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Metafísica I

Iduán Armando García Vega

Metafísica y Ciencia en Aristóteles

En el presente escrito me he planteado realizar un ejercicio de investigación en el cual

tengo por objetivo recorrer las nociones de metafísica, ciencia, principio, demostración y

definición, expuestas por Aristóteles y cómo la pregunta por el conocimiento y la necesidad

de transformarlo en un conocimiento de carácter formal, es decir, la búsqueda de los

principios y de la demostración, da lugar a una nueva forma de pensar la ciencia y la

metafísica.

La lógica en Aristóteles es una herramienta para generar discursos, pero no

cualquier clase de discursos, se ocupa en especifico del análisis del discurso científico, la

episteme, el verdadero conocimiento. La lógica es un discurso puramente demostrativo. Y

como señala Aristóteles es el “vehículo de la ciencia”.

Aunque Platón ya conocía la ciencia y la ciencia vista como conocimiento

verdadero, nunca se ocupo del ámbito discursivo. Sí es o no la ciencia un discurso y que

tipo de discurso es. Es ahí donde radica la originalidad de la propuesta Aristotélica, pues,

nunca se había planteado un estudio de la ciencia en el ámbito del discurso, o de otra

manera, la ciencia vista a través de un análisis del lenguaje.

Es claro que el propósito final del estudio de la lógica es generar los fundamentos de

un lenguaje científico, que sea puramente formal, y que además sea portador de verdad.

Esto es, que la estructura del lenguaje lógico es también la estructura del correcto

razonamiento, es decir, del pensamiento correcto o el pesar bien. Y además que el


conocimiento que arroja el discurso lógico se adecue a la realidad. Pensar en la

correspondencia del objeto con el lenguaje, y del lenguaje con la realidad. La genialidad de

la propuesta es de tal magnitud que hoy en día es imposible concebir una lógica que no siga

tales líneas de adecuación. Aristóteles no sólo creó la lógica “a partir de la nada” según

afirma, sino que su propuesta determinó (para bien o para mal) los ejes fundamentales en

los que se desenvolvió la ciencia y la demostración científica por poco más de 2000 años.

La lógica es fundamental para entender la ciencia en Aristóteles, sin embargo, existe

otra área un poco más relegada de la filosofía, que al igual que la lógica no era campo del

quehacer científico, hablo de llamada metafísica o ciencia de los principios. Si la lógica

estudia la estructura de la ciencia, estructura puramente discursiva, la metafísica estudia las

causas y principios de la ciencia.

La metafísica para Aristóteles es la ciencia primera, la cual se encarga de buscar los

primeros principios, las causas. La necesidad de buscar los principios o causa es debido a la

necesidad de obtener conocimiento. “Es obvio pues, que la sabiduría es la ciencia de ciertos

principios o causas” 1 La sabiduría, es entonces, en su sentido más amplio, tener

conocimiento de los principios o causas.

El conocimiento proviene del asombro, del darse cuanta de la incapacidad que se

tiene de explicar lo desconocido, y eso, en principio asombra, y una vez que se conoce la

causa de lo que no se conoce, es cuando se dice propiamente que conocemos.

Es claro que si una ciencia pretende generar conocimiento, debe, entonces,

enfocarse a conocer las causas por las que se rigen los objetos de su área. Dado que el

conocimiento generado por determinado principio no puede ser anterior al principio, puesto

1 Metafísica, I, 1, 980a.
que la esencia del principio es fungir como fundamento de ocurre que se establece una

jerarquía en virtud del orden de importancia. Es claro que los principios de la matemática

no pueden ser los mismos que los de la geografía, debido a que mantienen áreas de

especificidad diferente.

“Es propio del hombre instruido buscar la exactitud en cada materia en la medida
en que la admite la naturaleza del asunto; evidentemente, tan absurdo seria
aceptar que un matemático empleara la persuasión como exigir de un retorico
demostraciones.”2
El método que utilizan las distintas ciencias es entonces distinto según “la

naturaleza de su asunto”, los fundamentos que fungen como pilares y atraviesan la totalidad

de los conocimientos que genera cada ciencia, en tanto principios, son también distintos.

Sin embargo, dado que ambas pertenecen a la parte del conocimiento que se denomina

ciencia, pertenecen al mismo género, entonces también comparten los principios que toda

ciencia comparte. Los principios que son fundamento de toda ciencia.

