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VOCALES

Una vocal es aquel sonido del habla en cuya articulación no está presente ningún obstáculo a la salida
del aire. El sonido vocálico se opone directamente al sonido consonántico, en el cuál sí hay elementos
que dificultan la salida del aire. Las vocales del español son cinco: "a", "e", "i", "o" y "u". Estas se
dividen en dos grupos: vocales abiertas y vocales cerradas.

Una vocal abierta se caracteriza por la posición de la lengua dentro de la cavidad bucal, colocándose
en la parte inferior de la boca, de manera que la cavidad bucal se amplia para producir el sonido
vocálico. Por el contrario, una vocal cerrada es aquella que no necesita una abertura máxima de la
boca sino que se produce en un mínimo espacio entre la lengua y el paladar, colocándose la lengua en
la parte superior de la boca.

HIATOS

El hiato es cuando dos vocales se encuentran juntas pero están en diferentes sílabas. Dicho en otras
palabras, los hiatos se producen cuando dos vocales que forman diptongo o triptongo se encuentran en
diferentes sílabas.

El hiato se puede dar cuando dos vocales fuertes están juntas como en las palabras:
- caer
- teatro
- mareo

También se da cuando una vocal débil lleva acento ortográfico y le procede una vocal fuerte como en:
- río
- país
- biología

El hiato también es conocido como adiptongo.


La existencia de una letra “H” entre las dos vocales no impide la formación del hiato, como en la
palabra búho.

ACENTUACIÓN

Tilde diacrítica » para voces como tu, de, cuando, donde...


Lista de palabras que no se acentúan » para casos como ésto, fluído, tí, gratuíto...
En castellano, las reglas de acentuación tienen como principal objeto señalar la vocal tónica con ayuda
del signo de la tilde (también llamado acento ortográfico y, en tipografía, acento agudo). Por esta
razón también se las llama reglas de atildación o de tildación.
Guiadas por un principio de economía, permiten identificar inequívocamente la vocal tónica de una
palabra dada sin necesidad de ningún signo ortográfico en la mayoría de los casos.
Hay una infinidad de palabras que se acentúan en Español, en concreto en nuestra base de datos
tenemos 255.832 palabras que deben llevar tilde. Las reglas generales de acentuación son las
siguientes:

Palabras agudas: son aquellas cuya última sílaba es tónica, deben llevar tilde aquellas que acaben en
vocal, ene o ese.

Palabras llanas: son aquellas cuya sílaba tónica es la penúltima y llevan acento las que no terminan en
vocal, ene o ese
Palabras esdrújulas: son aquellas cuya sílaba tónica es la antepenúltima, se acentúan siempre

Con las reglas anteriores puede parecer fácil saber cuando lleva tilde una palabra, no obstante en
ocasiones saber separar una palabra en sílabas no es sencillo y pueden aparecer otros factores como los
hiatos, las palabras compuestas o los acentos diacríticos que fácilmente inducen a equivocación. Por
ello te ayudamos no sólo mostrandote cual es la forma correcta de escribir la palabra pero además te
decimos por qué es así.

La palabra "hablamos" NO lleva tilde

A continuación te explicamos por qué no se accentúa hablamos:

Han de llevar tilde las palabras llanas que no terminen en vocal, "n" o "s".

Llamamos palabras llanas a las palabras donde el golpe de voz o sílaba tónica recae en su penúltima
sílaba.

La separación silábica de HABLAMOS queda así: ha-bla-mos, es llana y termina en "s" por lo tanto
no se acentúa.

