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IMPERIO ASIRIO

HISTORIA

INTRODUCCIÓN: EL NOMBRE
Nombre del antiguo país cuyos habitantes se llamaban asirios. Se encontraba en la llanura
mesopotámica superior, limitado al OO oeste por el desierto sirio, al SS sur por el Jebel
Hamrín y Babilonia, y al NN norte y EE este (punto cardinal); elohísta por los montes
urartianos (armenios) y persas. La parte más fértil y más densamente poblada de Asiria se
encontraba al este; elohísta del río central denominado Tigris (“Hidekel”, Gn. 2.14). El
término Asiria se aplicaba a veces a aquellos territorios que estaban sujetos al control de sus
reyes, que residían en Nínive, Asur y Cala, las ciudades principales. En la cúspide de su poder
en los siglo(s) VIII-VII a.C. estos territorios incluían Media y Anatolia del sur, Cilicia, Siria,
Palestina, Arabia, Egipto, Elam, y Babilonia.

En el Antiguo Testamento se consideraba que Asur era el segundo hijo de Sem (Gn. 10.22) y
era distinto de Asuram (“Asurim”), tribu árabe, arábigo descendiente de Abraham y Cetura
(Gn. 25.3), y de los asureos de 2 S. 2.9 (Versión moderna Rev. 1929), donde “hijos de Aser”
(Versión moderna Rev. 1929), o “Gesur”/“Gesuri” quizá sea más correcto (así Versión de
Reina y Valera, rev. 1960; cf. confer (lat.), compárese Jue. 1.31–32). Asiria, que siempre se
distingue cuidadosamente de Babilonia, representa el poder mundial cuyas invasiones a Israel
y Judá fueron permitidas divinamente, si bien posteriormente ella también sufrió a causa de su
incredulidad. Hay frecuentes referencias a la tierra (Is. 7.18; Os. 11.5) y a los reyes de Asiria
(Is. 8.4; 2 R. 15–19).

I. HISTORIA

A. Historia temprana hasta el 900 a.C.

Asiria estuvo habitada desde tiempos prehistóricos (por ejemplo Jarmo, ca. circa (lat.),
aproximadamente, alrededor de 5000 a.C.) y se ha encontrado alfarería de los períodos
conocidos como Hassuna, Samarra, Halaf, y Ubaid (alrededor de 5000–3000 a.C.) en
una cantidad de sitios arqueológicos, incluyendo Asur, Nínive, y Cala, las que, según
Gn. 10.11–12, fueron fundadas por inmigrantes oriundos de Babilonia. Si bien el origen
de los asirios sigue siendo motivo de discusión, los sumerios ya estaban presentes en
Asur para el 2900 a.C., y la lengua y la cultura asirias le deben mucho a los pueblos que
habitaban la región meridional. Según la lista de reyes asirios, los primeros 17 reyes de
Asur “vivían en tiendas”. Uno de ellos, Tudiya, hizo un tratado con Ebla, alrededor de
2300 a.C., de modo que no puede ser un mero “antepasado epónimo”.

Los reyes de Babilonia, incluido Sargón de Agade (Acad), aproximadamente, alrededor


de 2350 a.C. edificaron en Nínive, Asiria, y se ha encontrado en Asur una inscripción de
Amar-Suen de Ur (alrededor de 2040 a.C.) relativa a construcciones. Después de la
caída de Ur ante los invasores amorreos Asur, según la lista de reyes asirios, fue
gobernado por príncipes independientes. Estos establecieron relaciones comerciales con
Capadocia (alrededor de 1920–1870 a.C.).
1. Samsi-Adad I (1813–1781 a.C.) aumentó sus tierras gradualmente, y sus hijos
Yasmah-Adad y Zimrilim gobernaron en Mari, hasta que dicha ciudad fue capturada
por Hamurabi de Babilonia. Con el advenimiento de los grupos mitanni y hurrita en
el Éufrates superior la influencia de Asiria declinó, aun cuando siguió siendo una
comunidad agrícola próspera cuya vida y costumbres típicas pueden verse en las
tablillas descubiertas en Nuzi.
2. Bajo Asur-uballit I (1365–1330 a.C.) Asiria comenzó a recuperar algo de su antiguo
esplendor. Inició correspondencia con Amenofis IV de Egipto, ante lo cual
Burnaburias II de Babilonia se opuso, declarándolo vasallo suyo. No obstante, la
declinación de los mitanni permitió que las rutas comerciales hacia el norte fueran
reabiertas.
3. Y en los reinados de Arik-den-ili (1319–1308 a.C.) y Adad-nirari I (1307–1275
a.C.), territorios tan alejados hacia el oeste como Carquemis, perdidos desde los días
de Samsi-Adad, fueron recuperados.

