Professional Documents
Culture Documents
HUANCAYO-PERÚ
2017
1
La competencia en los órganos del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos
RESUMEN.
INTRODUCCIÓN.
2
bajo la jurisdicción de los Estados participantes del Sistema Interamericano.1 Es parte de
la naturaleza misma de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en adelante
(CIDH) ofrecer las garantías de un juicio justo a las partes y emitir un fallo conforme a
Derecho. Es justamente para asegurar el recurso a un proceso con las debidas
garantías que los Estados, en este caso los miembros de la OEA, crean tribunales
internacionales y se obligan a cumplir con sus decisiones en vez de recurrir a otros
mecanismos para resolver conflictos relativos a la interpretación de un tratado.
Es importante resaltar que parte del trabajo de la CIDH es la actividad cuasi judicial de la
Comisión, que no es un fallo sino un informe donde se emiten una serie de
recomendaciones. Sin embargo, es en base a este informe que la Comisión decide
presentar o no un caso ante la Corte. Solo los Estados parte y la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos gozan del derecho de presentar casos ante la
Corte, y esta solo tiene jurisdicción para entender en un caso, una vez que la Comisión
ha agotado su actividad cuasijudicial. Por lo tanto, el acceso a la Corte depende de la
decisión de la Comisión en cuanto a la admisibilidad del caso, que es fatal en cuanto al
acceso al Sistema, y de su visión sobre si el fondo amerita recurrir a la jurisdicción del
tribunal.
1
Verónica Gómez. “Seguridad jurídica e igualdad procesal ante los órganos”. En El futuro del Sistema
Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, Méndez, Juan E. y Cox, Francisco. Primera edición. San
José: Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 1998, p. 214.
3
1. LA COMPETENCIA A NIVEL DE LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS.
La Comisión solo puede conocer de hechos que constituyan una violación a los
derechos humanos consagrados en los instrumentos vinculantes del Sistema
Interamericano, respecto de aquellos Estados que son parte de la Convención
Americana de Derechos Humanos, los derechos son aquellos contenidos en dicho
tratado y en la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre respecto de
aquellas materias no contempladas en la Convención Americana. Además, se aplican a
los Estados las normas de los protocolos o convenciones de carácter regional de los
cuales ellos sean parte.
La Comisión analiza las peticiones que recibe a la luz de las obligaciones
contenidas en los tratados mencionados líneas arriba. Se entiende, desde luego, que la
Comisión tiene competencia para aplicar estos instrumentos en tanto y en cuanto el
Estado respectivo los haya ratificado. En este momento, diez de los 35 Estados
miembros de la OEA no son parte de la Convención Americana. Naturalmente estos
Estados no son sometidos a la competencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos; sin embargo, la Comisión tiene competencia para recibir peticiones contra
ellos, que analiza a la luz de la Carta de la OEA y de la Declaración Americana.
El trámite es esencialmente el mismo que para los casos bajo la Convención Americana.
Al pronunciarse la Corte sobre la fuerza vinculante de la Declaración Americana de
Derechos Humanos, la Corte señala tres elementos que son importantes de destacar:
La Corte señala que la Declaración Americana tiene como finalidad dar cabida a
la idea protectora de los derechos humanos, que en el Sistema Interamericano
es base fundamental del desarrollo del sistema jurídico interamericano. De allí
que el sistema, que se encuentra en constante evolución, deba ser interpretado
de acuerdo al contexto dado al momento en que se requiere la interpretación del
instrumento en cuestión, siguiendo de esa forma la tesis sobre la interpretación
de los documentos internacionales formulada por la Corte Internacional de
Justicia. Por consiguiente, la fuerza legal de la Declaración Americana no puede
ser determinada a la luz de lo que los Estados firmantes consideraron en 1948,
4
sino que debe para ello tenerse en cuenta la evolución general del sistema. De
esta manera, enfatiza la idea de la interpretación dinámica.
Esta competencia tiene relación con la norma que dispone que la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos solo puede conocer de comunicaciones que se
refieran a hechos que afectan a personas bajo la jurisdicción del Estado supuestamente
responsable de las violaciones a los derechos humanos que se han alegado. Un claro
ejemplo es el caso de Estados Unidos, que basó su defensa en la incompetencia de la
Comisión, por ser ella un “órgano consultor” sin facultades para decidir “casos”, puesto
que la Declaración Americana de Derechos Humanos funciona como acuerdo
consensuado de una “manifestación acordada de principios generales sobre derechos,
no obligatorios”. La Comisión ha sido extremadamente flexible en su interpretación de
este concepto, y en dos casos contra Estados Unidos ha extendido el término
jurisdicción más allá de lo que ordinariamente se acepta en el Derecho Internacional.
