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Ana María Rivera Ospina

2015 – I

Lucena, Clemencia. Anotaciones políticas sobre la pintura colombiana. Bogotá: Bandera Roja,
1975.

Clemencia Lucena fue una artista y crítica de arte colombiana, reconocida por militar
abiertamente en causas sociales y en movimientos como el MOIR (Movimiento Obrero
Independiente Revolucionario), nació en Bogotá en 19451. Entre sus publicaciones se encuentra el
libro Anotaciones políticas sobre la pintura colombiana de 1975, el cual tiene un tinte abiertamente
político desde el principio. En el prologo de la obra, Lucena afirma que en Colombia existe una
lucha de clases entre el pueblo y la élite, y esta lucha se puede reflejar a través de la producción
artística del país. Para la autora, el arte es un campo en el cual refleja la desigualdad y la violencia
que se vive en Colombia, de esta forma, así las obras no sean abiertamente políticas, sí son una
muestra material de lo que ella identifica como dos tipos de arte que están políticamente enfrentados:
el arte del pueblo y el arte de la élite gobernante. El propósito de Lucena con este libro es empezar a
concebir un arte nuevo en el país “[…] que tenga bases científicas y un carácter popular, que no se
pliegue a los intereses de la clase dominante […] ni a los del imperialismo norteamericano”2.

El libro está dividió en dos partes. La primera parte hace un recuento sobre el arte colombiano,
así, comienza afirmando que el arte de la colonia no es arte porque su oficio se confunde con el de
artesanía y tampoco es colombiano porque es una mera copia del arte que los españoles impusieron
en América, exaltando temáticas religiosas y olvidando a la influencia negra o indígena; de este
periodo solo rescata al pintor Gregorio Vázquez Ceballos. Luego del periodo colonial, rescata la
figura de José María Espinosa, quien se interesa sobre todo por los temas de la independencia que
nos separan de la España colonizadora a quien la autora ve como un impedimento para el arte propio
en Colombia. En este aparte, la autora refleja una fuerte influencia marxista que se identifica en el
tema de la constante lucha de clases y en los cambios materiales que determinan las coyunturas en
las concepciones filosóficas y en las representaciones artéticas.

Después del periodo de la indepdencia, Lucena habla de una búsqueda de la identidad en el arte
por lo que descarta a Andrés Santamaría como un pintor colombiano más representativo de la época,
porque según ella, Santamaría era más europeo que otra cosa. De esta forma y contradiciendo a
Marta Traba, resalta la importancia de los muralistas mejicanos y de pintores como Ignacio Gómez,
Pedro Nel Gómez y Alipi Jaramillo, a quien Traba había borrado de su historia del arte colombiano.
Para Lucena, el muralismo es fundamental para entender la pintura de América Latina porque es un
movimiento que no está estrechamente ligado a las vanguardias europeas. Finalmente, hablando de
una época más contemporánea, la autora muestra cómo artista como Alejandro Obregón y Fernando
Botero, así representen temas sobre la violencia y la desigualdad en Colombia, finalmente están
obedeciendo y provienen de una élite de Colombia.

La segunda parte del libro presenta una serie de ensayos sobre el arte en Colombia.

1
Para revisar datos de la biografía del autor remitirse a
http://www.colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=7314v Consultado el 23 de abril de 2015
2
Lucena, Clemencia. Anotaciones políticas sobre la pintura colombiana. P. 14

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