“Qué es la ciencia, es evidente a partir de ahí -si hemos de hablar con precisión y
no dejarnos guiar por semejanzas-: todos creemos que las cosas que conocemos
no pueden ser de otra manera; pues las cosas que pueden ser de otra manera,
cuando están fuera de nuestra observación, se nos escapa si existen o no. Por
consiguiente, lo que es objeto de ciencia es necesario. Luego es eterno, ya que
todo lo que es absolutamente necesario es eterno, y lo eterno es ingenito e
indestructible.”3
El carácter inmutable del conocimiento es lo que constituye la ciencia de lo que no

es ciencia, pues si el conocimiento fuera mudable y contingente carecería de certeza, debe

ser siempre el mismo. Llama la atención que Aristóteles señala que hay cosas que escapan

de la observación, de las cuales no se puede decir si existen o no. Esto podría referirse,

como señale anteriormente, a la división de las ciencias por medio de su objeto de estudio.

Puesto que, se podría decir que los objetos matemáticos están “fuera de la observación” de

la ciencia biológica, por ejemplo. Por lo que no se puede determinar, por los medios de la

2 Ética Nicomáquea, I, 3, 1094b 25.


3 Ibíd. , VI, 3, 1139b. 20.
que la biología dispone, si los objetos matemáticos son o no. Dado que no son afines a su

naturaleza ni a su objeto de estudio. Los principios para demostrar si los objetos

matemáticos son o no corresponden a los propios de la ciencia matemática, y querer

abarcarlos con cualquier otra sólo puede llevar al fracaso. Al menos en la ciencia. Y es que

la ciencia es puramente demostrativa:

“[…]la ciencia es un modo de ser demostrativo y a esto pueden añadirse las otras
circunstancias dadas en los Analíticos; en efecto, cuando uno está convencido de
algo y le son conocidos sus principios, sabe científicamente; pues si no los
conoce mejor que la conclusión, tendrá ciencia sólo por accidente.”4

Se retoma nuevamente la noción de que conocer algo es conocer antes sus

principios, de tal forma que, la pregunta por el qué es, se conoce por el por qué es. Sólo

entonces el conocimiento tendrá su estatus de ciencia.

Si la ciencia necesita conocer el principio para establecer las definiciones de las

cosas la pregunta por el qué es, ¿qué ocurre con los principios o las causas? ¿qué se encarga

de demostrar que efectivamente son tan importantes para conocer? No se puede hablar

propiamente de una demostración de los principios, pero eso lo veré más adelante. Lo que

me interesa es mostrar la qué la ciencia metafísica es necesaria para determinar los

primeros principios que subyacen a toda ciencia. Y cómo se puede pensar la relación que

mantiene la metafísica como ciencia de los principios, y la ciencia como ciencia

demostrativa.

Aristóteles pasa del que es al por qué es. De la definición a la causa. De esta forma,

la ciencia dialéctica que había establecido Platón es sustituida por la Ciencia demostrativa o

4 Ibíd.
silogística. Si la ciencia es puramente demostrativa, ¿cómo es que se conocen los principios

de la ciencia? Es decir, cómo se conocen los principios de la demostración.

La definición es superada en Aristóteles por la demostración. La ciencia ya no es

una oscilación dialéctica que versa hasta el infinito y que se rompe con la intuición, sino un

discurso lógico demostrativo, que busca la causa del objeto para dar cuenta del

conocimiento del objeto. La lógica de Aristóteles le da el carácter puramente formal a la

ciencia.

Además una cosas es demostrar el qué es y otra el <hecho de> que es. Así, pues,
la definición indica qué es <tal cosa>, la demostración, en cambio, indica que tal
cosa es en relación a tal otra.5

La definición es la búsqueda por el ser, por la respuesta al qué es la cosa. Aristóteles

se pone un paso atrás, y en la demostración se pone en duda si quiera que la cosa sea algo.

Se dice que el razonamiento científico en Aristóteles alcanza su carácter apodíctico porque

versa sobre lo necesario, lo necesario es lo que no puede ser de otra manera. Lo necesario

es siempre natural, y es natural que sea necesario6 Y si la ciencia es necesaria es entonces

apodíctica. Para determinar la causa, es necesario primero demostrar que la cosa sea en

relación a algo.

Pero si la ciencia parte de ciertos principios para la generación de los suyos, y dicha

generación no puede ser una demostración dado que los principios necesitan una definición

en tanto principios, se necesita saber qué son los principios con los que la ciencia funciona

y cómo se obtienen, y la demostración sólo versa sobre el si el objeto es o no, más no sobre

lo qué es el objeto. Entonces los principios de la ciencia se vuelven no demostrables. La

ciencia entonces no puede demostrar qué es la ciencia. Sólo puede decir que la ciencia es.

5 Analíticos Posteriores, II, 3, 91a


6 Ibíd.
¿A qué recurre entonces Aristóteles para explicar cómo es que tenemos conocimiento de

los principios que no son demostrables7?

