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Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Filosofía
Seminario Heidegger: Ser y Tiempo
Director del seminario: Luis Fernando Cardona
Presentado por: Juan Vodniza

La angustia y el Cuidado como ser del Dasein §39-42

A lo largo del semestre hemos intentado comprender lo que expone Martin Heidegger en la
primera parte de su obra Ser y Tiempo, llegando así a la sesión del día de hoy, en la cual la
pregunta rectora será: ¿Qué hemos aprendido hasta ahora? Pues bien, lo que expondré a
continuación será aquello que aprendí luego de leer los primeros cincuenta parágrafos de
la obra culmen del último gran filósofo que ha producido la humanidad.

Antes que nada, es necesario decir que esta es una de las obras más difíciles de entender,
puesto que el lenguaje usado en esta es difícil de digerir para un lector que no está
acostumbrado a leer este tipo de escritos, ya que estos están llenos de conceptos difíciles de
descifrar para aquellos que no hayan leído ciertos autores, como Platón, Aristóteles, Kant o
Hegel. Pero no solo aquí reside la dificultad de su lectura, sino que también hay que estar
muy atento al proyecto que Heidegger quiere realizar escribiendo una obra como lo es Ser
y Tiempo: sacar a la luz la totalidad de las estructuras fundamentales del ser del Dasein. Pero
lo realmente problemático de esta obra es el método empleado por el filósofo alemán para
hacer realizar el fin que ya expuse un par de líneas más arriba, ya que lo que se intenta hacer
aquí es una fenomenología, pero no una como la de Edmund Husserl, ya que Heidegger
omite la epoche de este y aplica el método al Dasein, para así descubrir sus estructuras
fundamentales y sacarlas a la luz, para una mejor comprensión de lo que puede ser el ser de
este ente llamado Dasein, por lo cual se denominará al método empleado aquí como
fenomenología ontológica. Pero al mismo tiempo, se hace una interpretación de estas
estructuras que fueron sacadas a la luz, por lo cual también podríamos llamar al método
utilizado por Heidegger aquí como una hermenéutica fenomenológica.

Pasemos entonces a la obra como tal. Lo primero que hay que decir es que el objeto central
de la investigación es lo que Heidegger llama Dasein. No es la primera vez que este término
se usa en la filosofía, puesto que también podremos encontrarlo en la obra de Hegel, pero el
Dasein de Heidegger no es un mero estar-ahí, ya que el autor alemán nos da una primera
definición de Dasein en las primera páginas de Ser y Tiempo: aquel ente que en cada
momento soy yo mismo. Siendo esto así, podemos que ver que el proyecto de Heidegger es
develar las estructuras fundamentales del ser de ese ente que en cada momento soy yo
mismo.

Ahora bien, llevar a cabo el proyecto de Heidegger es difícil si se sigue a la historia de la


ontología, desde el mismo Aristóteles, y el mismo autor alemán se da cuenta de esto, ya que
toda la tradición ontológica ha tratado al ser como un objeto más, intentando dilucidar sus
estructuras fundamentales mediante las categorías. Heidegger, de una manera muy astuta,
ve que el ser no es un objeto, por lo cual no pueden aplicársele las categorías de
conocimiento que se le pueden aplicar a cualquiera de los objetos intramundanos, sino que
solo es posible develar sus estructuras fundamentales tomándolo desde ciertos
existenciales que pueden ser útiles para su conocimiento. De esta manera, vemos como el
proyecto metafísico heideggeriano le da una vuelta y una nueva perspectiva a la
investigación sobre el ser. Para el autor, finalmente, lo importante es develar las estructuras,
no del ser en general, sino del ser del Dasein, por lo cual se dejarán de lado lo que puede ser
denominado las ‘características’ de Dasein y se fijará la atención en lo que son sus modos de
ser.