5
1.3. LA COMPETENCIA RATIONE TEMPORIS.
6
víctima, actúen ante la Comisión activando el procedimiento y llevándolo adelante, sin
que sea siquiera necesaria la intervención de la víctima.2
En el caso de que una petición sea presentada por una ONG que no se
encuentre reconocida en ninguno de los Estados miembros de la organización,
pensamos, a la luz de lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
que esta no puede ser rechazada, sino que debiera admitirse a tramitación bajo la figura
de presentación efectuada por un “grupo de personas”. La Corte ha tenido oportunidad
de pronunciarse in extenso sobre este requisito en la Sentencia sobre excepciones
2
CIDH, Caso 9850, Res. 28/92, publicado en Informe Anual 1990/9. Argentina, p. 75,
3
Medina Quiroga, Cecilia y Nash Rojas, Claudio. Op. cit. p. 58.
4
Ibíd. p. 58.
7
preliminares en el caso Castillo Petruzzi5, donde estableció: “Con respecto a esta
excepción, la Corte hace notar que independientemente del examen que pudiera
hacerse, si fuera indispensable, acerca de la existencia y las facultades de FASIC y de
las personas que manifiestan actuar en su nombre, es claro que el artículo 44 de la
Convención permite que cualquier grupo de personas formule denuncias o quejas por
violación de los derechos consagrados por la Convención”. Esta amplia facultad de
denunciar es un rasgo característico del sistema de protección internacional de los
derechos humanos, en el caso Castillo Petruzzi, este “grupo de personas”, satisfacen
una de las hipótesis previstas, para fines de legitimación, en el citado artículo 44 de la
Convención, como señala: “la evidente acreditación de esta circunstancia hace
innecesario analizar el registro de FASIC y la relación que con dicha fundación guardan
o dicen guardar quienes se ostentan como sus representantes”.
5
Caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú. Excepciones preliminares, párr. 77. En este mismo sentido se ha pronunciado
la
Corte Internacional de Justicia, cuando dice que esta “al ejercer una jurisdicción internacional, no está llamada a
atribuir
a las consideraciones de forma la misma importancia que ellas podrían tener en el Derecho interno” (Mavrommatis
Palestine Concessions, Judgment No. 2, 1924, P.C.I.J., Series A, No. 2, pág. 34; Legal Status of Eastern Greenland,
Judgment, 1933, P.C.I.J., Series A/B, No. 53, P. 71)
8
competencia de la Comisión para recibir y examinar las comunicaciones en que un
Estado alegue que otro Estado parte ha incurrido en violaciones de los derechos
humanos establecidos en esta Convención. Para que la Comisión pueda conocer estas
comunicaciones, es necesaria una declaración de reconocimiento de competencia por
parte del Estado, la que puede hacerse para que esta rija por tiempo indefinido, por un
período determinado o para casos específicos.
Los Estados no habían hecho uso de esa facultad sino hasta el año 2006,
cuando el Estado de Nicaragua presentó una denuncia contra el Estado de Costa Rica
por las supuestas violaciones de los derechos humanos de dos ciudadanos
nicaragüenses en Costa Rica. Por disposición del Reglamento, la Comisión puede iniciar
motu proprio la “tramitación de una petición que contenga, a su juicio, los requisitos
para tal fin”. La norma parece continuar la idea existente desde los comienzos de las
actividades de la Comisión, contenida en el artículo 26° inc. 2 del Reglamento anterior al
modificado el año 2003, pero su nueva redacción intriga, ya que uno se pregunta qué
diferencia existe entre una petición que permite iniciar un caso motu proprio y las
peticiones que dan origen a un caso individual normal. En todo caso, esta disposición
parece ser hoy día de escasísima aplicación, en la medida en que las situaciones de
violaciones masivas y sistemáticas han disminuido, lo que permite a los afectados
presentar peticiones con menor riesgo que antes.
9
restrictivas, ya que los instrumentos internacionales no buscan regular reclamaciones
interestatales, sino establecer mecanismos de protección de las personas respecto de la
actividad de los Estados; por lo tanto, no está en juego una situación de privilegios entre
Estados, donde sí se justificaría la tesis de la reciprocidad.6
En el presente cuadro podemos visualizar que tanto la Corte como la Comisión tienen competencia
materiae, temporis, loci y personae.
6
Medina Quiroga, Cecilia y Nash Rojas, Claudio. Op. cit. p. 81.
10
2. CONDICIONES Y REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD DE LAS PETICIONES DE
LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS.
