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La Mezquita Azul en Estambul, Turquía con sus altos minaretes es considerada un ejemplo clásico de la
arquitectura del Imperio otomano.
La Historia de la arquitectura es una subdivisión de la Historia del arte encargada del estudio
de la evolución histórica de la arquitectura, sus principios, ideas y realizaciones. Esta disciplina,
así como cualquier otra forma de conocimiento histórico, está sujeta a las limitaciones y
fortalezas de la historia como ciencia: existen diversas perspectivas en relación a su estudio, la
mayor parte de las cuales son occidentales.
En la mayoría de los casos —aunque no siempre— los periodos estudiados corren paralelos a
los de la Historia del arte y existen momentos en que las ideas estéticas se superponen o se
confunden.
Índice
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A medida que las comunidades humanas evolucionaban y aumentaban, presionadas por las
amenazas bélicas constantes, la primera modalidad arquitectónica en desarrollarse fue
esencialmente la militar. En ese periodo surgieron las primeras ciudades cuya configuración
estaba limitada por la existencia de murallas y por la protección de amenazas exteriores.
La segunda tipología desarrollada fue la arquitectura religiosa. La humanidad se confrontaba
con un mundo poblado de dioses vivos, genios y demonios: un mundo que aún no conocía
ninguna objetividad científica. El modo en que los individuos lidiaban con la transformación de
su ambiente inmediato estaba por entonces muy influenciado por las creencias religiosas.
Muchos aspectos de la vida cotidiana estaban basados en el respeto o en la adoración a
lo divino y lo sobrenatural. El poder divino, por lo tanto, era equivalente (o aún superaba) el
poder secular, haciendo que los principales edificios dentro de las ciudades fueran los palacios y
los templos. Esta importancia de los edificios hacía que la figura del arquitecto estuviera
asociada a los sacerdotes (como en el Antiguo Egipto) o a los propios gobernantes y que la
ejecución fuera acompañada por diversos rituales que simbolizaban el contacto del hombre con
lo divino.
Las ciudades marcaban una interrupción de la naturaleza salvaje, eran consideradas un espacio
sagrado en medio del espacio natural. De la misma forma, los templos dentro de las ciudades
marcaban la vida de los dioses en medio del ambiente humano.
Las necesidades de infraestructura de aquellas primeras ciudades también hicieron necesario
el progreso técnico de las obras de ingeniería.
Divisiones[editar]
Arquitectura paleocristiana
Arquitectura visigoda
Arquitectura merovingia
Arquitectura islámica
Arquitectura mozárabe
Arquitectura bizantina
Arquitectura mudéjar
Arquitectura románica
Arquitectura cisterciense
Arquitectura gótica
Edad Moderna[editar]
Con el fin de la Edad Media la estructura de poder europea se modifica radicalmente.
Comienzan a surgir los estados nación y, a pesar de la aún fuerte influencia de la Iglesia
Católica, el poder secular vuelve al poder, especialmente con las crisis recurrentes de
la Reforma Protestante.
El Renacimiento abrió la Edad Moderna, rechazando la estética y cultura medieval y
proponiendo una nueva posición del hombre ante el Universo: el Antropocentrismo frente
al Teocentrismo medieval. Antiguos tratados arquitectónicos romanos son redescubiertos por
los nuevos arquitectos, influenciando profundamente la nueva arquitectura. La relativa libertad
de investigación científica que se obtuvo llevó al avance de las técnicas constructivas,
permitiendo nuevas experiencias y la concepción de nuevos espacios.
Algunas regiones italianas, en especial Florencia, debido al control de las rutas comerciales que
llevaban a Constantinopla, se convierten en grandes potencias mundiales y es allí donde se
desarrollaron las condiciones para la creación del arte renacentista.
Renacimiento[editar]
Artículo principal: Arquitectura del Renacimiento
El espíritu renacentista evoca las cualidades intrínsecas del ser humano. La idea de
progreso del hombre - científico, espiritual, social - se hace un objetivo importante para el
periodo. La antigüedad clásica redescubierta y el humanismo surgen como una guía para la
nueva visión de mundo que se manifiesta en los artistas del periodo.
La cultura renacentista se muestra multidisciplinar e interdisciplinar. Lo que importa al hombre
renacentista es el culto al conocimiento y a la razón, no habiendo para él separación entre
las ciencias y las artes. Tal cultura se mostró un campo fértil para el desarrollo de la arquitectura.
