE ARTIS, 7. Especial recuerdo merece cuanto dispone el
AAS. 44 (1952) 542-546. El texto de la Instrucción can. 1261, en el que se obliga a los Ordinarios a
es el siguiente: que de modo especial vigilen para que nada se
1. Carácter y fin propios del arte sagrado, como introduzca en el culto divino que esté en oposi
indica su propio nombre, es contribuir en la me ción con la verdadera fe o se aparte de la tradi
jor forma posible al decoro de la casa de Dios ción eclesiástica; y el can. 1399, 129, en el que se
y alimentar la fe y la piedad de los que en el declaran prohibidas por la ley las imágenes, im
templo se recogen para asistir a los oficios divi presas de cualquier modo, contrarias al modo
nos e implorar los favores celestiales. Por ello ha de sentir y a las prescripciones de la Iglesia.
sido siempre objeto de solícitos cuidados y con
tinuada vigilancia por parte de la Iglesia, de 8. Aun muy recientemente, la Sede Apostólica
suerte que fielmente siguiera las normas por ella ha condenado las desviaciones y las contamina
dictadas, como se derivan de la doctrina reve ciones del arte sagrado. Y queda sin ningún valor
lada y de una recta estética, y así pudiera en la objeción de quienes sostienen que el arte sa
verdad llevar el título de sagrado. grado debe adaptarse a las necesidades y a las
condiciones de los tiempos nuevos; porque el arte
DOCTRINA Y CRITERIOS sagrado, nacido con la sociedad cristiana, tiene
sus fines propios que siempre debe perseguir y
2. Con razón, pues, se le aplican (a dicho arte) un propio deber que cumplir constantemente. Por
las palabras de San Pío X, promulgador de las ello, Pío XI, de venerable memoria, al inaugurar
sabias normas para la música sagrada: Por lo la nueva Pinacoteca Vaticana, luego de haber
tanto, nada deberá tener lugar en el templo que recordado el llamado arte nuevo, añadió estas
perturbe o simplemente disminuga la piedad y la graves palabras: P or lo demás, muchas veces ya
devoción de los fieles, nada que dé motivo razo lo hemos significado a artistas y a sagrados pas
nable de disgusto o de escándalo, y, sobre todo, tores: Nuestra esperanza, Nuestro ardiente deseo,
nada que... sea indigno de la casa de oración y Nuestra voluntad no puede ser sino que se obe
de la majestad de Dios. (Motu proprio Tra le dezca a la ley canónica, formulada claramente
sollecitudini 22 nov. 1903, Acta Pii X 1, 75). y sancionada también en el Código de derecho
3. Por esto, ya desde los primeros siglos de la canónico, y es ésta: Que tal arte no sea admitido
Iglesia, el Concilio II de Nicea, al condenar la en nuestras iglesias y mucho menos llamado a
herejía de los iconoclastas, confirmó el culto construirlas, a transformarlas, a decorarlas; ni
de las sagradas imágenes y amenazó con severí- aun abriendo todas las puertas y dando la más
simas penas a quienes se atrevieran a contrapo sincera bienvenida a todo desarrollo bueno y
ner sus impías fantasías a las constituciones progresivo de las buenas y venerables tradiciones,
eclesiásticas. (Actio 7? et ultima definitio Synodi que durante tantos siglos de vida cristiana y en
II: Mansi Sacr. Concil. 13, 730). medio de tan gran diversidad de medios y de
4. A su tiempo, el Concilio de Trento, en la condiciones sociales y étnicas han dado prueba
sesión XXV —luego de fijar oportunas normas tan grande de una inagotable capacidad para
para la iconografía cristiana— termina una grave inspirar nuevas y bellas formas, siempre que
exhortación a los Obispos con estas precisas pa fueran buscadas o estudiadas y cultivadas a la
labras: Los obispos, acordándose de que a la casa doble luz del genio y de la fe. (Sermón del 27 oct.
de Dios le corresponde la santidad, tengan sumo 1932 AAS. 24, 356).
cuidado y diligencia a fin de que nada aparezca
desordenado, nada confusa o tumultuosamente 9. Y en estos últimos tiempos, el Santo Padre
adaptado, nada profano o indecoroso. (Sess. 26, Pío XII, felizmente reinante, en la Encíclica so
De invocatione, vener, et Reliquiis Sanct. et Sa- bre la Sagrada Liturgia, publicada el 20 de no
cris Imaginibus). viembre de 1947, expuso con tanta precisión como
5. Y Urbano VIII, al dar especiales reglas para claridad la finalidad del arte sagrado: “ Es del
la exacta observancia de las prescripciones del todo necesario que... tenga libre campo el arte
Concilio de Trento, así se expresa a este propó moderno para que también él sirva dentro de la
sito: Lo que es presentado a los fieles no debe reverencia y decoro debidos a los sitios y actos
aparecer desordenado o extraño, sino contribuir litúrgicos, y asi unir su voz a aquel maravilloso
a reavivar la devoción y la piedad. (Sacrosancta cántico de gloria que los genios de la humanidad
Tridentina, § 1, die 15 mensis mart. a. 1642, Bul- han entonado a la fe católica en el rodar de los
larium Romanum Taurin, ed. 15, 171). siglos. Por otra parte, obligados por Nuestra
6. Finalmente, el Código de derecho canónico conciencia y oficio, Nos sentimos precisados a
recoge y coordina casi toda la legislación de la tener que reprobar y condenar ciertas imágenes
Iglesia sobre el arte sagrado en sus cánones 485, y formas últimamente introducidas por algunos,
185, 38 E n cíc lic a “ M e d ia t o r D ei ” 1723
46. 1) Es una verdadera renovación Cristo, así como está realmente pre
dei Sacrificio de la Cruz. El augusto sente su cuerpo, también lo está su
Sacrificio del altar no es, pues, una sangre; y de esa manera las especies
pura y simple conmemoración de la eucarísticas, bajo las cuales se halla
pasión y muerte de Jesucristo, sino que presente, simbolizan la cruenta sepa
es un sacrificio propio y verdadero, ración del cuerpo y de la sangre. De
por el que el Sumo Sacerdote, mediante este modo, la conmemoración de su
su inmolación incruenta, repite lo que muerte, que realmente sucedió en el 549
una vez hizo en la Cruz, ofreciéndose Calvario, se repite en cada uno de los
enteramente al Padre, víctima gratísi sacrificios del altar, ya que por medio
ma. Una... y la misma es la víctima; lo de señales diversas se significa y se
que ahora se ofrece por ministerio de muestra Jesucristo en estado de víc
los sacerdotes se ofreció entonces en la tima.
Cruz; solamente el modo de hacer el
ofrecimiento es diverso^Q0K 49. c) Idénticos los fines del Sacri
ficio. Idénticos, finalmente, son los
47. a) Idéntico, el Sacerdote. Idén fines, de los que es el primero la glori
tico, pues, es el sacerdote, Jesucristo, ficación de Dios. Desde su nacimiento
cuya sagrada persona es representada hasta su muerte, Jesucristo ardió en el
por su ministro. Este, en virtud de la celo de la gloria divina; y, desde la
consagración sacerdotal que ha reci Cruz, la oferta de su sangre subió al
bido, se asemeja al Sumo Sacerdote y cielo en olor de suavidad. Y para que
tiene el poder de obrar en virtud y en este himno jamás termine, los miem
persona del mismo Cristo*6 61); por eso,
6
0 bros se unen en el Sacrificio Eucarísti-
con su acción sacerdotal, en cierto m o co a su Cabeza divina, y con El, con
do, presta a Cristo su lengua y le alar los Angeles y Arcángeles, cantan a Dios
ga su mano(62\ alabanzas perennes*64), dando al Padre
Omnipotente todo honor y gloria*65).
48. b) Idéntica, la víctima. Idéntica El segundo fin es dar gracias a Dios.
también es la víctima, esto es, el Re El Divino Redentor, como Hijo predi
dentor Divino, según su naturaleza hu lecto del Eterno Padre cuyo inmenso
mana y en la realidad de su cuerpo y amor conocía, es el único que pudo
de su sangre. Es diferente, en cambio, dedicarle un digno himno de acción de
el modo como Cristo se ofrece. En gracias. Esto es lo que pretendió y de
efecto, en la Cruz se ofreció a Dios seó, dando gracias*66) en la última cena,
totalmente y con todos sus sufrimien y no cesó de hacerlo en la Cruz, ni cesa
tos, y esta inmolación de la víctima fue jamás en el augusto Sacrificio del altar,
llevada a cabo por medio de su muerte cuyo significado precisamente es la
cruenta, voluntariamente padecida; en acción de gracias eucarística; y esto,
cambio, sobre el altar, a causa del esta porque digno y justo es en verdad, de
do glorioso de su naturaleza humana, bido y saludable^1"*.
la muerte no tendrá ya dominio sobre El tercer fin es la expiación y la
E /(63>, y por eso la efusión de la sangre propiciación. Nadie, en realidad, excep
es imposible; pero la divina sabiduría to Cristo, podía ofrecer a Dios Omnipo
ha hallado un modo admirable para tente una satisfacción adecuada por los
hacer manifiesto el sacrificio de nues pecados del género humano. Por eso
tro Redentor con señales exteriores, que quiso El inmolarse en la cruz, víctima
son símbolos de muerte, ya que, gracias de propiciación por nuestros pecados, y
a la transubstanciación del pan en el no tan sólo por los nuestros, sino tam
cuerpo y del vino en la sangre de bién por los de todo el mundo*68). Asi-
(60) Conc. Trid. Ses. 22, c. 2 (Denz-Umb. 940). (64) Compárese Misal Rom., Prefacio.
(61) Compárese S. Thom., Summa Theol. III, (65) Compárese Misal Rom. Canon.
q. 22, a. 4. (66) Marc. 14, 23.
(62) Joann. Chrys. ln loann. Hom. 86, 4 (Migne
P.G. 59, 473). (67) Misal Rom. Prefacio.
(63) Rom. 6, 9. (68) I loan. 2, 2.
185, 50-51 E n cíc lic a “ M e d ia t o r D ei” 1727
mismo se ofrece todos los días sobre ha vertido. Compró con su sangre, con
los altares por nuestra redención, para la sangre del Cordero inmaculado, con
que, libres de la condenación eterna, la sangre del único Hijo de Dios...
seamos acogidos entre la grey de los Quien compra es Cristo; el precio es la
elegidos. Y esto no solamente para nos sangre; la posesión, el mundo fodo^74).6 *
0
7
9
otros, los que vivimos aún en esta vida Sin embargo, este rescate no obtuvo
mortal, sino también para todos los que inmediatamente su efecto pleno: es me
descansan en Cristo... que nos prece nester que Cristo, después de haber
dieron con la señal de la fe y duermen rescatado al mundo con el copiosísimo
el sueño de la p a z ^ \ porque, tanto precio de sí mismo, entre en la pose
vivos como muertos, no nos separamos, sión real y efectiva de las almas. De
sin embargo, del único Cristo^10K aquí que, para que se lleve a cabo y
El cuarto fin es la impetración. El sea grata a Dios la redención y salva
hombre, hijo pródigo, ha malgastado y ción de todos los individuos y de las
disipado todos los bienes recibidos del generaciones venideras hasta el fin de
Padre Celestial, y así se ve reducido a los siglos, es de necesidad absoluta que
la mayor miseria y necesidad; pero, tomen todos contacto vital con el Sa
desde la Cruz, J e s u c r i s t o , ofreciendo
crificio de la Cruz, y así, los méritos
plegarias y lágrimas... fue oído en vista que de él se derivan les serán transmi
de su reverencia(671), y en los sagrados
0
7
9 tidos y aplicados. Se puede decir que
altares ejerce la misma eficaz media Cristo ha construido en el Calvario una
ción, a fin de que seamos colmados de piscina de purificación y de salvación
toda clase de gracias y bendiciones. que llenó con su sangre, por El vertida;
pero, si los hombres no se bañan en sus
50. 2) Valor infinito del Sacrificio aguas y no lavan en ellas las manchas
divino. Así se comprende fácilmente de su iniquidad, no serán ciertamente
la razón por la cual afirma el sacro purificados y salvados.
santo Concilio Tridentino que, mediante
el Sacrificio Eucarístico, se nos aplica 51. 3) Pero es necesaria la colabora
la virtud salvadora de la Cruz, para ción personal de los fieles. Por eso,
remisión de nuestros pecados cotidia para que todos los pecadores se purifi
nos^72^. quen en la sangre del Cordero, es nece
Y el Apóstol de los gentiles, procla saria su propia colaboración. Aunque
mando la superabundante plenitud y Cristo, hablando en términos generales,
perfección del Sacrificio de la Cruz, haya reconciliado a todo el género hu
ha declarado que Cristo, con una sola mano con el Padre por medio de su
ofrenda, hizo perfectos para siempre a muerte cuenta, quiso, sin embargo, que
los que ha santificado <73). En efecto, todos se acercasen y fuesen llevados a
los méritos infinitos e inmensos de este la Cruz por medio de los Sacramentos
Sacrificio no tienen límites, y se extien y por medio del Sacrificio de la Euca
den a todos los hombres en cualquier ristía, para poder obtener los frutos de
lugar y tiempo, porque en él el sacer salvación por El en la misma Cruz ga
dote y la víctima es el Dios Hombre; nados. Con esta participación actual y
porque su inmolación, igual que su personal, de la misma manera que los
obediencia a la voluntad del Padre miembros se asemejan cada día más a
Eterno, fue perfectísima, y porque qui la Cabeza divina, así también la salva
so morir como cabeza del género hu ción que de la Cabeza viene afluye en
mano: Mira cómo ha sido tratado nues los miembros, de manera que cada uno
tro Salvador: pende Cristo en la Cruz; de nosotros puede repetir las palabras
mira a qué precio compró... su sangre de S a n P a b l o : Estoy clavado en la
(69) Misal Rom. Canon. (72) Compárese Ses. 22, c. 1 (Denzinger-Umb.
(70) S. Agustín De Tririit. lib. 13, c, 19 (Migne nr. 938).
P.L. 42, 1034). (73) Compárese Hebr. 10, 14.
(74) S. Agustín Enarr. in Ps. 147, n. 16 (Migne
(71) Hebr. 5, 7. P.L. 37, 1925).
1728 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 52-53
Cruz juntamente con Cristo, y yo vivo, otras cosas, sino de un modo tan inten
o más bien no soy yo el que vivo, sino so y tan activo, que estrechísimamente
que Cristo vive en mí^15\ Porque, como se unan con el Sumo Sacerdote, según
en otra ocasión hemos dicho de pro aquello del Apóstol: Habéis de tener
pósito y ampliamente, J e s u c r i s t o , mien en vuestros corazones los mismos senti
tras al morir en la Cruz concedió a su mientos que tuvo Jesucristo en el su-
Iglesia el inmenso tesoro de la Reden y o (sl); y ofrezcan aquel Sacrificio jun
ción, sin que Ella pusiese nada de su tamente con El y por El y con él se
parte; en cambio, cuando se trata de la ofrezcan también a sí mismos.7 6
5
distribución de este tesoro, no sólo co Jesucristo en verdad es sacerdote,
munica a su Esposa sin mancilla la pero sacerdote para nosotros, no para
obra de la santificación, sino que quiere Sí, al ofrecer al Eterno Padre los deseos
que en alguna manera provenga de y sentimientos religiosos en nombre de
c//a7(76)7
5 .
8 todo el género humano; igualmente. El
El augusto Sacramento del altar es es víctima, pero para nosotros, al ofre
un insigne instrumento para distribuir cer a Sí mismo en vez del hombre su
a los creyentes los méritos que se deri jeto a la culpa. Pues bien; aquello del
van de la Cruz del Divino Redentor. Apóstol, habéis de tener en vuestros
Cuantas veces se celebra la memoria de corazones los mismos sentimientos que
este Sacrificio renuévase la obra de tuvo Jesucristo en el suyo, exige a to
nuestra Redención(77\ Y esto, lejos de dos los cristianos que reproduzcan en
disminuir la dignidad del Sacrificio sí, en cuanto al hombre es posible,
cruento, hace resaltar, como afirma el aquel sentimiento que tenía el Divino
Concilio de Trento^78\ su grandeza, y Redentor cuando se ofrecía en Sacri
proclama su necesidad. Al ser renovado ficio, es decir, que imiten su humildad
cada día, nos advierte que no hay sal y eleven a la suma Majestad de Dios la
vación fuera de la Cruz de Nuestro Se adoración, el honor, la alabanza y la
ñor J e s u c r i s t o (79); que Dios quiere la acción de gracias. Exige, además, que
continuación de este Sacrificio desde el de alguna manera adopten la condición
Oriente hasta el Occidente(80\ para que de víctima, abnegándose a sí mismos se
no cese jamás el himno de glorificación gún los preceptos del Evangelio, entre
y de acción de gracias que los hombres gándose voluntaria y gustosamente a la
deben al Creador, puesto que tienen penitencia, detestando y expiando cada
necesidad de su continua ayuda y de uno sus propios pecados. Exige, final
la sangre del Redentor para borrar los mente, que nos ofrezcamos a la muerte
pecados que ofenden a su justicia. mística en la Cruz juntamente con Je
sucristo, de modo que podamos decir
11. - La participación de los fieles en el como S a n P a b l o : estoy clavado en la
sacrificio eucarístico Cruz juntamente con Cristo^82).
Por el hecho, empero, de que los
í. Delimitación de los poderes fieles cristianos participen en el Sacri
52. Participación, pero no pofestatl ficio Eucarístico, no por eso gozan tam
sacerdotal. Conviene, pues, Venerables bién de la potestad sacerdotal, cosa que,
Hermanos, que todos los fieles se den por cierto, es muy necesario que expli
cuenta de que su principal deber y su quéis claramente a vuestra grey.
mayor dignidad consiste en la partici
pación en el Sacrificio Eucarístico; y 53. Error acerca del sacerdocio co
eso, no con un espíritu pasivo y negli mún. Pues hay en la actualidad, Ve
gente, discurriendo y divagando por nerables Hermanos, quienes, acercán-
(75) Gal. 2, 19-20. zinger-Umberg Nrs. 940 y 949).
(76) Encíclica Mystici Corporis, 29-VI-1943; AAS. (79) Compárese Gal. 6, 14.
35 (1943) 213; en esta Colecc.: Ene. 177, 38, p. 1602. (80) Malaq. 1, 11.
(77) Misal Rom. Secreta Dom. IX post Pentec. (81) Filip. 2, 5.
(78) Compárese Ses. 22, c. 2 y can. 4 (Den- (82) Gal. 2, 19.
185, 54-57 E n cíc lic a “ M e d ia t o r D el 1729
Encíclicas Pontificias 55
1730 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 58-60
555 Y por el bautismo. Ni es de admirar los fieles. Mas al poner el sacerdote so
que los fieles sean elevados a tal digni bre el altar la divina víctima, la ofrece
dad, pues por el Bautismo los cristia a Dios Padre como una oblación a glo
nos, a título común, quedan hechos ria de la Santísima Trinidad y para el
miembros del Cuerpo Místico de Cristo bien de toda la Iglesia. En esta obla
sacerdote, y por el carácter que se im ción, en sentido estricto, participan los
prime en sus almas son consagrados al fieles a su manera y bajo un doble
culto divino, participando así, según su aspecto; pues, no sólo por manos del
condición, del sacerdocio del mismo sacerdote, sino también en cierto modo
Cristo. juntamente con él, ofrecen el Sacri
ficio; con la cual participación tam- 556
58. c) Oblación del pan y del vino bién la oblación del pueblo pertenece
hecha por los fieles. En la Iglesia Ca al culto litúrgico.
tólica la razón humana, iluminada por
la fe, se ha afanado siempre por alcan Que los fieles ofrezcan el Sacrificio
zar el mayor conocimiento posible de por manos del sacerdote es cosa ma
las cosas divinas. Es, pues, muy puesto nifiesta, porque el ministro del altar
en razón que el pueblo cristiano pre~ representa la persona de Cristo, como
gunte piadosamente en qué sentido en Cabeza que ofrece en nombre de todos
el canon del Sacrificio Eucarístico se los miembros; por lo cual puede decirse
dice que él mismo también lo ofrece. con razón que toda la Iglesia universal
Para satisfacer a tal deseo expondre ofrece la víctima por medio de Cristo.
mos este punto breve y compendiosa Pero no se dice que el pueblo ofrezca
mente. juntamente con el sacerdote, porque
Hay, en primer lugar, razones más los miembros de la Iglesia realicen el
bien remotas; a saber, la de que fre rito litúrgico visible de la misma ma
cuentemente sucede que los fieles que nera que el sacerdote, lo cual es propio
asisten a los sagrados ritos alternan sus exclusivamente del ministro destinado
preces con las del sacerdote; la de que a ello por Dios, sino porque une sus
algunas veces también acaece — cosa votos de alabanza, de impetración, de
que antiguamente se hacía con más fre expiación y de acción de gracias a los
cuencia— que ofrecen a los ministros votos o intención del sacerdote, más
del altar el pan y el vino, que se han aún, del mismo Sacerdote Divino, para
de convertir en el Cuerpo y en la San que sean ofrecidos a Dios Padre en la
gre de Cristo; la de que en fin, con sus misma oblación de la víctima, incluso
limosnas hacen que el Sacerdote ofrez con el mismo rito externo del sacer
ca por ellos la divina víctima. dote. Pues el rito externo del Sacrificio,
Empero hay también una razón más por su misma naturaleza, ha de mani
íntima para que se pueda decir que festar el culto interno, y el Sacrificio de
todos los cristianos, y más principal la Nueva Ley significa aquel obsequio
mente los que están presentes ante el supremo con el cual el mismo oferente
altar, ofrecen el Sacrificio.5
9 principal, que es Cristo, y juntamente
con El y por El todos sus miembros
59. d) Sacrificio ofrecido por los místicos, reverencian y veneran a Dios
fieles. Para que en cuestión tan grave con el honor debido.
no nazca ningún pernicioso error, hay
que limitar con términos precisos el 60. Exageraciones y falsas interpre
sentido del término ofrecer. Aquella in taciones acerca del sacrificio de los
molación incruenta con la cual, por fieles. Con grande gozo del alma he
medio de las palabras de la consagra mos sabido que, precisamente en estos
ción, el mismo Cristo se hace presente últimos tiempos, por el más profundo
en estado de víctima sobre el altar, la estudio de muchos en materias litúrgi
realiza sólo el sacerdote, en cuanto re cas, ha sido colocada tal doctrina en
presenta la persona de Cristo, no en su propia luz. Sin embargo, no pode
cuanto tiene la representación de todos mos menos de deplorar vehementemén-
185, 61-63 E n cíclica “ M e d ia t o r D ei” 1731
que hacéis, imitad lo que tocáis, para aquello del Apóstol de las gentes: Estoy
que al celebrar el misterio de la muerte clavado juntamente con Cristo en la
del Señor procuréis mortificar entera Cruz, yo vivo, o más bien no soy yo
mente en vuestros miembros los vicios el que vive, sino que Cristo vive en
y concupiscencias(93>. Y casi del mismo mi'(96) p or j0 cuaj nos hacemos como
modo en los sagrados libros de la Li una hostia, juntamente con Cristo, para
turgia se advierte a los cristianos que aumentar la gloria del Eterno Padre.
se acercan al altar para participar en el A eso, pues, los fieles deben dirigir
Santo Sacrificio: Ofrézcase en este... y elevar sus almas al ofrecer la víctima
altar el culto de la inocencia, inmólese divina en el Sacrificio Eucarístico. Pues
la soberbia, sacrifiqúese la ira, morti si, como escribe S a n A g u s t í n , nuestro
fiqúese la lujuria y toda lascivia ofréz misterio está puesto en la mesa del Se-
case en vez de incienso el sacrificio de ñor(97\ es decir, el mismo Cristo Señor
la castidad, y en vez de pichones el Nuestro en cuanto es Cabeza y símbolo
sacrificio de la inocencia<94L Así, pues, de aquella unión por la cual nosotros
mientras estamos junto al altar hemos somos el Cuerpo Místico de Crísfo(98)
de transformar nuestra alma de ma y miembros de su Cuerpo(99>; si S a n
nera que se extinga totalmente en ella R o b e r t o B e l l a r m i n o , conforme a la
todo lo que es pecado, e intensamente mente de S a n A g u s t í n , enseña que en
se fomente y robustezca cuanto engen el Sacrificio del altar está significado
dra la vida eterna por medio de Jesu el Sacrificio general por el cual todo
cristo, de modo que nos hagamos, junto el Cuerpo Místico de Cristo, es decir,
con la Hostia Inmaculada, víctima acep todo el mundo redimido, es ofrecido a
table al Eterno Padre. Dios por el gran Sacerdote, Cristo^100*;
La Iglesia se esfuerza con todo em nada puede pensarse más recto ni más
peño, por medio de los preceptos de la justo que el inmolarnos también todos
Sagrada Liturgia, para que este santo nosotros al Eterno Padre, juntamente
propósito pueda ponerse en práctica del con nuestra Cabeza, que por nosotros
modo más apropiado. A ella convergen, sufrió. Porque en el Sacramento del
no sólo las lecciones, las homilías y las altar, según el mismo S a n A g u s t í n , se
demás exhortaciones de los sagrados muestra a la Iglesia que en el Sacrificio
ministros, y todo el ciclo de los miste que ofrece, ella misma es ofrecidaH01).
rios que se proponen a nuestra consi
deración durante todo el curso del año, 65. Dignidad de la participación y
sino también los ornamentos, los sagraunión con el sacerdote. Adviertan,
dos ritos y su aparato externo; todo lopues, a los fieles cristianos a qué digni
559 cual se encamina a que la majestad de dad los ha elevado el sagrado Bautis
mo, y no se contenten con participar
tan alto Sacrificio sea exaltada y a que
las mentes de los fieles, por medio de en el Sacrificio Eucarístico con aquella
estos signos externos de religión y de intención general que es propia de los
piedad, se muevan a la contemplación miembros de Cristo y de los hijos de la
Iglesia, sino que, unidos de la manera
de los altísimos misterios que se escon
den en este Sacrificio<95L más espontánea e íntima que sea p o
sible con el Sumo Sacerdote y con su
64. b) Reproduciendo la imagen del ministro en la tierra, según el espíritu
Redentor. Todos los elementos de la de la Sagrada Liturgia, se unan con El 560
Liturgia conducen, pues, a que nuestra de un modo particular cuando se rea
alma reproduzca en sí mismo la ima liza la consagración de la Hostia divi
gen de nuestro Divino Redentor, según na, y la ofrezcan juntamente con El
(93) Pontif. Rom. D e la O r d e n a c ió n del Sa (97) S. Agustín, Serm. 272 (Migne P.L. 38, 1247).
cerd ote. (98) Compárese I Cor. 12, 27.
(94) Pontif. Rom. D e la C o n s a g r a c ió n d e l A lta r, (99) Compárese Efes. 5, 30.
prefacio. (100) Compárese S. Roberto Bellarm. D e M issa ,
(95) Compárese Conc. Trid. Sess. 22, c. 5 (Den- II, cap. 8.
zinger-Umberg Nr. 943). (101) Compárense D e C iv. D e i, lib. X. cap. 6
(96) Gal. 2, 19-20. (Migne P.L. 41, 283; CSEL 40 vol. I p. 456, 28 s).
185, 66-68 E n c íc lic a “ M e d ia t o r D ei ” 1733
no de otra manera que a algunos les cada vez mayor, y que cada día crezca
resulta más fácil: como, por ejemplo, más la gloria del Padre Celestial.1
*
4
0
meditando piadosamente los misterios
de Jesucristo, o haciendo otros ejerci // / . - La Comunión Eucarística.
cios de piedad, y rezando otras oracio
nes que, aunque diferentes de los sa 1. La Comunión forma parte del sa
grados ritos en la forma, sin embargo crificio; Comunión sacramental y
concuerdan con ellos por su misma na espiritual
turaleza.
70. Es parte esencial de la misa. El
69. c) Instituyanse Comisiones Dio Augusto Sacrificio del Altar termina
cesanas para promover la Liturgia. con la Comunión del divino banquete.
Por eso os exhortamos, Venerables Her Sin embargo, como todos saben, para
manos, a que, en la diócesis o en el la integridad del mismo Sacrificio se
territorio eclesiástico de cada uno de requiere sólo que el sacerdote se nutra
vosotros, reguléis y ordenéis el modo y con el alimento celestial, y no que tam
la forma en que el pueblo pueda parti bién el pueblo — cosa que, por lo de
cipar en la acción litúrgica, según las más, es muy deseable— se acerque a
normas del Misal y las prescripciones la sagrada Comunión.
de la Sagrada Congregación de Ritos
y del Código de Derecho Canónico de 71. a) Para la integridad del Sacri
manera que todo se haga con el debido ficio basta la del sacerdote. Nos place
honor y decoro; y no se permita a na reiterar a este propósito las adverten
die, aunque sea sacerdote, que use los cias que Nuestro predecesor B e n e d i c t o
sagrados templos a su arbitrio como XIV escribe acerca de las definiciones
para hacer nuevos experimentos. Por lo del Concilio Tridentino: En primer lu
cual deseamos también que en todas y gar hemos de decir que a ningún fiel
cada una de las diócesis, así como hay se le puede ocurrir que las Misas pri
ya una Comisión para el arte y la mú vadas\, en las cuales sólo el sacerdote
sica sagrada, así se cree también otra recibe la Eucaristía, pierdan por esto el
para promover el apostolado litúrgico, valor del verdadero, perfecto e íntegro
a fin de que bajo vuestro vigilante cui Sacrificio instituido por Cristo Señor
dado todo se haga diligentemente según Nuestro, y que por lo mismo hayan de
las prescripciones de la Sede Apostó considerarse ilícitas. Pues los fieles no
lica. ignoran, o por lo menos pueden fácil
mente ser instruidos en ello, que el Sa
En las comunidades religiosas, por crosanto Concilio de Trento, fundado
su parte, cúmplase cuidadosamente to en la doctrina que ha conservado la
do lo que sus propias Constituciones perpetua tradición de la Iglesia, conde
establezcan en este punto, y no se in
nó la nueva y falsa doctrina contraria
troduzcan nuevos usos sin la previa de L u t e r o ( 10éK Quien dijere que las
aprobación de los Superiores. Misas en que sólo el sacerdote comulga
En realidad, por muy diversos y dife sacramentalmente son ilícitas, y que
rentes que sean los modos y las cir por lo mismo hay que suprimirlas, sea
cunstancias externas con que el pueblo anatemaH°5).
cristiano participa en el Sacrificio Están fuera, pues, del camino de la
Eucarístico y en las demás acciones verdad los que no quieren celebrar el
litúrgicas, siempre hay que procurar Santo Sacrificio, si el pueblo cristiano
con todo empeño que las almas de los no se acerca a la sagrada mesa; pero
asistentes se unan del modo más ínti más yerran todavía los que, para pro
mo posible con el Divino Redentor, que bar que es enteramente necesario que
su vida se enriquezca con una santidad1 * los fieles, junto con el sacerdote, reci-
4
0
(104) Encícl. Certiores effecti, 13-XI-1742, § 1. (105) Conc. Trid. Ses. 22, can. 8. (Denzingei*-
(CIG Fontes, Gasparri, I, 771). Umberg Nr. 955).
185, 72-73 E n c íc lic a “ M e d ia t o r D ei” 1735
ban el alimento eucarístico, afirman todos y cada uno de sus hijos la invi
capciosamente que aquí no se trata sólo tación de Nuestro Señor Jesucristo: To
de un Sacrificio, sino del Sacrificio y mad y comed... Haced esto en memoria
del convite de la comunidad fraterna, mía(107K Por lo cual el Concilio Triden-
y hacen de la Sagrada Comunión, reci- tino, como repitiendo los deseos de
l}ida en común, como la cima de toda J e s u c r i s t o y de su inmaculada Esposa,
la celebración. exhortó vivamente a que en todas las
Se debe, pues, una vez más advertir misas los fieles que estén presentes co
que el Sacrificio Eucarístico, por su mulguen no sólo con sus espirituales
misma naturaleza, es la incruenta inmo afectos, sino con la percepción sacra
lación de la divina Víctima, inmolación mental de la Eucaristía para alcanzar
que se manifiesta místicamente por la mayores frutos de este santísimo Sa
separación de las sagradas especies y cramentoJ108). Más aún; Nuestro pre
por la oblación de las mismas al Eter decesor, de inmortal memoria, B e n e
no Padre. Pero la Sagrada Comunión d i c t o XIV, para que quedase mejor y
atañe a la integridad del Sacrificio y a más claramente manifiesto que los cris
la participación del mismo mediante la tianos, mediante la recepción de la
recepción del augusto Sacramento; y Eucaristía, participan del mismo divino
mientras que es enteramente necesaria Sacrificio, ensalza la piedad de aquellos
para el ministro que sacrifica, para los que, no sólo quieren alimentarse del
fieles es tan sólo vivamente recomen divino manjar mientras asisten al Santo
dable. Sacrificio, sino que prefieren nutrirse
de las mismas hostias consagradas en
72. b) Diferencia y exhortación a el mismo sacrificio, por más que, como
la Comunión espiritual y sacramental. él mismo declara, en realidad de verdad
Y así como la Iglesia, en cuanto maestra se participe del Sacrificio aunque se
de la verdad, se esfuerza con todos los reciba otro pan cuya consagración se
medios por defender la integridad de la haya verificado anteriormente. Estas
fe del mismo modo, cual madre solícita son sus palabras: Y, aunque también
de todos sus hijos, les exhorta viva participen del mismo Sacrificio, ade
mente a participar con afán y con fre más de aquellos a quienes el sacerdote
cuencia de este máximo beneficio de celebrante da en la misma Misa una
nuestra Religión. parte de la Víctima por él ofrecida,
Desea, en primer lugar, que los cris aquellos a quienes el sacerdote admi
tianos — cuando realmente no pueden nistra la Eucaristía reservada según
recibir con facilidad el manjar euca costumbre; con todo, no por eso la Igle
rístico — lo reciban al menos espiritual sia prohibió nunca, ni prohíbe ahora,
mente, de manera que, con fe viva y que el sacerdote satisfaga a la piedad y
despierta y con ánimo reverente, hu a la justa petición de los que, asistiendo
milde y enteramente entregado a la di a la Misa, piden ser admitidos a la par
vina voluntad, se unan a él con la más ticipación del mismo Sacrificio que
fervorosa e intensa caridad posible. también ellos ofrecen al mismo tiempo
y de la manera que les es posible; más
Por eso no se contenta con esto.
aún, lo aprueba y desea que no se
Porque, ya que, como hemos dicho
omita, y reprendería a los sacerdotes
arriba, podemos participar en el Sa
por cuya culpa y negligencia se negara
crificio también con la Comunión sa
a los fieles esta participacióní109).1 *
6
0
cramental, por medio del banquete del
pan de los ángeles, la Madre Iglesia, 73. c) Para toda clase de personas.
para que de un modo más eficaz expe Quiera, pues, el Señor que todos res
rimentemos continuamente en nosotros pondan libre y espontáneamente a estas
el fruto de la Redención(106)1 , repite a
7
0 solícitas invitaciones de la Iglesia; quie-
(106) Misal Rom. Colecta de la Fiesta Corp. (108) Ses. 22, c. 6 (Denzinger-Umberg N. 944).
Christi. (109) Encícl. Certiores effecti, 13-XI-Í712, § 3
(107) I Cor. 11, 24. (CIC Fontes, Gasparri, I, 772).
1736 E ncíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 74-75
Antes bien, la misma naturaleza del ristía, y para que, según nuestras fuer
Sacramento lo reclama, para que su zas, los comuniquemos a los demás, a
percepción produzca en los cristianos fin de que Nuestro Señor Jesucristo
abundantes frutos de santidad. Cierta plenamente triunfe en las almas de
mente ha terminado la pública reunión todos.
de la comunidad, pero cada cual, unido ¿Por qué, pues, Venerables Herma
con Cristo, conviene que no interrum nos, no hemos de alabar a quienes, des
pa el cántico de alabanza, dando siem pués de recibido el manjar eucarístico
pre gracias por todo a Dios Padre en y aun después de disuelta la reunión
nombre de J esucristo^114K También la de los fieles, permanecen en íntima fa
Sagrada Liturgia del Sacrificio Euca- miliaridad con el Divino Redentor, no
rístico nos exhorta a ello, cuando nos sólo para hablar con él suavísimamen-
manda rogar con estas palabras: Te te, sino también para darle las debidas
pedimos nos concedas perseverar siem gracias y alabarlo, y principalmente
pre en acción de gracias..S1151 ) y que
6 para pedirle su ayuda, a fin de quitar
jamás cesemos de alabarte(116)1 . Por lo
6 de su alma todo lo que pueda disminuir
cual, si en todo tiempo hemos de dar la eficacia del Sacramento, y hacer
gracias a Dios y nunca hemos de dejar cuanto esté en su mano para secundar
de alabarle, ¿quién se atreverá a im la acción tan presente de Jesucristo?
pugnar o reprender a la Iglesia porque Exhortamos a que se haga de modo
aconseja a los sacerdotes^117* y a los especial, ya procurando llevar a la
fieles que, después de la Sagrada Comu práctica los propósitos hechos y prac
nión, se entretengan al menos un poco ticando las virtudes cristianas, ya adap
con el Divino Redentor, y porque inser tando a sus propias necesidades lo que
ta en los libros litúrgicos oraciones han recibido con regia munificencia.
oportunas, enriquecidas con indulgen Y, ciertamente, el autor del áureo li-
cias, para que con ellas los ministros brito De la Imitación de Cristo habla
del altar, antes de celebrar y de alimensegún los preceptos y el espíritu de la
tarse con el manjar divino, se preparen Sagrada Liturgia, cuando aconseja al
convenientemente, y acabada la Misa que se ha acercado a la Sagrada Co
manifiesten a Dios su agradecimiento? munión: Recógete a un lugar retirado,
Tan lejos está la Sagrada Liturgia de y goza de tu Dios, pues tienes a Aquel
reprimir los íntimos sentimientos de a quien ni todo el mundo es capaz de
cada uno de los cristianos que más bien quitarteH18).
los enfervoriza y estimula a que se Todos nosotros, pues, estrechamente
asemejen a Jesucristo y a que por El unidos con Cristo, debemos tratar de
se encaminen al Eterno Padre; por lo abismarnos, por así decirlo, en su espí
cual ella misma quiere que todo el que ritu, e incorporarnos a El para partici
hubiere participado de la hostia santa par de los actos con los que El mismo
del altar, rinda a Dios las debidas gra adora a la Augusta Trinidad con el más
cias. Pues a nuestro Divino Redentor le grato homenaje, y ofrece al Eterno Pa
agrada oír nuestras súplicas, hablar con dre las más sublimes acciones de gracias
nosotros de corazón a corazón, y ofre y alabanzas, mientras responden unáni
cernos un refugio en el suyo ardiente. mes los cielos y la tierra según aquel
versículo: Obras todas del Señor, ben
76. c) Necesaria para sacar un fruto decid al Scñor^119), unidos en fin a ellos
mayor. Más aún, tales actos privados pedimos el socorro de lo alto en el m o
son absolutamente necesarios para go mento más oportuno para demandar y
zar más abundantemente de los supre alcanzar auxilio en nombre de Cris-
mos tesoros de que tan rica es la Euca f0(120*, y con ellos principalmente nos
' (114) Efes. 5, 20. (117) C. I. C. can. 810.
(115) Misal Rom. Ppstcomunión de la Dominica (118) Imitación de Cristo, Lib. 4, cap. 12.
infra Oct. Ascensión. . (119) Dan. 3, 57.
(116) Misal Rom. Postcomunión de la Dominica (120) Compárese Juan 16, 23.
I después de Pentecostés.
1738 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185» 77-78
que la Iglesia tributa al Eterno y que de media noche, puestos Pablo y Si-
descansa principalmente en el Sacrifi las en oración, cantaban alabanzas a
cio Eucarístico y en el uso de los Sacra Dios(138\
mentos, se ordena y distribuye de ma Estas distintas oraciones se perfec
nera que, por medio del Oficio Divino, cionaron cada día más con el transcur
abraza las horas del día, las semanas y so del tiempo, por iniciativa y por obra
todo el curso del año, y abarca todos principalmente de los monjes y de los
los tiempos y las diversas condiciones que se dedicaban a la vida ascética, y
de la vida humana. poco a poco fueron admitidas por la
Habiendo mandado el divino Maes autoridad de la Iglesia en el uso de la
tro: Conviene orar perseverantemente Sagrada Liturgia.
y no desfallecer(133), la Iglesia, obe
deciendo fielmente esta advertencia, 82. a) Es la oración perenne de la
nunca deja de elevar sus preces al cie Iglesia. Lo que llamamos Oficio Divino
lo, a la vez que nos exhorta con las es, pues, la oración del Cuerpo Místico
palabras del Apóstol de las gentes: de Jesucristo que en nombre y prove
Ofrezcamos, pues, a Dios, por medio cho de todos los cristianos, es ofrecida
de El (Jesús), sin cesar, un sacrificio a Dios por los sacerdotes y demás mi
de alabanza^13*). nistros de la Iglesia, y por los religiosos,
dedicados a este fin por institución de
La oración pública y común, ele
la Iglesia misma.
vada a Dios conjuntamente por todos
los fieles, en la más remota antigüedad Cual sea el modo y el espíritu con
sólo tenía lugar en determinados días que se ha de hacer esta divina alabanza,
y a horas establecidas. Sin embargo, no se deduce de las palabras que la Iglesia
sólo en las asambleas, sino también en aconseja que se digan antes de comen
las casas particulares se oraba a Dios, zar las horas litúrgicas, cuando manda
reunidos a veces los vecinos y los ami que se reciten digna, atenta y devota
gos. Poco después, en diversas partes mente.
del mundo cristiano, se introdujo la Al tomar el Verbo de Dios la natura
costumbre de dedicar a la oración algu leza humana, trajo a este destierro te
nos tiempos determinados, como por rrenal el canto que se entona en los
ejemplo la última hora del día, cuando cielos por toda la eternidad. El une a
oscurece y se encienden las lámparas; sí mismo toda la comunidad de los
o la primera, cuando la noche agoniza, hombres, y la asocia consigo en el can
o sea, después del canto del gallo, a la to de este himno de alabanza. Hemos
salida del sol. En la Sagrada Escritura de confesar humildemente que no sa
se señalan otros momentos del día co biendo siquiera qué hemos de pedir en
mo más aptos para la oración, unos nuestras oraciones, ni cómo conviene
por provenir de tradicionales costum hacerlo, el mismo Espíritu hace nues
bres judías, otros por el uso de la vida tras peticiones a Dios con gemidos que
cotidiana. Según los Hechos de los son inexplicables(139). y también Je
Apóstoles, los discípulos de Jesucristo sucristo ruega al Padre en nosotros
oraban reunidos a la hora de tercia, por medio de su Espíritu. Ningún otro
cuando fueron llenados todos del Espí don mayor podría otorgar Dios a los
ritu Santo(1 135); y el Príncipe de los
4
1
3 hombres... Ora (Jesús) por nosotros co
Apóstoles, antes de tomar alimento, su mo nuestro sacerdote: ora en nosotros
bió... a lo alto de la casa, cerca de la como nuestra cabeza; es invocado por
hora sexta, a hacer oración^136) ; y P e nosotros como nuestro Dios... Reconoz
dro y Juan subían... al templo, a la camos, pues, en El nuestras voces, y
oración de la hora nona^137\ y a eso sus voces en nosotros... Es invocado
(133) Luc. 18, i. (137) Compárese Act. 3, 1.
(134) ííebr. 13, 15. (138) Compárese Act. 16, 25.
(135) Compárese Act. 2, 1-15. (139) Rom. 8, 26.
(136) Compárese Act. 10, 9.
185, 83-85 E n cíc lic a “ M e d ia t o r D ei” 1741
Creador, aquí creado, que asume sin el Oficio Divino de su tiempo: Ellos
574 cambiar El una naturaleza que ha de concilian el nuevo día con matinal
ser cambiada, haciéndonos consigo un exultación, nos dedican la primera hora
solo hombre, cabeza y cuerpo^140). de la jornada, nos consagran la tercera,
nos alegran la sexta con la fracción del
83. b) Se pide en ella recogimiento pan, en la nona nos hacen terminar los
y devoción interior. A la excelsa dig ayunos, concluyen el fin del día, y, al
nidad de esa oración de la Iglesia ha acercarse la noche, impiden que se en
de corresponder la intensa piedad de tenebrezca nuestra menteO43K
nuestra alma. Y pues la voz del que Ellos nos recuerdan las verdades ma- 575
así ruega repite aquellos cantos que infestadas por Dios al pueblo escogido,
fueron escritos por inspiración del Es terribles a veces, a veces llenas de sua
píritu Santo, que declaran y ensalzan vísima dulcedumbre; repiten y acre
la perfectísima grandeza de Dios, es cientan la esperanza en el futuro Liber
menester que el interno sentimiento de tador, que antiguamente se fomentaba
nuestro espíritu acompañe esta voz, de cantando en los hogares domésticos o
tal manera que nos apropiemos aque en la misma majestad del templo; y
llos mismos sentimientos, con los cua además ilustran admirablemente la glo
les nos elevemos hacia el cielo, adore ria de Jesucristo significada de ante
mos la Santa Trinidad y le rindamos mano, y su eterna y suma potencia, su
las debidas alabanzas y gracias. Salmo humildad al venir a este exilio terreno,
diemos de forma que nuestra mente su regia dignidad y su poder sacerdotal,
concuerde con nuestra voz^141K No se y finalmente sus benéficos trabajos y el
trata, pues, de un simple rezo, ni de derramamiento de su sangre para nues
un canto, que, aunque sea perfectísimo tra Redención. Por semejante manera,
según las normas de la música y de los los Salmos expresan la alegría de nues
sagrados ritos, pueda sólo llegar a los tras almas, la tristeza, la esperanza, el
oídos, sino sobre todo de la elevación temor, nuestra entrega absoluta y con
de nuestra mente y de nuestro espíritu fiada a Dios, el retorno de nuestro amor
a Dios, para consagrarle absolutamente y nuestras místicas elevaciones a los
nuestras personas y todas nuestras divinos tabernáculos.
acciones. El Salmo... es la bendición del pue
De esto depende en no pequeña par blo, la alabanza de Dios, el elogio de
te la eficacia de nuestras oraciones, las las gentes, el aplauso de todos, el len
cuales, si no se dirigen directamente al guaje universal, la voz de la Iglesia, la
mismo Verbo hecho hombre acaban armoniosa confesión de la fe, la plena
con estas palabras: por Nuestro Señor sumisión a la autoridad, el regocijo de
Jesucristo; quien, como conciliador en la libertad, el clamor del alborozo y
tre Dios y nosotros, muestra a su Padre el eco de la alegría^144).
celestial sus gloriosas llagas y así está
siempre vivo para interceder por nos- 85. il) La participación de los laicos
oírq$(i42).84 y las Vísperas del Domingo. En la
edad primitiva acudían más numerosos
84. c) Admirable contenido de los los fieles a estas horas litúrgicas; pero
Salinos. Los Salmos, como todos sa tal costumbre se perdió poco a poco,
ben, constituyen la parte más impor y, como acabamos de decir, al presente
tante del Oficio Divino. Ellos abarcan su rezo es obligatorio sólo para el cle
todo el curso del día, santificándolo y ro y para los religiosos. Nada, pues, se
hermoseándolo. Egregiamente dice C a - prescribe en esta parte a los seglares
(140) San Agustín, Enarr. in Psalmos 85, n. 1 fado (como se lee en la ed. Migne P.L. 70, 10.
<Migne P.L. 37, 10811. Algunos creen que esa parte no ha de atribuirse
(141) S. Benedict. Regula Monachorum c. lí). a Casiodoro).
(142) Uebr. 7, 25. (144) S. Ambros. Enarrat. in Ps. 1, n. 0 (Migne
(143) Casiodoro, Explicado in Psallerium. Prc- P.L. 14, 924; CSEL 64 pars. VI p. 7, 20 ss).
1742 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 86
pronto, generoso y solícito; y finalmen ción, para que más fácilmente veamos
te la estrechísima unión con la cual y consigamos los dones eternos.
confiamos a Dios nuestras personas y
nuestras cosas, y en El descansamos, 91. Cuaresma. En los días de Cua
pues la esencia de la religión es imitar resma nuestra Madre Iglesia multi
a Aquel a quien adoras(9 147).
0 plica sus cuidados para que cada uno
de nosotros considere sus miserias, pa
87. a) Significado de los tiempos li ra incitarnos activamente a la enmien
túrgicos y fiestas. Con estos modos y da de las costumbres, para detestar de
formas con que la Liturgia, en los modo especial los pecados y borrarlos
diversos tiempos, nos hace meditar la con la oración y la penitencia; puesto
vida de J e s u c r i s t o , la Iglesia nos pro que la continua oración y la penitencia
pone modelos que imitar, y nos mues por nuestras faltas nos atrae el auxilio
tra tesoros de santidad, para que los divino, sin el cual todas nuestras obras
hagamos nuestros; pues lo que se canta son vanas y estériles.
con la boca hay que creerlo con el co
razón y llevarlo a las costumbres pri 92. Pasión. En el tiempo sagrado en
vadas y públicas. que la Liturgia nos propone los dolo-
rosísimos tormentos de J e s u c r i s t o , la
88. Adviento. En el sagrado tiempo Iglesia nos invita a subir al Calvario
de Adviento despierta en Nuestra con para seguir de cerca las huellas san
ciencia el recuerdo de los pecados que grientas del Divino Redentor, para
tristemente cometimos; nos exhorta a sufrir con El gustosamente la cruz y
que, reprimiendo los malos deseos y excitar en nuestro espíritu los mismos
castigando voluntariamente nuestro sentimientos de expiación y de propi
cuerpo nos recojamos dentro de nos ciación, y para que todos nosotros mu
otros mismos con piadosas meditacio ramos juntamente con El.
nes, y con ardientes deseos nos mova
mos a convertirnos a Dios, que es el 93. Pascua. En las solemnidades
único que puede con su gracia librar pascuales, cuando se conmemora el
nos de la mancha del pecado y de los triunfo de J e s u c r i s t o , nuestra alma
males, que son sus consecuencias. rebosa de íntimo gozo, y hemos de
pensar seriamente dentro de nosotros
89. Navidad. Mas al venir al día de mismos que también hemos de resucitar
la Navidad del Señor, parece como si con Cristo Redentor de una vida tibia
volviésemos a la cueva de Belén, para e inerte a otra más fervorosa y santa,
aprender allí que es preciso que re entregándonos entera y generosamente
nazcamos de nuevo y que nos reforme a Dios y olvidando este mundo misera
mos radicalmente; lo cual solamente se ble para aspirar tan sólo al cielo: si
consigue cuando nos unimos al Verbo habéis resucitado con Cristo, buscad las
de Dios hecho hombre, de un modo cosas que son de arriba... saboread las
íntimo y vital, y participamos de aque cosas del cielo^lá8K
lla divina naturaleza suya, a la que
nosotros hemos sido elevados. 94. Pentecostés. Finalmente, en el
tiempo de Pentecostés la Iglesia nos
90. Epifanía. En cambio, durante las exhorta, con sus mandatos y con su
solemnidades de la Epifanía, recordan ejemplo, a que nos prestemos dócil
do el llamamiento de los gentiles a la fe mente a la acción del Espíritu Santo,
cristiana, quiere que cada día rindamos el cual desea abrasar nuestras almas
gracias al Señor por tamaño beneficio, con el fuego de la divina caridad, para
y que con intensa fe deseemos al Dios que avancemos cada día con más ahin
vivo y verdadero, entendamos devota y co en las virtudes, y lleguemos a ser
profundamente las cosas sobrenatura santos, como lo son J e s u c r i s t o Nuestro
les, y amemos el silencio y la medita Señor y su Padre que está en los cielos.
(147) S. Agustín, De Civ. lib. 8, cap. 17 (Migne (148) Coios. 3, 1-2.
P.L. 41, 242; CSEL 40 vol. I p. 384, 10).
1744 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 95-96
(174) Pío XI, Const. Divini cultus, 20-XII-1928; (176) Misal Rom. Prefacio.
ASS. 21 (1929) 39-40 en esta Colección: Encíclica (177) Compárese S. Ambros. Hexaémcron, ííí,
145, 20 págs. 1144-1145. 5, 23 (Migne P.L. 14, 165; CSEL 32 pars. I, p. 74,
(175) S. Agustín, Serm. 336, n. 1 (Migne P.L. 22 y 75, 8 s).
38, 1472). (178) Compárese Act. 4, 32.
185, 119-122 E n c íc lic a “ M e d ia t o r D ei ” 1751
sentimiento religioso; todo eso debe dignidad debida, sino principalísima -
alejarse y desterrarse en absoluto de mente para que plasme a su espíritu
nuestras iglesias, y en general de todo en la unión y contacto con Cristo Sa
lo que desdice de la santidad del lu- cerdote y resulte así un santo ministro
gar(179\ de santidad.
Ni debéis omitir el que con toda di
119. Estimulo a los artistas y artes. ligencia y con cuantos medios y ma
Ateniéndoos, pues, diligentemente, Ve neras vuestra prudencia juzgare más
nerables Hermanos, a las normas y de aptos para el caso, se unan a este efecto
cretos de los Pontífices, iluminad y las mentes y los corazones de vuestro
dirigid la mente y el espíritu de los clero y pueblo; y así el pueblo fiel par
artistas a los que se confíe lioy el en ticipe tan activamente en la Liturgia,
cargo de restaurar o reconstruir tantos que realmente sea una acción sagrada
templos o deshechos o devastados por en la que el sacerdote que atiende a la
el furor de la guerra; ojalá que puedan cura de almas en la parroquia a él
y quieran, bajo la inspiración de la Re confiada, unido a la comunidad de sus
ligión, encontrar modos y motivos artís feligreses, rinda al Señor el debido
ticos que respondan y más digna y con culto.
venientemente a las exigencias del cul
to, así se obtendrá que las artes, como 121. Los “ Monaguillos” al servicio
si viniesen del cielo, felizmente resplan de! altar. Para este fin será útilísimo
dezcan con serena luz, sean una valio escoger algunos niños piadosos, de to
sísima aportación a la cultura humana, das las clases de la sociedad y bien ins
y contribuyan a la gloria de Dios y truidos, que con desinterés y buena
santificación de las almas. Porque las voluntad sirvan devota y asiduamente
artes están realmente conformes con la al altar; misión que los padres, aunque
religión, cuando sirven como nobles sean de la más alta y más culta socie
doncellas al culto divino(18°).18
9
7
0
2 dad, deben tener a gran honra.
Si algún sacerdote tomase a su cui
120. Es importante que el clero y el dado y vigilancia el que estos jovenci-
pueblo vivan la vida litúrgica. Pero tos bien instruidos cumpliesen tal oficio
todavía hay algo de mucha mayor im con reverencia y constancia a las horas
portancia, Venerables Hermanos, que establecidas, no sería difícil que de
queremos recomendar con especial inte este núcleo surgiesen nuevas vocacio
rés a vuestra diligencia y celo apostó nes para el sacerdocio, ni se daría oca
lico. Todo lo que se refiere al culto sión para que el Clero — como ocurre
religioso externo tiene realmente su im demasiado aun en países muy católi
portancia; pero el alma de todo ello cos— se lamente de no hallar quienes
ha de ser que los cristianos vivan la respondan o ayuden en la celebración
vida de la Liturgia, nutriendo y fomen del Augusto Sacrificio.
tando su inspiración sobrenatural.
Poned, pues, todo empeño en que 122. Celo de los Pastores. Trabajad
el joven clero, al dedicarse a los estu sobre todo por obtener con vuestro
dios ascéticos, teológicos, jurídicos y diligentísimo celo que ninguno de vues
pastorales, se forme también armónica tros fieles deje de asistir al Sacrificio
mente de tal manera que entienda las Eucarístico; y para que saquen todos
ceremonias religiosas, perciba su ma de él frutos más copiosos de salvación,
jestad y belleza, y aprenda con esmero no les dejéis de exhortar encarecida
las normas llamadas rúbricas; y ello, mente a que participen en él con devo
no tan sólo por motivos culturales, ni ción de todas aquellas legítimas mane
únicamente para que el seminarista a ras arriba expuestas. Siendo el Augusto
su tiempo pueda realizar los actos li Sacrificio del altar el acto fundamental
túrgicos con el orden, el decoro y la1 0
8
9
7 del culto divino, claro es que en él se
(179) C. I. C. can. 1178. ASS. 21 (1929) 45; en esta Colección: Encicl. 145,
(180) Pió XI, Const. Divini cultas, 20-X1I-1928; 5 pág. 1141.
1752 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 185, 123-125
lia de hallar necesariamente la fuente única e idéntica gracia une a Cristo con
y el centro de la piedad cristiana. No los miembros de su Cuerpo.
creáis haber satisfecho completamente No os arredren las dificultades que
a vuestro celo apostólico en este punto, sobrevengan; ni decaiga un punto vues
mientras no acudan vuestros feligreses tra solicitud pastoral: Sonad la trompe
en gran número al celestial Banquete, ta en Sión..., convocad a junta, congre
que es Sacramento de piedad, signo de gad el pueblo, purificad toda la gente,
unidad y vínculo de caridad(181). reunid los ancianos, haced venir los
Y para que el pueblo cristiano logre párvulos y los niños de pecho^1M\ y
conseguir estos bienes sobrenaturales procurad, con cuantos medios podáis,
cada vez más copiosamente, esmeraos que en todas partes se multipliquen
en instruirle sobre los tesoros de piedad templos y altares para los cristianos,
que se hallan encerrados en la Sagrada quienes, estando como miembros vivos,
Liturgia, por medio de oportunas predi unidos a su Cabeza divina, sean restau
caciones; pero, sobre todo, con discur rados con la gracia de los Sacramentos
sos y conferencias periódicas, con se y, celebrando a una con El y por El
manas de estudio y con otras semejan el Augusto Sacrificio, ofrenden al Eter
tes industrias. Para el logro de este fin no Padre las debidas alabanzas.
podéis tener ciertamente a vuestra dis
posición los miembros de la Acción E pílogo
Católica, dispuestos siempre a colabo
124. Aprovechamiento de la Litur-
rar con la Jerarquía para promover el
gia. Esto es, Venerables Hermanos, lo
Reino de Jesucristo.
que os teníamos que participar; Nos ha
3. Prevención contra errores y he movido a hacerlo el deseo de que los
rejías hijos Nuestros y vuestros comprendan
mejor y estimen en más el tesoro pre
123. Vigilancia contra los errores y ciosísimo que se encierra en la Sagrada
prejuicios. Pero es absolutamente ne Liturgia, a saber: el Sacrificio Eucarís-
cesario que en todo esto estéis al mismo tico, que representa y renueva el Sacri
tiempo muy alerta, a fin de que no se ficio de la Cruz; los Sacramentos, ma
introduzca el enemigo en el campo del nantiales de la gracia y vida divinas, y
Señor, para sembrar la cizaña en medio el himno de alabanza que tierra y cielo
del trigo(182>; esto es, que no se infil elevan diariamente al Señor.
tren en vuestra grey aquellos sutiles y De esperar es que estas Nuestras ex
perniciosos errores de un falso misti hortaciones estimularán a los tibios y
cismo y de un quietismo perjudicial, recalcitrantes, no sólo a un estudio más
errores, como sabéis, ya antes por Nos intenso y exacto de la Liturgia, sino
condenados^183); asimismo que no se también a traducir en la práctica de la
duzca a las almas un cierto peligroso vida su contenido sobrenatural, según
humanismo, ni se introduzca aquella aquello de San P ablo : N o a p a g u é is el
falaz doctrina que bastardea la noción Espíritu(185>.
misma de la fe católica; ni, finalmen
te, un excesivo arqueologismo en ma 125. Elegir lo mejor y más apropia
teria litúrgica. Con la misma diligencia do. Y a aquellos, a quienes cierto afán
débese evitar que no se difundan las desmedido arrastra a las veces a hacer
aberraciones de los que creen y ense decir cosas que, bien a pesar Nuestro,
ñan falsamente que la naturaleza hu Nos no podemos aprobar, les reitera
mana de Cristo glorificada habita real mos el consejo de San P ablo : Exami
mente y con su continua presencia en nad, sí, todas las cosas y ateneos a lo
los justificados, o también que una bueno^186^; y les amonestamos con áni-
(181) Compárese S. Agustín, Tract. 26 in Juan ASS. 35 (1943) 197, en esta Colección: Encíclica
13 (Migue P.L. 35, 1613). 177, 8, pág. 1592.
(184) Joel 2, 15-16.
(182) Compárese Mat., 13, 24-25. (185) I Tesal. 5, 19.
(183) Carta Encícl. Mjjstici Corporis, 29-VI-1913; (186) I Tesal. 5, 21.
185, 126 E n cíc lic a “ M e d ia to r D ei ” 1753
mo paternal a que los principios con debe ser sino como una preparación y
que deben regularse en su pensar y preludio de aquella otra Liturgia del
obrar no sean otros que los que se cielo en la cual, como es de esperar, a
siguen de lo dispuesto por la inmacu una con la excelsa Madre de Dios y
lada Esposa de J e s u c r is t o y Madre de dulcísima Madre nuestra cantemos por
los Santos. fin: Al que está sentado en el Trono y
Traemos también a la memoria de al Cordero, bendición y honra y gloria
todos que es menester en absoluto so y potestad por los siglos de los si-
meterse con ánimo generoso y fiel a las glosí189)
prescripciones de los Sagrados Pasto
res, a quienes por derecho compete el 126. Bendición Apostólica. Con esta
oficio de regular toda la vida, en espe felicísima esperanza, a todos y a cada
cial, la espiritual de la Iglesia: obede uno de vosotros, Venerables Hermanos,
ced a vuestros prelados y estadles su y a la grey cuya vigilancia os ha sido
misos, ya que ellos velan, como que han confiada, como auspicio de los dones
de dar cuenta de vuestras almas, para divinos y como prenda de Nuestra
que lo hagan con alegría y no penan- especial benevolencia, os damos con
c/o<187). todo afecto Nuestra Apostólica Ben-
Dios, a quien adoramos y que no... dición(190>.
es autor de desorden sino de paz^188), Dado en Castel Gandolfo, junto a
nos otorgue benigno a todos el que Roma, el 20 de noviembre del año
participemos de la Sagrada Liturgia 1947, noveno de Nuestro Pontificado.
con una sola mente y un sólo corazón
?95f en el destierro de aquí abajo, que no PIO PAPA XII.
(187) Hebr. 13, 17. de 1913 (AAS. a. 5, 1913, págs. 449-451) dio al
(188) I Cor. 14, 33. movimiento litúrgico un impulso decisivo. El
(189) Apoc. 5, 13. pueblo creyente acogió estas directivas con agra
(190) Como prometimos en la introducción de decimiento y se mostró dispuesto a responder a
la presente Encíclica daremos aquí el texto de la ellas: los liturgistas pusieron manos a la obra
Alocución de Pío XII sobre la Liturgia Pastoral. con celo, y pronto brotaron iniciativas interesan
El 22 de Septiembre de 1956 dirigió Pío XII tes y fecundas, si bien a veces ciertas desviacio
en Roma un notable discurso en francés sobre la nes exigieron una retificación de parte de la
liturgia pastoral, a los Cardenales, Arzobispos, autoridad eclesiástica. Entre los numerosos docu
Obispos, sacerdotes y religiosos que habían asis mentos publicados recientemente sobre esta ma
tido al Congreso Internacional de Liturgia Pas teria, baste citar tres: La Encíclica Mediator Dei,
toral, realizado en los días anteriores en Asís, De Sacra Liturgia del 20 de noviembre de 1947
Italia. (A¿45. 48 [1956] 711-725). Reproduciremos a (AAS. a. 39 1947, págs. 522-595)(l ) , las nuevas dis
continuación su texto íntegro en la versión que posiciones sobre la Semana Santa con fecha 16
dio el UOsservatore Romano en su edición argen de noviembre de 1955 (AAS. a. 47, 1955, págs.
tina, Buenos Aires, año 5, nr. 258 del k-X-1956: 838-847), que han ayudado a los fieles a com
prender mejor y a participar más en el amor,
“ Vous Nous avez demandé” en los sufrimientos y en la glorificación de Nues
(22-IX-1956) tro Señor, y finalmente la Encíclica De música 712
AAS LA ALOCUCION DEL PAPA PIO XII sacra del 25 de diciembre de 1955 (AAS. a. 48,
48 AL CONGRESO DE LITURGIA PASTORAL 1956, pág. 5-25)(2>. De esta manera el movimiento
litúrgico ha aparecido como un signo de las dis
(En francés) posiciones providenciales de Dios en el tiempo
Introducción presente, como un paso del Espíritu Santo por
711 1. Nos habéis pedido que os dirijamos la palabra su Iglesia, para que los hombres se acerquen
para clausurar el Congreso Internacional de Li más a los misterios de la fe y a las riquezas de
turgia Pastoral que acaba de celebrarse en Asís. la gracia que fluyen de la participación activa
Muy de corazón accedemos a vuestra petición y de los fieles en la vida litúrgica.
os damos la bienvenida. 3- El Congreso, que termina ahora, tenía preci
2. Si se compara la situación actual del movi samente por fin mostrar el valor inapreciable de
miento litúrgico con lo que era hace 30 años, se la liturgia para la santificación de las almas y
aprecia un progreso innegable realizado así en por lo tanto para la acción pastoral de la Iglesia.
extensión como en profundidad. El interés por la Habéis estudiado este aspecto de la liturgia, tal
liturgia, las realizaciones prácticas y la partici como se manifiesta en la historia y como actual
pación activa de los fieles han adquirido un des mente sigue desarrollándose; habéis examinado
arrollo que hubiera sido difícil prever en aquel también cómo está fundado en la naturaleza de
momento. El impulso principal, tanto en materia las cosas, es decir, cómo fluye de los elementos
doctrinal cuanto en las aplicaciones prácticas, constitutivos de la liturgia. Vuestro Congreso
viene de la Jerarquía y, en particular, de Nues llevaba consigo, por lo tanto, un estudio del des
tro santo predecesor Pío X, que con su Motu arrollo histórico, algunas reflexiones sobre la
Proprio “ Abhinc dúos annos” del 23 de octubre situación actual y un examen de los fines que
(1) Ver arriba p. 1707-1753. (2) Musiese saerse; en esta Colección Encícl. 218,
p. 2070-2083.
1754 [E n cíclicas del PP. P ío XII (1956)1 185, Apéndice
hay que obtener en el futuro y de los medios circunstancias más diversas. La Jerarquía ex
apropiados para alcanzarlos. Después de haber tiende aún su solicitud a todo cuanto contribuye
considerado atentamente vuestro programa de a hacer más hermosas y más dignas las ceremo
trabajo, Nos formulamos votos para que esta nias litúrgicas, sea que se trate de los lugares
nueva semilla, añadida a las del pasado, pro del culto, del mobiliario, de los ornamentos litúr
duzca ricas mieses en provecho de los individuos gicos, de la música sagrada, o del arte sagrado.
y de toda la Iglesia.
4. En esta alocución, en lugar de presentaros 7. Si la Jerarquía comunica por la liturgia la
normas más detalladas, sobre las cuales la Santa verdad y la gracia de Dios, los fieles por su 724
Sede se ha pronunciado ya suficientemente, he parte tienen el deber de recibirlas, de cooperar a
mos juzgado más útil abordar algunos puntos ellas con toda su alma y de transformarlas en
importantes que hoy se discuten en materia litúr- valores de vida. Todo lo que se les ofrece, las
gico-dogmática, y que más nos interesan. Agru gracias del sacrificio del altar, los sacramentos
paremos estas consideraciones bajo dos títulos, y los sacramentales, los reciben, no de una ma
que serán meras indicaciones, más bien que el nera pasiva, con sólo dejar que penetren en su
tema misma de Nuestra explanación: la Liturgia interior, sino colaborando con ellos con toda su
y la Iglesia, la Liturgia y el Señor. voluntad y todas sus fuerzas, y sobre todo parti
cipando en los oficios litúrgicos o al menos
siguiendo con fervor su desarrollo. Han contri
1. LA L IT U R G IA Y LA IG L E S IA buido en gran parte y siguen contribuyendo con
5. Como dijimos en la Encíclica M e d ia lo r D e i, la un esfuerzo constante a acrecentar el aparato
liturgia constituye una función vital de toda la exterior del culto, a construir iglesias y capillas,
Iglesia, y no sólo de un grupo o de un movi a decorarlas, a realzar la belleza de las cere
miento determinado. L a s a g r a d a litu rg ia c o n s t i monias litúrgicas mediante los esplendores todos
tu ye el c u lto p ú b lic o d e l C u e rp o m ís t ic o d e Jesu del arte sagrado.
c r is t o , es d e c ir d e su ca b e z a y d e sus m ie m b r o s .
8. Las contribuciones que la Jerarquía y los fie
(AAS. 3. 39, 1947, págs. 528-529)<3>. El Cuerpo les aportan a la liturgia no se suman como dos
Místico del Señor vive de la verdad de Cristo y de cantidades separadas, sino representan la cola
las gracias que se difunden por los miembros, los boración de los miembros de un mismo organis
animan y los unen entre sí y con su Cabeza. Tal mo que obra como un solo ser viviente. Los pas
3 es la idea de San Pablo cuando en su primera tores y la grey, la Iglesia que enseña y la Igle
Epístola a los Corintios dice: T o d a s las c o s a s s o n sia que recibe la enseñanza no forman sino un
v u e stra s , v o s o t r o s s o is d e C risto y C r is to es de solo y único cuerpo de Cristo. Por eso no hay
D ios . (1? Corintios 3, 23). Por lo tanto, se dirige razón alguna para alimentar desconfianzas, riva
a Dios, a su servicio y a su gloria. La Iglesia, lidades, u oposiciones abiertas o latentes, sea en
llena de los dones y de la vida de Dios, se los pensamientos, sea en la manera de hablar o
entrega con un movimiento íntimo y espontáneo de obrar. Entre los miembros de un mismo
a la adoración y alabanza del Dios infinito y, cuerpo debe reinar ante todo la concordia, la
por la liturgia, le da como sociedad el culto que unión, la colaboración. En esta unidad ora la
le debe. Iglesia, ofrece, se santifica, y por lo tanto se
6. A esta liturgia única, cada uno de los miem puede afirmar con toda razón que la liturgia es
bros, los que están revestidos del poder jerár la obra de la I g le s ia to d a e n te ra .
quico, como la muchedumbre de los fieles, aporta
cuanto ha recibido de Dios, todos los recursos 9. Pero hemos de añadir que, sin embargo, la
liturgia no es to d a la I g le s ia ; que no agota el
de su espíritu, de su corazón, y de sus obras. campo de sus actividades. Ya, al lado del culto
En primer lugar la Jerarquía, que posee el d e público, el de la comunidad, hay lugar para el
p ó s it o de la fe y el d e p ó s it o de la g r a c ia . Dei
culto privado, que el individuo rinde a Dios en
d e p ó s it o d e la fe, de la verdad de Cristo conte
el secreto de su corazón o expresa por medio de
nida en la Escritura y la Tradición, saca los actos exteriores, y que posee tantas variantes
grandes misterios de la fe y los hace pasar a la cuantos son los cristianos, bien que proceda de
liturgia, en particular los de la Trinidad, Encar la misma fe y de la misma gracia de Cristo.
nación y Redención. Pero difícilmente se hallaría Esta forma de culto no solamente la tolera la
una verdad de fe cristiana que no esté expresada Iglesia, sino que la reconoce plenamente y la re
de alguna manera en la liturgia, ya se trate de comienda, sin quitar con todo nada a la preemi
las lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento nencia del culto litúrgico.
durante la Santa Misa y en el Oficio divino, ya
de las riquezas que el espíritu y el corazón des 10. Pero cuando decimos que la liturgia no agota
cubren en los salmos. Las ceremonias litúrgicas el campo de las actividades de la Iglesia; pensa
solemnes son por otra parte una profesión de fe mos sobre todo en sus deberes docentes y pasto
actuada; hacen sensibles las grandes verdades de rales, en el a p a c e n ta d la g r e y de D io s que tenéis
la fe sobre los designios impenetrables de la ge c o n v o s o t r o s . (I S. Pedro 5, 2). Hemos recordado
nerosidad de Dios y sus favores inagotables para el papel que el Magisterio depositario de la ver
con los hombres, sobre el amor y la misericordia dad de Cristo ejerce por la liturgia; la influencia
del Padre celestial hacia el mundo, por cuya del poder de gobernar sobre ella es también evi
salvación envió a su Hijo y le entregó a la muerte. dente, puesto que pertenece a los Papas reco
De este modo la Iglesia comunica en abundancia nocer los ritos vigentes, introducir los nuevos y 715
en la liturgia los tesoros del d e p ó s it o de la fe, regular la ordenación del culto, y a los obispos
de la verdad de Cristo. Por la liturgia también velar cuidadosamente por que se observen las
se reparten los tesoros del d e p ó s it o de la g r a c ia prescripciones canónicas que conciernen al culto
que el Señor transmitió a sus Apóstoles: la gracia divino (AAS. 39, [1947], pág. 544)<4>. Pero las fun
santificante, las virtudes, los dones, el poder de ciones de enseñanza y de gobierno se extienden
bautizar, de conferir el Espíritu Santo, de per aún más allá. Para darse cuenta de ello basta
donar los pecados por la penitencia, de ordenar echar una ojeada al Derecho Canónico y a lo
sacerdotes. En el corazón de la liturgia es donde que dice sobre el Papa, las Congregaciones ro
se desarrolla la celebración de la Eucaristía, manas, los Obispos, los Concilios, el Magisterio
sacrificio y banquete; allí también es donde se y la disciplina eclesiástica. Se llega a la misma
confieren todos los sacramentos, y donde la conclusión observando la vida de la Iglesia y
Iglesia por medio de los sacramentales multiplica en Nuestras dos alocuciones del 31 de mayo y del
con largueza los beneficios de la gracia en las3 2 de noviembre de 1954 sobre la triple función
(3) En esta Colecc. ver Encícl. 185 n. 13 p. 1713. (4) Ver (3) nr. 38 p. 1723.
185, Apéndice A l o c u c ió n : L itu r g ia P a sto ra l 1755
cia que se han de trasmitir. No basta, pues, que es mi Cuerpo que va a ser entregado por vos
unan su voluntad con la del consagrante princi otros! Tomad y bebed. Esta es mi Sangre que
pal y declaren que hacen suyas las palabras y va a ser derramada por vosotros” , y San Pablo
las acciones de él. Ellos mismos deben realizar en su primera carta a los Corintios (I Cor. 11,
estas acciones y pronunciar las palabras esen 23-35) emplea los mismos términos tan sencillos
ciales. como claros.
17. Lo mismo ocurre en la concelebración propia 21. Entre los católicos, no hay sobre este parti
mente dicha. No basta teneiyy manifestar la vo cular ninguna duda ni ninguna diversidad de opi
luntad de hacer suyas las palabars y las acciones nión. Pero una vez que la especulación teológica
del celebrante. Los concelebrantes deben por sí se adentra a discutir sobre la manera cómo Cristo
mismos decir sobre el pan y el vino E ste es mi se encuentra presente en la Eucaristía, entonces
C u e r p o , E sta es m i S a n g r e ; si no, su concelebra surgen serias divergencias a propósito de diver
ción es de mera ceremonia. sos puntos. Nos no queremos entrar en estas
18. Por eso no es lícito afirmar “ q u e la ú n ic a divergencias especulativas; deseamos, sí, indicar
c u e s tió n d e c is iv a en ú ltim o a n á lis is c o n s is t e en ciertos límites e insistir sobre un principio fun
s a b e r en q u é m e d id a la p a r t ic ip a c ió n p e r s o n a l damental de interpretación, cuyo olvido no deja
s o s te n id a p o r la g r a c ia , en esta o fr e n d a d e c u lt o , de preocuparnos.
a u m e n ta la p a r t ic ip a c ió n en la c r u z y en la 22. La especulación debe tomar como regla, que
g r a c ia d e D io s , q u e n o s un e c o n E l y e n tr e n o s el sentido literal de los textos de la Escritura,
o t r o s ” . Esta manera inexacta de plantear la la fe y las enseñanzas de la Iglesia han de tener
cuestión Nos la hemos ya rechazado en la alocu primacía sobre el sistema científico y las consi
ción del 2 de noviembre de 1954; mas algunos deraciones teóricas; la ciencia es la que debe
teólogos no logran aún aquietarse con esto. Pues conformarse con la revelación y no ésta con la
bien, Nos lo repetimos: la cuestión decisiva (para ciencia. Una concepción filosófica, si deforma el
la concelebración, como para la Misa de un solo sentido natural de una verdad revelada, o no es
sacerdote) no es saber qué fruto saca el alma exacta, o no se utiliza correctamente. Este prin
de ella, sino cual es la naturaleza del acto que cipio se aplica a la doctrina de la presencia real. 720
se hace: el sacerdote, como ministro de Cristo, o Algunos teólogos que aceptan, es verdad, la doc
hace o no hace la a c c ió n d e C risto q u e se s a c r i trina del Concilio sobre la presencia real y la
fic a y se o f r e c e a si m is m o . Lo mismo vale para transustanciación, interpretan las palabras de
los sacramentos: no se trata de saber si los ele Cristo y las del Concilio de tal manera, como si
mentos esenciales del signo sacramental (la aplica de la presencia de Cristo no quedase más que
ción del signo por el mismo ministro que realiza una envoltura vacía de su contenido natural.
las acciones y pronuncia las palabras con inten Según el parecer de éstos, el contenido esencial
ción p o r lo m e n o s , d e h a c e r lo qu e h a c e la Ig le actual de las especies del pan y del vino es “ el
s ia ) han sido aplicados válidamente. Lo mismo
Señor en el cielo” con el cual tienen las especies
es en la celebración y concelebración; hay que una relación que ellos llaman real y esencial con
ver si con la intención interior necesaria, el cele tenido y de presencia. Esta interpretación espe
brante realiza la acción exterior y sobre todo culativa suscita serias objeciones, cuando se la
pronuncia las palabras que constituyen la a c t io quiere presentar como plenamente suficiente, por
C h r is ti se ip su m s a c r ific a n tis et o ffe r e n t is “ la
que el sentido cristiano del pueblo fiel, la ense
a c c ió n d e C risto q u e se s a c r ific a y se o f r e c e a
ñanza catequética constante de la Iglesia, los
S í m is m o ’ *. Esto no se realiza cuando el sacer
términos del Concilio y sobre todo las palabras
dote no pronuncia sobre el pan y el vino las del Señor exigen que la Eucaristía contenga a
palabras del Señor E ste es m i C u e r p o , E sta es Nuestro Señor mismo. Las especies sacramenta
m i S an gre.
les no son el Señor aunque se diga que tienen
2. P r e s e n c ia de C risto una relación de contenido y de presencia con la
19. Como el altar del sacrificio domina el culto sustancia de Cristo en el Cielo. El Señor dijo:
litúrgico, de la vida de Cristo con toda propiedad “ ¡Este es mi Cuerpo! ¡Esta es mi Sangre!” Pero
se debe decir que toda ella está dominada por no dijo: “ Esta es una apariencia sensible que
el sacrificio de la cruz. Las palabras del Angel significa la presencia de mi Cuerpo y de mi
719 a su padre nutricio: S a lv a r á a su p u e b lo d e sus Sangre” . Sin duda alguna, hubiera podido hacer
p e c a d o s (Mat. 1, 21), las de San Juan Bautista: que los signos sensibles de una relación real de
H e a q u í e l C o r d e r o de D io s , h e a h í al qu e q u ita presencia fueran signos sensibles y eficaces de la
e l p e c a d o d e l m u n d o (Juan 1, 29), las del mismo gracia sacramental; pero aquí se trata del conte
Cristo a Nicodemo: E s n e c e s a r io que el H ijo d el nido de las e s p e c ie s e u c a r ís tic a s , no de su eficacia
h o m b r e sea le v a n ta d o , a fin de que t o d o el que sacramental. No se puede admitir, pues, que la
c r e a en E l... ten ga v id a e te rn a (Juan 3, 14-15), a teoría que acabamos de mencionar sea cumplida
sus discípulos: H e d e s e r b a u tiz a d o c o n un bau expresión de las palabras de Cristo y que la
tis m o ... y ¡cu á n ta s a n sia s p a d e z c o , e s p e r a n d o que presencia de Cristo no signifique nada más y que
se c u m p la ! (Luc. 12, 50), y sobre todo aquellas eso baste para poder decir con toda verdad de
de la última Cena y del Calvario, todas indican la Eucaristía: E s el S e ñ o r (ver Juan 21, 7).
que el centro del pensamiento y de la vida del 23. Es claro que la masa de los fieles no se en
Señor era la cruz y la ofrenda de Sí mismo al cuentra en estado de comprender los problemas
Padre para reconciliar a los hombres con Dios especulativos y difíciles y los ensayos de explica
y salvarlos. ción que conciernen a la naturaleza de la presen
20. ¿Mas el que ofrece el sacrificio no es acaso, cia de Cristo. Por lo demás, el Catecismo Romano
en cierto modo, más grande aún que el mismo aconseja que no se ventilen estas cuestiones de
sacrificio? Querríamos, por tanto, ocuparnos aho lante de los fieles (ver Cat. Rom., parte II, c. IV,
ra del Señor mismo y, ante todo, llamar vuestra n. 43 y 35), pero ni menciona ni propone la teo
atención sobre el hecho de que en la Eucaristía ría esbozada anteriormente; mucho menos aún
posee la Iglesia al Señor con su cuerpo, con su afirma que dicha teoría agote el sentido de las
sangre, con su alma y su divinidad. El Concilio palabras de Cristo y que las explique plenamente.
de Trento lo definió solemnemente en la Sesión Se puede continuar buscando explicaciones e
XIII, canon 1(9>; basta por lo demás tomar en su interpretaciones científicas, pero éstas, por así
sentido literal, que es bien claro y sin equívocos, decirlo, no deben hacer salir a Cristo de la Euca
las palabras pronunciadas por Jesús, para llegar ristía dejando solamente en el tabernáculo unas
a la misma conclusión: “ ¡Tomad y comed! ¡Este9 especies eucarísticas que guardan una relación
que se dice real y esencial con el Señor que piensa en formular objeciones contra la presencia
verdaderamente está en el cielo. del tabernáculo sobre el altar. En la Instrucción
24. Causa admiración que los que no se contentan del Santo Oficio “ D e a r te s a c r a ” del 30 de junio
721 con la teoría arriba expuesta sean colocados en de 1952 (AAS. 44, [1952], pág. 542-546), la Santa
el número de los adversarios entre los “ fisicistas” Sede insiste, entre otros puntos, sobre éste:
no científicos, y es de admirar, a propósito de “ D is tr ic te m a n d a t h a e c S u p r e m a S , C o n g r e g a tio
la concepción, tenida por científica, de la pre ut sán e te s e r v e n tu r p r a e s c r ip ta ca n u m 1268, § 2
sencia de Cristo: “ Esta verdad no es para las et 1269 § 1: S sm a E u c h a r is t ia c u s t o d ia t u r in p r a e -
masas” . c e lle n t is s im o a c n o b ilis s im o e c c le s ia e lo c o a c
25. Debemos añadir a estas consideraciones al p r o in d e r e g u la tie r in a lta r i m a io r e , n is i a liu d ...
gunas observaciones acerca del tabernáculo. Así S sm a E u c h a r is tia s e r v a r i d e b e t in ta b e r n á c u lo
como acabamos de decir poco ha: “ el Señor es in a m o v ib ili in m e d ia p a r te a lta r is p o s it o ” . “ E s
en cierta manera más grande que el altar y el tricta m e n te m a n d a esta S u p r e m a S a g r a d a C o n
sacrificio” , podríamos decir ahora: “ El taber g r e g a c ió n q u e se o b s e r v e n r e lig io s a m e n te lo p r e s
náculo en que habita el Señor que ha bajado a c r it o en los c á n o n e s 1268, § 2 y 1269, § 1: L a
estar en medio de su pueblo, ¿es superior al altar S a n tís im a E u c a r is tía se g u a r d a r á en e l lu g a r m á s
y al sacrificio?” El altar aventaja al tabernáculo, d ig n o y e x c e le n te d e la ig le s ia , y , p o r lo tan to ,
puesto que en aquél se ofrece el sacrificio del d e o r d in a r io , en e l a lta r m a y o r , a n o s e r ... (q u e
Señor. Indudablemente el tabernáculo posee el r e s u lte m á s c o n v e n ie n t e y d ig n o en o t r o a lt a r )...
S a c r a m e n to p e r m a n e n te ; pero no es un a lta r p e r L a S a g ra d a E u c a r is tía d e b e g u a r d a r s e en un sa
m a n e n te ya que solamente sobre el altar se ofrece g r a r io in a m o v ib le c o lo c a d o en m e d io d e l a lt a r ” .
en sacrificio el Señor mientras se celebra la Santa (AAS. 44 [1952] 544).
Misa, mas no después ni fuera de ella. En cambio, 28. No se trata tanto de la presencia material del
en el tabernáculo está presente el Señor tanto tabernáculo sobre el altar, cuanto de una ten
cuanto duran las especies consagradas sin que dencia, sobre la cual Nos queremos llamar vues
por esto se ofrezca permanentemente. Con todo tra atención, la de una menor estima por la pre
derecho se puede distinguir entre la oblación del sencia y acción de Cristo en el tabernáculo, con
sacrificio de la Misa y el cu lto la tré u tic o (r e n tentándose con el sacrificio del altar y disminu
d id o a D io s ) que se ofrece al Hombre-Dios escon yendo la importancia de aquel que lo realiza.
dido en la Eucaristía. Una decisión de la Sagrada Ahora bien, la persona del Señor debe ocupar el
Congregación de Ritos fechada el 27 de julio de centro del culto, por ser la que unifica las rela
1927, limita al mínimo la exposición del San ciones entre el altar y el tabernáculo, y les da
tísimo durante la Misa (AAS. 19 [1927] 289); su sentido.
pero esto se explica fácilmente por el cuida
do de mantener habitualmente separados el 29. Desde luego, por el sacrificio del altar es p or
acto del sacrificio y el culto de simple adoración, donde el Señor se hace presente en la Eucaristía,
con el fin de que los fieles comprendan clara y no está en el altar sino como “ m e m o r ia s a c r i
mente su carácter propio. f i c a e l p a s s io n is s u a e ” , “ r e c u e r d o d e su s a c r i
26. Sin embargo, más importante que la concien fic io y d e su p a s ió n ” . Separar el tabernáculo
cia de esta diversidad es la de la unidad: es uno y del altar es separar dos cosas que deben quedar
el mismo Señor el que es inmolado en el altar y unidas por su origen y su naturaleza. La manera
honrado en el tabernáculo desde donde reparte de poder colocar el tabernáculo en el altar sin
sus bendiciones. Si se tuviera la firme convicción impedir la celebración cara al pueblo, puede re
de esto, se evitarían muchas dificultades, y no cibir diversas soluciones sobre las que los espe
se exageraría el significado del uno con detrimen cialistas darán sus normas. Lo esencial es haber
to del otro, ni se haría oposición a las decisiones entendido que es el mismo Señor el que está
de la Santa Sede. presente sobre el altar y en el tabernáculo.
27. El Concilio de Trento ha explicado qué dis 30. Se podría también recalcar la actitud de la
posiciones deben tener con respecto al Santísimo Iglesia respecto de ciertas prácticas de piedad:
Sacramento: “ Sz qu is d ix e r it , in s a n cto E u c h a - las Visitas al Santísimo Sacramento, que viva
ris tia e s a c r a m e n to C h ris tu m u n ig e n itu m D e i F i- mente recomienda, las Cuarenta-Horas, o “ Ado
liu m n o n esse cu ltu la tr é u tic o , e tia m e x t e r n o , ración Perpetua” , la Hora Santa, la comunión a
a d o r a n d u m a tq u e id e o n e c fe s tiv a p e c u lia r i c e - los enfermos llevada con solemnidad, las proce
leb rita te v e n e r a n d u m , ñ eq u e in p r o c e s s io n ib u s , siones con el Santísimo Sacramento. El liturgista
s e cu n d u m la u d a b ilem et u n iv e r s a le m E c c le s ia e más entusiasta y más convencido debe poder en
s a n cta e r itn m et co n s u e tu d in e m , s o lle m n it e r c i r - tender y adivinar lo que representa el Señor en 72J
c u m g e s ta n d u m , v e l n o n p u b lic e , ut a d o r e t u r , p o el tabernáculo para los fieles profundamente
p u lo p r o p o n e n d u m , et eiu s a d o r a to r e s esse id o la piadosos, sea gente sencilla o culta. El es su
tra s: a n a th e m a s it ” . “ S i a lg u ie n d ije r e qu e en e l consejero, su consolador, su fuerza, su recurso,
s a n to s a c r a m e n to d e la E u c a r is tía n o d e b e a d o su esperanza en la vida común como en la muer
r a r s e c o n c u lt o la tr é u tic o , tam b ié n e x t e r n o , a te. No contento, pues, con dejar que los fieles
C risto H ijo U n ig é n ito de D io s y qu e p o r e s o tam vayan al Señor en el tabernáculo, el movimiento
p o c o d eb e v e n e r a r s e c o n c e le b r a c ió n fe s tiv a e s p e litúrgico debe esforzarse por encaminarlos.
c ia l, n i qu e d eb e p a s e a rs e s o le m n e m e n te p o r los
p u e b lo s en p r o c e s ió n s egú n la la u d a b le y u n iv e rs a l 3. “ I n fin ita et D iv in a M a iesta s C h r is ti”
c o s t u m b r e y r it o d e la S an ta Ig le s ia n i qu e se 31. El tercero y último punto, que Nos queríamos
e x p o n g a p ú b lica m e n te a l p u e b lo p a ra la a d o r a c ió n tratar, es el de “ in fin ita et d iv in a M a ie sta s ” de
722 y q u e los a d o r a d o r e s sean id ó la tr a s , s e a a n a te Cristo, que indican las palabras “ C h ristu s D e u s ” .
m a ” . (Conc. de Trento, ses. 13, can. 6, D e n z in g e r Ciertamente el Verbo encarnado es el Señor y
U m b. nr. 888). “ S i q u is d ix e r it , n o n lic e r e s a - Salvador de los hombres; pero continúa siendo el
c r a m E u c h a r is tiu m in s a c r a r io r e s e r v a r i, s e d Verbo, el Dios infinito. En el Símbolo de San
sta tim p o s t c o n s e c r a t io n e m n e c e s s a r io a d sta n tib u s Atanasio se dice: N u e s tr o S e ñ o r J e s u c r is to , H i ja
d is lr ib u e n d a m , aut n o n lic e r e , ut illo a d in fir m o s d e D io s , es D io s y h o m b r e . La Humanidad de
h o n o r ific e d e fe r a t u r : a n a th e m a s it ” , “ S i a lg u ie n Cristo tiene derecho también al culto de latría
d ije r e qu e n o es líc ito r e s e r v a r la S a g ra d a E u c a por razón de su unión hipostática con el Verbo,
r is tía en el s a g r a r io s in o qu e es n e c e s a r io d is t r i pero su divinidad es la razón y fuente de esta
b u irla , en s e g u id a d esp u és d e la c o n s a g r a c ió n , culto. Así que la Divinidad de Cristo no puede
e n tr e los a sis te n te s o qu e n o es lic ito qu e se la quedar en manera alguna en la periferia del pen
lle v e h o n o r ífic a m e n t e a los e n fe r m o s , sea a n a te samiento litúrgico. Es normal que se vaya a l
m a ” . (C. de Tren., s. 13 can. 7, Denz.-Umb. n. 885). P a d r e p o r C risto , puesto que Cristo es el Media
Quien de corazón se adhiere a esta doctrina, no dor entre Dios y los hombres. Pero no sólo es
1758 ¡E n cíclicas del PP. P ío XII (1956)] 185, Apéndice
Mediador, sino que está también en la Trinidad, en las mismas ceremonias, en el uso del lenguaje
en igualdad con el Padre y el Espíritu Santo. vulgar, en el canto popular, y en la construcción
Basta recordar el prólogo grandioso del Evan de las iglesias. Sería con todo superfluo recordar
gelio de San Juan: E l Y e r b o e ra D io s . P o r E l una vez más que la Iglesia tiene graves motivos
fu e r o n h e c h a s tod as las c o s a s , n sin El n o se para que se mantenga firmemente en el rito la
h a h e c h o c o s a a lg u n a (Juan 1, 1-3). Cristo es el tino la obligación incondicional para que el canto
Primero y el Ultimo, el Alfa y la Omega. Al fin gregoriano cuando acompaña al Santo Sacrificio,
del mundo, cuando todos los enemigos queden se haga en la lengua de la Iglesia. Por su lado,
vencidos y la muerte en último lugar, Cristo, o los fieles procuran corresponder a las medidas
sea, el Verbo subsistente en la naturaleza hu tomadas por la iglesia, pero en esto ellos adoptan
mana, devolverá el Reino a Dios su Padre, y el actitudes profundamente diferentes, algunos mos
Hijo mismo se someterá a Aquel a quien todo trarán prontitud y entusiasmo y a veces hasta
está sometido, a fin de que en to d a s las co s a s apasionamiento tan vivo que motive intervencio
to d o lo sea D io s (I Cor. 15, 28). La meditación nes de la autoridad; otros darán muestras de
de la “ in fin ita , s u m m a , d iv in a M a ie sta s ” de indiferencia y aun de oposición. Así se manifiesta
Cristo puede ciertamente contribuir a profundizar la diversidad de temperamentos, como también la
el sentido litúrgico, y por eso Nos hemos que de las preferencias por la piedad individual o
rido llamar hacia ella vuestra atención. Querría ñor el culto en común.
mos añadir para terminar dos advertencias sobre
' ‘la liturgia y el pasado” , “ la liturgia y el tiempo 34. La liturgia actual se preocupa también de
presente” . numerosos problemas particulares, por ejemplo de
las relaciones de la liturgia con las ideas reli
32. L a litu rg ia y e l p a s a d o . En materia de litur giosas del mundo actual, y la cultura contem
gia, como en muchos otros campos, conviene evi poránea, las cuestiones sociales y la psicología
tar respecto al pasado dos actitudes extremas: un profunda.
apego ciego y un menosprecio total. Hav en la
724 liturgia elementos inmutables, un contenido sa 35. Esta sencilla mención, bastará para mostra
grado que transciende los tiempos, pero también ros que los diversos aspectos de la liturgia de hoy
elementos variables, transitorios, y a veces hasta no sólo suscitan Nuestro interés, sino también
defectuosos. La actitud actual de los mejores li- mantienen despierta Nuestra vigilancia. Nos de
turgistas respecto del pasado Nos parece en ge seamos sinceramente que el movimiento litúrgico
neral del todo justa: investigan, estudian seria prospere, y Nos queremos ayudarle; pero tam
mente, se aficionan a lo que realmente vale, sin bién Nos toca prevenir todo lo que pudiera ser
caer por otra parte en el exceso. Sin embargo, fuente de errores y peligros. Por lo demás, Nos 725
acá y allá aparecen ideas y tendencias extravia consuela y alegra saber que en esto podemos
das, resistencias, entusiasmos o condenaciones, contar con vuestra ayuda y vuestra comprensión.
cuyas formas concretas os son bien conocidas, y 36. Que estas consideraciones puedan, con los
de las que Nos más arriba hemos hablado algo. trabajos que os han ocupado los días precedentes,
33. L a litu rg ia y el tie m p o p r e s e n te . La liturgia producir los frutos abundantes, y contribuir a
imprime a la vida de la Iglesia, y a toda mani esperar más seguramente el fin al cual tiende
festación religiosa de hoy un sello característico. la liturgia sagrada.
Se nota sobre todo una participación activa y Como prenda de las divinas bendiciones que
consciente de los fieles en los actos litúrgicos. Nos imploramos sobre vosotros y sobre las
De parte de la Iglesia, la liturgia actual lleva almas que os están confiadas, os damos de todo
consigo una inquietud de progreso; pero también corazón Nuestra Apostólica Bendición.
de conservación y de defensa. Vuelve al pasado
sin copiarlo servilmente, y lo crea de nuevo, PIO PAPA XII
■JL®C>
— 1759 —
1760 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 186, 3-4
Encíclicas Pontificias 56
1762 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 186. 6
Electo al episcopado, y para que tanto en esta voz baja todo lo que el consagrante lee, excep
Urbe como en todas partes del mundo se observe ción hecha sin embargo, de las oraciones pres-
en este punto siempre el mismo modo de proce criptas para la bendición de los ornamentos pon
der, Nos, con la plenitud de la potestad apos tificales que en la misma ceremonia de la con
tólica, declaramos, decretamos y estatuimos lo sagración se han de imponer.
que sigue:
5. E l d e c r e t o . Todo lo que en estas Letras de
4. S e d e c la r a n o b lig a to r ia s la c o n s a g r a c ió n y claramos, decretamos y estatuimos, mandamos
las o r a c io n e s . Aunque para la validez de la con que por Nuestra autoridad quede vigente y firme
sagración episcopal no se requiere sino un solo sin que obste nada en contrario, aunque sea digno
Obispo y ése es suficiente con tal que lleve a cabo de especial mención, y luego queremos y decre
los esenciales ritos, sin embargo, los dos obis tamos que según estas prescripciones se reforme
pos que, según disposiciones antiguas y las pres oportunamente el “ P o n t ific a l R o m a n o ” .
cripciones del “ P o n t ific a l R o m a n o ” asisten a la A nadie, empero, es lícito quebrantar o contra
Consagración, deben, ahora vueltos consagrantes venir esta página de Nuestra declaración, decre
y llamados en adelante conconsagrantes, no sólo to, disposición y voluntad; mas si alguien teme
tocar, con el mismo Consagrante, con ambas ma rariamente presumiera atentar contra ella, sepa
nos la cabeza del Electo, diciendo: “ R e c ib e el que se contrae la indignación de Dios omnipo
E s p ír itu S a n to ” , sino hecha en tiempo oportuno tente y de los Beatos apóstoles Pedro y Pablo.
la intención de conferir la consagración episcopal, Dado en Roma, cabe San Pedro, en el año 1944,
junto con el Obispo consagrante, rezar también el 30 de Noviembre, en la festividad de San An
el “ P r o p it ia r e ” y todo el siguiente Prefacio, e drés apóstol, año sexto de Nuestro Pontificado.
igualmente, durante toda la ceremonia, recitar en PIO PAPA XII.
ENCICLICA “OPTATISSIMA PAX”(*}
(18-XII-1947)
P I O PP. XII
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
AAS 1. La paz vacilante, sobre todo en el en vano se fatigan los que la fabri-
39 campo social. La tan deseada paz, que caní3).
601 debe ser la tranquilidad en el o r d e n é
y la libertad tranquila*2*, tras las cruen 3. El desastre económ ico después
tas vicisitudes de una larga guerra, vade la guerra no se debe explotar. Son
cila hoy, como todos notan con tristeza inmensos los males que exigen un ina
y amargura, todavía insegura, y tiene plazable remedio. Porque por una par
como suspendido en un angustioso afán te, en muchas naciones la economía,
el espíritu de los pueblos, mientras que por los enormes gastos militares y las
en no pocas naciones, devastadas últi inmensas destrucciones bélicas, se ha
mamente por el conflicto mundial y lla en tal situación de inseguridad y
por las destrucciones y miserias que agotamiento, que muchas veces no está
han sido su dolorosa consecuencia, las en condiciones de resolver los proble
clases sociales, movidas recíprocamen mas que se van planteando y de soste
te por amargo odio, amenazan, como ner las oportunas iniciativas, que po
todos ven, minar y convertir, con tu drían dar trabajo a quienes por des
multos y turbulencias sin cuento, los gracia contra su voluntad, se ven cons
cimientos mismos de los Estados. treñidos a un ocio inútil. Por otra par
te, desdichadamente, no faltan quienes
2. El Papa exhorta a pedir a Dios exasperan y explotan la miseria de las
la pacificación. Una profunda amar clases proletarias, con secreto y astuto
gura oprime Nuestro espíritu ante tan cálculo, obstaculizando así los nobles
funesto y lamentable espectáculo, y Nos esfuerzos enderezados a la reconstruc
parece que el mandato paterno y uni ción en el recto orden y la justicia de
versal que de Dios Nos hemos recibido las fortunas deshechas.
no sólo Nos impulsa a encarecer a to
dos que procuren apagar los secretos 4. La recuperación de la crisis no se
602 odios y renovar felizmente la concor obra por la agitación. Es necesario
dia, sino también a exhortar a cuantos que, finalmente, comprendan todos que
son nuestros hijos en Cristo a que ele no se pueden conseguir de nuevo los
ven al cielo con mayor frecuencia sus bienes perdidos, ni conservar los que
plegarias, porque, como muy bien sa peligran, mediante las discordias, los
bemos, todo lo que sin la protección tumultos y las matanzas entre herma
Divina se lleva a cabo, resulta defec nos, sino solamente mediante la labo
tuoso y estéril, según la sentencia del riosa concordia, la mutua comprensión
salmista: Si el Señor no edifica la casa} y el trabajo pacífico. Los que con plan
<*) A. A. S. 39 (1947) 601-604; versión de “ Ecclesia” N? 337, Año VII, 27-XII-1947 p. 677.
(1) San Agustín, “ De civitate Dei” , lib. 19, cap. (2) Cicerón, 2? Filípica, cap. 44.
13 (CSEL 40 vol II p. 395, 15), Santo Tomás, II, (3) Salmo 126, 1.
II, II, 29, ad primum).
— 1763 —
1764 E n cíclicas del PP. P ío XII (1947) 187, 5-7
óbolos generosos con que la divina jus cisión y entusiasmo a esta invitación
ticia, por tantas culpas ofendida, se Nuestra, que vosotros haréis vuestra.8
puede aplacar y, al mismo tiempo, los
indigentes puedan recibir, en la medida 9. Bendición Apostólica. Confortado
que permite la disponibilidad de cada con esta suave esperanza, como prenda
uno, los socorros convenientes.8 de Nuestra paternal benevolencia y
auspicio de las gracias celestiales os
8. Esperanza de que se cumplan los damos a todos y cada uno de vosotros,
deseos papales. Tenemos plena con: Venerables Hermanos, lo mismo que a
fianza, Venerables Hermanos, en que, la grey confiada a vuestros cuidados,
con el empeño y diligencia de que ha la Bendición Apostólica.
béis dado tantas pruebas, haréis que es Dado en Roma. Junto a San Pedro, el
tas paternales exhortaciones Nuestras día 18 de diciembre del año 1947,
sean acatadas y produzcan dichosos 9<? de Nuestro Pontificado.
frutos, y en que todos, y de modo espe
cial los niños, correspondan con de PIO PAPA XII.
2 8 8
PIO P P. XII
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
— 1766 —
188, 4-6 E n cíc lic a “ A uspicia Q u ae da m ” 1767
— 1769 —
1770 E n cíclicas del PP. P ío XII (1948) 189, 1
creadas por las Congregaciones Maria que los congregantes marianos con ra
nas o sostenidas por ellas para com zón habrán de ser contados entre los
batir la inmoralidad de los espectácu principales promotores de la Acción
los en el teatro y en el cine y para Católica.
proteger las buenas costumbres contra
el diluvio de libros y periódicos malos; 10. La sujeción a la autoridad ecle
las numerosísimas escuelas gratuitas siástica. Además, por cuanto toda la
para niños y adultos pobres, y las es fuerza de los católicos que se agrupan
cuelas técnicas para perfeccionar a los en un ejército bien ordenado ha de
obreros en su oficio*21), sobre todo las atribuirse a la obediencia que prestan
que preparan a las diversas especiali a la autoridad de los sagrados Pasto
dades profesionales*22^; esta forma de res, ¿quién no ve cuán buenos instru
apostolado, tan necesaria en las cir mentos de apostolado son las Congre
cunstancias actuales, ha sido desarro gaciones Marianas, no sólo a causa de
llada por buen número de Congregacio su absoluto y ferviente acatamiento a
nes Marianas, sobre todo por las inter esta Sede Apostólica, cabeza y funda
parroquiales, para favorecer la consti mento de todo el orden eclesiástico*25),
tución de grupos homogéneos por pro sino también a causa de su humilde
fesiones y especialidades*23). sumisión y dócil obediencia, según la
índole y la facultad de cada uno, a
II. - L a C o n g r e g a c ió n M a r ia n a y la los mandatos y consejos de los Ordi
A c c ió n C a t ó l ic a narios?*26).
misión a los sagrados Pastores, que son sus mismas reglas, según las cuales es
como connaturales en los congregantes esencial para el congregante la íntegra
marianos las sacan necesariamente de profesión en su vida y en su conducta
Alocución en francés sobre los laicos y la Je introducción progresiva de la mujer en el apos
rarquía: “ De quelle consolation” . tolado moderno. Y conviene, a este propósito,
INTRODUCCION evocar dos grandes figuras de la historia cató
AAS Orientaciones anteriores lica: una, la de María Ward, aquella mujer
incomparable que, en las horas más sombrías
43 1. Saludo a los miembros del Congreso y más sangrientas, la Inglaterra católica dio a
784 ¡Qué consuelo y qué alegría se desborda de la Iglesia; otra, la de San Vicente de Paúl, in
Nuestro Corazón ante el espectáculo ue vuestra discutiblemente en el primer plano entre los
imponente asamblea, en la que os vemos reuni fundadores y los promotores de las obras de la
dos bajo Nuestra mirada a vosotros, Nuestros caridad católica.
Venerables Hermanos en el Episcopado, y a Tampoco habría que dejar pasar inadvertida,
vosotros también, queridos hijos y queridas hijas, ni sin reconocer su bienhechora influencia, la
llegados de todos los continentes y de todas las estrecha unión que hasta la revolución francesa
regiones al centro de la Iglesia para celebrar mantenía en mutua relación, en el mundo cató
aquí este Congreso Mundial sobre el Apostolado lico, a las dos autoridades establecidas por Dios;
de los Seglares 1 Habéis estudiado su naturaleza la Iglesia y el Estado. La intimidad de sus rela
y su objeto; habéis considerado su estado pre ciones en el terreno común de la vida pública
sente y habéis meditado sobre los importantes creaba —en general— una especie de atmósfera
deberes que le incumben, en previsión del por de espíritu cristiano, que dispensaba en buena
venir. Han sido para vosotros días de oración parte del trabajo delicado al que tienen que en
fervorosa, de serio examen de conciencia, de tregarse hoy los sacerdotes y seglares, para pro
cambios de puntos de vista y de experiencias. curar la salvaguardia y el valor práctico de la fe.
Para terminar, habéis venido a renovar la ex 2. Consecuencias de la Revolución francesa
presión de vuestra fe, de vuestra adhesión, de y los movimientos católicos
vuestra fidelidad al Vicario de Jesucristo, y a 4. En la época moderna
rogarle que fecunde con su bendición vuestras A fines del siglo XVIII, entra en juego un
resoluciones y vuestra actividad. nuevo factor. Por una Parte, la Constitución de
Con mucha frecuencia, en el curso de Nuestro los Estados Unidos de América del Norte —que
Pontificado, hemos hablado, en circunstancias y adquirían un desarrollo extraordinariamente rá
bajo aspectos muy variados, de este apostolado pido y en donde la Iglesia había de crecer muy
de los seglares, en Nuestros mensajes a todos pronto considerablemente en vida y vigor—, y
los fieles y dirigiéndonos a la Acción Católica, por otra parte, la revolución francesa, con sus
a las Congregaciones Marianas, a los obreros y consecuencias, tanto en Europa como en ultra
obreras, a los maestros y maestras, a los mé mar, terminaban separando del Estado a la Igle
dicos y juristas, e igualmente a los grupos espe sia, Sin efectuarse en todas partes al mismo
cíficamente femeninos, para insistir sobre sus tiempo ni en el mismo grado, esta separación
deberes actuales, incluso en la vida pública, y tuvo por doquier como consecuencia lógica el
a otros más. Fueron para Nos otras tantas oca dejar a la Iglesia reducida a proveer por sus
siones de tratar, incidental o expresamente, propios medios para asegurar su acción, el
cuestiones que han encontrado esta semana su cumplimiento de su misión y la defensa de sus
lugar exacto en vuestra orden del día. derechos y de su libertad. Tal fue el origen de
I. BREVE SINTESIS HISTORICA DE LOS los llamados movimientos católicos, que bajo la
MOVIMIENTOS CATOLICOS guía de sacerdotes y seglares, reclutaban, fuertes
1. Se refuta la afirmación de que la Iglesia por sus efectivos compactos y por su sincera
es “ clerical” . fidelidad, la gran masa de los creyentes para el
combate y para la victoria. ¿No hay ya en ello
2. El apostolado seglar una iniciación y una introducción de los segla
Esta vez, en presencia de una selección tan res en el apostolado?
numerosa de sacerdotes y de fieles, todos muy
justamente conscientes de su responsabilidad en 3. Los nuevos movimientos en marcha y la
este apostolado o con relación a él, quisiéramos, escasez del clero.
usando una palabra muy breve, “ situar” su En esta solemne ocasión pensamos que para
Jugar y su papel de hoy a la luz de la historia Nos es un deber muy dulce el dirigir una palabra
pasada de la Iglesia. Nunca ha estado ausente de reconocimiento a todos aquéllos, sacerdotes
de ella; sería interesante e instructivo seguir su y fieles, hombres y mujeres, que se consagraron 786
evolución en el curso de los tiempos pasados. a esos movimientos por la causa de Dios y de
Hay quienes gustan de decir frecuentemente la Iglesia, y cuyos nombres merecen ser citados
que durante los cuatro últimos siglos la Iglesia en todas partes con honor.
ha sido exclusivamente “ clerical” , por reacción Sufrieron, combatieron, uniendo del mejor mo
785 contra la crisis que en el siglo XVI había pre do que les era posible sus esfuerzos demasiado
tendido llegar a la abolición pura y simple de dispersos; los tiempos no estaban maduros to
la Jerarquía; y, como consecuencia, insinúan que davía para un Congreso como el que acabáis de
ya le ha llegado (a la Iglesia) el tiempo de celebrar. ¿Cómo, pues, llegaron a sazón en el
ampliar sus cuadros. curso de esta mitad de siglo? Lo sabéis; a un
3. Después de Trento ritmo cada vez más acelerado, la escisión, que
Semejante juicio está tan lejos de la realidad, desde hacía mucho tiempo había separado los
que precisamente a partir del santo Concilio de espíritus y los corazones en dos partidos, por
Trento es cuando el laicado se ha encuadrado o contra Dios, la Iglesia y la Religión, se ensan
y ha progresado en la actividad apostólica. Ello chó, se ahondó; señaló, tal vez no en todas par
es fácil de comprobar; basta recordar dos hechos tes con igual nitidez, una frontera aún en lo
históricos patentes entre muchos otros: las Con interior de los pueblos y de las familias.
gregaciones Marianas de hombres que ejercita 5. Necesidad actual del apostolado ségtar
ban activamente el apostolado de los seglares Existe, es verdad, toda una turba confusa de
en todos los terrenos de la vida pública, y la tibios, irresolutos e indecisos, para quienes la
189 , 11 C o n s t it . A po st . “ B is saeculari ” 1775
de todo lo que enseña la Iglesia Cató nando lo que ella condena, sintiendo en
lica, alabando lo que ella alaba, conde- todo con ella, y no avergonzándose ja-
Religión acaso significa algo todavía; pero algo por ejemplo, la educación dada, sea por la
vago, sin ninguna influencia en su vida. Esa madre de familia, sea por los maestros y
turba amorfa puede, según nos enseña la expe maestras santamente celosos en la práctica de
riencia, verse un día u otro de improviso obli su profesión pedagógica; o bien la conducta del
gada a tomar una decisión. médico afamado y francamente católico, cuya
En cuanto a la Iglesia, ella tiene, en relación conciencia no transige jamás cuando se trata
con todos, una triple misión que cumplir: elevar de la ley natural y divina, y que milita con
los creyentes fervorosos al nivel de las exigen todas sus fuerzas en favor de la dignidad cris
cias del tiempo presente; introducir a los que tiana de los esposos, de los derechos sagrados
titubean junto al umbral en la cálida y salu de su descendencia; o aun la actuación de un
dable intimidad del hogar; atraer a los que hombre de Estado católico en favor de una am
se lian alejado de la Religión y a quienes ella plia política de la vivienda para los menos
no puede, sin embargo, abandonar a su mise dotados de fortuna?
rable suerte, ¡Bella misión la de la Iglesia, pero Muchos se inclinarían hacia la negativa, no
que se ha hecho muy difícil por las circunstancias viendo en todo ello sino el posible cumplimien
de que, si bien en su conjunto ha crecido ella, to, muy loable pero obligatorio, del deber de
sin embargo su clero no ha aumentado en la estado.
misma proporción! Ahora bien; el clero tiene Reconocemos, sin embargo, el poderoso e
necesidad de reservarse, ante todo, para el ejer irreemplazable valor, para el bien de las almas,
cicio de su ministerio propiamente sacerdotal, de este simple cumplimiento del deber de esta
en el que nadie puede suplirla. do por millones de fieles conscientes y ejem
La ayuda prestada por los seglares al apos plares.
tolado es, por lo tanto, de una necesidad indis
pensable. De cuán precioso valor sea, son tes 7. A postolado, organizado
timonios la realidad de la fraternidad de armas El apostolado de los seglares, en sentido pro
o de cautiverio o de otras pruebas de la guerra. pio, está, sin duda, en gran parte, organizado
Atestigua, sobre todo en materia de Religión, la en la Acción Católica y en otras instituciones
influencia profunda y eficaz de los compañeros de actividad apostólica aprobadas por la Iglesia;
de profesión, de condición, de vida. Estos fac pero, fuera de éstas, puede haber y hay após
tores y muchos otros, debidos a las circunstan toles seglares, hombres y mujeres, que piensan
cias de lugar y de personas, han hecho abrir en el bien que hay que hacer, en las posibili
más anchas las puertas a la colaboración de dades y los medios de hacerlo; y lo hacen
los seglares en el apostolado de la Iglesia. preocupados únicamente por ganar almas para
La abundancia de sugerencias y experiencias la verdad y para la gracia. Pensamos también
mutuamente comunicadas en el curso de vuestro en tantos seglares excelentes que, en las re
Congreso, así como cuanto Nos hemos dicho ya giones en que la Iglesia está perseguida, como
en las ocasiones mencionadas, Nos liberan de lo estaba en los primeros siglos del cristianismo, 788
entrar en más amplios detalles sobre el aposto supliendo del mejor modo que ellos pueden a
lado actual de los seglares. Nos contentaremos, los sacerdotes encarcelados, incluso con peligro
pues, con exponeros algunas consideraciones que de su vida, enseñan en su derredor la doctrina
puedan arrojar un poco más de luz sobre tal cristiana, instruyen en la vida religiosa y en la
o cual problema de los que se plantean. precisa manera de pensar en católico, exhortan
II. LAS CONSIDERACIONES DEL PA PA
a la frecuencia de los sacramentos y a la prác
tica de las devociones, especialmente de la de
1. El apostolado de todos los fieles voción eucarística. Vosotros veis a todos estos
<>. Obligación universal seglares empeñados en su trabajo; no os preo
Todos los fieles, sin ninguna excepción, son cupe el preguntarles a qué organización perte
787 miembros del Cuerpo místico de Jesucristo. De necen; más bien admirad y reconoced de buen
aquí se sigue que la ley de la naturaleza, y con grado el bien que hacen.
más urgencia todavía la Ley de Cristo, les im Lejos de Nos el pensamiento de despreciar la
pone la obligación de dar el buen ejemplo de organización o de subestimar su valor, como
una vida verdaderamente cristiana: “ Christi bo- factor de apostolado;' Nos la estimamos, por lo
nus odor sumus Deo in iis qui salvi fiunt, et contrario, en alto grado, sobre todo en un mundo
in iis qui pereunt” : som os para D ios el buen en que los adversarios de la Iglesia se lanzan
o lo r de Cristo, entre los que se salvan y entre a fondo contra ésta con la masa compacta de
los que se pierden (2 Cor. 2, 15). Todos están sus organizaciones. Pero ella no debe conducir
también obligados, y hoy cada vez más, a pen a un exclusivismo mezquino, a lo que el Apóstol
sar, por la oración y el sacrificio, no solamente llamaba exp lorare libertatem, espiar la libertad
en sus necesidades privadas, sino también en (Gal. 2, 4). En el cuadro de vuestra organización,
las grandes intenciones del reino de Dios en dejad a cada uno gran amplitud para desplegar
mundo, según el espíritu del “ Padre nuestro” , sus cualidades y dones personales en todo lo
que el mismo Jesucristo enseñó. que puede servir al bien y a la edificación: in
Pero ¿puede afirmarse que todos están igual bonum et in aedificationem (Rom. 15, 2), y ale
mente llamados al apostolado en la estricta graos cuando, fuera de vuestras filas, veáis cómo
aceptación del término? Dios no ha dado a todos otros, conducidos p o r el espíritu de Dios (Gal. 5,
ni la posibiladad ni la aptitud para ello. No se 18), ganan a sus hermanos para Cristo.
puede exigir que se cargue con obras de este 2. El clero y los seglares en el apostolado
apostolado la esposa, la madre que educa cris
tianamente a sus hijos y que, además de ello, 8. Subordinación a la Jerarquía
debe procurarse trabajo a domicilio, para ayu Cae de su propio peso que el apostolado de
dar a su marido a alimentar a los suyos. Luego los seglares está subordinado a la Jerarquía
la vocación de apóstoles no se dirige a todos. eclesiástica; ésta es de institución divina; aquél
Seguramente sería difícil trazar estrictamente no puede, por lo tanto, ser independiente en
la linea de separación, a partir de la cual co relación con ella. Pensar de otra manera seria
mienza el apostolado de los seglares propia minar por la base el muro sobre el que Cristo
mente dicho. ¿Habrá que hacer entrar en él, mismo ha edificado su Iglesia.
1776 E n cíclicas del PP. P ío XII (1948) 189, 12
mos detalladamente, con Nuestra auto VI. — Para que en la propagación del reino
de Dios y en la defensa de la Religión no se dis
ridad apostólica, algunos puntos comu persen las filas ni se debiliten las fuerzas del
nes a las Congregaciones Marianas del ejército cristiano, los congregantes marianos, fie
les a los ejemplos de sus predecesores y a su
mundo entero, que todos aquellos a misma conducta actual, tengan presente, en las
quienes corresponden deben observar obras apostólicas que emprendan o lleven ade
lante:
religiosamente:
a) que el Ordinario del lugar
i . N aturaleza, erección y agregación l 9) según las normas de los sagrados cánones
I. — Las Congregaciones Marianas legítimamente y salvas siempre las prescripciones y documen
agregadas a la Congregación P rim a P rim aria del tos de la Sede Apostólica, tiene potestad sobre
Colegio Romano, son asociaciones religiosas eri todas las Congregaciones de su jurisdicción, en
gidas y constituidas por la misma Iglesia(51), y cuanto al ejercicio del apostolado externo;
por ella enriquecidas con privilegios amplísimos 29) tiene potestad sobre las Congregaciones es
para que puedan complir más perfectamente la tablecidas fuera de los recintos de la Compañía
misión que les ha sido encomendada(52). de Jesús, y, por lo tanto, puede darles normas
II. — Sólo se ha de tener como legítima Con propias, pero dejando a salvo la sustancia de las
gregación Mariana la que haya sido erigida por Reglas Comunes(63).
el Ordinario competente; es a saber: en recintos
propios de la Compañía de Jesús o encomendados b) Que el Párroco
a su cuidado, por el Prepósito General (53), en
todos los demás, por el Obispo del lugar, o con l 9) es el Director nato de las Congregaciones
su consentimiento formal, por el Prepósito Ge parroquiales; las cuales, por lo tanto, gobierna
neral ya citado(54). Mas, para que la Congrega como las demás asociaciones de su territorio;
ción así erigida pueda gozar de los privilegios 29) en todas las Congregaciones que ejercitan
e indulgencias concedidos a la Congregación P ri el apostolado en su territorio, goza de la potes
ma P rim aria, se requiere que esté debidamente tad que le confieren los sagrados cánones y los
agregada a ésta(55). Sin embargo, esta agrega legítimos estatutos diocesanos para la buena or
ción, que se ha de realizar con el consentimiento denación del apostolado externo(64).
del Ordinario del lugar, y que únicamente com VIL — El director de cualquier Congregación
pete al Prepósiso General de la Compañía de Mariana legítimamente nombrado, el cual debe 401
Jesús(56), no confiere a la P rim a P rim aria ni a ser siempre sacerdote, aunque está plenamente
la Compañía de Jesús derecho alguno sobre dicha sometido a sus legítimos Superiores eclesiásticos,
Congregación(57). sin embargo, en la misma vida interna de la
400 III. — Las Congregaciones Marianas, como quie Congregación, goza, según la norma de las Re
ra que responden plenamente a las necesidades glas Comunes, de plena autoridad; la cual con
actuales de la Iglesia(58), deben por voluntad de viene que ordinariamente la ejercite por medio
los Sumos Pontífices conservar intactas sus leyes, de congregantes a él asociados como ayudantes
su espíritu y sus formas propias(59). en el desempeño de su cargo(65).
IV. — Las Reglas Comunes, cuya observancia,
al menos en las cosas sustanciales, es necesaria 3. D evoción y Consagración a María
para obtener la agregación(60), se recomiendan VIH. — Estas Congregaciones deben llamarse
encarecidamente a todas las Congregaciones, por Marianas, tanto por el hecho de tomar su título
ser como un código y memorial de la disciplina de la Santísima Virgen María(66) como, sobre
observada desde el principio por los congregantes todo, porque cada uno de los congregantes pro
y confirmada por un uso constante(61). fesa una particular devoción a la Madre de
V. — Todas las Congregaciones Marianas, de Dios(67), a quien se entregan mediante una con
modos accidentales diversos, pero sustancialmen sagración plena(68), comprometiéndose, aunque no
te idénticos, dependen de la Jerarquía eclesiás bajo pecado(69), a luchar con todo empeño bajo
tica, lo mismo que las demás asociaciones dedi el estandarte de la Santísima Virgen, así por la
cadas al apostolado(62). salvación y perfección propia, como por la de
(51) Ver Bula de G regorio X III Omnipotentis Dei " Nos Sentim us” al Congr. Barcel. 7-XII-1947;
5-XII-1584 (Bul. Rom. VIII, 499-503). Carta al P. D. Lord. 24-1-1948.
(52) Vea los Docum entos P on tificios arriba (60) Ver Decr. S. Congr. Indulg., 7-III-1825;
mencionados en las notas (1) y (2). Decr. S. Congr. Indul. 23-VI-1885; Rescript. S.
(53) Ver Sixto V. Bula R om anum decet P o n - Congr. Indul. 17-IX-1887.
tificem 29-IX-1587. (61) Ver P ío X II Alocuc. a los Sod. Mar. 21-1-
(54) S. Congr. de las Indulgencias decr. 23- 1945; Carta al P. D. Lord 24-1-1948.
VI-1885. (62) Ver Conc. Vat. sess. 4, const. de E cclesia
(55) Ver C. I. C. 686; B enedicto X IV Bula Au Christi cap. 3; C. I. C. 218 § 2; P ío X II Alocuc. Se
rea Gloriosas Dominas 27-IX-1748 (Bul. Rom. a tem perare a la Acc. Catól. Ital. 4-IX-1940 A. A.
Cont. II 430); Decr. León X II Cum multa, 17-V- S. 32, 369; Carta al Card. Leme 21-1-1942; Alocuc.
1824 (Bul. Rom. Cont. VIII, 61); Decretum S. al Congreso de Barcel. 7-X-1947 A. A. S. 39, 634.
Congr. Indulg. 23-VI-1885. (63) Ver C. I. C. 334 § 1; 335 § 1; Statuta Ge
(56) Ver rescript. S. Congr. de las Indulgen neral CC. MM. 31-VIII-1885, 2, 5.
cias 17-IX-1887; Cod. Der. Can. 723; Reg. Comm. 2. (64) Ver C. I. C. 464 § 1; Declaración del R. P.
Luis Martín 13-IV-1904.
(57) Cf. C. I. C. 722 § 2; Declarac. al R. P. Luis (65) Ver Benedicto X IV Bullam Auream G lorio
Martín, Prospos Generalis S. I. 13-IV-1904. sas Dom inae 27-IX-1784 (Bul. Rom. Cont. II, 447);
(58) Especialmente P ío X II Alocuc. a los Sod. Breve Laudabile R om anorum , 15-11-1758 (Bul.
Mar. 21-1-1945; Carta al P. S. Ilundain 26-VIII- Rom. Gont. III, 2, 432-35); Statuta General. 31-
1946; Carta al P. D. Lord. 24-1-1948. VHI-1885; Reg. Comm. 16, 18, 50.
(59) Ver especialmente P ío X I Alocuc. a los (66) Ver Reg. Comm. 3; Bula Aurea Gloriosas
Sod. Mar. 30-III-1930; Alocuc. a los Sod. Primse Dominas 27-IX-1748(Bul. Rom. Cont. II, 429).
Primaria: 24-111-1935. P ío X II telegr. al Congr. (67) Reg. Comm. 1, 40.
CC. MM. Italianas, 12-IX-1947; Alocuc. radiofón. (08) Ver Reg. Comm. 27.
1780 E n cíclicas del PP. P ío X I í (1948) 189, 16
los demás(70); y con esta consagración queda el Católica. Por lo demás, como las Congregaciones
congregante obligado con la Santísima Virgen deben prestar su activa colaboración(82) a cual
María para siempre, a no ser que sea expulsado quier otra asociación, bajo la dirección y auto
por indigno, o que él mismo, por ligereza de es ridad de los sagrados Pastores(83), no es nece
píritu abandone la Congregación(71). sario que cada congregante dé también su nom
bre a ia otra asociación(84).
4. Selección y formación de los congregantes
IX. — En la admisión de los congregantes escó E pílogo
jase diligentemente(72) a los que no contentos
con un género de vida vulgar y trillado(73), pro
curen con ansia preparar en su corazón ascen 16. Vigencia y perduración de estas
siones aun las arduas(74), según las normas as normas. Todo lo cual mandamos y
céticas y los ejercicios de piedad que las Reglas
les proponen(75). establecemos decretando que la presen
te Constitución sea y perdure siempre
X. — Es, por lo tanto, propio de las Congrega
ciones Marianas el formar a sus congregantes de firme, válida y eficaz, y logre y alcance
tal manera, que puedan, cada uno, según su plena e íntegramente los efectos que
condición, ser propuestos a sus compañeros como
ejemplo de vida cristiana y actividad apostóli- pretende, y que favorezca plenísima-
ca(76). mente a aquellos en cuyo favor se ha
5. La misión principal, el apostolado dado, y que se debe juzgar y definir
XI — El apostolado de cualquier clase que sea,
legítimamente en esta materia, y que,
sobre todo el apostolado social, en la propagación si acaeciere que alguno, quienquiera
402 del reino de Cristo y defensa de los derechos de
la lglesia(77), encargado a las Congregaciones que sea, con cualquier autoridad que
Marianas por la Jerarquía eclesiástica(78), se ha sea, a sabiendas o por ignorancia, aten
de contar entre los fines esenciales de las mis
m a s ^ ). Para prestar esa verdadera y plena co tare algo en contrario, desde este m o
operación en el apostolado jerárquico(79), en mento sea írrito y nulo. Sin que obste
manera alguna se han de variar o modificar las
normas propias de las Congregaciones, relativas cosa alguna en contrario.
al modo de realizar dicha cooperación(80).
Dado en Castelgandolfo, cerca de R o
6. Sus relaciones con otras organizaciones ca ma, el día 27 de Septiembre del año
tólicas 1948, en el segundo centenario de la
XII. — Finalmente, las Congregaciones Maria Rula Aurea “ Gloriosae Dominae” , dé
nas se han de considerar como del mismo orden
que las demás asociaciones que persiguen fines de cimo de Nuestro Pontificado.
apostolado(Bl), ya sea que formen con ellas una
federación, ya sea que se adhieran colectivamen
te a la misma asociación primaria de Acción PIO PAPA XII.
(69) Ver Pío XII Alocuc. a los Sod. Mar. 21-III- (79) Benedicto XIV Bula Aurea Gloriosas Domi
1945; Reg. comm. 32. nas 27-IX-1748 (Bul. Rom. Cont. II, 448). Bene
(70) Cf. Pío XII Alocuc. a los Sod. Mar. 21-1- dicto XV Alocuc. a los Sod. Mar. 19-XII-1915.
1945; Carta al P. D. Lord 24-1-1948. Pío XI Carta al Adm. Apost. Oenip 2-VIII-1927.
(71) Cf. Reg. Comm. 1, 27, 30. Pío XII Carta al Card. Leme 21-1-1942; Carta al
P. S. Ilundain 26-VIII-1946; Alocuc. radiofón.
(72) Cf. Reg. Comm. 23, 24, 26; Benedicto XV “ Nos sentimus” al Congreso Barcel. 7-XII-1947;
Alocuc. a los Sod. Mar. 19-XII-1915. Pío XII A. A. S. 39, 633.
Encícl. Urbi arcano 23-XII-1922 A. A. S. 14, 693;
en esta Colección: Encícl. 128, 18, pág. 1013, 2? (80) Ver Pío XII Alocuc. Se a temperare a la
colum.; Pío XII Carta al Card. Leme 21-1-1942; Acc. Calh. Ital. 4-IX-1940; A.A.S. 32, 369; Carta al
Alocuc. a los Sod. Mar. 21-1-1945; Carta al P. S. Card. Leme 21-1-1942; Card. Pacelli Alocuc. a los
Ilundain 26-VIII-1946; Telegr. al Congr. CC. MM. Sod. Mar. in Menzingen (Helvetia) 22-X-1938.
Ital. 12-IX-1947; Alocuc. radiofón. “ Nos Sentimus” (81) Ver Pío XII Alocuc. radiofón. “ Nos senti
al Congreso Barcel. 7-XII-1947: A. A. S. 39, 634. mus” al Congr. Barcel., 7-XII-1947; A. A. S. 39,
(73) Cf. Reg. Comm. 1, 35. 634.
(74) Reg. Comm. 12; vea Salmo 83, 6. (82) Ver Pío XII Alocuc. Se a temporare a la
Acc. Catól. Ital. 4-IX-1940; A. A. S. 32, 368; Te
(75) Cf. Reg. Comm. 9, 33 a 45. legr. al Congr. CC. MM. Ital. 12-IX-1947; Alocuc.
(76) Cf. Reg. Comm. 14, 1, 33, 43; Pío XII Aloe, radiofón. “ Nos sentimus” al Congr. Barcel. 7-
a los Sod. Mar. 21-1-1945; Telegr. al Congr. CC. XII-1947; A. A. S. 39, 634.
MM. Ital. 12-IX-1947; Carta al P. D. Lord 24-1- (83) Ver entre otros documentos Pío XII Telegr.
1948; Alocuc. a los Sod. Mar. ex “ Conference Oh- al Congr. Congr. Marian. Ital. 12-IX-1947; Carta
vaint” , 27-III-1948. al P. D. Lord. 24-1-1948; Carta During. recent
(77) Reg. Comm. 1; Pío XII Alocuc. a los Sod. years a los Qbisp. India. 30-1-1948. A. A. S. 40
Mar. 21-1-1945. (1948) 328-31.
(78) Cf. Carta del Card. Pacelli al Card. Faul- (84) Ver especialmente Pío XI Carta Quamvis
haber 3-IX-1934; Pío XII Carta Apost. Nnsti Pro- nostra al Episc. del Brasil 27-X-1935 A. A. S. 28,
fecto, 5-VII-1940 al Prepos. General SJ Vlad. Le- 161; Alocuc. a los Sod. Mar. 30-III-1930. Pío XII
dóchowski, a los 400 años de la fundación de Alocuc. a la Acc. Catól. Ital. 4-IX-1949 A. A. S.
la Compañía de Jesús (AAS 32 (1940] 289), Alocuc. 32, 369.
a los Sod. Mar. 21-1-1945; Carta al P. S. Ilundain (85) Ver Pío XII Carta al P. S. Ilundain 26-
26-VIII-1946; Carta al P. D. Lord. 24-1-1948. VIII-1946.
1 9 0
P I O PP. XII
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
AAS 1-.’ Preocupación preferente del Papa dos considerables estragos por lo cual
40 por la guerra en Palestina. En medio ha de temerse que los mismos Lugares 435
432 de las múltiples preocupaciones que en sagrados de Palestina y especialmente
la impronta actual de los tiempos — de de Jerusalén — santificados por el na
los cuales nacerán condiciones futuras cimiento, vida y muerte de nuestro di
de suma importancia para la familia vino Redentor— corran la misma de
humana— Nos hacen sentir el peso del plorable suerte.
gravísimo cargo del Supremo Ponti Demás está que os señalemos, Vene
ficado, Nos preocupa especialmente rables Hermanos, que en las actuales
aquella que se centra sobre la guerra circunstancias las que parecen anunciar
que va ensangrentando los venerables aún mayores males para el porvenir
lugares de Tierra Santa. Con toda ver no podemos encerrar el dolor en el
dad Nos os podemos asegurar, Venera silencio de Nuestro Corazón sino que
bles Hermanos, que ni la gozosa ni la debemos empeñarnos con todo ahinco,
triste vicisitud de las cosas puede ali como lo permitan los medios, en que se
viar Nuestro acerbísimo dolor que con aplique, a medida de las fuerzas, el
vehemencia Nos angustia al pensar que remedio oportuno.
esa región en que Cristo Jesús derramó
su sangre para redimir a todo el gé 3. Solución del Papa dada a conocer
nero humano, se está inundando aún a los Príncipes árabes. Pues sabéis,
de sangre de hermanos; y que allí don que antes del estallido del conflicto, al
de resonó, en medio de las tinieblas de conceder una entrevista a los príncipes
la noche el primer pregón angélico de árabes que deseaban rendirnos su ho
paz para iluminar los corazones, luchen menaje, les dirigimos sentidas palabras
pueblos entre sí, aumente día a día la en las que revelamos Nuestra preocu
miseria de los pobres, crezca el horror
pación por la paz en Palestina, y clara
de los aterrorizados, mientras, deste
y positivamente afirmamos que la paz,
rrados y prófugos, desplazados por mi
llares de su tierra, vagan lejos buscanque efectivamente merecía tal nombre,
do el pan y un seguro refugio. no se obtendría por las armas sino por
la verdad y la justicia, por el mutuo
2. Dolor por los daños causados en respeto de los derechos bien asegurados
los Lugares Santos mismos. Nos senti de cada uno, por la observancia de las
mos también pena y tristeza por el costumbres heredadas de los mayores,
motivo peculiar de que Nos informa especialmente en todo lo que atañe a la
ron que en no pocos edificios religio Religión, y por el debido acatamiento
sos y de beneficencia que cerca de los de ambas partes a las obligaciones mu
*) tuamente contraídas.
Lugares Santos existen, fueron causa(2
(*) A. A. S. 40 (1048) 432-436. La versión al castellano y los subtítulos son de responsabilidad de
la 2? cdic. (P. II.).
— 1781 —
1782 E n cíclicas del PP. P ío XII (1948) 190, 4-8
tal modo que — por mutuo consenti sitar los Lugares Santos y de perma
miento y esfuerzo unido de todos los necer firme e inconcusa la libertad del
interesados— tanto se garantice la se culto divino y de conservar incólumes
guridad pública y privada de ambas el carácter y las costumbres heredadas
partes como se mantengan tales condi de los mayores.1 0
ciones espirituales y sociales de vida
que contribuyan a la auténtica prospe 11. Votos por la pronta solución.
ridad que merezca tal nombre. Quiera Dios que tan pronto como sea
posible amanezca el día en que los cris
9. Invocación del derecho “ interna tianos puedan volver a emprender sus
cional” para la protección de los Lu piadosas peregrinaciones, y los que me
gares Santos. Igualmente confiamos en ditan los testimonios del amor de Jesu
que las preces ordenadas y los votos cristo quien entregó su vida por la
nobilísimos de tales hombres probos salvación de los hermanos, compren
— los cuales ponen de manifiesto cuán dan más gloriosamente cómo los hom
to estima esos lugares la casi íntegra bres y los pueblos, una vez arreglados
sociedad humana— persuadan íntima en paz sus asuntos y relaciones, puedan
mente a todos los que en las reuniones vivir unidos.
supremas se ocupan de la gravísima
causa de restituir la paz a los pueblos, 12. Recomendación y Rendición
de que es, pues, oportuno que se conce Apostólica. Nos con vosotros, Venera
da a Jerusalén y sus alrededores don bles Hermanos, con vuestra grey y con
de se conservan los venerables monu todos los que de buen grado reciben
mentos, un régimen estatuido y conso Nuestra exhortación, ciframos en eso
lidado por el derecho “ internacional” Nuestra esperanza, y como auspicio de
el cual en las actuales circunstancias las gracias celestiales y testimonio de
en forma suficiente y apta parece poder Nuestra benevolencia, gustosísimo en el
proteger esos monumentos sagrados.1 0 Señor, os impartimos la Bendición
Apostólica.
10. Garantía que ha de dar el dere Dado en Castel Gandolfo, cerca de
cho “ internacional” al libre acceso a Roma, a 24 de Octubre del año 1948,
los Lugares Santos y para el culto allí. décimo de Nuestro Pontificado.
Por ese mismo derecho será igualmente
oportuno consolidar la seguridad de vi PIO PAPA XII.
ENCICLICA “REDEMFTORIS NOSTRI CRUCIATUS”^
(15-IV-1949)
— 1784 —
m , 5-8 E n cíclica “ R edemptoris N ostri C ru c ia tu s ” 1785
AAS 1. El consuelo de las numerosas pe- componer los motivos de discordia, que
42 regrinaciones a Roma en el Año Santo. son muchos y cada vez mayores. Mu
217 El Año Santo que se está celebrando chos pueblos acá y allá se oponen los
Nos ha procurado ya más de un motivo unos a los otros, y como va faltando la
de alegría y de consuelo. Multitud de confianza, se inicia la carrera de los
fieles procedentes del mundo entero armamentos, que tiene los ánimos de
han llegado hasta Roma, desde donde todos temerosos y en suspenso.
irradia inalterada, desde los orígenes de
la Iglesia, la luz de las enseñanzas 3. El mayor mal y estorbo de la paz,
evangélicas. Ellos han llegado hasta la la guerra a la Religión. Pero lo que
sede de Pedro no sólo para obtener el Nos parece no solamente el mal mayor,
rescate de su propias culpas, sino tam sino la raíz de todos los males, es que
bién para expiar los pecados del mun no raramente, en lugar de la verdad,
do y para implorar la vuelta de la so se pone la mentira y, se la usa como
ciedad a Dios, el único que puede dar instrumento de lucha. No pocos descui
la paz verdadera al corazón, la con dan la Religión como cosa de ninguna
cordia a la sociedad y el bienestar a las importancia. En otros sitios se la pro
naciones. Pero estos primeros grupos de híbe en el ambiente familiar y social,
peregrinos no son más que las vanguar como reliquia de viejas supersticiones.
dias de los que han de llegar con ma Se exalta el ateísmo privado y público
yor frecuencia y en mayor número de tal manera, que, excluidos Dios y
cuando venga el buen tiempo. Es lícito, sus leyes, las costumbres carecen de
pues, esperar que de todo ello haya de toda base. Demasiadas veces la Prensa
recogerse frutos cada vez más abun vitupera sin delicadeza el sentimiento
dantes y saludables. religioso, y mientras tanto no vacila en
divulgar las más torpes obscenidades,
2. Todavía no ha llegado la paz de- excitando y atrayendo al vicio con in
218 seada: La carrera de armamentos. Sin calculable daño a la tierna niñez y a
embargo, a pesar de que estos espec la juventud inexperta. Se engaña al
táculos Nos hayan consolado dulce pueblo con falsas promesas, incitándole
mente, no por eso faltan las razones al odio, a la rivalidad y a la rebelión,
que con ansias y angustias entristecen especialmente cuando se consigue arran
Nuestro corazón de Padre. Y en primer car de su corazón la fe de sus padres,
lugar, aunque la guerra haya termina único consuelo en este destierro terre
do casi en todas partes, todavía no se nal. Se organiza y se fomenta en serie
ha llegado a la paz deseada, una paz la violencia, los tumultos y las suble
estable y sólida que pueda felizmente vaciones que preparan la ruina de la
I*] A. A. S. 42 (1950) 217-222; versión española de “ Ecclesia” ; Madrid, N? 453, Año X, 18-III-1950
pág. 285-286.
— 1787 —
1788 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 192, 4-7
— 1790 —
193, 5-9 E n cíc lic a “ Summi m aero ris ” 1791
tal como, por desgracia, sabemos por diante los principios y las normas dic
experiencia: nada más que ruinas, tadas por Cristo, llevados a la práctica
muertes y toda clase de miserias. Con con sincera piedad. Tales principios y
el progreso de los tiempos, la técnica tales normas traen realmente a los
ha traído y preparado tales armas mor hombres a la verdad, a la justicia y a
tíferas e inhumanas que pueden exter la caridad. Poned un freno a sus codi
minar no sólo a los ejércitos y a las cias; obligad a los ciegos a que obe
flotas; no solamente a las ciudades, dezcan a la razón; moved a éstos a que
villas, aldeas; no solamente los tesoros obedezcan a Dios; haced que todos,
de la Religión, del arte y de la cultura, aun los que gobiernan los pueblos re
sino hasta los inocentes niños, con sus conozcan la libertad debida a la Reli
madres, a los enfermos y a los ancia gión, la cual, además de su función
nos indefensos. Todo lo bueno, todo lo fundamental de conducir las almas a
hermoso, todo lo santo que ha produ la eterna salvación, tiene también la de
cido el genio humano, todo o casi todo tutelar y proteger los fundamentos
puede ser aniquilado. Por consiguiente, mismos del Estado.
si la guerra, sobre todo hoy, se pre
senta a todo observador serio como 7. Los que persiguen a la Iglesia no
algo terrible y mortífero, es de esperar contribuyen a la paz. De todo lo que
que mediante el esfuerzo de todos y es hemos dicho hasta ahora es fácil argüir,
pecialmente de los gobernantes de los Venerables Hermanos, qué lejos están
pueblos, se alejen las oscuras y ame- de procurar una paz segura quienes
515 nazadoras nubes, que son todavía causa pisotean los sacrosantos derechos de la
de temor, y resplandezca, finalmente, Iglesia católica, privan a sus ministros
la verdadera paz entre los pueblos. del libre ejercicio del culto, conducién
dolos al destierro y a la cárcel, impiden
5. Oraciones públicas. Sin embargo, y hasta proscriben y destruyen las es
conociendo que toda dádiva preciosa y cuelas y los institutos de educación que 516
todo don perfecto de arriba viene, co se rigen por las normas y principios
mo que desciende del Padre de las cristianos, achacan con error calumias
Luces O), creemos oportuno, Venera y todo género de torpezas y apartan
bles Hermanos, prescribir de nuevo a los pueblos y especialmente a la tier
públicas oraciones y súplicas para im na juventud, de la integridad de las
plorar la concordia entre los pueblos.6 * costumbres de la virtud, de la inocen
cia, hacia los atractivos de los vicios y
6. Recuerden los Obispos a sus fieles de la corrupción.
que sólo los principios cristianos y la 8. Calumnian la Santa Sede de fo
vida cristiana salvan. Será cuidado de mentar la guerra, cuando promueve
vuestro celo pastoral no solamente la paz. Es cosa bien clara en qué error
exhortar a las almas a vosotros confia están los que insidiosamente lanzan
das para que eleven a Dios ardientes contra esta Sede Apostólica la acusa
plegarias, sino también incitarles a pías ción de querer una nueva conflagra
obras de penitencia y expiación a fin. ción. En realidad, nunca han faltado,
de aplacar la majestad del Señor, ofen ni en los tiempos pasados, ni en aque
dido por tan graves delitos públicos y llos más cercanos a Nos, quienes hayan
privados. Y mientras que, según vues intentado subyugar a los pueblos por la
tro oficio, dais cuenta a vuestros fieles fuerza de las armas, pero Nos jamás
de esta paternal invitación Nuestra, re hemos dejado de promover una verda
cordadles nuevamente de cuáles prin dera paz.
cipios brota una paz justa y duradera
y por cuáles métodos hay que conse 9. Sólo la verdad enseñada por la
guirla. Ella en verdad, como bien sa Iglesia y la virtud practicada traerá
béis, se puede conseguir tan solo me la concordia. La Iglesia, no con las
(1) Cfr. Santiago 1, 17.
1792 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 193, 10-11
armas, sino con la verdad, desea con relaciones entre los pueblos se vean
quistar a los pueblos y educarles en la pronto de tal manera ordenadas que
virtud y en la rectitud de la vida social. procuren en cada una de las naciones,
Efectivamente, las armas con que com frenada la codicia de dominar a los
batimos no son carnales, sino que son demás, la necesaria libertad de vida a
poderosísimas por Dios^1 2\ Es menester
1
0 la Iglesia y a todos sus hijos, según los
que enseñéis todo esto claramente, por derechos divinos y humanos.
que solamente entonces, es decir, cuan
do los mandamientos cristianos den 11. Bendición Apostólica. Con esta
forma a la vida pública y privada, so confianza os damos de todo corazón a
lamente entonces será lícito esperar vosotros, Venerables Hermanos, a vues
que, conciliados los odios de los hom tro clero y fieles, y a todos los que de
bres, vivan en fraterna concordia las
este modo especial Nos oiréis pronta
diversas clases de la sociedad, los pue
mente en estas exhortaciones Nuestras,
blos y las gentes.
la Bendición Apostólica, auspicio de las 517
gracias divinas y de Nuestra paternal
10. Votos por el éxito cíe las nuevas
oraciones. Que las nuevas oraciones benevolencia.
pidan a Dios que estos ardientes deseos Dado en Roma, junto a San Pedro,
Nuestros se vean satisfechos de tal ma el 19 de Julio de 1950, duodécimo de
nera que, con la ayuda de la gracia Nuestro Pontificado.
divina, y con la virtud cristiana, se re
nueven en todos las costumbres y las PIO PAPA XII.
(*) A. A. S., 42 (1950) 561-578. Esta Encíclica se cita generalmente con las mismas dos palabras:
“ llum an i Generis” con que comienza también la de Benedicto XV “ Humani Generis R edem ptionem ” ,
del 15-VI-1917, sobre la predicación. La presente Encíclica empieza: “ Humani Generis in rebus reli-
giosis et morcihbus d iscord ia ” , “ la discordia del género humano en asuntos religiosos y morales.
El esquema intercalado es de responsabilidad de la 2® edición. (P. H.)
Introducción y orientación al lector:
Lo que, en los embates del inmanentismo religioso o el modernismo, constituyó para la Iglesia a
principios de este siglo la E ncíclica “ Pascendi ” de P ío X, fue y es ‘ 'H umani Generis” de P ío XII
para nuestros días del existencialismo.
Tratemos de ubicar la presente Encíclica en el tiempo y en las corrientes ideológicas.
: La verdad revelada, divina en su causa, recibe su forma exterior de la mente y palabra humanas.
Este “ problema teológico” de la expresión humana de las verdades divinas preocupó de un modo
especial a un grupo de teólogos modernos: sostenían que la teología hasta ahora enseñada ha sido
demasiado racionalizada, entregándose a sacar conclusiones teológicas mediante principios racionales.
“ Para la elaboración y construcción de la Teología como hoy se enseña se han empleado sistemas filo
sóficos griegos, particularmente el aristotelismo. ¿No será posible en nuestros días armar otra Teología,
moderna, sin dejar de ser católica, pero elaborada según las tendencias y los esquemas conceptuales
deí evolucionismo, el idealismo, el historismo o el existencialismo?” (Comentarios a la Encíclica “ Hu
mani Generis” , Desclée de Broouwer, Bilbao 1952, pág. 256). Según ellos no debía ser tan racional, sino
más bien la realización de los misterios de Dios, una experiencia de la fe mediante la participación
existencial, o sea, debíase dejar atrás la razón para entender las cosas de Dios e ir a su vivencia;
renovar la teología actualizándola y adaptándola a las exigencias científicas filosóficas y críticas de
nuestro tiempo.
' Esta última aspiración no es objetable; pero al tratar de hacerlo se incurrió en posturas peligrosas
y erróneas que amenazaban con destruir no sólo la Teología sino el mismo dogma y el Magisterio de
íá; Iglesia. Si hay razón en las aspiraciones de anunciar kerigmáticamente las verdades del Evangelio
a nuestro tiempo, sin embargo, “ no se puede olvidar o arrinconar la Filosofía Escolástica que es la
filosoLa perenne, ni pretender vigorizar la vivencia de la fe abandonando la doctrina tradicional.
El nuevo método llevó a una serie de errores que el Papa enumera y refuta.
El movimiento se inició en los albores de este siglo, principalmente por los trabajos del P. Car-
deil O.P. (1909) y Rousselot S.J. (1910), pero no llegó a posiciones realmente objetadas sino en los
áños 1937 y 1938 con la publicación de “ Une école de T héologie. Le S au lchoir” del P. A. Chenu O.P.
V cié ‘ ‘Essai sur le problém e théologique” del P. Charlier. El 4 de F ebrero de Í942, el Santo Oficio
puso1 ambas obras por decreto en el Indice de los libros prohibidos dándosele por primera vez el
nombre de “ Teología nueva ” a dichas tendencias: ‘ ‘De allí se pone de m anifiesto que la Teología nueva
que los dos escritores introducen y propugnan... no p ropone nada de cierto y de constante que p io p o r -
1793 —
Encíclicas Pontificias 57
1794 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 194, 2-3
mente, y pretenden que hay que exten cordia que reina entre ellos en las cues
derlo al origen de todas las cosas, y con tiones dogmáticas; tanto que se ven
osadía sostienen la hipótesis monística obligados a confesar la necesidad de
y panteística de un modo sujeto a per un Magisterio vivo.
petua evolución. De esta hipótesis se
valen los comunistas para defender y 2. Actitudes peligrosas dentro de la
propagar su materialismo dialéctico y Iglesia
arrancar de las almas toda noción de
Dios. 5. Obligación de los teólogos y filó
Las falsas afirmaciones de semejante sofos católicos. Los teólogos y filó
evolucionismo, por las que se rechaza sofos católicos, que tienen el grave
todo lo que es absoluto, firme e inmu encargo de defender e imprimir en las
table, han abierto el camino a una almas de los hombres las verdades di
moderna seudofilosofía, que, en concu vinas y humanas, no deben ignorar ni
rrencia contra el idealismo, el inma- desatender estas opiniones, que más o
nentismo y el pragmatismo, ha sido de menos se apartan del recto camino. Más
nominada existencialismo, porque re aún, es necesario que las conozcan bien,
chaza las esencias inmutables de las pues no se pueden curar las enferme
cosas y no se preocupa más que de la dades, que antes suficientemente no se
existencia de cada una de ellos. conocen; además en las mismas falsas
Existe igualmente un falso histori- afirmaciones se oculta a veces un poco
cismo, que se atiene sólo a los aconte de verdad; y por último, esas falsas
cimientos de la vida humana y, tanto opiniones incitan la mente a investigar 564
en el campo de la filosofía como en el y ponderar con más diligencia algunas
de los dogmas cristianos, destruye los verdades filosóficas o teológicas.
fundamentos de toda verdad y ley abso Si nuestros filósofos y teólogos sola
luta.4
* mente procurasen sacar este fruto de
aquellas doctrinas, estudiándolas con
4. Aspero desprecio del magisterio cautela, no tendría por qué intervenir el
de la Iglesia. Entre tanta confusión de Magisterio de la Iglesia. Pero, aunque
opiniones, Nos es de algún consuelo sabemos que los doctores católicos en
ver a los que hoy no rara vez, abando general evitan contaminarse con tales
nando las doctrinas del racionalismo errores, Nos consta, sin embargo, que
en que habían sido educados, desean no faltan hoy quienes, como en los
volver a los manantiales de la verdad tiempos apostólicos, amando la nove
revelada, y reconocer y profesar la pa dad más de lo debido, y también te
labra de Dios conservada en la Sagrada miendo que los tengan por ignorantes
Escritura, como fundamento de la cien de los progresos de la ciencia, intentan
cia sagrada. Pero al mismo tiempo la sustraerse a la dirección del sagrado
mentamos que no pocos de esos, cuanto Magisterio, y por este motivo están en
más firmemente se adhieren a la pala peligro de apartarse insensiblemente de
bra de Dios, tanto más rebajan el valor la verdad revelada y hacer caer a otros
de la razón humana; y cuanto con más consigo en el error.
entusiasmo enaltecen la autoridad de
Dios Revelador, tanto más ásperamente 6. Arrebata a algunos un imprudente
desprecian el Magisterio de la Iglesia, “ irenismo” . Existe también otro peli
instituido por Nuestro Señor J e s u c r i s t o gro, que es tanto más grave cuanto que
para defender e interpretar las verdades se oculta bajo capa de virtud. Muchos,
reveladas. Este modo de proceder no deplorando la discordia del género hu
sólo está en abierta contradicción con mano y la confusión que reina en las
la Sagrada Escritura, sino que aun por inteligencias de los hombres, y guiados
experiencia se muestra ser equivocado. de un imprudente celo de las almas, se
Pues los mismos disidentes con frecuen sienten llevados por un interno impulso
cia se lamentan públicamente de la dis y ardiente deseo a romper las barreras
1796 E ncíclicas del PP. P ío XII (1950) 194,-7^8
que separan entre sí a las personas de muchos, sobre todo del clero joven,
buenas y honradas; y propugnan una y con detrimento de la autoridad ecle
especie de irenismo, que, pasando por siástica. Más cautamente se suelen tra
alto las cuestiones que dividen a los tar estas materias en los libros que se
hombres, se proponen, no sólo comba dan a la luz pública; con más libertad
tir en unión de fuerzas el combatiente se habla ya en los folletos distribuidos
ateísmo, sino también reconciliar opi privadamente y en las conferencias y
niones contrarias aun en el campo dog reuniones. Y no se divulgan solamente
mático, Y, como hubo antiguamente estas doctrinas entre los miembros de
quienes se preguntaban si la apologé uno y otro clero y en los seminarios y
tica tradicional de la Iglesia constituia los institutos religiosos, sino también
más bien un impedimento que una ayu entre los seglares, sobre todo entre los
da para ganar las almas a Cristo; así que se dedican a la enseñanza de la
también no faltan hoy quienes se han juventud.7
atrevido a proponer en serio la duda de
si conviene, no sólo perfeccionar, mas 3. El relativismo teológico y dogmá
aún reformar completamente la teolo tico.
gía y el método que actualmente, con
la aprobación eclesiástica, se emplea en 8. Pretenden adaptar el significa
el enseñamiento teológico, a fin de que do de ios dogmas. En cuanto a la teo
se propague más eficazmente el reino logía, lo que algunos pretenden es dis
de Cristo en todo el mundo, entre los minuir lo más posible el significado de
hombres de todas las civilizaciones y de los dogmas; y librarlos de la manera
todas las opiniones religiosas. de hablar tradicional ya en la Iglesia y
de los conceptos filosóficos usados por
Si los tales no pretendiesen más que los doctores católicos; a fin de volver,
acomodar, con algo de renovación, el en la exposición de la doctrina católica,
enseñamiento eclesiástico y su método a las expresiones empleadas por la Sa
a las condiciones y necesidades actua grada Escritura y por los Santos Pa
les no habría casi de qué temer; pero dres. Esperan que así el dogma, des
algunos de ellos, arrebatados por un pojado de elementos, que llaman ex
imprudente irenismo, parece que consi trínsecos a la revelación divina, se pue
deran como óbice para restablecer la da comparar fructuosamente con las
unidad fraterna, lo que se funda en opiniones dogmáticas de los que están
las mismas leyes y principios dados separados de la unidad de la Iglesia, y
por Cristo y en las instituciones por El por este camino se llegue poco a poco
fundadas, o lo que constituye la defen a la asimilación del dogma católico con
sa y el sostenimiento de la integridad las opiniones de los disidentes.
de la fe; cayendo lo cual se unirían,
sí, todas las cosas, mas sólo en la co Reduciendo la doctrina católica a
mún ruina.7 tales condiciones, creen que se abre
también el camino, para obtener, según
7. Escándalo de muchos, sobre todo lo exigen las necesidades modernas, que
del clero joven. Los que, o por re el dogma sea formulado con las cate
prensible deseo de novedad, o por al gorías de la filosofía moderna, ya se
gún motivo laudable, propugnan estas trate del inmanentismo o del idealismo
nuevas opiniones, no siempre las pro o del existencialismo o de cualquier
ponen con la misma graduación, ni otro sistema. Algunos más audaces
con la misma claridad, ni con los mis afirman que esto se puede y se debe
mos términos, ni siempre con unanimi hacer también por la siguiente razón:
dad de pareceres: lo que hoy enseñan porque, según ellos, los misterios de la
algunos más encubiertamente, con cier fe nunca se pueden significar con con
tas cautelas y distinciones, otros más ceptos completamente verdaderos,.rqas
audaces lo propalan mañana abierta sólo con conceptos aproximativos y,.que
mente y sin limitaciones, con escándalo continuamente cambian, por medio(,de
194, 9-10 E n cíclica “ H ü m ani G eneris ” 1797
los cuales la verdad se indica, sí, en también aprobadas por ellos; de suerte
cierta manera, pero también necesaria que no es lícito apartarse de ellas.
mente se desfigura. Por eso no piensan Abandonar, pues, o rechazar o pri
ser absurdo, sino antes creen ser del var de valor tantas y tan importantes
todo necesario que la teología, según nociones y expresiones, que hombres de
ios diversos sistemas filosóficos, que en ingenio y santidad no comunes, con es
el decurso del tiempo le sirven de ins fuerzo multisecular, bajo la vigilancia
trumentos, vaya sustituyendo los anti del sagrado Magisterio y con la luz y
guos conceptos por otros nuevos; de guía del Espíritu Santo, han concebido,
suerte que en maneras diversas y hasta expresado y perfeccionado, para expre
cierto punto aun opuestas, pero, según sar las verdades de la fe, cada vez con
ellos, equivalentes, haga humanas aque mayor exactitud; y sustituirlas con no
llas verdades divinas. Añaden que la ciones hipotéticas y expresiones fluc-
historia de los dogmas consiste en ex tuantes y vagas de una moderna filo
poner las varias formas, que sucesiva sofía que como la flor del campo hoy
mente ha ido tomando la verdad reve existe y mañana caerá; no sólo es suma
lada, según las varias doctrinas y opi imprudencia, sino que convierte el dog
niones que a través de los siglos han ma en una caña agitada por el viento.
ido apareciendo. El desprecio de los términos y las no
ciones, que suelen emplear los teólogos
9. La Iglesia no puede ligarse a escolásticos, lleva naturalmente a ener
cualquier efímero sistema filosófico. var la teología especulativa, la cual,
De lo dicho es evidente que estos co por fundarse en razones teológicas,
natos, no sólo llevan al relativismo ellos juzgan carecer de verdadera cer
dogmático, sino ya de hecho lo contie teza.
nen; pues el desprecio de la doctrina
tradicional y de su terminología favo 4. Falso concepto del magisterio de
rece ese relativismo y lo fomenta. Nadie la Iglesia
ignora que los términos empleados,
tanto en la enseñanza de la teología 10. El Magisterio de la Iglesia y las
como por el mismo Magisterio de la Encíclicas. Por desgracia, estos amigos
Iglesia, para expresar tales conceptos, de novedades fácilmente pasan del des
pueden ser perfeccionados y perfilados. precio de la teología escolástica a tener
Se sabe también que la Iglesia no ha en menos y aun a despreciar también
sido siempre constante en el uso de el mismo Magisterio de la Iglesia, que
unos mismos términos. Es evidente ade tanto peso ha dado con su autoridad a
más que la Iglesia no puede ligarse a aquella teología. Presentan este Magis
cualquier efímero sistema filosófico; terio como impedimento del progreso y
pero las nociones y los términos, que obstáculo de la ciencia; y hay ya aca
los doctores católicos, con general apro tólicos, que lo consideran como un fre
bación, han ido componiendo durante no injusto, que impide el que algunos
el espacio de varios siglos, para llegar teólogos más cultos renueven la teolo
a obtener alguna inteligencia del dog gía. Y aunque este sagrado Magisterio,
ma, no se fundan sin duda en cimientos en las cuestiones de fe y costumbres,
tan deleznables. Se fundan realmente debe ser para todo teólogo la norma
en principios y nociones deducidas del próxima y universal de la verdad (ya
verdadero conocimiento de las cosas que a él ha confiado Nuestro Señor
creadas; deducción realizada a la luz Jesucristo la custodia, la defensa y la
de la verdad revelada, que, por medio interpretación del depósito de la fe, o
de la Iglesia, iluminaba, como una es sea de las Sagradas Escrituras y de la
trella, la mente humana. Por eso no tradición divina); sin embargo, a veces
hay que admirarse que algunas de estas se ignora, como si no existiese, la obli
nociones hayan sido, no sólo emplea gación que tienen todos los fieles, de
das por los Concilios Ecuménicos, sino huir aun dé aquellos errores, que más
1798 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 194, 11-12
la Iglesia deja a la libre disputa de los dad, de modo tan ordenado y orgánico
peritos; pero en otras muchas no tiene como aparece formada la misma natu
lugar tal libertad, principalmente en raleza de la que se extrae la verdad. Por
lo que toca a los principios y a los lo cual el cristiano, tanto filósofo como
principales asertos que poco ha hemos teólogo, no abraza apresurada y ligera
recordado. Aun en esas cuestiones esen mente cualquier novedad que en el
ciales se puede vestir a la filosofía con decurso del tiempo se proponga sino
más aptas y ricas vestiduras, reforzarla que ha de sopesarla con suma deten
con más eficaces expresiones, despojar ción y someterla a justo examen, no sea
la de ciertos modos escolares menos que pierda la verdad ya adquirida o la
aptos, enriquecerla cautelosamente con corrompa, con grave peligro y detrb
ciertos elementos del progresivo pensa mentó de la misma fe.9 0
1
miento humano; pero nunca es lícito
derribarla, o contaminarla con falsos d) La doctrina de Santo Tomás
principios, o estimarla como un gran 16. Una filosofía que la Iglesia ha
de monumento, pero ya en desuso. Pues aceptado y aprobado. Si bien se exa
la verdad y su expresión filosófica no mina cuanto llevamos expuesto, fácil
pueden cambiar con el tiempo, princi mente se comprenderá por qué la Igle
palmente cuando se trata de los prin sia exige que los futuros sacerdotes
cipios que la mente humana conoce por sean instruidos en las disciplinas filo
sí mismos o de aquellos juicios que se sóficas, según el método, la doctrina y
apoyan tanto en la sabiduría de los los principios del Doctor Angélico(9>,
siglos como en el consenso y funda puesto que con la experiencia de mu
mento de la divina revelación. Cual chos siglos conoce perfectamente que
quier verdad que la mente humana, el método y el sistema del Aquinate se
buscando con rectitud, descubriere, no distinguen por su singular valor, tanto
no puede estar en contradicción con para la educación de los jóvenes como
otra verdad ya alcanzada, pues Dios, para la investigación de las más recón
Verdad suma, creó y rige la humana ditas verdades, y que su doctrina suena
inteligencia, de tal modo que no opo como al unísono con la divina revela
ne cada día nuevas verdades a las ya ción y es eficacísimo para asegurar los
adquiridas, sino que, apartados los fundamentos de la fe y para recoger
errores que tal vez se hubieren intro de modo útil y seguro los frutos del
ducido, edifica la verdad sobre la ver-9 0
1 sano progreso (10>.
(9) C. I. C., can. 1366, 2. En las preces litúrgicas que, en la fiesta de
(10) Compárese P í o X I I Alocución de los dele S a n to T o m á s d e A q u in o se dirigen a Dios, se
gados al Capítulo General de los dominicos. 22-IX hacen estas dos principales e importantes peti
1946. A. A. S. 38 (1946) 387; en la Exhortación que ciones: ...c o m p r e n d e r lo que e n s e ñ ó e im ita r lo
el 14 de enero de 1958 dirigió P í o X I I al Colegio qu e h iz o . (O r a c ió n d e la fie s ta ).
“ Angelicum” de Roma recalcó extensamente a Y bien, preguntamos: ¿qué enseñó sobre todo
Santo Tomás y su importancia refiriéndose es el Aquinate? ¿Dónde se centra a primera vistá
pecialmente a este paso de H u m a n i G e n e ris. La su excepcional magisterio apto para instruirnos?
parte principal de esa alocución reza así, en ver Esto salta a la vista con lúcida claridad: con la
sión del L ’ O s s e r v a to r e R o m a n o edic. argentina, palabra y con los ejemplos de su vida enseñó,
año VII N? 322, del 30-1-58: ante todo, a los estudiosos de las sagradas dis
Columbramos vuestra alegría por la próxi ciplinas y también a los amantes de la filosofía
ma celebración del cincuentenario de la inau racional, la máxima sumisión y reverencia que
guración y por la importancia del acontecimiento. se deben a la autoridad de la Iglesia Católica.