Así pues, en esta primera parte vimos que la primera estructura fundamental que se devela
es el estar-en-el-mundo del Dasein, y el modo en el que este está en el mundo. Luego de leer
la primera mitad, podemos ver que no hay mundo sin Dasein, pero al mismo tiempo, una de
sus estructuras fundamentales radica en este estar-en-el-mundo, y haciendo análisis de esta
estructura podemos encontrar la relación de Dasein con los objetos intramundanos, los
cuyo conocimiento está condicionado por el uso que hacemos de ellos. Pero en este análisis
también cabe ver el modo en el que Dasein se relaciona e incluso llega a conocer a otros
Daseins. El análisis de esta estructura lo que lleva a configurar es el ámbito en que se mueve
siempre el Dasein, que es su cotidianidad media. Este ámbito de cotidianidad es donde
Dasein siempre se mueve, donde siempre conoce a los objetos intramundanos y a otros
Daseins. Pero no solo esto, sino que el análisis del estar-en-el-mundo nos muestra la
condición de arrojado de Dasein.

Es en este estado de cotidianidad donde a Dasein le ocurre esta afección de olvido de lo que
era el sentido de su ser. Pero es necesario hacer el análisis de lo que es Dasein en su
cotidianidad para entender por completo este fenómeno de olvido que afecta a Dasein y que
finalmente lo lleva a la caída. Pero todo el proyecto de Ser y Tiempo está apuntando,
precisamente a sacar a Dasein del olvido en el que este ha caído con respecto a su ser, por
lo cual Heidegger toma al Dasein desde su ser impropio, esto es el que está arrojado en el
mundo de la cotidianidad media y llevarlo hasta su ser más propio, que es el cuidado. Para
hacer esto, Heidegger se embarca en una corroboración preontologica de ser, lo que implica
remontarse al significado más originario del ser del Dasein, el cual el filósofo alemán lo
encuentra en el mito griego de Cura. En el parágrafo cuarenta y dos vemos que Heidegger,
luego de tomar una de las disposiciones afectivas de Dasein, esto es la angustia, la cual
difiere del miedo en que esta no tiene un objeto propio, sino que ante lo que se angustia el
Dasein es ante sí mismo. Siendo esto así, el cuidado se alza como la estructura que le da
unidad a toda la investigación realizada por Ser y Tiempo, ya que esta no apunta solo al
cuidado de Dasein mismo, sino también del cuidado de los objetos intramundanos, o sea la
ocupación, y la solicitud, la cual es el cuidado referido al estar con los otros.

Por ultimo vimos que tanto verdad como realidad vienen de Dasein. Hemos visto que la
esencia de Dasein es su existencia, y, claro, uno de sus modos de ser es el preguntar, por lo
cual siempre estará en este modo de ser de Dasein la pregunta por la realidad y la pregunta
por la verdad. Pero lo que Heidegger, con mucho tino, nos explica es que ni la una ni la otra
pueden encontrarse por fuera de Dasein, lo cual implica que sin Dasein no hay verdad, ni
tampoco hay realidad.

Para concluir, tengo que decir que, luego de todo lo que hemos aprendido de Ser y Tiempo a
lo largo del semestre, lo que más me ha enseñado Heidegger no es tanto dar una respuesta
a la pregunta por el sentido del ser de Dasein, sino a orientar la pregunta de una mejor
manera, para así, tal vez, poder dilucidar, mediante un análisis ontológico exhaustivo, cuáles
serían estas estructuras fundamentales, estos existenciales que caracterizan al ser del
Dasein, y así, tal vez, darle un cierto sentido al ser del Dasein y tal vez, por qué no, al del ser
en general.

Bibliografía

 Heidegger, M (2009). Ser y tiempo. Trad. Jorge Eduardo Rivera. Editorial


Universitaria. Santiago de Chile

Bibliografía Secundaria
 Adrián, J. (2015). Guía de lectura de Ser y Tiempo de Martin Heidegger. Vol. 2.
Barcelona: Herder.

 Rivera, J. (2010). Comentario a Ser y Tiempo de Martin Heidegger. Vol. II.


Primera Sección. Santiago de Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile

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