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montón de chatarra
Un
Camilo Leyva
Camilo Leyva Espinel.
Espinel
3
Entrada al texto.
Fotografía de Feliza en su
biblioteca al lado del retrato
de su abuelo. Publicada en
la revista Mujer dentro del
artículo Felisa[sic] Bursztyn: la
mujer de las camas, escrito por
Beatriz Zuluaga en Octubre de
1975.
La Biblioteca.
general Gustavo Rojas Pinilla9, donde encontraron un mundo Fernando Martínez, el Chuli,
explosivo de pensamiento después de la guerra. Feliza con Fanny Mickey.(...)” (Un
Brindis de Adiós a FELIZA.
estudió en La Grande Chaumière con el escultor ruso Ossip Varios autores: Nicolás
Zadkine y recogió los pasos de su familia en Europa. El Suescún. Cromos, 19 de Enero
de 1982).
apoyo de Jorge Gaitán Durán y el contacto cultural en París
impulsaron su obra. Cuando regresó de París en 1958 expuso 9
“—¿O sea que tu hacías vida
las aguadas en la galería El Callejón. En 1960, en un nuevo de estudiante de escultura?
—(…) Yo me había ido
viaje a París, Feliza descubrió la chatarra y regresó para a vivir con Jorge Gaitán Durán.
exponer por primera vez sus esculturas en 1961 en la misma Estuvimos cuatro años en París.
galería. Estas primeras exhibiciones muestran que las formas El escribiendo, yo estudiando.
Escribía hasta en las servilletas
arrastran la vida sin preguntar, sin pedir permiso, sin un de los cafés. Era la época del
programa establecido ni una agenda fija. Es lo espontáneo en ensayo de Sade, de los poemas
la escultura, en el ensamblaje de objetos, citas y fragmentos de Si Mañana Despierto, de
su Diario. Desde allí, también
que se miran a los ojos, se comprenden con la mirada estática dirigía la revista (“Mito”), y
o vertiginosa. Todos estos libros esperan un lector, un vistazo, le escribía cartas a Hernando
Valencia, vaciándolo porque se
la potencia contenida en hojas y letras como en la chatarra y el
emborrachaba y no había hecho
dibujo. lo que tocaba.” (Entrevista
trunca con Feliza Bursztyn.
Juan Gustavo Cobo Borda.
Cromos, 8 de Marzo de 1983).
12 libros de Cábala y 29
en total, en el estante de
misticismo en la biblioteca de
Feliza.
Factura de la carnicería
“Teusaquillo“, 1976.
La diversidad de los títulos en la biblioteca es inabarcable, Encontrada en la página 281 del
se aprecia en los otros libros que quedan fuera de este libro Sabbatai Zevi escrito por
Gershom Scholem.
ensayo. Son claras la exploración y curiosidad explosiva,
características de Feliza, en su trabajo con el material, el
desecho de metal. La angustia de la primera cita de este texto,
es el reclamo a la vida por no tener el tiempo para leer y hacer
todo lo que le gustaría. Hay un impulso desesperado que no
se duerme en la vida sino que la hace suya, sin pedir permiso.
La fuerza de su cultura pesa y define las preocupaciones de
Feliza aunque el compromiso no es con la formalidad de los
rezos y rituales; está en la familia. La segunda guerra marca
su piel con la muerte del abuelo en el campo de concentración,
le exige solidaridad, anuncia la batalla vital. El choque
de posiciones en la contradicción alimenta su obra, en ese
estallido dialéctico se generan los ensamblajes de chatarra.
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Catálogo de la exposición de
Aguadas realizada en la galería
El Callejón. 1958.
(Figura 1)
Aguada.
1958.
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(Figura 2).
Aguada.
1958.
29
Chatarra.
(Figura 3).
Chatarra 1962.
Esta escultura (figura 3) que en la foto se mezcla con las Escultura (Chatarra) ubicada
en el jardín del taller de Feliza,
plantas, está ubicada junto a las mismas plantas, ahora árboles
realizada en 1962.
en el jardín del taller de Feliza. Se confunde con los troncos
y se deshoja, cae parte por parte en la tierra y se integra.
El oxigeno le quita la vida al metal, como a nosotros, cada
respiración es una merma al número posible de inhalaciones
totales, es el registro del desgaste de los pulmones. La
escultura perece en el jardín y pasa la lluvia como pasó
Feliza por su taller. Marca el territorio, determina la acción y
significa en su entorno escogido para dejar una huella, que se
borrará, pero quedará aprisionada en la historia del arte. Feliza
fue una hacedora y exploradora de su imaginación en la forma
y la materia.
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(Figura 4).
Un cuadrado de láminas de hierro en ángulo (figura 4) Escultura (Ventana) ubicada
intenta hacer de marco para la suma de pedazos de chatarra en el taller de Feliza, realizada
aproximadamente en 1969.
que se escapan de los límites de ese contorno plano. Es el
estallido de una batalla entre dos mundos, entre una, dos y
tres dimensiones. Saltan las partes, alambres, clavos largos,
tornillos industriales, atacan al espectador cinco cuchillos
de sierra defectuosos y oxidados. No dejan acercarse a la
ventana que enmarcaría, porque es un marco para una ventana,
es una ventana con el paisaje incluido, como una pintura,
una vista aterradora y repelente. Los cuchillos amenazan y
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Fotografía de la ventana
ubicada en el taller de
Como ventana es una instalación y un marco de ventana, Alejandro Obregón en
pero colgado en la pared ¿Qué es? ¿Otra instalación? ¿Una Cartagena, Colombia.
Realizada en 1969.
escultura? ¿Un relieve (como los de Vladimir Tatlin)? ¿Un
cuadro? ¿Un ensamblaje de pared? ¿Un objeto específico Reverso de la fotografía con
texto de Feliza que indica la
(como los de Donald Judd)? La duda surge otra vez y no le
fecha y ubicación de la obra.
doy nombre para dejar el suspenso, se abren más opciones.
Espero que tiemble el lenguaje por un momento con el fin de
que la vista tenga la oportunidad de repasar la forma. Después
vendrá otra sensación y el significado.
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Bibliografía
Agamben, Giorgio. El hombre sin contenido. Ediciones Áltera.
2005.
Company. 1963.
Bogotá, Colombia.