Pues, en verdad, lo que entonces era una tem (S . T h . 3 p . S p p l. q. 29, a, 3, S e d c o n tr a 2; y
blorosa esperanza y el comienzo del camino, 2a 2ae p , q, 10, a. 12 in c .) .
ahora, bajo la protección de vuestro valiosísimo
Patrono Tomás, ha llegado a ser un éxito feli Esta total sumisión a la autoridad de la Iglesia
císimo por el trabajo de tantos eximios docto tenía origen en su plena persuasión de que el
res de vuestro Instituto. Ciertamente, si éste magisterio vivo e infalible de la Iglesia es la
alcanzó tan preclara fama en la ca s a d e D io s ... regla próxima y universal de la verdad católica.
que es la Ig le s ia d e D io s v iv o , co lu m n a y fu n d a Siguiendo la senda de S a n to T o m á s de A q u in o
m e n to d e la v e r d a d ( I T im o te o 3, 15), precisa y de los eximios varones de la Orden domini
mente y en gran parte sucede porque estudia con cana que se distinguieron por la religiosidad y
solicitud y divulga extensamente las enseñanzas santidad de costumbres, doquiera resuene la voz
de Santo Tomás de Aquino. Bueno es el camino del magisterio extraordinario de la Iglesia, es
que seguís, llevando a la cabeza el resplandor cuchadla atentamente y recibidla con ánimo su
de este vuestro gran protector, adornado de miso, principalmente vosotros, amados hijos, que,
eximias virtudes. por especial favor de Dios, os dedicáis al estudie
1802 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 194, 16
cen insinuar que cualquier filosofía o elige libremente entre las opiniones
doctrina opinable, añadiéndole algunas opuestas, con una mezcla inaceptable
correcciones o complementos, si mere de conocimiento y de voluntad.
574 menester, puede compadecerse con el
dogma católico; lo cual ningún católico e) La tarea de la teodicea y de la
puede dudar ser del todo falso, princi ética
palmente cuando se trata de los falsos
sistemas llamados inmanentismo, o 17. La teodicea y la ética en peligro.
idealismo, o materialismo, ya sea histó Ni hay que admirarse de que con estas
rico ya dialéctico, o también existencia- nuevas opiniones se ponga en peligro
lismo, tanto si defiende el ateísmo co a dos disciplinas filosóficas que, por su
mo si al menos impugna el valor del misma naturaleza, están estrechamente
raciocinio metafísico. relacionadas con la doctrina católica, a 575
Por fin, achacan a la filosofía que se saber, la teodicea y la ética, cuyo oficio
enseña en nuestras escuelas el defecto creen que no es demostrar con certeza
de atender sólo a la inteligencia en el algo acerca de Dios o de cualquier otro
proceso del conocimiento, sin reparar ser trascendente, sino más bien mostrar
en el oficio de la voluntad y de los sen que lo que la fe enseña acerca de Dios
timientos. Lo cual no es verdad, cierta personal y de sus preceptos es entera
mente; pues la filosofía cristiana nunca mente conforme a las necesidades de la
negó la utilidad y la eficacia de las vida y que, por lo mismo todos deben
buenas disposiciones de toda el alma abrazarlo para evitar la desesperación
para conocer y abrazar plenamente los y alcanzar la salvación eterna: todo lo
principios religiosos y morales; más cual se opone abiertamente a los docu
aún, siempre enseñó que la falta de mentos de Nuestros Predecesores L eón
tales disposiciones puede ser la causa XIII y Pío X y no puede conciliarse con
de que el entendimiento, ahogado por los decretos del Concilio Vaticano. No
las pasiones y por la mala voluntad, de habría, ciertamente, que deplorar tales
tal manera se obscurezca que no vea desviaciones de la verdad si aun en el
cuál conviene. Y el Doctor Común cree campo filosófico todos mirasen con la
reverencia que conviene al Magisterio
que el entendimiento puede percibir de
de la Iglesia, al cual corresponde por
algún modo los más altos bienes co
divina institución no sólo custodiar e
rrespondientes al orden moral, tanto
interpretar el depósito de la verdad
natural como sobrenatural, en cuanto
revelada, sino también vigilar sobre las
experimente en el ánimo cierta afectiva
disciplinas filosóficas para que los dog
connaturalidad con esos mismos bie
mas católicos no sufran detrimento al
nes, ya sea natural, ya por medio de
guno de las opiniones no rectas.
la gracia divina(11); y claro aparece
cuánto ese conocimiento subconsciente,
2. Respecto de las ciencias positivas
por así decir, ayude a las investigacio
nes de la razón. Pero una cosa es re 18. Sobre el evolucionismo y el poli-
conocer la fuerza de los sentimientos genismo. Réstanos ahora decir algo
para ayudar a la razón a alcanzar un acerca de algunas cuestiones que, aun
conocimiento más cierto y más seguro que pertenezcan a las disciplinas que
de las cosas morales, y otra lo que suelen llamarse positivas, sin embargo
intentan estos novadores, esto es, atri se entrelazan más o menos con las ver
buir a las facultades volitiva y afectiva dades de la fe cristiana. No pocos rue
cierto poder de intuición, y afirmar que gan instantemente que la Religión ca
el hombre, cuando con el discurso de tólica atienda lo más posible a tales
la razón no puede discernir qué es lo disciplinas; lo cual es ciertamente dig
que ha de abrazar como verdadero, no de alabanza cuando se trata de he
acude a la voluntad, mediante la cual1 chos realmente demostrados, empero se
(11) Compárese S. Thom., Siinima TheoL, II-II quaest. 1, arL 4 ad 3 et quaest. 45 a. 2, in corp.
1804 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 194, 18
— 1807 —
1808 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 195, 4-8
pensamiento y Nuestro afecto a los Sa espíritu de Jesucristo al pueblo que les
cerdotes de todo el mundo, porque sa está encomendado.
bemos la actividad humilde, vigilante y
fervorosa de quienes, viviendo entre el 6. Deber del sacerdote de tender a
pueblo, conocen sus enfermedades, pe la perfección. Las necesidades son
nas y angustias, corporales y espiritua urgentes. Y si las hoy crecientes ne
les, pueden renovar según los preceptos cesidades del pueblo cristiano exigen
evangélicos, las costumbres del mundo con mayor urgencia de los sacerdotes
y consolidar firmemente en la tierra el la interior perfección, es necesario te
Reino de J e s u c r i s t o , Reino de justicia, ner en cuenta que están obligados a
de amor y de paz^BK aspirar a ella siempre, en toda ocasión
y con todas sus energías por la natura
4. Sólo la santidad de los sacerdotes leza misma del altísimo ministerio que
dará los frutos apetecidos. Pero es les ha sido confiado.
imposible que el ministerio sacerdotal
obtenga plenamente frutos que respon 3. La inestimable gracia del sacer
dan por completo a las necesidades de docio
nuestro tiempo, si los sacerdotes no bri
llan con fulgor de santidad insigne ante 7. El gran don de sacerdocio, digni
el pueblo que los rodea, siendo dignos dad suprema. Gomo enseñaron Nues
ministros de Cristo, fieles dispensadores tros Predecesores y particularmente
de los misterios de Dios^3 45
\ eficaces
6 Pío X<78 >, Pío X l3
(8) y Nos mismo expu
7
6
5
4
cooperadores de D i o s preparados pa simos en las Encíclicas (íMystici Corpo-
ra toda obra buena ríVM9) y uMediator Dei” (10\ el sacer
docio es verdaderamente el gran don
5. Manifestación de gratitud en las del Divino Redentor, quien para perpe
Bodas de Oro sacerdotales del Papa. tuar hasta el fin de los siglos la reden
Así pues, juzgamos que de ningún m o ción del género humano, consumada
do podemos mostrar mejor Nuestra por El en la cruz, transmitió sus po
gratitud a todos los sacerdotes del deres a la Iglesia, haciéndola partícipe
mundo — que nos han testificado su de su único y eterno sacerdocio. El
amor ofreciendo al Señor sus oraciones Sacerdote es el otro Cristo, ya que está
en Nuestro favor en el Quinquagésimo señalado con un carácter indeleble, que
Aniversario de Nuestro sacerdocio— le hace imagen viva de nuestro Salva
que exhortándolos a todos paternal dor; el sacerdote hace las veces de Je
mente a conseguir aquella santidad sin sucristo, que dijo: Como mi Padre
la cual no puede ser fructífero el mi envió a mí así os envío Fo(11^ quien a
nisterio a ellos encomendado. Deseamos vosotros oye a mí me oye^12\
ardientemente que el mejor fruto del
Año Santo — abierto con la esperanza 8. El sacerdote, mediador entre el
de una renovación general de costum hombre y Dios. Elevado por divina
bres en conformidad con los preceptos vocación a este augustísimo ministerio
evangélicos— sea el que los guías del ha sido propuesto en favor de los hom
pueblo cristiano se esfuercen, con el bres, en todas aquellas cosas que se re
mayor empeño, en alcanzar las cimas fieren a Dios, para que ofrezca dones y
de la perfección, de modo que, con tal sacrificios por los pecados^1BL A él, por
espíritu y disposición, renueven en el lo tanto, tiene que recurrir todo el que
(3) Prefacio de la Misa de la festividad de (9) Pío XII, Encíclica Mystici Corporis, 29-
Cristo Rey. VI-1943; A. A. S. 35 (1943) 193-248: en esta Colec
(4) Véase I Cor. 4, 1. ción: Encícl. 177, pág. 1590-1622.
(5) Véase I Cor. 3, 9. (10) Pío XII Encíclica Mediator Dei et hominum,
(6) Véase II Tim. 3, 17. 20-XI-1947; A. A. S. 39 (1947) 521-595; en esta Co
(7) Pío X Exhortación H a e re n t A n im o , 4-VIII- lección: Encícl. 185, 27, pág. 1719; 185, 47, pág.
1908; Acta Pii X vol. IV p. 237; A. S. S. 41 (1908) 1726; 185, 54, pág. 1729.
555-557; en esta Colección: Encícl. 105, págs. 814-828. (11) Juan 20, 21.
(8) Pío X I , Encíclica A d C a th o lic i S a c e r d o tii, (12) Le. 10, 16.
20-XII-1935; A. A. S. 28 (1936) 5-53; en esta Colec (13) Hebr. 5, 1.
ción: Encícl. 166, pág. 1418-1444.
..195, 9-14 E x h o r t a c ió n A po stó lic a “ M entí N ostr ae ” 1809
desee vivir la vida del divino Redentor, pues, santos porque, como sabéis, santo
y recibir fuerza, aliento y alimento del es vuestro ministerio^18).1
espíritu; y de él debe esperar la medi
cina oportuna quien se esfuerce por P P arte :
trocar en vida santa las costumbres
corrompidas. Por lo que los sacerdotes LA SANTIDAD EN LA VIDA
todos pueden con todo derecho apli SACERDOTAL
carse las palabras del Apóstol: somos
cooperadores de Dios(14). I. - Introducción : L a caridad víncu
lo DE PERFECCIÓN
4. La fidelidad a esa gracia 12. La enseñanza del Maestro: pri
mero la caridad. Según las enseñanzas
9. Necesidad de la correspondencia. del Divino Maestro(19), la perfección de
Pero tan excelsa dignidad exige que los la vida cristiana se funda principalmen
sacerdotes correspondan con fidelidad te en la caridad para con Dios y el pró
suma a su gravísimo oficio. Llamados a jimo, caridad que ha de ser ferviente,
promover en la tierra la gloria de Dios celosa y activa. Si tiene estas cualidades
y alimentar y acrecentar el Cuerpo puede en verdad decirse que comprende
Místico de Cristo, es absolutamente ne todas las virtudes<20), y puede muy jus
cesario que de tal manera brillen con tamente llamarse vínculo de la perfec
fulgores de santidad que por todas par ción<21). Por tanto, sea cual fuere el
tes difundan el buen olor de Cristo^u K estado en que viva el hombre, es abso
lutamente necesario que dirija a este fin
10. El deber fundamental. Queridos sus intenciones y sus actos.
hijos, el mismo día en que fuisteis ele
vados a la dignidad sacerdotal, el Obis 13. El sacerdote está llamado a la
po os indicó solemnemente en nombre perfección. Pero este deber obliga de
de Dios cuál era vuestro deber funda manera particular al sacerdote. Porque
mental: Advertid lo que hacéis, imitad toda acción sacerdotal, por su misma
lo que tratáis; celebrando el misterio naturaleza, — puesto que precisamente
de la muerte del Señor, procurad mor para tal fin está llamado el sacerdote
tificar vuestros miembros de todos los por divina vocación, destinado a un
vicios y concupiscencias. Vuestra doc oficio divino y enriquecido de divinos
trina sea medicina espiritual para el carismas— tiende a esto; él, efectiva
pueblo de Dios; el perfume de vuestra mente, debe prestar su cooperación a
vida sea gozo de la Iglesia de Cristo; Jesucristo, único y eterno Sacerdote;
para que con la predicación y el ejem y así debe seguir e imitar a Aquel que,
plo edifiquéis la casa, esto es, la fami durante su vida en la tierra, ninguna
lia de Dios(1Q\1 otra finalidad tuvo, que la de mostrar
su encendidísimo amor al Padre y ha
11. Unión con Dios y santidad. Vues cer partícipes a los hombres de los infi
tra vida totalmente inmune de todo pe nitos tesoros de su Corazón.
cado, más que la de los simples cris
tianos, esté escondida con Cristo en II. - L a imitación sacerdotal de
Dios<17K Adornados así con la eximia Cristo
virtud que vuestra dignidad exige, de
dicaos a completar la obra redentora 1. Cristo: fin y centro de la vida
a la cual habéis sido destinados por la sacerdotal
ordenación sacerdotal. 14. Intima unión con Jesús. El prin
Este es el programa que libre y cipal móvil que debe impulsar el espí
espontáneamente habéis elegido; sed, ritu del sacerdote ha de tender a unirle
* (14) I Cor. 3, 9. (18) Levit. 11, 44; 19, 2.
(15) II Cor. 2, 15. (19) Véase Mat. 22, 37-39.
(16) Pontifical Romano en la ordenación de sa
cerdotes. (20) Véase I Cor. 13, 4-7.
(17) Véase Col. 3, 3. (21) Col. 3, 14.
1810 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 195, 15-20
estrechamente con el Redentor divino, Aprended de Mí, que soy manso y hu
a abrazar íntegra y dócilmente los pre milde de corazón*25). Considerando de
ceptos de la ley cristiana, y llevarlos a tenidamente de una parte la excelsa
la práctica en todo momento de su vida dignidad a que por el bautismo y la
tan diligentemente, que la fe católica ordenación sacerdotal hemos sido ele
sea luz de su conducta y su conducta vados, y reconociendo, por otra, nues
sea, en cierto modo, un reflejo del es tra miseria espiritual, meditemos las
plendor de su fe. divinas palabras de J e s u c r i s t o : Sin
Mí nada podéis hacer*26).
15. Mirada fija en Cristo, modelo del
sacerdote. El sacerdote guiado por el 18. Desconfianza de si mismo y des
esplendor de esta virtud, no apartará prendimiento. El sacerdote no confíe
jamás su mirada de Cristo; seguirá con en sus propias fuerzas, no se complazca
toda diligencia sus preceptos, sus accio exageradamente en sus cualidades, no
nes y ejemplos; y tendrá por absoluta busque las alabanzas y la estima de los
mente cierto que no le basta con cum hombres, no aspire insaciable a puestos
plir las obligaciones de los fieles, sino más elevados, sino imite a Cristo, que
que debe cada día tender con nuevo vino a servir, no a que le sirviesen*27),
ardor a aquella perfección de vida que niéguese a sí mismo, según la doctrina
exige su excelsa dignidad sacerdotal, evangélica*28*, y no se apegue dema
com o ya prescribe el Código de Dere siado a las cosas de la tierra, para que
cho Canónico: Los clérigos deben vivir pueda seguir más fácil y expeditamente
interna y externamente una vida más a su divino Maestro. Cuanto es y cuan
santa que los seglares, y servirles de to tiene le ha venido de la bondad y
ejemplo en virtud y en buenas obras^22\ poder de Dios; si pues quiere gloriarse
recuerde las palabras del Apóstol de las
16. Compendio de la vida de Cristo: gentes: En cuanto a mí de nada me glo
vida cristocéntrica. La vida sacerdotal riaré sino de mis f laque zas*29).
que nace de Cristo, debe en todo m o
mento orientarse totalmente hacia El. 3. La obediencia, holocausto de la
Cristo es el Verbo de Dios que no tuvo voluntad sacerdotal
a menos asumir la naturaleza humana,
que vivió en la tierra para cumplir la 19. Triple inmolación: a) La volun
voluntad de su eterno Padre, que espar tad en la obediencia. Este espíritu de
ció en torno a Sí el perfume de azuce humildad, iluminado por la luz de la
nas, que vivió en la pobreza, que pasó fe, impele al hombre a una cierta inmo
haciendo bien y sanando a todos*23); lación de la voluntad por medio de la
que, en fin, se inmoló como víctima por obediencia. J e s u c r i s t o mismo ha ins
la salvación de sus hermanos. Aquí te tituido, en la sociedad por El fundada,
néis, queridos hijos, puesto ante los una autoridad que perpetúa la suya;
ojos un compendio de su vida admira por esto, quien obedece a los superiores
ble; procurad resueltamente reprodu eclesiásticos, obedece al mismo Reden
cirla en vosotros, recordando su exhor tor divino.
tación: os he dado ejemplo para que
20. b) El juicio propio: necesidad de
como Yo hice así hagáis vosotros*24).
la obediencia. En los tiempos presen
tes, en que el principio de la autoridad
2. La humildad, fundamento de la
es atacado con temerario atrevimiento,
perfección sacerdotal
es absolutamente necesario que el sa
17. Práctica de la humildad, base cerdote, firmemente apoyado en los
de la santidad. Pero la perfección principios de la fe, reconozca y acate
cristiana comienza en la humildad: esta autoridad, no sólo como baluarte
(22) Código de Derecho Canónico, Canon 124. (26) Juan 15, 5.
(23) Act. 10, 38. (27) Mat. 20, 28.
(24) Juan 13, 15. (28) Véase Mat. 16, 24.
(25) Mat. 11, 29. (29) II Cor. 12, 5.
195, 21-26 E x h o r t a c ió n A postó lic a “ M entí N ostr ae ” 1811
imprescindible del orden social y reli- 23. 2) Medios para conservar la cas
663 gioso, sino también como base de su tidad sacerdotal. Mas para conservar
propia santificación. Mientras los ene incontaminada la pureza, como tesoro
migos de Dios, con criminal astucia, se de precio inestimable, es oportuno y
esfuerzan en incitar y fomentar las in necesario atenerse fielmente a aquella
moderadas ambiciones de algunos, para exhortación del príncipe de los Apósto
inducirlos a lanzarse contra los man les, que diariamente repetimos en el 664
datos de la santa Madre Iglesia, Nos Oficio Divino: Sed sobrios y vigilad^33).
deseamos rendir las justas alabanzas y
24. a) La vigilancia y la oración,
alentar con ánimo paternal a la nu
custodia de la castidad. Sí, vigilad,
trida falange de ministros sagrados que,
queridos hijos, porque a vuestra casti
por confesar abiertamente su cristiana
dad se oponen tantos peligros, ya por
obediencia, y por guardar incólume su
la corrupción de las costumbres públi
fidelidad integérrima para con Cristo
cas, ya por los atractivos del vicio, hoj'
y la autoridad por El constituida, han
para vosotros tan frecuentes e insidio
sido hallados dignos de sufrir ultrajes
sos, ya, en fin, por la excesiva libertad
por el nombre de Jesús^303 *^ y no sólo
1
de relaciones entre ambos sexos y que
injurias, sino también persecuciones, y
a veces se atreve también a introducirse
cárceles, y aun la muerte.
en el ejercicio del ministerio sagrado.
4. El celibato y la castidad sacerdo Vigilad y orad(34>, recordad siempre
tal que vuestras manos tocan las cosas más
21. c) La dedicación a las cosas de santas y que estáis consagrados a Dios,
Dios y la renuncia en el celibato. El y a El sólo debéis servir. El mismo há
sacerdote ejerce su ministerio propio en bito que lleváis os amonesta en cierto
aquellas cosas que se refieren a la vida modo que debéis vivir para Dios, no
sobrenatural, puesto que promueve su para el mundo. Procurad, pues, con
incremento y la comunica al Cuerpo todo empeño y fervor, confiados en la
Místico de Cristo. Por lo cual debe ale protección maternal de la Virgen San
jarse de los negocios propios del mun tísima ser siempre nítidos, limpios, pu
do, para ocuparse exclusivamente de ros, castos, como conviene a ministros
las cosas del S e ñ o r ^ 31*K Y precisamente de Cristo y a dispensadores de los mis
porque debe vivir libre de las preocupa terios de Dios^35K
ciones del mundo, y entregarse por en 25. b) Evitar las familiaridades. A
tero al servicio divino, la Iglesia ha este respecto creemos oportuno exhor
establecido la ley del celibato, a fin de
taros, muy particularmente, a que en la
que a todos sea cada vez más notorio dirección de organizaciones y asocia
que el sacerdote es ministro de Dios y ciones femeninas os mostréis como co
padre de las almas. Merced a la ley del rresponde a sacerdotes; evitad toda fa
celibato el sacerdote, lejos de perder to miliaridad; y siempre que vuestro mi
talmente el don de la paternidad, en nisterio sea necesario prestadlo como
realidad la aumenta inmensamente, ya ministros sagrados. En la dirección de
que no engendra hijos para esta vida tales asociaciones vuestra aportación se
terrenal y caduca, sino para la celestial limite a lo que requiera vuestro minis
y eterna. terio sacerdotal.
22. La castidad sacerdotal. 1) Exce
lencia de la pureza. Cuanto más es 5. El desprendimiento sacerdotal
pléndidamente brilla la castidad sacer 26. El desprendimiento apostólico
dotal, tanto más el sacerdote es junta de los bienes terrenos. Y no os con
mente con Cristo, hostia pura, santa e tentéis con la renuncia a los placeres
inmaculada(32>. de la carne por la castidad, y con la
(30) Act. 5, 41. (33) I Pedro 5, 8.
(31) I Cor. 7, 32-33. (34) . Me. 14, 38.
(35) Pontifical Romano en la ordenación de los
Q2) Canon del Misal Romano. diáconos.
1812 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 195, 27-29
sujeción espontánea de vuestra volun las virtudes y debe dar a los demás
tad a vuestros superiores por la obe ejemplo de vida santa. Su porte no ha
diencia, sino que apartad cada día más de ser como el de los hombres comu
vuestro espíritu de las riquezas y de los nes, sino como el de los ángeles en el
bienes de la tierra. Una y otra vez os cielo y la de los varones perfectos en
exhortamos, queridos hijos, a que no la tierra(37>.3
6
améis inmoderadamente los intereses
transitorios y perecederos de este mun III. - L a necesidad de la gracia para
do; tomad como ejemplo a los varones la santificación sacerdotal
santísimos de los tiempos pasados y
presentes que obraron confiados en El Sacrificio de la misa como medio
Dios, el cual nunca niega los auxilios
de santificación
necesarios, uniendo a su ardentísimo
celo sacerdotal el debido desprendi 1. Necesidad de los medios de san
miento de los bienes terrenos y una
tificación
confianza ilimitada en la Providencia
Divina. Es necesario que los sacerdotes 28. Consideración de verdades subli
que no están obligados a ella por voto mes que manifiestan la grandeza del
especial se dejen guiar también por este sacerdocio y la eficacia de los auxilios
amor a la pobreza; amor que ha de de la gracia. Nadie ignora, queridos
mostrarse en el simple y moderado te hijos, que no es posible a ninguno de
nor de vida, en la casa no lujosa, y en los cristianos, especialmente a los sa
fin ha de confirmarse con la generosa cerdotes, imitar, en la vida cotidiana
largueza para con los pobres. Abstén los admirables ejemplos del divino
ganse, sobre todo, de dedicarse a em Maestro, sin la ayuda de la gracia di
presas económicas, lo que los apartaría vina y sin el uso de aquellos instrumen
del cumplimiento de sus deberes pasto tos de la misma gracia con que el
rales y podría disminuir su estima ante Señor nos ha enriquecido. Auxilios tan
los fieles. Siendo necesario que el sacer to más necesarios cuanto más alta es
dote se entregue con todo empeño a la la perfección que debemos alcanzar y
salvación de las almas, apliqúese a sí cuanto más graves son las dificultades
mismo aquella sentencia del Apóstol nacidas de nuestra nuturaleza inclinada
San P ablo : N o b u s c o v u e s tr o s b ien es,
al mal. Por esta razón, juzgamos opor
s in o v o s o t r o s (36L tuno pasar a la consideración de otras
verdades sublimes y consoladoras, por
6. El sacerdote, modelo de todas las las cuales aparece aun más claro, cuán
virtudes. alta debe ser la santidad sacerdotal, y
cuán eficaces son los auxilios que Je
27. Reproduciendo a Cristo en todas
sucristo nos ha dado para que poda
sus virtudes. Si tuviéramos aquí opor
mos realizar en nosotros los designios
tunidad para tratar largamente de to
de la divina misericordia.
das las virtudes, con las cuales es pre
ciso que el sacerdote reproduzca en sí,
2. Cristo, modelo del sacrificio sa
del mejor modo posible, el divino ejem
cerdotal
plar que es Jesucristo, expondríamos
muchas cosas que Nos vienen a la 29. Vida de sacrificio en unión con
mente; pero hemos querido inculcaros Cristo. Así como toda la vida de nues
de modo especial solamente aquellas tro Salvador estuvo ordenada al sacri
que en nuestros tiempos parecen más ficio de sí mismo, así también la vida
necesarias. En cuanto a las demás, bas del sacerdote, que debe reproducir en
te recordar este pensamiento del áureo sí la imagen de Cristo, debe hacerse
libro de la “ Imitación de Cristo: “ El con El, por El y en El un sacrificio
sacerdote debe estar adornado de todas3 6 aceptable.
(36) II Cor. 12, 14. (37) “ Imitación de Cristo” Lib. IV, c. 5, 13-14.
195, 30-35 E x h o r t a c ió n A postó lic a “ M entí N ostr ae ’ 1813
nihgún otro modo, y, por tanto, su uso sente en el Sagrado Corazón aun du
cotidiano por ningún otro medio puede rante el tiempo del descanso nocturno,
ser sustituido. que nos recuerda el silencio de la
muerte.
49. c) Oraciones varias y espíritu
de oración. Pero no se prescinda de 52. f) Examen de conciencia. No
las oraciones vocales por la contempla omita tampoco examinar cada día los
ción y meditación de las cosas celestia secretos de su conciencia y acusarse a
les;: ni se omitan las oraciones privadas, sí mismo; examen sin duda muy a pro
que ayudan convenientemente a la pósito ya para conocer la marcha de
unión del alma con Dios, según la con su vida espiritual durante el día, ya
dición de cada cual. Se ha de advertir, para remover aquellos obstáculos que
sin embargo, que importa más la piedad o impiden o retardan el progreso en
y el sincero y ferviente espíritu de ora la virtud, ya, en fin, para asegurar me
ción, si en algún tiempo, hoy sobre jor los medios que puedan hacer más
todo es necesario, cuando el llamado eficaz su ministerio, y para implorar la
naturalismo ha invadido las mentes de misericordia del Padre celestial sobre
lós hombres, y la virtud está expuesta tantas miserias nuestras.
a todos los peligros, que en ocasiones
sé encuentran también en el ejercicio 53. g) Confesión frecuente. Esta mi
de los ministerios sagrados. ¿Qué otra sericordia y perdón de los pecados que
cosa más apta para levantar vuestro se nos concede de manera especial en
pensamiento a las cosas celestiales y el sacramento de la penitencia, obra
disponeros a vivir unidos a Dios, que maestra de la bondad de Dios para
la constante oración y súplica del auxi socorrernos en nuestra fragilidad. Nun
lio: divino? ca suceda, hijos queridos, que el mi
nistro de esta saludable reconciliación
50. d) Confiada y filial devoción a se abstenga de tal sacramento. En esta
la ¡Virgen. Y puesto que los sacerdo materia como sabéis la Iglesia dispone:
tes pueden ser llamados, con título es Procuren los Ordinarios del lugar que
pecial, hijos de la Virgen María, no los clérigos todos laven frecuentemente
podrán menos de amarla con encendi tas manchas de su conciencia por el
dísima piedad, invocarla con ánimo sacramento de la penitencia^55). Aunque
confiado e implorar frecuentemente su ministros de Cristo somos débiles y mi
auxilio poderoso. Sean fieles en recitar serables: ¿cómo, pues, nos atreveremos
diariamente el Santo Rosario, según re a subir al altar de Dios y tratar las co
comendación de la Iglesia^545*, con cuya sas santas sin procurar arrepentimos y
recitación se ponen a nuestra conside purificarnos muchas veces? Así es como
ración los misterios del Redentor Di se acrecienta el conocimiento de sí mis
vino y somos llevados a Jesús por mo, crece la humildad cristiana, se des
María. arraiga la maldad de vida, se resiste a
la negligencia g tibieza espiritual, se pu
:51. e) Visita diaria al Ssmo. Sacra rifica la conciencia, se robustece la vo
mento. El sacerdote, además, antes de luntad, se efectúa la dirección espiritual
poner fin a su jornada de trabajo co y se aumenta la gracia en virtud del
tidiano, acérquese al sagrario, y allí mismo sacramento(56).
deténgase al menos unos momentos,
para adorar a Jesús en el Sacramento 54. h) La dirección espiritual. Por
de su amor, para reparar la ingratitud lo mismo, creemos oportuno recomen
de tantos hombres, para encenderse ca- daros también, queridos hijos, a que
<Ja día más en el amor divino, en fin, tanto al iniciar como al avanzar en
para permanecer de algún modo pre-5 4 vuestra vida espiritual, no os fiéis de-
(54) Véase Código Der. Can., Canon 125 2?. (56) Pío XII, Encíclica Mystici Corporis, 29-
VI-1943, A. A. S. 35 (1943) 235; en esta Colección:
(55) Véase Código Der. Can., Canon 125 1? Encícl. 177, 73 pág. 1614-1615.
1818 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 195, 55-58
cia divina, otros compañeros y socios ra que sean dignos de que uno siquiera
del trabajo. Por lo cual, Nos exhor de sus hijos sea llamado al divino ser
tamos, con paternal afecto, particular vicio. Y por fin, todos cuantos llevan
mente a los Obispos, y a cuantos en el nombre de cristianos deben sentir
algún modo tienen cura de almas, a el deber de favorecer y de ayudar, por
que dediquen la máxima atención a este todos los medios, a los que se sientan
importantísimo problema, al cual va llamados al ministerio sagrado.7
2
íntimamente ligado el porvenir de la
Iglesia. Es cierto que nunca faltarán los 79. c) Especialmente dando siempre
sacerdotes necesarios a esta sociedad el buen ejemplo de santidad de vida.
fundada por J esucristo; pero hay que La misión encomendada a los pastores
vigilar y trabajar acordándose de la de almas por el Código de Derecho Ca
palabra del Señor: La mies es mucha; n ó n i c o ^ de seleccionar y ayudar a
los operarios son pocos(72>, y procurar los candidatos al sacerdocio, debe inte
con todo empeño que haya abundancia resar muy particularmente a todos los
de sacerdotes, y sacerdotes santísimos. sacerdotes; quienes no sólo deben dar
humildes y generosas gracias a Dios
77. a) Orar por ¡as vocaciones. El por el inestimable beneficio recibido,
mismo divino Redentor nos indica el sino que nada mejor pueden llevar tan
modo más apto para suscitar vocacio metido en el alma como elegir y pre
nes al sacerdocio: Rogad al Señor de la pararse, con todo interés, un sucesor,
mies, para que envíe operarios a su entre aquellos que vieren dotados de
mies(13K Debemos, pues, pedir esto al las cualidades requeridas para tan alto
Señor con oraciones humildes y con ministerio. Y para conseguir esto con
fiadas.
mayor eficacia, den excelente ejemplo
78. b) Difundir la idea exacta y la de vida sacerdotal, que sirva de estímu
estima del sacerdote por él. Es nece lo principalmente a aquellos jóvenes
sario que los ánimos de aquellos que que tratan más íntimamente y en los
son llamados por Dios para entrar en cuales observen indicios de divina vo
el sacerdocio, se preparen bajo el im cación.
pulso y la acción invisible del Espíritu
Santo; y a conseguir esto pueden con 3. La selección de los candidatos
tribuir en gran manera los padres cris
tianos, los párrocos, los ministros del 80. a) ...y seleccionando prudente
sacramento de la penitencia, los supe mente. Esta prudente y sabia selección
riores de los Seminarios y aun todos debe practicarse siempre y en todas
los sacerdotes y los fieles que sientan partes; por lo tanto no sólo entre los
como propias las necesidades de la jóvenes que ya viven en el Seminario,
Iglesia y su desenvolvimiento. Los sa sino también entre los alumnos de li
cerdotes, no sólo en las predicaciones ceos o escuelas, y principalmente entre
y en la catequesis que dan al pueblo, aquellos que colaboran en cualquiera
sino también en las conversaciones pri de las variadas formas y empresas de
vadas, traídas con oportunidad, procu apostolado. Pues éstos, aunque entren
ren cuidadosamente hacer disipar los más tarde en el sacerdocio, como ya
prejuicios y falsas opiniones, hoy tan han tenido que sortear graves dificulta
en boga, contra el sacerdocio; expo des y han fortalecido su espíritu en la
niendo claramente su excelsa dignidad, lucha de la vida, y como ya han traba
su belleza, su utilidad y sus grandes jado en obras que están estrechamente
méritos. Los padres y las madres de unidas con el ministerio sacerdotal, no
familia, de cualquier clase que sean, pocas veces resplandecen con mayores
eleven al cielo constantes oraciones, pa-7
3
2 y más sólidas virtudes.
(72) Luc. 10, 2. (74) Véase Cod. Derecho Can., canon 1353.
(73) Luc. 10, 2.
1824 E n cíclicas del PP. P ío XIÍ (1950) 195, 81-86
81. b) Examen de las vocaciones. Sin jóvenes que ya han entrado en los Se
embargo, siempre es necesario exami minarios. No ignoramos, en verdad,
nar con toda diligencia a cada uno de Venerables Hermanos, cuán dura sea
los candidatos al sacerdocio, y princi esta tarea y de cuántas y cuán graves
palmente averiguar con qué intención dificultades está llena, pero del cum
y por qué causas han tomado esta reso plimiento de tan grave deber reporta
lución. Y particularmente, cuando se réis el mayor consuelo, ya que, como
trata de niños, se debe considerar aten advierte Nuestro Predecesor L eón XIII,
tamente si están dotados de las necesa del cuidado y diligencia puestos en la
rias cualidades de cuerpo y alma, y si formación de los sacerdotes, percibiréis
aspiran al sacerdocio únicamente por frutos altamente deseables y sentiréis
su dignidad y por el bien espiritual su que vuestro oficio pastoral es más fá
yo y de los demás. cil de llevar y más fecundo en fru-
tosW .
82. c) Cualidades físicas de los can
didatos. Conocéis muy bien, Venera 2. Adaptación al ambiente y forma
bles Hermanos, cuáles son las condi ción
ciones intelectuales y morales que, en
cuanto a la idoneidad, la Iglesia exige 84. Normas prácticas. Por lo tanto,
en los candidatos al sacerdocio, y juz Nos juzgamos oportuno trazaros algu
gamos superfluo detenernos en tratar nas normas sugeridas por la necesidad,
estos temas. Creemos más conveniente hoy mayor que nunca, de formar sa
exhortaros a que investiguéis, con toda cerdotes santos.
la prudencia que os distingue, si los que
desean recibir las sagradas órdenes son 85. a) Ambiente familiar sano y se
también idóneos físicamente; y esto, reno. Hay que advertir, en primer lu
mayormente, porque la reciente guerra, gar,, que los alumnos de los Seminarios
con frecuencia, ha causado daños fu Menores son adolescentes separados del
nestos y perturbado de muchas mane ambiente natural de la familia. Luego
ras particularmente a la joven genera esto mismo pide, que la vida que hacen
ción actual. Sean, pues, por esta causa en el Seminario corresponda, en lo po
bien examinados estos candidatos, si sible, a la vida que hacen los demás
es necesario, aun con la intervención niños, prestando, sin embargo, particu
de un buen médico. lar interés tanto a su formación espiri
Con esta sabia y prudente selección tual como a su capacidad y disposicio
esperamos surja en todas partes un nes. Todo lo cual debe desenvolverse
copioso y escogido ejército de alumnos en locales espaciosos y capaces, aptos
del santuario. para la salud del cuerpo y paz del
espíritu. Sin embargo en este punto
consérvese la justa medida y modera
III. - E d u c a c i ó n d e l o s C a n d i d a t o s ción; de tal modo que nunca se dé el
caso de que vivan en casas suntuosas y
í. Grave deber y consuelo episcopal en refinadas delicadezas y comodida-
aquellos que deben ser forma
83. El cultivo de las vocaciones, un dos para la abnegación y la virtud
gran deber. Si muchos sagrados pas evangélica.
tores están gravemente preocupados
porque cada día es menor el número 86. b) Formar el carácter, el espíri
de adolescentes aspirantes al sacerdo tu tle iniciativa, de responsabilidad y
cio, no es menor su preocupación por adaptación. Principalmente se debe
lo que se refiere a la formación de los trabajar para que se forme bien el
(75) León XIII, Encíclica Quod multum. a los (70) Véase Pió XTJ. Alocución Caritatis drhitnm,
Obispos húngaros, 22-VIII-1886; Leonis XIII Acta 25-XI-1948, a los PP. OFM Cap que se habían
vol. VI, p. 158; en esta Colección: Encícl. 48, pág. congregado en orna para deliberar sobre un apos
342. tolado más intenso (AAS 40 [1948] 552).
l.&V 87-90 E x h o r t a c ió n A po stó lic a “ M entí N o strae ” 1825
carácter propio de cada uno de los ciones ya con el pueblo sencillo, ya con
alumnos, se desarrolle en ellos de día los seglares instruidos, y podrá enton
en día el sentido de la responsabilidad, ces suceder que o asuman una actitud
la serenidad y madurez de juicio sobre falsa y equivocada ante el pueblo cris
personas y cosas, y el espíritu de ani tiano, o que desestimarán la educación
mosa iniciativa. Por lo cual, los que recibida. Se ha de procurar, por lo tan
están al frente de los Seminarios pon to, que los alumnos, poco a poco y
drán una prudente moderación en las prudentemente, penetren en la vida y
reprensiones, y, a medida que los jó costumbres del pueblo, no sea que una
venes crezcan en edad, irán, poco a vez iniciados en el sacerdocio y desti
poco, atenuando la vigilancia estrecha nados a los ministerios sagrados se en
y todo género de restricciones, de m o cuentren desorientados, lo cual no sólo
do que se rijan a sí mismos y sientan sería tormento para su espíritu, sino
la responsabilidad de sus propios actos. que restaría eficacia a su labor sacer
Además, en ciertas cosas, no sólo den dotal.
a los alumnos una lícita libertad de
acción, sino que los acostumbren tam 89. e) La formación intelectual, lite
bién a reflexionar por sí mismos, para raria y científica ha de ser completa.
que asimilen más fácilmente las verda Para todo esto, quienes gobiernen Semi
des teóricas y prácticas. Ni teman los narios es necesario que pongan sumo
superiores que los jóvenes a ellos con cuidado en la formación intelectual de
fiados conozcan los acontecimientos los alumnos. Ciertamente tenéis presen
del día, más aún, deben proporcionar te, Venerables Hermanos, las normas y
les los datos con los cuales ellos mis disposiciones que sobre este asunto ha
mos se formen un maduro juicio de las dado repetidamente esta Sede Apostó
cosas, ni rehuyan las discusiones sobre lica, y las que Nos mismo hemos reco
los mismos, a fin de disponer las inte mendado a todos, cuando por primera
ligencias juveniles para una recta esti vez, al principio de Nuestro Pontifi
mación de las cosas y de las opiniones. cado, admitimos a Nuestra presencia a
los alumnos de los Seminarios y Cole
87. c) Educarlos en la honradez, in gios romanos*77).
tegridad y sinceridad. Si estas normas
son fielmente observadas, educados los 90. f) No inferior a la de los segla
alumnos en la honradez y en la since res. Por lo cual, deseamos, ante todo,
ridad, tendrán en sumo aprecio su inte que los futuros sacerdotes sean, por lo
gridad y firmeza de ánimo, no menos menos, no inferiores en nada, en cuan
que la de los demás, y sentirán aversión to a la cultura científica y literaria, a
por el engaño y por cualquier género los jóvenes seglares que estudian aná
de simulación. De esta integridad y sin logas asignaturas. Si se tiene esto en
ceridad se derivará fácilmente el que cuenta, se habrán ganado mucho para
puedan ser ayudados más eficazmente alcanzar una más seria formación inte
por los superiores, cuando se trate de lectual de los alumnos, y para que
conocer si están llamados por Dios pa más fácilmente se pueda hacer la selec
ra ejercer los Sagrados Ministerios.8 ción a su tiempo. Y así, cuando el se
minarista tenga que elegir su futuro
88. d) Evitar un ambiente artificial estado de vida, lo harán sin ser constre
aislado enteramente del mundo. Si ñido por ninguna necesidad; y se ale
los jóvenes — especialmente los que jará ciertamente del peligro de verse
desde pequeños fueron recibidos en los obligado a seguir un camino que no es
Seminarios— son educados en un am el suyo, por no estar adornado de la
biente excesivamente aislado del mun erudición y conocimientos que le pu
do, cuando salgan al público podrán en dieran franquear los cargos civiles, se
contrar serias dificultades, en las rela gún el razonamiento del mayordomo
(77) Véase Pío XU, Discurso Solemnis Conventus, 24-VI-1939; A. A. S. 31 (1939) 245-251.
Encíclicas Pontificias 58
1826 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 195, 91-95
infiel para cavar no valgo, mendigar trar que las verdades que han sido
me da vergüenza(78)7 . Y si algún alum
9 confiadas como sagrado depósito a la
no, que pudiera ser útil a la Iglesia; Iglesia, maestra de los cristianos, tienen
abandonara, no obstante, el Seminario entre sí una perfecta trabazón y cohe
no habría que dolerse en modo alguno rencia. No faltan, sin embargo, en nues
de ello, ya que éste, hallando el recto tro tiempo quienes, habiéndose alejado
camino de su vida, no podrá menos de de las más recientes enseñanzas de la
acordarse de los beneficios recibidos Iglesia, y cuidándose poco de la clari
en el Seminario, y añadir su gustosa dad y precisión de las ideas, además
contribución a la actividad católica de de apartarse del recto camino de nues
los seglares. tras escuelas, dan lugar a opiniones
erradas y confusas, según lo atestigua
91. g) Necesidad de la formación la experiencia.
filosófica y teológica. En la formación
de los seminaristas, sin descuidar el 93. Exhortación a la vigilancia. Por
estudio de otras muchas disciplinas, lo cual, para que los estudios eclesiás
entre las cuales hoy es de gran interés ticos no estén expuestos de un modo
el conocimiento de los problemas so lamentable a titubeos y dudas, os ex
ciales, se ha de dar la máxima impor hortamos a todos encarecidamente, Ve
tancia a las doctrinas filosóficas y teo nerables Hermanos, a que vigiléis con
lógicas según la mente del Doctor An- toda diligencia, para que sean acepta
gélico(19\ ampliadas con el conocimien das sin reservas e íntegramente obser
to de las necesidades y errores de nues vadas las normas precisas que ha dado
tros tiempos. Tales conocimientos son esta Sede Apostólica sobre tales estu
de suma importancia y utilidad, tanto dios.
para los mismos sacerdotes como para
el pueblo cristiano; ya que, como ase IV. - F ormación espiritual y moral
guran los maestros de la vida espiritual,
tales ciencias, con tal que sean enseña 1. Importancia de la formación ascé
das debidamente, valen sobremanera tica
para conservar y alimentar el espíritu
de fe, para moderar las pasiones y para 94. Peligros de la sola ciencia. Si tan
mantener el alma unida a Dios. Ade solícitamente, como conviene a Nues
más, es necesario que el sacerdote, que tro deber apostólico, hemos hablado
ha de ser sal de la tierra y luz del mun- sobre la sólida formación intelectual de
d o(80\ trabaje con todas sus fuerzas en los clérigos, fácilmente se deja entender
defensa de la fe, predicando el Evan cuán en el alma llevaremos la buena
gelio de Cristo y refutando los errores formación espiritual y moral de los mis
contrarios diseminados entre el pueblo mos jóvenes; pues de otro modo la
por todos los medios, y no podrá refu ciencia, aun la más eminente, a causa
tar satisfactoriamente tales errores, si de la soberbia y la arrogancia que fá
no se ha asimilado bien los firmísimos cilmente se infiltran en el alma, podría
principios de la filosofía y de la teo acarrear daños incalculables. Por lo
logía católicas. cual, la Santa Madre Iglesia, quiere,
sobre todo, que los adolescentes en los
Seminarios se formen en aquella santi
92. li) Método tradicional de la Igle dad con que después han de brillar, y
sia, el escolástico. A este propósito, no que han de practicar durante toda su
está fuera de lugar recordar que el vida.
método de enseñanza, que desde largo
tiempo se sigue en las escuelas cató 95. Crear convicciones y fomentar
licas, tiene suma eficacia, tanto para la vida interior. Como ya hemos dicho
concebir ideas claras, como para mos para los sacerdotes, así ahora recomen-
(78) Luc. 16, 3. (80) Véase Mat. ó, 13-14.
(79) Véase Código Derecho Can., canon 1366, 2.
195, 96-101 E x h o r t a c ió n A postólica “ M entí N ostr ae ’ 1827
damos que los Seminaristas tengan la do de ellas en otro lugar de esta Exhor
íntima persuasión de que deben procu tación, no hay por qué repetirlas aquí.
rar con todas las fuerzas aquellas pre Pero no podemos menos de incitarlos
seas de su alma que son las virtudes, y a que, entre todas las virtudes de que
una vez conseguidas, conservarlas y debe poseer el seminarista, se revistan
aumentarlas continuamente con todo de aquellas en las que, com o en sólido
empeño. fundamento, se basa toda la santidad
sacerdotal.
2. Cultivo del espíritu sobrenatural
99. Práctica de la sumisión. Es de
96. Piedad con convicción. Como
todo punto necesario que los jóvenes
todos los días y casi siempre a las
alcancen tal espíritu de obediencia, que
mismas horas ejercitan los alumnos
se acostumbren a someter sinceramente
las mismas prácticas de piedad, puede
su voluntad a la voluntad de Dios, de
darse el peligro de que el íntimo senti
la cual los superiores del Seminario han
miento del alma no esté en consonancia
de ser mirados como intérpretes. Nada
con el ejercicio externo, lo que podría
deberá jamás observarse en su con
llegar en ellos a ser más fácil por el
ducta que se aparte de la voluntad de
hábito adquirido y aún podría agra
Dios. Aprendan los jóvenes esta obe
varse cuando, salidos de los Semina
diencia, de que hablamos, en los ejem
rios, se verían frecuentemente agobia
plos del divino Redentor, que no tuvo
dos por el ineludible cumplimiento de
en este mundo otro programa que éste
sus deberes. Hacer, oh Dios, tu voluntad^81).
97. Vida interior y espíritu de fe.
Por consiguiente, póngase todo empeño 100. Obediencia al Obispo. Apren
y diligencia en que los futuros sacer dan los seminaristas a obedecer filial
dotes vivan una vida interior alimen mente a sus superiores desde los pri
tada de espíritu sobrenatural y gober meros años del Seminario, para que
nada por la acción del Espíritu Santo. más tarde obedezcan dócilmente a la
Hagan todas sus cosas iluminados por voluntad de los Obispos, conforme a las
la fe divina y unidos con Cristo; te enseñanzas del invictísimo atleta de
niendo por cierto, que no pueden pres Cristo, Ignacio de Antioquía : Obede
cindir de este género de vida los que ced todos al Obispo como Jesucristo al
han de ser elevados al sacerdocio y Padre^82K El que honra al Obispo es
representar en la Iglesia a la persona honrado por Dios, el que hace algo a
del divino Maestro. Nada en verdad espaldas del Obispo sirve al diablo<83).
impulsará más a los seminaristas a con No hagáis nada sin el Obispo, custodiad
seguir las virtudes propias de un sacer vuestra carne como templo de Dios,
dote, a vencer las tentaciones y a cum amad la unión, huid las discordias, sed
plir los buenos propósitos que este sen imitadores de Jesucristo como El lo
timiento interno de piedad. es de su P a d re ^ \
(87) Véase Pío XII Motu Proprio, Quando- (89) Cód. Der. Can., canon 129.
quidem, 2-IV-1949; A. A. S. 41 (1949) *65-167. (90) Cód. Der. Can., canon 130, 1*.
(88) Véase Cód. Der. Can., canon 134. (91) Cód. Der. Can., canon 131, 1?.
1830 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 195, 113-117
III. - S o l ic it u d d e l P a p a p o r las
125. Promover la previsión social
NECESIDADES MATERIALES DEL CLERO
entre los sacerdotes. Alabamos, ade
más, de todo corazón, las iniciativas
í. Da facultades para una justa com que entre vosotros toméis para que no
pensación sólo no falte a los sacerdotes lo nece
sario de cada día, sino que también se
122. Paternal solicitud del Supremo provea para su futuro con instituciones
Pastor por ¡as estrecheces que sufren y organismos adecuados — lo cual ve
hoy no pocos sacerdotes. Nos ha pa mos ya realizado y aprobamos con gran
recido bien tratar aquí de las estreche satisfacción en las demás clases socia
ces económicas en que se encuentran les— principalmente en los casos de
muchos sacerdotes después de la última enfermedad, de invalidez y de ancia
gueira, principalmente en aquellas re nidad. Así les quitaréis la preocupación
giones en que a causa de la misma por la incertidumbre de su porvenir.
guerra, o por su situación política, su
frieron grandes daños. Nos, hondamen 126. Encomio del socorro mutuo de
te afligidos por este estado de cosas, no los sacerdotes. Por lo cual, estamos
hemos perdonado ningún medio para vivamente agradecidos a los sacerdo
aliviar, dentro de Nuestras posibilida tes, que, aun a costa de sacrificios, lian
des, las calamidades, la miseria y la ayudado y ayudan a sus compañeros
extremada indigencia de muchos. necesitados por motivo de salud o
ancianidad.
123. Facultades extraordinarias con Haciendo esto, dan un elevado ejem
cedidas a los Obispos. Bien sabéis, Ve plo de aquella mutua caridad que Cristo
nerables Hermanos, que Nos en los legó a sus discípulos, como señal dis
lugares en que mayores parecían ser tintiva de ellos: En esto conocerán to
las necesidades, hemos concedido a los dos que sois mis discípulos, en que os
Obispos, por medio de la Congregación amáis los unos a los o t r o s í .
del Concilio, facultades extraordinarias,
y que hemos dado normas especiales 127. Práctica del espíritu de amor
que eliminen equitativamente las nota universal. Deseamos también, que los
bles desigualdades económicas entre los sacerdotes de todas las naciones se unan
(93) Luc. 19, 8. (94) Juan 13, 35.
195, 128-133 E x h o r t a c ió n A postólica “ M entí N ostr ae ” 1833
mutuamente con los lazos de este amor mos menos de repetiros sumariamente
fraterno, para que aparezca más clara estas exhortaciones, que habréis de te
mente que, siendo ministros de Dios, ner siempre ante vuestros ojos, ya que
que es Padre común de todos, están han de ser consideradas como las prin
animados de un mismo espíritu de cipales normas de vuestra vida y de
amor, sean del país que fueren. vuestra actividad.
3. Deberes de los fieles y de los go 131. La meta: Encaminar todas las
biernos al respecto almas a .Jesús. Somos sacerdotes de
128. Educar a los fieles en el socorro J e s u c r i s t o ; hemos de trabajar para que
del clero pobre; obligación de los fieles la Redención de los hombres, que El
y perjuicio del abandono. Pero habréis llevó a cabo, alcance toda su eficacia
experimentado que no podéis poner en todas las almas. Considerando seria
remedio total a esas grandes dificulta- mente las gravísimas necesidades de
699 des si los fieles no se dan cuenta del nuestro tiempo, debemos esforzarnos
deber de socorrer en lo posible al clero por atraer al cumplimiento de los debe
pobre, y si no se emplean todos los res cristianos a los hermanos que se
medios oportunos para ello. han apartado del verdadero camino o
Por tanto, dad a entender bien al están cegados por la niebla de las pa
pueblo a vosotros confiado, que tiene siones; por iluminar a los pueblos con
la obligación de ayudar a los sacerdo la luz de la doctrina cristiana, regirlos
tes necesitados, ya que conserva todo con normas cristianas y formarles una
su valor la palabra del Maestro: Por sólida conciencia cristiana; y por ha
que digno es el trabajador de su pa- cer, en fin, que todos se resuelvan a
í/ o(95). Porque ¿cóm o se puede pedir pelear animosamente por el triunfo de
un apostolado activo a aquellos sacer la verdad y de la justicia.
dotes a quienes falta lo necesario para
vivir? 132. Irradiar a Cristo. Modelos de
Además, los fieles que descuidan este bondad. Pero tan sólo conseguiremos 700
deber, dejan, aunque sea involuntaria la anhelada meta, cuando lleguemos a
mente, el camino libre a los enemigos tal grado de santidad que se transfun
de la Iglesia, los cuales en no pocas da a los demás la vida y virtudes que
naciones se proponen precisamente em recibimos de Cristo.
pobrecer al clero, para, de esta manera, Exhortamos, pues, a todos los sacer
poder separarlos de la legítima auto dotes repitiéndoles la palabra del Após
ridad. tol: No descuides la gracia que está en
129. Obligación de los poderes pú ti, que se te ha dado por la imposición
blicos. También los poderes públicos de las manos de los presbíteros
tienen que atender a las necesidades muéstrate en todo como ejemplo de
del clero, según las diversas condiciones buenas obras, en la doctrina, en la inte
de cada país, pues del cumplimiento gridad, en la gravedad, tu palabra sea
de sus obligaciones sacerdotales han de buena, irreprensible para que el adver
seguirse grandes utilidades espirituales sario quede confundido, no teniendo
y temporales, en beneficio de toda la nada malo que decir contra nosotros(97\
sociedad.
133. Estimar la vocación y vivirla
C o n c l u s i ó n : E x h o r t a c i ó n f in a l santamente. Queridos hijos, estimando
grandemente la gracia del ministerio
1. Reitérase la exhortación a la san recibido, vivid de tal manera, que ésta
tidad se manifieste en vosotros y dé frutos
130. Resumen y programa de vida. ubérrimos, para utilidad de la Iglesia y
Por último, antes de terminar, no pode- enmienda de sus enemigos.
(95) Luc. 10, 7. (97) Tit. 2, 7-8.
(96) I Tim. 4, 14.
1834 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 195, 134-140
In t r o d u c c ió n I. - L a p r e p a r a c ió n h is t ó r ic a de la
d o g m a t iz a c ió n
La alegría por el aumento de
la devoción a María 1. Las Prerrogativas de María
AAS 1. Las penas y tribulaciones alivia-
42 das por las alegrías. El munificentísi- 3. La armonía de los privilegios con
753 mo Dios, que todo lo puede y cuyos cedidos a María. En efecto, Dios, que
desde toda la eternidad mira a la Vir
planes providenciales están hechos con
gen M a r í a con particular y plenísima
sabiduría y amor, compensa en sus
complacencia, cuando vino la plenitud
inescrutables designios, tanto en la vidade los t i e m p o s ejecutó los planes de
de los pueblos como en la de los indi
su providencia de tal modo que res
viduos, los dolores y las alegrías para plandecen en perfecta armonía los pri
que, por caminos diversos y de diversas vilegios y las prerrogativas que con
maneras, todo coopere al bien de aque suma liberalidad le había concedido.
llos que le aman(1). Y si esta suma liberalidad y plena
armonía de gracias fue siempre reco
2. Aumento de la Fe y la devoción a
nocida, y cada vez mejor penetrada por
María. Nuestro Pontificado, del mismo
la Iglesia en el curso de los siglos, en
modo que la edad presente, está opri
nuestro tiempo ha sido puesto a mayor
mido por grandes cuidados, preocupa
luz el privilegio de la Asunción corpo
ciones y angustias, por las actuales
gravísimas calamidades y la aberración ral al cielo de la Virgen Madre de Dios,
M a r ía .
de la verdad y de la virtud; pero Nos
es de gran consuelo ver que, mientras
la fe católica se manifiesta en público 4. La relación entre la Inmaculada
Concepción y la Asunción Corporal.
cada vez más activa, se enciende cada
Este privilegio resplandeció con nuevo
día más la devoción hacia la Virgen
fulgor desde que Nuestro predecesor
Madre de Dios y casi en todas partes
Pío IX, de inmortal memoria, definió
es estímulo y auspicio de una vida me solemnemente el dogma de la Inma
jor y más santa, de donde resulta que, culada Concepción de la augusta Madre
mientras la Santísima Virgen cumple de Dios. Estos dos privilegios están, en
amorosísimamente las funciones de ma efecto, estrechamente unidos entre sí:
dre hacia los redimidos por la sangre de Cristo, con su muerte, venció la muerte
Cristo, la mente y el corazón de los y el pecado, y sobre el uno y sobre la
754 hijos se estimulan a una más amorosa otra reporta también la victoria en
contemplación de sus designios. virtud de Cristo, todo aquel que ha
(* ) A. A. S., 42 (1950) 753-771. El esquema y los subtítulos son de responsabilidad de la 2* ed. Ver
nota final de esta Bula, pág. 1845 (P.1I.).
(1) Compárese Rom. 8, 28. (2) Gálat. 4, 4.
1835
1836 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 196, 5-8
directamente y en forma oficial a todos depósito de la /e*8*. Por eso, del con
los Venerables Hermanos en el Episco sentimiento universal del magisterio
pado que Nos expusiesen abiertamente ordinario de la Iglesia se deduce un
su pensamiento. Por el, el l 9 de mayo argumento cierto y seguro para afirmar
de 1946 les dirigimos la Carta “ Deipa- que la asunción corporal de la Biem
rae Virginis Mariae” , en la que pregun aventurada Virgen M a r í a al cielo — la
tábamos: Si vosotros, Venerables Her cual, en cuanto a la celestial glorifica
manos, en vuestra eximia sabiduría y ción del cuerpo virgíneo de la augusta
prudencia, creéis que la asunción cor Madre de Dios, no podía ser conocida
poral de la beatísima Virgen se puede por ninguna facultad humana con sus
proponer y definir como dogma de fe solas fuerzas naturales— es verdad re
y si con vuestro clero y vuestro pueblo velada por Dios, y por eso todos los
lo deseáis. fieles de la Iglesia deben creerla con
firmeza y fidelidad. Porque, como en
9. La respuesta casi unánime señadel el mismo Concilio Vaticano, deben
magisterio ordinario. Y aquellos que ser creídas por fe divina y católica to
el Espíritu Santo ha puesto como Obis das aquellas cosas que están contenidas
pos para regir la Iglesia de Dios*4) han en la palabra de Dios, escrita y trans
dado a una y otra pregunta una res mitida oralmente, y que la Iglesia, o
puesta casi unánimemente afirmativa. con solemne juicio o con su ordinario
Este singular consentimiento del Epis y universal magisterio, propone a la
copado católico y de los fieles*5*, al creencia como reveladas por Dios*9*.
creer definible como dogma de fe la
asunción corporal al cielo de la Madre b) Los testimonios de la fe de
de Dios, presentándonos la enseñanza la Iglesia
concorde del magisterio ordinario de
la Iglesia y la fe concorde del pueblo 10. 1) La convicción y fe del pueblo
cristiano, por él sostenida y dirigida, cristiano. De esta fe común de la Igle
manifestó por sí mismo de modo cierto sia se tuvieron desde la antigüedad, a
e infalible que tal privilegio es verdad lo largo del curso de los siglos, varios
revelada por Dios y contenida en aquel testimonios, indicios y vestigios, y tal
divino depósito que Cristo confió a su fe se fue manifestando cada vez con
Esposa para que lo custodiase fielmente mayor claridad.
e infaliblemente lo declarase*6*. El ma Los fieles, guiados e instruidos por
gisterio de la Iglesia, no ciertamente sus pastores, aprendieron también de
por industria puramente humana, sino la Sagrada Escritura que la Virgen
por asistencia del Espíritu de Verdad*7*, M a r í a , durante su peregrinación terre
y por eso infaliblemente, cumple su na, llevó una vida llena de preocupa
mandato de conservar perennemente ciones, angustias y dolores; y que se
puras e íntegras las verdades reveladas verificó lo que el santo anciano Simeón
757 y las transmite sin contaminaciones, sin había predicho que una agudísima es
añadiduras, sin disminuciones. En efec pada le traspasaría el corazón a los
to, como enseña el Concilio Vaticano, pies de la cruz de su divino Hijo, nues
a los sucesores de Pedro no fue pro tro Redentor. Igualmente no encontra
metido el Espíritu Santo para que, por ron dificultad en admitir que M a r í a
su revelación, manifestasen una nueva haya muerto del mismo modo que su
doctrina, sino para que, con su asisten Unigénito. Pero esto no les impidió
cia, custodiasen inviolablemente y ex creer y profesar abiertamente que no
presasen con fidelidad la revelación estuvo sujeto a la corrupción del sepul
trasmitida por los Apóstoles, o sea el cro su sagrado cuerpo y que no fue
(4) Act. 20, 28. (6) Compárese Conc. Vat., De }ide calh., cap.
(5) Bula “ IneffnhiUs Deus” , Acta Pü TV. P. í, 4, Denz-Umb. nr. 1800.
vol. 1, pág. 615. (En esta Golecc. Encícl. 210, no (7) Compárese Juan 14, 26.
ta 1 nr. 28 p. 1996; ver también ibid. rir. 4 p. (8) Conc. Vat. Const. De Ecclesia Christi, ca
1990, nr. 24 p. 1995; nr. 26 p. 1996). pitulo 4, Denz-Umb. nr. 1836.
(9) De fide cath., cap. 3, Denz-Umb. nr. 1732.
1838 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 196, 11-14
fielmente a aquellas de otros que afir nos son enseñadas por la Sagrada Es
man la misma doctrina. Efectivamente, critura.
palabras no menos claras y precisas se
encuentran en los discursos que, con 21. Sus razones teológicas. Partien
ocasión de la fiesta, tuvieron otros Pa do de este presupuesto, presentaron,
dres anteriores o contemporáneos. Así, para ilustrar este privilegio mariano,
por citar otros ejemplos, San Germán diversas razones contenidas casi en
de Constantinopla encontraba que germen en esto: que Jesús ha querido
correspondía la incorrupción y asun la Asunción de María al cielo por su
ción al cielo del cuerpo de la Virgen piedad filial hacia ella. Opinaban que
Madre de Dios no sólo a su divina ma la fuerza de tales argumentos reposa
ternidad, sino también a la especial sobre la dignidad incomparable de la
santidad de su mismo cuerpo virginal. maternidad divina y sobre todas aque
Tú, como fue escrito, apareces “ en be llas otras dotes que de ella se siguen:
lleza” y tu cuerpo virginal es todo san su insigne santidad, superior a la de
to, todo casto, todo domicilio de Dios; todos los hombres y todos los ángeles;
así también por esto es preciso que sea la íntima unión de María con su Hijo,
inmune de disolverse en polvo; sino y aquel amor que el Hijo tenía hacia
que debe ser transformado en cuanto su dignísima Madre.
humano hasta convertirse en incorrup
tible y debe ser vivo, gloriosísimo, in 22. Sus razones escriturísticas. Fre
cólume y dotado de la plenitud de la cuentemente se encuentran después teó
uída*19). Y otro antiguo escrito dice: logos y sagrados oradores que, sobre
Como gloriosísima Madre de Cristo, las huellas de los Santos Padres*21) pa
nuestro Salvador y Dios, donador de la ra ilustrar su fe en la Asunción, se sir
vida y de la inmortalidad y vivificada ven con cierta libertad de hechos y
762 por El, revestida de cuerpo en una eter dichos de la Sagrada Escritura. Así,
na incorruptibilidad con El, que la re para citar sólo algunos testimonios en- 763
sucitó del sepulcro y la llevó consigo tre los más usados, los hay que recuer
de modo que sólo El conoce*20). dan las palabras del salmista: Ven, oh
Señor a tu descanso, Tú y el arca de tu
19. El testimonio de los teólogos. Al santificación*22), y ven en el arca de
extenderse y afirmarse la festividad li la alianza hecha de madera incorrupti
túrgica, los Pastores de la Iglesia y los ble y puesta en el templo del Señor
sagrados oradores, en número cada vez como una imagen del cuerpo purísimo
mayor creyeron un deber precisar abier de María Virgen, preservado de toda
tamente y con claridad el objeto de la corrupción del sepulcro y elevado a
fiesta y su estrecha conexión con las tanta gloria en el cielo. A este mismo
otras verdades reveladas. fin describen a la Reina que entra
triunfalmente en el palacio celeste y
20. a) los escolásticos. Entre los teó se sienta a la diestra del divino Reden
logos escolásticos no faltaron quienes, tor*23), lo mismo que la Esposa de los
queriendo penetrar más adentro en las Cantares, que sube por el desierto como
verdades reveladas y mostrar el acuer una columna de humo de los aromas
do entre la razón teológica y la fe, pu de mirra y de incienso para ser coro
sieron de relieve que este privilegio de nada*24). La una y la otra son propues
la Asunción de María Virgen concuerda tas como figuras de aquella Reina y
admirablemente con las verdades que Esposa celeste, que, junto a su divino
(19) San Germ. Const., In Sanctte Dei Geni- Dormitionem Dei Genitricis semperque Virginis
triéis Dormitionem, sermón 1. Migue 98, 345. Mariae, hom. II, 2, 11. Migne P.G. 96, 723; Enco
(20) Encomium in Dormitionem Sanctissimae mium in Dormitionem atribuido a San Modesto
Dominae nostrae Deiparae semperque Virginis Hierosol. Migne P.G. 86, 3287-3290.
Mariae, atribuido a San Modesto Hierosol., I, (22) Ps. 131, 8.
núm. 14. Migne P.G. 86, 3311. (23) Ver Salmo 44, 10 y 44, 14-16.
(21) Compárese Juan Damasc. Encomium in (24) Cant. 3, 6; cfr. 4, 8; 6, 9.
196, 23-26 B ula D o g m á tic a “ M unificentissimus D eus” 1841
(1) Véase Efes. 5, 25-27; Apoc. 21, 2-3; 22, 17. 280). Basilio, Lib. de Virginit. (Migne P. G. 30,
Hermas, Vis. 4, 2 (Funk, Patres Apostolici I, 460). 670). Ambrosio, De Virginib. (Migne P. L. 26, 198
Metodio, Conviv. orat III (Thaliae) c. 8 (Migne ss.); De virginii. V, 24-26 (P.L. 16, 286); De
P.G. 18, 72-75) y orat. VII (Migne P.G. 18, 133). inslitut. virgin., 17, 104 (P.L. 16, 345). S. Jeró
S. Ambrosio, De Virginit I, 6, 31 (Migne P. L. 10, nimo, Episíol. 22, 2 (Migne P. L. 22 395); Epist
208); Exhortatio Virgin, 10, 67 (Migne P. L. 16, 22, 22 (Migne P .L . 22, 409). 5. Agustín, Epist.
372). 188, 1 (Migne P. L. 33, 849); De sancta Virgin.
(2) Véase Ignacio Mari., Epist ad Polic. 5 (P. L. 40, 397 ss.) espec. N9 27 (P. L. 40, 410).
(Funk, Patr. Apost. I, 290); Ad Smgrn 12 (Funk S. Juan Ci isóstomo, De Virgin., 11 y 34 (Migne
P. Apost. I, 284). Justino, Apolog. I pro Christ.
15 (Migne P. G. 6, 349). Cipriano, De habitu virgin P. G. 48, 540 y 556). S. Leandro, Regula Introd.
3 (Migne P.L. 4, 455); 11 (Migne P.L. 4, 462). Seudo (Migne P. L. 72, 876 B). Constituciones Apostólicas
Clemente, De Virginitate c. 2, 3 (Funk P. Ap. 23 II, 57 (Migne P. G. 1,731-734; Funk Constituí.
1-5). Ataruisio, De Virginiiate 24 (Migne P. G. 28, Apost. II, c 57, 165).
1846 —
107, 2-4 C o n s t . A post . “ Sponsa C h r ist i ” 1847
9. Los votos y la clausura, contem ron otros cinco más^23K Los monumen
plación y disciplina. Así las cosas, la tos litúrgicos, los documentos canóni
Iglesia encauzó su maternal solicitud cos y los testimonios históricos de toda
hacia aquellas Vírgenes, sobre todo, que clase, ya escritos, ya esculpidos o pin
7 eligiendo la mejor parte(19\ daban un tados comprueban y vindican este ori
adiós al mundo, y abrazaban en los gen y dignidad de las Monjas, y sus
monasterios la perfección cristiana to méritos y santidad*24).
tal, agregando a la profesión de la
virginidad la pobreza estricta y la obe 3. Las monjas de la Edad Media.
diencia plena. La Iglesia, con sabia pro
videncia, defendió en el orden exterior 11. Unicidad de este estado en la
esta profesión cenobítica de las Vírge Edad Media. Durante muchos siglos,
nes con leyes de clausura cada vez más hasta fines de la Edad Media, fueron
severas (20>. Y en cuanto al orden inter las Monjas como consta claramente de
no, de tal manera ordenó su género de las Decretales y de todo el Cuerpo de
vida, que casi insensiblemente fue de derecho canónico, las únicas entre las
lineando, en forma clara y perspicua, mujeres, quienes a una con los Monjes
en sus leyes y en la ascética religiosa, y Canónigos, representaban el estado
el tipo de Monja o de Religiosa dedi de perfección que ya había sido reci
cada totalmente a la vida contempla bido en forma solemne y reconocido
tiva, bajo una rígida disciplina regu plenamente, para que así apareciese
lar*21). más su carácter público*25).
Instituto de Monjas se ha sentido in y santidad del domicilio, que fue pre
fluenciado no poco por las variaciones cisamente, no la única, pero sí una de
y cambios de circunstancias y de cosas, las principales causas, que con otras
tanto en aquellas Ordenes y Monaste varias, propias de los tiempos, hicieron
rios que hasta ahora se mantenían fie fuerza para establecer y ordenar la
les a la sola vida contemplativa, como, clausura.
sobre todo, en aquellas que por pres
cripción de la Iglesia hermanaban ami
gablemente la vida contemplativa con Segunda Parte
las obras de apostolado. En efecto, de
dicándose esas Ordenes a la Educación L a a d a p t a c ió n d e las O rd en es m ó n ta
y a otras obras semejantes de caridad, les A LOS TIEMPOS CAMBIADOS
y siendo esas obras apenas compatibles
10 con algunas reglas clásicas de la clau 1. La necesidad de una reforma
sura pontificia, dada la forma como oportuna
aquellas obras tienen que ejercerse, sea
en fuerza de las costumbres, sea por a) Elementos esenciales y elementos
intervención del poder público, algu secundarios de la vida contem
nas normas de esa clausura debieron plativa
ser mitigadas sabiamente, conservando
su modalidad común, a fin de que pu 24. Los diferentes elementos de las
diera conciliarse con aquellas obras. Ordenes de monjas. Expuestas suma
Todo lo cual, por cierto, parecía ser riamente el origen del sagrado Instituto
exigido por la utilidad de la Iglesia y de las Monjas, juzgamos oportuno en
de las almas, ya que, de no obrarse así, nuestros días distinguir cuidadosamente
esas obras o no podían haber sido los elementos propios y esenciales que
aceptadas, o no en esa forma y manera. afectan la vida contemplativa canónica
Y no sólo cuanto a las Ordenes apostó de las Monjas como su fin primario y
licas, sino también a las puramente principal. Asimismo a estos rasgos na
contemplativas parecieron ser muchas tivos y principales que definen clara
veces necesarias esas mitigaciones, o mente la figura canónica de las Monjas
benignas interpretaciones, exigidas pol se juntan todavía otros de importancia
las circunstancias de los tiempos, y por bastante grave, que no son esenciales a
las graves penurias que padecían fre ella, pero sí la complementan, por cuan
cuentemente las Ordenes mismas.2 3 to responden muy bien a la razón de
ser de las Monjas y le dan seguridad.
23. Las razones de la adaptación y Sin embargo, encontramos también en
mitigación de la clausura. Poniendo un el Instituto de las Monjas algunas cosas
ejemplo, en nuestros días el sentido que ni son necesarias, ni complemen
social de los ciudadanos, como se dice, tarias en si mismas, sino simplemente
difícilmente toleraría una interpreta históricas y externas, que nacieron de
ción demasiado estricta del canon 601, las circunstancias de los tiempos idos,
aun tratándose de Monjas propiamente que hoy también han cambiado mu
contemplativas^30^. De aquí es que la cho. Cuanto a estos otros caracteres ya
Santa Sede provee con generosidad no se ve razón especial para conser
maternal, cada día mayor, a las nece varlos.
sidades y ventajas, que, según la doctri
b) Motivos que aconsejan una adap
na antigua, no eran juzgadas tan graves
tación moderada y prudente
como para permitir el quebrantar la
clausura pontificia y el eximir de ella. 25. Cambiaránse cautamente sólo
Por lo demás, hoy más que nunca, elementos externos y circunstanciales.
queda firma y garantizada la seguridad Por tanto, quedando firmes todos aque-
(30b) El canon 601 del Cód. Der. Can. prohíbe dcnar el convento sin permiso de la Santa Sede,
a todas las monjas después de la profesión aban- a no ser que sea un caso de enfermedad o peligró.
197, 26-29 C o n s t . A post . “ S ponsa C h r isti ” 1853
cesario y principal de las Ordenes. Por diversos monasterios que hasta ahora
lo cual, ya de muchos años atrás, las la tenían como obligatoria, sino tam
leyes y la práctica de la Santa Sede bién se extiende cautamente a aquellos
tienden con toda razón a que sean res otros que por dispensas legítimamente
tringidas esas odiosas excepciones(31), obtenidas no estaban actualmente obli
y en cuanto es posible suprimidas; gados a ella.
pues, consta, además, por larga expe
riencia de muchos lugares, que los vo 31. Las órdenes contemplativas de
tos solemnes, tanto de los Regulares ben tener clausura mayor. Los monas
12 varones como de las monjas, aunque terios que profesan únicamente la vida
no sean reconocidos por las leyes civi contemplativa y no admiten dentro del
les, pueden observarse sin ninguna di recinto de la casa religiosa obras esta
ficultad, y que asimismo puede pro bles de educación, caridad, retiros o
veerse eficazmente a la seguridad de cosas semejantes, deberán retener o re
los otros bienes comunes, aunque, como cibir la clausura pontificia de la que
ocurre en algunas partes, se niegue trata el Código (can. 600-602), y que
personalidad jurídica a las Religiones se llamará mayor.
y Monasterios. Y verdaderamente, no
conviene privar a las monjas del honor, 32. Los monasterios que deben tener
del mérito y del gozo de emitir los clausura menor. Mas para aquellos
votos solemnes, tan propios de su es otros monasterios que por instituto pro
tado. pio o por legítima prescripción de la
Santa Sede juntan amigablemente den
c) Confirmación y extensión de la tro del recinto monástico la vida con
clausura papal templativa con el ejercicio de ciertos
30. Razón de la clausura y extensión ministerios en consonancia con ella, la
clausura pontificia — reteniendo todo
a todos los monasterios. Para una más
lo que es necesario e inherente a ella—
segura salvaguardia de la castidad so
lemne y de la vida contemplativa, para se mitiga en muchas cosas que apenas
o de ningún modo pueden cumplirse y
que este huerto cerrado de los monas
es completada convenientemente en
terios no pueda ser invadido por nin
gún atrevimiento mundano, ni violado aquellas otras que no son tan necesa
por ninguna astucia o asechanza, ni rias para la clausura pontificia del Có
turbado con ningún contacto secular o digo (Can. 599, 604, § 2 ). Esta clausura
profano, sino que sea siempre verda pontificia, mitigada y acomodada a las
dero claustro de las almas<32), en el modernas necesidades, que para distin
que puedan las monjas servir a Dios guirla de la antigua más rígida se lla
más libremente(33\ la Iglesia, con sabia mará “ menor” , podrá también aplicarse
y vigilante solicitud, estableció una a aquellos monasterios que, si bien re
clausura más severa como propia de tienen sólo la vida contemplativa, no
su Instituto, y la ordenó diligentemente, emiten votos solemnes, o carecen de
y la reforzó para siempre con sanciones muchas condiciones que, por jurispru
pontificias. Esta venerable clausura de dencia o por estilo de la Curia, se re- 13
las monjas, que se llama pontificia pol quieren justamente para la clausura
la Autoridad suprema de donde procede pontificia mayor. La determinación
y por las sanciones internas y externas más esmerada de todos estos elementos
que la salvaguardan, es confirmada por de la clausura pontificia menor se dará
esta Nuestra Constitución, solemne y más abajo, en los Estatutos generales
deliberadamente, no sólo para aquellos y en las Instrucciones que en Nuestro
(31) P ío XII, Breve al Obispo de Tournai, 24- (32) Hugo de F olieto, De claustro anim.se (Migne
VI-1810 (Bizzarri, Gollectanea 2, p. 738); S. Congr. P. L. 176, col. 1017).
de Relig., 22-V-1919 (A. A. S. 11 [1919] 240); Sag.
(33) Inocen cio IV, a las Religiosas de S. Do
Congr. de R elig., 23-VI-1923, (A. A. S. 15 [1923]
mingo de Im., ll-V-1252 (Bull. Ord. Praed. I, 1,
357); S. Gongr. de R elig., 6-II-1924 (A. A. S. 16
[1924] 96-101). p. 206).
197, 33-36 Go n s t . A po st . “ S ponsa C h r isti ” 1855
nes, respuestas y otros parecidos docu Todas las religiosas profesas en estos monaste
rios vienen en el derecho bajo la denominación
mentos, podrá ejecutar cuanto concier de Regulares a tenor del canon 490, y su nom
ne a la aplicación diligente y eficaz bre propio es el de Monjas, no el de Hermanas
(c a n . 488, 79).
de la Constitución y al cumplimiento § 2. Todos los monasterios en los que sola
pronto y fiel dé los Estatutos Generales. mente se hacen votos simples, podrán impetrar
la instauración de los votos solemnes. Aún más,
procurarán instaurarlos a no impedirlo causas
Tercera Parte del todo graves.
§ 3. Las antiguas fórmulas solemnes de con
E st a t u t o s gen erales de las M o n ja s sagración de Vírgenes, como se contienen en el
Pontifical Romano, están reservadas a las Mon
41, Las nuevas disposiciones. jas.
4. C la u su ra P apal
i. Sujeto de la Constitución A r t íc u lo 4. § 1. La más severa clausura de las
A rtículo 1. § 1. En esta Constitución vienen Monjas, que se llama papal, conservando siem
con el nombre de Monjas a tenor del Derecho pre y en todos monasterios las notas que le son
(can. 488, 7°), además de las religiosas de votos como connaturales, en adelante será de dos
solemnes las que profesan votos simples, per clases: m a y o r y m e n o r .
petuos o temporales, en monasterios en que § 2. 19 — La clausura papal m a y o r , tal cual
actualmente se emiten votos solemnes o debieran se describe en el Código (c á n o n e s 600-602). queda
emitirse según su institución, a no ser que el enteramente confirmada por Nuestra presente
contexto del discurso o por la naturaleza del Constitución Apostólica. La Sagrada Constitución
asunto conste ciertamente otra cosa. de Religiosos, con Nuestra autoridad, declaiará
§ 2. En nada se opone al legítimo nombre de por qué causas podrá concederse dispensa de
Monjas (can. 488, 7**) y a la aplicación del dere esta clausura mayor, para que, salvo su natura
cho de las mismas: 1) la profesión sim ple emi leza, pueda adaptarse mejor a las condiciones
tida legítimamente en los monasterios (§ 1); 2) de nuestro tiempo.
la clausura papal m enor que esté prescrita o 29 A salvo el siguiente párrafo 3, número 39,
legítimamente concedida a los monasterios; 3) la clausura papal mayor debe por regla regir
el ejercicio de obras de apostolado que vaya en todos los monasterios que profesan única
unido a la vida contemplativa, ya por institu mente la vida contemplativa.
ción aprobada y confirmada por la Santa Sede
para algunas Ordenes, ya por legítima pres § 3. 1? — La clausura papal m e n o r , retendrá
cripción de la Santa Sede o por concesión para de la antigua clausura de las monjas el tenor
algunos monasterios. y las sanciones que en las Instrucciones de la
§ 3. Esta Constitución Apostólica jurídicamente Santa Sede son expresamente determinadas como
no se refiere: 1) a las Congregaciones religiosas necesarias para su natural conservación y de
(can. 488 2?) y a las Hermanas de las mismas fensa.
(ca n . 488, 79), que por institución no emiten 29 — Están sujetas a esta clausura papal me
sino votos simples; 2) a las Sociedades de mu nor los monasterios de monjas de votos solemnes
jeres que viven en común al modo de religiosas que o por institución o por legítima concesión
y a sus miembros. tienen ministerios para con los extraños, de
suerte que muchas religiosas y una parte nota
2. Vida Contemplativa ble de la casa estén habitualmente afectas a
A rticulo 2. § 1. La manera particular de la ellos.
vida religiosa monástica, que las monjas deben 39 — De igual modo, deben someterse por lo 17
fielmente cultivar bajo la rígida disciplina re menos a las prescripciones de esta clausura
gular y a la cual son destinadas por la Iglesia, es todos y cada uno de los monasterios, aun de
la vida contemplativa canónica. sola vida contemplativa, en los que únicamente
§ 2. Con el nombre de vida contemplativa ca se hacen votos simples.
nónica no se entiende la interior y teológica, a
la cual son llamadas todas las almas religiosas § 4. I9 — La clausura papal mayor o menor
y también los cristianos que viven en el siglo, es condición necesaria no sólo para que puedan
y que cada uno en cualquier estado debe cultivar, emitirse votos solemnes (§ 2 ), sino también para
sino la profesión exterior de vida religiosa or que puedan en adelante considerarse como ver
ló denada de tal modo a la contemplación interior, daderos monasterios de monjas, a tenor del
ya por la clausura, ya por los ejercicios de canon 488, 79, aquellos en los que se hacen votos
piedad, de oración y mortificación, ya en fin simples (§ 3).
por los trabajos en que las monjas deben ocu 29 — Si habitualmente no pueden observarse
parse, que toda la vida y toda la actividad pue al menos las normas de la clausura papal menor,
den fácilmente y deben eficazmente estar pen- se habrán de abandonar los votos solemnes.
tradas de la solicitud de la misma. § 5 . 19 — La clausura papal menor, en cuanto
§ 3. Donde no pueda observarse habitualmente a los puntos en que se distingue de la clausura
la vida contemplativa canónica bajo la rígida de las Congregaciones o de las Ordenes de
disciplina regular, no se ha de conceder el ca varones, se ha de guardar en las religiones en
rácter monástico, y si él existe no se ha de con que las monjas no hacen votos solemnes.
servar.
2? — Si consta de cierto que en algún monas
3. Votos solem nes terio no puede habitualmente observarse la clau
A rtículo 3. § i . Los votos solemnes de religión,
sura, aun la menor, tal monasterio habrá de ser
sean, pronunciados por todos los miembros del reducido a la condición de casa de Congregación
monasterio o por lo menos por una de sus cla o de Sociedad.
ses, constituyen la nota principal en virtud de 5. O fic io d iv in o y M isa co n v e n tu a l
la cual los monasterios de mujeres se cuentan Artículo 5. § 1. De entre las mujeres consa
por derecho entre las Ordenes regulares, y no gradas a Dios la Iglesia no destina a la ora
entre las Congregaciones religiosas (Can. 488, 29). ción dicha a Dios en su nombre, ya coralmente
Encíclicas Pontificias 59
1858 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 197* 41
(can. 610, § i), ya privadamente (can. 610, § 3), 29 — Bien que no prescritas por regla general,
sino a solas las monjas; y por regla las obliga las Federaciones de monasterios son con todo
gravemente, a tenor de las Constituciones, a muy recomendadas por la Sede Apostólica, no
cumplir diariamente con esta oración mediante sólo para precaver los males e inconvenientes
jas Horas Canónicas. que pueden sobrevenir de la completa separa
§ 2. Todos los monasterios de monjas y cada ción, sino también para promover la observan
monja profesa de votos solemnes o simples de cia regular y la vida contemplativa. : .;, •, :
ben rezar en todas partes el Oficio divino en el § 3. Queda reservada a la Sede Apostólica la
coro a norma del canon 610 § 1, y de sus Cons constitución de cualquiera forma de Federación
tituciones. o Confederación de monasterios de monjas.
§ 3. Según el canon 610, § 3, las monjas au § 4. Toda Federación o Confederación de mo
sentes del coro si no han emitido votos so nasterios necesariamente ha de ordenarse .y re
lemnes, no están estrictamente obligadas al rezo girse por sus propias leyes aprobadas por la
privado de las Horas, a no prescribir otra cosa Santa Sede.
las Constituciones (canon 578, 29). Con todo, no § 5. I9 — Salvos los párrafos 2 y 3 deí ar
sólo es la mente de la Iglesia, como se ha dicho tículo 6, y quedando firme la forma de, auto
más arriba (Art. 3), que sean instaurados en nomía antes descrita (§ 1), nada impide que al
todas partes los votos solemnes de las monjas, constituirse las Federaciones de monasterios, a
sino también si temporalmente no pueden rea ejemplo de algunas Congregaciones monásticas
nudarse, que las monjas profesas de votos per y de Ordenes así de canónigos como de monjes,
petuos simples, en vez de solemnes, cumplan se introduzcan ciertas equitativas condiciones, 19
fielmente la obligación del Oficio divino. de esta autonomía y las atenuaciones que pa
§ 4. La Misa conventual, correspondiente al rezcan necesarias o más útiles.
Oficio del día según las Rúbricas, debe cele 29 — Con todo, las formas de Federación que
brarse, en cuanto sea posible, en todos los mo parezcan contrarias a la predicha autonomía
nasterios (canon 612, § 2). (§ 1) y se acerquen a la condición de régimen
centralizado, se reservan de un modo especial
6. Autonomía y exención a la Santa Sede, y no pueden establecerse sin
expresa concesión suya.
Artículo 6. § 1. I 9 — Los monasterios de mon
jas, a diferencia de las otras casas religiosas de § 6. Las Federaciones de monasterios, por el
mujeres, según el Código y a tenor de él, son origen de donde vienen y por la autoridad de
sui juris (autónomos, can. 488, 89L la cual directamente dependen y por la cual
se gobiernan, son de derecho pontificio a tenor
29 — Las Superioras de cada monasterio de del Derecho Canónico.
monjas son en derecho Superioras Mayores y
gozan de todas las facultades que competen a § 7. La Santa Sede podrá, según los casos, ejer
18 las Superioras Mayores (can. 488, 8?), excepto cer su inmediata vigilancia y autoridad sobre
las por el contexto o la naturaleza del asunto las Federaciones por medio de un Asistente re
no pueden pertenecer sino a los hombres (can. ligioso, cuyo oficio será no sólo representar a
490). la Santa Sede, sino también fomentar la conser
vación del genuino espíritu propio de la Orden
§ 2. I9 — La amplitud de la condición sui y con el consejo y la acción ayudar a las Supe
iuris, o sea de la llamada autonomía de los rioras en el recto y prudente gobierno de la
monasterios de monjas, se determina por el de Federación.
recho común y por el derecho particular.
§ 8 . l 9 — Es necesario que los Estatutos de la
29 — En nada se deroga ni por esta Constitu Federación estén conformes no sólo a las normas
ción, ni por las Federaciones de monasterios que con Nuestra autoridad dará la Sagrada Con
permitidas en esta Constitución (Art. 7) e intro gregación de Religiosos, sino también a la na
ducidas con su autoridad, en la tutela jurídica turaleza, leyes, espíritu y tradiciones tanto as
que sobre cada monasterio atribuye el derecho céticas como disciplinares, jurídicas y apostó
ya a los Ordinarios de lugar, ya a los Superio licas de la propia Orden.
res regulares.
29 — El fin principal de las Federaciones de
39 — Las relaciones jurídicas de cada monas monasterios es de procurarse mutuamente frater
terio con ios Ordinarios de lugar o con los Su nal ayuda no sólo para fomentar el espíritu re
periores regulares continuarán rigiéndose por el ligioso y la regular disciplina monástica, sino
derecho común y por el derecho particular. para organizar las cosas económicas.
§ 3. Por esta Constitución nada se determina 39 — Si las circunstancias lo piden, en los Es
sobre si cada monasterio está sujeto a la po tatutos que hayan de aprobarse se darán normas
testad del Ordinario del lugar o si está exento especiales con las cuales se han de moderar la
de ella dentro de los límites del Derecho y facultad y la obligación moral de pedir y pres
sometido al Superior regular. tarse mutuamente las monjas que se crean ne
cesarias, así para el gobierno de los monasterios
7. Uniones y Federaciones como para la formación de las novicias en el
Articulo 7 § 1. Los monasterios de monjas no noviciado común que se erija para todos o para
sólo son sui iuris (can. 488, 89), sino también muchos monasterios, o en fin, para atender a
jurídicamente distintos e independientes los unos otras necesidades morales o materiales de los
de los otros: entre sí sólo están unidos por vín monasterios o de las monjas.
culos espirituales y morales, aun cuando por
Derecho estén sujetos a la misma primera Orden 8. Trabajo monástico
y a la misma Religión. Artículo 8 § 1. El trabajo monástico, al cua\
§ 2. I 9 — La Constitución de Federaciones de deben dedicarse también las monjas de vida con
ningún modo se opone a esta mutua libertad de templativa, en lo posible ha de ser proporcio
los monasterios, la cual es más bien un hecho nado a la Regla, a las Constituciones y las tra
recibido que un punto impuesto por el Derecho. diciones de cada Orden.
Ni deben considerarse estas Federaciones como § 2. De tal modo ha de organizarse el trabajo
prohibidas por el Derecho, ni como menos con que, juntamente con los otros medios económicos
formes a la naturaleza y fines de la vida reli aprobados por la Iglesia (cánones 547-599; 582) y
giosa de las monjas. con los socorros que suministre la divina-P ro-
197, 42 43 C o n st . A post . “ S ponsa C h ristl ’ 1859
AAS 1. Clamor de todos por la paz y con- toda persona sensata un profundo ho
42 cordia en medio de la preparación rror, sobre todo porque no sólo desata:!
797 bélica. Ese admirable prodigio de fra sus golpes contra los ejércitos, sino
ternal concordia que han mostrado las también contra los no combatientes,
incontables multitudes de fieles que incluyendo a inocentes niños, mujeres,
han llegado a Roma de casi todas las ancianos y enfermos, y por igual con
naciones como peregrinos devotos du tra edificios sagrados y preciosas con
rante el curso del Año Santo, encierra quistas del arte.
a Nuestro parecer algo así como un cla
mor de advertencia, un solemne testi 3. Peligro de una nueva hecatombe
monio para todos, de que los pueblos y nuevas ruinas. ¿Quién no se siente
del mundo no desean la guerra ni la horrorizado al pensar siquiera en mul
discordia ni los odios, sino que muy por tiplicar los cementerios agregando más
el contrario, abrigan ardientes deseos tumbas a las abiertas por la guerra
de paz y de unidad de las mentes, y de reciente, o en amontonar sobre las pa
aquella caridad cristiana que es la úni redes aún tambaleantes de tantas ciu
ca fuente de una era mejor y más feliz dades y pueblos, más ruinas todavía?
para todos. ¿Quién que tenga sentimientos puede
Es nuestro ardiente deseo que todos dejar de estremecerse ante el pensa
escuchen por fin esa advertencia en miento de futuras calamidades econó
momentos en que Nos contemplamos micas que en tan alto grado afectan a
con corazón angustiado, la espantosa casi todos los pueblos, y en particular
preparación en que se embarcan los a las más pobres de las clases y que
pueblos para la guerra, al paso que se agravan aún más con la pérdida de
ya en algunos sitios la horrenda furia la riqueza que acompaña por necesidad
de la matanza recoge su cosecha de a toda guerra?
vidas valerosas en plena juventud.2
4. La angustia y exhortación del Pa
2. Las ruinas y horrores de una gue dre Santo ante el peligro. Nos que
rra moderna. ¿Pero es que no se ha podemos elevar Nuestro ánimo por so
demostrado hasta la saciedad que los bre el torrente de los humanos deseos,
cruentos conflictos provocan ruinas in Nos que abrigamos un afecto paternal
descriptibles, muertes y miserias de para todos los pueblos de todas las
798 todo género? Son tan mortíferos los naciones y de todas las razas, y que
instrumentos y las máquinas de la deseamos conservar inconmovible la
guerra moderna inventados por el ge paz de todos para que así progrese su
nio del hombre — un ingenio que cier prosperidad cada día, Nos, Venerables
tamente fue creado para otros fines— , Hermanos, cada vez que vemos la cla
que su sola mención debe inspirar a ridad del cielo empañarse con negros
(* ) A. A S., 42 (1950) 797-800.
1860 —
198, 5-9 E n c íc lic a ! F‘M ír!abile I llud ” Í861
nubarrones, cada vez que percibimos difícil, pero necesaria, tan necesaria
los nuevos peligros de una amenaza que no permite dilación alguna; antes
dora guerra sobre la humanidad, no bien exige que se la emprenda cuanto
podemos menos de elevar Nuestra voz antes. Si es difícil, más difícil de lo que
para exhortar a todos a dejar de lado puede hacer la humana capacidad, en
las enemistades, a zanjar las diferen tonces debemos recurrir a la oración
cias y a establecer aquella paz verda y a las súplicas ante el Padre Celestial,
dera que, como conviene, pública y sin repitiendo lo que a través de las edades
ceramente reconoce y garantiza los de hicieron nuestros padres en momentos
rechos de la Religión, de los pueblos de grandes crisis, con resultados felices
en general y de los ciudadanos en par y saludables.
ticular. Por lo tanto os urgimos y exhortar
mos vivamente, Venerables Hermanos,
5. El hombre solo es incapaz de so
para que propiciéis preces públicas y
lucionar los graves problemas. Sabe
para que invitéis a vuestros fieles a
mos muy bien con todo, que los sim
orar por la paz y la concordia entre los
ples esfuerzos humanos son incapaces
pueblos; para que bajo el manto de la
de alcanzar semejante paz; es necesario
Religión se levante por decirlo así una
ante todo renovar los corazones de los
cruzada santa que conjure la lucha
hombres, reprimir la avaricia y la sen
abominable que amenaza a toda la hu
sualidad, conciliar los odios y poner
mana familia con tantos peligros.
verdaderamente en práctica las normas
y las exigencias de la justicia, para im
8. Por intercesión de la Santísima
plantar una distribución mejor de la
Virgen. Sabéis indudablemente que
riqueza, cultivar la caridad recíproca,
Nos celebramos el sacrificio eucarístico
y fomentar en todos las virtudes.
a la medianoche que marca el comienzo
6. La Religión cristiana practicada de la fiesta de la Inmaculada Concep
solucionaría los problemas. No hay ción de la Santísima Virgen M a r í a , y
nada que conduzca con mayor eficacia que Nuestra voz suplicante ha sido
y contribuya mejor al logro de este escuchada de muchos por medio del
grandioso objetivo, que la Religión cris mensaje de la Radio. Hemos querido
tiana, cuyos divinos preceptos nos en que los fieles, unidos al Vicario de Cris
señan que los hombres, como herma to, pidan al Padre de las Misericordias,
nos, forman una familia cuyo Padre es por intercesión de la poderosísima Vir
799 Dios, de la cual Cristo es el Redentor, gen Madre de Dios, preservada de la
y por sus divinas gracias el aliento de mancha del pecado original, que al fin
ella, y cuya morada eterna es el cielo. se aplaquen los odios, se suavicen las
Si se pusieran realmente en práctica disputas, equitativamente, para que la
estos preceptos como es debido, enton luz de una paz genuina y real brille
ces sin duda alguna la vida pública y sobre todas las naciones.
privada se verían libres de guerras y
sediciones; no habría alzamientos ni 9. Plegarias por la paz en la Novena
conculcaciones de la libertad religiosa de la Natividad. Nos deseamos, ade
y civil; y brillaría, en cambio, una esta más, que con el mismo celo espiritual
bilidad pacífica, fundada en el orden por esta causa, se digan insistentes ple
debido y la justicia, señoreando en las garias durante la Novena de implora
inteligencias y los corazones de los ción que se acostumbra celebrar en
hombres, abriendo una senda segura preparación de la fiesta solemne de la
hacia una prosperidad en continuo Natividad del Niño Jesús, para pedir
aumento. del Divino Infante que la paz anuncia
da a los hombres de buena voluntad
7. La oración, a ejemplo de nuestros sobre su cuna sagrada por los coros
antepasados. Es ciertamente una tarea angélicos* ^ resplandezca en todo el 800
(1) Lucas 2, 14.
1862 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 198, 10-12
— 1863 —
1864 E ncíclicas del PP. P ío XII (1950) 199* 5-8
arduo camino de la virtud con sincera año próximo; de tal manera, que pueda
y generosa voluntad. Nos deseamos, ganarse desde las primeras vísperas de
pues, que en todas las parroquias, si la próxima festividad de la Circunci
es posible, se celebren durante el pró sión de Nuestro Señor Jesucristo hasta
ximo año, en tiempo oportuno, predi todo el día 31 de diciembre del próximo
caciones de este género; y así los fieles año de 1951.
se preparen adecuada y santamente pa
ra impetrar la plena remisión de sus 7. La Indulgencia del Jubileo para
pecados y ganar la indulgencia de las todos, fuera de Roma y sus condicio
penas merecidas. nes. Por eso, a todos los fieles cristia
nos de ambos sexos, aunque durante el
5. Oraciones a Dios por las intencio pasado Año Santo hayan ganado ya la
nes del Papa: Paz entre todos. Adviér indulgencia del Jubileo, por Nuestra
tanles también los sagrados pastores Autoridad apostólica les concedemos
que dirijan a Dios oraciones por aque y otorgamos la remisión plenísima de
llas intenciones Nuestras que ya indi toda la pena que debieran pagar por
camos en las Letras Apostólicas “ JubL sus pecados, que podrá ganarse en cual
8T5 laeum M á x i m u m cuando promulga quier punto de la tierra, fuera de Roma
mos el Año Santo en esta ciudad; de y sus suburbios, con tal de que aquellos
modo especial para que venga al fin a obtengan primero la remisión por el
las almas de todos la deseadísima paz, sacramento de la penitencia y alimen
paz en las familias, paz en cada una tados con la sagrada comunión y para
de las naciones, paz en la comunidad estos efectos no podrán valer la confe
universal de los pueblos; para que -los sión anual y la comunión pascual, vi
que padecen persecución por la justL siten piadosamente a su debido tiempo
c i a t e n g a n la invicta fortaleza que las iglesias o públicos oratorios que a
adornó con la sangre de los mártires a ese efecto se designen.
la Iglesia ya desde los orígenes; para Todo lo cual deberá hacerse según 856
que los prófugos, los cautivos, los deste las siguientes normas, que la “ Instruc
rrados lejos de sus propios lares vuel ción” de la Sagrada Penitencia Apostó
van cuanto antes a su dulcísima patria; lica oportunamente declarará e inter
para que finalmente, las clases sociales, pretará auténticamente:
aplacados los odios y apaciguadas las
discordias, se unan entre sí en la jus 8. I. - Los Ordinarios designarán los
ticia, en la concordia fraternal y en la templos jubilares. Los Ordinarios de
caridad; y para que los santísimos de lugar, bien sea por sí, bien por ecle
rechos de la Iglesia se conserven siem siásticos aprobados, a quienes, si les
pre incólumes e inviolados contra las place, podrán otorgarle esta potestad
insidias, falacias y ataques de los ene para todo el año, por lo que hace a las
m igos^ . visitas jubilares, designarán en la ciu
dad episcopal la catedral y otras tres
6. El Año del Jubileo en Oriente y iglesias u oratorios públicos en que al
Occidente. Así, pues, por la autoridad menos algunas veces se acostumbre a
de Dios Omnipotente, por la de los celebrar el sacrificio eucarístico; y en
Santos Apóstoles P edro y P ablo y por el suburbio de ella y en las restantes
la Nuestra, por medio de estas Letras partes de la diócesis, designarán la igle
Apostólicas, extendemos el Jubileo Má sia parroquial de toda parroquia y,
ximo que se ha celebrado en esta sa dentro de los límites parroquiales, otras
grada ciudad a todo el orbe católico; tres iglesias u oratorios como antes
es decir a la Iglesia de Occidente y del dijimos. Esto mismo harán en la Igle
Oriente, y lo prorrogamos por todo el1 2 sia Oriental los Patriarcas y demás
[1] Pió XII Letras Apost. Juhilmum Máximum, (3) Ver Pío XII, Indictio Universalis Jubilan,
26-V-1949, A.A. S. 41 (1949) 257-261. o sea, anuncio del Jubileo Universal, Jubilseum
(2) Mat. 5, 10. Máximum, (A. A. S. 41 [1949] 259-260).
199, 9-14 C o n st . A post . “ P er A nnum S a c r u m ’ 1865
claración dada por la misma Sagrada que aún lo retuvieran, para que aquel
Penitenciaría el 4 de mayo de 1937<5); las transmita cuanto antes al Santo
en virtud de los cuales decreto y decla Oficio, o, al menos — y esto por causas
ración, esta censura en el caso especial justas y graves las destruyesen por sí
del que se trata está de tal modo re mismos; a no ser que, por lo menos
servada a la Sagrada Penitenciaría que prometieren con ánimo sincero que es
nadie y nunca puede absolver de ella, taban dispuestos a cumplir las condi
excepto en peligro de muerte, ni si ciones mencionadas lo antes que pu
quiera en virtud del canon 2254. dieren; imponiendo, además, según el
modo de la culpa, una grave peniten
17. Ciertos clérigos excomulgados. cia saludable y una frecuente confesión
Segundo: Igualmente, no absuelvan, si sacramental.
no según las prescripciones del canon
2254, a los prelados del clero secular 20. Detentadores de bienes o dere
dotados de jurisdicción ordinaria en el chos eclesiásticos. Quinto: Los que hu
860 fuero externo y a los superiores mayo bieren adquirido sin permiso bienes o
res de una religión excenta que hubie derechos eclesiásticos, no sean absuel
ren incurrido públicamente en una tos sino después de haberlos restituido,
excomunión reservada de modo espe o después de haber pedido cuanto antes
cial a la Santa Sede. la composición del Ordinario o de la
Sede Apostólica o, al menos, después
18. Herejes y cismáticos. Tercero: de haber hecho una sincera promesa
No absuelvan a los herejes y cismáticos de pedir tal composición; como no se
que dogmatizaran públicamente, a no trate de lugares en que ya la Sede Apos
ser que, habiendo abjurado al menos tólica hubiera provisto de otra manera.
ante el mismo confesor la herejía o el
cisma, hubieran reparado ya de modo 21. Conmutación de votos. Sexto:
conveniente el escándalo o prometieren Los mismos confesores podrán conmu
que lo repararán eficazmente de modo tar por justa causa en otras obras pia
conveniente. No absuelvan, además, a dosas todos y cada uno de los votos
aquellos que se encuentren en las cir privados, aunque estén reservados a la
cunstancias de que se habla en el De Sede Apostólica y confirmados con ju
creto de la Suprema Sagrada Congre ramento. Por lo que hace al voto de
gación del Santo Oficio, publicado el castidad perfecta y perpetua que hubie- 861
l 9 de julio de 1949, acerca del comu re sido emitido en su origen pública
n ism o ^ , a no ser que sincera y eficaz mente en una profesión religiosa, sim
mente lo rechazaran. ple o solemne, y después, dispensado
los restantes votos de esta profesión
19. Masones. Cuarto: Igualmente, no hubiese permanecido firme e íntegro,
absuelvan a aquellos que hubieren dado podrán también conmutarlo por grave
su nombre a sectas prohibidas, masó causa en otras obras piadosas. Pero en
nicas o de otro género semejante, aun ningún caso dispensen de él a aquellos
que fuera ocultamente, a no ser que, que, en virtud de una orden sagrada
abjurada al menos ante el mismo con estén sujetos a la ley del celibato, aun
fesor la secta hubieren reparado el que hubieren sido reducidos al estado
escándalo y cesado en toda cooperación laical. Absténgase de conmutar votos
activa a favor de su secta; a no ser que con perjuicios de terceros a no ser que
denunciaren a los eclesiásticos y reli aquel a quien el voto favorecía consin
giosos que supiesen adheridos a la sec tiera gustosamente y expresamente. El
ta, según el canon 2336, párrafo 2; a voto de no pecar u otros votos penales
no ser que entregaren al que les absuel no los conmuten sino en una obra que
ve los libros, manuscritos e insignias no refrene y separe del pecado menos
referentes a la misma secta, siempre que el voto mismo.
(5) (Ver A. A. S. 29 [1937] 283). (6) (Ver A. A. S. 41 [1949] 334).
1868 E n cíclicas del PP. P ío XII (1950) 199, 22-29
22. Delitos ocultos. Séptimo: Podrán otras obras piadosas que ellos puedan
dispensar solo en el foro de la concien cumplir. Pero sepan los confesores que
cia y sacramental de cualquier irregu gravan su conciencia si eximen a los
laridad producida por delito oculto. fieles de tales visitas imprudentemente
Igualmente, podrán dispensar de la y sin justa causa. A aquellos a quienes
irregularidad de que se habla en el ca rectamente hubieren dispensado de las
non 985, 49; pero esto únicamente para visitas, no les perdonen el omitir las
que el penitente pueda ejercer las órder oraciones por Nuestra intención que
nes ya recibidas sin peligro de infamia pueden perfectamente separarse de la
o escándalo, imponiendo al penitente, visita; sólo será lícito disminuir tam
bajo pena de reincidencia, la carga de bién estas en favor de los enfermos.
recurrir dentro del mes a la Sagrada
Penitenciaría y atenerse a sus man 26. De la confesión. Once: De la
datos. obligación de la confesión prescrita,
para cumplir la cual no bastará ni la
23. Impedimentos. Octavo: Podrán confesión inválida ni la anual por pre
igualmente dispensar, solo en el foro cepto, no dispensen a nadie, ni siquiera
de la conciencia y sacramental, del im a aquel que no tenga materia necesaria
pedimento oculto de consanguinidad de confesión.
del tercero o segundo grado colateral
(sexto o cuarto, según el cómputo de 27. La Comunión, inconmutable.
los orientales), aún confinando con el Doce: En lo que atañe a la sagrada
primer grado (cuarto o tercero de los comunión, tampoco se podrá conmutar
orientales) que provenga de generación este precepto por otras obras piadosas,
ilícita, y eso sólo para convalidar el como no se trate de enfermos absolu
matrimonio, pero no para contraerlo. tamente impedidos de recibirla. Pero
queremos que en razón del Jubileo,
24. Crímenes ocultos. Noveno: Lo sea suficiente la que se administra a
mismo si se trata de matrimonio con modo de viático; aunque no aquella
traído que de matrimonio por contraer; que se mande recibir por Pascua: No
podrán dispensar del impedimento de obstante, aquel que desdichadamente
crimen oculto, pero sin que exista ma hubiera omitido el precepto pascual,
quinación de ninguno de los dos: im podrá después, con una sola comunión,
poniendo en el primer caso la renova satisfacer ambos preceptos.
ción privada del consentimiento, según
el canon 1135, e imponiendo en ambos 28. Confesión a orientales y occi
casos una penitencia saludable, grave y dentales. Trece: Sepan los confesores
prolongada. que pueden usar de las facultades ante
dichas con todos los fieles de la Igle
25. Dispensa de visitas jubilares^ sia Occidental y Oriental que acudan
Décimo: Por lo que toca a las visitas a confesarse con ellos con la intención
de las cuatro iglesias, los confesores, y voluntad sincera y firme de ganar
en cada uno de los casos en que alguien el perdón del Jubileo.
por justa causa no pueda practicarlas
del modo prescrito, tienen la facultad 29. Concesiones en favor del peni
de conceder la dispensa de la visita de tente y del que enferma. Las restantes
alguna iglesia conmutándola — si es facultades — incluidas las de disminuir
posible—- por la visita de otra iglesia, las visitas y la de conmutar, según las
862 O también de disminuir el número de normas dadas en el número l 9— p o
las visitas. En cada caso particular en drán ejercerlas siempre aún en favor
que alguien, detenido por la enferme del mismo penitente.
dad u otro impedimento legítimo, no Por lo demás, si alguien después de
pueda visitar las supradichas iglesias, haber comenzado las obras prescritas
conmutará las visitas ordenadas por con ánimo de ganar el Jubileo, no pu-
199, 30 C o n st . A post . ‘ ‘P er A nnum S a c r u m ” 1869
diere, impedido por la enfermedad, tas por la mano de algún notario pú
completar el número prescrito de visi blico y selladas por algún eclesiástico
tas, Nos, queriendo favorecer benigna- constituido en dignidad, se les preste
863 mente su piadosa y diligente voluntad, la misma fe que se prestaría a estas
queremos hacerle participante de la mismas letras si fueran exhibidas o
mencionada indulgencia con tal de que mostradas.
rectamente confiese y comulgue, lo mis A nadie, pues, le sea lícito infringir
mo que si se hubiera cumplido todos o contradecir con atrevimiento teme
los actos prescritos. rario esta página de Nuestra concesión,
voluntad y declaración. Y si alguien
30. Declaración de Vigencia del Ju presumiere atentar contra ella, sepa que
bileo y penas para los infractores. Así incurrirá en la indignación de Dios
pues queremos que todo esto que por Omnipotente y de los Santos Apóstoles
las presentes Letras Apostólicas manda P edro y P ablo.
mos y declaramos, sea firme y válido Dado en Roma, junto a San Pedro,
al presente y en el futuro, para exten el día 25 de Diciembre, fiesta de la
der el Jubileo a todo el orbe católico, Natividad de Nuestro Señor Jesucristo,
sin que obste nada en contrario. Man del año 1950, duodécimo de Nuestro
damos a que los ejemplares y copias de Pontificado.
estas letras, con tal de que estén suscri PÍO PAPA XII.
3500
— 1870 —
2ft0, J4-6 E n cíc lic a “ E v an gelii P raecones ’ 1871
extienda a todas las partes de la tie- 6. Ejemplos. Así, para aducir algu
r r S 4X¿ nos ejemplos, en China y en algunas
regiones del Africa la Jerarquía Ecle
4. Alabanza y exhortación. Por lo siástica ha sido establecida según las
cual, aprovechando la oportunidad del normas de los sagrados cánones. Se
vigésimo quinto aniversario de la Encí han celebrado tres Concilios Plenarios,
clica “ Rerum Ecclesiae” , alabamos con todos muy importantes: el primero
gran satisfacción del alma la fecunda en Indochina el año 1934, el segundo
labor- ya realizada, y exhortamos a to en Australia en 1937, el tercero el año
dos a ¡proseguir adelante con el mayor pasado en la India. Los Seminarios de
entusiasmo posible; a todos, decimos, estudios inferiores, que suelen llamarse
a los Venerables Hermanos en el Epis Seminarios menores, han crecido mu
copado, a los propagadores del Evan cho en número y en importancia; mien
gelio, a los sagrados ministros y a cada tras los Seminaristas de cursos supe
uno de los fieles, tanto a los que tra riores, que hace veinticinco años eran
bajan en territorios que aún hay que sólo 1.770, en la actualidad son 4.300;
cultivar en la verdad cristiana, como a y han sido edificados muchos Semina
los que en cualquier región del mundo rios regionales. En Roma se ha creado
contribuyen a una empresa tan impor el Instituto Misional en el Ateneo Urba
tante, va elevando a Dios sus oraciones, no de Propaganda; y así en Roma como
ya instruyendo y ayudando a los futu en otras partes se han erigido no pocas
ros misioneros, ya también por medio Facultades de Misionología. En esta
del óbolo de su limosna. misma alma ciudad; se ha fundado el
Colegio de San Pedro Apóstol, para que
A . - M ir a d a r e t r o s p e c t iv a y p r in c ip io s los sacerdotes indígenas reciban en él
GENERALES una formación más honda y más per
/. Balance de los últimos 25 años. fecta en los estudios sagrados, en la
virtud y en la preparación al aposto
1. Progresos alentadores desde 1926. lado. Se han fundado además dos Uni
5. Progreso General. En primer lu versidades; los colegios de estudios su
gar queremos resumir aquí brevemente periores y medios que antes eran alre
los progresos felizmente realizados en dedor de 1.600, pasan hoy de 5.000;
este campo. En 1926 existían 400 Mi las escuelas primarias casi han dupli
siones, hoy en día son ya unas 600; los cado su número; y lo mismo puede de
católicos residentes en ellas no llega cirse de los dispensarios y de los hos
ban aún a 15 millones, mientras hoy pitales, en los cuales son atendidos toda
son ya casi 20 millones. En aquella suerte de enfermos, aun los leprosos.
misma fecha los sacerdotes, tanto del A todo ello hay que añadir todavía que
clero extranjero como indígena, se acer la Unión Misional del Clero ha tomado
caban a 14.800, al paso que hoy son ya un gran incremento en este período;
más de 26.800. Entonces los sagrados que ha surgido la Agencia Pides, cuyo
Pastores de casi todas las Misiones fin es obtener, suministrar y divulgar
provenían del extranjero; en cambio, informaciones sobre los sucesos reli
durante estos 25 años, 88 Misiones han giosos; que los escritos impresos se mul
sido confiadas al clero indígena, y en tiplican y difunden más y más casi en
no pocos territorios la implantación de todas partes; que se han celebrado no
la Jerarquía Eclesiástica y la designa pocos Congresos para promover las Mi
ción de Obispos originarios de los mis siones, entre los cuales es digno de
mos habitantes de la región, demues especial recuerdo el celebrado en R o
tran de un modo más elocuente que la ma durante el Año Santo, el cual de
Religión de J e s u c r i s t o es en realidad mostró elocuentemente cuántas cosas y
“ católica” , y que en parte alguna del cuán grandes se han realizado en esta
mundo debe ser tenida por extranjera. empresa; que poco antes se había cele
(4) Pfo XII, Discurso " Vivamente gradito” 24-VI-1944, A. A. S. 36 (1944) 207.
1872 E n cíclicas del PP. P ío XII (1951) 200 , 7-0
propague hasta los últimos confines de intento primario de las Misiones esr
la tierra. El misionero no busca sus como todos saben, el que brille con
propios intereses, sino los de J e s u c r i s más esplendor la luz de la verdad cris
t o í192
). El misionero considera como
1
0 tiana en otras Naciones, y se consigan
dichas del Apóstol de las gentes: Somos nuevos cristianos. Pero es necesario
embajadores de Cristo(20); Porque aun tiendan también, como a última meta
que vivimos en carne, no militamos se — y esto conviene tenerlo siempre ante
gún la c a r n e t ; Me hice débil con los ojos— , a que la Iglesia se establezca
los débiles, por ganar a los débiles^ . sólidamente en otros pueblos, y se cons
El misionero debe por tanto considerar tituya en ellos una Jerarquía propia,
la región a la que ha ido a llevar la formada con elementos autóctonos^23*12 *).
luz del Evangelio, como una segunda En la carta que el año pasado el 9
patria, y amarla con el debido amor; de agosto Nos dirigimos a Nuestro que
de modo que no busque ventajas terre rido hijo el Cardenal Presbítero de la
nas ni lo que favorezca a su Nación o Santa Romana Iglesia P e d r o F u m a s o n i
a su Instituto Religioso, sino ante todo R io n d i , Prefecto de la Sagrada Congre
lo que sirva a la salvación de las almas gación de Propaganda Fide, escribía
Ha de amar, sí, íntimamente a su Na mos entre otras cosas: La Iglesia cierta
ción y a su familia religiosa, pero con mente no abriga ambición alguna de
más ardiente entusiasmo ha de amar a dominio sobre los pueblos o sobre las
la Iglesia. Y acuérdese de que nada, cosas meramente temporales. Su único
que perjudique al bien de la Iglesia, anhelo es el de llevar la luz sobrenatu
puede ser provechoso a su Congrega ral de la fe a todas las gentes, de favo
ción. recer el incremento de la cultura hu
mana y civil y la concordia fraterna
17. Preparación en la Patria. Es entre los pueblos(23b>.
además necesario que los que son lla
mados a este género de apostolado, 19. Vida católica propia. En la Carta
mientras todavía están en la patria, no Apostólica “ Máximum lllud” (24) de
sólo se formen en la práctica de todas Nuestro Predecesor de inmortal memo
las virtudes y sean instruidos en todas ria B e n e d ic t o XV, escrita en 1919, y
las disciplinas eclesiásticas, sino apren en la Encíclica “ Rerum Ecclesiae” (25)
dan también aquellas ciencias y artes de Nuestro inmediato Predecesor de
que, cuando estén predicando el Evan feliz memoria Pío XI se decía que en
gelio en las naciones extranjeras, les las Misiones todos debían trabajar de
han de ser de suma utilidad. Así con nodadamente hasta obtener este supre
viene que sepan lenguas, sobre todo las mo fin, que la Iglesia se funde en
que el día de mañana les serán necesa nuevos territorios. Y Nos mismo, cuan
rias, y que adquieran una suficiente do, como más arriba dijimos, en 1944
instrucción en algunos tratados perte recibimos en audiencia a los directores
necientes a la medicina, a la agricul de las Obras Misionales, pronunciamos
tura, a la etnografía, a la historia, a la las siguientes palabras: El fin que con
geografía y a otras ciencias semejantes. grandeza y generosidad de ánimo pre
tenden los misioneros es propagar de
18. Aspiración fundamental: Difu tal modo la Iglesia por nuevas regiones,
sión de la fe, Jerarquía propia. El que eche allá raíces cada día más pro-
(19) V é a s e F ilip . 2, 21. 17-VI-1951. E l C o n c. V a tic . II e n s a y ó una n u eva
(20) II C o r in t. 5, 20. d e s c r ip c ió n en e l D o c u m . s o b r e las M is io n e s.
(21) II Corint. 10, 3. (23b) Pió XII, C arta al C a r d e n a l F u m a s o n i B io n -
(22) I C o r in t. 9, 22. d i Perlíbenti equidem, 9 -V III-1 95 0 ; A . A . S. 42
(23a) E ste p a s a je d e l su b títu lo 18 está m u y d is (1950) 727.
c u tid o en M is io lo g ía : U n o s d ic e n q u e e l fin (24) Benedicto XV, E n c íc lic a Máximum lllud,
principal d e la m is ió n es la implantación d e la 30-X I-1919, A . A . S. 11 (1919) 440-455; e n es ta C o
Ig le s ia , o t r o s la p r e c o n iz a c ió n d e l E v a n g e lio , le c c ió n : E n c íc l. 117, p á g . 913-922.
o t r o s , c ie r ta a u to n o m ía e c o n ó m ic a y p e r s o n a l (25) Pío XI, E n c íc lic a Rerum Ecclesiic, 28-11-
d e las d ió c e s is . L o s p r im e r o s se a p o y a n e n e l 1926; A . A . S. 1S (1926) 65-83; en e s la C o le c c ió n :
tex to la tin o d e n u e s tro p a s a je : su t r a d u c c ió n al E n c íc l. 139, p á g . 1100-1111.
ita lia n o en L ’O s s e r v a t o r c R o m a n o , n r 139, d el
1876 E n cíclicas del PP. P ío XII (1951) 200, 20-22
consolador suavísimo del dolor huma del Apóstol, quien, si inculca la necesi
no, inevitable en esta vida; El es el dad de refutar los errores, enseña tam
único que nos muestra el puerto de la bién que es necesario salir al encuentro
paz, de la justicia y del gozo eterno, al de los descarriados con suma benigni
cual todos los que hemos sido redimi dad, y ponderar sus razones, fomentar
dos con la sangre divina es menester su confianza y llenar sus anhelos... Por
que lleguemos después de peregrinar lo cual la dignidad de la persona hu
por esta tierra. mana exige, como fundamento natural,
esta norma general: todos tienen dere
33. Mitigar las miserias pidiendo cho al uso de los bienes de la tierra
justicia para el explotado. Pero es de necesario para vivir, y a este derecho
ber de todos mitigar, suavizar y aliviar, corresponde la obligación fundamental
en cuanto sea posible, las angustias, las de conceder a todos y cada uno, de ser
miserias y las inquietudes que en esta posible, una propiedad privada. Las
vida padecen nuestros hermanos. normas jurídicas nacidas de las leyes
La caridad puede remediar en alguna humanas, que regulan el derecho de la
manera muchas de las injusticias so propiedad privada, pueden sufrir cam
ciales, pero no suficientemente. Ante bios y conceder un uso más o menos
todo es menester que se haga valer, que restringido de las cosas; pero si se
se imponga y se practique la justicia. quiere sinceramente contribuir a la pa
A este propósito queremos repetir, cificación y tranquilidad de la sociedad
(traduciéndolo al latín) lo que el año humana, hay que impedir absoluta
1942, en la víspera de Navidad, dijimos mente que los obreros que son o serán
ante el Sacro Colegio de Cardenales y padres de familia estén condenados a
demás Prelados reunidos: La Iglesia, una esclavitud económica inconciliable
así como condenó los varios sistemas con los derechos de la persona humana.
del socialismo que siguen la doctrina Que esa esclavitud provenga de la
de Carlos Marx, de igual modo los con prepotencia abusiva del capital privado
dena hoy de nuevo, como lo exige su o que más bien provenga del poder
deber y como lo pide la salvación eter absoluto y universal del Estado, poco
na de los hombres, que este modo sofís importa; más aún, cuando la autoridad
tico de argumentar y estas instigaciones suprema de un Estado lo domina y
insidiosas ponen en grave peligro. Pero regula todo, tanto en la vida pública
la Iglesia no puede ignorar o dejar de como en la privada y procura invadir
considerar que los obreros, en el esfuer hasta el campo de las ideas, de las ini
zo por mejorar su condición, tropiezan ciativas, de las opiniones y aun de la
con frecuencia contra cierto mecanis misma conciencia, resulta una tal falta
mo, que lejos de ser conforme a la na de libertad, que puede ser origen de
turaleza, está en oposición con el orden mayores daños y mayores desgracias,
establecido por Dios y con el fin que como demuestra la experiencia^39L
El ha señalado a los bienes terrenos.
Por lo tanto, aunque los caminos y los 34. Fundar Asociaciones e institu
modos que antes decíamos deban ser tos económicos. También vosotros, Ve
reprobados como perniciosísimos, ¿qué nerables Hermanos, los que trabajáis
cristiano, qué sacerdote podrá perma con solicitud en los territorios de las
necer sordo al grito que se levanta de Misiones católicas, debéis procurar dili
lo profundo del alma y que, en un mun gentemente que estos principios y nor
do creado por un Dios justo, pide jus mas se lleven a la práctica. Teniendo
ticia y convivencia fraterna de todos los en cuenta las peculiares y diversas cir
hombres? Prescindir de ello, silenciar cunstancias de cada lugar, después de
lo, sería una culpa injustificable delan discutir el asunto en las conferencias
te de Dios; sería contrario a la doctrina*2
4 episcopales, sínodos y reuniones seme-
(39) Pió XII, Discurso a los Emm. Cardenales conforme lo dice el texto, se tradujo del italiano
*'/)/• orino in cuino” , en la Vigilia de Navidad al latín, y luego del latín al castellano.
24 X11-1942; A. A. S. 35 (1943) 16-17. Este pasaje,
1882 E n cíclicas del PP. P ío XII (1951) 200, 3^ 8 6
jantes, procurad, según os sea posible, los cuales hay que poner rem edio1en
que se creen oportunamente aquellas cuanto sea posible. Ya Nuestros Prede
próvidas asociaciones, corporaciones e cesores trataron este asunto en l a s Le
institutos de carácter económico y so tras Apostólicas(441> que antes hemos
4
0
cial que os parezcan requerir las condi recordado, y dieron normas prudentí
ciones actuales de nuestros tiempos y simas en esta materia; las cuales -Nos
la índole de vuestro pueblo. Esto sin es grato ahora repetir y confirmar,
duda lo exige vuestro oficio pastoral, exhortándoos paternalmente a que pür
a fin de que los nuevos errores, disfra el reconocido celo de la Religión y de
zados con apariencias de justicia y ver la salvación de las almas que os anima,
dad, o las malas instigaciones no des las recibáis con ánimo filial y dócil.
víen del camino recto la grey confiada Los territorios que la Sede Apostólica
a vuestros cuidados. Procurad que los encomendó a vuestro cuidado y dili
propagadores del Evangelio, que com gencia para que los reduzcáis a la ley
petentemente trabajan con vosotros, se de Cristo, son ordinariamente muy ex
aventajen a todos en promover esta tensos; y así, puede suceder que el
causa; de esta manera estarán seguros número de misioneros de que puede
que no se refiere a ellos aquel dicho: disponer vuestro Instituto sea muy in
Los hijos de este mundo son más saga ferior a lo que se requiere. En este
ces que los hijos de la luz^°K Será con caso, como en las diócesis ya consti
todo conveniente que, de ser posible, se tuidas, religiosos pertenecientes a varías
valgan de católicos seglares capaces, Congregaciones, tanto de Sacerdotes co
eminentes en bondad y en el manejo mo de Hermanos, y religiosas de diver
de los negocios, que tomen a su cargo sos Institutos, suelen auxiliar al Obispo,
y promuevan estas instituciones. de igual manera no dudéis vosotros de
invitar y acoger a otros religiosos y mi
5. Colaboración mutua de las Orde sioneros, sean o no sacerdotes, aunque
nes religiosas no pertenezcan a vuestra Congregación
o Instituto, ya para la dilatación de la
35. Regiones confiadas al mismo fe, ya para la educación de la juventud
Instituto. En tiempos pasados el vastí indígena, ya para otros semejantes mi
simo campo del apostolado misional nisterios. Gloríense santamente las Orde
no estaba dividido por límites de cir nes y Congregaciones Religiosas de la
cunscripciones eclesiásticas determina misión entre paganos que les ha sido
das, ni se encomendaban a una Orden confiada, y de las conquistas hasta
o Congregación Religiosa, para que los ahora realizadas para el Reino de Cris
cultivase juntamente con el clero indí to; pero recuerden que no poseen los
gena a medida que éste fuese creciendo.
territorios de Misiones por derecho pro
Esta es, hoy, como todos saben, la regla
pios ni perpetuo, sino sólo a beneplá
general; y sucede también a veces que
cito de la Sede Apostólica, la cual tiene
algunas regiones confiadas a religiosos
sean de una determinada provincia del por tanto el derecho y el deber de mirar
mismo Instituto. Nos, en verdad, vemos porque sean evangelizados recta y to
la utilidad de este sistema, puesto que talmente. Ni cumpliría el Romano Pon
con estos métodos y normas se facilita tífice con esta obligación apostólica, si
y simplifica la organización de las Mi se contentase con distribuir los territo
siones católicas. rios de mayor o menor extensión entre
los varios Institutos misioneros; sino
36. División del campo y colabora que principalmente está obligado a pro
ción mutua. Pero puede suceder que curar siempre y con suma diligencia
de este modo de proceder se sigan in que dichos Institutos manden tantos
convenientes y daños no pequeños, a y sobre todo tales misioneros a lá re-
(40) Luc. 16, 8. Encicl. 117, 19, pág. 1110-1111; Pío XI, EndeÜ Re-
(41) Benedicto XV, Encíclica Máximum lllud, rum Eccíesiíü, 28-11-1926; A.A.S. 18 (1926) 81*82v
, en
30-XI-1919; A. A. S. 11 (1919) 444, en esta Colección: esta Colección: Encícl. 139, 19, pág. lllO -llllL
200, 37-39 E n c íc lic a “ E van ge lii P raecones ” 1883
gión a cada uno confiada, como fueren tal vez nunca habían llegado. Tampoco
necesarios para difundir copiosa y efi suprimió completamente las costumbres
cazmente por toda ella la luz del cris típicas de los pueblos y sus institucio
tianismo(42L nes tradicionales, sino que en cierto
sentido las santificó; y los mismos días
6. La adaptación al ambiente de fiesta, cambiando el modo y la for
ma, los hizo que sirviesen para celebrar
37. Conservar lo bueno. Queda un los aniversarios de los mártires y los
punto por tratar, el cual deseamos misterios sagrados. A este propósito
ardientemente que todos entiendan cla escribe muy oportunamente S a n B a s i
ramente. La Iglesia, desde sus orígenes l i o : Como los tintoreros preparan de
hasta nuestros días ha seguido siempre antemano con ciertos procedimientos lo
lá prudentísima norma que, al abrazar que hay que teñir, y así fácilmente des
los pueblos el Evangelio, no se destruya pués le dan el color de púrpura o cual
ni extinga nada de lo bueno, honesto y quier otro; de la misma manera nos
hermoso que, según su propia índole y otros también, si queremos que perma
genio, cada uno de ellas posee. Pues nezca indeleble y para siempre en nos
cuando la Iglesia llama a los pueblos otros el esplendor de la virtud, procu
a una condición humana más elevada y raremos en primer lugar iniciarnos en
a úna vida más culta, bajo los auspi estas artes externas, y después aprende
cios de la religión cristiana, no sigue el remos las doctrinas sagradas y arcanas
ejemplo de los que sin norma ni mé acostumbrados a ver el sol, por decirlo
todo cortan la selva frondosa, abaten así, en el reflejo del agua, podremos
y destn^en, sino más bien imita a los alzar nuestros ojos directamente a la
que injertan en los árboles silvestres la luz... Ciertamente, como la vida propia
buena rama, a fin de que algún día del árbol es producir a su tiempo fru
broten y maduren en ellos frutos más tos abundantes, y sin embargo las hojas
suaves y dulces. adheridas a los ramos les proporcionan
La naturaleza humana, aunque infi algún ornato; así también, el fruto prin
cionada con el pecado original por la cipal del alma es la misma verdad, pero
miserable caída de Adán , tiene con todo sin embargo no es desagradable el ador
en; sí algo naturalmente cristiano^ ) ; lo no de la sabiduría externa, que, como
cual, si es iluminado con la luz divina follaje, proporciona al fruto sombra y
y alimentado por la gracia de Dios, po agradable aspecto. Se dice que Moisés,
drá algún día ser elevado a la verdadera varón verdaderamente eximio y de gran
virtud y a la vida sobrenatural. fama entre todos los hombres por su
sabiduría, llegó a la contemplación de
38. Perfeccionar artes y folklore. Aquel que es, después de haber ejerci
Por lo cual, la Iglesia Católica ni des tado su espíritu en las enseñanzas de
preció las doctrinas de los paganos ni los Egipcios. De igual manera posterior
las rechazó, sino que más bien las libró mente del profeta Daniel se refiere que
de todo error e impureza, y las consu llegó al conocimiento de las doctrinas
mó y perfeccionó con la sabiduría cris sagradas, después de haber sido ins
tiana. De la misma manera acogió be truido en Babilonia en la sabiduría de4 *
3
2
los Caldeos^D.
nignamente sus artes y disciplinas li
berales que habían alcanzado en algu 39. Cultivar las dotes del alma y las
nas partes tan alto grado de perfección, costumbres. Y Nos mismo, en la prime
las cultivó con diligencia y las elevó a ra Encíclica que publicamos, ífSummi
una extremada belleza, a la que antes4 *
3
2 Pontificatus39, escribíamos lo siguiente:
(42) ,Pió XI, Encíclica Rerum Ecclesix, 28-11- (44) San Basilio, Ad adolescentes, 2 (Migne P.G.
1926; AAS 18 (1926) 81-82; en esta Colección: 31, col. 567 A).
Encícl. 139, 19, pág. 1110-1111; cf AAS 11 (1919) (45) Pió XII, Encíclica Snmmi Pontificatus, 20-
444..,, X-1939; A, A, S, 31 (1939) 429; en esta Colección:
(43) Véase Tertuliano, Apologet. cap. 17 (Migne Encícl. 173, 19, pág. 1541, 1? col.
P. L. 1, col. 377 A).
Í884 _________________ É n cíclicas del PP. P ío XII (1951) 200, W i í
(46) Véase Efes. 2, 19. (48) Pió XI, Alocución 10-1-1926 (en AAS oo se
(47) Pió X II, Discurso “ Vivamente gradito” , publicó). v-: :
24-VI-1944, A. A. S. 36 (1944) 210.
200, 42-44 E n cíc lic a “ E v an gelii P raecones ’ 1885
(49) Eclesiástico (Sir) 17, 12. di Perlibenti equidem 9-VIII-1950; AAS 42 (1950)
727-728
(50) I Corint. 12, 26. (52) Véase Coios. 3, 12.
(51) Pío XII, Carta al Cardenal Fumasoni Bion- (53) Luc. 19, 10.
200, 47 E n c íc lic a “ E v an gelii P raecones ” 1887
en el corazón del pueblo cristiano la Entre tanto, animados con esta sua
utilidad y la importancia de las Misio vísima esperanza, tanto a cada uno de
nes, que el dogma de la Comunión de vosotros, Venerables Hermanos, com o
los Santos. al clero y pueblo todo, especialmente a
CONCLUSION aquellos que o en patria, con oraciones
y limosnas, o en naciones extranjeras
47. Nuevo punto de partida y Ben con su acción personal, promueven esta
dición Apostólica. Con estos paterna santísima empresa, de todo corazón da
les votos, habiendo dado oportunas
mos la Apostólica Bendición, presagio
normas y directivas, confiamos en que
todos los católicos tomen este vigésimo de los dones celestiales y testimonio de
quinto aniversario de la publicación de Nuestra benevolencia paterna.
la Encíclica “ Rerum Ecclesiae” como Dado en Roma, junto a San Pedro,
punto de partida para procurar que las el 2 de Junio, en la fiesta de S a n E u g e
Misiones avancen con paso cada día n io I, año 1951, año 13 de Nuestro
más acelerado. Pontificado.
PIO PAPA XII.
2©jt
1888 —
201; 4-7 E n cíc lic a “ Sempiternus R e x 1 1889
reeeir:! esto es, l 9) el primado del Ro ceder con orden, conviene empezar
mano Pontífice, que brilló manifiesta desde el origen de los hechos que va
mente en la gravísima controversia mos a recordar. El autor de toda la
cristólógica, y 29) la grandísima impor controversia, que se agitó en el Conci
tancia de la definición dogmática del lio de Calcedonia, fue E u t i q u e s , sa
Concilio Calcedonense. cerdote y abad de un célebre monas
terio de Constantinopla. Habiéndose
4., Llamado de unión a los disidentes. dedicado a combatir a fondo la herejía
Rindan sin vacilar el debido y respetuo de N e s t o r i o , que afirmaba dos perso
so homenaje al Primado de P e d r o si nas en Cristo, cayó en el error opuesto.
guiendo el ejemplo y las huellas de sus
Muy imprudente y no poco ignoran
mayores aquellos que, por la malicia
t e con increíble dureza de juicio,
de los tiempos, especialmente en los
hacía estas afirmaciones: conviene dis
países orientales, están separados del
tinguir dos momentos: antes de la
seno y de la unidad de la Iglesia, y
unión, las naturalezas de Cristo eran
acepten íntegra esta doctrina del Con
dos; es decir, la humana y la divina.
cilio de Calcedonia, penetrando dentro
Pero después de la unión no había
del misterio de Cristo con la más pura
más que una naturaleza, habiendo ab
mirada aquellos que están enredados en
sorbido el Verbo al hombre; de M a r í a
627 los errores de N e s t o r io y de E u t i q u e s ;
Virgen tuvo origen el cuerpo del Señor,
consideren esta misma doctrina con
el cual, sin embargo, no es de la mis
más profunda adhesión a la verdad los
ma sustancia y materia nuestra; es sí,
que animados de un exagerado deseo
humano como el nuestro, pero no con
de novedades, osan de cualquier modo
substancial a nosotros ni a Aquella que
apartarse de los términos legítimos e
fue Madre de Cristo según la carne*6).
inviolables cuando estudian el misterio
Por eso no nació, ni padeció, ni fue
qué nos ha redimido.
crucificado, ni resuscitó según la ver
5. Estímulo a los católicos de prodadera naturaleza humana.
fesa r'y 'v iv ir su fe. Finalmente todos 7. El error: oposición a la doctrina
aquellos que se glorían del nombre de evangélica y patrística. Al decir esto
católicos saquen de aquí un fuerte
E u t iq u e s no se daba cuenta dé que
estímulo para cultivar con el pensa
antes de la unión, la naturaleza huma
miento y la palabra la preciosísima
na de Cristo no existía, porque comen
perla evangélica, profesando y conser
zó a existir en el momento de su con
vando pura la fe, pero sin que falte cepción, y que después de la unión
lo que vale más, es decir, el testimonio es absurdo pensar que de dos natura
dé la propia vida, en la que, alejando,
lezas se haga una sola, porque en ma
con lá ayuda de la divina misericordia,
nera alguna dos naturalezas verdade
todo lo que sea disonante, indigno y
ras y concretas pueden reducirse a
reprensible, resplandezca la pureza de
una, tanto más cuanto que la natura
la virtud, y así venga a participar de
leza divina es infinita e inmutable.
la divinidad de Aquel, que se dignó
El que considera con sano juicio ta
hacerse partícipe de nuestra humani
dad;^ les opiniones, fácilmente ve que todo
I el misterio de la divina economía se
esfuma en sombras vanas y vagas.
El error cristológico de Eutiques y el A las personas de juicio la opinión
Primado del Romano Pontífice de E u t iq u e s aparecía evidentemente
1. Las primeras vicisitudes de la nueva del todo, absurda, en absoluta
. herejía contradicción con los oráculos de los
Profetas y los testimonios del Evange
6; Lás afirmaciones de Eutiques, en lio, como también con el Símbolo apos
oposición a Nestorio. Pero, para pro tólico y con el dogma de fe sancionado
v (5) f¡. León M. a Flavian., Epist. 28 1; (Migue (6) Véase Flaviano, a León M. Ep. 26, (Migne
yP. L. 54, col. 755 s.). P.L. 54, 745).
í Encíclicas Pontificias 60
1890 E n cíclicas del PP. P ío XII (1951) 201v 8-12
por Nicea; una opinión sacada de las dido por D i ó s c o r o , obispo de Alejan
fuentes impuras de V a l e n t í n y de dría. Este, íntimo amigo de E u t i q u e s ,
A p o l in a r . pero adverso a F l a v i a n o , obispo de
Constantinopla, engañado por la falsa
8. La condenación de Eutiques y su analogía de los dogmas, andaba dicien
reclamo a S. León Magno. En un Sí do que como C i r i l o , s u predecesor, ha
nodo particular, reunido en Constan bía defendido una sola persona en Cris
tino pía y presidido por S a n F l a v i a n o , to, así él quería defender con todas
obispo de la misma ciudad, E u t i q u e s , sus fuerzas una sola naturaleza en Cris
que andaba diseminando obstinada to después de la unión.
mente por muchos lugares sus errores S a n L e ó n M a g n o , por conservar la
en los monasterios, después de ser acu paz, no se negó a enviar sus Legados,
sado por el Obispo E u s e b i o d e D o r i l e a , portadores juntamente con otras, de
fue condenado. Pero él, como si la con dos cartas, una al Sínodo, y otra a
denación hubiera sido una injusticia F l a v i a n o , donde los errores eutiquia-
contra quien estaba combatiendo la na nos se refutaban con la claridad de una
ciente impiedad de N e s t o r i o , apeló al doctrina perfecta y copiosa.
juicio de algunos obispos de grande au
toridad. Recibió también una carta de 10. La excomunión del Papa por el
protesta S a n L e ó n M a g n o , Pontífice de “ latrocinio’” efesino. Pero en este Sí
la Sede Apostólica, cuyas espléndidas y nodo Efesino, que L e ó n denominó jus
sólidas virtudes, vigilante solicitud por tamente Latrocinio, siendo árbitros del
la Religión y por la paz, esforzada de mismo D i ó s c o r o y E u t i q u e s , se hizo
fensa de la verdad y de la dignidad de todo con violencia; se negó a los Lega
la Cátedra Romana, y no menor habi dos Apostólicos el primer puesto en la
lidad en el tratar los negocios que gran reunión, fue prohibido leer las cartas
elocuencia, ha conseguido la admira del Sumo Pontífice, los votos de los
ción sin límites de todos los siglos. Nin Obispos fueron arrancados por medio
guno mejor que él parecía capaz e idó de engaños y amenazas; juntamente
neo para deshacer los errores de E u t i - con otros fue F l a v i a n o acusado de he
q u e s , porque en sus alocuciones y en rejía; más aún, la audacia del furibun
sus cartas con igual magnificencia y do D i ó s c o r o llegó a tal punto que j ne
piedad solía exaltar y celebrar el miste fando delito! osó lanzar la excomunión
rio, nunca suficientemente predicado, contra la Suprema Autoridad Apostó
de la única persona y de las dos natu lica.
ralezas en Cristo: La Iglesia Católica
vive y prospera de esta fe, por la que 11. El Papa anula, reprueba. Cuan
no se cree en Cristo ni en su humani do L e ó n supo por medio del diácono
dad sin la Divinidad, ni en la Divinidad H í l a r o las fechorías de este Conciliá
sin la Humanidad(7). bulo de bandoleros, reprobó, anuló y
rechazó todo lo hecho y decretado y
2. El “ Latrocinio” de Efeso sintió un acerbo dolor, exacerbado por
las frecuentes apelaciones de los obis
9. Un nuevo Concilio en Efeso arre pos depuestos por el capricho de aqué
glado por Eutiques. Mas el arquiman- llos.
drita E u t i q u e s , por la poca confianza
que tenía en el patrocinio del Romano 3. La derrota de la herejía
Pontífice, apelando a las astucias y
engaños, por medio de C r i s a f i o , a quien 12. Recurso de Flaviano y de otros
estaba ligado con estrecha amistad y obispos a la Sede Apostólica. Dignas
era muy acepto al Emperador T e o d o de mención son las cosas que escribie
s io II, obtuvo del mismo Emperador ron en aquella circunstancia F l a v i a n o
que fuese vista de nuevo su causa y se y T e o d o r o d e C i r o al Supremo Pastor
reuniese en Efeso otro Concilio, presi de la Iglesia. He aquí las palabras <de
(7) S. León Magno, Ep. 28, 5 (Migne P.L. 54, 777).
201, 13-16 E n c íc lic a “ S empiternus R e x ” 1891
Conviene recordar aquí que esta im Unigénito de Dios haya dos naturalezas
portantísima Carta de S a n L e ó n a F l a - antes de la Encarnación, como admitir
v i a n o , acerca de la Encarnación del en El una sola naturaleza después de la
Verbo, fue leída en la tercera sesión del Encarnación^^. Ni c o n m e n o r e n e r g ía
Concilio, y apenas calló la voz del lec h i e r e a N e s t o r io q u e v a a l e x c e s o c o n
tor, todos los Padres gritaron unáni t r a r i o : En fuerza de esta unidad de
memente: Esta es la fe de los Padres, persona que debe admitirse en las dos
ésta la fe de los Apóstoles. Todos cree naturalezas, se lee que el Hijo del Hom
mos así, los ortodoxos creen así. Sea bre bajó del cielo cuando el Hijo de
excomulgado quien no cree así. Pedro Dios tomó carne de la Virgen, de la que
ha hablado por boca de León^A\ nació. Y todavía se dice que el Hijo
de Dios ha sido crucificado y sepulto,
19. Asentimiento unánime y nueva mientras El ha sufrido todas estas co
fórmula de fe. Después de esto, con sas, no en la divinidad misma, sino en
pleno consentimiento, todos dijeron la débil naturaleza humana. De ahí que
que el documento del Romano Pontí todos profesamos también en el Símbo
fice concordaba perfectamente con los lo que el Unigénito Hijo de Dios fue
Símbolos Niceno y Constantinopolita- crucificado y sepultado(17*L
no. Con todo en la quinta sesión sino
dal por la insistencia de los represen 21. Distinción de las propiedades y
tantes de M a r c i a n o y del Senado, fue operaciones de ambas naturalezas atri
preparada una nueva fórmula de la fe buidas a la única Persona. Además de
por un Consejo escogido de Obispos de la distinción de las dos naturalezas en
varias regiones, que se reunieron en el Cristo, S a n L e ó n reivindica también
oratorio de la basílica de S a n t a E u f e con mucha claridad la distinción de
m i a . Está compuesta de un prólogo, del las propiedades y operaciones de una
Símbolo Niceno y del Constantinopoli- y otra naturaleza: Salva pues, dice él,
tano, promulgado entonces por prime la propiedad de una y otra naturaleza,
ra vez, y de la solemne condenación que confluyen en una única persona,
del error eutiquiano. Tal fórmula fue fue asumida la humildad por la majes
aprobada por los Padres del Concilio tad, la debilidad por la fuerza, la mor
con unánime consentimiento. talidad por la eternidades. Y de nue
vo: Porque una y otra naturaleza con
20. San León refuta a Eutiques y a serva sin perder nada de su propie
Nestorio. Creemos ahora que haremos dades.
una cosa digna, Venerables Hermanos, Sin embargo, la doble serie de las
si nos detenemos un poco en explicar propiedades y de las operaciones se
el documento del Romano Pontífice atribuyen a la única Persona, porque
que reivindica la fe católica. Ante todo Uno y el mismo es verdaderamente el
contra E u t iq u e s que andaba diciendo: Hijo de Dios y verdaderamente el Hijo
Confieso que el Señor tenía dos natu del h o m b r e a s . De donde: Obra in
ralezas antes de la unión; y en cambio efecto una y otra naturaleza con mutua
después de la unión, una sola natura- comunicación lo que le es propio, e.sto
/eza(151), y no sin indignación contra
6 es, el Verbo obra lo que es propio del
pone así el Santísimo Pontífice la luz Verbo y la carne sigue lo que es propio
de la refulgente verdad: Me maravillo de la carnet21). Aquí aparece la tan co
que fórmula tan absurda y tan perver- nocida comunicación de idiomas, como
634 sa no haya sido reprobada por alguna suele decirse, que C ir il o justamente
protesta de los jueces...; mientras es defendió contra N e s t o r i o apoyándose
igualmente impío decir que en el Hijo 1 7
6
5 en el sólido principio de que las dos
(15) S. León M. Ep. 28, 6 (Migne P.L. 54, 777). (18) S. León M., Ep. 28, 3 (Mgne P.L. 54, 763).
Cfr. S. Leonis M. Serm. 21, 2 (P.L. 54, 192).
(16) S. León M. Epist. 28, 0 (Migne P.L. 54, 777). (19) S. León M., Ep. 28, 3 (Migne P.L. 54, 765;
(17) S. León M., Ep. 28, 5 (Migne P.L. 54, 771; cfr. Serm. 23, 2 (P.L. 54, 201).
cfr. Augustinus, Contra sermonem Arianorum, c. (20) S. León M., Ep. 28, 4 (Migne P.L. 54, 767).
8 (Migne P.L. 42, 688). (21) S. León M., (Migne P.L. 54 col. 767).
t894 E n cíclicas del PP. P ío XII (1951) 201, 22-25
Dios que baja y el Hijo del hombre para aquellos que, con fe sincera y
que sube^S8K caridad operosa, se adhieren a Cristo,
Este mismo concepto había ya expre y, con la ayuda de la gracia por El
sado Nuestro Predecesor L e ó n M a g n o procurada, producen frutos de justicia.
con estas palabras: Porque... a la justi
ficación de los hombres lo que princi III
palmente contribuye es que el Unigéni Parte práctica: Llamamiento al retorno
to de Dios se ha dignado ser también y a la unidad
el Hijo del hombre, de tal manera que
el mismo que es “ homoúsios” al Padre, t. Esfuerzos de unión de los Sumos
esto es, de la misma substancia del Pa Pontífices
dre, fuese también verdaderamente
hombre y consubstancial a la Ma 33. Calcedonia, monumento doctrina
dre según la carne, nosotros gozamos rio oriental, es un llamado a la unión.
de lo uno y de lo otro, ya que no nos La evocación de fastos tan gloriosos y
salvamos sino en virtud de ambos, no tan insignes de la Iglesia hace que Nos
dividiendo sin embargo lo visible de lo volvamos el pensamiento a los Orien
invisible, lo corpóreo de lo incorpóreo, tales con más vivo y paternal amor
lo pasible de lo impasible, lo palpable que nunca. En efecto, el Concilio ecu
de lo impalpable, la forma del siervo ménico de Calcedonia es sobre todo un
de la forma de Dios, porque, si bien monumento glorioso propio de ellos,
uno subsiste desde la eternidad y el que ciertamente durará por todos los
otro ha comenzado en el tiempo, con siglos: ya allí, bajo la guía de la Sede
todo, una vez unidos no pueden ya te Apostólica, por una numerosa asam
ner separación ni fin ^ dK blea de Obispos orientales la doctrina
de la unidad de Cristo, cuyas dos natu
32. La verdadei*a doctrina salvado ralezas, divina y humana, concurren
ra y gloriosa. Solo, pues, si con santa en tina sola persona, habiendo sido
y pura fe se cree que en Cristo no hay adulterada con impía audacia, fue á
otra Persona que la del Verbo, en quien un tiempo defendida y admirablemente
las dos naturalezas del todo distintas declarada. Pero, por desgracia, muchos
entre sí, la humana y la divina, diver en los países orientales se han alejado,
sas por sus propiedades y operaciones, durante largos siglos, de la unidad del
confluyen, aparece la magnificencia y Cuerpo Místico de Cristo, de la cual
la piedad de nuestra Redención, nunca la unión hipostática es fúlgido ejem
bastante exaltada. plar. ¿No es acaso cosa santa, saluda
¡Oh sublimidad de la misericordia y ble y conforme a la voluntad de Dios
justicia divina, que socorrió a los cul que todos por fin retornen al único
pables y se forjó hijos! ¡Oh cielos aba rebaño de Cristo?
jados hasta nosotros para que, alejan
do a las brumas infernales, aparecie 34. Invitación al retom o. Por cuan
ran las flores sobre nuestra tierra(40) to respecta a Nos, queremos que ellos
y hosotrso fuéramos hechos hombres sepan bien que nuestros pensamientos
nuevos, nueva creatura, gente santa y son de paz y no de aflicción(42>. Por
prole celestial!í411 E s decir, que el Ver otra parte es bien sabido que esta dis
bo ha padecido verdaderamente en su posición de ánimo Nos la hemos demos
carne, ha derramado su sangre en la trado también con hechos; y si, obliga
cruz y ha pagado al Eterno Padre dos por la necesidad, Nos gloriamos de
un precio sobreabundante por nuestras ello, Nos gloriamos en el Señor, que es
culpas; de donde resulta que resplan el dador de toda buena voluntad. Si
dece segura la esperanza de salvación3 9 guiendo, pues, las huellas de Nuestros
8
(38) S. Thomas, Comm. in Ep. ad Ephesios, c. (40) Véase Cant. 2, 11 s.
IV, lect. III, circa finem. (41) Efes. 4, 24; 2 Cor. 5, 17; Gal. 6 15; 1 Petr.
(39) S. Leoriis M., Serm. 30, 6 (Migne P.L. 54, 2, 9.
233 s.). (42) Véase Ierem. 29, 11.
1898 E n cíclicas del PP. P ío XII (1951) 201, 35 38
PIO P P. XII
1900 —
202,. -3-5 E n c íc lic a í41ngru en tiu m M a lo r u m ” 1901
dio de sus hijos y reparte con profu dumbre que el Señor vence sin necesi
sión los dones de la unidad y de la paz dad de espada ni de lanzas(4).
doméstica. Entonces la casa de la fa Por todo lo cual deseamos ardiente
milia cristiana modelada a ejemplo de mente que todos, Venerables Herma
la familia de Nazareth se convierte en nos, yendo vosotros delante con la
el domicilio terreno de la santidad y exhortación, respondan con unanimi
como un templo sagrado en el cual el dad de voz y de espíritu y con él mis
Rosario mariano no es sólo un cierto mo ardor de caridad a estas nuestras
y peculiar modo de orar que a diario paternales exhortaciones. Si los males
sube al cielo con olor de suavidad, sino y las maquinaciones de los malos cre
también escuela eficacísima de vida y cen, crezca también y aumente cada
de virtud cristianas. Los sagrados mis día más la piedad de los buenos; que
terios de la Redención propuestos a la éstos se esfuercen en alcanzar de nues
meditación de los fieles servirán para tra amantísima Madre, principalmente
que los mayores de edad, teniendo ante por este modo de orar, a ella en verdad
sus ojos los ejemplos de J e s ú s y de agradabilísimo, que luzcan cuanto antes
M a r í a , se acostumbren a trasladarlos tiempos mejores para la Iglesia y para
a la práctica de la vida cotidiana y a la familia humana.
sacar de ellos consuelo en los momen
tos ásperos y difíciles y a sentirse por 7. Instrumento de la pacificación
por ellos llamados a los tesoros de los
colectiva. Roguemos todos, para que
bienes celestes a donde no llega el la-
la poderosísima Madre de Dios, insta
drón ni corrompe la polilla(3>; y de da por la súplicas de tantos hijos suyos
tal modo infundirán en la mente de losnos obtenga de su Unigénito, que vuel
niños los principios capitales de la fe
van, con el espíritu renovado, a la
cristiana que florecerá casi espontá verdad y a la virtud, los que desgra
neamente en su ánimo inocente el ciadamente se habían de ellas apartado,
amor hacia el benignísimo Redentor, enque los odios y las envidias que son
tanto que ellos, merced al luminoso fuente de las discordias y de desgracias
ejemplo de sus padres, que reverenciande todo género, se apaguen felizmente;
de rodillas la majestad de Dios, apren-
que la paz, una paz que sea verdadera,
581 derán, y a desde sus más tiernos años,justa y sincera brille para los indivi
el poder que tiene cabe el trono de duos y las familias, para los pueblos y
Dios, la oración en común.6 las naciones; que puestos a salvo, en
fin, como es obligado, los derechos de
6. El remedio para los males de la Iglesia, aquel influjo benéfico que de
nuestros tiempos. De nuevo por lo ella nace, derramándose en el ánimo
tanto no dudamos en afirmar explíci de los hombres, en las clases de la so
tamente que nuestra esperanza para ciedad y por los mismos conductos vi
sanar los males de nuestros tiempos, tales del Estado, una en fraterno víncu
está colocada en el Rosario mariano. lo la familia de los pueblos y la con
La Iglesia no apoyada en la fuerza ni duzca a una prosperidad tal que tem
en las armas ni en los recursos huma pere, defienda y coordine los derechos
nos sino que impetrado el auxilio di y los deberes de todos y que a nadie 582
vino por medio de estas preces, como dañe, y sean de este modo cada día
armada con la honda davídica, está mayores la mutua inteligencia, el mu
pronta para batallar impávida con el tuo sentir y la obra.
enemigo infernal, al cual ciertamente
pueden aplicarse las voces del joven 8. El Rosario, medio eficaz para
pastor: Tú vienes a mí con espada, ayudar especialmente a los persegui
lanza y escudo, yo vengo a ti en cam dos y la Iglesia del silencio. No se
bio en el solo nombre del Dios de los alejen de vuestro pensamiento, Vene
ejércitos...; y conocerán toda muelle- rables Hermanos y amados hijos, raien-
•■:. i
(3) Luc. 12, 33. (4) I Reyes 17, 44 y 49.
202, 9 E n c íc lic a “ I ngru en tiu m M alorum 1903
1904
203, 3-4 C a r t a A po st . “ I mpensiore C a r it a t e ” 1905
— 1908 —
304*11. E x h o r t a c ió n R a dial “ D al N ostro C u o r e ” 1909
mina sin saberlo por los derroteros que lidad delante de Dios Nos exige que lo
llevan al abismo almas y cuerpos, bue intentemos todo, que lo emprendamos
nas y malos, civilizaciones y pueblos. todo para ahorrar al género humano
El ¡sentimiento de Nuestra responsabi- tan tremenda desgracia.
tucipnes proclamada en toda la Iglesia por su fin a lid a d e s que es in ú til q u e r e r lim it a r o d e s v ia r ,
cabeza, visible, y, a través de la Iglesia, en el ha s id o e s c u c h a d o y s e g u id o ta m b ié n en su r e
mundo. entero” , por sus mismas leyes e impulsos m o ta p a tr ia . Si h a s id o asi, s e rá p a r a su m e jo r
debió hacerse universal. b ien , p a ra su m ás g r a n d e p r o s p e r id a d , en t o d o s
Reproduciremos a continuación primero la par lo s ó r d e n e s , p a r a el p a c ífic o p r o g r e s o cu ltu r a l
te del discurso dirigido por Pío XII al nuevo y s o c ia l d e a q u e l a m a d ís im o p u e b lo , al q u e, a c
Ernbajador de Paraguay (10-III-1952) pronuncia c e d ie n d o g u s to s o s , a cu a n to V u e s tra E x c e le n c ia
do én castellano (ver AAS 44, 226) en cuantb N o s h a p e d id o , d a m o s d e t o d o c o r a z ó n , p r e n d a
diga . relación con el Movimiento por un Mundo d e la b e n d ic ió n d iv in a , y m a n ife s ta c ió n d e n u e s
Mejor. En él extiende por primera vez este mo t r o in a lte r a b le a fe c t o , la B e n d ic ió n A p o s t ó lic a .
vimiento al mundo entero. En segundo lugar
JI. D is c u r s o d e P ío X I I a los h o m b r e s de A c . AAS
daremos el discurso íntegro que Pío XII dirigió a
C atól. Ita lia n a (12-X -1952; A. A. S. U [1952] 830- 44
la s ; hombres de la Acción Católica Italiana con
835, “ N e l c o n te m p la r e q u esta m a g n ific a a d u - 830
motivo del 30 aniversario de su unión (12-X-1952) nanza” ):
en el. cual presenta la consigna del Mundo Mejor
a ¡ la Acción Católica y extiende oficialmente el 1. Un r a y o de s o l triu n fa n te en m e d io d e n e
Pregón a todas las diócesis del mundo. g r a s n u bes. A l c o n te m p la r esta m a g n ífic a A s a m
blea d e H o m b r e s d e A c c ió n C a tó lica la p r im e r a
A AS I; Discurso de Pío XII al nuevo Embajador de p a la b ra qu e v ie n e a n u e s tr o s la b io s es d e a g r a
44 Paraguay, Juan Emilian O’Leary (10-111-1952; d e c im ie n to a D io s p o r h a b e r n o s c o n c e d id o e l d o n
-28 AAS -i//. [1952] 226-229 “ Con la presentación” ): d e un tan g r a n d io s o y d e v o t o e s p e c tá c u lo ; en s e
1. Benéfico influjo de la religión en la vida de g u n d o lu g a r d e r e c o n o c im ie n t o h a c ia v o s o t r o s ,
los i pueblas. Una profunda penetración de la Re q u e r id o s h ijo s , p o r h a b e r q u e r id o a c tu a r an te
ligión, en la vida privada y pública es capaz de N u e stra m ir a d a g o z o s a .
purificarlo todo; nada destruye, si no es el pe N os s a b e m o s b ie n q u é a m e n a z a d o r a s n u be s se
cado; nada quita, que sea justo, a la autoridad co n d e n s a n s o b r e e l m u n d o y s ó lo N u e s tr o S e ñ o r
de los que gobiernan; a los unos y a los otros los Jesús c o n o c e v u e s tra c o n tin u a p r e o c u p a c ió n p o r
edüca con el sentido de la responsabilidad ante la s u e rte d e un a h u m a n id a d d e la q u e e l S u p r e m o
uña' ley eterna, que ha fijado los límites sagrados P a s t o r in v is ib le , q u is o q u e N o s fu é s e m o s v is ib le
más allá de los cuales no pueden ir ni el abuso p a d r e y m a e s tr o . M as ésta a va n z a p o r un c a m in o
del poder ni el exceso de la libertad. Dentro de q u e ca d a d ía se p re s e n ta m ás a r d u o , m ie n tr a s
tan inviolables fronteras, cuyos hitos son los más d e b ía s u c e d e r q u e lo s m e d io s p o r t e n t o s o s d e la
sólidos principios, los matices naturales de cada c ie n c ia d e b e r ía n , n o d e c im o s “ s e m b r a r lo d e f l o
gente y de cada momento, las oscilaciones oca r e s ” , p e r o sí d is m in u ir , al m e n o s , s i n o y a e x
sionadas por los diversos sistemas o las distintas t ir p a r to ta lm e n te , e l c ú m u lo d e t r ib u la c io n e s y
preferencias —dentro de lo puramente político— d e e s p in a s q u e lo b o r d e a n .
conservan y ejercitan aquella exacta libertad de S in e m b a r g o , d e v e z en c u a n d o — p a r a c o n f o r
actuación y de movimientos, sin la cual, en el ta r n o s en esta N u e s tr a a n sia in q u ie ta — q u ie r e
campo de lo temporal, nunca podrá realizarse el Jesú s, en su b o n d a d , q u e la s n u be s se d is u e lv a n
equilibrio de las opiniones encontradas acaso, y a p a r e z c a tr iu n fa n te un r a y o d e s o l; s ig n o q u e
péro siempre admisibles, que deben circular como n i la s m ás o s c u r a s n u bes d e s t r u y e n , s in o qu e
linfa: vital de las venas del complejo organismo
tan s ó lo o c u lta n su fu lg o r .
nacional.
Áisí' uñ pueblo religiosamente vivo, en la plena 2. L a fa la n g e g lo r io s a d e la A c c ió n C a tó lic a .