EL USO DE LA B Y LA V

es una de las cuestiones ortográficas que más errores provoca a la hora de redactar un texto en
castellano. Es por ello que hace falta saber, a la hora de escribir, en qué ocasiones hemos de utilizar la
B, y qué ocasiones debemos escoger la V.
La letra B se utilizará sin excepción en los siguientes casos:
– Usaremos la B, siempre, antes de una L o una R (Nablús, broca)
– Escribiremos siempre con B las partículas Bi, Bis, o Biz.
– Emplearemos siempre la B en las palabras cuyos comienzos deriven de Bibli (de Biblión: libro, en
griego), como biblioteca, biblioteconomía, etcétera.
– Siempre que una palabra termine en Ble o en Bilidad, esa última partícula la escribiéremos con B
(cuestionable, habilidad).
– Siempre que una palabra termine en Bundo o Bunda, la escribiremos con B (tremebundo, abunda).
– Todas las terminaciones del pretérito imperfecto de la primera conjugación de indicativo (Aba,
Abas, Aba, Ábamos, Abais, Aban) se escriben con B, siempre (buscaban, jugaban, medraban).
– La regla anterior es también aplicable a un verbo de la tercera conjuntación, como Ir (ibais, iban,
ibas…)
– Determinadas partículas, como Abs, Ob, Obs y Sub, siempre se escriben con B (absoluto, obtuso,
obsceno, subterráneo).
– Se escriben con B todas las terminaciones de verbos de la primera conjugación cuyo infinitivo
finalizaba en Bir (concebir, percibir). Cuidado con confundir aquí la B y la V: no utilizaremos la B con
los verbos de esa misma conjugación que terminen en Vir (hervir, vivir, servir).
– Las partículas que significan bondad, como Bene y Bien, siempre van con B (benefactor,
bienhechor).
La letra V se utilizará sin excepción en los siguientes casos:
– Después de una consonante B, D o N, escribiremos siempre una V (obvio, advertir, envolver)
– En general, toda palabra que empieza por Eva, Eve, Evi o Evo irá con V (evanescencia, evitar,
evapotranspiración, evento). Sin embargo, hay que ser cuidadoso a la hora de aplicar esta regla, pues
existen excepciones: ébano, ebanista, ebanistería, etcétera.
– Usaremos la V, siempre, en todas las palabras que comiencen por Vice o por Villa (Vicepresidente,
Villanueva)
– Los pretéritos de indicativo y subjuntivo, así como el futuro de subjuntivo de los verbos: Estar,
Andar, Tener y los compuestos de los anteriores Desander, Retener, Detener, Mantener, se escriben
con V. De la misma manera, se escribe también con V el presente de indicativo y de subjuntivo y la
segunda persona del sungular del imperativo del verbo Ir.
– Toda palabra que termine en Viro, Vira, Voro y Vora se escribirá con V (triunviro, Tavira). Pero
cuidado, pues hay una excepción: Víbora. La explicación es que esa palabra proviene del latín Vipera,
y no tiene, por ende, ninguna relación con la terminación Vora.
– Los adjetivos que terminen en Ava, Ave, Avo, Eva, Eve, Evo e Iva van siempre con V. Excepto,
nuevamente una excepción, todos los derivados de Árabe.

USOS DE LA “G” Y LA “J”

Escribir correctamente es necesario para que nuestro mensaje se entienda correctamente, sin
ambigüedades. Por esto, te presentamos a continuación, reglas básicas que debes considerar al
momento de utilizar la g.
1. En los verbos terminados en ger, gir, giar, y en las conjugaciones y derivados de estos verbos que lo
requieran.
Ejemplos: de proteger, protegiendo, protegerán; de exigir, exigido, exigencia; de elogiar, elogio,
elogiemos.
El verbo tejer constituye una excepción a esta regla.
2. Las palabras que comienzan por el prefijo griego geo.
Ejemplo: geometría, geografía, geología, etc.
3. En las palabras terminadas en gia y gio, y sus derivados y compuestos.
Ejemplo: colegio y contagio, de las cuales derivan colegiatura y contagiado.
4. La mayoría de las palabras en las que aparece el grupo gen, donde quiera que sea.
Ejemplo: gente, general, argentino, urgente, origen, imagen.
Las excepciones más comunes son ajeno y berenjena.
5. En las mayoría de las palabras que incluyen el grupo igi o agi, a menos que sean derivadas de una
palabra que se escribe con j.
Ejemplo: vertiginoso, original, magia y agitado.
6. Los sustantivos terminados en gía.
Ejemplo: antología y cirugía.
Se exceptúan las palabras bujía, herejía, y otras poco usadas.

