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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA

VICERRECTORIA ACADÉMICA CSTA


DECANATO DE POSTGRADO
ÁREA DE CIENCIAS JURÍDICAS

ANTEPROYECTO DE TESIS PARA OBTAR POR EL TITULO DE MASTER EN


DERECHO PROCESAL CIVIL

EL REFERIMIENTO COMO GARANTÍA FUNDAMENTALMENTE


IMPLÍCITA

Sustentante:

Nicolás R. García Leroux

2008-5465

Juan Biaggi Lama

Jesús Elías Michelen

Santo Domingo, D. N., República Dominicana.

Martes 6 de Marzo del 2018


Índice

Título: El Referimiento como garantía

fundamentalmente implícita
Tema: la coexistencia de las figuras del referimiento y el amparo civil como garantías en el
ordenamiento jurídico dominicano

Capitulo I: El referimiento y amparo civil en el ordenamiento jurídico dominicano

Sección A: Rol del referimiento en materia civil


(INTRODUCIR LA SECCIÓN)

1. Análisis de la figura del referimiento

2. Referimiento como vía para tutela de derechos fundamentales

Sección B: Rol del amparo en materia civil como “juicio de garantías”

1. Disposiciones constitucionales relativas al amparo


2. 1.1 Valoración probatoria en materia de amparo.
3. 1.2 Requisitos de admisibilidad de la acción.
4. 1.3 Sujeto habilitado para accionar en Amparo.
5. 1.4 Objeto de protección de la Acción de Amparo.

2. Naturaleza jurídica del amparo en materia civil


2.1 Competencia
2.2 Partes del Amparo Civil.
2.3 Los recursos contra la sentencia de amparo.

Capitulo II: La coexistencia de las figuras del referimiento y del amparo civil

Sección A: Delimitación de ----

1. Casos de inadmisión del amparo civil en el proceso


2.

Sección B: Casos de --- por la coexistencia de las figuras ----

1. Criterios legales
2. Criterios jurisprudenciales
Introducción
El ordenamiento jurídico dominicano viene creado por la coexistencia de varios sistemas
jurídicos. Esto los cuales el abogado dominicano ha aprendido a convivir con estos y sus
peculiaridades. Estos no significa un problema, porque en la marcha se ha verificado uno con
el otro por lo que en ocasiones es una ventaja.

En la Republica Dominicana si se intenta apreciar porque hay una coexistencia de sistemas


jurídicos, debemos echar páginas para el asado y conocer bien la historia del país, ej: La
España Boba, La Ocupación Haitiana, etc. Si analizamos bien los cambios políticos y sociales
que tuvo la isla y la influencia que todas estas variantes y hechos repercutieron en el sistema
jurídico que ha tomado como suyo el país no tendríamos dudas de porque las cosas proceden
en el país a su manera.

Por estos motivos realizo un breve análisis sobre ambas figuras jurídicas, sus delimitaciones,
competencia, admisibilidad como ambos son recursos. Realizando una descripción
fundamental de ambas figuras dentro de nuestra legislación y sobre poniéndolos uno al otro,
demostrando su afinidad y parentesco al momento de velar por la tutela eficaz de los derechos
y garantías fundamentales.

Por lo que, principalmente describiré ambas figuras en las áreas de interés con la finalidad
de este tema y sus objetivos, determinando cuáles son sus funciones dentro del ámbito de
protección de los derecho humanos y cuál sería su carácter uno frente al otro, cuál sería la
vía idónea para ejercer cada figura. Y que cambios deben de realizarse a estos efectos en el
sistema jurídico dominicano.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En nuestro ámbito jurídico tenemos dos figuras muy parecidas destinadas a salvaguardar los
derechos de las personas, específicamente derechos que necesitan ser atendidos con urgencia
o a brevedad.
En relación al Amparo Civil tenemos claro que esta figura se encuentra regulada por las leyes
137-11 de organización judicial, que establece el procedimiento a seguir ante esta figura
jurídica tanto como la ley 437-06 que crea dicha figura. Pero el problema ocurre en que el
articulo Artículo 70 de Causas de Inadmisibilidad. Establece que “El juez poderado de la
acción de amparo, luego de instruido el proceso, podrá dictar sentencia declarando
inadmisible la acción, sin pronunciarse sobre el fondo, en los siguientes casos: 1) Cuando
existan otras vías judiciales que permitan de manera efectiva obtener la protección del
derecho fundamental invocado.”
Lo que produce una inadmisibilidad previa al fondo de la demanda en el momento en que se
encuentre algún otro recurso judicial que puede defender este derecho fundamental que tiene
esta persona.

Y si nos remontamos a la Figura del referimiento establecida en la ley 834 de procedimiento


nos damos cuenta que esta figura está abierta a todas las posibles vías de brevedad que
requieran de urgencia y no se toque fondo a excepción de la rama penal que está protegida
por el habeas corpus.

Lo que agregándole el artículo 110 “El presidente puede siempre prescribir en referimiento
las medidas conservatorias que se impongan, sea para prevenir un daño inminente, sea para
hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita.” Donde se puntualiza el norte que busca
conseguir esta figura, nos damos cuenta del conflicto que existe.

Por lo que ahí encontramos la problemática, ya que ambas figuras persiguen un mismo fin e
incluso una es inadmisible si existe otro recurso, según establece el artículo 70 numeral de
la Ley 137-11, sobre l Organización del Tribunal Constitucional.

OBJETIVOS
- Precisar la situación de la inadmisibilidad del recurso.
- Establecer los límites del referimiento y del amparo civil.
- Indicar la Naturaleza de ambos recursos.
- Establecer la vía idónea para resolver el conflicto.
- salvaguardados los derechos de los seres humanos.

MARCO TEÓRICO
La investigación planteada en el presente anteproyecto tiene como fundamento la
coexistencia entre el referimiento y el amparo civil, de cara a la inadmisibilidad del recurso
de amparo civil del cual versa la ley 137-11 sin juzgar el fondo.
En este caso, la doctrina y jurisprudencia dominicana, francesa y argentina han versado
posibles soluciones de las cuales nos vamos a referir en nuestra investigación para determinar
cuál debe ser el mecanismo adecuado que debe canalizar ambas figuras, se precisa conocer
la naturaleza del recurso y su génesis, para conforme al orden procesal vigente, aportar un
tratamiento coherente. Partiendo de los escenarios planteados por los doctrinarios, así como
la jurisprudencia del caso que compete.

ASPECTOS METODOLÓGICOS
La presente investigación propuesta, tiene un amplio alcance, en vista de que el tópico versa
sobre un área poco estudiada o analizada en nuestro ordenamiento. A la vez, presente un
carácter explicativo en su estudio, debido que al no haber un gran acopio de conocimientos
sobre el tema, es debido encontrar las razones y motivos que sustentan el hecho de restringir
el recurso de impugnación en relación a las sentencias que versan sobre competencia.
Para este estudio, emplearemos de cara a la investigación, fuentes secundarias, tales como
libros de doctrinarios expertos en la materia, decisiones jurisprudenciales emitidas por
tribunales franceses y dominicanos, así como leyes, códigos que tienen estrecha relación con
la problemática y artículos webs de autores acreditados.
Estas informaciones serán esbozadas de forma únicamente escrita, guardando coherencia y
lógica entre cada una de ellas, con el propósito de dar con los objetivos planteados de forma
precisa y clara.

JUSTIFICACION

Es de mucho interés profundizar sobre estas figuras que se encuentran actualmente


coexistiendo en un mismo fin. Nosotros tenemos como fin demostrar la operatividad de
ambos recursos y discernir de cómo debe ser regularizado para que siempre sean utilizados
correctamente.

Capítulo 1: Referimiento y amparo civil en el ordenamiento jurídico dominicano

Sección A: Rol del referimiento en materia civil

El origen del referimiento se verifica en 1685 mediante la organización de la práctica del


“Chatelet en autorisant dl lieutenant civil a statuer par provision”1, como respuesta a la
lentitud de los procesos que existían en cuanto a la justicia ordinaria, del cual se tenía la
práctica de apoderar a los fines de que luego de haber escuchado a las personas en audiencia,
se pudiera adoptar alguna medida que trajera consigo alguna solución provisional para
aquellos casos que tenían la característica de urgencia. Los lieutenants, eran considerados
como magistrados y los que eran designados a la materia civil, tenían audiencias fijadas los
miércoles y sábados para la expedición de causas urgentes como lo era la evacuación de
lugares, ejecuciones mobiliarias, honorarios médicos, asuntos domésticos, pensiones, salario
de obreros y artesanos, asi como tambien venta de provisiones como granos, harina, carnes,
pescados, vino, y otros artículos necesarios, entre otras necesidades de la época en cuestión.

Cabe destacar, que en esta época, estas demandas no podían sobrepasar el límite pecuniario
de 1000 libras. Es preciso establecer que en ciertos casos de naturaleza urgente, el juez o
lieutenant podía ordenar la comparecencia de partes cuando el caso lo ameritaba. Es a partir
de esto, que el Código de Procedimiento Civil, pasa a codificar este procedimiento en
Francia. El referimiento surge en Francia como una “vía rápida de solución de conflicto
coincidente con la etapa del Liberalismo económico impulsado por Luis XIV de Francia”2.

El referimiento civil es un procedimiento contradictorio a través del cual se puede obtener


cualquier medida que no enfrenta ninguna disputa seria o que esté justificada por la existencia
de una diferencia. Se dice que el juez del referimiento es el juez de lo obvio y lo indiscutible.

Cuando una situación así lo requiera, el juez que conozca la solicitud de medidas de
referimiento podrá autorizar medidas conservatorias u ordenar la reincorporación para evitar
un daño inminente o para detener un desorden que es claramente contrario a la ley. Es preciso
establecer que si “la urgencia es el criterio tradicional de la intervención del juez de los
referimientos y su razón de ser inicial, ya que estatuir en un litigio que necesita la
intervención rápida de un juez es la primera justificación de la institución”3, lo que se debe

1
CEZAR-BRU, Ch et al., La Jurisdiction du Président du Tribunal. Tome I. Des Référes. P. 21-23
2
BIAGGI LAMA, J. El referimiento como mecanismo de protección jurisdiccional de los Derechos
Fundamentales. P. 53
3
ESTEVEZ L., Napoleón. Ley No. 834 de 1978, Comentada y anotada. P. 833
entonces es determinar y constatar que verdaderamente se considera como
urgente,atendiendo a la apreciación del juez.

