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laignorancia

docta
REVISTA DE PSICOANÁLISIS · LETRAS · FILOSOFÍA NOVIEMBRE 2013 - Año 5 - Nro 11 - $40

Nro 11

Dios
»ESCRIBEN:
· Lossada
· Sola
· Insúa
· Soldano Deheza
· Montealegre
· Coloma Arenas
· Balcarce
· Sayago
»SECCION DEL TOPO: · Legarreta
Eduardo Liljeqvist · Zubillaga
»ENTREVISTAS: · Staude
Olveira

* DOSSIER
Andiñach
»SIETE MUSAS : CLÍNICO
Silvina Salazar Falcón

WWW.LADOCTAIGNORANCIA.COM.AR
rayuelas lacanianas
de Violaine Fua Púppulo
Los diez primeros seminarios de Lacan »Editorial
más la única clase del Seminario interrumpido del ‘63
Una herramienta imprescindible para todos aquellos
que tengan la necesidad de abordar la teoría y la práctica La Docta Este número está dedicado a Dios, frase equívoca en una época que cree

lacaniana desde un enfoque novedoso, riguroso y ameno. Ignorancia haberse liberado de las restricciones que el orden divino impone.
Sin embargo cuando Nietzsche plantea que Dios ha muerto se pregunta
nº 11: Dios ¿No percibimos aún nada de la descomposición divina? ¡Porque los dioses
también se descomponen! ¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto! .
Este libro es una novedad. Violaine Fua Púppulo Si Dios permanece muerto se plantea una actualidad donde muerte y
nos acerca a los primeros diez seminarios de cadáver se eternizan . ¿Vivimos, entonces, con el cadáver de Dios?
Lacan y a la única clase del ‘63 de una manera
¿Acaso Dios nos ilumina con sus restos en perpetua descomposición?
distinta e innovadora. Rayuela es la consigna:
a la manera de Cortázar, sin olvidar las reglas del Algunos artículos de este número intentan dar cuenta de las palpitaciones
juego, Fua Púppulo despliega ésta, su “rayuela”, de los restos divinos:
en forma admirable. Invita a recorrer estos
seminarios dando pequeños saltos hacia Dios como roce, como deseo que se extingue.
adelante, vueltas programadas hacia atrás. Dios habita en internet.
Y por qué no también nuevos saltos, esperas, Dios se desliza en la gramática del riesgo.
reflexiones sobre lo escrito y energía para Dios se encuentra en el corte del puente Avellaneda.
adentrarse en nuevos territorios hasta hoy poco
visitados por el Psicoanálisis. No están ausentes Dios y la alabanza como extorsión.
del convite otros autores. Algunos muy cerca del Dios habla de sí mismo en femenino.
Psicoanálisis, otros en las antípodas. Son parte
importante del juego. Amplían la frontera,
Quedan invitados, lectores, a recorrer algunas texturas de la desintegración.
proponen nuevos desafíos. Interpelan e inclu-
sive acusan. Fua Púppulo encara una discusión
con ellos, los sostiene y se sostiene sin temor, Flavia Soldano Deheza
apelando siempre a la vitalidad que es la
consecuencia directa de cualquier cambio de
ideas. La autora hace suya una idea de Deleuze
tomada por Foucault. Plantea este libro como
una “caja de herramientas” tanto para analistas
nóveles como para todos aquellos que se
quieran formar y afirmar en la enseñanza
y la práctica del Psicoanálisis, convirtiendo
a todos los que se acerquen a este libro en ∙s t a f f ∙
partícipes necesarios de una apuesta única. EditorEs rEsponsablEs: Jorge Curcio , Violaine Fua Púppulo ∙ Cuidado dE la prEsEntE EdiCión Flavia Soldano Deheza
Y en eso no cede ni abdica. En síntesis, un texto
imprescindible, producto de años de enseñanza, disEño GráfiCo: Cecilia Lombardo ∙ fotoGrafía: Cecilia Gardos Carro ∙ la sECCión dEl topo(s): Eduardo Liljeqvist
supervisión y clínica de su autora. dEl lECtor: Melisa Fernández filosofía: Diego Singer ∙ lEtras: Griselda Marenda ∙ dErivas: Jorge Curcio ∙ traduzir-sE:
Violaine Fua Púppulo, Flavia Soldano Deheza ∙ dossiEr ClíniCo: Jorge Curcio ∙ siEtE Musas: Mónica Rizzi
CorrECCión dE Estilo: Nathalie Jarast,Griselda Marenda ∙ EntrEvista: Nathalie Jarast. Flavia Soldano Deheza
El barCo Ebrio: Flavia Soldano Deheza ∙ prEnsa y difusión: LDI Comunicaciones ∙ Colaboran En EstE núMEro:
Carlos Lossada, Flavia Soldano Deheza, Gabriela Balcarce, Manuel Coloma Arenas, Gisela P. Sayago, Viviana Falcón, Marcela

PEDILO EN LIBRERIAS o a la docta


ignorancia
Sola, David Montealegre, Francisco Olveira, Carlos Alvarez Insúa, Inés Legarreta, Zulma Zubillaga, Sergio C. Staude.
dirECCión CoMErCial y lEGal: Alvarez Jonte 3789 7C (1406) CABA ∙ publiCidad: ladoctapublicidad@gmail.com
susCripCionEs: ladoctasuscripciones@gmail.com tEl.: 4 566 1977 CEl: 15 3 587 9259
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∙s u m a r i o ∙
» N O MB RE D E LA SECCIO N

El lapsus de la culpa
Carlos Antonio Lossada
10 · LETRAS
Zulma Zubillaga El lapsus
11 ·
Dios es un deseo
Marcela Sola
12 · TRADUZIR-SE
de la culpa.
La conciencia
Entrevista a Pablo R. Andiñach
Violaine Fua Púppulo, Flavia Soldano
Deheza
14 · LETRAS
Inés Legarreta
17 ·
del pecado.
El garante por Carl os A nt oni o L os s a d a
Carlos Alvarez Insúa
18 · ENTREVISTA
a Francisco Olveira
Flavia Soldano y Nathalie Jarast
19 · SIETE MUSAS
Silvina Salazar
Producción Mónica Rizzi
21 · EL BARCO EBRIO
» En el seminario 23 que lleva por nombre “El Sinthôme”, al poner en consideración
la equivalencia o no de la coloratura sexual, en la clase que lleva por nombre “Palabras
impuestas” encontramos el siguiente texto.
y, en la misma operación de reparación, permite pasar el error del
nudo al lapsus del nudo, presentando de este modo un atravesa-
miento del campo del error que muestra que, en la transferencia, la
interposición del semblante entre el significante y la significación,
neutralidad activa que, obstaculizando la representación, obstacu-
lizando el sutil deslizar del significante (S1) en el significante (S2)
Poesías ¿La falta, eso cuya conciencia constituye el pecado, es del orden del lapsus? El equívoco de la locura, aun en su faz disolutiva, puede ser religada al inconsciente. permite la subversión del sentido, y lleva a que eso de lo que se

·
27 DOSSIER CLINICO
La pulseada del analista
palabra es también lo que permite pensarlo, pasar de un sentido al otro.
¿Hay algo del orden del lapsus en esta falta primera que tanto nos menciona Joyce?” 1
Función del analista, del analista como sinthôme, restaurar la
ligadura del lapsus allí donde el errar que la falta provoca desabona
trata en el lapsus, sea aspirado por lo real.

El sinthôme está en el lugar mismo donde el trazado del nudo produce un error, donde el inconsciente. Es destacado el lugar que J. Lacan le confiere al sinthôme en lo
Viviana Falcón hay lapsus del nudo. Un nudo, eso se falla. Del mismo modo, es a partir de la consistencia Desabonar siempre latente en el lazo social cuando el lapsus no que respecta a la relación sexual, en la medida misma que es el sin-
30 · del inconsciente, que hay montones de fallados. Pero, dado que el lapsus del nudo (que
viene a nombrar, a fijar, el acto fallido en su estructura) da consistencia a lo inconsciente,
se hace con el nudo, desconociendo de este modo que la estructu-
ra nodal se calza en agujero en desmedro del uno, lo que lleva al
thôme quien establece la posibilidad de la relación, al ser soporte
del otro sexo.
El padre en migajas: La picaresca la dimensión de la falta que da conciencia a la culpa es algo que acontece afectando lo rechazo del decir siempre diverso. Ser soporte del otro sexo en tanto una mujer, ya que el goce que
Sergio C. Staude imaginario y se nos muestra en el descentramiento del sujeto con su imagen. Llegado a este punto conviene considerar nuevamente la pregun- llamamos femenino, el otro goce, es otro ante el goce fálico, es otro
33 · Dificultado de tornar eficaz el narcisismo secundario, el sujeto del inconsciente queda
tomado en las vueltas de la demanda, y pierde de este modo su relación al deseo “en los
ta que J. Lacan realiza en esta clase del seminario, ¿hay en esta falta
(faute) primera, en este pecado original, algo del orden del lapsus?
goce ante cualquier parletre.
Lo que lleva a decir a J. Lacan en su seminario “Encore” que a
Hablar de Dios es peligroso
setos del goce”, tal como expresa J. Lacan en su escrito “El trieb de Freud y el deseo del analista”. Considero que esta pregunta que de algún modo intentaré abor- une femme se la diffame y a Godart al concluir su film “Une femme est
Flavia Soldano Deheza, David Montealegre Se juega allí, en esas vueltas de la demanda, los modos de resolución de la transferencia dar, es una pregunta por los modos de atravesamiento - si es que une femme” con un equívoco de palabra producido por el personaje
34 · y el desenvolvimiento de los semblantes en los discursos.
La presentación de estas cuestiones en la clínica psicoanalítica torna conveniente interro-
los mismos son posibles - del padre Freudiano, y que conlleva la
resolución de las identificaciones edípicas.
femenino cuando su amante, luego del encuentro sexual que ha
puesto el tema del embarazo de un modo equívoco, le dice: infâme,
Lacan y Deleuze-Guattari: gar el lugar del sínthôme, ya que el mismo suple esta falla, que llamamos lapsus del nudo ¿Es la comunidad analítica capaz de abordar -en el fin de un ella contesta une femme.
Discusión en torno al origen y
la procedencia del símbolo a través en el error del anudamiento. Si el sínthôme repara en cualquiera de los otros dos lugares análisis- la dimensión del goce singular y traerlo a la luz de la co- Pero fundamentalmente al situar otro goce, ese goce infame, o
de un problema de imágenes se nos presenta una equivalencia, que impide el tratamiento de la culpa, que toma apoyo munidad o su resolución está limitada por un modo de estabilizar une femme - ese afanoso goce otro, ese goce que por abuso del sen-
Manuel Coloma Arenas en la sexualidad. la función con el Nombre del Padre? tido llamamos femenino, y que adjudicamos a la mujer - que está
Quizás produzca alguna estabilización de la estructura pero deja abierta la dimensión de De ser factible este atravesamiento cabría considerar qué dispo- presente en cualquiera de los dos sexos cuando une femme se pone de
37 · LA SECCION DEL TOPO (S) la culpa, lo cual tendrá efectos de clausura en la resolución de las transferencias al rememo-
rar, en las formaciones del inconsciente, las inscripciones primeras que han dado lugar a los
sitivo de trabajo, posterior a la resolución de la transferencia, con-
vendría ya que su realización deja al parletre ante un atisbo de la
manifiesto, ese goce muestra los extraños caminos de la satisfacción para los
que se hacen al ser con el logos.
Lógica (XXVI)
Eduardo Liljeqvist significantes amos del sujeto. frontera del inconsciente, interrogando el lazo social. El goce excede el logos, es lo radicalmente xenos, es un elemento

38 ·FILOSOFIA Y PSICOANALISIS
Entonces, ¿el psicoanálisis es capaz de resolver la dimensión fatal de la culpa con lo que La cuestión que J. Lacan intenta presentar en estos párrafos es extraño al logos, por fuera de lo que la ley nomina, un “agrapta no-
conlleva de exclusión del lazo social de los diversos, al quedar sometidos a la identificación que “tanto en un sexo como en el otro ha habido falla del nudo” y por lo mina”, salvo que un artificio de escritura nos auxilie y escribiendo
Recibir al espectro: Hospitalidad al padre? tanto, los dos sexos son equivalentes, lo cual se lee “no hay relación a-logos, forcemos a la letra a funcionar como objeto que encause el
y tolerancia como modos de pensar No pudiendo atravesar su ideo-logía, la salida de un análisis queda fijada a ese modo de sexual”. logos en la senda del deseo.
el encuentro con el otro identificación, lo que trasluce la xenofobia, cuando el sujeto se aterra ante lo desconocido “Sin embargo si la falla es reparada en el lugar mismo de la falla, los Desde esta perspectiva, ¿quién podría a justo titulo decir que ese
Gabriela Balcarce de ese goce que excede la fijación de la estructura. dos sexos, simbolizados por dos colores, no son más equivalentes. Si no hay otro goce no existe?

41 · DEL LECTOR
Es Edipo quien nos orienta en estas encrucijadas, en estos cruces de caminos es donde equivalencia, hay relación”, expresa J. Lacan, en el mismo texto. Pero también, a justo título, ¿quién podría dar cuenta de su atri-
ha de hallar su fatal destino. El sinthôme, al corregir en el mismo lugar de la falla del nudo, buto, de su consistencia?
El acompañamiento terapéutico Vemos entonces la necesidad de que la culpa en la práctica analítica -mostrada por J. torna posible la relación y dado que sinthôme es el analista, dado Se trata entonces de observar en este discurso que J. Lacan supo
como lazo social en la época actual Lacan, en estos seminarios- se afecte de sínthôme. que en la transferencia no hay equivalencia, allí es donde hay rela- proferir, la cercanía de una equivocación del inconsciente (une fe-
Gisela Paola Sayago Sinthôme, que al dar consistencia a lo inconsciente, repara el deslizamiento imaginario ción. Y hay relación porque hay una neutralidad que consiste en la mme, infâme, o como quiera que se la llame) con carácter de sin-

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thôme y la posibilidad de afirmar, contrariamente a la insistencia de multiplicarse, sólo con el advenimiento del pecado se ordena pasar por un nombre del padre. Se trata de que algo en lo real pase
anterior acerca del tema que “hay relación sexual”. como generación. a lo simbólico por el atributo del nombre. Que algo se deje caer de
El sínthôme corrige el error de anudamiento supliendo con un Al transferir masivamente el saber de la diferencia acerca del bien la dispersión para contar como nombre ya que, es Dios quien en su
lapsus en el lugar mismo en el que se produce el error, puesto que y del mal, (que otorga comer el fruto del árbol prohibido) a la ope- nombre soporta la diferencia puesto que el Hombre (Ish e Ishshah),
es el lugar en donde un lapsus primero ha generado una falta en- ración de conocer, en el sentido bíblico, una mujer, se une a la que no ha probado todavía del árbol de la ciencia del bien y del
carnada, una culpa de origen, que es también origen de error en el desobediencia la realización del pecado. mal, no conoce la diferencia. La diferencia es la diferencia de las
anudamiento y motivo de enrancia en la locura, allí donde el suje- ¿Qué cosa nombra en la adquisición de saber, el conocer? ¿Por letras; la estética de las letras hebreas, su visualización da el sentido
to se a-terra ante el goce que imprevistamente el cruce del lenguaje qué el conocer tiene un carácter tan singular que podría dar un de la diferencia. El sentido de la diferencia concierne a la presencia
y el sexo le impone. Ese goce lo desborda. ¿Será factible pacificar sentido al fin de análisis, bajo el modo de conocer su síntoma y por de Dios, el ardor los acomuna, Dios los soporta en su diferencia
esta dimensión del goce sin anularla? consiguiente saber desenvolverse con él? 2 de letra.
Podemos suponer que es con este poder generatriz del equívoco El saber la diferencia del bien y del mal tiene un carácter general, Pero si el hombre no conoce la diferencia, ¿cómo entender la
que el pecado, como pecado originario, se ordena como generación. por el contrario, el conocer (en el sentido del copular) restringe orden de multiplicarse? El multiplicaos que Dios ordena se asienta
Es con la castración que la falta se afecta en lapsus ya que el dicha generalidad a un objeto particular, sin embargo, en la misma en una reproducción que sólo se soporta en el nombre de Dios,
origen de la reproducción, en tanto que sexuada, proviene de un operación la copula gramatical se generaliza introduciendo la proxi- porque la diferencia está soportada por la presencia de Dios en el
malentendido de los goces. midad del lenguaje y el sexo. Hombre. Se trata de una reproducción que no requiere del conoci-
Es digno de observar que al igual que en un psicoanálisis, el co- miento de la diferencia sexuada, no es una reproducción sexuada.
Entonces, ¿hay relación? ¿Es necesario que relación haya, para nocer se ordena a partir de una práctica de la cual hasta el mo- No se trata de que no haya diferencia de sexos, ya que esa diferen-
que haya generación? mento, de ser efectuada, nada se sabe. El pecado al igual que la cia está dada desde el comienzo de la creación. Lo que no hay es un
Convendría diferenciar la multiplicación de la reproducción, ya reproducción se origina por un malentendido del goce. En el mo- reconocimiento de esta diferencia, puesto que el Hombre no posee
que esta última parece estar ligada de algún modo a la generación. mento que el conocer mujer surge ante el hombre, el goce produce aún un saber de la diferencia, no ha adquirido el goce que implica
Diferencia que encontramos esbozada en el libro de “El Génesis”, una masiva transferencia al saber. El plegado del conocer al saber el trabajo del saber. Y dado que este goce no se ha adquirido toda-
allí donde se plantean los avatares de la adquisición del saber por origina una culpa bajo el modo de una falta, surge el género y la di- vía, el “multiplicaos” que Dios ordena no es una reproducción que
un acto que funda la falta; dando lugar al herético, al deseante y a ferencia sexuada se torna en confusión de lengua, matriz de fallidos dependa de una relación sexual, no hay relación sexual.
la generación. Será necesario considerar al respecto que la diferen- y generación de fallados. ¿Será acaso que la atribución de género a Hasta aquí, la multiplicación no requiere de ningún saber, no
cia sexual, que ya desde el comienzo de la creación se encuentra la operación del conocer reproduce la dimensión agujereada de la requiere de saber la diferencia del bien y del mal puesto que aún
en el mundo, diferencia sobre la que Jehová, efectúa el mandato identificación sexuada con el modo indecidible del atributo inexis- no han probado del árbol de la sabiduría, si bien no hay relación
tente? Lo femenino insiste. Otro goce si lo hubiere, el que conven- sexual, hay relación con Dios.
dría que no, salvo que el fallido opere el inconsciente.
La desobediencia y la culpa
El Génesis Cuando el Hombre conoce la diferencia porque prueba del fruto
( Santa Biblia, Reina Valera 1995, Sociedades Bíblicas Unidas. Bogotá, 1995. Antigua
versión de Casiodoro de reina (1596), revisada por Ciopriano deValera (1602). Otras revi- del árbol del bien y del mal, cuando desobedece peca y pierde la
siones 1862, 1909, 1960)
presencia de Díos en él.
Encontramos en el libro primero de Moisés, que lleva por nom- ¿Qué es pecar? ¿Cómo es que hay pecado original? ¿Qué aconte-
bre “Génesis”, en “El hombre en el huerto del Edén”, la creación ce que torna a la culpa en la heredad del hombre, al situar el pecado
del hombre con polvo de la tierra y la creación de la mujer con la en el origen del mismo?
costilla del hombre. Primero hay culpa, ya que al conocer la diferencia por desobe-
Al serle presentada, Adán la llama Varona, “porque del varón fue diencia el Hombre se torna amargo a los ojos de Dios.
tomada”.3 - Varona es el nombre que Adán le asigna a la que de él El pecado es posterior; cuando se conoce la diferencia no sólo por
fue tomada, la que proporcionará desde ahora una “ayuda idónea la adquisición del saber de la diferencia, sino por un conocer encar-
para él”.4- nado, por la experiencia de un conocer la diferencia que se enuncia: Adán. Como si un fallido primario, un fallido que afecta de error
Varona se escribe en hebreo básico ‫( יךםא‬Ishshah). Varón ‫םדא‬ “conoció Adán a su mujer Eva”, que encontramos en “Caín y Abel”. la máquina del inconsciente, por nombrar el goce que implica el
(Ish). En ambos nombres genéricos hay dos letras ‫ םא‬que son igua- La cuestión que se nos presenta llegado a este punto es que al co- conocer, por nombrar el goce que implica la transferencia del co-
les, que ambos comparten y dos letras que son propias de cada uno nocer la diferencia por practicar la diferencia, al tener la experiencia nocer al saber, diera lugar a la culpa. Hay un saber preexistente,
y no del otro ‫יך‬. de la diferencia que implica el “conocer” bíblico, recién entonces un saber adquirido por desobediencia, luego hay una operación
‫ םא‬: nombran el fuego. Adán y Eva consuman el pecado. El pecado y la falta que el mismo que implica un conocer, una transferencia de goce que origina esa
‫ יך‬: uno de los nombres de dios. conlleva, tanto para el hombre como para la mujer, se afectan por transmutación, ese goce es nombrado, entonces hay culpa. El acon-
En una lectura hebrea se intenta hacer surgir las facultades de las un “conocer mujer”. Tanto es así que la misma experiencia del co- tecimiento de nombrar el goce implícito en la transferencia del co-
letras, lo que lleva a visualizar lecturas.* nocer adjudica nuevos nombres, se llamaran Adán y Eva. nocer al saber, deja intacta la culpa que se manifiesta con carácter
Las letras comunes, las letras que comparten los nombres Ish e Convendría preguntar al texto bíblico en qué momento Varona de falta. Hay algo de ese goce que se torna innombrable, que falta
Ishshah designan el fuego, el ardor, las letras que no son comunes, ha sido nombrada Eva con todo lo que ello implica, ya que Eva a la nominación,
aquellas letras que no se comparten, designan uno de los nombres significa “la madre de lo viviente”. Que aquella llamada Varona ¿Es que esa falta resta infinita? O quizás el acto fallido cuando
de Dios, que un modo de interpretar designa como “la mano de (porque del varón fue tomada) pase a llamarse Eva (la madre de lo toma el carácter de una equivocación, vendría a saldar su deuda.6-
Dios en el hombre”.** viviente) presenta una transmutación en la mujer, que transfiere a ¿Podemos considerar que el conocer el goce produce una falta en
Desde el momento que Ishshah es un nuevo nombre en el mun- la misma singularidad y generación. Lo interesante de tal modifica- el saber y que a esa falta la llamamos culpa? ¿Es el conocer una ope-
do, se introduce en el hombre algo que bien puede funcionar como ción resulta de considerar que estas operaciones sólo son posibles ración que agujerea el ordenamiento simbólico del saber, al quedar
una ayuda idónea para él, “la mano de Dios”. por la transferencia de saber que implica conocer en sentido bíblico, el mismo, afectado, en falta?
Varón y Varona, Ish e Ishshah, se reconocen semejantes pero no conocer mujer. Pero este conocer la diferencia que el conocer mujer Entonces habría que considerar que, este registro de la culpa,
idénticos. Ambos son semejantes en ardor y diferentes, porque hay implica y que, de algún modo, desdobla la trasgresión del huerto por la incidencia del goce en su origen, se afecta de error en el
por el nombrar la mujer una combinación de letras que designa “un plegando un acontecimiento sobre el otro, no ocurre por iniciativa tratamiento por el símbolo. El conocer la diferencia no acontece
nombre de dios”. Son equivalentes en el ardor, se tornan comunes, del Hombre, sino más bien es como si la secuencia de los hechos por evidencia; es un conocer que se origina en la experiencia de
se acomunan la una contra él, idóneos, bajo el modo de la no rela- ya acaecidos, se ordenara en serie dando lugar al tratamiento de la conocer mujer, y dicha experiencia que vacía la evidencia no es
ción ya que “donde hay equivalencia no hay relación”.5- culpa. El árbol de la ciencia del bien y del mal ya estaba allí, desde un acontecimiento unilateral, ya que nada indica que la evidencia
Considerar que las letras componen uno de los nombres de Dios la creación, introduciendo la amenaza de la culpa en la prohibición. de la diferencia dé a la mujer un conocimiento de sí. Pero la torna
y que, por lo tanto, muestran “la presencia de Dios en el Hombre”, La trasgresión estaba (si consideramos al igual que G. W. Lei- menos tonta y quizás un poco más loca, con una locura acotada
torna diferente algo en la medida misma que designa uno de los bniz) predeterminada en la realización del más completo de los por la barra que la hace no toda en el goce fálico.
nombres de Dios, lo que desde el discurso del psicoanálisis podría mundos posibles, un mundo soportado por una falta, el pecado de Paradójicamente, cuando Ish e Ishshah adquieren un saber sobre

