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MINKA URBANA
Festín Minero
Un regalo a los capitales megamineros
Estado de Situación de la Megaminería en el Ecuador
El presente texto tiene por objetivo dar una mirada general al con-
texto actual de la megaminería en el Ecuador. Se trata de dar cuenta
del estado de situación de los proyectos megamineros vigentes. Ade-
más, queremos describir los impactos que ya se pueden constatar en
los territorios, al igual que los que se avizoran para un futuro pró-
ximo. Queremos además proveer el público de un conjunto de datos
que le sirvan para evaluar la pertinencia de hacer del Ecuador un
país megaminero.
servidumbre.jpg
Todo ello ha sucedido sin que haya empezado la extracción megaminera metálica en sí, es
decir la etapa de explotación a gran escala de metales como el cobre o el oro del subsuelo
ecuatoriano. En efecto, por el momento, no existe aún en el Ecuador una mina metálica a gran
escala que esté en operación.
El presente texto tiene por objetivo dar una mirada general al contexto actual de la megamine-
ría en el Ecuador para entender cómo ya hemos llegado a este conjunto de impactos dramáticos
para las comunidades y el medio ambiente. Se trata en primer lugar de recordar el contexto eco-
nómico y político que favoreció la transformación del Ecuador en país megaminero. En segundo
lugar, queremos dar cuenta del estado de situación de los proyectos megamineros vigentes en el
país; y finalmente describir los impactos que ya se pueden constatar en los territorios, al igual que
los que se avizoran para un futuro próximo.
La segunda ola megaminera se da en el primer lustro de los años 2000s. El ingreso de capitales
transnacionales en el sector minero alcanza un nuevo auge. Se da una “hemorragia de concesio-
1
Tal vez vale la pena mencionar la notoria excepción de la Sadco, empresa aurífera de capitales estadounidenses,
que operó en la zona de Zaruma-Porto-Velo en la primera mitad del siglo XX, ver Sacher W., 2015. "Minería de oro
en el Ecuador. Entre actores nacionales y transnacionales”, CEDLA, La Paz, Bolivia.
Después de la llegada de Rafael Correa al poder en el año 2007, las actividades megamineras
fueron paralizadas durante un corto intermedio (6 meses), a raíz del llamado “Mandato Mine-
ro”, expedido por la Asamblea Constituyente en abril del 2008. El Mandato impuso una serie de
restricciones a la gran minería, como prohibir concesiones mineras en fuentes de agua y áreas
protegidas y una fuerte limitación del acceso al territorio. El Mandato despertó muchas esperan-
zas dentro de los movimientos sociales opuestos a la megaminería. Sin embargo, muy pronto
Rafael Correa y el gobierno de la llamada “Revolución Ciudadana” empezaron a promover sin
descanso la megaminería en el país, y mostraron su determinación de permitir la continuación de
varios megaproyectos pertenecientes a transnacionales mineras. Nunca se respetó las principales
restricciones del Mandato Minero yuna nueva era se abre con la definición de un nuevo marco
legal e institucional -muy similar al marco neoliberal anterior -salvo, tal vez, en el ámbito fiscal-
y la entrada masiva de capitales chinos en el sector megaminero ecuatoriano. Mientras tanto,
numerosas empresas norteamericanas como Kinross, Iamgold o IMC, desertaron el país.
El actual periodo de fin de gobierno de Rafael Correa corresponde a una tercera ola mega-
minera en el Ecuador. El gobierno, frente a la presión de los capitales mineros por asegurar su
acceso a las reservas minerales del país, reformó las pocas características restrictivas de la Ley de
Minería y sobre todo emprendió una nueva estrategia de conquista de los territorios y promoción
de la inversión extranjera megaminera en el país. Las fuerzas públicas, la nueva institucionali-
dad minera y el aparato de Estado en su conjunto se han puesto al servicio de empresas mineras
transnacionales, en la zona de Intag, la parroquia Tundayme en Zamora-Chinchipe, y más re-
cientemente en Nankintz en Morona-Santiago. El Ministerio de Minas, creado a inicios de 2015,
impulsó un escenario sumamente atractivo con las mejores condiciones para la inversión de ca-
pitales extranjeros en el sector mega minero; y en abril de 2016 resolvió ampliar las superficies
concesionadas mediante la re-apertura del catastro minero. Esta tercera ola mega-minera en el
Ecuador es posible gracias a lo que es adecuado llamar un Mineralo-Estado, es decir un Estado
diseñado para sostener y apoyar la megaminería, que pone su aparato institucional y legal al
servicio de los capitales mineros3 .
En primer lugar, constatamos que, geográficamente, existen dos grandes focos de proyectos
mineros en el país. El primer foco se encuentra en el noroeste de la ciudad de Quito y la
provincia de Imbabura donde encontramos proyectos importantes como el de Llurimagua en
la zona de Intag, o Pacto (que está ubicado en el Distrito Metropolitano de Quito) e incluso el
proyecto Cascabel ubicado cerca de la frontera con Colombia.