El Referimiento es un procedimiento excepcional, una vía de acción, de carácter


contradictorio, que tiene por finalidad obtener de un juez una medida provisional a fin de
preservar derechos en diversos casos, como una circunstancia de urgencia, dificultades en la
ejecución de una sentencia o de un título ejecutorio, medidas conservatorias con el fin de
prevenir un daño inminente o para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita. Así
como de manera específica en los casos en que se ha dispuesto la facultad del juez para actuar
como tal en virtud de diferentes leyes.

El profesor Juan A. Biaggi Lama establece que el referimiento es “una acción con la que se
procura, “prevenir un daño inminente” o “hacer cesar una turbación manifiestamente
ilícita”, que, y en principio se permita el ejercicio de la misma sin necesidad de que ningún
tribunal, y en principio, este apoderado de ninguna demanda”4. Por su parte, podemos
también establecer que el referimiento “es un procedimiento caracterizado por la prisa al
momento de actuar procesal y jurisdiccionalmente hablando, obligación que recae tanto en
los instanciados como en el juez cuando instruye la causa y emite su fallo. Rapidez en ocasión
de hechos jurídicos que no soportan la acostumbrada parsimonia y formalismo de los
procesos ordinarios”5.

En la legislación dominicana, el referimiento anteriormente se encontraba consagrado en el


Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, estas disposiciones fueron derogadas por las
disposiciones establecidas en la Ley 834 de 1978.

Según lo que establece el artículo 101 de la referida ley, “la ordenanza de referimiento es
una decisión provisional rendida a solicitud de una parte, la otra presente o citada, en los
casos en que la ley confiere a un juez que no está apoderado de lo principal el poder de
ordenar inmediatamente las medidas necesarias”.

La forma de apoderamiento al juez de los referimientos es mediante acto de citación


notificado al demandado a su persona o domicilio para que comparezca ante el juez el día y
hora habitual designado para el conocimiento de los referimientos. Se establece que “el juez
de los referimientos en las demarcaciones que no han sido comprendidas en las leyes 50-00
que modifica la ley 821 sobre Organización Judicial y 141-02 las cuales instruyen la
jurisdicción presidencial y la división en salas de la Cámara Civil y Comercial de los
Juzgados de Primera Instancia en las demarcaciones judiciales de Santiago y Santo
Domingo; lo será el que presida la jurisdicción que es competente para estatuir sobre el

4
BIAGGI LAMA, Juan A. El referimiento como mecanismo de protección jurisdiccional de los derechos
fundamentales. 2da Ed. (Santo Domingo, D.N., República Dominicana: Librería Jurídica Internacional, S.R.L.
2016.) P. 62
5
GUZMAN L., Lucas. Reflexiones sobre el procedimiento en referimiento ante las Cortes de Apelación.,
http://www.omg.com.do/files/Uploads/Documents/Reflexiones%20Sobre%20el%20Procedimiento%20en%2
0Referimiento%20Ante%20las%20Cortes%20de%20Apelación.pdf (Fecha de consulta: 15 de diciembre de
2017)
fondo del litigio, o sea, que el juez competente para resolver en referimiento sobre las
medidas necesarias o urgentes que le sean requeridas en tales atribuciones no es otro que
el mismo juez de Primera Instancia que conoce en materia civil o comercial del fondo de la
contestación”6.

Las características sobresalientes de la figura del referimiento son las siguientes:


1) Es una vía excepcional;
2) Las decisiones que dicta el juez de los referimientos son de carácter provisional;
3) La rapidez;
4) Es autónoma.

Se establece que es una vía excepcional por dos motivos esenciales:


a) en atención a la finalidad para la cual fue concebida, que no es más que adoptar
medidas provisionales sobre una cuestión en específico y no sobre el fondo del proceso;
b) en atención a la naturaleza del procedimiento

En principio, las decisiones son de carácter provisional. En cuanto esto, debemos hacer
énfasis en que no puede ser interpretado tomando en cuenta el tiempo que puedan prolongarse
las mismas ni que necesariamente deban ser declaradas levantadas las medidas, ya que en
ocasiones estas cesarán por el simple cumplimiento. Sin embargo, es preciso establecer que
estas decisiones “estas tienen efectos irreversibles cuando éstas devienen procesalmente
definitivas. Es decir, cuando no son ya susceptibles de apelación por el hecho de la
expiración del plazo o cuando la corte ha estatuido”7.

Son usualmente de solución rápida, ya que en principio están concebidas para adoptar
medidas urgentes o de conservación necesaria que no pueden esperar el desenlace definitivo
e irrevocable de una controversia. Asimismo ha de tomarse en cuenta que el procedimiento
no establece plazos especiales, pero la praxis judicial, atendiendo a su finalidad, ha definido
plazos aceptables para la instrucción y fallo.

La autonomía de la institución reside en que su esfera de actuación es independientemente


del conflicto principal, de si existe o no una litis apoderada en los tribunales; no constituye
un paso preliminar ni se encuentra sujeta a un proceso principal. El juez de referimientos y
el juez del fondo operan en planos distintos. Así como tampoco pueden ser fusionadas una
demanda en referimiento y una demanda sobre el fondo.

La ordenanza de referimiento se refiere a la decisión que se emite en esta materia. En cuanto


a esto, la jurisprudencia ha establecido las características previamente mencionadas en cuanto
a las ordenanzas de referimiento: “al tenor del artículo 451 del Código de Procedimiento
Civil, apelable sólo con el fondo del asunto, por los motivos fundamentales siguientes: 1) no
es una sentencia definitiva sobre el fondo del asunto; 2) no es una sentencia definitiva sobre
un incidente; 3) no es una sentencia provisional; y 4) no es una sentencia en defecto no
reputada contradictoria; que las anteriores son las condiciones esenciales para que una
sentencia pueda ser recurrida y conocida por un tribunal de segundo grado; que la

6
ESTEVEZ L., Napoleón. Ley No. 834 de 1978, Comentada y anotada. P. 690
7
Ibidem. P. 688
ordenanza recurrida y anulada por la Corte a-qua no contiene ninguno de los elementos que
constituyan a dicha ordenanza con carácter definitivo, porque lo dispuesto por la misma no
son más que medidas provisionales tendentes a poner el pleito en estado de recibir fallo; que
la ordenanza dispuso, entre otras cosas, el levantamiento provisional del embargo retentivo
u oposición trabado por Iris Minerva Parra de Lluberes, hasta tanto sea sustanciada y
fallada la demanda principal”8.

Clasificación del referimiento.


El referimiento ha sido clasificado en nuestra doctrina en tres grandes grupos: a) en virtud de
la materia; b) en virtud de la instancia; c) en virtud del plazo.

Referimiento en virtud de la materia.


Es necesario apuntar que el referimiento ha sido concebido para varias jurisdicciones por lo
que no es privativo del ámbito civil. En la actualidad, podríamos sostener la existencia de
cinco (5) referimientos en virtud de la materia:

 El referimiento de derecho común, de materia comercial, cuyas funciones


corresponden al juez de la Cámara Civil y Comercial en sus atribuciones comerciales,
el referimiento laboral, inmobiliario y el referimiento llevado a cabo ante el Tribunal
Contencioso, Tributario y Administrativo.

Referimiento atendiendo a sus motivos


Esta clasificación toma en cuenta el propósito y circunstancia que se trata de salvaguardar.
Se identifican plenamente los siguientes:

 Referimiento en casos de urgencia (artículos 109 y 140 ley 834-1978). El artículo 109
de la referida ley establece que “en todos los casos de urgencia, el presidente de
primera instancia puede ordenar en referimiento todas las medidas que no colidan con
ninguna contestación seria o que justifique la existencia de un diferendo”9. En cuanto
a los casos de urgencia, se ha determinado que: “la urgencia es una cuestión de hecho
queda abandonada a la apreciación del juez de los referimientos y que escapa al
control de la casación; que, al apreciar el Presidente de la Corte a-qua, que las
razones invocadas por los recurridos en la instancia solicitando la fijación de
audiencia y el conocimiento de su demanda, justificaban la existencia de una
situación seria que pudiera devenir en un perjuicio para ellos, y que por tanto había
urgencia en prescribir las medidas solicitadas, no se ha incurrido en los violaciones
denunciadas”10.

 Referimiento en casos de daño inminente (artículo 110 párrafo 1ero. de la ley 834-
1978).

8
Sentencia de fecha 2 de enero de 2008. Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia. República
Dominicana.
9
Ibidem.
10
Sentencia 1 de julio de 1988. Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia. B. J. No. 932. República
Dominicana.
 Referimiento en casos de turbación manifiestamente ilícita y excesiva (artículo 110
párrafo 1ero. ley 834-1978).

 Referimiento-Garantía (artículo 110 párrafo 2do. de la ley 834-1978).

 Referimiento en casos de dificultades en la ejecución de un título ejecutorio o


sentencia. (artículo 112 de la ley 834-1978).

 Referimiento en casos de existencia de motivos serios y legítimos (párrafo tercero del


artículo 50 del Código de Procedimiento Civil).

 Referimiento en suspensión de arbitraje (exclusivo del Presidente de la Cámara Civil


de la Corte de Apelación en virtud del artículo 40 de la ley 489-08 sobre Arbitraje
Comercial).

Referimientos desde la instancia.


Esta clasificación toma en cuenta si la demanda en referimiento se realiza en el curso de una
instancia o fuera del curso de una instancia.

 Fuera del curso de una instancia: En la mayoría de casos, sobre todo cuando se trata
de demandas en referimiento ante el tribunal de primera instancia, no se requerirá que
exista una demanda principal en curso a fin de acceder a la jurisdicción de los
referimientos bajo los supuestos en que autoriza la ley.

 En el curso de una instancia: Como el que se conoce ante el juez de alzada, en curso
de instancia de apelación, en virtud de los poderes conferidos por los artículos 137-
141 de la ley 834-1978 y en materia de arbitraje, en curso de instancia en nulidad de
laudo arbitral, en virtud del artículo 40 de la ley 489-08.

Referimientos tomando en cuenta el plazo


 El referimiento ordinario que se celebra los días habituales habilitados por el tribunal
para ello.

 El referimiento a hora fija, cuando se solicita una autorización previa al juez de los
referimientos para citar en hora fija, en virtud de la celeridad requerida, conforme el
párrafo segundo del artículo 102 de la ley 834-1978. Para que se lleve a cabo este tipo
de referimiento, “es necesario proveerse de una autorización del juez, mediante
instancia debidamente motivada. El juez es soberano para apreciar los méritos de la
solicitud y, en caso de rechazo, su auto no es susceptible de recurso alguno”11.