En efecto, de lo uno, en cuanto uno hay una sola ciencia, de tal forma que, si
saber lo demostrable es poseer <su> demostración, sobrevendrá un imposible:
pues el que tiene la definición sin la demostración sabrá lo demostrable. Además,
son las definiciones los principios de las demostraciones, de los que ya se ha
demostrado antes que no habrá demostraciones. 8

Aristóteles es muy claro en está parte, “la definición es el principio de la

demostración” y no al revés, pues todo el conocimiento gira en torno a conocer las causas.

Y dado que no se puede conocer primero el qué es y después el que es. Porque conocer el

qué es implica saber que, efectivamente, tal cosa es. De tal forma que, la definición es

causa de la demostración y es principio por el cual la demostración es lo que es. No puede

haber demostración de la demostración, puesto que la demostración debe, forzosamente,

partir de ciertos principios. Si se incurre en realizar dicha demostración se caría en un

circulo vicioso. ¿Es, entonces, la ciencia de Aristóteles no demostrable? ¿De donde se

obtienen los principios de la demostración?

Los principios se obtienen de la intuición, de un conocimiento sensible que es a la

vez universal9, “es necesario tener la facultad <de adquirirlos>, pero no de tal naturaleza

que sea superior en exactitud a los mencionados <principios>”10 Tal facultad es el noús o la

intuición. El conocimiento sensible, dentro de la experiencia forma parte de una unidad, a

saber, la unidad de la experiencia. Y es una unidad en el sentido de que tal conocimiento

proveniente de la sensación no ha pasado aun por la mente, es conocimiento “no

7 Existen tanto principios demostrables y no demostrables, es decir, que algunos principios se


expresan también con la demostración, otros con la definición, y hay algunos que al expresar la
definición expresan también su demostración. Como en el caso de los enunciados matemáticos.
Aristóteles pone el ejemplo lo siguiente “Todo triangulo tiene ángulos equivalente a dos rectos” o
más conocido actualmente “La suma de los ángulos interiores del triangulo equivale a dos ángulos
rectos” Tal enunciado es una demostración, pero también es una definición.
8 Analíticos Posteriores, II, 3, 90b 20.
9 Ibíd., II, 19, 99b 15 – 100b 15.
10 Ibíd., II, 19, 99b 35.
diferenciado”, es unidad. De tal forma que, es a su vez universal. “En efecto, cuando se

detiene en el alma alguna de las cosas indiferenciadas, <se da> por primera vez, lo

universal en el alma, (pues aun cuando se siente lo singular, la sensación lo es de lo

universal[…]”11. Ya habíamos dicho que la ciencia era puramente discursiva, en está ultima

parte de los Analíticos Posteriores, Aristóteles le adjudica a la intuición la capacidad para

conocer los primeros principios, el conocimiento de los principios no es pensamiento

discursivo, es pensamiento sin más.12Ya que todo pensamiento discursivo es demostrable, y

los principios no pueden ser demostrados en tanto principios, sino que parten de la intuición

de la esencia desde la experiencia.

Tal es la propuesta de Aristóteles, de tal forma que, los principios bajo los que se

sustenta la ciencia son, intuiciones de la esencia, que obtenemos por medio de la

experiencia. No parce muy distante de la propuesta platónica del mito, en relación a que la

directica platónica se apoya de alguna forma, también en el conocimiento intuitivo, no-

discursivo.

Es claro, que la aportación de Aristóteles es de valor significativo, no sólo en el

campo de la filosofía sino también en el de la ciencia. Aristóteles es el primero en

implementar las bases del método científico. En identificar la discursividad de la ciencia, y

que el lenguaje científico debe ser analizado, no me queda claro cómo es que la

discursividad de la ciencia está fundamentada en la no-discursividad de la intuición en tanto

que medio único para obtener los principios, pero creo que es merece un análisis más

complejo que el que me había planteado exponer aquí. Sin más, las aportaciones de

11íd.
12Hago referencia a la nota aclaratoria expuesta en la edición de Gredos, “obsérvese que el
termino Noús, habitualmente traducido por mente, hace aquí referencia a la función mental básica,
pre-discursiva. O mas bien, condiscursiva, sobre la que se funda el pensamiento discursivo o
pensamiento sin más –diánoia–“ Ibíd., II, 19. cita 313.
Aristóteles son fascinantes, pues su propuesta buscaba darle un carácter formal a la ciencia,

debido a la falta de certeza a la ciencia de su tiempo había incurrido.

Bibliografía

Aristóteles, (1995). Tratados de Lógica (órganon) II: Sobre la interpretación, Analíticos


Primeros, Analíticos Segundos. Introducciones, traducciones y notas por Miguel Candel
Sanmartín. Editorial Gredos. Madrid, España.

________, (1994). Metafísica. Introducción, traducciones y nota por Tomás Calvo


Martínez. Editorial Gredos. Madrid, España.

________,(1988). Ética Nicomáquea, Ética Eudemia. Editorial Gredos. Madrid, España.

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