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la diferencia saben lo mismo que Dios; cuando pueden poner en presenta R. Espósito en su libro, llamado “Conmunitas”.
experiencia a la diferencia pierden la diferencia que estaba dada por El orden de las generaciones se determina entonces por una pér-
la presencia de Dios en el Hombre y sólo les queda para establecer dida, la perdida de diferencia que la reunión de las semejanzas po-
la relación, el ardor, lo cual no hace ninguna diferencia. Se tornan sibilitaba. Cuando cae la no equivalencia entre Dios y el hombre,
equivalentes, salvo que la mujer sea elevada al lugar de Dios; de ser cuando el Hombre, por probar el fruto del árbol del bien y del
así podrá suceder que no sean equivalentes, que la relación se torne mal sabe lo mismo que sabe Dios, sabe acerca de la diferencia, se
posible al costo de un enloquecer que interrumpe las generaciones. torna necesario introducir en lugar de la diferencia que ha pasado a
Quizás ese sea el caso de la relación de J. Joyce con su mujer acer- ex – sistir, una pérdida y una adquisición.
ca de la cual J. Lacan llama la atención situando justamente que Se pierde la inocencia, se adquiere culpa. Se pierde la inocencia
el modo de lo imposible. Momento éste de reconocimiento del venir a confrontar el universal al modo particular si no es a costa de
cada llegada de un hijo resulta problemática al punto de desbaratar porque el saber devela la diferencia implícita en la reunión de la
error del nudo que, por la interposición del semblante deviene en ilimitar la falla. No se trata de que el ser se haga con el uno. Se trata
su mundo simbólico, entonces cabría preguntar si esta forma de semejanza entre Dios y su creación. Se adquiere culpa como corre-
lapsus del nudo, en aquello que la palabra podría corregir trazando de otro modo de plantear lo singular, es al modo de un no – toda
establecer la relación da lugar a generación. ¿O será necesario que lato de esta pérdida; en el lugar de la pérdida de inocencia se asienta
frontera entre un saber la diferencia y un conocer la diferencia. que esa singularidad se presenta y es por eso que el sujeto al tomar
no haya relación para que haya generación? la culpa, que responde por un goce del viviente que ha ligado la
Puesto que hay transferencia del saber de evidencia que implica relación con el significante del Otro barra su totalidad. Para efec-
Fracaso, entonces, del afanoso Edipo. Llegado a este punto ya sexualidad al saber. La pérdida de inocencia y la adquisición de la
de algún modo el oficio del amo, a un conocer la diferencia como tuar tal cometido sólo se puede servir de su relación con el objeto
no se trata del hombre en el huerto del Edén, se trata de la pérdida culpa es el resultado obtenido al develar la reunión de las diferen-
práctica efectiva de la transferencia, es necesario repensar un retor- a que ha ocupado el lugar de la pérdida de inocencia ante el surgi-
del Edén. cias que la semejanza tornaba posible, y eso se origina en el punto
no desde el conocer al saber. Hacer operar allí, lo que se efectúa miento de la diferencia, el cual tiene un eminente apoyo en el .
en el que se transfiere saber al conocer. ¿Qué implica este cambio?
El saber como conocimiento “contra” en el sentido de una ayuda, pero para que esa ayuda sea Si el sujeto puede tener opción ante esta férrea dependencia que
Implica que ya no hay relación entre Dios y el hombre, lo cual
Nos encontramos en “Desobediencia del Hombre” los detalles del “idónea” ya no desde la perspectiva de “Varona” sino en la perspec- anteriormente situé destacando la sustitución del saber por el co-
conlleva la prohibición de relación entre las generaciones. Esto se
saber. La desobediencia del hombre comienza con el diálogo entre tiva del inconsciente, una ayuda contra el significante, un a-pensar, nocer, ello se debe a que el  no es indiferente al Φ, siendo el
debe a que sólo hay relación entre las generaciones, que se sostiene
la serpiente y la mujer: en dicho diálogo la mujer es convencida de un pensar contra un significante. Incluso, ¿por qué no?, un pensar falo un principio de lo que no tiene confín. Duplicidad indefinida
de estar prohibida, entre los individuos de una misma generación
probar del árbol del bien y del mal. contra el unbewusste desde la perspectiva de l`une-bevue. del sujeto que adquiere su opción y su derecho al saber, desde la
no hay prohibición, puesto que “no hay relación” sexual, a no ser
Es interesante constatar que la serpiente desmiente a Dios, pues- Otra vuelta para lo simbólico que torne posible que lo singular perspectiva del acto fallido como un paso de retorno del goce en
reprimida.
to que allí donde el castigo por la desobediencia fue enunciado no retorne al mito fundacional que se enuncia “de él fue tomada”, el significante. Virtud de la letra que tomando su cuenta contra un
Clausurado el deseo por el goce del conocer mujer se conserva la
“morirás”, ella devela lo que en verdad Dios sabe.7- Al comer del que el goce no retorne a la culpa, que el deseo no se pierda entre significante toma apoyo en el objeto, donde la transferencia del
experiencia de la imagen pero se pierde la semejanza. Desde enton-
árbol del bien y del mal el hombre pueden ser como Dios y rom- sus setos. Ya que se trata de que la corrección se efectúe con carác- saber al conocer permite un vaciamiento de la evidencia. En esta
ces, la culpa resta en la moral.
per la disimetría. Dios y el hombre comparten el mismo saber, se ter de sinthôme, y el sinthôme es “el sexo que no soy”, el otro sexo instancia será necesario la contra transferencia hacia el saber que
tornan equivalentes, no hay más relación. La generación para cada uno de los parletres da a existir une femme. el sujeto obtiene por esa resignificación de la falta que desdobla lo
Todavía no hay nada de pecado, pero ya hay vergüenza, y culpa. Dado que la generación que proviene del parletre depende de La emergencia de une femme es lo que otorga un confín donde no simbólico plegando Inconsciente y Sinthôme.
¿Por qué hay vergüenza? Hay vergüenza porque hay saber, en un malentendido de los goces, quizás convenga considerar que hay lo hay, un confín es necesario porque en el goce hay lo indefinido. El acto fallido que fija la falla y por lo mismo opera sobre la falta,
primer lugar hay saber acerca de la diferencia, pero es un saber que relación donde no hay relación. Que hay relación no hay relación ¿Se podrá transmutar lo indefinido del goce en infinito actual? De denota en el campo de la praxis que el operador de la relación es la
se soporta de la imagen, no es un saber de experiencia. Es un golpe presenta un saber conjetural matriz de lapsus y formación de sín- un goce indefinido a un goce infinito en lo actual de la no equi- transferencia y es en la transferencia que opera (donde no hay) una
de saber sostenido en la evidencia de la diferencia. En cambio, en toma. valencia, en lo actual de esa relación con el falo que se afecta de no equivalencia que llamamos disimetría.
la transferencia de saber que se produce al conocer la diferencia ¿Será entonces el acto analítico el que barrando el La deviene en castración. Un goce actual en su relación al falo aún cuando sea Une femme es emergencia anómala de goce encarnando sinthô-
que ese saber implica al conocer mujer, se pone en juego una sin- puerta de entrada a la reunión? La reunión de la no equivalencia infinito puede ser contado. me, lo cual implica de algún modo que el no-toda puede y debe
gularidad del acontecimiento que se afecta de falta. con la asimetría, la reunión de hay no hay, la reunión de Adán con ¿Cómo se cuenta este goce que toma su valor de infinito en lo contar. Allí donde no-toda cuenta hay sinthôme, entonces hay rela-
Lo que se da por el saber de la lengua en el nombrar las cosas del su costilla. La reunión de los diversos, 1 y luego 1 y luego 1, que actual del acontecimiento? Se cuenta 1, pero es un contar que no ción, y por consiguiente hay generación. Se ha pasado por el padre,
mundo, otorga al parletre una diferencia que, vaciando la eviden- nada empareja ya que escapan a la identidad de la imagen y ante los adiciona ya que no hay forma de superar la duplicidad indefinida, y es posible otro deseo que el de Antígona.
cia lo afecta de falta. cuales sólo resta la identidad de la diferencia, que toma su relevo no se llega al 2 más que con el sinthôme que anuda tres. Cada uno pondrá lo suyo, y la generación podrá suceder en el
Sujeto e inconsciente toman el relevo de la culpa y es sólo con de la semejanza, el simulacro. Pero de ese acto llamado analítico, La cuenta en tanto operación de suma o de resta es cuestión del tiempo de la formación. Se tratará entonces de continuar la ficción
un nuevo proceso creativo posibilitado por lalengua, un acto fa- una vez efectuada la relación que el sinthôme torna posible, sólo sujeto, es la lógica del significante. del lenguaje para habitar la dit-mension desde una fijación al deseo
llido, que se podrá tratar la anomalía que implica la emergencia queda la puerta de salida, y el problema que se presenta es que no El goce siempre es 1 que no se cuenta como suma, se cuenta 1, se que permita ese efecto de superficie que cubre la estructura. Tanto
singular. hay salida más que uno por uno, el problema que se nos presenta toma en cuenta, se toma en serie, se toma en serio. Pero entonces para lo que se presenta como siendo un hombre como para lo que
Este modo de transferir un goce nos presenta, (en el intervalo es que no hay consistencia que, sostenida desde el uno por uno, sería necesario considerar que, en lo actual de la relación con el falo, se presenta como siendo una mujer, el otro sexo -une femme- eso
entre el saber y el conocer), el destino y los avatares de la semejanza no sea autista. Entonces, no hay reunión. De ser así se requiere de un goce se cuenta a pesar de ser infinito porque tiene un confín que puede suceder, la reunión de esas singularidades no es tan segura.
bajo el modo de la identidad de la diferencia. No sólo aquello que una convergencia en las series divergentes “hay relación no hay no lo detiene pero que lo anuda al inconsciente. Pero también sería Será necesario entonces, que nos guíe un efecto de curiosidad ya
podemos reunir por imperio de la imagen, sino más bien aquello relación”. Un elemento común a las dos series acerca del cual se necesario considerar que, no hay 2 y luego 3, es 1 que se cuenta 1 y que, una mujer resta, siempre, no eterna.
que en la semejanza cuestiona la identidad de la imagen y ofusca a plantee la no equivalencia, no solamente en el seno del dispositivo luego 1 que se cuenta…, el dos es artificio de transferir 1, es entre, ¿Estamos lo suficientemente orientados para ser capaces de or-
la representación. Me refiero a los simulacros y fundamentalmente analítico, también en el seno de su comunidad. transferencia, síntoma como interposición de presencia. El 2 que se denar el flujo de los semblantes y la práctica de los mismos en un
a lo travestido, ya que se trata de que al adquirir saber el hombre Identificar singularidad. presenta en la coloratura no es más que un artificio de transferencia discurso que haga comunidad?
se conserva a la imagen de Dios y pierde la semejanza a Dios.8- Si Pero para escuchar es necesario, al menos, identificar una singu- que permite que la suposición del Uno transfiera 1 goce a la duplici-
para la simulación travesti, à la limite no hay mujer, la subversión laridad, identificar ese desarreglo, ese profundo malentendido, ese dad. Que en la textura misma del encadenamiento transferencial los Referencias
del platonismo que se opera en el campo de la imagen deja al si- punto generativo, que nombramos siguiendo a J. Lacan: agujero puntos elididos se tornen en sinthôme y que el mismo, por la pre- 1- Seminario 23 – El Sinthôme – Jaques Lacan – Página 95 – Paidós – 2006.
mulacro operando “una subversión contra el padre y sin pasar por simbólico. La catástrofe subjetiva que implica el malentendido de sencia del color sexual oriente en lo real un decir necesario. ¿Cómo 2-- Seminario 24 - Jaques Lacan – Página 4 - “Conocer su síntoma quiere decir saber hacer
con, saber desembrollarlo, manipularlo. Lo que el hombre sabe hacer con su imagen,
la idea”…”empecinados en producir un efecto”. los goces, conlleva anomalía y singularidad y lo que se trata a ni- se trasmuta este goce indefinido en infinito actual? corresponde por algún lado a esto, y permite imaginar la manera en la cual se desenvuel-
Es en este espacio de simulacros empecinados en producir efec- vel de la singularidad es del reconocimiento en la transferencia de, La transferencia instala por la suposición de saber el analista ve con su síntoma”.
3- (2.23) (Página 6 – Spanish RVRO43_49Xseries/ABS-BFBS-1965 175M).
tos que la singularidad del acontecimiento inaugura, en el que se n’y a pas de rapport, conjuntamente con la exigencia de il y a de como sinthôme, desde el lugar sinthôme el analista torna posible 4- (2.18) (Ídem -3-).
despliega el campo equivoco de la sexualidad del L´om, campo in- rapport, del mismo modo como se reconoce la existencia de una que en el artificio del semblante lo Real ex – sista en su presencia * La que será expuesta es de mi entera responsabilidad.
**Que, este nuevo ser, en el mundo, creado para suplir una ausencia, como una ayuda idónea para
decidible de un goce encarnado que responde no-toda goce fálico. singularidad física, aceptando la anomalía. Aceptando la anomalía, para que lo Simbólico y lo Imaginario le resistan. el hombre, permite articular las letras de modo tal que designan uno de los nombres de dios es algo
Llegado a este punto de efectuación de la transferencia pasamos deseando la singularidad que esa anomalía presenta y que vendrá Esta ex –sistencia Real orienta dos coloraturas ante-poniendo la que merece nuestra atención cualquiera sea nuestra creencia.
Es un acontecimiento de escritura que conlleva diversos grados de interpretación.
a otra categoría, ya no se trata de multiplicarse, se trata de repro- a desbaratar el saber constituido, deseando el conocimiento que no equivalencia y dando lugar a la presentación de una mujer, con 5- (Página 97- “El Sinthôme” Jaques Lacan – Paidós 2006) “Después del camino que he
ducirse, se trata de introducir el orden de las generaciones. Lo que responde en lo singular ante el saber siempre posible. carácter de una equivocación que posibilita que una singularidad se allanado en torno de la relación sexual, no es difícil sugerir que cuando hay equivalencia
no hay relación”.
responde por la multiplicación es el símil que se sostiene de la ima- ¿Por qué es conveniente desbaratar el saber constituido? Porque afecte de sujeto. También hay que considerar que el sujeto que está 6- (Página 95 – “El Sinthôme” – Jaques Lacan – Paidós 2006) “¿La falta, eso cuya concien-
gen. La reproducción requiere de algo más que la imagen, requiere al tornar operativo el conocer bíblico, el saber se ha transferido a la en uno de los dos polos de la repartición sexuada falta a esa singula- cia constituye el pecado, es del orden del lapsus?”
7- (3.5) – (Ídem -3-) Dios sabe que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y
de la generación, de lo que se efectúa en la singularidad y que por cópula (es) tornando al lenguaje en un aparato de dominio, y de allí ridad que el género podría aportar si, esa singularidad, no estuviera seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
su anomalía empuja a reconstruir la semejanza al modo de una hay que retornar. Sabemos que pasados por la imposición de nece- tan mitificada, si en la nominación de su diferencia de goce no 8- S. Sarduy (Obras Completas – Tomo 2 – Editorial Sudamericana – “La simulación” –
Página 1265) “…à la limite, no hay mujer…” y se pregunta: “¿Dónde, esa subversión del
pérdida. Donando lo que no se tiene, el “munus” tal como nos lo sidad que nos implica en el discurso, la existencia se presenta bajo invocara a Dios en su imagen. La singularidad que falta no podría platonismo que iría en escala ascendente, desde el mimetismo hasta la pintura barroca?”

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DIOS ES UN DESEO
RES EXTENSA Meditaciones anárquicas
de una atea cortés
Por Z ul ma Z ub il l a g a *

» por M a r c e l a S o l á

1
por qué de vos en Vos este jumento
6
ubique su temblor un poco calle
» “El panteísmo es sólo un ateísmo cortés. La verdad del
panteísmo consiste en la superación de la oposición dualista
Dios, deseo donde caben todos los deseos, deseo esencial que
ampara y cobija todos los deseos de los deseantes.
carga la palabra se despeña en cuerpo y no caía el sol apenas empinaba el entre Dios y el mundo, en el reconocimiento de que el principio Dios deseo incumplido. Para existir como deseo, no debe llevarse
del panteísmo: “Dios y el mundo son uno, es implemente una a cabo, sólo así podrá seguir siendo deseo.
contra sombra y frágil alba su negrura en fin en esta fórmula cortés para dar la despedida al Señor Dios.” Esto dijo Esa impronta se introdujo como una huella indeleble en todo lo
o temida yo hube de servir el hambre dimensión de cárdena o palabra Schopenhauer. que vino a continuación. ¿Este mundo está impregnado del deseo
en caldos tristes composturas suaves yo supe que volvías yo lo dije De acuerdo con los últimos descubrimientos de la ciencia, la de Dios de existir?
del morir: Te nombro materia es energía. Siento que podría simpatizar con la idea de que Dios como inexistencia para facilitar la existencia.
7 somos parte de una energía cósmica que actúa sobre el universo y, Dios como espejo que se quiebra en miles de trozos que se
2 aquel rincón de cármenes azules por lo tanto, creo que me puedo presentar como una atea cortés, esparcen viralmente a lo largo del tiempo y guardan un reflejo cada
tal vez una agnóstica afable. Me fascina la idea de ser cortés con vez más alejado de la imagen original. sin embargo, aún informan.
ahora bebo la penumbra o la palabra echada en el rocío: ¿Es Dios un asunto de creencia o de fe?
Dios.
subo del tendón al cielo había pena entonces Mi cortesía me impide hablar de forma sistematizada sobre Dios, En un versículo de la Biblia se dice que los demonios creen en Dios
cimitarra en Vos por el aciago linde algo que sólo se puede llevar a cabo si se pertenece a una religión, porque saben que existe pero no tienen fe en El. (Santiago 2:19) Si
-por la Sangre- un derredor de Vos en mí como
cualquiera que sea. Si se elude el discurso sistemático de Dios, solo el demonio no creyera en Dios, no tendría razón de existir.
duele la mitad febril la permanencia callando nombres posible en una religión establecida, entonces, ¿qué se puede decir En el corazón mora el Espíritu perdurable, tan grande como el
suave del silencio: digo siendo acerca de Él? universo, se dice en las Upanishads. En la palabra “perdurable,
Lo mejor será imaginar a Dios mediante un paso de danza que se radica uno de los encantos de Dios.
3 8 acerca y se aleja, que lo rodea, lo oscurece, lo borra, lo ilumina, La eternidad es el régimen de la divinidad (George Steiner).
qué delata el rastro del dolor ahora lo hace aparecer nuevamente, lo transforma en un poliedro de ¿Puede extinguirse un deseo incumplido?
es de noche salgo de pujar vacío infinitas caras del que sólo se advierten fragmentos.
-pequeña conmoción de lana en el quema de Tus ojos alguna sombra
Si hay que moverse en el llano y sin presupuestos, lo mejor será ¿Se está extinguiendo entre nosotros, Dios como profundo deseo?
cobijo- un caldo de negrura moja gris como empinada abarca comenzar desde la nada. Entonces. ¿Puede su ausencia ocupar el lugar de su presencia con igual
la mirada caigo en el amén toca la hermosura La energía navegaba sobre las inmensas aguas amnióticas del vacío intensidad?
o voy al centro de la muerte: callo y era objeto de su propio deseo de existir. Tuvo lugar el Big Bang. ¿Su ausencia es condición de su presencia?
9 En el origen habitaba el ser, quieto. Como diferencia surgieron las ¿Una treta de Dios desaparecer para devolvernos el deseo de su
y habida cierta compasión o pena cosas. El ser, en silencio, las cosas, sonoras. El roce entre el silencio presencia?
4 del universo y la sonoridad de las cosas adquirió sentido, es decir, Dios como el gran sueño de la humanidad. Pero nuestros sueños
o qué de triste en Vos cansado de buscar aquella piel ardía en punición
lenguaje. Aunque esto no fue un suceso que pudiera concebirse se asemejan a la evolución del dinosaurio, antiguo animal caído en
mi nombre yo diseco el hueso de zarza de consuelo
como el efecto de una causa, sino que estaba implícito, como el el desuso. Demasiado grande para la tierra, fue adoptando formas
de la luz su cobertura parda la llanura fuego lo está en las piedras, antes de que rocen entre sí. más y más comprimidas hasta desaparecer dentro de un pequeño
extensa de Tus manos: ese 10 El roce entre la naturaleza y el hombre, se llamó Dios. A ese roce reptil. Los grandes sueños son, ahora, breves lagartijas que reptan
roce del silencio en yemas en miradas yo dije que al morir sería salva en forma ¿podríamos llamarlo relación? Pero las palabras jamás equivalen al y pasan inadvertidas.
de atributo con dolor o carne o parca pensamiento, antes bien, ocultan. Dios, oculto detrás de la palabra Dios es el gran extraño frente al hombre y jamás podría
sí de tu silencio -ahora suelo repetir Dios. comprenderlo ya que la muerte no lo comprende a Él.
5 “Dios, es decir, la naturaleza”, intuyó Spinoza. Dios vuelto murmullo, rumor que se resiste a desaparecer, residuo
de tanto preservar la piel el rito de rozar rozar Tu nombre de beberlo-
¿Dios una intuición raigal del hombre? último del lenguaje.
la calandria seca de la voz Pero Dios está a merced de las palabras, y las palabras están ligadas El habla sobre Dios y el habla poética, tienen lugar en un uso
yo hube de guardar el vientre al tiempo. Dios navega sobre el tiempo El milagro del lenguaje va común del lenguaje.
en quemas de lo tibio en paralelo con el milagro de la creación del mundo. Dios origen de toda metáfora, metáfora de la totalidad de lo real.
El mundo, que en su conjunto forma una gramática, tiene sintaxis Dios como metalenguaje. ¿Representa una verdad estructural que
-hubiera retemplado el címbalo
diferentes. En una, Shiva, danza. Dios es movimiento. no se puede enunciar de otra manera?
el perplejo en cubos de la luz En un tiempo circular, Dios llegaría a su fin y volvería, por “Me encanta Dios”, dice el poeta Jaime Sabines, “es un viejo
temblando - eso mismo, a su principio. Cumpliría, así, con el reflujo de la magnífico que no se toma en serio”.
restauración que acompaña a toda revolución. Sobre lo que no se puede hablar, es mejor guardar silencio (Ludwig
La energía se expande. ¿Dios se expande? En una de sus sintaxis, Wittgenstein, tractatus logico-philosophicus, 7)
*Zulma Zubillaga, profesora de literatura y letras, poeta, ha Hay, ciertamente, lo inexpresable. (tractatus logico-philosophicus,
merecido por su arte numerosos premios. Ha publicado un libro cuando se llama Krishna, se expande en innumerables formas, y
de poesías: El tiempo que deslumbra. Viento de la pena y Res Extensa todas ellas son Krishna. Pero permanece como entidad única e 6.522)
aún permanecen inéditos. ¿Es mejor guardar silencio?
indivisible, como gramática madre.