El segundo foco está en el sur del país, principalmente en las provincias del Azuay,
Zamora-Chinchipe y Morona Santiago, por ellas atraviesa la Cordillera del Cóndor, un maci-
zo montañoso muy cerca de la frontera entre Ecuador y Perú, un área donde se concentran los
proyectos megamineros más avanzados hasta la fecha. Encontramos también una serie de pro-
yectos menos avanzados en las provincias de Loja y El Oro.
Cabe señalar que los nombres de las empresas filiales en el Ecuador son diferentes de los
nombres de las empresas matrices propietarias, por ejemplo, detrás de la Aurelian Resources
S.A, dueña de Fruta del Norte, se esconde la sueco-candiense Lundin, y detrás de la EXSA y
la ECSA, dueñas de Mirador y Panantza-San Carlos, se esconden los capitales chinos de las
estatales Tongling y CRCC.
Cascabel
La Bonita
Llurimagua
Pacto
Quito
Curipamba
Telimbela
El Torneado
Guayaquil
Sangola
Megaproyectos Mineros (ENAMI)
Ciudades
Por otra parte, la megaminería, con sus diversas formas de contaminación tóxica genera im-
pactos nefastos en la salud pública, como cáncer, enfermedades de la piel y respiratorias,
trastornos nerviosos y de la reproducción; y patologías graves a nivel de la salud psico-
lógica. Investigaciones recientes en territorio ecuatoriano demuestran que los impactos afectan
de manera más profunda a niños y niñas y mujeres9 . Entre otras cosas, las zonas mineras son
conocidas por ser sitios de propagación de enfermedades sexualmente transmisibles.
La megaminería es conocida por generar altos niveles de conflictividad social entre las co-
munidades afectadas por una parte y las empresas y los Estados por otra, de igual modo provoca
serios conflictos al interior mismo de las comunidades. En la actualidad, el Observatorio Latinoa-
mericano de Conflictos Mineros (OCMAL) registra un total de 210 conflictos sociales provocados
por la megaminería alrededor de toda América Latina. La vida política, tanto a nivel local como
nacional, se vuelve rápidamente rehén de las megaempresas transnacionales a cargo de los me-
environmental and resource sustainability?”, Resources Policy. 32: 42–56; Mudd, Gavin (2009). “Sustainability Re-
porting and Water Resources: a Preliminary Assessment of Embodied Water and Sustainable Mining”, Mine Water
Environ., 27:136–144; Palmer, M. A., E. S. Bernhardt, W. H. Schlesinger, K. N. Eshleman,1 E. Foufoula-Georgiou, M.
S. Hendryx, A. D. Lemly, G. E. Likens, O. L. Loucks, M. E. Power, P. S. White, P. R. Wilcock (2010). “Mountaintop
Mining Consequences”, Policy Forum, Science, 8 de enero, Vol. 327; Plumlee G. S. y S. A. Morman. (2011). “Mi-
ne wastes and human health”. Elements, 7: 399-404; Ripley, E.A., R.Redman, y A. Crowder (1996). Environmental
Effects of Mining, Delray Beach:St. Lucie Press, 356 p.; UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Desarro-
llo) (2000). “Gold Prices On The Rise, Environment Under Pressure”, Environment Alert Bulletin, Bulletin 8; UNEP
(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) (2001). “Tailing Dams Risks of Dangerous Occurences”, CIGB,
ICOLD, Bulletin 121; Veltmeyer, H. (2013). “The political economy of natural resource extraction: a new model or
extractive imperialism?”, Canadian Journal of Development Studies, Vol. 34, No. 1, 79–95; Wu, M. y Y. Chiu, Çon-
sumptive Water Use in the Production of Ethanol and Petroleum Gasoline -2011 Update", Center for Transportation
Research, Energy Systems Division, Argonne National Laboratory, diciembre de 2008 (actualizado en julio de 2011),
https://greet.es.anl.gov/publication-consumptive-water.
9
Soliz, F., Lo que la Mina se llevó, UASB, 2017. Ver también la Investigación de los impactos de la Megaminería en
Tundayme, por el Colectivo de Investigación Acción Psicosocial, próxima publicación.
10
ver por ejemplo, Deneault, A., W. Sacher y D. Abadie, Negro Canadá. Saqueo, Corupción y criminalidad en el
África, Ecosociété, Montreal, 2008. Disponible en http://www.rebelion.org/docs/149755.pdf
Por ejemplo, como lo muestra la tabla 2, la producción de una tonelada de cobre mediante
la megaminería implica en promedio 300 a 500 toneladas de desechos sólidos y la conta-
minación de 170.000 litros de agua. Mientras tanto, la producción de una onza de oro (30
g, apenas un anillo) genera de 20 a 400 toneladas de desechos sólidos y contamina 20.000
litros de agua.