Competencia de atribución del referimiento

Esto es importante al momento de determinar el tribunal con poder, en razón de la materia,


para conocer del referimiento. En el caso de que la Cámara se encuentre dividida por

11
READ O., Alexis. Sobre el referimiento a hora fija. Gaceta Judicial. Lex lata. Enero 2008,
http://lexlata.com/resultados.jsp (Fecha de consulta: 20 de diciembre de 2017)
atribuciones, por lo tanto se encuentren separadas la jurisdicción Civil y Comercial, Penal y
Laboral, la Cámara Civil y Comercial sólo atenderá las demandas en referimiento en su
respectivo ámbito y el Juzgado de Trabajo en el suyo. No existe referimiento para la
jurisdicción penal.

Si en el distrito judicial existe una Cámara Civil y Comercial, esta asumirá tanto la función
de los referimientos como de los procesos ordinarios con que pudieren estar vinculados; y
más aún, sería el mismo juez quien atienda todo, pero sólo los referimientos en materia civil
y comercial. Si hubiere una Cámara Civil y Comercial dividida en Salas, conocerá de los
referimientos el juez presidente y coordinador de las Salas, mientras que las Salas conocerán
de las demandas de fondo relacionadas con el referimiento, si existieren. Sin embargo, en
algunos distritos judiciales sólo existe una Cámara con plenitud de jurisdicción, o una
Cámara con amplitud de jurisdicción, por lo tanto, esta conocerá los referimientos tanto en
materia civil y comercial, como en materia laboral. En cada caso sería necesario distinguir
cuál competencia funcional está asumiendo el Tribunal. En ningún caso la Cámara Civil y
Comercial asume las competencias de la jurisdicción inmobiliaria, ya que esta cuenta con
todas las dependencias que necesita a nivel nacional.

Competencia territorial

La norma no establece ninguna regla particular para determinar la competencia territorial


para el juez de los referimientos por lo que, en principio, salvo las puntualizaciones que se
establecen más adelante, la competencia se determina conforme a las del derecho común: el
domicilio del demandado, en virtud del artículo 59 del Código de Procedimiento Civil.

Luego, se aplican las reglas excepcionales, también del derecho común, cuando la ley
atribuye competencia objetiva a un tribunal distinto del domicilio del demandado, como
sucede cuando se trata de un extranjero demandado que no tiene domicilio en la República
Dominicana; en materias reales inmobiliarias, en las sociedades comerciales y en garantía.
Así también, cuando existe la posibilidad de elegir entre varios tribunales en caso de
pluralidad de demandados, asuntos mixtos inmobiliarios, asuntos comerciales.

Sin embargo, en algunos casos, es necesario atender otros criterios para establecer la
competencia territorial:12

a. Cuando se trata de dificultades relativas a la ejecución de una sentencia o de una


fijación de sellos por causas de fallecimiento, la demanda puede ser sometida al juez
del lugar donde se ha suscitado el incidente.

b. Por referencia de la jurisprudencia francesa:

c. Es juez el del lugar donde están situados los bienes litigiosos.

Referimiento ante Jurisdicciones especiales o excepcionales.

12
READ, Alexis, La Jurisdicción de los Referimientos, De la Teoría a la Practica, P. 117-119
Procedimiento ante el Juez de Paz

En nuestra legislación no se ha establecido la posibilidad de llevar un procedimiento de


referimiento ante el Juez de Paz. La jurisprudencia ha establecido que: “... invocando la
violación del artículo 806 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, modificado por la
Ley 834 de 1978, que el procedimiento de referimiento no es aplicable a las sentencias de
los Juzgados de Paz, ya que tienen como característica esencial la celeridad típica de dicho
tribunal; que si es correcto que el referimiento no es posible ante un tribunal de excepción,
como lo es el Juez de Paz, no es menos valedero que, conforme a los artículos 109 al 112 de
la citada ley 834, las atribuciones de referimiento pertenecen al Presidente del Tribunal de
Primera Instancia de Santiago…”13

Sin embargo, el anteproyecto de Código de Procedimiento Civil, contempla el referimiento


en esta jurisdicción dentro del límite de su competencia.

En materia comercial
Nuestra jurisprudencia ha establecido que: “(…) precisa declarar que, en la República
Dominicana, el tribunal civil que conozca de los asuntos comerciales, como lo dispone el
artículo 615 del Código de la materia, no se transmuta en tribunal de comercio sino que
conserva, por el contrario, su carácter inmutable de Tribunal Civil, con su plenitud de
jurisdicción, juzgando comercialmente, esto es, debiendo proceder a dicho conocimiento de
acuerdo con las reglas particulares a los asuntos comerciales”. 14

Prorrogación de la competencia

Prorrogación legal.

Nada impide la aplicación de las reglas de las excepciones de litispendencia o conexidad,


cuando se trata de dos acciones en referimiento. Así como también, en caso de indivisibilidad,
cuando haya una vinculación de dependencia y subordinación entre varias demandas
provisionales muy estrechas.

En ningún caso se procede fusionar con el proceso de fondo.

Prorrogación voluntaria.
Ocurre cuando las partes someten su caso ante un juez o tribunal que no es el que establece
la ley, utilizando las prescripciones del artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, lo cual
es admitido por la jurisprudencia para el juez de los referimientos. Así lo indicó la Suprema
Corte de Justicia afirmando: “(…) Por tratarse de un asunto de interés privado nada se

13
Sentencia No. 2 de fecha 1ero de octubre de 1997. Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia., B. J. No.
1043. República Dominicana. 2
14
Sentencia de fecha 30 de septiembre de 1936,. Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia. B.J. 314, p.
518).
oponía a que las partes eligieron el tribunal que les conviniera (…).” (SCJ. Sala Civil,
sentencia número 29 del 17 de noviembre de 2010. B.J. 1200).

El referimiento en materia civil y comercial


En la actualidad, el referimiento se encuentra regulado por los artículos 101 al 112 y 137-141
de la ley 834-1978 que derogan y sustituyen los artículos 806 al 811 del Código de
Procedimiento Civil. Estos establecen tanto los supuestos en que se puede acceder al juez de
los referimientos, así como el procedimiento a seguir. Algunas leyes adjetivas, establecen la
facultad del juez de los referimientos para decidir provisionalmente ciertas medidas, tal como
sucede con la Ley General de las Sociedades Comerciales y Empresas Individuales de
Responsabilidad Limitada, No. 479-08, en el ámbito comercial. En este caso no se establece
ningún procedimiento especial a seguir, por lo que se utiliza el procedimiento ordinario
establecido la ley 834-1978.

El apoderamiento lo realiza la parte demandante, quien cita a la parte demandada con su


instancia introductoria de demanda a fecha fija, para el día habitual en que el juez conoce los
referimientos. La persona demandada decide si realiza constitución de abogado o no,
mediante acto extrajudicial. También puede constituir abogado el mismo día de la audiencia.
La persona más interesada enrola la demanda en el orden del día.

No existe un plazo mínimo establecido para la citación, pero se ha llegado al consenso casi
unánime de que el plazo razonable es un (1) día franco. Empero, como ya se ha establecido,
si la situación es tan urgente que no puede esperar el día habitual de los referimientos definido
de antemano por el tribunal, se puede solicitar al juez una autorización para citar de hora a
hora.

El tribunal celebra la audiencia conforme al procedimiento establecido para las audiencias


ordinarias, teniendo en cuenta que en esta se permite oralidad, los plazos son breves, la
decisión de ordenanza es provisional, conforme a la que se acoge o se rechaza la demanda.

Referimiento Vía para tutelar los derechos fundamentales

El referimiento y el amparo tienen ciertas cualidades y condiciones para su ejercicio que se


parecen. El referimiento es regido esencialmente por la ley 834 del 1978, uno de los requisitos
esenciales de este es, la urgencia, como dice el artículo 109, “en todos los casos de urgencia,
el presidente del tribunal de primera instancia puede ordenar en referimiento todas las
medidas que no colidan con ninguna contestación seria o que justifique la existencia de un
diferendo”.

La urgencia es un aspecto de hecho que se deja a la soberana consideración del juez, el cual
está obligado a hacerla constar en su ordenanza de manera expresa, independientemente esta
pudiera deducirse tácitamente.

Podría decirse que, la urgencia, existe cuando se requiere tomar una medida provisional e
inmediata, destinada a evitar un daño irreparable, sin perjudicar o tocar nunca el aspecto
principal o el fondo. Además, “La urgencia no debe confundirse con la celeridad. Un asunto
requiere celeridad desde que exige una solución más expedita que aquella que se podría
obtener siguiendo los plazos ordinarios del procedimiento... El asunto no es urgente más que
cuando hay peligro inminente en la demora, es decir, cuando el demandante no puede
esperar, sin comprometer gravemente sus intereses, la expiración del plazo de una demanda
aún a breve término, en el caso, según las expresiones del tribuno Favard, estaríamos sin
justicia, si la decisión no es rendida en el instante mismo en que la dificultad se presenta”15.

El referimiento no distingue esencialmente cual es la naturaleza del derecho a ser protegido,


al contrario lo que establece el artículo 110 de la ley 834 es que “El presidente puede
siempre prescribir en referimiento las medidas conservatorias que se impongan, sea para
prevenir un daño inminente, sea para hacer cesar una turbación manifiestamente ilícita”16.

Podríamos afirmar entonces que lo que busca el referimiento como su objetivo principal es
la protección de los derechos fundamentales, pero como a toda regla existe una excepción.
Aunque a partir del principio universal establecido en el artículo 110, podríamos delimitar
que el Código Procesal Penal rechaza de entorno la figura del referimiento solamente
contemplándose como una figura parecida la del Habeas Corpus, pero cuando se consagre
una vulneración de algún derecho fundamental, puede el juez del referimiento ser apoderado
para brindar protección o preservar la medida que sea necesaria.

El procedimiento de referimiento fue el procedimiento que fue adoptado por el amparo, por
lo que establecemos claramente que previo a existir la figura del amparo no existía ninguna
figura jurídica en el país que se pueda afirmar que defienda a brevedad los derechos
fundamentales.

Es primordial visualizar que el recurso de referimiento no diferencia entre el origen de la


vulneración de los derechos fundamentales, y tampoco lo diferencia el tipo de transgresor de
estos derechos, sin discriminar si es un particular, una institución o funcionario estatal en el
desarrollo de sus actuaciones, si el derecho se encuentra establecido en nuestra constitución,
o desarrollado por las leyes adjetivas o un Tratado internacional.