Cpúcíericia de sus propios medios y con los ojos He aquí, en este momento, un pacífico ejército
imperturbables en aquellas metas supremas uni de hombres militantes en la Acción Católica Ita
versales que se alcanzan más allá de los estrechos liana, cristianos vivos y vivificadores, pan bueno
confinas, nacionales, podrá mirar impertérrito al y a la vez fe r m e n t o preciosísimo en medio de la
porvenir, aunque le haya tocado vivir días tan masa de los demás hombres; ciento cincuenta mil,
trisas..y nebulosos como los nuestros. Ni los des la mayor parte de padres de familia que viven
engaños del pasado le han amargado el corazón, su bautismo y se prepapran para hacerlo vivir
ni lo s ' peligros del futuro le paralizan para el a los demás. Pero no estáis todos. Centenares de
mañana.. millares de hombres católicos, retenidos en su
. Él.!vive serenamente el día de hoy, con concien lugar por graves motivos, están sin embargo aquí
cia pura y varonil; sabe que su futuro desarrollo presentes con el ardor de su espíritu, de su fe,
y. potencialidad serán proporcionados a la fir- de su amor. Hombres maduros y de toda condi
méia.’ cón que ahora sepa mantener su posición, ción; dirigentes, profesionales, empleados, profe- 831
a l a .vigilancia con que consiga observar y preve sores, obreros, agricultores, militares; todos her
nir los: peligros paladines y solapados, y a la manos en Cristo, todos unidos como en una sola
generosidad con que sea capaz de consagrarse al palpitación de un solo corazón.
cumplimiento de su deber propio y de todos los Q u is ié ra m o s q u e p u d ie s e is a d m ir a r ta m b ié n
deberes que le corresponden por ser parte de la v o s o t r o s e l e s tu p e n d o e s p e c tá c u lo q u e se o f r e c e
gran familia humana. en e ste m o m e n to a N u e s tr o s o j o s ; d e s e a r ía m o s
2. La proclama del 10 de Febrero. Con todas q u e s in tie s e is en lo p r o fu n d o d e l a lm a c o n c u á n
las , ansias que pueden caber en el corazón de un to a m o r N o s q u is ié r a m o s — si fu e r a p o s ib le —
padre.¡ exhortábamos hace poco a los católicos de d e s c e n d e r e n m e d io d e v o s o t r o s y a b r a z a r o s a
la Ciudad Eterna, y en ellos a los del mundo en t o d o s c o m o si fu e s e is u n o s o lo .
tero, a que despertasen cuanto antes, acabando 3. M o tiv o d e la A sa m b le a : 30 a ñ o s d e e x is te n c ia
229 de, caer , en la cuenta, valerosa, generosa y re a r d u a y fe c u n d a . Q u e r id o s h i jo s : h a b é is v e n id o
sueltamente, de lo que a todos y a cada uno les a R o m a p a r a fe s t e ja r e l tr ig é s im o a n iv e r s a
exige, la gravedad del momento. r io d e v u e s tra U n ió n — la p r im e r a d e las A s o
lío Ños es leve consuelo, Señor Embajador, c ia c io n e s N a c io n a le s d e la A c c ió n C a tó lica — .
suponer ;que este llamamiento motivado por ra C in co a ñ os h a c e qu e lo s h o m b r e s qu e se r e u n ie r o n
zones que no son de este mundo y encaminado a en la c iu d a d e ra n seten ta m il; h o y a qu e l n ú m e r o
1910 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 204+ 2
g lo d e d e s b o r d a m i e n t o r a c i o n a l i s t a y d e t i r a l a v o z d e M a r í a . N o , c ie r t a m e n t e ,
d e p r e s i ó n r e li g i o s a l a r e s p u e s t a m i e l c o r a z ó n d e lo s r o m a n o s , d e v o s
s e r ic o r d i o s a d e D io s y d e s u M a d r e o tro s , q u e h a b é is h e re d a d o y t r a n s m i
c e l e s t i a l a l a r e b e li ó n d e lo s h o m b r e s : t id o d u r a n t e la r g o s s ig lo s , j u n t o c o n
la i r r e s i s t i b le i n v i t a c i ó n h a c i a e l m u n l a f e d e lo s m á r t i r e s , e l f i l i a l a f e c t o
d o de lo s o b r e n a t u r a l, p r i m e r p a s o h a c ia M a r í a i n v o c a d a e n s u s v e n e
p a r a u n a p ro g re s iv a re n o v a c ió n r e li r a n d a s im á g e n e s , c o n lo s a m o r o s o s t í
g io s a . ¿ Y q u é c o r a z ó n d e c r is t i a n o , p o r t u lo s d e l a p i d a r i a e lo c u e n c ia : Salus
t ib i o y o lv id a d iz o q u e s e a , p o d r á r e s is - populi roinani. Portus románete secu-
sa en una sociedad que tenga por base y funda Nadie desea más que Nos que el laicado salga
mento a Jesucristo, con su doctrina, sus ejem de cierto estado de minoría de edad, hoy más que
plos, su redención. nunca inmerecido en el campo del apostolado. Pe
En segundo lugar, se precisa que vuestra ac ro, de otra parte, es evidente la necesidad de una
ción sea iluminadora. obediencia pronta y filial siempre que la Iglesia
habla para instruir las mentes de los fieles y para
10. Acción iluminadora. En vuestras fábricas, dirigir sus actividades. Esta se guarda bien de
en-vuestras oficinas, por las calles, en los lugares invadir la competencia de la autoridad civil. Pero
donde tomáis el sano alimento o el necesario cuando se trata de cuestiones que atañen a la re
reposo, os acaecerá enfrentaros con hombres ligión o a la moral, es deber de todos los cristia
“ que tienen ojos para ver y no ven” (Ezeq. nos, y especialmente de los militantes de la Acción
12, 2). lloy, por ejemplo, se encuentra alguna Católica, cumplir sus disposiciones, comprender
pobre gente persuadida de que la Iglesia, de que y seguir sus enseñanzas. Quisiéramos todavía
el Papa, quieren la destrucción del pueblo, quie añadir que también en el seno de la Acción Cató
ren la miseria, quieren —parece increíble— ¡la lica es necesario observar una estrecha disciplina
guerra I Los autores y los propagadores de estas entre los varios grados de las Asociaciones. Cuan
horrendas calumnias podrán escapar a la justi do realmente se tiene enfrente un ejército de
cia de los hombres, pero no podrán sustraerse al férrea organización, ¿a qué peligro se expondría
juicio de Dios. “ Vendrá un día...” ¡Señor, per una milicia desorganizada en la que cada uno se
dónalos! Entretanto, es necesario aprovechar toda creyese autorizado a juzgar y a obrar por propio
ocasión para abrir los ojos a aquellos ciegos, más arbitrio?
bien víctimas a menudo de engaño que culpa
bles. 14. Extensión del movimiento a todas las dió
cesis. Pues bien, antes de concluir estas palabras
11. Acción vivificadora. Más aún. Es preciso quisiéramos confiaros una consigna. Recordáis,
que vuestra acción sea vivificadora. sin duda, que el pasado mes de febrero hemos
La Acción Católica no será verdaderamente tal dirigido a los fieles de Roma una cálida exhorta
sino actúa sobre las almas. Las grandes asam ción a fin de que el rostro, incluso externo, de la
bleas, los magníficos desfiles, las públicas ma ciudad aparezca fúlgido de santidad y df» belleza.
nifestaciones son ciertamente útiles, pero ¡lejos Debemos decir que el clero y el pueblo están
de confundir los instrumentos con el fin para el férvidamente dedicados a esta acción y que no 835
334 cual deben ser empleados! Si vuestra acción no han sido vanas nuestras esperanzas, no se ha frus
trado nuestra confianza. Pero, al mismo tiempo,
llevase la vida del espíritu adonde reina la muer habíamos expresado el deseo de que el poderoso
te; si no tratase de sanar aquella misma vida resurgir al que habíamos exhortado a Roma fuera
donde está enferma; si no la fortaleciese donde “ pronto imitado por las vecinas y lejanas diócesis
es débil, sería vana. Sabemos que vuestra presi para que a nuestros ojos fuera concedido el ver
dencia general ha preparado un programa de tornar a Cristo no sólo a la ciudad, sino a las
trabajo “ capilar” para hacer eficiente la presen naciones, los continentes, la humanidad entera” .
cia dé los católicos militantes en todo lugar y Para este que podríamos llamar “ segundo tiem
con todas las personas en el medio en que viven. po” Nos contamos con los Hombres de Acción
De aquella “ base misionera” como se ha querido Católica, con toda la Acción Católica.
llamarla, sois, por tanto, vosotros los principales
componentes y propulsores. 15. “ Queremos que reine” . Así, pues, mientras
los impíos continúan difundiendo los gérmenes
12. Acción unificadora. Vuestra acción sea, ade del odio, mientras gritan todavía: “ No queremos
más, unificadora. que Jesús reine sobre nosotros” : “ Nolumus hunc
Permaneced unidos con miembros de una mis regnare super nos” (Le. 19, 15), otro canto se
ma asociación; unidos con las diversas asociacio elevará, canto de amor y de liberación revestido
nes; unidos con las otras Ramas de la Acción Ca de firmeza y coraje. Se levantará en los campos
tólica. Pero permaneced unidos y haceos promo y en las oficinas, en las casas y en las calles, en
tores de unión también con las otras fuerzas los parlamentos y en los tribunales, en las fa
católicas, que combaten vuestras mismas incruen milias y en la escuela.
tas batallas y están dispuestas a vencer en vues
16. ¡Cristo vence! Queridos hijos, Hombres de
tra misma lucha. —Queridos hijos: ¿queréis ser
fuertes? ¿Queréis ser, con la ayuda de Dios, in Acción Católica: dentro de breves instantes im
vencibles? Estad prontos a sacrificar al bien su partiremos con toda la efusión de nuestro corazón
premo de la unión no decimos los caprichos —es paterno la apostólica bendición a vosotros y a
claro— sino cualquier idea o programa que pu vuestros seres queridos, a vuestras obras y a
diese pareceros genial. La unión, sin embargo, no vuestras asociaciones. Después volveréis a em
es unicidad; ésta destruiría la variedad de las prender vuestro camino, volveréis a vuestros ho
fuerzas; variedad que no tiene solamente un va gares, reemprenderéis vuestro trabajo.
lor estético, sino que acarrea también ventajas Llevad por todas partes vuestra acción ilumi
estratégicas y tácticas de primerísimo orden. nadora y vivificadora.
13. Acción obediente. Vuestra acción sea, fi Chrislus vincit! Christus regnat! Christus imn
nalmente, obediente. perat!
1912 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 204, ^
ritatisW y con este otro más reciente los brazos cruzados un porvenir arro
de Madre del Divino Amor, títulos to llador.2
dos ellos que son otros tantos monu El mismo Año Santo, que suscitó una
mentos de vuestra constante piedad prodigiosa floración de vida cristiáná,
mariana, y con mayor verdad, suaves abierta primeramente en medio de vos
ecos de una historia de manifiestas in otros y después en toda la tierra, no
tervenciones de la Virgen en las cala debe mirarse como un meteoro reful
midades públicas que hicieron temblar gente, pero fugaz, ni como un esfuerzo
estos muros de Roma, siempre incólu momentáneo ya desaparecido, sino co
me gracias a su protección. mo el primer paso prometedór h$em
la completa restauración del espíritu
3. Frente a los graves peligros, exa evangélico, que, además de arrancar
minarse qué se debe hacer. Ahora no millones de almas a la eterna ruinares
se os oculta que los peligros que ago el único que puede asegurar la ¡¿pnvjb
bian sin cesar a la presente generación vencia pacífica y la fecunda colabora:
son mucho más extensos y graves que ción de los pueblos.
lo fueron las pestes y los cataclismos Y ahora ha llegado el tiempo, Ama
terrestres, si bien es verdad que la per dos Hijos. Ha llegado 3ra el tiempo de
sistencia de su amenaza ha empezado realizar los pasos definitivos; és éí
a hacer a los pueblos como insensibles momento de sacudir el funesto letargo;
y apáticos. ¿No será éste el peor sínto es la hora de que todos los buenos,
ma de esa interminable crisis que no todos los que se preocupan de los des
disminuye y que hace temblar a todas tinos del mundo, se unan y aprieten
las personas conscientes de la realidad? sus filas; es el momento de repetir edil
Por tanto después de recurrir nueva el Apóstol: “ Hora est iam nos de som-
mente a la bondad de Dios 3^ a la mise no surgere” . ¡Es hora de despertarnos
ricordia de M a r í a , es necesario que del sueño, porque está cerca nuestra
cada fiel, cada hombre de buena vo salva ción !^ .
luntad, examine, con resolución digna
de los momentos trascendentales de la 5. Un mundo entero qué rehaeerw
historia humana, qué es lo que puede Es todo un mundo lo que háy .(jue
y debe hacer com o aportación suya a rehacer desde sus cimientos; lo qué'es
la obra salvífica de Dios, en auxilio preciso transformar de rudo eri’ tíítX
del mundo de hoy, abocado a la ruina. mano, de humano en divino, es, dpcir,
según el corazón de Dios. Millones y
4. Después de la floración religiosa millones de hombres claman.
del Año Santo, sacudir el funesto le cambio de ruta y miran a la Iglesia:.de
targo. La persistencia de un estado Cristo, como a poderoso y único timo
general, que no dudamos en llamar nel, que, respetando la libertad huma
explosivo a cada instante, y cuyo ori na, pueda ponerse a la cabeza der tán
gen debe buscarse en la tibieza reli grandes empresas, y suplican con pa
giosa de tantos, en el bajo nivel moral labras clarísimas que sea ella su, güíá,
de la vida pública y privada, en la y más aún con las lágrimas 3^a derra
sistemática obra de la intoxicación lle madas, con las heridas todavía san
vada a cabo en las almas sencillas, a grantes, señalando los inmensos cemen
las que se propina el veneno después terios que el odio organizado y arma
de haberles narcotizado, por decirlo do ha extendido sobre los continentes.
así, el sentido de la verdadera libertad,
no puede dejar a los buenos inmóviles 6 . La responsabilidad del Papa y
en el mismo surco, contemplando con de Roma. ¿Cómo podremos Nos, púes-
¡ . :í V/VjÜ
(2) “ Salvación del pueblo Romano” , “ Puerto (3) Romanos 13, 11.
de la Seguridad Romana” .
E x h o r t a c ió n R adia l “ D al N o stro C u o r e ” 1913
tp;.por Dios, aunque indigno, como luz un tiempo en que las fuerzas opuestas
en ¡ medio de las tinieblas, sal de la se disputan el mundo. Todo esto aguar
tierrp, pastor de la grey cristiana re dan de ella los pueblos cristianos, y,
husar esta misión salvadora? Gomo sobre todo, esperan de ella acción.
aceptamos un día, hoy ya lejano, la
pesada cruz del pontificado porque así 8. Acción y ya no discusión. No es
Dios lo quiso, así ahora Nos somete éste el momento de discutir, de buscar
mos al arduo deber de ser, en cuanto nuevos principios, de señalar nuevas
lo; permiten Nuestras débiles fuerzas, metas y objetivos. Unos y otros, ya
heraldo de un mundo mejor, cual Dios conocidos y determinados en su esen
lo ¡¡quiere, y cuya bandera anhelamos cia, porque han sido enseñados por
confiar primeramente a vosotros, que Cristo, aclarados por la elaboración
ridos hijos de Roma, los más próximos secular de la Iglesia y adaptados a las
a Nos y los más particularmente enco circunstancias de hoy por los últimos
mendados a Nuestro cuidado, y por Sumos Pontífices, esperan sólo una
eso ¡mismo también puestos como luz cosa: su realización concreta.
sobre- el candelero, levadura entre los
¿Por qué regocijarse escrutando los
hermanos, ciudad sobre el monte; a
caminos de Dios y del espíritu si en la
vosotros, de quienes con todo derecho
práctica se escogen las sendas de la 161
esperan los demás mayor intrepidez y
perdición y se doblega servilmente la
más; generosa presteza. espalda a la tiranía de la carne? ¿Pa
ra qué serviría el saber y el decir que
7.« ¡ Exhortación a Roma a volver a Dios es Padre y que los hombres son
sus realizaciones históricas de salva hermanos si se esquiva toda interven
ción. Acoged con noble ímpetu de en ción divina en la vida pública y pri
trega, reconociéndola como llamada de vada? ¿Para qué valdría el disputar
Dios y digno criterio de vida, la santa sobre la justicia, sobre la caridad y so
consigna que vuestro Pastor y Padre bre la paz, si la voluntad está ya re
os confía: dar comienzo a un potente suelta a huir de la inmolación, si el
despertar de ideas y de obras. Desper corazón tiene determinado el concen
tar que obligue a todos, sin distinción trarse sobre sí mismo en glacial sole
de¡ estado, al clero y al pueblo, auto dad, y si nadie se atreve a romper el
ridades, familias y asociaciones, a to primero la barrera del odio que separa
dos y a cada una de las personas, a una para volver a ofrecer un sincero abra
renovación total de la vida cristiana, a zo? Todo eso no lograría sino hacer
la línea de la defensa de los valores más culpables a los hijos de la luz, a
morales, en la realización de la justicia los cuales si han amado menos, se les
social, en la reconstrucción del orden perdonará menos. No fue con esta
cristiano, de tal manera que hasta el desunión e inercia como logró la Igle
aspecto externo de la ciudad, ya desde sia en sus principios cambiar la faz
lós * tiempos apostólicos centro de la del mundo y extenderse rápidamente,
Iglesia, aparezca pronto resplandecien continuando después su acción bien
te de santidad y de belleza. hechora durante los siglos y granjeán
|ua ciudad de Roma, sobre la cual dose la admiración y la confianza de
lodgs las ciudades han ido dejando los pueblos.
las huellas de sus gloriosas realizacio
nes,, convertidas después en herencia 9. El principal enemigo es la indi
de. *¡jodo el mundo, ojalá reciba en el ferencia e inercia. Quede bien claro,
siglo, presente, de parte de los hombres Amados Hijos, que la raíz de los males
qpe hoy la pueblan la gloria de ser la presentes y de sus funestas consecuen
pirqjOJiQtora de la salvación común en cias no está, como en los tiempos ante-
1914 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 204, U M 3
(*) A. A. S. 44 (1952) 505-511. La versión es de Mater Ecclesia (UM del CL) Año XIII, N? 46 pág.
2-7, Enero-Abril de 1953. Los subtítulos son de responsabilidad de la 2? edición. En el “ Indice” de AAS
figura esta Carta Apostólica con las palabras iniciales del saludo: Carissimis Russise Populis.
Algunas palabras sirvan de introducción al fondo doctrinario e histórico de esta Carta Apostólica.
El 10 de Diciembre de 1925 apareció N. Sra. de Fátima con el Niño Jesús a Lucía, la vidente aun viva
de Fátima, y pidió la celebración de los primeros sábados en reparación de la ingratitud y los agra
vios con que los hombres la ofendían y en 1929, en una nueva aparición, pidió que el Padre Santo,
en unión con los obispos del mundo, consagraran a Rusia al inmaculado Corazón de María.
La devoción al Corazón de María no data de esa fecha sino que tiene, naturalmente un origen más
antiguo, si no queremos considerar el mismo Evangelio y la doctrina y las loas de los santos Padres
como fuente de ella. Entre los grandes místicos y teólogos de la Edad Media y siglos posteriores no
faltaban devotos tanto del Sagrado Corazón de Jesús como del corazón de María. El culto litúrgico
del Corazón de María, empero, comenzó con San Juan Eudes (1601-1680) a quien debemos “ considerar
como Padre... Maestro... y Apóstol de esta amable devoción” , según las palabras de San Pío X en el
decreto de beatificación de este siervo de Dios, Juan Eudes (ll-IV-1909). Este santo celebró con sus
religiosos ya en 1643 o sea, 20 años antes de la primera celebración oficial de la fiesta del Sagrado
Corazón de Jesús, la fiesta del Corazón de María, y en 1648 se introdujo esa fiesta oficialmente en la
Liturgia. Muchos Obispos, posteriormente permitieron el culto al Corazón de María en sus diócesis,
y los Sumos Pontífices autorizaron a muchas asociaciones pías llevar ese título. Pío VII anunció en
1805 que los Institutos y diócesis que desearan celebrar esta fiesta podrían solicitarlo; y mientras la
Sagrada Congregación de Ritos en el año 1729 había desechado la solicitud del P. J. de Gallifet S. J.
de introducir esa fiesta entoda la Iglesia, Pío IX aprobó el 21-VII-1855 Misa y Oficio propios (en “ pro
aliquibus locis” del Misal) para toda la Iglesia. En el siglo 18 veinte Intitutos religiosos llevaron el
nombre del Corazón de María; en el primer cuarto de siglo del nuestro ya son 31. La idea que ya el
P. de Gallifet había acentuado, el de la reparación, se destacaba siempre más, para convertirse en un
elemento esencial de la devoción al Corazón de María (paralelamente al movimiento que se observó
en la devoción al Sagrado Corazón de Jesús).
— 1916 —
205* 3 C a r t a A postólic a “ S a c r o V ergente A n n o ” 1917
3. Plegarias del Papa por Rusia. No cada uno de vosotros pueda defender
liemos cesado jamás de elevar Nuestras la propia dignidad humana, conocer
súplicas a Dios para que os asista siem las enseñanzas de la verdadera religión
pre con su luz y con su ayuda divina y dar a Dios el debido culto, no sólo
506 y os conceda a todos poder alcanzar, en lo íntimo de la propia conciencia,
junto con una justa prosperidad mate sino incluso abiertamente, en las acti
rial, aquella libertad mediante la cual vidades de la vida pública y privada.
El P. Alfredo Dechamps S. J. inició, con la aprobación del Arzobispo de Toulouse, en el año de la
consagración del mundo al Sagrado Corazón de Jesús (1900) el movimiento de la Consagración del
mundo al C o r a z ó n de M a ría , presentando en Roma una solicitud con un millón de firmas; otras so
licitudes fueron presentadas en 1906, 1908 y 1920. Con motivo del 25? Congreso Eucarístico Interna
cional éh Lourdes (22-26 de Agosto de 1914) pidió Lourdes, en solicitud a P í o X , se dignara, consagrar
el mundo al Corazón de María por su Legado, presente en el Congreso. Casi todos los Congresos
Marianos fomentaban ese movimiento y el de Lourdes del año 1930 aclamó la ‘m oción” de la consa
gración del mundo al Inmaculado Corazón de M a ría ” , Las apariciones en Fátima y su progresivo
conocimiento precipitaron los acontecimientos. Por la amenaza de una cada día más intensa propa
ganda comunista, los Obispos de Portugal consagraron sus diócesis, y el 13 de Mayo de 1931 todo su
país ál Inmaculado Corazón de M a ría , consagración que se renovó en forma solemnísima en Fátima
en 1937. En este mismo año elevaron una solicitud a Pío XI pidiendo “ se dignara consagrar a todo el
mundo al purísimo Corazón de M a ría a fin de que los pueblos se vieran libres de los peligros que los
amenazaban por doquiera y se consolidara, por la intercesión de la Madre de Dios, la paz de Cristo
eii el reino de Cristo” . En el 259 aniversario de la última de las apariciones de Fátima (13-X-1942) lo
volvieron a solicitar a S. S. P í o X II.
El 31 de octubre de 1942, consagró, efectivamente, P ío X I I la Iglesia y el género humano al In
maculado Corazón de María. En su respectivo Radiomensaje dijo el Sumo Pontífice dirigiéndose al
clero y pueblo fiel de Portugal que varias veces en este año de gracia habían llevado a cabo pere
grinaciones a Fátima para agradecer sus beneficios a la santísima Virgen e implorar su amparo y
protección para Portugal mismo, sus colonias y el mundo entero; habló luego 19 sobre la gratitud que
deberían sentir por haberse librado, “ la Terra de Santa María” , miles de veces en sus horas trágicas
y oscuras de grandes calamidades y por la relativa paz y bienestar que ahora gozaba; 29 sobre la
confianza de que la Madre de Dios los preservará de todo mal, y para que esa confianza no fuera
temeraria debían cumplir con la promesa de la juventud católica en Fátima y “ vivir como católicos
sinceros, convencidos y al cien por ciento su religión” , rezar el Rosario y hacer penitencia; y 39 sobre
la plegaria que todos debían elevar a M a ría para que “ la Reina del Rosario, el auxilio de los cristianos,
el refugio del género humano y la vencedora en todos los combates de Dios” les alcanzara la paz en
esta tremenda tragedia de la segunda guerra mundial.
Por eso dijo al fin el Papa, “ Nos dirigimos en esta' hora trágica de la historia humana a Ti, a
tu Inmaculado Corazón; a Ti, a tu inmaculado Corazón nos entregamos y a él consagramos no sólo a
la Iglesia, el Cuerpo Místico de Tu Jesús quien en tantos miembros sufre y sangra y es tantas veces
martirizado, sino también el mundo entero el cual en salvaje discordia se dilacera, arde en llamas
de odio y se ha convertido en víctima de su propia iniquidad” .
La festividad del Inmaculado Corazón de María se celebra todos los años como fiesta doble de
segunda clase, con Misa y Oficio propios el 22 de agosto.
En 1952, como se ve por la fecha de la presente Constitución Apostólica, las insistentes súplicas
movieron a Pío XII a consagrar también al pueblo Ruso, en especial, al Inmaculado Corazón de María.
No es, pues, un hecho teológico aislado pero especialmente significativo.
El 12 de octubre de 1954 también España se consagró al Inmaculado Corazón de María. P í o X I I ,
dirigió en ese día una alocución al pueblo español que clausuraba su Congreso Nacional Mariano
(A.A.S. 46 [1954] 680-683). El texto es el siguiente:
E L R A D IO M E N S A J E
AAS Venerables hermanos y amados hijos que, clausurando vuestro Congreso Nacional Mariano, os
46 consagráis a vosotros mismos y vuestra Patria al Inmaculado Corazón de María:
680 1. E l P a d r e S a n to q u is ie r a e s ta r p r e s e n te . Quien Nos pudiera dar en estos momentos, que, así como
con Nuestra voz conseguimos hacernos presentes en medio de vosotros, lo pudiéramos hacer igualmente
con Nuestros ojos y Nuestros oídos, para escuchar el voltear de las campanas de toda España, las
salvas de honor, los vítores y las aclamaciones, los suspiros y las plegarias que suben a lo alto; para
ver a todo un pueblo agolpándose ante los altares de su Madre y Señora, ofreciéndole su corazón
y su vida? B ie n a v e n tu r a d o s los o jo s q u e ven lo qu e v o s o t r o s ve is y los o íd o s qu e o y e n lo q u e v o s o t r o s
o ís (Cf. Mat. 13, 16).
2. E sp a ñ a , “ T ie r r a d e M a ría ” . Porque España ha sido siempre, por antonomasia, la “ t ie r r a d e
M a ría S a n tís im a ” , y no hay un momento de su historia, ni un palmo de su suelo, que no estén señala
dos con su nombre dulcísimo. La histórica catedral, el sencillo templo o la humilde ermita a Ella
están dedicadas; y si quisiéramos solamente evocar, según se Nos vienen a las mientes, algunas de las
advocaciones principales que, como piedras preciosas en manto riquísimo, son ornamento del territorio
español; la Peña de Francia, la Fuencisla y Monsalud; la Almudena, el Sagrario y los Desamparados;
Guadalupe, los Reyes y las Angustias, Nos parecería o que estábamos recorriendo la topografía nacional
o que íbamos fijando los hitos principales de la historia de España.
Eran pinceles españoles los de Juan d e J u anes, Z u r b a r á n , E l G r e c o , y M u r illo ; y por eso rivalizaron
en representarla cual más hermosa. Gubias y cinceles españoles fueron los de G r e g o r io H e r n á n d e z , 681
A lo n s o C an o, M a rtín e z M o n ta ñ é s y S a lc illo ; y, por serlo, no pudieron menos de estar dedicados de
modo especial al servicio de la Madre amantísima. Y si es un Rey Santo el que cabalga para con
quistar' Sevilla, irá con Nuestra Señora en el arzón; y si son proas castellanas las que, precisamente
tal día como hoy, violan el secreto de las tierras americanas, sobre una de ellas irá escrito necesa
riamente el nombre de ” S an ta M a r ía ” , ese nombre que luego el misonero y el conquistador irán de
jando en la cima inaccesible, en el centro de la llanura sin fin o en el corazón de la selva impenetrable
para que sea también allí fuente de gracia y de bendición.
1918 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 205, 4
509 11. Respeto del Papa por todas las por lo tanto, bien estén en guerra con
naeiones. Cuando se trata de defen las armas, o en desacuerdo por graves
der la causa de la Religión, de la ver disensiones, son considerados por Nos
dad, de la justicia y de la civilización como hijos iguales queridísimos; y no
cristiana, no podemos callar cierta deseamos otra cosa, no pedimos al
mente; sin embargo Nuestros pensa Señor con la oración más que la mutua
mientos y Nuestras intenciones están concordia, la justa y verdadera paz,
siempre dirigidos a este fin, a saber, y una prosperidad cada vez mayor.
que no con la violencia de las armas, Mas bien, si algunos, engañados por
sino con la majestad del derecho se las mentiras y las calumnias, Nos pro
gobierne a todos los pueblos, y que fesan abierta hostilidad, Nos estamos
cada uno de ellos, poseyendo la liber animados hacia ellos de una mayor
tad civil y religiosa dentro de los lími compasión y de un más ardiente afecto.
tes de la propia Patria, sea conducido
hacia la concordia, la paz y la vida 13. A pesar de las calumnias ama a
de trabajo, de la que cada uno de los los que yerran y condena el error. He
ciudadanos pueda obtener cuando le mos condenado sin duda y rechazado,
es necesario para alimentación, la ha como exige el deber de Nuestro oficio,
bitación, el sustentamiento y gobierno los errores que los partidarios del co
de la propia familia. Nuestras palabras munismo ateo enseñan y se esfuerzan
y Nuestras exhortaciones se refirieron en propagar con sumo daño para los
y se refieren a todas las naciones, y ciudadanos; pero a los errantes, en vez
por consiguiente también a vosotros, de rechazarlos, les deseamos que vuel
que siempre habéis estado presentes van a la verdad y sean conducidos de
en Nuestro corazón y cuyas necesida nuevo al camino recto. Hemos puesto
des y calamidades deseamos aliviar se de manifiesto y reprobado estas menti
gún permitan Nuestras fuerzas.1 2 ras, que frecuentemente se presenta
ban bajo falsas apariencias de verdad,
12. Amor universal del Papa, pese precisamente porque sentimos hacia
a los ataques. Los que no aman la vosotros afecto de padre y buscamos
mentira sino la verdad saben que du vuestro bien. Nos, en efecto, tenemos
rante todo el curso del reciente con la firme certeza que de estos errores
flicto Nos hemos demostrado imparcia no pueden sobreveniros sino grandísi
les Con todos los beligerantes, y de mos daños, porque no sólo arrancan de
ello frecuentemente hemos dado prue vuestras almas la luz sobrenatural y
ba con las palabras y con las obras, los supremos consuelos que provienen 510
y hemos abarcado en Nuestra ferven de la piedad y del culto a Dios, sino
tísima caridad a todas las Naciones, que incluso os despojan de la dignidad
aun a aquellas cuyos gobernantes se humana y de la libertad debida a
profesan enemigos de esta Sede Apos los ciudadanos.
tólica, y a aquellas también en las que
los enemigos de Dios, combaten fiera 14. El pueblo ruso conserva la fe y
mente todo lo que tiene algo de cris su amor a María. Sabemos que mu
tiano y de divino, y buscan el borrarlo chos de vosotros conservan la fe cris
de las almas d° los ciudadanos. En tiana en el santuario íntimo de la pro
efecto, por mandato de Jesucristo, que pia conciencia, que en ninguna forma
encomendó la entera grey del pueblo se dejan inducir a favorecer a los ene
cristiano a S a n P e d r o , Príncipe de los migos de la Religión, sino que antes
Apóstoles*7*, — del cual somos indig bien desean ardientemente profesar las
nos Sucesores— Nos amamos con in enseñanzas cristianas, únicos y seguros
tenso amor a todos los pueblos y desea fundamentos de la sociedad civil, no
mos buscar la prosperidad terrena y solamente en privado, sino que, si fue
la salud eterna de cada uno. Todos, ra posible, incluso en público, como
(7.) Véase Juan 21, 15-17.
Encíclicas Pontificias 61
1922 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 205, 15-18
CONSTITUCION APOSTOLICA
“EXSUL FAMILIA NAZARETHANA”(*}
(l-VIII-1952)
— 1924 —
206, 2-3 C o n s t . A post . “ E xsul F am ilia ” 1925
bre^\ juntamente con su ínclita Ma por desgracia, les salen al encuentro de
dre Inmaculada y su piadoso custodio sus necesidades buscando su ruina espi
fuese también en este género de angus ritual más que su provecho material.
tias y trabajos el primogénito de mu
chos herm anos^ recorriendo El pri 3. Mayor desgracia, sin la ayuda de
mero el camino. la Iglesia como ya señala San Agustín.
¡Cuántos motivos de angustia habrían
2. La Iglesia debe presentar este existido y existirían si hubiese faltado
ejem p lo y los rem edios de la situación. o faltase este ministerio evangélico!
Para que estos argumentos de consue Tendríamos que lamentarnos mucho
lo en las adversidades y estos ejemplos más que en los tristes tiempos de San
no dejasen de tener eficacia, sino que Agustín, cuando el Obispo de Hipona
produjesen consuelo en los trabajos de exhortaba vehementemente a los sacer
los desterrados y emigrantes y suscita- dotes para que de ningún modo, a me
650 sen la esperanza cristiana, fue necesa dida que más urgían las dificultades,
rio que la Iglesia los corroborase con dejasen a la grey sin pastor, recordán
peculiar cuidado y asidua asistencia, doles cuántos bienes se seguirán si per
con lo cual se alimentase la práctica de manecían con sus ovejas y cuántos
males inevitables si las abandonaban:
una vida morigerada y se conservase
Donde faltan los ministros, ¡qué ruina
íntegra la fe transmitida por los ma
se abate sobre aquellos, que salen de
yores. este siglo, o no regenerados o ligados
Era igualmente necesario hacer fren (por el pecado)! ¡Qué desgracia la de
te con remedios adecuados y eficaces a los fieles ligados a ellos, que no podrán
las nuevas dificultades, no previstas ni tener con ellos el descanso en la vida
conocidas aún, de los emigrantes a eterna! Finalmente, ¡cuántos gemidos
regiones extranjeras, particularmente de todos y qué graves blasfemias de
para salir al paso de las insidias de los algunos por la privación de los minis
hombres perversos que impíamente, terios y la ausencia de los ministros!
E s ésta tal v ez la r a z ó n p o r la qu e el S u m o P o n t ífic e P ío X I I h a y a e x p u e s t o en la p a r te c e n tr a l
d e esta C o n s titu ció n A p o s t ó lic a c o n tanta p r o lijid a d to d a s la s m e d id a s qu e la S an ta Ig le s ia ha a d o p ta d o
p a ra su a p r o p ia d a s o lu c ió n .
E l E p is c o p a d o A r g e n tin o , c o m o m u c h o s o t r o s en e l m u n d o , se h iz o c a r g o d e esta s itu a c ió n y d e la
in q u ietu d d e l P a d r e S an to y en una C ir c u la r d e l 29 d e s e p tie m b r e d e 1953, qu e h a b ía d e le e r s e a t o d o s
lo s fie le s , d io cu en ta d e la r e s o lu c ió n d e c r e a r un a C o m is ió n E p is c o p a l p a r a la I n m ig r a c ió n y d e
c e le b r a r una J o r n a d a de la I n m ig r a c ió n . E n la se g u n d a p a r te d e la C ir c u la r d i c e el E p is c o p a d o lo
s ig u ien te:
“ A la Igle s ia n o s o la m e n te p r e o c u p a la a sis ten cia e s p ir itu a l d e lo s in m ig r a n te s . L a c a r id a d la
im p u ls a a r e a liz a r t o d o s lo s e s fu e r z o s p o r s o lu c io n a r ta m b ié n sus p r o b le m a s m a te r ia le s , a o f r e
c e r le s o p o r t u n id a d e s p a ra r e h a c e r su v id a , a a c o m p a ñ a r lo s y h a c e r le s lle v a d e r o s sus la r g o s v ia ie s ,
a d a r le s h o s p ita lid a d y a a c o g e r lo s a m o r o s a m e n te en lo s lu g a r e s d o n d e e n c u e n tr a n un n u e v o h o g a r ,
h a c ié n d o le s s e n tir que la Ig le s ia es una y es c a t ó lic a , y q u e el m is m o c a lo r q u e se n tía n e n la
p a r r o q u ia d e su a m a d a t ie r r a n a tal p u ed en s e n t ir lo en la q u e , d o n d e q u ie r a se r a d iq u e n , lo s m a n
ten d rá u n id o s al C u e rp o M ís tico d e J e s u c r is to .
“ L a in m ig r a c ió n , p o r lo ta n to — co n tin ú a la c ir c u la r — d e b e s e r o r g a n iz a d a c a t ó lic a m e n t e , y n o
lo será a m e n o s qu e lo s c a t ó lic o s tr a b a je n a ctiv a y o rg a n iz a d a m e n te en esta im p o r ta n t ís im a o b r a .
“ T o d a s estas c o n s id e r a c io n e s h a n m o v id o al V e n e r a b le E p is c o p a d o A r g e n tin o a o c u p a r s e c o n
e s p e c ia l s o lic itu d d e o r g a n iz a r en n u e s tr o p a ís las o b r a s c a t ó lic a s p a ra la in m ig r a c ió n , r e s o lv ie n d o
c r e a r la C o m is ió n E p is c o p a l p a r a la In m ig r a c ió n y la C o m is ió n C a tó lica A r g e n tin a d e I n m ig r a c ió n
p a ra d i r ig ir y c o o r d in a r las o b ra s d e a sis te n cia a lo s in m ig r a n te s ; o r d e n a n d o , d e a c u e r d o a los d e s e o s
d e la Santa S ede, la r e a liz a c ió n d e la J o r n a d a d e la I n m ig r a c ió n , e l p r im e r D o m in g o d e A d v ie n to
en to d a s las P a r r o q u ia s , Ig le s ia s y C o le g io s d e l p a ís , e n la s q u e se e le v a r á n f e r v o r o s a s p le g a r ia s
a la S a g ra d a F a m ilia p id ie n d o su p r o t e c c ió n y a yu d a p a ra t o d o s a q u e llo s qu e h a n d e b id o a b a n d o n a r
su h o g a r y su p a tr ia , y se r e a liz a r á una c o le c t a c o n e l fin d e a y u d a r lo s en sus m á s a p r e m ia n t e s
n e c e s id a d e s . T o d o s p r o c u r a r á n c o o p e r a r g e n e r o s a m e n te c o n su lim o s n a , a n im a d o s p o r e l e s p ír itu
d e c a r id a d , p a ra el s o s te n im ie n to d e las o b r a s d e a sis te n cia a lo s in m ig r a n te s y r e fu g ia d o s ...
“ E s ta m o s e m p e ñ a d o s en una o b r a c a t ó lic a , s en tid a al tra v é s d e to d a c r is t ia n d a d . C o n fia d o s en
la c o le c t iv a c o la b o r a c ió n d e t o d o s lo s c a t ó lic o s a r g e n tin o s p a r a m e r e c e r un a v e z m á s la b e n d ic ió n
d e D io s s o b r e n u e stra P a tria y s o b r e n u e s tr o s h o g a r e s ” .
U n C o m e n ta r io e x h a u s t iv o d e esta C o n s titu c ió n A p o s t ó lic a c o n su fo n d o h is t ó r ic o y su a p li
c a c ió n a ctu a l a p a r e c ió en ale m á n en 1954: “ D ie A p o s t o lis c h e K o n s titu tio n " E x s u l F a m ilia ” z u r
A u s w a n d e r e r u n d F lü c h tlin g s fr a g e ” (L a C o n s titu ció n . A p . “ E x s u l F a m ilia ” al p r o b le m a d e e m ig ra n te s
y r e fu g ia d o s ) P . T e o d o r o G r e n tr u p , 250 p á g ., E d it o r ia l “ C h ris t U n t e r w e g s ” B u c h e n h a in v o r M ü n-
c h e n . ( P . H .).
cretó: Puesto que en no pocos lugares, diócesis provean varones idóneos que
dentro de una misma ciudad y dióce les celebren los divinos oficios según los
sis, se hallan mezcladas gentes de dir diversos ritos y lenguas y les adminis
versas lenguas que, bajo una misma tren los sacramentos, instruyéndolos a
fe, tienen diversos ritos y costum un mismo tiempo con la palabra y el
bres, ordenamos categóricamente que ejem p lo^ . Todo lo cual la Iglesia lo
los Obispos de dichas ciudades o ha conservado fielmente hasta núes-
(4 ) C o n c ilio de L e lr á n IV , c a p . I X (M a n s i, S a c r . d e c o n v e r s a r b r e v e m e n te s o b r e e l e s p ír itu q u e
C o n c ilio r u in n o v a et a m p liss im a C o lle c tio , V e n e - d e b e a n im a r v u e stra a c tiv id a d , m o s t r a r o s c ó m o
tiis 1778, 22, 998) d e é l se d e r iv a n las e n e r g ía s in te rn a s y lo s c r i
P ío X II d ir ig ió el 23 d e J u lio d e 1957, c o n te r io s r e g u la d o r e s d e v u e s tra s e m p r e s a s , y c ó m o
m o tiv o d e l 59 a n iv e r s a r io d e la p r o m u lg a c ió n d e s o la m e n te e se e s p ír itu im p r im e a v u e stra o b ra
la C on st. A p o s . E x s u l F a m ilia , un d is c u r s o a los e l m a r c h a m o d e un a p o s t o la d o p u r o y m e r ito r io .
D e le g a d o s d e lo s C o m ité s D io c e s a n o s p a r a la 1. — C uál d e b e s e r e l e s p ír itu a n im a d o r d e
M ig r a c ió n en su p r im e r e n c u e n t r o , p r e s id id o p o r c u a n to s s o n d e s ig n a d o s p o r la A u t o r id a d e c le
el C a r d e n a l A d e o d a t o P ia z z a . E l P a p a h a b ló s o s iá s tica p a ra la a sis te n cia a lo s e m ig r a n te s , p o
b re el g e n u in o e s p ír itu a p o s t ó lic o qu e d eb e a n i d éis a p r e n d e r lo en la s u b lim e p a rá b o la del buen
m a r a lo s s a c e r d o te s qu e a sisten a lo s e m ig r a n p a s t o r , (Juan 10) en la q u e c o m o en o t r a s e n s e
tes. (A . A. S. 49 [1957] 730-737). ñ a n za s in s p ir a d a s p o r la m is m a s im ilitu d ( v e r M t.
18, 11; L u c . 15, 3) e l d iv in o R e d e n t o r P a s t o r de
AAS H e a qu í él d is c u r s o ín t e g r o : n u estra s a lm a s y P r ín c ip e d e los p a s to r e s (I P e t r .
49 : A l a c o g e r o s c o n p a te r n a l e fu s ió n d e c o r a z ó n 2, 25; 5, 4) p a r e c e q u e r e r t r a z a r c o m o su ín tim o
730 en N u estra p r e s e n c ia , D e le g a d o s E p is c o p a le s en a u t o r r e t r a t o . A u n c u a n d o la s e m e ja n z a a fe c ta e n
lo s C o m ités d io c e s a n o s d e E m ig r a c ió n d e Italia , g e n e r a l a to d o e l q u e tenga m a n u a io para g o
r e u n id o s en la U rbe p a ra c e le b r a r v u e stro p r im e r b e r n a r las a lm a s, y e x p r e s e d e m o d o e s p e c ia l la
c o n g r e s o n a c io n a l, N o s es g r a to m a n ife s ta r o s la u n id a d d e la Ig le s ia y la v o lu n ta d s a lv a d o r a d e
v iv a c o n fia n z a p o r N os p u e sta en v u e s tr o c e lo C risto p a ra c o n t o d o s lo s h o m b r e s , sin e m b a r g o ,
en bien d e lo s e m ig r a n te s , tan to m ás p r ó x im o s o fr e c e a v u e stra c o n s id e r a c ió n a lg u n o s d e ta lle s
a n u e s tr o c o r a z ó n cu a n to m ás a le ja d o s v iv e n d e d é c o n m o v e d o r a a d h e r e n c ia a v u e s tr o o f ic io . S o n ,
su p a tr ia , y m a y o r n e c e s id a d tie n e n , p o r lo ta n to , é n tr e o tr o s , el r e c ip r o c o e in d iv id u a l c o n o c im ie n
d e la s o lic it u d d e la Ig le s ia . B ie n sab éis co n to e n tre el p a s t o r y c a d a un a d e las o v e ja s , la
c u á n to a fe c t o la Santa S ede — y d e m o d o e s p e p r e m u r a p o r c a d a un a d e e lla s , la in s o m n e s o li
cia l la S a g ra d a C o n g r e g a c ió n C o n s is to r ia l c o n su c itu d p o r a qu e lla s q u e p o r su le ja n ía d e l r e d il se
e m in e n te y c e lo s ís im o C a r d e n a l S e c r e t a r io , que e n c u e n tra n en p e lig r o , el in te ré s d e l p a s t o r , tan
ten em o s e l p la c e r d e s a lu d a r a qu í presiente— se d ife r e n t e d e l m e r c e n a r io , en s e g u irla s y c u s t o
lia d e d ic a d o al g r a v e y d e lic a d o p r o b le m a d e lá d ia r la s , p r o v e y é n d o la s d e p a s to s s a lu d a b le s. R e
e m ig r a c ió n , y c o n qué in te ré s se h a d e d ic a d o , c o r d á is q u e es v o lu n ta d ele v u e s tr o P a d r e que
e s p e c ia lm e n te m e d ia n te a qu e lla E x s u l F a m ilia está en los c ie lo s , que n i s iq u ie r a u n o d e e sto s
(A . A . S. 1952, p . 649) a g a r a n t iz a r la e fic a z asis-^ p e q u e ñ u e lo s se p ie r d a (M a t. 18, 14) y , p o r c o n
te n cia a lo s e m ig r a d o s , f ija n d o n o r m a s p r á c tic a s s ig u ie n te , q u e es in d is p e n s a b le al b u en p a s t o r
c o n el fin d e q ue, d o n d e q u ie ra qu e re s id a n , p u e la p r o n titu d en e l e s fu e r z o , en lo s r e n u n c ia m ie n
dan r e c o n o c e r fá c ilm e n te la fis o n o m ía d e la M a tos y en e l h e r o ís m o .
d r e Ig le s ia , a m o r o s a m e n te in c lin a d a h a c ia e llo s , C o n te m p la d , p u e s, c o n e s p ír itu d e p a s to r e s a
s e n tir lo s la tid o s d e su c o r a z ó n y d e ja r s e g u ia r este v u e s tr o r e b a ñ o , d e s p a r r a m a d o p o r t o d o s lo s
p o r su m a n o m a te rn a l en m e d io d e lo s p e lig r o s lu g a r e s d e la t ie r r a , m ás allá d e lo s m o n te s y
y las n e c e s id a d e s d e su c o n d ic ió n a n o rm a l. d e lo s o c é a n o s . N o h a n s id o el a fán d e a v e n tu
P e r o lo qu e p o r e n c im a d e t o d o N o s d e se á b a ra s n i d e v io le n c ia d e lo s d e m á s lo q u e les h a n
m os y to d a v ía d e s e a m o s en lo s que d ir e c ta o in d u c id o a r e c o r r e r c o n s u d o r lo s c a m in o s d e l
in d ir e c ta m e n te están lla m a d o s a d e d ic a r la v id a m u n d o , s in o ca s i s ie m p r e el s e n tid o d e la d ig n i
s a c e r d o ta l en p r o d e lo s e m ig ra n te s , es el ger- d a d p e r s o n a l, re s u e lta a c o n q u is t a r c o n e l t r a
n u in o e s p ír itu d e a p o s t o la d o , b a s a d o en la d i b a jo e l d e r e c h o a lo s b ie n e s n e c e s a r io s d e la v id a ,
vin a c a r id a d y s u s c it a d o r in a g o ta b le d e en e r g ía s o bie n la a m o r o s a m is ió n d e p a d r e y d e h i j o co n
y d e o b ra s . In d u d a b le m e n te , al le e r b a jo el T ítu lo r e s p e c t o a la fa m ilia .
p r im e r o d e la m e n c io n a d a C o n s titu ció n las a d E l d u lc e y le g ít im o su e ñ o d e v o lv e r a lgú n día
m ir a b le s e m p r e s a s llev a d a s a ca b o p o r la Ig le s ia , al p u e b lo d o n d e n a c ió , c o n un a in d e p e n d e n c ia
a lo la r g o d e lo s s ig lo s , y e s p e c ia lm e n te en los e c o n ó m ic a s u fic ie n te p a r a a s e g u r a r el p o r v e n ir ,
m ás re c ie n te s , en b e n e fic io d e lo s q u e, p o r c u a l ha p r e v a le c id o a m e n u d o en el e m ig r a n te s o b r e
q u ie r m o tiv o , se v ie r o n o b lig a d o s a v iv ir en la a m a rg u ra d e a b a n d o n a r tod as las co s a s m ás
tie r ra e x t r a n je r a , d e qu é o c u lt o m a n a n tia l b r o t ó a m g d a s, y te m p la su e s p ír itu p a r a a fr o n t a r q u e llo 732
a qu ella lu m in o sa h is to r ia d e b o n d a d h u m a n a y stra te — c h e V areo d e ll’ e s ilio p r ia s a e tía y para
c iv il, q u e n o tie n e p a r , d o n d e q u ie ra q u e se d ir ija d e m o s t r a r sí c o m e sa d i s ale — lo p a n e a ltr u i, e
Ja m ir a d a , en el m u n d o y en lo s tie m p o s . La c o m ’ é d u r o ca lle — lo s c e n d e r e e il s a lir p e r
r e s p u e s ta se e n c u e n tr a ya in d ic a d a en el m is m o V altru i s ca le (D a n te , P a r a ís o 17, 56-60): “ A qu ella
d o c u m e n t o : d e l in te n s o a m o r a las a lm a s, r e c o fle c h a — q u e el a r c o d e l d e s tin o m ás g r a v e la n za
g id o p o r la Ig le s ia en la fu e n te d e la c a r id a d , — .cu án to sabe a sal el p a n a je n o — y cu án d u ra
J e s u c r is to . sen d a e l b a ja r y el s u b ir e s ca la d e o t r o ” .
P u e s b ie n , N o s d e s e a m o s a rd ie n te m e n te que P e r o ¡cu á n a m e n u d o , e s p e c ia lm e n te en lo s c o
im p r im á is en v u e s tr o s e s p ír itu s la fir m e c o n v ic m ie n z o s d e la n u e va v id a , el g r a v a m e n d e lo s
c ió n d e q u e si fa lta r a en la ra íz d e to d a s v u e s s a c r ific io s y d e la s r e n u n c ia c io n e s s u p e ra las
tra s a c tiv id a d e s , e se e s p ir it a d e n ada v a ld ría n a n im o sa s p r e v is io n e s ! E l p u e b lo , las p e r s o n a s
731 n i e l in c a n s a b le d in a m is m o e x t e r io r , n i s iq u ie r a y la s c o s a s q u e lo c ir c u n d a n , el t ip o d e t r a b a jo ,
la s m is m a s le y e s , ya qu e, c u a n d o se tra ta d e t o d o y t o d o s , p a r e c e qu e se c o n ju r a n c o n tr a é l, d e
pilmas, tan s ó lo el c a lo r d e la c a r id a d s o b r e n a tu t e r m in a n d o ín tim a s c r is is d e n o s ta lg ia y d e a ba
ra l p u e d e s u s c it a r e l re b o te d e la v id a y m a d u r a r tim ie n to . E l c lim a se le p re s e n ta d ife r e n t e , la
fr u to s d e s a lv a c ió n . N o s e s, p o r lo ta n to , gra ta len g u a d e s c o n o c id a p a r e c e e n c e r r a r le e n una
esta v is ita v u e s tr a , p o r q u e N o s o fr e c e la o c a s ió n p e n o s a p r is ió n ; la m ir a d a in d ife r e n t e , y a v e c e s
200, 10 C o ñ s t . A póst . “ E xsul F am ilia ” 1929
Todos conocen la utilidad que tales las diócesis y a las almas, y todos las
parroquias, asiduamente frecuentadas tienen en grande y merecida estima.
por los peregrinos, han reportado a Por lo cual el Código de Derecho canó-
en Ita lia y q u e es in s tr u m e n to e fic a z p a r a r e a - o b s e r v a c ió n p a r a im p e d ir q u e fa ls a s d o c t r in a s y
v iv ia r en lo s fie le s e l in te r é s y e l a fe c t o h a c ia p e r v e r s a s c o s tu m b r e s se an a b s o r b id a s p o r lo s in
tan tos h ijo s le ja n o s . H a c e d q u e n in g ú n e m ig r a n te m ig r a d o s c o n e l p r e t e x t o d e a d a p ta c ió n a la s c i r
ten ga q u e a b a n d o n a r e l s u e lo d e la p a tr ia sin cu n s ta n cia s lo c a le s . E n e l c a s o d e q u e e l p a ís qu e
h a b e r c o n o c id o y a m a d o an tes a la Ig le s ia . A lo s a c o g e q u is ie r a p r o m o v e r la lla m a d a a s im ila c ió n
v o s o t r o s , q u e la r e p r e s e n tá is en m e d io d e l p u e b lo , d e lo s e x t r a n je r o s , e l m is io n e r o se d e d ic a r á a q u e
t o c a r á e n t r e g a r o s p o r e n t e r o a t o d o s , e s tu d ia n d o e llo n o r e d u n d e e n p r e ju ic io d e lo s d e r e c h o s n a
sus p r o b le m a s , o r ie n t á n d o lo s en lo s tr a b a jo s m ás tu ra le s o en d a ñ o d e lo s v a lo r e s r e lig io s o s y m o
73 ? a d e c u a d o s , in s tr u y é n d o le s y a y u d á n d o le s , c o n v ir ra le s , a m e n u d o e s tr e c h a m e n te u n id o s c o n la s t r a
t ié n d o o s c a s i en trá m ite s n e c e s a r io s e n t r e lo s d ic io n e s p a tr ia s . C u id a rá a d e m á s d e q u e lo s t r a
e m ig r a d o s y sus fa m ilia s q u e q u e d a r o n en la b a ja d o r e s n o sean o b je t o d e ilíc ita s e x p lo t a c io n e s
p a tr ia , p a r a m it ig a r las p e n a s y e v it a r lo s p e li y les e x h o r t a r á a o b s e r v a r las n o r m a s e s ta b le cid a s
g r o s d e las s e p a r a c io n e s p r o lo n g a d a s . p o r las le y e s . P o r o tr a p a rte , p r o c u r a r á c o n c e lo
3. — E l e s p ír itu d e l buen pastor q u e e le v a la d e s p e r ta r tam b ié n en lo s in m ig r a d o s la c o n c ie n c ia
a s is te n cia d e c a r id a d a la d ig n id a d d e a p o s t o la d e lo qu e d e b e n al p u e b lo q u e les a c o g e y que
d o , se da p r in c ip a lm e n te en e l s a c e r d o te qu e tra ta d e fa c ilit a r su p r o g r e s iv a a d a p ta c ió n a la
v iv e y tr a b a ja e n tr e lo s in m ig r a d o s , q u e se h a n u ev a fo r m a d e v id a , e s p e c ia lm e n te si se tra ta d e
h e c h o él m is m o in m ig r a d o p o r C risto . D e s e a m o s fa m ilia s e n te ra s qu e a s p ira n a q u e d a r s e d e fin iti
h a c e r a lgu n as c o n s id e r a c io n e s s o b r e este te m a , v a m e n te en a q u e lla t ie r r a .
ya qu e en la a c t iv id a d d e lo s m is io n e r o s d e e m i Un m a r c a d o s e n tid o d e p r u d e n c ia le s e rá n e c e
g r a c ió n , in t e g r a n d o y ca s i c o r o n a n d o la v u e s tra , s a r io a d e m á s al m is io n e r o en las r e la c io n e s c o n las
c o n tr ib u ir á a ilu m in a r la m e jo r . a u to r id a d e s r e lig io s a s y c iv ile s , c o n el fin d e c o o r
L a im p o r ta n c ia q u e la Ig le s ia c o n c e d e a la s d in a r lo s in te re s e s d e lo s fie le s c o n las e x ig e n c ia s
m is io n e s e n tr e lo s e m ig r a d o s , p u e d e v e r s e p o r e s p e c ia le s d e la s le y e s y , en lo p o s ib le , c o n lo s
el n ú m e r o c a d a v e z m a y o r d e lo s s a c e r d o te s que ju s t o s d e s e o s d e las p e r s o n a s in v e s tid a s d e p o d e r .
a ella s se d e d ic a n . N u n c a , c o m o en e l p r e s e n te , Se p r o d u c e n en o c a s io n e s , c o n d ic io n e s y r o z a m ie n
le g io n e s tan n u m e r o s a s c o m p a r t ie r o n e l e x ilio , to , c u y a s o lu c ió n va m ás a llá d e sus p o s ib ilid a d e s ;
ta n to fo r z o s o c o m o v o lu n t a r io , d e sus fie le s . E llo s p e r o en m u c h o s ca s o s es s u fic ie n te la p r u d e n te
m e r e c e n el a g r a d e c im ie n t o y e l a p o y o d e la I g le m o d e r a c ió n d e lo s h e c h o s y d e las p a la b r a s p a ra
sia q u e N os n o v a c ila m o s en c o n fir m a r una v e z e s ta b le c e r un m o d o d e v iv ir s a t is fa c t o r io p a r a
m á s , p u es s o m o s lo s p r im e r o s d e u d o r e s a C risto am b a s p a rte s.
d e la fu n c ió n d e b u en p a s to r . N o s d a m o s cu en ta E n las r e la c io n e s d ir e c ta s c o n lo s fie le s , e l m i
d e c ó m o su v id a está e n t r e t e jid a d e d ific u lt a d e s s io n e r o s e rá e l h o m b r e d e la p a c ie n c ia in a lte r a b le .
y m o le s tia s , y d e c ó m o c a d a h o r a d e su jo r n a d a A él se le p id e n la s fu n c io n e s m ás d is p a r a ta d a s
es , en sí m is m a , un h o lo c a u s t o o fr e c id o a D io s . y h u m ild e s , en las h o r a s m e n o s o p o r t u n a s , y
C on e l fin d e qu e tan ta g e n e r o s id a d c o n s ig a n o s ie m p r e c o n lo s m o d o s m ás a p r o p ia d o s . P e r o
e fic a z m e n t e la fin a lid a d q u e d e ella e s p e r a la la c a r id a d n o m id e lo s g r a d o s d e a b n e g a c ió n (v e r
Ig le s ia , e l m is io n e r o d e la e m ig r a c ió n d e b e d a r s e I G or in t. 13). E sta rá d is p u e s to a im p r o v is a r s e
p r is a en e n r iq u e c e r su p r o p ia d o t a c ió n d e v ir tu m a e s tr o , e n fe r m e r o , e s c r ib ie n te , g e s t o r e n la s
d e s s a c e r d o ta le s c o n las q u e s o n a d e cu a d a s a o fic in a s p ú b lic a s , s a b o r e a n d o la ín tim a a le g ría
su o fic io , y e n tr e las c u a le s q u is ié r a m o s m e n c io d e l a p ó s t o l y p r o m o t o r d e h o n e s to s e s p a r c im ie n
n a r a lgu n a, y en p r im e r lu g a r , la r e c ta in te n c ió n t o s , al ser todo para todos (I C o r in t. 9, 22). P r e
y la a s id u id a d d e la o r a c ió n . c is a m e n te e s to s p e q u e ñ o s s e r v ic io s , p r e s ta d o s c o n
La p r im e r a le im p e d ir á c o n fu n d ir su m is ió n e s p ír it u a le g r e , h a c e n r e c o n o c e r al in m ig r a d o la
s a c e r d o ta l c o n una a s is te n cia cu a lq u ie r a d e c a m a te rn a l p r e s e n c ia d e la Ig le s ia .
r á c t e r altruista, q u e a u n q u e in s p ir a d a en n o b le s A d e m á s , a la c o m u n id a d d e lo s fie le s d e l lu g a r
m o tiv o s , c o m o e l a m o r d e p a tr ia , es i n f e r io r a y , a n te t o d o , a sus p a s to r e s , se o fr e c e la o c a s ió n
la d ig n id a d d e l a p o s t o la d o , y n o v a le p a ra c o d e d e m o s t r a r q u e la u n id a d y la c a t o lic id a d d e
m u n ic a r e l im p u ls o d e un a c o n s ta n te , to ta l y d e s la M a d re c o m ú n , la Ig le s ia , s o n ta m b ié n en
in te r e s a d a a b n e g a c ió n p o r e l p r ó jim o . L a g r e y , n u e s tr o s d ía s notas v iv a s y o p e r a n te s . P o r lo
a su v e z , d ifíc ilm e n t e y e r r a en ju z g a r la r e c tit u d ta n to , n o b a s ta r ía n n i un a c o r té s t o le r a n c ia p a r a
d e in t e n c ió n d e su p r o p io p a s t o r , s a b ie n d o d is c o n lo s in m ig r a d o s , n i un s e n tim ie n to d e m ás
tin g u ir p e r fe c t a m e n t e e n tr e un m is io n e r o y un b ie n e s té r il c o m p a s ió n o s im p a tía , s in o q u e es
m e r c e n a r io o q u ien tie n e c o m o o f ic io e l p r o p r e c is o u n a m o r a c t iv o , p a r e c id o al q u e c a r a c
m o v e r lo s in te r e s e s d e su p r o p io p a ís , au n q u e te r iz a b a a la s f e r v o r o s a s c o m u n id a d e s c r is tia n a s
en a r m o n ía c o n lo s d e lo s e m ig r a d o s . L o s m is io d e lo s p r im e r o s s ig lo s . A m u c h o s c a t ó lic o s , sa
n e r o s , c o m o d ic e la m is m a p a la b r a , s o n e n v ia d o s c e r d o t e s y s e g la r e s , la P r o v id e n c ia le s d a h o y
d e D io s y d e la Ig le s ia p a r a la c u r a e s p ir itu a l o p o r t u n id a d d e r e n o v a r en sus p a r r o q u ia s e sta 737
d e la s a lm a s. a n tigu a y p e r e n n e g lo r ia d e l n o m b r e c r is t ia n o ,
E s c la r o q u e a la e fe c t iv a r e c titu d d e in te n y d e m a n ife s ta r al m u n d o q u e lo s r o d e a , d iv id id o
c ió n n o se lle g a m ás q u e c o n la a sid u a o r a c ió n , p o r ta n to s c o n tr a s te s n a c io n a lis ta s , cu á n p r o f u n
n e c e s a r ia s ie m p r e p a r a t o d o s , p e r o d e m o d o - p a r d o es en la Ig le s ia e l s e n tid o d e la u n iv e r s a lid a d .
t ic u la r in d is p e n s a b le p a ra e l m is io n e r o . E n un A n in g ú n m ie m b r o d e l C u e rp o m ís t ic o p r e g u n ta
tip o d e v id a a g ita d a c o m o es la s u ya , en c u á l es su p a s a p o r t e an tes d e d e c id ir s e a in
e l a is la m ie n to in c lu s o fís ic o d e sus p r o p io s h e r c lu ir lo en la v id a d e la c o m u n id a d y h a c e r le
m a n o s , b a jo el p e s o d e in n u m e r a b le s o b lig a c io p a r t íc ip e d e sus p r o p io s b ie n e s e s p ir itu a le s y d e
n es , qu e tie n d e n a e s te r iliz a r el e s p ír itu , la o r a su p r o p io a fe c to .
c ió n es el d e s c a n s o , la c o m p a ñ ía , e l a lim e n to d e l ¡A m a d o s h ijo s ! A l c o n c lu ir estas n u e s tra s p a s
a lm a s a c e r d o ta l. t o r a le s c o n s id e r a c io n e s , ¿ e s n e c e s a r io a c a s o r e
J u n ta m en te c o n estas v ir tu d e s in t e r io r e s , fu e n - p e t ir cu á n d ig n o y e le v a d o es e l o f ic io qu e la
736 tes o cu lta s d e e n e r g ía s , el m is io n e r o cu ltiv a rá I g le s ia o s h a c o n fia d o al d e s ig n a r o s D e le g a d o s
a d em á s la s e x t e r io r e s , r e g u la d o r a s d e las r e la en lo s C o m ité s d e E m ig r a c ió n ? D e d ic a o s c o n b uen
c io n e s c o n lo s fie le s y c o n las p e r s o n a s y las e s p ír itu a c o n tin u a r la e s p lé n d id a t r a d ic ió n d e
c o s a s q u e le c ir c u n d a n . S erá p a s t o r v ig ila n te , p r u c a r id a d y d e a p o s t o la d o , qu e en lo s d e s ig n io s d e
d e n te y p a c ie n te . V ig ila r á c o n a g u d o e s p ír itu d e la P r o v id e n c ia n o s o la m e n te tie n e c o m o o b je t iv o
200, 11-13 C o n s t . A po st . “ E xsul F am ilia ” 1931
Católico. Este mismo, pues, a quien Nos solidar en la fe católica a los Italianos
657 hemos llamado honra y prez del clero 658
emigrados a Inglaterra, envió algunos
Romano, a quien, al principio del Ju miembros de su Congregación a Lon
bileo umversalmente celebrado, pusi dres a fin de que se hicieran cargo de
mos gozosos en el glorioso catálogo de la atención espiritual de sus compa
los beatos, urgido por el amor de las triotas; y, accediendo a una respetuosa
almas y encendido en el deseo de con- solicitud suya, Nuestro Predecesor Pío
F r a n c ia e n t r e la s p r in c ip a le s c iu d a d e s d e lo s g e n e r o s id a d N u e s tr o s m e d io s q u e en lo s h o m b r e s
E s ta d o s P o n t ific io s : R o m a , B o lo n ia , F e r r a r a , P e - qu e p o r la ca u sa d e C risto s u fría n la p é r d id a d e
ru sa y V it e r b o , d o n d e se h a b ilit a r o n e s ta c io n e s lo s u y o y q u e, e x p u ls a d o s c o n co n tu m e lia y v i o
p a ra r e c ib ir lo s . le n c ia d e sus s e d e s e r r a b a n p o r e l m u n d o o b li
“ P a r a p r e s ta r a lo s e x ila d o s fr a n c e s e s la m á g a d o s a lle v a r un a v id a ca s i s o lita r ia e n tr e d e s
x im a h o s p ita lid a d se in v ir t ie r o n g r a n d e s su m as c o n o c id o s . D e a llí qu e N o s m a n ife s ta m o s d e sd e
d e d in e r o ” ; en la N O T A d e A . A . S. se d a una e l p r im e r m o m e n to d e esa c r u e l p e r s e c u c ió n a los
lista d e esas su m as. fr a n c e s e s ta n to a c lé r ig o s c o m o a la ic o s , un
P ío V I e s c r ib ió , a d e m á s , en fa v o r d e lo s e x i p r o fu n d o a m o r y lo s a b r a z a m o s c o n t o d a v o lu n ta d
la d o s d e F r a n c ia in n u m e r a b le s ca rta s a lo s O b is d e b e n e fic e n c ia y fa v o r e s . E so s e x ila d o s a g o b ia
p o s e u r o p e o s , a lo s D e le g a d o s d e la S an ta S ede, d o s e s p e r a b a n , n a tu ra lm e n te , p o d e r lle v a r una
a lo s r e y e s y p r ín c ip e s c a t ó lic o s y a c a tó lic o s . Se v id a si n o c ó m o d a , p o r lo m e n o s fa lta d e s o b r e
m e n c io n a en la N O T A d e A . A . S. las s ig u ien te s: salto s y tra n q u ila en lo s lu g a r e s a q u e se h a b ían
N o v a illa fu g a , 21-X I-1792, al A r z o b is p o d e P a r ís a c o g id o , m as el in o p in a d o a v a n ce d e la s t r o p a s
y O b isp o s fr a n c e s e s ; In te r a n g u stia s, 2-X I-1793, al fr a n c e s a s a S a v o y a e s p e c ia lm e n te y a la r e g ió n
O b is p o d e L e ó n ; V ald e g a u d e m u s , 20-IV -1793 al d e N iza lo s o b lig a r o n a r e in ic ia r u n a n u e v a y
P r e s id e n t e y S e n a d o d e F r ib u r g o ; Quse p lu r im a , m ás la m e n ta b le fu g a . N o s , e m p e r o , c o n lo s m is
31-V III-1793, a B a ju lie v e y o t r o s d e W a llis , S u iza ; m o s s e n tim ie n to s d e c a r id a d y la m is m a v o lu n
N o n p o s s u m u s , 7-IX -1793, al r e y J o r g e d e In g la tad , en m e d io d e las a n gu stia s d e lo s a c o n t e c i
t e r r a ; H a u d in g ra tu m fo r e , 2-IX -1793 a su h i jo m ie n to s en q u e N o s e n c o n t r a m o s , m a n d a m o s y
A u g u s to , p r ín c ip e d e I n g la t e r r a ; Q u o te m p o r is o r d e n a m o s q u e e s to s n u e v o s e x ila d o s se r e c ib ie
m o m e n to , 7-IX -1793, al m is m o p r ín c ip e ; y m u ch a s ra n y se a lim e n ta ra n p o r lo m e n o s en esta
o tr a s . “ M as basta c it a r a lgu n as p a la b ra s d e la N u e s tra U rb e c o m o ta m b ié n en las p r o v in c ia s d e
C arta d ir ig id a a lo s V e n e ra b le s H e r m a n o s a r z o N u e s tr o s E s ta d o s . P o r e ste m is m o m o tiv o r e
b is p o s , o b is p o s , y d ile c to s h ijo s , lo s a b a d e s , a ba s o lv im o s e x c it a r p o r N u estra C arta E n c íc lic a d e l
desa*?, C a b ild o s y C lo r o ta n to s e c u la r c o m o r e g u 10 d e o c tu b r e p p d o . a lo s V e n e r a b le s H e rm a n o s
la r d e A le m a n ia , c o n te n id a s e n : a r z o b is p o s , o b is p o s d e lo s E s ta d o s P o n t ific io s a
q u e c a d a d e e llo s c o n su c le r o y sus e d ific io s
í
IG N O T A N E M IN I S U N T s a g r a d o s se a s o c ia r a n a N u e s tras o b r a s d e m i
(2 1-X I-1792) s e r ic o r d ia y N o s a y u d a ra n en N u e s tr a s o lic itu d
“ N a d ie d e s c o n o c e n i p u e d e n r e c o r d a r s e sin lá p a te r n a l. S u c e d ió así q u e , im ita n d o el e je m p lo
g r im a s las ca u sa s p o r las cu a le s A r z o b is p o s , N u e s tr o n o s ó lo lo s V e n e r a b le s H e r m a n o s m e n
O b isp o s , p á r r o c o s , s a c e r d o te s , c lé r ig o s , sa g ra d a s c io n a d o s y e l c le r o ta n to s e c u la r c o m o r e g u la r ,
v ír g e n e s y m u c h ís im o s r e lig io s o s r e g u la r e s d e s in o ta m b ié n a p o r fía y e lo g io s a m e n te m u c h o s
F r a n c ia fu e r o n o b lig a d o s a a b a n d o n a r sus se d e s, s e g la re s d e a m b o s s e x o s , a u m e n tó e l n ú m e r o d e
d o m ic ilio s y b ien es y d ir ig ir s e a d iv e r s a s r e g io n u e v o s h u é s p e d e s qu e N o s r e c ib im o s d e s p u é s d e
nes ta n to c a t ó lic a s c o m o a c a tó lic a s a d o n d e c o n la o c u p a c ió n d e S a v o y a y N iza , lle g a n d o hasta
m a y o r fa c ilid a d p u d ie r o n h u ir p a r a p e d ir a los a h o r a a d o s m il. S ab e m o s q u e o t r o s c lé r ig o s de
e x t r a n je r o s a q u e llo s s u b sid io s qu e d e lo s s u yo s F r a n c ia m a r c h a r o n a A le m a n ia , c o n ta n d o c o n
n o p u d ie r o n c o n s e g u ir . E sa d is p e r s ió n d e l ín c lito el f a v o r d e N u e s tr o a m a d ís im o h i jo en C risto
c le r o a d ife r e n t e s p a rte s n o p o d ía m e n o s d e c o n el e m p e r a d o r e le c t o F r a n c is c o , d o n d e d e n in g ú n
m o v e r a t o d o s lo s c o r a z o n e s . N os d e b e m o s , c ie r m o d o se n e c e sita b a n N u e s tr a s e x h o r t a c io n e s p a ra
tam en te, d is t in g u ir c o n su m o e lo g io n o s ó lo a a s e g u r a r a e so s d e s t e r r a d o s a u x ilio y a sis te n cia .
lo s p r ín c ip e s , p a s to r e s y p u e b lo s c a t ó lic o s que, N o se n o s o cu lta , V e n e ra b le s H e r m a n o s , y a m a
en s e ñ a d o s p o r el E v a n g e lio e in fla m a d o s d e l d o s h ijo s q u e v o s o t r o s s o b r e p u já is p o r m u c h o
e s p ír itu d e v e r d a d e r a c a r id a d , r e c ib ie r o n a eso s en p ie d a d y c a r id a d la g lo r ia a n tiq u ís im a d e
c o n fe s o r e s d e la fe y c o n s u m ie r o n sus p r o p io s vu e s tr o s m a y o r e s d e q u ie n e s se r e fie r e qu e e ra n
b ie n e s en a lim e n ta r lo s s in o tam b ié n a lo s p r ín b e n ig n o s y h u m a n o s c o n lo s h u é s p e d e s , p u e s ,
cip e s y p u e b lo s n o -c a t ó lic o s y e n tre e llo s p r in o fr e c ía n , a d e m á s , a t o d o s lo s p e r e g r in o s h o s p e
cip a lm e n t e al ilu s tr e R e y d e G ran B re ta ñ a y la d a je y , e m u lá n d o s e e n tr e si, e je r c ía n lo s o fic io s
ín c lita n a c ió n d e es e r e in o q u e lle v a d o s en su d e h o s p ita lid a d (D io d o r o , lib. V , segú n T á c it o ,
t o ta lid a d p o r c ie r t o e s p ír itu d e h u m a n id a d h a c ia D e M o r ib u s G e r m a n o r u m , y M ela, lib. I I I ) ” .
su s s e m e ja n te s , segú n las p a la b ra s d e S . A m b r o “ P í o V II, h e r e d e r o d e l n o m b r e d e su P r e d e
s io (D e O ffic iis , II, 31) les p r o p o r c io n a r o n sub^ c e s o r y é m u lo d e sus v ir tu d e s , a p e n a s e le v a d o
s id io s e m u la n d o la g lo r ia d e lo s a n tig u o s r o m a al S u m o P o n t ific a d o c o n tin u ó c e lo s a m e n te las
n o s e n t r e q u ien es p a r e c ía m u y h o n r o s o e l fr a n o b r a s d e c a r id a d en ia v o r d e lo s e x ila d o s , lo
q u e a r las c a s a s d e h o m b r e s ilu su tr e s a h u é sp e d e s c u a l se p o n e d e m a n ifie s to en su C arta q u e H é r
ilu s t r e s ; ta m b ié n s ig n ific ó u n h o n o r p a r a la R e cu le s C o n s a lv i p r o p r e fe c t o d e la S e c r e ta r ía d e
p ú b lica q u e lo s e x t r a n je r o s n o c a r e c ie r o n d e e se n e g o c io s p ú b lic o s d e la Ig le s ia , d ir ig ió p o r o r d e n
m is m o g é n e r o d e lib e r a lid a d en N u e s tr a U rb e d e í S u m o P o n t ífic e , e l 5 d e a b r il d e 1800 a Juan
(C ic e r ó n , D e O ffic iis , II, c a p . 18). L o q u e a F r a n c is c o F a lz a c a p p a (D e Charitafee S ed. A p o s L
N o s a ta ñ e q u e N o s c r e ía m o s c o n s t r e ñ id o s , a u n q u e e r g a G a llo s, 22, 667; 24, fo l. 10; y p r in c ip io d el
in m e r e c id a m e n te d e s e m p e ñ a m o s e l c a r g o d e P a s v o l. 50).
t o r u n iv e r s a l y P a d r e d e to d o s lo s fie le s , c o n Y a an tes c o m o O b is p o d e lm o la se h a b ía p r e o
m a y o r o b lig a c ió n q u e lo s d e m á s , a c o n c e d e r c u p a d o a c tiv a m e n te d e lo s r e fu g ia d o s , y c o m o
p r o n t o a u x ilio a es os in fe lic e s e x ila d o s qu e se P a p a s ig u ió la o b r a h a sta qu e e l C o n v e n io e n tre
a c o g ie r o n a N u e s tr o p e c h o . E stá b a m o s p o r d e m á s la S an ta S ede y e l g o b ie r n o d e F r a n c ia p e r m i
c o n v e n c id o s d e qu e en n in g u n a p a r te p o d ía m o s tie ra la vu e lta p a u la tin a d e lo s d e s t e r r a d o s a
g a s ta r c o n m a y o r ju s tic ia ni n u n ca c o n m a y o r F ra n c ia .
206, 14-16 C o n st . A post . “ E xsul F a m ilia 1 1933
IX lo facultó para recoger limosnas con chos clel trabajo humano, sino que
e,i fin de levantar en Londres desde sus protegió decididamente también a los
cimientos un templo a Dios dedicado conocedores de algún oficio que iban
a San P edro, príncipe de los Apósto a lejanas tierras a ganar su sustento,
les, para bien de los emigrados italia Pues, al cabo de su primer año de
nos especialmente*7*. Supremo Pontificado, alabó el 9 de ju
lio de 1878, con complacida benigni
14. E sfuerzos de la Iglesia Católi dad, la sociedad de San Rafael erigida
ca en bien de los em igrados a Am é por los Obispos alemanes para ayudar
rica. A mediados del siglo 19 cuando fructuosamente a sus compatriotas emi
a los indigentes se ofreció la oportuni grantes*8*. Esa sociedad tanto en los
dad nunca antes conocida de hacer puertos de salida como de llegada se
fortuna, y cuando grandes multitudes estableció, al correr de los años, tam
de Europa, especialmente de Italia, se bién para otras nacionalidades como la
659 dirigía a América, la Iglesia Católica belga, austríaca e italiana.
hizo esfuerzos extraordinarios para
atender el bien espiritual de los emi 16. León XIII y la fundación de
grantes y trabajar por ellos; pues, ella, Scalabrini. Desde el año 1887, reco
en el transcurso de los siglos por el noció, en su Carta Apostólica bajo el
amor que tiene a sus hijos adaptó los sello del Pescador, que era útil y opor
métodos de apostolado al progreso de tuno el plan que venía ejecutando el
la vida y a las nuevas circunstancias Siervo de Dios Juan Bautista Scala-
del tiempo no sólo ensayándolos pron brini, entonces Obispo de Piacenza,
tamente sino también introduciéndolos de formar un Instituto de santos varo
después de atentos estudios, por cuan nes que tuvieran ánimo y voluntad de
to en su solicitud advertía que lo so partir para regiones lejanas, especial
cial, moral y religioso corrían serio mente América, con la intención de
peligro.2
.
*S llevar los consuelos del sagrado minis
terio a la multitud de fieles italianos
2. La Obra de León XIII que urgidos por las necesidades mate
riales abandonaban la Patria para esta
15. León XIII y el Rafaelsverein. blecerse en aquellas region es^ . Luego
La activa solicitud de esta Sede Apos fundó, pues, aquel varón apostólico, a
tólica tanto más prontamente mani quien Nos mismo declaramos ,P e r ití
festada cuanto que también más cui simo de la Iglesia y del Esfado*10* con
dadosamente las autoridades públicas la ayuda de celosos sacerdotes y escla
y los Institutos privados parecían aten recidos superiores, una sociedad de
derlos, está comprobada claramente sacerdotes, en la cual — para volver a 660
por las Actas de L eón XIII, Nuestro usar las galanas palabras del mismo
Predecesor, quien no sólo denodada L eón XIII en su carta que más abajo
mente defendió la dignidad y los dere- aduciremos— varones eclesiásticos de
(7 ) (A b r e v ia d a en p a r t e ) s a c e r d o te d e la C o n g r e g a c ió n d e l A p o s t o la d o C a
P ío X I I , C arta A p o s . I n e ffa b ilis et a m a n tis sim a t ó lic o “ qu ie n p o r tr e s a ñ o s t r a b a jó en L o n d r e s
D ei b e n ig n ita s, 22-1-1950, en q u e d e c la r a b e a to p a r a lo s ita lia n o s ” , fe c h a d a e l 7 d e D ic ie m b r e
al V e n e r a b le s ie r v o d e D io s V iv e n te P a llo t t i, sa d e 1847;
c e r d o t e r o m a n o y fu n d a d o r d e la C o n g r e g a c ió n A lo c u c ió n d e P ío X l l a lo s p á r r o c o s d e R o m a
d e l A p o s t o la d o C a tó lic o (A . A . S ., 42, 176 s s .). y p r e d ic a d o r e s c u a r e s m a le s , 2-III-1950, S ia te b e n -
En la s A cta s d e b e a tific a c ió n se h a b la d e a lg u uen uti (A . A . S. 42, 302).
n os s a c e r d o te s d e esa C o n g r e g a c ió n qu e se e m (8 ) O bra d e l S an R a fa e ls v e r e in p a r a a m p a r o
p eñ a n en le v a n ta r en L o n d r e s una ig le s ia p a ra d e lo s e m ig r a n te s a le m a n e s , e r ig id a c a n ó n ic a
lo s ita lia n o s , y V ic e n te P a llo tti s o lic it ó p a r a su m e n te en M a g u n cia e l 13 d e s e p tie m b r e d e 1871.
C o n g r e g a c ió n la p r o p ie d a d , d ir e c c ió n y a d m in is (9 ) L e ó n X I I I , C arta A p o s t ó lic a , L ib e n t e r agno-
t r a c ió n d e lo s b ie n e s d e esa ig le s ia m ie n tr a s vim u s , 25-X I-1887.
e x is tie r a , g r a c ia q u e le fu e c o n c e d id a p o r e l S u m o (10) Se tra ta d e l s ie r v o d e D io s Juan B au tista
P o n t ífic e , en a u d ie n c ia a c o r d a d a al p r o s e c r e t a r io S c a la b r in i, O b is p o d e P ia c e n z a , Ita lia ; L e tra s
A le ja n d r o B e r n a b ó , e l 8 d e J u n io d e 1848; d e c r e t a le s , qu e c o n c e d e n e l h o n o r d e lo s S an to s
C o m p á re s e ta m b ién la C arta d e r e c o m e n d a c ió n a beata F r a n c is c a J a v ie ra C a b rin i, F u n d a d o r a
d e l C a r d e n a l S a n tia g o F e lip e F r a n s e n i, d e la d e l In s titu to d e las M is io n e ra s d e l S a g r a d o C o r a
S. C. d e P r o p a g a c ió n d e la F e a R a fa e l M elia , z ó n , S p ir itu s D o m in L 7-V II-1946 (A . A . S. 39,
1934 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 206, 17-20
Italia se unen, urgidos por la caridad 19. La obra para emigrantes del
de Cristo*10a) para cultivar los estudios Obispo Bonomelli. Movido por las
y ejercitarse en los ministerios y disci insistentes exhortaciones del Pontífice,
plina que les permiten desempeñarse y urgido por el bien de las almas, Jere
feliz y denodadamente como “ embaja mías B onomelli, Obispo de Cremona,
dores de Cristo’’ ^*11) y así se constituyó instituyó la Obra de ayuda a los obreros
una nueva familia religiosa de misio de Italia que emigraban a las regiones
neros de San Garlos para los italianos foráneas de Europa de donde nacieron
emigrados, cuyo fundador es aquel varios institutos culturales y de benefi
siervo de Dios. cencia y florecientes secretariados, y en
1900 por piadosos sacerdotes y seglares
17. La Carta “ Quam Aerumnosa” de de bien, elegidos para la obra, se predi
de León XIII y sus saludables efectos. caban con fruto “ misiones” en Suiza,
Conviene también mencionar la Carta Austria, Alemania y Francia. Y para
a los Arzobispos y Obispos de Améri que no sucumbiera tan benéfica obra
ca*12) publicada al año siguiente por después de la muerte de su Superior,
el mismo inmortal Predecesor Nuestro Nuestro Predecesor, Benedicto XV en
por cuanto suscitó felizmente una ma comendó la cura de almas de los obre
yor abundancia de iniciativas y celosa ros italianos emigrados a regiones euro
emulación de los hombres para alcan peas a F ernando R odolfi, Obispo de
zar el bien de los inmigrantes pues, Vicenza*14).
tanto numerosos sacerdotes y muchos
religiosos de ambos sexos movidos por 20. La misión de Santa Francisca J.
esta razón partieron para todas partes Cahrini, madre de los emigrantes. No
de América a fin de asistir a ayudar a estará demás recordar aquí las múlti
sus compatriotas que vivían en lejanos ples instituciones que educan a niños
países; entonces también se fundaron y niñas, y los hospitales y demás fun
sociedades y formaron patronatos para daciones provechosamente realizadas
bien de los que de Italia, Alemania, en bien de los fieles cristianos de
Irlanda, Austria, Hungría, Francia, Sui diverso idioma y de diferente origen
za, Bélgica, Holanda, España y Portu los que florecen siempre más y prospe
gal emigraban en masa; ante todo em ran vigorosamente. Cual estrella brilla
pero se han erigido parroquias nacio en este campo Santa F rancisca Ja -
nales. viera Cabrini quien por consejó y
exhortación del siervo de Dios Juán
18. Atención a la migración en la Bautista Scalabrini y apoyada por la
misma Europa. Con la sabiduría y la autoridad del mismo Papa L eón XIII,
caridad de que era capaz no dejó de de feliz memoria, el cual la persuadió
atender oportunamente también la mi que no dirigiese su mirada hacia ei
gración que dentro de los confines de Este, sino más bien hacia el Oeste, re
Europa se hacía; la solicitud dispensada solvió emprender viaje hacia Norte
por los Romanos Pontífices consta cla américa*15), y con tanta caridad per
ramente en las Cartas, enviadas más de severó en su obra que pudo consignar
una vez por la Secretaría de Estado a ubérrimos frutos y fue, por su eximia
los Ordinarios de Italia*13). piedad para con los emigrantes it&liá-
[10*] II C o r in t. 5, 14. lo s M is io n e r o s d e lo O b ra d e A s is te n c ia a loa
(11) II C o r . 5, 20; L e ó n X I I I , E p ís to la , Q uam o b r e r o s ita lia n o s q u e e m ig r a n fu e r a d e E itrop ft .
seru m n osa, 10-X II-1888 (L e o n is X I I I A cta R o m a , L a n o t ific a c ió n c o m ie n z a c o n la s p a la b ra s.:L í(í£ /;/s
T y p . V a t ic . 1889, V I II , 383). Sacrse C o n g r e g a tio n is , tie n e la fe c h a d e l, 3¡í (té
e n e r o d e 1915, y n o m b r a p o r o r d e n d é l ; ; 3^$ipa
(12) V é a s e L e ó n X I I I N O T A 11 (V II I p á g . 380- al O b isp o V ic e n tin i, P r e s id e n t e y s o c io d e ,esa
384).
O b ra , v u lg a r m e n te lla m a d a “ O b ra d e A sis te n cia
(13) S e c r e t a r ía d e E s ta d o , C ir cu la r. 57171 a lo s a lo s ita lia n o s en E u r o p a ” . . i-*
A r z o b is p o s d e Ita lia , É n o t o c o m e Vem iprazinnr, (15) P í o X I I , L e tra s D e c r e ta le s S p ir itu s pojn^ini,
t e m p o r á n e a , 19-V I-1900 (L e o n is X I I I A c ta , X X , 7-V II-1946 (A . A . S. 39, 44) en q u e se d e c r e ta n
168-17:2;.,.C ir c u la r al A r z o b is p o d e M ilá n , T u r ín , h o n o r e s d e S an tos a B . F r a n c is c a Ja v ie r a G&bti'ni,
y V e rce Ü i, 18-V -1899. fu n d a d o r a d e l I n s titu to d e la s M ision eras, d q í
(14) S. C. C o n s is to r ia l, N o t ific a c ió n , a c e r c a de S a g r a d o C o r a z ó n d e Jesú s. '
206, 21-23 Con st. A po st. “ E xsu l Fa m il ia ” 1935
43. En favor de los emigrados del honró con el título de Sociedad de los
rito bizantino y griego-ruteno. Se em Santos Angeles.
peñó en promover el bien espiritual de
las comunidades del rito bizantino, las 46. Los perseguidos de Españáv y
que bajo la presión de las persecuciones Méjico. Recibió benignamente a los
habían emigrado antaño a Italia, y allí Obispos, sacerdotes y religiosos huidos
residían todavía: por eso, separándola de España durante el vehemente furor
de las parroquias bizantinas pertene de la criminal persecución religiosa, y
cientes a la arquidiócesis de Palermo hablándoles con mucha dulzura ios lle
(Sicilia) y de Mondovi, erigió la nueva nó de hondo consuelo*80).
diócesis o eparquía de Piaña dei Gre- Y para que los mejicanos emigrados
ci(75); mUy oportunamente normas a tierras extrañas no cayeran víctimas
para la administración espiritual de los de los enemigos de Cristo, ni perdieran
Ordinariatos griego-rutenos en los Es las cristianas costumbres de sus mayo
tados Unidos de Norteamérica*7 76) y en
7
5 res exhortó a los Ordinarios del país
el Canadá*77). que se consultaran con sus hermanos
en el Episcopado que regían los destinos
44. En bien de los emigrados pola espirituales de los Estados Unidos de
cos. Como señal de su peculiar bene Norteamérica y que llamaran en su ayu
volencia hacia los polacos distinguió, da a las Asociaciones de la Acción
primero, con el título y los honores de Católica*81).
Basílica Menor el templo de S a n J o s a -
f a t , obispo y mártir, construido en la 47. Por los negros y su Seminario
ciudad de Milwaukee, al cual se halla en USA. Es justo que se recomiende
aneja la cura de almas de los fieles aquí a la debida atención el celo con
cristianos de lengua polaca*78); y des que el mismo Sumo Pontífice se preo
pués, en el año 1931 dio por protector cupó de los descendientes de los ne
de todos los polacos emigrados al Arzo gros, dispersos sin orden en todo el
bispo de Gnesen*79). mundo: fácilmente se deduce esto de
la carta que dirigió al Superior Gene
45. El Instituto de Godesberg para ral de la Congregación del Verbo Di
los emigrantes alemanes. Por cuanto vino, con fecha 5 de abril de 1923, en
en el año 1924, a ejemplo de la Pía que auguró y deseó al Seminario para
Sociedad de los Misioneros de S a n Negros un porvenir inmediato feliz, y
C a r l o s para los emigrados italianos, afirmó que había sido una resolución
había mandado erigir también para útilísima recibir a negros que parecíán
los católicos alemanes emigrados al llamados a entrar en la vida religiosa
extranjero, el Instituto religioso de la como miembros de la Congregación del
ciudad de Godesberg, iniciado con muy Verbo Divino a fin de que, uná vez
buen criterio, y felizmente inaugurado, iniciados en el sacerdocio, ejercieran
distinguió con elogio sus méritos, y entre ellos el sagrado m inisterio; con
cuando hizo los deseados progresos, lo mayor eficacia*82). ;j
(75) Pío XI, Const. Apost. Apostólica Sedes, 27- condiciones de la causa católica en Méjico.;..,en
X-1937 (A. A. S. 30, 213-216). esta Colección, Encíclica 170, p. 1503-1511.,
(76) S. C. para la Iglesia Oriental, Decreto (82) Pío XI, Carta Admodum gaudem os/ p-tV^
Cum data fuerit, 1-III-1929 (A. A. S. 21, 152-159). 1923 (A. A. S. 15, 216 ss.) dirigida al Superior
(77) S. O. para la Iglesia Oriental, Decreto General de la Congregación del Verbo Divino,
Grseci-Rutheni Ritus, 24-V-1930 (A. A. S. 22, 346- Rvmo. P. Guillermo Gier, sobre el Seminario
354. para negros que ha de abrirse próximamente. El
(78) Pío XI, Carta Apost. Archiepiscopáli in Sumo Pontífice le escribió entre otra cosas lo
urbe, 10-III-1929 (A. A. S. 21, 592-593).
siguiente:
(79) S. C: de Asuntos Bel. Extraordinarios, Des
“Por cuanto la Iglesia de Dios es, por su mis
pacho n. 1215/31, 26-V-1931.
ma constitución, católica, ¿no sigue de allí que
necesariamente toda estirpe o nación teng¡a sus
(80) Pío XI, Sermón La postra presenza. 14- propios, sacerdotes que, por su nacimiento)té ib¡-
IX-1936 (A. A. S. 28, 373-381), pronunciado en genio, por sus sentimientos e inclinacionesjést^n
Castel Gandolfo ante los Obispos, sacerdotes, re con ella íntimamente unidos? /!‘ " *"I”!
ligiosos y fieles que habían huido de España. ¿No podrán ellos, porque encuentran m£s fáéíí
(81) Pío X /, Encíclica, Firmissimam constan- entrada entre los suyos, atraerlos a la fe y.man
tiam, 28-III-1937 (A. A. S. 29, 189-199) sobre las tenerlos en ella más eficazmente que fnihi&t'rOs
206 í 48-50 C o n s t . A post . “ E xsul F a m ilia ” 1943
cho, regiones ajenas; de allí que gran 53. La solicitud por los prisioneros
des masas fueron despiadada y cruel de guerra y los desplazados. Concedi-
mente deportadas, oprimidos los pue sioneros, refugiados, desterrados y a
blos y llevados a otras partes, exce los demás hijos Nuestros que por una
diendo los nuevos crímenes por mucho causa u otra andaban errantes lejos
Sos antiguos. de su patria, y especialmente a los
tiernos niños y los pobres huérfanos,
52. La obra universal de caridad del en todas y cada una de las obras de
Papa y de la Iglesia durante la guerra. caridad, por os o iniciados o prom o
Pronto se desencadenó el torbellino vidas o recomendadas para subvenir
de los tristísimos hechos o sea la crue las innumerables e inauditas calami
lísima guerra. Entonces Nos empren
dades y penalidades originadas por la
dimos sin demora Nuestro ministerio
guerra que afligían a casi todos los
de caridad y de paz.
hombres. Mas como todos conocen bien
Con todo el ahinco posible, exhor estas obras — constan en documentos
tando, conjurando, implorando y ac históricos— no hay por qué exponerlas
tuando ante los gobernantes de las detenidamente: séanos permitido, sin
Repúblicas, tratamos de impedir la embargo, enumerar de paso algunas.
horribilísima guerra(89>; ya estallada
y . avanzando ella con furia terrible, 54. Las O ficinas, Consejos y Com i
luchamos de palabra y obra por mi siones de socorro del V aticano. Apenas
tigarla y frenarla a medida de Nues comenzado el conflicto armado, Nos,
tras: fuerzas. imitando los ejemplos de Nuestro Pre
En esas deplorables circunstancias, decesor B enedicto XV, de cuyos ser
nuestra Madre la Iglesia Católica y vicios de caridad fuimos administrado
cabeza de la comunidad universal de res en el furor de la primera guerra,
caridad8 (90), no faltó a su oficio ni
8
9 creamos una Oficina especial en Nues
desilusionó la esperanza, y según su tra Secretaría de Estado para ayudar
costumbre fue consuelo de los afli por doquiera a todos los pobres y me
gidos, refugio de los atormentados y nesterosos(92); en el transcurso del con
patria de los desterrados. flicto procuramos la creación de otra
Ño dejamos, pues, tentativa por ha Oficina para buscar a los prisioneros
cer para llevar alguna ayuda a los y enviar y recibir informaciones^93^ y
hijos dolientes cualquiera que fuese otros Consejos más, entre los cuales
su condición o nación, aunque se opo Nos place recordar el Consejo para con
nían graves impedimentos y eran di solar a los desgraciados por la guerra
ficilísimos los tiempos; a los mismos especialmente los refugiados y deteni
judíos exilados, que soportaban una dos en lugares de prisión pública(94),
violenta persecución socorrimos con reemplazado más tarde por Nuestra
empeño (91 Comisión de Socorros a todos los indi-
(89) Véase L’opera di pace della Santa Sede e 2. — Correspondencia saliente, 3. — Radio, 4. —
Vitalia, Appunti (Tip. Vatic. 1945). Prisioneros de lengua inglesa, 5. — Prisioneros
(90) San Ignacio de Anlioquía, Epístola a los de lengua alemana y eslava, 6. — Prisioneros en
Romanos (Migne P.G. V, col. 685). manos rusas, 7. — Prisioneros e internados polí
(91) Pío XII, Alocución, La vostra presenza, ticos en Italia, 8. — Repatriados: L’attivitá della
29-X1-1945 (A. A. S. 37, 317) a los judíos prófugos Santa Sede del 15-XII-1944 al 15-XII-1945 (pág.
que después de las penurias de la guerra regre 111-114); del 15-XII-1945 al 15-XII-1946 (pág. 95-
saban. del cautiverio para expresar su gratitud. 103); más tarde se establecieron: 9. — Casos espe-
(92) Comisión de socorro. Ver: L,attivitá della ciles, 10. — Fallecidos” : L,attivitá della Santa
Santa Sede del 15-XII-1943 al 15-XII-1944 (Tip. Sede, 15-XII-1946 al 15-XII-1947 (pág. 99-105; Aper
Vatic. pág. 107-109): del 15-XII-1945 al 15-XII-1948 en sur l’oeuvre du Bureau dTnformations, Vatican,
(pág. 107-110); del 15-XII-1946 al 15-XII-1947 (pág. 1939-1946 (Tip. Vatic. 1948).
105-1.41); en 1948 (pág. 97-101 >
(93) Oficina Vaticana de Información, de se (94) Pontificia Comisión de asistencia a los re
tiembre de 1939 al 31-X-1947. fugiados, fundada el 18-IV-1944 (ver L’attivitá
Conviene recordar aquí las diferentes secciones della S. Sede del 15-XII-1943 al 15-XII-1944, (pág.
de esta Oficina: “ 1. — Correspondencia entrante, 118-123).
1946 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 206, 5S-56
gentes*95). Conviene tener presentes a fin de que asistiera a todas las reunio
aquí también las "‘Misiones” para Ale nes o congresos internacionales que allí
mania y Austria, más de una vez esti se celebran, y últimamente, aprobamos
muladas por Nuestra Secretaría de la Comisión Católica de Emigración a
Estado, especialmente con el fin de la que incumbe unir y confederar' las
atender la salud de los refugiados y fuerzas de todas las Asociaciones o
desplazados*96). Comités existentes en cualquier parte
del mundo, favorecer las iniciativas y
55. La Pontificia Oficina de Migra obras que ellas sostienen en favor de
ción y la Oficina en Ginebra. Mas por los emigrantes o desplazados, consoli
cuanto de día en día urgía más la ne darlas y coordinarlas*989 ).
cesidad, puesto que los asuntos no se
habían arreglado aun en definitiva paz, 56. Los Comités en favor de los re
se procuró socorrer a la multitud de fugiados. No debe pasarse en silencio
ios refugiados de los cuales muchísimos que en casi todas las jurisdicciones y
se hallaban impedidos de volver a su diócesis se promovieron, por Nuestros
casa y como no pocos hombres de las Nuncios o Delegados u otros eclesiás
naciones más populosas acuciados pol ticos enviados especialmente para el
la indigencia, deseaban emigrar al ex efecto comités o comisiones en favor
tranjero, establecimos por decreto una de los refugiados indigentes y también
Oficina de Migración en la misma Se de los emigrantes*100), ayudando por
cretaría de Estado la que abarca dos cierto los Ordinarios o ministros sagra
secciones, una para la emigración libre dos o miembros de la Acción Católica
y otra para la emigración forzosa*979 ).
8 y de otras Asociaciones de apostolado
A la Oficina de migración en la ciudad y hombres probos*101) por cuya dili
de Ginebra, Nos enviamos a un clérigo gente actividad, que gustosamente elo-
(95) Pontificia Comisión de Asistencia, fundada Bulgaria, Checoeslovaquia, Dacia, Finlandia, Fran
el 23-1-1945. Véase Instrucción pastoral a los pá cia, Alemania, Grecia, Suiza, Irlanda, España,
rrocos de Roma y a los predicadores cuaresma Holanda, Hungría, Italia, Portugal, Gran Bretaña,
les, sobre los Sacramentos: 1n meno di un anno, Malta, Polonia, Rodos, Tracia, Turquía; en AFRI
(A. A. S. 37, 43); L'attivitá delta S. Sede del 15- CA: Egipto, Etiopía, Algeria (Oficina establecida
XII-1944 al 15-XII-1945 (pág. 124-132); del 15-XII- por Nuestra Secretaría de Estado en la casa re
1945 al 15-XII-1946 (pág. 111-122); en 1948 (pág. ligiosa de los Misioneros de Africa: Maison Carrée,
102-114). para recibir y enviar noticias), Africa francesa
(96) Esas “ Misiones** comenzaron: la primera, occidental y ecuatorial, Africa meridional, Congo
el 12-VI-1945; la segunda, el 9-VII-1945; la tercera, Belga, Eritrea, Kenia, Madagascar, Somalia, Su
que fue más amplia y duró más tiempo, el 29-X- dán, Tripolitania; en AMERICA DEL NORTE:
1945. Lo que cada una de esas “ Misionas” realizó Cnnndá. EE. UU. de América, Méjico; AMERICA
véase: L ’attivitá delta S. Sede del 15-XII-1944 al CENTRAL: Costa Rica, Cuba, Guatemala, en las
15-XII-1945 (pág. 119-124); del 15-XII-1945 ai 15- repúblicas de Haití, Honduras, Santo Domingo,
XII-1946 (pág. 105), la Misión Pontificia de Ale Salvador; AMERICA DEL SUR: Ecuador, Argen
mania (en Kronberg i. T.); del 15-XII-1946 al 15- tina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay,
XII-1947 (pág. 125-135). Perú, Uruguay, Venezuela; en ASIA: India Ho
(97) Oficina de Migración, de las audiencias del landesa (Indonesia), Irán, Irac, Japón, Palestina,
Santísimo (Papa) de los días 30-V-1946 y 13-XI- Islas Filipinas, China, Siria, Tailandia; OCEA-
1946. Esta Oficina tenía dos secciones, una: Mi NIA: Australia, Nueva Zelandia. Véase L’attivitá
gración Natural y la otra: Migración de los Pró delta S. Sede del 15-XII-1943 al 15-XII-1944 (pág.
fugos. De esta última se procuoaron: Bishops Re- 112-117); del 15-XII-1944 al 15-XII-1945 (Pág. 114-
settlement Council (Consejo Episcopal de Rees 119); Aner^u sur l’oeuvre du Bureau d’ Informa-
tablecimiento, de EE. UIJ. de América); Catholic tions, Vatican 1939-1946.
Committee for Relief Abroad, (Comité Católico de (100) Cuanto a los Comités Católicos para los
socorro en el extranjero, de Gran Bretaña) y Ca emigrantes, erigidos casi en todas partes, véase
tholic Committee for Aid to Immigrants of Ca L’attivitá delta S. Sede del 15-XII-1946 al 15-XII-
ñada (Comité católico de ajmda a inmigrantes de 1947 (pág. 131-135); en 1948 (pág. 115-127).
Canadá): Misión Vaticana en Kronberg. Véase: (101) Pió XII, Exhortación Pastoral, a los pá
L’attivitá delta S. Sede del 15-XII-1946 al 15-XII- rrocos de Roma y a los predicadores cuaresma
1947 (pág. 125-135); en 1948 (pág. 115-127). les, Ci torna sempre sommamente gradito, 16-III-
(98) Comisión Católica Internacional para la Mi 1946, L’azionc caritatevole (A. A. S. 38, 183-184).
gración, fundada en Ginebra en 1951: Carta Le De las innumerables Obras fundadas o fomen
sono ben noti gli imperiosi motivi, 12-IV-1951 tadas por los Obispos, la Acción Católica y v a
(n. 226960/MSA) de la Secretaría de Estado al rones probados, debe recordarse siquiera: War
Sr. Jaime I. Norris, Presidente Provisorio de la relief Services (N. C. W. C.; Servicios de socorro
Comisión Católica Internacional para la Migra de guerra); la Obra Aumónerie des Prissionniers
ción, Ginebra (Suiza). de Guerre, cuvo heredero fue el Comité Interna
(99) De lo hecho por los Nuncios, Internuncios, cional de L’ Aumónerie Catholique, después Co
Delegados y Vicarios Nuestros y por otros clé mité Catholique de Secours, y finalmente, Secóurs
rigos con misión especial, en EUROPA: Albania, Catholique; la Obra Mission Catholique Súisse.
2Q6:, 57-58 C o n st . A post . “ E xsul F a m ilia ” 1947
giamos, ya vemos que han surgido presente día por todas partes las nece
muchísimos beneficios que han de con sidades de los árabes refugiados, va
tribuir a la protección de emigrantes y liéndonos particularmente de la Aso
desplazados. ciación especial fundada por la Comi
sión General de los Obispos de los
57. Ayuda a los refugiados en Pa Estados Unidos de Norteamérica*104).
lestina y a los árabes refugiados. Nue
vas causas de aflicción y duelo trajo la 58. Afanes por las personas despla
guerra, estallada en el año 1948 en zadas por la segunda guerra mundial.
Palestina; refugiados sin cuento aban Nos afanamos con todo empeño por
donaron lo suyo, azotados por inefables disponer favorablemente los ánimos de
dplores y obligados en todas partes a todos en beneficio de los refugiados y
ir a otras tierras, es decir al Líbano, desterrados como de hermanos más in
Sjuria, Jordania, Egipto y la región de digentes: expusimos, pues, varias veces
Gaza; los que se vieron asociados por la miseria de su vida, vindicando sus
las, comunes calamidades, ora ricos o derechos, y más de una vez apelamos a
pobres, ora fieles o carentes de la luz la generosidad de todos los hombres
de la fe, ofrecían un espectáculo ho especialmente de los católicos en men
rrendo y deplorable. sajes radiofónicos*105), en alocuciones 679
;N(os, pues, en seguida proporciona o sermones, que, dada la ocasión, pro
mos consuelo, a medida que lo permi nunciamos*106), y en cartas o epístolas
tían Nuestros medios, consuelo que la dirigidas a los Arzobispos y Obis
Iglesia Católica procuraba llevar por pos*107).
doquiera a los afligidos y abandonados. Especialmente, parece estimular por
Para ese fin Nos creamos Nuestra Mi el momento y urgir vuestra caridad y
sión Pro-Palestina**102^, por la cual, co la del clero de Alemania — así escribi
mo ya se solía hacer en los tiempos mos a los Venerables Hermanos Arzo
apostólicos*103) subvenimos hasta el bispos y Obispos y Ordinarios de lugar
Véásé1L'attivitá della S. Sede del 15-XII-1943 al ing greetings to you, 19-11-1947, dirigido a los
15.-^11-1944 (pág. 112-117); del 15-XIÍ-1944 al 15- alumnos de las Escuelas católicas de EE. UU.
XIÍ-1945 (pág. 119-122); del 15-XII-1946 al 15-XII- de América, para solicitar su generosidad para
1947 (pág. 122-125). con los niños indigentes de Europa y el Asia
(102) S. C. para la Iglesia Oriental, de la Au Oriental, a fin de que no perezcan de hambre
(A. A. S. 39, 127 ss.); Mensaje radiofónico Another
diencia del Santísimo (Papa), 9-IV-1949; Mission Winter is aproaching, 23-XI-1947, a los fieles
Pontificale pour la Palestine, Le Pape et la tra-
gédie; palestinienne, Beyruth 1950; Michel Gillet cristianos de los EE. UU. de Norteamérica, para
que recojan con qué auxiliar a los pueblos indi
S. J., L’aide catholique aux enfants palestiniens gentes (A. A. S. 39, 630 ss.); Mensaje radiofónico
refugiés au Liban, Beyruth 1950.
Una vez más la voz, 1-11-1948, dirigido al clero
(103) Véase Act. 11, 27-30; Romanos 15, 25-28. y pueblo argentinos para que presten ayuda a los
004) Gatholic Near East Welfare Association pueblos indigentes (A. A. S. 40, 85 ss.); Mensaje
(Asociación católica para bienestar del Cercano radiofónico Dear children, 2-III-1949 dirigido a
Oriente). los alumnos de las Escuelas católicas de los EE.
(105) Pío XII, Mensaje radiofónico In questa so- UU. de Norteamérica para pedirles caridad para
lennitá, 29-VI-1941 (A. A. S. 33, 319 ss.) en la con los indigentes de otras naciones (A. A. S. 41,
fiista de S. Pedro y Pablo, sobre el gobierno de 179 ss.); y en otras oportunidades más.
la divina Providencia de los acontecimientos de (106) Pió XII, Alocución L’ inscrutabile consiglio
la sociedad humana; Mensaje radiofónico Con divino, 22-11-1944, a los párrocos de Roma y los
sempre nuova freschezza, 24-XII-1942 (A. A. S. 25, predicadores cuaresmales, sobre los preceptos del
9 ss;) en la Vigilia de la Natividad de N. Señor, decálogo (A. A. S. 36, 69 ss.); Alocución Ancora
al mundo entero; Mensaje radiofónico Ancora una una volta, 2-VT-1947, a los Cardenales en la fes
quinta volta, del 24-XII-1943, en la Vigilia de la tividad de S. Eugenio (A. A. S. 39, 258 ss.).
Natividad de N. Señor dirigido a todo el mundo (107) Pío XII, Encíclica Communium interpre
(A, A.. S. 36, 11 ss.); Mensaje radiofónico Oggi, al tes dolorum, 15-TV-1945; se ordenan públicas ora
compiersi del quinto anno, del l-IX-1944, dirigido ciones para atraer la paz de los pueblos (A. A. S.
a todo el mundo al cumplirse el 5? aniversario 37, 97 ss.; en esta Collección: Encícl. 180, pág.
del comienzo de la guerra (A. A. S. 36, 249 ss.); 1663-1666); Carta Dum post innúmeros, 12-V-1945,
Mensaje radiofónico Stretto il cuore da intima al Arzobispo de Utrecht, Juan de Jong y los de
apgoscia. del 4-IV-1946, dirigido a todo el mundo más Obispos de Holanda (A. A. S. 37, 186 ss.);
cbh el fin de solicitar ayuda mutua entre los Carta Per hos postremos anuos, 20-VI-1945, a los
Estados para que los indigentes no perezcan de Arzobispos, Obispos y demás Ordinarios de lugar
haihbre (A. A. S. 38, 165 ss.); Encíclica Quemad- de Polonia (A. A. S. 37, 205 ss.); Carta Vixdum
modum, 6-1-1946, acerca del cuidado de los indi vobis licuit, l-XI-1945, al Cardenal Faulhaber,
gentes que hoy debe ejercerse con mayor energía Arzobispo de Munich y demás Arzobispos, Obis
(A. A. $. 38, 5 ss.; en esta Colección: Encícl 182, pos y Ordinarios de lugar de Alemania (A. A. S.
pág. 1648-1687); Mensaje radiofónico Our lov- 37, 278 s.).
1948 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 206, 59-60
trono, pronunciada el mismo año*122> mar y urgir lo mismo a los ilustres le
volvimos a invitar a las Naciones que gisladores del Congreso de los Estados
se distinguieron por la vastedad de su Unidos de Norteamérica*125) que pre
territorio y carecen de un correspon siden los asuntos de los refugiados emi
diente número de habitantes a que grantes de Europa y recibimos gustosos
aceptaran hombres que viven en re a los adscritos a la Comisión de la di
giones superpobladas, entre las cuales, rección de gastos*126*); y de nuevo hace 686
com o a nadie escapa, figura actual poco, cuando dirigimos un discurso al
mente en especial el Japón. amado pueblo del Brasil el día 4 de
Lo mismo auspiciamos en la Vigilia junio del año en curso*127*).
de la Natividad de Nuestro Señor, el
año 1948: Debe favorecerse la emigra 66. Normas internacionales de mi
ción de familias, decíamos, en regiones gración. Nos insinuamos también que
que pueden proporcionarles lo necesa era muy oportuno dar normas o reglas
rio para la vida, más bien que enviar internacionales que favoreciesen la
a los prófugos las enormes erogaciones emigración, en la Alocución dirigida el
de los impuestos*123). Por eso exhorta 2 de julio de 1951 a los asistentes al
mos nuevamente a los Senadores de Congreso Internacional de los Católicos,
los Estados Unidos de Norteamérica celebrado en Roma para mejorar las
que trabajan en el Departamento Pro- condiciones de vida de los campesi
Inmigración, hace algunos años venidos nos *128). Más tarde, en la Audiencia
a Roma, a que trataran de aplicar en concedida a algunos hombres preclaros
cuanto estuviera a su alcance, con ma que se habían reunido en Congreso en
yor liberalidad las leyes muy severas Nápoles para tratar el problema de la
que vigían acerca de la inmigración en emigración, les expusimos la gravedad
su país*124) Nos no omitimos procla de este problema*129).
(122) Pío XII, Alocución Ancora una uolta, 1- taja colectiva, como hace pocos días tuvimos la
VI-1946 a los Cardenales en la fiesta de San Eu oportunidad de reclamar una vez más, puede
genio (A. A. S. 38, 253 ss.). servir para justificar el desprecio de esta dig
(123) Pío XII, Mensaje radiofónico en la Vigilia nidad humana y la denegación de aquellos ele
de Navidad del año 1948, Gravi ed ad un tempo mentales derechos humanos que el Creador im
tenere, en presencia de los Cardenales Obispos primió en el alma de cada una de sus creatu-
y Prelados de la Curia Romana (A. Á. S. 41, 5ss.). ras” (L ’Osservatore Romano, 3-4 Oct. 1949, n.
(124) '‘ Sin embargo, no es sorprendente el que 230). [El texto está en inglés en el original].
las cambiantes circunstancias hayan traído con (126) “ Nos atrevemos a decir que la otra pre
sigo cierta restricción con que se limitaría la in gunta ha surgido más de una vez en vuestro es
migración extranjera. Pues, en este asunto, no píritu y aún aflorado a vuestros labios: ¿será la
sólo deben consultarse los intereses de los inmi actual política de inmigración tan liberal como
grantes sino también atenderse el bienestar del lo permiten los recursos naturales de su país tan
país. Sin embargo, no es demasiado, Nos estamos pródigamente bendecido por el Creador y como
seguros de ello, esperar que en el procedimiento parecen exigirlo, las desafiantes necesidades de
de restricción la caridad cristiana y el senti otros países? Su viaje les proporcionará induda
miento de solidaridad humana que existe entre blemente muchos pormenores para dar una res
todos los hombres no se olvidarán. La inmigra puesta a esta pregunta” (L’Osservatore Romano
ción puede ayudar a solucionar uno de los más del 23 de Oct. 1949, n. 247. [El texto está en in
tristes problemas humanos de Europa, un pro glés en el original].
blema que se viene agravando por el desplaza
miento violento de poblaciones inermes e inocen (127) “ Vuestro país es grande y rico. Mas la
tes” (L ’Osservatores Romano, 14-III-1946,, n. 62). inmensidad de su territorio sólo os será de pro
[El original está en inglés]. vecho, si fuere, y en la medida que lo fuere, la
morada feliz de un número siempre creciente de
(125) “ Una ulterior y restrictiva observación, familias corporal y espiritualmente sanas. Como
dictada por el sagrado depósito confiado a Nues son anchos y dilatados vuestros campos y tierras,
tro ministerio, Uds. no dejarán de comprender. sean también abiertos y francos vuestros cora
Peligros políticos, económicos y aun sociales van
zones para recibir a los que desean ir a buscar
envueltos en la continuación de la demora o una junto a vosotros una nueva patria, donde vivir
exagerada prudencia; mas estos peligros, por rea
les y serios que fuesen, son derivados y secunda honradamente en compañía de sus seres queri
dos” . (L ’Osservatore Romano, 21/22 de julio de
rios. Nuestra principal inquietud —como tam
1952, n. 170). [El original está en portugués].
bién la vuestra en lo más íntimo de vuestros co
razones, estamos seguros de ello— se refiere al (128) Pío XII, Alocución Soyez ici les bienve-
juicio que la Historia y el Señor de la Historia nues, pronunciada el 2-VII-1951 (A. A. S. 43, 554
emitirán sobre el cumplimiento de este gravísimo ss.).
deber que el hombre tiene para con el hombre (129) “ No necesitamos deciros que la Iglesia
y la nación para con otras naciones, que reclama Católica se siente, en el más alto grado, obligada
el respeto de la imagen de Dios que fulgura aun a interesarse por la obra de migraciones. Se
en el más débil y el más abandonado de sus hi trata nada menos que de remediar inmensas ne
jos. Ninguna razón de Estado o pretexto de ven- cesidades: la falta de espacio y la falta de me-
206, 67-69 C o n s t . A po st . “ E xsul F am ilia 1 1953
67. Enumeración de las obras Ponti caridad: pues, tocaba Nuestro corazón
ficias en favor de prisioneros y des tanto gemido de desterrados y refu
plazados. Por eso damos gracias eter giados, y, conmovidos por la compa
nas a Dios dador de los bienes que asis sión Nos hacía repetir aquella queja
tió benignamente a su Santa Iglesia. del Señor: Siento compasión de la mu
Con su divino auxilio después de solí chedumbre. ..(13°). Por eso todos Nues
cito estudio y trabajo de todos los tros edificios, sea los del Vaticano, sea
Consejos u Oficinas se han podido los del Letrán, sea principalmente los
llevar a cabo, entre otras cosas, los de Castel Gandolfo y las casas anejas
siguientes proyectos de beneficencia y a las Basílicas Romanas, los Institutos
obras de piedad: Las colonias de ve de los religiosos, los Seminarios y Co
rano para niños y niñas aun con cons legios eclesiásticos de la Urbe estaban
tante alimentación, las cuales recibían entonces abiertos de par en par. Por
con atención plena también a los niños tanto, mientras casi el mundo universo
de los emigrados que venían de varias ardía en odios implacables y derramaba
naciones; Instituciones de amparo de sangre hermana la Urbe sagrada de
huérfanos o infantes en desgracia por Roma y los edificios recién nombrados
la guerra; Cocinas o comedores para se convirtieron en sede y domicilio de
alimentar a los indigentes; albergues caridad.*
para recibir a los refugiados recién
vueltos o prisioneros que regresaban a 69. Resumen de las obras papales a
su patria, y asistencia a hombres y a favor de prisioneros, desplazados y
sus familias que iban a emigrar al ex emigrantes. Nos fue dado, además con
tranjero; aguinaldos entregados por solar a innumerables soldados y pri
Nuestra orden a niños y cautivos, be sioneros con iniciativas religiosas y ca
cas concedidas a jóvenes de cualquier ritativas; recrear a sus capellanes me
nación a fin de que, lejos de su patria, diante auxilios espirituales; restituir a
en las Universidades extranjeras pu los desplazados a su patria; devolver a
dieran reemprender los estudios inte la libertad ciudadanos inermes, perju
rrumpidos por la fuerza; no pocas reu dicados sin razón por el exilio y las
niones en varias naciones europeas pa cadenas; liberar de la cárcel y de la
ra llevar ayuda, alimentos, vestidos y segura muerte a los deportados a leja
medicinas a los indigentes y a los per nas regiones; preparar los viajes para
judicados por la guerra; hogares de los refugiados o los emigrantes a re
recreo para los soldados que lejos de giones extranjeras hospitalarias; ofrecer
su patria hacen el servicio de armas. techo a los clérigos y presbíteros pró
fugos que mucho habían sufrido por la
68. Extensión de los servicios de so fe apostólica y la unidad católica, y
corro en los edificios Pontificios en asignar a los expulsados de su patria un
Moma. Cuando, rugiendo aun la ho nuevo campo de apostolado entre sus
rrible guerra, una enorme muchedum- compatriotas emigrados o exilados;
dumbre de hombres, niños, mujeres, atender en toda forma posible a los
enfermos y ancianos que salían de las muchos emigrados y especialmente
ciudades y pueblos destruidos por in obreros que por su trabajo vivían fue
cursiones enemigas, especialmente de ra de su patria; sostener y proteger la
las tierras desplobadas de Italia, casi tierna vida de los infantes y curar la
hora a hora confluían en Roma para salud de los enfermos; dar sepultura
pedir salvación y amparo al Padre a los restos sagrados de los que murie
común, Nos ensanchamos en forma, la ron en la guerra, cuidar las cenizas
más amplia posible, los ámbitos de la* amadas y devolverlas a su patria.
dios de subsistencia, por cuanto la vieja patria para ir a buscarse y edificarse otro. La Iglesia
no puede ya alimentar a todos sus hijos y la siente esas desventuras tanto más cuanto que
superpoblación los obliga a emigrar. La miseria afectan en muy gran parte a sus propios hijos”
de los refugiados y desplazados que por millo (L ’Osservatore Romano, 19-X-1951, n. 243). [El
nes se ven forzados a renunciar al país en que original está en francés].
nacieron, perdido para ellos, y a marchar lejos (130) Marcos 8, 2.
E n c íc li c a s P o n t if i c i a s 62
1954 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 206, 70’-7-2
que dirigen la atención espiritual de la dencia y todas las que cada día se: re
gente de mar, de las compañías de na gistran en los periódicos y revistas indi
vegación y de todos los armadores de can que cada vez crece más el número
la jurisdicción de Italia(144); decreta de extranjeros en Europa y América y
mos los honores de los santos a beata recientemente en Australia y en las Islas
145) y la
F r a n c i s c a J a v i e r a C a b r i n i ^1
1
4 Filipinas. Ahora bien, si es verdad que
declaramos Patrona celestial ante Dios muchas asociaciones e instituciones ci
de todos los emigrantes^146\ viles, nacionales e internacionales se
han esforzado y se esfuerzan con emu
77. Resumen de la parte histórica. lación por ayudar a los extranjeros en
Todas estas oportunas providencias de sus necesidades materiales y morales,
la Sede Apostólica y de los pastores Nos, en virtud de Nuestro supremo y
realizadas con la entusiasta cooperación universal ministerio apostólico, no po
de los sacerdotes, religiosos y fieles demos dejar de intensificar Nuestro
— cuyos nombres, si bien es verdad que, grande amor hacia estos hijos, que se
por lo general, no figuran en las pági hallan en tribulaciones y en las cala
nas de la Historia, están, sin embargo, midades del exilio y sin dejar aparte,
escritos en el cieloD47)— eran muy dig dentro de lo que Nos es posible, el so
nas de que se recordasen aquí y se corro material, Nos esforzamos con
narrasen, aunque nada más que breve todo Nuestro interés en procurarles
mente, para que aparezca con toda cla principalmente el consuelo de la asis
ridad la universal y benéfica obra de tencia espiritual.
la Iglesia realizada con los emigrantes
y exilados de todo género, a los cuales 79. Petición de los Obispos. Se da,
la Iglesia, sin ahorrar ningún trabajo, además, felizmente la circunstancia de
ha atendido siempre con su asistencia que muchos Venerables Hermanos
religiosa, moral y social. Nuestros, Arzobispos y Obispos, entre
Todo lo cual era necesario recordar los cuales no taltan varios eminentísi
particularmente en estos tiempos en que mos Cardenales, los cuales urgidos por
la próvida actividad de la Madre Iglesia el celo de las almas, por trámite de
es atacada tan satánicamente por los Nuestro hermano el Cardenal de la
adversarios, olvidando y despreciando S. I. R., A d e o d a t o J u a n P i a z z a , Obis
sus obras aun en la misma región de po de Sabina y Poggio Mirteto, secreta
la caridad en la cual ella fue la primera rio de la Sagrada Congregación Consis
en desbrozar el terreno y se la dejó des torial, Nos han pedido que promulgue
pués frecuentemente sola en 2l tra mos nuevas disposiciones con el fin
bajo. de que se organice mejor dentro del
régimen de las diócesis la cura espiri
TITULO SEGUNDO tual de los extranjeros.
(La parte dispositiva)
80. Deseo del Papa de un nuevo
arreglo. Tales demandas coinciden
I. Introducción: La extensión de la
plenamente con Nuestras intenciones,
migración y de las organizaciones
exige un arreglo general pues esperábamos con deseo una oca
sión oportuna para impartir a los ordi
78. Los motivos que impulsan a narios normas adecuadas y no opues
una nueva regulación: Creciente nú tas a la legislación del Código de Dere
mero de emigrantes y sus necesidades cho Canónico, sino concordes a su
espirituales. Las frecuentes noticias espíritu y tradición y para dar además
que estos últimos tiempos hemos reci a los Ordinarios las facultades oportu
bido, Nos directamente por correspon nas para que puedan atender a la cura
(144) Pío XII, Carta Apost. Quod sanctorum (146) Pío XII, Letras decretales Superiove iam
Patronatus, 27-111-1943 (A. A. S. 35, 163 s.). aetate, 8-IX-1950 (A. A. S. 43, 455 ss.).
(145) Pío XII, Letras decretales Spiritus Domini, (147) Ver Lucas 10, 20.
7-VII-1946 (A. A. S. 39, 41 s.).
206, 81-83 C o n s t . A post . “ E xsul F am ilia ” 1957
3’ Del consentimiento del Obispo de origen “ a dan erigir parroquias de diversas lenguas o na
quo” o del superior si se trata de religiosos, y ciones en provecho de los emigrantes.2
del destino “ ad quem” . 5. — § 1. Corresponde igualmente a la Sagrada
4? Del indulto de la Sagrada Congregación del Congregación Consistorial:
Concilio, si se trata de párrocos que hayan de I"* Aprobar previo testimonio sobre la vida, cos
ausentarse de la parroquia por más de dos me tumbres e idoneidad, y previo consentimiento del
ses. Ordinario, a los sacerdotes, seculares o regulares,
§ 4. Los sacerdotes, sean del clero secular o que deseen dedicarse a la cura espiritual de los
regular, que, conseguido el permiso para emigrar emigrantes de la propia nación o lengua y de
a una región allende los mares, desearen trasla aquellos que emprenden un viaje marítimo o por
darse de una juridisción a la otra aunque fuere cualquier causa se hallan en las naves o a ellos
de la misma región, necesitan de una nueva li están ligados de uno u otro modo; y nombrar por
cencia. peculiar rescripto a dichos sacerdotes misioneros
§ 5. Los sacerdotes que, prescindiendo del cum o capellanes o de emigrantes o de navegantes,
plimiento de estas leyes, temeraria y arrogante destinarlos, cambiarlos, aceptar su renuncia del
mente emigren, incurren en las penas estableci oficio y, si fuese necesario, destituirlos.
das por el decreto Magni Semper{2). 29 Elegir y constituir en cada nación para los
4. — Unicamente la Sagrada Congregación Con emigrantes de una misma nación o lengua.
sistorial puede conceder indulto apostólico, a te 39 Elegir y constituir moderadores o directores
nor del canon 216, § 4, C. I. C., para que se pue- de los capellanes de los navegantes.
(2) S. C. Consistorial, el mismo decreto de la hecho suspendidos: los que sin embargo de esto
nota anterior: III, 16 (A. A. S. 11, 43): “ Los sa (lo que Dios no permita) osen celebrar, incurrirán
cerdotes que sin atenerse a estas leyes, temeraria en irregularidad; de estas penas no podrá absol
y arrogantemente emigran, quedan por el mismo ver sino esta S. Congregación” .
206, 84-85 C o n s t . A po st . “ E xsul F a m il ia ” 1959
49 Dirigirlos y vigilarlos, bien sea por medio 10. — § 1. Es oficio del delegado cuidar y fa
695 de los Ordinarios del lugar, bien p or medio del vorecer, con todos los medios que parezcan más
delegado para la obra ae la emigración o bien aptos, el bien, principalmente espiritual, de los
por otros eclesiásticos deputados para este oficio. fieles emigrantes de cualqier lengua, estirpe o
§ 2. La concesión del rescripto de! cual se nación que sean, y también, guardadas las nor
trata en § 1, n. I 9, será comunicada con los dos mas de derecho, de cualquier rito, y tomando
Ordinarios “ a quo” y “ ad quem” . para ello los contactos necesarios con nuestra
29 A los moderadores o directores designados, Secretaría de Estado y con los magistrados e
la Sagrada Congregación Consistorial los comunica instituciones civiles.
rá en seguida a los Obispos de la nación o lengua § 2. Para este fin el delegado, en nombre y por
a la cual se envían. mandato de la Sagrada Congregación, con el
trabajo y con el consejo, ayudará y asistirá
6. — g 1. Aprobamos con nuestra autoridad las a todas las asociaciones, instituciones, y obras
peculiares juntas o comisiones episcopales cons católicas, ya internacionales ya nacionales, e
tituidas para la asistencia espiritual de los emi- inclusive —salvo el derecho de los ord in a rios-
* grantes en muchos lugares de Europa y América, diocesanas y parroquiales, que persiguen este
y una vez constituidas estas juntas, y deseando mismo fin.
que se creen también en otras regiones, decre
tamos que los sacerdotes designados por los obis 11. — § 1. El delegado será el prefecto de to
pos o que desempeñen en dichas comisiones el dos los misioneros de los emigrantes y capella
cargo de secretario puedan ser nombrados por la nes de los navegantes seculares y regulares y
Sagrada Congregación Consistorial directores de de sus directores.
las obras de la emigración para cada una de las § 2. A todos ellos, por mandato de la Sagrada
naciones. Congregación Consistorial, los dirigirá,, vigilará
§ 2. Donde no se han constituido aún dichas y, siempre que la necesidad lo pida, no dejará
comisiones podrá ser elegido por la Sagrada Con de dar cuenta de ellos.
gregación Consistorial un director entre los pres 12. — Será también oficio del delegado buscar
bíteros de la nación presentados por los Obispos. y presentar a la Sagrada Congregación sacerdotes
7. -r- § 1. Para que más fácilmente pueda ser di que deseen dedicarse a la cura espiritual de los
rigida la obra para los emigrantes, por las pre emigrantes o emigrados y de aquellos que em
sentes dirigimos y constituimos en esta Sagrada prenden viajes marítimos o por cualquier causa
Congregación Consistorial un Consejo Supremo pa se encuentren en las naves o estén agregados a
ra la Emigración. ellas.
§ 2. Dicho Consejo lo presidirá el asesor de 13. — § 1. Los sacerdotes aprobados para este
esta Sagrada Congregación, y el secretario del ministerio y nombrados por rescripto de la Sa
Consejo será el delegado para la obra de la emi grada Congregación Consistorial misioneros de los
gración. emigrantes o capellanes de los navegantes serán
enviados a la misión o la nave por el delegado.
§ 3. A este Consejo podrán ser agregados: § 2. A todos ellos el delegado los atenderá asi
l 9 Aquellos sacerdotes que en su nación desem duamente en todo lo que necesiten, bien sea di
peñan el cargo de secretario de la mencionada recta o inmediatamente él mismo, bien indirecta
comisión episcopal para la asistencia espiritual mente por medio de otros eclesiásticos interme
de los forasteros o por mandato de los Obispos diarios y principalmente por los directores.
se dedican a dicha asistencia. 14. — El delegado tendrá al tanto a los ordina
29 Los sacerdotes residentes en Roma, secula rios y directores sobre los emigrantes que hayan
res o regulares, que se destaquen por la pericia de llegar nuevos.
en estas cuestiones y por el celo de las almas.
15. — El delegado cuidará con empeño de or
8. — § 1. En la misma Sagrada Congregación ganizar y dirigir todo aquello que pueda contri
queremos que funcione otra Comisión o Secreta buir a dar incremento a la celebración del día
riado General Internacional para la dirección de anual por los emigrantes.
la Obra del Apostolado del Mar, cuyo oficio prin
cipa! es fomentar la ayuda espiritual y moral de 16. — Al final de cada año el delegado presen- 697
los marineros, esto es, de todos aquellos que go tará a la Sagrada Congregación Consistorial una
biernan o sirven en las naves o están en los relación sobre el estado material y espiritual de
puertos para el servicio de preparación de los las misiones y sobre la observancia de la disci
viajes marítimos. plina eclesiástica por parte de los misioneros de
§ 2. El régimen de este Secretariado lo ejer los emigrantes y de los capellanes de los nave
citará el asesor de la Sagrada Congregación Con gantes.
gregación Consistorial, como presidente, y el de 17. — § 1. Abolimos y suprimimos y por las
legado para la obra de la emigración desempe presentes declaramos abolido y suprimido el ofi
ñará el cargo de secretario. cio de Prelado para los emigrantes italianos(3).
696 § 3. A este Secretario podrán ser agregados: § 2. De igual modo declaramos que quedan ce
santes en su cargo los visitadores o delegados de
l 9 Aquellos eclesiásticos que en cada nación cualquier lengua o nación constituidos anterior
son designados por los Obispos para directores mente para el bien espiritual de los fieles emi
de esta obra. grantes o prófugos por Europa y América.
29 Los demás sacerdotes, beneméritos por su
trabajo, a los cuales pueda dárseles un testimo
nio digno de alabanza. (85. Normas: Capítulo III)
Sobre los directores, misioneros de los emigran
(84. Normas: Capítulo II) tes g capellanes de los navegantes.
El delegado para Ja obra de la Emigración 18. — § 1. Los misioneros de los emigrantes y
Jos capellanes de los navegantes y sus directores
9. — Instituimos en la Sagrada Congregación desempeñarán su cargo bajo la dirección de la
Consistorial el oficio de delegado para la obra de Sagrada Congregación Consistorial y su delegado
Emigración.3 para la obra de la emigración.
§ 2. El cargo de misioneros de los emigrantes cripto por el canon 883 C. I. C., serán instrui
y capellán de los emigrantes y lo mismo el cargo dos por la Sagrada Congregación Consistorial
de director no produce excardinación, ni confiere con especiales normas y facultades.
exención alguna, ni del propio ordinario o supe § 3. Están obligados a llevar libros de bau
rior regular, ni del ordinario del lugar en el tizados, confirmados y de defunciones, y un
cual se encuentren. ejemplar de ellos, juntamente con la relación
19. — Los directores de los misioneros de los de todo lo realizado, lo presentará a su director
emigrantes y capellanes de los navegantes no po al final de cada viaje marítimo.
drán ejercer jurisdicción alguna ni territorial ni 26. — Si en la nave hay oratorio legítima
personal por razón de cargo, exceptuados los mente erigido, los capellanes de los navegantes,
casos abajo consignados. ajustándose a lo conveniente, se equipararán
20. — Es principal derecho y oficio del director: a los rectores de iglesias.
l 9 Ponerse de acuerdo con los Obispos de la 27. — § 1. Los capellanes pueden celebrar los
nación o lengua en la cual están los misioneros divinos oficios, aun los solemnes, en el oratorio
de modo estable de todas aquellas cosas que dicen de la nave, con tal que se observen fielmente 699
relación al bien espiritual de los emigrados de las normas canónicas y litúrgicas y con el cui
la nación o lengua. dado de que dichos oficios se tengan a las horas
29 Dirigir en todo, salvo el derecho del Ordi más acomodadas para los navegantes.
nario, a los misioneros y capellanes. § 2. De la misma manera:
l 9 Anuncien a los navegantes los días festi
21. — § 1. Deberá, por lo tanto, enterarse el vos y los ayunos.
director: 29 Tengan la instrucción catequística, parti
l 9 Si los misioneros y capellanes llevan una cularmente a los adolescentes, y hagan la ex
vida conforme a las normas de los sagrados cá plicación del Evangelio.
nones y cumplen diligentemente sus deberes. 28. — Vigilen los capellanes de nave:
29 Si ejecutan los decretos dados por la Sagrada l 9 Para que se tengan en el oratorio los di
Congregación Constistorial y Ordinario del lugar. vinos oficios debidamente según las prescrip
39 Si se cuida cabalmente de la hermosura y ciones de los sagrados cánones y para que a
del esplendor de las iglesias, capillas u orato los sacerdotes que celebran misa, alejado todo
rios y de los vasos sagrados, máxime de la cus peligro de que se derramen las sagradas espe
todia del Santísimo sacramento y en la celebra cies o el cáliz, les sirva otro sacerdote, si lo
ción de la misa. hay, vestido con sobrepelliz.
698 49 Si celebran las sagradas funciones según las 29 Para que se conserve bien el ajuar sacro
leyes litúrgicas prescritas y los decretos de la y por el decoro del oratorio.
Sagrada Congregación de Ritos; si administran 39 Para que no se haga nada que repugne a
diligentemente los bienes eclesiásticos y cumplen la santidad del lugar y a la reverencia de la
fielmente las cargas anejas, especialmente las casa de Dios, y para que de ninguna manera
cargas de misas; si escriben y guardan recta el oratorio, el altar o los sagrados ornamentos
mente los libros parroquiales de los cuales se sirvan para sectas acatólicas.
trata en el n. 25, § 3, y n. 36, §2. 29. — § 1. Sin licencia, al menos presunta, del
§ 2. Para enterarse bien de todo esto el direc capellán, nadie puede celebrar misa en el ora
tor debe visitar frecuentemente las misiones y torio de las naves, administrar sacramentos, pre
naves. dicar o tener otras funciones sagradas.
§ 3. Incumbe también al director, tan pronto § 2. Esta licencia debe darse o negarse a tenor
como se entere que algún misionero o capellán del derecho común.
ha enfermado gravemente, cuidar para que no se
vea privado de los auxilios materiales y espiri 30. — El derecho de eregir y bendecir el orato
tuales y de un digno funeral, si fallece; y cuidar, rio en una nave pertenece al Ordinario del lugar
mientras la enfermedad y después de la muerte, en cuyo territorio está el puerto en el cual ancla
que no se pierden o se lleven a otro lugar los li habitualmente la nave.
bros, documentos, ajuar sacro y demás cosas per 31. — Se permite a los misioneros y capella
tenecientes a la misión. nes, con el consentimiento del director y, ade
22. — El director podrá por razones justas apro más, del superior si se trata de religiosos, au
badas por la Sagrada Congregación Consistorial sentarse de la misión o del barco por un mes,
convocar a todos los misioneros o capellanes, si con tal que queden atendidas las necesidades de
es posible, alguna vez, con el fin principal de que los emigrantes o navegantes por un sacerdote
puedan hacer juntos los ejercicios espirituales provisto de un congruente rescripto de la Sa
y tener conversaciones o conferencias sobre grada Congregación Consistorial. Lo mismo se
cosas de interés para su ministerio. permite a los directores con licencia de la Sa
grada Congregación Consistorial, y con el con
23. — Una vez al año, al menos, el director sentimiento del superior si se trata de religiosos,
dará fielmente cuenta a la Sagrada Congrega con tal que en su lugar pueda quedar un sustituto
ción Consistorial sobre los misioneros y capella aprobado por la misma Sagrada Congregación.
nes y sobre el estado de las misiones; y expon
drá no solamente lo que dentro del año ha
marchado bien, sino también todos los males (86. Normas: Capítulo IV)
acaecidos, remedios usados para combatir esos Sobre la cura de almas que han de ejercer los
males y todo lo que parezca apto para bien e Ordinarios en los extranjeros
incremento de las misiones.
32. — Por lo que respecta particularmente a
24. — Los misioneros o capellanes de los emi la cura de almas que ha de ser ejercida por los
grantes se dedicarán a la cura espiritual de los Ordinarios sobre cualquier clase de extranjeros,
fieles de su lengua o nación, bajo la jurisdic bien sean advenedizos, bien peregrinos, siempre
ción del Ordinario del lugar y según las normas que por uno u otra causa no parezca conveniente 700
propuestas por la Sagrada Congregación Con recurrir a la Sagrada Congregación Consisto
sistorial. rial con el fin de pedir indulto para la erección de
25. — Es oficio de los capellanes de los nave una parroquia para diversidad de lengua o na
gantes atender durante el viaje marítimo a la ción, establecemos que en adelante los Ordinarios
cura de almas, exceptuadas las cuestiones mar procuren cumplir fielmente las siguientes pres
trimoniales, de todos aquellos que por cualquier cripciones.
causa se encuentran en la nave. 33. — Cada Ordinario se esforzará cuanto pueda
§ 2. Los capellanes, sin perjuicio de lo pres- para encomendar el cuidado espiritual de los ex-
206, 87 C o n st . A post . “ E xsul F am ilia ’ 1961
tranjeros e inmigrantes a los sacerdotes secu italianos, cuyo número de emigrantes es mayor
lares o regulares de la misma lengua o nación; que el de los demás(4), por las presentes letras
es decir, a los capellanes o misioneros coemi apostólicas confirmamos y recomendamos con to
grantes, dotados de peculiar mandato de la Sa do interés y de todo corazón al celo, ya por Nos
grada Congregación Consistorial, como arriba se conocido, de los Obispos italianos aquellas normas
ha dicho. peculiares que promulgaron nuestros anteceso
34. — Del mismo modo, cada Ordinario se es res para los emigrantes de Italia que empren
forzará en conceder a dichos capellanes o misio den camino al extranjero; y aprovechando esta
neros la potestad de ejercer la cura de almas en ocasión, exhortamos vehementemente a dichos
los fieles advenedizos o peregrinos de la misma Ordinarios para que se esfuercen en cumplir
lengua o nación, oída la Sagrada Congregación nuestros deseos.
Consistorial y guardadas las demás normas de 42. — Tengan presentes, como norma de trabajo
derecho. a realizar, aquellas palabras con las cuales B.
35. — § 1. Dicha potestad parroquial es perso Pío X recomendaba los comités y patronatos:
nal, y se ha de ejercer solamente en los extran “ ...los llamados comités o patronatos para los
jeros o inmigrantes. emigrantes existieron abundantemente en Italia,
§ 2. Dicha potestad será acumulativa, según de y muchos de ellos instituidos por los Obispos,
recho, con la potestad parroquial del lugar, aun por el clero y por los mismos laicos, siempre
que se ejerza en una iglesia o capilla o en un sumamente generosos y procupados de los inte
oratorio público o semipúblico encomendados al reses cristianos” (5).
capellán o misionero. 43. — Procuren, pues, los Ordinarios que, fun
36. — § 1. El capellán o misionero dotado de dándolos y regiéndolos ellos, con la cooperación
dicha potestad se equipara al párroco en ejercicio de las Asociaciones de Acción Católica y demás
de la cura de almas; y, por lo tanto, goza de las Asociaciones católicas para la asistencia religio
mismas facultades en provecho de las almas y sa, moral y social de los obreros y trabajadores,
está sometido a las mismas obligaciones, ajustán se constituyan comités y subcomités de la emigra
dose. a lo conveniente, de que gozan y a las que ción y estén principalmente en las diócesis donde
están obligados los párrocos a tener el derecho sea más abundante la emigración.
común. 44. — Cuiden igualmente, con todo el interés
§ 2. Por consiguiente, tenga el capellán los que sea necesario, para que los consejos consti
libros parroquiales de los cuales se habla en el tuidos para los emigrantes cumplan bien los fines
canon 470 C. I. C., de los cuales enviará un ejem a ellos encomendados y se esfuercen en procurar
plar auténtico al final de cada año al párroco el mayor bien posible a las almas.
del lugar y a su director. 45. — § 1. No dejen los Ordinarios de recomen
37. — § 1. Se asignará, siempre que sea posible dar a los párrocos para, que cumpliendo su mi
a cada capellán o misionero, para el ejercicio nisterio con singular diligencia, prevengan a los
del sagrado ministerio, alguna iglesia o capilla fieles contra los peligros espirituales que desde
u oratorio público o semipúblico. el primer momento de la salida de casa, de la
§ 2. De lo contrario; el Ordinario del lugar familia o de la patria suelen amenazar.
dictará normas por las cuales le sea lícito a dicho § . 2. Con este fin, los párrocos tendrán a los 702
misionero o capellán, libre y plenamente, de fieles que hayan de emigrar la oportuna instruc
sempeñar su ministerio en otra iglesia, no ex ción catequística.
ceptuada la parroquial. 46. - 06 igual modo, no vacilen los Ordinarios
38. — Los capellanes o misioneros, mientras en exhortar a los párrocos para que acompañen
dure su cargo, están completamente sujetos a con su solicitud pastoral a sus fieles emigrados.
la jurisdicción del Ordinario del lugar, lo mis
mo en lo que respecta al ejercicio del ministerio 47. — Se guarde religiosamente lo preceptuado
que a la disciplina, suprimido todo privilegio por la Sagrada Congregación Consistorial: “ Los
de exención. Ordinarios de Italia, principalmente por medio
de los párrocos y patronatos que cuidan de los
39. — Todo extranjero, advenedizo o peregrino emigrantes, se esfuercen para que los peregrinos
goza de plena facultad para dirigirse, con el fin o emigrantes se provean antes de partir de la
de recibir los sacramentos, no exceptuando el lésera eclesiástica” (6).
del matrimonio, al capellán o misionero de su
lengua o al párroco del lugar. 48. — Esfuércense cuanto puedan, y usando to
dos los medios para que puedan parecer más úti
40. — Se entiende por advenedizos o peregrinos, les, para que se celebre próspera y felizmente el
para el efecto de que se trata: Día anual por los emigrantes en Italia y la colecta
701 19 Todos los extranjeros —no exceptuados los para la asistencia espiritual de los emigrantes,
emigrantes que provienen de las colonias— que que se enviará después a la Sagrada Congregación
se encuentren en territorio ajeno por cualquier Consistorial(7).
espaéio de tiempo y por cualquier causa, inclui
da la de estudios. 49. — § 1. Felicitamos a los Obispos de aquellas
29 Los descendientes de éstos, aunque hayan diócesis que, fuera de Italia, pertenecientes a Eu
adquirido los derechos de nacionalidad. ropa o a las naciones transmarinas, por medio de
obras nacionales o diocesanas y consejos o comi
tés trabajan con esfuerzos para que los hués
(87. Normas: Capítulo V) pedes peregrinos exilados reciban oportunamente
las ayudas necesarias espirituales y materiales y
Sobre la asistencia espiritual que han de pres los consideren como suyos, y deseamos de todo
tar los Obispos de Italia a los emigrantes. corazón que en las parroquias donde todos o la
mayor parte son fieles oriundos de Italia se es-
41. — Ya que esta Sede Apostólica acostumbró, fuerzen en celebrar el Dia anual por los emigran
sobre todo, a vigilar más especialmente por los45 tes italianos y procuren enviar a la Sagrada Con-
(4) S. Pío X, Moto Proprio Iam pridem, 19- (6) S. C. Consistorial, Comunicación, 26-1-1923
IIIr1914 (A. A. S. 6, 173-176) sobre los italianos (A. A. S. 15, 112-113).
qué emigran al extranjero. (7) S. C. Consistorial, Carta Circular a los
Obispos de Italia sobre la cura espiritual de los
(5) Ver nota anterior (A. A. S. 6, 174). emigrantes, 6-XII-1914 (A. A. S. 6, 699 s.).
1962 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 206, 88
g r e g a c ió n C o n s is to r ia l el d in e r o r e c o g id o e n fa v o r s e c u la r p a r a a te n d e r y c u lt iv a r m o r a l y r e lig io
d e la o b r a d e lo s e m ig r a n te s ita lia n o s (8 ). s a m e n te a lo s ita lia n o s e m ig ra n te s a tie r r a s e x -
§ 2. E sto , c o m b in a n d o las c o s a s c o m o es c o n v e tr a n je r a s (lO ), y este fin c o n c u e r d a to ta lm e n te c o n
n ien te, p o d r á h a c e r s e ta m b ié n d e ig u a l m o d o en e l fin d e la P ía S o c ie d a d d e M is io n e s d e San Car
fa v o r d e lo s e m ig r a n te s d e o tr a s n a c io n e s o le n los p a ra lo s e m ig ra n te s ita lia n o s , c o n c e d e m o s b e
gu as. n ig n a m e n te q u e el r e c t o r y d e m á s s u p e r io r e s y
50. — P r o c u r e n , fin a lm e n te , lo s o r d in a r io s d e p r o fe s o r e s se e s c o ja n e n tr e lo s s a c e r d o te s d e d i
Italia u r g ir o p o r tu n a m e n te a lo s p á r r o c o s p a r a ch a P ía S o c ie d a d , a la cu a l, p o r lo m is m o , e n
q u e d u r a n te e l a ñ o a p liq u e n una m is a p o r las in c o m e n d a m o s g e n e r o s a m e n te d ic h o C o le g io a b e
te n c io n e s d e l S u m o P o n t ífic e e n lu g a r d e p o r e l n e p lá c ito n u e stro y sin p e r ju ic io d e lo e s ta b le
p u e b lo y lo s e x h o r t e n p a r a q u e fr e c u e n te m e n te , c id o en el n ú m e r o p r e c e d e n te .
c o n t o d a lib e r ta d , h a g a n esta p e r m u t a c ió n e n fa 54. — M a n d a m o s, a d e m á s , qu e en a d e la n te n o se
v o r d e lo s e m ig r a n te s ita lia n o s . se e n c o m ie n d e e l c u id a d o d e lo s fie le s e m ig ra n te s
ita lia n o s a n in g ú n s a c e r d o te q u e p o r un c o n
g r u e n te e s p a c io d e t ie m p o n o se h a y a in s tr u id o
(88. Normas: Capítulo VI) co n v e n ie n te m e n te en d ic h o C o le g io y h a y a s id o
r e c o n o c id o d ig n o d e tan im p o r ta n t e e n c a r g o p o r
703 Sobre el P on tificio C olegio de Sacerdotes para sus v ir tu d e s , d o c t r in a , p e r ic ia en e l h a b la r , bu en a
los italianos em igrantes ai extranjero. s a lu d y d e m á s d o te s .
51. — R e c o n o c e m o s y c o n fir m a m o s n u e s tr o C o le 55. — S epa n lo s O b isp o s , p r in c ip a lm e n te lo s d e
g io d e S a c e r d o te s in s titu id o p a r a a te n d e r a lo s ita a q u e lla s d ió c e s is d e d o n d e sale n m ás e m ig r a n te s ,
lia n os e m ig r a n te s al e x t r a n je r o (9 ). q u e a p r o v e c h a r á , m u c h o a la R e lig ió n y h a rá n
52. — Q u e re m o s q u e e ste C o le g io d e p e n d a p e r una c o s a m u y g r a ta p a r a N o s si e n v ía n a d ic h o
m a n e n te m e n te — s a lv o la ju r is d ic c ió n d e l C a r d e n a l C o le g io s a c e r d o te s jó v e n e s d is tin g u id o s p o r la v i r
V ic a r io d e R o m a — d e la S a g ra d a C o n g r e g a c ió n tu d y c e lo d e las a lm a s q u e d e se e n e n tr e g a r s e
C o n s is to r ia l. p le n a m e n te a la o b r a d e lo s e m ig r a n te s .
§ 2. P e r t e n e c e a d ic h a S a g ra d a C o n g r e g a c ió n 56. — F in a lm e n te , en lo s d e m á s lu g a r e s o n a c io
C o n s is t o r ia l: n e s d e e m ig r a c ió n fu e r a d e Ita lia , d o n d e a ca so
R e g ir e l C o le g io y v ig ila r lo en lo q u e se r e fa lte un a o p o r t u n a a sis te n cia e s p ir itu a l a lo s e m i-
fie r e a la o b s e r v a n c ia y d is c ip lin a , a lo s p r o b le
g r a n d e s c a t ó lic o s d e d ic h a n a c ió n , h a r á n sin d u d a 704
m as d o m é s t ic o s y a la a d m in is tr a c ió n d e lo s b ie a lgu n a m u y b ie n lo s O r d in a r io s si, s e gú n la s p e c u
n es. lia r e s c ir c u n s ta n c ia s d e l lu g a r , s o líc ita m e n te p r o
29 D a r le le y e s . c u r e n r e a liz a r to d a esta o b r a p r o p u e s ta p a r a lo s
39 N o m b r a r el r e c t o r y d e m ás s u p e r io r e s .
e m ig ra n te s ita lia n o s , e x p la n a d a a b u n d a n te m e n te
53. — P u e s to q u e e l fin p e c u lia r d e l C o le g io es en las A cta s d e lo s R o m a n o s P o n t ífic e s y a p r o
p r e p a r a r s a c e r d o te s jó v e n e s ita lia n o s d e l c le r o b ad a p o r N o s p a r a e l p r e s e n t e [ ll ] .
valor todo lo que contra estas letras se guna página de Nuestra constitución,
haga por cualquiera, aun dotado de ordenación, abrogación, mandato, copi-
autoridad, a sabiendas o por ignorancia. lación, admonición, inhibición, precep
to o voluntad. Y si alguno presumiere
atentar contra esto, sepa que incurre en
90. Confirmación de estilo. No obsta la indignación del Dios Omnipotente y
en contrario, dentro de lo que es posi de los bienaventurados apóstoles P e d r o
ble, ninguna de las constituciones y y P ablo.
ordenaciones apostólicas dadas por los
Romanos Pontífices Predecesores Nues Dada en Gastelgandolfo, junto a R o
tros, según arriba hemos dicho, y las ma, el año del Señor 1952, el l 9 de
demás, aun las dignas de particular y Agosto, en la fiesta de San Pedro Após
especial mención y derogación. tol Ad Vincula, el año 14 de Nuestro
Pontificado.
A ningún hombre le sea lícito atacar
o contrariar con audaz temeridad al PIO PAPA XII.
C O L O M B IA . — e l Comité Católico
F u n c io n a OTROS PAISES
C olom biano de Inm igración, c u y a d ir e c c ió n es A U S T R A L IA . — E n 1948 fu e c r e a d o e l F ederal
A p a r ta d o N a c io n a l 153, B o g o tá . Catholic Inm igration Comm ittee, c o n s e d e en 175,
P E R U . — F u n c io n a la Com isión Católica P e E liz a b e th S tre e t, S y d n e y N . S. W .
ruana de inm igración, c o n se d e en A v e n id a T a c n a F I L I P I N A S . — D e n tr o d e la C atholic W elfare
751, A p a r ta d o 1354, L im a . Organization e x is te una Com isión E piscopal para
la E m igración, co n s titu id a en 1953. C on a r r e g lo
U R U G U A Y . — Instituto Católioo Uruguayo de a las d ir e c t iv a s d e la “ E x s u l F a m ilia ” , se c r e ó ,
Inm igración, Y a g u a r ó n 1448, A p a r ta d o 601, M o n a d em á s , la D irección N acional de los M isioneros
t e v id e o . para los Chinos.
V E N E Z U E L A . — Com isión Católica Venezolana A N T IL L A S IN G L E S A S . — E x is t e un C om ité
de M igración, P r o l. E ste 8, L o s C a o b o s , C asa C a- e s p e c ia l p a r a lo s ja m a ic a n o s q u e e m ig r a n a I n
b r in i, C a ra ca s . g la te r r a .
L a s o tr a s n a c io n e s d e e ste co n tin e n te qu e c u e n J A P O N . — R e c ie n te m e n te se h a c r e a d o la Nip-
tan c o n un p r o p io o r g a n is m o d e a sis te n cia a lo s pon Katorikku Ilgu K iogikai, d o m ic ilia d a en
in m ig r a n te s s o n : C uba, P u e r to R ic o , R e p ú b lic a c / o N ational Catholic Committee o f Japón 1-10.
D o m in ic a n a y M é x ic o . R o k u b a n c h o . T o k io .
20T
— 1965
1966 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 207, 3-7
también los Sagrados Lugares de Pa mayor el amor paternal que os tene
lestina, consagrados por la sangre di mos a todos.
vina de J e s u c r i s t o , entonces los R o
manos Pontífices estimularon a los 5. El Papa se com padece de los su
Príncipes cristianos a la gran empresa frim ientos. Y en primer lugar quere
de la defensa de la Religión. Ni esta mos que sepáis de modo clarísimo que
diligente solicitud y esta benevolencia vuestros dolores y vuestros lutos Nos
de Nuestros Predecesores para con los consideramos como Nuestros, y
vuestros compatriotas se han enfriado nada deseamos más ardientemente que
o venido a menos en nuestros días; llevar algún consuelo a vuestros sufri
parece por el contrario que han ido mientos, sobre todo con Nuestra ora
siempre aumentando. Gomo sabéis, en ción y la de todos los cristianos por
efecto, muchos fueron enviados a vos aquellos que son perseguidos a causa
otros por la Santa Sede para dar a de haber defendido como era necesa
conocer la doctrina católica y para con rio, la Religión católica y sus sagrados
vencer a todos a volver a la tan deseada derechos. Sabemos que son muchísimos
unidad de fe y de gobierno; aquí des los cristianos de rito oriental que llo
pués, junto a la Sede de P e d r o , fue ran hoy amargamente al ver a sus
instituida una Sagrada Congregación, Obispos muertos, dispersos o impedidos
con el fin de regular los intereses y los de poder dirigir la palabra libremente
7 ritos de las Iglesias Orientales; como a su grey y ejercer sobre ellos, como
también fue fundado un Instituto de conviene, su autoridad; al ver no pocos
Estudios Orientales con el fin de cul de sus templos destinados a usos pro
tivar y promover, con toda diligencia, fanos en el más triste abandono; al
el justo conocimiento de vuestras cosas. saber que ya no pueden alzarse de estos
templos las voces de los que rezan
3. Objeto de la Encíclica: las perse maravillosamente moduladas según las
cuciones,, Pero al presente, por des normas de vuestra liturgia, con el fin
gracia, otros motivos reclaman Nues de hacer descender el rocío de las gra
tros cuidados y Nuestra solicitud. En cias divinas para elevación de la mente,
efecto, también en muchas regiones, consuelo de los corazones, remedio de 4 *8
donde rige particularmente el rito orien tan gran cúmulo de males.
tal, se ha desencadenado una nueva
tempestad, que amenaza perturbar, de
vastar y destruir miserablemente flo 6. D escríbense los padecim ientos.
recientes comunidades cristianas. Si en Tenemos noticia de que muchos de
los tiempos pasados era impugnado vuestros compatriotas son relegados a
algún dogma particular de la doctrina las cárceles y a los campos de concen
católica, hoy al contrario, como véis, tración, o, si viven en sus casas, no
se va temerariamente más allá, y se pueden ejercer aquellos sacrosantos de
procura borrar del consorcio civil, de rechos que les corresponden; es decir,
las familias, de la Universidad, de la no sólo el derecho de profesar su fe
escuela y de la vida de la población en el íntimo santuario de la propia con
todo aquello que es divino o que dice ciencia, sino también el de poderla
relación con la divinidad, como si se enseñar abiertamente, defenderla y pro
tratase de cosas quiméricas y nefastas, pagarla, en el ámbito familiar, para
y se conculcan derechos, instituciones y la conveniente educación de los hijos,
leyes sagradas. y en la escuela para la recta formación
de los alumnos.
4. Motivo de mayor amor. Por esto
cuanto mayor y más grave es el cúmu 7. La resistencia de los cristianos.
lo de males, que oprimen una parte Conocemos también cómo los hijos de
selectísima de la cristiandad, tanto ma la Iglesia Oriental, hermanados con
yor, Venerables Hermanos, es Nuestra los fieles de rito latino, juntos sopor
benevolencia para con vosotros, tanto tan con fortaleza los dolores de estas
207, 8-10 E n cíc lic a “ O rientales E cclesias ” 1907
tiempo fue el centro de irradiación del los pueblos y a las naciones, triunfe
Cristianismo en toda aquella región. en todas partes.
Algunos de éstos ya encontraron glo
riosa muerte y por esto, como es de 14. Situación de los sacerdotes. Ante
esperar, desde la sede de su bienaven el triste espectáculo de tantos males
turanza celestial, vuelven su mirada como han afligido no solamente Nues
con vivo amor a los hijos y compañe tros hijos seglares, sino sobre todo los
ros de lucha y piden para ellos la po revestidos de la dignidad sacerdotal,
derosísima ayuda de Dios. precisamente para que se cumpliera
aquello que se dice en la Escritura:
12. Deportaciones. Por otra parte Heriré al pastor y se dispersarán las
no podemos pasar en silencio a aque ovejas del reb a ñ o^ no podemos menos
llos fieles de rito latino y oriental, que de recordar a todos que a través de los
después de ser arrancados de su región siglos, no sólo en los pueblos civilizados
y de sus hogares y deportados a tie sino también en los pueblos bárbaros,
rras desconocidas y lejanas, allí se los sacerdotes, en cuanto mediadores
(5 ) Pío XII, C arta A p o s t ó lic a al C le r o y p u e 22, 32.
b lo d e R u m a n ia Veritatem facientes in Carilalc, (7) II C o rin t. 11, 28.
27-III-1952; A . A . S. 44 (1952) 249-253. (8 ) II C o rin t. 5, 14.
(6) V éa s e M at. 16, 18-19; Juan 11, 15-17; L u c . (9) M at. 26, 31; vé a s e M a rc . 14, 27; Z a c a r . 43, 7.
207, 15-17 E n cíc lic a “ O rientales E cclesias ” 1969
entre Dios y los hombres(10\ han es finalmente comprendan, lo que por
tado siempre rodeados de la debida otra parte es más claro que la luz del
veneración. Cuando, después, el Divino sol, que las armas de nuestra milicia
Redentor, ahuyentadas las tinieblas del no son carnales, aunque ciertamente
error, nos ha enseñado las verdades poderosas delante de Dios^15\ y que la
celestiales, y ha querido por suma be Iglesia no busca el poder temporal,
nevolencia hacernos partícipes de su sino la salvación eterna de las almas,
sacerdocio eterno, entonces esta vene no tiende insidias a los gobernantes,
ración creció mayormente, tanto que sino que, por medio de las enseñanzas
los Obispos y los sacerdotes han sido del Evangelio, que son aptas en sumo
considerados como padres amorosísi grado para formar excelentes ciudada
mos, de nada deseosos fuera del bien nos, refuerza los fundamentos mismos
común del pueblo a ellos confiado. de la sociedad humana.
Sin embargo, el mismo Divino Re
dentor lo había dicho: No está el discí 16. Los libres promuevan el bien
pulo sobre el m a e s t r o ^ ; si a mí me común y la paz. Por esto si ella puede
han perseguido también os perseguirán gozar de la libertad que le ha sido con
a vosotros(12); Bienaventurados seréis cedida por el mismo Dios, y si puede
cuando os ultrajen y persigan y digan desarrollar públicamente su energía y
mintiendo de vosotros todo mal por mantener el ejercicio de sus propias
causa mía. Alegraos y gozaos porque actividades abiertamente en medio del
grande será vuestra recompensa en los pueblo, sin duda podrá contribuir mu
cielos(1 13>.
2
*1
0 cho a promover el bien común, a acer
No hay, pues, por qué maravillarse car a las diversas clases de ciudadanos
si en nuestros días, tal vez más que en en la justicia y en la concordia y a con
los siglos pasados, la Iglesia de J e s u ducir a todas las gentes a aquella ver
c r is t o y en modo particular sus minis dadera paz y tranquilidad, que, como
tros sufren persecuciones, mentiras, ca está en las aspiraciones de todos, así
lumnias y aflicciones de todo género; debe estar en la voluntad de cada uno.
pongamos más bien nuestra esperanza
en El, que si ya ha predicho las futu 17. Los perseguidos ofrezcan oracio
ras calamidades, quiere todavía animar nes y dolores. Para obtener estas cosas
nos con estas palabras: En el mundo deseamos, Venerables Hermanos, que
tendréis que sufrir; pero tened ánimo, mandéis se hagan públicas plegarias y
yo he vencido al mundo^14\ que exhortéis a los fieles que os están
confiados a añadir también obras de
15. No temáis; suplicad. Por esto, penitencia, con que se haga propicia la
esté lejos de vosotros, Venerables Her divina majestad, ofendida con tantas
manos, todo abatimiento. Gomo vues injurias. Recuerden todos las palabras
tros antepasados superaron tantas di de la Sagrada Escritura: ...Pedid por
ficultades, insidias, peligros, comba aquellos que os persiguen y os calum
tiendo con heroica fortaleza hasta el nian^1^ ; ...los miembros tengan todos
martirio, así también vosotros que per el mismo cuidado uno por otro. Y, si
tenecéis a la Iglesia Oriental, junto con sufre un solo miembro sufren con él
los fieles de rito latino, con la ayuda todos los miembros(17K Es necesario,
de la gracia celestial, no temáis; pero pues, imitar el ejemplo del Divino Re
al mismo tiempo suplicad al Señor y a dentor, que en medio de acerbos dolo
su amorosísima Madre por aquellos res, desde lo alto de la Cruz, exclamó:
sobre todo que se encuentran hoy en Padre, perdónales porque no saben lo
mayor peligro, para que sean revestidos que hacen(18K Se necesita también com
de cristiana fortaleza, y para que todos pletar lo que falta a los padecimientos
[10] V éa s e I T im o t. 2, 5. (15) II C o rin t. 10, 4.
C ll) Mat. 10, 24. (16) M at. 5, 44.
[12] Juan 15, 20.
08) Alai. 5. 11-12. (17) I C o rin t. 12, 25-26.
(14) Juan 16, 33. (18) L u c . 23, 34.
1970 E n cíclicas del PP. P ío XII (1952) 207, 18-21
P I O PP. X I I
Siervo de los siervos de Dios para perpetua memoria
— 1971 —
1972 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 208, 4 7
de los Angeles*18*. Al mismo tiempo cuales requieren cada vez más dedica
invitó a los niños a este convite celes ción y actuación. A esto se añaden los
tial y con sabias disposiciones declaró medios a elaborar y utilizar para re
que el precepto de la Confesión y de chazar los ataques, hoy tan engañosos
la; Comunión anual obliga a todos aque cuanto ásperos, lanzados de tantas par
llos que hayan llegado al uso de la tes contra Dios y su Iglesia.
razón*19*; lo que ha sido sancionado
también en el Código de Derecho Canó 9. Especialmente en las misiones.
nico*20*. Y los fieles, correspondiendo Pero Nuestro pensamiento va en ma
con entusiasmo a las solicitudes de los nera especialísima hacia aquellos que
Sumos Pontífices, se han acercado siem dejando la propia patria se han ido a
pre más numerosos a la sagrada Mesa. trabajar a lejanas regiones para res
¡Quiera el Señor que esta hambre del ponder generosamente a la invitación
pan celestial y esta sed de la sangre y mandato del Divino Maestro: Id, pues,
divina sean cada vez más ardientes en e instruid a todas las naciónes^21^; que
todos los hombres de cualquier edad y remos decir, hacia los heraldos del
condición social! Evangelio, los cuales, soportando fati
gas a veces muy gravosas y superando
8. Nuevas dificultades: los tiempos ymúltiples dificultades de viaje, se es
la escasez sacerdotal. Debemos, sin fuerzan grandemente para que a todos
embargo, reconocer que las particula brille la luz de la Religión cristiana y
res condiciones de los tiempos en que para que puedan nutrir sus rebaños
vivimos han introducido muchas m o con el pan angélico, que alimenta la
dificaciones en los usos de la sociedad virtud, muchos de ellos compuestos de
y en la vida común, por las cuales sur neófitos.
girían graves dificultades que podrían Más o menos en las mismas condicio
alejar a los hombres de la participación nes, se encuentran también los fieles
en los divinos misterios, si la ley del residentes en no pocas tierras de mi
ayuno eucarístico debiera observarse sión, o en otras regiones, los cuales
plenamente como se ha hecho hasta privados de un Ministro sagrado al ser
ahora. vicio del cuidado espiritual y por esto
Sobre todo es bien evidente que el obligados a esperar la llegada a horas
número de los sacerdotes es hoy infe tardías, de otro sacerdote para poder
rior a la siempre creciente necesidad participar en el Sacrificio Eucarístico y
dé los fieles: ellos especialmente en los recibir la Santa Comunión.
días de fiesta deben someterse a traba
jos con frecuencia excesivos, están al 10. Y en la industria, el hogar, y la
gunas veces, obligados a celebrar el escuela. Además, con el desarrollo de
sacrificio eucarístico muy tarde, no todo tipo de industria sucede con fre
rara vez a binar o a trinar o a afrontar cuencia que muchos obreros, al servi
un incómodo camino para no dejar sin cio de las fábricas, de los transportes,
la santa Misa a no pequeñas porciones de los trabajos portuarios y de otros
de su grey. Este enervante trabajo re servicios públicos, están ocupados en
querido por el sagrado ministerio, de turnos, no sólo de día sino también de
bilita ciertamente la salud de los sa noche, y por esto pueden encontrarse,
cerdotes; y esto mayormente porque alguna vez, en la necesidad de tomar
ellos además de la celebración de la un alimento para restaurarse; y en tal
santa Misa y de la explicación del modo están impedidos para acercarse
Evangelio, deben atender a las confe en ayunas a la Mesa Eucarística.
siones, a la catcquesis, satisfacer las Sucede, igualmente, con frecuencia,
demás obligaciones de su oficio, las que las madres de familia no pueden
(18) Decreto de la S. Congr. del Concilio Sacra (1910) 577; en esta Colecc.: Encícl. 108, p. 862 ss.