4. Salmanasar I (1274–1245 a.C.) hizo constantes expediciones contra las tribus en los
montes orientales y contra nuevos enemigos en Urartu. También procuró contener las
fuerzas hurritas mediante campañas en Hanigalbat al noroeste. Reedificó Cala como
nueva capital.
5. Su hijo Tukulti-Ninurta I (1244–1208 a.C.) tuvo que dedicar buena parte de su
atención a Babilonia, de la que también fue rey por siete años hasta que fue asesinado
por su hijo Asurnadinapli. Poco después Babilonia se hizo independiente
nuevamente, y hubo un renacimiento de la buena fortuna por un tiempo bajo Tiglat-
pileser I (1115–1077 a.C.). Hizo campañas vigorosas contra las tribus muski (Mesec)
y subarianas, extendiéndose además hasta el lago Van en el NN norte y hasta el
Mediterráneo, donde recibió tributo de Biblos, Sidón, y Arvad, haciendo también
expediciones hasta Tadmor (Palmira) en sus esfuerzos por controlar las tribus
arameas (ahlames) del desierto. Fueron las actividades de estas últimas tribus las que
detuvieron a Asiria desde alrededor de 1100 al 940 a.C. y dejaron libertad a David y a
Salomón para arremeter contra Siria (Aram).