USOS DE LA “J”

1. En la mayoría de los sustantivos terminados en je.


Ejemplo: canje, monje, y paisaje. Algunas de las excepciones son cónyuge, laringe, faringe y auge.
2. En la conjugación de los pretéritos de los verbos terminados en ducir.
Ejemplo: conducir, producir, deducir y muchos otros. Por ejemplo, conduje, produjiste, y dedujo.
3. En los verbos terminados en jear y sus conjugaciones.
Ejemplo: flojear, flojeamos; callejear, callejaban.
4. En la mayoría de los sustantivos terminados en jero y jería.
Ejemplo: cajero, relojero, conserjería y extranjería.

¿ Cuáles son las reglas ortográficas para el uso de la C, S, Z ?

EL USO DE LA C

La C es la tercera letra del abecedario y su uso varía de acuerdo a cada palabra.


• Normalmente su sonido depende de las vocales a, o y u, por ejemplo: casa, cosas, cuerda, etc., o
como las terminaciones: cito, cita, cillo.
• Aquellas palabras que termina en z y se cambia a plural, se escriben con “c”. Ejemplos: lápiz- lápices
o luz-luces.
• Y por último, siempre que el sustantivo termine el tor y en sor, cambia a “ción”. Ejemplos:
destructor-destrucción, director-dirección.

EL USO DE LA S

• Palabras que terminan en “sivo” como intensivo o antidepresivo, con algunas excepciones
como nocivo y lascivo.
• También pueden tener terminaciones en:
– es-esa como finlandés-francesa
– esco-asco como pintoresco, grotesco
– Así como los adjetivos en ismo como altísimo o gravísimo

EL USO DE LA Z

• La letra z, se utiliza cuando las palabras terminan en azo, como balazo.


• También con sustantivos como ez, eza, como gentileza-naturaleza-validez.

Es común que las letras z y s, se utilicen con la mayoría de las vocales, en cambio el uso de la c se
diferencia por el sonido:
• Con la “e” y la “i” su sonido es mucho más suave.
• En cambio con la “a” y la “o” suena mucho más fuerte.
Los beneficios del saber el uso correcto de las diversas reglas gramaticales, ayudará a que los textos
sean de mejor calidad, sin necesidad de utilizar un vocabulario tan elaborado.
Elaborar un escrito o reporte que contenga una buena ortografía es de gran utilidad, puesto que
alimenta el crecimiento del personal dentro de la empresa tanto intelectual como profesionalmente.
Cabe mencionar que no solo existen reglas sobre estos ejemplos antes mencionados, sino que también
existen otras reglas puntuales como lo son en el uso de la B y V.