También independientemente de que en la mayoría de los casos en que se busca la custodia


de las vulneracion de los particulares, no podemos delimitar que este no pueda ser accionado
contra los derechos vulnerados por los oficiales del estado. Luego de ver el considerando
jurisprudencial de la Suprema Corte”Que la corte a-qua fue apoderada en virtud de las
facultades que le otorgan los 101, 109 y 110 de la Ley num. 834, del 15 de julio de 1978, al
juez de los referimientos para ordenar inmediata y contradictoriamente las medidas
provisionales necesarias en todos los casos de urgencia que no colidan con una contestación
seria o justifiquen la existencia de un diferendo o las medidas conservatorias que se
impongan para prevenir un daño inminente o para hacer cesar una turbación
manifiestamente ilícita; que, según la doctrina especializada en la materia y la
jurisprudencia del país de origen de nuestra legislación, la noción de turbación
manifiestamente ilícita implica la existencia de un atentado o perjuicio de hecho o de
derecho, a los intereses de una persona, cuya ilicitud sea evidente; que la jurisprudencia

15
Moreta Castillo, Américo, Revista Jurisciencia, volumen 1, No. 6, (enero a mayo de 1987), página No. 25.
16
Ley 834 del 1874, sobre Procedimiento Civil.
francesa ha establecido además, que procede descartar la existencia de una turbación
manifiestamente ilícita desde el momento en que existe una contestación seria sobre los
derechos de las partes, criterio que esta Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de
Justicia comparte; que, en este sentido es evidente que cuando, como en la especie, la
proveedora de un servicio telefónico lo suspende justificándose en el alegado
incumplimiento de la obligación de pago asumida por el usuario, dicha suspensión no puede
constituir una turbación manifiestamente ilícita, sin importar la real situación crediticia del
cliente, puesto que esta actuación se enmarca dentro de las prerrogativas contractuales que
vinculan a las partes y además porque la comprobación de su exactitud constituye un aspecto
de fondo que escapa a los poderes del juez de los referimientos; que, en consecuencia, poco
importa que la corte haya hecho un cotejo correcto o incorrecto de las facturas y recibos
sometidos a su consideración, ya que para comprobar al carácter manifiestamente ilícito de
la suspensión no era necesario que hiciera una comprobación precisa y detallada del estado
de la deuda del recurrente siendo suficiente la verificación de que se trataba de una
suspensión aparentemente justificada; que, por los motivos expuestos es obvio que la
desnaturalización alegada es inoperante, por no surtir influencia sobre la aplicación del
derecho que sustentó la decisión impugnada, por lo que procede desestimar el medio
examinado”17

Además, según los principios de esta materia y la jurisprudencia afrancesada la idea de


perturbación claramente ilegal responsabiliza a la existencia de un asalto o daño de hecho o
derecho, a los derechos de la persona los cuales sean evidentemente ilegales.

Esta misma también ha establecido que, se debe desestimar la existencia de un dano el


momento en que se percibe una contestación seria sobre los derechos envueltos en la
solicitud de referimiento.

De este modo es en el que podemos establecer que en principio al ver que el referimiento y
el amparo son dos figuras muy parecidas, vemos que ambas son proceso rápidos y
expeditos, para los cuales en ambos casos es competente el mismo juez, persona en la cual
recae la competencia e el Juez de los Referimientos, al igual que el Amparo al Presidente
del Juzgado de Primera Instancia.

Sección B: Rol del amparo en materia civil como “juicio de garantías”

La República Dominica procedió a ratificar la Convención Americana de los Derechos


Humanos, en donde en el artículo 25 de dicha normativa internacional se contemplaba lo
siguiente: “toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
recurso efectivo ante jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen
sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente convención,
aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones

17
Sentencia No. 8, 2 octubre 2013, B.J. No. 1235, de la Primera Cámara,
http://www.poderjudicial.gob.do/consultas/consultas_sentencias/detalle_info_sentencias.aspx?ID=123520008
(fecha de consulta: 18 enero 2018)
oficiales”. Dicha convención producto de la ratificación realizada por el congreso procedió a
formar parte de nuestro ordenamiento jurídico.

De tal manera que el derecho de toda persona a un recurso sencillo y rápido no se encontraba
contemplado en la Constitución Dominicana, y mucho menos en una legislación adjetiva; sin
embargo mediante la sentencia que nos invita al análisis en este momento, verificamos como
el juzgador procedió a aplicar de manera directa lo contemplado en la normativa internacional
que ya estaba en el ordenamiento jurídico Dominicano. Por lo cual mediante la emisión de la
sentencia la Suprema Corte de Justicia procedió a regular la forma en la cual se procederá a
interponer y conocer dicho recurso, el cual hoy en día es considerado como El recurso de
Amparo.

En ese sentido “el amparo es un mecanismo de protección de los derechos fundamentales,


que en el caso de la República Dominicana, fue reglamentado originalmente por un
instrumento jurídico internacional, específicamente por la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, suscrita por los Estados miembros de la Organización de Estados
Americanos, OEA, en la conferencia especializada sobre Derechos Humanos, en San José
Costa Rica, noviembre de 1969”18. Procediendo posteriormente a la Suprema Corte de
Justicia, mediante resolución del 24 de febrero de 1999 a reglamentar dicho procedimiento.

Dicha resolución fue la cual rigió el procedimiento de amparo hasta el año 2006, cuando el
congreso procedió a emitir la ley sobre la acción de amparo. Tenemos que tener en cuenta
que “la acción de amparo es, conforme a la jurisprudencia y la doctrina nacional e
internacional, un mecanismo subsidiario, alternativo no complementario, de ahí que el juez
del amparo antes de admitirlo está en la obligación de examinar si existen o no respuestas
idóneas a la violación alegada”.19

La legislación contemplada emitida en el año 2006, la cual fue la ley 437-06 del 30 de
noviembre del 2006, la cual fue la encargada de regir el procedimiento de amparo, hasta que
la misma fue derogada por la ley 137-11 de fecha 13 de junio del 2011, la cual ha sido
denominada como la ley orgánica del Tribunal Constitucional y los Procesos
Constitucionales, la cual se encuentra vigente en la actualidad.

Tenemos que tener en cuenta que hoy en día la legislación que rige la materia resulta ser
sumamente moderna, y responder a los estamentos y conceptos doctrinales actuales en
materia constitucional, regulando de esta manera hoy en día la acción de amparo.

1. Disposiciones constitucionales relativas al amparo.

La acción de amparo se encuentran contempla en la Constitución Dominicana, en el artículo


72, el cual expresa: “Toda persona tiene derecho a una acción de amparo para reclamar

18
El amparo judicial, Escuela Nacional de la Judicatura,
http://enjcomunidad.org/pluginfile.php/41289/mod_assign/intro/El%20Amparo%20Judicial%20de%20los%2
0Derechos%20Fundamnetales%20en%20una%20Sociedad%20Democr%C3%A1tica.pdf (Fecha de Consulta:
10 de Diciembre de 2017)
19
Ídem.
ante los tribunales, por sí o por quien actúe en su nombre, la protección inmediata de sus
derechos fundamentales, no protegidos por el hábeas corpus, cuando resulten vulnerados o
amenazados por la acción o la omisión de toda autoridad pública o de particulares, para
hacer efectivo el cumplimiento de una ley o acto administrativo, para garantizar los derechos
e intereses colectivos y difusos. De conformidad con la ley, el procedimiento es preferente,
sumario, oral, público, gratuito y no sujeto a formalidades”. Dicha definición que se
encuentra establecida en nuestra Carta Magna, nos otorga un parámetro general sobre en qué
consiste esta acción.

Algunos doctrinarios han indicado que “El amparo es un instrumento específico para tutelar
los derechos fundamentales consagrados en la Constitución y en los instrumentos
internacionales vigentes en la República, salvo aquellos que son objeto de protección del
habeas corpus”20; producto de la definición de la norma suprema de nuestro ordenamiento
jurídico se pueden agregar ciertas cuestiones particulares.

El amparo, a la luz de nuestra normativa constitucional, está otorgada para que una persona
pueda reclamar, directamente ante tribunales de la República, la protección de los derechos
fundamentales, empero no únicamente los derechos fundamentales, sino también los
Derechos Humanos que se encuentren consagrados en tratados internacionales, en virtud de
las disposiciones del artículo 74.3 constitucional, que otorga rango constitucional a los
tratados internacionales, debidamente ratificados por el Estado, que versen sobre Derechos
Humanos; y por ende estos ostentaran de la misma protección que otorga la norma
constitucional a los Derechos Fundamentales.

La definición igualmente procede a otorgar un carácter de horizontalidad de la la protección


a dichos derechos fundamentales; pues resulta que se abandona la concepción arcaica de que
los Derechos Fundamentales únicamente podrían ser afectados por parte del Estados, sin
embargo nuestra constitución indica que la protección del amparo abarca también
afectaciones que pueda realizar un particular a los Derechos Fundamentales de otra persona.
Además se agrega que la vulneración puede ocurrir no únicamente por una acción de estas
personas (Estados e individuo) sino también por la omisión de alguna obligación que haya
sido puesta a su cargo, y que con ésta se pueda provocar algún tipo de vulneración,
contemplación así una comisión por omisión de vulneración de Derechos Fundamentales.

Pese a que otras legislaciones no reconocen el amparo para el cumplimiento de leyes o actos
administrativos, tales como la legislación de Costa Rica, nuestra normativa, establece la
posibilidad de que la acción de amparo sea utilizada para hacer cumplir las leyes u actos
administrativos.

El artículo constitucional que contempla la acción de amparo, no procede a indicar un


catálogo sobre cuáles Derechos Fundamentales se puede acceder su protección a través de
dicha acción, sino que el mismo procede a indicar que todos los Derechos Fundamentales
que contempla la Constitución, al igual que los Tratados Internacionales, siempre podrán ser
objeto de protección mediante la indicada acción, salvo que dicha protección se encuentre

20
Hernández Valle, Ruben, Derecho Procesal Constitucional, 1a. ed. (San José, C.R. Editorial Juricentro,
1995), ISBN 9977-31-0645, P. 189
regida por el Habeas Corpus. De tal manera que según lo dispuesto por el artículo 71
Constitucional, el cual indica que el Habeas Corpus protege el Derecho a la Libertad de las
personas, lo cual evidentemente nos permite concluir que éste es el único Derecho
Fundamental que se encuentra excluido de la protección de la acción de amparo.