B. El período neo asirio (900–612 a.C)

1. Bajo Tukulti-Ninurta II (890–884 a.C.) los asirios comenzaron a llevar a cabo


acciones militares más enérgicas contra las tribus que oprimían a Asiria.
2. Su hijo, Asurnasirpal II (883–859 a.C.), en una serie de brillantes campañas,
subyugó a las tribus del Éufrates medio, y llegó al Líbano y a Filistea, donde las
ciudades ribereñas le rindieron tributo. También mandó expediciones al norte de
Babilonia y a las montañas del E. Su reinado marcó el comienzo de una presión
sostenida por Asiria contra el oeste, lo cual significó que entraría en conflicto con
Israel. Más de 50.000 prisioneros se emplearon en la ampliación de Cala, donde
Asurnasirpal edificó una nueva ciudadela, palacio y templos, y comenzó a trabajar en
el zigurat. Empleó artistas destinados a esculpir esculturas en sus recintos para
audiencias, y también hombres expertos para que se ocuparan del cuidado de jardines
botánicos y zoológicos, y de un parque.
3. El hijo de Asurnasirpal, Salmanasar III (858–824 a.C.), continuó la política de su
padre y amplió grandemente las fronteras de Asina, haciéndose amo desde Urartu
hasta el golfo Pérsico, y desde Media hasta la costa siria y Cilicia (Tarso). En 857
a.C. capturó Carquemis, y su ataque a Bit-Adini (Bet-eden) alertó a las principales
ciudades-estados al SO. Irhuleni de Hamat y Hadad-ezer de Damasco formaron una
coalición antiasiria de diez reyes que enfrentaron al ejército asirio en la batalla
decisiva de Carcar en 853 a.C. Según los anales asirios, “Acab el israelita (sir'alaia)”
proporcionó 2.000 carros y 10.000 hombres en esta oportunidad. Tres años más tarde
Salmanasar llevó a cabo una nueva serie de operaciones dirigidas principalmente
contra adad-ezer (probablemente Ben-adad I). Para el año 841 a.C., año 18º de
Salmanasar, la coalición se había deshecho, de modo, que toda la fuerza del ejército
asirio pudo dirigirse contra Hazael de Damasco, que luchó mediante una acción de
retaguardia en las montañas del Antilíbano y se retiró a Damasco. Cuando fracasó el
sitio a ciudad, Salmanasar se trasladó a través del Haurán al nahr el-kelb en Líbano y
allí recibió tributo de los gobernantes de Tiro, Sidón, y de “Jehú (YauÆ-a) hijo de
Omri”, en el reinado de Jehú más , que Joram, acción que no se menciona en el
Antiguo Testamento pero que figura en el “Obelisco negro” de Salmanasar en
Nimrud (Cala). Hizo grabar escenas de las otras campañas en el revestimiento de
bronce de las puertas del templo en Imgur-Bel (Balawat), que se encuentran
actualmente en el Museo Británico.
4. Samai-Adad V (823–811 a.C.) se vio obligado a iniciar expediciones de represalia
en Nairi para contrarrestar los complots del rebelde Ispuini de Urartu, y además lanzó
tres campañas contra Babilonia y la fortaleza de Der en la frontera elamita. Samsi-
Adad murió joven, y su influyente viuda Sammuramat (Semiramis) actuó como hasta
el 805 a.C., cuando el hijo de ambos, Adad-nirari III, pudo asumir la responsabilidad
por su cuenta. Mientras tanto el ejército llevó a cabo expediciones en el oeste y el
norte, y Guzana (Gozán) fue incorporada como provincia asiria. Adad-nirari salió a
apoyar a Hamat en el 804 atacando Damasco, donde gobernaba Hazael, hijo de Ben-
adad II, a quien mencionó por su título arameo Mari. Esto le dio a Israel un respiro de
los ataques de Atam (2 R. 12.17; 2 Cr. 24; 23s), y muchos gobernantes le llevaron
regalos al asirio en reconocimiento por su ayuda. Afirma este que entre, los que
llevaron tributo se encontraban “Hatti (N de Siria), Amurru (E de Siria),Tiro, Sidón,
la Omri (Israel), Edom, y Filistea hasta el Mediterráneo”. Una estela de Rimah
(Asiria) nombra a “Joás de Samaria” (Ya<usu samerinaia) entre estos, alrededor de
796 a.C. La acción de Asiria parece haberle permitido a Joás recuperar ciudades en su
frontera norte, que anteriormente habían caído en manos de Hazael (2 R. 13.25). Los
asuntos internos parecen haber estado en orden, ya que el rey asirio edificó un palacio
nuevo fuera del muro de la ciudadela en Cala.
5. Salmanasar IV (782–773 a.C.), si bien fue hostigado por Argistis I de Urartu en su
frontera norte, mantuvo la presión contra Damasco, e indudablemente esto ayudó a
Jeroboam II a extender las fronteras de Israel hasta la Beqá (“entrada de Hamat”, 2 R.
14.25–28). Pero Asiria en esos momentos estaba siendo debilitada por disensión
interna, por cuanto la sucesión estaba incierta, ya que Salmanasar había muerto joven
y sin dejar vástago. Una notable derrota en el NN norte fue marcada por la “señal de
mal agüero”, un eclipse de sol, en 763 a.C., fecha de importancia para la cronología
asiria. Una vez más el oeste se encontraba en condiciones de reagruparse para resistir
futuros ataques, como lo indica el tratado arameo de Matiel de Bit-Agusi (Arfad) con
Bargaayah.
6. Los archivos de Tiglat-pileser III (744–727 a.C.) son fragmentarios, e incierto el
orden de los acontecimientos de su reinado. Era, empero, un gobernante fuerte, que se
propuso reconquistar, e incluso ampliar, los territorios que le debían lealtad al dios
nacional Asur. En los primeros tiempos de su reinado fue proclamado rey de
Babilonia bajo su nombre nativo Pul(u) (2 R. 15.19; 1 Cr. 5.26). En el norte luchó
contra Sardur II de Urartu, que planeaba intrigas con los estados sirios. Mediante
implacables campañas Tiglat-pileser derrotó a los rebeldes en ciudades a lo largo de
los montes Antitauros (Kasiari) hasta Kummuh, y organizó el territorio sometido en
una serie de provincias que le debían lealtad al rey. Arfad fue asediada durante dos
años (742–740 a.C.), y durante esta época Rezín de Damasco y otros gobernantes
vecinos aportaron tributos. Mientras Tiglat-pileser estaba ausente en las montañas del
norte en 738 “Azriau de Yaudi” propició una revuelta en combinación con Hamat.
Yaudi era una pequeña ciudad-estado en el norte de Siria, si bien existe la posibilidad
de que la referencia sea a Azarías de Judá. En esta época Tiglat-pileser sostiene que
recibió tributo de Manahem (Meni hÉimmu) de Samaria e Hiram de Tiro. Este
acontecimiento no se menciona en el Antiguo Testamento, el que registra un pago
posterior. Entonces, la suma de 50 siclos de plata exigida a los israelitas pudientes
para hacer frente a esta demanda era, como lo prueban contratos asirios de la época,
el precio de un esclavo. Evidentemente equivalía a un rescate a fin de evitar la
deportación (2 R. 15.20).
Una serie de campañas dos años más tarde terminó con la captura de Damasco en 732
a.C. Tiglat-Piléser, según sus anales, remplazó a Peka, el asesino de Pekaía, hijo de
Manahem, por Ausi (Oseas). Cf. 2 R. 15.30. Esto fue, probablemente, en el 734 a.C.,
cuando los asirios atravesaron la costa fenicia y siguieron a través de “la frontera de
Israel” hasta llegar a Gaza, cuyo rey, Hanunu, huyó cruzando el “Río de *Egipto”.
Esta acción en Palestina fue, en parte al menos, una respuesta al pedido de IauhÉazi
([Jo]Acaz) de Judá, cuyo tributo figura junto al de Amón, Moab, Ascalón, y Edom,
para ayuda contra Rezín de Damasco y Peka de Israel (2 R. 16.5–9). Israel (Bit-
Homria) fue atacada, Hazor en Galilea destruida (2 R. 15.29), y muchos prisioneros