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TRADUZIR-SE
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Entrevista a Pablo R. Andiñach
po r Viol aine F ua Púpp u l o y Fl a v i a Sol d a no Deh ez a

Hay una premisa: debemos cuidar las palabras porque con ellas nos comunicamos.

» ¿Qué te llevó al interés por la lengua, y en particular por


el acto de traducir?
Hay una premisa: debemos cuidar las palabras porque con ellas
un mundo que en la mayoría de los casos concluye de modo
relativamente aceptable. Toda traducción comienza con el acto
de decodificar un texto y esta actividad es compleja en sí misma.
nos comunicamos. Disponer del habla y la lengua –aunque El referente de una palabra (“roca”, “viento”) puede ser el mismo
dimensiones distintas del acto de expresarnos– nos humanizan pero su significación cambia según el lector y su percepción de
y nos hacen capaces de expandir nuestro universo conceptual. la realidad. No evoca las mismas imágenes la palabra piedra a
El primer Adán fue el que pudo articular un sonido, vincularlo un habitante de los Andes que a uno del delta del Paraná. Esto
a un objeto y notar que su compañero también podía hacerlo y deviene crucial cuando encaramos la tarea de trasvasar un texto
reproducirlo. Desde aquel momento primordial nombramos las en una lengua distinta; dicho así, la teoría parecería proclamar que
cosas y los sentimientos. Podemos imaginar que cuando aquel toda traducción es un hecho imposible de efectuar, una ilusión,
ancestro observó que del otro lado de la colina articulaban los que toda traducción es un nuevo relato ajeno al primero. Y sin
sonidos de modo distinto surgió la necesidad de traducir. La embargo debemos doblarnos ante la evidencia de que traducir es
traducción es parte del acto de comunicación; es aquella parte que posible, quizás porque la multitud de lenguas sea parte de nuestra
rompe con los localismos y con la autosuficiencia. condición humana y por lo tanto un desafío a nuestra voluntad
de comunicarnos.

¿Cuál es el vínculo con tu actividad teológica?


En la tradición judía y cristiana el acto de hablar tiene un papel ¿Hay alguna relación entre el acto de traducir y la singularidad
central en la constitución de la realidad. En la cosmogonía del del traductor?
Génesis todo surge a partir de la expresión “y dijo Dios”. Luego Sí. Quien traduce pone parte de sí mismo en el acto de leer el
instruye al primer ser humano para que dé nombre a las cosas, lo primer texto y en el de diseñar el segundo texto, en su traducción.
que no significa como se suele decir un modo de dominarlas sino Pero es entregarse de manera limitada porque siempre surge
que al darles nombre las incorpora a su universo y devienen parte la inquietud de mejorar el texto al traducirlo, tentación que es
de su vida; ahora está sujeto a ellas y no podrá vivir sin referencia menester evitar dentro de lo posible. La diferencia entre autor y
a los objetos nombrados. La palabra, el nombre de las cosas, es un traductor es que el primero deja su sangre y sus huesos en el texto
elemento inevitable de la experiencia humana y hace a nuestro mientras que el segundo debe hacer el esfuerzo de reconocer la
modo de pararnos en la vida. No estamos solos en el mundo distancia. Por eso puede haber algo de resignación en la tarea del
que es difícil captar en las lenguas aprendidas. Sin embargo y para justicia a la revelación de la identidad de Dios, a lo que él es.
porque vivimos vinculados con todas aquellas cosas que podemos traductor, de aceptar que esa criatura no es nuestra y no tenemos
mi tranquilidad he podido comprobar que quienes los han leído
nombrar. demasiada autoridad sobre ella. Recuerdo una traducción de Song
los encuentran tan buenos o malos como los lectores del texto ¿Considerás que algo de lo divino se pone en juego en la lengua
of Myself de Walt Whitman hecha por León Felipe que se parece
castellano. Nos cuesta reconocernos en “Incomincio qui a cantare hebrea?, ¿podrías explayar esta idea y como se relaciona con la
tanto a sus propios versos que sugieren más una paráfrasis que una
¿Podrías hablarnos un poco del problema de las diversas / pizzicando la mandola…” y aun así hay italianos que disfrutan traducción?
traducción. Pero el límite es difícil de establecer.
traducciones de la Biblia? de esos versos camperos y con ellos se transportan a la llanura y a La condición bíblica de relato sagrado –y no de texto sagrado- hace
A diferencia de otras religiones como el Islam o las religiones de fogones tal como nos pasa a nosotros. En mi caso lo que primero de la tarea del traductor un ejercicio particular. Hay que elegir las
la India, en el judaísmo y el cristianismo lo sagrado del texto no ¿Habría casos en que se hace imposible la traducción? percibo como deterioro luego se transforma en expresión natural, palabras con temor y temblor porque serán leídas como la palabra
reside en la escritura sino en el relato. En aquellas el texto canónico No es un problema de lenguas muy distintas sino de sensibilidad. en un texto que suena como debe sonar y que comunica. Eso de Dios. Quien las lea no la concebirá como una traducción, un
traducido es un fantasma, un favor concedido a quien desconozca Si un libro nos fascina y otro nos deja indiferentes sucede que sin duda habla bien del traductor pero también confirma que el texto traspuesto y por lo tanto de un supuesto valor inferior; por
la lengua sagrada a los efectos de que pueda vislumbrar algo de su estamos abiertos o cerrados a decodificar la fibra humana presente ejercicio de la traducción es posible y hasta deseable en tanto nos el contrario, para el lector de la Biblia esas palabras que lee en su
sabiduría. De un modo distinto en el caso de la Biblia la traducción en esos textos. Toda escritura nos debe asombrar por el pequeño recuerda nuestra propia limitación lingüística. idioma le transmiten un mensaje milenario pero a la vez que le
no afecta su sacralidad si es que transmite con cierto grado de acto milagroso de comunicación de que es testigo, pero no habla como su contemporáneo. No lee un libro del pasado sino
fidelidad la narración del texto original. Esto lo comprendieron ya siempre esto nos sucede con todos los textos. Es en ese momento ¿Pensás que es posible articular el problema del nombre de una palabra que hoy se está pronunciando en ese mismo instante. A
los judíos de Alejandría que en el siglo III a.C. tradujeron la toráh que comprendemos que hay textos que un determinado traductor Dios en el mundo hebreo, el tetragrámaton, y la traducción? su vez esto nos revela que no hay cosa sagrada que no se construya
al griego y los cristianos del siglo II que transcribieron la Biblia en jamás podrá traducir; y si nos topamos con uno de ellos lo mejor es Debemos distinguir entre nombre e identidad. Los nombres se sobre la modificación de lo profano. Ni la lengua hebrea, ni la
latín. En ambos casos se entendía que Dios hablaba al creyente a aceptar que no fue escrito para nosotros y derivarlo a otra persona. repiten, la identidad no. En Éxodo 3:14 Moisés pregunta a Dios griega, ni el arameo que pronunció Jesús, son más sagradas que
través de estas traducciones. Si se dominan las dos lenguas, cuando no podemos traducir es “¿Cuál es tu shem?”. Traducimos shem por “nombre” y desviamos cualquier otra lengua. Devienen en lenguas sagradas solo y cuando
porque nos faltan las palabras propias, no las del otro. el sentido de la pregunta. Lo que intriga a Moisés es conocer la la comunidad las reconoce como medio de comunicación divina.
identidad del Dios que se le presenta en el arbusto en llamas. El El pueblo armenio es el único que conozco que celebra la creación
¿Cómo pensás el trabajo del traductor en esa relación dispar nombre de Dios se conocía desde mucho antes en las narrativas de su alfabeto; tienen una fecha y cada año ese día es recordado
entre las lenguas? Tus libros han sido traducidos ¿cómo ha resultado la bíblicas pero lo que necesita saber Moisés es quién es ese Dios al como un día magnífico. Mesrob Mashtots fue el creador del
No adhiero a la frase tan repetida que toda traducción es una experiencia? que él nombra. La respuesta no es enigmática como se la suele alfabeto en los primeros años del siglo V y en su pueblo su figura es
traición del texto original. Sin duda que la distancia entre las Sufro bastante cuando los leo en portugués o inglés. Me parecen presentar (“yo soy el que soy”), una expresión por demás confusa exaltada por encima de generales y reyes. Sin embargo ellos dicen
lenguas crea un hiato entre el primer texto y su rendición, que el lector no encontrará lo mismo que quise decir o sin el giro producto de que es traducción literal del griego y no del texto que a través de sus manos las treinta y seis letras fueron dadas a los
pero toda traducción es un esfuerzo de unir sentidos y recrear estético que busqué darle. Es que la lengua propia tiene un sabor hebreo. Yo prefiero traducir “yo soy el que estoy”, lo que hace armenios por Dios. Sospecho que es verdad.

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L et r as
Te labra prisión “Tanto que sabes y todavía no has aprendido a hablar, mucho
menos a rezar: porque cuando tú hablas, cantas; cuando rezas no
Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;

mi fantasía
haces sino entonar salmos; y aun cuando callas, también cantas. que aunque dejas burlado el lazo estrecho.
Cómo no vivir haciendo versos entonces, si tú, la música y los La salvación de su alma. Ciertamente reconoce que no hay ene-
versos son una misma cosa. Y yo que descubrí y debí encauzar tal migo más poderoso para tal empresa que su propia porfía y por lo
prodigio, tanta fuente de consumada gracia sin saber, hasta que fue
P or I nés L eg a r r et a tanto, para salvarse, extremará su rigor con cilicios y disciplinas.
muy tarde, que ese feliz trabajo escondía el más terrible de los tor- Porque quizás de esta manera, torturando su carne, logre despren-
Manos desconocidas, seguramente ásperas y toscas, habían sido mentos: escucharte, siempre escucharte. Eras casi una niña, cuan- derse de ella misma y comprender que es la santa ignorancia lo que
capaces de crear esa pequeña maravilla: el delicado enrejado de ma- do sentada sobre cojines adamasquinados, junto a la Virreina, sin conviene a su estado, como tantas veces se lo han dicho, y deje
dera a través del cual, al alba o al atardecer, le llegaba su voz. Su voz alzar la voz, decías tus versos. Y tu voz se escuchaba en el jardín, de asombrarse e indagar sobre los misterios de la vida cotidiana.
viril, su voz tensa y exacta como las cuerdas de un arco. Al fin le ha corría por las galerías, se deslizaba en las estancias y salas mientras, Pues sólo a ella se le ocurre especular sobre teología al freír huevos,
dicho lo que tanto temía y que sin embargo esperaba desde hacía al mismo tiempo, hería mi alma. A menudo no necesitaba pregun- mantequilla y azúcar en el brasero o reflexionar sobre las propieda-
tiempo. Le ha dicho que le retira su auxilio espiritual dejándola li- tar por ti en palacio. Me bastaba aguzar el oído para saber que jun- des de lo geométrico viendo las curvas que describe en el suelo el
brada a sus fuerzas, que sabe ingobernables, y bajo la sanción de su to a la fuente de los azulejos o bajo la enramada de bugambilias flo- trompo con que juegan unos niños. Se castigará de continuo, hasta
silencio desaprobador. Largo tiempo ha dicho. Meses, tal vez años. recidas te encontraría. Porque risas y voces seductoras de galanes, desfallecer. Y luego hará votos para no estudiar en los libros por
Si hubiera renunciado a su poderosa inclinación hacia las letras, aguerridas de soldados o cultivadas voces de cortesanos al tiempo largo tiempo como tampoco solazarse en la música. Y en cuanto
si hubiera atenuado su afán de estudio, si hubiera dominado su que me llevaban a ti, fuertemente, te cercaban. Eras casi una niña, a lo más fuerte de su inclinación, tan fuerte que parece en ella un
natural curioso e inquisitivo no sentiría ahora tan grande tristeza, pero cuántas noches de desvelos y oraciones me prodigaste”. vicio de nacimiento, postergará el deseo de escribir versos y no de-
tan profunda soledad. Pero el Señor es testigo de cuántas veces lo Si al imán de tus gracias atractivo jará que esa música interior se transforme en endecha, redondilla,
intentó en vano y de cuántas esa funesta inclinación la ha venci- sirve mi pecho de obediente acero soneto o décima. Y finalmente ya no hablará, salvo cuando sea
do. Y busca alivio en la oración que reza, y lo hace muy quedo, ¿para qué me enamoras lisonjero necesario y útil a sus amadas hermanas para que no la tengan por
abandonándose en cada palabra, con la esperanza de que Dios se si has de burlarme luego fugitivo? retirada, áspera o ingrata; ni dejará en ocasión alguna de castigar a
apiade de ella. su natural blando y afable para que deje de añorar la dulce costum-
Pero aunque penoso, el castigo es justo. Porque si bien había bre de volcarse con arrebatado ánimo y sin pudor en los oídos de
“Aunque nunca te lo he dicho ni te lo diré, tienes voz de lluvia: abrazado con fuerte anhelo su nuevo estado, siempre –y a pesar de
fina, persistente, balsámica. Ayer también tú mirabas caer la lluvia su confesor.
sus denodados esfuerzos por no hacerlo- había faltado a las más
en el patio de los naranjos. Tus ojos ávidos aleteaban deslumbra- altas virtudes de la vida religiosa: la caridad y la humildad. Es que “En cuanto a mí, no quiero volver a preguntarme por qué nues-
dos. Todo impresiona tu ánimo, de todo te admiras, todo lo quieres la extraordinaria acumulación de libros e instrumentos de estudio tras vidas han tenido que estar siempre enlazadas y no del todo uni-
saber: aun lo pequeño, lo que a todas luces es indigno de Él. Des- en su celda, su actividad desbordante, la familiaridad con que se- das y juntas, pues caería en pecado de soberbia, el de Luzbel, el ángel
dichado afán. Ahora rezas, y con tu voz de lluvia tu boca destila, guía siendo tratada por los miembros de la Corte no eran bien rebelde, del cual a menudo te amonesté. Pero advierto cómo, una
despaciosa, la oración a Nuestro Padre. Apenas entreveo algo de tu vistos por las demás monjas que desaprobaban también el flujo vez más, se entrecruzan con admirable concierto nuestros caminos.
frente, de tus manos; luego te pierdes en la negrura del velo, en la incesante de regalos, cartas y mensajes que ella recibía. Mucho me- Porque a medida que tú recuerdes, yo empezaré a olvidar. Desde
penumbra de la hora. Pero todavía estás a mi lado y todavía percibo nos aprobaban las continuas visitas, que además de alterar con su luego, no pienso en mis consejos, los que por años te he dado y
el rozar de los pliegues de tu hábito y de las cuentas del rosario con- vocinglería la paz bienhechora del convento dejaban flotando en que son en verdad prudentes y propios del ejercicio sincero de mi
tra la madera del confesionario. Cuando termines la penitencia se el locutorio, después de retirarse, persistentes vahos mundanos. ministerio. No. Pienso en ti. En tu rostro traspasado de claridad, en

Punto de vista
acallará tu voz, deberé bendecirte y te irás. Padre Celestial, apiádate Sin embargo, lejos de ella ha estado dar importancia a tan grande tu risa cristalina, en el fulgor aterciopelado de tus ojos negros. Pienso
de nosotros, tus siervos. Te irás.” en ti. En tu voz de lluvia, y en tus versos, que también deberé olvidar
conjunción de beneplácitos y aclamaciones, sino todo lo contrario:
Detente, sombra de mi bien esquivo, como si nunca los hubiese escuchado, aunque a cada instante vuel-
en su más íntimo fuero siempre ha conocido cuán escarpado y duro
p o r I n és Le ga r r e ta* imagen del hechizo que más quiero, ven a mí y me encienden y me hacen dudar. Porque tú eres, Juana
es el camino que parece sembrado de rosas. Porque las rosas, en ver-
bella ilusión por quien alegre muero, Inés, la única causa de mis desvelos, mi más hondo y cuidado dolor.
dad, ocultan agudas espinas. Pero esa y no otra ha sido la voluntad
dulce ficción por quien penosa vivo. Dulce martirio: me abriste al mismo tiempo las puertas del cielo y
del Señor a la que ella vuelve a entregarse con renovada pasión, a la
Mi hermano apacentaba ovejas y yo labraba la tierra; trabajá- del infierno para luego dejarme desnudo e indefenso ante Dios. Pero
Y poco a poco, con el fervor de las oraciones, empieza a sen- par que ruega humildemente por la salvación de su alma.
bamos sin queja y sin descanso. Un día, con el fruto de la tierra, mis continuas súplicas al Señor no han sido vanas. Y hoy, después
hice una ofrenda al Señor. Después mi hermano, imitándome, le tir que no había errado al tomar aquella determinación que logró “Cuando pienso que te aparté de la Corte, seguro de que al de esforzado peregrinaje, te bendigo como quizás nunca lo haya he-
consagró su cordero más tierno. inclinar la cerviz de su genio impertinente, aunque lo hizo, no sin alejarte de los círculos mundanos encauzarías el portento de tu cho antes: sereno, enteramente limpio de turbación, pero resuelto a
Y sucedió que mi ofrenda no le fue propicia y en cambio sí la antes dudar del beneficio que le sería otorgado. Y la capilla, apenas inteligencia hacia el recogimiento espiritual y la meditación, no castigarte. Aunque sé que apenas te hayas ido, se acrecentará en mí,
de mi hermano. Me sentí injustamente desdeñado, pero en cuanto iluminada por la luz diáfana del alba, parece resplandecer sin em- puedo menos que burlarme de mi inocencia. Pero es que eran tan hasta lo indecible, el antiguo tormento”.
quise protestar el Señor acalló mis palabras diciendo que la ira se bargo, como resplandeció con las luces de tantos candelabros en inflamados los deseos y tan violentas las pasiones que corrían tras
aquel lejano día en que tomó los hábitos. Y en el sosegado silencio
Que tu forma fantástica ceñía,
enseñorearía de mi deseo. No mintió: en un arranque de furia maté de ti, y eran tantas las alabanzas y los elogios que a diario recibías poco importa burlar brazos y pecho
a mi hermano y luego escuché Su Voz condenándome para toda la de las naves parece escuchar murmullos y risas mundanas. Todos y de los que tú misma me dabas cuenta, que juzgué que tu alma
acompañan y asisten a quien fue la flor más preciada de la Corte.
si te labra prisión mi fantasía.
eternidad. En ese momento supe que no podía hacer otra cosa que estaba en peligro. Entonces te encerré en este convento, pero de
¿Cómo no hacerlo si todavía asombra en palacio la noticia del exa- nada sirvió: te llevaste a ti contigo. Y todo lo opuesto de lo que yo Y al fin, a través del delicado enrejado de madera, escucha que
reverenciar su arbitrariedad y reconocí que aquello que se me anto-
men que de sus facultades hicieron los catedráticos de la Universi- pensaba sucedió. Porque al verse tu espíritu inquisitivo privado de le otorga la bendición. Y cada palabra, dicha en su voz tensa y exac-
jó locura era una forma de su sabiduría. Porque Abel estaba muerto
dad, y del cual salió airosa en extremo, a pesar de sus escasos años? libertad, al estar sujeto a tanta norma de la vida religiosa, reventó ta, cae sobre ella como un bálsamo que cura las heridas y resuena,
y era yo el que engendraría hijos, y serían los hijos de mis hijos los
Por lo mismo, sentados en exquisitos reclinatorios, la aguardan el como pólvora y se verificó en ti aquello de que la privación es secreta y salvadora, en el íntimo ámbito del confesionario. Aliviada
malditos que poblarían el vasto suelo y glorificarían su Nombre.
Virrey y la Virreina, con cuyo singular beneplácito y afecto contó causa de apetito. Y continuaste siendo en los claustros, en el locu- de pena, dice Amén. Los pliegues de su hábito apenas rozan el
mientras fue dama de su séquito. Y luego detrás se ubican según torio o en la soledad del templo el mismo pájaro milagroso cuyo asiento cuando se levanta y abandona con pasos ligeros y prestos la
el rango y la jerarquía los más altos dignatarios eclesiásticos, los vuelo tiende hacia la lejanía. Sólo que ya no eras la favorecida de la capilla, después de haber mojado levemente sus dedos en la pila de
funcionarios de la Corona, las damas y las niñas de la nobleza con Virreina sino una hermana de caridad. Y lo que antes era juzgado agua bendita para hacer con unción la señal de la cruz.
quienes compartió pláticas y entretenimientos. Y también eruditos, admirable pasó a ser motivo de tentación y de discordia. Y tú, El sol blanquea las piedras grises del atrio en donde se posan
poetas, músicos. Es de ese magnífico oropel, restallante de colores y aparentando escucharme, pero sin jamás prestar oído cierto a mis algunas palomas que levantan vuelo a su paso. Ella se detiene por
*Inés Legarreta, escritora, publicó los libros de cuentos: En el bosque, Su segundo deseo, La bañado en oro y plata, del que ella ahora se despoja. Porque al fin, palabras. Hasta ahora, pues estoy convencido de que al negarte el un momento y sigue a las palomas con la mirada. De pronto vue-
dama habló y La turbulencia del aire, y las nouvelles: El abrazo que se va y Tristeza de verse lejos. creyendo vencida la tentación después de largas horas de escuchar lan las aves en círculo hasta lo alto del campanario y de allí, a los
Recibió numerosos premios nacionales e internacionales, entre ellos, respectivamente, el beneficio de la confesión, al privarte de todo auxilio espiritual y
la inspirada palabra de su confesor, ella entró en la Hermandad de tejados rojos, y de allí, al azul intenso del cielo. Sonríe. Y piensa en
Premio Único de la Categoría Inéditos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, bienio consejo, al apartarte de mí, no harás otra cosa que recordar, una a
2002-2003, y el Primer Premio Nacional de los Cuentos de la Granja, Segovia, España, en San Jerónimo en aras de la salvación de su alma. el esplendor de la Creación, en la infinita Gracia del Señor.
1989 y 1993. una, mis palabras”.

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Le t r a s »

El otro diablo El toque final


p o r F r an z Ka f ka . p or J os é De L a Col i na .
Frente a las vidrieras de Cassinelli había un niño de unos Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo se retiró a descan-
seis años y una niña de siete; bien vestidos, hablaban de Dios y del sar. Fue entonces cuando el Diablo aprovechó la oportunidad para
pecado. Me detuve tras ellos. La niña, tal vez católica, sólo conside- poner en marcha la Historia.