La constitución procede a otorgarle al legislador la posibilidad de que sea éste el cual proceda
a establecer el procedimiento a ser llevado a cabo para el acceso de esta acción, sin embargo,
contempla principios rectores que deberá estar presente en dicho procedimiento, tales como
el hecho de que el mismos deberá ser: preferente, sumario, oral, público, gratuito y no sujeto
a formalidades.

Producto de lo desarrollado podemos extraer una conceptualización propia de en qué consiste


la acción de amparo, a lo cual podemos decir. Este es un procedimiento de índole
constitucional, consagrado para la protección de vulneraciones, ya sea por parte del Estado o
un particular, que debido a omisión o acciones hayan surgido en contra de los Derechos
Fundamentales de una persona determinada; y al cual puede acceder a éste ya sea por sí
misma o a través de una representación, con fines de garantizar su salvaguarda. El cual será
llevado a cabo de manera que contemple la legislación.

1.a Objeto de protección de la Acción de Amparo.

Los derechos humanos son un conglomerado de derechos que poseen las personas y los
cuales no pueden ser condicionados ni quebrantados, fundamentalmente por los mandatarios.
21
Estos derechos son inherentes a la persona, por el hecho de ser hombre, por su naturaleza
y dignidad humana. Por encima de la manera en que los nombremos estos derechos del
hombre.

Nos importa aún más la percepción y su real y efectiva identificación. Pese a que tenemos
presente que son muchas las circunstancias donde son más proclamadas, resulta que en esas
situaciones es donde son menos dignificados.

Los derechos fundamentales no se limitan únicamente a los que se encuentran establecidos


en nuestra constitución, estos vendrían siendo limitados en su ejercicio por el orden público,
los derechos a terceros y los deberes constitucionales.

El orden público podríamos definirlo como la condición elemental para el libre y pacífico
ejercicio de los derechos fundamentales; Implica, por tanto la falta de cambios, coerciones,
prolongaciones, etc., que puedan dar cabida quebrantadura del orden social.22 Por lo que los
derechos fundamentales vienen siendo ese conjunto de normas y principios que nos
encaminan a la organización y operatividad del Estado, así como la protección de los
derechos intrínsecos de cada uno de los individuos en sociedad frente a sí mismos y a los
demás ciudadanos, con la finalidad de afianzar el bien común. Que esa función esencial del

21
Flores Dapkevicius, Rubén. Amparo, Hábeas Corpus y Hábeas Data 3ra Ed. (Montevideo, Buenos Aires,
Argentina: BdeF Lta. 2011.), P. 1.
22
Orden Público, Enciclopedia Jurídica. http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/orden-publico/orden-
publico.htm (Fecha de consulta: 12 de diciembre 2017)
Estado: ”Es función esencial del Estado, la protección efectiva de los derechos de la persona,
el respeto de su dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de
forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de
justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los derechos de todos
y todas.”23 Es a partir de esto es que surge que el orden público es el límite del interés
colectivo. 24

La constitución establece el principio de libertad y sus limitaciones, el tope entonces resulta


ser el derecho de los demás, es por esto que los deberes constitucionales son disposiciones
que pueden delimitar los derechos humanos mientras se le contraponga contra un deber
colectivo de la sociedad. Por ejemplo existe ese deber relativo de la patria, el cual permite el
reclutamiento militar de ciudadanos con el propósito de la guerra. El cual emerge de un deber
más general que es el de mantener el orden jurídico, de la constitución y las leyes. 25

En principio los derechos humanos no existían, al nivel de que es indiscutible que en Grecia
y Roma, los derechos humanos estaban subordinados al Estado. 26Fueron las religiones las
que se encargaron de cooperar con el florecimiento de los derechos humanos.

Pero la consagración definitiva de las libertades e igualdades, a la vez con algunas


limitaciones importantes como la esclavitud vino desarrollándose ya con la revolución
Industrial, comenzando estos derechos a desarrollarse simultáneamente con las escuelas
Iusnaturalistas. Lo que produjo que surgiera la declaración de 1789 y la Declaración de la
O.N.U. en 1948.

La etapa más destacada de los derechos humanos ocurrieron a raíz de la Asamblea


Constituyente Francesa de 1789, donde se discutieron efectivamente los derechos civiles de
los hombres. Más tarde con la desdicha producida por La Primera Guerra Mundial y la
revolución Industrial Inglesa, Francesa y Estadounidense, luego de millones de restos y
lisiados, donde se empezaron a contemplar los derechos económicos y sociales. Por último
con La Segunda Guerra Mundial es que se establece el derecho a la paz, protección del medio
ambiente, la información, etc.

En virtud de lo antes expuesto los derechos fundamentales se diferencian por derechos de


primera, segunda, tercera y cuarta generación. Sin detrimento a lo antes expuesto debemos
abordar el hecho de que la doctrina hace múltiples clasificaciones de los derechos humanos.

Como por ejemplo:

-Derechos de las personas o derechos de los bienes.

-Derechos constitucionales o derechos de ley.

23
Constitución de la República Dominicana.
24
Flores Dapkevicius, Rubén. Manual de Derecho Público, Derecho Constitucional T. II (Montevideo,
Buenos Aires, Argentina: BdeF Lta. 2007).
25
ESTEBAN, Jorge, Tratado de Derecho Constitucional, T. 1 (Madrid, España: Universidad Complutense.
1998) p. 314.
26
Flores Dapkevicius, Rubén. Manual de Derecho Público, Derecho Constitucional T. I op. cit
-Derechos Individuales o derechos sociales

-Derechos tutelados por acción penal o por acción civil.

-Derechos espirituales o derechos materiales.

Entrando a la clasificación decimos que los derechos fundamentales de primera generación


son los derechos individuales, en los que el estado no intercede. Permite que el ser humano
se desenvuelva en libertad.27 Continuando con la segunda generación de derechos
fundamentales que son los derechos sociales y económicos, que vendría siendo todo lo
contrario, en estos el estado interviene en ellos, es más tiene un rol activo necesario para que
los hombres puedan disfrutarlo, como lo son, los derechos a una condición digna humana.

Son derechos denominados de tercera generación o de incidencia colectiva, que a la vez son
individuales colectivos son los derechos al medio ambiente saludable, del consumidor, la
información, en el cual el perjudicado a veces desconoce de lo que padece.28 Los doctrinarios
establecen una Cuarta Generacion en el sentido de los derechos de la democracia, que busca
el desarrollo de la sociedad sin el estado tomar una posición.

Como hemos exteriorizado en nuestro ordenamiento jurídico, desde la Constitución, se


incorpora la filosofía iusnaturalista. De tal forma, el artículo 1 de la constitución establece
que el pueblo dominicano constituye una nación organizada en un estado libre e
independiente. Por lo que la norma establece inequívocamente la convivencia social de
forma organizada y libre.

Pero, fuera de lo que define el principio de nuestra constitución dentro del segundo título es
que se encuentran agrupados los derechos fundamentales inherentes a la persona en sociedad
o dimanan de la forma republicana democrática de gobierno. Precisamente por esta situación
de que estos derechos humanos son inherentes a la persona es que los derechos que no fueron
plasmados en la constitución de todas formas surgen por la inherencia a la personalidad
humana.

La apreciación de estos derechos humanos debe romper desde la condición de hombre y debe
interpretarse así por igual. A su vez debe comprender en concordancia con la Constitución
y con la leyes aprobadas en los tratados de los derechos humanos. Es por esto y en todo caso
que los derechos humanos deben ser interpretados en favor de los seres humanos dentro de
un criterio de razonabilidad. Es decir que deberá protegerse el derecho, según el caso en
concreto y el derecho que prevalezca sobre el otro.

Los principios de los derechos humanos son:

27
PEREIRA MENAUT, Antonio Carlos, Lecciones de Teoría Constitucional, (Colex, Madrid, España: 1997)
p. 388
28
BIDEGAIN, Carlos M., Curso de Derecho Constitucional, T. V,(Abeledo, Buenos Aires, Argentina. 2001)
p. 119
1) Universalidad. Simboliza que todos los seres humanos tenemos derechos desde
nuestro engendramiento, si ninguna distinción, étnica, religiosa, etc.

2) Extraterritorialidad. Se observa como el derecho de un pueblo que tiene a ser


socorrido por los demás países integrantes del mundo

3) Irreversibilidad. Los derechos fundamentales no pueden ser revocados por ningún


poder y son adquiridos desde la concepción.

4) Indivisibilidad. Cada ser humano tiene un conglomerado de derechos que le


pertenecen por su naturaleza de haber nacido humano.

5) Inalienabilidad. Los derechos humanos no pueden ser sustraídos, modificados ni se


puede renunciar a estos.

6) La persona solo es sujeto de derecho. La personas no son fuentes de derechos y


deberes fundamentales, ellas simplemente son capaces de adquirirlos y contraer
obligaciones con ellos.

7) Imprescriptibilidad. Los derechos humanos nunca se pierden ni prescriben, ni


decaen con su uso.

Para ejercer ciertos derechos humanos sin embargo existen ciertas condiciones, que en
algunas ocasiones, el ser humano debe cumplir con ciertos requisitos para que se el reconozca
ese derecho en específico. Como lo son la mayoría de edad, nacionalidad o el acceso a las
funciones públicas.

1.b Sujeto habilitado para accionar en Amparo.

El Recurso de amparo es el que más se asemeja a los procesos jurisdiccionales, ya que tiene
una estructura clásica donde se pueden identificar las posiciones procesales de la parte actora
y la parte demandada, e intervinientes.

La parte demandante dentro de amparo debemos distinguirla entre la misma y las partes que
puedan intervenir manteniendo posición beneficiosa al actor, para quienes ostenta un interés
legítimo, los que puedan actuar como auxiliar de la parte actora o demandada. De todas
formas, la imposibilidad de actuar como co-demandante se limita a quienes interpusieron o
no el recurso de amparo dentro del plazo que establece la ley.29

Cuando hablamos de la legitimidad en la Ley 137-11, Ley orgánica del Tribunal


Constitucional y de los procedimientos constitucionales, entre los artículos 67 al 71 define
quienes tienen calidad para interponer el recurso. Según los presupuesto de la legitimación
el artículo 67 establece que “Toda persona física o moral, sin distinción de ninguna especie,

29
SOSPEDRA NAVAS, F. J., Justicia Constitucional y procesos, p. 268
tiene derecho a reclamar la protección de sus derechos fundamentales mediante el ejercicio
de la acción de amparo”.