fueron llevados al exilio. Acaz, también, pagó cara esta acción y tuvo que aceptar
obligaciones religiosas (2 R. 16.10ss), siendo el altar importado sólo uno de los
símbolos de vasallaje. Otro fue una imagen del rey semejante al que Tiglat-pileser
colocó en Gaza cuando la conquistó.
7. Salmanasar V (726–722 a.C.), hijo de Tiglat-pileser III, también hizo la guerra en el
O. Cuando el vasallo asirio Oseas dejó de pagar su tributo anual por escuchar las
propuestas de ayuda prometidas por Egipto (2 R. 17.4), Salmanasar sitió Samaria
(v.5). Después de tres años, según la Crónica babilónica, “quebró la resistencia de la
ciudad de Samara<in” (Samaria [?]) de modo que “el rey de Asiria (que) tomó
Samaria” (v. 6) y se llevó a los israelitas al exilio en el Éufrates superior y en Media
quizá sea este mismo rey asirio. Sin embargo, como su sucesor Sargón II
posteriormente afirma que la toma de Samaria fue obra suya, puede ser que el rey
cuyo nombre no se menciona en el v. 6 fuese Sargón, que podría haber estado
asociado con Salmanasar en el sitio, y que puede haber completado la operación
cuando este último murió.
8. Sargón II (721–705 a.C.) fue un gobernante enérgico como Tiglat-Piléser III. En sus
anales afirma que, cuando Iau-bidi de Hamat convenció a los ciudadanos de Samaria
a que retuviesen los impuestos, sacó 27.270 (ó 27.290) personas de la zona de
Samaria, “con los dioses en los cuales confiaban”. La fecha precisa de este exilio, que
quebrantó a Israel como nación independiente, no se ha podido determinar todavía
tomando como base los documentos asirios. Hanunu de Gaza había regresado de
Egipto con apoyo militar, de modo que Sargón marchó hacia Rafia, donde, en el
primer encuentro entre los ejércitos de las dos grandes naciones, derrotó a los
egipcios. A pesar de esto, las gentes y los gobernantes de Palestina siguieron
apoyándose en Egipto, y la historia de este período conforma un fondo esencial para
las profecías de Isaías. En 715 Sargón intervino una vez más, saqueando Asdod y Gat
y afirmando haber “subyugado a Judá”; pero no hay pruebas en el Antiguo
Testamento de que haya entrado allí en dicha época. Sargón derrotó a Pisiris de
Carquemis en el 717 e hizo campañas en Cilicia. Continuó incursionando contra los
mannai y contra las tribus en la zona del lago Van (714 a.C.) que estaban inquietas
por la presión de los cimerios. En el SS sur invadió Elam, saqueó Susa, y empujó a
Marduk-apla-iddina II (Merodac-baladán) de vuelta hacia las tierras pantanosas en el
nacimiento del golfo Pérsico. Sargón murió antes de que se pudiera completar su
nuevo palacio en Dur-Sarrutun (Khorsabad).
9. Los primeros años de Senaquerib (704–681 a.C. se fueron en suprimir rebeliones
que surgieron a la muerte de su padre. Mientras fue príncipe heredero tuvo la
responsabilidad de custodiar la frontera norte, y el conocimiento adquirido le sirvió
en sus relaciones con Urartu y Media, y en sus expediciones militares, que llegaron
hasta Cilicia por el oeste, donde Tarso fue capturada en el 698 a.C. Marduk-apla-
iddina arrebató el trono de Babilonia (703–701 a.C.), y se requirió una expedición
militar concentrada para desalojarlo. Probablemente fue durante estos años que los
caldeos pidieron ayuda a Ezequías (2 R. 20.12–19). La desaprobación de esta alianza
por parte de Isaías estaba justificada, porque para el 689 a.C. los asirios habían
corrido a Merodac-baladán del país y habían saqueado Babilonia. Una operación
naval planeada para cruzar el golfo en persecución del rebelde se anuló al saberse que
había muerto en Elam. Más aun, en el 701 a.C. Senaquerib se había encaminado a
Siria, había sitiado Sidón, y se había traslado hacia el sur a fin de atacar a la rebelde
Ascalón. Probablemente fue en esta época que los asirios sitiaron Laquis con éxito (2
R. 18.13–14), victoria que se observa en los bajos relieves del palacio de Senaquerib
en Nínive. Luego el ejército salió al encuentro de los egipcios en Elteque. Durante
estos movimientos en Judá, Ezequías pagó tributo (2 R. 18.14–16), hecho que se
registra en los anales asirios. La opinión de la mayoría es la de que fue
posteriormente, durante esta misma campaña y año, que Senaquerib “encerró a
Ezequías el judaíta en Jerusalén como un pájaro enjaulado”, y exigió su rendición (2
R. 18.17–19.9). Cualquiera sea la interpretación, los asirios levantaron el sitio
repentinamente y se retiraron (2 R. 19.35–36, cf.cf. confer (lat.), compárese
Herodoto, 2. 141). Otro parecer vincula el sitio de Jerusalén con una campaña
posterior, quizá contra los árabes en el 686 a.C. Este punto de vista, que representa a
una minoría, supone que no hubo ningún lapso, como es probable, entre el regreso a
Nínive y el asesinato de *Senaquerib por sus hijos en el mes de Tebet del 681
a.C.a.C. antes de Cristo (Is. 37.38; 2 R. 19.37). La Crónica babilónica afirma que
Senaquerib fue asesinado por “su hijo”, y Esar-hadón, su hijo menor y sucesor,
afirma haber perseguido a sus hermanos rebeldes, presumiblemente los asesinos,
hasta el SS sur de Armenia.
Senaquerib, con su esposa semítica occidental, Naquía-Zakutu, reedificó Nínive
extensamente, sus palacios, sus accesos y templos, y a fin de asegurar la provisión de
agua construyó acueductos (Jerván) y represas. Esta agua era usada también para
regar grandes parques alrededor de la ciudad. Para llevar a cabo estos proyectos se
usaron prisioneros de las campañas, incluyendo judíos, que pueden verse en los
relieves de los palacios.
10. Esar-hadón (680–669 a.C.) había sido designado príncipe heredero por su padre
dos años antes de que llegara al trono, y había servido como virrey en Babilonia.
Cuando los babilonios del sur se rebelaron, una sola campaña bastó para suprimirlos,
y Naid-Marduk fue designado como su nuevo jefe en el 678. Pero fue preciso encarar
una serie de campañas para contrarrestar las maquinaciones de sus vecinos, los
elamitas. En los montes más hacia el norte, también, las periódicas campañas
mantuvieron a las tribus de Zamua y de la llanura de Media sujetas al dominio asirio.
Las tribus del NN norte eran más inquietas, debido a las intrigas de Teuspa y de los
cimerios. Esar-hadón también entró en conflicto con tribus escitas (Isûguzai).
En el oeste Esar-hadón continuó la política de su padre de exigir tributo a las
ciudades-estados, incluyendo las de Cilicia y Siria. Siria de Tiro se rehusó a pagar y
fue atacada, y Abdi-Milki fue sitiada en Sidón por tres años a partir del 676. Esta
oposición a la dominación asiria fue instigada por Tirhaca de Egipto y provocó una
reacción inmediata. Esar-hadón aumentó el monto a pagar, exigiendo además lana,
piedra, y otros elementos para su nuevo palacio en *Cala y para la reconstrucción de
Babilonia. Puede haber sido en relación con esto último que Manasés fue llevado allí
(2 Cr. 33.11). A “Manasés de Judá” se lo menciona entre los que tuvieron que pagar
tributo a Esar-hadón en esa época. Estaban incluidos “Baal de Tiro, Qaus-(Quemos)-
gabri de Edom, Musuri de Moab, Sili-Bel de Gaza, Metinti de Ascalón, Ikausu de
Ecrón, Milki-asapa de Gebal … Ahi-Milki de Asdod, como también 10 reyes de
Chipre (Iadnana)”.