Para que una petición o comunicación sea admitida por la Comisión se exige que:
Para que una petición o comunicación sea admisible es indispensable que previamente se
hayan agotado los recursos de la jurisdicción interna conforme a los principios del
Derecho Internacional generalmente reconocidos (arts. 46. inc. 1. A CADH y 31.1 RCIDH).
11
oportuna la excepción del no agotamiento de los recursos internos por parte del
peticionario. Si el Estado que alega el no agotamiento prueba la existencia de
determinados recursos que deberían haberse utilizado, corresponderá al peticionario
demostrar que esos recursos fueron agotados o que a su caso resulta aplicable alguna de
las excepciones a que se refiere el art. art. 46° inc. 2 CADH. Se produce, por tanto, una
distribución de la carga de la prueba pues si bien al Estado corresponde indicar los
recursos internos que deben agotarse y demostrar que éstos son efectivos, al peticionario
compete probar que son aplicables las excepciones a la regla del previo agotamiento de
los recursos internos.7
No parece deducirse del art. 46. Inc. 1.a) CADH una obligación expresa de
cumplimiento del requisito del agotamiento de los recursos internos con carácter previo a
la presentación de la petición, sino antes de que la Comisión decida admitirla. En
definitiva, y tal y como ha reiterado la Corte IDH, la excepción del no agotamiento de los
recursos internos debe plantearse en las primeras etapas del procedimiento. Pero, ¿a qué
momento concreto nos estamos refiriendo? El Reglamento de la Corte IDH indica
claramente en qué preciso momento deben plantearse las excepciones preliminares, esto
es, en el momento en el que el Estado denunciado responde al “escrito de solicitudes,
argumentos y pruebas, dentro del plazo improrrogable de dos meses contado a partir de
la recepción de este último” (arts. 41-42 R Corte IDH).
7
Corte IDH, Opinión Consultiva OC-11/90, de 10 de agosto de 1990, Excepciones al Agotamiento de los
Recursos Internos (art. 46.1, 46.2.a y 46.2.b), pár. 41.
12
2.2.3. LA VALORACIÓN SOBRE EL CUMPLIMIENTO O INCUMPLIMIENTO DEL
REQUISITO DE ADMISIBILIDAD: ¿CIDH VS CORTEIDH?
8
Corte IDH, Gangaram Penday vs. Surename, de 4 de diciembre de 1991, pár. 3 del Voto Razonado del juez
CANÇADO TRINDADE.
13
La petición o comunicación debe ser sometida a la consideración de la
Comisión dentro del plazo de 6 meses, contados desde la fecha en que la persona
presuntamente lesionada en sus derechos haya sido notificada de la decisión definitiva
[art. 46.1.b) CADH y en el art. 32.1 del Reglamento de la Comisión.
El dies a quo del cómputo del plazo se determina en función del agotamiento de
los recursos internos, determinando esta conexión la relatividad del requisito: el mismo no
resulta aplicable en caso de que, de acuerdo con la Convención, no exista obligación de
agotar los recursos internos, o se de una violación continuada y persistente de los
derechos humanos, supuesto éste último en el que la petición podría interponerse aun
después de transcurridos los 6 meses siguientes a la adopción de la decisión definitiva.
No obstante lo dicho, en los casos en los cuales resulten aplicables las excepciones al
requisito del previo agotamiento de los recursos internos, la petición del deber de
presentarla dentro de un plazo razonable (art.32.2 RCIDH).
Para que una petición o comunicación sea admitida por la CIDH, no debe
encontrarse pendiente de otro procedimiento de arreglo internacional (arts. 46.1. C CADH
y 33.1.a RCIDH). No obstante, la Comisión (art. 32.2 RCIDH) no se inhibirá de conocer la
petición cuando:
14
El óbice de litispendencia encuentra aplicación únicamente cuando se trate de “la misma
materia” la que ya se encuentra sometida a otro procedimiento de arreglo internacional,
de modo que, aun cuando otra petición, basada en los mismos hechos, haya sido
previamente sometida a otra instancia de arreglo internacional, éste no sería motivo
suficiente para inadmitirla si las presuntas víctimas no son las mismas o los derechos que
se señalan infringidos, en uno y otro caso, son diferentes.9
9
En este sentido la Comisión ha señalado que esta condición debe interpretarse restrictivamente y sólo en
relación con aquellos supuestos en los cuales la petición se limita a “la misma reclamación relativa al
mismo individuo”. Vid., CIDH, Informe nº 5/96, Perú, adoptado el 1 de marzo de 1996.
