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OBJETIVO: Mostrar el ideal que Dios espera de nuestra reverencia para cultivar un buen
hábito y así poder estar preparados para tener un encuentro con Él.
MOMENTO DE ORACIÓN: Orar por los jóvenes, orar por los adultos, orar por la
reverencia general en la iglesia, orar por los enfermos.
TESTIMONIO: Un joven o adulto que pueda compartir con todos, en su vida qué
beneficios ha tenido el ser revente en la casa de Dios.
Tanto los niños como los jóvenes nunca deben sentir que es motivo de orgullo ser
indiferentes y descuidados en las reuniones donde se adora a Dios. Dios ve todo
pensamiento o acto irreverente, y es registrado en los libros del cielo. Él dice: “Conozco
tus obras”. Nada escapa a su mirada escrutadora. Si han formado en cualquier grado el
hábito de la desatención e indiferencia en la casa de Dios, esfuércense por corregirlo y
muestren que tienen respeto propio. Practiquen la reverencia hasta que llegue a ser una
parte de ustedes mismos. MJ 187.4
No tengan tan poca reverencia hacia la casa y el culto de Dios que conversen con otros
durante el sermón. Si los que cometen esta falta pudieran ver a los ángeles de Dios que
los miran y toman en cuenta su acción, se llenarían de vergüenza y de aborrecimiento
propio. Dios quiere oyentes atentos. El enemigo sembró la cizaña mientras el hombre
dormía. MJ 188.1
No debería tratarse con descuido e indiferencia nada que sea sagrado, que pertenezca
al culto de Dios. Cuando se habla la palabra de vida, deberían recordar que están
escuchando la voz de Dios a través de su siervo delegado. No pierdan esas palabras por
falta de atención; si las atienden, impedirán que sus pies se extravíen por senderos
equivocados.
Es doloroso ver que muchos jóvenes que profesan la religión no saben lo que es un
cambio de corazón. No experimentan una transformación del carácter. No se dan cuenta
de que es una cosa solemne profesar ser cristianos. Su vida es enteramente
inconsecuente con una actitud mental religiosa. Si pertenecieran al número de los que
son realmente hijos e hijas de Dios, no estarían llenos de necedad, de broma y frivolidad;
en ellos ni hallarían eco las observaciones y la conducta necias de otros. La mente que
está resuelta a obtener el premio, a lograr el cielo, rechazará con propósito firme y
determinado toda tentativa de bromear con las cosas religiosas. MJ 188.3
La indiferencia respecto a este asunto encierra gran peligro; ninguna insensatez es tan
sutil como la ligereza y la liviandad. Por todos lados vemos a jóvenes de carácter frívolo.
Debería eludirse el trato con los jóvenes de tal clase, pues son peligrosos. Si profesan ser
cristianos, deben ser aún más temidos. Sus mentes han sido formadas en un molde
inferior y será mucho más fácil para ellos hacerlos descender a su nivel, que para ustedes
conducirlos a pensamientos elevados y ennoblecedores y a una conducta correcta. Elijan
como compañeros a quienes observan el decoro en sus palabras y en su
comportamiento. MJ 188.4
Si quieren esforzarse en alto grado por manifestar las alabanzas de Dios, sus compañeros
deben ser personas que les ayuden a tener presente la distinción entre lo sagrado y lo
común. Si quieren tener puntos de vista amplios, aspiraciones y pensamientos nobles,
escojan a compañeros que fortalezcan los principios rectos. Tienda todo pensamiento y
todo propósito a obtener la vida futura, que va acompañada de eterna felicidad.—The
Youth’s Instructor, 8 de octubre de 1896.