"Santo, santo, santo".

Apocalipsis 4-9,21
1. Orientaciones generales para la reflexión de la Semana 3
Los capítulos 4 y 5 inician, propiamente, la trama apocalíptica de nuestro libro. Los
capítulos 4 y 5 son el inicio de una sesión que luego continua en los capítulos 6 y 7. La
visión del trono de Dios es muy similar a aquella de Ezequiel (capítulo 1). Juan alude a la
majestad de Dios sin necesidad de describirlo. Así evita cualquier peligro de reducir a Dios
a algún concepto. Esta visión nos presentará un trono como elemento significativo en la
visión. Ello corresponde a la importancia que el Antiguo Testamento da a este símbolo.
Podemos tomar como referencia las veces que el trono de Dios es mencionado en los
Salmos, por ejemplo. Ello se encuentra unido a la noción de soberanía de parte de Dios,
que es eterna y se extiende a todas las naciones. Así como a la noción de la justicia o
soberanía de Dios. Juan menciona al trono de Dios y el arcoíris como imágenes que
describen su actuar. Por una parte, se nos describe el poder de su acción y, por otra parte,
se alude a su misericordia.

El torno se encuentra rodeado por veinticuatro ancianos. Podríamos pensar que se trata
de ángeles o seres celestes. Sin embargo, estos ancianos poseen coronas. Coronas que
son prometidas a los fieles. En tal caso deberíamos pensar que se trata de seres humanos
glorificados. El número veinticuatro será un número significativo. Junto a estos ancianos
nos encontraremos cuatro seres vivientes. Estos cuatro vivientes pueden representar la
creación entera: las bestias feroces, los animales en general, las aves y los seres
humanos. En este caso no podemos asociarlos a la identificación que Ireneo de Lyon hace
de los cuatro evangelistas. En la visión se hace referencia a un mar. Recordemos que el
mar es para el pueblo de Israel el elemento amorfo, incontrolable. Este mar nos recuerda a
las aguas del Génesis y también nos referirá al Mar Rojo del éxodo. Por ello, este
elemento nos recuerda que la santidad de Dios se extiende incluso hasta ese elemento
que parece adverso, el mar o las aguas. De esta forma, en esta visión Dios le priva de su
fuerza destructiva y lo convierte en un elemento ornamental, como un espejo.

En los tiempos en que el Apocalipsis es redactado el emperador Domiciano pretende

imponerse como Señor Universal. De hecho se le llamaba “Dominus et deus” (Señor y
dios). Las comunidades vivían bajo el continuo asedio y la persecución a causa de esta
pretensión de los emperadores. En este sentido, el recuerdo de la santidad de Dios, el tres
veces santo, marca la diferencia con la pretensión de los emperadores. La comunidad
entiende que este "tres veces santo" no sólo es el que era, ni tampoco es sólo el que es,
sino el que vendrá. Su santidad y su gloria abarcan a todas las épocas de la historia. Esto
llena de confianza y ánimo a las comunidades cristianas.

En esta visión se nos presenta un libro escrito por detrás y por delante, cerrado con siete
sellos. Por una parte, estos sellos garantizan su autenticidad pero también muestran lo
hermético o la imposibilidad de abrirlo por sí solo. Este libro se le da al Cordero degollado,
el único que se ha encontrado digno de abrirlos. Es muy posible que la visión del Cordero,
seguida de la visión de los siete sellos, pueda ser considerada el núcleo de todo el libro del
Apocalipsis.

4. Preguntas para tu reflexión

Después de haber visto los videos y leído las lecturas recomendadas, lo invitamos a
tomarse un tiempo para reflexionar las siguientes preguntas:

1. Esta semana hemos leído Apocalipsis 5,1-14. En el texto se nos habla de un libro
escrito por ambas caras. El cordero abre este libro. ¿Con cuáles criterios suelo leer la
realidad de lo que acontece en nuestra historia? ¿qué criterios uso para leer mi propia
historia personal? ¿en qué forma crees que el seguimiento a Jesús nos ofrece una
2. nueva visión para ver la realidad? En nuestra historia no todo es malo o se encuentra
perdido, ¿puedes identificar algunos signos de la presencia de Dios en medio de
nuestra historia?
3. El libro del Apocalipsis nos ha referido a unos jinetes. Estos jinetes nos hacen pensar
sobre las fuerzas que amenazan nuestra historia. Ellos amenazan la vida, la paz y la
justicia. ¿Bajo qué signos identificarías en nuestro presente a estos jinetes?.

4. Ahora que empiezas a leer el Apocalipsis ¿crees que estas fuerzas o dinámicas son
superiores a la fuerzas del bien? ¿cómo emprender una dinámica contraria a la que
desencadenan los jinetes?

Cuando leo el Libro del Apocalipsis desde otra perspectiva, (Cristo céntrica), me doy cuenta
que la verdad revelada quiere fundamentalmente manifestar quien es Jesús. Él nos dice en el
N. T. que no vino abolir la Ley, porque Él es la Ley, Él es la plenitud de la Palabra encarnada.
Por eso es un Libro esperanzador que nos llama a un “DESPERTAR”. No podemos ser
indiferentes al sufrimiento de la humanidad y tenemos que distinguir los signos de los tiempos
para actuar como cristianos comprometidos; llevar y vivir el Evangelio en nuestra cotidianidad.

Hay tres criterios para ver la actualidad del mensaje apocalíptico: 1º Discernir donde pasa
Dios, 2º entender que toda la historia está encaminada hacia Cristo que es la plenitud, el
autor de la vida y no de la muerte, y 3º conversión y seguimiento de Jesús (revestirnos del
hombre nuevo).