15
bajo la consideración de las circunstancias concretas de cada caso (art. 30 RCIDH). Una
vez consideradas las posiciones de las partes, la Comisión se pronunciará sobre la
admisibilidad del asunto en un informe que no prejuzgará sobre el fondo. En
circunstancias excepcionales, y tras haber solicitado a las partes que se posicionen de
acuerdo con lo dispuesto en el art. 30 de su Reglamento, la Comisión podrá abrir el caso
y diferir el tratamiento de la admisibilidad hasta el debate y decisión sobre el fondo (art.
36.3 RCIDH).
Con la apertura del caso, la Comisión fijará un plazo de tres meses para que los
peticionarios presenten sus observaciones adicionales sobre el fondo, que serán
transmitidas al Estado en cuestión a fin de que presente sus observaciones, también en
un plazo de tres meses. Antes de 234 pronunciarse sobre el fondo de la petición, la
Comisión fijará un plazo para que las partes manifiesten si tienen interés en iniciar el
procedimiento de solución amistosa.
10
Sobre investigaciones in loco Vid. Arts. 53-57 RCIDH y, sobre la celebración de audiencias, arts.61-70
RCIDH.
11
Las causas de desistimiento y archivo de la petición quedan reguladas en el art. 48.1.b CADH y en los
arts. 41 y 42 RCIDH.
16
Estados que hubieran aceptado la jurisdicción de la Corte Interamericana, no ha sido
sometido a la decisión de ésta por la Comisión o por el propio Estado, la CIDH podrá
emitir, por mayoría absoluta de votos, un informe definitivo que, incluyendo su opinión y
conclusiones finales y recomendaciones, será transmitido a las partes, quienes
presentarán, en el plazo fijado por la Comisión, información sobre el cumplimiento de las
recomendaciones. La Comisión evaluará el cumplimiento de sus recomendaciones y
decidirá sobre la publicación del informe definitivo y su inclusión en el Informe Anual a la
Asamblea General de la OEA o su publicación en cualquier otro medio que considere
apropiado. Una vez publicado un informe sobre solución amistosa o sobre el fondo en el
que haya formulado recomendaciones, la Comisión podrá tomar las medidas de
seguimiento que considere oportunas (arts. 47-48 RCIDH).
17
CONCLUSIONES
Respecto a la Corte IDH, esta es competente respecto a las peticiones que hayan
terminado el procedimiento ante la Comisión. El procedimiento ante la Corte IDH está
regulado por normas que regulan su jurisdicción, y que son: la competencia ratione
materiae, la competencia ratione temporis, la competencia ratione loci y la competencia
ratione personae activa y pasiva.
Por otro lado Si bien, la Convención Americana sobre Derechos Humanos consagra en
su artículo 46.1.b englobando esto en cuanto a las condiciones y los requisitos para la
admisibilidad de una petición sea admitida por la Comisión deberá, entre otros
requisitos, ser presentada dentro del plazo de seis meses, a partir de la fecha en que el
presunto lesionado en sus derechos haya sido notificado de la decisión definitiva; en el
desarrollo del presente artículo se pudo identificar y explicar las diferentes
interpretaciones y aplicaciones del plazo convencional.
18
sistema interamericano de protección de derechos humanos, específicamente ante la
Comisión Interamericana.
Ahora bien, la notificación según los parámetros establecidos por la Comisión puede
presentarse cuando la presunta víctima tiene conocimiento de la decisión final de forma
directa o por medio de su representante. Empero, cuando exista objeción por parte de
los peticionarios de que el presunto lesionado no fue notificado, es el Estado quien
tiene la carga procesal y probatoria de demostrar que sí lo fue.
19
No obstante lo anterior, cuando las presuntas víctimas no tengan la obligación de
agotar los recursos internos porque por un lado no exista en la legislación interna del
Estado de que se trata el debido proceso legal para la protección del derecho o
derechos que se alega han sido violados; por otro no se haya permitido al presunto
lesionado en sus derechos el acceso a los recursos de la jurisdicción interna, o haya
sido impedido de agotarlos y finalmente que haya retardo injustificado en la decisión
sobre los mencionados recursos, la Convención establece que no será de recibo el
término de los seis meses como requisito de la admisibilidad o inadmisibilidad de una
petición.
Son las excepciones al agotamiento de los recursos internos en las cuales la Comisión
Interamericana, en cumplimiento de su reglamento, fijó que el análisis de admisibilidad
e inadmisibilidad se centrará en determinar si la petición fue o no presentada en un
plazo razonable. Criterio que será objeto de descripción, análisis y deducción en un
próximo artículo producto de la investigación «Comisión Interamericana. Aspectos
Procedimentales».
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
20
ALBANESE, S., “El agotamiento de los recursos internos y algunas
excepciones enunciativas en los sistemas de protección internacional de los
derechos humanos”, La Ley, Buenos Aires, t. 1986-E.
21
22