La arquitectura renacentista se mostró clásica, pero no se pretendió ser neoclásica. Con el
descubrimiento de los antiguos tratados (incompletos) de la arquitectura clásica (de entre los
cuales, el más importante fue De Architectura de Vitruvio, base para el tratado De re
aedificatoria de Alberti), se dio margen a una nueva interpretación de aquella arquitectura y su
aplicación a los nuevos tiempos. Conocimientos obtenidos durante el periodo medieval (como
el control de las diferentes cúpulas y arcadas) fueron aplicados de formas nuevas, incorporando
los elementos del lenguaje clásico.
El descubrimiento de la perspectiva es un aspecto importante para entender el periodo
(especialmente la perspectiva cónica): la idea de infinitorelacionada con el concepto del punto
de fuga, fue profusamente utilizada como herramienta escénica en la concepción espacial de
aquellos arquitectos. La perspectiva representó una nueva forma de entender el espacio como
algo universal, comprensible y controlable mediante la razón. El dibujo se hizo el principal medio
de diseño y es así como surge la figura del arquitecto singular (diferente de la concepción
colectiva de los maestros de obra medievales). Los nuevos métodos de diseñar los proyectos
influyeron en la concepción espacial de los edificios, en el sentido en que las percepciones
visuales podían ser controladas y enfatizadas desde puntos de vista específicos. El poder
representar fielmente la realidad mediante la perspectiva, no se limitó a sólo describir las
experiencias conocidas, sino también a anticiparlas posibilitando proyectar imágenes de
características realistas.
Entre los principales arquitectos del Renacimiento se
incluyen Vignola, Alberti, Brunelleschi y Miguel Ángel.
Manierismo[editar]
Artículo principal: Manierismo
Con la evolución del Renacimiento y el constante estudio y aplicación de los ideales clásicos,
comienza a surgir entre los artistas del periodo un sentimiento anticlásico, aunque sus obras
continuaran siendo en esencia predominantemente clásicas. En este momento surge el
manierismo.
Los arquitectos manieristas (que rigurosamente pueden continuar siendo llamados
renacentistas) se apropian de las formas clásicas pero comienzan a deconstruir sus ideales.
Algunos elementos del manierismo:
son constantes las referencias visuales en espacios internos a los elementos típicos de la
composición de espacios externos: ventanas que se vuelven para dentro, tratamiento
de escaleras externas en alas interiores de edificios, etc.
el ya consagrado dominio de la perspectiva permite experimentos diversos que huyen al
espacio perspectivo de los periodos anteriores.
Miguel Ángel es uno de los arquitectos renacentistas que pueden ser llamados manieristas.
Siglos XVII y XVIII[editar]
Los siglos siguientes al Renacimiento asistieron a un proceso cíclico de constante alejamiento
y aproximación del ideario clásico. El Barroco, en un primer momento, potencia el descontento
del Manierismo por las normas clásicas y propicia la génesis de un tipo de arquitectura inédita,
aunque frecuentemente posea conexiones formales con el pasado. De la misma forma que el
Barroco representó una reacción al Renacimiento, el Neoclásico, más tarde, constituirá una
reacción al Barroco y a la recuperación del ideario clásico. Este periodo de dos siglos, por lo
tanto, será marcado por un ciclo de dudas y certezas acerca de la validez de las ideas clásicas.
Arquitectura barroca[editar]
Artículo principal: Arquitectura barroca
El Barroco surge en el escenario artístico europeo en dos contextos muy claros durante el siglo
XVII: de entrada había la sensación de que, con el avance científico representado por el
Renacimiento, el Clasicismo, aunque hubiera ayudado en este progreso, no estaba en
condiciones de ofrecer todas las respuestas necesarias a la dudas del hombre. El Universo ya
no era el mismo, el mundo se había expandido y el individuo quería experimentar un nuevo tipo
de contacto con lo divino y lo metafísico. Las formas lujuriantes del Barroco, su espacio elíptico,
definitivamente antieuclidiano, fueron una respuesta a estas necesidades.
El segundo contexto es la Contrarreforma promovida por la Iglesia Católica. Con el avance del
protestantismo, el antiguo orden cristiano romano (que, en cierto sentido, había incentivado el
advenimiento del mundo renacentista) estaba siendo suplantado por nuevas visiones de mundo
y nuevas actitudes ante lo Sagrado. La Iglesia sintió la necesidad de renovarse para no perder
los fieles y vio en la promoción de una nueva estética la oportunidad de identificarse con este
nuevo mundo. Las formas del barroco fueron promovidas por la institución en todo el mundo
(especialmente en las colonias recién descubiertas), haciéndolo el estilo católico, por
excelencia.