VERBOS

Los verbos pueden expresar una acción o movimiento, un estado de ánimo o un sentimiento, un
acontecimiento; o, en otras palabras, el estado y la existencia del sujeto. En este apartado explicaremos
las diferencias entre ser y estar, el participio y el gerundio, el indicativo y el subjuntivo, así como el
uso correcto de los verbos reflexivos, el infinitivo, la voz pasiva y el imperativo. Para más información
sobre la conjugación y el uso de los tiempos verbales, ver Indicativo/Subjuntivo y Comparación de los
tiempos de indicativo.
Ser/Estar
En español existen dos verbos que para un estudiante extranjero pueden resultar confusos: ser y estar.
Aquí explicaremos cuando usar uno u otro.
Ejemplo:
Estoy muy contenta de ser como soy.
Haber/Tener
Los verbos haber y tener tienen significados parecidos, pero su uso no es intercambiable.
Ejemplo:
Tengo cinco hermanos.
En casa siempre hay mucho alboroto.
Infinitivo
El infinitivo se usa después de ciertos verbos, adjetivos y algunas expresiones.
Ejemplo:
Estoy contenta de volver a España.
Me gusta ayudar a los animales.
Participio/Gerundio
En español, el participio y el gerundio se usan con frecuencia para formar oraciones subordinadas.
Ejemplo:
No me gustaría trabajar en un equipo dirigido por él.
Saliendo de casa, me encontré con Julián.
Verbos reflexivos
Los verbos reflexivos siempre se usan con un pronombre reflexivo (me, te, se, nos, os).
Ejemplo:
Yo me ducho.
Perífrasis verbales
Las perífrasis verbales son construciones gramaticales con dos o más verbos. Mediante ellos podemos
expresar el aspecto o el modo en el que se lleva a cabo la acción.
Ejemplo:
Acabo de llegar a casa.
No voy a ir a clase mañana.
Voz pasiva
La voz pasiva se utiliza para recalcar una acción o un estado.
Ejemplo:
La casa es construida.
La casa está construida.
Se ha construido la casa.
Imperativo
El imperativo se usa para dar órdenes a una o varias personas.
Ejemplo:
¡Ven aquí!
¡Callaos!
Indicativo/Subjuntivo
En este apartado veremos en qué circunstacias habrá que usar el indicativo y en cuáles habrá que
recurrir al subjuntivo.
Ejemplo:
Raúl llega pronto.
Ojalá Raúl llegue pronto.

USO Y ABUSO DE LAS PALABRAS “COSA”, “ALGO”, “ESTO”


Y “ESO”
LA palabra COSA se emplea cada día más. Vivimos en pleno "cosismo ". Precisamente porque se
tiende a lo fácil, está dicho vocablo en todo su apogeo. En efecto, todo es COSA en este mundo,
tomada la palabra en el sentido más amplio posible. COSA es un armario, es un lápiz, es... todo. Así,
no es extraño hablar con frecuencia de "la cosa romántica", "la cosa existencialista", "la cosa poética",
"la cosa del ambiente", etc.
COSA es probablemente la palabra de sentido más vago, más impreciso, el vocablo más vulgar y
trivial de la lengua.
Contra el abuso actual de COSA, conviene esforzarse un poco para sustituir tan insustancial palabra
por otra más precisa.
Todo lo dicho vale salvo que, por razones particulares, se tenga interés en la vaguedad del vocablo
COSA.
EJERCICIOS
Sustituya en las frases siguientes la palabra COSA por otra más precisa.
EJEMPLO:
La humildad es una cosa muy rara.
La humildad es una virtud muy rara
La palabra ALGO, de que tanto se abusa en la conversación corriente, nos da la medida de su correcto
empleo en su propia definición: algo es un pronombre indefinido y, por tanto, sólo debe usarse cuando
queramos dar a la frase un sentido indeterminado; cuando queramos mencionar algo (aquí está bien
empleado) sin precisar lo que ese algo sea.
Mas, precisamente por su carácter indefinido, impreciso, es por lo que este "algo" se nos mete entre
los puntos de la pluma, resbala entre las teclas de la máquina, con una facilidad y profusión dignas de
mejor empeño. Fácil resulta poner "algo"..., donde debiéramos escribir algo (aquí está bien empleado)
más definido que el impreciso "algo".
(Observará el lector que hemos redactado los párrafos anteriores jugando con la palabra "algo". Lo
hacemos a conciencia para que resalte cuándo debe emplearse y cuándo no.)
Veamos ahora, en unos ejemplos, unos cuantos casos en que resulta correcto el empleo de "algo" y
otros en que conviene sustituirlo por otra palabra de sentido más preciso:
"Leeré ALGO mientras vienes" (correcto).
"Aquí hav ALGO que no entiendo" (puede ser correcto o incorrecto).
"Esta historia tiene ALGO trágico Aquí conviene precisar más. Y podría ser: "Esta historia tiene un
sentido trágico"; o bien: "Esta historia tiene un argumento trágico".
"En este párrafo hay ALGO que no entiendo". Puede ser correcto si nos referimos al sentido del
párrafo; pero si nos referimos a una frase concreta, mejor sería decir: "En este párrafo hay unta frase
que no entiendo".
OBSERVACION.-Otras veces, no se trata de sustituir la palabra ALGO, sino de suprimirla. Es lo que
sucede casi siempre que se emplea ALGO seguido de un adjetivo. Eh estos casos, basta con suprimir
el prohombre indefinido y sustituir o no el adjetivo por un sustantivo, según los casos.
EJEMPLO:
Esto es algo infame.
Esto es una infamia.
Los pronombres demostrativos ESTO y ESO, por influencia francesa, se nos introducen cada vez más
en nuestro idioma. Pero la frase queda más elegante, más española, si sustituimos dichos pronombres
por el relativo o por el adjetivo demostrativo seguido de un sustantivo.
EJERCICIOS
En las frases siguientes sustitúyanse los pronombres ESTO, ESO, por el relativo o por el adjetivo
demostrativo, según los casos. Si es preciso, dése otro giro a la frase.
EJEMPLO:
Tú amas a tus padres. Esto te honra.
Tú amas a tus padres. Este sentimiento te honra. (O bien:
Tú amas a tus padres, lo cual te honra.)
Dequeísmo y queísmo son dos fenómenos muy extendidos en español que tienen que ver con la
presencia de preposición innecesaria o la ausencia cuando la frase la necesita. Está más extendido el
queísmo que llega incluso al habla de las personas cultas, mientras que el dequeísmo se considera más
vulgar.