Tridentina Synodus, 20-XII-1905; A. S. S. 38 (1908) (20) Código de Derecho Canónico, canon 863;
400 ss.; en esta Colección: Encícl. 97, p. 748 ss. véase canon 854 § 5.
(19) Decreto de la S. Congr. de los Sacra
mentos, Quarn singalari, 8-VIII-1910; A. A. S. 2 (21) Mat. 28, 19.
1974 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 208, 11-14
sonal de hospital, guardias nocturnas, etc.), las munión pueden, durante la comida, permitida
mujeres embarazadas y las madres de familia, hasta tres horas antes de iniciarse la Misa o de
que antes de poder ir a la iglesia deben atender la Comunión, tomar con la conveniente modera
por largo tiempo a los quehaceres de la casa, etc. ción las bebidas alcohólicas acostumbradas a to
marse durante las comidas (por ej. vino, cer
b) La hora tardía en que se recibe la Sania veza, etc.), excluidos siempre los licores. Antes o
Comunión. después de tal comida pueden tomarse, excluidos
Están comprendidos los casos de los fieles que siempre los alcohólicos de cualquier género, al
sólo a hora tardía pueden tener entre ellos al guna cosa a modo de bebida hasta una hora an
Sacerdote que celebra el sacrificio eucarístico; los tes de la Misa o de la Comunión.
niños para quienes es muy gravoso ir a la iglesia, 14. Los Sacerdotes no pueden celebrar la santa
hacer la Santa Comunión, volver después a casa Misa por la mañana y por la tarde de un mismo
para el desayuno y después ir a la escuela, etc. día, si no tienen el permiso explícito de binar o
c) Largo camino a recorrer para llegar a la trinar, a norma del canon 808.
iglesia. Los fieles no pueden jamás acercarse a la Santa
Debe tratarse al menos de cerca de dos kiló Comunión a la mañana y a la tarde del mismo
metros de camino, hecho a pie o de un camino día, a norma del canon 857.
proporcionalmente más largo, si se hace con 15. Todos los fieles, aun si no pertenecen a las
medios de locomoción, teniendo en cuenta las categorías para las que ha sido eventualmente
dificultades del camino y de las condiciones de instituida la Misa vespertina, pueden libremente
la persona(31). acercarse a la santa Comunión durante la Misa
o inmediatamente antes o inmediatamente des-
11. Las razones de grave incomodidad deben pués(34), observando, sin embargo, por lo que toca
ser prudentemente estimadas por el confesor, en al ayuno eucarístico las normas arriba expues
el fuero interno sacramental o no sacramental; tas.
sin su consejo los fieles no pueden hacer la San 16. En los territorios donde no rige el‘ "jüs
ta Comunión no estando en ayunas. Tal consejo commune (derecho común) sino el jus hiisió-
puede también ser dado una vez para siempre num (derecho misional) los Ordinarios pueden
perdurando la causa de la grave incomodidad. permitir, con las mismas condiciones, las Misas
Sobre las misas por la tarde (Const. n. IV). en la tarde aun en todos los días de la semana.
La Constitución concede a los Ordinarios de los Avisos para la ejecución.
lugares(32), la facultad de autorizar la celebración
de Misas por la tarde en su territorio, cuando 17. Los Ordinarios deben vigilar para que sea 51
esto se torne necesario por las circunstancias, evitado todo abuso o irreverencia hacia el San
50 no obstante el canon 821, § 1. El bien común, en tísimo Sacramento.
efecto, pide alguna vez la celebración de los mis 18. Deben también vigilar para que la nueva
terios sagrados en horas de la tarde: por ej. disciplina sea uniformemente observada por todos,
para los obreros de ciertas industrias en las y hagan conocer a sus súbditos que están abro
que los turnos de trabajo se suceden también gadas todas las facultades especiales y dispensas,
en días festivos, para ciertas categorías de tra tanto territoriales como personales, concedidas
bajadores que están ocupados durante la ma hasta ahora por la Santa Sede.
ñana en los días festivos (por ej. los portua 19. La Constitución y la presente Instrucción
rios); en ocasión de reuniones de carácter reli deben ser interpretadas estando fielmenté por él
gioso o social, en las que participa una gran texto y evitando cualquier ampliación de las ya am
muchedumbre de fieles provenientes de pueblos plias concesiones. Respecto a eventuales costum
aun lejanos, etc. bres, que se diferenciasen de la nueva disciplina,
12. Tales Misas, sin embargo, podrán ser ce téngase presente la cláusula abrogativa “ no obs
lebradas sólo después de las cuatro de la tarde tante cualquier disposición en contrario, aún si
y el Ordinario podrá permitirlas sólo en las si fuese digna de especialísima mención” .
guientes solemnidades, taxativamente enumera 20. Sepan los Ordinarios y los sacerdotes apro
das: vecharse de la benévola concesión de la Santa
Sede para exhortar a los fieles a asistir frecuen
a) Fiestas de precepto que rigen a norma del temente a la Santa Misa, para acercarse a la
canon 1247, p. 1); anta Comunión y promuevan con oportunas ini
b) Fiestas de precepto suprimidas, según el ciativas, y especialmente con la predicación aquel
Indice publicado por la Sagrada Congregación del bien espiritual, en vista del cual el Santo Padre
Concilio, el 28 de diciembre de 1919(33). Pío XII ha publicado la Constitución.
c) Los primeros viernes del mes; El Sumo Pontífice, al aprobar la presente Ins
trucción, ha dispuesto que sea promulgada me
d) Solemnidades que se celebran con gran diante la publicación en las Acta Apostolicé Se-
concurso de pueblo; dis juntamente con la Constitución Apostólica
e) Un día de la semana, a más de los enume Christus Dominus. (35)
rados arriba, cuando esto es necesario para de Palacio del Santo Oficio, 6 de enero de 1953.
terminadas categorías de personas.
13. Los Sacerdotes que celebran la Santa Misa t G. CARD. PIZZARDO, Secretario
en horas de la tarde, como también los fieles que
en tales circunstancias se acercan a la Santa Co-3 2
1 A. OTTAVIANI, Asesor
(31) Véase arriba n. 4. (34) Ver can. 846, s. 1.
(32) Véase índice de fiestas, S. Congr. del Con [35] A continuación del presente texto (í^ í-
cilio, 28-XII-1919; A. A. S. (1920) 42-43. no) se encuentra la misma instrucción en ita
(33) Véase Cod. Der. Can. canon 846 § 1. liano (AAS 45, 51-56).
2 0 9
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
— 1979 —
1980 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 209, 3-4
(11) S. Bern., véase Brev. Romano In fcsto SS. fiesta de S. José, esposo de María; en la fiesta
Nominis Jesu; en el tercer día de la Octava de de S. Gabriel Arcángel.
(12) Véase Fénélon, Panégyrique de St. Ber-
la Inmaculada Concepción; en la Octava de la nard.
Asunción; en la fiesta de Siete Dolores de la (13) S. Bern., In Cántica, sermo 83, I (Migne
Virgen; en la fiesta del santísimo Rosario; en la P.L. 183, col. 1181-C y D).
1982 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 209, 7
los afectos. Por eso el que ama, ama nunca aspiran a las cosas de allá arriba,
y no sabe de otra cosa^141
K
5 a los bienes que no se acaban.1 4
Después de haber hecho notar que Sin embargo, aunque no todos pue
Dios quiere ser amado de los hombres, den llegar a tocar la cima de esa divi
más que temido y honrado, añade estas na contemplación, de la que habla
agudas y sutiles observaciones: Este B ernardo con tan sublimes pensamien
(el amor) basta por sí, éste agrada por tos y palabras, aunque no todos pue
sí y por causa de sí. El es para sí su den unirse a Dios con tanta intimidad,
mérito, él su premio. El amor fuera de que les haga sentirse ligados al Sumo
sí mismo no busca ni motivo ni fruto. Bien con los vínculos de cierto miste
Su fruto es su uso. Amo porque amo; rioso y celestial matrimonio; sin em
amo por amar. Cosa grande es el amor, bargo, todos pueden y deben elevar de
con tal que vuelva a su principio, si cuando en cuando el alma desde estas
devuelto a su origen, si refundido a su cosas terrenas a las celestiales y amar
fuente toma siempre de ella de donde con decidida voluntad al Supremo Da
siempre fluya. Sólo el amor, entre todos dor de todo bien.
los movimientos, sentires y afectos del Por lo cual, cuando hoy la caridad
alma, es con lo que puede la criatura hacia Dios o ha ido poco a poco apa
pagar, aunque no equitativamente, a su gándose en las almas de muchos, o en
Autor, o también corresponderle de la otros no raramente ha desaparecido ya
misma manera(15). por completo, creemos que los escritos
Después de haber experimentado fre del D octor Melifluo han de ser me
cuentemente en la contemplación y la ditados con toda atención de sus sen
oración este divino amor, por el que tencias, en efecto, que por lo demás
nos podemos unir tan estrechamente a están inspiradas en el Evangelio, puede
Dios, le salen del alma estas inflamadas brotar una nueva y sobrenatural ener
palabras: ¡Dichosa (el alma) que mere gía que regule la moral de los hombres
ció ser prevenida con bendición de tan y la conforme con los preceptos cris
ta dulcedumbre! Dichosa aquella a tianos, en beneficio de la vida privada
quien se dio sentir abrazo de tanta y pública de los ciudadanos; de esta
suavidad, que no es otro sino el amor manera, se logrará aplicar remedios
suave y dulce, amor de tanta serenidad oportunos a tantas y tan graves cala
como sinceridad, amor mutuo, íntimo midades como afligen y turban la so
y fuerte, que junta a dos, no en una ciedad. Al no amar los hombres como
sola carne, sino en un espíritu, que deben a su Creador, del que provienen
hace de dos no ya dos, sino uno solo, todas las cosas que poseen, tampoco
como dice Pablo<16): ((Quien se adhiere podrán amarse mutuamente; más aún
a Dios es con El un mismo espíritu ’ (17). — como tantas veces ocurre— , se divi
dirán entre sí, separados por el odio
7. Importancia de sus escritos para
y los rencores, y se combatirán unos a
el mundo de hoy. Esta sublime doctri otros duramente. Dios es el Padre
na mística del D octor de Clara val , amantísimo de todos nosotros; somos
capaz de superar y saciar todo deseo todos hermanos en Cristo, que nos re
humano parece ser que en nuestros dimió derramando su preciosa sangre.
tiempos ha sido descuidada, abando Siempre que no devolvemos a Dios el
nada, u olvidada por muchos; éstos, amor con que El nos ama, y no reco
absorbidos por las preocupaciones y nocemos con reverencia su divina pa
quehaceres de cada día, no buscan ni ternidad se rompen también por des
375 desean sino lo que es útil y práctico en gracia los vínculos del amor fraterno y
esta vida mortal y casi nunca levantan — como tantas veces contemplamos lle
al Cielo sus ojos y su corazón, casi nos de pena— brotan las discordias, las
(14) S. Bcrn., In Cántica, sermo 83, 3 (Migne (16) Véase I Corint. 6, 17.
P.L. 183, col. 1182-C, D). (17) S. Bern., In Cántica, sermo 83, ti (Migne
(15) S. Bern., In Cántica, sermo 83, 4 (Migne P.L. 183, col. 1184-C).
P.L. 183, col. 1183-B).
209, 8-10 E n cíc lic a “ D o c t o r M ellifluus ” 198»
luchas y las enemistades, que pueden tado cuando escribe: ¡Oh amor casto y
llegar hasta el punto de socavar y santo! ¡Oh dulcísimo y suavísimo afec
derribar las mismas bases de la socie to!... tanto más dulce y suave, cuanto
dad humana. que es del todo divino lo que se siente.
Amar así es estar endiosado (2D. Y en
8. Difundir la caridad. Misión del otro lugar: Mejor es para mí, Señor,
clero. Hemos por tanto de llevar de abrazarte en la tribulación, en la ho
nuevo a las almas de todos los hom- guera tenerte conmigo, que estar sin
376 bres aquella divina caridad que inflamó Ti aun en el cielo^ K Y al llegar a la
el corazón del D octor de Glaraval , suma y perfecta caridad, por la que
si queremos que florezcan las costum se une a Dios en el más íntimo matri
bres cristianas, que la Religión católica monio espiritual, entonces ve inundada
pueda realizar con fruto su misión y su alma de tal alegría y paz, como
que, después de haberse apaciguado jamás se encontrará otra: ¡Oh lugar del
todas las discordias y restaurado el verdadero descanso... donde no se ve 377
orden en todas las cosas con justicia y a Dios como turbado por la ira o como
equidad, brille la paz serena para el preocupado por solicitudes, sino que
género humano cansado y afligido. se saborean los efectos de su bondad y
De esta caridad, con la que es pre de su benevolencia! Esta contempla
ciso que estemos siempre y decidida ción no está llena de espanto, sino de
mente unidos a Dios, han de verse delicias; no excita una curiosidad in
especialmente inflamados cuantos han quieta, sino que la sosiega. No cansa al
abrazado la Orden del D octor M eli sentido, sino que lo tranquiliza. Aquí
fluo y todos los clérigos, cuya peculiar verdaderamente se descansa. Dios tran
misión es animar y exhortar a los quilo lo tranquiliza todo; y verlo pací
demás a vivificar este amor divino. fico es estar en paz(23).
De este amor — como dijimos— hoy
más que nunca están necesitados los 10. Elogio de la perfecta quietud
ciudadanos, la familia, la sociedad en mística. Sin embargo esta perfecta
tera. Al arder éste, y al empujar los quietud no es la muerte del alma, sino
ánimos hacia Dios, meta suprema de la vida verdadera. Muy al revés..., es
los mortales, se robustecen las demás un descanso vivificador y vigilante que
virtudes; por el contrario, si éste se alumbra los sentidos interiores y, des
debilita y se apaga, se debilitan igual terrando la muerte, comunica una vida
mente y se apagan poco a poco la tran inmortal. Es verdaderamente sueño,
quilidad, la paz, el gozo y todos los pero tal que no embota los sentidos,
bienes verdaderamente tales, ya que sino que los transporta y los arroba. Lo
dimanan precisamente de Aquel, que diré sin vacilar; es una muerte; y si
es caridad(18). os parece dura la frase, escuchad al
Apóstol, el cual, escribiendo a algunos
9. Bernardo, maestro eximio de la vivientes aun en carne mortal, decíales
caridad. De es la divina caridad quizás así^24) : (iEstáis ya muertos, y vuestra
nadie haya hablado tan bien, con tanta vida está escondida con Cristo en
profundidad y vehemencia, como B er Dios” (25\
nardo . La causa de amar a Dios — di Esta perfecta quietud del alma, por
ce— es Dios mismo; la medida, amar la que gozamos devolviendo a Dios el
sin medidcT19\ Porque donde hay amor, amor con que El nos ama, y por la
no hay labor, sino sabor (20*\ Lo cual que dirigimos y encaminamos a Dios
él mismo confiesa haberlo experimen- nuestra vida y todas nuestras cosas, no
(18) I Juan 4, 8. (22) S. Bern., In Psalm 90, ” Qui habitat” ,
(19) S. Bern., De diligendo Deo, c. i. (Mignc Sermo 17, 4 (Migne P.L. 183, col. 252-G).
P,L. 182, col. 974-A). (23) S. Bern., ln Cántica, sermo 23, Ib (Migne
(20) S. Bern., In Cántica, sermo 85. 8 (Migue P.L. 183, col. 893-A, B).
P.L. 183, col. 1191-D). (24) Coios. 3, 3.
(21) S. Bern., De diligendo Deo. c. 10, 28 (Migne (25) S. Bern., In Cántica, sermo 52, 3 (Migne
P.L. 182, col. 991-A). P.L. 183, col. 1031-A).
1984 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 209. 11-12
lianas a una nueva Cruzada con eleva cuanto mayor es la diferencia con que
das palabras y con más elevada cari habéis recibido por encima de los de
dad; y si esta Cruzada no tuvo el más ambos nombres. Ellos no tienen
resultado apetecido, no es ciertamente más grey que la que se les señala; cada
a él a quien se debe achacar la culpa. cual tiene la suya; pero a vos se os han
Cuando la integridad de la fe y de confiado todas juntas. Y no sólo cui- 380
las costumbres, recibida de los antepa dáis de las ovejas, sino de todos sus
sados como sagrada herencia, se vio pastores, siendo vos el solo y único
expuesta a graves peligros principal mayoral*(34)3. Y en otro lugar: Del mun
6
5
mente por parte de A b e l a r d o , A r n a l - do tendría que salir quien quisiera
d o d e B r e s c ia y G il b e r t o d e l a P o r r e e ,
buscar qué es lo que no está bajo tu
entonces con sus escritos llenos de sa cuidadoí35).*3
6
5
4
biduría y emprendiendo fatigosos via De manera clara y evidente reconoce
jes, hizo todo cuanto con la gracia le el magisterio infalible del Romano Pon
fue posible para que estos errores fue tífice en todo cuanto pertenece a la fe
ran combatidos y condenados y para o a las costumbres. Al hacer notar los
que los que habían errado pudiesen errores de A b e l a r d o , quien hablando de
volver al recto camino y a mejor la Trinidad, sabe a Arrio; hablando de
consejo. la Gracia, sabe a Pelagio; hablando de
la persona de Cristo, sabe a Nesto-
13. A m or al Papa y respeto a su r / 0 (36), q u e p 0 n e grados en la Trinidad,
autoridad, el m agisterio infalible. En modos de ser en la majestad, números
esto, sabiendo que más valía la auto en la eternidad(37), que se alza a resol
ridad del Romano Pontífice que la verlo todo por la soberbia del ingenio
sabiduría de los doctos, procuró poner humano y se desdeña de reservar nada
de por medio esta autoridad, que reco a la /e (38>; no solamente discute, analiza
nocía suma e infalible para dirimir y refuta sus sutiles, capciosas y falaces
tales disputas. A Nuestro Predecesor de razones, sino que escribe a Nuestro
feliz memoria E u g e n i o III, su antiguo Predecesor de feliz memoria I n o c e n
discípulo, escribía estas líneas que reve c i o II sobre el particular estas gravísi
lan al propio tiempo su amor y el mas palabras: A vuestro apostolado to
profundo respeto que le profesaba y la can todos los peligros... especialmente
libertad de alma propia de los Santos: aquellos que se refieren a la fe. Pues
El amor no conoce al señor; conoce al creo que es natural que allí puedan re
hijo, aun bajo la tiara... Os aconsejaré, pararse los daños de la fe, donde la fe
por tanto, no como maestro sino como no puede sufrir detrimento. Esta es la
madre, para hablar llanamente, como prerrogativa de esta Sede... Tiempo es
quien os ama^3SK Y más tarde le dirige de reconocer, Padre amantísimo, vues
estas vehementes palabras: ¿Quién sois9 tra primacía... En esto ciertamente ha
Sois el gran Sacerdote, el Sumo Pontí réis las veces de Pedro, cuya sede ocu
fice; sois Príncipe de los Obispos, el páis, si confirmáis a los que titubean
heredero de los Apóstoles... Pedro, en en la fe con vuestras amonestaciones y
la potestad; Cristo, por la unción. Sois extermináis con vuestra autoridad a
el hombre a quien se entregaron las los que la corrom pen ^ \
llaves y se confiaron las ovejas. Cier
to, hay otros que pueden abrir las 14. La fuente de su fuerza: la santi
puertas de los cielos y apacentar la dad. De dónde pudo sacar fuerzas este
grey; pero vos sois tanto más glorioso, humilde monje para vencer tan arduas
(39) S. Bern., De errore Abselardi, Prefacio (Mig- (37) S. Bernar., De errore Abselardi, I, 2 (Migne
P.L. 182, col. 727-A; 728-A, B). P.L. 182, col. 1056-A).
(34) S. Bern., De Considerat. II, c. 8 (Migne (38) S. Bern., Epist. 188 (Migne P.L. 182, col.
P.L. 182, col. 751-G, D). 353-A, B).
(35) S. Ber., De considerat. III, c. 1 (Migne
P.L. 182, col. 757-B). (39) S. Bern., De error Abselardi, Prefacio (Mig
(36) S. Bern., Epist. 192 (Migne P.L. 182, col. ne P.L. 182, col. 1053, 1054-D).
358-D; 359-A).
Encíclicas Pontificias 63
1986 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 209, 15ui,6
(40) S. Bern., De moribus et Offic. Episc. (o (44) S. Bern., Epist. 215 (Migne P.L. 182,; cól.
sea:) Epist. 42, 5, 17 (Migne P.L. 182, col. 821-A). 379-B). ; ;: 1
(45) Vita prima, V, 12 (Migne P.L. 185,. c'ol.
(41) En el mismo lugar de la nota (40). 358-D). , : 1
(42) Vita Prima, II, 25 (Migne 185, col. 283-B). (46) S. Bern., In Cántica, sermo 71, 5 (Migne
P.L. 183, col. 1123-D). . •*
(43) S. Bern., Epist. 37 (Migne P.L. 182, col. (47) S. Bern., In Cántica, sermo 15, 6 (Migjne
143-B). P.L. 183, col. 846-D; 847-A, B). ¡ -
2 0 9 , 17 E n cíc lic a “ D o c t o r M ellifluus ” 1987
Invade las almas de los hombres una 18. Deseo final y bendición. Sean
especie de inquietud, de turbación, de estos los ubérrimos y saludables frutos
ansia; es que hay miedo de que caigan que, con la protección de S a n B e r
los fundamentos de la sociedad civil y n a r d o , nos traigan las fiestas centena
doméstica en el caso de que la luz del rias de su piadosa muerte; sea esto lo
Evangelio se debilite y extinga poco a que con Nos pidan y supliquen todos,
poco en las almas de muchos o, lo que contemplando y meditando los ejem
es peor aún, sea rechazada por ellos; plos del D o c t o r M e l if l u o y esforzán
peores y más desgraciados serían en dose por seguir con afán y prontitud
este caso los tiempos que se avecinan. sus santas huellas.
Así pues, de igual manera que el De estos saludables frutos sea prenda
D o c t o r d e C l a r a v a l suplicó y obtuvo la Bendición Apostólica, que de todo
para su época el auxilio de M a r í a , la corazón concedemos a vosotros, Vene
Virgen Madre de Dios, también nos rables Hermanos, a la grey confiada a
otros pidamos con tan intensa piedad vuestros cuidados, y especialmente a
y súplicas a nuestra Divina Madre que aquellos que pertenecen a la Orden de
obtenga de Dios remedios oportunos S an B ernardo.
para estos males que padecemos, y que Dado en Roma, junto a San Pedro,
nos conceda, con el auxilio divino, Ella el día 24 de Mayo, fiesta de Pentecos
que es tan benigna y poderosa, que tés, del año 1953, décimoquinto de
brille por fin una sincera, sólida y Nuestro Pontificado.
fructuosa paz para la Iglesia, para los
pueblos y para el mundo entero. PIO PAPA XII.
ENCICLICA “FULGENS CORONA” **
(8-IX-1953)
— 1989 —
1990 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 210, 1
La Iglesia católica entera recibió con fieles hacia la Santísima Virgen, que
alborozo la sentencia del Pontífice que hace florecer en más alto grado las
desde hacía tiempo esperaba con ansia; virtudes cristianas, adquirió nuevo vi
y reavivada con esto, la devoción de los gor, y asimismo cobraron nuevo impul-
previsto desde toda la eternidad la ruina lamen de la Virgen, los cuales habían sido predetermi
tabilísima de todo el género humano, que había nados con un mismo decreto, juntamente con la
de provenir de la transgresión de Adán, y ha Encarnación de la divina Sabiduría.
biendo decretado, con plan misterioso oculto des 4. Continuos hechos manifiestan el sentir de la
de la eternidad, llevar a cabo la primitiva obra Iglesia acerca de la Inmaculada Concepción. Y
de su misericordia, con plan todavía más secreto, aun cuando todas estas cosas, admitidas casi uni
por medio de la Encarnación del Verbo, para que versalmente por los fieles, manifiestan con qué
no pereciese el hombre impulsado a la culpa por celo haya mantenido también la misma Romana
la astucia de la diabólica maldad y para que lo Iglesia, madre y maestra de todas las iglesias,
que iba a caer en el primer Adán fuese restaurado la doctrina de la Concepción Inmaculada de la
más felizmente en el segundo, eligió y señaló, Virgen, sin embargo de eso, los gloriosos hechos
desde el principio y antes de los tiempos, una de esta Iglesia son muy dignos de ser uno a uno
Madre, a fin de que su unigénito Hijo, hecho enumerados, siendo como es tan grande la dig
carne de ella, naciese, en la dichosa plenitud de nidad y autoridad, cuanta absolutamente se debe
los tiempos, y en tanto grado la amó por encima a la que es centro de la verdad y unidad ca
de todas las criaturas, que en sola ella se com tólica, en la cual sola ha sido custodiada in
plació con señaladísima benevolencia. Por lo tan violablemente la Religión y de la cual todas
to, tan maravillosamente la colmó de la abun las demás iglesias han de recibir la tradición
dancia de todos los celestiales carisinas, sacada de la fe. Asi que la misma Romana Iglesia no
del tesoro de la Divinidad, muy por encima de tuvo más en el corazón que profesar, propug
todos los ángeles y santos, que Ella, absoluta nar, propagar y defender la Concepción In
mente siempre libre de toda mancha de pecado maculada de la Virgen, su culto y su doctrina,
y toda hermosa y perfecta, manifestase tal ple de las maneras más significativas.
nitud de inocencia y santidad, que no se concibe 5. Favor prestado por los Sumos Pontífices
en modo alguno mayor después de Dios y nadie al cullo de la Inmaculada. Muy clara y abier
puede imaginar fuera de Dios. tamente por cierto testimonian y declaran esto
2. Conveniencia de tal privilegio. Y, por cierto, tantos insignes hechos de los Romanos Pontí
era convenientísimo que brillase siempre adorna fices, Nuestros Predecesores a quienes en la
da de los resplandores de la perfectísima santi persona del Príncipe de los Apóstoles encomen
dad y que reportase un total triunfo sobre la dó el mismo Cristo Señor Nuestro el supremo
antigua serpiente, enteramente inmune aún de la cuidado y potestad de apacentar los corderos
misma mancha de la culpa original, tan vene y las ovejas de robustecer a los hermanos en
rable Madre, a quien Dios Padre dispuso dar a la fe y de regir y gobernar la universal Iglesia.
su único Hijo, a quien ama como a sí mismo, Ahora bien, Nuestros Predecesores se gloriaron
engendrado como ha sido igual a sí de su cora sobremanera de establecer, con su apostólica
zón, de tal manera que naturalmente fuese uno Autoridad, en la Romana Iglesia la fiesta de
y el mismo Hijo común de Dios Padre y de la la Concepción, y darle más auge y esplendor
Virgen y a la que el mismo Hijo en persona con propio Oficio y Misa propia, en los que
determinó hacer sustancialmente su Madre y de clarísimamente se afirmaba la prerrogativa de
la que el Espíritu Santo quiso e hizo que fuese la inmunidad de la mancha hereditaria, y de
concebido y naciese Aquel de quien él mismo promover y ampliar con toda suerte de indus
procede. trias el culto ya establecido, ora con la conce
3. La inocencia y la santidad de Maria es cons sión de indulgencias, ora con el permiso otorgado
tante doctrina de la Iglesia. Ahora bien, la Igle a las ciudades, provincias y reinos de que to
sia católica, que, de continuo enseñada por el masen por patrona a la Madre de Dios bajo el
Espíritu Santo, es columna y fundamento firme título de la Inmaculada Concepción, ora con la
de la verdad, jamás desistió de explicar, poner aprobación de sodalicios, congregaciones, ins
de manifiesto y dar calor, de variadas e ininte titutos religiosos fundados en honra de la In
rrumpidas maneras y con hechos cada vez más maculada Concepción, ora alabando la piedad
espléndidos, a la original inocencia de la augusta de los fundadores de monasterios, hospitales,
Virgen, junto con su admirable santidad, y muy altares y templos bajo el título de la Inmacu-
en consonancia con la altísima dignidad de Madre da Concepción, o de los que se obligaron con
de Dios, por tenerla como doctrina recibida de voto a defender valientemente la Concepción
lo alto y contenida en el depósito de la revela Inmaculada de la Madre de Dios. Grandísima
ción. Pues, esta doctrina, en vigor desde las más alegría sintieron, además, en decretar que la
antiguas edades, íntimamente enraizada en los festividad de la Concepción debía considerarse
espíritus de los fieles, y maravillosamente pro por toda la Iglesia exactamente como la de la
pagada por el mundo católico por los cuidados Natividad, y que debía celebrarse por la uni
afanosos de los sagrados prelados, espléndida versal Iglesia con octava, y que debía ser guar
mente la puso de relieve la Iglesia misma cuando dada santamente por todos como de precepto,
no titubeó en proponer al público culto y vene y que había de haber solemne servicio religio
ración de los fieles la Concepción de la misma so papal en Nuestra patriarcal basílica Libe-
Virgen. Ahora bien, con este glorioso hecho, por riana anualmente el día dedicado a la Concep
cierto presentó al culto de la Concepción de la ción de la Virgen. Y deseando fomentar cada
misma Virgen como algo singular, maravilloso y día más en las mentes de los fieles el conoci
muy distinto de los principios de los demás hom miento de la doctrina de la Concepción Inmacu
bres y perfectamente santo, por no celebrar la lada de Marta, Madre de Dios y estimularles el
Iglesia sino festividades de los santos. Y por eso culto y veneración de la misma Virgen concebida
acostumbró a emplear en los oficios eclesiásticos sin mancha original, gozáronse en conceder, con
y en la sagrada Liturgia aun las mismísimas la mayor satisfacción posible, permiso para que
palabras que emplean las divinas Escrituras tra públicamente se proclame en las Letanías L’áu-
tando de la Sabiduría increada y describiendo retanas, y en el mismo Prefacio de la Misa, la
sus eternos orígenes, y aplicarlas a los principios Inmaculada Concepción de la Virgen, y se esta-
2Í0, 2 E n cíc lic a “ F ulgens C o r o n a 1 1991
so los estudios con los que la dignidad Y parece como si la Virgen Santísima
y santidad de la Madre de Dios brilla hubiera querido confirmar de una ma
ron con más grande esplendor. nera prodigiosa el dictamen que el
Vicario de su divino Hijo en la tierra,
2. Las apariciones de Lourdes com o con el aplauso de toda la Iglesia, había
con firm a ción de la Virgen Santísima. pronunciado. Pues no habían pasado
bleciese de esa manera con la ley misma de orar, cabida en la Sagrada Liturgia misma y en las
la ley de creer. Nos, además, siguiendo fielmente oraciones públicas.
las huellas de tan grandes Predecesores, no sólo 8. Prohibición de defender la opinión contraria.
tuvimos por buenas y aceptamos todas las cosas Y no contentos con esto, para que la doctrina
piadosísima y sapientísimamente por ellos esta misma de la Concepción Inmaculada de la Virgen
blecidas, sino que también, recordando lo de permaneciese intacta, prohibieron muy severa
terminado por Sixto IV, dimos Nuestra autoriza mente que se pudiera defender pública o priva
ción al Oficio propio de la Inmaculada Concep damente la opinión contraria a esta doctrina, y
ción, y de muy buen grado concedimos su uso quisieron acabar con aquélla a fuerza de múlti
a la universal Iglesia. ples golpes mortales. Esto, no obstante, y a pesar
6. Los Papas determinaron exactamente el al de repetidas y clarísimas declaraciones, pasaron
cance del culto a la Inmaculada. Mas, como quie a las sanciones, para que éstas no fueran vanas.
ra que las cosas relacionadas con el culto están Todas estas cosas comprendió el citado Predece
íntimamente unidas con su objeto, y no pueden sor Nuestro Alejandro V il con estas palabras:
permanecer firmes en su buen estado si éste que [la cita comienza bajo la letra e)j.
da envuelto en la vaguedad y ambigüedad, por [Intercalaremos aquí el texto íntegro de la
eso Nuestros Predecesores, los Romanos Pontí Constitución Apostólica: SoUicitudo omnium Ec-
fices, que se dedicaron con todo esmero al es clesiarum: 8-X1I-1661 de Alejandro VIL Lo que
plendor del culto de la Inmaculada Concepción, no se cita va entre paréntesis, la cita va en cur
pusieron también todo su empeño en esclarecer siva y sin paréntesis]:
e inculcar su objeto y doctrina. Pues, con plena Constitución Apostólica
claridad enseñaron que se trataba de festejar la
Concepción de la Virgen, y proscribieron, como SOLLICITUDO OMNIUM ECCLESIARUM
falsa y muy ajena a la mente de la Iglesia, la (8-XII-1661)
opinión de los que opinaban y afirmaban que a) Solicitud del Papa Alejandro por la integri
veneraba la Iglesia, no la concepción, sino la dad de la doctrina católica. (P or cuanto Nos, por
santificación. Ni creyeron que debían tratar con la voluntad y providencia de Dios óptimo má
mayor suavidad a los que, con el fin. de echar ximo, llevamos aunque por los méritos y la labor
por tierra la doctrina de la Inmaculada Concep indigno, la solicitud de todas las Iglesias, ésta
ción de la Virgen, distinguiendo entre el primero nos mantiene ansiosamente atentos y vigilantes,
y el segundo instante y momento de la concep a fin de que se eviten los escándalos que por la
ción, afirmaban que ciertamente se celebraba la corrupción y fragilidad de la humana naturaleza
concepción, mas no en el primer instante y mo necesariamente han de sobrevenir, que se origine
mento. Pues, Nuestros mismos Predecesores juz el menor número posible de ellos y que los ya
garon que era su deber defender y promulgar con nacidos se remuevan cuanto antes y con la mayor
todo celo, como verdadero objeto del culto, la diligencia, pues, los que los causan sufren el
festividad de la Concepción de la santísima Vir daño cierto del pecado, y los que los reciben
gen, y la concepción en el primer instante. De están expuestos al real peligro de caer; por lo
allí las primeras palabras verdaderamente deci cual, movido por la responsabilidad de Nuestro
sivas con que Alejandro VII, Nuestro Predecesor, oficio pastoral, Nos no sólo lamentamos sobre
declaró la clara mente de la Iglesia, diciendo:
manera el daño sino que asiduamente damos
“ Antigua por cierto es la piedad de los fieles
cristianos para con la Santísima Virgen María, Nuestras decisiones.
que sienten en su alma, que en el primer instante b) La doctrina sobre la Inmaculada Concepción
de su creacin e infusión de su alma, fue preserva por todos admitida. Antigua es la piedad de los
da inmune de la mancha del pecado orginal, por fieles cristianos para con la Santísima Virgen Ma
singular gracia y privilegio de Dios, en atención ría, que sienten en su alma, que en el primer ins
a los méritos de su Hijo, Jesucristo, Redentor del tante de su creación e infusión en el cuerpo, fue
género humano, y que, en este sentido, veneran preservada inmune de la mancha del pecado ori
y celebran con solemne ceremonia la fiesta de su ginal, por singular gracia y privilegio de Dios,
Concepción (Constit. SoUicitudo omnium Eccle- en atención a los méritos de su Hijo Jesucristo,
siarum 8-XII-16G1, véase en el subtítulo de la Redentor del género humano, y que, en este sen
Epístola presente: 9, bj). tido, veneran y celebran con solemne ceremonia
la fiesta de su concepción; y ya crecido su nú
7. Determinaron también exactamente la doctri mero, y después que Sixto IV, de feliz recorda
na de la Inmaculada. Y, ante todas las cosas, ción, publicara sus Constituciones Apostólicas, re
fue costumbre también entre los mismos Prede novadas y mandadas observar por el Concilio de
cesores Nuestros defender, con todo cuidado, celo Trento, en que recomienda este culto, éste au
y esfuerzo, y mantener incólume la doctrina de mentó. Nuevamente fue incrementada y propa
la Concepción Inmaculada de la Madre de Dios. gada esta devoción y culto a la Madre de Dios
Pues, no solamente no toleraron en modo alguno después de erigirse, con la aprobación de los
que se atreviese alguien a mancillar y a censurar Romanos Pontífices, monasterios de órdenes re
la doctrina misma, antes, pasando más adelante ligiosas y confraternidades en honor de ese nom
clarísima y repetidamente declararon que la doc bre y después de concederse indulgencias en el
trina con la que profesamos la Inmaculada Con mismo sentido, de tal suerte que, cuando la ma
cepción de la Virgen era y con razón se tenía yoría de las Universidades y las más célebres de
por muy en armonía con el culto eclesiástico y entre ellas se plegaron a esa doctrina, casi todos
por antigua y casi universal, y que era tal que la los católicos la admitían.
Romana Iglesia se había encargado de su fomen c) Prohibición de enseñar la doctrina contraria.
to y defensa y que era dignísima que se le diese Y porque con ocasión de la afirmación contraria
1992 E n cíclicas del PP. P ío XII (1953) 210, 2
aún cuatro años cuando, cerca de un faja azul, se apareció con aspecto juve
pueblo de Francia, en las estribacio nil y afable en la cueva de Massabielle
nes de los Pirineos, la Santísima Vir a una niña inocente y sencilla, a la que
gen, vestida de blanco, cubierta con como insistiera en saber el nombre de
cándido manto y ceñida su cintura de quien se le había dignado aparecer,
en los sermones, lecciones, conclusiones y actos decretos promulgados por los Romanos Pontífi
públicos en el sentido de que la misma beatísima ces, Nuestros Predecesores, y principalmente por
Virgen María, fue concebida con el pecado ori Sixto IV, Pablo V y Gregorio XV en favor de la
ginal, con gran ofensa de Dios se originaron es sentencia que afirma que el alma de Santa María
cándalos para el pueblo cristiano, altercados y Virgen en su creación, en la infusión del cuerpo
disensiones, prohibió el Papa Pablo V, también fue obsequiada con la gracia del Espíritu Santo
Predecesor Nuestro, enseñar y predicar la opi y preservada del pecado original, y en favor
nión contraria a dicha sentencia; esta prohibición también de la fiesta y culto de la Concepción de
fue extendida por el Papa Gregorio XV, de pia la misma Virgen Madre de Dios, prestado, se
dosa memoria, igualmente Predecesor Nuestro, a gún se dice, conforme a esa piadosa sentencia, y
las conversaciones privadas, mandando, además, mandamos que se observe bajo las censuras y
en favor de esta sentencia que en la celebración penas contenidas en las mismas Constituciones.
tanto pública como privada del santo sacrificio f) Las penas a que se exponen los que contra
de la Misa se empleara sólo el nombre de la vienen esta Constitución. Y además, a todos y
Concepción. cada uno de los que continuaren interpretando
d) Continuaron los ataques a la doctrina de la las mencionadas Constituciones o decretos, de
Inmaculada. Por cuanto casi todos los venerables suerte que anulen el favor dado por éstas a dicha
hermanos Obispos con sus capítulos eclesiásticos, sentencia y fiesta o culto tributado conforme a
en cartas dirigidas a Nos, añadiéndose a ellas ella, u osaren promover una disputa sobre esta
también la insinuación de Nuestro amadísimo misma sentencia, fiesta o culto, o hablar, pre
hijo en Cristo Felipe, rey católico de las Espa dicar, tratar, disputar contra estas cosas de
das quien envió acerca de esto como represen cualquier manera, directa o indirectamente o con
tante especial al venerable hermano Luis, Obispo cualquier pretexto, aun examinar su definibilidad,
de Piacenza, el que nos transmitió las súplicas o de glosar o interpretar la Sagrada Escritura,
de los mismos reinos españoles, en el sentido o los Santos Padres o Doctores, finalmente con
de que algunas personas que, contraviniendo di cualquier pretexto u ocasión por escrito o de
chas prohibiciones, afirman tal opinión contraria, palabra, determinando y afirmando cosa alguna
continúan impugnando la opinión mencionada o contra ellas, ora aduciendo argumentos contra
haciendo ludibrio de ella tanto pública como ellas y dejándolos sin solución, ora discutiendo
privadamente, o interpretan el favorecimiento de cualquier otra manera inimaginable; fuera de
que prestaron los Romanos Pontífices al culto y las penas y censuras contenidas en las Constitu
a la fiesta, de tal modo que quede frustrado; y ciones de Sixto IV, a las cuales queremos some
aún niegan que la Romana Iglesia esté en favor terles, y por las presentes les sometemos, quere
de esta sentencia y del culto que, a base de ella, mos también privarlos del permiso de predicar,
se rinde a la Santísima Virgen, osando perturbar dar lecciones públicas, o de enseñar, y de inter
a los fieles cristianos en su casi pacífica pose pretar, y de voz activa y pasiva en cualesquiera
sión de donde nacen y perduran las ofensas, los elecciones, por el mero hecho de comportarse de
escándalos, y altercados que Pablo V y Gregorio ese modo y sin otra declaración alguna; y que
XV, Nuestros Predecesores querían ver evitados, incurran, además, ipso facto, sin otra declaración
y se temen, ocasionalmente todavía, en el por alguna en las penas de inhabilidad perpetua para
venir con razón y prudencia mayores males que predicar y dar lecciones públicas, enseñar e
éstos para ios adversarios de esta sentencia; por interpretar; y que no pueden ser absueltos o
lo cual tanto dichos Obispos con sus capítulos dispensados de estas cosas sino por Nos mismo
eclesiásticos como el citado rey Felipe nos hi o por Nuestros Sucesores los Romanos Pontífi
cieron solicitar con instancia oportuno remedio). ces; y queremos asimismo que sean sometidos,
lAquí comienza la cita:] y por las presentes sometemos a los mismos a
otras penas infligibles, renovando las Constitu
e) Para refirmar el culto se renuevan las cons ciones o decretos de Paulo V y de Gregorio XV,
tituciones y declaraciones de los Predecesores. arriba mencionados.
Nos, considerando que la Santa Romana Iglesia g) Prohibición de publicar libros o escritos
celebra solamente la festividad de la Concepción contrarios a esta sentencia. Prohibimos, bajo las
de la inmaculada siempre Virgen María, g que penas y censuras contenidas en el Indice de los
dispuso en otro tiempo un Oficio especial y pro libros prohibidos, los libros en los cuales se
pio acerca de esto, conforme a la piadosa, devota pone en duda la mencionada sentencia, fiesta
y laudable práctica que entonces emanó de Sixto o culto conforme a ella, o se escribe o lee algo
IV, Nuestro Predecesor; y queriendo, a ejemplo contra esas cosas de la manera que sea, como
de los Romanos Pontífices, Nuestros Predeceso arriba queda dicho, o se contienen frases, ser
res, favorecer a esta laudable piedad y devoción mones, tratados y disputas contra las mismas,
y fiesta, y al culto en consonancia con ella, y editados después del decreto de Paulo V arriba
jamás cambiado en la Iglesia Romana después de citado, o que se editaren de la manera que sea
la institución del mismo, y (queriendo), además, en lo porvenir por expresamente prohibidos,
salvaguardar esta piedad, y devoción de venerar ipso facto y sin más declaración.
y celebrar la Santísima Virgen preservada del
pecado original, claro está, por la gracia pro [Hasta aquí va la cita de Pío IX].
veniente del Espíritu Santo; y deseando conservar (Nos prohibimos a todos, adhiriéndonos a las
en la grey de Cristo la unidad del espíritu en Constituciones de Sixto IV, afirmar que los que
el vínculo de la paz (Efes. 4, 3), apaciguados sostienen la opinión contraria, conviene a saber,
los choques y contiendas y, removidos los escán que la gloriosa Virgen María fue concebida con el
dalos: en atención a la instancia a Nos presen pecado original, incurren en el crimen de herejía
tada y a las preces de los mencionados Obispos o cometen un pecado grave mortal ya que la Igle
con los cabildos de sus iglesias y del rey Felipe sia Romana y la Sede Apostólica aun no lo han
y de sus reinos; renovamos las Constituciones y decidido, como que tampoco Nos de ningún modo
210, 2 E n cíc lic a “ F ulgens C o r o n a ” 1993
Ella, con una suave sonrisa y alzando casi innumerables, acudiendo de todas
los ojos al cielo, respondió: Yo soy la las partes en piadosas peregrinaciones
Inmaculada Concepción. a la gruta de Lourdes, reavivaron su
Bien entendieron esto, como era na fe, estimularon su piedad y se esforza
tural, los fieles que en muchedumbres ron por ajustar su vida a los preceptos
lo queremos o intentamos decidir por ahora; los k) Disposición papal de publicación y vigen
que no obstante osaren condenar la opinión con cia de la Constitución y las copias.
traria por incursa en herejía, pecado mortal o Nos queremos e igualmente con la misma au
impiedad, los sancionamos, además de las penas toridad decretamos y mandamos que las pre
a las que los condenan el Papa Sixto IV y los sentes cartas como de costumbre se publiquen
otros Romanos Pontífices, Nuestros Predecesores, y se coloquen, por algunos de Nuestros empleados
con otras más graves penas que infligimos más judiciales en las puertas de las Basílicas de San
arriba a los que contravienen esta Nuestra Cons Juan de Letrán y del Príncipe de los Apóstoles
titución. y de la Cancillería Apostólica y a la vista del
li) Orden de proceder contra los infractores. Campo de Flora en la Ciudad Eterna; esa colo
cación y publicación afecta y constriñe a todos
Queremos que tanto los Obispos y prelados su y cada uno de los que incumbe observarla como
periores y los otros ordinarios de lugar estable si se les hubiera intimado personalmente; y
cidos contra la perversidad herética como los in- cuanto a las copias de ella, también las impresas,
quisitores nombrados en cualquier parte del mun firmadas personalmente por un notario y muni
do, procedan contra los que quebrantan esta das del sello de alguna persona constituida en
Nuestra Constitución pertenezcan aun a los regu dignidad eclesiástica ha de dárselas, además, que
lares de cualquier orden o instituto, también de debe darse a las presentes Letras cuando acaso
la Compañía de Jesús y a los exentos de cualquier se presenten y exhiban, la misma fe.
manera y a todas las otras personas eclesiásti Dado en Roma, bajo el anillo del Pescador, el
cas y seculares de cualquier estado, grado, condi 8 de Diciembre de 1661.
ción o dignidad tanto eclesiástica como secular Alejandro Papa VII).
que se pretenda, los inquieran y los sancionen
estrictamente. Nos concedemos e impartimos con [Continuará ahora la Epístola Apostólica IN-
la autoridad e intención a todos y a cada uno EFFABILIS DEUS de Pío IX].
de ellos la libre facultad y autoridad de proceder 10. Sentir unánime de los Obispos y religiosos.
contra los transgresores, de inquirir e imponer Mas todos saben con qué celo tan grande fue ex
penas y castigarlos; y si se prefiere, les impo puesta, afirmada y definida esta doctrina de la
nemos y mandamos estrictamente que procedan, Inmaculada Concepción de la Virgen Madre de
investiguen y castiguen. Dios por las esclarecidísimas familias religiosas
i) No valdrá ningún privilegio para excep y por las más concurridas Academias teológicas
tuarse. y por los aventajadísimos doctores en las cien
cias de las cosas divinas. Todos, asimismo, saben
No obstarán las Constituciones o cualesquiera in con qué solicitud tan grande hayan abierto y
dultos ni las cartas apostólicas de cualquier mo
públicamente profesado los Obispos, aun en las
do concedidas a cualesquiera personas por más mismas Asambleas eclesiásticas, que la santísima
calificadas que sean y constituidas en cualquier
Madre de Dios, la Virgen María, en previsión de
dignidad y honor, aunque sea el del cardenalato, los merecimientos de Cristo Señor y Redentor,
patriarcado, arzobispado, episcopado o cualquier nunca estuvo sometida al pecado, sino que fue
otro aun cuando contra ellos no pueda proceder totalmente preservada de la mancha original, y
se, ni ponerles en entredicho, ni suspenderlos ni
excomunicarlos. Para la debida o suficiente dero de consiguiente, redimida de más sublime manera.
gación de ellas y de todas debe hacerse de todos 11. La prudente formulación del dogma del pe
ellos y de cada uno en particular mención espe cado original, que hizo el Concilio tridentino,
cial, específica, individual y expresa, palabra por confirma la doctrina. Ahora bien, a estas se aña
palabra, pero no por cláusulas generales aunque de un hecho verdaderamente de peso y sumamen
importantes, o ha de observarse otra delicada te extraordinario, conviene a saber: que también
forma, tal vez las palabras mismas como si al el Concilio de Trento mismo, al promulgar el de
pie de la letra fuesen insertadas, teniendo las creto dogmático del pecado original, por el
presentes por suficientemente expresadas e in cual estableció y definió, conforme a los testi
sertas, en este orden expresa y especialmente de monios de las Sagradas Escrituras y de los
rogamos por más que se opongan otras cosas Santos Padres y de los recomendabilísimos
cualesquiera. Concilios, que los hombres nacen manchados
por la culpa original, sin embargo, solamente
j) Orden estricta de publicación universal de declaró que no era su intención incluir a la
estas disposiciones. santa e Inmaculada Virgen Madre de Dios en
Pero para que esta Constitución y todo lo an el decreto mismo y en una definición tan amplia.
terior llegue del modo más conveniente al cono Pues, con esta declaración suficientemente insi
cimiento de todos los interesados, obligamos y nuaron los Padres tridentinos, dadas las circuns
mandamos, en virtud de la santa obediencia y tancias de las cosas y de los tiempos, que la
bajo pena de la privación de la entrada en la misma santísima Virgen había sido librada de
iglesia en que incurrirán, que todos y cada uno la mancha original, y hasta clarísimamente die
de los Ordinarios de lugar y sus Vicarios, su ron a entender que no podía aducirse fundada
fragáneos y cualesquiera oficiales y a todos los mente argumento alguno de las divinas Letras,
demás a quienes de algún modo incumbe y corres de la tradición, de la autoridad de los Padres
ponde, en cuanto juzguen convenir esta Nuestra que se opusiera en manera alguna a tan grande
Constitución a todos los predicadores y otros de prerrogativa de la Virgen.
su diócesis o distrito, comuniquen oportunamente 12. Monumentos antiguos y el estudio confirman
y publiquen, y hagan comunicar y publicar para la existencia de la doctrina. Y, en realidad de
que en adelante nadie pueda de ningún modo verdad, ilustres monumentos de la venerada an
pretender ignorancia de lo anterior o pueda tigüedad de la Iglesia oriental y occidental vigo-
excusarse en contra de lo anterior. rosísimamente testifican que esta doctrina de la
1994 E ncíclicas del PP. P ío XII (1953) 210, 2
autoridad la voz de los Santos Padres ygar, ya en las Sagradas Escrituras apa
rece el fundamento de esta doctrina,
de toda la Iglesia, que siempre se había
dejado oír desde los tiempos antiguos cuando Dios, Creador de todas las co
hasta nuestros días. sas, después de la lamentable caída de
A d á n , habla a la tentadora y seductora
4. Fundamento de la doctrina en lasserpiente con estas palabras, que no
Sagradas Escrituras, Y en primer lu pocos Santos Padres y Doctores, lo2 *
6
yes, suplicaron ahincadamente a esta Sede Apos cuestión, Nos pidieron con igual entusiasta fervor
tólica que fuese definida como dogma de fe ca la definición de la Inmaculada Concepción de la
tólica la Inmaculada Concepción de la santísima Madre de Dios.
Madre de Dios. Y estas peticiones se repitieron 27. El Consistorio y la petición de los Carde
también en nuestros tiempos y fueron muy prin nales. Después de estas cosas, siguiendo las glo
cipalmente presentadas a Gregorio XVI, Nuestro riosas huellas de Nuestros Predecesores, y de
Predecesor, de grato recuerdo, y a Nos mismo, seando proceder con omnímoda rectitud, con
ya por los Obispos, ya por el clero secular, ya vocamos y celebramos Consistorio, en el cual di
por las familias religiosas, y por los príncipes rigimos la palabra a Nuestros venerables her
soberanos y por los fieles pueblos. Nos, pues, manos los Cardenales de la Santa Romana Igle
teniendo perfecto conocimiento de todas estas sia, y con sumo consuelo de Nuestra alma Ies
cosas, con singular gozo de Nuestra alma y pe oímos pedirnos que tuviésemos a bien definir el
sándolas seriamente, tan pronto, como por un dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen
misterioso plan de la divina Providencia, fuimos Madre de Dios.
elevados, aunque sin merecerlo, a esta sublime
Cátedra de Pedro para hacernos cargo del go 28. Habla llegado el tiempo ansiado. Así, pues,
bierno de la universal Iglesia, no tuvimos, cier extraordinariamente confiados en el Señor de
tamente, tanto en el corazón, conforme a Nues que ha llegado el tiempo oportuno de definir la
tra grandísima veneración, piedad y amor para Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, la
con la santísima Madre de Dios, la Virgen María, Virgen María, que maravillosamente esclarecen
ya desde la tierna infancia sentidos, como llevar y declaran las divinas Escrituras, la venerable
a cabo todas aquellas cosas que todavía deseaba tradición, el perpetuo sentir de la Iglesia, el
la Iglesia, conviene a saber; dar mayor incre ansia unánime y singular de los católicos, prela
mento al honor de la santísima Virgen y poner dos y fieles, Jos famosos hechos y constituciones
en mejor luz sus prerrogativas. de Nuestros Predecesores; consideradas todas las
cosas con suma diligencia, y dirigidas a Dios
25. Comisión especial y labor preparatoria. Mas constantes y fervorosas oraciones, hemos juzga
queriendo extremar la prudencia, formamos una do que Nos no debíamos ya titubear en sancionar
Congregación de Nuestros Venerables Hermanos, o definir con Nuestro fallo soberano la Inmacula
los Cardenales de la Santa Romana Iglesia, dis da Concepción de la Virgen, y de este modo com
tinguidos por su piedad, don de consejo y cien placer a los piadosísimos deseos del orbe católico,
cia de las cosas divinas, y escogimos a teólogos y a Nuestra piedad para con la misma santísima
eximios, tanto del clero secular como regular, Virgen, y juntamente glorificar más y más en
para que considerasen escrupulosamente todo lo ella a su unigénito Hijo nuestro Señor Jesucris
referente a la Inmaculada Concepción de la Vir to, pues redunda en el Hijo el honor y alabanza
gen y nos expusiesen su propio parecer. Mas dirigidos a la Madre.
aunque, a juzgar por las peticiones recibidas,
Nos era nlenamente conocido el sentir decisivo 29. La definición misma, declaración de here
de muchísimos prelados acerca de la definición jía de la opinión contraria y sus sanciones. Por
de la Concepción Inmaculada de la Virgen, sin lo cual, después de ofrecer sin interrupción a
embargo, escribimos el 2 de febrero de 1849 en Dios Padre, por medio de su Hijo, con humildad
Caveta una carta Encíclica Ubi Primum; (en esta y penitencia, Nuestras privadas oraciones y las
Colección Encíclica 13, pág. 100-102) dirigida a públicas de la Iglesia, para que se dignase dirigir
todos los venerables hermanos del orbe católico, y afianzar Nuestra mente con la virtud del Es
los Obispos, con el fin de que, después de orar píritu Santo, implorando el auxilio de toda la
a Dios, Nos manifestasen también a Nos por es corte celestial, e invocando con gemidos el Espí
crito cuál era la piedad y devoción de sus fieles ritu Paráclito, e inspirándonoslo él mismo, para
para con la Inmaculada Concepción de la Madre honra de la santa e individua Trinidad, para glo
de Dios, y qué sentían mayormente los Obispos ria y prez de la Virgen Madre de Dios, para
mismos acerca de la definición o qué deseaban exaltación de la fe católica y aumento de la cris
para poder dar Nuestro soberano fallo de la ma tiana Religión, con la autoridad de Nuestro Se
nera más solemne posible.2*
6 ñor Jesucristo, con la de sus santos apóstoles
P edio y Pablo, y con la Nuestra, declaramos,
26. Consentimiento unánime y alegría de las afirmamos y definimos que ha sido revelado por
respuestas a la encuesta. No fue para Nos con Dios, y, de consiguiente, que debe ser creída fir
suelo exiguo la llegada de las respuestas de los me y constantemente por todos los fieles la doc
venerables hermanos, pues, los mismos, respon trina que sostiene que la santísima Virgen María
diéndonos con una increíble complacencia, alegría fue preservada inmune de toda mancha de culpa
y fervor, no sólo reafirmaron la piedad y sentir original, en el primer instante de su concepción,
propio y de su clero y pueblo respecto de la por singular gracia y privilegio de Dios omnipo
Inmaculada Concepción de la santísima Virgen, tente, en atención a los méritos de Jesucristo,
sino también todos a una ardientemente Nos pi Salvador del género humano. Por lo1 cual, si al
dieron que definiésemos la Inmaculada Concep gunos presumieren sentir en su corazón contra
ción de la Virgen con Nuestro supremo y auto- lo que Nos hemos definido, lo que Dios no per
ritativo fallo. Y, entre tanto, no nos sentimos mita, tengan entendido y sepan además que se
inundados de menor gozo cuando Nuestros vene condenan por su propia sentencia* que han nau
rables hermanos los Cardenales de la Santa Ro fragado en la fe, y que se han separado de la
mana Iglesia, que formaban la mencionada Con unidad de la Iglesia, y que, además, si osaren
gregación especial, y los teólogos dichos elegidos manifestar de palabra o por escrito o de cual
por Nos, después de un diligente examen cíe la quier otra manera externa lo que sintieren en
210, 5 E n cíc lic a “ F ulgens C o r o n a ” 1997
580 de la vida, germen no de ira sino de gracias, que tan excelentemente ador
gracia, pura siempre y sin mancilla, naron su alma y su vida. Bien dice
santa y extraña a toda mancha de pe S a n t o T o m á s d e A q u i n o : Puesto que
cado, más hermosa que la hermosura, la Santísima Virgen es Madre de Dios,
más santa que la santidad, la sola santa, del bien infinito, que es Dios, récibe
que, si exceptuamos a solo Dios, fue cierta dignidad infinita(1°). Y un ilus
superior a todos los demás, por natura tre escritor desarrolla y explica el
leza más bella, más hermosa y más mismo pensamiento con las siguientes
santa que los mismos Querubines y Se palabras: La Santísima Virgen... es Ma- 581
rafines, más que todos los ejércitos de dre de Dios; por esto es tan pura y tan
los Angeles(6>. santa que no puede concebirse pureza
mayor después de la de Díos(n ).
6. Deducción lógica: ella fue siempre
limpia de todo pecado. Después de me 7. Razón teológica: Privilegio que
ditar diligentemente, como conviene, Dios podía y quiso darle atendido su
estas alabanzas que se tributan a la amor a María y que convenía. P or lo
Bienaventurada Virgen M a r í a , ¿quién demás, si profundizamos la materia, y
se atreverá a dudar de que, aquella que sobre todo si consideramos el encendido
es más pura que los Angeles, y que fue y suavísimo amor con que Dios cier
siempre pura^6 78
^, estuvo en todo m o tamente amó y ama a la Madre de su
mento, sin excluir el más mínimo Unigénito Hijo, ¿cóm o podremos ni aun
espacio de tiempo, libre de cualquier sospechar que Ella haya estado, ni
clase de pecado? Con razón S a n E f r é n siquiera un brevísimo instante, sujeta
dirige estas palabras a su Divino Hijo: al pecado y privada de la divina gra
En verdad que solos Tú y tu Madre sois cia? Dios podía ciertamente, en previ
hermosos bajo todos los aspectos. Pues sión de los méritos del Redentor, ador
no hay en ti, Señor, ni en tu Madre narla de este singularísimo privilegio;
mancha alguna(8). En cuyas palabras no cabe pues ni pensar que no lo
clarísimamente se ve que, entre todos haya hecho. Convenía, en efecto, que
los Santos y Santas, de esta sola mujer la Madre del Redentor fuese lo más
es posible decir que no cabe ni plan digna posible de El; mas no hubiéra
tearse la cuestión cuando se trata del sido tal si, contaminándose con la man
pecado, de cualquier clase que éste sea; cha de la culpa original, aunque sólo
y que además este singular privilegio, fuera en el primer instante de su con
a nadie concedido, lo obtuvo de Dios cepción hubiera estado sujeta al triste
precisamente por haber sido elevada a dominio de Satanás.
la dignidad de Madre suya. Pues esta
excelsa prerrogativa, declarada y san 8. Refútase la objeción que se men
cionada solemnemente en el Concilio de gua la Redención de Cristo. Y rio se
Efeso contra la herejía de N e s t o r i o *9 ) puede decir que por esto se aminore la
y mayor que la cual ninguno parece Redención de Cristo, como si ya no
que pueda existir, exige plenitud de se extendiera a toda la descendencia de
gracia divina e inmunidad de cualquier A d á n , y que por lo mismo se quite algo
pecado en el alma, puesto que lleva al oficio y dignidad del Divino Reden
consigo la dignidad y santidad más tor. Pues si examinamos a fondo y con
grandes después de la de Cristo. Ade cuidado la cosa, es fácil ver cóm o
más, de este sublime oficio de la Virgen, Nuestro Señor Jesucristo ha redimido
como de arcana y purísima fuente, pa verdaderamente a su divina Madre de
recen derivar todos los privilegios y6 8 una manera más perfecta, al preser-
7
(6) Pío IX, Bula Ineffabilis Deus; la cita de (9) Véase Pío XI, Encíclica Lux Veritatis, 25-
arriba se encuentra en los subtítulos 18, espec. XII-1931; A. A. S. 23 (1931) 493 ss.; en esta Colec
21 y 23 del texto que corre al pie de las páginas ción: Encícl. 158, pág. 1357.
1994 y 1995. (10) S. Tomás, Sum. Theol. I, q. 25, a:; 6*; ad
(7) Véase nota (6), subtítulos 1 y 23. 4um. • r
(8) San Efrén, Carmina Nisibena, ed. Bickell, (11) Cornelia a Lapide, In Matth. I, 16. '•
123.
210, 9-12 E ncíclica “ F ulgens Corona” 1999
varia Dios de toda mancha hereditaria desde los tiempos antiguos, es decir,
de pecado, en previsión de los méritos desde antes de separarse del único redil.
de El. Por esto la dignidad infinita de
Cristo y la universalidad de su reden 1 1 . Refírmase el dogma. Plácenos
ción no se atenúa ni disminuye con esta por lo tanto, al cumplirse los cien años
doctrina, sino que se acrecientan de una desde que el Pontífice Pío IX, de inmor
manera admirable. tal memoria, definió solemnemente este
privilegio singular de la Virgen Madre
9. La devoción a la Santísima Vir de Dios, resumir y concluir toda la
gen redunda en honor de Jesús. Es por cuestión con unas palabras del mismo
lo tanto injusta la crítica y la repren Pontífice, afirmando que esta doctrina
sión que también por este motivo no ha sido a juicio de los Padres consig
pocos acatólicos y protestantes dirigen nada en la Sagrada Escritura, transmi
contra nuestra devoción a la Santísima tida por tantos y tan serios testimonios
Virgen, como si nosotros quitáramos de los mismos, expresada y celebrada
algo al culto debido sólo a Dios y a en tantos monumentos ilustres de la
Jesucristo, cuando por el contrario el antigüedad veneranda, y en fin, pro
honor y veneración que tributamos a puesta y confirmada por tan alto y
nuestra Madre celestial, redundan ente autorizado juicio de la Iglesia<13), que
ramente y sin duda alguna en honra no hay en verdad para los Sagrados
de su divino Hijo, no sólo porque de El Pastores y para los fieles todos nada
nacen, como de su primera fuente, to más dulce, ni más grato que honrar,
das las gracias y dones, aun los más venerar, invocar y predicar con fervor
excelsos, sino también porque los pa y afecto en todas partes a la Virgen
dres son la gloria de los hijos^12K Madre de Dios concebida sin pecado
original(lé\
10. El testimonio de los siglos cris £
tianos. Por esto mismo, desde los 12. La estrecha relación de! dogma
tiempos más remotos de la Iglesia, esta de la Inmaculada Concepción con la
doctrina fue esclareciéndose cada día Asunción a los cielos. Parécenos, ade
más y reafirmándose mayormente ya más, que esta preciosísima perla, con
en las enseñanzas de los Sagrados Pas que se enriqueció la sagrada diadema
tores ya en el alma de los fieles. Lo de la Bienaventurada Virgen María ,
atestiguan, como hemos dicho, los es brilla hoy con mayor fulgor, habiéndo
critos de los Santos Padres, los Con nos tocado, por designio de la Divina
cilios y las actas de los Romanos Pon Providencia, en el Año Santo de 1950,
tífices; dan testimonio de ello las anti la suerte — está todavía vivo en Nuestro
quísimas Liturgias, en cuyos libros, corazón tan grato recuerdo— de defi
hasta en los más antiguos, se considera nir la Asunción de la Purísima Madre
esta fiesta como una herencia trans de Dios en cuerpo y alma a los cielos,
mitida por los antepasados. Además, satisfaciendo con ello los deseos del
aun entre las comunidades todas de los pueblo cristiano que de manera parti
Cristianos Orientales, que, mucho tiem cular habían sido formulados cuando
po hace, se separaron de la unidad de fue solemnemente definida su Concep
la Iglesia Católica, no faltaron ni faltan ción Inmaculada. En aquella ocasión,
quienes, a pesar de estar imbuidos de en efecto, como ya escribimos en la
prejuicios y opiniones contrarias, han Carta Apostólica eeMunificentissimus
acogido esta doctrina y cada año cele Deus” , los corazones de los fieles fue
bran la fiesta de la Virgen Inmaculada. ron movidos por un más vivo anhelo
No sucedería ciertamente así si no hu de que también el dogma de la Asun
bieran admitido semejante verdad ya ción corporal de la Virgen a los Cielos,
(12) P r o v e r b . 17, 6. (14) P ío IX , B u la I n e ffa b ilis D e u s, v é a s e n o ta
(13) P í o I X , B u la I n e ffa b lis D e a s , 8-X II-1854, (0 ), su b títu lo 24; v e r p á g . 1995-1996.
v é a s e n o ta (6 ), su b títu lo 24; v e r p á g . 1995.
2000 Encíclicas del PP. P ío XII (1953) 210, 13-15
fuera definido cuanto antes por el su Madre María cuando mira a los hijos
premo magisterio de la Iglesia(15>. que, junto a la Cruz recibió en lugar
Parece, pues, que con esto todos los del Suyo, nada desea más y nada le
fieles pueden dirigir de una manera resulta más grato que el ver reprodu
más elevada y eficaz su mente y su cidos los rasgos y virtudes de su alma
corazón hacia el misterio mismo de la en sus pensamientos, en sus palabras
Inmaculada Concepción de la Virgen. y en sus acciones.
Pues por la estrecha relación que hay Ahora bien, para que la piedad no
entre estos dos dogmas, al ser solemne sea sólo palabra hueca, o una forma
mente promulgada y puesta en su de falaz de religión o un sentimiento débil
bida luz la Asunción de la Virgen al y pasajero de un instante, sino que sea
Cielo — que constituye como la corona sincera y eficaz, debe impulsarnos a
y el complemento del otro privilegio todos y a cada uno según la propia
mariano— , se ha manifestado con ma condición, a conseguir la virtud.
yor grandeza y esplendor la sapientí
sima armonía de aquel plan divino 14. Inocencia e integridad de cos
según el cual Dios ha querido que la tumbres. Y en primer lugar debe inci
Virgen María estuviera inmune de toda tarnos a todos a mantener una inocen
mancha original. cia e integridad de costumbres tal, que
Por ello, con estos dos insignes pri nos haga aborrecer y evitar cualquier
vilegios concedidos a la Virgen, tanto mancha de pecado, aun la más leve, ya
el alba de su peregrinación sobre la que precisamente conmemoramos el
tierra, como el ocaso de su vida, se misterio de la Santísima Virgen, según
iluminaron con destellos de refulgente el cual, su Concepción fue inmaculada
luz; a la perfecta inocencia de su alma e inmune de toda mancha original.
limpia de cualquier mancha, corres
ponde de manera conveniente y admi 15. María repite: “ Haced lo que El
rable la más amplia glorificación de os diga". Cumplimiento de la voluntad
su cuerpo virginal; y Ella, lo mismo de Jesús y vuelta al recto camino.
que estuvo unida a su Hijo Unigénito Parécenos que la Beatísima Virgen Ma
en la lucha contra la serpiente infernal, ría , que durante toda su vida — lo
asi también junto con El participó en mismo en sus gozos, que tan suave
el glorioso triunfo sobre el pecado y mente le afectaron, como en sus angus
sus tristes consecuencias. tias y atroces dolores, por los cuales
fue constituida Reina de los mártires— ,
P arte II nunca se apartó lo más mínimo de los
preceptos y ejemplos de su divino Hijo,
Digna y recta celebración del Nos parece, decimos, que a cada uno
Centenario1
3 de nosotros repite aquellas palabras que
dijo a los que servían en las bodas de
13. Invitación de María y devoción. Caná, como señalando con el dedo a
584 Es necesario que la celebración de este Jesucristo: Haced lo que El os diga^1QK
centenario no solamente encienda de Esta misma exhortación, usándola des
nuevo en todas las almas la fe católica de luego en un sentido más amplio,
y la devoción ferviente a la Virgen parece que nos repite hoy a todos nos
Madre de Dios, sino que haga también otros, cuando es bien claro que la raíz 585
que la vida de los cristianos se confor de todos los males, que tan dura y
me lo más posible a la imagen de la fuertemente afligen a los hombres y
Virgen. De la misma manera que todas angustian a los pueblos y a las nacio
las Madres sienten suavísimo gozo nes, está principalmente en que no
cuando ven en el rostro de sus hijos pocos han abandonado al que es la
una peculiar semejanza de sus propias Fuente de agua viva y se han cavado
facciones así también nuestra dulcísima cisternas, cisternas rotas que no pueden
(15) P ío X I I , C arta A p o s t ó lic a M u n ific e n tis s i- en esta C o le c c ió n : E n c íc l. 196, p á g. 1835-1815.
m us D c u s , l-X I-1 9 5 0 ; A . A . S. 42 (1950) 754-755; (16) Juan 2, 5.
210, 16-17 E ncíclica “ F ulgens Corona” 2001
22. Reforma de costumbres. Muchas 26. Alivio para los que padecen
son las cosas que en las actuales cir Pidan, además, en sus súplicas a la
cunstancias es necesario que encomien Madre de Dios, pan para los hambrien
den todos a la tutela de la Bienaven tos, justicia para los oprimidos, la pa
turada Virgen y a su patrocinio y p o tria para los desterrados, cobijo acoge
tencia suplicante. Pidan en primer lu dor para los que carecen de casa, la
gar que cada uno ajuste cada día más, libertad debida para aquellos que han
como hemos dicho, sus costumbres a sido injustamente arrojados a la cárcel
los preceptos cristianos, con el auxilio o a los campos de concentración; el tan
de la divina gracia, ya que la fe sin deseado regreso a la patria para todos
las obras es cosa muerta^2 21), y ya que
5 aquellos que, después de pasados tantos
nadie puede hacer nada, como conviene, años desde el final de la última guerra,
por el bien común, si antes él mismo todavía están prisioneros y gimen y
no es un ejemplo de virtud para los suspiran ocultamente; para aquellos
demás. que están ciegos en el cuerpo y en el
alma, la alegría de la refulgente luz; y
23. La pureza e integridad de la que a todos los que están divididos
juventud. Pidan con insistencia que entre sí por el odio, la envidia y la
la juventud generosa y gallarda crezca discordia, les obtengan por sus súplicas
pura e íntegra y no permita que la la caridad fraterna, la concordia de los
flor lozana de su edad se inficione con ánimos y aquella fecunda tranquilidad
el aire de este siglo corrompido ni se que se apoya en la verdad, la justicia
aje con los vicios; que sus desenfrena y la mutua unión.
dos deseos y sus impetuosos ardores
sean gobernados con justa moderación 27. Libertad para la Iglesia. Desea
y apartándose de toda insidia no se mos de un modo especial, Venerables
Hermanos, que en las fervientes plega
vuelvan hacia las cosas dañosas y des
rias que sean elevadas a Dios durante
honestas, sino que se eleven a todo lo
la celebración del próximo Año Ma
que es bello, santo, amable y excelso.
riano, se pida humildemente que — bajo
el patrocinio de la Madre del Divino
24. La bondad y fortaleza de la edad
Redentor y dulcísima Madre nuestra—
madura. Pidan todos en sus oraciones la Iglesia católica pueda por fin gozar
que la edad viril y la avanzada se dis en todas partes de la libertad que le
tingan particularmente por su cristiana es debida y que siempre hizo servir,
bondad y fortaleza; que el hogar do como magníficamente enseña la histo
méstico resplandezca por una fe incon ria, al bien de los pueblos y nunca a su
taminada, que florezca con una descen perjuicio, siempre al establecimiento de
dencia santa y rectamente educada, y se la concordia entre los ciudadanos, las
fortalezca por la concordia y la ayuda naciones y los pueblos, y nunca a la
mutua.2 5 división de los ánimos.
25. La paz interior para los ancia 28. Por los perseguidos y silenciados.
nos. Pidan finalmente que los ancia Todos conocen las tribulaciones con que
nos gocen los frutos de una vida vive la Iglesia en algunas partes, y las
honesta de tal manera que cuando lle mentiras, calumnias y usurpaciones
guen por fin al término de su carrera con que es vejada; todos saben cómo
mortal nada tengan que temer, y no se en algunas regiones los sagrados Pasto
atormenten con ningún remordimiento res están tristemente dispersos o ence*
o angustia de conciencia, ni tengan rrados sin causa justa en las cárceles,
nada de qué avergonzarse, sino que se o de tal manera impedidos, que les es
sientan seguros porque van a recibir imposible ejercer libremente, como es
en breve el premio de su largo trabajo. necesario, sus ministerios; todos saben
(21) V é a s e S a n tia go 2, 20 y 26.
2004 E ncíclicas del PP. P ío XII (1953) 210, 29-31
finalmente cómo en tales lugares no se 29. Con los que viven en el eisma.
590 pueden tener escuelas proias, ni ense Y además también a aquellos que están
ñar, defender o propagar la doctrina separados de Nosotros por el viejo
por medio de la prensa, ni educar Cisma, a los que por otra parte Nos
convenientemente según sus enseñanzas amamos con ánimo paterno, los invita
a la juventud. Todas las exhortaciones, mos a unirse concordemente a estas
que sobre este asunto os hemos dirigido oraciones y súplicas, ya que sabemos
más de una vez y siempre que ha ha muy bien que ellos sienten grandísima
bido ocasión, de nuevo os las repetimos veneración hacia la Santa Madre de
con sumo interés por medio de esta Jesucristo y celebran su Concepción 591
Carta Encíclica. Confiamos plenamen Inmaculada. Que vea la Bienaventura
te que durante todo este Año Mariano, Virgen María que todos los que se
en todas partes se eleven súplicas a la glorían de ser cristianos, unidos al
poderosísima Virgen Madre de Dios, y menos con los vínculos de la caridad,
suavísima Madre nuestra, con las cua vuelven a Ella suplicantes sus ojos, sus
les se consiga de su actual y valioso ánimos y sus plegarias pidiéndole aque
patrocinio, que los sagrados derechos lla luz que ilumina las mentes con la
que competen a la Iglesia y que son luz de lo alto y la unidad con que
exigidos por el respeto que se debe a la finalmente se forme un solo rebaño y
civilización y a la libertad humanas, un solo Pastor(24h
sean por todos reconocidos abierta y
sinceramente, para utilidad universal e 30. Añádanse obras de penitencia.
incremento de la común concordia. A estas súplicas comunes añádanse pia
Esta palabra Nuestra, que Nos la dosas obras de penitencia, pues el
dicta un ardiente sentimiento de cari amor a la oración hace que el alma
dad, deseamos que llegue en primer tenga valor y se pertreche para las co
lugar a aquellos que, obligados al si sas arduas y se eleve a las divinas, y la
lencio y rodeados de toda clase de ase penitencia hace que tengamos imperio
chanzas, contemplan con ánimo dolo sobre nosotros mismos, especialmente
rido su comunidad cristiana afligida, sobre nuestro cuerpo, a consecuencia de
perturbada y privada de todo auxilio la antigua culpa, gravísimo enemigo de
humano. Que también estos queridí la razón, y de la ley evangélica. Estas
simos Hermanos e hijos Nuestros, es virtudes, como claramente se ve, están
trechamente unidos a Nos y a los de estrechamente unidas entre sí, se ayu
más fieles, interpongan ante el Padre dan mutuamente y tienden al mismo fin
de las misericordias y Dios de toda de apartar al hombre, nacido para el
consolación(22> el potentísimo patroci cielo, de las cosas caducas y de llevarle
nio de la Virgen, Madre de Dios y Ma casi a un trato celestial con Dios^25K
dre nuestra, y le pidan la ayuda del
Cielo y la consolación de lo alto; y 31. Por la paz. Y ya que todavía no
perseverando con ánimo esforzado e ha brillado sobre las almas y sobre los
inquebrantable en la fe de sus mayo pueblos, una sólida, sincera y tranqui
res, hagan suya en esta grave situación la paz, esfuércense todos por alcanzarla
como distintivo de cristiana fortaleza plena y felizmente y consolidarla con
la siguiente sentencia del D o c t o r M e sus piadosas súplicas, de tal manera
l if l u o : Estaremos en pie, combatire que así como la Bienaventurada Virgen
mos hasta la muerte si fuese necesario M a r ía dio a luz al Príncipe de la
por (la Iglesia) nuestra Madre con las Paz(2Q\ Ella también con su patroci
armas de que podemos disponer: no nio y con su tutela, una en amigable
con escudos y espadas sino con lágri concordia, los hombres, que solamente
mas y oraciones cd Señor^2SK podrán gozar de aquella serena prospe-
(22) V é a s e II C o r in t. 1, 3. (25) L e ó n X I I I , E n c íc lic a O c to b r i m e n s e , 2 2 -IX -
(23) S an B e r n a r d o , E p ís t o la 221, 3 (M ig n e P .L . 1891; A cta L e o n is X I I I , T o m o 11, 312; en esta
182, 387-A ). C o le c c ió n : E n c íc l. 60, p á g . 446.
(21) V éa s e Juan, 10, 16. (26) V é a s e Isa ía s 9, 6.
210, 32-33 E ncíclica “ F ulgens Corona” 2005
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
2006 —
211-, 4-7 E ncíclica “ Sacra V irginitas” 2007
Esta doctrina de los Santos Padres, y su alma, Nos dirigimos con corazón
desarrollada al correr de los siglos por paterno, y los exhortamos con el ma
los Doctores de la Iglesia y por los yor encarecimiento posible a mante
Maestros de la ascética cristiana, con nerse firmes en su santa resolución y
tribuye mucho para suscitar en los a ponerla en práctica con diligencia.
cristianos de ambos sexos el propósito
de consagrarse a Dios en castidad 6 . Objeto de la Encíclica: Deshacer
perfecta y para confirmarlos en él hasta cierta sobreestima del matrimonio y
la muerte. cierto menosprecio de la virginidad y
el celibato. No faltan hoy día quienes,
4. La práctica en la Iglesia. No se apartándose en esta materia del recto
puede contar la multitud de almas que camino, de tal manera exaltan el ma
desde los comienzos de la Iglesia hasta trimonio, que llegan a anteponerlo
nuestros días han ofrecido a Dios su prácticamente a la virginidad, y por
castidad, unos conservando intacta su consiguiente a menospreciar la casti
virginidad, otros consagrándole para dad consagrada a Dios y el celibato
siempre su viudez, después de la muerte eclesiástico. Por eso la conciencia de
del esposo, otros, en fin, eligiendo una Nuestro oficio apostólico Nos mueve
vida totalmente casta después de haber hoy a declarar y sostener ante todo la
llorado sus pecados; mas todos convi doctrina de la excelencia de la virgi
niendo en el mismo propósito de abste nidad y defender esta verdad católica
nerse para siempre, por amor de Dios, contra tales errores.
de los deleites de la carne. Sirvan a
todos éstos las enseñanzas de los San I
tos Padres sobre la excelencia y el V en ta ja s y e x c e l e n c ia s de la
mérito de la virginidad de estímulo, de V ir g in id a d so bre el m a t r im o n io
sostén y de aliento para perseverar in
conmovibles en el sacrificio ofrecido 1. Fundamento evangélico y patrís-
y para no volver a tomar ni la más tico de la castidad perpetua y su
pequeña parte del holocausto ofrendado fin, la unión con Dios.
ante el altar de Dios.
7. La castidad perpetua en los Evan
5. Base de la vida religiosa y sacer gelios. En primer lugar debemos ad
dotal. Esta castidad perfecta es la ma vertir que lo esencial de su doctrina
teria de uno de los tres votos que sobre la virginidad lo ha recibido la
constituyen el estado religioso*9); la Iglesia de los mismos labios de su Di
misma se exige a los clérigos de la vino Esposo.
Iglesia latina para las órdenes mayo Pareciendo a los discípulos muy
res*10), y también a los miembros de pesados los vínculos y las obligaciones
los Institutos seculares*11). Pero florece del matrimonio, que el Divino Maestro
asimismo entre muchos que pertenecen les manifestara, le dijeron: Si tal es
al estado laical; ya que hay hombres y la condición del hombre con respecto
mujeres que, sin pertenecer a un estado a su mujer, no tiene cuenta el casar-
público de perfección, han hecho el se*12). Y Jesús les respondió que no
propósito o el voto privado de abste todos eran capaces de comprender esta
nerse completamente del matrimonio palabra, sino sólo aquellos a quienes se
y de los deleites de la carne para servir les ha concedido; porque, algunos son
más libremente al prójimo y para unir inhábiles para el matrimonio por de
se más fácil e íntimamente a Dios. fecto físico de nacimiento, otros por
A todos y cada uno de estos amadí violencia y malicia de los hombres,
simos hijos Nuestros, que de algún otros, en cambio, se abstienen de él
modo han consagrado a Dios su cuerpo espontáneamente y de propia voluntad,
(9 ) V éase C ó d ig o D e r e c h o C a n ó n ic o , ca n o n 4S7. art. III § 2; A . A . S. 39 (1947) 121; en esta C o
(10) V é a s e C ód . D e r . C an ., c a n o n 132 § 1. le c c ió n : E n c íc l. 183, p á g . 1693.
(11) V é a s e P ío X I I C on st. A p o s t. P r ó v id a M ater, (12) M at. 19, 10.
2008 E ncíclicas del PP. P ío XII (1954) 211, 8-10
y eso por amor del reino de los cielos. Además, el Apóstol de las gentes,
Y concluyó Nuestro Señor diciendo: inspirado por el Espíritu Santo, ad
Quien sea capaz de tal doctrina, que vierte: El que no tiene mujer, anda solí
la szga(13)1
*.
6
5
4 cito de las cosas del Señor y en que ha
de agradar a Dios... Y la mujer no casa
8. Voluntaria y perpetua. Con estas da y la virgen piensan en las cosas del
palabras el Divino Maestro no trata Señor, para ser santas en cuerpo y
de los impedimentos físicos del matri a/ma(17*. Este es por lo tanto el fin
monio, sino de la resolución libre y primordial y la razón principal de la
voluntaria de abstenerse para siempre virginidad cristiana: el tender única
de él y de los placeres de la carne. Al mente hacia las cosas divinas, emplean
comparar a los que renuncian espontá do en ellas alma y corazón, el querer
neamente al matrimonio con los que agradar a Dios en todas las cosas, pen
se ven obligados a tal renuncia o pol sar sólo en El, consagrarle totalmente
la naturaleza o por la violencia de los cuerpo y alma.
hombres, ¿no es verdad que el Divino
Redentor nos enseña que la castidad, 10. Los Padres y doctores conside
para ser perfecta, tiene que ser per ran perpetua la consagración total a
petua? Dios. De este modo interpretaron siem
pre los Santos Padres las palabras de
9. El fin primordial es sobrenatural: Jesucristo y la doctrina del Apóstol de
“ por amor al reino de los eielos; y no las gentes: desde los primitivos tiempos
por reputar el matrimonio cosa abo de la Iglesia entendieron ellos la virgi
minable. Por otra parte — como los nidad como una consagración del cuer
Santos Padres y los Doctores de la po y del alma a Dios. Así San Cipriano
Iglesia enseñan— la virginidad no es exige de las vírgenes el que ya no
virtud cristiana, sino cuando se guarda quieran adorarse ni agradar a nadie
por amor del reino de los cielos^1 14\ es
3 sino al Señor, puesto que se han con
decir, cuando abrazamos este estado de sagrado a Cristo, y, apartándose de las
vida para poder más fácilmente entre concupiscencias de la carne, se han
garnos a las cosas divinas, alcanzar con entregado a Dios en cuerpo y a/ma(18*.
mayor seguridad la eterna bienaventu El Obispo de Hipona, San Agustín, va
ranza, y finalmente dedicarnos con más más adelante, cuando afirma: N o: es
libertad a la obra de conducir a otros que se honre a la virginidad por ella
al reino de los cielos. misma, sino por estar consagrada a
No pueden por tanto reivindicar Dios... y no alabamos a las vírgenes
para sí el honorífico título de la virgi porque lo son, sino por ser vírgenes
nidad cristiana los que se abstienen del consagradas a Dios por medio de una
matrimonio o por puro egoísmo, o, piadosa continencia(19*. Los príncipes
como advierte San Agustín^15*, para de la Sagrada Teología Santo T omás
eludir las cargas que él impone, o tal de A quino (2°* y San B uenaventu
vez para jactarse farisaicamente de la ra (21*, apoyados en la autoridad de
propia integridad corporal. Por lo cual San Agustín, enseñan que la virginidad
ya el Concilio de Gangra reprobaba que no goza de la firmeza propia de la
la virgen o el continente se apartasen virtud, si no nace del voto de conser
del matrimonio por reputarlo cosa abo varla siempre intacta. Y sin duda los
minable, y no por la belleza y santidad que más plena y perfectamente ponen
de la virginidad^161*.
7 en práctica la enseñanza de Cristo so-
(13) M at. 19, 11-12. (18) S . C ip r ., D e h a b itu v ir g in u m 4 (M ig n e P .L .
(14) M a teo 19, 12. 4, c o l. 443).
(19) S. A gu s tín , D e s a n cta v ir g in a te , c . 8, 8
(15) S. A gu s tín , D e sa n cta v ir g in ila t e , c. 22 (M ig n e P .L . 40, c o l. 400-401; C S E L 41 p 241-242).
(M ig n e P .L . 40, c o l. 407).
(20) S . T h o m ., S u m m a T h ., II-1 I, q. 152, a. 3,
(16) V é a s e C an on 9 (M a n s i, C oll. C onc.iL, II. a d . 4.
1096). (21) S. B o n a v ., D e p e r fe c t io n e e v a n g é lic a , q. 3,
(17) I C o r. 7, 32. 34. a. 3, s o l. 5.
,
211 11-12 E n cíc lic a “ S a c r a V ir g in it a s ’ 2009
razón lo seguís donde quiera que va J e s u c r i s t o , que hemos citado más arri
con la virginidad de vuestro corazón ba, se indica que el abstenerse com
g de vuestra carne. Pues ¿qué significa pletamente del matrimonio, desemba
seguir sino imitar? Porque Cristo pa raza al hombre de pesadas cargas y
deció por nosotros dándonos ejemplo, graves obligaciones. Inspirado por el
como dice el apóstol San Pedro “ para Divino Espíritu, el Apóstol de las gen
que sigamos sus pisadas” <333 *). Real
4 tes expone la causa de esta liberación
mente todos estos discípulos y esposas con las siguientes palabras: yo deseo
de Cristo se han abrazado con la vir que viváis sin cuidados ni inquietudes...
ginidad, según S a n B u e n a v e n t u r a ,
Mas el que tiene mujer anda afanado
para conformarse con su Esposo Jesu en las cosas del mundo y en cómo ha
cristo, al cual hace asemejarse la vir de agradar a la mujer, y se halla divi-
ginidad^3^. A su encendido amor a dido^3QK En estas palabras hay qué
Cristo no podía bastar la unión de advertir que el Apóstol no condena él
afecto; era de todo punto necesario que que los maridos se preocupen de sus
ese amor se echase también de ver en esposas, ni reprende a las esposas por
la imitación de sus virtudes, y, de que procuran agradar a sus maridos;
manera particular, conformándose con sino que más bien afirma qué SU
su vida, que toda ella se empleó en el
corazón se halla dividido entre él
bien y salvación del género humano.
amor del cónyuge y el amor de Dios,
Si, pues, los sacerdotes, si los religiosos,
si, en una palabra, todos los que de y que, en fuerza de las obligaciones dél
alguna manera se han consagrado al matrimonio, se ven atormentados por
servicio divino, guardan castidad per cuidados que difícilmente les permiten
fecta, es en definitiva porque su Divi darse a la meditación de las cosas de
no Maestro fue virgen hasta el fin de Dios. Pues el deber conyugal, a que
están sometidos, es claro e imperioso:
su vida. Por eso exclama S a n F u l g e n
c i o : Este es el Unigénito Hijo de Dios,
Serán dos en una sola carne^31K Tanto
hijo unigénito también de la Virgen, en las circunstancias tristes como en
único Esposo de todas las vírgenes con las alegres los esposos están mutuar
sagradas, fruto, gloria y premio de la mente ligados(38K Fácilmente se com
santa virginidad, a quien la santa virgi prende por qué los que desean consa
nidad dio un cuerpo, con quien espiri grarse al divino servicio, abrazan la
tualmente se une en desponsorio la vida de virginidad com o una libera
santa virginidad, de quien la santa vir ción para más plenamente servir a
ginidad recibe su fecundidad perma Dios y contribuir con todas sus fuerzas
neciendo intacta, quien la adorna para al bien de los prójimos. Para poner
que sea siempre hermosa, quien la algunos ejemplos, ¿de qué manera hu
corona para que reine en la gloria biera podido aquel admirable heraldo
eternamente^3^ . de la verdad evangélica, S a n F r a n c i s c o
J a v i e r , o el misericordioso padre dé
13. Libertad de las obligaciones dellos pobres, S a n V i c e n t e d e P a ú l ; ó
matrimonio, para servir mejor al Se S a n J u a n B o s c o , educador asiduo de la
ñor. Juzgamos oportuno, Venerables juventud, o aquella incansable (<madre
Hermanos, exponer más detenidamen de los emigrados” , S a n t a F r a n c i s c a
te por qué el amor de Cristo mueve las J a v i e r C a b r i n i , sobrellevar tan gran
almas generosas a renunciar al matri des molestias y trabajos, si hubiesen
monio, qué secreto vínculo une la tenido que atender a las necesidades
virginidad con la perfección de la ca corporales y espirituales de su cónyuge
ridad cristiana. Ya en las palabras de3* y de sus hijos?
4
(33) I. Petr. 2, 21; S. Agustín., De sanrta virgi- (35) S. Fulgencio, Epist. 3, c. 4 n. 6; (Migne
nitate, c. 27 (Migne P.L. 40, col. 411; CSEL 41 p 65, col. 326).
264, lOs y 16s). (36) I Cor. 7, 32-33. :
(34) S. B onavent., De p crfectione evangélica, q. (37) Gen. 2, 24; véase Mat. 19, 5.
3, a. 3. (38) Véase I Corint. 7, 39.
2M , 14-16 E n cíclica “ S a c r a V ir g in it a s ” 2011
¡14. Libertad para las elevaciones porque sirven al altar. Porque, si ya los
espirituales a Dios. Pero hay una ra sacerdotes del Antiguo Testamento, du
zón más por la que abrazan la virgini rante el tiempo en que se ocupaban
dad todos los que desean consagrarse en el servicio del templo, se abstenían
enteramente a Dios y a la salvación del del uso del matrimonio, para no con
prójimo; y es la que traen los Santos traer como los demás una impureza
Padres, cuando tratan de los prove legal*42), ¿cuánto más puesto en razón
chos que pueden alcanzar los que re es que los ministros de Jesucristo, que
nuncian a estos deleites del cuerpo diariamente ofrecen el Sacrificio Euca-
para gozar más cumplidamente de las rístico, posean la perpetua castidad?
elevaciones de la vida espiritual. No Refiriéndose a esta perfecta continen
hay duda — como ellos claramente cia, amonesta San P edro D amiano a
también lo dicen— que el tal placer, los sacerdotes con esta pregunta: Si,
legítimo en el matrimonio, no es en sí pues, Nuestro Redentor de tal manera
mismo reprobable; más aún, el uso amó la flor de un pudor intacto, que
casto del matrimonio ha sido ennoble no sólo quiso nacer de entrañas virgi
cido y consagrado con un sacramento nales, sino también estar encomendado
especial. Con todo, hay que reconocer a los cuidados de un padre putativo
igualmente que las facultades inferio virgen, y esto cuando párvulo aun llo
res de la naturaleza humana, después raba en la cuna, ¿por quiénes, díme,
de» >lá desdichada caída de A d á n , resis deseará que sea tratado su Cuerpo aho
ten a la recta razón y a veces también ra que reina en la inmensidad de los
impelen al hombre a lo que no es cielos?*43).
honesto. Porque, como afirma el D o c
t o r A n g é l ic o , el uso del matrimonio 16. C onclusión: La virginidad más
impide que el alma se emplee total excelente que el m atrim onio. Es pre
mente en el servicio de Dios*39). ciso por tanto afirmar — como clara
mente enseña la Iglesia— que la santa
15. Libertad de los sacerdotes para virginidad es más excelente que el ma
el ¡apostolado y el servicio del altar. trimonio. Ya nuestro Divino Redentor
Para que los ministros sagrados adquie la había aconsejado a sus discípulos
ran esta espiritual libertad de cuerpo como instituto de vida más perfecta*44);
y de alma y se desentiendan de nego y el apóstol San P ablo , al hablar del
cios temporales, la Iglesia Latina les padre que da en matrimonio a su hija,
exige que voluntariamente se obliguen dice: Hace bien, pero enseguida añade:
a la castidad perfecta*40). Y aunque esta mas el que no la da en matrimonio,
ley ^-com o lo afirmó Nuestro Prede obra me/or*45). Y este mismo Apóstol,
cesor de inmortal memoria Pío XI— comparando el matrimonio con la vir
no obliga de la misma manera a los ginidad, expresa su pensamiento más
sacerdotes de la Iglesia Oriental, tam de una vez y especialmente con estas
bién entre ellos es alabado el celibato palabras: Me alegraría que fueseis to
eclesiástico, y en ciertos casos — sobre dos tales como yo mismo... Y digo a las
todo en los supremos grados de la personas no casadas y a las viudas:
jerarquía— está prescrito como requi bueno les es, si así permanecen, como
sito'. indispensable*41). también permanezco yo*46). Pues si,
M 1¡
Pero hay que advertir que los mi como llevamos dicho, la virginidad
nistros sagrados se abstienen entera aventaja al matrimonio, esto se debe
mente del matrimonio, no sólo porque principalmente a que tiene por mira
dedican al apostolado, sino también la consecución de un fin más excelen-
f (39) ¡5. Tom ás, Summa Th., II-II, q. 186, a. 4. Véase S. Siric. Papa, Epist. a Himer. 7 (Migne
( XÍ4.0)i V é ase C ó d . D e r . C an ., ca n o n 132 § 1. P.L. 56, col. 558-559).
(43) S. Pedro Dam., De coelibatu sacerdotum,
(41) V é a s e P ió XI, E n c íc l. Ad catholici sacer- c. 3 (Migne P.L. 145, col. 384).
dotii fastigium , A . A . S. 28, 1936, p p . 24-25; en esta (44) Véase Mat. 19, 10-11.
C o le c c ió n : E n c íc l. 166, 34, p á g . 1429. (45) I Cor. 7, 38.
(•42) V éa s e L e v . 15, 16-17; 22, 4; I. S am . 21, 5-7; (46) I C o r . 7, 7 -8 ; v é a s e 1 y 26.
2012 E n cíclicas del PP. P ío XII (1954) 211, 17.18
para con los prójimos, es decir, por las no raras veces el esplendor de su cán
encendidas súplicas que en favor de dida pureza y sienten deseos de conse
ellos elevan, y por las graves privacio guir lo que supera el deleite de los
nes que espontánea y gustosamente sentidos. El motivo por qué las vírge
abrazan con el mismo fin; ya que a eso nes atraen a todos con su ejemplo es el
han dedicado toda su vida los siervos que indica Santo T omás de A quino ,
de Dios y las esposas de Jesucristo, cuando escribe: a la virginidad se atri
principalmente los que viven en los buye una excelentísima hermosura<54L
claustros. Por otra parte, todos esos hombres y
mujeres que guardan castidad perfec
19. c) Testimonio de fe por su santi ta, ¿acaso no muestran con ello que
dad. Finalmente, la virginidad consa este señorío que tienen sobre los m o
grada a Cristo es por sí misma un vimientos del cuerpo es un efecto del
testimonio tal de fe en el reino de los divino auxilio y señal de una virtud
cielos, y demuestra un amor tal a sólida?5
2
nuestro Divino Redentor, que no es
de maravillar que produzca abundan 21. e) Manifiéstase en ellos la unión
tes frutos de santidad. Las vírgenes y de Cristo eon la Iglesia y su santidad.
todos los que se dedican al apostolado Es muy grato considerar particular
y abrazan una castidad perfecta, que mente el fruto más dulce de la virgi
son en número casi incontable, hermo nidad, a saber, que las vírgenes consa
sean la Iglesia con la excelsa santidad gradas manifiestan a los ojos de todos
de su vida. Porque la virginidad infun la virginidad de su madre la Iglesia y
de en el ánimo una tal energía espiri la santidad de la íntima unión de ellas
tual que lo impulsa aún hasta el mar mismas con Cristo. Las palabras que
tirio, si es necesario. Lo muestra abun usa el Pontífice en el sagrado rito de
dantemente la historia, que propone a la consagración de las vírgenes y las
la admiración de todos tantas legiones oraciones que eleva a Dios, eso es, lo
de vírgenes, desde I nés de R oma hasta que sabiamente indican: a fin de que
M aría Goretti . existan almas excelsas, que en la unión
del varón y de la mujer desdeñen la
20. d) Ejemplo atrayente de virtud. realidad carnal y amen su virtud escon
Y no sin motivo la virginidad es llama dida, y no quieran imitar lo que se
da virtud angélica, como con toda razón realiza en el matrimonio, sino amar lo
afirma S an Cipriano dirigiéndose a las que el matrimonio significa<55L
vírgenes: Lo que hemos de ser todos, Grande gloria de las vírgenes es, sin
ya vosotras lo habéis empezado a ser. duda alguna, el ser imágenes vivientes
Tenéis ya en este mundo la gloria de de aquella perfecta integridad que une
la resurrección, y pasáis por el mundo a la Iglesia con su Divino Esposo; y el
sin contaminaros con su corrupción. ser ellas una muestra admirable de la
Mientras os conserváis vírgenes y cas floreciente santidad y de la fecundidad
tas, sois iguales a los Angeles de espiritual, que reina en la sociedad
Dios(525K Al alma que tiene sed de
3 fundada por Jesucriso, es motivo del
vida purísima y arde en deseos de mayor gozo para esta misma sociedad.
alcanzar el reino de los cielos, la vir A este propósito dice muy bien S an
ginidad se le presenta como la perla Cipriano : Son, en efecto, flor que brota
preciosa por la que uno vendió cuanto de los gérmenes de la Iglesia; son
tenía para comprarla^iSK Los mismos ornato y esplendor de la gracia espi
casados y aun los que están sumergidos ritual, alegría de la naturaleza, obra
en el cieno de los vicios, cuando vuel perfecta e incorrupta de loor y gloria,
ven su mirada a las vírgenes, admiran imagen divina en que reverbera la san-
(52) S . C ip r ., D e h a b itu v ir g in u m , 22 (Migne (54) S. T o m á s , S u m m a T h ., II-II, q. 152, a 5.
P.L. 4, col. 462). Véase S . A m b r o s ., D e v ir g in ib u s , (55) P o n t ific a le R o m a n u m : De benedictione et
lib. I, c. 8, n. 52; (Migue P.L. 16, col. 202). consecratione virginum.
(53) Mat. 13, 46.
2014 Encíclicas del PP, P ío XII ( 1954) 211, 22-24
de educar bien y diligentemente a los a todos por amor de Cristo. Y aun los
hijos que tienen o tendrán, sino tam que llevan vida contemplativa, dado
bién de ayudar a los demás, según su que ofrecen a Dios por la salvación de
posibilidad, con el testimonio de su los prójimos, no sólo sus oraciones y
fe y el ejemplo de su virtud. Pero, como súplicas, sino su propia inmolación,
lo exige la conciencia de Nuestro deber, ciertamente contribuyen poderosamente
no podemos menos de condenar en al bien de la Iglesia; es más, puesto
absoluto a todos los que trabajen por que, conforme a las normas que en la
apartar a los jóvenes del ingreso en Carta Apostólica “ Sponsa Christi” <67)
el Seminario o en las Ordenes y Con impartimos, se dedican en las actuales
gregaciones Religiosas y de la emisión circunstancias a las obras de apostolado
de los santos votos, y les den a enten- y caridad han de ser, aun por esta ra
178 der que, siendo padres o madres de zón, elogiados en gran manera y no
familia y profesando públicamente a la pueden ser considerados como extra
vista de todos una vida cristiana, po ños a la sociedad humana quienes
drán lograr un fruto espiritual mayor. colaboran de esta doble manera al bien
Mejor y más cuerdamente obrarían espiritual de la misma.
tales personas exhortando a los casados
con el mayor empeño posible a que III
cooperasen con sus talentos en las C o n s e c u e n c ia s p r á c t ic a s d e
obras del apostolado seglar, que no LA DOCTRINA DE LA IGLESIA
trabajando por alejar de la virginidad
a los jóvenes, desgraciadamente hoy día l. Sobre la necesidad relativa de la
no muy numerosos, que deseen consa virginidad y las dos exigencias
grarse al divino servicio. A este propó
sito escribe muy bien S a n A m b r o s i o : 29. La virginidad no es necesaria
Siempre ha sido propio de la gracia para la perfección. Pasemos, Venera- 179
sacerdotal echar la simiente de la cas bles Hermanos, a las consecuencias que
tidad y excitar el amor a la virgini de esta doctrina de la Iglesia acerca de
dad^. la excelencia de la virginidad, se dedu
cen para la vida práctica.
28. 59 error: La castidad aparta de Ante todo se debe declarar abierta
la sociedad humana. También creemos mente que del hecho que la virginidad
que hay que advertir que es completa es más perfecta que el matrimonio, no
mente falsa la afirmación de que los se sigue que sea necesaria para alcan
que profesan castidad perfecta, dejan zar la perfección cristiana. Puede haber
en cierto modo de pertenecer a la co ciertamente santidad de vida sin con
munidad humana. Las vírgenes consa sagrar su castidad a Dios; como lo
gradas que consumen su vida sirviendo atestiguan los numerosos santos y san
a los pobres y enfermos, sin distinción tas que la Iglesia honra con culto pú
de raza, posición o religión, ¿por ven blico y que fueron fieles esposos y
tura no se asocian íntimamente a sus brillaron ejemplarmente como excelen
desgracias y dolores, y se afectan tier tes padres o madres de familia; más
namente como si fuesen sus madres? aún, no es raro hallar personas casa
Y asimismo el sacerdote, movido por el das que buscan ardientemente la per
ejemplo de su divino Maestro ¿no fección cristiana.
desempeña el oficio del buen pastor,
que conoce a sus ovejas y las llama 30. La virginidad no se impone a
por sus n o m b r e s ? Pues bien, pre todos. También se ha de advertir que
cisamente gracias a la castidad perfecta Dios no impone a todos los cristianos
que guardan estos sacerdotes y religio la virginidad, según enseña el apóstol
sos, pueden dedicarse a todos y amar6 5 S a n P a b l o en estas palabras: En orden
(65) S. Ambros., De virginitate, c. 5, n. 26 (Mig- (67) Véase Pío XII, Carta Apost. Sponsa Chri
ne P.L. 16, col. 272). sti, 20-XI-1950 (A. A. S. 43 [1951] 20), en esta Colec
(66) Juan 10, 14; 10, 3. ción: Encícl. 197, pág. 1846.
211, 31-02 E n cíclica “ S acr a V ir g in it a s ” 2017
sácalo y arrójalo fuera de tí: pues me tianos, y principalmente los ministros
jor te está el perder uno de tus miem sagrados, no deben ser segregados del 184
bros que no que todo tu cuerpo sea mundo, como en tiempos pasados, sino
arrojado al infierno*89). Con esta ad que deben estar presentes en el mundo,
vertencia, como es claro, nuestro Re y por tanto tienen que afrontar el riesgo
dentor pide ante todo de nosotros que y poner a prueba su castidad, para que
no consintamos jamás en el pecado, se manifieste si son o no capaces de
ni aun mentalmente, y que alejemos de resistir: véanlo todo los jóvenes cléri
nosotros con energía todo lo que puede gos, para que se acostumbren a con
manchar, aun levemente, esta hermo templar todo con ánimo sereno y se
sísima virtud. En esta materia toda di inmunicen contra cualquier género de
ligencia es poca, ninguna severidad es turbaciones. Les conceden fácilmente
excesiva. Si la salud débil u otras causas que puedan sin sonrojo mirar todo lo
no permiten a alguien realizar grandes que a sus ojos se ofrece, frecuentar
austeridades corporales, en ninguna espectáculos cinematográficos, aun los
manera le dispensan de la vigilancia y prohibidos por la censura eclesiástica,
de la mortificación interna. hojear cualesquiera revistas, aun obs
cenas, y leer las novelas puestas en el
36. b) Apartarse del peligro. En este Indice o prohibidas por el mismo dere
punto conviene además recordar lo que cho natural. Y esto lo permiten con el
enseñan los Santos Padres***90) y los pretexto que hoy día son muchos los
Doctores de la Iglesia*91) : que más fá que se sacian de tales espectáculos y
cilmente podremos superar los atracti lecturas, y es necesario entender su
vos del pecado y las seducciones de la manera de pensar y sentir para poder
pasión huyendo de ellos con todas nues les ayudar. Es fácil ver lo falso y
tras fuerzas que combatiéndolos de desastroso de ese modo de educar al
frente. Para defender la castidad, según clero y prepararlo a conseguir la san
la éxpresión de S a n J e r ó n i m o , es pre tidad propia de su misión. El que ama
ferible la huida a la batalla en campo el peligro, perecerá en ó/*94); y viene
abierto: Huyo para no ser vencido^2K aquí muy oportuno el consejo de S a n
Consiste esta huida en evitar diligente A g u s t í n : N o me digáis que tenéis el
mente la ocasión de pecar, y princi alma pura, si tenéis ojos impuros; por
palmente en elevar nuestra mente y que el ojo impuro es mensajero de un
nuestra alma a las cosas divinas du corazón impuro*95).
rante las tentaciones, fijando la vista en
Aquel a quien hemos consagrado nues 38. Jesús no lo recomienda; la con
tra virginidad. Contemplad la belleza de fusión de hoy. Sin duda este funesto
vuestro amante Esposo, nos aconseja método se funda en una grave confu
S a n A g u s t í n *93). sión. Porque J e s u c r i s t o Nuestro Señor
afirmó, sí, de sus Apóstoles: Yo los he
37. Grave error: “ querer afrontar los enviado al mundo*96); pero antes ha
peligros". Esta huida y esta continua bía dicho de ellos mismos: No son
vigilancia para alejar de nosotros las del mundo, como ni yo soy tampoco
ocasiones de pecar, las han considerado del mundo(97\ y a su divino Padre ha
siempre los santos como el mejor medio bía orado con estas palabras: No te pido
de luchar en esta materia; hoy día sin que los saques del mundo, sino que
embargo no todos aceptan esta doctri los preserves del ma/*98). La Iglesia,
na. Piensan algunos que todos los cris que se apoya en tales principios, ha
mo) Mat. 5. 28 20. (93) S. Agustín, De sancta virginitatp. r 54
(90) Véase César de Arles, Sermo 4í, ed. G. Mo- (Migne P.L. 40, col. 428; CSEL 41 p. 300, 12).
rin, Maredsous, 1937, vol. I, p. 172. (94) Eccli. 3, 27.
(91 Véase S. Tomás, In Ep. I ad Cor. VI, lect. 3; (95) S. Agustín. Enfot. 211. n. 10 (Migne P.L.
S. Francisco de Sales, Introduction á la uic dé oo 33, col. 961; CSEL 57 p. 363, 10).
te, part. IV, c. 7; S. Alfonso de Ligorio, La i era (96) Juan 17, 18.
Sp,óSa di Gesü Cristo, c. 1, n. 16; c. 15, n. 10
(92) S. Jerónimo, Contra vigilant., 16 (M ^ne (97) Juan 17, 16.
P.L. 23, col. 352). (98) Juan 17, 15.
2020 E n cíclicas del PP. P ío X II (1954) 211, 39-43
dado sabias y oportunas normas para sospechosa con personas de otro sexo,
alejar de los sacerdotes los peligrosos infundiendo en el ánimo la debida re
atractivos que fácilmente pueden influir verencia al cuerpo que es miembro de
en cuantos se hallan en medio del Cristo(101) y templo del Espíritu San-,
m u n do("\ y procura por medio de fo (102)# Quien posee el pudor cristiano
ellas poner la santidad de la vida sa tiene horror a cualquier pecado de
cerdotal al abrigo de los cuidados y impureza y se retira apenas siente des
diversiones propias de los seglares. pertarse la seducción.
39. Vale sobre todo para el clero 41. Prudencia en la iniciación se
joven. Con mayor razón, conviene xual. Además el pudor sugiere y su
apartar del tumulto mundano al clero ministra a los padres y educadores
joven, para formarlo en la vida espi expresiones aptas para instruir las con
ritual y prepararlo a alcanzar la per ciencias de los jóvenes en la castidad.
fección sacerdotal o religiosa, antes que Por lo cual — como lo advertimos no
entre en el combate. Manténgasele en hace mucho en una Alocución— tal
los Seminarios o Estudiantados largo recato no se ha de entender de manera
espacio de tiempo, y reciba una forma que equivalga a un absoluto silencio,
ción diligente; poco a poco y con pru hasta excluir en la formación moral
dencia se le vaya iniciando en los pro aun el modo reservado y prudente de
blemas de nuestro tiempo, según las hablar^103). Sin embargo, en nuestros
normas que Nos hemos prescrito en la tiempos algunos maestros y educadores,
Exhortación Apostólica “ Mentí No- más veces de lo que fuera menester,
strae” (9
100K ¿Qué jardinero expondrá
9 han creído ser oficio suyo iniciar a
jamás a las tempestades una planta de niños inocentes en los secretos de la
valor pero aún tierna, para probar una procreación de un modo que ofende su
robustez que todavía no posee? Los pudor. En este asunto conviene usar
seminaristas y los jóvenes religiosos la justa medida y moderación que exi
deben ser tratados como plantas tiernas ge el pudor cristiano.
y delicadas, que aún hay que proteger
y preparar gradualmente para la resis 42. Temor de Dios y humildad apo
tencia y la lucha. yan el pudor. El pudor se alimenta del
temor de Dios, ese temor filial basado
40. c) Fomentar el pudor cristiano en una profunda humildad cristiana,
que es la prudencia de la castidad. Los que nos hace huir con suma diligencia
educadores de la juventud clerical ha de todo pecado. Ya lo afirmaba Nues
rán obra mejor y más útil inculcando tro Predecesor S a n C l e m e n t e I con
en las almas de los jóvenes los princi estas palabras: El que es casto en el
pios del pudor cristiano, que tanto cuerpo no se vanagloríe, porque otro
ayuda para conservar incólume la vir es quien le da el don de la continen
ginidad y que bien puede llamarse la cia^10^. Cuán importante sea la humil
prudencia de la castidad. El pudor adi dad cristiana para conservar la virgi
vina el peligro, impide ponerse en él nidad, nadie lo ha expresado más clara
y hace evitar las ocasiones a que algu mente que S a n A g u s t í n : Ya que la
nos menos prudentes se exponen. El continencia perpetua, y sobre todo la
pudor no gusta de palabras torpes o virginidad, es un don excelentísimo en
menos honestas, y aborrece aun la más los santos de Dios, ha de vigilarse aten
leve inmodestia; evita la familiaridad tamente para que no se corrompa con
(99) Véase Cód Der. Can., cánones 124-142; S. stras, 23-IX-1950, A. A. S. 42 (1950) 690-691: en esta
Pío X, Exhort. al Clero catól. Haerent animo, Colección: Encícl. 195, 103-104, pág. 1828-1830.
4-VIII-1908; A.A.S. 41 (1908) 565-573; en esta Co (101) Véase I Cor. 6, 15.
lección: Eucíci. 105, 20, pag. 821; Pío XI, Encícl. (102) Véase I Cor. 6, 19.
Ad Catholici Sacerdotii, 20-XII-1935, A. A. S. 28
(1936) 23-30; en esta Colección: Encícl 166, pág. (103) Pío XII, Alocución Magis quarn mentís.
1418-44;; Pío XII, Exhort. Apost. Mentí Nostrse, 23-IX-1951; A. A. S. 43 (1951) 736,
23-IX-1950, A. A. S. 42 (1950) 692-694; en esta Co (104) S. CAemente Rom., Ad. Corinthios 38, 2
lección: Encícl. 195, pág. 1807. (ed. Funk-Diekamp, Paires Apostolici, vol. í .pi-
(100) Véase Pío XII, Exhort. Apost. Mentí No~ 148; Migue PG 1 col 283-B).
211, 43-45 E n cíc lic a “ S a c r a V ir g in it a s ” 2021
la soberbia... Por eso, cuanto mayor me ción, es una medicina espiritual que
parece este clon, más temo no venga a purifica y sana, y el alimento eucarís-
desaparecer en lo futuro por causa de tico, que, en frase de Nuestro Predece
la soberbia. Sólo Dios es el verdade sor de inmortal memoria L e ó n XIII, es
ro custodio de la gracia virginal, que el mejor remedio contra la sensuali
El mismo concedió, y “ Dios es cari dad*n i *. Cuanto más pura y casta sea
dad” (105K La guardiana, por tanto, de el alma, más hambre tendrá de este
la virginidad es la caridad, y la morada Pan, del que saca la fortaleza para re
de esta guardiana es la humildad*106*. sistir a todas las seducciones del peca
do impuro, y con el que se une más
3. Los medios sobrenaturales estrechamente al Divino Esposo: Quien
come mi carne y bebe mi sangre, en Mí
43. Los medios sobrenaturales, a) La mora, y Yo en é/*112*.
oración. Otra cosa hay que tener pre
sente: que para conservar intacta la 45. c) La devoción a la Virgen. Un
187 castidad, no bastan la vigilancia y el medio excelente para conservar intacta
pudor; hay que recurrir también a los y sostener la castidad perfecta, medio
medios sobrenaturales: a la oración a comprobado continuamente por la ex
Dios, a los Sacramentos de la Peni periencia de los siglos, es el de una
tencia y de la Eucaristía, y a una viva sólida y ardiente devoción a la Virgen
devoción a la Santísima Madre de Madre de Dios. En cierta manera, esta
Dios. devoción contiene en sí todos los demás
No perdamos de vista que la castidad medios; pues quien sincera y profun
perfecta es un don de Dios. A este damente la vive, se tiene que sentir
propósito advierte profundamente S a n impulsado a velar, a orar, a acercarse 188
J e r ó n i m o : Les fue concedido*107* a los al tribunal de la Penitencia y al Ban
que lo pidieron, a los que lo quisieron, quete Eucarístico. Por tanto exhorta
a los que trabajaron por recibirlo. Por mos con afecto paterno a todos los
que todo aquel que pide, recibe, y el sacerdotes, religiosos y vírgenes consa
que busca, halla, y al que llama, se le gradas a que se pongan bajo la espe
abrirá*108*. De la oración, añade S a n cial protección de la Santa Madre de
A m b r o s i o , depende la fidelidad cons Dios, que es Virgen de vírgenes, y
tante de las vírgenes al Divino Es maestra de la virginidad, com o afirma
poso*109*. Y S a n A l f o n s o M. d e L i g o - S a n A m b r o s i o *113* y es Madre podero
r í o , con aquella ardentísima piedad sísima de aquellos sobre todo que se
que lo distinguía, enseña que no hay han dedicado al divino servicio.
medio tan necesario para vencer las Por Ella, dice S a n A t a n a s i o , comen
tentaciones contra esta hermosa virtud zó a existir la virginidad*114*; y lo ense
de la castidad, como el recurso inme ña claramente S a n A g u s t í n con estas
diato a Dios por la oración*110*. palabras: La dignidad virginal comenzó
con la Madre de Dios*115*. Siguiendo
44. b) Los sacramentos de la Peni las huellas del mismo S a n A t a n a -
tencia y Eucaristía. Sin embargo a la sío*116*, S a n A m b r o s i o propone a las
oración es menester que se añada el vírgenes como modelo la vida de la
Sacramento de la Penitencia, el cual, Virgen M a r í a : Imitadla, hijas...*117*.
si se recibe con frecuencia y prepara- Sírvaos la vida de María de modelo de
(165) I Juan 4, 8. V-1902, Acta Leonis 22, pp. 1902-1903, en esta
(106) S. Agustín, De salida virginitate, cc. 33, Colección: Encicl. 87, pág. 663-672; ASS. 36, 641.
51 (Migne P.L. 40, col. 415, 426; véase cc. 31-32; (112) Juan 6, 57.
38; Migne P. L. 40, 412-415, 419; CSEL 41, 268s). (113) 5. Ambros., De Institutione virginis, c. 6,
(107) Véase Mat. 19, 11. n. 46 (Migne P.L. 16, col. 320).
(114) Véase S. Atanas., De virginitate (Ed. Th.
(108) Véase S. Jerón., Comm. in Matth. XIX, Lefort, Muséon 42, 1929, p. 247).
11 (Migne P.L. 26, col. 135); Mat. 7, 8. (115) S. Agustín, Serm. 51, c. 16, n. 26 (Migne
(109) S. Ambros., De virginibus, lib. III, c. 4, P.L. 38, col. 348).
nn. 18-20 (Migne P.L. 16, col. 225). (116) Véase S. Atanas., De virginitate (Ed. Th.
(110) Véase S. Alfonso de Ligorio, Pratica di Lefort, Muséon 42, 1929, p. 244).
amar Gesii Cristo, c. 17, nn. 7-16. (117) S. Ambros., De Institutione virginis, c. 14,
(111) León XIII, Encíclica Mine caritatis, 28- n. 87 (Migne P.L. 16, col. 328).
2022 E n cíclicas del PP. P ío X II (1954) 211, 46-48
virginidad., cual imagen que se hubiese grande consuelo para Nuestro corazón
trasladado a un lienzo; en ella, como de Pastor Supremo, Venerables Her
en un espejo, brilla la hermosura de la manos, el ver cómo la virginidad, la
castidad y la belleza de toda virtud. De cual florece en estos tiempos como en
aquí podéis tomar ejemplos de vida, tiempos antiguos en todos los ámbitos
ya que en ella, como en un dechado, de la tierra, es tenida en grande estima
se muestra con las enseñanzas mani y honor, no obstante los errores con
fiestas de su santidad qué es lo que trarios, que decíamos y que esperamos
habéis de corregir, qué es lo que ha serán pasajeros y desaparecerán pron
béis de reformar, qué es lo que habéis to.
de retener... He aquí la imagen de la
verdadera virginidad. Esta fue María, 47. Consejos a los educadores y di
cuya vida pasó a ser norma para todas rectores espirituales. No ocultamos,
las vírgenes..S1181 \ Sea, pues, la Santí
0
2
9 sin embargo, que este Nuestro gozo
sima Virgen María maestra de nuestro está mezclado de cierta tristeza, al ver
modo de proceder^11®), Tan grande fue que en no pocos países disminuye cada
su gracia, que no sólo conservó en sí día más el número de los que, llama
misma la virginidad, sino que conce dos por la voz divina abrazan el estado
día este don insigne a los que visita- de virginidad. Las principales causas
ba(120). ¡Cuán verdadero es, pues, el las hemos apuntado más arriba, y no
dicho del mismo S a n A m b r o s i o : Oh hay por qué repetirlas. Confiamos que
riquezas de la virginidad de María.A121). los educadores de la juventud, que hu
En vista de tales riquezas aprovecha bieren caído en esos errores, los reco
grandemente también hoy a las vírge nocerán pronto, los repudiarán y se
nes consagradas, a los religiosos y a esforzarán por ponerles remedio, ha
los sacerdotes el contemplar la virgi ciendo lo posible para que cuantos se
nidad de M a r í a para observar con más sientan llamados por Dios al ministerio
fidelidad y perfección la castidad de su sacerdotal o al estado religioso, si están
propio estado. bajo su dirección espiritual, sean ayu
Pero no os contentéis, amadísimos dados por todos los medios a alcanzar
hijos, con meditar las virtudes de la esa meta sublime. ¡ Ojalá suceda que
Santísima Virgen M a r í a ; acudid a Ella nuevas y más numerosas falanges de
con absoluta confianza, siguiendo el sacerdotes y de religiosos, cuantos y
consejo de S a n B e r n a r d o : Busquemos cuales exigen las necesidades actuales
la gracia, y busquémosla por MaríaO22). de la Iglesia, salgan pronto a cultivar la
Y en este Año Mariano de una manera viña del Señor!
especial poned en Ella el cuidado de
vuestra vida espiritual y de la perfec 48. A los padres y madres de familia.
ción, imitando el ejemplo de S a n J e r ó Además — como pide la responsabi
n i m o , que aseguraba: Para mí la virgi lidad de Nuestro ministerio apostóli
nidad es una consagración en María co— exhortamos a los padres y madres
y en Cristo<123). de familia a ofrendar gustosos para el
servicio divino a aquellos de sus hijos
IV
que sientan esa vocación. Y si esto les
E x h o r t a c io n e s a e d u c a d o r e s , d ir e c
resultare duro, triste y penoso, medi
t o r e s ESPIRITUALES Y PADRES
ten atentamente las palabras con que
46. Florecimiento actual de la vir S a n A m b r o s i o amonestaba a las madres
ginidad. En las graves dificultades con de Milán: Sé de muchas jóvenes que
que la Iglesia debe hoy luchar, es un1 0 quieren ser vírgenes, y sus madres les
2
9
8
(118) S. Ambros., De viro imbus, lib. II, c. 2, n. (121) S. Ambros., De Institutione virginis, cap.
6, 15 (Migne P.L. 16, col. 208, 210). 13 n. 81, (Migne P.L. 16, col. 339).
(122) S. Bernardo, In navilate B. Marise Vir-
(119) S. Ambros., De virginibus, lib. II cap. 3, ginis, sermo de aquaeductu, n. 8. (Migne P.L.
n. 19 (Migue P.L. 16, col. 211). 183, col. 441-442).
(120) S. Ambros., De Institutione virginis, c. 7, (123) S. Jerónimo, Epist. 22, n. 18 (Migne P.L.
u. 50 (Migne P.L. 16, col. 319). 22, col. 405).
211, 49-50 E n cíclica “ S acr a V ir g in it a s ” 2023
prohíben aún venir a escucharme... Si sia entera; tengan por cierto que los
vuestras hijas quisieran amar a un que siguen al Cordero dondequiera
hombre, podrían elegir a quien quisie que va(128) cantarán por toda la eter
ran según las leyes. Y a quienes se les nidad un cántico nuevo^12Q\ que nin
concede escoger a cualquier hombre, gún otro puede cantar.
¿no se les permite escoger a Dios?(124). Nuestro corazón paterno sel lena de
Consideren los padres qué honor es compasión hacia esos sacerdotes, reli
para ellos tener un hijo sacerdote o una giosos y vírgenes consagradas, que
hija que ha consagrado su virginidad al confiesan valerosamente su fe hasta el
Divino Esposo. Por lo que se refiere mismo martirio. Rogamos a Dios por
a las vírgenes, nos dice el mismo Obis ellos y por los que en todos los ámbi
po de Milán: Ya habéis oído, padres..,, tos de la tierra se dedican al servicio
la virgen es un don de Dios, un regalo divino, a fin de que el Señor los con
del Padre, sacerdocio de la castidad. La firme, los fortifique y los consuele. Y
virgen es una hostia ofrecida por la a vosotros todos, Venerables Hermanos,
madre, hostia que se sacrifica diaria y a vuestros fieles exhortamos insisten
mente y aplaca la ira divina^125\ temente a orar en unión con Nos para
obtener a todas esas almas consagradas
C o n c l u s ió n las consolaciones, dones y auxilios di
vinos.
49. Recuerdo de los consagrados a
Dios que padecen persecución. Y aho 50. Rendición Apostólica. Prenda de
ra, antes de dar fin a esta Carta Encí estos divinos dones y testimonio de
clica, deseamos, Venerables Hermanos, Nuestra especial benevolencia sea la
volver el pensamiento y el corazón a Bendición Apostólica, que con todo
aquellos que, consagrados al servicio afecto en el Señor impartimos a vos
divino, en no pocas regiones padecen otros, Venerables Hermanos, y a los
severa persecución. Imiten el ejemplo demás ministros del altar y a las vír
de las vírgenes de la primitiva Iglesia, genes sagradas, a aquellos principal
que con valentía invencible sufrieron mente que padecen persecución por la
el martirio por su virginidad^126). justicia(130) y a todos vuestros fieles.
Perseveren hasta la muerte(127> con
ánimo constante en el santo propósito Dado en Roma, junto a San Pedro,
de servir a Cristo, y tengan presente en la fiesta de la Anunciación de la
que sus angustias, sus padecimientos y Santísima Virgen M a r í a , 25 de Marzo
sus oraciones son de gran valor ante de 1954, año 169 de Nuestro Ponti
Dios para la implantación del Reino ficado.
de Cristo en sus naciones y en la Igle PIO PAPA XII.
(124) S. Ambros., De virginibus, lib. I c. 10, n. c. 4, n. 32 (Migne P.L. 16, col. 215-216).
58 (Migne P.L. 16, col. 205). (127) Filip. 2, 8.
(125) S. Ambros., De virginibus, lib. I, cap. 7, (128) Apocalipsis 14, 4.
n. 32 (Migue P.L. 16, col. 198). (129) Apocalipsis 14, 3.
(126) Véase S. Ambros., De virginibus, lib. II, (130) Mat. 5, 10.
CARTA ENCICLICA “ECCLESLE FASTOS” 0*0
(5-VI-1954)
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
— 2024 —
212, 4-7 E n c íc lic a “ E cclesiae F astos ” 2025
ticar sus preceptos. Nada le podía dete esfuerzos de S a n B on ifa cio y sus com
ner; no conocía obstáculo: ni el dejar pañeros fueron vanos y, así, después
su querida patria, ni los largos y difí de inútiles trabajos e intentos inefi
ciles viajes, ni tampoco los peligros de caces, se vio forzado a volver a su
toda clase que le podrían asaltar vi patria.*8
9
viendo entre gente desconocida. Sentía
en su apostólico corazón un impulso 6. Su primer viaje a Roma. Pero no
tan vehemente, tan impetuoso, tan efi se desanimó, sino que, no mucho tiem
caz, que no podían contenerlo las ca po después, se decidió a venir a Roma,
denas de humanos respetos o de hu acudir a la Sede Apostólica y pedir
manos afectos. humildemente al mismo Vicario de
J esucristo la misión sagrada, mediante
4. La fe en Inglaterra y los misio la cual esperaba, con la divina gracia,
neros que agradecida envía. Digno de obtener más fácilmente aquella ardua
admiración es que Gran Bretaña, que, meta que tan ardientemente anhelaba.
después de muchas vicisitudes, se ha Llegado, pues, felizmente a la morada
bía convertido unos cien años antes a del Apóstol San PedroW y habiendo
la religión cristiana, por Nuestro Pre venerado con suma piedad el sepulcro
decesor de inmortal memoria S a n del Príncipe de los Apóstoles, pidió
G r eg orio M a g n o (que había enviado audiencia a nuestro Predecesor de santa
allí un esforzado escuadrón de hijos de memoria G reg o r io II.
S a n B en ito bajo la guía de S a n A gus De buena voluntad lo recibió el Pon
t ín ) ; digno es ciertamente de admira tífice y él le dio cuenta punto por
ción, decimos, que estuviera ya en aquel punto del motivo de su viaje y venida
tiempo tan firme en la fe, tan encen y de los anhelos que le inflamaban.
dida en la caridad, que, como río sali Entonces el Santo Pontífice mirándole
do de madre que riega las tierras cir de repente con rostro alegre y ojos ri
cunvecinas y las fertiliza, mandase por su eños^, lo animó y lo incitó a em
propia iniciativa a otras naciones mu prender confiadamente la obra pro
chos de los mejores varones de que yectada y, por medio de letras apostó
disponía, para ganarlas a J esucristo licas, lo revistió de su apostólica auto
y unirlas íntimamente a su Vicario en ridad.
la tierra. De este modo se puede decir
que agradecía a Dios los beneficios reci 7. Su primera evangelización de Ale
bidos con la Religión católica y la civi mania y Frisia. La misión recibida del
lización y cultura cristianas. Vicario de Jesucristo pareció a B o n if a
c io que le granjeaba las gracias y auxi
5. Su primera misión fracasa. Entre lios celestiales de Dios, con los que
esos misioneros, sin duda, brilla por fortalecido no debía temer las dificul
su celo apostólico y su fortaleza de tades que pusieran los hombres y las
carácter, mezclada con dulzura en las cosas y podría cumplir sus planes, por
maneras, W in fr id o , llamado después tanto tiempo acariciados, con mayor
B o n ifa cio por el Romano Pontífice esperanza de éxito y más abundantes
Sa n G r eg or io II. El, junto con algunos frutos. El obrero apostólico recorrió
compañeros, pocos en número por cier varias regiones de Alemania y de Frisia,
to pero notables por sus virtudes, tomó donde no sólo no había vestigio nin
sobre sí la obra de evangelización, a la guno de la verdad cristiana, sino que
cual desde hacía mucho tiempo aspi todo era inculto, áspero y salvaje y
raba y, así, embarcándose en Gran Bre sembró allí abundantemente la semilla
taña, llegó a las orillas de Frisia. Sin evangélica y la fecundó con increíbles
embargo, como el que reinaba tiráni trabajos y sudores; si encontraba co
camente en aquella región, se oponía munidades cristianas que o por falta
con violencia a la Religión cristiana, los*9
8 de legítimo Pastor yacían en miserable
(1) V id a d e San B o n ifa c io , W ilib a ld o , (e d . L e - (2) V id a d e S. B o n ifa c io (n o ta 1) pág.. 21 (M ig
v is o n [H a n n o v e r y L e ip z ig , 1905] p á g . 21; M ig n e ne 89, 614 A ).
89 c o l 613-B ).
2026 E n cíclicas del P P , P ío X II (1954) 212 , 8-11
sobresale hoy el pueblo alemán, tu por la vejez y en él deseo ser sepultado
vieron allí su cuna veneranda. después de mi muerte. En torno a ese
lugar viven ya cuatro pueblos, a quie
16. La civilización. Además, de aque nes por la gracia de Dios hemos predi
llas moradas salieron innumerables cado la palabra de Cristo y a los cua
monjes Benedictinos, que con la cruz les mientras vivo y conservo mis fa
y el arado, es decir, orando y traba cultades, puedo, con vuestra interce
jando, llevaron la cultura y civilización sión, ser útil. Porque, merced a vues
cristianas a aquellas tierras que aún tras oraciones y con la gracia de Dios,
se hallaban envueltas en las tinieblas. ansio permanecer en íntima unión con
Gracias a su prolongado e incansable la Iglesia Romana y en vuestro servicio,
trabajo, las selvas, que antes eran entre estos pueblos germánicos a quie
inmensas guaridas de fieras y casi im nes he sido enviado y obedecer así a
penetrables al hombre, se convirtieron vuestro mandato!10).
en campos cultivados y fructíferos y En el silencio de este cenobio es
344 las tribus que hasta entonces, sumidas donde principalmente, obtuvo de Dios
en costumbres rudas y bárbaras, se aquella fuerza sobrenatural, fortale
hallaban entre sí divididas, andando cido con la cual emprendía animoso
el tiempo llegaron a formar una sola nuevas conquistas y gracias a la cual
nación, domada por la suavidad y la pudo traer al redil de J e s u c r i s t o tan
fuerza del Evangelio y esclarecida por tos pueblos germánicos, confirmarlos
sus virtudes cristianas y civiles. luego en la fe y no pocas veces estimu
larlos también a conseguir la perfec
17. Fulda, centro de santidad. Pero ción evangélica.
especialmente ha sido el monasterio
Fuldense la sede de la oración y de la 18- Su solicitud por la Iglesia de
contemplación divina; allí, en efecto, Francia. Pero si B o n i f a c i o fue de un 345
antes de emprender la difícil misión de modo muy particular el apóstol de
evangelizar a los pueblos, los monjes Alemania, con todo, el celo por la dila
se esforzaban, con la oración, la peni tación del reino de Dios, que con tanta
tencia y el trabajo, por adquirir una vehemencia ardía en él, no se ceñía a
gran santidad. Y el mismo B o n i f a c i o , los confines de esta nación. También
cuantas veces le era posible sustraerse la Iglesia de Francia, aunque había
algo a los trabajos apostólicos para abrazado generosamente la fe católica
tomar un poco de descanso, allí se desde la época de los Apóstoles y la
acogía gustosísimo, para templar y ro había consagrado con la sangre de
bustecer su alma, entregado a largas casi innumerables mártires y, aun des
oraciones y celestiales meditaciones. pués que los Francos constituyeron en
Hay.,, un lugar selvático — así escribía ella su imperio, había escrito páginas
él a Nuestro Predecesor de santa me dignas de los mayores encomios en los
moria Z a c a r í a s — en el desierto de fastos del cristianismo, entonces se ha
esta vastísima soledad, donde hemos llaba sumamente necesitada de una re
construido un monasterio y colocado forma de costumbres y de una restau
en él monjes que viven bajo la regla ración y renovación de la vida cris
del santo padre Benito; hombres de tiana. No pocas diócesis carecían de
estricta abstinencia, que se privan de Obispo o estaban confiadas a un Pas
la carne, del vino y de la cerveza, que tor indigno; en algunas partes los
no tienen siervos, contentos con el tra ánimos de muchos se hallaban pertur
bajo de sus manos... En ese lugar, con bados con supersticiones de todas cla
el consentimiento de vuestra piedad, ses, con herejías y cismas; los Concilios
me he propuesto descansar por algu eclesiásticos, del todo necesarios para
nos días, aunque sean pocos, para res asegurar la integridad de la religión,
taurar las fuerzas del cuerpo fatigado restablecer la disciplina del clero y
(10) Cartas de S. Bonifacio, (ed. Tangí, Berlín 1916) eplst. 86, pp. 193 194.
2 12, 19-20 E n c íc lic a “ E cclesiae F asto s ” 2029
que se ponga en plena luz la estrechí nia, Galia y Frisia, como recibida de
sima unión de este insigne mártir con Aquel que vive eternamente, conserva
la Sede Apostólica como también sus su vigor también hoy y es camino,
gloriosos hechos: esto reafirmará la fe verdad y vida para los que de buena
y fidelidad de los que siguen el magis voluntad la abrazan*44). No faltan en
terio infalible de los Romanos Pontí nuestros días quienes la rechazan,
fices y no podrá menos de excitar sa quienes se esfuerzan por corromperla
ludablemente a la reflexión a aquellos con falaces errores, quienes, concul
que por cualquier motivo se hallan cando la libertad debida a la Iglesia y
separados de los Sucesores de S a n aun a los mismos ciudadanos, pre
P e d r o , de manera que, con la ayuda tenden con engaños, persecuciones \
de la divina gracia, emprendan deli vejámenes arrancarla de las almas y
berada y animosamente el camino que destruirla completamente. Gomo bien
los conduzca felizmente a la unidad de sabéis, Venerables Hermanos, no es
la Iglesia. Nos así lo deseamos ardien nueva esta astucia: se ha visto em
temente y lo pedimos al Dador de los plear desde los primeros tiempos de la
bienes celestiales, a fin que se cumpla era cristiana y el mismo divino Reden
finalmente el deseo ardiente de todos tor previno a sus discípulos con estas
los buenos: que todos sean una misma palabras: Acordaos de aquella senten
cosa*41) y todos vuelvan al único redil cia mía, que os dije: no es el siervo
para ser apacentados por un solo mayor que su amo. Si me han perse
Pastor*42). guido a mí, también os perseguirán a
vosotros*43). Sin embargo, nuestro Re
dentor para consolarlos añadió: Bien
34. Otra enseñanza: El evangelio
aventurados los que padecen persecu
sobrevive todas las vicisitudes, errores
ción por la justicia, porque de ellos es
y falacias. Otra enseñanza, Venerables
el reino de los cielos*46). Y también:
Hermanos, nos ofrece la vida de S an
Dichosos seréis cuando los hombres
B o n if a c io , que a grandes rasgos hemos
por mi causa os maldijeren y os persi
delineado. En el pedestal de la estatua
guieren y dijeren con mentira toda cla
que el año 1842 fue erigida en el Mo
nasterio de Fulda y representa al após se de mal contra vosotros; gozaos y
tol de Alemania, los visitantes leen esta alegraos, porque vuestra recompensa
sentencia: La palabra del Señor dura será grande en el cíelo*47).
eternamente*43). No se podía haber es
culpido una inscripción más significa 35. La palabra del Señor perdurará
tiva ni más verdadera. Uno tras otro, también en las perseenclones de hoy.
55 han pasado doce siglos; diversos pue No es, pues, de admirar si hoy tam
blos han trasmigrado de una a otra bién el nombre cristiano en algunas
parte; tantas vicisitudes y guerras ho partes es objeto de odio, si la Iglesia
rribles se han ido sucediendo; herejías en el cumplimiento de su divina mi-
(44) V e r Juan 14, 0.
(41) V e r Juan 17, 11.
(45) Juan 15, 20.
(42) V e r Juan 21, 15-17. (46) M at. 5, 10.
(4-n V e r I P e d r o 1, 25. (47) M at. 5, 11-12.
212, 36-37 E n c íc lic a “ E cclesiae F astos ” 2035
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
— 2036 —
21¿V 3-4 E n c íc lic a “ Q u am qu am u t ia m ” 2037
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
AAS 1. La solicitud del Papa por la sal- singulares méritos que Francia había
46 vación de los paganos y de los cris- adquirido en el curso de los siglos en
567 tianos. La solicitud de todas las Igle el progreso de la Fe católica^1*.
sias, que Nos urge en virtud de Nues Esos méritos, Nos nos sentimos feli
tro ministerio apostólico. Nos pide pro ces en recordarlos nuevamente durante
mover por los medios más eficaces el Año Mariano. Guando Nos pensa
todo lo que puede contribuir a la mos en el privilegio singular de la
extensión de la Religión Católica y a Inmaculada Concepción de la Bien
la salvación de las almas. aventurada Virgen M a r ía , en este cen
Por lo cual, estimulados por las res tenario, Nuestro espíritu y Nuestro co
ponsabilidades de Nuestro ministerio, razón se vuelven hacia Lourdes donde,
Nos ocupamos de los países más leja cuatro años después de la definición
nos todavía privados de la luz del del dogma, la misma Inmaculada Vir
Evangelio para confiarlos al cuidado gen confirmó con sus apariciones, pa
de los misioneros, sin descuidar por labras y milagros la declaración del
eso el conjunto de las naciones cris Pontífice supremo.
tianas, esforzándonos por el contrario
para que en ellas permanezca íntegra 3. La inquietud por los desvíos pa
y sin daño la profesión de la fe cris sados y presentes. Y, sin embargo,
tiana. Nuestra inquietud es profunda cuando
Nos reflexionamos en ciertas circuns
2. Amor del Papa a Francia y Lourtancias que afectan a la Religión en
des. Entre esas naciones, Nos es grato Francia, circunstancias que, ya en el
nombrar hoy a Francia a causa de su pasado, habían conmovido profunda
nobleza y del afecto profundísimo que mente a Nuestros predecesores. Baste,
sentimos por esta Hija primogénita de a este propósito, recordar el nombre
la Iglesia: cuando no habíamos todavía inmortal de L eón XIII y el de Pío X
sido elevados al supremo Pontificado, a quien, con tanta alegría y los aplau
en un discurso pronunciado durante sos del mundo católico, Nos hemos ins
una solemne legación, celebramos los cripto en el catálogo de los santos.
(* ) A. A. S. 46 (1954) 567-574. Pío XII promulgó el 15 ele agosto de 1954 la Constitución Apostólica
Omnium Ecclesiarum, que transcribimos a continuación, por la cual la Misión de Francia, después de
un período de experiencia y de preparación, recibe un estatuto definitivo, siéndole reconocido el ca
rácter de diócesis de prelatura nullius, con su propio Seminario y facultad para incardinar y ordenar
a sus propios sacerdotes.
[1] El Papa hace alusión al discurso que pro- inauguración de la basílica de Santa Teresita de
nunció en Notre-Dame de París el 13 de julio de Lisieux.
1937 en calidad de Legado a las ceremonias de
— 2040 —
21.4, 4-7 C o n s t . A post . “ O mnium ecclesiarum ” 2041
568 En varios de los más célebres docu de faltar en Francia los hombres que,
mentos, esos Pontífices supremos han a ejemplo de los apóstoles, ocupados
alabado abundantemente al clero fran en la oración y en el ministerio de la
cés por su competencia y su celo, sobre palabra, se consagren enteramente a la
todo en los momentos en que grandes perfección de los santos y a la edifi
dificultades abrumaban a la Iglesia y cación del Cuerpo de Cristo. Pero son
en que ella se sentía afligida por in demasiado poco numerosos, lo sabéis
justas angustias. bien, para recorrer todas las parro
quias e instaurar en ellas las reglas del
4. Las orientaciones doctrinales de Evangelio. Por lo cual Nos querríamos
los Sumos Pontífices en el pasado in todavía recomendar con instancia a
mediato. Para que la perseverancia y vuestra actividad pastoral que cada
el coraje en la defensa de los derechos diócesis posea, regularmente instituida
de la Iglesia no disminuyan de ninguna y provista como conviene de todos los
manera y para que los fieles no se recursos de la piedad y de la doctrina,
desvíen del recto camino, los Pontífi la obra tan saludable y tan indispensa
ces supremos ya citados dieron a los ble de formación y de dirección de los
Obispos de Francia consejos plenos de misioneros diocesanos. Ciertamente,
sabiduría y de gravedad, consejos que, una empresa como ésta no está exenta
en las actuales circunstancias, siguen de las dificultades debidas, sea por la
siendo de la mayor importancia. falta de sacerdotes, sea por la falta de
Nos place recordar los paternales recursos. Pero se trata, os dáis perfecta
consejos que L e ó n XIII. de feliz me cuenta de ello, de una obra tan útil
moria, en una carta escrita en francés, para formar las almas en la piedad
dirigió el 8 de septiembre de 1899, con que debe ser vuestra obra pred ilecta^ .2
mucha sabiduría a los sacerdotes de
Francia preocupados de los intereses 6. Se agravó el mal. Las dificultades
contemporáneos . de las circunstancias, la adversidad de
Tampoco podemos dejar pasar en los tiempos y de los hombres, la dismi
silencio las exhortaciones que el santo nución del número de sacerdotes y otras
obispo de Roma, Pío X, animado del causas importantes y graves impidieron
profundo deseo de renovar todo en la realización, tanto como se lo hu
Cristo, dirigía con espíritu casi profé- biera deseado, de los consejos del Pon
tico a los arzobispos y obispos de tífice supremo.
Francia reunidos con ocasión del II Por lo cual Nos experimentamos to
Congreso de las Misiones Diocesanas. davía hoy el dolor y el pesar de ver a
tantos hombres — y especialmente en
5. San Pío X y los misioneros dioce tre los que ganan su pan cotidiano en
sanos en Francia. Nos no queremos las fábricas, los talleres y los campos—
dejar de dirigiros los alientos de Nues engañados por las enseñanzas de los
tro corazón paterno, persuadidos de materialistas, abandonar casi entera
que os incitarán a redoblar el celo por mente las observancias y las costum
una obra cuyos comienzos han sido ya bres cristianas.
iriuy fecundos para la mayor gloria de
Dios y la salvación de las almas... To 7. La “ Misión” debe remediarlo; la
mad pues a pecho el acrecentar el nú preparación de los “ misioneros” . Aho
mero de los apóstoles destinados a este ra bien, es menester reconducir pronto
cargo, aunque ninguna parroquia de al único rebaño de Cristo a esas ovejas
vuestras diócesis sea por mucho tiem que se descarrían imprudentemente.
po privada de su ministerio. Nos no Ese será el trabajo principal de los
ignoramos ciertamente que está lejos2 ministros sagrados que tienen aptitudes
(2) León XIII, Encíclica Despuis le jour, 18- XIX, pág. 157. Editions de la Bonne Presse, t. VI,
¡V-1ÍS99, dirigida a los arzobispos y obispos sobre pág. 94); en esta Colección: Encícl. 82, pág. 614.
la educación del clero de Francia (Actas de S. (3) A. A. S. III (a. 1911), pág. 268. Actes de S.
$- León XIII, Edic. de la Tipografía Vaticana, t. S. Pío X, Ed. de la Bonne Presse, t. VII, pág. 68.
2042 E n cíclicas del PP. P ío XII (1954) 214, M 0
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
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2046 E n cíclicas del PP. P ío XII (1954) 215, 1
presente, Nos, juntamente con vuestras el sol ele nuevo brilla después de las
oraciones, elevamos otra vez las Nues tormentas y de las borrascas, así des
tras a Dios omnipotente y Padre de las pués de tantas angustias, trastornos y
56 misericordias, con el fin de que como sufrimientos vuelvan a resplandecer
No en deshonra vuestra, por lo tanto, sino que ha tenido la posibilidad de confiar esas diócesis
en vuestra gloria cede si os ha sido otorgado no a Obispes que fuesen vuestros conciudadanos, lo
sólo creer en Cristo sino también padecer por El ha hecho de muy buen grado. Han transcurrido
(Filip. 1, 29). ya en efecto veinticinco años desde que Nuestro
Ya que se trata también de la causa de Dios Predecesor Pío XI, de feliz memoria, en su
y de su santa Iglesia, sin aterraros por nada ante gran amor hacia la Iglesia de China, consagró
vuestros enemigos (Filip. 1, 28), permaneced él mismo, en la majestad de la Basílica de San
fuertes con aquella fortaleza de ánimo que se Pedro, a los seis primeros Obispos, escogidos
apoya no sobre las fuerzas humanas sino sobre de entre vuestra gente; y Nos mismo, no de
la gracia divina, obtenida con la plegaria. Ofre seando otra cosa que aumentar y hacer siempre
ced a Dios, como un suave holocausto, vuestras más duraderos los progresos de vuestra Iglesia,
angustias, vuestros dolores y vuestros sufrimien hace pocos años instituimos la Sagrada Jerarquía
tos, a fin de que El quiera, en su benevolencia, en China y un connacional vuestro, el primero en
conceder finalmente la tranquilidad y la libertad los anales de la historia, ha sido por Nos eleva
a la Iglesia en China y hacer comprender a to do a la dignidad de la Sagrada Púrpura. Y si
dos —lo que por lo demás es más claro que la se impone a todos los Misioneros, que, abando
luz del sol— que ella no busca las cosas terrenas nada su propia patria, han trabajado con fatigas,
sino las celestiales y se esfuerza, como deber entre vosotros, en el campo del Señor, el que
propio, por dirigir a todos sus discípulos hacia se alejen de vuestros lugares, como si fuesen no
la patria celestial con la práctica de la virtud y civos a ellos, por esto mismo se les exige una 156
con las buenas obras. cosa no solo ingrata, sino también dañosísima
5. Los fines de la Religión y de la Iglesia; para el mismo desarrollo de vuestra Iglesia. Por
amor y no política. No faltan ciertamente —como el hecho de que los mismos no son ciudadanos
todos saben y fácilmente pueden ver— quienes de una sola nación extranjera, sino que se eligen
tratan de adueñarse del poder terreno, buscando de entre otras muchas, más aún, de entre todas
aumentarlo y dilatarlo cada día más; pero la las naciones, donde la Religión católica está flo
Iglesia ni aspira a esto ni lo busca. Ella, por el reciente y se ha desarrollado la llama del apos
155 contrario, se esfuerza por propagar la verdad tolado, resulta evidente que la Iglesia Católica
del Evangelio, con el cual «adorna los corazones manifiesta así la nota de su universalidad y que
de los hombres, los mejora y los hace dignos del estos heraldos del Evangelio no buscan otra cosa,
Cielo, trata de promover la concordia fraterna ni desean mayormente que escoger vuestra tierra
entre los ciudadanos, consuela y alivia, en cuanto como su segunda patria, iluminada con la luz
le es posible, a los miserables y consolida y re de la doctrina evangélica, introducir allí las cos
fuerza los fundamentos mismos de la conviven tumbres cristianas, llevaros la ayuda sobrenatu
cia humana con las virtudes cristianas que son ral de la caridad, y, poco a poco, aumentando
más poderosas que cualquiera otra arma. Los en medio de vosotros el número del clero indíge
que a ella adhieren, no son inferiores a ningún na, conducirla a aquella plena madurez que haga
otro en el amor a la patria; obedecen a las au que no sean necesarias la ayuda y la colabora
toridades públicas por deber de conciencia y se ción de los misioneros extranjeros.
gún las normas establecidas por Dios; dan a cada 7. La obra de las religiosas. No menos evidente
uno, y sobre todo a Dios, aquello que es debido. debe aparecer ante todas las personas justas que
La Iglesia no llama a sí a un solo pueblo, a una las religiosas, las cuales también en medio de
sola nación, sino que ama a todas las gentes, de vosotros, como ángeles consoladores, realizan su
cualquier raza que sean, con aquel amor sobrena trabajo en las escuelas, en los orfanatos, en los
tural de Cristo que necesariamente une a todos hospitales, se mueven a obrar de este modo en
con un vínculo de fraterna y mutua solidaridad. virtud de aquel amor divino por el que, renun
Por eso nadie puede afirmar que ella esté al ciando a un matrimonio terrestre por unirse con
servicio de una determinada potencia, ni se puede el Esposo Celestial, toman como propios a vues
pedir a la misma que, rota la unidad de la cual tros hijos, especialmente a los pobres y abando
su Divino Fundador la ha querido adornar y, nados, y con espíritu de dulce y sobrenatural
constituidas Iglesias particulares en cada nación, maternidad, en cuanto está en su mano, los ali
éstas se separen desdichadamente de la Sede mentan, los instruyen convenientemente y los
Apostólica, en la que P edro, Vicario de Jesucris educan.
to, sigue viviendo en sus sucesores hasta el fin 8. Misión divina de ¡a Iglesia y las persecucio
de ios tiempos. Si una comunidad cristiana cual nes. Como bien sabéis, la Iglesia Católica hace
quiera quisiera hacer esto, perdería su vitalidad, todo esto por misión propia y en virtud del man
como un sarmiento arrancado de la vid (ver Juan dato de su Divino Fundador, y no pide otra cosa
15, 6), y no podrá producir frutos saludables. sino la debida libertad para poder realizar en
Vosotros, Venerables Hermanos y amados hi todas partes sus fines en pro del bien y salvación
jos, conocéis bien todo esto y por ello oponéis la de los mismos pueblos.
firmeza de vuestra voluntad a todo género de Y si se ve atacada con falsas acusaciones, sus
insidias, aunque os las presenten de una manera Pastores y sus discípulos no deben desanimarse
engañosa, escondidas y disfrazadas bajo aparen- por ello, sino más bien apoyarse confiadamente
cias de verdad. en las promesas de Jesucristio expresadas con es
6. El por qué de los Misioneros; el clero indí tas solemnes palabras: Las puertas del infierno
gena y la propia Jerarquía. No ignoráis que los no prevalecerán contra ella (Mat. 16, 18): He aquí
misioneros de las naciones extranjeras se os que yo estaré con vosotros siempre hasta la con
mandan únicamente por este motivo para que sumación del mundo (Mat. 28, 20). Elevad por el
atiendan a las inmensas necesidades de vuestras contrario a Dios fervorosísimas oraciones por los
gentes en aquello que toca a la religión cristiana, perseguidores mismos, a fin de que El en su
y den su ayuda al clero indígena, que numérica bondad, con su luz y con su gracia, ilumine sus
mente no es todavía suficiente para estas mismas mentes y los mueva y dirija hacia las verdades
necesidades. Y así apenas esta Sede Apostólica celestiales. Continuad obrando así, Venerables
■215, 2-3 E n cíc lic a “ A d Sin aru m G entem ' ’ 2047
por fin sobre vuestra Iglesia la paz, la Nuestras palabras contenidas en la pre
tranquilidad y la libertad(2). sente Carta Apostólica, no han podido
llegar a vosotros; y por ello de buena
1. Nuevas Persecuciones gana os la repetimos por medio de esta
2. En mayores persecuciones mayor Encíclica; y sabemos también, con
fidelidad de los católicos chinos. En sumo consuelo de Nuestro espíritu, que
estos últimos años, desgraciadamente, habéis perseverado en vuestro firme y
las condiciones de la Iglesia Católica santo propósito, y que ningún esfuerzo
entre vosotros no han mejorado en ha conseguido apartaros de la unidad
absoluto; es más, han aumentado las de la Iglesia; por ello Nos congratula
acusaciones y las calumnias contra mos vivamente con vosotros y os tri
esta Sede Apostólica y contra los que butamos la merecida alabanza.
a ella se mantienen fieles: ha sido
expulsado el Nuncio Apostólico, que 3. Nueva orientación en los nuevos
entre vosotros representaba a Nuestra peligros. Pero, como tenemos que pre
persona; y se han intensificado las ocuparnos por la eterna salvación de
estratagemas para engañar a las per cada uno, no podemos ocultar la tris
sonas menos iluminadas. teza y la angustia de Nuestra alma al
Sin embargo — como ya os había saber que, aun manteniéndose los ca
mos escrito— vosotros oponéis la fir tólicos en su gran mayoría firmes en la
meza de vuestra voluntad a las insidias, fe, sin embargo no han faltado entre
incluso cuando se presentan con astu vosotros quienes, engañados en su bue
cia, con engaño, y con falsas aparien na fe, o víctimas del miedo, o atraídos
cias de verdad^. Sabemos que estas por nuevas y falsas doctrinas, han
Hermanos y amados hijos, sin temor a los peli pués de la tempestad, así también después de
gros y a las dificultades, recordando aquella tantas angustias, trastornos y sufrimientos, con
sublime sentencia del Divino Redentor Bienaven la ayuda de Dios resplandecerá al fin sobre
turados los que lloran; porque ellos serán con so vuestra Iglesia la paz, la tranquilidad y la li
lados. Bienaventurados los que tienen ham bre y bertad. Entretanto de la manera más intensa se
sed de justicia; porque ellos serán saciados. Bien unen íntimamente a vuestras plegarias, tienden
aventurados seréis cuando os insulten y persigan a conseguir del Padre de las misericordias que
y con m entira digan contra vosotros todo género todo esto se realice de la manera más rápida
de m al, p or mi. Alegraos y reg ocija os, porque y más feliz.
157 grande será en los cielos vuestra recom pensa Mat. 10. Intercesión de los m ártires y de María San
5, 5-12). Como los Apóstoles en los primeros
tísima. Alcáncennos tales gracias aquellos Santos
tiempos de la Iglesia se fueron contentos... porque
habían sido dignos de padecer ultrajes p or el
Mártires que ya dieron ejemplo de heroísmo a
vuestros antepasados y que ahora gozan de glo
nom bre de Jesús (Act. 5, 41), así también vos
otros no os asustéis, sino que, puestos en el Cielo ria inmortal: os lo obtenga principalmente la
Virgen María, Madre de Dios, Reina de China,
vuestros ojos, vuestro corazón y vuestra alma,
llenaos de aquella alegría y de aquellos consue que vosotros amáis y veneráis con tanto amor y
piedad. Sea Ella el poderosísimo consuelo prin
los celestiales que nacen de la buena conciencia cipalmente a todos los que se hallan en medio
y se alimentan de la firme esperanza del premio de los peligros, en angustias, en cárceles, en el
eterno.
destierro, y a aquellos especialmente que entre
Ya otras veces, a lo largo de los siglos, vuestra vosotros, habiendo constituido una pacífica aso
Iglesia ha debido sostener crueles y acerbas per ciación, se han consagrado al servicio de Ella y
secuciones; vuestro suelo ha sido ya enrojecido se glorian de su nombre, les sea propicia y les
con la sangre sagrada de los mártires; y sin em dé fuerza, consuelo y ayuda.
bargo podéis con mucha razón aplicaros a vos
otros mismos aquellas famosas palabras: Som os 11. Bendición A postólica. Mientras Nos eleva
más cuantas más veces se nos siega...; semilla es mos al Cielo Nuestras oraciones e impetramos
la sangre de cristianos (Tertul., Apolog. 50; Mig- para vosotros la divina gracia, portadora de
ne, P.L. 1, 534). cristiana fortaleza, en prenda de ésta y como tes
timonio de Nuestra benevolencia, a todos y a
0. La Iglesia vencerá. Ciertamente, como cual cada uno de vosotros, Venerables Hermanos, y 15S
quiera lo puede ver, todas las cosas humanas, a todos los fieles confiados a vuestros cuidados
tristes o alegres, débiles o poderosas, tarde o pastorales, de corazón impartimos la Rendición
temprano deberán desaparecer; pero la sociedad Apostólica.
que Cristo Nuestro Señor ha fundado, continúa Dado en Roma, junto a San Pedro, el 18 de
bajo la asistencia del Dios Eterno hasta el fin enero de 1952, en la fiesta de la Cátedra Romana
de los tiempos, a través de dificultades y de con de San Pedro, año 12 de Nuestro Pontificado.
trastes, asechanzas y triunfos, luchas y victorias, PIO PP. XII
siguiendo su camino y realizando su misión de
paz y de salvación: podrá, en efecto, ser comba (2) A. A. S. 44 (1952) 157. Ver en esta misma
tida, pero jamás vencida. página subtítulo 9 de la nota (1) de esta Encí
Confiando, pues, firmemente en las divinas pro clica.
mesas, de ningún modo os dejéis atemorizar; de (3) A. A. S. 44 (1952) 155. Ver subtítulo 5 de la
la misma manera que el sol vuelve a brillar des- nota (1), pág. 2046.
2048 E n cíclicas del PP. P ío XII (1954) 215, 4-6
tes, todos ellos de vuestra Nación y en esa divina voluntad los fieles se divi
número suficiente para las necesidades, den en dos clases: clero y seglares; en
bién entre vosotros, Obispos y sacerdo- virtud de la misma voluntad está cons
puedan gobernar la Iglesia católica en tituida la doble jerarquía sagrada, o
vuestro inmenso País, y que no sea ya sea de orden y de jurisdicción. Además
necesaria la ayuda de Misioneros ex — lo que del mismo modo ha sido esta
tranjeros en el campo de vuestro apos blecido por disposición divina— a la
tolado. potestad de orden (en virtud de la cual
la Jerarquía eclesiástica se halla com
7. Defensa de los misioneros extran puesta de Obispos, sacerdotes y minis
jeros y sus motivos espirituales. Pero tros) se accede recibiendo el sacramen
la verdad y el deber de conciencia to del Orden sagrado; la potestad de
exigen que propongamos a la diligente jurisdicción, además, que al Sumo Pon
atención de todos vosotros cuanto si tífice es conferida directamente por
gue: en primer lugar, estos predicado derecho divino, proviene a los Obispos
res del Evangelio que, después de ha del mismo derecho, pero solamente
ber abandonado su propia y amada mediante el Sucesor de S a n P e d r o , al
Patria, entre vosotros fecundan el cam cual no solamente los simples fieles,
po del Señor con sus esfuerzos y sus sino también todos los Obispos deben
sudores, no se mueven por motivos estar constantemente sujetos y ligados
terrenales, sino que no buscan más y con el homenaje de la obediencia y
nada desean más que iluminar a vues con el vínculo de la unidad.
tro pueblo con la luz del Cristianismo,
formarlo en costumbres cristianas, ayu c) Abuso del poder
darlo con la divina caridad. 9. La ingerencia estatal ilícita. Y,
por último, por la misma divina volun
b) Autónomo no significa separado tad, el pueblo o la autoridad civil no
de Roma deben invadir el campo de los dere
8. La unión con Boma y el gobierno chos y de la constitución de la jerar
Jerárquico. En segundo lugar, incluso quía eclesiástica*7).
cuando el mayor número del clero chi
no ya no tenga necesidad de la ayuda 2. Sobre la “ autonomía económica”
de los misioneros extranjeros, la Igle de la Iglesia china: Sostenimiento
sia Católica en vuestra Nación, como propio
en todas las demás, no podrá ser regi 10. La ayuda financiera es caridad
da con autonomía de gobierno, como cristiana no imperialismo político. T o
hoy usa decirse. En efecto, también dos deben observar, además — lo que,
entonces, como bien sabéis, será abso por otra parte, para vosotros, Venera
lutamente necesario que vuestra comu bles Hermanos y Amados Hijos, es
nidad cristiana, si quiere formar parte evidente— que Nos deseamos vivamen
de la sociedad que ha sido divinamente te que llegue pronto el tiempo en el
fundada por nuestro Redentor, se some que para las necesidades de la Iglesia
ta totalmente al Sumo Pontífice, Vica- China puedan ser suficientes los medios
9 rio de Jesucristo en la tierra y con él financieros que los fieles chinos con
estrechamente unida, por cuanto se siguen proporcionarle; sin embargo,
refiere a la fe religiosa y a la moral. como bien sabéis, los donativos reco
Con estas palabras — conviene obser gidos para esto en las demás Naciones,
var— se abraza toda la vida y la obra tienen su origen en esa caridad cris
de la Iglesia; y por lo tanto, también tiana en virtud de la cual todos los que
su constitución, su gobierno y su disci han sido redimidos por la sagrada san
plina; las cuales cosas, todas dependen gre de Cristo, se hallan necesariamente
ciertamente de la voluntad de J e s u c r is unidos unos a otros por una alianza
t o , fundador de la Iglesia. En virtud de fraternal y por el amor divino se sien
(7) Ver Conc. Trid. Sess. 23, De Ordine, can. 2-7 (Denz-Umb. nr. 962-967); Conc. Vat. Sess. IV (Denz-
Umb. nrs 1825-1827); C. I. C. can. 108 y 109.
Encíclicas Pontificias 6?
2050 E n cíclicas del PP. P ío XII (1954) 215, 11-12
PIO P P. XII
cepción, en virtud de la unión hipostá- María reparando con sus méritos todas
tica de la humana naturaleza con el las cosas, es Madre y Señora de todo:
Verbo, era Rey, aún como hombre, y Dios es Señor de todas las cosas, por
Señor de todas las cosas. Así que con que las ha creado en su propia natura
razón pudo San Juan D amasceno es leza con su imperio, y María es Señora
cribir: Verdaderamente fue Señora de de todas las cosas porque las ha eleva
toda criatura, cuando fue Madre del do a su dignidad original con la gracia
Creador^424) ; y de igual modo puede
3 que ella mereció^41\ En fin, como Cris
afirmarse que el primero que anunció to por título particular de la redención
a María con palabras celestiales la es Señor nuestro y Rey, así la Bien
regia prerrogativa fue el mismo Arcán aventurada Virgen (es Señora nuestra)
gel San Gabriel. por el singular concurso prestado a
nuestra redención, suministrando su
2. La cooperación a la Redención substancia y ofreciéndola voluntaria
mente por nosotros, deseando, pidiendo
11. 2? su cooperación a la Redencióny procurando de una manera especial
de Cristo. Con todo debe ser llamada nuestra salvación(448b
*7
5
3
4
2
Reina la Virgen María Beatísima, no
sólo por razón de su maternidad divina, 12. El razonamiento teológico de la
sino también porque por voluntad divi co-redenclón. De estas premisas se
na tuvo parte excelentísima en la obra puede argüir así: si María fue asociada
de nuestra eterna salvación. Dice Pío por voluntad de Dios a Cristo Jesús
XI, predecesor Nuestro de feliz memo principio de la salud en la obra de la
ria: ¿Qué cosa más hermosa y dulce salvación espiritual y lo fue en modo
puede acaecer que Jesucristo reine so semejante a aquel con que E va fue
bre nosotros no sólo por derecho de su asociada a Adán , principio de muerte,
634 filiación divina, sino también por el de así se puede afirmar que nuestra re
Redentor? Mediten los hombres todos dención se efectuó según una cierta
olvidadizos cuánto costamos a Nuestro recapitulación(49) por la cual el género
Salvador: No habéis sido redimidos con humano, sujeto a la muerte por causa 635
oro o plata, cosas corruptibles, sino de una virgen, se salva también por
con la sangre preciosa del Cordero in medio de una virgen; si además se
maculado e incontaminado, C m fo (43). puede decir que esta gloriosísima Se
Ya no somos nuestros, porque Cristo ñora fue escogida para Madre de Cris
nos com pró(44> a gran precio<454>.