Arquitectura neoclásica[editar]
Artículo principal: Arquitectura neoclásica
El Capitolio de Washington, ejemplo de neoclasicismo arquitectónico
A finales del siglo XVIII e inicios del XIX, Europa asistió a un gran avance tecnológico, resultado
directo de los primeros momentos de la Revolución industrial y de la cultura de la Ilustración.
Fueron descubiertas nuevas posibilidades constructivas y estructurales, de forma que los
antiguos materiales (cómo la piedra y la madera) pasaron a ser sustituidos gradualmente por
el hormigón (y más tarde por el hormigón armado) y por el metal.
Paralelamente, profundamente influenciados por el contexto cultural de la Ilustración europea,
los arquitectos del siglo XVIII pasaron a rechazar la religiosidad intensa de la estética anterior y
la exageración lujuriante del Barroco. Se buscaba una síntesis espacial y formal más racional y
objetiva, pero aún no se tenía una idea clara de cómo aplicar las nuevas tecnologías en una
nueva arquitectura. Insertados en el contexto del Neoclasicismoen las artes, aquellos
arquitectos vuelcan en la arquitectura para los nuevos tiempos el ideal clásico.
El Neoclasicismo no pretendió, de hecho, un estilo nuevo (diferente del arte clásico
renacentista). Era mucho más una reinterpretación del repertorio formal clásico y menos una
experimentación de esta formas, teniendo como gran diferencia la aplicación de las nuevas
tecnologías.
Estilos[editar]
Arquitectura renacentista
Arquitectura barroca
Arquitectura rococó
Arquitectura neoclásica
Edad Contemporánea[editar]
La arquitectura que surge con la Edad Contemporánea irá, en mayor o menor grado, a reflejar
los avances tecnológicos y las paradojas socioculturales generadas por el advenimiento de
la Revolución industrial. Las ciudades pasan a crecer de modo desconocido anteriormente y
nuevas demandas sociales relativas al control del espacio urbano deben ser respondidas por el
Estado, lo que acabará llevando al surgimiento del urbanismo como disciplina académica. El
papel de la arquitectura (y del arquitecto) será constantemente cuestionado y nuevos
paradigmas surgen: algunos críticos alegan que surge una crisis en la producción arquitectónica
que permea todo el siglo XIX y solamente será resuelta con la llegada de la arquitectura
moderna.
Siglo XIX[editar]
El Parlamento inglés es una de las obras más conocidas de la arquitectura neogótica inglesa
Todo el siglo XIX asistirá a una serie de crisis estéticas que se traducen en los movimientos
llamados historicistas: bien por el hecho de que las innovaciones tecnológicas no encuentren
en aquella contemporaneidad una manifestación formal adecuada, bien por diversas razones
culturales y contextos específicos, los arquitectos del periodo veían en la copia de la arquitectura
del pasado y en el estudio de sus cánones y tratados un lenguaje estético legítimo.
El primero de estos movimientos fue el ya citado Neoclásico, pero también va a manifestarse
en la arquitectura neogótica inglesa, profundamente asociada a los
ideales románticos nacionalistas. Los esfuerzos historicistas que tuvieron lugar principalmente
en Alemania, Francia e Inglaterra por razones ideológicas, vendrían más tarde a transformarse
en un mero conjunto de repertorios formales y tipológicos diversos, que evolucionarían hacia
el Eclecticismo, considerado por muchos como el más decadente y formalista de entre todos
los estilos historicistas.
La primera tentativa de respuesta a la cuestión tradición x industrialización (o entre las artes y
los oficios) se dio con el pensamiento de los románticos John Ruskin y William Morris,
proponentes de un movimiento estético que fue conocido justamente con el nombre de Arts &
Crafts (cuya traducción literal es "artes y oficios"). El movimiento propuso la investigación formal
aplicada a las nuevas posibilidades industriales, viendo en el artesano una figura a destacar:
para ellos, el artesano no debería extinguirse a causa de la industria, sino hacerse su agente
transformador, su principal elemento de producción. Con la disolución de sus ideales y la
dispersión de sus defensores, las ideas del movimiento evolucionaron, en el contexto francés,
hacia la estética del Art nouveau, considerado el último estilo del siglo XIX y el primero del siglo
XX.