Además, en el artículo 68 de esta ley establece que también el Defensor del Pueblo tiene
calidad para interponer la acción de amparo pero ésta
en interés de salvaguardar los derechos
fundamentales de las personas y los intereses colectivos y difusos establecidos en la
Constitución y las leyes, en caso de que estos sean violados, amenazados o puestos en peligro
por funcionarios u órganos del Estado, por prestadores de servicios públicos o particulares.

También, el mecanismo para realizar dicha actuación ante éste, en el mismo artículo dice que
toda persona puede denunciar ante el Defensor del Pueblo los hechos que permitan articular
una acción de amparo.

Con relaciona esto, el Tribunal Constitucional liga la legitimación activa a la posesión de un


interés legítimo, clasificación aún más extendida que la del derecho subjetivo y la de interés
directo y por esto la legitimidad la sostiene todo ciudadano el cual pueda ser afectado por
este quebrantamiento de su derecho fundamental. Incluso aunque este no haya recibido
directamente el daño ni fuera parte en el anterior proceso.

Por lo que hemos expresado supra, efectivamente toda persona puede proceder a interponer
una acción de amparo siempre y cuando el Derecho Fundamental conculcado sea propio;
empero, de igual forma, la persona titular del derecho puede proceder a hacerse representar
mediante poder especial, con la finalidad de que otra persona proceda a interponer la acción
de emparo en su beneficio.

Cuando procedemos a hablar de los derechos colectivos o difusos según lo establecido en el


artículo 68 de la ley orgánica del Tribunal Constitucional y los Procesos Constitucionales, el
ente autorizado para la interposición de los amparos que busque la protección de estos
derechos resulta ser el Defensor del Pueblo; sin embargo cualquier persona puede interponer
una denuncia con la finalidad de poner en conocimiento al defensor del pueblo de la posible
conculcación al derecho fundamental difuso.

Es por esto, que se podría decir lo contrario de haber sido parte en el proceso anterior no es
suficiente razón para ser parte de dicho amparo, lo que si es procedente sería tener un interés
legítimo en relación a lo que sostiene el recurso de amparo. En concordancia, cuando se
recurre en amparo, el recurrente busca un interés legítimo. Si este es legítimo el recurso no
puede ser rechazado.

Este derecho a recurrir es asociado tanto a personas físicas como jurídicas, en cuanto a las
personas jurídicas se le reconoce la legitimidad de los derechos fundamentales de titularidad
propia o para reparar derechos ajenos con interés legítimo. Las condiciones de demanda y la
los alegatos son generales para todos los proceso constitucionales

1.c Requisitos de admisibilidad de la acción.


Primeramente deberíamos establecer que significa admisibilidad e inadmisibilidad, según el
diccionario de la real academia” Adjetivo de Derecho: Dicho de una demanda, de un recurso
o de una petición: Que no reúnen las condiciones formales, como el plazo o la competencia
del órgano al que se dirigen, para ser examinados en cuanto al fondo. 30 Y en la Enciclopedia
Jurídica establece que la inadmisibilidad se define como sanción de la inobservancia de una
prescripción legal consistente en rechazar sin examinarla, una demanda que no ha sido
formulada en el tiempo debido o que no llena las condiciones exigidas de fondo o de
forma.31

En palabras llanas, esta figura procesal no opera de manera automática, si no que esto debe
ser declarado por el juez, a solicitud de parte u oficio.

El recurso de amparo se encuentra contemplado en la Constitución Dominicana,


específicamente en su artículo 72; empero el procedimiento como tal se encuentra
debidamente regulado por la ley 137-11 ley orgánica del Tribunal Constitucional y Procesos
Constitucionales; y es esta normativa adjetiva que procede a contemplar las reglas
particulares relativas a dicha Garantía Constitucional, como ya hemos indicado previamente.

La normativa reguladora del recurso de amparo, establece en su artículo 70 las distintas


causas que pudieran provocar la inadmisibilidad de la acción. En ese sentido se establece un
catálogo de tres causas a saber: “1) Cuando existan otras vías judiciales que permitan de
manera efectiva obtener la protección del derecho fundamental invocado. 2) Cuando la
reclamación no hubiese sido presentada dentro de los sesenta días que sigan a la fecha en que
el agraviado ha tenido conocimiento del acto u omisión que le ha conculcado un derecho
fundamental. 3) Cuando la petición de amparo resulte notoriamente improcedente”.

Una de estas inadmisibilidades del recurso de amparo es que debe de ser interpuesto en el
plazo previsto de sesenta (60) días, según los requisitos de admisibilidad del recurso de
amparo establecidos en el artículo 70 de la ley 137-16, Ley orgánica del Tribunal
Constitucional que establece que “Cuando la reclamación no hubiese sido presentada dentro
de los sesenta días que sigan a la fecha en que el agraviado ha tenido conocimiento del acto
u omisión que le ha conculcado un derecho fundamental.” Este plazo se computa al momento
en que la persona afectada de una resolución recurrible en amparo haya sido notificada a este.

Siguiendo en este mismo articulado, en el acápite primero, se establece “Cuando existan


otras vías judiciales que permitan de manera efectiva obtener la protección del derecho
fundamental invocado.”

Por otra parte con lo relativo a lo contemplado en el numeral 1 del artículo 70, relativo a
cuando exista otra vía idónea para reclamar el Derecho Fundamental conculcado. La

30
Diccionario de la Real Academia Española; http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=inadmisible. (Fecha de
consulta: 5 de enero 2018)
31
Enciclopedia Jurídica http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/inadmisibilidad/inadmisibilidad.htm.
Fecha de Consulta: 5 de enero 2018)
interposición del amparo constitucional requiere que se agoten los recursos que puedan
interponerse contra una solicitud primeramente por la vía judicial ordinaria.

Pro lo que por eso si se interpone dicho recurso de manera errónea contraria lo que establece
el artículo 70, numeral 1, de la Ley 137-11 de Organización del Tribunal Constitucional, debe
ser determinada la inadmisión del amparo como ocurrió en las motivaciones del siguiente
apartado:”Por lo que, siguiendo los precedentes constitucionales, nos encontramos
ante un pedido o solicitud inadmisible en materia de amparo, la que formularán los
accionantes, toda vez que, como hemos establecido: se trata
de documentos que fueron ocupados y secuestrados en ocasió de una investigación y
proceso penal que aún se encuentra en curso, existe otra vía
idónea para solicitar la devolución de dichos objetos y verificar la conculcación o no
del derecho que alegan las partes accionantes, ya que, corresponde al Juez apoderado
de la cuestión penal, decidir acerca de la
devolución de dichos objetos, tomando en cuenta lo establecido en los artículos
73,190,292, y 414 del Código Procesal Penal, ya que en la especie el proceso se encuentra
en fase de apelación por la resolución dictada por el Juzgado de la Instrucción
en ocasión del conocimiento de la audiencia preliminar,
por lo que, las facultades determinadas para el juez de la instrucción en ocasión de
los artículos citados por los efectos que produce el recurso de apelación corresponden a los
jueces de la corte de apelación y por tanto, a ellos entonces corresponde decidir acerca de
la devolución de los objetos solicitados a través de la contestación del recurso de apelación
formulado. Y lo mismo se contrapone al art. 70.1de la ley 137-11, cuando establece que
resulta inadmisible la acción de amparo “cuando existan otras
vías judiciales que permitan de manera efectiva obtener la protección del derecho
fundamental invocado”, razón por la que entendemos deviene en arbitraria la decisión
emanada de la acción de amparo de que se trata, ya
que, en caso de no declarar su incompetencia para conocer y fallar este
pedido, debió declarar la inadmisibilidad del mismo, ante de avocarse a conocer el
fondo de la cuestión y fallar ordenando la devolución de objetos secuestrados en ocasión de
un proceso judicial y que constituye evidencia
que soportan una acusación en contra de las partes accionantes en el presente
amparo.”32

Asimismo, nuestro Tribunal Constitucional estableció en la sentencia TC/0160/13 el


precedente que sigue: “…, debió declarar inadmisible la acción de amparo bajo el supuesto
del artículo 70.1 de la Ley núm. 137-11, el cual reza: El juez apoderado de la acción de
amparo, luego de instruido el proceso, podrá dictar sentencia declarando inadmisible la
acción, sin pronunciarse sobre el fondo, cuando existan otras vías judiciales que permitan
de manera efectiva obtener la protección del derecho fundamental invocado. Además, este
tribunal ha establecido que la facultad de inadmisión se encuentra condicionada a la

32
Sentencia de Amparo TC-0002-18, 2 enero 2018, Exp. TC-05-2016-0057 y TC-07-2017-0015, Tribunal
Constitucional de la República Dominicana,
https://www.tribunalconstitucional.gob.do/consultas/secretar%C3%ADa/sentencias/tc000218/ , (Fecha de
Consulta: el 22 del mes de enero 2018)
identificación de la vía judicial que el Tribunal considere idónea, así como las razones por
las cuales la misma reúne los elementos de eficacia requeridos por el legislador.”33

Es por este motivo que nos surge la cuestionante, de qué vías existen dentro del la ram del
amparo civil para resolver las solicitudes, que están abiertas que deben de ser tomadas en
cuenta previo al amparo, y si estas repercuten como la misma herramienta fundamental y
protegen los derecho resguardados por esta.

Este articulado de la Ley 137-11 se aplica a todas las ramas que puedan ser retomadas por la
vía de amparo, como por ejemplo fallo el tribunal en caso a una solicitud tributaria,
“El sustento entonces, de esta decisión tiene fundamento en los precedentes
fijados por esta alta corte a partir de los precedentes TC/0030/12,
TC/0028/13,TC/0281/13 y TC/0166/14; y, más aún, en las disposiciones legales a las que
hemos hecho referencia; por lo que entendemos que en este caso el tribunal idóneo y natural
para resolver el conflicto impositivo entre la Dirección General de Impuestos
Internos (DGII) y Luis Ernesto Alcántara Alcántara; lo es el Tribunal Superior
Administrativo en materia tributaria ordinaria, por lo que procede declararse
inadmisible, conforme al artículo 70.1de la Ley núm. 137-11, la presente acción de amparo,
por la existencia de otra vía.”34

Por último, tenemos otra situación de admisibilidad del amparo, que está establecido en el
numeral 3 y establece que “Cuando la petición de amparo resulte notoriamente
improcedente”. En lo concerniente a que la acción de amparo sea notoriamente improcedente,
vale decir que al momento de proceder al conocimiento de los medios de inadmisión que
pudieran presentarse con respecto a la acción de amparo, el Tribunal Constitucional ha
establecido de manera coherente que únicamente puede estar presente una única causa de
inadmisión, en ese sentido la sentencia TC/0029/14 de dicha Alta Corte, indicó: “Este
tribunal es de criterio que la concurrencia de ambas causales de inadmisibilidad constituye
una incoherencia insalvable que viola el principio de congruencia, provocando que se
excluyan mutuamente; de manera que la decisión recurrida refleja una severa contradicción
de motivos que deja sin fundamento la decisión atacada”. Esto debido a que los supuestos de
inadmisibilidad que se plantean en la legislación son distintos e incompatibles el uno con el
otro; esto resulta de suma importancia, pues nos permite vislumbrar que cada una de las
causales son independientes entre sí, por lo que no podríamos decir que la acción de amparo
resulta ser notoriamente improcedente por existir otra vía judicial para reclamar el derecho;
y esto lo ha ido desarrollando constantemente el Tribunal Constitucional.