En Canadá, los expertos mineros Ripley, Redman y Crowder calcularon que en promedio,
de cada tonelada de roca removida por la megaminería, solamente 2 kg terminan siendo
mineral comercializable12 . El resto, es decir 998 kg terminan como desechos contaminados
más o menos fuertemente con productos tóxicos como los metales pesados.
Como indica la tabla 3, antes de esta fecha, aproximadamente 790.000 Ha se encontraban con-
cesionadas, es decir el 3 % del territorio nacional. Si todas las concesiones que se encuentran
11
Cifras derivadas de Mudd, G. (2007). “Global trends in gold mining: Towards quantifying environmental and
resource sustainability?”, Resources Policy. 32: 42–56; Mudd, G. (2009). “Sustainability Reporting and Water Resour-
ces: a Preliminary Assessment of Embodied Water and Sustainable Mining”, Mine Water Environ., 27:136–144.
12
Ripley, E.A., R. Redman, y A. Crowder, 1996. Environmental Effects of Mining, Delray Beach:St. Lucie Press.
13
Las concesiones “inscritas” y “otorgadas”.
Esta nueva ola de concesiones corresponde a una verdadera invasión de ciertos territorios. Por
ejemplo, en la provincia de Morona-Santiago más de un cuarto del territorio ha sido solicitado en
concesión por empresas mineras. Una sola empresa, la Ecuasolidus S.A, propiedad del fondo
especulativo canadiense Solidus Resource Capital de Toronto tiene un total de 420.000 Ha
concesionadas, es decir ¡17 % del territorio de la provincia de Morona-Santiago para una
sola empresa! Además, la Solidus Resource Capital tiene subsidiarias en el paraíso fiscal de las
Bermudas, como muchas empresas transnacionales mineras con concesiones en el Ecuador.
Por todas estas razones, hablamos de un nuevo “festín minero” en el Ecuador, reservado a
capitales mineros en su gran mayoría extranjeros.
14
Fuente: Catastro Minero.
Una vez que hemos descrito el estado de situación y las características generales de los me-
gaproyectos mineros en el país, queremos dar más detalles sobre los impactos de la actividad
megaminera en el Ecuador.
Como podemos ver en el mapa de la figura 2, Mirador se encuentra en la frontera con Perú en
el corazón de la Cordillera del Cóndor, territorio de la nacionalidad Shuar y precisamente donde
se dieron los enfrentamientos más violentos en la guerra del Cenepa en los años noventa. En la
figura 3 vemos que Mirador-Mirador Norte está situado en la parroquia Tundayme, a una hora de
las ciudades de Gualaquiza y El Pangui. El megaproyecto está conformado por un conjunto de 9
concesiones mineras que abarcan un total de 9.786 Ha (en color anaranjado en la figura 3).
Está previsto extraer el cobre de la Cordillera mediante una mina a cielo abierto cuyo cráter al-
canzaría un diámetro de 1,5 km y una profundidad de cerca de 1 km. Cuando el proyecto Mirador
esté en su fase madura de explotación, llegará a producir 106.800 toneladas de desechos sóli-
dos diarios, contaminados con metales pesados, sustancias generadoras de drenaje ácido, y
productos de tratamientos tóxicos. Esta cantidad de desechos producidos a diario, equivaldrá a
6 veces los desechos que produce la ciudad de Quito. A esta cantidad, hay que añadir el consumo
-y por lo tanto la contaminación con los mismos productos contaminantes y tóxicos- de un total
de 21’600.000 litros de agua por día, una cantidad equivalente al consumo diario de la ciudad
de Ibarra16 .
16
Cifras calculadas calculadas sobre la base del EIA de Mirador en una explotación de 60.000 toneladas diarias
(“Actualización del Estudio de Impacto Ambiental y Plan de Manejo Ambiental”, para la fase de beneficio de Minerales
Panantza
San Carlos
Gualaquiza
Megaproyectos mineros
de la Tongling-CRCC
Ciudades y comunidades
Mirador
Concesiones de la Tongling-
Tundayme CRCC asociadas a los
megaproyectos mineros
Relavera 1
44 millones de m3
Tundayme
La figura 4bis muestra una mina a cielo abierto del tipo que se plantea realizar en Mirador o
Panantza-San Carlos, otro megaproyecto de las estatales chinas Tongling y CRCC que comentare-
mos a continuación.
Following immediately below is a 3D representation of the company’s current view of the proposed Panantza – San Carlos mine
Cráter de Panantza Cráter de San Carlos
site, based upon the Preliminary Assessment Technical Report referenced above.