El garante
raba pecado mentir a Dios. El niño, quizá potestante, preguntaba
empecinado qué era entonces mentir a los hombres o robar. “Tam- A veces pienso que Dios sobrevaloró Su talento al crear al hom-
bién un enorme pecado –dijo la niña-, pero no el más grande; para bre. (O. Wilde.)
los pecados contra los hombres tenemos la confesión. Si confieso,
aparece el ángel a mis espaldas; porque si peco aparece el diablo, Dios creó al hombre a su imagen significa, probablemente, que p o r C a rlo s Alv a re z In sú a
sólo que no se lo ve”. Y la niña, cansada de tanta seriedad, se volvió el hombre creó a Dios a la suya. (G. Lichtenberg.)
y dijo en broma:
“¿Ves? No hay nadie detrás de mí”. El niño se volvió a su Nuestra intuición de Dios es una prueba insuficiente de su exis-
vez y me vio. “¿Ves? –dijo sin importarle que yo lo oyera-, detrás tencia. Hay otra más sólida: nuestra capacidad de dudar de él. (A.
de mí está el diablo”. “Ya lo veo –dijo la niña-, pero no me refiero Schnitzler.)
a ése”.
Entre el pensamiento y la sangre
hay un breve relámpago
en donde sobre un punto se sostiene el amor,
sobre esos bordes
nadie puede ser mucho tiempo,
pero tampoco Dios, que es otro borde,
puede ser Dios mucho tiempo. (Juarroz.)
» El sentido impenetrable sólo se devela en exceso que deman-
da la materia de un cuerpo donde saturar; así, nada nuevo sucede
pasado, exhibida para turistas del Asia; el presente, sospecho, corre
más rápido que la luz, penumbra inasible, y la retina nunca acaba
(creación) por la ausencia del ángel. de corregirse para ver la iluminación en fuga, si algo distingue
Lo humano enloquece pero reclama soberanía, pues sólo puede -destrucciones, contornos- es porque hay la reminiscencia de otra
actualizar lo que ya no hay, y va condenado al enunciado profético aurora, es de ayer, siempre está disipándose.
que repite los hechos de Dios, antes de su ida.
Lo sagrado sucedió, sólo sobrevive su relato que viste la sombra del Allí, en la calle Serrano, estuvieron esa mujer y otros cuatro, hin-
ángel, lo declara un hombre (singular, pasible y mortal), cuya pobre cados, sabiendo que el ministro no tocaría la tradición: otro entra
soberanía es predicar lo ausente y fundar una iglesia que evada su al templo, es un vagabundo joven, bello, gris y los colores de su
historicidad, con pases de magia. vestido. Llega -acaso- conociendo ley e interdicto, su rostro de
Es paradoja, pero aún hay lo sagrado en un amasijo de sangre, tierra seca se ahoga en la pila bautismal, la que acompañó a los
nervios y espera, a los que toca una palabra y grita una afirmación primeros cristianos en las catacumbas, desde la paz de Constantino
imposible y real, que escapa al profeta demasiado humano y a Dios en los baptisterios, y que hoy prolifera en las Iglesias de Roma.
cadáver. Limpia sus manos, impregna de agua bendita las rastas enceradas,
lava su rostro y comienza a gritar mirando a cada uno de los cinco:
Fue hábito de griegos y romanos dividir en cuatro partes - cada ¿Dónde está Dios?
una, tres horas- la noche y el día. La última hora de cada tramo
daba nombre al segmento. Entonces, desde el mediodía hasta cerca Los asistentes del templo temieron el desafuero, y si bien evitaron
3 es nonus, la novena. Y todo sugiere que también de este modo correr, apuraron el paso a la calle Serrano, dejando al loco solo en
dividieron el día, los judíos: Pedro y Juan subieron al templo a la hora la casa sagrada.
novena de oración (Hechos 3:1). El mendigo los siguió dirigiéndose a ellos, en el borde de la hora
nona, la hora en que el crucificado clama: Padre, Padre, ¿por qué
Durante las pascuas de 2013, alguien, una mujer, fatiga 2 cuadras me has abandonado? Y el loco volvió a inquirir: Dónde… ¿Dónde
desde su casa hasta una iglesia en Palermo, llega 5 minutos an- está Dios?
tes de la hora nona, y otra vez comienza a rezar sin fe, esperan-
do la improbable venida del ministro, que debe arrojarse ante el Es pena, ya no está; su ausencia derrumbó la certeza y no hay ga-
crucificado desnudo hasta sangrar. Ella intuye que el acto de la rantía de sentido. Sin Él hay más cosas en el mundo que palabras
celebración del dolor y la fe no habrá de suceder, pues en la eco- que las nombren, cosas aladas y furtivas que evaden la alianza del
nomía religiosa del tercer milenio, el valor de tradición es débil. lenguaje, ese viejo amigo de Dios. Así, como antes, el fantasma de
Sin embargo, sospecha la inevitable emergencia de lo sagrado en lo sagrado sin nombre pesa sobre nuestro andares y devenimos
las formas y las horas. autómatas, que apenas conjeturan (no) un cuerpo donde suceden
luchas que la cabeza cortada no comprende…Oh, Dios único, que
Aquí, ahora, quien escribe, evoca la reminiscencia de una cami- derrotaste al ídolo, a los íncubos, que visitaban a las durmientes
nata por la 5ta avenida, durante una noche de nieve del último para seducirlas y agitar su pecho, a Legión… Luego de tu partida
noviembre después del huracán Sandy: se detuvo ante St. Patrick’s hay el rumor de los unánimes e impasibles que silenciaste con tu lá-
Cathedral, cerrada por remodelación. Al elevar la vista, leyó ins- tigo de razón, pero cuyo simulacro hizo Egipto, Grecia y Sumeria.
cripto en grandes banderas blancas: Estamos en facebook y en
www.saintpatrickscathedral.org . En un algoritmo de la Web oceánica, en las calles ruidosas de las
ciudades, en el horizonte plano de la pampa, proliferan, ante Tu
Algo se lanza adelante, el presente invisible apenas es silueta, an- silencio impenetrable, relatos paganos viejos que suenan nuevos,
damios, y faros poderosos iluminan (en verdad no) una ruina del refieren lo sagrado y a Dióniso, el mestizo.

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ENT R EV I S T A A FR A N C I S C O OLV E I R A

“Es tan religioso cortar un puente Opcion 1 Diseño: Cecilia Lombardo

como celebrar una misa”


sietemusas
por Flavia Soldano y nathalie JaraSt.

» Francisco Olveira (sacerdote) ejerce su acción pastoral en la Isla Maciel.


Atiende las necesidades de orden social de los habitantes del lugar, desde hace varios años.
Muchos argentinos se van a España, vos hiciste el camino inverso marcadamente, , pero también hay una parte de conventillos, apa-
¿qué te llevó a venir para acá? rentemente “mejores”, aunque a veces son peores, porque tienen Pro d u c c i ó n : Mo n i c a Ri z z i
A diferencia de la mayoría de los argentinos que se van a España, o más de cien años y están destrozados. A su vez, hay una zona de
de los paraguayos o bolivianos que se vienen para acá, yo vine vo- casas que uno diría de clase media muy venida abajo, que en su
luntariamente. Vine porque quería compartir mi vida con los más momento fueron lindas y después nadie las pudo mantener.
pobres. Si bien pobreza hay en todos lados, es distinta en América Después tiene una cosa de isla. Todos somos primos, hermanos,
Latina y en Europa. El que labura con los pobres allá lo hace con familiares, parientes unos con otros. Y la vida se hace acá dentro.
grupos de drogadictos, gitanos o presos, pero no suele vivir en las La isla no queda de paso para ningún lado: o vivís acá o tenés
villas o los asentamientos. algo que te hace venir. Aunque no tenga agua por todos lados,
tiene mentalidad de isla. En cuanto a las similitudes, el “pobrerío”,

sietemusas
¿Ya tenías pensado instalarte definitivamente o estar un tiempo en el buen sentido, comparte una cultura popular, diferente a la
y volver? ilustrada. También una misma fe, que a veces incluso desde la
Uno cuando viene nunca sabe qué le va a deparar la vida. En misma Iglesia se banaliza por no ser letrada. Para mí la religiosidad
realidad, yo venía con el deseo de quedarme. Con el tiempo, me popular, sus santos, sus devociones, sus difuntos, es tan verdadera
fui sintiendo más argentino que español y no sé si cuando sea más o más que la de otros muchos. Se ve en la solidaridad cotidiana:
viejo tendré ganas de ir a pasar mis últimos años de vida a España. si te falta el pan el de al lado te va a dar, porque vos pasaste por la
Hoy no tengo ningunas ganas, ya no siento que sea un lugar mío. misma experiencia.
¿Por qué quizás volverías cuando seas mayor?
No sé si cuando sea más viejito y no tenga fuerzas, tal vez me ¿Vivir acá es un impedimento?
quiera ir a morir allá. De todas maneras, si termino en España, Sí, en muchísimos sentidos. Desde que te consideren zona roja,
lo voy a hacer extrañando la Argentina. Ya llevo más tiempo acá, entonces no entran las ambulancias y los taxis no te traen, hasta
23 años, que el que estuve allá. Cuando voy de visita siento que que si vas a trabajar no podés decir que sos de la Isla Maciel, por-
llevan una vida tan vacía, tan materialista, que se quejan de todo, que no te van a tomar. Sin sumar la sudestada o que cada vez que
pero no se dan cuenta de que tienen todo, que me termina suble- llueve que se inunda todo. No es fácil para la gente vivir en la Isla.
vando por dentro. Uno es de donde nació y de donde le dieron Mucha gente termina en la Isla, porque va cayendo de escalón en
de comer. Siempre está esa tensión entre los dos lugares, pero en escalón y acá, como algunos lugares de la Boca, termina siendo el
ambos a la vez no se puede estar, no sólo porque están muy lejos último reducto donde encuentra un lugarcito.
en distancia, sino en formas de vida, formas de ser, en cultura, en

sietemusas
Tenés a Mugica en el escritorio, pero vos llegaste a la Argentina
todo. Si me vuelvo es para el retiro. Mientras pueda hacer algo,
recién en los ’80 ¿cómo te conectás con este pasado y con el
me quedo por acá.
movimiento actual de los “curas villeros”?
¿Tenías pensado quedarte en Argentina o movilizarte en Suda- Yo formo parte de los “curas en Opción por los pobres”. Este
mérica? grupo se siente continuador del Movimiento para Sacerdotes por
Lo que yo tenía claro es que yo quería no sólo trabajar, sino vivir el Tercer Mundo, cuya figura más conocida era Mugica. Yo tuve
con los pobres. Por eso dejé la congregación de los dominicos la suerte de que cuando llegué a la Argentina, no fui a una co-
con la que vine y pasé al clero secular. Estuve un año y medio acá munidad donde todos eran españoles. Vine a una comunidad de
terminando mis estudios de Teología y después me fui un año al argentinos, que conocían bien la historia de la patria y con los que
Paraguay, al campo. Ahí estuve también muy a gusto, pero como yo empecé a ir a las villas de La Matanza. Ahí me uní al equipo
los dominicos estudiábamos después de la carrera de Teología, la pastoral de villas y asentamientos, donde también había un cura
licenciatura, tuve que volver a la Argentina. Cuando la terminé fui muy comprometido que me fue enseñando a ver las cosas desde
un tiempo a Uruguay y a la vuelta dejé a los dominicos y fui a vivir otro lugar.
a las villas de Matanza. Ya había trabajado ahí, pero sólo vivía los Hoy yo me siento peronista, aunque ni sabía quiénes eran Perón
fines de semana. La vida me fue llevando a sentirme argentino y y Evita cuando llegué.
a estar feliz acá.
¿Cómo llegaste a Isla Maciel?
En una entrevista en La Nación en el 2008 dijiste: “Si hubiera
vivido la mitad de las cosas que vive esta gente sería ateo” y “no
sietemusas sietemusas sietemusas
Me enteré que la Isla Maciel estaba libre, porque el curita que puedo estar bendiciendo el alma de la gente si se está muriendo
estaba acá había fallecido, hacía 7, 8 meses. Hablé con el obispo de hambre”. ¿Cómo conciliás la fe cristiana con tanta pobreza y
y me vine. desazón con la que convivís día a día?
Creo que todo es religioso y humano. Para mí es lo mismo celebrar
¿Qué diferencias hay entre trabajar en la Isla y en otros barrios una misa por un pibe que mataron por gatillo fácil, que ir a cortar
de Buenos Aires? el puente para que venga Edesur a arreglarte la luz (porque si no
En los asentamientos de La Matanza el nivel socioeconómico de reclamás, podés pasar todo el invierno sin electricidad). Las dos

Silvina
la mayoría de la gente es igual. Todas las casas son de cartón, cosas son religiosas. Yo creo en el dios de la vida, en defender la
chapa, ladrillo. Todas las calles son de barro. No hay diferencias. vida de la gente. Es tan religioso cortar un puente como celebrar
En la Isla, si bien desde afuera somos todos chorros, vagos, zona
roja, mala gente, hay mucha variedad. Hay zona que es de villa
una misa. Si sólo te quedás celebrando misa, no sirve. Si sólo corto
puentes, no sería cura. Lo hago desde mi fe. Salazar
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docta ∙
Opcion 1 Diseño: Cecilia Lombardo

» sietemusas Silvina
Salazar

sietemusas el
barco
sietemusas ebrio
sietemusas sietemusas sietemusas POESÍAS
Oda a Odín, Hávamál, Edda poética.
Sé que colgué en un árbol mecido por el viento
nueve largas noches
herido con una lanza y dedicado a Odín,
yo mismo ofrecido a mí mismo,
en aquel árbol del cual nadie conoce el origen de sus raíces.
No me dieron pan ni de beber de un cuerno,
mire hacia lo hondo,
Tomé las runas
las tomé entre gritos,
luego me desplomé a la tierra.
El Golem
Jorge Luis Borges

Si (como afirma el griego en el Cratilo) Sediento de saber lo que Dios sabe,


el nombre es arquetipo de la cosa Judá León se dio a permutaciones
en las letras de ‘rosa’ está la rosa de letras y a complejas variaciones
y todo el Nilo en la palabra ‘Nilo’. y al fin pronunció el Nombre que es la Clave,

Y, hecho de consonantes y vocales, la Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio,


habrá un terrible Nombre, que la esencia sobre un muñeco que con torpes manos
cifre de Dios y que la Omnipotencia labró, para enseñarle los arcanos
guarde en letras y sílabas cabales. de las Letras, del Tiempo y del Espacio.

Adán y las estrellas lo supieron El simulacro alzó los soñolientos


en el Jardín. La herrumbre del pecado párpados y vio formas y colores
(dicen los cabalistas) lo ha borrado que no entendió, perdidos en rumores
y las generaciones lo perdieron. y ensayó temerosos movimientos.

Los artificios y el candor del hombre Gradualmente se vio (como nosotros)


no tienen fin. Sabemos que hubo un día aprisionado en esta red sonora
en que el pueblo de Dios buscaba el Nombre de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora,
en las vigilias de la judería. Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.

No a la manera de otras que una vaga (El cabalista que ofició de numen
sombra insinúan en la vaga historia, a la vasta criatura apodó Golem;
aún está verde y viva la memoria estas verdades las refiere Scholem
de Judá León, que era rabino en Praga. en un docto lugar de su volumen.)

Fotos:Cecilia Gardos Carro

El rabí le explicaba el universo Elevando a su Dios manos filiales,


“esto es mi pie; esto el tuyo, esto la soga.” las devociones de su Dios copiaba
y logró, al cabo de años, que el perverso o, estúpido y sonriente, se ahuecaba
barriera bien o mal la sinagoga. en cóncavas zalemas orientales.

Tal vez hubo un error en la grafía El rabí lo miraba con ternura


o en la articulación del Sacro Nombre; y con algún horror. ‘¿Cómo’ (se dijo)
a pesar de tan alta hechicería, ‘pude engendrar este penoso hijo
no aprendió a hablar el aprendiz de hombre. y la inacción dejé, que es la cordura?’

Sus ojos, menos de hombre que de perro ‘¿Por qué di en agregar a la infinita
y harto menos de perro que de cosa, serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana
seguían al rabí por la dudosa madeja que en lo eterno se devana,
penumbra de las piezas del encierro. di otra causa, otro efecto y otra cuita?’

Algo anormal y tosco hubo en el Golem, En la hora de angustia y de luz vaga,


ya que a su paso el gato del rabino en su Golem los ojos detenía.
se escondía. (Ese gato no está en Scholem ¿Quién nos dirá las cosas que sentía
pero, a través del tiempo, lo adivino.) Dios, al mirar a su rabino en Praga?

el
barco
ebrio
POESÍAS
el Opcion 1 Diseño: Cecilia Lombardo

barco
ebrio
POESÍAS
sietemusas

sietemusas

sietemusas
sietemusas sietemusas sietemusas

Preguntas de amor
Fray Luis de León

Si pan es lo que vemos, ¿cómo dura,


sin que comiendo de él se nos acabe?
Si Dios, ¿cómo en el gusto a pan nos sabe?
¿Cómo de sólo pan tiene figura?
Si pan, ¿cómo le adora la criatura?
Si Dios, ¿cómo en tan chico espacio cabe?
Si pan, ¿cómo por ciencia no sabe?
Si Dios, ¿cómo le come su hechura?
Si pan, ¿cómo nos harta siendo poco?
Si Dios, ¿cómo puede ser partido?
Si pan, ¿cómo en el alma hace tanto?
Si Dios, ¿cómo le miro y le toco?
Si pan, ¿cómo del cielo ha descendido?
Si Dios, ¿cómo no muero yo de espanto?
Silvina
Salazar
*
Opcion 1 Diseño: Cecilia Lombardo

sietemusas
DOSSIER
sietemusas CLÍNICO
La puLSEaDa
sietemusas DEL aNaLISta
acerca de la pulsión y sus destinos… o acerca de
los destinos a los que nos conduce la pulsión.
sietemusas sietemusas sietemusas Escrito presentado en las Jornadas “EntreDecires”, organizadas por
“La Docta Ignorancia” y llevadas a cabo los días 5 y 6 de julio de 2012
en la Alianza Francesa (CABA).

por Lic. Viviana C. Falcón


vivianafalcon@gmail.com

“La clínica psicoanalítica


debe consistir no sólo en interrogar al análisis,
sino en interrogar a los analistas,
de modo que éstos hagan saber
lo que su práctica tiene de azarosa,
y que justifique a Freud el haber existido” .*
J. Lacan

“Si dudás, quedate con la tetuda” Advertir su funcionamiento la des-


La que no duda es la paciente… “Si borda de angustia sobretodo porque
dudás, quedate con la tetuda”, le dice jo- es precisamente a la mujer del trabajo
cosamente a Víctor cuando él le cuenta a quien le dicen “la tetona” y ella justa-
que tiene onda con una compañera de mente lo que viene preguntándose hace
trabajo. Son amantes desde hace más tiempo es qué le pasa que no logra ar-
de cinco años. Él está casado y tiene mar una pareja.
hijos. “Se lo dije en broma”, dice la pa- Mi suposición es que lo insoportable
ciente. Y la broma se tornó angustiante para ella está en torno a “ser elegida”
en análisis porque, según afirma, es la y para no encontrarse con eso, lo invita
primera vez que él se siente atraído por a que haga algo con la compañera. Y
alguien que no sea ella. “En cuanto a como si no fuera suficiente o por si a él
la esposa yo estoy tranquila, nunca le le quedara alguna duda, le dice que en-
pasó nada con ella. Yo sé lo que a él le tre ambas… “se quede con la tetuda”, o
pasa conmigo, pero la mina esa del tra- sea, con la otra.
bajo es atractiva, me cuenta que todos
andan atrás de ella, y él también…”. En ¿Por qué traigo esta viñeta? Esta
ese contexto, él le relata como coque- paciente no es precisamente “chata” y
tean y ella le responde, no enojada, sino hasta hace cierta exhibición de eso…
incitándolo: “Y, ¿Qué vas a hacer?” Por otro lado, aunque en la escena la

Silvina *Lacan, J. Apertura de la Sección Clínica. Texto extraído de Ornicar Nro. 3 (edición castellana).
Salazar
Dossier Clinico ∙ laignorancia
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* NO MBR E DE LA SECCION
DOSSIER
CLÍNICO

La puLSEaDa
DEL aNaLISta
“tetona” y la portadora de aquello que analítica misma, que incluye al analista mirada e introducir algo en torno a qué asociación libre y atención flotante. blando del analista se pregunta “¿De rencia, la cuestión radica en hasta que
atrae es claramente la otra, que algo y lo convoca a encarnar un determina- le pasa cuando no hace reír, y eso trajo En el Seminario 15, “El Acto Analíti- qué goza en el lugar que ocupa?”. punto sostiene un análisis en esta posi-
sea elevado a la condición de “zona eró- do lugar… De capital cruel, por ejemplo. sus frutos y se angustió, pero confrontó co”, Lacan ubica que sólo hay eficacia De lo que se trata, ya se anticipó en el ción. Tendrá que poder ubicar por dónde
gena”, sabemos que atañe directamen- Lugar del que Freud ya en la segunda a la analista con la contrapartida porque propiamente analítica si ese modo de epígrafe, es de interrogar al analista… pasa la satisfacción masoquista para si-
te a la pulsión. Y es alrededor de eso sesión con el Hombre de las Ratas, in- esta paciente cuenta con el agregado satisfacción masoquista, es conmovido. que dé cuenta de su operatoria y de la tuar dónde no tiene que estar. Porque el
que cada quien organiza las escenas tentó sustraerse, pero al que inexorable- de que allí donde no se divierte: “se abu- Para lo cual propone el acto analítico. lógica que sostiene su práctica. análisis no implica que el analista esté,
que determinan su vida. mente volvería a ser llamado. Aunque le rre y se va de todos lados”. La transferencia implica repetición y Algo habla cuando enmudecen las si no que no esté ocupando un lugar...
haya enunciado que “él no amaba la Lo que quiero decir, es que ese ha- también diferencia, y para que exista palabras. Vía el empuje de la pulsión Y para que pueda sustraer su presen-
Freud hizo hablar al cuerpo y supo es- crueldad y que no tendría ningún gusto cer reír con el que se consagra al Otro, tal diferencia algo nuevo debe advenir; algo insiste y busca satisfacerse. Pero cia o “correrse”, como solemos decir, es

» cucharlo. Y conducido por su deseo, es-


cuchó aún más… Ese fue su gran legado.