Por eso, Él tres veces Santo, el que Era, el que Es y el que ha de Venir. El único que abre el
sentido de la historia (al romper los sellos), nos hace comprender que, solo hay salvación si lo
seguimos con fidelidad. Se habla de una tercera parte porque no es la totalidad de las cosas, el
hombre no tiene la potestad para destruir lo creado, Dios tiene la última palabra.

Siendo un libro de esperanza, los jinetes se pueden interpretar como CRISTO vencedor; la
consecuencia de no seguirlo a Él con fidelidad (pecado, perversión, infidelidad, muerte) y la
victoria del bien sobre el mal. Si Dios quisiera destruir el mundo, ya lo hubiese hecho, Él tiene
el poder, y sigue dando vida a su creación: niños que nacen, el sol que brilla cada mañana, la
naturaleza que alaba a Dios con sus cantos, colores, el aire que respiramos, etc.

Una dinámica de acción pastoral, una actualización teandrica de la praxis de Jesús y vivir el
Kerigma: dejarse amar por Dios, conocer el amor que Él me está ofreciendo y dar a conocer el
amor que hay en mí.

Tema 3: La relación del libro del

Apocalipsis con el mal hoy
1919 respuestas sin leer.1919 respuestas.
Luego de haber visto los tres videos de la semana y leído algunos artículos, comparte tu
reflexión con el grupo sobre lo que más te ha llamado la atención. Comparto una
reflexión que publiqué en la Prensa y puede ayudarnos a abrir la discusión en el foro
correspondiente a esta tercera semana. Le invito a que sus posts contengan alguna
referencia breve a las lecturas y videos.

"Como sociedad vivimos sobrellevados bajo una dinámica de transformaciones veloces,

casi inadvertidas para una gran mayoría. En medio de esta “deriva totalitaria” buscamos
asideros firmes que nos den fuerza para seguir adelante. La sensación de encontrarnos a
la deriva, sin ningún rumbo claro o atisbo de solución, ha debilitado nuestra esperanza y la
capacidad de esperar un futuro distinto. Pero esta experiencia no es sólo nuestra.
Los primeros cristianos vivieron una situación parecida. El libro del Apocalipsis es una
muestra de ello. Su género literario, lleno de símbolos e imágenes, e ha marcado
definitivamente la historia de Occidente. Este libro no se detiene en un estudio
pormenorizado de los detalles de la época en el que fue escrito. Al contrario, los símbolos
sirven para trascender los propios acontecimientos de su entorno y desenmascarar la
dinámica de injusticia y opresión en nuestra historia, a veces saturada de inhumanidad.
Muy difícilmente podremos saber quién es el autor de este libro. Pero lo que sí es cierto es
que ha sido escrito por alguien con una gran destreza en el dominio de su cultura y de la
historia que se vivía. Alguien que ha sufrido la injusticia del destierro en una isla inhóspita,
escaza de medios de subsistencia y repleta de otros exiliados por motivos de crímenes
comunes o políticos. De ahí deriva parte de la genialidad de este libro. El uso de tantas
imágenes ayuda a ubicar la gravedad de la situación que se vivía y buscan mostrar la
fuerza del futuro frente al lánguido presente.
No hay que entender a los símbolos como slogans. Lo máximo que hemos experimentado
en nuestro contexto contemporáneo son slogans o imágenes que apenas logran aglutinar
a un número de seguidores. El símbolo nace del profundo conocimiento de la realidad y la
capacidad de cargar con ella. Tiene como finalidad unir a los opuestos y transformar la
realidad. Posiblemente en ello radica nuestra tragedia. La incapacidad de unir a los
opuestos para transformar la realidad.
La fuerza de los símbolos que usa el libro del Apocalipsis es abrumadora. Sería del todo
descabellado asumirlos al pié de la letra, como imágenes de un futuro incierto, y esperar
algún día las noticias sobre el surgimiento repentino de bestias de múltiples cabezas o
escorpiones fantásticos. El mensaje del libro alude a una realidad similar a lo que Simone
Weil, filósofa francesa, denominó la “monotonía del mal”. Los cuatro jinetes se refieren a
la dinámica de una historia que se repite en diversos contextos.

El primer jinete es de color blanco, con una destreza abrumante en el uso de los medios
de ataque (el caballo y el arco). Tiene potencial para vencer. Éste jinete representa a la
obstinación de aquellos que siempre quieren tener el poder por el poder. Así imponen a la
humanidad su lógica de control y dominio, que produce violencia y muerte (segundo
jinete), enfermedad y mengua (tercer jinete), y pobreza y miseria (cuarto jinete). Como
podemos observar el mal es siempre monótono, cambia de contextos y personajes, pero
siempre es incapaz de crear algo nuevo y humanizador.

Este libro que ha cautivado la historia de la humanidad es mucho más que un libro con un
“final feliz” en el que el mal es vencido y los antihéroes son destruidos. Apocalipsis
significa develar, descubrir, sacar a la luz lo oculto. Esto es parte de la gran riqueza
simbólica de este libro, que se escribió como una invitación a descubrir y discernir nuestra
realidad para transformarla desde la esperanza en un futuro más humano."

- ¿Qué preguntas y reflexiones te han surgido a lo largo de la lectura asignada para

la tercera semana?
- Juan ofrece un mensaje a través de los símbolos de estos cuatro jinetes. A partir
de su significado ¿cómo puedes individuarlos en tu historia concreta y en la
sociedad en la que vives?