El dequeísmo consiste en añadir innecesariamente la preposición de ante la conjunción que cuando la


preposición no está exigida ni por el verbo ni por ninguna otra palabra del enunciado. Se produce
dequeísmo en los siguientes casos:
 Al añadir la preposición "de" en la oraciòn que funciona como sujeto de la otra.
Me gusta de que me regalen libros - mal
Me gusta que me regalen libros - bien
 Al añadir "de" al complemento directo de la oración
 Dijo de que llegaría tarde - mal
 Dijo que llegaría tarde- bien
 Cuando se inserta la preposición "de" en locuciones conjuntivas como las siguientes: a no ser que,
a medida que, una vez que, etc
.No tellamaré a no ser de que te necesite- mal
No te llamaré a no ser que te necesite- bien
 Cuando se usa la preposición "de" para introducir el complemento en lugar de la que exige el
verbo
Confiaba de que puediera recibirnos (incorrecto)
Confiaba en que pudiera recibirnos (correcto)
El queísmo consiste en la supresión indebida de una preposición - generalmente de, delante de la
conjunción que , cuando la preposición viene exigida por el verbo de la oración o por alguna otra
palabra de enunciado. Hay dequeísmo en los siguientes casos:

 Cuando se omite la preposicion que corresponde al complemento del régimen de verbo: olvidarse
de, acordarse de, preocuparse de, algrarse de , fijarse en , arrepentirse de, convencer de, insisitir
en, vanagloriarse de, jactarse de, asegurarse de, percatarse de, desengañarse de, aburrirse de,
enterarse de, etc
 Al eliminar la preposición que corresponde la complemento del sustantivo , en caso como: tener
ganas de, tener la impresión de, con la condición de, tener la certeza de, tener miedo de, etc., o al
sustantivo que forma parte de las locuciones verbales: tener duda de, no haber duda de, darse
cuenta de, caer en la cuenta de, etc.
 Cuando se suprime la preposición que forma parte de algunas locuciones conjuntivas, como a
pesar de que , a fin de que, a condición de que, a cambio de que, etc.

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