Ya en 1912, plantea “una especifici-


por martirizarlo”, el paciente lo llamaba
“mi capitán”, o sea que lo colocaba en
el lugar de agente del famoso relato del
suplicio de las ratas.
es condición para ella y que no se trata
más bien de aburrimiento, como afirma,
sino de algo que se le presenta como
insoportable. ¿Por qué me extiendo en
quiero decir, no debe perpetuarse un
análisis al servicio de la reproducción
de tales condiciones de satisfacción. Ya
que, tomando lo que se dijo al inicio, su-
el problema es que eso se desarrolla en
una trama silenciosa. Nos referimos a la
mudez de la pulsión y a los puntos de
fijación. Puntos de fijación, ¿De quién?
requisito que no queden los dos, ana-
lista y analizante, haciendo masa en el
sufrimiento, ya que si las condiciones
de satisfacción de ambos coinciden, no
dad determinada para el ejercicio de la Así como en la pintura “Las Meninas” este relato? Porque choco con esa difi- frir acompañados puede ser una mane- Titulamos: “Acerca de la pulsión y sus hay manera de no quedar convalidando
vida amorosa, o sea, para las condicio- de Diego Velázquez, donde el cuadro cultad por estos días con esta paciente. ra viable de eternizar los análisis. Esto destinos o acerca de los destinos a los el goce del analizante.
nes de amor que establecerá y las pul- forma parte del cuadro y el pintor apare- Se aceptan sugerencias… (Risas). supone una perspectiva para pensar el que nos conduce la pulsión”. Pero el título El analista puede abrir puertas y
siones que satisfará, así como para las ce en el mismo… en un análisis, el ana- La viñeta citada nos muestra la evi- fin de análisis. completo sería “Acerca de la pulsión y sus puede también cerrarlas. Lo crucial es
metas que habrá de fijarse”. Y agrega, lista también forma parte “del cuadro”… dencia… ese clisé se actúa en transfe- La exigencia ética del acto en análisis destinos o acerca de los destinos a los que pudiendo hacer una lectura acerca
“esto da por resultado un clisé que se re- Del cuadro que constituye la escena rencia y acorde a esas condiciones sin- está en relación con el analista, no con que nos conduce la pulsión tanto a ana- de la escena analítica y de lo que se
pite y que se anuda a la transferencia”1. analítica. Conviene que no lo olvidemos, gulares de cada quien, se le demandará el paciente. A éste lo que se le pide es lizantes, como a analistas”. Nuevamente, escenifica allí, no quede respondiendo
sino los pacientes se ocuparán de recor- al analista amor y satisfacción. que asocie libremente, no se le pide que conviene deslizar el acento puesto en la a esa demanda muda de satisfacción.
Causados por su transmisión nos dárnoslo. En tanto algo se actualiza en transfe- sea agente de un acto. ¿Qué se espera, satisfacción del analizante para pasar a Tengamos en cuenta la brújula que nos
proponemos interrogar desde la pers- Hablamos de los obstáculos, de los rencia, la escena analítica requiere un entonces, del analista? Desde Freud, considerar la satisfacción del analista. Es da Lacan para orientarnos: “Lo que res-
pectiva de la transferencia aquello que escollos que tanto han preocupado y trabajo de lectura de lo que está ocu- podría ser la producción de una cierta lo único que nos permitiría pensar en una ponde [el analista] es menos importante
concierne a la pulsión y al cuerpo, como ocupado a nuestros maestros. Por algo rriendo en el aquí y ahora con el ana- transformación en la economía libidinal, respuesta que desde el lado del analizan- en el asunto que el lugar desde donde
cuerpo libidinizado, con bordes, atrave- encontramos en Freud diversas metáfo- lista, porque analizarse implica necesa- algún modo de destitución de la neuro- te, no lo deje como llegó. responde”4. Se trata de la posición del
sado por la pulsión… Porque ese clisé ras bélicas en torno a la transferencia, riamente reproducir las condiciones de sis del analizante que traiga aparejado Cada paciente hace, como dice An- analista, no tanto de aquello que diga…
ingresa a nuestros consultorios intem- como campo de batalla, victoria, lucha… sufrimiento de la neurosis y eso conlleva alguna pérdida en la satisfacción propia tonio Machado, “camino al andar”, pero la frase está muy trillada, pero se funda-
pestivo, sin tocar puerta alguna. Nos La paradoja es que eso que se pre- una satisfacción… Una satisfacción pul- de la neurosis. La operatoria del ana- para que eso suceda es menester que el menta en el hecho de que un goce cae
irrumpe y lo único a lo que apunta es senta como obstáculo es condición ne- sional, nunca nos satisfacemos noso- lista, vía el manejo de la transferencia, analista no lo estorbe en su recorrido… cuando no es compartido en la perspec-
a satisfacerse, muchas veces en acto. cesaria para el trabajo, lo que no quita tros. Desde el yo el registro será bajo el apuntando a rechazar la estructura ma- Al decir de Lacan: “Que la zona en la tiva de la transferencia.
que no haya que vérselas con eso… modo del placer o del displacer. soquista del analizante. que avanza Edipo después de haberse Por último, quería tomar un comen-
Ahora bien, nos planteamos algunas Que alguien que se hace expulsar por Lacan define al goce como la satis- Como enunciado suena bien pero, desgarrado los ojos haya sido explora- tario que hace Lacan acerca de Freud,
preguntas que son las que conducirán doquier, lógicamente también intente facción de la pulsión2. Pero debemos ¿Cómo podríamos llevar eso adelante? da”3. Citando nuevamente a Machado, donde a mi entender, resalta la hones-
este escrito: ¿De qué orden es aquello hacerse expulsar en análisis; que al- ser cuidadosos respecto a la manera Es conocida la fórmula: ahí donde el “caminante, son tus huellas”, es desea- tidad intelectual del Padre del Psicoa-
que se satisface? ¿Quién se satisface? guien que pelea en todos los espacios, de concebir el goce, y lo digo a la luz analizante resiste, el analista insiste. ble que el analista haya podido hacer nálisis. Y lo que señala, retomando algo
¿Qué hace el analista con eso? también trate de pelear con el analista; de las afirmaciones que tanto circulan Sabemos que Lacan corre el eje de algo con esas huellas que lo constituye- que figura en el historial del Hombre de
que alguien que supone que es digno de en nuestro medio bajo la forma “el pa- las resistencias del analizante a las del ron, porque en rigor de verdad, la verda- los Lobos, es que Freud “preferiría re-
Cuando el analista está en jaque… amor haciendo reír, venga vez a vez a ciente está gozoso, está gozando…”, el analista (aunque no niega que haya re- dera “pulseada” que juega el analista es nunciar al equilibrio entero de su teoría
“Sufra acompañado”, le ofreció Freud hacer un “show de stand up” a la sesión paciente no goza, es la satisfacción la sistencias del lado del paciente). Una la que juega en el diván de su analista. antes que desconocer las más peque-
a la cultura. Y a eso lo nombró neurosis en lugar de hablar de lo que realmen- que lo goza a él. No es una cuestión de manera de pensarlo desde Freud son Más allá del hecho consabido de que es ñas particularidades de un caso que
de transferencia. Los neuróticos sufri- te la aqueja y si la analista no se ríe la purismos retóricos, apunto al hecho de “los puntos ciegos”, esos puntos que justamente en el propio análisis donde la pusiera en tela de juicio”5. Lo traigo
mos neuróticamente, no podría ser de acusa de “tener un mal día, de estar se- desconocer que en ese punto alguien hacen obstáculo a la escucha. Lo que alguien puede habilitarse para llevar porque hay casos y situaciones donde
otra manera… De allí que Freud les pe- ria, de tener mala onda…” y entonces está padeciendo. Retomando el historial intentamos ubicar es qué hace el ana- adelante su praxis. la clínica nos pone a nosotros, analistas,
día a sus pacientes que no tomaran de- esboza teorías acerca de la situación del Hombre de las Ratas, donde apare- lista, desde dónde se posiciona, porque Retomando, ¿Cómo conmovemos en jaque. Y de esos casos que me han
cisiones mientras estuviesen en análisis, personal de la misma y así… Cada tan- ce ese punto de satisfacción pulsional, el hecho de que el analizante se resista ese goce que irrumpe en la escena ana- quitado el sueño, es de los que más he
porque serían decisiones neuróticas. to andamos como los animales domés- de goce, él no se reconoce, lo divide es inevitable... lítica? O en otros términos, ¿Cómo ha- aprendido…
Nosotros, los que nos decimos analis- ticos, “mordiéndonos la cola”, girando como sujeto. Es un goce que lo angus- Al respecto, podríamos tomar mu- cemos para que pulsión y cuerpo pue-
tas, solemos trabajar con el discurso e en círculo y quedando exactamente en tia, le causa horror, le resulta ajeno… chas referencias, pero elegimos dos de dan ser tocados? Agradezco a “La Docta Ignorancia”
intervenir respecto de él. Interpretamos el mismo lugar. Cualquier parecido con Tengamos en cuenta que el auténtico Lacan que, a nuestro entender ponen Hay cuestiones fundamentales que por la invitación y la confianza que pre-
sueños, pedimos asociaciones frente a la repetición y con la definición de lo modo de satisfacción de la pulsión de en cuestión el lugar del analista y nos tienen una temporalidad en la dirección supone la misma.
los lapsus, señalamos contradicciones, Real… es pura coincidencia. muerte es el masoquismo. Y el núcleo invitan a pensar: de la cura y que hacen a la singularidad
1- Freud, S. Sobre la dinámica de la transfe-
equivocamos significantes… Pero tam- Volviendo a esta paciente, recondu- de la neurosis se soporta, justamente, - a la altura del Seminario12, plantea de cada caso: cómo se deja el analista .
rencia.
bién está el otro texto, ese que se nos cirla a que hable de ella se hace una en una satisfacción masoquista. que “la neurosis de transferencia es una tomar en transferencia respecto de la 2- Lacan; J. Seminario, Libro VII: “La Ética de
Psicoanálisis”.
cuela sigilosamente y que por estar en labor muy complicada, sumado al he- En este marco, la transferencia apa- neurosis del analista” para referirse a satisfacción pulsional, en tanto algo se 3- Lacan; J. Seminario, Libro VII: “La Ética de
la punta de nuestras narices, a veces no cho de que es realmente muy difícil no rece como el escenario donde se esce- cuando el analista no está bien ubicado le dirige y a veces hasta se le “dedica”; y Psicoanálisis”
4- Lacan; J. Escritos, Tomo I: “Variantes de la
advertimos. Ese otro texto que se inmis- tentarse con sus ocurrencias. Maniobrar nifican las condiciones propias de cada en la transferencia y lo que pone en jue- cómo se sustrae a ocupar ciertos luga- cura tipo”.
cuye y que en oportunidades se torna con la situación hizo que haya tenido neurótico para sufrir. Es la reiteración go es su propia neurosis; res o a encarnarlos… 5- Lacan; J. Escritos, Tomo I: “Respuesta al
comentario de Jean Hyppolite sobre la Vernei-
sumamente ruidoso, es el de la escena que pasarla a diván para sustraer la de dicho escenario con reglas precisas: - y en el Seminario 14, también ha- Si bien se deja tomar por la transfe- nung de Freud”.

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volar. Esto adquiere en la novela un sentido metafórico pero a espere y desde la marginalidad sólo ve en los ideales y en el brillo
la vez “real” (en la realidad de la ficción) porque el maestro le de los objetos deseables disfraces sin otro valor que las marcas de
enseña a levitar, a suspender la ley…de gravedad. Así el maestro la inconsistencia del Otro disimulada y escondida a la mirada del

El padre en migajas:
Yehudi hace efectiva una suerte de función paterna. Esta le permi- mundo. Es un realista que concluye que si bien todo es “vanidad
te a Walt, el protagonista-narrador, no solo levitar sino atravesar de vanidades” necesita aprovecharlas para subsistir.
distintos momentos y etapas de su vida dejándole una perspectiva,

la picaresca. p or Ser g i o C. St a u d e
un futuro, que logrará formular al finalizar el relato.

El personaje pone en evidencia las condiciones del desvalimiento


humano: su precario y casi nulo “saber instintivo” que requiere de
otros para su supervivencia. También su dependencia del lengua-
Rescato una frase del libro que Horacio González le dedicó al
tema4, dice así “Mantener separado el sujeto del enunciado del de la
enunciación es el oficio inmortal de los Lazarillos de este mundo. La rea-
lidad lingüística la desea convertir en ventaja espiritual o táctica política”.
Política que vale tanto para el pícaro como para el Amo de turno.
je. La palabra pose un carácter paradojal; parte de una demanda Al pícaro le da un lugar, una función y también su fuerza. El será
que es exigencia de ser pero a la vez es impotente para otorgar un cómplice de un secreto, el de las falencias del Otro y sus mezquin-
-¿Cómo te llamás?- Me preguntó el patrón sentido unívoco y un fundamento a ese ser. Somos sujetos al y del dades, que encubren a la vez su propia falta.
lenguaje, pero la palabra no alcanza.
-Quisiera saberlo, señor ... Esto es lo que hace, en sentido, cualquier neurótico. El apoyo en
-¿De modo que ni a tus padres querrás nombrar? Recursos… el fantasma permite hacer algo con las faltas del Otro y a la vez
Esa indefensión deja un hueco que requiere un marco para bor- encontrar un camino como destino propio. Una enunciación que
-¿Padres? No soy hijo más que del rigor, juera de dear ese vacío. El espejo es lo primero que obtura ese hueco crean- vela el acto de enunciación. El sujeto es aquel que asume el acto
eso, casta no tengo ninguna, en mis pagos algunos me do una doble ilusión: la de ser “eso” que se ve unificado ya que de hablar y ese acto habla de un deseo, por eso el sujeto no sabe
el Otro atestigua y confirma. Se establece así el modelo de toda lo que dice o bien dice más cosas de las que sabe. Por eso un “él
dicen “el Guacho”. esperanza y el resguardo de todo temor: el de la pérdida y el de la no sabía” es lo que especifica al sujeto de la enunciación. Todo
Ricardo Güiraldes, “Don Segundo Sombra” búsqueda del reencuentro, es decir la esperanza de volar. sujeto queda siempre dividido entre el enunciado y la enuncia-
ción. El pícaro utiliza otro recurso, su picardía del esta en borrar

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Pero el paño, la encarnadura de ese ser es necesario buscarlo en esas huellas pero arrogándose un poder sobre el secreto de las ca-
otro lado. El marco va a cumplir su función dando lugar a que rencias del Otro. No reprime, o no sabe que reprime, sino oculta
Subir a la escena del mundo solo ingresó efectivamente en la sociedad humana cuando otra fi-
se instale otra escena, la del fantasma. Otra ilusión, u otra ficción, para lograr un bálsamo y un resguardo de sus propias heridas. El
La literatura picaresca, como género, hizo subir a la “escena del gura paterna, la del “viejo”, lo reclutó en su compañía de teatro y
donde asienta ese deseo que promete una recuperación de goce, inconciente, que está hecho olvidos, no es lo mismo que aquello
mundo” un tipo particular de marginalidad. Creó una figura sin- lo hizo interpretar su propio papel en los escenarios europeos.1Una
el perdido por la incorporación del lenguaje. Sin este anhelo no que se constituye como mentira y secreto. El enigma que no se
gular en el imaginario social brindándole existencia. Al hacerlo nos duplicidad que en este caso es propiciadora pero que también pue-
podríamos volar. revela, pero se sabe, es metamorfoseado como secreto, escondido
permitió “verla” y tratar de entenderla. No es poco lo logrado ya de ser germen de la ambigüedad de la figura paterna.
y utilizado como astucia. Su “realismo” descansa en la ficción de
que el drama, o la tragicomedia ya que bordea lo trágico sin consu- Ese fantasma es alimentado por un saber, el del inconciente, que creer que no se tiene enigma y que uno es quien cree ser. Como
marlo, refleja la temporalidad del proceso en el que alguien busca Un ejemplo: está hecho del “olvido de ser”. Por eso el deseo es anhelo y porta- en el tango afirmar que “todo es mentira, mentira este lamento”
afanosamente subir a la escena del mundo. Alcanzarlo implica “El maestro Yehudi me encontró cuando yo tenía ya nueve años y era un dor de angustia. El inconciente da apoyo a nuestros deseos donde pero transformado en un recurso de supervivencia que encubre lo
afianzar un lugar que resguarde lo original e inaudito de un sujeto, huérfano que mendigaba monedas de cinco centavos por las calles de Saint no nos reconocemos, y nos requiere advenir ahí. Deseamos ad- amargo y dolido de su situación, Así, todo es cuestión de estrata-
sus anhelos y sobre todo su derecho a la vida. El propósito sue- Luis y trabajó conmigo constantemente durante cinco años antes de permi- venir… sujetos de un inconciente que lleva las marcas de goces gemas y engaños.
le no alcanzarse totalmente y los personajes configuran una zona tirme mostrar mi número en público. Eso fue en 1927, el año de Babe Ruth perdidos y anhelados.
marginal, aceptada y rechazada al mismo tiempo. Si la tragedia y Charles Lindbergh, precisamente el año en que la noche empezó a caer El hambre y la honra: las estrategias del Yo.
da cuenta de un tiempo de desenlaces, la picaresca en cambio sobre el mundo para siempre. El espejo y el fantasma sostienen dos promesas necesarias ya que El ejemplo del Lazarillo dejó establecidas las coordenadas de estas
refiere el logro de algún tipo de lazo social posible, aunque resulte al anudar un real –el de nuestra inconsistencia- permite vivir en búsquedas de supervivencias; cómo aplacar el hambre y a la vez
transgresor. (…) El maestro Yehudi me eligió porque yo era el más pequeño, el más la promesa de ser y en hallar aquello que deseamos. Permite la cómo encontrar una posible dignidad como sujetos. El tema del
La nota común de sus historias presentan una situación de vida sucio y el más abyecto. emergencia del amor que produce, en el mito de Platón, la unión hambre como promotor de recursos es complejo porque se enla-
en el que se reactualiza el desvalimiento original del ser humano. de Poros, el recurso, y Penia, la carencia. Pero ese amor, y el deseo zan la demanda del deseo y la necesidad de reconocimiento. El
Es el tiempo del “dolor de ya no ser” o de lo inalcanzable del ser. - No eres más que un animal –dijo- un pedazo de nada humano. que lo habilita, pueden faltar o no ser suficientes. Sobrevivir será arte, como toda posición subjetiva, se inicia siempre desde una
Situación prototípica de la metamorfosis de la pubertad. La casa, entonces un asunto de “picardía”, de astucias y de simulacros. carencia. De hecho esas carencias dieron lugar a la creación de ese
el refugio, las referencias familiares, un saber, el edípico, que la Esa fue la primera frase que me dirigió, y aunque han pasado sesenta y ocho maravilloso arte-facto que es la novela picaresca.
infancia creyó sólido quedó nuevamente conmocionado. El púber años desde esa noche, es como si todavía pudiese oír sus palabras saliendo … el de la picaresca
es aquel que, como el héroe de la picaresca, queda otra vez en la in- de la boca del maestro. El pícaro es un personaje de frontera, que pivotea como puede en Para paliar el hambre y buscar reconocimiento el pícaro tiene que
temperie, desprotegido, desarraigado o bien temiendo encerronas el borde de la entrada a la escena del mundo. Lo logra habitual- buscar una particular hendija en la situación del amo que lo explo-
ante peligros de sometimiento y falta de libertad. - No eres mejor que un animal. Si te quedas donde estás, habrás muerto mente a costa de astucias y simulacros. Lo logra –precariamen- ta y lo maltrata pero lo alimenta, le da un lugar y del que extrae
antes de que acabe el invierno. Si vienes conmigo, te enseñaré a volar…”2 te- alojado en un sitio siempre marginal, al borde del naufragio. enseñazas. Es destacable la reiteración de circunstancias y escenas
La equiparación parece ineludible ya lo habitual es que los héroes Como narra el personaje de Auster él no fue “His Majesty the dedicadas a la enseñanza y el aprendizaje. En contraposición a los
de la picaresca suelen ser púberes o adolescentes desde el tiempo Así inicia Paul Auster su novela “Mr. Vértigo” que tomo como pa-
baby” sino alguien abyecto, el resto de una consecuencia no espe- modelos de una enseñanza oficial vacía e inoperante, al menos
inaugural donde ubicamos al Lazarillo de Tormes hasta Pinocho, radigmática porque están casi todas las características del género,
rada. Sin embargo si logra que alguien lo sostenga en la medida para el pícaro, que no dejan de ser lugares privilegiados de someti-
Tom Sawer, Huck Finn, o Fabián Cáceres el protagonista de “Don en particular (y esto es central) a través de un relato que en primera
de su capacidad de hacerse necesario para alguien. miento y perversión (claves en novelas de Dickens o en Pinocho).
Segundo Sombra”. En todos los casos está presente otra figura típi- persona se dirige al Otro social, al público, del que se espera una
ca que hace de complemento y contrapunto, a sabiendas o no Una aceptación y reconocimiento, que incluye la mirada benévola de
Mishima afirmó que un padre es “una máquina de urdir mentiras”3 La enseñanza teje la trama da una relación particular entre el pí-
figura “paterna” o iniciadora que “sabe más por viejo…que por sus transgresiones. El protagonista remarca esa “nada” inicial que
pero son las que pueden permitirle a un hijo poder tener un caro y el amo de turno (nunca muy estables) porque ambos se
diablo” como el Viejo Vizcacha o la Celestina. Personajes que son el sujeto es, esa posición primera de indefensión que es la que des-
mundo y esperar un lugar en él. Las “mentiras”, es decir las ficcio- necesitan para engañarse en el disimulo de la falta. El pícaro da
ellos mismos marginales. Un caso paradigmático es el personaje taca su potencial maestro. También al denotar el tiempo en que
nes del padre suelen, o pueden, ser un acto de amor que da lugar encarnadura a la carencia del Otro y de este modo logra refugio,
de la novela “Entenado” de Juan José Saer. Paradigmático porque “empezó a caer la noche para siempre” resulta metáfora de un tiempo a ideales y sostén al deseo. La función paterna, en el plano ima- protección y comida. El sufrimiento que soporta no le impide
aquí la figura “paterna” se divide en dos indicando dos funciones social pero a la vez del paisaje del protagonista en su transición, un
ginario propiciador, permite estructurar la dimensión del “como aprovechar la circunstancia. Las aventuras picarescas son una serie
de este rol. El primero el un sacerdote español, el padre Quesada, mundo donde han perimido las referencias simbólicas e imaginarias
si” que difiere de la alternativa binaria verdadero-falso. El pícaro, interminable de sucesivos amos donde el pícaro aprendiz someti-
que le enseñó “una multitud de lenguas para sacarlo de ese “abismo gris” habituales.
en cambio, es aquel que en la necesidad de hacerse desear y reco- do a la tiranía del amo puede terminar… siendo él mismo un amo.
ya que para el cura “el Entenado acababa de entrar en el mundo y había nocer, intenta al menos o en principio ser necesario para alguien, Ya cité el ejemplo de “Don Segundo Sombra”. Traigo otro de la
llegado desnudo como si estuviera saliendo del vientre de su madre”. Pero El párrafo destaca la promesa que profiere el maestro: enseñar a
aunque no se lo quiera ni se lo desee. No hay una escena que lo pluma de un gran novelista norteamericano E. L. Doctorow. En

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Hablar de Dios
un breve relato5 ubica a Huckleberry Finn como la contrapartida En literatura psicoanalítica la referencia más próxima a esta figura la
rebelde, y asumida como tal, a diferencia de su compañero de tra- encontramos en el trabajo de Freud sobre la escisión del Yo como
vesuras Tom Sawyer. proceso defensivo7. Allí se describe ese pliegue, ese doblez que es

“Las aventuras de tom – nos dice Doctorow – finalizan con un triunfo


y se da al joven lector la seguridad inconciente de que existe finalmente un
vínculo que une lo nuevo y lo viejo en un mundo moral en el cual la verdad
ocultamiento pero no represión, un “otro yo” que permanece secre-
to pero no es el sujeto del inconciente.

