You are on page 1of 2

TASAS MUNICIPALES: FALLO DE LA CSJN / LABORATORIOS RAFFO

La Corte Suprema de la Nación emitió un fallo sobre el caso "Laboratorios Raffo c/ Municipalidad de Córdoba" donde revoca un fallo del Tribunal
Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba, que habilitó al Municipio a cobrar una contribución sobre el comercio, la industria y los servicios,
aunque la demandada no tenía local en la jurisdicción.-
Ante todo, un repaso de conceptos: Las TASAS son sumas que el Estado exige de manera coactiva a cambio de la prestación efectiva de servicios
públicos individualizados y divisibles. Por lo tanto, son tributos que se exigen únicamente cuando existe una prestación efectiva y real del servicio
público que la justifica y que su monto guarde razonable proporción con el costo de dicha prestación.
En general, las ordenanzas municipales definen que el hecho imponible lo constituyen los servicios de inspección destinados a preservar la seguridad,
salubridad e higiene en locales, establecimientos, sucursales u oficinas dentro de los ejidos urbanos. Debemos agregarle a esto que es casi imposible
comprobar la efectiva prestación del servicio, que jamás guarda la más mínima relación entre el costo del servicio y los montos cobrados por tal
concepto, y que en innumerables casos se las cobra sin que haya presencia física de los contribuyentes en la jurisdicción que las aplica.
Por otra parte, los Municipios muchas veces pretenden el cobro de la tasa por el mero hecho de que el servicio esté organizado, o de no estarlo, que
simplemente se ofrezca o se encuentre descripto en el hecho imponible. Incluso muchos Municipios aplican la tasa sobre contribuyentes que no tienen
establecimiento físico en la jurisdicción, lo que torna materialmente imposible la efectiva prestación del servicio, sea en forma real o potencial.
Por más que a un contribuyente en particular no se le realizaran las inspecciones de seguridad e higiene previstas, sería suficiente que se realicen en
otros establecimientos, o que en cualquier momento pueda ser inspeccionado su local en forma efectiva, para habilitar la exigencia en el pago del
tributo, pues se cumple con la finalidad de proteger la seguridad y la salubridad de la población.
NO quedan dudas, ni aun entendiendo que la prestación del servicio puede ser potencial, de que para que se pueda prestar un servicio de inspección
("... en virtud de los servicios municipales de contralor, salubridad, higiene, asistencia social y cualquier otro no retribuido por un tributo especial, pero
que tienda al bienestar general de la población"), debe indefectiblemente existir un local en la jurisdicción que aplica la gabela, pues de otra manera
queda totalmente desvirtuada la razón de ser de la misma.
Por otra parte, la Ley de Coparticipación Federal expresa claramente que los Municipios sólo pueden aplicar tasas sobre servicios efectivamente
prestados, por lo que el análisis de las analogías con impuestos nacionales o provinciales se vuelve estéril.
El hecho de que los Municipios necesiten recursos para cumplir con funciones propias y delegadas por los otros Poderes no los habilita a atropellar el
ordenamiento jurídico vigente. La necesidad, de ninguna manera, puede justificar el delito.
Como conclusión al tema "tasas" podemos decir que ya casi no se discute la potestad municipal para cobrar este tributo, siempre y cuando haya sustento
territorial para la imposición. Es decir, el contribuyente debe tener un local en el Municipio. De lo contrario, no existe la más mínima posibilidad de
que el servicio por el que se cobra la tasa sea prestado, quedando de esta manera totalmente desvirtuada su razón de ser.
Otra cuestión, ínfimamente vinculada con la relación costo-beneficio que debe existir como elemento legitimador para el cobro de una tasa, es la
consideración de la capacidad contributiva a la hora de fijar la base sobre la que cada contribuyente financiará el servicio prestado.

El fallo de la CSJN

Resulta sumamente esclarecedor la lectura del fallo, pues más allá de reafirmar todo lo que venimos planteando, abre la vía de la Corte Suprema para
entender en estas cuestiones al decir que "... a mi modo de ver, el recurso federal intentado es inadmisible, en tanto se ha puesto en tela de juicio la
validez constitucional de una norma local y la sentencia definitiva del Superior Tribunal de la causa ha sido a favor de la validez de aquélla".
Continúa haciendo un análisis del instituto de la tasa y de su comparación con los impuestos, concluyendo que se trata de tributos de distinta categoría
tributaria, y que para legitimar su cobro debe indefectiblemente estar vinculada con la prestación de un servicio por parte del Estado. Destaca además,
que la distinción no es meramente académica, sino que desempeñan un rol fundamental en la coordinación de potestades tributarias entre los diferentes
niveles de gobierno.
Si bien la Corte Suprema sólo decide en los procesos concretos que le son sometidos y su fallo no resulta obligatorio para casos análogos, los jueces
inferiores tienen el deber de conformar sus decisiones a aquellas, careciendo de fundamento las sentencias de los Tribunales inferiores que se apartan
de los precedentes de la Corte sin aportar nuevos argumentos que justifiquen modificar la posición sentada por el Máximo Tribunal.
Finalmente, revoca la sentencia apelada, con costas, ordenando devolver los autos al Tribunal de Origen, a fin de que se dicte un nuevo pronunciamiento
con arreglo a lo dispuesto, con costas.
Conclusiones Finales

Este fallo viene a poner coto definitivo a las pretensiones municipales de cobrar la tasa de cualquier manera o circunstancia. Indefectiblemente, debe
existir un local habilitado para que el Fisco comunal se encuentre habilitado a reclamar el pago de la gabela.

You might also like