El Conducto Anal

Es la porción terminal del intestino grueso y se extiende desde la cara superior del
diafragma pélvico hasta el ano, El conducto anal mide entre 2.5 y 3.5 cm de longitud,
comienza en el ámpula o ampolla rectal, se estrecha a la altura del bucle en forma de U
creado por el músculo rectal. El conducto anal está rodeado por los esfínteres interno y
externo del ano, desciende en sentido posteroinferior entre el ligamento anococcigeo y el
cuerpo perineal. El conducto anal se colapsa salvo el paso de las heces, los dos
esfínteres deben de relajarse para la salida de las heces.
El esfínter externo del ano: Es un gran esfínter voluntario grande que forma una banda
ancha a cada lado de los dos tercios inferiores del conducto anal. Este esfínter se funde
en la cara posterior, con el músculo puborrectal y está inervado sobre todo, por S-4 a
través del nervio rectal inferior.

Esfínter anal interno: Es un esfínter involuntario que rodea dos tercios superiores del
conducto anal. Se trata de un engrosamiento de la capa de musculo circular y está
inervado por fibras parasimpáticas que viajan por los nervios esplácnicos de la pelvis. El
esfínter tiene una contracción tónica durante la mayor parte del tiempo, para evitar el paso
de líquido o de flato, sin embargo, se relaja con la presión de las heces o del gas que
distiende la ampolla rectal, y obliga a la contracción voluntaria del músculo puborrectal y
del esfínter externo del ano si no se desea la defecación.

Dentro del conducto anal la mitad superior de la mucosa se caracteriza por una serie de
crestas longitudinales o columnas anales, las cuales contienen las ramas terminales de la
arteria y vena rectales superiores. La unión anorrectal, señalada por los extremos
superiores de las columnas anales, es el lugar donde el recto se junta con el conducto
anal. En este punto, la ampolla rectal ancha se estrecha de forma súbita a su paso por el
diafragma pélvico. Los extremos inferiores de las columnas anales están unidos por
valvas anales. Encima de estas valvas se encuentran pequeños recesos o senos anales,
los cuales exudan una mucosidad tras su compresión por las heces, por eso este moco
facilita la evacuación. El límite inferior de las valvas anales, con forma de peine, crea una
línea irregular llamada línea pectínea, la cual denota la unión de la porción superior la cual
deriva del intestino posterior embrionario y la parte inferior derivada del proctodeo
embrionario, ambas porciones se diferencian en su irrigación e inervación obedeciendo a
su origen embrionario.

La arteria rectal superior irriga la porción superior del conducto anal por arriba de la línea
pectínea.

Las dos aterías rectales inferiores nutren la porción inferior del conducto anal, así como
los músculos circundantes y la piel.

Las arterias rectales medias colaboran en la irrigación del conducto anal, al crear
anastomosis con las arterias rectales superior e inferior.
Drenaje venoso y linfático del conducto anal.

El plexo venoso rectal interno drena en ambas direcciones desde el plano de la línea
pectínea. Por encima de esta línea, el plexo rectal interno drena sobre todo a la vena
rectal superior afluente de la vena mesentérica inferior y al sistema portal.

Debajo de esta línea, el plexo rectal interno drena sobre todo a las venas rectales
inferiores, afluentes del sistema de la vena cava, alrededor del margen del esfínter
externo del ano.

Las venas rectales medias, afluentes de las venas iliacas internas, drenan sobre todo la
muscular externa de la ampolla y crean anastomosis con las venas rectales superior e
inferior.

Por encima de la línea pectínea, los vasos linfáticos drenan a los ganglios iliacos internos
y, a través de estos, a los ganglios iliacos comunes y lumbares. Por debajo de la línea
pectínea, vasos linfáticos drenan a los ganglios inguinales superficiales.

Inervación del conducto anal.

La inervación del conducto anal en la porción situada por encima de la línea pectínea es
visceral y procede del plexo hipogástrico inferior por medio de sus fibras simpáticas y
parasimpáticas. La parte superior del conducto anal sólo muestra sensibilidad para el
estiramiento.

La inervación del conducto anal en la porción situada por debajo de la línea pectínea es
de tipo somático y proviene de los nervios rectales inferiores, ramos del nervio pudendo.
Por eso, esta parte del conducto anal es sensible al dolor, al tacto y a la temperatura.