El maestro Yehudi en la novela del Auster pudo cumplir también


es peligroso
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puede ser alcanzada y donde el perdón es siempre posible. Sin embargo con otro cometido. El personaje-narrador puede decir al finalizar
por Flavia Soldano Deheza y David Montealegre
respecto de “Huck” nos dice “la civilización no es aquí, como sucede el libro y como reflexión de su vida y corolario de esa presencia del Hablar de Dios es peligroso, escribió Orígenes. ¿Qué será lo
en tom Sawyer, una cuestión que se resume en tenerle cuello lavado por el maestro que peligroso que se desliza en las palabras cuando éstas nombran a
ama de llaves de alguna tía. La civilización es comprar y vender gente y po- la divinidad?. La etimología de peligro1 nos acerca al intento, a la
nerla a trabajar hasta la muerte. La civilización es un vicioso juego secreto “En el fondo, no creo que haga falta ningún talento especial pata que una prueba, y al riesgo. Y se entronca en su raíz con el vocablo expe-
que se lleva a cabo sobre el campo de la ignorancia provinciana. Huck, persona se eleve del suelo y permanezca suspendida en el aire. todos lo riencia ¿La experiencia del riesgo?. ¿Qué tipo de palabra nos impli-
rápido y decidido es el maestro de la decepción sawyeresca y un decidido llevamos dentro –hombres, mujeres y niños- y con suficiente esfuerzo y ca en la experiencia?
narrador que enfrenta a los adultos traidores que pueblan las ciudades concentración, todo ser humano es capaz de duplicar las hazañas que yo Por su parte la palabra riesgo puede tener origen común con la pala-
de los márgenes del río”. Sin embargo ambos terminan acatando y realicé cundo era Walt el Niño Prodigio. tienes que aprender a dejar de ser bra castellana risco: peñasco escarpado o escollo2. El antiguo vocablo
haciendo propias las preceptivas de la sociedad racista sureña. tu mismo. Ahí es donde empieza, y todo lo demás viene de ahí”. riesco, se aplicaba al peligro que corría el que transitaba por escollos
o peñascos escarpados. Y dado que estamos en tema de deslizamien-
Los personajes de la picaresca no buscan ser transformadores de tos y rocas nos acercamos al geógrafo J. Gallais3 quien menciona, al
un orden dado sino integrarse al sistema que los rechaza y, si es hablar de los trópicos, que la violencia está en la lógica del riesgo.
posible, tratando de destacarse. El arte, el deporte, las alternativas Podemos, entonces, formar un trípode con las palabras violencia,
religiosas o militares o bien la delincuencia les permiten muchas experiencia y riesgo, una lógica del peligro que implique una gra-
veces lograr esos propósitos. No cuestionar a ese Otro que los mática acerca de lo divino.
ha marginado y que los humilla, si soportan esa situación es para En el libro del Éxodo se narra la experiencia de la potencia libera-
resguardarse o bien para ser ellos mismo quienes ejerzan un poder. dora de YHWH y la teofanía del monte Sinaí. Es el relato parti- rasgo teológico que atraviesa su obra mencionado como Deus in-
cular del pacto entre Dios y su pueblo, y su valor simbólico deter- trinsece y Deus extrinsece, en otros momentos como Deus in maiestate
Pero a la vez la gesta pícara, con su capacidad de poner “en la es- mina la textura ética y cúltica de este último4. Es en este contexto
cena del mundo” estas condiciones, actúa como denunciante de y Deus in verbo o Deus praedicatus10.
que Moisés exige a la divinidad que haga visible su pesada gloria5, Este Dios oculto en su majestad es para el autor quien obra la vida, la
un orden social determinado. Horacio Gonzales inicia su libro con
una mención a la tragedia de Hamlet refiriéndose a la escena en la
que se haga presente en la manifestación múltiple de los rostros de muerte y todo en todos11.
lo sagrado6. Pero la Voz responde con la voz, no con la imagen, La Revelación, que opera a través de la palabra, es una excepción
cual este pretende utilizando el recurso de la “escena dentro de la pronuncia el Nombre, y proclama la insoluble disyunción entre la
escena” para “atrapar la conciencia [mentirosa y perversa] del rey”. del Absconditus, un velo entre Dios y la creatura que obtura el ame-
visión de los rostros divinos y la vida. nazador resplandor de Dios en sí mismo o Deus ipse12. Al respecto
Hamlet utiliza ese recurso ya que desconfía de que solo las pala- La visión de los rostros de Dios es mortífera. Su exclusión permite
bras puedan hacerlo y que solo la puesta en escena podrá resultar, nos dice Lutero, Nos corresponde guiarnos por la palabra y no por la
la palabra, el nombre que es cifra7. voluntad inescrutable13.
como de hecho lo es, eficaz. Referencia que nos permite revaluar la La Voz señala a Moisés que el lugar a su lado es una roca, un pe-
función que cumple el acting-out en nuestra clínica, o en la vida co- El teólogo alemán Karl Barth tiene una doctrina similar cuando
ñasco escarpado, entonces: ¿el riesgo?. La herida de la roca, risco hace hincapié en el misterio de Dios:
tidiana. El pícaro pone de relieve, por su capacidad mimética, por fragmentado, será soporte del velo que impide el acceso al rostro.
su inclinación al simulacro, la raíz usurpadora, de rapiña, que suele Inescrutabilidad,... ocultamiento, pertenecen a la naturaleza de Aquél
tener el poder. Ese es, precisamente, el secreto oculto del Amo. Tal ¡Muéstrame ahora tu gloria! suplicó Moisés. Pero el Señor contestó: quien es llamado Dios en la Biblia. Como creador, este Dios es distinto
vez por eso Lacan indicó, respecto de Hamlet, que “fingir estar loco Yo haré pasar toda mi bondad delante de tu rostro, y delante de ti pro- del mundo… no pertenece al plano de lo que el hombre como criatura
resulta así una de las dimensiones de lo que podría llamarse la política del nunciaré el nombre YHWH. tendré misericordia de quien yo quiera, y puede conocer directamente acerca de Dios14
hombre moderno”6 tendré compasión también de quien yo quiera. Pero no podrás ver mis
rostros, porque no me verá el hombre y seguirá viviendo. Dijo también Una frase del profeta Isaías nos pone de lleno en la paradoja del
Por eso en trance de escribir sus memorias es capaz de sincerarse el Señor: Mira, aquí junto a mí hay un lugar que sobresale. Párate Absconditus,
con sus mezquindades, confesar sus malicias y entuertos porque, a sobre la roca. Y sucederá que pasará mi gloria, te pondré en una grieta Verdaderamente tú eres Dios que te ocultas, Dios de Israel, que salvas15
sabiendas o no, son denuncias al y del Otro. Como ya señalé es de la roca y te cubriré con la palma de mi mano hasta que yo haya
un recurso literario común a casi todas la novelas de la picaresca pasado. Y sacaré la palma de mi mano, y podrás ver mis espaldas; pero El ocultamiento de Dios es lo que nos salva. Pero ¿de qué nos salva?.
el apelar a un relato autobiográfico dirigido a un Otro (real o sim- mis rostros no serán vistos.(Ex 33: 18-23)8. ¿Acaso nos salva de la posibilidad de verlo y sucumbir? En la crea-
bólico) para contar sus desventuras que no son a la vez denuncias. ción, y frente a la insistencia lo mortífero, aparece la palabra que
En la enunciación de la Voz se anuda el velar y descubrir, re- velar re- vela la violencia exterminadora de lo sagrado, y sin embargo
y revelar. Un ocultamiento destellante que impide el acceso a los también la vela protegiéndonos de la voluntad inescrutable. La ne-
Ahora bien, este “sinceramiento” y esa vida destinada a ocultar la
rostros pero cuela la espalda. Moisés se ubica, entonces, en el riesgo cesidad religiosa da cuenta del fracaso de esta última operación. Es
verdad inherente a su situación y la del Otro lo alejan o no lo equi-
(peligroso risco) de lo visto y lo oído. que hablar, de Dios, es peligroso.
paran automáticamente, con la posición perversa o canalla en la
No obstante el texto anuncia la teofanía pero nada nos dice sobre
que pueden fácilmente caer. El perverso pretende ser un instrumen-
la experiencia de Moisés. Hay una mediación, un traslucir entre la -
to al servicio del goce del Otro y para lo cual avanza sin temor ni 1 Roberts, E., y Pastor, B., Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española,
escritura y la herida: el silencio, silencio como experiencia mística, Madrid, Alianza, 1996.
piedad. Al canalla solo le importa su interés. El pícaro, por el con-
aquello que no es mudo, pero que calla, que está escondido pero -
2 Roberts, E., op.cit., 1996.
trario, está siempre tratando de rehuir a situaciones de temor y lo -
3 Gallais, J., Les tropiques, terres de risques et de violences. Paris, Armand Colin, 1994.
no se esconde. Es decir, entre el encuentro y el surgir de la palabra 4- Albertz, R., Historia de la religión de Israel en tiempos del Antiguo Testamento.
que busca es la piedad del Otro. Tal vez el factor que lo diferencia Madrid, Trotta, 1999.
está la herida siendo ocultada, silente pero no muda. -
con más nitidez del perverso y del canalla es el sentido del humor 5 dwøb;Dk kabowd. Gloria, dureza, honor, peso. Lo relacionamos con EX 16:10 –
La continuación de este encuentro, en Éxodo, 34:1, tiene como 40:34 Y Ezequías 9:3 donde la gloria de Dios es visible.
que colorea siempre los relatos. La picardía se destaca por esas dosis
resultado la escritura de la ley. -
6 MˆynÚDp paniym, rostros. Aparece siempre en plural.
de ingenio y de humor aplicables tanto al personaje del amo como -
7 Nos referimos al nombre en tanto tetragramatón.
Lutero, siguiendo una tradición antigua, se acerca a esta idea con su -
8 Traducción nuestra del original BHS Hebrew Old Testament, 4 edth.
a si mismo. Se pueden reír, y hacer reír, de las desdichas. El humor 1- Citado en “El señor, el amante y el poeta”, de Dardo Scavino. Editorial Eterna planteo del Deus Absconditus9. Y más allá de su intención nos plan- -
9 Cfr. Lutero, M.“Deus absconditus, Dios oculto” en “De servo arbitrio, La voluntad deter-
también lo aleja de la tragedia. La impostación del amo y la viveza Cadencia. minada”. Tra. Erich Sexauer. Paidós. Obras de Martín Lutero. 1976.
2- Paul Auster “Mr. Vértigo”, Ed. Anagrama tea una inquietante paradoja señalando que la divinidad al mismo -
10 Lutero, op. cit. en Introducción de Erich Sexaue, p.159.
del pícaro terminan cayendo, pero sin morirse. No sucumben…nos 3- Yukio Mishima “El marino que perdió la gracia del mar”. Alianza Editorial tiempo que descubre, oculta. -
11 Lutero, op.cit. p.165.
hacen reír como los cómicos del primitivo cine mudo. En el caso 4- Horacio Gonzales “La ética picaresca”, Ed. Altamira. -
12 Lutero, op. cit. en Introducción de Erich Sexaue, p.159.
5- E.L.Doctorow en “Creadores, ensayos seleccionados”. Dios es oculto y al mismo tiempo manifiesto. Ocultamiento y Re- -
13 Ibid., Lutero, op.cit., p.165.
de la creación de la novela esa salvaguarda la brinda la distancia 6- Jaques Lacan en “Lacan oral”, Ed. Xavier Bóveda velación son aspectos de lo Uno en tanto lo divino se manifiesta -
14 Barth, K. De la Dogmática, 11/1, pp. 38-43.
propia del espacio escritural. 7- Sigmund Freud “La escisión del Yo en el proceso defensivo” T. XXIII, Ed. Amorrortu. -
15 Reina Valera Revisada, Libro de Isaías 45:15.
y al mismo tiempo reina como inaccesible. Esta distinción es un
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» D E RI VAS

LACAN Y DELEUZE-GUATTARI:
DISCUSIÓN EN TORNO AL ORIGEN
Y LA PROCEDENCIA DEL SÍMBOLO
A TRAVÉS DE UN PROBLEMA DE IMÁGENES
por M anuel Co l oma Arena s (primera parte)

» ¿Qué tienen en común una central hidroeléctrica y el Espíritu


Santo? Solamente aquello que podría permitirle a Lacan dar cuenta
de la relevancia de la incidencia del significante, y por lo tanto, del
menos fijado a un soporte material que la noción de libido en
psicoanálisis” (p. 47), o sea, cuando aquello que es lo que se
pone en juego en una cierta economía, no tiene un referente
registro simbólico sobre lo real. Aproblemado por la cuestión de la empírico. Todo indica que la economía libidinal dependerá de
realidad- respecto al estatuto del objeto en la experiencia psicoana- la determinación del significante en la posibilidad de separar al
lítica- Lacan abordará el asunto desplegando una crítica a cualquier significado de su supuesto referente. Así es entonces como La-
concepción psicoanalítica en la que se apele a la idea de una espe- can propone abordar la Wirklichtkeit freudiana: como conjunto
cie de realidad natural primera, las cuales, de manera inevitable, de un mecanismo (p. 34), aquello que hace funcionar algo y
conducen hasta la dimensión de las necesidades biológicas que no una materia primitiva como realidad orgánica fundamental
ameritan satisfacción. Se incluye en esta serie el texto de Jones en (p. 34).
torno al falo y su noción de “falo real”.
3-Todo lo que Lacan considera del orden del flujo, tendencia,
En los analistas, la referencia al fundamento orgá- impulso, pasa en consecuencia a pensarse como relevante para
nico responde tan sólo a una especie de necesidad la experiencia psicoanalítica en la medida que se encuentra so-
de seguridad que les lleva a entonar una y otra vez metido al significante y que solo por el significante y, por ende,
esa cantinela en sus textos, como quien toca made- del uso del símbolo según Lacan, podemos considerar que exis-
ra- Al fin y al cabo, sólo hacemos intervenir mecanismos te aquella energía con la cual Freud pensó el funcionamiento
superficiales, todo debe remitirse, en última instancia, a del aparato psíquico. De este modo lo que se encuentra en jue-
cosas que tal vez sabremos algún día, a la materia prin- go es la manera en que pensamos aquello que llamamos “Ello” de vivir. Si la relación de objeto no da cuenta de ninguna armonía, algo puede llegar a faltar y ésta será, precisamente, la definición de
cipal que está en el origen de todo lo que ocurre (Lacan, (Es): no como un reservorio instintivo que constituiría esa espe- es en la medida que el orden de la vida se encuentra ya atravesado la falta que Lacan denomina como privación.
1956, p. 34) cie de realidad primordial que señalábamos anteriormente, sino por la instancia simbólica que, a través del significante y sus leyes, Pero, ¿de dónde proviene el orden simbólico?, ¿es que acaso esta
Contra esto, Lacan se sirve del término alemán que Freud utili- como algo organizado de antemano por el significante, a partir harán funcionar la máquina con la cual podremos obtener objetos, pregunta es de por sí ilegítima? Por el contrario, creemos que existe
za para dar cuenta de una realidad que supone algo así como el de lo cual podremos entonces autorizarnos a hablar de energía que, por ser simbolizados, introducen la función de la falta: “la la posibilidad de historizar al orden simbólico, mostrando de qué
conjunto de un mecanismo que se pone en marcha, es la Wirkung como energía libidinal, es decir, eso que no tiene ningún sus- posibilidad de que nada de lo que hay en el significado exista” (p. manera habría llegado a producirse una idea que circula habitual-
implicada en la Wirklichtkeit (pp. 33- 35). Habría que ver entonces, trato real. Insistimos de este modo en la pregunta, ¿cómo y de 53). Esta sería la vía de aproximación freudiana al objeto que Lacan mente en el lacanismo: la procedencia del símbolo no se cuestiona.
de qué manera Freud apela a la cuestión de la materia y la energía qué manera se organiza el significante? destaca a partir de los “Tres Ensayos...”, donde en efecto, no hay Si no realizamos esto, queda abierta en Lacan la siguiente cuestión:
como fundamentos, “sólo hay que ver dónde lo dijo y qué función Importante será no leer en esto una especie de defensa espiri- nada que ligue previamente al niño, en su relación con las imáge- si la energía no guarda relación con una realidad natural, entonces
cumple” (p. 34). Es acá, y a propósito de estas dificultades, que tualista. Por el contrario constituye más bien la pregunta por nes, al sexo contrario por caminos claramente trazados. A propósi- lo primordial solo ha cambiado de registro, manteniéndose intac-
Lacan lleva a cabo una comparación con la figura de una central una materialidad que no sea esa materialidad “espiritualizada” to de las imágenes, estamos entonces en pie para demostrar que, si to el problema de la procedencia de aquello que estaría “ya” pre-
hidroeléctrica, donde, según nos comenta, no hay nada del orden que un concepto de energía vago y evanescente puede implicar. hay imágenes acompañadas de una cierta preferencia libidinal del sente. Insistamos: ¿cómo puede lo simbólico estar ya presente sin
de una especie de energía primera que permita el funcionamiento Lo que es del orden de la libido llevará en consecuencia la mar- sujeto, esto es posible en la medida que lo simbólico ha entrado en convertirse él mismo en esa realidad natural primera? Para llevar
de la central, sino que esta energía cuenta desde el momento en ca de un significante y solo a través de éste tendremos acceso a lo real. Si el cuerpo es, de esta manera, uno de los lugares donde a cabo este ejercicio, seguiremos una ruta no muy conocida a la
que la máquina de la central se pone en marcha, sin negar que su la posibilidad de trabajar con el concepto de energía. La opera- el significante establece su marca, permitiendo el surgimiento del hora de dar cuenta de ciertas referencias en Lacan. Mencionemos
funcionamiento es facilitado por la corriente del río. Resaltan en ción de la máquina simbólica es entonces por excelencia, la de objeto privilegiado que es falo (el que entendemos ahora que no antes, que la apelación al ejemplo de la central hidroeléctrica en
este comentario los siguientes factores: marcar. No hay flujo de apetencia o tendencia que no haya sido puede ser ningún objeto empírico), en otros términos, si hay una el Rhin, se encuentra desarrollada por Heidegger en “La Pregun-
producido por esta operación significante. El resultado de esta imaginarización de lo real, es solo por la acción previa del símbolo. ta por la Técnica” (1953); sin embargo, para la cuestión que nos
1- Hay una apelación a la noción de “Mana”, destacada por convoca, pasaremos por alto esta referencia, ya que creemos poder
marcación es lo que Lacan llamará significado. El símbolo en lo real hace surgir una imagen, la imaginarización de
Mauss en su “Ensayo Sobre el Don” (1991), en la que es aseme- sostener, por una parte, que para Lacan no se tratará tanto de un
lo real será solo por la vía de lo simbólico.
jada a la idea de una energía primordial; con esto Lacan rechaza problema de desvelamiento involucrado en un “desocultar pro- vo-
4- Una prueba de este último punto es la mención a lo que Armado con estas herramientas Lacan podrá desplegar su crítica
que tanto la propulsión proveniente del río- y que hace funcio- cante” (p. 130) como más bien, de producción; por otra, que si bien
puede generar interés en la noción de energía. Medir, contar, considerando las consecuencias que sobre los principios del acae-
nar la máquina- como la energía producida por la central, sean Heidegger señala que este desocultamiento de lo real lo realiza el
calcular: actividades que solo pueden realizarse si la máquina cer psíquico nos indicara Freud. El principio del placer y el princi-
algo que pertenezcan a este supuesto orden primitivo. hombre al mismo tiempo que el movimiento de desvelamiento es
está ya funcionando. En tanto que una sociedad produce, la pio de realidad están sometidos a una cierta ambigüedad que sólo
2- Como consecuencia, la energía solo existiría en tanto su- noción de energía se vuelve necesaria ya que habrá que, preci- podría ser explicada considerando la implicancia simbólica sobre independiente a él (p.130), para Lacan el hombre no podría realizar
puesto teórico: hay un sistema de símbolos que la produce y samente, medir, contar y calcular una determinada medida de lo real. El que el principio del placer apunte al reposo absoluto, la contabilización de la energía si no fuera porque la máquina de la
es a partir de esta producción que pasa a tener una realidad trabajo para que algo pueda producirse. La cuestión está en que sin alcanzar nunca este punto, implicando así que su objetivo sea central (entiéndase, lo simbólico) se encuentra ahí con antelación,
que puede ser manipulable. Solo bajo la acción simbólica de “le salgan las cuentas” (Lacan, 1956, p. 46) para de ese modo solo la rebaja en la tensión para mantener el sistema en funciona- lo que nos devuelve al mismo problema planteado anteriormente:
la máquina, es decir, cuando acumula la energía, ésta cobra obtener una “retribución disponible de eficacia” (p. 46). Aquella miento, en otros términos, que el deseo y el reposo absoluto sean
un interés. Lacan impugna en la superstición la idea de una materia con la cual la máquina trabajará, debe presentar enton- principios inmanentes haciendo que el principio del placer no sea Ya hay una central construida y en funcionamiento.
realidad última, independiente del ejercicio simbólico que im- ces la característica de ser “mensurable”. nunca tan placentero, significaba de antemano que el principio No la han hecho ustedes. Esta central es el lenguaje,
plica el hablar de ella: “Puedo calificar esta referencia hoy de de realidad está sometido a una paradoja similar: “no solo hay esa en funcionamiento desde hace tanto tiempo como
supersticiosa” (1956, p. 35). Observamos acá una cuestión de Encontramos acá la alusión al Espíritu Santo. Lo que ocurriría con realidad contra la cual se tropieza, también está el rodeo, el desvío puedan ustedes recordar. Literalmente, no pueden
relevancia, ya que el hecho de que Lacan hable de referencia, la central hidroeléctrica es lo mismo que puede decirse de la fun- de la realidad” (p. 49). Y es que, si es por la realidad que el principio recordar más allá, me refiero a la historia de la hu-
nos permite leer que efectivamente, el problema del que se tra- ción del mencionado espíritu. Es así cómo, al implicar el Espíritu del placer no logra su objetivo último, será al mismo tiempo esta manidad en su conjunto. (Lacan, 1956, p. 52)
ta involucra de lleno a la cuestión de la referencia al interior Santo nada más que la entrada del significante en el mundo, al realidad la que entregue el objeto con el cual el principio del placer
del orden simbólico. En otros términos, el problema del objeto mismo tiempo que éste vivifica, liga al ser vivo con la muerte: es la deberá buscar su satisfacción. ¿Qué pasa acá entonces? El símbolo No podemos resolver nuestra pregunta si solo retenemos las co-
de don y la posible relación con este objeto, no es separable de pulsión de muerte que para Lacan marcará el límite del significado, al introducirse en la realidad, haría que toda relación de objeto se nocidas referencias a Heidegger, así como las de Lévi- Strauss: “(el
una interrogación al registro de los signos en virtud de la pre- límite inalcanzable (p. 50). El significado es lo vivido en la forma de encuentre inevitablemente atravesada por el problema de la falta. intercambio generalizado) suministra el medio de integrar esos fac-
sencia y acción del significante, más aún cuando “No hay nada flujo libidinal, su límite es aquello que finalmente resulta imposible Si algo falta en la realidad, es en la media que, por lo simbólico, tores irracionales provenientes del azar y de la historia que, como

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docta ∙ ∙ laignorancia
docta ∙ 35
conceptos, no podría plantearse la posibilidad de una historia? En » LA S E C C ION D E L TO PO ( S )
otros términos, ¿cuál es la historia de la idea de “origen”? El pro-
cedimiento nietzscheano de la genealogía autoriza a reconsiderar
la creación ex nihilo: la nada responde más bien al estado de con-
tingencia, de necesario azar propio de los encuentros históricos
que a su vez re- interpretan significados previos, apoderándose de
éstos bajo un nuevo uso (pp. 99-100). El “origen” no será más que

lógica
el concepto que resultará de las contingencias que permitirán la in-
tensificación del sentimiento de estar en deuda y de que esa deuda
se hace cada vez más impagable. En ese lugar es donde aparecen las
nociones ligadas a la causa, lo que inmediatamente muestra su pro-
cedencia moral, en tanto es una causa ligada a la responsabilidad

muestra la evolución de la sociedad humana, suceden- más que


que, a su vez, poco a poco ha ido enlazándose con el surgimiento
de la mala conciencia. Ahí es donde Dios, como padre en el ori-
gen, ocupará su lugar de acreedor imposible de saciar (Nietzsche
explica así la historia del pecado “original” (pp. 118-119)). Pero no
(XXVI) p o r E d u a r d o Li lj e qvi s t
preceden- a las estructuras lógicas que elabora el pensamiento in-
solo Dios, también el concepto de sujeto, como causante de una
consciente” (Lévi- Strauss, 1969, p. 326)
acción, encontrará sus condiciones morales de aparición (p. 59).
Por esto, tendremos que pasar por Nietzsche en primer lugar, El Porvenir es tan irrevocable
Sabemos que los postulados nietzscheanos acá revisados serán de
como escalón imprescindible para llegar a Deleuze- Guattari. Este Como el rígido ayer. No hay una cosa
gran utilidad para diversas tesis desarrolladas en “El Antiedipo”
será el camino que abriremos.
(1995). Si mostramos una impensada correlación entre lo expues-