Teniendo en cuenta que estos estados debían lealtad cuando menos nominal a Asiria,
estaba expedito el camino para el cumplimiento de la ambición de esta de controlar el
delta egipcio, de donde procedía buena parte de la oposición. Esto se llevó a cabo
mediante una gran expedición en el 672 a.C., que dio por resultado la instalación de
gobernantes asirios en Tebas y Menfis. En este mismo año Esar-hadón citó a sus
vasallos para que escuchasen su declaración de Asurbanipal como príncipe heredero
de Asiria, y de Samas-sum-ukín como príncipe heredero de Babilonia. De este modo
esperaba poder evitar disturbios similares a los que señalaron su propia sucesión al
trono. Las copias de los términos y los juramentos impuestos en esta ceremonia
resultan de interés como indicación del tipo de relación entre un soberano y sus
vasallos, basada en “pactos”. Pueden trazarse muchos paralelos entre ella y la
terminología del Antiguo Testamento. Demuestra que Manasés, y todos los otros
gobernantes, tienen que haber jurado lealtad eterna a Asur, el dios nacional de su amo
(2 R. 21.2–7, 9). Al final del reinado de Esar-hadón comenzaron las revueltas que
dichos “pactos” tenían por objeto evitar. El faraón Tirhaca incitó a los jefes locales
del Egipto inferior a rebelarse. Estando Esar-hadón en Harán, en camino a aplastar
dicha insurrección, murió y fue sucedido por sus hijos, como estaba planeado.

