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Como humanos solemos tener y causar demasiados problemas por el simple hecho de que no
logramos comprendernos a nosotros mismos. Las emociones causan una gran magnitud de
efectos en nuestro sentir movilizándonos casi como marionetas incapaces de retomar el control.
Hay un sentimiento específico que crea distorsión y caos, tanto en el interior como en el entorno
de una persona, y éste es el sufrimiento, sea cual sea su causa, muchas veces domina tanto la
voluntad y el sentir de la persona que ésta, como una especie de defensa, lo muta, o mejor,
disfraza de enojo.
Lo más dramático de ésto ocurre en las personas foco de ese enojo, que no logran comprender
Hay una frase que reza: “Ámame cuando menos lo merezca porque es cuando más lo necesito”,
y puede que tenga que ver con este fenómeno. El de descontrol interior de las emociones y el
grito de ayuda. Pero la mayoría de las veces ese grito de ayuda viene disfrazado de guerra,
consiguiendo expandir y aumentar el malestar en otros, que tampoco comprenden este habitual
fenómeno.
No es poco frecuente ver lo que ocurre, cuando alguien muere, en una separación, en la
discriminación, etc. Las personas allegadas que tienen que pasar por la pérdida hasta aceptar la
ausencia de la persona, experimentan enojo, ira, bronca, la cual canalizan en el médico que no
lo salvó, la sociedad que lo enfermó, la esposa u esposo que no lo cuidó, el conductor del otro
vehículo, etc.
Lo mismo en una separación, el amor de tantos años se convierte en odio y bronca, cuando
venganza.
Y así, las personas se vuelven contra sí mismas en un rebuscado pedido de ayuda. Alguien que
emocional una recuperación, sino que tendrán que ser quienes le rodean los encargados de estar
Reconocer que está pasando por un sentir que conocen, y volverse pasivos y receptivos, sin
Permitir a la persona expresarse sin hacerle sentir culpa, y si quien oficia de canal es alguien
Si ocurriera que la persona que está pasando por este sentir tergiversado atisbara por un
momento lo que está pasando, ésta puede recurrir a un arma poderosa que puede liberarle en
un segundo, y es: encarnando una actitud determinante, vociferar lo más aguerridamente posible,
Al hacerlo cada vez que ese sentimiento vuelva hará que se debilite hasta desaparecer. Pero
esto sólo ocurrirá en aquella persona que esté atenta y que decididamente pretenda su bienestar
y fortaleza.
Guerras y discordias del mundo se terminarían de existir más personas que, además de conocer