Ø
Nada de reflexiones metafísicas ni teológicas entonces, aunque Que no sea una letra silenciosa
to por Lacan en su seminario 4 (1956- 1957) y el Nietzsche del
muchas veces el tono con que Lacan destaca la presencia previa De la eterna escritura indescifrable
segundo tratado de “La Genealogía de la Moral” (2008), entonces
y el papel de determinación del orden simbólico por sobre lo real Cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
podemos autorizarnos a sostener que en “El Antiedipo” figura un
parece justificar una especie de descenso desde un misterioso más
Lacan “sodomizado”1 por Nietzsche a través de Deleuze & Guatta- De su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
allá. En este sentido, no es casualidad que Lacan considere la figura
ri, de donde no podría más que engendrarse un monstruo. Recor-
del Espíritu Santo con un fin demostrativo, dado que la paloma Es la senda futura y recorrida.
demos que Deleuze fue destacado por Lacan: ya por sus aportes a
cristiana implica inmediatamente la pregunta por la procedencia.
la cuestión del masoquismo, ya por sus análisis de la diferencia y la El rigor ha tejido la madeja.
¿De dónde viene?, ¿de la nada?, ¿esta nada es Dios?, ¿debemos se-
repetición junto al problema de la producción de sentido2. Guatta- No te arredres. La ergástula es oscura,
guir viendo acá otra confirmación del cliché del ex -nihilo?, ¿cómo
ri por su parte, se mantuvo miembro de la escuela de Lacan hasta
no hacer caer al psicoanálisis según Lacan, en un peligro nihilista, La firme trama es de incesante hierro,
su cierre, habiendo sido uno de sus alumnos presente desde los
si es que no ha caído ya en eso?, ¿cómo entender esa nada en
primeros seminarios y además su analizante (Dosse, 2009, pp. 54- Pero en algún recodo de tu encierro
tanto procedencia? Apostamos por una lectura que no adscribe
57). No sería una locura la suposición de que más de alguna idea Puede haber una luz, una hendidura.
a esta “nadificación” del origen. Por ahora indicaremos que es a
en ambos autores surgió de la enseñanza lacaniana, tal y como lo
través de las consideraciones de Lacan a la hora de dar cuenta del El camino es fatal como la flecha.
demuestra el interés por el concepto de máquina (pp. 56- 57). De
problema de la relación de objeto, que legitimamos la búsqueda
este modo y finalmente, un ejemplo de la historia de la pintura des- Pero en las grietas está Dios, que acecha
de una práctica, una estrategia, un procedimiento que dé cuenta
tacado por Deleuze, nos servirá de apoyo para problematizar, con Jo rg e Lui s B org e s *
de la implantación del significante y de cómo éste establecería un
ayuda de las imágenes, esta misteriosa procedencia de lo simbólico.
supuesto predominio en la realidad humana.
Θεώρημα δύσκολος
¿Un orden simbólico humano, demasiado humano? Bibliografía Dios está en lo real, nos dice Lacan
- Deleuze, G. (2005) Derrames entre el capitalismo y la esquizofrenia. (Trad.: Equipo Editorial Lo real es lo imposible, nos informa
Curiosamente podemos encontrar destacados en un texto como Cactus) (2ª reimpresión). Buenos Aires: Cactus.
la “Genealogía de la Moral” (2008) de Nietzsche, idénticos movi- - Deleuze, G.- Guattari, F. (1995) El Antiedipo. (Trad.: F. Monge) (1ª reimpresión). Barce- Entonces,
lona: Paidós. Dios está en lo imposible.
mientos que los señalados en el seminario 4 (Lacan, 1956/1957): - Dosse, F. (2009) Gilles Deleuze y Félix Guattari. Biografía Cruzada. (Trad.: S. Garzonio).
cuantificar y medir. Para el retirado profesor universitario de fi- Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Luego,
- Lacan, J. (2011/1956- 1957). El Seminario Libro 4, La Relación de Objeto. (Trad.: E. Beren- Dios es un imposible, o sea,
lología, la actividad social primitiva por excelencia se constitu- guer) (10ª reimpresión). Barcelona: Paidós.
ye y caracteriza por la posibilidad de medir y contar a través del - Lacan, J. (2010/1957- 1958). El Seminario Libro 5, Las Formaciones del Inconsciente. (Trad.: Dios no es, por lo tanto
E. Berenguer) (9ª reimpresión). Barcelona: Paidós. Dios no existe, de donde se deduce que
establecimiento de deudas, apareciendo como fundamentales las - Lacan, J. (2006/1962-1963). El Seminario Libro 10, La Angustia. (Trad.: E. Berenguer).
relaciones acreedor/deudor. Solo surgirá la capacidad de memoria Barcelona: Paidós. Lacan es ateo.
en el hombre en tanto se establezcan relaciones contractuales de
- Lacan, J. (2008/1968- 1969). El Seminario Libro 16, De Otro a un otro. (Trad.: E. Beren- Pero, también nos dice Jacques Lacan
guer). Barcelona: Paidós.
este tipo. La implantación directa en el cuerpo de diversas torturas - Le Gaufey, Guy (2007). “El Falo Flotante”. En Litoral, 39. Que la verdadera fórmula del ateísmo es,
y mutilaciones destinadas a generar memoria, irán forjando en el
- Le Gaufey, Guy. La Evicción del Origen. Dios es inconsciente,
- Lévi- Strauss, C. (1969) Las Estructuras Elementales del Parentesco. (Trad.: M. T. Cevasco).
hombre la posibilidad de “evaluar”, “medir” y “cuantificar” aquello Buenos Aires: Paidós. Pero sabemos que
que podía estar en juego en las deudas (p. 91). La crueldad de los - Mauss, M. (1991) Ensayo sobre el don. Sociología y Antropología. (Trad.: T. Rubio de El inconsciente está estructurado como un lenguaje
Martín- Retornillo) (2ª reimpresión). Madrid: Tecnos.
mecanismos que apuntan al establecimiento de las deudas y a su - Marx, C. (1972) El Capital. Crítica de la Economía Política. Libro I. (Trad.: J. Figueroa, Es decir, Dios está estructurado como un lenguaje
consecuente cancelación, constituirá la larga historia de una serie R. Peñalosa, M. A. Muñoz, A. Froufe, A. Sama, M. Fernández, F. Crespo, F. Álvarez). Pero,
Madrid: Edaf.
de conceptos que parecen no tenerla: conciencia, mala conciencia, - Nietzsche, F. (2008) La Genealogía de la Moral. (Trad.: A. Sánchez Pascual) (8ª reimpre- Dios es eterno
responsabilidad, reflexión, culpa. Pero lo más importante para no- sión). Madrid: Alianza. Entonces el lenguaje es eterno
sotros, está en el hecho de que si esta historia es larga, es en virtud O sea que al comienzo fue el lenguaje.
de las contingencias propias de los encuentros a los que se somete
1- Como dirá Deleuze en “Conversaciones” (1973): “Pero, ante todo, el modo de liberar- (porque la eternidad es un contínuo comienzo sin fin)
me que utilizaba en aquella época consistía, según creo, en concebir la historia de la filoso-
el mecanismo de la deuda para llegar a producir la infinitización de fía como una especie de sodomía o, dicho de otra manera, de inmaculada concepción. Me (un discreto comienzo sin fin)
la misma. El acontecimiento “deuda infinita” en la historia, como
imaginaba acercándome a un autor por la espalda y dejándole embarazado de una criatura Pero entonces al comienzo fue el verbo.
que, siendo suya, sería sin embargo monstruosa. Era muy importante que el hijo fuera
resultado de las transformaciones que sufre la deuda pagable, van suyo, pues era preciso que el autor dijese efectivamente todo aquello que yo le hacía decir; Es decir, lo que afirma San Juan
permitiendo al mismo tiempo, producir y afinar las capacidades de
pero era igualmente necesario que se tratase de una criatura monstruosa, pues había que En el bello Evangelio.
pasar por toda clase de descentramientos, deslizamientos, quebrantamientos y emisiones
cuantificación, medición y evaluación; hacen surgir la capacidad secretas, que me causaron gran placer” (p. 6), y más adelante: “Fue Nietzsche, a quien Sin duda. El gran apóstol, era lacaniano.
leí tarde, el que me sacó de todo aquello. Porque es imposible intentar con él semejante
misma de pensar como resultado de estas relaciones contractuales. tratamiento. Es él quien te hace hijos a tus espaldas.” (p.7)
¿Pero, qué tiene que ocurrir en específico para que la deuda de- 2- Menciones presentes en el seminario “De un Otro al otro” (Lacan, 1968- 1969). Esco-
gemos como ejemplo las palabras acerca del escrito sobre Sacher-Masoch: “…el modo de * Para una versión del “I king” Poema incluído a modo de prólogo, en la versión española
venga infinita e impagable?, ¿qué tuvo que ocurrir para que en la ese contrato que nuestro amigo Deleuze acentuó tan felizmente para suplir la trémula imbecilidad que del I Ching (El libro de las mutaciones) Ed. Sudamericana, 1984. Traducción directa del
humanidad apareciera el pensamiento de que, respecto a algunos reina en el psicoanálisis” (p. 123) alemán “ I Ging, das buch der wandlungen”. Versión de Richard Wilhelm, 1956.

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» F I L OS OFI A Y P SICOANA L ISIS
“Esa tolerancia jamás produjo guerras civiles; la intolerancia ha la intolerancia, no sólo no es buena para el progreso, sino que es

Recibir al espectro:
convertido la tierra en una carnicería.”5 causante de terribles errores, ya que aleja del auténtico modo de
La tolerancia se presenta como principio para la convivencia, conocer las cosas.
como único modo de vivir en http://es.wikipedia.org/wiki/Paz paz Para Mill, la verdad prospere ha de darse la discusión libre (“La
Hospitalidad y tolerancia como modos y libremente: “y el gran principio, el principio universal de uno
y otro, está en toda la tierra: ‘No hagas lo que no quieras que te
especulación libre y audaz sobre los problemas más elevados”) y
el respeto a todas las opiniones. “Sólo a través de la diversidad de
de pensar el encuentro con el otro hagan’. Voltaire representa el ala radical de la Ilustración francesa.
Su obra significa la última consecuencia del espíritu crítico ilustra-
opiniones puede abrirse paso la verdad” (P. 114) Para el libre desen-
volvimiento del genio, por tanto, es preciso garantizar la libertad,
po r Gabr i el a B a l ca r ce 1 do. Se debate entre el optimismo y la confianza en el ser humano, de manera que la diversidad sea tolerada e integrada en el común
por un lado, y la desesperación ante la estupidez humana que lo debate que garantiza la paz y el progreso.

» I.
La cuestión de la relación con el otro, con el diferente, data de
tiempos muy remotos, allí donde la hospitalidad era, para los anti-
ese mismo año, ya trad. al francés y al holandés, donde desarrolla
una serie de argumentos a favor de la tolerancia religiosa por parte
del estado; allí donde reposan sobre la libertad de los individuos;
contradice. Esta estupidez sólo podrá curarse con la Ilustración,
esto es, con la supresión del prejuicio y la aplicación de la razón
crítica a las costumbres sociales, la política y el conocimiento. En
En los capítulos posteriores de su obra, Mill apunta a una serie
de consideraciones que giran en torno a la problemática acerca de
los límites de la tolerancia; es decir, ¿hasta dónde se puede permitir
esta línea se desarrolla la defensa de la tolerancia que esboza en su la libertad de acción por parte de los individuos? ¿Hasta qué punto
guos una ley compartida. libertad que se ha de materializar, entre otras cosas, en la posibili- tratado. La tolerancia se presenta como principio para la conviven- debemos tolerar y cuándo no? Básicamente, la respuesta de nuestro
En la Odisea, tenemos uno de los primeros textos q da testimo- dad de mantener cualquiera de los cultos religiosos. El propósito cia, como único modo de vivir en paz y libremente: autor es que siempre podemos actuar, mientras no perjudiquemos
nio de ello. Un relato de viajes El hospedaje, la acogida hospitala- estricto de la Carta fue el de fundamentar la libertad religiosa y, los intereses del otro. Es decir, en lo que concierne exclusivamente
ria es el modo, la única posibilidad de supervivencia que tiene un como sabemos, esto va a estar estrechamente vinculado con algo “Y el gran principio, el principio universal de uno y otro, está a uno mismo, nadie debe intervenir. La intervención del Estado
viajero. Los viajeros no van y vienen en el día, son viajes muy largo que sucede en la modernidad, a saber, el traspaso de la esfera reli- en toda la tierra: ‘No hagas lo que no quieras que te hagan’. Pues sólo se justifica cuando una acción tiene repercusiones en otras
y estamos hablando de una manera de viajar un poco alejada de giosa y de la fe al foro interno. Esta será la idea fundamental de la bien, si se sigue este principio no se advierte cómo un hombre personas. Se puede y debe tolerar todo, siempre y cuando lo tole-
nuestra manera de viajar, más incómoda, más hostil, mas rústica, Carta; la separación entre la Iglesia y el Estado, entre el Trono y el puede decir a otro: ‘Cree lo que yo creo y que tú no puedes creer rado no se muestre, a su vez, intolerante. Es en ese punto donde
más agreste (no hay hoteles) y donde la hospitalidad representa la Altar. La defensa de la tolerancia hecha por Locke, por tanto, deriva o morirás’”.6 ubicamos los límites de la tolerancia.
única posibilidad de supervivencia del viajante, de aquel que transi- de su filosofía política, la cual propugna un modelo de estado cu- La intolerancia se opone a cuanto de racional hay en el hombre
ta transitando por tierras extranjeras para yas funciones son tan sólo preservar y nos acerca a las fieras: “(...) el derecho de intolerancia es absurdo V.
llegar a su morada. la vida, libertad y propiedades de sus y bárbaro; es el derecho de los tigres; es mucho más horrible aún, Una de las continuidades más profundas entre la filosofía levi-
Si intentamos realizar una línea his- ciudadanos. El camino para ser feliz o porque los tigres no se destrozan sino para comer, y nosotros nos nasiana y la derrideana ha sido la centralidad de la problemática
tórica de la cuestión del otro, del encuen- adorar a Dios que cada uno escoja no hemos exterminado por unas frases”. Voltaire apela a la Historia de la alteridad en el pensamiento filosófico, más aún, entendida
tro con el diferente nos encontramos en pertenece al ámbito de la regulación para demostrar que “(...) de todos los pueblos civilizados de la como la condición misma de todo pensamiento. La dirección del
la Edad Media con un documento muy estatal: antigüedad, ninguno cohibió la libertad de pensamiento” (P. 41). pensamiento como una dimensión mesiánica que rompe con su
interesante para analizar en esta recons- Argumenta, como ya había hecho Locke, que la persecución into- misma previsión, que se abre al otro como promesa, el otro, que
trucción es el “Edicto de tolerancia de “El cuidado de las almas no corres- lerante es incoherente con el verdadero espíritu cristiano, lo que es promesa del pensar. Porque es en la exposición y la precedencia
Nicomedia”, del año 311, que puso un ponde al magistrado”.3 contradice la trayectoria de fanatismo que la Iglesia ha mantenido donde la totalidad se quiebra, se perfora ante cualquier horizonte
punto final a las medidas represivas del durante siglos. “Si no me engaño, hay muy pocos pasajes en los de previsibilidad, y por ello mismo, donde el otro no resulta apre-
Imperio Romano contra los cristianos “No se puede salvar a los hombres sable de ningún modo:
contra su voluntad y, además, la ma- Evangelios, de los que el espíritu perseguidor haya podido inferir
por el emperador Diocleciano. El edic- que la intolerancia y la coacción son legítimas;” (P. 85). Voltaire
to fue promulgado por el emperador yoría de las veces las discrepancias lo “Es una relación con un ser que, en cierto modo, no existe en
son en cuestiones frívolas. Cuál sea comenta y cita numerosos episodios bíblicos que apoyan esta idea. relación a mí (...). Un ser situado más allá de todo atributo que
Galerio, quien inicialmente habría sido En el Diccionario filosófico, afirma: “De todas las religiones, la cris-
uno de los instigadores de la política de el camino correcto lo dilucida cada tuviera como efecto el cualificarle, es decir, el reducirle a aquello
hombre en privado. Sea o no por con- tiana es, sin duda, la que tiene que inspirar más tolerancia, aunque que tiene en común con otros seres, el hacer de él un concepto.”7
Diocleciano en este aspecto y como tal, hasta aquí los cristianos hayan sido los más intolerantes de todos
según las fuentes cristianas de la época, sejo de una Iglesia, si no hay íntima La otredad, a juicio de estos autores, se resiste al intento de ser
convicción, no hay salvación. “So- los hombres” (P. 497).
uno de los más decididos enemigos del Donde no hay razón, abunda la intolerancia. Existe, por tanto, una englobada o identificada bajo una totalidad (concepto), porque
cristianismo. Galerio murió cinco días lamente la fe y la sinceridad interior el otro se presenta bajo una relación de asimetría develando toda
procuran la aceptación de Dios”.4 estrecha relación entre la tolerancia y el espíritu crítico y racional
después de la promulgación del edicto. que nos conduce al conocimiento del mundo y de nosotros mis- búsqueda de la simetría como algo derivado, una suerte de neu-
El comienzo del texto evoca a la razón y III. mos; como conclusión de su tratado, Voltaire lo afirma: tralización de esa alteridad inicial. Y esta asimetría, la condición
al “buen sentido”: Otro autor que abordó directa- misma de la extranjeridad en tanto precedencia, representa una res-
“Sólo los espíritus razonables piensan noblemente; cabezas ponsabilidad originaria, imposible de ser expugnada o dispensada.
“Entre todo lo otro que por el bien y mente la problemática de la toleran-
coronadas, almas dignas de su rango, han dado grandes ejemplos El otro es anterior a mí y me interpela desde siempre. En una de las
la prosperidad de la cosa pública dispu- cia fue Voltaire (1694-1778). A través
en esta ocasión. Sus nombres serán señalados en los fastos de la líneas que recorren totalidad e infinito, Lévinas alude a esta condi-
simos, quisimos en el pasado armonizar de su tratado de la tolerancia y en los
filosofía, que consiste en el horror a la superstición, y en esa cari- ción en los simples términos de un “hacerse cargo” del destino de
todas las cosas con el derecho y el orden artículos “Fanatismo” y “Tolerancia”
dad universal que Cicerón recomienda: Charitas humani generis. Esa los otros.”8 O en palabras derrideanas:
público romano tradicional. También de su Diccionario filosófico nos encon-
caridad, cuyo nombre se ha apropiado la teología, como si sólo a
buscamos que, incluso los cristianos, que tramos con argumentos que confir- “Lo ineluctable del tercero es la ley en cuestión. Cuestión de
ella perteneciese, pero cuya realidad ha proscrito con frecuencia.
habían abandonado la religión de sus man y complementan la defensa de la la cuestión, cómo dirigirse al otro y desde el otro, al otro del otro,
Caridad, amor al género humano; virtud desconocida de los em-
ancestros, se reintegrasen a la razón y al tolerancia hecha por Locke. También, cuestión de una cuestión que, ciertamente no es la primera (llega
baucadores, de los pedantes que argumentan y de los fanáticos que
buen sentido.”2 aunque de menor importancia, escribió un extenso poema sobre la tras el sí al otro y el sí del otro) pero nada la precede. Nada, y sobre
persiguen” (P. 171).
tolerancia: La Henriade, en 1723, donde critica el fanatismo y sus todo, nadie.”9
La tolerancia es una virtud cristiana. El cristiano debe tolerar IV.
trágicas consecuencias.
al no cristiano, pero también al protestante. El término deriva del La acogida de la alteridad que estos autores postulan como
En el tratado, Voltaire parte del “asunto de Calas”, un caso John Stuart Mill escribió también una excelente defensa de la
latín tolerare (sostener, soportar) y define el grado de aceptación tolerancia y la libertad de pensamiento. Se trata del ya clásico es- condición de todo pensamiento, y más aún como condición de
real de persecución desatada contra una familia de calvinistas fran-
frente a un elemento contrario a una regla moral. Este término, la crito Sobre la libertad, elaborado en 1859. Mill desarrolla in extenso todo Yo, es descrita por Lévinas como una instancia que rebasa
ceses. En 1762 fue ejecutado el comerciante Juan Calas, bajo la
tolerancia, se va a erigir en un ideal fortísimo de la modernidad y una excelente defensa de la libertad de pensamiento. Esta libertad toda posibilidad de tematización, abriendo al Yo a partir de la idea
falsa acusación de haber asesinado a su hijo porque éste preten-
aquí cabe mencionar fundamentalemente a 3 autores clave, a saber, se basaría en el respeto a las opiniones ajenas y a la expresión de de infinito y rompiendo con la posibilidad de la totalidad. Con-
día convertirse al catolicismo. Voltaire narra una trama de suce-
Locke, Voltaire y Mill. las mismas. Se opone nuestro autor a todo tipo de censura, que tra la tesis hegeliana de incluir al otro a partir de una negatividad
sos, poniendo de manifiesto la intolerancia y el fanatismo de es-
II. tas acciones. Justamente la razón y la libertad como autonomía no conduce sino a la conversión de lo defendido en dogma, a una apresable - sintetizable - dialectizable en una totalidad, la posición
Históricamente, la primera noción en el sentido contemporá- vendrían a librar al hombre de estos yugos intelectuales. Mientras cristalización o congelación del pensamiento cuya consecuencia es levinasiana a este respecto es la postulación de una alteridad no
neo de tolerancia es la defendida por John Locke, quien elaboró existan pueblos y gobernantes intolerantes, habrá guerras, tumultos el alejamiento de la verdad, ya que ésta requiere la batalla con sus reductible a lo Mismo, un Otro que se presenta en la forma sen-
una de las más famosas y clásicas defensas de la tolerancia, se trata y, por tanto, desgracia. Por el contrario, la tolerancia proporciona contrarios para ser profundizada. Esta es una de las consecuencias sible del rostro, en el cara-a-cara. La fenomenología encuentra así
de la Carta sobre la tolerancia, publicada primero en latón en 1689 y http://es.wikipedia.org/wiki/Paz paz y prosperidad a la sociedad: negativas de la intolerancia. La censura, como manifestación de su límite en la apresentación que no puede asumir el carácter de

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docta ∙ ∙ laignorancia
docta ∙ 39
anclaje fenoménico para una empatía analogizante, sino solamente “¿Cómo podría aceptarse la tolerancia excepto como una tregua gunta es del extranjero, viene del otro, todo lo demás es derivado
»
Del Lector
como patentización de otro como Otro. intranquila, aceptable como alternativa al perpetuo de derrama- por eso hay respuesta. Una pregunta venida del extranjero y una
La irreductibilidad del otro a una negatividad, el rebasamiento miento de sangre, pero aun así, como una necesidad que es de la- pregunta dirigida al extranjero porque eso es lo interesante, es escu-
de la ontología que se presenta en la inaprensibilidad del otro, del
rostro10 del otro en su epifanía -y que permanece como condición
originaria-, es lo que constituye la hospitalidad para Levinas. La
mentar? La tolerancia pura parece haberse escapado de nosotros.”15