11. Asurbanipal (668-ca. 627 a.C.) reinició inmediatamente la tarea incompleta de su


padre, y se dirigió a enfrentar a Tirhaca (Tarqu); pero se hizo necesario emprender
tres campañas y saquear Tebas en el 663 (Nah. 3.8, “No-amón”, Versión moderna
rev. 1929) para reconquistar el control de Egipto. Durante su reinado Asiria alcanzó
su mayor extensión territorial. Las campañas punitivas contra los rebeldes en Tiro,
Arvad, y Cilicia pusieron a Asiria en contacto con Lidia (otra potencia en ascenso),
cuyo rey Giges envió emisarios a Nínive en busca de una alianza contra los cimerios.
Las incursiones contra las tribus árabes y la restauración de Manasés de Judá,
llamado Minse por Asurbanipal, probablemente tuvieron como único fin mantener
abierta la ruta a Egipto. No obstante, Asiria estaba destinada a caer precipitadamente.
Los medos aumentaban su control sobre las tribus vecinas y amenazaban el territorio
de Asiria. Para el 652 a.C. Samas-sum-ukín se había rebelado, y la lucha con
Babilonia que sobrevino como consecuencia de ello, y que impidió al ejército
ocuparse de urgentes cuestiones más lejanas, terminó con el saqueo de la capital del
SS sur en el 648 a.C. Esta rebelión había sido apoyada por Elam, de modo que
Asurbanipal resolvió saquear *Susa en 645 y la transformó seguidamente en
provincia asiria. Libre de las frecuentes incursiones del ejército asirio en apoyo de sus
autoridades locales y sus recolectores de impuestos, las ciudades-estados del OO
oeste gradualmente fueron liberándose de Asiria, y en Judá esta libertad que
comenzaban a experimentar habría de reflejarse en las reformas iniciadas por Josías.
Una vez más Egipto era independiente y comenzaba a intrigar en Palestina.
La fecha de la muerte de Asurbanipal es incierta (alrededor de 631–627 a.C.), y hasta
el momento se han encontrado muy pocos textos históricos relacionados con este
período. Las hordas de los escitas (Umman-manda) comenzaron a dominar la zona
del Éufrates medio y Kiajares de Media sitió Nínive. Es posible que Asurbanipal haya
delegado el poder a sus hijos Asur-etel-ilani (632–628 a.C.) y Sin-sar-iskún (628–612
a.C.). Asurbanipal mismo se interesaba por las artes. Edificó ampliamente en Nínive,
donde en su palacio y en el templo de Nabu reunió bibliotecas de tablillas (véase
sección III, Literatura, inf.inf. infra (lat.), abajo).
12. Con el surgimiento de Nabopolasar los caldeos echaron a los asirios de Babilonia
en el 625 a.C. Los babilonios se unieron a los medos a fin de capturar Asur (614 a.C.)
y en julio/agosto de 612 a.C., como lo habían predicho Nahúm y Sofonías, Nínive
sucumbió a sus ataques. Estas campañas se relatan detalladamente en la Crónica
babilónica. Los muros se fracturaron por efecto de inundaciones (Nah. 1.8; Jenofonte,
Anabasis 3.4) y Sin-sar-iskún (Sardanápalo) pereció en las llamas. Por dos años el
gobierno bajo Asur-uballit se mantuvo en Harán, pero de Egipto no llegó ningún
auxilio, Necao llegó demasiado tarde para impedir que la ciudad cayera en manos de
los babilonios y escitas en el 609 a.C. Asiria dejó de existir y su territorio fue tomado
por los babilonios.
En años posteriores “Asiria” formó parte de los imperios persa, helenístico
(seléucida), y parto, y durante esta época “Asiria” (en persa Athura) siguió usándose
como designación geográfica general de sus dominios anteriores (Ez. 16.28; 23.5–
23).

II. RELIGIÓN

A. El rey asirio actuaba como regente del dios nacional Asur sobre la tierra, y ante él rendía
cuentas de sus actividades en forma regular.
1. De este modo, las campañas se concebían, por lo menos en parte, como guerras
santas contra quienes se negaban a reconocer su soberanía, o violaban los límites de
sus tierras,
2. y eran implacablemente perseguidos en casos de rebelión.
B. El templo principal de Asur se encontraba en la capital, Asur, y se creía que diversas
deidades protegían los intereses de las otras ciudades.
1. Anu y Adad residían en Asur, y tenían templos y zigurats asociados allí
2. Istar, diosa de la guerra y del amor, era adorada en Nínive, aunque como “Istar de
Arbela” ejercía también dominio en Erbil.
3. Nabu, dios de la sabiduría y patrono de las ciencias, tenía templos tanto en Nínive
como en Cala (Nimrud), donde existían bibliotecas formadas por empleados reales y
alojadas en parte en el templo de Nabu ( Nebo).
4. Sin, el dios lunar, y sus sacerdotes y sacerdotisas, tenían un templo y un monasterio
en Ehulhul, Harán, y estaban íntimamente asociados con sus correspondientes en Ur.
C. En general, los consortes divinos y las deidades menos destacadas tenían sagrarios
dentro de los templos principales; así en Cala, donde se han descubierto los templos de
Ninurta, dios de la guerra y de la caza, Istar, y Nabu, había lugares para deidades tales
como Sala, Gula, Ea, y Damkina. En casi todos los sentidos la religión asiria difería
poco de la de *Babilonia, de donde procedía. Para el lugar que ocupaba la religión en la
vida diaria, véase la sección que sigue.