7
6 to principalmente para ser asociada a
Ahora bien en la realización de la la redención del género humano^m^
obra redentora, la Beatísima Virgen y si realmente fue Ella la que libre de
María se asoció íntimamente a Cristo toda culpa personal y original, unida
ciertamente; y con razón canta la Li estrechamente a su Hijo, lo ofreció en
turgia Sagrada: Estaba en pie doloroso el Gólgota al Eterno Padre, sacrifican
junto a la Cruz de Nuestro Señor Jesu do de consuno el amor y los derechos
cristo Santa María Reina del cielo y maternos, cual nueva Eva, para toda
Señora del mundo(46). Así pudo escri la descendencia de Adán, manchada por
bir en la edad media un piadosísimo su lamentable caída<51); se podrá legí
discípulo de San Anselmo: A s í como timamente concluir que com o Cristo,
Dios creando con su poder todas las nuevo Adán , es Rey nuestro no sólo
cosas es Padre y Señor de todo, así por ser Hijo de Dios, sino también por
(42) S. Juan fíamasc., De fíele orthodoxa, lib. (48) Francisco Suárez S.J., De musteras vd-v
IV, cap. 14 (Migne P.G. 94, col. 1158 B). Chrisli, Disput. 22, sec. II nr 4 (ed. Vives 19,
(43) I Petr. 1, 18-19. 327; BAG [Bibl. de Autores Crist.] 35, p. 603,
(44) I Corint. 6, 20. rengl. 9 de ab.; ed. 1948).
(45) Pío XI, Encíclica Quas Primas , ll-XII-1925, (49) S. Ireneo, Advers. Ilaeres, V, 19, 1 (Migne
A. A. S. 17 (1925) 599; en esta Colección: Encici. P.G. 7, col. 1175, B).
136, 9, pág. 1008. (50) Pío XI, Epist. Anspicatus profecía, 28-1-
(46) Liturgia, Tracto de la fiesta de los siete 1933, A. A. S. 25 (1933) 80.
dolores de N. Señora. (51) Pío XII, Encíclica Mijstici Cor parís, 29-VT-
(47) Eadmcro, De cxcellenlitv Yírginis Marise, 1943, A. A. S. 35 (1943) 247; en esta Colección:
cap. 11 (Migne P.L. 159, col. 508 A y B). Eiicíci. 177, 91, pág. 1622.
216, 13-14 E n cíc lic a “ A d caeli R e gin am : 2059
ser Redentor nuestro, así, con una cier Para facilitarnos la comprensión de
ta analogía, se puede igualmente afir la sublime dignidad, que la Madre de
mar que la Bienaventurada Virgen es Dios obtiene sobre todas las creaturas,
Reina, no sólo por ser Madre de Dios, podemos pensar que la Virgen Santísi
sino también porque como nueva Eva , ma, desde el primer instante de su
fue asociada al nuevo Adán. concepción, fue colmada de una abun
dancia de gracias superior a la de to
3. Su sublime dignidad y plenitud dos los Santos: por lo que — como
de gracias escribió Nuestro Predecesor Pío IX, de
13. Realeza mariana en sentido aná feliz memoria, en una Carta Apostó
logo pero eminente por su dignidad y lica— Dios inefable ha enriquecido con
su gracia. Ciertamente en sentido ple tal munificiencia a María con la abun
no, propio y absoluto solamente J esu dancia de celestiales dones, sacados del
cristo, Dios y Hombre, es Rey; con tesoro de la divinidad, muy sobre los
todo también María , sea como Madre Angeles y Santos todos, que Ella com
de Cristo Dios, sea como asociada a la pletamente inmune de toda mancha de
obra del Divino Redentor, en la lucha pecado, bellísima y perfectísima, tiene
con los enemigos y en el triunfo obte tal plenitud de inocencia y santidad,
nido sobre todos, participa Ella tam cual no se puede concebir más grande
bién de la dignidad real aunque en después de Dios, y que fuera de Dios,
modo limitado y analógico. Precisa nadie podrá jamás comprender^55).
mente de esta unión con Cristo Rey
deriva en Ella tan esplendorosa subli A. María reina con Cristo
midad, que supera la excelencia de
todas las cosas creadas; de esta misma 14. Participación del poder y la
unión con Cristo nace aquel poder distribución de los frutos de la reden
regio, por el que Ella puede dispensar ción. Más aún, la Bienaventurada Vir
ios tesoros del Reino del Divino Re gen no ha recibido solamente el su
dentor; en fin en la misma unión con premo grado de excelencia y perfección
Cristo tiene origen la eficacia inagota después de Cristo, sino también una
ble de su materna intercesión con su participación de aquel influjo, con que
Hijo y con el Padre. su Hijo y Redentor nuestro dícese con
No hay por tanto duda alguna que justicia que reina en la mente y en la
María Santísima supere en dignidad voluntad de los hombres.
a todo lo creado y tenga la primacía Si en verdad el Verbo obra ios mila
sobre todos después de su Hijo. Tú, en gros e infunde la gracia por medio de
fin, canta S an S ofronio, has superado la humanidad, que tomó, si se sirve de
con mucho toda creatura... ¿Qué cosa los Sacramentos, y de sus Santos como
puede existir más sublime que este gozo, instrumentos para la salvación de las
oh Virgen Madre? ¿Qué cosa más su almas, ¿por qué no puede servirse de
blime que esta gracia, que por divina los oficios y de la acción de su Madre
voluntad te ha cabido en suerte? (52>. Santísima en la distribución de los fru
Y va aún más allá en sus alabanzas tos de la Redención? Con ánimo verda
S an Germán: T u honorífica dignidad deramente materno, así habla el mismo
te coloca en puesto superior a todo lo Predecesor Nuestro Pío IX, de inmor
creado; tu sublimidad te hace superior tal memoria, tratando el negocio de
a los á n g e le s ^ . S an J uan Damasceno nuestra salvación, Ella es solícita de
llega a escribir la siguiente expresión: todo el humano linaje, constituida por
Es infinita la diferencia entre los sier el Señor Reina del cielo y de la tierra,
vos de Dios y su M a d reé). 5 3
2 exaltada sobre todos los coros de los
(52) S. Sofronio, In Anmmtiationem BMV, (Mig- (54) S. Juan Damasc., Homilía 1 in dormilio
ne P.G. 87, col. 3238 D; 3242 A). nem BMV (Migne P.G. 96, 715 A).
(53) S. Germán, Homilía II in Dormilionem (55) Pío IX, Bula Incffabilis Deus, 8-II-1851;
BMV, (Migne P.G. 98, col. 354-B). Acta Pii IX, I pág. 597-598; en esta Colección:
Encícl. 210, en Nota (1), subtít; í, pág. 1990:
2060 E n cíclicas del PP. P ío XII (1954) 216, 15-16
sabe tomar sin vacilar las resoluciones que se 8. Plegaria de Pió XII a María Reina. Así pues
imponen, y procurar su ejecución con una ener ejerce María su realeza: acogiendo nuestros ho
gía indefectible, de forma que arrastre detrás de menajes y no desdeñando de escuchar incluso
sus huellas a los débiles, a los cansados, a los las más humildes e imperfectas plegarias. Por
664 que dudan, a los que ya no creen en la justicia esto, deseosos como estamos de interpretar los
y en la nobleza de la causa que deben defender. sentimientos de todo el pueblo cristiano, Nos di
¿Quien no ve en qué grado ha actuado María en rigimos a la bienaventurada Virgen esta ferviente
sí misma este espíritu y ha merecido las ala súplica:
banzas debidas a la “ Mujer fuerte” ? Su Magní “ Desde lo hondo de esta tierra de lágrimas, en
ficat, este cántico de alegría y de confianza in que la. humanidad dolorida se arrastra trabajo
vencible en la potencia divina, con la cual Ella samente; en medio de las olas de este nuestro
comienza a realizar las obras, la llena de santa mar perennemente agitado por los vientos de las
audacia, de una fuerza desconocida a la natura pasiones; elevamos los ojos a vos, oh María
leza. amadísima, para reanimarnos contemplando vues
; 6. Con audacia sacudan el abatimiento los di tra gloria, y para saludaros como Reina y Se
rigentes y gobernantes. ¡Cómo querríamos que to ñora de los cielos y de la tierra, como Reina y
dos aquellos que hoy tienen la responsabilidad Señora nuestra.
de los asuntos públicos imitasen este luminoso Con legítimo orgullo de hijos queremos exaltar
ejemplo de sentimiento real! Por el contrario esta vuestra realeza y reconocerla como debida
¿no se nota acaso también alguna vez en sus filas por la excelencia suma de todo vuestro ser, dul
una especie de cansancio, de resignación, de pa císima. y verdadera Madre de Aquel, que es Rey
sividad, que les impide afrontar con firmeza y por derecho propio, por herencia y por conquista,
perseverancia los arduos problemas del momento Reinad, Madre y Señora, señalándonos el camino
presente? Algunos de ellos ¿no dejan acaso que de la santidad, dirigiéndonos, a fin de que nunca
a veces los acontecimientos corran a merced de nos apartemos de él.
la corriente, en vez de dominarlos con una acción Lo mismo que ejercéis en lo alto del Cielo
sana y constructiva? vuestra primacía sobre las milicias angélicas, que
¿No urge por consiguiente movilizar todas las os aclaman por Soberana suya, sobre las legio
fuerzas vivas ahora en reserva, estimular a aque nes de los Santos, que se deleitan con la con
llos que no tienen aún plena conciencia de la pe templación de vuestra fúlgida belleza: así tam
ligrosa depresión psicológica en que han caído? bién reinad sobre todo el género humano, par
Si la realeza de María tiene un símbolo muy ticularmente abriendo las sendas de la fe a cuan
apropiado en la acies ordinata, en el ejército or tos todavía no conocen a vuestro Hijo divino.
denado para la batalla (Off. in Assumptione Reinad sobre la Iglesia, que profesa y celebra
R. M. V. en varios lugares), nadie querrá por ello vuestro suave dominio y acude a vos como a re
pensar ciertamente en ninguna intención beli fugio seguro en medio de las adversidades de
cosa, sino únicamente en la fuerza de ánimo nuestros tiempos. Mas reinad especialmente sobre
que admiramos en grado heroico en la Virgen, aquella parle de la Iglesia que está perseguida y
y que procede de la conciencia de obrar pode oprimida, dándole fortaleza para soportar las
rosamente por el orden de Dios en el mundo. contrariedades, constancia para no ceder a injus
Ojalá que nuestra invocación a la realeza de tas presiones; luz para no caer en las asechan
la Madre de Dios pueda obtener para los hom zas del enemigo; firmeza para resistir a los ata
bres conscientes de su responsabilidades la gra ques manifiestos y en todo momento fidelidad
cia de vencer el abatimiento y la indolencia eu inquebrantable a vuestro Reino.
un momento en que nadie puede permitirse un Reinad sobre ¡as inteligencias, a fin de que
instante de descanso cuando en tantas regiones busquen solamente la verdad; sobre las volunta
la justa libertad está oprimida, la verdad ofus des, a fin de que persigan solamente el bien; so
cada por los ardides de una propaganda enga bre los corazones a fin de que amen únicamente
ñadora y las fuerzas del mal como desencade lo que vos misma amáis.
nadas sobre la tierra! Reinad sobre los individuos y sobre las familias, 666
7. Derrama sus bendiciones sobre todo el pueblo. al igual que sobre las sociedades y naciones; so
Si la realeza de María puede sugerir a los con bre las asambleas de los poderosos, sobre los
ductores de las naciones actitudes y consejos que consejos de los sabios, lo mismo que sobre las
corresponden a las exigencias de la hora presen sencillas aspiraciones de los humildes.
te, Ella no cesa de derramar sobre todos los Reinad en las calles y en las plazas, en ¡as
pueblos de la tierra y sobre todas las clases so ciudades y en las aldeas, en los valles y en las
ciales. la abundancia de sus gracias. Después del montañas, en el aire, en la tierra y en el mar;
atroz espectáculo de la Pasión al pie de la Cruz, Y acoged la piadosa plegaria de cuantos saben
en el que había ofrecido el más duro de los sa que vuestro reino es reino de misericordia, donde
crificios que se pueden pedir a una madre, Ella toda súplica encuentra acogida, todo dolor con
continuó difundiendo sobre los primeros cris suelo, toda desgracia alivio, toda enfermedad
tianos sus hijos adoptivos, sus cuidados mater salud, y donde, como a una simple señal de
nales. Reina más que ninguna otra jjor la ele vuestras suavísimas manos, de la muerte misma
vación de su alma y por la excelencia de los brota alegre la vida.
dones divinos, Ella no cesa de conceder todos los Obtenednos que quienes ahora os aclaman en
tesoros de su afecto y de sus dulces premuras a todas partes del mundo y os reconocen como
la. mísera ¡humanidad. Lejos de estar fundado Reina y Señora, puedan un día en el cielo gozar
sobre las exigencias de sus derechos y de un al- de la plenitud ele vuestro Reino en la visión
665 tivo dominio, el reino de María no tiene más de vuestro Hijo divino, el cual con el Padre y
que una aspiración: la plena entrega de sí en su el Espíritu Santo vive y reina por los siglos ríe
más ¡.alia y total generosidad. los siglos. Así sea” .
'SML'W
P I O PP. X I I
Venerable Hermano Nuestro, Salud y Bendición Apostólica
iAS 1. A m or del Papa a la América La- Si a Nos, a quien por celestial desig
47 tina Católica. A la Iglesia de Cristo, nio fue encomendado regir el entero
539 que vive en los países de América La rebaño de Cristo, corresponde la coti
tina, tan ilustres por su devoción a la diana y solícita cura de todas las Igle
Religión, por luz de civilización, y por sias, es muy natural que Nuestras mi
las esperanzas que ofrecen de un por- radas se dirijan con particular insis
510 venir de mayor grandeza, se dirige con tencia hacia los numerosos fieles que
vigilancia igual al amor Nuestro pen viven en ese continente. Ellos, en efec
samiento. to, unidos y hermanados — no obstan-
(*) A. A. S. 47 (1955)) 539-544. Versión castellana de “ L'Osservatore Romano” , edición argentina, Ano
4^, N. 197, Buenos Aires, 4-VIII-1955. Por su importancia práctica y por tratar de asuntos latino-ame
ricanos incorporamos la presente Carta Apostólica a esta Colección.
Después de concluido el 36 Congreso Eucarístico Internacional celebrado del 17-24 de julio de 1955
en Río dé Janeiro, se congregó en la iglesia de la Calendaría de la Capital brasileña, para la lectura
de ella y se inauguró la Primera Conferencia General del Episcopado Latino-Americano; y bajo la pre
sidencia del Cardenal Adeodato G Piazza, estudió el casi centenar de representantes episcopales de
más de 30Ó diócesis y circunscripciones eclesiásticas latino-americanas los problemas relacionados con
el clero, la misión sacerdotal y las cuestiones del apostolado religioso; y luego fue creado la Comisión
Episcopal (permanente) de la América Latina (Celam) con sede actual en Bogotá (Colombia). (P. H.).
Pío X íl, siete años antes de la presente Carta Apostólica había escrito a los Cardenales, Arzobispos y
Obispo del Brasil la Epístola Apostólica: “ Volvidos cinco anos” , 23-IV-1947 sobre el oportuno fomento
y el recto cuidado de las vocaciones sacerdotales en que destaca sobre todo la fundación y ampliación
de los Seminarios o Proseminarios, el Papel de la Obra Pontificia en favor de las Vocaciones Sacer
dotales, la disciplina interna en los Seminaristas y el amor a Cristo en la obra del apostolado. (A. A. S.
39 [1947] 285-289).
AAS Por dirigirse a nuestro continente y reflejar su ambiente y necesidades la reproduciremos a conti
nuación íntegramente; se publicó en portugués.3 9
39 1. La preocupación anterior del Episcopado brasileño por las vocaciones sacerdotales. Pasados cinco*
años después del mensaje que Nos os dirigimos en ocasión de vuestro Congreso Eucarístico volvemos
285 a hablaros a vosotros, Venerables Hermanos, movido por la misma solicitud universal de todas las
iglesias (II Corint. 11, 28), que Nos llevó entonces a participar de aquella extraordinaria manifestación
de la fe. Cuando todo el mundo ardía en el furor de una guerra sin igual, vosotros os reuníais en
torno a la Hostia sacrosanta entre los esplendores de uno de los más memorables Congresos^Enicarís-
ticos llevados a cabo en esa nobilísima Nación para lograr la vida y la paz que el mundo nó puede dar
(Juan 14, 27) pero que mana del Corazón eucarístico de Jesús. Nos espiritualmente presente en aquella
memorable jornada os hablamos a través de la Radio, alegrándonos paternalmente con vosotrois y
286 refiriéndose la recomendación del Apóstol: Mirad vuestra vocación (I Corint. 1, 26), conjurábamos la
especial vocación de vuestra gran Nación en el concierto de las grandes Naciones Católicas y decíamos
que Nos llenábamos de satisfacción al saber que uno de los fines del Congreso había sido el estudio
y la solución nráctica del urgente problema de las vocaciones sacerdotales en el Brasil (Mensaje Ra
diofónico del 7-IX-1942; A. A. S. 34 [1942] 265 ss.).
2. Optimos frutos de esfuerzos ya hechos. Hoy Nos regocijamos con vosotros, Venerables Hermanos,
al pasar revista a los ingentes trabajos realizados en favor de los Seminarios del Brasil y de la causa
de las vocaciones en varias diócesis. Nos alegramos con vosotros por los magníficos esfuerzos de tantos
celosísimos Pastores que a costa de penosos sacrificios mantienen florecientes sus Seminarios por la.
— 2064 —
217, 2 C a r t a A post . “ A d ecclesiam C h r isti ’ 2065
4. Las consecuencias funestas de esa 7. Urgencia del rem edio. Para con
escasez. Donde, en efecto, falta el sa seguir el cumplimiento de estos votos
cerdote o éste no es vaso de honor, nuestros es preciso, sin embargo, obrar
santificado idóneo para uso del Señor, con prontitud, con generoso valor, con
dispuesto para toda obra buena(1>, lle energía; no echando a perder preciosas
ga por necesidad a oscurecerse la luz energías, sino coordinándolas de mane
de la verdad religiosa, pierden vigor ra que resulten casi multiplicadas; re
las leyes y los preceptos de vida dados curriendo, si es necesario, a nuevas
por la Religión, languidece cada vez formas y nuevos métodos de apostola
más la vida de la gracia, fácilmente se do que, aun dentro de la fidelidad a la
corrompen en la relajación e incuria tradición eclesiástica, respondan mejor
las costumbres del pueblo, y se debilita a las necesidades de los tiempos y apro
tanto en la vida pública como en la vechen los medios del moderno pro
privada esa saludable firmeza de pro greso que, si desgraciadamente a me
pósitos, que puede manifestarse única nudo sirven para el mal, pueden tam
mente cuando cada cual se atiene en bién y deben ser en manos de los bue
todas las circunstancias a los postula nos, instrumento para obrar valiente
dos del Evangelio. mente por el triunfo de la virtud y la
difusión de la verdad.
5. H oy se agudiza el problem a. Esta
insuficiencia del clero secular y regu 8. Estudio de m edidas com unes en
lar, que se advierte hoy más aguda y com isión episcopal. Es por ese motivo
más grave con relación a los tiempos que Nos ha parecido oportuno, reco
pasados por la aumentada mole de los giendo además el voto que Nos pre
problemas apostólicos de la Iglesia, sentó el Episcopado de la América
constituye un obstáculo o una rémora Latina, que la Jerarquía Latinoameri
cana se reuniera para proceder al estu 542
ai menos para que los pueblos de la
América Latina, por Nos amadísimos, dio a fondo de los problemas y de los
logren en el orden religioso los progre medios más aptos para resolverlos con
sos que felizmente realizan en no pocos esa prontitud y plenitud que las nece
campos. sidades exigen.
Por lo tanto, una vez que los Sagra
6. Esperanza de m ejoram iento para dos Pastores han terminado la labor
que pueda cum plir su m isión. Nos, preparatoria de examen del estado
confiando en la protección de Dios y en actual y de meditación de los remedios,
el patrocinio de la Virgen Santísima, próximamente se reunirán en Confe
Reina de la América Latina, no com rencia General los representantes dele
partimos los tristes presentimientos gados de las diversas Provincias Ecle
que a algunos inspira semejante con siásticas y de las circunscripciones mi
dición de cosas; es más, en Nuestro sioneras de América Latina para comu
corazón alimentamos la esperanza de nicarse los resultados del estudio lle
que dentro de no mucho tiempo la vado a cabo y llegar de mutuo acuer
América Latina pueda lia’ larse en con do a conclusiones prácticas para un
diciones de responder, con vigoroso florecimiento más vigoroso de la vida
empeño» a la vocación apostólica que católica en todo el continente.
la divina Providencia parece haber Participando de sus preocupaciones,
asignado a ese gran continente, o sea, agudizadas en Nos por el apostólico
ocupar un lugar preeminente en la afán, tenemos la satisfacción de encon
nobilísima misión de comunicar tam trarnos en tu persona, Venerable Her
bién $ los demás pueblos, para lo fu mano Nuestro, presentes en su reunión,
turo, los deseados dones de la salva llevándoos por medio de esta Carta,
ción y de la paz. como testimonio de profundo amor,
••••'(•IfV'-1P•Timoteo 2, 21.
2068 E n cíclicas del PP. P ío XII (1955) 217, 9 4 3
que, cuanto más grave es la ignorancia cuestión íntimamente ligada con la vida
de las cosas divinas y más adormecida religiosa.
la vida cristiana, tanto más fácilmente
se difunden, ocupando el lugar de la 16. La colaboración universal. Por
verdadera Fe y satisfaciendo engaño último, queremos añadir una palabra
samente las ansias del pueblo sediento sobre las posibilidades y grandes ven
de Dios. A ellas se añaden las perver tajas de una más amplia y cordial cola
sas doctrinas de los que, bajo el falso boración, a la que paternalmente invi
pretexto de justicia social y de mejorar tamos no solamente a la Jerarquía y a
las condiciones de vida de las clases los fieles de las diversas naciones La
más humildes, tienden a arrancar del tino-americanas, sino también a todos
alma el inestimable tesoro de la Reli los demás pueblos que, de un modo o
gión. de otro, pueden prestar ayuda y sostén:
esa ayuda y ese sostén que confiamos
14. Otros problemas especialmente la América Latina podrá devolver más
el de inmigración. Otros temas, ade adelante, grandemente multiplicados,
más, habrán de ser — por su urgen a la entera Iglesia de Cristo cuando
cia— tratados con la más diligente —conforme a Nuestros votos— pueda
atención en la Conferencia: vastísimo, contar felizmente con las vastas y pre
en efecto, es el campo que se ofrece ciosas energías que casi parecen espe
a los triunfos de la Fe Católica. rar la mano del sacerdote para dedi
A más de los otros temas de suma carse con activo entusiasmo al servicio
importancia, estos que siguen no deben de Dios y de su Reino.
ser descuidados: América, con hospita
laria caridad, acoge en sus vastas regio 17. La ayuda celestial y la Bendición
nes, ricas en minas, productos agríco Apostólica. Al mismo tiempo que, m o
las y cuanto es necesario para la vida, vidos por paternal afecto, sentimos esta
a multitudes de personas a las que la consoladora esperanza de un porvenir
necesidad o la violencia aleja de su más fausto, esperanza que confiamos
Patria. La transmigración de tanta gen al Corazón Sacratísimo de Jesús y a
te, como fácilmente se comprende, sus la Inmaculada Virgen Madre de Dios,
cita muchos problemas, sobre los que Nos tenemos la satisfacción de impartir
hemos llamado la atención y dado nor a Ti, Venerable Hermano Nuestro, a los
mas con la Constitución Apostólica amadísimos Cardenales, Arzobispos,
Exsul F a m i l i a particularmente por Obispos y Prelados de la América La
lo que se refiere a la asistencia espi tina, y ante todo a los que tomen parte
ritual a los emigrados. en la próxima Conferencia de Río de
Janeiro, con el fin de que a su empeño
15. La cuestión social. Queremos y a sus trabajos acompañen abundan
subrayar además cuán necesario es la tísimos frutos, Nuestra Bendición Apos
presencia maternal de la Iglesia, con tólica, que de corazón extendemos tam
su luminosa enseñanza y con su gene bién a los sacerdotes, a los religiosos,
rosa actividad, en el campo social: a las religiosas y a todos los fieles de
tema éste que si en todos los pueblos la América Latina.
es merecedor de la mayor considera Dada en Roma junto a San Pedro,
ción, en las Naciones Latino-america el 29 de Junio del año 1955, 17 de
nas ofrece motivos particulares para Nuestro Pontificado.
reclamar la solicitud pastoral de la
Sagrada Jerarquía, ya que se trata de1
2 PIO PAPA XII.
12] Pío XII, Exsul Familia, l-VIII-1952; A. A. S. 44 (1952) 649-704; en esta Colección: Encícl. 206,
pág. 1924-1964.
ENCICLICA “ M U SICA S A C R ^ DISCIPLINA” 00
(25-XII-1955)
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
In t r o d u c c ió n : mente promulgadas por San Pío X en
Propósitos de esta Encíclica, inspirados aquel documento, que él mismo llamó
en deseos manifestados por los Obispos con razón código jurídico de la mú
y los entendidos sica sagradaU), queden de nuevo con
firmadas e inculcadas, reciban nüeva
aas i p ¡0 x i l desea dilucidar cuestio- luz y se corroboren con nuevas razo
48 nes surgidas y responder a problemas nes. Adaptado así el arte ilustre de la
5 planteados por nuevas experiencias música sagrada a las circunstancias
pastorales y progresos de la ciencia. actuales y en cierto modo enriquecido,
Siempre hemos tenido en grande estima estará en condiciones de responder
la música sagrada y por eso Nos lia cada vez mejor a su elevado fin.
parecido oportuno por medio de esta
I Parte:
Carta Encíclica tratar ordenadamente
esta materia exponiendo al mismo tiem La Música Sagrada y su ejecución
po con mayor amplitud algunas cues a través de la Historia de la Iglesia
tiones que se han suscitado y discutido 2. La música, un gran don de Dios.
en los últimos decenios, para que así, Entre los muchos y grandes dones na
este arte tan noble y tan honroso ayu turales, con que Dios, en quien se halla
de al mayor esplendor del culto divino la armonía de la perfecta concordia y
y fomente más eficazmente la vida es la suma coherencia, ha enriquecido a
piritual de los fieles. Al mismo tiempo los hombres creados a su imagen y
deseamos responder a los deseos, que s e m e j a n z a se debe contar la música,
no pocos de vosotros, Venerables Her la cual, como las demás artes liberales*
manos, sabiamente Nos habíais expues se refieren a los gustos espirituales y
to, y que, eximios artistas de esta dis al gozo del alma. De ella dijo con razón
ciplina liberal y preclaros cultivadores S a n A g u s t í n : La música, es decir, la
de la música sagrada también habían ciencia y el arte de modular rectamen
formulado en Congresos celebrados so te, como anuncio de una cosa grande,
bre esta materia, deseos finalmente que ha sido concedida por la liberalidad
sugieren la experiencia de la vida pasto- de Dios a los mortales dotados de alma
6 ral y los progresos de la ciencia y de racion al^ .
los estudios de este arte. De esta ma 3. El canto sagrado y cí arte musical
nera esperamos, que las normas sabia en el Antiguo Testamento. No hay,
(*) A. A. S. 48 (1956) 5-25. Versión oficiosa de la Tipografía de la Políglota Vaticana. El esquema
y los subtítulos son de responsabilidad de la 2$ edición. Véanse también Juan XXIII.
1. Discorso Cinquantesimo del Pontificio Instituto di Música Sacra “ Sono trascorsi ollre,..'', 8-XII-
1961 (Discorsi t IV 72-74); !::
2. Inauguración del nuevo órgano en San Pedro, Piorna, Discorsi IV, 548-550;
3. II Congreso di música delFUnesco, Discorsi IV, 552-554 (P.H.). ;¡
(1) S. Pío X , Motu Proprio Fra le Sollecitu- lies” ; en esta Colección: Encícl. 91, 4, pág. ’698*
dini delVUfficio Pastorale, 22-XI-1903, Acta Pii 2? col.
X, vol. I, p. 77; A. S. S. 38 (1903)/04) 329; la ver (2) Ver Génesis 1, 26.
sión latina del texto está en A. S. S. 36 (1903/04) (3) S. Agustín, Epist. 161, De origine animas
387: Inter plurimas pastoralis officii sollicitudi- hominis, 1, 2 (Migue P.L. 33, col. 725).
2070
E n cíc lic a “ M usicae sacrae ” 2071
pues, que maravillarse que el canto Dios(dK Estas palabras del procónsul
sagrado y el arte musical hayan sido romano de Bitinia muestran clara
empleados, para dar brillo y esplendor mente que ni siquiera en tiempo de la
a las ceremonias religiosas siempre y persecución cesaba del todo la voz del
en todas partes, como consta de mu canto de la Iglesia; esto lo confirma
chos documentos antiguos y modernos, T e r t u l i a n o cuando narra q u e en la
aun entre los pueblos gentiles; y que reunión de los cristianos se leen las
principalmente se haya servido de este Escrituras, se cantan salmos, se tiene
arte el culto del sumo y verdadero Dios la cate quesis^10K
ya desde los tiempos primitivos. El
pueblo de Dios, librado milagrosamen 5. La era de Constantino y el can
te del Mar Rojo por el poder divino to gregoriano. Restituida a la Iglesia
cantó al Señor un himno de victoria; la libertad y la paz, abundan los testi
y M a r í a , hermana del caudillo M o is é s , monios de Padres y Escritores eclesiás
dotada de espíritu profético, cantó al ticos que confirman cómo estaban en
son de! tímpano acompañada del canto uso casi cotidiano los salmos e himnos
del pueblo*4^. Más tarde cuando se lle del culto litúrgico. Más aún: poco a
vaba el Arca de Dios desde la casa de poco se crearon nuevas formas de can
O b e d e d o m a la ciudad de D a v i d , el rey to sagrado, se excogitaron nuevas espe
mismo, y todo Israel danzaban delante cies de cantos cada vez más perfeccio
del Señor con todas sus fuerzas, con nados por las Escuelas de Canto, espe
7 arpas, cítaras, panderos, flautas y cím cialmente en Roma. Nuestro Predece
b a l o s El mismo rey D a v i d fijó las sor de feliz memoria S a n G r e g o r i o
reglas de la música para el culto sa M a g n o , según la tradición, recogió cui
grado y el canto reglas que al vol dadosamente cuanto había sido trasmi
ver el pueblo del destierro se restable tido por los mayores y le dio una orde
cieron de nuevo, guardándose después nación sabia velando con leyes y nor
fielmente hasta la venida del Divino mas oportunas por la pureza e integri
Redentor. dad del canto sagrado. Poco a poco la
modulación romana del canto partien
4. En la Iglesia naciente. Y en la do de la Ciudad eterna se fue introdu- 8
Iglesia fundada por el Divino Redentor ciendo en otras regiones del Occidente
ya desde el principio se usaba y tenía y no sólo se enriqueció de nuevas for
en honor el canto sagrado como clara mas y melodías, sino que se introdujo
mente lo expresa el Apóstol S a n P a b l o una nueva especie de canto sagrado, el
cuando escribe a los Efesios: Llenaos himno religioso, expresado a veces en
del Espíritu Santo recitando entre vos lengua vulgar. El mismo canto ecle
otros salmos, e himnos y cantos espi siástico, que del nombre de su restau
r i t u a l e s y que este uso de cantar rador, S a n G r e g o r i o , comenzó a lla
salmos estuviese en vigor aun en las marse Gregoriano, a partir del siglo 89
reuniones de los cristianos lo indica o 99, no fue él solo el que había de con
él cbn estas palabras: Cuando os reu ferir esplendor al culto en casi todas las
nís, algunos de vosotros cantan el Sal- regiones de la Europa cristiana, ha
mo..AsK Que sucediese lo mismo des biéndose empezado a usar en las Igle
pués de la edad apostólica, lo atestigua sias el instrumento músico llamado
P l i n i o cuando escribe que los que ha “ órgano” .
bían renegado la fe afirmaban que esta
era la sustancia de la culpa o error de 6. El canto polifónico en la Iglesia.
en días determinados antes de la auro A partir del siglo 9 se fue añadiendo
ra para cantar un himno a Cristo como que les acusaban: que solían reunirse
(4) Ver Exodo 15, 1-20. (8) I Corint. 14, 26.
(5) II Samuel 6, 5. (9) Plinio, Epistol. X, 96, 7.
’ (6) Ver I Paralipomenon 23, 5; 25, 2-31. (10) Ver Tertuliano, de anima, c. 9 (Migue P.L.
(7) Efes. 5, 18-19; ver Golos. 3, 16. 2, col. 701; y Apolog. 39 (Migne P.L. 1, col. 540).
2072 E n cíclicas del PP. P ío XII (1955) 218, 7-8
(11) Concilio Tridentino, sesión 22: Decreto de de obseivarse en el canto coral. Acta Leonis XIII,
observandis et vitandis in celebratione Missse t. 14 (1895) 237-247; A. S. S. 27 (1894/95) 42-49.
(Mansi 33, 133-A; Conc. Trid. Act. Herder 1919 (15) Ver Pío X, Fra le sollicitudini, [véase no
vol. V, p. 963 rengl 13-15; también p. 318 rengl. ta (1)1. Acta Pii X, vol. 1. 75-87- A S. S. 36
12-14). (1903/04) [Italiano] 329-339; [latín] 387-395; en es
(12) Ver Benedicto XIV, Encíclica Annus qui: ta Golecc Encícl. 91, p. 698-702.
Opera Omnia (edic. Prati, vol. 17, 1, pág. 16).
(13) Ver Pío VIII, Carta Apostólica norium est (16) Ver Pío XI, Constitución Apostólica Divini
confiteri Domino, 2-VIII-1828, véase Bullarium Cultus Sanctitatem, 20-XII-1928, A. A. S. 21 (1929)
Romanum (edic. Prati, ex Typogr. Aldina, t. IX, 33 ss.; en esta Colección: Encícl. 145, pág. 1140 y ss.
pág. 139 s.). (17) Ver Pío XII, Encíclica Mediator ■ Dei et
(14) Ver León XIII, Decreto Quod Sanctus cc- hominum, 20-XI-1947; A. A. S. 39 (1947): \521-595;
terique Patres, acerca de la uniformidad que ha en esta Colección: Encicl. 185, pág. 1709-1758;
218, 9-11 E n cíc lic a “ M usicae sacrae ” 2073
— que no significa un ímpetu ciego pa artística sea para él como un culto y
ra obrar llevado por propio arbitrio o religión con que encienda 3^ estimule
guiado por el deseo de novedades— al pueblo para que profese la fe y prac
por el hecho de estar sujeta a la ley tique la piedad. La Iglesia ha tenido y
divina, no se encuentra coartada o tendrá siempre en gran honor a estos
suprimida, sino que más bien se enno artistas y les abrirá ampliamente las
blece 3' perfecciona. puertas de los templos, pues para ella
es muy grata y 110 pequeña ayuda la
2 . Su aplicación y sus frutos salu
que ellos le brindan con su arte e
dables industria para ejercitar con más efica
cia el ministerio apostólico.
12. Aplicación de estos principios al
arte religioso. El artista arreligioso 14. La .música sagrada, más unida
está impedido. Estos principios, que al culto divino dehe observar m ejor
se deben aplicar a las creaciones de esas normas. La música sagrada, en
cualquier arte, es claro que también verdad, está más estrecha y santamente
valen tratándose del arte religioso y unida a estas normas y leyes del arte,
sagrado. Más aún, el arte religioso es puesto que se allega más de cerca al
más propio de Dios y más a propósito culto divino que las demás artes libe
para promover su alabanza y gloria, rales como la arquitectura, la pintura
puesto que con sus obras no se propo y la escultura. Dichas artes ponen su
ne otra cosa que llegar a las mentes de empeño en preparar una mansión dig
los fieles para llevarlas a Dios por na a los ritos divinos, al par que ésta
medio del oído y de la vista. Así pues, halla su expresión en las mismas cere
el artista que no profesa las verdades monias sagradas y oficios divinos.
de la fe o se halla lejos de Dios en su Por esta razón, la Iglesia debe tener
modo de pensar y de obrar, de ninguna sumo cuidado en alejar de la música,
manera debe ejercitar el arte sagrado: que es como la sierva de la liturgia,
ya que no tiene, por decirlo así, ese todo lo que desdice del culto divino o
ojo interior con el cual puede ver lo impide a los fieles que alcen sus mentes
que exigen la majestad y el culto de a Dios.
Dios; ni es de esperar que sus creacio
nes ajenas a la Religión, que por otra 15. Fines y efectos saludables «le la
parte muestran que es un hombre pe música sagrada. Porque la dignidad
rito en su arte y dotado de cierta ha de la música sagrada y su altísimo
bilidad externa, sean capaces de inspi propósito estriban en que con sus her
rar esa piedad que dicen bien con el mosas modulaciones embellece y ador
templo de Dios y su santidad, y dignas, na las voces del sacerdote que ofrece o
por tanto, de que sean admitidas en los del pueblo cristiano que canta alaban
lugares sagrados por la Iglesia que es zas al Altísimo, y eleva a Dios los espí
juez y guardiana de la vida religiosa.1 3 ritus de los asistentes como por una
fuerza y virtud innata y hace más vivas
13. La Iglesia honra y elige al artista y fervorosas las preces litúrgicas de la
creyente. Pero el artista que estando comunidad cristiana para que pueda
firme en la fe lleva una vida digna de con más fuerza, intensidad y eficacia
un cristiano, impelido por el amor de elevar sus súplicas y alabanzas a Dios
Dios y empleando religiosamente las Trino y Uno. Gracias a la música sa
energías que el Creador le ha conce- grada se acrece el honor que la Iglesia
12 dido, debe empeñarse muy de veras en unida con Cristo su Cabeza tributa: a
expresar y proponer de manera tan Dios; se aumenta también el fruto que
hábil, agradable y graciosa por medio los fieles sacan de la sagrada liturgia
del color, del sonido o de la línea, las movidos por la música religiosa, fruto
verdades que cree y la piedad que cul que se manifiesta en su vida y costum
tiva, de tal suerte que esta expresión bres dignas de un cristiano, como lo
218; 16-18 E n cíc lic a “ M usicae sacrae ” 2075
uios expuesto brevemente acerca del a excitar piadosos afectos en las almas
canto Gregoriano, se refiere principal de los fieles. Nadie ciertamente ignora
mente al Rito romano latino de la Igle que muchos de los cantos polifónicos,
sia: pero proporcionalmente se puede compuestos principalmente en el siglo
acomodar también a los cantos litúrgi 16, se distinguen por tal pureza de arte
cos de los demás Ritos, ya de los pue y tal grandeza de composición, que
blos occidentales, como el Ambrosiano, absolutamente deben considerarse co
Galicano, Mozárabe, ya de los varios mo dignos de acompañar y como ilus
Ritos Orientales. Puesto que todos ellos, trar los sagrados ritos de la Iglesia. Si
com o demuestran la admirable riqueza el genuino arte polifónico con el correr
de la Iglesia en las acciones litúrgicas de los siglos poco a poco ha decaído
y en las fórmulas de las oraciones, así y no pocas veces se le han mezclado
también cada uno conserva en su pro elementos profanos; en estos últimos
pio canto litúrgico preciosos tesoros, decenios, gracias al incansable empeño
que conviene custodiar y preservar no de maestros competentes, puede decirse
sólo de la ruina, sino aun de cualquier que ha logrado una feliz restauración,
deterioro o deformación. ya que las obras de los antiguos artis
Entre los antiquísimos y valiosí tas se investigan con ardor y se pro
simos monumentos de música sagra ponen a la imitación y emulación de los
da, ocupan sin dudar un lugar pre modernos compositores.
eminente los cantos litúrgicos de va De aquí proviene que en las Basíli
rios Ritos Orientales, cuyas modulacio cas, Catedrales y templos de las familias
nes sirvieron muchísimo para formar religiosas se pueden expresar realzando
las melodías de la misma Iglesia Occi el sagrado rito aquellas magníficas
dental, con las variaciones sugeridas obras de los antiguos maestros junto
por la índole propia de la liturgia La a las composiciones polifónicas de
tina. Nuestro deseo es que la selección autores recientes: más aún, en iglesias
de cantos sagrados de los Ritos Orien más pequeñas sabemos que no raras
tales — en la que diligentemente traba veces se ejecutan cantos polifónicos
ja el Pontificio Instituto de Estudios sencillos, pero sinceramente artísticos
Orientales con la cooperación del Pon y dignos. La Iglesia ampara con su fa
tificio Instituto de Música Sagrada— vor todos estos intentos: pues, como
obtenga éxito próspero, en lo tocante decía Nuestro Predecesor de imborra
a la doctrina y al uso: de suerte que ble memoria S a n P ío X, ella cultivó
los alumnos pertenecientes a los Ritos sin cesar el progreso de las artes y lo
Orientales de la Iglesia perfectamente favoreció, admitiendo para el uso reli
educados aun en el canto sagrado, gioso cuanto de bueno y hermoso in
cuando reciban el ministerio sacerdo
ventó el genio humano a lo largo de
tal, puedan también de este modo con
los siglos, sin más restricción que las
tribuir poderosamente a aumentar la
hermosura de la casa de Dios. leyes litúrgicas^25). Estas leyes advier
ten que en asunto tan grave, se vigile
25. b) Recomendación de la música con toda prudencia y cuidado, a fin de
sagrada polifónica de maestros anti que no se lleven al templo cantos poli
guos y modernos. No es Nuestro inten fónicos que por cierta especie de m o
to al exponer estas ideas en alabanza dulación exuberante e hinchada oscu
y recomendación del canto Gregoriano, rezcan con su exceso las palabras sa
desterrar de los ritos de la Iglesia la gradas de la Liturgia o interrumpan la
polifonía sagrada, ya que ésta, si va acción del rito divino o finalmente so
hermoseada con las debidas propieda brepasen, no sin desdoro del sagrado
des, puede ayudar de una manera insig culto, la pericia y posibilidad de los
ne a la magnificencia del culto divino y cantores.
(25) Pío X, Motu Proprio Fra le sollecitudini, (1903/04) 333 [en italiano] 390 [en latín};, encesta
22-XI-1903, Acta Pii X, vol. I pág. 80; A. S. S. 36 Colección: Encícl. 91, 9, pág. 699, [ver nota (1)].
218, 26-29 E n cíc lic a “ M usicae sacrae ” 2079
sano de Arte Cristiana se hallare algu Esperamos que todos los que en la
no perito en música y canto sagrado, Iglesia siguiendo vuestra inspiración
que pueda vigilar sobre lo que se hace fomentan y dirigen el arte musical re
en la diócesis y comunicar al Ordinario cibirán un nuevo impulso para pro
de lo hecho y de lo que se debe aún mover con nuevo ardor e intensidad
hacer, y de él reciba la dirección y la este excelente género de apostolado.
autoridad y la ponga en ejecución. Si Así sucederá, lo deseamos, que esta
por fortuna en alguna diócesis se en arte nobilísima, tenida en tanta estima
cuentra ya algún instituto o corpora en la Iglesia en todos los tiempos, tam
ción establecida para el fomento de la bién en los nuestros se cultivará y per
música sagrada elogiado y recomen feccionará hasta los esplendores ge
dado por los Sumos Pontífices, el Ordi mimos de santidad y de belleza; y de
nario podrá, según su prudencia, ser parte suya felizmente sucede que los
virse de él en el cumplimiento de su hijos de la Iglesia con robusta fe, espe
cargo. ranza firme y ardiente caridad rendi
rán a Dios Uno y Trino en los sagrados
37. Exhortación resumida. Promo templos el debido tributo de alabanza,
ved y ayudad, Venerables Hermanos, traducido de una manera digna y en
con vuestra protección estos institutos una suave armonía, más aún; que aun
piamente fundados para educar al pue fuera de los templos sagrados en las
blo en la música sagrada o para per familias y sociedades cristianas se efec
feccionar más particularmente dicha túe lo que decía S a n C i p r i a n o a D o
arte y que mucho pueden contribuir n a t o : Resuenen los salmos durante la
con sus palabras y ejemplos al adelan sobria refección: con tu memoria tenaz
tamiento del canto religioso, pues así y agradable voz acomete esta empresa:
gozando de vitalidad y poseyendo exce mejor educarás a tus carísimos con
lentes y aptos profesores, podrá pro audiciones espirituales y con armonía
mover en toda la diócesis el conoci religiosa dulce a los oídos^so\
miento, amor y uso de audiciones de
música sagrada y conciertos religiosos, 39. Bendición Apostólica. Confiando
en armonía con las leyes eclesiásticas que estas Nuestras exhortaciones han
y obediencia completa a la Santa Sede. de producir abundantes y alegres fru
tos, a vosotros, Venerables Hermanos,
E p íl o g o : y a todos, y a cada uno de los confia
Esperanza de un nuevo impulso dos a vuestro celo, en particular a
aquellos, que secundando Nuestros de
38. Estímulo a Obispos e interesados seos promueven la música sagrada im
en esta música para mayor esplendor partimos con efusiva caridad la Bendi
del culto divino. Después de haber tra ción Apostólica, testimonio de Nuestra
tado largamente de esta materia movi voluntad y augurio de celestes dones.
do de paternal solicitud, Nos confiamos Dado en Roma, en San Pedro, el día
seguramente que vosotros, Venerables Natividad del Nuestro Señor Jesucristo,
Hermanos, dediquéis todo vuestro celo 25 de diciembre, en la fiesta de la
pastoral a este arte sagrado que tanto año 1955, 17 de Nuestro Pontificado.
sirve para celebrar con dignidad y
magnificencia el culto divino.3
0 PIO PAPA XII.
(30) S. Cipriano, Epíst. a Donato: Epistula l,n. 16 (Migne P.L. 4, col. 227).
2 1 9
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y Bendición Apostólica
— 2084 —
219, 3-6 E n c íc lic a “ H aurietis a q u as ” 2085
fuente de agua viva, no les era difícil mente, ya que nuestro amor de tal ma
relacionarlas con los vaticinios con que nera se allega a la divina voluntad, que
I s a í a s , E z e q u ie l y Z a c a r í a s profetiza viene a hacerse una sola cosa con ella,
ban el Reino del Mesías, y con la sim según aquellas palabras: “ Quien está
bólica piedra que golpeada por M o is é s , unido con el Señor es con él un mismo
de manera milagrosa habría de manar espíritu”
agua(4).
3. El Espíritu Santo, origen de la I. F u n d a m e n t o s y p r e f i g u r a c io n e s d e l
caridad que se difunde en nosotros. C u l t o a l S a g r a d o C o r a z ó n d e J esú s
La caridad divina tiene su primer ori en el A n t ig u o T e s t a m e n t o
con mayor eficacia las mueve a amarle hijos de la Iglesia Católica por obra e
más apasionadamente y a imitarle más inspiración del Espíritu Santo, no po
de cerca?(10). Nos, por Nuestra parte, demos menos, Venerables Hermanos,
con no menor agrado que nuestros Pre que exhortaros con ánimo paterno a
decesores hemos aprobado y aceptado que, juntamente con Nos, tributéis ala
esta sublime verdad, y cuando fuimos banzas y rendidas acciones de gracias
elevados al Sumo Pontificado, al con al Dador de todos los bienes, repitiendo
templar el feliz y triunfal progreso del estas palabras del Apóstol de las gentes:
Culto al Sagrado Corazón de Jesús en Al que es poderoso para hacer sobre
tre el pueblo cristiano, sentimos Nues toda medida con incomparable exceso
tro ánimo lleno de gozo y Nos regoci más que lo que pedimos o pensamos,
jamos por los innumerables frutos de según la potencia que despliega en nos
salvación que había producido en toda otros su energía, a El la gloria en la
la Iglesia, sentimientos que Nos com Iglesia y en Cristo Jesús por todas las
placimos en expresar ya en Nuestra generaciones, en los siglos de los siglos,
primera Encíclica(11). Estos frutos a Amén^13K Pero después de tributar las
través de los años de Nuestro Pontifi debidas gracias al Dios eterno, quere
cado — llenos no sólo de calamidades mos por medio de esta Encíclica, ex
y angustias, sino también de inefables hortaros a vosotros y a todos los ama
consuelos— no se mermaron ni en nú dísimos hijos de la Iglesia, a una más
mero, ni eficacia, ni hermosura, sino atenta consideración de los principios
que más bien se aumentaron. Pues, en doctrinales contenidos en la Biblia y
efecto, muchas iniciativas y muy aco en los Santos Padres y en los teólogos,
modadas a las necesidades de nuestros sobre los cuales como sobre sólidos fun
tiempos surgieron para volver a encen damentos, se apoya el culto del Sacra
der este culto: Nos referimos a las aso tísimo Corazón de Jesús. Porque Nos
ciaciones destinadas a la cultura inte estamos plenamente persuadidos de que
lectual y a promover la religión y la sólo cuando a la luz de la divina reve
beneficencia; a las publicaciones de ca lación, hayamos penetrado a fondo la
rácter histórico, ascético y místico en naturaleza y esencia íntima de este cul
caminadas a este mismo fin; a piadosas to, podremos apreciar debidamente su
prácticas de reparación y de manera incomparable excelencia y su inexhaus
especial a las manifestaciones de arden ta fecundidad en toda suerte de gracias
tísima piedad que ha promovido el celestiales, y de esta manera meditando
Apostolado de la Oración a cuyo celo y contemplando piadosamente los in
y actividad se debe que familias, cole numerables bienes que produce po
gios, instituciones y aun algunas na dremos celebrar dignamente el I cente
ciones, se consagrasen al Sacratísimo nario de la fiesta del Sacratísimo Co
Corazón de Jesús; y no raras veces, con razón de Jesús en la Iglesia universal.
ocasión de estas manifestaciones de cul
to, por medio de cartas, de discursos y 12. Los aspectos especiales y más
importantes de esta exposición y de la
aun de radiomensajes, hemos expresado
devoción. Con el fin, pues, de ofrecer
Nuestra paternal complacencia^12*.
a la mente de los fieles el alimento de
saludables reflexiones con las que más
1 1 . Los propósitos de esta Encíclica. fácilmente puedan comprender la na
Por lo tanto, al ver que tan grande turaleza de este culto sacando de él fru
abundancia de aguas, es decir, de dones tos más abundantes. Nos detendremos
celestiales del supremo amor, que han ante todo en las páginas del Antiguo
brotado del Sagrado Corazón de nuestro y Nuevo Testamento que contienen la
Redentor, se derrama sobre incontables revelación y descripción de la caridad
(10) Ene. Miserentissimus Redemptor, 8-V-1928; esta Colección: Encícl. 173, 2, pág. 1533-1534.
A. A. S. 20 (1928) 167; en esta Colección: Encícl.
142, 3, pág. 1122. (12) Ver P ío XII, A. A. S. 32 (1940) 276; 35 (1943)
(11) Ver Ene. Summi Pontificatus, 20-X-1939; 170; 37 (1945) 263-264; 40 (1948) 5Ó1; 41 (1939) 331.
A. A. S. 31 (1939) 415, versión española 512; en (13) Ef. 3, 20-21.
2088 E n cíclicas del PP. P ío XII (1956) 219, 13-15
infinita de Dios para con el género hu de tributar el mismo culto de adoración
mano, cuya sublime grandeza jamás con que la Iglesia honra a la Persona
podremos escudriñar suficientemente; del mismo Hijo de Dios Encarnado. Se
aduciremos luego el comentario que so trata, pues, de una verdad de fe católi
bre ella nos han dejado los Padres y ca, que fue solemnemente definida en
Doctores de la Iglesia; finalmente pro el Concilio de Efeso y en el II de Cons
curaremos poner en claro la íntima co tantino pla^15K El otro motivo pertenece
nexión que existe entre la forma de de de manera especial al Corazón del di
voción que hay que tributar al Corazón vino Redentor, y por lo mismo le con
316 del divino Redentor y el culto que los fiere un título del todo propio para
hombres están obligados a dar al amor recibir el culto de latría. Proviene de
que El y las otras Personas de la San que su Corazón, más que ningún otro
tísima Trinidad tienen a todo el género miembro de su cuerpo, es el índice na
humano. Porque juzgamos que una vez tural o el símbolo de su inmensa cari
considerados a la luz de la Sagrada dad hacia el género humano. “ Es inna
Escritura y de la Tradición los elemen ta al Sagrado Corazón, como observaba 317
tos constitutivos de esta nobilísima de nuestro Predecesor L e ó n XIII de in
voción, será más fácil a los cristianos mortal memoria, la cualidad de ser
el llegarse “ con gozo a las aguas de las símbolo e imagen expresiva de la infi
fuentes del Salvador” (14); es decir, po nita caridad de Jesucristo que nos incita
drán apreciar mejor la singular impor a devolverle amor por amor” (1QK
tancia que ha adquirido el culto al Co
razón Sacratísimo de Jesús en la litur 14. Sólo indirectamente, pero por
gia de la Iglesia, en su vida interna y imágenes conmovedoras predice el
externa y también en sus obras; y así Antiguo Testamento el amor de Jesús.
podrá cada uno obtener frutos espiri Es innegable que en los Libros Sagra
tuales, que señalarán una saludable re dos, nunca se hace mención cierta de
novación en sus costumbres según los un culto de especial veneración y amor
deseos de los Pastores del rebaño de tributado al Corazón físico del Verbo
Cristo. Encarnado, por su prerrogativa de sím
bolo de su encendidísima caridad. Pero
3) El amor de Dios, motivo dominante este hecho, que hay que reconocer
del Culto al Santísimo Corazón de Je abiertamente, no nos ha de sorprender,
sús, en el Antiguo Testamento ni nos ha de hacer dudar en modo al
guno de que la caridad divina hacia
13. La doble razón de este culto. nosotros — razón principal de este cul
Para poder comprender mejor la fuerza to— la exaltan tanto el Antiguo como
que con relación a esta devoción encie el Nuevo Testamento con imágenes, por
rran algunos textos del Antiguo y Nue encontrarse en los Libros Santos que
vo Testamento, hay que entender bien predecían la venida del Hijo de Dios
el motivo por el cual la Iglesia tributa hecho hombre, pueden considerarse co
al Corazón del divino Redentor el culto mo un presagio de lo que había de ser
de latría. Tal motivo, como bien sa el símbolo e índice más noble del amor
béis, Venerables Hermanos, es doble: divino, es a saber, el Corazón Sacratí
El primero, que es común también a los simo y adorable del Redentor divino.
demás miembros adorables del cuerpo
de Jesucristo, se funda en el hecho de 15. La Antigua Alianza era pacto de
que su Corazón, siendo una parte no amor. Por lo que toca a nuestro pro
bilísima de la naturaleza humana, está pósito, no juzgamos necesario aducir
unido hipostáticamente a la persona del muchos textos de los libros del Antiguo
Verbo de Dios; y por lo tanto se le ha0 4 Testamento, en los cuales se contienen
04 ) Ts. 12, 3. (16) Ver Ene. Annum sacrum: Acta Leonis, vol.
(15) Conc. Ephes. can. 8; ver Mansi, Sacr. Conc. XIX, 1900, pág. 76; A. S. S. 31, 646; en esta Co
Ampliss. Collectio, IV, 1083-C.; Conc. Const. II lección: Encícl. 81, 9, pág. 612.
caja. 9; ver Mansi, Conc. Coll. IX, 382-E.
219, 16-17 E n cíc lic a “ H aurietis aquaí T 2089
las primeras verdades reveladas por sus hombros^20). Pero ninguno tal vez
Dios; sino que creemos bastará recordar entre los profetas expresa y descubre
el Pacto establecido entre Dios y el tan clara y ardientemente como O s e a s
pueblo elegido, pacto sancionado con el amor constante de Dios hacia su
víctimas pacíficas — cuyas leyes fun pueblo. En efecto, en los escritos de
damentales, esculpidas en dos tablas este Profeta, que entre los Profetas me
promulgó M o i s é s (17> e interpretaron losnores, sobresale por la profundidad de
Profetas— este pacto no se basaba tan conceptos y la concisión del lenguaje,
sólo en los vínculos del supremo domi se describe a Dios amando a su pueblo
nio de Dios, y en la debida obediencia escogido con un amor justo y lleno de
de parte del hombre, sino que se con santa solicitud, cual es el amor de un
solidaba y vivificaba con los más nobles padre lleno de misericordia y de amor,
motivos del amor. Porque también para o de un esposo herido en su honor. Es
el pueblo de Israel la razón suprema de un amor, que lejos de descaecer y cesar
obedecer a Dios, debía ser, no tanto el a la vista de monstruosas infidelidades
temor de las divinas venganzas, que los y pérfidas traiciones, las castiga sí como
truenos y relámpagos procedentes de la merecen — no para repudiarlos y aban
ardiente cumbre del Sinaí suscitaban en donarlos a sí mismos— sino sólo con
los ánimos, sino más bien amor debido el fin de limpiar y purificar a la esposa
a Dios: “ Escucha, Israel: El Señor, alejada e infiel y a los hijos ingratos,
nuestro Dios, es el único Señor. Ama para volverlos a unir de nuevo consigo
rás, pues, al Señor tu Dios con todo tu una vez renovados y confirmados los
corazón, con toda tu alma y con toda vínculos de amor: Cuando Israel era
318 tu fuerza. Y estas palabras que hog te niño, yo le amé; y de Egipto llamé a
ordeno, estarán sobre tu corazón ,(18L mi hijo... Yo enseñé a andar a Efraín, 319
toméle en mis brazos, mas ellos no re
16. La Alianza, amor de Padre con conocieron que yo de ellos cuidaba.
los hijos. No nos debe, pues extrañar Con cuerdas humanas los atraeré, con
que M o isé s y los Profetas, a los que con lazos de amor... Sanaré sus rebeldías,
razón llama el A n g é l ic o D o c t o r los los amaré generosamente, pues mi ira
umayores” del pueblo elegido (19\ com se ha apartado de ellos. Seré como el
prendiendo bien que el fundamento de rocío para Israel, florecerá él como el
toda la Ley se basaba en este manda lirio y echará sus raíces cual el Líba
miento del amor, describiesen las rela no” *'21).
ciones todas existentes entre Dios y su
Nación, recurriendo a semejanzas saca 17. Pese a sus infidelidades Dios los
das del amor recíproco entre padres e sigue amando. Expresiones semejantes
hijos, o del amor de los esposos, en vez tiene el Profeta I s a í a s cuando presenta
de representarlas con imágenes severas a Dios mismo y al pueblo escogido co
inspiradas en el supremo dominio de mo dialogando entre sí con estas pala
Dios o en nuestra debida servidumbre bras: Mas Sión dijo: Me ha abandonado
llena de temor. Así por ejemplo, el el Señor y se ha olvidado de mí. ¿Puede
mismo M o isé s en su celebérrimo cántico acaso una mujer olvidar a su peque-
por la liberación de su pueblo de la ñuelo de suerte que no se apiade del
servidumbre de Egipto, al querer expre hijo de sus entrañas? Aunque ésta se
sar cómo esa liberación era debida a la olvidare, yo no me olvidaré de tí*22).
intervención omnipotente de Dios, recu No son menos conmovedoras las pala
rre a estas conmovedoras expresiones e bras con que el autor del Cantar de los
imágenes: Como el águila provoca a sus Cantares, sirviéndose del simbolismo
polluelos a alzar el vuelo y encima de del amor conyugal, describe con vivos
ellos revolotea, así (Dios) extendió sus colores los lazos de amor mutuo que
alas y acogió (a Israel) y le llevó sobre unen entre sí a Dios y a la nación pre-
(17) Ver Ex. 34, 27-28. (20) Deut. 32, 11.
(18) Deut. 6, 4-6. (21) Os. 11, 1, 3-4; 14, 5-6.
(19) Sam. ThcoL II-II, q. 2, a. 7; ecl. León., tom. (22) Is. 49, 14-15.
V fíí, 1895, pág. 34.
2090 E n cíclicas del PP. Pío XII (1956) 219, 18-20
es cosa digna, justa, recta y saludable, veces por la infidelidad del pueblo esco
que nosotros nos detengamos un poco, gido.
Venerables Hermanos, en la contem
plación de tan suave misterio, a fin de 22. Reconciliación de la justicia y
que, iluminados por la luz, que sobre misericordia divina. Por tanto, el Di
él proyectan las páginas del Evangelio, vino Redentor, en su cualidad de legí
podamos también nosotros experimen timo y perfecto Mediador nuestro, ha
tar el feliz cumplimiento del voto que hiendo conciliado bajo el estímulo de
el Apóstol formulaba escribiendo a los una caridad ardentísima para con nos
fieles de Efeso: “ Que Cristo habite por otros, las obligaciones y compromisos
la fe en vuestros corazones, que estáis del género humano con los derechos
arraigados y cimentados en caridad, de Dios, ha sido sin duda el autor de
para que podáis comprender con todos aquella maravillosa reconciliación entre
los santos, cuál es la anchura y Ion- la divina justicia y la divina misericor
gura, la alteza y profundidad de este dia, que justamente constituye la abso
misterio y conocer también el amor de luta trascendencia del misterio de nues
Cristo hacia nosotros, que sobrepuja a tra salvación, tan sabiamente expresado
todo conocimiento, para que seáis ple p o r el D o c t o r A n g é l ic o con estas pa
namente colmados de todos los dones labras: “ Conviene observar que la libe
de Dios” (293*\
0 ración del hombre, mediante la pasión
de Cristo, fue conveniente tanto a su
21. La Redención es el misterio del justicia como a su misericordia. Ante
amor de Cristo al Padre. En efecto, el iodo a la justicia, porque con su pasión,
misterio de la Divina Redención es ante Cristo satisfizo por la culpa del género
todo y por su propia naturaleza, un humano, y por consiguiente por la jus
misterio de amor: esto es, un misterio ticia de Cristo el hombre fue libertado.
de amor justo de parte de Cristo para Y en segundo lugar a la misericordia,
con su Padre Celestial, a quien el sacri porque, no siéndole posible al hombre
ficio de la cruz, ofrecido con corazón satisfacer por el pecado que manchaba
amante y obediente presenta una satis toda la naturaleza humana, Dios le dio
facción sobreabundante e infinita por un reparador en la persona de su Hijo.
los pecados del género humano: Cristo Ahora bien, esto fue de parte de Dios
sufriendo por caridad y obediencia, un gesto de más generosa misericordia
ofreció a Dios algo de mayor valor que que si El hubiese perdonado los pecados
lo exigía la compensación por todas las sin exigir alguna satisfacción. Por eso
ofensas hechas a Dios por el género está escrito: Dios, que es rico en mise
humano(303 K Además, el misterio de la
1 ricordia, movido del excesivo amor con
Redención es un misterio de amor mi que nos amó, aun cuando estábamos
sericordioso de la Augusta Trinidad y muertos por los pecados, nos dio vida
del divino Redentor hacia la humani juntamente en Cristo” (32>.
dad entera, puesto que, siendo ésta del
todo incapaz de ofrecer a Dios una sa 2) Triple amor del Redentor hacia el
tisfacción condigna por sus propios de- género humano: divino, humano,
litos(3r>9 Cristo, mediante la inescruta espiritual y sensible
ble riqueza de méritos, que nos ganó 23. El amor de Cristo a los hombres
con la efusión de su preciosísima san no es sólo espiritual, sino también hu
gre, pudo restablecer y perfeccionar mano y sensible. Pero a fin de que po
aquel pacto de amistad entre Dios y los damos, cuanto es dado a los hombres
hombres, que había sido violado por mortales, comprender con todos los
vez primera en el paraíso terrestre por santos, cuál es la anchura y longura, la
culpa de Adán, y luego innumerables alteza y profundidad^33), de la miste-
(29) EL 3, 17-19. demptor, A. A. S. 20 (1928) 170; en esta Colección:
Encícl. 142, 6 pág. 1124.
(30) Sum. Theol. III, q. 48, a. 2; ed. León., tom. (32) Ef. 2, 4; Sum. Theol. III, q. 46, a. 1 ad 3
XI, 1903, pág. 464. ed. León., tom. XI, 1903, pág. 436.
(31) Ver Pío XI, Encíclica Miserentissimus Re (33) Ef. 3, 18.
2092 E n cíclicas del P P . P ío X II (1956) 219, 24-25
riosa caridad del Verbo Encarnado a su vas internas y externas; dotada igual
celestial Padre y a los hombres man mente de las potencias afectivas sensi
chados con tantas culpas, conviene te tivas y de sus correspondientes pasio
ner bien presente que el amor no fue nes. Es esto lo que enseña la Iglesia
únicamente espiritual, como conviene a Católica, por estar sancionado y solem
Dios, puesto que Dios es espíritu^3*). nemente confirmado por los Romanos
Indudablemente de índole puramente Pontífices y los Concilios Ecuménicos:
espiritual fue el amor nutrido por Dios Entero en sus propiedades, entero en
a nuestros progenitores y por el pueblo las nuestras^37*); perfecto en la Divini
23 hebreo; por eso, las expresiones de dad y El mismo perfecto en la huma-
amor humano, sea conyugal, sea pater nidad^33S3
4 \ todo Dios (hecho) hombre,
7
6
no, que se leen en los Salmos, en los y todo el hombre (subsistente en)
escritos de los profetas y en el Cantar Dios^39K
de los Cantares, son indicios y símbo
los de un amor verdaderísimo, pero del 24. Los afectos sensibles de su cora
todo espiritual, con que Dios amaba al zón en armonía con su amor divino.
género humano; al contrario, el amor No habiendo, pues, duda alguna de que
que exhala del Evangelio, de las Epís Jesús poseía un verdadero cuerpo bu- 324
tolas de los Apóstoles y de las páginas mano, dotado de todos los sentimientos
del Apocalipsis, donde se describe el que le son propios, entre los que cam
amor del Corazón de Jesús, no com pea el amor, es de la misma manera
prende solamente la caridad divina, si mucha verdad que El estuvo provisto
no que se extiende también a los senti de un corazón físico, en todo semejante
mientos del afecto humano. Para todo al nuestro, no siendo posible que la vida
el que hace profesión de fe católica esta humana privada de este excelentísimo
verdad es indiscutible. En efecto, el miembro del cuerpo, tenga su natural
Verbo de Dios no ha tomado un cuerpo actividad afectiva. Por consiguiente, el
ilusorio y ficticio, como ya en el primer Corazón de Cristo, unido hipostática-
siglo de la era cristiana osaron afirmar mente a la Persona divina del Verbo,
algunos herejes, que atrajeron la severa debió sin duda palpitar de amor y de
condenación del Apóstol S a n J u a n : todo otro afecto sensible; con todo, es
Puesto que se han descubierto en el tos sentimientos eran tan conformes y
mundo muchos impostores, que no con tan en armonía con la voluntad huma
fiesan que Jesucristo haya venido en na, rebosante de caridad divina, y con
carne: negar esto es ser un impostor y el mismo amor infinito, que el Hijo
un anticristo^335\ sino que El ha unido
4 tiene común con el Padre y el Espíritu
a su divina Persona una naturaleza hu Santo, que jamás se interpuso la míni
mana individua, íntegra y perfecta, con-; ma oposición y discordia entre estos
tres amores <40).
cebida en el seno purísimo de María
Virgen por virtud del Espíritu San 25. Su corazón de sentimientos divi
to ^ 6). Nada, pues, faltó a la naturaleza nos y humanos ansia sacrificarse por
humana asumida por el Verbo de Dios; la redención de los hombres. Con todo,
en verdad, El la posee sin ninguna dis el hecho de que el Verbo de Dios haya
minución, sin ninguna alteración, tanto tomado una verdadera y perfecta natu
en los elementos constitutivos espiritua raleza humana, y haya estado plasma
les cuanto en los corporales, conviene a do y como modelado en un corazón de
saber: dotada de inteligencia y de vo carne, que, no menos que el nuestro,
luntad, y demás facultades cognosciti- fuese capaz de sufrir y de ser herido,
(34) Juan 4, 24. (38) Gonc. Chalced. a. 451 (Mansi, Conc. Coll.
(35) 2 Juan 7. VII, 115 B).
(39) S. Gelasius Papa, Tract. III: “ N ecessarium ”
(36) Vei Luc. 1, 35. de duabus naturis in Christo, ver A. Thiel, Epist.
(37) S. Leo Magnus, Epist. dogm. ‘‘Lectis di- Rom. Pont, a S. Hilaro usque ad Pelagium II.
lectionis luae” ad Flavianum Const. Patr. 13 Iun. pág. 532.
a. 449 (Migue P.L. 54 col. 763). (40) Ver S. Thom. Sum Theol. III, q. 15, a. 4;
q. 18, a. 6: ed, León., tom. XI, 1903 p. 189 y 237.
2lfl, 26-28 E n cíc lic a “ II aurietis aquas” 2093
Particularmente San Agustín nota la Por más que los Evangelistas y los
íntima unión existente entre los senti demás escritores sagrados no nos des
mientos del Verbo Encarnado y la fi criban abiertamente el Corazón de
nalidad de la Redención humana: El Nuestro Redentor, no menos vivo y
Señor se revistió de los afectos de la sensible que el nuestro, y las palpita
fragilidad humana, del mismo modo ciones y estremecimientos debidos a las
que aceptó la fragilidad de nuestra car diversas conmociones y afectos de su
ne y la muerte de ella, no por necesaria alma y a la ardentísima caridad de su
coacción sino por el estímulo de su mi noble voluntad, sin embargo, frecuen
sericordia, para asimilar a sí su cuerpo, temente ponen de relieve su divino
que es la Iglesia, cuya cabeza se dignó amor y las conmociones sensibles con
ser, o sea, sus miembros en sus santos él relacionados: el deseo, la alegría, la
y fieles; de modo que, si alguno de ellos tristeza, el temor y la ira, según las
por efecto de las tentaciones humanas expresiones de su mirada, palabras y
se entristeciese y se doliese, no por eso gestos. Y principalmente el rostro ado
creyese estar privado del influjo de su rable de Nuestro Salvador fue sin duda
gracia; y como un coro concuerda con el índice, y como el espejo fidelísimo
la voz que le da el tono, así su cuerpo de los afectos, que, conmoviendo en
supiese de su cabeza que tales movi varios modos su ánimo a semejanza de
mientos no son de suyo pecado, sino las olas que se entrechocan, llegaban a
solamente indicio de la humana fragi su corazón santísimo y excitaban sus
lidad(48>. latidos. A la verdad, vale también a
Con mayor concisión y no menor propósito de Jesucristo cuanto el D oc
fuerza estos pasajes de San Juan Da - tor Angélico amaestrado por la expe
masceno testifican la doctrina de 1a* riencia, observa en materia de psicolo
Iglesia: Todo Dios ha tomado a todo el gía humana y de los fenómenos de ella
hombre, y el todo se ha unido al todo, derivados: La turbación, que la ira
para procurar la salvación de todo el produce, repercute en los miembros ex
hombre. De otra manera no hubiera po ternos y principalmente en aquellos en
dido sanar lo que no asumió(49\ Tomó, que se refleja más la influencia del Co
pues, todo, para santificarlo tod o^ K razón, como son los ojos, el semblante,
la lengua^51).
4) El simbolismo natural del Corazón
de Jesucristo afirmado veladamente en 30. El Corazón sím bolo del triple
la Sagrada Escritura y en los am or, y en especial del am or sensible.
Santos Padres Con mucha razón, pues, es considerado
el corazón del Verbo Encarnado como
29. Al hablar de afectos hum anos, índice y símbolo del triple amor, con
Indirectamente ya hablan del Corazón. que el Divino Redentor ama continua
Bien es verdad crue ni los autores sa mente al Eterno Padre y a todos los
grados ni los Padres de la Iglesia, y no hombres. Es ante todo símbolo del di
pocos otros semejantes que no hemos vino amor, que en El es común con el
citado, aunque prueban abundantemen Padre y el Espíritu Santo, y que sólo
te que Jesucristo estuvo sujeto a los en El, como Verbo Encarnado, se ma
sentimientos y afectos humanos y que nifiesta por medio del caduco y frágil
por eso precisamente tomó la naturale instrumento humano ya que en El ha
za humana para procurarnos la eterna bita la plenitud de la Divinidad corpo
salvación, con todo no se refiere en ralmente ^ . Además el Corazón de
concreto dichos afectos a su corazón fí Cristo es símbolo de ardentísima cari
sicamente considerado, señalando en él dad, que, infundida en su alma, consti
el símbolo de su amor infinito.4 9
8 tuye la preciosa dote de su voluntad
(48) Enarr, in Ps. 87, 3 (Migue P.L. 37, col. (50) De fide Orth. III, 20 (Migne P.G; 94, col.
lili). 1081).
(49) De fide Orth. III, 6 (Migue P.G. 94, col. (51) Sum. Theol. I-II, q. 48 a. 4; ed. León., tom.
1006). VI, 1891, pág. 306.
(52) Col. 2, 9.
21% 31-33 E n c íc lic a “ H aurietis a qu as ; 2095
amor increado del Verbo divino como IV. Nacimiento y desarrollo del Cul
su amor humano y sus demás afectos y to al S agrado Corazón de J esús
virtudes; ya que uno y otro amor m o
vió a nuestro Redentor a inmolarse por 1) Albores del Culto al Sagrado Corazón
nosotros y por toda la Iglesia su Esposa, en la devoción a las Llagas sacrosantas
según la sentencia del Apóstol: Cristo de la Pasión
amó a su Iglesia, y se sacrificó por ella,
para santificarla, lavándola en el bau 46. Resumen de lo expuesto: Esta
tismo de agua con la palabra de vida, devoción es el culto al amor divino y
a fin de hacerla comparecer delante de humano de Cristo. Hemos querido, Ve
El llena de gloria, sin mácula ni arruga nerables Hermanos, proponer a vuestra
ni cosa semejante, sino siendo santa e consideración y a la del pueblo cristia
inmaculada^87). no, en sus líneas generales, la íntima
naturaleza y las perennes riquezas del
45. En el cielo sigue siendo nuestro
culto al Corazón Sacratísimo de Jesús,
337 abogado. Como Cristo ha amado a la ateniéndonos a la doctrina de la reve
Iglesia, así la sigue amando intensa lación divina, como a su fuente prima
mente con aquel triple amor de que ria. Estamos persuadidos de que estas
hemos hablado; y es ese amor el que lo reflexiones Nuestras, dictadas por la 338
impulsa a hacerse nuestro abogado(88), enseñanza misma del Evangelio, han
para obtenernos del Padre gracia y mi mostrado claramente cómo este culto,
sericordia, como que está siempre vivo en substancia, no es otra cosa que el
para interceder por nosotros(89). Las culto al amor divino y humano del Ver
plegarias que brotan de su inagotable bo Encarnado, y también el culto a
amor, dirigidas al Padre, no sufren in aquel amor con que el Padre y el Espí
terrupción alguna. Como en los días de ritu Santo aman a los hombres peca
su carne(90), también ahora, que está dores. Porque, como observa el Doctor
triunfante en el cielo, suplica al Padre Angélico, la caridad de las tres Divinas
no con menor eficacia; y a Aquel que Personas es el principio de la Reden
amó tanto al mundo, que dio a su Uni ción humana, en cuanto que inundando
génito Hijo, a fin de que todos los que copiosamente la voluntad humana de
creen en El, no perezcan, sino que vivan Jesucristo, y su Corazón adorable, lo in
vida eterna(91>, muestra su corazón vi dujo con la misma caridad a derramar
vo, y como herido y encendido de un su sangre para rescatarnos de la servi
amor más ardiente, que cuando, ya dumbre del pecado(04>: Con un bautis
exánime, lo vulneró la lanza del solda mo tengo de ser bautizado, y cómo me
do romano: Por esto fue herido (til siento oprimido, mientras no se cum-
Corazón), para que por la herida vi pla(95K
sible viésemos la herida invisible del
am or^2\ 47. La devoción al Sagrado Corazón
No puede haber, por consiguiente, nunca faltó. Por lo demás, es persua
duda alguna de que a las súplicas de sión nuestra que el culto tributado al
tan grande Abogado y hechas con tan amor de Dios y de Jesucristo para con
vehemente amor, el Padre celestial que el género humano, a través del símbolo
no perdonó a su propio Hijo, sino que augusto del Corazón transverberado del
lo entregó por todos nosotros(93), por Redentor, no ha estado jamás comple
medio de El derramará incesantemente tamente ausente de la piedad de los
sobre todos los hombres la abundancia fieles, aunque su manifestación clara y
de sus gracias divinas. su admirable difusión en toda la Iglesia
(87) Ef. 5, 25-27. racchi) 1898, toe. VIII, p. 164; cfr. S. Thom. Sum.
(88) Ver 1 Juan 2, 1. Theol. III, q. 54, a. 4: ed. León., tom. XI, 1903,
(89) Hebr. 7, 25. pág. 513.
(90) Hebr. 5, 7. (93) Rom. 8, 32.
(91) Juan 3, 16. (94) Ver Sum. Theol. III, q. 48, a. 5: ed. León.,
(92) S. Bonaventura, Opuse. X: V itis m y s tic a , tom. XI, 1903, pág. 467.
c. III, n. 5; O p er a O m n ia . Ad Claras Aquas (Qua- (95) Luc. 12, 50.
219, 48-50 E n cíc lic a “ H aurietis aquas” 2101
66. Las maquinaciones de los impíos. dante de la paz y de las castas delicias?
Hay más. Porque si bien Nos llena de Ya lo advirtió nuestro Salvador: “ Por
amargo dolor el ver languidecer la fe la inundación de los vicios, se enfriará
en los buenos, y contemplar cómo, por la caridad de muchos” <118).
el falaz atractivo de los bienes terrena
les, decrece en sus almas y poco a poco 3) El Culto al Sagrado Corazón de Je
se apaga el fuego de la caridad divina, sús, lábaro de salvación también para
mucho más Nos atormentan las maqui el mundo moderno
naciones de los impíos, que, ahora más
que nunca, parecen incitados por el 68. Remedio eficaz: el Sacratísimo
enemigo infernal en su odio implacable Corazón de Jesús. A la vista de tantos
y abierto contra Dios, contra la Iglesia, males, que hoy como nunca, trastornan
y, sobre todo, contra Aquél, que repre profundamente a los individuos, las fa
senta en la tierra la Persona del Divino milias, las naciones y el orbe entero,
Redentor y su caridad para con los ¿dónde, Venerables Hermanos, hallare
hombres, según la conocidísima frase mos un remedio eficaz? ¿Podremos en
del Doctor de Milán (S a n A m b r o s i o ) : contrar alguna devoción, que aventaje
(Pedro) es interrogado acerca de lo que al culto augustísimo del Corazón de Je
se duda, pero no duda el Señor; pre sús, que responda mejor a la índole
gunta, no para saber, sino para ense propia de la fe católica, que satisfaga
ñar al que, en su ascensión al cielo, nos con más eficacia las necesidades actua
dejaba como vicario de su amor^116\ les de la Iglesia y del género humano?
¿Qué homenaje religioso más noble,
67. El odio crece; la caridad se en más suave y más saludable que este
fría. Ciertamente el odio contra Dios culto, que se dirige todo a la caridad
y contra los que legítimamente hacen misma de D ios?(119L Por último, ¿qué
sus veces es el mayor delito que puede puede haber más eficaz que la caridad
cometer el hombre, creado a imagen y de Cristo — que la devoción al Sagrado
semejanza de Dios y destinado a gozar Corazón promueve y fomenta cada día
de su amistad perfecta y eterna en el más— para estimular a los cristianos a
cielo; puesto que por el odio a Dios el practicar en su vida la ley evangélica,
hombre se aleja lo más posible del Su sin la cual no es posible que haya entre
mo Bien, se siente impulsado a recha los hombres paz verdadera, como cla
zar de sí y de sus prójimos cuanto viene ramente enseñan aquellas palabras del
de Dios, cuanto une con Dios, cuanto Espíritu Santo: Obra de la justicia será
conduce a gozar de Dios, o sea, la ver la paz*120*?
dad, la virtud, la paz y la justicia(117). Por lo cual, siguiendo el ejemplo de
Pudiendo, pues, observar que, por Nuestro inmediato Antecesor, queremos
desgracia, el número de los que se jac recordar de nuevo a todos nuestros hi
tan de ser enemigos del Señor eterno, jos en Cristo la exhortación que L e ó n
crece en algunas partes y que los falsos XIII, de feliz memoria, al expirar el
principios del materialismo se difunden siglo pasado, dirigió a todos los cristia
350 teórica y prácticamente; y oyendo có nos y a cuantos se sentían sinceramente
mo continuamente se exalta la licencia preocupados por su propia salvación y
desenfrenada de las pasiones, ¿qué tie por la salud de la sociedad civil: Ved
ne de extraño que en muchas almas se hoy ante vuestros ojos un segundo lá
enfríe la caridad, que es la suprema baro consolador y divino: el Sacratísi
ley de la religión cristiana, el funda mo Corazón de Jesús..., que brilla con
mento más firme de la verdadera y per refulgente esplendor entre las llamas.
fecta justicia, el manantial más abun- En El hay que poner toda nuestra con- 351
(116) Exposit, in Evang. sec. Lucam, lib. X, n. (119) Ver Ene. Miserentissimus Redemptor; A.
175 (Migne P.L. 15, col. 1942). A. S. 20 (1928) 106; en esta Colección: Encicl. 142,
(117) Ver S. Thom. Sum. Theol. IM I, q. 34, a. 2, pág. 1121-1122.
2: ed. León., tom. VIII, 1895, p. 274. (120) Is. 32, 17.
(118) Mat. 24, 12.
2108 E n cíclicas del PP. P ío XII (1956) 219, 69-72
Corazón de Jesús el debido culto, rinda santa virgen que fue promotora y pro
también al amantísimo Corazón de su pagadora infatigable de esta devoción.
Madre celestial los correspondientes ob Entre tanto, animados de dulce espe
sequios de piedad, de amor, de agrade ranza, y presagiando ya los frutos es
cimiento y de reparación. En armonía pirituales que han de redundar copio
con este sapientísimo y suavísimo de samente en la Iglesia de la devoción al
signio de la divina Providencia, Nos Sagrado Corazón de Jesús, si ésta, se
mismo, con acto solemne, dedicamos y gún hemos explicado, se entiende recta
consagramos la santa Iglesia y el mun mente y se practica con fervor; supli
do entero al Corazón Inmaculado de camos a Dios que, con el poderoso auxi
la Santísima Virgen M a r í a *125). lio de ni gracia, quiera aceptar estos
Nuestros vivos deseos; y hacer que, con
4) Invitación a celebrar dignamente el la ayuda divina, las celebraciones de
primer centenario de la Fiesta del Sa este año aumenten cada vez más la
grado Corazón de Jesús en la Iglesia devoción de los fieles al Sagrado Cora
universal zón de Jesús, y así se extienda más por
todo el mundo su imperio y reino sua
73. Celebración fervorosa del vísimo: ese “ reino de verdad g de vida,
Cen
tenario. Cumpliéndose felizmente este reino de santidad g de gracia, reino de
justicia, de amor g de paz” (12QK
año, como indicamos antes, el primer
siglo de la institución de la fiesta del
E p íl o g o
Sagrado Corazón de Jesús en toda la
Iglesia por nuestro Predecesor Pío IX, 74. Bendición. Como presagio de
de feliz memoria, es vivo deseo Nuestro, estos dones celestiales, os impartimos
3?3 Venerables Hermanos, que el pueblo de todo corazón la Bendición Apostóli
cristiano celebre en todas partes solem ca, tanto a vosotros personalmente, Ve
nemente este centenario con actos pú nerables Hermanos como al clero y a
blicos de adoración, de acción de gra todos los fieles encomendados a vuestra
cias y de reparación al Corazón divino solicitud pastoral, y en especial a aque
de Jesús. Con especial fervor se cele llos que de propósito fomentan y pro
brarán, sin duda, estas solemnes mani mueven la devoción al Sagrado Corazón
festaciones de alegría cristiana y de de Jesús.
Dada en Roma, junto a San Pedro,
cristiana piedad — en unión de caridad
el 15 de mayo de 1956, año XVIII de
y comunión de oraciones con todos los
Nuestro Pontificado.
demás fieles— en aquella Nación, en
la cual, por designio de Dios, nació la PIO PAPA XII.
(125) Ver Pío XII, Consecrazione al Cuore Im- (126) Ex. Miss. Rom. Praef. Iesu Christi Regís-,
macolato di María, Regina del Santissimo Rosa-
ñ o: A. A. S. 34 (1942) 345-316.
32©
P I O PP. X I I
OBISPO, Siervo de los Siervos de Dios
Para Perpetua Memoria:
— 2110 —
220, 3 C o n s t . A po st . “ Sedes S apien tia e ” 2111
y apostólica. Por consiguiente, deben eión, así como las cualidades que ésta
tener todos los dones y cualidades que requiere, una vez que se dan, tienen
se estiman necesarias para llenar este necesidad de educación y formación
tan sublime oficio divino (15b). para su desarrollo y madurez. Nada, en
efecto, es perfecto desde el primer ins
tante de su nacimiento; antes bien, la
T ercera P a r t e :
perfección se adquiere por progresos
graduales. Para dirigir esta evolución
La formación natural y sobrenatural
es necesario tener en cuenta todo, ya
sea lo que es objeto de la vocación di
í. Las reglas generales para los edu
vina, como las condicioneses de lugar
cadores de esas vocaciones
y tiempo, para alcanzar eficazmente el
16. Necesidad de formación y educa fin propuesto. Es necesario, pues, que
ción sólida de la vocación. Ahora bien, la educación y la formación de los jó
todos saben que los gérmenes de voca- venes religiosos estén plenamente ase-
(15b) Con motivo del primer Congreso Nacional la obra común con los otros institutos para que
de Estados de Perfección de Portugal realizado no sólo las mentes de los ciudadanos se enrique
en Lisboa del 8 al 14 de abril de 1958, Pío XII ciesen con el estudio de las letras y ciencias, sino 313
envió una Carta Apostólica a los participantes en también para que los pueblos, a los que en Orien
(jue después de una introducción en la que alaba te y Occidente arribaron vuestros ascendientes.
y precisa la misión de las Congregaciones religio ¿Quién no recuerda, entre los preclaros varones
sas, resume en forma clara lo que expone aquí de la Iglesia, a vuestro San Antonio, de los Frai
con mayor detenimiento y recalca sobre todo la les Menores, que, por disposición de Dios, hizo
importancia del cultivo de la caracteristica pro tantos milagros, que mereció el título de Doctor
pia de cada insttiuto (AAS 50 [1958] 312-318). que Nos le otorgamos, y que hoy es venerado
AAS E1 texto de H ( > ’*ta Pergratus nobis est” , 3-IV- en el orbe universo piadosamente por todos? No
1958, es el siguiente: queremos pasar en silencio al Venerable Bartolo
mé de los Mártires, a Domingo, Arzobispo Pri
50 1. Motivo: la reunión de los religiosos. Suma mado de Braga vigorosísimo propugnador y pro
mente grato lia sido para Nos, que ejercemos el motor de la Reforma Católica, que atrajo hacia
312 cargo de Pastor Supremo de la Iglesia, el anun sí durante la celebración del Concilio de Trento
cio de que numerosos Religiosos van a reunirse las miradas atónitas de todos.
en Lisboa a fin de corresponder, con sumisión
solícita y debida, a la Sagrada Congregación de 3. La obra actual necesitaba también las Orde
Religiosos. Con la misma alegría hemos sabido nes, pero han mermado por supresiones repeti
que os habéis preparado con asiduas oraciones das. De la misma manera que nadie puede es
e infatigables trabajos a la celebración de este cribir las gestas realizadas por los portugueses
Congreso, para que resulte digno y eficaz. Por es sin que narre las llevadas a cabo por los miem
to confiamos plenamente que una gracia celestial bros de diversas formas de estado religioso que
fecundísima secundará vuestras determinaciones hemos enunciado, igualmente cierto es que las
y propósitos. gestas, que tanta gloria proporcionaron antaño,
Mientras a orillas del Tajo, por exhortación de no podrán ser continuadas del mismo modo, por
vuestros Obispos, se está terminando y comple el que vuestra historia se distingue de la de otras
tando el gran monumento, dedicado a Cristo naciones, si en la renovación de ellas no aportan
Rey, que aparecerá a los ojos de todos como la su obra los miembros de los estados religiosos, a
señal de que el pueblo portugués se preocupó los que se unirán los componentes de los Insti
más por dilatar la fe que el imperio, vosotros, tutos de nuestro tiempo. Lo que se hará más pa
Religiosos, os reunís —en la ciudad que no sólo tente si se consideran las riquezas con que en
es la cabeza de Portugal, sino también de aque otro tiempo se enriquecía vuestra nación. Estaba
llos pueblos, que habitando no pocas islas y con dotada de una admirable fuerza, por la que el
tinentes, viven bajo su dominio— realizando uno propio nombre y la propia virtud se propagaban
de los más eficaces conatos para que Cristo triun más allá de los lejanos mares, conducía una vida
fe, reine, impere, primero en vosotros, que ten cristiana ejemplar; abundaba en los conocimien
déis a la perfección cristiana, luego en las demás tos necesarios para cultivar las costumbres más
gentes que viven en vuestras regiones, bien me cultas. ¿Quién no ve que no poco de esto ha pe
tropolitanas, bien ultramarinas. recido cuando violentamente, a fines del siglo
2. La obra secular de las Ordenes religiosas. XVIII, disminuyó el número de religiosos, princi
palmente en las misiones, cuando fueron total
Manifiesto y patente es para todos cuán rica y
mente extinguidos el año 1834, cuando sucedió
luminosa en obras realizadas en la Historia de la casi lo mismo el año 1910?
Iglesia en los anales portugueses. Hechos e his
toria que nadie puede narrar dignamente sin 4. Recuperación e incremento de las Ordenes.
hacer resaltar la parte principal que en ellos tu Para elevar los ánimos afligidos por aquellas
vieron los llamados Institutos Religiosos. Prime adversidades no faltaron señales que indicaban
ramente las Ordenes Militares, que, hasta con la presencia de la blanda y benigna mano de
la efusión de la sangre, ensancharon los confines Aquel, a quien gustáis llamar la gloria de nuestra
del reino cristiano y luego fueron la causa de que patria, que mil veces sanaste. De este modo re
Europa conociese nuevos mares y nuevos cielos. vivieron los deseos de virtud cristiana. Y Portu
Las Ordenes Monásticas y Mendicantes, que, con gal, al cumplirse ocho siglos de su existencia, se
la palabra y el ejemplo, cultivaron en vuestros reconcilió públicamente con la Iglesia, bajo cuyo
antepasados los principios por los que se rigen patrocinio y tutela había nacido antiguamente.
las costumbres cristianas. Las Ordenes de Clérigos Entre los bienes que resultaron para vuestra Igle
Regulares, finalmente, aportaron animosamente a sia y Patria del Pacto Misionero merece ser re-
2118 E n cíclicas del PP. P ío XII (1956) 220, 17
guradas, ilustradas, sean sólidas, com religiosa, sino también de la vida sa
pletas, adaptadas sabiamente y en rela cerdotal y apostólica.
ción con las necesidades de hoy, tanto
interiores como exteriores, cultivadas 17. Los educadores deben probar a
asidua y atentamente, no sólo en lo que los “ llamados” ; su ejemplo de virtud,
concierne a la perfección de la vida su amor y dirección. Todo esto, como
cordado el aumento numérico de los Institutos 9. Nuevos institutos, signos de vida religiosa.
religiosos y de los que a ellos daban su nombre. Pero, la mano de Dios no se ha encogido (Isaías 315
Este doble aumento parece ser óptimo signo de 59, 1) y el Espíritu sopla donde quiere (Juan 5, 8):
la vida cristiana que vuelve a su primer estado. Así, pues, al correr de los siglos, han surgido
Muchos de los Institutos, cuyos miembros to nuevas formas de vida religiosa para la perfec
man parte en este Congreso, hace pocos años no ción... para la edificación del cuerpo místico de
314 existían. Llegan a Portugal para colaborar en la Cristo (Efesios 4, 12). Todos vosotros frecuentáis
obra de iluminar con la luz cristiana las provin en la Iglesia las escuelas de santidad, por ella
cias situadas más allá de los mares. como tales reconocidas. Donde faltan, rara vez
consigue la vida cristiana manifestar aquella ple
5. Colaboración de los gobernantes y la labor na perfección, que justamente es considerada nota
de los Obispos. Place recordar que la obra misio del Cuerpo Místico de Cristo en el momento ac
nera, como dicen, es más y más comprendida y tual. En los diversos Institutos de perfección esta
apreciada entre vosotros; y, por ello, encuentra vida cristiana es singularmente fomentada, se des
la ayuda de los que gobiernan los destinos de la arrolla y resplandece en su propia luz.
Nación para difundirse más extensamente y des
arrollarse según la ciencia (Romanos 10, 2; I Pe 10. Su labor y el aprecio que los religiosos de
dro 3, 7). Vuestros Obispos, con la perseverante ben encontrar. Ayudar fraternalmente al clero
magnanimidad que les caracteriza y ayudados diocesano, sea en el ministerio pastoral sea en
por la liberalidad de los fieles, han podido res la vida espiritual, y fomentar el apostolado de los
taurar, multiplicar y alimentar los seminarios de Seglares, conforme a las diversas formas de Ac
las diócesis ultramarinas, porque no pocos de ción Católica, es por cierto obra que corresponde
sus colaboradores pertenecen a vuestros Institu plenamente a la nueva inspiración del Espíritu
tos, cuanto los de Portugal, porque ven cómo bajo Santo, por la que se mueve la Iglesia. Si, por el
su tutela se alimenta un vivero de misioneros, contrario, este ardor de los ánimos no es con
que más adelante prestarán su trabajo, dentro forme a la ciencia y se manifiesta de manera que
o fuera de su diócesis; todos, porque, pertene tanto en los sacerdotes como en los fieles dismi
ciendo a ellos el que las propias ovejas tengan nuye el aprecio del clero que milita en los estados
vida, y la tengan con más abundancia (Juan 10, de perfección o de los Seglares de los Institutos
10), ven las amplísimas sedes de los varios Insti de perfección religiosa, tal modo de proceder, sin
tutos de perfección en las que podrán refugiarse género de duda, dará por resultado, aunque ópti
los que se sientan llamados por el Espíritu Santo mos sean los propósitos, el que languidezca la
para, mediante los oportunos métodos y recursos, vida de las juntas cristianas, la que más bien
conseguir la perfección de la vida religiosa. hay que fomentar con la multiforme unidad y
universal caridad de todo el Cristo (Ver. S. Agus
6. Amor y conocimiento de la vida religiosa tín, Serm. 341 [Migne P.L. 39, col. 1499]).
en Portugal. Lo que más interesa no es el que los
Institutos vuestros agraden a los que gobiernan, 11. El fruto de su ejemplo. Contribuirá también
sino que todos también en Portugal conozcan y no poco a promover la vida cristiana en cada
amen mejor la vida religiosa, que se dedica a la diócesis la vida de los Religiosos, refulgente para
consecución de la perfección evangélica. No que todos por sus virtudes, sobre todo en aquellas
ráis, pues temer: vuestra pequeña grey, Dios me en las que les está confiada la cura pastoral de
diante, y como esperamos, crecerá pronto en las almas.
número y en virtud. 12. Renovación y adaptación de los Institutos.
Vuestros Institutos, aunque antiquísimos, no sólo
7. Los documentos que conciernen los estados continúan siendo útilísimos, sino que también
de perfección. En diversas ocasiones hemos ha
pueden óptimamente adaptarse a las necesidades
blado de los Estados de perfección religiosa, in de nuestro tiempo. ¿Cuál es la renovación y adap-
dicando los métodos más aptos para que pudie tamiento a las actuales necesidades que se desea?
seis conseguir la deseada renovación de la vida,
acomodada a las actuales necesidades. Cierta 13. Sólida formación de los religiosos. Ella no
mente conocéis los documentos emanados de esta exige únicamente que los Superiores de los Insti
Sede Apostólica; sin duda los habéis ponderado tutos manden y los súbditos obedezcan. Requiere
con ánimo dócil y diligente cuidado, a fin de también tal disposición de ánimos en la debida
llevar a la práctica cada uno. Por eso será sufi preparación de los candidatos, en la recta for
ciente recordar someramente algunas cosas.8* mación de ios novicios, en la vida de los profesos,
que siempre se consideren y juzguen clara y dis
8. Utilidad, actual de los Institutos y claustros. tintamente las cosas que son necesarias e inmu
En primer lugar, se encuentran fuera del camino tables en el Instituto y las que no son más que
de la verdad los que opinan que vuestros Insti tradiciones añadidas con el pasar del tiempo y
tutos que por tanto tiempo han perdurado care adaptables a las vicisitudes transitorias.
cen hoy de utilidad. Existen entre vosotros mu
chos templos de antiguos monasterios, con claus 14. El cultivo de lo característico original. Es 316
tros anexos casi totalmente desiertos, que brillan preciso que cada Instituto, además de los prin
por el esplendor del arte pasado. ¿No sucede, por cipios de la vida cristiana que ha de aplicar en
fortuna, en nuestro tiempo, que semejantes Mo la práctica de la perfección religiosa, tenga tam
nasterios, en otros lugares, se ven repletos a ve bién presente lo que es peculiar del Instituto y
ces de fieles, y aun de individuos sin creencia, lo distingue de los otros, conforme a la mente del
que concurren allí para oírlos resonar de cánticos Fundador, aprobada por la autoridad de la Igle
y verlos resplandecer por los ritos litúrgicos, allí sia. El Religioso que esto ignore no podrá adaptar
particularmente donde florece la vida de los an debidamente, como conviene, su Instituto a las ac
tiquísimos monjes? tuales necesidades.
220, 17 C o n s t . A post . “ S edes S apien tíae ” 2119
enseña la experiencia, no puede reali miento de los espíritus y por una expe
zarse sino mediante hombres elegidos, riencia múltiple de los hombres y de
probados, que se distingan, no sólo por las cosas y por otras cualidades huma
la doctrina, la prudencia, el discerni- nas, sino que estén también llenos
15. Respeto prudente a las tradiciones. Por lo miliarios numerosos, cuyos superiores y profeso
que se refiere a las tradiciones añadidas, a lo lar res educan los alumnos en esta mentalidad ya
go del tiempo, a los Institutos, no deberán ser desde que concluyen los estudios elementales. Pa
ellas relegadas al olvido, por el solo hecho de ra Nos, sin embargo, es cosa experimentada que
que son antiguas y los tiempos se renuevan con lo que habéis conseguido no basta ni responde a
tinuamente. Es necesario, sin embargo, que no las crecientes necesidades. No hay que olvidar
impidan ni constituyan un obstáculo a bienes que cuando los jóvenes brillan por su castidad
mayores, siempre y cuando se demuestren tales, y arden en deseos de vida cristiana, son no pocos
y las nuevas circunstancias o las nuevas normas los llamados por la divina inspiración hacia las
de la disciplina eclesiástica así lo reclamen. In cosas sagradas y los que responden de buen gra
debidamente perderíais esos bienes por seguir do y libremente a la voz de Dios. Este modo de
vuestra tradición (Mateo 15, 3). vivir se obtiene, por lo general, con mayor faci
16. Práctica del sistema propio en el apostolado. lidad en las casas de formación encomendadas
Plácenos ahora, queridos hijos, tratar en particu a la Iglesia.
lar de algunas cosas relativas a las obras de 21. Celo misional. Con sobrada razón se atribu
apostolado. En los ejercicios literarios y en las ye a gloria vuestra el que en otro tiempo nume
escuelas destinadas a la recta formación de la rosos pueblos fuesen llamados a la luz del Evan
juventud, en el adaptar las almas a la virtud gelio. No hay que contentarse con recordar esto,
cristiana y en su conveniente dirección, en el sino que es preciso trabajar asiduamente para
socorrer varia y oportunamente las necesidades que vuelvan a darse las condiciones en las que
de los indigentes, en el preparar las sagradas ex aquella gloria pueda ser también renovada; de
pediciones y proveerlas de recursos, las Familias esta manera Portugal continuará cumpliendo la
Religiosas utilicen el propio método pedagógico y misión que le fue confiada por la Divina Provi
el sistema que recibieron, cual heredad sagrada, dencia.
de sus Fundadores y que por largo tiempo pro
porcionaron, con frecuencia, ubérrimos frutos. 22. Intensificación de la preparación y de la vida
Todo esto constituye la riqueza de la Iglesia, la religiosa. Entre tanto, y según lo permitan las
que no es lícito despreciar. actuales circunstancias, hay que preparar con
sumo cuidado los candidatos a la vida religiosa,
17. Cada institución procura su fin particular. ahora existentes, y hacer que los que ya han
Debéis mostraros prontos a ejecutar los ministe abrazado esa vida se ajusten cada día a ella con
rios más difíciles; pero si bien ello constituye un más esmero y con más exactitud; esto ha de pro
motivo máximo de alabanza, no debe colocarse ducir en adelante grandes y duraderos bienes,
en ello indistintamente el empleo de cada uno aunque de momento se atienda menos a las ne
de los Institutos. Solamente debe subsistir en el cesidades presentes.
fin peculiar lo que fue propuesto a cada uno por
la Sede Apostólica para su consecución.1 0
2
9
8 23. Los tiempos exigen religiosos íntegros. Los
tiempos en que vivimos exigen de vosotros Reli
18. Preocupación de nuevas vocaciones. Nues giosos ilustres por piedad, ciencia, virtud. No
tros votos y los de todos vosotros son que nume para que hablen de ellos los hombres con magni
rosos sean los que, guiados por cierto instinto ficencia, ni tampoco para que dediquen alaban
divino, se decidan a conseguir el don de la vida zas extraordinarias a vuestra institución, sino
religiosa. La mies es verdaderamente mucha, mas más bien para que se promueva el provecho de
los obreros pocos (Mateo 9, 37). Intensifiqúese la Iglesia, de forma que si el mundo os alaba, ello
entre vosotros el apostolado llamado familiar, que redunde en alabanza de la Iglesia.
se realiza generalmente por los adultos, de ma
nera especial en las reuniones de Acción Católica. 2!. Mayor aprovechamiento de lo ya existente
Ojalá que los padres pierdan el temor en esta y progreso. Aun en nuestros días, Portugal el de
materia, y antes bien, cooperen eficazmente, con citra y el de ultra los mares, ofrece no pocos mo
el ejemplo cotidiano de vicia cristiana al máximo numentos, edificados por los Religiosos o a ellos
honor que les puede tocar: dar los hijos al sa donados a título de gratitud, en los que se po
cerdocio o a los Institutos de vida religiosa. De drían construir centros dedicados tanto a la vida
tal manera influyen los ejemplos de la virtud do- contemplativa como a la apostólica. Las creado- 31
317 méstica que, en cierto modo, puede decirse que nes de la época antigua parecen tener el mismo
las familias son los primeros seminarios y las significado que el monumento que pronto se
primeras escuelas de novicios. completará, dedicado a Cristo Rey. Aquellos vie
jos edificios sagrados tuvieron como moradores
19. Educación de la juventud. Semillero de vo a hombres o mujeres, a los que movía el mismo
caciones. Hay que considerar, además, las condi espíritu que ahora os mueve a vosotros en la ac
ciones que se ofrecen a la educación de la juven tual reunión: propagar siempre con todas las
tud. No ignoramos que la Iglesia posee óptimos fuerzas el nombre y la virtud cristianos.
centros de educación dirigidos por Religiosas, y
esto, tanto en Portugal como en algunas Pro 25. Bendición Celestial y Apostólica. Jesús vues
vincias transmarinas. Muchos menos son los cole tro Rey, y María, vuestra Reina y Patrona, otor
gios para la educación e instrucción de los jó guen los celestiales y fecundos dones a cada uno
venes. Ojalá se multipliquen, no solo para que de vosotros y a vuestras obras, a cada uno de
(li, aumente así la formación recta de las almas cris vuestros Institutos, a las empresas, a las familias,
tianas, sino también precisamente porque de ello a los colaboradores. Auspicio de estos dones y
proviene, como sucedía antiguamente, el que la muestra de Nuestra benevolencia, sea la Bendi
gracia divina suscite en muchos el deseo de con ción Apostólica que a todos y cada uno de vos
seguir los dones sagrados, de los que particular otros impartimos con efusiva caridad.
mente necesitáis en Africa. Dada en Roma, junto a San Pedro, el día 3 de
abril de 1958, año 20 de Nuestro Pontificado.
20. Solicitud por los Seminarios. Verdad es tam
bién que no faltan, para conseguir este fin, se PAPA PIO XII
2120 E n cíclicas del PP. P ío XII (1956) 220, 18-19
poder apostólico, que deben ser obser generales, ya aprobados por Nos, y
vadas por aquellos a quienes con dictar cuantas medidas sean necesarias
ciernen. para hacer observar fielmente la cons
titución, los estatutos y las ordenanzas,
35. El nuevo papel de la S. C. de sin que obste nada en contrario, inclu
Religiosos, al respecto se señala. Ade so digno de especial mención.
más, por Nuestra autoridad otorgamos Dado en Roma, junto a San Pedro,
a la Sagrada Congregación de Religio- el 31 de Mayo de 1956, 18 de Nuestro
sos la potestad de publicar las ordenan Pontificado, en la Festividad de la
zas, instrucciones, declaraciones, inter Bienaventurada Virgen M a r ía , Reina
pretaciones y cualquier documento aná del Mundo.
logo para la aplicación de los estatutos PIO PAPA XII.
ENCICLICA “LUCTUOSISSIMI EVENTUS”(:i:)
(28-X-1956)
AAS 1. Conm ueven los hechos luctuosos sentimientos; ni por las falaces doctri
48 de Hungría. Los luctuosos aconteci- nas que corrompen a las almas y que
741 mientos que han herido a los pueblos conculcan los derechos de la Iglesia y
de Europa oriental, y principalmente al los de la conciencia civil y cristiana; y
de Hungría tan querido por Nos, ensan que tampoco puede suprimirse por la
grentado hoy por una terrible lucha, fuerza externa el anhelo de una justa
conmueven profundamente Nuestro pa libertad.
terno ánimo; y no solamente el Nues
tro, sino también el de todos aquellos 4. R ecuerdo del Congreso Eucarís-
que se preocupan por los derechos de tico de Budapest y de la fe que no ha
la civilización, de la dignidad humana de perecer. En estas gravísimas cir
y de la libertad debida a los individuos cunstancias, que afligen a una parte de
y a las naciones. la Cristiandad salta a Nuestra mente
un grato recuerdo. Cuando hace ya mu
2. Llam ado del Papa a elevar preces chos años Nos trasladamos a Budapest,
742 a D ios p o r ella. Por este motivo, la como Legado de Nuestro Predecesor
conciencia de Nuestra misión apostó Pío XI, de feliz memoria, para partici
lica Nos mueve a dirigir un fervoroso par en el Congreso Eucarístico Interna
llamamiento a todos vosotros, Venera cional que allí se celebró, tuvimos la
bles Hermanos, y a la grey de cada alegría y el consuelo de ver a los queri
uno, para que animados de fraterna dísimos fieles de Hungría acompañar
caridad elevéis, junto con Nos, preces con encendida piedad y suma venera
al Señor, a fin de alcanzar de El — en ción al Augusto Sacramento del Altar,
cuyas manos están los destinos de los llevado triunfalmente por las calles de
pueblos, y no sólo el poder, sino hasta la ciudad. Y no dudamos de que la
la misma vida de sus gobernantes— misma fe y el mismo amor al Divino
que ponga fin a tanto derramamiento Redentor inflamarán todavía los áni
de sangre y brille finalmente la verda mos de este pueblo, a pesar de que los
dera paz, que está basada en la justicia, partidarios del comunismo ateo se ha
la caridad y la debida libertad. yan servido de todos los medios para
arrancar de sus mentes la Religión de
3. La violencia e injusticia no solu sus mayores. Por tal motivo esperamos
cionan nada. Tengan todos presente fundadamente que este nobilísimo pue
que el orden perturbado de los pueblos blo, aun en medio del peligro en que
no puede restablecerse sólidamente ni por desgracia se encuentra, elevará a
por la potencia mortífera de las armas; Dios insistentes oraciones para impe
ni por la violencia impuesta a los ciu trar la ansiadísima paz radicada en un
dadanos, incapaz de apagar sus íntimos()* recto orden.
(* ) A. A. S. 48 (1956) 741-714. Versión de la Oficina de Tipogr. Vaticana.
— 2126
221, 5-7 E n cíc lic a “ L uctuosissimi E ven tos * 2127
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
iAS 1. Alegría por el éxito de las oracio- ción de ambos Estados, en conformi
48 nes y la libertad de los Cardenales dad con principios más sanos y de una
745 polaco y húngaro. Es para Nos motivo legislación mejor, pero especialmente
de gran alegría el saber que no sola con respeto de los derechos de Dios y
mente el Episcopado del mundo cató de la Iglesia. Por lo tanto, Nos dirigi
lico, sino también los demás eclesiás mos de nuevo a todos los católicos de
ticos y los fieles, con impulso espon esas Naciones con el fin de que, unien
táneo, han correspondido a Nuestra in do concordemente sus fuerzas y agru
vitación, que les dirigimos con la re pándose estrechamente alrededor de
ciente Carta E n c í c l i c a elevando al sus legítimos Pastores, trabajen dili
Cielo oraciones públicas para hacerlo gentemente con el fin de que esta santa
propicio. causa progrese y se consolide; ya que
Por lo tanto, con efusión y desde lo si esa causa fuera arrinconada o des
íntimo del corazón queremos dar gra cuidada, no podría conseguirse una
cias a Dios porque, movido por tantas paz verdadera.
súplicas, especialmente por las de los
niños y de las niñas inocentes, parece 3. Preocupación por las complica
que por fin ha hecho despuntar para ciones del Medio Oriente. Pero,, mien
los pueblos de Polonia y de Hungría tras Nuestro espíritu se encuentra aún
el resplandor de una nueva aurora de en ansiedad, otra situación pavorosa
746 par que los amados Hijos Nuestros, los
se Nos presenta delante. Como vos
Señores Cardenales E s t e b a n W y s z y n s -
otros, Venerables Hermanos, sabéis, la
ki, Arzobispo de Gniezno y Varsovia, y
llama de otra acción bélica se ha encen
J o s é M i n d s z e n t y , Arzobispo de Ezster-
dido amenazadora en el Medio Oriente,
gon, alejados de sus respectivas sedes,
han sido reintegrados a sus puestos de no lejos de la Tierra Santa, donde los
honor y de responsabilidad, y triun ángeles, bajados del Cielo y volando
falmente acogidos por una multitud de sobre la cuna del Infante Divino, anun
pueblo en fiesta, después de haber sido ciaron la paz a los hombres de buena
reconocidos inocentes e injustamente voluntad<2L ¿Qué otra cosa podríamos
acusados. hacer Nos, que con paterno amor abra
zamos a todos los pueblos, más que
2. Esperanza de mejoramiento. Por elevar súplicas al Padre de las miseri
consiguiente, alimentamos la esperan cordias y Dios de todo consuelo(3), y
za de que ello sea de buen auspicio exhortar a todos vosotros a unir vues
para el reordenamiento y la pacifica tras oraciones a las Nuestras? En efec-
(*) A. A. S. 48 (1956) 745-748. Versión española de “ L’Osservatore Romano, edición argentina, Año
VI, N? 2C3, Buenos Aires, 8 de noviembre de 1956.
(1) Pío XII, Encíclica Luctuosissimi eventus, (2) Ver. Lucas 2, 14.
28-X-1956; A. A. S. 49 (1956) 714-744; en esta Co- <3) Ver. II Corintios 1, 3.
lección: Encícl. 221, pág. 2126-2127.
2128
222, 4-7 E n cíc lic a “ L aetam u r A d m odu m ” 2129
to, las armas de nuestra milicia no son dad, que nunca podrá desembocar en
carnales sino poderosas por Dios^K el derramamiento de sangre de herma
nos.
4. La guerra, causa de muchas cala
midades, es condenable. Nuestra espe 6. Esperanza en la ayuda celestial.
ranza descansa únicamente en Aquel Y puesto que, como hemos dicho, pone
que con su luz celestial puede iluminar mos Nuestra esperanza particularmen
la mente de los hombres y doblegar su te en la providencia y misericordia de
exasperada voluntad a consejos más Dios, os exhortamos insistentemente,
moderados, de manera que entre las Venerables Hermanos, a no desistir de
Naciones se pueda establecer el recto alentar y promover la cruzada de ora
orden, con mayores beneficios recípro ciones, gracias a la cual, con la inter
cos, salvaguardando siempre los legí cesión de M a r í a Virgen, esperamos que
timos derechos de cuantos se hallan en el Señor quiera conceder benignamente
747 causa. Tengan todos presente, especial que los peligros de guerras desaparez
mente aquellos en cuyas manos se en can, que los intereses contrastantes de
cuentra la suerte de los pueblos, que las Naciones encuentren una feliz solu
de la guerra jamás podrá nacer ningún ción, que en todas partes sean entera
bien duradero, sino más bien una gran mente salvaguardados en beneficios de
cantidad de desgracias y calamidades. todos los sacrosantos derechos de la
No con las armas, no con matanzas, no Iglesia, sancionados por su Divino Fun
con ruinas se resuelven las cuestiones dador, y que la gran familia humana,
entre los hombres, sino con la razón, disgregada por el pecado, se someta a
el derecho, la prudencia y la equidad. su dulcísimo imperio<5).
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
— 2130 —
223, 6 E n cíc lic a “ D atis nuperrim e ” 213)
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
2132
‘224 .,. 4-5 E n cíc lic a “ F idei D on u m ” 2133
mpnte apropiado para fomentar el fer rante los últimos decenios es para los
vor apostólico de los cristianos, que se cristianos motivo de alegría y de orgu
han vuelto más conscientes de los debe llo. Conforme al empeño que Nos asu
res que exige la fe recibida de Dios. mimos poco después de Nuestra eleva
Oriéntese este fervor hacia las regiones ción al sumo Pontificado, de no esca
descristianizadas de Europa y hacia las timar esfuerzo alguno con el fin de
vastas regiones de América del Sur, que... la cruz, en la que se encuentran
donde sabemos que las necesidades son la salvación y la vida, extienda su som
grandes; póngase al servicio de tantas bra hasta las más remotas regiones del
importantes misiones de Asia o de mundo^Q\ hemos favorecido con todo
Oceanía, sobre todo donde el campo de Nuestro poder el progreso del Evange
27 lucha es difícil; sostenga fraternal lio en aquel continente. Las circuns- 228
mente a los miles de cristianos, parti cripciones eclesiásticas se han multipli
cularmente amados por Nuestro cora cado en él; el número de los católicos
zón que son honor de la Iglesia porque ha aumentado considerablemente y
conocen la bienaventuranza evangélica continúa creciendo con ritmo rápido,
dé los que sufren persecución por la liemos tenido la alegría de instituir en
justicia(4); tenga piedad de la miseria muchos países la jerarquía eclesiástica
espiritual de las innumerables víctimas y de elevar ya a numerosos sacerdotes
dél ateísmo moderno, de los jóvenes, africanos a la plenitud del sacerdocio,
especialmente, que crecen en la igno conforme al fin último de la labor
rancia y a veces hasta en el odio de misional que es el establecer sólida y
Dios. Deberes todos ellos necesarios, definitivamente la Iglesia en nuevos
urgentes, que exigen de cada cual un pueblos y constituir en ella, con ele
despértar de energía apostólica, susci- mentos nativos, la propia jerarquía<7L
tador de inmensas falanges de apósto De este modo, en la gran familia cató
les, semejantes a las que conoció la lica, las jóvenes iglesias africanas ocu
Iglesia en su alborear(5). Mas aun te pan hoy el lugar que les corresponde,
niendo presentes en nuestro pensa saludadas con corazón fraternal por las
miento y en nuestra oración estos de diócesis más antiguas que las han pre
beres indispensables, aun recomendán cedido en la fe.
dolos a vuestro celo, Nos ha parecido
oportuno orientar hoy vuestras mira
5. No ha terminado aun la labor
das hacia Africa, en la hora en que se
misionera. Legiones de apóstoles, sa
abye: a la vida del mundo moderno y
cerdotes, religiosos y religiosas, cate
atraviesa los años tal vez más graves
quistas y colaboradores seglares, han
de, >su milenario destino.
conseguido tan consoladores resultados
gracias a una labor cuyos ocultos sa
P r im e r a P a r t e : crificios tan sólo Dios conoce. A todos
y cada uno de ellos se dirigen Nuestro
Situación de la Iglesia, especialmente paternal agradecimiento y Nuestras fe
, en Africa licitaciones; allí, como en todas partes,
la Iglesia puede sentirse orgullosa de
' li Florecimiento actual de las Misio-
la labor de sus misioneros. Y, sin em
' ñes en general: éxitos y tareas
bargo, la magnitud de la obra realizada
4. La extensión de la Iglesia en no podría hacer olvidar que la labor
Africa en los últimos decenios. La que queda por hacer requiere un es
expansión de la Iglesia en Africa du- fuerzo inmenso y operarios innumera-
' (4) Mat. 5, 10. (6) Pío XII, Alocución del 19-V-1939, en Dis-
(5) Pío XII, Alocución “ Romani! Ospiti pas- corsi e Radiomessaggi, tomo I, 87.
quali” a los fieles cristianos reunidos en la Plaza (7) Pío XII, Encíclica Evangelii Príecónes, 2-
de San Pedro, en la fiesta de la Resurrección; VM951, A. A. S. 43 (1951) 507; en esta Colección:
A. A. S. 44 (1952) 370. Encíclica 200, 18, pág. 1875.
2134 E ncíclicas del PP. P ío XII (1957) 224, 6-8
bles^8K En el momento en que la ins a proceder por este camino con espí
tauración de la jerarquía podría hacer ritu de paz y de comprensión recíproca.
creer erróneamente que la actividad Que una libertad política justa y pro
misionera está a punto de terminar, gresiva no sea negada a estos pueblos
más que nunca la solicitud de todas las (que a ella aspiran), y que no se ponga
iglesias^ del vasto continente africano obstáculo a ella, decíamos a los unos;
llena Nuestro espíritu de angustia. ¿Có y advertíamos a los otros que recono
mo, pues, no habría de estremecerse ciesen a Europa el mérito de su pro
Nuestro corazón al considerar, desde greso: sin su influencia, extendida a
229 esta Sede Apostólica, los graves proble todos los dominios, podrían ser arras
mas allí planteados por la extensión y trados por un ciego nacionalismo hacia
ahondamiento en la vida cristiana, el caos y la esclavitudAVJ<i. Al renovar 230
cuando comparamos la vastedad y aquí esa doble exhortación formula
urgencia de los deberes por un lado, y mos votos por que se continúe en
por otro el número ínfimo de operarios Africa una obra de colaboración cons
apostólicos y su falta de medios? Este tructiva, libre de prejuicios y suscepti
es el sufrimiento que os confiamos a bilidades recíprocas, preservadas de las
vosotros, Venerables Hermanos, y Nos seducciones y estrecheces del falso na
complace pensar que la prontitud y la cionalismo, y capaz de extender a esas
generosidad de vuestra respuesta hará poblaciones, ricas en recursos y con
que brille de nuevo la esperanza en el un prometedor futuro, los verdaderos
corazón de tantos apóstoles generosos. valores de la civilización cristiana, que
han dado ya tan buenos frutos en otros
2. La stiuación actual: Africa en continentes.
evolución.
a) Obstáculos a su desarrollo eco b) Peligro de materialismo ateo.
nómico, social y político. 7. La invasión del materialismo. Sa
6. La evolución de los pueblos. bemos, por desgracia, que el materia
Las condiciones generales en que se lismo ateo ha difundido en varias re
desarrolla en Africa la labor de la Igle giones de Africa su virus de división,
sia, ya conocidas por vosotros, son, atizando las pasiones, enfrentando a
en verdad, difíciles. La mayor parte pueblos y razas unos contra otras, apro
de esos territorios está pasando por vechando auténticas dificultades para
una fase de evolución social, económi seducir a los espíritus con fáciles espe
ca y política, que está preñada de con jismos o para sembrar la rebelión en
secuencias para su futuro: sin embar los corazones. En Nuestra solicitud por
go, hay que reconocer que las numero un auténtico progreso humano y cris
sas incidencias de la vida internacional tiano de las poblaciones africanas, que
sobre las situaciones locales no siempre remos renovar aquí, con respecto a
permiten, incluso a los hombres más ellas, las graves y solemnes adverten
prudentes, graduar las etapas que se cias que ya en varias ocasiones hemos
rían necesarias para el verdadero bien dirigido a propósito de este punto a los
de esos pueblos. La Iglesia, que en el católicos de todo el mundo; felicitamos
curso de los siglos ha visto nacer y a sus pastores por haber denunciado
engrandecerse a muchas naciones, no firmemente ya, en más de una circuns
puede dejar de prestar hoy una aten tancia, a sus fieles el peligro a que les
ción especial a la adquisición por par exponen esos falsos pastores.
te de los nuevos pueblos de las respon
c) Progreso del Islamismo.
sabilidades inherentes a la libertad po
lítica. En varias ocasiones Nos hemos 8. El proseiifismo musulmán. Pero
invitado ya a las naciones interesadas mientras los enemigos del nombre de
(8) Pío XII, Encíclica Evangelii Prxcones, 2- [9] II Corint. 11, 28.
VI-1951, A. A. S. 43 (1951) 505; en esta Colección: (10) Pío XII, Radiomensaje de Navidad de 1955,
Encíclica 200, 14, pág. 1874. A. A. S. 48 (1956) 40.
224, 9-10 E n cíc lic a “ F idei D o n u m ’ 2135
Dios llevan a cabo en ese continente Urgencia de más amplia labor mi
sus esfuerzos insidiosos o violentos, hay sionera. Cualquier retraso entrañaría
que denunciar otros graves obstáculos consecuencias. Los africanos, que re
que se oponen en ciertas regiones a los corren en pocos decenios las etapas de
progresos de la evangelización. Cono una evolución que el Occidente ha rea
céis ya de modo particular la fácil lizado a lo largo de varios siglos, se
atracción que ejerce sobre gran número sienten más fácilmente arrastrados y
de espíritus una concepción religiosa seducidos por la enseñanza científica y
de la vida, que, aun tratando con em técnica que se les da, así como las in
peño de rendir el culto debido a la fluencias materialistas que sufren. Por
Divinidad, arrastra, sin embargo, a sus este motivo pueden producirse en al
seguidores por un camino que no es el gunos lugares situaciones difícilmente
de J e s u c r i s t o , único Salvador de todos reparables, hasta el punto de perjudi
los pueblos. Nuestro corazón de Padre car, andando el tiempo, el desarrollo
está abierto a todos los hombres de del catolicismo en las almas y en las
231 buena voluntad; pero, Vicario de Aquel sociedades. Es preciso, ya desde ahora,
que es el Camino, la Verdad y la Vi dar a lo spastores de almas posibilida- 232
d a Nos no podemos considerar se des de acción en proporción a la im
mejante estado de cosas sin vivo dolor. portancia y a la urgencia de la actual
Varias, por otro lado, son las causas de coyuntura.
ello: a menudo se trata de causas histó
ricas recientes, y no siempre ha sido 3. Los actuales medios son insufi
ajena a ellas la actitud de naciones que, cientes.
sin embargo, se honran de su pasado
cristiano. Por esta razón, en cuanto al 10. En las misiones nuevas faltan
porvenir católico de Africa, existe un más misioneros y más recursos. Pues
motivo de serias preocupaciones. ¿Com bien, salvo raras excepciones, es
prenderán específicamente los hijos de tas posibilidades de acción misionera
la Iglesia la obligación de ayudar más están en notable desproporción con la
eficazmente y a tiempo a los misioneros labor a realizar; y aun cuando seme
del Evangelio para que anuncien la jante penuria, por desgracia, no es
verdad salvadora a los casi 85 millones solamente de Africa, allí se siente viva
de africanos de raza negra aún apega mente, sin embargo, debido a las cir
dos, a las creencias paganas? cunstancias. No será inútil, Venerables
Hermanos, daros sobre este punto algu
d ) La fascinación de la ciencia y la nas indicaciones particulares.
técnica.
En las misiones recientes, por ejem
9. La seducción de la civilización plo, fundadas en algunos casos tan sólo
moderna. Este orden de consideracio hace una decena de años, no puede
nes resulta aún más grave por la pre esperarse antes de mucho tiempo una
cipitación general de los aconteci notable ayuda del clero local, y los
mientos, de los que los Obispos y los escasos misioneros, desparramados por
elementos escogidos entre los católi territorios inmensos, donde trabajan
cos de Africa tienen plena conciencia. además otras confesiones no católicas,
En el momento en que se buscan nue ya no pueden atender a todas las peti
vas estructuras, mientras algunos pue ciones. Se trata de 40 sacerdotes, en
blos corren el riesgo de abandonarse alguna zona, para casi un millón de
a las más falaces seducciones de una almas, entre las cuales solamente hay
civilización técnica, la Iglesia tiene el 25.000 convertidos; y en otro lugar, de
deber de ofrecerles, en la medida más 50 sacerdotes para una población de
grande posible, las sustanciales rique dos millones de habitantes, cuando ya
zas de su doctrina y de su vida, ani los 60.000 fieles bastarían por sí solos
madora de un orden social cristiano. para absorber el tiempo de los misio-
[111 Juan 14, 6.
2136 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 224, lí-1 3
(18) Ver II Corint. 5, 14. (25) Pío XII, Radiomens. a Catól. de N. York,
(19) S. Agustín, Epístola de San Juan a los Par en la celebr. III Genten. de los protomárt. Ss
tos, tr. X n. 8 (Migne P.L. 35, col. 2060). Isaac Jogues y comp. 24-XI-1946. Alocución tele
(20) Juan 21, 16-18. trasmitida: “ Just ten years ago” : Disc. e Radio-
(21) Juan 20, 21. mess. t. VIII, 328, citado en “ Fidei donum” .
(22) Mat. 28, 19-20. (26) Pío XII, Radiomensaje de Navidad de 1945,
(23) 5. Tomás, Exposición in Epist. ad Roma en A.A.S. 38 (2946) e8 (Rohrbacher Heilslebr'c,
nos, cap. I, lect. I (ed. Parma 1862, 13, 4). 1953, nr. 702)
(24 Lucas 12, 49.
224, 20-23 E n cíc lic a “ F idei D on u m ” 2139
ovejuelas. Hagamos Nuestros sus sufri las Obras Pontificias Misionales, cuya
mientos de pastores, y de buena gana labor facilitaréis sosteniendo con vues
les diremos como S a n P a b l o a los Co tra autoridad y con vuestro celo a los
rintios: No se trata, para socorrer a los consejos diocesanos de esas mismas
demás, de reduciros a la penuria, sino Obras; y también a los superiores de
de aplicar el principio de igualdad<34> las tan beneméritas congregaciones, a
Estas diócesis tan probadas no sean las que la Santa Sede no deja de hacer
sordas, sin embargo, al llamamiento de llamamientos para que respondan a las
las misiones lejanas. El óbolo de la necesidades más urgentes de las misio
viuda fue citado como ejemplo por nes y que no pueden aumentar el núme
Nuestro Señor, y la generosidad de una ro de las vocaciones sin la benévola
diócesis pobre para con otras más p o comprensión de los Ordinarios locales.
bres no podría empobrecerla. Dios no Estudiad de común acuerdo el modo
se deja ganar en generosidad. mejor de conciliar los intereses reales
c) Necesaria coordinación de fuerza. de los unos y de los otros; si en algunos
casos estos intereses parecen divergir
31. La Pontificia Unión Misional del
momentáneamente, ¿no es tal vez por
clero. Para resolver eficazmente los
que se deja de considerarlos con fe
complejos problemas de las vocaciones
suficiente en la visión sobrenatural de
misioneras no pueden bastar, sin em
la unidad y de la catolicidad de la
bargo, los esfuerzos aislados. Recordad,
Iglesia?
pues, Venerables Hermanos, estos pro
blemas en vuestras reuniones, y para d) Los estudiantes de ultramar.
resolverlos utilizad las organizaciones, 33. Ayuda a los estudiantes Indíge
si las hay que en cada nación se dedi nas en el extranjero. Con el mismo
can a promover la acción misional; espíritu de colaboración fraternal y
será más fácil, en esta escala, poner en desinteresada cuidaréis, Venerables Her
juego los medios de acción más apro manos, de ser solícitos en la asistencia
piados para el despertar de las vocacio espiritual de los jóvenes africanos y
nes misioneras y al mismo tiempo so asiáticos a los que la continuación de
portaréis más fácilmente las responsa sus estudios llevara a residir temporal
bilidades que os hacen solidarios al ser mente en vuestras diócesis. Privados de
vicio de los intereses generales de la los cuadros sociales naturales de su
Iglesia. Apoyad con generosidad en país de origen, se encuentran a menu
vuestras diócesis la Unión Misional del do y por motivos varios, sin contactos
Clero, tan a menudo recomendada por suficientes con los centros de vida ca
Nuestros Predecesores y por Nos mis tólica de las naciones que los acogen.
mo. La acabamos de elevar a la digni Por ello su vida cristiana puede ha
dad de Obra Pontificia, de tal modo llarse en peligro, porque los verdaderos
que nadie puede poner en duda la valores ele la nueva civilización que
estima que sentimos por ella y la im descubren, les resultan aún ocultos;
portancia que Nos concedemos a su mientras que las influencias “ materia
desarrollo. lizantes” les agitan a fondo y las asocia
32. Más estrecho contacto entre los ciones ateas se esfuerzan en conquistar
Obispos y la organización Misional su confianza. Por lo tanto, al salir al
Pontificia, y entre ésta y los institutos encuentro de las preocupaciones de los
misioneros. Establézcanse, en fin, en Obispos de las misiones, no vacilaréis
todas partes una estrecha coordinación en destinar a este apostolado a algún
de los esfuerzos, factor indispensable sacerdote experimentado y celoso de
de éxito, entre los pastores de almas vuestras diócesis.
y los que trabajan más inmediatamen e) Ayuda del clero secular.
te por las misiones; pensamos, sobre 34. Prestación temporal de sacerdo
todo, en los presidentes nacionales de tes a las Misiones. Otra forma de
(34) II Corint. 8, 13.
224, 35-38 E n cíc lic a “ F idei D o n u m ” 2143
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
— 2145 —
Encíclicas Pontificias 68
2146 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 225» 4 6
saba, a ejemplo del Divino Maestro, daba el dicho del Divino Redentor:
hizo nacer flores celestiales y frutos Dichoso seréis cuando los hombres por
saludables. Esto fue causa, según cuen mi causa os maldijeren, y os persiguie
tan, de que hasta los disidentes le die ren, y dijeren con mentira toda suerte
sen el significativo apelativo de cazador de mal contra vosotros. Alegraos enton
de almas. ces y regocijaos, porque es muy grande
la recompensa que os aguarda en los
cielos; del mismo modo persiguieron a
S. Su martirio
los profetas que ha habido antes de
7. En medio de las persecuciones. vosotros(D.
Y como el infatigable apóstol de Cristo
vivió de la fe, y propagó y defendió 9. Su martirio. Se horroriza uno al
con ardor la fe, así también no dudó en recordar las torturas que sufrió el atle
arrostrar la muerte por la fe de sus ta de Cristo con invicta fortaleza y
mayores. fe ilesa y firmísima. Porque apaleado,
Entre las incontables persecuciones abofeteado, caminando atado con una
de la Religión católica es digna de es cuerda que lleva por delante un jinete,
pecial recuerdo una muy espantosa trabajosamente y sangrando, es llevado
que se levantó en el siglo 17 en las a Janow para sufrir el extremo supli
regiones orientales, cuando las hordas cio. Aquí el Mártir polaco igualó en el
de los Cosacos que habían invadido triunfo a los más notables que la Iglesia
aquellas regiones, arremetieron con fu celebra. Preguntado si era sacerdote
ror contra los católicos y contra sus latino, A n d r é s dijo: Soy sacerdote cató
Pastores y los predicadores del Evan- lico, nacido en la Fe católica, y quiero
7 gelio; eran de ver los templos dedicados morir en esa misma fe; mi fe es verda
al culto divino arruinados, los conven dera, lleva a la salvación. Vosotros,
tos de los religiosos incendiados, todo arrepentios, haced penitencia; de otro
devastado, las cosas sagradas dispersas. modo no podréis salvaros con vuestros
errores; abrazando mi fe, conoceréis 326
8. Su combate y captura. A n d r é s al verdadero Dios y salvaréis vuestras
B obola, que podía atribuirse a sí aque a liñ a s ^ .
lla sentencia: Nada considero ajeno a Aquellos perversísimos hombres no
mí de lo que pertenece a Dios^Q\ sin se ablandaron con estas palabras, sino
temer lo más mínimo ni la muerte ni que exacerbados con una mayor fero
los tormentos, y encendido en el amor cidad, llegaron a tal extremo de cruel
de Dios y caridad para con el pró dad, que aumentaron las atrocidades
jimo, se lanzó al medio del combate con el soldado de Cristo. Porque fue de
para poder librar con toda su alma a nuevo azotado, coronado como Jesu
cuantos pudiese, de negar la Fe cató cristo con una corona erizada, dura
lica y de caer en las asechanzas y erro mente abofeteado, y herido con un
res de los disidentes, y para exhortarlos golpe de cimitarra cayó por tierra. Lue
con ánimo resuelto a conservar incó go le sacaron el ojo derecho, le quita
lume la integridad de la doctrina cris ron la piel en varias partes, le quema
tiana. Pero el 16 de mayo de 1657, ron atrozmente las heridas, restregán
fiesta de la Ascensión del Señor a los doselas con paja menuda. No fue todo,
cielos, fue capturado junto a Janow porque le cortaron las orejas, las nari
por los enemigos del nombre cristiano; ces y los labios, le sacaron la lengua
lo cual creemos que más que miedo le por detrás, por el pescuezo, y le clava
produjo un celestial gozo, porque sabe ron una lezna en el corazón; y así final
mos que el martirio entraba siempre mente el invicto atleta, a las tres de la
entre sus ardientes deseos, y que recor- tarde, dando un espectáculo admirable
(6) S. Bernardo, Epist. 20 al Cardenal Ilaime- (8) Pió XI, Cartas Decretales Ex aperto Chri-
rico (Migne P.L. 182, co. 123-B). sti Latere, Catiiolica Ecclesia in Cruce exorta,
(7) Mateo 5, 11-12. 17-IV-1938, A. A. S. 30 (1938) 359.
2148 E ncíclicas del PP. P ío XII (1957) 225, 10-14
de fortaleza, atravesado por la espada, creerla del todo ajena a los hombres
consiguió la gloria del m artirio^. de este siglo de progreso, quienes sin
Dios, más aún por sí mismos y gracias
10. La glorificación. Así como el a su inteligencia, a sus energías y a su
Mártir invicto empurpurado en su san poder, se ufanan de vivir y trabajar en
gre sube triunfalmente a los cielos, así esta vida, enseñoreando y poniendo a
la Iglesia en la tierra al contemplar su su servicio los elementos y principios
santidad atestiguada por grandes mi de las cosas para común utilidad y
lagros, lo propone al culto y a la imita prosperidad de los ciudadanos. Ni fal
ción de toda la cristiandad. En efecto, tan tampoco quienes, prometiendo una
Pío IX, Nuestro Predecesor de venera admirable felicidad, que no puede ser
ble memoria, lo escribe en 1853 en el cumplida en este destierro terrenal, se
número de los Beatos y Nuestro Prede empeñan en arrancar y desarraigar de
cesor inmediato de imperecedera me las mentes de los indoctos y gente sen
moria, Pío XI, lo coloca solemnemente cilla o de los ya contagiados por sus
en la categoría de los Santos en 1938. falacias, la fe cristiana que, para los
más desdichados es el único consuelo
en esta vida.9
Segunda Parte:
P I O PP. X I I
Amados Hijos y Venerables Hermanos: Salud y Bendición Apostólica
pleno gurgite lymphae!” (¡Oh gruta contando con esa garantía, colma de
feliz, honrada por la visión de la madre beneficios espirituales a la iglesia recién
divina! ¡Venerable roca de la que bro construida y hace coronar la imagen
tan a raudales las linfas de la vida!)0). de Nuestra Señora de Lourdes, L eón
XIII, en 1892, concede Oficio propio
2. El Papado y Lourdes y la Misa de la festividad en la apari
ción de la Virgen Inmaculada María,
7. Lourdes y el Magisterio de la que su sucesor extenderá muy pronto
Iglesia en el dogma de la Inmaculada. a la Iglesia universal; el antiguo llama
Estos cien años de culto mariano, por miento de la Escritura encontrará en
otra parte, han tejido en cierto modo ella una nueva aplicación: “ Levántate,
entre la Sede de P edro y el santuario amiga mía, hermosa mía, y ven: palo
pirineo estrechos lazos, que Nos tene ma mía, en los agujeros de las piedras,
mos la satisfacción de reconocer. ¿No en la abertura del m u r o Al final de
ha sido la misma Virgen María la que su vida, el gran Pontífice quiso inaugu
ha deseado estas aproximaciones? Lo rar y bendecir personalmente la repro
que en Roma con su infalible Magis ducción de la gruta de Massabielle
terio definía el Soberano Pontífice, la construida en los jardines del Vaticano
Virgen Inmaculada Madre de Dios, ben y, en la misma época, su voz se elevó
dita entre todas las mujeres, quiso, al hacia la Virgen de Lourdes en una
parecer, confirmarlo con sus propios oración fervorosa y ejemplar: Que gra
labios cuando poco después se manifes cias a su poderío, la Virgen Madre, que
tó con una célebre aparición en la gruta cooperó en otro tiempo con su amor
de Massabielle..J456*K Ciertamente la pa en el nacimiento de los fieles dentro de
labra infalible del Pontificado Romano, la Iglesia(7b), sea de nuevo ahora instru
intérprete auténtico de la verdad reve mento y guardiana de nuestra salva
lada, no tenía necesidad de ninguna ción... que devuelva la tranquilidad de
confirmación celestial para imponerse la paz a los espíritus angustiados; que
a la fe de los fieles. Pero ¡con qué apresure, en fin, en la vida privada lo
emoción y con qué gratitud el pueblo mismo que en la vida pública, el re
609 cristiano y sus pastores recogieron de torno a Jesucristo” (8K
labios de B ernardita esta respuesta
venida del Cielo: Yo soy la Inmaculada 9. Lourdes y el dogma de la Inma
Concepción! culada: San Pío X. El cincuentenario
de la definición dogmática de la Inma
8. Favores Pontificios al Santuario culada Concepción de la Santísima
de Lourdes por Pío IX y León XIII. Virgen ofreció a S a n P ío X la ocasión
Por lo tanto, no sorprende que Nues para testimoniar en un documento so
tros Predecesores se hayan dignado lemne el lazo histórico entre este acto
multiplicar sus favores hacia este san del Magisterio y la aparición de Lour
tuario. Desde 1869, Pío IX, de santa des: Apenas había definido Pío IX ser 610
memoria, se felicitaba de que los obs de fe católica que María estuvo desde
táculos suscitados contra Lourdes por su origen exenta de pecado, cuando la
la malicia de los hombres hubiesen per misma Virgen comenzó a obrar mara
mitido manifestar con más fuerza y villas en L o u r d e s Poco después crea
evidencia la claridad del h e c h o ^ . Y4
*
6
5 el título episcopal de Lourdes, ligado al
(4) Himno de las segundas Vísperas del Oficio (7b) S. A gu s tín , De sancta virginitate cap. 6
de la fiesta de las Apariciones. (Migne PL 40, col 399; ver también nota 2 pág
(5) Decreto de Tuto (proceder) “M e d io c ir c it e r 647 de esta colección [Guadalupe]).
v o lv e n te 19 ssecu lo” para la canonización de Santa
Bernardita Soubirous, 2-VII-1933; A. A. S. 25 (1933) (8) L e ó n X I I I , Carta Apostól. P a r t a h u m a n o
377. g c n e r i 8-IX-1901 (Acta Leonis XIII vol. 21, 159;
(6) P ío X I , Carta a Henri Laserre, 4-IX-1869 AAS 34 [1901/02] 195; en esta Colecc. Encícl. 85,
(Archivo secreto del Vaticano, Epist. lat., año 5 p. 647).
1869, n. 388, f. 695. (9) S an P í o X , Encíclica A d d ie m illiu m , 2-II-
(7?) Cantar 2, 13-14; Gradual de la Misa de la 1904; Acta S. Pii X, vol. I, 149); A. S. S. 36, 449-
festividad de las Apariciones. 462; en esta Colección: Encícl. 93, pág. 707-716.
2154 E n cíclicas del PP, P ío XII (1957) 226, 10-11
favores espirituales y con los beneficios la definición del dogma, la Virgen In
612 de su benevolencia(15). La historia de maculada en persona confirmó sobrena
estos cien años, que os acabamos de turalmente mediante apariciones, con
evocar a grandes rasgos ¿no es en versiones y milagros la declaración del
efecto una constante demostración de Doctor Supremo(1G).
esta benevolencia pontificia, cuyo últi 12. La nueva m anifestación mariana
mo acto fue la clausura en Lourdes de P ío X II en 1957. Hoy, otra vez, Nos
del año centenario del Dogma de la nos dirigimos hacia el célebre santua
Inmaculada Concepción? rio que se dispone a recibir a orillas del
R ecuerdo en la C onstitución A pos Gave a la muchedumbre de peregrinos
tólica “ Omnium E cclesiarum ” . Mas del Centenario. Si, desde hace un siglo,
a vosotros, amados Hijos y Venera fervorosas súplicas, públicas y priva
bles Hermanos, Nos deseamos recor das, han obtenido allí, por intercesión
dar especialmente un reciente docu de María , tantas gracias de curación y
mento, en virtud del cual Nos fa de conversión, Nos tenemos la firme
vorecíamos el movimiento de un apos confianza de que durante este año jubi
tolado misionero en vuestra querida lar Nuestra Señora querrá responder
Patria. Nos quisimos evocar en él aún con generosidad a las esperanzas
los singulares méritos que Francia se de sus hijos; pero Nos tenemos sobre
ha conquistado a lo largo de los siglos todo la convicción de que nos apremia
en el progreso de la fe católica, y, en para que recojamos las lecciones espi
ese orden de ideas, Nos dirigimos Nues rituales de las apariciones y para que
tro espíritu y Nuestro corazón hacia nos encaminemos por la vía que tan
Lourdes, donde, cuatro años después de claramente nos ha trazadot17^.
(15) Ver nota (14). vino Redentor en todos los lugares del mundo
(16) Constitución Apostólica O m n iu m
P ío X I I , católico.
15-VIII-1954; A. A. S. 46 (1954) 567;
E c c le s ia r u m ,
2. C e le b ra ció n u n iv e r s a l d e la fie sta m a r ia n a .
en esta Colecc.: Encícl. 214, 2 pág. 2040. Deseamos ardientemente —como ya indicamos en
[17J P ío X l l publicó el l ‘-‘ de noviemure de 1957 la Carta Encíclica del 2 de julio del presente año
la Constitución Apostólica P r im o e x a c t o S a e c u lo , Le P é le r in a g e d e L o u r d e s (A. A. S. 49 [1957] pp.
sobre la Indulgencia Jubilar en Lourdes (AAS
49 [1957] 1051-1056). 606, 614, 617), que no solamente en Lourdes, a los
La reproduciremos a continuación íntegramente: pies de la venerada Imagen de la Virgen In
AAS Constitución Apostólica maculada, se celebren las solemnidades centena
rias, sino también dondequiera nuestra amantísi-
P R IM O E X A C T O S A E C U L O ma Madre celestial es venerada, y, principalmen
49 “Pío Obispo, Siervo de los siervos de Dios” te, dondequiera que haya templos dedicados en
Para Perpetua Memoria. su honor, sea en ciudades o en pueblos, o en los
1051 1. L as p e r e g r in a c io n e s a L o u r d e s y o tra s m a más apartados barrios y aldeas. Así se consegui
n ife s ta c io n e s m a r ia n a s en e l a ñ o J u b ila r. Ai cum
rá —como esperamos y pedimos— que la excelsa
plirse el primer centenario de la aparición de la dignidad de la Bienaventurada Virgen M a ría apa
Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, en la rezca en todo su esplendor a los ojos de todos,
gruta de Lourdes, movidos por nuestra solícita que cada día aumente más la devoción hacia Ella
devoción hacia Ella, deseamos que celebren este y que las costumbres de los cristanos, a las que
suceso cuantos en el mundo entero se llaman ca tan fuertes asechanzas ponen hoy los enemigos,
tólicos. Creemos que la manera más fructuosa de reflorezcan privada y públicamente, y sirvan de
hacerlo es proponerse cada cual como ejemplo ejemplo e incentivo a quienes se desvían de la
las virtudes de la excelsa Madre de Dios y em verdad y de la virtud.
peñarse, según las propias fuerzas, en imitarla. 3. L a m e jo r fo r m a d e c e le b r a r : P e n it e n c ia y
A ello contribuirán las devotas peregrinaciones E u c a r is tía . Y como hace veinticinco años nuestro
que sin duda alguna, individual o colectivamente, Antecesor, de feliz memoria, P í o X I , al celebrarse
harán a Lourdes fieles de todo el mundo, los una conmemoración semejante, aseguraba, escri
cuales allí, sin distinción alguna de razas y na biendo al Obispo de Tarbes y Lourdes (Epist.
ciones, en cristiana unión estrechada por la viva Q u o d tam a la c r i, A. A. S. 27 [1935] 5), que los fie
fe común y solicita caridad, elevarán a Dios, les no podían celebrar tales solemnidades de ma
mediante el potente patrocinio de la Santísima nera más apta y digna que acercándose, con pro
1052 Virgen, fervorosas súplicas; contribuirá asimismo funda devoción y debidamente purificados con el
—estamos cierto de ello— la Comisión Especial, sacramento de la Penitencia, a la Divina Euca
presidida por nuestro venerable Hermano E u g e ristía y participando provechosamente en el Sa
n io T is s c r a n t, Obispo Ostiensc, de Porto y Santa crificio del Calvario, incruentamente perpetuado
Rufina, Decano del Sagrado Colegio; contribuirán todos los días, también Nos ahora, con paternal 1053
los dos Congresos, Mariológico uno y Mariano voluntad, hacemos la misma exhortación. Porque
el otro, que se celebrarán, según se nos ha in la Eucaristía es como el centro y el punto cul
formado, en el próximo mes de setiembre; con minante de la vida cristiana, ya que de ella ema
tribuirán , finalmente, las solemnidades que ten nan al alma abundantísimamente las fuerzas de la
drán lugar y las devotas oraciones que, con este divina gracia, con cuya ayuda podemos triunfar
motivo, se elevarán a Dios y a la Madre del Di- de los peligros de este mundo y poseer algún día
2156 E n cíclicas del PP, P ío XII (1957) 226, 13
lado por la sangre de su Hijo, en el que 15. El sentido del año ju b ilar: reco
desgraciadamente el pecado causa a nocerse peca dor y practicar la fe y
diario tantos desastres, y, por tres ve virtud. En esta humilde respuesta del
ces, lanza su apremiante llamamiento: hombre que se reconoce pecador está la
¡Penitencia, penitencia, penitencia! E verdadera grandeza de este año jubilar,
incluso pide gestos expresivos: Id a í Cuántos beneficios habría derecho a
besar la tierra en señal de penitencia esperar para la Iglesia si cada uno de
por los pecadores, y al gesto hay que los peregrinos de Lourdes — e incluso
unir la súplica: Rezaréis a Dios por los todo cristiano unido de corazón a las
pecadores. Y así, como en los tiempos celebraciones del Centenario— llevara
de J uan B autista, como en los comien a cabo en él mismo en primer lugar
zos del ministerio de J esús, la misma esta obra de santificación, no de pala
exhortación, fuerte y rigurosa, dicta a bra y con la lengua sino con actos y de
los hombres el camino del retorno a verdad(22K Todo le invita, por otra
Dios: /Arrepentios/ (18). Y ¿quién se parte, pues en ningún lugar tal vez
atrevería a decir que esta incitación a como en Lourdes se siente uno llevado
la conversión del corazón ha perdido al mismo tiempo a la oración, al olvido
actualidad en nuestros días? de sí mismo y a la caridad. Viendo la
abnegación de los camilleros y la paz
serena de los enfermos, observando la
14. Las curaciones de Lourdes y el
fraternidad que une en una misma in
perdón de los pecados. Mas ¿podría la
vocación a fieles de todos los orígenes,
Madre de Dios venir junto a sus hijos
comprobando la espontaneidad de la
en otra forma diversa de mensajera de ayuda recíproca y el fervor sin afecta
perdón y de esperanza? Ya el agua ción de los peregrinos arrodillados ante
corre a sus pies: Cuantos estáis sedien la gruta, los mejores se sienten cauti
tos venid a las aguas y alcanzaréis sa vados por la atracción de una vida más
lud del Señor (19>. A esa fuente, en la totalmente dedicada al servicio de Dios
que B ernardita dócilmente fue la pri y de sus hermanos, los menos fervo
mera en beber y lavarse, acudirán todas rosos tienen conciencia de su tibieza y
las miserias del alma y del cuerpo. vuelven a encontrar el camino de la
He ido, me he lavado y he bebido(20>, oración, los pecadores más endurecidos
podrá contestar, con el ciego del Evan y hasta los incrédulos se sienten a me
gelio, el peregrino agradecido. Pero, lo nudo tocados por la gracia o por lo
mismo que en el caso de las muche menos, si son leales, no se mantienen
dumbres que se apretaban junto a insensibles ante el testimonio de esta
Jesús, la curación de las llagas físicas muchedumbre de creyentes que no tie
sigue siendo, al mismo tiempo que un nen más que un corazón y un alma^2BK
gesto de misericordia, una señal del 2. Conversión y renovación espiriiual
poder que el Hijo del Hombre tiene de del individuo y de la sociedad
perdonar los pecados(21). Junto a la 16. La conversión espiritual y su
gruta bendita la Virgen nos invita, en preparación. Por sí sola, por lo tanto,
nombre de su divino Hijo, a la conver esta experiencia de algunos breves días
sión del corazón y a la esperanza del de peregrinación no basta, por lo gene
perdón. ¿La escucharemos? ral, para grabar con caracteres indele-
Queremos que se preste a las copias o extractos (18) Mat. 3, 2; 4, 17.
que de él se hagan, aun impresas, suscriptas sin
embargo por algún notario público y corrobora (19) Primer respons. del tercer nocturno del
das con el sello de alguien constituido en autori Oficio de las festividades de las Apariciones.
dad eclesiástica, la misma fe que se prestaría al (20) Juan 9, 11.
presente documento si fuese exhibido o presen (21) Ver Marcos 2, 10.
tado,
Dada en Roma, junto a San Pedro, el día 1 (22) I Juan 3, 18.
de ij.qvieinbre, Fiesta de todos los Santos, del (23) Hechos 4, 32.
año del Señor 1957, 19 de nuestro Pontificado.
PIO PAPA XII
2158 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 226, 17-19
vino Redentor, porque dichas técnicas misma, sobre todos los otros, ha de
tienen — en la presente generación— trasmitir a los hombres un mensaje
un poderoso influjo sobre el modo de universal de salvación: A mí, que soy
pensar y de obrar de los individuos y el ínfimo de todos los santos, me ha
de la comunidad. sido concedida la gracia de llevar a los
Hay también otra razón por la cual gentiles la buena nueva de la inescru
la Iglesia muestra un especial interés table riqueza de Cristo, de poner en luz
por los medios de difusión: porque Ella ante los ojos de todos cuál es la reali-
hacia el genial inventor, que realizó el prodigio rias veces ha sido señalado cómo corresponde
de anular las distancias en las comunicaciones ampliamente a las necesidades de la presente hu
entre hombre y hombre, dándoles el medio fácil manidad: se trata así de lanzar un S . O. S , grito
para entenderse rápidamente y por consiguiente de desesperada angustia invocando socorro, o de
para amarse más. pedir desde lejanas regiones un excepcional me
3. C o m p á ra s e M a r c o n i c o n C o ló n . El feliz ex dicamento que salvará un enfermo, o de llevar 735
perimento realizado en 1895, cuando el inventor a término asuntos económicos, especialmente si
tenía 21 años, en su v illa de Pontecchio, sede in éstos tienen por fin el alivio de pueblos necesi
dudable de la primera estación de radio de la tados o para el bienestar común; en general las
historia, pone justamente, y por muchos títulos, comunicaciones rápidas, tales como la r a d io te le
el nombre de G u ille r m o M a r c o n i al lado del in- g r a fía y la r a d io te le fo n ía , como todos los otros
734 mortal descubridor C ristó b a l C o ló n ; ambos, rotas sistemas que van bajo el nombre de telecomuni
osadamente las míticas columnas de la segrega caciones, satisfacen una profunda y primordial
ción y limitación de cerrados horizontes, abrie apetencia del alma humana. Los hombres, prisio
ron a la humanidad nuevos caminos en el pro neros del espacio durante tantos siglos, pueden
greso civil. Sus descubrimientos, como pocos en hoy hacer oír su voz a sus semejantes doquiera
la historia, tienen indudablemente, más allá de se encuentren, más allá de los océanos o de los
todo valor técnico, un inmenso valor humano; continentes, en la inmensidad de los mares o en
mas contemplando con profunda mirada cristia las alturas de los cielos. Se hablan y se ven por
na, aparecen como ejecutores de los claros de toda la tierra, por esto el mundo se presenta como
signios de la Providencia, la cual quiere que los la casa de los hombres, resonante de sus voces
hombres busquen y encuentren cada vez más una todas. Es en tal forma inevitable, pero al mismo
estrecha unidad famiilar de la cual Dios es Pa tiempo confortante, que ellos, conociéndose me
dre amoroso, en la recíproca comunicación de jor y hablándose directamente, se compenetren
perfecciones y de bienes. siempre mejor de la gran ley de la solidaridad
4. I n tr e p id e z y c o n s t a n c ia d is tin g u ió a a m b o s . la cual vincula fraternalmente los espíritus no
Es tal vez este el punto de encuentro más subs obstante la diferencia de estirpes, de cultura y
de intereses. Igualmente, las comunicaciones rá
tancial entre los dos hombres, el navegante del pidas contribuyen a aclarar el problema funda
moribundo medioevo y el sabio de la edad con mental de una coexistencia y convivencia armo
temporánea, a quienes habéis querido honrar en niosa entre los pueblos, a allanar los contrastes,
esa solemne circunstancia, envueltos en el mismo a difundir la conciencia de la responsabilidad mo
nimbo de gloria. Distanciados en el tiempo por ral de aquellos a quienes en los organismos in
cuatro siglos, y separados por diferentes culturas ternacionales incumbe el de hacer efectiva la
y por los fines propuestos, tienen sin embargo colaboración entre las naciones.
en común la misma intrepidez y la misma inque 7. A l s e r v ic io d e la v e r d a d , d e l d e r e c h o y de
brantable constancia con las cuales afrontaron la c o m p r e n s ió n m u tu a . Las t e le c o m u n ic a c io n e s
y condujeron a término sus empresas, es decir el han adquirido así una importancia primordial.
desccubrimiento de nuevos mundos; C o ló n más Son, sin duda, válido instrumento de progreso y
allá de los mares, M a r c o n i en los misterios del de bienestar, pero a condición que sea puesto al
éter. ¡Intrepidez y constancia! He aquí las dos servicio de la verdad aun en el campo político,
típicas cualidades del espíritu que aseguran el al servicio del derecho y de la justicia, de la es
feliz resultado de las grandes empresas, tanto en tima y del respeto que los hombres se deben en
el terreno profano como en el del Reino de Dios. tre ellos sobre las fronteras de los Estados; al
Quisiéramos simplemente decir que toda empresa servicio de todo aquello que ayuda a sentirse me
verdaderamente grande, y no habiendo en la obra nos extranjero y a fomentar la recíproca com
genuinamente humana oposición entre lo profano prensión. Nada contribuye más eficazmente a ob
y lo sagrado, tiene su fin en Dios mismo como tener este resultado que la verdad, la gracia y
lo proclama el Apóstol S an P a b lo con clásica ex el amor traídos a la tierra por el Divino Reden
presión: T o d o es v u e s t r o , v o s o t r o s so is d e C risto tor. Estos son en verdad los primeros y no subs
y C ris to es D io s (I Corint. 3, 23).
tituibles factores de la unidad espiritual de los
5. C o n tin ú a la m a r c h a d e los d e s c u b r im ie n to s . hombres. Promover en la mayor farma posible
Los maravillosos progresos que lá cienca y la téc su difusión en la conciencia humana será el*- ofi
nica han conseguido en breve tiempo y continúan cio más noble que las telecomunicaciones*pueden
realizando sin muestra alguna de cansancio, tanto arrogarse.
en las profundidades siderales como en las entra 8. Un P r e m io In te r n a c io n a l. Con viva compla
ñas de la tierra y en los repliegues más secretos cencia, hemos sabido que vuestro tercer Congreso
de la naturaleza y de la vida, no son en verdad Internacional de Comunicaciones ha querido hon
más que el descubrimiento y la posesión de fuer rar con un Premio internacional la construcción
zas y leyes preexistentes que el Creador ha disemi y tendido de un cable transoceánico de treinta y
nado en el universo y que desde el principio de seis circuitos entre Gran Bretaña y América del
la creación operan activamente. Por consiguiente Norte; empresa, que a juicio de altas Academias
nada es sino don de Dios para beneficio de los científicas, es digna de ser destacada.
hombres y todo, el cielo y la tierra, proclaman 9. L a té c n ic a y la d ig n id a d d e l h o m b r e . ¿Man
la gloria del Sumo Dador. tendrá vida este incesante progreso de la técnica
6. E l d e s e o d e l h o m b r e d e c o m u n ic a r s e Por lo la inquietud que agobia a muchos contemporá
que al descubrimiento marconiano se refiere, va- neos por el creciente dominio de la tecnología y 736
227, 4 E n cíc lic a “ M ir a n d a P rorsus ” 216a
grandes tesoros de Dios, como buenas 13. El abuso de la difusión del mal.
semillas, destinadas a producir centu Considerando la finalidad tan elevada
plicado el fruto de la verdad y del bien. y noble de los medios técnicos de difu-
mas que presenta la propagación de las emisio ron teatro de importantes hechos; la enseñanza
nes: elección de la gama de radiaciones, insta de la Historia del Arte se beneficiará poniendo
lación de las estaciones repetidoras, búsqueda ante los ojos de los alumnos las obras maestras
de los lugares más aptos, con el fin de que el de la pintura, de la arquitectura, las bellezas de
alcance útil de la transmisión sea lo más vasto una viveza de representación que ningún libro
posible, regularidad y continuidad del servicio, podría conseguir. Y de la misma manera, en el
etc. dominio científico es muy difícil para un profe
5. b) En la transmisión. Si Nos contemplamos sor disponer de aparatos complicados y costosos;
a continuación la fuente de la transmisión, he y es para él además grave carga el seguir en
aquí que de nuevo aparece el electrón como ele forma adecuada todos los progresos de la inves
mento principal de este maravilloso espectáculo. tigación científica. Pues bien, he aquí que la
La imagen del objeto a transmitir recae en la televisión, con la ayuda de programas bien or
superficie sensible del orticón y, en cada uno de denados, conformes a la orientación escolar ge
sus puntos, produce un efecto fotoeléctrico, pro neral, puede ofrecer transmisiones de carácter
porcional a la intensidad luminosa, mientras que científico en el campo de la biología, de la quí
el haz electrónico, modulado con la misma fre mica, de la física y de la geografía; sus demostra
cuencia y las mismas características de los apa ciones y sus experimentos aclaran mejor la idea
ratos receptores, explota la superficie misma. que el profesor expone y hacen más comprensible
Por efecto de la carga espacial, presente en los el funcionamiento de la máquina que él explica.
diferentes puntos con densidades diversas a cau
sa del efecto fotoeléctrico antes apuntado, se ob III.
tiene una corriente electrónica, que es una fun Ayuda para la familia.
ción, punto por punto, de la intensidad de la 9. Medio para unir la familia. Aparte de esta
imagen primitiva. Esta modulación de la inten influencia en la enseñanza de las escuelas, hay
sidad de la corriente, después de haber sido am que considerar que la televisión puede llegar a
plificada oportunamente, es entregada a la onda ser un medio eficaz para facilitar la unión de la
electromagnética que se propaga por el espacio familia alrededor del hogar doméstico. No es que
y que a su vez es captada por las antenas de los sea capaz, ni mucho menos, de reemplazar otros
aparatos receptores. Pero ya se obtienen nuevos medios indispensables de carácter espiritual y
progresos, y de la imagen en blanco y negro se moral susceptibles de crear y fortalecer los lazos
pasa a la televisión en colores que añade otro de amor y de fidelidad entre los miembros de la
nuevo elemento a la perfección y eficacia de las sociedad doméstica. Pero, nadie lo ignora, la di
comunicaciones a distancia entre los seres hu versión —tal como hoy se entiende— lleva con
manos. sigo consecuencias a menudo dañosas para la so
6. La responsabilidad por la recepción univer lidez del lazo familiar; benemérito será, por lo
sal. El alcance y valor de estos medios deben lle tanto, el que consiga reunir en casa a grandes
varos, señores, a tener en cuenta también las y pequeños, sin pretender que renuncien a la dis
graves responsabilidades que pesan sobre todos tracción conveniente y necesaria al cabo de jo r
los que, de una u otra manera, determinan su nadas de trabajo y de estudio.
uso, responsabilidades de las que Nos hemos ha 10. Los programas deben servir a la familia y
blado ya en varias ocasiones en el pasado. Per a la moral. Pues bien, el espectáculo ofrecido por
mitid, sin embargo, que durante unos instantes la televisión puede contribuir a ese efecto al reu
volvamos sobre esta cuestión. La televisión pe nir a toda la familia alrededor de un aparato;
netra ya por doquiera, y penetrará cada vez más mas para que esa agrupación inesperada sé tra
en los establecimientos públicos lo mismo que en duzca en sentido constructivo, es necesario q;ue
la intimidad del hogar, de tal forma que a todos los redactores de los programas se preocupen
es posible gozar de ella con tranquilidad y reco cada vez más de su nivel artístico, tenieiido én
gimiento. El bien y el mal que ahora o más tarde cuenta el respeto que es debido, no hace falta
pueden derivarse de las transmisiones de televi decirlo, a los justos criterios de la moral/huma- 779
sión, son incalculables e imprevisibles. Por con na y cristiana. No debe dejarse de considerar
siguiente, evitad a toda costa el que sirva para las posibilidades de esta difusión, que debería
difundir el error y el mal, y haced de ella por el ser facilitada sin tregua con el fin de llegar á un
contrario un instrumento de información, de for número creciente de espectadores. Procurad, por
mación y de transformación. lo tanto, eliminar los obstáculos de tipo econó
II. mico y jurídico que impiden la extensión de me
dio tan bienhechor. Estudiad atentamente todas
Ayuda para la Escuela las disposiciones administrativas, legales y técni
7. Elemento complementario en la enseñanza. cas que aumenten su penetración: pero conside
Ante todo, la televisión puede ser de ayuda para rad ante todo los fines morales del verdadero
las escuelas haciendo más eficaz la enseñanza y bien de los hombres y de las familias.
78 convirtiéndose en elemento complementario para
la formación de los alumnos. Naturalmente, no ÍV.
se trata de reemplazar la palabra directa del Ayuda para la unión de los pueblos
maestro, al cual corresponde no solamente el de 11. Medio para unir a los pueblos. Existe Otra
ber de enseñar sino también el de recoger las gran familia, la comunidad de los pueblos, cuya
impresiones del alumno, de escuchar sus difi realidad se dibuja cada vez más netamente en
cultades, de seguir su progreso, de evitar o de el derecho, aun cuando, de hecho todavía se halla
corregir sus errores. seriamente comprometida por oposiciones de
8. Gran valor didáctico. A menudo, sin embar ideologías y de intereses particulares. Está desti
go, no tiene a su disposición los medios que nada al hombre y, por lo tanto, tiende a consi
contribuyen a hacer la escuela más eficaz y más derar cada vez menos necesarias y menos 'útiles
atrayente, El profesor de Historia, por ejemplo, ciertas barreras de separación, contrarias, a tos
se verá grandemente ayudado por la proyección principios superiores ele la solidaridad h'úipariá,
de documentales relativos a los lugares que fue- y que el mismo interés y la comodidad de'"cada
227, 14-15 E n cíc lic a “ M ir a n d a P rorsus ” 2169
re decir necesariamente excusar, sino nos del Estado, ya confiadas a las ini
que es sugerir ya el remedio y hacer, ciativas privadas, no se hagan reas de
por consiguiente, obra positiva y cons una enseñanza sin Dios.
tructiva(27K Por desgracia sabemos que en cier
tas naciones, dominadas por el comu
20. fe) Enseñanza. Con mayor razón nismo ateo, los medios audio-visivos
se puede decir lo mismo de la enseñan son usados hasta en las escuelas para
za, a la cual el film didáctico, la radio propaganda contra la Religión. Esta
y más aún la televisión escolar, ofrecen forma de opresión de las conciencias
posibilidades nuevas e inesperadas, no juveniles, privada de la verdad divina,
sólo para los jóvenes, sino también liberadora de los espíritus^28*, es uno
para los adultos. Sin embargo, el uso de los aspectos más innobles de la per
en la enseñanza de estos nuevos y pro secución religiosa.
metedores medios técnicos, no debe En cuanto depende de Nos, deseamos 719
estar en desacuerdo con los imprescrip que en la enseñanza católica sean opor
tibles derechos de la Iglesia y de la tunamente empleados los medios audio
familia en el campo de la educación visivos para completar la formación
de la juventud. cultural y profesional y sobre todo...