Nankints
Relavera
~720 millones de m3 Desechos / día = 10 x Quito
Other opportunities within the Corriente Copper Belt include the La Florida, San Miguel, San Luis, San Marcos and Sutzu
porphyry prospects, all of which are located within 10 to 12 kilometres of the Panantza prospect, as well as the Dolorosa
= 5copper
sediment-hosted x Lago Sanlocated
prospect, Pablomid-way between the Panantza and Mirador properties.
The potential size of San Luis is about 170 x 350m based on the width of mineralized rock chip sampling and the associated soil
anomaly. Continuous detailed rock sampling along the length of the anomaly returned about 230 metres of 0.7 6% Cu. A ground
IP survey was run over San Luis and the anomaly coincided in size with the soil anomaly. No drilling has been carried out on this
Figura 6: Características principales del megaproyecto Panantza-San Carlos.
project.
Panantza-San Carlos es un proyecto aún más gigante que Mirador. El conflictivo proyecto,
producirá un total de 178.200 toneladas diarias de desechos sólidos, es decir 10 veces el volumen
de desechos producidos a diario por la ciudad de Quito. Al final de la vida de la mina, el volumen
de la relavera de Panantza-San Carlos, ubicada inmediatamente en la orilla del río Zamora,
alcanzará un total de aproximadamente 720 millones de toneladas, es decir 5 veces el
volumen del Lago Pablo.
21
Elaboración propia a partir de Corriente Resources,”Annual Information Form”, EDGAR, exhibit 1.1, 23 de marzo
de 2010.
A este gigantismo de las instalaciones de la mina, hay que añadir las instalaciones anexas
que necesitará la mina para funcionar: plantas hidroeléctricas, carreteras anchas, líneas de
transporte de energía, un puerto en la provincia de El Oro, etc. Todo ello implicará impactos,
contaminación y desalojos en regiones remotas a la misma mina.
Para comprender lo que se avizora en la Cordillera del Cóndor (zona altamente sísmica y con
mucha pluviosidad), con megaproyectos como Mirador, Panantza-San Carlos o Fruta del Norte,
basta con mirar la historia reciente de grandes accidentes ocurridos en Brasil e incluso en un país
a menudo presentado como “ejemplo de gestión responsable” de la minería, como Canadá.
En Brasil, en noviembre de 2015, la ruptura del embalse de una relavera provocó una
catástrofe humana y ecológica. En la mina de hierro de Samarco, ubicada en el Estado de Minas
Gerais en Brasil, propiedad de las transnacionales BHP Billiton y Vale Inco, una ola de 32 millo-
nes de metros cúbicos de lodos contaminados arrasó con varias comunidades, dejando 17
muertos, destrucción y contaminación con tóxicos en el territorio, probablemente por déca-
das. La contaminación del río fue tal que llegó hasta el océano Atlántico, donde también tuvo un
conjunto de impactos catastróficos para la fauna y la flora marítima.
Las fotos de las figura 7 y 8 ilustran los daños provocados por estas catástrofes. Esto sucedió en
Canadá, un país con una institucionalidad mucho más fuerte que el Ecuador y en una zona mucho
menos peligrosa en términos de riesgos naturales. Debemos tomar en cuenta que en ambos casos,
los dos diques liberaron una cantidad de lodos contaminados que corresponde a tan solo el 10 %
de la cantidad que llegará a acumular el megaproyecto Mirador. He aquí lo que se avizora para
las selvas, los bosques y las comunidades en el Ecuador....
22
Sacher W. et. al., “Entretelones de la Megaminería en el Ecuador", op. cit..
Figura 8: imágenes que ilustran los daños provocados por la catástrofe de la mina de Mount Polley
en Canadá, agosto de 2014.
23
http://www.slate.com, el 6 de diciembre del 2015.
El fin de reino de Rafael Correa es sinónimo de un nuevo “Festín Minero”. Está marcado por
una tercera ola de inversión masiva en el sector megaminero, después de las olas de las décadas
1990s y 2000s. En el marco de esta tercera ola, observamos una consolidación de la instituciona-
lidad y del marco legal a favor de empresas megamineras, en su mayoría transnacionales (aunque
la Empresa Nacional Minera, la ENAMI, parece tener un papel cada vez mayor en el ámbito de
la exploración minera). Un conjunto de 26 megaproyectos se encuentran vigentes, cuyos metales
objetivo son principalmente el oro y el cobre.
En abril de 2016, el gobierno resolvió re-abrir el catastro minero y desde luego se han multipli-
cado las concesiones mineras. Antes de esta fecha, aproximadamente el 3 % del territorio nacional
estaba concesionado a la megaminería; con la reapertura del catastro minero, podríamos alcan-
zar un total de más del 11 % del territorio nacional concesionado. En estas circunstancias, es
muy probable que en un futuro próximo se duplique el número de megaproyectos mineros y su
consecuente conflictividad social.