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Bases Teóricas de la
Investigación Científica
LAS FORMAS DE CONOCER
ALEXIS GUSTAVO ALATORRE ALBA
Introducción
Desde que el ser humano nace, entra en contacto con su mundo exterior, ¿o
podríamos decir que desde antes, cuando aún está en el vientre materno? Es a
través de sus sentidos, la vista, el oído, el tacto, el olfato, el gusto, que los colores,
los sonidos, las sensaciones, la temperatura, los aromas y los sabores llegan hasta
el ser animado que recién comienza a vivir. Es toda esa información la que le
permite poco a poco interpretar el mundo. Así, el bebé, aprende, primero a prueba
y error. Aprende a diferenciar entre sonido y ruido, entre lo salado y lo dulce, entre
un olor agradable y uno que no lo es, aprende a reconocer la imagen de sus padres,
aprende que el fuego quema y que el agua fría es nada agradable. He utilizado
deliberadamente la palabra “aprende”, porque es precisamente un proceso de
aprendizaje, de saber, de adquirir conocimientos lo que el infante vive en ese
proceso de descubrimiento de su mundo, cuando aún está lejos de teorizaciones,
de juicios mentales, de razonamientos deductivos derivados de pensamientos
intrínsecos.
Así pues, mientras en la vida cotidiana, las personas suelen ser dogmáticas, por
ejemplo con sus creencias religiosas o políticas, en la ciencia hay que ser mas bien
escépticos, es decir dudar y cuestionar hasta la última conclusión. Aunque a decir
verdad, podemos diferenciar entre ciencias sociales y ciencias exactas, ya que
mientras que para las primeras puede haber cierto relativismo, al describir que no
existen hechos o principios universales compartidos por todas las culturas humanas,
en las ciencias exactas esto no aplica, ya que se necesita establecer que los objetos
tienen una existencia independiente del propio ser percibido. Sería poco práctico, e
irreal su poner que la aceleración debida a la gravedad es el doble en China que en
Reino Unido. En el mismo tenor, el subjetivismo se relaciona con las ciencias
sociales, mientras que el objetivismo es más una característica de las ciencias
exactas. Aunque esto no es limitante de ninguna disciplina.
Al final de cuentas, cuando se desarrolla una investigación, pasamos por el
idealismo, cuando en nuestra mente echamos a volar la imaginación sobre las
posibles formas de abordar un problema, pasando por el empirismo, al recordar las
experiencias que hemos vivido y que se relacionan con nuestro objeto de estudio,
así como al planear los experimentos nuevos que serán necesarios para comprobar
o refutar nuestras hipótesis. Por lo que tendremos que ser pragmáticos y
materialistas al echar mano de todos los recursos disponibles y vivir la experiencia
como sujetos investigadores. Finalmente, tendremos que racionalizar toda la
experiencia y formular teorías que describan lo más cercanamente posible el
fenómeno estudiado.
Entonces, la tarea de investigar no es algo tan trivial y azaroso como la vida misma.
Para llevar a cabo un proyecto de investigación es necesario realizar un protocolo
que incluya, la definición de los conceptos a modo de introducción, los antecedentes
o estado del arte del tema a tratar, los objetivos generales y específicos que
pretendemos alcanzar, con su respecta hipótesis. Además es indispensable contar
con una metodología lo más clara posible. Ya que allí se encuentra nuestro diseño
experimental, con las técnicas necesarias para obtener resultados, que nos
permitan llegar a conclusiones que prueben o refuten la teoría planteada en un
inicio.