En particular quisiéramos esperar la formación cristiana; base fundamen
que las técnicas de difusión, ya en ma- tal de todo progreso auténtico(29>. Más
(27) Discurso al Consejo de la Sociedad de las lólica Colombia, la Nación del Sagrado Corazón
Naciones para regular la difusión pública, del de Jesús y de la Virgen del Carmen, vio clara
24-III-1956 (Discorsi e Radiomessaggi de Pío XII, mente el problema. Desparramados en su inmen
vol. 18, p. 137. so y accidentado territorio —donde todavía hoy
(28) Ver Juan 8, 32. no es fácil comunicarse— miles y miles de hijos 294
Nuestros de alma fuerte, generosa y profunda,
(29) Ver Pío XII, Radiomensaje a los católicos como la tierra que con su sudor fecundan cada
de Colombia, al inaugurar la Radio de Sutatenza, día, no podían normalmente disfrutar de los be
ll-IV-1953, A. A. S. 45 (1953) 294; véase también neficios consiguientes a la presencia continua
nota (17) parte II del discurso de Pío XII del 21- del Ministro del Señor, del educador de sus inte
X-1955. ligencias. Y fueron una mente y un corazón sa
SOBRE LA OBRA DE LA RADIO cerdotal —testimonio una vez más de la solici
DE SUTATENZA, COLOMBIA tud que por los humildes experimenta siempre
la Iglesia de Cristo— quienes dieron con la so
Pío XII dirigió el sábado 11 de abril de 1953 lución.
un Radiomensaje a los campesinos de Colombia,
con motivo de la inauguración solemne de las 4. Un poco de historia de la Radio de Sutciten-
nuevas instalaciones de la Estación de Radio za. La historia la conocéis perfectamente. Prime
Católica de Sutatenza, especializada en la forma ro, el esfuerzo vuestro para crear el reducido
ción y educación de campesinos, mediante la “Es centro inicial que, desde las alturas de esta mer
cuelas Católicas Populares” (A. A. S. 45 [1953] seta, irradiase aquellas ondas que, rebotando de
293); véase también L’Osservatore Romano, ed. cima en cima de vuestras cumbres andinas, hun
AAS española, Bs. As., con fecha 36-IV-1953, Aíio 2-\ diéndose en los valles profundos y verdes. de
N9 26 (70). vuestro accidentado suelo, cabalgando en las
aguas de esos ríos —como mares—, que de lo
4? lie aquí el texto del Radiomensaje: alto descienden, llegasen hasta las playas caldea
293 1. Saludo a los colombianos. “ Amadísimos hi das de ambos océanos, sin dejar rincón al que
jos, radioescuchas habituales de la Radio Cató no ofreciesen sus beneficios; luego, cuatro años
lica de Sutatenza, aprovechados alumnos de sus de trabajo rudo, que nunca fue sencillo al rotu
escuelas radiofónicas, tan laudablemente organi rar y menos aun si la reja debe ir profunda y
zadas por la “ Acción Cultural Popular” . la mano que tiene la mancera es todavía bisoña;
Se Nos pide una palabra, que sirva para inau más tarde, los primeros anuncios de un éxito fe
gurar vuestras instalaciones; y, ¿cómo podría liz con una obra implantada en cinco diócesis y
mos negarla Nos, tratándose de la Radio, y de una 200 escuelas en pleno funcionamiento; ayer, el
Radio colombiana, especializada en provecho de interés de un gobierno, de toda una nación, de
Nuestros queridísimos campesinos? altas organizaciones internacionales e incluso eí
2. La misión elevada de la Radio. La Radio beneplácito Nuestro; y hoy, finalmente, la reali
—como tantas otras maravillas de la técnica dad de unas instalaciones nuevas más modernas,
moderna— es un don precioso del Señor; pero más potentes que permitirán ampliar el radio de
un don que nos parecería malamente despilfarra acción y asegurar la eficacia del trabajo.
do si hubiera de servir únicamente para curiosi 5. La intención del Papa es bendecirlos y feli
dades, amenidades o puras distracciones; un don, citarlos y exhortarlos. No es Nuestra intención,
que consideramos perfectamente utilizado cuan hijos carísimos, al inaugurar esta nueva emisora,
do al servicio de la verdad, de la moralidad, de detenernos a hablar sobre lo que han de ser la
la justicia y del amor —como repetidamente he vida rural o la Radio católica. Casualmente, en
mos dicho— se emplea para difundir la formación pocos meses, habéis visto reunirse en vuéstrá
cristiana, para colaborar en la elevación intelec misma nación un Congreso interamericano cató
tual y moral de las naciones. lico sobre los problemas de la vida del campo y
3. La situación de Colombia propicia para esta otro sobre la Radio, ambos perfectamente orien
obra eclesiástica y sacerdotal. Colombia, la ca tados y coronados con el mayor éxito. Nuésthi»
227, 21 E n cíc lic a “ M ir a n d a P rorsus 1 2173
en llamar al cine escuela viva^30K Mas 23. Las iniciativas católicas para su
el espectáculo añade a estos elementos educación. La necesidad de dar seme
una presentación en figuras y sonidos jante educación al espectador ha sido
y una trama que se dirige no solamen vivamente sentida por los católicos en
te a la inteligencia sino a todo el hom los últimos años y son hoy numerosas
bre, subyugando sus facultades emoti las iniciativas que tienden a preparar
vas, e invitándolo a una participación tanto a los adultos cuanto a la juven
personal en la acción presentada. tud para que valoren mejor los lados
780 Aun utilizando los diversos géneros positivos y negativos del espectáculo.
de espectáculos hasta ahora conocidos, Esta preparación no puede servir de
la cinematografa, la radio y la tele pretexto para ver espectáculos moral
visión ofrecen nuevas posibilidades de mente ruinosos, sino que debe enseñar
expresión artística, y por esto un espe a seleccionar los programas en con
cífico género de espectáculo, destinado formidad con la doctrina de la Iglesia
no ya a un grupo escogido de especta y con las indicaciones relativas a su
dores, mas a millones de hombres, di valor moral y religioso, emanadas de 781
versos en edad, ambiente, cultura. las competentes Oficinas Eclesiásticas.
Dichas iniciativas, si siguen las nor
3. Educación para el uso de los me mas de la educación cristiana y son
dios de difusión conducidas con competencia didáctica
y cultural, merecen no solamente Nues
22. Educación del espectador. Para tra aprobación, sino también Nuestro
que el espectáculo en tales condiciones más entusiasta aliento para que sean
pueda cumplir su función es, necesario introducidas y fomentadas en las escue
un esfuerzo educativo que prepare al las y en las universidades, en las aso
espectador a comprender el lenguaje ciaciones católicas y en las parroquias.
propio de cada una de este técnicas, y La formación de una asistencia cons
a formarse una conciencia recta que ciente a los espectáculos hará disminuir
permita juzgar con madurez los varios los peligros morales, mientras permi
elementos ofrecidos por la pantalla y tirá al cristiano aprovechar todo nuevo
por el altavoz, para que no tenga que conocimiento del mundo que le será
sufrir pasivamente su influjo, como ofrecido por el espectáculo, para levan
sucede con frecuencia. tar el espíritu a la meditación de las
Ni una sana recreación, que ha llega grandes verdades de Dios.
do a ser al presente — como decía
Nuestro Predecesor, de feliz memoria— 24. Estimulo a los misioneros para
una necesidad para la gente que se can su obra civilizadora y apostólica. Que
sa en las ocupaciones de la vida^¿1\ ni remos dirigir una palabra de especial
el progreso cultural pueden ser plena complacencia a los misioneros, que
mente asegurados, sino con esta obra conocedores de su deber de salvaguar
educativa, iluminada por los principios dar la integridad del rico patrimonio
cristianos. moral de los pueblos por cuyo bien se
de la unión entre los católicos de un pueblo líos atractivos y aquel conveniente decoro que
donde les bastaría esforzarse de consuno para se puede exigir a quien es portador de los más
llevar siempre a la victoria sus ideas y sus prin altos valores humanos, morales y espirituales;
cipios; y como medio general para alcanzar todo gocen siempre del dulce patrocinio de vuestra
esto, la difusión inteligente y generosa de la doc Reina y Señora, la Virgen del Carmen...; sien
trina social que en vuestro solar ha tenido após tan igualmente la segura protección de su patrono
toles como el inolvidable Prelado González Eg- el Arcángel San Gabriel, que fervorosamente in
zaguirre, enumera fastos como el famoso Con vocamos; y sepan que siempre las acompañan
greso Social Católico de que tanta utilidad han Nuestros mejores deseos y Nuestra más amplia
procurado a toda la Nación...” Bendición” .
4. La Bendición para la Radio. “ ¡Vuelven, pues, (30) Pío XI Encíclica Vigilanti Cura, 29-VI-1930,
las ondas de “ Radio Chilena” en esta hora te A. A. S. 28 (1936) 255; en esta Colección: Encí
nebrosa del mundo con santa audacia y valor;
sepan ellas encontrar el resquicio por donde han clica 167, 10, pág. 1451.
de tener entrada en todo lugar y, mejor todavía, (31) Nota (30), pág. 254; en esta Colección: En
«n todo hogar; aprendan a presentarse con aque- cíclica 167, 8, pág. 1451.
227, 25 E n c íc lic a “ M ir a n d a P rorsus ’ 2175
sacrifican, procuran iniciar a los fieles dio y sobre todo con la televisión, el
en el recto uso del cine, de la radio y espectáculo ha penetrado en el mismo
de la televisión, haciendo de esta ma hogar familiar, amenazando los diques
nera que se conozcan prácticamente saludables con que la sana educación
las verdaderas conquistas de la civili protege la tierna edad de los hijos,
zación. Vivamente deseamos que su para que puedan adquirir la virtud ne
esfuerzo en este sector sea apoyado cesaria antes de afrontar las tempesta
tanto por las competentes autoridades des del siglo. A tal propósito escribía- 782
eclesiásticas, cuanto por las guberna mos a los Obispos de Italia hace tres
tivas. años: ¿Cómo no horrorizarse ante el
pensamiento de que mediante la tele
25. Espectáculos para la juventud. visión pueda introducirse dentro de las
Pero la obra sola de educación no es mismas paredes domésticas aquella at
suficiente. Se necesita que los espec mósfera envenenada de materialismo,
táculos sean proporcionados al grado de necedad, de hedonismo, que con
de desarrollo intelectual, emotivo y m o demasiada frecuencia se respira en tan
ral de cada una de las edades. tas salas cinematográficas?(32>.
Este problema ha llegado a ser parti Nos son conocidas las iniciativas pro
cularmente grave cuando con la ra- movidas por competentes autoridades y
(32) Pío XII, Exhortación sobre la Televisión su objeto oportuna y eficazmente, y aporte fru
al Episcopado de Italia, 1-1-1954, A. A. S. 46 (1954) tos saludables y permanentes.
21. 4. Gratitud a Dios por el grandioso invento.
El texto de esta Exhortación (A. A. S. 46 [1954] Reconocemos plenamente, Venerables Hermanos,
18-24; véase también nota (3) en Vigilanti Cura, el valor de esta luminosa conquista de la ciencia,
pág. 1448, que trae un resumen de la presente que es una nueva manifestación de las admira
Exhortación) es el siguiente: bles grandezas de Dios que ha dado a los hom
EXHORTACION ‘ 7 RAPIDI PfíOGRESSI” AL bros la ciencia con el fin de ser honrado en sus
EPISCOPADO DE ITALIA SOBRE LA TELE maravillas (Eclesiástico 38, 6). Por este motivo,
VISION la Televisión también nos impone a todos nos
(1-1-1954) otros la obligación de agradecer que no se cansa
de recordar la Iglesia a sus hijos todos los días
Venerables Hermanos, Salud y Bendición Apos- en el Santo Sacrificio del Altar cuando los amo
AAS tólica. nesta que es verdaderamente digno y justo, aqui-
46 1. Los rápidos progresos de la televisión re tativo y saludable el que en todo tiempo y lugar
ís quieren especial vigilancia. Los rápidos progre sean dadas gracias a Dios por sus dones (Prefa
sos que va logrando ya en muchos países la Te- cio de la Misa).
, levisión, mantienen cada vez más despierta Nues
tra atención sobre este maravilloso medio que la 5. Primer programa televisado del Pava y trans
ciencia y la técnica han ofrecido a la humanidad, cendencia del invento para el Evangelio. Tales 19
precioso y peligroso a un mismo tiempo por las eran los sentimientos que Nos animaban, Vene
profundas alteraciones que está destinado a ejer rables Hermanos, cuando en la Pascua de 1949,
cer sobre la vida pública y privada de las na por primera vez Nos fue dado disfrutar de este
ciones. medio de comunicación con Nuestros hijos y lo
2. Iniciación vigorosa en Italia, importancia del grar no sólo que les llegase Nuestra voz, sino
hecho y responsabilidad. También en Italia la que también sus miradas pudieran encontrarse
Televisión está a punto de iniciar sus transmi con Nuestra persona. Así nos expresábamos en
siones regulares, y el programa ya trazado de tonces: Nos esperamos de la Televisión, conse
una vasta red de estaciones que cubre todo el cuencias de la más alta importancia para la reve
territorio nacional, hace prever fundadamente lación cada vez más luminosa de la verdad a las
el notable desarrollo que podrá tener este nuevo inteligencias leales.
instrumento de expresión y de difusión de las 6. Importancia para la vida del hogar. Por lo
imágenes, de las ideas, de los sentimientos y del demás, no es difícil darse cuenta de las innu
arte. merables ventajas de la Televisión, siempre que,
A nadie escapa la importancia de este aconte como Nos prometemos, se ponga al servicio del
cimiento, puesto que pone ante el público una hombre a fin de que éste se perfeccione. Porque
nueva serie de problemas delicados y urgentes mientras en estos tiempos el Cinematógrafo, el
de orden moral, de presencia vigilante y activa deporte, como también las duras necesidades del
y de organización aun en este campo. trabajo diario, tienden a alejar cada vez más
Grandemente Nos consuela en este aspecto, del hogar a los miembros de la familia, pertur
saber que vosotros, Venerables Hermanos com bando así el natural desenvolvimiento de la vida
partís con Nos estas paternales solicitudes: por doméstica ¿cómo no alegrarnos al ver que la
lo que os estamos cordialmente agradecidos. Televisión contribuye eficazmente a reconstruir
3. Finalidad de la Carla del Papa. Teniendo este equilibrio ofreciendo a toda la familia la
en cuenta, por consiguiente, la gravedad de esta posibilidad de tomar juntamente parte en este
materia, creemos que ha llegado el momento de esparcimiento lejos de los peligros de compa
dirigiros la palabra sobre este asunto para ex ñías y lugares malsanos?
hortaros a perseverar en los esfuerzos con que 7. Otras ventajas sociales y culturales. Ni po
os habéis empeñado, y para que vuestra acción, demos permanecer indiferentes ante el benéfico
convenientemente orientada por las normas di influjo que la Televisión está en condiciones de
rectivas que tenemos intención de daros, alcance ejercer bajo el aspecto social, en relación con
2176 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 227, 25
en cuenta que mucho más graves que se exponen los espíritus jóvenes; peli
las perturbaciones fisiológicas y psico gros que constituirán — si no se toman
lógicas son los peligros morales a que las precauciones oportunas— una ver-
14. Exhortación a los Obispos a la orientación. 19. Nombramiento de delegados ad hoc y Ofi
Nos dirigimos primeramente a vosotros, Venera cina Central Nacional y su labor a desarrollar en
bles Hermanos, y a todo el Clero, haciendo Nues unión. A tal fin, Nos bien sabemos cuán lauda
tras a este propósito las palabras de San Pablo blemente han procedido las diócesis en que hay
a Timoteo: Te juro ante Dios y ante Jesucristo, estaciones teletrasmisoras, apresurándose a de- 23
que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su signar uno o más seglares o sacerdotes encarga
advenimiento y por su remo: predica la palabra, dos de interesarse en la formación de los progra
insiste a tiempo y a destiempo; reprende, suplica, mas de carácter religioso. Con todo para que
exhorta con toda paciencia y doctrina (2 Tim. esta intervención logre mayor rendimiento Nos
4, 1-2). deseamos que se desenvuelva coordinadamente
en el plano nacional y dependa de una Oficina
15. Cruzada moral respectiva de los laicos es Central competente, cuya función sea imprimir
pecialmente de la A. C. Pero luego con no menor en los puntos esenciales un carácter uniforme _a
insistencia Nos dirigimos aun a los mismos la acción de los individuos, servir a todos las
22 seglares, que deseamos ver cada vez más nume fructuosas experiencias ya hechas en este ramo
rosos y apiñados en torno a sus Pastores tam en las diversas partes del mundo, recoger las
bién en esta santa cruzada. Singularmente aque indicaciones y consejos especialmente los de los
llos a quienes la Iglesia llama en la Acción Ca pastores de almas, y al mismo tiempo represen
tólica al lado de la Jerarquía, deben sentir la tar ante quien corresponda, la voz y el pensa
necesidad de emprender oportunas iniciativas, miento del Episcopado Italiano. Con semejante
para hacer resaltar su presencia en este campo acción del Episcopado, intérprete de los deseos
antes de que sea demasiado tarde. A nadie le es no sólo de la parte sana de la Nación, sino tam
lícito contemplar con los brazos cruzados los rá bién de la mayor parte de los usuarios de la Te
pidos avances de la televisión, sabiendo el po levisión, serán ciertamente más fácil a los res
tentísimo influjo que ella puede indudablemente ponsables, por lo que toca a la elección de los
llegar a ejercer en la vida nacional, así en pro programas, resistir a criterios y juicios no del
mover el bien como en difundir el mal. Y, cuan todo recomendables vengan de donde vinieren.
do ya llegaren a producirse abusos y degenera Así también podrán someterse a la mencionada
ciones, no les bastará a los católicos simplemente Oficina iniciativas de orden cultural, organizati
el pararse a deplorarlos, siendo necesario, por vo, o de otro género, promovidas por varias lo
lo contrario, que los señalen con datos muy pre calidades. En el dinamismo de la vida moderna,
cisos y documentados a las autoridades públicas. que recibe tan poderoso impulso del genio de la
En efecto ¿cómo no reconocer que una de las organización, es menester proceder unidos y con
causas, quizá la menos advertida pero no la me cordes; en este campo, en especial, de la unión
nos verdadera, del dilcvio de tanta inmoralidad, les viene a los católicos la fuerza.
es debida no a la falta de legislación, sino a la
nula o débil reacción de los buenos, que no su 20. Formación de conciencia entre los cristianos,
pieron a tiempo denunciar las infracciones con especialmente los padres y educadores. Al mismo
tra las leyes de la moralidad? tiempo y más que nunca es necesario y urgente
formar en los fieles la conciencia recta ele los de
16. Afirmación de lo positivo de la Televisión. beres cristianos en el uso de la Televisión: con
Aun así, vuestra actuación estaría muy lejos to ciencia que sepa descubrir los eventuales peli
davía de satisfacer plenamente Nuestros deseos gros y se atenga a los juicios de la autoridad
y Nuestras esperanzas, si se limitase exclusiva eclesiástica sobre la moralidad de las represen
mente a una defensa contra el mal, y no se re taciones tele-trasmitidas.
solviera, por lo contrario, en una vigorosa afir Ilústrese en primer lugar a los padres de fami
mación del bien. La meta que Nos queremos pro lia y a los educadores para que no tengan des
poneros es ésta: que la televisión no sea tan sólo pués que lamentar, cuando ya sea tarde, la ruina
moralmente intachable, sino que llegue, además, espiritual de inocencias perdidas. Por eso Nos
a ser cristianamente educadora. no podemos alabar suficientemente, como a ver
daderos apóstoles del bien, a todos los que según
17. La misión positiva según Pío XI. Aquí tie- sus posibilidades, os ayuden en esta benéfica
ten valiosa aplicación las sabias reflexiones que empresa.
Nuestro Predecesor Pío XI de grata memoria,
hacia el cinematógrafo, diciendo: “ Los progresos 21. Protección de María y para la Religión aus
del arte, de la ciencia, de la misma perfección piciosa inauguración televisiva. El trabajo que
técnica y de la industria humana, así como son os espera, Nos no lo podemos disimular, Vene
verdaderos dones de Dios, así deben ser ordena rables Hermanos, es inmenso y arduo. Pero en
dos a la gloria de Dios y la salvación de las al él os ha de sostener la conciencia de luchar por
mas y deben servir prácticamente a la extensión la salvaguardia de la moral cristiana en medio
del reino de Dios en la tierra, para que de tal de vuestra grey. Dígnese fecundar vuestros es
manera nos aprovechemos de ellos, según la ora fuerzos la Virgen Inmaculada, a cuya protección
ción de la Iglesia, que no perdamos los bienes maternal confiamos de modo especial, en este año
eternos', (Pío XI, Ene. “ Vigilanti Cura” , 29-VI- a Ella dedicado, el feliz éxito de vuestra santa
1936, A. A. S. 28 [1936] 251; en esta Colecc.: Encícl. empresa. Y puesto que, cual feliz auspicio, los
167, 3, pág. 1449, 1? col.).1*
8 primeros pasos de la Televisión aquí en Roma,
han contribuido a hacer más solemne la inaugu
18. Una Televisión conforme a las tradiciones ración del Año Mariano, sirvan también sus ul
católicas de Italia. Para obtener este fin, fácil teriores desarrollos a ayudar a los triunfos su
mente se comprende cuánto importa la prepara cesivos de Jesús y María, haciendo irradiar con
ción de los programas televisivos. Ahora bien en mayor fuerza en todas las almas de buena volun
una Nación de tradiciones católicas tan antiguas tad la luz que ilumina a todo hombre que viene 24
y tan hondas como la Nación Italiana, Nos tene a este mundo (Juan 1, 9), y aportando a cada
mos pleno derecho a esperar que la Televisión casa, a cada lugar, dondequiera que penetre este
reserve un puesto, proporcionado a la importan medio, todo cuanto es verdadero, todo cuanto es
cia que ocupa el Catolicismo en la vida nacional. decoroso, todo cuanto es justo, todo cuanto es
Encíclicas Pontificias 69
2178 E n cíclicas del P P . P ío X II (1957) 227, 26-28
dadera y propia amenaza para la so- 27. Colaboración entre sí de las Ofi
ciedad(33). cinas Nacionales y su unión con las
A los jóvenes va Nuestra paterna y Internacionales. Recomendamos ade
confiada exhortación de que se ejerci más que en cada nación las respectivas
ten, respecto a la asistencia a los es Oficinas para la cinematografía, la ra
pectáculos, en la prudencia y templan dio y la televisión — cuando no depen
za cristianas. Ellos deben dominar su den de una única entidad— colaboren
innata curiosidad de ver y de oír, y entre sí; y que los fieles, y sobre todo
conservar libre su corazón para las los miembros de las asociaciones cató
alegrías del espíritu. licas, sean debidamente instruidos en
la necesidad de asegurar con el apoyo
A. Las Oficinas Nacionales perma común el eficaz funcionamiento de es
nentes de difusión tas Oficinas.
Y porque muchos problemas con
26. Obra de la Iglesia: Fundación de los cuales deben enfrentarse en cada
las Oficinas Nacionales. Sabiendo que una de las naciones, no podrán encon
de estas técnicas audio-visivas pueden trar una conveniente solución, será su
derivarse grandes bienes y graves peli mamente útil que las Oficinas naciona
gros según el uso que de ellos haga el les den su adhesión a las Organizacio
hombre, la Iglesia quiere cumplir ple nes internacionales competentes, apro
namente su misión en este campo; mi badas por la Santa Sede.
sión que no es directamente de orden No dudamos que los sacrificios que
cultural, sino pastoral y religioso. posteriormente os impondrá la realiza
Para responder a este fin, Pío XI, ción de estas disposiciones Nuestras,
de venerada memoria, recomendaba a serán compensados por frutos abun
los Obispos establecer en todas las na dantes, con tal de que se observen las
ciones una oficina permanente nacional recomendaciones que deseamos dar
de revisión que pueda promover las ahora separadamente con respecto al
buenas películas, clasificar las otras y cine, a la radio y a la televisión.
hacer llegar este juicio a los sacerdotes
y a los fieles, y dirigir al mismo tiempo B. - P a r t e E s p e c íf ic a :
todas las actividades de los católicos en CINE, RADIO Y TELEVISION
el campo del cinematógrafo(34).
Nos, después de considerar con toda I. - El Cinematógrafo
madurez las perspectivas apostólicas
que estas técnicas ofrecen, y la nece 1. La cooperación de todos
sidad de defender la moralidad del pue
blo cristiano, por desgracia demasiado 28. Problema com plejo; sólo la cola
frecuentemente amenazado por el es boración de los diversos elementos lo
pectáculo corruptor, deseamos que en elevará. El cinematógrafo, después de
todas las naciones, donde tales Oficinas sesenta años de su invención, ha llega
no existan todavía, sean establecidas sin do a ser uno de los medios expresivos
tardanza y sean confiadas a personas más importantes de nuestro tiempo.
competentes bajo la dirección de un Hemos tenido ya ocasión de hablar
sacerdote escogido por los Obispos.*2 de las diversas etapas de su desarrollo
s a n to , t o d o c u a n to h a c e a m a b le ; con ello sacará clición Apostólica.
provecho la causa de la civilización, de la Reli Del Vaticano, 1 de Enero de 1954.
gión y de la paz, y e l S e ñ o r d e la p a z e s ta rá c o n PIO PAPA XII
v o s o t r o s (Filipenses 4, 8-9). (33) Ver P ío X I I , Discurso a los dirigentes y
22. B e n d ic ió n A p o s t ó lic a . Para que Nuestros docentes y miembros de la Unión Internacional
votos y Nuestra oración hallen generosa respues de los Institutos de Arqueología, Historia y Arte
ta en las almas de todos, a vosotros, Venerables de la Historia, 9-III-1956, AAS. 48 (1956) 212.
Hermanos, a los fieles confiados a vuestros cui (34) P ió X I , Encíclica V ig ila n ti C u ra, AAS. 28
dados y a los hombres prudentes y conscientes (1936) 259; en esta Colecc.: Encícl. 167, 21 p. 1455.
de sus deberes que dedican su actividad a la Te- Véase también: Carta de Mons. Dell’Acqua del
revisión, impartimos con paternal afecto la Ben- 3-VII-1955, en la nota 38 de la presente Encíclica.
227,128 E n cíc lic a “ M ir a n d a P rorsus ” 2179
y de las razones del atractivo que ejer artistas y técnicos diversamente compe
ce sobre el espíritu del hombre moder tentes, sino de problemas económicos
no ^35^. Tal desarrollo se ha verificado y sociales complejos, que personas par
con particularidad en películas de ar ticulares difícilmente podrían afrontar
gumento, dando origen a una impor y resolver.
tante industria, que depende no sola No será pues posible lograr que el
mente de la colaboración de numerosos cine sea un instrumento positivo de
(35) Pío XII, Discurso a la gente de Cine de uno su deber. El Santo Padre se goza pensando
Italia, 21-VI-1955, A. A. S. 47 (1955) 501-502 (véa en que las Jornadas de París serán de utilidad
se Nota 11). para hacer penetrar en todos los medios intere
sados la luz de las enseñanzas cristianas y para
CARTA DE LA SECRETARIA DE ESTADO A LA suscitar en ellos las rectificaciones necesarias.
ASAMBLEA DE LA ORGAGN1ZACION DEL
CINE (OC1C) 5. El problema de la propaganda y los nuevos
caminos. Se trata, en efecto, de rectificar una
Vaticano, 6 de junio de 1958. situación. Quien examine las condiciones en que
Señor Canónigo Jean Bernard, Presidente de el gran público acoge una película nueva, adver
la O. C. I. C. tirá en seguida la influencia recíproca y casi irre
Señor Presidente: sistible que se ejerce entre la opinión que sanciona
1. La obra de la OC1C. La Oficina Católica In la producción cinematográfica y ésta que por su
ternacional del Cine realiza una obra muy me parte halaga la misma opinión. ¿Cómo romper este
ritoria aplicándose —como lo viene haciendo des círculo? ¿Qué hacer para fomentar la producción
de hace varios años— a promover entre los ca de películas buenas? Este será el objeto de vues
tólicos una actividad perseverante y coordinada tras deliberaciones. La industria del cine, como
en favor de un arte cinematográfico que respete en general la de todas las técnicas de difusión,
ios valores religiosos y morales. Me complazco en no puede abandonarse sólo a las leyes del mer
ser, una vez más, intérprete de los paternales cado, porque el cine no es una simple mercancía,
sentimientos con que el Augusto Pontífice quiere sino mas bien un alimento intelecual y una es
alentar las labores de las próximas Jornadas In cuela de formación espiritual y moral (Encícl.
ternacionales de Estudio que tendrán lugar en “ Miranda prorsus” , A. A. S. 49, 789). Por la mis
Paris bajo la alta presidencia de Su Eminencia ma razón, esta industria no puede estar ligada
el Cardenal Feltin y con la participación de la a una publicidad a menudo superficial, cuando
Comisión Pontificia de Cine, Radio y Televisión. no es, por desgracia insidiosa o indecente (Ibid.
p. 788). Si el cine respeta las normas morales,
2. El programa positivo: favorecer las buenas utiliza los recursos del arte y estima en su valor
películas. Favorecer las buenas pelícuals entre las riquezas más auténticas de la humanidad,
el gran público: tal será el tema de los trabajos. verá abrirse ante sí los caminos nuevos y lumi
Y muchas circunstancias hacen resaltar su in nosos de que habla el Sumo Pontífice en su re
terés.
ciente Encíclica (Ibid. p. 791).
Ante todo, entre una Asamblea de la OCIC y
otra, existe una continuidad en la investigación, 6. La reacción sana del público y su prepara
que confiere a sus discusiones un valor especial. ción. Confíen todos los que participan en la pro
Así, después de haber analizado la influencia de ducción de películas en las reacicones sanas del
las agrupaciones de cultura cinematográfica ele gran público. Este es, —más de lo que común
váis la atención este año hacia el problema del mente se cree— capaz de sostener con su favor
gran público. La cuestión es de gran importancia, toda clase de películas que por su belleza y la
pues para asegurar el éxito de una película mo dignidad de su presentación sean de tal manera
ralmente sana y, por tanto, para estimular a los que ofrezcan una influencia verdaderamente edu
productores por este camino, no es suficiente que cativa (Ibid. p. 785). Pero esta reacción sana, esta
la película sea apreciado por una selección; es posibilidad de acogida a las buenas películas, hay
necesario que la opinión se declare a su favor, que prepararla con la educación de los espectado
y que la gusten las masas que, a diario, llenan res, enseñándoles a gustar los verdaderos valo
las salas de cine. res que se expresan en el lenguaje propio del
3. La oportunidad del planteamiento por el des cine; hay que preservarla contra las influencias
arrollo de la televisión. Un hecho nuevo viene a deletéreas de una cierta propaganda que halaga
acercentar la oportunidad de vuestro tema. El las pasiones y las curiosidades malsanas; hay que
desarrollo rápido de la televisión en muchos paí formarla con una gran difusión y una presenta
ses amenaza con provocar en la industria del ción inteligente de la calificación moral de las
cine una crisis que preocupa ya a los producto películas. He ahí una de las tareas capitales de
res. Síntomas de ello surgen, se dice, aquí y allí. la Oficina Nacional Católica del Cine en cada país.
Y es natural que los responsables se preocupan 7. El valor artístico, y los premios. Es preciso,
de buscar el mejor modo posible para conservar por último, que este favor del público sea soste
ai cine la vasta clientela que hizo de él, en poco nido por el interés y el valor artístico de las pe
tiempo, una de las industrias más prósperas del lículas que se recomiendan a su apreciación, así
mundo moderno. ¿Qué camino seguirá el cine pa como también por los premios y las otras distin
ra conservar la confianza del gran público? ciones honoríficas concedidos a las obras cine
4. El impulso de la Encíclica " Miranda Pror- matográficas que se distinguen por su valor mo
sus” . Para los hijos de la Iglesia, las Jornadas ral y espiritual.
Internacionales de París tendrán la ventaja de ser 8. La responsabilidad del espectador. El Santo
ía primera asamblea de la OCIC que se beneficia Padre no duda que un esfuerzo conjugado en es
de las enseñanzas de la Encíclica Miranda pror te sentido, por parte de los que trabajan en la
sus. Esta condición privilegiada facilitará sus producción y de los que influyen en la opinión,
trabajos, porque las directivas del documento ha de obtener felices y rápidos resultados con
pontificio son claras, precisas y firmes; pero al miras a la orientación deseada y recomienda una
mismo tiempo impondrá deberes nuevos a los vez más a los espectadores, que con cada billete
miembros de la asamblea, dado que la Encíclica de entrada, como con la papeleta de voto, eligen
traza rutas, invita a la acción y dicta a cada entre el cine bueno y el malo (Encícl. “ Miranda
2180 E ncíclicas del PP. P ío XII (1957) 227, 29-30
cular tengan en cuenta las que se re que renueven el compromiso personal
fieren a películas de argumento reli que tienen todos los católicos de obser
gioso, a la presentación del mal y al var fielmente la obligación de infor
respeto que se debe tener de la persona marse sobre los juicios morales y de
humana, de la familia y de su santidad, conformar con ellos su conducta. A
como también de la Iglesia y de la so este fin, donde los Obispos lo juzgaren
ciedad civil. oportuno, podrá destinarse útilmente
un domingo del año para promover
31. b) el fin de la clasificación. Re oraciones e instrucciones a los fieles
cuerden, además, que uno de los fines sobre sus deberes con respecto a los
principales de la clasificación moral, espectáculos y particularmente en re
es el de ilustrar la opinión pública y el lación con el cine.12
de educarla para que respete y aprecie Para que todos puedan gozar del be
los valores morales, sin los cuales no neficio de los juicios morales, es nece
podrían existir ni verdadera cultura, ni sario que las indicaciones se publiquen
civilización. Culpable sería por tanto oportunamente, estén debidamente m o
toda suerte de indulgencia para con tivadas y se difundan ampliamente.
cintas que, aunque ostenten méritos
técnicos, ofenden, sin embargo el orden 33. El crítico cinematográfico. Muy
moral, o que respetando aparentemen útil será en esta materia la actuación
te las buenas costumbres, contienen del crítico cinematográfico católico,
elementos contrarios a la fe católica. quien no dejará de acentuar los valores
morales, mirando bien que dichos jui
Los juicios morales, al indicar cla cios habrán de ser una directiva segura
ramente qué películas se permiten a para evitar el peligro de deslizarse a
todos y cuáles son nocivas o positiva un relativismo moral o de confundir la
mente malas, darán a cada uno la po jerarquía de valores.
sibilidad de escoger los espectáculos de Muy lamentable sería que los diarios
los cuales habrá de salir más alegre, y publicaciones católicas, al hablar so
más libre y, en su interior, mucho me bre los espectáculos, no dieran informa
jor que cuando entró<39) y harán que ción a sus lectores sobre el valor moral
evite los que podrían ser dañosos para de los mismos.
su alma, daño que será más grave aún
por hacerse responsable de favorecer 3. Empresarios y distribuidores
las producciones malas y por el escán
dalo que da con su presencia. 34. Los empresarios. No sólo sobre
los espectadores que con el billete de
32. c) compromiso de su acatamiento. entrada, a manera de voto, eligen entre
Renovando las instancias que hacía el cine bueno y el malo, pesa una gran
Nuestro Predecesor de feliz memoria de responsabilidad, sino también sobre
en la Encíclica “ Vigilanti cura” <40> re los empresarios de salones de cine y
comendamos vivamente que se invite sobre los distribuidores de películas.
a los fieles, donde esto es posible, y Nos son conocidas las dificultades
después de la preparación adecuada, a1 2 que deben superar en la actualidad los
11. La finalidad de las Jornadas. Una opinión reacción de la colectividad, oportunamente des
ampliamente ilustrada, una disciplina de buena pertada y mantenida, apoye cada vez más fiel y
gana consentida, serán sin duda un gran paso en eficazmente las justas medidas tomadas por la
la obra de saneamiento que desea el Padre Santo. Autoridad para servir, en el campo del Cine, al
Y he aquí por qué vuestras “ Jornadas Interna bien moral de la población. Con este voto, e invo
cionales” se dedican con tanta razón a este pro cando sobre vuestra Asamblea una gran efusión
blema, en apariencia limitado, de la difusión de de gracias divinas, Su Santidad os otorga, así
la clasificación moral de las películas. A través como a todos los miembros de la OCIC, su muy
de esta difusión, la opinión pública se interesa y paternal Bendición Apostólica.
la sociedad moderna es sensible, como se ha com
(39) Ver Pío XII, Discurso a la gente de Cine
probado, ante una defensa que viene de la misma
colectividad. de Italia (ver notas 11, 35, 37) pág. 512.
12. Votos por el mejoramiento de ese aspecto (40) Pío XI, Encícl. Vigilanti Cura, (ver notas
U Bendición. Hagamos votos, por lo tanto, por 30, 34, 38) pág. 260; Colección Guadalupe, Encícl.
que, como fruto de vuestros trabajos, una sana 167, 19-20, pág. 1454.
227, 35-37 E n c íc lic a “ M ir a n d a P rorsus ” 2183
das apropiadas las producciones cine las fronteras, lleva los mensajes que se
matográficas sanas, especialmente las le confían^*6).46
5
que se dirigen a la juventud. Puesto Perfeccionada continuamente con
que el Estado invierte grandes sumas nuevos progresos, presta incalculables
para fines educativos, debe empeñarse servicios en los varios campos de la
seriamente en la solución positiva de técnica, llegando hasta lograr dirigir
un problema educativo de tanta impor de lejos mecanismos sin piloto hacia
tancia. metas precisas. Con todo creemos que
En algunos países, y con ocasión de el más noble servicio que está llamada
exposiciones internacionales se suele a prestar, es el de iluminar y educar al
adjudicar, con mucho provecho, pre nombre, dirigiendo su mente y su cora
mios adecuados a las cintas que se zón a esferas cada vez más altas del
distinguen por su valor espiritual y espíritu.
educativo: esperamos, pues, que Nues Oír la voz humana y poder seguir
tras advertencias habrán de contribuir
acontecimientos lejanos, permanecien
a unir las fuerzas del bien, para que
do dentro de las paredes domésticas,
las películas que lo merezcan, reciban
participando a distancia en las mani
el premio del reconocimiento y apoyo
festaciones más variadas de la vida so
de todos.
cial y cultural, son cosas que responden
a un profundo deseo humano.
//. - La Radio
No es pues de maravillar que muchas
casas hayan sido dotadas rápidamente
1. Los grandes servicios que presta de aparatos de radio, los cuales permi
42. Las grandes posibilidades y ser ten abrir una ventana sobre el ancho
vicios de la Radio. Con no menos soli mundo, de donde le llegan, de día y
citud deseamos exponeros, Venerables de noche, ecos de la actividad que pal
Hermanos, Nuestras preocupaciones re pita en las diversas culturas, lenguas y
lativas a otro gran medio de difusión, naciones, bajo la forma de innumera
contemporáneo del cine, es a saber, la bles programas ricos en noticias, entre
radio. vistas, conferencias, transmisiones de
Aunque no disponga de la riqueza actualidad y de arte, de cantó y de
de elementos espectaculares y de las música.
ventajosas condiciones de ambiente de
que goza el cinematógrafo, la radio 43. Ventaja para la Religión y res
posee, sin embargo, grandes posibili ponsabilidad. ¡Qué privilegio y qué
dades aun no completamente explo responsabilidad — decíamos en reciente
tadas. discurso— para los hombres del pre
La radio — como decíamos al perso sente siglo, y qué diferencia con los días
nal de una empresa radiofónica— tiene lejanos en que la enseñanza de la ver
el privilegio de estar libre y desasida de dad, el precepto de la fraternidad, las
las condiciones de espacio y tiempo que promesas de la bienaventuranza eterna,
impiden o entorpecen los medios de seguían el paso lento de los Apóstoles
comunicación entre los hombres. Con sobre los ásperos senderos del viejo
ala infinitamente más veloz que la de mundo. Hoy, en cambio, la llamada
793 las ondas sonoras y rápidas como la de Dios puede abarcar en un mismo
luz, en un instante y superando todas4 6 instante a millones de hombres!^áQK
5
(45) Ver Pío XII, Discurso a los miembros de El Domingo, 27-X-1957, festividad de Cristo
la Sociedad de Radiotelefonía de Italia, 3-XII- Rey, Pío XII, con motivo de la bendición e inau
1944, (Discorsi e Radiomessaggi, Tomo VI, 209), guración de las nuevas instalaciones de la Radio
(véase nota 26]. emisora Vaticana en Santa María di Galería, la
(46) Ver Pío XII, Radiomensaje al 3? Congreso cual, más potente que la primera puede oírse en
Internac. de Comunic. celebr. en Génova a prop. todo el mundo, pronunció un discurso en latín
del 60? aniversario del descubrimiento de la ra cuya traducción íntegra reproduciremos a conti
diotelefonía, ll-X-1955, A. A. S. 47 (1955) 736. Véa nuación “ Atlendite populi de longe” , (A. A. S. 49
se más arriba el texto en la nota (lb), pág. 2161. [1757] 961-965). Ver también Nota ( l l>), pág. 2161.
2186 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 227, 43
794 Es cosa muy excelente que los fieles latar sus conocimientes y sus cora
se aprovechen de este privilegio de zones.
nuestro siglo y disfruten de las rique Bien saben todos, cuánta virtud edu
zas de la instrucción, de la diversión cativa pueden tener las buenas emisio
y de la misma palabra de Dios, que la nes; pero al mismo tiempo, el uso de
radio les puede proporcionar para di- la radio entraña responsabilidades, por-
AAS 1. Acción de gracias por los prodigios de la 3. Preocupación seria de los cristianos por la
49 radiofonía. “ Prestad oídos, pueblos lejanos” Radio. Estas invenciones, en efecto —es una cosa
961 (Isaías 49, 1) escuchad todos; de la nueva esta evidente— pueden engendrar, igualmente, muchos
ción radiofónica del Vaticano, de esta selva de bienes y muchos males. En lo que se refiere a
antenas coronada por la curz victoriosa, signo la radiofonía ¿quin ignora, pues, que pueda pro
de verdad y de caridad, os dirigimos la palabra pagar y diseminar por todas partes verdades o
(II Cor. 6, 11). Ante todo, Nos deseamos dar gra errores, virtudes o crímenes, la concordia o la
cias perpetuas al Dios Optimo y Máximo, que discordia, la caridad fraternal o un odio mortal?
no sólo ha creado el cielo y la tierra en una co Importa mucho, pues —lo que por otra parte Nos
herencia y una armonía admirables, sino que ha hemos escrito en Nuestra Encíclica “ Miranda
dotado a todos los elementos de fuerzas ocultas Prorsus” (A. A. S. 49 [1957J pp. 765 ss.) im
que el espíritu del hombre persigue con su in porta mucho, decimos Nos, que los cristianos
vestigación, descubre a fuerza de trabajo y redu 0, incluso simplemente, las gentes honradas se
ce a su servicio. Es así como la voz humana, preocupen muy seriamente de una cuestión tal;
captada por aparatos de construcción delicada, y que tengan muy presente hacer, según sus fuer
excita a ondas eléctricas que, después de haber zas, que los aparatos de radio, que desde ahora
volado sobre la inmensidad de las tierras y de se encuentran en gran número de casas, no apar
los mares, son recogidas por otros aparatos y ten a los espíritus de la verdad, disimulando el
restituyen esta misma voz como si los que hablan error, no arrastren las almas a los vicios, ador
de lejos estuviesen presentes. Tal es la invención nándoles de señuelos de un arte engañoso, sino
de la radiofonía, que constituye ciertamente una que sugieran más bien la virtud, propaguen la
de las más grandes entre los felices descubri justa doctrina, recreen también a los oyentes por
mientos de nuestra época, y que se perfeccionan los sanos esparcimientos y que, incluso los con- 963
de día en día. suelen de las preocupaciones que hoy, más que
nunca, inquietan y acongojan tan vivamente a
2. El verdadero progreso está en la alabanza
los hombres.
y la consagración a Dios. Estos títulos de gloria
de un siglo de progreso, no hay quien no los ce 4. La misión religiosa de la Radio: ayudar a la
lebre con Nos, pero hay que afirmar, sin embar evangelización. Además, — y esto nos interesa a
go, que las ventajas y los servicios que procu Nos de manera especial, a Nos mismo, a los
ran las técnicas de todo género, no pueden ser Obispos y a los católicos— la radio provee nue
provechosas para la prosperidad y la verdadera vos recursos y nuevas fuerzas para ampliar y fa
962 felicidad del hombre si no aumentan los bienes cilitar el cumplimiento y la realización del man
del alma, que son más preciosos, si no están con damiento de Jesucristo a sus Apóstoles y a sus
formes a las leyes de la naturaleza y si finalmen sucesores: Predicad el Evangelio a toda creatura
te, no obedecen por completo a los mandamien (Marc. 16, 15). ¿Por qué, pues, la Iglesia no habría
tos del Dios eterno (cf. Discorsi e Radiomessaggi, de usar esta ayuda tan poderosa para cumplir,
vol. XV, pp. 520, 521). Es a El, en efecto — como más fácilmente, una misión que, recibida de Dios,
lo escribe San Alberto Magno, que fue investi puede mejor que ninguna otra, contribuir al bien
gador muy ardiente incluso en el dominio de La de cada uno de los ciudadanos, de las familias y
física— es a El que es el manantial de la sabi de la sociedad? Las doctrinas, que concibe el es
duría, el creador, el educador y el guía de la na píritu humano, no pueden jamás ser perfectas; es
turaleza (Physic, lib. I, tract.l, cap. 1), a quien por esto que a menudo suceda que nazcan las unas
todo debe ser dedicado. Así como de todas las de las otras, florezcan, cedan del paso después a
cosas creadas, hay que servirse ciertamente de las nuevas y desaparezcan poco a poco; mientras
las fuerzas que los sabios de hoy dominan; pero que la palabra del Señor perdura siempre (I Petr.
de manera conveniente y razonable, sin darles 1, 25). La verdad que viene de Dios no conoce el
una importancia tal, que uno llegue a olvidar ocaso; y sus mandamientos, si son correctamente
que su alma ha sido creada para la inmortalidad; observados, tienen la fuerza de conducir no sólo
hay que hacer gradas de todas las cosas para ele a los individuos, sino también a toda la humani
varse a la inteligencia y a la conquista de las rea dad, a un estado mejor y más feliz. El Evangelio
lidades celestes (ver Disc.e Radiomessaggi, yol. XV, de Jesucristo suscita virtudes que ninguna filoso
pp. 520-523). Que todos disciernan en las cosas y en fía de los paganos de la antigüedad ha podido si
las fuerzas de la naturaleza la presencia de Dios, quiera suponer. Gracias a él —la historia nos lo
y que admiren con respeto la irradiación perma enseña— el espíritu y el pensamiento, los deseos
nente de su gloria, tal como en la frágil belleza de la voluntad, la vida y las costumbres han to
de las flores y en la maravillosa armonía de los mado otro curso; cuando el conocimiento del Di
coros de los astros, que recorren dócilmente, a vino Redentor y su doctrina fueron ampliamente
merced de Dios, los espacios infinitos de los propagados y su fuerza, que ahuyenta los vicios y
cielos, así como en los misterios de los átomos, desarrolla las virtudes, hubo penetrado hasta en el
donde penetra la mirada de la ciencia y cuya corazón de las naciones, resultó de ello una revo
técnica al romperlos atrae una fuerza nueva lución que, con el nacimiento de la civilización
adoren y veneren su sabiduría eterna y su vir cristiana, transformó la faz de la tierra (León
tud creadora. Si los hombres adoptan esta línea XIII, Encíclica Tametsi; Acta Leonis, t. XX, 1901,
de conducta y de acción, todas las invenciones p. 299). Según esto, lo que ha sucedido antes debe
que la época actual introduce de manera mara producirse hoy y dar frutos abundantes. Que la
villosa, no conducirán ni a la ruina de los cuer Religión de Jesucristo sea, pues, cada día más
pos ni a la de las almas, sino a una vida más propagada; que alcance a todas las regiones, in
próspera, más bella y más feliz, tanto para los cluso a aquellas cuyo acceso sea difícil por la
individuos como para las familias y para la so distancia o por otras razones; que penetre y
ciedad. reine en los hogares y los corazones para deter-
227, 44 E n c íc lic a “ M ir a n d a P rorsus ” 2187
que al igual que otras técnicas, puede 2. Los deberes que impone
ser empleada así para el bien como
para el mal. Se puede aplicar a la radio 44. Deberes del radioescucha: a) cui
la palabra de la Escritura: Con ella dadosa selección. Por consiguiente, el
bendecimos al Señor y Padre; y con ella primer deber de quien escucha la radio,
maldecimos a los hombres que han sido es el de una cuidadosa selección de los
creados a imagen de Dios. De la misma programas. La transmisión radiofónica
boca salen la bendición y la maldi- no debe ser un intruso sino un amigo
ción ^7K que entra en el hogar, consciente y li-
minar la conducta; y que la voz de Jesucristo, Nos, pues, que no tenemos ningún deseo de do
dulcemente atractiva, resuene sobre toda la tie minación terrestre, pues la misión que está a
rra por el ministerio de sus sacerdotes para lle Nos confiada concierne, ante todo, a conquistar
var la vida. El Evangelio de Jesucristo debe ser las almas inmortales y la felicidad eterna, Nos,
propagado no sólo por los medios habituales y que no tenemos armas humanas, sino sólo el po
tradicionales, necesarios a la verdad, sino tam der de Dios (II Cor. 10, 4) y que no te
bién con ayuda de los recursos recientemente nemos otra preocupación que e l d e s e o 965
964 puestos en uso, si queremos —y todos debemos vivo de abrazar en la caridad a los hombres
realmente quererlo— que hoy, por fin, se ejerza y a los pueblos de toda raza, Nos elevamos de
y triunfe por todas partes más fuerte su Reino, nuevo Nuestra voz paternal para invitarlos a
R e in o d e v e r d a d y d e v id a , R e in o de s a n tid a d y todos a la paz fraternal. Sobre todo que aque
d e g r a c ia , R e in o d e ju s t ic ia y d e p a z (Prefacio llos en manos de los cuales reposa la suerte de
de la Misa para la festividad de Cristo Rey). las naciones, piensen, ante su conciencia y ante
Dios, en la extrema gravedad de su deber. Que
5. L a d ifu s ió n de la verdad e v a n g é lic a es la sepan vivir juntos en un espíritu de comprensión
ra z ó n d e la fu n d a c ió n d e R a d io V atica n a . El de
fundado sobre la justicia y la verdad; que hagan
seo que Nos tenemos de ver a los católicos em todo, para empezar, para disminuir las discor
plear estas armas nuevas y pacíficas de la ver dias y las rivalidades que podrían existir, pero,
dad es la razón por la cual Nos hemos querido después, para solventarlas en la equidad y su
construir una estación radiofónica más potente primirlas completamente; de tal forma que los
y más perfecta que nos permitiera a Nos hacer individuos y las colectividades puedan verse li
oír Nuestra voz en la tierra entera que dirigie bres del temor de las guerras, puedan esperar
ra Nuestras órdenes, Nuestras exhortaciones y tiempos mejores y apliquen a obras fructíferas
Nuestros deseos a la comunidad cristiana. De es y pacíficas y a la prosperidad común los recur
ta forma, los miembros del Cuerpo místico de sos que habrían sido gastados y disipados en pre
Jesucristo, cuyo Divino Redentor es el dirigente, parativos de guerra.
se encontrarán unidos por nuevos vínculos; to
dos los católicos — y Nos sabemos que lo desean 8. Encomio de la paz. Estos votos y estas ex
vivamente— podrán oír al Pontífice romano has hortaciones brotan tanto más espontáneamente
ta en las extremidades del mundo; incluso aque de Nuestro corazón, cuanto que, actualmente, co
llos a los que obstáculos y barreras impiden hoy mo cada cual sabe, nubes sombrías parecen os
escuchar la voz del Pontífice romano. curecer el cielo del Cercano Oriente, no lejos de
aquellos lugares donde, sobre la cuna del divino
6. A g r a d e c im e n to a los c o la b o r a d o r e s y con s Redentor, las huestes de los ángeles cantaron el
tr u c to r e s . Es por esto, por lo que Nos desea
anuncio de la paz a los hombres de buena vo
mos vivamente expresar Nuestro agradecimiento luntad. (cf. Luc. 2, 14). Nos que, desde el co
no sólo a todos los que, a través de todo el mienzo de Nuestro Pontificado (cf. A. A. S. 31
mundo católico, han procurado ya limosnas o [1939] pp. 86-87) hemos aconsejado siempre la
bien el material necesario para la construcción paz a todos, Nos queremos decir la paz justa,
y terminación de esta gran instalación, sino este don tan bello de Dios “en comparación con
también a cada uno de los técnicos que han pre el cual, según la palabra de S. Agustín, aun
sentado a Nos, liberal y generosamente, el con cuando no se trate más que de realidades terres
curso de su alta competencia. Todos observarán, tres y pasajeras, no se puede nombrar nada más
ciertamente —y ello será para cada cual un con agradable, desear nada más deseable, encontrar,
suelo— que han aportado sus recursos, sus fuer finalmente, nada mejor (De Civ. Dei, lib. XIX,
zas, sus talentos, a una causa que no sólo con Cap. XI). Nos invitamos con insistencia a todos
tribuyó a la cultura intelectual, a la distinción y los hombres a consolidarla y a fortalecerla. Que
a los goces del espíritu, sino que también hace prevalezca el consejo honrado y prudente de los
amar y que propaga la verdad y la virtud cris que verdaderamente merecen el nombre de hom
tiana, fortaleciendo, cada día más, según sus bres de buena voluntad; y que todos consideren
medios, en el mundo entero, la Religión católica. la cantidad inmensa de ruinas irreparables que
7. E x h o r ta c ió n a la p a z y c o n c o r d ia a los h o m podría resultar de una nueva guerra, no sólo para
b re s y n a c io n e s . Nos no deseamos terminar esta las naciones, sino incluso para el género humano
breve alocución sin exhortar con insistencia a todo entero.
todos los hombres, a las naciones y a las razas 9. Plegarias. Es por esto que los que son Nues
a la paz y a la concordia fraternal. Las guerras tros hijos en Cristo deben elevar sus plegarias
—jes un hecho que los acontecimientos recientes a Dios para que estas nubes se disipen lo más
atestiguan con tanta fuerza!— engendran ma rápidamente posible y que, una vez los espíritus
tanzas, ruinas y miserias de toda clase: Las mis calmados y los intereses y los derechos legítimos
mas consecuencias —todo el mundo lo sabe— re reconocidos, el cielo se despeje de nuevo.
sultan de las guerras civiles, de los odios y de Que Dios se digne hacer eso, y que su paz...
las discordias, de los que no pueden nacer ni la que sobrepuja todo sentimiento, guarde vuestros
prosperidad privada, ni la prosperidad pública,
si es cierto que en la c o n c o r d ia , los b ien es m o
corazones y vuestros espíritus en Jesucristo (Filip.
4, 7). Así sea.
d e s to s a u m e n ta n ; en la d is c o r d ia , las fo rtu n a s
m ás g r a n d e s se h u n d e n (Sallust. Jugurtha 10). (47) Santiago 3, 9-10.
2188 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 227, 45-48
cibe al Profeta como tal, tendrá la re sagrado de los días festivos, como tam
compensa del profeta(51>. bién las necesidades espirituales diarias
En nuestros días, las transmisiones de los fieles.
de calidad exigen que se emplee un
verdadero arte; por tanto los directores III. - La Televisión
y cuantos toman parte en la prepara
ción y ejecución de los programas de í. Servicio que presta y recomen
ben poseer una vasta cultura. También daciones
a estos dirigimos la advertencia que
hacíamos a los profesionales del cine 54. Desarrollo y ventajas. Queremos,
matógrafo, de que se aprovechen am por último, detenernos brevemente en
pliamente de las riquezas de la cultura la televisión, que ha obtenido precisa
cristiana. mente bajo Nuestro Pontificado un des
arrollo prodigioso en algunos países, y
53. Deberes de la autoridad civil se ha introducido gradualmente tam
acerca de lo religioso. Recuerden final bién en todas las demás naciones.
mente los Obispos a las autoridades Este desarrollo, que es sin duda algu
civiles sus respectivos deberes a fin de na una etapa importante en la historia
garantizar debidamente la difusión de de la humanidad, lo hemos seguido con
las transmisiones religiosas, teniendo vivo interést51ai, al mismo tiempo con
en cuenta particularmente el carácter vivas esperanzas y serias preocupacio-
(51) Mat. 10, 41. para terminar con una breve improvisación en
[51a] E L H E C H O H IS T O R IC O holandés que no figuraba en el programa.
Hemos querido recoger estos pormenores his
Es digno de señalar aquí para ilustrar el vivo tóricos porque era la primera vez que los Sumos
interés de P ío X I I en la Televisión (TV) un hecho Pontífices permitieron televisar la Basílica y las
en su vida que tiene gran significado moral y es Galerías, ante todo que con esta extensión, re
piritual para esa nueva conquista humana: su lieve, expresión y vida apareciesen en las panta
participación personal activa en la primera tras llas y porque un Papa participó por primera vez
misión televisiva común que realizaron en Italia, en forma activa en un programa de Radiotrans
Alemania, Bélgica (centros francés y flamenco), misión televisada, poniendo P ío X I I con ello de
Holanda y Gran Bretaña el Domingo 6 de Junio manifiesto la importancia que atribuye a la po
de 1954, festividad de Pentecostés, día del mila sitiva solución del problema de la TV.
gro de lenguas.
EL DISCURSO
Las direcciones de 8 Centros de TV de dichos E l te x to del mensaje de Pío XII en esta' opor
países, a sugerencia de la dirección de la TV ita tunidad fue el siguiente:
liana bajo la dirección de Dr. Sergio Pugliese, ha I n ic ió sus p a la b ra s en ita lia n o
bían manifestado unánimemente a P í o X I I el deseo 1. L a o p o r t u n id a d y a le g r ía d e l P a p a p o r la
de qué Su Santidad inaugurase el intercambio de represen tacÁ ón te le v is iv a . ¿No es tal vez fausta
programas de la nueva entidad “ Televisora Eu coincidencia el que este día en que la Iglesia
ropa” (Union Radiophonique Européenne) que conmemora solemnemente la venida del Espíritu
se había formado recientemente. Santo al Cenáculo y la primera predicación del
La labor de 3/4 de hora de las 7 telecámaras Apóstol P e d r o a las multitudes ávidas de verdad
empezó a las 18 horas del 6-VI-1954 recogiendo y de paz, se Nos permite dirigirnos personalmen
la Bendición Apostólica que el Padre Santo suele te a vosotros, espectadores europeos de la T. V.
impartir a esa misma hora todos los días a los y declararos cuán grande es Nuestra alegría
numerosos peregrinos reunidos en la Pla'za de por poder acercarnos a vosotros incluso en la
S an P e d r o desde la ventana de su despacho par intimidad de los hogares?
ticular; luego los 3.400.000 espectadores europeos 2. L a T V s u p e r a la R a d io p o r su c o n ta c t o in
de TV contemplaron el panorama de la ciudad m e d ia to . He aquí que hoy llegan a feliz término
tal como se ve desde la Colina del Vaticano com los esfuerzos cotidianos, las difíciles investiga
pletándose esta parte con la vista del Obelisco ciones, los numerosos experimentos realizados
de la Plaza; se pasó luego al interior de la Basí tanto por los hombres de ciencia aislados como
lica, para el efecto iluminado de una forma ex por grupos de estudiosos y por naciones para
traordinaria, presentándose los aspectos religio establecer entre los pueblos europeos y, tal vez
sos y artísticos del Templo central del catolicis dentro de algún tiempo, con otros continentes,
mo. En seguida se dieron detalles de la Plaza y un nuevo medio de intercambios intelectuales y
de las Galerías Pontificias mostrando las inigua artísticos. Indudablemente, ya era posible me
ladas, bellezas de las obras maestras de la arqui diante la radio llevar hasta vuestras moradas
tectura, escultura y pintura que alberga el Vati palabras de enseñanza, de aliento y de consuelo.
cano; a continuación se televisó la entrada de la Mas ¿quién no desea el contacto inmediato? Por
segunda Logia que conduce al Departamento Pon fervoroso y eficaz que pueda parecer un discurso,
tificio con el paso de las Guardias Suizas de ser es aún más vivo y conmovedor cuando la pro
vicio en la Sala Clementina. pincuidad del orador permite captar en su rostro
Por último, apareció la figura del Santo Padre los más leves matices de los más suaves senti
quien pronunció desde la Sala del Consultorio, mientos e imprimir en la memoria sus rasgos.
en el Vaticano, el discurso que reproduciremos 3. F r u to d e te s o n e r o tr a b a jo , la T V ita lia n a .
a continuación: empezó hablando en italiano, Por lo tanto, tenemos la satisfacción de saludar
prosiguió en francés, luego en alemán e inglés la elevada empresa de la “ Union Européenne. ^de
2¿7, 55-56 E n cíc lic a “ M ir a n d a P rorsus ” 2191
hijos, según su edad a los programas; la pedir demasiado que los padres se sa
formación de su carácter y de su cri crifiquen cuando está en juego el bien
terio recto sobre los espectáculos que supremo de los hijos?
han visto y, finalmente, el apartarlos
Habrá de ser por consiguiente más
de programas no aptos para ellos, pesan
que nunca necesario y urgente — como
com o un gran deber sobre la conciencia
de los padres y de los educadores. Dé escribíamos a los Obispos de Italia—
monos cuenta de que especialmente este formar en los fieles una conciencia
último punto podrá crear situaciones recta de sus deberes de cristianos en el
delicadas y difíciles y de que el buen uso de la televisión(54>, para que ésta
sentido pedagógico exigirá frecuente no se preste a la difusión del error o
mente a los padres dar buen ejemplo del mal, sino que llegue a ser un ins
aun con sacrificio personal de deter trumento de información, de formación
minados programas. Pero acaso ¿será y de transformación5(55).
5
4
(54) Ver Pío XII, Exhortación ADOStólica sobre que por la explicación lógica u oral (dé la es
la televisión al Episcopado de Italia, 1-1-1954, cuela)” .
A AS. 46 (1954) 23 [ver nota 32, 20 pág. 2177]. En los comienzos no debe dejarse solo al niño.
Los padres deben vivir con él sus primeras expe
(55) Ver Pío XII, Alocución En vous souhaitant,
riencias del teleespectador, aclarar con él los pun
a los participantes del Congreso de la Unión Eu
tos oscuros y ayudar a asimilar a su mundo las
ropea de Radiodifusión realizado en Roma, 21-X- novedades presentadas, proscribir en toda edad
1955, A. A. S. 47 (1955) 777. los espectáculos sobreexcitantes, chocantes y
La UNDA (Asociación Católica Internacional traumáticos, como personajes diformes, escenas
para la Radiodifusión y la Televisión) cuyo Se de crueldad, situaciones indignas etc.; deben evi
cretariado funciona en Friburgo (Suiza); publicó tar que se forme la idea de que todas las emi
en Mayo de 1958 un “ Código para los educadores siones convienen a todos los miembros de la
usuarios de la Televisión” . La iniciativa, que se familia; a veces los mayores tendrán que dar el
debe a un acuerdo tomado en la Asamblea Ge ejemplo de renunciar a verlo todo.
neral de la Asociación (UNDA), celebrada en Gi
nebra en Octubre de 1957, es fruto de la labor 2. Normas para la duración de la escucha y
de la Comisión “ Radio-Televisión e Infancia” de de la visión.
dicha Organización, y representa un trabajo útil La Televisión no debe invadir toda la vida. Una
para padres y educadores, elaborado por compe sabia dosificación, quizás parsimoniosa, impedi
tentes especialistas. rá daño y embotamiento del gusto. Antes de los
9 años no debe durar más de media hora y no
AICA (Agencia Informativa Católica Argentina) ha de superar dos horas en los años siguientes,
lo publicó íntegro en su Suplemento Informativo aunque el interés del niño parezca solicitar la
del N? 102 del 23-V-1958; lo reprodujo in extenso prolongación de la “ ración” límite. La sobresa
más tarde L’Osservatore Romano, ed. castellana, turación de imágenes es contraria a la higiene
Bs. Aires, Año VII, N? 351, del 4-IX-1958. mental del niño; la excesiva duración pondrá en
Reproducimos a continuación un resumen de peligro la salud física, por la fatiga de los ojos
los puntos principales que trata: y la inmovilidad prolongada; perjudica las acti
A. — Televisión: Ventana abierta al mundo. vidades escolares y el clima familiar y su vida
El Código elaborado se dirige en primer lugar social en el ambiente.
a los padres para que sepan guiar y orientar a 3. Condiciones favorables de escucha y de visión.
los hijos, que son espectadores cada vez más El niño debe colocarse a una distancia de la
asiduos de las emisiones de Televisión, y natu pantalla que asegure visión clara y sentarse en
ralmente se dirige también a los demás educa posición confortable; el aparato se colocará en
dores del niño. la sala más espaciosa y no demasiado alto. Debe
La Televisión introduce el mundo en el hogar; acostumbrarse al niño a observar urbanidad y
pero no son sino imágenes del mundo o “ signos” ser respetuoso con los deseos de los demás. La
escogidos de él. La T. V. no debe apartar de la visión no debe permitirse durante las comidas,
naturaleza ni sustituirla. “ La pantalla de TV ni hasta horas avanzadas de la noche; debe in
cumplirá su papel auténticamente educativo, si terponerse más o menos un cuarto de hora entre
precisamente no es una pantalla entre el niño el final de la sesión y el momento de acostarse.
y las realidades del Universo y de la condición k. Papel de los padres en la recepción.
humana” , sino se estimula “ la alegría de conocer No es indispensable una “ ración” de emisiones
y despierta el apetito de actuar como hombre en televisadas diarias: al contrario, los niñ os-reci
el seno del universo real” . ben muchas impresiones en la escuela , y en el
“ La TV puede cumplir esta función en el do Colegio; necesitan más juego libre y activo que
ble plano de la información y del esparcimien “ raciones suplementarias” de cultura o espar
to” sano. cimiento de la TV; no es un medio de tener
“ quietos a los chicos” para que dejen en paz a
B. — 1. Normas impuestas por la edad del niño. los mayores.
Habrá emisiones que puede seguir el niño con Debe escogerse cuidadosamente el programa y
provecho desde los 4 años; pero generalmente no fiarse de las indicaciones de una publicidad
excede la capacidad de recepción antes de los 5 interesada. Los padres deben acoger, guiar, com
o 6 años, término que varía, naturalmente, de pletar o rectificar las reflexiones de los Jóvenes
niño a niño. Decide la “ edad mental” para cap teleespectadores, eventualmente restablecer la je
tar las imágenes, edad que no coincide necesa rarquía de valores no respetados, y, sin cortar
riamente con la edad escolar sino que normal bruscamente la representación, deben tener el
mente la antecede, por cuanto “ el niño moderno valor de poner fin a un espectáculo decepcio
llega a comprender antes por medio de la imagen nante o contraindicado; deben ayudar a que el
227, 62-65 E n cíc lic a “ M ir a n d a P rorsus ” 2195
P I O PP. X I I
Introducción : ello con orgullo. A vosotros os toca
contribuir con todas vuestras fuer-
FRUTOS DEL PRIMER CONGRESO z a s O a).
DE LOS LAICOS Y EL TEMA DEL
SEGUNDO CONGRESO
2. Saludo del Papa al 29 Congreso
AAS 1. La Iglesia Católica, fuerza de mundial de los laicos. Nos contempla
49
unión. Han pasado seis años, amados mos hoy con regocijo, la selecta asam
922 hijos y amadas hijas, desde aquel día blea que reúne, en este Segundo Con
en que, hablando al primer Congreso greso Mundial, a dos mil representan
Mundial del Apostolado de los Laicos, tes que han venido de más de ochenta
Nos dijimos al final de nuestro discur naciones, y entre los cuales se cuentan
so: Si existe en el mundo una potencia Cardenales, Obispos, sacerdotes y se
capaz... de disponer a las almas para glares eminentes. Nos os dirigimos
una franca reconciliación y una frater Nuestro saludo paternal y cordial y
nal unión entre los pueblos, ésta es la os felicitamos por el considerable tra
Iglesia Católica. Podéis alegraros de*de. bajo llevado a cabo en el espacio de
( * ) A. A. S. 49 (1957) 922-939. La versión española hecha sobre el francés del original es de L’ Osser-
vatore Romano, ed. castellana, Buenos Aires, Año VI, N? 308 del 17-X-1957. P ío X I I dirigió el discurso
a los asistentes al 29 Congreso Mundial para el Apostolado de los Laicos, en una solemne audiencia
realizada en la Basílica Vaticana.
O R IE N T A C IO N :
El S e g u n d o C o n g r e s o p a r a el A p o s t o la d o de los L a ic o s marcó un notable progreso por la mayor
toma de conciencia, de parte de los asistentes, del propio papel que desempeñan dentro de la Iglesia
y del mundo, así como del carácter y fines de su acción apostólica. La Prensa laicista quería presentar
el ' ‘apostolado seglar” como una especie de adaptación de la Iglesia a las nuevas exigencias de la
civilización industrial y al sufragio universal, una especie de sustituto del sacerdote a quien la eman-
cipacón de las masas y de la mujer habría relegado al confesonario, al púlpito y la sacristía, desco
nociendo la naturaleza de la Iglesia y el significado de apostolado laical. P ío X I I precisó con claridad
la ubicación del movimiento apostólico seglar.
Señaló de entrada la unidad de todos los católicos, germen de una unión más vasta, mundial, no
encerrada en los estrechos límites de una Asociación como ya el ll-X-1946 había señalado P ío X I I en
la Carta dirigida al Cardenal Piazza con la que acompañaba los nuevos Estatutos de la Acción Cató
lica Italiana, diciendo:
::‘ -N os d e se a r ía m o s qu e t o d o e l p u e b lo c o n c ib ie r a a la A c c ió n C a tó lica n o c o m o un c ír c u lo c e r r a d o
d e p e r s o n a s in ic ia d a s en un id e a l e x c lu s iv o n i c o m o un in s tr u m e n to d e lu ch a e s té r il y d e am biciosa\
c o n q u is ta s in o m ás bien c o m o un g r u p o c o r d ia l d e c iu d a d a n o s que h a n a s u m id o la m a te r n a l in te n c ió n
d e la. Ig le s ia d e r e d im ir a to d o s y d e g a r a n t iz a r a la s o c ie d a d e l in s u stitu ib le e im p r e s c in d ib le fe r m e n t o
d e . la v e r d a d e r a c i v iliz a c ió n ” (A. A. S. 38 (1946) 423.
•Y el 23 de julio de 1952, con motivo de la Semana de Estudios de la A c c ió n C a tó lic a I t a lia n a , re
cordó el Papa que “ Los c a t ó lic o s p o se e n una e x ti a o r d in a r ia a p titu d p a r a c o la b o r a r en la c r e a c ió n d e
una a tm ó s fe r a , sin la cu a l un a c o m ú n a c c ió n in te r n a c io n a l n o p u e d e c o b r a r c o n s is t e n c ia n i a lz a r un
p r ó s p e r o in c r e m e n to ” (Alocución Vi d ia m o v o lu n tie r i il b e n v e n u to , a los participantes de ese Congreso,
23-VII-Í952; A. A. S. 44 [1952] 626).
Por eso el Papa habla de su acción en el mundo de trabajo, en la Comunidad Europea de Carbón
Acero, en la América Latina, en Africa y Asia.
Ésá universalidad, en medio de las más trágicas divisiones, no a modo de las N a c io n e s U n id a s,
sino nacida de un común patrimonio de valores, principios, objetivos, ideas y fines generales y es
pecíficos, como sólo se halla, bajo la égida y en el Magisterio de la Iglesia, entre los cristianos. Por
eso el Papa expone los aspectos fundamentales del Apostolado de los Laicos y sus características en
nuestros tiempos.
(1a) P ío X II, Discurso al Primer Congreso de los laicos (Disc. e Radiomessaggi, vol. 13, p. 301).
— 2197 —
2198 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 228* 8-5
unos años para realizar los objetivos des en la sociedad moderna y el valor
que se os habían señalado. para afrontarlas, y ha contribuido no
tablemente a promover la colaboración
3. P rolon gación activa del 1er. Con y la coordinación entre las diversas
greso y preparación del segundo. La formas de apostolado laico.
documentación recogida por el Comité
Permanente de Congresos Internacio 5. Tem a del 29 C ongreso: Responsa
nales para el Apostolado de los Laicos, bilidad del laico en la crisis del m un
revela en primer lugar que gran nú do. Como tema del presente Congreso,
mero de Obispos han consagrado a que fue cuidadosamente preparado por
este tema cartas pastorales; recuerda teólogos y por especialistas en cuestio
luego la serie de congresos nacionales nes sociales e internacionales, habéis
e internacionales provocados por él de elegido: Los laicos en la crisis del mun
1951 y destinados a prolongar la acción do moderno: responsabilidades y for
del mismo: en la India, en el Sudán, mación. Si Nos, respondiendo a vuestro
en Suiza, en Bélgica (donde más de deseo, os dirigimos la palabra al prin
tres mil dirigentes laicos se reunieron cipio de vuestro Congreso, es con la
en Lovaina), en Méjico, en España, en intención de completar lo que dijimos
Portugal; en Kisubi (Uganda) para toda hace seis años, con algunas observacio
Africa, en Manila para Asia, en San nes sobre los principios rectores del
tiago y Montevideo, para trece países apostolado de los laicos y sobre ciertos
de la América Central y meridional. puntos prácticos, relativos a la forma
Añadamos también las reuniones desti ción y la acción del apostolado laico.
nadas a preparar el segundo Congreso
Mundial y que se han celebrado en
Gazzada, Castel Gandolfo, Roma, Würz- P r im e r a P a r t e :
burg y París.
ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL
APOSTOLADO DE LOS LAICOS
4. Efectos del primer Congreso. Sin
duda alguna, el primer Congreso Mun- 1. Jerarquía y Apostolado Laidál:
día/(lb) para el Apostolado de los Lai Aclaración de conceptos
cos fue como un llamamiento podero
so, que tuvo en todas partes múltiples 6. Se plantea el p roblem a: jerarquía
ecos. Ha incitado a los católicos a con y lateado. Tomaremos como punto de 924
siderar no solamente sus deberes para partida de estas consideraciones una
consigo mismos sino también los que de las cuestiones destinadas a precisar
tienen con respecto a la Iglesia, con la naturaleza del apostolado de los
respecto a la sociedad civil y a toda la laicos: El laico encargado de enseñar
humanidad. Ha puesto de relieve con la Religión con <cmissio canónica!” (mi
fuerza la importancia del compromiso sión canónica), con el mandato ecle
personal de los laicos cuando se hacen siástico de enseñar, y cuya enseñanza
cargo y llevan a cabo numerosas tareas constituye tal vez su única actividad
en los campos religioso, social y cul profesional, ¿no pasa, por ello mismo,
tural. Ha fortificado de este modo en del apostolado laico al apostolado je
ellos el sentido de sus responsabilida- rárqu ico?^ ) .
[lb] P í o X I I , Discurso al Primer Congreso de sorprendente algunos conceptos de ella, hablando AAS
los Laicos D e q u elle c o n s o la tio n , A. A. S. 43 sobre la A. C., Jerarquía y Apostolado (A. A. S.
(1951) 784-792. El texto íntegro en L’Osservatore 43 [1951] 375-379). 43
Romano, ed. castellana, Año I N? 1, Bs. Aires, El texto íntegro del discurso es el siguiente: 375
del 4-XI-1951; en esta Colección: Encícl. 189, 1. E l s a lu d o y la a le g r ía d e l P a p a . Amados hi
nota (27), pág. 1773-1777. jos e hijas —Hombres y Mujeres, Juventud Mas
[lc] Además de la explicación que se da en el culina y Femenina, Maestros y Maestras, de la
texto presente, ver la alocución " U o m in i e d o n n e ” Acción Católica Italiana: !
que P ío X I I dirigió el 3 de abril de 1951 a los De todo corazón os saludamos y os agradece
miembros, dirigentes y socios, de la Acción Ca mos la diligencia con que os habéis aplicado en
tólica Italiana en que el Papa precisó en forma los pasados días al estudio de dos cuestiones de
2 2 8 * 7-8 A lo c u c ió n “ Six ans se son t écoulés ” 2199
cerdotes y laicos, colaboran con ellos por consiguiente, el apostolado del uno
en la medida en que aquéllos les con- es sacerdotal, y del otro es laico. En
925 ceden confianza para enseñar fie men cuanto al valor y a la eficacia del apos
te y dirigir a los fieles^. tolado ejercido por el que enseña reli
gión, dependen de la capacidad de cada
uno y de sus dones sobrenaturales. Los
10. Diferencia entre enseñanza sa profesores laicos, las religiosas, los ca
cerdotal y laical. Los sacerdotes (que tequistas en países de misión, todos
actúan en fuerza de su función) y los los que han sido encargados por la
laicos también, pueden recibir el man Iglesia de enseñar las verdades de la
dato que, según los casos, puede ser fe, pueden igualmente, con perfecto de
el mismo para los dos. Se distinguen recho, aplicarse la palabra del Señor:
sin embargo, por el hecho de que el Vosotros sois la sal de la tierra; vos
uno es sacerdote, y el otro laico y que, otros sois la luz del mundo (3a>.
(2) Ver Código de Derecho Canónico, cánones rrumpen nunca su coloquio con El; almas de co
1327 y 1328. razón puro, templado y humilde, a semejanza
(3) Mat. 5, 13-14. del corazón divino de Jesús; almas de mente
abierta a todo lo que el Señor ha puesto de bueno
[3a] Por doble motivo puede aplicarse esta pa y de hermoso en el mundo; almas atentas y vi
labra del Señor y caen bajo los conceptos enun gilantes, deseosas de inmolarse por el adveni
ciados aquí por Pío XII las religiosas de Colegios miento del reino de Cristo. Si a esa preparación,
que colaboran en la formación de los cuadros de a esa eficiencia humana y sobrenatural, llegáis a
la Acción Católica. saber unir la confiada certeza de que es posible,
Pío XII en la Alocución II nostro paterno ben- en estos tiempos de innegable desorientación,
uenulo del 3-1-1958, (A. A. S. 50 [1958] 82-85) di conquistaros la estima y la confianza de las jó
rigida a las religiosas dedicadas a la enseñanza venes y ser por ellas escuchadas y seguidas, me- 83
que colaboran en la Acción Católica, recalca en receréis cada vez más el agradecimiento de la
tre otras cosas cómo ellas continúan la tradición Iglesia.
docente de la Iglesia, luego señala la preparación
que han tenido para su misión, las dificultades con 4. Especial palabra a las Asistentes. Sois Asis
AAS que se han de enfrentar y sus posibles soluciones. tentes de la Juventud Femenina de Acción Cató
E l. texto íntegro del discurso se reproducirá a lica. No es necesario que repitamos aquí lo que
50 continuación: tantas veces hemos expuesto sobre la importancia
del apostolado de los laicos. Y no parece opor
82 1. Saludo del Papa. Nuestra paternal bienvenida tuno que de nuevo manifestemos cuánto en múl
es hoy particularmente afectuosa, amadas hijas, tiples ocasiones hemos dicho para confirmar, si
participantes en el Curso Nacional para Religiosas ello fuera necesario, nuestra estima y nuestro
Asistentes de las Asociaciones parroquiales e in afecto hacia la Acción Católica en todas sus ra
ternas de la Juventud Femenina de Acción Cató mas. Quisiéramos más bien aprovechar la oca
lica. sión para dirigir una palabra a algunas de vos
2. Importancia y necesidad de su labor. La otras; es decir, a las que dedican sus afanes a
Iglesia, que en tanta parte debe a vuestra labor una forma especial de Acción Católica, que na
sú conservación, su crecimiento y su multiplica ce y crece en los Institutos de instrucción y de
ción, cada vez más convencida de la importancia educación. Nuestra palabra, se dirige, por lo tan
de vuestra cooperación en su complejo y multi to, de modo particular a las Asistentes de las
forme apostolado, os manifiesta una vez más, Asociaciones internas.
por Nuestros labios, su gratitud, y os confirma
la confianza que deposita en vosotras, Esposas de I.
Jesucristo, tiernas Madres de los miembros más 5. Importancia de los Institutos educacionales.
delicados y más débiles de su Cuerpo místico. A Tened ante todo la convicción de que la Iglesia
vosotras, como a las personas más adecuadas, ama profundamente a sus Institutos de instruc
está confiado el cultivo de un jardín, gracias a ción y de educación. Nos interesa decirlo de nue
Dios fragante y en flor, que en el vergel de la vo a vosotras, con el fin de que ninguna ponga
Iglesia tiene necesidad de cuidados especialísi- en duda de carácter primordial de la labor que
mos; y si es verdad que el sacerdote, desde el lleváis a cabo, ni piense que puede renunciar a
altar, desde la cátedra, desde el confesonario, ella o por lo menos dedicarle menor parte de
tiene que proveer a la santa y cauta dirección vuestro tiempo y de vuestras energías.
espiritual de las jovencitas, porque también ellas Signo de esta importancia es el rencor con que
son almas a él confiadas, es necesario, sin em los enemigos de la Iglesia miran a esos mismos
bargo, que encuentre en vosotras las colaborado Institutos, intentando dificultar su acción, y ol
ras indispensables, que vivan en la familiaridad vidando que el Estado tiene el deber de hacer
con las jóvenes, como lo harían las madres y las posible a todos la instrucción y la educación,
hermanas mayores, para acompañarlas, asistirlas, pero no tienen derecho a imponer a las familias
sostenerlas, confortarlas y animarlas. Con vos un determinado tipo de educación.
otras, por lo tanto, cuenta la Iglesia, como con Parece extraño a algunos que muchas familias
instrumentos específicos de los que el sacerdote católicas sientan el temor, por desgracia no in
debe servirse para la recta formación de la ju fundado, de que sus hijos se encuentren en ma
ventud femenina. nos de maestros sin fe y sin práctica cristiana,
3. Su preparación interior y eficiencia. Natu incapaces, por consiguiente, de educar cristiana
ralmente, esto implica por vuestra parte la obli mente a los alumnos.
gación de realizar toda clase de esfuerzos para 6. Continuadora de la Tradición honrosa de la
ostar a la altura de vuestra delicada misión: al Iglesia. Por esta vuestra preciosa e indispensable
mas que se mantienen unidas a Dios y no inte- labor, por consiguiente, Nos os bendecimos, ama-
2202 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 228, 11-12
mas —bendecidas, aprobadas y alentadas por la buenas obras, de caridad hacia los menesterosos
Iglesia— puede ser que se desarrollen y se ex y de celo para el embellecimento de la casa del
tiendan a nuevas actividades; y ésa será la oca Señor, bajo la guía de vuestro reverendo pastor.
sión en que daréis a conocer si sabéis estimar Con admirable sobriedad y consideración os ha
y amar cuanto florece en la Iglesia. Del mismo bíais abstenido hasta el momento de solicitar que
modio que sería vano oponerse a las intervencio Nos os recibiésemos en especial audiencia, lo cual
nes a menudo imprevistas, a veces incluso im acrecienta el júbilo con que esta mañana os da
petuosas del Espíritu divino, del que la juventud mos la bienvenida. La fama de vuestro apostola
católica en camino saca fuerza como de fuente do se ha extendido por doquier y para Nos, os
inagotable y variada. lo aseguramos, constituye hondo motivo de con
suelo el reparar que aquí, en nuestra propia Dió
15. Grandeza de los centros internos de Acción cesis, los seglares se muestran, con generosidad,
Católica. Asociaciones internas de Acción Cató deseosos de colaborar con los pastores de sus
lica: fermento suscitador de suavísimos e irresis almas.
tibles sacudimientos de vida y de acción apostóli
ca entre las alumnas: grupos de vanguardias for 2. La definición del Papa actual y de Pedro.
madas y activas, audaces y prontas, que arrastran El año pasado, en una ocasión en cierto modo
tras de sí el mayor número posible de compañe más solemne, Nos os expresamos que “ constitui
ras para las batallas pacíficas, para el adveni ría una errada interpretación de la verdadera
miento y la difusión del reino de Cristo en la naturaleza de la Iglesia y de su carácter social,
¡ierra” . el diferenciar en ella un elemento puramente ac
tivo, las autoridades eclesiásticas, y un elemento
[3b] Entre los “ Temas-Bases” de estudio y puramente pasivo, el laicado. Todos los miembros
discusión del 2‘> Congreso Mundial para el Apos de la Iglesia... son llamados a colaborar en la
tolado de los Laicos, en que Pío XII pronunció edificación y en el perfeccionamiento del Cuerpo
el presente discurso, se encontró el tema: Natu Místico de Cristo” (A. A. S. 49 [1957] 925-926). Sí,
raleza y vocación apostólica del Laicado, cuyos el llamamiento de Cristo a la santificación perso
términos arrojan no poca luz adicional sobre los nal y a un apostolado que tenga por objeto la
conceptos aquí expuestos. (El texto de este te propagación de su reino en la tierra, también se
mario está al alcance de nuestros lectores en dirige a vosotros, amados hijos e hijas. Fue al
L’ Ossérvatore Romano, edición española, Buenos laicado a quien San Pedro escribió: “ Bendecid
Aires, Año VI, N? 307, del 10-X-1957). en vuestros corazones al Señor Jesucristo, pron
tos siempre a dar satisfacción a cualquiera que
(4) Pío XII, Encíclica Mystici Corporis, 29-VI- os pida razón de la esperanza o religión en que
1943; A. A. S. 35 (1943) 241; en esta Colección: vivía; aunque debéis hacerlo con modestia y cir
Encícl. 177, 82, pág. 1618. cunspección, como quien tiene buena conciencia”
(I Pedro 3, 15). Y también: “ Llevan una vida
A principios de junio de 1958, Pío XII recibió, ajustada entre los gentiles (los no católicos debe
en audiencia especial, la visita de un nutrido ríamos decir hoy en día), a fin de que, por lo
grupo de damas norteamericanas, pertenecientes mismo que os censuran como a malhechores, re
a la Asociación de Santa Susana, las cuales resi flexionando sobre las obras buenas que observan
den en Roma y cumplen actividades de formación en vosotros, glorifiquen a Dios en el día en que
y de cultura religiosa en la iglesia de Santa Su los visitará” (I Pedro, 2, 12).
sana, templo de los feligreses estadounidenses en
Loma (L’ Osservatore Romano, edición castellana, 3. La fe del corazón lleva al amor del prójimo
Buenos Aires, Año VII, N? 339, 12-VI-1958). afligido. En esa enseñanza impartida por San
Traducimos del inglés las palabras que en tal Pedro, se describe el primer paso de vuestro
ocasión tuvo a bien dirigirles Su Santidad, con apostolado, que consistirá en comprender vuestra
firmando su celo apostólico al acentuar precisa propia fe, para luego, con vuestra conducta, pa
mente las palabras del discurso al 2? Congreso tentizar lo que sus enseñanzas deben significar
del Apostolado laico. para todo miembro fiel de la Iglesia. Y podéis
realmente maravillaros al comprobar cuán efi
1. Bienvenida y elogio de su apostolado. Henos cazmente puede el impecable vivir católico de los
aquí, pues, ante la “ Asociación de Damas de San parroquianos facilitar el ministerio sacerdotal.
ta Susana” , cada una de las cuales acude, al pa El segundo paso de vuestro apostolado os lo se
recer, con su propia pequeña asociación familia’*. ñalará vuestro devoto amor hacia el divino Re
Habéis venido aquí con una dorada gavilla de dentor, Quien os ha otorgado el inapreciable don
2204 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 228, 14-16
personas libres y deben ser, por lo tocios los bienes espirituales, con el fin
tanto, activos. de lograr la salvación de su alma y lle
gar a la perfección cristiana; cuando se
14. Armonía en la acción de sacer trata de derechos fundamentales del
dotes y laicos, emancipación de los cristiano, puede hacer valer sus exigen
laicos. Se abusa, a menudo, del térmi cias^6^; el sentido y la finalidad misma
no emancipación de los laicos , cuando de toda la vida de la Iglesia se hallan
se utiliza en un sentido que deforma el aquí en juego, así como la responsa
verdadero carácter de las relaciones que bilidad ante Dios tanto del sacerdote
existen entre la Iglesia que enseña y la como del laico.
Iglesia enseñada, entre sacerdotes y
laicos. A propósito de estas últimas re 16. La sociedad al servicio del indi
laciones, observamos simplemente que viduo, no al revés. La función social.
las tareas de la Iglesia son hoy día Se provoca inevitablemente un malestar
demasiado vastas para permitir entre cuando no se tiene en cuenta más que
garse a disputas mezquinas. Para man la función social. Esto no es un fin en
tener la esfera de acción de cada uno, sí mismo, ni en general ni en la Iglesia,
basta que todos posean el suficiente ya que la comunidad está, en definitiva,
espíritu de fe, desinterés, estima y con al servicio de los individuos y no inver
fianza recíprocas. El respeto de la dig samente. Si la historia demuestra que,
nidad del sacerdote fue siempre uno de desde los orígenes de la Iglesia los lai
los rasgos más típicos de la comunidad cos tenían participación en la actividad
cristiana. Por el contrario, también el que el sacerdote despliega al servicio
laico tiene sus derechos, y el sacerdote de la Iglesia, es verdad que hoy más
debe reconocerlos por su parte. que nunca, deben prestar esta colabo
ración con tanto mayor fervor, para
15. Los derechos del laico. El laico la edificación del Cuerpo de Cristo
tiene derecho a recibir de los sacerdotes*4
5 en todas las formas de apostolado, es-
de la fe. Las ascuas de vuestro celo se incendia Sobre la organización de esta coclaboración de
rán en abrasadora inspiración cuando iluminéis los cristianos con la Jerarquía eclesiástica dirigió
las vidas de los sumidos en el dolor y en Pió Xll el 25-Í-1950 la Exhortación Anostólica
la congoja, hasta que recobren el valor y empie “1 felici sviluppr, (A. A. S. 42 [1950] 247-250.) al AAS
cen nuevamente a ver la duice mano del Salva Episcopado de Italia, cuyo texto íntegro repro- 42
dor tenderse hacia ellos para llevarlos del tene duciremos a continuación: 247
broso camino de las pruebas y aflicciones de 1. La alegría del Papa por el éxito actual del
este mundo hacia una luz pascual de júbilo y ya antiguo movimiento de la. Acción Católica. El
esperanza. feliz desarrollo que la Acción Católica ha tenido
4. Servir al mismo Cristi. Nos hallamos aún en en Italia, precisamente porque Nos sirve de sa
el período pascual y vuestra presencia trae a tisfacción y de consuelo, cada vez mantiene más
nuestra mente el recuerdo de aquellas piadosas fija sobre ella Nuestra atención y vivo Nuestro
mujeres de Jerusalén que fueron las primeras en deseo de que su rendimiento sea pleno y redunde
correr hacia la tumba para tributar al Cuerpo de perfectamente en todo a Nuestras esperanzas y a
Cristo el homenaje de su devoto respeto y de su las esperanzas de todos.
afecto. La finalidad de vuestra asociación es ser Escribiéndoos sobre ella a vosotros, Venerables
vir al misino Cristo, que vive ahora en su Cuerpo Hermanos, que por vuestro oficio vigiláis amo
Místico, la Iglesia. Dejad que el eterno amor que rosamente sus vicisitudes, Nos place una vez más
El os profesa extraiga lo mejor que hay en vos poner en relieve cómo la bien ordenada colabo
otras, robustezca vuestra desinteresada devolución ración de los seglares en el apostolado jerárquico
hacia su causa suprema, conduciendo los hombres que, desde la edad apostólica, ha estado siempre 248
a Dios y Dios a los hombres, de modo que, reu entre las tradiciones más constantes y. fecundas
nidos en Jesucristo, puedan todos vivir en la ca de la Iglesia, se ha revelado de una particular y
ridad, en la dicha y en la paz. urgente necesidad en estos últimos tiempos , .y,
5. Bendición Apostólica. Con gran afecto Nos por lo tanto, hay que promoverla por todos , los
impartimos nuestra Bendición Apostólica a vues medios. .. .
tro amado pastor y a vosotros, queridos hijos e 2. La experiencia enseña el valor de la colabo
hijas aquí presentes. Descienda asimismo sobre ración seglar. La experiencia, pues, ha mostrado
todos los miembros de la Asociación de Damas, la necesidad de que la vida eclesiástica ha. de
así como sobre sus seres queridos, como prueba ayudarse con todas las energías y recursos de que
de nuestro paternal cariño, con el voto de que puede disponer; y, por lo demás, ha dado ya
el amor y la fortaleza de Nuestro Señor Jesu repetidos y buenos testimonios de la contri
cristo pueda penetrar y santificar todo vuestro bución preciosa que los seglares han aportado al
apostolado. Clero, en sus actividades dirigidas a conservar en
(5) Cód. Der. Can. cánones 87, 682. nuestro tiempo el patrimonio espiritual heredado
(6) Cód. Der. Can., cánones 467, 1; 892, 1. de las generaciones pasadas y a difundir, con
(7) Efesios 4, 12. métodos ajustados a las presentes circunstancias,
,
228 17-18 A lo c u c ió n “ S ix ans se son t écoulés ” 2205
28. R elaciones del apostolado laico 29. O pinión errónea sobre “ teología
con la autoridad eclesiástica. Queda laica” . Mientras tanto, Nos nos hemos
por decir aún una palabra para termi visto obligados a rechazar una opinión
nar estas consideraciones de principio, errónea sobre la teología laica , opinión
sobre las relaciones del apostolado de que se derivaba de una concepción ine
los laicos con la autoridad eclesiástica. xacta de la responsabilidad del laico*12).
(11) Pío XII Discurso De quelle consolation, mente conmovido en medio de vosotros, que en
14-X-Í951, a los participantes del Congreso Gene número tan crecido habéis venido de las partes
ral del Apostolado Católico de los laicos (Dis- todas la la tierra, como Vicario de Cristo como
corsi e Radiomessaggi, col. 13, p. 298) A. A. S. 43 presbítero entre vosotros presbiteros, queremos,
(1951) 789. ante todo, expresar lo más brevemente posible,
(12) Pió XII, Alocución Si diligis... pasee, 31-V- y con las palabras mismas ya mencionadas de la
1954 (Discórsi e Radiomessaggi, vol. 16, p. 45); carta del primer Sumo Sacerdote y Príncipe de
A. Ai S. 46 (1954) 313-317. los Apóstoles, todo cuanto deseamos que llevéis
como recuerdo y recomendación Nuestra: A los
Esta alocución Si diligis... pasee en que Pío presbíteros que hag entre vosotros yo, vuestro
XII explica más a fondo el concepto y alcance de copresbítero y testigo de los sufrimientos de 314
la palabra teología laica, fue pronunciada ante Cristo... Apacentad la grey de Dios que se os
AAS El Sacro Colegio de Cardenales y el Episcopado ha confiado, velando sobre ella no por la fuerza,
que asistieron a la solemne canonización de S. sino de buen grado según Dios..., siendo modelos
Pío X. La reproduciremos a continuación ínte- de la grey (I Pet. 5, 1-3). Estas recomendaciones
46 gramente: tienen el mismo significado que las palabrás sa
313 : 1. La obra de San Pío X. “ Si diligis... pasee” . lidas de labios divinos, estimulando a ejercer el
“ Si amas.;, apacienta” (Juan 21, 15-17). Con esta ministerio pastoral con activa caridad: Si diligis...
recottíéndadón dirigida al apóstol Pedro, y que pasee.
se'íeié feb el introito de la misa de uno ó varios Desarrollemos, pues, con brevedad cuanto su
Sumos Pontífices, da a entender claramente el mariamente hemos indicado con las palabras
divino Salvador cuál debe ser la razón de ser de mismas de San Pedro.
la labór apostólica, su fuerza suprema y el ori 4. Contagio espiritual. La solicitud sobre todas
gen o fuente de sus méritos. Siguiendo las hue las Iglesias, que Nos incumbe y el deber de vi
llas de Jesucristo, Pontífice y Pastor eterno, gilancia que diariamente Nos impele la virtud de
quien para provecho nuestro enseñó grandes ver Nuestro cargo, Nos mueven a proponer y consi
dades, obró maravillas y soportó duros sufri derar algunas ideas, sentimientos y normas prác
mientos, el Romano Pontífice Pío X, a quien con ticas, a las que deseamos que también vosotros
tan inmenso gozo hemos incorporado en el nú dirijáis vuestra solicitud y vigilancia pastoral,
mero de los Santos, mediante el esforzado cum unida a la Nuestra, para que así cuanto antes y
plimiento del precepto aprendido de los labios con la mayor y más pronta eficacia se provea a
de Cristo, amó apacentando y apacentó con amor. las necesidades del rebaño de Cristo. Parecen
Amó a Cristo y apacentó la grey de Cristo, pues existir algunos síntomas y consecuencias de cier
de las riquezas celestiales que nuestro dulcísimo to contagio espiritual, que exigen la intervención
Redentor trajo a la tierra, sacó con abundancia, del ministerio pastoral, de tal suerte que, en vez
para dar generosamente a su grey: ya el ali de tomar fuerza y de que comiencen a propa
mento dé la verdad, los misterios celestiales y la garse, reciban el oportuno remedio y desaparez
excelentísima gracia contenida en el sacrificio y can lo antes posible.
sacramento de la Santa Eucaristía, ya la dulzura Sería ahora Nuestra mente el explicaros par
de la caridad, la asidua solicitud en el gobierno ticularmente todo cuanto os compete —bajo . la
y la fortaleza de la defensa. Se dio todo entero, autoridad del Romano Pontífice— por divina ins
a una con los dones de que le había dotado el titución a vosotros, sucesores de los Apóstoles
Autor y Dador de todo bien. (Cf. can. 329), esto es, el magisterio, el sacerdo
2. Común homenaje a S. Pío X. A Roma habéis cio y el gobierno. Pero hoy, ante la falta de
venido, Venerables Hermanos, corona de Nuestra tiempo suficiente, limitaremos Nuestro discurso
alegría, a fin de tomar parte en estas solemnes al primer punto, dejando todo lo demás para
festividades y, juntamente con Nos, rendir ho otra ocasión, si Dios Nos diere la posibilidad.
menaje de admiración y de honor a este Obispo 5. Derechos y deberes del Magisterio. Cristo
de. Roma, cuya esclarecida vida iluminó a la Nuestro Señor confió a los Apóstoles, y por ellos
Iglesia universal, y dar rendidas gracias a Dios
a sus sucesores, la verdad que del cielo había
que, por medio de este Pontífice, colmó de tan traído; envió a los Apóstoles como su Padre le
grandes beneficios con paternal misericordia a había enviado a El (Juan 20, 21), para que enseña
¡cuántos El dirige a la eterna salvación.
sen a todas las naciones las cosas todas que ellos
Él oficio pastoral de los Obispos. Y al en habían oído al Señor (Cf. Mat. 28, 19-20). Así,
contrarnos ahora con ánimo gozoso y profunda- pues, los Apóstoles han sido constituidos docto-
Encíclicas Pontificias 70
2210 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 228, $
tea la de las ciencias profanas. Recien- Ya hemos dicho que el Obispo debería
teriiente, por iniciativa de la Gorres- poder escoger colaboradores entre los
GesellschafP12&\ un grupo de teólogos que considera dispuestos y capaces,
y de naturalistas se han puesto de ya que la simple disposición no basta.
acuerdo para discutir en reuniones re Los apóstoles laicos constituirán, por lo
gulares sobre las cuestiones comunes tanto, una élite no porque estén apar
que les interesan. No podemos dejar tados de los demás, sino por el contra
de felicitarles por semejante iniciativa. rio porque son capaces de atraer a los
demás y de influir sobre ellos. Así se
comprende que deben poseer además
Segunda P a r t e . del espíritu apostólico que los anima,
una cualidad sin la cual harían más
FORMACION DE LOS APOSTOLES mal que bien: tacto.
LAICOS Y EJERCICIO DEL
APOSTOLADO 32. Indispensables con competencia
y formación. Para adquirir, por otra
i. Form ación de los Apóstoles parte, la requerida competencia, es
preciso evidentemente aceptar el es
31. No todos son llamados en sentido fuerzo de una formación seria: ésta, cu
estricto; es selección. Bastarán algunas ya necesidad por lo que se refiere a
observaciones en relación con la for los que se dedican a la enseñanza na
mación de los apóstoles laicos. die pone en duda, se impone igual
No todos los cristianos son llamados mente para cualquier otro apóstol lai
al apostolado seglar en sentido estricto. co, y Nos hemos sabido con placer que
como colaboradores o colaboradoras en la de un criterio seguro de que no es el Espíritu de
fensa de la fe. Baste recordar la enseñanza del Dios y de Cristo quien guía a los seglares que
Catecismo, en la que participan tantos miles de así hablan y obran. Además, nadie ignora cuán
hombres y mujeres, así como otras formas del grave peligro encierra en esa teología laica, ade
apostolado seglar. Todo ello es digno de sumo más del peligro de que se pongan a instruir a
encomio; y puede y debe promoverse con todo las demás personas del todo ineptas, aun fala
empeño. Pero es menester que todos esos laicos ces y dolosas, que así describe San Pablo: Tiem
estén y se mantengan bajo la autoridad, guía y po vendrá en que... a medida de sus deseos
vigilancia de quienes por divina institución han se darán una turba de maestros, g en su afán
sido establecidos como maestros en la Iglesia de de oír apartarán sus oídos de la verdad para
Cristo. Porque, en todo cuanto a la salvación de volverse hacia las fábulas (Cf. 2 Tim. 4, 3-4).
las almas concierne, no hay en la Iglesia magis 11. Estímulo de colaboración. Muy lejos de Nos
terio de ninguna clase que se halle sustraído a el que, con estos avisos, apartemos del estudio
esa autoridad y vigilancia. más profundo de la doctrina sagrada o de su
10. “ Teología laica” . Recientemente, por difusión
acá entre el pueblo a cuantos, de cualquier
y por allá, ha comenzado a pulular una teología orden o condición que sean, se sienten a ello
que llaman laica y ha surgido una categoría es movidos por tan noble entusiasmo.
pecial de teólogos llamados laicos, que se pro- 12. Exhortación a los Obispos a enseñar y co
317 claman independientes. Teología, de la que ya rregir. Y vosotros, Venerables Hermanos, pro
existen prelecciones, textos impresos, reuniones, curad cada día con mayor diligencia, según lo
cátedras, profesores... Y ellos distinguen su ma exige el deber y el honor de vuestro oficio, pe
gisterio del Magisterio público de la Iglesia, y netrar cada vez más en lo sublime y lo profundo
aun en cierto modo de proceder apelan a veces de la verdad sobrenatural; exponed sin cesar y
a los carismas de enseñar y de interpretar, de con inflamada elocuencia las verdades santas de
los que repetidas veces se habla en el Nuevo la Religión a quienes ahora, no sin gravísimos
Testamento, singularmente en las epístolas de peligros, se dejan ofuscar en sus ideas y senti
San Pablo (V. gr.: Rom. 12, 6-7; I Cor. 12, 28-30); mientos por tenebrosos errores, de suerte que
apelan a la Historia que, desde los comienzos de también ellos, movidos por saludable arrepenti
la Religión cristiana hasta nuestros días presenta miento y por un recto amor, vuelvan por fin
tantos nombres de seglares que, en bien de las a Dios: Apartarse de El es caer; convertirse a
almas, enseñaron por escrito y de viva voz la El es resucitar; permanecer en El, es afianzar
verdad cristiana, aunque no habían sido llama se...; volver a El, es renacer; habitar en El, es
dos a ello por los Obispos, ni habían pedido a vivir (San Agustín, Soliloq. 1, 3 [Migne P.L. 32,
éstos —o recibido de ellos— la facultad del ma col. 870]).
gisterio sagrado, sino que tan sólo se sentían 13. Bendición Apostólica. Y para que con el
movidos por un impulso interior y por el celo mayor éxito lo podáis realizar, invocamos sobre
apostólico. Frente a todo eso, ha de mantenerse vosotros los auxilios del cielo; y para que éstos
lo siguiente: No ha habido nunca, ni hay, ni ha desciendan abundantes os impartimos de cora
brá jamás en la Iglesia, un magisterio legítimo zón, a vosotros y a vuestra grey respectiva, la
de laicos que haya sido sustraído por Dios a la Bendición Apostólica.
autoridad, guía y vigilancia del Magisterio sa [12a] Sociedad de Gorres (gran publicista y
grado. Y aún más: el simple hecho de rechazar pensador alemán) para fomento de la investiga
esta sumisión es ya un argumento convincente y ción y de la ciencia.
2212 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 228, 33 37
más pesada, pero también la tarea más munidad Europea del Carbón y del
grande del apostolado del elemento Acero. El informe que el IGARESÍ13*],
laico católico. presentó al mismo, contenía tres pun
tos , que Nos parecen de importancia
d ) en la “ Comunidad Europea particular en la cuestión aquí exami
del Carbón y del Acero nada. En prim er lugar, la población
(CECA) minera del territorio de la Comunidad
43. Atención preferente a los inmi que se extiende desde el Ruhr hasta
grantes en las cuencas mineras y cen Bélgica y los Pirineos, se compone en
tros industriales. Recientemente se ha su mayor parte de inmigrantes perte
celebrado en Luxemburgo un Congreso necientes a los diversos países de Euro
1 pa. En segundo lugar: en cuanto a la*2
sobre los problemas sociales en la Co-*2 1
6. Remedios: Cambio de legislación y Coopera 7. Ayuda de las empresas. Tampoco pueden ol
ción. Lo primero en esto es darse cuenta de que vidarse aquí las posibilidades de las empresas.
ante problema tan vasto y urgente es imprescin Cada vez se tiende más a dar a la empresa la
dible el esfuerzo de todos; nadie puede eximirse idea de que es una familia donde, salvos los de
de hacer lo que buenamente esté a su alcance rechos y deberes de cada uno, cooperan todos en
para aliviar esta necesidad y procurar a miles, común esfuerzo a la prosperidad de la misma.
a millones de individuos y familias un aloja No hay duda de que el interés del obrero por
miento que les asegure un mínimum de higiene la empresa ha de estar en proporción a las pro
y de bienestar, de dignidad y de moralidad (Pío videncias sociales que ella tenga respecto a él
XII, Disc. al Instituto Romano de Casas Baratas, y entre éstas ninguna es tán importante como
21 nov. 1953). procurarle una casa en que reparar el desgaste
Las proporciones del mal que hay que reme cotidiano del trabajo en medio de la paz fami
diar son tales, que la colectividad no puede por liar Por eso ha habido empresas que con una u
si sola efectuarlo; se debe acudir también al Es otra fórmula económica, buscada con esmero e
tado, sin olvidar que los poderes públicos deben, inteligencia, han hecho surgir hermosas barria
tanto en todas las cuestiones como en esta de la das en torno a los centros de trabajo.
vivienda, hacerla factible, favorecerla g, en todo 8. Desperfecto al hogar. La mecánica organi
caso, no oponerse a la iniciativa privada (Pío XII, zación de Ja vida actual y los errores que exis
Disc. a la Comisión de la Oficina Internacional
del Trabajo para la Construcción, 25-III-1949). ten sobre la naturaleza y fines de la familia —
muchos olvidan que ésta debe ser una unidad es
Una de las cosas que podrían contribuir a la
piritual y moral, jurídica y económica (Pío XII,
ansiada solución de este problema sería una mo Disc. a la Comisión de la Oficina Internacional
dificación de la legislación fiscal que fuera más del trabajo para la Construcción, 25-III-1949)—
favorable a la propiedad urbana y apta para tu han influido notablemente en disminuir el amor
telar los legítimos derechos de los propietarios,
protección que no dejaría de redundar en posi al hogar, que en tiempos pasados movía a las
tivo favor de la construcción. Junto a esto es familias, como soñada aspiración, a procurarse
de sumo interés la producción y abaratamiento, una casa propia, aun a costa de no pequeños sa
directo o indirecto, de los materiales de cons crificios. Hoy se vive demasiado tiempo fuera
trucción, evitando también a la par de las odio del hogar y ya no se buscan tanto en él las
sas especulaciones sobre el valor de los solares. emociones de la convivencia familiar; no se ama
Las autoridades competentes no pueden, sin duda, el ahorro como antes o se buscan otros empleos
quitar directa o indirectamente el aumento de del dinero olvidando lo que supone para la fa
milia la paz doméstica. Un campo, por consi
valor que se deriva únicamente de la evolución guiente, en el que se puede hacer mucho y con
de las circunstancias locales; pero la función so halagüeños resultados.
cial de la propiedad exige que dicha ganancia no
impida a los demás satisfacer convenientemente 9. El Papa estimula los estudios de la vivienda
y a equitativo precio una necesidad tan esencial a realizar en la “Semana” . El Padre Santo, que
como es la de la vivienda (Pío XII, Disc. a la ha visto por el programa de la Semana los pro
Comisión de la Oficina Internacional del Trabajo pósitos que tienen de estudiar los diferentes as
para la Construcción, 25-III-1949). Pero, además pectos de este problema, no puede menos de
de esto, el Estado puede ayudar en sentido posi animar a todos con particular afecto a poner
tivo —y su mérito sería grande— con aportacio el máximo empeño para que las enseñanzas de
nes pecuniarias, tanto a individuos como a en la Semana tengan gran difusión y contribuyan
tidades. Estas aportaciones habrán de hacerse eficazmente a aliviar tan extenso mal. Cuenta
con criterios justos y equitativos, de fácil apli esa nación con una legislación altamente be
cación y en la medida que lo consientan sus re neficiosa a este respecto; hay entidades, como la
cursos. De esta forma habrá alquileres baratos de la Sagrada Familia en Córdoba, que han rea
y existirá la posibilidad de convertir en propie lizado una admirable labor; existen empresas que
tarios de un hogar a familias humildes. ofrecen a sus empleados decorosos hogares. Ha
La experiencia ha enseñado los excelentes re ga, pues el Señor que con el esfuerzo de todos
sultados obtenidos mediante la creación de enti sea pronto una realidad el cristiano propósito
dades de carácter benéfico dedicadas a la cons de proporcionar un hogar para cada familia.
trucción de viviendas para las clases más nece 10. Bendición Apostólica. Su Santidad implora
sitadas. Unas veces aprovechando el laudable las luces divinas sobre la labor de la Semana y
apoyo del Estado, excitando la caridad de los de todo corazón envía a Vuestra Excelencia y a
particulares; otras, organizando cooperativas con cuantos asistan a ella la Bendición Apostólica.
este fin, las mencionadas sociedades han aporta
do un meritorio alivio a este problema, incluso [13a] ICARES, sigla, que significa “ Instituto
levantando barrios enteros, elocuente ejemplo de Internacional Católico de Investigación Socio-
caridad social. eclesiales” .
2216 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 228 4446
práctica religiosa, los mineros, en com cias, el apostolado laico Nos parece
paración con el medio social en el gravado con tres responsabilidades
que se mueven, no representan más que principales: en primer lugar, la forma
la más débil minoría, porque son apar ción de apóstoles laicos para suplir la
tados más fácilmente que las otras escasez de sacerdotes en la acción pas
categorías de trabajadores. Por con toral. En ciertos países donde el comu
siguiente, tienen necesidad de una rein nismo se encuentra en el poder, se dice
tegración social. En tercer lugar, y esto que la vida religiosa ha podido conti
se aplica a la vida de la comunidad nuar después de la detención de los
católica, la conducta religiosa del mi sacerdotes, en forma clandestina, gra
nero emigrado depende estrechamente cias a la intervención de los apóstoles
de la situación de su familia, de las laicos. Lo que es posible en períodos
condiciones de la vivienda, de la inte de persecución, debe serlo también en
gración más o menos rápida en el período de relaciones pacíficas. Hay
ambiente que le recibe. El informe dijo que dedicarse, por consiguiente, ante
incluso que el apostolado laico debe todo a formar sistemáticamente y a
proponerse aplicar concretamnete a los utilizar a los apóstoles laicos en las
inmigrados las normas de la Consti parroquias gigantes de cincuenta a cien
tución apostólica Exsul /ami7íaf13bl. mil fieles, por el tiempo al menos
Es preciso absolutamente evitar que que dure la falta de sacerdotes. Ade
los mineros de la C.E.C.A. sean presa más, hay que introducir en la ense
de movimientos ateos y hacer todo lo ñanza, de la escuela primaria a la
necesario para que sean salvados y universidad, a hombres y mujeres ca
vayan a Dios y a Cristo. tólicos ejemplares como profesores y
como educadores. En tercer lugar, hay
e) en la América Latina que introducirlos en la dirección de la
44. La situación de la población y de vida económica, social y política. Se
la Iglesia. La situación de la Iglesia en lamenta que en América Latina la doc
América Latina se caracteriza por un trina social de la Iglesia es demasiado
rápido crecimiento de la población: poco conocida. Se siente, por consi
ésta, que en 1920, contaba 92 millones guiente, la necesidad de una formación
de personas, contará pronto 200. En social profunda y de la acción de una
las grandes ciudades la población se élite obrera católica para arrancar con
acumula en masas enormes; el progre paciencia a las organizaciones de tra
so técnico e industrial avanza rápida bajadores de la influencia del marxis
mente; por el contrario, los sacerdotes mo. Ya en la actualidad hay asocia
constituyen un número insuficiente; ciones obreras católicas que trabajan en
en lugar de los 160.000 que serían los forma notable en varios lugares. Nos
estrictamente necesarios, apenas si se les manifestamos Nuestra viva grati
cuenta con 30.000. Por último, cuatro tud. Sin embargo, esto no debiera ser
peligros mortales amenazan a la Igle la excepción, sino más bien la regla en
sia: la invasión de las sectas protes un continente católico como América
tantes, la secularización de toda la vi Latina.
da, el marxismo, que se manifiesta en
las Universidades como el elemento f) en las Misiones de Asia g
936 más activo y que tiene en sus manos Africa[13cJ
casi todas las organizaciones de traba 46. Las fuerzas católicas en la vida
jadores, y, en fin, un inquietante es
nacional. Entre los numerosos proble
piritismo.
mas que Nos podríamos tratar aquí,
45. Las tres responsabilidades del Nos referiremos solamente a algunos de
apostolado laico. En estas circunstan- ellos que estimamos los más importan-
[13b] Pío XII, Const. Apost. Exsul Familia Na- [13c] Véase también el discurso de la NOTA
zarethana, l-VIII-1952; A. A. S. 44 (1952) 648-704; (13a) subtítulo 45, pág. 2224.
en esta Colección: Encícl. 206, pág. 1924-1964.
228, 41-51 A lo c u c ió n “ Six ans se sqn t écoulés ” 2217
tes. Con ocasión del Congreso de los empleo de los catequistas. Asia y Afri
laicos en Manila, una voz autorizada ca cuentan con 1.500 millones de habi
ha puesto de relieve una tarea, cuya tantes, unos 5 millones de católicos, con
naturaleza precisa y concepción exacta 20 a 25.000 sacerdotes y 74.000 cate
puede fijar la Jerarquía eclesiástica, quistas. Si se añade a ese número los
pero que, en mil formas, debe ser lle maestros, que son a menudo los m ejo
vada a cabo por los laicos. Se trata de res catequistas, se llega a 160.000. El
la utilización de las fuerzas católicas catequista representa quizá el caso más
— que pueden ser muy considerables— clásico de apostolado laico por la natu
con el fin de que la vida nacional se raleza misma de su profesión y porque
desarrolle armoniosamente, libre del suple a la escasez de sacerdotes. Se
nacionalismo extremista y del odio calcula, por los misioneros de Africa
nacional, a pesar de todas las amargu al menos, que un misionero acompa
ras que las épocas de agitación pueden ñado de 6 catequistas consigue más que
haber acumulado, uniendo los valores 7 misioneros; el catequista competente
d e ! la cultura occidental a los de la trabaja en efecto en un ambiente fa
cultura nacional, adaptando los usos miliar, del que conoce bien lengua y
de la Iglesia a las costumbres y hábitos costumbres; se pone en contacto con
del país que nada tienen de reprensible. los individuos mucho más fácilmente
que un misionero que viene de lejos.
47. La vida ejemplar de la minoría
cristiana en tierras de Misión. Con 50. De los laicos que salen a ayudar
excepción de las Filipinas, los católicos en las misiones: Doce obras de esta
de Asia, como en su mayor parte los Clase. Los catequistas son, por lo tanto,
de Africa, constituyen en sus poblacio apóstoles laicos autóctonos; pero exis
nes una minoría. Deben distinguirse, te además un apostolado de laicos y
por lo tanto, mucho más por su ejem de ayudantes-laicos misioneros extran
plo. Se interesarán aún más, especial jeros. Médicos, ingenieros, trabajadores
mente, por la vida pública, económica, manuales de diversas profesiones quie
social y política. Donde, en efecto, lo ren apoyar en las misiones la labor
hacen, se han ganado la estima de los de los sacerdotes con su ejemplo y su
no católicos, pero no habrán de parti actividad profesional, sobre todo en la
cipar en la vida pública sino después formación de los indígenas. Al mismo
de haberse preparado bien. La doctrina tiempo que su formación profesional,
social católica es aún demasiado poco o después de ella, reciben una forma
conocida en Asia. ción espiritual con vistas a su activi
48. La ayuda de las Universidades dad misionera. Existen en la actualidad
y formación de profesores y maestros. doce de estos movimientos u obras,
Por lo tanto, las universidades cató coordinadas por un Secretariado gene
licas de América y de Europa prestarán ral que tiene su sede en Milán. Pero
de buen grado su ayuda a los cristianos el apostolado laico misionero se en
de Asia y de Africa que deseen prepa cuentra aún en los comienzos de su
rarse para los cargos públicos. expansión, y, por lo demás, no puede
Se formarán profesores de valía para aceptar más que una élite.
las escuelas de todos los grados. En
Asia, com o en Africa, las escuelas ca 51. Ayudar a elevar al campesino
tólicas son muy apreciadas por los no de Asia. Por su economía, Asia sigue
católicos. Nos deseamos por Nuestra siendo en un 70% una región de agri
parte que la enseñanza de la Religión cultura, y con razón se ha dicho que
tienda aún más a no separar la doctri si el agricultor es el hombre más im
na de la vida. portante de Asia, es también el más
descuidado. A este respecto, los cató*
49. El catequista, caso clásico de licos tienen que reflexionar. En las
apóstol laico. Una palabra sobre el Filipinas, los laicos católicos que con
2218 E n cíclicas del PP. Pío XII (1957) 228, 52
PI O PP. X I I
Venerables Hermanos: Salud y bendición apostólica
la Iglesia; luego, exponer a las claras respetar y los principios por observar
los fines por perseguir, los límites por en la acción de conferencias, uniones
adaptación y la saludable evolución que la Igle falte nunca a las Monjas el trabajo indispensable,
sia desea. conveniente y remunerador” (Sponsa Christi, art. 584
8, § 3 N? 2; A. A. S. 43 [1951] 19). Finalmente el
III. LA REALIZACION DE UN ELEMENTO artículo subraya la obligación de conciencia que
PARTICULAR, EL TRABAJO tienen las monjas, no sólo de ganarse el pan
10. En bien de todos se aplican las disposicio con el sudor de su frente, sino aun de perfeccio
nes de “ Sponsa Christi” . La aplicación de las narse cada día más, como las circunstancias lo
normas que se refieren al trabajo está muy en exijan, en los diversos trabajos. (Sponsa Christi,
nuestro corazón, porque toca el interés de los art. 8, § 3 N? 2; A. A. S. 43 [1951] 19).
monasterios contemplativos y de todas las Orde
nes contemplativas femeninas, como también el 14. Obligación de trabajar y su finalidad y fru
de toda la Iglesia que, en muchos lugares, espera to. No permitáis que nuestro llamamiento al tra
el concurso de todas las fueras disponibles. bajo sea vano, antes bien, echad mano de todos
los medios puestos a vuestra disposición y de
Puesto que hemos hablado ya antes de la nece- todas las posibilidades de formaros más, ante
*>83 sidad del trabajo en general y de su convenien todo, para vuestro provecho, o al menos, si vis-
cia para las Ordenes contemplativas, Nos de
otras no tenéis una necesidad inmediata, para
tendremos ahora en la aplicación de las dispo
siciones de la Constitución. “ Sponsa Christi” . aliviar la penuria de otros. Por lo demás, una
ocupación seria, acomodada a vuestras fuerzas,
11. La lamentable situación económica de las es un medio eficaz para conservar el aquilibrio
monjas y su remedio el trabajo. En la primera interior o para restablecerlo, si ha sufrido algún
parte de la Constitución, decíamos, en efecto: daño. De esta forma, vosotras evitaréis los efectos
“ Nos vemos movidos, y aun apremiados, a llevar nocivos que podrían ejercer en ciertos tempera
a ceibo estos ajustes razonables a la Institución mentos, la reclusión total y la monotonía relativa
de las Monjas, por las informaciones que Nos re de la vida diaria del claustro.
cibimos de todas las partes del mundo, y que
Nos dan a conocer la estrechez, en que se en CONCLUSION
cuentran con frecuencia las Monjas. Si, hay mo
nasterios, que, ¡ay! mueren casi de hambre, de 15. Exhortación al apostolado por caridad. Nos
miseria, de privación; hay otros que, a causa de terminamos Nuestra alocución, renovándoos la
dificultades materiales, viven muy penosamente. invitación al apostolado, con que termina tam
Ilay además monasterios, que, sin vivir en la bién la Constitución “ Sponsa Christi y que se
necesidad, a menudo se debilitan, porque se en funda en el gran mandamiento del amor de Dios
cuentran separados y aislados de todos los de y del prójimo y en la voluntad de la Iglesia.
más. Más aún, las leyes a veces demasiado es La caridad hacia el prójimo abraza a todos los
trictas de la clausura provocan con frecuencia hombres, todas sus necesidades, todos sus sufri
grandes dificultades” (A.A.S. 43 [1951] 10-11; en mientos, y se ocupa especialmente de asegurar
esta Colecc.: Ene. 197, 26 pág. 1853). Para poner su salvación eterna. Este apostolado, del que es
i*eme,dio a esta estrechez, el medio normal y más tán encargadas por la Iglesia, las monjas lo ejer
inmediato es el trabajo de las mismas monjas. cen de tres maneras: por el ejemplo de la per
12. Procurar el sustento haya o no necesidad; fección cristiana, que sin palabras atrae los fie
desarrollar aptitudes. Por tanto, Nos le invita les a Cristo, por la oración pública y privada,
mos a dedicarse a él, a fin de que puedan pro por el celo en abrazar, además de las peniten
curarse por sí mismas los medios de vida, y no cias prescriptas por la Regla, las que sugiere el
tengan que recurrir desde luego a la bondad y amor generoso del Señor.
a: los socorros de los demás. Este llamamiento se 16. Las diversas formas de su apostolado. En
dirige asimismo, a aquellas que no están en ne su parte dispositiva, la Constitución “ Sponsa
cesidad, y no están por tanto obligadas a pro Christi” distingue diversas formas de apostolado
curarse el pan cotidiano con el trabajo de sus en relación con las diversas formas de vida con
manos (I Tesal. 4, 11). Vosotras podréis también, templativa. Algunas monjas, en virtud de sus
de este modo, ganar los recursos necesarios para Constituciones, se dedican a obras de apostolado
satisfacer al precepto de la caridad cristiana con exterior; continúen este apostolado; otras no es
los pobres. Nos, os invitamos igualmente a des tán destinadas por sus Constituciones más que
arrollar vuestras aptitudes manuales y a perfec a la vida contemplativa, pero ejercen de hecho
cionarlas, así como a adaptarlas a las circuns ciertas formas de apostolado exterior o las ejer
tancias actuales, como se dice en el artículo 8, cían antiguamente; deben continuarlas o reanu
§ 3, N? 2 de la Constitución “ Sponsa Christi” . darlas, adaptándolas a las circunstancias actua
(A. A. S. 43 [1951] 19). les; otras en fin, no viven, de derecho y de he
13. Trabajo adaptado a la contemplación, en cho, más que la vida contemplativa. Estas se
especial el apostolado: debe haber trabajo y per atendrán a ello, a menos que no deban, por ne- 585
fección en él. El mismo artículo resumía al mis cesidad y por tiempo limitado, aceptar ciertas
mo tiempo las normas concernientes al trabajo actividades apostólicas. Es evidente que estas
precisando en primer lugar que el trabajo mo monjas exclusivamente contemplativas participan
nástico, al que deben dedicarse las monjas de en el apostolado del amor del prójimo en sus
vida contemplativa, debe ser, en cuanto es posi tres formas, del ejemplo, de la oración y de la
ble, conforme a la Regla, a las Constituciones, a penitencia.
las tradiciones de cada Orden (Sponsa Christi
art. 8, § 1; A. A. S. 43 [1951] 19). Ciertas Consti 17. El apostolado más elevado, el de la Iglesia.
tuciones preven trabajos determinados, en su ma Nos desearíamos, no obstante, para terminar,
yor parle de carácter apostólico; otras por el evocar un apostolado más vasto y más elevado
contrario no determinan nada a este respecto. aún, el de la Iglesia, Esposa de Cristo, en el sen
Este trabajo “ debe estar organizado de tal suerte tir del Apóstol de los Gentiles (II Corintios 11, 2)
que, unido a las otras fuentes de recursos, ase y de San Juan (Juan 20, 21-23; 21, 16-17; Apoca
gure a tas monjas una subsistencia cierta y con lipsis 21).
veniente” (Sponsa Christi, art. ?. § 2; A. A. S. 43 18. La misión de la Iglesia procede de Dios. El
[1951] 19). Los Ordinarios de lugar y los supe apostolado de la Iglesia está fundado en su mi
riores tienen obligación de velar “ para que no sión respecto del mundo entero, es decir respecto
2236 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 220 , 5-6
y comités de Superiores mayores: final vuestras sesiones, sino más bien recal
mente, elaborar un programa de activi car ciertos puntos de carácter general
dades e iniciativas que asegurará la respecto al problema de la perfección
eficacia del movimiento de renovación, y de la renovación y adaptación de los
estrechando las ligazones de las orga medios por los cuales tienden hacia
nizaciones entre sí y con la Santa Sede. ella los individuos y las comunidades.
4. El objeto concreto del Congreso. Hablaremos en primer término de la
El conjunto de las relaciones y expo perfección de la vida cristiana en gene
siciones de este congreso tienen por ral; luego de su realización en las agru
objeto comentar las tres Constituciones paciones a las que se llama estados de
Apostólicas “ Próvida Mater’ í1], “ Spori- perfección, considerando primero las
sa Christi’’ ^ y “ Sedes SapientiaeW, al relaciones que tienen con sus miem
igual que el decreto de la S. Congrega bros, después las que tienen entre sí
ción de Religiosos “ Salutaris atque’’ ^ , y con la Santa Sede.
en los cuales se enuncian las normas
35 que deben guiar el esfuerzo de adapta P r im e r a P a r t e :
ción y renovación.
LA PERFECCION DE LA VIDA
5. El objeto y el esquema de la Alo CRISTIANA
cución del Papa. No es Nuestra inten
ción abordar aquí los asuntos particu 6. Diferencia entre perfección y es
lares, que vosotros pensáis tratar en tado de perfección. Es importante, en
de los hombres de todos los pueblos y de todos dio de las vicisitudes de la vida terrena y reco
los tiempos, cristianos y paganos, creyentes y no rrer los siglos, sin que las puertas del infierno
creyentes. Esta misión, procede del Padre: “ Dios prevalezcan jamás contra ella (ver Mat. 16-18).
arna tanto al mundo, que le dio a su Hijo Unigé 20. Elevarse a Dios para participar de la misión
nito, para que todos los que creen en él no perez redentora de la Iglesia. ¡Dejad que la fuerza in
can, sino que tengan la vida eterna. Pues Dios no vencible, que anima el apostolado de la Iglesia,
envió su Hijo al mundo para juzgar al mundo, se adueñe de vuestro espíritu y de vuestro cora
sino para el mundo se salve por él (Juan 3, 16-17). zón! ¡Ella os llenará de paz y de gozo! “ Tened
La misión es transmitida por Cristo: “ Como mi confianza, yo he vencido al mundo” (Juan 16, 33).
Padre me envió, yo os envío” (Juan 20, 21). “ Me Ai elevaros cada vez más, siempre más cerca ele
ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Dios, vosotras ampliáis vuestros horizontes y os
Id pues y enseñad a todos los pueblos y bauti hacéis tanto más aptas para orientaros en esta
zadlos...! Yo estoy con vosotros siempre hasta el tierra. Lejos de encerraros estrechamente en vos
fin del mundo” (Mat. 28, 18-20). La misión se otras mismas entre los muros del monasterio,
hace en el Espíritu Santo: “ Vosotros recibiréis vuestra unión con Dios os ensancha el espíritu y
la virtud del Espíritu Santo que descenderá sobre el corazón con las dimensiones del mundo y de
vosotros, y vosotros seréis mis testigos... hasta la obra redentora de Cristo, que se prolonga en
los confines de la tierra” (Hechos 1, 8). Esta mi la Iglesia; he aquí lo que os guía, sosteniendo
sión apostólica de la Iglesia procede pues pri vuestros esfuerzos y haciéndolos fecundos en
mordialmente de la Santísima Trinidad, Padre, todo bien.
Hijo y Espíritu Santo, y no puede concebirse na 21. Bendición Apostólica. Nos suplicamos al Se
da más elevado, más santo, más universal, tanto ñor se digne colmaros de sus dones y acabar la
en su origen como en su objeto. obra que él ha comenzado en vosotras para su
10. El objeto de misión de la Iglesia: comu mayor gloria; como prenda de sus beneficios,
nicar la Redención y sus frutos. ¿Cuál es, en Nos os concedemos de todo corazón, nuestra pa
efecto, el objetivo de esta misión, sino hacer co ternal Bendición Apostólica.
nocer a los hombres al verdadero Dios, uno en [1] Pío XII, Constitución Apostólica Próvida
la Trinidad de personas, el designio de la Reden Mater, 2-II-1947; A. A. S. 39 (1947) 114-124; en esta
ción que él ha realizado por su Hjo, y la Iglesia Colección: Encícl. 183, p. 1688-1696. ;
fundada por Cristo para continuar su obra? La [2] Pió X ll, Const. Apost. Sponsa Christi, 20-
Iglesia ha recibido en su totalidad el depósito XI-1950; A. A. S. 43 (1951) 5-24; en esta Colección:
de la fe y el de la gracia, toda la verdad reve Encícl. 197. p. 1846-1859.
lada y todos los medios de salvación legados por [3] Pío XII, Constit. Apost. Sedes SapientUe,
el Redentor: el bautismo (Mat. 28. 19), la Euca 31-V-1956; A. A. S. 48 (1956) 354 s.; en esta Co
ristía, y el sacerdocio; “ Haced esto en memoria lección: Encícl. 220, pág. 2110.
mía” (Lucas 22, 19); la comunión del Espíritu [4] S. Congr. de Religiosos Decreto Salutaris
Santo por la imposición de las manos de los atque, 26-III-1956, A. A. S. 48 (1956) 295-296.
586 Apóstoles (Hechos 8, 17); la remisión de los peca El decreto señala el progreso de los últimos
dos: “ Recibid el Espíritu Santo. Aquellos a quie 5 años (1950-1956) desde la publicación de Sponsa
nes vosotros perdonareis los pecados, les serán Christi. No podrán celebrarse Congresos en que
perdonados” (Juan 20, 23); el gobierno de los se dilucidan los temas de los Estados de Perfec
fieles por el poder de jurisdicción, ejercido en ción sin consultar previamente a la S. C. de Re
nombre de Cristo y con la asistencia permanente ligiosos y dando cuenta de todo después de rea
del Espíritu Santo (ver Juan 21, 16-17). He aquí lizados. La misma S. Congr. encarece a los. Obis
evocadas en pocas palabras las riquezas divinas, pos convocar a los Institutos Seculares que re
de que el Señor ha dotado a su Iglesia, para que siden y trabajan en la diócesis a Congresos, a
ella pueda cumplir sus tareas apostólicas en me- reuniones a fin de unificar la acción.
229, 7-9 A lo c u ció n “ S ous la maternelle ” 2237
primer término, recordar que el con efectúa por medio de la caridad; se
cepto de “ perfección” no se identifica, cumple por consiguiente en la caridad.
en sentido estricto, con el de “ estado Se la llama también holocausto perpe
de perfección” y que hasta lo excede tuo y universal de sí mismo, llevado a
ampliamente. Puédese en efecto, hallar cabo por amor a Dios y a fin de mani
la perfección cristiana heroica, la del festarle deliberadamente este amor.
Evangelio y de la Cruz de Cristo, fuera
de todo “ estado de perfección” . 8. La raíz y la obra de la perfección.
El ideal de la perfección cristiana se
7. La perfección, ¿en qué consiste? arraiga en las enseñanzas de Cristo, en
Nos consideramos entonces la tendencia particular en los consejos evangélicos,
a la perfección como una disposición en su vida, pasión y muerte, manantia
habitual del alma cristiana, por medio les inagotables en los que se alimenta
de la cual, no satisfecha con cumplir el heroísmo de todas las generaciones
los deberes que le incumben so pena cristianas. Abarca también la obra de
de pecado, se entrega totalmente a Dios Cristo, es decir, el servicio de la Iglesia
para amarlo, servirle, y se consagra con cumplido por amor al Señor, en el
este mismo objeto al servicio de su lugar y la función que corresponden a
prójimo. cada cual dentro del conjunto del
La perfección de toda actividad hu Cuerpo Místico.
mana libre, así como la de toda criatura
racional, consiste en la adhesión vo 9. La extensión del concepto de esta
luntaria a Dios. Ciertamente, por la do de perfección. Cada cristiano es
parte que se deriva de la condición invitado a tender a este ideal con todas
misma de la criatura, esta perfección sus fuerzas, pero su realización se veri
es obligatoria; hay que tender hacia fica de manera completa y más segura
ella so pena de no alcanzar su pro en los tres estados de perfección en la
pio fin último. No hemos de precisar forma descrita por el Derecho Canó
aquí sus elementos. Queremos única nico y las Constituciones Apostólicas ya
mente hablar de la tendencia habitual citadas. Particularmente la Constitu
y permanente que, más allá de todo lo ción “ Próvida Mater” W9 del 2 de fe
que cae bajo el peso de la obligación, brero de 1947, sobre Institutos Secula
abarca totalmente al hombre para con res abre el acceso a los estados de
sagrarlo sin reservas al servicio de perfección al mayor número posible
Dios. Esta perfección consiste por ex de almas que hoy aspiran ardientemen
celencia en la unión con Dios, que se te a una vida más p e rfe cta ^ . Sin duda,
[5] Ver nota (1). miembros de vuestro Primer Congreso de los Es
[5a] Pío XII, Exhort. Haud mediocri animi tados de Perfección, el instituto de la vida reli
gaudio del 11-11-1958; A. A. S. 50 (1958) 153-161, giosa “ en tanto existe y en tanto tiene valor, en
dirigida a los Superiores Generales de los Insti cuanto guarda estrecha relación con el fin mismo
tutos Religiosos en la Audiencia concedida el día de la Iglesia, que es conducir a los hombres al
indicado, les habló de las normas de gobierno, logro de la santidad” (A. A. S. [1951] 28). Porque-
de la disciplina religiosa, de la adhesión a la la Iglesia, Esposa de Cristo, no respondería ple
Iglesia y la selección de candidatos, o sea lo que namente al deseo de Este, ni los mortales volve
hace posible una vida más perfecta en los Esta rían sus ojos, llenos de esperanza, a Ella como a
dos de Perfección. “ enseña enarbolada sobre las naciones” (Is. 11,.
A continuación daremos íntegramente el texto 12), si no encontraran en su seno hombres que
de la Alocución: por el ejemplo de su vida aun más que por sus
INTRODUCCION palabras, brillasen llenos de hermosura con el
resplandor evangélico.
El tema: Conducir a la santidad 2. Los Superiores participan en algo de la ju
AAS 1. Saludo del Papa. El fin de la Iglesia y el risdicción papal. Pues bien, en esta tarea de
50 fin de las Ordenes religiosas: la santidad. Con Nuestro oficio apostólico os hemos escogido, ama
153 no pequeño gozo de Nuestro espíritu saludamos dísimos hijos, como partícipes de Nuestro su
en el Señor a todos vosotros, amadísimos hijos premo cargo, sea directamente delegándoos por
154 aquí presente, a quienes el designio amoroso de medio del Código de Derecho algo de Nuestra
la Divina Providencia ha puesto al frente de jurisdicción, sea estableciendo los fundamentos,
aquellos que tienden a la perfección evangélica, de aquella vuestra potestad que llaman “ domi-
y que, por lo mismo, habéis sido escogidos para nativa” , al aprobar Nos vuestras Reglas e Insti
compartir, y en no pequeña parte, Nuestro oficio tutos. De aquí que Nos interese muy mucho que
apostólico. Porque, según hace algunos años re ejerzáis esta vuestra autoridad conforme a Nues
cordábamos al dirigir Nuestra palabra a los tra mente y la de la Iglesia.
2238 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 229, 10
esta Constitución afirma que las asocia hombres y mujeres de todas las condi
ciones que no cumplen con las normas ciones, que asumen en el mundo m o
prescritas, no constituyen estados de derno las profesiones y cargos más
perfección, pero no pretende en abso variados y que, por amor a Dios y para
luto que fuera de éstos no exista verda servirlo en el prójimo, le consagran su
dera inclinación a la perfección. persona y toda su actividad. Ellos se
comprometen a practicar los consejos
10. La práctica de la perfección fue evangélicos con votos particuláres y
ra de los estados de perfección. Nos secretos, conocidos únicamente por
pensamos en este momento en muchos Dios, y se dejan guiar, por lo que atañe
3. Tema: Colaboración de los Superiores al ofi trar consigo a otros al error” (A. A. S. 42 [1950]
cio del Sumo Pontífice de llevar a la santidad. 564; en esta Colección: Encícl. 194, 5, pág. 1795).
En Nuestra mencionada alocución del Año Sanio Ciertamente que menos grave es errar en
de 1950, expusimos detalladamente aquellas cosas punto a disciplina sobre costumbres, que en las
que conviene sobre todo guarden vuestros súb cosas de fe; pero uno y otro error nos conduce,
ditos en estos tiempos, y aquellas otras que es a su modo y según su propia naturaleza, a la
conveniente renovar y adaptar. Hoy Nos propo perdición, e indudablemente nos impide y re
nemos determinar brevemente cómo vosotros, tarda hallar como conviene el soberano Bien.
encargados de regir a aquellos a quienes enton 7. Atenerse a la doctrina ascética de los funda
ces hablábamos, debéis colaborar con Nos al fin dores y de la Iglesia sin concesión al afán de
que perseguimos. novedades. Aténganse firmemente los Superiores
I. LAS NORMAS DE GOBIERNO Y EL a una bien equilibrada y sólida doctrina ascética,
AFAN DE NOVEDADES tal como la transmitieron los primeros Fundado
1) De la obediencia y la prudencia. res y como ha sido sancionada por la larga prác
tica de la Iglesia, y no se aparten de ella por
4. El deber de los Superiores de firme conduc ningunas novedades. Puesto que debemos adhe
ción. En aquella ocasión advertimos a los miem
rirnos a la verdad no porque ella se atraiga el
bros de los Estados de Perfección que en manera asentimiento de los hombres, sino porque es ver
alguna se dejasen llevar, con detrimento de la
verdad eterna, por el espíritu de aquella filoso dad infundida por Dios a la naturaleza o benig
fía que llaman “ existencialismo” (A. A. S. [1951] namente revelada a los hombres. Habrá, cierta
32). Ahora bien, es deber de aquellos a quienes mente quien la censure y denigre; ¿mas por eso
toca gobernar, el conducir lo más seguramente dejará de ser verdad y camino que hacia Dios
posible a sus súbditos hacia la vida eterna, por conduce?
las seguras sendas de la verdad sin declinar ni a 8. Prudencia y consultas antes, paternal firme
la derecha ni a la izquierda, y esto con pulso za en la ejecución después. Ciertamente, el Su
firme y, si preciso fuera, con mano fuerte. Gomo perior si es prudente pedirá y oirá gustoso mu
dice el Patriarca de los que en Occidente tienden chos consejos; reflexionará mucho y ponderará
a la perfección evangélica: “ El Abad nada ha de en su mente el parecer de las personas doctas
enseñar, o establecer, o mandar, que esté fuera y discretas; nunca se fiará tanto de sí mismo,
del precepto del Señor; sino que sus mandatos o como si el peligro de errar no fuese patrimonio
enseñanzas ha de hacerlos llegar a las mentes de de todos los mortales. Pero cumplido esto, des
los discípulos con el fermento de la divina justi- pués de oír ante todo a aquellos que la Regla le
c i a (Regla de los Monasterios de San Benito, haya dado como consejeros natos, con muchas
cap. II). plegarias al Espíritu tomará, en cuanto sea po
sible, una decisión segura y determinada; y no
5: Fuente de las normas: Revelación y Magis tema luego imponérsela como conviene a sus
terio. Los Superiores de los Estados de Perfec súbditos, con una humilde y paternal firmeza, y
ción han de extraer siempre las normas o prin reglamentar conforme a ella los actos y la vida
cipios con qué dirigir a los suyos no de lo que de los mismos. “ Así como conviene que los dis
digan muchos, ni de lo que por ahí corren como cípulos obedezcan al maestro, así es preciso que
155 últimas novedades que enseñar o hacer, dejando éste lo disponga todo con previsión y equidad”
a un lado como ya anticuadas las recomendacio (Regla de los Monasterios de San Benito, cap. III).
nes de los padres antiguos, ni de lo que parece
más acomodado a las personas que viven en el 9. Rechazo de los sofismas y conducción firme
siglo, sino de la pura fuente de la verdad reve por la responsabilidad ante Dios. Por lo mismo,
lada y de la disciplina del magisterio eclesiástico. cualesquiera que sean los sofismas de algunos
6. Firmeza frente a la amenaza de errores. a quienes el yugo de la obediencia religiosa pa
Cierto que es menester ánimo esforzado para ir rece ya excesivamente pesado para ser impuesto
a veces en contra de lo que agrada a muchos; a los hombres de estos tiempos, no echéis nunca
pero si el Superior no afronta el ser tenido a en olvido que es deber del Superior conducir a 1
veces, y por no pocos, como anticuado, ¿cómo sus súbditos con firmeza aunque ciertamente con
guardará íntegra la verdad de Cristo, siempre toda humildad y con la caridad de Cristo; y asi
nueva, ciertamente, pero al mismo tiempo siem mismo, que el Eterno Juez ha de pedir cuenta
pre antigua? Incluso respecto a las normas o de las almas no solamente a cada uno de aque
principios por los cuales ha de dirigirse la ense llos, sino también a aquel a quien estuvieron
ñanza ascética y el régimen de vida de los Es encomendados. “ Tenga por cierto (el Abad) que
tados de Perfección (como en punto de más gra cualquiera que sea el número de hermanos que
vedad amonestábamos en la Encíclica “ Humani tenga confiados a su solicitud, en el día del jui
Generis” , 1950; (A. A. S. [1950] 578; en esta Colec cio ha de dar cuenta al Señor de las almas de
ción: Encícl. 194, 20, pág. 1805) no faltan hoy todos ellos” (Regla de los mon. cap. II).
quienes, “ dándose más de lo justo a novedades..., 2) De la separación del mundo.
pretenden sustraerse a la dirección del sagrado 10. Diversidad de la vida de perfección pero
Magisterio, hallándose por lo mismo en peligro único fin: separación real y afectiva del mundo
de apartarse, gradual e imperceptiblemente, de maligno. Con el curso de los años y originándose
ia misma verdad divinamente revelada y de arras- de día en día nuevas necesidades de las almas,
229» 11 A lo c u ció n “ S ous la m aternelle ” 2239
que la perfección cristiana en los ele a quienes viven en los estados de per
mentos esenciales de su definición y fección y a quienes no forman parte
realización no se aviene a ninguna re de ellos; pero mucho más a estos últi
novación o adaptación. Mas, puesto que mos, máxime si ocupan un rango so
las condiciones de la vida moderna su cial elevado y los más altos cargos. ¿No
fren profundos cambios, la forma de están obligados tal vez a rodearse de
aplicarse a ella requerirá por su parte cierto aparato de comodidad, a parti
algunas modificaciones. Estas afectarán cipar en fiestas oficiales, a utilizar me-
de la “ acción” , que hoy dicen, más aparente dejase a su propia suerte a las ovejas, por cual
que eficaz? quier motivo descarriadas o desaconsejadas y no
k) De la observancia religiosa. las retrajere, con la firmeza de su báculo, de las
sendas extraviadas, ¡Dios le reclamará la sangre
16. Como antaño, celo por la observancia y dis de las mismas!
ciplina religiosa. Mas para que vuestros hijos pu La paternal pero verdadera caridad no se ma
diesen vivir en aquella paz y serenidad de ánimo nifiesta únicamente en halagar, sino también en
que tanto favorece para la recta estimación de dirigir y castigar. Esta firmeza nunca sea dura,
las cosas divinas, vuestros Fundadores, inspi nunca iracunda o menos prudente; sea siempre
rándose en la antigua tradición de la Iglesia, recta y serena; sea mansa y misericordiosa, pres
proveniente de los Padres del desierto según la ta siempre a perdonar y ayudar al hijo que se
verdadera sabiduría del Evangelio, protegiéron esfuerza por elevarse del error o de la culpa;
los con la que solemos llamar disciplina u obser pero nunca deje de vigilar ni se canse de hacerlo.
vancia. Aunque ésta sea diversa según los distin Y esta vuestra dirección y vigilancia no sólo han
tos Institutos, en todos se impone el guardarla. de extender a la vida que solemos llamar “ re
Su necesidad para el fin que os proponéis nace gular” y que transcurre dentro de los muros de
•de la misma enfermedad de la naturaleza huma la Casa religiosa, sino a toda la actividad que
na, herida por la llaga original; su eficacia en los vuestros desarrollan en la viña del Padre de
orden a la consecución de la perfección de la Familias. Conforme a las normas que os hayan
vida cristiana, compruébala como muy apta una prescrito los Jerarcas eclesiásticos a quienes el
larga experiencia antigua y moderna; su santidad asunto corresponda, es deber vuestro vigilar la
•ensálzala incesantemente la Iglesia, ora de pa actividad de vuestros súbditos, para que nada
labra, ora con hechos.
hagan que pueda redundar en deterimento de la
17. Dificultades mayores en nuestros tiempos. propia alma o en desdoro y daño de la Iglesia
Siempre fue ingrata a la naturaleza humana, pro y de las almas, antes bien, que aspiren a procu
pensa a la relajación, la observancia que en vir rar su propio bien y el de los prójimos.
tud de la Regla lleva consigo la vida en los Es
tados de Perfección; pero fácilmente les resulta II. AL SERVICIO DE LA IGLESIA Y DE LA
todavía más ingrata a los hombres de nuestro SANTA SEDE
tiempo, como más acostumbrados a una vida 1) Todos unidos al servicio de la misma Iglesia.
más independiente antes de su entrada en el 19. Compromiso de luchar unidos por la Igle
•estado de perfección. Pero ni por esta causa es sia cada uno en su puesto. Esta vuestra misma
lícito desestimar ni mucho menos abandonar la Comisión de Superiores Generales que primero,
disciplina, aunque muy justamente la hayáis aco hace algún tiempo, se reunió por propia inicia
modado y la acomodáis a las fuerzas de los que tiva, que espontáneamente continúa reuniéndose
actualmente vienen a vosotros, en cosas que no y que ha sido aprobada por esta Sede Apostólica
afectan a lo esencial. Igual que en el pasado, tam como institución permanente y erigida en persona
bién hoy vale aquello de los Proverbios: “ Retén moral, reclama de vosotros una voluntad ente
firmemente la disciplina, no la dejes: guárdala, ramente dispuesta a trabajar en todo aquello en
mira que es tu vida” (Prov. 4, 13). Esto que el que la Iglesia quiere utilizar vuestra cooperación.
autor divinamente inspirado dice de la disciplina Porque muy bien habéis entendido que todos
que cada uno voluntariamente se impone, ¿acaso vosotros formáis un ejército en que, si hay sol
no se puede aplicar con toda razón a esta otra dados de a pie, y soldados de caballería y fle
disciplina que uno, por la profesión de vida más cheros o tiradores, todos, en definitiva, libran
perfecta, abraza y promete guardar? “ Aquellos la misma sublime batalla. Habéis comprendido
que sienten el afán de caminar hacia la vida eter claramente cuán oportuno y aun necesario es que,
na emprenden, por lo mismo, una senda más es- así como el enemigo del nombre de Cristo agru
•'3'59 trecha y breve; ... y, así, habitando en los monas pa cada día más sus fuerzas en un sólo haz que
terios, desean ser gobernados por un abad, para cree invisible, también vosotros y cuantos por
no vivir a su arbitrio ni seguir sus antojos y Dios militan, en unión de fuerzas, cada uno en
placeres, sino proceder según el criterio y man su puesto y con sus propias armas, os coliguéis 160
dato de otro” (Regla de los Monasterios de San para el logro de la misma victoria general.
Benito, cap. V). 20. Las diferencias humanas y la caridad de
18. Saludable rigor y firmeza paternal de go Cristo, lazo de unión. Esta unidad, que encuentra
bierno. Es, por lo mismo, incumbencia de vuestro obstáculos en la diversidad de razas, mentalida
oficio ayudar y sostener a vuestros súbditos con des, usos y otras cosas humanas, florecerá ma
firmeza paternal, mediante exhortaciones, avi ravillosamente si en vuestras almas arraiga pro
sos, represiones y aun, si necesario fuera, median fundamente la caridad de Cristo, infundida en
te castigos, para que se mantengan en el recto ellas por el Espíritu Santo. Si esta caridad, ve
camino, conforme a las Reglas de cada Instituto. nida y otorgada de lo alto, nos encuentra prestos
Y no es lícito a ningún Superior echar la respon a trabajar, fácilmente romperá las ataduras de
sabilidad de su oficio sobre el súbdito tal vez ne cierta demasiado limitada predilección, que por
gligente o delincuente diciendo: “ ya tiene edad, la humana flaqueza suele insensiblemente desli
allá él, él verá lo que hace” . No juzgará así el zarse, hacia el propio instituto, muy justamente
Señor, cuando pida cuenta de las almas que os amado. Porque ciertamente cada uno debe amar
tiene encomendadas: “ Heme aquí contra los pas al propio Instituto al que la divina Providencia
tores, para requerir de sus manos mis ovejas” le llamó; debe conformar su espíritu y sus cos
<Ezequiel 34, 10). Si alguno, cerrando los ojos, tumbres según las normas del propio Instituto;
220/12-13 A lo c u ció n “ S ous la maternelle ” 2241
dios de transporte costosos: todas cosas remos en primer término las personas
que parecen difícilmente conciliables que forman parte de ellos, luego las
con el cuidado constante de mortifica comunidades mismas, en su tendencia
ción de quienquiera que desee seguir hacia la perfección.
e imitar a Cristo pobre y humilde? Y, 1. Los miembros de los estados de
sin embargo, en medio de los bienes perfección
37 materiales, ellos no se apartan en abso 13. Lo esencial: la consagración a
luto de la cabal consagración de sí Dios. En cuanto a las personas indi
mismos a Dios y no dejan de ofrendar viduales, Nos recalcaremos tan sólo un
al Señor un holocausto sin reservas. Tal punto: lo que hemos dicho, en la pri
és la obra de la gracia que actúa en el mera parte de Nuestro discurso, sobre
hombre según la palabra de Cristo: lo la perfección de la vida cristiana en
que es imposible para los hombres es general, se aplica a los miembros de
posible para Dios^K todos los estados de perfección y for
ma su deber primero y esencial, sean
Segunda P a r t e : ellos inferiores o superiores; deben
unirse con Dios mediante la caridad y
LOS ESTADOS DE PERFECCION
ofrendarse a El en holocausto, imitar
12. El esquema de desarrollo de las y seguir a Cristo, su doctrina, su vida y
ideas. Ocuparán más abundantemente su Cruz, consagrarse al servicio de la
Nuestra atención los problemas de adap obra de Cristo, la Iglesia, com o miem
tación y renovación en lo interior de bros selectos y activos del Cuerpo Mís
los estados de perfección, y considera-*2
3 tico.
1
y hasta cierto punto escoger y desempeñar los pre a estos anhelos del Vicario de Cristo, es in
ministerios apostólicos en conformidad con sus cumbencia vuestra no admitir en las filas de
peculiares normas y métodos; pero vayan todos vuestros Institutos sino a los jóvenes aptos en
eñ concorde servicio de la misma Iglesia, Esposa todo sentido, o sea selectos en virtud y, en cuan»
del mismo Señor y Dios Salvador. to sea conveniente, también en ingenio y demás
2) Adhesión firme y obediencia omnímoda a la dotes. Guardaos de una excesiva preocupación
Sede Apostólica. por recoger muchedumbre de candidatos que se
21. Mayor amor al Vicario de Cristo. Infiérese tema puedan ser un día menos dignos de vuestra
de aquí que aquella celosa veneración hacia la excelsa vocación: porque estos tales, lejos de pro
Cátedra de Pedro y hacia el Vicario de Cristo, porcionar honra y provecho a la Iglesia, le ser
que es propia de todos los fieles, la habéis de virán de daño y tristeza. 161
practicar con especialísima razón vosotros que 24. Dios proveerá. Por el contrario, si atenién
os esforzáis por llegar a la perfección. Esta Se doos a las normas constantemente dictadas por
dé Apostólica sabe que vosotros seréis sumisos a la Iglesia, únicamente admitiereis sujetos verda
la misma más que cualquier otro; confía que deramente dignos, por una parte Dios cuidará
seréis pregoneros fidelísimos de la doctrina de de suscitaros tales vocaciones, y por otra el pres
verdad salida de esta Cátedra; y espera firme tigio que ante los hombres reportará vuestro es
mente que seréis, más que todos, modelos y de tado, prepararán en muchas almas el camino a
fensores de la disciplina eclesiástica. la gracia de Dios. Confiad en Dios: si le servís
22. Con confianza humilde en medio de las de lo más dignamente que pudiereis, será El quien
bilidades. Y si alguna vez, en cualquier parte, se preocupe de vosotros y de vuestros Institutos
algo vacila, titubea, yerra, se desgarra —lo cual para conservarlos y prosperarlos.
es natural en el Reino de Dios en la tierra, donde CONCLUSION
los buenos andan mezclados con los malos y el 25. Paternales votos del Santo Padre y amplí
trigo con la cizaña—, vosotros, hijos amadísimos, sima Bendición. Haga el Señor que desciendan
agrupados en torno Nuestro, defended invencible abundantísimamente la luz y el amor del Espí
mente el " Reino de justicia, de amor y de paz,, ritu Santo sobre este selecto grupo de sus siervos,
(Prefacio de la Misa de Cristo Rey). No con aque para El como para Nos queridísimos entre los
lla exagerada confianza en sí mismos, que a Pe demás soldados del mismo ejército. Y al recor
dro todavía no confirmado por el Espíritu Santo dar con agradecimiento las prodigiosas aparicio
hacía exclamar: “ Aunque iodos,... yo no” (Marc. nes de la Bienaventurada Virgen Inmaculada en
14, 29), pero sí con igual amor y estribando con la gruta de Lourdes, pedimos que con sus ple
humilde confianza en la gracia de vuestra voca garias esta Madre de gracia atraiga tan precla
ción al estado de perfección, podréis prometerlo. ros dones sobre vosotros sus devotísimos servi
Aunque tal vez otros, olvidando el espíritu filial, dores.
causaren inquietudes y aflicción a esta Sede Apos En prenda de esta divina benevolencia, Nos con
tólica, nosotros, ciertamente, con la ayuda de desbordado amor otorgamos afectuosamente la
Dios recordaremos con la mayor fidelidad las Bendición Apostólica a vosotros, amadísimos hi
palabras del Señor:; “ tú... confirma a tus herma jos, a vuestros auxiliares en el gobierno de vues
nos” (Mat. 16, 18; Luc. 22, 32). tros Institutos, a todos vuestros súbditos que tra
III. LA SELECCION DE CANDIDATOS bajan en el mundo entero, aquellos, sobre todo,
23. Más que al número, interesa atender a la que se ven perseguidos por los enemigos del
a , la calidad de los candidatos: sólo aptos y dig Nombre divino.
nos: Para que vuestros Institutos respondan siem- (6) Lucas 18, 27.
Encíclicas Pontificias 71
2242 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 229, 14-18
demás y saber avenirse con los mis decir una palabra, esto es, la voluntad
mos con miras al mayor bien común. de centralización que muchos atribuyen
o reprochan a la Santa Sede. La pala
4. Sus relaciones con la Santa Sede bra centralización puede designar un
sistema de gobierno que pretende asu
25. Las relaciones de las comunida mirlo todo, decidirlo todo, dirigirlo to
des con la Santa Sede. Cuanto toca a do, reduciendo a los subalternos al sim
las relaciones de los estados de perfec ple papel de instrumentos. Esta centra
ción con el Vicario de Cristo y la lización es absolutamente ajena al espí
Santa Sede, no necesita casi ser recor ritu de los Pontífices Romanos y de la
dado: las prerrogativas de la Sede Sede Apostólica. Pero la Santa Sede no
Apostólica, fundadas en la institución puede renunciar a su calidad de centro
del mismo Cristo, y que la Iglesia en el director de la Iglesia. Aun dejando a
transcurso de los siglos ha dilucidado los Superiores constituidos las iniciati
y precisado, deben permanecer inque vas previstas por las Constituciones,
brantables y sagradas. Si todo fiel las ella debe conservar su derecho y ejer
42 respeta y se conforma a ellas, los que cer su función de vigilancia.
se hallan en un estado de perfección
Lo que convendría decir referente a
sabrán sobre este punto dar ejemplo
a todos. Es necesario entonces buscar y la renovación y adaptación de las rela
conservar el contacto con él. En la ciones de las comunidadse entre sí y
Encíclica “ Humani generis” (13\ Nos con la Santa Sede se halla suficiente
hemos recalcado que la voluntad de mente indicado, Nos parece, en vuestro
evitar el contacto y de mantener distan programa. Los principios que Nos he
cias fue una razón importante de los mos recordado, os brindan un rumbo y
errores y desviaciones en ella señala no Nos cabe duda de que sabréis pro
dos; y esta postura lamentable fue en fundizarlos con provecho.
particular la de ciertos miembros de
los estados de perfección. Este contacto,
para ser eficaz, será lleno de confianza, C o n c l u s ió n
de sinceridad, de docilidad.
28. Resumen de lo tratado y finali
26. Las informaciones a la Santa dad del discurso. El ámbito de la
Sede. La Sede Apostólica desea recibir perfección, en el que algo Nos hemos
de vosotros informaciones no sólo verí internado con vosotros, es muy vasto y
dicas, sino también francas, que per muy hermoso mas quedan en él zonas
mitan conocer el verdadero estado de por explorar. Nos hemos llamado vues
cada comunidad por lo que atañe a la tra atención sobre la perfección en ge
doctrina religiosa y la administración neral y sobre la perfección dentro del
temporal o lo que sea. Sólo así es posi estado de perfección. Numerosos son
ble promover el bien y corregir opor hoy día no sólo los clérigos y religiosos,
tunamente el mal, ya que en las dispo sino también los seglares que se intere- 43
siciones de espíritu favorables de que san por estas cuestiones; al cotejarlas
Nos hablamos, es que las respuestas, con ciertas ideas y principios moder
reglas e instrucciones de la Santa Sede nos, vislumbran en ellas problemas
producen sus frutos. serios y complejos, cuya solución se
les escapa no obstante, pese al vivo
27. El reproche de la centralización deseo que tienen de hallarla. Por ello,
atribuida a la Santa Sede. Hay una Nos hemos querido proporcionarles al
cosa más sobre la cual Nos no quere gunas luces, recordando los principios
mos desaprovechar la oportunidad de que permiten contestarlas.
(13) Pío XII, Encíclica Humani Generis in re Colección: Encícl. 194, pág. 1793 ss.
bus, 12-VIII-1950; A. A. S. 42 (1950) 561; en esta
2246 E n cíclicas del PP. P ío XII (1957) 229, 29
29. La caridad, vínculo de perfec procurad sobre todo la unión con Dios,
ción y Bendición Apostólica. Conclu y os acercaréis continuamente más a la
yendo este discurso, Nos os dejaremos perfección. Esta es la gracia que Nos os
un pensamiento más de San P ablo en deseamos y que imploramos sobre vos
su Epístola a los Colosenses: Por en otros del Altísimo, otorgándoos desde
cima de todo, tened caridad, en la lo más hondo de Nuestro corazón
cual se anuda la perfección<14). Más Nuestra paternal Bendición Apostólica.
allá de los problemas y discusiones, PIO PAPA XII.
(14) Colosenses 3f 14.
230
CONSTITUCION APOSTOLICA
SOBRE EL PONTIFICIO INSTITUTO PASTORAL
P I O PP. X I I
Siervo de los siervos, para perpetua memoria
2247 —
2248 E n cíclicas del PP. P ío XII (1958) 280, 3-7
en los que, bajo la guía de hombres do-, ción de la Dirección General de la Obra
tados de vasta cultura y experiencia, Nacional para la Asistencia Religiosa y
sean perfeccionados más adecuadamen Moral de los Obreros. Además, la Sa
te én la piedad y en las disciplinas sa grada Congregación de Religiosos, en
gradas, y, según la capacidad e inclina obsequio a las prescripciones de la
ciones de cada uno, sean preparados a Constitución Apostólica “ Sedes Sapien-
las diversas misiones sacerdotales. Ulti tiae” , trabajó arduamente a fin de ha
mamente en la Constitución Apostólica cer surgir en Roma un Instituto Pasto
“ Sedes Sapientiae’ ’ ^11) repetíamos esos
ral que respondiese plenamente a las
conceptos diciendo: ...para no faltar a
necesidades de los religiosos jóvenes.
Nuestro altísimo deber, debemos añadir
Poco a poco, estas iniciativas llegaron
que, además de la santidad y ciencia
a unificarse, gracias al vivo interés de
debidas, para cumplir convenientemen
la Sagrada Congregación del Concilio
te las tareas del ministerio apostólico — a la que compete la responsabilidad
se requiere en el sacerdote una esme dé la enseñanza de la doctrina cristia
rada y completa preparación pastoral;
na— y de Nuestro Vicario de Roma.
tal que asegure una específica compe
tencia y capacidad al afrontar las múl
tiples responsabilidades del apostolado 5. La erección oficial del Instituto
cristiano. Pastoral Pontificio. Por tanto, acogien
do de buen grado los votos qué las
3. No principios nuevos sino aplica referidas Sagradas Congregaciones,
ción más exacta de los antiguos. Idén juntamente con Nuestro Vicariato de
ticas exhortaciones reiterábamos en la Roma, Nos han presentado, con la
alocución a los alumnos del Convictorio presente Constitución Apostólica erigi
Eclesiástico “ San José Oriol” de Barce mos oficialmente, con Nuestra Autori
lona*12), amonestando que son necesa dad, el Instituto Pastoral, que deseamos
rios medios de apostolado más aptos, lleve el título honorífico de Pontificio,
que van convirtiéndose casi en una ver junto al Ateneo Lateranense, en el lu
dadera ciencia^ a la que es menester gar del antiguo Patriarcado, cabe la
acercarse ,con cuidado, huyendo de pe Archibasílica del Santísimo Salvador,
ligrosas improvisaciones, y que el re madre y cabeza de todas las Iglesias de
solver los problemas siempre nuevos y Roma y del Orbe; en el cual el Insti
siempre preocupantes no significa una tuto* bajo la dirección y vigilancia de
búsqueda de principios nuevos, sino dichas Sagradas Congregaciones y de
más bien la aplicación más exacta de Nuestra Vicariato de Roma, los sacer
aquellos antiguos y eternos, que en el dotes de uno y otro Clero adquirirán la
Evangelio han tenido su formulación ciencia que se refiere a la cura de las
principal. almas y aprenderán la multiforme arte
de las artesí13\ para atraer y llevar las
4. Labor preparatoria para fundar el almas a Cristo.
instituto Pastoral en Roma. Por estas
razones, desde hace tiempo, era deseado 6. Facultad para formar el profe
un Instituto apto para la formación de sorado pastoral. Deseamos, además,
los sacerdotes jóvenes residentes en que en este Nuestro Instituto Pastoral,
Roma, con la colaboración solícita de la vv siguiendo fielmente un programa de
Sagrada Congregación de Seminarios y estudios más amplio y completo, se
Universidades y con la activa coopera- preparen los que podrán ser los docen-
(11) Pío XII, Const. Apost. Sedes Sapientise, 31- [13] S. Gregorio Nacianceno Orat. II (Migne
V-1956; A .A .S : 48 (1956) 354-356; en esta Colec P.G. 35, col. 426-A); S. León M. Regul. Past. p. I,
ción: Encíclica1 220, 30, pág. 2123. cap. I (Migne PL 77, col. 14-A); ver nota 35 en
(12) Pío XII, Alocución, 14-VI-1957. pág. 2124 de esta Colección.