III. LITERATURA

La vida diaria y el pensamiento de los asirios se puede ver en los cientos de cartas,
documentos económicos y administrativos, y textos literarios que se han encontrado en las
excavaciones. Así, la primera parte del 2º milenio a.C. ha sido iluminada por las cartas
procedentes de Mari y de Semsara , alrededor de 1500, durante el período de influencia
hurrita, de Nuzi. El período mejor conocido, sin embargo, es el del imperio neoasirio, cuando
muchos textos, incluyendo algunos copiados del período asirio medio, permiten realizar una
reconstrucción detallada de la administración y el servicio civiles. Así, los anales históricos,
registrados en prismas, cilindros, y tablillas de arcilla, si bien destinados originalmente a ser
introducciones a las inscripciones que describían las empresas edilicias del rey, pueden ser
ampliados mediante los textos que registran los pedidos reales a alguna deidad (con frecuencia
Samás) de que se le concedan oráculos que sirvan para orientar en decisiones relativas a
asuntos políticos y militares. Una cantidad de las cartas y textos legales, como también los
anales, hacen referencia a Isaías, Judá, y las ciudades-estados del oeste.

Asurbanipal, hombre culto, creó una biblioteca para la que importó o copió textos tanto de los
archivos exitentes en Nínive, Asur, y Cala como de los centros religiosos de Babilonia. De
este modo, en 1852–3, en su palacio de Nínive y en el templo de Nabu allí, Layard y Rassam
descubrieron 26.000 fragmentos de tablillas, que representaban alrededor de 10.000 textos
diferentes. Este hallazgo y su subsiguiente publicación sirvió de fundamento para el estudio de
la lengua asiria semítica y del babilonio, del que se diferencia principalmente en aspectos
dialectales. La escritura cuneiforme, con 600 o más signos en forma de ideogramas, sílabas, o
determinativos, fue adoptada de los sumerios, pueblo más primitivo. La lengua asirio-
babilónica (acádica) proporciona actualmente el grueso de las antiguas inscripciones
semíticas. Ya que algunos de los textos tenían traducciones sumerias interlineadas, el hallazgo
mencionado ha resultado de importancia para el estudio de esta lengua no semítica, que
sobrevivió, como lo hizo el latín modernamente, para fines religiosos.

El descubrimiento en la colección de Nínive (Kuyunjik), que ahora se encuentra en el Museo


Británico, de un relato babilónico del diluvio (Gilgamés XI), publicado posteriormente por
George Smith en diciembre de 1872, sirvió de estímulo para la realización de excavaciones
posteriores, y se ha escrito bastante con especial referencia a la importancia de estos hallazgos
para el ATAT Antiguo Testamento. Los textos de la biblioteca comprenden manuales eruditos,
vocabularios, listas de palabras y de signos, y diccionarios. Los textos mitológicos escritos en
forma poética incluyen la serie de doce tablillas que ahora se conoce con el nombre de
“Epopeya de Gilgamés” y que describe su búsqueda de la vida eterna y la historia que le relató
Utanapistim de su propia salvación del *diluvio, en una embarcación construida
especialmente. La epopeya de la *creación, llamada Enuma elisû, porque así comienza, se
refiere principalmente a la exaltación de Marduk como cabeza del panteón. Un antiguo poema
épico babilónico (Atra-hasé÷s) describe la creación del hombre a continuación de una huelga
contra los dioses, y también el diluvio. Este poema ofrece paralelos más claros con el Antiguo
Testamento que tanto la epopeya de Enuma elisû como la de Gilgamés. Otros poemas épicos
incluyen el descenso de Istar al mundo inferior en busca de su esposo Tammuz. A diferencia
de muchas teorías recientes, no se ha encontrado hasta el presente ningún texto que describa la
resurrección de Tammuz. Hay leyendas (entre las que se cuenta la de Sargón de Agade, que
fue salvado al nacer mediante el recurso de colocarlo en una cesta de juncos en el río Éufrates
hasta que fue rescatado por un jardinero, el que lo llevó al rey) que han sido comparadas con
incidentes del ATAT Antiguo Testamento. Estos textos literarios de origen acadio contienen
también la leyenda de Etana, que se fue volando al cielo en un águila, y la del dios Era, que
luchó contra Babilonia. La literatura sapiencial incluye el poema del sufriente justo (Ludlul
beµl neµmeqi) o el así llamado “Job babilónico”, la teodicea, los preceptos y la admonición
babilónicos, entre los que se encuentran consejos sabios, dichos y diálogos de un pesimista, y
consejos a un príncipe del mismo género, pero no del mismo espíritu, que la literatura
sapiencial del ATAT Antiguo Testamento. Hay también colecciones de himnos, fábulas,
dichos populares, parábolas, proverbios y cuentos (“El hombre pobre de Nipur”) que son
precursores de formas literarias posteriores.