Contra la fetichización del otro que lo coloca en un lugar inma-


char la pregunta del extranjero para hacérsela al extranjero como si
el extranjero fuese ante todo aquel que plantea la primera pregunta
o aquel a quien uno dirige. Como si el extranjero, el espectro, fuese
El acompañamiento
hospitalidad es, pues, la situación de puesta en contacto con un
otro no tematizable que se patentiza como precedencia y que, por
tanto, exige una responsabilidad no deslindable. Es por ello que
culado, la temática de la hospitalidad parte de ese conflicto original
e inerradicable que todo pensamiento de la alteridad conlleva. En
las pocas referencias en la obra derrideana de este término, el autor
ante todo aquel que plantea la pregunta, el que marca la huella sin
origen, aquel a quien uno dirige la primera pregunta, como si el
extranjero fuera el ser en cuestión, la pregunta misma del ser en
terapéutico
Derrida señala que totalidad e infinito es fundamentalmente (y aún
cuando no sea el término más recurrente al interior de sus páginas)
un tratado sobre la hospitalidad11… y quizás un heme aquí es la
siempre hace referencia a la connotación cristiana del mismo16 y a
su fuerte componente paternalista. Debemos agregar que subyace
a esta noción, en la mayoría de los casos, una concepción del otro
cuestión, el ser pregunta o el ser en cuestión de la pregunta o sea
poner la pregunta en cuestión pero también aquel que al plantear
la pregunta me pone en duda. Pero ¿cómo se puede ser anfitrión
como lazo social
respuesta derrideana a Levinas, en su Palabra de acogida. La hospi-
talidad es este sí al otro, en tanto significa la pura afirmación de
una patencia originaria e inescindible, de una huella anterior a mí,
como igual, como alter-ego. La igualación en las perspectivas de lo
inter-subjetivo (como en el caso de las éticas universalistas) elimina
la diferencia y el otro deviene un igual cuando no en acto, al menos
de un otro absolutamente diferente? O, retomando lo anterior, si
ese huésped es lo otro de mí, en la forma del asedio, ¿cómo puedo
entonces disponer adecuadamente su espacio? ¿No sería mejor que
en la época actual
pero que, lejos que manifestar la revelación de un fundamento, es en potencia. En otras palabras, siendo el otro diferente de mí desde disponer un espacio, dejar que el otro disponga? por GiSela paola SayaGo
la imposibilidad de comprender a ese otro que me concierne. El sí una situación contingente –porque el otro es sustancialmente igual-

»
a lo otro no es más que la afirmación de una alteridad que me pre- las diferencias radicarían en una situación de asimetría que, en úl- “La pregunta de la hospitalidad comienza ahí: ¿debemos exigir
cede y con la cual me encuentro desde siempre en una situación de tima instancia, representaría el intento de perpetuación de ciertas al extranjero comprendernos, hablar nuestra lengua, en todos los Tendría que haber alguien que nos apoye,
deuda no saldable, aun cuando la niegue o quiera capturarla bajo diferencias por sobre otras. Por lo tanto, una ética de la tolerancia se sentidos del término, en todas sus extensiones posibles, antes y a que nos aliente, que a veces nos oponga algo,
un horizonte intersubjetivo. revelaría –por la patentización de la diferencia como un elemento fin de poder acogerlo entre nosotros? Si ya hablase nuestra lengua,
La evidencia de la fuerte impronta levinasiana en los pensa- constitutivo de toda subjetividad e intersubjetividad- como la so- con todo lo que esto implica, si ya compartiésemos todo lo que se alguien que comparta con nosotros.
mientos derrideanos de la hospitalidad describe, no obstante, un brevaloración de ciertas diferencias por sobre otras: comparte con una lengua ¿sería el extranjero todavía un extranjero Alguien que no sea ni nuestra sombra
desplazamiento significativo de tal herencia. Frente a las caracte- y podríamos hablar respecto de él de asilo o de hospitalidad?”19 ni siquiera nuestro complemento;
rizaciones levinasianas metafísicas de la separación entre Mismo y “La tolerancia es ante todo un acto de caridad. Caridad cristiana, sino alguien por sí mismo.
Otro12 como separación del ser, el otro derrideano adopta la forma por consiguiente, incluso si puede parecer que judíos y musulma-
ilocalizable del asedio, descrito quizás oblicuamente mediante al- nes se apropian de ese lenguaje. La tolerancia está siempre del lado Alguien que nos deje en completa libertad
gunas figuras que en la retórica de una cierta teología negativa, de “la razón del más fuerte”; es una marca suplementaria de sobe- y que nos obligue,
aquella que intenta señalar sin determinar, disponen la apertura ranía; es la cara amable de la soberanía que dice, desde sus alturas,
-
1 Gabriela Balcarce es doctora en filosofía por la UBA, ayudante de primera en “Fun-
damentos de filosofía” en la misma universidad y becaria postdoctoral del CONICET. sin embargo, a ser plenamente lo que somos.
de lo otro bajo el intento (imposible) de la no-identificación. Ex- al otro: yo te dejo vivir, tú no eres insoportable, yo te abro mi casa, Actualmente su investigación versa sobre la filosofía derrideana, específicamente sobre su
Marguerite Yourcenar. “Memorias de Adriano”
reflexión ético-política.
tranjero, espectro, habitante de duelos imposibles, en cada una de estas pero no lo olvides: yo estoy en mi casa [...].”17 2- The Center for Medieval Studies, Medieval Sourcebook: Galerius and Constantine:
figuras, hallamos, en primer lugar y aquí siguiendo a Levinas- el Edicts of Toleration 311/313.
El cachorro humano ingresa al mundo en un estado inicial de
3- J. Locke, Ensayo sobre la tolerancia y otros escritos sobre ética y obediencia civil, trad. Blanca
compartir de un elemento, a saber, la deconstrucción de la figura Quizás una de las más interesantes éticas universalistas –y deu- Rodríguez López y Diego A. Fernández Peychaux. Madrid, Biblioteca Nueva, 2011, p.26 desvalimiento e indefensión debido al cual resulta ineludible el
del otro como un alter-ego, del enfrentamiento de dos conciencias. dora de este principio de tolerancia en estos tiempos- sea la del 4- Idem, p.33.
encuentro con un otro, adquiriendo éste una función crucial en lo
5- Voltaire, Tratado sobre la tolerancia, Buenos Aires, Losada, 2003, p.33.
Sin embargo, a esta situación de asimetría y opacidad como carac- filósofo alemán Jürgen Habermas, donde la temática de la alteridad 6- Idem, p.39. relativo a la estructuración del psiquismo del sujeto a advenir. Si
terísticas fundamentales que lo distanciarían de una mirada moder- es abordada exhaustivamente en obras como La inclusión del otro. .
7- Levinas, E., Entre nosotros Ensayos para pensar en otro, trad. José Luis Pardo, Valencia,
bien estas etapas tempranas en la vida de un niño no serán nunca
Pre-textos, 1993, p.46. Otra alusión al carácter inaferrable del Otro puede leerse también
na del sujeto, debemos agregar, a su vez –y aquí quizás estuviera la Estudios de teoría política (1998). Sin embargo, la concepción de la en la p. 21: “El encuentro con el otro consiste en el hecho de que, no importa cuál sea la sin consecuencias, la construcción de la subjetividad continuará a
distancia que intentábamos señalar-, la no-separación de “mismo” tolerancia es deudora de la noción de del sujeto moderno, del otro extensión de mi dominación sobre él y de su sumisión, no lo poseo.”
lo largo de toda su vida.
8- Levinas, E., Entre Nosotros, ed. cit., p. 129.
y “otro” y, por tanto, la imposibilidad de mantener un ámbito in- como un sujeto enfrentado a otro sujeto que soy yo mismo. Por 9- Derrida, J., Adiós a Emmanuel Lévinas. Palabra de acogida, trad. Julián Santos Guerrero, De estas etapas tempranas, destacamos la función materna, o
contaminado de la mismidad, e inclusive de interioridad, abriendo su parte, en el caso de la hospitalidad, nos encontramos con un Madrid, Trotta, 1998, p. 50.
sea, la identificación del niño al objeto de deseo de la madre – o
10- Cabe señalar que el término “rostro” es utilizado por Levinas para nombrar de algún
la ontología a otras modalidades de existencia para poder desde allí pensamiento en consonancia con la temática de la alteridad, de su modo la presentación sensible del Otro, de aquel ser que se me presenta como anterior de quien realice esta función- objeto de deseo que es el falo, y la
pensar nuevos espacios intermedios entre el ser y el no-ser: “[…] y afirmación radical. La hospitalidad representaría la apertura incon- e inapresable a la conceptualización. Es la presencia de un ser independiente de mi
consecuente ilusión de completud en donde la madre siente que
existencia, “la identidad misma de un ser. Se manifiesta en ella a partir de sí mismo, sin
que decir “el no-ser es” sigue siendo un desafío a la lógica paterna dicionada a toda otredad, es decir, su afirmación radical. Siendo concepto.” (Levinas, Entre nosotros, ed. cit., p.46) Y también: “Oponemos la significación no le falta nada y el niño se identifica, en un primer tiempo, al falo
del Parménides, un desafío venidero del extranjero.”13 que el otro resulta opaco y, por tanto, asimétrico a mí, la hospitali- del rostro a la comprensión y significación que se captan a partir del horizonte” (p. 22).
Retomando la crítica de heideggeriana14 acerca de la presencia dad constituiría la afirmación de ese otro y su respeto, pese a la con- 11- Derrida, J., Adiós a Emmanuel Levinas, ed. cit., p. 47 . que la completaría. Luego, en un segundo tiempo, entra en escena
12- El esquema metafísico levinasiano se presenta en oposición a los desarrollos de para el niño el padre o la persona que ejerza la función paterna,
como una existencia cósica propia de la subjetividad moderna, De- dición inevitable de la incomprensión. Un resto no-dialectizable, carácter ontológico. Lévinas señala que antes de toda ontología –que representaría aquella
que en un primer tiempo está velado desde la perspectiva del niño,
rrida explora otras modalidades de existencia del otro, delimitando una pérdida que no querríamos resignar. Pero, ¿cómo es posible ser ciencia que pretendería englobar la totalidad del ser- y rebasando toda manifestación
fenoménica, Mismo y Otro son modalidades metafísicas originarias, que sólo pueden pero ahora interviene con una doble prohibición: a la madre, la
desde allí una topografía algo extraña, aquella que paradójicamente hospitalario allí donde el otro no sólo no es un igual-a-mí, sino que existir separadas, an-árquicas. Estas dos modalidades no pueden ser sintetizadas entre sí, priva del objeto fálico, el niño; y a éste de su objeto de deseo. De
des-localiza al otro, es decir, intenta de algún modo caracterizar el se resiste a la identificación? Pareciera que justamente la diferencia pese a los continuos intentos fallidos del Mismo por absorber al Otro en una totalidad.
La manifestación del Otro se presenta como inapresable y en este sentido como pura esta manera, la pérdida de la identificación del niño con el valor
lugar del otro como un no-lugar, como una existencia a la cual no imposibilita la hospitalidad dado que desplaza cualquier intento de presencia del sujeto. El rostro del otro se manifiesta en un continuo rebasamiento de fálico - la castración simbólica-, la destitución del niño de aquello
es posible asignar un lugar, un espacio. En este sentido, la topo- acercamiento con el otro, de cuidado para-con el otro. Pareciera las formas: “...manifestarse como rostro es imponerse más allá de la forma, manifestada
como puramente fenomenal, presentarse de una manera irreductible a la manifesta- que creía ser, será posible en tanto y en cuanto haya una madre
logía de la alteridad es la topología de lo ilocalizable. El corolario no ser posible una hospitalidad plena, que persiguiera el absoluto ción...” (Levinas, E., Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad, trad. Daniel E. Guillot, que se muestre en falta, que desee algo más allá de su hijo, que
de estos desarrollos es justamente el desdibujamiento de un límite acondicionamiento de un espacio destinado al confort del habitar Salamanca, Sígueme, 2002, p. 213). Otro de los elementos que separan a la perspectiva
levinasiana de la derridiana y al cual no nos abocaremos sino solo oblicuamente es la vaya y venga produciéndose así un fort-da y deje lugar para que
preciso entre la mismidad y la alteridad: el otro no es entonces del huésped. Evocamos las primeras palabras del famoso libro de idea de que la llamada del rostro del otro, para Lévinas, debe ser respondida a partir de la surja en el niño la pregunta por el deseo del otro. En este sentido,
deslindable del sí-mismo y, por lo tanto, la identidad o el intento Derrida, La Hospitalidad: La pregunta del extranjero, ¿no es una pre- fraternidad (concepto que Derrida se encarga de deconstruir detalladamente en Políticas
de perpetuar una identificación provisoria se encuentra constante- gunta de extranjero? ¿Venida del extranjero? La pregunta del otro, ¿no
,
de la amistad a partir de gran parte de la obra fundamental de Carl Schmitt). Y esta entendemos la función paterna como la eficacia de la ley de prohi-
fraternidad está ligada fundamentalmente a un parentesco originario: la pertenencia a la bición del incesto que recae sobre el deseo de la madre y del niño.
mente en un callejón sin salida. El otro asedia bajo la modalidad viene del otro?18 comunidad del Padre. Ver Totalidad e infinito, p. 228.
13- Derrida, J. La hospitalidad, trad. Mirta Segoviano, Buenos Aires, Ediciones de la Flor, Ahora bien, cómo se mencionó anteriormente, el pasaje a tra-
del espectro. Antes de decir “la pregunta” habría entonces tal vez que precisar 2000, p. 15. vés de estos tiempos lógicos van a dejar sus huellas en el sujeto, no
pregunta “del extranjero” es decir, ver ese genitivo que significa. 14- Desarrollos que ya desde Ser y Tiempo es posible encontrar, cuando Heidegger
tematiza la modalidad de existencia del Dasein, pero fundamentalmente en “La época de sólo a partir de la eficacia de las función paterna y materna sino, y
VI. Cómo entender esta diferencia de acento entre lo que sería una la imagen del mundo” (Heidegger, M., Caminos del bosque, trad. Helena Cortés y Arturo sobre todo, a partir de sus fallas. Fallas que permiten el movimien-
El riesgo de un pensamiento del otro nos lleva muchas veces a metafísica de la alteridad y la efectividad de que la pregunta venga Leyte, Madrid, Alianza, 1995), donde el filósofo alemán analiza profundamente las
to, la aparición de algo que no se reduce a lo predeterminado ni
concepciones metafísicas tradicionales para luego realizar una crítica que será uno de los
la alucinación ingenua de que el encuentro con el otro puede ser del otro. “La pregunta del extranjero” es urgente abordarla como legados más importantes de su filosofía . es anticipable a priori, “puntos de vacío” que representan aquellos
verdaderamente pacífico, más aún, de que sólo allí, cuando hay tal, pero antes de ser una cuestión o una pregunta a tratar antes de 15- T. M. Scanlon, Difficulty of Tolerance, Cambridge University Press, 2003, p.189.
resquicios por donde se filtra la elección del sujeto y distintas con-
16- La filosofía en una época de terror. Diálogos con Jürgen Habermas y Jacques Derrida, trad. de
paz, hay encuentro. Creemos que a veces la paz es el espacio privilegiado designar un concepto, un tema, un problema, un programa, la pre- J.J. Botero y L.E. figuraciones de los mismos elementos son posibles constituyéndo-
para los cementerios y que el vivir-con-otros conlleva una dimensión de gunta del extranjero es una pregunta del extranjero es decir, antes 17- Idem, p.185. Hoyos, Buenos Aires, Taurus, 2004, p. 184.
se como terrenos fecundos de intervención.
18- J. Derrida, La hospitalidad, trad. M. Segoviano, Buenos Aires, De la Flor, 2000.
conflicto inherente, política. Porque: de que nosotros teoricemos, pensemos, conceptualicemos, la pre- 19- La Hospitalidad, p. 21.

40 ∙ laignorancia
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docta ∙ 41
continuidad de su discurso conciente” (Pág. 251, Escritos 1). Sabe-
mos que en un momento más avanzado de la enseñanza de Lacan,
con el establecimiento de los cuatro discursos, llega a “desnudar la
verdad de la relación intersubjetiva: esta es fundamentalmente lazo SUSCRIPCIONES
social”1. EN CAPITAL FEDERAL, GBA, Y RESTO DEL PAIS
En suma, el psicoanálisis constituye un lazo social.
Si aceptamos las dos premisas anteriormente expuestas – el AT
SI ES DE SU INTERES RECIBIR LA DOCTA
como vínculo creador y el psicoanálisis como lazo social- podría-
mos pensar el dispositivo de AT como una forma de lazo social que IGNORANCIA EN SU DOMICILIO ENVIENOS
promueve, crea y sostiene nuevos y distintos entramados pudiendo SU PEDIDO A ladoctasuscripciones@gmail.com
dar lugar a la aparición del “acontecimiento” en los términos de
“azar” y “complejidad” que plantea Badiou. Es decir, el aconteci-
miento como una construcción (distinta del hecho) que se puede
A vuelta de correo recibirá la información necesaria
ponderar en forma retroactiva y que da cuenta de una ruptura, de para suscribirse a la misma.
un vacío de situación, de un quiebre en relación a un devenir más
o menos equilibrado. Costo en Capital y GBA $35
El acompañante terapéutico, en ese sentido, se constituye como
un testigo activo que maniobra insertándose en algún intersticio Resto del Pais: $35+ costo de envio
vacante que ese vacío de situación no pudo llenar y desde el cual,
en el mejor de los casos, podrá apuntalar al paciente a poder hacer PARA EL PROXIMO NUMERO PIDA EL Nº 1
algo diferente con lo que el dolor hizo de él. “Si bien el acompa-
DE NUESTRA REVISTA EN EDICION DIGITAL
ñante terapéutico viene a ocupar un sitio vacante, carenciado, no
es su posibilidad ni es su función aportar literalmente lo que en su “EL AMOR”
momento no fue brindado. Lo perdido es irrecuperable. Pero lo

laignorancia
docta
que no puede ser recuperado puede en cambio ser suplido. Donde
no hay reposición puede haber recomposición”2.
Asistimos a una época caracterizada por la pérdida de referen-
tes, la caída de semblantes, la labilidad de los vínculos sociales y la
precariedad de las redes de contención cuyo trasfondo es un impe-
rativo de goce, un ideal de “sujeto libre” dueño y soberano de si,
donde se trata de “si uno está feliz, cómo ser más feliz aún. Enton-
ces la pregunta por el más, la pregunta por el encore, no cesa”3.
En la misma línea, Jaques- Alain Miller plantea el sexto de los
paradigmas del goce que denomina: “No hay relación”, no hay rela-
ción del significante y el significado, del goce y del Otro, aquellos
términos que garantizaban la conjunción – el Nombre del Padre, el
falo- son reducidos a simples conectores. La intersección marcada
por un vacío que Miller ubica en los dos círculos de Euler es plau-
La palabra “intervención” deriva del latín y está compuesta por sible de ser llenada con algo del orden de la “invención” del sujeto
tres elementos, a saber: el prefijo inter: entre; el verbo venire: venir para enfrentar lo injustificable de la existencia.
y el sufijo ción: acción/efecto. Es decir, alude a la acción y al efec- Siguiendo a Miller y Laurent, este panorama que atañe a la
to de venir-entre: entre la repetición y la novedad. Teniendo en “esfera pública” puede tener distintos efectos a nivel subjetivo de
cuenta esta etimología, podríamos emparentar la intervención a la acuerdo a la singularidad de cada quien. Ante algunos casos de pa-
invención y pensarlo como aquel territorio en el que el dispositivo cientes que presentan importantes padecimientos psíquicos; cuya
de Acompañamiento Terapéutico (AT), en tanto vínculo creador, re-inserción social parece prácticamente inverosímil o que, por dis-
cobra su máxima potencia. tintas circunstancias, su subjetividad ha sido avasallada quedando
En el curso El Otro que no existe y sus comités de ética, Jaques- cosificada bajo el estigma de un diagnóstico, es posible que se so-
Alain Miller y Éric Laurent, a propósito del libro de John Searle licite allí la intervención de algún profesional en el lugar de acom-
“La construcción de la realidad social”, proponen el reconocimiento pañante terapéutico que oficie de puente con aquello que aún es
de ésta – de la realidad social- como una condición ya inscripta en posible “recomponer”.
la relación fundamental entre el sujeto y el Otro y sostienen: “La En resumen, se trata de una apuesta ligada a la posibilidad de
relación del sujeto y el Otro transcribe primero una relación de instaurar un un vínculo con un otro que es semejante y ajeno a
intersubjetividad, pero, en el lugar del Otro, este esquema concep- la vez y que allane el terreno para que distintas “invenciones” se
tual, inscribe muchas otras instancias.” (Pág. 165) pongan en marcha.
Previo a la formalización de los cuatro discursos, Lacan recupe-
ra el término “intersubjetividad” para designar la perspectiva que se Bibliografía
· Badiou, A (1999) El Ser y el Acontecimiento. Buenos Aires, Argentina: Editorial Manantial.
realiza entre el sujeto y el Otro, no entre dos sujetos, o sea no una · Kuras de Mauer, S. y Resnizky, S (2005) Territorios del acompañamiento terapéutico. Buenos EDICIONES DE ARTE · MARKETING · EVENTOS
relación dual, sino la “intersubjetividad” que implique “al menos Aires, Argentina: Editorial Letra Viva.
· Lacan, J. (2007) Escritos 1. Buenos Aires, Argentina: Editorial Siglo XXI.
tres”. En el Seminario sobre La carta robada, Lacan ubica: “Así, · Lacan, J. (2008) El seminario, Libro 20, Aun. Buenos Aires, Argentina: Editorial Paidós.
para demostrar a nuestros oyentes lo que distingue de la relación · Laurent, E. (2011). La ley de hierro del superyó. Entrevista a Eric Laurent. http://revistaenlaces.
com.ar/archivos/enlaces_y/la_escuela/La_ley_de_hierro_del_superyo-E_Laurent.pdf
dual implicada en la noción de proyección a una intersubjetividad · Miller, J. A. (1998) El otro que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires, Argentina: Edi-
verdadera.” (Pág. 66, Escritos 1). Partiendo de esta relación entre torial Paidós.
· Miller, J. A. (2000) El Lenguaje, aparato de goce. Conferencia en Nueva York y cursos en París.
el sujeto y el Otro, Lacan proporciona la primera definición del Buenos Aires, Argentina: Colección Diva.
inconsciente como transindividual, como el discurso del Otro, que · Rossi, G (2010) Acompañamiento terapéutico. Lo cotidiano, las redes y sus interlocutores. Buenos
Aires, Argentina: Editorial Polemos.
preexiste al individuo y no posee en él su fuente. En Función y
campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis, Lacan nos dice: “El 1- Miller, J. A. (1998) El otro que no existe y sus comités de ética, pág 126.
2- Kuras de Mauer, S. y Resnizky, S (2005) Territorios del acompañamiento terapéutico, pág 60.
inconciente es aquella parte del discurso concreto en cuanto tran- 3- Entrevista para CIEC, Centro de Investigación y Estudios Clínicos de Córdoba
sindividual que falta a la disposición del sujeto para restablecer la (Argentina). (30/01/2011)

42 ∙ laignorancia
docta ∙
Goces:
disfrutar o padecer
De la represión primaria a la castración
en la clínica psicoanalítica
de Benjamin Domb
FUNDADOR DE LA ESCUELA FREUDIANA DE BUENOS AIRES

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