230, 8-10 CONST. APOST. “ A P UBERRIMA VITAE” 2249
tes de las disciplinas pastorales en las bién de las Casas de formación de las
Facultades Eclesiásticas, en los Semi Religiones Clericales, sea para preparar
narios y en las demás Escuelas de la todos los sacerdotes al apostolado, sea
Iglesia, que han sido instituidas tanto para estudiar, promover y enseñar la 463
para los aspirantes al sacerdocio cuan multiforme ciencia del apostolado, tal
to para los sacerdotes jóvenes. como se expondrá de manera más
clara y más completa en los Estatutos
7. Los cursos y reconocimientos de que se publicarán.
estudios y el título del laureado. Por
consiguiente, este Instituto Pastoral dis 9. El plan de estudios pastorales.
pondrá un curso común de formación, Por lo que respecta al plan de estudios,
que durará por lo menos un año, en el establecemos que, en la forma más
que serán bien preparados los pastores oportuna para los dos cursos del Insti
de almas, así como otro curso superior, tuto — el superior o bienal y el ordina
que durará por lo menos dos años, en rio o anual— se profundice en los di
el que se formarán los futuros profe versos sectores de la Teología y de la
sores de las disciplinas pastorales. De Praxis Pastoral, especialmente de la
cretamos también que las Facultades Catequética, de la Kerigmática y Ho-
de Teología existentes en Roma reco milética, de la Hodegética, de la Litur
nozcan como válido el bienio de estu gia Pastoral, de la Sociografía Religio
dios realizados en este Instituto Pasto sa y de la Estadística que llaman Pas
ral, para la consecución en ellas de los toral, dirección espiritual de los indi
grados académicos, y que, consiguien viduos y de las colectividades, de la
temente, consideren las materias desa Pedagogía y Psicología pedagógica, de
rrolladas por los alumnos del Instituto la Medicina y, finalmente de la Psiquia
Pastoral, como disciplinas auxiliares y tría Pastoral. En el mismo Instituto
especiales, conforme a la norma del se tendrán, por último, especiales es
art. 27 de las Disposiciones anexas a la cuelas de aplicación, como suelen lla
Constitución Apostólica “ Deus scien- marse, o sea escuelas mediante las cua
tiarum jDominus” l14L Igualmente decre les son formados eficientemente los
tamos que las mismas Facultades Teo sacerdotes aptos a desarrollar el apos
lógicas puedan otorgar Láurea en Sa tolado en las diversas obras especiali
grada Teología con el título de especia- zadas, como publicación de libros y
lización para la enseñanza pastoral a revistas, orientación de la opinión pú
los alumnos que hayan frecuentado, al blica, espectáculos, acción social, aso
menos por un bienio, todas las disci ciación católica, asistencia a las diver
plinas de este Instituto Pastoral, según sas categorías de ciudadanos* especial
las normas que serán dadas por la mente, a los obreros, agricultores, pas
Sagrada Congregación de Seminarios y tores, navegantes, militares, profesio
Universidades, siempre que ellos posean nales, responsables de la vida social,
los requisitos prescritos para la conse artistas y otros semejantes.
cución de grados académicos.
10. Centro de orientación. Y para
8. Los cursos propedéuticos de pas que el trabajo y el estudio del Instituto
toral. El mismo Instituto Pastoral des Pastoral produzcan ricos frutos tam
arrollará para los alumnos de las cien bién para los Sacerdotes que ya están
cias sagradas, los cursos propedéuticos dedicados a la cura de almas, decreta
ya prescritos por el citado canon 1365, mos que el mencionado Instituto se una
§ 3. Por ello el Instituto será un verda estrechamente, siempre bajo la autori
dero y aptísimo complemento de las dad y vigilancia de ¡a Sagrada Congre
Facultades, de los Seminarios y de los gación del Concilio, así como también
Convictorios Eclesiásticos, como tam de las Sagradas Congregaciones de Reli
[14] ¡ Pió XI, Const. Apost. Deus scientiarum en ¡esta , Colección: Éncicl. 155,. pág,.. 1332-13,36.;.
Dómiims, 24-V-1931; A. A. S, 23 (1931) 241-216;
2250 E n cíclicas óél PP. P ío XII (1958) 230, 10
P I O PP. X I I
Venerables Hermanos y amados hijos, salud y Bendición Apostólica
bién todos los Obispos están siempre del Apóstol S an P edro. Es por demás
obligados a prestar adhesión y sumisión conocida la solemne definición del Con
con el servicio de la obediencia y con el cilio Vaticano: Fundándose en los testi
vínculo de la unión^14\ monios claros de la Sagrada Escritura,
19. Consagraciones válidas, grave y en plena armonía con precisos y
mente ilícitas. Y los actos que pertene explícitos decretos, ya de nuestros Pre
cen a la potestad del Orden sagrado, decesores, los Romanos Pontífices, ya
realizados por dichos eclesiásticos, aun de los Concilios Generales, renovamos
que sean válidos, suponiendo que haya la definición del Concilio ecuménico de
sido válida la consagración que se les Florencia, según el cual, todos los fieles
quiere conferir, son gravemente ilícitos, deben creer “ que la Santa Sede Apostó
es decir, pecaminosos y sacrilegos. Vie lica y el Romano Pontífice ejercen el
nen muy a propósito las palabras de Primado en todo el mundo; que el mis
amonestación pronunciadas por el Di mo Romano Pontífice es el sucesor de
vino Maestro: Quien no entra en el San Pedro, Príncipe de los Apóstoles y
redil por la puerta, sino que sube por el verdadero vicario de Cristo, y es la
otra parte, es un ladrón y un asesi- Cabeza de toda la Iglesia, el padre y el
no<15).; las ovejas reconocen la voz de doctor de los Cristianos; que a él, en la
su verdadero pastor y lo siguen dócil persona de San Pedro, le ha confiado
mente, pero no van tras de un extraño Nuestro Señor Jesucristo la plena po
sino que huyen de él: porque no reco testad de apacentar, regir y gobernar
nocen la voz de los extraños<16). la Iglesia universal” . Por tanto, enseña
mos y declaramos que la Iglesia Roma
3. Dos falsos conceptos. na, por disposición divina, posee la po
a) La práctica antigua. testad ordinaria de primario sobre todas
las demás, y que tal poder de jurisdic
20. No cabe recurrir a la disciplina
ción del Romano Pontífice, de carácter
antigua: sólo es válida la actual: el
verdaderamente episcopal, es inmedia
C on cilio del Vaticano. Por desgracia,
to; y que los pastores y los fieles de
bien sabemos que para legitimar sus
cualquer rito y dignidad, sea que se
usurpaciones, apelan estos rebeldes a
tomen en su conjunto o cada uno en
la práctica seguida en siglos pasados;
particular, están obligados al deber de
pero todos ven muy bien a donde iría
subordinación jerárquica y de obedien
a parar la disciplina eclesiástica si, en
cia verdadera para con ella, no sólo en
una o en otra cuestión, fuera lícito a
las cosas de la fe y de la moral, sino en
cualquiera, atenerse a disposiciones o
las que se refieren a la disciplina y al
costumbres que ya no están en vigor,
gobierno de la Iglesia, difundida por el
puesto que la suprema autoridad ecle
mundo entero; de esta suerte la Iglesia,
siástica hace tiempo que determinó di
conservando la unidad de la comunión
versamente. Más aún, el mismo hecho y de la fe con el Romano Pontífice, lle
de apelar a una disciplina diversa, lejos
ga a ser un sólo rebaño bajo un único
de excusar su conducta, es una prueba pastor supremo. Esta es la enseñanza
de su voluntad de sustraerse delibera de la verdad católica de la cual nadie
damente a la disciplina vigente y que puede apartarse sin perder la fe y la
están obligados a seguir: disciplina que salvación^17).
vale no solamente para China y para
los territorios recientemente evangeli 21. Sólo con el beneplácito del R o
zados, sino para toda la Iglesia; disci m ano P on tífice se pueden consagrar
plina que ha sido sancionada en virtud Obispos. De cuanto hemos expuesto,
de la potestad suprema y universal de se sigue, que ninguna otra autoridad
apacentar, de regir y de gobernar que que no sea la del Pastor Supremo, pue
confirió nuestro Señor a los Sucesores de revocar la institución canónica con-
(14) P ío X I I , Encíclica A d S in a r u m G en tem , (16) Juan 10, 5.
7-X-1954; A. A. S. 47 (1955) 9; en esta Colección: (17) C o n c ilio V a tica n o , Sesión IV, cap. 3 (Coll.
Encícl. 215, pág. 2049. Lac. VII, 484; Denz.-Umb. nrs. 1826-1827).
(15) Juan 10, 1.
231, 22-24 E n cíc lic a “ A d A postoloru m P rincipis ” 2259
3 3 2
base sólida y segura, se derrumba; toda a una condición más decorosa solucio
inteligencia que no sea iluminada por nando felizmente los problemas socia
la luz divina, más o menos se aleja de les; de este modo aporta una valiosí
la plenitud de la verdad; surgen, au sima contribución al buen orden y a la
mentan y crecen las discordias si la justicia, aún, cuando la Religión cris
caridad fraternal no efervoriza a los tiana no haya sido instituida única
ciudadanos, a los pueblos y a las na mente para procurar y acrecentar las
ciones. comodidades de la vida.
cionetf sufre graves vejámenes; los fie Sede, elegir y consagrar a los Obispos
les y los ministros del culto, aunque no destinados a gobernar legítimamente
con palabras, pero sí con hechos, se el pueblo cristiano; y esto sucede con
plantean el siguiente dilema o abste gravísimo perjuicio de los fieles, como
nerse de profesar y difundir pública si la Iglesia católica fuese una cosa
mente la fe, o sufrir muy graves daños. interna de una sola nación y dependien
Muchos Obispos han sido ya expulsa te de la autoridad civil y no una insti
dos de sus sedes, impedidos en el ejer tución divina destinada a acoger a to
cicio libre de su ministerio, encarcela dos los pueblos.
dos o desterrados. En una palabra, se
tiende a realizar temerariamente aque 10. H eroica constancia y fidelidad
lla palabra: Heriré al pastor y se dis de los cristianos. A pesar de tan graves
persarán las ov eja s^ . y dolorosas angustias hay, sin embar
go, algo que la mayor parte de los
8. Prensa, escuela y m isiones des fieles de rito latino y oriental perma
truidas. Además, casi todos los diarios, necen adictos con todas sus fuerzas a la
revistas y publicaciones católicas han fe de sus mayores, aun viéndose priva
quedado reducidas al silencio, como si dos de las ayudas espirituales que sus
la verdad fuese de exclusivo dominio y Pastores pudieran administrarles si no
arbitrio de quien manda, y como si las estuvieran impedidos. Continúen, pues,
ciencias divinas y humanas, y las artes con valor y pongan toda su esperanza
liberales no tuviesen el derecho de ser en Aquel que conoce el llanto y los
libres para poder florecer en provecho sufrimientos de quien sufre por la jus
del bien público. ticia3
(4)5
. El no tardará en cumplir su
Las escuelas abiertas en otro tiempo p r o m e s a y consolará finalmente a
por los católicos, están abolidas y pro sus hijos con el justo premio.
hibidas; en su lugar se han abierto
otras que no imparten noción alguna 11. Exhorta a la unidad salvadora.
de Dios y de religión, o proclaman y Con paternal afecto exhortamos, ade
difunden máximas del ateísmo, cosa más, y de modo particular, a aquellos
que muy frecuentemente sucede. Venerables Hermanos y Amados Hijos
Nuestros que son empujados de tantos
Los misioneros que, habiendo aban modos — aun con engaño e insidia— a
donado la casa y la dulce tierra natal, abandonar la sólida, firme y constante
habían soportado numerosos y graves unión con la Iglesia y la estrechísima
trabajos para dar a otros la luz y fidelidad a esta Sede Apostólica, sin la
fuerza del Evangelio, han sido expul cual tal unidad es acechada y atacada
sados de tantas regiones com o indivi con engañosas opiniones y con todas
duos nocivos y peligrosos; de tal modo, las artimañas posibles. Pero recuerden
el clero, que ha quedado reducido en todos que la Iglesia, Cuerpo místico de
número ante la extensión territorial, y J esucristo, debe estar f(compaginado y
a menudo vigilado y perseguido, no unido en todas sus partes según la ope
puede satisfacer todas las exigencias ración proporcionada a cada miem-
de los fieles. b r o hasta que nos reunamos todos
en la unidad de la fe y en el conoci
9. El N acionalism o con cu lca los dere miento del Hijo de Dios, com o en un
chos de la S. Sede, eligiendo “ obispos” hombre perfecto, en la medida de la
y persiguiendo al clero. Con dolor plena edad de CristoW de quien el
vemos pisotearse a veces los derechos Romano Pontífice, como sucesor de
de la Iglesia, a la cual compete, sola Pedro, es, por divina disposición, Vi
mente bajo el mandato de la Santa4 3 cario en la tierra.
(3) Mat. 26, 31; Zacarías 13, 7. (6) Efesios 4, 16.
(4) Mat. 5, 10. (7) Efesios 4, 13.
(5) II Pedro 3, 0.
2264 E n cíclicas del PP. P ío XII (1958) 232, 1 2 4 4
12. Palabras de San Cipriano sobre pudiendo de ningún modo o con grande
la unión con la Iglesia y con Roma. dificultad, comunicarse con la Sede 455
Recuerden y mediten las prudentísimas Apostólica, se encuentran en grandes
palabras de San Cipriano Obispo y peligros y tienen que superar muchos
Mártir: El Señor habla así a San Pedro: obstáculos e insidias. Confíen, sin em
“ Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre bargo, en la ayuda divina y no cesen
esta Piedra edificaré mi Iglesia” ^ . So de invocarla con fervorosas súplicas.
bre él solamente se edifica la Iglesia... Y recuerden que todos los perseguido
Esta unidad debe ser firmemente con res de la Iglesia — lo enseña la histo
servada y defendida especialmente por ria— pasaron como una sombra, mien
nosotros, los Obispos que gobernamos tras el sol de la verdad divina nunca
en la Iglesia... También Ella es una y jamás se pone, porque la palabra de
se extiende ampliamente a una gran Dios puede ser combatida, pero no ven
multitud con el continuo aumento de cida, porque toma sus fuerzas no de
su fecundidad; del mismo modo que los hombres, sino de Dios. Más aún,
los rayos del sol son muchos, pero una no cabe duda de que ella debe ser mar
sola es la luz; y muchas las ramas del tirizada en el transcurso de los siglos,
árbol, mas uno el tronco que se arraiga por las persecuciones, divergencias, ca
en el terreno con poderosas raíces; y lumnias, como sucedió con su divino
cuando de una sola fuente dimanan Fundador, según la profecía: Si me has
diversas corrientes de agua, aunque pa perseguido a Mí, os perseguirán tam-
rezca que su número se ramifica por la bién a vosotros^10) ; pero es igualmente
abundancia de agua, que brota, sin cierto que ella, en fin de cuentas, así
embargo una sola es la fuente. Puedes como triunfó Cristo Nuestro Redentor,
arrancar un rayo de sol, pero la unidad obtendrá sobre todos sus enemigos uña
de la luz no se divide; puedes cortar victoria pacífica. Confiad, pues, y Sed
del árbol una rama, pero quedando ro fuertes y constantes. Os exhortamos
to, no podrá germinar; interrumpe un con las palabras de San Ignacio , afin
arrogúelo que viene de la fuente y se que seguros estamos que no tenéis ne
secará. Así también la Iglesia, inundada cesidad de exhortaciones: Sed gratos a
por la luz divina, envía sus rayos por Aquel por el cual combatís... Ninguno
todo el universo; pero es un solo es de vosotros ha de ser un desertor. Vues
plendor el que por doquiera se difunde; tro Bautismo ha de ser como un arma,
y la unidad del organismo no se divide. la fe como un yelmo, la caridad como
Ella extiende sus ramas sobre la tierra una lanza, la paciencia como una arma
con exuberante riqueza, hace correr dura completa. Vuestras obras han de
por doquier abundantes riachuelos; pe ser vuestros tesoros, para que merezcáis
ro uno solo es el tronco, una sola la una digna recompensa^n >.8 9
fuente. ...Y no puede tener a Dios por
Padre, quien no tiene a la Iglesia por 14. San Ambrosio exhorta a la for
madre... Quien no conserva esta unidad, taleza y la esperanza en el triupfQ.
no conserva la ley de Dios, quien no Además, que las bellísimas palabras de
mantiene la del Padre y la del Hijo, no San Ambrosio Obispo os den una se
tiene vida ni salvación(9>. gura esperanza y una fortaleza inven
cible: Empuña el timón de la Fe, para
13. Después de la lucha heroica, la que las tempestuosas borrascas de este
victoria de la Iglesia es segura; pala mundo no te hagan zozobrar. Es verdad
bra de San Ignacio, mártir. Estas pa que el mar es vasto e inmenso, pero no
labras del Santo Obispo mártir, serán temas porque El la fundó sobre los
de consuelo, de exhortación, de defen mares y la consolidó sobre los ríos. No
sa especialmente para aquellos que, no89 sin razón, pues, la Iglesia del Señor
(8) Ver Mat. 16, 18. (10) Juan 15, 20. ...
(9) S . C ip r ia n o , D e U n itaie E ccle s ic c, IV, V, (11) S an I g n a c io , Ad Pol. 2 (Migue P.G!, 5, tcol.
VI (Migne P.L. 4, col. 513, 514, 516-520). 723-726).
¿$2?;!15-18 E n cíc lic a “ M eminisse iu v a t ” __________________ 2265
P I O PP. X
Venerables Hermanos: Salud y Bendición apostólica:
— 2271 —
2272 A pén d ice : E n cíclica del PP. P ío X (1910) 233, 3-5
hiendo sido preciso, para que Nos deci- una pregunta o por un sarcasmo, para
diéramos a hacerlo, que vuestras preo confesar su fe denodada y arrogante
cupaciones vinieran a juntarse a las mente. Estos eran los buenos tiempos
nuestras; porque Nos amamos a la va de “ Le Sillón” , éste su lado bueno, que
liente juventud, alistada bajo la ban explica los alientos y las aprobaciones
dera de “ Le Sillón” , y la creemos, por que ni el Episcopado ni la Santa Sede
muchos conceptos, digna de elogio y le regatearon, mientras este fervor re
admiración. Amamos a sus jefes, en ligioso pudo velar el verdadero carác
quienes Nos complacemos en reconocer ter del movimiento sillonista.
espíritus elevados, superiores a las pa
siones vulgares y animados del más 4. Las desviaciones doctrinarias del
noble entusiasmo por el bien. Vosotros movimiento por falta de formación.
los habéis visto, Venerables Hermanos, Porque hay que decirlo, Venerables
penetrados de un afecto vivísimo de Hermanos: nuestras esperanzas se han
fraternidad humana, ir al encuentro de visto en gran parte defraudadas. Llegó
los que trabajan y padecen, para sa un día en que “ Le Sillón” descubrió,
carlos de la miseria y sostenidos en su para ojos perspicaces, algunas tenden
sacrificio por el amor a Jesucristo y cias alarmantes. “ Le Sillón” se extra
por la práctica ejemplar de la Reli viaba. ¿Podía suceder otra cosa? Sus
gión. fundadores, jóvenes, entusiastas y lle
nos de confianza en sí mismos, no
2. El aspecto encomiable y vitupera estaban bastante pertrechados de cien
ble de “ Le Sillón” cia histórica, de sana filosofía y de
teología sólida ni para afrontar sin pe
3. Origen y buena obra que realizó ligro los difíciles problemas sociales a
“ Le Sillón” . Era el día de la memorable que los arrastraba su actitud y su cora
Encíclica que publicó Nuestro Predece zón, ni para precaverse, en el terreno
sor, de feliz memoria, L eón XIII, sobre de la doctrina y de la obediencia, con
la condición de los obreros (Rerum No- tra las infiltraciones liberales y pro
varum). La Iglesia, por boca de su testantes.
Cabeza suprema, había vertido sobre
los humildes y pequeños todas las ter
5. El Papa llama la atención a sa
nuras de su corazón maternal, y parecía
cerdotes, seminaristas y fieles. No les
que con vivas ansias convocaba cam
faltaron consejos; a los consejos suce
peones, cada día más numerosos, de la
dieron los avisos; pero hemos tenido el
restauración de la justicia y del orden
sentimiento de ver que avisos y repren
en nuestra sociedad perturbada. ¿No
siones se deslizaban sobre sus almas
es verdad que los fundadores de “ Le
escurridizas sin producir resultado. Las
Sillón” venían en la ocasión propicia a
cosas han llegado a tal extremo, que
poner muchedumbres de jóvenes y cre
haríamos traición a Nuestro deber si
yentes al servicio de la Iglesia para
guardáramos silencio por más tiempo.
ayudarla a realizar sus deseos y espe
Tenemos obligación de decir la verdad
ranzas? Y en realidad de verdad “ Le a nuestros queridos hijos de “ Le Si
Sillón” enarboló entre las clases obre llón” , a quienes un generoso ardor ha
ras el estandarte de Jesucristo, el sig llevado a un camino tan errado como
no de salvación para los individuos y peligroso. Tenemos obligación de de
las naciones, alimentando su actividad cirla a los muchísimos seminaristas y
social en las fuentes de la gracia, impo sacerdotes que “ Le Sillón” ha aparta
niendo el respeto de la Religión a las do, si no de la autoridad, por lo me
gentes menos favorables, acostumbran nos de la dirección e influencia de los
do a los ignorantes y a los impíos a Obispos; tenemos obligación de decir
oír hablar de Dios, y a menudo, en con la, finalmente, a la Iglesia, dentro de
ferencias de controversia, ante un audi la cual “ Le Sillón” siembra la discordia
torio hostil, surgiendo, excitado por y cuyos intereses compromete.
233, 6-9 C a r t a “ N otre c h ar ge apo sto liq u e ’ 2273
sobre la condición de los obreros, ¿no grado miembros, que consolar a un des
afirma claramente la posibilidad de graciado es hacer bien al mismo J e s u
restaurar la justicia en las organizacio c r i s t o . Todo otro amor es ilusión o
cracia cuyas doctrinas son erróneas. ral que la católica, iba proclamando
Este es el caso de “ Le Sillón” , el cual, que la democracia sería católica o no
comprometiendo la Iglesia en una for sería. Mas llegó un momento en que,
ma especial de gobierno, divide a los mudando de parecer, dejó a cada cual
católicos, arranca a la juventud y aún su religión o filosofía y hasta él mismo
a los sacerdotes y seminaristas de la cesó de llamarse católico, sustituyendo
acción simplemente católica y gasta sin aquella su fórmula: “ La democracia
ningún provecho las fuerzas vivas de será católica1” con esta otra: “ La demo
una parte de la nación. cracia no será anticatólica” , como tam
poco por lo demás antijudía o antibu
b) por prescindir de la Religión dista. Esta fue la época del más gran
de “ Le Sillón” . Convocados para la
29. El “ sillonista” prescinde prácti construcción de la sociedad futura todas
camente de su Religión y proclamán los obreros de todas las religiones, o de
dose católico no defiende su catoli todas las sectas, no se les puso más
cismo. Y ved, Venerables Hermanos, exigencia que abrazar el mismo ideal
una sorprendente contradicción: preci social, respetar todas las creencias y
samente invocando el principio de que aportar alguna porción de fuerzas m o
la Religión debe dominar sobre todos rales. Es verdad que se decía: “ Los
los partidos, se abstiene “ Le Sillón” de jefes de “ Le Sillón” anteponen a todas
defender la Iglesia combatida. No es las cosas su fe religiosa. ¿Pero pueden
ésta, en verdad, la que a la arena po acaso quitar a los demás el derecho de
lítica ha descendido; antes bien la han sacar la energía moral, de donde pue
arrastrado a ella para mutilarla y des dan? En compensación quieren que los
pojarla. Y siendo esto así, ¿no deben demás respeten en ellos el derecho de
los católicos usar de las armas políti sacarla de su fe religiosa. Por consi
cas que tienen en sus manos para de guiente, piden a todos los que quieran
fenderla, y también para obligar a la transformar la sociedad presente, a la
política a mantenerse en su terreno y manera democrática, que no se repelen
no ocuparse con la Iglesia más que mutuamente por causa de las convic
para darle lo que es debido. Pues bien; ciones filosóficas o religiosas que pue
a vista de las tropelías que se perpe dan separarlos, sino que vayan mano
tran contra la Iglesia, se ve frecuente a mano, no renunciando a sus convic
mente con dolor a los “ sillonistas” cru ciones, sino ensayando en el terreno de
zarse de brazos, si no les tiene cuenta las realidades prácticas la prueba de
el defenderla, véseles dictar o sostener las excelencias de sus convicciones per
un programa que por ningún lado, ni sonales. Tal vez en este terreno de la
en ningún grado, descubre al católico, emulación entre almas pertenecientes
sin que esto sea obstáculo para que a diferentes escuelas religiosas o filosó
esos mismos hombres confiesen su fe ficas, podrá realizarse la unión” ^°>.
en plena lucha política, al golpe de Se declaró al mismo tiempo: (¿cómo
alguna provocación, dando así a en podrá esto realizarse?), que el peque
tender que hay dos hombres en el “ si- ño “ Le Sillón” católico será el alma del
llonista” : el individuo que es católico, gran “ Le Sillón” cosmopolita.
y el “ sillonista” , el hombre de acción,
que es neutro.3 1
0 “ Surcos” democráticos independien
tes para cada religión y secta. Recien
30. “ El más grande Surco” como temente ha desaparecido el nombre del
unión moral de todas las religiones y “ más grande Le Sillón” y se ha intro
sectas, con total independencia de la ducido una nueva organización, sin
Religión. Hubo un tiempo en que Le modificar, antes muy al contrario, el
624 Sillón, como tal, era formalmente ca espíritu y fondo de las cosas, “ para
tólico. No conociendo más fuerza mo- poner orden en el trabajo y organizar 625
(10) Marc Sangnicr, Discurso en Rouen, 1907.
2282 A pén d ice : E n cíc lic a del PP. P ío X (1910) 233, 31-32
las diversas fuerzas de acción. “ Le Si sas, como los miembros de un cuerpo,
llón” sigue siendo un alma, un espíritu, hasta sus últimas extremidades, reci
que se mezclará entre los grupos y les ben su forma del principio vital que
comunicará su actividad” . Y se ruega a los anima.
todas las nuevas agrupaciones, conver
tidas aparentemente en autónomas, ca 32. La “ Junta Democrática de Ac
tólicas, protestantes y librepensadoras, ción Social” propicia una imposible y
que pongan mano a la obra. peligrosa mezcolanza de religiones y
“ Los compañeros católicos trabaja convicciones. Esto supuesto, ¿qué hay
rán juntos en una organización especial que pensar de la mezcolanza de los
para instruirse y educarse. Los demó jóvenes católicos con herejes e incré
cratas protestantes y librepensadores dulos de toda laya en una obra de esa
harán por su parte lo propio. Y todos, naturaleza? ¿No será para esos jóvenes
católicos, protestantes, y librepensado mil veces más peligrosa que una aso
res, tomarán a pecho armar la juven ciación neutra? ¿Qué pensar de esa
tud, no para una lucha fratricida, sino convocación de todos los heterodoxos
para una generosa emulación en el e incrédulos a aquilatar la excelencia
terreno de las virtudes sociales y cí de sus convicciones en el terreno social,
vicas” í11). en una especie de concurso apologé
tico, como si este concurso no tuviese
c) por pretender establecer una ya diecinueve siglos de duración, en
justicia fuera de la Religión condiciones menos peligrosas para la
fe de los fieles y en honra cabal de la
31. La civilización supone la moral, Iglesia católica? ¿Qué pensar de ese
y la moral, Religión; por eso en las respeto a todos los errores y de la
realidades prácticas importa la con extraña invitación, con que un católico
vicción religiosa. Estas declaraciones anima a todos los disidentes a fortale
y esta nueva organización de la acción cer sus convicciones por el estudio y
“ sillonista” sugieren muy graves re convertirlas en manantiales siempre
flexiones. más abundantes de nuevas fuerzas?
He aquí, fundada por católicos, una ¿Qué pensar de una asociación en la
asociación interconfesional para traba que todas las religiones, y el mismo
jar en la reforma de la civilización, librepensamiento, pueden manifestarse
obra en primer término religiosa, pues paladinamente y a sus anchas? Porque
es verdad demostrada y hecho histó los “ sillonistas” , que en las conferen
rico, que no hay verdadera civilización cias públicas y en otras partes procla
sin civilización moral, ni civilización man arrogantemente su fe individual,
moral sin Religión verdadera, de suerte no pretenden, a la verdad, cerrar la
que es vano pretexto el de los nuevos boca a los demás, ni impedir al protes
“ sillonistas” cuando alegan que traba tante que ostente su protestantismo,
jarán únicamente “ en el terreno de las ni el escéptico su escepticismo. ¿Qué
realidades prácticas” , donde nada im pensar, en fin, de un católico que, al
porta la diversidad de creencias, tanto entrar en el círculo de estudios, deja a
más que tan persuadido está su jefe de la puerta su catolicismo para no asus
la influencia de las convicciones del tar a los compañeros, que soñando en
entendimiento sobre el resultado de la una acción social desinteresada, se
acción, que invita a todos, sin distin oponen a asirse de ella para el triunfo
ción de religiones, a “ experimentar en de intereses, de banderías, y aun de
el terreno de las realidades prácticas convicciones, sean las que fueren? Tal
la excelencia de sus convicciones reli es la profesión de fe de la nueva Junta
giosas personales” . Y con razón, por Democrática de Acción Social, que ha
que las realizaciones prácticas revisten heredado la parte más importante del
el carácter de las convicciones religio programa de la antigua organización,
(11) Marc Sangnier, Discurso de París, Mayo de 1910.
233, 33-35 C a r t a “ N o tr e c h ar ge a postoliqu e ” 2283
y que, según ella misma dice: “ desha de que olviden lo que los divide, es a
ciendo el equívoco mantenido alrede- saber, sus convicciones religiosas y
dedor del más grande “ Le Sillón” , tanto filosóficas, y de que se pongan en co
en las esferas reaccionarias como en mún lo que los une, esto es, un gene
las anticlericales” , está abierta a todos roso idealismo y fuerzas tomadas de
los hombres “ respetuosos con las fuer donde puedan. Cuando se piensa en las
zas morales y religiosas, y convencidos fuerzas, en la ciencia, en las virtudes
de que no es posible ninguna emancipa que han sido menester para la funda
ción social verdadera sin el fermento ción de la sociedad cristiana, cuales
de un generoso idealismo fueron los padecimientos de millones
de mártires, las luces de los Padres y
33. No quieren que la acción social doctores de la Iglesia, la abnegación
“ sillonista” aproveche a la Iglesia, en de todos los héroes de la caridad, una
cambio ésta ayuda a aquélla. ¡Oh sí!, poderosa jerarquía nacida en el cielo,
el equívoco está deshecho; la acción torrentes de gracia divina y todo ello
social de “ Le Sillón” ya no es católica; edificado, unido, compenetrado por la
el “ sillonista” , como tal, no trabaja vida y el espíritu de Jesucristo, la
por una bandería, y “ de las simpatías sabiduría de Dios, el Verbo hecho
que su acción por ventura despierte, la hombre; cuando se piensa, decimos, en
Iglesia, él mismo es quien lo dice, no todo esto, asusta ver a los nuevos após
podrá sacar ningún provecho” . ¡Insi toles obstinados en hacer cosa mejor
nuación a la verdad extraña! Témese con un vago idealismo y las virtudes
que la Iglesia pueda aprovecharse de cívicas. ¿Qué van a producir? ¿Qué
la acción social de “ Le Sillón” con fin es lo que va a salir de esa colabora
egoísta e interesado, como si todo lo ción? Una construcción puramente
que aprovecha a la Iglesia no aprove verbalista y quimérica, donde espejea
chara a la humanidad. ¡Extraña confu rán revueltas y en confusión seductora,
sión de ideas! ¡La Iglesia, según esto, las palabras de libertad, justicia, fra
se aprovecharía de la acción social, ternidad y amor, de igualdad y exalta
como si los más ilustres economistas ción del hombre, todo ello fundado en
no hubiesen reconocido y demostrado, una dignidad humana mal entendida;
que es la acción social la que, para ser una agitación tumultuosa, estéril para
sólida y fecunda, debe beneficiarse de el fin propuesto, provechosa para los
la Iglesia! agitadores de masas menos utopistas.
Verdaderamente se puede afirmar que
“ Le Sillón” , al poner los ojos en una
d) por aliarse en su obra a gente
quimera, hace escolta al socialismo.
de las doctrinas más hetero
géneas
35. El “ Sillonismo” pretende ser una
34. Constituye una quimérica em nueva religión. Cosa peor tenemos to
presa reemplazar con un vago idealis davía. El resultado de esa promiscua
mo y virtud cívica la obra inmortal de colaboración, el beneficiario de esta
la Iglesia. Pero más extrañas todavía, acción social cosmopolita, no puede
espantosas y aflictivas a la vez, son la ser más que una democracia que no
audacia y levedad de hombres que, será ni católica, ni protestante, ni ju
llamándose católicos, sueñan con refun día; una religión (pues el “ sillonismo” ,
dir la sociedad en las condiciones di según han dicho sus jefes, es una reli
chas y establecer sobre la tierra, por gión) más universal que la Iglesia Ca
encima de la Iglesia católica, “ el reina tólica, y que reúna a todos los hombres
do de la justicia y del amor” , con hechos a la postre hermanos y compa
obreros venidos de todas partes, de ñeros en “ el reino de Dios” . “ No se
todas las religiones o faltos de religión, trabaja para la Iglesia; se trabaja para
con creencias o sin ellas, a condición la humanidad” .
2284 A pé n d ice : E n cíc lic a del PP. P ío X (1910) 233, 36-38
cortar un miembro para salvar el cuer- mente deseamos que a este fin os inte
po<17). En fin, lejos de anunciar para la reséis activamente en la organización
sociedad futura el reinado de una feli de la sociedad. Con este fin, en tanto
cidad ideal, de donde estuviera el dolor que vuestros sacerdotes se entregarán
desterrado, trazó con la palabra y el con celo a la santificación de las almas,
ejemplo el camino de la felicidad posi a la defensa de la Iglesia y a las obras
ble en la tierra y de la bienaventuranza de caridad propiamente dichas, escoge
perfecta en el cielo: el camino real de la réis algunos de ellos activos y de espí
Santa Cruz. Enseñanzas son éstas que ritu poderoso, provistos de los grados
sería error aplicar únicamente a la vida de doctores en filosofía y teología, per
individual en orden a la salvación eter fectamente instruidos en la historia de 631
na, pues son también eminentemente la civilización antigua y moderna, y los
sociales y nos muestran en Nuestro dedicaréis a los estudios menos eleva
dos y más prácticos de la ciencia social
Señor J e s u c r i s t o algo más que huma
nitarismo sin consistencia y sin auto papa ponerlos, en tiempo oportuno, al
ridad. frente de las obras de acción católica.
Mas cuiden esos sacerdotes de no dejar
C o n c l u s ió n : se extraviar en el dédalo de las opinio
nes contemporáneas por el espejismo
Exhortación del Papa
de una falsa democracia; no tomen de
1. A los obispos, sacerdotes y jóvenes la retórica de los peores enemigos de
de Francia la Iglesia y del pueblo un lenguaje en
fático lleno de promesas tan sonoras
39. Misión de ios obispos, recordar como irrealizables; persuádanse que la
los deberes. Vosotros, Venerables Her cuestión social y la ciencia social no
manos, proseguid activamente la obra nacieron ayer; que en todas las edades
del Salvador de los hombres con la la Iglesia y el Estado concertados feliz
imitación de su mansedumbre y de su mente suscitaron para el bienestar de
energía. Inclinaos a todas las miserias, la sociedad organizaciones fecundas;
ningún dolor escape a vuestra solicitud que la Iglesia que jamás ha traicionado
pastoral, ninguna queja os halle indi la felicidad del pueblo con alianzas
ferente. Pero predicad también deno comprometedoras, m o tiene que desli
dadamente a grandes y pequeños sus garse de lo pasado, antes le basta anu-
deberes; a vosotros toca formar la con dar, con el concurso de los verdaderos
ciencia del pueblo y de los poderes obreros de la restauración social, los
públicos. La cuestión social estará muy
organismos rotos por la revolución, y
cerca de su solución cuando unos y
adaptarlos, con el mismo espíritu cris
otros, menos exigentes de sus derechos,
tiano de que estuvieron animados, a1
cumplan exactamente sus deberes.
nuevo medio creado por la evolución
material de la sociedad contemporánea,
Dediquen sacerdotes al estudio de
porque los verdaderos amigos del pue
la ciencia social y la solución de sus
blo no son ni revolucionarios ni inno
problemas. Además, com o en el con
vadores, sino tradicionalistas.
flicto de intereses, y especialmente en la
lucha con las fuerzas de los malos, ni la
virtud ni aun la santidad bastan siem Llamado a la juventud “ sillonista” .
pre a asegurar al hombre el pan de A esta obra eminentemente digna de
cada día, y como el rodaje social debe vuestro celo pastoral deseamos que la
ordenarse de suerte que con su juego juventud de “ Le Sillón", no sólo no
natural paralice los esfuerzos de los ponga obstáculo alguno, sino que, des
malvados y haga asequible a todos los arraigada de sus errores, aporte en el
hombres de buena voluntad su parte orden y sumisión convenientes su leal
legítima de felicidad terrena, ardiente y eficaz concurso.
Í17J Ver Mat. 18, 8-9.
2286 A pé n d ice : E n cíc lic a del PP. P ío X (1910) 233, 41
(1) Ver Código de Derecho Canónico, Can. 107. (2) Ver Cód. Dcr. Can., can. 626-631; 454, § 5.
234* 8-11 A l o c u c ió n : “ A nnus sacer ” 2289
8 . Los religiosos exentos están tam afirmar que el estado clerical, en cuan
bién sometidos al Obispo en ciertos to tal y porque procede de derecho
aspectos y en todo al Papa. Por otra divino, por su naturaleza o al menos
parte, la exención de las órdenes reli por cierto postulado que deriva de su
giosas tampoco se opone a los princi naturaleza, exige que sus miembros
pios de la constitución dada por Dios guarden los consejos evangélicos y que
a la Iglesia ni repugna en modo alguno por ello debe o puede llamarse estado
a la ley según la cual el sacerdote debe de (adquisición de la) perfección evan
obedecer al Obispo. Porque según las gélica. Así, pues, el clérigo no está
normas del derecho canónico, los re obligado, en virtud del derecho divino,
ligiosos exentos están sometidos al po a los consejos evangélicos de pobreza,
der del Obispo del lugar, en la medida castidad y obediencia, y, sobre todo,
en que lo requiera el cumplimiento del no está sujeto a ellos de igual modo
oficio episcopal y la recta ordenación y por igual razón por la que tal obli
de la cura de almas. Y aun haciendo gación nace en quienes escogen el esta
caso omiso de esto, en las discusiones do religioso, de los votos llamados
que en los últimos decenios se han públicos. Esto no impide que espontá
tenido sobre la exención acaso no se neamente y en privado, el clérigo acep
ha advertido bastante que los religio te tales vínculos. De igual manera, el
sos exentos, también por prescripción hecho de que los sacerdotes de rito la
del derecho canónico, están siempre y tino estén obligados al sagrado celibato
dondequiera sometidos a la potestad no destruye ni atenúa la diferencia
del Romano Pontífice, como supremo entre el estado clerical y el religioso.
moderador, al que tienen obligación de Y el clérigo regular no porque es clé
obedecer aun en virtud del voto de rigo, sino porque es regular, profesa la
obediencia^. Ahora bien, el Sumo Pon condición y estado de perfección evan
tífice, lo mismo que sobre toda la Igle gélica.
sia, tiene jurisdicción ordinaria e inme
diata en cada una de las diócesis y so 11. Los Institutos Seculares observan
bre cada uno de los fieles. Por lo tanto,los consejos evangélicos por ser tales*
consta que a la ley primaria dada por no por ser, tal vez, clericales. Y si Nos,
Dios, en virtud de la cual deben some por medio de la Constitución Apostó
terse los clérigos y laicos a la autoridad
lica “ Próvida Mater Ecclesia” (é\ orde
del Obispo ya han obedecido de sobra
namos que también la forma de vida
también los religiosos exentos, en cuan
que siguen los Institutos Seculares debe
to a ellos incumba, y, de este modo, el
clero de ambas milicias responde con ser equiparada en el juicio público al
igual sumisión a la voluntad y mandato estado de perfección evangélica, por
de Cristo. que sus socios se comprometen en
cierto modo a la observancia de los
II. - Los CONSEJOS EVANGÉLICOS Y LOS consejos evangélicos, tampoco esto
CLÉRIGOS SECULARES Y REGULARES contradice en modo alguno a la doctri
9. Un nuevo aspecto discutido: la na que acabamos de exponer. Porque
perfección. Con lo que acabamos de nada obsta a que los clérigos se reúnan
decir se enlaza otra cuestión que ahora en Institutos Seculares para aspirar al
deseamos desarrollar y aclarar; a saber, estado de perfección evangélica con
el modo cómo el clérigo y el religioso este tipo y género de vida; pero en
deben aspirar a la exquisitez y perfec ese caso, ellos estarán en estado de
ción de sus costumbres. adquisición de la perfección no por
10. Los consejos evangélicos no ser clérigos, sino por ser miembros del
obligan al clérigo com o tal sino sólo Instituto Secular, porque tal Instituto
al religioso. Es contrario a la verdad 3 tiene, es cierto, como razón de su exis-
(3) Gód. Der. Can., can. 499, § 1. E c c le s ia , 2-II-1947; AAS. 39 (1947) 114-124; en esta
[4| P ío X I I , Consl. Apost. P r ó v id a M o le r Colección: Encícl. 183, págs. 1688-1694.
2290 A pé n d ice : E n c íc lic a del P P . P ío X II (1950) 234, 12-16
tencia, los consejos evangélicos, que, toria eclesiástica, que narra las precla
por ser propios del estado religioso, ras gestas de los santos y de los institu
se cultivan allí con suma perfección; tos religiosos, cuenta los éxitos de las
pero los practica sin dependencia de expediciones misionales y refiere las
un estado regular, sino con autonomía doctrinas ascéticas, y la misma vida dia
en cuanto a la forma externa de vida, ria demuestra con mayor claridad que
que no dice ninguna relación necesaria la luz del día que no han florecido me
con la perfección de que tratamos. nos los hombres y mujeres de invicta y
generosa virtud en el estado religioso
que en el siglo.
III. - Los MOTIVOS PARA INGRESAR
EN EL ESTADO DE PERFECCIÓN
14. El motivo del apostolado carita
1. La abnegación y el apostolado tivo y social. Por lo demás, los religio
sos y religiosas que no escatiman es
12. El convenio no es refugio de sal fuerzos en la empresa de extender el
vación para los temerosos. Juzgamos Evangelio, auxilian a los enfermos, edu
oportuno detenernos un poco en las can a los adolescentes, trabajan en las
razones que el estado religioso ofrece, escuelas, ¿se han retirado, por ventura,
para ser abrazado. del consorcio humano y le niegan el
Hay quienes dicen que el estado re concurso de su voluntad? ¿No es cierto
ligioso, por su naturaleza y por su fin, que muchos de ellos luchan en la van
al que no hay por qué regatear la guardia por la causa de la Iglesia lo
aprobación, no es otra cosa que un mismo que los sacerdotes seculares y
refugio de la salvación que se ofrece a los auxiliares laicos?
los temerosos y angustiados que, no
contando con fuerzas para superar los 2. El renunciamiento a la propia vo
obstáculos de esta vida tormentosa y luntad y la obediencia
no sabiendo o acaso no queriendo so
portar la aspereza de las cosas, desa 15. El renunciamiento a la propia
lentados, dicen adiós al siglo y se voluntad. Y al llegar aquí no podemos
refugian en el puerto sereno del ceno menos de advertir una cosa que en
bio; por lo cual hay que pedir la gra absoluto contradice a aquella opinión
cia de Dios y excitar su propia con que hemos mencionado. Porque si el
fianza en sí, para que quienes han número de aquellos — sobre todo de
buscado esa ociosa tranquilidad venzan las jóvenes— que quieren entrar en el
esa propensión pesimista y tengan el huerto cerrado de la vida religiosa va
valor de luchar las batallas de la vida disminuyendo, ello ocurre con frecuen
corriente. ¿Hay algo de verdad en cia porque se considera demasiado duro
esto? despojarse del propio arbitrio y renun
ciar a la propia libertad, como lo exige
13. El motivo de la abnegación para por su naturaleza el voto de obediencia.
ingresar. No nos proponemos ahora Más aún; hay quienes ensalzan como
aquilatar en la balanza cuál es la razón forma excelsa de perfección moral no
particular por la que un individuo el despojarse de la libertad por amor
dado adopta el estado religioso. Quere de Cristo, sino el poner límites a esta
mos enunciar cuál es la razón princi clase de abnegación. Así, la norma que
pal y verdadera que invita a traspasar habría que preferir en la formación de
el seto de la vida claustral. Esta razón un hombre justo y santo, sería ésta:
dista mucho de la opinión que hemos coartar la libertad sólo lo necesario,
mencionado, y que si se toma con valor soltar sus riendas todo lo posible.
universal, es falsa e injusta. Porque, lo
mismo que para abrazar al sacerdocio, 16. La obediencia fue la base del
para ingresar en él hace falta gran apostolado de los religiosos; una ma
espíritu y valiente abnegación. La his yor libertad disminuye el valor. No
234, 17-19 A l o c u c ió n : “ A nnus sacer ” 2291
varía por mucho que corran los años, de confesarse, y nadie podrá destruir
acomodado a las necesidades y exigen Nuestro aserto, que ya hay mucho he
cias del género humano; parte princi cho para salir al encuentro de los
pal de él es la fe católica que hemos tiempos nuevos con nuevos y conve
defendido contra los nuevos peligros nientes procedimientos.
en Nuestra Encíclica “ Humani gene-
ris” (8\ Al defender sin temor alguno 4. Las normas de la adaptación y la
y con toda diligencia dicha fe, tened ejecución
bien íntima la persuasión de que en su
30. Norma de adaptación: estudiar
interior anida una fuerza capaz de
y cultivar lo bueno en el hombre.
formar a todas las edades.
Pero en esta adaptación que buscáis
a las necesidades de la edad nueva
28. Otra parte invariable: la perfec
interesa en gran manera, a Nuestro jui
ción y la santidad, por medio de la
cio, que investiguéis sagazmente qué
abnegación. Otra parte de ese patri
fuerzas espirituales hay en el interior
monio es el estado de perfección que
de vuestros prójimos, qué ocultos de
debéis conseguir con sumo empeño pa
seos los arrastran, cuál es la verdadera
ra haceros santos con sus auxilios y por
efigie de su alma. No Nos referimos
sus caminos, haciendo santos también,
a la efigie que manifiesta cosas malas
directa o indirectamente, a vuestros
y reprobables, que expresa la tumul-
prójimos, de tal manera que, partici
tuosidad de la concupiscencia y el ve
pando con más abundancia de la gra
neno de los vicios. Pero en los hom
cia divina, vivan piadosamente y pia
bres, sólo por el hecho de ser hombres,
dosamente mueran. En el mismo pa
y más si son cristianos, aunque yerren
trimonio se contiene aquella verdad
tan excelsa y tan importante de que y estén enredados en el mal, hay no
el único camino para llegar a la per poco de bueno y se esconde un deseo
de mayor bien. Vosotros tenéis que se
fección es la abnegación de sí mismo
por amor de Cristo. Son cosas que no cundar estos buenos movimientos, sa
mudan por mucho que muden los lir al encuentro de estos deseos, tenien
do la cautela de no recibir del siglo
tiempos.
lo que éste tiene de triste y de injusto,
sino de injertar en él lo que hay en
3. Lo que es susceptible de adapta
vosotros de bueno y de santo y que
ción
está en consonancia con sus más salu
29. Las partes variables y aun adap dables impulsos. Buscando lo que en
tadas. Pero hay otras circunstancias, los otros es tímidamente bueno, culti
y en no pequeño número, que podéis vándolo, aumentándolo, haced de esas
y debéis adaptar a la índole y necesida partículas de oro vasos preciosos, apro
des de los hombres y de las épocas. vechad aquellos riachuelos para con
Cierto es que en no pequeña parte esto seguir grandes ríos.
ya se ha hecho y ahora lo estáis ha
ciendo en gran escala poniendo a con 31. Tres notas evangélicas para la
tribución vuestros mutuos pareceres y ejecución de las obras apostólicas.
propósitos. Que muchas de vuestras Piensan algunos, acaso no sin razón,
cosas se han innovado laudablemente que hay tres cosas que más responden
lo demuestran las múltiples iniciativas a la índole y propensión de nuestra
que habéis tenido en las escuelas, en edad: amplitud en el pensamiento y
la educación de la juventud, en el ali concepción, unidad en la organización
vio de las miserias humanas, en el y ordenación, rapidez en la ejecución.
cultivo y difusión de las doctrinas, tan ¿No es verdad que estas tres cosas son
to individualmente como por medio también notas y características del
de vuestros institutos. Por lo que ha Evangelio, cualidades de quienes pro
ís] P í o X I I , Encíclica H u m a n i G en cn s, 12-VIII-1950; AAS. 42 (1950) 561-578; en esta Colección:
Encíclica 194, pág. 1793-1806.
2296 A pén d ice : E n c íc l ic a del P P . P ío X II (1950) 34* 32-35
J UA N XXIII
INTRODUCCION
Antes del C ónclave del que el 28 de octu b re de 1958 saldría elegid o P apa el Car
denal Patriarca de Venecia A ngelo G iuseppe R on calli, y sobre tod o durante su d esa rrollo,
m ientras el C olegio C arden alicio n o se pron u n cia b a aún, n o p o c o s periodistas super
ficiales, h acien d o cá lcu los h um anos en un asunto que en el fo n d o el E spíritu Santo
decide, hablaban del fu tu ro Sum o P o n tífice co m o de un P apa de tran sacción , q ueriend o
— 2301 —
2302 V id a de J u an XXIII
co n ello decir, que los Cardenales reunidos, p o r la dificu ltad de escoger definitivam ente
entre una tendencia socialm en te con serva d ora y una in spiración social y políticam ente
m ás m od ern a y avanzada eligirían un Papa ancian o, sin relieve p rop io, que pudiera
servir de puente p ro v is o rio entre la figura extraordin aria de P ío X II, de un p ron u n cia d o
acen to p ú b lico y aun p olítico e internacional, y el fu tu ro P on tífice tal vez más social,
m ás avanzado, kerigm ático y pastoral. Esas especu lacion es, al parecer ingeniosas, reci
b ieron su mentís rotu n do y m erecido p or la elección de Juan X X III. El m ism o se son
reía de las ocu rren cias ele un p eriod ism o fan ta sioso que cree estar en los secretos de
la Iglesia y del E spíritu Santo, y se sonreía co n m ucha razón, pues, ya en la in trod u c
ció n de su prim era E n cíclica el nuevo Papa pu do delinear un program a p ráctico de
tan vastas p roy e ccion es, c o m o la celeb ra ción del X X I C on cilio E cu m én ico en R om a
para el año 1963 o 1964; la del s ín od o d iocesa n o de la ciu dad y diócesis de R om a
para el año 1960, la reform a del C ódigo de D erech o C anón ico, a p rop ósito de la p u
b lica ció n del C ódigo de D erech o eclesiástico oriental, que cualquier persona entiende
que n o se trata de un Papa de “ tran sa cción ” ni de transición. In du cidos p or ciertas
palabras del n uevo P on tífice creían otros que Juan XXIII se ded icaría principalm en te
a buscar la unión con la Iglesia O rtodoxa y la de la R eform a . Sin perder de vista este
gran anh elo de unidad cristiana aun estim ulán dolo poderosam en te acentuó sus p r o p ó
sitos de con sa gra r todas sus fuerzas co m o tam bién las de tod os los ob isp os que han
de reunirse en el C on cilio E cu m én ico a la v ivifica ción interior de la Iglesia y la adapta
ció n de sus m o d o s de ser y m étodos de trabajo a las necesidades de nuestros tiem pos.
Q uiere ser el prim er P á rro co de la Iglesia y es, c o m o V ica rio de Cristo, p o r sob re todas
las cosas Padre y P astor de aquellas almas que la P roviden cia divina le ha co n fia d o .
“ Juan X X III parece con tem plar, preferentem ente, la vida interna de la Iglesia” , dice
al respecto la Revista de T eolog ía , (N ros. 2 8 /2 9 de 1959) órga n o o ficia l del E p iscop a d o
Argentino.
La prim era E n cíclica de Juan X X III “ Ad Petri C athedram ” del 29 de ju n io de 1959,
que presenta algo así c o m o “ el program a de su g ob iern o espiritual” y la segunda sob re
la sa n tificación sacerdotal a p r op ósito del Centenario del n acim ien to del Santo Cura
de Ars, con firm a n las prim eras im presiones.
Cuando a p a reció “ Ad Petri C athedram ” algunos com en tad ores de la Prensa m undial
se m ostra ron desilu sionad os, pues en lugar de las esperadas “ sensacion es” , p ro p ia
m ente n o con ten ía nada de n uevo sino que record a b a a los cristianos, antiguas verdades
fun dam en tales de su fe. El Osservatore Romano de aquellos días h acía ver que “ una
E n cíclica n o era una página periodística, que n o puede salir a luz sin revelaciones
sensacion ales” , cita n do en co rro b o ra ció n de ello la célebre frase de San Agustín: “ Os
h ablam os n o para que aprendáis cosas nuevas sino a fin de que record éis las antiguas” .
El Papa m ism o perm itió m uy significativam ente que en las version es o ficiosa s se c o
loca ra co m o título de la INTRODUCCION “ La Iglesia en eterna ju ven tu d” . La p red ica
ción de la Iglesia y las enseñanzas fundam entales de los P on tífices son siem pre y eter
nam ente las m ism as, aunque en la form a exterior cam bien y se adapten a los tiem pos.
Bien n o puede ser una novedad que la ansiada paz s ólo es fru to de la verdad cristiana,
p ero es indispensable que el V ica rio de Cristo lo repita a un m u n do llen o de co n fu s ió n
y espíritu anticristiano teórico y práctico.
En los tres capítulos de la prim era E n cíclica , sob re la verdad, la u nidad y la paz
p o r la ca rid ad , aletea ese m ism o sentido p ráctico y cristiano y un cá lid o y sa n o op ti
m ism o que recon fo rta el espíritu, verdaderas características de toda la vida y enseñanza
del Papa Juan X X III.
A la prim era E n cíclica siguió p ro n to la segunda. A p ro p ó s ito del C entenario de
la m uerte del Santo Cura de Ars y de los 55 años del sa cerd ocio p r o p io , h abla en
“ Sacerdotii Nostri p rim ord ia ” (l-V III-1 9 5 9 ) del m inisterio sacerdotal. N o pasaron seis
sem anas cu a n d o, el 26 de setiem bre, d io a luz la tercera E n cíclica “ Grata R ecord a tio”
sob re el santo R osa rio c o m o “ coron a m ística” y p od erosa arm a para resolver los gra
ves problem as del tiem po presente. Esta E n cíclica “ recuerda gratam ente” las E n cíclica s
sob re el santo R osa rio de Pío XTI (“ Ingruentium malorum” , 15-IX -1959), de Pío XI (In-
grauescentibus malis” , 29-IX-1937) y las diez E n cíclica s y tres E pístolas de León XIII
sob re el m ism o tema, pid e que los fieles recen y m editen la “ m ística c o ro n a ” para o b
tener la asistencia divina “ al Sum o P o n tífice y todas las órdenes de la jerarqu ía ecle-
siática y que lo ofrezca n p o r la la b o r evan gelizadora” en tierras lejanas y en las grandes
ciu dades industriales. La m a v or parte de la E n cíclica está dedicada a la situación m u n
dial en crisis. El P apa exh orta en ella a los cristianos a que recen el R osa rio a fin de
V id a de J u an XXIII 2303
que los gobernantes se percaten de los problem as actuales y los superen co n buena
voluntad, co n fo rm a n d o “ la legisla ción civil y social a las auténticas necesidades del
h om bre, sin olvid a r las leyes eternas” y term ina co n lo que “ es tan q u erido a su c o
ra zó n ” , estim ulando el rezo del R osa rio p o r el resultado “ fecu n d o y saludable” del
S ín o d o d ioce a n o de R om a y del ven idero C on cilio E cu m én ico.
* * *
A ñadam os a este rá pid o b o s q u e jo algunos datos b io g rá fico s del Sum o P on tífice
Juan X X III, el Santo P adre del C on cilio E cu m én ico V aticano II.
N ació el 25 de n oviem bre de 1881 en el ca serío B ru sico del ayuntam iento de Sotto
il M onte, en la P rovin cia de B érgam o, tercer h ijo entre diez, y, pese al fr ío reinante, el
viento de la tram ontana y una gélida lluvia otoñ al, fue llevad o a la iglesia al día si
guiente para recib ir en la fuente bautism al la dignidad de h ijo de D ios.
“ E ra m os m u y pobres, record a b a el Cardenal R on ca lii, p ero felices y n o ech á b a
m os de m en os n ad a” .
“ Desde que nací, n o pensé en otra co sa que en ser sa cerdote” d ijo el Patriarca
R on ca lii en un discu rso en su Catedral de San M arcos de V enecia. A los on ce años, en
1892, entró en el Sem inario M enor de B érgam o; para seguir el cu rso de teología su
o b is p o lo en vió al C olegio Ceresoli de R om a, benem érita fu n d a ción co n becas para los
sem inaristas b ergam ascos que estudian en R om a. A los 23 años, el 10 de A gosto de
1904, se o rd en ó en R om a de sacerdote, fu e a dm itid o a una audiencia del P apa San
P ío X ese m ism o día y celeb ró su prim era m isa sobre la tumba de San P ed ro.
E n seguida el jo v e n d o c to r en teología regresó a B érgam o c o m o Secretario de su
O bispo, dicta n d o clases de H istoria E clesiástica, A p ologética y P a trología .
D urante la prim era guerra m undial, en m a y o de 1915, fue m ov iliza d o. El 28 de
m arzo de 1916 recib ió el n om bram ien to de capellán m ilitar, sirvió abnegadam ente en
los hospitales de B érgam o y T u rín don d e tra b a jó entre en ferm os y h eridos sobre tod o
al hacer grandes estragos la gripe llam ada española.
L icen cia d o en 1919 se d e d icó a la orga n iza ción de la Casa del E studiante en B ér
gam o hasta que fu e lla m ad o a R om a en 1921 para co la b o ra r en la reorga n iza ción y
rea ctiva ción de las “ O bras M isionales P on tificia s” , tarea que lo llev ó a varios países
de la E u ropa Central.
En 1925 P ío X I lo en vió en calidad de V isitador y más tarde de D elegado A p ostólico
a S ofía (Bulgaria), recib ien d o la con sa g ra ción episcop al co m o A rzobisp o titular de
A reóp oli antes de salir para su ca rgo, el 19 de m arzo de ese año. E n Bulgaria perm a n e
ció casi 10 años, especializánd ose en los problem a s b a lcá n icos y los de las Iglesias
orientales.
El 19 de n oviem b re de 1934 recib ió M on señ or R on calii el n om b ra m ien to de D ele
gado A p ostó lico en Grecia y p o c o s días m ás tarde el de D elegado A p ostólico en Tu rquía
y de A dm in istrador del V icariato A p ostó lico de C onstantinopla (E stam bu l).
En m ed io de la con fla g ra ción de la segunda guerra m undial, P ío X II lo n o m b ró
N uncio en un puesto m u y d ifícil entonces, París. E stam os en el a ñ o 1944.
D esde 1952 revistió tam bién el ca rgo de o b erv a d o r de la Santa Sede en la UNESCO.
En la Sesión final del añ o 1951 de ese O rganism o m undial había d ecla ra d o: “ C om o re
presentante de la orga n iza ción cultural más antigua y difu nd ida del m u n do, fun dada
sob re el prim er m a n da to: “ Id y enseñad a todas las n acion es” , es natural que recu erde
el gran prin cip io que es la base de to d o : D ios, el señor de todas las cien cia s” .
En m arzo de 1953 Venecia recib ió triunfalm ente a su n uevo Cardenal y Patriarca
A ngelo G iuseppe R on ca lii y lo a com p a ñ ó a su nueva sede, el d u om o de San M arcos.
Pío XII lo en vió c o m o Legado P o n tificio a L ou rdes a fin de que b en d ijera la nueva
iglesia subterránea, edifica d a en h o n o r de San Pío X. P o c o s m eses después h abía de
subir al tron o que aquel gran P o n tífice santificara durante 11 años.
A los 77 años, v ig o ro so y a p ostólico, especialm ente p repa ra do para b u sca r la u n ión
co n las Iglesias O rtodoxas, lo llam ó D ios a dirigir la Iglesia de D ios, y p o r llam arse
su padre Juan, p o r estar ded icada su iglesia bautism al a San Juan E vangelista, y p o r
ser los d os Juanes, el P recu rsor y el Evangelista, cora zon es m u v am antes v m u v a m a
d os d* Jesús eligió para sí el n om b re “ Juan” , en la larga lista de los Papas el X X III.
D entro de un a ñ o cre ó dos veces nuevos Cardenales; respeta la trad ición y la
va re fo rm a n d o cu a n d o con viene. E n tregó su solid eo ca rd en a licio, recog ien d o una
2304 V ida de J u an XXIII
costu m bre antigua, al Secretario del C ónclave con firién d ole de este m o d o la dig n i
dad ca rdenalicia y p o c o después n om b ró otros 22 altos dignatarios eclesiásticos para
el cardenalato, los que recib ieron su alta investidura el 15 de diciem bre de 1958,
llegan do el núm ero, fija d o p o r Sixto V (1585-1590) en 70, p o r prim era vez a 75,
y c o m o en el prim er año m u rieron 4 cardenales y el trab a jo de la Curia R om ana
que se reform a b a y de p repa ra ción al C on cilio se intensificaba, v o lv ió a crear 8
nuevos en el co n sistorio realizado el 14 de n oviem bre de 1959, co n lo que el núm ero
de m iem b ros del senado de la Iglesia se elevó a 79.
En su prim era a locu ción a los Cardenales después de su elección trazó un
program a ín tim o y fundam ental que constituye la esencia de tod o P o n tifica d o p ero
que él trata de realizar co m o característica peculiar de su suprem o gob iern o.
“ T o d o s se com p la cen , decía, en atribuirnos una de aquellas tareas que, según
su opin ión , N os corresp on d e cum plir. Y así exigen del Papa que sea un estadista
al tiem po que debe ser d ip lom á tico, lum brera de ciencia, orga n iza d or de la sociedad
hum ana, en sum a, un h om b re que co n éxito y desapasionadam ente hace frente a
tod os los aspectos del desa rrollo h um an o. T o d o s los que piensan de este m o d o han
a b a n d on a d o el buen cam ino, pues, se han fo r ja d o el ideal de un P apa que n o refleja
en toda su extensión la verdad.
“ El n uevo Papa tratará en prim er lugar de realizar en sí m ism o la im agen del
buen pa stor; él es “ la puerta del red il” (Juan 1 0 ,7 ). “ L o que ante tod o Nos preocup a
es el o fic io de pastor. T o d o s los otros aspectos hum anos — ciencia, agilidad m ental,
sentido d ip lom á tico, ca pa cid a d organ izadora— serán digno com plem en to de un P o n
tifica d o mas n o pueden rem plazar al buen pastor. La idea central es el celo del buen
pastor que está p ron to a h acer los m ayores sa crificios: “ El buen pastor da la vida
p or sus ov e ja s ” .
He aquí el a ca b a do autorretrato de Juan X X III y el resum en de sus aspira
cion es íntim as.
Y dio su vida p o r “ su” C on cilio, el de la “ apertura de la Iglesia al m u n d o” y
p o r sus ovejas.
El 28 de n o v ie m b re de 1959 p u b licó la E n cíclica m ision al “ Princeps Pasto rum”
para record a r la “ M áxim um illu d” , el docu m en to m ision al de B en edicto X V de 40
años atrás. El 30 de ju n io de 1960 p u b licó la Carta A postólica sobre el cu lto a la
Sangre P reciosa de Jesús “ Inde a primis” . V isitó Subiaco, el prim er ¡m onasterio b e
n edictino, el 23 de setiem bre del m ism o año. Al rezo del Santo R osa rio e x h ortó al
m u n do ca tólico co n la Carta A p ostólica “ II religioso convegno” , 29-IX-60» al cual
añad ió un m a n o jo de reflexion es piadosas h aío tres a snéelos: E* m isterio, la
m ed ita ción y la in ten ción. El 15 de m a y o de 1961 p u b licó su gran E n cíclica social
“ Mater et Magistra” , a los 70 años de “ R e m m n ova ru m ” de L eón X III. E n con tró un
e co extra ordin a rio en el m u n d o entero. C elebró co n la E n cíclica “ Aetermi Dei” ¡11-
X I-61) el X V cen ten ario de la m uerte de L eón M agno, Papa. El 25 de diciem b re de
1961 anu nció el C on cilio V aticano para el año siguiente y el 2 de fe b re ro de 1962
f ijó su sesión inaugural para el 11 de octu b re del m ism o añ o. El 19 de ju b o lla m ó a
la pen iten cia y o ra ció n p o r el C on cilio m ediante la E n cíclica “ Poenitentiam figere?’ .
El 23 de setiem bre aparecen las prim eras señales de su en ferm edad. El 11 de octubre
abre el C on cilio y le da el cla ro ru m b o pastoral y ecu m én ico y ve c o n e m oción quei
m u ch os “ ob se rv a d ores” n o ca tólicos acuden a í C on cilio. El punto crítico del rech azo
del Escruema sob^e la R evela ción agrava de repente su m al, p ero puede p ron u n cia r
el discu rso de clausura de la 1^ Sesión el 8 de 'diciem bre. Ya m u y en ferm o recib e el
19 de m arzo de 1963 el prem io de paz “ E u genio B alzan” y pu blica su E n cíclica sobre
la paz, su gran P reocu p ación , aue en con tró un eco m undial co m o ningún d ocu m en to
papal a nterior “ Pacem in te,rris,, (9-10 de abril de 1963) c o n fech a del Jueves Santo,
11 de abril. E l 17 de m a y o celebra su últim a m isa. Y desde el 31 d e m a y o sufre su
lenta agon ía a la faz de to d o el m u n do co n calm a celestial ilum inada aún p o r su
característica sonrisa. T o d o el m u n do con tem pla có m o m uere un santo. E l 3 de ju n io
a las 19,49, al term inar el Cardenal Traglia la Santa H isa p o r él en la plaza de San
P e d ro , Juan X X III entrega su alm a a D ios. Se h abía apagado la vida de un varón
ju s to y “ b u e n o” , to d o sobrenatural, y tod o h um an o en el solio p o n tificio , b en d ición
para el m u n do e in icia d or de u na gran re form a en la Iglesia.
2S5
— 2305 —
Encíclicas Pontificias 73
2306 E n cíclicas del PP. Juan XXIII (1959) 235, 3-4
no al vicio, sino a la práctica del bien sin embargo ante ella una actitud de
y a la virtud. negligencia y sumo descuido, como si
Con gran tristeza vemos, como ya Dios no les hubiera dado la razón para
deploraba Nuestro Predecesor L eón buscarla y encontrarla. Tan reproba
XIII, de feliz memoria, serpentear au ble modo de actuar conduce, com o por
dazmente la mentira... en gruesos vo espontáneo proceso, a esta absurda
lúmenes y en pequeños libros, en las afirmación: todas las religiones tienen
páginas de los diarios y en la publici igual valor, sin diferencia alguna entre
dad teatral^; vemos libros y revistas lo verdadero y lo falso. Este principio
que se imprimen para ridicularizar la — para usar las palabras de Nuestro
virtud y cohonestar el vicio^ . mismo Predecesor— lleva necesaria
mente a la ruina todas las religiones
5. La radio, el cine y la televisión. particularmente la católica, la cuál,
A todo esto tenemos hoy que añadir, siendo entre todas la única verdadera,
com o vosotros bien lo sabéis, Venera no puede ponerse al mismo nivel de
bles Hermanos y queridos hijos, las las demás sin grande in ju ria^ . Por lo
audiciones radiofónicas y las funciones demás, negar la diferencia que existe
de cine y de televisión — espectáculos entre cosas tan contradictorias entre
estos últimos que fácilmente se tienen sí, derechamente conduce a la nefasta
en casa— . Todos estos medios pueden conclusión de no admitir ni practicar
servir de invitación y estímulo para el religión alguna. ¿Cómo podría Dios,
bien, la honestidad y aun la práctica que es la verdad, aprobar o tolerar la
de las virtudes cristianas; sin embargo, indiferencia, el descuido, la ignorancia
no raras veces, por desgracia, sirven,
de quienes, tratándose de cuestiones de
principalmente a los jóvenes, de incen
las cuales depende nuestra eterna sal
tivo a las malas costumbres, al error y
vación, no se preocupan lo más míni
a una vida viciosa.
mo de buscar y encontrar las verdades
Para neutralizar por tanto con todo
necesarias ni de rendir a Dios el culto
empeño y diligencia este gran mal, que
se difunde cada día más, es necesario debido solamente a El?7
oponer a estas armas nocivas, las ar Hoy día se trabaja tanto, y se cultiva
mas de la verdad y honestidad. A la con tanta diligencia la ciencia y el pro
prensa mala y mentirosa se debe resis greso humano, que bien puede gloriarse
tir con la prensa recta y sincera, a Jas nuestra época de sus admirables con
audiciones de radio y a los espectáculos quistas en este campo. ¿Por qué enton
de cine y televisión que fomentan el ces no se ha de poner igual, y aún
error y el vicio, hay que oponer otros mayor entusiasmo, empeño y diligencia,
que defiendan la verdad y guarden in para asegurar la conquista de aquella
cólume la integridad de las costumbres. sabiduría que pertenece, no ya a esta
Así, estos recientes inventos, que tanto
vida terrena y mortal, sino a la celes
pueden para fomentar el mal, se con
tial crue nunca pasará? Sólo cuando
vertirán para el hombre en instrumen
hayamos llegado a la verdad que brota
tos de bien y salvación, y al mismo
del Evangelio, y que debe reducirse a
tiempo en medios de honesto esparci
miento, con lo que vendrá el remedio la práctica en la vida, sólo entonces
de la misma fuente de donde frecuen — repetimos— nuestra alma poseerá
temente brota el veneno. tranquilamente la paz y el gozo; gozo
inmensamente superior a la alegría que
3. Desinterés por la verdad. puede nacer de los descubrimientos de
6. El indiferentismo religioso. Tam la ciencia y de los maravillosos inventos
poco faltan los que, si bien no impug actuales que continuamente se prego
nan de propósito la verdad, adoptan7 8 nan y exaltan.
(7) León XIII, Epist. Saepenumero conside (9) León XIII, Encíclica Humanum genus, A cta
rantes; Acta Leonis, III (1883) p. 262. Leonis, vol. IV (1884) p. 53, en la Golecc. de En
(8) León XIII, Epist. Exeunte iam anno; cíclicas de “ Guadalupe” : Encíclica 44, 6, pág. 312.
Acta Leonis, vol. VIII (1888) p. 396.
2308 E n cíclicas del PP. J u a n XXIII (1959) 235, 7-8
solos los siete Sacramentos, recibidos Permitid que os llamemos, con sua- 5
de Jesucristo como herencia sagrada, ve afecto, hermanos e hijos, permitid
y jamás ha dejado de administrarlos nos alimentar la esperanza que de vues
en todo el orbe católico, para nutrir tra vuelta acariciamos con paterno y
y acrecentar la vida sobrenatural de amante corazón. Queremos hablaros
sus fieles. con el mismo interés pastoral con que
igualmente por todos es sabido que Teófilo Obispo A lejandrino, cuando
en ella se celebra un solo sacrificio, un infausto cisma había desgarrado la
el Eucarístico, en el cual Cristo mismo, túnica inconsútil de la Iglesia, convoca
salvación nuestra y nuestro Redentor, ba a sus hermanos e hijos con estas pa
de una manera incruenta pero tan labras: “ Cada uno según su capacidad,
real como cuando pendía de la cruz oh dilectísimos, participantes de la ce
en el monte Calvario, cotidianamente lestial vocación, imitemos a Jesús, ca
es inmolado en favor de todos noso beza y consumador de nuestra salva
tros, y nos comunica misericordiosa ción. Abracemos esa humildad de co
mente los tesoros inmensos de su gra razón y esa caridad que elevan y unen
cia. Por eso, con tanta razón, S an con Dios, y una sincera fe en los divi
Cipriano hacía esta advertencia: “ No nos misterios. Huid de la división, evi
puede, fuera del único altar y del úni tad la discordia... estrechaos con mu
co sacerdocio, establecerse un altar di tua caridad; escuchad a Cristo que dice:
verso o instituirse un nuevo sacerdo En esto conocerán que sois mis discí
cio” <333
). Esto, sin embargo, como es
5
4 pulos, si tuviereis mutua caridad” (36).
notorio, no impide la diversidad de los Os rogamos prestéis atención a que,
ritos que existen y están aprobados al llamaros amorosamente a la unidad
dentro de la Iglesia Católica, mediante de la Iglesia, no os invitamos a una
los cuales resplandece con mayor belle casa ajena, sino a la propia vuestra, a
za y, cual hija del Supremo Rey, os la que es la común casa paterna. Per
tenta rica variedad de vestiduras^3*). mitid, por eso, que os exhortemos,
Con el fin de que todos alcancen con grande amor hacia todos “ en las
esa verdadera y concorde unidad, el entrañas de J e s u c r i s t o a que os
sacerdote católico, al celebrar el Sa acordéis de vuestros padres, “ que
crificio Eucarístico, ofrece a Dios cle os predicaron la palabra de Dios; y,
mentísimo la hostia inmaculada supli considerando el fin de su vida terrena,
cando en primer lugar “ por tu Iglesia imitad su /e” (38). El preclaro ejército
santa Católica: dígnate pacificarla, de santos Bienaventurados, que de cada
protegerla, unificarla g regirla, en toda uno de vuestros pueblos ya han subi
el orbe de la tierra: junto con su sier do al cielo, y principalmente aquellos
vo el Papa nuestro y con todos los que que con sus escritos transmitieron y
fieles a la verdadera doctrina guardan explanaron tan recta y copiosamente
la fe católica y apostólica” la doctrina de J esucristo, parecen
4. Perfección de la unidad. invitar a vuestros corazones, con el
20. Paternal invitación a la unión. ejemplo de su vida, a la unidad con
Ojalá este admirable espectáculo de uni esta Sede Apostólica, con la cual vues
dad, con que se destaca y resplan tra comunidad cristiana también ha
dece la única Iglesia Católica, y esos estado vinculada durante tantos siglos.
anhelos y plegarias con que pide a Dios Por tanto, a todos los que están se
para todos esa misma unidad, conmue parados de Nos, les dirigimos com o a
van y alienten saludablemente vues hermanos las palabras de S an Agus
tras almas; Nos referimos a vosotros, tín cuando decía: “ Quieran, o no, her
que estáis separados de esta Sede Apos manos nuestros son. Sólo dejarían de
tólica.3
4 ser nuestros hermanos, si dejaran de
(33) S . C ip r ia n o , Epist. 43, 5 (Corp. Vind. III, (36) Ver T e ó filo . Hom. ln m p tica m ca e n a m ,
2, 594); ver Epist. 40 (Migue, PL. 4, 345-B). (Migue PG. 77. coi. 1027).
(34) Ver Salmo 94, 15. (37) Filip. 1, 8.
(35) Canon de la Misa. (38) Hebr. 13, 7.
235, 21-23 E n cíc lic a “ A d P e tri C a t h e d r a m ” 2315
cazmente — no sólo de parte de los par prendidas recientemente por las mismas
ticulares, sino sobre todo de los gober naciones en común para que este graví
nantes— , para que cuanto antes, aun simo problema sea conducido cuanto
que por sus pasos, se lleve a la práctica antes a la deseada solución. Estas me
real y completamente la doctrina so didas — de ello tenemos segura esperan
cial cristiana que Nuestros Predecesores za— conducirán no sólo a abrir un ca
tantas veces, tan amplia y sapiente- mino más ancho y fácil a los emigran
mente declararon y establecieron, y que tes, sino también a la reintegración de
Nos confirmamos (67>. los núcleos familiares. Pues la familia,
constituida según lo pide el recto orden,
32. A los prófugos y emigrados. No puede ciertamente velar con eficacia
es menor nuestra solicitud por la suer por el bien religioso, moral y econó
te de quienes movidos, ya por la ne mico de los mismos emigrantes, no sin
cesidad de buscar sustento, ya por la beneficio de los países que los acogen.
triste situación de sus naciones, y por
las persecuciones desatadas a causa de 33. A la Iglesia perseguida. Mientras
la Religión, se han visto obligados a exhortamos a todos Nuestros hijos en
abandonar su patria- ¡Cuántas y cuán Cristo a evitar los funestos errores que
grandes molestias y aflicciones han de pueden destruir no sólo la Religión sino
soportar! Muy lejos de la casa paterna, la sociedad de los hombres, vienen
muchas veces tienen que vivir en popu a nuestro recuerdo tantos Venerables
losas ciudades y en ensordecedoras fá Hermanos en el Episcopado y amados
bricas, con una vida tan distinta de las sacerdotes y fieles que fueron obligados
costumbres de sus antepasados y algu al destierro, o detenidos en campos
nas veces — lo que es peor— no poco de concentración y en cárceles, precisa
nociva y contraria a la virtud cristiana. mente porque no habían querido faltar
En tales circunstancias no es raro que a su deber Episcopal o sacerdotal, ni
muchos caigan en grave peligro y poco apostatar de la fe católica.
a poco abandonen sus sanas tradicio A nadie queremos ofender, antes
nes religiosas. A esto se debe añadir bien deseamos conceder a todos el per
que muchas veces se separa un esposo dón y pedírselo a Dios. Pero la concien
del otro, los padres de los hijos, se de cia de Nuestro deber sagrado exige que
bilitan los lazos y relaciones domésti defendamos, según Nuestra posibilidad,
cas con gran daño para la estructura los derechos de estos Hermanos e hi
de la familia. jos; y que roguemos insistentemente
Por tanto, Nos alentamos la obra para que sea concedida a todos ellos la
industriosa y eficiente de los sacerdo legítima libertad, que a todos es debida,
tes, que, empujados por el amor a Je y por tanto también a la Iglesia de
s u c r i s t o , y secundando las normas y Dios. Quienes siguen los principios de
los deseos de la Sede Apostólica, deste la verdad, de la justicia; quienes sirven
rrados voluntarios, no escatiman nin a los intereses particulares y colectivos,
gún trabajo, según sus posibilidades, no niegan la libertad, no extinguen la
en favor del bien espiritual y social de libertad, no oprimen la libertad: no
estos hijos. Consiguen además que és tienen necesidad de recurrir a estos
tos sientan en todas partes la caridad medios. Pues, es cierto que con la vio
de la Iglesia, caridad tanto más presen lencia y con la opresión de las concien
te y eficaz, cuanto que ellos se encuen cias nunca se llegará a la justa pros
tran más necesitados de ayuda. peridad; de los ciudadanos.
De igual manera, con sumo gusto Pensamos que se ha de tener por
consideramos dignos de alabanza los es cierto de una manera especial que,
fuerzos por causa tan importante. De cuando se desconocen o se conculcan
manera semejante las iniciativas em6 7 los sacrosantos derechos de Dios y de
(67) Ver Pío XII, Alocución a los miembros de las Asociaciones cristianas de los obreros de Italia,
(A. C. L. L). 11-III-1945, A. A .S . 37 (1945) 71-72.
2322 E ncíclicas del PP. J u an XXIII (1959) 235, 34-36
la Religión, más pronto o más tarde laudable, de virtuoso, de digno de ala- 530
vacilan y caen por tierra las mismas banza: a esto estad atentos(71). Ves
columnas de la sociedad. Lo notaba tios del Señor Jesucristo(72> Es decir:
sapientísimamente Nuestro Predecesor Vosotros, pues, como elegidos de Dios,
L e ó n XIII: De donde se sigue... que, santos y amados, revestios de entrañas
cuando se repudia la suma y eterna de misericordia, bondad, humildad,
norma de Dios que manda y prohíbe, mansedumbre, longanimidad . . . Pero
entonces se quebranta el vigor de las por encima de todo esto, vestios de la
leyes y se debilita toda autoridad(68>. caridad, que es vínculo de perfección.6 0
7
9
8
Con lo cual concuerda aquella senten Y la paz de Cristo reine en vuestros
cia de C i c e r ó n : Vosotros, oh Pontífices, corazones, pues a ella habéis sido lla
más diligentemente defendéis la ciu mados en un solo cuerpo<73L
dad con la religión que con las mismas Insistentemente os lo pedimos: si al
murallas (6 697
8 \
1
0 guno infelizmente se ha alejado del Di
Considerando estas cosas, con sumo vino Redentor por el pecado, vuelva a
dolor abrazamos en Nuestro corazón él, que es camino de verdad y de vi-
a todos y cada uno de aquellos que son da^74). Si alguno es tibio, lánguido, des
oprimidos en el ejercicio de la Religión, cuidado en el cumplimiento de los de
y que muchas veces también padecen beres religiosos, reavive su fe, y con
persecución por la justiciaU°) y por el el auxilio de la divina gracia alimente
reino de Dios. Participamos en sus do y consolide su virtud. Finalmente, si
lores, en sus angustias, en sus afliccio alguno, por la misericordia de Dios,
nes, y elevamos Nuestras súplicas al es justo, practique aún más la justicia,
cielo para que rompa finalmente para y el santo santifique se másUr>).
ellos la aurora de tiempos mejores. Y
esto mismo deseamos con toda el alma, 35. Obras de misericordia. Y puesto
a saber, que se unan a Nos todos Vues que hay tantos que tienen necesidad
tros Hermanos e hijos de tal manera de Nuestro consejo, de Nuestro esplen
que desde todos los rincones de la tie doroso ejemplo, y también de Nuestra
rra suba a Dios misericordioso un coro ayuda por las míseras condiciones en
inmenso de súplicas, que haga descen que se encuentran, ejercitaos todos,
der sobre estos desventurados miem cada uno según las propias fuerzas y
bros del Cuerpo Místico de Cristo una los propios medios, en las obras que
abundante lluvia de gracias. se llaman de misericordia, gratísimas
a Dios.
honrados, y entre los deshonores reci 37. Ultimos deseos y Bendición Apos
ben gloria; es desgarrada su fama, y se tólica. Esta renovación de la vida cris
da testimonio de su justicia. Son re tiana, esta vida virtuosa y santa desea
prendidos, y bendicen; son maltratados, mos a todos vosotros e imploramos con
y tributan honor. Aún haciendo el bien, continua oración: no sólo por los que
son castigados como malvados; castiga firmemente perseveran en la unidad de
dos, se gozan como si fuesen vivifica la Iglesia, sino también por los que se
dos... Sencillamente, lo que es en el esfuerzan por llegar a ella con el amor
cuerpo el alma, esto son los cristianos a la verdad y con sincera voluntad.
en el mundo^7G\ Muchas de las cosas
que se dicen en estos sublimes pensa Que la Apostólica Bendición, que a
mientos, se pueden aplicar a los cris todos y cada uno de vosotros, Venera
tianos pertenecientes a la Iglesia, que bles Hermanos y amados hijos, impar
se llama del silencio, por quienes de timos con paterno y efusivo amor, os
bemos orar todos de manera especial, impetre y atraiga las gracias del cielo.
como hace poco hemos recomendado vi Dado en Roma, junto a San Pedro,
vamente a todos los fieles en las alo el 29 de junio de 1959, Fiesta de los
cuciones pronunciadas en la Basílica Santos Apóstoles Pedro y Pablo, en el
de San P edro el día de Pentecostés y año primero de Nuestro Pontificado.
en la fiesta del Sacratísimo Corazón de
JesúsU7). JUAN PAPA XXIII
ESQU EM A
INTRODUCCION
JUVENTUD PERENNE DE LA IGLESIA (1)
PRIM ERA PARTE: LA VERDAD REVELADA ( 2 -6 )
1. Conocimiento y misión de la verdad (2 - 3)
2. La difusón de la verdad (4 - 5)
3. Desinterés por la verdad (6)
SEGUNDA PARTE: CONCORDIA Y PAZ (7 - 13
1. La base de la unidad (7 - 8)
2. Concordia entre los pueblos y gobernantes (9)
3. Concordia entre las clases sociales (10 -1 2 )
4. Concordia en las familias (13)
TERCERA PARTE: UNIDAD DE LA IGLESIA (1 4 -2 3 )
1. La razón de la unidad (14)
2. La unidad con las Iglesias separadas (15)
3. La unidad de la Iglesia (1 6 -1 9 )
4. Perfección de la unidad (2 0 -2 1 )
5. Frutos de la unidad: paz y gozo (22 - 23)
C U ARTA PARTE: EXHORTACIONES PATERNALES (24 - 33)
1. A los estados clerical y religioso (24-28)
2. A las Asociaciones Católicas (29)
3. A diferentes grupos necesitados (30 - 33)
EPILOGO
EXHORTACIONES FINALES (34-37)
(7G) Diofínclo, Funk, Paires Apostolici, I. 399- (77) Ver L’Osservatore Romano, (Roma) 18-19
401 (ver Migue PG. 2, col. 1174-1175). mayo 1959; 7 junio 1959.
236
— 2324 —
236,- 3 E n cíc lic a “ S a c e r d o tii N ostri P r im o r d ia ” 2325
varón santo que fue un día partícipe bamos algunas palabras excogidas del
del mismo cargo sacerdotal y está con sermón, publicado después de la muer
vertido hoy en su celestial Patrono. te de Nuestro inmediato Predecesor,
como que son la solemne y suprema
2. Enseñanzas de este Centenario exhortación a la santidad sacerdotal
de ese gran Pontífice: “ El carácter del
4. Los documentos de los últimos sagrado Orden (escribió allí), sella por
Papas referentes a las obligaciones del parte de Dios el pacto eterno de su
sacerdocio, en especial el discurso pos amor con que ama a sus sacerdotes más
tumo de Pío XII. Son ciertamente nu que a los demás, los cuales están, por
merosos los documentos doctrinales de tanto, obligados a responder con la
los Sumos Pontífices en que se mani santidad de vida a esa preferente cari
fiesta a los ministros la grandeza de las dad de Dios... El clérigo ha de conside
sagradas obligaciones del sacerdocio y rarse un escogido de entre el pueblo,
se señala y se confirma la manera de colmado de dones sobrenaturales de un
cumplirlas debidamente(2b). Para no re modo totalmente singular, partícipe del
cordar sino los más recientes de entre poder divino, y, para decirlo en pocas
ellos, que se distinguen por su impor palabras, otro Cristo... El ya no debe vi
tancia, deseamos recomendaros espe vir para sí^7&\ de igual modo como no
cialmente, o la Exhortación Apostólica le es permitido buscar sólo para sí a
que lleva el título Haerent animo de sus familiares, a sus amigos y a su pa
S a n P ío X *
(3)*5
, que estimuló Nuestro de
6 tria terrenal... Debe abrasarse en amor
seo de una piedad más fervorosa en para con todos sin que le pertenezcan
Nuestros primeros años de sacerdocio; sus propios pensamientos, voluntad y
o la admirable Encíclica que comienza sentimientos, que son de Cristo que es
con las palabras Ad catholici sacerdotii su vida”
fastigium de Pío X I(4)5 , o, finalmente,
6
para hablar de Nuestro inmediato Pre 5. Vianney y Juan XXIII quieren
decesor, la Exhortación Apostólica que ayudar a los sacerdotes a perseverar
se llama Mentí N o s t r a e así como en la amistad divina. Hacia esas cimas
la trilogía de a l o c u c i o n e s e n que al de la santidad sacerdotal nos atrae con
548
conferir por decreto a S a n P ío X el vehemencia y nos empuja a todos S a n
honor de los altares, describió en forma J u a n M a r í a V i a n n e y , y N ó s sentimos
egregia las partes y los rasgos del Or gran alegría por poder añadir Nuestras
den sagrado. exhortaciones a fin de que los sacerdo
Todos estos documentos, Venerables tes de hoy luchen por conseguir lo mis-
Hermanos, os son, sin duda, conocidos. moí8ah Conocemos bien sus preocupa
Permitid, sin embargo, que os transcri ciones y su solicitud, sabemos con qué
b í E l t e x t o ita lia n o d e “ L ’ O s s e r v a to r e R o c la m a c ió n d e la S an tísim a V ir g e n en c u e r p o y
m a n o ” , l-V I I I -5 9 , v e r t id o al ca s te lla n o d ic e : ‘ ‘ S o n , a lm a al c ie lo , M a g n ifíc a te D o m in u m m e c u m ,
c ie r t a m e n te , n u m e r o s o s lo s d o c u m e n t o s p o n t ifi 2-X I-1954. L a te r c e r a a lo c u c ió n a q u e se r e fie r e
c io s q u e r e c u e r d a n ya a lo s s a c e r d o te s la s e x i el t e x t o ( “ tr ilo g ía d e a lo c u c io n e s ” ) , y q u e n o e stá
g e n c ia s d e e s ta d o y q u e lo s gu ía n en e l e j e r c ic io s e ñ a la d o en la n o ta o fic ia l ha d e s e r p r o b a b le
d e su m in is t e r io ...” . m en te la a lo c u c ió n d e P ío X I I a lo s fie le s r e u
L a s n o ta s q u e v a n e n tr e e s te [ ] n o se h a llan n id o s en la P la za d e S. P e d r o el d ía d e la c a n o
en e l o r ig in a l. n iz a c ió n d e S. P ío X , " Q u e s t'o r a d i fu lg e n te t r io n -
(3 ) S . P ío X , E x h o r t . A p o s t. H a e re n t a n im o , f o ” , 29-V -1954, A A S 46 (1954) 307-313.
4-V III-1 90 8 , A cta P ii X t. IV , p . 237-264; A SS . 41 [7a] E l t e x to ita lia n o d e “ L ’ O s s e r v a to r e Ro
(1908) 555-577; en la C o le c c ió n “ G u a d a lu p e ” E n - m a n o ” , l-V I I I -5 9 v e r tid o al ca s te lla n o d ic e : “ E l
c í c l. 105, p . 814-828. n o se p e r te n e c e , c o m o n o p e r t e n e c e a lo s p a d r e s ,
(41 Pro X I. E n c íc lic a A d c a t h o lic i s a c e r d o tii ni a m ig o s , n i s iq u ie ra a una d e te r m in a d a p a tr ia .
fa s t ig iu m , 20-X II-1935, A A S 28 (1936) 5-53; en la L a c a r id a d u n iv e rs a l s e rá su r e s p ir o . L o s m is
C o le c c . “ G u a d a lu p e ” E n c íc l. 166, p . 1418-1444. m o s p e n s a m ie n to s , v o lu n ta d , s e n tim ie n to s n o s o n
(5 ) P ío X I I , E x h o r t a c ió n M en tí N o s tr a e , 23- s u y o s , s in o d e C ris to , su v id a ” .
1X-1950, A A S 42 (1950) 657-702; en la C o le c c . (7b) P ío X I I , D is c u r s o p ó s tu m o , v e r L ’ O s se r -
“ G u a d a lu p e ” E n c íc l. 195, p . 1807-1834. t o r e R o m a n o d e l 17 d e O c tu b r e d e 1958.
(6 ) P i ó X I I , A lo e , a lo s C a r d e n a le s y O b isp o s [8a] E l t e x t o ita lia n o d e “ L ’ O s s e r v a to r e R o
q u e a s is tie r o n a la c a n o n iz a c ió n d e S . P i ó X , qu e m a n o ” , l -V I I I -5 9 v e r t id o al ca s te lla n o d ic e : “ H a
c o m ie n z a “ Si d ilig e s - p a s e e ” , 31-V -1954, A A S cia e sas c im a s d e la s a n tid a d s a c e r d o ta l n o s e m
46 (1954) 313-317; en la C o le c c . “ G u a d a lu p e ” p á g . p u ja a t o d o s S an Juan M a ría V ia n n e y, y n o s s e n
2209-2211 (e n n o t a ); A lo c u c ió n a lo s C a r d e n a le s tim o s c o n te n to s d e in v it a r a e lla a lo s s a c e r d o te s
y O b is p o s q u e a s is tie r o n el d ía a n t e r io r a la p r o d e h o y . P o r q u e si bie n c o n o c e m o s las d ific u lt a -
236,' 6-8 E n cíc lic a “ S a ce r d o tii N ostri P r im o r d ia ” 2327
son su camino real. Sin embargo, adul cuencia sobre esta sentencia de Nuestro
teraría indudablemente el genuino pen Señor y se esforzó por practicarla
samiento de ese mismo Sumo Pontífice, Emprendió la obra con ánimo pronto y,
tan hondamente solícito de la santidad con la ayuda de la gracia divina, empe
del clero y se opondría a la constante ñándose en ella con toda decisión, la
enseñanza del magisterio de la Iglesia llevó a la perfección, y con su ejemplo
quien osara deducir de allí que los clé en diferentes prácticas de virtud señala
rigos están por su oficio menos obliga todavía el camino seguro de la ascesis
dos que los religiosos a tender a la per sacerdotal que hay que seguir, en la
fección evangélica de la vida, cuando que brillan con claro fulgor su pobreza,
lo contrario es verdad, vale decir, que castidad y obediencia.
(11) V e r , A r c h iv o S e c r e t o d e l V a t ic a n o , C o n g r e (15) P ío X I I , D is c u r s o L e C e n te n a ir e d u S é m i-
g a c ió n d e R ito s , P r o c e s o d e c a n o n iz a c ió n d e S. n a ir e , a lo s P r o fe s o r e s y a lu m n o s d e l P o n t ific io
Ju a n M a ría V ia n n e y , t o m o 227, p . 196. S e m in a r io F r a n c é s en R o m a , 16-IV -1953; A A S 45
(12) P ío X I I , A lo c u c ió n s o b r e las O r d e n e s r e (1953) 288.
lig io s a s y lo s C o n s e jo s e v a n g é lic o s A n n u s S a c e r ,
8-X II-1 95 0 ; A A S 43 (1951) 29; en la C o le c c . “ G u a (16) M at. 16, 24. : ’
d a lu p e ” E n c íc l. 234, 10, p á g . 2289.
(13) V e r la n o ta a n t e r io r (12). (17) V e r , A r c h iv o S e c r e to d e l V a t ic a n ó , S.
(14) S . T o m á s d e A q u in o , S u m . T h e o l. I I -I I , q. C o n g r e g a c ió n d e R ito s P r o c e s o d e C a n ó n iz a c tó n
184, a. 8 in C. d e S. Juan B . M a ría V ia n n e y j to m e 2 2 7 , . $ 2 .
236, 12-14 E n cíc lic a “ S a c e r d o t ii N ostri P r im o r d ia ’ 2329
vivas, santas y gratas a Dios*64*). Allí debe atenderse con preferencia: es de
el pueblo de Dios, ilustrado en las dis cir, que el sacerdote debe en todo lo
posiciones y preceptos de la fe y nutrido que se propone, resuelve y hace para
por el Cuerpo de Cristo, encuentra lo santificarse sacar del sacrificio euca-
que le comunica su vida sobrenatural rístico que inmola el modelo y la fuerza
la incrementa y, si fuere necesario, sobrenatural, obedeciendo a la invita
restaura su unidad; allí, además, sigue ción del Pontifical Romano cuando di
creciendo con fuerza sobrenatural, en ce: “ Conoced lo que hacéis; imitad lo
lodo el orbe y a través de las edades, que tratáis” . Mas al respecto Nos place
el Cuerpo Místico de Cristo que es la citar aquí oportunamente las palabras
IglesiaíGébl. de Nuestro inmediato Predecesor, de fe
liz memoria, Pío XII las que se leen en
36. Yianney fue eminente sacerdote la Exhortación Apostólica que se titula
y pastor mediante su ministerio eu- Mentí Nostrae: “ Como toda la vida de
carístico. Ahora bien, dado que S a n Nuestro Salvador se ordenó hacia el sa
J u a n V i a n n e y estuvo, al declinar poco crificio de Sí mismo, así también es
a poco los años, intensamente empeña necesario que la vida del sacerdote que
do, por su turno, en predicar las ver debe reproducir en sí la imagen de Cris
dades de la Religión y en purificar las to, se haga con El, en El y por El un
almas de la mácula de sus culpas, y grato sacrificio... Por ello, es preciso
puesto que cada uno de los actos de su que el sacerdote no sólo celebre el sa
sagrado ministerio convergía en el altar crificio eucarístico sino que de manera
de Dios, con toda razón y justicia su íntima lo viva. De este modo puede lo
vida debe llamarse eminentemente sa grar aquella fuerza sobrenatural por la
cerdotal y pastoral. No cabe duda de que será totalmente transformado y
que los pecadores acudían en tropel y participará en la vida expiatoria del
gustosísimos a la iglesia de Ars, atraí mismo divino Redentor” (65). El mismo
dos por la fama de su santo párroco, Pontífice concluía: “ Es, pues, necesario
mientras que, por el contrario, no po que el alma sacerdotal se esfuerce por
cos sacerdotes tropiezan con grandes reproducir en sí lo que realiza en el ara
dificultades para congregar en torno sacrificial; pues, como Jesús se inmola
suyo al pueblo confiado a su dirección a Sí mismo, así su ministro debe jun
y para poder impartirle, al modo de tamente con El inmolarse a sí mismo;
misioneros, la instrucción de los prin como Jesús expía los pecados de los
cipios elementales de la doctrina cris hombres, así es necesario que el sacer
tiana. Estos trabajos apostólicos, sin dote, por el excelso camino de la asee-
embargo, tan necesarios y a veces tan sis cristiana, llegue a la purificación
difíciles, no deben impedir que los va* propia y la del prójim o” (66a).
roñes de Dios recuerden la importantí
sima meta a que siempre deben tender 38. La causa del relajamiento sacer
y que el S a n t o J u a n V i a n n e y alcanzó dotal es la falta de atención a la misa.
cuando en su humilde iglesia rural se La Iglesia cuida este punto esencial de
consagraba con alma y vida a las prin su excelsa doctrina cuando con mater
cipales tareas de la vida apostólica. nal invitación impulsa a los ministros
sagrados a cultivar la ascesis y a cele
A. La santa Misa, fuente primaria de brar con suma reverencia y piedad el
la santificación personal sacrificio eucarístico. ¿No habrá que
atribuirse el hecho de que los sacerdo
37. Debe vivir con sus sacrificios el tes van abandonando paulatinamente
sacrificio que ofrece. Al siguiente aviso “ la primera caridad” íG6bl que recibieron
(64a) Romanos 12, 1. (66a) Pío XII, Exhortación Apost. Mentí No-
ffi4b] Ver Colós. 1, 18. atrae, 23-IX-1950; AAS 42 (1950) 667-668; en la
(65) Pío XII, Exhortación Apostólica Mentí Colecc. “ Guadalupe” Encícl. 195, 35, pág. 1813-
Nostrae, 23-IX-1950; AAS 42 (1950) 666-667; en la 1814.
Colecc. “ Guadalupe” Encícl. 195, 28, pág. 1812. [66b] Ver Apocalipsis 2, 4.
Encíclicas Pontificias 74
2338 E n cíclicas del PP. J u a n XXIII (1959) 236, 39-41
clase de tal modo que se fundaron es de su cargo pesar sobre sus hombros
cuelas cristianas y se predicaron mi de tal modo que a veces parecía casi
siones populares; todo esto demostraba aplastado bajo ella, se debía al hecho
que se formaba interiormente un con
que S a n J u a n M a r í a V i a n n e y repre
sentaba para la pequeña grey a él con cepto tan eximio de su oficio y de sus
fiada la verdadera imagen del “ Buen obligaciones pastorales como sólo un
Pastor que conoce a sus ovejas” l74al, espíritu esforzadamente heroico puede
que de lejos les advierte los peligros, y lograrla. En efecto, en los principios de
las conduce con autoridad y ternura. su curato parroquial elevaba al cielo
Sin darse cuenta, predicaba sus propias estos ruegos: “ Dios mío, haz que las
alabanzas cuando hablando un día al ovejas que me han sido confiadas vuel
pueblo prorrumpió en esta exclamación: van a los buenos pastos. Estoy dispues
“ ¡Oh buen pastor! ¡Oh pastor que res to a sufrir todo lo que queráis durante
pondes en todo a los mandatos y de todo el tiempo de mi vida” (7QK Dios es
seos de Jesucristo! He aquí el mayor cuchó, efectivamente, estas encendidas
beneficio que el benignísimo Dios po plegarias, pero el Santo mismo debió
drá conceder a una parroquia” (74b). confesar más tarde: “ Si al llegar a Ars
Puesto que los ejemplos de este va hubiese conocido los sufrimientos que
rón de Dios Nos hacen recordar espe pronto me esperaban, sin duda habría
cialmente tres puntos cuyo significado muerto de miedo en el acto” (77K Al se
e importancia tiene vigencia en todos guir de cerca los pasos de los apóstoles
los tiempos, Nos deseamos, Venerables de todos los tiempos sabía muy bien
Hermanos, proponerlos a vuestra atenta que por la cruz podía prestar princi
consideración. palmente un servicio eficaz a la con
versión de los que estaban encomenda
2. El alto sentido de las propias res dos a su solicitud. Por ellos soportaba,
ponsabilidades pastorales sin quejarse, calumnias, opiniones pre
42. El temor de tener que dar cuenta concebidas y contradiciones de toda
568 de las almas a Dios. Lo que ante todo clase; por ellas aceptó gustoso aun los
Nos impresiona es la suma estimación más acerbos sinsabores y molestias de
que él tenía del cargo pastoral. Tanta alma y cuerpo que traía consigo una
fue la humildad de su alma y tanto co administración cotidiana del Sacramen
nocía por la fe el precio de la salvación to de la Penitencia, realizada sin inte- 569
humana que nunca pudo sobrellevar rrupción alguna durante treinta años;
sin temor las obligaciones del ministe por ellas, como atleta de Cristo, luchó
rio parroquial. “ Amigo mío, así confia contra los enemigos infernales; por
ba el sentimiento de su corazón a un ellas, finalmente, redujo a esclavitud a
compañero, tú no sabes lo tremendo que su cuerpo practicando voluntaria m or
es trasladarse como sacerdote de la cura tificación. Al respecto es muy conocida
de almas al tribunal de Dios” (75K Es la respuesta que dio a aquel sacerdote
conocido, además, como ya dijimos, que se quejó con él de la esterilidad de
cuánto tiempo ansiaba con vehemen sus esfuerzos apostólicos: “ Elevaste tus
tísimos deseos retirarse a la sociedad, preces a Dios, lloraste, gemiste, suspi
para llorar allí, como decía, su pobre raste; pero ¿añadiste también el ayuno,
vida y expiarla debidamente; consta sobrellevaste vigilias, dormiste en el
también que sólo la obediencia y el celo suelo y te azotaste. Mientras a eso no
por la salvación ajena lo obligaron a llegues, no creas haberlo intentado to-
volver al puesto apostólico abandonado. do” ?(7S\
43. Su concepto heroico del deber y 44. Conciencia viva de la responsabi
de la responsabilidad pastoral; sufrir lidad pastoral y el estado de pecado
pa*a convertir. Si sentía la grandeza de las ovejas. Nos dirigimos de nuevo
[74a] Ver Juan 10, 14. (76) Proceso (ver nota 17) 227, 53.
(74b) Ver, Sermons du B. Jean B. M. Vianney, (77) Proceso (ver nota 17) 227, 991.
1909» t. II, p. 86. (78) Proceso (ver nota 17) 227, 53.
(75) Proceso (ver nota 17) 227, 1210.
2340 E n cíclicas del PP. J u an XXIII (1959) 236, 45-47
a los sagrados ministros a quienes in a los tibios y estimular a los fervorosos
cumbe la cura de almas; les pedimos operarios de Cristo a más ardientes es
encarecidamente que comprendan la fuerzos?
transcendencia que encierran esas pa
labras. Todos examinen a la luz de la II. — PREDICADOR Y CATEQUIS
prudencia sobrenatural que ha de guiar TA INFATIGABLE
todas nuestras acciones su propia ma
nera de vivir, vale decir, si ella es como 46. La ímproba labor para cumplir
lo pide la solicitud pastoral que hemos la “ máxima obligación": predicar y
de tener por el pueblo que nos está con catequizar. Dado que en todo momen
fiado. En la confianza de que a la hu to “ fue presto a responder a las necesi
mana debilidad jamás faltará el auxilio dades de las almas” (80) — así se refie
de Dios misericordioso los sagrados re— S a n J u a n M a r í a V i a n n e y como
ministros mediten sobre los deberes y buen pastor procuró también en forma
tareas que aceptaron mirando a S a n egregia el que sus ovejas tuvieran en
J u a n M a r í a V i a n n e y como si fuese un
abundancia el alimento de la cristiana
espejo para ellos. “ En efecto, la gran verdad. En efecto, toda su vida hacía
desgracia que nos sucede a los curas, de predicador y de maestro de catc
deploraba el Santo, es que el alma se quesis.
nos entorpezca por la desidia y la ti Todos saben qué ímprobo y perseve
b i e z a Con estas palabras quería seña rante trabajo se impuso para estar a
lar el lamentable estado de ánimo de la altura de este deber de su cargo,
aquellos pastores a quienes ya no im llamado por el Concilio de Trento “ la
porta nada el que tantas ovejas que les primera y mayor obligación” í81*l. Sus
están confiadas vivan en la sórdida es estudios, hechos tardíamente, le costa
clavitud del pecado. Aún más. Los sa ron realmente mucho trabajo; y sus
cerdotes que ansian imitar más de cerca primeros sermones pronunciados en
al C u r a d e A r s , quien “ estaba conven
público le exigían al principio muchí
cido de que para hacer el bien a los simas noches pasadas en blanco. ¡Cuán
hombres era necesario amarlos” , de
to podían aprender de eso los ministros
ben examinarse con qué amor aman a de la palabra de Dios! Hay, ciertamen
aquellos cuyo cuidado Dios les confió te, quienes, dejando de lado casi total
y por los que murió Cristo. mente toda preocupación por los estu
dios, busquen con demasiada facilidad
45. Pese a otros factores contrarios,
una falsa disculpa para sí en la pre
del celo pastoral depende grandemente caria erudición del Santo. Más valdría
la suerte de las almas. No cabe duda que se propusieran como ejemplo la
que a la humana libertad e igualmente esforzada constancia de ánimo con que
a determinados acontecimientos que no el C u r a d e A r s se hizo apto para des
dependen en absoluto de la voluntad empeñar su excelso ministerio confor
de los hombres, debe atribuirse el que me a la capacidad de su espíritu, la
el esfuerzo aun de los varones más san- cual no fue tan escasa, como la voz co
570 tos a veces se esterilice. Sin embargo, mún quiere, porque “ tenía mucha cla
el sacerdote debe recordar que, según ridad de mente y un acertado crite
los secretos designios de la divina Pro rio” ^ .
videncia, la suerte eterna de muchísi
mos hombres no puede separarse de su 47. El deber de adquirir una sólida
propio celo pastoral ni de los ejemplos cultura teológica. Por lo demás, los
sacerdotes deben adquirir aquellos co
de su vida sacerdotal.
nocimientos generales de la situación
El peso de este pensamiento ¿no es humana y su ministerio. Quiera Dios
tal que puede remecer saludablemente que los párrocos empleen en ello tanta
(79) Proceso (ver nota 17) 227, 1102. (Mansi Ampl. Coll. Concil. t. 33 col. 30-31); sesión
(80) Proceso (ver nota 17) 227, 580. XV, cap. XIV (Mansi t. 33, col. 177).
[81a] Ver Concilio de Trento sesión V, cap. II (81b) Proceso (ver nota 17) t. 3897, p. 444.
236» .48-50 E n cíc lic a “ S acerdotal N ostri P r im ordi a ’ » 2341
52. Vivir y sufrir por los pobres pe 53. Apenado por ver ofendido y des
cadores para que se conviertan del ho preciado el amor de Dios; predica la
rror que es el pecado. Difícilmente po misericordia y la esperanza. Las penas
drán imaginarse las amarguras, inco del infierno que las almas obstinadas
modidades y sufrimientos físicos de en sus pecados debían sufrir, contri
aquel varón que en interminables se buían menos al aumento de su dolor
(88) I Corint. 2, 4. (91) Proceso (ver nota 17) 227, 1018.
(89) Proceso (ver nota 17) t. 6227, 18. (92) Proceso (ver nota 17) 227, 18.
^90) Proceso (ver nota 17) t. 6227, 18. (93) Proceso (ver nota 17) 227, 290.
236, 54-57 E n cíc lic a “ S a c e r d o t ii . N ostri P r im o r d ia ” 2343
sidades del pueblo cristiano, siempre den, tenéis como inmediatos colabora
se levanta ante Nuestra mirada la fi dores en vuestro ministerio y a los que
gura del sacerdote. Si faltase el sacer sentís tan unidos con lazos sagrados a
dote o si fallase su acción cotidiana, vuestras propias personas.
¿qué sería de todas las empresas apos-
576 tólicas, aun de aquellas que parecen es 2. Los fieles y la santificación del
pléndidamente acomodadas a la hora clero; el problema vocacional
presente? ¿Qué lograrían aun los mis
mos seglares que se empeñan genero 59. Los fieles deben cooperar a la
samente en la cooperación al aposto santificación de sus sacerdotes. Tam
lado? A todos estos ministros del Se bién a todos los fieles cristianos quere
ñor, pues, a los que tanto amamos y en mos dirigir paternales exhortaciones a
los que la Iglesia cifra tantas esperan propósito de la celebración de este
zas, a esos sacerdotes, repetimos, no ti Centenario, a fin de que eleven a Dios
tubeamos, en nombre de Cristo y con insistentes preces por sus sacerdotes y
afecto paternal, hacer el llamado a que así contribuya cada uno en la medida
con suma fidelidad cumplan con todo de sus posibilidades, con sus esfuerzos
lo que les exige la gravedad de su vo a la santificación sacerdotal. Con mu
cación eclesiástica. Refuercen este Nues cha fe y esperanza dirigen hoy día sus
tro llamamiento las sapientísimas pala ojos y sus corazones al sacerdote pre
bras de S a n P í o X que dicen: “ Para cisamente aquellos cristianos que se dis
promover el reinado de J e s u c r i s t o en
tinguen por una más fervorosa piedad.
la tierra ninguna cosa es tan necesaria En un mundo en que reina ampliamen
como la santidad del clero, a fin de que te tanto el poder del dinero como la se
con el ejemplo, la palabra y la doctrina ducción de los sentidos y el exagerado
ilumine el camino de los fieles cristia- aprecio de la técnica, quieren ver en
nos” (101\ Esta sentencia se une a las el sacerdote al hombre que hable en
palabras que S a n J u a n M a r í a V i a n n e y
nombre de Dios, que esté animado de
dijo delante de su Obispo: “ Si queréis fe firme y que, casi olvidado de sí mis
convertir a toda vuestra diócesis es ne mo, arda en encendida caridad. Com
cesario que se hagan santos todos vues prendan, pues, todos que pueden pres
tros párrocos tar mucha ayuda a que los sagrados
ministros alcancen esa excelsa meta si
58. El Obispo debe ayudar a su cle sólo los tratan con la reverencia que
ro en sus problemas. A vosotros, Ve corresponde a su dignidad sacerdotal,
nerables Hermanos, que, principal si miran con el debido aprecio el oficio
mente, cargáis con la grave responsabi pastoral, si comprenden sus dificulta
lidad de la santificación de vuestro cle des y si, finalmente, les prestan su ser
ro queremos recomendar encarecida vicial colaboración con más activo celo.
mente que salgáis solícitos al encuentro
de sus dificultades, a veces graves, que 60. El llamado vocacional a la ju
apremian su vida personal o el cum ventud. No podemos menos de volver
plimiento de su ministerio. ¿Qué no Nuestro corazón paternal especialmente
puede hacer un Obispo que ama al cle a los jóvenes que abrazamos con más
ro que le está confiado, que ha con encendido amor y en cuya labor cifra
quistado su confianza, efectivamente la Iglesia las esperanzas del porvenir.
lo conoce, lo rodea de asidua solicitud “ La mies es mucha, pero los operarios
y lo guía con ánimo firme y paternal? son pocos” (102). ¡En cuántas regiones
Si os incumbe dispensar la solicitud los esperan ansiosamente los heraldos
pastoral a toda vuestra diócesis, de de la verdad evangélica para que los
béis rodear de singularísimo cuidado a reemplacen en sus tareas. No faltan
los que, constituidos en el sagrado or- pueblos que languidezcan miserable-
(101) Ver S. Pío X, Epístola La ristorazione; (102) Ver Mateo 9, 37.
Acta Pii X, t. I, p. 257.
236, 61-64 E n cíc lic a “ S a ce r d o t ii N ostri P r im o r d ia ” 2345
ESQUEMA
tarea de llevar la luz del Evangelio a tro deseo subir al Janículo para cele
pueblos lejanos. brar con felices augurios el primer cen
El mismo día, por la tarde, es Nues- tenario de la fundación del Colegio
hasta el Sur de Africa, a casi todas partes de fiesto ante los ojos de todos la estima, el amor,
este vasto continente y a muchos países del Cer la predilección que sentimos por tantos hijos ge
cano y Lejano Oriente. Lo que llama la aten nerosos y fervientes que vuestra falange, pronta
ción en esta lista es que figuren en ella no sólo para la partida, representa. Los misioneros de
naciones satélites como Polonia y Hungría, sino todo el mundo, lejos de la familia y de la patria,
también, lo que es más significativo y consolador privados a menudo del apoyo material y aun del
aún, representantes de “pueblos de color” a los consuelo espiritual por la soledad en que viven,
que solemos llamar países de misión como China, por las dificultades que deben superar, se man
Sudán, Vietnam y aun la República Arabe Unida. tienen fervorosos y serenos, aun años después
La Iglesia y su evangelización es, como se ve, del día en que partieron llenos de entusiasmo pa
realmente católica, o sea universal. Fueron 314 ra servir a la Iglesia, y hasta a la causa misma
sacerdotes, 183 religiosas y una veintena de del bienestar y de la civilización.
seglares (médicos, enfermeros, técnicos etc. que, 4. El Papa recuerda su propia actividad entre
por algún tiempo o de por vida, casados o sol los misioneros y en la “ Propaganda Fide” . Nos
teros prestarán sus servicios a las misiones bajo sentimos cerca de vosotros y en familia con to
la autoridad de sus superiores eclesiásticos), los dos los misioneros, los saludamos con palabra
que, arrodillándose de dos en dos delante del emocionada, con mirada y corazón paternales.
Supremo Pastor y Pontífice recibieron en esta Los misioneros fueron, en efecto, después de
oportunidad con la cruz la autorización oficial 17 años de labor en Nuestras diócesis, Nuestro
de predicar el Evangelio en todo el mundo; los campo de trabajo en Roma, durante un período
misioneros pertenecían a 41 Ordenes y Congre de renovación y fervor por la reorganización de
gaciones masculinas y 34 femeninas. las OBRAS MISIONALES. Con profunda alegría
II. • - Juan XXIll en una sentida Alocución, de Nuestro corazón recordamos los años pasados
después de la entrega de las Cruces, señaló a en la “Propaganda Fide”, durante los cuales,
los 510 jóvenes apóstoles el significado del acto. entre otras experiencias, tuvimos la oportunidad
Al mismo tiempo se habían congregado en torno de conocer personalmente a muchos misioneros,
al Padre común un grupo de empleados de Co de apreciar su sólida formación, su ardiente es
rreos y Telecomunicaciones de Roma, inscritos en píritu apostólico, sus sacrificios conocidos sólo
la Asociación Cristiana de Trabajadores Italia por Dios.
nos (ACLI) solicitando su Bendición. A ellos se Nos pudimos seguir de cerca esa obra silencio
refiere Juan XXIII en la Introducción de su sa e imponente durante el ejercicio de otros en
Alocución y al concluirla, antes de imnartir la cargos que Nuestros Predecesores quisieron con
bendición. Estas circunstancias particulares ha fiarnos luego en Bulgaria, Turquía, Grecia y Fran
bían atraído especia’mente a esos empleados. (A. cia, admirar los cenáculos de formación y sus su
A. S. 51 [1959] 766-769). cesivas irradiaciones apostólicas.
El Papa comenzó diciendo:
1. Las especiales circunstancias del acto. “Las 5. Culmina la actuación papal entre misioneros
particulares circunstancias de Nuestro ministerio, con la ceremonia de envío que lleva ahora a cabo.
mientras Nos dirigimos esta mañana a una selec Damos gracias a Dios por ésta que reputamos
tísima porción de hijos Nuestros, los Misioneros una de las más insignes gracias que su bondad
que están por partir para tierras lejanas como ha concedido a nuestra humilde vida. Todos estos
nuevos heraldos del Evangelio en el mundo en recuerdos se acentúan con un tinte de intensa
tero, no Nos permiten olvidar a tantos y tantos ternura en la solemne circunstancia de hoy, en
otros que de Roma, de Italia y de todo el orbe, que un nuevo grupo de misioneros, señal de la
Nos solicitan, también ellos, una palabra y una indefectibilidad del mensaje evangélico, se añade
bendición. Estas circunstancias particulares han a otras innumerables pléyades para difundir en
unido esta mañana al magnífico espectáculo de todo el mundo la Religión de Cristo.
los Misioneros que parten, a varios grupos de Gozo y emoción inefables mézclanse en nues
los núcleos de Correos y Telecomunicaciones de tro corazón, y nos alegramos al tributar a vos
Roma. Queridos hijos de Roma: queremos reser otros y a todos los misioneros nuestro aplauso
var (al final) una palabra especialmetnte alenta por haber correspondido a vuestra vocación sin
dora para vosotros. gular, junto con vuestra palabra de aliento para
2. La entrega de la Cruz misional y el Sacrificio el buen trabajo.
de la Cruz. Nuestros labios se abren ante todo “Id pues y enseñad a todas las gentes, bauti
para estos primeros mensajeros que se lanzan al zándolas... Enseñándoles a guardar cuanto os
anuncio de la celestial Nueva que Jesús trajo al mandé” (Mat. 28, 19-20). Vosotros lleváis la ban
mundo: “Gloria a Dios y paz en la tierra a los dera de paz sobre las líneas avanzadas de una
hombres de buena voluntad”. (Luc. 2, 14). acción que no conoce tregua. La Iglesia espera
AAS Dilectos hijos Misioneros: de vosotros el dorarse de las mieses las que ma
La entrega del Crucifijo es una ceremonia sen- durarán a merced de vuestro ministerio sacerdotal 768
766 cilla y sugestiva. Es como el último, el definitivo y sacramental, de la enseñanza evangélica, del
acto de consagración al apostolado misionero, y esfuerzo por conservar en toda su integridad el
es motivo de íntima emoción para Nuestro ánimo sagrado depósito de la Revelación, comunicado
cómo enardece a la piadosa muchedumbre de fie con siempre mayor fervor.
les. 6. La evangelización es al mismo tiempo obra
767 Gozosos hemos celebrado con vosotros y por de civilización pese a las persecuciones. Los pue
vosotros los santos Misterios Eucarísticos, en pri blos os esperan. Con la suavidad del mensaje
mer lugar, para que recogidos en torno al altar de Cristo llevaréis el secreto de la verdadera paz
del Eterno Sacerdote se renovara entre nosotros y del tranquilo progreso. Con labor paciente y
el Sacrificio redentor del Calvario del cual la tenaz, los Misioneros de todas las épocas han
acción misionera de la Iglesia recibe su vitalidad, contribuido a la elevación de los pueblos irra
su significado y su eficacia. diando sobre ellos la luz de la Cruz de Cristo.
3. La estima y el amor del Papa para con to Verdad es que en algunos países esta obra ha
dos los misioneros. Hemos querido, además, cele sido subestimada u olvidada, cuando no se ha
brar estas ceremonias para que quede de mani- llegado a formas variadas, patentes o veladas, de
2350 E n cíclicas del P P . J u an X X III (1959) 237, 5
seguíamos cuanto aquí sucedía en medio de tanta del Norte con las modalidades correspondientes
solemnidad; ahora, por benignísima disposición a los territorios de Misión; en aquel tiempo las
771 de Dios nos es dado que, a principios de Nuestro diócesis no lograban todavía fundar y sostener sus
Pontificado, celebremos con vosotros el centenario seminarios. A través de los años la importancia
de vuestro Colegio. del nombre católico ha crecido continua y sensi
k. La fundación del Colegio y su Consagración blemente como aquella semilla de mostaza que
a la Inmaculada. En verdad, durante estos cien ‘se convierte en árbol y vienen las aves del cielo
años muchos y conspicuos han sido los testimo y se posan en él” (Mat. 13, 32); vuestras diócesis
nios de amor y de cuidado que los Romanos Pon crecidas en todo sentido, florecieron y florecen,
tífices han brindado al Colegio; ni ha sido sin fomentando la instrucción religiosa de los fieles,
designio de la Providencia de Dios que brillara las escuelas católicas y las universidades de es
sobre él el esplendor del patrocinio de la Inma tudios, todas las especies de obras de caridad, la
culada Virgen María. La suavísima imagen de la acción social, para no enunciar más que las cosas
Madre de Dios que desde la pintura del ábside más importantes.
sonríe a los alumnos, recuerda a todos que el Pero Nos no podemos pasar en silencio la sin
primer pensamiento de fundar el Colegio fue pre gular ansia de oración que admirablemente ha
sentado a Pió IX, de imperecedera memoria, y florecido en vuestra Patria sobre todo con los
fue por él aprobado pocos días después que El institutos de monjes que por doquiera florecen y
había proclamado a la Augusta Reina concebida que demuestran que hay entre vosotros muchos
sin mancha de pecado original. hombres de elevado criterio y amor hermoso a
Este mismo Predecesor Nuestro, Pío IX, cuidó Dios, y nos infunden motivos para alegrarnos so
de que se comprara y adaptara para el Colegio bremanera y alentar buenas esperanzas.
su edificio, y al segundo mes de la llegada de 9. Sus obras de caridad. Vuestra caridad no se
los primeros alumnos visitó paternalmente el limita a vuestro País y a guisa de “alegres da
sagrado Seminario y celebró en él el Santo Sa dores” , por casi todo el orbe de la tierra pres
crificio. (Fue en la festividad de San Francisco táis auxilio con obras innumerables a la carencia
de Sales, 29-1-1860, algunas semanas después del de muchos que se ven necesitados; por todo ello,
comienzo del primer año académico del Colegio, no cabe duda que “poderoso es Dios para hacer
sito entonces en la “Vida deirUmiltá”, como dijo abundar en vosotros toda gracia, de manera que
Juan XXIII en inglés, que Pío IX vino a celebrar teniendo siempre y plenamente cuanto os baste,
la misa). podáis abundar en toda especie de obras” (II Co
rintios 9, 7-8).
5. Los cuidados de León XIII y Pío XI. Con las
Letras Apostólicas ‘‘Ubi primum” dio León XIII 10. Su preocupación por la formación sacerdotal.
buena prueba de su cuidado y de su particular Entre tantos méritos hállanse en primer lugar
benevolencia al Colegio, al cual, entre otras cosas, vuestros desvelos por cuanto se refiere a la for
dio el titulo de Pontificio a fin da que por su mación de los alumnos del Santuario, y de los
mismo nombre se supiera que era carísimo a los cuales brillan en la Urbe dos monumentos.
Romanos Pontífices. Al erigir este nuevo Colegio, dotado de los me
Con igual amor Pío XI, Nuestro Predecesor de dios más modernos que el arte y la técnica ofre
imborrable memoria, quiso que se creara para cen, y destinando el anterior a los sacerdotes,
el mayor bien del Colegio un Consejo formado mostrasteis con claridad meridiana que dedicáis
por miembros del Episcopado de vuestro País. a la formación de los ministros de Dios vuestros
6. La nueva y antigua sede. No Nos alcanzaría más poderosos y amorosos esfuerzos. Justo es y
el tiempo si quisiéramos enumerar todas las merecido, puesto que en medio de todos los de
pruebas de esta benevolencia emanadas desde más trabajos y organizaciones aptos para conso
aquel sereno nacer del Colegio hasta la edifica lidar y propagar el reino de Dios, éste es el
ción de esta nueva sede, con la cual se ha po más importante.
dido felizmente destinar la primera a los sacer ¡Cuán alta es la dignidad del presbítero, cuánta
dotes noveles que deseen perfeccionarse en la su virtud, cuánta su eficacia! Como ya escribi
ciencia de las sagradas disciplinas. mos en nuestra Encíclica Sacerdotii nostri pri- 773
7. El desarrollo del Colegio y los frutos que mordía, ‘‘siempre miramos con nuestros ojos la
produjo. Venerables Hermanos y dilectos Hijos: imagen del sacerdote. Si faltase el sacerdote o se
; Mientras con ánimo gozoso recordamos estas acabara su obra de cada día, cuanto ha sido co
cosas, damos las más rendidas gracias a Dios menzado en el campo apostólico, aún lo que más
Sumo, quien por la plegaria de la purísima Vir apto parece para los tiempos actuales, ¿de qué
gen María ha concedido a los humanos desvelos serviría?” (AAS 51 [1959] 575; en esta Colección
ios divinos auxilios. Magna ha sido la fuerza ce Encícl. 236, 57, pág. 2740).
lestial; que con la mayor efusión ha sido concedi Dado que mucho es hoy lo que se pide al sa
da a este Colegio. Aquel pequeño número de cerdote, nada ha de omitirse de cuanto conduz
alumnos —en aquel tiempo eran solamente trece— ca a su mejor formación posible.
se ha- convertido en grupos grandes, es más, en 11. La formación romana del sacerdote. Demos
fúlgidas pléyades de sacerdotes que han rendido trasteis además, al fundar este Colegio, que que
a la Iglesia pacíficos triunfos en vuestra Patria; ríais a los sacerdotes bien penetrados de forma
varios de ellos han sido honrados con la Púrpura ción romana: es decir, sacerdotes que en la Ciu
Rorñana; muchos con la dignidad episcopal y to dad Madre, cabeza de la catolicidad, se imbuyan
dos, cada uno en su lugar, llevan a cabo su faena de aquella virtud y fortaleza que nunca han de
en. forma digna y loable.5 cesar.
5. El progreso del Catolicismo en Estados Uni- En esta Urbe, como dijo Nuestro Predecesor San
772 dos. El progreso del Colegio corre parejo con el León Magno, ha puesto Dios aquel imperio “cuyo
incremento de la catolicidad en vuestro país: en incremento ha sido extendido a límites que abar
efecto, cien años ha la constitución de la Iglesia can a todas las gentes del mundo, las cercanas y
reglase todavía en los Estados Unidos de América las de más allá” (Serm. 82 Migne PL. 54, 423). Per-
2352 E n cíclicas del P P . J u an X X III (1959) 237, 6-7
manecen en ella en pie los derechos y los magní amor a la disciplina, la labor de la penitencia, la
ficos vestigios de los Romanos. En ella, sobre prontitud de la obediencia” (De Imit. Christi, 1,
todo, aglutina la fe de Pedro a la Iglesia; en ella 23, 4); que os preparéis con indefectible cuidado
refulgen los sepulcros de los mártires que “ ver- a vuestros oficios futuros, los cuales no pueden
tieron su gloriosa sangre por el Señor” (Brev. ejercerse con fruto sin la gracia de Dios; que
Rom..,' Resp. in Comm. Mart.). un excelente fondo y forma de virtud ilumine
Por esto, los alumnos del Santuario que en ella vuestras mentes e inflame vuestros ánimos a fin
moran —en aquella edad sobre todo en que se de que, formados en esta Roma noble, junto .a la
echan a manos llenas las semillas de la virtud Cátedra del Príncipe de los Apóstoles, deis todos
futura— no cabe duda que no sólo han de poner aquellos ejemplos de santidad y diligencia que
todo su empeño y su ánimo en el perfecto culto de vosotros se esperan.
de la humanidad, del que en esta Urbe ha flore Suplicamos al Sumo Dios con piadosa plegaria
cido el ejemplo, sino también en adquirir el que, como durante este siglo transcurrido ha pro
pleno sentido de la Iglesia con el que se nutre tegido con tantos favores a este Colegio, así lo sos
la dignidad sacerdotal. tenga y ampare y haga prosperar en el futuro; y
El siglo que ha transcurrido constituye un pre de todo corazón hacemos hoy votos r>or que este
claro documento de que así lo habéis hecho con día en el que os alegráis por haber llegado a Ja
toda fidelidad, y este Colegio que con harta labor ansiada meta, os dé a todos vosotros nuevas fuer
y fatiga, con tanto acierto en sus condiciones y zas, de manera que partiendo de aquí alegres e
con tanto esplendor quisisteis edificar, mostrará incansables, alcancéis en adelante mayores moti
a la historia vuestro munífico corazón. Estos jó vos aún para alegraros.
venes, cuando ya constituidos sacerdotes vuelvan Para confirmar más ampliamente estos Núes-.
a su Patria, serán alegre levadura de fecundidad tros paternales deseos y para manifestaros más
que hará fermentar gloriosamente toda la masa; y más nuestro amor, en auspicio del auxilio ce
se dedicarán solícitos y cultivarán nuevos gérme lestial, os impartimos, venerables Hermanos y
nes que un día habrán de seguir sus huellas. Por amados Hijos, a quienes con tanto placer vemos
ello, bien es concebir en el ánimo alegre espe aquí presentes, a todos los Superiores y alumnos
ranza de que la Iglesia Santa ha de progresar del Colegio, —los actuales y los que ya se fatigan
en vuestra Nación con nuevos fastos y ha de en los trabajos del campo—, a toda vuestra Na
merecer nuevas alabanzas. ción por Nos amadísima, la Bendición Apostólica.
En fin, os exhortamos paternalmente a vos Luego prosiguió el Sumo Pontífice en inglés,
otros, alumnos, a fin de que respondáis con toda " repitiendo, como dijo, sus pensamientos expre
diligencia y fidelidad a la buena esperanza que sados en latín”).
en vuestra virtud ha sido puesta. Para que ello (6) Ver Filip. 3, 8.
suceda es necesario que os asistan cada día “el
774 ferviente deseo de progresar en las virtudes, el (7) Ver Act. 4, 29.
237, 8-11 E n cíc lic a “ Gr a t a r e c o r d a t io ” 2353
Nos, por lo tanto, rogamos al Señor giéndose a todos los continentes, en que
que esos hombres se empeñen en co los pueblos están adelantándose hacia
nocer a fondo las causas que originan tiempos mejores, y en los que vemos
los conflictos y que las superen con un despertar de energías profundas que
buena voluntad; sobre todo, que valo permite esperar que los hombres se
ren el triste balance de ruinas y daños sientan impelidos por el dictamen de
de los choques armados — ¡que el Señor una recta conciencia a promover el ver
mantenga lejos!— y no cifren en ellos dadero bien de la sociedad humana.
esperanza alguna; que ajusten la legis A fin de que esta esperanza se cum
lación civil y social a las reales necesi pla del modo más consolador, es decir,
dades de los hombres, sin olvidar, por con el triunfo de la verdad, de la jus
lo demás, las Leyes eternas que provie ticia, de la paz y de la caridad, desea
nen de Dios y son el fundamento y el mos ardientemente, que todos Nuestros
quicio de la misma vida civil; y que se hijos tengan “ un solo corazón y una
677 preocupen siempre del destino ultra- sola alma” (10\ y que eleven comunes y
terrenal de cada una de las almas, crea fervorosas súplicas a la celestial Reina
das por Dios para unirse a El y gozar y Madre amantísima durante el mes de
lo un día. octubre, meditando estas palabras del
Apóstol de las gentes: “ En mil mane
8. Firmeza para enfrentar las filo ras somos atribulados, pero no nos aba
sofías y prácticas anticristianas. Es timos; en perplejidades, no nos descon
preciso, además, recordar que se han certamos; perseguidos, pero no abando
difundido hoy posiciones filosóficas y nados; abatidos, no nos anonadamos
actividades prácticas absolutamente in llevando siempre en el cuerpo la morti
compatibles con la fe cristiana. Nos con ficación de Jesús, para que la vida de
tinuaremos con serenidad, precisión y Jesús se manifieste en nuestros cuer-
firmeza afirmando tal incompatibili
dad.
Pero Dios ha hecho sanables a los
hombres y las naciones(8). CONCLUSION
Por ello confiamos en que, desechan
U l t im a s in t e n c io n e s
do finalmente los áridos postulados y
propósitos que nacieron de una manera 11.Dicciones por el Sínodo de Roma
de pensar y actuar, cual cristal unido y el Concilio Ecuménico. Antes de ter
y endurecido, y que, como todos saben, minar esta Carta Encíclica deseamos 6m
está imbuida de las argucias del “ lai invitaros, Venerables Hermanos, a re
cismo” y del “ materialismo” , busquen zar el Rosario con particular devoción
y encuentren los oportunos remedios también por estas otras intenciones que
en aquella doctrina saludable, que cada tanto nos preocupan; es decir, para que
día se confirma más por la experien el Sínodo de Roma sea fecundo y salu
cia. dable a esta Nuestra alma ciudad; y
para que en el Concilio Ecuménico — en
9. La doctrina sana. Ahora bien, es
el que participaréis con vuestra presen
ta doctrina proclama que Dios es el
cia y con vuestro consejo— logre toda
autor de la vida y de sus leyes, que es
la Iglesia una afirmación tan maravi
vindicador de los derechos y de la dig
nidad de la persona humana; y, por llosa que el vigoroso reflorecimiento
consiguiente, que Dios es “ nuestra sal de todas las virtudes cristianas, que de
vación y redención” (9L él esperamos, sirva de invitación y de
estímulo incluso para todos aquellos
10. El progreso mediante la concor hermanos e hijos Nuestros que se en
dia de los pueblos en desarrollo. cuentran separados de esta Sede Apos
Nuestra mirada se ensancha ahora diri- tólica.
(8) Ver Sabiduría 1, 14. (10) Act. 4, 32.
(0) Sagrada Liturgia. (11) II C o rin t. 4, 8-10.
2354 E n cíclicas del P P . J u a n X X III (1959) 237, 12
12. Bendición Apostólica. Con esta voluntad acogieren esta Nuestra invi
gozosa esperanza y con gran afecto os tación, la Bendición Apostólica.
damos a vosotros, Venerables Herma Dado en Roma, junto a San Pedro,
nos; a los fieles que os están encomen el 26 de setiembre del año 1959, pri
dados de un modo especial, y particu mero de Nuestro Pontificado.
larmente a cuantos con piedad y buena JUAN PAPA XXIII.
ESQUEMA
INTRODUCCION
GRATOS RECUERDOS JUVENILES (1 - 2)
PARTE PRINCIPAL:
1. Recuerdo de dos aniversarios (3 - 4 )
2. Intenciones misionales (5 - 6)
3. Paz y concordia entre las naciones (7 -1 0 )
CONCLUSION
ULTIMAS INTENCIONES (II - 12)
2 3 8
J U A N PP. X X I I I
Venerables Hermanos; Salud y Bendición Apostólica.
3. P ío X I ju zgó el fom ento de las giones donde se fatigan los heraldos del
Misiones y de la paz la obra más im Evangelio y no escatiman trabajo al
portante y sublim e. Por el mismo tiem guno para que broten los nuevos gér
po otro predecesor Nuestro, de inmor menes de la Iglesia y produzcan salu
tal memoria, Pío xi, con su palabra dables frutos.
y su ejemplo Nos estimuló a fomentar
las obras y empresas de los heraldos 5. Se con firm an las norm as de P ío
del Evangelio cuando en Nuestra pre X I y P ío XII, pero debe hacerse aún
sencia afirmó, antes de que el Cole más. Sobre el mismo asunto Nues
gio Cardenalicio se congregara para el tros predecesores de feliz recorda
Cónclave, en que el mismo, por ins ción, Pío x i y Pío x n dieron oportunas
piración el Espíritu Santo, fue elegi normas y apropiadas exhortaciones
do sucesor de S a n P e d r o : “ N o p o d e las que con igual autoridad e igual
mos esperar nada más grande, ni más amor confirmamos en Nuestra primera
sublime, ni más útil del nuevo Vicario Encíclica H) “ Ad p etri Cathedram” ; sin
de J esucristo que estas dos cosas im embargo, creemos y estamos conven
portantísimas; es decir, que se empeñe cidos de que no haremos nunca bastan
en propagar la doctrina evangélica por te para que se cumplan los deseos que
todo el mundo y que logre consolidar al efecto tiene nuestro divino Reden
a los pueblos en la verdadera paz” . (4) tor y así se congreguen todas las ove
jas en un solo redil bajo la dirección
2. Paternales apremios del Sumo de un solo Pastor í8>.
Pontífice en bien de las Misiones.
4. Con m otivo de los cuarenta años 3. La Nueva Encíclica.
cum plidos de “ M áxim um illud” desea 6. El cam po m isional variado que
estim ular el celo m isional. se ofrece a la vista del Papa y donde
Mientras estos y otros gratos re quiere ayudar m ediante las nuevas
cuerdos invaden Nuestro ánimo, Nos normas. Al volver Nuestra mente y
835 no olvidamos los graves deberes que Nuestro corazón a la obra, que corres
incumben al Supremo Pastor de la ponde a la Iglesia, de distribuir los
grey de Dios y por eso deseamos, Ve bienes sobrenaturales y celestiales a
nerables Hermanos — aprovechando aquellos pueblos a quienes no ilumi
la ocasión que presenta la Carta Apos na aún del todo la luz del Evangelio,
tólica que comienza con las palabras Nuestros ojos tropiezan con muchí
“ Máximum illud” y con que, hace simas regiones en que ora las mieses
40 años, el predecesor Nuestro, de pia crecen ubérrimas, florecen y madu
doso recuerdo, B enedicto x v , impulsó
ran, ora ofrecen todavía arduas difi
muy activamente la causa de las Mi
cultades a la labor de los operarios de
siones Católicas dando nuevas normas
y estimulando a nuevo fervor los co la viña del Señor, ora, finalmente,
razones de los fieles cristianos, desea abundan en violencias persecutorias
mos, volvemos a decir, conversar con por las cuales los enemigos de Dios
vosotros con ánimo paternal a través y de J esucristo afligen y vejan las
de esta Carta Encíclica sobre la nece comunidades cristianas tratando de
sidad y la esperanza de hacer progre sofocar y conculcar la semilla de la pa- 836
sar el Reino de Dios en no pocas re-4 6
5 labra de Dios
(4) Ver La propagazione della fede. Escritos de AAS 43 (1951) 497-528; en Colecc. de Encícl. “Gua
Angelo Giuseppe Roncalli, (actual Sumo Pontífi dalupe”: Encícl. 200, pág. 1870-1887; Pío XII, En
ce Juan XXIII) Roma, 1958, pág. 103. cíclica Fidei donum, 21-IV-1957, A.A.S. 49 (1957),
(5) Benedicto XV Carta Apost. Máximum illud. 225-248; en la Colección de Encíclicas “Guadalu
30-XI-1919; AAS 11 (1919) 440-455; en Colección de pe”: Encícl. 224 pág. 2132-2145.
Encíclicas Pontificias “Guadalupe”: Encícl. 117, (7) Juan XXIII Encíclica Ad Petri Cathedram,
pág. 913-922. 9-VII-1959, A.A.S. 51 (1959) 520-522; en la Colec
(6) Ver Pío XI Encíclica Rerum Ecclesiae, 28- ción de Encíclicas “Guadalupe”, 4$ edición; En
11-1926; AAS 18 (1926) 65-83; en la Colección de cícl. 235,27 pág. 2317-2318.
Encícl. “Guadalupe”: Encícl. 139, pág. 1100- lili; (8) Ver Juan 10, 16.
Pío XII Encíclica Euangelii praecones, 2-VI-1951, (9) Ver Mateo 13, 19.
2m l 7-9 E n cíc lic a “ P rinceps P a sto ru m ” 2357
Por doquiera Nos urge la necesidad asegurar para todos los hombres, hi
de: procurar del mejor modo posible, jos del Padre celestial, la paz durade
la salvación eterna de las almas y de ra y la verdadera prosperidad. Por
todas partes llega casi perceptiblemen cuarenta años desde entonces las obras
te a Nuestros oídos aquel clamor: “ Ayú y empresas realizadas con sumo te
danos” <101). Esas innumerables regio són por los heraldos del Evangelio
nes, pues, que los heraldos del Evan florecieron cada día más y produ
gelio, “ venidos de todas las naciones jeron frutos siempre más abundan
que hay bajo el cielo” (11\ han regado tes, y sucedió, principalmente, que la
con sus sudores apostólicos y aun a Jerarquía y el clero, nacidos en las
veces fecundado con su sangre, y en mismas regiones que están confiadas
que, por impulso de la divina gracia, a los misioneros para su cultivo es
también los apóstoles autóctonos, cual piritual, aumentaron día a día.
nuevos vástagos, florecen y dan fru
tos saludables, Nos deseamos colmar 8. La suprema meta, el clero autóc
los de Nuestras alabanzas, estimularlos tono, prop icia do p o r la Santa Sede y
con Nuestras exhortaciones y acompa la S. C. de Propaganda Fide. Pero pues
ñarlos con Nuestro amor. Deseamos to que los heraldos del Evangelio
impartirles también Nuestras normas, “ deben tender, como a su suprema me
preceptos y enseñanzas que se nutren ta, para emplear los términos de Nues
de la firmísima esperanza que se ci tro predecesor de inmortal memoria,
menta en las promesas infalibles del Pío xii, — a lo que siempre debe te
divino Maestro que se expresan con es nerse en cuenta— o sea a que la Igle
tas palabras: “ He aquí que estaré con sia se establezca sólidamente entre
vosotros hasta la consumación de los otros pueblos y se constituya la je
siglos” <1
12> y con estas otras: “ Tened
0 rarquía propia escogida del clero del
confianza, yo he vencido el mundo” (13L lugar” <15\ esta Sede Apostólica opor
tunamente y siempre en forma genero
sa, especialmente empero en estos úl
PRIMERA PARTE: timos tiempos, procuró que se consti
La J erarquía y el Clero L ocal tuyera o se restableciera la jerarquía
eclesiástica en aquellas regiones en que
i. Llamado de la Carta Apostólica las circunstancias aconsejaban que se
“ Máximum illud” a formar el crearan sedes episcopales, y se confia
clero indígena. ra, si era posible, su gobierno a Pre
lados nacidos en esas mismas regiones.
7. D esarrollo m isional fru ctífero en Por lo demás, nadie ignora que tam
tre las dos guerras mundiales. Cuan bién la Sagrada Congregación de la
do aquella primera y horrible gue Propagación de la Fe, fundada para
rra entre muchísimas naciones de to llevar a cabo estos propósitos, tiende
da la tierra se calmó al fin, guerra principal y constantemente a ello.
que había sumido a tantos ciudada
nos y naciones en duelo profundo, 9. Impulso especial de formar el cle
devastaciones y tristezas, la Carta ro local dado por Benedicto XV. Sin
Apostólica mencionada de B enedicto embargo, hay que confesar que aque
xv <14\ resonando como una penetran lla Carla Apostólica ya mencionada
te clarinada de la voz paternal, excitó destacó con mayor claridad ese grave
las almas de todos los católicos a y urgente problema, por cuanto el
que ensancharan por doquier el rei predecesor Nuestro de feliz recorda
no de Dios, único capaz de dar y ción, B enedicto xv , exhortó en ella
(10) Act. Ap. 16, 9. la Colección de Encícl. “Guadalupe”, Encícl.: 117,
(11) Act. Ap. 2, 5. pág. 913-922.
(12) Mateo 28, 20. (15) P ío X I I Encíclica E v a n g e lii p r a e c o n e s , 2-
(13) Juan 16, 33. VI-1951, A.A.S. 43 (1951) 507; en la Colección de
(14) Ver B e n e d ic to X V , Carta Apostólica M á x i Encícl. “Guadalupe”: Encícl. 200, 18 pág. 1875.
m u m illu d 30-XI-1919, A.A.S. 11 (1919) 440-455; en
2358 E n cíclicas del P.P . J u an X X III (1959) 238, 10-12
con insistencia suma a todos los que 11. El increm ento m aravilloso del
regían las Misiones Católicas a que clero nativo hizo posible la jerarquía
en las regiones que deben iluminarse propia y el orden eclesiástico p rop io.
con la doctrina del Evangelio los que Por este maravilloso incremento del
se sienten llamados por cierta inspira clero local quiso el Señor de la mies
ción divina a hacerse sacerdotes han premiar dignamente las fatigas y los
de educarse diligentísimamente, y ha méritos de los que en labor directa in
de incrementarse así el número y la dividual o en colaboración múltiple,
virtud del clero que se llamaba indí respondiendo con ánimo generoso a las
gena; por más que ese nombre no reiteradas normas de esta Sede Apos
encierre nada de ofensivo ni signifi tólica coadyuvaron con sumo empeño
que descrédito alguno, los Romanos a las Misiones Católicas. Con toda ra
Pontífices y los documentos eclesiás zón y justicia, pues, Nuestro inmediato
ticos nunca aprobaron el empleo de predecesor de venerada memoria, Pío
tal término. xn, pudo afirmar no sin legítima sa
tisfacción: í(Antaño florecía y prospe
2. Fecundo desarrollo durante los raba principalmente la vida de la Igle
Pontificados de Pío XI y Pío XII. sia en cuanto visible, en las antiguas
regiones de Europa, luego, cual ancho
10. Exhortaciones reiteradas y alen
río que sale de madre se derramó por
tadoras estadísticas. Aquella exhorta
el resto de la tierra llegando, al pare
ción de B enedicto x v , que Nuestros
cer, para usar un término griego, a la
predecesores de inmortal memoria, Pío
periferia del orbe; y hoy esa misma
xi y Pío xii reiteraron, con el favor de
vida de la Iglesia es un como mutuo
la gracia del providentísimo Dios pro
intercambio de fuerzas entre los di
dujo preclaros y fecundos frutos. Por versos miembros del Cuerpo Místico
eso, Nos deseamos, que por el mismo
de Cristo. También otros no pocos paí
motivo déis con Nos eternas gracias
ses de los diferentes continentes, des- 839
838 a Dios, porque en las tierras labra
de hace tiempo para su formación y
das por los misioneros surgieron mu
gobierno ya no necesitan de los cui
chas y escogidas falanges de obispos dados misionales sino que se gobier
y sacerdotes que alentaron Nuestro nan por propia jerarquía ‘y disfru
corazón, Hermanos e Hijos Nuestros tan de un orden eclesiástico propio
muy amados, a las mejores esperan y aun distribuyen los dones espiri
zas. En efecto, dando una rápida mi tuales y también terrenales a las demás
rada a la estadística sólo de aquellas comunidades de la Iglesia, dones que
regiones que están confiadas al cui antes habían recibido” . (1D
dado de la 5. Congr. de la Propagación
de la Fe, excepción hecha de aquellas 12. Debe predicarse sobre la v oca
que actualmente se hallan oprimidas ción sacerdotal y rezar p or ella, tam
por las persecuciones, vemos no sin bién en las M isiones. Ahora bien, a
grandísimo consuelo que el primer Obis
los Obispos y todo el clero también
po Asiático se consagró en el año 1923
de estas nuevas comunidades cristia
y los primeros Vicarios Apostólicos
nas deseamos exhortar con ánimo pa
Africanos se eligieron el año 1939; pe
ternal, a que eleven a Dios encendi
ro ya en el año 1959 se cuentan 68
Obispos asiáticos y 25 africanos; das preces y pidan de un modo pe
el clero autóctono, que en el año culiar que el cargo sacerdotal que les
1918 llegó a 919 mientras ascen está confiado logre fecundidad espi
dió en Asia en el año 1957 a ritual y que, mientras predican sus
5.553 sacerdotes y Africa que en el año sermones al pueblo cuantas veces pue
1918 tenía 90 sacerdotes autóctonos pa dan hablen de la dignidad, hermosu
só en 1957 a 1.811.1 7
6 ra, necesidad y méritos del ministerio
(16) Ver Mateo 9, 58. dad del año 1945 “ N e g li u ltim i seA a n n i” A.A.S.
(17) Ver P ío X II, Mensaje radiofónico de Navi- 38 (1946) 20.
238, 13-15 E n cíc lic a “ P rinceps P a sto ru m ” 2359
sacerdotal, de tal modo que estimu ridad que refleja en sí el amor con
len a abrazarlo con corazón abierto y que deben estar inflamados hacia el
generoso a los que Dios llame a tan Divino Redentor y su Iglesia, y obe
excelso honor. Han de conseguir que deciendo prontos y alegres y con áni
también los que están confiados a sus mo filial a los Obispos que “ el Espí
cuidados eleven preces a Dios por es ritu Santo p u so... para regir la Igle
ta intención, en unión con toda la sia de Dios” <2D, sean “ un solo corazón
Iglesia que, para responder al man y una sola alma” <22\ agradeciéndose
dato del divino Redentor, ruega al mutuamente la colaboración prestada,
“ Señor de la mies que envíe operarios de tal modo que por esta manera de
a su mies” D8)y especialmente en estos proceder esté patente a los ojos de to
tiempos en que “ la mies es mucha, y dos que realmente son discípulos de
Jos operarios pocos” D9) Aquel que, para conservar y aumentar
la caridad exhortó a todos a observar
su “ nuevo” y principal mandamien
3. Colaboración fraternal entre el
to <23>.*2
0
clero autóctono y los misioneros
de otros países.
SEGUNDA PARTE:
13. Se necesita de la labor de m i
sioneros foráneos los que deben m o L a F ormación del Clero L ocal
verse com o en su patria. Las com u
1. Primado de la formación espiri
nidades cristianas, empero, en que los
tual en la educación del joven cle
misioneros todavía prestan sus servi
ro autóctono.
cios, aunque ya están regidas por una
jerarquía propia, aun hoy, necesitan 15. La form a ción perfecta y co m
naturalmente de la labor de los que pleta del clero autóctono, especial
por este motivo llegaron de otras na mente en las virtudes p o r las que
ciones, sea porque el territorio es muy aun pueden ser ejem p lo para otros.
vasto, sea porque crece demasiado rá El mencionado predecesor Nuestro, de
pidamente el número de los cristia feliz recordación, B enedicto xv , exhor
nos, sea finalmente, porque la multi tó con particular insistencia en la Car
tud dé los que no han sido instruidos ta Apostólica Máximum illud, a los su
aún en la doctrina evangélica, es in periores de las Misiones Católicas a
gente. que plasmaran y formaran la inteligen
A ellos sin duda puede aplicarse la cia y el corazón del clero escogido del
sentencia de Nuestro inmediato pre pueblo del lugar, de tal modo que su
decesor: “ De ningún modo han de lla instrucción y educación resultaran
marse extraños, por cuanto cualquier “ perfectas y, en cuanto a las partes
sacerdote católico que fielmente cum del programa, completas” (24) pues, “ es
ple las obligaciones de su cargo se mue admirable cuánto vale el sacerdote au
ve como en su patria por doquiera que tóctono — así escribió el mismo Pre
florezca o comience a echar raíces, el decesor— , para sugerir la fe a sus co
reírlo de Dios” <2°). razones dado que por su origen, la ín
dole, la mentalidad y sus aspiraciones
14. O brar unidos en fraternal co n está más unido a sus coterráneos: pues,
cordia y caridad. Todos, pues, obren mucho mejor que cualquier otro co
unidos por el vínculo común y con noce con qué medios los podrá conven
corde de una fraternal y sincera ca-*2
1
0 cer” <25>.
018) Lucas 10, 2. (22) Act. Ap. 4, 32.
09) Lucas 10, 2. (23) Ver Juan 13, 34; 15, 12.
(20) P i ó X I I , Carta dirigida al Cardenal Adeoda- (24) B e n e d ic to XV, Carta Apostólica M á x im u m
illu d , 30-XI-1919, A.A.S. 11 (1919) 445, en la Co
to Piazza, presidente de la 1? reunión del Epis lección de Encícl. “Guadalupe”: Encícl. 117, 5
copado Latinoamericano en Río de Janeiro “ A d pág. 916.
E c e le s ia m C h ris ti, 29-VI-1955, A.A.S. 47 (1955) 542.
(25) Ver el mismo lugar indicado en el número
(21) Act. Ap. 20, 28. anterior (24).
2360 E n cíclicas del P.P. J u an X X III (1959) 238, 16-19
pero deben también penetrar gradual más celosa, de que sus alumnos apren
y prudentemente en la íntima menta dan más y más a ponderar la grave
lidad y las aspiraciones del pueblo^303
),
1 dad y dificultad del ministerio que han 843
que deben iluminar con la verdad de desempeñar y disfruten de la legí
evangélica y conducir, con la gracia tima libertad, prudentemente otorgada,
de Dios, a la santidad de la vida. de pensar y obrar (32>, de manera que
con mayor facilidad puedan gradual
20. Los directores del Seminario de mente pero cuanto antes, asumir los
ben seguir esas normas sin despreciar cargos eclesiásticos, aun los mayores,
conquistas modernas. A esa finalidad en unión y armonía con el clero ex
de la instrucción y educación deben su tranjero, mas en estricta igualdad de
jetarse también los directores del Se condiciones. Esto, en efecto, será la
minario, aunque de buen grado, han prueba de la eficacia de la educación
de incorporar, además, todo lo que impartida y constituirá el sumo y legí
de las cosas externas y técnicas in timo premio para los que tienen la
trodujo el progreso de la edad m o responsabilidad de la educación de los
derna, ya comunes a todo el mundo seminaristas.
com o patrimonio de la civilización
4. Aprovechamiento de los valores
que lleva a los hombres a una forma
locales.
de vida más adecuada, a una me
22. La misionología en el Ateneo Ur
jo r salvaguardia de la salud y fuer
bano de Roma y las Facultades y Cá
zas corporales.
tedras misionales. En efecto, ponde
rando estas razones que no sólo ha
3. La educación en el sentido de res cen a la recta formación intelectual
ponsabilidad y espíritu de inicia y espiritual de los seminaristas sino
tiva. también a las peculiares necesidades
de los diferentes pueblos y su idiosin
21. Los educadores deben prepa crasia en el sentir y obrar, esta Se
rar a los seminaristas para el desem de Apostólica exhortó al clero foráneo
peño responsable de todas las fun y al clero autóctono a dedicarse al
ciones eclesiásticas y el empleo de estudio de la Misionología, pues, Nues
la necesaria libertad de acción e ini tro predecesor de inmortal memoria,
ciativa. La formación del clero au Benedicto xv , creó las cátedras de
tóctono, escribía el mismo Predece esta disciplina en el Ateneo Urbaniano
sor Nuestro, -de inmortal memoria, “ de la Propaganda Fide” (33>; y Nues
B enedicto xv , debe orientarse hacia tro inmediato predecesor, de venera
la capacitación “ que permite asumir da memoria, Pío xn, advirtió no sin
rectamente el gobierno espiritual de gran satisfacción que en la misma
su propio pueblo” 3 (31)3
0 , y conducir por
2 Universidad Urbaniana se había eri
la doctrina y el ministerio, tan pronto gido el “ Instituto Misional” científico y
que se hallen en condiciones de desem que “ tanto en Roma como en otros lu
peñar el cargo divino a sus connacio gares se habían fundado las “ Faculta
nales, al camino de la salvación eter des Misionológicas” y no pocas cátedras
na. Al respecto Nos recomendamos de Misionología” (M\
con toda insistencia que, todos, tanto
foráneos como autóctonos, que están 23. La misionología en los Semina
ocupados en esa formación, cuiden, co rios de misiones y la educación misio
mo cargo de conciencia, de la manera nera de sus seminaristas. Por eso en
(30) Ver Nota 28, A.A.S. 42, 687; Colecc. “Gua- Colección de Encícl. “Guadalupe”: Encícl. 195,
da'une” 195. 88, pág. 1825. 94-97 pág 1826-1877.
(31) Benedicto XV, Carta Apostólica Máximum (33) Ver Benedicto XV Carta Apost. Máximum
illu,d, 30-IX-1919, A.A.S. 11 (1919) 445; en la Co illud, 30-XI-1919, A.A.S. 11 (1919) 448; en la Co
lección de Encíclicas “Guadalupe”: Encícl. 117, lecc. de Encíel. “Guadal.”: Encícl 117, 5 pág. 917.
5' pág. 916. (34) Pío XII Encíclica Evangelii praecones, 2-
(32) Ver Pió XII Exhortación Apostólica Mentí VI-1951, A.A.S. 43 (1951) 500; en la Colecc. de
Nostrcte, 23-XI-1950, A.A.S. 42 (1950) 686; en la Encícl. “Guadalupe”: Encícl. 200, 6 pág. 1871.
2362 E n cíclicas del P.P. J u an X X III (1959) 238,. 24-25
los Seminarios de las Misiones Cató las demás, ni siquiera la cultura que
licas no han de faltar cursos de estu engendraron Europa y los demás pue
dio en que se explica oportunamente blos occidentales aunque esté ligada a
lo que corresponde tanto a los dife ella con estrechísimos lazos de lo que
rentes ramos de la Misionología como la Historia es testigo; el oficio que fue
al conocimiento de técnicas que pa confiado a la Iglesia mira principal
recen útiles al desarrollo futuro del mente a otra meta, pues, tiende a todo
ministerio sacerdotal en aquellas re lo que se refiere a la Religión y la
giones. Por tanto es de todo punto de salvación de los hombres. Sin embargo
vista necesario que la educación que la Iglesia, gozando como goza de eter
se imparte no sólo se conforme a la na juventud y renovada por perpetuo
soplo del Espíritu Santo, en ninguna
doctrina íntegra y sólida de la Igle
época dejó de reconocer y de buen
sia sino que también abra y cultive
grado aceptó, aun activamente impulsó
el criterio de los alumnos para que
todo lo que cede en honor de la mente
puedan juzgar rectamente sobre la y el corazón humanos por más que
cultura peculiar de la patria de cada haya nacido en otras partes de la tie
uno de ellos, principalmente en cuan rra y no en las regiones bañadas por
to reflejen sus disciplinas religiosas y el Mar Mediterráneo, que por designio
filosóficas (paganas) lo mismo que las de la divina Providencia fueron la como
especiales relaciones que puedan exis cuna de su infancia” í36'.
tir entre ellas y la Religión cristiana.
5. La penetración en las clases cultas
24. La Iglesia siem pre aprecia y
25. E ducación y facilidad de los sa
p erfeccion a las creencias y tradi
ciones no cristianas y no occidentales. cerdotes autóctonos para penetrar y
obrar entre los hom bres cultos. Si
“ La Iglesia Católica, dijo el mismo Pre
decesor Nuestro, no despreció ni re los sacerdotes autóctonos se educan
en este sistema oportuno y en los gra
chazó completamente el pensamiento
pagano sino que, despojándolo más ves problemas y, después de vencer las
bien de cualquier error y de cualquier dificultades se preparan para obrar
contaminación lo perfeccionó con la rectamente, pueden ser, bajo la di
sabiduría cristiana. En cierto modo con rección de sus Obispos, de gran utili
sagró así también las artes y ciencias dad a este respecto; sobre todo se ha
nativas..., y las peculiares costumbres rán entender con mayor facilidad por
de los pueblos y sus instituciones tra las clases cultas de su patria y, si
dicionales; sus mismas fiestas, trans guiendo el ejemplo del celebérrimo mi
formadas en su fondo y forma, sirvie sionero Mateo R icci, los atraerán a la
ron para celebrar la memoria de los doctrina cristiana, principalmente en
mártires y el culto divino” (35>. aquellos países que desde remotísimos
tiempos poseen una cultura floreciente.
Nos mismo manifestamos por eso Aunque los sacerdotes por su oficio
ya Nuestro pensamiento diciendo: están obligados también en su patria
“ Siempre que el mayor y auténtico pro “ a doblegar todo pensamiento a la
greso de las artes liberales y el pensa obediencia de Cristo” (37\ como afir
miento nativo pueden enriquecer la ma aquel incomparable heraldo del
cultura de la familia humana, la Igle Evangelio y Apóstol de las gentes San
sia ayuda y fomenta los esfuerzos de P ablo, sin embargo, de este modo dis
esta índole, pues ella, como bien sa frutarán “ de gran estimación entre los
béis, no abraza como propia tan sólo suyos, aun entre los altos personajes y
una cultura espiritual, despreciando a literatos” (38).
(35) Ver nota anterior (34), A.A.S. 43, 522. Co- (37) Ver II Corint. 10, 5.
lecc. “Guadalupe” N? 200, 38 pág 1883. (38) P ío X I Encíclica R e r u m E c c le s ia e , 28-11-
(36) Juan X X I I I , Discorso ai partecipanti al II 1926, A.A.S. 18 (1926) 77; en la Colección de En
Congreso mondiale degli scrittori ed artisti neri cíclicas “Guadalupe”: Encícl. 139, 13 pág 1108.
(Osservatore Romano, 3-IV-1959 pág 1.
238, 26-28 E n cíc lic a “ P rinceps P asto ru m ’ 2363
tal fin el mismo clero no sólo debe co autogobierno legítimo y total, y la con
nocer a fondo las vicisitudes de la quista de su independencia política
Iglesia universal, su estado y sus bie puede despertar a veces movimientos
nes auténticos, sino que se requiere que con sus excesos se oponen al bien
también que él sea llevado e impul común y a la utilidad de la universal
sado a la caridad con que abraza a familia humana.
todos ’ os fieles cristianos.
30. El clero autóctono debe culti
Por eso justicieramente afirma S a n
var la caridad universal y alejarse del
J u a n G c r is ó s t o m o lo siguiente, al ha
exagerado nacionalismo, enemigo de
blar de las solemnidades litúrgicas:
la caridad. Nos, empero, confiamos
847 “ Al acercarnos (al altar) ante todo da
plenamente en que el clero autóctono
mos gracias por el mundo universo y
se mueva impulsado por los propósi
por los intereses colectivos” <44>; S a n
tos e intenciones que responden a los
A g u s t ín estampa esta hermosa sen
principios generales de la Religión
tencia: “ Si quieres amar a Cristo, ex
cristiana y concuerdan completamente
tiende tu caridad por todo el mundo,
con la doctrina de la Iglesia Católica,
pues en todo el mundo se hallan los
la cual abraza a todos los hombres
miembros de Cristo” (45>.
con igual amor y provee así, de su
parte, el verdadero bien de la patria
29. Se condena el exagerado nacio
nalismo en los misioneros foráneos y de cada uno de ellos.
Por eso, el mismo Predecesor Núes- 848
autóctonos. Llevado por este anhelo,
Nuestro predecesor de feliz memoria, tro con toda razón y justicia exhortó
B e n e d ic t o XV, para conservar íntegro
a todos con las siguientes palabras:
“ La Iglesia de Dios es universal y no
y empeñoso el espíritu de unidad que
es extraña a ningún pueblo o na
debe mover y animar las obras de los
ción” <47\ por lo cual niguna iglesia
misioneros, no vaciló en denunciar con
local de cristianos expresará realmen
las siguientes palabras severas un pe
te aquella unión con la Iglesia uni
ligro que debe estar ajeno a las inten
versal, de la cual nace la vida sobre
ciones de los heraldos del Evangelio,
natural de J e s u c r is t o , si el clero y el
dado que puede disminuir la eficacia
pueblo sólo se mueven por el amor a
de su acción: “ Sería, pues, triste, es
sus propias cosas, fomentan en sí la
cribía en la Carta Apostólica “ M á x i
aversión a los otros pueblos y si, fi
m u m i l l u d ” , si algunos misioneros pa
nalmente, se dejan arrastrar y tur
recieran olvidar de tal modo su digni
bar por el excesivo afecto a su propia
dad que se preocuparan más bien de
nacionalidad el que puede socavar la
su patria terrenal que no de la celes
caridad para con todos, caridad que
tial y se empeñaran en extender, más
hace a la misma esencia de la Iglesia
de lo debido, su poder y su gloria. Es
de Dios y por la que se llama “ cató
ta sería la más abominable peste que
destruiría en el heraldo del Evangelio lica” .
el nervio del amor a las almas y debi
litaría su prestigio entre el pueblo” í46). T E R C E R A P A R T E :
Este mismo peligro aunque de otro E l E lem en to S e g l a r en las M is io n e s
modo y con otros motivos puede vol
1. Los seglares en la vida de la
ver a darse también hoy día, tanto
Iglesia
más cuanto que no pocas naciones,
que los misioneros, iluminaron con la 31. La necesidad de la colabora
luz del Evangelio, se empeñan ardo ción apostólica de los seglares de to
rosamente en lograr su libertad y su das las naciones. Nuestro predecesor,
(44) S an Juan C r is ó s to m o H o m ilía II in II Co- (46) B e n e d ic to X V Carta Apost. M á x im u m illu d ,
rint. (Migne PG 61 col. 398). 30-XI-1919, A.A.S. 11 (1919) 446; en la Colecc. de
(45) S an A gu s tín In E p is t. J o an , ad P a r t h o s , Encícl. “ Guadalupe” : Encícl. 117, 7 pág 917.
Trat. X. c. 5 (Migne PL 35 col. 2060). (47) Ver Nota anterior (46) A.A.S. 11, 445;, Co
lección “ Guadalupe” 117, 5 pág 916.