La literatura religiosa también está bien representada por tablillas agrupadas en series de hasta
noventa, con su número y título indicados en un colofón. La mayoría son presagios obtenidos
mediante el estudio del hígado o las entrañas de animales sacrificados, o de los movimientos y
rasgos de hombres, animales, aves, objetos y planetas. Muchas tablillas ofrecen instrucciones
para rituales destinados a asegurar el bienestar del rey y el de su territorio. Íntimamente
ligados a estos textos están las observaciones minuciosamente registradas que formaban la
base de la ciencia acádica, especialmente la medicina (prognosis y diagnóstico), la botánica, la
geología, la química, la matemática, y el derecho. Para fines cronológicos, las listas que
abarcaban muchos de los años, alrededor de 1100 y el 612 a.C. daban el nombre del epónimo
por el que se designaba cada año del calendario. Estas listas, juntamente con las de los reyes y
la información astronómica, proporcionan un sistema de fechado que resulta preciso, con un
margen de error de pocos años.

IV. ADMINISTRACIÓN

A. El gobierno se derivaba de la persona del rey, que era también el líder religioso y el
comandante en jefe.
1. Ejercía autoridad directa, aunque también delegaba la jurisdicción local a
gobernadores provinciales (por ejemplo, Rabsaces, Rabsaris)
2. y a gobernadores de distrito, que se encargaban de reunir y despachar los tributos e
impuestos, que generalmente se pagaban en especie.
B. Eran apoyados por las expediciones del ejército asirio, cuyo núcleo estaba constituido
por una fuerza regular altamente capacitada y pertrechada, integrada por carros, expertos
en asedios, arqueros, lanceros, y honderos.
C. Los territorios conquistados pasaban a ser vasallos del dios Asur bajo juramento, y se
los obligaba a rendir lealtad política y religiosa a Asiria.
1. Los que ofendían eran castigados con represalias e invasiones, que daban por
resultado el pillaje y la destrucción de las ciudades, la muerte de los líderes rebeldes,
y la esclavitud y el exilio de los ciudadanos capacitados.
2. Los que quedaban eran sometidos a vigilancia por agentes proasirios.
D. Esto contribuye a explicar tanto la actitud de los profetas hebreos para con Asiria como
el temor de “una olla que hierve; (cuya) paz está hacia el norte” (cf.cf. confer (lat.),
compárese Jer. 1.13) por parte de los pequeños estados de Israel y Judá.
V. ARTE

De las excavaciones se conservan muchos ejemplos de arte asirio, pinturas murales, bajos
relieves esculpidos, estatuas, ornamentos, paneles esmaltados y pintados, sellos cilíndricos,
tallados en marfil, como también objetos de bronce y otros metales. Algunos de los relieves
son de particular interés por el hecho de que la estela y el obelisco de Salamanasar III en
Nimrud mencionan a Israel, y porque quizá esté representado Jehú. Senaquerib, en las
esculturas de su palacio en Nínive, pinta el sitio de Laquis y el empleo de cautivos judaítas
para trabajar en los proyectos edilicios, mientras de las puertas de bronce de Balawat muestran
a ejército asirio en lucha contra Siria y Fenicia. Otros relieves de Asurnasirpal II en Nimrud y
de Asurbanipal en la “Caza del león” en Nínive constituyen fuentes pictóricas para conocer la
vestimenta, las costumbres, las operaciones militares y civiles de los asirios entre los siglo(s)
IX y VII a.C.

VI. EXCAVACIONES

Los primeros exploradores buscaban la Nínive bíblica (Kuyunjik y Nebi Yunus) frente a
Mosul, que fue inspeccionado por C. J. Rich en 1820 y excavado en 1842–3 por Botta, en
1846–7, 1849–51 y 1853–4 por Layard y Rassam, por el Museo Británico en 1903–5, 1927–
32, y posteriormente por arqueólogos iraquíes.

Otras ciudades principales excavadas incluyen:


· Asur (Qalaat Shergat) por expediciones alemanas (1903–14);
· Cala (Nimrud) por los británicos—Layard (1842–52),
· Loftus (1854–5), Mallowan y Oates (1949–63)—y por iraquíes y polacos (1969–76);
· y Dur-Sarrukín (Khorsabad) por los franceses (1843–5) y los norteamericanos (1929–
35).

Sitios prehistóricos alejados incluyen Jarmo, Hassuna, Thalathat, Umm Dabaghiyah,


Arpachiyah y Tepe Gavra. Las principales ocupaciones asirias de la época media que se han
desenterrado, además de Asur, son Tell Rimah y Billa (Shibaniba). Sitios asirios posteriores de
nota incluyen Balawat (Imgur-Bel).
WEB-GRAFIA

Ø Wikipedia, la enciclopedia simple, Asiria.


Http://es.wikipedia.org/wiki/Asiria

Ø La guía de Historia, El imperio Asirio.


www.laguia2000.com/edad-antigua/el-imperio-asirio

Ø Un poco de Historia, El imperio Asirio.


Http://unpocodehistoriaparatodos.blogspot.com/2009/01/el-imperio-asirio.html

Ø Historia del Arte, El imperio Asirio.


www.historiadelarte.us/babilonia%20asiria/imperio-asirio.html

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