En ese sentido, y como en el presente ensayo nos interesa la causal contenida en el numeral
3 del artículo 70 de la ley que rige los procesos constitucionales, consistente en que la acción
de amparo resultará inadmisible cuando la misma sea notoriamente improcedente, en esas
atenciones el Tribunal Constitucional estableció, que dicha aseveración realizada por la

33
Sentencia de Amparo TC-0160-13, Tribunal Constitucional de la República Dominicana.
34
Sentencia de Amparo TC-0010-18, 18 enero 2018, Exp. TC-05-2017-0158, Tribunal Constitucional de la
República Dominicana,
https://www.tribunalconstitucional.gob.do/consultas/secretar%C3%ADa/sentencias/tc001018/
(Fecha de Consulta: El 22 del mes de enero 2018)
legislación debe ser entendida como: “cuando la acción de amparo se interpone con la
finalidad de proteger derechos subjetivos, cuya protección se garantiza adecuadamente
mediante los procesos comunes por tratarse de un asunto de legalidad ordinaria”(TC/618/18).

Lo que nos quiere decir dicho precepto, es que la acción de amparo será notoriamente
improcedente cuando lo que se busca es asunto de legalidad ordinaria, es decir que no se
busca la reclamación de la vulneración o amenaza a un derecho fundamental, sino
únicamente a preceptos legales ordinarios. Dicha declaración de inadmisibilidad responde al
objeto o finalidad de la acción de amparo, el cual consiste en la protección de manera
exclusiva de Derecho Fundamentales, como tal lo indica el artículo 72 de la Constitución
Dominicana; por lo cual cuando se quiere reclamar otros derechos, que no sean
fundamentales, evidentemente la acción resultará notoriamente improcedente.

Con respecto al objeto de la acción de amparo, el Tribunal Constitucional de Colombia


indicó: “Conforme a su naturaleza constitucional, la acción de tutela es el mecanismo
preferente de protección de los derechos fundamentales, cuyo ejercicio debe estar dirigido a
obtener su amparo efectivo e inmediato frente a los actos u omisiones que los amenacen o
vulneren. Así, la acción de tutela no puede ser entendida como una instancia idónea para
tramitar y decidir conflictos de rango legal, pues con éste propósito, el legislador dispuso los
medios y recursos judiciales adecuados, así como las autoridades y jueces competentes”
(Tribunal Constitucional de Colombia, T-901-07). Y por esto que siempre que no se busque
la protección de Derechos Fundamentales el recurso de Amparo será notoriamente
improcedente.

1.d Valoración probatoria en materia de amparo.

Tenemos que tener en cuenta que la acción de amparo no resulta ser un procedimiento de
conocimiento pleno, sino que el mismo se fundamenta en la apariencia de buen derecho, y
debido a ello la valoración de la prueba en la acción de amparo es completamente distinta
que a la que encontramos en la jurisdicción ordinaria.

La ley 137-11, Orgánica del Tribunal Constitucional y de los Procesos Constitucionales, es


la encargada regir los procedimientos constitucionales que se encuentran dentro del
Ordenamiento Jurídico, entre los cuales se encuentra la acción –recurso- de amparo, regulado
el mismo por lo artículo 76 y siguientes de la mencionada ley. Dicho procedimiento, al igual
que los demás ordinarios contemplado en nuestro sistema, responde a la máxima jurídica de
que: “todo aquel que alega un hecho en justicia tiene la obligación de probarlo”; sin embargo,
al igual que todo procedimiento, en los procesos constitucionales, el amparo de manera
particular en este caso, existen particulares que pasaremos a explicar- relativas a la valoración
de los medios de prueba.

Uno de los primero preceptos que encontramos en la referida ley de procedimiento, es el


contenido del artículo 80, el cual indica: “Los actos u omisiones que constituyen una lesión,
restricción o amenaza a un derecho fundamental, pueden ser acreditados por cualquier
medio de prueba permitido en la legislación nacional, siempre y cuando su admisión no
implique un atentado al derecho de defensa del presunto agraviante”. De lo cual se
vislumbra la existencia de una libertad probatoria en el procedimiento de amparo, quedando
únicamente la excepción de que el medio probatorio será admitido siempre y cuando éste no
violente uno de los principios del Debido Proceso, el cual resulta ser el derecho de defensa.
Sin embargo, esto refiere únicamente con relación a cuales son los elementos de pruebas que
podrán ser admitidos, empero no directamente a cómo se valorarán estos una vez ya son
incorporados al proceso.

La valoración de la prueba, debe hacerse mediante las debidas motivaciones, en ese sentido
el artículo 88 en su párrafo se establece: “En el texto de la decisión, el juez de amparo deberá
explicar las razones por las cuales ha atribuido un determinado valor probatorio a los
medios sometidos a su escrutinio, haciendo una apreciación objetiva y ponderada de los
méritos de la solicitud de protección que le ha sido implorada”35. Se ha indicado que uno de
los mecanismos “de control de la actividad jurisdiccional es el de la motivación”. Lo cual
consiste en establecer las razones, motivos e indicar los fundamentos que provocan la
decisión que el juez adopta en sus providencias. Luigi Ferrajoli ha establecido: “la
motivación garantiza, la naturaleza cognoscitiva y no potestativa del juicio, permite la
fundamentación y el control de las decisiones tanto en derecho, por violación de la ley o
defectos de interpretación o subsunción, como en hecho, por defecto o insuficiencia de
pruebas o bien por inadecuada explicación del nexo entre convicción y pruebas”.

Debido a que el juez, tiene la obligación, ineludible, de explicar las razones que lo llevaron
a otorgar un determinado valor probatorio a los medios aportados; y ya que “la obligación
de justificar los medios de convicción en que la sustenta, constituyendo uno de los postulados
del debido proceso, la que sólo puede ser lograda cuando se incluya una valoración
adecuada de las pruebas conforme a las reglas de la sana crítica, lo que fortalece la
seguridad jurídica a que aspiran disfrutar los ciudadanos de manera objetiva”.

Así pues, que el juez de amparo al momento de valorar los medios probatorios, lo realizará
en base al sistema de la sana crítica, las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y la
máxima de experiencia, en su conjunto es lo que constituye este sistema de valoración.

De los elementos que compone la sana crítica, la lógica trae consigo sus principios
fundamentales, los cuales consisten en: Razón Suficiente, Tercero Excluido, Identidad y
contradicción; los cuales son innegables para el válido razonamiento de las decisiones
adoptadas por el juzgador. Estos principios, conjuntamente con los conocimientos científicos
y máximas de las experiencias, deben ser tomados en consideración al momento del juzgador
recrear los hechos.

Cada uno de estos elementos que se componen son expresados por el juzgador en las
motivaciones, en las cuales este tiene la obligación de explicar de manera detallada los pasos
por los cuales fue llevando su razonamiento con la finalidad de determinar su decisión. Es
importante destacar que la sana crítica se funda en el constructivismo, en la cual mediante
cada una de las pruebas de manera individual y luego conjuntamente, se toma una posición
determinada. Indicando la jurisprudencia: “Que el juez está en el deber de tomar en

35
DE LOS SANTOS HICIANO, José Problemas prácticos del discurso justificativo, (Santo Domingo:
Gaceta Judicial: 1 de febrero de 2010), IBS 0279 P. 2
consideración al momento de valorar los elementos probatorios, lo siguiente: 1- Que dichos
elementos de prueba haya sido obtenidos por un medio lícito. 2- Al momento de fundar una
decisión las pruebas deben ser recogidas con observancia de los derechos y garantías del
imputado previstas en el bloque constitucional; 3- Las pruebas deben ser recogidas mediante
cualquier medio permitido; 4- Deben tener relación directa o indirecta con el hecho
investigado y debe ser útil para el descubrimiento de la verdad; y 5- Deben ser valorados
conforme a las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de la
experiencia”.36

Luego de lo indicado previamente, es obvio, que el sistema de valoración de la prueba para


la acción de amparo, es el de la Sana Crítica, y que el juzgador deberá establecer en su
sentencia las razones por la cual procede a otorgarle mayor valor a un elemento con respecto
a otro, todo esto con la finalidad de hacer constatar la posible vulneración de los Derechos
Fundamentales que alegan como conculcados.

2. Naturaleza jurídica del amparo en materia Civil

Los derechos fundamentales inherentes a las personas, establecidos tanto en nuestra


Constitución como en los tratados Internacionales son protegidos por el Estado. De esto nos
vimos en la necesidad de incluir dentro de nuestro ordenamiento jurídico vías capaces
para reclamar la protección de estos derechos en el momento que estos se vean afectados,
limitados o amenazados.