Estilos[editar]
Arquitectura historicista
Arquitectura del hierro y Arquitectura de cristal
Arquitectura ecléctica
Arts & Crafts
Modernismo o Art nouveau
Escuela de Chicago
Siglo XX: arquitectura "moderna" y "contemporánea"[editar]
Artículo principal: Arquitectura moderna
La arquitectura moderna de la Bauhaus
Tras las primeras décadas del siglo XX se hizo muy clara una distinción entre los arquitectos
que estaban más próximos de las vanguardias artísticas en curso en Europa y aquellos que
practicaban una arquitectura conectada a la tradición (en general de características historicistas,
típica del eclecticismo). Aunque estas dos corrientes estuvieran, en un primer momento, llenas
de matices y medios términos, con la actividad "revolucionaria" propuesta por determinados
artistas, y principalmente con la actuación de los arquitectos conectados a la fundación de
la Bauhaus en Alemania, con la Vanguardia rusa en la Unión Soviética y con el nuevo
pensamiento arquitectónico propuesto por Frank Lloyd Wrighten los EEUU, la diferencia entre
ellas queda nítida y el debate arquitectónico se transforma, de hecho, en un escenario poblado
de partidos y movimientos caracterizados.
La renovación estética propuesta por las vanguardias (especialmente por el cubismo,
el neoplasticismo, el constructivismo y la abstracción) en el campo de las artes plásticas, se
abre el camino para una aceptación más natural de las propuestas de los nuevos pensamientos
arquitectónicos. Estas propuestas se basaban en la creencia en una sociedad regulada por
la industria, en la cual la máquina surge como un elemento absolutamente integrado en la vida
humana y en la cual la naturaleza no está sólo dominada, sino que también se proponen nuevas
realidades distintas de la natural.
De una forma general, las nuevas teorías que se discuten acerca del Arte y del papel del artista
ven en la industria (y en la sociedad industrialcómo uno todo) la manifestación máxima de todo
el trabajo artístico: artificial, racional, preciso, finalmente, moderno. La idea de modernidadsurge
como un ideario conectado a la una nueva sociedad, compuesta por individuos formados por
un nuevo tipo de educación estética, gozando de nuevas relaciones sociales, en la cual las
desigualdades fueron superadas por la neutralidad de la razón. Este conjunto de ideas ve en la
arquitectura la síntesis de todas las artes, visto que es ella quien define y da lugar a los
acontecimientos de la vida cotidiana. Siendo así, el campo de la arquitectura abarca todo el
ambiente habitable, desde los utensilios de uso doméstico hasta toda la ciudad: para el arte
moderno, no existe más la cuestión artes aplicados x artes mayores (todas ellas están
integradas en un mismo ambiente de vida).
La denominada arquitectura moderna o movimiento moderno será, por lo tanto, caracterizada
por un fuerte discurso social y estético de renovación del ambiente de vida del hombre
contemporáneo. Este ideario está formalizado con la fundación y evolución de la escuela
alemana Bauhaus: de ella salen los principales nombres de esta arquitectura. La búsqueda de
una nueva sociedad, naturalmente moderna, era entendida como universal: de esta manera, la
arquitectura influida por la Bauhaus se caracterizó como algo considerado internacional (de ahí
la corriente de pensamiento asociada a ella es llamada Estilo Internacional, título que viene de
una exposición promovida en el MoMA de Nueva York).
La segunda mitad del siglo[editar]
La arquitectura practicada en las últimas décadas, desde la segunda mitad del siglo XX, viene
caracterizada, de forma general, como una reacción a las propuestas del movimiento moderno :
una veces los arquitectos actuales releen los valores modernos y proponen nuevas
concepciones estéticas (lo que eventualmente se caracterizará como una actitud llamada
"neomoderna"); otras proponen proyectos de mundo radicalmente nuevos, buscando presentar
proyectos que, ellos mismos, sean paradigmas antimodernistas, conscientemente despreciando
los criticados dogmas del modernismo.
Las primeras reacciones negativas a la excesiva dogmatización que la arquitectura moderna
propuso a inicios del siglo XX, surgieron, de una forma sistémica y rigurosa, alrededor de
la década de 1970, teniendo en nombres como Aldo Rossi y Robert Venturi sus principales
exponentes (aunque teóricos cómo Jane Jacobs hayan promovido críticas intensas, aunque
aisladas, a la visión de mundo del Movimiento Moderno ya en los años 50, especialmente en el
campo del Urbanismo).