238, 32-33 E n c íc lic a “ P rinceps P asto ru m ” 2363
nos odian sino ni siquiera a los que cienda que se ejercita en la disciplina-
nos aman, se reirán de nosotros y se cristiana.
profanará el nombre (de Dios) <666 *). El
9
8
7
más grande de todos los heraldos del C U A R T A P A R T E
Evangelio S a n P a b l o Apóstol, escribió
a los Romanos, cuando se disponía a D ir e c t iv a s p a r a el A p o s t o l a d o L a ic o
predicar la palabra del Señor a los en las M is io n e s
pueblos más occidentales, exhortándo
los a “ la caridad sin simulación3 (67\ 1. Preparación al apostolado
virtud sin la cual el cristiano no es
nada (6S) y cuyas eximias alabanzas ha 41. Por ser universal la Iglesia los
bía cantado antes. fieles deben consagrarse a todos. Da
do que a los fieles cristianos, miem
bros de un solo Cuerpo viviente, no es
6. Deber de contribuir a las necesi
lícito alejarse de los demás y creer
dades materiales de la comunidad.
haber cumplido satisfactoriamente su
40. Ayuda mutua y ayuda a la co obligación cuando favorecieron exclu
munidad cristiana de parte de los sivamente y atendieron las necesidades
cristianos autóctonos. Esta caridad espirituales de sus propias almas, cada
se hace también visible con el socorro uno debe empeñarse en colaborar, en
material prestado, como dice Nues la medida que le corresponda al incre
tro predecesor, de inmortal memoria, mento y la propagación del Reino de
Pío XII,: “ El cuerpo requiere también Dios. Nuestro predecesor Pío XII ex
una multitud de miembros que están hortó a todos a cumplir este deber ge
ligados entre sí para vivir ayudán neral con estas palabras: “ La catolici
dose mutuamente. Y como en la unión dad es la principal nota de la Iglesia,
de nuestro organismo mortal, cuando de tal modo que de ninguna manera
un miembro duele, todos los demás podemos ser cristianos y devotos de
sufren con él y los que son sanos la Iglesia si al mismo timpo no nos con
prestan ayuda a los enfermos, así tam sagrarnos y nos entregamos a la to
bién en la Iglesia los diferentes miem talidad de los fieles, anhelando que
bros no viven únicamente para sí ella eche raíces en todas partes y flo
mismos sino que socorren también a rezca” (7°).
los demás y todos se prestan mutua Todos, pues, inflamados de cierta
ayuda, tanto para la común consola santa emulación, deben, a porfía, dar
ción como para una edificación más testimonio de un asiduo celo que los
amplia de todo el cuerpo” 6 (69).
8
7 lleva a procurar el bien espiritual de
Por cuanto las necesidades materia los demás, a defender su propia Reli
les que apremian a los fieles cristia gión y a enseñarla a los que la desco
nos encierran también la vida e insti nocen o a los que no la conocen sufi
tuciones de la Iglesia, los cristianos cientemente y, sin embargo, juzgan
autóctonos deben acostumbrarse tam mal de ella.
bién, en la medida de sus posibilida
des, a sustentar libremente con sus me 42. La formación y preparación de
dios los templos, las piadosas uniones, los niños y los recién bautizados para
y al clero que se consagra íntegramen el apostolado universal. Por eso, los
te a ellos. No importa que contribuyan sacerdotes, las familias y las organi
con poco a ese fin por cuanto importa zaciones apostólicas que en varias re
ante todo que lo que se da sea el tes giones se han constituido deben esfor
timonio sensible que revela la con- zarse por impregnar con la santidad
(66) S. Clemente, Papa, F. X. Funk, Paires Apos- cíclicas “ Guadalupe” : Encícl. 177, 13 pág 1594.
tolici, voi. I, 201. (70) Pío XII, Encíclica Fidei Donum, 21-IV-1957,
(67) Romanos 12, 9 ss. A.A.S. 49 (1957) 237; en la Colecc. de Encíclicas
(68) I Gorint. 13, 2. “ Guadalupe” : Encícl. 224, 18, pág 2138. Ver Pío
(69) Pío XII Encíclica Mystici Corporis, 29-VI- XII Radiomensaje de Navidad de 1956, en. Dis-
1943, A.A.S. 35 (1943) 200; en la Colecc. de En corsi e Radiomessaggi, 8, 328.
2S8, 43-45 E n cíc lic a “ P rinceps P a sto ru m ” 2369
de ese deber, aun en las comunidades ios exhortamos a que mediten muy
cristianas recién fundadas, las almas atentamente la felicidad espiritual que
de los hombres desde la primera in brota de ese oficio y que jamás dejen
fancia y adolescencia. No faltarán de profundizar con todo celo y bajo
tampoco oportunidades especiales en la dirección de la Jerarquía eclesiás
que con mayor propiedad e intensidad tica, el conocimiento de la doctrina de
se puede formarlos para la misión la fe y de formarse en la moral de los
apostólica, por ejemplo, cuando los ni hombres auténticamente cristianos.
ños o los adultos recién bautizados se
preparan para recibir el Sacramento 44. El catequista, modelo del cate
de la Confirmación en cuyo “ crisma cúmeno; su número y preparación.
se comunica a los fieles una nueva Pues, de ellos deben aprender los cate
fuerza para proteger y defender valien cúmenos no sólo los primeros cono
temente a la Iglesia y la fe que de ella cimientos de la Religión sino también
recibieron” (71); preparación espiritual la práctica de la virtud y el encendido
que sobre todo conviene dar a las per y sincero amor a Cristo y su Iglesia.
sonas que según la costumbre de cier Todo cuidado que se emplee para
tos lugares celebran los peculiares ri aumentar el número de tales egregios
tos de iniciación por los que capacitan colaboradores de la Jerarquía eclesiás
a los jóvenes a ingresar legítimamente tica y para su conveniente formación,
en la organización de grupo social. será poco; todo lo que, además de esta
labor, hagan los mismos maestros de la
2. Los catequistas. doctrina católica para desempeñar su
misión en la forma más apta y amplia,
43. La obra y formación singular serán medios eficacísimos para fun
mente importantes de los catequistas dar nuevas comunidades cristianas y
para la propagación del Evangelio. hacerlas practicar una vida espiritual
Aquí no podemos menos de realzar próspera.
claramente la obra de la formación
de los catequistas. Consta, si consulta 3. La Acción Católica.
mos los anales de las Misiones Cató
licas, que ellos desde sus principios, 45. Necesidad de la Acción Católica
aportaron una ayuda realmente sin en las misiones y su consoladora la
gular e indispensable. Puesto que han bor. En la primera Carta Encíclica que
sido en todo tiempo los colaboradores Nos dimos a luz, recordamos varias y
eficacísimos de los heraldos de la pa graves causas que en estos tiempos ur
labra de Dios, participando en sus tra gen a que en todas partes de la tierra
bajos y facilitando su labor, Nuestros “ se llamen seglares a las filas de la pa
Predecesores afirmaron con palabras cífica milicia, es decir la Acción Cató
claras que, “ en cuanto se refiera a la lica con la sabia intención de que es
propagación del Evangelio, debe au forzadamente colaboren con la Jerar
mentarse su número” y procurarse di- quía eclesiástica” . <74); y añadimos lo
ligentísimamente su formación <7 72) y
1 siguiente: “ Constituye un gran con
tuvieron ese oficio “ como el ejemplo suelo para Nuestro corazón el contem
tal vez más clásico del apostolado ejer plar las obras que en el transcurso del
cido por los seglares” í73>. tiempo con voluntad alegre y activa
Nos, empero, renovando las máximas sobrellevaron y las empresas que ade
alabanzas que les fueron tributadas, lantaron esos colaboradores de los
(71) P ío X I I , Encíclica M y s tici C o r p o r is (ver dial para el Apostolado de los laicos, 5-X-1957,
Nota 69) A.A.S. 35, 201; Colección “ Guadalupe” A.A.S. 49 (1957) 937; en la Colecc. de Encíclicas
Encícl. 177, 15 pág 1595. “ Guadalupe” : Encíclica 226, 49 pág 2217.
(72) P ío X I , Encíclica R e r u m E c c le s ia e 28-11- (74) Ver Juan X X I I I , Encíclica A d P e t r i C ath e-
1926 A.A.S. 19 (1926) 78; en la Colecc. de Encícl. d r a m , 9-VII-1959, A.A.S. 51 (1959) 523, en la Ca
“ Guadalupe” : Encícl. 139, 15 pág 1108. lece. de Encíclicas “ Guadalupe” 4* ed.: Encícl.
(73) Ver P ío X II, Sermón, S ix ans se s o n t é c o u - 235, 29 pág. 2318.
iés, dirigido a los asistentes al II Congreso Muñ
Encíclicas Pontificias 75
2370 E ncíclicas del P.P. J u an XXIII (1959) 238, 46-48
Obispos y sacerdotes aun en las re embargo, aunque parezcan ser muy
giones que cultivan todavía los heral oportunos, tienen menor utilidad allí
dos del Evangelio” (75). Aquí queremos donde las circunstancias y las necesi
reiterar, con aquella insistencia y la dades son totalmente distintas.
caridad “ que nos urge” <776\ las exhor
5
taciones e inflamadas palabras de 47. El tema se tratará más deteni
Nuestro predecesor de inmortal me damente en otra oportunidad. Con
moria, Pío XII: “ Es de todo punto ne cordia y espíritu sobrenatural. En
cesario que los seglares asocien allí Nuestra primera Carta Encíclica Nos
su actividad generosa, diligente y la habíamos prometido volver sobre el
boriosa al apostolado jerárquico del tema de la Acción Católica con mayor
clero, acudiendo a las filas apretadas amplitud. En su oportunidad lo trata
de la Acción Católica” (77>. remos con mayor abundancia y dete
nimiento, para lo cual, como con ra
46. Su valiosa colaboración debe zón esperamos, también los países en
adaptarse a las necesidades y posibili que florece la obra misional, han de
dades misionales. Los Obispos de las aportar no pequeñas ventajas y dar
tierras que están confiadas aún al nuevos impulsos. Entre tanto, todos
cuidado de los misioneros, los sacerdo trabajen con plena concordia y espí
tes de ambos cleros, los fieles más ge ritu sobrenatural y estén convencidos
nerosos y mejor instruidos en la de que sólo de este modo se podrán
doctrina cristiana con celo muy pro gloriar de servir a la causa de Dios,
bado se esforzaron por traducir en a una mayor cultura espiritual y el
hechos prácticos esa voluntad del Su progreso de su propia nación.
mo Pontífice; y así se puede afirmar
que en todas partes se han llevado a 4. Formación de dirigentes laicos y
cabo felices empresas y han llegado a las escuelas cristianas.
florecer egregias obras. Sin embargo,
es necesario que esta forma de apos 48. Deben guiar y por eso instruirse
tolado — y creemos que continuamen y formarse sólidamente. La Acción
te ha de exhortarse a ello— debe Católica es una organización de laicos
adaptarse convenientemente a las cir “ que tiene sus propias tareas, que se
cunstancias y necesidades del lugar, han de cumplir desde puestos respon
pues, no debe transplantarse lo que en sables para cuyo desempeño es nece
una región se ha llevado a cabo, a otra saria la obediencia a la dirección de la
sin hacer la debida acomodación. Mas autoridad” (78\ de tal modo que los
laicos mismos ocupen los cuadros d i
los que la realizan deben procurar,
rectivos. Para ello es indispensable que
sujetos del todo al mandato de la Je
se formen hombres que puedan infla
rarquía eclesiástica y obedeciendo con
mar con fervor apostólico los diferen
alegre espíritu a los sagrados Pasto tes grupos y lograr que obren con ple
res, que las múltiples formas de apos no vigor; hombres y mujeres, decimos,
tolado no resulten de demasiado di que deben, para ser dignos de que la
fícil acceso, por lo cual fuerzas precla Jerarquía eclesiástica les confiera la
ras se cohíben y se disipen de tal modo dirección los puestos primarios y se
que sólo ciertas infalibles y singula cundarios, dar la probada garantía por
res obras se emprendan, y de esa ma la cual conste que están instruidos y
nera quede casi trunca y manca la formados en la doctrina cristiana y en
acción, porque se dedican más de la la moral cristiana, de tal modo “ que
cuenta a asuntos especiales que, sin ellos puedan transmitir a los demás lo
(75) Ver Juan XXIII, Encícl. Ad Petri Cathe- VI-1951, A.A.S. 43 (1951) 513; en la Colección de
drarn (Ver Nota anterior 74) A.A.S. 51, 523; Co Encícl. “ Guadalupe” : Encícl. 200, 26 pág 1878.
lee. “ Guadalupe” 235, 29 pág. 2319. (78) Ver Pío XII Carta sobre ACCION CATO
LICA Italiana: " S ia m o l i e t r ll-X-1946, A.A.S. 38
(76) Ver II Corint. 5, 14. (1946) 422; Discorsi e Radiomessaggi de Pío XÜ
(77) Pío XII Encíclica E v a n g e lii praecones, 2- vol. VIII, 468. .i
238, 49-54 E n cíc lic a “ P rinceps P a sto ru m ” 2371
que, con la ayuda de la divina gracia, estatales y las escuelas técnicas públi
ya procuraron para si mismos” (70>. cas se imparte, una formación que
dada con toda prudencia y ahinco se
49. Importancia de la escuela cris centre en la vida espiritual a fin de
tiana para la formación de dirigentes. que no salgan de aquellas institucio
No sin razón se puede afirmar que la nes hombres perversamente adoctrina
sede natural más apropiada y como dos, inflados de arrogancia y que cau
palestra donde los dirigentes de la sen a la Iglesia y sus hombres más
Acción Católica se forman para sus daño que provecho.
tareas es la Escuela cristiana, la que
sólo podrá alcanzar su objetivo y cum 52. Adaptación de esa enseñanza a
plir su misión cuando cristianos autén los niños y al ambiente. Su formación
ticos se eduquen allí por maestros cris religiosa debe adaptarse al desenvolvi
tianos, ya sacerdotes de ambos cle miento intelectual, con la finalidad
ros, ya laicos. que estén debidamente preparados a
llevar una vida basada en los princi
59. Escuelas especiales de aposto pios de la fe católica en su ambiente
lado para formar dirigentes, aun en civil y social en que deben ejercer su
853 las misiones. Nadie ignora cuánta im profesión y que a su tiempo puedan
portancia tenía y tiene en las regiones ocupar su lugar en las asociaciones
que están confiadas a los misioneros, católicas.
cuántas fuerzas y energía invirtió la
iglesia en la fundación de escuelas de 53. Fundación de pensionados y ho
cualquier clase, cuán ardorosamente las gares para la formación religiosa de
defendió y cuán ampliamente las fo los jóvenes. Guando los jóvenes se
mentó. Pero por cuanto resulta difícil, ven constreñidos a abandonar su am
como es obvio, añadir al curso esco biente para ingresar, en otras ciuda
lar el programa de formación para di des o metrópolis, en las escuelas públi
rigentes de la Acción Católica, con cas conviene que se establezcan pen
viene muchas veces juntar fuera de la sionados de vida común y otros domici
escuela a los jóvenes, que dan esperan lios en que estén resguardadas la vida
za, para formarlos en la doctrina y cristiana y las buenas costumbres y se
práctica del apostolado. formen sus inteligencias y voluntades
Procuren, pues, los Ordinarios de lu en el preclaro ideal del apostolado.
gar que se abran, en la mejor forma
posible y conforme a su prudente jui 54. Importancia primordial de la
cio, escuelas en que se aprende el apos familia para formar dirigentes. Al
tolado, en que, como se sobreentiende, atribuir a esas escuelas una influencia
él programa de formación es distinto singular y eficacícisima para formar
del que rige en las Escuelas que son dirigentes de Acción Católica, Nos no
real y propiamente tales. queremos eximir a las familias de la
responsabilidad que tienen ni quitar
51. Suplir con una formación reli les nada de su autoridad por cuanto
giosa especial la recibida en la ense ellas a veces podrán hacer al respecto
ñanza pública. Al mismo tiempo su más que las escuelas, nutriendo en las 859
cede también que los niños y jóvenes almas de sus hijos el fervor apostóli
que se ven obligados a concurrir a es co, educándolos de día en día mejor
cuelas no católicas deben preservarse y preparándolos para la acción en la
inmunes de las falsas doctrinas. Siem vida. Pues, la convivencia en el hogar
pre será necesario por eso que se aña es la mejor escuela que no puede
da a la educación que en los Colegios7 9 ser reemplazada por otra.
mortal memoria Pío XII, para adelan ron cristianos. Sin mucho trabajo ni
tar el apostolado laico en las regiones grave incomodidad podrán prestarles
confiados al cuidado de los misioneros, un auxilio, que a veces será de la mayor
sea en el campo científico de la doctri importancia, dándoles consejos, com u
na, es decir, para dar adecuada solu nicándoles sus experiencias y propor
ción ante todo a los problemas so cionándoles su asistencia técnica. Hom
ciales en las naciones recién cons bres bien dispuestos encontrarán segu
tituidas, sea en el campo del ramente los medios adecuados para lle
apostolado, es decir, sobre todo en el var a la práctica todo lo que Nos con
desarrollo de planes para formar debi ánimo paternal deseamos; ellos procu
damente los cuadros de los seglares pa rarán también que este anhelo Nuestro
ra que ardorosamente militen bajo el se dé a conocer a los que hallasen in
estandarte de Cristo. clinados a seguirle para moverlos tam
bién a ellos y encaminarlos a empren
59. La labor de los laicos foráneos y der esta obra que es de máxima conve
de los Institutos Seculares en las Mi niencia.
siones. No ignoramos lo que en las mi
siones de un modo egregio ya llevaron a 6. Los estudiantes extranjeros en ¡os
cabo y lo que harán en adelante laicos países occidentales.
que por un tiempo o de por vida aban
donaron su patria para contribuir con 61. La atención espiritual de los es
su múltiple ayuda al bien social y reli tudiantes de las tierras misionales en
gioso de las regiones que han de ilu- países católicos. Nuestro inmediato
861 minarse con la luz del Evangelio; e im Predecesor exhortó a los Obispos a que
ploramos a Dios con fervorosas súpli con aquel “ amor de corazón que por
cas que aumente gozosamente el nú la fraternal unión y olvido de sí mismo
mero de esos generosos colaboradores se asocia a otros” procuren que los jó
y los confirme y aliente en sus dificul venes católicos que vienen de los países
tades y trabajos que con espíritu apos de Misión para perfeccionar sus estu
tólico soportan. Los miembros de los dios y se dirigen a sus diócesis a fin de
Institutos Seculares nacidos en esas re aprender las ciencias y adquirir cono
giones misionales serán una ayuda rica cimientos prácticos que los habiliten
en eximios y ubérrimos frutos, si ellos para asumir funciones públicas en sus
por su ejemplo estimulan a otros a imi respectivas patrias, tengan atención es
tarlos y si ponen a disposición de los piritual83). Pues, todos vosotros, Vene
Ordinarios de lugar sus facultades y su rables Hermanos, os daréis cuenta
labor ágil, espontánea y alegremente cuántos albures corren sus mentes y
ofrecida con que más rápidamente lle corazones y cuántos peligros amena
garán a madurez las comunidades cris zan su vida moral en una sociedad
tianas recién constituidas.6
*
0 que no sólo no es la suya sino que,
por desgracia, frecuentemente ni es 862
60. Seglares eminentes ayuden a las de tal condición que confirme su fe y
nuevas cristiandades con sus experien anime su virtud. Por eso, cada uno de
cias y conocimientos técnicos. Exhor vosotros, consciente de su deber que en
tamos también a todos aquellos que, en asuntos misionales constriñe a todos
cualquier parte del mundo, ocupan una los sagrados Pastores, procure ayudar
situación eminente en las profesiones les con suma caridad y diligencia y los
que ejercen o en la vida pública a que métodos más adecuados.
se consagran, a que estudien seriamen No será difícil encontrar a esos jó
te, aun sin abandonar sus respectivas venes y confiarlos a sacerdotes o segla
patrias, la manera de ayudar a sus her res particularmente aptos para este m i
manos que sólo recientemente se hicie- nisterio, proveer su atención espiritual
(83) Ver Pío XII Encíclica Fidei donum (ver Nota 81) A.A.S. 49, 245; Colección “ Guadalupe”
224, 33 pág 2142.
2374 E ncíclicas del P.P. ,Iu an XXII [ (1959) 238? 62-64
y, además, hacerles sentir y experimen dos los que, sin escatimar sacrificios,
tar prácticamente la suavidad y los re se prodigan por propagar la fe hasta los
cursos de la caridad cristiana que nos últimos confines de la tierra. Sepan los
permiten marchar unidos fraternalmen heraldos del clero secular y regular al
te y servir de provecho el uno al otro. que amamos de todo corazón, sepan las
Por eso a tantos y tan importantes ser sagradas vírgenes que sirven con tanta
vicios que prestasteis a las Misiones generosidad y alegría como con abun
añadid esa obra de ayuda en que las re dancia de frutos a la causa misional,
giones distantes, desparramadas por to sepan los seglares, sus colaboradores en
do el mundo, pero en cierto modo tam tan preclara obra, que con mucho celo
bién encomendados a vuestros cuida salieron a extender las fronteras de la
dos se hacen presentes a vuestros áni fe, sepan ellos que Nos elevamos a Dios
mos. fervorosas y cotidianas preces por ellos
y ansiamos llevarles toda la ayuda que
62. La vida cristiana de los jóvenes podamos. El éxito de su labor que se
de tierras misionales en países cató hace visible también en el hecho que las
licos. A los mismos jóvenes, empero, nuevas cristiandades manifiestan gran
ávidos de ciencia, queremos no sólo vigor espiritual es la señal de la compla
manifestar el amor que les tenemos sino cencia y de la bendición de Dios y
también exhortarlos insistente y afec constituye al mismo tiempo el testimo
tuosamente a que lleven por doquiera nio del celo y de la discreción con que
inviolado el signo de la cruz, grabado la Congregación de la Propagación de
en sus frentes con la sangre de Cristo la Fe y la de los asuntos de la Iglesia
y la unción del santo crisma y mientras Oriental proceden en el cumplimiento
vivan en tierra extranjera no desper de su misión.
dicien la ocasión no sólo de prepararse
para cumplir después debidamente sus 64. El Papa pide a todos una mayor
tareas sino también para profundizar
ayuda misional. A todos los Obispos,
los conocimientos de la Religión. Aun
al clero y a los fieles de las diócesis de
que estén expuestos a los peligros y los
todo el mundo que con sus oraciones y
males tendrán, sin embargo, la mejor
su óbolo contribuyen a aliviar las nece
oportunidad de lograr, mientras vivan
sidades espirituales y materiales de las
en naciones católicas, muchos benefi
Misiones exhortamos una y otra vez a
cios espirituales si recuerdan que todos aumentar de buen grado esa ayuda que
los fieles cristianos quienesquiera que es del todo necesaria. Pese a la escasez
sean y dondequiera que hayan nacido del clero que ha de preocupar a los
tienen siempre el deber de dar buen Pastores aun de las diócesis más anti
ejemplo y prestarse mutuamente la ayu guas, alienten sin vacilación alguna y
da de la caridad y edificación. confirmen en sus propósitos a los que
se sienten llamados por Dios a la obra
misional y de buen grado sepan pri
Q U I N T A P A R T E varse aun de los más destacados segla
C o n c l u s ió n
res a fin de que éstos se pongan a dis
posición de las nuevas diócesis. De este
1. Exitos de los misioneros e intensisacrificio, sobrellevado por la causa de
ficación de la ayuda misional.6 3 Dios, no tardarán en brotar para ellos
beneficios celestiales. Cuanto más sigan
63. Agradecimiento por lo que ya se creciendo las necesidades tanto mayor
alcanzó. Después de haber expuesto, deberá ser la liberalidad con que todos
Venerables Hermanos, los más impor los fieles cristianos del orbe entero
tantes y características necesidades que aporten a porfía a aquellas Obras el
apremian hoy día a la Iglesia en tierras celo de sus corazones y el socorro de su
de Misión no podemos menos de expre caridad, recogido en todas partes, el
sar Nuestra emocionada gratitud a to que, bajo la dependencia de la Sagrada
238, 65-66 E n cíclica ‘‘ P rinceps P a sto ru m ” 2375
ESQUEMA
J U A N PP. X X I I I
Venerables Hermanos y amados hijos, salud y bendición apostólica.
A esta Iglesia, columna y fundamento hijos, y educar y regir esos hijos, guian-
de la verdad A), su santísimo Fundador do con maternal y previsora solicitud
confió una doble misión: engendrar la vida de los individuos y de los pue-
(1) Ver I Timot. 3, 15.
y llevar a cabo la eliminación de otros tópicos ya propuestos, sugerir la forma de presentarlos, comu
nicarle la inspiración pastoral y la orientación hacia núcleos temáticos más fácilmente aprovechables
en la enseñanza y la acción de los católicos; por eso lleva el documento el signo inconfundible de ser
manifestación de él, padre, maestro v pastor. Pero los diferentes problemas económico-sociales y
técnicos en su complejidad moderna sólo podían ser precisados y expuestos por grupos de entendidos
y técnicos, los que sin duda desempeñaron un papel esencial en la composición y redaccióón del do
cumento. No se conoce la contribución individual de cada uno de ellos; se rehizo además más de
una vez y ninguna persona en particular lleva la responsabilidad sino que el Sumo Pontífice con
su autoridad suprema, el magisterio de la Iglesia presenta el conjunto de verdades, enseñanzas y
conclusiones en aquella forma hacia la cual el Papa supo orientar a sus colaboradores. La partici
pación directa y personal de los Papas, de un León XIII, de un Pío XI, Pío XII y Juan XXIII en
las Encíclicas como en sus otras manifestaciones sociales y doctrinarias, como se deduce del dife
rente carácter de los documentos, no es un asunto meramente formal sino de contenido y fondo;
esto se palpa en la audaz concepción doctrinaria de León XIII comparada con el aspecto científico de
las enseñanzas sociales de Pío XI y también ahora con el tono de profundo calor humano y sobre
natural que Juan XXIII supo imprimir a M a te r et M a g is tr a .
No nos parecía de más destacar lo anterior antes de dar algunos detalles sobre la redacción del
documento que pondremos a beneficio de inventario.
Más de ocho meses antes del septuagésimo aniversario de R e r u m n o v a r u m , si entre otros órganos
de Prensa damos fe a Le Monde de París del 15 de julio de 1961, al parecer bien informado, cinco
PP. Jesuítas, tres de la Pontificia Universidad Gregoriana y dos del Instituto Popular de París
fueron encargados por el Papa a preparar una primera reseña de lo que podía contener el docu
mento, a la cual el Papa hizo dar una segunda redacción por un grupo de sociólogos, entre los
cuales figuraba Mons. Pietro Pavan, con la asistencia y la intervención de cerca de veinte Obispos,
trabajo que concluyó antes del 15 de Mayo. Unos dicen que luego el Cardenal Liénart de Lila,
Francia, y el Cardenal connacional Richaud de Bordeaux, al imponerse del texto, habrían pedido a
Juan XXIII una reforma de ciertas partes porque no reflejaban cabalmente la situación actual del
desarrollo social; otros afirman que un grupo de Cardenales influyentes habrían objetado la opor
tunidad de ciertos pasajes de la nueva Encíclica, demorando así su salida. El hecho es que, por
ejemplo, sólo en la primera parte, o sea, en la histórica, se cita el rechazo terminante del socialismo
moderado que enunció Pío XI en “ Q u a d r a g e sim o a rm o ” , pero en la parte nueva dionde el texto parecía
sugerir una reiterada toma de posición no se menciona el n e o s o c ia lis m o como tampoco el n e o lib e -
r a íis m o , aun más, la Radio Vaticana afirmó que “ el c o m e n t a r io ita lia n o m ás in te re s a n te d e M a te r et
M a g is tr a había sido publicado por AVANTI” , el órgano oficial de Prensa del partido socialista de
Nenni. AVANTI escribe en el artículo elogiado entre otras cosas que las primeras dos Encíclicas so
ciales (Rerum novarum y Quadragesimo anno) habían tenido principalmente el fin de combatir las
ideas socialistas mientras ahora Juan XXIII, aunque guiado por los mismos principios, había hecho
ocupar una nueva posición a la sociología católica, la que “ a o jo s vistas to m a b a en cu e n ta fu tu r o s
d e s a r r o llo s e v e n tu a lm e n te p o s ib le s ” (causados por el abandono del marxismo y la asunción de una
actitud, más favorable «1 cristianismo de parte de no pocos grupos socialistas existentes en la Eu
ropa Central). Falta además el análisis de los s istem a s c o lo n ia le s , la valorización de sus ventajas y
pasados beneficios como también la condenación de innegables abusos y desventajas que se daban en el
colonialismo, tal vez, porque constituía un tema demasiado crítico en esos momentos para ciertos
países europeos, especialmente Francia y Portugal, pero no menos para no pocos países asiáticos y
africanos, en plena efervescencia de independencia. En la parte tan extensa como concreta que se
refiere a la agricultura se echa de menos una declaración y orientación aceica del problema tan
agudo de la R e fo r m a a g r a r ia , especialmente candente en la Italia meridional, en la América Latina,
Filipinas etc. Aun la a u to m a tiz a c ió n y la organización profesional y g r e m ia l d e l E s ta d o cristiano no
encontró lugar, ni hizo mayores progresos la c o g e s t ió n del obrero y empleado en las empresas.
Aun así, la Encíclica M a ter et M a gis tra presenta no pocos nuevos aspectos sociales, mayores pro
gresos y precisiones. Por lo que se puso y por lo que falta no parece aventurado afirmar que ella
es el resultado de muchas mentes y plumas y tendencias, obra de sociólogos, pastores de almas,
diplomáticos eclestiásticos, de Cardenales, Obispos y aun de laicos, un documento de carácter de des
centralización y de amplia colaboración que la Iglesia vive bajo Juan XXIII; pero por su tono con
creto y positivo, su actitud comprensiva y conciliadora señorea innegablemente sobre todo el conjunto
(tal vez un tanto inorgánico y falto de última unidad) el espíritu práctico, paternal y pastoral’ de
Juan XXIII.
C. — CONTENIDO
Quizás convenga dar todavía un breve resumen de cómo la Encíclica desarrolla su temario. Nos
valdremos para ello del texto del discurso que según ciertas publicaciones uno de los colaboradores
a la redacción del documento, Mons. Pedro Pavan, leyó el 15 de octubre de 1961 al inaugurarse el
II Curso de Sociología Pastoral organizado por el Centro Internacional de Formación Social del Clero
en que dijo lo siguiente: “ La reciente Encíclica M a ter et M a g is tr a se divide, como se sabe en cuatro
partes:
I* P a r t e . Una e x p o s ic ió n s in té tica de las enseñanzas sociales de los anteriores Romanos Pontífices,
enseñanzas que resultan sobre todo de documentos solemnes, como la Encíclica R e r u m n o v a r u m , la
Q u a d r a g e sim o a n n o y algunos Radiomensajes de Pío XII:
I D P a r t e . Puntualizaciones y desarrollos de algunos puntos doctrinales relacionados con la evo
lución histórica de la convivencia humana. Estos puntos doctrinales conciernen (1) las relaciones
entre la iniciativa particular y los Poderes públicos en el campo económico; (2) el proceso de “ socia
lización” en las relaciones humanas; (3) la remuneración del trabajo; (4) la configuración estructu
ral de los sistemas económicos; (5) la presencia de los trabajadores en los organismos de la produc
ción; (6) y el derecho de propiedad privada también a los bienes instrumentales.
239, 2-5 E n c íc l ic a “ M a t e r e t M a g is t r a ” 2379
blos, cuya eximia dignidad tuvo siem lugar: Yo soy la luz del mundo <3*); pero
pre en la mayor estima y protegió con al contemplar la multitud hambrienta
incansable vigilancia. también prorrumpe como gimiendo en
La doctrina de Cristo, en efecto, unió, las palabras: Tengo compasión de la
muchedumbre <4a), dando así prueba de
por así decirlo, la tierra con el cielo,
como que abarca al hombre íntegro, o preocuparse asimismo de las necesida
sea su alma y su cuerpo, su inteligencia des terrenas de los pueblos. El divino
y su voluntad, y le manda elevar su Redentor muestra esta preocupación no
mente de las mudables condiciones de sólo de palabra, sino también con los
la convivencia humana a las alturas ejemplos de su vida al multiplicar más
de la vida eterna, donde disfrutará un de una vez milagrosamente el pan para
día de dicha y paz sin fin. satisfacer el hambre de la multitud.
IIP- P a ite. Nuevos aspectos del problema social y, en consecuencia, ulteriores desarrollos de la
doctrina social. (A. -) Estos aspectos se refieren a las exigencias de la justicia (1) en orden a las
relaciones entre los sectores de producción y el sector agrícola, el industrial y el de los servicios;
(2) las relaciones entre zonas económicamente atrasadas en el interior de las comunidades políticas;
(3) entre los países y su población; (4) entre comunidades políticas con diferente grado de desarrollo
económico en el plano mundial; (5) entre el desarrollo económico y los incrementos demográficos, ya
sea con respecto a comunidades políticas individualmente consideradas, ya sea con respecto a toda
la familia humana. ( B . -) Ulteriores desarrollos de substancia en la enseñanza de la Iglesia en ma
teria social aporta la tercera Parte en que el problema social es considerado dentro del ámbito que
responde a los nuevos problemas planteados por los inmensos progresos científico-técnicos realizados
en los últimos decenios y por las hondas repercusiones que esos progresos han tenido en todos los
campos de la convivencia humana.
/y ? Parte. Directivas y consejos referentes al compromiso de los católicos, especialmente de los
católicos laicos, de llevar la doctrina social de la Iglesia a la realidad en las formas y en el grado
que las distintas situaciones históricas permiten o exigen. Esta cuarta parte ofrece un carácter señala
damente pastoral; en esto se encuentra la explicación (o por lo menos se considera así) del hecho
de que todo el documento ha sido calificado por algunos como un docunumto de contenido y finali
dades preferentemente paslorales” . Hasta aquí Mons. Pavan.
(2) Juan 14, f>. (49) Marcos *8, 2.
(3) Juan 8, 12. [4b] Canon de la santa Misa.
2380 E n cíclicas del P .P . J u an X X III (1961) 239, 6-9
(6) León XIII, Encíclica fíerum Novarum, (en esta Coleec. “ Guadal.” , Encícl. 59, 11, p. 128).
15-V-1891; Acta Lconis I. 11, 107; ASS 23, 647; (7) Sanio Tomás, I)c reo i mine princip. i 15,
239* 18-21 E n cíc lic a “ M ater et M a g is t r a ” 2383
(8) Pío XI, Encíclica Quadragesimo anno, 15-V-1931; AAS 23, 189; (en esta Colecc. “ Guada
15-V-1931; AAS 23 (1931) 185; (en esta Colecc. lupe” , Encícl. nr. 154, 13, p. 1287).
“ Guadalupe” , Encícl. nr. 154, 8, p. 1281). 10 Ver Quadrag. anno, AAS 23, 177-228; (en esta
<9) Pió XI, Encíclica Quadragesimo anno, Colecc. “ Guadal.” , Encícl. 154, p. 1272-1331).
2384 E n cíclicas del P .P . J u an X X III (1961) 239, 22-27
de Dios, Creador nuestro, tal derecho impuso respecto del bienestar de su fa
no puede en manera alguna impedir milia tanto en el aspecto corporal como
"que los bienes corporales, creados espiritual y religioso” 2
(22). Gomo de ahí
1
0
por Dios para utilidad de todos los nace el derecho a emigrar, el mismo
hombres, lleguen (pertineant) a todos Predecesor nuestro exhorta a los gober
equitativamente (cequa parte), como lo nantes de los Estados que dejan salir
exigen la justicia g la caridad” <2°). a sus propios ciudadanos o reciben los
ajenos “ a no permitir nunca nada que
35. El trabajo es mi deber y un de pueda amenguar o destruir la mutua y
recho del individuo com o tal; al Estado sincera concordancia entre los pue
le corresponde intervenir únicamente blos” (23?>. Si se colabora por ambas
cuando los individuos fallan. En lo partes, es imposible que no se difun
concerniente al trabajo, Pío XII, vol dan ampliamente iguales beneficios en
viendo sobre un tema de la Encíclica tre los pueblos, con incremento de bie
leoniana, enseña que el trabajo ha de nes materiales y progreso de la cultura
considerarse un deber y un derecho (bonarum artium studia).2 1
0
de cada uno de los hombres, y que,
por consiguiente, a ellos les incumbe 3. Transformaciones posteriores al
en primer término establecer las mu Radiomensaje, en los campos cien
tuas relaciones de traba jo. Sólo cuando tífico, técnico, económico y social.
ellos no quieran o no puedan hacerlo,
“ corresponderá al Estado intervenir 37. Las profundas innovaciones pos
dividiendo y distribuyendo equitativa teriores a 1941. Si bien el estado de
mente el trabajo en la forma y medida cosas en aquel tiempo era ya diverso
requeridas por ei bien común recta al de épocas anteriores, com o lo ha
mente entendido ” ^ bía visto Pío XII, en estos últimos vein
te años se han producido nuevos cam
36. A la familia compete el derecho bios fundamentales, no sólo en cuanto
de propiedad así com o el de emigra a las condiciones particulares de cada
ción. Pasando a tratar el asunto de la país, sino también en lo que concierne
familia, el Sumo Pontífice afirma que a las mutuas relaciones (rationes) en
la posesión privada de bienes materiales tre los Estados.
contribuye poderosamente (plurimum)
a proteger y fomentar la vida de la fa 38. Innovaciones en los ámbitos cien
milia, ya que la propiedad “ asegura tífico, técnico y económico. Porque si
convenientemente al padre de familia dirigimos nuestra atención al campo
la genuino libertad que necesita para de las ciencias (doctrinse), de la técnica
cumplir con los deberes que Dios le (artes) (23b) y de la economía, adverti-
(20) “ L a s o lc n n it á ” , AAS 33, 199; (Colecc. nidad” ; los buenos autores latinos habrían em
‘ Guadalupe” 176, 12 p. 1579; ver también P í o X II pleadlo en cambio la locución “ ars et doctrina”
Encíclica S e rtu m Ixtitise, l-XI-1939, AAS 31, y cita tres textos de C ic e r ó n . Como ésta, ex
641; (en esta Colección “ Guadalupe” Encícl. pone otras 20 expresiones y promete un mayor
nr. 174, 26 p. 1560). número para más adelante. Ya de por sí es di
(21) “ L a s o le n n itá ’ ’ , AAS 33, 201; (Colecc. fícil crue el Latín de C ic e r ó n reproduzca o re
“ Guadalupe” 176, 19 p. 1583). fleje los mil matices de la ciencia y técnica, so
(22) “ L a s o le n n itá ” , AAS 33, 202; (Colecc. ciología y economía modernas por más esfuer
“ Guadalupe” 176, 21 p. 1583). zos, de suyo muy laudables, que se hagan pa
ra modernizar la edad de oro del latín. Por
(23?) “ L a s o le n n itá ’ f, AAS 33, 203; (Colecc.
“ Guadalupe” 176, 23 p. 1585). eso resulta un método doblemente discutible en
un documento de la Iglesia del siglo XX de
(23l>) “ Provinciae vel doctrinarum vel ar- tanta importancia y de alcances eminentemente
tium’ ^dice el latín; el texto italiano reza; “ Cam prácticos el que se cuide, aun a cosía de la
po scientifico-tecnico” . Inocencio Parisella pu precisión y claridad para no hablar de la bre
blica en la revista LATINITAS (Univers. Gre vedad, la pureza no digo del lenguaje y estilo,
goriana, Roma, Año X, libell. I, de enero de sino simplemente de locuciones. A un término
1962, p. 10-24) un artículto sobre “ las voces y preciso y breve que hoy día todo el mundo en
locuciones económico-sociales de “ M a ter et M a- tiende y emplea se prefiere una expresión am
g is tr a " , e indudablemente como reflejo de las bigua o de varias acepciones con tal que sea
personas, responsables del texto latino de la ciceroniana. De este método sufren, desgraciada
Encíclica, explica (p. 15) que el adjetivo “ scien- mente, no pocos pasajes de ésta y de otras
tificus” pertenece a la “ baja y escolástica lati- Encíclicas de los últimos tiempos. El lamenta
2388 E n cíclicas del P.P. J u an X X III (1961) 239, 39-41
mos que aparecieron varias novedades: en día se vuelven más evidentes: pri
se descubrió la energía atómica apli mero, entre la agricultura y la indus
cada tanto a fines bélicos como, luego, tria mecanizada (machinales industrise)
a fines pacíficos (usus civiles); surgie y los servicios públicos; luego, entre
ron casi ilimitadas posibilidades para las diversas regiones de un mismo país,
elaborar químicamente nuevos pro unas más prósperas que otras; y final
ductos; se difundió más ampliamente mente, atendiendo al plano interna
en el ámbito de la técnica y de los ser cional, entre los diversos países, que
vicios públicos (communia ministeria), presentan niveles económicos muy dis
la automatización (automatarias ope- pares.
rationes) para la producción de bie
nes; se adoptaron modernos métodos 40. innovaciones en el ámbito polí
en la agricultura; casi se suprimieron tico. Si volvemos nuestra mirada al
las distancias entre los pueblos median campo político, observamos que tam
te la radiofonía y la televisión; se au bién en él se han producido no pocas
mentó enormemente la velocidad de innovaciones: en muchos países desem
toda clase de vehículos; finalmente se peñan cargos públicos ciudadanos de
han abierto ya los caminos para viajar casi cualquier condición social y eco
a los astros. nómica; que actualmente los gober
nantes intervienen cada día más en los
39. Transformaciones en el ámbito asuntos económicos y sociales; que
social. Si consideramos el orden social, pueblos de Asia y Africa, echado abajo
son evidentes ciertos hechos de nues el sistema colonial de administración
tros días: se incrementaron los segu pública, se valen de legislación y de
ros (cautiones) sociales de los ciuda recho propios; que al multiplicarse e
danos; en algunos Estados de mejores intensificarse las relaciones mutuas en
condiciones económicas se ha provisto tre los pueblos aumentó también una
a la seguridad de los ciudadanos en cierta interdependencia recíproca; que
todas las eventualidades de la vida; se han extendido más las Ligas y Con
los trabajadores, miembros de asocia sejos (Coetus et Consilia) mundiales
ciones sindicales, se muestran más que, sobrepasando los límites y condi
conscientes en los asuntos económicos ciones de los Estados particulares, pro
y sociales; se ha elevado la instruc veen al bien de todos los pueblos sea
ción básica de la mayor parte de los en general, sea especialmente en el or
ciudadanos; ha progresado más am den económico, o social, científico, cul
pliamente el nivel de vida de los ciuda tural o político.
danos; en la actualidad los hombres
pasan más a menudo de una rama del /V. La nueva etapa que se inicia con
trabajo a otra, y disminuye continua Juan XXIIJ.
mente la distancia que separa una cla
se social de otra; el hombre de instruc 41. Motivos de la nueva Encíclica:
ción común se interesa y preocupa hoy recalcar, precisar, completar y expla
más que antes por lo que ocurre en yar la doctrina social de los Predece
todo el mundo. sores. Ponderado bien todo lo dicho,
Al mismo tiempo, quien considere hemos creído ser de Nuestra obliga
aún en los países más ricos los pro ción mantener viva la llama que Nues
gresos no pequeños de los sistemas tros Predecesores encendieron, seña
económicos y sociales (rationes sive lándolos como maestros universales en
3 rerum oeconomicarum sive socialium cuyos documentos encuentren luz y es
institutorum), no dejará de advertir tímulo quienes quieran resolver (ex
fácilmente las discrepancias que de día pediré) la cuestión social en la forma
ble hecho de que ya tenemos en Alemania y sibilidad no se quiso verter el texto básico ita
pronto tendremos en otras partes dos textos liano con la mayor fidelidad posible al latín,
paralelos de la presente Encíclica se debe a el cual resulta luego oficial (P. H.).
que por motivos ajenos a la materia y la po-
239, 42-45 E n cíc lic a “ M ater et M a g ist r a ” 2389
más adecuada a las necesidades de los puede ser removido ni alterado, de que:
tiempos actuales. así como no es lícito quitar a los parti
Consideramos, pues, deber nuestro culares lo que ellos por su propia ini
publicar la presente Encíclica, no sólo ciativa y con su propia industria pue
para conmemorar la Encíclica leonia- den realizar, para entregarlo a la co
ria, sino también, atendiendo a la mu munidad; así también es injusto y a la
danza de circunstancias (facies), con el vez un grave daño y una perturbación
fin, por una parte, de confirmar y ex del orden social, confiar a una sociedad
plicar más detenidamente (subtilius) mayor y superior lo que pueden hacer
las normas expuestas por Nuestros Pre y procurar comunidades menores e in
decesores, y, por otra, de establecer feriores; ya que toda acción social, por
claramente cuál es la doctrina de la su naturaleza y virtud, debe prestar au
iglesia acerca de los nuevos e impor xilio a los miembros del cuerpo social,
tantes problemas de nuestra época. nunca destruirlos ni absorberlos” <25).
44. La misión del Estado es acción
SEGUNDA PARTE multiforme: reducir los desniveles de
los diversos sectores, conjurar crisis
A spectos d e la “ R eru m N o v a r u m ”
económicas, evitar la desocupación,
QUE SE PRECISAN Y COMPLETAN
coordinar servicios, recursos y métodos.
I. — Iniciativa personal, intervención Por cierto, com o salta a la vista, los
y colaboración del Estado en el avances recientes de las ciencias y las
orden económico. técnicas más desarrolladas para au
mentar la producción han hecho que,
42. Tesis fundamental: El individuo hoy más que antes, esté en manos de
lia creado los bienes económicos. Para los gobernantes la posibilidad, por una
comenzar, es necesario establecer que parte, de disminuir los desniveles que
en la esfera económica ha de darse la existen entre los diversos sectores de
prioridad a la iniciativa privada de los la economía, entre las diferentes re
particulares, que actúan por sí mis giones de un mismo país y aún entre
mos o diversamente asociados con los diferentes pueblos dispersos por
otros a fin de procurarse el común todo el mundo; y, por otra, la posibi
bienestar (communia commoda). lidad de contener dentro de ciertos lí
mites las crisis que suelen surgir de
43. Los poderes públicos deben in las oscilaciones en los asuntos econó
tervenir, pero sólo subsidiariamente. micos (anceps rerum ceconomicarum),
Pero, por las razones explicadas por así como de aplicar eficaces medios
Nuestros Predecesores, es necesario que permitan evitar la desocupación
que intervengan también los poderes de ingentes masas.
públicos en este asunto, a fin de pro Por eso se exige siempre de nuevo
mover debidamente el incremento de de los gobernantes, cuyo deber es pro
los bienes materiales, encaminándolo curar el bien común, que se empeñen
hacia el progreso de la vida social y, en desarrollar una múltiple acción, hoy
con ello, al bien común de todos los más amplia y ordenada que antes, en
ciudadanos. favor de la economía, y que al logro
Mas esta solicitud providente del Es de este propósito adapten conveniente
tado, que fomenta, estimula, ordena, mente las instituciones, servicios, re
suple y completa, se apoya en el “ prin cursos y métodos (instituía, officia,
cipio de función subsidiaria” (24> que
instrumenta, agendique rationes).
Pío XI formula en la Encíclica “ Qua-
dragesimo anno” de esta manera: “ Que 45. El Estado, empero, no debe cer
da fijo e inconcuso en la filosofía so cenar la libertad del individuo, sino
cial el importantísimo principio, que no propiciar su mayor desarrollo. Con to- 4
(24) “ Quadrag. anno” , AAS 23, 203; (Colecc. (25) “ Q. A.” , AAS 23, 203; (Colecc. “ Guad
“ Guadalupe” 154, 34 p. 1307, I y II column.). 154, 34, I colum.).
2390 E n cíclicas del P.P. Ju an XXÍII (1961) 239, 46-49
(nolai) que parecen propias de nuestra ticos, así en el plano nacional como
época hay que incluir sin duda el au en el internacional.
mento de las relaciones sociales, a sa
ber, las mutuas vinculaciones cada 2. Valoración de la tendencia socie
vez más estrechas entre los ciudada taria.
nos, vinculaciones que han introdu
cido en su vida y acción múltiples 51. Ventajas y peligros de las ten
formas de convivencia social, en su dencias com unitarias. Nadie pone en
mayor parte ya sancionadas por el de duda, por cierto, que el progreso de
recho privado o público. tales intereses societarios (rationes
sociales) trae consigo muchísimas ven
Como causa y fuente probables de tajas y beneficios. Así, en efecto, es
esta tendencia aparecen varios facto posible dar satisfacción a muchos de
res propios de nuestra época, como el rechos de la persona humana, sobre
progreso de la ciencia y de la técnica, todo en lo económico y social, que
los métodos (rationes) más eficientes conciernen principalmente a las nece
de producción y un género de vida sidades de la vida humana, el cuidado
ciudadana más culta. de la salud, la promoción y m ejora
miento de la cultura elemental del es
50. La tendencia a la asociación es píritu, la formación más apropiada en
natural, se manifiesta de muchas ma el oficio (institutio de artibus exer-
neras y dio origen a una vasta gama cendis), la vivienda, el trabajo, el des
de agrupaciones. Estos progresos, pues, canso conveniente y el sano esparci
de la vida social han de considerarse miento (levamen).
como un indicio y causa de esa inter Además gracias a los inventos de la
vención creciente del Estado en ma técnica moderna, siempre m ejor orga
terias que no son de poca importancia nizados, con que los hombres se co
ni están exentas de peligro, com o que munican hoy sus ideas — com o la pren
atañen a asuntos íntimos de la perso sa, la cinematografía, la radiofonía y
na humana, cuales son — para dar al la televisión— en todas partes los hom
gunos ejemplos— la protección de la bres pueden disfrutar del beneficio de
salud, la instrucción y educación de asistir a los acontencimientos casi co
la juventud, la elección del oficio o mo testigos, aunque sea grande la dis
profesión (ars), los métodos y prácti tancia que separa a unos de otros.
cas (vite et rationes) de reeducación
y readaptación de quienes en una u 52. La m ayor organización de los
otra forma sufren de un defecto espi hom bres restringe su libertad, p ero no
ritual o corporal. la suprim e. Al multiplicarse y progre
sar de día en día las diversas formas
Esto mismo, sin embargo, és en parte de asociación, se multiplican a la vez
señal, en parte fruto de esa inclina en muchos sectores de la actividad las
ción del alma proveniente de la mis normas y leyes que rigen y definen
ma naturaleza y casi incontenible, in Jas mutuas relaciones amistosas (ne-
clinación, decimos, que lleva a los cessitudines) de los ciudadanos.
hombres espontáneamente a asociarse De ahí resulta que la libertad de
entre sí para conseguir bienes que acción de los individuos que conte
cada uno se ha propuesto y cuya con nida dentro de límites más estrechos,
secución excede las fuerzas indivi pues con frecuencia se emplean téc
duales. nicas (artes), se inician métodos (viae)
De esta inclinación han nacido, es y se crea tal estado de cosas que es
pecialmente en nuestros días, en to realmente difícil para el individuo
das partes, gremios (coetus), socieda guiarse por sus propias ideas (consilia\
des e instituciones con fines económi independientemente de los influjos ex
cos y sociales, culturales y recreati ternos, ejecutar algo por su propia ini
vos, deportivos, profesionales y polí ciativa, ejercer sus derechos y cumplir
2392 E n cíclicas del P.P. J u an XXIXÍ (1961) 239, 53-56
(31?) Pío XII, alocución en francés, Soyez les Middenstans-verbonde” de Bélgica y del “ Ne-
hienvenus, 8-X-1956 A AS 48 [1956] 798-800); diri derlandse Katholieke Middenstans-Bond” de Ho
gida al Congreso Internacional de la Asociación landa, “ tres agrupaciones, según el Papa, que
de empresarios católicos del tipo mediano y pe cuentan con cerca de 110.000 asociados en 20 or
queño; más precisamente fue ante los represen ganismos diocesanos repartidos en 1.370 seccio
tantes, como dice el Papa mismo en su discurso nes, es decir el poder económico y moral que
(p. 798), del “ Katholische Kaufmánnische Ve- representan” .
rein” de Alemania, del “ Nationale Christelijk
239, 80-83 Encíclica “Mater et Magistra” 2399
daría divina y la ley natural” i?2*}. Esto trabaja con todo empeño para que
es, la propiedad privada debe asegu se extienda a todas las categorías de
rar los derechos de la persona huma la sociedad el ejercicio de ese derecho.
na y a la vez dar su necesaria contri Pues, como en forma preclara ad
bución para el establecimiento del rec vierte Nuestro Predecesor de f. mem.
to orden en la sociedad. Pío XII, por una parte la misma digni
dad de la persona humana “ exige ne
91. Ei progreso empresario ha de fa cesariamente él derecho de usar de
vorecer también al obrero, para que los bienes externos para vivir de acuer
éste pueda ahorrar e ir formándose un do con los rectos principios de la na
patrimonio. Frente al rápido progreso turaleza; al cual derecho corresponde
reciente de la economía de muchas por cierto la obligación gravísima de
naciones, ya señalado por Nos, gracias dar, en cuanto sea posible a todos,
a los sistemas (modus) de producción la posibilidad de poseer bienes priva
más eficientes, la justicia y la equidad dos” <*33); y por otra parte la nobleza
exigen que, dejando a salvo el bien inherente al trabajo entre otras cosas
común, se conceda un sólido aumento exige “ la defensa y el perfeccionamien
(auctarium) a los salarios. Así los obre to de un orden social que permita a
ros podrán ahorrar e irse formando los ciudadanos de todas las clases la
un patrimonio. posesión segura, aunque módica, de
bienes” (34>.
92. Los cuatro bienes de la propie 94. El progreso económico actual to
dad privada: proviene de la natura hace aún más necesario. Ahora más
leza, protege la dignidad de la persona que antes se ha de proclamar la nece
humana, tutela la familia y favorece
sidad de que la propiedad privada (prí-
a la nación. Por ello es extraño que
vatum dominium) se extienda más am
algunos rechacen el carácter natural
pliamente, ya que aumenta continua
del derecho de propiedad, derecho que mente el número de naciones cuyos
constantemente saca del trabajo fe recursos económicos se acrecientan
cundo su fuerza y eficacia, que tan efi
considerablemente de día en día.
cientemente contribuye a la tutela de
la dignidad humana y al desempeño 95. Se indica en qué materias el Es
del cargo respectivo en todos los cam tado ha de organizar esa extensión de
pos de la actividad, y que, por último, la propiedad privada. Por eso emplean
consolida la estructura (compages) y do prudentemente diversos medios (ar
tranquilidad de la familia, no sin in tes) consagrados por la experiencia no
cremento de la paz y prosperidad de resultará tan difícil que los Estados
la nación. lleguen a establecer un orden econó
mico-social en el que se facilite más,
3, La amplia difusión que ha de y en la forma más amplia posible, el
darse a la propiedad. acceso a la propiedad privada de bie
nes com o: bienes no perecederos, vi
93. Debe posibilitarse a todos la po vienda, terreno, herramientas (supel-
sesión segura de una propiedad. Sin lex) necesarias para las empresas de
embargo, no basta afirmar que el hom los artesanos o de las familias, “ accio
bre tiene por su misma naturaleza el nes” en las empresas grandes o media
derecho de poseer privadamente bie nas; todo lo cual ya se ha introducido
nes, aún productivos, si a la vez no se con éxito en algunos países de siste-
(32b) P í o X I I , Radiomensaje, l-IX-194^: véase e l o r d e n y la t r a n q u ilid a d ” , AAS 35 (1943) 17;
arriba nota 30; AAS 36, 253; (Colecc. “ Guada- (El lector argentino podrá consultar el texto
tupe’ *, nota 82 de la Encícl. 154, p. 1295, II y contexto en la obra de Eduardo Zalduendo
columna). “ Pío XII, Mensajes de Navidad” Ediciones del
(33) P ío X II, Radiomensaje navideño, C on Atlántico, 1957, nr. 26. p. 64).
sfím p rc n u o u a fr e s c h e z z a , 24-XII-1942, Vigilia de (34) Ver arriba nota 33, AAS 35, 20 (Zal
Navidad, sobre t4L a p a z s o c ia l: C o n v iv e n c ia en duendo, Pío XII, Mensajes de Navidad, 33, 68).
Ví % 96-99 E n cíc lic a “ M ater et M a g ist r a ” 2403
b) Desarrollo del sector agrícola en tajas: en primer lugar, será más fácil
armonía con la industria y los saber de dónde proceden y a dónde se
servicios públicos. dirigen los campesinos que dejen su
trabajo por razón de los nuevos inven
107. La agricultura debe innovar mé tos introducidos poco a poco en el cul
todos, seleccionar cultivos y moderni tivo de los campos; en segundo lugar,
zar estructuras administrativas. Es me
recibirán una formación profesional
nester además que el desarrollo eco
que les permita dedicar su trabajo y
nómico de los Estados avance gra
sus esfuerzos (cura) también a otra
dualmente guardando la mutua armo
clase de labores; y, finalmente, no fal
nía que ha de reinar entre los diversos
sectores de la economía. Se necesita, tarán ni la ayuda económica ni la asis
pues, que se ponga empeño en primer tencia necesaria para el cultivo de su
lugar para conseguir en el cultivo de inteligencia y espíritu, a fin de que
las tierras el empleo de los métodos in puedan incorporarse más idóneamente
troducidos en los últimos tiempos, sea en nuevos sectores sociales.
en la técnica de producción, sea en
los variados cultivos de los campos, c) Aspectos de una adecuada polí
sea en la estructura (apparatus) de la tica económica general favorable
administración agrícola, tal cual lo per al sector agrícola.
mite o exige el desarrollo económico
general. Así, en segundo lugar, este 110. Enumérense los puntos princi
proceso se llevará a cabo, en cuanto pales de esta política. Mas para lograr
sea posible, de suerte que esté en ar un desarrollo ordenado de los diversos
monía con los trabajos de la industria sectores económicos es de todo punto
a la vez que con los más diversos ser necesario que las autoridades del Esta
vicios (ministeria).
do, en lo referente a la agricultura,
concentren su atención y solicitud en 43 4
108. Los efectos: la agricultura
absorbe más productos industriales y ios puntos siguientes: los impuestos,
pide mejores servicios, a la vez cpie los créditos, los seguros sociales, los
presenta mejores productos y contri precios, el fomento de las industrias
buye a la estabilidad monetaria. Re complementarias y el perfeccionamien
sultado de ello será que el sector agrí lo de la estructura de las empresas
cola no sólo absorberá mayor canti agrícolas.
dad de productos industriales, sino que
dará lugar a formas de servicios gene § 1. Los impuestos.
rales más convenientes. A su vez la
agricultura ofrecerá al sector indus 111. Aspectos especiales que han de
trial así com o a los servicios genera tenerse en cuenta en la agricultura. En
les y al mismo Estado productos en cuanto a los impuestos, un sistema im
calidad y presentación más aptos para positivo ordenado según la justicia y
el consumo. Tal cultivo del agro ten la equidad exige principalmente que
drá como consecuencia un poder ad los impuestos se fijen de acuerdo con
quisitivo mayor para la moneda, cosa
las posibilidades de los ciudadanos.
que por cierto es una de los principa
Pero cuando se trata de la determina
les puntos en el ordenamiento progre
sista de la economía.1 9
0 ción de los impuestos de los agricul
lores, el bien común exige de los go
109. Posible control de los brazos bernantes tengan en cuenta que en la
agrícolas sobrantes: la formación pro agricultura las entradas se obtienen
fesional y la incorporación a otros sec más lentamente y corren mayores ries
tores económicos. Una vez adoptadas gos, y que, por eso, se encuentran con
estas directivas (consilia), se conse más dificultad los capitales necesarios
guirán, entre otras, las siguientes ven para su incremento.
239, 112-116 E n cíc lic a “ M ater et M a g is t r a ” 2407
§ 2. Los créditos. guros y la previsión sociales pueden
112. A los agricultores ha de propor contribuir en gran manera a la distri
cionárseles crédito a bajo interés en bución justa y equitativa de la renta
atención al bien común. Por las razo nacional, es conveniente considerarlos
nes apuntadas es natural que los que como una manera de disminuir las di
poseen capitales prefieran invertirlos ferencias existentes entre las diversas
en otros negocios antes que en la agri clases de ciudadanos.
cultura. Por el mismo motivo los agri
cultores no pueden pagar intereses ma § 4. Defensa de los precios.
yores, más aún en los más de los ca 115. Los agricultores y el Estado de
sos ni siquiera pueden pagar el interés ben asegurar los precios, que general
exigido en el mercado (mercatura) pa mente remuneran el trabajo y no el
ra conseguir los capitales que necesi capital. Considerando la naturaleza pe
tan para la marcha y adelanto de sus culiar de los productos agrícolas, se
empresas. Por ello para promover el hace necesario asegurar sus precios,
bien común (omnium commoda) es empleando los métodos que señalen
preciso que no sólo las autoridades los especialistas en economía. En esta
públicas apliquen una peculiar polí materia, si bien es de muchísima im
tica (disciplina) crediticia para los agri portancia que ejerzan dicha salvaguar
cultores, sino también que se creen ins dia los mismos interesados [los agri
tituciones de crédito (argentarías) que cultores], a saber siguiendo una línea
les proporcionen capitales a bajo in oportuna de conducta (norma), con
terés (haud gravi usura). todo, los poderes públicos no pueden
§ 3. Seguros sociales. desentenderse en modo alguno de la
regulación de este asunto.
113. A pesar de las condiciones eco
nómicas inferiores, la agricultura no No podemos por otra parte pasar
debe tener un régimen de seguros in por alto que el precio de los produc
feriores al de la industria. Además tos agrícolas recompensa las más de
creemos necesario que se implanten las veces el trabajo de los agriculto
dos sistemas de seguros, (periculorum res más bien que el capital invertido.
cautiones) uno relativo a los produc Y así con toda razón Nuestro Pre
tos de la tierra, otro a los mismos agri decesor de f. m. Pío XI en su encíclica
cultores y sus familias. Y siendo, como i(Quadr age simo anno” enseña acerca
está averiguado, las entradas de los del bien común de la sociedad huma
agricultores por cabeza generalmente na que ((contribuge en forma conve
inferiores a las de los obreros de la in niente al mismo la proporción entre
dustria y de los empleados de los di los s a l a r i o s pero agrega en seguida:
versos servicios, establecer para los “ con ella está estrechamente vinculada
agricultores un régimen de seguros so la recta proporción de los precios de
ciales menor que el de los demás ciuda venta de los artículos que se obtienen
danos no parece estar de acuerdo con en las diversas ramas (artes) de la
las normas de la justicia social y de la producción, como la agricultura, la in
equidad. Pues el seguro y la previsión dustria y otras” (39>.
(cautiones providentiseque) que en ge
neral se establecen no deben discrepar 116. Han de tenerse en cuenta las ne
mucho unos de otros cualquiera sea cesidades de los consumidores, sin que
el sector económico en el que los ciuda ello constituya un criterio absoluto
danos trabajan o del que perciben sus que justifique una inferioridad eco
entradas. nómica del sector agrícola. Gomo los
114. La contribución de los seguros productos agrícolas están ante todo
sociales a la redistribución de los bie destinados a satisfacer las principales
nes. Pero com o por otra parte los se necesidades humanas, su precio ha de
(39) Pío XI, Encíclica Quadragesimo Almo, AAS 23, 202; (Colecc. “ Guadal.” Encícl. 154, 33 p. 1304).
2408 E n cíclicas del P.P. J u an XXIII (1901) 239, 117-121
fijarse de manera que todos puedan to más cuanto que se presenta com o fa
comprarlos. Sin embargo es evidente miliar, a la manera de una comunidad
que sería sin duda una injusticia que humana, en la cual tanto las relacio
toda una clase de ciudadanos, es decir nes mutuas entre los miembros como
los agricultores, fueran llevados, en la estructura de la empresa están de
sus condiciones económicas tanto como acuerdo con las normas de la justicia
sociales, a una situación de inferiori y los principios de la doctrina cristia
dad por el hecho de disponer de re na, y se esfuerzan con todo empeño
cursos menores para adquirir lo nece porque se lleve a la realidad esa anhe
sario para un decoroso nivel (cultus) lada obra (administratio) agrícola con
de vida, cosa que está en abierta opo forme a las circunstancias particulares
sición al bien común del Estado. de los tiempos.
se consagra muchas veces a los árbo fienden los precios de los productos
les y animales, cuya vida en sus ex de su trabajo.
presiones casi infinitas y en la suje
ción a leyes inflexibles lleva en sí 124. Su posición entre las otras aso
muchos impulsos que conducen a Dios ciaciones y en el Estado. Añádase a
Creador y Providente. esto que con la realización de estas
Además la labor agrícola no sola iniciativas los agricultores se hallan
mente produce los varios alimentos con en un plano de igualdad con las otras
que se nutre el género humano, sino clases profesionales, que en su ma
que diariamente crea también una ma yoría están organizadas en sociedades.
yor abundancia de materias primas Por último, cumplido lo dicho, los
(res) para la industria. agricultores lograrán en la adminis
tración pública la importancia y el in
122. La riqueza de aplicaciones ma flujo que corresponden a su condi
teriales y los valores morales. El tra ción, ya que con razón ha de consi
bajo agrícola por otra parte gana en derarse que en nuestra época una voz
dignidad porque se sirve de muchísi aislada se pierde, como se suele decir,
mas cosas propias de la mecánica, quí en los aires.
437
mica y biología, las cuales, debido al
enorme valor que para la agricultura 5. Ayuda propia y estatal para la
presentan sus progresos, han de adap elevación de los agricultores, y
tarse constantemente a las necesida sensibilidad para el bien común.
des mudables de los tiempos.
Más aún, este género de trabajo po 125. No deben imponer sus derechos,
see su propia dignidad porque exige sino armonizarlos con los de los demás
de los agricultores que comprendan y con el bien común. Pero cuando los
con más agudeza el curso de los tiem agricultores, no de otra manera que
pos del cual tan estrechamente de las demás clases profesionales, quieren
penden, que aguarden con más tran hacer sentir el peso e importancia de
quilidad el futuro, que aprecien la im su influjo, no han de hacerlo jamás
portancia y la responsabilidad de su desdeñando la moral y las leyes del
deber, que renueven el entusiasmo y Estado, sino que han de procurar más
con espíritu emprendedor experimen bien armonizar sus derechos e intere
ten nuevas cosas. ses con los derechos e intereses (utili-
tates) de las demás clases y subordi
4. Solidaridad y colaboración. narlos al bien común de los ciuda
danos.
123. Deber y necesidad de formar Para conseguirlo los agricultores que
cooperativas y asociaciones. Al igual empeñosamente trabajan por ampliar
que en cualquier otro sector de la pro sus haberes (fortunas) pueden exigir
ducción, ha de tenerse en cuenta en con derecho que sus propias iniciati
el agrícola la gran necesidad de for vas (incepta) sean ayudadas y com
mar asociaciones de agricultores, es pletadas por los poderes públicos,
pecialmente cuando es la misma fa siempre que ellos mismos sean tam
milia agrícola la que administra la bién sensibles a los intereses comunes
empresa. y aporten su contribución para pro
De cualquier manera es conveniente moverlos.
que los agricultores se sientan soli
darios (mutua fide) los unos de los 126. El Papa elogia la acción coope
otros y luchen unidos para fundar rativa y societaria por su valores. Con
cooperativas y asociaciones profesio este motivo Nos complacemos en elo
nales, las cuales son muy necesarias ya giar los méritos de Nuestros hijos que
porque procuran a los agricultores las por todas partes fundaron y promovie
ventajas que trae el progreso de la ron sea sociedades cooperativas, sea
ciencia y de la técnica, ya porque de asociaciones de diversa índole y cuidan 43
2410 E n cíclicas del P.P. J u an XXIII (1901) 239, 127-131
empeñosamente que los agricultores 129. Puntos que una política inteli
disfruten en toda agrupación (con- gente ha de poner por obra. Para con
iunctio) de ciudadanos no sólo de la de seguir tal estado de cosas es del todo
bida abundancia de bienes, sino tam necesaria una administración inm ejo
bién de una justa dignidad de vida. rable y una política que regule con di
ligencia: los contratos de trabajo, el
6, El trabajo agrícola como voca problema de la migración, la tasa del
ción y misión. salario de los obreros, el régimen de
impuestos de los ciudadanos, la pres
127. La labor agrícola es como un tación de créditos, y la inversión de
mandato de Dios y una misión civili capitales principalmente en las indus
zadora. Como en la labor agrícola pa trias propulsoras de nuevas técnicas
rece encerrarse todo lo que favorece (artes).
la dignidad, perfeccionamiento y cul Todo esto no sólo contribuirá a dar
tura de la persona humana, es preciso a los obreros empleos beneficiosos y
que el hombre la considere como un a estimular a los empresarios (operum
mandato recibido de Dios y orientado redemptores), sino también a aumen
a las cosas superiores. Es preciso ade tar los recursos (ubertates) locales.
más que el hombre consagre esta la
bor a Dios providentísimo, quien di 130. El Estado debe estimular el pro
rige todos los acontecimientos para greso y en los países menos desarrolla
conseguir la salvación de los hombres; dos crear el sentido de responsabilidad.
por último es preciso que el agricul Sin embargo los poderes públicos han
tor acepte, en cierto modo, la misión de ordenar únicamente aquello que por
(onus) de elevarse a sí mismo y a los experiencia se sabe conduce al bien
demás a las alturas de la civilización común de los ciudadanos. De ahí que
humana. los gobernantes hayan de preocuparse,
teniendo a la vista el bien común de
toda la sociedad, del progreso en lo
7. El problema de los países sub
posible simultáneo y parejo de la agri
desarrollados.1
8
2
cultura, de la industria y de los servi
128. La desigualdad de los países cios públicos, de manera que se dejen
subdesarrollados ha de extirparse pro guiar por el propósito de que los ha
porcionando, primero, los servicios pú bitantes de los países de menor des
blicos. Ocurre a menudo que en un arrollo económico, al contemplar tan
mismo país existen entre los ciudada to el orden económico-social como la
nos notables desigualdades económi cultura del espíritu, se sientan princi
cas y sociales debidas principalmente pales autores de su progreso, ya que
al hecho de que los unos viven y tra los ciudadanos se consideran tanto más
bajan en zonas que están económica dignos cuanto más han contribuido
mente más desarrolladas y los otros en personalmente a su propio adelanto.
zonas que lo están menos. En tal caso
exige la justicia lo mismo que la equi 131. Las fuerzas económicas han de
esforzarse por e! equilibrio, y los po
dad que las autoridades públicas pro
deres públicos desempeñar su papel
curen que tales desigualdades desapa
subsidiario. Además es necesario que
rezcan totalmente o por lo menos lle
quienes gozan de recursos y poder pro
guen a disminuir.
pios se dediquen con todo empeño a
Con este fin ha de trabajarse porque la consecución del equilibrio econó
en los países de menor desarrollo eco mico del país. Por su parte los gober
nómico se establezcan los servicios pú nantes, conforme al principio de la
blicos esenciales en el grado que co función subsidiaria [del Estado], de
rresponde a las circunstancias de tiem ben favorecer y prestar ayuda a las
po y de lugar y de acuerdo, en cuanto iniciativas de los ciudadanos privados
sea posible, con el nivel de vida común. de manera que, donde corresponda
239, 132-135 E n cíclica “ M a ter et M a g ist r a ” 2411
por la índole del asunto, les dejen lle no solamente se facilite el movimiento
var a término las obras comenzadas. de bienes, capitales y hombres, sino
también la disminución de las des
<S\ La desproporción entre tierra y igualdades entre los diversos países.
población, entre métodos de pro- Pero de esto hablaremos luego más
ducción primitivos y modernos. detenidamente.
Llegados acá, no podemos de expre
132. A veces escasean las tierras, sar nuestro gran aprecio por la obra
otras veces, los campesinos. Aquí cabe de la institución designada con la sigla
observar que en no pocos países existe fao*40*! y cuyo objeto es preocuparse de
una extraordinaria desigualdad entre la alimentación de los pueblos y del
las tierras de cultivo y el número de progreso de la agricultura. Esta insti
los agricultores, pues mientras en unos tución tiene por objeto especial favo
países hay escasez de habitantes y recer la mutua unión de los pueblos,
abundancia de tierras laborables, en promover el cultivo de los campos se
otros, por el contrario, abundan los gún métodos (normae) modernos en los
hombres y escasean los campos. países de menor desarrollo económico,
y ayudar a los países que sufren es
133. La modernización de los mé casez de alimentos.
todos agrícolas. Por otra parte hay
países en que los agricultores emplean II. — LAS RELACIONES E N T R E
métodos de cultivo tan primitivos y LOS PAISES DE D IV E R S O
anticuados que, no obstante la extraor DESARROLLO Y LA IGLESIA
dinaria fertilidad del suelo, no consi
guen hacerlo producir ni siquiera lo I. Uno de los mayores problemas de
necesario para satisfacer las necesida hoy y su solución en general.
des más urgentes de todo el pueblo. 135. El hecho lamentable del sub
En cambio, en otros países la moder desarrollo y las razones para ayudar
nización de la técnica agrícola ha pro a los pueblos que están en esa situa
ducido cosechas en tal abundancia que ción. Mas tal vez el mayor problema 440
al superar la cuota adecuada llegó a de la época actual lo constituyen las
causar cierto daño a la economía ge relaciones entre los países de gran pro
neral de la nación. greso económico y los que están en
vías de desarrollo, pues, mientras las
134. Colaboración con espíritu de primeras disfrutan de una vida c ó
solidaridad entre todos y con la FAO. moda, éstas sufren cruel miseria.
Es evidente, pues, que tanto la mutua La solidaridad que une a todos los
solidaridad de todos los hombres como seres humanos y los hace com o miem
el espíritu de unión fraterna, inspira bros de una misma familia impone a
dos en las enseñanzas de Cristo, piden los países que disponen de toda clase
con insistencia que unos pueblos ayu de bienes en abundancia el deber de
den a otros colaborando mutuamente no desentenderse de la situación (sta
en forma activa y múltiple para que tus) de los países cuyos ciudadanos se
(40?) FAO = ‘ ‘Food and Agriculture Organiza el mundo, nutrición, pescado, su estado actual y
r o n ” , es decir, una “ Organización para la Ali orientación futura, informes, estadísticas; sobre
mentación y la Agricultura” , uno de los servi la ayuda y asistencia técnica que presta, sus mi
cios más importantes de las “ Naciones Unidas” siones en muchas partes del mundo; sobre agri
(ONU); FAO ayuda, como lo expone el texto, a cultura, cultivos, ganadería, vacunación, créditos
los pueblos necesitados y en desarrollo econó agrícolas, legislación de regadío, forestación, pro
mico y social, con víveres y colabora a la me tección de plantas, legislación alimentaria y agrí
jor organización y rendimiento de la agricultu cola; edita una serie de revistas y publicaciones
ra; posee, además de la de Nueva York, sede periódicas sobre economía, estadísticas, pesque
de la ONU, grandes centrales en Ginebra, Pa ría, estado actual de alimentación y agricultura,
rís, Roma y más de 60 agencias en los diversos etc. Estos pocos detalles recogidos al azar nos
países del mundo. Desde 1945 posee una sección harán comprender que con razón elogia el Papa
especial de publicaciones con más de 400 títulos esta institución bienhechora. Véase también nota
en las tres lenguas oficiales: Inglés, francés y (40b).
español, sobre los problemas de alimentación en
2412 E n cíclicas del P.P. J u an XXIII (1961) 239, 136-139
(40b) Juan XXIII, Alocución (en francés) "Vous paña contra el hambre en el mundo” , auxilio
étes venus chercher la Bénédiction du Pape” y alivio a las diferentes regiones de la tierra,
3-V-1960, dirigida a los participantes del Con afligidas por el hambre y la miseria, AAS 52
greso Internacional efectuado en Roma en la (1960) 465.
sede del Instituto “ Food and Agriculture Organi- (41) Ver nota 40.
zation” (F'AO), para llevar, “ mediante la Cam- (42) I Juan 3, 16-17.
239. 140-142 E n cíc lic a “ M a ter et M a g ist r a ” 2413
Ahora bien las naciones más flore sus propios derechos y obligaciones,
cientes, al ayudar a las menos dota tienda igualmente a la prosperidad de
das, no solamente han de conocer y todos los pueblos.*
respetar esas características, sino tam
§ 4. El respeto a la jerarquía de los
bién han de cuidar con todo empeño
valores espirituales.
que al prestarles asistencia a estos
145. El progreso es un valor positivo»
pueblos no se pretenda llevarlos a la
pero no supremo. Deletérea e inmoral
imitación del propio tenor (disciplina)
es la inversión de valores. No cabe
de vida.
duda que en una nación donde han
§ 3. El espectro del neocolonialis- progresado simultáneamente la cien
mo. cia, la técnica, la economía y la pros
143. La ayuda no debe convertirse peridad de los ciudadanos, ha sido
en una nueva especie de imperio colo grande el aporte a la cultura y civili
nial. Además las naciones económica zación (humanus civilisque cultus).
Pero es necesario convencerse de que
mente más desarrolladas han de evi
tar particularmente, al prestar su ayu esos valores no son bienes supremos,
sino sólo medios (instrumenta) para
da a los pueblos más necesitados, el
peligro de aprovechar la situación de adquirir estos bienes.
éstos en su propia utilidad y para lle Por eso vemos con sentimientos de
var a efecto sus planes de hegemonía amargura que en las naciones de ma
(dominandi consilium). yor desarrollo económico se encuen
Si alguna vez se intentare tal cosa, tran no pocos hombres que no se
se deberá denunciar con toda franque preocupan en absoluto de la recta je
za que con ello se pretende en reali rarquía (ordo) de valores y descuidan
dad establecer una especie de imperio totalmente los bienes (animi bona)
colonial (colonialismo) que, aunque en espirituales o los borran de raíz o nie
cubierto bajo una denominación noble gan su existencia, mientras procuran
[“ ayuda a los pueblos en desarrollo” ], con todo ardor el progreso de la cien
reproduce el viejo y anticuado colo cia, de la técnica y de la economía, y
nialismo del que varios países salieron tienen en tanta estima el bienestar ma
últimamente; imperio colonial (dicio terial (externa commoda) que lo con
colonica) que al perjudicar las relacio sideran en los más de los casos el bien
nes internacionales pone en peligro supremo en la vida.
la tranquilidad de todos los pueblos. Da allí se sigue que la misma ayuda
que las naciones florecientes prestan
144. Con desinterés político y eco a las económicamente menos desarro
nómico búsquese la independencia téc lladas no carezca de perniciosos peli
nico-financiera de los pueblos en des gros para estas naciones, mientras en
arrollo. La gran necesidad, pues, a aquéllas, por antigua tradición, está
la vez que justicia exigen que las na por lo común viva y operante la con
ciones que prestan ayuda técnica y ciencia de los valores principales en
financiera a los pueblos económica que se apoya la conducta moral.
mente menos desarrollados lo hagan Por consiguiente quienes osan en
dejando a un lado todo propósito de alguna forma destruir el recto sentido
hegemonía, de manera que dichos pue moral (Íntegros sensus) de estos pue
blos con el correr del tiempo puedan blos cometen ciertamente una inmo
progresar por sí mismos en lo econó ralidad (inhonestum). Por el contra
mico y social. rio esta conciencia moral debe ser no
Si se consigue esto, se habrá contri solamente respetada, sino también des
buido no poco a establecer una espe arrollada y perfeccionada, puesto que
cie de comunidad de todas las nacio es el fundamento de la auténtica civi
nes en la cual cada una, consciente de lización (veri nominis humanitas).
* Juan XXJIl cita este pasaje en Pacnn in terris (1903) en la nota 03 de ese documento, p. ‘2499
do esta Colección “ Guadalupe” .
23^ 146-149 E n cíc lic a “ M a ter et M a g ist r a ” 2415
tereses no hay otro recurso que la vio nito, pues debido a ellos se va arrai
lencia, semilla de males gravísimos. gando en los ánimos de muchos lá
persuasión de que los conocimientos
3. El orden moral basado en Dios y científico-matemáticos son incapaces de
la religión fomentarán las mutuas penetrar en la naturaleza y en los
relaciones. cambios de las cosas (commutationes
rerum) ni tampoco explicarlas, sirio
a) La necesidad del orden moral. apenas tejer conjeturas. Y cuando los
hombres, aterrados, advierten con sus
167. La necesidad de la ley moral y propios ojos que las gigantescas fuer- 451
de la religión. Para que la mutua con zas de la técnica y mecánica sirven
fianza entre los gobernantes exista y tanto para promover com o para des
se arraigue en sus espíritus es indis truir el bienestar de los pueblos, de
pensable que primero se reconozcan y ducirán necesariamente que los valores
respeten por una y otra parte las le (res) espirituales y morales deben ser
yes de la verdad y de la justicia. antepuestos a todos los demás, ¡Si se
Ahora bien los preceptos de la m o quiere que los adelantos de la ciencia
ral y de la virtud se fundamentan en y de la técnica sirvan no para la
Dios; si Dios desaparece, desaparecen ruina del género humano, sino como
también ellos. En efecto el hombre factores coadyuvantes de la civiliza
consta no solamente de cuerpo, sino ción.
también de un alma consciente de su
inteligencia y libertad. Pues bien, un b) Respeto por las cosas del espíritu
alma así dotada exige necesariamente y esperanza de mejores relaciones.
una ley moral basada en la Religión,
la cual más que cualquier fuerza ex 170. El hastío de las cosas materiales
terna o interés sirve para resolver los y anhelo de las espirituales. Entre tan
problemas personales o sociales o los to los hombres de las naciones más ri
que atañen a una u otra nación o a cas, cada vez más insatisfechos de los
todas las naciones en conjunto. bienes materiales, alejan de su mente
la ilusión de un paraíso aquí en la
tierra. Al mismo tiempo los hombres
168. La pretensión de un progreso
no sólo se dan cuenta cada día m ejor
humano sin Dios lleva a mayores difi
de que gozan de derechos personales
cultades. Sin embargo en la actualidad
inviolables y universales, sino que ade
no faltan quienes proclaman que en la
más se empeñan con todos sus esfuer
era del auge de las ciencias y de la
técnica pueden los hombres, prescin zos para estrechar las mutuas relacio
nes en forma más equitativa y más
diendo de Dios y con solas sus fuerzas,
conforme a su dignidad.
hacer surgir la más grande civilización
humana. Pero en realidad los hombres De todo ello resulta que al presente
a causa de la ciencia y de la técnica los hombres comienzan a reconocer
caen a menudo en dificultades de di que sus posibilidades son limitadas y
mensión mundial a las que sólo p o a buscar más ansiosamente las cosas
drán hacer frente si reconocen la de del espíritu.
bida autoridad de Dios, principio y
fin del hombre y del mundo. 171. Esperanza de mayor colabora
ción de individuos y naciones. Todo
169. La incapacidad de la ciencia y esto, por cierto, hace nacer la espe
los peligros de su abuso llevan nueva ranza de que con el tiempo no sólo
mente al recto camino. Los mismos los individuos, sino también las na
progresos de la ciencia parecen con ciones llegarán a ponerse de acuerdo
firmar la verdad de este aserto al di con el fin de prestarse mutuamente
latar sus alcances casi hasta el infi una vasta y fecunda colaboración.
233, 172-176 E n cíc lic a “ M a t er et M a g ist r a ” 2421
fuera de lugar traer aquí a la memo puede y debe emprenderse para llevar
ria de todos, los de arriba como los a la práctica las normas enseñadas,
de abajo, que el sentido cristiano de teniendo en cuenta las circunstancias
la vida encierra el deber de guardar la de tiempo y lugar. Los tres pasos del
moderación y aceptar los sacrificios, procedimiento suelen designarse común
con la gracia de Dios. mente con los términos: “ Ver, juzgar
Mas hoy en día, lamentablemente, y ob ra r\
el desordenado afán de placeres asen Nos parece necesario que los jóvenes
tó sus reales en los corazones de no reflexionen sobre este modo de pro
pocos de nuestros contemporáneos, que ceder y se sirvan de él, en lo posible,
en toda su vida nada consideran más en los casos concretos, para que lle
apetecible que el correr tras los pla guen a la convicción de que no sólo
ceres y el aplacar la sed de las pasio hay que meditar sobre los principios
nes, cosas que indiscutiblemente causan aprendidos, sino también aplicarlos en
graves daños no sólo al espíritu, sino la realidad.
también al cuerpo.
§ 2. Al surgir divergencias.
Quien atienda a este hecho aun va
liéndose de solas las fuerzas de la ra 187. Guardando el m utuo respeto
zón humana, deberá admitir que es sa- concretar la acción dejando a un lado
456 bio y prudente emplear en todas las las discusiones. Guando se trata de
cosas cordura y moderación y refre llevar los principios a la práctica pue
nar las malas inclinaciones. Mas quien de suceder a veces que surjan diver
atienda a esa realidad teniendo en gencias aun entre los católicos since
cuenta la ley divina, no podrá ignorar ros. En tal caso cuiden de mantener
que el Evangelio de Cristo, la Iglesia y manifestar la consideración y res
Católica y la doctrina ascética tradi peto mutuos, y a la vez busquen cuida:
cional exigen que los fieles cristianos dosamente tras consultas mutuas, los
repriman con energía las malas pasio puntos de coincidencia para realizar
nes y sobrelleven con singular pacien oportunamente lo que la necesidad
cia los sinsabores de la vida. exija.
Estas virtudes, además de asegurar Pongan sumo cuidado además en no
el firme dominio del alma sobre el debilitar sus fuerzas con frecuentes
cuerpo, nos ofrecen un medio pode discusiones, no sea que, con el espe
roso para expiar la pena del pecado cioso pretexto de hallar lo que parece
del que nadie está exento, con excep mejor, se omita entre tanto lo que
ción de J esucristo y su Madre Inma efectivamente puede y, por tanto, debe
culada. hacerse.
época consiste en haber transformado vino Maestro que advierte: “ ¿Qué apro
al hombre en un gigante del mundo fí vecha al hombre ganar todo el mundo,
sico y en un pigmeo del mundo sobre si pierde su alma? ¿O qué podrá dar
natural y eterno” <49*). el hombre a cambio de su alma?
Una vez más se verifica en nuestros
días en toda su amplitud cuanto afir § 4. El problema de la santificación
ma el Salmista de los adoradores de de los domingos y fiestas.
falsos dioses, a saber, que los hombres 193. El descanso dominical es dere
en su obrar se olvidan muchas veces cho de Dios, derecho y necesidad del
de sí mismos mientras veneran las hombre. El Papa reclama su cum
obras de sus manos adorándolas como plimiento. Afín a estas advertencias es
a dioses: “ Los ídolos de los gentiles lo que se relaciona con el descanso
son de plata y oro, obras de manos de que ha de observarse los días de fiesta.
hombres” (5°). Para defender la dignidad del hom
bre en cuanto criatura dotada de un
§ 3. Respeto a la jerarquía de va alma hecha a imagen y semejanza de
lores. Dios, la Iglesia Católica urgió siem
pre la fiel y universal observancia
192. El progreso y el bienestar son del tercer mandamiento del Decálogo:
bienes reales, pero sólo han de em “ Acuérdate de santificar el día del des
plearse como medios para promover canso” (52).
el perfeccionamiento espiritual. Por Es derecho de la autoridad divina
eso, es Nuestra preocupación pastoral exigir del hombre que dedique al culto
con que abrazamos a todos los hom justo y debido a Dios un día de la Se
bres, exhortamos encarecidamente a mana, en el cual el espíritu, libre de las
todos Nuestros hijos a que no permi preocupaciones cotidianas, pueda ele
tan que en el cumplimiento de sus varse a los bienes celestiales y escudri
obligaciones y en la prosecución del ñar su conciencia para conocer en qué
fin que se propusieron se adormezca estado se hallan sus necesarias e invio
la conciencia del deber y se olvide la lables relaciones para con Dios.
jerarquía de los valores principa Mas es también derecho y necesidad
les (bonorum ordo prsecipuorum). del hombre interrumpir el trabajo por
Es manifiesto que la Iglesia enseñó cierto tiempo no sólo para que sus
en todo tiempo y sigue enseñando que fuerzas corporales descansen del duro
el progreso de la ciencia y de la téc bregar de todos los días y se propor
nica así como la prosperidad consi cione a los sentidos sano esparcí
guiente han de contarse realmente en miento, sino también para que vele
el número de bienes y considerarse por la unidad de la familia, que re
como signos de una civilización que quiere que todos sus miembros man
progresa. Pero igualmente enseña la tengan entre sí íntimo contacto y vivan
Iglesia que estos bienes han de apre en serena convivencia.
ciarse según su naturaleza, es decir, La Religión, la moral y el cuidado
com o instrumentos o medios para al de la salud coinciden en exigir un des
canzar con mayor facilidad un fin su canso periódico. La Iglesia Católica des
perior, com o es el perfeccionamiento de hace siglos tiene establecido el do
propio tanto en el orden natural como mingo como día de descanso, en el que
en el sobrenatural. los fieles cristianos participan en el
Para ello deseamos con vehemencia santo sacrificio de la Misa, re-presen
que resuene constantemente en los tación y memorial del sacrificio reden
oídos de Nuestros hijos la voz del Di- tor y aplicación de sus frutos.
(49) Pío XII Radiomensaje ” 11 popolo che Navidad” , Ediciones del Atlántico, 1957, nr 10.
abitava nelle tenebre” , dado en la antevigilia p. 241).
de la Navidad del año 1953; AAS 46 (1954) 10 (50) Salmo 113, 4.
(El lector argentino y latinoamericano podrá
consultar el texto y contexto en la obra de (51) Mateo 16, 28.
Zalduendo, Eduardo: “ Pío XII, Mensajes de (52) Exodo 20, 8.
4$& , 194-196 E n c íc l ic a “ M a t e r e t M a g is t r a ” 2427
Pero con profundo dolor de Nuestro ñera alguna dedicarse a esas activi
espíritu comprobamos, sin poder me dades sin poner en peligro su dignidad
nos de mostrar Nuestra desaprobación, de hombre y de cristiano.
que muchos sin querer quizá en la ma
yor parte de los casos conculcar inten 195. El plan de Dios: perfeccionar
cionalmente esta santa ley, con siem nos por el trabajo, infundir sentido
pre mayor frecuencia no la observan. cristiano a la civilización, cumplir el
Necesaria consecuencia de ello es que deber, prestar servicios. Por el contra
lo s , obreros, tan caros a Nuestro co rio. responde perfectamente al designio
razón, sufran daños en su salud espi de la Divina Providencia que los hom
ritual y corporal. bres cultiven y perfeccionen su espí
Por eso teniendo en vista el bien ritu mediante la realización de su tra
de las almas y de los cuerpos exhorta bajo diario, que para casi todos los
mos en el nombre de Dios a todos los hombres se desenvuelve en cosas per
hombres, ya sean gobernantes, ya em tenecientes a la vida terrena.
presarios, ya obreros, a que se aten Por esta razón en nuestros días le
gan a este precepto del Dios eterno y corresponde a la Iglesia una ardua
de la Iglesia Católica y consideren la misión: conformar la civilización de
responsabilidad que en esta materia una época de progresos a los princi
tienen ante Dios y la sociedad humana. pios humanos y cristianos. La época
misma que vivimos llama a la iglesia a
§ 5. El ideal: tender a la perfección cumplir esta misión; más aún, parece
por medio de trabajo hecho en implorarlo con los deseos más ardientes
unión con Dios. no sólo para lograr fines más elevados,
sino también para asegurar lo alcan
194. Actuar cristianamente en el zado sin detrimento propio.
mundo no se opone a la perfección. De Para lograr este fin, com o ya d iji
lo que brevemente acabamos de ex mos, la Iglesia pide sobre todo la co
poner nadie ha de sacar la conclusión laboración de los laicos, quienes por
de que Nuestros hijos, especialmente esta razón han de empeñarse en la
los pertenecientes al estado laico, obra realización de sus actividades terrenas
rían con prudencia si redujeran su em de manera que mientras trabajan para
peño en la labor propia de los cristia sus semejantes estén interiormente uni
nos relativa a los bienes pasajeros de dos con Dios por medio de Cristo y lo
esta vida; antes al contrario reafir hagan todo para mayor gloria de Dios,
mamos que tal labor ha de realizarse como manda el apóstol S a n P a b l o :
y prestarse cada día con mayor intensi “ Ya comáis, ya bebáis, o ya hagáis
dad. otra cosa, hacedlo todo para gloria de
En verdad cuando Cristo Nuestro Dios” <54). Y en otro lugar: “ Todo cuan
Señor rezó en su solemne oración por to hacéis de palabra o de obra, hacedlo
la unidad de la Iglesia, pidió al Padre todo en nombre del Señor Jesús, dando
por razón de sus discípulos: “ No te gracias a Dios Padre por El” (55\
ruego que los saques del mundo, sino
que los guardes del mal” <53b § 6. Los valores espirituales ayudan
Nadie, pues, se forme la idea falsa a obrar socialmente.
de que reina oposición entre cosas que
en realidad pueden armonizarse per Í96. La vicia sobrenatural y religio
fectamente, a saber, entre la perfec sa ayudará a solucionar los problemas
ción del alma y los asuntos de la vida temporales. Cuando las actividades e
presente, com o si debiera uno apartar instituciones temporales cooperan tam
se necesariamente de las obras de la bién al progreso espiritual y a la eterna
vida mortal para tender a la perfección salvación del hombre, aquéllas han de
cristiana o como si no pudiera en ma- considerarse por ello más eficaces para
(53) Juan 17, 15. (55) Coios. 3, 17.
(54) í Corint. 10, 31. (56) Mateo 6, 33.
2428 E n cíclicas del P.P. Ju an XXIII (1961) 239, 197-198
en unión con vosotros hemos conside está cercana para los que le temen, y
rado hasta aquí, partiendo de la admi bien pronto habitará la gloria en nues
rable encíclica de L e ó n XIII, los di tra tierra. Se han encontrado la be
versos e importantes asuntos relaciona nevolencia y la fidelidad, se han dado
dos con la cuestión social contempo el abrazo la justicia y la paz. Brota de
ránea. De allí dedujimos normas y di la tierra la fidelidad y mira la justicia
rectivas, y os exhortamos encarecida- desde lo alto de los cielos. Sí, Yavé Dios
463 mente no solamente a meditar profun nos otorgará sus bienes, y la tierra
damente, sino también a trabajar por dará sus frutos. Va delante de su faz
llevar a efecto lo enseñado, cada uno la justicia, y la paz sigue sus pasos" ^ .
según la medida de sus posibilidades.
Si cada uno de vosotros colabora 3. Votos y deseos del Pontífice. Ben
con ánimo varonil, habrá contribuido dición Apostólica.
no poco a restablecer en la tierra el
reino de Cristo, que es “ reino de ver 200. Reine Cristo para prosperidad*
dad y de vida, reino de santidad y alegría y paz de todos. He aquí los vo
de gracia, reino de justicia, amor y tos que formulamos al poner fin a esta
paz" (63), reino del cual algún día salCarta, a la cual hemos dedicado desde
dremos para ir al encuentro de aquella hace tiempo nuestra solicitud por la
dicha celestial para la cual fuimos Iglesia universal. Los formulamos a fin
creados por Dios y a la cual aspiramos de que el Divino Redentor de los hom
con encendidas ansias. bres, “ el que ha venido a ser para nos
otros, de parte de Dios, sabiduría, jus
2. Voz de la Iglesia. ticia, santificación y redención" (65>, rei
ne y triunfe venturosamente a lo largo
199. Es la voz de la Iglesia la quede los siglos y en todos y por sobre
nos Invita. Aquí se trata, en efecto, de todo. Los formulamos también para
la doctrina de la Iglesia Católica y que, logrando en armonía el recto or
Apostólica, Madre y Maestra de todos den social, todos los pueblos gocen fi
los pueblos, cuya luz ilumina, enciende nalmente de prosperidad, alegría y
e inflama; cuya voz, llena de sabidu paz.(66)
ría celestial, resuena en todo tiempo Como expresión de estos votos y en
con sus enseñanzas; cuya virtud aplica prenda de Nuestra paternal benevo- 464
siempre remedios tan eficaces como lencia, os impartimos de todo corazón
apropiados a las crecientes necesidades la Bendición Apostólica a vosotros,
humanas y a las preocupaciones e in Venerables Hermanos, y a todos los
quietudes de esta vida mortal. fieles confiados a vuestra solicitud,
Con esta voz concuerda de modo ad particularmente a los que respondan
mirable aquella voz antiquísima del con generosidad a Nuestras exhorta
Salmista que constantemente fortifica ciones.
y levanta nuestro ánimo: “ Yo bien sé Dado en Roma, junto a San Pedro,
lo que dirá Dios: que sus palabras se el día 15 de mayo del año 1961, tercero
rán palabras de paz para su pueblo y de Nuestro Pontificado.
para sus santos, y para cuantos se vuel
ven a El de corazón. Sí, su salvación JUAN PAPA XXIII.
(63) Del prefacio de la misa de Cristo Rey. blecidos anteriormente, normas y directivas ya,
(64) Salmo 84, 9 ss. proclamadas en documentos pontificios hacía
(65) I Corint. 1, 30. tiempo publicados. Este hecho no nos sorpren
derá puesto que la Encíclica intencionalmente
(66) ANOTACIONES FINALES PARA UN quiso ser una conmemoración de tres documen
ESTUDIO DE CONJUNTO DE LA ENCICLICA. tos pontificios sociales transcendentales de los
Gomo era de esperar y lo hemos visto en la últimos decenios, dos muy conocidos: “ Rerum
lectura del texto, “ Mater et Magistra” no pre novarum” de L eón XIII y “ Quadragesimo cinno”
senta un panorama doctrinal totalmente extraño de Pío XI, a los 40 años de Rerum novarum, y
sino más bien familiar a los que algo entienden el tercero hasta ayer menos conocido y nom
de la cuestión social y de la doctrina social cris brado: “ La solennitá delta Pentecoste” , el Ra-
tiana, pues, enuncia en muchas partes y aun diomensaje de Pío XII a los 50 años de aquel
los cita textualmente, los principios ya esta- documento de L eón XIII, publicado en plena
2430 E ncíclicas del P.P. Juan XXIII (1961) 239, Apéfiii.
guerra mundial, mensaje que podrá servir como continuo avance, y la realidad ya producida no
representante de un sinnúmero de manifestacio son sólo el resultado del desarrollo económico-
nes, discursos y cartas de Pío XII concernientes social sino que “ constituyen” , dice el Pana, un
a los más diversos tópicos económico-sociales, impulso casi irrestistible del ser humano” , pues
aun cuando, a los 60 años, en 1951, Pío XII no la defensa del individuo precisamente, oomo tam
haya dado a luz una Encíclica social especial. bién el progreso de las ciencias y de la técnica
A los 70 años de Rerum novarum Juan XXIII requieren el estudio y el trabajo de equipos y la
quiso pasar revista a todos los principios y di unión de brazos y cabezas. El Papa pondera las
rectivas económico-sociales anteriores, recalcar ventajas de esta “ socialización” y señala las des
los y reafirmarlos, señalar sus frutos y poste ventajas del exceso al respecto, afirmando que
riores desenvolvimientos. en todo caso debe tomarse en cuenta tanto la
Pero además de reafirmar enseñanzas tradi seguridad como la legítima autonomía y digni
cionales, Mater et Magistra enseña también co dad del individuo; reclama para conseguir el
sas nuevas. A primera vista parecen predominar justo equilibrio la colaboración coordinadora del
las cosas ya sabidas. Y no podía ser de otra Estado.
manera, ya que los principios y normas funda En la misma segunda parte y en dos pasajes
mentales son invariables, conforme lo destaca más de la Encíclica, Juan XXIII recalca un as
efectivamente Juan XXIII al principio del do pecto que con ese vigor no se había destacado
cumento, sin que por ello deje de encender no ha'sta ahora en documentos oficiales, a saber,
pocas nuevas luces que han de iluminar el di que el progreso económico debe ir acompañado
fícil y complejo campo económico-social y orien del progreso social; vuelve además a señalar
tar en él al hombre de nuestros días. que la riqueza y renta de una nación no sólo
depende de la abundancia de bienes sino también
I . — LAS RE AFIRMACION ES —y más todavía— de la justa repartición de esos
Juan XXIII vuelve a destacar (ver la Intro bienes; advierte que la acumulación de capital
ducción y el subtítulo 33) el derecho de la Igle por medio de la autofinanciación debe “ conceder
sia a intervenir en los asuntos terrenales, los los correspondientes derechos a los obreros” ,
económico-sociales y culturales, en cuanto ata es decir, debe asignar al obrero retribuciones ma
ñen el campo moral y humano; hace resaltar de yores que simplemente las del salario justo y
nuevo que las normas de toda solución brotan familiar, es decir tiene la obligación de llegar
del Evangelio y de la misma naturaleza humana, a la participación del obrero en las ganancias.
recalca los derechos del individuo a una remu Después de haber condenado los despiltarros in
neración justa y a la propiedad privada y los dividuales e irresponsables, los gravámenes e x
derechos del Estado junto con sus obligaciones cesivos del Estado, los enormes gastos arma
para con la sociedad y el individuo; cita la po mentistas, y particularmente los sueldos y pre
sición de Quadragésimo anno frente al comunismo bendas desproporcionadamente altos, asignados
y socialismo (más tarde ya no vuelve sobre el a elementos “ de mediocre importancia o de in
asunto) y la crítica de Pío XI al imperialismo cierta utilidad” (seguramente una alusión a la
económico del liberalismo; y que toda solución excesiva remuneración de los consejeros de ad
debe apoyarse en la justicia y caridad e inspi ministración, su abultado número y su voraz
rarse en la ley moral. Podíamos alargar la lista acumulación de consejerías en una mano etc.);
de las reafirmaciones y precisiones pero una so enumera como primer criterio de justicia y equi
mera lectura permitirá a toda persona interesada dad para la fijación de los sueldos y salarios
completar la enumeración, dado que en general no lo que se ha convenido por ventajoso que sea
el mismo Sumo Pontifice advierte cuando en los sino lo que cada uno aporta a la producción,
asuntos más importantes recalca las doctrinas y especialmente lo que aporta el obrero, para agre
directivas anteriores y aun exteriormente está gar luego también como criterios: la situación
señalando por las citas de los tres documentos de la empresa, el bien común nacional y el bien
mencionados.I. común internacional. Aquí llegamos a un punto
interesante, pues el Papa establece que no sólo
II. — LOS ASPECTOS NUEVOS EN LOS AM en el campo internacional y en las relaciones y
BIENTES ANTIGUOS ayudas interestatales debe regir “ el bien común
Dado el vertiginoso desarrollo económico-social internacional” sino que aun en las decisiones
y técnico de la época actual en especial desde que se toman dentro de una nación, como por
Pío XI hasta nuestros días, es natural que la ejemplo, en los contratos de trabajo debe tenerse
nueva Encíclica no se contente con las reafir en cuenta el “ bien común internacional” . Ese
maciones y puntualizaciones de paso sino que es nuevo aspecto y Goncepto formado por Juan XXIII
inevitable que se enfrente con nuevos enfoques del “ b'en común de la humanidad entera” se
en el campo económico-social ya labrado ante incorporará definitivamente al acervo de los
riormente,. y es necesario que presente nuevas principios de la doctrina social de la Iglesia.
decisiones y normas. Esto se hace en las partes El Papa declara en otros pasajes además que un
II? y III?. sistema que en los lugares de trabajo no garan
La segunda parte del documento comienza tiza la dignidad humana ni cultiva el sentido
destacando la importancia del hombre. Es él quien de responsabilidad e iniciativa individuales del
ha creado los bienes económicos, no al revés; obrero y empleado es injusto aun cuando logre
habla luego de la intervención y colaboración del una elevada cifra de producción y el producto
Estado al individuo y a la sociedad, pero siempre final, es decir la ganancia de la empresa, se
subsidiaria, para no caer en la omnipotencia del distribuya equitativamente.
Estado que practica el comunismo ni en el indivi
dualismo desenfrenado del liberalismo; luego seña Los obreros con razón pueden exigir parti
la el fenómeno de la creciente incorporación, o si cipar activamente en las empresas y tener opor
tunidad de formarse técnica y profesionalmente
se quiere “ fagocitación” del individuo por la so
mejor, lo cual por lo demás debe constituir el
ciedad y sus instituciones, su ligazón siempre
más estrecha con el cuerpo social en que vive, postulado básico de una sana política empresaria
y productora, para la cual, reclama naturalmen
o, como destaca, aún en el título intercalado, el
texto italiano, dando un nuevo contenido a la te también la aplicación de los derechos de pro
piedad privada.
palabra, la progresiva “ socialización” de la vida
moderna del hombre. El término como tal, como En el capítulo sobre la estructura de la so
ya advertimos en la nota al lugar, no se en ciedad moderna y el funcionamiento de las era
cuentra en el latín oficial, pero lo que importa presas exige la Encíclica —no pocos dirán an-
es que el Papa afirme que esa tendencia, en tieoonómicamente pero es sanísimo desde el pun
239, Apénd. E n cíc lic a “ M ater et M a g ist r a ” 2431
to de vista de política social y está en realidad su propia elevación económica y social, cultural
inspirada en los grandes valores humanos— el y espiritual. En el campo in t e r n a c io n a l pide el
fomento, también de parte del Estado, de las Papa primero un auxilio de emergencia para
pequeñas y medianas unidades económicas, de los pueblos hambrientos, pero afirma que a la
las empresas de artesanos y de cooperativas de larga es más importante la constante c o o p e r a c ió n
dimensiones familiares. científica, financiera y técnica. Esta colabora
En el capítulo sobre la p r o p ie d a d p r iv a d a ción es por lo demás necesaria para todos los
aparecen conceptos que en el siglo XIX a no po pueblos 44p o r q u e to d o p r o b le m a h u m a n o d e tra n s
cos habrían parecido revolucionarios y que fal ce n d e n c ia tien e h o y d ía e fe c to s au n e x t r a n a c io
taban en la mayoría de nuestros manuales de so n a les y m u n d ia le s ” , de modo que ningún país
ciología, a saber, el cambio de valoración del por poderoso y opulento que sea puede solu
trabajo profesional frente a la propiedad pri cionar solo sus problemas. El Papa seriamente
vada. El Papa comprueba que un número cre preocupado advierte que en esta acción de au
ciente de personas busca la seguridad del por xilio deben respetarse naturalmente las caracte
venir no ya en una propiedad privada, modesta rísticas nacionales, culturales y religiosas de los
si se quiere pero tangible sino en la seguridad pueblos en desarrollo para que, en alas de la
social, en los seguros sociales. Aún más. Con el ayuda, no se abata sobre ellos un funesto neo-
aplauso del mundo industrial, científico, técnico colonialismo.
y de los servicios públicos los padres para los En el capítulo que trata del in c r e m e n to d e m o
hijos y las nuevas generaciones para asegurar g r á fic o , comparado con el desarrollo económico,
su porvenir aspiran a una calificada formación el Papa lamenta el desnivel actual y la miseria
profesional, poniendo su confianza más en el consiguiente en muchas partes del mundo, pero
rendimiento de su trabajo que en el producto divisa con ojo optimista para un futuro no muy
de alguna propiedad. El Papa con aquel optimis lejano una solución favorable, dados los ade
mo y positiva valoración de las cosas de hoy lantos científicos y técnicos modernos; por este
que caracteriza toda la Encíclica, aplaude esta motivo y naturalmente por los principios reli
evolución y, lo que es importante, da la razón giosos y morales, el “ Birth control” , la limita
de su actitud diciendo que 41e l tra n s ce n d e n te c a ción de la natalidad es inaceptable y, pasando
r á c t e r d e l t r a b a jo , o d e la p r o fe s ió n , es un a e x a una actitud positiva, exhorta a todos a comen
p r e s ió n m ás in m e d ia ta d e la p e r s o n a h u m a n a ” zar a educar las jóvenes generaciones a la
y por eso preferible a la propiedad que es sólo genuina y cristiana solución de este problema
un instrumento en la mano del hombre, mien la que sólo se encuentra en el espíritu de sacri
tras la profesión es parte de él. ficio, de responsabilidad y de optimismo.
Pero el Sumo Pontífice se apresura a añadir
que estos hechos, muy laudables, no cambian en IV. — APOGEO PASTO RAL Y SOBREN ATU
nada la doctrina social de la Iglesia acerca de RAL
la propiedad privada o acerca de la propiedad
de los medios de producción; el derecho de pro En la cuarta y última parte, Juan XXIII es
piedad privada permanece inalterable y que debe tigmatiza el error más radical y siniestro de
propiciarse y fomentarse su arraigo en todas nuestro tiempo: el intent.o do croar un mundo
las capas sociales, dirimiendo así, en sentido sin Dios. Frente a esta “ estulticia” , como dice,
afirmativo, sin decirlo expresamente, la ya larga aludiendo al texto bíblico: 44E l e s tu lto d ic e en
discusión de si la propiedad privada era toda su c o r a z ó n : N o h a y D io s ” , todos, especialmente
vía un factor de orden y de organización. los laicos, deben cultivar e imponer la genuina
Con ligeras variantes son éstos los temas ya jerarquía de valores y tender así a la perfec
tratados en los grandes documentos sociales de ción espiritual por medio del trabajo hecho en
los Pontífices anteriores, aunque presentados rnr’ón con Dios, de tal modo y con pericia tal
por Juan XXIII con algunas ampliaciones y pun- que logre arrastrar consigo hacia la altura a
tualizaciones. los demás contemporáneos.
La 44C o n c lu s ió n ” trae otro matiz, también
III. — LOS TEMAS NUEVOS nuevo. Pío XI en Q u a d r a g e sim o a n n o se limitó
a exigir al clero y a un grupo selecto de laicos
La t e r c e r a p a r te plantea nuevos problemas que estudiaran con celo las ciencias sociales
aun no tratados expresamente en los tres do para ir formando las falanges seglares que ne
cumentos económico-sociales anteriores pero de cesitaban los nuevos tiempos económico-sociales.
creciente popularidad y urgencia en nuestros J uan XXIII con mayor decisión y amplitud exige
días: “ Las r e la c io n e s e n tre las d ife r e n te s e c o n o que la doctrina social cristiana forme parte in
m ía s, primero en el ámbito nacional y luego en tegral de la enseñanza religiosa, “ como p u n to
el panorama internacional, poniendo un énfasis d e l p r o g r a m a e s c o la r ... en las e s cu e la s c a t ó
especial en la 44a y u d a de las n a c io n e s e c o n ó lica s de to d o g é n e r o ” y que “ se a g re g u e al p r o
m ic a y s o c ia lm e n te d e s a r r o lla d a s a los p a ís e s en g r a m a de m a te ria s r e lig io s a s que se e n señ a n en
d e s a r r o llo ” ; decimos “ en desarrollo” para evitar las p a r r o q u ia s y las a s o c ia c io n e s de a p o s t o la d o
el término peyorativo “ subdesarrollados” que no s e g la r y se p r o p a g u e p o r lo d o s los m e d io s de
aparece en la Encíclica; pero sí a veces, por d ifu s ió n m o d e r n o s : P r e n s a , re v is ta s , R a d io , T e
abreviar, en nuestros subtítulos y texto. ..
le v is ió n .
El capítulo escrito tal vez con mayor cariño Mas no basta el conocimiento. Las nuevas ge
y en forma más concreta e incisiva es el de la neraciones deben aprender la aplicación práctica
a g r ic u ltu r a , especialmente en comparación con de los principios social-cristianos, para conven
los otros sectores de la economía, los de la in cerse de que no sólo son teóricamente hermo
dustria y de los servicios. El Papa recuerda el sos sino también concretamente realizables y
hecho conocido de que en general la agricultura decididamente fecundos, para luego persuadir de
es insuficientemente desarrollada en compara ello a los demás. En varios Parlamentos fue co
ción con aquellos sectores, lo que causa en mentado elogiosamente el texto y algunos go
parte el éxodo rural, y añade que el Estado biernos dispusieron su estudio en las escuelas,
debe procurar que los agricultores disfruten de pero casi al año del anuncio debemos compro
los servicios públicos esenciales y desarrollar bar que no se han cumplido aun con el debido
una política favorable a la agricultura en las celo los deseos del Papa. La Encíclica no tiene
cuestiones de impuestos, créditos, seguros, pro la culpa. Juan XXIII como hijo de labrador y
tección de precios y formación de industrias Pastor práctico de la Iglesia señaló con vigor el
completivas en el ambiente rural; pero que el deber que cada uno de nosotros tiene al respecto,
agricultor debe seguir siendo el protagonista de a cada uno le ha indicado su puesto de trabajo:
2432 E n cíclicas del P.P. Ju an XXIII (1961) 239, Apénd-
estudiar y propagar el orden social cristiano p ara r e s o lv e r aun p r o b le m a s que no están ex
en el mundo, de modo que alguien (Prof. Hirsch- p re s a m e n te e n u n cia d o s en e lla ” y concluye su
mann SJ) pudo señalar como fin esencial de artículo con la siguiente sentencia que hacemos
M ater et M a g is tr a ” la r e a liz a c ió n d e la d o c t r in a nuestra: ‘ ‘ L a n u e v a E n c íc lic a s o c ia l es un d o c u
s o c ia l d e la I g le s ia ” y “ la r e c ta a c c ió n s o c ia l” . m e n to im p o r ta n tís im o y
qu e se h a b r ía g a n a d o
La Encíclica no es naturalmente, como ad m u c h o si su e s p ír itu c o m p r e n s iv o y c o n c ilia d o r
vierte Carlos Otmaro de Aretin en Hochland lo g r a r a p la s m a r la v id a s o c ia l” .
(oct. 61, p. 85) “ un s is te m a d o c t r in a l c o m p le t o ” ,
pero sus ‘ ‘p r in c ip io s p r o p o r c io n a n n o r m a s cla ra s P. HOYOS.
E S Q U E M A
INTRODUCCION:
CONCLUSION (198-200)
1. Resumen. Invitación al estudio de la Encíclica y a la acción (198)
2. Voz de la Iglesia vigente para todos los tiempos (199)
3. Votos y deseos del Pontífice y Bendición Apostólica (200)
!2 4 £ 0
J U A N PP. X X I I I
Venerables Hermanos, Salud y Bendición Apostólica.
rán contestes en que a la acción y vida Ravena, lo había enviado para arreglar
de S a n L e ó n pueden aplicarse perfec el conflicto entre el patricio E cio y el
tamente las palabras de la Sagrada Es Prefecto A l b in o , ocurrió la muerte de
critura: “ La senda de los justos es S ix t o III. Entonces la Iglesia de Roma
como luz de aurora, que va en aumen juzgó que no se podía entregar el po
to hasta ser pleno día” con sólo der del Vicario de Cristo en la tierra a
considerar los tres rasgos principales nadie que fuera más digno que el
y característicos de su personalidad, diácono L e ó n , a quien se conocía como
es decir, con sólo contemplar (I) al teólogo muy versado en las ciencias
servidor leal de la Sede Apostólica; teológicas, a la par que hábil funcio
(II) al Sumo Vicario de Cristo en la nario público, consejero y diplomático.
Tierra; y (III) al Doctor de la Iglesia Por ello, recibida la consagración
universal. episcopal el 29 de setiembre del año
440, ascendió al solio pontificio. Fue
I. — EL REAL SERVIDOR DE LA el suyo uno de los Pontificados más
SEDE APOSTOLICA largos de la antigüedad cristiana y sin
i. Su vida. duda uno de los más gloriosos.
Murió en noviembre del año 461 y
5. Breve resumen de su niñez y ju
recibió sepultura en el pórtico de la
ventud y los notables servicios pres
Basílica de S a n P e d r o . El Papa S a n
tados por él a la Iglesia com o diácono.
S e r g io I, en el año 688, hizo trasladar
Según atestigua el Libro Pontifical
los restos del santo Pontífice “ a la
L e ó n fue “ toscano de nacimiento, hijo
Roca de Pedro” , mas después de la erec
de Q u i n c i a n o ” ; vio la luz del mundo
ción de la nueva Basílica, fueron colo
a fines del siglo IV; mas desde su pri
cados debajo del altar consagrado a él.
mera juventud vivía en Roma; precisa
mente por ello llamaba a Roma no sin
razón su patria (5L Siendo joven aún 2. Su obra.
se alistó en las filas del clero romano, 7. Grande entre los más grandes. Y
llegando a ser diácono. En el período ahora, queriendo sólo reseñar los ras
comprendido entre 430-439, prestando gos más sobresalientes de su vida no
sus servicios al Sumo Pontífice S ix t o podemos menos de afirmar que muy
III ejerció una notable influencia sobre rara vez el triunfo de la Iglesia de Cris
los asuntos eclesiásticos. Lazos de amis to sobre sus enemigos resultó tan glo
tad lo unieron a S a n P r ó s p e r o , obispo rioso como durante el Pontificado de
787 de Aquitania y a C a s i a n o , fundador S a n L e ó n M a g n o . Efectivamente, por
de la célebre Abadía de San Víctor, en la mitad del siglo V este Pontificado
Marsella. A este último alentó a escri brilla en el cielo de la cristiandad cual
bir la obra “ La encarnación del Se- astro claro y resplandeciente. Esta afir
ñ o r contra los Nestorianos; en re mación no puede ser rebatida en mane
ciprocidad, C a s i a n o lo celebró como ra alguna, especialmente si se considera
“ honra y prez de la Iglesia Romana y el aspecto doctrinal de la fe católica;
del sagrado ministerio” (7\ elogio que en lo que a este punto toca es justo
todos encontrarán realmente singular unir su nombre con el de S a n A g u s t ín
si toman en cuenta que se referían a un
de Hipona y con el de C ir il o de Ale
simple diácono.
jandría.
6. Elevación al solio pontificio; su
Pontificado, su muerte y su sepulcro. 8 . El Doctor d e l a u n i d a d d e la I g l e
Mientras se hallaba en las Galias, adon s i a . E n r e a l i d a d , s i S a n A g u s t í n , c o
de el Papa, por consejo de la Corte de m o n a d ie ig n o ra , r e iv in d ic ó c o n t r a la
(3) Proverbios 4, 18. (6) Casiano, De Incarn. Di. (Migne 50 [no,
(4) S. León M. Líber Pontificalis ver ed. Du- “ 59” ], col 9-272) 7 libros contra Nestorio.
chcsne I, 238. (7) Casiano, De Incarnatione Domini, Pró
(5) S. León M. Epíst. 31, 4 (Migne PL 54, logo (Migne, PL 50, col. 11-A [no, “ 9” ]).
col. 794).
2438 E ncíclicas del P.P. J u an XXIII (1961) 240, 9-12
ción estable. Pierde lo propio quien co lica, San L eón ha de ensalzarse tam
dicia lo no debido <19b). bién como Doctor de la Iglesia, o sea,
El que tantas muy ilustres Iglesias como expositor y campeón insigne de
cristianas de Oriente se separaran en las verdades divinas, de que todo Pon
épocas posteriores de la Sede Apostó tífice Romano es custodio y heraldo.
lica constituye una clara prueba de lo Lo confirman las palabras de Nues
que San L eón ya entonces vislumbró tro inmortal Predecesor Benedicto
y anticipadamente sintió, como se de XIV, quien en la Bula “ Militantis Ec-
duce del tenor del pasaje citado, es clesice” , del 12 de octubre de 1754, al
decir, que la como familia cristiana proclamar a San L eón Doctor de la
sufriría desgraciadamente varias esci iglesia, hace de él este eximio elogio:
siones. “ Por su eminente virtud, por su sabi
duría y su infatigable celo pastoral me
4. La celebración de la Resurrección reció ser llamado “ Magno” por los an
y sus esfuerzos de paz. tiguos. Puesto que la excelencia de su
doctrina — ya sea comentando los más
15. Sus esfuerzos p or u n ificar la sublimes
ce misterios de la fe, ya sea de
lebración de la R esurrección y m ante fendiéndolos de los nacientes errores,
ner la paz. Nos creemos que Nuestra ya sea también enseñando las normas
exposición que señala los ejemplos del de la disciplina y de la moral— , de tal
celo pastoral desplegado por San L eón modo se destaca por la singular grave
para defender la unidad de la Iglesia dad y facundia de su lenguaje sacerdo
católica, resultaría incompleta si no tal y de tal modo se distingue por el
recordáramos también, aunque sea de cúmulo de elogios que muchísimos
paso, su intervención en la controver- hombres le dispensaron y por las ala
791 sia referente a la fecha de la Pascua, banzas unánimes y encendidas con que
así como su vigilante solicitud por que tantos Concilios, Padres y escritores
las relaciones entre la Santa Sede y los eclesiásticos le favorecieron que, a
príncipes cristianos tuvieran el sello de Nuestro parecer un Pontífice tan sa
estimación, confianza y cordialidad re bio e ilustrado no ha de posponerse,
cíprocas. ni en fama ni en estimación, a casi nin
Como nada tuvo para él un mayor guno de los Santos Padres que florecie
interés que mantener la paz de la Igle ron en la Iglesia” (22K
sia medió frecuentemente entre los prín
cipes y los Obispos a fin de que deli 17. Se destaca sobre todo en sus
beraran y unieran sus esfuerzos para “ Homilías” como expositor de los mis
alcanzar “ la concordia en la unidad terios cristianos. San L eón parece ha
católica” (20\ de modo que aquéllos ber alcanzado la fama de Doctor sobre
merecieran del Altísimo, “ además de todo por sus “ Homilías” y las “ Car
la corona real, también la palma del
tas” que la posteridad ha conservado 792
sacerdocio” (21L
en número no pequeño.
III. — EL DOCTOR DE LA IGLESIA La colección de las “ Homilías” abar
ca diversas materias, casi todas rela
í. Elogio general y sus “ Homilías” cionadas con el ciclo de las fiestas
11). Es elogiado com o uno de los cristianas (de la Liturgia). En estos
doctores más grandes de la Iglesia. escritos el Pontífice se revela no tanto
Además de pastor extremadamente so como exégeta dedicado a exponer lú
lícito de la grey de Cristo y de defen cidamente algún libro inspirado, tam
sor magnánimo de la genuina fe cató- poco como teólogo que investiga hon-
(19 b) S. León, E p is t. 104, 3, Al Emperador (21) S. León, E p is t. 114, 3 A M a r c ia n o E m p .
Marciano (M ig n e 54, 995-A ), v e r ta m b ién E p is t. (M ig n e 54, 1022).
106, 1 y 6 a A n a to lio , O b isp o de C o n s ta n tin o p la (22) Benedicto XIV P P . O p e r a O m n ia v o l. 18.
(M ig n e 54, 1003 y 1009 [no 995]). Bullar to m . III, p a rs. II, P ra ti 1847, p. 205.
(20) S. León, E p is t. 114, 3 A M a r c ia n o E m p .
(M ig u e 54, 1022).
240, 18-20 E n cíc lic a “ ^Etern a dei S a p ie n t ia ” 2441
(lamente alguna verdad divina sino más que lo contemplaban como trasunto
bien como expositor fiel, claro y fe de Cristo el Buen Pastor, lo que prin
cundo de los misterios cristianos, si cipalmente se deduce del siguiente pa
guiendo las interpretaciones dadas pol saje: “ Nos rodean por un lado la man
los Concilios, los Padres y especialmen sedumbre y la clemencia y por el otro
te por los Pontífices que le precedie el rigor y la justicia. Y puesto que ‘ to
ron. Su estilo es simple y grave, ele das las sendas del Señor son misericor
gante y convincente, digno de ser juz dia y verdad’ (25a) Nos vemos obliga
gado sin vacilaciones como un modelo dos, a causa de la bondad que es pro- 793
perfecto de óptima elocuencia. Sin em pia de la Sede Apostólica, a mitigar
bargo, no sacrifica jamás la precisión Nuestras resoluciones de tal modo que,
de la verdad a la elegancia de la dic ponderando cabalmente los delitos cuya
ción; no habla ni escribe para desper proporción es naturalmente variada, es
tar la admiración sino para ilustrar timamos que algunos deben tolerarse,
las inteligencias e inflamar los cora otros extirparse de raíz” (25b).
zones para que conformen la conducta Por lo tanto, las Homilías y las Car
práctica de su vida con las verdades las constituyen un documento muy elo
que profesan. cuente de las ideas y de los sentimien
tos, de las palabras y de las acciones
2. Las enseñanzas de sus “ Cartas de San L eón, siempre preocupado por
buscar con decisión el bien de la Igle
18. Las enseñanzas consignadas en sia, y esto, en la verdad, en la concor
sus “ Cartas” , especialm ente la de la dia y en la paz.
caridad. En las “ Cartas” que por su
cargo de Supremo Pastor dirigió a obis
pos, príncipes gobernantes, sacerdotes, SEGUNDA PARTE
diáconos y monjes de la Iglesia uni
versal, San L eón se muestra sumamen E l XV Centenario L eoniano y
te versado en todos los asuntos, o sea, el Concilio V aticano Segundo
dotado de un espíritu perspicaz, expe
rimentado como el que más en todo 20. La unidad de la Iglesia, según
orden de cosas, muy pronto a la ac los conceptos de S. L eón, ha de ser
ción, firme en las resoluciones pru hom enaje al C oncilio que se aproxim a.
dentemente tomadas, dispuesto a pa Venerables Hermanos, en la inminen
ternal clemencia y, finalmente, infla cia del Concilio Ecuménico Vaticano
mado de aquella caridad que San P a II, en el cual los Obispos reunidos al
blo recomienda a todos los fieles cris rededor del Pontífice Romano y en ín
tianos “ como camino mejor” (23L ¿Có tima comunión con El ofrecerán al
mo no reconocer que los sentimientos mundo entero un modelo de la unidad
de justicia ligados a los de misericor católica, Nos parece sobremanera ade
dia, la fortaleza unida a la clemencia cuado para enseñar y alentar a los
que innudaban su corazón nacieron pre hombres, evocar, aunque sólo somera
cisamente de la misma caridad que Je mente, los sólidos y graves pensamien
sucristo exigió de P edro antes de en tos que San L eón se había formado
tregarle sus corderos y sus ovejas para sobre la unidad de la Iglesia. Nos pa
que los apaciente y gobierne? <24) rece que esta evocación será al mismo
tiempo un homenaje a la memoria de
19. E m peño en regir la Iglesia eon aquel sapientísimo Pontífice y, en la
prudencia y clem encia, aun con rigor, inminencia del preclaro acontecimiento,
pero siem pre en bien de la Iglesia. asimismo alimento saludable a las al
En efecto, se empeñó en aparecer a los mas de los fieles.
pre lo escuchaba? (60). Nos por lo tan la divina misericordia cantando a una
to creemos firmemente que la Iglesia, con jubiloso acento lo que entonó el
por la que el Señor oró y por la que antiguo salmista: “ ¡Cuán bueno y deli
se inmoló en la Cruz y a la que ha pro cioso es habitar en uno los herma
metido su perenne presencia, ha sido nos” <63).
siempre y seguirá siendo una, santa, ca Esta paz con que los hijos del mis^
tólica y apostólica, tal como fue fun mo Padre celestial y los coherederos de
dada por El. la misma gloria eterna sellarán la re
conciliación pregonará la realmente pre
40* Las separaciones actuales y los clara victoria del Cuerpo Místico de Je
sinceros esfuerzos ecuménicos por res sucristo.
tablecer la unidad cristiana; los votos
del Papa. Desgraciadamente, así como
EXHORTACION FINAL
en el pasado, también en la actualidad
los cristianos no hacemos aparecer a la 1. Unidad amenazada desde afuera.
Iglesia de tal modo unida que por su
virtud todos los que creen en Cristo 42. Intentos desafortunados actuales
profesen la misma fe, observen el mis de arrancar partes de la Iglesia. En el
mo culto y obedezcan a la misma su decimoquinto centenario de la muerte
prema autoridad. de San L eón Magno vemos, Venera
No obstante, vemos con grato con bles Hermanos, azotada la Iglesia de
suelo y suave esperanza que en varias aflicciones e inquietudes que se aseme
partes del mundo se multiplican los jan en cierta manera a las angustias
esfuerzos de grandes grupos que con cuyos embates experimentó el siglo V.
magnanimidad tratan de lograr que en Pues, ¡cuántas tribulaciones afligen en
tre todos los cristianos se restaure tam nuestros días a la Iglesia y oprimen por
bién aquella unidad que cumpla digna eso también Nuestro corazón de Padre!
mente las intenciones, los mandatos y Pero de ello nos advirtió abiertamente
los anhelos de nuestro Divino Salvador. nuestro divino Redentor. Vemos que
Estamos convencidos de que esta uni en muchas regiones la “ fe del Evange
dad, que tantos hombres de buena vo lio” (64a) se haiia en grave peligro; ve
luntad ciertamente no ansiarían si el mos que en algunos partes se intenta,
Espíritu Santo de algún modo no los — en la mayoría de los casos en vano— ,
inspirara, no puede realizarse 9Íno de separar miserablemente a Obispos, sa
acuerdo a lo que predijo Jesucristo cerdotes y fieles cristianos de la como
que “ habrá un solo redil y un solo pas cindadela de la unidad católica, es de
tor” <61); por eso, pedimos con insis cir, de la Sede Romana.
tencia a Cristo, nuestro Mediador y abo
gado ante el Padre <62> que todos los 43. Por el patrocinio de S. León, la
cristianos reconozcan los caracteres de perseverancia en la unidad para los
la verdadera Iglesia, la distingan de lasque sufren persecución. Para alejar
demás iglesias y lleguen a convertirse de los confines de la Iglesia este género
en sus devotísimos hijos. de peligros, Nos, llenos de confianza im
ploramos el patrocinio y el auxilio de
41. Anhelo de unión y concordia de aquel Pontífice que con gran solicitud
toda la familia cristiana, el Cuerpo veló por su grey y que por las obras
Místico de Cristo. ¡Ojalá el benignísi emprendidas, los escritos publicados y
mo Señor se digne conceder que pron- las tribuláciones sobrellevadas fue el
801 to amanezca aquel ansiado día en que más insigne campeón entre todos los
todos se unan en venturosa concordia! defensores de la unidad católica.
Entonces todos los que Cristo redimió A todos los que gimen por causa de
formarán una sola familia y ensalzarán la verdad y de la justicia dirigimos las
palabras consoladoras con que antaño misma en todos sus miembros, ni ios
S a n L e ó n exhortó al clero y pueblo d eméritos iguales en una variedad tan
Gonstantinopla: (64b) “ Perseverad en el grande de partes, el vínculo de la ca
espíritu de la verdad católica y por ridad produce, sin embargo, la comu
nuestro intermedio recibid la exhorta nión de la belleza. Los que están uni
ción apostólica: “ Porque os ha sido con dos por un santo amor, aunque no par
cedido no sólo creer en Cristo, sino tam ticipan de los mismos dones de la gra
bién padecer por El” *(65)6 .
8
7 cia, no obstante pueden disfrutar mu
tuamente de sus bienes, y no puede re
sultarles extraño lo que aman, por cuan
2. — La unidad interior de la Iglesia.
to los que se alegran por el progreso
44. El Papa pide la unidad perfecta ajeno aumentan su propia riqueza” (69\
para todos los católicos. Para los que
viven, empero, en firme y sólida unión 40. Votos del Papa por la unidad,
católica Nos que hacemos, aunque in amenazada por los enemigos y prote
dignos, las veces del divino Salvador en gida por la obediencia y caridad. No
la tierra, pedimos del Padre Celestial p o d e m o s p o n e r fin a e s ta C a rta E n c íc li
lo que Cristo pidió para sus amadísi c a s in q u e , p o r N u e s t r a p a r t e , r e i t e r e
mos discípulos y para los que en el fu m o s e l v o t o a r d i e n t e q u e b r o t ó d e l p e
turo iban a creer en El: “ Padre Santo. .. c h o d e S a n L e ó n , e n e l s e n t id o d e q u e
Te ruego por todos... para que sean t e n g a m o s la d i c h a d e v e r r e u n i d o s b a j o
consumados en la unidad” (6(J). En otras e l e s t a n d a r t e d e l a I g le s ia m i li t a n t e a
palabras, imploramos a Dios con suma to d o s lo s q u e l a s a n g r e deJESUCRiSTO
instancia para que la unidad de todos r e d im ió y d e c o n t e m p la r c ó m o se o p o
los hijos de la Iglesia alcance aquella n e n d e n o d a d a m e n t e c u a l e jé r c i t o a g u e
perfección y consumación que sólo la r r i d o a lo s a t a q u e s d e lo s e n e m ig o s q u e
caridad que es “ el vínculo de la perfec e n m u c h a s r e g io n e s d e l o r b e n o c e s a n
ción” <*6
676
5 ) podrá comunicar. Y en efecto,
8 d e a m e n a z a r s e r ia m e n t e l a f e c r i s t i a n a .
sólo por la caridad que nos impulsa a
Pues, para volver a emplear las pa
amar a Dios y que asimismo nos mueve
labras preclaras de Nuestro mismo Pre
a hacer al prójimo objeto del ejercicio
decesor: “ Entonces se vuelve podero
pronto, alegre y generoso de toda obra
sísimo el pueblo de Dios cuando los co
de misericordia se logrará que la Igle
razones de todos los fieles coacuerdan
sia, que es “ el templo de Dios vivo” ^Q8\
en la unidad de la santa obediencia,
y todos sus hijos resplandezcan con
cuando en el campamento de la milicia
aquella belleza sobrenatural.
cristiana todos tienen exactamente la
misma preparación y por doquiera los
45. Cada uno de los fieles debe ten protege la misma fortificación” <70L
der a la perfección porque es perfecto
el conjunto. Por eso exhortamos a es El príncipe de las tinieblas no podrá
tos hijos de la Iglesia con el siguiente vencer en modo alguno si en la Iglesia
consejo, empleando las palabras de S a n de Cristo reina el amor: “ Porque las
L e ó n : “ Dado, pues, que todos los fieles, obras del demonio se destruyen más
cada uno por separado y todos juntos, radicalmente cuando los corazones hu
constituyen un solo e idéntico templo manos se consagran al amor de Dios y
de Dios es necesario que éste sea per de los hombres” <71L
fecto en cada uno de ellos, así como
debe ser perfecto en el conjunto; por 47. Bendición Apostólica. Para que
que, aun cuando la belleza no es la así felizmente suceda, como sostén de
(64b) S. León M. Epist. 50, 2 A los Constan- (69) S. León M. Sermón 48, 1 De la Cua
linopolitanos (Migne 54, 843). resma (Migne 54, 298-299).
(65) Filip. 1, 29. (70) S. León M. Sermón [no, “ Epist.” ] 88, 2
(66) Ver Juan 17, 11. (Migne 54, 441-C á 442-A).
(67) Coios. 3, 14. (71) S. León M. Epist. 95, 2 A Pulquería
(68) Ver II Corint. 6, 16. Emper. (Migne 54, 913).
240, 47 E n cíc lic a “ ^Ete rn a dei S a p ie n t ia ” 2449
JUAN PP XXIII
E S Q U E M A
INTRODUCCION:
SEGUNDA PARTE: E L X V C E N T E N A R IO L E O N 1A N O Y EL C O N C IL IO V A T IC A N O
S E G U N D O (2 0 -4 1 )
J U A N PP. X X I I I
Venerables Hermanos y dilectos hijos, salud y Bendición Apostólica
(* ) AAS 53 (1961) 641 - 647. El texto original italiano está en este idioma en AAS. Ampliamos en
nuestro texto un tanto el esquema ya contenido en el texto oficial de AAS y en L’Osservatore Romano.
La versión se aparta no pocas veces de la que presenta L’Osservatore Romano, Buenos Aires, nr 477,
del 15 de octubre de 1961. Los subtítulos son de responsabilidad de esta edición (P. H.)
(1) Invocación de la Letanía de Todos los Santos.
— 2450 —
241. 4-7 C a r t a A postólic a “ II R eligioso C o n v e g n o ’ 2451
(6) Juan XXIII, Encíclica Grata recordatio, pero debe velar por el orden doméstico, social
26-IX-1959; AAS 51, 673-678; (en esta Colecc. y religioso. Las estadísticas dan reveladoras
“ Guadalupe” , Encícl. nr. 237, p. 2347-2354). cifras del desprecio de la vida, de la manía de
la preDotencia, la obstinada incitación al error
(7) Juan XXIII, Carta a Clemente, Cardenal QUE VIOLENTAN LA ESTRUCTURA de la vida
Micara, Obispo de Velletri, “ L ’ottobre che ci de las masas.
sta innanzi” , 28-IX-1960; AAS 52 (1960) 814-817. El Papa dice que observa el desarrollo de
El Papa recuerda en esta carta las calamida los acontecimientos en las esferas más altas pero
des acaecidas en el último tiempo y las ame vive sobre todo con el pueblo, al que exhorta a
nazas a la vida individual y más aun a toda la invocar a María “ Auxilio de los Cristianos y
humanidad que sigue viviendo “ en la incerti Reina del mundo” , con los acentos de San Ber
dumbre de un mundo ansioso de verdadera paz nardo.
entre los hombres y las naciones” . El mes de Las oraciones del Rosario y sus meditaciones
octubre abre un claro de consuelo y de paz. El nos dan, continúa el Papa, la seguridad de ser
Rosario es “ la plegaria más sencilla y accesible escuchados y pide al Cardenal que haga rezar
al pueblo cristiano” . No es su costumbre del por sus intenciones conocidas por todos: ” la
Pontífice de desaorrer el velo que cubre las preparación del Concilio Ecuménico, el gran
miserias humanas y las amenazantes ruinas, acontecimiento en la vida de la Iglesia” .
241, 12-17 C a r t a A postólica “ II R eligioso C o n v e g n o ' 2453
12. La meditación sobre los miste 14. Las diversas intenciones que ins
rios nos comunica con la vida y doc piran al que reza y su orientación
trina de Jesús. Ante todo es una con apostólica. Finalmente es intención,
es decir, la indicación de las personas
templación pura, luminosa y rápida de
o instituciones o necesidades de orden
cada misterio, es decir, de aquellas ver
personal y social, que para un católico
dades de fe que nos hablan de la mi
verdaderamente activo y piadoso perte
sión redentora de Jesús. Al contemplar
necen al ejercicio de la caridad para
nos encontramos en una comunicación
con el prójimo: caridad que se difun
íntima de pensamiento y de sentimien
de en los c o r a z o n e s y es expresión
to con la doctrina y con la vida de Je
viva de la común pertenencia al Cuer
sús, hijo de Dios e hijo de M a r í a ,
po Místico de Cristo.
quien vivió en la tierra para redimir,
instruir y santificar; en el silencio de 15. Oración única y universal para
la vida oculta, hecha de oración y de todas las necesidades. De esta suerte
trabajo, en los dolores de su adora el Rosario viene a ser súplica univer
ble Pasión, en el triunfo de la Resu sal, así de cada una de las almas co
rrección, como en la gloria celestial, mo de la inmensa comunidad de los
donde está sentado a la diestra del redimidos que desde todos los puntos
Padre, constantemente asistiendo y vi de la tierra se encuentran en una ora
vificando por medio del Espíritu San ción única: sea en la invocación per
to a la Iglesia, su fundación la que va sonal para implorar gracias para las
avanzando en su camino a través de los necesidades individuales de cada uno,
siglos. sea participando en el coro inmenso
y unánime de toda la Iglesia a favor
b) La piadosa reflexión sobre estos de los grandes intereses de la humani
misterios. dad entera.
TIL — LOS DIVERSOS ASPECTOS nes que se suceden en todos los secto
Y FORMAS DEL REZO DEL res de la humana convivencia, los ^in
ROSARIO: PRIVADA Y SO ventos científicos, el mismo perfeccio
CIAL. namiento de la organización del tra
bajo, que nos llevan a medir con mayor
1. Breve explicación del elemento amplitud de visión y más aguda pene
exterior. Oración de labios. tración la fisionomía del mundo actual,
18. Las tres oraciones vocales entre van despertando nuevas sensibilida
tejidas. Así adquieren aun las oracio des incluso en las funciones y las for
nes vocales todo su relieve; ante todo, mas de la oración cristiana.2
0
la oración dominical, que da al Rosa
rio el tono, la sustancia y la vida y , 3. El aspecto comunitario y social
rezada después del anuncio de cada que hoy se le da.
uno de los misterios, sirve para seña
lar el paso de una a otra decena; luego, 21. Al orar se sienten miembros «Se
la salutación angélica que trae consigo un cuerpo social cuyas necesidades ex
los ecos de la alegría del cielo y de la perimentan. Ya hoy día cada alma que
tierra, en torno a los varios cuadros ora no se siente sola y dedicada exclu
de la vida de Jesús y de M a r í a ; y por sivamente a propios intereses de or
último, el trisagio, repetido en adora den espiritual y temporal, sino que ad
ción profunda de la Santísima Trinidad. vierte más y mejor que en el pasado,
que pertenece a todo un cuerpo so
2. La forma personal y ordinaria. cial, de cuyas responsabilidades par^
ticipa, de cuyas ventajas goza y cuyas
19. La práctica del rezo del Rosario
incertidumbres y peligros teme.
de parte de las diferentes personas y
en los diversos ambientes. ¡Oh! De este 22. El carácter comunitario y social
modo es siempre bello el Rosario del de la oración litúrgica. Por lo demás,
niño inocente y del enfermo, de la vir éste es el carácter de la oración litúr
gen consagrada a Dios en la oscuridad gica del Misal y del Breviario, seña
del claustro o en el apostolado de la lado a cada paso por el “ Oremm” ,
caridad, siempre en la humildad y en que supone la pluralidad y multitud
el sacrificio; del hombre y de la mu tanto en los que oran como en los que
jer de familia, llenos de elevado sen esperan ser escuchados y a cuyo favor
tido de nobles y cristianas responsa se eleva la oración. Es la multitud que
bilidades; de modestas familias, que ora, en unidad de súplicas, por toda la
se conservan fieles a la antigua tra fraternidad humana, religiosa y social.
dición hogareña; de almas recogidas
en el silencio y alejadas de la vida del 4. La comprobación histórica del as
mundo, al cual han renunciado, y sin pecto social de la oración.
embargo, en el que están obligadas a
vivir, pero com o ermitaños entre las a) en general
incertidumbres y las tentaciones. 23. El Rosario se practicó como ora
Este es el Rosario de las almas pia ción pública y universal. El Rosario
dosas, que mantienen viva la solicitud mariano se ha elevado a la categoría
por los rasgos particulares de su pro de gran oración pública y universal
pia vida y ambiente.2 0 frente a las necesidades ordinarias y
extraordinarias de la santa Iglesia, las
20. Comienzan nuevas formas y fun tribulaciones de las naciones y las del
ciones ele la oración. Junto con res mundo entero.
petar esta antigua, ordinaria y con
movedora forma de devoción mariana, 24. Sus efectos saludables en el pa
según las circunstancias personales de sado. Hubo épocas difíciles, muy difí
cada uno, Nos permitimos añadir ade ciles en la historia de los pueblos,
más que las modernas transformacio por el desarrollo de los acontecimién-
24 i, 25-28 C a r t a A postólica “ II R eligioso C o n v e g n o ” ___________ 245*5
to$ que marcaron con un sello de verte alzado por las manos de los ino
lágrimas y sangre las vicisitudes de centes, de los sacerdotes santos, de
los Estados más poderosos de Europa. las almas puras, de los jóvenes y de
Saben muy bien cuantos siguen des los ancianos, de cuantos aprecian el
de el punto de vista histórico el curso valor y la eficacia de la oración, le
de las transformaciones políticas, el vantado cual emblema y estandarte
influjo que ejerció la piedad mariana, que presagia la paz en los corazones
sobre la defensa contra las amenazas y la paz entre todos los hombres!
de calamidades y sobre la renovación
de la prosperidad y del orden social. 2. Causa de la paz.
triple aspecto que habíamos señalado cesión Nuestros votos y Nuestras espe
más arriba: la contemplación del mis ranzas.
terio, la reflexión y la intención.
EPILOGO:
V. — SAN JOSÉ
Voto del P apa
29. Juan XX11I reitera la recomenda
ción de León XIII de venerarlo. El úl 30. Votos por un rezo más fervoroso
timo pensamiento será para San José. del Rosario en el mes de octubre.
Su querida figura aparece varias veces Deseamos de todo corazón que este
en los misterios gozosos del Rosario. mes de octubre sea efectivamente, c o
Recordemos que el gran Pontífice L eón mo corresponde, para las almas piado
XIII en sus fervorosas recomendacio sas una sucesión ininterrumpida y
nes, tres veces — en 1885, 1886 y deliciosa de mística elevación hacia
1889 UU— lo presentó a la veneración Aquella a quien el fin del rezo del
de los fieles del mundo entero, ense Santo Rosario proclama ahora y siem
nando aquella oración: “ A ti, oh bien pre ^beatísima Madre, Virgen gloriosa
aventurado José” , que Nos es tanto g sin mancilla, y Reina del cielo” , pa
más querida cuanto que la hemos ra paz y consuelo de lodos.
aprendido en el fervor de Nuestra fe
liz infancia. Castel Gandolfo, 29 de setiembre de
1961, Fiesta de San Miguel Arcángel.
Una vez más la recomendamos, ro
gando al Custodio de Jesús y Esposo pu
rísimo de María de avalar con su inter JUAN PAPA X X fíl
E S Q U E M A
INTRODUCCION: PREOCUPACION POR EL PROBLEMA DE LA PAZ
I. — La devoción del Santísimo Rosario
1. Reuniones para favorecer el espíritu de la paz
2. El mes de octubre para orar por la paz ,
II. — Los diversos elementos exteriores e interiores del Rosario
1. Los Documentos de Juan X X III al respecto
1. La importancia del rezo
2. El conjunto de elementos que forman el Rosario
3. El triple elemento interior
a) La contemplación religiosa del misterio
b) La piadosa reflexión sobre estos misterios
c) La intención apostólica y caritativa
4. Breve explicación del elemento exterior
III. — Los diversos aspectos y formas del rezo del Rosario
1. La forma personal y ordinaria
2. El aspecto comunitario y social que se le da
3. La comprobación histórica del aspecto social de la oración
a) en general
b) el ejemplo de Venecia, en especial
IV. — El Rosario signo y causa de la paz
1. Anuncio de la paz
2. Causa de la paz
V. — San José
EPILOGO: VOTO DEL PAPA1
(11) León XIII, ver en la nota (4) de la presente Carta Apost. los números 2 y 4 de los
documentos allí aducidos. ¡
ENCICLICA PiENITEN TIAM AGERE(!)
(19-VII-1962)
(15) Hebreos 10, 28-31 (!). (17) Oración de la feria III desp. del í Dom.
(16a) Calatas 3, 27. de Cuaresma.
(16b) Concilio Trident. Sesión 14, doctrina de (18) Oración de la feria IV desp. del IV Do
Sacram. Psenitcnlite cap. 2; (Denzinger-Umb. 895; mingo de Cuaresma.
Denzinger-Ruiz Bueno, en español, 895); ver S. (19) Inocencio III Epístol. que se refieren al
Gregorio Naz. Orat. 39, 17 (Migne PG 36, col. Concil. Lateran. IV, Epíst. 28 a los fieles de' las
356); S. Juan Damasccno, De fide orthodoxa 4, 9 provincias de Moguncia (Mansi, Ampliss. Collect.
(Migne PG 94, 1123-C). Concil. tomo 22 col. 959 - París y Lipsia 1903).
242, 13-15 E n cíc lic a “ P aen ite n t ia m acere ” 2461
doquiera; fuerzas espirituales, que de Jesús han crucificado la carne con sus
ben disipar y reparar la primera y pasiones y concupiscencias” (28).
principal causa de toda rebelión: es También San Agustín recalca este
decir, la rebelión del hombre contra aviso: “ No basta enmendar las costum
Dios” (25>. bres y alejarse de las obras malas, si
ai mismo tiempo no se da satisfacción
'2. Necesidad de la penitencia inter a Dios por los pecados cometidos me
na y externa y las cruces diarias diante el dolor de la penitencia, el get
mido de la humillación y el sacrificio
a) Expiación sacramental e in del corazón contrito, en cooperación y
terior de los pecados unión con la limosna” (29).
16. Primero, sincero arrepentimien
to, confesión y comunión, especialmen c) Los sinsabores e incomodida
te durante la novena. Ante todo es ne des de la vida
cesaria la penitencia del corazón, es
decir la detestación y expiación de los 18. A la penitencia pertenecen las
pecados, la que principalmente practi cruces inherentes a la vida y los be
can los que sincera y piadosamente beres. A estas obras de penitencia *ex
purifican su alma mediante una santa ternas pertenece sobre todo esto: que
confesión, participan del sacrificio con paciencia y confianza sobrelleve
eucarístico y reciben la santa Comu mos las muchas y variadas preocupa
nión. A esta clase de penitencia han ciones y amarguras que asedian nues
de estimularse sobre todo los fieles en tra vida, y también las molestias e
el tiempo en que se celebran las súpli incomodidades que nacen, ora de1 con
cas novenales al Espíritu Santo; por cienzudo cumplimiento de los deberes,
que las obras exteriores de penitencia ora del trabajo diario, ora finalmente,
no aprovecharán si no se unieren a la de la práctica de las virtudes cristia
pureza del alma y al arrepentimiento nas.
de los pecados. Esta verdad se afirma
en la severa sentencia de nuestro Se 19. Los fines serán: satisfacer por
ñor: “ Si no hiciereis penitencia, todos los pecados, ayudar al Concilio y al
igualmente pereceréis” (26). Rogamos a canzar el premio eterno. Estas peni
Dios que aleje este peligro de todos tencias que es forzoso soportar no sólo
nuestros hijos. borran los pecados, nos reconcilian
con Dios y alcanzan para el futuro
Concilio Ecuménico el auxilio divino,
b) Penitencia externa y corporal
sino que hacen también más llevade
17. San Pablo y San Agustín sobre ras las amarguras de esta vida mortal
la penitencia, principalmente la cor y casi las vuelven gratas porque nos
poral. Además, ha de estimularse a aseguran el galardón eterno. Pues, “ loa
los cristianos a que hagan penitencia padecimientos del tiempo presente no
externa, ora para que sujeten el cuerpo son nada en comparación con la gloria
a la recta razón y al imperio de la fe, que ha de manifestarse en nosotros” <30).
ora para que expíen las culpas propias
y ajenas. Pues, aun San P ablo que d) Las mortificaciones voluntarias
fue arrebatado al tercer cielo y llegó
a la cumbre de la santidad no hesitó 20. Es necesaria la mortificación vo
en afirmar de sí mismo: “ Castigo mi luntaria com o enseña Jesús. Pero ade
cuerpo y lo esclaviza” (27); y en otra más de las incomodidades y dolores
parte manifiesta: “ Los que son de Cristo de esta vida soportados con cristiana
(25) P í o X I , Encíclica C a r it a t e C h r i s t i c o m p u l s i (28) Gálatas 5, 24.
3-V-1932; AAS 24 (1932) 191; en esta Colección (29) S a n A g u s t í n , Sermón 351, 5, 12 (Migne PL
“ Guadalupe” Encíclica nr. 159, 11, pág. 1377. 39, col. 1549).
(26) Lucas 13, 5. (30) Romanos 8, 18.
(27) I Corint. 9, 27.
242, 21-23 E n cíc lic a “ P aen ite n tia m agere ” 2463
resignación, los fieles deben necesa los hombres, sea principalmente derra
riamente ofrecer a Dios las mortifica mando su preciosísima sangre por su
ciones voluntarias y Übremente esco salvación.
gidas, imitando el ejemplo de nuestro Ahora bien, como cada uno de nos
divino Redentor quien, según las pa otros puede decir con el Apóstol P a b l o :
labras del Príncipe de los Apóstoles, “ Me alegro de mis padecimientos . . . y
“ murió una vez por los pecados, el suplo en mi carne lo que falta a las
justo por los injustos, para llevarnos tribulaciones de Cristo por su cuerpo,
a Dios. Murió en la carne, pero volvió que es la Iglesia” (34>, abracemos con
a la vida por el Espíritu” (31); pues, ánimo pronto y generoso la oportuni
convenía, dado que Cristo padeció en dad que se nos brinda de ofrecer a Dios
la carne, que nosotros nos armáramos nuestras adversidades y dolores, “ para
también del mismo pensamiento” (32>. la edificación del Cuerpo de Cristo” (So\
que es la Iglesia. Nada más grato, nada
21. La imitación de la mortificación más bello nos podrá caer en suerte que
de los Santos es particularmente grata coadyuvar a los esfuerzos que por sal
a Dios. Es justo y razonable a este varse eternamente hacen los hombres,
respecto tomar ejemplo e inspiración los cuales no pocas veces se sienten im
de los varones que en la Iglesia se dis pulsados a vagar fuera del recto ca
tinguieron por su santidad, cuyas m or mino de la verdad y de la virtud.
tificaciones corporales, aplicadas en la
mayoría de los casos al cuerpo inocen 23. A la avalancha de hedonismo,
489 te, nos causan gran admiración y casi los cristianos deben oponer el sacri
nos dan miedo. Al fijar nuestra mi ficio y colaborar así a los fines del
rada en estos héroes de santidad ¿c ó Concilio. En vez de observar la conti
mo no han de elegir, con la gracia de nencia y la así llamada abnegación de
Dios, voluntariamente algunas aflic sí mismos, inculcada por J e s u c r i s t o
ciones e incomodidades aquellos que con estas palabras: “ Si alguno quiere
tal vez estén agobiados por el grave venir en pos de mí, niéguese a sí mis
peso de la conciencia pecaminosa? mo, tome cada día su cruz y sígame” (36),
¿Quién ignora que esta suerte de peni muchos hombres, por desgracia, ansian
tencias agrada tanto más a Dios cuan inmoderadamente los placeres terrena
to que no proviene de las enfermeda les, desfiguran las más eximias fuerzas
des naturales del cuerpo y del espíritu de su alma y las debilitan.
sino de la libre y generosa elección de Por eso es doblemente necesario que
la voluntad y se le ofrece como sacri los cristianos combatan esa indigna
ficio suavísimo? manera de vivir, la cual desencadena
a menudo las desordenadas pasiones y
3. La cooperación a la Redención trae los más graves peligros para su
divina eterna salvación, impugnándola con
aquella fortaleza de ánimo con que
22. El Concilio tratará de incremen los mártires y los demás héroes de
tar los frutos de la redención y nues santidad dieron en todo tiempo esplen
tra paciencia colaborará a esta obra. dor a la Iglesia Católica.
Nadie, finalmente, ignora que el Con Si cada uno, según las posibilidades 490
cilio Ecuménico está orientado hacia de su condición, obrare así colabo
un mayor incremento de ’ a obra de la rará al próspero y feliz resultado del
Redención, que Cristo llevó a cabo, sa segundo Concilio Ecuménico Vaticano,
crificándose porque El mismo quiso (33>, cuya meta es llevar la vida cristiana a
sea revelando su celestial doctrina a nuevo esplendor.
ESQUEM A
Encíclicas Pontificias 78
ENCICLICA PACEM IN TERRIS <*>
(Jueves Santo, lí-IV-1963)
In t r o d u c c ió n :
de Dios. LA PAZ EN LA TIERRA, que
los hombres de todos los tiempos an
AAS í. Orden en el Universo helaron con ardor, evidentemente no
puede establecerse ni consolidarse si
55 1. El hombre reconoce que el ordenno se observa religiosamente el orden
257
en el universo manifiesta la grandeza establecido por Dios.
(*) AAS 55 (1963) 257-304. El Cardenal y arzobispo de Viena Dr. Francisco Kónig dijo en el dis
curso por radio que pronunció luego después de haber recibido la noticia del fallecimiento de Juan
XXIII: “ Recuerdo, dijo el Cardenal, cómo el Papa consideró las Encíclicas ‘Mater et Magistra’ y ‘Pa
cen! in terris” , comentadas por todos, como instrumento de una misión espiritual y mundial que él te
nía, como me lo confirmó un día de éstos uno de sus colaboradores más íntimos. Al margen del texto la
tino de la Encíclica ‘Pacem in terris’ , en una página totalmente reelaborada, escribió el Papa que
había trabajado en ella entre las 2 y 3 de la madrugada. Sé, prosiguió el Cardenal de Viena, que en
el contenido de la última Encíclica ya estaba pensando intensamente en el mes de diciembre último
(1962). Con el sacrificio de su salud y la sangre de su corazón dio a estos documentos aquella forma
que llevaba como ideal en su mente. Fue el tono que su espíritu humano y sencillo supo darles que
tocaba los corazones de los hombres y de los jefes de Estado, pero que los abría también para los
pensamientos del mensaje. Sin sacrificar la doctrina de la Iglesia . . . los imbuía de tal amabilidad y
amor fraterno cristiano que conmueven y causan un eco mundial apenas imaginable . . .
La presente Encíclica está dirgida en primer término a los Patriarcas, Primados, Arzobispos, Obis
pos, como asimismo al clero y fieles de la Iglesia Católica, pero también —lo que es insólito en tales
documentos y llamó en seguida universalmente la atención, a la vez que es característico para el es
píritu que lo anima— habla “ a todos los hombres de buena voluntad” . Y lo que es más, “ Pacem in
terris” encontró, como ningún otro documento pontificio hasta ahora publicado, aun más que “ Mater
et Magistra” , el más profundo eco en todos los hombres de buena voluntad, de cualquier raza, patria
o religión que fueren; aun detrás de la cortina de hierro o de bambú fue publicada y comentada. Allí,
naturalmente, se trató de llevar las aguas pontificias y cristianas al molino rojo del movimiento co
munista de la paz.
1. Algunas impresiones generales
Había quienes afirmaran que Juan XXIII, en oposición a Pío XII, no era un “ Papa político” , que
era demasiado sencillo y directo para entender en política; otros había que, en vista de telegramas
a Jruchov y la audiencia privada concedida a Adjoubei y señora,, hija de Jruchov, dijeran que el
Vaticano había perdido toda línea política o andaba a la deriva, o, que el Papa, por los resultados
de la elección italiana, en que aumentaba notablemente el porcentaje de votos comunistas en Italia
(del 18 % al 25 % ), hacía mala política. “ Pacem in terris” desmiente categóricamente todas estas
afirmaciones. Esta Encíclica es preferentemente política, línea política vaticana genuina, en el mejor
sentido de la palabra. La paz mundial, el mantenimiento de la paz entre los hombres no es sólo un
deber moral y cristiano, sino un bien eminentemente político. Por eso no puede extrañar que, después
de la nueva orientación que “ Mater et Magistra” dio principalmente en el campo social —sin dejar
por eso de bosquejar proyecciones políticas—, al llamar, en la temática fundamental de “ Pacem in
terris” , la atención principalmente al campo político, nacional e internacional —sin dejar por eso a un
lado las bases y consecuencias sociales y morales— se traten in extenso toda una serie de tópicos polí
ticos de candente actualidad. Juan XXIII no quiso, en su llamado a la paz, desarrollar una tesis teoló
gica, bíblica o moral, sino exponer concretos postulados humanos de paz, a base del derecho natural,
de la “ naturaleza de las cosas” y de la esencia y dignidad del hombre. El eco a este monumento eri
gido al anhelo universal de paz era por tanto fuerte también en el campo político nacional e
internacional.
Otra impresión general debe consignarse. Algunos observadores “ de la primera ola de reacciones”
comprobaron —y nos parece no sin razón— que los no católicos apreciaron desde el primer momento
toda la transcendencia, la concreta inmediatez y el ton-o optimista del documento pontificio de la paz,
casi mejor que ciertos comentadores católicos que la trataron con reserva y aun la consideraron favo
rable al comunismo, y por eso inoportuna, para decir poco. Juan XXIÍI mismo escribió en su “ Diario”
— 2466 —
243, 1 E n cíc lic a “ P acem in T erris ” 2467
Los progresos que las ciencias y los seres animados como en las fuerzas in
inventos de la técnica han realizado nos animadas de la naturaleza reina un
enseñan a las claras que tanto en los orden maravilloso. Al mismo tiempo po-
a este respecto: “ El mundo despertó. Paulatinamente la lúcida doctrina de la Encíclica ( “ Pacem in te
rris” ) se abrirá camino en las conciencias. No, no me preocupa lo que escriban y hablen de mí. Es de
masiado poco en comparación con las angustias de Jesús, Hijo de Dios, durante su vida y su cru
cifixión” .
Pese a las voces católicos disonantes que lacerban el corazón del Papa — y una que otra voz rto
católica, pronto la abrumadora mayoría de los comentadores, como lo previó el Papa, la saludaron
con respeto y aun con alborozo y en coro unánime de alabanzas y de gratitud. Aun los más escépticos
o suspicaces se dieron cuenta del extraordinario impacto que este documento pontificio, muy sencillo
en su forma, estaba haciendo en la opinión sana de todo el mundo. La “ Pacem in terris” señala audaz
mente los graves problemas de hoy, de la convivencia humana, del armamentismo, del peligro de la
guerra etc, sin asumir actitudes críticas, ni apolegéticas, ni moralizadoras, ni condenatorias, mucho
menos acerbas o hirientes. El tono es conscientemente conciliador y expositivo: su preocupación fun
damental, en sus principios y sus deducciones, se orienta hacia la dignidad, la paz y la bienandanza
humanas.
La exposición de los diferentes aspectos no avanza demasiado lógicamente en los detalles y repite
Continuamente los mismos giros; el Papa no pretende impresionar ni persuadir, sino, sin pretensiones
literarias, decir tranquila y honradamente las cosas: las que hacen falta, las que deben hacerse, y có
mo ha de procederse para lograr una mayor unión de la familia humana y la paz. Toda la inspiración
del documento es el fiel reflejo de la mentalidad y personalidad de Giuseppe Giovanni Roncalli, muy
positiva, viva, práctica y optimista, muy humana y abierta a los problemas y las necesidades del mo
mento presente.
Los que creían ver, en algunos pasajes de la Encíclica, la mano tendida al comunismo no necesita
ban sino leer con alguna atención la primera y la segunda partes, y aun la tercera parte para curarse
de su error, pues, aunque no se nombra la herejía de la antirreligión comunista, la sola enumeración
positiva de los derechos humanos y los deberes y limitaciones de los derechos del Estado constituye,
aunque indirectamente, una condenación tan contundente de los sistemas totalitarios que uno queda
sorprendido de que los comunistas elogiaran el documento y lo imprimieran, en lugar de apartarlo de
sí como un fierro candente que los marca indeleblemente como antihumanos. Cada uno de los derechos
humanos y las normas basadas en el derecho natural allí enumerados fulmina sin decirlo uno u otro
de los aspectos de la ideología marxista en su forma practicada en los países comunistas. Sin em
bargo, Juan XXIII ha sabido evitar el peligro de dar al documento, que había de ser su última Encíclica,
un giro anticomunista hiriente sino que estableció claramente para ellos y para todos un elenco natu
ral y cristiano de derechos humanos y estatales y aun internacionales.
La controversia se encendió principalmente en el texto breve del subtítulo 132 (de nuestra edición);
de él se valieron algunos para estigmatizar de procomunista a la “ Pacem in terris” (ver nuestra nota
(6Gto) en el subtítulo 132).
2. El contenido y la orientación general
a) La Introducción de la “ Pacem in terris” señala el contraste chocante entre el orden del uni
verso y el desorden que reina en las relaciones entre los hombres; en la primera parte hace una
“ Declaración” de los derechos humanos con sus Correspondientes deberes que se impone por su sen
cillez; es un elenco breve y sobrio, pero toda una “ Carta Magna” de la libertad y dignidad humanas,
brotadas del derecho natural (ver nota 7b); en la segunda parte expone cómo el Estado debe asegurar
y garantizar el goce de esos derechos y el cumplimiento de los deberes, dando una lista de los de
beres y limitados derechos del Estado; en la tercera parte habla de las relaciones entre las diversas
comunidades públicas, las que deben regularse por las leyes morales, principalmente por la verdad,
la justicia, la caridad y la libertad; luego trata brevemente de los derechos y deberes de las minorías,
el equilibrio entre las poblaciones, tierra y capitales, los graves problemas de la migración, desarme,
colonialismo, guerra atómica: no conflictos sino negociaciones y convenios traerán las soluciones; la
cuarta parte enfoca las relaciones de los individuos y de los Estados con los Organismos internaciona
les, aboga por una Organización de las Naciones Unidas (ONU) más fuerte y de mayor autoridad, para
poder promover eficazmente la paz por medio del reconocimiento y el respeto de los derechos de
todos. La quinta parte contiene orientaciones pastorales que se dirigen en primer término a los ca
tólicos y les da consejos para sus relaciones con los no católicos y aun con los no cristianos en los
diferentes campos. Allí ocurre la frase que hizo el documento sospechoso de procomunismo [ver subtí
tulo 132 de esta Encíclica nota (66b)]; para el contenido ver, además, la luminosa exposición y resumen
del Cardenal Suenens ante los delegados de la ONU en Nueva York, nota (64b) de esta Encíclica).
b) La inspiración general de la “ Pacem in terris” .
Desde el principio y a través de todo el documento se palpa que el Papa se siente responsable no
sólo de la Iglesia y de las almas, o del orden más exterior económico y social, como se ve en “ Mater
et Magistra” , en relación con la Religión y Moral sino también deudor de toda la humanidad en los
aspectos políticos e internacionales como por su alta posición y por ser jefe de 500 millones de cató
licos le corresponde. Nadie le tomó a mal esta “ intervención” , por el contrario, con raras excepciones,
todos aplaudieron el empleo de su gran autoridad en bien de la angustiada humanidad.
Como contrapeso a esto, el Papa acentúa la responsabilidad de cada uno de los gobernantes y go
bernados, como ya en “ Mater et Magistra” media docena de veces, aquí en párrafos enteros. En am
bos documentos h