El termino Amparo significa protección, defensa, abrigo, por lo que este es uno de los
instrumentos procesales que permiten la tutela de los derechos constitucionalmente
protegidos. El Amparo es un sistema de control de la Constitución y las garantías de tipo
jurisdiccional por vía de acción. Este tiene como idea llevar las leyes o actos de la autoridad
que violen las garantías individuales o impliquen una invasión de la soberanía de los Estados,
y a la vez tiene como finalidad el acto que se reclama y la reposición de este al momento de
la violación al derecho fundamental.37

Otros lo han definido como la acción que tienen como finalidad conseguir el reconocimiento
de un derecho obligatoriamente establecido en la Constitución motivado por la violación o
amenaza a través de un acto ilícito, limitando a que siempre que no existan otras vías
procesales aptas para remedir con rapidez y eficacia el perjuicio, ni el derecho a la libertad
física que se encuentra legitimizada por el habeas corpus.38

2.1 Competencia

36
CAMACHO HIDALGO, Ignacio P. Código Procesal Penal Anotado. (Santo Domingo, D.N.: Editora
Manatí. 2006). P. 465
37 AGUIAR HORACIO, Noriega Cantun. El Amparo contra Las Leyes. Ed: 5ta (México: Editora Trillas 1997), pág. 150.
38 DIAZ SOLIMINE, Omar Luis, Juicio de Amparo, (Buenos Aires Argentina: Editorial Hammurbi, S.R.L. 2005), pág. 275.
La competencia se considera como el alcance de cada jurisdicción por el límite que le es
conferido por la ley, organismos o la jurisprudencia para que someta determinados asuntos
dependiendo de la materia, grado, territorio, gravedad, bien envuelto. También, como el
fragmento de jurisdicción atribuida a un juez, el cual es asignado al conocimiento de un
determinado órgano jurisdiccional.39

Anteriormente con la resolución del 24 de febrero de 1999 la Suprema Corte de Justicia


estatuyo al juez de primera instancia en sus atribuciones civiles como el tribunal competente
para el conocimiento de la acción de amparo, asemejando su competencia a la establecida en
la ley chilena y la ley Argentina.

La Suprema Corte de Justicia analiza la competencia que corresponde a los jueces de primera
instancia como jueces de derecho común con plenitud jurisdiccional en el distrito en el cual
ejercen sus funciones de los asuntos que la ley atribuye y es por esto que le reconoce a este
juez de primera instancia la competencia para conocer del amparo.

Luego tras la conformación del Tribunal Constitucional y la Ley de Organización del


Tribunal Constitucional 137-11, se introdujo a nuestro ordenamiento jurídico otra
conformación, procedimiento y competencia en materia de la Constitución y Los derechos
Fundamentales, estableciendo en su artículo 72 “Sera competente para conocer de la acción
de amparo, el juez de primera instancia del lugar donde se haya manifestado el acto u
omisión cuestionado”40.

Estableciendo así la competencia al Juez de Primera Instancia, pero delimitando los caso en
que “En aquellos lugares en que el tribunal de primera instancia se encuentra
dividido en cámaras o salas, se apoderará de la acción de amparo al juez cuya
competencia de atribución guarde mayor afinidad y relación con el derecho fundamental a
legadamente vulnerado.” Esto estableciendo que cuando las salas tienen ramas específicas
de materia la competencia le tocara al tribunal más a fin a esta solicitud.

EL juez apoderado no puede declararse incompetente por el territorio, pero cuando se declare
en razón de materia el plazo de ejercicio de la acción se considerara prescrito, siempre y
cuando haya sido interpuesto en tiempo hábil, dejando la jurisdicción que entienda sea
competente. Esta decisión de incompetencia debe ser rendida en el curso de la audiencia o
en un plazo de 3 días.

2.2 Partes del Amparo Civil.

El Amparo nace en la Constitución y es un proceso a través del cual los Tribunales debaten
leyes y actos que violan los derechos y garantías fundamentales, “El juicio constitucional del
Amparo no es un recurso con el contenido que a tal concepto confiere la doctrina procesal;
esto es, una instancia o procedimiento utilizado por las partes para impugnar una resolución
y así obtener su revocación, reforma o modificación; sino que es un procedimiento de
jerarquía constitucional, tendiente a conservar a los individuos en el disfrute de sus garantías

39 COUTURE, Eduardo J., Fundamentos del Derecho Procesal Civil, Ed. 4ta (Buenos Aires: Editorial B de F, 2004), pág. 25
40
Ídem.
individuales, incluso las de exacta aplicación de la ley. Así, pues, una ejecutoria de amparo,
aun cuando en sus efectos tiene semejanza con un sentencia de segunda instancia o
pronunciada en el recurso de apelación, porque constituye un grado de conocimiento de
conflicto o controversia, tiene entidad propia en funciones de restituir al quejoso en el goce
de la garantía violada”41

El juicio de amparo civil únicamente puede promoverse por quien se encuentre afectado de un
derecho, tratado, reglamento o cualquier actuación la cual se pueda reclamar. Puede hacerlo
por sí mismo, por un representante legal, o inclusive un familiar en los casos que autorice la
ley expresamente.

En el caso de los menores de edad en otros países como en México estos pueden solicitar el
amparo sin necesidad de estar representado para intervenir en juicio, porque es la obligación
del juez sin la agravante de la urgencia del amparo le deberá asignar un representante para que
lo represente.42

La persona sometida a un estado de interdicción, está facultado para solicitar amparo conducido
por un representante legal, a excepción de cuando se intenta alegar incapacidad para rechazar
la demanda esta no procedería, ya que este recurso debe ser impulsado por un representante
legal.

También, las personas morales privadas, tiene derecho para interponer recurso de amparo, para
proteger sus garantías fundamentales, siempre y cuando estos sean representados legalmente,
o funcionarios del estado, por lo que se entiende también que el estado puede interponer juicio
de garantías en defensa de los intereses patrimoniales del pueblo. 43

La autoridad que dicta, promulga, publica, ordena, ejecuta o trata de ejecutar la ley o el acto de
reclamo de esta. Son las autoridades responsables, no solo las autoridades que ordenan. Si no,
que las autoridades subalternas, son partes responsable dentro del amparo.44 Los secretarios de
acuerdos, no son autoridades a los efectos del amparo porque a pesar que estas autorizan las
sentencias, resoluciones y actuaciones, este se limita únicamente a autorizarlas y confirmar y
certificar lo que ocurrió en una dada circunstancia.

Las autoridades que si son partes son las autoridades quienes a los efectos del amparo sí
disponen de la fuerza pública, en virtudes de circunstancias legales y de hecho, que se encuentre
los individuos en capacidad material de ejercer los actos públicos. “Disponen de la fuerza
pública”. “Esa tesis formada con ejecutorias que van del Tomo IV al Tomo LXX de la Quinta
Época del Seminario citado, necesita ser afinada en la época actual, en que las funciones del

41 Amparo directo 2468/1955. Camiones y maquinaria ,S.A.. 6 de Abril 1956, 4ta Sala Suprema Corte de Justicia Mexicana, Informe 1956, párrafo 12.

42 Repertorio Alfabético de Jurisprudencia de Cajica, Tomo XXVI, Pág. 1833

43 QUINTANILLA GARCÍA, Miguel A., Teoría y Práctica del Juicio de Amparo en Materia Civil, Ed 2, (La Mesa, Bolivia, México: Cardenas Editor y Distribuidor

1994).

44 Jurisprudencia 54 (Quinta Época), Vol. Comunes Al Pleno y Salas, Jurisprudencia 180, pág. 361.
Poder Ejecutivo se han desplazado con complejidad creciente a organismos descentralizados
y paraestatales. Y se tiene que llegar a la conclusión de que si los particulares no pueden por
su voluntad unilateral, ni por estipulación respecto del tercero, imponer a otros cargas que
sean exigibles mediante el uso de la fuerza pública ni directamente ni indirectamente, uno de
los elementos que viene a caracterizar a las autoridades, para los efectos del amparo, el el
hecho de que con fundamento en alguna disposición legal puedan tomar determinaciones o
dictar resoluciones que vengan, en alguna forma cualquiera, a establecer cargas en perjuicio
de terceros, que puedan ser exigibles mediante el uso directo o indirecto de la fuerza pública.
Y cuando esas cargas sean en alguna manera exigibles mediante el uso de la facultad
económico- coactiva, como impuestos, derechos o aprovechamientos, se estará frente a
autoridades facultadas para dictar resoluciones de carácter fiscal.”45

Es tercero perjudicado en el amparo civil la contraparte del agraviado, porque cuando el acto
reclamado emana de un juicio o controversia que no se obviamente proveniente de la materia
penal, es promovido por un tercero extraño al proceso.

2.3 Los recursos contra la sentencia de amparo.

La revisión constitucional fue primera vez configurada en la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela de 1999 “(...) se tribuye a la Sala Constitucional la competencia para
revisar las decisiones definitivamente firmes dictadas por los tribunales de la Republica en
materia de amparo constitucional y control difuso de la constitucionalidad, a través de un
mecanismo extraordinario que deberá establecer la ley orgánica que regule la jurisdicción
constitucional, solo con el objeto de garantizar la uniformidad en la interpretación de las
normas jurídicas y principios constitucionales, la eficacia del texto fundamental y la seguridad
jurídica”.46

Esta se advertía como una herramienta procesal de control constitucional al examinar las
decisiones jurisdiccionales con autoridad de la cosa juzgada que emanan de los tribunales
ordinarios, tratando de darle una única y razonable interpretación a los principios y doctrinas
plasmadas en la Constitución para que los demás órganos del poder judicial y poderes del
estado logren darle una respuesta con seguridad e igualdad jurídica.

A partir de esto ponemos en evidencia el concepto de revisión constitucional, este proceso se


caracteriza porque, No constituye una Nueva instancia. No es posible catalogarla como otra
instancia del proceso. La interposición de este recurso de una sentencia solo procede en casos
de decisiones jurisdiccionalmente firmes. Dígase, decisiones que han adquirido la autoridad de
la cosa irrevocablemente juzgada. 47 Y por último la revisión constitucional es una potestad
que le compete al Juez del Tribunal Constitucional, ya que este es un recurso extraordinario
que se aplica a una decisión final o irrevocable, pero para contrarrestar esto podríamos afirmar
lo que estableció Giuseppe Chiovenda, “nada tiene de irracional que la ley admita
impugnación de la cosa juzgada, ya que su autoridad misma no es absoluta y necesaria, si no
establecida por consideraciones de utilidad y oportunidad, de tal manera que estas mismas

45 Revisión de Amparo No. RA-794/73 1 abril 1974, Asarco Mexicana, S.A., Suprema Corte de Justicia de México.
46
Constitución Venezolana de 1999.
47 Ley 137-11 LOTC op. Cit.
consideraciones pueden a veces aconsejar su sacrificio, para evitar el desorden y el mayor
daño que se derivaría de la conservación de una sentencia intolerablemente injusta”.48

Como lo establece el artículo 94 de la Ley 137-11, sobre Organización del Tribunal


Constitucional, donde fija claramente a que recurso puede realizarse al amparo “Todas las
sentencias emitidas por el juez de amparo pueden ser recurridas en revisión por ante el
Tribunal Constitucional en la forma y bajo las condiciones establecidas en esta ley.” Y
”Ningún otro recurso es posible, salvo la tercería, en cuyo caso habrá de procederse con
arreglo a lo que establece el derecho común.

Bibliografia

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